Lectio divina Viernes Santo Ciclo A. 18 Abril 2014 Secretariado Dioc. Cádiz y Ceuta Música: O Vos...

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Lectio divina Viernes Santo Ciclo A. 18 Abril 2014 Secretariado Dioc. Cádiz y Ceuta Música: O Vos Omnes Montaje: Eloísa DJ

Avance Manual

ORACIÓN INICIALDespreciado y evitado de los hombres, como un hombre de

dolores,Acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultaban los

rostros, despreciado y desestimado.

Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores;

Nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado;

Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices

nos curaron.Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la

boca:Como cordero llevado al matadero, como oveja ante el

esquilador,Enmudecía y no abría la boca.

TEXTO BÍBLICO

Lee la Pasión según San Juan. Capítulos

18 y 19

LECTURA

¿Qué dice el texto?

La Iglesia celebra la pasión del Señor con la seguridad de que la cruz de Cristo no es la victoria de las tinieblas,

sino la muerte de la muerte.

Esta visión de fe aparece

manifiestamente subrayada en la

narración de Juan, donde se

presenta a Jesús como rey que

conoce la situación, la

domina y, por así decir, se señorea

de ella aun en sus mínimos

detalles.

La hora de Jesús -que ha llegado-

se describe a través de los

hechos como hora de sufrimiento y de

gloria:

el odio del mundo condena a muerte de cruz a Jesús, pero desde lo alto de la cruz Dios manifiesta

su amor infinito.

En esta espléndida

revelación, en esta total

entrega divina, consiste la

gloria.

Juan da comienzo al relato de la pasión de

Jesús con su traición y

detención en medio de la

noche.

Judas conduce a los soldados romanos y a unos guardias del templo a un huerto donde a veces se

reunía Jesús con sus discípulos.

Llevan a Jesús ante Anás y Caifás, el sumo

sacerdote.

Juan no nos ofrece tantos detalles del

juicio de Jesús ante las autoridades judías

como los otros evangelistas, pero

señala que fue Caifás quien aconsejó a las

autoridades judías que: “Conviene que muera un solo hombre por el

pueblo”.

Las autoridades judías han

dictado sentencia, pero

se requiere permiso de los romanos para

ejecutarla.

Así que llevan a Jesús ante

Pilato, que no encuentra razón para

sentenciarle a muerte.

De hecho, le dice esto a la muchedumbre nada menos

que tres veces e intenta poner en libertad a Jesús.

Pero cuando el pueblo pone

abiertamente en cuestión la fidelidad

de Pilato al emperador, cede y les entrega a Jesús

para que lo crucifiquen.

Juan también incluye otros detalles que no se encuentran en los otros tres evangelios.

Uno de ellos es el encargo de Jesús, desde la cruz, al

‘discípulo a quien él quería mucho’ -expresión

que se ha considerado

tradicionalmente como una alusión al

evangelista mismo- de que

cuidara de su madre. Sólo él recoge las

palabras de Jesús, llenas de ternura y de amor

hacia su madre.

Otro detalle particular es la descripción del soldado que le

atraviesa el costado con la lanza en vez

de quebrarle las piernas como habían hecho con los otros dos crucificados con

él.

Juan explica que aquello se hizo ‘para que se cumpliera la escritura’, refiriéndose a

Zacarías.

También nos dice

que cuando le

atravesaron el

costado a Jesús ‘salió sangre y agua’.

En un plano literal, se trata de

una prueba de que Jesús ya

estaba muerto, dando así

respuesta a los escépticos que

más tarde tratarían de negar

la resurrección basándose en que Jesús en realidad no había muerto.

Algunos también sugieren que, en

un plano simbólico, la sangre y el agua

representan la Sagrada Eucaristía

o la Sagrada Comunión y el

bautismo.

Después que

crucifi-caran a Jesús,

José de Arimatea le pide a

Pilato poder

enterrar a Jesús.

Pilato le da permiso y José, junto con Nicodemo,

prepara el cuerpo de Jesús para enterrarlo y lo sepulta

en un sepulcro nuevo.

Ambos personajes

eran miembros

destacados del sanedrín

judío y discípulos de

Jesús en secreto.

Juan es el único evangelista que

menciona la relación de

Nicodemo en todo esto.

También recoge su encuentro

con Jesús en Juan 3,

pasaje que incluye los versículos

más famosos de

la Biblia: Juan 3,16:

Ayudado por la lectura orante

del relato, medita sobre los

lugares de la Pasión, detente en el Calvario,

vive con María y el discípulo amado el

acontecimiento de la Pasión.

¿Qué es lo que más llama tu atención?

¿Qué sentimientos

suscita en ti el relato de la

Pasión?

¿Qué provoca en ti el hecho de la Pasión,

una Pasión que vive Jesús desde la confianza en

su Padre?

Tengo sed”. Jesús tiene sed de ti, desea darte su agua viva, de saciarte con

su gracia.

La Cruz es salvación.

“Te adoramos y bendecimos

Señor que por tu santa Cruz redimiste al

mundo” La vives

así.

oración

¿Qué respondo al Señor que me habla en el texto?

No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera.

contemplación

¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?

Que el Espíritu de Dios ilumine tu mente y abra tu corazón, para que brote fuerte tu gratitud a Dios unido al

deseo de una profunda conversión.

Permanece junto a la cruz contemplando como Jesús te dirige palabras de amor, de

misericordia y perdón.

¿Qué pecados dejas crucificados en la Cruz

de Cristo?

Contempla a María al pie de la Cruz.

Jesús te dice: «Ahí tienes a tu

madre».

Acompáñala.

Acoge y agradece estas palabras.

acción

¿A qué me comprometo?

«Mirarán al que traspasaron».

Repite durante el día, con calma, las

palabras de Jesús,

uniéndote a Él en el

ofrecimiento de sí mismo:

“Padre en tus manos entrego mi

Espíritu”.