Primero: hay que subir bien alto para llegar al inicio de nuestro peculiar trayecto…¡Subamos!
Mejor agarrarse bien y mirar donde pisamos…
Ojo a los compañeros de trayecto…
…y a las vistas.
El camino está muy transitado, pese a todo.
Unos cuantos escalones (esos agujeros en la roca) más…
…y ya estamos aquí…
…¡En La Casa del Té!
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