Cómo podemos responder de modo creativo al llamado de Jesús: “Sean
misericordiosos como mi Padre es Misericordioso? Cómo podemos
hacer de la Compasión – Misericordia la base y la fuente de nuestro proyecto de
vida? Cómo es posible para nosotros, seres humanos, quebrantados y
pecadores, seguir a Jesús y convertirnos en testigos de su proyecto de
Compasión – Misericordia?
La vida compasiva es una VIDA COMPARTIDA
La misericordia no es asunto individual sino un modo de vivir juntos “Yo les pido por
el estímulo de vivir en Cristo, por el consuelo del amor, por la comunión en el Espíritu,
por la entrañable compasión, que colmen mi alegría, siendo todos del
mismo sentir, con un mismo amor, un mismo Espíritu, unos mismos sentimientos.
Nada hagan por rivalidad, ni por vanagloria, sino con sencillez, con misericordia,
buscando cada cual no su propio interés sino el de los demás” Tito 2, 1-4.
Testimoniamos la presencia de Dios en el mundo
por la manera compasiva y misericordiosa como
vivimos y trabajamos juntos – Hechos 2, 44-47.
Así “distinguimos lo que es la voluntad de Dios:
lo bueno, lo agradable, lo perfecto” Rom 12,2.
El discipulado es un caminar juntos siguiendo las huellas de
Jesús, relacionándolos como Jesús lo hizo: en misericordia y
sencillez. La compasión no puede ser separada de la comunidad:
Cuerpo de Cristo. La misericordia es un modo nuevo de estar juntos
abiertos y receptivos al sufrimiento de la gente.
Vemos mucho y nos conmovemos tan poco
Las noticias parecen haberse convertido en una letanía
casi interminable de sufrimientos humanos.
La exposición masiva de la miseria y el sufrimiento
humano conduce a menudo a un aturdimiento
psíquico: Pueden no producir compasión sino tan solo
aturdimiento, rabia, hostilidad, indignación.
Esto puede parecer extraño, pero cuando
miramos con más atención la respuesta humanaa la información perturbadora constatamos
que muchas veces el enfrentamiento con el dolor
humano crea ira en lugar de solicitud, irritación
en vez de compasión. Nos enferman en vez
de hacernos misericordiosos.
Ante esta problemática cómo podemos ver el sufrimiento humano y ser
movidos a compasión como lo fue Jesús cuando vio una gran multitud
hambrienta? Mt 14,14.
Solo hay un camino: en comunidad cristiana, ya que donde quiera que
se forma una comunidad verdaderamente cristiana se da la compasión en
el mundo.
Es importante no identificar la vida en
comunidad como vivir juntos en una casa o
en el compartir la comida y las oraciones o
con planificar juntos. La comunidad es
una realidad más profunda: nos une es
el seguimiento de Jesús, la causa de su
Padre, el compromiso con el proyecto de
Nuestro Dios, con la vida plena y abundante.
Lo que constituye la comunidad no son
simplemente las acciones sino el horizonte
por esto no podemos olvidar que quienes
“viven juntos” no necesariamente viven en
comunidad y quienes “viven solos” no
necesariamente carecen de ella.
La comunidad se forma, se profundiza y se robustece con el desplazamiento
voluntario.
“Deja a tu padre y a tu madre para quepuedas ser mi discípulo” Luc 14,26
“Deja que los muertos entierren a susmuertos, tu ven a anunciar el Reino de Dios”Luc 9,60.
“Pon tu mano en el arado y no mires atráspara ser apto para el Reino de Dios” Luc 9,62.
“Vende lo que tienes, da el dinero a lospobres y sígueme” Luc 18, 22.
El desplazamiento voluntario como estilo de vida, lejos de ser algo
excepcional, es rasgo característico del discipulado.
El Señor cuya compasión – misericordia queremos manifestar es realmente
el Señor desplazado en quien la compasión se hace carne. Pablo
describe a Jesús como aquel que se desplazó voluntariamente a sí mismo”
Sería inimaginable un desplazamiento mayor.
“Invita también a los jóvenes a
que sean responsables en todo.
Tú mismo serás un ejemplo para
ellos cuando vean tu conducta, tu
enseñanza desinteresada, tu
honradez …”
El desplazamiento voluntario nos lleva a un estilo de vida compasivo, a
una genuina camaradería de los débiles, precisamente porque nos trasladade posiciones de distinción a posiciones de igualdad, porque dejamos de
ser objeto de interés. Nos lleva a ver lo que antes no podíamos ver, a
sentir lo que antes no podíamos sentir, a escuchar lo que antes no
podíamos escuchar. Es aquí donde empieza el movimiento hacia la
compasión – misericordia.
No tenemos que mirar muy lejos para descubrir los desplazamientos en
nuestra vida. Hay desplazamientos interiores más profundos que los
desplazamientos físicos: modos de pensar, rituales y costumbres,
tradiciones familiares y celebraciones eclesiales…
La comunidad cristiana reunida en discipulado compartía
El desplazamiento voluntario nos lleva a
comprendernos unos a otros como mujeres y
hombres con necesidades y luchas similares
y a reunirnos con los demás conscientes de
nuestra común vulnerabilidad. Suscita una
conciencia nueva y profunda de ser iguales y
vivir esta igualdad en solidaridad.
Se trata de ingresar en el misterio curativo de Cristo, despojarnos de
nosotros mismos, poner a funcionar nuestro corazón, actuar con entrañas de
misericordia.
Esta nueva visión es lugar de compasión, de sanación, de liberación, de
vida plena y abundante.
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