7/23/2019 La Protesta Humana_09
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G RMIN L
El siguiente trabajo, que public uno de los rganos mas genuinamente conservador de la burguesa de Italia, LA TRIBUNA de
Roma, en su edicin del 28 Agosto de -897, lo recomendamos la consideracin de la mayora de escritores y periodistas burgueses,
segurosde que en l pueden aprender lo que stos nunca han tenido: conocimientos de lo que se combate, talento para combatirlo,
imparcialidad y buena f.
Aunque nosotros no podemos estar acordes con su autor respecto la concepcin de lasociedad futura, lo publicamos gustosos porque
alguna enseanza encierra tambin paralos anarquistas. Nos ensea que la humanidad progresa influjo de ideas justas y nobles,
y no en virtud del odio sistemtico, outrance. como pretenden algunos, del espritu de venganza, siempre mezquino cuando de
l sehace la nica arma decombate.N. de la R.
GERMINAL
Ginebra,
23
Agosto
97.
Este artculo llegar tarde para comen-
ta r
la
muerte
de
Angiolillo; pero,
ya que
no quiereser unartculode crnica, siem-
pre llegar tiempo, espero, pa ra h acer
oposicin
todas
las
cosas tristes
y vul-
garesque, propsitodecada nuevo aten-
tado anrquico,
se
escriben contra
la
anar-
quay elanarquismo,en Italiay fuerade
ella,por lallamada gentedeorden,que es
la
mas
incoherente fomentadora
del de-
sorden. El contenido deeste artculo no
corresponder, amigos
de a
Tribuna,
ni
vuestros sentimientos,ni vuestros prin-
cipios,ymacho menos lossentimientosy
los
principios
de
vuestros lectores; pero,
ya queesto, comoyocreo, es verdad,de-
jadlo pasar.
No
ser gra n
mal ir
alguna
vez
contra la corriente, y posiblemente supe-
rarla
Angiolillo, pues, es un asesino; es cosa
convenida. Pero porqu no podra ser
tambin un mrtir? Esto difcilmente que-
rr admitirse. Si es un asesino por el tiro
de revolver disparado contra Cnovas del
Castillo,
es un
mrtir
por el
peso
de la con-
dena bajo el cual ha quedado ahogado.
Arrojad fango, cuanto queris, sobre la
mano
que ha
estrechado
y
dirigido
el
arma
homicida. Perono podis menos de arro-
jar, despus,
una
corona
de
jacintos sobre
la cabezaque se ha inclinado tan digna-
menteen lamuerte. Este anarquista, sea;
este destructor
del
orden social
que
tiene
su base en la familia, este anr quico, el
cual
ha
pedido
por
favor
su
carcelero
que
enterraran con l la ltima carta de su
madre; este asesino,que,fuerteen sucons-
ciencia
y en su
ideal,
no ha
sentido
la ne-
cesidad,en sultima hora,ni de recomen-
darse
los
hombres
ni
Dios,
y
cuyo
ltimo suspiro se ha confundido con una
dulce palabra de augurio y de esperanza
para
el
mundo: Germinal este anrqui-
co, este asesino, este condenado, este
aplastado,
es de la
buena madera
de los
mrtires,de loshroesque deningn modo
deshonran
la
humanidad.
Germinal Esta palabra
no
puede flore-
ce ren elmomentode la muerte, sinoen el
corazn
de un
poeta,
y en el
sueo
de un
hroe. Esta palabra encierraen stodauna
gentil primavera de sentimientos y de
ideales,
y es
digna
de
figurar
al
lado
de
aquellas otras frasesy palabras que en la
historia
del
martirologio poltico estn
cir-
cundadasdeaureola. Este anunciode una
nueva auroraen lat ierra y en lasociedad;
esta declaracin
de
amor
y de f en la
vida
que paral sesepultaen lastinieblas; esta
fecunda glorificacin
del
porvenir
en el
minuto supremo en que el tiempo no le
concede tregua alguna, pruebayrepresen-
ta
la
naturaleza
del
hombre
y la
natura-
lezade laidea. Germinal Es elidilio,m-
gicamente despertado,que secierne por
encima y msall de la tragedia indivi-
dual;es la sonrisa del pensamiento ante
las prximas torturas
de la
carne;
es el
vuelode la antasa sobrelanegra cohorte
de losjueces,de los carcelerosy del ver-
dugo;es elirisdelalma gloriosamenteres-
plandeciente sobrelatempestaddelpropio
delito consumado
y el
delito
de los
dems
que est para consumarse. Ah este italia-
nonotiene solamenteun arma quemata;
tiene tambin un sueo que vivifica:no
tienetansolounamisindevenganza;tie-
ne tambin
un
sentimiento
de
amor Este
asesinoestambin un mrtir Y ya que
hay tanta gente que lo vilipendia como
asesino, permitid
que
alguno,
que no per-
tenece su escuelani es de supart ido,no
desconozcala parte noble y buena de su
persona.
El ha
pagado
con la
suya
la
vida
de Cnovas delCastillo; est, pues,en paz
con elCdigo Penal. Pero antelahistoria
delapoltical serealza, desdeosamente.
Sobre
la
sombra
del
delito pasa
el
relm-
pago de una consciencia. Y no de una
consciencia vulgar.
Pero,
propsito
de
Angiolillo, razone-
mos, serposible, sobrelaintil persecu -
cinde losgobiernos contralosanrquicos
y
el
anarquismo.
Que otros efectos, tales persecu ciones
producen, sino
de
sangre,
de
venganza,
de
muerte? Que atentadoy que delito han
hasta
el
presente evitado? Que dique
han
opuesto lapropaganda del ideal la
del hecho? Esintil hacerlaenumeracin;
pero
la
crnica
de los
delitos polticos
de
estos ltimos cinco aos est aqui presente
para responder,ya que no para ensear.
Ahora, reflexionad.
Nosotros lloramos,hoy,sobreelcadver
de Cnovas
del
Castillo. Est
muy
bien.
Pero nocreisquehaya mucha, peromu-
cha otra gente
que
llora sobre
el
cadver
de los fusilados de Montjuich, sobre los
torturados
y los
atenazeados anarquistas
de
las
prisiones espaolas? Vosotros
im-
precisla mano homicida deAn giolillo y
pedis nuevas leyes
de
persecucin,
lo que
significa nuevos mediosynuevos sistemas
de persecucin contrasus compaerosde
f.
Pero creis
que,
como nosotros,
no se
subleve desdeoso,noprorrumpaenrecri-
minaciones,
y no
invoque represalias,
el
corazn y lafantasa de los anarquistas,
cuando an te ellosse dan espectculos de
bestialidad,
se
ofrecen ejemplos
de
carni-
cera, comolos que dealgn tiempo esta
parte
se han
dado
y
ofrecido
en
Espaa?
Nosotros tenemos el mismo precisom-
todode losanrquicos: somos unilaterales;
solo miramos
nuestra idea,
no nos
preo-
cupamos sino de nuestro inters,no nos
exaltamos sino con nuestro miedo. Nos
falta, como falta
los
anarquistas,
el
crite-
rio de relatividad, y porconsiguientenos
falta
la
fuerza
de la
palabra
y de la
accin
equilibrada. Conesta diferencia:que los
anarquistas, excitados como estn,por la
lucha,
por la
sangre quemada
y
llena
de
venenos,pornosotros inyectados, son por
su especial condicin frente
la
sociedad,
escusables al menos, como perseguidos;
peronopuedey nodebeserescusableuna
sociedad organizada, como
la
nuestra,
si
en elerrorde los anarquistascae, insis-
te,
usando,
por su
parte,
las
mismas arm as,
la misma tctica, los mismos medios que
usanlosadversariosqueinsultaymaldice.
El delito ciego, como amonestacin y
como intimidacin:
he
aqu
el
mtodo
de la
ejecucnanrquica;y he aqu tambinel
mtodo
de la
persecucin
de los
gobiernos
contralosanarquistas. Despus delesta-
llidode unabombaquematamuchosino-
centes, qu hace
el
gobierno? Registra
las
casasde losanarquistas;sellevade las ca-
sa s
y de las
fondas
todos
los
compaeros
que puede,y los arroja la crcel, los
deporta, losmanda bajo otro cualquier
pretexto
al
domicilo coatto;y
ya una
vez
en
su poder, bajo llave,losapaleayofendede
cualquier modo, ejercitando contra ellos
todaslas seviciasque laprcticay la ju-
risprudenciade poicia aconsejaninspi-
ran. Algunas veces,
el
golpe
es
demasia-
do fuerte
y un
Frezzi muere; otras,
la vc-
tima
es
demasiado resistente,
y un
Gana,
an laceradoen todas sus carnes, estro-
peadaslasmanosy lasorejas, con los in-
testinos
mitad salidos
del
vientre, sale
delacrcel dar eltestimoniode sangre
contra todaslas torturas que l y sus
compaeros han sido sometidos por los
carceleros deCnovasdelCastillo.
Qu diferencia hay entre la conducta
de losanarquistas contrala sociedady la
conducta
de
sta contra aqullos? Ninguna.
Una yotrosen lugarde obrar por va de
justica, obranporvenganza.Una yotros
no combaten
la
gran batalla,pero
se
irritan
reciprocamente
en las
represalias
del de-
lito. Una yotros estn dominados por el
instinto,no por el pensamiento: fieracon-
tra fieras. Perono hayninguna raznen el
mundo
por la
cual
se
deba alabar
animar
la
sociedad
en su
expresin
de
gobierno,
por lasmismas cosasenvirtudde las cua-
les se vilipenda y se persigue los
anarquistas; sea: por losmismos errores
y
por
idnticos crmenes.
El
cdigo penal
no puede tener
una
nomenclatura diferen-
te,
envistade losprincipios polticosy de
los interesesdecasta.
El gran errorde losgobiernosdeEuropa
es esfe:detratar al anarquismo como se
trata
al
bandidaje,
y
como
ste tratar
de
extirparlo.Hay genteque mata?Pues,
matemos nosotros tambin.Hay gente
que mata, por razn de escuela?Pues,
desacreditemos la escuela y digamosque
esta es una palestra de asesinos; y entre
tanto,nosotros que somos los creadores
del derecho
y los
guardianes
de las
leyes,
n nombre
de
unas
y
otro, imitemos aque-
aquella escuela. Nosotros somoslos mas
porque estamos
en
mayora;
no
ser, pues,
difcil,en unalucha semejante,ser los ven-
cedores.
Lo
somos
en los
bosques contra
los bandidos; porqu dejaramos deserlo
enlascallesde laciudady en las fondas
d
los
arrabales?
Y con
estos criterios,
con estas tendencias,con este mtodo,se
va adelante,
sea ,
verdaderamente,
atrsimaginando leyes deresistenciain-
ternacional, fantaseando nuev as formasde
persecucin
y
nuevas penas,
y
contempo-
rneamente exponindosealridculo,por-
qu e
el
atentado anrquico tiene, hasta
el
presente, esta ventaja sobre el atentado
social:loprecede,yprecedindolo, lo anula.
Pero,
nos ser lcito
nosotros decir
un
poco la verdad?
Si s, yo mepermito afirmarque lanica
forma h eroica
de la
ciencia
y de la
vida
modernaes elanarquismo; que delanar-
quismo derivanlos libros ms genialesy
los hombres
ms
valerosos;
que en el
anar-
quismo estengestaciny acaso madura-
r
la
gente nueva,dominadora
de la
vida
social. Y notengo intencin alguna, di-
ciendo esto,dehaceruna paradoja.
Los bandidos los asesinos los malhe-
chores ....
S:
pero estos bandidos
no ro-
ban; pero estos asesinos saben que van
morir cuando cometeneldelito; pero estos
malhechores,
al dar la
muerte,
van en bus-
cadeella;y ms que lamuerteal supli-
cio rpido de la multitud. Cada uno de
estos,
m ata porque
se
hace
la
ilusin
que su
delito puede a portar frutos delbien sus
semejantes.
Ninguno
de
estos
es
egosta; ninguno
de
ellos in tenta llegar pormediodel delito
las riquezas,
los
honores,
al
gobierno:
todossonaltruistas, que, an sacrificando
otro hombre se sacrifican ellos mismos,
como creen,
por el
gnero humano.
Y
losquecubrendefloreselpualde Bruto;
los
que
prodigan incienso
la
guillotina
delaConvencin; los que atan una ban-
dera lasbayonetasde Ageselao Milano,
no
se
aperciben
de lo
ilgicos
y
unilatera-
le sque son,paranodecir injustos, cuando
quieren cubrir elpualquecortel cora-
zn
de
Carnot.
que
ningn Csar
era sin
embargo,y elarma que destrozelcere-
br o
de
Cnovas
del
Castillo,
el
cual,
an
cuandoeradefensordeltronoy delaltar,
no tenasin embargo la fascinacin y el
orgullode lastradiciones de Luis XVIIy
de FernandoII deBorbon. Yono justifico
ningn delito;
me
duele
tan
solo
no
t ener
aqumiCicern, para cita r aquella pgina
maravillosa(de la 2a o de la 3afilpica,no
recuerdo bien)en la cual est delineada y
precisada eternamente la terica de la
legitimidad
del
delito poltico.
Yo
llago,
simplemente,un curso delgica;y no es
culpama si lalgicano mehace odiarni
vilipendiar,
ni
condenar, siquiera
con el
ms irresponsable
de los
adjetivos,
el
anar-
quismoy susmilitantes.
Este anarquismo,
por
otra parte, posee
sus filsofos,sus poetas, sus periodistas,
sus crticos; como posee tambin sus h-
roes;
es
toda
una ola
fresca
y
sonora
de
ideasy defantasmasy en laobradeestos,
que valen ciertamente mucho
ms y
mejor
que loschinosdelsocialismoy losbizanti-
nos delconservadorismo,y entodo aquello
que piensan
y
escriben tienen
una tal
fuer-
za socrticade razonamiento y una tan
viva originalinad
de
inspiracin,
que ame-
nudo maravilla y mucho ms amenudo
conmueve.
Y
es
verdaderamente
muy
extrao,
y
denotala gran ignorancia de la poltica
internacional,que contra la anarqua y
sus hombres
no se
repita otra cosa, conti-
nuamente, sitiolas acostumbradas vulga-
ridades
y las
frases
de
cajn ve rtidas
con-
tra todas las audacias desinteresadas y
todaslasabnegaciones individuales incon-
dicionadas;
y es ms
extrao
an que,
para
da r entender que se comprenden los
tiempos
y que n se es
hostil
las
cient-
ficas deducciones, contra la anarqua se
llameen ayuda, susurrndolo un pocoal
odo,
al
socialismo evo lucionista,
la evo
lucin solialista. Ah estoes otra cosa
ah Esto
es
otro cantar
Con el
socialis-
mo sepuede discutir;con la evolucin se
puede tratar ah oh autre chose. Y
asi exclamando
se
cree
en los
peridicos
y
en losparlamentos poder salvarlascabras
del presente
y las
coles
del
porvenir; poder
dar lapolticauncierto barnizdeciencia
socialy staunacierta tinta parlam enta-
ri a
que la
hagaoportuna
las
varias fases
dela elocuencia, ministerial de oposi-
cin
Y
despus
de
esto,
es
intil aadir
qu eseconsidera lasociedad salvada...del
mismo modo
que la
anarqua destruida.
Pero
hay
necesidad, pues,
de
dejar libre
el pasoaldelito, dejar libreeltrabajo los
subvertidores
de la
sociedad?
No, amigosadversarios queridos; pero
se necesita encontrar
los
medios para
im-
pedir aquel pasoy el triunfo de este tra-
bajo. Y hastaelpresente no se han en-
contrado
y no se
encontrarn Porqu?
He aquielporqu.
El anarquismo
no es una
causa,
es una
consecuencia; no es una proposicin, es
una ilacin;
no es,
malgrado
sus
mtodos
y
sus delitos,laexpresinde unalocurapo-
ltica, sinolaafirmacin de una condicin
de cosas
que
est destinada
cambiar.
Dada
una
sociedad como
la
nuestra,
una
sociedad, sea,cariadaentodo su esque-
leto,afectaentodos sus humores de una
discrasia desgraciadamente invencible;
el
anarquismo, sea,el espritu que niega,
es
una
necesidad lgica ineludible.
El
anarquismoes hoy,para nuestra sociedad
loque era lafilosofadeRousseau para la
sociedad francesa
del
siglo pasado.
En
aquel mundo cerrado de privilegios, de
prejuicios,
de
crueldades, Rousseau
se pre-
cipit comounsalvadoren uncuartoen el
qu eseasfixiaunapersona amada,y abri
todas
las
ventanas,
y
mostr fuera
de
aque-
llas leyesyaquellos reglamentosdecorte,
fuera
de
aquellas miserias
de
vanidad
y de
etiqueta,loslibres camposy los cielos in-
finitos, las gloriasde la vida universal y
las esperanzas
del
inmortal porvenir;
y de
este modo saclaFrancia,y con laFran-
cia Europa,
del
viejo hospital
de la
monar-
qua,respiraren lanuturaleza,pensar,
amar, combatiryvivir. Que impor taque
elC ontrato Social haya quedado
en el li-
bro Peroelespritude aquel contratoy
de todas
las
dems obras concordantes,
ha
renovado duranteunsiglola sociedadhu-
mana. Lomismo pasacon el anarquismo.
Ninguna
de sus
proposiciones, ninguna
de
7/23/2019 La Protesta Humana_09
2/4
las partes
de su
programa ser
un
hecho;
las
funciones humanas puesto
que es la
dad; con una
liga
de
resistencia interna- Brandes;
que
desbarate
las
jerarquas;
pero
el
espirtu triunfar.
El
anarquismo resultante
de
todas
las
necesidades
y de
cional
de
polica?
que
comprima
y d
nueva direccin
a las
serun fuego fatuo; pero surge de la pu-
todaslasfunciones laintegral voluntad
Otra cosa es necesario. Entodos los energas sociales. Los gobiernos de un
trefaccinde nuestra sociedad. E interi-
dominiode la evolucin futura tal como
tiempos
y en
todos loslugares las leyes dia, los parlamentos, las prefecturas, la
namente contiene: contra elvilpredominio
nosotros libertarios de nuestros tiempos
de polica na han resuelto ninguna
cues-
polica, causan risa, cuando se ven ir en
de las mayoras electorales y parlamenta- podemos presentirla, la voluntad gracias tion, al contrario, las han vuelto ms masa la caza del anrquico y del anar-
rias, la afirmacin de la consciencia indi- d la cual el hombre ser al fin un dios agudas; y la crueldad no ha descorazo- quismo. Y harn reir an durante mu-
vidual; contra la inercia moral de las cla- Es un poeta anarqui sta quien habla, nado ni desacreditado jams, al contrario cho tiempo.
ses llamadas dominadoras; la afirmacin Adolfo Rett. y en esta sinttica decla- han santificado los partidos de oposicin Asemeja al Rdano, surgiendo azul y
de las voluntades renovadoras; contra la racin hay todo el temperamento de su los regmenes actuales. Que hacer, ruidoso del Lmano, riendo al ver el Arbe
incoherencia del pensamiento y de la partido. pues? Que hacer? Esperar que venga que quisiera prestar le su lecho y el blanco
accin, la afirmacin
lgica
de una y otro. Ahora bien, como creis poder destruir el hombre, que venga el hroe, que mez- sucio de sus aguas, mientras l sigue
La voluntad Es aqu donde reside el un partido semejante, que deriva de las
le todas las fuerzas sociales; que revo- libre y desdeosamente su curso.
secreto de esta libertad interior que debe condiciones mismas de la sociedad que lucione las almas, segn la enrgica ex-
adquirir: la voluntad, la ms elevada de defendis, con una ley de pblica seguri- presin de Ibsen en la famosa carta RASTIGNAC.
n u e s t r o s l e c t o r e s y l o s
c o m p a e r o s e n g e n e r a l
Vivimos en constante dficit que solo
la buena voluntad de los compaeros y
amigos del peridico podra enjugar.... si
esta buena voluntad existiera en todos sin
escepcin.
Son siempre los mismos los que nos ayu-
dan y estos no son tan numerosos como
sera de desear si queremos que una publi-
cacin anarquista se arraigue en una gran-
de capital como esta. Es doloroso ver esta
apata en gentes que se llaman revolucio-
narias, en gentes que abundan en la idea
de que nuestros ideales tengan un cam-
pen que combata sin cesar la iniquidad y
la injusticia burguesa.
Estamos nosotros tan convencidos de es-
ta necesidad imperiosa de una propaganda
continua, de esta necesidad de un peridi-
co que no tenga que limitarse salir de
tarde en tarde y pueda con mayor tiempo
y espacio tratar con oportunidad los mil y
un asuntos que diario se suceden, de esta
necesidad de estar en la brecha constante-
mente, que no titubeamos un momento en
hacer aparecer LA PROTESTA HUMANA se-
manalmente desde el presente nmero.
Muvenos, adems de esta necesidad de
mayor propaganda, el noble orgullo de que
las publicaciones anarquistas no sean por
ms tiempo consideradas por todo el mun-
do como reflejo del pensar, del sentir, de la
aspiracin de una reducidsima minora,
sino evidente prueba de que alrededor de
ellas se agrupa un partido que crece y au-
menta cada da ms cuanto ms avanzan
nuestros ideales.
Es la dispersin, es el aislamiento, es es-
te ir cada uno por su lado lo que nos hace
aparecer ante la burguesa como minora
despreciable. Los obreros que simpatizan
con nuestros ideales son muchos, y much-
simos ms son los compaeros.
Por esto nosotros que tenemos concien-
cia de esta superioridad numrica siempre
creciente, y f en la verdad y justicia de
nuestras ideas, invitamos todos los com-
paeros, todos los amigos, que nos ayu-
den en este nuestro deseo de engrandeci-
miento efectivo, de su publicidad mani-
fiesta.
Es necesario que todos sacudamos esta
apata, que dejemos un lado el platonismo
miedoso, que todos aportemos nuestro
grano de arena la comn obra. Jams
triunfar una ideasi los que dicen profesar-
la no se agrupan de un modo efectivo en-
torno de ella.
El pequesimo esfuerzo econmico de
todos, pero detodos los que se dicen anar-
quistas, sera mas que suficiente para que
la propaganda no se interrumpiera y cre-
ciera cada da ms. Pero es necesario este
esfuerzo de todos.
Contamos ya con el apoyo de los cons-
tantes, de los que siempre, al ayudarnos,
han dado pruebasde querer sus ideas algo
ms que con palabras. A los tmidos, los
vacilantes, rogamos desechen temores pue-
riles y nos ayuden.
Y a todos en general, compaeros y ami-
gos, rogamos, se fijen en la necesidad del
anterior expuesto propsito nuestro, segu-
ros de que obtendremos el suficiente apoyo
moral y material indispensable si queremos
que el ideal anrquico se difunda con ma-
yor rapidez entre ei proletariado incons-
ciente.
A la obra, pues. Salud y R. S.
LA REDACCIN.
A C O N F E S I N D E P A R T E
Ocupandose de la c u e s t i n so-
c ia l ,
d i j o B i sma rc k las s i g u i e n t e s
frases:
En otro tiempo podia resolverse
p o r medio de la policia. Hoy h a b r
que resolverla por los m e d i o s mi-
l i t a re s . F e r ra r i s .
inter de un redactor de LA
TRIBUNAL (I?De Roma con el principe
Bismarck.
Telegrama del
I MP AR -
CAL
de Madrid 30 Agosto.)
Bissmarck es uno de los hombres que ha
hecho un imperio, que lo ha tenido durante
buena parte de su vida en el puo, empera-
dor inclusive, y que, por consiguiente, co-
noce a fondo los intereses de la burguesa
de su pas.
Sus palabras son fiel reflejo de toda una
clase, del espritu profundamente egosta
queaesta clase anima frente los intereses
del proletariato que la combate, implican
un reconocimiento, contrariamente la
opinin de muchos, de que la cuestin so-
cial existe, que es un problema que hay que
resolver, en uno otro sentido.
El modo como se solucionar es lo que
hay que buscar.
Ser pacifica? ser violenta la solucin?
Las diferentes escuelas socialistas se di-
viden en cuanto se trata de los medios para
realizar sus programas de solucin al
problema.
Los socialistas de Estado creen que pue-
de solucionarse sin salirse de la rbita de
la legalidad. Creen que apoderndose del
Estado, conquistando el poder, podrn im-
poner su programa; que con mayora en los
Parlamentos pueden cambiar la organiza-
cin de la sociedad, mejorar la suerte del
proletariado.
Los socialistas-anarquistas creen al con-
trario, que no hay que fiar las mayoras
parlamentarias este cambio; que el Estado
es precisamente el viejo escollo en que
naufragan todos los programas de oposi-
cin, y afirman la necesidad de una revo-
lucin, violenta, que d al pueblo la fuerza
necesaria para imponer su voluntad tras-
formando radicalmente la produccin capi-
talista en produccin comunista.
Legalitarios y revolucionarios estn a-
cordes en la necesidad de socializar los
medios de produccin si no se quiere que
el capitalismo contine esplotndonos.
Por boca de Bismarck la burguesa ha di-
cho su ltima palabra. No hay que hacerse
ilusiones. La cuestin social se resolver
por la fuerza, por la violencia. Los legali-
tarios estn de psame.
Les dan con la badila en los nudillos los
mismos que tanto han mimado para poder-
se sentar en los Parlamentos, y, nuevos
Moiss, hacer brotar el agua de la pea es-
tatista.
Cuando nosotros los anarquistas hemos
afirmado que no hay que esperar reforma
alguna concedida por la burguesa; cuando
hemos sostenido que esta defender todos
sus privilegios encarnizadamente, que solo
a la fuerza ceder, y que, por consiguiente,
hay que desentenderse de medios pacfi-
cos legalitarios evolucionistas que
sean y acudir la revolucin; cuando
hemos sostenido capa y espada que no
hay otro medio que la fuerza revoluciona-
ria del pueblo imponiendo su firme volun-
tad la clase capitalista expropindola, se
nos ha tachado de sanguinarios, y se ha
pretendido hacer el vaco entorno de nues-
tra arraigada conviccin....
La produccin capitalista ha llegado la
ltima de las tres fases que deba alcanzar
para realizar el progreso desu poca. En
la primera produjo tanto como antes con
menos medios, sea, con menos obreros; en
la segunda produjo mas que antes con
los mismos medios, y actualmente produce
mas que antes con menos medios, (1) lo cual
equivale que cada da se vean arrojados
la calle millares de obreros. Esto es un de-
fecto orgnico de la produccin capitalista,
la cual, en lugar de beneficiar la especie
humana, beneficia solamente unos pocos.
Las escuelas socialistas tienden supri-
mir este defecto, cambiando radicalmente,
como dejamos dicho, el sistema de pro-
duccin.
Pero s el defecto orgnico de la pro-
duccin capitalista produce el triste resul-
tado de la huelga forzosa y este defecto or-
gnico no puedemejorarse sinocambiando
total y radicalmente el sistema de pro-
duccin actual, y e-te cambio anula
todos
los intereses de la burguesa, como es po-
sible hacerse la ilusin de que esta se resi-
gne buenamente desprenderse de sus pri-
vilegios, de sus riquezas, a anularse como
clase?
El mismo defecto orgnico del sistema de
produccin capitalista lleva en sus resulta-
dos el remedio, creando el ejrcito de ham-
brientos sin trabajo que forzosamente debe-
rn dar el asalto si quieren comer.
Es la misma marcha de las cosas la que
prepara la lucha. Lucha de una clase que
no se resigna que la expropien y de otra
que tiene interes en expropiarla.
Si ambos contendientes estuvieran en
idnticas condiciones para esperar
A po-
nerse de acuerdo,menos mal; pero mien-
tras la burguesa no le corre prisa algu-
na, al proletariado, en cambio, le es cada
da mas urgente v necesario la solucin. Y
de ah el choque violento que no quieren
ver evolucionistas, legatarios y dems
medias tintas.
Si lo anteriormente expuesto no explica-
ra suficientemente nuestra arraigada con-
viccin revolucionaria, bastaran porsiso-
las las palabras de Bismarck para fortifi-
carnos en ella.
Los socialistas aburguesados y los bur-
gueses-socialistas que creyeron ea arre-
glos, mejoras y camponendas, (para darse
pisto de salvadores los primeros y dar lar-
(1) Concepcion m aterialista de la historia, Julian Bor-
c Harut, Humanite e ouveile, no. 3.
gas al conflicto los segundos) se han lucido
de lo lindo;
No hay transigencias ni transacciones
que valgan. O todo nada. La violencia di-
rimiendo la cuestin. Quin tenga mayor
fuerza gana la partida.
Lo que ha dicho Bismarck es ms claro
que el agua. El conoce perfectamente, co-
mo dejamos dicho al principio, el espri tu
marcadamente egosta de la clase que de-
fiende, y adivina por otro lado todo el te-
sn que un da desplegar el proletariado
en esta prxima lucha, y sabe que no hay
avenencia posible.
No nos sorprende los anarquistas. Sin
tener el espritu de adivinacin habamos-
lo previsto de antemano. Huelgan, pues,
los eptotes de sanguinarios con que nos
han regalado los odos un da y otro da
socialistas y burgueses de todas las es-
cuelas.... ilusionistas.
La Revolucin se impone, no porque la
prediquen nuestras teoras, sino por la
misma fuerza de los hechos. Hay que lle-
var esta conviccin al pueblo, hacerle com-
prender la necesidad de esta Revolucin
que barra de la faz del planeta este ca-
pitalismo que produce siempre en aumen-
to arrojando los obreros la calle cada
dia en mayor nmero.
Hay que habituar al proletariado esta
idea de la inevitable lucha para que pre-
pare sus fuerzas, para que no se deje ador-
mecer, para que los acontecimientos, so-
bre todo, no le cojan de imprevisto.
Seamos revolucionarios. O todo nada.
Lo dice Bismarck, y es uno de los que
conocen el pao....
J. PRAT.
La Accad emia Filodram matica
E r m e t e Z a c c o n i
ha
preparado, para
el
Domingo 10 de Octubre las 8 1/2 p. m.
en el Salon-Teatro situado calle C hacabuco
661, una escojida representacin dedicada al
Crculo
de
E s t u d i o s
Socia les
en for
macin, del cual nosocupamos en otro lugar
de este nmero.
El programa de la fiesta es por si solo au-
gurio de un buen xito. Carcere preventivo,
drama en un acto de G. Vallo; II cntico dei
cantici, juguete potico en un acto de F. Ca-
vallotti; Primo Maggio boceto dramtico en un
acto de Pedro Gori; II digiuno la vita, sa-
nete en un acto.
Recomendamos a nuestros lectores la a s is -
tencia.
El
c l v r i o
d e l a
i n o c e n c i
Quisiramos escribir serenamente, no
mojar la pluma en odio, pero sta se nos
resiste y tiembla entre nuestras manos
febrosas buscando vehculo ms enrgi-
co que expresara nuestra indignacin con
mayor elocuencia....
Una mujer, una pobre mujer joven an
de aos, encanecida por el dolor, mar-
chita su faz por largo sufrimiento, una
hermana nuestra que no conocamos, pero
cuyo calvario nos imaginamos siempre,
nos ha visitado y hecho el relato de una
agona de ms de un ao.
Un relato sin llanto. Sus ojos no pue-
den ya llorar Debe haber llorado tanto
Unda se personaron en su modesto
hogar, all en un laborioso pueblecito de
las cercanas de Barcelona, unos hombres
que con un pretexto, una escusa cual-
quiera, se llevaron su marido fuerte-
mente maniatado.
Haba comenzado la caza al anar-
quista
Pasaron dias y ms das, meses y me-
ses, y al fin la pobre mujer, despus de
varios de incomunicacin absoluta con su
esposo, ley en un peridico cualquiera la
consoladora noticia de que su marido ha-
ba sido procesado por el atentado de la
calle de Cambios Nuevos y que un fiscal
peda para l una condena de diez aos
de presidio como cmplice de aquel aten-
tado.
Y la mujer que conoca su compa-
ero, que le saba incapaz de tamao de-
lito, cuya inocencia le constaba, enferm
de pena.
Luego, cur.... como se cura en estos
casos; en que la vida huye, se encanece
y la muerte espera su presa.
Imposible nos es detallar todo lo que
nos lia contado. Sus continuos viajes
la cima de la odiosa montaa de Mont-
juich, las escenas desgarradoras de dolor
de las dems compaeras, hijos, her-
manos de las vctimas inmoladasla sed
de venganza de a burguesa, las mise-
rias vistas
y
odas, los sufrimientos ma-
teriales y morales de los detenidos y de
sus familias, las esperanzas fallidas, las
incertidumbres; estos minutos de angus-
tia que son siglos, estos dias que son
agonas eternas....
Luego, mas tarde, el Tribunal supremo
absolviendo al procesado, y la escasa ale-
gra aminorada por la amenaza de la
deportacin primero, de la expulsin des-
pus.
Agotados los recursos econmicos, co-
menz el calvario de la venta del hogar,
de aquellos pobres muebles llenos de re -
cuerdos que apenas si pagar podan el
pasaje al desterrado, el cual, parti un
da, de noche, fuertemente amarrado, en
compaa de otros, sin que les dieran
tiempo para avisar sus desoladas fa-
milias, despedirse siquiera....
Y ya en el destierro, en pas cuya
lengua y constumbres se desconocen, an-
te la amenaza de morirse de hambre por
falta de recursos, se le ocurri en malho-
ra la idea de buscar otro hospitalario
pais cuyo idioma les permitiera ms
facilmente hallar trabajo, y junto con otros
desterrados pensaron en la Argentina, en
la Argentina refugio de ladrones y per-
didos, pero no de anarquistas inocentes,
de trabajadores honrados.
Y el pobre hombre escribi su mujer
desde Londres:
Busca dinero y embrcate para Buenos
Aires. All podre darte el abrazo que no
pude en Barcelona.... y lloraremos y odia-
remos juntos de nuevo la injusticia de
los hombres.
Y la mujer se embarc; dbil y enfer-
miza fi a los furores del ocano esta
ltima esperanza, y lo que el ocano
respet por sagrado, el dolor de la mujer,
el gobierno Argentino lo destroz bru-
talmente.
Tres dias antes de su llegada su ma-
rido era reconducido de nuevo Europa
expulsado de la Argentina en virtud del
porque s de los que todo lo pueden.
Y en lugar del brazo del marido hall
de nuevo el lecho del dolor, de la mise-
ria, y del abandono.... n; del abandona
jams. En la Argentina hay anarquistas
an, ya que en la superficie del planeta
no hay hombres, que protesten y se in-
dignen ante tamaas infamias.
Puede estar orgullosa de su obra la
burguesa espaola La prensa vil y co-
barde de todos los pases que ha osado
desmentirnos este cmulo de evidencia-
das infamias, puede ir pregonando pot-
an? los testimonios de diplomticos com-
prados y los relatos oficiales que des-
mienten los tormentos y torturas de la
Inquisicin Espaola.
Que lloren sobre su Cnovas cuanto
quieran y dgannos luego con que dere-
cho, con que justicia, se inflijen tamaos
dolores, tamaas miserias, tamaas airo-
nas hombres que luego hay que reco-
nocer limpios de toda culpa a mujeres,
hijos, padres, hermanos que otro
delito no han cometido que amar las
infortunadas vctimas de la burguesa.
El crimen S; ya sabemos lo que nos
diris; que se haba cometido un crimen
horrendo....
Y esta mujer cuyos ojos ya llorar no
pueden, encarnacin de cuatrocientos do-
lores semejantes;quees esta mujer a
vuestros ojos ?
N o
s
dice
dice nada este cal-
vario de la inocencia? Es todo estovues-
tra histrica justicia ?
El bandido que mata en despoblado es
un millon de veces ms noble que todos
vosotros juntos burgueses de todos los
paises
Los tres anarquistas rechazados por el
gobierno Argentino, nuestros compaeros
y amigos Pons, Puig y Barrera creemos
estnna m i n o o de Dankerke. La infortu-
nada esposa de Puig se apresta a volver-
se su pais natal. Suplicamos nuest ros
colegas del extranjero, den la noticia a in
de que llegue a los interesados.
LA REDACCIN.
Los compaeros de La Anarqua de La Plata
estn prximos, publicar en nmero especial,
traducida al castellano, la brillante defensa que
ante el tribunal de Genova hizo el abogado y
compaero Pedro Gori de una supuesta aso-
ciacin de malhechores.
Creemos tilsimo recordarlo a nuestros lec-
tores para que puedan prestar su apoyo eco-
nmico la buena iniciativa de los compae-
ros de La Plata, seguros de que la citada
defensa de Gori, que luego se proponen publi-
car en folleto si la solidaridad de los campa-
eros no falta, har buena propaganda entre
el proletariado.
Para los pedidos y envio de dinero drigirse:
J. Gimnez, casilla de correo
N o
22La Plata.
7/23/2019 La Protesta Humana_09
3/4
EN DEFENSA
DE
NUESTROS IDE LES
CONCLUSIN
Destruidos los fundamentos en que se
apoya el Sr. Flores para proclamar la le-
gitimidad de la propiedad individual, es
ya de todo punto intil discutirla, porque
no hay modo de implantarla.
Precisamente es la propiedad individual
la base primordial del malestar humano;
as lo han reconocido todos los socilogos,
que se han esforzado en derrumbarla. Po-
dr haber diferencias, y aun diferencias
trascedentales, acerca del rgimen pro-
ductivo, del consumo, de la familia, del
sistema administrativo, de muchos puntos
que se cuestionan todava y que determi-
nan dist intas escuelas y partidos socialis-
tas,pero ni uno slo de esos partidos acep-
ta de ningn modo la propiedad indivi-
dual. La razn es concluyeme si ella es
la causa del desbarajuste social presente,
cuyas consecuencias son la miseria y la
tirana, cmo pensar en la humana eman-
cipacin sin primeramente derribar esa
monstruosa institucin que nos aniquila?
Porque, qu es, Sr. Flores, la propie-
dad individual ms que un privilegio, un
abuso, una tremenda injusticia? Lo que
conocemos por propiedad individual no
es, no, ei fruto del trabajo propio, sino la
usurpacin del ajeno. La prueba est bien
patente en que los que trabajan desde que
amanece hasta despus de puesto el sol,
nada poseen, ni pueden satisfacer sus ne-
cesidados como requiere su salud y el des-
gaste de su fuerzas. Son precisamente
los que se acuestan tarde se levantan y
pasan la vida sin producir nada til que
tienen propiedad.
Imaginemos posible dar el valor de coste
todos los productos, que no se imponga
sobre ellos el tanto por ciento, la explota-
cin (cosas que no puede abonar ningn
hombre honrado), y, en consecuencia que
se d al trabajador el valor entero de su
produccin, que es la propiedad en que
se escuda el seor Flores, para legitimarla,
quin tendr casas suyas, coches, pala-
cios? quin podr vivir sin trabajar to-
dos los das? No hay que dudarlo, nadie.
De consiguiente, eso que se llama propie-
dad individual no es otra cosa que el ro-
bo legalizado, tanto ms infame cuanto se
le roba al hombre que ha cumplido con
exceso sus
deberes
(llammoslos as para
abreviar) , su comida, sus necesarios abri-
gos, su salud, su instruccin, sus placeres.
su vida toda, convirtindole en esqueleto
viviente, en miserable esclavo de bandi-
dos.
Con falta de valor ya para defender
briosamente esa maldita propiedad, se acu-
de al ltimo refugio, la propiedad pro-
ducto del trabajo propio. Y se exclama:
os atreveris negar esa propiedad hon-
rada? (lo cual ya indica que la otra es
deshonrada). No, no la negamos, sino que
la afirmamos y garantimos con la propie-
dad comn; v ella es nuestro patrimonio.
Pero se cree que el hombre, trabajando
como debe, puede fabricarse una fortuna?
No ; JO une ha de creerse, porque es cier-
to; es que al obrero le falta satisfacer mu-
chas necesidades, y para todas ellas no
ha de sobrarle mucho con su trabajos;
mucho menos crearse una fortuna, con la
cual no obtendra tampoco ventaja algu-
na sobre ios dems, si fuese admisible su
posibilidad sin perjuicio dao social.
Puede concebirse que se ensayen todos
los sistemas sociales, todo los criterios,
que la prctica y el estudio rectifiquen
muchas concepciones, pero ningn indi-
viduo ni ningn pueblo que se halle en
Pero he ah otro hombre reconocido
como un perfecto virtuoso. Divide su l-
timo pedazo de pan con quin tiene ham-
bre, se despoja de su vestido para cubrir
al que tiene frio. Los moralistas, hablan-
do siempre en su cal religioso, se apre-
suran decir que este hombre lleva su
amor al prjimo hasta la
abnegacin de
si mtsmo,que
obedece una pasin bien
diferente del egosta.
Y sin embargo, si se reflexiona un po-
co se descubre pronto que, por diferen-
tes que sean las dos acciones como re-
sultado para la humanidad,
el mvil
ha
sido siempre el mismo. Es el persegui-
miento del placer.
Si el hombre que d su ltima camisa
no encontrara en ello placer, no 1a dara
seguramente. Si encontrara placer en qui-
tar el pan a1 nio, haralo de seguro;
pero esto le repugna, encuentra placer
en darlo, y efectivamente lo d.
Si no hubiera un inconveniente, en crear
confusiones, empleando palabras que tie-
nen una significacin establecida para dar-
le un sentido nuevo, podra decirse que
ambos obran bajo el impulso de su
egos-
mo Algunos lo" han dicho realmente,
fin de hacer resaltar mejor el pensamien-
to, de precisar la idea presentndola bajo
una forma que impresionara la imagina-
ciny destruir al mismo tiempo la le-
yenda que consiste en decir que estos dos
actos tienen dos motivos diferentes.Tie-
nen el mismo mvil; buscar ei placer,
bien suprimir una pena, lo que viene
ser lo mismo.
Escojed el ltimo de los ' canallas; un
Thiers que asesine treinta y cinco mil
parisienses; tomad el asesino que mata
toda una familia para despus de ro-
barla, recrearse en la orga. Cometen
tales actos porque, en aquel momento,
el deseo de gloria, l de dinero, pri-
van en ellos sobre todos los dems deseos:
la piedad, la compasin, estn anuladas
en aquel momento por este otro deseo,
este otro motivo. Obran casi automti-
camente,
para satisfacer un deseo de su
naturaleza.
O bien de otro modo, dejando apar te
las pasiones; tomad por ejemplo un
hombre mezquino, que engaa sus ami-
gos, que mente cada paso, sea para
sustraer alguno el valor de un vaso
de cerveza, sea por vanagloriarse tan
solo, sea por astucia. Considerad el
burgus que roba cntimo cntimo
sus obreros para comprar un costoso vesti-
do su mujer o su querida. Tomad por
ejemplo un canalla cualquiera, al azar.
Este obrar siempre obedeciendo una
inclinacin; busca la satisfaccin de una
necesidad, busca evitar lo que, para
l
sera una pena.
Nos avergonzamos casi de comparar
este mezquino canalla con algn indivi-
duo que sacrifica toda su existencia para
libertar los oprimidos, y sube al ca-
dalso, como un nihilista ruso, porqu los
resultados de estas dos existencias son
muy diferentes para la humanidad; por-
qu nos sentimos atrados hacia uno y
repelidos por el otro.
Y sin embargo, si hablis este mr-
tir, la mujer que van ahorcar, an
en el instante mismo que sube al cadal-
so, os dir que no dara seguramente su
vida de bestia maltratada por los perros
de presa del cesar, ni su muerte, cam-
bio de la vida del mezquino canalla que
vive de sus robos al trabajador. En su
existencia, en su lucha contra los mons-
truos poderosos, encuentra sus ms gra-
tos placeres. Todo lo dems, fuera de
esta lucha, todos los pequeos goces del
burgus
y
sus pequeas miserias le pa-
recen tan mezquinas, tan fastidiosas, tan
tristes, que os replicar: Pero vos no
vivs,
vos vegetasi. Yo h vivido al
menos
Nosotros hablamos evidentemente, de
los actos reflexionados, conscientes, del
hombre, reservndonos para ms tarde
hablar de esta inmensa serie de actos
inconscientes, casi maquinales, que llenan
una parte inmensa de nuestra, vida. Pues
t
bien; en estos actos conscientes refle-
xionados, el hombre busca siempre, lo
que pueda cansarle un placer.
Encontraris quin
se
emborracha
y
se convierte al estado de bruto, porqu
busca en el vino la excitacin nerviosa
que no encuentra en su sistema nervio-
so. Otro encontraris que no se embo-
rracha, renuncia al vino, an que le cau-
se placer, para conservar la nitidez del pen-
samiento y la plenitud de sus fuerzas,
fin de poder gustar de otros placeres que
prefiere los del vino. Pero, que hace,
sino obrar como el ms refinado gastr-
nomo que, despus de haber gustado el
men
de una oppara comida, renuncia
un plato que le gusta, para saborear
otro plato preferido?
Haga lo que haga, el hombre busca
siempre el goce, o evita siempre una
pena.
Cuando una mujer se priva de su lti-
mo bocado de pan para darlo al primer
advenedizo, se despoja de su ropa pa-
ra vestir un semejante suyo que tiri ta
de fro, riesgo de helarse ella tambin,
lo hace porqu sufrira infinitamen-
te ms viendo un hombre hambriento
una mujer helndose, que no helar-
se ella misma sufrir hambre. Evita una
pena, de la cual, solo los que la han
experimentado, pueden apreciar la in-
tensidad.
Cuando el Australiano citado por Guyau
perece bajo la idea que no ha vengado
an la muerte de uno de los suyos; cuan-
do languidece, rodo por la consciencia
de su cobarda, y no vuelve su esta-
do normal sino cuando ha cumplido el
acto de venganza, cumple un acto, a ve-
ces heroico, par librarse de un senti-
miento
que
le obsesiona, para reconquis-
tar la paz interior, que es el supremo
placer.
Cuando un grupo de monos ha visto
uno de los suyos caer bajo la bala del
cazador,
y
van asediar su tienda para
condiciones de realizar su emancipacin,
pensar nunca en mantener la propiedad
individual, cuando tanto trabajo le habr
costado desprenderse de ella, cuando lle-
var en s las dolorosas enseanzas de
una prctica de tantos siglos de rgimen
individualista. Lo contrario sera volver
al rgimen de esclavitud, cometer la ma-
yor de las torpezas, estar loco. Pero esto
no puede ser y no ser.
Y si esta condicin, la de negar en
absoluto la propiedad individual, por ser
incompatible con la libertad, con la jus-
ticia, con el bienestar social, es tan esen-
cialisma que ella implique la garanta y
la negacin de la emancipacin humana,
,cmo no esforzarse la nueva sociedad
n matar toda raz que pueda sospechar-
se d vida retoos individualistas?
He aqu como se fundamenta otro ar-
gumento en contra del sistema retributi-
vo individual, en contra del derecho de
posesin del fruto del trabajo individua-
lizado, que, por otra parte, hllase en
completa disonancia con la base y fun-
cionamiento social anrquico, como no
empareja con el irracional egosmo de
hoy la tendencia altruista que caracte-
riza las escuelas emancipadoras.
La insistencia en querer mantener la
propiedad individual, despus de los ru-
dos ataques que ha sufrido, despus de
probarse que no puede resistir el anlisis
que no tiene razn de ser, porque es
una gran injusticia, una iniquidad inca-
lificable, acusa sa insistencia, decimos,
un desconocimiento completo de lo que
es esa institucin horrenda, el propsi-
to de engaar sabiendas los trabaja-
dores para que no se emancipen. No que
da otro dilema.
Despus de todo cuanto hemos dicho,
toda la dems argumentacin del seor
Flores y Garca contra el anarquismo,
carece de base, es hojarasca qae se la lle-
va el viento. Vea si puede mejor defen-
der la justicia de su repblica federal, de
su autoridad, de su dios, que despus de
las nuevas conquistas de la sociologa
quedan tan mal parados, que por lstima
no nos empeamos en atacar lo que ya
por viejo se derrumba.
Hemos terminado.
Atentado
autoritario
LONDRES, Setiembre 26Un telegra-
ma de Viena anuncia que, en vista de
los recientes desrdenes que se han pro-
ducido en Croacia, se ha promulgado all
el estado de sitio en doce distritos.
Los desrdenes han sido provocados
por las autoridades hngaras, que se
muestran inclinadas despojar los croa-
tas de ciertos antiguos privilegios.
Cerca de 4000 labriegos croatas, arma-
dos con herramientas de agricultura, se
han fortificado en buenas posiciones.
Las autoridades han enviado tropas al
teatro de estos sucesos.
(De La Prensa
de Buenos Aires Se-
tiembre 1897.)
LONDRES, 27.-E1
Daily Chronicle
de
esta maana inserta una pattica carta
que le han dirigido 91 presos del castillo
de Monjuich, exponiendo la ilegalidad de
su detencin.
{De La Nacin, Bs. Aires, Set. 1897.)
He aqu dos a tentados la l ibertad huma-
mana . Los autores son dos gobiernos di f e -
r entes . Elespritu centr liz dorde laAutoridad
causa el primero; el espiritu de venganza se
ceba en seres declarados inocentes mejor di-
cho no procesados por ningn tribunal en el
s e g undo .
Hay robo de libertad en ambos. Acaso pro-
duzca muertes el primero;el segundo ha sem-
brado dolor
y
miseria
Al
que
roba
un pan le
espera
el
presidio.
El dictado
de
ladrn
le ha
precedido
en
esta
suer te .
Y
sin
embargo,
pasar
de que el
robo
de
libertad
es
bien manifiesto,
los
e scr i tores
y
periodistas burguesesao han l lamado ladrn
estos dos gobiernos .
Acaso robar l ibertad
al
hombre
no es
robar
?
Nadie l lora sobre estas victimas de la ti-
rana inmoladas
en
a r a s
del
gran ladrn
Au-
toridad. Para
la
burguesa solo
hay
victimas
en el seno de suc l ase . El t rabajador na cuen-
ta para nada.
Ha holgado
el
incensario
y el
l loriqueo
hi-
pcrita interesado. No obstante, continuan
predicndonos
por
boca
de su
Cristo
que to-
do s
los
hombres
son
hermanos. . .
Que no es lgico establecer esta dife-
rencia
?
Indudablemente. Pero preguntad
el
porqu
de ella
los
capitalistas, propietarios, gober-
nantes, funcionarios
etc, etc.
Estamos seguros
que el
mutismo
de la
mala f del ladrn ser la nica respuesta
que
den al
curioso interrogante.
UNA INICIATIVA
De nuevo llamamos la atencin de todos
los compaeros sobre la necesidad de fun-
dar un
Crculo Internacional de Estudios
Sociales
que, la par que sirva para punto
de relaciones y reuniones pblicas que
puedan afectar los intereses de nuestro
partido, sea al propio tiempo constante,
duradero foco de propaganda entre el ele-
mento obrero.
Ya en el nmero 4 de nuestro peridi-
co se lanz la iniciativa, la cual parece
haberse perdido en el vaco de la indefe-
rencia de la apata juzgar por el es-
caso nmero de adhesiones recibidas.
El propsito de los iniciadores no pue-
de ser ms laudable y digno de apoyo.
Se proponen:
l
o
. Que todos los seres sean iguales en-
tre s cualquiera que sea el sexo, y la
nacionalidad que pertenecen, haciendo
as desaparecer la superioridad del hom-
bre sobre la mujer, y la rivalidad entre
nacionalidad y nacionalidad.
2
o
Que todas las religiones estando
basadas sobre la ignorancia y la supers-
ticin, dbese estas sostituir la creen-
cia que nosotros debemos obrar el bien,
no por la ilusin de una vida de ultra
tumba, sino por que el bien es prove-
cho de la humanidad, y de nosotros mis-
mos.
3
o
.
Hacer conocer que siendo la fami-
lia actual basada sobre el egosmo per-
sonal, y sobre el inters, debemos susti-
tuirla por la libre unin entre el hombre,
y la mujer basada sobre el amor.
4
o
, Que todo lo que constituye la rique-
za social es el resultado del trabajo de
todos.
5
o
. Que la autoridad impidiendo la libre
manifestacin de hts actividades humanas,
porque quiere regularizar su desarrollo,
y contrara la ley natural, deber de-
saparecer bajo todas las formas
6
o
. Con los medios de propaganda ya
mencionados; convencer al pueblo que
todo esto no se podr obtener sino me-
diante la revolucin, pues, los tenedores
del poder y de la riqueza social, no ce-
dern si no trente al pueblo que seria-
mente quiera conquistar su libertad.
Con tal objeto se abrira un local don-
de todas las noches pudieran reunirse los
compaeros socios y se pondra a su dis-
posicin libros, folletos, revistas y peri-
dicos.
Pero como para su realizacin se ne-
cesita la adhesin de muchos compae-
ros,
los iniciadores del Circulo en pro-
yecto, sin perjuicio de ir estudiando las
bases y allegando fondos, recomiendan de
nuevo a todos el estudio de dicho proyecto
y se fijen en la necesidad de tener local
propio desde el cual poder hacer buena
labor de propaganda entre el proleta-
riado.
Prximamente volveremos a ocuparnos
de este asunto.
Para las adhesiones, donativos de libios
y dinero y dems dirigirse a la
Ques-
tione Socialc, Corrientes 2041 y aL Av-
venire
Casilla del Correo 739 Buenos
Aires.
M I S C E L N E A S
El Sumo Pontfice se mostraba segn
contaron las crnicassumamente con-
trariado consecuencia de que no saba
que determinacin tomar en el espinoso
asunto de la excomunin lanzada por el
obispo de Mallorca contra el ministro de
Hacienda de Espaa.
Muy menos debe haber venido la
la simblica paloma mstica cuando nada
dice al odo del padre de los fieles.
Siempre temimos que esto de la inspi-
racin del espritu santo acabara en una
grosera perplejidad digna del mortal ms
incrdulo.
Puede el santo Padre comerse su palo-
ma en arroz.
Que buena falta le hace dada su cho-
cha edad.
Felicidades americanas.
La langosta asolando los campos.
Crmenes diarios debidos celos, em-
briagueces, y afn de dinero, como el re-
ciente de San Nicols.
Vrgenes de Lujan milagrosas que hacen
la competencia la perspicacia de ia po-lica.
Emigrantes desilusionados que se van
con su miseria otra parte.
Panaderos que suben el precio del pan.
Alquileres por las nubes.
1 coronando el edificio la langosta oficial
que come a dos carrillos.
Es el colmo de la felicidad.
Otras felicidades americanas que son
otros cantares.
No pasa da sin que los grandes peri-
dicos locales nos den cuenta de dos tres
tertulias del grand monde plutocrtico
bonaerense.
Son lo ms animado y chistoso. Vase
el estilo.
Result muy animada la tertulia con que
el sbado obsequi i sus relaciones el Sr.
Nicasio Tragalotodo y su Sra. Celia Me-
lindres en su cmoda ( eh, que tal ?) casa
de la calle Lupanar del Lujo, con motivo
(muy interesante para el pblico) del cum-
7/23/2019 La Protesta Humana_09
4/4
pleanosde su bellsima hija la Sta.Marta
de la Inocencia Perdida. Estuv iron las
familias de Ualarga, Ahitos; Orondos,
Rollizos, Sinseso, Chupa-san gre,
el
banque-
ro Rapia,elconocido diplomtico Enre -
dadera,
y el
ministro Monopolio.
La
fiesta
result de lo msanimado graciasque
el men
fue
excelente: Soupe
de
sudor
de
pobre, Sesos obreros saltados, Coteletes
trituradas
la
mquina, Carne mechada
en la mina. Trabajadores al natural,he-
lados sosos, vinos exquisitos (sobre todo
mucho vino y champagne marca Sin-
vergenza. La fiesta se prolong hasta
que
que el
alba llamaba
a los
proletarios
al presidio-trabajo fuente
de tan
brillante
orga burguesas.
Yas por el estilo el lector que est
hambriento puede oler donde guisan,
se-
guro de no ser llamado.
Oh beatficos burgu eses
y que
listos
sois
Y muy tontos losobreros.
Aprieta manco.Losaprovechadosher-
manos Shaw
han
defraudado
al
Banco
de
Londres por valor de pesos 150.000y pi-
co . En Rosario estees el tema de todas
las conversaciones
y se
susurra sotto voce
que adems de losapreciables hermanos
sern detenidos otros sujetosde altoco-
pete
y
conocidos.
Que hormiguitas
son los
burgueses
Son capacesdedarnos entender que la
propiedad no es un robo y que no hay
mas ladrn
que el
salteador
de
caminos.
o v i m i n t o
S o c i a l n t e r n a c i o n a l
ESPAA
En Valenza do Minho (frontera portu-
guesa) les ha sido secuestrada los com-
paero espaoles una caja conteniendo
900 ejemplares
del
libro recientemente
publicado
La Barbarie gubernamental
en Espaa
yfdetenidoalcompaero expe-
ditor de la misma.
AUSTRIA
HUNGERIA
Los anarquistas tchques
son
poco
nu-
merosos, solamente
de 8
10.000; pero
el
movimientoesextenso.Entodoslospaises
austracos donde habitantcheques,elanar-
quismo tiene
sus
partidarios.
Los anarquistas tchque disponen de
ocho peridicos
que
aparecen
con
mucha
regularidad:
Voln Listy
en Praga,
Pro-
letar en Libere. Karabac,un suplimiento
satrico del Proletar en la misma locali-
dad, Mory Kult
en
Zizkor, Omladina
en
Most,
Duc ceskhoSevern
en Duchcor,
Matice Ttelnicka
en
Viena
y
Volnost
en
Noravska Ostrara. Adems una revista
de arte
que
aparece
en
Praga, Moderne
Revue.
La propagandamsactivaeshechatam-
bin
por la
palabra,
no
obstante
la
regla-
mentacinque la polica ejerce sobrelas
reuniones y no soltando nunca pretestos
para suprimirlas.
La persecucin contra nuestros com-
paeros est bastante generalizada en
Austria.
La crcel
de
Praga
es
le rendesvous
de los anarquistas.
ALEMANIA
Hace algunos dashacomparecido ante
la 7
a
.Cortede locriminal en Berln,la
esposa del compaero Reinhold, redactor
del peridico anarquista Socialist, para
responder la acusacin de haber inju-
riadolosempleadosde la prisin de De-
litzsch.
Hace algunos aos esta compaera
fue
condenada por crimen de alta traicin
por ofensaalemperadory contravencin
al reglamento
de
orden pblico
a
seis
aos de trabajos forzadosque ha sufri-
doen la crcel mencionada.
A su salida de la crcel, buen nme-
rode proletarios de todos los paises le
remitieron algunas cantidades
de
dinero
que le permitieron atender suquebran-
tada saludy a susprimeras necesidades.
En
un
artculo titulado Pocas palabras
que publicen elSocialis tas 1896, dabalas
gracias
los
amigos
que
haban
la
socorri-
do , conteniendo adems graves acusacio-
nes contra los empleadosde la carcelde
Delitzsch,en el que se afirmaba, que es-
tos maltrataban
los
condenados,
y por
esto delito fue procesada junto con el
redactor responsable del
Soctalist,
Frie-
drich.
Nuestra compaera ante
el
tribunal
sos-
tuvo las acusaciones que haba formula-
doen las columinas de
Socialist y
buen
nmero
de
testimonios
las
comprobaron.
Al mismo tiempo relatlaspalabrasque
el director
de la
crcel
le
haba dicho
al
recobrar la libertad: Escribe artculosin-
cendiarios mientras puedasy haz lo que
te plazca, pero
que no
hablen
de mi. El
gobierno me secunda y ya arreglaremos
un procesoque te calmar.
No obstante la realidad de las denun-
cias formuladas y reforzadas por gran
nmero
de
testimonios, nuestra compae-
ra fue condenada tres mesesdeprisin
y dos el redactor responsable delSo-
ctalist.
A esto se llama administrar justicia
Sarcasmo...
AVISO
Se nos suplica recordemos todos los
grupos y asociacionesdepartidoque edi-
ten libros, folletos, peridicos, manifestos,
pasquines y canciones, tanto socialistas
como anarquistas se sirvan remitiruno
ms ejemplares Mr. A.Hamon 3, Bou-
levard Berthier, Pars, el cual los utili-
zar para sus estudios de sociologa.
Asimismo recordamos losgrupos anar-
quistas que editan libros, folletos y pe-
ridicos manden uno ms ejemplares
las dos siguientes direcciones, cuyos
compaeros las utilizan el primero para
completar su obra Bibliografia de la
Anarqua y el segundo para suagencia
de traducciones para los peridicos de
todos los pases:
Mr. Nettlau,36,Fortune Gate, Terrace
VillesdenLondon
N. W.
(Inglaterra).
Mr. Alfred Sanftleben;
1
Stapferstrasse-
Oberstrasse Zrich (Suza).
Recomendamos todos los compae-
ro s en general la adquisicindelfolleto
de W. Tcherkesoff,
Paginas de Historia
Socialista,
el cual es una contundente
refutacin deeste pretendidp Socialismo
cientfico preconizadopor los quetienen
inters endesviaralproletariado del ca-
mino revolucionario deseosos de encau-
sarlo en el terreno de un legalitarismo
que nada conduce fuera de perder
tiempo.
Puede adquirirseennuesta administra-
cin y en la Librera Sociolgica,Cor-
rien tes 2041, Capital, su precio,25 cts.
Al aparecer semanalmente debemos
ad-
vert i r
nuestros abonados
que su sus-
cricin
del
primer trimestre terminar
con
el n 12 de
nuestra publicacin. Esto
no
les
implica perjuicio alguno
y lo re-
cordamos simplemente para que todos
sepan a que atenerse.
En el prximo nmero principiaremos
la publicacin
de:
L a v i d a p r i v a d a
de os
T z a r e s
ysufin
a n o r m a l
POR
NIKITTINE
Traduccin de F Ch.
Consu lectura nuestros lectores podrn
comprender en que cenegal de vicios
infamias
ha ido
meterse
la
democra-
tsima repblica francesa
en su
probable
alianza con el mantenedor de la abomi-
nable Siberia.
El grupo Tierra y Libertad
ha
repar-
tido profusamente una convocatoria parauna
reunin que debe celebrarseel dia 10 de Oc-
tubre las 3 p. m. en la calleJujuy 1407
e s q Constitucin,
y no en Agosto como
equivocadamente se avis en dicha convoca-
toria.
B u e n a o c a s i n p a r a h a c e r p r o p a g a n d a
En la Librera Sociolgica, Corrientes2041,
Capital, hay una gran existencia del folleto,
editado lujosamente, Entre Campesinos
de Malatesta, traducin de J. Prat, elcualse
vender pesos 6 cada 100 ejemplares,
finde que losgrupos ycompaerosququie-
ran distribuirlo entre los trabajadores del cam-
po les pueda ser de ms fcil adquisicin.
En el prximo nmero publicaremosla lista
de recaudacin de la venta dellibro
Barba-
rie Gubernamental que por falta de espa-
cio dejamos de publicar en el presente.
Suscripcin permanente
favor
de
LA PROTESTA HUMANA.
LISTA NUMERO9.
Suma anterior 79.30
Recolectadoen la librera Sociolgica
Calle Corrientes
Un Napolitano, 0.20; Un oreflee anr-
chico, 0,50;Enrique Battella, 0.15; A. Sar-
tori, 0.40; Unprincipiante,0.25; Uuerran-
te , 0.20; Revolucin Social, 0.25; Cualquie-
ra,
1.00; H. G. n 3, 0.20; J. M., 1.00; N. N.,
0.20; B ancala ri,
5.00;
Luis Vittori
2.00; Emi-
lio Lucchetti, 1.00; Compagno ticinese,
0 .25 ; Uneselavo del Capital, 0.25;P.D'Ago-
stini,0.25; A. Fontana. 0.50; A. Merlo,
1.00; Echeverra, 5.00;Bilbano,4.00; Un
affamato J. R., 0.30; Riempe firme en la
idea,0.25;Sacchetti,0.30;Julin, 0.10; Un
aprendiz,
0.20.
Recolectado
por el
Compaero Zaca-
ras Rachit,
3.70.
De Jurez.
Por
conducto
de
L Avve-
nire,
2.50,
De Montevideo.Csar,
0.20;
Alejandro,
0,10; Jos
n 1, 0.06; J. G. R., 0.10; El mar
sin orillas,
0.20; P. M., 0.20; Sin
Dios
y
sin Patria, 0 2 0 ; Seora
que
grita Viva
la
Anarqua,
020;
Total
1.26 oro.
Cambiado
eu
moneda Argentina
4.00
L. Moglia,
0.30;
Pasqual Lorenzo,
0.30.
Tatal recibido
por
conducto
de la
Li-
brera Sociolgica 21.35.
Recolectado
por ei
grupo
EL
L IBERTARIO
C a r r e r o , 0.J5; Un nmero; o.u">;R. T. o.10;
F . k.
o.'JO;
M. 1).
O.5.):
/ / znipo.
o.
1
*);
Abo-
n a
p a r a p a q u e t ey m e d i o n u m e r o s . I. "* ';
R e s t a p a ra
la
s u s cr i p c i n v o l u n t a r i a ,
o.
V>.
L'n cualquiera, 0.;V>; Chino,
0.10;
T o ta l
p e-
s o s ,
T o t a l r e c a u d a d o 8
'---'^
S u m a a n t e r i o r
7 . . W )
T o t a l g e n e r a l . . . . . * U)\M
C O R R E S P O N D E N C I D M I N I S T R T I V
AltairRecibido original y carta, gracias
y escribir l\
Mascoto- Escribo.
Los compaeros que nos hanmandadouna
carta avisndonos habernos mandadocon an-
terioridad otra condinero-letra,lo suplicamos
nosden unadireccin suya, pues ademas de
haberse olvidado tampoco hemos recibido lo
que dicen-
L i b r o s
y
o l l e t o s
Que
se
hallan
en
venta
en la
Librera Sociolgica Corrien-
te s
2041.
En idioma esparto :
E L SOCIALISMOY ELCONGRESODE LON-
DRESde A. Hamon 1,00
L A ANARQUAES ELORDEN 0,20
DONDE
EST
Dios? 0,10
E L DERECHOXLAPEREZA 0,25
Lo s
INSTIGADORES
de T.T u r a d . . . .
Lo s
DEBERES
DEL
SOLDADO
de
Len
Tolstoy 0,25
SENTIDO COMN Y SUGESTINde RAr d ig o 0,15
L A SOCIEDAD FUTURA,de J. G r a v e . . 0,75
SOCIOLOGA ANARQUISTA,d eJ .M o n tsen y 0,75
PGINASDE HISTORIA SOCIALISTA. . . . 0,25
ALMANAQUE
ILUSTRADO,
deLa Questio-
ne Sociale
0,50
ENTRE CAMPESINOStraduccindeJ.Prat0,15
LA ANARQUA, SU FILOSOFA, SU IDEAL,
precio voluntario.
Un episodiodeAmoren laColoniaCe-
cilia. Precio voluntario.
En idioma italiano
SOCIALISMO
LIBERTARIO
E
SOCIALISMO
AUTORITARIO,de J. Dmela 0,25
G L I UOMINI
E LE
TEORIE DELL'ANARCHIA.
0,15
A i GIOVANI,di P.Kropotkine 0,10
A L L E FANCIULLE,di Ana Mozzoni. . . 0,10
COMUNISMO
ANARCHICO,
d P.Kropotkine 0,15
BARLUMI D'IDEALE 0,20
L A LEGGE
E
L'AUTORIT
diP. Kropotkine 0,15
F R A CONTADINIdi E.Malatesta . . . . 0,15
PRIMO PASSO ALL'ANARCHIA,Precio vo- *
luntar io .
E nla misma librer asehallan en v e n t a
per idicos anarquistas, redactados
en dis-
t in tos id iomas.
L A P R O TE S TA H U M A N A
Se vende
en los
siguientes Kioskos:
PLAZA INDEPENDENCIA
id LAVALLE
id RODRGUEZ PEA
id MONSERRAT
id CONSTITUCIN
id 11 DE SETIEMBRE
id VICTORIA (frente laCatedral.
Yen laslibreras, Co rrientes 2041. Esme
rada
574 y
Rvadavia 2339.
En
el
Rosario
de
Sanra
F, en el
kiosko
calle
S.
Juan
esq.
Cortada.
En Montevideo, Libreriay Papelerade
Nicols Carrano; CalleRioNegroN. 14.
Se admiten suscripciones
en
dichas libre-
ras .
reclamarle el cadver, pesar de las
amenazas del fusil; cuando,en fin, elviejo
de la banda entra bravamenteen latien-
da, amenaza
al
cazador
y le
suplica
y le
obliga
con sus
lamentos
restituir
el
cadver,
y que los
dems
se lo
llevan
gimoteando hacia
el
bosque,
los
monos
obedecen
un
sentimiento
de que lo ms
fuerte
que
todas
las
consideraciones
de
seguridad personal. Este sentimiento
es
primordial
en
estos casos.
La
propia
vi-
da pierde todos
sus
atractivos,
en
tanto
que
no
estn seguros
de que ya no pue-
den reanimar
la
vida
de su
compaero.
Este sentimiento resulta
tan
opresivo
que
las pobres bestias arrisganlo todo para
desembarazarse
de l.
Cuando las hormigas se arrojan mi-
llares entre las llamas de un hormigue-
ro , incendio provocado poresta otrabes-
tia llamada hombre, y perecen cente-
nares para salvar sus larvas, obedecen
un sentimiento tambin; l de salvar su
progenie. Lo arriesgan todo para tener
el placer de arrebatar al fuego sus lar-
v a s , que han educadomscuidadosamen-
te que no hara una burguesa con sus
hijos.
En fin, cuando un infusorio evita un
rayo
de luz
demasiado caluroso,
y
vse
buscar otro rayo ms tibio, cuando
una planta vuelve hacia el sol susflores,
cierra sus hojas al acercarse la no-
che,estos seres,
obedecen
4 la necesi-
dad de evitarunapena y buscar elpla-
cerigual quela hormiga, el
mono
el
Australianio, el
mrtir
cristianooel mr
tir
anarquista.
Buscar
el placer evitarla pena es el
hecho general (otros diran
la
ley)
del mun-
do orgnico. Es la esencia misma de la
vida.
Sin este perseguir
lo
agradable,
la vi-
da sera imposible. Elorganismo se des-
gregara, la vida cesara.
Asi pues, sea cual fuere la accin del
hombre, sea cual fuere su lneade con-
ducta, lo hace siempre obedeciendo un
deseode su naturaleza. El actoms re-
pugnante, como el acto indiferente el
ms atractivo, son todos igualmentedic-
tados por una necesidad del individuo.
Al obrar,de uno otro modo, el indivi-
duo obra as, porqu en ello encuentra
un placer, porqu de esta manera evita
una pena cree evitarla.
He ah un hecho perfectamente esta-
blecido;he ah la esencia de lo que han
llamado la teora del egosmo.
Ahora bien: una vez llegado esta
conclusin general estamos
ms
adelan-
tados
que
antes?
S , ciertamnnte;
lo
estamos. Hemos
conquistado
una
verdad
y
destruido
un
prejuicio
que
est
en la
raz
dd
todos
los prejuicios. Toda
la
filosofa materia-
lista,
en sus
relaciones
con el
hombre,
est
en
esta conclusin. Pero
se
sigue
de esto
que
todos
los
actos
del
individuo
sean indiferentes, como
se han
apresu-
rados
sacar
la
conclusin?Esto
es lo
que vamos
ver.
III
Hemos vistoque lasaccionesdelhombre
(reflejas
conscientes;
ms
tarde hablare-mos
de los
hbitos inconsc ientes), tienen
todas
el
mismo origen. Aquellas
que lla-
man virtuosasy las quellaman viciosas,las
grandes abnegaciones comolas pequeas
estafas, losactos atractivos comolos ac-
tos repulsivo s, deriva n todos
de una mis-
ma fuente. Todos responden
una
nece-
sidadde lanaturalezadelindividuo. Todas
tienenporobjetivolarealizacindelplacer
el deseo
de
evitar
una
pena.
Hmoslo visto en el captulo precedente,
que essolamenteunresumenmuysucinto
de
una
masa
de
hechos
que
podran citarse
en
su
apoyo.
Se comprendequeesta explicacin haga
ponerel gritoen el cielo los que estn
an imbuidos
de
principios religiosos. Esta
explicacin
no
deja sitio
lo
sobrenatural;
rechaza la ideadel alma inmortal. Si el
hombre obra tan solo obedeciendo las
necesidades
de su
naturaleza,
si
solo
es,
digmoslo
asi, un
autmata consciente
que ser, pues, elalma inmortal?queser
la inmortalidad, este ltimo refugiode los
qu e no han conocido los placeres y si
muchos sufrimientos,
y que
suean
con
encontrar
una
compesacin
en el
otro
mundo?
Se comprende
que,
crecidos entre
los
prejuicios, conpoca confianzaen laCien-
ci aque menudolesengaa, guiadospor
el sentimiento mejorque por elpensamien-
to , rechacen
una
explicacin
que les
arre-
bata
su
ltima esperanza.
Pero
que
diremos
de
estos revolucio-
narios, que desde el siglo pasado hasta
nuestros das, cadavez queoyen por pri-
mera
vez una
explicacin natural
de las
acciones humanas
(la
teora
del
egosmo,
si
se
quiere)
se
apresu
an
sacar
la mis-
ma conclusin
que el
joven nihilista
de que
habl
al
principio,
y se
apresuran
gri tar
abajo
la
moral?
Que diremos de los que, despues de
haberse persuadido que el hombre solo
obra de un modo de otro respondiendo
unanecesidad de sunaturaleza,seapre-
suran concluirque
todossusactosson
indiferentes;
que no hay ni
bien
ni
mal;
que salvar, con peligro de la vida, un
hombre que se ahoga, ahogarle para
apoderarse de su
reloj,
son do : actosque
se equivalen; que el mrtil que muere
en el cadalso por haber trabajado para
libertar la humanidad, y el pillo que
roba suscompaeros,son dos actosde
igual valor, pues que todos dos lo que
buscanesprocurarseunplacer?
Ysi an esto aadieranque nodebe
haber buen ni malolor; ni perfumede la
rosa ni el hedor del assa foetida,porque
uno y otro son solamente vibraciones de
molculas; que no hay buenni mal sabor
porqueelamargode laquininay ladulzura
de la miel sontambin vibraciones mole-
culares;que no hay belleza ni fealdadf-
sica,
ni
inteligencia
ni
imbecilidad, puesto
que bellezay fealdad, inteligenciaimbe-
cilidadno sonotra cosa tambin, sinolos
resultados de vibraciones qumicas y
tsicas operndose en las clulas del or-
ganismo;si aadieran todo esto,sepodra
ecir que todos ellos desatinan, peroque
al menos tienen la lgicadel loco.
Peroya quetodo estonodicen quecon-
clusin debemos sacar nosotros?
(Continuar)