2001 Urgencias Quirurgicas en El Niño

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RESUMEN Presentamos en este trabajo las urgencias quirúrgicas más frecuentes en pediatría, exceptuando las debidas a trau- matismos. El dolor abdominal, apendicitis, invaginación intestinal, hernia inguinal incarcerada, estenosis hipertrófi- ca de píloro, aspiración o ingestión de cuerpos extraños, causticaciones y la torsión testicular, son descritas con un enfoque eminentemente práctico dirigido al pediatra de Atención Primaria. Se exponen de forma resumida, datos epidemiológicos, la clínica más habitual, los métodos diag- nósticos más utilizados, las medidas iniciales y el tratamiento sin profundizar en las técnicas quirúrgicas. El adecuado conocimiento de estos padecimientos per- mitirán al pediatra y al cirujano pediátrico cumplir con el objetivo de ofrecer la mejor asistencia sanitaria a los niños. Palabras Clave: Urgencias quirúrgicas; Pediatría. ABSTRACT We present the most common surgical emergencies on paediatric population except for trauma related injuries. Abdominal pain, appendicitis, intussusception, incarcera- ted inguinal hernia, hypertrophic pyloric stenosis, foreing bodies, caustic ingestions and torsion of the testis, are des- cribed focus on paediatric primary health care. We have developed a summary of epidemiology data, the usual signs and symptoms, the diagnostic approach, the first aid pro- cedures and the management strategy without detail in sur- gical techniques. A better understanding of these problems in infants and children will provide to the paediatrician and surgeon the chance to offer the optimal children health care. Key Words: Surgical emergencies; Paediatrics. INTRODUCCIÓN Las urgencias quirúrgicas que presentan los niños son atendidas inicialmente, en la mayor parte de los casos, por el pediatra de Atención Primaria. Es, por lo tanto, el primer eslabón de una cadena que en algunas ocasiones, las menos, precisará de un tratamiento quirúrgico. Los temas siguientes hacen referencia a la patología qui- rúrgica urgente más frecuente en la infancia que demanda asistencia en el contexto de la medicina primaria. Se expon- drá la clínica, los métodos diagnósticos, procedimientos para hacer un diagnóstico diferencial, la actitud terapéutica ini- cial, así como el tratamiento definitivo sin especificar téc- nica quirúrgica ni complicaciones postoperatorias. No es objetivo de este trabajo el motivo de consulta urgen- te más frecuente en la pediatría, los accidentes, ni por lo tanto la patología quirúrgica derivada de los mismos puesto que en la actualidad son atendidos en su mayoría, antes de lle- gar al hospital, por los servicios de urgencias (SAMUR, 061). DOLOR ABDOMINAL Es en nuestro país, uno de los motivos de consulta urgen- te más frecuente en la infancia. El segundo en orden de fre- BOLETÍN DE LA SOCIEDAD DE PEDIATRÍA DE ASTURIAS, CANTABRIA, CASTILLA Y LEÓN 91 BOL PEDIATR 2001; 41: 91-98 Cirugía Pediátrica Urgencias quirúrgicas en el niño J.M. GUTIÉRREZ DUEÑAS, R. DÍEZ PASCUAL, E. ARDELA DÍAZ, F.J. DOMÍNGUEZ VALLEJO Servicio de Cirugía Pediátrica. Hospital “General Yagüe”. Burgos. Correspondencia: J.M. Gutiérrez Dueñas. Servicio de Cirugía Pediátrica. Hospital “General Yagüe”. Avda. del Cid, 96. 09005 Burgos. E-mail: [email protected]

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urgencias medico quirirugicas en en niño e infante

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  • RESUMEN

    Presentamos en este trabajo las urgencias quirrgicasms frecuentes en pediatra, exceptuando las debidas a trau-matismos. El dolor abdominal, apendicitis, invaginacinintestinal, hernia inguinal incarcerada, estenosis hipertrfi-ca de ploro, aspiracin o ingestin de cuerpos extraos,causticaciones y la torsin testicular, son descritas con unenfoque eminentemente prctico dirigido al pediatra deAtencin Primaria. Se exponen de forma resumida, datosepidemiolgicos, la clnica ms habitual, los mtodos diag-nsticos ms utilizados, las medidas iniciales y el tratamientosin profundizar en las tcnicas quirrgicas.

    El adecuado conocimiento de estos padecimientos per-mitirn al pediatra y al cirujano peditrico cumplir con elobjetivo de ofrecer la mejor asistencia sanitaria a los nios.

    Palabras Clave: Urgencias quirrgicas; Pediatra.

    ABSTRACT

    We present the most common surgical emergencies onpaediatric population except for trauma related injuries.Abdominal pain, appendicitis, intussusception, incarcera-ted inguinal hernia, hypertrophic pyloric stenosis, foreingbodies, caustic ingestions and torsion of the testis, are des-cribed focus on paediatric primary health care. We havedeveloped a summary of epidemiology data, the usual signsand symptoms, the diagnostic approach, the first aid pro-cedures and the management strategy without detail in sur-gical techniques.

    A better understanding of these problems in infants andchildren will provide to the paediatrician and surgeon thechance to offer the optimal children health care.

    Key Words: Surgical emergencies; Paediatrics.

    INTRODUCCIN

    Las urgencias quirrgicas que presentan los nios sonatendidas inicialmente, en la mayor parte de los casos, porel pediatra de Atencin Primaria. Es, por lo tanto, el primereslabn de una cadena que en algunas ocasiones, las menos,precisar de un tratamiento quirrgico.

    Los temas siguientes hacen referencia a la patologa qui-rrgica urgente ms frecuente en la infancia que demandaasistencia en el contexto de la medicina primaria. Se expon-dr la clnica, los mtodos diagnsticos, procedimientos parahacer un diagnstico diferencial, la actitud teraputica ini-cial, as como el tratamiento definitivo sin especificar tc-nica quirrgica ni complicaciones postoperatorias.

    No es objetivo de este trabajo el motivo de consulta urgen-te ms frecuente en la pediatra, los accidentes, ni por lo tantola patologa quirrgica derivada de los mismos puesto queen la actualidad son atendidos en su mayora, antes de lle-gar al hospital, por los servicios de urgencias (SAMUR, 061).

    DOLOR ABDOMINAL

    Es en nuestro pas, uno de los motivos de consulta urgen-te ms frecuente en la infancia. El segundo en orden de fre-

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    BOL PEDIATR 2001; 41: 91-98

    Ciruga Peditrica

    Urgencias quirrgicas en el nio

    J.M. GUTIRREZ DUEAS, R. DEZ PASCUAL, E. ARDELA DAZ, F.J. DOMNGUEZ VALLEJO

    Servicio de Ciruga Peditrica. Hospital General Yage. Burgos.

    Correspondencia: J.M. Gutirrez Dueas. Servicio de Ciruga Peditrica. Hospital General Yage. Avda. del Cid, 96. 09005Burgos. E-mail: [email protected]

  • cuencia despus de las heridas y pequeos traumatismos(1).En el 95% de los casos es de origen psicosomtico, pero lamayora de los padres cree que tiene una causa orgnica yadems espera que su mdico la diagnostique, lo que obli-ga en ocasiones a realizar una serie de exploraciones com-plementarias innecesarias(2,3). Desde un punto de vista prc-tico las causas ms frecuentes de dolor abdominal se pue-den clasificar en:

    - No quirrgicas: estreimiento e impactacin fecal, cli-co del lactante, adenitis mesentrica, gastroenteritis,infeccin urinaria, enfermedad inflamatoria plvica,neumona, cetoacidosis diabtica, fiebre tifoidea.

    - Quirrgicas: apendicitis aguda, invaginacin intesti-nal, hernia inguinal incarcerada, obstruccin intesti-nal, malrotacin y vlvulo de intestino medio, cole-litiasis, torsin ovrica, patologa derivada del diver-tculo de Meckel, tumores.

    Clnicamente el dolor debe ser investigado acerca de sumodo de aparicin, localizacin, irradiacin, tipo (agudo,clico), tiempo de evolucin, cambios de intensidad y loca-lizacin conforme pasan las horas y cambios con la deam-bulacin o la posicin. Los sntomas acompaantes ms fre-cuentes son: fiebre, nuseas, vmitos, intolerancia oral, ano-rexia, diarrea, estreimiento y llanto en los lactantes.

    En la exploracin, la observacin simple del nio nosorientar en el diagnstico. Son signos de irritacin perito-neal la entrada en la consulta flexionado sobre su lado dere-cho, no querer moverse o quedarse tumbado. El movimientocontinuo y la agitacin son signos de dolor clico.

    Realizaremos una exploracin de cabeza, cuello y oro-faringe para descartar procesos inflamatorios-infecciosos.La auscultacin pulmonar y el examen del trax nos per-mitirn excluir una neumona.

    En el abdomen con la inspeccin, palpacin y percusinsuave descubriremos masas como una hernia inguinal incar-cerada o fecalomas en pacientes con impactacin fecal, loca-lizaremos la zona dolorosa, comprobaremos la existenciade signos de irritacin peritoneal: Blumberg (hipersensibi-lidad de rebote), Rovsing (dolor en fosa ilaca derecha alpercutir en otras zonas abdominales), y en algunas ocasio-nes estar indicado realizar un tacto rectal.

    Las exploraciones complementarias indicadas son, larealizacin de un hematimetra completa, un examen gene-ral de orina y en adolescentes del sexo femenino una beta

    gonadotropina corinica humana srica (4). La radiografadel abdomen nos informar acerca de una posible retencinfecal, apendicitis (fecalitos, escoliosis de concavidad dere-cha) u obstruccin intestinal (asas de intestino dilatadas conniveles hidroareos).

    La ecografa abdominal se utiliza cada vez con ms fre-cuencia para confirmar el diagnstico de apendicitis e inva-ginacin en los casos dudosos y para descubrir otras cau-sas de dolor abdominal.

    La peticin de otras exploraciones, radiologa de trax,enema opaco, TAC, depender de los hallazgos obtenidospreviamente.

    Si a pesar de todo lo anterior persiste la duda, lo indi-cado es el ingreso hospitalario del paciente, conseguir unacceso venoso, mantenerlo a dieta absoluta y revaluarlocada 4-6 horas. En 24 horas de observacin clnica habre-mos obtenido la informacin necesaria para decidir si eldolor abdominal es o no es susceptible de tratamiento qui-rrgico

    APENDICITIS

    Es el padecimiento ms frecuente que requiere inter-vencin quirrgica abdominal de urgencia. Su mxima inci-dencia se da entre los 6-12 aos(5). En los menores de tresaos la incidencia de perforacin es > del 90%(4). En ado-lescentes del sexo femenino se deben conocer sus antece-dentes menstruales.

    El paciente presenta dolor abdominal continuo de tipoperitontico (Blumberg y Rosving positivos) que se inicia enla regin periumbilical. Conforme pasa el tiempo se inten-sifica, el paciente prefiere estar tumbado sin moverse y selocaliza en mitad inferior derecha del abdomen. Se acom-paa con frecuencia de fiebre, vmitos, anorexia.

    El aumento del recuento leucocitario con predominio delos polimorfonucleares es frecuente aunque no especfico;sin embargo, un recuento normal sin fiebre es til paraexcluir el diagnstico de apendicitis si la exploracin y laclnica plantean dudas.

    La radiologa de abdomen no siempre es necesaria dadoque su informacin es inespecfica en la mayora de los casos.La ecografa est indicada en los pacientes en los que la cl-nica y la exploracin no son suficientes para alcanzar el diag-

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    Urgencias quirrgicas en el nio

  • nstico. Su alta especificidad y sensibilidad est permitien-do disminuir los porcentajes de laparotomas en blanco yacortar el intervalo de tiempo desde el inicio de la clnicahasta la intervencin quirrgica(4,6).

    Todava hoy el factor de mayor importancia en la deci-sin de operar por posible apendicitis, sigue siendo la pre-sencia de signos de irritacin peritoneal a la palpacin en lamitad inferior derecha del abdomen (dolor, defensa o con-tractura muscular, Blumberg, Rosving, psoas).

    Contina siendo difcil hacer un correcto diagnstico dife-rencial y decidir el adecuado momento para la ciruga. Enaquellos casos en los que an persiste la duda, es muy til elingreso hospitalario del paciente y su observacin clnica(7).

    A pesar de todo lo anterior en los nios con dolor abdo-minal y sospecha de apendicitis existe todava una magni-tud de imprecisin diagnstica que no se acepta en cual-quier otra enfermedad: 10-15% de laparotomas en blancoy 20-50% de exploraciones con perforacin(4).

    El tratamiento de la apendicitis es la ciruga, junto con larehidratacin y antibioticoterapia. La apendicectoma puederealizarse mediante laparotoma o laparoscopia, aunque conesta ltima se consigue una disminucin de la estancia y unmejor resultado esttico, se considera que est sobre todoindicada en nios obesos, en los casos dudosos y en muje-res postpberes, ya que permite una exploracin de todoel abdomen y reduce el nmero de laparotomas negativas.

    INVAGINACIN INTESTINAL

    Es la introduccin de una porcin proximal del intesti-no dentro de una porcin ms distal, generalmente el leonterminal se introduce en el colon (ileoclica). Es una de lasurgencias quirrgicas ms frecuentes en lactantes de eda-des comprendidas entre 5-9 meses. Solo en el 5% de los casosse reconoce una causa que hace de cabeza o gua de la inva-ginacin: divertculo de Meckel, plipos, duplicaciones,hipertrofia de las placas de Peyer, linfomas, hemangiomas,fibrosis qustica(4).

    Las formas ideopticas aparecen generalmente despusde un episodio de gastroenteritis o infeccin respiratoria devas altas(2) .

    Su importancia radica en que si no se trata con pronti-tud empeora el pronstico, puesto que aparece isquemia

    por compresin de los vasos mesentricos y necrosis intes-tinal. Clnicamente los padres refieren en el nio un dolorabdominal de tipo clico, intermitente, por episodios carac-terizados por llanto, inquietud, flexin y elevacin de laspiernas hacia el abdomen, palidez y sudoracin. Despusdel episodio que dura unos segundos el paciente puedeencontrarse bien sin sintomatologa o caer en letargia y som-nolencia. Posteriormente aparecern vmitos primero ali-menticios y luego biliosos y las heces conforme pasan lashoras presentan coloracin rojo oscura y moco como la mer-melada de grosella lo que indica sufrimiento intestinal.

    Son nios bien nutridos, que en las primeras horas de laenfermedad y entre crisis se encuentran asintomticos loque puede desorientarnos pensando que los padres estndemasiado ansiosos y darles de alta. Sin embargo, a las 24horas veremos un lactante que impresiona de enfermedadgrave.

    El abdomen puede ser normal a la exploracin en losintervalos entre crisis, contracturado durante stas y dis-tendido posteriormente. La palpacin nos revela, cuandopodemos explorar al lactante, la existencia de una masa alar-gada, mal definida, en mitad derecha del abdomen acom-paada de dolor y defensa muscular. Debemos hacer unexamen rectal buscando sangre y moco en heces(7).

    El estudio analtico no aporta datos especficos, excep-to las consecuencias de los vmitos y el sangrado intestinal:deshidratacin, anemia o leucocitosis.

    La radiologa simple de abdomen puede ser normal,mostrar ausencia de aire en la regin derecha del abdomeno asas dilatadas de intestino delgado con o sin niveles hidro-areos.

    La ecografa desde 1977 permite un diagnstico de lainvaginacin con una sensibilidad y especificidad del 100%,los signos caractersticos son la imagen en diana y la ima-gen de pseudorrin(4). Siempre que surga la duda en unlactante deberemos realizar una ecografa abdominal.

    El enema de bario o de aire es la prueba definitiva parahacer el diagnstico y sirve, adems, para el tratamiento(Fig. 1). Antes de iniciar el estudio se debe tener un accesovenoso para hidratar al paciente y avisar al cirujano. Median-te el enema se consigue la reduccin hidrosttica de la inva-ginacin en el 80-90% de los casos(4). Cuando fracasa se rea-liza reduccin manual quirrgica y en muy pocos casos seprecisa de reseccin y anastomosis intestinal.

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  • Est indicada la ciruga de forma inicial, sin intentar elenema teraputico, en los nios con complicaciones: pacien-tes inestables, peritonitis, perforacin intestinal y obstruc-cin intestinal con niveles hidroareos(4) .

    Existe una tasa de recurrencias del 5 al 10% cuando lareduccin se consigue con el enema y del 1 al 4% cuando esquirrgica(4).

    HERNIA INGUINAL INCARCERADA

    La hernia inguinal en lactantes y nios es el trastornoquirrgico que se diagnostica con mayor frecuencia y sureparacin es una de las intervenciones ms frecuentemen-te realizadas por el cirujano peditrico(4,8) .

    Se entiende por hernia, la protrusin de una parte detejido u rgano a travs de la pared que normalmente locontiene. La incarceracin es la complicacin ms grave dela hernia inguinal, ocurre por la inflamacin y edema gra-dual de una vscera (asa de intestino, ovario) atrapada en elorificio herniario. Conforme aumenta la presin se com-promete el drenaje venoso y linftico, el flujo de entradaarterial disminuye y aparece secuencialmente infarto, necro-sis y gangrena, estamos entonces ante una estrangulacinde la vscera herniada para la que ya se requiere interven-cin quirrgica urgente.

    La incidencia de incarceracin es alta, hasta un 31%,en pacientes prematuros y en menores de un ao de edad,descendiendo hasta cifras de un 12-15% en nios mayores(9).

    Clnicamente el nio, generalmente lactante, con o sinhistoria previa de tumoracin en la regin inguinal se encuen-tra irritable, con dolor abdominal intenso de tipo clico y enocasiones vomita. En la exploracin presenta en la regininguinal o en el escroto una masa firme, mvil y dolorosa.

    Cuando se diagnostica siempre debe intentarse su reduc-cin manual, con el fin de que no evolucione hacia unaestrangulacin. En los primeros momentos puede ser redu-cida, si conseguimos que el nio se relaje, presionando sua-vemente la hernia hacia el suelo del canal inguinal y haciaarriba. La traccin del testculo hacia abajo tambin nosayuda. Si la reduccin se ha realizado con xito es conve-niente dejar al paciente unos das en reposo, generalmentehospitalizado y efectuar la herniorrafia lo antes posible.

    ESTENOSIS HIPERTRFICA DE PILORO

    El origen de la hipertrofia del msculo liso pilrico nose conoce, suele presentarse entre la 3 y la 6 semana devida. El curso clnico tpico se caracteriza por la aparicinde forma brusca o insidiosa de vmitos en la 2, 3 semanade vida, vmitos proyectivos, no biliosos, a los 30-60 minu-tos de la toma. El lactante mantiene el apetito, es capaz decomer inmediatamente despus del vmito y se estancasu curva ponderal. Si no se diagnostica, el paciente pierdepeso, se deshidrata y presenta trastornos hidroelectrolticosy del equilibrio cido-base.

    En la exploracin debemos valorar el estado general,la hidratacin y nutricin. En el abdomen intentaremos

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    Figura 1. Enema opaco que muestra una invaginacin localizadaen ngulo heptico con el resto de las asas intestinales dilatadas.

  • palpar la oliva pilrica que ser ms fcil si el lactante seencuentra tranquilo y con la musculatura abdominal rela-jada lo que se consigue flexionando las extremidades infe-riores hacia el abdomen. Identificaremos, con presin suavede los tres primeros dedos de la mano derecha, una masalisa, dura, desplazable de 1 a 2 cm de dimetro, a la dere-cha de la lnea media por encima del ombligo y debajo delreborde heptico.

    El mtodo diagnstico de eleccin en la actualidad es laecografa que ha desplazado al trnsito digestivo baritado,se mide el dimetro pilrico que debe ser mayor de 14 mm,el espesor muscular mayor de 4 mm y la longitud del plo-ro mayor de 16 mm(10). Si la ecografa no alcanza el diag-nstico, est indicado realizar un trnsito digestivo para des-cartar otras causas de vmitos no biliosos en el lactante, comoel reflujo gastrosofgico o la malrrotacin intestinal.

    Se debe efectuar un estudio analtico en sangre paraconocer la situacin hidroelectroltica, y una gasometra parael equilibrio cido base. Cuando estos parmetros se encuen-tran alterados (alcalosis metablica, hipoclormica e hipopo-tasmica) es obligatoria su correccin preoperatoria. El tra-tamiento de eleccin es quirrgico y esencialmente consis-te en la separacin de las fibras musculares del ploro sinabrir la mucosa (piloromiotoma extramucosa).

    CUERPOS EXTRAOS

    El instinto de explorar en los lactantes y el afn de aven-tura y experimentacin en los nios mayores, tiene comoresultado la introduccin de una gran variedad de mate-riales extraos en cualquier localizacin del cuerpo, siendolas ms frecuentes el rbol traqueobronquial y el aparatodigestivo. Su importancia radica en que en ocasiones pue-den poner en peligro la vida del nio(11) .

    Los cuerpos extraos en laringe o rbol traqueobronquialson siempre situaciones urgentes que precisan de un diag-nstico y tratamiento rpido. Clnicamente se presentan conuna historia de atragantamiento cuando coman frutos secoso jugaban con un objeto en la boca, seguido de afona, dis-nea, tos, nuseas, respiracin sibilante y estridor inspira-torio. En ocasiones cuando el objeto se localiza en un bron-quio, generalmente el principal derecho, puede haber unintervalo libre de sntomas dndonos la falsa impresin

    de que el cuerpo extrao ha sido expulsado por la tos odeglutido. Solo el 25% de los pacientes acude en las pri-meras 24 horas al mdico(12). Sin embargo, la respiracin sibi-lante o la tos persistente deben ponernos en alerta.

    En la exploracin fsica presentan signos de distrs, hipo-ventilacin o broncoespasmo. Ante la sospecha se debe rea-lizar unas radiografas de trax en inspiracin y espiracin,que nos pueden mostrar signos de atrapamiento areo, des-plazamiento del mediastino, atelectasia o el objeto aspira-do si es radioopaco.

    En situaciones muy urgentes con tos disneizante, cia-nosis y crisis de asfixia, que se corresponden con un cuer-po extrao alojado en laringe o trquea, est indicada lamaniobra de expulsin o de Heimlich(12). La broncoscopiaes el tratamiento de eleccin en los casos confirmados deaspiracin de cuerpo extrao o en los dudosos tras episo-dio de atragantamiento. Si el proceso pasa desapercibidosin tratamiento el paciente presentar atelectasias, neumo-nas de repeticin y destruccin del parnquima pulmonar.

    La ingesta y localizacin de un objeto en el esfago suelecausar distrs respiratorio debido a la compresin de la vaarea, puesto que la mayora tiende a impactarse inmedia-tamente por debajo del msculo cricofarngeo. Otros snto-mas son el dolor, la salivacin excesiva y la incapacidad paradeglutir. Unas radiografas anteroposterior y lateral del traxincluyendo el cuello localizar todos los que son radioo-pacos (Fig. 2). Si sta es normal, se realizar una radiogra-fa de abdomen por si ha pasado a estmago o intestino.

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    Figura 2. Radiografa de trax que muestra un cuerpo extraoradiopaco (moneda) en esfago.

  • Cuando el material no es radioopaco se debe hacer un eso-fagograma con bario(13).

    La extraccin se efecta mediante esofagoscopia quedebe realizarse con rapidez cuando el objeto contiene mate-rial corrosivo, como las pilas de botn, ya que pueden cau-sar perforacin, mediastinitis e incluso fstula traqueoeso-fgica(14) . En el caso de ingestin de espinas de pescado,motivo de consulta urgente muy frecuente en nuestro medio,si la exploracin de orofaringe e hipofaringe es normal y lamolestia se refiere nicamente en regin cervical, el pacien-te es observado peridicamente de forma ambulatoria. Si elpaciente contina con la molestia o sta ya desde el iniciose localiza en esternn, trax o espalda, se indica la esofa-goscopia(15).

    Una vez en el estmago la mayora de los cuerpos extra-os ingeridos atravesarn todo el aparato gastrointestinaly sern expulsados por el recto de forma espontnea en 4-5 das. El paciente no necesita, en general, ser hospitaliza-do. Si el material es radioopaco se seguir mediante radio-grafas de abdomen peridicas y se recomendar a los padresque vigilen las heces para confirmar su expulsin.

    Si en 4-6 semanas el objeto permanece todava en est-mago se proceder a su extraccin mediante gastroscopia.Si permanece en otra localizacin intestinal sin progresardurante ese periodo o presenta dolor abdominal, signos deperitonitis, vmitos y sangre en las heces se indicar trata-miento quirrgico(13).

    Cuando el objeto es de bordes afilados o puntiagudoscomo los alfileres, imperdibles, agujas, chinchetas, trozosde vidrio, clavos, lapiceros etc., el paciente debe ser ingre-sado y observado en el hospital por el riesgo de perforaciny peritonitis, en cuyo caso precisar de intervencin qui-rrgica(13).

    Con respecto a las pilas de botn se realizar gastros-copia si en 48 horas no han pasado a duodeno, mientras quesi progresan, se dejarn evolucionar de forma espontneacon controles radiogrficos y se seguirn las mismas indi-caciones que en el resto de cuerpos extraos(15) (Fig. 3).

    CAUSTICACIONES

    La ingestin de sustancias custicas es un accidente rela-tivamente frecuente en la infancia, sobre todo entre 1 y 4

    aos. La mayora de las veces el producto es poco lesivo,como la leja domstica, pero en ocasiones se ingieren agen-tes altamente corrosivos capaces de producir graves lesio-nes en el esfago y estmago. Entre estos productos seencuentran los detergentes industriales para mquinas lava-vajillas, desatascadores o desengrasantes compuestos porlcalis que contienen sosas, sales sdicas o amonaco queproducen sobre todo lesiones esofgicas(16,17). La ingestinde cidos, como el sulfrico (bateras de coches)y el aguafuerte (salfumn) entre otros, afectan principalmente al est-mago.

    Los padres acuden al mdico porque su hijo ha bebidoen casa o en un establecimiento pblico, generalmente unbar, de una envase de refresco o agua rellena de un productocorrosivo y presenta desde entonces, lesiones cutneas en

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    Figura 3. Radiografa de abdomen donde se observa una pila debotn localizada en intestino a nivel de la fosa ilaca derecha.

  • labios, lesiones mucosas en orofaringe, disfagia, disfona,salivacin, estridor, vmitos e intolerancia oral.

    En la exploracin debemos descartar que el paciente estdesarrollando sntomas de una complicacin grave como laperforacin esofgica, que cursa con taquipnea, disnea, estri-dor, fiebre y shock, o una perforacin gstrica que se acom-paa de un cuadro de peritonitis. La intensidad de las lesio-nes labiales y orofarngeas no se siempre se correlaciona conla gravedad de las lesiones esofagogstricas. No se debeinducir el vmito y est contraindicado el lavado gstrico.

    Debemos conocer qu producto ha ingerido y si es posi-ble en qu cantidad, puesto que influir en la conducta aseguir. Cuando se trata de leja domstica en poca canti-dad y el paciente se encuentra bien, no precisa ingreso hos-pitalario nicamente control ambulatorio(17). Cuando exis-ten dudas acerca del producto ingerido o tenemos la cer-teza por el tipo de custico de que puede haber lesionesgraves, el paciente debe ser ingresado y sometido a trata-miento mediante dieta absoluta, hidratacin parenteral,antibiticos, anti-H2, protectores de la mucosa gstrica ycorticoides. Se realiza endoscopia a las 24-48 horas delingreso para determinar la extensin y gravedad de lalesin, y en funcin de sus hallazgos se decide el trata-miento a seguir(16-18). La complicacin ms frecuente es laestenosis esofgica que requiere tratamiento mediante unprograma de dilataciones neumticas y en ocasiones la sus-

    titucin quirrgica del esfago (Fig. 4). A la largo plazoexiste mayor riesgo de cncer de esfago en pacientes quehan sufrido causticacin.

    TORSIN TESTICULAR

    Es una urgencia que precisa de un diagnstico y trata-miento rpidos, porque si no el testculo se perder. Se pro-duce por un giro del testculo sobre el cordn espermticoque origina congestin venosa, edema, isquemia y necrosisgonadal(19). Su mayor incidencia ocurre al inicio de la ado-lescencia, aproximadamente a los 14 aos de edad, aunqueexisten casos de torsin en el periodo neonatal(20).

    El paciente acude al mdico por dolor y tumefaccinescrotal unilateral acompaado, en ocasiones, de nuseas yvmitos. Debemos conocer el tiempo que lleva con la cl-nica y si existen sntomas abdominales (dolor) o urinarios(polaquiuria, disuria, fiebre o piuria), para orientar el diag-nstico diferencial.

    En la exploracin fsica en los momentos iniciales podre-mos observar eritema, edema escrotal y dolor a la palpa-cin, hallazgos que presentan tambin los pacientes con tor-sin del apndice testicular o epididimitis. A diferencia delos anteriores, conforme pasa el tiempo, el testculo torsio-nado se hace indoloro, de consistencia ptrea, se adhiere a

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    Figura 4. Trnsito baritado quedemuestra la existencia de una este-nosis esofgica a la altura del cayadoartico secundaria a la ingestin de uncustico (lavavajillas industrial).

  • la piel escrotal y asciende a la parte superior del escroto oal canal inguinal, siendo difcil su movilizacin.

    Si con la transiluminacin observamos un punto negrode aproximadamente 1 cm de dimetro sobre un testculonormal, el diagnstico es de torsin del apndice testicular.El testculo torsionado no transilumina.

    En el recin nacido se deben excluir una hernia inguinalincarcerada o un hidrocele a tensin.

    La exploracin complementaria ms utilizada, en nues-tro medio, para establecer el diagnstico diferencial es laecografa Doppler. Cuando presenten signos de epididimi-tis se realizar anlisis de orina y urocultivo.

    Siempre que existan dudas sobre la viabilidad del test-culo, la exploracin quirrgica precoz del escroto inflamado,constituye la mejor forma de alcanzar el diagnstico. Cuan-do nos encontramos con un testculo torsionado, sus posi-bilidades de recuperacin sern altas, si la ciruga (detorsiny orquidopexia), se realiza durante las primeras doce horasdesde el inicio de la clnica. A partir de las 24 horas son prc-ticamente nulas efectundose casi siempre orquiectoma(19,20).

    BIBLIOGRAFA

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    Urgencias quirrgicas en el nio