1960 Campañas Históricas Norteamericanas

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La americanización de las campañas electorales: La campaña de 1960 y los debates por televisión Kennedy vs. Nixon Contexto: Al volver al poder en 1953, los republicanos no eliminaron las reformas introducidas por los demócratas en su largo de sus administraciones; y lo que hicieron fue continuar las políticas sociales demócratas, pero de forma más moderada. Fidel Castro tomó el poder en Cuba en 1959, e instaló un régimen comunista apenas a noventa millas de la costa de la Florida. En ese mismo año, el candidato republicano, el vice presidente Richard Nixon, disfrutaba de una reputación cada vez mayor por sus habilidades en la política exterior con el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Nikita Jrushchov, quien en septiembre del siguiente año, realizó una visita oficial a los Estados Unidos. El carismático senador de Massachusetts y candidato demócrata, John F. Kennedy, intentaba ser el primer presidente católico, a la edad cuarenta y tres años, el hombre más joven para el cargo. Nixon sostuvo que él tenía la madurez y la experiencia a tratar de los comunistas, mientras que Kennedy intentó dar vuelta a su juventud en una ventaja, proclamando en su discurso de aceptación en la convención demócrata, “Hoy nos colocamos al borde de un nueva frontera.” En 1960, Estados Unidos disfrutaba de un período de relativa prosperidad. A excepción de las marchas del movimiento a favor de los derechos civiles, y la intensificación de amenaza extranjera de la guerra fría. El 1 de mayo, un avión espía estadounidense U-2 fue derribado por la artillería del Ejército Rojo mientras sobrevolaba la Unión Soviética en una misión de espionaje, lo que trajo como consecuencia la anulación de la cumbre entre las superpotencias. potencias, que estaba previsto celebrarse dos semanas más tarde en París; por otro lado, se produjo un incremento de la tensión en las relaciones entre ambos países. Finalmente, el 8 de noviembre de 1960, John Fitzgerald Kennedy, derrotó en las elecciones al vicepresidente Richard Nixon. Con los demócratas de nuevo en el poder; se intensificó la intervención del Estado en la economía y se aumentó el gasto público en programas sociales. Los republicanos se plegaban a las políticas demócratas y no ofrecían cambios sustanciales. El cambio que sufrió el Partido Demócrata, que pasó de ser refugio de los racistas del Sur y enemigo de los derechos de los negros, a ser defensor de la igualdad entre blancos y negros y protector de los derechos de éstos últimos, causó un cambio en el Partido Republicano. Los blancos del Sur empezaron a abandonar al Partido Demócrata y a mudarse al Republicano; el centro geográfico de los republicanos pasó del Nordeste del país al Sur, mientras los demócratas ganaban el Nordeste. Pero también provocó que la población negra le diera la espalda a los republicanos (a quienes apoyaban por haberlos liberado de la esclavitud); y se cambiaran mayoritariamente a los demócratas. El 17 de enero de 1961, Eisenhower pronunció la alocución final de su mandato, acuñando en la misma una frase que se hizo célebre, en la que advertía de la peligrosa influencia del reciente complejo industrial-militar de los Estados Unidos. Aunque el propio Eisenhower admitió en ese mismo discurso que se trataba de un elemento necesario para la defensa de la nación, pero entendiendo que su existencia debía conjugarse con una sabia y vigilante tutela activa por parte de la ciudadanía, para que los fines de dicho complejo concordaran con los ideales de libertad y democracia a los que necesariamente debía servir. Primer boceto. Giovanni Martínez Castillo 1

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La importancia de los debates televisivos en las campañas político-electorales

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La americanización de las campañas electorales: La campaña de 1960 y los debates por televisión

Kennedy vs. Nixon

Contexto:

Al volver al poder en 1953, los republicanos no eliminaron las reformas introducidas por los demócratas en su largo de sus administraciones; y lo que hicieron fue continuar las políticas sociales demócratas, pero de forma más moderada.

Fidel Castro tomó el poder en Cuba en 1959, e instaló un régimen comunista apenas a noventa millas de la costa de la Florida.

En ese mismo año, el candidato republicano, el vice presidente Richard Nixon, disfrutaba de una reputación cada vez mayor por sus habilidades en la política exterior con el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Nikita Jrushchov, quien en septiembre del siguiente año, realizó una visita oficial a los Estados Unidos.

El carismático senador de Massachusetts y candidato demócrata, John F. Kennedy, intentaba ser el primer presidente católico, a la edad cuarenta y tres años, el hombre más joven para el cargo. Nixon sostuvo que él tenía la madurez y la experiencia a tratar de los comunistas, mientras que Kennedy intentó dar vuelta a su juventud en una ventaja, proclamando en su discurso de aceptación en la convención demócrata, “Hoy nos colocamos al borde de un nueva frontera.”

En 1960, Estados Unidos disfrutaba de un período de relativa prosperidad. A excepción de las marchas del movimiento a favor de los derechos civiles, y la intensificación de amenaza extranjera de la guerra fría.

El 1 de mayo, un avión espía estadounidense U-2 fue derribado por la artillería del Ejército Rojo mientras sobrevolaba la Unión Soviética en una misión de espionaje, lo que trajo como consecuencia la anulación de la cumbre entre las superpotencias. potencias, que estaba previsto celebrarse dos semanas más tarde en París; por otro lado, se produjo un incremento de la tensión en las relaciones entre ambos países.

Finalmente, el 8 de noviembre de 1960, John Fitzgerald Kennedy, derrotó en las elecciones al vicepresidente Richard Nixon. Con los demócratas de nuevo en el poder; se intensificó la intervención del Estado en la economía y se aumentó el gasto público en programas sociales. Los republicanos se plegaban a las políticas demócratas y no ofrecían cambios sustanciales.

El cambio que sufrió el Partido Demócrata, que pasó de ser refugio de los racistas del Sur y enemigo de los derechos de los negros, a ser defensor de la igualdad entre blancos y negros y protector de los derechos de éstos últimos, causó un cambio en el Partido Republicano. Los blancos del Sur empezaron a abandonar al Partido Demócrata y a mudarse al Republicano; el centro geográfico de los republicanos pasó del Nordeste del país al Sur, mientras los demócratas ganaban el Nordeste. Pero también provocó que la población negra le diera la espalda a los republicanos (a quienes apoyaban por haberlos liberado de la esclavitud); y se cambiaran mayoritariamente a los demócratas.

El 17 de enero de 1961, Eisenhower pronunció la alocución final de su mandato, acuñando en la misma una frase que se hizo célebre, en la que advertía de la peligrosa influencia del reciente complejo industrial-militar de los Estados Unidos. Aunque el propio Eisenhower admitió en ese mismo discurso que se trataba de un elemento necesario para la defensa de la nación, pero entendiendo que su existencia debía conjugarse con una sabia y vigilante tutela activa por parte de la ciudadanía, para que los fines de dicho complejo concordaran con los ideales de libertad y democracia a los que necesariamente debía servir.

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La campaña de John F. Kennedy y Lyndon Johnson (D)

El 2 de enero de 1960, Kennedy manifestó su intención de competir en las elecciones presidenciales de ese mismo año. En las elecciones primarias del partido Demócrata, compitió con el Senador Hubert Humphrey de Minnesota y el Senador Wayne Morse de Oregón. También supero a cierta oposición simbólica en New Hampshire, Indiana y Nebraska. En Virginia Occidental, visitó las minas de carbón y conversó con los mineros para lograr su apoyo; la mayoría del electorado en ese estado era conservadora y protestante, muy recelosa de su fe; pese a ello resultó victorioso, lo que confirmó su prestigio como candidato de gran atractivo popular.

Su principal oponente en la convención de Los Ángeles fue el Senador Lyndon B. Johnson de Texas, no estaba compitiendo oficialmente pero tenía gran apoyo de las bases, presentes o no en la convención. Kennedy le pidió a Johnson que fuera su candidato a la Vicepresidencia, a pesar de la oposición de muchos delegados progresistas, y del grupo cercano a Kennedy, incluyendo a su hermano Robert. Pero necesitaba la popularidad de Johnson en los Estados del Sur para ganar en la que se preveía como una de las elecciones presidenciales más reñidas desde 1916. Los temas de mayor importancia incluían el catolicismo de Kennedy, Cuba, la preocupación respecto a si la Unión Soviética estaba ganando o no la carrera espacial y los programas de misiles.

La campaña de Kennedy produjo cerca de doscientos anuncios, que variaron extensamente en tema y estilo. La variedad fue causada en parte por la desorganización dentro de la campaña de los medios, que era manejada por dos agencias que entraron en competencia. Varios spots mostraron la capacidad del candidato para los discursos espontáneos, utilizando extractos de discursos, fragmentos de pláticas en reuniones, y discusiones. Y había una gran variedad de mensajes, entre los que sobresalen el de su esposa Jacqueline Kennedy hablando en español dirigido a votantes hispanos, su jingle ilustrado, y el de Harry Belafonte reuniendo apoyo de los votantes afroamericanos, y la respuesta para fortalecer a los votantes que quisieran apartarse de Kennedy debido a su fe católica.

Más que los spots, dos acontecimientos televisivos dieron a Kennedy un margen de intención al voto en 1960. El primero fue el discurso apasionado a la Asociación Ministerial de Houston, Texas, (organización de religiosos protestantes del área metropolitana) en el cual respondió a las preocupaciones sobre si su catolicismo era compatible con el cargo secular del presidente:

“Al contrario de lo que los periódicos señalan, yo no soy el candidato católico a Presidente. Soy el candidato del Partido Demócrata a Presidente, que resulta que también es católico. No hablo por mi Iglesia en temas públicos - y la Iglesia no habla por mí. [...] Pero si alguna vez llegara ese tiempo - y no creo que tal conflicto sea remotamente posible- cuando el cargo requiera o que viole mi conciencia o que viole el interés nacional, entonces renunciaré al cargo; y espero que cualquier servidor público cuerdo haga lo mismo".1

Discurso de John F. Kennedy ante la Asociación Ministerial de Houston 12 de septiembre de 1960

En la arena de confrontación, Kennedy era seguro y confiado revirtió el ataque mientras que proclamó su lealtad y separación de la iglesia y el estado, y dio un giro inesperado al tema con una pregunta no de religión sino de tolerancia religiosa contra de los católicos, preguntando si los católicos perdían su derecho a ser Presidente, o a otros cargos públicos, desde el día en que eran bautizados. Destacó que su presidencia lucharía a favor de los derechos civiles, además mencionó los temas que a él le parecían más importantes: la creciente influencia del comunismo, la pobreza de la población, refiriéndose a las personas que no tenían qué comer y a aquellas familias que se habían visto forzadas a entregar sus granjas, la escasez de colegios, el incremento de la pobreza, el retraso del país en la carrera espacial. El discurso transmitido en vivo originalmente en Houston, fue editado en un anuncio de media hora que difundirse a través de las estaciones de todo el país.

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El segundo acontecimiento más importante fue debate Kennedy-Nixon el 26 de septiembre, el primero de cuatro debates presidenciales televisados.

Antes del primer debate Nixon había pasado dos semanas en el hospital debido a una lesión en su pierna, lucía barba de muchas horas; sin querer usar maquillaje y una luz clara de fondo se mezclaron para hacerlo ver tenso e incómodo, agotado, pálido y profusamente sudado. Mientras que Kennedy apareció bronceado, seguro y vigoroso. Se estima que entre setenta y setenta y cinco millones de telespectadores sintonizaron el primer debate presidencial transmitido por televisión en la historia.

Al terminar el debate la discusión posterior fue que la mayoría de la audiencia radiofónica, aproximadamente quince millones, sentían que Nixon había ganado, o dijeron que el resultado era un empate. Kennedy emergió como el claro ganador ante los telespectadores logrando sobrepasar por algunos puntos a Nixon en la mayoría de las encuestas y atestiguando así el impacto visual de la televisión. Candidato: John F. Kennedy Cargo: Presidencia de Estados UnidosPartido Demócrata Año 1956Tema: Ciudadanos por Kennedy Duración: 60”Versión: Jingle Técnica: Imágenes fijas e ilustraciones

Dispositivo: Generalidades brillantes

Kennedy, Kennedy, Kennedy, Kennedy, Kennedy, Kennedy, Kennedy

para mi, Kennedy! Kennedy! Kennedy! Kennedy!

¿Quiere usted un hombre experimentado para presidente?

¿Pero no tanto como para no va a probar algo nuevo?

Un hombre que tiene edad suficiente para saber, y lo suficientemente joven para hacer.

Bueno, eso depende de usted, eso depende de usted, estrictamente de usted.

¿Quiere un hombre con respuestas concisas, a un hombre justo?

Pues piénselo bien al compararlo con otros.

Emita su voto por Kennedy y el cambio retrasado.

Entonces depende de usted, depende de usted, es estrictamente de usted

Si, es Kennedy, Kennedy, Kennedy, Kennedy, Kennedy, Kennedy, Kennedy para mi, Kennedy!

Kennedy! Kennedy! Kennedy! Kennedy! Kennedy! Kennedy! KENNEDY!

Video cortesía de la Librería Presidencial John F. Kennedy Comparado con los datos del American Museum of the Moving Image: The Living Room Candidate

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Candidato: John F. Kennedy Cargo: Presidencia de Estados UnidosPartido Demócrata Año 1956Tema: Amenaza del comunismo Duración: 60”Versión: Jackie Kennedy Técnica: Cabeza parlante - TransferenciaRealización Guild, Bascom y Bonfigli Dispositivo: Generación de miedo Target: HispanosT.P. T.A. Imagen Indicaciones técnicas y texto

15” 0”(M.C.U. esposa del presidente, interior de noche, iluminación lateral, no hay fade in ni subtítulos o gráficos de alguna especie).

Jacqueline Kennedy: Queridos amigos, les habla la esposa del senador John F. Kennedy, candidato a la presidencia de los Estados Unidos.

15” 30”

Jacqueline Kennedy: En estos tiempos de tanto peligro, cuando la paz mundial se ve amenazada por el comunismo, es necesario tener en la Casa Blanca un líder capaz de guiar nuestros destinos con una mano firme.

15” 45”(Corte directo a C.U.)

Jacqueline Kennedy: Mi esposo siempre vigilará los intereses de todos los sectores de nuestra sociedad que necesitan la protección de un gobierno humanitario.

15” 60”

Jacqueline Kennedy: Para el futuro de nuestros niños y para lograr un mundo donde exista la paz verdadera, voten ustedes por el partido demócrata el día 8 de noviembre. ¡Que viva Kennedy!

Video cortesía de la Librería Presidencial John F. Kennedy Comparado con los datos del American Museum of the Moving Image: The Living Room Candidate

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La campaña de Richard Nixon y Henry Cabot Londge Jr. (R)

“Nixon y Lodge: ellos entienden lo que la paz demanda”

En 1960, la campaña de Nixon instituyó un procedimiento que llegó a convertirse en un estándar en campañas republicanas subsecuentes. En vez de una agencia de publicidad Nixon prefirió formar a un grupo de expertos ad hoc y lo nombró los Asociados de la Campaña.

El grupo fue encabezado por Carroll Newton, quien había desempeñado un papel dominante en ambas campañas de Eisenhower, y Ted Rogers, productor de un programa de televisión (con el que Nixon salvo su nominación vice-presidencial contestando los ataques de corrupción con un discurso emocional hecho durante un programa de media hora).

Esta estructura de organización dio a Nixon control directo sobre su campaña, y permitió que el grupo reclutara a voluntarios de varias agencias.

Nixon utilizó sus anuncios de 1960 como una breve reseña de su trabajo. En una oficina formal habló directamente a la cámara, para contestar preguntas específicas planteadas por una voz fuera de la pantalla con respuestas detalladas, para presentarse como líder fuerte, experimentado, capaz de hacer frente a los comunistas.

Las encuestas demostraron que los votantes vieron a Nixon con mayor fortaleza que Kennedy en la política exterior por un margen de dos a uno, y consideraron a Kennedy como más fuerte en la política de interior con el mismo rango.

Así Nixon dirigió a cada pregunta en un tema de la Guerra Fría. Sobre de los derechos civiles, dijo; No podemos competir con comunismo sin la participación completa de todos nuestros ciudadanos.

El mensaje implícito en estos anuncios era que mientras que Nixon pudo no podía ser tan carismático o agradable como Kennedy, si era un líder experimentado, maduro, listo para hacer frente a Khrushchev.

Los anuncios de Nixon también jugaron a su fuerza en la política extranjera con frecuencia incluyendo su candidato a la vicepresidencia, Henry Cabot Lodge quien había sido elegido en 1936 como senador republicano de los Estados Unidos por el estado de Massachusetts, en 1944 renunció a su cargo para incorporarse al ejército durante la Segunda Guerra Mundial, siendo el primer senador que realizaba la renuncia por motivo militar desde la Guerra Civil. También había ocupado el cargo de embajador de los Estados Unidos en las Naciones Unidas, posteriormente en 1963 y 1965 fue nombrado embajador en Vietnam, Alemania Occidental y trabajó también como enviado especial en el Vaticano.

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Candidato: Richard Nixon Cargo: Presidencia de Estados UnidosPartido Republicano Año 1956Tema: La pregunta más importante Duración: 60”Versión: Paz Técnica: Cabeza parlante Realización Campaign Associates Dispositivo: Generación de miedo T.P. T.A. Imagen Indicaciones técnicas y texto

15” 0”(Interior de la oficina del candidato, sentado en MLS inicia un zoom in lento).

Locutor voz en off: Señor Nixon: ¿Cuál es el problema más importante que enfrenta el pueblo americano en esta campaña electoral?

Richard Nixon: No hay duda acerca de la respuesta que he encontrado en los viajes por toda esta nación.

15” 30”(Continua zoom in lento hasta M.S. del candidato)

Richard Nixon: Por encima de todo, el pueblo estadounidense quiere líderes que mantengan la paz sin la rendición de los Estados Unidos y el mundo. Henry Cabot Lodge y yo hemos tenido la oportunidad de servir para el presidente Eisenhower en esta causa de los últimos siete años y medio. Los dos conocemos al Sr. Khrushchev. Nos hemos sentado frente a la mesa de negociaciones con él.

18” 48”(Continua zoom in hasta M.C.U. del candidato)

Richard Nixon: Entendemos lo que la paz demanda. Vamos a mantener a los Estados Unidos, como la nación más poderosa del mundo y pondremos a la par la fuerza con la diplomacia firme –sin disculpas, sin remordimientos. Siempre dispuestos a negociar la paz, pero nunca conceder nada sin obtener una concesión a cambio.

12” 60”Gráfico: (imágenes recortadas en el medio centro de los rostros de los candidatos en C.U) (Texto: nombres de los candidatos en sanserif negritas altas, frase de llamada en subtítulo sanserif itálicas en altas y bajas)

NIXON & LODGE Ellos entienden lo que la paz demanda

Locutor voz en off:Vote por Nixon y Lodge, Ellos entienden lo que la paz demanda

Video cortesía de la Librería Presidencial John F. Kennedy Comparado con los datos del American Museum of the Moving Image: The Living Room Candidate

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Los Debates por TelevisiónActualmente los debates televisados son considerados fundamentales en los procesos electorales,

pero fue el debate Kennedy-Nixon de 1960 el momento a partir del cual la televisión pasaría a ejercer un rol predominante en la política.3

El evento más relevante del uso de la televisión en campañas electorales, sin duda, fue en las elecciones presidenciales de 1960, el inesperado ascenso en las preferencias electorales de los votantes hacia Kennedy, frente al entonces vicepresidente Nixon, a raíz de los cuatro debates transmitidos en televisión de “costa a costa” por toda la unión americana, colocó en el primer plano de la atención, que éste medio era capaz de provocar cambios en las intenciones de los votantes.

John Fitzerald Kennedy se aseguró del apoyo de dos asesores de relaciones públicas. Pierre Salinger, encargado de la prensa escrita, y Leonard Reinsch, encargado de televisión.

Kennedy no tenía nada que perder en el debate, según las encuestas el vicepresidente Nixon lo aventajaba por una pequeña diferencia. Se dice que JFK visitó los estudios de televisión un día antes del evento para ensayar y que los técnicos le sugirieron qué color de ropa emplear para registrar mejor ante las cámaras y también que debía maquillarse, aceptar someterse al aprendizaje de cómo presentarse y actuar ante las cámaras le representó una considerable ventaja. Mientras que Nixon, quién tuvo la idea de mantener una serie de cuatro debates televisados, pensando que saldría victorioso de los mismos al contar con mayor experiencia que su adversario, pasó por alto estas mismas indicaciones el día del evento produciendo una mala impresión en pantalla ante la comparación con su joven oponente, pues daba la impresión de estar mal afeitado, la mirada fría, el semblante poco amigable y el manifiesto sudor de la camisa, nada tenía que hacer frente a la seductora actitud de Kennedy de personalidad carismática sin duda y arrolladora ante las masas. La inseguridad de Nixon en los debates aumentó y el resultado en este primer debate marcó la derrota.

Imágenes originales del primer debate entre John Fitzgerald Kennedy y Richard Nixon en 1960.

Fuente: History Channel: “El Clan Kennedy”, transmitido el mes de diciembre del 2003.

Dayan y Katz (1992:163) reseñaron este suceso de la siguiente manera: Como acontecimiento mediático este debate alimentó la esperanza de la apertura política y diplomática ya que presionó al sistema político para que hubiese confrontaciones similares entre los principales candidatos. Además la idea se exportó a otros países como si la confrontación entre candidatos en una campaña electoral formase parte intrínseca de la televisión misma. 4

Philippe J. Maarek, (1995:30) también expone sobre este fenómeno: Parece ser que Kennedy fue el primer político que aceptó someterse al aprendizaje de cómo

actuar ante las cámaras de televisión (lo que representó una considerable ventaja en su famoso debate televisado con Richard Nixon).5

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Schroeder, Alan (2008) desde el debate de Kennedy y Nixon en 1960, la televisión ha cambiado totalmente la forma de hacer y de comunicar la política. Antes era el contacto personal, el mitin; ahora manda la televisión y, en el futuro, el discurso político se canalizará por medio de internet y de las redes sociales.

Mohammad Naghi, (1984:234), comenta: A partir de este famoso debate, la televisión aparece como el instrumento supremo de las contiendas electorales. Las investigaciones científicas realizadas en cuanto a la efectividad de este medio muestran que la audiencia de las campañas televisadas es muy elevada y que su influencia sobre los electores es notable. Es un medio privilegiado para acrecentar la notoriedad de un candidato inicialmente poco conocido; además, ofrece a los candidatos la posibilidad de valorar los aspectos positivos de su personalidad y, por consiguiente, suscitar en los electores sentimientos de simpatía o admiración. Se comprobó que ante la pantalla de la televisión los electores están más atentos al espectáculo que a los discursos y son más sensibles a los personajes que a las ideas.6

Recordando el discurso de Kennedy(Selección del segundo debate Kennedy-Nixon retransmitido como spot de cinco minutos)

Conductor: En el histórico debate con Richard Nixon, el senador John F. Kennedy dio su punto de vista, siendo directo y especifico desafiando o encarando el tema de frente. Él está comprometido a enfrentar los retos y desafíos de los sesentas, él ofrece un nuevo liderazgo con capacidad de mando para su país y para el mundo.

Kennedy: Este es un gran país, pero pienso que podría ser aún mayor, este es un país poderoso pero pienso que puede serlo más. No me siento satisfecho teniendo un cincuenta por ciento de nuestras fábricas de acero en desuso. No me sentí satisfecho cuando los Estados Unidos el año pasado tuvo el más bajo crecimiento económico de las sociedades industrializadas en el mundo. Porque la fuerza y vitalidad significan crecimiento económico. Esto significa que podemos mantener nuestras defensas. Esto significa que podemos cumplir nuestros compromisos con el extranjero.No estoy satisfecho cuando tenemos más de nueve mil millones de dólares de alimentos, algunos de ellos pudriéndose, a pesar de que hay un mundo con hambre, y a pesar de que cuatro millones de estadounidenses esperan cada mes por un paquete de alimentos del gobierno, con un promedio de cinco centavos al día por persona. He visto lugares en West Virginia, en nuestro país, donde los niños se llevan a casa parte de su almuerzo de la escuela, a fin de alimentar a sus familias. Creo que no estamos cumpliendo con nuestras obligaciones para con nuestros compatriotas.No me siento satisfecho cuando veo que la Unión Soviética tiene el doble de científicos e ingenieros que nosotros. No me siento contento cuando varios de nuestros maestros reciben un salario deplorable, y varios de nuestros estudiantes cumplen sólo con medios horarios. Pienso que nuestro sistema de educación debería de ser insuperable.No me sentiré satisfecho hasta ver que cada americano goce de sus derechos constitucionales. Cuando un niño de color nace tiene la mitad de oportunidades de acudir o ser enviados a una secundaria que un niño blanco. Y sólo tienen un treinta por ciento de oportunidades de asistir a una universidad en comparación con un blanco, esto dice que tiene sólo un tercio de oportunidad de ser un profesionista. Aproximadamente la mitad de ellos solo tiene la oportunidad de tener su casa propia. Tiene cuatro veces más oportunidades de no tener trabajo que un niño blanco. Pienso

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que debemos hacer que esto mejore. Yo no quiero que el talento de cualquier estadounidense se desperdicie.Sé que hay quienes dicen que queremos cargarle toda la mano al gobierno, pero yo no digo que él se encargue de todo. Pienso que cada quien tiene que cumplir sus responsabilidades. Y quisiera que los estados cumplieran sus responsabilidades. Pero también pienso que esa sería una responsabilidad nacional.Si usted siente que todo lo que se está haciendo ahora es satisfactorio, que el poder relativo y el prestigio y la fuerza de los Estados Unidos es cada vez mayor en relación con la de los comunistas, que vamos a tener mayor seguridad, que estamos logrando todo lo que una nación debe lograr, que estamos logrando una mejor vida para nuestros ciudadanos y una mayor fuerza, entonces estoy de acuerdo. Creo que debería votar por el señor Nixon. Pero si siente que tenemos que pasar de los sesentas, que la función del presidente es poner ante el pueblo la tarea inconclusa de nuestra sociedad, como Franklin Roosevelt hizo en los años treinta, la agenda de nuestro pueblo, lo que debemos hacer como sociedad para satisfacer nuestras necesidades en este país y proteger nuestra seguridad y ayudar a la causa de la libertad. Como dije al principio, la pregunta que nos hacemos todos, lo que enfrentamos los republicanos y los demócratas es: ¿puede la próxima generación conquistar la libertad? o ¿serán exitosos los comunistas? Esta es la gran cuestión. Y si cumplimos con nuestras responsabilidades, creo que la libertad triunfará. Si no podemos –si no logramos avanzar, si no somos capaces de desarrollar la fuerza militar, económica y social importante en este país– creo que la marea puede empezar a correr contra nosotros. Y no quiero que los historiadores dentro de diez años digan: Estos fueron los años cuando la marea salió de los Estados Unidos. Yo quiero que digan: Estos fueron los años cuando la marea entró Estos fueron los años cuando Estados Unidos comenzó a moverse de nuevo. Esa es la cuestión ante el pueblo estadounidense, y sólo usted puede decidir lo que quiere –lo que quiere que este país sea, lo que quiere hacer con el futuro. Creo que estamos listos para avanzar. Y esa es nuestra misión, si tenemos éxito, nos ocuparemos de nosotros mismos.

Conductor: Usted ha estado viendo un fragmento importante del debate Kennedy-Nixon presentada por los Ciudadanos a favor de Kennedy. Vote por el liderazgo norteamericano. ¡El país lo necesita!, ¡el mundo necesita! ¡John Kennedy a la presidencia!

Cortesía de ABC News © 1960

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Características de los Debates

Los debates son considerados una obligación cívica de los aspirantes a cargos de elección popular, por lo que rehusarse a participar (aunque vayan arriba en las encuestas) resulta negativo para su imagen, la opinión pública puede considerar que es débil o tiene algo que ocultar, o que es prepotente al no exponer sus ideas y proyectos como lo hacen los demás candidatos.

Alanís (1996) diserta sobre las características de los debates: Un verdadero debate conlleva honestidad intelectual entre quienes participan, permite la reflexión y el reconocimiento del otro, la no exclusión, la factibilidad de un ejercicio político y de obra pública de mayor consenso, fundamentado todo ello, en la pluralidad de las ideas y los mejores argumentos.

La perspectiva del debate, inscribe en sí misma el conocimiento y el pensamiento de los contendientes sobre los contenidos económicos, políticos y sociales de nuestro entorno; contempla la ubicación más real y concreta del lugar en el que estamos y hacia donde queremos ir, incluye: ¿Qué hacer? ¿Cómo hacerlo? Y ¿Qué sigue?... Sobre todo lo relacionado con las dificultades sociales y económicas de nuestros conciudadanos; hay que decir, sobre un debate que se arrogue como tal, que deberá estar configurado en el contexto de un análisis concreto de políticas públicas, de profunda reflexión del sistema económico moderno para poder decidir en consecuencia con la menor posibilidad de error y a favor de las grande mayorías que habitan el territorio nacional.

García García (2003) comenta ciertamente, los debates electorales en México no definen el rumbo de una elección y difícilmente cambian las tendencias de los llamados votos duros o de partido, quizá algunos ciudadanos indecisos puedan dudar de sus preferencias o reforzarlas al conocer la capacidad intelectual o discursiva de un determinado candidato pero, sin duda, son una ventana para evidenciar las incongruencias de las propuestas de los otros y resaltar los conceptos que nos interesan, así como aclarar los conceptos que se nos atribuyan y sean infundados.7

Podemos definir las tres etapas que forman un debate: 1) pre-debate (la preparación del candidato (discurso, entonación, comunicación no verbal), 2) central (el acto mismo del debate), y 3) el post-debate (la explotación de lo ocurrido en el cara a cara por parte de los participantes).

Etapa pre-debate (planeación previa)Para el candidato es recomendable aceptar las invitaciones a los debates, siempre y cuando se

establezcan las reglas del mismo claramente, que el conductor sea imparcial y se otorguen igualdad de condiciones en el uso del tiempo, la réplica y la contrarréplica.

Evidentemente que los temas a debatir deben ser los que preocupan a la ciudadanía.Es importante que los equipos de comunicación de cada contendiente preparen posibles preguntas

y respuestas –aun las que parezcan más triviales– a los diversos temas establecidos en la agenda, a las principales críticas de los adversarios sobre la base de sus discursos y oferta política, lo que lleva a analizar su FORD (fortalezas, oportunidades, riegos y debilidades) y no dejar afuera el análisis de los medios de comunicación. Lo más importante es estudiar los temas, las posibles fallas y aciertos, tomar tiempo para conocer a los otros candidatos y sobretodo practicar su intervención.

Para los estrategas internacionales Ibinarriaga y Trad (2009) lo importante es marcar los términos del hacia los temas más favorables para nuestro candidato. La pregunta más importante que tiene que responder una campaña es: ¿de qué se trata esta elección? La respuesta normalmente cae dentro del espectro simbólico del “cambio”–si eres la oposición– o “continuidad” –si eres el partido en el gobierno.

Una lucha fundamental dentro de cualquier elección es la de apropiarse de los términos del debate. Que los electores al decidir su voto, lo hagan pensando en nuestra respuesta a la pregunta ¿de qué se trata esta elección? En la medida en que logremos mantener nuestro tema como el eje central de una elección, estaremos siempre en ventaja ante nuestros adversarios. Debemos evitar la tentación de entrar a debate en los términos de nuestros adversarios. Ellos son más fuertes en cancha propia.8

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Es responsabilidad de quienes pretenden gobernar a los conjuntos sociales del país, asumir el rol de sujetos políticos con propuesta, no ser evasivos en relación a los problemas planteados por la población. De esta manera, el debate tendría la función de posibilitar la discusión, el análisis y la disertación, donde al mismo tiempo que permite informar e informarse, cumple con uno de los preceptos democráticos más importantes, que es el del intercambio de las ideas y la manifestación de las intenciones de los participantes, esto incluye analizar las propuestas y ponerlas a consideración de la ciudadanía.9

Dicen Fernández Collado y Hernández Sampieri (2000) que se debe preparar una tesis general que presentará al inicio y cierre del debate, la cual incluye su propuesta y valor agregado –Propuesta Única de Venta– como candidato, así como respuestas a todos los cuestionamientos que probablemente le hagan sus rivales, El candidato debe mostrarse proactivo, con actitud de líder, con fortaleza, conocimiento de causa, carácter positivo, seguro de sí mismo y de que va a ganar la elección.

Etapa central (performance o puesta en escena)Esta puesta en escena, o cara a cara, cumple una función cívica extraordinariamente importante

para familiarizar a la audiencia con los candidatos, sus políticas y la confrontación de ideas.Aquí es muy importante la imagen mediática que el candidato proyectará a la audiencia, por lo

que debe contemplar su imagen física y vestimenta adecuada para el acto y para los medios. Algunos asesores de imagen recomiendan traje azul marino u oscuro, camisa blanca o tono pastel, corbata roja, azul, amarilla, o verde –de acuerdo a el partido que representa– pero en ningún caso demasiado llamativa, tampoco debe llevar accesorios ostentosos.

Cuadro 1: Elaboración del discurso central

Durante el debate el candidato debe poner en práctica lo ensayado, al mismo tiempo que escuchar y anotar las ideas principales del desarrollo del mismo. García da tres sugerencias:

Si algunas ideas de sus oponentes son relevantes es conveniente, como táctica de “aliados temporales”, apoyarlas para neutralizar o sumar fuerzas.10

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Por ello, en la réplica no se debe perder la oportunidad de resaltar las ideas-fuerza (del concepto rector) evite caer en provocaciones o en ataques personales, si decide responderlos hay que ser contundentes y breves, no destinarles demasiado espacio. Vuelva a las ideas, maneje los temas, atraiga a los adversarios en el terreno para el cual se preparó, no al cual ellos quieren llevarle.11

En la intervención final deje un mensaje corto, contundente y de fácil recordación en el público, prepárelo antes, no se confié en su memoria, la claridad y orden en las ideas se contaminan con la presión o intensidad del debate.

El público quiere soluciones no vaguedades, el candidato debe ser preciso en sus ideas y utilizar palabras sencillas para comunicarse.

Etapa post-debate (construcción de la agenda posterior al debate)Algunos dicen que el post debate es más importante que el debate mismo. El debate del debate se

gana con los análisis que provocaran un torrente de noticias y comentarios. En los días posteriores hay abundantes sedimentos para intentar el análisis de sus repercusiones en la campaña electoral, con la guerra de los números de encuestas a favor y en contra.

Los medios están ávidos de emitir un juicio y de canalizar el rating por lo que invitan a representantes de los partidos a defender los puntos de vista de su candidato. Si estos no están preparados para defenderlo todo el trabajo se puede venir abajo.

Los formatos Puede no existir una confrontación directa, la evitan y hablan con el otro candidato a través del

moderador. O bien, la conversación es directa, donde existe un mayor nivel de conflicto y enfrentamiento, y aunque puedan parecer monólogos de los candidatos, si que existen puntos de interacción y diálogo.

Otro elemento diferenciador es la puesta en escena donde los candidatos y el moderador se encuentran en un estudio vacío, rodeado de cámaras robotizadas y sin público. Mientras que en Estados Unidos los debates se hacen con público, que en algunos formatos son incluso quienes preguntan, y las esposas de los candidatos se encuentran entre dicho público.

Una de las principales críticas a estos cara a cara entre los candidatos es el excesivo control que ejercen los asesores, que abarca desde lo más importante, la confección del cuestionario de los temas y la realización (tamaño del plano, ritmo de montaje) hasta lo más accesorio como son los elementos ornamentales del estudio (color de los fondos, altura de las sillas, diseño de la mesa, sistemas de iluminación...), lo que da pie a que la sociedad tenga la sensación de que todo está controlado. Es una percepción que se da. Y es así. Pero eso pasa porque los asesores de los candidatos tienen miedo a perder y por eso quieren controlar absolutamente todo.

Cuando los políticos se educan y aprenden a hablar para los medios de comunicación el turno de la palabra no da la razón sino el reglamento de la cámara, en estos casos Aurelia Lombao (2009) describe en que se convierten los debates: Al principio, los debates despertaron el natural interés que toda controversia pública suscita. Sobre todo porque se presentaron como auténticos combates, donde se gana, se pierde y ambos adversarios pueden destrozarse sin piedad. Pero esto era mera propaganda, porque los adversarios y sus aparatos se cuidaron muy bien de regular la pelea hasta convertir el ring en pista para un plácido vals, con el natural desencanto del respetable. Ellos iban simplemente a simular una pelea y a no perder. Este planteamiento pugilístico de los debates, falseado además por un protocolo esterilizante, los convierte en un engaño que defrauda y de nada sirve. El enfoque ha de ser otro: el de poder descubrir qué piensan realmente los líderes, qué traman y cómo pretenden realizar sus proyectos. Las reglas deben de ser mínimas. La participación de expertos, periodistas especializados y ciudadanos de todas las tendencias inquiriendo y repreguntando ha de ser posible. Y, sobre todo, sin trampa ni cartón. Así podrán salvarse los debates, de lo contrario dará igual quien participe, resultarán insulsos y disuasorios.12

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Intervenciones o preguntas del moderador, periodista o ciudadanos. En Estados Unidos se permiten estas preguntas, incluso los debates son con público, a veces en

foros universitarios, otros con periodistas especializados… Y en otros países como México y España se concede todo el protagonismo a los candidatos.

La entidad que organiza los debates. En Estados Unidos es la Comisión de Debates Presidenciales, institución que exclusivamente se

dedica a organizarlos y que tiene patrocinadores comerciales. En España, es la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, institución sin ánimo de lucro interesada en todo lo relativo a la televisión. En México el encargado es el Instituto Federal Electoral, para elecciones presidenciales y los Consejos Estatales para las candidaturas a gubernaturas, aunque también pueden existir los debates no-oficiales organizados por medios de comunicación.

Lo importante Aunque algunos candidatos “sientan” que van a la delantera porque sus encuestas así lo indiquen,

lo importante es que se produzcan debates. José Blanco, en el libro El debate de los debates afirma que dejar la silla vacía nunca más será rentable. Los debates son un derecho de los ciudadanos y no un privilegio de las cadenas… se deben producir los debates entre todos los candidatos sin excluir a nadie.13

Cuando los publicistas controlan de la agenda mediática pre y post debate

En México, durante el primer debate televisado con los candidatos presidenciales, Cuauhtémoc Cárdenas (PRD), Ernesto Zedillo (PRI) y Diego Fernández de Cevallos (PAN), este último iba muy por debajo en las encuestas de intención al voto; sin embargo, tras el debate repuntó de tal manera, que si las elecciones se hubieran realizado en seguida hubiera ganado la Presidencia. Su éxito residió en los argumentos lapidarios con que fundamentó la crítica contra sus contrincantes y en su mayor agilidad mental y presencia; además de su actuación como abogado litigante.14 Tres años más tarde comentaría: La elección del 94 no me la ganó el Doctor Zedillo, sino el Presidente Salinas, Pronasol y Televisa.15

Una vez aprendida esta lección, el entonces candidato Vicente Fox contrató a Francisco Ortiz como coordinador general de mercadotecnia para su campaña presidencial y a Santiago Pando como responsable de la estrategia creativa. Ortiz había estado al frente de las áreas de mercadotecnia de Richardson Vicks, Protec & Gamble, del Grupo Editorial Televisa y de Radiópolis.

Seis años más tarde, Orozco Gómez se refiere a la metáfora mediáticamente construida para la campaña del 2000, de que Fox era un mexicano bronco, macho, capaz de enfrentarse y ganarle a quien se le pusiera enfrente, apuntalada con su indumentaria, su personalidad varonil y sus palabrotas y gesticulaciones obscenas, muy cerca al 2 de julio se montó otra metáfora más audaz y mordaz que todas las producidas en campaña, por la cual se presentó a un Labastida “mañoso”, de dudosa identidad sexual, en uno de los últimos anuncios publicitarios. La verosimilitud de éstos, a su vez, se construyó a partir del acto priista proselitista con el espectáculo chippendale que tuvo lugar a media-dos de junio en Chimalhuacán, Estado de México, y de "imágenes de archivo" en las que aparece un dudoso fortachón Labastida que abraza con efusividad a sus colegas de partido y los levanta de las nalgas. De esta manera, la contienda electoral, y con ella la política, rebasaron cualquier prospectiva científica, y se anclaron en un canibalismo simbólico, televisivo, sin precedentes.16

En una entrevista con la Revista Proceso (1999), Santiago Pando adelantaba que un primer objetivo de la campaña, era penetrar en las conciencias: “La campaña de Fox no busca descalificar a

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Labastida; es un tipo gris, es apenas un títere, se trata de desenmascarar al sistema y a la fábrica de grises.17

A partir de ese suceso el equipo priísta desvió su eje rector y en su intervención durante el debate presidencial del 2000 Francisco Labastida Ochoa cayó en el juego de auto-inculparse: “Quiero comentar, que me ha llamado la atención que hoy no me haya agredido Vicente Fox (PAN) con los adjetivos que últimamente ha utilizado, en las últimas semanas me llamado chaparro, me ha llamado mariquita, me ha dicho la vestida, me ha dicho mandilón, ha hecho señas obscenas en la televisión, refiriéndose a mí, y a mí no es que eso me ofenda, sino que está ofendiendo a las familias mexicanas, con los dichos, con los adjetivos, con las señas, y con las majaderías que ha utilizado…” Aludido en su contrarréplica Fox respondió, ahora sí, con un ataque: “Estimado señor Labastida, a mi tal vez se me quite lo majadero pero a ustedes lo mañosos, los malos para gobernar y lo corruptos no se les va quitar nunca”.18

El problema del dispositivo de reversiones es que se remarca el ataque y este sirve de auto-inculpación al contrincante. Hábilmente, ni tardos ni perezosos, los publicistas de la “Alianza por el Cambio” (PAN/PVEM) transformaron este suceso en un spot emblemático salirte de su estrategia. Con el siguiente texto:

Candidato: Vicente Fox Quezada Cargo: Presidencia de Estados UnidosPartido Alianza por el Cambio (PAN-PVEM) Año 2000Tema: ¿Qué queremos los mexicanos? Duración: 30”Versión: Debate Técnica: Cabezas parlantes

Dispositivo: Auto-inculpación del contrincante

Locutor:La pregunta este 2 de julio es será lo mexicanos queremos alguien que hable así.

Labastida: Me llamado chaparro, me ha llamado mariquita, me ha dicho la vestida.

Locutor:O queremos un presidente que nos hable con la verdad.

Fox: Estimado señor Labastida, a mi tal vez se me quite lo majadero pero a ustedes lo mañosos…

Fox: Lo malos para gobernar y lo corruptos no se les va quitar nunca

Locutor: Presidente FoxVota Alianza por el cambioEl cambio que a ti te conviene

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¿Pueden realmente los debates presidenciales afectar el resultado de una elección?

En los Estados Unidos, donde el nexo entre política y espectáculo es una tradición que no ruboriza a nadie, el consenso parece indicar que sí. Como ya vimos en el ejemplo clásico de los cuatro debates en 1960, entre Kennedy y Nixon. El fenómeno se repitió en 1980, entre Reagan y Carter, donde a una semana de la elección, Ronald Reagan pudo mostrar una imagen afable en el debate contra Jimmy Carter que lo catapultó a la presidencia. En ambos casos, los momentos claves frente a las cámaras parecen haber definido el resultado en las urnas.

Bill Clinton fue otro político favorito en el estrado. Al igual que Reagan, se desenvolvía con gran naturalidad ante las cámaras, y cuando un candidato disfruta, se siente ganador y lo transmite.Alan Schroeder, autor del libro “Debates presidenciales. 50 años de alto riesgo en televisión”, asegura que la selección de los encargados de las preguntas, los ángulos de la cámara, la iluminación o el maquillaje llegan a ser s cruciales.19 Schroeder recuerda las palabras del ex presidente Reagan cuando decía que un debate se parece a la música jazz, donde hay una melodía general y mucho espacio para la improvisación. Pero casi nadie nace sabiendo, por eso la preparación es imprescindible. Gana quien más se prepara. De hecho, las fases previa y posterior son tan importantes como el cara a cara, donde la clave es seducir al espectador.20

En 1988, la frialdad de la respuesta de Michael Dukakis frente a una pregunta de Bernard Shaw fue clave en la derrota; para confrontar su oposición a la pena de muerte, Shaw le preguntó qué haría si su esposa fuese violada y asesinada. Dukakis respondió “sin emoción” con un argumento en contra de la pena capital. Esto es una muestra de que los debates televisados no sólo ponen a prueba argumentos, sino el delicado mensaje no verbal de las reacciones de los candidatos ya que las amplifican y detallan.

Un debate televisado puede ser fatal en una campaña cuando el candidato no está física y mentalmente preparado para debatir, cuando no ha completado un entrenamiento mediático (media training), cuando no posee agilidad mental, presencia física, capacidad oratoria y retórica, o cuando no planeo y estructuro el debate. Estudios sobre nuestra comunicación interpersonal indican que pasamos un cincuenta por ciento prestando atención a la comunicación verbal y otro cincuenta por ciento a la comunicación no verbal, pero si esta intercomunicación se produce a través de la televisión, la comunicación no verbal se incrementa hasta un ochenta por ciento, lo que significa que cuidar los detalles (gestos, miradas, movimiento de las manos...) adquiere una importancia relevante. La tele-visión es imagen y pesa mucho lo no verbal. La audiencia sí percibe esos detalles. En cambio no se acuerda de lo que dicen los candidatos. Un debate no es para discutir temas serios. Es para ver las características personales de los candidatos. 21

Schroeder muestra que, similar a los reality shows, los debates presidenciales combinan algo de verdad y mucho de artificio, lo planeado y lo inesperado. Y plantea interesantes observaciones acerca de la mezcla entre información cívica y entretenimiento en horario estelar que significan los debates presidenciales. También afirma que los candidatos temen lo desconocido, tratan de minimizar cualquier imprevisto, y por ello es un formato que inspira mucho respeto entre los políticos. Además, insiste en que entender los debates supone entender los códigos de la televisión: el drama, el conflicto, la competencia, la sorpresa y el riesgo. Insiste en que los valores teatrales cuentan más que la sustancia política, ya que un buen chiste te puede hacer ganar. Para Schroeder, el debate se asemeja a un enfrentamiento entre dos guionistas que tratan de escribir el guión de un programa en vivo, un ámbito que conoce muy bien, ya que antes de iniciar su faceta como docente universitario, hace veinte años, trabajó produciendo espacios de televisión, siempre en vivo.

Podemos concluir con los datos de encuestas realizadas a posteriori de los debates donde se confirma, un debate no modifica la tendencia del voto. Pero siempre hay excepciones –como el caso de a finales de 1998, en el que Ross Perot descendió seis por ciento. Normalmente lo que hacen los debates es confirmar la percepción –positiva o negativa– del votante sobre el candidato. Sólo pueden tener incidencia en los indecisos.

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Guía para realizar un debateBasada en la Commission on Presidential Debates (2004)

¿Cómo se organiza un debate?

Los debates son un modo eficaz de informar y de implicar a los votantes en el proceso electoral. La Comisión de Debates Presidenciales (CPD, Commission on Presidential Debates) compiló los siguientes lineamientos para los debates que patrocina, incluyendo los debates electorales, foros de discusión, y debates estudiantiles.

Esta guía fue preparada para contestar a las preguntas más comunes de las instituciones educativas, organizaciones cívicas y los medios de comunicación que organizan debates. Les mostraremos los pasos necesarios organizar un evento de este tipo y una lista de comprobación para su planeación. Recuerde que no hay una única manera correcta de proceder; esta guía simplemente delineará algunas opciones.

Lista de comprobaciónEsta guía utiliza la siguiente lista de comprobación para ayudarle a preparar un debate. Cada

tópico es tratado a detalle posteriormente.

Presupuesto Negociación con los candidatosLugar del debate Formato

Mobiliario AudienciaElectricidad Materiales impresos

Ayuda profesional RuidoSeguridad Interés de la comunidad

Registro y transcripciones CámarasInternet Otras salvedades

Sitio del debate MediosActividades del Post-Debate

Presupuesto¿Cuánto cuesta realizar un debate? La respuesta depende del tamaño de la producción, de la

promoción, de la seguridad, del alquiler del lugar del debate, y muchas otras cosas. Piense en el presupuesto y cómo financiar el acontecimiento. Puede buscar patrocinadores para subscribir los costos y reconocer su colaboración en los materiales impresos y en su sitio Web.

Lugar del debate ¿Puede utilizar sitios que sea proporcionado gratuitamente, o tendrá que ser alquilado? Hay

muchos lugares que puede utilizar sin incurrir en costos importantes; auditorios y centros municipales. Debe considerar el tamaño de la audiencia, así como la iluminación y la acústica para seleccionar el mejor lugar para el acontecimiento. Si se va a difundir por televisión o radio una opción es realizarlo en un estudio de producción, si no pregunte cuáles son sus necesidades específicas. Y aunque tal sitio pueda solucionar algunos problemas logísticos, limita el tamaño de la audiencia y la oportunidad para la participación amplia de la comunidad. Finalmente, seleccione un sitio para el debate que sea lo más neutral posible.

MobiliarioNecesita proporcionar una plataforma elevada y atriles para los participantes, los escritorios y

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mesas para el asesor y los miembros del jurado, alfombrando para una mejor acústica, y las sillas para la audiencia.

ElectricidadNecesitará obtener fuentes de energía adicionales si su acontecimiento será difundido, decida qué

equipo proporcionará usted y qué traerán los medios y los representantes.

Materiales impresosDebe imprimir programas, carteles, credenciales de los medios, entradas o boletos de la

audiencia. Estos artículos no sólo serán provechosos en promover el debate, sino que las credenciales y los boletos ayudan con la seguridad y la logística. También sirven como recuerdos y pues los medios dan crédito a esas organizaciones que apoyaron el evento.

Ayuda profesionalSe requiere ayuda profesional manejar el equipamiento, particularmente en la difusión

especializada y en los equipos electrónicos. Para la mayoría de las tareas, los voluntarios pueden proporcionar ayuda inestimable sin ningún costo. Recuerde identificar a los trabajadores que le ayudarán antes, durante, y después del debate. Piense en la participación de estudiantes, particularmente los que estén estudiando Ciencias Políticas, Ciencias de la Comunicación, o Periodismo, Relaciones Públicas y Comunicación Política. Considere solicitar voluntarios para operar el sitio Web.

SeguridadProporcione la seguridad necesaria para que el debate se lleve a cabo sin contratiempos, sobre

todo hay público y/o si los ánimos están subidos de tono y afuera del lugar ahay seguidores de uno u otro bando. Cerciórese de que las áreas donde se almacenan el equipo y los materiales relacionados debate estén protegidas..

Registro y transcripcionesSi planea ofrecer transcripciones escritas del debate, y/o archivos en video o audio digital,

contemple los costos. Para hacer estos artículos útiles deben estar disponibles lo más rápidamente posible después del debate. Recuerde fijar una transcripción escrita del debate sobre su sitio Web.

InternetSu sitio Internet se puede utilizar para promover la fecha y la localización del debate, para

solicitar voluntarios y a donadores, para manejar solicitudes de boletos, para reconocer a los patrocinadores, y para recibir la reacción del post-debate. Puede ahorrar el dinero invitando a una universidad local, a un negocio, o a un grupo cívico que fijen su información en su sitio. También considere que con una webcam puede transmitir el debate.

Sitio del debate¿Dónde se llevará a cabo el debate? Tome en cuenta los problemas logísticos y las alternativas de

espacio conveniente en un auditorio, un teatro, una escuela, un hotel, o un estudio de televisión (si este será transmitido).

Difusión. Si va a ser televisado el debate, encuentre un sitio en el que equipo técnico pueda adaptarse. Observe la fuente de corriente eléctrica, la acústica, la iluminación. Dependiendo de qué tan compleja será la producción, solicite el consejo de un productor independiente o alguna estación local de televisión. La obtención de consejo de un experto le ahorrará por adelantado dolores de cabeza y costos posteriores.

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Tamaño de la audiencia. Al decidir sobre el sitio, contemple lugar para el equipo de campaña de los candidatos, el equipo de transmisión, y la sala de redacción para periodistas.

Centro de medios. Dependiendo del tamaño del debate, puede considerar seleccionar un lugar que ofrezca espacio cercano para un centro de medios. Este centro proporciona lugar de trabajo para los periodistas, antes y después del debate. Para los periodistas que no puedan estar en el sitio del debate, el centro de medios permite servir como área de visualización. También proporciona el sitio para las entrevistas y los comentarios post-debate.

Transito. Si es posible, elija un sitio que pueda ser de fácil acceso y sin problemas de estacionamiento. El Departamento de Policía local puede ser provechoso en esta materia. Considere proporcionar transporte al sitio del debate en caso de ser necesario. Cerciorarse de que el sitio tenga sea fácilmente accesible a los participantes, al público, y a los medios.

Neutralidad. Escoja un lugar que sea neutral y convéngalo con los candidatos.

Negociaciones con los candidatosEl patrocinador del debate y los participantes deben estar de acuerdo con los detalles y los

términos del debate. Si usted está patrocinando un debate político, pida que cada candidato nombre a un representante que hable por él. Entre en contacto con esos representantes. En las negociaciones necesita ser un facilitador firme y justo. Los candidatos estarán particularmente interesados en los siguientes puntos del formato.

Cada punto se discute minuciosamente:

• Selección de interrogadores y/o conductores• Temas del debate• Duración del debate• Abertura y declaraciones • Preguntas y respuestas• Medición del tiempo del debate • Orden a los participantes

FormatosSe han utilizado diversos formatos en los distintos debates presidenciales. Estos estilos incluyen

el mitin cuando la audiencia libremente hace las preguntas, el panel cuando los participantes del debate contestan a preguntas de un número de personas, y cuando un moderador hace las preguntas. Con un moderador tiende a centrarse la atención de la audiencia más en los candidatos y menos en participantes del panel. Sin importar qué formato seleccione, tendrá que considerar los siguientes puntos:

Selección del moderador y/o interrogadoresSeleccione la((s) persona(s) que esté(n) familiarizada(s) con los temas a discusión y con los

candidatos. Probablemente los periodistas son las personas más experimentadas con el manejo de información y con los requisitos técnicos de la difusión. Elija a un moderador o a los miembros del jurado que usted y los participantes del debate confíen por ser profesionales y justos.

Establezca cuales serán los temasPuede ser abierto o confinado a uno o tres temas, depende del acuerdo con los participantes y el

tiempo de duración. Si está patrocinando una serie de debates, puede que considere organizar cada uno de ellos alrededor de un tema o asunto en particular.

Longitud del debate

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¿Cuánto tiempo debe durar? La respuesta dependerá de una variedad de factores, incluyendo si será transmitido, el número de participantes, y qué temas se discutirán. Los debates presidenciales, organizados por el CPD, duran aproximadamente 90 minutos.

Preguntas y respuestasConsidere los lapsos entre las preguntas y las respuestas. Las preguntas se limitan a 20 segundos

para mantener preguntas cortas y limitadas a un tema. En los debates presidenciales se da por lo general dos minutos para responder y un minuto para refutar. Recuerde que la longitud de las preguntas y de las respuestas determinará cuántos temas se pueden tratar durante el debate.

Medir el tiempo del debateNo es un trabajo del moderador, que estará ocupado con muchas otras responsabilidades.

Seleccione a una persona responsable de cuidar el tiempo y establecer un sistema fácil de seguir para dejar ver al moderador y a los participantes cuándo su tiempo les queda. En los debates presidenciales utilizan una serie de semáforos para informarles a los candidatos cuánto tiempo ha usado. Recuerde que los errores en la sincronización pueden llevar a demandas de injusticia.

Orden de participación¿Quién habla primero y quién después? Se deja al azar, con monedas, o palitos de diferente

tamaño. Esto queda acordado entre los candidatos y sus representantes minutos antes de empezar el evento, para que tengan igualdad de oportunidades,

AudienciaSi va a tener una audiencia en vivo para el debate, decidir quién atiende al debate es importante.

Establezca una política de boletos y haga cumplir las reglas de conducta de la audiencia durante el debate. Recuerde que el tiempo de la reacción de la audiencia es tiempo que le quitan a los participantes del debate para dar sus opiniones.

RuidoLa naturaleza del debate puede verse afectada por ruidos como aplauso, estornudos, movimiento

del público (caminar o sentarse). Cuanto mayor es la audiencia, mayor es el potencial para el ruido. Considere con anticipación de esas interrupciones.

Interés de la comunidadTan pronto como se anuncie un debate, mucha gente querrá lugares para asistir. Decida sobre

tamaño de la audiencia y marque la distribución de los invitados, y apéguese a esas pautas. Una forma para aumentar la implicación de la comunidad es tener voluntarios.

CámarasPor adelantado, deje claro que está prohibido el uso de cámaras u otro equipo electrónico. Que

puedan distraer a los candidatos y a los equipos de televisión.

MediosLos debates políticos son acontecimientos noticiosos, por ello necesitará dar su autorización y

credenciales a los periodistas que quieran cubrir el debate. Esto le permitirá identificar y controlar el número de periodistas y medios que tienen acceso al debate y a otras áreas asignadas para realizar mejor su trabajo.

Considere las necesidades de los diversos tipos de medios. ¿El debate va a ser televisado? Considere conseguir ayuda de un productor de TV que pueda asistir con condiciones técnicas tales

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como colocación de la cámara, iluminación, y fuentes de energía y circuito cerrado.¿Abra fotógrafos cerca del estrado? Si es así señale hasta donde pueden estar, y cerciórese de que

su equipo no esté distrayendo debido a ruido o flashes. Si usted brindará ese servicio para tener mayor control, tome las medidas pertinentes de contratar a un experto.

Después del debate, muchos periodistas querrán interrogar a los participantes del debate. De ahí de prever áreas donde esto pueda ocurrir simultáneamente. Los comentarios post-debate pueden ser muy largos, así que es importante encontrar una localización en donde no interfiera con el proceso de desocupar el sitio.

Actividades Post-DebateUna vez que el debate ha terminado, cerciórese de que el local quede en a su configuración

normal y los equipos prestados o alquilados eso está vuelto. Si decidió hacer disponible transcripciones y grabaciones del debate, establezca un método de distribución. Considere solicitar la retroalimentación sobre las fuerzas y las debilidades del debate. Finalmente, agradezca los partidarios y a los voluntarios que le ayudaron.

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3 Jean Edward Smith (1967) Kennedy and Defense: The formative years (Kennedy y la defensa, los años formativos). Air University Review, marzo-abril. 4 Dayan, Daniel y Kants, Elihu. (1995) La historia en directo: La retransmisión televisiva de los acontecimientos. México, Gustavo Gilli. 5 Maarek, Philippe J. (1997) Vote: marketing político y comunicación. Paidós Comunicación, Barcelona.6 Naghi Namakforoosh, Mohammad (1984) Mercadotecnia Electoral: Tácticas y Estrategias para el éxito Político. México, Limusa. 7 García García, Miguel Ángel. (2003) Cómo realizar campañas exitosas. México, Redes de Conocimiento. p.858 Ibinarriaga y Trad Hsbun (2009) El Arte de la Guerra Electoral. Campus Libris, México9 Alanís Almaguer, Jorge Santiago (2006) Debate Político, El Porvenir. (21 de Mayo).10 García García, Miguel Ángel. (2003). p. 86.11 García García, Miguel Ángel. (2003). p. 86.12Aurelia Lombao (2009) El debate del debate, laopinióncouruña,es Revista en línea, 12 de Enero.13 García-Escudero, Blanco, Campo Vidal, Viza, Santamaría, Schroeder, y otros (2008) El Debate del debate, Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, ATV, España.14 Fernández Collado y Hernández Sampieri (2000:59) Marketing Electoral e Imagen de Gobierno en funciones, Mc Graw Hill, México. 15 Proceso (928) 20 de abril de 1997.16 Orozco Gómez, Guillermo. (s/f) Televisión y televidentes: cinco décadas que pudieron ser diferentes. Revista Dossier, Universidad de Guadalajara. http://www.cge.udg.mx/revistaudg/rug20/art3.html17 Revista Proceso, 14 de noviembre de 1999. Citada en Los Publicistas al Poder por Hugo Sánchez Gudiño18 Primer Debate Presidencial del 2000 entre seis candidatos a la Presidencia: Vicente Fox Quesada por el PAN y PVEM, Francisco Labastida Ochoa por el PRI, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano por el PRD.19 Heiss, Claudia (2005) Political Science Department, New School University. El Diario Financiero20 Schroeder, Alan (2003) Presidential Debates: 50 Years of Hig-Risk TV21 Schroeder, Alan (2003) Presidential Debates: 50 Years of Hig-Risk TV