UNIVERSIDAD DE LOS LLANOS
“El proyecto estratégico más importante de la Orinoquia”
GOBERNACIÓN DE ARAUCA
“Humanizando el desarrollo”
CONVENIO INTERADMINISTRATIVO No. 532 /2016
“Formulación e Implementación del Plan de Ordenamiento Departamental de Arauca”
ANÁLISIS SOCIAL
CONVENIO INTERADMINISTRATIVO No. 532 DE 2016
“FORMULACIÓN E IMPLEMENTACIÓN DEL PLAN DE
ORDENAMIENTO TERRITORIAL DEPARTAMENTAL”
Universidad de los Llanos – Gobernación de Arauca
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Citación sugerida:
Universidad de los Llanos – Gobernación de Arauca. 2019. Formulación e Implementación
del Plan de Ordenamiento Departamental de Arauca. Informe técnico final “Análisis Social”.
Convenio interadministrativo 532 de 2016. Villavicencio – Colombia.
Desarrollado por:
Este documento fue realizado con la colaboración de Jairo Andrés Osorio Cortes. Sociólogo.
MSc. en Justica Social y Construcción de Paz., Leonardo Agudelo Jayzks. Sociólogo. MSc.
en Ciencias Sociales & Fernando Cantor Amador. Sociólogo y Licenciado en Ciencias
Sociales. MSc. en Filosofía y MSc. en Sociología (Q.E.P.D). Dentro del convenio
interadministrativo 532 de 2016 entre la Universidad de los Llanos y Gobernación de Arauca,
como parte del ítem 2 “Diagnostico Social”.
Verificación técnica:
Clara Inés Caro Caro. MSc. ©PhD. Profesor Universidad de los Llanos.
Naisly Ada Tovar Hernández. MSc. Profesor Universidad de los Llanos.
Supervisión:
Marco Aurelio Torres Mora. PhD. Profesor de la Universidad de los Llanos.
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Tabla de Contenido
1. Presentación .................................................................................................................... 4
2. Introducción .................................................................................................................... 6
2.1. Caracterización sociocultural del departamento de Arauca ..................................... 6
3. Fundamentos teóricos y metodológicos de las condiciones estructurales de la realidad
Arauca ................................................................................................................................... 14
3.1. Fundamentos teóricos ............................................................................................ 14
3.2. Fundamentos metodológicos ................................................................................. 17
4. Elementos preliminares que sintetizan las condiciones objetivas araucanas
estructurantes del presente .................................................................................................... 21
4.1. Lo conflictivo ......................................................................................................... 22
4.2. Lo económico ........................................................................................................ 24
4.3. Lo social y lo cultural ............................................................................................ 25
4.4. Síntesis del enfoque sociocultural, el ordenamiento territorial para Arauca y el
factor interinstitucional del Estado. .................................................................................. 27
5. Composición empírica de los elementos de investigación ........................................... 34
5.1. El contexto general de la geografía de Arauca ...................................................... 34
5.1.1. Elementos geográficos y naturales básicos .................................................... 34
5.2. Población ............................................................................................................... 36
5.2.1. Población étnica de Arauca ............................................................................ 37
5.2.2. Población y resguardos indígenas................................................................... 38
5.2.3. Población Afro y Negra de Arauca................................................................. 40
5.3. Ocupación y empleo .............................................................................................. 41
5.3.1. Necesidades básicas insatisfechas ...................................................................... 42
3
5.3.2. Educación ........................................................................................................... 43
5.3.3. Aspectos sociopolíticos de referencia................................................................. 43
6. Compendio de los argumentos principales de la caracterización sociocultural para
formular una proposición de lineamientos para el POD de Arauca ..................................... 45
6.1. Análisis de la situación prospectiva y de cambio sobre la realidad presente, como
proceso de recomendaciones estratégicas de ordenamiento territorial en clave
sociocultural. .................................................................................................................... 49
Bibliografía ........................................................................................................................... 53
Lista de tablas
Tabla 1. Población indígena por resguardo en los municipios de Arauca ............................ 38
Tabla 2. Población Indígena en Resguardos de Arauca 2011-2015 ..... ¡Error! Marcador no
definido.
Lista de Mapas.
Mapa 1. Plan de Gestión Ambiental Regional PGAR, 2015 .................................................. 8
Mapa 2. Condiciones geográficas y naturales del departamento de Arauca. ....................... 34
Mapa 3. Resguardos indígenas en el departamento de Arauca ............................................ 40
Mapa 4. Abstención departamental en las elecciones de presidente y vicepresidente 2018 44
Mapa 5. Diferencias socioculturales y socioeconómicas de las áreas estratégicas de Arauca
.............................................................................................................................................. 46
Mapa 6. Dinámica de la migración venezolana en territorio araucano ................................ 48
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1. PRESENTACIÓN
Sobre la base de la caracterización de los indicadores de desarrollo social y cultural
departamental (IDH-pobreza multidimensional, etc.) disponibles, y parcialmente con las
inferencias preliminares de trabajo participativo realizado en la primera fase del ejercicio de
caracterización realizado en el presente ejercicio, se tendrán en cuenta dos momentos
esenciales:
• Gestión sociocultural estratégica, para la integración y distribución homogénea del
desarrollo territorial en Arauca.
• Caracterización espacial de la dinámica, estructura, tensiones y potencialidades
sociales y culturales territoriales de Arauca.
La realidad territorial, en su concepto integrado y sistémico, no meramente clasificatorio y
espacializable, como geografía general, advierte del carácter estrictamente contradictorio y
dinámico de la apropiación de los entornos y paisajes regionales por parte de las comunidades
y grupos diferenciales de población y agentes socioeconómicos.
Las variables institucionales e incluso, culturales, son condicionadas tanto por las
particularidades del asentamiento o acumulación de tales procesos históricos concretos; que
de paso, dan diferenciación e identidad particular a lo propiamente araucano, que asimilan y
parcialmente adaptan las determinaciones de las lógicas de la acumulación nacional y su
expresión política en la región. Así, de por sí, resulta necesario integrar en la compleja
diversidad de elementos relacionales, la utilización de dimensiones sectoriales, para que no
diluyan ni parcialicen la comprensión integrada y totalizante de la estructura de integración
y, a su vez, tampoco desconozcan las tendencias manifiestas de desintegración de la
comunidad regional y local.
El proceso sincrético de poblamiento, es un indicador y no la explicación suficiente del
carácter sociocultural regional. La base metodológica que sustenta la dinámica territorial, por
supuesto contradictoria entre grupos de interés diferenciales, con intereses específicos
igualmente distintos, es la que caracteriza la información gruesa de la población, al marcar
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las diferenciaciones socioculturales y sus retos en pos de una mayor integración y desarrollo
regional.
El propósito de la planeación a largo plazo y del ordenamiento del territorio araucano y
regional, estaría dirigido entonces a establecer acuerdos político territoriales y enriquecer la
diversidad sociocultural, no a marginarla como reducirla. El necesario proceso de
modernización socioeconómico, los nuevos contextos de modernización y cambios de la
llamada matriz productiva, globalización tecnológica y de mercados, necesariamente es un
recurso económico, pero también sociocultural a ser modulado e integrado como
potencialidad, en tanto la unidad de propósitos comunes es un prerrequisito de la eficiencia
en el crecimiento y desarrollo territorial. Necesario pues, priorizar el manejo de los riesgos
de desestructuración societal que son típicos de la individualización excesiva, en pos de un
progreso equitativo y beneficioso para las mayorías araucanas.
De tal forma que “ordenar” no tiene como propósito la homogenización ni la paz per se entre
estos factores de poder concreto diferenciales; sino justamente, sobre la base del patrimonio
sociocultural e institucional construido, entre ellas de la capacidad pública de gestión
instalada. En fin, se ordena políticamente entre los actores que concentran la decisión
administrativa y legal, el proceso de arreglo y acuerdo sobre lo fundamental: por un proceso
de desarrollo orientado por la distribución equitativa de los riesgos, las oportunidades y los
beneficios, socioeconómicos y culturales, tanto hacia el interior del departamento como hacia
afuera en relación con la Orinoquia, el resto de país y la vecindad internacional.
Ordenar territorialmente, será prever arreglar mediante el acuerdo múltiple de factores y de
actores claves y legítimos, por supuesto de consensos pese a las diferencias en lo categórico
y estructural del desarrollo común; en la puesta en terreno de los conceptos de justicia y
proporcionalidad democráticamente considerada, en la distribución de las rentas públicas
generadas en el ámbito administrativo político seccional como departamentos y municipios.
El ordenar, no será de dar órdenes en el sentido fáctico de imponer un criterio, por normativo
y legal que sea, sino del consenso legitimado de usos comunes; con criterios de defensa
expresos de las comunidades y de las diferencias conciliadas entre los actores dominantes y
las marginalizados, muchos de tales grupos socioculturales, con derechos de uso apropiación
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centenarios y ancestrales como los campesinos llaneros, los campesinos tradicionales y las
etnias, en adecuada ponderación y redistribución de oportunidades frente a nuevos grupos de
apropiamiento, sobre todo de orden industrial y grandes inversiones, que justo generan
conflictos de apropiación de tierras y de facilidades productivas, ante la ausencia de un
sistema equitativo de cargas y contrapesos a través de la política pública de ordenamiento
territorial (OT).
2. INTRODUCCIÓN
Inicialmente, cabe recordar que el contexto sobre el cual se planteó la investigación de la
fragmentación y desintegración sistémica, o en otras palabras de proceso inacabado de
integración y unificación seccional, del departamento de Arauca, significa, repensar en los
factores que determinó la mirada del profesor Fernando Cantor Amador (RIP). En los
informes entregados por él, se recordaba de manera sintética las distintas fases del desarrollo
histórico que serían seguidas por el pensamiento para alcanzar el entendimiento de las
condiciones de la realidad. Para ello se valió de los siguientes apartados, por medio de los
cuales se pretende continuar con el compendio de análisis de consolidación final del
componente sociocultural para los lineamientos para el PODT de Arauca.
2.1. Caracterización sociocultural del departamento de Arauca
Comenzar por comprender la configuración de los elementos teóricos, metodológicos y de
procedimientos que definan la forma como se puede observar a la sociedad araucana en un
proceso de investigación social y política, a través de una caracterización de las estructuras
básicas, que son las que requiere ajustar y reglamentar por la construcción de un Plan de
Ordenamiento Territorial Departamental; incorporar tales estructuras estratégicamente
pensadas para convertirse en un concreto de ordenamiento con los sentidos de progreso y
equidad compartidas; de pasar de la situación existente a utilizar la fuerza relativa de las
estrategias de corrección y ajuste tanto de los riesgos como de las oportunidades del
desarrollo territorial. Asimismo, colocarlas en el momento que formalmente se acuerde como
formulación en tanto prevé la superación de las precariedades de las condiciones económicas,
sociales, culturales y políticas caracterizadas en este proceso de planeación o de
ordenamiento territorial.
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El concepto sistémico, integrativo y multidimensional de la estructura territorial y el marco
de interrelaciones sociales y culturales, se hacen por supuesto en consideración del sustrato
básico ambiental y según las estructuras y funciones (caracterización) productivas, mercados
de bienes, servicios y capital invertidos, incluido, las facilidades de la conectividad,
transporte y movilidad regional existentes.
El tipo de estructura productiva y distribución según la división del trabajo en el
departamento, son los que sustentan justamente las diferenciaciones marcadas territoriales;
incluso de las tradiciones instaladas e institucionalizadas de uso y aprovechamiento de los
entornos, como según se ha dicho, de las superestructuras de valores e instituciones
existentes. En el mismo sentido, es que se encuentran fuertes conexiones funcionales con las
fronteras territoriales, incluida la de la República de Venezuela.
Vale decir, que se debe tener en cuenta lo que se ha concretado como visión regional en el
proceso normativo ambiental de planificación regional PGAR (Plan de Gestión ambiental
Regional), que tiene un carácter determinante especial para la planificación territorial. Justo
allí en la forma como se ha adaptado los grupos sociales por lo menos tradicionales a las
condiciones del entorno; y se advierte la diversidad y complejidades, aunque de manera un
tanto esquemática, del gobierno de lo territorial.
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Mapa 1. Plan de Gestión Ambiental Regional PGAR, 2015
Fuente: Corporinoquia (2015).
Es decir, vale subrayar que este proceso de investigación social aplicado, hace parte de un
ejercicio intelectual más amplio, propio de la ciencia y la tecnología disponibles para tales
menesteres, como soporte de argumentación suficiente para la configuración de un Plan de
Ordenamiento Territorial del Departamento de Arauca, aportando con una lectura crítica
como objetiva de la realidad económica, social y cultural, que por supuesto puede ser
divergente a los conceptos de los diferentes grupos de presión y poder real departamental.
Las características del ordenamiento territorial, de acuerdo con la legislación nacional,
especialmente desde la Ley 388 de 1997 y sus proyecciones y ajustes de los temas orgánicos
como la Ley 1454 de 2011 y sus desarrollos de organización regional y de la necesidad de
instancias de planificación sectoriales, aparecen como herramientas variadas pero orientadas
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a integrar sistemáticamente las fracturas y desequilibrios urbanos, rurales y de áreas de
desarrollo adaptados a los límites naturales e institucionales del desarrollo.
Aquí se realiza un ejercicio de investigación para la formulación que grosso modo pretende
contribuir a superar las condiciones caracterizadas; que tiene formalmente dos momentos,
como caracterización y como formulación; también comporta dos momentos en la
investigación [caracterización] definida por análisis primero y luego la exposición, como la
construcción intelectual o pensada de la realidad, como caracterización de la sociedad
araucana con las tensiones propias del desarrollo histórico regional (entre ellos los conflictos
territoriales y armados) que le ha acompañado desde hace decenios y, por ello, ha contribuido
de manera significativa a moldearla.
Construir analítica y sintéticamente el objeto de investigación denominado Arauca, sólo
recibe ese nombre cuando el complejo proceso determina la coloración a través del cual se
expresa como discurso mediatizado; como la síntesis de las variables que en una urdimbre
de hilos se entrecruzan en el escenario de la actuación cotidiana de la sociedad civil araucana.
La caracterización social y cultural, en medio de un conflicto territorial y armado que
le regula, se expresará entonces como síntesis de la historia reciente de Arauca: los últimos
cincuenta años.
De las necesidades del trasegar araucano desde los tiempos modernos en que se han
conformado nuevas zonas de ampliación del mercado andino nacional y se ha aumentado la
colonización campesina como industrial, minero energética y agropecuaria con un marcado
crecimiento de la población y de los asentamientos urbanos.
De igual modo, en la concreción de una cierta diferenciación e integración regional (haciendo
parte de la región de la Orinoquia); cuestión que se expresa claramente en una variedad de
documentos producidos en la construcción del planes prospectivos como la Visión de
Visiones 2030 de Los Llanos Orientales (Unillanos, 2016), que hace una interpretación
retrospectiva como estratégica de los demás documentos estratégicos regionales que se han
producido desde la década de los noventa en la Región; observando así mismo algunos de
los elementos que rigieron el proceso de ocupamiento territorial araucano en las lógicas
explicadas desde los movimientos de orden nacional.
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Algunas de las consideraciones necesarias para construir el objeto de investigación
denominado Arauca, como referencias en la construcción de las distintas variables, como
parte de una relativamente compleja configuración (urdimbre) aparece como con cada una
de las capas en los mapas o cartogramas en la representación de la realidad social y cultural,
exponiendo una serie de coordenadas de diferenciación territorial.
Las siguientes son las coordenadas que mueven la caracterización y formulación alternativa
y original de la realidad dividida y en proceso de integración y unificación como proyectos
político territorial, propiamente departamental, frente a otras realidades territoriales vecinas:
• Primero aparece Arauca en los desarrollos del ocupamiento territorial, asumidos estos
a partir de los años de La Violencia, caracterizados por migraciones campesinas
empujadas desde distintos departamentos de la región Andina, en particular
Santanderes y Boyacá. Como se sabe, el ocupamiento territorial en la forma
específica de colonización, tiene desarrollos tanto estatales unos, privados o de
iniciativa privada otros, así como las espontáneas al calor de cada día en tiempos de
violencia política.
• Después de la histórica Violencia, la coloración, a través de la cual aparece la
distribución histórica de la población en Arauca, cambia al ritmo de las lógicas
nacionales de construcción del mercado interno para la industria, reordenando el
territorio nacional y regional, cuando se producen los procesos de explotación de
hidrocarburos, acompañados por el despliegue de la insurgencia.
• Estas lógicas del emplazamiento del capital en toda la Orinoquia, tienen distintos
ritmos en cada una de sus subregiones, en cada uno de los departamentos, en cada
municipio, acentuando el negocio ganadero en algunos momentos, otros con la lógica
nacional de la sustitución de cultivos y labores ganaderas connaturales a la región por
la imposición de cultivos ilícitos, acompañados de otros momentos en el desarrollo
de ese sector irregular.
• Entre las estructurantes del tipo de formación social, están las economías agrícolas,
pecuarias, agroindustriales y las labores industriales en la agregación de valor, en
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menor escala, unidas a un aumento considerable de los asentamientos urbanos y de
los flujos de transporte de personas y bienes como servicios, con la consolidación de
los centros cabeceras municipales y del departamento; complementos del proceso
estructurante por su inversión y renta generada como son tanto la industria extractiva
de los hidrocarburos y la economía ilegal del contrabando, productos ilícitos y
especulación de tierras.
• Crucial el mapa se configura al ritmo de la intervención estatal, en distintos momentos
y de acuerdo con los requerimientos de incorporación de la Orinoquia y Arauca en
particular al mercado nacional, con el centro del mercado en Bogotá. Ello se traduce
en la inversión en infraestructura, que recuerda la existencia del CORPES Orinoquia
y los nuevos proyectos asociativos entre el gobierno nacional y seccional. Todo el
proceso de integración al mercado nacional se tendría que examinar tratando de
encontrar la acentuación en Arauca y la Orinoquia en general en los últimos decenios.
Que si bien, están anclados al centro del país, Bogotá, no obedecen a los intereses
locales o regionales, como se puede constatar por las condiciones económicas y
políticas presentes hacia donde se realiza el mercado de la producción de bienes de
“exportación”; es un hecho que la tensión entre los intereses de distintos sectores
político-económicos pueden obedecer a la lógica de fracturas dentro el poder
tradicional y a eventuales estrategias de conservación por medio de alianzas con los
capitales ajenos a la región, confrontación que se espera se equilibre y proyecte como
un acuerdo justamente de reordenamiento departamental.
• La distribución de la población con la particularidad de la composición étnica de
comunidades indígenas y negras, al lado de la población araucana de cuño llanera
tradicional, modula el desarrollo cultural del departamento, requiriendo una mirada
de Arauca acompasada por los planes de vida, al lado de los planes de etno-desarrollo
y los planes de ordenamiento territorial. Esta composición particular de la sociedad
araucana, especialmente por los indígenas, contribuye en la elaboración de la
diversidad cultural, requiere por ello un tratamiento de investigación en su
particularidad. Incluso en el estudio de asuntos aparentemente tan simples como la
distribución de los activos sociales [educación, salud, vivienda, entre otros]. (el
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componente particular demanda también una atención adicional en el proceso de
investigación como de trabajo en campo).
• Una historia institucional, vale decir estatal, en la atención nacional y departamental
a la población a través de los típicos activos sociales, en un mapa que expresa una
acumulación probable de desatención, que conduce a comparar los procesos de
inversión estatal en Arauca, con los promedios nacionales, con regiones similares o
con otros departamentos de la misma Orinoquia. El asunto es definir cómo ponderar
$1 invertido por el Estado en la región Andina, a cuánto tendría que ascender la
inversión en la Orinoquia en general y Arauca en particular, para ser equivalentes.
Ello en términos de inversión a lo largo del tiempo, así como las particularidades
ambientales, de distribución de la población, etc., que hacen claro que $1 no es igual
a $1 y que los criterios de transferencia de recursos, incluso departamentales, por
capitación son un elemento que por lo general se pasa de largo en la caracterización
de las diferenciaciones internas del desarrollo territorial araucano y las brechas en la
integración socioterritorial.
• Como es en cierto modo obvio, la investigación presenta también las formas
acostumbradas y necesarias de indicadores sociales en cuanto a la población: valores
demográficos de todo orden; evaluaciones de salud de acuerdo con indicadores
básicos; del mismo modo con la expresión en educación, terminando por tener una
composición de colores que le colocan un nombre al departamento, una
caracterización.
• Ello incidirá en la subregionalización que diferencia las etapas actuales de la
investigación sociocultural y que se correspondería necesariamente con otras
regionalizaciones sectoriales o por dimensión, derivadas del proceso de ordenamiento
territorial en desarrollo.
Como se puede observar, aparecen de manera, una vez como parsimoniosos los hechos
históricos que determinaron el desarrollo de la realidad araucana en sus primeras etapas
históricas, hasta más o menos los años noventa; y otra como un proceso atropellado de
crecimiento, a partir de allí.
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En primera medida, los grupos sociales y culturales desempeñaron un proceso largo de
ocupamiento, asentamiento y movilidad en el territorio, configurando una comunidad
predominantemente campesina llanera, atada a la actividad ganadera extensiva,
predominante hasta por lo menos la mitad del siglo xx. Sin embargo, luego los procesos de
dinámica económica agrícola, pecuaria, servicios e industrial, propiciaron la aparición de
nuevos grupos socioeconómico diferenciales en disputa por la tenencia y uso de la tierra
(formaciones sociales), base de las primeras expresiones conflictivas en el territorio. Que
prohíjan o facilitan ante las precariedades de generación de valor y acumulación de capital,
las condiciones materiales con posibilidades reales de bienestar, se suman a las lógicas
propias de las economías y rentas ilegales.
En tiempos modernos se multiplicaron los actores armados, desarrollando el escalamiento
del conflicto que redundó en violaciones sobre la sociedad, punibles por derecho, se
deshumanizó la guerra y devino en deterioro de la calidad de vida. Las consecuencias de este
proceso fueron principalmente el fraccionamiento del territorio en subregiones, que se
diferencia tanto por su desarrollo diferencial como por el atraso del aparato productivo -crisis
de la actividad pecuaria, aumento de los costos de transporte, recursos, tributaciones forzosas,
entre otras- y en el uso irracional de la fuerza de trabajo.
El componente económico productivo es fundamental en la interpretación de esta realidad,
ya que comprueba la necesidad del trabajo y empleo como un factor de transformación y
mejoramiento de las condiciones reales de vida. La creación de mercado interno en las
condiciones presentes de su desarrollo permitiría al orden departamental, inserto en la región
Orinoquia y economía nacional e internacional, eventualmente, cambiar la dinámica de laS
condiciones materiales y culturales en las que se encuentra la población.
Esto se haría posible dando participación a las fuerzas vivas que se expresan en la diversidad
social y cultural de la sociedad civil y comunitaria, en las variopintas expresiones de los
grupos que la conforman, indígenas, afros, llaneros y mestizos; incluidos los sectores
productivos, artesanales, empresariales y grandes corporaciones petroleras, en todos sus
órdenes; también la institucionalidad estatal a través de sus diferentes dimensiones y
configuraciones tanto tradicionales, veredal, municipal, departamental.
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De hecho, el realizar dicho reconocimiento o conocimiento previo por parte de las
comunidades, ello (de manera participativa) se contribuiría a la democratización en la
distribución del poder, además que, favorecería centrar los esfuerzos en tal proceso de cambio
estructural y generar una dinámica enfocada en los propósitos que se planteen como acción
colectiva y común departamental para enfrentar los retos del desarrollo existentes.
Se va observando que las múltiples capas que componen el mapa de Arauca devienen en la
posibilidad que ofrece el reenfocar esfuerzos en propósitos compartidos y divergentes, pero
tal propósito enfocado en el cambio de las condiciones presentes. Por ello, se propone como
se ha insistido en tantas ocasiones y momentos de la investigación, que la alternativa para
generar dinámicas diferentes en los destinos del departamento, es a través de la creación de
espacios y territorios autosostenibles con vocación productiva y acumulación de
infraestructuras económicas y sociales para soportar el crecimiento de la calidad de vida (pero
de manera integral y sistémica) de las capas social, cultural, económica y política, pero
también científica, tecnológica y educativa.
Para alcanzar tal situación de intereses comunes, a largo plazo se esperaría (se plantea como
lineamientos la necesidad de) la articulación de las diferencias socioculturales y de conflicto
entre las partes que componen la sociedad araucana; como un territorio político e integrado
que module las diferencias (distinciones) y fragmentaciones expresadas, (se reitera de manera
conflictiva,) a través de la creación y construcción de un territorio integrador en medio de las
diferencias. Y para ello, se encuentran muchas formas normativas e institucionales de
planeación integral, con criterios estratégicos de homogenización e integración territorial de
largo plazo, como las que se derivan de la ley orgánica territorial y sus desarrollos.
3. FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS DE LAS
CONDICIONES ESTRUCTURALES DE LA REALIDAD ARAUCA
3.1. Fundamentos teóricos
El enfoque teórico adoptado, es el que expresa como esencial, que la dinámica del desarrollo
territorial araucano, en tanto sujeto histórico particular, es lo que ha sido y es, en tanto
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conjunto de factores históricos concretos. Esto es, relieva la perspectiva de que lo territorial,
es el despliegue que las nociones y conceptos de lo comunitario, social, económico, político
y cultural regional, o cualquier categoría estructural o sectorial como acuerdo político
territorial, no necesariamente de por sí armónico y cooperante, incluida sus relaciones con
otras regiones, la Nación y las vinculaciones binacionales y multilaterales. La mayoría de las
veces en contradicción en tanto búsqueda de autonomías e independencias relativas y, a su
vez, estableciendo acuerdos y alianzas con los vecinos y para el caso, con la unidad
constitutiva del Estado social y derecho colombiano; esto es, corre parejo o paralelo con el
desarrollo histórico nacional y global.
Lo teórico y enfoque adoptado, que en últimas son una misma cosa, señalan el
reconocimiento, desde el pensamiento crítico, que además de lo funcional o estructural, prima
el conjunto y totalidad del movimiento, cambio y conflictos de consolidación de una
comunidad regional en el paisaje -literalmente- araucano; para el caso, con énfasis en el
presente moderno, pero constitutivamente desplegándose desde la misma Conquista
Española (La conquista alemana, solo será un hecho coyuntural, aunque preliminar de la
ocupación europea de la región) y con un destino en construcción y relativa inestabilidad
institucional en perspectiva de resolverse.
De tal forma, que la idea de totalidad -integrada como sistémica- de lo territorial, solo es
analíticamente separable, en tanto es una “entidad” completa y compleja, con sus
particularidades diferenciales, pero no deja de imprimirle sentido y contenido a las lecturas
sectoriales. En lo territorial, mantienen la noción de UNICIDAD, de manera bien importante
los “asuntos” de lo sociocultural, económico y el conflicto, pero igual, sobre cualquier otra
aproximación disciplinar o sectorial (ecológico-ambiental, institucional, etc.). La unidad de
lo real territorial, con cierta exegesis teórica y metodológica, está para ser identificado, pero
no sustituido o extrañado con tipologías o esquemas que justo disminuyen artificialmente la
dura complejidad del desarrollo territorial de las “territorialidades”.
En esta medida, y también con énfasis metodológicos, lo territorial en su cualidad tiene
expresión concreta como cantidad, como proporcionalidad y medida, de tal manera se
esparce sobre el espacio natural y geográfico regional. Y las magnitudes calculadas de
cualquier aspectos socioeconómico, político o cultural, a su vez, señalan la cualidad de la
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especificidad propiamente araucana, para el caso, y no sería sin yerro, reducible a
generalizaciones simples.
Por ello, en lo sociocultural, también rige la noción sistemática del cambio y la
transformación; del conflicto de los términos. El concepto de cambio, conflicto,
contradicción, es una categoría lógica como concreta de la historia regional y local araucana.
Incluso, y esto resulta significativo para comprender el movimiento de lo sociocultural en
Arauca; el conflicto, es la resolución de tensiones territoriales, que no han tenido solución
pública estatal. Tensiones normales que cuando son lentas no son muy problemáticas para el
gobierno y administración de los territorios, pero cuando generan cambios fuertes y
acelerados sobre todo en las interrelaciones socioeconómicas y de movilidad, de poblaciones,
bienes y servicios, se vuelven disociadoras y en efecto, violentas e inclusive subversivas.
En suma, se considera el enfoque teórico supradisciplinar de que el territorio es un campo
relacional del poder, y que en la disputa por el monopolio o predominio de tal poder o en el
ambiente de tales factores reales de poder, se des-enrollan el corto y largo plazo del mundo
de vida y mundo instrumental (Habermas) de las comunidades y conforman la estructura
socioeconómica y sociocultural sobre el entorno natural típico de la geografía araucana.
La razón de insistir en la integralidad de lo territorial, como organismo en movimiento y
conflicto, más allá de la categoría espacial convencional de mapas físicos, resulta con un
nivel de contrastación y verificación mayor, que las meras lecturas funcionales y del espacio
abstracto.
De ahí que, en éste proceso investigativo, se mantienen unidos analíticamente, porque lo
están orgánicamente en lo real, el ejercicio de análisis de lo sociocultural, económico y el
conflicto armado en un solo y contradictorio cuerpo teórico y metodológico.
En síntesis, la dinámica sociocultural, sobre la base del despliegue económico particular que
caracteriza a Arauca, es parte de la dinámica del conflicto armado existente. Y a su vez, el
conflicto armado y la violencia manifiesta en el territorio, moldea un tipo particular de cultura
y asociatividad -confianza, desconfianza, aislamiento, etc.- en y para las comunidades
territoriales.
17
Por otra parte, como es propio de los debates metodológicos y epistemológicos y de los
desarrollos de la ciencia positiva, por supuesto, la realidad territorial es susceptible de otros
enfoques y aproximaciones; de ahí que se deba entender también en el análisis y síntesis que
se realiza según el enfoque sistémico e integral territorial del desarrollo sociocultural y del
conflicto territorial armado de Arauca, que sus resultados son también para ser debatidos y
superados en la argumentación y la prueba. Los énfasis aquí señalados, en tanto grupos de
trabajo académico, contribuyen justo a la mejor comprensión de la complejidad regional y
de la misión de largo alcance de Unillanos en la Orinoquia.
Es decir, se tiene la honradez intelectual y crítica de reconocer que en debate de las ciencias,
también se encuentran las lógicas de lo discursivo; de tal forma que consideramos válido la
referencia que señala que todo análisis y síntesis sobre la condición de los pueblos o naciones,
es un discurso ideologizado (ético y político) necesariamente; y que lo “científico”, traducido
en términos metodológicos, es el grado de validez o verificación, de verdad, tanto
argumentativa como práctica… de tales discursos.
3.2. Fundamentos metodológicos
En línea con la propuesta metodológica y en informes presentados con anterioridad a
Unillanos, para el diagnóstico y formulación de recomendaciones desde las perspectivas de
la estructura social y cultural de Arauca, se tiene:
1. En los análisis y síntesis de la dinámica demográfica y sociocultural regional, se ha
considerado crucial ampararse en una categoría integral superior, sistémica de lo
territorial. El territorio se entendería como síntesis multidimensional o supra sectorial
de las demás formas territoriales y de desarrollo de lo económico, sociocultural e
institucional.
2. De igual modo, se ha considerado fundamental y tal cual se ha señalado en los
intercambios académicos e interdisciplinarios propuestos por Unillanos, que el OT
departamental es un proceso político de concertación estratégica entre la diversidad
de grupos, comunidades e institucionalidades presentes y con autoridad constitutiva
territorial (todo proceso de ordenamiento y reglamentación de usos requiere de
validación comunitaria) que es por definición más que la suma de las partes.
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3. En este sentido, en la caracterización sociocultural, se parte de considerar
teóricamente como parte dinámica fundamental, la estructuración de las fuerzas
productivas y las relaciones de mercado de bienes y servicios desplegados en el
ámbito departamental, regional y nacional. Que la base material de la economía,
interna como externa que le marca, la infraestructura y estructura del desarrollo
productivo, del despliegue de las diferentes fuerzas o sectores productivos, sin
exégesis economicista por supuesto, en el ámbito sociocultural se trasmuta y colorea
en términos expresivos y simbólicos.
4. De tal forma que la cultura regional y las formas tradicionales como de cambio en
valoraciones y pautas de relacionamiento, como la expresión institucionalizada de
tales transferencias, están en gran medida explicadas por la estructuración y
despliegue del mercado interno araucano y de cómo se institucionalizan (culturizan)
en el gobierno y administración del territorio según el marco constitucional vigente.
5. Para efectos de una integral interpretación sociocultural y de los conflictos
territoriales existentes, objeto de ordenamiento, se deben necesariamente considerar
otras estructuras como la ecológica y de las relaciones extraterritoriales cruciales
como las relaciones internacionales fronterizas y el papel nacional que juega el
territorio araucano en el marco de las políticas públicas de desarrollo territorial
nacional.
6. En consecuencia, que independiente de los aportes que otros ejercicios profesionales
liderados por Unillanos en el marco del convenio de ordenamiento territorial
departamental con la Gobernación de Arauca, la caracterización sociocultural y las
recomendaciones hechas, de todas formas, hace inferencias e incluye información y
estudios de las otras “dimensiones” para completar su interpretación sistémica
integrada territorial.
7. Lo sociocultural, se expresa como un factor crucial de lo territorial; en tanto se
entienden las relaciones y acciones recíprocas entre la población, como un acumulado
de prácticas, hábitos, costumbres y formas, entre premodernas y modernas, según el
canon del desarrollo occidental europeo. Incluso, cualquier práctica, en tanto se
arraigue, se convierte en “cultura” e “institución”, y que lo que se divide
analíticamente, necesariamente, como se ha propuesto aquí, debe volver a la unidad.
19
En consecuencia, el método de análisis y de formulación de recomendaciones, está en las
características específicas de la dinámica territorial regional; esto es, que en la medida que
se ha dado lo ocupación –desde el siglo xvi en realidad- por parte del poblamiento misionero
y la inter-migración desde lo que hoy es Venezuela, con énfasis en los Estados de Barinas y
Apure, se ha venido tejiendo la estructura sociocultural araucana.
En dicho proceso, se identifican las diferentes áreas y zonas que predominan según la época
colonial o republicana o del siglo XX y XXI, particularmente desde la industrialización de la
explotación petrolera, se ha reconformado varias veces los mapas territoriales araucanos. De
tal forma, que dado el énfasis en el presente, el fundamento metodológico señala que tal
dinámica productiva particular – sobre todo de extracción de materias primas naturales y del
subsuelo- que han caracterizado hasta la década de los setenta con el aparecimiento de la
explotación petrolera, un predominio de economía ganadera extensiva de fundo y hato como
campesina de pequeña escala, consonante con los mercados, la red vial de integración y
transporte, en principio fundamentalmente fluvial a través de río Arauca y Casanare, que
explica la actual distribución de centros poblados y municipios.
Tales actividades productivas, y los orígenes culturales de una población “llanera” mestiza
colombo-venezolana, configura formas socioculturales singulares araucanas; que por
supuesto establecen vínculos relativamente comunes con las áreas circundantes de Casanare,
Vichada y Meta, y que es lo que posteriormente sustenta la probabilidad de la construcción
de la categoría regional de la Orinoquia.
Las demás categorías de análisis, se sustentan metodológicamente en estos despliegues
estructurantes productivos y socioculturales, adaptados a las condiciones de sabanas
inundables y el ciclo de hídrico y climático territorial; entre ellos, del tipo de ocupación,
formas de la vivienda y los hábitats como de las redes de conexión terrestres.
Así es que como se señaló arriba, los cambios a considerar como radicales en la composición
sociocultural araucana, se dan desde mediados de siglo pasado, con el particular rol regional
en la Violencia de los años cincuenta y la Guerrillas del Llano; luego, con la llegada y
conexión de la ampliación de la colonización del Casanare y el Meta-Vichada, la
introducción de la producción agroindustrial de palma, arroz o sorgo; y sobre todo, con la
20
explotación industrial petrolera, que cambia radicalmente -con todos los impactos positivos
y negativos acumulados- la composición tanto urbana y rural como la diversidad cultural.
En términos de procedimiento, se trabajó en este ejercicio de caracterización y análisis de
conformación y estructura de la comunidad regional y subregional araucana, con información
secundaria y las referencias documentales más actualizadas, sobre todo, barriendo la
información digital disponible y la bibliografía de los principales planes de desarrollo
regionales tanto del ex Corpes como de la misma Unillanos.
Se aprovechó, la experticia relativa que ha tenido el Antonio García en éste tipo de análisis
y el conocimiento previo sobre las problemáticas regionales, como las del llamado eje
cafetero, entre otras.
En cuanto a más precisiones conceptuales y metodológicas sobre lo sociocultural, como igual
es aplicable para los asuntos del conflicto territorial y armado por lo menos desde ésta
perspectiva adoptada de análisis compartido1, vale decir también:
• Que la lectura o la mirada de lo sociocultural, no se agota, apenas se manifiesta en
indicadores sociales que permiten advertir, algunas veces como una cifra que contiene
un valor particular sobre la existencia de una comunidad humana, apareciendo
episódicamente como una forma de medir el tamaño de tal comunidad, como hecho
social de la población.
• En ése sentido, por ejemplo, la Esperanza de Vida al Nacer EVN, condensa una buena
cantidad de variables de la historia de la comunidad, que permite apreciar en series
temporales, durante 30, 50 o cien años, distintos momentos en el trasegar de tal
comunidad, así como comparar las cifras con otras poblaciones de tamaño similar, es
decir, de historia similar, o con escalas distintas en los niveles regionales, nacionales
o internacionales.
• Empero, y a pesar de su importancia, no puede aparecer como un dato que habla por
sí mismo, como dicen los empiristas, que creen ver en la EVN, o en la tasa de
1 Se ha dicho varias veces, desde la introducción que se hace un trabajo colegiado aprovechando el origen de la
definición de términos de referencia y la naturaleza del equipo de investigación del Antonio García y la
experiencia en la U. de Caldas.
21
mortalidad infantil y medidas similares, una realidad que no requiere ser explicada,
de tal modo que sustituye a la realidad, la expresa con una tabla, una gráfica o formas
pictóricas. Una imagen vale más que mil palabras suelen decir.
La coloración que adquiere la realidad, es una síntesis de la vida humana, en el tamaño
territorial que estemos examinando, como expresión del despliegue de la sociedad civil en la
historia, nombrada también como proceso de ocupamiento del territorio, que permite advertir
períodos reconocibles y, por ello, nombrarlos como momentos diferenciables en la historia,
como una forma de elevar al concepto y con ello el ordenamiento de la misma realidad
nombrándola.
4. ELEMENTOS PRELIMINARES QUE SINTETIZAN LAS CONDICIONES
OBJETIVAS ARAUCANAS ESTRUCTURANTES DEL PRESENTE
Este apartado busca plantear una generalización sobre las condiciones esenciales que
determinaron la estructura de la realidad araucana; significa que la explicación y
comprensión de los hechos que condicionaron la situación territorial y sociocultural, en la
que en momentos interfirió y se manifestó por medio de tensiones en las relaciones sociales
a través del conflicto armado, deberán crear y recrear claridad; trayendo a la luz con el
pensamiento crítico y técnico los principales retos territoriales araucanos, que permita a su
vez, proponer entramados de dilucidación sobre posibles salidas, alternativas objetivas,
basadas en la experiencia y la intelección para las recomendaciones estratégicas de resolución
de las tensiones surgidas incluso de las causas objetivas y subjetivas del problema del atraso
estructural del departamento de Arauca en el presente.
De acuerdo con lo anterior, se puede decir que en las últimas décadas el departamento de
Arauca ha tenido diversas contradicciones objetivas. La ola migratoria suscitada por la
explotación de hidrocarburos permitió el asentamiento de grupos humanos diversos y
procedentes de diferentes lugares del país, que jalonaron el proceso de establecimiento de
pozos petroleros, infraestructura y equipamiento, construcción de vías, creación de trabajo y
dinamismo económico. Sin embargo, los pobladores asentados y posicionados en los
territorios indígenas, afros y llaneros, campesinos y citadinos, quedaron en gran medida al
margen de tal proceso de desarrollo. Sumado, el hecho de la migración desde 2012 de
22
ciudadanos de Venezuela, por las condiciones político económicas, migrantes que toman el
departamento como una ruta de paso, ya que se movilizan a las regiones andinas y hacia el
sur del país para ingresar a otros países.
Adicional, las estructuras subversivas se posicionaron en el territorio con intereses
económicos y de dominación sobre la población, lo que trajo parejo la contra-ofensiva de las
FF.AA. por un lado, el ingreso del paramilitarismo y el crimen organizado (narcotráfico-
contrabando de mercancías, trata de personas, lavado de activos, etc.), por el otro y, por
consiguiente, la fragmentación y desintegración del territorio, la sociedad y la cultura hasta
llegar al estado actual de cosas, donde se ha generado toda una cultura de inseguridad
cotidiana.
Se divide el apartado en tres partes que expresan tales contradicciones estructurales: la mirada
sobre los elementos conflictivos socioculturales y de actores armados, la perspectiva del
papel económico y los intereses sectoriales y el rol de los actores armados y, por último, lo
social y cultural de los diversos grupos sociales, sectores productivos y actores
institucionales.
4.1.Lo conflictivo
La aparición de grupos al margen de la ley jalonados por la industria extractiva de
hidrocarburos acentuó la marginación socio-espacial de dichos grupos humanos asentados
en distintas migraciones históricas. Se debió en parte a la búsqueda de posicionamiento para
la captura de rentas ilegales provenientes de la extorsión, rotura y robo de derivados del
petróleo. Contradictoriamente al mismo tiempo generaba diversos hechos victimizantes
sobre la población civil, como homicidios, desplazamiento, desapariciones, etc.
La intensificación del conflicto armado se debió al fortalecimiento de nuevas estructuras de
guerra que pretendía confrontar a las guerrillas, inicialmente, y el ingreso en el escenario del
crimen organizado controlando la producción, comercialización y circulación-movilidad de
los productos del narcotráfico, contrabando, personas, etc. El paramilitarismo en la región
tuvo un acaparamiento de áreas fundamentales y ejes de conectividad básicos, pero no con
la fuerza registrada en otros territorios nacionales, aunque su operar causó cientos de
23
afectaciones y daños sobre la población. El narcotráfico jugó un papel detonante en la
dinámica del conflicto, a la guerra se le agregó un nuevo ingrediente, combatir por el
posicionamiento dentro del territorio por rutas estratégicas de transporte de drogas, personas
y mercancías teniendo presente la función que cumple la frontera. Quedando nuevamente la
población en medio del fuego y el control social de facto.
La negociación de paz acordada entre las FARC-EP y el gobierno nacional y refrendada por
acuerdo en el teatro Colón, ha permitido que cesen las afectaciones a personas y propiedades,
por lo menos durante los dos periodos de gobierno del presidente Santos. No obstante, con
el gobierno de Duque, las cifras nacionales de muertes de líderes, excombatientes y familiares
y población civil se muestran alarmantes ante la pacificación.
La implementación normativa y legislativa del acuerdo político giró en torno a la negación
comunicacional de los medios, la transformación de lo que se consideró como las causas
objetivas del conflicto colombiano, la inequidad en la distribución de la tenencia de la tierra
y el adecuado manejo de la misma y la participación en política de los integrantes de la extinta
Farc y diversos sectores políticos no reconocidos. Otra falla en el Acuerdo, fue la baja
participación de la sociedad civil acompañando la implementación de los mismos, que fue
motivada por información y comunicación manipulada de las élites metropolitanas (andinas)
y su poder e influencia sobre los medios de comunicación, que negaban –niegan- la
posibilidad de creer, construir y llevar a cabo un acuerdo final de resolución del conflicto
armado y del ejercicio político territorial.
Este escenario de negociación es importante revitalizarlo para el caso de la experiencia del
departamento de Arauca, aunque el ELN tiene una estructura diferente de negociación y su
propuesta gira en torno a, precisamente, la participación de la sociedad civil en los acuerdos
e implementación de un eventual acuerdo, se deben pensar alternativas diferentes para
encontrar acuerdos que despejen las dudas para el proceso de transformación que se proponen
como lineamientos de planeación del ordenamiento territorial departamental POD. Inclusive
se puede proponer una especie de paz territorial de la región que involucre los actores
armados en el ámbito interno, y que se viabilice por medio de un acuerdo especial para una
eventual refrendación e implementación.
24
Del acuerdo de paz actual se puede resaltar en el orden de la planeación los planes de
desarrollo con enfoque territorial. Estos son herramientas y mecanismos que brindan aportes
relevantes para dirimir los choques de intereses entre divergentes puntos de vista. Aunque es
una herramienta ya definida y existente, como todo proceso de planificación experimentado
en Colombia, falla en la participación y vinculación de los grupos, organizaciones y
comunidades sociales de base, a lo cual se deben fortalecer en dichos procesos la
incentivación pedagógica de todos los sectores sociales y culturales.
Finalmente, en el último año han aumentado las estadísticas de los hechos victimizantes,
afectaciones y daños a la población civil y en particular a los líderes y lideresas comunitarios
y a excombatientes y familiares. Estos eventos son contrapuestos a las iniciativas de
construcción de paz y justicia social que surgen del diálogo y el consenso comunitario,
sectorial e institucional y la implementación y sus vaivenes jurídicos, administrativos y
judiciales, por ello debe continuarse una senda de profundización de las experiencias
efectivas en los que se fomentan los valores democráticos enmarcados en el Estado social y
de derecho y en el marco normativo internacional humanitario y de DD.HH.
4.2.Lo económico
Por otro lado, y cambiando de frente, la economía no ha sufrido en los últimos años una
inyección de capitales con una función social y productiva, ni por el sector público estatal ni
por vía privada del mercado. La presencia del Estado se hace estratégica para copar por medio
de las obras de infraestructura y alianzas asociativas el territorio. También se conocen
experiencias de producción en monocultivos, sin embargo, tienen escaso uso de mano de
obra e intensifican el uso mecanizado en la producción. Reduciendo costos de empleo y
aumentando el beneficio de la ganancia. Estos capitales nuevamente salen de la región sin
dejar un aporte de acumulación en la economía local. También las llanuras y sabanas atraen
la producción de ganado, haciendo de la actividad bovina una producción con escaso uso de
fuerza laboral, subvaloración del suelo y alta ganancia.
Como se desprende de la conversación sostenida con el director de la cámara de comercio de
Saravena, v.g. una articulación con los centros de acopio de bovinos para la demanda interna
de consumo de cárnicos y sus derivados, podrían requerir de centrales de sacrificio y
25
frigoríficos, tanto para procesamiento de carne que se consume en los municipios de pie de
monte como para la exportación. Este tipo de alianzas y encadenamientos son los que podrían
comenzar a cambiar las circunstancias presentes, porque propician el diálogo entre los
sectores y diferentes ciclos económicos. Lo mismo se propone con los demás productos de
producción agropecuaria, como el aguacate, el plátano, el cacao y demás que generan valor
agregado, al tiempo que trabajo productivo.
Si de algo se trataría el ordenamiento territorial en Arauca, no sería de la confirmación de los
conflictos socioeconómicos existentes y de consolidar el desequilibrio del desarrollo urbano
y rural del departamento, sino, justamente mejorar en los procesos de integración y
distribución equitativa de las oportunidades como de los riesgos del proceso cada vez más
acelerado de integración nacional y binacional, entre ellos de una adecuada división del
trabajo y la producción como de los beneficios de la unidad política seccional y municipal.
Sin embargo, aún no se adelantan los componentes de la estructura de lineamientos para el
ordenamiento del territorio, en el sentido de que redistribuya a largo plazo una propuesta de
solución de las notables disparidades y pasivos socio-ambientales y culturales que solo son
superables asumiendo una perspectiva integrada y unificada de desarrollo social solidario.
4.3.Lo social y lo cultural
El proceso de ocupamiento del territorio de Arauca tiene un registro centenario. En tiempos
modernos y en lo que transcurrió en el siglo XX, fueron movimientos de gentes provenientes
de otros departamentos quienes desencadenaron dicho ocupamiento como de origen
venezolano. Las causas como se ha dicho en otros lugares fueron La Violencia partidista
nacional en distintas regiones empujó fuera de sus territorios originarios a gentes que se
diseminaron por todo el país, en las ciudades principales, intermedias y centros poblados,
también la planeación estatal (migración campesina), para el caso de Arauca, llegaron como
colonos y aparceros que se acentuaron en lugares inhóspitos de la geografía. También
estuvieron los aventureros y migraciones particulares espontáneas que observaban dicho
territorio como una oportunidad.
26
Después de darse una colonización desordenada e inesperada siguió otra etapa de inversiones
y descubrimientos de pozos petroleros, consecuentes con la exploración que se había
desarrollado desde mediados del siglo pasado. Los primeros pozos petroleros de Arauca,
generaron el asentamiento de nuevos grupos sociales provenientes de diferentes lugares del
país. Aparejado a la migración poblacional llegaron los primeros comandos guerrilleros del
ELN que determinaron la dinámica de la explotación del crudo, la captura de renta ilegal a
través de la extorsión, el robo y consiguiente comercialización, demostrando un nuevo modo
de ocupamiento territorial por vías de las armas y el poder que confieren.
Cuando se intensifica la guerra y aumentan los actores de la misma, se complejiza la relación
entre los diversos grupos sociales originarios (primera oleada), colonos y aparceros de La
Violencia (segunda oleada), y trabajadores de la industria petrolera (tercera oleada); la
presencia de los afros y negritudes tiene un proceso de ingreso con la última oleada, su
asentamiento es sobre territorios poblados, mayoritariamente, cabeceras municipales y
centros poblados. El escalamiento de la conflagración aumentó las afectaciones y daños de
la población civil, al tiempo que las relaciones interculturales.
Es perceptible, la participación de los grupos paramilitares y las bandas criminales (Bacrim),
grupos armados organizados (GAO) y/o el crimen organizado y las estructuras guerrilleras
tradicionales en el departamento, en la desintegración del tejido y las relaciones sociales
territoriales de las distintas expresiones de la población organizada (organización
comunitaria y sectorial). Todos los actores, tanto guerrillas como paramilitarismo y grupos
criminales organizados, dieron origen a estructuras regionales de poder, que incluso en
ocasiones generaron alianzas para conservar el control social y territorial sobre la población
y, sobre todo, de rentas legales e ilegales. Es decir, teniendo control territorial y social,
aseguran su estructura criminal, afectando por ambas sendas, por las armas y por la legalidad,
la organización de la sociedad civil en todas sus manifestaciones.
De este modo, van apareciendo los colores con los cuales se pinta el mapa de la realidad
araucana. Vistos como componentes, el conflicto, la economía y, lo social y cultural, se
entrelazan en distintos momentos históricos y, lugares dentro del territorio físico, y también
de forma simbólica, en lo que se caracteriza como cultura, material y simbólica, donde se
distinguen y reconcilian las diferencias y semejanzas hasta formar complejos modos de
27
comportamiento de los grupos sociales (clases sociales) para conservar o transformar sus
distintos poderes e influencias dentro de las formas de practicar territorialmente sus formas
de ver, sentir y pensar, por ende, formas de representarse y ser y hacer en la realidad. En
últimas, estos procederes conductuales y comportamentales, individuales y colectivos, son
los que han contribuido y determinado el fraccionamiento y desarticulación tanto material
como simbólico del departamento. De tal forma, que lo deseable sería que la diversidad
permitiría sumar e integrar y no restar y dividir, en esfuerzos conjuntos, para afrontar los
retos de un desarrollo desigual regional en el país y una evidencia de un tratamiento marginal
por parte de la política pública de desarrollo nacional.
Se pretende en el territorio integrador que las diferencias se reconcilien en un amasijo de
relaciones socioculturales coherentes, pese a que se reconozcan conflictivas, a través de
acuerdos de “paz territorial” estratégicos. Es decir, empezando por lo último, que estén
motivadas por la lucha por el reconocimiento de las diferencias en los estilos de vida, por la
lucha en la redistribución de bienes públicos que permitan el movimiento de la sociedad civil
y que ambos contribuyan, tanto en movilidad social como en oportunidades, en el que se
puedan desencadenar las fuerzas interiores de las características culturales propias, tanto del
indígena, el llanero, el afro y el mestizo y blanco, como de las distintas formaciones sociales
constituidas, como el campesino, el artesano, el obrero, el técnico, el especialista, etc.
4.4. Síntesis del enfoque sociocultural, el ordenamiento territorial para Arauca y el
factor interinstitucional del Estado.
Se observa pues integralmente el departamento, desde lo territorial. Pero, de entrada, se
reconoce que las figuras administrativas políticas, son expresión particular o parcial del
acumulado territorial; un resultado del proceso de apropiamiento comunitario araucano,
construidas socialmente a lo largo de siglos y no meramente un aparato administrativo o de
gobierno.
Así pues, el tal “desarrollo social” o cualquier política pública a largo plazo de regulación
(ordenamiento territorial) del despliegue poblacional y de la previsión de los problemas del
desarrollo local y seccional, son el deber ser de lo público estatal, y marco de referencia para
la asociación con otras instancias públicas en la región y con la organización misma de la
28
“comunidad-sociedad” araucana. El ordenamiento, no será solo para el uso económico o
ambiental del suelo, sino como herramienta de modulación y cambio para la armonización
territorial y el desarrollo cultural conjunto de los araucanos, o solo sería reconfirmar las
brechas socioeconómicas y culturales existentes.
El mapa dinámico como cambiante de ocupación, desocupación, intervención y despliegue
de la población en Arauca, es en el presente moderno, por supuesto, la continuación por
diferentes medios, de la historia colonial y republicana del desarrollo nacional colombiano.
En este sentido, Arauca socioculturalmente, es en lo esencial, disminuyendo con el paso de
los tiempos, una comunidad periférica del desarrollo nacional andino, centrado en el norte
del país. Periferia regional, que solo hasta finales del siglo xx, con la Constitución del 1991,
se consideró un cuerpo autónomo de administración política territorial en tanto
departamentos y municipios.
En términos agregados, se puede constatar que hasta finales del siglo xix (y desde el siglo
xvi,) los “territorios” surorientales de las montañas y sabanas de Arauca, hacían parte de la
particular cultura llanera colombo-venezolana; incluso, Apure fue por todo éste tiempo parte
colombiana, y tal raigambre antropocultural, ha caracterizado por lo menos hasta mediados
del siglo xx y la época de las guerrillas del Llano, cuando emerge la preocupación inexistente
antes, de pensarse las comunidades territoriales como parte constitutiva de la Nación
colombiana con obligaciones pero también con derechos.
Por otra parte, según el marco constitucional, legal y normativo vigente para el país, el
ordenamiento o reglamentación de usos de la base territorial –suelos urbanos, suburbanos y
rurales- ambiental –de uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y no
renovables- o cualquier otra categoría de regulación territorial especial –resguardos,
territorios étnicos, etc.- necesariamente implica proceso de concertación con los propietarios
y poseedores privados particulares y con las comunidades, esto socioculturales, bajo el
amparo de la propiedad pública del suelo y subsuelo de los territorios.
29
La intervención pública de la regulación, esto es del ordenamiento, implica a su vez,
tensiones y conflictos, en tanto, implica entre otras, reconocimiento por parte de la propiedad
particular o privada, de las obligaciones fiscales y de legalización correspondientes.
De ahí que para el pleno reconocimiento Estado–comunidades-gremios, etc. del proceso de
ordenamiento territorial o de revisiones u ajustes, de las zonificaciones y definición de las
“unidades territoriales”, existen las convocatorias -para el caso de las comunidades étnicas,
rigen necesariamente los procesos de consulta previa- que brindan la requerida solidez
jurídica de las reglamentaciones resultantes. Implican a su vez, cálculos de los recursos
públicos y privados disponibles para la “gestión” de tal ordenamiento, en tanto, justo según
planeación nacional (DNP) lo que ha vuelto estéril el ordenamiento convencional, no
moderno o “inteligente” y que ha prohijado precisamente los ordenamientos del rango
departamental y regional, son a tales procesos normativos2.
De igual modo, desde tal necesidad de ajuste al ordenamiento territorial se están concibiendo
los modelos de ordenamiento territorial regional - como el MOTRA de la Amazonia- que
consideran esenciales categorías de ordenamiento ambiental y supra-departamental3, en tanto
la perspectiva regional, sobre todo para departamentos no integrados a las dinámicas de
desarrollo de las zonas metropolitanas y andinas del país, explayan sus determinantes con un
gran peso del paisaje natural y complejidades productivas menores, como pasa con el caso
de Arauca.
Los antecedentes de planificación regional, sobre todo, del reciente de Unillanos sobre Visión
2030, señalan como una perspectiva necesaria de incluir en el ordenamiento interno
departamental y municipal araucano, las bondades de las figuras de asociación con otras
entidades territoriales con problemas y soluciones comunes, como los intentos de la RAP
Llanos (Orinoquia) y la asociación con la Amazonia.
2 DNP (2016) Territorios Modernos. Departamento Nacional de Planeación. Disponible en sitio web:
https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Prensa/Presentaciones/Lanzamiento%20Territorios%20Modernos.pdf
3 DNP (sf) El Centro-Sur-Amazonía de Colombia. Departamento Nacional de Planeación. Disponible en sitio
web: https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Desarrollo%20Territorial/F.%20El%20Centro-Sur-
Amazon%C3%ADa%20de%20Colombia,%20tierra%20de%20oportunidades%20y%20paz_%20desarrollo%
20del%20campo%20y%20conservaci%C3%B3n%20ambiental.pdf
30
De ahí, que aparezcan como importantes, nuevas opciones como la inclusión en el
ordenamiento de los “corredores”, los “arcos” de deforestación o colonización, de las zonas
de transición ecosistémicas y de integralidad del manejo hídrico, o la revalorización de las
nuevas gravitaciones y jerarquía urbanas del sistema de ciudades en las regiones. La idea de
condensar y nuclear población con una buena dotación de servicios y mejoramiento en la
obligada diversificación productiva modernas, digital y demás, evitaría de paso, colonizar
áreas que cumplen un soporte socio-ecosistémico y ambiental fundamental en la
sostenibilidad del desarrollo a largo plazo.
Así pues, desde el enfoque de los sociocultural -con énfasis territorial- y del conflicto, se
considera aquí replicable un concepto amplio de lo sectorial y su articulación, en el marco
del proceso de OTD de Arauca, de otras categorías territoriales más amplias que las
convencionales: áreas ambientales estratégicas, estructura socioeconómica, estructura de
ocupación y asentamientos y delimitación (subregionalización) de las zonas intervenidas,
medianamente intervenidas y no intervenidas.
Con estos nuevos y ajustados marcos legales y técnico-normativos de las autoridades de
planeación nacional (DNP-IGAC) y los desarrollos de ministerios recientemente implicados
en la planeación territorializada como los Ministerios de Agricultura, Minas y Energía,
Transporte y Minambiente, se podrían, incluso para el análisis y síntesis de la diferenciación
sociocultural y del conflicto (poder) territorial, proponer escenarios más realistas y en efecto
complejos del desarrollo de los problemas territoriales diferenciados (zonificación-
subregionalización) y utilizar más pertinentemente las herramientas regulatorias del
ordenamiento y la gestión pública territorializada.
En tal reorganización moderna del ordenamiento territorial, pertinente para regiones
marginales o periféricas como Arauca –incluso un paso quizá delante de lo planteado en la
COT y los PDOT-, se introduce la necesidad de considerar los grandes proyectos de
integración vial -carreteras y otros- y los enfoques biogeográficos. Vale decir, que diferencia
entre variables, estructuras y “hechos regionales” significativos y se acepta que el marco
institucional de la política pública y sus estructuras, es el componente transversal por
excelencia.
31
De ahí, que metodológicamente lo sociocultural, resulta fundamental para la estructuración
del marco institucional del OT departamental y municipal, como el pendiente, del
ordenamiento regional más allá de la iniciativa a medias del CONPES Altillanura y del tal
Plan Maestro de la Orinoquia4. Crucial, la identificación de la triada de actores estratégicos,
Estado en sus diferentes niveles, corporaciones (grupos de interés económico) y comunidades
organizadas y muy seguramente de un proceso complejo de negociación política y social
amplio en Arauca, posterior al resultado de éstos análisis y síntesis.
Según las competencias y marco normativo vigente, el factor institucional, en el cual se
contribuye a comprender y recomendar desde el foco de lo sociocultural, será crucial. Esto
es, sobre la “presencia institucional” tanto local y regional como nacional en el territorio; la
capacidad de gestión de cada entidad y agencia del Estado; organización y distribución
política (electoral) de la gobernanza departamental y regional.
Así, la historia de la sociedad araucana, en el contexto orinocense [orinoquense], la memoria
de la construcción del territorio, requerirá también conocer la forma como su propia vida se
define en los contextos nacionales y globales. Sin soslayar las formas endógenas que le han
caracterizado, las cuales se mantuvieron mientras la muralla china le dejaba vivir sin los
influjos nacionales y globales.
La forma como se metamorfosea, se transforma la cualidad de una región o de un territorio
dado, no está constituida por la suma de las partes que le integran, de las formas político-
administrativas que se expresan como municipios y/o departamentos, así como tampoco
sencillamente deducidas de los tamaños nacionales y globales. La coloración del territorio,
la cual aparece en la mapificación como síntesis real de la gran cantidad de variables que
intervienen en la vida cotidiana, tendrán que exigir formas teóricas y metodológicas que
permitan ordenar la realidad, exteriorizada, grosso modo, a través de indicadores sociales.
4 PMO, que tiene respaldo del gobierno de los Estados Unidos y corporaciones trasnacionales fuertes, de lo que
ha dado a denominar por algunos “agricultura corporativa”, más robusta y de envergadura que la agroindustria
convencional; que se centra en la organización de macroproyectos, sobre todo en la región sur del Meta y
Vichada, y que está en una etapa inicial. Asunto que se verá en el Informe segundo sobre subregionalización,
cuando sea probable identificar el peso de tales proyectos macro-regionales, en el desarrollo viales de
integración de Arauca con el Vichada por el eje del Río Casanare – Cravo Norte- Puerto Rondón- Tame.
32
Con lo supracitado se manifiesta la sociedad araucana, en el ocupamiento territorial, en una
periodización, si se quiere decir, periodización que pone orden a una realidad que no sigue
pautas racionales preconcebidas, pero que el entendimiento como facultad puede advertir las
lógicas complejas de la urdimbre de relaciones sociales, económicas, políticas y culturales
en un escenario originalmente nombrado como territorio o como el sustrato sobre el cual se
desarrolla la vida araucana.
El ocupamiento territorial, la apropiación humana del territorio, o la humanización del
territorio, el moldeamiento del territorio, se presenta en medio de la lucha, del conflicto
desatado por quienes individual, familiar o comunalmente apropian para si las condiciones
que garantizan su posicionamiento. Esa lucha o conflicto no denota precisamente, de manera
exclusiva lo que denominamos el conflicto social, mucho menos el conflicto armado; en su
interior se mueven fuerzas sociales en los campos definidos como económicos, sociales,
políticos, culturales, entre los más socorridos o nombrados.
Esa sempiterna lucha en algunos momentos adquiere una presencia institucional, vale decir
para este momento del discurso, una presencia estatal o también de las formas organizadas
de la sociedad civil que avanzan en colocar su impronta, como si fuese la misma impronta de
la comunidad o de la sociedad, reconocida por todos, como la generalización del color
predominante de la sociedad. Un territorio no se desarrolla en todas sus partes conformantes
de manera simétrica, ello exige la subregionalización, para examinar las fuerzas sociales que
se mueven de manera distinta en los confines del territorio, y de la forma como las formas
más avanzadas se definen probablemente como integradas, provisionalmente, al integrarse o
relacionarse de manera más fuerte con los centros que presiden la construcción del mercado
interno.
Esas formas del conflicto sociocultural, de las cuales el conflicto armado es sólo una de sus
manifestaciones, dependerá de la forma como aparece en el territorio, dependiendo de las
fuerzas sociales e institucionales [estatales y privadas] que más avanzan en la constitución
de tal territorio. De éste modo, en términos regionales [como región, como Orinoquia, así
como región como sociedad araucana] expresará fuerzas sociales que han de ser reconocidas
intelectual y políticamente, como fuerzas motrices que definen, por sus intereses privados,
los intereses deducidos como sociales o colectivos.
33
Cuando hablamos de la periodización de la historia regional orinocense y araucana, la
comenzamos a examinar como la historia de los tiempos modernos, a partir de los procesos
de colonización producidos de distintos modos [organización estatal, privada y también la
espontánea, entre otras], a partir del decenio de los años cincuenta, proceso desatado por la
denominada genéricamente, La Violencia, inicialmente por la lucha por la tierra incluso
desde el decenio anterior, en la región Andina, especialmente en Cundinamarca, Boyacá,
Tolima y Huila, entre otros.
La Violencia de los años cincuenta corre parejas con la modernización de la sociedad civil y
del aparato productivo colombiano, instalando procesos de industrialización, desatando un
proceso de formación de la clase obrera, de la acentuación de la vida urbana y las
transformaciones en el campo, en medio de la lucha por la tierra como elemento que estaría
definiendo la invocada Reforma Agraria. La transformación de la urdimbre de relaciones que
por primera vez en Colombia permite hablar con rigor de Sociedad Civil, aquí apenas se
insinúa.
Los entonces denominados Llanos Orientales se definen como un enorme receptáculo que
asume las migraciones andinas, presentadas como desplazamiento forzado, dadas las
condiciones de la expoliación de los campesinos. La expulsión de los campesinos se traduce
en migraciones hacia los Llanos Orientales o más al sur del Huila. Corresponde también a
los desarrollos del mercado interno para la industria, que requieren la ampliación de la
frontera agropecuaria, afirmando la lógica de la sujeción del campo a la ciudad.
Desde aquí se pueden expresar los asuntos estratégicos definidos en el campo de lo
sociocultural, en la comprensión del territorio como conflicto, como lucha, como cambio
permanente en el posicionamiento de los actores sociales, así como en el surgimiento en cada
período de nuevos sectores sociales que le colocan su impronta a la región y a la sociedad
araucana, al menos durante periodos bien definidos, nombrados.
34
5. COMPOSICIÓN EMPÍRICA DE LOS ELEMENTOS DE INVESTIGACIÓN
5.1.El contexto general de la geografía de Arauca
Lo que se presenta a continuación, expone inicialmente las condiciones geográficas del
departamento (Mapa 2), seguido de aspectos sociodemográficos y culminando con algunos
insumos para el análisis del conflicto armado.
5.1.1. Elementos geográficos y naturales básicos
Mapa 2. Condiciones geográficas y naturales del departamento de Arauca.
Fuente: Arauca, Colombia-América del Sur. Disponible en sitio web: https://colombia-
sa.com/departamentos/arauca/arauca.html
La región de la Orinoquia se encuentra localizada al extremo nororiental de la llamada Gran
Cuenca del Orinoco drenada por el río homónimo; el cual nace en el extremo del sur del
macizo de Guayana, Estado Amazonas-Venezuela, recorriendo una extensión
aproximadamente de 2.140 km. Como región constituida por sus particularidades naturales
es compartida por los dos países, con un área total de 991587 km2, de esto el 30,7%
corresponden a territorio colombiano (Instituto Alexander von Humboldt; IAvHUnidad SIG
2003).
En la región de la Orinoquia se encuentran diferentes altitudes en las cuales convergen una
gran cantidad de ecosistemas y agro ecosistemas que determinan la riqueza en flora y fauna
35
de la región. No obstante, la región de la Orinoquia está ocupada por cerca de 1’712.454
habitantes que representan el 4,5% de la población colombiana, repartidos en cuatro grupos
humanos; campesinos de los Andes, Colonos, indígenas y campesinos de los llanos. La
población indígena cuenta alrededor con 57.000 habitantes, con 18 pueblos indígenas que
habitan en 146 resguardos.
Como subregión componente de la Orinoquía, se encuentra del Departamento de Arauca, en
este sentido, la consideración como Departamento obedece a la organización político
administrativa, pero que no reconoce en su totalidad las condiciones naturales y humanas que
lo integran a la macro región Orinoquia. Entre otros aspectos, el conservar las mismas
características geomorfológicas, pero igualmente el contener rasgos culturales comunes, a
pesar de plantear igualmente sus particularidades.
El Departamento de Arauca se encuentra localizado en el sector norte de la Orinoquia
colombiana limitando: al norte y este con la República Bolivariana de Venezuela, al Sur con
los ríos Meta y Casanare que lo separan de los departamentos de Vichada y Casanare y al
Oeste con el departamento de Boyacá. El departamento cuenta con una superficie de 23.818
km², lo cual corresponde al 2,1% del total nacional. Por otro parte, el territorio presenta
diferentes características en su composición fisiográfica, en donde la configuración de la
tierra está compuesta por tres conjuntos morfológicos:
1. La cordillera oriental: la cual representa aproximadamente el 15% de la superficie
departamental
2. El piedemonte llanero; conformado por abanicos aluviales, conos y terrazas de
relieve plano o inclinado, cubierto por bosque ecuatorial y vegetación de sabana.
3. Zona de sabanas o llanura aluvial: esta se extiende desde el piedemonte hasta los
límites con el país de Venezuela. La llanura aluvial está cubierta por vegetación de
la sabana inundable y por bosques de galería en las vegas de los caños y ríos.
En consecuencia, la fisiografía del departamento de Arauca es susceptible a inundaciones y
sequias, los suelos tienden a ser viejos con una propensión a la acidez y baja fertilidad natural.
36
En relación con la configuración de la tierra, se encuentra el componente hidrológico en
donde la mayoría de los ríos del departamento de Arauca nacen en el piedemonte y la
cordillera oriental, el cual realiza su recorrido en dirección oeste –este, a través de los ríos
Arauca, Casanare, Tocoragua, Tame, Cravo Norte, Ele, Lipa, San Miguel, Limón, Banadía,
Tocancia y Cinaruco además de numerosas quebradas y lagunas.
5.2. Población
Tabla 1. Población departamento de Arauca.
Municipios con Mayor Población en Arauca
N° Municipio Población
1 Arauca 92.107
2 Tame 42.580
3 Saravena 54.198
4 Arauquita 48.318
5 Fortul 26.454
6 Puerto Rondón 3.825
7 Cravo Norte 3.226
Fuente: DANE (2018) Población Proyección
El departamento de Arauca cuenta con una densidad aproximadamente de 10,6 habitantes
por kilómetro cuadrado (km²) ocupando el puesto número 24 como uno de los departamentos
con menos habitantes por km². Por consiguiente, la mayor parte de la población, el 62,3%
vive en las cabeceras urbanas influenciadas por los municipios de; Arauca, Saravena, Puerto
Rondón y Cravo Norte. Por otra parte, 37,7% de los habitantes viven en el resto del territorio
rural especialmente en los municipios de Tame, Arauquita y Fortul.
37
El crecimiento poblacional del departamento entre los años 1993 y 2012 ha sido
aproximadamente de un 57,5% explicado por municipio de la siguiente manera: Arauca
78,8%, Fortul 70,6%, Arauquita 43,8% y Saravena 49,5%. Los municipios de Cravo Norte y
Puerto Rondón presentan caídas de 13,7% y 6,5% respectivamente, debido al desplazamiento
forzado, presentando en estos dos municipios por ataques de grupos armados al margen de
la ley, además como se mencionó anteriormente “el crecimiento poblacional de los últimos
20 años ha sido de 57,5%, siendo este indicador uno de los más altos de Colombia y
superando en 28,8 puntos porcentuales al total nacional (28,7%). Esto se puede relacionar
con las oportunidades económicas que genera la extracción de petróleo, las ventajas del
piedemonte llanero y los proyectos de inversión del sector gubernamental” (Documento
Diagnostico del departamento de Arauca, p.66)
No obstante, en el departamento la población afro es de 3,9% respecto al total del
departamento con 5.905 habitantes según el censo de 2005. Esta población en su mayoría se
encuentra en el área rural de Arauquita, Tame, Saravena y el área urbana de Arauca,
específicamente no existen comunidades negras, como sí en el caso de las comunidades
indígenas. La población indígena asciende a 3.279 habitantes lo que representa un 0,24% de
la población indígena del país. En el departamento se localizan 26 resguardos en los que
viven 6 pueblos indígenas conocidos como; U’wa, Betoyes, Hitnú, Kuiba, Chiricoa y
Piapoco.
Según el censo de 2005, la estructura poblacional por tipo de etnia en el departamento de
Arauca se presenta de la siguiente manera; población Indígena 2,1%, población
afrocolombiana 3,95% y población mestiza y blancos 94,0%. Aquí preliminarmente se
examina la distribución de la población indígena; la etnia negra o afrodescendiente se
precisará además con entrevistas en campo, así se derive la información de los registros
DANE y de la información reportada por el Mininterior.
5.2.1. Población étnica de Arauca
De acuerdo con el censo del DANE 2005, la población que se reconoce étnicamente en el
departamento de Arauca como indígena son 4.177 individuos que representan el 2.2% y
afrocolombiana 5.925 que representa el 4% respectivamente, de un total de censo poblacional
38
departamental de 146.308, de las cuales el 93.71% (137.134) no se reconoce por pertenencia
a un grupo étnico en particular. La población indígena se encuentra ubicada en su mayoría
en resguardos y la población afrocolombiana no tiene territorios colectivos, por su parte el
pueblo ROM tienen menos de 50 individuos en el municipio de Saravena. Las etnias o
pueblos indígenas que habitan estos territorios son los Betoye, Chiricoa, Hitnu, Kuiba,
Piapoco, Sikuani y U´wa.
5.2.2. Población y resguardos indígenas
En términos municipales la población indígena por número y etnia de acuerdo al promedio
de área de los resguardos, según los datos del observatorio de desarme, desmovilización y
reintegración de la universidad nacional de Colombia (ODDR-Unal) en 2013, con relación
al censo 2005 del DANE, se encuentran en el municipio de Tame, los Betoye en 702 hectáreas
(ha); en Arauquita y Saravena el pueblo Chiricoa sin especificarse promedio de área
correspondiente; en el municipio de Arauquita los Hitnu tampoco hay datos sobre el área de
resguardo; el pueblo Piapoco comparte su presencia con individuos en Vichada y Arauca,
respectivamente, en los municipios de Cumaribo y Cravo Norte. En los municipios de
Saravena y Arauquita se encuentran los U´wa que también se encuentran en otros
departamentos, sin poder determinarse el promedio de área.
Por su parte el DANE (2015) tiene datos más recientes, en la tabla siguiente se muestran los
individuos por resguardos que posee cada municipio con población indígena.
Tabla 2. Población indígena en resguardos por municipio y grupo étnico, departamento de
Arauca (2015)
MUNICIPIO RESGUARDO* PUEBLO
INDÍGENA
POBLACIÓN
ACNUR
(2011)
DANE-DNP
(2015)
Arauca El Zamuro Sikuani 113 125
La Isla Sikuani 103 113
La Vorágine-La Ilusion Sikuani 121 132
Matecandela Sikuani 111 121
San José de Lipa
(Conversión) Hitnu 167 186
Total Arauca 615 677
39
Arauquita Bayoneros Sikuani 62 70
Cajaros Sikuani 35 41
El Vigia Sikuani 437 492
Total Arauquita 534 603
Cravo Norte Cananama Piapoco 39 44
Total Cravo Norte 39 44
Fortul Cibariza Hitnu 213 234
Cusay-La Colorada Uwa 503 579
Total Fortul 716 813
Saravena Playas de Bojaba Uwa 227 261
Valles del Sol Uwa 514 582
Total Saravena 741 843
Tame Angostura Uwa 121 137
Caño Claro Sikuani, Uwa 159 183
Cuiloto Ii Sikuani 29 34
Genareros Betoye 148 164
Julieros y Velazqueros Betoye 224 255
La Esperanza Sikuani 79 87
Laguna Tranquila Uwa 52 56
Los Iguanitos Sikuani, Kuiba 65 70
Macarieros San José Sikuani, Betoye 182 210
Parreros Sikuani, Betoye 160 176
Puyeros Sikuani, Betoye 104 115
Roqueros El Dorado Sikuani, Betoye 143 161
Sabanas de Curripao Uwa 66 71
Total Tame 1.532 1.719
Total Población Indígena 4.177 4.699
*Nota. En el municipio de Puerto Rondón se encuentra asentado el resguardo Cuiloto II. Resguardo reconocido por los
actores locales.
Fuentes: ACNUR (2011) y DANE-DNP (2015).
En Arauca existen dos características que diferencian los pueblos indígenas en su lengua y
su cultura, la primera son los asentamientos en el Piedemonte Andino Nororiental, son las
familias lingüísticas predominantes la Chibcha y la Arawak. Estos grupos dependen de la
agricultura, la recolección y la caza. Aunque se considera que el grupo Awá pertenece a este
tipo de paisaje, se plantea la cercanía geográfica como factor determinante en la
denominación de esta región. Y la otra son los asentamientos de las sabanas de la Orinoquia.
Esta región reúne grupos de las familias lingüísticas Chibcha, Arawak, Guahibo y Saliva-
40
Piaroa. Habitan lo que tradicionalmente se conoce como llanos orientales y practican la
horticultura, recolección en bosques, pesca y cacería.
Mapa 3. Resguardos indígenas en el departamento de Arauca
Fuente: SIGOP-IGAC. Año de descarga 2019.
5.2.3. Población Afro y Negra de Arauca
La población que se reconocía como comunidad afrodescendiente (negro, mulato,
afrodescendiente) en el país es de 4.273.722 habitantes (DANE, 2005). En términos
comparativos con el censo de 1993, no se incluía ninguna pregunta sobre reconocimiento,
por el contrario, se identificaba con pertenencia a población negra, lo que puede indicar el
menor número significativo de población registrada para dicho año, puesto que la población
con dicha pertenencia era de 502.342 personas. Para el censo de 2005 la población negra
afrodescendiente, representaba el 10,62 % del total nacional. Según el último censo de 2018
la población negra afrodescendiente representa el 10,6 % respectivamente, con 5,300,208
habitantes (DANE, 2018).
41
La población negra afrodescendiente actual en el departamento de Arauca es de 4,0 %, cerca
de 8.705 mil habitantes DANE (2005). En el presente milenio la población se mantiene estable
porcentualmente, sin embargo, desde su migración a esta región siguen existiendo vacíos y
desconocimientos significativos, sobre sus modos y estilos de vida, según lo etnodiferencial
de sus tradiciones, conocimientos, usos y prácticas ancestrales y cotidianas:
“Hacia 2001 la población afrocolombiana en Arauca era de unos 6.800
habitantes, ubicados en las áreas rurales de Arauquita, Tame, Saravena y
el área urbana de Arauca. Desde 1960 el departamento se ha visto
influenciado por movimientos migratorios provenientes de la región
Pacífica, ligada al cultivo de cacao en las áreas de colonización dirigida
por el INCORA. Sin embargo, es poco el conocimiento que se tiene sobre
este grupo de población, sus orígenes, historia, problemática, cultura,
causas que contribuyeron a la migración desde sus lugares de origen y en
general, las condiciones actuales como grupo étnico” (Toda Colombia,
2019).
5.3. Ocupación y empleo
Según información censal (2005), para el Departamento de Arauca, la tasa de desempleo es
aproximadamente del 14% cifra superior al promedio nacional y en algunos sectores
económicos del departamento podría superar el 20%. La tasa de desempleo de la población
joven es de 17,2% aproximadamente, siendo pues, la población de mujeres jóvenes la más
afectada con 23,1% de participación. En el departamento existe un alto porcentaje de
informalidad laboral y en vinculación con ello, algunas causas que pueden explicar la tasa de
desempleo superior a la del promedio nacional son:
• El sector ganadero que posee escaso desarrollo tecnológico y baja generación de valor
agregado.
42
• Rendimiento precario de la economía agropecuaria, siendo este, el sector más
importante de la economía departamental, después del petróleo y la incipiente
agroindustria.
• La poca inversión privada que se genera en el departamento a causa de las
condiciones de orden público que se presentan, las desventajas para comercializar
con otros mercados del país a causa de las largas trayectorias por la deficiencia de la
infraestructura vial, dado que, se genera altos costos de transporte en la movilización
de cargas desde y hacia Arauca. Otra causa que se presenta dentro de este
componente, es el déficit en la infraestructura de comunicaciones en algunas zonas
del departamento, lo cual imposibilita el surgimiento de empresas dentro de la región,
además de ello, las condiciones de intercambio en la zona de la frontera que conllevan
a una competencia desleal generada por el contrabando.
5.3.1. Necesidades básicas insatisfechas
Las NBI del departamento de Arauca son aproximadamente del 35,9% mayor en 8,1 puntos
porcentuales del total nacional que corresponde a un 27,8%. Las personas en miseria se
encuentran en un 14,0% mayor al total nacional en 3,4 puntos porcentuales. El componente
más complejo del indicador de NBI de Arauca es la vivienda, ya que expresa baja calidad en
la estructura. El índice de NBI en la cabecera es de 32,0% y el resto del departamento es de
64,3%.
Según el censo de 2005 en referencia con las necesidades básicas insatisfechas se presenta
de la siguiente forma en los siete municipios del departamento: en Arauca se suple
aproximadamente un 33,7%, en Saravena 34,2%, Puerto Rondón 36,1%, Arauquita 41,5%,
Cravo Norte 53,9%, Fortul 100,0% y, por último, con Tame 100,0%.
En relación con lo anterior, el DANE público el índice de pobreza multidimensional, el cual
es de un 61,2% aproximadamente, siendo influenciado por diferentes variables, como lo son,
por ejemplo: la tasa de dependencia económica del departamento que es aproximadamente
de un 53,6%, el empleo informal con 95,9%, el bajo nivel educativo con un 73,8%, entre
otros factores.
43
5.3.2. Educación
En el departamento se cubre un 49,8% en la educación de transición, un 71,1% en la básica
primaria, un 55,4% en la básica secundaria, y un 31,5% en educción media. De acuerdo a lo
mencionado anteriormente, el departamento de Arauca ocupa los últimos puestos en la tasa
de cobertura educativa. En relación con ello, la tasa de deserción estudiantil es de un 7,7%,
y un 6,2% el índice de repitencia de año escolar. La aprobación del año escolar es de un
83,6% en una población de 56.445 estudiantes aproximadamente y la tasa de analfabetismo
es del 12% en referencia con un 2,06% del total nacional.
5.3.3. Aspectos sociopolíticos de referencia
Dada la importancia estratégica señalada de la búsqueda de consensos e identificación de
puntos de desencuentro entre el marco de actores socioculturales, económicos y
específicamente político –y militares en relación con el tema del conflicto armado- para el
proceso de ordenamiento territorial departamental de Arauca, y según se ha reiterado en el
enfoque integrado de análisis, resulta importante examinar, así sea de manera parcial, el
mapeo de la decisión política electoral, tanto a corporaciones como en relación con la
elección del Ejecutivo nacional.
En este “mapa político” se advierten, expresados desde el ámbito propiamente electoral, la
distribución o diversidad de orientación de los intereses más o menos idénticos a la estructura
sociocultural y socioeconómica regional; y servirá para advertir, las posibles convergencias
y disfunciones que se encontrarán en la fase de concertación de las zonificaciones y
subregionalización como programas y estrategias de aplicación del plan de ordenamiento
departamental.
Pese a la relativa estabilidad de la abstención electoral, sobre un 50-60 por ciento en el
Departamento, se destaca en cuanto a la votación general, un predominio de votantes de
Arauca municipio capital, que concentra más del 50% de los votos. Y que como se advierte
en la votación en segunda vuelta a la Presidencia 2018, que habla del tipo de alianzas posibles
y sus polaridades, la mayoría de municipios votaron por el Candidato Duque, excepto
44
Arauquita y Fortul.5 En éste último municipio, es el único donde tuvo votación holgada el
Candidato Gustavo Petro.
Mapa 4. Abstención departamental en las elecciones de presidente y vicepresidente 2018
Fuente: Registraduria Nacional del Estado Divil (2018).
Vale subrayar que, en la Capital en primera vuelta donde se miden todos, el candidato de
Centro Democrático concentró casi el 70% de la votación; que con Tame, donde igual obtuvo
cerca del 60%, son los dos municipios de mayor votación.
Empero en la segunda vuelta, se estuvo por debajo del 50% del censo electoral que es de
cerca de 188.000 votantes y el ganador (Duque) se impuso por un 65% de los votos totales
del Departamento.6
5 Registraduría Nacional del Estado Civil (2018). Elecciones 2018. Disponible en sitio web:
https://elecciones1.registraduria.gov.co/pre_pres_2018/resultados/html/resultados.html#
6 https://elecciones1.registraduria.gov.co/pre_pres_2018/resultados/2html/resultados.html
45
En este sentido, se encuentra resonancia de unas franjas de homogeneidad política entre la
parte suroriente y norte del Departamento de Arauca; y de alguna manera, expresa en
términos de aproximación electoral, una versión más de la diferenciación marcada entre la
dinámica del piedemonte y las sabanas; y que en perspectiva, un sector estratégico de
poblamiento y de intermediación territorial parece advertirse en el vértice y centro del
departamento, con el aumento exponencial del poblamiento, en el centro poblado de Pueblo
Nuevo y áreas cercanas. Cuestión que será central dilucidar, en el sentido de las perspectivas
a mediano plazo de consolidación de la distribución territorial de cargas y beneficios del
desarrollo socioeconómico y de la prestación de los servicios a cargo del Estado.
6. COMPENDIO DE LOS ARGUMENTOS PRINCIPALES DE LA
CARACTERIZACIÓN SOCIOCULTURAL PARA FORMULAR UNA
PROPOSICIÓN DE LINEAMIENTOS PARA EL POD DE ARAUCA
Como se expresa temáticamente en los mapas siguientes se hace referencia tanto a las
diferencias socioculturales, como a las de carácter socioeconómico, que redundan a su vez
en las diferencias socioespaciales típicas que se han referenciado de acuerdo a la mirada de
los integrantes del equipo de trabajo y en los avances preliminares de informes de conflicto
y sociocultural. Además, es perentorio recordar en este momento del informe, que las
diferencias marcadas y caracterizadas, devienen en tensiones de tipo conflictivo sociocultural
e inclusive de forma violenta por la guerra (conflicto armado). En últimas, que la expresión
territorial de la realidad presente araucana esta mediada entonces por las dinámicas sociales
y culturales de apropiación del espacio y sus modos de producción espacial-territorial
histórico.
La expresión espacial-territorial de los diferentes grupos societales de Arauca, esto es, de
áreas con una particularidad homogeneidad sociocultural, en primer lugar, y luego de
predominancia socioeconómica, permiten prever a mediano y largo plazo, una propuesta de
distribución de las oportunidades de desarrollo en términos estructurales, como un mayor
desarrollo en la equidad de la política social del Estado y planes sectoriales adecuados a tales
proyectos estratégicos de mediano y largo plazo.
46
Mapa 5. Diferencias socioculturales y socioeconómicas de las áreas estratégicas de Arauca
Fuente: Mapa modificado sobre la base de Google maps 2019. Disponible en sitio web:
https://www.google.com/maps/place/Arauca/@6.5563259,-
71.1465921,9z/data=!4m5!3m4!1s0x8e6e45f4bfcf1c91:0xec1bda4e117e29a6!8m2!3d6.547
306!4d-71.0022311
Los asuntos cruciales para estos “grupos sociales diferenciados”, como es la identificación
de zonas con usos predominantes diferenciados territorialmente; en primer lugar, la zona
suroriental entre Puerto Rondón y Cravo Norte, donde a través de la integración del eje fluvial
del río Casanare, y nuevos procesos de integración vial, desde Arauca y a lo largo del río, se
establece una actividad sociocultural asociada a la práctica ganadera y comercial básica.
En segundo lugar, el costado nororiental, centralizada en la Capital del Departamento, donde
se ubica básicamente las mismas actividades ganaderas tradicionales, pero con el rasgo
47
dominante de la exploración petrolera, que modifica las actividades agropecuarias en parte,
que ha sustentado la conexión vial con el resto del Departamento, y a cuyo través, se ha
expandido la producción agroindustrial, sobre todo por el eje de la conexión con Arauquita
y Venezuela.
En tercer lugar, un área al suroccidente, centralizada o gravitacionalmente incorporada a
Tame, con extensión hacia el resto del departamento, igualmente de tradición ganadera, pero
que, en la medida de su integración vial y económica con Casanare, Boyacá y el mercado del
centro del país, es uno de los principales centros de la producción agroindustrial y de
servicios.
Y, por último, un área mayor al norte, centrada en Saravena y Arauquita, incluida Fortul,
donde se ha tenido una fuerte tradición campesina y de producción agrícola, con
mejoramientos en la ganadería de manejo intensivo, con extensiones hacia los Santanderes y
al resto del departamento.
En síntesis, estas cuatro zonas u áreas estratégicas territoriales de Arauca, tienen
diferenciaciones socioculturales especiales, que no obstante, con el proceso de
modernización ineludible, económico y tecnológico, independiente de los manejos
específicos con minorías culturales como con los indígenas7 y con los negros
afrodescendientes, que gozan de protección especial constitucional y legal, y las zonas
condicionadas por razones ambientales de igual modo, tienden a integrarse, deberán
presumiblemente tener una respuesta estratégica en los lineamientos de ordenamiento
territorial.
7 Nota: en un anexo, se aproximará una lectura realizado en relación con la tradición cultural llanera.
48
Mapa 6. Dinámica de la migración venezolana en territorio araucano
Fuente: Mapa modificado del realizado por INVIAS: https://hermes.invias.gov.co/carreteras/
Por otra parte, otro elemento a tener presente es el movimiento migratorio desde las fronteras
departamentales, específicamente, de población venezolana que, si bien, se tendrían que
revisar las estadísticas y registro de las mismas (en otro ejercicio investigativo), consideran
el territorio como fundamento transitorio, es decir, como un espacio de paso para acceder a
otros lugares que les abran posibilidades y oportunidades de vida. El ingreso de migrantes se
da por los puentes internacionales y su dinámica es como lo indican las flechas, continuar
hacia el sur del país buscando la salida a otros países, como Ecuador y más al sur, o bien,
para el occidente hacia el centro del país con procesos aventureros y en busca de
oportunidades, continuar hacia el sur para salir a otros países8.
8 En ambos fenómenos habría que revisar los datos registrados y las metodologías de recolección de información
utilizadas por las instituciones encargadas; ya para determinar el flujo poblacional, ya para establecer lugares
de asentamiento y poblamiento. En términos del fenómeno nacional, el conteo es comparativo, entre netos y
brutos totales en la ola reciente 2015-2019. Y también en el caso de población no internacional, en cuanto a la
49
6.1. Análisis de la situación prospectiva y de cambio sobre la realidad presente,
como proceso de recomendaciones estratégicas de ordenamiento territorial en
clave sociocultural.
En el mapa 5 se observan las áreas predominantes económicamente y su conformación y
vocación productiva. En dichas áreas estratégicas socioeconómicas se mueven las diferencias
socioculturales que tienen una dinámica histórica mediada por la conflictividad social y
bélica llegado el caso (obsérvese el informe final de Conflicto preparado por el equipo de
trabajo).
De tal modo que las conexiones entre las áreas estratégicas de Arauca son dadas por distintos
medios de comunicación carreteable, según distintos estados de las vías y por medios
navegables de ríos que hacen de fronteras con sus puntos de intersección en puertos de
carácter local y regional, ubicados en las cabeceras municipales. Estos hechos determinables
cualitativa, cuantitativamente y por la medición a través de distintos indicadores, permitirán
establecer una relación (directamente proporcional) entre el estado actual de los grupos
poblacionales y la capacidad instalada y proyectada en infraestructura para transformar las
condiciones presentes.
En este sentido se proponen las recomendaciones de ordenamiento territorial sociocultural y
diversidad societal, escenificando las múltiples conflictividades surgidas de la interacción y
formaciones sociales existentes de facto, en intercambio de relaciones entre sectores,
comunidades e institucionalidades, potenciando las capacidades de cada instancia, hacia un
escenario espacializado de relacionamiento sociocultural. Es decir, en la construcción de un
espacio de relaciones fundamentado en la visión de una especie de red de relaciones
dinámicas entre los actores sociales organizados y desde sus diferencias resueltas por la
institucionalidad del Estado.
La futura espacialización del territorio araucano deberá tener presente las fragmentaciones y
divisiones surgidas por las distintas Araucas construidas estructuralmente por los factores
reales naturales, ambientales, culturales, políticos y económicos, históricamente. En las
importancia de la migración histórica colonizadora jalonada por la Violencia, la ola planificada y aventurera de
las reformas rurales y el auge del petróleo.
50
consecuentes subdivisiones diferenciables entre modos de ser territorializados por las
diversas culturas, eso es conocimientos y prácticas impuestas sobre el espacio social, esto
quiere decir, por las diversidades en las construcciones sociales del espacio, que han sido
territorializados por los agentes y sus estrategias de conservación-transformación del mismo.
Es así que las diferencias de productividad y eficiencia económica manifestadas en el mapa
5 no se ponen en discusión, solo se hace hincapié en las divisiones territoriales manifiestas
de acuerdo a la vocación y el uso del suelo, el grado de intensificación de la explotación
ganadera, entre el occidente y el oriente, entre la predominancia petrolera al nororiente y el
sector servicios al suroccidente, entre la vocación de producción campesina en el
noroccidente y de la agroindustria al sur occidente y en Arauca capital. Estas diferencias
marcadas generan rupturas en el desarrollo productivo, lo que se propone, por ende, es
continuar estableciéndose redes de interacción en el proceso de transformación que permita
una mayor acumulación de capitales que puedan reproducir el valor productivo.
También se pueden identificar en el mapa las diferencias territoriales marcadas por la
ubicación de los centros poblados y las vías que le prosiguen. La marginación física, el
distanciamiento y desarrollo de las cabeceras municipales hacia las fronteras del
departamento, repercutieron en el modo de producción aún existente, mientras que
desocuparon y vaciaron el interior y el centro del mismo. Es decir, es claro que el desarrollo
de infraestructura estuvo determinado por la ubicación de las cabeceras municipales y, que
está fue la lógica del desarrollo, pero debería tenerse presente y como recomendación
estratégica que la desconexión y fragmentación entre los sectores económicos, que los usos
del suelo y vocación predominante del mismo, fueron marcando el ritmo de las formaciones
sociales predominantes, lo que conllevó a un atrofiamiento del “desarrollo” y en
infraestructura, recíprocos. En este sentido, se hacen claro territorios vacíos seguidos por esta
lógica hacia el interior de las zonas demarcadas.
Este factor del desarrollo fronterizo municipal capitalino y de cabeceras municipales deberá
invertirse, convertir lo que no se ha “utilizado”, el centro-centro del departamento como un
comodín que permita la integración y articulación de todos los órdenes y niveles de la
institucionalidad, comunitarios y sectoriales abocados por la transformación, por medio de
51
acuerdos, pactos, negociaciones, entre las visiones de sociedades araucanas y contribuir en
el cambio.
Estos territorios vacíos del “desarrollo” al interior, sufren a causa de la hipertrofia de las
cabeceras municipales y los centros poblados tradicionales y las vías de comunicación,
enfocados en el crecimiento urbanístico, sectorial, demográfico, etc., dejando de soslayo la
vinculación de espacios rurales-territoriales con potencial de crecimiento, de acuerdo a sus
diferencias específicas y falta de entrelazamiento con las dinámicas urbanas, bifurcándose de
tal modo, la relación centro-periferia y ciudad-campo, fenómenos que también se manifiestan
marcadamente en términos étnicos y demográficos, entre el “blanco”-mestizo y el colono,
indígena, afro y llanero.
Se plantean estos mapas ilustrados en tanto temáticos para puntualizar cuatro zonas
diferenciadas, con sus intersecciones, es decir, no separadas, pero que señalan el vacío a
resolver en el centro del departamento.
Tal como se puede observar en estos aspectos propositivos de lineamientos territoriales de
ordenamiento y planificación, y tal como se plantearon los lineamientos en el componente
de conflicto, sin que se pierda autonomía en los componentes sociocultural y
socioeconómico, debe pensarse y reflexionarse en las posibilidades del relacionamiento entre
los órdenes y niveles en que se manifiesta la realidad territorial y de la sociedad; eso quiere
decir, los vacíos de las periferias hacia adentro, espacialmente hablando y, las lógicas del
direccionamiento del desarrollo económico público de inversión como privado empresarial,
hacia afuera (expresado en infraestructura y ubicación de centros poblados), de formaciones
sociales productivas predominantes (en el doble sentido de económico y cultural) y
diversificadas del departamento, determinaron un desarrollo sociocultural marginal de las
poblaciones étnicas y sociales, mientras se concentraban en la reproducción de los distintos
tipos de capitales (económico, político, social, etc.).
Finalmente, teniendo en cuenta los aspectos anteriores, se consideraría como necesario, un
modelo de desarrollo regional, que integre y diversifique, sin perder los patrimonios
culturales existentes; a través del rol regulador e interventor de las autoridades territoriales y
ambientales; en consonancia con las oportunidades que ofrecería la asociatividad territorial
52
hacia adentro como con la región de los Llanos (Orinoquia) y de prever alternativas que
llenen los vacíos territoriales que hacen más costosas la movilidad tanto económica como
social regional.
En ese sentido, la orientación curricular de la formación educativa y de la promoción cultural,
implicaría trabajar por una mayor identificación y unidad sociocultural del deber ser de
araucanos y regionales, en un marco complejo de contradicciones con otras regiones del país,
y en un contexto de crisis nacional evidente, tanto en la inequidad de la distribución del
desarrollo territorial, como en el padecimiento de los conflictos violentos. Así que si bien, lo
sociocultural, depende de la reestructuración del aparato productivo, de empleo y de mercado
interno, lo sociocultural se pueda convertir en un factor tecnológico y político de
armonización y democratización del desarrollo departamental.
53
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Anexo. Cultura tradicional llanera
Cultura Llanera
La Nación colombiana se ha caracterizado históricamente porque sus regiones han sufrido
un desarrollo desigual y heterogéneo en sus diferentes departamentos y capitales, esto se
evidencia tanto en la dimensión económica, medioambiental, política o cultural por nombrar
algunas, esto corresponde a procesos distintos que arraigados a los limitantes geográficos o
ambientales, permiten en este caso que los desarrollos étnicos y de identidad tengan un
proceso distinto y se diferencien, en este caso por su construcción socio-cultural; la forma
como actúa, piensa y siente una persona o un grupo de personas, ya sea en un lugar específico
como pueblo, región o país. Estas facultades del pensar, sentir y actuar son compartidas y
legitimadas por una comunidad, como una definición preliminar, que no agota las
posibilidades y determinaciones de la idea o concepto.
La Orinoquia es una de las regiones donde se gesta una cultura particular, la cultura llanera,
en especial la cultura llanera araucana. Este acápite tiene como objetivo hacer una
caracterización cultural desde los aspectos cotidianos entrelazados con el paisaje que forman
una identidad, llegando de este modo hasta la visión enmarcada en el plano espiritual, con el
fin de poder definir lo que conlleva, significa e implica el ser llanero, no queda más que
aclarar que este es un acercamiento general de dicha cosmovisión, que tiene la intención de
servir de concepción general, para la investigación en el componente cultural del llanero, en
particular araucano.
Se plantea inicialmente una revisión general de la composición geográfica natural de la
región Orinoquia, seguido de resaltar los rasgos o coloraciones que manifiestan la cultura
material y simbólica de las formas como se expresaron los grupos humanos que se apropiaron
del espacio físico y construyeron una forma particular en la interacción con esa naturaleza,
59
hasta ir dotando de significado el paisaje típico, es decir, característico o representativo de
un tipo o modelo de ser social, específicamente, del ser llanero araucano.
La Orinoquia
Los llanos orientales en tiempos geológicos son recientes, pues corresponden a tiempos entre
el Cenozoico y el Pleistoceno, sin embargo, las regiones del florecimiento del Escudo
Guayanés, que están ubicados en el Este del Orinoco data de tiempos correspondientes a la
época precámbrica y paleozoicas.
La Orinoquia está compuesta de un ecosistema que está formado alrededor de un 75% por
sabanas y un 25% de bosque, donde se puede ver una mayor presencia de sabana sobre su
corteza por condiciones geográficas, esto brinda un paisaje en ocasiones hasta monótono. Sin
embargo, esto puede ser engañoso ya que este territorio cuenta con bosques que componen
colinas, terrazas bajas, altillanuras y vegas de río, es decir, nacederos donde se encuentran
árboles de 35 mts de altura. Las sábanas están cubiertas por gramíneas y plantas herbáceas,
conserva algunos árboles disipados o concentrados cerca de los ríos o caños llamados mata
de monte, cerca de los ríos y en esteros se encuentran los morichales o presencia de árboles
de moriche, que es una palma de la que sus frutos surgen las piñas de corozos.
En la superficie de sabana se encuentran una superficie plana que en algunos casos presenta
relieve, el cual se denomina bancos o bancos de sabana que es la parte alta donde se trazan
los caminos, por otro lado, encontramos los bajos que corresponde a las zonas inundables en
invierno, época de truenos y precipitaciones que duran alrededor de seis meses y que se
alterna con el color ocre y rojizo de la vegetación en época de verano.
El área de la superficie orinoquense es de 250.000 kilómetros cuadrados, y la constituyen los
departamentos de Arauca, Meta, Casanare y Vichada. Los principales ríos son homónimos
de dichos departamentos. El poblamiento y asentamiento de la Orinoquia es muy bajo; se
calcula el número de sus habitantes en unos 800.000.
60
En este contexto orinoquense, por su parte, el departamento de Arauca se encuentra ubicado
entre los límites al norte con la república de Venezuela; al oriente con la república de
Venezuela y el departamento del Vichada; al sur con el departamento de Casanare y al
occidente con el departamento de Boyacá. El departamento físicamente tiene 23.118 km
cuadrados y 240.000 habitantes. Su composición demográfica e de 45% llanero; 5%,
indígena; y 50%, colono. Su topografía está determinada por cuatro subregiones: Parte
oriental de la cordillera de los Andes, piedemonte, selva y sabana.
En términos de la flora la región orinoquense y araucana está bañada por constantes vientos
que provienen desde el norte y barren la sabana, que hacen que los árboles y los entramados
de los morichales se llenen de corozos o cuescos que se aglomeran en el suelo, que hace del
paisaje llanero se adorne en épocas de invierno por esteros, que son bajos de sabana
inundados por las constantes precipitaciones, matas de montes que se levantan como selvas
separando las llanuras, los ríos y riachuelos, calcetas, caños y sabanas cristalizadas e
inundadas, azules por el reflejo del cielo.
De por sí la fauna en el territorio en el cual se desenvuelve el llanero tiene varios espacios y
paisajes que lo hace sin igual, sin embargo, donde sí es evidente dicha diferencia frente a
otras regiones, es en la múltiple presencia de diversidad animal que se encuentra en su
territorio, su fauna es diversa y cubre todos los parajes del territorio donde hay presencia de:
"Tigres, leones, cerdos salvajes, dantas, chigüiros, venados; cachicamos, picures, mapuritos,
conejos, lapas, osos, puercoespines, zorros, pericos ligeros, chuchas, micos, sapos,
cocodrilos, serpientes, morrocoyes. Galápagos, caripatúas, terecayes, cangrejos; iguanas,
lagartos y lagartijos, camaleones, gaviotas, garzas, garzones, pavas, loros, pericos,
arrendajos, oropéndolas, gallitos de roca, turpiales, toches, paraulatas, cubiros, reysamuros,
chulos, gavilanes, águilas, patos, alcaravanes, guéreres, chiricocas, tiranas, tucanes; azulejos,
cucaracheros, búhos, carpinteros, sangre toros, chíos, bujíos, guacharacas, paujíes,
chenchenas, codúas; toninas, manatíes, valentones; bagres, cachamas, tembladores, caribes,
payaras, cajaros, rayas, coporos, mijes, chorroscos, palometas, saltadores, guabinas, sardinas,
curitos, tigritos, curvinatas, mijes, saltadores, escorpiones, alacranes, salamanquejas, avispas,
cucarrones, abejas, hormigas, mariposas, libélulas, termitas, lombrices, garrapatas, piojos,
pulgas y gusanos." (Martín, 1979, pág. 9).
61
De lo anterior, se puede decir que los parajes y paisajes donde está inmerso el llanero moldean
sus deseos, pensamientos y le otorgan códigos culturales los cuales son integrados y
adquiridos desde el sentido común y que se convierten en elementos de referencia que lo
identifican con su territorio, el cual corresponde a sus necesidades y expectativas, a su
inmediatez, y que también se expresa en las letras musicales, las cuales son una alegoría al
paisaje natural externo, pero del que no es extraño.
Aspecto cultural
Un aspecto importancia para la caracterización de la cultura llanera y que de por si hace parte
de su identidad como lo es el aspecto geográfico son la relación que tienen los hombres de
dicha región, con su flora y fauna que componen el paisaje llanero y que sus habitantes
manifiestan en expresiones artísticas como la música, en la cual relatan parte de su vida
cotidiana en la que el llanero moldea su entorno y el entorno a su vez moldea sus cuerpos y
sus mentes. Por ello se cita la siguiente canción como un ejemplo de la manera como se
expresa el llanero en el paisaje, en la naturaleza incluso de su geografía.
Yo quiero tener un fundo
Un día de estos cuando pueda
Cuando salga de unas deudas voy a ahorrar unos pesitos
Le pongo la vista al llano y hablo con un viejo rico
Que si tiene harta sabana que me venda un rinconcito.
Por ahí unas 100 hectáreas
Hasta donde me alcance el real, aunque sea compró poquito
Apenas lo necesario para parar mi fundito
Como lo tengo pensao debe de quedar criollito.
Eso sí tiene que ser allá en el llano infinito
Y el terreno a donde compre que cumpla los requisitos
Que tenga harta guaratara pa` echa unos animalitos
Y un morichal por el centro con un manantial clarito.
Que tenga un caño pesquero donde ajile de todito
Monte pa` cortar madera y un esteron con curitos
Donde haya pato y chigüire que pasen de mil y pico
Que donde hay en cantidad hasta se vuelven mansitos.
62
Lorgio Rodríguez
Música llanera
La cultura musical llanera, hay que hacer la referencia necesaria que el estudio sobre el
folclore y la tradición anterior a los años 80 son trabajos escasos, en especial la cultura de
este territorio, puesto que no había mucho interés por promover la tradición que en su
momento permanecía aislada a la periferia y no pasaba por los circuitos culturales del centro
y región andina. Con ello se plantea que "con anterioridad a los años ochenta, apenas sí se
conocía una producción episódica y salteada de autores no llaneros que incluía los incunables
de Gumilla, Rivero, Cassani y Humboldt; los recuentos geográficos y etnográficos de
Brisson, Delgado, Restrepo, Fabo y Cuervo Márquez, y las daimonianas ficciones de José
Eustacio Rivera y Rómulo Gallegos." ( (Baquero, 1949, pág. 9).
A este respecto, durante los años 80 salieron a algunas obras de diferentes modos de
expresión, ya sea literaria o musical a través de diferente estilo, corridos, cantos o poemas
llaneros, esto con un afán concientizado por rescatar las raíces y afianzar la cultura que se
exponía a un riesgo por la continua avalancha de violencia de los años cincuenta. Estos
hechos provocaron un cambio en las dinámicas de producción social y de relación del llanero
con la llanura, puesto que se está dejando atrás, el rescate cultural por medio de la violencia
de la formación social de la economía pastoril y patriarcal, y se dirige lentamente o moviliza
hacia los espacios cerrados del casco urbano y los centros poblados, donde las relaciones de
sociales son distintas y entran en contradicción, entre la cultura tradicional vs cultura urbana
lo rural y la ciudad, originándose nuevos conflictos.
Como consecuencia de estos hechos se dieron muchas transformaciones culturales en las
prácticas llaneras, se puede plantear desde el siguiente punto de vista de un observador de
aquel tiempo:
63
“Antes que música y danza, el joropo fue una institución social del medio
rural y, más en concreto, del hato llanero. La errancia del peón (atavismo
imperfecto del indígena nómada y recolector) se orientaba hacia la casa
del anfitrión que organizaba el convite con motivo de un acontecimiento
religioso o profano. Donde concurren los hatos vecinos con hijos e hijas
‘en edad de merecer’ y se daba paso a un ritual social: entrega de armas
(el dueño de casa era la primera autoridad), presentación de
desconocidos, requiebros a las muchachas, encuentro de cantores, música,
baile, libación, cierre de tratos y negocios y comida... mucha comida.
Estas prácticas, advertidas en toda la comprensión llanera de Colombia y
Venezuela, responden a una necesidad de integración de gentes que vivían
aisladas, más no como un desfogue orgiástico, malsanamente
interpretadas así por autores despistados. Estas reuniones sacaban
indemnes la hospitalidad, la firmeza de la palabra empeñada y la
sociabilidad indiscriminada del llanero” (Baquero, 1949, pág. 10).
La cultura llanera es la expresión social de la vida cotidiana, valores, reglas y estilo de vida
del llanero en su entorno, es decir, la cultura llanera es la fuerza integradora y socializadora
de la comunidad, expresando una conciencia que se comparte con el colectivo, y expresa los
roles, las funciones, pautas, expectativas y recompensas que hace posible la sociedad y en
este caso la sociedad llanera.
Desde los períodos posteriores de la violencia, el llanero, en este caso como sería “el llanero
solitario”, vivía en un estado de aislamiento en su territorio, producto de una baja
institucionalidad que permitiera la integración o la identidad nacional a este pueblo, por tanto,
esto le forjó una posición, una disposición y una toma de posición “desviada” del sistema
político y jurídico nacional, lo que dio origen a esa personalidad llanera individual en
oposición a otras regiones, que se muestra en su capacidad de volcar sus ojos al territorio y
paisaje, el cual le permitió autosostenerse y no depender del poder central, en este principio
de autosuficiencia emergió el germen de libertad, algo muy característico en aquel tiempo y
que se pudo expresar en el pensamiento político del partido liberal.
64
“El hato llanero de principios de este siglo, con excepción de los artículos
donde interviene la metalurgia, podía producirlo casi todo: alimentos,
edificación, drogas, menaje, prendas y miscelánea de consumo. "¡En esta
casa —me decía un viejo llanero araucano- no usé ni un clavo ni una
cuarta de alambre!". “¡Orgullosa autosuficiencia!" (Baquero, 1949, pág.
10).
La música popular, fue en sus inicios un canto religioso y posteriormente profanados, estos
textos; cantos en principio religiosos, fueron recogidos por las lenguas nativas y –
“expresiones del populacho”-, -que dé en boca en boca-, como expresión propia de las
relaciones históricas y cotidianas que expresan el mundo popular. Este fue el origen de la
música popular colombiana, en el caso de la música llanera, los jesuitas y catequizadores
enseñaron a los aborígenes sus cantos, éstos y los civiles lo transformaron en sus relaciones
sociales como algo propio, la música llanera única, sin igual y diversa proviene de mezclas
e influencia de estilos negroide (como la percusión de su ritmo, el farruco ritmos parecidos a
los interpretados por los instrumentos afros como la carraca de vaca entre otro, donde la
prioridad es el ritmo). También se pueden rescatar los elementos españoles como el
componente Andaluz que llega al territorio por Venezuela, bajo las manos de los jesuitas
observantes de Granada y Andaluces. El canto gregoriano, el vals alemán, los cantos árabes
y otras tonadas como el fandango, son a su vez elementos sonoros y melódicos que dieron
fisonomía al joropo. Otro factor importante a aclarar, es que la música llanera que surgía de
aquellas corrientes musicales, no se expresaron del mismo modo en todo el alto y ancho
territorio orinoquense, fue en su desarrollo y socialización entre fiestas y festivales que se
generalizó en la región: “en Villavicencio y San Martín se desconocía el joropo que, a través
de la academia y los festivales, popularizaron los cultores araucanos. Es que las cabeceras
del Meta y los asientos del Ariari se mantuvieron ex-órbita de la influencia venezolana."
(Baquero, 1949, pág. 12).
Cantos de labor
También conocidos como cantos de vaquería, son cantos utilizados como instrumentos de
trabajo, en el cual se canta a las vacas, con gritos, silbidos, chiflones, sones y cantos de
garganta recias y fuerte, con el fin de orientar el ganado de camino al corral, cuadras o al
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mercado, siendo esta una de las formas de transporte más usada en la tradición llanera. Estos
rodeos tienen una labor tranquilizadora, ya que calma al ganado para que no se precipite en
indomable estampida. Son cantos de medida libre y diverso, ya que se puede encontrar en el
Cantón, la recreación y creatividad como: corrío, contrapunteo y pasaje. ha esta música con
golpes o sones se les llama “canto recio”.
Pasaje por otro lado es el joropo-canción, lento, se tienden a asemejar al vals, es rústico y
alegre, también se le nombra como pasaje criollo, si el canto es más urbano y con voz
educada, se llama pasaje o pasaje estilizado.
El joropo
Es ante todo fiesta, pero llanera, donde los llaneros improvisan al son de sus instrumentos la
música, cantos y danzas. El joropo como nombre surge de la expresión árabe xarop (jarabe)
de la cual con el tiempo se transformó en solopo que dio origen a la palabra joropo que
significa vivienda marginal llanera. El joropo fue definido como fandango y el fandanguillo,
debido a que el son de su música, baile, zapatero y vestimenta se asemejan, los instrumentos,
con excepción de las aborígenes maracas y capachos, nos recuerdan que somos herederos de
una cultura Europa con elementos folclóricos moros, italianos, alemanes, franceses,
españoles y portugueses.
El fandango
"El fandango nos llegó por Andalucía como baile popular. En nuestro país
significó rumba, parranda. En Cartagena, hacia 1735, era una fiesta
populachera. Para 1885, don Lázaro M. Girón la registra así: “En las
pampas dilatadas de Casanare y San Martín, los llaneros, poetas por
naturaleza, bailan el fandango al son de la bandola acompañada en el
canto de picantes improvisados romances, generalmente amorosos, que
llaman galerones......Se llama golpe a cada una de las diferentes formas
de música empleadas para cantar conos o contrapuntear: Guacharaca,
pájaro. pajarillo, seis (corrío), seis por numeración, seis por derecho. seis
numerao, gaván, chipola, catira, zumbaquezumba, nuevo callao,
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periquera, patos, san rafael, quirpa, carnaval, perro de agua, merecure,
perica” (Martín, 1979, pág. 21).
Estos últimos ritmos como la zumba que zumba o seis por derecho a modo de ejemplo, son
los utilizados en la música llanera como base artística para la presentación de bailes y danza
llanera como se le denomina, por sus repeticiones del sonido fuerte y desafiante permite el
monte de coreografías ligeras y expositivas de bravura, armonía y alegría que se expresan en
el baile llanero.
El bambuco
Se ha dicho que el bambuco nació del tiple y que inicialmente fue música de trovadores. Del
galerón de los llaneros (originado en el galerón el araguato) se ha dicho que fue el primer
bambuco. El investigador don Jesús María Samper escribió en un artículo que el bambuco:
“El bambuco que toca y rima el llanero de nuestras pampas de oriente es
hermano del galerón; es un bambuco hiperbólico, batallador, audaz, libre
y amplio como los vientos del desierto; es un bambuco que hace ver o
recordar el cielo sin nubes, los grandes ríos, los pajonales sin término, los
bosques de palmeras, el hato de novillos feroces, el caballo, la silla de
montar, el cable, la lanza, la querida, el tigre; la lucha, el desprecio por
la muerte, la grandeza de la soledad y de las pasiones primitivas”
(Baquero, 1949, pág. 12).
El torbellino
El galerón fue un estilo de música andina que, como el bambuco, al subir de los Llanos a los
Andes, se fue integrando a cada comunidad con identidad propia. El torbellino termina en
acorde de dominante. En Arauquita se conoce el torbellino con el nombre de galerón y es
interpretado como una variante del joropo, el torbellino también se encuentra en Boyacá de
esta forma se muestra la vecindad y estrecha relación entre los dos departamentos.
La copla y contrapunteo
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Es una relación de fuerzas dentro del parrando llanero, durante la fiesta, la algarabía y el
canto, dos voces resuenan relinchantes y desafiantes como buscando quimera entrelazándose
la una a la otra buscando un reconocimiento, esto es el contrapunteo, la copla llanera que
bajo el elemento literario llanero, sus letras se cruzan e inspiran creación, de todo o por nada,
solo hacen coplas unos a los otro hasta el ocaso, "si lo dejo su amor, se le murió su caballo o
le ofendieron su honor, entre todo el contrapunteo es relación de fuerza, contradicción,
negación, es dialéctica. Al cantador de contrapunteo se le llama coplero, porque hace coplas,
porque improvisa. El coplero es el señor de un parrando.
El poema
El poema son obras escritas en versos pareados, consonantes, asonantes y medida octosílaba,
que narra hazañas, sucesos y situaciones que le suceden al llanero en su día a día, y cuentan
su relación con La Sabana, estas son plasmada y escritas en momentos de inspiración del
poeta. Semejante al poema que tiene su origen en el romance, como El Mío Cid o La Canción
de Rolando, que fueron dados a conocer por los juglares al recitarlos de plaza en plaza, de
salón en salón, en la época medieval.
El corrío
Del romance español nació el corrío (o corrido) y generalmente relata un suceso del llano o
una situación de la región. Se afirma que antes se llamó galerón. El llanero canta los textos,
hoy en día es más reconocida y se admite el cómo canción, la música es del folclor un “canto
recio” que es su interpretación vocal ésta tiende ser una expresión cultural más contundente,
es esto se separa del pasaje llanero. en el segundo lugar, tanto la letra como la música de los
pasajes son de autores más conocidos y comerciales. Antiguamente a este estilo de música
se le llamó galerón. La música interpretada para el corrido son generalmente los golpes
gaván, guacharaca, quirpa, zumbaquezumba, carnaval, merecure, San Rafael, seis cornos,
seis por derecho, seis por numeración y numerao.
El poema libertario
Es la letra que se canta en el joropo, Baquero citando a Ramón y Rivera, señala:
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“...como primer filón los galerones ultramarinos que se ponían en
contacto con las tierras campas venezolanas a través de la Guaira y
Cumaná. También estarían los cosmopolitas "corridos" o "corridillas" que
se conocían en Méjico y en el Mar del Plata. Y, finalmente, la más versátil
de las composiciones llamada copla que parece tener cuna en las endechas
mozárabes.... La copla es repentista, intuitiva y muy a propósito para el
cantor relancino; el corrido es argumental, temático y mejor dispuesto
para la disquisición. La gran innovación que se introdujo al joropo actuó
en dos sentidos: emplear el arpa en la ejecución y tomar cadencias del
vals para elaborar el pasaje. Este tipo de composición surgió con
esplendidez pero involuciona y dió lugar a corruptelas que han
desfigurado el valor folclórico por su ramplonería y su afán
comercialista” (Baquero, 1949, pág. 11).
Instrumentos musicales
Los instrumentos usados por los artista e intérpretes de la música llanera han sido en especial
instrumentos de cuerda, arpa, cuatro, bandola y el bajo eléctrico en los últimos tiempos,
instrumento condición moderna, sumando a las maracas y capachos instrumento de
percusión, siendo los capachos de construcción más tradicional, son los que componen en su
tradicional expresión la música llanera autóctona del Orinoco.
Los primeros misioneros jesuitas fueron los que trajeron a los indígenas instrumentos para
que la introdujera en su música y cultura, este instrumento era la llamada cítara hispánica, lo
que luego se llamaría guitarra, este se derivó en lo que conocemos como triple, sin embargo,
en el llano este instrumento siguió con el nombre de guitarro copia de la guitarra. Hasta 1950,
los indígenas sálivas y otros nativos conservan el tiple de cuatro cuerdas, como originalmente
era la guitarra y Guitarro se le dijo al tiple que es el instrumento de doce cuerdas, por otra
parte, la guitarra llanera en Venezuela tomo el nombre de cuatro, nombre que en la actualidad
se le da a ese instrumento en la región, al mismo tiempo fueron también los jesuitas que
trajeron el arpa popular al llano.
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Bandolín es una copia de la mandolina la cual fue traída al territorio por italianos entrando
por el río meta hasta adentrarse en Casanare y Arauca llego al finalizar el siglo pasado, este
es un requinto afinado como la guitarra española en sus primeros órdenes.
Por su parte, las maracas o capachos conocido como "El furruco" viene de la zambomba. Las
maracas son nativas y se afirma que los indios tupíes le dieron el nombre. En los Llanos se
encontró este instrumento en el grupo de los Araucas del Orinoco. En los grupos musicales
llaneros se acostumbra que el maraquero no tome asiento al ejecutar el instrumento, en la
ejecución de este instrumento el artista intenta simular el galope del caballo en la sabana,
pero también tratan de imitar el maraqueo de los cascabeles de las serpientes.
Bajo Eléctrico
La introducción del bajo a la música llanera se dio alrededor de la década delos sesenta dentro
de las disqueras productoras de música en los estudios en Venezuela, la razón, estudios
concluían que a los instrumento tradicionales carecía de un soporte armónico, el cual era
cubierto y recargado al arpa, esto desembocaba en la dificultad de ejecutar una música más
melódica y armónica, con la llegada del bajo brinda un soporte técnico y da armonía al
conjunto llaneros y más libretas al ejecutor del arpa llanera, hoy en día es considerado un
instrumento más del conjunto de música llanera.
Llanero
"Cetrino, hijo del Sol y el Viento, es el centauro, pastor que domina la
naturaleza, atraviesa ríos, monta cerriles potros, ordeña novillas
semisalvajes, y soporta los quemantes soles del verano, ardiente y los
aguaceros prolongados del crudo invierno; “saca la miel con las uñas”
cuando pesca en las turbias aguas de ríos y cañadas o cuando caza en
oscuros montes o en abiertas sabanas. …Nadador, navegante, jinete,
caminador, este triétnico nativo del oriente colombiano, en los “trabajos
de Llano” sólo lleva tucos y un viejo sombrero; en el pueblo se pone
alpargatas y de pronto se calza botas media caña que harán juego con el
nuevo pantalón de dril, la fresca camisa blanca y el fino sombrero de
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fieltro que lucirá al visitar sus parientes y amigos y luego, en la gallera,
en la manga de coleo o en el parrando. El llanero duerme en chinchorro,
en hamaca y en cama; come carne, plátano, arroz, yuca, maíz, queso y
frutas; toma leche, café y agua de panela y bebé en ocasiones licor en las
mañanas: Mañanitas…muy charlador, autosuficiente, generoso,
individualista y respetuoso; canta e improvisa porque es muy creativo, y
cree en brujas, espantos y rezos. Romántico, soñador y mujeriego; cuida
el hogar con orgullo: y su palabra es oro porque el respeto es su norma."
(Baquero, 1949, pág. 10).
Según lo relatado en la leyenda del silbón (canto venezolano), "el llano es el corazón del
llanero", esto es comprensible es cuanto es inmenso, grande, impetuoso y libre es el llanero
y su llano, en dicha libertad, es donde se puede diferenciar el llanero criollo sabanero de pata
al suelo y cuchillo a la cintura, de café, caballo y sombrero, distinto, porque se piensa
diferente ya que su labor lo diferencia, de los demás pobladores, una de sus particularidades
es su trabajo el cual está preñado de una cosmovisión mágica e imaginaria, donde conviven
la penuria, las fieras, espantos y maldiciones que lo acechan en la oscuridad del inmenso
llano, sin embargo, allí yace lo valeroso y entonado, su fe y espíritu enmarcado en los Santos,
Dios y la Virgen, que lo hacen digno y virtuoso de caminar entre las sábanas oscuras y
estrellas del gran llano, el llanero es sabio maestro, es uno con el ambiente con su paisaje,
es un producto que a su vez produce transforma ser transformado por su entorno.
El vestido
El llanero es muy sencillo para vestir, debido al medio climático y a su trabajo, ante todo este
usa su sombrero para protegerse de la lluvia y los chubascos de la época de invierno y para
cubrirse en verano de las resolanas y el inclemente sol de dicha época, a su vez esta prenda
de vestir y elemento de su trabajo se ha forjado como un principal símbolo de identidad del
hombre de la llanura. El sombrero debe ser de fieltro fino y de alas anchas, que cada quien
acomoda a su gusto. La cinta interior hace las veces de pequeño bolsillo para llevar mensajes
o billetes. Su ropa, camisa manga larga y el pantalón arremangado o “tuco” son atuendos que
lo cubren y lo acompañan en su labor llanera, Las faenas de corral, de amansar caballos, de
rodeo y arrear ganado se acostumbran a pie limpio, lo que ha acostumbrado al llanero a
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permanecer descalzo en el hato, las alpargatas son su recurso para alguna protección y
presentación. Para las parrandas y festividades el llanero conserva su pinta dominguera que
lo acompaña en las alegrías y es sus amores por la vida, las botas y zapatos se llevan en los
poblados para lucirlos en las tardes de coleo, en la gallera o en las visitas que no deben faltar;
y para que hagan juego con el pantalón “fino” y la camisa de moda, además del reloj de pulso,
anillos y la cadena al cuello".
Otras prendas de gran importancias para el llanero es su poncho, conserva la forma de la
ruana boyacense pero más ligera y fresca para protegerse del sol o las lluvias, sus objetos de
adorno como anillos cadenas son importante aun así lo que marca la diferencia es el cuchillo
a la cintura, instrumento y herramienta disponible y a la mano en momento de necesidad, ya
sea como elemento de utensilios cotidiano para cortar cuerdas o carne o como elemento de
defensa contra las fieras o espantar espantos y animales, es así como el llanero cruzar ríos
nadando con el cuchillo entre los dientes para espantar las cachirres o guibos, llámese
también caimán o anaconda.
Comida
El llanero fundamentalmente come carne de res, cerdo, aves domésticas y salvajes: pescado
y animales de monte y sabana: venados, zainos, cachicamos, picures, lapas, dantas, tortugas
y chigüiros.
Sus platos favoritos son ternera asada, sancocho de gallina, hayaca, pisillo de chigüiro, tungos
de arroz, chicha, guarapo, carnes de mariscos o animales de monte, pisillo y picadillo entre
otros. Estos alimentos se complementan con plátano, yuca y arroz, y desde luego, el ají no
debe faltar; lo mismo que el café, que se toma desde la mañana hasta el final del día.
Los dulces de leche y las frutas son bocados de gran solicitud. Para celebrar algún acto social,
no muy numeroso, se ofrece el ponche, bebida dulce a base de huevos de gallina y licor. Con
huevos de tortuga, gaviota y algunos peces se preparan deliciosos platillos. El queso no ha
de faltar en la mesa. Las frutas son numerosas y de todo tiempo; se caracterizan por su dulzura
y fragancia.
El baile
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En el baile los llaneros están unidos en pareja y no se separan en la danza solo en los casos
donde se baila la Vaca o Toriao, y al bailar el Araguato. Con la vaca, se ejecuta un remedo
del toro la mujer embiste a su pareja simulando un toro en el Araguato, los bailarines se
rascan las costillas, remedando a los monos "Araguatos".
Tres son los pasos fundamentales del joropo, sobre los cuales los bailadores improvisan
muchos más: Valsiao, para comenzar y salir de los otros pasos, zapatiao, cuando el bailador
golpea el piso con los pies: y escobillado, la forma de adelantar un pie primero y luego el
otro, como raspando el piso. Característica del joropo es que se dan muchas y rápidas vueltas.
La mujer no zapateaba, sino que valseando seguía a su compañero en cada paso; pero ahora
hace un zapateo sencillo cuando lleva zapatos.