142109207 Kaufmann Hegel

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7 mc 'c",,'5Alianza Universidad WalterKaufmannHegelTraduccin deVctor Snchcl deZavala. /[7--AlianzaEditorial... ., .Titulo original:Hegel~ Doub lccay&Co., Inc. Gardcn City, Ncw York, 1965it) El.!.cusr.: AlianzaEditorial, S. A., Madrid, 1972CnllcMiln, 38; T 200 004SDepsito legal ; M. 3Ll 231972Cubicrtu : Daniel Gil .tmpreso enEdiciones Castilla, S.A., Maestr o Alonso, 21, MadridI'rhuedingpnlnINDl CE,,Nota del t raductor ..PrefacioCaptulo 1. Desarrollointelectual e influencias en suprimerperodo (de 1770 a 1800) .l . Nombre: e: importa nciade suvida .2. Las pasiones r Kant .l . I llildcrling y Tiibingen .1. Es tudios y formacin intelectual hasta 179} .'l". Kant y la rel igin .(" La Jj;gt ,,IJ de Goerhe .7. 14 dUCMi6" t stlKIJ del hombrt de: &hiller ..11. Manustrito sobre la religin popular .v, ManuscritossobreLa vida de:JC:Ss. rLa posirividad .IU. Diario suizo y manuscrito sobre . E espritu del cristianismo .11. ~ l pr imera publicacin .12. Camhio de: punto de vista: 1800 .11. 1.1rducaci6n delahumanidadde: Lessing ..t: il pftlllo2. Los siete primeros ensayos (de 1801a 1803)71315232J2628JOJ4,.J,""'6""so656'70Indlce ndiceCaptulo6. LahistoriavistaporHegel .-t 59. Las tres eras pr incipales de la historia60. Razn y miseria en la histor ia; Sart re .61. Lafilosofacomo consuelo' lo real .62. Seleccin. edificacin ard id .63. Estado libertad y .y .. . . . . . . . . .. ...64..por la tradicin y .65. El cns nemsmc Diosy el Geist .66. La Historiede' 14 filosofa: so .67. Las conferencias introd uctori s .68 Lainfluencia )' laleyenda rk a.. .. .. t"' 69. Comparacin con Nietzsche . .70. Algunas opiniones -sobre Hegel ::::::::::::::: :::::::::: .:::::: ...Bobr f'I lograla .Indce alfabtico............ ........ .. ................... .. ...........Tabla cronolgica .816. ..Sobr e la esencia de la cri t ica filosfica .17. Art iculosobreel sentidocomnyKrug.18. Articulosobreelescepticismo ySchulze . . o" O " 19. El escepticismo en la E"cickJpedia .20 Fey saber . . . . . .. . . .. . ... . ... . . . ... ... . .. o .21. Art iculo sobre el derecho nat ur al .. Capt ulo 3. La Fenomenologja ..22. Las conferencias dej ena)' lagnesis delaobra O " 23. El hijo ilegtimo de Hegel - .24. El estilodeHegel romo conferencianteyescritor .. ..... .. . .. . .......2' . I.o3 .fori3mOs ... ..... .. . .. . ... . . .. ... . .. -. ---- _ .:1 26. Kant . Fichte, Schelling y Hegel .21. Kant yScrates. H egel y Ar istteles ... 28. 1AFenomt nolot ldy el Fauo .29. Royce yotros autor es. acercadel FaustoenlaFNlollftnologia .30 Antlgona y la Sittlichktit .31. Concepci6n de la obr a ..32. El contenido deI.t obra .33. El caplt ulosccre la autoooociencia ..'- 34. Later minologr. de Hegel .3'. 1Apalabra ..feno rnmologl.a.. . .36. I nfluencias; Goerhe acerca de An tgona .37. Lad ialctica .Captulo 4. La Lgica .38. LaFenomenologa ylasobrasposterioresde Hegel .39. Hegel ySchelling .40. Bamberg, Nrenbergyel desar roll ointelect ual deHegel .41. Vida de Hegel en Nisrenbcrg .42. Laconcepcin de la Lgica .43. Cont ra cier tas interp ret aciones amenores de laLgica .44 Mediado,", e ..Inmedia to . .4.5. El contenido de la Ugicf1 .46. El ser. la nada y el devenir .47. Hegel confrontadocon Heidegger ..48. Hegel como filsofo delaabunda ncia .49. La Ugicasub;etiva ., ..50. El autor de b Ugica ..7J7J80".,9310)103107111us116124128IJJIJ71411451471"".16116217117117217818118319219'1972072Q20212IJSiglasRceunocimiento.. .. ................... ......... ...... ............... ................ ......... ..............,924524'24623 1234'"26126'269272277282283289307) 15321) 2)Captulo 5. El sistema ...'H. LaEnd clopedia de 1817 ...52. Ediciones y adiciones posteriores ..53. Thorwaldsen y las lecciones de Berln de Hegel. -..;,. ,54. El encuentro con Schopenha uer .55. Schleiermacher ; los disdpulos de Hegel, .56. El sistema (COIl un diagrama) .I .57. La natu rale7.a y el esp ritu sub jetivo ..5R. Espl ri tus objetivo y absolu to ..2152152122J2272292J23.524'l' Amimadre,queleylaFenomenofogl ll en1914,para resarcirlade haberse qued ado sin $\1 ejemplar.Waf du ererbt VOIl dtinenViitcm bllst ,Erioirbes, umes XII besitzen.' *C:relhc, Feusto, 682y s.lo que tu s padre s en herencia te: deja ran .ha110ganancia propia. que pueda. posea.(N. del r.)iI111NOTADELTRADUCTOREn laedicinoriginal, el autor advertaque habatraducidolmismo todoslos textos proceden/esde otros idiomas. Enestauer-sin espa;o/ahemos huido fado /0 posible de Idtraducci6n indi -recte, as comodelano efectuadapor nosotros, siempre que im-portabaverterconlamximafidelidadlosgirosy trminosexactosempleador: por ellobemos traducidoasimismodirectamentedelostextosorigina/u todaslas citasde literatos y filsofosincluidasen laobra, sibienteniendoencuenta, naturalment e, losversiones inglesasdel autor y Jascastellanas existentes -cuando presentaban algunagaranto-. (56/0 se exceptanlas procedentes de las obrar sobreHegel de Nohl, Roseskranz y Rosem:weig. as como de la correspo-dend a entreFichteySchelling, que, pordesgracia, nohemos podidoconsultar) .13)1 PREFACIO,Este libropretendealgotansimple comodificil dellevar a cabo:estat uir una reint erpr etacincomprehensivadeHegel; peronosim-plemente deunafacetadesupensamiento, sinodelatotalidad delfenmeno hegeliano.Apenas habr quienponga enduda que se trata dealgodignodeemprenderse; pues sesueleadmitirqueHegelha sidounodelosgrandes filsofos de toda la historia y, de los ' posteriores a 1800,ningunoha tenidomayor influenciaquel. As!pues , el estudio deHegelenriquecenuestracomprensindelafilosofayteologasubsi-guient es, deigualmodoquede lateorapolticay la critica literari a.Verdaderamente, conindependenciade l noesposibleentender lahistoriaint electual reciente.Apartirde 1905hansalidoalaluzgrancantidaddemat erialesnuevos, entreellosmuchosimport antesmanuscritossuyos, as comocart asydocumentos. Lamayor par tede todoellonoesttradu cidoal ingls (comotampocoal castellano) ylas monografas inglesas ynorteamericanas sobre Heg el lo han ignorado con toda const ancia.Sinembargo, t ampocosehahechohasta ahor ani enalemnnien francslo que era necesario hacer. Muchos de los estudios ale-manes sobre Hegel son sumamente erudito s, yenlos voluminosostrabajos, en dos tomos, de Franz Rosenzweig, Theodor Haerlng yHermannGlockner setienenencuenta losmanuscritos descubiertosacomienzos deeste siglo. Perodesde 1940, fecha enque apareci15el ltimo de tales trabajos, se han nuevos materiales, yla edicincrtica de las obr as hegelianas ha progresado. Adems,RoseoawelgsecialafilosofiapolticadeHegel , Haerlngnecesittrescientas pginas para llegar al primer librodel filsofo yluego,trasenderezarleunaspocas ms, sedetuvo; por supart e, Glockncracabcon aquel primer libro en mil pginas, y dedic slo unascuantas a las obras posteriores.Esunanobleambicinladepubl icar obras que puedancnsul-tarserepetidamente enlas bibliotecas, perosloun libroquequepaleer de un tirn antes de mirarlodenuevo una y ot ravez, puedeestat uir una int erpret acin realment e nueva.En elcuerpo del libroellector seencontrar conHegel, ynoconmigo; peroen el prefaciopuedenperdonarse algunasauto-biogrficas si es queayudan a explicar el modode enfoque, eInclusopodranayudar aalgnlector a acercarseyenfocar aHegel.EnelcuartodeestarquetenamosenBerln, endondememayor , habaungran retr atode Kant colgado enla pared , enc:1madeuna chimenea deladrillo queocupaba unangula ;.Ia chim:-nea (que nuncallegautilizarse) reposaba una granBibliadel s!-glo XVIt, yKant seencontraba pormaspequeos, de Ficht e yde Hegel. En cierto sentidohe vivido conHegel desde los cuatroaos. .'DelladodePichtelaparedestabacubiertadeliteraturana, desdeLessing hastael presente; y la estanter a central.. enangulorectocon la anterior y frente por frente de Hegel, se dcdicnbaa610-soe. Sin embargo, aunque tenamos las obras de Kant y. unaedicin incompleta deNietzsche, nicamente haba unospocoslibrosdeHegel; y slocomenca estudiarlos seriamente despus deha-berme licenciado;de estudianteuniversitarionohaba leidoms quelaFiloso/ia del Derecho.En el veranode 1942, trashaber pasadolos deHar-vard y contraer matrimonio, fue cuando Id por pn mera vez.laFenomenologia y la Enciclopedia. Cabea Hegel con los tes apretados, pero yo ]0 he ledo con espmtu de luna de Era una delicia comprobar una yot,ra vez que, tras un. con.sl-derablc esfuerzo, los pasajes que de primeras haban parecido In-comprensibles terminabanpor tener GeorgLasson, .quehaescrito prlogos inspirados por un sennrmemo afect? singular,eraamigomo, entantoqueRudolfHeym, a qUI ense citabacaracterizador despectivo de la Fm onu!II o!0f!.ia, no10era; tambinj osiah Roycehaba indicado que Haymno haba sido justo conesta obra. Ha tenido que pasar mucho tiempo para que;eyerayonII aymymepercatasedequeSlllibroesunodelos mejores quehaysobre Hegel; mas aquel verano lo importante era comprenderloincomprensible, noleer crticaspocoamistosas, yel supuestodeparti da era que los crticos del filsofo no lo haban entendido--cosabastanteciertaenlamayoradeloscasos.Enuno de los informes semanales sobre estas lectur as critiqula imagen royciana de Hegel. El profesor, entonces, me dej unanotaenaquel trabajoparaque meentrevistaseconl, yluegomeinvit aalmorzar enel clubdelaFacultad. Como, ami juicio, te-na elmismoaspectoqueBlsmarcky,pormiparte,no habapisadoyonuncaunclubdeFacult ad, llegullenode aprensiones; trajeronlacarta, y ped algodelapart ecentral; elprofesor dijo: eCamare-1"0, ami tr lgemeunamanzana. Mientras mevea obligadoa comerse me dijo que estaba en una confusin, que todos los filsofosalemanes se habanconf undido, que Kant y Hegel se haban con-fundido, y que Royce habaintentado sacar algo con sentido de Hegel(al menos enun respecto meencontrabaen buenacompaa).Haceyamuchoquehapasadomilunademiel conHegel. Condemasiada frecuencia, el descubrimiento de que lo que a primeravista no tiene sentidoacaba por no ser, en absoluto, algocarentedel, llevaaunasentimiento alborozado(delocual esunnotableejemplolaboga de Heidegger); perodarsecuentadeques10quequieredecir unautor es unacosa, ylacomprensinesotra. Ahorabien, cuando unfilosofoes excepcionalmente difcil, lamayora deloslectoreslodejansoloodesistenpronto; yesnatural quealospocosqueperseveranysepasanlosaoscavilandoqupuedeque-rer decir nolesguste ser peritosen algoque nomerezca lapena,de modoquesetiene la tentacindesuspenderla crtica y dedicarseexclusivamente a la exgesis. Heidegger, por lo dems, de hechoalientaeinculca estemododemirar las cosas: ensusenormementereiterativosensayos, enespecial sobreHolderlinylos presocrticos,prcticamente predicael pensamiento exegtico. Y unade las mu-chasdiferencias importantesent reHegel yHeidegger resideenqueaqul distinguacontodaclaridadentresemejante pensamientoy lacomprensin: staesimposiblesinunavaloracincrtica.Unodelosfallosquemssaltana la vistadela mayor part e deleexistencialismoesla faltadeseriedad: sepermaneceenlasuper-ficie ysesienteunoedificado.Pues contodaslasprotestasdeserie-dadltimaquesehacenusualmente, enlamanipulacinkierkegaar-diana del lenguaje yde los ejemplos, en el modo de proceder deHeidegger conlaspalabr as y(ensus escritos filosficos) enlabri-lIantezdeSartreylosgambitosdeCamushayunelementodcsme-didamentc ldico; todos ellos nos piden, en realidad, que suspen-damoslas facultadescrticasynotomemos las cosas condemasiadaexactitud; de modo que, con las palabras de Kierkegaard, podraHegel,2,.llcgel Prefacio 17,Quedalacuesti ndecmounlibro,cualqu ieraquesea, podrahacer avanzar de modo sustancial la comprensi n de Hegel en sudecirsequepidenquese losleaenel planoestt ico(locual pareceser anmsirnicoenlosescritores ecxlstencalstasque10seraenelcaso de Hegel ),Hegel, por lodems, ha fallado frecuentemente por lomismo,cosatambinirnica, yaque lllamaba cienciaa sufilosoa. Peroen principio saba perfectamente a qu atenerse acerca de ello: lacomprensinrequiere inmersinsimptica tanto como actitud crti -ca, puesnos610 hemosdepenetrar enelcursodeun pensamiento,sinotambinenelasunto dequeseocupe; y, enlamedidadeloposible, tenemos que adoptar las posiciones del autor con mayorseriedadquelmismolo hiciera -slo deestemodopodemosteneresperanzasde progresar msalldel.En realidad, noestamos siendo justos con Hegel al decir que,pese a sus frecuentes lapsus, sabia en principio a qu atenerse alrespect o. Pues ellosugiere que talesnormas provenande antiguo,mient ras que, verdaderamente, nadie ha hecho tanto como Hegelpor estatuirlas.Por loregular es difcil alear la simpat a con la crtica, ycasitodos los quehanescrito sobre Hegel sequedancortos en una deestascosas, cuandonoenlas dos. En conjunto, los estudiosalema-nes ms erudit os se encuentra ndemasiadocercanos a su tema, entantoguelamayoradequienes hanescritosobre l eningls pare-cen realmente extraarlo --al finyal cabo, sumundonoesel deellos.Estopuedeverse claramentepor lasdivergentesacritudes adop-tadasconrespecto al primerHegel. Losestudi ososalemanessehansumergido lt imamente tanto en este periodo que no vuelven lavista alrededor ni siquiera para hacer un intento de' consideracincriticadesupensamientomaduro: ylosinglesesynorteamericanos,por el cont rario, se nieganasumergirseenel desarrollointelectualhegeliano, conloquesuelenser incapacesdecomprender supensa-mientodesdeel interior.Es posiblequemi propia experienciadehabervividoconHegeldurante tantos aos, ala vezque conGoethe yNietzsche, conelexistencialismoy(en lacarne) conlos estudiantes ycolegas nor te-americanos, haya cont ribuido a la formacin del debido equilibrioentrelacercanayladistancia; yacasoseaventuroso(a la. vezqueinfrecuente) que aqulla haya llegado pri mero y sta despus. Noestadaconforme conel espritude Hegel unint entode retornar al; pero tomarlo en serio e ir ms all de su postura no es trai-cionarlo.conjunto. Sin embargo, es cierto que aunque las monogrees, queversen sobreunsoloaspectodesupensamientoparecenser muchomenos problemticas, Hegel mismo no se cans nunca de insistirsobre la import ancia del enfoque comprehensivo, al mismo tiempoquesubrayaba laslimitacionesdelosensayosquerenunciabanaunavisi6n completa ysecienexclusivamente apormenores.Hay dosmodosdeenfoqueque sehansometidoapruebavariasvecesyquenoparecenhaber ayudadoalamayoradequienes es-tudi an aHegel justamente all donde se necesitara ms ayuda. Elprimero nosllevaal filsofo pasandopor suspredecesores: ashace,.por ejemplo, Richard Kroner en su obra en dos volmenes VanKant birHegel [d>eKant aHegel... ].Perolamayora delosest u-diantes preferiran no tener que avanzar penosamente a tr avs det an detalladas exposiciones de Fichte y de Schelling; yel mismoHegel , ensus lecciones sobrelahistoriade la filosofa, concedi aKant , Fichte y Schelling juntos no ms espacio que a Aristt elessolo, oque aPlat6n.Aspues, elqueG. R.G. Mure dediquea Ari st telesla primeraparte de su delgada Int roductionlo Hegel Lelnrroduccfn a He-gel ] noes tanperversocomoaprimeravistapareceser. Noobs-tante ello, este modo de enfoque es tamb in arbit rario: queda de-masiado pocosirio para Hegel mismoy, adems, 10 mismopodrahabercomenzadoconPla t noconSpinoea. Setratadeunmtodoexcesivamenteindirecto.El representant e clsicodel segundoenfoque es Kuno Fischer:ensut rabajoendosvolmenesHegel exponepasoapaso susobrasprincipales, unapor una, parafras e ndolas o, enlos lugares enqueel texto esrealmenteoscuro,citndolas. EnAlemaniahatenidope-cosimitadores; de modoquesi tal cosaes10quepretenda, lohaconseguido; mas es probableque muchos fi lsofostenganla sensa-ci6n de que hadesacredit adocompletamente este procedimienro alllevarlohasta sus ltimas yabsurdas consecuencias.Sin embargo, los dos estudios en ingls ms difundidos repre-sentanvariaciones deeste mtodo. Puesel tr abajodeW. T. StacesobreThePhilosophy01 Hegel [ La filosofa deHegel}, endosvolmenes, lleva un titulo engaoso: sloconsiste en una exposi-ci6npasoapasodelaterceraedicindelaEnciclopedia hegeliana;yademsestbasadaenlas insatisfactoriastraduccionesdeWilliamWallace, a la vez que desconoce todas las fuentes primarias y se-cundariasnoaccesibles aloslectoresdeingls. Encuantoal HeJ!. eldeFindlay, escierto que seocupatambindelasdemsobr as he.gelianas fundament ales, pero tampoco tiene en cuenta las fuentespri marias y secundarias que no se hant raducido al ingls y,lo mismo19 PrefacioI,, ,Hegel rs20HegelPrefacio 21que Stace, pasa enteramente por alto el desarrollo intelectual delfilsofo1,Ooerheha dicho: Las obrasdelanatur aleza ydel artenolleganaconocer unavezacabadas: es capt arlasensugr;eslsparacomprenderlasen alguna medida . I:Iege1,. yadesde ,su pri merlibro, tratde mostrarquelamisma aplicablealafilosoa: y, ciert amente, habra de aplicarse a .l rrusmo. .El lector delaFenomenologJ odelaLgIcanotantonecesitaquesele di galoquesucedeenellas, apart adopor apartado, cuan.toquiere saber romohande tomarse tales obras- 10 queHegel '?-renta hacer y lo que lealmente hizo--. De ah que un estu diedetalladodeunospocos apartadoselegidos pueda fcilmente ser demuchamayor ayudaqueun resumen concisodecasi , todos. ,El lector deseosodeconfrontar aHegel conlaCrtica de lara:wnpura deKant oconlaMetof icadenoencontr argran-des dificult ades para disponer de buenas tradUCCIones deambas obras,comotampocodelibros muy!tiles sobre yso?rePero noestanfcil dedet ermmar por unorrusmc la mfluenclaso.br eHegel dela filosofiadelareligin deKant ,ascomo deLessing,GoetheySchiller, raznpor lacual tratamose? el pnmer captulode esas influencias, alavezquedel desarroll? intelectual de Hegelhastalos tr eint a aos; ycomo es muchoprobable que en labibliotecadelaspersonas queseinteresenpor Hegelencuentr en laCrticadeKant y algode Anstoteles que el de Schiller Sobre la educacin esttica del hombre, liberalmente enel apartado 7[ capitulo 1]est a obra, que ImpreSIOntremendamenteaHegel y tuvograninfluencia sobr7suterminologa.Ensuma,el mtododel presentelibrosehaviste impues tosumismotema: yonohe forzadoaHegel a someterseaunprocedi-miento que hubiera resultado funcionar en el cas,,: de OtI? terna,Nietzsche, por ejemplo. Por d:cirlo con el lenguaje hegehano: elmovimientodel presente estudio, desde el comienzohast ael final,br ota desuasuntomismo.Para ser muyconcreto: Ya se ha explicado. la ideadelrimer caprtulo. El segundoseocupa .delas pn meras unopsculo, unay articulas filosficos: noexponemos prrafo porde estos ensayos, Sln?que en cada caso la expostcron es selecti va, subrayando lo perti -nenteparalainteligenciadeloslibrosdeHegel., Para unaevaluacinpormenorizadadeestaobra, vasemi reseacriticaenMil/d, abril de 1961, pgs. 26469.1 CartaaZeherde4deagosto de1803.El tercer captulo trata de la Fenomenologa, pero pretende,as mismo, facilitar lacomprensin de los escritos posteriores delfilsofo. En l se encuentran algunos apartados sobre la termino-loga hegeliana (en donde se examinan uno por uno los trminosclavelysobresudialctica.Enel cuartoestudiamoslasiguienteobra deHegel, estoes, laLgica, queinicialmente sepublicentres volmenes. Aqu , comoesnatural, hasidoprecisotratar msdela dialctica, hemos tenidoque estudiar otros trminosy, 10mismoque sucedaconlaFeno-menologa, hasido menester que nosocupsemos concierta amplioruddelaideageneral del conjuntodelaobr a. Tambinseencuen-traaqu, con ocasindela forma hegeliana de;: tra tarel ser ylanada,un cxcursus sobreHegel vis-a-vis Heidegger.El quinto captulo se centra sobre el sistema hegeliano y lasdiversas ediciones de laBnclicopedio, ya que sta es la obra quepresentatanfamososistemayexistenvariasedicionesdeellanota-blementediferentes. Unpoquito deexactitudfilol glcanoses muytil para entender cul fue la propia concepcin heseliana de su. "sistema.Como existen traducciones inglesas completas de los dos ciclosdeconferencias sobreestticayfilosofa delareligin,es de esperarquenoofrezcandificult ades especialespara el lector de la presenteobra ; pero los cicloscorrespondientes alafilosofadelahistoria yalahistori adelafilosofa s presentan problemas, por 10cual elcaptulo6seocupadeellos. La Filosofadelahistorio es, probable-mente, el libro ms conocido de Hegel; pero, en el sentidomsexigente de la palabra, apenas se lo conoce, y, en realidad, noeslibroalgunodeHegel. La edicincri ticade1955nose hatra-ducido[alingls, ni tampocoalcastellano], ylosresultadossacadosaluzpor ellanosehanutilizadoanen ningnestudio de impor-tanciasobreHegel, yaseaenalemnoeningls, 10mismoocurre[ eningls, noennuestroidioma) conlaHistoriade laiiloso aentr esvolmenes,escasamenteconocida, yconlaedicincrt icadelain t rod ucci n a estaobra. Por todolocual dedicamoselsextocap-tuloaLahistoriavistaporHegel. El present e libro no guarda ninguna relacin con tesis aced-mica alguna, demodo quenoconstituye ningn lugarapropiadoparaesforzarse por demostrar agudeza filosfica. Ylo que se necesitanoesque nadieconsiga unabuenapuntuacinen Hegel pillndoloenmuchospuntosdedetalle, sinoqueseintentedelinear una nue-vainterpretacin comprehenslva de l. Hemos insertado gran can-tidad de citas debido al escasonmero de textos pertinentes acce-sibles a lade los estudiantes (y a que, todav ams, casitodos los estudiosos los hanpasado por alto); pues hacer las usua-22les referenciasennotasapiede pgina, sincita r directamente, hu-biera sido estrictamente acadmico: podr fahaber proporcionado aalgunos estudiosos una confortadora sc?saci6n de que eH.aban da-dos los lugares textuales, pero en realidad pocos se hubieran en-contradoensituacindeconsultar los pasajes pertinentes.El I ndicepuedehacer pensar quela presente obra secomponedeapartadosindependientes. Noesas: hasidoescritadeuntirn,ysuintencines ser ledade igual modo. En cuant oalos ttulosdelos apartados, siguenel ejemplodeHegel en dos apa-recensloen el ndice, peronoen el texto, yrepresentanIdeas sur-gidastraslaredaccindeste; yelpropsitoquelosguiaesel dehacer pat ent edeuna ojeada qu temassetratanconalgunaexten-sinms adelant e, facilitar a loslectores lalocalizaci n de pasajesyaledosyserdeutilidada quienes, tra shaber terminado el libro,quieranconsultarlo sobre algnpuntodeterminado.Enla Tabla cronolgica la columna de la izquierda se refierea la vida y escritos de Hegel, y la derecha a los acontecimientoscontemporneos suyos.Capitulo 1DESARROLLOINTELECTUALEINFLUENCIAENSUPRIMERPERIODO(de1770 a1800)1Los errores acercadeHegel comienzan con sumismo nombre.Enlacubiert ade la tr aduccininglesade algunos desus primerosescritos se le llama Frietlrich Hegel; yel profesor que duranteuna generacin fue la autoridad de Harvard en punto a Hegel lesola llamar GeorgHegel, comosi Georgyl sedirigi esenel unoal ot ropor el nombrede pila1. Peroauncuando Hegel se dirigatantoa Schelling como aHdlderlin con la formafamiliarDu[ t ] ,firmabalascartasquelesdiriga conDeinHegel [ etuH.] yelloslellamabantambindeDu, perofirmabanasimismoconel apellido.Losalemanesnoempleanel nombre depilatantocomoJo hacenlosnorteamericanos, de modo que, por ms que el nombre completofueseel deGeorgWilhelmFrledrlchHegel, es precisoleer much-simas carlas para encontrar una firmada con un nombre de pila; hastael puntodeque suviuda, al escribir a sumejor amigopocos dasdespus desumuerte, serefera a l conel'legele. (Sinembargo, lascartas que dirigi a su hermana y a su mujerlas firmaba Wilhelm).Otroerror, y stemuchomsimportante, es el de queensu vidano habr ahabido, en absoluto, acontecimientos: jamshabra euce-, Tambinel nombre que aparecaal piede suretratoenel York Book de2de agostode 1964era cGeorgHegel...23241. Desarrollointelectual en su primer periodo2ld.ido nada digno de por lo que sera posible pasarSin. ms a sufi losoa. En realidad, no se puede entender satisfac-tocament: la de Hegel , en modo alguno, si se pasan poraho su vlda y su epoca (pocos perodos ha habido enlahistoriaen quesucedido tantas cosas). El mismo Hegel enseaba-muy principalmente en el prlogo a su Pi/alofIa del Derechopero. no solamente all , ni mucho menos- que la filosofa es supropia captada en el pensamien to; Y. lejos de ser una telade arao.a tejidauna torre de marfil, su pensamient o guardabauna Int ima relacin con cuanto suceda en su tiempo; lo cual nosloesen. Jo que.respectaa su filosofa de la historia y6.losoffapolti ca, sino taml,.nen cuanto al conjuntodesuconcep-cl ndela.filosofayde supropia misin.En pri mer lugar, Hegel vivi6durante la granpocade lalite-rat ura Lessingnaci6en 1729, Goetheen 1749 ySchlleren1759, nuent r as que Hegel, como Hdlderliny Beerhoven en1770.las juveniles goethianas del tempestad e[St1lr';'und1?rang], yW erther, aparecieron cuando l eraunnio, ylomismosucedi conel Nat bandeLessing, que Hegel citara msque ni ngunaotra obraen sus escritos tempranos sobrelareli gi n:enalasobrasdemadurezdeGoethe ySchill er, todas ellassecuando tenaedadsuficiente para tener noticia desuapa ncl6n: as, elDonCarlosdeSchiller yla I igenia deGoethcsa-he.r0nteniendo. l dieeJsieteaos; yaunquepodr a suponersequelaprimera tragedia bebrfa de tener ms resonancia en un muchachode hemosdever msadelantelodecisivamentequeinflu-yl l tgemll ensudesarrolloint electual. .Hegel tenaveinteaoscuandoapareci el FragmentodeFaustodeGoet he,q.ue prontoserfa aclamado, pesea suincompleta forma,comola obra alemanaescrita hastaaquel moment o;yfuetes tigodelaproteicaevolucinde un estiloaotro de aquelque, trals1:1 consumacindelatempestade mpetuydelclasicismo aleman, empez a publicar enmil setecientos novent ay cuandotenaentreveint eytreint aaos, suWilhelmM;u ter, lagranB. ildungsroman [ enoveladef ormaci6n.. ] queinsti-';In nuevoenlaslet rasalemanas. Losromnticos,cuyomovinuenroen aquella poca, trataron en seguida desuperar.goethiano, yHegelexperimentlamarcaaltadelno. umcamenteporcontemporneo, sinocomoobra dejovenesde nusmae9ad: delos dos hermanosSchlegel,que inicia. la, rebeli nromn tica,tenatr esaosmsquel, yelotro,Fn edr; ch, dos menos; Schleier mnche- , el telogodeaquel crculo, eradosmayor que y. Novalis, sumximo poeta, dos mspequeno; encuant oaHolderlm, el grandesplazadosolitarioal queI 'hoyseconsideracomoel mayor poeta alemnsalvo eraamigoms inti mo{entre losylos anos, Holderlinluchconlaesquizofreniaytermi npor aella,duranteel restodesularga vidanosloprivado de sugenialidad,sinodelarazn, reducidoapocomsqueunvegetal ). .Para Hegel la msica significmucho menos .la literatura.As ni enninguna de las obras que conservamos de el men las cartaspubli cadashaylamenor referenciaa Beethovc:n, cosaqueparece ex-traa, puespodrasuponersequehabra muchoal menosalguna de sus grandes sinfonas; tampocomenciona aH eydn, auncuando,al parecer, por ]0 menosen unaocasin,unadesussinfon as 2; encambio, expres varias veces su adm1:ucl6n zart !, y le gustaba muchsimo El barbero de Sevilla .Hegel tena diecinueve aosla Revolucin cesa; ycuatroaosdespus,enel mismoanoenqueISan,t publicsutan esperadolibro sobre Lareligi6ndentrodelmitesdelamera raz n, el cristianismo fue abolido en Francia ypor el cultodelarazn. Enel aireresonabaunanot aapocal ptica,que pronto vibr por lafilosofa alemana,Cuando se proclam la Declaracin Independencia. [de losEE. UU. J. Hegel tena seisaos, yAmricaestabamuyleJOS; peroFrancia no se hallaba nada lejos, y en 1792 los franceses cernen-zaron 11 invadir reiteradamente Alemania. Loque sucedi en cia durante el cuarto de siglo que rranscurri entrey Wa tcrloo 110 fue meramente francesa, alemana, y tampocofue sin ms histeria, smo de Vida omuerte: el meterico ascenso y las brillantes campanas de Nap?,len no est aban nunca lejos de lapropiaconciencia (o del propiocuerpo) y Hegel acab su primer libro - la. Fenomenologill- enJenala' nocheantesdequeNapolenacabaseenlabat alladeJenacon el Sacro I mperio Romano Gennnico, que haba perdurado alo largodemil aos.Conviene recordar que apenas hubo paz en Europa desde que1 BI1I , pg. 419. 1941 Aestbelik e-d. de Glockne-r, XII , pg. 376, yXIV, pgs. 171s., ,203Y 524: col primeroylos dos ltimos pasajesalaban14 flautAmJgUfl,' cf lacarta de Hegel aNanette Ende! de22de- marzode 1797y los Jugendm nne-rungen[ Recuerdos de [uvenrude] de Gust av PARTHEY, CItados en el dicede FI ECIIER,ed., pg. 1236 : Tras haber enuna. ocasln e-lDonGi ollanni deMozart, ' Hegel expr es, consuesrramb rlca tanc-lidoefectopor aquellamsica queel.Musikdirckt orKleinnos dijo,luego: sloahora acabode aficionarme realment e aeste tart amudeantefilsofo , AeSfhetik, XIV, pg. 207, Y BIII , pdgs. 59yss., 64y68; enlosdosprimeros pasajes semencionatambin el FigarodeMozart . Probablemente, Kanr semerla al EsS4] on Mil>! [ .. Ensayosobreel hom-brea] de Po PE, Ep stola11, 107:O,. (ife'sVIIsI Jivtru l ywesllil,Rellson tbe cttr, hui passion ir tbe gllle.( :est desafiando supropia amonestacin de slo jugarconla be-lleza? No: enestamaneradeescribir hayunelementoldico.EsmuycomprensiblequeSchiller, justamente por ladevocinyadmiracin que experimentaba por Kant, se sintiese desconcertadopor lahorribleforma que aunolegustarallamar estilofilosficocencllcresco 22, Y leestamos agradecidospor escribir lmucho me-jor. Perode loquedeliberadamenteseaparta noessolamentedelaescolstico-burocrticaprosadeKant, sinodeloquepodra llamarseel mtodoenteramenteracional: comoargumenta Schillerenlospa-sajes citados, lacreacindeobrast alescomolaCrt icade laraznpuraha exigido cierta fragmentacin del hombre yun cultivoex-cluyentedela razn; peroahorahaballegadoel momento de unanueva armona, yhabrfarnosde trocar los estrictos grilletes de lalgicapor ellibredesarrollodelafacultadpotica, quees 10 nicoquepuedecaptarlaindividualidaddelascosasconunamentefiel" Die Phllosapbieunserer Klasslker [ La filosofa de nuestros clslcos]( 1923), pgs, 111ys." Carta aGc etbcfechadaenjena, el 22desept iembrede1797.Cf tam-binlacarta deCoethedesdelamismaciudad de22dediciembrede 1798:Estoydeseandoleer la AntropologadeKant. El ladopatolgico del hombre,en que siempre hace hincapiyque tal vez tenga sulugar adecuadoen unaant ropologa, lepersigue a uno casi en todo lo que escribe, yde ah el as-pcct ctanmalhumoradoquet ienesu filosofa prctica. Es sorprendentey lamen-table que este ri sueo y jovial espritu no baya podido sacudirse completa-mentedelas alaslasuciedaddelavida, yque, enrealidad, nohayasuperadociertas impresiones sombr as de su juventud: en l hay siempre algo que,como sucedeconLutero, le recuerda auno aun monjequehubieseabiertoel monasterio, perosinser capazde aniquilar completament esus hucllas.Laobjecin que oponan tanto Goethc comoSchill er no se diriga a lacrt icakuntlana de la cristiandad, sino a que conservabala doctrina de una maliciaradical enlanaturaleza humana.Hegel. 450" Primeraparte, LibroI , captulo3, prrafo2."; AkademieausgabeV, p/l;ill:::-rechazil: Ia-feydicecosast alescomo: Loque po-dis querer que seaunaleyuniversal para los hombres, vlidain-clusocontravosot rosmismos, actuadconarregloa t al mxima: estaes la leyfundamental de la tica. . .), y como: Ah, esas personasse handet enidoah y nohanaadidonuncaa los deberesimpuestospor laraznunmontndeot rascargasparaatormentar a la pobrehumanidad28.'" Dial Prcss, Nueva York, 1949, pg. 269.2> Encyclopacdia Britannlca, 11."ed., artculosobre Strauss.'" I d., artculosobre Renan." NOIl L, pgs. 122, 87 Y102; WK, pgs. 140 ys.Se trata, evidentemente, de un intento de Hegel de escribirunas escritur as paraunareliginpopularde la ndolequehab a pre-visto: se le hacea Kant hablarunalemnllenode vivacidad yfuer-za, amil leguas de sucancillerescoestilo, yse hacems apetitosasut icaal ponerla enlos labios deunJess enteramente humani-zado. Absurdo? Desde Hegel nctena..intenci a.alganede publicarJg;..haber -sucedi do ,60Hegel1. Desarrollointelectual ensuprimerperodo 61griega, porgue, como Schillet en las Cartas que hemos comentado. , . , por creer que era preCISOromper la armonade la antiguaGreciaparadar pasoaunanuevaevolucinquepudiera consumarseenla actualidad (n? en la religin, que es incapaz de resta urar alhombreen su. totalidad, yero s ,en lafilosofa). Segnquisiera, He-gel podadedicarse asenalar loInsatisfactori odel cristi ani smo(cosaqueconsideraba demasi ado eviden te para subrayarla) ola formaenque constitua un jaln en la va hacia el conocimiento- cosaqueconsiderabams difcil yquedecidirealizar.13. No era, desde luego, el primero en efectuar este constructi vointento: as, entre losque habanseguidoesta mismarut aantes quel seencontraba Lessng, cuyoensayosobreLaeducacin delahu- est precedido por el siguiente lema de Agust n:Haecomrua indeessemquibusdamande in quibusdamfalsasunt (erodoestoes, pues, verdadencrertos respectos , comoencier-tos otrosesfalsol,El prefaci o de tal ensayo, que tiene menos de una pgina ter-mina del siguiente modo:qu no habramos de ver 'msbien, en todaslasreligiones 30 nootra cosa que la va porla :>;l ( 6' 1), I nclusoSl los de] es,ustenidootro mritoqueel dehaber facllltado una circulacin mas general por todas las nacionesde upa ver dad que, al parecer, Cristo destinaba slo a los judos,habrl(77 ).No es cierto que las especulaciones [ palabra que se conver ti-ra en una de las favoritas de Hegel] acerca de estas cosas hayancausadonunca calamidad alguna ni hayansidodesvent ajosaspara lasociedad civil. Semejante reproche ha de imputarse noalaespecu-lacin, sinoal absurdoy latiranadeimpedirtales especulaciones. .. 15 78) .Finalment e, Lessinganuncialos tiemposdeunevangelionuevoyeterno (86 ),Y poneenrelacinsupropi aconcepcindelahi s-toria conlos her ejes "medievales queespecularon acerca de las tr esedades del mundoydecmoel cristianismohaba quedadoanticua-do. Haytodavatrespargrafos quemerecenespecial atencin. Nome dejes desesperar det i [Providencia], ni siquieraaunquetus pasosme semejen ir haciaatrsh Noesverdad quelalnea mscor taseasiemprelarect a )( 91), Nosolamente tiene razn Lessng enloque se refiere a la educacin, sino que estaidea, que expone tanconcisamente, ser unade lasconvicciones centr ales de HegeLLomismo sucede con la siguiente sentencia : \Cada ser huma-nosingular (steantes, aqul despus) tieneque habe r seguidopre-cisamente lava por laque la especie alcanzasuperfecci( 93l .Mas -se pregunta Lessing- cmoes posibletal cosaen unavida:ser a posi ble en unayla mi sma vida ser primero judo, despuscristiano y sobrepasar luego ambos est adios? Muy dif cilment e!Peropgr qu nopodrahaber estadopresenteeneste mundocadaserhumanomsde unavez? (94). Al insina lapo-sibilidaddela transmgraci nrtHegel norecogi6esta gransugerencia: haba aprendidodel gran62 Hegel l . Desarrollo intelectual ensu primer periodo63ejemplogoethianoque junasolapersonapodaconsumar enunaylamisma vida, primero tempest ades, e mpetus, luegoel clasicismo ypor fin trascender ambosestadoaj.Adems, had a1800podraHegelhabersentidoquel mismosehabadesarrolladoanlogamenteatravsde unadiversidaddepuntos de vista referentes al cristianis-mo: habapasadohad abienpocopor una etapa anticristianayseencontrabaen aquel momentoa puntopara la madura perspectivade Lessing, firmemente sentado en el tercer y supremo nivel deeste aut or.EnsuFenomenologa, Hegel acept(junt amente conotras mu-chascosasdeLessingquehemoscitado)la ideadel S93. peroin-terpretndolacomonuest ra tarea aqu y ahora(V-PG, TT,plrr R-fa 1.).Porelloesunpocoextraover cmoRoyeeinsinaensusLectures 0 11 Modern Idealism sobre el idealismomoderno ] (pg. 150), Y cmoJeanHyppolit e recogedebidamenteesta sugerenciaen suGen sect structurede laPb nomt notogiedel' esprit de Hegel [Gnesis yestructura de laFenomenologa delespri tudeH.] (1946, pg. 23), quelosestadiosdelaPenomeno-(ogfapuedencompararse aalgoas comodiversasencarnaciones otransmigraciones del esprit u universal: esta idea manifiest aciertoesprit , pero pasapor alto la crucial demanda al lector de recorreren su contenido los estadios for mativos del espritu general, perocomo formas yadesechadas por el espri tu, como et apasde un ca-mino ya preparado yallanadoparal (V-PG, H , 3, prrafo 1.0).Entantoqueel ensayodeLessingacabadiciendo Qutengoqueperder >: acasonoesmarodalaeternidad?(ydehechoeste fueel ltimolibrodeLessing, que muri al ao siguiente) , Hegel quie-requerecorramos todalarut aahora, al leerlaFenomenologia ---queinicialment e present como introduccin a su sistema-; ylo queha de seguir aestaobra pre supondrque loslectores hayan alcan-zadoel nivel queel esprituuniversal haalcanzadoennues trapoca.Mucho ms tarde haba de decir Hegel : "De todas las glorias[Van alemHerrl ichen ] del mundo antiguo y moderno (conozcobasta nte bien todas ellas, quedeber anypueden conocerse) , l:LAn:-tigona[ deSfocles ] mepareceaeste respectolaobra deartemsexcelente yquemssatisfeceJI. Estasescalofriantes jactancia yde-manda tienengranimportancia pament ender a Hegel : en su tiem-po todavaera posible leer y haber lerdo todas las obras maestrasdelosgr iegosyromanos, as comodelalit eratura ylafilosofa eu-ropeas, yal mismotiempo trata r demantenerseal pasode lascien-cias;la filosofa de Hegel nosenfrent aconlaobradeunhombreque" Acsthetils, ed. deGlockner, XI V, pg, 556; tambinseencuentran unosencomios anlogos de Anfgona en XII, p:lIl . .HYXVIII, pg. 114.noha eludido tan t remendoesfuerzo. Quienes nohan hecho tan totienden fcilmente a recapitular en sus filosofas doctrinas sosteni-das , criti cadasytrasce ndidas largotiempoha ;pero quienhaya hecholoque Hegel podr decir de sufilosofa lo que deda hacia el finalde las conferencias sobre la historiadelafilosofa:este puntohallegado actualmente el espfrituuniversal.Lauluma filusofa es el resultado de todas las anteriores: nada seha perdido, los principios sehan conservado. Estaideacon-cretaes el resul tadodelosesfuerzosdel espirit aalolargo de casidos mil quinientos aos (Tales naci en640 a. de C.).D>Se suele suponer que es, por lo menos, sosteni ble que Hegelhaya llegado a pensar que la historia . en particular lade lit acababaen l. Mas las pr uebas encontrario son concluyent es: aparta do que de cit ar, tan poco modesto, em-prcza aSI: El puntode uutaactual de lafilosofa es.. . y pocodespusdel pasajecitadodice(enlamismapgina); Ninguna filo-sofa trasciende su poca [ Kcifl C' Philosophie geht iiber ibreZeithinausJ.Cincopginas ms adelan te (dos antes de terminar ente ramen teaquel cursodeconferenciasen tres tomos)diceHegel: Mas tal espun todevista dela pocapresen te, ylaseriedeformacioneses-piritualesconcluyeporahor a con esto. Porconsigu iente estahi stor iadela filosofahaconctaido 'No hayambigedaddeningn tipoenlaspalabrasdeHegel : lo hever tidoporlapocapresen tees enel original der jelztigellZels, por ahora esfrjelzl , y"esta historia, diese Geschichte. Enel aparta do 1, cuando tratbamos del pasaje de su.curso sobre lafilosoffa de lahi storia en el que llamaba a Amrica ..la tierr adel qued .claroHegel creaque tr as l seguira habiendohisteria; pero SI en laci ta anterior seomit epor ahora ysecam-bia eesta hi storia {Xlr lahistor ia, entonces, desde luego, puedeparecer que haya sostenidola fantsticaopi ninque tan frecue nte-mentese le atribuye.Capitulo 2LOS SIETE PRIMEROSENSAYOS(de 1801a1803)14CuandollegalaUniversidaddej enaenenerode 1801, dis-puestoaemprender unacarreraacadmica, contabaHegel conunosexcelentes fundamentos relati vos a los clsicos griegos y romanos,habaefectuado trabajos teolgicosde posgraduadoyhab arecibidoimpulsosdecisivos procedentes delasobrasde Kant, Schiller, Goe-theyLessing. Pero no hablapublicado nada, salvouna traduccinan nima(H 11).Notuvoquedudar ni un instanteencuanto al campoqueha-lu-la de elegir: era lafilosofa. Deestudiante bebaestadoencon-tactoconSchelling, quienenel inter n, ypese aser cincoaosmsjovenquel, sehabahechoun nombreenfilosofa; pero tra sunaenrt aextremadamentecordial y amistosadeSchellingfechadael 20de juniode 1796, pocoantesdesalir Hegel deBerna, sucorrespon-denci ahabacesado; y Hegel nolareanudhastael 2denoviembrede1800, pocotiempoantes demarchar par a j ena, en donde Schellingestaba enseando filosofa como profesor extraordinario ausseror-dentlicherProieesor) desde 1798.En cuanto lleg Hegel a Jena, Schelling y l conti nuaron laantigua amistad, y pronto decidieron publicar conjuntamente unanuevarevista, la Krtiscbes[aurnalder Pbiiosopbie[ eRevistacrfti-ende filosoal . Fue por entonces (si esque no yaantes) cuando"Uqrel, S, ste Druckscbriit en (1928), pg. XX. Todaslasindicacionessiguientesde I' llinns de los escri tos pr imeros de Hegel se refieren a este vol umen, de' Uf'l ftlicinsecui dLesson.Tras un corro prefacio encontr amos en el librito una seccinintroductoria que, segn piensa Lesson, podra haberse aadidodespusdeescribirel ensayo, exactamentelomismoquecolocsufamoso prlogo ante la Fenomenologa. . Es te captulo sobre los' Diversas for mas que aparecen en la filosofa contempornea' separece a aquel prlogo, en cuanto a tendencia, de modo extraer-dinnrio l.Verdaderament e, el cort o prefacio de Ladiferenciaacaba conunaapologade las pginas que losiguen inmedi atamente quepo-dra haber salido directament e de las primeras de la Penomenolo-xid:En 10 que se refiere a lasreflexiones generales con que comienzaeste trabajo(sobre la necesidad, supuestos, principios fundamenta-les, etc. de la filosofa) , tieneneldefectode ser reflexiones gene-ralee, yprocedendequeformastalescomolossupuestos, principiosfundamentales, etc., obstruyen constantemente ytapanel acceso aInfilosofa; por locual esenciertamedidanecesarioent rar enestascuestiones hasta que, por fin, se trate nicamente de la filosofamisma.Elprimer captuloconstadediver sosapar tados, consuspropiossubttulos; deellos, losprimerospodr anprovenir del prlogodelah 'f1o",enologia: Perspectiva histrica de los sistemas filosficos,Necesidaddelafilosofa, Lareflexincomoinstrumentodel 610-~ t l r l r ..Relaci nexistente entre laespecul acin y el sanosent idocomn, ..El principio(Prim::i p] delafilosofaenformadeunpri n-ciplofundamental [Grtmdsatt ] absoluto... ..Bastarn unas pocas citas para dar una impresin de lo mejorde Hegel en 1801: El viviente esp ritu que mora en la filosofaexige, conobjetoderevel arse, nacer [ denuevo ] mercedaunespf-rhuafn ; ypasadelargojuntoala conducta hist rica, que, debidoJI losintereses que sean, vaenbusca deinformacin sobre opinio-ncs, corno junto a un fenmeno que le es extrao, sinmani festarMIL interioridad(pg. 9).La verdadera peculi aridadde unafilosoffaes laindividualidadllenade inters en la que la razn se ha organizado una forma aJl:1 rtir de los materiales const ructivos de una poca particular: ene!lll encuentra el espri tude su espritu y lacarne de su carne lat ll znespeculativaparticular, ysecont empl aenellacomo unaylamisma y [ a la vez] comootroser vivo. Todafilosofa es perfecta.' 1\ d misma y, comogenuina obrade arte, contiene ensi la rotali-dlltl . LomismoquelasobrasdeApelesy de Sfoclesnoleshubie-66 HegdHegel trabajdenodadamentepor adquirir unconocimiento comple-to de lafilosofaantigua ymoderna: cuando seinterrumpila pu-blicacindel [oamal, en 1803. por dejar SchellingJenaeir seaBa-viera(primeramentea Wrzburg, aMunichen1806), haba ayudadoaH. E. G. Paulus apreparar una nuevaedi cinde Spinoza, ysuspropias publicaciones mostrabanel campo que abarcabansus est udios.Lo primero que verdaderament e public fue un opsculo depocomsde cienpginas, cuyapor tada, traducida, esdeeste tenorliteral :Diferenciaentre losSistemas filoslicos. 11' Fiebreyde& helli llgenrelacin con las aportaciones de Rdnhold para facilitar un panorama de lasituacin delafilosofaacomienzosde l siglo XIX,primee fascculoPO'Georg Wilhe1m Frledrkh HegelDoctor ensabidur a(!l.! mundol ena,enlnlibrerauniversituriade Setdler1801Enunprimernivelsetratabadeunaampliarecensin deunt ra-bajodeReinhold, aquienpor entonces se considerabamucho msimportantede loqueahora es. Nacidoen 1758, fue fraile durant ealgn tiempo, hasta que se convirt i al protestant ismo ylogr re-nombre desarrollando la filosofia kantianaen una nuevadireccin ;cuandopasaKl el, en 1794, Ficht elesucedienlactedra. (Ren-hold murien 1823).Aun segundo nivel, y de mayor importancia, Hegel considerquesu primeratareafilosficaeralade' absorber yentender plena-menteaFichtey aSchelling. \ 1Este ltimo no habla roroan conFieht e, cuyodisclpulo msdestacado era. YHegel articullas di ferenciasexistentes entre susrespectivasfilosofas.En un tercer nivel , que para nosotros es, con mucho, el msimportante, essintomticoquelaexpresinquesalt aalavistaenlapor tadaseasistemasfilosficos: nosloReinholdesmerotras-fondo, sinoquetambinlosonFichtey Schelling(nunqueenmenormedida); pues lo que interesa fundamentalmente al autor son lossistemasfilos ficos, si bienno t antoel deFichte oel deSchelli ng,ni siquieraelsuyopropio, cuantoel sistemahacia el quehavenidoevolucionando la 6iosofia reciente o, en realidad, toda lafi losoe.2. Los siete primeros alSlIyOS(de 1801a 1803) 6768 Hegel/. . ,li S siete primeros ensayos (de1801a1803)69t anparecidoaRafael yaShekespearc, de haberlasconocido, merosejerciciospreparatoriosparalassuyas(sinounafuerzaafndelespori tu], tampoco puedelaraznver en sus propias formas anterioresejercicios preparatorios tiles para ella. Y si Virgilio consider aHomerocomosemejante ejercicio preparatorio [ Vorbung] para sysurefinadapoca, suobranohapasadodeser unejercicioimita-torio [ Nachiibung] (pg. 12).As! termina el primer apartado. El segundo empieza diciendo :Cuando miramos ms de cerca la forma part icular que tiene unafilosoe, vemosque, por unaparte, brotadelavivienteoriginalidaddel espritu, queenellaharestauradoatravsdesi mismolaarmo-nadesgarradayle hadado termacon su propiaactividad, y. porotra, delafor maparti cular enqueestribe laescisin[En/zweiung]delaque surge el sistema. Laescisin [ odiscordia] eslafuent edelanecesidadde/iloro/ o. .. (pg. 12).10que enotro tiempo buscaba en una nueva religin tal vezposible, y que Schiller buscaba en el juego, la dramaturgia y elarte, ahora lobuscaHegel enlafilosofa. Mas noconsidera que larestauracin de laarmonaseaunresult ado beneficiosomarginal delafilosofa: ha necesidad desta es lanecesidadde restauracin delaarmona.Enlasfrasesque siguen, Hegel contrepcnelaraznyel enten-dimiento(como hada Schllleren la cana vigsimocuarta, vase H7),Ydicefinalmente: El nicointersdelaraznconsisteensublimartalesoposiciones, quesehabanvueltorgidas, masesteinterssuyono significa que se oponga en gener al :J. la oposici n ylimitaci6n,pueslanecesariaescisi nesunfactor delavida, queseforma opo-nindose ete rnamente, ylatotali dad slo es posible con supremavivezamediantelarestauraci napartir de lamximaseparacin: larazn[ s6lo] seoponealafijacinabsolutadelaescisinpormediodelarazn.. . Le uandoel poder de unificacindesaparecedelavidadelos hombres, los opuestos hanperdido sus relaciones vivas ysuaccin reciproca [Wechselwirkung], y han logrado independencia,surge lanecesidaddefilosofa (pgs. 13ys. ).Podemos formular la necesidaddefilosofallamndole sus su-pues/osprevios... 10que sellamalos supuestos delafilosofa noesotracosaquelanecesidadexpresada; mas, dadoquelanecesidadse plant ea as antelareflexin [que siempre escinde ], tiene quehaber rdos supuestos.]Uno es lo absolut o mismo: es la meta buscada. Mas est yapresente: deotromodo, cmopodra buscrselo?Laraznlopro-duce meramente al liberar la conciencia de las limit aciones, subli-macin de stas que est condicionada por la ilimitaci nsupuesta .El attosupuest ohabra de ser laemergencia delaconciencial par tir de latot alidad, laescisinenser ynoser, enconcepto2 yser, enfinitudeinfinitud.. . (pg. 16) .Es evident e que Hegel mirabalafilosofa(siquiera cuando em-IIlz6amirarla) demodoal menosenpar teexistencial; peronofij6~ ojosenellaalamaneradeun individuosoli tariosumidoenunaangustiaaislada, sinomsbiencomounapersonaque tratadegene-enlizar de lafor maenque Plat6nyAristteles haba ngeneralizado111indicar que lafilosofa comienzaporel asombroolaperplejidad.Hegel aporta la observacin hist rica de que la 61osoffa nace delennjenamlentodel hombre(enajenamiento queestan-dolormoromonecesariopara. laexcelencia humana; pero ya hemos estudiadoestacuestinenrelacinconlasextacarta de Schiller: vaseH7).Por qu necesitamos la filosoa>, podra objetar se: por qunobastarael senti docomn? Al ocuparsedeestetemadiceHegel :Encuanto tales verdades del sentido comn se tomanen s mis- rIII:1S aparecensesgadas , comoverdadesamedias(pg. 21) ; Y Ia Iespeculacin, por 10 tanto , entiende perfect amente al sentido co-mn, mientras queste noentiende10que haceaqulla. (pg. 22 ).En el ensayo inmediatamente sigui ente, Hegel har del sentidocomnsutemacentral; maslos dos pun tosque aqu mencionaplan-lean vigorosa yconcisamente dos cuestiones muy importantes. LAdificultadque ofrece el sent idocomn es que, como laEscritura ylos proverbios populares, suele poderse citar en apoyo de lAS dostesisdeladisputadel caso(10cual hacever, por retomar alafor-mulacin hegeliana, que las llamadas verdades de sent ido comnsonmedioverdades). Mstodava: de igual modoquelosensueosnonosproporcionanunavisincoherentedel mundoenquepuedanencontrar unsit io tanto nuestrosensueoscomo nuestras experien-cinsenestadode vigilia, el sentidocomnnosolamentees conrra-dicrorioen sImismo(lo mismoquenuest rosensueossontambinmutuamente incoherentes), sino incapaz de int egrar las ideas aquellegue la filosofa; mient ras que sta puede entender e integrar alsentidocomn.Contal fin, la filosofatieneque exponerseenunsistema. YHe-gel ( aunrefirindonos s610asuprimerensayopublicado) insisteenesta necesidad (pgs. 34 y passim) y atacala opinin de que seaposible- comprenhender la verdadfilosfica en unos pri ncipios fun.damenreles aislados (pgs. 25 y ss.] - cuestiones que desarrollarms tarde, enel prlogodela Fenomenologja.Aqu noempleaHegel estetrminoenel sentido t cnico enque loharli: m6s adelante(tecnicismoque indicamos escribiendo ConceptoCOIl me-yscula).70Hegel2. Los sieteprimerosensayos(Je 1801a1803) 71Del largo estudio de Fichrc slodospuntos precisan recordarseahora. Hegel pretende que Fiehre no entiende lalibertad como esdebido, y dicedesuobra sobrelaleynatu ral (1796) : Ye,oesteideal del Estadonoexisten actividadni movimientoalgunos quenohayandeestar necesariament esometidos aalgunaley, sujetos aunasupervisininmediatayobservados por la policaylasdemsauto-ridades, demodoque(segnlapg. 155dela 2.&parte)enunEs-tado dotado de una Constitucin erigida sobr e este principio lapolica sabrpocomsomenos dnde seencuentra cadaciudadanoencada hora del dayqu hace(pg. 67 ). Asimismoridiculizaenuna nota a pie de pgina la sugerencia fichtiana de que todo elmundotengaunpasaporte, quehayademostrarsealcobrarunche-que(cosadelacual resuenaun ecotardoenel prlogodel propioHegel asuFilosofadel Derecho) .Unas tres pginas despus de esta Iargu slma nota, diceHegelensucrtica de laSittenlehre [Doctrina delamoralo Et icaJ(1797): Perosi enlatica secolocaenel hombremismolafacul-taddemandar, yseoponenenl absolutamente estafacultadyladeobedecer, laarmona int erior queda deshecha, yladiscordiaylaescisinabsoluta consti tuyenel ser del hombre(pg. 70 ).Carece de importancia para lo que nos proponemos hasta qupuntofue justo Hegel con Fichte o en qu medida comprendi asus dos predecesores inmed iatos, cosas que no cabra resolver sinunexamenpormenor izadode todaslas obras deFicht eyde Schel-lingmencionadaspor Hegel (as comodelasquel nocita), yque,por consiguiente, nos llevaran demasiado lejos. Aquien queremosentender aqu noesaningunodeaquellos dosfilsofos, sinoaHe-gel, por10queal estudiar suensayonoshemoscentradoenarrojaralguna luz sobre sudesarrollo int electual, sumanera de enfocar yacercarsea la filosofa, ysusobrasposteriores.15Para tener derecho aensear enlaUniversidad comoPrioardo-zcnt, Hegel tena que escribir una diser t acin latina y defenderunas pocast esis enlatn. Contalobjetoescogidocetesis, cadaunadeuna solaybr eveoracin, que llenaban en total una pgina im-presa, ylasdefendieldaquecumpla treintayunaos.En cuanto ala Dissertatio philosophica de Orbitis Planemrum(Sobrelas rbitas plenetarias) de Hegel, tiene en conjunto unasveinticincopginas. E l hecho ms sorprendente al respecto es, sinJ mb, que su autor tuviera la competencia necesaria para escribirunadisertacinsobre semejante tema; peroHegel habaconservadosiempre un vivo inters por las ciencias; as, ms tarde, mientrasestuvodedirectordel GimnasiumdeNrenberg(apar tir de1808) ,remplazfr ecuentementealosprofesores enfermos , ylosestudian-tes se sorprendan especialmente cuando, sindarle importancia, noslodabalasclases quecorrespondierandegriegoodeotras mate-riasanlogas, sinoasimismodeclculodiferencial oint egral(Ros.,pgina 250).Aeste respectoconviene citar unas pocas lneas del primer pa-rgrafodeladisertacin: ' I' Mrdd,1en1810)seindicaquesi enciertamedida sepodralla-m,u 11 Schellingel Platn moderno, con mayor justiciahabra queU. marle al [Hegel ) el AriJJJ esalemn. 15, Lapr imera compa-" .rin tieneque parecer hoymuydisparatada, por laenorme dife-n-uciu de t alla, pero10 que el reseador queradecir era qul(en\'dll'l/ing predomina la imoginocinii y quetena el poder dearrastrar'1 RUS oyentesy lectoresconsusesplndidasdeclamaciones; por otraI'llrt e, aHegel parecefaltarJe el toquepotico, es prosaicoc0Ir!-parucin, si bien tanto ms imponente con su comprehcnsiva soli-,I('l. Carece de inters seguirprolongandoa la fuerza el paralelo ent reSI,-hcllingyPlatn, que, evidentemente, no es nadaceido; loqueImporta es, ms bien, que cuando .empeza publicar, Kant[mhlaquedadofundidoenungran. mO':'lmlC?ton1!evo, santo yleil anoera,ciertament e, el delainteligenciacriti cainflexible.Hegel noseapoydi rectamenteenloscimientos asentados porKant comotampocoArist teles tr atante tododever qupodralmccrse con las enseanzas de Scrates; ni fue principalmente uny refundidor de Fichte y Schelling, de igual modo queAristteles no fue principalmenteun adaptador de Platn. Ambosvolvieron lavista ala tot alidadde lafilosofahastasupropiomo-mento y tr ataron de hacer justicia a lo capt ado por sus predece-sores; ' pero tampoco fueron eclcticos, sino hombres que lograronelaborar unagranvisintotal delcosmos.Es evidente que en tal visinhay algo poti co, tanto en unocomoenel otrocaso: pues, con todoel inters que tenanpor lacienciaAristtelesyHegel, sus sistemasrepresentanhazaasima?i-nativasde primer orden. Mientras queAlejandroyNapolensalie-ronaconquistar el mundoconsusejrcitos,ellostrataron deense-orearse del conlainteligencia.Las tr es partes principales del sistema hegeliano quedaron de-terminadasdura nteel periodoenqueenseenJena: lgicayme-tafsica filosofade la naturaleza yfilosofa delespritu(deellas nosocuparemos enlosprximoscaptulos). Ycuandoempezaescribirdehecholaexposicindesusistema, conobjetodepubli carla, co-menzporconstrui runaescalaqueconducir al lectorlas sencillas certidumbres de los sentidos hasta el punto de Vistadesdeel cual lohaba escri to. Comomximo, pretendaque tal in-troduccinocupase la mitaddel primer volumen, yprobablemente.. K. F. fuCll""ANN (178'-1855), ant iguo disc pulo de Hegel enJena,Heidd berger 1.Ableilung, p:g.s. 145-63y19}-2Q9; apudter ensuedicincrltiol delaPbJnomenolotJe(1952), pgs. XXXIXy 55.128 I Iknomenologlt 129menos. Si las dotes y el temperamentodeHegel hubieransidotalescualessesuelesuponer quefueron, hubiera prescindidode esta in-troduccin(segnhan hechocasi todos sus expositores britnicos)o, como mnimo, hubierasalido del paso10 msrpidamenteposi-ble; pero justamente semejante empresa sin precedentes le ofrecicampoabiertoparasugenio, y escribi unlibro queinvitaa la com.paracl n conlaDivina ComediadeDante16yel PeastodeGoerhe.28La idea bsica de laFct,omt:flo[oga Jespritues queel filsofonohadelimitarse a lastesisquese hayanpodidosostener, sinoqueha9Cpenet rar detrs deellas, hasta la realidadhumanaquerefie-jen:\ no bastada con tomar en consideracin las proposiciones, nisiqu era el contenido de la conciencia, habr a que preguntarse enIlcada caso [qu tipo de espritu admitira proposiciones, sostendr atales tesisytendr asemejante Dichodeotromodo: espreciso no meramente estudiar cada perspectiva int electual comouna posibilidad acadmica, sino como una realidad existencial.Inclusoas seofrecera ala imaginacin uncampodeconside-rable amplitud : podra trazarse una incisiva vieta trasotra, escu.drl anclosus debiliades caractersticas. Pero a Hegel lo fascina he\ 1sucesin de ellas: [cmo ha podido llegar una persona a ver elmundode esta oaquella manera?; yenqumedida coloreala pers-pectivael caminoquesehayaseguidohasta aquel puntodevista?1Ms an: tendra que ser posible demostrar que cada una de lasperspectivas es unilateral, y, por consiguiente, insostenible si seadhiere aellaconsecuentemente: as, pues, cada una tiene que darpasoa otra, hasta que, por fin, se alcance lavisin ltima y- mscmprehensiva, enlaquequedenintegradastodaslas anteriores: deeste modoel lector seencont rarobligado -si bien noen virtudde retrica alguna ni porque se le diga que lo est, sino por elexamendelassucesivasformasdeconciencia- aascender desdeelnivel inferior ymssimplehasta elsupremoymsfilosfico; yenel caminoveryreconocerel estoicismoyel escepticismo, el cris-tianismoylaIl ustracin, aSfoclesyaKant.Setrata , indudablemente, deuna delas concepcionesms ima-ginativas ypot icasque sele hayan ocurridonuncaa unfilsofo.El paraleloconel viajedeDante a travs del infierno yel purga-toriohastallegaralavisinbeat fica saltaalavista; ytal vez con-vengaperfilar brevementelacomparacinconel Fausto deGoethe.,. Ros s., pgs. 206Y s.; HAYN, pg. 239.I b ydos citas dela. Primerapartedelatragediaquepodran',lhn lc servido de lema a Hegel. El primero de estos pasajes (H.IW,I ' 1770-75)loconocayadel FragmentodeFausto( 1790 ):ylo que entre toda la humanidad seha repartidoquisieragozarlodentr odemi yomsntimo,apresar con mi espritu lo ms 8110 y ms profundo,queel bien yel dolor de ella seeleven en mi pecho,dilatar as! mi propioyohasta aquel}'O suyo,PlIl! cuando difcilmente pacida haber aadido como Fausto :y, de igual modoqueella, al final estrel larme asimismo.Estulineas expresan gran parte del espritu de este libro: el1111101" nonos estofreciendo unespectculo, no hace que pasenantenuestros ojos, como en una revista, diversas formas de concienciap.ruque nos entretengamos, sinoque("considera necesariovolver expe rimentar todo aquello por lo quc,L ha pasado a lo largode w;historiaelesprituhumano ydesafaal lector aque sele una ensemejanteempresafusticaJ Mientras noselleguearelizar tal rosasepermanececegado, yse'{s- poremplear untrmino 1i sta-inautnfio" Lamayora delossereshumanosprefierenVIVircllccrrados eil"-su concha ( Gebuse) -c-utilizandolaexpresin delespers ensuPsychologieder Weltanschautmgen[Psicologa delasconcepcionesdel mundoI (1919}-, acubiertodetodaslasdemsposibilidades; y lo que Hegel les pide no es meramente que leanacercadeellas, sinoque seidentifiquenconcedaunadeellas, unaItas ot ra, quesupropioyohaya crecidolosuficienteparaserccntempor neo"conelespri tu universal.La Fenomenologadel esrrit ude Hegel es una (4Comoacabamosdever, Hegel defiendequelarelacinexistentee.ntre unamujer ysuhermano es ticamente supeilor a la que laliga asua_sus, padres oasushijos; pues sostiene que enestas otras relaciones 101' efectos naturales se encuentranen primerlugar, 1que las dos personas no son muyindependientes entre srelacinsinmezclasehallaentrehermanoyhermanar) larrusma sangre, que, sin embargo, ha alcanzadoen ellos su sere-nidad y equilibrio ; no se desean mutuamente, ni se han daJo nirecibidoel 1;1 no.o.tro su. ser-para-s, sino que sc.s on. recjprcca-n;ente una individualidad libre; y, po r consiguiente, 10femeninone ne en cuanto herma na el supremo presentimiento de la esenciatica:.11. Si tomamos estas generalizaciones li teralment e son est pi-" EJ.de,pg. 296 ClIS!., Mxico, P. C. E., 1966, pgs. 2611.69l; en su versin [i nglesa], Baillie, pags. 475 y S., traduce bastante inco-rrectamentelalti ma frase; Rnss., pJg, 208, indicaque, aunquenocabe duda, k', que Hegel eS,tabaen AntlgUlldeste apartad", la caracterlzn-,1"11lade la virilidad y delnf('minddn,engeneral es un xitocxtraordinarb .1 1.11 fo: nomenologianosepuedenordenar las. relacioneshumanas. de semejantef: se refiere aIfigeniaal mismo que aAntgona? ; y, 1'01' fin, a quinpuede aplicarse10quedIJ O Heg-e1 ,deentresuposteridad?Con esta ltima pregunta nos acercamos a la grandeza de laTodoestopuede parecer algo tandescalficador queel lector sepregunte romo los hegelianos, de David Friedrich Str auss a Her-ruannGlockner, hanpodidoensalzar la Fenomenologacomolasu-premaobradeunodelos mayores pensadores delahumanidad, yn'l lOOha podido Ueberweg, ensusoberbia Historiade laFilosofiat' 1I varios tomos, decir deella: Es ala vezla msdifcil ylamssatisfactoriade las obras deHegel ; ysudificil, oscuro ycondensa-,lo estilo comprime al mximo grandes masas de pensamient os.20.Probablement e, laprincipal razndequetal librohayalogradosuscit ar tan ardientes admiraciones estriba en que es enorme menteoriginal (o, enrealidad, nico), y enque -enlamedidaenque, enabsoluto, quepa compararlo a clsico alguno anterior de la filoso-fla- seria preciso acomodarlo junto a Larepblica de Platn, 0 ,posiblemente, laEtiea deSpinoza. ComoPlat n ( y, enmenorgrado,Spinoza), Hegel escribi un volumen aislado en el que recre latotalidad del mundo desde el punto de vista de una sensibili dadsingularmente cultivada y filosficamente formada ; la organizacinde tal riqueza demateri ales (enciertosentido, tOOo_) dentrodelmarcode unsolo textoconstituyeuna hazaa asombrosa, yacadapasoletieneaunoenvilo el verquvaahacerdeestoocmoen-tiendeyva ainsert ar aquell ootro. .Adems, laconcepcindel libro(queesprecisodist inguir desurealizacin) merecelamayor admiracin. Enjugar deponerse tran-quilamente a escribir una obra que encerrase su filosofa, Hegelconsidera esencial -exponer lo que el hombre ha pensade hasta elmomento: r obastacon escribir el propio librode uno, en elquemedian teunasnotas apiede pginasemuest reaqui yallquesehaleidoalgodeKant ydeFichte, deKrugydeSchulse, deSextoydeHume, dePlatn yde Aristteles, ni condejar traslucir algode lapropiafor macingeneral haciendo una reverenciaocasional aHomerooaGoethe; pueslosfilsofosparecenestar endesacuerdo,einclusoaunqueunoapoyelas propiastesisconunos pocoargumen-tos, esde prever quelosdemsencontr arn tambinalgunos argu-mentos conlos que sustanciar sus discrepantes opiniones: lafiloso-faas!escritanoesconcluyenteys arbit rar ia. Enlugar deextraerunoproposicin de unlibro pota conrrover tlrla, yuna citadeot roaguisa de confirmacin, ser menester, si es que realmente auno140l Hegel Con .demasiadafrecuenciaHegel esexcesivamenteconcreto 'nen equepor ejemplo, alusiones aloshermanosde gona, queseaniquilaronmutuamenteensul uchapor Tebas noseaque. senossuseriedealusionesalaAntgonade o bienponti fica. De ah quelarealidadencierre en s ocul taot racara, extraaalsaber, ynosemuestre alaconcienciatal CX:moesensyp?rsf - nosemuestrenalhijo el padre ensuofensor al mata, ni lamadreenlareina, alaquetomapor esposa19.ese: gustado . que Hegel se desembw.ase y dijera algo as como'encier tosentido, !a tragedia sofoclea(yasea Amgon(/ oEdipoti:rano) nos proporciona la formulad6nclsica de un conflicto o si-dlU', "' d6nrepl"" , 'dntAtlvo de lacond ici6nhuma na, u de cienoestadioe esarro o elacultura.Haymt iene .raropal afirmar queen Hegel laseleccines ah-jolutamente Cuando una figura histrica le era par ticu-s:rmenteconocida al. autor o la tena especi almente presente env!nudde lecturas recientes, seapoder aba de ella ylaconver ta endb'J un esta?Ode conciencia pretendidament e necesario eIn repense e. . . De Igual modo que el saber absolut o mismo no esnadadms que la contemplaci6n reflexiva de las cosas, pero blan-quea ay por unaconcepcin est tica de ellas no es msquel dnj fi ro, nfusin romntico-f:mtsticaent re el cometidodel poetaye e I la.ruta fenomenolgica hacia tal saber consisteenu,na ttaducci npotica perpetua de fuerzas abstr actas enot ras bis-ricamenteconcretas, pero, incluso todava ms, en unconstante en-ymezclarunasy otras(pgs. 24244). Mas aunqueHaymne ne razn, podradefenderseaHegel aeste,Porno habra de apoderarse de Anlgona, dado que de 10 el erasoloelConcepto, yla de .que es la libertaddel pensa-miento: ens es lonegativo, yneneque presen:arsecomo tal... enel escepticismolainsignificanciayladependencia del otrollepan aLt candencia. .. Laautoconciencia escptica.. . seesesta delpensarseas mismo, inmu tabley de SI, rnrsmo.El estoicismoesuna casa amedio hacer : megala realidadylaconsistencia del mundoexterior, de cosastan realesv consistentes comoser unesclavo, estargrilletes o!ener do-lor, pero no contina seriamentehastadecir quees Irreal. Elescepticismoes serioconrespectoa10que el dice: el escptico duda de que haya.gn Iletes ytronos, ydeest modose logran la perfectaimpert urbabilidad y la paz menta l.Mas ahoraHegel tienequemostra r -r-vlohace- que,escep-ticismoesasimismounacasaamediohacer, quetampocol dice lascosasenserio ; formuladobrevemente, quey suspalabrassecontradicensiempre.v. Pues aunque el escepncop,retendadud ardelarealidad desucuer poydel mundoext erior, ,deunafor-ma que muestra que sus dudas no son serias. (En i ealided, Hegelpresenta este argumento, bastante ms de, muchomenos clara que otro: el de quedosconcepciones contradictoriasde s mlsmal . .Estaconciencia, por una parte,una com-pletamente accidenta l, singular , unaconcrencraqueesernpmcayserigepor loquecarecederealidadpara .ella, obedecea queleesinsignificanteyhace, convier teen efectivo, loque no tlene. verd.adparaella. Peroincluso al conside:arse de, est emodocom? VI? a SlU-guler , accidental y, de hecho, ammal,. asr como r e>dda, sevuelveahacer, por el contrario, general eidnt icaa SI mrs-148Luegosenospresentanunafarsa y trescuadros, todoellodu-ramente rotulado. Enlafarsa, unaautoconcienciaencuentraaotr a.(Es pertinenterecordar al respectoque lasexpresiones castellanayalemana poseen connoracones algo diferentes; mientras que estarconscientedes quieredecir, aveces, no encontrarsemuysegurodedes mismo, sentirse algoinestable, selbstbfwusst scinsignificaes-tar cr gullosamenresegurode s. Sinduda alguna, el significadopri-mario en ambos idiomas es el mismo: percatarse de s; pero, porms que estesentido tenga lamximaimportancia, las connotacio-neshacenmuyal caso.)Al encontrarse una autoconciencia con otra el orgullo se topaconot ro orgullo, ycada una resuelvedestruir alaotra conobjetode aumentar Inpropia segurida d de s: ambas pre tenden matar alorro, ysearriesganlavida. Parael Sartre deL'treet lenant estavisindeJas cosasesparadigmtica : el otro esel enemigo.Lo queleimport a aHegel es comprender cierta relacin espe-cficaentre una autoconciencia y otra, a saber, la existencia entreamoyesclavo; y lainterpreta, enel primer caso, comoresult adode.) unalucha: elvencdoprefierelaesclavitudalamuer te,Laspgfnasque siguenejercieron lams profundaimpresinenKarl Marx, que admiraba enormemente este libro y lo llam elverdaderolugar denacimiento ysecretode lafilosofahegeliana 27;all el esclavo llega a vivir de su propio traba jo y empieza as aapoyarse en s mismo y a ser independiente, mientras que el amollegaaapoyarse enel traba jodel esclavoysevuelveas dependien-te, En El Capital escribe.Marx: Amedi da que [el hombre.. ,]actasobrelanaturalezaexterior a' l yla transfor ma, transformaala vezsupropia naturalcza.2.'lEl apar tado IV. Aacaba con esta neta e irnica invers in, yel IV. Bestconsagradoal estoicismo, el escepticismo y la conci en-ciadesgraciada. Es fcil seguir latransicin al pri merode estos en-foques: cabe caracterizar comoestoicismola actituddel siervo_que,pese a su estado, se siente esencialmente apoyado en-sI mismo eindependi ente; estaconcienciaes, por lot anto, negativafrentealarelacinde seor o yservidumbre .. . el sg" libre tantoenel tronocomoentre grilletes, con todala dependenci aque tenga suexisten.casingular . "". MARX yENGELS, Historirch-kritircheGesamtaurgabe, U I, pg. 153; apudRoben TUCI( ER, Philosophy and Mith in Karl Marx, Cambridge UniversityPresa, 1961, pg. 126, Por supart e, Tucker sostieneque cuandoMarxhablade hegelismose refiere ante todo a la filosofa de la historia expuesta porUegel en la Fenomcno!of,a (pg. 125); pero Marx tambin escribi variosensayos crticos sobrela Filosofadel Derecho(vuselaBibliografa).lO Volksllusgabe, tomo 1, pg. 133 [Libro 1,seccin, capitulo 5, 1:versocnst. enlaed. deLaHabana, EJ, Venceremos, 1965, tomo1, pg. 139].1'1 tt-uomenologfa 149,'50Hegel IIenomcnclogla'"ma. . . Apartir de esta identidadconsigo misma -o, msbien, enella-:- recaedenuevoaccidental idadydesconcierto, puesprecrsamcnt.cesta negati vidad que se mueve a si misma se ocupaslo delo singulary seafana porlo accidental. Tal conciencia, esporlotanto, aquella inconscientepueri lidad queva de unladopara otro,del extremode la autoconcienci aidnti ca a s misma al de la concien-cia accidental, desorientada ydesorient adora. . . Laconcienciaseexperi menta enverdad a si misma en el es.cepricismc, comounaconciencia ens misma de talexperi encia una nuevaformaquerenelos dosque el esceptrcrsmomantena separados. Lair reflexindel escept i-cismasobres mismotienequedesaparecer yaquedehecho esunaconcienciaquetieneestos dosaspectos. Por'lo cual esta nuevaformaquees parasladobleconcienciadesi (en cuantol iberadoradee, Inmutableeidntica ase misma, y encuantoabsolutamenredesorientadora des yperversa), as como laconcienciadeestasucontradid6n. . . Deestemodo, el deSdoblamient oqueant essedistri-bufa entre dos individuos singulares, el E..... mo_yel esclavo, se apo-sentaen luna soloadeah queel desdoblamientoens mismodelaautoconciencia, que es. pii ,ra el Conc: pto del espritu, seencuentrepresente -SI bientodava no suunidad-eyla concien-ciadesgraciada eslaconcienciade si encuanto ser desdobladoque s loseconrradce.Siguiendo a Freud, acaso quepa hacer visible ms vfvidamentelos dos polos de la autoconciencia escptica de que habla Hegelprestando atencinla. autoconciencia del psicoanalista : por unapartemiraa suconcrencra comoemprica, accidental eindividual laconsideraindignadeconfianza ydesorientada; ypor otr a confa; seapoyaen ella, la considera transempri cay objet iva, nomeramen tepersonal smouncasodeuna concienciacientficageneral. De cual-qUIer manera, tal es lo. queHegel sostiene acercadel escepti cismo:que .es otracasa 3: hacer, ahorasecolocaunoanteojerasyrmra en esta direcci n, desconociendo lo que vea en ot ros mo-ment os, cuando miraba en laotradireccin. Sar tre llamara aesto111l1UVaise ioi [ malafe] , ydira quela conciencia escpticaes unamalafe, queseengaaas misma; mascuandoseprivaal escepti-cismadeestesubterfugioyse .le. obligaaserseriosurgeunanuevaforma de autoconciencia:']a conciencia desgraciada,'que se experi-mentaas mismacornoesencialment edivi didaconnas.Ni siquiera el anterior anlisisdel amoyel esclavo, del estoicis-moy el escepticismo est comprimido al mximo (como indica!lis/oria Ueberweg),enmodoalguno; laoscuri daddelaexpo-SICI n hegeliananosedebe a concisin ni exclusi nde cuanto nosenun punto esencial, sino al hecho de que un excesodegticospormenores sueleocultar laestructura fundamental del razonamien-111. Ahor abien conlaconcienciadesgraciadael impulsopot icodeluruur tornaladelant era: encuantoaextensin, este estudioesigualconjuntode los dedicados al seoroyla servidumbre, el estoi-rbmoyel escepticismo; locual sedebeaalgoperfect amenteclaro:Ilegel queda absorbidopor las alusiones alos rasgos de111 mentalidadcritiana medieval, que- segn lave l- ejemplifical,t concienciadesgraciada. - - .Hegel no menciona nunca el cristianismo; pero Lasson tienere.. .n, indudablemente, al pedirnos enlasnotasapiedepginasquereconozcamoslasalusiones 11 Dios comojuez, a Jessya su culto, 11l'ls Cruzadas, a la conciencia de . pecado, al sacerdote como padreconfesor, a las oraciones en lat n y a las .indulgencias. La versinInnlesede laFenomenologadebidaaBailhe reproduceest asnot as;111:;0 Royce, en su traduccin de la conciencia co? tri ta(incl?idaen las Hegel Selections de Loewenberg), emplea siemprereligiosos - por ejemplo, contrit a en lugar de desgraciadas-e-p:ltll verter las palabras ms neutras de Hegel : as, campana seronvierteencampanilladealta, yactividadygozo, unavez enservicioycomuni nr y luegoenbuenasobr as ycomuni n. (Bienes verdadquelaversinde Royce est encabezadapor unatraduc-rinlbres .)El intent odecogeralvuelolasalusiones deHegel, as!comoloquesedisfrutaconsuperspicaciay conalgunosdesusenigmas, tie-nenforzosament equedist raer laatencindelapretendida .dgica.li ddesarrollo: el lectorolvidalaimagendelaescalaysepreguntaqu rasgos, deentrelosmuchsimosquehayenesteruadro,sonenciert osent ido necesariosyesenciales enel escenario. Por suparte.espalmarioqueel autor ha perdidotambindevistala .yplandel libro, yque, lejos de comprimir severament e laexpos1c:'n. sedetienecon UDaextens ininnecesariaencosas sinimportancia.Esevidente que Hegel quera sacar de su arc? algunasacercadelacristiandadmedieval , maslandolealusivadesuestilo(que, sindudaalguna, estaba originariamenteinspiradapor supro-pioreconocimientodeque todosaquellosdetallesconcretosestabanall fuera de lugar) alargel . estudio. Ysu!m-pulsopoticot ratdesacarelmayor par tidoposibledeestaocasindehacer visibleydescribir unestadodenimoyunperodo,Es imposiblerastrear unmotivoms: Hegel eramanifiestamen-te incapazdeprolongar el desarr olloque haba trazado tan aguda-mente a lo largo de una serie de estadios, hacindole sobrepasaraquel punto yllegar a otro estadi o,All encontr bamos una conciencia dividida que se coloca dellado de la conciencia mudable y se considera insignificante; pero,152

de.Ia nmu.tabilidad (o del simple ser) tiene queprocurar, al mismonempo, liberarsedeloinsignificant e estoes de-s . . Laconciencia de la vida, de su existencia' yactividade:' urucamentedolor por estasexistenciayactividad, puesenellonene concrencra de opuestoencuanlo esencial, y desu propianaderfa.Todo esto .no tiene solucinde cont inuidad con el desarr olloanter,lc:rde la esclavitud al esrocismo, y deaqu alescepticismo(est astranS1ClOnessonde las m s plausibles de toda la obra; hasta el punt odeque, verdaderament e, muypocas delasdemstransicionespuedensoportarcon ellas); pero10 queahoraeramenesterquese hiCiese';Jslblees quela conciencia desgraciadaes asimismouna callaamediohace r, yquecua,!dose la toma en serioyselallevahasta sus extremas consecuenCi asda lugar aotroest adio msmaduro del desarrollodel espri tu. No 0010 era Hegel, 7videntemente, incapaz de hacer tal cosa,SIOOque solamentees verdadtodoesto, yno5610. h?cever. queHe-I ul..donabasus propiasintencionesysupropiaincapacidadllul,lkn runaobradc importanciaque t?VO Ydse1sanJ s,,, " \.1 publicaci6npor su jovenamigode mas demedia ocena e1110. ", antes de llegar alostr einta, sinoquemuest raporquleera1,111 fkH y natural aHegel el ver su propiacomola quelUlHplcll1ha los int entos de Schelling (o, en d;=sarr ollo'''lllpICIOdesde Kant hastams aIldeFicht ey e 11n\ 1' .Muchoms tarde, Schelling, cuando lollamaron a a ruver st-,1 ,.. 1de Berlnen1841, diez aosdespusdelamuerte le'll {I en la misma moneda, relegando la filosofa hegeliana, Junta- conla suyapropia inici al, al estadio deala vez que peda un? nueva efi losoe posrnva, que en trminos ext raordmarlamente ade lasIloslcriores tentativas de Kierkegaard. (En realidad, se.enco-11 ,1"'1 ent re el auditorio, yse sinti tremendamente?por el programa de Schelling, aun cuando las conferc;no as. s1;1 sr-Mllientes10habandedesilusionar s; perono eXIstenclal.lsmo de Kerkegaardhunde sus racesenel ltimopensa!ntentode Schelling, yaquePaul Tillichcomenz su con111111 tesissobreSchelli ng; yfueste qurenacunoRl lfla existencial [Existenzialpbilosopbie ) paradesignar susl t imasposiciones filosficas.) 6 f . .. En tanto que aSchell ingle pareca que su filosoia posiu vasrepresentaba un estadio enteramente nuevo en el de lalilnsofa, y unpasomsall deHegel,.los del prologodeltFnlOmenologadeberan Si lade .f -losoflaromntica noes tambi naplicable alre IgIo-so del viejoSchell ing, deKlerkegaardyde. 'I'illich. . . .En cuant o a la cuestin de si esta critica apunt.aba orgrruari a-mente a Schelling mismo o nicament e a sus segUl dotes, hIyscornleja de loque a primeravista parece. Hegel una a Sc. e mgcon Punestadio del desarrollode la filosofa moderna, est adio queconstitua unprogresoclaroconrespectoa Kant yFichte, adI!dcuan-do asuvez t ampocoeradefinitivo y teniaqueI o; esindudablequenoteniaintencindedenigrarlomn dlcu1tza rlo, pero Puedenversevariascitasreferentesalasconferencias deSchelling .y.!asreacciones de Kierkcllaarden mi Niett.rche (19' 0), 102; ed. Merldlan,105ys. y377. . '.' hilo bi d Schelling. ' En 1844ya criticaba ROSF.NKRANZla Exislnu;lmp sop l e e XVIII). 11 68Volveremos sobreel ltimo Schelling en .174 Hegelencuentros, ambos mencionanque no trataron de temas filosficos:espalmarioque lasrelacionesdeantaoeranyacosapasada; perosemantuvieronenunarelacincorts.Ensus leccionessobrelahistoriadelafilosofaHegel seocupdeSchellingcomodellt imofilsofo ant esdellegara(ole! puntodevista actual de lafilosofa, o sea, el suyopropio. El estudiodetal puntode vista(colocadopor el editor delasleccionesbajoeltituloE.Resulr edos)ocupajustament e unpocoms deochop -ginas, mientras quelasinmediatamente precedent es, cuyoencabeza-miento es D. Schelling, se extienden sobre casi cuarenta. Estaslt imasempiezanas:> 6; pero las adiciones impresas muy rara vez repta.ducenlas explicaciones dadas por Hegel acerca delospargrafos trasdelosque respectivamenteseencuentran.Hasta 1827. las conferencias se basabanen la primera edicinde laEnciclop edia, p OI 10cual loscompiladoresdisponandemuchomaterial basado en est as lecciones yqueno encajaba en laterceraedicin, radicalment e revisada, que es donde lo int rodujeron. De1827 a 1830 las conferencias se basaron en la segunda edicin;duranteel veranode 1830 pudoHegel por primeravezutilizar laterceraedicin, pero muriennoviembrede 1831.Tantoduranteel veranode 1830comoel veranosiguiente si-gui dando lecciones sobre la primera part e de la Enciclopediade18.30 , as comosobrelafilosofadelanaturaleza(osea, lasegundaparte del libro) en el verano dc 18307; pe ro lagran masa de lasadiciones, incluso de las correspondien tes a estas dos partes de laEnciclopedia, no procede de estas conferenci as lt imas. As!, en elcasode lafilosofade lanaturaleza, la mayor partedel material delas adiciones est remadode lasconferenci as deJena, pronunciadasantes de haber publicadola Fenomenologa[estoes, msdeventi-cincoaos antes desalir aluzel libroenel quelashainsertado) ".Losencargados de laedicinnohanindicado aqu ao corres-pondacadaadicin, yenmuchasdeellashanamalgamadoapuntesbasados en lecciones profesadas en aos muy di stantes entre s 9.Cosa que no significa solamente que muchas adiciones no reflejanhilodepensamiento seguidoalguno, sinoquelos compi ladores hantenidoque introducir por si mismos, valindose de sus propias Pe-labras, todasuerte de transiciones; yque, conobjetode lograr al-guna unidadde estilo, han tenidoque modificar lo dicho por He- F. N ICOLlN y TTo POGGt:LERen su introduccin 11 la edici6n cri ticadequese hancuidado de laEn:yklopediede 1830(1 959), pg. XXXI. Cf . unpoco ms arriba, el texto corres pondiente ala not a 4. ',el ....Obenicht ber Hegels Berliner Vorlesungen.. [Panorama delas lecciones berlinesas de Hegel] , de HOFFMF.ISTF.R, ro su edicin crica delos Berliner S.hr/ttn: 1818-1831 ( 19'6), pg. 74349. Ross., pg. 193. ..Los encargados de la cdici n reelaboreeon juntos. sin hacer ningunadi stincin, lecciones detodos los cursos acadmicos, y Michelet lleg6 a utilizarparo la lilosoHa de la naturaleza los borradores del sistema de Hegel de lapoca de Jena.-Por lo dems, sepermitieron las ms variadas modificacionespor rezones estilfsncas, en especial en las partes segunda y tercero, inclusoenel textopublicadodelaEncciopediar sloen la primeraseccinde lafilosofadel esprit u, que comprende JO, pargrafos... se encuentran m:is de 150 deestas intervenciones redaccional es, que no rara VC"l altera n el sentido origi nalC Lond res, 1901, pgs. 412-6.:5 .- Lutures inModernIdealism(tresde lasconferenciasse ocupandela Peno-"ll:no1og14 deHegel, y unade ..El sistemamadurode Hegele], Vale Un-versity Presa, 1919; reimpresin econmica en rstica, con un prlogodeJohnE. Smirh, Yale, 1964.SARTRE, Jean Paul, L' Etre el le Ndlll: Bssei d'Ontologie phnomnologiquc,Par s, 1934; tr. inglesapor Hazel Bames, Bengand Nothingness, NuevaYork, 19.:56 [ en castellano, El ser y lanadll. Ensayodeontologa fenome-nolgica, Ir. de J uan Valmar, BuenosAires, Losada, 1966] ; vase especial-mentela3.&Parte,capitulo1,seccin111: Husserl, Hegel, Heidegger.SomLLlNG, Friedrich Wilhe!m jose ph ven, cHegel., ..o Z"" Geschichu de,PbiJosopbie (1l1IS demb