25 claves para_planificar_los_contenidos_psicologicos_de_la_temporada

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Apartir de la segunda semana de julio muchos entrenadores comienzan a planificar la temporada. Los profesionales ya han comenzado actividades, pero quienes entrenan en categorías senior-amateur y en el fútbol base, que son la mayoría, todavía tienen varios días o semanas antes de encontrarse por primera vez con su equipo.

Autor: Santiago RiveraFotos: Shutterstock.com

25 claves para planificar los contenidos

psicológicos de la temporada



Llegado el momento de sentarnos a pensar cómo nos vamos a plantear los próximos 10 meses, como punto de partida solemos revisar lo que hemos llevado a cabo en años anteriores. Esto resulta muy práctico aunque en ocasiones pueda que ya no nos sirva: las características de nuestro nuevo equipo pueden ser distintas a las de temporadas anteriores (p.e. si pasamos de un juvenil a un senior regional),

los recursos humanos con que contábamos

han cambiado (p.e. contamos ahora con un cuerpo técnico más completo),

las condiciones del entorno del equipo también van a ser distintas (p.e. la cantidad de público que asistirá a

los partidos va a cambiar de 40 a unos 200.

En definitiva, lo que hicimos antes puede servirnos de forma orientativa pero no definitiva, ya que tenemos que adecuarnos a las

nuevas necesidades de nuestro equipo.Sumado a esto, el entrenador en la actualidad está en la necesidad de renovarse para mejorar.

Esto supone esforzarnos por pensar en cómo podemos ser mejores líderes, diseñar entrenamientos de mayor calidad y desarrollar nuevas estrategias para afrontar eficazmente la competición. Aprender supone dejar de cometer los mismos errores, por esto no podemos seguir haciendo lo que no funciona.

Por todo esto, una correcta planificación resulta fundamental. Hay entrenadores que se desentienden dejándolo a los preparadores físicos, yendo en lo técnico-táctico según las necesidades y deficiencias diarias; hay los que trabajan una serie de contenidos semana a semana en función del rival; y otros procuran tener claro lo que van a hacer en los distintos períodos de la temporada. Sea como fuere, planificar tiene importantes beneficios:

• Orienta el trabajo a los factores claves necesarios para lograr los objetivos.• Reduce la incertidumbre.• Nos ayuda a sentirnos más seguros.• Evita pasar por alto detalles importantes.• Permite actuar con más coherencia.• Mejora nuestra imagen como profesionales.• Al incluir objetivos, dirige y mantiene el esfuerzo.

Los distintos contenidos que se suelen tener en cuenta en la planificación de la temporada incluyen los técnicos, tácticos y físicos. Sin embargo, los psicológicos se suelen dar sentados. Todas las actividades suponen procesos mentales y de alguna forma se están poniendo en práctica (p.e. para entrenar la posesión en un 4x4+2 en espacio reducido unos niveles mínimos de atención son necesarios). Pero esto no implica un entrenamiento adecuado de las variables mentales. Se requieren objetivos específicos en este aspecto.

Todo entrenador debe entender el funcionamiento psicológico de su equipo y llevar a cabo acciones que faciliten su mejora en este aspecto. Esto no lo hace ser un psicólogo, así como desarrollar una sesión de fuerza tampoco lo hace ser un preparador físico, y en cambio sí lo vuelve más completo.

A continuación vamos a proponer 25 claves para planificar los contenidos psicológicos de la temporada desde tres puntos de vista: el rendimiento mental del entrenador, el de jugadores y equipo, y el papel del entorno del equipo.

EL RENDIMIENTO PSICOLÓGICO DEL ENTRENADOR

Es el primero que debe demostrar un alto rendimiento mental, lo cual no sólo fortalece su liderazgo, sino que lo ayudará a gestionar el equipo y a sacar el máximo provecho de sus conocimientos técnicos.

1. Filosofía de trabajo: Creo que se debe empezar por aquí, por tener claro quiénes somos como entrenadores. Para ello debemos reflexionar sobre nuestra forma de trabajar, y por identificar nuestros valores y principios. No suelen cambiar mucho de una temporada a otra, pero detenernos en esto viene bien de vez en cuando, nos permite conocernos mejor y saber lo que queremos de los demás. ¿Cómo saberlo? Pensemos en cómo queremos que sea nuestro equipo.

2. Identificar fortalezas y oportunidades: Seguro que tenemos grandes virtudes y aspectos por mejorar-oportunidades de crecimiento, desde un enfoque positivo (comúnmente llamadas debilidades desde un enfoque negativo). Ahora pasamos a reflexionar sobre los principales puntos. Podemos hacer un listado y más adelante plantearnos las acciones que podemos seguir para trabajarlas.

"Busquemos objetivos estimulantes, que sean compatibles con nuestra filosofía de trabajo y los cuales estemos en capacidad de alcanzar".

3. Establecer objetivos: Después de analizar las expectativas del club, los recursos con los que contamos, las características de la competición y nuestras propias capacidades, es el momento de ponernos metas. ¡Ojo, seamos coherentes! Busquemos objetivos estimulantes, que sean compatibles con nuestra filosofía de trabajo y los cuales estemos en capacidad de alcanzar.



Si esto no es posible, habrá que negociarlos con los directivos o puede que estemos en el lugar equivocado.

4. Gestionar las emociones: Desde el punto de vista psicológico, el control emocional es el principal aspecto que debemos tener en cuenta como entrenadores (dando por hecho que estamos motivados para entrenar). Las emociones influyen directamente en nuestro rendimiento y en el del equipo, facilitando la creación de un clima (ambiente) de aprendizaje y rendiemiento. Saber encontrar un equilibrio personal-profesional, afrontar adecuadamente la presión, gestionar la euforia de la victoria y la frustración de la derrota son, entre otras, importantes necesidades para el equipo.

"El fútbol es un deporte muy complejo y la habilidad para

adaptarnos a los cambios con actitud abierta es una gran

virtud".

5. Capacidad para adaptarnos: El fútbol es un deporte muy complejo y la habilidad para adaptarnos a los cambios con actitud abierta es una gran virtud. Ante la incertidumbre del resultado y de tantas variables que no se pueden controlar no queda más remedio que ser flexibles y modificar nuestra planificación. Asumamos el cambio como algo positivo, nos ayuda a crecer!

6. Recoger información (percepción): Durante los entrenamientos y partidos suceden una gran cantidad de eventos que pasan desapercibidos. No los vemos. Recoger información relevante es clave para tomar decisiones. Aunque tengamos nuestras limitaciones podemos proponernos tomar nota de más movimientos, aciertos, fallos, variantes o actitudes de los que habitualmente analizamos. Pasemos de ver y oír pasivamente a observar y escuchar activamente.

7. Analizar de la información: Normalmente tenemos que procesar muchos datos y podemos dejar de tener en cuenta alguna información al encontrarnos desbordados. Diseñemos fichas donde podamos registrar organizadamente tanta información, separémoslas en carpetas (para esta semana,

la próxima, rivales en casa, etc.), tomemos nota de toda idea que nos surja para no olvidarla (la aplicación de Evernote para móviles es muy útil).

8. Tomar de decisiones: Planificar nos ayuda a tomar decisiones por anticipado. Pasar al plan b es frecuente, pero si tenemos plan c, d, e, etc. mucho mejor! Dibujemos todos los panoramas posibles para saber actuar oportunamente.

9. Innovar: Pensemos en formas distintas de hacer las cosas, de mejorarlas. ¿Qué novedad podríamos incluir en la planificación de esta temporada? Tal vez una variación en algo que escuchamos en un congreso o que vimos en una web?

"Conocer los avances en el deporte nos puede ayudar a

poner un toque de creatividad en nuestro trabajo".

10. Actualizarnos: Conocer los avances en el deporte nos puede ayudar a poner un toque de creatividad en nuestro trabajo. Cada vez son menos los entrenadores que creen que en el fútbol todo está inventado. Ahora mismo hay un entrenador revisando fútbol-táctico.com y tomando nota de una idea que desconocía. 11. Manejar nuevas tecnologías: Cada vez más, los avances tecnológicos forman parte activa de nuestra cotidianidad y no podemos estar ajenos a ello; además cuando nuestros futbolistas están muy familiarizados con estas. Por lo tanto, el mundo 2.0 está lleno de oportunidades para los entrenadores: crear un blog para el equipo, compartir información (noticias, vídeos, etc.) con rapidez fuera de los entrenamientos utilizando what´s up, o conocer mejor a los jugadores en otros contextos como las redes sociales, son algunos ejemplos.

EL RENDIMIENTO PSICOLÓGICO DEL EQUIPO

En este punto entendemos al equipo como un sistema de creencias, emociones y comportamientos, donde cualquier cambio en algún jugador afecta a todo el grupo. Si uno se siente confiado contribuye a la confianza colectiva y si alguno se enfada puede terminar enfadando al resto.



Por lo tanto, planificar estrategias para mejorar este aspecto es muy relevante:

12. Comunicar con eficacia: En el funcionamiento del equipo esta es una habilidad básica.

"Pensemos en diseñar actividades donde la consecución del objetivo pase por poner en práctica una comunicación fluida entre los

jugadores". 13. Demandas psicológicas del sistema de juego: Cuando elijamos el sistema que queramos utilizar, no sólo debemos tener en cuenta que los jugadores tengan la habilidad técnica, táctica o física para desempeñarse adecuadamente en esa posición. También debemos

tener en consideración aspectos psicológicos: ¿van a querer presionar la salida de balón? ¿les viene bien un juego directo o les gusta más tener la posesión? ¿jugarán a gusto con x variante? Y si no, ¿cómo haremos para que crean en ella?

14. Recogida datos: Conocer el profundidad a nuestros jugadores es una de nuestras primeras tareas. Dependiendo de la categoría y del nivel intelectual de los jugadores (para que estén en capacidad de rellenarlos), se pueden diseñar cuestionarios o entrevistas donde indaguemos acerca de sus cualidades deportivas, actividades como estudio o trabajo, sus hábitos de alimentación y descanso, sus pasatiempos, las relaciones con su familia, las personas con quienes vive, etc.

15. Identificar necesidades: Cada persona es distinta y cada futbolista tiene sus propias necesidades. Como lo mencioné en el artículo del mes pasado, su única demanda no es jugar. Puede tener también otras distintas: salir de casa, formar parte de un grupo, etc. Si sabemos cómo

es cada uno y lo que en el fondo busca estando en el equipo, podremos motivarle con más acierto.

16. Cohesionar en equipo: La base del trabajo en equipo es la cohesión, y para comenzar a construirla debemos pensar en la forma para que los jugadores entiendan, acepten y cumplan su rol (responsabilidad y tarea) dentro del equipo. Ahora cobra más sentido el haber identificado nuestros valores en el punto 1, ya que la cohesión se facilita si los jugadores se identifican con ellos y demostramos que las decisiones se toman pensando en lo que es mejor para el equipo. Aquí también se debe analizar la forma de a tratar a los que jueguen poco y a los lesionados dándoles, como a todos, un trato individualizado.

17. Recuperación de lesionados: El jugador que se lesiona suele aislarse del equipo, no sólo porque ya no puede formar parte activa de los entrenamientos y partidos, sino porque las emociones negativas que experimenta lo llevan a comportarse de esa forma. Se debe planear la forma de estar pendiente de ellos, poniendo recordatorios de llamadas, insistiéndoles que se acerquen al campo, dedicándoles 5 minutos, etc. Esto dice mucho de un entrenador.

18. Conocer la cantera: A los clubes les interesa promocionar a los furbolistas jóvenes pero muchos entrenadores prefieren apostar por la experiencia.



Sin embargo, en estos tiempos es una necesidad conocer a los jugadores de la casa, no sólo para darlo a conocer, sino para nutrir a nuestro equipo. Para ello debemos organizarnos e ir a ver los partidos de la cantera.

19. Entrenamiento psicológico integrado: Como entrenadores podemos integrar el entrenamiento mental a la planificación de nuestras actividades (ver: Preparación mental por posiciones de juego: Estrategias para aumentar el rendimiento de tu equipo, ed. 57 y Aportaciones psicológicas al entrenamiento integrado, ed. 58)

20. Afrontamiento de situaciones especiales: A lo largo de un partido hay momentos especiales que para unos resulta una oportunidad y para otros un riesgo psicológico, como el inicio de un partido, los minutos finales, el fallo de un penalti, etc. (ver: Ganar con la cabeza. Una guía completa de entrenamiento mental para el fútbol. Ed. 39-40)

21. Descartes: En la pretemporada es probable que tengamos que hacer descartes y estos suelen ser momentos desagradables para todos. Por mucho que lo hagamos de la mejor forma, el jugador se va a ir molesto con nosotros. Sin embargo no por esto debemos dejar de orientarle sobre un equipo a donde ir, si hace falta, y si es fútbol base mostrarnos en disposición de hablar con sus padres y recordarles que lo más importante a esas edades es disfrutar de minutos.

GESTIONAR EL ENTORNO

Alrededor del equipo hay agentes que lo van a influir de forma positiva, neutra o negativa; y resulta necesario preparar una estrategias para proteger a la intimidad del grupo, facilitar su bienestar o encontrar apoyo en los malos momentos.

22. La prensa: Es una parte muy importante del deporte y tiene que hacer su trabajo. Esto es ineludible, y lo mejor sería aceptarlo y ofrecer una actitud positiva. Podemos elegir un matiz entre dos modelos opuestos: el de Guardiola y el de Mourninho.

23. El público: Nos debemos a él y crear los espacios para que nos encuentre cercanos es una ventaja.

"Lo que representan la prensa y el público en el fútbol senior se asemeja mucho al papel de la

familia en la base".

24. La familia: Lo que representan la prensa y el público en el fútbol senior se asemeja mucho al papel de la familia en la base. Además se debe recordar que entrenamos a menores de edad y que sus padres deben saber quién es el adulto con quién sus hijos pasan varias horas a la semana. Para mantener una buena relación con ellos podemos organizar una charla al inicio de la temporada donde nos conozcamos mutuamente y les expliquemos nuestra forma de trabajar, además de estar

disponibles durante el año para escucharlos sin ello implicar el tener que dar explicaciones sobre nuestras decisiones.

25. Directivos y representantes: Suelen tener algo en común y es que nos “invitan” a poner a ciertos jugadores. En estas situaciones podemos decidir en función de nuestros principios, analizados en el punto 1.

Los beneficios de la planificación fueron mencionados anteriormente. Ahora, es el turno de señalar varios de sus enemigos:

• La pereza: porque no la vemos necesaria y nos gusta improvisar. Actuamos como el futbolista que sólo corre con el balón en los pies y que termina aportando poco al equipo.

• La falta de tiempo: porque no vivimos de esta actividad y llegamos justos para entrenar. Muy frecuente sin dejar de ser una excusa. Demanda un esfuerzo mayor, tal vez diseñar todas las sesiones el fin de semana.

• La desorganización: porque con tiempo o sin él, no conseguimos poner de acuerdo nuestras ideas sobre el papel. El riesgo de este hábito es que los planes que sólo están en la memoria pueden sufrir olvidos de contenidos importantes pero no urgentes.

• La incapacidad para adaptarnos al entorno cambiante: creemos que no vale pena porque siempre va a pasar algo que trastoque los planes. Y es cierto, suele pasar; no obstante, esta es una oportunidad para adaptarnos y entrenarnos mentalmente!

Se ha hecho un recorrido por 25 aspectos claves en la planificación del rendimiento mental de nuestro equipo. Algunos los integraremos dentro del campo y otros fuera, pero lo más importante es que los tengamos presentes ya que suponen una oportunidad para mejorar el proceso de aprendizaje y, por lo tanto, el rendimiento del equipo.

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