La planificación y las metas para el emprendimiento
¿Que harás mañana de almuerzo?
Siempre me ha llamado la atención este tipo de pregunta que hace el esposo a su señora,
antes de dormir: “Amor, ¿que harás mañana de almuerzo?”, y ella responde: “no lo sé aún,
veré lo que hay en la despensa”. Es algo cotidiano, entonces, me pregunto: si fueron de
compras para la mercadería del mes o quincenal, ¿cómo selecciona los alimentos, para estos
períodos?¿No existe una planificación previa? Y es verdad, la mayoría de las personas no
planifican adecuadamente y este es un simple ejemplo para demostrar que muchas veces
actuamos por instinto.
Es muy curioso este comportamiento, porque día a día planificamos sin percatarnos. Al salir
de casa por la mañana, sabemos por la ruta que conduciremos nuestro automóvil; al
detenernos en una bencinera (estación de servicio), tenemos considerado cuánto litros de
combustible necesitamos, etc. Sin embargo, en forma consciente no planificamos o
planificamos muy poco.
La planificación juega un rol muy importante en nuestras vidas, más aun si deseamos iniciar
un emprendimiento. El planificar adecuadamente nos permite aterrizar ese sueño de
emprender, nos ayuda a responder y aclarar las dudas respecto a materializar esa ilusión.
Planificar incluye definir un objetivo, unas metas y un método. Hoy, solo comentaré respecto a
las metas para alcanzar un objetivo. Algunos profesionales dicen que para alcanzar una meta
es necesario definir el objetivo. Sin embargo, desde mi punto de vista declaro que para
alcanzar un objetivo (que generalmente es subjetivo) necesitamos dar algunos pasos y estos
precisamente son las metas.
La forma de dar solidez a nuestro objetivo a alcanzar es mediante el cumplimiento de cada
una de las metas (o pasos), pero para que una meta se cumpla, esta debe poseer tres (3)
características básicas (algunos profesionales podrán enumerar muchas más)
1. Alcanzable: no lograremos materializar nada si, el paso que debemos dar, esta fuera
de nuestro alcance o son factores que no podamos controlar. Por ejemplo: Aprender el
idioma inglés en tres días. Sin embargo, si lo planificamos para tres meses, es muy
posible que podamos comunicarnos de manera básica en ese idioma. La frustración
nace a partir de esos sueños inalcanzables que aspiramos a alcanzar.
2. Medibles: estas deben ser cuantificables, que nos permitan expresar en porcentajes,
cantidades, números, etc. Por ejemplo: para alcanzar un buen estado físico saldré a
trotar por las mañana, ¿es realizable?, obvio que sí (un ejemplo admirable, es el de
Mackel Melamed). Pero, ¿cuántos minutos trotará?¿qué distancia? Cuántos días a la
semana?.
3. Fecha: mientras usted no especifique una fecha de cumplimiento, seguirá soñando.
Me recuerda un comentario esta fase: La esposa le dice a su marido: “Amor, el lunes
empezaré mi dieta”. Claro que no específica que día lunes de cual mes ni año. Es muy
importante el considerar siempre una fecha en el cumplimiento de nuestras metas.
Miguel Angel Frias Ponce
Director General FDCS Fundación
Director Escuela de Negocios y Emprendimiento Social
e-mail: [email protected]
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