Salmo 35
Depravación del malvadoy bondad de Dios.
El malvado escucha en su interiorun oráculo del pecado:
«No tengo miedo a Dios, ni en su presencia.»
Porque se hace la ilusión de que su culpano será descubierta ni aborrecida.
Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Las palabras de su boca son maldad y traición,Renuncia a ser sensato y a obrar bien;
Las palabrasde su boca son
maldad y traición,Renuncia
a ser sensatoy a obrar bien;
Acostadomedita el crimen,
se obstinaen el mal camino,
no rechazala maldad.
Acostado medita el crimen,se obstina en el mal camino,
no rechaza la maldad.
Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Señor, tu misericordia llega al cielo,tu fidelidad hasta las nubes,
tu justiciahasta las altas cordilleras;
tus sentencias soncomo el océano inmenso.
Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Tú socorresa personasy animales;
¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;
los humanos se acogen a la sombra de tus alas;
Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das a beber del torrente de tus delicias,porque en ti está la fuente viva
y tu luz nos hace ver la luz.
Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Prolonga tu misericordiacon los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche fuera la mano del malvado.
Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Han fracasado los malhechores;derribados, no se pueden levantar.
Gloria al Padre,y al Hijo,y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.Amén.
Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
De la Oración de la Mañana, Miércoles III semana
Selección de Imágenes: Padre Diego Cabrera Rojas, sscSacerdote Misionero de la Sociedad Misionera de San Columbano.
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