NINGÚN LUGAR ESTÁ LEJOS
Víctor Hugo Enríquez Lenis
Inspirada en la obra homónima de Richard Bach.
2010
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Tabla de contenido
El despertar ................................................................................................................................ 3 Aprendiendo a volar ................................................................................................................... 7 CAMALEÓN ............................................................................................................................. 9 Madre Tigre ............................................................................................................................. 12 DELFIN ................................................................................................................................... 15 El regalo ................................................................................................................................... 20
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El despertar
Voy a casa de mi amiga Raquel
Quien me ha invitado a su fiesta de cumpleaños
su casa está a miles de kilómetros de la mía,
y viajo sólo si tengo
una buena razón...
Qué mejor razón
Que una fiesta para Raquel
Ansío estar con ella
Inicié mi jornada
Gracias al buen corazón de un colibrí
Él era veloz y fuerte
Y yo, lenta y endeble
Como todos los seres de carne y hueso
Un día contra todas las predicciones
Nací: parte niña
Parte ángel y parte pez
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Rompí la cuna ovalada blanca
Que me dio abrigo y protección
Como todo lo blando es bueno
Rápidamente aprendí
qué era lo duro y rígido
Pues significaba mi muerte
Y así, llevada por mi instinto
Encontré la luz y el calor
Del hogar del diestro Colibrí.
Colibrí
se detenía a chupar los pistilos de una flor
Yo me abstuve de hacerlo
(Mientras descubría,
Debido a mi extraordinaria condición,
Qué alimentos debía ingerir).
Cuando abrí los ojos
Por primera vez
Una perfumada flor tropical
Me guiñó un pétalo
Le pregunte: “¿Eres mi amiga Raquel?”
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Acércate más y te lo diré.
Colibrí, con el diestro abanicar de sus alas
Golpeó ferozmente la flor que, cayendo al pasto,
pronto fue devorada por las hormigas.
Como no entendí que error había cometido
Guarde silencio hasta que el colibrí
Se posó en una rama firme y habló:
- Entiendo muy poco de lo que dices, pero lo que menos entiendo
es que vayas a la fiesta.
- Por supuesto que voy a la fiesta. ¿Acaso es tan difícil de
entender?
- Si quieres llegar sana y salva debes aprender a mirar mejor-
me amonestó.- El mundo esta lleno de peligros.
Con algo de vergüenza, sin entender esa última palabra, asentí.
- Alguien de tu tamaño en un buen bocado a cualquier hora del
día. Si quieres sobrevivir deberás aprender a observar el mundo
que te rodea.
Colibrí me llevó junto a un estanque
Y me dijo: “Mírate”
Entonces vi por primera vez mi imagen
En aquel espejo de agua dulce
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Sentí el espanto de un patito feo
¿Qué diantre soy yo?
Vi adheridas al peto y el espaldar de mi torso
Dos húmedas alas enormes
Las agallas de pez en mi cuello
Y un poco sofisticado boceto de niña,
Por primera vez tuve un deseo imperioso de sollozar
Los peces no lloran, repuso el Colibrí.
Las niñas sí, le respondí, con algo de dignidad.
Colibrí sonrió como pueden acaso sonreír los colibríes
Y bebió lentamente el agua clara bajo sus pies
Una vez terminado el insípido maná
Cuando nos repusimos del calor y del cansancio
El escurridizo consejero me gritó:
¿Tienes alas? Úsalas.
Como un helicóptero carnificado
Rápidamente se convirtió en un punto en el horizonte
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Aprendiendo a volar
- Si tu deseo es volar
De todas las aves que visites
Nunca pidas ayuda al avestruz
Murmuró mi segunda amiga, la Gaviota
- La pequeña Raquel está creciendo y voy a su fiesta de
cumpleaños- le comenté.
Blanca maestra
Canción de la brisa
Amorosa asesina de los mares
Con su pico fiero pulió mis alas
Y arrinconándome en el peñasco
me dijo:
- Suéltate y ve a tu fiesta, pequeño ácaro
Pequeña Ícaro habrá querido decir
Y cuando menos lo pensé
Venía en caída libre
Directo al mar.
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- ¡Vamos, temblorosa ornitorrinca!
Despliega tus alas
Amilanada Frankenstein…
Así que esta es la muerte
Lejana y dulce Raquel
Escucho el sonido del viento
Que rompe mi cuerpo
Bala de huesos, al caer
Pocos metros me separan del impacto
Río de sangre
Cuántos se alimentarán de mi cuerpo
Parece que la Gaviota riera
Enemiga consejera
Blandiste mi pensamiento
Te conviene mi muerte
Igual que al tiburón
Abro mis alas, rompo la espuma
Sal en los labios
Volaré hacia el sol
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Cuando me vio alejarme
Gritó la Gaviota:
- No te llames pequeña ni llames pequeña a tu amiga Raquel.
Recuérdate hace unas horas y mírate ahora.
Un poco desconfiada
Por haberme querido de merienda
………………………………………………………..Me alejé de la fiera Gaviota
Pero la perdoné pues, gracias a ella
Perdí el miedo a volar.
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CAMALEÓN
El bufón de los animales
Continué mi viaje saltando por las ramas de los árboles de una inmensa
espesura. Unos ojos bailarines llamaron mi atención.
- La pequeña Raquel está creciendo y voy a su fiesta de
cumpleaños con un regalo, susurré al Camaleón.
Posado en la vieja rama de un viejo árbol del boscaje,
Sin interesarse en las palabras creciendo, voy,
cumpleaños o regalo,
El Camaleón exclamó cantando:
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De mí has de aprender
Pues soy uno, soy dos y soy tres.
Si lo quiero
Soy azul
Aire y nubes y cielo…
Si lo escojo
Soy de piedra y tierra
Como el Cañón Rojo…
Si me da la gana
Me vuelvo invisible y claro
Como el agua mansa…
Si me da el revuelo
Cálido, amarillo y rojo
Soy, como el fuego…
Encontrándome aún decepcionada
de mis hermanas las aves
Pregunté a Camaleón si debía conocer otras especies
o aprender cosas sobre los mamíferos o los…
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- Busca al Tigre- exclamó el Camaleón- pero búscalo bien
querida…recuerda: ¡No es como lo pintan!
Cuando Camaleón termino de reír
Sentí algo de vergüenza
Pues tampoco podía recordar muy bien
El rostro de mi amiga Raquel.
Como una oruga mutante
Al tocar tierra
Mis dos alas se desprendieron.
El dolor que existe en toda pérdida
Tuvo eco en mí
Y quede tirada sobre la hierba.
Oscuridad
Al despertar
Unos profundos ojos ambarinos
Me observaban detenidamente
Así que esta es la muerte, querida Raquel
El rugido de un Tigre se escuchó en toda la selva.
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Madre Tigre
Tigre era, en verdad, una hembra.
Me llevó junto a sus cachorros
A los que fácilmente me adapté,
Pues es virtud de nosotros, los humanos,
Cambiar sin dolor de hogar o de compañías.
Bonitos días
los de una cachorra recién llegada.
El cadáver se volvió carroña
Y, rapidito, empezó a oler mal.
Pronto comencé a rugir
Y con el hambre aprendí a robar
morder o ganar un trozo de carne
Sin importarme el enojo
de mi hermano tigrezuelo
quien pronto empezó a comportarse
De manera fría y esquiva
Ante mis caricias cuasi felinas
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Finalmente, terminó por desafiarme
Y, llorando de dolor
Por el fiero manotazo
Me acerqué a Madre Tigre
Quien, con solo mostrar al cachorro
Su húmeda bocaza,
Le obligó a esconderse
Temblando de frustración y miedo.
Madre Tigre me llevó
Al sitio donde me hubo de recoger
Varias lunas atrás
Y dijo:
- Es mejor que prosigas tu camino.
- ¿Mi camino? ¿Mi camino a dónde?- pregunté.
Con una gran sonrisa en sus fauces
Como sólo puede reírse una madre Tigre
Como queriéndome demostrar: “Lo sabía”
Madre Tigre exclamó:
- Recuerda que vas a casa de tu amiga Raquel.
Sí- respondí como a las carreras- voy a casa de mi amiga Raquel…
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- Quien está creciendo y pronto dará una fiesta de cumpleaños-
completó la amorosa felina.- si quieres llegar a casa de Raquel, es
mejor que te apresures o la fiesta empezará sin ti. Pero si así fuera,
o si a lo mejor no encuentras ni la casa, ni la fiesta, ni a Raquel, no
te sientas triste o desdichada. Pues gracias a ella aprendiste a
volar.
Todos necesitamos de una Raquel.
Si a lo mejor Raquel sólo existiera en tus sueños
o tus fantasías
no por ello debes dejar de buscarla.
Es como la fe, que no se compra ni se toca,
pero mueve montañas.
No existe ninguna ruta, no existe ningún camino.
Conmovida por las palabras de mi madre interina
Sin cachorros, ni reptiles, ni aves que me acompañaran
En el borde del barranco que separa
La tierra fértil y salvaje de las aguas
Una pregunta salió de mis labios como un adiós:
- ¿Y todos los caminos?
Madre Tigre me abordó de manera veloz
Con una patada imponente
Y me lanzó al gran charco de agua salada.
- ¿Y todos los caminos? – insistí.
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- ¡Dan al mar!
Fueron sus últimas palabras
Así que esta es la muerte, amiga Raquel.
Un estrellón de meteorito
Y el azul de las burbujas marinas.
Oscuro. Frío.
Oí tu dulce pero chillón canto
Mi cuello se dilató y respiré por él
Abrí los ojos y estabas allí
Y un chorro de luz que cruzó
las aguas perpetuas
me permitió verte por primera vez,
amigo Delfín.
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DELFIN
Sabía que eras sabio, diestro Delfín.
Por eso quería que supieras que yo había estado aprendiendo
Por eso murmuré:
- ¿Diestro Delfín, para qué nadas conmigo a casa de Raquel, si
sabes que ya estoy allí?
Delfín, antes de llevarme a los confines del mar me pidió:
- No me llames diestro; soy zurdo.
Versos en negrilla del poeta Porfirio Barba Jacob.
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Luego llegamos al gran abisal, donde los peces adquieren luz propia.
Me era difícil respirar, los oídos me zumbaban.
Mientras perdía el sentido escuché la voz delfín, del…delfín.
- Cuando creas en esa verdad,
no necesitaras más verdades.
Cuando la verdad sea tu verdad, será verdadera.
Ser desconocida no le impide a la verdad serlo.
Luego continué escuchando su voz en la lejanía.
Así que esta es la muerte querida Raquel.
Visité todos los sitios que me pidió el Camaleón:
El frío cielo de las gaviotas y los colibríes
La tierra indómita de los mamíferos
El salado mar de los delfines
No pertenezco a ningún lugar, amiga Raquel (LLORA)
Todos me empujan de aquí para allá
Siempre a otro lugar
Donde no incomode -mosca en leche-
Y el mundo es tan grande…
El dolor en los oídos desapareció.
De repente, el rojo cálido de las aguas se acentuó
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Llenándome de asombro.
Un enorme animal se erige ante mí:
- No voy a comerte- me tranquilizó- Así que no digas a Raquel que
es tu hora de morir.
Avergonzada por sus palabras
Con algo, además, de dignidad
Pregunté su nombre.
- Llámame Coco.
- ¿Coco?-expresé como burlándome de él.
- Si lo prefieres-dijo abriendo agresivamente sus neolíticas fauces-
Puedes llamarme Gran Cocodrilo Rojo mal llamado Dragón.
Si quiera estábamos en el agua, porque me oriné del susto.
- Sube-ordenó.
- Como quieras- respondí despreciativa.
Coco nadó por las aguas turbulentas de aquel lugar desconocido.
Siempre en círculos,
hacia el fondo.
hacia el centro,
hacia el fuego.
Los lugares son simplemente. Este sitio simplemente no era.
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- Son cosas que no se pueden definir con palabras. Pero no
poder definir la verdad no impide a la verdad ser verdadera, ¿eh?-
dijo, imitando al delfín.- Vamos derechito al infierno. Palidecí.
- Bueno, no seas tan dramática. No es el infierno, es tu infierno.
Valiente gracia. Infierno es infierno, sea grande o pequeño
Lástima no poder despedirme de ti, amiga Raquel,
pero las cosas aquí no nadan bien.
- Tranquilízate, Sol. El fuego de aquí no quema. El agua no
ahoga. Ni la muerte es total. No estás muerta, estás mediana o
parcialmente muerta. En los infiernos gozamos de diminutos
fragmentos de todas las cosas.
Mientras hablaba, Coco no sabía que lo que más me había asombrado fue
que me llamó Sol. Me apelaron pez, ácaro, ornitorrinco y Frankenstein,
pero por vez primera alguien me puso un nombre.
- El verdadero nombre que posees
No es aquel que te dieron tus padres
Tu verdadero nombre se encuentra
Escrito en tus sueños
Es mejor que despiertes.
Parece que se le ha ido la mano
A tu amigo el Delfín
Así que todo era un sueño, querida Raquel.
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Un brillo en el rostro
Sol de mediodía
Agua salada devuelve el estómago
Una isla.
Muchos niños.
Muchos niños en la isla.
Un chillido brota de las olas.
El diestro delfín zurdo me grita un adiós.
Como todo lo blando es bueno
Descubrí de inmediato
La bondad y la ternura
En las manos de las criaturas de la isla
Que se abalanzaban a mi encuentro.
Cuando el aire se hizo escaso
Un buen abuelo que nos observaba
Se acercó y me preguntó:
- ¿De dónde vienes?
-¡Vengo aquí!
Y me desmayé muy lentamente.
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El regalo Ahora es tiempo de abrir tu regalo.
Como todas las cosas que no se pueden tocar con las manos
Ni ver con los ojos
Tu regalo te dará un nombre
que tendrá que descifrar en tus sueños.
Entonces tendrás el poder de convertirte en todas las cosas.
Primero podrás viajar sobre un ave, un gato o un pez.
Luego no necesitaras de aves, peces ni gatos
y podrás serlos todos a la vez.
Tu regalo iluminará los caminos que cruces
y estará contigo protegiéndote
luego te enseñará el sitio al que perteneces
como hoy me lo enseñó a mí.
Luego no necesitarás de él;
Entonces habrás de darlo como obsequio
A otro ser que aún no sepa su verdadero nombre.
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Raquel, gracias a ti
Aprendí tantas cosas de mis hermanas las aves, de los felinos
Los camaleones y los delfines.
Esta es la última fiesta que celebro contigo,
pues siempre estaré aquí, para cuando me necesites.
Cuando despiertes de este sueño, mi regalo estará contigo.
No necesitaras de aviones, ni de submarinos para volar o venir a visitarme.
No olvides, pues, a la amiga de tus sueños.
Así, cada mañana, al abrir los ojos
Que cada rayo de Sol
Te recuerde mi nombre
fin Víctor Hugo Enríquez Lenis.
2007
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