SECRETARÍA DE ESTADO DE INFRAESTRUCTURAS, TRANSPORTE Y VIVIENDA
DIRECCIÓN GENERAL DE ARQUITECTURA, VIVIENDA Y SUELO
CONCURSO PROYECTOS
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PLIEGO DE PRESCRIPCIONES TÉCNICAS DEL CONCURSO DE PROYECTOS CON INTERVENCIÓN DE JURADO EN EL
CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DEL CASTILLO DE LA ESTRELLA EN MONTIEL, CIUDAD REAL.
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ÍNDICE página
1. OBJETO DEL CONCURSO 4
2. ÁMBITO DE ACTUACIÓN 4
3. ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS 4
4. LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA 5
5. INTRODUCCIÓN Y RESEÑA HISTÓRICA 5
6. DEFINICIÓN DE LA ACTUACIÓN 6
A. Intervención en el ámbito de actuación próximo a la Iglesia de la Estrella.
A.1.Trabajos de conservación y restauración en la Iglesia de la Estrella. A.2. Mejora de los accesos al Conjunto Arqueológico y creación de un Centro de Interpretación que funcione como punto de control y canalización de los visitantes del yacimiento.
A.2.1. Mejora de los accesos al Conjunto Arqueológico.
A.2.2.1. Cubrición de los vestigios de la Iglesia, creando un centro
de interpretación.
A.2.2.2. Espacios y necesidades del centro de interpretación.
B. Intervención en el ámbito del recinto murado del Castillo.
7. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LAS ACTUACIONES RECOGIDAS EN EL PRESENTE PLIEGO Y SOBRE SU POSTERIOR DESARROLLO EN EL PROYECTO DE EJECUCIÓN.
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8. CONSIDERACIONES A TENER EN CUENTA SOBRE LA DOCUMENTACIÓN CONTENIDA EN EL PRESENTE PLIEGO.
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ANEJOS ANEJO Nº 1 MEMORIA CONTEXTO HISTÓRICO
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ANEJO Nº 2 ESTADO DE LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA IGLESIA 27
ANEJO Nº 3 DESCRIPCIÓN DE LAS ACTUACIONES DE RESTAURACIÓN REALIZADAS EN LOS ELEMENTOS ARQUEOLÓGICOS.
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ANEJO Nº 4 PROGRAMA MUSEOGRÁFICO Y DISCURSO EXPLICATIVO
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ANEJO Nº 5 FOTOGRAFÍAS
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ANEJO Nº 6 PLANOS 6.1. Plano de situación. 6.2. Plano de curvas de nivel del cerro del Castillo de la Estrella. 6.3. Plano de ubicación de la Iglesia de la Estrella en el cerro. 6.4. Plano de los vestigios de la Iglesia de la Estrella. 6.5. Planos de curvas de nivel de la Iglesia de la Estrella y su entorno. 6.6 Modelización vestigios de la Iglesia de la Estrella. 6.7 Modelización vestigios de la Iglesia de la Estrella en planta. 6.8. Plano del Castillo con indicación de las zonas a intervenir.
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1. OBJETO DEL CONCURSO
El objeto del presente concurso de proyectos es la selección de una propuesta que por su
adecuación, calidad arquitectónica y viabilidad técnica, económica y constructiva, sea valorada
por los miembros del Jurado como la mejor y más idónea, de acuerdo con los requerimientos
de este Pliego de Prescripciones Técnicas y de las Bases del Concurso.
2. ÁMBITO DE ACTUACIÓN La actuación objeto del concurso se desarrolla en dos ámbitos diferenciados, siendo el primero
de ellos el de la Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella, y el segundo, el recinto del Castillo
que lleva el mismo nombre, ambos ubicados en el mismo cerro, dentro de la población de
Montiel, Ciudad Real.
La localización de estas dos zonas de actuación se puede ver en el Plano de situación incluido
en el Anejo 6.
3. ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS
En primer lugar, como antecedentes administrativos, se debe señalar que el Castillo de la
Estrella es un bien patrimonial declarado con la categoría de Bien de Interés Cultural desde la
declaración genérica de 1949 que insertaba dentro de esta figura de protección a todos los
castillos del territorio español.
Además, dentro de la Carta Arqueológica del término municipal de Montiel en 2005, encargada
por la Mancomunidad de Tierras de Libertad y dirigida por Luis Benítez de Lugo Enrich, se
incluyó nuevamente el Castillo de la Estrella y se encuadró todo el cerro en el que se asienta
dentro de un ámbito de protección arqueológica.
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4. LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
El Castillo de la Estrella se encuentra sobre un cerro que alcanza una cota de 965 metros
sobre el nivel del mar, junto al casco urbano de la población de Montiel (Ciudad Real) que se
ha desarrollado en torno al mismo.
En la ladera sur del citado montículo se asienta la parroquia de Nuestra Señora de la Estrella.
Se puede destacar que el cerro sobre el que se ubican estos dos elementos está formado por
terrenos arcillosos que en la zona superior de la cota, donde se asientan las principales
estructuras de la fortaleza, forman un conjunto de afloramientos de arenisca muy calcáreos
que en algunos puntos podrían considerarse tobas.
5. INTRODUCCIÓN Y RESEÑA HISTÓRICA.
Las primeras evidencias arqueológicas sobre asentamientos humanos en el Castillo de la
Estrella se asocian cronoculturalmente a la Prehistoria.
El Castillo de la Estrella, que ocupa casi la totalidad de la cima del cerro en el que se ubica, es
de origen árabe, y no fue conquistado por los cristianos hasta el primer cuarto del siglo XIII. Sin
embargo, las primeras evidencias arqueológicas sobre asentamientos humanos en el Castillo
de la Estrella se asocian cronoculturalmente a la Prehistoria.
En la ladera sur del citado cerro se asienta la parroquia de Nuestra Señora de la Estrella, que
se ha sacado a la luz en las diferentes campañas arqueológicas que se iniciaron en el año
2012. La construcción de este templo se podría fechar entre los siglos XIII al XV, según el
registro documental y arqueológico. Este edificio está totalmente vinculado al devenir histórico
de la fortaleza, ya que la iglesia se convirtió en el centro religioso de la villa que creció en la
ladera, siendo el principal referente espiritual para las poblaciones del Campo de Montiel hasta
su abandono a principios del siglo XVI.
Desde el punto de vista constructivo la iglesia es de estilo gótico-mudéjar, de planta
rectangular (Fig. 3), con unas dimensiones de este a oeste de 27 m. y de sur a norte de 16 m.,
suponiendo un área total de 450 m² y con un espacio interno más reducido debido al grosor de
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los muros. Está divida en tres naves (Fig. 4), la central ligeramente más ancha, alcanzando los
4,5 m., mientras que las laterales poseen un ancho máximo de 3,3 m. Las naves se separaban
entre si mediante arcos apuntados de ladrillo, de los que sólo se han conservado los
machones de apoyo, estando estos últimos arriostrados sobre sendos muros longitudinales
que recorren la iglesia de este a oeste, dotando de una cimentación más estable a toda la
estructura.
En el Anejo 1 se recoge una Memoria que sitúa, tanto a la parroquia de Nuestra Señora de la
Estrella, como al Castillo del mismo nombre, en su contexto histórico de una forma más
amplia.
6. DEFINICION DE LA ACTUACION Dado que las actuaciones previstas se sitúan en dos ámbitos separados, las mismas se
describirán agrupándolas según el ámbito de actuación al que pertenecen, siendo estos dos
grupos los siguientes:
A. Intervención en el ámbito de actuación próximo a la Iglesia de la Estrella.
B. Intervención en el ámbito del recinto murado del Castillo.
A. Intervención en el ámbito de actuación próximo a la Iglesia de la Estrella
Las actuaciones comprendidas en este grupo de trabajos pretenden proteger y poner en valor
los restos exhumados de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Estrella de Montiel.
Dentro de este grupo de intervenciones se recogen dos tipos de trabajos muy diferenciados,
por un lado, se requieren trabajos de conservación y restauración de los distintos elementos
que se conservan de la Iglesia, y por otro lado, una propuesta arquitectónica que suponga una
cubrición y cerramiento de estos vestigios, de forma que éstos queden protegidos de la
intemperie.
Dada la diferente naturaleza de ambos grupos de trabajos se pasa a exponer el contenido de
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los mismos separándolos en dos bloques diferenciados.
A.1. Trabajos de conservación y restauración en la Iglesia de la Estrella.
Durante los trabajos de excavación del templo han ido saliendo a la luz un importante número
de estructuras que han sido sometidas a procesos de consolidación preventiva por parte del
equipo de conservación del yacimiento. En el Anejo 2 se describen las campañas realizadas,
hasta el momento, con la relación de los hallazgos encontrados, y con el detalle del estado de
las excavaciones en el momento actual. Los trabajos de consolidación realizados se recogen
en el Anejo 3.
Sin embargo, quedan pendientes otros trabajos de consolidación que solamente se pueden
afrontar dentro del proceso de cubrición del edificio, ya que supone volver a reintegrar a su
estado original varios elementos de gran importancia, como son los paneles de pinturas
encontrados o el Sarcófago de los Leones.
Las actuaciones de consolidación y de restauración que se deben realizar son:
1) En la capilla norte de la cabecera, Ámbito C, se deberá revisar el estado del suelo
restaurado, de acuerdo con lo descrito en el Anejo 3. En caso de que sea necesario
continuar con su consolidación se deberá seguir la línea de trabajo que se describe
en dicho documento. Asimismo, se deberá colocar el alquerque original en
sustitución de la reproducción actualmente colocada.
2) En la Nave Norte, Ámbito F, se deberá proceder a la restauración completa de las
pinturas que cubren el muro norte de cierre del templo, dejándolas totalmente
visibles y protegidas para incorporarlas al plan museográfico del centro de
interpretación.
Las pinturas citadas se han consolidado y protegido, el proceso seguido se recoge
en el Anejo 3. Se considera necesario continuar en la línea de trabajo que se
describe en el citado anejo, dado que la consolidación efectuada en las pinturas, a
lo largo de estos años, ha mostrado favorables resultados, tanto por los productos
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empleados, como por la metodología de trabajo seguida.
Se deberán aplicar, de manera previa a la intervención, técnicas analíticas sobre las
pinturas, ya que tan solo en una zona se ha podido llegar hasta su superficie
pictórica.
Las técnicas a emplear sobre las pinturas, tales como, radiaciones no visibles que
permitan examinar la superficie pictórica y su soporte y conocer la técnica
empleada, e incluso recuperar partes de pintura que no se detectan a simple vista,
deberán ser de tipo no destructivo.
Tras los análisis y estudios pertinentes se procederá a la retirada de las
protecciones, y a valorar su estado de conservación. Tanto las grietas, como las
oquedades existentes, deben ser tratadas y posteriormente reintegradas. La
superficie pictórica debe someterse a la limpieza en su totalidad y reintegrarse
volumétricamente las pérdidas ocasionadas por las raíces y grietas. En lo referente
a la reintegración cromática se aplicará un color neutro y si se considera oportuno
una capa de protección final de cara a su musealización.
La segunda actuación que se debe realizar en esta nave es la restitución de la
escalera que comunicaba el interior del templo con la puerta norte, ya que la misma
conserva el trazado inicial y el final, habiendo perdido parte de los peldaños
intermedios, pudiéndose integrar esta obra dentro del nuevo edificio, como punto de
comunicación entre el interior del mismo y la necrópolis contigua. Se considera lo
más deseable la reintegración de dicha escalera con los mismos materiales
extraídos durante la excavación en dicha zona.
Asimismo, se deberá consolidar el muro de separación entre la nave y la capilla a
los pies, Ámbitos F y G, respectivamente.
3) En el Ámbito G, Capilla - Ermita a los pies de la Nave Norte, se deberá revisar el
estado de conservación de los escalones existentes, aunque sobre los mismos ya
se han realizado trabajos de consolidación. Si fuera preciso, se deberá consolidar y
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rellenar algunas oquedades, que pueden haber aparecido, al estar la estructura,
aunque protegida, a la intemperie. Esta reintegración volumétrica y cromática debe
hacerse con técnicas discernibles y neutras.
Se debería reintegrar en el altar los elementos recuperados en el mismo, como
pueden ser las dos columnas de mármol que adornarían el mismo.
Además, se deberá intervenir en el banco corrido que ha sido reconstruido, ya que
el mortero de restauración colocado en ciertas zonas está bastante disgregado.
Finalmente, se deberá actuar sobre el suelo de yeso existente, que con la finalidad
de protegerlo se cubrió con una malla reticulada, separando el suelo original y, a
modo de capa de intervención, nivelarlo con mortero de restauración hasta tapar
completamente el nivel de uso. Dado que dicha actuación se realizó para proteger
el suelo y poder acceder a intervenir correctamente en el resto de estructuras, es
necesario retirar la capa de mortero realizada hasta llegar al suelo original y
consolidarlo dejándolo preparado para su musealización, una vez se termine la
cubierta del centro de interpretación.
4) En el Ámbito H, Nave Central, se deberá valorar, tras la retirada de las cubriciones
temporales existentes, el estado del Sarcófago de los Leones. En el caso de que se
considere necesaria su consolidación se realizará siguiendo la misma metodología
de trabajo descrita en el Anejo 3.
En este ámbito se han reintegrado y levantado los pilares que soportaban los arcos
de separación de las naves. Se considera oportuno recrecer los pilares, para lo cual
resulta imprescindible emplear los ladrillos extraídos durante el proceso de
excavación, así como respetar la disposición de los mismos en cada una de las
hiladas que se añadan. De la misma forma, se respetará la anchura de la junta y el
mortero empleado.
5) Consolidación y restauración de la totalidad de los muros de la iglesia. Dentro de
las actuaciones llevadas a cabo en los vestigios de la Iglesia, se han realizado
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trabajos de consolidación de los muros, tanto en los muros de cierre, como en los
muros interiores que conforman la construcción, levantando hiladas de protección y
realizando nuevos rejuntados que han ido dando estabilidad a cada una de las
obras. Sin embargo, resulta necesario revisar el estado de los mismos y consolidar
aquellos que se hayan deteriorado. Estas actuaciones se llevarán a cabo siguiendo
la metodología de trabajo que se ha aplicado en las consolidaciones ya ejecutadas
y que se describen en el Anejo 3.
6) En la zona de la necrópolis cristiana, Ámbito B-E, se debería proponer un sistema
de canalización y desviación del agua para evitar el deterioro de las tumbas, o bien
realizar la cubrición de las mismas con tierra, permaneciendo como zonas de
reserva arqueológica.
El desarrollo de esta parte de la propuesta se recogerá, principalmente, en el Dossier UNE A-3
que se debe aportar dentro de la documentación técnica descrita en las Bases del Concurso.
A.2. Mejora de los accesos al Conjunto Arqueológico y creación de un Centro de Interpretación que funcione como control y canalizador de los visitantes del yacimiento.
A.2.1. Mejora de los accesos al Conjunto Arqueológico.
El Conjunto Arqueológico Castillo de la Estrella, como se ha indicado previamente, está
situado en un cerro, en torno al cual se desarrolla la población de Montiel. Actualmente, el
acceso hasta el yacimiento se produce a través de un camino que sube por el cerro hasta el
depósito municipal de aguas, tras el cual se ha creado un camino de servicio que conduce
hasta la iglesia, discurriendo inmediatamente al sur del trazado de la misma, y en algunas
zonas, incluso, se superpone sobre sus vestigios.
Ante esta situación anteriormente descrita, se considera necesario mejorar el camino por el
que se accede a la iglesia, por lo que se deberá presentar una propuesta que contenga una
solución más apropiada para el recorrido, desde el punto de acceso al cerro, hasta la Iglesia, la
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cual, una vez restaurada y ejecutada la cubrición y cerramiento que se proponga, como
resultado de este concurso, funcionará como centro de interpretación.
El camino de acceso que se diseñe deberá tener un tratamiento adecuado para el acceso de
visitantes, garantizando la total accesibilidad de cualquier persona, sea cual sea su condición
física, y el fomento de los mismos recorridos públicos para todos los visitantes.
El centro de interpretación funcionará como elemento de control de los visitantes para el resto
del yacimiento, siendo paso obligado para poder continuar el recorrido hasta el recinto murado
del Castillo. Resulta de gran importancia la forma en la que se resuelva la conexión, entre el
edificio, y el resto del yacimiento, de forma que tras la visitar el centro de interpretación, el
mismo nos invite a recorrer el resto del Conjunto Arqueológico. Sin embargo, se debe señalar
que el tratamiento del camino entre el centro de interpretación y el recinto murado del castillo no es objeto de este concurso.
La propuesta deberá recoger alguna solución para la integración del depósito de aguas con el
nuevo edificio y el yacimiento, ya que en la actualidad presenta un importante impacto visual
en el cerro.
A.2.2.1. Cubrición de los vestigios de la Iglesia creando un centro de interpretación. Se deberá proponer una cubrición y cerramiento para proteger los vestigios de la Iglesia de la
Estrella, creando en este espacio un centro de interpretación, de forma que las propias
estancias del templo sirvan como espacios expositivos de las piezas que en ellos se hallaron.
Esta nueva estructura, que permitirá la conservación y musealización de los restos, debe ser
respetuosa con los vestigios de la Iglesia, potenciando, en la medida de lo posible, la lectura
de sus espacios originarios. Asimismo, deberá proponer la manera en la que se van a recorrer
los vestigios del templo y la forma en la que se van a exponer los elementos hallados, teniendo
en cuenta las diferencias de cotas, los suelos originales que se deben respetar y demás
condicionantes descritos en este Pliego.
El centro de interpretación deberá servir como centro de recepción y de interpretación, no solo
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del Conjunto Arqueológico, sino de la historia medieval de toda la comarca. En el Anejo 4 se
recoge un resumen del material a exponer y se enumeran los ejes sobre los que se
desarrollará el programa museográfico.
De acuerdo con lo anteriormente señalado, el centro de interpretación debe cubrir la totalidad
de la superficie ocupada por la iglesia medieval, dado que la misma debe quedar protegida de
la intemperie e integrada dentro del edificio, ya que para asegurar su correcta conservación se
requiere un ambiente con una climatización regulada. Asimismo, se valorará que se proponga
alguna cubierta que proteja de la intemperie la zona de la necrópolis cristiana aledaña a la
iglesia.
El edificio que se proyecte puede ubicarse, en parte, fuera del ámbito de la iglesia, con la
reserva de que si se trata de áreas sobre las que no se haya realizado todavía un estudio
arqueológico, existe la posibilidad de que produzcan hallazgos que obliguen a modificar la
propuesta arquitectónica.
Tal y como se ha indicado previamente, el centro de interpretación contendrá en su interior los
vestigios arqueológicos, de forma que los mismos espacios de la Iglesia medieval, tras la
realización de los trabajos de conservación, reintegración y restitución de sus elementos
originales, podrían ser contenedores del programa museográfico, pudiendo incorporar las
piezas aparecidas en las excavaciones en los espacios en los que se encontraron.
En el interior del edificio se deberán incorporar los tres sarcófagos recuperados de la
necrópolis para asegurar su correcta conservación. También se podría estudiar la manera de
poder visualizar los restos de la necrópolis musulmana situada en un estrato inferior a la cota
de suelo terminado de la iglesia.
El centro de interpretación que se diseñe deberá contar con las medidas de seguridad
apropiadas y deberá garantizar unas condiciones de control lumínico y ambiental acordes a las
exigencias de conservación y musealización que las piezas incluidas en el mismo puedan
precisar.
La definición del Proyecto Museográfico también es objeto de este concurso. Se valorará
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positivamente que el diseño del centro de interpretación tenga en cuenta los ejes temáticos
descritos en el esbozo de Proyecto Museográfico recogido en el Anejo 4. Asimismo, se
considera deseable que los propios espacios de la iglesia, tal y como se ha mencionado
previamente, sirvan como soporte para la exposición de los elementos descritos en el citado
documento, pudiendo además las nuevas divisiones interiores, o incluso el cerramiento
exterior, funcionar como contenedores de los elementos a exponer. De esta manera, el
espacio museográfico podrá acoger la variedad de materiales expositivos didácticos y técnicos
que se describen en el correspondiente anejo, tales como paneles, elementos audiovisuales y
vitrinas.
Finalmente, se considera oportuno que las propuestas que se presenten tengan en cuenta, en
la elección de los materiales y acabados, para fachadas, cubiertas, pavimentos, falsos techos,
etc., la durabilidad de los mismos y su facilidad de mantenimiento. Asimismo, se considera
deseable que el edificio que se proyecte tenga una alta eficiencia energética, con el fin de
reducir su coste de mantenimiento y funcionamiento posterior.
A.2.2.2. Espacios y necesidades del centro de interpretación.
Los espacios del centro de interpretación se pueden entender como pertenecientes a dos
grandes grupos:
• Espacios museográficos o servidos.
• Espacios auxiliares o servidores.
Espacios museográficos o servidos
Dentro del primer grupo, se encontrarían los espacios expositivos, que serán coincidentes con
los espacios conformados por los vestigios del templo. En este tipo de espacios se deben
evitar las particiones excesivas que impidan la correcta comprensión y lectura del templo. En la
zona expositiva se considera necesario integrar una zona que permita, en determinados
momentos, una proyección audiovisual, de forma que pueda servir como espacio didáctico
cuando así se requiera.
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Además, el centro deberá contar con un despacho que disponga de una pequeña zona de
reunión.
El conjunto de los espacios expositivos, más la zona de despacho, tendrá una superficie
aproximada de 370 m2.
Espacios auxiliares o servidores
Dentro del segundo grupo, se encontraría la zona de recepción de visitantes, un pequeño
almacén, y aseos. Se cuidará especialmente la ubicación de los núcleos húmedos que se
propongan, de forma que, los mismos no se sitúen en zonas donde existan restos visitables de
la Iglesia, ni que su localización pueda dañar las estructuras existentes.
El conjunto de los espacios auxiliares o servidos tendrá una superficie aproximada de 45 m2.
B. Intervención en el ámbito del recinto murado del Castillo.
Desde el año 2013 se vienen llevando a cabo actuaciones de conservación, reintegración y
restitución de paños en los restos constructivos de la fortaleza del Castillo de la Estrella, sin
embargo, los mismos siguen estando en un estado de ruina preocupante en varias zonas.
Una de las últimas actuaciones que se han realizado se ha llevado a cabo en el Lienzo 8 y la
Torre 17, consolidándose ambas estructuras durante el otoño de 2016, con la financiación de
este Ministerio.
En la mayor parte de los lienzos y torres del frente norte, el más deteriorado por los expolios de
la fortaleza, se han realizado tareas de conservación preventiva que les han vuelto a dar una
cierta estabilidad, sin embargo, aún se deben realizar tareas de reintegración y restitución en
los paramentos.
La metodología de intervención que se ha venido llevando a cabo en el Castillo en las
diferentes campañas ha permitido obtener resultados muy positivos basados en el uso de los
materiales pétreos similares al original, así como en el uso de morteros a base de cal no
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agresivos y que se adhieren perfectamente en rellenos, trabazón de sillarejos así como
revestimientos.
Los trabajos que se deben acometer en este grupo de actuaciones son los que se relacionan a
continuación:
Torre 1
Se trata de una torre cuadrangular (7,7 x 6,6 m) que conserva unos 17 m. de altura, apoyada
sobre una roca de toba calcárea. Está realizada mediante tapial hormigonado, habiendo
perdido su cierre por el sur y parte del oeste. Es la principal obra islámica del Conjunto,
fechable como obra almohade de fines del siglo XII.
La actuación en la misma se acometería principalmente en la cimentación, ya que la roca ha
cedido y ha creado una gran grieta vertical en todo el frente este. La intervención principal
consistiría principalmente en la consolidación del roquedo mediante un muro para volver a
contener los empujes y evitar el desplazamiento de las peñas. Por otro lado, se debería coser
la grieta y proteger la superficie interior expuesta de la construcción. (Fig 32)
Torre 9
Se trata de una torre cuadrangular con 8,4 m. de lado que, aunque se conserva en relativo
buen estado, ha sufrido proceso de rapiña de los encadenados de sillares que formaban sus
ángulos. Esto está provocando pérdida de materiales de los núcleos y tensiones en el frente
de sillares conservados. Por otro lado, hay graves pérdidas de materiales en los frentes sur y
norte.
La actuación consistiría en el vaciado parcial de la torre para posteriormente proceder a la
consolidación y reintegración de los paramentos. Por otro lado, en el frente norte, se debe
volver a forrar el paramento y coserlo en la zona de unión con la Torre 10, parcialmente
consolidada en anteriores campañas. Finalmente, se deben reponer los encadenados de
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sillares de arenisca hasta su apoyo con la roca madre, ya que las piezas localizadas aún en el
muro están en buen estado. (Fig 33)
Torre 10
Esta construcción se corresponde más con un borje-contrafuerte que con una torre
propiamente dicha. Fue levantada para dar estabilidad a la zona de unión entre la Torre 9 y el
Lienzo 10.
En el año 2015 se reintegraron gran parte de los sillarejos que la formaron y se macizó
interiormente mediante la inyección de cal líquida a distintas proporciones.
La actuación que sería conveniente realizar está relacionado con la consolidación del apoyo de
esta torre contra la roca, así como el cosido interno de esta construcción en su zona de unión
con la Torre 9. Por tanto, esta intervención es complementaria a las que se deben hacer
durante los trabajos de restauración de la Torre 9.
Torre 12
Se trata de un torreón cristiano de planta cuadrangular, de 4,5 m. de lado, que sirven de zona
de unión y contrafuerte a los Lienzos 10 y 11. En trabajos anteriores se consolidó el paramento
oeste que lo forma, así como el resto de los paramentos que se encontraban parcialmente
arrasados y ocultos bajo diferentes capas de sedimentos y escombros.
La actuación a realizar en este cuerpo de fábrica debe consistir en seguir reintegrando
volumétricamente la construcción hasta una cota que permita tanto su comprensión dentro del
conjunto así como que vuelva a dotar a esta estructura de función de contrafuerte en este
frente norte. Por otro lado, sería necesario realizar el vano de unión de la torre con el interior
de la fortaleza, ya excavado y del que se colocaron las jambas de inicio. (Fig 34)
Torre 13
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Al igual que en el caso de la Torre 10, se trata de un borje-contrafuerte de la muralla, que se
dispuso dar estabilidad en la zona intermedia del Lienzo 11. Esta construcción, se encuentra
en mal estado de conservación por el expolio de materiales y la erosión. Sobre la misma sólo
se ha realizado un rejuntado parcial para retacar las piezas del relleno interno que podían
desplomarse.
La actuación en esta estructura consistiría en la reintegración de los sillarejos que la formaron,
completándose el relleno interior a base de hormigón de cal y canto. Por otro lado, sería
necesario la consolidación de su cimentación con el fin de evitar humedades. (Fig 35)
Torre 17
Como se ha indicado, previamente se ha acometida una serie de trabajos de consolidación y
reintegración de esta construcción, ubicada en el frente sur, dentro de una actuación
financiada por este Ministerio, sin embargo, sería necesario acometer una segunda fase que
permitiera reintegrar por completo el paramento sur de esta construcción, hasta que se
igualara en altura con el resto del Lienzo 8 al que sirve de contrafuerte.
Lienzo 10
Paramento de grandes dimensiones sobre el que se ha actuado en varias campañas
consolidándolo y reintegrándolo parcialmente. Las actuaciones sobre el mismo son variadas
pero complementarias entre sí.
En primer lugar se deben realizar los tres vanos existentes en el mismo, todos ellos de ladrillo
y con unas dimensiones similares. El situado más al este, se debe realizar a la vez que se
completa el muro hasta igualarlo con el resto del lienzo. En los otros dos, se ha conservado el
perfil del vano, pero se debe reintegrar hasta completar la forma apuntada que tuvieron
originalmente.
Por otro lado se debe volver a colocar el forro de sillarejo original del muro, ya que en muchas
zonas se ha erosionado, con piezas alveolizadas y en otros puntos conservándose sólo el
relleno interior de hormigón. No obstante, en el frente sur del Lienzo, se deberá respetar la
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disposición original de una bóveda de ladrillo y los mechinales que se dispusieron sobre ella,
para que en un futuro se puedan volver a dar uso a las estancias aún sin excavar
arqueológicamente. (Fig 36)
Lienzo 11
Paramento de grandes dimensiones sobre el que se ha actuado en varias campañas
consolidándolo y reintegrándolo parcialmente. Las actuaciones sobre el mismo son variadas
pero complementarias entre sí.
En primer lugar, se deben realizar los dos vanos existentes en el mismo. En el situado más al
este se deben levantar desde las jambas hasta levantarlo por completo y posteriormente
coronar las hiladas sobre el mismo hasta igualar la altura del paramento.
Por otro lado, se debe volver a colocar el forro de sillarejo original del muro, ya que en muchas
zonas se ha erosionado, con piezas alveolizadas y en otros puntos conservándose sólo el
relleno interior de hormigón. No obstante, en el frente sur del Lienzo, se deberá respetar la
disposición original de una bóveda de ladrillo y los mechinales que se dispusieron sobre ella,
para que en un futuro se puedan volver a dar uso a las estancias aún sin excavar
arqueológicamente.
El desarrollo de esta parte de la propuesta se recogerá, principalmente, en el Dossier UNE A-3
que se debe aportar dentro de la documentación técnica descrita en las Bases del Concurso.
7. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LAS ACTUACIONES RECOGIDAS EN EL PRESENTE PLIEGO Y SOBRE SU POSTERIOR DESARROLLO EN EL PROYECTO DE EJECUCIÓN.
El proyecto de consolidación que se redacte por el equipo ganador deberá contar con la
totalidad de los informes favorables legalmente exigibles y deberá seguir los principios y
criterios de restauración establecidos en la legislación sobre Patrimonio Histórico Estatal y
autonómica vigentes.
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Todas las actuaciones recogidas en el punto 6 del presente Pliego formarán parte de un único
Proyecto que será objeto de desarrollo por el equipo ganador.
Durante la ejecución de la obra el equipo ganador y, por tanto redactor del proyecto y
encargado de la dirección de la obra, deberá recoger documentalmente la totalidad de los
trabajos de consolidación y restauración que se vayan realizando, para lo cual se deberá dejar
constancia de las técnicas que se van empleando en cada consolidación o restauración.
Asimismo, deberá realizar un reportaje fotográfico con la periodicidad que se requiera en cada
momento, conforme se produzca el avance de los trabajos y que cuente con la suficiente
calidad técnica para su adecuada documentación.
8. CONSIDERACIONES A TENER EN CUENTA SOBRE LA DOCUMENTACIÓN CONTENIDA EN EL PRESENTE PLIEGO
La documentación histórica, arqueológica y planimétrica contenida en el presente Pliego
pertenece al equipo científico del Conjunto Arqueológico Castillo de La Estrella compuesto por
David Gallego Valle, Jesús Molero García y Cristina Peña Ruiz, estando protegida por el
derecho de propiedad intelectual.
En Madrid a ……………de…………….de 2016.
EL DIRECTOR GENERAL DE
ARQUITECTURA, VIVIENDA Y SUELO.
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ANEJO Nº 1 MEMORIA CONTEXTO HISTÓRICO
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ANEJO Nº 1. MEMORIA CONTEXTO HISTÓRICO La parroquia de Nuestra Señora de la Estrella se ubica en la ladera sur del cerro donde se
asienta el castillo de la Estrella, al que da nombre la presencia de este centro religioso. Este
edificio está totalmente vinculado al devenir histórico de la fortaleza, ya que la iglesia se
convirtió en el centro religioso de la villa que creció en la ladera, siendo el principal referente
espiritual para las poblaciones del Campo de Montiel hasta su abandono a principios del siglo
XVI.
No obstante, las primeras evidencias arqueológicas sobre asentamientos humanos en el
castillo de La Estrella se asocian cronoculturalmente a la Prehistoria, más concretamente a un
dilatado periodo entre el Calcolítico y el final de la Edad del Bronce (Espadas, 1984). Durante
este periodo en el valle del Alto Jabalón se documentan un gran número de asentamientos,
asociados la mayor parte de los mismos a castellones en altura como los documentados en
Montiel en el Castillo de la Estrella o las Piedras de Bualambra, así como en Villanueva de los
Infantes en los enclaves de los Toriles o el Castellón. Asimismo, existe otra tipología de
pequeñas fortificaciones en morras, como las de Cerro Morote en Montiel o el Cerro Conejero
en Infantes (Mata, 2005, 13)
Todos estos yacimientos nos están hablando de una ocupación muy potente de todo el valle y
sus recursos, que con el fin de la Edad del Bronce y el inicio de la del Hierro va a variar de una
forma drástica. Todos estos asentamientos se abandonan, algunos de ellos para siempre,
mientras que otros van a ser reutilizados a lo largo de la Edad Media por su posición defensiva.
Durante la Edad Media la fortificación montieleña va a tener una función primordial en el
control de la comarca que lleva su nombre, tanto en el periodo islámico funcionando como hisn
articulador del territorio como posteriormente como centro de unas de las encomiendas más
importantes de la Orden de Santiago, junto a la cercana Segura de la Sierra.
A partir del siglo VIII, durante los primeros momentos de ocupación y reorganización islámica
del territorio, todo este espacio debió estar ocupado por una población bereber o de origen
hispano tempranamente islamizada, como se ha podido constatar en la excavación de una
maqbora en la cercana población de Villanueva de la Fuente (Menteixa) datada por sus
investigadores desde el siglo IX al XI (Benítez y Álvarez: 2008). En estos primeros momentos
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el lugar pudo tener un asentamiento primigenio levantado posiblemente por un grupo de
campesinos-pastores, aunque no dudamos del valor militar y estratégico del enclave,
relacionado con el abastecimiento de las tropas que recorrían los importantes viales de origen
romano y otros que cobran importancia en época medieval, que discurrían por esta zona
(González, 1975: 3). De esta época, y posteriormente en época cristiana, va a ver dos caminos
fundamentales para la articulación del territorio, cruzándose ambos en las proximidades del
castillo de La Estrella. El primero es el camino Real de Cuenca a Granada, que procedente de
Andalucía atraviesa el Campo de Montiel de sudoeste a noreste. El segundo es la vía de
Mérida a Chinchilla, que tras su paso por Calatrava la Vieja entra por el territorio montieleño
por su zona noroeste, para posteriormente alcanzar Montiel siguiendo el trazado del valle del
Jabalón, girando en el castillo de La Estrella bruscamente hacia el sur para llegar a la Vía
Augusta, y desde la misma dirigirse a Villanueva de la Fuente y hacia Levante.
Durante el Califato cordobés y las primeras taifas parece, por los vestigios constructivos y
cerámicos documentados, que se construye la primera gran fortificación en la zona superior del
cerro. La misma está asociada a un conjunto de paramentos realizados mediante un opus
spicatum de tradición romana, que se extiende por todo el recinto (Gallego y Lillo, 2012). Este
gran momento edilicio hay que asociarlo hacia un cambio en los focos de poder, decayendo la
antigua ciudad ibero-romana de Mentesa Oretana (Villanueva de la Fuente) a favor de Montiel,
sucediendo algo similar en Almedina hacia el castillo de Eznavexor (Gallego, 2012).
En este momento está documenta la presencia bajo el templo de la Virgen de La Estrella de
una necrópolis musulmana que por C14 ha podido ser datada entre los siglos XI y XII, y que, a
falta de continuar la investigación, podría estar asociada a una posible mezquita sobre la que
se construyó en el siglo XIII el templo cristiano, algo usual en los lugares que se van
conquistando.
A partir de la caída de Toledo y con las sucesivas invasiones norteafricanas se militariza la
zona del Campo de Montiel, convirtiéndose todo el área en un balad asimilable a un iqlim o
distrito, que va a tener su centro en la fortaleza que nos ocupa (Matellanes, 1999: 117), como
confirma la descripción realizada por el Muyan de Yaqut a principios del siglo XIII (Palacios,
2005: 135). En este periodo son numerosas las noticias sobre enfrentamientos bélicos donde
se ve envuelta la guarnición del castillo, como la denominada Batalla de la Mata de Montielllo,
en 1142 (Ruibal, 1987: 154). Estas fases están bien documentadas en el recinto castral, en
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especial por una refortificación del conjunto defensivo mediante superposiciones verticales y
horizontales a los muros de opus spicatum anteriores, realizándose la nueva fábrica mediante
tapial de tierra y construyéndose torres de flanqueo a lo largo de todo el perímetro murado.
Una última fase en la ocupación islámica hay que asociarla al periodo almohade, entre la
batalla de Alarcos en 1195 y el inicio de la conquista del Campo de Montiel en 1213,
finalizando con la incorporación definitiva del castillo de La Estrella entre 1226-1227, tras más
de tres años de asedio. Durante este periodo se construyó una gran torre rectangular hueca de
tapial calicastrado, con una función posiblemente de control de la zona de acceso al castillo,
muy similar a otras construcciones almohades como la realizada en el castillo de Eznavexore,
el de Vilches o el Ferral (Gallego, 2012).
Como hemos visto, el castillo de Montiel pasaría a manos cristianas en un momento no
precisado, en torno a 1226-27. En este último año el rey Fernando III donó a la Orden de
Santiago el castillo de Montiel con todos sus términos, creándose poco después una
encomienda con base en la fortaleza. Además, concedió el Fuero de Cuenca a la villa de
Montiel y potenció la actividad económica con el privilegio de celebrar una feria anual de
ganado en la festividad de San Lucas en 1242 (Ruibal, 1984). La Orden intentó dotar al castillo
y a la encomienda de suficientes recursos económicos mediante la concesión de montazgos y
portazgos asociados al paso de ganados y mercancías (De Ayala, 2007: 626-688). No
obstante, los resultados fueron infructuosos durante la mayor parte del siglo XIII, generándose
no pocos despoblados en su término (Madrid, 2004: 145-176), muy probablemente porque en
estos momentos los esfuerzos bélicos y económicos cristianos se centraron en la conquista y
repoblación de la Andalucía Bética.
La importancia de la puebla asociada al castillo, localizada en la ladera sur, va a ser
fundamental a partir de 1243 cuando se le dé el título de villa por parte del Maestre Pelay
Pelaez, concediéndole el fuero de Cuenca (Matellanes, 1999), construyéndose la cerca urbana
de la población que abrazaba todo el frente sur del cerro. Es en este momento cuando
sabemos que se está erigiendo la Iglesia Parroquial de la Virgen de la Estrella, citándose como
pagadora de diezmos al arzobispo de Toledo en 1238 (Lomax, 1959). Por los datos
arqueológicos actuales hemos podido precisar como el edificio se adosa a la posible muralla
urbana de la villa, formando parte del recinto defensivo. Por las trazas del templo, además, se
aprecia que pudo ser levantada en un solo momento, realizada en un estilo gótico-mudéjar, lo
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que confirma el uso de cuadrillas de albañiles de esta minoría por parte de la Orden de
Santiago.
En estas mismas fechas tenemos la construcción en la ladera norte del Convento de la Vicaria
de Santiago. En el mismo residía el Vicario de la Orden, el cual tenía jurisdicción sobre todos
los territorios del Campo de Montiel, salvo en el tercio de Alhambra (Lomax, 1959: 328).
Constructivamente es más arcaica que la parroquia de la Estrella, ya que conserva los típicos
ábsides de herencia románica, aunque en las trazas se aprecia la mano de alarifes mudéjares
que usan profusamente el ladrillo y pequeños arcos de herradura.
A partir de fines del siglo XIII la Encomienda comenzó a fructificar constituyéndose en uno de
los principales motores económico-administrativos de la Orden de Santiago, principalmente por
el tránsito de ganados entre la zona de Segura y las tierras conquenses (De Ayala, 2007: 626-
688). Este hecho conllevó el levantamiento del gran recinto cristiano del castillo de la Estrella,
con unas funciones que lo dotaron de un importante conjunto de torres huecas de grandes
dimensiones, así como la construcción del oratorio de Santiago y la gran Torre del Homenaje
que contó con hasta tres pisos de altura (Gallego y Lillo, 2012).
Avanzando en el tiempo el siguiente hito importante se va a producir en 1369, en el contexto
de la guerra civil castellana entre Pedro I y Enrique de Trasmatara, produciéndose en este
momento el sitio de la fortaleza y la posterior batalla en los campos cercanos (Valdeón, 2005).
Según se aprecia en la crónica del Canciller de Ayala, el Castillo se encontraba en estos
momentos totalmente fortificado, con un aspecto muy similar al que describen los libros de
visita de 1478 (De la Peña, 1961).
Durante estas jornadas tan relevantes para la historia de España la Iglesia de la Virgen de la
Estrella tuvo una relevancia de cierta notoriedad. En el interior de la misma se enterró, en un
sarcófago monumental con elementos heráldico, un personaje posiblemente relacionado con la
familia de los Ponce de León y los Guzmanes, linaje al que pertenecía por parte materna el rey
Enrique II y todos sus hermanos.
A partir de mediados del siglo XV, una vez que el peligro militar musulmán estaba ya muy
lejos, la villa medieval de Montiel entró en un lento declive trasladándose paulatinamente la
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población al llano alrededor de la fortaleza. Durante este proceso, más concretamente en
1452, se comienza la construcción de una nueva parroquia, quedando la de la Estrella, como
ermita y zona de enterramiento hasta, por lo menos, 1515, cuando la documentación medieval
ya nos habla de que el edificio se encontraba totalmente arruinado:
“…e antes de la barbacana había una cerca de piedra de mampuesto que venía a media
cuesta e se guiaba desde el pie de la torre del Homenaje a dar a la iglesia vieja que le
nombraban Nuestra Señora de la Estrella… y que ansimismo en la falda del fuerte hay una
iglesia derribada con algunos edificios, y que en ella hay un altar, que la dicha iglesia se decía
Nuestra Señora de la Estrella, y que solía ser iglesia mayor desta villa antiguamente; e que
podrá haber más de sesenta años que se pasó la dicha iglesia a la que agora está dentro
desta dicha villa de Montiel…”
La fortaleza estuvo habitada hasta los primeros años del siglo XVI (Ruibal, 1987: 160), aunque
con un uso cada vez más reducido, al perder la mayor parte de sus funciones, encontrándose
a fines de esta centuria en un estado de conservación preocupante, como se observa en las
Relaciones Topográficas de Felipe II (Viñas y Paz, 1971):
“... el dicho castillo ... de presente no tiene alcaide de residente y el cargo del lo tiene y
siempre lo ha tenido el Comendador desta villa e antiguamente hasta que podia haber treinta
años poco más o menos tiempo tuvo alcaide residente y en el habia muchas armas de
diferentes maneras e brojos de yerro e tiros de artilleria todo para defensa de guerra e guarda
del castillo e que todas estas armas e tiros faltan en la dicha fortaleza e los encasamentos de
dentro donde habia una cocina e otros aposentos e caballerizas todo esta hundido e dello falta
mucha cantidad de madera, clavazon e ladrillos que no se sabe quien es a cargo dello ..., e por
descuido de los Comendadores e sus alcaides ha venido en quiebra e daño la dicha fortaleza e
sus edificios ...”
Desde el siglo XVII en adelante la fortaleza fue desmantelada por los vecinos de la villa para
las construcciones de la misma. Por citar una fuente del siglo XIX reproducimos el texto que
dedica Sebastián de Miñano al tratar la fortaleza, tanto por su valor histórico como por la
explicita sentencia que hace:
“Esta villa, que en otro tiempo fue capital o cabeza de su campo, tan nombrada en las
historias de España, de hermosa y fuerte que era, por la mutación y las derrotas propias de su
antigüedad, ha llegado a ser todo lo contrario: nunca fue muy populosa, pero si plaza de armas
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muy fuerte, que estaba circundada de robustas murallas, petril, torres y barbacana, que con su
inexpugnable castillo, son el día de hoy unos objetos de la mayor atención”
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ANEJO Nº 2 ESTADO DE LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA IGLESIA DE
NUESTRA SEÑORA DE LA ESTRELLA.
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ANEJO Nº 2 ESTADO DE LAS ACTUACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ESTRELLA.
Las excavaciones en el edificio de la Iglesia de la Virgen de la Estrella se localizan en la ladera
sur del cerro que ocupa el castillo, junto al camino de servicio que se ha creado para los
trabajos arqueológicos y a una decena de metros de depósito de aguas municipal. Dentro del
Conjunto Arqueológico se ubica en el Sector 1 y, dentro del mismo, se corresponde con el
Área 1 de excavación.
El templo cristiano que se ha sacado a la luz en las diferentes campañas arqueológicas (2012-
2015) hay que fecharlo entre los siglos XIII al XV, según el registro documental y arqueológico.
Desde el punto de vista del primero la cita más temprana es de 1238, cuando se sabe que
parte de la iglesia ya debería estar construida al aparecer como pagadora de diezmos al
Arzobispo de Toledo, y las más tardías correspondería a 1575, cuando en las Relaciones
Topográficas de Felipe II se habla de la misma como un edificio arruinado en la ladera sudeste
y adosado a la muralla de la Villa. El registro arqueológico refrenda estos datos, ya que se ha
podido constatar como la iglesia se levanta en dos momentos constructivos, posiblemente
adosándose por el oeste y el sur a la cerca urbana, construyéndose en una primera fase la
cabecera, que no irían más allá del de la primera mitad del siglo XIII, y realizándose el resto
del edificio a lo largo del XIII e inicios del XIV. Por otro lado, con los datos que se disponen,
desde mediados del siglo XV se aprecian una serie de reformas que afectaron a la
compartimentación de la Nave Norte, tanto para la dotación de una nueva capilla (quizás en
uso como Ermita) como para el uso de la capilla septentrional de la cabecera amortizada como
lugar de enterramiento privado.
Desde el punto de vista constructivo la iglesia es de estilo gótico-mudéjar, de planta
rectangular (Fig. 3), con unas dimensiones de este a oeste de 27 m. y de sur a norte de 16 m.,
suponiendo un área total de 450 m² y con un espacio interno más reducido debido al grosor de
los muros. Está divida en tres naves (Fig. 4), la central ligeramente más ancha, alcanzando los
4,5 m., mientras que las laterales poseen un ancho máximo de 3,3 m. La cabecera es
totalmente plana, aunque no se ha podido exhumar aún el remate de la Nave Sur debido a que
se encuentra bajo el camino de acceso actual hasta el castillo.
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En cuanto a la morfología interna de la iglesia presenta cuatro tramos desde el presbiterio
hasta los pies, que estuvieron sustentados por bóvedas de crucería de ladrillo, como se ha
documentado durante el proceso de excavación (Fig. 5). Por el contrario, tanto el altar mayor,
como la capilla norte, debieron estar cubiertas por una bóveda de sillarejo de arenisca, de la
que no se puede precisar su morfología, aunque pudo ser, o bien apuntada, o de cañón
apuntado, por las cronologías que se manejan. Las naves se separaban entre si mediante
arcos apuntados de ladrillo, de los que sólo se han conservado los machones de apoyo de
ladrillo, estando estos últimos arriostrados sobre sendos muros longitudinales que recorren la
iglesia de este a oeste, dotando de una cimentación más estable a toda la estructura.
El templo debió contar en origen con hasta tres entradas porticadas, de la que sólo se han
conservado la norte y la oeste. La entrada principal se ubicaba a los pies, en el flanco
occidental de la iglesia, totalmente alineada con la nave central y el altar mayor, construida con
sillares de arenisca, de los que se ha conservado la jamba norte, y que debieron sostener un
arco apuntado de este mismo material. La portada norte está a un nivel superior que el área de
tránsito de la iglesia, por lo que existía una escalera de comunicación. De esta última sólo se
ha conservado el enlosado de la misma, así como el arranque de la jamba oriental, aunque en
alzado debió presentar unas soluciones similares que la puerta principal.
Constructivamente el templo es de una calidad y consistencia importante, aunque hay que
diferenciar tres tipologías:
- Los muros de cierre por el oeste y el sur, que posiblemente se correspondan con la
muralla de la villa, no se unen entre sí debido a que el ángulo de contacto se produjo un
desmonte con maquinaria en los setenta del siglo XX, arrasando en gran medida el
muro meridional de la iglesia (Fig. 6). Presentan una anchura de entre 1,5 m. y 1,7 m.
en la zona más potente. Su fábrica es a base de grandes mampuestos de piedra caliza
tobácea extraída de los afloramientos rocosos que forman el crestón rocoso del cerro.
Conforme ganan altura los mampuestos adquieren mayor regularidad, con el uso de
algunas piezas de arenisca e hiladas ciertamente marcadas, aunque en ningún
momento presentan una terminación tan cuidada como los otros paños de la iglesia
realizados en arenisca. El mortero con que se traban es muy rico en cal.
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- Los muros de cierre por el este y el norte (Fig. 7), constructivamente se adosan a los
anteriores, aunque se unen entre ellos, lo que marca claramente las fases de obra.
Presentan una anchura de 1,5 m. aunque el muro norte posee un ligero
ensanchamiento de 0,17 m. en la zona interior de iglesia que le serviría como refuerzo.
Su fábrica es a base de mampuestos muy regulares de arenisca, prácticamente
sillarejos, aunque no posee encadenados de sillares en los ángulos. Se traban
mediante un mortero de cal muy rico en cal, con una llaga muy saliente al exterior y que
en la zona interna estuvieron enyesados conservado en el caso del muro norte un gran
panel con pinturas góticas que está pendiente de su restauración.
- Los dos muros internos, que corren de este a oeste y que adosaban a los anteriores,
servían de cimentación para los pilares que sustentaban las arcadas y cubiertas del
templo (Fig. 8). Su anchura oscila entre 1 y 1,2 m., estando realizados mediante
mampostería de arenisca que se traba con un mortero de cal con algunas trazas de
yeso. Los muros, como se ha podido comprobar al desaparecer la nave sur, presentan
un cuerpo de cimentación realizado con piezas de arenisca y que sirven para
regularizar la zona de apoyo sobre las estructuras de la fase islámica.
Alrededor del templo, en especial en sus frentes norte y este, se extendía la necrópolis de la
iglesia, aunque en la última campaña se comenzaron a localizar tumbas también en el frente
sur alineadas con el muro de cierre por esta zona. De este campo santo se han excavado
alrededor de una treintena de tumbas de distinta tipología (sillería, mampuestos, de ladrillo, en
fosa simple…), construidas en diversas fases y en las que se han exhumado más de medio
centenar de cuerpos.
De cara a comprender el estado de las excavaciones en las distintas zonas del edificio de la
iglesia, aportamos una descripción de las mismas dentro de los ámbitos que comprenden el
edificio exhumado. No obstante, hay que precisar, que en el momento de redacción del
presente proyecto se está avanzando en la excavación de los niveles que aún quedan por
exhumar en el interior del edificio.
A) Ámbito A, Altar Mayor
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Se corresponde con el altar mayor de la Iglesia que remata la nave central en su extremo este.
Posee una planta cuadrada de 25 m². Está delimitado en todos sus costados mediante los
muros, aunque ha perdido por completo los niveles de uso medievales ya que fue arrasado por
completo por la acción de la maquinaria en los años setenta del siglo XX (Fig. 9).
Sólo se conservó, empotrado en el muro de delimitación por el norte, una fosa en el interior de
la estructura donde se documentó un enterramiento doble superpuesto, de dos individuos
adultos que proporcionó un ajuar compuesto por varias monedas de bronce, así como un anillo
del mismo material y bañado en oro.
No obstante, no se ha completado la excavación de este espacio. La actuación sobre el mismo
se pretende realizar antes de que comiencen las obras de consolidación y de puesta en valor
de la iglesia, con el fin de exhumar, hasta el nivel geológico los distintos estratos
arqueológicos, o bien, en su caso, dejar una zona en reserva arqueológica.
B) Ámbito B y E, Necrópolis cristiana de la Iglesia
Se corresponde con un espacio en “L” que rodeada extramuros la iglesia por sus costados
norte y este, que se correspondería con el cementerio cristiano asociado a la iglesia, aunque
del mismo no se han delimitado por completo sus dimensiones. La zona excavada presenta
una superficie de entorno a 128 m².
En el interior de la misma se han documentado una veintena de tumbas de distinta tipología
(Fig. 10), cuya fábrica está marcando una cierta distribución y fases cronológicas en el espacio
de enterramiento. Parece que, en un primer momento asociado a mediados del siglo XIII, se
creó una distribución por calles de ordenación de las sepulturas, asociándose a este momento
la construcción de las tumbas de sillares y de ladrillos que se localizan bien alineadas entre sí,
y que por el gran número de individuos en su interior pudieron servir como panteones
familiares.
En un segundo momento, posiblemente a lo largo del siglo XIV, el cementerio se fue
colapsando con la construcción de tumbas en fosa simple y delimitadas con mampuestos y
ladrillos, asociadas principalmente a uno o dos enterramientos. En el momento final de uso de
Comentado [LCR1]: Preguntar si ya han completado la excavación de este espacio
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la necrópolis encontramos una fase de gran mortandad que se muestra por un gran número de
enterramientos en fosa simple, a veces con familias enteras, y que está cubiertos por gruesas
capas de cal a modo profiláctico de las enfermedades.
Este este espacio aún no ha sido delimitado por completo, por lo que el proyecto futuro
debería contemplar la integración de este espacio junto a la zona interior de la iglesia. La
intervención en el mismo quedará pendiente a las actuaciones que se precisen dentro de las
obras a realizar en el futuro edificio.
C) Ámbito C, Capilla norte de la cabecera
Se localiza intramuros de la iglesia, correspondiendo con la capilla que remata la Nave Norte
de la cabecera del templo y donde ya se ha intervenido sucesivamente desde 2012. Posee
una superficie máxima de 17 m². Se trata una de las zonas más interesantes y mejor
conservadas de todo el edificio excavado.
En el interior de la capilla (Fig. 11), de planta rectangular, se dispone un pequeño altar
realizado mediante losas sillarejo de arenisco al que se accedía por un pequeño escalón del
mismo material. En la trasera del mismo debió existir un posible retablo que se adosaba al
muro Este de la Iglesia, del que sólo se documentaron los restos diseminados de maderas y
clavos. Al sur del altar, entre el mismo y el muro que delimita este espacio por el sur, pudo
existir un pequeño armario destinado al archivo parroquial, con lo que se explicaría la
presencia en este punto de los restos de una arqueta con un sello papal que claramente iría
validando un pergamino del que se desconoce aún su contenido.
El pavimento de toda esta zona estaba formado por un enlosado de piezas de arenisca de muy
buena labra, bajo las que se fueron depositando constantes enterramientos, de ahí el nivel tan
alterado que presentaban en el momento de la excavación. Debió estar cubierta con una
bóveda de crucería o de cañón apuntado por las cronologías de uso de la iglesia, realizada
mediante una fábrica de sillarejos de arenisca.
En el momento de uso final del templo, posiblemente ya convertido en ermita tras 1452, este
espacio pasó a ser una capilla funeraria quizás relacionada con algún tipo de linaje nobiliario
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del municipio. Este hecho explicaría la situación del sarcófago (Fig. 12) que impide por sus
dimensiones que se pueda llevar a cabo el culto normal en la capilla, ya que prácticamente
embute parte la zona norte del altar.
D) Ámbito D, Pórtico Norte Como se mencionaba anteriormente, este espacio comunicaba la iglesia con la zona del
cementerio y hacia la villa, salvando el desnivel con una escalera de sillería que descendía
hacia el interior del templo. Posee unas dimensiones muy reducidas de 11 m², ya que falta
delimitar por completo esta área hacia el norte.
El pórtico (Fig. 12) tiene unas dimensiones de 3 m. de anchura y la huella del mismo está
formada por un enlosado de piezas de arenisca de muy buena labra, en las que en la zona
central se aprecia un pequeño rebaje que pudo estar relacionado con el anclaje de una tranca
para el cierre de la puerta de entrada con dos hojas. Hacia el exterior se disponía la base de
dos pilares a modo de jambas de los que se ha perdido el oeste, pero se conserva el este.
Sobre los mismos se debió disponer un arco apuntado de sillería, del que se han recuperado
algunas piezas en el derrumbe interior de la iglesia, pero que pudo ser rapiñado parcialmente
al abandonar el templo.
En esta misma zona, pero ya extramuros del templo, se documenta una estructura que parece
corresponderse con dos peldaños de una escalera realizados en cascajo y mortero de cal, que
podría salvar el desnivel existente entre el acceso al edificio y la villa. En el extremo Este del
Ámbito, empotrada contra el perfil de la excavación, se documenta una estructura de ladrillos,
que a falta de excavarse en campañas anteriores parece corresponder a una tumba.
E) Ámbito F, Nave Norte Se localiza intramuros de la iglesia, correspondiéndose con los dos primeros tramos de la
Nave Norte, desde el presbiterio hasta el muro que delimita la capilla construida en la zona de
los pies del templo en esta misma nave. Se trata de un espacio con comunicación con la nave
central, con unas dimensiones de 37 m².
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En el momento de redactar este documento se está interviniendo en todo este espacio con el
fin de poder localizar el nivel del suelo del mismo. Por tanto, se trata de un corredor diáfano, en
el que destaca la presencia de un panel de pinturas murales conservadas como revestimiento
del muro de cierre norte de la iglesia (Fig. 13). Las mismas han sido sólo sometidas a una
pequeña limpieza, en la que se documentó la presencia de una figura humana de perfil con
trazas que lo asocian a los inicios del Gótico.
En el extremo sudeste del ámbito, en el espacio del presbiterio, se documenta una estructura
cuadrangular de fábrica muy pobre (Fig. 14) y con los restos de una hornacina en su cara
norte, que, aunque compleja de interpretar, podría estar relacionada con un osario relacionado
con el culto a algún tipo de reliquia.
F) Ámbito G, Capilla-Ermita a los pies de Nave Norte Se ubica a los pies de la Nave Norte, ocupando los dos tramos occidentales de la misma. Para
su construcción se cerró el espacio diáfano existente entre los pilares de ladrillo que permitían
el paso entre la nave central y la norte, mediante un murete de mampostería y yeso, usándose
el mismo sistema para delimitar la capilla por el Este y aislarla del resto de la nave. Posee
unas dimensiones de 39 m².
Se corresponde con uno de los espacios más interesantes y mejor conservados de todo el
templo. Tras desmontar el derrumbe de la bóveda y los arcos de ladrillo que colapsaban todo
este espacio (Fig. 15), se pudo documentar como esta zona había quedado prácticamente
fosilizada en el tiempo. Por las trazas de la misma parece corresponderse con un área usada
ya como ermita tras el traslado de la iglesia parroquial a la nueva construcción en el llano. En
su interior (Fig. 16) se ha conservado un altar elevado, construido con sillería de arenisca y
remates en yeso, que se coronó con dos columnas de mármol recuperadas en la excavación.
En la mitad este de la capilla se conserva un banco corrido en “L”, realizado mediante
mampostería, forrado en yeso, y que debió contar con tablones de madera para el asiento.
El suelo de la estancia, el documentado en la cota actual, era de yesones aplomados, con un
estado de conservación aceptable. Sobre el mismo se recuperaron varios elementos de juego
como dados y fichas para el alquerque.
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Finalmente, se accedía a esta estancia por medio de una entrada monumental abierta entre
los dos pilares de ladrillo del extremo occidental y que estaría cerrada por una reja de la que
han quedado las improntas de anclaje en estas dos estructuras.
G) Ámbito H, Nave Central
Espacio que se corresponde con la nave central de la iglesia, desde el pórtico de entrada
principal hasta el espacio del altar mayor. Se trata de un rectángulo con un área de 90 m².
Se trata de un espacio diáfano, algo normal para el correcto desarrollo del culto (Fig. 17). Sólo
se ve alterado por la localización de un sarcófago monumental (Fig. 18) que corta esta área,
con una buena fábrica de mampostería, bien enlucido y rematado en yeso. Presenta la
particularidad de que en sus caras laterales (salvo la que mira hacia el muro) ha sido
representado un escudo heráldico con un león rampante en su centro. Se han recuperado un
total de 4 escudos (dos centrados en cada uno de los lados cortos del sepulcro y otros dos en
el frente lateral que mira hacia la nave principal). Están fabricados en yeso y han sido retirados
para su posterior restauración y conservación. La cubierta del sepulcro estaba formada por
una pequeña bóveda de mampostería enyesada y debió contar con alguna inscripción, pues
hemos documentado letras en yeso con grafía gótica. Se desconoce si la inscripción formaba
parte de una primitiva tapa que fue rota en un momento posterior o si procede de alguna lápida
conmemorativa colocada en la pared inmediata al sepulcro.
El sarcófago apareció perfectamente sellado pero con un nivel de mampuestos y trozos de
yeso que colmataban el sepulcro hasta 1,5 metros de profundidad. Todo parece indicar que,
en un momento no precisado, pero seguramente del tiempo de la amortización de la iglesia
(ss. XV-XVI), se extrajo el último ataúd del interior del sarcófago, rompiendo las paredes
internas y el cerramiento primitivo. Posteriormente sería, de nuevo, rellenado con dichos
cascotes y sellado de nuevo la cubierta superior. Esto explica el hecho de que en el nivel más
inferior de la tumba hemos encontrado un esqueleto femenino entero en decúbito supino, con
un individuo infantil a los pies, y escasos restos de otro individuo masculino que había
colapsado sobre el anterior. La datación del individuo femenino se remonta a mediados del
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siglo XIV, fecha que debe coincidir con la de la construcción del sarcófago porque no hemos
encontrado más restos óseos a mayor profundidad.
A lo largo de la nave se documentan un número importante de enterramientos cristianos, la
mayor parte de ellos en fosas simples, pero que en las cotas más profundas se mezclan con
las inhumaciones islámicas previas a la construcción de la iglesia. En el extremo oeste de la
nave se han conservado los restos del suelo original, nuevamente realizado en yeso.
A los pies de esta nave se sitúa la puerta principal de la iglesia. Se trata de un vano bien
enmarcado con piezas de sillería en las jambas y en el suelo, con restos de los goznes y una
losa monumental en el exterior que desconocemos si formaba parte de algún atrio o del vial
inmediato. El alzado de este vano debió estar resuelto claramente por un arco apuntado,
aunque carecemos de la información sobre su programa ornamental. Esta puerta fue cegada
en un momento indeterminado, quizás ya en el siglo XVI, con un pequeño murete a base de
sillarejos y materiales reaprovechados.
H) Ámbito I, Nave Sur Este ámbito se corresponde con el trazado de la nave sur de la iglesia, sin incluir la cabecera
que está bajo el actual camino de servicio de acceso al castillo, con un área de 40 m². Hay que
precisar que este área presenta una cota 2 m. inferior que el nivel de uso del resto de la
parroquia, ya que fue arrasada por la maquinaria en los años setenta del siglo XX
desapareciendo todas las estructuras de cronología cristiana, salvo la cimentación de los
muros de cierre de la iglesia por el oeste y el sur (Fig. 19). No obstante, este hecho dejó a la
luz la ocupación islámica anterior a la obra de la iglesia, lo que ha permitido documentar los
restos de una necrópolis musulmana, quizás asociada a una mezquita de la que no se han
localizado vestigios hasta el momento.
Dentro de este espacio se han localizado seis enterramientos de ritual islámico (Fig. 20), con
tumbas de cubierta de tejas curvas o de mampostería, que se encuentran enmarcadas dentro
de dos muros que pueden corresponderse con el cerramiento de la maqbara. El C14 realizado
a dos de los individuos ha permitido fechar estas tumbas en una horquilla temporal entre el
siglo XI y XII, en la línea de las viviendas documentadas en el Área 2 del yacimiento.
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No obstante, la excavación en este punto continúa en la actual campaña de 2016, por lo que
posiblemente se podrá finalizar en la misma hasta los niveles geológicos.
H) Ámbito J, Espacio extramuros al Sur de la Iglesia
Este espacio se corresponde en su mayor parte con el actual camino de servicio para
ascender hacia el castillo, por lo que está prácticamente sin excavar en su totalidad. En la
campaña anterior se rebajó parcialmente esta zona para poder delimitar la iglesia en su
costado meridional. En este proceso se documentaron, extramuros del templo, dos
enterramientos (Fig. 21). El primero asociado a una tumba de ladrillo que se superpone a
estructuras Prehistóricas y, el segundo, una fosa simple donde se localizó un enterramiento
infantil con un ajuar de cascabeles de bronce.
Este espacio deberá ser incluido para su estudio arqueológico en las obras del futuro edificio,
de cara a su uso como zona de acopio de materiales o de apoyo de estructuras de sujeción de
la obra.
H) Ámbito K, Espacio extramuros al oeste de la iglesia
Se localiza en la zona exterior de la iglesia, a los pies de la misma, en el costado oeste.
Actualmente se ha intervenido sobre una superficie de 52 m². No obstante, este espacio debe
continuar claramente hacia el oeste hasta prácticamente el depósito de agua actual.
Durante las excavaciones realizadas en esta área se pueden distinguir dos zonas distintas. En
primer lugar, el espacio anejo al pórtico de entrada, donde se han localizado una zona de
acumulación de objetos arqueológicos, que pueden estar relación con un nivel de uso a modo
de vial de entrada al interior de la iglesia, delimitado al norte con un pequeño muro que pudo
hacer las veces de sustentación de alguna estructura a modo de protección de la puerta de
entrada. Al norte del muro mencionado, se extiende nuevamente una zona de necrópolis,
donde hemos excavado varias tumbas destacando una gran estructura de enterramiento
realizada íntegramente en sillares y sillarejo y que posee un estado de conservación
relativamente completo (Fig. 32).
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ANEJO Nº 3 DESCRIPCIÓN DE LAS ACTUACIONES DE RESTAURACIÓN REALIZADAS EN
LOS ELEMENTOS ARQUEOLÓGICOS.
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ANEJO Nº 3 DESCRIPCIÓN DE LAS ACTUACIONES DE RESTAURACIÓN REALIZADAS EN LOS ELEMENTOS ARQUEOLÓGICOS.
La mayor parte de las actuaciones realizadas en las diferentes campañas han consistido en
consolidación de estructuras y medidas de conservación preventiva. Por tanto, a lo largo de los
años, se han realizado trabajos de consolidación de los muros, tanto de cierre como interiores
que conforman la construcción, levantando hiladas de protección y realizando nuevos
rejuntados que han ido dando estabilidad a cada una de las obras. En el interior del templo,
por otro lado, se ha intervenido sobre suelos, revestimientos y las estructuras que se
encontraban en un estado de conservación más débil debido a la delicadeza de su fábrica. No
obstante, con el fin de presentar correctamente estas actuaciones, se explican a continuación
de una forma más detallada.
A) Consolidación de las estructuras murarias
Los distintos muros que conforman la estructura del templo se han ido consolidando de
manera preventiva durante las distintas campañas realizadas. Las patología más frecuente a la
que nos hemos enfrentado es la gran pérdida de volumen que presentaban dichos muros,
sufriendo disgregación de morteros, arenización de sillares, de forma que muchas piezas
estaban voladas por la desintegración del mortero original, en especial, en los muros norte y
sur, muy perdidos por la acción de la maquinaria en el pasado.
En todos los casos el proceso de conservación ha tenido unas líneas comunes. La obra
original ha sido separada de la nueva mediante malla reticulada de fibra de vidrio, permitiendo
una mejor adhesión y separando ambas actuaciones. Se han reutilizado los sillarejos y
mampuestos de arenisca que se recuperaron en la excavación, encofrándolos nuevamente y
rellenándolos de hormigón de cal siguiendo la técnica original. El mortero usado en los trabajos
está realizado a base de cal y arena, muy similar al original tras las pruebas que se hicieron, al
que se le añadió una pequeña proporción de cemento blanco para que diera solidez a la
estructura y dejara endurecer lentamente a la cal. De una forma individualizada las
actuaciones en los muros han sido las siguientes:
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- Muro este de cierre de la Iglesia (Fig. 22). Sobre este paramento se levantó una o dos
hiladas de sillarejo, según el caso, sobre el perfil conservado del muro. Además, se
rejuntaron las piezas a ambos lados del muro para dar consistencia las distintas
hiladas.
- Muro sur de cierre. Esta estructura es una de las más arrasadas de toda la
construcción por culpa de la acción de la maquinaria en los años setenta como ya se
mencionó, conservando prácticamente el cimiento. Se levantó una hilada de protección
y se rejuntaron todas las hiladas, aunque el alzado era mínimo.
- Muro oeste de cierre (Fig. 23). La conservación de este paramento era muy deficitaria
en la zona de la nave sur donde prácticamente fue arrasado por la maquinaría, estando
mejor conservado en el resto de las naves. Se levantó una nueva hilada de
mampuestos en el espacio coincidente con la nave norte y se rejuntaron todas las
hiladas. En el área de la nave central, donde se abre la puerta principal, se consolidó la
estructura de esta última, reponiéndose los sillares caídos de la jamba norte y
realizándose una capa de protección en las losas que forman la huella de la puerta. En
la zona correspondiente a la nave sur está pendiente la intervención de reintegración y
protección del muro, hasta el punto de unión con el muro sur.
- Muro norte de cierre (Fig. 24). Es el mejor conservado de todo el templo, aunque en la
mitad oeste había perdido gran parte de la hoja de cierre por el sur debido a su arrastre
al caer las bóvedas. En esta mitad occidental se volvió a cerrar la hoja y se levantó una
hilada de sacrificio, con el consiguiente rejuntado. En la mitad oriental está pendiente el
levantamiento de una hilada de sacrificio. En la zona del paramento coincidente con el
Ámbito F se ha intervenido consolidando, limpiando y realizando una estructura de
protección en el conjunto de pinturas murales, aunque aún está pendiente la limpieza
en profundidad que será conveniente realizar cuando el edificio vaya a ser cubierto.
- Muros interiores (Fig. 22). En los muros interiores se ha levantado una hilada de
sacrificio siguiendo el perfil que conservaban estas estructuras, rejuntándose las
distintas hiladas para darle solidez. El caso más especial es el muro que separa la nave
central de la sur, parcialmente arrasado por la maquinaria que dejó a la luz todo el
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alzado del muro al destruir la nave sur. En este punto hubo que consolidar mediante
mortero de cal la cimentación, se rejuntaron todas las hiladas y se realizó una hilada de
sacrificio siguiendo el perfil del muro.
B) Intervención en el Ámbito C. Capilla norte de la cabecera
Esta zona fue excavada por completo en el año 2013, donde se realizó una primera
intervención de consolidación y cubrición del sarcófago que se adosaba al muro norte, lo que
evitó que sufriera daños en el invierno.
Las principales actuaciones se han llevado a cabo en la campaña de 2014. Durante este
período se intervino en la restauración completa del altar de la capilla, que tuvo que ser
desmontado parcialmente numerándolo previamente, para posteriormente reintegrarlo y
realizar una estructura de sujeción interna para evitar su desplazamiento (Fig. 25).
Por otro lado, se reintegraron las losas del nivel de suelo original, rejuntándose con mortero de
restauración. Durante este proceso se colocó una copia de un alquerque medieval, mientras
que la losa original que contenía el juego fue retirada para su conservación en el laboratorio.
En las sucesivas campañas se ha tratado la superficie pétrea con un consolidante estructural.
Asimismo, el alquerque original encontrado in situ y actualmente en el laboratorio de
conservación de Montiel, debería volver a su sitio original y sustituirse por la reproducción que
se realizó años anteriores como ya se ha explicado anteriormente.
En este Ámbito C, se localizaron importantes piezas durante el proceso de excavación. Los
hallazgos son de pequeño tamaño pero de gran valor histórico – artístico, tales como: anillos,
fragmentos de un cáliz de alabastro, sellos de plomo, monedas, fíbulas, así como otras piezas
significativas que pueden formar parte del recorrido museográfico o bien incorporarse de
alguna manera en el mismo mediante recreaciones 3d, realidad aumentada, proyecciones, etc.
en dicha zona.
C) Intervención en el Ámbito F. Nave Norte
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En dicho ámbito localizamos varios enterramientos con importantes hallazgos en cada uno de
los mismos. Destacamos en alguno de dichos enterramientos importantes ajuares como agujas
o fíbulas de bronce y especialmente los cendales de oro y seda.
En la pared norte se ha intervenido en diferentes campañas de excavación realizando la
consolidación de las pinturas que cubren el muro norte de cierre del templo. Dada la
inexistencia de cubierta, se hizo necesario proteger las pinturas con un sistema de protección
adecuado. Se optó por proteger la superficie con papel japonés y paraloid B72 a baja
proporción. Tras esta capa que funciona de protección, se engasó la superficie con gasa y
resina acrílica. En las zonas más debilitadas, con grietas y pérdidas volumétricas en las que
previamente se habían consolidado con Acril a diferentes proporciones y realizado inyecciones
mediante morteros de inyección de tipo PLM-A y PLM-M con marmolina como carga, se hizo
necesario colocar doble o triple engasado en dichas zonas. Posteriormente, se colocó una
manta de geotextil y se realizaron protecciones con planchas de espuma de poliestireno
extruido (Fig. 26). Tras esto se cubrió la superficie con planchas de madera especiales para
exteriores y se apuntaló para evitar el descubierto.
Como fase inicial se valorará realizar algún tipo de técnicas analíticas sobre las pinturas, ya
que tan solo en una zona se pudo llegar a su superficie pictórica realizando una pequeña cata
de limpieza donde se mostraron grafismos representando un perfil humano. Por tanto, con el
fin de conocer su naturaleza, composición y estructura, así como los tipos de revoques usados
y definir la técnica pictórica empleada: seco, falso fresco, técnica mixta y sus posibles
variantes, se hace necesario realizar diferentes análisis.
Se valora realizar técnicas no destructivas sobre las pinturas tales como radiaciones no
visibles que permitan examinar la superficie pictórica y su soporte y conocer la técnica
empleada e incluso recuperar partes de pintura que no se detectan a simple vista. El tipo de
exámenes que se espera realizar antes de intervenir en la limpieza de la superficie pictórica
son: exámenes con luz rasante, lámpara de rayos ultravioleta, rayos infrarrojos y
refractrografías de rayos infrarrojos.
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Tras los análisis y estudios pertinentes se procederá a la retirada de las protecciones, y a
valorar su estado de conservación. Tanto las grietas como las oquedades existentes deben ser
tratadas y posteriormente reintegradas. La superficie pictórica debe someterse a la limpieza en
su totalidad y reintegrarse volumétricamente las pérdidas ocasionadas por las raíces y grietas.
En lo referente a la reintegración cromática se aplicará un color neutro y si se considera
oportuno una capa de protección final de cara a su musealización.
El otro frente de trabajo que se considera necesario en la intervención es la consolidación y
restauración del muro de separación entre la nave y la capilla de los pies, Ámbitos F y G
respectivamente. En este punto se rejuntaron los mampuestos y se reforzaron los peldaños de
las escaleras que se adosan al mismo, procedentes de la puerta norte de la iglesia. Se valora
la reintegración de dicha escalera con los mismos materiales extraídos durante la excavación
en dicha zona.
D) Ámbito G, Capilla-Ermita a los pies de Nave Norte
Este espacio fue excavado completamente en la campaña de 2014, tras la cual hubo de
acometerse una serie de procesos de conservación importantes que afectaron prácticamente a
todas las estructuras.
En primer lugar, se intervino sobre el altar de la capilla (Fig. 27), que conservaba un enfoscado
de yeso, por lo que fue necesario consolidar mediante inyección de resina acrílica y morteros
de inyección. Se realizaron contornos perimetrales para proteger los enyesados existentes y
conservar la estructura. En lo que respecta al resto de la construcción, al haberse perdido el
mortero de unión, se procedió a rejuntarlo de nuevo con mortero de restauración. Dado que los
sillares de los escalones son de arenisca y algunos de ellos se encontraban debilitados, en
proceso de arenización, con la finalidad de garantizar su conservación se les aplicó dos
sesiones de silicato de etilo Bioestel®. Posteriormente se cubrió la superficie con geotextil y se
realizó una caja con espuma de poliestireno extruido al interior para garantizar su conservación
durante el invierno.
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En dicha estructura se considera necesario revisar su estado de conservación, y, si es preciso,
consolidar y rellenar algunas oquedades que pueden haberse ocasionado al estar la estructura
a la intemperie a pesar de haber estado protegida.
La otra estructura intervenida fue un banco corrido adosado a los muros de cierre. Dado que
existían improntas de madera sobre el yeso existente, se decidió reconstruir respetando
evidentemente lo existente, para ello se interpuso malla de fibra de vidrio y mortero de
restauración. Se considera necesario intervenir de nuevo en dicha estructura ya que el mortero
de restauración colocado en ciertas zonas está bastante disgregado.
La capilla conservaba parte del nivel de suelo formado por una capa de yesos perdida en
algunas zonas, por lo que se decidió protegerlo. Para esta tarea se decidió cubrir el suelo con
una malla reticulada, con la finalidad de separar el suelo original y a modo de capa de
intervención, nivelarlo con mortero de restauración hasta tapar completamente el nivel de uso.
Dado que dicha actuación se realizó para proteger el suelo y poder acceder a intervenir
correctamente en el resto de estructuras, es necesario retirar la capa de mortero realizada
hasta llegar al suelo original y consolidarlo dejándolo preparado para su musealización al
realizar la cubierta del centro de interpretación.
E) Ámbito H, Nave Central
En la Nave Central se han acometido tres actuaciones tras prácticamente completar su
excavación en el año 2014: excavación y conservación del Sarcófago de los Leones,
reintegración de los pilares de ladrillo de soporte de arcos y cubierta, y protección del nivel del
suelo.
La importancia del hallazgo del sarcófago, así como la debilidad de su estructura, supuso que
el mismo fuera siendo consolidado conforme se avanzaba en la excavación. El primer proceso
fue la consolidación de los distintos escudos heráldicos que se conservaban en los frentes del
mismo, lo que permitió finalizar la excavación de la estructura. Tras ello se empapelaron los
escudos y se procedió a su arranque y extracción para el traslado al laboratorio. Una vez
excavado el interior del sarcófago se procedió a su cubrición. Se rellenó el interior del mismo
con sacos de arlita y se reforzó el interior del sarcófago con mortero de restauración ya que se
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encontraba bastante debilitado en ciertas partes. Posteriormente se procedió a su cubrición
realizando una cubierta siguiendo las medidas tomadas previa a su excavación y se colocó un
testigo de la bóveda original en su parte este (Fig. 28). Con la finalidad de garantizar su
conservación de cara a futuras campañas de excavación, se colocó geotextil sobre su
superficie y se le realizó un cajón a medida de madera tratada para exteriores y protegido con
planchas de poliestireno extruido en la parte interior del mismo. Los huecos existentes entre el
cajón y el sarcófago se rellenaron con arlita.
Por tanto, resulta indispensable de cara a su musealización valorar en primer lugar su estado
de conservación tras la retirada de las cubriciones temporales existentes. En el caso de que se
considere necesaria su consolidación se realizará siguiendo la misma metodología de trabajo
llevada en el mismo en años anteriores.
Posteriormente se recuperarán cada uno de los escudos extraídos durante la excavación y se
colocarán una vez restaurados en su lugar de origen en el sarcófago. Tres de estos escudos
se extrajeron del propio sarcófago mientras que el cuarto de los escudos dado que no se
encontró in situ en el sarcófago, sino que se fue encontrando en fragmentos durante el
proceso de excavación, será necesario realizar tareas de reintegración. Se propone realizar
sobre alguno de estos fragmentos análisis y estudios de composición ya que no se les ha
realizado ningún tratamiento y actualmente se localizan en el laboratorio de restauración en
embalajes inertes.
Los tres escudos extraídos se encuentran protegidos con papel japonés, engasados y con el
contramolde realizado durante la extracción, por lo que es necesario retirar las protecciones y
valorar su estado de conservación. En el caso de que resulte necesario se consolidarán y se
restaurarán para posteriormente proceder a colocarlos en el propio sarcófago por
profesionales especializados y con titulación requerida en Conservación y Restauración de
Bienes Culturales.
En esta zona se localizaron importantes hallazgos de pequeño tamaño como ajuares, así
como material significativo de mayor tamaño como son dos columnas de mármol de carrara,
una de ellas completa y otra parcialmente, que deberán ser incorporadas al discurso
museográfico que se realice.
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La segunda actuación fue la reintegración y levantamiento de los pilares que soportaban los
arcos de separación de las naves. Se han intervenido sobre los cuatro conservados en la nave
norte. El de mayor alzado tenía aún más de un metro de altura y enfoscada su superficie. En
los cuatro pilares se ha seguido el mismo criterio de restauración. Se ha limpiado su superficie
y se ha subido un par de hiladas de protección, siguiendo la misma disposición de los ladrillos
en cada una de las hiladas. El rejuntado se ha hecho con mortero de restauración similar al
original, por lo que, al tratarse de una junta mucho más depurada y blanca, el mortero
empleado en la junta posee más proporción de tierras lavadas. Se ha respetado la anchura de
la junta de aproximadamente tres centímetros de grosor. También se les aplicó dos sesiones
de silicato de etilo bioestel® para garantizar su conservación. Tras eliminar la junta se fueron
levantando hiladas de ladrillos, hasta 5 hiladas, con la finalidad de que no contrastase tanto
con el resto de los pilares. Se siguió el mismo criterio de intervención, separando la superficie
original con malla de fibra de vidrio y realizando una junta de 3 cm como en casos anteriores.
El último procedimiento que se realizó fue la cubrición del suelo con una malla reticulada y
nivelarlo con mortero de restauración hasta tapar completamente el nivel de uso conservado,
que aún falta por exhumar en la mitad este de la nave.
F) Ámbito B-E, Necrópolis cristiana
Uno de los objetivos de la intervención del año 2014 en la necrópolis fue la restauración de
algunas de las tumbas excavadas en anteriores campañas de excavación. Por lo que en la
medida en que se fueron excavando, se fueron consolidando y restaurando con la finalidad de
dejarlo visible al público (Fig. 29).
La restauración se realizó respetando tanto los materiales como el mortero existente en cada
una de las tumbas. Es decir, las tumbas de ladrillo se restauraron con ladrillo con las mismas
dimensiones que el original y con un mortero más depurado y respetando el grosor original, de
la misma forma que las tumbas de sillería se restauraron con sillería, etc. Sobre las tumbas
excavadas y restauradas se les aplicó tres sesiones de silicato de etilo con hidrofugante para
garantizar su conservación dado que van a estar expuestas a los agentes de deterioro.
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Posteriormente, se interpuso una malla reticulada de polietilieno y sobre la misma se colocó
tierra cribada y puzolana hasta llegar a rellenar su interior. En puntos concretos se realizaron
canaletas como medida preventiva para evitar la acumulación de agua al encontrarse en la
ladera del castillo.
G) Ámbito I, Nave Sur
Como hemos mencionado anteriormente, este espacio se encuentra a una cota muy inferior al
resto de la iglesia, habiéndose perdido las evidencias de la fase cristiana y estando a un nivel
relacionado con la fase ocupación islámica del yacimiento.
En este ámbito se localizan importantes enterramientos de época musulmana y un horno.
Tanto el horno como los diferentes tipos de enterramientos han sido consolidados en la
anterior campaña. El horno posee una estructura de protección que se diseñó para garantizar
su correcta protección durante el invierno.
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ANEJO Nº 4 PROGRMA MUSEOGRÁFICO Y DISCURSO EXPLICATIVO
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ANEJO Nº 4 PROGRMA MUSEOGRÁFICO Y DISCURSO EXPLICATIVO
Este anejo comprende un esbozo del posible programa museográfico, con el fin de que el
mismo sirva de apoyo al diseño del centro de interpretación y a la definición del Proyecto
Museográfico. Se debe destacar que los ejes temáticos que a continuación se describen tienen
como finalidad animar al visitante, no sólo a la contemplación de los vestigios del Conjunto
Arqueológico, sino crear en el mismo una expectación para conocer otros elementos
patrimoniales del municipio y su comarca.
- Línea del tiempo básica para entender el proceso de ocupación humana del Campo de
Montiel en general y de Montiel en particular, desde la Prehistoria hasta la actualidad.
- Estudio sobre la Edad Media en el territorio manchego con las peculiaridades que
presenta y, dentro del mismo, la importancia de la posición del Campo de Montiel y su
relación con el entorno: ámbito manchego, andaluz y levantino.
- Papel del castillo y villa de Montiel como cabecera de toda la comarca, con mención
expresa a las vías de comunicación y el poblamiento medieval tanto en época
musulmana como cristiana.
- Explicación del yacimiento en su fase prehistórica (Calcolítico-Edad del Bronce)
aportando información sobre este período y sobre los restos encontrados.
- Descripción de la fase islámica (siglos IX al XIII), zonas de ocupación, funciones de la
fortaleza (hisn) en la secuencia histórica (califato, reinos taifas y dominios almorávide y
almohade) y forma de vida de los habitantes.
- Reconquista y repoblación cristiana, con mención al papel militar del enclave de Montiel
y la estrategia de su conquista (Castillo de San Polo), uno de los pocos casos
documentados de castillo-padrastro con que contamos en Europa.
- Información detallada sobre las Órdenes Militares y en especial la de Santiago, ya que
se conservan importantes vestigios de este periodo en el yacimiento, donde se ubicó
una de las encomiendas santiaguistas más importantes de toda España.
- Análisis de la batalla de Montiel (1369) y de sus escenarios, como el mismo castillo, el
campo de batalla, los enterramientos en la iglesia de la Virgen de la Estrella, etc.
Muerte de Pedro I en Montiel y cambio de la dinastía reinante en Castilla.
- Recreación del espacio de una iglesia medieval y su necrópolis a través de los restos
conservados in situ, de gran importación científica y educativa ya que están fosilizados
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en el tiempo. En este apartado se reintegrarán los espacios del templo, los elementos
arqueológicos encontrados en el mismo y se deberán realizar simulaciones
recuperando elementos desaparecidos, pero de los que se tiene documentada su
presencia en el momento de uso de la parroquia.
- Epílogo del Montiel medieval, con la reducción de la iglesia en ermita, el abandono del
castillo y la nueva villa de época moderna.
Para llevar a cabo este discurso narrativo, el Proyecto Museográfico debería incorporar los
elementos expositivos, didácticos y técnicos novedosos y variados que se relacionan a
continuación:
- Textos, con mensajes y frases breves, tanto del discurso histórico-patrimonial general
como de los restos y materiales arqueológicos expuestos en el centro, tales como. citas
de las fuentes históricas, referencias de los hallazgos, pero sobre todo, ideas clave que
despierten el interés y la curiosidad del visitante, y que le inviten a la reflexión, la
investigación y el conocimiento.
- Paneles y murales explicativos, a color y con materiales resistentes y livianos. Su
número y dimensiones dependerá del proyecto arquitectónico final, pero teniendo en
cuenta los contenidos explicativos, calculamos que se necesitarán 6 paneles, tres
grandes, de 2,5 x 1.8 m. y otros tres pequeños de 0.8 x 1 m.
- Vitrinas y soportes, totalmente necesarios para la exposición de los objetos
arqueológicos expuestos. Igual que en el caso de los paneles es difícil calcular su
número exacto y dimensiones, sobre todo porque el yacimiento está en proceso de
excavación y es previsible que en futuras campañas se exhumen restos que merezcan
ser expuestos en el centro de interpretación. Hasta el momento, los materiales
arqueológicos que hemos recuperado y que deben ser expuestos son de pequeño
tamaño, no excediendo de los diez centímetros de longitud, pero de gran valor
histórico- artístico. La mayor parte de los mismos son piezas metálicas de bronce,
bronce dorado, plomo o hierro tales como anillos, agujas, fíbulas, campana, sellos,
monedas, elementos decorativos, cascabeles, etc. Este tipo de elementos debe ir en
vitrinas de exposición correctamente acondicionadas tanto a nivel lumínico como de
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temperatura y humedad relativa, con vidrios templados de seguridad de al menos 4
mm., preferiblemente anti-reflejos y antirrobo. Deben poseer techo con iluminación en
la barra superior, disponiendo de un difusor para garantizar una correcta iluminación.
- El centro de interpretación albergará también algún objeto de mediano tamaño
recuperado durante el proceso de excavación: columnas, capiteles, estelas funerarias,
grabados en piedra (alquerques), etc. Deberán contar con el correspondiente soporte y
medidas de protección. Entre este grupo de piezas se contrarían las dos columnas de
mármol de carrara, alquerques grabados en arenisca, relieves con las cruces de
Santiago, piezas de cantería, boleños, etc. Este tipo de elementos se podría exponer
tanto en vitrinas como en peanas e incluso en paredes formando parte del recorrido
que se realice, reintegrándose en el espacio original que ocuparon durante el momento
de uso de la iglesia
- Mobiliario, material de uso didáctico y guías para la visita: folletos, cartelería,
audioguías, material diverso para los talleres escolares, etc.
Por otro lado, hay que precisar que a lo largo de las diferentes campañas, como ya se ha
detallado anteriormente, se han ido extrayendo importantes hallazgos. Se han ido
documentando fotográficamente e inventariando cada una de las piezas en una base de datos.
Algunas de ellas, especialmente las monedas, se fueron restaurando parte de ellas en
diferentes campañas de excavación. Sin embargo, todavía restan piezas de la excavación
inventariadas y clasificadas en diferentes embalajes inertes, en espera de ser restauradas,
para poder ser expuestas en el Centro de Interpretación- Museo.
Comentado [LCR2]: Esto no sé si no deberímos quitarlo, queremos que el quipo diseñe unas vitrinas integradas en la arquitectura del edificio.
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ANEJO Nº 5 FOTOGRAFÍAS
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Fig. 1. Fotografía general del Conjunto Arqueológico con la
localización de la Iglesia
Fig. 2. Plano de Localización de la Iglesia en el cerro
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Fig. 3. Planta arqueológica de la Iglesia con ámbitos
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Fig. 4. Ortofoto de la Iglesia con ámbitos
Fig. 5. Vista de bóvedas de crucería y arcadas colapsadas
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Fig. 6. En primer plano vista del muro sur muy arrasado en la
zona de unión con el del oeste
Fig. 7. Vista del muro de cierre norte tras la restauración
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Fig. 8. Vista de uno de los pilares sobre los muros interiores
Fig. 9. Vista del Altar Mayor tras la restauración
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Fig. 10. Vista de la necrópolis antes de su restauración
Fig. 11. Ortofoto de la capilla con la señalización de los diversos
elementos
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Fig. 12. Vista del sarcófago construido sobre el enlosado y
parcialmente el altar del Ámbito C
Fig. 13. Vista de la Puerta Norte de la Iglesia (Ámbito D)
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Fig. 14. Vista del posible osario en la nave norte (Ámbito F)
Fig. 15. Detalle de los arcos de ladrillo colapsados en el
interior de la capilla
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Fig. 16. Fotografía general de la capilla (Ámbito G) antes de
su restauración
Fig. 17. Vista general de la iglesia desde los pies
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Fig. 18. Vista del Sarcófago de los Leones en la nave
central (Ámbito H)
Fig. 19. Vista de la nave sur (Ámbito I), obsérvese la
destrucción sufrida por la misma
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Fig. 20. Vista cenital la nave sur, con la necrópolis islámica
infrapuesta a la misma
Fig. 21. Ámbito J, con la necrópolis extramuros
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Fig. 22. Vista de los muros de la cabecera consolidados
Fig. 23. Vista general del muro oeste tras la restauración
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Fig. 24. Vista general del muro norte de la Iglesia tras la
restauración
Fig. 25. Vista de la Capilla Norte consolidada
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Fig. 26. Vista de los paneles de pintura protegidos
Fig. 27. Detalle del altar reintegrado
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Fig. 28. Vista del Sarcófago de los Leones tras su reintegración
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Fig. 30. Vista general del Ámbito K desde el norte
Fig. 29. Detalle de una de las tumbas
tras su restauración
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Fig. 32. Vista de la Torre 1 en primer plano apoyada sobre el roquedo
Fig 33. Vista de la Torre 9 en primer plano de la imagen, a la derecha el
contrafuerte o Torre 10
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Fig. 34. Vista de la Torre 12 en primer plano
Fig. 35. Vista de la Torre 13 en el centro del Lienzo 11
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ANEJO Nº 6 PLANOS 6.1. Plano de situación. 6.2. Plano de curvas de nivel del cerro del Castillo de la Estrella. 6.3. Plano de ubicación de la Iglesia de la Estrella en el cerro. 6.4. Plano de los vestigios de la Iglesia de la Estrella. 6.5. Planos de curvas de nivel de la Iglesia de la Estrella y su entorno. 6.6 Modelización vestigios de la Iglesia de la Estrella. 6.7 Modelización vestigios de la Iglesia de la Estrella en planta. 6.8. Plano del Castillo con indicación de las zonas a intervenir.
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Imagen obtenida en el modelo publicado en el siguiente enlace:
https://sketchfab.com/models/a88665308c3d4e20a4d31479a7668f8e
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