La Fisioterapia en pacientes con la enfermedad de Parkinson.
Gómez Arellano Gustavo
201207641.
Licenciatura en Fisioterapia.
Enfermedad degenerativa del SN.
Afecta a las zonas del cerebro encargadas
del control y coordinación del
movimiento y tono muscular y de la
postura.
La presencia de dopamina es esencial
para que los movimientos del cuerpo
humano se produzcan de forma efectiva y
armónica.
La degeneración
progresiva de las
neuronas productoras,
hace que ésta sea una
enfermedad cuyos
síntomas aparecen muy
poco a poco.
Se requiere una serie de
cuidados que le ayuden a
desarrollar las
actividades de la vida
cotidiana con la mayor
normalidad posible, así
como a mejorar su
calidad de vida.
“Aprender lo antes posible a vivir con él, de
forma que se siga teniendo la mayor autonomía y
libertad posible.”
Mejores rendimientos
en las actividades de la
vida diaria.
Adaptación
Proveer una situación
mas optimista
Es vivido por el afectado con
impotencia, tristeza y
pesimismo.
Existen tareas que antes
realizaba sin dificultad ahora las
debe de llevar a cabo de una
manera diferente o incluso
necesita ayuda del familiar.
Los tratamientos farmacológicos y demás técnicas médicas
prescritas por el neurólogo son esenciales, pero deben
complementarse con otra serie de tratamientos no farmacológicos.
Ejercicios de gimnasia específicos
para el mantenimiento de la
marcha, ejercicios respiratorios y
de relajación que disminuirán la
rigidez y los frecuentes dolores
por la misma. Deben evitarse
programas intensivos que agoten
al enfermo, puesto que le generan
ansiedad, depresión e incluso
agravan su situación.
El masaje terapéutico está
destinado al alivio de dolores,
relajación muscular,
tonificación muscular, mejora
vascular general, flexibilidad
articular, alivio de contracturas
y rigidez, etc.
El fisioterapeuta realizará todo
tipo de ejercicios con el
enfermo encaminado a
disminuir su inmovilidad,
rigidez y consecuencias de las
mismas.
El trabajo como fisioterapeuta es que el individuo logre
adaptar su situación a su nuevo estilo de vida, eso implica un
apoyo extraordinario física y psicológicamente.
El fisioterapeuta de involucrar al paciente en su
adaptación a su entorno, a su vida habitual con la
enfermedad, no se trata de querer evitarla, sino de
vivir con ella, y ese es el trabajo de brindar la
autonomía suficiente para sobrellevar una vida
propia sin dependencia alguna, y de convertirnos
en un apoyo psicológico, físico y autónomo.
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