Año XV – N° 47 – 18 de Octubre del 2015 EL...

4
DOMINGO EL Año XV – N° 47 – 18 de Octubre del 2015 día del Señor «Cuando no hay humildad, las personas se degradan». (Agatha Christie) Cristo nos enseña a servir, para servir tengo que hacer un ejercicio de humildad y de entrega, de disponibilidad y de generosidad. Poner el corazón y la voluntad a los pies de Cristo y del que me necesita. Momento personal «El siervo es aquel que es llamado por Dios para cumplir una acción particular de salvación y redención, quien sabe que ha recibido todo lo que tiene y por lo tanto se siente también llamado a poner al servicio de los demás todo cuanto ha recibido». (San Juan Pablo II, 24.11.02) Domingo XXIX del Tiempo Ordinario Ciclo B La escena evangélica de hoy nos ofrece la posibilidad de cuestionarnos muy seriamente acerca de nuestra sintonía con Jesús. ¿Hemos entendido y asumido su proyecto? ¿Hacemos nuestro su estilo de vida? Juan, el discípulo amado, el que reclinó la cabeza en el pecho del Maestro y su hermano Santiago se acercan a Jesús después del tercer anuncio de la Pasión. Nuestro Señor ha anuncia- do que padecerá y morirá. El anuncio podría haberles conmovido y dejarles pen- sando en el misterio de Jesús. Juan y Santiago, sin embar- go, están en otra longitud de onda. Su interés manifies- to no era en ese momento lo que acontecería al Señor sino su propio proyecto, sus deseos, sus ambiciones. El Señor habla de cosas altas, de vida donada, entregada, de salvación. Ellos piensan en gloria y honor humanos, en primeros puestos. Le pi- den a Jesús sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda en su Reino. ¡Qué triste es estar físicamente cerca de Jesús y al mismo tiempo tan lejos de Él en los senti- mientos, los afectos, los deseos! El Señor les preguntó si serían capaces de be- ber el cáliz que Él bebería, es decir, si podrían afrontar un destino semejante al suyo, y ellos dicen inmediatamente que sí, quizás sin haber siquiera entendido lo que pasaría con Jesús, pues estaban tan ocupados en sus proyectos. Lo que sucedió a esos dos apóstoles nos puede pasar a nosotros también. Y quizás nos sucede más a menudo. También no- sotros podemos estar distan- tes del proyecto de Señor sin percibirlo. Jesús ofrece entonces el cri- terio para estar en sintonía total con Él: Nuestro Señor no ha venido a ser servido sino a servir y dar la vida en rescate por muchos. Y eso hemos de buscar los discípulos. Ése ha de ser nuestro estilo de vida. No la honra o gloria humana, no el aprovecharnos de la cer- canía de Jesús. Sí al servicio, a la entrega generosa. El Señor nos ayude con su gracia y ha- lle en nosotros la determinación necesaria de quienes quieren vivir como Él. Pbro. Pedro Hidalgo Díaz SERVIR Y DAR LA VIDA

Transcript of Año XV – N° 47 – 18 de Octubre del 2015 EL...

DOMINGOEL

Año XV – N° 47 – 18 de Octubre del 2015

día del Señor

«Cuando no hay humildad, las personas se degradan».

(Agatha Christie)

Cristo nos enseña a servir, para servir tengo que hacer un ejercicio de humildad y de entrega, de disponibilidad y de generosidad. Poner el corazón y la voluntad a los pies de Cristo y del que me necesita.

Momento personal

«El siervo es aquel que es llamado por Dios para cumplir una acción particular de salvación y redención, quien sabe que ha recibido todo lo que tiene y por lo tanto se siente también llamado a poner al servicio de los demás todo cuanto ha recibido». (San Juan Pablo II, 24.11.02)

Domingo XXiX del Tiempo Ordinario

Ciclo B

La escena evangélica de hoy nos ofrece la posibilidad de cuestionarnos muy seriamente acerca de nuestra sintonía con Jesús. ¿Hemos entendido y asumido su proyecto? ¿Hacemos nuestro su estilo de vida? Juan, el discípulo amado, el que reclinó la cabeza en el pecho del Maestro y su hermano Santiago se acercan a Jesús después del tercer anuncio de la Pasión. Nuestro Señor ha anuncia-do que padecerá y morirá. El anuncio podría haberles conmovido y dejarles pen-sando en el misterio de Jesús. Juan y Santiago, sin embar-go, están en otra longitud de onda. Su interés manifies-to no era en ese momento lo que acontecería al Señor sino su propio proyecto, sus deseos, sus ambiciones. El Señor habla de cosas altas, de vida donada, entregada, de salvación. Ellos piensan en gloria y honor humanos, en primeros puestos. Le pi-den a Jesús sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda en su Reino. ¡Qué triste es estar físicamente cerca de Jesús y al mismo tiempo tan lejos de Él en los senti-mientos, los afectos, los deseos!

El Señor les preguntó si serían capaces de be-ber el cáliz que Él bebería, es decir, si podrían afrontar un destino semejante al suyo, y ellos dicen inmediatamente que sí, quizás sin haber siquiera entendido lo que pasaría con Jesús, pues estaban tan ocupados en sus proyectos. Lo que sucedió a esos dos apóstoles nos puede pasar a nosotros también. Y quizás nos sucede

más a menudo. También no-sotros podemos estar distan-tes del proyecto de Señor sin percibirlo.

Jesús ofrece entonces el cri-terio para estar en sintonía total con Él: Nuestro Señor no ha venido a ser servido sino a servir y dar la vida en rescate por muchos. Y eso hemos de buscar los discípulos. Ése ha de ser nuestro estilo de vida. No la honra o gloria humana, no el aprovecharnos de la cer-canía de Jesús. Sí al servicio, a la entrega generosa. El Señor nos ayude con su gracia y ha-

lle en nosotros la determinación necesaria de quienes quieren vivir como Él.

Pbro. Pedro Hidalgo Díaz

SERVIR Y DAR LA VIDA

Hermanos y hermanas: Hoy, la Jornada Mundial de las Misiones conocida como DOMUND nos invita a unimos a todos los misioneros que entregan sus vidas para hacer llegar el Evangelio a todos los hombres y mujeres del mundo, que aún no conocen a Cristo. El evangelio de hoy nos cuestiona sobre ¿qué tan cerca estamos de Jesús y su proyecto? Juan y Santiago reclaman puestos en el Reino, se creen merecedores de los primeros lugares. Muchas veces vivimos buscando la gloria y el honor humano. Jesús nos propone otro enfoque, totalmente contrario: El servicio y la entrega generosa. Hacerse el último para servir a los hermanos.

XXIX Tiempo Ordinario- Ciclo B - Color: Verde

I. RITO DE ENTRADA

Antífona de entrada Sal (16), 6-8Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras. Guárdame como a las niñas de tus ojos; a la sombra de tus alas escóndeme.

Acto penitencialS. Tú que te compadeces de nuestras debilidades; Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.S. Tú que has sido probado, como nosotros; Cristo, ten piedad. R. Cristo, ten piedad.S. Tú que has dado tu vida en rescate por todos; Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.

GlORIA

Oración colecta (por la evangelizacion de los Pueblos)Oh Dios, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, mira tu inmesa mies y envíale operarios, para que sea predicado el Evangelio a toda criatura, y tu grey, congregada por la palabra de vida y sostenida por la fuerza de los sacramentos, camine por las sendas de la salvación y del amor. Por nuestro Senor Jesucristo.

II. lITURGIA DE lA PAlABRA

1a lecturaIsaías nos anuncia, desde el pasado, el sentido de la Pasión y Muerte del Mesías, que tendrá como fruto la salvación del género humano, que a pesar en su rebeldía frente al plan de Dios se verá recon-ciliada con él.

Lectura del libro de Isaías 53, 10-11El Señor quiso triturarlo con el sufri-miento: si entrega su vida como ex-piación, verá su descendencia, pro-

longará sus años, y por medio de él triunfará el plan del Señor. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimientos. Mi siervo, el justo, traerá a muchos la salvación cargando con las culpas de ellos. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal (32)R. El Señor es compasivo y misericordioso.– La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. / R.– Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. / R. – Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. / R.

2a lecturaEl autor de la Carta a los Hebreos nos anima a vivir la fe con valentía y decisión, confiados en Jesús, que con su entrega es nuestro verdadero y único sacerdote, solidario con nuestra realidad, y por ello intercesor verdadero.

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14-16

Hermanos: Puesto que tenemos un gran Sumo Sacerdote, que ha pe-netrado en los cielos, Jesús, Hijo

de Dios, mantengámonos firmes en la fe que profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sa-cerdote incapaz de compadecerse de nues-tras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcan-zar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio Mc. 10, 45

Aleluya, aleluya. El Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos. R. Aleluya.

EvangelioEl mensaje profundo del evangelio, nos lleva al se-guimiento de Aquel que vino a nosotros como Ser-vidor dando su vida en el extremo de ese servicio. No hay lugar entre sus discípulos para la búsqueda de poder y seguridades.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35-45R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que

nos concedas lo que te vamos a pedir». Les pre-guntó: «¿Qué quieren que haga por ustedes?» Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu glo-ria uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús les contestó: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que voy a beber yo, y recibir el bautismo que yo voy a recibir?» Ellos contestaron: «Sí, podemos». Jesús les dijo: «El cá-liz que yo voy a beber lo beberán, y recibirán el bautismo que yo voy a recibir, pero el sentarse a mi derecha o mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Ustedes saben que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y les hacen sentir su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así: el que quiera ser grande, que se haga el servidor de todos; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos». Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Profesión de feCreo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y se-pultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la re-surrección de la carne y la vida eterna. Amén.Plegaria universalS. Hoy, Jornada Mundial de las Misiones, DOMUND, te pedimos por las más urgentes necesidades de la Iglesia universal y las de cada uno de nosotros. Nuestra plegaria es:

R. ¡Señor, que seamos tus misioneros!-Por el Papa, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos y todos los que formamos la Iglesia; para que respondamos a la misión que nos encomendaste: llevar la Buena Nueva a todos los hombres y mujeres del mundo. Roguemos al Señor./R.-Por todos los misioneros y misioneras que en el mundo entregan su vida por el anuncio del Evangelio, sobre todo en los pueblos más pobres y necesitados; bendícelos, presérvalos de todo peligro y líbralos del desánimo, para que puedan

lA PAlABRA en la semana

19 l San Pablo de Cruz(ML) - Rm 4, 20-25; [Sal] Lc 1, 69 -75; Lc 12, 13-2120 M Feria - Rm 5, 12. 15 17-21; Sal(39), 7-10. 17; Lc 12,35-38 21 M Feria - Rm 6, 12-18; Sal (123), 1-8; Lc. 12,39-4822 J Feria - Rm 6, 19-23; Sal 1, 1-4. 6; Lc 12, 49-5323 V San Juan de Capistrano (ML) - Rm 7, 18-25; Sal (118),

66. 68. 76-77. 93-94; Lc 12, 54-5924 S San Antonio María Claret (ML) - Rm 8, 1-11; Sal

(23), 1-6; Lc 13, 1-9

XXIX Tiempo Ordinario - 1ª del salterio

XXIX Tiempo Ordinario- Ciclo B - Color: Verde

Salmo responsorial Sal (32)R. El Señor es compasivo y misericordioso.– La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. / R.– Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. / R. – Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. / R.

2a lecturaEl autor de la Carta a los Hebreos nos anima a vivir la fe con valentía y decisión, confiados en Jesús, que con su entrega es nuestro verdadero y único sacerdote, solidario con nuestra realidad, y por ello intercesor verdadero.

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14-16

Hermanos: Puesto que tenemos un gran Sumo Sacerdote, que ha pe-netrado en los cielos, Jesús, Hijo

de Dios, mantengámonos firmes en la fe que profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sa-cerdote incapaz de compadecerse de nues-tras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcan-zar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio Mc. 10, 45

Aleluya, aleluya. El Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos. R. Aleluya.

EvangelioEl mensaje profundo del evangelio, nos lleva al se-guimiento de Aquel que vino a nosotros como Ser-vidor dando su vida en el extremo de ese servicio. No hay lugar entre sus discípulos para la búsqueda de poder y seguridades.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35-45R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que

nos concedas lo que te vamos a pedir». Les pre-guntó: «¿Qué quieren que haga por ustedes?» Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu glo-ria uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Jesús les contestó: «Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que voy a beber yo, y recibir el bautismo que yo voy a recibir?» Ellos contestaron: «Sí, podemos». Jesús les dijo: «El cá-liz que yo voy a beber lo beberán, y recibirán el bautismo que yo voy a recibir, pero el sentarse a mi derecha o mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado». Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Ustedes saben que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y les hacen sentir su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así: el que quiera ser grande, que se haga el servidor de todos; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos». Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Profesión de feCreo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y se-pultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la re-surrección de la carne y la vida eterna. Amén.Plegaria universalS. Hoy, Jornada Mundial de las Misiones, DOMUND, te pedimos por las más urgentes necesidades de la Iglesia universal y las de cada uno de nosotros. Nuestra plegaria es:

R. ¡Señor, que seamos tus misioneros!-Por el Papa, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos y todos los que formamos la Iglesia; para que respondamos a la misión que nos encomendaste: llevar la Buena Nueva a todos los hombres y mujeres del mundo. Roguemos al Señor./R.-Por todos los misioneros y misioneras que en el mundo entregan su vida por el anuncio del Evangelio, sobre todo en los pueblos más pobres y necesitados; bendícelos, presérvalos de todo peligro y líbralos del desánimo, para que puedan

seguir evangelizando con la misma ilusión y entrega que el primer día. Roguemos al Señor/. R- Por los millones de hombres y mujeres a quienes el anuncio de Cristo aún no ha llegado; para que el Espíritu Santo prepare sus corazones a recibir la Buena Nueva, y pronto conozcan tu amor y tu Palabra. Roguemos al Señor./R.- Por las vocaciones misioneras; para que muchos jóvenes tengan el valor de responder con amor y radicalidad al llamado que les haces, de ser testigos de tu amor a todo el mundo. Roguemos al Señor./R.- Por cada uno de nosotros, para que nos sintamos destinatarios del envío misionero de Jesús: “Vayan y hagan de todos los pueblos mis discípulos”. Que seamos misioneros desde nuestras familias, hasta donde tú nos quieras enviar. Roguemos al Señor./R.

(Pueden añadirse peticiones particulares)

S. Escucha Señor, estas súplicas que te hace-mos, y concédenos la gracia de sentir que nos escuchas. Por Jesucristo nuestro Señor.

III. lITURGIA DE lA EUCARISTÍA

Oración sobre las ofrendas Mira, Señor, el rostro de tu Cristo, que se entregó a la muerte para redimirnos a todos; y haz que por su mediación sea glorificado tu nombre en las naciones desde donde sale el sol hasta el ocaso, y se ofrezca en todo el mundo un mismo sacrificio a tu divina Majestad. Por Jesucristo nuestro Señor.

Antífona de comunión Sal (103),13-15 Hagan discípulos de todos los pueblos, ense-ñándoles a guardar todo lo que les he mandado ------dice el Señor------. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.

Oración después de la comunión Fortalecidos, Señor por el banquete de nuestra redención, te pedimos que, por este auxilio de salvación eterna, crezca sin cesar en el mundo la fe verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor

Un ciego al borde del camino, pidiendo li-mosna, es presentado al inicio de la escena evangélica de hoy. Un marginado, alguien en la periferia existencial, alguien que no puede estar con todos a causa de su limitación y de la humillación que ésta representaba. ¿Quién pecó, éste o sus padres para que naciera cie-go?, se le preguntó a Jesús en cierta ocasión. Y es que en la época del Señor una li-mitación notoria en lo físico era vista como una punición divina y, consecuentemente, ocasión de marginación.

Ese hombre de periferia vislumbra una real esperan-za para él al oír que pasa Je-sús por el camino. Entonces comienza a gritar lleno de confianza, reconociendo en Jesús al Hijo de David, que podía tener compasión de él. Los gritos del ciego incomo-dan, al punto que muchos le regañan intentando que ca-lle. Pero la confianza del ciego en Jesús y en lo que el Señor podía hacer por él puede más que el regaño y reproche. Él está convencido del poder de Jesús, de la salvación que puede recibir por medio del Señor y por eso grita aún más fuerte. Una fe que supera respetos huma-

Domingo XXX del Tiempo Ordinario

Ciclo B

JESÚS, UNA ESPERANZA REAL

el DOMINGO - Director: P. Luis Neira R. ssp. Coordinación: Milagro Bronttis de Quispe. Con licencia eclesiástica / Marc. reg. Resol. Indecopi N° 006852-1999, Certif. N° 0055702Edita: SAN PABLO, Av. Armendáriz 527 - MIRAFLORES. Lima (Perú) / Telfax: (01) 446 0017 / [email protected] Redacción: Pbro. Antonio Díaz M., igs.; Pbro. Pedro Hidalgo Díaz; Diagramación: Bruno Cárdenas SalazarImprime: Editorial Roel S.A.C. / Para envíos y suscripciones: [email protected] / Telfax: (01) 446 0017

• Los textos litúrgicos corresponden a los aprobados por la Conferencia Episcopal Peruana. / Este subsidio no sustituye el uso de los Libros Litúrgicos.

www.sanpabloperu.com.pe

discípulos” (cfr. Mt 28, 16-20) y lleguemos a sembrar el evangelio en todo el mundo. También es un mo-mento de solidaridad y gratitud con los misioneros y misioneras que están entregando sus vidas en los lu-gares de misión, compartiendo la pobreza con los más pobres del mundo, llevando la esperanza a través de la Palabra, pero también el testimonio y de la ayuda so-lidaria y concreta para sus más urgentes necesidades. Por ello, a pedido del Santo Padre, todas las colectas de todas las misas de este día, serán ofrecidas a las misiones.

Y los días: Jueves 22 y Viernes 23 de este mes, miles de jóvenes saldrán a las calles para ser las manos de Cristo, solicitando nuestra ayuda a favor de las mi-siones.

Estimados amigos de El Domingo, las disculpas del caso, por urgencia la Conferencia Episcopal

Peruana prioriza como tema y lema de la Campaña Compartir 2015: “Solidaridad con la niñez

abandonada, su protección es urgente” y como lema:

“Quien acoge a uno de estos niños, me acoge a mí” (Mc 9,37)

Su colaboración también puede hacerla llegar a las cuentas:

Bco. de Crédito cta. cte. M/N 193-0046897-0-05Bco. de Crédito cta. Cte. M/E 193-0033160-1-59Bco. Continental cta. cte. M/N 126-0100000-1-51

Este domingo, la Iglesia universal celebra, con to-dos los misioneros, la Jornada Mundial Misione-ra, conocida en muchos países como DOMUND.

El DOMUND es la “fiesta de la solidaridad”, como le llamaba San Juan Pablo II, pues es el momento en el año, en que todos los fieles son llamados a la generosidad a favor de los millones de hombres y mujeres en el mundo a quienes aún no ha llega-do el anuncio de Cristo redentor, precisamente son ellos los que viven en los lugares más remotos, que pasan, en su mayoría, por la pobreza extrema y el abandono.

El lema que motiva el DOMUND este año es:

« ¡Como María, lleva el Evangelio de Jesús con alegría! »

Nuestra Madre María es la primera discípula y misionera, llevando desde su seno a Cristo, comu-nicándolo al mundo. «Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño mater-no. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesante-mente la cercanía del amor de Dios». (Papa Fran-cisco, La Alegría del Evangelio N° 286).

Hoy, la Santa Eucaristía nos unirá con toda la Igle-sia universal, todos unidos orando por las misio-nes, para que sigamos cumpliendo el mandato de Cristo: “Vayan y hagan de todos los pueblos mis

2015DOMUND’

Obras Misionales Pontificiaswww.omp-peru.orgMariscal Miller 1524-LinceTeléfonos: 4720308 / 4724950

COLECTA PÚBLICA

DOMUNDCOLECTA

PARROQUIAL18

22Y23OCTUBRE

OCTUBRE

Equipo Editorial