antena misionera - junio julio 2010

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Revista de los Misioneros de la Consolata Nº 444 - AÑO 45 - JUNIO / JULIO 2010 www.antenamisionera.org Pág. 17 Los negro-mauritanos, portadores de un sen- timiento de opresión cultural y de margina- lización persistente, llevan expresando su amargura desde los discursos del primer ministro y de la minis- tra de cultura, que tuvieron ... Pág. 10 África sigue sangran- do, y los medios de comunicación nos siguen destilando sus dolores. ¿Qué pasa en África y por qué? Los titulares de la prensa lo tienen claro. ¿Qué? Conflictos tribales, guerras, ham- brunas, HIV, malaria, cayucos… ¿Por qué? Todo a causa del mal go- bierno, la corrupción, la incompetencia y la irresponsabilidad... Si hay algo que defina los avances tecnológicos del momento presente es la capacidad que tiene el hombre moderno de multiplicarlo todo. La sociedad de consumo impulsa cada día a producir más y ... Pág. 22

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  • Revista de los Misioneros de la Consolata N 444 - AO 45 - JUNIO / JULIO 2010 www.antenamisionera.org

    Pg. 17

    Los negro-mauritanos, portadores de un sen-timiento de opresin cultural y de margina-lizacin persistente, llevan expresando su amargura desde los discursos del primer ministro y de la minis-

    tra de cultura, que tuvieron ...

    Pg. 10

    frica sigue sangran-do, y los medios de comunicacin nos siguen destilando sus dolores.Qu pasa en frica y por qu? Los titulares de la prensa lo tienen claro. Qu?Conflictostribales, guerras, ham-brunas, HIV, malaria, cayucos Por qu? Todo a causa del mal go-bierno, la corrupcin, la incompetencia y la irresponsabilidad...

    Si hay algo que defina los avances tecnolgicos del momento presente es la capacidad que tiene el hombre moderno de multiplicarlo todo. La sociedad de consumo impulsa cada da a producir ms y ...

    Pg. 22

  • Director:P. Bernardo Balden [email protected]

    Administracin:Hno. Juan Carlos Martnez [email protected]

    Maquetacin:Antonio Pareja Alonso

    Equipo de redaccin:Miguel Ardanaz, Antonio Garca, Antonio Pareja, Beatriz Tostado, Maria Teresa Simn, Beatriz Arroyo.

    Colaboradores:Mateo Aguirre, J. Altavista, ngel Gutirrez Anaya, Luis Aranguren Gonzalo, Pablo Arrabal, Carlos Ballesteros, Alicia Koch, Carolina Laura Meneses, H. Oosterhuis, Jos Luis Ponce de Len, Lucas Robino,

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    Ao 45 - N. 444 - JUNIO / JULIO 2010

    Suscripciones:AnualDe colaborador

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    SUMARIOE D I T O R I A L- Evangelizar es dialogar.3

    I N F O R M A C I N

    - Chile: detrs de las sonrisas, la sombra del general.4- La arabizacin en Mauritania: historia de una discordia.10- Escuchando se aprende a ser obispo.14

    - Equipo de espiritualidad misionera30

    O P I N I N- Que nueva vajilla comprar?8-20dejunio,fiestadelaConsolata.9

    - Deuda social.31

    R E F L E X I N- Y la palabra se hizo pueblo.16- Provocacin Misionera: Humildad del testigo.28- Utopas de Antena Misionera.36

    F O R M A C I N- Escuela de animacin misionera: Panes y peces para todos: una salida para nuestra sociedad de consumo.

    17

    - Libros y dems.21- Nuevos Arepagos de la Misin: El complejo mundo de las migraciones.

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    A C C I N- Brasil: Dos presas gigantes ponen en peligro a indgenas no contactados.

    13

    - Verdades sobre frica.22

    - Turismo responsable y justo.9

  • 3JUNIO - JULIO 2010

    E D I T O R I A L

    Evangelizares dialogar

    os dice que Dios bajaba todos los das a hablar con el hombre. Esto significa que pone a la persona humana a su nivel. La relacin entre Dios y los hombres estar desde el

    principio basada en el dilogo, no en la imposicin. Dios ve que no es bueno que el varn est solo y crea a la mujer. La Biblia afirma que la persona humana no puede llegar a su plenitud sino es a travs del dilogo y la comunicacin con quienes son sus semejantes. Como afirma Nicols Castellanos, quien fuera obispo de Palencia y dej la dicesis para irse como misionero a Amrica Latina: El dilogo se impone en todas las direcciones: en el mbito religioso, con el Totalmente Otro, con los creyentes, con los grupos eclesiales; en el mbito ecumnico, con las otras confesiones y credos, y tambin con la increencia; en el mbito civil, con las culturas, con la mujer y el hombre de hoy, con los grupos humanos diversos y hasta opuestos (las prostitutas os precedern en el Reino), con los marginados, con los indgenas Ah se revela la posibilidad de recrear una nueva humanidad, de alumbrar a la mujer y al hombre nuevos y despertar la esperanza de un mundo por venir. El dilogo exige condiciones: el respeto y el reconocimiento del otro como igual; el salir del propio egocentrismo; el olvidarse un tanto de s; el escuchar con humildad Se reconoce el derecho a la diferencia y nos dejamos ensear por el otro. Buscar juntos la verdad con libertad. La Iglesia sigue todava anunciando un sistema religioso con la pretensin secreta de encuadrar a todos en la institucin eclesial: exposicin de una doctrina que se ha de aceptar obligatoriamente; catequesis totalizante que dicta a todos lo que

    se ha de creer, cumplir y practicar (sin escuchar a las personas, su trayectoria, sus posibilidades y necesidades); cdigo de obligaciones y prohibiciones. Hemos de aprender un estilo nuevo de proponer la fe en la sociedad actual. Slo entonces podremos proponer algo a otras instituciones sociales. En ningn momento Jess impuso una doctrina. Propuso un mensaje y respet en todo momento la libertad de sus interlocutores (Juan 6, 66-67). La evangelizacin slo puede hacerse desde el dilogo y a travs del dilogo. Hemos de entrar decididamente por la va del dilogo aunque no sabemos por tradicin qu es una Iglesia dialogante (a no ser por estrategia). El documento Dilogo y Misin llega a afirmar que el dilogo es la norma y el estilo indispensable de toda misin cristiana y de cada una de sus formas, ya se trate de la simple presencia y del testimonio, del servicio o del anuncio directo. Una misin que no estuviera impregnada del espritu de dilogo sera contraria a las exigencias de la naturaleza humana y a las enseanzas del Evangelio (1984). Los misioneros creemos en el dilogo como nico cauce para anunciar la Buena Noticia del Evangelio, aunque tengamos que pedir perdn de muchos pecados a lo largo de la historia. Pero una de las realidades que nos dificulta ms nuestro trabajo es la falta de dilogo dentro de la misma Iglesia, donde las cosas que son de todos deben ser tratadas por todos. Nadie tiene la exclusividad del mensaje evanglico. El dilogo es posible, factible y realizable tanto en el mbito de la Iglesia como en su tarea evangelizadora y misionera. Slo hace falta fe y confianza en el Espritu Santo y un poco ms de creatividad.

    P. Bernardo Balden

    - La arabizacin en Mauritania: historia de una discordia.

    - Nuevos Arepagos de la Misin: El complejo mundo de las migraciones.

    La Biblia no pretende hacer una narracin histrica de la creacin del hombre. Usa un lenguaje simblico para presentarnos verdades profundamente humanas.

  • JUNIO / JULIO 20104

    Sebastian Piera, el nuevo presidente

    Michelle Bachelet

  • 5 JUNIO / JULIO 2010

    Carolina M. Laura Meneses y Lucas Robino

    C H I L E

    En la tierra de Pablo Neruda, el ao del bicentenario de la independencia (1810-2010) comienza con una serie de terremotos: la tierra tiembla con inusitada violencia (febrero) dejando muertos y destruccin, y el panorama poltico ha cambiado con el final de la era de la concertacin, 20 aos

    ininterrumpidos de centro izquierda que han cambiado el pas. Mientras la presidenta Michelle Bachelet deja la escena poltica con un alto ndice de aprobacin, el gobierno del pas vuelve a la derecha, conducido por Sebastin Piera, un millonario empresario. Sobre l y su gobierno estar pendiente la mirada de quienes temen una vuelta al pinochetismo, en el cual una parte importante de los chilenos no ha dejado nunca de creer.

    Este ao comenz con una extraa atmsfera caliente en Chile. Cargada de sensaciones contradictorias. En ste ltimo ngulo geogrfico del continente americano tan atpico, una franja de 4300 kilmetros, entre los Andes y el ocano Pacfico y cargado de contrastes, est aconteciendo algo que no es fcil de prever. En el momento en el que Michelle Bachelet, primera mujer presidente en un pas fundamentalmente machista, mujer socialista con un pasado de tortura y exilio, alcanza un nivel de popularidad del 84%, la coalicin de derechas encabezada por el empresario Sebastin Piera, definido como el Berlusconi chileno acaba de vencer las elecciones presidenciales. Para comprender semejante terremoto poltico es necesario comprender un poco la particular historia de este pas que quizs justamente su geografa lo convierte en tan distinto del resto del continente sudamericano.

    Doscientos aos, dos dictaduras Este ao la Repblica de Chile festeja su Bicentenario: el 18 de septiembre de 1810, aprovechando la prisin del rey depuesto por Napolen que haba ocupado Espaa, la colonia espaola comenz, con la formacin de la primera junta de gobierno; un proceso que llev al pas en 1818 a la independencia. Doscientos aos de vida republicana con una estabilidad poco comn en esa zona del mundo interrumpida, sin embargo, por dos dictaduras. La ms sangrienta, la del general Augusto Pinochet, termin en 1973 con la experiencia del gobierno de Salvador Allende, el primer socialista del mundo elegido democrticamente, que haba nacionalizado las grandes minas de cobre y haba intentado introducir reformas democrticas en una sociedad polarizada entre la pobreza extrema y la extrema riqueza. Pinochet, con el apoyo de los Estados Unidos, preocupado por el peligro de una difusin del socialismo que habra amenazado sus intereses

  • 6 JUNIO - JULIO 2010

    econmicos en la zona inici un rgimen de terror que dur durante 17 aos, con millares de opositores y ciudadanos comunes asesinados o desaparecidos y decenas de miles de encarcelados, torturados y exiliados. Hasta el referndum perdido por el dictador en 1988 y la vuelta de la democracia en 1990. Desde entonces han transcurrido 20 aos ininterrumpidos de gobierno de la Concertacin de Partidos por la Democracia la coalicin de las fuerzas de centro izquierda que han cambiado profundamente este pas y esto a pesar de los lmites fijados por una constitucin impuesta por el nuevo Pinochet que prevea un sistema electoral bipartidista, nico en el mundo, elaborado a

    propsito para impedir cambios sustanciales, equilibrando en el parlamento izquierda y derecha.

    La Concertacin y los defectos del milagro chileno En estos 20 aos, el nivel medio de vida de los chilenos ha crecido. La pobreza se ha reducido drsticamente, del 45% en los tiempos de la dictadura, al 10% actual. Santiago es la capital comercial de Sudamrica y sus multinacionales invierten en todo el continente. Las exportaciones de materias primas y productos agrcolas de calidad, como el vino, continan creciendo. Antes del terremoto de febrero, las cuentas del estado favorecidas por el precio del cobre del

    cual Chile es el mayor productor y de una gestin poco clara, iban viento en popa, a pesar de la crisis internacional permitiendo construir infraestructuras y una red de servicios sociales que amortizaban en parte los efectos de la crisis y de la desocupacin. El pas, con un crecimiento del 5% anual, ocupa el primer puesto de Amrica Latina en el ndice de desarrollo humano y en muchos otros ndices de desarrollo. No todo es perfecto en Chile. Del norte del desierto de Atacama, donde las minas de cobre crean buena parte de la riqueza del pas, al extremo sur de la Patagonia, o en la Araucania, que fue la ltima zona del continente invadida por los blancos y donde ahora muchas multinacionales explotan sus riquezas

    Superficie:756.102 Km2

    Poblacin: 15.665.216

    Distribucin: Porcentaje de poblacin urbana 86% Porcentaje de poblacin rural 14%

    Composicin:Mestizos 93% Negros 3% Europeos 2%Otros 2%

    Esperanza de vida: 76,3 aos

    Alfabetizacin: 96,24%

    Religiones: Catlicos 77% Protestante 11%Otros 12%

    Materias primas: Cobre, madera, mineral de hierro, nitratos, metales preciosos, molibdeno, co-balto, carbn, gas natural, potencial para producir energa hidroelctrica

  • 7JUNIO - JULIO 2010

    naturales, muchos ciudadanos se sienten lejos y expulsados de la capital y de la zona central donde se concentran las grandes riquezas y las grandes inversiones. Si en Santiago, ciudad de casi 7 millones de habitantes, la red de transportes pblicos, de autopistas, de servicios, contina creciendo acercndola a una moderna capital europea, no ocurre lo mismo en igual medida en el resto del pas. Unos de los puntos dbiles de Chile es el sistema educativo. Si el gobierno socialista de Allende haba intentado garantizar un sistema educativo, pblico universal y unitario, provocando las protestas de las

    clases pudientes que preferan mantener una separacin entre una educacin de calidad reservada a las lites, y una ms baja para el pueblo, el neoliberalismo que ha inspirado a la dictadura pinochestista ha llevado al desmantelamiento del sistema pblico. Con ello se ha garantizado slo una gratuidad de una educacin bsica dejando el resto al mercado y a la inversin privada, transformando la educacin en

    uno de los grandes negocios del pas, con el surgimiento de multitud de escuelas y universidades privadas. La inadecuada financiacin del sistema pblico, que tampoco el gobierno de la Concertacin ha conseguido superar, produce un xodo permanente hacia el sector privado. De forma similar el sistema sanitario basado en una doble va: pblica (Fondo Nacional de Salud) y privada (Instituciones de Salud Provisional) a pesar de garantizar una cobertura gratuita a los indigentes sigue favoreciendo a las empresas privadas, dejando el sistema pblico para las capas ms pobres de la sociedad. La falta de solucin de las cuestiones relativas a la educacin y la salud durante los 20 aos de gobierno de la concertacin, es posiblemente una de las principales causas, del alejamiento de la poltica por parte de muchos chilenos, sobre todo jvenes, los ms castigados tambin por el aumento de la desocupacin.

    El gris Frei contra el magnate Piera Existen otras razones que han llevado a la victoria de la derecha, entre ellas la excesiva confianza por parte de una coalicin de gobierno desgastada sobre todo a nivel local- por tantos aos de poder continuado y de rgida alternancia entre sus componentes democristianos, socialistas y radicales. Eligieron un candidato poco carismtico como Eduardo Frei, de la democristiano de bajo perfil para las elecciones de este ao. Otro factor decisivo, ha sido la capacidad por parte de la derecha ex pinochetista de rehacer su imagen usando el nombre de Coalicin por el cambio y bajo el lema Smate al cambio, adems de contar con gran parte de los medios de comunicacin social.

    Piera apoyado por los partidos de derecha, Renovacin Nacional y Unin Democrtica Independiente los nicos que sostuvieron al general Pinochet en el referndum de 1988- ha querido dar una seal de discontinuidad respecto a los ltimos 20 aos en la eleccin de compaeros de gobierno: aparte del ministro de defensa, ya presente en dos gobierno de centro izquierda se trata de personalidades exclusivamente de la empresa privada, de clase alta del pas con estudios en las ms exclusivas universidades europeas, en buena parte directamente implicados con sus propios intereses en los sectores de los que debern ocuparse. Algo muy cercano a los Chicago boys, los profesores que fueron formados en la escuela neoliberalista de Chicago y en los cuales confi Pinochet. Personas lejanas a la gente comn y tambin a tantos chilenos que, superada la pobreza han confiado en poderse encaminar a la conquista del bienestar votando a un empresario que prometa menos estado y ms mercado, menos garantas y ms oportunidades. Todo esto ha permitido a la derecha volver al gobierno de forma democrtica despus de 20 aos. Sin embargo la gente que festejaba en las calles, llevando fotografas del general Pinochet, gritando slogans contra los comunistas, mofndose de los desaparecidos y de las vctimas del rgimen militar, es la demostracin de que buena parte de una base electoral moderna y liberal sigue siendo la misma de un rgimen militar, que ve en Piera una continuidad, y esto proyecta una sombra sobre el futuro de un pas que paradjicamente, justo por esta alternancia aparenta ser una democracia plenamente asentada.

    "Unos de los puntos dbiles de Chile es el sistema educativo... se ha garantizado slo una gratuidad de una educacin bsica dejando el resto al mercado y a la inversin privada, transformando la educacin en uno de los grandes negocios del pas..."

  • JUNIO - JULIO 2010

    Por J. Altavista

    Por motivos de trabajo tengo que viajar a otra ciudad. Elijo hacerlo en AVE. Son poco ms de dos horas. No llevo nada para leer, ni msica para escuchar prefiero un poco de tiem-po de silencio que cada da resulta ms difcil de conseguir. Me siento con la esperan-za de que mis neuronas des-cansen un tiempo. Misin imposible. En los asientos de atrs dos perso-nas estn continuando una discusin sobre la situacin econmica, los recortes que vienen, quin ha roto los pla-tos en la actual crisis econ-mica, quin debe pagar la compra de nuevos platos y quin decidir qu tipo de vajilla se comprar. Resulta imposible no escu-char lo que dicen. Su tono de voz es alto. Aparentemente tienen posturas distintas. En realidad los dos estn de acuerdo en que la vajilla la rompieron los poderes econ-micos y financieros. Los dos estn de acuerdo en que los platos rotos los van a pagar los traba-jadores y los pensionistas. La diferencia est en qu nueva vajilla hay que comprar es decir, cul debe ser el modelo econmico a partir de esta crisis. Uno de ellos defiende que hay que fortalecer el sistema anterior. Segn l fortalecerlo evitara nuevas crisis. El otro propone un cambio del siste-ma con mayores controles, si no se hace, la crisis no se superar o volve-r a repetirse.

    Quera no pensar en economa durante el viaje. Porque la vida de las personas no se reduce al aspecto econmico, sino que abarca muchos ms mbitos y ms importantes. Pero mis compaeros de vagn hacen que mi mente vuelva a cen-trarse en la economa.

    No puedo dejar de or los razona-mientos de uno y otro. Me parece insultante e inmoral que quienes han roto la vajilla de la economa, mandando a muchos miles de personas al paro y la pobre-za, mientras ellos seguan con sus ganancias, quieran comprar, con el dinero de los ms pobres, una vajilla que les siga dando beneficios a ellos. Pero los poderes polticos siguen estando sometidos a los poderes

    econmicos. Nos vendern el actual sistema econmico como el nico posible. Nos lo tragaremos. Quizs tengamos dentro de unos aos un periodo de aparente bien-estar Luego volveremos a las andadas. Distintas plataformas y grupos

    sociales, entre los que ha tomado protagonismo el Foro Social Mundial, y a los que se unido la Iglesia, especialmente en el Tercer Mundo, vienen pro-clamando desde hace aos que otro mundo es posible y que para hacer-lo realidad otra economa es posible. Con demasiada frecuencia los cristianos hemos olvidado (o silencia-do) las palabras de Jess: No podis servir a dos seores; no podis servir a Dios y al dinero (Mateo 6, 24). Hemos hecho compa-tible lo que es incompatible a los ojos de Dios. A pesar de todo lo que ms me duele es que las

    ayudas a los pases pobres van a disminuir hasta niveles mni-mos. Mientras tanto seguiremos sacando (o saqueando) sus materias primas a precios irrisorios. Ello va a suponer un verdadero genocidio. Estaremos condenando a muerte a poblaciones enteras. Claro que nadie se atrever a plantear ante un Tribunal Internacional que el sistema econmico es un crimen de lesa humanidad. Tenemos que defender nuestro nivel de vida y bienestar.

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    Me parece insultante e inmoral que quienes han roto la vajilla de la economa, mandando a mu-chos miles de personas al paro y la pobreza, mientras ellos seguan con sus ganancias, quieran comprar,coneldinerodelosmspobres,unavajillaquelessigadandobeneficiosaellos

  • 9JUNIO - JULIO 2010

    Por eso uno de los aspectos fundamentales de nuestro trabajo misionero es ser por-tadores de consolacin a los pueblos y grupos humanos que ms sufren. La palabra solar significa un trozo de tierra, una forma de vivir en un determinado lugar, una manera de afrontar la existencia en una situa-cin concreta. La preposicin con habla de cercana, de compartir una realidad, de recorrer juntos un camino. Con-solar no tiene nada que ver con decir hermosas palabras a quienes sufren. Significa compartir el dolor de los ltimos, caminar junto con ellos, abriendo caminos de espe-ranza. Mara acompa el camino de su pueblo y le entreg a su hijo, Jess, para que pudieran recomenzar su historia a partir de la experiencia de un Dios cercano, de un Dios que ama a su pueblo, que toma partido por los ms pobres porque ellos son sus predilectos. En un mundo donde el pequeo

    grupo de los ms poderosos son considerados los ms importantes, son los que toman las decisiones, son quienes deciden cmo va a vivir la mayora de la humanidad nues-tro carisma y nuestra misin encuen-tra grandes dificultades para hacerse lugar. Nuestro anuncio es que van a ser los pobres quienes tengan la llave final de la historia. En manos de los pobres est nuestro futuro. No es San Pedro quien tiene las llaves del Reino. Como dice la liturgia catlica: Que los pobres y afligidos sean objeto de vuestra bondad y os reciban un da en las mansiones eter-nas de Dios (liturgia del matrimonio). Son los pobres de la tierra quie-nes un da decidirn sobre el futuro de nuestra existencia (ver Mateo 25, 31-46). No estara de ms que en estos das releyramos el Cntico de Mara: (Lucas 1, 46-56). Posiblemente nos ayude a replantearnos nuestra forma de vivir la fe, de valorar y relacionar-nos con los dems y de encontrarnos con el autntico Dios.

    Turismo responsable y justo

    Carlos Ballesteros *

    Llegan meses de viajes y turismo, de vaca-ciones. Dnde vamos a ir este ao? Turismo responsable y justo le llaman a aquella forma de viajar en el que los turistas, actores y proveedores locales asumen una res-ponsabilidad respecto a los destinos de acogida desde el punto de vista medioambiental, cultu-ral, social y de viabilidad empresarial, recono-cindose el papel central de la comunidad local. As pues, ahora que andamos planificando nuestro asueto, tengamos en cuenta algunos criterios que nos permitan, al igual que hace-mos con otros tipos de consumos, estar en con-sonancia con lo que creemos y defendemos. En primer lugar, plantemonos dnde se queda el dinero. Pagamos a un mayorista que nos pro-pone un todo incluido o contratamos con agencias locales? Buscamos buenos precios o la garanta del pago de un salario justo a los que nos hacen agradable el viaje incluido ese personal que no solemos ver, camareras de hotel, pinches de cocina-? Pensamos en desti-nos exticos o nos quedamos cerca de (cuando no en) casa? Por otra parte creo fundamental mirar la forma de desplazarse coche? avin? bici-cleta? tren?: tener en cuenta las emisiones de CO2 de cada uno de estos medios de transpor-te puede ser un criterio definitivo a la hora de elegir destino. Y en tercer lugar es importante reflexionar sobre cmo me relaciono con la poblacin local. Una vez en un viaje a Marruecos vi a unos turistas regalar a los nios de un pueblo las pastillitas de jabn que les haban puesto en su hotel de 5 estrellas. A cambio, eso s, se hacan una foto con espritu de caridad pater-nalista y soberbia. Tengamos cuidado. Viajar abre mentes, espritus y carga pilas. Tengamos cuidado con las gafas, con la mirada que posa-mos sobre aquellos que nos acogen.

    * Profesor Propio de la Universidad Pontificia de Comillas

    COMErCiO JUSTO

    El da 20 de junio se celebra la fiesta de la Virgen de la Consolata, patrona de los misioneros y misioneras que llevamos su nombre.

    20 de Junio

  • 10 JUNIO - JULIO 2010

    Los negro-mauritanos, portadores de un sentimiento de opresin cultural y de marginalizacin persistente, llevan expresando su amargura desde los discursos del primer ministro y de la ministra de cultura, que tuvieron lugar el 1 de marzo, sobre el tema de la arabizacin. Una mirada retrospectiva a la historia nos ayuda-ra a entender que estos acontecimientos son el resurgimiento de antiguas tensiones aparecidas desde el nacimiento de Mauritania. Mauritania, en cuanto a entidad nacional, no tiene ms que una existencia re-ciente que ha conocido a principios de los aos 90 el impacto del colonialismo. Pero hay que retroceder antes de este periodo para comprender la complejidad de las relaciones entre arabo-berberes y negro-mauritanos.

    Alicia Koch

    En el siglo X, el norte de Mau-ritania y el Shara Occiden-tal fueron ocupados por los berberes que mantenan estrechos lazos comerciales con el imperio de Ghana. Desde el centro de Mauritania hasta el ro Senegal al sur, vivan los sereres y los wo-lofs. La cohabitacin se basaba en-tonces en un equilibrio establecido donde cada comunidad se inscribe en redes sociales muy delimitadas. Entre el siglo XI y el siglo XVII, Mau-ritania vio cambiar la fisonoma de su poblacin con tres invasiones consecutivas: los berberes, los fulani y los rabes. Fue la llegada del movimiento religioso musulmn de los almorvides lo que permiti que los berberes se implantaran en el sur del pas y que se iniciara su entrada al mundo rabe. A partir del siglo XII, los fulani que provenan de Macina, provin-cia de Mal, invadieron el sur de

    Mauritania. Continuaron con su implantacin en la zona central del pas hasta el siglo XVI y acabaron con los pueblos sereres y wolofs. Llegados del sur de Marruecos desde el siglo XIV, los rabes Beni Hassan iniciaron un movimiento hacia el sur y se impusieron a los berberes desde los siglos XV y XVI, difundiendo poco a poco la lengua rabe, entonces denomi-nada hassaniyya. Fue en el siglo XVIII cuando impulsaron su con-quista hasta las orillas del ro Se-negal, rechazando definitivamente a los fulani y a los wolofs y asen-tando todo su poder. Estas diferentes invasiones, al modificar la estructura social y la composicin tnica del pas, co-menzaron a debilitar el equilibrio establecido a travs de los aos entre las comunidades negras y rabes. La presencia colonial, que fue expandindose desde principios

  • JUNIO - JULIO 2010 11

    de 1900 hasta finales de los aos 1950, puso fin a la hegemona rabe mediante la oposicin a los Emiratos presentes en el pas. Comenz entonces una nueva era. La escolarizacin colonial, accesible nicamente a los sedentarios y por tan-to, a las comunidades negras que vivan en la regin del ro Senegal, cambi por completo la tendencia. Estas comunida-des, hasta entonces maltratadas, se be-neficiaron de una enseanza en francs decisiva a la hora de la independencia. Con la independencia (1960, ndr), algunos de los jvenes negro-mauritanos que fueron escolarizados obtuvieron im-portantes puestos en la administracin. Esto pareca algo normal, desde su pun-to de vista, dado que el poder poltico es-taba en manos de los arabo-berberes, explica Alain Antil. Efectivamente, el pri-mer presidente de esta joven repblica, Mokhtar Ould Daddah, descenda de la comunidad rabe.

    Numerosas reformas Fue a partir de 1965 cuando Ould Daddah puso en marcha las primeras reformas de arabizacin de la ensean-za. El sistema de enseanza esencial-mente francfona desfavoreca a los que hablaban rabe, precisa Alain Antil. Los negro-mauritanos se sintieron di-rectamente afectados por esta reforma, destinada segn ellos a marginarles y a obstaculizar el acceso a los puestos ad-ministrativos. Comienza entonces una autentica discordia entre las dos comu-nidades que haban instaurado una cier-ta armona durante el periodo colonial. Esta cuestin, desde entonces polti-ca, basada en una segregacin lingsti-ca y tnica, fue exasperada en los aos 80 con la publicacin de una reforma territorial que pona fin a la propiedad colectiva. Esta reforma fue de nuevo in-terpretada por la comunidad negra como el deseo de discriminarles mediante la confiscacin de sus tierras. En 1986, este conflicto intercomuni-tario dio un paso ms cuando el poder mauritano afirm haber descubierto una tentativa de golpe de estado, apoyado por oficiales negro-mauritanos, contra el presidente Ould Daddah. El gobierno que estaba al frente del pas emprendi una purga de la armada mauritana re-emplazando a los oficiales negro-mauri-tanos por oficiales arabo-berberes. Pero fue entre 1989 y 1991 cuan-do esta oposicin alcanz su mxima

  • JUNIO - JULIO 201012

    efervescencia con la expulsin de unos 100.000 africanos mauritanos y con el asesinato de una decena de personas. Hubo que esperar a que Sidi Mohamed Ould Cheikh Abdellahi saliera elegido en 2007 para que se autorizase a estos re-fugiados a volver a su pas. Desde los aos 60, los sucesivos go-biernos han intentado introducir de forma masiva la lengua rabe en la enseanza y esto ha provocado la clera sistemtica de los negro-mauritanos que luchan para preservar el francs como lengua de tra-bajo. Hoy en da, el presidente Mohamed Ould Abdel Aziz se esfuerza por comple-tar el proyecto de arabizacin, provocan-do una vez ms un violento sentimiento de marginacin por parte de los negro-africanos. Un nuevo intento que perjudi-ca gravemente a la cohesin intercomu-nitaria en suelo mauritano.

    Entre la democracia y la dictadura El 26 de junio de 2006 se celebr un referndum donde se reform la Constitucin y se limit el mandato de los gobiernos. Se restablecieron las relaciones diplomticas con Israel. Las elecciones parlamentarias tuvieron lu-gar el 19 de noviembre y el 3 de di-ciembre de 2006. Las elecciones pre-sidenciales tuvieron lugar en marzo de 2007, siendo elegido Sidi Ould Cheij Abdallahi como nuevo Presidente en sustitucin de Ely Ould Mohamed Vall. Hasta 1980 la esclavitud no fue prohibida. Sin embargo, en la prcti-ca, la esclavitud sigue siendo comn incluso en nuestros das. Con objeto de erradicarla en septiembre de 2007 el gobierno promulg una ley que cri-minaliza la esclavitud, de la que existen indicios de que se est aplicando con de-

    terminacin. Tradicionalmente, la prc-tica de la esclavitud en Mauritania era dominante dentro de la clase alta tradi-cional. Durante siglos, la clase ms baja, principalmente pobres africanos negros que vivan en las reas rurales, ha sido considerada esclava. Hoy en da, las ac-titudes sociales han cambiado entre la clase alta urbana, pero en reas rurales contina la antigua divisin de clases. El 6 de agosto de 2008 varias unida-des militares dirigidas por distintos ge-nerales y oficiales del ejrcito, dieron un golpe de Estado y destituyeron al presi-dente Sidi Ould Cheij Abdallahi y al Pri-mer Ministro, Yahya Ould Ahmed Waghf, despus de que horas antes el Presiden-te destituyese de su cargo al Jefe del Estado Mayor, el general Mohamed El Ghazuani, y colocase en su lugar al co-ronel Abderahman Ould Bakr. Se form un Alto Consejo de Estado formando la junta militar con el general Mohamed Uld Abdelaziz como Presidente y once milita-res, que asumieron el poder y nombraron Primer Ministro a Mulay Uld Mohamed Laghdaf. Las condenas internacionales al golpe fueron amplias, desde las Na-ciones Unidas hasta la Unin Europea y los pases que ms relacin tenan con Mauritania como Estados Unidos, Fran-cia, Espaa y Argelia, adems de otros como Rusia. Estados Unidos y Francia suspendieron su ayuda no humanitaria y Argelia y Senegal no reconocieron el nuevo gobierno, al tiempo que la Unin Africana, adems de condenar el golpe, suspenda en sus derechos en la orga-nizacin a Mauritania.

  • 13

    ConTus Manos

    La construccin de dos enormes presas en la Amazonia brasilea amenazan con destruir a varios grupos de indgenas no contactados. Las presas de San Antnio y Jirau se estn cons-truyendo sobre el ro Madeira, junto al territorio de indgenas no contactados que desconocen que gran parte de sus tierras van a ser destruidas.

    Survival

    JUNIO - JULIO 2010

    Poblacin:191.341.355 personasCapital:Brasilia

    Gobierno: Luis Inacio Lula da Silva, presidente desde 2003, reelecto en 2006. Poder legislativo bicameral

    Idiomas: portugus, oficial y predominante

    Religin:mayoritariamente catlica, aunque muchas veces mezclada con cultos de origen africano, en formas religiosas sincrticas (macumba, umbanda y candombl

    Esperanza de vida al nacer:72 aos

    Alfabetismo adulto88 %

    EconomaGasto en defensa: 1,4% del PIB

    Deuda externa total: 222.026 millones U$S

    Gasto pblico en educacin: 4,2 % del PBI

    BRASIL

    Una expedicin reciente de la FUNAI, el departa-mento de asuntos indgenas del Gobierno brasileo, confirm que hay indgenas no contactados que viven y cazan en las zonas afectadas por las presas. Hay al menos cuatro grupos de indgenas aislados en el rea donde se ubica el proyecto de las presas, dos de ellos conocidos como los mujica nava y los indgenas no contactados jacareuba/ katawixi. El proyecto de presas traer consigo nuevas ca-rreteras y una afluencia enorme de forneos, lo que destruir rpidamente la selva de los indgenas. Los forneos tambin traern consigo enfermedades como la gripe y el sarampin, frente a las que los indgenas tienen poca inmunidad. Cualquier forma de contacto entre los pueblos indgenas no con-tactados y las personas de fuera es extremadamente peligroso para la salud de los indgenas y podra provocar la muerte de muchos de ellos, como ya ha ocurrido con frecuencia en el pasado. El informe de la FUNAI revela que el ruido provocado por la construccin de la presa probablemente ya haya obligado a algunos indgenas no contactados a abandonar su tierra y desplazarse hacia un territorio donde los mineros operan ilegalmente y donde la malaria y la hepatitis son habituales. Adems de amenazar a los indgenas no contactados, las presas causarn daos a otros pueblos indgenas que viven en la zona. No fueron debidamente consultados sobre las presas antes de que comenzasen los trabajos de construccin. Domingos Parintintin, del pueblo indgena parintintin, declar: Nuestra tierra an es virgen. Esperamos que este proyecto no contine, porque nuestros hijos sern los que sufran. No habr suficiente pesca o animales para cazar.

    Escribe una carta a la FUNAI (el departamento de asuntos indgenas del Gobierno de Brasil), mostrando tu preocupacin por el futuro de los ltimos indgenas piripku-ra de Mato Grosso, pidiendo que la FUNAI acte de forma inmediata protegindo-les a ellos y a su tierra.

    Dr. Mrcio MeiraPresidente FUNAISEP Quadra 702 SulEdificio Lex, Bl A, 3 andar70390-025Braslia DF - Brasil

    DOS PRESAS GIGANTES PONEN EN PELIGRO A INDGENAS NO CONTACTADOS

  • El Vicariato de Ingwavuma se encuentra en el noreste de la provincia de KwaZu-lu Natal, en la frontera con Mozambique, con Swazilandia y sobre el ocano n-dico. Desde 1948 trabajan en esta zona los Siervos de Mara. Como tal, el Vicariato naci en 1990 y el primer obispo fue Michael OShea OSM. Los catlicos somos apenas el 4 por ciento de la poblacin en medio de tantos cristianos que per-tenecen a cientos, si no miles, de iglesias cristianas. Yo nunca haba trabajado en esta zona. Por diez aos estuve en la dicesis vecina pero desde el co-mienzo me di cuenta que, a pesar de la cercana, el camino realizado y la realidad eran distintos. En este aprendizaje de ser obis-po, la primera cosa que intento es escuchar. Luego de las primeras semanas en reuniones fuera del Vi-cariato, aprovech para pasar unos das en cada uno de los cinco cen-tros que tenemos (cada uno tiene unas 15 20 comunidades). Varias veces coincidi con una reunin del Consejo de la Misin o a veces la preparaban especialmente para mi visita. Ah la gente me comparta alegras, dificultades y esperanza para el futuro. Estos encuentros nos permiten conocernos ms.

    Mi predecesor muri inespe-radamente en mayo de 2006 y el Vicariato qued sin obispo por casi tres aos. Mi nombramiento produjo una gran alegra porque, como repiten siempre, ya no esta-mos como ovejas sin pastor... Uno de los augurios ms lindos que me hicieron fue ste: te deseamos que as como tu predecesor lleg aqu joven y envejeci entre nosotros, tambin tu puedas envejecer aqu. El escuchar no es slo con los laicos; visitando las comunidades aprovecho para pasar tiempo tanto con los sacerdotes como con las religiosas. Como digo siempre... yo soy el ltimo llegado... En este mo-mento los Siervos de Mara son 6 y los sacerdotes diocesanos son 7. Poco a poco se va fortaleciendo el nmero de los sacerdotes locales, casi todos muy jvenes y ordena-dos en los ltimos aos, que van asumiendo distintas responsabili-dades. Y se escucha viendo... Desde el comienzo les expliqu que quiero visitar cada una de las pequeas comunidades. Acercarme a las comunidades nos permite a todos conocernos. Sin embargo, les expliqu que no les dira cundo voy a ir. La visita del obispo a veces corre el riesgo de volverse artificial ya que se pre-

    Desde abril del ao pasado, Jos Luis Ponce de Len,misionero de la Consolata argentino, es obispo en Sudfrica. En esta carta nos explica cmo est aprendiendo su nuevo ministerio.

    Mons. Jos Luis Ponce de LenObispo del Vicariato de Ingwavuma

    Escuchando se aprende a ser obispo

    JUNIO - JULIO 201014

  • JUNIO - JULIO 2010 15

    paran tantas cosas, la iglesia est llena de gente... pero el domingo siguiente todo vuelve a la normalidad. As que siempre que puedo (a menos que sean confirmaciones) llego sin avisar y comparto la misa con la comunidad. Siendo que no todos los domingos hay misa (debido a la falta de sacerdotes) me gusta llegar especialmente el domingo que no es-peran al sacerdote, cuando la celebracin es animada por uno de los lderes locales. Los desafos

    El Sida La Catedral se encuentra en Hlabisa. Yo haba conocido ese lugar slo de nombre porque era lamentablemente famoso. Hla-bisa tena (y probablemente sigue teniendo) el porcentaje ms alto de enfermos de Sida del mundo. De por s en el Vicariato conside-ramos que no hay familia que no haya sido afectada por esta enfermedad. La otra noche escuchaba en la radio zul los avisos fnebres donde informan quin muri, qu edad tena, dnde y cundo ser el entierro. Todava hoy, despus de ms de 10 aos de concientizacin, la gran mayora muere entre los 20 y los 40 aos. La espe-ranza de vida, en este pas que ser el centro de atencin durante el mundial de ftbol del 2010, es slo de 53 aos! A Dios gracias el Vicariato lleva adelante varios proyectos. En este momento 1400 per-sonas reciben diariamente la medicina antirre-troviral y cerca de 3000 hurfanos que viven con parientes o vecinos reciben tambin la ayuda necesaria para comer, estudiar, tener los documentos de identidad. En la frontera con Mozambique, muchos de ellos no tienen

    dnde vivir, ni familia que los reciba. Estamos soando con la construccin de algunas casi-tas para que no tengan que dormir al aire libre o en cuevas. Pequeos proyectos La realidad del Sida trajo tambin un por-centaje muy alto de desempleo. Poco a poco vamos desarrollando juntos algunos proyec-tos que permitan a las familias tener el pan de cada da. Despus de mucho tiempo, desde la Conferencia Episcopal, cuatro proyectos han sido aprobados para este ao (huertas comu-

    nitarias, artesanas, gallinas...) lo cual animar a muchos otros a organizarse y presentar tam-bin los suyos. La gran cantidad de ayudas que da el gobierno est generando una men-talidad de dependencia muy peligrosa que hace que se pierda todo tipo de iniciativa. El desafo no es slo conseguir los fondos para llevar adelante los proyectos sino conseguir que la gente se sienta responsable de ellos. La formacin de los lderes Uno de los grandes retos es el de poder multiplicar y formar los lderes de las comuni-dades. Multiplicar para evitar que uno termi-ne a cargo de tres o cuatro cosas. Formar para asegurarse que no slo tengan una pre-paracin para un servicio especfico sino que se pueda ir haciendo un camino de reflexin que responda a la realidad de cada comuni-dad. Las reas son muchas: animadores de la Palabra, ministros de la Eucarista, ministros de los entierros, justicia y paz, jvenes, edu-cacin para la vida (proyecto para jvenes), liturgia, catequistas... Los obispos de esta zona hemos elegido la catequesis como la prioridad a la que que-remos dedicar tiempo. Pocos das atrs los obispos nos reunimos con dos religiosas y un buen grupo de coordinadores diocesanos de catequesis para ver juntos el camino de pre-paracin. Aqu no es slo la preparacin de chicos y jvenes sino tambin, muy especial-mente, la de los adultos que hacen un camino de dos aos antes de ser bautizados. Para responder a la realidad necesitamos trabajar juntos sacerdotes, religiosas/os y lai-cos y poder discernir el camino a recorrer en el Vicariato y en cada misin.

  • 16 JUNIO - JULIO 2010

    Dios,el nombre con el que te invocamos,est como muerto y casi no tiene ya significado,vaco y caducocomo cualquier palabra humana.

    Te pedimosque vuelva a tener fuerzacomo un nombre lleno de promesas,como palabra vivapor la que sabemosque T sers para nosotrosel que eres:digno de confianza, escondidoaunque muy cercano, ahora y en la eternidad.

    (H. Oosterhuis)

  • ESCUELA DE ANIMACIN MISIONERA

    209

    Si hay algo que defina los avances tecnolgicos del momento presente es la capacidad que tiene el hombre moderno de multiplicarlo todo. La sociedad de consumo impulsa cada da a pro-ducir ms y mejores alimentos, a aumentar el capital desmesuradamente, a incrementar la velo-cidad de los medios de transporte, a facilitar hasta los lmites de lo imposible la comunicacin, a acortar las distancias, a aumentar el confort de vida. Se puede decir que la ciencia ha hecho en nuestro mundo el milagro de la multiplicacin de los bienes de consumo, un milagro imposible de realizar a principios de nuestra era: hay pan y alimentos bsicos para todos los seres que habitan el planeta, el problema es que est en manos de unos pocos.

    Hoja

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    L A P E D A G O G A M I S I O N E R A D E J E S S

    17JUNIO - JULIO 2010

  • 18 JUNIO - JULIO 2010

    (Lc 5, 12-16) Al desembarcar, Jess vio una gran muchedumbre y se compade-ci de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo ensendoles largo rato. Como se haba hecho tarde, sus discpulos se acercaron y le dijeron: ste es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer. El respondi: Denles de comer ustedes mismos. Ellos le dijeron: Habra que comprar pan por valor de doscien-tos denarios para dar de comer a todos. Jess pregunt: Cuntos panes tienen ustedes? Vayan a ver. Despus de averiguarlo, dijeron: Cinco panes y dos pescados.El les orden que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sent en grupos de cien y de cin-cuenta.

    Entonces l tom los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunci la bendicin, parti los panes y los fue

    entregando a sus discpulos para que los distribuyeran. Tambin repar-ti los dos pescados entre la gente.

    Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres.

    (Marcos 6, 34-44)

    En tiempos de Jess, la situacin era diferente, pues no haba recursos para todos. Por documentos ajenos a la Biblia tenemos indicios de que en el siglo I empeor en Palestina la situacin de las clases modestas teniendo por causas principa-les la presin fiscal, la progresiva concentracin de posesiones en manos de unos pocos y diversas crisis de tipo ecolgico. Por Flavio Josefo, historiador judo, sabemos que la presin fiscal sobre las clases populares era tan grande que Herodes se

    haba visto obligado a bajar los impuestos varias veces para evitar disturbios generales. El mismo Herodes se haba apoderado por medio de confiscacio-nes de una cantidad enorme de tierras de campesinos que fueron vendidas despus de la destitucin de su hijo Arquelao, el ao 6 d.C. yendo a parar, con toda probabilidad, a manos de ricos que de este modo se hicieron ms ricos. Los beneficios por parte de los terratenientes eran inmensos. Sabemos de Juan de Giscala que vendi aceite a Siria con una ganancia del setecientos por cien. Y de Herodes que haba convertido en regado un terreno, propiedad de su hermana Salom, de unos cuarenta y cinco kilmetros cuadrados, del que obte-na rentas de hasta sesenta talentos. Salom perciba por sus regados anualmente el precio equivalente a 360.000 jornales.

    La Palabra de Dios

  • 19JUNIO - JULIO 2010

    Jess no habla de multiplicar, sino de poner en comn y repartir. De ah que no de-bemos seguir llamando a este relato "multiplicacin de panes y peces", sino ms bien "reparto de panes y peces". El resultado de compartir lo que se tiene fue sorprendente: "Comieron todos hasta sa-ciarse y recogieron de trozos doce cestos llenos, tambin de los peces. Los que comieron los panes eran cinco mil hombre adultos". Cuando se pone en comn lo que se tiene, hay para todos y sobra.

    Repartir en vez de multiplicar

    Una vez alimentada, Jess despide a la multitud que ya ha recibido la enseanza a la que se refiere el relato al principio cuando se afirma que "estaban como ovejas sin pastor y se puso a ensearles". El relato de los panes expresa de modo grfico el contenido de la enseanza de Jess, del que nada se dice en esta ocasin. No se trata, por tanto, de un milagro, sino de una enseanza escenificada, cuya puesta en prctica resulta tanto o ms difcil que hacer un milagro. Y sta es la enseanza de Jess: el verdadero milagro no consiste ya en que cada uno se busque la vida por su cuenta (disolver la multitud), ni en tener dinero para comprar (lo que resulta imposible para gran parte de los ciudadanos de la tierra), ni en multiplicar el pan (como se puede hacer hoy gracias a la tecnologa; aunque esto seguir siendo necesario para abastecer a la humanidad). El verdadero milagro pendiente consiste en poner en prctica en la vida de cada da la enseanza de Jess: aprender a com-partir, a poner en comn lo que se tiene, a partir, a repartir y a servir. Las masas inmensas de pobres de la tierra del tercer y cuarto mundo, los marginados que pueblan las bolsas de pobreza de los pases desarrollados solamente sern alimentados si tenemos en cuenta la orden de Jess a los discpulos: "Dadle vosotros de comer" y lo hacemos repartiendo lo que, estando en manos de unos pocos, puede saciar el hambre de todos, sin agotar los recursos: "Comieron todos hasta saciarse y recogieron de trozos doce cestos llenos, tambin de los peces". Lo que aquel da aprendieron los discpulos, no deberamos olvidarlo hoy: Jess no pidi a Dios que le ayudase a multiplicar los panes, sino que invit a sus discpulos a compartirlos. Difcil enseanza que nuestra sociedad de consumo no est dispuesta a poner en prctica para resolver las inmensas caren-cias y los grandes desequilibrios de nuestro mundo.

  • 20 JUNIO - JULIO 2010

    Jess anuncia que el reino de Dios est ya en medio de nosotros. Aceptar la presen-cia de Dios supone cambiar nuestra forma de relacionarnos con los dems. Dejar de acumular para compartir y repartir.4 Nuestra comunidad cristiana es modelo de una nueva sociedad basada en el compartir y repartir?

    4 Cmo podemos vivir nuestra fe en medio de un mundo organizado sobre la competencia, la ga-nancia personal, el beneficio propio?

    4 Somos capaces de escuchar la Palabra de un Dios que nos habla a travs de los miles de millo-nes de personas que quedan excluidas de unas condiciones de vida mnimamente humanas?

    Debe quedar claro, sin embargo, que la enseanza de Jess no se queda ah. A estas masas no basta con darles el

    pan de cada da; no basta con satisfacer sus necesidades materiales: hay que llevarlas a la plenitud humana.

    Dice el evangelista Juan que, despus del reparto de panes, la gente lo busc y al encontrarlo le preguntaron:

    "Maestro, desde cundo ests aqu? Jess les contest: S, os lo aseguro. No me buscis por haber visto seales, sino

    por haber comido pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que se acaba, sino por el alimento que dura dando

    vida definitiva, el que os va a dar el Hombre, pues a ste el Padre, Dios, lo ha marcado con su sello" (Jn 6,25-27).

    El cristiano no debe quedarse en encontrar solucin a la desesperada necesidad material del pueblo desvalido;

    debe trabajar, al mismo tiempo, por suministrar el alimento que no se acaba. El don del pan era una invitacin a la

    generosidad, pero no era solamente donacin de algo (el pan), sino que expresaba la entrega de la persona por amor.

    El pan material alimenta una vida que perece; el amor, que lleva a la entrega de uno mismo hacia los desfavore-

    cidos de la tierra, comunica la vida verdadera. El pan partido y compartido es la expresin del amor que lleva a la

    plenitud humana, el sello con el que ha marcado Dios a su hijo para comunicar la vida definitiva.

  • Si no quiere dar la espalda a la realidad en que vivimos, debe leer este cuaderno. Nos presenta un anlisis sobre el aumento de las personas pobres en un mundo rico a causa de la crisis econmica. Nos propone una lectura desde el mensaje de Jess sobre el aumento de la pobreza en nuestra sociedad. Y, al mismo tiempo, una serie de reflexiones sobre cul debe ser nuestra actitud como cristianos frente a esa situacin. Pocas pginas que nos dan una visin clara de la realidad que vivimos y nos dan pautas para hacer algo. Adems lo puede leer gratis en Internet:

    Una mirada a la pobreza (Corazones atentos que actan en consecuencia)Critas de Barcelona y CiJ. Cristianisme i Justicia. 2010. 32 pgs.

    L ibr os y dems . . .

    Una buena lectura para este tiempo de verano. A finales del siglo XIX se descubri oro en la recndita cuenca del Klondike, en Alaska. La fiebre del oro que se desat llev a miles de aventureros a aquellas remotas tierras. Entre ellas el joven Jack London que al cabo de unos meses regresara a casa enfermo y, como la inmensa mayora con las manos tan vacas como ante de partir hacia el inhspito Norte. Son ocho cuentos fciles de leer y llenos de sabidura. Reflejan las palabras de London: En Alaska no se habla, se piensa. Yo me vi con el oro en mi punto de mira, y descubr la tica del mundo salvaje.

    Jack London. Navona. 2008. 204 pgs.

    Critas de Barcelona y CiJ. Cristianisme i Justicia. 2010. 32 pgs.

    Los mejores cuentos del Gran NorteJack London. Navona. 2008. 204 pgs.

    Una buena pgina Web, bien construida y diseada. Fin: fomentar valores de interculturalidad, respeto a la diversidad y no discri-minacin entre jvenes. Pero hay mucho ms: bolsa de trabajo, noticias Destacamos su impresionante seccin de juegos coope-rativos. Imprescindible para todo educador o animador, donde encontrar materiales tiles para su labor y trabajar en grupo

    21JUNIO - JULIO 2010

    http://www.fespinal.com/espinal/llib/es167.pdf

  • 22 JUNIO - JULIO 2010

  • 23JUNIO - JULIO 2010

    EN DEFENSA DEL SER HUMANO

    Un frica mal parida En noviembre de 1884, se reunan en Berln catorce estados europeos para debatir un problema urgente. Europa estaba iniciando un proceso de expansin econmica importante. El objetivo que estaba en el punto de mira de todos era frica, una selva vir-gen y con mil promesas. Se trataba de repartirse la gestin de este continente de 30.272.922 km2. En tres meses lle-garon a las conclusiones siguientes: Se proclam la libre navegacin martima y fluvial, as como el libre co-mercio en todo el Continente. Se decret el derecho a colonizar un territorio por el mero hecho de ha-ber ocupado una parcela de su costa. Se acept la ocupacin efectiva y fsica, por medios militares, de dichos territorios, lo que dio por buena la con-quista militar del Continente. Resulta asombroso constatar que en la citada conferencia de Berln no hubiera ninguna representacin de ninguno de los reinos constituidos ni de ningn otro estamento africano. frica se hizo a golpe de regla y cartabn, en funcin de los intereses europeos, que trazaron las fronteras, muchas veces, siguiendo los meandros de los filones de diamantes, cobre, oro y otras ma-terias primas, sin consultar para nada a los interesados, dividiendo culturas, etnias, familias. Rara es la frontera del sur del Sa-hara que no cobije, a uno y otro lado de sus flancos, hijos de las mismas etnias y familias pero de diferentes estados. frica fue concebida y engendrada en funcin de los intereses econmicos expansionistas de Europa.

    Un frica mal criada Siguiendo los criterios de la Confe-rencia de Berln, la era de las depen-dencias se organiz pensando ms en los intereses de las metrpolis que de los africanos. Europa supo encontrar el lenguaje idneo para cada situacin. Y usaron las conocidas palabras de colonizacin y civilizacin, y las vistieron de desarrollo, de progreso y de cultura para esconder los antiguos diablos de invasin, explotacin y ma-nipulacin. En la colonizacin, la presencia europea se impuso por las armas, se instal con sus infraestructuras ad-ministrativas y polticas y se organiz para explotar las riquezas del lugar. Colonizar equivala a conquistar (quin llev la guerra a frica?) in-vertir lo necesario y obtener el mayor beneficio posible para la metrpoli. En cuanto a la civilizacin las cosas van en el mismo sentido. El Diccionario de la RAE dice que civilizar es sacar a algo o alguien de un estado brbaro o salvaje, instruyndole en las artes de la vida de modo que pueda progresar en la escala humana. Civilizacin es igual a instruccin y progreso.

    frica sigue sangrando, y los me-dios de comunicacin nos siguen destilando sus dolores. Qu pasa en frica y por qu? Los titulares de la prensa lo tienen claro. Qu?Conflictostribales,guerras,

    hambrunas, HIV, malaria, cayucos Por qu? Todo a causa del mal gobierno, la corrupcin, la incompe-tencia y la irresponsabilidad. Esta manera de enjuiciar le viene bien a cierta prensa. Poco importa si la ligereza con que se tratan es-tos dramas deforman la verdad, dan una imagen incorrecta de frica y de los africanos. Y sin embargo, las cosas no son tan sencillas

    Mateo Aguirre (CiJ)

  • Pero los pases colonizadores ins-truyeron al hombre africano slo lo necesario para hacer de l un instru-mento til para sus fines. As, en su acceso a la indepen-dencia, la Repblica del Congo no tena ningn ciudadano con ttulo uni-versitario superior y la mayora de los pases independizados tuvieron que solicitar a antiguos seminaristas cat-licos para confiarles cargos polticos de importancia. En cuanto al progreso en la escala humana, la colonia dej claros los lmites.

    El apartheid no fue exclu-sivo de frica del Sur. Las ciudades se construyeron de forma que los blancos estu-viesen entre ellos, en las zo-nas privilegiadas, y los africa-nos en los barrios indgenas, desde donde se desplazaban todos los das a las zonas de los patronos miles de boys, jardineros, lavanderas, nie-ras y dems mano de obra que haca placentera la vida del colono. Haba una esca-la humana para unos y otra para otros. Y puesto que hablamos de la noble tarea de civiliza-cin emprendida en frica por Europa, no pasaremos por alto la contribucin de este continente al desarrollo del arte africano... poniendo a salvo en los museos fran-ceses, belgas, ingleses, ms-caras, estatuillas, cermica, utensilios y un largo etctera de objetos trados a la me-trpoli al mismo tiempo que los cargamentos de bano, cacao, caf, cobre, oro y dia-mantes.

    Un frica mal liberada Tomando como punto de partida la Conferencia de Berln y como punto de llegada el ao 1960, la aventura colonial dur 75 aos. Los pases colonizadores no se retiraron del continente de buen grado, sino forzados por las circunstan-cias. La presin de los jvenes pueblos se hizo sentir. Los grandes motivos fue-ron, una vez ms, la situacin geopolti-ca mundial y los intereses econmicos de los colonizadores. Estados Unidos, Rusia y sus pases satlites respectivos

    tuvieron el mal gusto de tomar la cos-tumbre de dirimir sus diferencias y de-fender sus intereses sobre las espaldas del Tercer Mundo, de forma muy nota-ble en frica. Las armas empezaron a circular en todo el continente, desde entonces hasta nuestros das (hoy se pueden en-contrar en gran parte de las megpo-lis africanas un Kalash por cincuenta dlares). Las guerras llamadas de libe-racin empezaron a hundir sus garras en las sociedades africanas; Rusia apo-yaba grupos revolucionarios en contra del imperialismo americano. La idlica frica colonial se empez a desgarrar y su explotacin se convirti en un lujo muy caro, tanto en personas como en finanzas. frica dej de ser un lugar placen-tero de explotacin y aventura para convertirse en un lugar inseguro y des-agradable. El slogan frica para los africanos convirti el continente para unos en cementerio y para otros en calvario. Se trataba de seguir teniendo acceso a sus riquezas, pero con menos gasto econmico y poltico. Esta descolonizacin, por lo menos precipitada, dej a frica en manos de polticos inexpertos, sin ejrcito, y sin cuadros formados para asumir la res-ponsabilidad de la res publica, y lo que es peor, un tejido social inconsistente que se desgarrara con la explosin de las primeras tensiones tnicas, provo-cando las guerras que conocemos.

    frica y los predadores El tiempo de las independencias va a inaugurar una nueva etapa en la his-toria africana. Con el neo-colonialismo, Europa aprendi a seguir enriquecindose con menos coste. El secreto consista en poner y sostener regmenes que favo-

    24 JUNIO - JULIO 2010

  • 25JUNIO - JULIO 2010

    reciesen sus intereses y facilitasen la tarea de seguir drenando las materias primas hacia los puertos del norte. No se trata aqu de hacer un estudio profundo sobre la explotacin de la que fueron vctimas los pases africanos. Yo slo recuerdo cmo, en la poca que viv en Kananga, los japo-neses explotaban las minas de Kasumba-lesa: excavaban el mineral, lo lavaban, lo ponan en trenes y se lo llevaban al Japn sin ningn otro tipo de elaboracin. Y qu decir del pequeo tren de

    Kamsar, en la Repblica de Guinea, que transporta la bauxita de sus minas hasta las barrigas de los barcos que la llevan, sin mayor control, a Estados Unidos? Y de los contubernios organizados por la petro-lera Total en Angola, o de pases donde el inters por el petrleo se mezcla con los dlares de la corrupcin, las armas de la guerra y la sangre de las vctimas? Les in-vito a leer el informe de la ONU sobre el saqueo de las materias primas del Congo por ruandeses y ugandeses y por multina-cionales canadienses, americanas y aus-tralianas, algunas de las cuales financiaron la guerra de Ruanda.

    Algunasreflexiones Alguno puede considerar parcial la opinin aqu expuesta, desculpabi-lizadora para con frica. No se trata de eximirla de sus responsabilidades. Todos somos conscientes de que nada de lo que pasa en este conti-nente no hubiera podido tener lugar sin la complicidad de africanos, de polticos codiciosos y corruptos que actan escondidos detrs de una pantalla patriotera, africanista, mani-pulando los nobles sentimientos de pertenencia, los patrimonios cultura-les, y el no menos noble sentimiento de identidad. Solamente queremos dejar bien claros algunos puntos de importan-cia. En primer lugar creo que hay que corregir la imagen de frica transmitida por cierta prensa. 1. frica no se resigna a ser el lugar na-tural de hambrunas, guerras, corrupcin y derramamientos de sangre. 2. frica tampoco se resigna a ver cmo se reduce su riqueza nicamente a sus materias primas. 3. Ante un Mundo Occidental que se construye para el disfrute de sus estados de bienestar, frica se sabe portadora de valores de trascendencia (es raro, rarsimo, encontrar ateos en el continente, aunque podramos discutir mucho sobre su expe-riencia religiosa). 4. Ante un Occidente replegado sobre s mismo, celoso de su desarrollo, frica es rica en acogida: el husped es rey. 5. Ante un mundo occidental que hace abortar la vida en favor del placer y de la no-responsabilidad, frica sigue conside-rando la vida como su valor primordial. A nadie se le escapan las responsabi-lidades africanas citadas ms arriba, pero habra que decir claramente que los africa-

    nos no son los nicos responsables de sus guerras. Un estudio serio nos obligara a poner en evidencia el peso de las petroleras, traficantes de armas, los consorcios mi-neros y dems predadores del Continen-te africano. Habra, tambin, que enjuiciar la res-ponsabilidad de Estados Unidos, Inglate-rra, Francia y ltimamente de China. Y hablemos por fin de los cayucos. Uno tiene la impresin de que lo nico que nos llega de frica es gente hambrienta, que huye de sus pases en guerra, para aprovecharse del bienestar que nosotros

    hemos construido durante tantos aos de trabajo. Sin embargo, nadie nos habla de otros cayucos, los grandes navos que surcan nuestros mares trayendo de todo: madera para nuestros muebles, coltn para nues-tros telfonos, cobre para nuestras insta-laciones elctricas, caucho para nuestros coches Si se creasen empresas de elaboracin y puestos de trabajo en el lugar de origen de estas materias, en Canarias tendramos menos cayucos y en frica habra menos hambre y menos guerras Preguntmonos: Qu pasara si nues-tra prensa diese una visin ms completa de frica? Qu ocurrira si los polticos del norte dejasen de mirar a frica nicamen-te como la reserva de filones a compartir y descubriesen personas, con races, valo-res y derechos a respetar y promover? Y qu pasara si las altas finanzas y las mul-tinacionales aprendiesen, por lo menos, a enriquecerse enriqueciendo a los que las enriquecen?

    "Con el neo-colonialismo, Europa aprendi a seguir en-riquecindose con menos coste. El secreto consista en poner y sostener regmenes que favoreciesen sus intereses y facilitasen la tarea de seguir drenando las materias primas hacia los puertos del norte"

  • Nosotros, como misioneros, estamos llamados a sentir esta problemtica como nuestra, denunciando toda situacin de injusticia que se da en ella y presentarla como un lugar donde el Reino se hace presente ya que es un espacio de acogida, dialogo, soli-daridad y fraternidad. Ya Juan Pablo II deca: los emigrantes son ya muchos millones en el mundohuidos por condiciones de opresin poltica y de miseria inhumanaLa Iglesia debe acogerlos en el mbito de la solicitud apostlica.

    Una presencia cercanaQuin no ha tenido la experiencia de ir en el autobs o en el metro y obser-var la gran cantidad de gente de otras razas, lenguas y culturas? Y si somos cristianos y sensibilizados con esta situacin No se nos ha escapado una oracin al mismo Padre comn, pidiendo que en la diversidad trabaje-mos y lleguemos a la unidad y el entendimiento en la fraternidad? Y ms: en nuestra oracin y desde nuestra solidaridad no hemos pedi-do y al mismo tiempo trabajamos para que este colectivo de inmigran-

    26

    El complejo mundo de las migraciones

    JUNIO - JULIO 2010

    El artculo 13 de la Declara-cin de los Derechos Huma-nos dice: Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Y aade: toda persona tiene derecho a salir de cualquier pas, incluso del propio, y a regresar a su pas. Despus de 62 aos de su aprobacin sigue siendo pura letra. El fenmeno de las migra-ciones en la actualidad, est asumiendo proporciones cada vez mayores, ligadas a la globalizacin; producien-do un trenzado de culturas cada vez ms grandes, don-de, negativamente, mino-ras tnicas son rechazadas creando nuevas formas de esclavitud y violencia. Pero tambin, mirando la partepositiva,enesteflujomigratorio, los encuentros entre los pueblos ayudan a derribar prejuicios y a promo-ver un clima de comprensin y fraternidad, con vistas a la unidad de la familia humana.

    ngel Gutirrez Anaya

    N uevos a r e pa g o sde la Misin

  • tes tengan en nuestro pas un espacio digno trabajando por el bien de nues-tra sociedad, y para el bien de ellos y de sus familias? Son las parroquias y Critas quie-nes estn ms en contacto con toda esta realidad. Son a ellas que llegan pidiendo ayuda no solo material, tam-bin espiritual. Respetando las conciencias y sin aprovecharse del desarraigo de los emigrantes, la Iglesia debe organizar una pastoral adecuada a ellos, tenien-do presente las diferencias, para ofre-cer servicios adaptados a cada grupo. Es de cajn que una pastoral con sud-americanos, filipinos y polacos no plan-tean las mismas exigencias que una pastoral con africanos, chinos y asiti-cos. Por eso, una manera de expresar las parroquias este sentido de acogida a estos hermanos nuestros, es salir de los esquemas tradicionales a los que estamos acostumbrados por tradicin y actuar de manera flexible para res-ponder a las situaciones concretas de estos colectivos. Por lo general la dis-persin de los inmigrantes, la falta del dominio del castellano, las diferencias en cuanto a las formas de celebrar la liturgia, los horarios de ellos que suelen ser nocturnos y donde ya nuestras iglesias y salones estn cerrados

    Todo esto exige que tengamos que adaptarnos a ellos dndoles espacios y horarios conforme sus necesidades, dentro de nuestras estructuras. La verdad es que esta realidad de la inmigracin no debera extraarnos: Ante un 85% de personas que viven en situacin de pobreza y de injusti-cias sociales, es normal que estos busquen una salida de subsistencia para ellos y para sus familiares O acaso no haramos tambin nosotros lo mismo? A nadie le gusta estar fuera de su pas, de su cultura, ambiente y familiaSi se llega a esto es por una grave necesidad.

    El creyente es inmigrante Recordemos a Abraham, un emi-grante salido de Ur de Caldea, El mismo Jess se presenta como un emigrante (Mt 2, 13-23), y a lo largo de su vida no tuvo donde reclinar la cabeza (Mt 8,20) identificndose con los inmigrantes (Mt 25,3). Las primeras comunidades cristia-nas se ven obligadas a emigrar de un lugar para otro por causa de la perse-cucin. Pablo predica el evangelio a los extranjeros (Gal. 1,16). Y la 1 carta de Pedro est dirigida a una comunidad de inmigrantes (1Pe. 1,1 - 2,11) exhortndolos a practicar la hos-pitalidad (1Pe. 4,9). En 2007, la Conferencia Episcopal Espaola escribi un documento que lleva por titulo La Iglesia en Espaa y los inmigrantes. En l leemos: Atencin especial debe prestarse a los llamados `sin papeles respetando su dignidadporque la propia voca-cin catlica se manifiesta, entre otras formas, en la hospitalidad brindada al extranjero.

    Nuestra credibilidad La verdad es que la credibilidad del mensaje evanglico nos la estamos jugando en el trato que reservamos a los inmigrantes. Y frente a la imagen que dan los medios de comunicacin (paro, delincuencia, prostitucin) no podemos quedarnos en argumentos moralistas: hay que ser solidarios. Debemos presentar razones para que se les haga justicia: en una socie-dad que est envejeciendo traen juventud, son creadores de riqueza y factor de desarrollo para el sistema productivo, el pas no ha invertido en la formacin de esta mano de obra

    adulta, dispuesta a trabajar duro. Y muchos, con buena profesionalidad. Hay que romper con la imagen del inmigrante inculto, pobre y marginal.

    El Parlamento Mundial de la Religiones En diciembre de 2009, en Australia, se reuni el IV Parlamento Mundial de las Religiones del Mundo que reuni a ms de 6.000 personas de 220 creen-cias diferentes para aprender a vivir en armona en un contexto de diversi-dad. El Parlamento busca la construc-cin de un mundo ms pacfico y sos-tenible en el cual: Las comunidades religiosas y espi-rituales vivan en armona y contribu-yan a un mundo mejor a partir de su riqueza de sabidura y compasin. Los miedos y odios religiosos y culturales sean reemplazados por comprensin y respeto. Todas las personas en todas las partes, reconozcan y cuiden a su pr-jimo. La riqueza de la diversidad humana y religiosa sea tejida en la tela de una vida comunitaria, civil, social y global. Las ms poderosas e influyentes insti-tuciones del mundo se muevan ms all del limitado autointers para llevar a cabo el bien comn. La tierra y toda vida sea estimada, protegida, sanada y restablecida. Todas las personas se comprome-tan a vivir sus valores y aspiraciones mas elevadas.

    Buscando una tica comn Una de las tareas fundamentales del dilogo interreligioso es compartir una visin tica que ayude a la huma-nidad a crecer en valores de solidari-dad, justicia, amor, paz, verdad, tole-rancia. Una tica donde la misericor-dia y la compasin sean una realidad en la sociedad. Son valores presentes en todas las grandes religiones. Y el ser humano llega a su plenitud en la fraternidad. Es difcil construir un mbito de dilogo interreligioso, pero no pode-mos dejar de esforzarnos en ello; porque si las religiones no dialogan, la paz se ver amenazada. Hemos de superar todo fundamen-talismo. La persona humana, toda perso-na humana es el bien primero y el ms amado por Dios.

    27JUNIO - JULIO 2010

  • rOVOCACiN MiSiONErP A

    28 JUNIO - JULIO 2010

    No se ha de confundir nunca el testimonio autntico con el testimonio espectacular. El testigo no es una vedette. Sin duda, hay personas excepcionales, fuertes,

    emprendedoras (M. Lutero King, Oscar Romero, Labb Pierre, Madre Teresa de Calcuta). Estn los santos, cuya vida idealizada por la tradicin, puede atraer e invitar a la

    experiencia de Dios. Sin embargo, lo que hace que la experiencia cristiana se vaya comunicando de unas generaciones a otras son los pequeos testigos, sencillos,

    discretos, conocidos slo en su entorno, personas profundamente buenas y cristianas. Es peligroso hablar de testigos profesionales. Puede ser una ilusin falsa pensar que

    la vida consagrada o el ministerio presbiteral hacen sin ms del religioso/a o del presbtero un testigo de Dios. La calidad del testigo y su credibilidad provienen de su

    persona y no tanto de su funcin o estado de vida. Sin ser ni menos testigos que sus hermanos, ellos y ellas contribuyen desde su vida a transmitir la experiencia cristiana.

    La fuerza del testigo est en su voluntad sincera de vivir desde la fe. Ya encontrar Dios su camino hacia cada persona

  • 29JUNIO - JULIO 2010

    Desde la debilidad Ser testigo es una gracia y una exigencia que le va cogiendo al cre-yente. No tiene por qu envanecer-se ni gloriarse de nada. No tiene por qu quejarse de ninguna ingratitud o ausencia de fruto. El verdadero testigo se alegra en su propia expe-riencia, no se quema ni se hunde en el desaliento. El testigo es consciente de sus limitaciones y debilidades. Lo que venimos diciendo del testigo no ha de llevarnos a un cierto idealismo del testimonio. Nuestro testimonio nace de la debilidad y del pecado. Nunca estamos a la altura de lo que anunciamos. No podemos legitimar nuestra palabra con nuestra santi-dad personal ni con la de la Iglesia. Nuestra experiencia de Dios la llevamos en vasijas de barro para que parezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros (2 Co 4,7). Por otra parte, tampoco nuestras debilidades y pecados son un signo en contra decisivo. La fuerza del testigo est en su voluntad sincera de vivir desde la fe. Ya encontrar Dios su camino hacia cada persona. Lo que no ha de hacer el testigo es vivir tenso e inquieto. No hemos de olvidar, adems, que el testimonio de cada uno es parcial. Otros testigos lo pueden enriquecer y ampliar. En unos se destacar ms la solidaridad con el dbil y el excluido; en otros la ale-

    gra y la esperanza, en otros la aco-gida o la lucha por la justicia o la oracin. No creo que el testigo ha de forzar su propia estructura sico-lgica; lo importante es testimoniar lo esencial. A veces el testigo se siente rodeado de indiferencia o rechazo. El testimonio del cristiano apenas encuentra hoy apoyo social o cultu-ral. El pluralismo actual invita al relativismo, la desconfianza y la dis-persin de la atencin; la fuerza del testimonio parece diluirse y perder-se. Esta desnudez es dura pero a veces permite al testigo ofrecer su testimonio con menos ambigedad y sin apoyos socio-culturales que oculten a Dios.

    Testigos del Misterio La verdadera humildad y fragili-dad del testigo proviene, sin embar-go, de otro hecho fundamental: Dios es Misterio. Lo que testifica el creyente es algo que lo supera y transciende; algo que no puede demostrar a

    nadie, slo sugerir, sealar, invitar. Dios es siempre un Dios escon-dido que se revela ocultndose, Presencia que nos transciende. Dios es el que es (Ex 3,14). Siempre permanece en el misterio. Dios es siempre una vivencia, pero jams una posesin. Nos atrae, lo buscamos, nos abandona-mos a su Misterio de amor, pero sin poder verlo cara a cara (Ex 33, 18-23). As habla Job de la presen-cia de Dios: Si pasa junto a m, no lo veo; me roza y no me doy cuen-

    ta (Jb 9,11). Sin embargo, el testigo vive esta experiencia insondable con firmeza y con gozo, con seguridad interior porque el Misterio de Dios es Misterio pero cercano. Dios no es una lejana que se difumina en el enigma total; es Misterio que envuelve mi ser y me penetra, Misterio que envuelve la vida, las cosas, el mundo. El mundo es de Dios; la vida fluye de l; l llena la creacin entera. Vivimos en Dios. No es la separacin sino la comu-nin y la cercana total lo que nos hace vivir en el misterio de Dios. Su presencia es tan cercana, tan sin distancia, que es posible perder la perspectiva y no verle. Esta trascendencia de un Dios inmanen-te y cercano no conduce al olvido sino que intensifica la bsqueda y el deseo; es una cercana que hace crecer la relacin amorosa. El testigo sabe que slo puede hacer presente a este Dios de manera simblica. Los smbolos, los gestos, las palabras son sig-nos humildes que pueden invitar a ir ms adelante, a buscar ms hondo. Por eso, el testigo acompaa, defiende, levanta, acoge, se acerca, abraza, perdona, se compadece sabiendo que, a pesar de su pecado y debilidad, su vida y su persona pueden ser para alguien smbolo de la presencia de Dios.

    La verdadera humildad y fragilidad del testigo proviene, sin embargo,

    de otro hecho fundamental: Dios es

    Misterio

  • Pablo Arrabal

    30 JUNIO - JULIO 2010

    EQUIPO DE ESPIRITUALIDAD MISIONERA

    Desde enero de 2009 viene funcionando en Espaa el Equipo de Espiritualidad Conso-lata. Formado por una misionera de la Con-solata (MC), dos misio-neros de la Consolata (IMC) y dos laicos Mi-sioneros de la Consola-ta (LMC).

    Para describir el origen de este gru-po habra que remontarse muchos aos para ir comprobando como la colaboracin entre los Misione-ros, los Laicos y las Hermanas de la Consolata, ha ido dando sus frutos con la preparacin de encuentros espirituales de diferentes tipos. Ejercicios Espirituales para jvenes, Pascuas, Acompaamientos per-sonales, Itinerarios formativos han sido, entre otras actividades las que, a menudo, se han preparado conjuntamente. Con este equipo tratamos de formalizar esa colaboracin, de hacerla ms normali-zada y constante. Sus objetivos fundamen-tales sern pues, compartir, dinamizar y crecer en el carisma y la espiritualidad pro-

    pia de Allamano; proponer los medios que estn a nuestro alcance para favorecer el crecimiento espiritual de las personas y de las comunidades de la Consolata y dar a co-nocer a otros las peculiaridades de nuestra Espiritualidad Misionera.

    Objetivos Profundizar en las caractersticas fun-damentales de la Espiritualidad Misionera Consolata. Velar por el crecimiento y vivencia de la Espiritualidad Misionera Consolata en las Comunidades IMC, MC y LMC. Proponer posibles medios que favorez-can dicho crecimiento y vivencia y potenciar los ya existentes.

  • 31JUNIO - JULIO 2010

    * Filsofo. Experto en Voluntariado de Organizaciones Sociales.

    Director de Ediciones de PPC

    Deuda socialLuis Aranguren Gonzalo *

    En tiempos de reivindicacin de derechos, que nacen del contrato social que regula buena parte de nuestra vida en comn, bueno es toparnos con las implicaciones que suscita com-prendernos como vnculo social que genera obligaciones morales. Hablar de obligacin en la era del crepsculo del deber suena a osada, no hablamos de una obligacin impuesta ni de un deber normativo. Hay un tipo de ob-ligacin que nace de la conviccin personal y de la vin-culacin (estar ligado) con otras personas y rea-lidades. El reconocimiento del vnculo social compor-ta una cierta deuda social, segn la cual se esta-blece una suerte de apoyo cooperativo para el buen funcionamiento de las cosas y para trans-formar las condiciones de vida injustas o que lesionan la dignidad de las personas. El funcio-namiento espontneo de la sociedad no es sufi-ciente para garantizar los derechos humanos o la redistribucin justa de los bienes. La relacin con el otro no depende slo de una eleccin personal, ya que tenemos una deuda con l que hemos contrado por el hecho de ser seres humanos. En definitiva somos por-que somos con otros, vivir es existir y convivir con otros. Desde aqu el voluntariado es hijo de una solidaridad que no se encierra en el estre-cho marco de una identidad particular. La accin voluntaria, como aporte personal y rea-lizacin colectiva solo puede entenderse desde una solidaridad abierta, que slo es un valor moral cuando las personas que participan lo hacen pensando no desde el inters particular de los miembros del grupo, de la organizacin, de los mos, sino fundamentalmente desde la situacin de todas las personas y colectivos afectados o excluidos. Por eso la solidaridad no puede estar secuestrada por ninguna tradicin particular. No habr comunidad humana mientras que no nos vislumbremos como comunidad moral. Ello significar que el sujeto de la participacin social comprenda que el vnculo social, en defi-nitiva, no se anuda ms que como responsabili-dad (Levinas), que se abre a la vida buena com-partida.

    EL VOLUNTAriADO

    Ofertar actividades de espirituali-dad misionera para jvenes y adul-tos no pertenecientes a las comuni-dades IMC, MC y LMC. Estar disponible para acompaar procesos personales y comunita-rios. Coordinar, motivar y comprome-ter en el desarrollo de las actividades a los miembros de las comunidades IMC, MC y LMC.

    Actividades Coordinarse con las comunida-des IMC, MC y LMC para ver sus ne-cesidades espirituales. Proponer itinerarios formativos que ayuden a potenciar la Espiritua-lidad. Proponer posibles formaciones para las Pascuas. Proponer oraciones, retiros y cele-braciones comunes (IMC, MC, LMC) Preparar Ejercicios Espirituales. (Para jvenes (- 35), para adultos (+30), para matrimonios con hijos, mixtos (IMC, MC, LMC) Estudiar, proponer y, si es ne-cesario preparar, otras posibles

    actividades que ayuden a vivenciar y crecer en nuestra Espiritualidad. (Oraciones, retiros...). Estar disponibles para acompaar procesos intercomunitarios, comuni-tarios, o personales, si son demanda-dos para ellos. Ofrecer bibliografa de trabajo y reflexin personal y comunitaria a quien lo solicite. Ofrecer pautas, materiales de crecimiento personal y espiritual a los Grupos Juveniles. Proponer encuentros de reflexin y oracin con otros grupos de apoyo o referencia (Facomi, Inmigrantes, Grupos parroquiales, seminaris-tas) Proponer encuentros de Espiri-tualidad Misionera para jvenes y adultos no vinculados a las comuni-dades. Con este nimo y sabiendo que, aunque el camino recorrido hasta ahora ha sido largo (30 aos), nos encontramos ante un reto novedoso y complejo que requerir mucho en-tusiasmo, paciencia y fuerza del Es-pritu. Espero que el Beato Allamano apueste por ello.

  • El agua es como la salud: solo cuando falta uno cae en la cuenta de su importancia. En la comunidad La Meca la irona es que est sobre uno de los principales acuferos del pas, pero la carencia es tal que el agua producto del aseo personal se usa para lavar los trastos. El Salvador tiene un serio pro-blema de acceso a agua potable. Lo dicen la vivencia periodstica y sesu-dos informes de Naciones Unidas, los de distintas ONGs enraizadas en el pas y hasta los apadrinados por el propio gobierno. Segn la guberna-mental Encuesta de Hogares de Propsitos Mltiples presentada en junio de 2009, el 21% de los salva-doreos no tiene servicio de agua por caera. Son casi 1.3 millones de salvadoreos. Otra vez: un milln 300 mil salvadoreos. Las cifras macro, sin embargo, diluyen las historias micro. Para algunos pocos, el problema del agua se resume en no poder renovar la de

    la piscina con la frecuencia desea-da; para otros, supone que no todos los das del ao salga lqui-do del chorro; para otro grupo, que las horas sin servicio sean ms que las horas con; hay para quien el problema es poder pagar la factura o que la que bebe sea realmente potable; y para los lti-mos de esta lista, juntar unos pocos litros cada da representa toda una preocupacin familiar. En esta categora caen los veci-nos de la comunidad El Jabal-La Meca, en Quezaltepeque.

    Para ms del 60% de las mujeres de Costa de Marfil, la alfabetizacin es todava una asignatura pendiente y al mismo tiempo un factor de discriminacin, otro ms, frente a los hombres. Las mujeres que viven en zonas rurales de Costa de Marfil asumen el cuidado de la fami-lia y el hogar. Tambin trabajan en pequeos campos familiares y muchas de ellas, se aso-cian en cooperativas para cultivar campos comunitarios y comercializan sus productos.El alto grado de analfabetismo entre las muje-res contribuye a la mala gestin econmica de sus negocios, a la prdida de beneficios y al aprovechamiento de personas sin escrpulos que ven en ellas unas vctimas fciles para robarles parte de lo que haban adquirido por derecho propio. Las diferencias en el grado de escolari-zacin de mujeres frente a los hombres aumentan en Costa de Marfil a medida que avanza la edad de las nias. Existe la creencia en este pas de que la mujer debe consagrar su vida a los trabajos domsticos y al cultivo de los campos. El cuidado de los padres y posteriormente de su marido e hijos constituye todo su obligado universo.

    32 JUNIO - JULIO 2010

    50+10=60. EL PORCENTAJE DE MUJERES QUE NO SABEN LEER NI ESCRIBIR EN COSTA DE MARFIL

    EL AGUA MS CARA ES PARA EL QUE MENOS TIENE

    -MISNA-

    -EL FARO-

    EL SALVADOR

    -EL FARO-

    Amnista Internacional insta a las autoridades iranes a que revelen cuntos ciudadanos afganos estn en espera de ejecucin. Ha habido informes de que 45 afganos pueden haber sido ejecutados en Irn en las lti-mas semanas. Se cree que en las crceles iranes hay ms de 4.000 afganos. De ellos, hasta 3.000 podran estar condenados a muerte. Segn informa la prensa afgana, el parlamentario afgano Gul Ahmad afirm que se haban devuelto a Afganistn los cuerpos de 45 personas ejecutadas en Irn en los das anterio-res. Las autoridades iranes niegan estas cifras de ejecuciones y se niegan a confirmar cuntos afganos corren peligro de ser ejecutados.

    -AMNISTA INTERNACIONAL-

    LAS AUTORIDADES DEBEN TERMINAR CON EL SECRETISMO QUE RODEA A

    LAS EJECUCIONES DE AFGANOS

  • 33JUNIO - JULIO 2010

    Afganistn es uno de los pases ms golpeados por la violencia y la guerra. A los conflictos internos, a las accio-nes violentas de los talibanes, se suma la presencia de fuerzas militares extranjeras que despus de aos de presencia en el pas, que entraron buscando a Osama Bin Laden, de momento slo han conseguido aumen-tar el clima de violencia en el pas. Los intentos de una solucin resul-tan cada vez ms difcil. A la violencia imperante en el pas se ha unido la naturaleza. Las reientes inundaciones han hecho ms comple-

    ja la situacin para los sectores ms pobres del pas. Al menos 14 personas han muerto y varias se encuentran desaparecidas por inundaciones y fuertes lluvias registradas en la provincia occidental afgana de Herat y la vecina de Ghor, informaron este mircoles fuentes ofi-ciales. Las autoridades recuperaron nueve cadveres en distintas zonas del dis-trito de Obe, situado en Herat, donde todava continan las tareas de bs-queda, dijo a la agencia afgana AIP el jefe del departamento provincial de gestin de desastres, Abdul Hamidi.

    Adems, otras cinco personas murieron y varias estn desapareci-das en los distritos de Lalosar Jangle y Chaghcharan, en la vecina provincia de Ghor, segn explic a AIP el princi-pal responsable de ese departamento provincial, Sultan Ahmad Gauri. De acuerdo con datos oficiales, las inundaciones han destruido casas y decenas de hectreas de cultivos, y han supuesto la desaparicin de cien-tos de cabezas de ganado. Tanto Hamidi como Gauri pidieron a las autoridades provinciales y a las ONG internacionales que enven asis-tencia humanitaria a la zona.

    A LA GUERRA SE SUMAN LAS INUNDACIONES

    Una mirada INDISCRETA

    AFGANISTN

  • JUNIO - JULIO 201034

    SALIR DEL HOYO Queridos amigos: Hoy tengo 70 aos y llevo desde los 28 queriendo salir del hoyo de la falta de liber-tad. Desde que recuerdo mi ser cristiano se ha basado en gran medida en el miedo al infierno. Era la idea fundamental que nos metan y en buena medida que ha impedido vivir la vida desde la libertad. Por eso, me hizo mucha ilusin vuestra revista del mes de abril en pgina 18 donde hablando de la camilla decs: No siempre la Iglesia es promotora de libertad querer manejar la vida de las personas va en contra del mensaje de Jess. Tendran que decrselo a quienes con tanta facilidad mandan al infierno a otros. Gracias infinitas

    ngel (Ponferrada)

    Estimados misioneros de la Consolata: Con gusto he visto que habis cambiado la pre-sentacin de vuestra pgina Web. Os felicito porque le da ms agilidad y me permite ir conociendo noticias de pases lejanos que rara vez se encuentran en otros medios de comunicacin. Tambin deciros que estoy de acuerdo con vuestra respuesta sobre el por qu aparecen noticias de religin del diario El Pas. No es comn en los medios de la Iglesia ver esa apertura a otras fuentes de informacin. Todos nos quieren dar la informacin masticada y digerida. Es de agradeceros que creis en nuestra capacidad y madurez para valorar las noticias y formarnos nuestra propia opinin. No perdis ese espritu y esa lnea. Con afecto,

    LA NUEVA IMAGEN DE LA WEB

    Enrique (correo electrnico)

    Sr. Director: Me ha sorprendido el artculo del ltimo nmero de vuestra revista sobre la persecucin religiosa en Marruecos. A nuestros polticos y empresarios les interesa mantener las buenas relaciones con el vecino pas del norte africano. Hay muchos intereses por medio. Y los intereses, sea polticos como econmicos, tienen ms peso que los derechos humanos. Por ello es una leccin la actitud de la Iglesia en Marruecos. Me gustara que nuestra Iglesia de Espaa tuviera esa misma actitud de apertura hacia el Islam, aunque alguna cosa s de la excelente labor que algunos lugares se hace con los inmigrantes. Nuestra fe tendra que llevarnos a ser modelo de apertura, comprensin, dilogo, respeto y acogida. Os agradezco que cada mes nos abris una pequea ventana hacia el mundo, especialmente hacia aquellas realidades a las que casi todo el mundo da la espalda. Un abrazo,

    Marta (Sevilla)

    Queridos hermanos: Hace tiempo que quera escribiros para agra-deceros el nuevo estilo que le habis dado a las Escuelas de Animacin Misionera. Yo las uso en los grupos y especialmente en la catequesis de adultos. Son una forma gil de presentar la persona y el mensaje de Jess, y de hacerlo con una visin universal. La forma como lo presentis da pie para que la gente intervenga, exprese sus opiniones y dudas y a partir de ah se cree un dilogo constructivo que tiene relacin con su vida de cada da. Antes usaba materiales ms doctrinales y tericos. Las personas apenas participaban. Decan a todo que s, posiblemente sin haber entendido casi nada .Y estaban mirando el reloj a ver cundo terminaba el encuentro. Ahora es raro el da que no nos pasamos de la hora Nos prestis un excelente servicio. Fraternalmente,

    MATERIAL PARA LA FORMACIN

    P. Juan (Cceres)

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