Download - Lowy, Michael - Walter Benjamin - Aviso de Incendio

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    ) SECC10N O BRAS DE POI1TlCA y D ERECHOWALTER BENJAMIN, AVISO DE INCENDIO

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  • Traduccin deH ORAC!O PONS

    Walter Benjamin, c. 1930Pote Charlorre joel, Thc odor Adorno , Archivo Prancfort.

    MICHAEL LOWY

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    WALTER BEN]AMIN:AVISO DE INCENDIO

    Una lectura de las tesis"Sobre el concepto de historia"

    FONDO DE CULTURA ECON MICA

    M enee - A RGENTINA - B RASil. C nua COLOMBIA . '~~ PA~ ,o,EST,o,D OS U NIDOS DEAM~RICA G UATEMALA P ERO . VEN EZUELA

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    Prim~['"

  • Agradecmientos

    Las crticas, sugerencias y prop uestas de mis amigos ~rien neBalibar, Guy Peritdemange, Enza Traversa y Eleni Varikas mefueron de gran p rovecho. Les estoy clidamente agradecido.

    Segn la fr mula co nsagrad a. soy el nico responsable delas imperfeccio nes, errores y otras debilidades de este libro.

    M ICHAEL lOWY

  • Introduccin

    Romanticismo, mesianismoy marxismo en la filosofa de la historia

    de Walter Benjamin

    Walter Benjamn no es un aurar como los dems: su obra frag-meriraria, inconclu sa, a veces hermtica, a menudo anacrnicay, no obstante, siemp re actual. ocupa un lugar singular y hastanico en el panorama intelectual y polrico del siglo xx.

    ~ Era ant e todo un crt ico literario. un "hombre de letras" yno un filsofo, como sostena H annah Arendr ?' Como GershomScholem, creo, antes bien. que era un filsofo. aun cuandoescribiera sobre arre o Iirerarura." FJ plinto de vista de Adornoest prximo al de Scholem, segn lo explica en una cana (in-

    l H annah Arendt , "Walte r Benjamn", en Vits politiqu(J, Parfs ,Gallimard , 1974 . p. 248 [rrad . cast.: Hombres en tiempos t oscuridad. Bar-celona, Cedisa, 200 11.

    1 Gershom Schclem , Wnrr Brnjn min y su dngtl. Buenos Aires. Fondode Cul tura Econmica . p. 15: "Benjamn fue un filsofo. Lo fue en rodaslas fases de su actividad y en cada u na de las formas que sta adopt . Vistodesde fuera . escriba po r lo gene ral sobre asun tos de la literatura y el arte,con frecuencia tambi n acerca de fen menos situados en la fron tera de laliteratura y la pol tica y slo raras veces sobre obje tos reconocidos y juzga-dos convencionalment e como temas de la filosofa pura. Pero, aun as, eramovido por las experiencias del filsofo".

  • WALTER fl F.:-lJA.\t I :-.l : AVl~() DE 't'CliNDI O K() MAf\'netS ll.IO, MF-'lAK IS,\!( ) y )..AItXISMO . . 13

    dita) a H an nah Arcndr: "A mi juicio, lo que define la sign ifi-cacin de Ben jamn para mi propia existencia int elect ual esevide nte : la esencia de su pensa miento como pensam iento fi-losfico, Jams pude contemplar su obra desde otra perspect i-va [...]. Por cieno, soy consciente de la distan cia entre sus escri-tos y cualquier concepcin trad icional de la filosofa". j

    La recepcin de Benjamin, sob re roda en Francia, hizo hin-cap i prioritariament e en la vertiente esttica de su obra, concierta tende ncia a considerarlo, en especia l, como un historia-dor de la cultura. 4 Ahora bien, sin ignorar este aspeclO de suprod uccin, es preciso reconocer el alcance m ucho ms vastode su pensamiento, que aspira nada menos que a una n uevacomprensin de la h istoria huma na. Los escritos sobre elart e ola literatura slo pu eden entenderse en relacin con esa visinde conj unto que los ilumi na desde adentro. Su reflexin co ns-tituye un todo en el cua l arte , histo ria, cultura, poltica, litera-tura y reologta son inseparables.

    Estam os acostu mbrados a clasificar las diferentes filosoffasde la historia segn su carcter progresista o conservador, revo-lucionario o nosr lgico del pasado . Waher Benjamn escapa a

    "Theodor W. Adorno, can a citada por Gary Sm ith , "Think ing chroug hBenjamin: An introducrory essay", en: G . Smith (comp.), Bmjamin:Philosopl1J> I/NtlJttics. history, Chi cago,TheUniversiryof ChicagoPress, 1989,pp. VlIl-IX. La fecha de la can a no se indica pero, pur el contexto. debe serde 1967.

    4 Entre las excepciones: Daniel Bensafd, Walu r 8rnjl//1lin. Stntint llrmasianiqur )!IIgmuhtduposfibk, Pars. Plon, 1990 ; Srphane MosCs, L'Angtdtl'histoirt: RounzllJtig, Btnjamin, Scholem, Pars, Seuil, 1992 [trad. cast.:Eldngtl dt la historia: Rouruwtig. 8tnjamin. Scholtm. Madrid y Valencia,Caredra/Universicar deV~~ncia . 1997]; )eanne-Maric Gagnebin. Hineirea narmtian duz W'trlttr Bmjamin, Pars, Ll-larmattan, 1994 ; Amo M n ster,

    Progr~s tt mtmtropht, Waittr Btnjl/min rt ibistoire. RlfltxionsSIIr i'itini raiytphiiosopJqUt d'un marxismr Umtll/ncoqut-, Pars, Kim, 19%.

    esas clasificacio nes. Es un cr lrico revolucionario de la filoso fadel progreso, un adversario marxista del "p~ogres ism~" , .unnost lgico del pasado que suea con el porvemr , ~n roma nu copartidario del materialismo . Es, en rodos [os sentidos de la pa-labra, "i nclasificable". Adorno lo defina, co n razn , como unpensador "aparrado de tod as las corrientes". 5 Su obra, en efec-to , se presenta como un a espec ie de bloq ue errtico al margende las grandes tend encias de la filoso fa contem pornea.

    Es in til, por lo tanto, tratar de enrolarlo en uno u ano delos dos grandes cam pos que, en nuestros das, se disputan lahegemon a en el escenario o habra que dec ir el mercadoi) delas ideas : el modernismo y el posmodern ismo.

    Jrgen H abermas parece vacilar: luego de haber den~nciadoen su artculo de 1966 elandevolucionismo de Benjamn comocontradictorio con el materia lismo histr ico. en El discurso filo-sjiC() dela modernidadafirma que la polm~ca. de sl~ co~n

  • 14 WAI.TF. R 1I~:NJA\l JN: AVISO DE INCE :-'DIO ROMANTI CISMO , MESIA/'.'ISMO y MARXISMO .. ."d~cons~ruc:cin del discurso del progreso y su alegato por ladiscon tinuidad histrica se sitan a una distancia inconmen-surable de la mirada desenvuelta de los posmodernos sobre lasociedad actua l, presentada como un mundo donde los gran-des relatos finalmente han caducado. para ser reemplazadospor "juegos de lenguaje" "flexibles" y "agonsticos". 1

    Laconcepc in de la historia de Benjamn no es posrnoderna,ante todo porq ue, lejos de estar "ms all de codos los relatos" -enel supuesro de que algo as sea posible- , constituye una formaheterodoxa del relato de la emancipacin: inspirada en fuentesmesinicas y marxistas, ut iliza la nostalgia del pasado como m -codo revolucionario de crtica del presente. H Su pensamiento,por tamo, no es "moderno" (en el sentido habermasiano) ni"posm oderno" (en elsen tido de Lyorard) y consiste, antes bien,e~ u~a crt.tica moderna de la modernidad (capitalista e indus-trial), lnsplra~a en referenciasculturales e histricas precapi ralis tas.

    Entre los ln~entos de interpre racin de su obra, hay uno queme par~e parr icularmenre d iscutible: el que cree poder situ arloen el rmsrno campo filosfico que Ma rtn Heidegger. HannahArendr, en su conmovedor ensayo de la dcada de 1960, contri-buy desd ichadamente a esa confusin, al afirm ar, COntra rod aevidencia, quc "en el fon do. y sin saberlo, Benjamin tena mu-cho m s cn co mn [co n Heidegger] q uc co n las su tilezas

    7 jean-Franccis Lyotard. 1.Jconduion post-modem e, Pars, G ol lile. 1979.pp. ,23-34lt.rold. .C.1S~ . : Lo (ondicin posmod""a, Mad rid. C redr;J., 1984 ].

    U~ umversn ano pcsmodem o que se interesa en Benjarnin recon oceque su Idea de una prdida o un inacebamie nm en el pasado, que deberepararse en el futuro, "imp ide toda concepci n del present e co moagons ti co~ y. por consiguiente. es cont radictorio con la actitud posmoderna.ef.Andre~ B,enjamin, "'!'ra,?i t ion and experience: WaJtn Benjamin's "Onsorne rr:onfs In Ballde];ur~ , ~11 A. Benjamn (comp.) , The problems o[modermty: Adorno and Benjamn, Londres y Nu eva York, Routlcdgc, 1989,pp, 137- 139.

    dialcticas de sus amigos marxis tas". " Ah ora bien, Benjamin nodej dudas sobre sus sentimientos de hosti lida d hacia elaucor deSein und bit [El seryel tit'mPO], mucho antes de que sre mani-fesrara su adhesin alTercer Reich : cn una carta a Scholem del20 de enero de 1930, se refiere al "choque dc nuestras dos mane-ras, muy diferenres, de considerar la historia" y. pocodespus, el25 de ab ril, habla a su amigo de un proyecto de lectura cr ticacompartido con Breche, cuyo propsiroes "demoler a H eidegger".

    En el Das parsagenwerk [Libro de los pasajes] menciona uno delos principales puntos de su crlrica: "Heidegger procura en vanosalvar la historia para la fenome nologa, de manera abstracta,po r m edio d e la 'historicidad ' [Geschichtlichk t]", CuandoInternationaleLiteratur, una revista estalin ista pu blicad a en M os-c, lo presenta en 1938, a raz de un pasaje de su artculo sobreLasafinidades electivasde Goerhe (1922), como "partidario deH eidegger", Benjamin no pued e evitar come ntar, en un a can a aC rerel Adorno (20 de ju lio de 1938) : "G rande es la m iseria deesta literat ura". 10

    Esposible. sin duda, compara r las concepciones del t iempohist rico en los dos au tores, para ide nti ficar las proxim idades:el rema de la escato loga, la concepcin heideggeriana de la"tem po ralidad autntica", la apenura del pasado. Si considera-mos, con Lucien G oldmann, que HistoriaJ concienciad~ clasede Lukcs fue una de las fuentes ocu ltas de El sery el tiempo. II

    H . Arend r, "Woll ter Benjamn", ob. cir., p. 300.11Iw. Benjamn , Carrapondance, t rad uccin de Cuy Petitdema nge, Pa-

    rs, Aubier-Monr aign e, 1979. vol. 1, pp. 28 Y35. Yvol. 2, p. 258 . [Vasetrad. casr.: Cormpondmcia: TbeodorAdornoy i'%/rr Brnjamin (1928 /940),Herir Lonitz [comp.}, Mad rid, Trona. 19981; y Ga ammdtrschriftm (en losucesivo, CS), Franc fort , Suhrkam p, 1977, v, 1, p. 577.

    11 Lucie n Goldmann, Lukcsa ffridrggrr, Pars, Deno l/C on rhie r, 1973[trad casr.: Lukcs y Hrideggrr: hacill una filosofill nu eva, Bueno s Aires,Am orrorw, 191.'3].

  • 16 WAlTF R IlF-NJA."'J ~ : AVISO DE lf\'C E1"0I0 RO MANTICISMO , MESIA:-lISMO y MARXISMO . 17

    podramos suponer que Ben jamn y Heidegger se inspiraronen la m ism a obra. Sin em bargo. a partir de un conj unto decue stion es co m une s, los dos pensado res divergen de maneraradical. Me parece evidente que Benjarnin no fue un "partida-rio" de He idegger, no slo porque l m ism o lo neg careg ri-camenre, sino po r la sencilla razn de qu e su con cepcin crtr i-ca de la temporalid ad ya estaba, en sus elemen tos esenc iales,defin ida en elperodo 1915- 192 5. es decir, bastante an tes de laaparicin de El seryatiempo ( 1927).Las tesis "Sobre el concep to de historia" (1940) de WaltcrBenja min cons tituyen uno de los textos filos ficos y polticosms im portantes del siglo xx. En el pensam iento revoluciona-rio, es tal vez el docum ento ms significativo luego de las "Te-sis sobre Feuerbach" de M arx. Texto en igm tico, alusivo y has-ta sib ilino, su hermetismo est constelado de imgenes, alego-ras e ilumi naciones, sembrado de extraas paradojas y atravesadopor intuiciones fulgura n tes.

    Para lograr interpretar lo, me parece indispe nsable situarloen la continuidad de la obra bcnjami niana. Tratemos de sea-lar, en la trayectori a de su pensamie nto, los momentos quepreparan o an uncia n el texto de 1940.

    La filosofa de la h istoria de Ben jamin abreva en tres fuen -tes muy diferentes: el romanticismo alem n, el mes ianismojudo y el marxismo. No se trat a de una com binacin o "sfn-tesis" eclctica de esas tres perspectivas (aparentemen te) in-com patibles, sino de la inven cin, a pa rti r de ellas, de unanueva concepci n, profundamente original. No es posibleexplicar su proced er por tal o cual "in fluenc ia": las diferentesco rrientes de pensam ien to , los diversos autores que cita y losescritos de sus am igos son otros tan tos materiales con [os queconstru ye un ed ificio pro pio, elem entos que utiliza en una

    operacin de fusin alqum ica. para fabricar co n ellos el orode los filso fos.

    La expresin "filoso fa de la h istoria" puede inducir a error.En Benjamin no hay sistema filosfico; toda su reflexin adop-ta la forma del ensayo o el fragmento, cuando no de la citapu ra y sim ple; los pasajes arrancados de su contexto se ponenal servicio de su prop io uso . En consecuencia, tod a tentativa desistematizaci n de este "pensam iento potico" (H annah Arend t)es problemtica e incierta. Las breves observaciones siguientesno propo nen sino algunos cam i;os de investigacin.

    En la literatura sob re Benjamin en contramos con frecuenciados er rores simtricos que, me parece, deberamos evitar a cual-quier precio: el primero cons iste en disociar, mediante unaoperaci n (en el sentido clnico del trm ino) de "corte episte-mo lgico", la ob ra de juvent ud "idealista" y teolgica de la obra"m aterialista" y revolucionaria de la m adurez; el segundo, encambio, contempla su obra como un roda ho mogneo y pr c-ricamente no toma en cuenta el hondo estremecimien to causa-do , a mediados de la dcada de 1920, por el descubrimientodel ma rxismo. Para comprender elcurso de su pensamiento espreciso, por lo tanto, considera r de manera simultnea la con-tinuidad de ciertos temas esenciales y los d iversos virajes y rup-turas que jalona n su trayectoria intel ectual y poltica. 12

    Tomemos como pu m a de part ida el momen to romn tico,que est en elcentro de las preocu paciones del joven Benjamn.

    IJ Scphane Meses acierta al insistir en la excepcional continuidad dditinerario intelectual de Benjamin: - t.,U s que de evolucin -escribe- deberla-1Il 0S hablar de esrratilicacin". Pero no por ciJo deja de reconocer la irnpor-rancia del viraje marxista, a partir del cual se man ifiesta una nueva deseen-fianza hacia el carcter abstracto, irresponsable, de una visin purament e es-ruca de la historia. VaseS. Mmes, L'angt dr thistoire.. ., ob. cit., pp. 145-146.

  • l' En: Michael Lowyy Roben Sayrc, Rlvoltt tI mllancolit. Le rome mismea.contre-courant de la modemite, Pars, I'eyoe, 1992, se encontrar un anali-SIS ms detallado del concepto de romant icismo.

    Para ca~t~r todo su alcance, tal vez sea preciso recordar que elro~antlC1Sm~ no es slo una escud a literaria y artstica de co-rmenzos delsiglo XIX: se tra ta de una verdadera visin del mun -do , un estilo de pensam iento, una estr uctura de la sensibilidadque se manifi esta en tod as las esferas de la vida cultural, desdeRousseau y Novalis hasta los surrealisms (y ms all). Podra-mos definir la ~ltamchauung romnti ca como una crtica cul-rural de la civilizacin moderna (capita lista) en nombre de va-l~res prem odern os {precapiralisras), una crtica o protesta tefe-rida a.aspe~ ~os sentidos, CO~O insoportables y degradantes: lacuan tificaci n y mecanizaci n de la vida, la reificacin de lasrdacio~es sociales, la diso lucin de la comunidad yel desen-canr~m~enro del mundo. Su mirada nosr lgica hacia el pasadono sl~nfica que sea necesariamen re rerr grada: reaccin y re.vclu ci n Son otras ran ras figuras posibles de la visin romdnri-ca del mundo. Para el romanticismo revolucionario, el objeri-ve no es un retorno al pasado , sino un desvo por ste hacia unporvenir utpico. 13

    En la Aleman ia de fines del siglo XIX, el roman ticismo (aveces denominado "neor roman ticismo") era un a de las formascult urales dominames, tamo en la literat ura como en las cien-cias humanas; se exp resaba en n umerosas te ntativas deremcantamienm del mundo, do nde el "retorno de lo religioso"ocupab~ ~n lugar preferencial. La relacin de Benjamn con elrom anncrsmo, por lo tam o, no se traduce nicamente en suinters por la Frhromantik (en especial, Schlegel y Novalis) opor figuras rommi cas tardas como E. T: A. HofTmann, Franzvan Baader, Franz-joseph Moliror y ]ohann jakob Bachofen --

  • 20 WALT ER REl\')AMI", : AVISO DE INCEND IO ROMANTICIS:vlO, MESIANISMO Y MARXISMO , . , 2 1

    la lamentable marcha (sem ejante a la del can grejo) de la evo-lu cin y el progreso. 1';

    Esta ltima observacin nos muestra ya la inflexin dadapo r Benjamn a latradicin rom ntica: elataque cont ra laideo -logia del progreso no se hace en nom bre del conservad urismopasatista sino de la revolucin . Volvemos a encontrar este carizsubversivo en su conferencia sobre "La vida de los estudi antes"(1914), un do cumen to capital que parece reun ir en un soloh.az de luz todas las ideas que lo obsesionarn a lo largo de suvida. Segn Benjamn, las verdaderas cuestiones que se plan-tean a la sociedad no son "problemas tcnicos lim itados de ca-rcter cien tfico sino, sin duda, las cuestiones metafsicas dePlat n y Spinoza, los romnticos y Nietzsche". Entre esas cues-tiones "metafsicas", la temporalidad histrica es esencial. Lasobservaciones con que el ensayo com ienza contienen un esbo-zo sorp rendenre de su filosofa mesinica de lah istor ia:

    Con6ada en el infi nito del tiempo, cierta concepcin de lahisroria disciern e nicamen te el ritmo ms o menos rpidocon elcual hombres y pocas avanzan por el camino del pro -greso. De all el carcter incoherente, impreciso y falto de ri-gor de la exigencia di rigida al presente. Aqu, al contrario,como siempre lo h icieron los pensadores al presentar imge-nes utpicas, vamos a considera r la historia a la luz de unasituacin determ inada que la resume como en un punto focal.Los elemen tos de la situa cin final no se presentan como unainforme tende ncia progresista sir -, qu e, en concepto de crea-ciones e ideas en eno rme peligro, sumamente desacreditadasy ridiculizadas, se incorporan de manera profunda a todo pre-senre. [...] Esta situacin [...J slo pue de comprend erse en su

    1: W Benjamin, "Dialog ber die Religiositar der C egcnwar r" (J 913),en GS, 11 , 1, pp. 16-34.

    estr uct ura metafsica, como el reino mesinico o la idea revo-lucionaria en el sentido de 178 9. 16

    l ..as imgenes utpicas - mcsianicas y revolucionarias- contra la"informe tendencia progresista": aqu tenemos planteados, demanera condensada, los trminos del debate que Benjarnin en-rablarr durante toda su vida. El mesianismoest, a su juicio, en elcenero de la concepcin romntica del tiempo y la historia. En laint rodu ccin de su tesis de doctorado, El c~ncepto de crtica delarreenelromanticismo alemdn (1919), insiste en la idea de que laesencia histrica del roma nticismo "debe buscarse en el mesia-nismo rom ntico". D~scubre esta dimensin, sobre todo, en losescritos de Schlegcl y Novalis, y cita entre Otros este sorprenden-1(; pasaje del joven Fricdrich Schlegel: "El deseo revolucionariode realizar el Reino de Dios es [...] el inicio de la histor ia rnoder-na". Volvemos a toparnos aqu con la cuestin "metafsica" de latemporalidad histri ca: Bcnjamin opone la concepcin cualita-uva del tiempo infin ito (qualitativezeitliche Unendltchkeit) "quese desprende del mesianismo romntico" y para la cual lavida dela humanidad es un proceso de consumacin y no slo de deve-nir, al tiem po infinitamente vado (ieeren Unendlichkeit derZeit)caracterstico de la ideologa moderna del progreso. No pode-mas sino comprobar el asombroso parentesco entre este pasaje,que parece haber escapado a la atencin de los com entari stas, ylas tesis de 1940 sobre el concep to de historia. 17

    1(, W. Benjnmin, "La vic des rudiants" (1915), en: Mythe ct vio/m ee,l'ans , Len tes ncuvelles, 1971, p. 37 [rrad cast. : "La vida de los estudiantes",("JI: ReflexioneJ sobrenioJ,jllgueteJ, libros infimleJ,jveneJy educacin, BuenosAires, N ueva Visin, 1971j .

    17 W. Benjamn , Der Begriffda Kunstkritik n der dentschen Romantik(1919), Fran cforr, Suhrkamp, 1973, pp . 65-66, 70, 72 ruad cast.: El con-aptode critica del arteen el romanticismo alamn, Barcelona, Edic. 62, 1988J.

  • aa WAl.l' ER IlENJAM IN" AYlSO DE INCI' !\'D!O ROM AN"n Cl SMO , M ESIAN I._MO y MARXISM O . . 13

    C ul es la relacin en tre las do s "im genes utp icas", elreino mesinico y la revolucin? Sin responder directam ente aesta cuestin , Benjam n la aborda en un texto - indito d uran .te su vida- que data probablemente de 1 92 1 ~ 1922: el "Frag-mento teolgico-poltico". En un prime r mo men to, parece dis-tinguir radicalmente la esfera del devenir histri co de la esferadel Mesas: "Por s misma, ninguna realidad histrica puedereferirse al mesianismo". Pero inmediatamente despus cons-truye, sobre ese ab ismo in franq ueable en aparienc ia. un puen-re dialcti co. un a pasarela frgil que parece directamente inspi-rada en cienos prrafos de La estrella de la redm cin (192 1) deFranz Rosenzweig. un libro po r el cual Benjamin profesaba lam s en tusiasta ad miracin. La. din mica de: lo profano , que ldefine como "la bsqueda de la felicidad de la libre humani -dad" -compresela con las "grandes ob ras de liber acin" deRosenzweig- , puede: "favo recer el advenim ient o del Reinomesinico". Si bien la formulacin de Benjamin es meno s ex-plfcira que la de Rosenzweig, para quien los actos emancipado resso n " la co ndicin necesaria del advenimiento del Rein o deDios", se trata del mismo rum bo, que apunta a establecer unamed iacin entre las luchas liberadoras, histricas, "pro fanas"de los hombres y el cumplim iento de la promesa mesinica. 18

    Cmo se art icular este ferm ento mesin ico, utpico y ro-mntico con el materialismo histrico?A part ir de: 1924, cuan-do Benjarnin lee Historiay conciencia declase de Lukcs y descu-bre elcomunismo a travs de los ojos de Asja Lacis, el marxismova a converti rse gradualmente en un elemento clave de su con-

    JI W. Benjam n , "Fragrne nt rh olcgique-poliriqu e", en Poesie elrevolution, Pars, Dcno cl/Lc ttrcs nouvelles, 1971 , p. 150 [rrad (\S[. : "Frag-mento tcol gico-pollrico", en Discursas interrumpido! /, Ma dr id, Tau rus,1973 J. Cf Pranz Roscnzweig, L'toilede!tl rdemption, Pars, Senil, 198 2,p. 339 [trad cast.: La m rellrl de fa redencin, Salaman ca, Sgucme , 1997J.

    ccpcin de la histo ria. En 192 9, Benjamiu se refiere a n al cnsa-yo de Lukcs como uno de los escasos libros que siguen vivos yactu ales: "Lams cons umada de las ob ras de la literatu ra marxis-ta. Su singularidad se funda en la ccnec.."1 con q ue ha captado,por una parte, la situacin cr it ica de la lucha de clases en la situa-cin crti ca de la filosofa y, por otra, la revolucin, de aqu enms co ncretam ente madu ra, como precondicin absoluta e in-cluso cumplimiento y consumacin del conocim iento terico". I'J

    Este texto muestra elaspecto del marxismo que ms in teresa a>

    Benjamn y permitir arrojar n ueva luz sobre su visin del procesohistrico: la lucha declases. Pero el materialismo histrico no susti-tuir sus intuic iones "anriprogresistas", de inspiracin romntica ymesinica; se articular con ellas, para ganar una calidad crticaque lo distinga radicalmente del marxismo "oficial" dominante enesos tiempos. Por su postura crfrica ame: la ideologa del progreso,Benjamin ocupa de hecho un lugar singular y nico en el pensa-mien to marxista y la izquierda europea de enrreguerras. 20

    Esa articulacin se manifiesta po r pr imera vez en el libroDireccin nica, escrito entre 1923 y 1926, en el cual encon-tramos, co n el ttulo de "Ala rma de ince nd io", esta premoni-cin histrica de las amen azas del progreso: si el derrocamien-to de la burguesa por el proleta riado "no se cum ple: ames deun momento casi calcu lable: d e la evolu cin tcn ica y cientfica(ind icado po r la inflacin y la guerra qum ica) , todo se habrperd ido. Es preciso cort ar la mecha que arde antes de que lachispa alcance la din ami ta". 2 1

    19 W Benjam n, CS, lit , p. 17 1.lO Vase el hermoso libro de Amo Mnster. ProgrrJ rt CiltrIJtmp !Jr . . , ob.

    cir., p. 64. Tras la mu erte de Benjamn, la rcorfa crtrica de la Escuda deFrancfort har suya esta postura c rtica, con mat ices y reservas.

    J I W. Benjamn, Sens nnque, Pars, Len tes nouvelles/Maurice Nadcau,197!l, pp. 205 -206 [rrad cast.: Direccin nica, Madrid , Alfaguara, 1988J .

  • 24 WALTJ.R BEl'J/AMJ.": AVISO DE NCENO/O ROMAN-n O SMO , M E..\lAN ISMO y MARXISMO . . ."

    Contrariamente al marxismo evolucionista vulgar -que pue-de aludi r. desde luego . a ciertos escritos de los propios Marx yEn gels- , Benjam n no co ncibe la revolucin como d resultado"natural" o "inevitable" del progreso econmico y tcn ico (ode la "contradiccin entre fuerzas y relacio nes de produ ccin")sino como la inter rupcin de una evolucin hist rica que llevaa la catstrofe. Por advert ir ese peligro catastrfico, reivindica(en el artculo de 1929 sob re el surrealismo) el pesim ismo, unpesimismo revolucion ario que no tiene nada que ver con laresignacin fatalis ta y menos aun con el Kulrurpess m smusale-mn, conservador, reaccion ario y prefascista de Carl Schmitr,Oswald Spengler o Mod ler van der Bruck: en l. el pesim ismoest al servicio de la emancipacin de las clases oprimidas. Supreocupacin no es la "decade ncia" de las elites o la nacin,sino las amenazas que el progreso tcn ico y econmico propi-ciado pOt el capitalismo hace pesar sobre la humanidad.

    A juicio de Benjamn, nada parece ms irrisorio que el opti-mismo de los partidos bu rgueses y la soc ialdemocracia, cuyo pro~grama polt ico no es sino un "mal poem a de primavera". Contraese "optim ismo sin conciencia", ese "opt imismo de diletanres",inspirado por la ideologa del progreso lineal, descubre en el pe-simismo el pUnto de convergencia concreto entre surrealismo ycom unismo. 22 N o hace fa lta decir que no se trara de un senti-

    H ay una sorp ren dente afinidad en tre en e texto y las ideas de una revolucio-naria marxista qu ien , sin duda, Benjam in conecta , au nq ue no la citara:Rosa Luxemburgo. En su folleto, Lo crisis t ltt Jociaitmocmcill, ella pre-sen taba la clebre consigna "socialismo o barbarie", rompiendo co n las ilu -siones de progreso lineal y futuro asegurado de la izquierda eu topea.

    22 W. Benjamn, "Le surralisme . Le demier insranran de l'intelligcnceeurop enn c" (I929) , en Myrhr rt uiolence, ob, cit., p. 3 12 [trad casr.: "Elsurr ealismo, la ltima instantnea de la int eligencia eu ropea", en: Ilumina -cones J. ImaginacinJ saciedad, Madrid, Taur os, 198 01.

    miento contemplativo sino de un pesimismo activo, "organ iza-do", prctico, ntegramente volcado al objetivo de imped ir, porlodos los medios posibles, el advenimiento de lo peor.

    C abe pregu nt arse a qu p uede hacer referen cia el conceptode pesim ismo aplicado a los co munistas: al celeb rar los tr iun-fos de la constru ccin del soci alismo en la URSS y la calda inm i-nente del capitalism o, su doctrina de \929 no es pre cisam en-te un m agnfico ejemplo de ilusin optimista? De hech o ,Benjamn tom el concepto ds.."organ izaein dd pesim ism o"de una obra que califica de "excelente": La revolucin y 105 inte-lectuales (1928) del com unista disidente I' ierre Naville. Miem-bro del gru po surrealista - fue uno de los redacto res de la revis-ta La Revoution su";alt~1 en ese momento Naville habaop tado por afiliarse al Part ido Comunista Franc s y quera quesus amigos com parti eran ese compro miso pol tico. Ahora bien ,para este autor, el pesim ismo, que co nstituye "la fuente delmtodo revolucionario de Marx", es el nico medio de "esca-par a las n ulidades y los desen gaos d e un a poca de compo-nendas". Rechazando el "grosero optimismo" de un HerbertSpencer - a qu ien otorga el amab le calificativo de "molleramonstruosamente encogida"- o de un An arole France, cuyas" infames bro mas" detesta, liega a la sigu ien te conclusi n : "hayque organizar el pesim ismo"; la "organizaci n del pesimismo"es la nica consigna que nos im pide perecer. 23

    Esintil aclarar que esta apologa apasionada del pesim ismoera muy poco representat iva de la cultura poltica del com unis-mo francsde la poca. De hecho, Pierre Navilleserla m uy promo(1928) expulsado del partido: la lgica de su an rioprimismo lo

    2) Picrrc Naville, La r!v;lll,itm et: lesintellectuds , Pars, Gallimard, 1965 ,pp. 76-77, 110-117 ru ad casc.: La revoluciny los intelectuales, Barcelona,(;'llba, 1976J.

  • 26 WALTER f1 EI\'/A.\{I:'\'; AVl~O DE INCEI\"DlO ROI.lAto.TlOSMO, M ESlA.>';ISMO y MAIl.XISMO 27

    lI ~vara a las filas de la op osicin com un ista de izquierda trots-kisra, de la que llegada a ser tino de Jos pr incipales di rigent es.

    En la obra benjaminia na. Ia filosofa pesimista de la histo riase manifiesta de manera particularmente aguda en su visindel futu ro europeo :

    Pesimismo en tod la lnea. S, sin duda, y com pletamen te.Descon fianza con respecto al destin o de la literatura, descon-fianza con respecto aldestino de la libertad, desconfianza conrespecto al destino del hom bre europeo; pero sobre todo tresveces desconfianza frente a cualquier arreglo: en tre las clases,entre los pueblos, entre los ind ividuos. y s610 con fianza ilimi-rada en la 1. G . Facben y el perfeccionamiento pacfico de laLufrwaffe. 1~

    ~ta . ~jsin crtica permite a Benjamin pe rcibir -de manerain rum va pero co n un a extra a ag ude za-, las catstrofes qu eagua rda ban a Europa, perfectamente resumidas en la frase ir -nica acerca de la "confianza ilimitada". Desde luego, ni siqu ie-ra l, el ms pesimista de todos, poda prever la destruccinque la Luftwaffe iba a infligir a las ciuda des y poblaciones civi-les europeas; que la r. G. Farben , apenas unos do ce aos des-p~~ , iba a hacerse cleb re po r la fab ricacin del gas Zyklon B,utilizado para "rac ionalizar" el gen ocidio, y que sus fbr icasempleara n, por decen as de miles, la man o de obra de los cam-pos de con~e~tracin . Sin em bargo, nico en tre todos los pen-sadores y dirigen tes marxistas de esos afias, Benj am n tuvo lapre~~~ici~n ~e los mo nstruosos desastres que pod aal um brarla civilizacin Industrial burguesa en crisis. l~

    l~ W. Benjamin, "Le surralismc. . .", ob. ctr., p. 312.l~S b B ..

    o fe cnJan; J~ """' an:icipador de la Shuah , vase ellibro cap italde EnzoTraverso, L1JlStoIUfchIT. Auschwz a la ',ttl m Is, Pars, Ce rf

    Ese pesim ismo se ma nifiesta en Benjamn , como en Blanquiti l' guy, por un a espec ie de "melancola revolucionaria" , quetraduce el sentimiento de la reiteracin del desasne, el temor aun ete rno retorno de las derrotas. 26 C mo se concilia co n sucompro miso con la causa de los oprimidos? La elecci n "pro le-nuia"de Benjamn no est inspirada en m odo algu no por unaidea optimista sobre el comportam iento de las "masas" o laco nfianza en el fu turo brill ante del socialismo, Es, esencial-mente, una apuesta -en el sentido de Pascal- sobre la posib ili-d;ul de una lucha emanciparoria.

    El ar tculo de 1929 es un testimonio de su inte rs en elsurrealismo , percibido como m anifestacin mo derna del ro-manticismo revolucionario. Acaso podra definirse el.rumbocomn en Benjamin y Andr Breron como elde una suerte de"marxismo gtico", d istinto de la versin dominanrevde ten-dencia mater ialista m~tafs ica y con taminadopor la ideologaevol ucio nista del progreso. 27 El adjetivo "gtic'o" debe enten-derse en su acepcin romnt ica : la fascinaci~ por el encanta-miento y lo maravilloso, as co rno por los aspectos "hechiza-dos" de las sociedades y cu lturas premodernas. La novela negrainglesa del siglo XVIII y algunos ro mnti cos alemanes del sigloXIX son referencias "gticas" que podem os encontrar en el n-deo de la obra de Breton y Benjamn.

    1')')1'1 [rrad C1St. : La hiuoria dugarrnda. Ensayasobrt Auschwitz y los ntdec-II MIN , Barcelona, Herder, 2000J.

    j 6 Da niel Bensajd escribi sob re el rema bellas pginas en Lr Pariml/'ln Coliqllf, Parrs. Fayard, 1997, pp. 244258. En el libro del filsofoIo rJsileo Leandrc Konder, Wb/u r Brnjamin, a marxismoda mrlanco/ia(Reorlc janciro, Editora Ca mpus, 1989) se encont rar un anlisis de una granflncza sobre el "marxismo melanclico" de Benjamn.

    11 Margare Co hen. Profimrilluminntion. WriltlTBmjami/'ll1ndIhr Parso[Sllrml/iit Rrvo/m ion, Bcrkeley, Universiry of California Press, 1993, pp. 12 .

  • 28 WAL1 ER BE",'JAM IN: AVISO DE I r-.:CENIJ]O ROMA :-.I 'l1CJSM O, MESJA;-';SMO y ,\1Al
  • .lO WALT ER HEt"jA.'v!l:-J: AVISO PE INCENDIO ROMA"TICISMO, MESIANI SMO Y MARXISMO . , . 31

    dieta (Er/ebni1) y, en particu lar, el Cboceerlebnis qu e provocaen ellos un comportamiento reactivo , de autmatas "que hanliquidado por co mpleto su mem oria". 31

    La pro resta rom n tica co nt ra la mo dern idad capitalista sehace siempre en no mbre de un pasado idealizado . real o m ti-co. Cul es el pasado qu e sirve de referencia al marxist a Walt crBcnjamin en su crftica de la civilizaci n burg uesa y de las ilu-sio nes del progreso? Si en los escritos teo lgicos de juvent ud setra ta a me nudo de un paraso perd ido . en la dcada de 1930,ese papel lo cumple el co munismo primitivo ; como oc urre.por lo dems. en M arx y Engels , lectores atentos de la antropo-loga romntica de M aurer y Bachofen , as co mo de los trab a-jos de M organ.

    El informe sobre Bachofen, escrito po r Benjamn en 1935. esun a de las claves ms importantes para comprender su mtodode cons tr ucci n de una nu eva fi1050Ba de la historia a partir delmarxismo y el roma nt icismo. Extrada de "fuentes rom nt icas",la obra de Bachofen, escribe, fascin a marxistas y ana rqu istas(como lise Recios) debido a su "evocacin de una sociedadcomu nis ta en la au rora de la his toria". Refutando las interpreta-ciones con servadoras (Klages) y fascistas (Baumler), Benj amindestaca que Bacho fen " haba escrutado a una profund id adinexplo rada las fuentes que, a travs de las pocas. alimentabanel ideal libertario reivindicado po r Reclus". En cuanto a EngelsyPaul Lafa rgue, tamb in mostraron inters po r los trabajos deBachofen sobre las sociedades matriarcales. en las qu e habra exis-t ido un alto grado de democracia e igualdad cvica. as como

    j \ W. Benjamin, Pmsagmwa k, en GS, Y, 2, p, 966, y e'harlel /lfllldetirr,IIn poete Iyrique a I'pogle dll cap taiisme; trad uccin de ] . Lacustc, Pares,Payct, 19H 3, pp. 1SI, 1HO1 84 [rrad cast.: Ballde/airr, Mad rid, Tauros.1993J.

    1m mas de comunismo primi tivo que implicaban un verdadero. de aurorid d" ""unsroca nuento del co ncepto e auronca .

    Ideas anlogas se bosquejan e n sus ensayos sobre Baudclaire:Ik llj;lmin in terpreta la"vida ante rior" evocada por elpoeta. comouna referencia a una era primi tiva y ed nica. en la que tod avaexista la experiencia autntica y las ceremo nias del culto y lasfesnvidades permitan la fusin del pasado individual y el pasa-du colectivo. sa es, entonces. la Erfahrung que alimenta el jue-1',0 de las "co rrespo ndencias" en Baudelaire e insp ira su rechazode lacats tro fe moderna: "Lo esencial es que las co rrespo nden-cias contengan una concepcin d e laexperiencia con cabida paralos elemen tos culruales. Fue prec iso que Baud elaire se apropiarade esos d eme ntas para poder apreciar plenamente cul es elver-d.rdcro sign ificado de la catstrofe de la que l m ismo, comohombre modern o. era testigo". Esos "elementos culruales" remi-len a un pasado remoto. anlogo al de las sociedades estudiadaspor Bachofen: "Las 'correspo ndencias' son los datos de la rem e-moracin. no los datos de la historia sino los de la prehis toria. Lagrandeza y la im po rtancia de los das de fiesta rad ican en permi-tir recuperar una 'vida anterio r..' . Rolf Ti edemann observa de;manera muy pert inente qu e, para Benjamn , " la idea de las co--I rcspondenc ias es la utopa gracias a la cu al un parafso perdid o

    d I . .. 33,11' ;l fCce proyecta o en e porvem r .Henj amindesarrollar su visin de la histo ria. en especia l,

    el' los d istin tos tex tos del perodo 1936 1940. en los cuales sed isociar de manera cad a vez ms rad ical de las " ilusiones del

    \~ W. Benjamin, "[ohann j akob B~chufel1" (1935). en CS, u. .1, pp.l.l.IJ .230. Benjamin se inspira en la interpretacin freudiano -mar xIsta de11.1, hufen propuestapor Erich Frornm.

    q W. Bcnjarnin, Charle, Brltldelairt. .. , ob. cit. pp. 155, 1 8 9 ~ 1 9 1, Y11 ,,11' 'I'icdcrnann , "Nachwo rt", en: W. Bcnjarnin , Charles Bal/de/aire,leuic fort, Suhrkarn p, 1980, pp . 205 -206.

  • 32 WALTER Il E~I\IIN : AVISO DE [I\:CI'ND IO ROM.\.'1TlClSMO, MESIANI SMO Y M ARXISMO ."

    progreso" hegemn icas del pensamiento de izquie rda alem n yeuropeo. En un largo ensayo publicado en 1937 en Ja ZeitschriftfUr Sozia/forschung, la revista de la Escuela de Francfort (yaexiliada en los Estados U nidos), y dedicad o a la obra del his to-riador y coleccionista Edu ard Puchs - con pasajes enteros queprefiguran , a veces palabra por pa labra. las tesis de 1940- . aco-mete contra el marxismo socialde mcrata, mezcla de po sitivis-mo, evolucionismo darwiniano y culto del progreso: "En eldesarrollo de la tcnica. s lo supo d iscernir los progresos de lasciencias de la na tu raleza y no las regresiones de la sociedad (...].Las ene rgas desplegadas po r la tcn ica ms all de ese umbralson destructivas. Alimentan pr incipalmente la tcn ica de laguerra y la de su preparacin periodst ica". En rre los ejemplosms sorprendemes de ese positivismo de corto alcance, cita alsocialista italiano Enrico Ferri, q ue q uera reducir "no slo losprincipios sino tamb in la tctica de la socialdemocracia a lasleyes de la naturaleza" y atribua las tendencias anarquistas en elseno del movimiento obrero a la "Falta de conoci mientos engeologa y biologa".. . 34

    El objetivo de Benjamin es p rofundizar y rad icalizar lao po-sicin entre el marxismo y las filosofas burguesas de la histo-ria, intensificar el potencial revolucionar io del pri mero yelevarsu contenido crtico. Con esa idea, define de manera tajant e laambicin del proyecw de los Pasajes parisinos: "Tamb in pue-de considerarse como trm ino metodolgicamente buscado eneste trab ajo la posibilidad de u n materialismo histrico q ue

    ha~~Lq~iJ~~o [annihiliert] en s mismo la idea de progreso.El materialismo histrico encuent ra sus fuentes, justamente,

    .M W. Benjamin, "Eduard Fuchs, collecriouneur ct historien", traduc-cin de Philippe lverncl, en Macula , 3/4, 1978, pp. 45 y 49 Im J casr.:"Fuchs", en: DuculloSillurrumpidm t. ob. cit.].

    (' 11 la oposicin a los hbitos del pensamiento burgu s'L '" UnI'l'tlgrama semejante no implicaba ningn "revisionismo" sino,J llICS bien, como Karl Korsch haba inren rado hacer en su li-hro -cuna de las principales referencias de Benjami n- , un retor-110 al propio Marx.

    Benjamin era conscien te de que esa lectura del marxismoIII 1IIdla sus races en la crt ica ro mntica de la civilizaci n in-

    ,h l.~ trial; pero estaba convencido de que tambin M arx habaencontrado inspiracin en esta fuenre. Descubri un apoyo paran.l interpretacin hertica de los orgenes del marxismo en elA',n' Marx (1938) de Korsch: "Con mucha justeza. y no sinh.u crnos pensar en De M aistr e y Bonald , Korsch dice lo si-guicnre: 'As , tambin en la reorfa del movimiento ob rero mo-.ler uo hay una pane de la desilusi n que, luego de la gran Revo-lucin Francesa, proclamaron los primeros tericos de la con-u.urevolucin y, a cont inuacin. los romnticos alemanes y' lile, gracias a Hegel, ejerci una fuerte influencia sobre M arx". ,;(,

    Es evidente que el marxismo de Benjamin, sob re todo ap.uur de los aos 1936-193 7, tena poco en comn con el,I/Imult ' sovitico, q ue pro nto. en 1938. Stalin codificarla en1111 captu lo de la muy oficial Historia da Partido Comunista

    I'/lkhe/ljqu~ d~ la URSS. Ya el hecho de elegir como referenteIilusfico a Karl Korsch, un marxista heterodoxo -cercano a la. urriente "consejista"- excluido d el Partido Cornunisra alemnI ti L. dcada de 1920 y radicalmente opuesto a los cnonesu ricos tanto de la socialdemocracia como del comunismo"_l. llillista, es indicativo de esa di sidencia.

    , I jcnominacin que los soviticos, en general, y Stalin. en panicular,.1.1.111 :11 materialismo dialctico. IN. delT.]

    .\ \VI. lk njamin, PdJSllg' llw, rk, ob. cir., v, p. 574.~. 11,/11.. p. 820.

  • J4 WALTER BE:-"Ji\..\l :-l: AVISO DE ",'C El': DIO ROMA>iTI CI5MO , M ESIAN ISM O Y MARX1SMO . 35

    O tro ejemplo de su au ton om a con respecto al estalinismo-no necesariamen te ligada a lacuestin del romanticismo- es suinters en Trotski : en 1932, en una carta a Gretd Adorn o, escri-ba, con referencia a la autobiografia del fundado r del EjrcitoRojo , que "desde haca aos" no haba asimilado nada "con unatensin semejante, que corta el aliento". [ean Selz, que lo cono-ci en Ibiza en 1932, atestigua que era partida rio de "un marxis-mo abiertamente anriestalinista: expresaba gran admiracin porT ki" 37 S birrots l. , 1 len entre 1933y 1935pareci adherir, de manerabastante poco crtica, al mo delo sovitico - acaso com o reaccinante el triunfo del fascismo hitle riano en Alemania- y, al CO~mienzo de los procesos de Mosc, expres sobre todo perplcji-dad -c''no entiendo ni jota", escribi a Horkheimer e1 31de agos-to de 1936-,38a partir de 1937-1938 se distanci con claridadde la variante estalinista del comunismo.

    Una nora sobre Brecht de esa poca da testimonio de estaevolucin, en parte bajo la influencia de He in rich Blcher (elmarido de H an nah Arendt), un partidario de la oposicincomunista alem ana dirigida por H. Brandler: 39 en sta ha-blaba de las "prcticas de la cru", un "modo de comporta-miento que los peores elementos del re comparten con loselem en tos ms inescrupulosos del n ac ional soc ialismo".Benj amn criticaba a Brecht por ciertos po emas del Manual

    37 W Benjamn, Corrapondance. ob. cir. , 11, p. 68 , Yj ean Selz, "WaltcrBcnjamin aIbiza", en Lettresnowueiies, 2, 1954 . Al respeCto, vase elarrcu-lo de Enzo Traversa , "Wa!rer Benjamin et Lon Trotsky", en Qlllltriemelnternationaie, nm. 37-38 , 1990.

    }~ Carta citada por R. Ticdemann, Din!ektik m Sti!/stand VersucheznmSpiitwerk Wn/ter Benjnmins, Francforr, Suhrkamp, 1983, p. 121.

    39 Hcinrich BrandIer, an tiguo dirigente del Kl'D (Partid o Comunista Ale-mn), expulsado en 1928, fundador del KPO - Parrido Comunista de O posi-cin- anricsralinista, tambin estuvo exiliado en Francia en 1939- 1940.

    /',ml habitantes urbanos: "Transfigur poticame nt e los extra-\l los peligrosos y cargados de consecuencias a los que las p rac-Ilr;ls de la cru arrastraron al m ovimiento obrero ", y cues cio-nabn su pro pio comen tario de ese texto de Brechr como "pia-LI m a falsificacin" . 40

    A pesar de ese despiadado arreglo de cuentas, que no vacilarIL comparar las prcticas de la polica estalinista con las de losn.rzis, le queda una ltima esperanza: que"la URSS siga siendoaliada de los antifascistas. En una carta del 3 de agosto de 1938.1 Max H orkheimer expresa, "co n muchas reservas", la esperan-1,1, "al me nos por el momento", de que pueda cons iderarse al,l;imen sovitico - al que describe sin disfraces com o una "die-r.idura personal con todo su terror"- como "el agente de nucs-lIos intereses en una guerra futura" . Agrega que se trata de un.I1;cn te que "cuesta elm s elevado pre cio imag inab le, pues debep.lgse1e con sacrificios que erosionan muy en especial los in-I('l'CSCS que nos son afines com o prod uctores", una expresinqlle alude , sin duda, a la emancipacin de los trabajadores y alicialism o. ?'

    El pacto Molorov-Von Ribb entrop aplicar un duro golpe arxa ltima ilus in. Las tesis "Sobre elconcepto de historia" fue-1011 redactadas en ese nuevo contexto.

    El capitulo "Peuerme lder" de Direccin tinica es uno de lostextos ms impresionant es de Walter Benjam n. En cierto sen-lido, sin em bargo, toda su obra puede conside rarse como unaspccic de "aviso de incendio" di rigido a sus contemporneos,

    'HW. Benjamin, "Note sur Brechr" (1938 o 1939), en crits.ml,,/'ographiques, Pars, C. Bourgois, 1990, pp. 367-368 ruad cast.: Sscri-1'" IlII lobiogrdfi cOi , Madrid, Alianza , 1996]. "Blcher tien e razn", admi teluujamin, al criticar tanto los poema s de Breche como su comentario.

    11 Carta citada por R. Ticdemann, Diakk tik im Stifistand... , ob. cit., p.11.1. .

  • )
  • se WALTER BENIA.\lIN: A..150 DE ' ;-''
  • III

    WAl:fER BE"JA.MI~ : AVISO DE J:-:C Er-:nJ O

    mento histr ico determin ado, plantea cuestiones referidas alcon junto de la historia mod erna y e! lugar de! siglo XX en latrayectoria social de la h umanidad .

    La histor ia del "salvamento" y la pub licaci n de las tesis hasido min uciosame nte reconstituida po r los com pilado res de lasGesammelte Scbrifim . La primera impresin se realiz sobreuna cop ia enviada por Ben jamn a Han nah Arendr y ent regadapo r sta a Adorno; se tra taba de una espec ie de folletom imeografiado y de circulacin bastante limit ada, WalurBenjam n z um G~diichtniJ ["Ala memoria de Walter Benjamin"],editado por el Institu to de Investigacin Social de Fran cfort ,exiliado en los Estados Unid os, con una tirada de algunos ciemosde ejem plares.

    Paradjicamente, la primera pub licacin , en el sent ido fuertedel trmino, fue la traduccin francesa de Pierre Mi ssac, apare-cida en octubre de 1947 en La Temps moderna (nm. 25, pp.623-634), sin provocar ninguna reaccin . La misma ausenciade ecos sigui a la publicacin en alem n, a cargo de Adorno,en la revista N~ue Runschnu (nm. 4 , Pp- 560570), en 1950.Slo despus de la aparicin de! texto en la prim era anto logade escritos de Benjamin , com pi lada por e! mismo Adorno(Schriftm, Francfon , Suhrkarn p Verlag, 1955), comenzaronverdaderamente la recepci n de! do cumento y las primeras d is-cusiones. Po r ltimo, en 1974 apareci la edicin critica y co-men tada de las tesis, sus variantes y no tas -as co mo la trad uc-Ci l1francesa del propio Benjamin- en las GesammelseSchrifien,compiladas por R. Tiedemann y H. Schweppen hausc r, con lacolaboracin de Ado rno y Scholem. A ello es preciso agregarla ltim a copi a, tit ulada "Handexemplar"- que present a la particula ridad de hacer de una de las notas, la tesis XV lIl-, descu-bierta por Giorgio Agamben e incorporada al volumen VII delas GS (199 1) .

    UNA U'CT URA DE lAS TESIS . .

    1:11 los debates qu e siguieron a la pub licacin, a part ir d e la, I ~ l .l l \; de 1950, pueden d istinguirse tres grandes escud as deuucrprcracin de las tesis:

    /.11 escuela materialista: Walter Bcnjami n es un marxista, unmaterialista consecuente. Sus formulaciones teolgicas de-l-en co nsiderarse como metforas, un a forma extica q ueencubre verdades materialistas. sra es la posici n ya pra-l tunada por Brechr en su Diario.? .

    , /tI escuela teolgica: Walter Be~jamin es ante todo un relo-1'.0 judo, un pensador mesinico. En l, e! marxismo no essino una termi nologa, un uso abu sivo de conceptos como"materialismo histr ico". Es el punto de vista de su amigo( icrsbom Scholem ./-11 acurla de la contradiccin: Waltcr Ben jam n tra ta de con-ciliar marx ismo y teologa jud a, materialismo y mesianis-11 10 . Ahora bien , como todo e! mu ndo sabe, esas perspecri-V ~l S son incom patibles. De all el fracaso de su intento. Aslo Icen tanto J. H abermas co mo R. licdemann.

    A mi juicio, estas tres escuelas aciertan y se equivocan a la vez.1 'n . l humildad, me gustara pro poner un cuarto enfoque: W1\"llj;min es marxistay telogo. Es cierto q ue ambas concepcio-un \ U ll habitualmente contradi ctorias. Pero e! autor de las tesisIU I C\ un pensador "habitua l": las -einterprera, las transfor ma, las

    , "En sntesis, este pequeo trabajo es claro y esclarecedor (pese a rodas11.'lwIMoras y los judasmos) {mrtapborik Jlndj/ldnismen], y horrori za Pvu-" 1 ' 1l ~ 11 pocos son los que estaran d ispuestos al meno s a dar pruebas de" 'IIlI >lC IlSi6n de una cosa semejante." En: Bcrtolt Brecht, Arbeitsjollrmd,

    ~ "l 1, (1')3 8-1942), com pilacin de Wcrncr Hecht, Francfcn, Suhr kamp,I'J/ 1, 1'. 2')4 [trad casr: Diario de tmbajo, tres volmenes, Buenos Aires,'''n''V,1Visin, 1977-1979].

  • 42 WALTE K IIENj A.\i IN : AVISO DE n....CES DIO Cr-:A LEC rLlRA [lE l A ' TE.m...

    sita en una relacin de esclarecimiento recproco que permitearticu larlas de manera coherente. Le gustaba compararse con un[ano , uno de cuyos rostros m ira hacia Mosc y el otro, haciaJer usaln. Pero lo que suele olvida rse es que eldios romano tenados rostros pero una sola cabeza: marxismo y mesianismo no sonsino las dos expresiones - Au5drcke, uno de los trmi nos favori-tos de Bcnjamin-. de un solo pensam iento. Un pensamiento in-novador, original, inclasificable, caracterizado por lo que l Ha-ma, en un a cana a Scholem de mayo de 192 6, la "paradj icareversibilidad recproca" (Umschlagm ) de lo poltico en lo reli-gioso y viceversa. 6 Para comprender mejor la relacin ~.!9ay sutiL~n(~e. redencin Yiev~l~cin e~ su filosqf~a de la hisro~ia ,sera precIso hablar de ('finidad ~kct1V~, es decir, de atraccl l1.

    m~:t.~rta.tecimiento n=~fproco dlas dos acritud es, :.p~tirdccienas analogas estructurales que conducen a unaespecie defusin alqumi~a:Comoel en~ntro amoroso de dos alma~ en lanovela de Goerhe, Die Wahlwrwandtschaftm [Ltsafinidadn elec-tivas), a la cual Benjamn consagr uno de sus ms im portan tesensayos de juventud. 7

    Si bien debe crit icarse el en foq ue unilateral de Scholem, nohay que subestimar la profunda atraccin de Benjam in por supensam iento , incluso en el momento de la redaccin de lastesis. Un documen to , a n no publicado, que tuve la oportuni -

    ' w Benjamin . Brirfi, Francforr, Suhrkamp, 196 6, vol. 1, p. 426.1 W Bcnjamin , "Ln Affinitls i lu tivn de Coer he", en Mytht tt lIi(lltlJet,

    ob. CiL, pp. 161-260 [trad casr.: "Las afinidadn electivas de C octbc", enDos ensayO! sobre Goethe, Barcelona , Gedisa, 1996]. Sobre el conceplO deafinidad electiva y su recorrido desde la alquim ia hasta la socio]og{a de MaxWeber, pasando por Coc rhe, vase M. Lcwy, Redemption tt II/o/,i(. 1.(judasmelibtrtm tIJ tilrOpt centrale. Une Itudt d'4fi nitl iitl'tilJ( , l'a rts, PUl' ,1988 [rrad cast.: Redtnci6n y tltopla. Eljudatsmo libertario NI HIIWjNl Cm -trnl:un (Sil/diorlffrjinidnrl , /m iva, Buenos Aires, El Ciclo por Asalto, 1997].

    dad d e co nsul tar en el Archivo Scholem de la biblioteca de laUniversidad Hebrea de Jerusaln, m uestra sin la ms mnimadu da q ue el tt ulo mismo de las tesis estaba inspirado en unmanuscrito indi to de Scholc m, que con seguridad Benjam inco noca, ti tulado " Thesen iiber den Begriffda Gerechtigkeit"["Tesis sobre el concepto de justicia"] y fechado en "1 919 Y1925". Al leer ese texto , se adviene que Benjarnin no s lo seinspir en el t tulo sino tambin en el co nten ido del manuscri-to; co mo eje mplo, citemos el sigu iente pas aje : " La pocames inica co mo presente eterno y la just ic ia d el ser ah[Dasendes), sustancial, est n en correspondencia [entspuchmsich]. Si la justi cia no estuviera all, el reino mesin ico no slono estara presente sino qu e sera imposible". a

    El objetivo de las notas y comentarios que sigue n no es tan-to "juzgar" las tesis de Ben jamn como intentar comprender-las. Esro no me impedi r rend ir homenaje a su lucidez o , llega-do el caso. criticar lo que me parezca d iscutible. La interp reta-cin propuesta no pretende ser exh austiva y menos an la ms"correcta", la ms "verdadera" o la ms "cientfica". A lo sumo,tra ta de poner de relieve cierta co herencia do nde m uchos otro sno ven sino d isonancia, co ntrad iccin o ambigedad.

    Los conceptos de Benjam n no son abstracciones metafsi-cas: estn relacio nados con experiencias histricas concretas.Decid , por lo tanto, ilustrar sus palabras med iante ejem plos-ctan to de la h istoria europea moderna como de la histo ria ju-da antigua- inspi rados, de manera directa o indi recta, en suspro pios escritos. Tamb in agregu algunos ejemplos larino a-mericanos contempo rneo s, lo cual podr sorprende r en unprincipio; me parece, sin em bargo , que se trata de u na apuesca

    ! G. Schclc m, "T hesen bcr den Bcgnffdcr Gercchtlgkeit" (19 19-192 5),Arch ivo Scholcm. Universidad Heb rea de jerusaln , p. 3.

  • WAlTEIl 8E;';JA\4I~ : AVISO DE I ",CEJ,:OIO

    importan te: po ner de r nan if iesro la universalidad y la actuali-dad del concepto de historia de Walter Bcnjarnin. Descubr lastesis en un momento de pleno desarrollo de los movimientospopulares insurreccionalcs en Amrica Cent ral: el documentome permiti com prende r mejo r los acontecimientos y. a la in-versa, stos arrojaron una nueva luz sobre el texto .

    Tom como p un to de partida la traducc in - sobria y ele-gante- de Maurice de G andillac, publicada en 197 1 por lasd it ions M aurice Nad eau en la antologa de ensayos d eBenjamin rirulada Poaie et vlrit!, si bien contiene una consi-derable cant idad de imprecisiones. En redonda, figuran las co-rrecciones que me parecieron absolutamente indispensables.Tambin uti lic la versin - Incornplera pero infinitamente va-liosa- elaborada por elpropio Benjamn , que difiere en algunosaspectos del texto alemn y constituye. por tamo. una especiede variant e. Por lt imo, siguiendo el ejemplo de algunos inves-tigado res italianos. 9 aad a la lista conocida de las tesis otrams. que figura con el nmero XVIII en elejemplar descubiertohace unos aos por Gio rgio Agambcn. Esta tesis aparece yaent re las no tas prepa ratorias pu blicada s en las GesammelteScbrifien con eln mero XVl JA . El "Handexemplar" encon tradopor Agamben muestra que Benjam in se propona incluirla enla versin final del doc umento. Se trata, po r o tra parte, de untexto aut nomo - y no de una variante- de la mayor importan-cia. Traducido por m, figura aqu co n el n mero XVliA, paraevitar cambiar la numeracin ya conocida de las ltimas tesis.

    Para la inte rpretacin de las resis, recurr con frecuencia alas no tas preparatorias, publicadas en el volum en l . 3, de las

    ~ W. Bt'njamin, Sil/ conceno di storia, edicin a cargo de GianfrancoBoncla y Michcle Rancherri. Tar n. Einaudi, 1997 [trnd cast.: "Tesis defilosofa de: la histor ia" en: D i 1(flTJOJ inter rumpidos /, Madrid. Taurus, 1973].

    UNA lH.TUIlA D L\S TESis . . .

    " f llllllme/U Schr~ften, cuyas referencias se mencionarn en el' 111;'1'P0 del rexro (ent re parntesis).

    Algunas observacio nes perso nales para cerrar esta introduc-, l.\n . Descubr tard amente las tesis "Sobre el co ncepto de his-I" ri,t . De manera paradjica. debo su conocimiento a los es-, ,, IOS de Gershom Scholem - que encontr en j erusal n en1') I ~_ , en un momento en que empezaba a in teresarme po r las1C' lJeiones ent re mesianismo y utopa en el .j udasmo. Sin em-1' ~1 go. e! texto era accesible en fr~,.ncs desde 1947 yen alemn ,,ll'\lie 1950. No s si atribuir esa demo ra a la ignorancia. la, rgm'ra o el error. Sea como fuere. hay en mi trayectoria in te-In uta l un antes y un despus del descubrimiento de las tesis.. Oher den BegriffderGeschichu ".

    Desde que lo le. hace unos veinte aos. ese escrito no dej deuh\csionarme. fascinarme. inrrigarme, con moverme. Lo Id . 101" 1,' ( Y volv a leerlo decenas de veces, con la sensacin -o la1111 \i n- . en cada relectura, de descubrir nuevos aspectos. de su-nr ergirme ms profundamente en el infinito espesor del texto.de comprender por fin lo que poco antes an pareca hermticoV1II" ICO. Debo confesar que todava encuentro zonas de sombra" 11 .Ilgllnos pasajes de! docu men to, mientras que otros me pate~1,' 11 deslumbrantes por su transparencia. su luminosidad inre-' 1IIf . su evidencia incontrastable. Esas diferencias se man ifiestan. 11 el tratam iento muy desigual de las tesis en mi comentario .. .

    l'cro , sobre todo . la lectu ra d o: 'as "tesis" quebrant mis cer-It'/ .IS, trastoc mis hiptesis, derrumb (algunos de) mis dog-111 .1' ; en sntesis. me oblig a reflexionar de otra manera sobre1111 serie de cuestiones fundamenta les: el progreso, la religin,L. historia. la utopa . la poltica . Nada sali indemne de ese, IH ucntro crucial.

    [lOCO a poco me di cuenta. tambin, del alcance un iversal,It- las proposiciones de Ben jamin, su in ters para compren-

  • Tesis 1

    Conocemos la leyenda del autmata capaz de responder. en unapartida de ajedrez, a cada movimiento de su adversario y t ase-guraru eltriunfo. Un mu eco vestidodeturco. con un narguile enlos labios. est sentadofrente al tablero de aj edrez, apoyado a suvezsobreuna gran mesa. Un sistema de espejos generala ilusin deque la mirada puede atravesar esa mesa de lado a lado. En reali-dad. en su interiorest agazapado un enanogiboso. maestro en el

    der>-"desd e elpunto d e vista d e los vencidos">, no s lo la his ro-ria de las clases oprimidas sino, asimismo , la de las mujeres -lamitad de la hum anidad- , los judos, los gitanos, los indios delas Amricas, los kurdos, los negros, las min oras sexuales; enresumen , d e los parias, en el sent ido que Hannah Arendr daba aeste trmino, de rodas las pocas y todos los continentes.

    A lo largo de los ltimos quince aos, rem muchas notascon el obje tivo de legar a una int erp retacin de las tesis. Asista los cursos y conferencias de eminentes especialistas, comoSr phane Meses e Irving Wohlfan h. A m i vez, h ice de las tesisel tema de un seminario que dict durante todo un ao en lacole des H autes truJes en Scicnces Sociales y. ms adelante,en la Un iversidad de San Pablo, Brasil. Le una buena part e dela "literatura secundaria", pero sigo convencido no slo de quean hay lugar para otras interpretaciones -como la que pro-pongo aquf-. sino de que el texto de Benjamin pertenece a esarara especie de escritos cuya vocacin es suscitar n uevas lecru-ras, nuevos puntos de vista, enfoques hermenuticos diferen -tes, reflex iones inditas, ad infinitum. 0, mejor, como di ce elshemah israel, la milena ria plegaria de los jud os, leolam va ed,por la eternid ad de los tiempos.

    47l:NA LEcn:RA 0 1' LOS TI.SL~

    Anrmata jugado r de ajedrez de Johann Ncpornuk Maelzel, 1769.

    1 ,. tesis I anuncia desde el prin cipio uno de los lemas centralesdtl conj unto del texto "Sob re el concepto de historia"; la aso-1.lli.lll parad jica entre el materialismo y la teologa. POlca ex-

    .ntr de! ajedrez. que por medio de cordeles dirige la mano delIII II/ t't"O. Podemos imaginaren filosofia una rplicade ese aparato.rlnrueco, al que se llama "materialismo histrico': ganard.siem.-"/f'. Puede desafiar intrpidamente a quien sea si toma a su scnn-vtn fE la teologa, hoy. como es tlbido, pequeay fin y que. por lo'f'IIlIs. ya no puede mostrarse.

    WALTER 6f.!'iJAMIN: AVI SO [lE 1 ~CEM)IO"

  • WAlTER B":-;J....\4 I ~; AVISO m : INC E.x D!O

    plicar esra comb inacin , Benjamin crear una alegora irn ica.Tratemos de descifrar los elementos que la componen.

    En primer lugar, el au tmata: un mueco o una m arioneta"al que se llama 'materialismo hist rico". El uso de las com illasy el giro de la frase sugieren que ese aut rnara no es el "verda-dero" mate rialismo histrico sino lo que u denomina as. Aquines representa ese "se"? A los principales voceros del rnar-xismo de su poca, vale decir, los idelogos de la Segunda y laTercera Intern acional. A los ojos de Benjamn , el materialismohistrico se con vierte efect ivament e, en sus manos, en un m -todo que percibe la historia como una especie de m quina queconducen "de ma nera autom tica" al tr iun fo del socialismo.Para ese materialismo mecnico, el desarrollo de las fuerzasproductivas, el progreso econm ico y las "leyes de la historia"llevan necesariament e a la crisis final del capitalismo y a la vic-toria del proletariado (versin comunista) o a las reformas quetransformarn gradualment e la sociedad (versin socialdem -crata). Ahora bien, ese autmata, ese maniq u, ese muecom ecn ico, no es capaz de ganar la partida.

    Aqu, "ganar la partida" tiene un doble sentido:

    a) interpretar correctamente la historia, luchar cont ra la visinde la historia de los opresores;

    b} vencer al propio enemigo histrico, las clases domina ntes;en 1940, al fascismo.

    Para Benjamn, ambos sent idos estn ntima mente ligados , en launidad indisoluble de la teora y la prctica: sin una int erpreta.cin correctade la historia es difcil, si no imposible, luchar ef i-cazmente contra d -f..;cismo. Laderrota del movim ie~[Q-ob;ero

    ~arxjsta -.:en Alemania, enAustria , en Espaa, en Fran cia- fren-te al fascismo demuestra la incapacidad de ese mueco sin alma,

    l ,-.,

    UNA IE CTli RA DE lAS TESIS

    , _r .nu mata vaco de sent ido, para "ganar la part ida": un a pani-,l., rn la que se juega el futuro de la hu manidad,

    l'ara gal1 ar> ,et~3.teri alismo n ecesita la ayuda de la teologa:1ruano oculto en la mquina, Como se sabe, esta alegora est

    hnpirada en un cuento de Edgar Allan Poe - itraducido por1\,lmlclaire- que Benjamin conoca bien: "El jugador de aje-,ha lle Maelzel". Se trata de un ajedrecista autmata presenta-,[0 t-n 1769 an te la corte de Viena por el barn Wolfgang va n

    "Ke mpclen yque, luego de diversa; peripecias, termi~at en losl.uados U nidos, en una gira o rgan izada por un invento r ymprcsario viens, Johann Nepo muk Maelzel. Poe describe al

    uumara como u na figura "vestida a la tu rca", cuya "manoI/,plicrda sostiene un a pipa" y que, si fuera una mquin~ , "de -101'1 r. l ganar siempre" las part idas de ajedrez. Un a de las hip te-.i, deexplicacin de Poe es qu e, luego de esconderse en elapa-1.11t>, un "enano pona en movimiento la mquina", La simil i-

    b 1 - -d tilO! -cas i palabra por pala ra- con a tesis 1 es evr eme.A nues tro juicio , la relacin entre el texto de Poe y la tesis de

    11" l1 j;lln in no es ni camente anecdt ica, La conclusin filoso-111',1 de "El jugador de ajedrez de Mael zel" es la siguiente: "N oh,IY duda alguna de que los movim ien tos"del aut~at~ sonlfl',ulados po r el espritu y_no por otra cosa . En ~enJam ll1" elf' l" riru de Poe se convierte en la teologa, es decir, el esprituI01 r sinico, sin el cu al el materi alismo histrico no puede "'ga-IM l la partida" ni la revolucin, triu nfar.

    Nos patece que RolfTicdemann se equivoca cuando, en suhimo libro - m uy interesante , po r otra pane-, escribe: "El

    ,n Edgar Allan Poc, "Le joueur d' chccs de Maclzel", en: Ha toires..,,'/mf ll rs rt lirimsrs, Iraduccin de C harles Baudelairc. Pares, Folio. 1978,1'1" 1l O-12M ruad C2 St. : "El jugador de ajedrez de Maclvel", en Cuentos,lIm d nna, Planeta, 1991].

  • WAlHR BEN/A.I,l IK: AVISO DE l~C Er.;I)IO U:-
  • 12 Wi\LT ER flf'''"'J A.\f !:-l: AVISO os 1.'K f.NllIO 1;:-;/\ LECrtJRA DE LAS H$h . ."

    -

    tbeologiae (sirvienta de: I a.~gi). Para Benjamn , la teo loga~o es una meta en s misma. no apun ta a la contemplacinInefable de las verdades eternas y menos an. como pod ra ha-cerlo suponer la etimologa. a la reflexin sob re la natu ralezadel Ser divino : esta al servicio de la lucha de los oprim idos .M s precisam ente. de be contribui r a restablecer la fuerza ex-plosiva, mesinica, revolucionaria, del material is~o his tr{;~,reducido a un misera ble autmata po r sus epgonos. El ruate-r~a lismo histrico reivindicado por Benjam in en las tesis q ues ~guen es la resultante de lavivificacin , de esa activacin espi-ritual po r ob ra de la teo loga.

    Se~n Gerhard Kaiser, en las tesis, Benjamin "teologiza elmarxismo. El verdad ero materia lismo hist rico es la verdaderateo loga. (...) Su filosofa de la histor ia es una teologa de lahistoria". Al redu cir uno al e rro, este lipa de interpretacindestr uye elequilibr io delicado entre los dos componentes.Todoreduccio nismo unilateral - eanro en uno como en o tro senti-do- e~ i ~lCa paz de d ar cue nta de la di alctica entre teologa ymaterialismo y su necesidad recp roca.

    En el sentido inverso, Krista Greffla th sostiene que " la teo-loga de las tesis es una construccin auxiliar [...] necesaria paraarrancar la t rad ici n del pasado de las ma nos de sus gestoresactu ales". Esta int erpretacin co rre el riesgo de presentar unavisin demasi~do conti ngente e instr umental de la teo loga,cua~do en reabd~d s~ trata de una d imensi n esencial dd pen-sarmen ro de Benjami n desde sus primeros escritos de 19 13.

    Por ltim o, Heinz-Dierer Kinsreiner cree percibir una es-pecie de distinc in de funciones entre el m ueco y el enano'"El materialista h i s trj~ afronta el presen te como marxista ;el pasado , como telogo de la rem emoracin". Ahora bien estad ivisin del trabajo no correspon de en absolut o a las ideas deBenjamn, seg n su criterio, el marxismo es tan necesario para

    11t omprensin del pasado como la reologfa para la accin prcu-nte y futura .. . 1}

    1 1 idea de una asociacin ent re teologa y marxismo es un a de1,,, tesis de Benjamn que susci taro n mayor incomprensin y1"" plcjidad. Ahora bien, algunas dcadas despus, lo que en 1940

    1,1 St\ lo un a intuicin se convertira en un fenmeno histrico,1,' primerlsima impo rtancia: la teologa de l;diberacin en Am-rk , Latina. Ese corpus de texto s -escriros por autores de unaulrura filosfica imp resionante. c~mo Gustavo Guri rrez, HugoAumann. Enriqu e D ussel, Leonardo Boffy mu chos orros--, queauiculan de manera sistemtica el marxismo y la teologa. co n-",huy a cambiar la histo ria de Amrica. Latina. Los millones de rivrianos inspi rados po r esta teo loga. presentes en las comuni-d.rdcs de base o en las pastora les populares. cumplieron un papel ~ l' i l ;l l en la revolucin snndinista de Nicaragua (1979). el auge.1, b guerrilla en Amrica Central (El Salvador. Guatemala). lal.umacin del nuevo movim iento obrero y campesino brasileo

    d l'artido de los Trabajadores (PT). el Movim iento de Cam pesi-1"' .\ Sin T ierra (MST)- y hasta la eclosin de las luchas indgenas

    11 Ch iapas. De hecho, lamayora de los movimientos sociales yIll llflicos rebeldes de Am rica Latina en los ltimos treinta aosueucn que ver, en mayor o menor medid a. co n la teologa de lalderaci n. H

    b cierto: en muchos aspec tos s ta es muy diferente de la"reologfa de la revolucin" esbozada por Benjamin -descono-

    1\ Los artculos de Gerhard Kaiser. Krista Grdf rath y Heing-Dieterl ' lI\.eincr aparecen en Perer Buhhcup [cornp.}, Mntrriakn zu &njaminsI'MII "brr den Btgriffdrr Gts{hichtt ~, Francfort, Suhrkamp , 1975. .

    !~ Al respecto , remito a mi libro I Guerre da ditIL\. Rtligio lJ etpolitiqllt111 ..ll11lrilJllt latine, Pars. d. du Flin, 1998 [rrud cast.: Guerra de dioses.N, I'gllly pl/l/tica en Amlrica L Itina, Mxico. Siglo XXI, 20001 .

  • 1It '1..1 de las mujeres de otra poca no deja acaso de unirse a la denuestras am igas? Existe un acuerdo tcito entre las gent:rad olles/"/14zdasy la nuestra. N os han aguardddo en la tierra. Senos con-I,di, como a cada gent:racin precedente, una dbil f uerzamesinica sobre lIJ cual el pasado hila valer una praaui n. EsI'IIM no ignorar na pretensi n. Cualquiera qu~proft:l~amateria-/mllo histrico sabe algo de ella. l ~

    1\ El pasaje en redonda falta en la trad ucci n, pero figura en el or iginal,1"II1 .1n publicadoen las GS. Lo tomamos de laversin del propio Benjamin,, i corno las himas palab ras del p rrafo.

    1~ El r emin o ErJj/mg , que: Bcnjarnin rom muy probablemente del111'11 ' de Franz Rosenzweig, Da Sl~rn der Erlosung [La ~Jzrt//a di t redcn-,,,JII I, riene a su vez un significado inseparablemente teolgico, la salvacin,

    ~ 1'" lhico: la liberaci n, la---;:rariCp-aein. Esto vale tambin para el r rmi-11 " '"'llliv,llcnt e en hebreo : gt'lIlnh.

    1/ W. Benjamn , Das ['wagt1lwnk (en lo sucesivo, PW), Prancforr,'urlukamp, 1983, 1 p. 600 .

    ,.

    I .1tesis 11 introduce uno de los principales concep tos teolgicosdr ldocumento: Er/omng,que serta ms adecuado tradu cir com ou'/mcin [ridemp tion} y no co mo "liberacin" [dlivrana] . 16ltcnjarnin la sita, ant e todo, en la esfera del individ uo : su~~i1 , LId personal i:upl ica la reden cin de su pro pio pasado , lare.rlivaci n de lo que habra podid o ser pero no fue. Segn1.1varian te de esta tesis qu e ap arece en elDas Palsagenwerk , esafelicid ad (Glck) implica reparar el abandono (Vrr/amnheit) yh dcsolaci n ( y;.ostlosigk~it) del pasado. La redencin del pasa110 no es otra cosa q ue esa realizaci n y esa reparacin, segn la

    llll .l~cn de: la felicidad de cada individuo y cada generacin. 17L1 tesis 11 pasa de manera insensible de la redencin indivi-

    tlll.,l a la reparacin colectiva en el terre no de la h istoria. Paralll lllpren d er su ar gu m ent o es pr eci so rem it irse al Das

    "Ul"A LIX.TLKA DE LAS T ESIS. .

    cido, adem s, por los eelogos Iatinoa mericanos- , En este caso,el mueco sin vida era la ecologa y la in trod ucci n del marxis-mo - no necesariam ente oculro- Ta revitaliz . Por otra pane, setrata de una teo loga cristiana y no juda. aun cuando la di-mensin mesin ico- proftica est muy presente y los telogosde la liberacin insistan mucho en el carcter "hebreo" del pri-mer cristianismo y la contin uidad enr re ste y el espritu delAntiguo Testamento. Por ltimo , el contexto latinoamericanode las ltimas dcadas es muy diferent e del co ntexto eu ropeode em reguerras. Aun as, la asociaci n ent re teologa y m arxis-m o con que soaba el intelectual judo se revel, a la luz de laexper iencia h ist rica, no slo pos ible y fructffera, sino porta-do ra de cambios revoluc ion arios. i

    Tesis 1I

    WAl:I'IiR IlENJAMIN : AVISO DE 11\'C ENIl IO

    "Uno de los rmgos ms sorprendentes d~ alma humana, j unto 11tanto egosmo m a detalle. es qu~ ~Ipmmt~. m general; _carrcrd~codicia m cuanto 11 su ft turo. .., Esta n-fkxin de Lotze induce apmMr qu~ nuestra iml1gm deidftlicidddatd nugmmmt~ mar-cada por el tiempo 111que nos ba relegado hoy el cuno de nuestrap ropia existmcia. La ft/icidad qu~ p odramos ambicionar ya noconcierne ms qu~ al aire qu~ hemos respirado, los hombres conquim eshabrlamospodido hablar: las muj eres qzu habran podidom tregrsmos. En otraspalabras, la imagen d~ idftliciddd es inse-pl1rable de la imagen de la liberacin. Ocurre lo mismo con laiml1gm dd pasado que la Historia baceruya. Elpasado trae con-sigo un ndice secreto qu~ lo remite a la redencin . ~No nossob revuela algo del aire respirado am ao po r los di funt os? ~Uneco de las voces de quienes nos precedieron en la Ti erra noreaparece en ocasion es en la voz de nuestros amigos? Y la be.

  • WALTER BENJAMIN: AVISO IlE INCf :-:OlO 57

    PafSagenwak , que con tien e diversas cit as de Lorze, un autorque fue , sin lugar a dud as, un a referencia importante para lasreflexiones de Benjam n en las tesis.

    El filsofo alemn Hermann Lorze (18 17-1881), hoy muyolvidado, pertenece a una cor riente metafsica idealista , cercanaal monadismo leibniziano. Su obra Mik rokosmosexpone una fi~losofia tica y religiosa de la historia, teida de melanco la, queatrajo la atencin de Benjarnin a fines de la dcada de 1930. Enuna carta a H orkheim er, del 24 de enero de 1939 - elgunos me-ses ames de la redaccin de las resie-, afirma haber encont radoen Lotze un apoyo inesperado a sus reflexiones -ya esbozadas ensu artculo de 1938 sobre Puchs-. acerca de la necesidad de "po-ner lmites al uso del roncepro de progreso en la historia". 18

    De acuerdo con los extractos de Mikrokosmos cita dos porBenjamn en el Das PafSagenwa k, no hay pro greso si las almasque han sufrido no tien en derecho a la dich a (Glck) y a lareal izacin ( VOlkommenh t) . Por 10 tanto, Lorze rechaza lasco ncepciones de la historia que menosprecian las reivindica-ciones (Amprch~) de las pocas pretritas y que conside ranque la afliccin de las gene raciones pasadas est irrevocable-mente perdida. Es preciso, insiste, que el progreso se cum platambin para las generaciones pasadas, de un a man era m iste-riosa (g~hmnisvoll~). 19

    Volvemos a encontrar estas ideas, casi palabra por palabra,en la tesis 11, que co nc ibe la redencin, ante todo, como reme-m oracin hist rica de las vctimas del pasado. Adems del [i-bro de Lorze, es mu y probable que Benjamin se inspirara aquen cierras observaciones de un artculo de H orkheirner sobreBergson, publicado en 1934 en la ZeiiscbrififUr Sozialforschung;

    l ~ CS, 1, 3. p. 1225.1" PW: 1, pp. 599-600.

    Ningn futuro puede reparar lo ocurrido a los.seres humanoscayeron. Jams los convocarn para ser bienaventuradosque . dif

    por toda laeternidad. [...}En medio de esa i~mensa In . 1 .lere~~cia, slo laconciencia humana puedeconvemrse ~n el stuo Pt"vilegiado donde la injusticia sufrida ser .abollda/superadaIatqgehobenl, lanica instancia que no se satisface co n eso [...1-Ahora, cuando la fe en la eternidad debe desc(Jmponer~e , lahistoriografa [Historit] es el nico tr,i~unal de ~pdaclOnes[Gt-I.wrl que la humanidad presente, pasajera ella misma, p~edeofrecer a lasprorestas (Anklagrn] procedentes del pasado.

    I " idea de una Aufliebung de la injusticia pasada gracias a laoncie ncia hist rica se ajust a muy bien a las i n tenci~nes delten jamin, pero ste le im prime una di mensin teolgica quep .IT;! Horkheime r ya no es aceptab le.

    Fn una carta a Benjamin del 16 de marzo de 1937 ,l lorkheim er vuelve a esta problem tica, pero 10 hace sobre to~O1,.1[;1 criricar el carcter " idealista" de una con~ep:in .d~ la ~l~~

    , fin "no cerrada" (Unabu~ch/ossmh~Jt): La mjusnctatona ca o .tlc;\ pasado est consumada y cerrada. Los asesinad.os han Sidoverdaderame nte asesinados. [... ) Si to mamos en ser ~o.la fa~ta ~;I d la histo ria debemos creer en el ] l\IClO Pill a! ., ~lus u ra e , , .

    Ik njam in atr ibuye gran impo rtancia a esta carta, que menCl.o-11 .1 en el Das Passagenuerk, pero no co mparte la postu~a esmc-I.II11ente eiendfica y mater ialista de su in terlocutor. ASigna unaI llalidad teolgicaJed~~o.,!~!:. la re~~ cap az, a su

    t' l \ t c nd~ "desclausurar" el sufrimiento aparentemente defi-nhivo de las vctimas del pasado. "Es teologa; pero en la reme-mo raci n {Eing~dtnkrnl hacemos una ex per iencia q ue ~osprohbe concebir la histo ria de manera radicalment e ateolglca,

    '" M H kheimcr KritiJcht Theorie, Prancfon , S. Pscber, 19G8, 1, pp.. o r , 1

    1'IR.199 ru ad cast.: Trorla critica, BuenosAires, Amcrronu. 19')0 .

  • '"WALTER llEN/AM I",': AVISO DE ", CEKDlO Ut\'A LECTURA DE LAS TESlS. ..

    aun cuand o no tengamos derecho a intentar escribirla en trmi-nos d irectamente teolgicos." 21 Por consiguien te, la rememora-cin es una de las rareas del enano teolgico ocu l t~dm ate-

    ~ialismo, que no debe manifestarse de masiado "di;ectame me n - Esta discusin no debe ocultar la deuda de Benjam in para

    con las conce pciones de Horkheim er, sobre todo las expuestasen su pri mer libro, Ocaso. En esta obra -sin d uda la m s revo-lucionaria que haya escr iro-, publicada en 1934 co n el seud-nimo de Heinrich Regius, Horkheimer deca:

    C uando estarnos en el nivel ms bajo, expuestos a una etern i-dad de tormentos que nos infligen otros seres hu man os. ali-mentam os como un sueo de liberacin la idea. de la llegad ade un sct que se presentar a plena luz y nos traer la verdad yla justicia. Ni siquiera es preciso que ese hecho se produzcadurante nuestra vida ni en vida de quienes nos torturan hastamatamos; sin embargo, algn da, un da cualquiera, todoser reparado. [...] Es amargo ser desconocido y morir en laoscuridad. Iluminar esa oscuridad es el honor de la investiga-cin histrica. 2l

    La afinidad con las tesis de Benjamin es asom brosa.

    11 \v. Bcnjamin. Pw,' 1, p. 589. Gra rd Raulet es lino de los pocosamores q ue toman en cuenta los escri tos de Lorze para descifrar la tesis 11.Su inrerpretacin es interesante, pero esta afectada por una visin dual istadel pcnsamienm de Benjamn, que le: a tribuye como prt:supueslO ltimoMU O .ca~h~,o de eje: la susrirucin radical del t iemp o profano por el tiempomesinico", G. ~Ju[et, LaamrredmructwT. Esth!tiqm, rhlologiurpolitiqllechez Wlur Benjamn, Pars, Auhier, 1997, p. 207. A nues tro juicio, no setrata de "sust itucin" sino de correspondencia entre los dos ejes. Volveremosa ello.

    11 M. Ho rkhcimcr, Crp mw lt. Nntfs en AI/emagne (1926-1931), trad.de Sabjne: Cornillc y i' hiljppe Ivcmel, Pars, Payor , co!. C rit ique de: lapcli riqu e, 1994, p. 159 [rrad casr.: Ocaso, Barcelona, Ant hropos, 1986).

    j

    Sea como fuere, la rememoracin, la co n te m plac in -en laco nciencia- de las injusticias p asadas, () la investigaci n hist-rica, no son suficientes a cr iter io de Benjamn. Para qu e la re-dencin pueda prod uci rse, es necesaria ~a reparaci n ~en he-breo, tikkzm- 23 del sufrimiento , de la desolacin de las genera-ciones vencidas, y el cumplimiento de los objetivos por los cualeslucharo n y no lograron alcan zar.

    Como en el conjun to de las tesis, aqu .la redencin pu edecomprenderse, al mismo tiempo, de manera teo lgica y de ma-nera profana. En trminos seculares, significa -como lo vere-mos explicirarse en las tesis siguic nres-cla ema ncipacin de losoprimidos . Los vencidos de ju nio de 1848 -para mencionarun ejemplo muy presen te en el Das PaJJllgw uxrk (pero tam-bin en la ob ra histrica de M arx)- no slo esperan de uoso-[ros la reme moracin de su sufrim iento sino la reparacin delas injusti cias pasadas y la realizacin de su utopa social. Unpacto secreto nos une a ellos y no nos liberaremos co n facilidadde su exigencia si pretendemos seguir siendo fieles al mater ia-lismo hist rico, es decir, a una visin de la his tor ia como luchapcrrnaneme entre oprim idos y opresores.

    La redencin mesin ica y revolucionaria es una misin quenos asignan las generaciones pasadas. No hay Mesas enviado delciclosnosorros mismos somos el Mcsas'y cada generacin poseeuna parte del poder mesinico que debe esforzarse por ejercer.

    La hiptesis hertica, desde el puma de vista del judasmoo rtodoxo, de un a "fue rza mesinica" tmessianiscbe Kraji) atri-bu ida a los seres humanos, tambin est presente en o tros pen-sadores judos de Eu ropa cent ral, como M artn Beber. " Pero ,

    lJ Volveremos a referir nos a este trm ino cabalstico en elcoment ario dela tesis IIl .

    l . Para el jasidismo, segn Bubcr, D ios no quiere la redencin sin laparti cipacin de los seres humanos: seha concedido a las generaciones hu -

  • WALrE R Il.E:->JA\HN: AVISO DE J:-:CEN nlO

    mientras que para Buber se trata de una fuerza auxiliar. qu enos permi te colabor ar con Dios en la ob ra de redenci n, enBen jamin esa dualida d parece supr im ida, en el sent ido deaujg~hoben. Dios est ausente y la misin mesin ica correspon -de en su roralidad a las generac iones hu manas. El n ico Mesasposible es colectivo: la hu mani dad m isma y, ms precisamente.como verem os ms adelante, la humanidad op rim ida. No setrata de esperar al Me sas o calcular el da de su llegada - comohacen los cabalistas y otros mst icos judos consagrados a lagematria-, sino de actuar colectivamente. L a reden ci n es unaautorrcden ci n, cu yo equivalente profano pod emos encontraren Marx: los hombres ha rn su prop ia h isto ria y la emancipa-cin de los tra bajadores ser o bra de los trabajadores m ismos.

    Sin embargo . lo que d istingue a Benjamn de Ma rx no ess610 la dimensin teol gica, sino tambin la importancia de laexigencia que viene del pasado: no habr reden cin pa ra la ge-ne racin presente si sta hace poco caso de esa reivin dic aci n(A mp ruch) de las vctimas de la historia. 25

    Por qu es dbil (schwaclg) ese poder mesinico? Comosugiri Giorgio Agam ben, podramos ver en ello una referen-cia a un pasaje del Evangelio paulino, en Corintios 2, 12, 9-10:pa ra el Mesas. "la fuerza se realiza en la deb ilidad "; en la tra-ducci n de Lutero. "mein Krafi ist in den schwachen mechtig ". 26

    manas una ' fuerza cooperado ra" (mirwirkmdt KMji) . una fuerza mesinica(musinnische Krnfi) activa. Martin Buber, Die chmsidiuht Bcher; Berln,Schocken verlag, 1927. pp. XXlll, XXVI-XXVII.

    l1 Cf. R.1iedemann, SlIIdim zur PhiloJophit WWlttr Bmjnmim,Francfon,Suhrkamp, 1973, p. 138.

    K G iorgio Agamben, ttmpJouim u. Un cammemairedt l'Ipitrt auxRamaim", Parls, Payot, col. "Rivages", 2000, pp . 218-219. D ebe recorda rseque es te kerigma cris ti ano ti en e un origen j ud o en la figuravcrerOleslamem aria del M esas como "servidor sufriente del Seor".

    U!'o:A I f.cru lV>. DE l....s TESIS.

    Pero la exp resin tambin tiene. p robablemente. una significa-ci6n pol tica actual: la conclusi n melanclica q ue Benjam inextrae de los fracasos pasados y presentes del com bare emanci-pador. La redencin dista m ucho de estar asegurad a; no es sinouna tenue posibilidad que es preciso saber aferrar.

    Como el conjunto dd docume nto. la tesis 11 se o rienta a lavez h acia el pasado -la historia, la rem emoraci n-. y el presen-te: la accin redentora. Segn Jrgen Habe rmas, el derechoque el pasado reivindica sobre n uestro poder mesini co "slopue de resperarse con la con dici n"de renovar con stantementeel esfuerzo crtico de la mirada posada por la historia sobre unpasado que reclama su liberaci n". 27 Esta observaci n es legt i-ma, pero demasiado restr ictiva. El poder mesinico no slo esco ntem plativo: "la mi rada posada sobre el pasado". Tamb ines act ivo: la redencin es un a tarea revolucionaria q ue se realizaen el presente. No se trata nicamente de memoria, sino . comoIn recuerda la tesis 1, de ganar la part ida contra un adversariopoderoso y peligroso. "Nos aguardaban en la tierra" para salvardel olvido a los vencidos, pero ta mbin para con tinuar y. de serposible, consu mar su combate emanciparorio.

    Si el profetism o judo es a la vez el recordator io de un a pro-mesa y el llamado a una transfo rmacin rad ical, en Benjamnla violencia de la tradicin pro f tica y la radicalidad de la crt i-ca marxista se renen en la exigencia de una salvacin que noes mera restituci n del pasado , sino tambin transform acinactiva del preseore. 28

    Z7Jrgen Ha bermJs. " Lacrualir de Wairer Benjam n. La critique: prisede conscience ou pr scrvatic n", en Rtvllt d 'nthltiqut , l . 198 1, p. 112.

    z, Cito el hermoso tt:XIO de j. .,\1. Gagncbin. HistoiTt et narration cbez1Xftll tT Bmjnmm, ob. cit., p. 157. Cf. W Benjamin, notas preparato rias alas tesis: MCrt ica y profeca no se re nen en el salvamento [RtttungJ delpasado!", en: es, 1, 3. p. 124 5.

  • 62 WALTER !l F.:-:I A.\{ I ~: AVISO DE It'CF.NOln UI'A LECruRA DE LA~ TESIS.. . 63

    Theodor Adorno se refiere a la tesis II en un art culo, deinspiracin benjam iniana, ritulad~ "~l progr~so" (196 2), pero1 interpreta de man era extraa e invierte CU riosamente las pa-a ., d Ilabras de su amigo: "En Benjamin [...1. la representacron e afelicidad de las generaciones an no nacidas - sin las cuales no

    odra hablarse de progreso- estar a inevitablemen te ac~mp~ada de la representacin de la redencin". 29 Para Benjamnno se trata de las generaciones an no nacidas - ms ~del:n~everemos que rechaza explcitamente la doctr ina progr:SlSta cl-sica" del combate: por las prximas generaciones- SIOO de lasdel pasado y el presente.

    Tesis 1Il

    El cronista que narra los aconucimimtos, sin dissincin ~n"'.e losgrandes y los peqtu os, tiene m cuenta. di hacerlo, id s'~Ulmuvm:ld: de todo lo que sucedi alguna vez, nada de~e consz~er~rseperdidopara laH istoria. Es cierto: slo a la humanidad redimidaptrtenea plenamente su pasado. Esto significa qW! slo ella, encada uno desus momentos, puede citar su pasado. Cada uno de losinstanus qlu ha vivido u convierte m una cita en la orden delda, y ese da esjustamente a lsimo.

    Esta tesis tiene un lazo directo con la ptecedente: es su inver-sin sim tr ica y co mplementaria. El pasado espe ra de no.so,troSsu redencin v slo una h um anidad salvada puede asumIr inte-gramenu el pasado. La rememoracin est una va ms en el

    l" T. Adorno, " Le progres", en: MoJe/u critiques, Pads, Payot, 1964,. r156 [rrad casr.: [nreruenciones:mevemodelmdccdtica, CarKas, Montevlla,1979 }.

    cent ro de la relacin teolgica con el pasado y de la defini cinmisma de la Erosung. La reden cin exige la rememoracin n-tegra dd pasado , sin distinguir e nt re Jos aco ntecimientos o losindividuos "grandes" y "pequeos". Mientras se olviden los su-frimientos de un solo ser humano, no podr haber liberaci n.Se tra ta, sin duda, de lo que las notas prep ara torias designa ncu mu la h istoria un ive rsal del mundo m esini co , del m un dode la actualida d integral (GS; 1, 3, pp. 1234'1 235).

    El ejemplo del cro nista pa ra ilustrar esa exigencia tal vezpa rezca m al elegido : (no es la figura paradigm ti ca de quienescribe la histo ria desde el punto de vista de los vencedores, losreyes, los prncipes, los emperadores? Pero Benjarnin parecequ erer igno rar deliberad amente esre aspecto: escoge al cro nistaporque rep resenta esa historia " integral" que es su am bicin ,una historia que no excluya nin gn de ta lle, ningn aconreci-miento, por insignificant e que sea, y pa ra la cual nada est "pe r-d ido". El escrito r ruso Leskov, Pranz Kafka y Anna Seghers sona sus ojos figu ras modernas del cro nista, as entendido.

    lrving Wohlfan h - uno de los lect ores ms perspica ces de laobra de Benjamin-. destaca con just a razn que el cronista an-ticipa el Juicio Final, y ste, co mo l, rechaza toda discrimina-cin; una pe rspec tiva q ue no de ja de recordar la doctrina, men-cionada por Benjamin en su ensayo sobre Leskov, de c iertasco rrien tes de la Iglesia O rt odoxa, para las cua les todas las al-mas irn al Paraso. J" En efecto, en "El nar rado r" (1936),Hcnjamin evoca la sim pata de Leskov po r las especulacionesde Orgenes concern ientes a la ap ocatdstasis, es decir, la salva-:i()11 final de rodas las almas sin excepcin . La redencin, el[ui-cju Final de la tesis 111 , es entonces una ap ocardstasis en elsemi-

    .~, lrving Wohlfanh, "O n the messianic strucrure ofWaltc: r Benjamin'sIN reflecticns", en Glyph, nm . 3, Baltimore, 1978, p. 152.

  • "W. Benj amin , Cormpo ndtl1/u , oh. CII. , 11 , p. 76.'4G. Scholcm, Le mmillniJmtj llif. Pars, Colmann-Lvy, 1974, Pp-25-

    27: "En esta utopa oriem ada hacia 1.. restauraci n pueden desliza rse pCIS-pc crivas [...1inclinadas, de hecho. hacia 12 idea de un mundo mesinicocompleramenre nuevo. Este mundo com pletamente nuevo enrraa an a~ .pt.'Ctos que corresponden con claridad al mundo ;;Illtiguo, pero este himoya no es id ntico al pasado del mundo; se traca, am es bien. de un pasadorransfc rmado y transfigurado por el sueo resplandeciente de la uto pa".

    En lo CJ ue concierne 01 BeTljamiTl, J.-M. C agncbin seala, a justo ttulo,tille el tema de 1.. U5tIl/;O o 101 I1pokatmlilsf no es un mero r roycclU dIrestauracin: essin duda una recuperacin del pasado, pero "al mismo tielllpo-v porque el pasado como (al slo pud e volver en una no idcmid.a lconsigo mismo- es apertura hacia el futu ro. inacabamienro consrinnivo".En J.-M. Gagnehin , Histtlirt tt narraton c/uz JXMur Beni amin, ob. cir., p. 2(l .

    has ta las pro fundidades de su "ab ismo de no saber". 33 En Lrversin fran cesa de la tesis III elaborada po r el propio Benjam inse habla de " la human idad rest ituida. salvada . restablecid a"I"1'Jmmnnit ratituee, sallve, rtabl 'l . tres trminos que re-miten a la ap ocat stasis y el tikkun.

    De O rgen es a Schleie rmache r, pasando por Gregario Na-cianceno, Escoto Erlgen a y los anab ap tistas, el concep to denpocat stasis tiene un doble alcance: la restitutio del pasad o esal mis mo tiempo un novum. Eso es exactamente lo que di ceScholem sobre la t radic i n mesin ica jud a: est animada a bVe'1. por eldeseo de restableci mie nto del estado originario de lascosas y por una visi n utpica del porvenir, en u na especie deilum inacin mutua.~

    La dimensin utpico revolucion aria de la apocat srasis noest explcitamente presenre en la tesis 111,pero s se sugiere en unp rrafo del Das Passagemoerk. Benjam in cita una crtica deEmman uel Berl cont ra los surrealistas: "En va de seguir el t rendel mundo moderno", habran intentado reubicarse "en una ar-msfera anterio r al marxismo, la poca de las dcadas de 1820,

    WALlF.R flf.:-.ojA.'AIN: AVISO DE INC EXDI O

    do de que cada vfcrima del pasado. cad a intento em anci pa re-rio , po r h um ilde y "pequeo" que haya sido, qued ar a salvodel olvido y ser "citad o en la orden del d a", esto es, reconoc -do. honrado, rememorad o.

    Pero la apocarstasis tambin significa, litera lmen te, el re.to rno de rodas las cosas a su estado originario: en el Evangelio ,el resrablecimi enro del Paraso por el M esas. Es la idea de laWiderbringung aller Dinge (retorn o de (Odas las cosas) o delVers;hnendeRiickkehram EndederDinge (recom o reconciliadoal fin de (Od as las cosas) con que soaba Lotzcen M ikrokosmos: 31la forma secrera o misteriosa med iante la cual el progreso po-dra incor po ra r los espritus de los antepasados. Se trata, ena rras palabras, de la ratinaio ad inugrum o ratitutia omnium,de la cu al ya hablaba el "Fragmento teolgico-poltico" deBenjamn (192 1). El equivalen te jud o, mesinico y cabalfsticode la apoca tstasis cr istiana es, segn Scholem en su ar tfculo"Ka bbala" de la Encyclopaedia Judaica (1932), el tikkun, la re-denci n como retorno de to das las cosas a su estado pri mige-nio. 32 Este tex to de Scholem im presion profun dam ente aBenjam n, que as lo indica en una carta del 15 de ene ro de1933 a su amigo: "Los rayos de esos estudios" descendieron

    " Herrnan Lacre. Mikroko5m05. dun znr Niltlfrg~uhichu "ndGtuhichltda Mmschheit: VtrJllch ti1/~ Anrhropologit, vol. 3. Lcipzig, Verlag ven S.Hirzel, 1864, pp. SI-52, 56.

    ,: Segn Scholem, el Jilrlrtm designa, en el lenguaje cabalstico, la resri-recin , el restablecimie nt o del orden csmico previsto po r la providenciadivina. gracias a la redencin mesinica. Elderr umbe de la fuerza del mal yelfina/ cattUtrjirod~/ordm histrico, no son sino a reuertodeIn rtdmcin.El pecado original de Adn slo puede ser abo lido por el advenimiento delReino m~'si nico, gracias al cual las cosas volvern a su lugar in icial: HIl-S!Jllllilt Kol ba-Drvarim ie-Haoaiamm, cuyo equivalente cristiano sera elconcepto de IlPOClltd5lIlJ. Cf. EncyciopeediJUdlliClt , vol. 9, 1932, pp. 6 59-663,697-698, 703.