Lectio divina domingo III Cuaresma Ciclo A. 23 Marzo 2014 Secretariado Dioc. Cádiz y Ceuta Música:...

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Lectio divina domingo III Lectio divina domingo III Cuaresma Cuaresma Ciclo A. 23 Marzo Ciclo A. 23 Marzo 2014 Secretariado Dioc. Cádiz y 2014 Secretariado Dioc. Cádiz y Ceuta Música: Irish Greens. Wav Ceuta Música: Irish Greens. Wav Montaje: Montaje: Eloísa DJEloísa DJ

Avance Manual

Espéranos, Señor, junto al pozo.

Enséñanos a acompañar a nuestros hermanos a buscarte y llenarse de ti.

Aléjanos de tantos deseos, de tantos amores efímeros que nos distraen.

Ahonda en nosotros el vacío y llénalo Tú.

Ensancha nuestro corazón, inflámalo de esperanza.Calma, Tú, esta sed que nos abrasa interiormente.

ORACIÓN INICIAL

Texto Bíblico Jn 4. 5-42Texto Bíblico Jn 4. 5-425 Llegó Jesús a una ciudad de Samaría llamada Sicar, 5 Llegó Jesús a una ciudad de Samaría llamada Sicar,

cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; 6 allí cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; 6 allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino,

estaba allí sentado junto al pozo. Era hacia la hora sexta. estaba allí sentado junto al pozo. Era hacia la hora sexta.

7 Llega una mujer de Samaría a sacar agua, y Jesús le 7 Llega una mujer de Samaría a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber». dice: «Dame de beber».

8 Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar 8 Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. comida.

La samaritana le dice: 9 «¿Cómo tú, siendo judío, me La samaritana le dice: 9 «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» (porque los pides de beber a mí, que soy samaritana?» (porque los

judíos no se tratan con los samaritanos). judíos no se tratan con los samaritanos).

10 Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y 10 Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice “dame de beber”, le pedirías tú, y quién es el que te dice “dame de beber”, le pedirías tú, y

él te daría agua viva». él te daría agua viva». 11 La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo 11 La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo

es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?;

12 ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio 12 ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?». este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?».

13 Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a 13 Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; 14 pero el que beba del agua que yo le daré tener sed; 14 pero el que beba del agua que yo le daré

nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta

hasta la vida eterna». hasta la vida eterna».

15 La mujer le dice: «Señor, dame esa agua: así no tendré 15 La mujer le dice: «Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla». más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla».

16 Él le dice: «Anda, llama a tu marido y vuelve». 17 La 16 Él le dice: «Anda, llama a tu marido y vuelve». 17 La mujer le contesta: «No tengo marido». mujer le contesta: «No tengo marido».

Jesús le dice: «Tienes razón, que no tienes marido: 18 has Jesús le dice: «Tienes razón, que no tienes marido: 18 has tenido ya cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has tenido ya cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has

dicho la verdad». dicho la verdad».

19 La mujer le dice: «Señor, veo que tú eres un profeta. 19 La mujer le dice: «Señor, veo que tú eres un profeta.

20 Nuestros padres dieron culto en este monte, y 20 Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está

en Jerusalén». en Jerusalén».

21 Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en 21 Jesús le dice: «Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

22 Vosotros adoráis a uno que no conocéis; nosotros 22 Vosotros adoráis a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero se acerca la hora, ya está viene de los judíos. 23 Pero se acerca la hora, ya está

aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo adoren en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo adoren así. 24 Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo así. 24 Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo

en espíritu y verdad». en espíritu y verdad».

25 La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el 25 La mujer le dice: «Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo». 26 Jesús le Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo». 26 Jesús le

dice: «Soy yo, el que habla contigo».dice: «Soy yo, el que habla contigo». 27 En esto llegaron sus 27 En esto llegaron sus

discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con una mujer, aunque ninguno le dijo: «¿Qué le preguntas o una mujer, aunque ninguno le dijo: «¿Qué le preguntas o

de qué le hablas?».de qué le hablas?».

28 La mujer entonces dejó su cántaro, se fue al pueblo y 28 La mujer entonces dejó su cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente: 29 «Venid a ver un hombre que me ha dijo a la gente: 29 «Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será este el Mesías?». dicho todo lo que he hecho; ¿será este el Mesías?».

30 Salieron del pueblo y se pusieron en camino adonde 30 Salieron del pueblo y se pusieron en camino adonde estaba él. estaba él.

31 Mientras tanto sus discípulos le 31 Mientras tanto sus discípulos le insistían: «Maestro, come». 32 Él les dijo: «Yo tengo un insistían: «Maestro, come». 32 Él les dijo: «Yo tengo un alimento que vosotros no conocéis». 33 Los discípulos alimento que vosotros no conocéis». 33 Los discípulos comentaban entre ellos: «¿Le habrá traído alguien de comentaban entre ellos: «¿Le habrá traído alguien de

comer?». comer?».

34 Jesús les dice: «Mi alimento es hacer la voluntad del 34 Jesús les dice: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra. 35 ¿No decís que me envió y llevar a término su obra. 35 ¿No decís

vosotros que faltan todavía cuatro meses para la vosotros que faltan todavía cuatro meses para la cosecha? Yo os digo esto:cosecha? Yo os digo esto:

Levantad los ojos y contemplad los campos, que están ya Levantad los ojos y contemplad los campos, que están ya dorados para la siega; 36 el segador ya está recibiendo dorados para la siega; 36 el segador ya está recibiendo

salariosalario y almacenando fruto para la vida eterna: y así, se y almacenando fruto para la vida eterna: y así, se alegran lo mismo sembrador y segador.alegran lo mismo sembrador y segador.

37 Con todo, tiene razón el proverbio: Uno siembra y otro 37 Con todo, tiene razón el proverbio: Uno siembra y otro siega. siega.

38 Yo os envié a segar lo que no habéis trabajado. Otros 38 Yo os envié a segar lo que no habéis trabajado. Otros trabajaron y vosotros entrasteis en el fruto de sus trabajaron y vosotros entrasteis en el fruto de sus

trabajos». trabajos».

39 En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él 39 En aquel pueblo muchos samaritanos creyeron en él por el testimonio que había dado la mujer: «Me ha dicho por el testimonio que había dado la mujer: «Me ha dicho

todo lo que he hecho».todo lo que he hecho».

40 Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le 40 Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos

días. días.

41 Todavía creyeron muchos más por su predicación, 42 41 Todavía creyeron muchos más por su predicación, 42 y decían a la mujer: y decían a la mujer:

«Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo «Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador

del mundo». del mundo».

LECTURA

¿Qué dice el texto?

Evangelio de este domingo es uno de los textos bíblicos más importantes que recibían

los catecúmenos como preparación al bautismo en la Pascua en los primeros

tiempos de la Iglesia.

Este tiempo para nosotros durante la

Cuaresma y la Pascua, es tiempo propio para renovar y profundizar

en nuestros compromisos bautismales.

Jesús encuentra a la

Samaritana cerca del pozo,

lugar tradicional

para los encuentros y

las conversacione

s.

Él parte de la necesidad muy concreta de su propia sed y

obra de modo que la mujer se sienta necesaria

y servidora.

Jesús le pide agua: dame de beber.

Con la pregunta, hace que la Samaritana pueda descubrir que Él depende de ella para resolver el

problema de su sed.

Jesús despierta en ella el gusto de ayudar y servir.

El agua viva que promete Jesús provoca en la Samaritana la petición:

Señor, dame de esa agua para que no tenga más sed.

La Samaritana y los discípulos se extrañan

que Jesús, un judío, dialogue con la mujer, ya

que los judíos no se comunicaban con los

samaritanos.

La Samaritana

deja el cántaro (deja

su vida pasada) y anuncia su encuentro

con el Mesías.

meditación

¿Qué me dice el Señor en el texto?

¿Qué aspectos de la conducta de Jesús te interroga, interpela o

provoca?

¿Qué te llama más la atención en Jesús y en la Samaritana

durante el diálogo?

¿Qué influencia ha tenido Jesús

en ella?

A lo largo del camino de la vida el pueblo, el hombre de hoy, “padece sed”,

¿qué haces tú para acercarlos a Jesús para que sacien su

sed?

¿Adoras a Dios en espíritu y verdad

o te apoyas y orientas más sobre ritos y

prescripciones?

oración

¿Qué respondo al Señor que me habla en el texto?

Quiero, Jesús, encontrarme contigo. Te pido que me sacies con esa agua tuya para no tener más sed de las cosas que me desvían de ser

un auténtico discípulo tuyo.

“Era la hora sexta” una hora muy especial, como la hora en la que estuviste clavado en la cruz. Señor no esperes a la hora sexta, ven

a todas horas a visitarme, hazme un sediento de ti.

«Señor, no tienes con qué sacar

agua y el pozo es profundo. ¿Dónde vas a conseguir

esa agua viva?».

«Señor, dame esa agua: así no tendré más sed,

ni tendré que venir aquí a sacarla».

contemplación

¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el texto?

Sólo él puede verter en tu corazón de la fuente que brota

para la vida eterna.

Quédate en silencio amando y

contemplando el diálogo de Jesús y la

Samaritana.

Deja que él te hable y transforme.

¿Qué va a suponer en tu vida este encuentro con

Jesús?

La Samaritana cambio de vida, ¿y tú?

acción

¿A qué me comprometo?

«Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a

sacarla».

La samaritana dejándolo todo salió corriendo a la

ciudad para anunciar ¿no será el Cristo?

Toma la iniciativa, anuncia a

Jesucristo, más que con palabras con tu vida.

Busca los momentos en que puedes estar con Jesús y

hablarle.

Desenmascara tu falsa sed y

saca cada día un rato para pedirle a Jesús que llene tu cántaro de su

Agua Viva.

Acércate a las necesidades de los que

encuentras en tu camino y vive con ellos el mensaje de amor y esperanza de Jesús.

FIN