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año 1° Panamá, junio 1° de 1907 NUEVOS RITOS Revista Quincenal ilustraba {- Señor Don José Domingo d e O badía -> {. p rimer Designado encargada actualmente del Poder Ejecutivo .

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año 1° Panamá, junio 1° de 1907

NUEVOS RITOSRevista Quincenal ilustraba {-

Señor Don José Domingo d e O badía

-> {.primer Designado encargada actualmente del Poder Ejecutivo .

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Sobre lasAsociacionesDisertación leída por su autor en la sesión

solemne celebrada por la "Sociedad Tipografíaca de Protección Mutua," la noche del 30 be

junio, en celebración del89aniversario de sufundación.

ejemplo á valorar los beneficios de launión. Yo voy á morir en breve y que-dareis en el mundo entregados á vosotrosmismos. Si os soparais, si los lazos delinterés y del afecto no os unenestrechamente, podeis romperos con facilidad enla lucha por la vida como las varas defresno . Pero si marchais unidos siempre,no podrán nada contra vosotros las ase-chanzas del egoísmo y de la envidia, ysereis fuertes contra todos, porque en launión está la fuerza».

Hasta aquí la instructiva historietade mi libro de lecturas infantiles. Yo,por mi parte, agregaré ahora quo estadoctrina de la fuerza en la unión ha sidoen todas las épocas el más firme apoyo dela humanidad . Los hombres han busca-do siempre la compañía de sus semejan-tes, convencidos de que así reportaríanmejores provechos quo viviendo aisladosunos de otros. Como han determinadoya investigadores y filósofos, es el hombreun ser eminentemente social, pues apenassi lo hallamos haciendo vida aislada enépocas prehistóricas, en las remotas eda-des del sílex . En ese entonces, trogloditao lacustre, habitaba on caver nas, en lostroncos huecos de los enormes árboles delas selvas primitivas, ó en barracas mise-rables construidas sobro los lagos . Disputaba á los animales los frutos y lasraíces de que se sustentaba, y vivía ex-puesto á las asechanzas de las ferocesbestias antediluvianas y á todos los rigo-res de una naturaleza inclemente . Líantado el número de sus conocimientos yrudimentarios éstos en alto grado, casique no establecían diferencias sensiblesentre él y los otros animales . Fué ésta,

SEÑORAS Y SEÑORES.

Por mitidme que al comenzar esta di-sertación sobro las asociaciones, traiga ávuestra memoria el recuerdo de una ins-tructiva y amena historieta quo todosvosotros, á buen seguro, conoceis . For-ma ella entre el acervo de lecciones mora-les de mi niñez, y encierra en sí mismauna filosofía sencilla y práctica.

Es el caso, que un buen labrador,agobiado por los años y sintiéndose mo-rir, reunió en torno suyo á sus cinco hijosy entregándoles un haz de varillas de fres-no--con tantas cuantos ellos eran--les ha-bló más 6 menos de esto modo : "Daré lamitad de mis bienes á aquel de vosotrosque logre romperlo ." Probaron los mo-zos, que eran membrudos y robustos, unotras otro en orden de edades, pero sus es-fuerzos resultaron inútiles por completo.El hacecillo opuso una resistencia pasivasuperior á sus bríos en un grado difícil deconcebir, y jadeantes, sudorosos y cansa-dos, so vieron por fin en la dura necesidadde abandonar la tentativa para entre con-fusos y humillados declararse vencidos.Entonces el anciano padre sonrió socarro-namente, y tomando con sus manos tonoMorosas el hacecillo, fue separando lasvarillas que rompió una á una con la ma-yor facilidad.

La humana sabiduría que encierraesta historieta no escapa á vuestra clarapenetración, pero he de exponerla aquísinembargo, tal como en mi libro de lec-turas infantiles pude leerla . «Hijos míos»,dijo luego el padre entre el asombro delos mozos, «aprended con este sencillo

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época azarosa de privaciones y de penali -dades sin cuento ; período doloroso y obs-curo en la infancia de la humanidad.

Tal se deslizó la vida de nuestros le-janos antecesores por largo espacio detiempo que la crítica histórica no ha lo-grado aún fijar, hasta quo un día la nece-sidad que es sabia consejera determinóel acercamiento de unos hombres á otros,reuniéndose los que vivían en lugare s;cercanos para su defensa y su seguridad.De este modo se formó el primer elan,origen remoto de las sociedades modernasy como éstas fruto del interés y baso delpoderío de los débiles reunidos en defon-sa propia..

Después, los clanes, que en su mayorparte fueron instituciones patriarcales, ósea asociaciones en que ol padre do fami-lia más anciano ejercía la autoridad, sejuntaron para formar las tribus, y conel rodar del tiempo las tribus reunidasformaron imperios y reinos, siendo elprimer jefe de nación Nemrod, hábil ca-zador, hijo de Chus, quien si la historiano miente fundó el . imperio babilónicohace la friolera de 4 .143 años y dió co-mienzo á la vida y relaciones de los pue-blos .

La historia de la humanidad es histo-ria de sangre Durante millares de añoslas guerras fueron continuas, patrimoniode los mortales y único fin de la vida.Todo se reducía entonces á matar ó ádejarse matar y todos corno es naturaloptaban por lo primero . Parece que laguerra hubiera sido una necesidadincvi-tablp de los pueblos jóvenes que procura-ban de este modo agotar el exceso (le susenergías Fue entonces el reinado de lafuerza con sus múltiples horrores . Lospueblos poderosos trataban de aniquilarlos pueblos débiles para adueñarse susriquezas, sus territorios y también Pushabitantes . Los débiles, tí su vez, ame-nazados, comprendieron que sólo unién-dose podrían sor fuertes y resistir conéxito el ataque, De aquí nacieron lasasociaciones políticas, triunfantes unasveces como la do los pueblos de la Greciacuando en la dieta de Corinto resolvieronunirse para hacer frente á Jerges que condos millones de hombres había cruzado elPonto y amenazaba destruirlos, y desgra-ciadas otras,'annq oc más bien por sus am-biciones y rivalidades, como aquellas famo-sas ligas aquea y etolia formadas por Ara-to y Cleomónes para libertar sus pueblosde la servidumbre macedónica, y que siunidas hubieran saboreado el triunfo,hostiles so debilitaron mutuamente é hi-cieron fácil el de Antígeno Dosón que su-

po aprovecharse de sus rivalidades paraaniquilarlas fácilmente.

Muchos otros ejemplos podría citaresde asociaciones de esta naturaleza, peropara no extenderme demasiado me limi-taré á los dos siguientes Es el primerola unión do los reinos de España con elcasamiento de Fernando é Isabel, comoplan político para el lanzamiento de losmoros de Granada, que se realizó satis-factoriamente. En cuanto al otro, másmoderno, es el de la unión do Rusia, In-glaterra, Prusia y Austria contra Napoleónen 1815. El resultado de esta unión todoslo conoceis : Terminó el imperio napoleó-nico y renació la paz europea . El geniode la guerra fue vencido on Waterloo, lu-garejo de Bélgica, por el duque de Wel-lington jefe do las fuerzas unidas, quientenía como segundos al viejo Blticher y alpríncipe de Sehwártzemberg y como pode-roso aliado al Destino que no siempre fa-vorece á los tiranos.

Hay además de éstas, otras unionespolíticas que me place recordar : las do loshabitantes en las ciudades y lugares deAlemania, Francia é Italia durante laEdad Media, para defensa de sus interesescomunales, conocidas con el nombre deRevoluciones del Común y más general-mente con el de Comunes. En aquellostiempos medioevales el señor feudal, se-glar ó religioso, era el dueño de todo . Sele debían de hecho las primicias y el tri-buto ; tenía derecho de vida y muerte so-bro sus vasallos que no podían testar niheredar ; suyos eran los frutos de la tierray los animales de las florestas y bosques,y aún algunos exigían un nuevo dorecho,curioso, lujurioso é injurioso, que llama-ban de pernada, que atañía á las novias ysobre el cual no queremos entrar en de-talles. Entregados por lo regular á unavida licenciosa ó águerras quo los arrui-naban, exigían cada vez mayores tribu-tos de los pecheros quo agonizaban en lamiseria, ya que poca era su escasa hacien-da para satisfacer la desmesurada ambi-ción del señor . Tan oprimidos se vieronlos míseros que abogaron por la institu-ción del común, 6 sea la participación delpueblo en el gobierno local, derivada delComún romano y fuente á su vez de lasmodernas municipalidades . Formaban elComún hombres escogidos por el pueblo,salidos de su seno y que señalaban loscargos que se debían pagar al señor y lasexenciones y derochos que correspondíaná los vasallos . Hermosa institución cuyoestablecimiento dió lugar á terribles agi-taciones y que fue salvaguardia del pue-blo cuyo nivel levantó en gran manera .

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Duró cerca do tres siglos, hasta que comotodo lo que envejece vino á monos luegoy se extinguió por completo . Pero lasimiente que propagó no fue perdida ypara bien do la humanidad gertninó enFrancia con los Estados Generales do 1189,que prepararon la revolución francesa yque dieron á conocer los sagrados Dore-chos del Hombre, haz de luces cuyos po-tentes rayos alumbraron la conciencia po-pular y anunciaron el advenimiento detiempos mejore.

No vayais 6 suponer después ele loque dejo dicho que sólo para su defensa,política se unían los pueblos. Nada eleeso, pues . pie tuno biés lo hacían con mu-cha frecuencia para la de sus interesescomerciales y me bastará citar en com-probación de mi aserto la liga de las ciu-dades ansoáticas quo comenzó á fines delsiglo XI1T y duró hasta mediados del XV.b'ne esa uva gran confederación do todaslas ciudades comerciales de Alemania,divi-dida en cuatro secciones al frente do las cua-les estaban las poderosas ciudades de Colo-nia, Dantzig, Erunswick y Lubeck . Su obje-to era extender el comercio exterior, defen-derse recíprocamente y zanjar sus dife-rencias por medio del arbitraje . Llegóesta liga á ser poderosísima y á ejercer elmonopolio comercial en los mares delNorte. La minería y la pesca, sobre todola del pez-palo, estaban en sus manos, nósolo en Alemania sino que también en Di-namarca, Escandinavia y las costas déRusia . Pero lo ¿ne constituyó su fuerzasiendo uso, originó su pérdida al conver-tirse en abuso . La liga ejerció al caboluna tiranía comercial insoportable y to-dos estuvieron contra olla hasta tau totalextinción á couseeinoneia do la guerra delos Treinta Años y del poderío crecientedel reino do Prusia.

Pero si las asociaciones políticas y co-meriales aparecen en la historia desde elprinter unononto, no sucede lo mismo conlas do artesanos que no se conocieron en laantigitedad . La razón de esto, la 1-talla-mos en quo cn esas lejanas épocas las ar-tes mecánicas eran consideradas como vi-les y sólo las desempeñaban los esclavos,quienes privados de todo derecho no po-dían formar congregaciones . Con el cris-tianismo que logró propagarse y hacersepoderoso á la. caída del imperio romano,la esclavitud vino muy á monos y los hom-bres libres se vieron obligados á hacerseartesanos para poder vivir . Entoncestambién comenzaron a asociarse, dispu-tándose Italia 6 Inglaterra el origen delas asociaciones, aunque en sentir de notables historiadores fue en Italia donde

primero aparecieron, siendo la más anti-gua que se conoce la llamada HoyittConncnai, allá por el siglo X. formada porlos miembros de una larga familia do ar-tesanos, quienes do un centro común seesparcían por todo el país para ejercersus profesiones sin romper la cohesión dela familia y llevando sus ganancias al fon-do común río olla.

Pero nacieran en uno 6 en otro paíslas asociaciones, hay que convenir en losdos hechos siguientes : que se propagaronde una manera rápida por todo el conti-nente, y que llegaron á au mayor desa-rrollo y perfección en Inglaterra dondese conocieron con el nombre de.Ud ion n, comenzando á gozar privilegiosdesde el ale de 1. 349_ raíz de una acalo-rada lucha entre varios gres i dos y las au-toridades y propietarios por causa de pre-cios y salarios.

Es innegable que las asociaciones fue-ron entidades sumamente poderosas duran-te los siglos XVI, XVII y XVIII, sobro to-do en Inglaterra, EspaRa yIi rancia . Perfcn-taanente organizadas en el primero do lospaíses mencionados, protegidas eficazmen-te por reales órdenes y dirigidas por con -petentisimos jefes, su poder era enorme.En .Espafla también lograron gran desa-rrollo, sobre todo en Aragón y Castilla;se conocieron por el. mimbre de (Mauro ,cimu= .1 Arena ia/es y ejercieron un monopo-lio funesto al desarrollo do las industriasy contrario á la libertad. individual.

Debo hacer constar desde luego quelas asociaciones (le artesanos en la épocado que me ocupo no eran iguales á. lasquehoy existen. No había libertad de aso-ciación, sino obligación Ansiosa do asociarsepara poder ejercer un oficio . Por estacausa lo que empezó siendo un bien ter-minó como un mal gravísimo que fue neicosario combatir por sus abusod . Dondemás funestos efectos produjo fue en Fran-cia, país en el que todos los gremiosestaban asociados y tenían privilegios yfueros magníficos . So llamaban las aso-ciaciones V' io(iieutos ele 0/n'CCos y fortna-ban una liga poderosa compuesta (le treselementos : los maestros, los cot,npaierosylos aprendices, unidos bajo la autoridadde un maestro de maestros llamado ¡6y.Celosos de sus derechos no permitían queninguno extrafio 6 la corporación ejcrcie,ra el arte A oficio do sus miembros, y leperseguían con crueldad y de un modotenaz. A tal extremo llegó el abuso quelos economistas consideraron los sindica-tos como un mal gravo y deeidieroa aca-bar con los actos (inc cometían contra lalibertad iuilividual. El primer paso en'

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este sentido lo dió Turgot en 1776. pero ásu cuida del. ministerio, poco después, vol-vieron á recuperar su poderío, siendo porfin abolidos en la forma que existían en1791 por la Asamblea, Nacional, que pro-clamó el individualismo más absoluto.cerrando así lá puerta á un mal para abrir-la á otro mayor.

Las asociaciones de obreros tal comohoy existan son de origen reciente comoreciente es también la lucha enorme esta-blecida entro el capital y el trabajo, losdos grandes factores del 'equilibrio uni-versal . Eloy la asociación es una necesi-dad, pues corno la defino Leroy-Beaulieu,el gran economista francés, es uno do losmedios que so ofrecen á los hombres demejorar su situación por la distribuciónordenada do sus fuer zas, por la ayuda mu-tua en la reivindicación do sus derechos yyen los momentos críticos y dolorosos dola existencia, y finalmente por el empleode la fuerza colectiva para obtener resul-tados quo no sería fácil alcanzar con unacantidad igual ó aún mayor de fuerzasdisgregadas.

Recientemente ho leído con detenciónun libro de Upton Sinel air, famoso nove-lista americano, en que se describen contoda su espantosa desnudez las horriblesescenas que se verifican en los grandes es-tablecimientos de Paclringtown en Chica- -go . Tal vez no ignorais vosotros el éxitoque alcanzó dicho libro al publicarse, ha-!fi cosa (le un alío, no sólo en los EstadosUnidos sino quo también en Inglaterra,Francia y Alemania, porque pintaba á lovivo las operaciones poco limpias fa quedaba lugar la preparación de la carne enlatas para la exportación . Poro yo noquiero referirme ahora á estas falsificacio-nesy envenenamientos en grande escala,sano á la tristeza quo proporciona la lecturade todas las desgracias á que están someti -dos los que tienen por obligación que tra-bajar para los otros en deenpelo de unarte ó do un oficio.

Y no os solo este autor quien nosdescribo tatuados horrores. Muelles otros¡nos han pintado ya espeluznantes escenasde esta lucha á brazo partido cutre el ca-pital y el trabajo, entre ellos Tolstoy elvenerable y Madame Se varilla, la mujerenérgica quo ha consagrado su vida á ladefensa de los oprimidos

Al (alterarnos de todo esto, tallemosque convonir en que las asociaciones sonuna necesidad imperiosa ; la t anca salva-guardia del trabajador, que se halla ex-puesto á rebajas de jornal, suspensión detrabajo, accidentes graves y tt expulsión

do lós talleres sin ningunagratificacióncuando yá está viejo ó descoyuntarlo . Encualquiera de osos casos no hay para élmás esperanza quo la asociación, que ha-rá todo esfuerzo posible para protegerlo.Y os de anotar aquí que algunas son tanpoderosas, que han logrado imponerse yconseguido todas las ventajas apeteciblespara sus miembros .

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En. nuestro país, per fortuna, la si-tuación de lns hijas del trabajo no esni con mucho tan aflictiva cuino enlas naciones poderosas, pero no por estodejan las asociaciones del carácter dela nuestra do llenar una gran nece .

sidad .

Constituidas como lo está la.Saciedad Tapej 7/ira ele l$oteccirír O/ofu,,aseguran á sus miembros recursos y asis-tencia médica en las enfermedades, yauxilios no despreciables á sus familias encaso de muerte . También como personasjurídicas, las Sociedades están prontas átomar la defensa do los asociados y á ro-clamar á la luz (le la justicia, anta lostribunales ó ante ol público sensato, losderechos que a todos los miembros corres-ponden.

Bueno es advertir quo esta obra delas sociedades entro nosotros es solouna preparación para mayores ampli e -Has en nn futuro que vemos muy próxi-mo. Nuestra república prospera á ojosvistas y su desarrollo comercial, agrícolay fabril será obra do pocos lustros.Los campos comienzan á culti verse ; pode-rosas empresas se preparan á hacerlosproducir los grandes beneficios que nues-tro clima feraz proporciona . La urbe porsu parte creso, so desarrolla poderosa-monto, como una enorme sierpe que dras ..envolviera pausadamente sus anillos des-pués <le un sueno muy largo y muy penoso. Por todas par tes v sanos construccio-nes nuevas, empresas recientes, el afán yel movimiento do nn hormiguero, ó me-jor de una colmena . Acuden los hora-1 }ros á millares de los más lejanos territo-rios y se mezclan las razas todas con unadiversidad de lenguas bien mareada. Yasí se convierte la capital en una Meca deltrabajo adonde acuden peregrinos de to-dos los puntos do1 globo . y la república enuna tierra de promisión á que se encana-miran legiones do hombres en busca deaquella abundancia que Josué y Calcoanunciaron los israelitas que agonizabanen el Gran Desierto.

La hucha por la vida se haré cada díamás difícil entro nosotros, y los artesanostendrán que sostener rudas batallas paraganar el sustento . So multiplicar án cier-tamente las empresas : ya será una fábrica.

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de ladrillos, ya una de vidrios y helenas.Aquí una de tegidos ; más allá otra decalzado ; y por doquier plantaciones enor-mes ó aserríos que exploten el rico filónde maderas que guardan nuestros bos-ques . Pero todo este movimiento atraeráuna población flotante enorme y laeompe-temule dará pretexto para la rebaja de sa-larios y la explotación de los obreros.Debemos prepararnos desde ahora paracuando llegue este momento y unirnosestrechamonte si no queremos que el Pro -greso nos rompa como á varas dispersas.La salvación de nuestra república, dejad-me que lo exprese ya que así lo siento,está en la unión, tanto política como gre-mial. Los artesanos, y los pueblos de queellos son el mayor núcleo, tienen siemprepoderosos enemigos . Las asechan lascien cabezas de la hidra y se hace precisoconvertirse por la unión en Hércules paraabatirlas cercenándolas.

Excusadme si he ocupado vuestraatención tanto tiempo, dirigi óndola ha-cia el resultado que Inc he propuesto al-canzar con esta disertación á quo mis es-casas facultades hau privado de todo in-terés. Tal es poner de relieve los benefi-cios de la asociación, y desde luego la ne-cesidad en que se hallan los gremios todosde unirse imitando al de tipógrafos y á losdos 6 tres más que también lo están, puesque de la unión han de derivar beneficiosincalculables de que hoy no tienen siquie-ra la más remota idea.

Por desgracia el espíritu de asociaciónno se encuentra desarrollado entro nos-otros y esto me hace pensar ingenuamenteque estamos más cerca del hombre primi-tivo de lo que nos imaginamos . Nietosde Cariaro y Paniza, la mezcla de la san-gra primitiva con la de los conquistadoresespañoles no ha hecho variar las leyesancestrales, y como los indios de quienesdescendemos. somos retraídos y poco so-

viables . Inútil es por lo tanto que proa(remos parecer otra cosa, pues será (mes-tión de forma que ha de cansarnos mUypronto, ya quo la regresión tiene sobrenosotros una fuerza incontrastable . Deaquí que sean tan escasas las asociacionesquo contamos, y que tengan una vida tanefímera, siendo motivo de orgullo paralos tipógrafos y caso digno ele mencióndque esta sociedad haya alcanzado el netavo año de su existencia, sin desmayar ensus propósitos á pesar (le las contrarieda-des de todo género que ha tenido queVellcer.

Es cosa generalmente sabida que elpoderío (le la Grecia en la antigüedad fuedebido al espíritu de asociación de que sushijos estaban fuertemente empapadosTodos ellos se hallaban ligados con entrerltos lazos, y gracias á tal cosa su país, tanpequeño geográficamente, fue 1 an grando por sus hechos portentosos . Pues bienhagamos los panameños eso que hicieronlos griegos ; y si unión es civilización y elpoderío, unámonos estrechamente, que deeste modo dejará el porvenir de ser paranosotros un núcleo do tempestades. Gozarel artesano los beneficios (Inc las sociedadesobreras proporcionan ; gozarán los amantes de la justicia y el derecho viendo cómoes la ley salvaguardia de todos, y aún losque temen, que son 'michos, la absorcióndel elemento latino y el predominio de razas extrañas, verán cómo este peligrotambién desaparece con la unión. Lahistorieta del labrador que para los uiflsses simplemente curiosa, para los hombresy para los pueblos encierra una ensefianza. Por nuestra debilidad somos ahora como varas de fresno . Formemospues ante el peligro un solo haz ynielegoismo ni la envidia podrán quebrantarnos porque cimentaremos nuestra fuerza en la unión, que es la salvaguardiadelos débiles .

oul r .m,r,ttma ANDREVE .

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CAPULLOS DE MUJER

Prefiero las novicias en el amor, prefierola inexperiencia blanca de los catorce años,y ese temblor de susto, y ese rubor primerode las que ignoran cómo taladra el desengaño.

Prefiero la simpleza de jugo verdaderoque encuentro en esas niñas de acariciar huraño, ,que entregan dulcemente su corazón enterosin recordar malicia ni prevenir engaño.

Porque conozco toda la faz extraordinariade la mujer experta, pecaminosa y varia,lo mismo al meridiano que ante la noche negra

y nada es tan amargo bajo la esfera arcana,como esas entrevistas de la pasión humanaque la inocencia blanca del sonreír no alegra.

MORENO ALBA,Colombia rgo'_

Para "Nuevos Ritos

DE MI VILLORRIO

BARRIO ABAJO

. . .Y el cochero de punto, de chisteraapabullada, conla camisa por fueray las polainas en la bigotera,fustiga el anca del rocín trotón.

Flemático, grotesco, exuberantecomo un enorme paquidermo, simedita el buen auriga en su pescante,¿qué pensará, muchacha, este elegante,qué pensará de tío

Y de mí, que temiendo los detallesde la vida rural,no me atrevo á. ceñir amenos talles,que ando por esas callescon una seriedad episcopal . . ..

UNA REFLEXION

Mis vecinos, burdos vecinosdel campe, buenos inquilinosde manos toscas, de cetrinosrostros y de cuadrados piés,

cruzan por esta vida amarga,paradójicamente larga,como van los bueyes ce cargabajo el pincho, balo el arnés . . ..

Mas son felices á su modo,puesto que á sombra de tejado,comiendo mal, aman á Dios.

1Y sobre tedio, sobre todo,nunca, nunca han necesitadolas píldoras del Dr . Reas!

LUIS C . LOPEZ.

Para "Nuevos Ritos" .

Nuevos Ritos~200°

1.osta(D ,

ica(Seffaatla etapa de sa excursión pata 3 lntérica)

Para "Nuevas Ritos",

loor Segarra gJaza

r m DANDO escribí e nt a l'rc(/uuas llarslradus, " de

fe San José, algo so-bre el libro CII13A, nofaltó quien dijo, conninchísiroa razón, que,más que del libro, ha-

blé, es decir, escribí del efecto Tsieo-lógiro que en mí había causado . Re-pito que quien tal dijo, dijo la verdad.Pues, ¿qué se dirá ahora que, por lamisma razón que entonces, voy á lle-nar, prosaica y tontamente, dos pági-nas de Ni icvosErres, de Panamá, parahablar del libro COSTA RICA?

Caeré y con gusto, en el mismodefecto, y los que esperen--si hayquien espera-mi crítica, se llevaránun chasco saleinnísimo, porque lejosde mi ánimo y, más lejos afín de mihumildísima mentalidad, meterme porlos intrincados vericuetos y espesoszarzales de la senda valbuenescn ó clariiUnesco en la que, con entera seguridad,solo tropezaría con pedruzeos y meclavaría .iígunas espinas,

En el corto, pero respetable, aco-pio (le refranes, que tengo para mi ex-clusivo uso, perfectamente cataloga-do para no andar con dudas ni titu-beos, encuentro para este caso uno deencaje tan cabal que parece hecho ápropósito. Es aquel que dice:

Procure ser en iodo lo posibleel que ha ele reprender, irreprensible

y si sustituyo el verbo "reprender "por el de "criticar, " no queda rendija

por donde escaparse, aunque el versono sea verso.

Conste (uní la mayor solemnidady como si esta manifestación fuesehecha ante el tribunal unís empingovotado, que lo dicho no quiere decirlo que parece . Yo nada tengo quereprender, ni que corregir ni que ertticor y sí mucho, muchísimo que alabar ; pero no quiero exponerme, ni conalabanza, á que se me venga encimaun diciplinazo de cualquier bhbper lb'liándome imbéci1porque aplaudo, cu-mo podría llamarme envidioso si ciiticaba.

Confieso, no obstante, que esteúltimo epitelio sería hasta cierto poito justificado, porque si algo y aunmucho, inc inspira el libro y sus autores, es envidia : sentimiento propiodel (pie reconoce la superioridad ajenosin tener ni remota esperanza dealcanzarla.

Quedamos, pues, en que ese segundo vástago del contubernio andante rollizo y hermosote, literariamenteconsiderado merece mi más cariñosoósculo y mis respetos más sincerosalbos y preciosos panales con que envuelvo la envidila que ruborosamenteacabo do confesar.

"Por supuesto," quo con resumeto á lo que el libro dice, hecha ya dunlado la forma do decirlo, no tengo porqué callarme, arrostrando heroicamente cuanto de mi digan ó callen-que será lo peor—los que no quiera

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óno puedan comprender la sinceridad nos abre la puerta de la ratonera ó noscon que declaro quo ha hecho vibrar destapa la botella . Hay otra razón, lafibras muy sensibles, adormecidas por gran razón, la poderosa, la inevitable:el tiempo y la distancia, pero que y esa es, precisamente la que no sabe-cuando so las hurga sacuden ca, mos decir, como no sabemos definirda latigazo, que, ya, ya!

nadie, absolutamente nadie, lo que es

Costa mica, la ratonen a, como la amor : ¿E] culto de la belleza? ¿La

llama el "indiano, '' y á la que otros identificación de dos almas? ¿La

llamaron botella dota que no salda sa- atracción, de dos corazones? ¿La . . ..

lir ca mosca quo en ella había entrado, explosiva excitación (seamos cultos)yo no sé qué tiene --ni tampoco 1, sa- de los sentidos? Mirando más arriba:

'ten los autores del libro, aunque se ¿Es el mandato de Dios? ¿Es l a doc-den ínfulas de otra cosa-que se le trina de Cristo? ¿Es la . . . . ¡Qué ha

do ser eso! Amor es otra cosa que sesiente, pero que no se explica, ni pue-de explicarse, ni definirse, ni . . . .esees el camino.

Nos enamoramos de mujeresfeas; simpatizamos muchas veces conpersonas con las cuales la bella natu-raleza no ha tenido ni la más pequeñabenevolencia ; tomamos cariño á seresy cosas que, maldito lo que tienen quoagradecer á sus papás ó á sus autoresel cuidado ni la exactitud en la . . ma-nufactura, digámoslo asi, y sería elcuento de nunca acabar si quisieraenumerar la interminable lista de ra-zones que prueban que el amor es co-sa indefinible.

Y ahi está la madre del cordero.Eso que sentirnos todos los que la cocemos, por Costa Mica, os amor y de-jérnonos de lirismos y guirindainas, yde las bellezas de su suelo, y de la ex-quisita amabilidad de sus habitantes;que, con ser mucha verdad no es larazón exacta de que queramos á esepa.ixlllu que abulta poco más que ungarbanzo en el gran plato del cocidointernacional.

--Bueno, pero del libro, ¿qué?

—alfombre! Pues del libro Quepara el que no conozca á Costa mica esun reclamo de P. P. y W . ; con laventa-

mete á uno tan adentro, tan adentro,que cuando se nota ya no hay manera.le echarlo fuera.

Que las bellezas naturales ; que elclima agradable ; que la cultura; que lafraternal hospitalidad de los costarri-censes ; que la tranquilidad ; que la pazque- . . .el diablo y la coronela . . .que

.!sí, señor! todo eso es verdad, to-do ciertísimo y lo mismo que lo dicenSegarra y Julia lo han dicho otros ylohe (licito yo, es decir, lo mismo nolo he dicho, porque ellos lo dicen contodas las galas y requilorios de la poe-sía y yo lo digo de la única manera quese inc alcanza, bruscamente, "á la ca-talana" , y hasta con algún adorno in-terícetivo que os, muchas veces, el me-jor brochazo de la pintura.

Pues sí ; todo eso es verdad, perotambién lo es que no tiene Costa micael privilegio exclusivo de la cultura,ni del clima, ni de la paz ni de las otrascosas que sacamos á relucir nada másque para engañarnos con ollas y noconfesar que no son esas las razonesprecisas que nos meten en la ratonera.No señor ; no es eso, ni tampoco lo esese otro comodín de que : los penin-salares estarnos aquí corno en nuestracasa" iCa! Precisamente ahí, en esarazón, falta franq ueza : los peninsularesy los que no lo son, sin ser costarri-censes, no estamos ahí como en unes ja de que nada hay en él que no seatra casa: no señor, estamos mejor . No verdad, aunque inc resulte un tantoandemos con remilgos y (ligamos la exagerado, muy poco, en la nota im-verdad : si en nuestra casa estuviéra- presionista sobre, por, con, de ciertosnos bien, perfectamente bien . no nos momentos en que los autores interloliamos á ciegas, como la mayor par- tutean á (ó con) otras personas ; porte nos hemos ido, a buscar fuera de ejemplo . . _no, no, sin ejemplo.olla loque en ella nos faltaba . Las narraciones de viajes, exeur-

De manera que tampoco es esa la siones, descripción de lugares, tiposrazón, aunque sea la que en realidad y costumbres, están hechas con aquel

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tino y fina observación universalmen-te reconocida al "dúo" andariego . Na-da, pues, tiene de particular que laascensión al Irazú no tenga que envi-diar á la del Etna, ni que yo haya sen-tido escalofríos, de veras lo digo, ima-ginándome al sóbrio .1uliá al atravesarel Cerro de la Muerte y sus vecinos;y ahi no he tenido que forzar muchola imaginación ni la fantasía porque,iay de mi!, hace ya la friolera de vein-ticuatro años que disfruté de deliciasparecidas, aunque no tan fuertes, porlas quebradas y abismos de los mon-tes mallorquines.

Y la principal ventaja que tieneel libro es que, aunque desgraciada-mente no sean muchos los que lo leaná esta parte del Atlántico (pues tengoentendido que la edición no hasta, nicon mucho, al público de la Américalatina) contribuye, y no poco, á que sevengan desvaneciendo ciertas ideas ymodificándose muchos errorres quepor aquí reinan con respecto á CostaRica, no tanto en lo que atañe á su po-sición geográfica y conocimiento do su

topográfica, cuanto á su modo de sersocial y político.

De manera que, resumiendo : ellibro de Segar ra y Juliá como obra h .teraria, es más que recomendable ; sualcance, como medio do instrucción yde difusión de conocimientos geográ-ficos, políticos, sociales, étnicos y demás que de él se derivan llena, á mijuicio, por completo el fin que se pro .pusieron los autores, y como justísitnohomenaje de verdad á un país quetantos merece, es bueno, bueno,bueno.

Ya me supongo, y concluyo, quealgunos discreparán un tanto de miopinión y acaso no falte quien la con-dene abiertamente ; es muy naturalque así suceda, y hasta puede, quiental haga, ser justo en parta Pero ca.si sería caso de apostar á que no hayquien, con la misma sinceridad conque yo aplaudo el libro y sus tenden-cias, sea capaz de condenarlo y firmarla condena .

ciísArt NIETO.

Barcelona, 10 de Junio de 1007 .

Nuevos Ritos . . 203

9)r. . ..Manuel ./%nzaSor t99aerrero

Presidente titular de la Repúblíca, actualmente enviaje por Estados Unidos y Europa .

Nuevos Rítos . .204

IDe "tretubío6"

(libro en preparación)

Z risas be primavera.

Cuando viene Mimí con su sombrillacolor de perla con encajes rosa,si la miro, su sangre tumultuosale retoza en la diáfana mejilla.

Por verla me detengo, y la chiquilla,como mm colegiala maliciosase recojo la falda rumorosay descubro la ehárnea pantorrilla.

Mi cuerpo, todo entero, se estremeceblandamente, lo mismo que se meceel árbol sacudido por la brisa,

Y Mimí, con un modo que provoca,vuelve la faz, en tanto que su bocadibuja una diabólica sonrisa.

para la princesa 231anca.

Yo s6 de una nula brevede tez rosa nacarada,;una Princesa encantadaprima de Blanca do Nieve.

De la celda donde moro,por entro la cerradura,veo á mi pálida hermosurasentada en su silla de oro.

En veces tino el ruborsus dos mejillas de tal,porque ama á un Príncipe azulque es guerrero y trovador.

Flasta mi llegó una bellaflor que adornó su cabeza,flor que en perfumo y purezano puede luchar con ella.

Y como la flor resumealma de estrella y de flor,no sé si es flor con fulgor6 una estrella con perfume.

En tan triste cautiverionos tiene una vieja Brujaextraila, que se arrebujaen un jirón do misterio.

Nuevos Ritos 205

En el silencio severoquo sobrecojo al Castillo,sólo se oye el estribilloque canta su gran llavero.

En la noche, cuando sientollegar donde la Princesala Bruja, me hace su presaun negro presentimiento.

—Blanca, musita. Y la hermosa,entre dormida y despierta,por debajo de la puertamuestra su dedo de rosa.

—Falta, dice en son severola Bruja; y en el pasillose derrama el estribilloque canta su gran llavero.

De la celda donde moro,por entre la cerradura,veo á mi pálida hermosurasentada en su silla de oro.

Ella cautiva, yo preso,y pienso, doliente y grave,quo, á veces, como una llave,¡cuántas puertas abre un beso!

Así mi estrofa mejorsería una escala bellapara fugarnos por ellaá los prados del amor.

€os violines sueñan

(Para NARCISO GARAY .)

Cese la impaciencia de los brodequinesde descoyuntados y finos tacones,porque dentro el vientre gris de los violinesduermen—blancos pájaros-- los rigodones.

Vibre en la penumbra, sobre los jardines,el triple cordaje de los corazones,mientras que se apagan los últimos sonesde los violoncellos y los mandolines.

Damas que parecen tímidas gacelas,fúlgidos destellos de las escarcelaspasen bajo el beso lívido del gas.

Que al arrullo suave de besos que estallan,los violines duermen- . . . los violines callan . . .los violines suelan que no sufren más ..

RICARDO MIRO .

Nuevos Ritos . 206

XI.

---Capitán, el viento arreciará to-davía, más cuando lleguemos á la Pun-ta . Mala carga llevamos con este gana-do, y mal colocada está toda ella, puesel barco está muy empapado. El vientocambia continuamente, y si el surestellega, vamos á tener un mal rato

- Qué sabe usted de estas cosas,1) . Francisco! Aquí en el oficio he echa-do las canas que usted mira, y este esel noveno buque que manejo.

—No digo que no, Capitán ; peroviejo soy yo también, y no es poco loque he viajado por aguas y tierra . Poralgo se ha. dicho que de la ciencia esmadre la experiencia

—Es verdad . . . Pero, no tenga cui-dado. Ahora que doblemos la Punta,nos hacemos á la costa, porque, en rea-lidad, el viento es constante, y así ire-mos siempre bien . Además, evitamostanta marejada . Creo que todos esta-mos hechos una sopa.

Quiere un trago, Capitán?

-Pues . . . .no será malo

- Lo que hay es que casi no se vaá poder comer, Capitán. Si casi nopue -de uno estar de pie. Y todos pareceq ue están mareados.

--Menos yo—contestó uno de lospasajeros, quitándose la manta en queestaba envuelto y abriendo la boca enun largo bostezo.

--Feliz usted, amigo ;--le dijo otrode los pasajeros. Ha dormido usted de

lo bueno, y se despierta con ganas decomer algo.

—Más vale así : porque para estartirado como un muerto y con el estó-mago fuera de lugar, maldita la graciaque tienen los viajes por agua . ¿No esasí, Capitán?

—Es cierto . . . . Pero, mire, sién-tese, porque de pronto le pega un gol-pe el botavara. Acuérdese de lo que lepasó á don Justo.

—Qué fué, Capitán?-dijo un pasa -jero, descorriendo la manta con que secubría, dejando ver un semblante de-macrado y amarillento.

—Poca cosa . Que por andar maro-meando como este señor, no supo cuán-do se reventó el contraviento, le pegóel palo horizontal de la mayor, y . . .lnas-ta el día de hoy . . ..

—María Santísima! Madre del Per-petuo Socorro!- exclamó una mujer,dando un quejido lastimero.

--Pobre!- dijeron algunos.

—No es nada el viento, señor ; loque me tiene de mal humor es la car-ga . . . . Es que el barco está mal carga-do, y por eso viene así coma viene.

—Pero, Capitán, eso ha debido ver-lo usted antes . Es que ustedes estánacostumbrados á jugar con la vida deneo

Nuevos Ritos . , 207

-Y acaso la mía no corre riesgotambién? Poro ya no hay lance

--Así es ;y si sobreviene una des-gracia, que Dios no lo permita, ustedse queda tan fresco

--Eso es si no corre la misma suer-te, se atrevió á decir uno.

--No hay cuidado, dijo el Capitán.Hace muchos años que tengo el oficio,y hasta ahora nada me ha pasado.

-Sí; y por esa confianza de uste-des, siempre se viaja con estos temoresy sobresaltos.

-Cálla, hombre, calla, que no esla primera vez que viajamos por losma-res . Acuérdate de los días quo pasa-mos en el golfo de Viscaya.

Pero, hombre, don José María, ¿yusted puede comparar los marinerosde nuestra tierra con gente que no co-noce siquiera la brújula? iSi esto es de-testable! Pero el gobierno tiene la cul-pa . Yo no sabía quo en un país comoeste se viajara así . iCanastos!

--Desea otro poquito de limonada?Tal vez eso le siente mejor que esas go-tas que está tomando

-No, gracias ; ahora no quiero na-da . . . . Llegar á mi casa, eso es lo quedeseo.

--Pues hasta mañana en la tarde,señora . De seguro que temprano esta-rán las bestias de todos en el puerto,pues yo le anuncié la salida al patrónen un telegrama.

-Primero llegamos nosotros queel despacho! Ya lo verá usted, Capitán,ya lo verá usted! Si, como decía elotro, los telegramas aquí llegan tardeporque los malos caminos no los dejanllegará tiempo.

Así es- dijo el Capitán-riéndosede buena gana y poniendo á un lado lapipa de barro con boquilla de hojalata ..

-Vaya con el hombro!-- dijo unade las pasajeras .-- Si á esta gente no sele da nada con la vida de uno

--Cállate, .Juanita, no sea que elhombre ese te diga una patochada y

tenga yo que terciar . Algún día hemosde llegar á casa, y para entonces solas guardo todas

-No, y de veras que tuerece elviejo ese que se las canten sabroso.Tan patán! Y lo peor es que lo tratauno como si lo trajera de limosna.

El viento arreciaba, sin ser cons-tante, y el mar, cada vez más inquieto,levantaba olas inmensas que, al choca rentre sí, se convertían en espuma . Elsol les daba tintes irisados, y las avesmarinas parecían saetas al descenderdel aire para hacer prosa en los pecesque asomaban en la superficie opacadel agua. Las ráfagas se hicieron cadavez más violentas, y el buque se ladea-ba á babor con movimientos más brus-cos

-Arria la trinquetilla! - gritó elCapitán!

-La mayor !

--Jesús-nos ampare!

-¿Qué es?

-Que el buque no gobierna!

-Estamos perdidos!

--Capitán! ¿Qué es esto?

-No hay cuidado! . . . No hay cui-dado! . . . . Confianza en Dios!

---Ese maldito ganado que vieneabajo!---dijo otro pasajeros si bien lodecía yo !

Las ráfagas continuaron más fuer-tes. El buque dió varias cabezadas, pe-ro inclinándose siempre del mismolado .

--Que echen ese ganado al agua!

-Que echen toda la carga!- queprimero está la vida de nosotros!

Un crugido terrible puso el espan-to en el ánimo de todos . El palo mayorse había roto por la baso . El buque seinclinó más, y por la boca do escotillacomenzó á entrar el agua . . ..

-Echen los botes!

-Virgen del Carmen, ampáranos!

---Señor de Esquipula, favoréce-nos!

Nuevos Rítos, -208

El buque se iba hundiendo lenta-mente.

--Ya no hay remedio!— dijo e] Ca-pitán. No se ha podido hacer nada

Al día siguiente uno á, uno desfila-ron por la calle principal de Anznremalos cadáveres dolos náufragos que lasolas habían arrojado á la playa . Eransiete . Los ele las mujeres estaban hm .rriblemente desfigurados; los de losniños parecían dormidos, y alguno te-nía en nos labios dibujada una sonrisa,la sonrisa de un sueño.

Los que se salvaron, acampanaronhasta el cementerio á sus desgracia-dos amigos.

—Allá van!- dijo un muchachodesde la torre, mostrando al compañe-ro el silencioso desfile .

Todos iban, con las últimas preces,á dmrmir en la tierra. Tres ataúdesgrandes, negros, nial hechos, y cuatropequeftos, blancos, muy blancos, conllores que había humedecido el aguabendita.

-131ón, bloón!—decían las campa-nas . Y luego tornaban el fún bre do.ble por un repique alegre.

La gente de Anzurena se agolpa.ba á las puertas para presenciar elcortejo . El sacerdote seguía dieiendo-sus oraciones en voz baja, defendiendo .se del sol con su negro paraguas.

Y luego la tierra, abiertas las ne .gras fauces, comenzó á devorar losdespojos que el mar le enviaba cornorico presente . . ..

SALOMÓN PONCE AociLERA .

Nuevos Rí:os . - 2C9

rJ

Sr. loe e. efrore,que acompaña al Presidente Amador en su viaje á

Europa, en calidad de Secretario .

Nuevos Ritos . ~ 210

DE "CLAUSTRALES"

LA NOVICIA

Oh, la novicia tiene las mejillas hundidasy los labios exangües y frío el corazón,y en los ojos la huella de las penas sufridasy en el pecho el cadáver de una muerta pasión.

Ora muy largamente ; sus santas preferidasinvoca á todas horas con fervorosa unción,mientras que la fustigan las carnes encendidas,el rígido cilicio y el áspero ropón.

Mas cuando solitaria vaga en los corredoresque aroman el incienso y perfuman las floresdel jardín conventual, Ioh, cuántas veces

creyó ver la novicia congelada de espantola silueta esbozada del hombre que amó tantoá través de los altos y fúnebres cipreces.

JULIÁN DE ALCÁNTARA.

RONDEL

En el vecino huerto me dieron una rosaY quiero que esa rosa corone tu cabeza;Te dirá su perfume mi ignorada tristeza,Recíbela, recíbela, viajera dolorosa ..

Confesará el secreto que en mi interior reposa,Cantará tu hermosura con sutil gentileza;Cantará tu hermosura, cantará tu belleza,Te dirá que eres reiría, te dirá que eres diosa.

Y si no la desdeñas, en el huerto vecinoMe darán otra rosa de perfume divino,Que te diga muy quedo mi canción amorosa:

Cantará tu hermosura con sutil gentileza,Cantará tu hermosura, cantará tu belleza,Te dirá que eres reina, te dirá que eres diosa

MANUEL CERVERABarranquilla -Colombia.

AIRES PANICOS

Chiquilla de ojos raros, mientras yo te acaricioCon miradas ardientes, y te beso mil veces,Formo con esos ósculos un punzante cilicio:Yo soy monje del beso que produce embriagueces,

Un fauno [buen amigo' á-mi antojo propicio,Impregnó mis sentidos de gratas morbideces,Me enseñó estraños ritos y me insinuó en el vicioY como buen discípulo yo le pagué con creces.

Padezco hondos temblores en tu presencia, y sientoque la pasión me acosa con aguijón violento,Y que tengo la frente bicorne me imagino.

Y cual si fueran siete carrizos eampestrales,Combino con mis siete pecados capitalesUna flauta en que canto los amores y el vino.

_ . EDMUNDO VEI.ASQUEZ.Coalla .—Colombia .- I .go6 .

Nuevos Ritos,, 211

~CSCUrSO

SEÑORAS Y (CA13ALr,Ertos:

El señor Presidente ha. tenido ábien designarme para que diga yo laspalabras de clausura de este acto, conel cual festejamos la terminación deloctavo año de nuestra existencia so-cial . Y á decir verdad, ha habido ca-rencia de modestia de parto mía alaceptar designación tal, h sabiendasdecirle quienes habían do precedermecon sus disertaciones son personasque saben concebir bien y expresarmejor una idea, y que ya os han delei-tado con las bellas concepciones de sumente.

A ser artífice yo, procuraría, en-cerrar en dorado marco la obra lumi-nosa de mis ilustrados compañeros;más no soy sino uu burdo obrero enlos talleres de la intelectualidad.

Servíos disimular, pues, el sacri-ficio que hago de la modestia en arasdel entusiasmo que me anima, en estedia de legítima satis facción paraquie-nes fundamos y hemos continuadososteniendo la Sociedad 77 pdgráácu deProtección, Mutua

SEÑORES

Animados de los mejores sen-timientos, el 19 de J ulio de 1899, vein-te y cinco obreros de los que en Pa .-

pronunciado por su autor en la sesión so=Ienne celebrada por la " 5ociedad Cipogrdji=ca de Protección Mutua, " la noche del 30 deSunio, en celebración del 89 aniversario desu tundacióu.

nauta constituímos el gremio de Tipó-grafos, celebramos un pacto verbal envirtud del cual cada uno de nosotrosy quienes en lo sucesivo se adhiriesen—dedicaría una parte mínima del pro-ducto de su trabajo para formar unfondo permanente con que auxiliarnosmutuamente en caso de imposibilidadfísica para. seguir en las faenas diarias,y también para sufragar los gastos dela inhumación en el caso desgraciadode fallecimiento de cualquiera de no-sotros.

Nació la idea en los talleres tipo-gráficos de íu Estrello de "adiad, y alcelebrar ese 'Jacto no hicimos otra,cosa que implantar como un deber loque entro los operarios de ese estable-cimiento era costumbre de antiguo es-tableeida.

El obrero es por naturaleza hu-manitario ; pues así como él sabe loque abrasan las lágrimas que brotande sus ojos á impulsos del dolor queproviene de la impotencia para satis-facer apremiantes necesidades de lavida, también él conoce la alegría queproporciona el óbolo oportunamenterecibido. El sabe que ese óbolo en-vuelve la prestación de dos beneficios:el material que consiste en la posibili-dad de satisfacer necesidad, tal vezdesesperante, y el moral, que es latranquilidad quo se lleva al alma ator-mentada,

Nuevos Ritos . 212

Trascurridos cuatro meses, y vis-tas la formalidad y la exactitud conque eran cumplidas las estipulacionesdel,convenio, resolvimos constituirnosen una sociedad debidamente organi-za . El 5 de Noviembre, como lo ata-bais de oir en el acta correspondiente,Comenzamos las labores preliminares,y después de discutir un Reglamentoque sirviera de base para nuestrosprocederes, el 19 de Enero de 1900ese grupo de tipógrafos entró en la vi-da social bajo la denominación de So-ciedad Tipográfica de Protección Mutua.

Aspiraciones ridículas y preten-siones absurdas, no satisfechas, hicie-ron que apenas iniciadas seriamentelas labores do la sociedad, ésta so vie-se amenazada de disolusión . Más ámanera de nave por excelentes mari-nos tripulada, pronto su quilla rompiólas turbulentas ondas de la deslealtady de la discordia, y siguió bogandocon rumbo fijo, infladas luego sus ve-las por la fresca brisa do la fraterni-dad .

Del 19 de Julio de 1899 á hoy, 80de ,Junio de 1907, han transcurridoocho años justos, tiempo durante elcual han quedado demostradas la con-veniencia y la utilidad de la institu-ción . Al lecho del enfermo ha sidollevado con regularidad, y sin dificul-tados enojosas, el auxilio á q ue ha teni-do derecho; auxilio que ha con-tribuido, quizás en la totalidad de loscasos, á ayudarle á recobrar las fuer-zas perdidas para emprender de nue-vo la lucha por la existencia.

Durante este lapso, los faltos defe, los que no creen en el . triunfo delas causas nobles, nos abandonaron.Asi, pues, hemos tenido épocas de de-cadencia, en las cuales nos vimos ame-nazados de morir de consunción, yépocas de bonanza, como la actual,cuando no hay una nube que entene-brezca la limpidez del cielo que noscubre.

Veinte y nueve socios forman hoyla Sociedad Tipográfica de Protección ilíu-tua ; número escaso pero personal selec-to. Cada uno de ellos, juzgado en condi-ción de obrero, es un cuerpo que, co-locado en la mesa de disección moral,

no ofrecería ningún órgano dañado almás experto anatomista . Y perdóne-seme este rasgo de vanidad, muy na-tural, señores, en quien tiene plenaconciencia de su propio ser.

El Reglamento de nuestra colee .tividad señala de modo claro y precisoquiénes tienen derecho á ser miembros de ella. El tipógrafo y el perio-dista, como también todo aquel quetenga ocupación en un taller tipográ .fico, pueden formar en sus filas . Poreso en ellas se ven confundidos donJil F. Sánchez, que pertenece al pe•riodismo panameño; don Guillermo An-dreve, tipógrafo y literato, que entrelos intelectuales de América ocupapuesto de primera tila ; don DámasoBotello, tipógrafo retirado, que hoydedica sus fuerzas á llevar luz al ce,retiro de la generación que se levanta;por eso, repito, se encuentran ellosconfundidos con nosotros, humildesobreros de la imprenta, retiradosunos, en ejercicio otros, los más, vulgacizando siempre así las investiga-ciones del sabio como las produccio .nes del atildado publicista.

Al determinar un círculo dentrodel cual girar, no nos han guiado senti•mientos mezquinos ni miras egoistastampoco. No hemos querido formaruna agrupación heterogénea, sino unaen la que todos seamos do la mismaespecie, para con ello obligar á los de.más obreros á que se clasifiquen, y áque organicen á su vez asociaciones, debeneficencia, primero, para despuésconstituir la gran federación del tra-bajo que nos dará fuerzas para com-batir en las incruentas luchas del porvenir ; pues las tendencias que se ad .vierten en determinada clase social demenospreciar el . mérito legítimamen-te adquirido, harán desaparecer conel transcurso del tiempo toda nociónde equidad y de justicia, y no impe .rará entre nosotros sino el principio,inmoral de "tinto tienes, tinto vales."

Principio chocante para quienesno tenemos como meta de nuestrasaspiraciones los halagos do la buenafortuna, y sí creemos ciegamente en

Nuevos Ritos. - 21 i

supremacía absoluta de la inteligen-cíacultivada con la ilustración, y de lavirtud, que es el acatamiento incondi-cional, así en lo social como en lo po-lítico, de las prescripciones de lamoral.

Conocida nuestra historia, la queos he relatado á grandes rasgos, nohabiendo querido entrar en pormeno-res que serían mortificantes é impro-pios de la ocasión, vosotros decidiroissi nuestro júbilo de hoy es justificado;sial cumplir ocho años de existencia,durante los cuales hemos tenido queluchar con tenacidad y energía parano sucumbir, nos era permitido tra-

oros aquí para que nos acompañaseisen esta tiesta, humilde en su origen,pero engrandecida con vuestra pre-sencia.

La cortesía en corresponder á lainvitación que os hicimos, la conside-ramos como un estímulo y una voz de

aliento, para que perseveremos en lalabor emprendida; y nos llena, á lavez, de particular orgullo, pues nootra cosa nos produce el vernos ro-deados de un auditorio tan numerosocomo selecto, del cual forman partepreciosas damas, flores aquí trasplan-tadas para embalsamar nuestro am-biente con el aroma do sus gracias, ycaballeros respetables, representacióndigna de la parte inteligente y traha-jadora del pueblo panameño.

SEÑORAS Y CABALLEROS:

A nombre de la corporación osdoy las gracias más expresivss por lagalantería en acudir á nuestro llama-miento; y creo ser vocero fiel de mishonorables colegas Rodríguez, An-dreve, Botello y Sánchez, al hacemospresente su agradecimiento sinceropor los aplausos que les habéis tribu-tado, justa recompensa que dan siem-pre los públicos ilustrados á las obrasde la inteligencia.

A . ELfAS DORADO G .

Nuevos Ritos e214

alma be ZStalia.

Para librarme de lo imprevistocuando mi estancia se queda sola,guardo en mis ropas un Santo Cristo,un Santo Cristo ylina pistola.

Si quien me acecha, siendo un malvadotambién es hombre de religión,valdrále el Cristo crucificado;si no, el revólver de doble acción.

Yo soy un alma que el miedo asedia;mas Iguay del hombre que me maltrata!Como los frailes de la Edad Media,la propia mano bendice ó mata.

Y por librarme de lo imprevistocuando mi estancia se queda sola,guardo en mis ropas un Santo—Cristo,un Santo—Cristo y una pistola ."

Una flor bel camino.La muerta resucita cuando á tu amor me asomo;

la encuentro en tus miradas inmensas y tranquilasy en toda tú . . . . Sois ambas tan parecidas comotu rostro, que dos veces se copia en mis pupilas.

Es cierto, aquella amaba la noche radiosay tú siempre en las albas tu ensueño complacistePor eso era más lirio, por eso eres más rosa;Es cierto, aquella hablaba, tú vives silenciosa,Y aquella era más pálida ; pero tú eres más triste.

(Evocación.Yo la llamé del hondo misterio del pasado

donde es sombra entre sombras, vestigio entre vestigiosfantasma entre fantasmas . . ..

Y vino á mi llamadodesparramando razas y atropellando siglos.Atónitas las leyes del tiempo la ceñían,el alma de las tumbas, con fúnebre alarido,gritábale : delantal— Las épocas asían,cual garfios invisibles, su brial descolorido.

Mas todo inútil) Suelta la roja cabellerala roja cabellera que olía á eternidad,aquella reina extraña, vestida de quimera,corría desolada tras de mi voluntad.

Cuando Ilegóá mi lado, la dije de esta suerte:Recuerdas tu promesa del año mil?

Advierteque soy tan sólo sombra . . . .

Lo sé.Que estaba loca . ..

Me prometiste un beso!

Las reinas no perjuran! . . .Lo congeló la mirarte'

Y me besó en la boca.

AMADO NERVO .