1 Curso a Ministros Extraordinarios de La Comunión

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CURSO A MINISTROS EXTRAORDINARIOS DE LA COMUNIÓN 29 DE MARZO DEL 2014 PARROQUIA DE SANTO TOMAS APÓSTOL, IXTLAN

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CURSO A MINISTROS EXTRAORDINARIOS DE LA COMUNIN

CURSO A MINISTROS EXTRAORDINARIOS DE LA COMUNIN29 DE MARZO DEL 2014PARROQUIA DE SANTO TOMAS APSTOL, IXTLAN

TEMA 1MINISTERIOS Y EQUIPO DE LITURGIAParroquia de Santo Tomas Apstol, Ixtln.

BIENVENIDOS! 2Tema 1MINISTERIOS Y EQUIPO DE LITURGIA

Ministerio quiere decir servicio. As como Cristo no vino a ser servido, sino a servir (Mt 20, 28), la Iglesia, sacramento y seal de Cristo, es toda ella ministerial. Existe para servir.Los ministerios existen para el bien y el servicio de la comunidad, por voluntad de Cristo. Los ministerios son esenciales a la Iglesia (1 Co 14, 5; Ef 4, 12).

Ministerios de hecho: Se llaman a los ministerios que ejercen laicos y laicas de manera estable o simplemente ocasional.Diversidad de ministerios: Ministerios ordenados: obispo, presbtero y dicono. Ministerios instituidos (Se llaman a stos ministerios instituidos porque los llam as Pablo VI al reformar y suprimir las llamadas "rdenes menores" (subdiaconado, ostiario, etc.): lector y aclito.

Los ministerios litrgicos de hecho pueden estar:- El monitor de la asamblea. Al servicio de la Palabra de Dios.- El lector no instituido (SC 9; OGMR 66). - El salmista (OGMR 36; 67; 90; 313).

1. MINISTERIOS DE HECHO

- Personas encargadas de la limpieza y ornamentacin, del los vestidos litrgicos y de los vasos sagrados, etc. Al servicio de la asamblea (SC 29; OGMR 68). - Los encargados de la acogida y del orden en la celebracin. La cogida es un aspecto importante. No digamos el orden en la misa con nios, por ejemplo.

Al servicio del altar y del ministro ordenado.- El aclito no instituido (SC 29; OGMR 66).- El ministro extraordinario de la comunin (OGMR 68). - El maestro de ceremonias (OGMR 69).Al servicio del canto y de la msica (SC 29; OGMR 63-64; 78; 90; 274; 313).- Los cantores.- El director del canto de la asamblea.- El organista y los restantes msicos.Otros ministerios- Los padrinos del bautismo y de la confirmacin. As los nombran los rituales del bautismo y de la confirmacin.- Los catequistas.- Los que dirigen la plegaria.1. Ministerios de hecho

Estos ministerios deben tener carta de naturaleza en todas las comunidades parroquiales, 2. LA ASAMBLEA NECESITA MINISTERIOS

es decir, deben existir en toda asamblea litrgica de forma estable y no puramente ocasional.

EL EQUIPO DE LITURGIAUn equipo de liturgia es un instrumento de primer orden para garantizar no slo la buena imagen y la marcha de una celebracin, sino tambin para la pastoral de la liturgia y de los sacramentos.

La Ordenacin General del Misal Romano. Dice as:

tanto en lo que toca al rito como al aspecto pastoral y musical, bajo la direccin del rector de la Iglesia, y odo tambin el parecer de los fieles (OGMR 73).La preparacin efectiva de cada celebracin litrgica hgase con nimo concorde entre todos aquellos a quienes atae,

SIGUIENDO el texto anterior hacemos estas consideraciones: La preparacin de las celebraciones litrgicas debe hacerse por todas aquellas personas que han de intervenir en ellas (monitor, lector, cantores, etc.), incluyendo los mismos fieles. La preparacin debe mirar estos tres aspectos:- el aspecto ritual, es decir, el desarrollo y el ritmo de la celebracin, los signos, etc.- el aspecto pastoral: en la clave de evangelizacin, la unidad culto-vida, la incidencia de la liturgia en la espiritualidad, etc. - el aspecto musical, los cantos e instrumentos.Por tanto, las diversas personas que ejercen las diversas funciones deben formar el equipo litrgico y, a poder ser con algunos representantes de los fieles.

El equipo debe estar en coordinacin con el rector o el presidente de la asamblea litrgica. Esta coordinacin es indispensable y constituye tambin un servicio para el bien de todos. El presidente no puede abandonar en manos del equipo su responsabilidad y su ministerio, l debe estar, a ser posible, en la preparacin. Mucho ms si se trata de un equipo de reciente creacin.El texto habla tambin de nimo concorde. Quiere decir con sentido de cooperacin y unidad. Este nimo concorde no es slo una condicin previa para el trabajo en equipo, sino tambin meta que se ha de ir perfeccionando cada da.Y aunque no se diga expresamente en el texto es evidente que todo esto necesita personas preparadas y competentes. Esta preparacin se entiende como preparacin- tcnica en los lectores y cantores,- pastoral, sensibilidad a los problemas de los fieles y de la Iglesia,- litrgica, conocimiento y vida para celebrar el misterio de la salvacin.La Ordenacin General del Misal Romano dice que:

CONSEJOS que nos da la Ordenacin General del Misal Romano:"La eficacia pastoral de la celebracin aumentar, sin duda, si se saben elegir, dentro de lo que cabe, los textos apropiados, lecciones, oraciones y cantos que mejor respondan a las necesidades y a la preparacin espiritual y modo de ser de quienes participan en el culto.El sacerdote, al preparar la misa, mirar ms bien el bien espiritual de la asamblea que a sus necesidades preferidas.

3. PERFIL DE LOS MIEMBROSLos rasgos ideales de los miembros de una comisin litrgica seran: Testimonio de vida cristiana: sean conocidos en la parroquia y aceptados como creyentes. Sensibilidad litrgica: personas con sentido de Dios, de lo simblico-potico, que vivan las celebraciones. Servidores de la comunidad: que no busquen protagonismo personal, ni se afanen por satisfacer sus propios deseos.

CONTINUAMOS PERFIL DE LOS MIEMBROS Querer mejorar la calidad de la celebracin, empezando por ellos mismos. En la celebracin, las palabras, los smbolos y ritos, los gestos y movimientos tienen su sentido y como tal deben aparecer. Conocer la comunidad para poder adaptarse a la asamblea concreta que celebra, siendo fiel a la celebracin. Disponibles para formarse: la formacin litrgica es una tarea constante para vivirla con plenitud.

PREGUNTAS Y COMENTARIOS

viviendo y desempeando los servicios y ministerios desde una fe viva, una esperanza firme y una caridad constante, haciendo vida las virtudes teologales, especialmente con los ms pobres y desamparados como son en este caso los enfermos.Todos los servicios y ministerios en la Iglesia tienen un mismo fin, hacer posible la salvacin de las almas,

Por lo tanto, de modo ordinario pueden administrar la comunin exclusivamente los clrigos indicados. Puede haber ministros extraordinarios de la comunin; para que stos ejerzan tal funcin, el derecho requiere dos requisitos: 1.) donde lo aconseje la necesidad de la Iglesia. El canon 230 3 habla de necesidad, no de utilidad de otro tipo. No se refiere, por lo tanto, a otros criterios, como son la mayor solemnidad de la ceremonia, o la celebracin particular de un grupo de personas.

2.) No haya ministros. No sera el caso previsto, si hay ministros que pueden atender al ministerio de la comunin con cierto incomodo. Sera el caso de las comuniones a los enfermos, o de ordinario las misas parroquiales en que no hay sacerdotes en la iglesia.3.) El canon 231 establece que para ejercer este ministerio laical se requiere de la debida formacin, conciencia y generosidad (formacin permanente). estar adecuadamente instruido y ser recomendable por su vida, por su fe y por sus costumbresNo sea elegido nadie cuya designacin pudiera causar admiracin a los fieles.

1) Laicos que distribuyen la comuninDentro de la Misa: Ayudar al sacerdote a repartir la Comunin cuando haya muchos comulgantes, falten otros ministros ordenados, o cuando se d bajo las dos especies.Fuera de la Misa: Impartir la Comunin a los fieles que lo deseen cuando el sacerdote est ausente.Comunin a enfermos: Llevar la Comunin a los enfermos.3) Motivacin de este ministerioLa primera motivacin es la utilidad pastoral:- Ayudar a repartir la Comunin cuando son muchos los fieles a recibirla, favorece el que la celebracin sea gil, proporcionada, y no innecesariamente larga. - Fuera de la Misa, la comunidad cristiana encuentra facilitado su acceso a la Comunin. 2. Normas bsicas2) Funciones de este ministerio4) Quien puede ser ministro extraordinario de la comunin- realizarse con desenvoltura y dignidad.- Que los designados estn comprometidos en alguna clase de apostolado: catequesis, cuidado de enfermos, que pertenezcan al equipo de liturgia, al consejo pastoral o a una comunidad religiosa, o bien desarrollen alguna actividad parroquial.- Que la persona sea ya madura, - aproximadamente mayor de 25 aos, - con buena fama, - aceptada en la comunidad - y que ofrezca cierta garanta en cuanto a su vida cristiana, su fe y sus buenas costumbres.

5) Modo de designacinEs el Obispo a quien corresponde la designacin de los ministros extraordinarios de la Comunin, tras haber escuchado la peticin de los prrocos.El responsable de la comunidad, despus de haber consultado con los otros miembros de la comunidad, presenta al Obispo los nombres de las personas El Obispo, o bien el Vicario u otro Delegado, designa oficialmente a estas personas para que puedan ejercer en su Parroquia el ministerio de distribuir la Comunin

6) Rito del nombramientoEl rito para la designacin estable de los ministros extraordinarios de la comunin es el siguiente:- Se comienza con una monicin - A continuacin se pregunta a los candidatos, - La asamblea hace oracin sobre ellos.- Tambin tiene particular recuerdo por ellos en la oracin universal.

7) Qu es un ministro extraordinarioLos laicos que reciben la misin de distribuir la Comunin, dentro o fuera de la Misa, son considerados ministros "extraordinarios" de la Comunin. Llamar a uno ministro "extraordinario" significa que slo puede ejercitar el encargo recibido en ausencia de los ministros ordinarios.

8) Modo de realizar el ministerioa) Los ministros extraordinarios suben al altar en el momento adecuado.b) El sacerdote celebrante, despus de comulgar, distribuye la Comunin a los ministros extraordinarios para que comulguen ellos. c) El sacerdote, a continuacin, les entrega el copn (y el cliz, si la comunin se realiza bajo las dos especies) para que se vea que son como una prolongacin del celebrante, que es el representante del mismo Cristo.d) Los ministros extraordinarios bajan a repartir la Comunin a los fieles. Lo harn con pausa y expresividad, mostrndola ante cada uno y diciendo con calma: "El Cuerpo de Cristo" e) Es importante conocer que es mucho ms expresivo dar la Comunin, a invitar a que los fieles la cojan. Queda mejor expresada la mediacin de la Iglesia cuando se hace por sus ministros. De aqu que sea aconsejable el que tambin los ministros extraordinarios la reciban por el sacerdote celebrante, antes de distribuirla al resto de los fieles.

9) Pastoral de conjuntodebern tenerse en cuenta unos principios de pastoral bastante evidentes:- Que la eleccin de las personas se haga en coordinacin con otros ministerios y tareas de la vida de la comunidad (catequesis, cuidado de enfermos, servicios de caridad, pastoral de preparacin de sacramentos, etc.).- Que esta eleccin se haga, sobre todo, en coordinacin con el responsable ltimo, el prroco, en cuanto a la designacin como al ejercicio del ministerio.- Que se realice este ministerio, fundamentalmente, todos los domingos, como da de la comunidad y da del Seor, tanto en la celebracin misma como en el servicio a los enfermos.- Que el nmero de los designados sea suficiente para asegurar su presencia y participacin en todas las Eucaristas dominicales, en las que sea necesaria su presencia.- Y que formen un verdadero equipo en el que se distribuyan sus incumbencias, para que no hagan falta, normalmente, otros ministros ocasionales.Es conveniente que los ministros laicos de la Comunin reciban una preparacin adecuada antes de empezar a ejercer su ministerio.

10) Actitud exterior e interior del ministro extraordinario de la comuninHay que ser consciente de que, distribuir la comunin a los hermanos de la comunidad y llevarla a los enfermos, es un servicio hermoso y significativo, que debera de llenar de alegra a quien ha sido llamado a realizarlo.Exteriormente no hace falta indicar, que cualquier ministerio litrgico merece una compostura y una actitud digna. El ministerio de la Comunin todava lo pide ms.En el vestir en el momento de distribuir la comunin, el Ritual del Culto y otros documentos, dejan libertad sobre el uso del alba, o bien aparecer como laicos a la vista de la comunidad, lgicamente con un vestido digno y adecuado.

Pero lo verdaderamente importante es la actitud espiritual interior. Ante todo se pide a los ministros extraordinarios:- Respeto y aprecio a la Eucarista: Es el momento central de la celebracin, cuando Cristo se da a los suyos como alimento de vida eterna- Respeto y amor a la comunidad a la que sirven: Porque estn ayudando a sus hermanos a que reciban al Seor en las mejores condiciones posible de celebracinHay que tener muy presente que este ministerio no es un privilegio para la persona, sino un servicio para bien de los dems. Es un ministerio, por tanto, que debe ir unido a una actitud de disponibilidad generosa.

Tema 3ESPIRITUALIDAD DEL MESCUna espiritualidad laical autntica no puede ser sino una espiritualidad eucarsticaEl tema de la formacin y espiritualidad es para todos los fieles cristianos. espiritualidad es un estilo o forma de vivir segn las exigencias cristianas, la cual es la vida en Cristo y en el Espritu, que se acepta por la fe, se expresa por el amor y, en esperanza, es conducida a la vida dentro de la comunidad eclesial.

Entre los elementos de espiritualidad que todo cristiano tiene que hacer suyos sobresale la oracinLa oracin tanto personal como litrgica es un deber de todo cristiano. Jesucristo, evangelio del Padre, nos advierte que sin l no podemos hacer nada (cf. Jn 15, 5).

La espiritualidad cristiana se alimenta ante todo de una vida sacramental asidua, por ser los Sacramentos raz y fuente inagotable de la gracia de Dios, necesaria para sostener al creyente en su peregrinacin terrena. Esta vida ha de estar integrada con los valores de su piedad popularEl creyente, a travs de un camino de oracin, se hace ms consciente de las exigencias del Evangelio y de sus obligaciones con los hermanos, alcanzando la fuerza de la gracia indispensable para perseverar en el bien

1. Perfil del ministro de la comuninOptimista, paciente, lleno de alegra, discreto, sigiloso, misericordioso, buen samaritano. Gran vocacin altruista de servicio hacia quien sufre. Con tiempo disponible, sin excesos en los compromisos pastorales, con formacin adecuada y conocimiento del hombre enfermo.

De mucha intimidad personal con Cristo muerto y resucitado. Impregnado de la espiritualidad eucarstica.

De oracin constante, hambriento de la Palabra de Dios y de la misericordia divina.

Amante de la comunin de la Iglesia, creativo en un apostolado en equipo, considerando este ministerio no como una promocin u honor sino como un servicio humilde.Quien hace carne la fe, la esperanza y la caridad y lo transmite a quien sufre. Corresponsable de la salvacin de los hombres.

2.Configurado con CristoEl ministro no es un mero cartero de la Comunin. Es, sobre todo, un Cristforo, portador de Cristo. Es ms, es un configurado con Cristo. Cirilo de Jerusaln ensea que Al recibir el cuerpo y la sangre de Cristo te haces concorpreo y consanguneo suyo. As pues, nos hacemos portadores de Cristo, al distribuirse por nuestros miembros su cuerpo (Catequesis, 22).

3. Virtudes teologalesa) La Fe del ministro extraordinario de la Eucaristala fe no es creer en algo, sino conocer, creer y amar a Alguien, es fundamentalmente una relacin personalLa fe eucarstica es algo ms que la sola Eucarista.En la Eucarista encontramos la mxima unin entre lo santo y lo ordinario

Vale la pena preguntarnos si hay algo excepcional en la fe de un ministro de la Eucarista, algo diferente de la fe de los dems catlicos? Debemos concluir que la fe de un ministro es nica porque es nica su relacin personal con la Eucarista.Por eso la fe de un ministro de la Eucarista encuentra siempre motivos para dar gracias.

b) La Esperanza del ministro extraordinario de la Eucarista esa luz del Espritu que alimenta la esperanza que va mas all de esta vida y por eso el ministro de la Eucarista debe cultivar la habilidad de mirar ms all de las apariencias, de las perspectivas superficiales. A veces nos olvidamos de que la Eucarista es la misma experiencia de la ltima Cena que Jess comparti con sus discpulos en el umbral de su terrible pasin y muerte.Cuando llevamos la comunin a una persona enferma o moribunda, compartimos con ella el conocimiento que proviene de una esperanza autentica,

La esperanza del ministro de la Eucarista es la misma esperanza, que viene del poder de la resurreccin, que nosotros compartimos cuando damos la comunin a los dems. Nuestra fe y esperanza, se alimentan de todos modos de la caridad, del amor, que es la realidad fundamental y centro de la creacin, la ms profunda en toda persona, la realidad esencial en la cual vivimos, nos movemos y existimos (Hech. 17,28).

c) La Caridad del ministro extraordinario de la EucaristaEn el sentido cristiano, el amor no es primeramente una emocin, sino un acto de la voluntad.Yendo a la raz de la palabra Caridad, descubrimos que se refiere al amor benvolo de Dios hacia nosotros y del mismo modo al amor de los unos a los otros. Este es el amor que san Pablo tiene en mente en su famoso himno a la caridad en 1Cor. 13,13. En cuanto ministros de la Eucarista, estamos llamados a amar como Jess amaba

Como ministros de la Eucarista estamos llamados a ser instrumentos del amor de Dios para aquellos que se acercan a comulgarUn ejercicio pleno de ste ministerio implica hacerlo con el corazn lleno de amor de Dios, cosa que requiere un tiempo de oracin cotidiana.

4. Otras lneas de espiritualidad cristiana-el trabajo, -las relaciones, -las miles de cosas que hacemos,-el empeo por practicar la vocacin de esposos, padres, hijos; -la entrega al ministerio de la atencin a los enfermos. -La espiritualidad eucarstica del sacrificio debera impregnar las jornadas de todos y, en el caso que nos ocupa, la vida del MEC:

1) Escucha de la PalabraTodos, pero sobre todo, en el caso que nos ocupa, el Ministros extraordinario de la comunin lo primero que ha de tener presente es la escucha. Participar en la Eucarista quiere decir escuchar al Seor con el fin de poner en prctica cuanto nos manifiesta, nos pide, desea de nuestra vida. Quien se pone a la escucha de la palabra de Dios, luego puede y debe hablar y transmitirla a los demsNuestro mundo necesita este testimonio; espera sobre todo el testimonio comn de los cristianos.

2) La conversinLa dimensin penitencial ha de estar muy presente en la celebracin eucarstica y en el culto eucarstico fuera de la Misa. La Eucarista estimula a la conversin y purifica el corazn penitente, consciente de las propias miserias y deseoso del perdn de DiosLa llamada de Pablo a examinar nuestra conciencia antes de participar en la Eucarista (cada uno se examine a s mismo y despus coma el pan y beba el cliz: 1Cor 11,28).

3) Presencia de CristoPor ser la Eucarista el sacramento de la presencia de Cristo que se nos da porque nos ama, el MEC ha de ser testigo fervoroso de la presencia de Cristo en la EucaristaQue la Eucarista, presencia viva y real del amor trinitario de Dios, les inspire ideales de solidaridad y los haga vivir en comunin con sus hermanos ms necesitados.El concilio Vaticano al respecto ensea que Cuando la Iglesia suplica y canta salmos, est presente el mismo que prometi: Donde estn dos o tres congregados en mi nombre ah estoy yo en medio de ellos (Mt 18, 20; Cfr. SC 7).

Tema 4EL APOSTOLADO DE LOS ENFERMOSLa Instruccin sobre algunas cuestiones acerca de la colaboracin de los fieles laicos en el sagrado ministerio de los sacerdotes en el Artculo 8 y 9, cuando habla del ministro extraordinario de la Sagrada Comunin, dice:

Los fieles no ordenados, ya desde hace tiempo, colaboran en diversos ambientes de la pastoral con los sagrados ministros a fin que el don inefable de la Eucarista sea siempre ms profundamente conocido y se participe a su eficacia salvfica con siempre mayor intensidad. (Art 8)

Para que el ministro extraordinario, durante la celebracin eucarstica, pueda distribuir la sagrada Comunin, es necesario o que:. -sea debidamente instruido sobre la doctrina eucarstica, -sobre la ndole de su servicio, -sobre las rbricas que se deben observar para la debida reverencia a tan augusto Sacramento -y sobre la disciplina acerca de la admisin para la Comunin. Se debe proveer, entre otras cosas, a que el fiel delegado a tal encargo: 1-no se encuentren presentes ministros ordinarios -o que, estos, aunque presentes, se encuentren verdaderamente impedidos 2.

Para no provocar confusiones han de ser evitadas y suprimidas algunas prcticas que se han venido creando desde hace algn tiempo en algunas Iglesias particulares, como por ejemplo: la comunin de los ministros extraordinarios como si fueran concelebrantes. asociar, a la renovacin de las promesas de los sacerdotes en la S. Misa Crismal del Jueves Santo, otras categoras de fieles que renuevan los votos religiosos o reciben el mandato de ministros extraordinarios de la Comunin. el uso habitual de los ministros extraordinarios en las SS. Misas, extendiendo arbitrariamente el concepto de numerosa participacin.

1. Sobre el apostolado para los enfermosAll donde los fieles no ordenados acompaan a los enfermos en los momentos ms graves es para ellos deber principal suscitar el deseo de los Sacramentos de la Penitencia y de la sagrada UncinEn el hacer uso de los sacramentales, los fieles no ordenados pondran especial cuidado para que sus actos no induzcan a percibir en ellos aquellos sacramentos cuya administracin es propia y exclusiva del Obispo y del Presbtero. 1.

2. Debe afirmarse que la exclusiva reserva del ministerio de la Uncin al sacerdote est en relacin de dependencia con el sacramento del perdn de los pecados y la digna recepcin de la Eucarista.

2. Jess y los enfermosJess. Parece un imn que atrae a cuantos enfermos encuentra en su paso por la vida. l mismo se dijo Mdico que vino a sanar a los que estaban enfermos. No puede decir no cuando clama el dolor. El amor de Jess a los hombres es, en su ltima esencia, amor a los que sufren, a los oprimidos. El sufrimiento fsico se da cuando duele el cuerpo, mientras que el sufrimiento moral es dolor del alma. Para poder vislumbrar un poco el sentido del dolor tenemos que asomarnos a la Sagrada Escritura que es un gran libro sobre el sufrimiento.Desde que Cristo asumi el dolor en todas sus facetas, el sufrimiento tiene valor salvfico y redentor, si se ofrece con amor.

1) La enfermedad en tiempos de JessDe todas las enfermedades la ms frecuente y dramtica era la lepra La enfermedad era un pecado que tomaba carne. Es decir, pensaban que era consecuencia de algn pecado cometido contra Dios. El Dios ofendido se vengaba en la carne del ofensor.

2) Jess ante el dolor, la enfermedad y el enfermoY, qu pensaba Jess de la enfermedad? Jess dice muy poco sobre la enfermedad. La cura. Tiene compasin de la persona enferma. La curacin del cuerpo estaba unida a la salvacin del alma.Jess ve el dolor con realismo. Sabe que no puede acabar con todo el dolor del mundo. l no tiene la finalidad de suprimirlo de la faz de la tierra. Sabe que es una herida dolorosa que debe atenderse, desde muchos ngulos: espiritual, mdico, afectivo, etc.

3) Y ante el enfermo?Primero: siente compasin (cf. Mt 7, 26). Jess admite al necesitado. No lo discrimina. Segundo: ve ms hondo. Tras el dolor ve el pecado, el mal, la ausencia de Dios. La enfermedad y el dolor son consecuencias del pecado. Por eso, Jess, al curar a los enfermos, quiere curar sobre todo la herida profunda del pecado. Tercero: le cura, si esa es la voluntad de su Padre y si se acerca con humildad y confianza. Y al curarlo, desea el bien integral, fsico y espiritual (cf. Lc 7, 14). Cuarto: Jess no se queda al margen del dolor. l tambin quiso tomar sobre s el dolor. Tom sobre s nuestros dolores.Quinto: con los ancianos tiene comprensin de sus dificultades, les alaba su sacrificio y su desprendimiento, su piedad y su amor a Dios, su fe y su esperanza en el cumplimiento de las promesas divinas (cf. Mc 12, 41-45; Lc 2, 22-38).

Juan Pablo II en su exhortacin Salvifici doloris del 11 de febrero de 1984 dice:Cristo venci el dolor y la enfermedad, porque los uni al amor, al amor que crea el bien, sacndolo incluso del mal, sacndolo por medio del sufrimiento, as como el bien supremo de la redencin del mundo ha sido sacado de la cruz de Cristo. La cruz de Cristo se ha convertido en una fuente de la que brotan ros de agua viva. el Papa dice: "Y os pedimos a todos los que sufrs, que nos ayudis. Precisamente a vosotros, que sois dbiles, pedimos que seis una fuente de fuerza para la Iglesia y para la humanidad.

4) Nosotros ante el dolor y la enfermedad, Cul debera ser nuestra actitud ante el dolor, la enfermedad y ante los enfermos?Primero, ante el dolor y la enfermedad propios: aceptarlos como venidos de la mano de Dios que quiere probar nuestra fe, nuestra capacidad de paciencia y nuestra confianza en l. Y ante el sufrimiento y el dolor ajenos: acercarnos con respeto y reverencia ante quien sufre, pues estamos delante de un misterio; tratar de consolarlo con palabras suaves y tiernas, rezar juntos, pidiendo a Dios la gracia de la aceptacin amorosa de su santsima voluntad.Adems de consolar al que sufre, hay que hacer cuanto est en nuestras manos para aliviarlo y solucionarlo, y as demostrar nuestra caridad generosa.109 El buen samaritano nos da el ejemplo prctico: no slo ve la miseria, ni slo siente compasin, sino que se acerca, se baja de su cabalgadura, saca lo mejor que tiene, lo cura, lo monta sobre su jumento, lo lleva al mesn, paga por l.

Juan Pablo II en su exhortacin "Salvifici doloris", sobre el dolor salvfico, dice que el sufrimiento tiene carcter de prueba."El sufrimiento debe servir para la conversin, es decir, para la reconstruccin del bien en el sujeto, que puede reconocer la misericordia divina en esta llamada a la penitencia. La penitencia tiene como finalidad superar el mal, que bajo diversas formas est latente en el hombre, y consolidar el bien tanto en uno mismo como en su relacin con los dems y, sobre todo, con Dios" (nmero 12).

Conclusin As Jess pasaba por las calles de Palestina curando hombres, curando almas, sanando enfermedades y predicando al sanarlas. Algo tiene el sufrimiento de sublime y divino, pues el mismo Dios pas por el tnel del sufrimiento y del dolor...ni siquiera Jess priv a Mara del sufrimiento. Contemplemos a Mara y as penetraremos ms ntimamente en el misterio de Cristo y de su dolor salvfico.

Fortalezas y debilidades en ti y en mi

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