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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTADES DE MEDICINA, ODONTOLOGÍA Y CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
PROGRAMA DE POSTGRADO DE ADMINISTRACIÓN DEL SECTOR SALUD
SÍNDROME DE COMEDOR NOCTURNO EN ADOLESCENTES OBESOS
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TITULO DE MAGISTER SCIENTIARUM EN
ADMINISTRACIÓN DEL SECTOR SALUD MENCIÓN: EPIDEMIOLOGIA
AUTOR: M.C. JUAN CARLOS PEROZO GARCÍA
TUTOR: DRA. BEATRIZ GRANADILLO RULLO
MARACAIBO, MAYO 2012
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AGRADECIMIENTO
A Dios todopoderoso y a la Virgen de Guadalupe por permitirme lograr todo lo que
me propongo gracias por tantas bendiciones.
A mis padres, por ser mis guías, cada paso que hago la firmeza está determinada
por lo que me han brindado, mi amor para ustedes es infinito.
A ti Norvys quien ha sido el pilar más importante que me sostiene tu amor sabio ha
dado grandes matices a mi vida.
A ustedes mis más preciados tesoros CARLOS ALFONSO Y TU BEBE a quien
esperamos con tanta alegría todo cuanto hago es pensando en ustedes.
A la familia que me encontré en el postgrado de epidemiología, conflictos, risas algo
de rabia e impotencia logró en nosotros establecer una hermandad que sin duda es el
logro más importante que hemos tenido, juntos y con DIOS quien contra nosotros?
A mi tutora Dra. Beatriz Granadillo Mujer de palabras sabias de apoyo incondicional
que orgullo ser su pequeño saltamontes.
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INDICE DE CONTENIDO
Página
FRONTIPICIO………………………………………………………………...... 4
ACTA DE PRESENTACIÓN………………………………………………….. 5
VEREDICTO……………………………………………………………………. 6
AGRADECIMIENTO…………………………………………………………… 7
INDICE DE CONTENIDO……………………………………………………... 8
RESUMEN……………………………………………………………………… 9
ABSTRACT……………………………………………………………………… 10
INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………. 11
1. EL PROBLEMA
1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA …..………………………........ 12
1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA…………..……………………… 14
1.3. OBJETIVOS………………….……………………………… ………… 14
1.3.1 OBJETIVO GENERAL………………………………….……….. 14
1.3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS……….…………………...………. 15
1.4. JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA……………..………………….… 15
1.5. DELIMITACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN…………………………… 16
2. MARCO TEORICO
2.1 BASES TEÓRICAS……….……………………………………………. 17
2.2 ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN…...…………………… 25
3. MARCO METODOLÓGICO
3.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN……………………………….……………. 34
3.2. DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN…………………………………….. 34
3.3. POBLACIÓN Y MUESTRA………………………………..…………..… 34
3.4. TÉCNICA E INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS…..... 36
3.5. MÉTODO………………………………………………………………… 37
3.8. ANÁLISIS DE LOS DATOS………………………………………….... 39
5. ANALISIS Y DISCUSION DE LOS RESULTADOS ……………………… 40
6. CONCLUSIONES ……………………………………………………………. 49
7. RECOMENDACIONES ……………………………………………………… 50
INDICE DE REFERENCIAS …………………………………………………… 51
ANEXOS…………………..……………………………………………………… 56
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Perozo, Juan. SÍNDROME DE COMEDOR NOCTURNO EN ADOLESCENTES OBESOS Trabajo de Grado para optar al título de Magister Scientiarum en Administración del Sector Salud. Mención: Epidemiología. Universidad del Zulia. Facultades de Medicina, Odontología y Ciencias Económicas y Sociales. Programa de Postgrado de Administración del Sector Salud. Maracaibo, Estado Zulia. Venezuela. 2012 Pp.67
RESUMEN
La obesidad grave problema de salud pública ha sido asociada a trastornos del comportamiento alimentario, siendo el síndrome del comedor nocturno uno de estos trastornos. La investigación tuvo como objetivo determinar la asociación entre síndrome de comedor nocturno y obesidad en adolescentes. Se realizó un estudio analítico de casos y controles .La población estuvo integrada por 265 adolescentes escolarizados, del Liceo Antonio Dolores Ramones de La Vela de Coro Falcón, la muestra 25 casos catalogados como ( exceso y exceso severo) y 25 controles ( normopeso) a través de las tablas de percentil para IMC propuestas por el INN de Venezuela, luego se le aplicó una ficha tomada de la historia tabulada del MPPS referente a sexo, estrato social, y antecedentes familiares de obesidad ,seguido de un cuestionario desarrollado por la Universidad de Pensilvania para el diagnostico del SCN y posteriormente una entrevista para diagnostico definitivo. Los datos obtenidos se analizaron a través del programa estadístico Epi-Info. La edad promedio de los adolescentes encuestados fue de 14,28 años ± 1,84 DE, predominando el sexo masculino en los adolescentes obesos con un 62%, El 78% de estos tenían estrato social IV, se encontró asociación estadística entre obesidad y antecedentes familiares de obesidad a predominio del antecedente hermanos, también se encontró asociación entre obesidad y las características clínicas acantosis nigricas (p=0.00.) xantelasma (p=0.0044). Xantomas (p=0.0082) artrosis de rodilla (p=0.04) El 14 % de los participantes del estudio presentaron síndrome del comedor nocturno, no se encontró asociación estadísticamente significativa entre obesidad y el síndrome. Palabras Clave: adolescentes, comedor nocturno, obesidad.
Correo electrónico: jucape33@gmail.com, juca_pe33@hotmail.com.
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Perozo, Juan. SÍNDROME DE COMEDOR NOCTURNO EN ADOLESCENTES OBESOS Trabajo de Grado para optar al título de Magister Scientiarum en Administración del Sector Salud. Mención: Epidemiología. Universidad del Zulia. Facultades de Medicina, Odontología y Ciencias Económicas y Sociales. Programa de Postgrado de Administración del Sector Salud. Maracaibo, Estado Zulia. Venezuela. 2012. Pp.67
ABSTRACT
Obesity serious problem of public health has been associated with eating disorders, with night eating syndrome, one of these disorders. The research aimed to determine the association between night eating syndrome and obesity in adolescents. We performed an analytical study of cases and controls. The population consisted of 265 adolescents attending school, the Liceo Antonio Dolores Ramones La Vela de Coro Falcon, the sample 25 cases classified as (excess and excess severe) and 25 controls (normal weight) to through tables of percentile for BMI proposed by the INN of Venezuela, then applied a piece taken from history MPPS tabulated concerning sex, social, and family history of obesity, followed by a questionnaire developed by the University of Pennsylvania for the diagnosis of SNA and then an interview for definitive diagnosis. The data were analyzed using the statistical program Epi-Info. The average age of the adolescents surveyed was 14.28 years ± 1.84 DE, mainly boys in obese adolescents with 62%, 78% of these had social stratum IV, statistics association was found between obesity and a history family history of obesity prevalence brothers, also found no association between obesity and acanthosis nigricas clinical features (p = 0.00.) xantelasma (p = 0.0044). Xanthomas (p = 0.0082) knee osteoarthritis (p = 0.04) in 14% of study participants had night eating syndrome, no significant association between obesity and the syndrome.
Keywords: adolescents, night eating, obesity.
Electronic mail : jucape33@gmail.com, juca_pe33@hotmail.com
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INTRODUCCION
La adolescencia define una etapa importante en el desarrollo del ser humano, etapa
psicológica de la vida considerada como transición entre la infancia y la adultez. Es bien
conocido que los adolescentes están expuestos a factores y conductas de riesgo
durante el paso por esta etapa, que lo hace vulnerable a que se produzca algún hecho
o crisis, que puede comprometer su desarrollo psicosocial normal, con repercusiones
perjudiciales para la salud actual o futura.
Uno de los aspectos más importantes por lo que atraviesa el adolescente esta en
relación con su conducta alimentaria; y es justo en esta etapa donde se encuentran la
mayoría de las condiciones que interfieren en su hábito nutricional , su inmadurez , la
presión de grupo , los medios de comunicación social y sus estándares de belleza ,a si
como el apoyo o conflictos familiares, son los causantes de muchos de los problemas
que terminan en los llamados trastornos de la conducta alimentaria , si bien la anorexia
y la bulimia son los más publicitados existen otras formas de presentación donde se
puede encontrar el síndrome del comedor nocturno.
Este hábito suele adoptarse durante los primeros años de la adolescencia y se han
descrito diversos factores sociales que influyen en el inicio del proceso, se cree que
existe una asociación entre la presencia del síndrome y la obesidad , aunque aún
existe controversia en relación a esta asociación , por otro lado se ha asociado a
estados de depresión típico del adolescente ,como el uso de sustancias adictivas por
parte de los padres, hermanos y amigos, los problemas emocionales propios de la
adolescencia, las dificultades escolares, la influencia de la publicidad en estas edades,
entre otros.
La identificación de los factores asociados al inicio del síndrome permite la
implementación de estrategias para evitar la instalación de este trastorno así como las
complicaciones que de él se derivan.
12
EL PROBLEMA
1.1 Planteamiento del problema.
La obesidad ha sido reconocida como un importante problema nutricional y de salud
en la mayoría de los países industrializados, en los países con economías en transición,
e incluso en determinadas áreas urbanas en los países en desarrollo, el aumento
progresivo de la obesidad se ha descrito como un problema emergente en los últimos
años (1).
En consecuencia, desde 1998 la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera
la obesidad una epidemia global. En la infancia y adolescencia constituye el trastorno
metabólico más frecuente, así como la principal enfermedad no declarable. La
prevalencia en los países desarrollados se ha triplicado en los últimos 15 años. El
problema sanitario derivado de la obesidad es muy grave, por lo que está plenamente
justificado el calificativo de la OMS y del Grupo Internacional de Trabajo para la
Obesidad (IOTF) de "Epidemia del siglo XXI" y declaran en más de mil millones el
número de personas que padecen sobrepeso y en unos 300 millones el número de
obesos (2).
Si bien, las cifras de prevalencia de sobrepeso y obesidad fluctúan en función de la
fuente consultada (OMS, International Obesity Task Force-IOTF), existe coincidencia en
señalar una prevalencia creciente de las personas con sobrepeso y obesidad en países
de rentas altas, sin embargo se considera que la prevalencias de sobrepeso y
obesidad en adolescentes varían de un país a otro(3)..
En Europa, la prevalencia se ha triplicado en las últimas dos décadas, se estima que
150 millones de adultos (20% de la población) y 15 millones de niños y adolescentes
(10% de la población), eran obesos en la región para el año 2010 esto descrito por la
OMS (4-6).
13
Ha señalado La (OMS) que, en América Latina, las prevalencias de obesidad infantil
y juvenil en 1997 oscilaban entre 2,1% en Nicaragua y 10,3% en Chile (7). En el estudio
nacional ecuatoriano, Mejoramiento de las Prácticas Alimentarias y Nutricionales de
Adolescentes Ecuatorianos (MEPRADE), en 1994, encontró que el sobrepeso,
mediante Índice de masa corporal IMC, fluctuaba entre 12 y 15% en las mujeres y entre
8 y 10% en los varones de zonas urbanas, mientras que en el área rural se mantenía en
alrededor de 2% en ambos sexos. El sobrepeso predominó en los estratos
socioeconómicos altos, también se manifestó en los estratos de bajos ingresos,
especialmente en las mujeres (8,9). En adolescentes mujeres de Quito, de la Vega et
al. encontraron prevalencias de 8,6% de sobrepeso y de 3,2% de obesidad, en tanto
que en adolescentes varones esas prevalencias fueron de 8,5% y 2%, respectivamente
(10).
En nuestro país existen escasos datos en relación a obesidad sin embargo, según
datos de un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2007,
Venezuela ocupa el puesto número 24 en los países con mayor índice de sobrepeso y
obesidad. Es decir, “65 personas, de cada 100, mayores de 15 años sufren de
obesidad y se determinó que 13,5% de los niños venezolanos menores de 15 años
sufren de sobrepeso”, (11).
En síntesis se puede decir, que la obesidad es una enfermedad crónica, su
tratamiento es un reto ya que se ha incrementado en forma global con implicaciones
individuales y sociales convirtiéndola en un grave problema de salud pública a nivel
mundial. Específicamente en la última década se ha observado un aumento y se ha
establecido como una patología compleja de múltiples etiologías que repercute en la
salud bio-psico-social del individuo. (12)
Tomando en cuenta lo anterior, es importante estudiar el patrón de las conductas
alimentarias de los pacientes con obesidad, ya que de él depende la elección y éxito del
tratamiento nutricional, el cual permitirá obtener resultados satisfactorios en la pérdida y
14
mantenimiento sostenido del peso. Sin embargo, el mejor resultado se logra con el
tratamiento interdisciplinario debido a su multicausalidad. El síndrome de comedor
nocturno (NES), es una entidad que cursa con estas alteraciones del comportamiento
alimentario sumadas a variaciones en los patrones del sueño. Los estudios demuestran
que a mayor Indice de Masa Corporal mayor incidencia del mismo, por lo que se está
considerando la posibilidad de incluir la obesidad como un desorden de alimentación
(13).
Por lo antes expuesto, y dada la importancia que tendría conocer, si existe relación
entre la obesidad y el síndrome de comedor nocturno, en una población bastante
vulnerable como lo es la adolescencia, se plantea este estudio en función de evaluar
esta asociación, lo que serviría de mucho a la hora de plantear terapia antiobesidad y
más aun se necesita de la utilización de terapia conductual, toda vez que, se conoce la
necesidad del abordaje transdiciplinar de esta patología.
1.2 Formulación del problema.
Este estudio pretende determinar la asociación del síndrome de comedor nocturno
con la obesidad en adolescentes.
¿Estará la obesidad en adolescentes asociada con la presencia de síndrome de
comedor nocturno?
1.3 Objetivos
1.3.1 Objetivo General.
Determinar la asociación del síndrome de comedor nocturno con la obesidad
en adolescentes del Liceo Bolivariano “Antonio Dolores Ramones” Municipio
Colina del Estado Falcón, en los meses de Noviembre del año 2010- junio del
2011.
15
1.3.1 Objetivos Específicos.
Diagnosticar obesidad según Índice de masa corporal.
Caracterizar clínica- epidemiológicamente a los adolescentes obesos.
Identificar la presencia del síndrome de comedor nocturno en los
estudiados (casos y controles).
Determinar asociación del síndrome del comedor nocturno con la obesidad
en adolescentes.
1.4 Justificación.
La obesidad sin duda constituye uno de los principales problemas con los que se
está enfrentando la salud pública mundial y Latinoamérica no escapa de tal realidad,
dada su alta prevalencia la cual ha incrementado sus cifras en las últimas décadas
según fuentes de la OMS, la carga genética, los patrones de comportamiento
alimentario, la influencia del estilo de vida occidental y los avances tecnológicos,
acercan a la población cada día más a este flagelo que tiene un carácter multicausal
(14).
En el mismo orden de ideas, la obesidad ha estado relacionada con trastornos del
comportamiento alimentario, marcado por alteraciones en la respuesta de saciedad,
donde convergen una serie de elementos genéticos y neuroendocrinos que producen
un desbalance entre las reservas energéticas y la saciedad, lo que se traduce en
alteraciones en el patrón de consumo, tal como se evidencia en el Síndrome de
comedor nocturno NES, donde los individuos que lo padecen pueden perfectamente
permanecer todo el día sin ingerir alimentos pero consumen la mayor cantidad de
calorías durante la noche, lo que les ocasiona ,alteraciones del patrón de sueño-
vigilia(15-17).
Ahora bien, la adolescencia forma parte del proceso evolutivo normal que tienen
que pasar, niños y niñas, para convertirse en personas adultas. Es un proceso bio-
psico-social dinámico, observándose el crecimiento y el desarrollo tanto en el aspecto
16
físico como en su capacidad intelectual; al no formar un grupo homogéneo, presentan
gran variabilidad en su maduración. De allí que, durante esta etapa de gran desarrollo
surge, entre otros, el conflicto relacionados con la dependencia – independencia de los
padres donde se van consolidando determinados hábitos, algunos riesgosos. (18).
Dada la relación que se ha encontrado entre la obesidad y los trastornos de la
conducta alimentaria específicamente síndrome del comedor nocturno, y las
características especiales en la conducta del adolescentes, el presente estudio
pretendió evaluar si existía relación entre ellos en adolescentes del liceo bolivariano
“Antonio Dolores Ramones” de la Vela de Coro, por lo que se realizó este estudio
correlacional de casos y controles ya que es de gran utilidad, cuando pretendemos
realizar estudios donde se planteen asociación entre dos o más variables.
En este sentido, es importante conocer la prevalencia de estas patologías poco
estudiadas, específicamente en esta población, ya que constituye un grupo social
vulnerable tanto para la obesidad como para los trastornos de la conducta alimentaria,
de esta manera se pueden realizar acciones sanitarias destinadas a la educación,
tratamiento y prevención de estas patologías en esta población de riesgo.
1.4 Delimitación.
Este estudio se realizará en el Liceo Bolivariano “Antonio Dolores Ramones” de la
Vela de Coro, Municipio Colina del Estado Falcón en adolescentes de ambos sexos con
edades comprendidas entre 12 a 19 años, durante los meses de noviembre 2010 a
junio del año 2011.
17
MARCO TEORICO
2.1 Marco Teórico Conceptual.
2.1.1 Bases teóricas.
En la década de los 50 Stunkard, basándose en observaciones clínicas de los
patrones de alimentación de pacientes con obesidad, describió dos nuevos trastornos
de la conducta alimentaria: el trastorno por atracones (binge eating disorder, BED) y el
síndrome de atracones nocturnos (night-eating syndrome, NES). En 1955, estudiando a
un grupo de 25 pacientes con obesidad mórbida refractaria a tratamiento, encontró un
patrón característico de alimentación que podía contribuir al desarrollo de la obesidad, y
que se caracterizaba por hiperfagia nocturna, insomnio y anorexia matinal, que afectaba
al 64% de los sujetos del estudio, y que se exacerbaba en prácticamente todos los
pacientes en los períodos de mayor estrés vital y en los de incremento ponderal (19).
En este sentido, a diferencia del trastorno por atracones, que ha sido ampliamente
estudiado y que actualmente está reconocido oficialmente, las referencias al síndrome
de atracones nocturnos en la literatura son escasas, y todavía existen dudas sobre si es
un verdadero trastorno de la conducta alimentaria o simplemente una dimensión del
comportamiento(20). Así pues, en los casi 40 años posteriores a su descripción (entre
1955 y 1991) sólo aparecen nueve publicaciones relacionadas con el síndrome descrito
por Stunkard, siete de las cuales eran casos único (21).
Cabe destacar, que el síndrome de atracones nocturnos descrito originariamente en
1955, afecta a la conducta alimentaria, al sueño, al ánimo y a la esfera ansiosa, y
presenta disfunciones conductuales y neuroendocrinas específicas. A pesar del largo
tiempo acontecido desde su presentación, ha sido objeto de escaso estudio científico
hasta los últimos años, en los que se ha despertado nuevo interés por la naturaleza del
18
trastorno, fundamentalmente a raíz de la exhaustiva descripción realizada por
Birketvedt y su equipo en 1999.(15).
Por lo antes expuesto, el síndrome de atracones nocturnos se fundamenta en un
retraso de fase en el patrón circadiano de alimentación, manifestado por hiperfagia
nocturna, y un patrón alterado del sueño caracterizado por insomnio de conciliación y
despertares nocturnos acompañados de ingestiones alimentarias. Se debe señalar que
la traducción de la nomenclatura inglesa night-eating sindrome por la denominación
española “síndrome de atracones nocturnos” puede inducir un error descriptivo: las
hiperfagias nocturnas del síndrome de atracones nocturnos no son propiamente
episodios de atracón, sino “s n a c k s” o tentempié. La cantidad de comida ingerida en
los episodios de despertar que caracterizan el cuadro suele corresponder a un valor
calórico medio de 270 kcal, a diferencia de la ingestión media de 1.300 kcal propia,
según autores como Grilo y Shiffman, del episodio de atracón (15).
Epidemiología.
Esta entidad es infrecuente en la población general, afectando al 1,5% de la misma
(22). En obesidad clínica, la prevalencia es de entre el 8,9%1 y el 15%(23). En
población obesa bajo evaluación para cirugía bariátrica, la prevalencia fluctúa, según
estudios, en un intervalo entre el 10%(31) y el 42%.(24) Existe una característica y
fuerte agregación familiar en el síndrome de atracones nocturnos. Por otro lado, a pesar
de la aparente relación epidemiológica positiva entre el síndrome de atracones
nocturnos y la población obesa en programa de pérdida de peso, autores como Adami y
col han establecido una completa independencia entre el desarrollo del síndrome de
atracones nocturnos y el uso de dieta o preocupación acerca de la alimentación (25).
En consecuencia, el síndrome de atracones nocturnos parece representar un nuevo
trastorno de la conducta alimentaria, distinto de la anorexia y la bulimia nerviosas y del
trastorno por atracón. Difiere de la bulimia y del trastorno por atracón en la frecuencia y
el volumen de las ingestiones, y en la particularidad circadiana. Además de trastorno de
la conducta alimentaria, el cuadro combina clínica afectiva y trastorno del sueño. La
comorbilidad psiquiátrica es frecuente en los pacientes afectos del síndrome de
atracones nocturnos; alrededor del 75% de estos pacientes tiene historia de diagnóstico
19
en el eje I, especialmente de trastorno depresivo mayor, trastorno de ansiedad y
trastorno por abuso-dependencia de tóxicos. (26-27)
No cabe la menor duda que, la prevalencia del síndrome de atracones nocturnos es
difícil de estimar, dados los escasos datos que existen en la literatura en población
general. La mayoría de las publicaciones existentes en la literatura está realizada en
pacientes obesos en programas de pérdida de peso o intervenidos de cirugía bariátrica
y, en general, el tamaño de la muestra es escaso. La prevalencia en la comunidad se
sitúa en un rango de entre el 0,5% y el 2,5%.(22,29)
En efecto, los estudios más recientes sitúan la prevalencia del síndrome en torno al
1,5% en la población general. La prevalencia del NES en población obesa oscila en un
amplio rango, que varía desde el 7,9% encontrado por Adami y cols(25). en 1999 en un
grupo de 63 pacientes aceptados para cirugía bariátrica, o el 10% hallado por Powers y
cols(30). En un grupo de características similares, hasta más de un 40% en el estudio
realizado por Hsu y cols en pacientes con obesidad mórbida que consultaban para
tratamiento quirúrgico (31). Stunkard y cols. en su estudio inicial de 1955 encontraron
una prevalencia de más del 80% en población hospitalaria con obesidad severa(32).
Es importante resaltar, que estos estudios en pacientes obesos están realizados en
muestras con un elevado porcentaje de mujeres (caucásicas) que pueden sesgar los
resultados. Napolitano y cols. en un estudio con 83 pacientes obesos en programa
ambulatorio de pérdida de peso encuentran una prevalencia del 43%, en una muestra
con casi la mitad de sujetos varones (47,5%) aunque tampoco tiene en cuenta la
variabilidad étnica (91,7 caucásicos) (33). Aronoff y colsrealizan un estudio en 110
pacientes con obesidad mórbida en seguimiento ambulatorio (38,2% varones),
encontrando una prevalencia total del 51%, siendo más frecuente en varones (79%
varones, 34% mujeres) y en obesos más graves.(34).
En un estudio recientemente publicado de 1.341 mujeres, Striegel-Moore y cols.
Encuentran que un 1,6% de las participantes (22 mujeres) cumplían criterios de NES.
Cuando hacían el análisis por etnias observaron un porcentaje mucho más elevado de
20
mujeres de raza negra (2,6%) que de raza blanca (un 0,3%), aunque el resultado podría
estar en relación con factores estresantes vitales que afectarían en mayor proporción a
las mujeres del primer grupo. (35)
Los investigadores concluyen que estos resultados requieren más investigación.
Todavía existen escasos datos del NES en población pediátrica. Existe un estudio de
prevalencia realizado en niños alemanes de población urbana de 6 años, en el que se
encuentra una prevalencia de un 1,1%, aunque no se halla relación entre el síndrome y
la obesidad. En general, los estudios sugieren que el síndrome de atracones nocturnos
es poco común en la población general y que, a diferencia que en los pacientes con
obesidad, los síntomas no se correlacionan con un incremento del índice de masa
corporal (36).
En termino más sencillo, se dice que las discrepancias encontradas entre pacientes
obesos y personas no enfermas podrían deberse a la autoselección de los pacientes
obesos que se encuentran angustiados con su peso y buscan tratamiento, y la
variabilidad entre los diferentes estudios estaría en relación con los diferentes criterios
diagnósticos utilizados.
Clínica.
El síndrome de atracones nocturnos se caracteriza por un importante consumo de
comida al final de la tarde y la noche, anorexia matinal, y alteraciones del sueño, con
despertares frecuentes durante los que hay ingesta de alimentos. La hiperfagia
nocturna se define como una ingesta de al menos un 50% de las calorías diarias totales
después de la última comida del día. Es una actividad que ocurre en estado de
completa vigilia, durante la cual el paciente se despierta con una marcada sensación de
hambre que lleva al consumo de comidas hipercalóricas(15).
Ahora bien, se ha observado que las ingestas nocturnas de los pacientes tienen un
contenido mucho más elevado de hidratos de carbono con respecto a las comidas del
resto del día, lo que podría sugerir un intento de alterar el estado de ánimo facilitando la
21
vía serotoninérgica (la liberación de insulina producida tras la ingesta de hidratos de
carbono facilita la entrada de triptófano al cerebro). La anorexia matinal provoca en
estos pacientes una escasa ingesta, habiendo ingerido al final de la tarde sólo algo más
de la tercera parte de las calorías diarias en contraste con los sujetos normales que en
este período han ingerido tres cuartas partes del total diario (15).
Por otro lado, el insomnio aparece, como mínimo, en un 50% de las noches.
Generalmente se caracteriza por un insomnio de conciliación, con un retraso
sintomático en el inicio del sueño, y mantenimiento con despertares repetidos durante
los cuales es frecuente el consumo de alimentos (aproximadamente la mitad de los
despertares nocturnos se asocian con ingesta de alimentos) (15).
Se parte de la base que, la clínica aparece preferentemente durante períodos de
estrés y tiende a remitir cuando disminuye el nivel de estrés (29). Los factores
estresantes que producen con mayor frecuencia una exacerbación son los conflictos
intrafamiliares, rupturas sentimentales y aislamiento social/emocional (32).
De allí que, los pacientes con este síndrome presentan menor autoestima y mayores
puntuaciones en las escalas de depresión (15,23, 25). Además, se aprecia un patrón
circadiano de la afectividad característico, con un estado de ánimo más alto por las
mañanas y que se va deteriorando con el paso de las horas hasta alcanzar su punto
más bajo por las noches (15). Se han encontrado en algunos estudios más alteraciones
cognitivas y distorsión de la imagen corporal en relación con los controles, aunque
estos hallazgos son controvertidos actualmente (30).
Ahora bien, los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades
conductuales producidas por una acción recíproca y compleja de factores (37). La
anorexia y la bulimia han sido los clásicos TCA, sin embargo en los últimos años se ha
estudiado la posibilidad de considerar la obesidad como un desorden de alimentación,
ya que, toda alteración del comportamiento alimentario caracterizado por ayuno o dieta
extrema, episodios de sobreingesta o combinación de ambos es producto de una
modulación psicológica (12).
22
Desde entonces diversos estudios han vinculado el NES con pacientes que
presentan algún tipo de obesidad, puesto que el aumento de la ingesta alimentaria
como consecuencia del síndrome lleva a la ganancia de peso y una variedad de
condiciones que afectan la calidad de vida (32).
Es preciso señalar, que varios desórdenes tales como obesidad, síndrome de fatiga
crónica, anorexia nervosa, bulimia nervosa, insomnio, y depresión se han asociado con
cambios en los ciclos circadianos y con alteraciones del eje Hipófisis Pituitario Adrenal
(HPA) (38). ).Las hormonas involucradas son el cortisol, la melatonina y leptina, las
cuales tienen función reguladora con ritmos circadianos propios que modulan diversas
funciones metabólicas y psicológicas. Otro regulador importante es el eje HPA, el cual
dirige y controla muchas funciones biológicas. Los ritmos circadianos representan un
reloj biológico endocrino mientras que el eje HPA representa la respuesta biológica
inducida por estrés (39).
En el NES se han descrito varias características neuroendocrinas típicas: (35, 10,12)
Atenuación del aumento usual de los niveles plasmáticos de melatonina durante
la noche lo que contribuye al mantenimiento del insomnio y depresión. La
hipomelatoninemia está involucrada en la cadena causal que conlleva a la
alteración del sueño.
-Inhibición del aumento plasmático nocturno de la leptina, lo cual limita la
supresión del apetito durante la noche y conlleva a la instauración de impulsos
de hambre y consecuentemente disrupción del sueño, todo lo contrario a lo que
ocurre en sujetos controles donde se observa que los niveles de dicha hormona
se elevan.
-Aumento de la secreción de cortisol, durante las 24 horas, lo que refleja la
impresión clínica de este síndrome durante períodos de estrés
-Disminución de la respuesta de ACTH y cortisol, inducida por CRH (factor
estimulante pituitario-adrenal). La activación crónica del eje HPA se asocia con
insomnio y depresión que constituyen dos de las características principales del
NES.
23
Por su parte, esta alteración del ritmo circadiano está asociada a alteraciones del
humor, especialmente de carácter depresivo, caracterizándose por estar normal o
ligeramente disminuido durante la mañana y va mermando en horas de la tarde
acentuándose la decadencia durante la noche, contrariamente a lo que ocurre en el
patrón de la depresión de sujetos sin diagnóstico de NES(38). Sin embargo cabe
destacar que existe un tipo de depresión considerada “atípica” que cursa con el mismo
patrón anteriormente descrito con la diferencia que no se altera la ingesta (17).
Otro criterio,en cuanto a la hiperfagia nocturna, Stunkard, refiere que las personas
con adecuados patrones de alimentación tienen un consumo calórico menor del 10%
de su requerimiento total posterior a la cena, a diferencia de aquellos que presentan el
síndrome, quienes ingieren cerca del 35% de sus calorías totales después de la cena.
Se ha demostrado una coherencia importante de los patrones conductuales de los
pacientes que cumplen con los tres criterios del NES teniendo como factor principal que
el consumo calórico antes de las seis de la tarde oscila en 37% de la ingesta diaria con
aumento del consumo de alimentos hasta después de la medianoche, todo lo contrario
a lo que sucede en la población en general donde el consumo disminuye después de
las seis de la tarde (15, 17).
Por su parte, otros estudios señalan que los pacientes con NES, consumen 56% de
las calorías diarias en un período entre 8 de la noche y seis de la mañana mientras que
los sujetos control cubren en el mismo horario el 15% de las calorías(32) .
De modo que, en respuesta a la falta de apetito en la mañana (denominado anorexia
matutina), se presenta la hiperfagia nocturna asociada a consumo de más del 50% de
la ingesta diaria en horas poco usuales, específicamente después de las 6 de la tarde
(25). Este punto de corte en cuanto al horario varía según el lugar geográfico y
costumbres propias de cada localidad, Birketveldt. et al en su estudio Behavioral and
neoroendocrine characteristics of the nigh eating síndromeadaptó los horarios, puesto
que notó diferencias en la hora en que se realiza la última comida del día (cena) en
diversos países particularmente en la cultura mediterránea(15).
24
Así, la razón de esto es para valorar con la mayor exactitud y certeza posible la
ingesta alimentaria particularmente después de haber realizado la cena, lo cual es una
característica central en la manifestación del NES. EL mismo autor propone no
considerar una hora fija establecida para hacer referencia a hiperfagia nocturna, sino
más bien hacerlo en base a la culminación de la última comida (cena) más que a una
hora específica del día (15).
Aspectos diagnósticos.
Como se acotó con anterioridad, los criterios diagnósticos seguidos en los diferentes
estudios publicados en la literatura médica han sido muy heterogéneos y se han ido
revisando en varias ocasiones.
En 1955 Stunkard definió los síntomas nucleares del diagnóstico: anorexia matinal,
hiperfagia en tarde-noche, alteraciones emocionales e insomnio (32). Posteriormente, el
propio Stunkard, en 1996, introduce el criterio de ingestión de al menos el 50% de las
calorías diarias después de las 7:00, y elimina las alteraciones del estado de ánimo
(20). Rand, vuelve a introducir las alteraciones emocionales durante la tarde y noche,
pero no cuantifica el porcentaje necesario de calorías (39).
Se podría decir que, esta falta de consistencia en los criterios diagnósticos explica en
parte el alto grado de variabilidad en las prevalencias observadas en los diferentes
estudios. Además, el hecho de introducir una hora como punto de corte a partir de la
cual se valora la cantidad de calorías ingeridas puede tener importantes implicaciones
epidemiológicas, ya que existen grandes diferencias culturales en los patrones horarios
de alimentación (40,41).
En el momento actual, ninguna de las modificaciones ha sido validada y no hay
disponibles instrumentos de valoración estandarizados. Siguiendo el sistema de
clasificación del DSM-IV, el síndrome de atracones nocturnos debe diagnosticarse
como un trastorno de la conducta alimentaria no especificado. El criterio más seguido
en los estudios de investigación en los últimos años es el de Biketvedt, que en 1999
propone una lista de seis criterios diagnósticos provisionales para el NES (15).
Criterios provisionales del síndrome de atracones.
25
• Anorexia matinal, incluso aunque el paciente desayunen
• Hiperfagia nocturna: más del 50% de la ingesta energética diaria se realiza tras
la última comida del día.
• Al menos un despertar cada noche.
• Consumo de tentempié en los despertares.
• Mantenimiento de los criterios provisionales durante 2-3 meses.
• Los sujetos no cumplen criterios de bulimia nerviosa o trastorno
Así pues, los cuatro primeros son características clínicas (anorexia matinal,
hiperfagia nocturna con más del 50% de la ingesta tras la última comida del día,
despertares nocturnos cada noche y consumo de alimentos en los despertares), el
quinto establece una secuencia temporal (mantenimiento de la clínica durante 2-3
meses), y el último es un criterio de exclusión (no cumplir criterios de bulimia nerviosa o
trastorno por atracones) (15). Se excluye generalmente del diagnóstico a trabajadores
nocturnos, aunque se han encontrado patrones de comida alterados y un mayor
aumento de peso entre este colectivo (23, 42,43).
En el mismo orden de ideas, el instrumento diagnóstico más utilizado en la literatura
para la detección de pacientes es el Night Eating Questionnaire (NEQ). Se trata de un
instrumento de screening de 14 ítems que contiene los síntomas clave del trastorno.
Otras escalas similares han sido utilizadas para el diagnóstico, como la Night Eating
Symptom Scale, de 12 ítems, o el Eating and Sleeping Habit Questonnaire, de 18, por
ser el Night Eating Questionnaire NEQ el que reúne los criterios provisionales
principales será utilizado para el presente estudio.
2.1.2 Antecedentes de la investigación.
La obesidad se ha trasformado en los últimos años en un reto para la Salud Publica
en distintos países. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado la atención
sobre las crecientes cifras de población con sobrepeso y con obesidad, llegando a
calificar esta situación de epidemia (OMS, 2004).Es importante señalar la estrecha
relación entre la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria, y más
26
recientemente con entidades pocos estudiadas como el síndrome de comedor nocturno
a continuación se presentan algunos trabajos relacionadas con el objetivo de esta
investigación.
La prevalencia de la obesidad en la infancia y la adolescencia está aumentando de
manera alarmante durante los últimos treinta años en los países desarrollados e
incluso, de forma incipiente, en los países considerados en vías de desarrollo. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la obesidad como uno de los
problemas de salud pública más importante en el mundo por las graves consecuencias
para la salud a corto y largo plazo (44, 45)
Según datos publicados por el Centro Para la Prevención y Control de Enfermedades
(CDC) en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) para el año 2006 en
Estados Unidos el 31.9% de los niños entre los 2 y 19 años estaban sobre el percentil
85 de peso y el 16.3 % sobre el percentil 95 (46). Asimismo, en Sudamérica, datos de
Chile indican que el porcentaje de escolares con obesidad para el año 2007 alcanzó un
20% (14).
Así pues, la situación en Venezuela es similar a otras partes del mundo. El estudio
realizado a nivel nacional por la Dirección del Sistema de Vigilancia Alimentaria y
Nutricional (SISVAN) del Instituto Nacional de Nutrición (INN), que incluyó 600.000
niños de todo el territorio nacional muestra, en los lactantes, un 23,1% de sobrepeso en
1990 que aumentó a 26,9% en el 2005; en preescolares ascendió de 7,9% a 11% y
entre 7 y 14 años aumentó de 9,7% a 15,8% (11).
Yépez. R, y col (2008) realizaron un estudio para determinar la prevalencia de
sobrepeso y obesidad en estudiantes adolescentes en Ecuador. La muestra estudiada
fue de 2.829 estudiantes, 1.461 mujeres y 1.368 varones, entre 12 y <19 años. De
estos, 1.435 estudiantes estuvieron matriculados en 60 colegios públicos y privados de
las seis principales ciudades de la Costa y 1.394 estuvieron matriculados en 60 colegios
de las seis principales ciudades de la Sierra. A los participantes se les midió el peso y la
talla y se calculó el Índice de Masa Corporal (IMC). Se diagnosticó con sobrepeso a los
adolescentes cuyo IMC estuvo entre los percentiles 85 y <95 y con obesidad a los
adolescentes cuyo IMC fue = 95. Los resultados indican que el exceso de peso afecto al
27
21,2% de los adolescentes: sobrepeso, 13,7% y obesidad 7,5%. El exceso de peso fue
significativamente mayor en la Costa, 24.7% que en la Sierra, 17.7% (P 0.001).
Igualmente, el exceso de peso fue significativamente mayor en los adolescentes de
colegios privados, 25.3% que de colegios públicos 18.9%, (P = 0.001) y fue más común
en las mujeres que en los hombres (21.5% versus 20.8%, respectivamente).El estudio
demostró también que el 16.8% de los adolescentes tuvieron bajo peso. En su conjunto,
estos datos indican que cerca del 40% de la población estudiada está mal-nutrida
siendo el sobre-nutrición, el problema más grave. Se hacen necesarias medidas de
intervención inmediatas para prevenir y tratar estos graves problemas de Salud Pública
(12).
Kovalskys, Irina y Col(.2003) realizaron un estudio con el propósito de determinar la
prevalencia de obesidad en niños y adolescentes de 10 a 19 años que asistieron a la
consulta pediátrica pública y privada en Argentina. Se utilizaron datos de un estudio
poblacional mayor, diseñado para determinar prevalencia de trastornos alimentarios en
adolescentes de 10 a 19 años. Se tomaron los datos de un primer corte, que
comprendió a 1.289 niños; se consignaron datos demográficos y se los pesó y midió
para investigar la prevalencia de sobrepeso y obesidad. La muestra fue de 806 mujeres
(66,6%), con una media de edad de 14,16 años ± 2,51 y 483 varones (37,4%) con una
edad media de 14,12 años ± 2,44. El diagnóstico de sobrepeso y obesidad se realizó
por índice de masa corporal, siguiendo los criterios de la International Task Force.
Resultados El 20,8% de los sujetos presentaban sobrepeso y 5,4%, obesidad. Un
18,8% de las mujeres y 24,1% de los varones tenían sobrepeso (p 0,02); presentaban
obesidad el 7,9% de los varones y 3,4% de las mujeres. La prevalencia de sobrepeso
fue mayor para el grupo de 10 a 12 años (34,3%) y la de obesidad fue
significativamente más baja en los mayores de 16 años. No se observaron diferencias
de prevalencia entre las diferentes regiones del país (46).
Lundgren. Jennifer y col (2006) Este estudio evaluó la prevalencia de síndrome del
comedor nocturno y su psicopatología comórbida en un hospital psiquiátrico de la
población. el cuestionario de síndrome del comedor nocturno fue administrado a 399
pacientes en dos clínicas psiquiátricas ambulatorias. Los puntuación por encima de 20
en el cuestionario (N = 205) fueron evaluados para el síndrome del comedor nocturno,
28
con una entrevista telefónica semiestructurada. Revisión de las historias de todos los
participantes se realizaron para determinar su diagnóstico y los medicamentos
psiquiátricos. Cuarenta y nueve participantes (12,3%) cumplieron con los criterios para
el síndrome del comedor nocturno. Mayores tasas de trastornos por uso de sustancias
se encontraron entre los pacientes con diagnóstico de síndrome del comedor nocturno
que entre aquellos sin el síndrome. Los pacientes obesos eran más propensos que los
pacientes no obesos con el síndrome del comedor nocturno manifiesta. Síndrome del
comedor nocturno es frecuente entre los pacientes ambulatorios clínica psiquiátrica y es
probable que cursen con trastornos por abuso de sustancias y la obesidad (47).
Sturhkard y col (1996) realizaron un estudio para determinar la prevalencia de
trastornos de ingesta compulsiva (TIC) y Síndrome de comedor nocturno, usaron los
criterios de TIC: consumo de grandes cantidades de comida en discreto periodo de
tiempo unido a pérdida del control y a ausencia de vomito o abusos de laxantes, para el
síndrome de comida Nocturna sugirieron los criterios: por la mañana presenta síntomas
de Anorexia por la noche insomnio e hiperfagia , la muestra estaba conformada por 102
sujetos espectadores de un documental sobre TIC, 50 sujetos que participaron en el
estudio se les administró medicación para tratar dicho trastorno y 62 participaron en un
programa de reducción de peso. En la muestra de tele espectadores, 19,6 %
cumplieron los criterios para TIC; los sujetos que recibieron un programa de tratamiento
7,6 % presentaron criterios para TIC, los que recibieron tratamiento farmacológico en su
totalidad presentaron TIC. Durante las cuatro semanas de tratamiento con placebo los
atracones descendieron de 6.0 a 1.7 por semana. El síndrome de comedor nocturno se
presento en el 13,7 % del grupo de televisivos, en 8, 9 % en los participantes del
programa de tratamiento para reducción de peso y en 15% para los que recibían
medicación, concluyen que ambos trastornos tienen igual prevalencia (20).
Kruger, Shugar y Cooke (1996) Examinaron la prevalencia de Trastorno de ingesta
compulsiva (TIC), Trastorno de ingesta compulsiva (TIC) parcial, Síndrome de comedor
nocturno en trastorno bipolar ,. Se investigaron 61 pacientes diagnosticados por DSM II-
R de trastornos bipolar sobre los atracones y atracones nocturnos. Las frecuencias se
compararon con grupo control el 13 % (8 sujetos) cumplían con TIC según DSM-IV. El
25 % (15 sujetos) presentaban un síndrome parcial de TIC. Solo se diferenciaron por la
29
frecuencia de atracones. El 16,4 % (10 sujetos) presentaban Síndrome de comedor
nocturno, donde los atracones se presentaron tras el insomnio y entre las 2 y 4 am. Los
autores creen que el aumento en la prevalencia de atracones en el Trastorno Bipolar
está directamente relacionado con el modelo de serotonina como automediador y
modulador del estado de ánimo (48).
2.1.3 Bases legales.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
Artículo 78.
Los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán protegidos
por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales respetarán,
garantizarán y desarrollarán los contenidos de esta Constitución, la Convención sobre
los Derechos del Niño y demás tratados internacionales que en esta materia haya
suscrito y ratificado la República. El Estado, las familias y la sociedad asegurarán, con
prioridad absoluta, protección integral, para lo cual se tomará en cuenta su interés
superior en las decisiones y acciones que les conciernan. El Estado promoverá su
incorporación progresiva a la ciudadanía activa y creará un sistema rector nacional para
la protección integral de los niños, niñas y adolescentes (49).
Artículo 83.
La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará
como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas
orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios.
Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de
participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas
sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y
convenios internacionales suscritos y ratificados por la República (49).
30
Ley Orgánica para la protección de Niños, Niña y Adolescentes
Artículo 10
Niños, niñas y adolescentes sujetos de derecho Todos los niños, niñas y
adolescentes son sujetos de derecho; en consecuencia, gozan de todos los derechos y
garantías consagrados en favor de las personas en el ordenamiento jurídico,
especialmente aquellos consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño
(50).
Artículo 11
Derechos y garantías inherentes a la persona humana
Los derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes consagrados en esta
Ley son de carácter enunciativo. Se les reconoce, por lo tanto todos los derechos y
garantías inherentes a la persona humana que no figuren expresamente en esta ley o
en el ordenamiento jurídico (50).
Artículo 41
Derecho a la salud y a servicios de todos los niños, niñas y adolescentes tienen
derecho a disfrutar del nivel más alto posible de salud física y mental. Asimismo, tienen
derecho a servicios de salud, de carácter gratuito y de la más alta calidad,
especialmente para la prevención, tratamiento y rehabilitación de las afecciones a su
salud. En el caso de niños, niñas y adolescentes de comunidades y pueblos indígenas
debe considerarse la medicina tradicional que contribuya a preservar su salud física y
mental.
Parágrafo Primero. El Estado debe garantizar a todos los niños, niñas y
adolescentes, acceso universal e igualitario a planes, programas y servicios de
prevención, promoción, protección, tratamiento y rehabilitación de la salud. Asimismo,
debe asegurarles posibilidades de acceso a servicios médicos y odontológicos
periódicos, gratuitos y de la más alta calidad.
31
Parágrafo Segundo. El Estado debe asegurar a los niños, niñas y adolescentes el
suministro gratuito y oportuno de medicinas, prótesis y otros recursos necesarios para
su tratamiento médico o rehabilitación (50).
Artículo 43
Derecho a información en materia de salud. Todos los niños, niñas y adolescentes
tienen derecho a ser informados e informadas y educados o educadas sobre los
principios básicos de prevención en materia de salud, nutrición, ventajas de la lactancia
materna, estimulación temprana en el desarrollo, salud sexual y reproductiva, higiene,
saneamiento sanitario ambiental y accidentes. Asimismo, tienen el derecho de ser
informados e informadas de forma veraz y oportuna sobre su estado de salud, de
acuerdo a su desarrollo. El Estado, con la participación activa de la sociedad, debe
garantizar programas de información y educación sobre estas materias, dirigidos a los
niños, niñas, adolescentes y sus familias (50).
2.2 Marco Teórico Operacional.
2.2.1Sistema de variables.
2.2.1.1 Variables.
2.2.1.2 Variable independiente: Síndrome del Comedor Nocturno
2.2.1.2.1Conceptualizaciòn de la variable.
Síndrome del comedor Nocturno: se caracteriza por presentar: anorexia matutina,
hiperfagia nocturna e insomnio; con modificación del patrón neuroendocrino (Eje
Hipófisis Pituitario Adrenal, cortisol, melatonina y leptina) el cual tiene función
reguladora con ritmos circadianos propios que modulan diversas funciones metabólicas
y psicológicas. La exacerbación de la sintomatología coincide con períodos de
ganancia de peso y episodios de vida estresante. Los tipos de comedor nocturno son:
Comedor compulsivo de tarde y noche, nocturno ansioso, por antojos y el que tiene la
creencia del todo o nada sobre el comedor nocturno. (30)
32
2.2.1.2 Variable dependiente: Obesidad
2.2.1.2.2 Conceptualización de la variable.
Obesidad: Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la obesidad y el
sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede
ser perjudicial para la salud. Este contenido excesivo de grasa corporal, es valorado
mediante el índice de masa corporal (IMC, el peso corporal en kilogramos dividido por
el cuadrado de la talla en metros) es la forma que se prefiere para el cálculo de la
obesidad dada su sencillez (20).
2.2.2 Operacionalización de las variables:
Determinar la asociación del síndrome de comedor nocturno con la obesidad en
adolescentes del Liceo Bolivariano “Antonio Dolores Ramones” Municipio Colina del
Estado Falcón, en los meses de Noviembre del año 2010- junio del 2011.
33
Operacionalización de las variables
OBJETIVOS
ESPECÍFICOS
VARIABLE DIMENSIÓN INDICADORES SUBINDICADORES
1. Diagnosticar
obesidad según
índice de masa
corporal.
Obesidad
Antropométrica
IMC(kg/m²) •Déficit ≤ p5
•Riesgo de déficit p>5 ≤
15
•Normal >p15 ≤p85
•Exceso >p85 ≤95
•Exceso severo p>95
Epidemiológica
Edad 12-19 años
Sexo Masculino-Femenino
Graffar I-II-III-IV
Antecedentes
familiares de
obesidad
Madre-Padre-Hermanos-
Tios -Abuelos
si _no_
2.Caracterizar
clínica y
epidemiológicam
ente al
adolescente
obeso
Clínica
Acantosis
nigricans
presente- ausente
Xantomas y
Xantelasma
presente- ausente
Presión Arterial normal<p90-alterada≥90
Lesiones de
rodilla
presente- ausente
( criterio clínico)
3. Identificar la
presencia del
síndrome de
comedor
nocturno en los
estudiados
(casos y
controles).
Comedor
nocturno
Psicológica
Test comedor
nocturno
14 Items de 56 pts punto
de corte 20 pts
positivo ≥20 pts
negativo ≤20 pts
34
MARCO METODOLÒGICO
3.1. Tipo de Investigación:
Este trabajo se enmarca dentro del tipo de estudio correlacional.
3.2. Diseño de la Investigación:
Se empleará un diseño de investigación de casos y controles.
3.3. Población y Muestra:
La población estuvo integrada por adolescentes escolarizados pertenecientes
adolescentes escolarizados del Municipio Colina específicamente estudiantes del Liceo
Bolivariano “Antonio Dolores Ramones” de ambos sexos, con edades comprendidas
entre 12 y 19 años pertenecientes a la etapa diversificada, en el, periodo académico
2010-2011,cuya matrícula era de 265 estudiantes del nivel básico y diversificado.
La muestra para los casos fue censal, constituida por los estudiantes (adolescentes
obesos) que cumplieron los criterios de inclusión para participar en el estudio. Para los
controles se escogió un número similar de adolescentes (normopeso) mediante el azar
simple, a través de un sorteo.
Es bien conocido, que el índice más aceptado actualmente para evaluar la obesidad
infantil y de los adolescentes es el IMC o índice de Quetelec cual, es una expresión del
peso referido a la talla y se calcula dividiendo el peso corporal expresado en kilogramos
por la talla elevada al cuadrado expresada en metros. (IMC = P/T2 o P/T/T) (49).
Se cuenta con diferentes tablas de referencia de IMC. La OMS recomienda las tablas
de referencia internacionales (1995) del National Center for Health Statistics (NCHS).
En el año 2000 se publicó la revisión de las tablas del NCHS, considerándose como
puntos de corte los percentiles85 para sobrepeso y 95 para obesidad. Para el
35
diagnóstico en un niño se recomienda la tabla NCHS, CDC. Los puntos de corte se
establecieron de manera convencional en niños con relación a la morbimortalidad en
adultos demostrada por estudios epidemiológicos (51).
En Venezuela, el INN tomó como referencia las tablas propuestas por la OMS pero
adaptándolas a las necesidades de la población venezolana posterior a realizar una
encuesta nacional, y estableció puntos de corte que se ajustan más a la realidad del
país, de allí se desprende la guía para evaluación nutricional antropométrica en el
primer nivel de atención en salud, en las diferentes etapas del ciclo vital .En este
sentido el INN clasifica a la población de 10 a 19 años por percentiles según IMC en
cada sexo (ver Anexos 1-2):
Déficit ≤ P5
Riesgo de déficit P>5 ≤ 15
Normal >P15 ≤P85
Exceso >P85 ≤95
Exceso severo P>95 (18)
Para efectos de esta investigación, se tomaron como casos a los adolescentes
obesos con un percentil > 85 de acuerdo a edad y sexo para índice de masa corporal
(IMC) según las tablas propuestas por el Instituto Nacional de Nutrición de Venezuela
INN (Ver anexo 1) (11). Se definió como control a un número similar de estudiantes que
se encuentre mayor al percentil >15 pero menor o igual al percentil ≤85
Criterios de inclusión:
Que sus padres o representantes firmen el consentimiento informado.
Adolescentes de 12 a 19 años de ambos sexos cursantes de los niveles básico y
diversificado del Liceo Bolivariano “Antonio Dolores Ramones” que desearon
participar.
Que tuvieran un IMC > al percentil 15.
Criterios de exclusión:
36
Que sus representantes no firmen el consentimiento informado y el estudiante no
deseara participar en el estudio.
Que en la actualidad ya presentara diagnóstico de la conducta alimentaria
reciban tratamiento farmacológico para ello
3.4. Método de selección del dato
Para objeto del presente estudio se dirigió comunicación a la dirección de la
institución donde se planteó los objetivos del estudio, solicitando autorización para la
implementación de una consulta de higiene del adolescente tres veces por semana en
el turno de la tarde. Previa autorización se hizo una reunión con todos los padres y/o
representante de los adolescentes cursantes de la institución donde se les habló de los
objetivos de la investigación. Una vez aceptada la participación de sus representados
los padres firmaron la hoja de consentimiento informado realizada para tal fin (Anexo 3).
Posterior a la firma de consentimiento informado se procedió a determinar el estado
nutricional a través de la toma de medidas antropométricas (peso y talla), el instrumento
utilizado fue un estadiómetro (balanza tallador) con capacidad para 140 kg y 1.90 mts
marca Detecto®, debidamente calibrado. Para determinar el peso, el paciente se
colocó en ropa interior, descalzo, de pie frente a la báscula; para la talla se colocó de
espalda a la balanza, descalzo, de pie con los talones juntos, la punta de los pies
separadas por un ángulo de 45º, la cabeza y la columna vertebral simétricas, la
escuadra se colocó sobre la cabeza sin hacer presión.
Seguidamente, se procedió a calcular el índice de masa corporal (IMC) dividiendo el
peso en kilogramos entre la talla en metros (peso kg/ talla mts²), este valor fue llevado a
las tablas para IMC propuestas por el Instituto Nacional de Nutrición Venezolano (ver
anexos 1 y 2), las cuales clasifican nutricionalmente en (18):
37
Déficit ≤ P5
Riesgo de déficit P>5 ≤ 15
Normal >P15 ≤P85
Exceso >P85 ≤95
Exceso severo P>95
Los adolescentes con percentil ≤ 15 fueron retirados del estudio, sin embargo, fueron
referidos a la consulta de pediatría especializada en el ambulatorio Urbano Wilfredo
medina de La Vela de Coro
3.5 Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos:
Una vez clasificado los estudiantes según tengan o no obesidad se procedió a
realizar una historia clínica donde se evaluó las características clínico -epidemiológicas
de los pacientes obesos, (Anexo 2), el que fueron llenado durante la consulta médica
tomando en cuenta los siguientes parámetros:
Edad, Sexo, Antecedentes familiares, Nivel Socioeconómico medido a través del
método Graffar modificado propuesto por Méndez Castellano año 1959, Grado de
Instrucción, exploración clínica en busca de: Acantosis Nigricans, signos clínicos de
dislipidemia (Xantomas y Xantelasmas ) Los Xantomas pequeños depósitos de
materiales grasos debajo de la superficie de la piel, cuyo diámetro varía desde muy
pequeño hasta más de 7, 5 cm, aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero
generalmente aparecen en los codos, articulaciones, tendones, rodillas, manos, pies y
glúteos. El xantelasma palpebral es un tipo común de Xantoma que se desarrolla en los
párpados. Los Xantomas aparecen como pequeños nódulos con superficie plana,
suaves al tacto, pueden ser de color amarillo y presentan bordes claramente definidos,
también se evaluó Presión arterial, y .artrosis de rodilla (52).
Lo anteriormente expuesto fue tomado de la historia tabulada del ministerio del
poder popular para la salud y modificadas según la necesidad del investigador, ya que
la obesidad es un importante factor de riesgo de enfermedades crónicas no
38
trasmisibles, como hiperlipidemia, enfermedad cardiovascular isquémica, hipertensión
arterial, diabetes tipo 2 y osteoartritis (52).
Para determinar la tensión arterial sistólica y diastólica, respectivamente, se empleó
el método indirecto auscultatorio con un esfigmomanómetro aneroide, previamente
calibrado, utilizando los ruidos primero y quinto de Korotkoff, con intervalo de 5 minutos
en el brazo derecho, a la altura del corazón, en posición sentada, sin fumar ni haber
ingerido café 30 minutos antes, con un manguito que cubría las 2/3 partes de la longitud
del brazo (distancia acromioclavicular) y de su circunferencia completa, 2 cm por
encima de la articulación del codo.
Para garantizar la calidad de la toma de la tensión arterial, se seleccionó un local con
condiciones de ventilación e iluminación adecuadas. Se utilizó la clasificación de
hipertensión arterial según las tablas para medir la tensión arterial en niños y
adolescentes (para ambos sexos). Fueron modificadas en la última revisión realizada
por el National High Blood Pressure Education Program Working Group on High Blood
Pressure Children and Adolescents en el 2004. Están basadas en el género, edad y la
estatura e incluyen los percentiles 50th – 90th – 99th por genero, edad y estatura
- Normotensión: Tensión arterial menor del 90 percentil
- Normal/alta: Tensión arterial entre los percentiles 90 y 95
- Hipertensión arterial: Tensión arterial superior al 95 percentil
Asimismo, se realizaron 2 mediciones de la presión arterial, separadas cada una por
2 minutos. Si la diferencia entre ambas fue de 5 mm de Hg, se efectuó una tercera
medición y se promediaron los valores obtenidos; se verificó en el brazo contralateral y
se tuvo en cuenta la lectura más elevada (53).
Ahora bien, para la valoración clínica de la artrosis de rodilla se utilizó los parámetros
aportados por la clínica valenciana de Medicina familiar y comunitaria, la cual dice que
en atención primaria de salud sólo con la constatación de dolor mecánico originado en
la rodilla o cadera junto con un signo de lesión articular –dolor a la palpación en la
interlínea articular, limitación de la movilidad activa y pasiva, crepitación o deformidad
39
articular, es suficiente para establecer el diagnóstico de enfermedad artrósica de esa
articulación(54).
Posteriormente, se les entregó a ambos grupos de participantes (casos y controles)
un test auto administrada, para el diagnostico del síndrome del comedor nocturno
según los criterios de la enfermedad propuestos por Sturhkard (1955) y Birketveldt
(1999) tomando como base un modelo aplicado por el departamento de psiquiatría de la
Universidad de Pensilvania, el cual consta de 14 items que van de 0 a 4 puntos los
cuales están en relación con los síntomas principales de la enfermedad , dado por
despertares nocturnos , ingesta de alimentos por la noche , anorexia matutina. Dichos
ítems suman una puntuación total de 56 puntos (anexo 3) cuya interpretación se
planteó en función a los resultados obtenidos por Jenifer .D y col( 2006 ) donde tomaron
como corte el valor de la prueba a todos los que presentaron puntajes superiores o
iguales a 20 puntos y posteriormente se realizó una entrevista personal a cada
estudiante con puntajes iguales o superiores a 20 puntos, para constatar criterios
definitivos del síndrome en relación a: 1) hiperfagia nocturna (más de un tercio del total
de calorías consumidas después de la cena) o 2) despertares nocturnos con la
ingestión de alimentos que se producen tres o más veces por semana(47).
3.6. Análisis de los datos
Los datos obtenidos se analizaron mediante estadística descriptiva e inferencial, a
través del programa estadístico Epi-Info 3.5.1cuyos resultados fueron expresados en
cuadros.
40
ANALISIS DE LOS RESULTADOS
Se pudo evidenciar que la población de estudiantes del liceo Antonio Dolores
Ramones estaba constituida por un total de 265 estudiantes, de los cuales 226 un
85,28% tenían un peso adecuado para la edad y sexo según las tablas del INN, sin
embargo el 14.72% de los adolescentes presentaron algún trastorno de la nutrición ya
sea en déficit o exceso, de los cuales 9.42% 25 estudiantes tenían (exceso y exceso
severo) respectivamente, y el 5.28% 14 estudiantes tenían riesgo de déficit y déficit
nutricional. (VER CUADRO 1)
CUADRO 1
Clasificación por Percentiles Según Índice de Masa Corporal de los Adolescentes del Liceo Bolivariano Antonio Dolores Ramones La Vela Municipio Colina Junio
2011
PERCENTIL POR IMC Frecuencia %
DEFICIT < 5 3 1,13
RIESGO DE DEFICT 5 < 15 11 4,15
NORMAL 15 < 85 226 85,28
EXCESO 85 < 95 4 1.50
EXCESO SEVERO >95 21 7,92
Total 265 100,00
Para efectos de la presente investigación se utilizó como grupo de estudio todos los
estudiantes que presentaron valores de percentil para IMC superior al Percentil 15
quedando conformado por 25 estudiantes y para el grupo control 25 estudiantes que
estaban entre el percentil 15 y el 85. En relación a la distribución según edad y sexo de
los estudiantes incluidos en la investigación se obtuvo que: en los casos prevaleció el
sexo masculino con un 62% para 16 casos y el sexo femenino con 32% para un total de
9 casos, para los controles el sexo femenino con 60% para 15 controles y masculino
40% para 10 controles, la media para la edad fue de 14.28 años ±1.84 D.E , con una
41
mínima registrada de 12 años y una máxima d 18, con una moda de 13 años , siendo
el grupo de edad predominante el comprendido entre 12 Y 13 años representando un
46% de los jóvenes ,se guido del rango de 16 a 17 años con 30 % y de 14 a 15 años
con 20 % (VER CUADRO 2)
CUADRO 2
Adolescentes según edad sexo y grupo de estudio del Liceo bolivariano Antonio Dolores Ramones Municipio Colina Junio 2011
Edad CASOS CONTROLES Total
Femenino Masculino Femenino Masculino Fr %
12_13 3 7 6 7 23 46
14_15 1 5 3 1 10 20
16_17 3 4 6 2 15 30
18_19 2 0 0 0 2 4
Total 9 16 15 10 50 100,00
N Media D.E. Mínimo Mediana Máximo Moda
50 14.28 1.84 12 14 18 13
Al considerar el aspecto epidemiológico se observó que el 72% 18 de los estudiantes
obesos estaban en un estrato social IV seguido de 28% / se ubicaron en estrato III.
(VER CUADRO 3)
CUADRO 3
Características Epidemiológicas (Graffar) de los Adolescentes Obesos del Liceo Bolivariano Antonio Dolores Ramones La Vela Municipio Colina Junio 2011
CARACTERISTICAS EPIDEMIOLÓGIAS Frecuencia % Estrato social según Graffar - -
Estrato III 7 28
Estrato IV
TOTAL
18
25
72
100
42
En el mismo orden de ideas , en relación a la herencia se encontró que el 82% de los
obesos tienen antecedentes familiares hermanos con obesidad, seguido por 72% de tíos,
68%padres y abuelos y 61% en las madres.
CUADRO 4
Características Epidemiológicas (Antecedentes familiares) de los Adolescentes Obesos del Liceo Bolivariano Antonio Dolores Ramones La Vela Municipio Colina
Junio 2011
CARACTERISTICAS EPIDEMIOLÓGIAS Frecuencia % Antecedentes familiares - -
Madre 20 61
padre 15 68
Hermanos 18 82
Tios 16 72
Abuelos 12 68
En relación a la asociación entre la presencia de obesidad en los adolescentes y
antecedentes familiares de obesidad, se pudo observar asociación estadísticamente
significativa en relación a los familiares madre, padre, hermanos, tíos, no así en los
abuelos , siendo la variable hermanos quien presentó mayor asociación según lo
muestran los valores de CHI2( VER CUADRO 5)
43
CUADRO 5
Antecedentes Familiares de obesidad y su asociación con obesidad en los Adolescentes del Liceo Bolivariano Antonio Dolores Ramones La Vela Municipio
Colina Junio 2011
ANTECEDENTES FAMILIARES
Frecuencia %
Chi2 Valor p
Madre 20 61 4.36 0.036
Padre 15 68 5.19 0.022
Hermanos 18 82 15.90 0.000
Tíos 16 72 8.11 0.004
Abuelos 12 68 3.12 0.077
Cuando se evalúan las características clínicas relacionadas a la obesidad se pudo
encontrar que el 84% 21 de los pacientes con obesidad presentaron acantosis nigricans
, estos tenían signos indirectos de dislipidemia (xantelasmas 8 ,lo que representa el 32%
y xantomas 6 para un 24% ), ninguno presentó hipertensión arterial y solo el 12% 3
presentaron artrosis de rodilla (VER CUADRO 6)
CUADRO 6
Características Clínicas de los Adolescentes Obesos del Liceo Bolivariano Antonio Dolores Ramones La Vela Municipio Colina Junio 2011
CARACTERISTICAS CLÍNICAS Frecuencia %
Acantosis Nigricans 21 84
Xantelasma 8 32
Xantomas 6 24
Artrosis de rodilla 3 12
Hipertensión arterial 0 0
44
Al establecer asociación entre el IMC y las características clínicas de obesidad se
puede notar existe significancia estadística entre las características, acantosis nigricans
xantelasmas y xantomas artrosis de rodilla, encontrando una fuerte asociación con la
presencia de acantosis nigricans (VER CUADRO 7).
CUADRO 7 Asociación entre IMC y clínica de obesidad en adolescentes. Escuela Bolivariana
5 de Julio, lapso académico 2011-2012. Municipio Miranda, Estado Falcón
Cuando se evalúa la presencia del síndrome del comedor nocturno en los
adolescentes incluidos en la investigación, se pudo evidenciar que el 14% de los
participantes tenían puntajes superiores o iguales a 20 puntos y que al ser
entrevistados posteriormente cumplían al menos uno de los criterios principales para
ser catalogados como comedor nocturno, determinándose que 5 de los individuos
catalogados como obesos (casos) presentaron positividad de la prueba, es decir, 20%
de los obesos y solo el 8 % de los normo peso presentaron puntaje superior o igual a 20
y la presencia de uno de los criterios.( VER CUADRO 8).
Características clínicas Kruskal Wallis
gl.
Valor p
Acantosis nigrians
Xantelasma
Xantomas
Artrosis de rodilla
29,9786
8,0957
6,9833
3,8463
1
1
1
1
0.0000
0.0044
0.0082
0.0499
45
CUADRO 8
Clasificación según grupo de estudio y presencia del síndrome del comedor nocturno de los Adolescentes del Liceo Bolivariano Antonio Dolores Ramones La
Vela Municipio Colina Junio 2011
Grupo de estudio Positivos % Negativos % Total
Casos 5 20 20 80 100
Controles
Total casos y controles
2
7
8
14
23
43
92
86
100
100
Ahora bien cuando se plantea la asociación entre síndrome de comedor nocturno
con el diagnostico de obesidad, no se encontraron diferencias estadísticamente
significativas entre los diagnósticos nutricionales (obesos y normopeso) al considerar
los valores promedio obtenidos al aplicar el test para diagnostico de síndrome de
comedor nocturno (p>0.05) (VER CUADRO 9).
Cuadro 9
Asociación entre Síndrome de comedor nocturno y diagnóstico nutricional en los adolescentes de la. Escuela Bolivariana 5 de Julio, lapso académico 2011-2012.
Municipio Miranda, Estado Falcón
Diagnóstico nutricional Media
D.E.
Estadístico T
Valor p Test de Barttlet
Obesidad (Grupo casos) 14,3600 8,3160 1,7064 0,0944 0,1362
Normopeso (Grupo controles )
10,8400 6,1011
46
DISCUSION DE LOS RESULTADOS.
En la presente investigación se obtuvo que solo un 9,42% de los adolescentes
evaluados presentaron algún grado de sobrepeso u obesidad, observándose que
1.50% fue diagnosticado con exceso de peso y un 7.9% con exceso severo; esto difiere
de lo descrito por la Guía Española de Hipertensión Arterial (2005) quien plantea que
en Estados Unidos el 31.9% de los niños entre los 2 y19 años estaban sobre el
percentil 85 de peso y el 16.3 % sobre el percentil 95, con igual diferencia se observa
cuando contrastamos con lo encontrado por Yépez y col (2008) al estos encontrar un
20% de obesidad en escolarizados chilenos.
En el mismo orden de ideas cuando se comparan los datos encontrados en esta
investigación con los resultados por el Sistema de vigilancia Alimentaria y Nutricional
del Instituto Nacional de Nutrición Venezolano quien según lo expresado por Paoli
(2008) en un estudio comparativo entre los años 1990 y 2005 la obesidad en
adolescentes aumentó de 9.7% a 14.85%, lo que difiere de este estudio donde el valor
de exceso y exceso severo no supero el 9.42%.
En relación a la distribución según el sexo se obtuvo un predominio del sexo
masculino en los pacientes 26 para un 52%,lo que difiere de Yepez y col(2008) quienes
encontraron en su estudio sobre prevalencia de sobrepeso y obesidad que el mayor
porcentaje eran del sexo femenino, pero se relaciona a lo encontrado por Kovalskys y
col (2003) donde le mayor porcentaje de adolescentes con sobre peso y obesidad lo
constituía el sexo masculino , en relación a la edad la edad promedio 14.28 ± 1.84
años, esto se relaciona con lo reportado por Kovalskys en su investigación cuya media
de edad estuvo en 14,12 años ± 2,44,.
En cuanto al estrato socioeconómico de los adolescentes incluidos en el estudio, se
obtuvo que 18 adolescentes el 72% pertenecían al estrato socioeconómico IV según la
escala Graffar modificada por Méndez-Castellano, seguido de 7 individuos con un 28%
del total de sobre peso y obesidad ,.que se encontraron en el estrato III, lo cual
47
contrasta con el estudio de Mejoramiento de las Prácticas Alimentarias y Nutricionales
de Adolescentes Ecuatorianos (MEPRADE) quienes encontraron mayor prevalencia de
sobre peso y obesidad en estratos económicos altos , sin embargo se notaba un
incremento en el estrato más bajo con un predominio del sexo femenino .
Es conocido la asociación que existe entre el antecedente familiar de obesidad y la
presencia de la misma, y esto se pone de manifiesto en esta investigación donde se
evidenció que existía asociación estadísticamente significativa entre los antecedentes
familiares de obesidad y la obesidad en los adolescentes que participaron en el
estudio, encontrando la mayor asociación entre el antecedente hermanos cuyo valor
(X2= 15,90 p=0.00) .
En otro orden de ideas cuando se evalúa un paciente obeso clínicamente existen
elementos característicos que definen obesidad, tal como lo señala Dietz W. en su
artículo Consecuencias para la salud de la obesidad en la juventud: los predictores de
la infancia de las enfermedades del adulto, donde evidencia la existencia de
dislipidemia, acantosis nigricans , artrosis de rodilla e hipertensión en os adolescentes ,
en esta investigación se demostró la presencia de estas características a excepción de
la hipertensión arterial existiendo una asociación significativa entre obesidad y
acantosis nigricas, xantelasma , xantomas y artrosis de rodilla , siendo la presencia de
acantosis nigricans con la que se encontró mayor asociación .
Ahora bien cuando se determinó la presencia del síndrome del comedor nocturno en
los adolescentes incluidos en el estudio se encontró la presencia en el 14% de los
seleccionados, lo que concuerda con lo descrito por: Sturhkard y col (1996), Kruger,
Shugar y Cooke (1996) y Lundgren. Jennifer y col (2006) quienes encontraron cifras
similares en sus estudios respectivos para la presencia del síndrome.
Sin embargo cuando se establece el objetivo principal de esta investigación
determinar la presencia de síndrome de comedor nocturno en adolescentes obesos no
se encontró asociación estadísticamente significativa. Lo que contrasta con lo afirmado
Adami y cols quien encontró prevalencia del NES en población obesa oscila en un
amplio rango, que varía desde el 7,9%, Powers y cols, en un grupo de características
48
similares, hasta más de un 40%, Stunkard y cols. En su estudio inicial de 1955
encontraron una prevalencia de más del 80% en población hospitalaria con obesidad
severa. En este sentido se descarta la asociación del síndrome con obesidad en este
grupo de estudio.
49
CONCLUSIONES
La mayoría de la población estudiantil del Liceo Bolivariano Antonio Dolores
Ramones se encuentra en un peso adecuado según las tablas de percentiles del
Instituto Nacional de Nutrición.
Solo el 9.42% de los estudiantes tenían algún grado de sobrepeso u obesidad.
En los pacientes obesos predominó el sexo masculino.
El mayor número de adolescentes obesos tenían antecedentes familiares de
obesidad, siendo el antecedente filial hermanos el que mayor asociación obtuvo.
El mayor porcentaje de los adolescentes obesos tienen un estrato social III y IV
predominando el estrato IV con un 72% de ellos.
Cuando se evaluó las características clínicas de obesidad los adolescentes obesos
presentaron asociación significativa con las características, acantosis nigricans,
xantelasma, xantomas, y artrosis de rodilla, encontrando mayor asociación con la
presencia de acantosis.
La prevalencia del síndrome de comedor nocturno fue de 14% del total de alumnos
participantes en la investigación.
No se encontró asociación entre obesidad y síndrome del comedor nocturno en los
adolescentes objeto de estudio.
50
RECOMENDACIONES
Aplicar el Programa de Salud preventivos establecido por el Ministerio del Poder
Popular para la Salud a nivel de los centros educativos, relacionados con hábito
nutricional.
Concientizar a los representantes y al adolescente sobre la necesidad de acudir
a la consulta de higiene del adolescente una de las más bajas en cobertura a
nivel nacional.
Implementar actividades relacionadas con autoconocimiento que ayuden al
adolescente a su autodominio.
Realizar investigaciones futuras que permitan medir el impacto de los programas
educativos y de salud en la disminución de la prevalencia de este síndrome.
Concientizar a los adolescentes a través de educación para la salud sobre los
trastornos de la conducta alimentaria, los efectos adversos y las consecuencias
futuras.
Mantener líneas de investigación relacionada con los trastornos de la conducta
alimentaria en los adolescentes , a fin de implementar medias para evitar estas
conductas de riesgo.
51
INDICE DE REFERENCIAS
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56
ANEXOS
57
COSENTIMIENTO INFORMADO
Por medio de la presente le informamos que será realizado un estudio en las instituciónes educativas “Antonio Dolores Ramones, para la identificación del síndrome del comedor nocturno en adolescentes obesos, para lo que necesitamos la aprobación para que su representado participe de esta investigación, por lo que tendrá que ser sometido a un examen físico médico y deberá responder un test que evalúa la presencia del síndrome. Esta investigación tiene como propósito verificar si la obesidad esta en relación con este síndrome para de esta manera realizar la intervención necesaria, es importante que usted ese claro que en este estudio: La participación de su representado no implica riesgo alguno para su salud. La participación en dicho estudio no tiene repercusión legal. La información obtenida será utilizada única y exclusivamente para lograr los objetivos de
investigación, garantizando la confidencialidad de los datos. Por su participación no recibirá beneficio económico. Se le dará respuesta oportuna ante cualquier inquietud que tenga con respecto al estudio. Bajo ningún concepto podrá restringir el uso, para fines académicos, de los resultados
obtenidos en el presente estudio. Mediante este estudio se oferta medidas para responder a un problema muy importante de
su comunidad.
El ingreso de mi representado al estudio es de forma libre y voluntaria y el resultado de esta investigación me será dado si lo solicito y el Dr. Juan Carlos Perozo es la persona a la cual debo acudir si tuviera cualquier inquietud acerca de la naturaleza del estudio o de los derechos de mi representado como participante en el mismo. He entendido claramente la información anteriormente expuesta y en conformidad y libre de toda condición firmo este consentimiento.
Nombre del Alumno Firma Fecha
Nombre deRepresentante
Firma Fecha
(Autor)
Juan Carlos Perozo
Teléf. 0424-6084018
58
59
60
61
62
63
64
65
HISTORIA CLÍNICA
NOMBRE Y APLELLIDO: _______________________________EDAD_________
SEXO______
CI____________________ AÑO QUE CURSA _____________________
ANTECEDENTES FAMILIARES DE OBESIDAD
PADRE_________ MADRE________ HERMANOS________ TIOS___________ABUELOS__________
GRAFFAR MODIFICADO POR MENDEZ CASTELLANO
INSTRUCCIONES: Marca con una “x”, en la casilla correspondiente según sea el caso que te
corresponda (Sólo se debe seleccionar una opción por variable planteada)
I PROFESIÓN DEL JEFE DE LA FAMILIA
1. Profesión Universitaria, financista, banqueros, empresario, comerciante, todos de alta de alta productividad, oficiales de las fuerzas Armadas Nacionales (si tiene rango de educación superior). ( )
.2.- Profesión Técnica Superior o Medianos Comerciantes o Productores.
3. Empleados sin profesión universitaria con su técnico medio aprobado, pequeños comerciantes o productores. ( )
4. Obreros especializados ( )
5. Obreros no especializados.( )
II.- NIVEL DE INSTRUCCIÓN DE LA MADRE
1. Enseñanza universitaria o su equivalente. ( )
2. Enseñanza secundaria completa o técnica superior completa. ( )
3. Enseñanza secundaria incompleta o técnica inferior. ( )
4. Educación primaria o alfabeto. ( )
.5. Analfabeta. ( )
III.- PRINCIPAL FUENTE DE INGRESO DE LA FAMILIA
66
1. Fortuna heredada o adquirida. ( )
2. Ganancia, beneficios y honorarios profesionales. ( )
3. Sueldo mensual. ( )
4. Salario semanal. ( )
5. Donación de Origen Público o Privado. ( )
IV.- CONDICIONES DE ALOJAMIENTOS
1. Viviendas con óptimas condiciones sanitarias y ambientales de gran lujo y grandes espacios.( )
2. Vivienda con óptimas condiciones sanitarias en ambientes con lujos, sin excesos, y suficientes espacios. ( )
3. Vivienda con buenas condiciones sanitarias en espacios sanitarios en espacios no tan amplios como los anteriores. ( )
.4. Viviendas con ambientes espaciosos o reducidos y con deficiencias en las condiciones sanitarias. ( )
5. Rancho o vivienda con espacios insuficientes y condiciones sanitarias marcadamente inadecuadas. ( )
Escala de Estratificación (Graffar Mendéz Castellano)
I___________ II___________ III___________ IV__________V ___________
EXAMEN FÍSICO
PIEL
.Acantosis Nigricans PRESENTE ( ) AUSENTE ( )
Xantomas y Xantelasma PRESENTE ( ) AUSENTE ( )
CARDIOVASCULAR
Presión arterial ALTERADA ( ) NORMAL ( )
OSTEOARTICULAR
Artrosis de rodilla: PRESENTE ( ) AUSENTE ( )
67
Marshall HM, Allison KC, O’Reardon JP, Birketvedt G, Stunkard
AJ: Night eating syndrome among nonobese persons
DEPARTAMENTO DE PSIQUIATRIA Centro para el Peso y Trastornos de la alimentación
CUESTIONARIO SÍNDROME DEL COMEDOR NOCTURNO
Por favor, conteste todas las preguntas siguientes:
Nombre:
E‐mail:
Número de teléfono:
Ciudad:
Estado / Municipio
País:
Género: Masculino
Femenino
Edad:
Edad cuando el peso se convirtió en un problema:
Altura:
Peso actual: Kg.
Cuál es el Mayor peso que has tenido: Kg.
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1. Generalmente tienes hambre en la mañana?
Nada poco Algo Moderadamente Muy
2. A qué horas comes por lo general por primera vez en el día?
Antes de 9 a.m.
9:01 am
a 12:00 pm
12:01 pm a3:00 pm
3:01 pm a6:00 pm
Después de las 6 pm
3. ¿Tiene deseos o impulsos de comer bocadillos (pasteles, tortas, pan etc) después de la cena, pero antes de acostarse?
Nada Un poco Algo Muchísimo Extremadamente
4. ¿Qué tanto control tienes sobre tu alimentación entre la cena y la hora de dormir?
Ninguno en absoluto
Un poco Algo Muchísimo Extremadamente lo
5. ¿Que cantidad de alimentos usted diariamente consume después hacer la cena, en relación al total de alimentos consumidos en todo el día?
0% (Ninguno)
1 ‐ 25% 1 a 25% (Hasta una cuarta parte)
25 ‐ 50% 25 a 50% (Aproximadamente la mitad)
50 ‐ 75% 50 a 75% (Más de la mitad)
75 ‐ 100% 75 a 100% (Todos)
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6.¿Actualmente se siente triste o deprimido?
Nada Un poco Algo Muchísimo Extremadamente
7. ¿A qué hora del día se siente triste o deprimido?
Temprano en la Mañana
a mitad de mañana
Tarde A Final de la tarde
Tarde en la noche / Noche
Marque aquí si no cambia el estado de ánimo durante el día.
8. ¿Con qué frecuencia tiene problemas para conciliar el sueño (lograr iniciar o mantener el sueño)?
Nunca A veces Acerca de la mitad del tiempo
Por lo general,
Siempre
9. Aparte de sólo ir al baño, ¿cuántas veces te levantas al menos una vez durante la noche?
Ninguno en absoluto
Menos de una semana onces
Alrededor de una vez a la semana
Más de una vez a la semana
Todas las noches
10. ¿Tiene deseos o impulsos de comer bocadillos cuando te despiertas por la noche?
Nada poco Algo Muchísimo Extremadamente lo
Marque aquí si no se despiertan por la noche.
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11.¿Sientes la necesidad de comer para volver a dormirse cuando te despiertas por la noche?
Nada Un poco Algo Muchísimo Extremadamente
Marque aquí si no se despiertan por la noche.
12. Cuando usted se levanta durante la noche, cuantas veces merienda?
Nunca A veces
Acerca de la mitad del tiempo
Por lo general,
Siempre
Marque aquí si no se despiertan por la noche.
13. Cuando meriendas a la mitad de la noche, ¿estás consciente que es parte de tu alimentación?
Nada Un poco Algo Muchísimo Completamente
Marque aquí si no comes bocadillos durante la noche.
14.¿Cuánto control que tiene sobre el tiempo que utilizas para comer en la noche?
Ninguno en absoluto
Un poco Algunos Muchísimo Completo
Marque aquí si no comes bocadillos durante la noche.
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