Download - La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

Transcript
Page 1: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

La importancia de las advocaciones

marianas de gloria en la religiosidad

popular andaluza: culto y veneración

en Cabra a María Santísima de la Sierra

Juan LUQUE CARRILLO Luque (Córdoba)

I. La religiosidad popular en la sede episcopal de Cabra; la importancia de María en los primeros siglos del cristianismo.

II. La advocación de Nuestra Señora de la Sierra: origen de una

leyenda. III. El santuario, máxima expresión de la devoción popular a

Nuestra Señora de la Sierra. IV. La imagen de Nuestra Señora de la Sierra: talla medieval

adaptada a las modas del momento. V. La imagen actual: la unión de la doctrina mariológica con las

auras populares.

Advocaciones Marianas de Gloria, San Lorenzo del Escorial 2012, pp. 281-296 ISBN: 978-84-15659-00-6

Page 2: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

I. LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN LA SEDE EPISCOPAL DE

CABRA; LA IMPORTANCIA DE MARÍA EN LOS PRIMEROS SIGLOS DEL CRISTIANISMO

Cuando en el año 589 el Obispo Juan asiste al Concilio III de Toledo1,

como cabeza principal de su sede episcopal de Aegabro -actual Cabra-, la iglesia egabrense, representada en ese momento por el citado obispo, no solo confesará la maternidad divina de María, sino también la virginidad de la Madre de Dios, tal y como se especifica en los textos extraídos del Concilio de Éfeso, coincidiendo de esta manera la fe de los cristianos egabrenses del siglo VI con la fe que propugnaba la Iglesia Universal sobre la figura de la Madre del Redentor2.

Será en este Concilio de Éfeso del año 431 cuando aparezca por primera

vez, dentro de la historia de la Iglesia, el término theotókos, denominación con la cual se va a hacer alusión a María como madre humana -o biológica como diría San Pablo-, de Cristo, pero también como Madre de Dios, la Madre Divina. Con lo cual, con esta expresión quedará recogido todo el contenido fundamental del Concilio, convirtiéndose en la mejor garantía del pensamiento cristiano sobre la Encarnación del Verbo3.

Más tarde, el sucesor de Juan, cuyo nombre se desconoce, volverá a reafirmar nuevamente la fe de su iglesia egabrense en el Concilio de Sevilla, celebrado en el año 619, cuando afirma que “según enseña la fe inmaculada y la Iglesia santa de Dios, confesamos [refiriéndose a su sede episcopal] que nuestro Señor Jesucristo nació, fuera de tiempo, Dios del Padre, y que dentro de los tiempos salió hecho hombre del seno de la gloriosa Virgen María”4.

1 Será en este Concilio cuando el Reino Visigodo de Toledo deje oficialmente de

practicar el arrianismo. 2 NICOLÁS, M. J., Theotókos. El misterio de María, Barcelona 1967, p. 129. 3 GÓMEZ RASCÓN, M., Theotókos. Vírgenes medievales de la Diócesis de León, León

1996, p. 22. 4 GÓMEZ BRAVO, J., Catálogo de los Obispos de Córdoba, y breve noticia histórica de

su Iglesia Catedral y Obispado, Córdoba 1778, t. 1, p. 67.

Page 3: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

LA IMPORTANCIA DE LAS ADVOCACIONES MARIANAS DE GLORIA…

283

Al morir este sucesor de Juan, en noviembre del año 619, le sucederá el Obispo Deodato, el sexto ya en ocupar la silla episcopal, el cual se sabe que fue contemporáneo y conocido de San Isidoro de Sevilla5. En el año 638, Deodato asistiría al Concilio VI de Toledo, donde de nuevo volvería a manifestar la fe mariana de los egabrenses con las siguientes palabras

“confesamos que solo el Hijo para redención del género humano, por las deudas de las culpas que habíamos contraído originariamente, en la desobediencia de Adán, y por nuestro libre albedrío, que debíamos pegar, salió el secreto y arcano del Padre, y se hizo hombre sin pecado, de la Santa y siempre Virgen María, para que el mismo Hijo de Dios Padre fuera Hijo del Hombre, Dios perfecto y Hombre Perfecto”6 .

No obstante, lo cierto es que además de esta profunda fe mariana egabrense,

como vemos manifestada y declarada abiertamente por sus primeros obispos, hemos de destacar cómo ya en el siglo VI, encontramos uno de los primeros testimonios arqueológicos que nos va a demostrar una vez más esa arraigada fe en María. Se trata del ara visigótica que en la actualidad se conserva en la Iglesia de San Juan Bautista del pueblo, donde reza la siguiente inscripción:

ARA SANCTA DOMINI. DEDICAVIT HANC AEDEM DOMINUS BACAUDA EPISCOPUS EGABRENSIS CONSECRATA EST BASILICA HEC SANCTE MARIE III KALENDAS IUNIAS. ERA DCLXXXVIII. FUNDAVIT EAM ALTISSIMUS PER EULALIAM ET FILIUM EIUS PAULUM, MONACHUM7.

En la inscripción, se nombra al Obispo Bacauda, obispo de Aegabro cuyo

episcopado se sabe que abarcó cronológicamente del año 648 al 671, y que por lo tanto, tuvo que asistir al Concilio VIII de Toledo, celebrado en el año 6538. Y es que según Nicolás Albornoz y Portocarrero, el 30 de mayo del año 650, Bacauda consagró la actual Iglesia de San Juan Bautista a la Virgen María, dejando como testimonio la citada piedra conmemorativa9. Esta pieza de altar es un testimonio realmente valioso, ya no solo para la historia de la villa de Cabra, sino para la evolución del Cristianismo en Córdoba, al

5 ALBORNOZ Y PORTOCARRERO, N., Historia de la ciudad de Cabra, Madrid 1909, p. 53. 6 GÓMEZ BRAVO, J., o.c., p. 77. 7 La traducción podría ser: “Este es un altar santo del Señor. Yo, Bacauda, Obispo de

Cabra, dedico en fin esta iglesia consagrada a Santa María. Fue consagrada esta Iglesia de Santa María a los 30 de mayo en la era de 688 (año de Cristo 650). Fundola el muy alto, por la devoción de Eulalia, y de su hijo Paulo, monje”, en ALBORNOZ Y PORTOCARRERO, N., o.c., pp. 278-79.

8 GÓMEZ BRAVO, J., o.c., p. 80. 9 ALBORNOZ Y PORTOCARRERO, N., o.c., p. 54.

Page 4: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

JUAN LUQUE CARRILLO

284

tratarse de la primera y más antigua pieza devocional a la Virgen María que conserva toda la diócesis cordobesa. Ciertamente, este ara está informando de la construcción de una basílica dedicada a María, lo que permite hacernos una idea de la importancia y el valor que llegaron a tener los textos conciliares en el desarrollo de la religiosidad del pueblo egabrense.

Para cerrar este primer bloque de la fe mariana egabrense en época visigótica, hemos de hacer referencia al testimonio de Constantino, Obispo de Aegabro, sucesor de Gratino10, quien asiste al Concilio XV de Toledo del año 688, y reafirma que

“Jesús es nacido del Padre antes de todos los siglos, según la divinidad, pero en los últimos días, hombre por nosotros y por nuestra salvación de María Virgen; Madre de Dios, según la Humanidad”11.

La invasión árabe en el año 711, con todo el período de dominación

islámica, producirá un cierto vacío sobre el conocimiento de la vida cristiana de los fieles egabrenses a lo largo de estas siete centurias de dominio musulmán. No obstante, el ejemplo de San Rodrigo, sacerdote egabrense martirizado durante el emirato de Abd al-Rahmán II (822-852), es uno de los muy pocos casos que conocemos con veracidad, y que confirma la pervivencia de la religión cristiana en esta sede episcopal del sur de Córdoba12.

Tras el largo y difícil período de dominación islámica, llegamos al siglo XIII,

la centuria de las grandes conquistas cristianas en Andalucía13, y nuevamente volvemos a encontrar otros testimonios populares de la fe mariana en la sede episcopal de Aegrabro. Concretamente, la conquista de Cabra tendrá lugar en el año 1240. Una vez que Fernando III recupera la Villa, en favor de la corona castellano-leonesa, lo primero que se hizo en el pueblo fue construir una iglesia, aprovechando el espacio de la antigua mezquita que en su día se utilizó para la oración de la comunidad musulmana establecida en Aegabro. Este templo cristiano que se erige en estos primeros momentos de la Reconquista es dedicado a la Virgen María, y actualmente se corresponde con la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y los Ángeles14.

10 Ídem. p. 81. 11 Ídem. p. 54. 12 Ídem. pp. 60-61. 13 Solo el Reino Nazarí de Granada (que en ese momento comprendía parte de las

provincias de Córdoba, Sevilla, Jaén, Murcia y Cádiz, y la totalidad de Almería, Málaga y Granada) seguirá bajo dominio musulmán, hasta el año 1492 en que los Reyes Católicos derrotarán al rey nazarí Boabdil.

14 VEGA MURILLO Y AGUILAR, J. de la, Historia y Antigüedades de la Nobilísima Ciudad de Aegabra, hoy Villa de Cabra, Cabra 2000, p. 180.

Page 5: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

LA IMPORTANCIA DE LAS ADVOCACIONES MARIANAS DE GLORIA…

285

Muy interesante es la década de 1340, ya que en ella aparece, por primera vez, la presencia de la devoción de los egabrenses a Nuestra Señora de la Sierra, según un texto fechado hacia 1347 donde se recoge de manera muy explícita:

“El monte (la sierra) que dicen Robredo de Santa María es bueno de oso, et de puerco en todo tiempo. Et es la vocería desde el Torrejón hasta la Zahurdas de Johan Ponce. Et es el armada en el Alcantarielli, et en el arroyo, que dicen de Santa María”15.

Con esta última aportación, cerramos este breve repaso sobre los testimonios

que dan fe de la religiosidad popular de los habitantes de Aegabro a la Virgen María, y pasamos a continuación a analizar otros matices sobre la tradición devocional de, ahora sí, Santa María de la Sierra. II. LA ADVOCACIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE LA SIERRA: ORIGEN

DE UNA LEYENDA

Según cuenta la tradición, en los inicios del Cristianismo -en pleno siglo I-, San Hesiquio, uno de los siete varones apostólicos ordenado obispo por San Pablo y San Pedro16, llega a la Península Ibérica para dar testimonio de la fe cristiana e intentar llevar el mensaje de Cristo hasta el más perdido rincón de nuestra geografía española. A su llegada a la Diócesis de Aegabro, Hesiquio fue recibido por sus habitantes con gran entusiasmo, y su mensaje fue acatado con gran rigurosidad y respeto. Será en este momento cuando el Santo done a la comunidad cristiana egabrense una talla de la Santísima Virgen María que él había recibido del propio San Pablo, y que según mantiene la tradición fue tallada por el evangelista San Lucas17.

Esta imagen de Nuestra Señora fue recibida por los cristianos egabrenses con gran alegría, ilusión y responsabilidad a la vez, hasta tal punto que llegaron a construirle, para su veneración y culto, una pequeña iglesia, sobre los restos de un antiguo templo dedicado a la diosa Fortuna. Esta primitiva efigie de la Virgen María, con el paso del tiempo se acabaría convirtiendo en la actual Virgen de la Sierra, patrona y alcaldesa perpetua de Cabra. De este modo, como bien apunta el Presbítero Sr. Pedroza y García, vemos cómo la presencia de la Virgen de la Sierra va a estar presente ya desde las primeras

15 ALBORNOZ Y PORTOCARRERO, N., o.c., p. 87. 16 Los otros seis varones apostólicos fueron Torcuato, Tesifonte, Indalecio, Segundo,

Eufrasio y Cecilio. 17 No podemos olvidar en ningún momento que éste es un dato lleno de carácter

legendario y piadoso, fruto de la religiosidad popular del pueblo; científicamente está demostrado que este dato es insostenible.

Page 6: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

JUAN LUQUE CARRILLO

286

páginas de la historia de la villa de Cabra, dando respuesta a la religiosidad popular del pueblo, aunque sí es cierto que la advocación de Nuestra Señora de la Sierra como tal, surgirá algún tiempo después18.

Muy importante para el estudio y evolución de la religiosidad popular egabrense será la presencia de Arcesindo, el décimo obispo en ocupar la sede episcopal de Aegabro19, ya que todo apunta a que él será el responsable de la ocultación de la sagrada imagen de la Virgen María, que había donado Hesiquio, en una cueva de la sierra del pueblo20, para así protegerla ante la invasión musulmana21. Desde un punto de vista histórico, hemos de recordar cómo esta invasión musulmana se produjo en el año 711, en la denominada Batalla de Guadalete, en la cual la monarquía visigoda, con su último rey -Don Rodrigo-, cayó en manos del Islam.

Concretamente, esta ocultación de la Santísima imagen de Nuestra

Señora se llevó a cabo en la madrugada del día 11 de noviembre del año 714, como bien apunta Narciso García Montero y Pelayo, en sus escritos pertenecientes a la fundación de la villa de Cabra, y será descubierta en el año 1237.22 Es decir, durante 523 años estuvo la sagrada imagen escondida, y a la vez custodiada, en el interior de la cueva, como si se tratara de una preciosa perla escondida en una vasta concha.

Una vez que ha concluido el período de dominación islámica, Cabra será

conquistada por el Rey San Fernando en el año 1240, e inmediatamente hemos de situar el hallazgo de la imagen mariana en la sierra egabrense, la que había ocultado Arcesindo, a raíz del comunicado de un humilde pastor de la sierra, cuya identidad evidentemente se desconoce, que juraba haber encontrado una imagen de Nuestra Señora escondida en una pequeña cueva23.

Ante tal anuncio, el Rey San Fernando dará la orden de ir al lugar expresado

por el pastor para comprobar si era cierto dicho hallazgo. Así pues, acompañado de su comitiva, el venerable obispo, el clero local y multitud de fieles, Fernando III parte hacia la cueva donde el pastor juró hallar la imagen mariana.

18 ALBORNOZ Y PORTOCARRERO, N., o.c., pp. 48-49. 19 GÓMEZ BRAVO, J., o.c., p. 81. 20 Geográficamente, las sierras de Cabra forman parte del singular y emblemático Parque Natural

de las Sierras Subbéticas, situado al sur de la provincia de Córdoba. También forman parte de este Parque Natural los municipios, todos cordobeses, de Almedinilla, Benamejí, Carcabuey, Doña Mencía, Encinas Reales, Fuente Tójar, Iznájar, Lucena, Luque, Palenciana, Priego de Córdoba, Rute y Zuheros.

21 GÓMEZ BRAVO, J., o.c., p. 55. 22 GARCÍA MONTERO Y PELAYO, N., Fundación o Historia de la Antigüedad de la

ciudad de Cabra, Cabra 2004, pp. 53-55. 23 ALBORNOZ Y PORTOCARRERO, N., o.c., p. 86.

Page 7: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

LA IMPORTANCIA DE LAS ADVOCACIONES MARIANAS DE GLORIA…

287

Al llegar a la cueva, en lo más alto del Picacho de la Sierra de Cabra, el pastor se adelantó y extrajo de la gruta la deseada imagen mariana, imagen que fue recibida por todos los presentes con gran gozo y alegría. Fue entonces cuando Fernando III ordenó sacar la imagen de su gruta y depositarla en un templo adecuado, para que los cristianos pudieran contemplarla y venerarla con mayor facilidad.

Evidentemente, este deseo del monarca se llevó a cabo, a pesar de los

muchos problemas que surgieron al intentar trasladar la imagen de la gruta a la iglesia que se acababa de consagrar en el pueblo sobre la antigua mezquita. Como si se tratase de un deseo divino superior, resultó realmente imposible bajar al pueblo con la imagen. En la bajada iban surgiendo numerosos problemas que impedían llegar a la Villa. Estaba claro, era una manifestación de Nuestra Señora, la cual no quería abandonar esa cueva -o al menos la sierra-, que le sirvió de cobijo durante los cinco siglos de dominación islámica. De alguna manera, ésta se había convertido en su templo, y su deseo era ahora permanecer en aquellas montañas. Sabiamente, el Obispo intuyó lo que ocurría, y fue entonces cuando ordenó que se suspendiera la ejecución; la Virgen no podía ser extraída de aquella sierra que, durante siglos, la salvó y protegió de los musulmanes24.

Realmente, el deseo divino era erigir un templo dedicado a la hallada imagen,

en lo más alto de toda la montaña, en el encumbrado monte, cerca del lugar exacto de la gruta donde fue encontrada la imagen de Nuestra Señora. Tras el fallido intento de levantar un primer santuario a la imagen en el lugar que llaman de la Viñuela, se inician las obras de construcción del actual Santuario, justo en lo más alto de toda la sierra egabrense.

Concluidas las obras del Santuario, mandó el Obispo se le diese a la Santa

Imagen la advocación de Nuestra Señora de la Sierra, pues era normal que tras haber estado encerrada y oculta la imagen en lo más profundo de sus entrañas durante siglos, por un mínimo de respeto, llevase esa pequeña connotación en su advocación, en recuerdo a esa romántica y conmovedora historia que el pueblo de Cabra aún hoy en día sostiene en todo momento como identidad de su religiosidad popular25.

Hasta ahora, todo lo señalado son datos que hemos de entenderlos como

simples manifestaciones de la devoción religiosa popular del pueblo egabrense. Se trata de la religiosidad popular de un pueblo y, a pesar de su gran carga legendaria, no debemos olvidar que los datos realmente verídicos vienen documentándose a partir del año 1240 en que tiene lugar la Reconquista de la Villa.

24 GARCÍA MONTERO Y PELAYO, N., o.c., p. 54. 25 Ídem. p. 56.

Page 8: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

JUAN LUQUE CARRILLO

288

III. EL SANTUARIO, MÁXIMA EXPRESIÓN DE LA DEVOCIÓN POPULAR A NUESTRA SEÑORA DE LA SIERRA

Levantado a 1.217 metros sobre el nivel del mar, el Santuario de Nuestra

Señora de la Sierra se ubica en pleno Parque Natural de la Subbética cordobesa, en el Picacho de la Sierra de Cabra, en el denominado “Balcón de Andalucía”, llamado así por la espectacular e inconfundible panorámica que ofrece al visitante, llegando a alcanzar parte de la Cordillera Bética, de Sierra Morena y de la Depresión del Guadalquivir26. En este lugar singular, único, se construyó el santuario, el lugar de encuentro y confluencia, donde la piedad popular de la comunidad cristiana expresa su amor a la Virgen María, la cual es considerada el santuario vivo del Verbo de Dios -Cristo-, el arca de la alianza nueva y eterna. Con estas premisas se erige el santuario, dedicado a la Santísima Madre de Dios, María de la Sierra.

Elemento esencial y significativo del santuario es el atractivo que éste

ejerce sobre los fieles, que tendrán como meta la peregrinación para acercarse a María. La visita al santuario es una muestra de la devoción mariana por parte de los fieles que, atraídos por la presencia de María y deseosos de conectar espiritualmente con la Madre, caminan con el objetivo de convertirse en verdaderos hijos de Dios y alcanzar la plenitud de Nuestro Señor Jesucristo, por mediación de la Santísima Virgen María. El peregrino, al caminar, practica la penitencia. Su objetivo será llegar al santuario, donde recibirá la absolución y sus pecados quedarán perdonados27.

Centrándonos ya en el estudio de nuestro Santuario de María Santísima de la Sierra, hay que destacar cómo a pesar de haber datos fehacientes que nos informan de la existencia del Santuario ya en el siglo XVI, lo cierto es que se trata de un templo que ha sido reconstruido sucesivamente a lo largo del tiempo; sin ir más lejos, la última gran intervención la tenemos en el año 1978-7928.

Aunque su origen no está nada claro -no se conoce la fecha exacta de la

construcción de la iglesia-, lo que sí podemos afirmar con total seguridad es que se trata de un templo levantado tras la Reconquista, y teniendo en cuenta la fecha de este acontecimiento, 1240 (en el caso de Cabra), podemos fechar el Santuario en la segunda mitad del siglo XIII.

No obstante, en el año 1591, bajo la dirección del maestro albañil Miguel

Sánchez Villodres, se decide reconstruir el Santuario, para frenar su amenazante

26 VARIOS, Guía histórica de Cabra, Cabra 1999, p. 218. 27 VARIOS, Cabra y su Patrona, Cabra 1997, pp. 115-17. 28 Ídem. p. 136.

Page 9: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

LA IMPORTANCIA DE LAS ADVOCACIONES MARIANAS DE GLORIA…

289

estado de ruina29. A la primitiva iglesia del siglo XIII, reconstruida en su totalidad, se le añade ahora una serie de dependencias anejas, alrededor del patio que antecede al templo, dependencias que, en su momento, fueron construidas precisamente con el fin de ser utilizadas como hospedería para los numerosos peregrinos que acudían incesantemente a venerar la imagen de Nuestra Señora de la Sierra30.

Ahora bien, si analizamos el templo desde un punto de vista propiamente

artístico, hemos de destacar cómo se trata de una iglesia de una sola nave, cubierta con una bóveda de cañón, decorada con lunetos, y una pequeña bóveda rebajada sobre pechinas en la zona correspondiente a la cabecera31.

El retablo mayor, muy estudiado por la profesora Mª Ángeles Raya Raya, constituye sin duda una de las piezas más destacadas y singulares de toda la retablística cordobesa del siglo XVII. Aunque se conocen pocos datos acerca de su construcción, sabemos que es comenzado en torno a 1691 por el arquitecto Melchor de Aguirre32. En el camarín central, aparece la venerada imagen de Nuestra Señora de la Sierra33. Se trata de un camarín marmóreo, con aplicaciones en bronce, proyectado en 1927 por el arquitecto italiano Enrique Daverio Bara, autor también de la peana de mármol que sirve de apoyo a la imagen34.

En el lado del Evangelio, coincidiendo con la zona del crucero, encontramos el Retablo de Santa Ana, una sencilla muestra del buen hacer de los maestros cordobeses del siglo XVIII. Se trata de un retablo de madera tallada, dorada y policromada, con llamativos tonos verdes y rojos, obra del maestro prieguense Francisco Javier Pedrajas (1736-1811), maestro que trabajará en Cabra durante todo el último tercio del siglo XVIII. Lo cierto es que aunque no conocemos con exactitud la fecha de construcción del retablo, este dato nos permite establecer una cronología aproximada sobre tal máquina; a falta de conocer el año concreto de su elaboración, podemos afirmar que se trata de un retablo de finales del siglo XVIII, momento de la centuria en que el artista se encuentra asentado en Cabra. La Santa Ana titular es una elegante talla de tamaño natural, realizada en 1742 por el escultor, también prieguense, Cecilio Antonio Franco

29 En este sentido, tenemos el testimonio de Pedro del Castillo, cantero y vecino de la villa, quien en 1591 se halla labrando la piedra “ques nezesaria para hazer de nuevo la capilla de la dicha hermita”.

30 VARIOS, Catálogo artístico y monumental de la Provincia de Córdoba, Córdoba 1983, t. 2, p. 123.

31 VARIOS, Guía Artística de Córdoba y su provincia, Córdoba 2006, pp. 463-64. 32 RAYA RAYA, Mª Á., El retablo barroco cordobés, Córdoba 1987, p. 397. 33 Este camarín fue costeado por la Excelentísima Señora Doña Carmen Giménez Flores,

Vizcondesa de Termens. 34 VARIOS, Guía…, o.c., p. 218.

Page 10: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

JUAN LUQUE CARRILLO

290

Roldán (1706-1780)35, cuyo estilo, sobre todo por el tipo de policromía mate que presenta, puede encuadrarse dentro de la estética de la escuela granadina del siglo XVIII36.

Ciertamente, se trata de un retablo muy restaurado a lo largo de su historia,

cuya última intervención, efectuada por el escultor Manuel Ávila Valverde, data de finales del siglo pasado, años 1992-94. Del mismo modo, la talla de Santa Ana también ha sido sometida a varias restauraciones, siendo la más reciente la que realiza en el año 1994 el escultor cordobés Miguel Arjona37.

Frente a este Retablo de Santa Ana, vemos la talla de San Fernando, una

imagen de tamaño algo mayor del natural, donde el monarca aparece portando dos de sus atributos iconográficos más destacados, como son la espada, en alusión a su faceta de rey guerrero, y la bola del mundo, por su importancia en el marco de la Reconquista y unificación territorial de la Península.

Finalmente, vemos en el lado de la Epístola la moderna imagen del llamado

Cristo del Picacho, una singular obra del citado escultor cordobés Miguel Arjona, fechada en 1980. Se trata de un crucificado de cuatro clavos que curiosamente muestra su color natural de la madera38. La incorporación de esta pieza de los últimos años del siglo XX evidencia la preocupación de la Archicofradía de Nuestra Señora de la Sierra por mantener vivo el fervor mariano junto al culto a su Hijo. IV. LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE LA SIERRA: TALLA

MEDIEVAL ADAPTADA A LAS MODAS DEL MOMENTO

Hemos dejado para el final el estudio de la titular de la ermita, pieza sumamente peculiar que participa, al igual que otras advocaciones andaluzas, de la leyenda y la tradición popular, siendo este un rasgo que, como veremos a continuación, dificultará enormemente el estudio de la imagen. Como ocurre con la mayoría de las advocaciones marianas, el ejemplo de Nuestra Señora de la Sierra va a suponer, en el caso concreto de Cabra, un pilar básico para entender y valorar la evolución de la religiosidad popular de este pueblo del sur de la provincia de Córdoba. Su importancia, ya no a nivel egabrense, sino dentro de toda la zona de la Subbética, va a ser realmente excepcional, incomparable con cualquier otra imagen mariana de la región.

35 VARIOS, Catálogo…, o.c., p. 124. 36 Frente a la tendencia granadina de utilizar policromías mates, la escuela sevillana del

Setecientos destacará, en la mayoría de los casos, por el empleo de policromías brillantes. 37 VARIOS, Catálogo…, o.c., p. 219. 38 Ídem. p. 220.

Page 11: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

LA IMPORTANCIA DE LAS ADVOCACIONES MARIANAS DE GLORIA…

291

En este sentido, vemos cómo su importancia se hace aún mayor si tenemos en cuenta que Andalucía, y muy en concreto toda esta zona de la Subbética, va a rendir un especial culto a la figura de María. Como dato curioso, destacaremos cómo los catorce pueblos que conforman esta comarca van a tener como patrona siempre a una imagen mariana; en cambio, el patrón podrá ser o bien el propio Cristo, en cualquiera de sus numerosas advocaciones, véase el caso de la localidad de Encinas Reales (Nuestro Padre Jesús de las Penas), o bien un santo masculino, como vemos en el pueblo de Luque (San Bartolomé). Vemos pues cómo la religiosidad popular de muchos pueblos andaluces se expresa a través de las diversas advocaciones marianas, dentro de las cuales serán las de gloria las que gocen de un mayor arraigo y carácter popular, frente a las dolorosas.

Teniendo en cuenta los testimonios que nos han llegado, vamos a tratar de

acercarnos a la imagen desde una perspectiva actual, analizando las características que la escultura presenta, y valorando las intervenciones que a lo largo del tiempo se han llevado a cabo. Debido a su antigüedad, a los problemas ocasionados por la carcoma a lo largo de su existencia, y sobre todo, a las numerosas mutilaciones que ha sufrido, la imagen nos ha llegado bastante dañada y alterada con respecto a su forma original39.

Ahora bien, si nos atenemos al análisis histórico-artístico de la imagen,

tendríamos que destacar, en primer lugar, su antigüedad, ya que es una de las piezas artísticas más vetustas que conserva la Diócesis de Córdoba. Se trata de una talla completa realizada en madera de álamo policromada, de tamaño algo menor que el natural, representada de pie, con postura hierática, frontal, cabeza oval, con corona tallada, rostro poco expresivo, boca pequeña, nariz recta y fina, y ojos grandes de color azul verdoso. En el cuello, exhibe una gruesa gargantilla, también policromada, sobre la que reposaría -en su lado derecho-, la cabeza del Niño Jesús, sostenido por el brazo izquierdo de la Madre40. Viste su cuerpo con túnica roja y manto azul ceñido a la cintura, pierna ligeramente flexionada y pliegues que caen dejando ver uno de los pies, calzado con un curioso escarpín. En su parte inferior trasera, muestra la talla una pequeña cavidad, no excesivamente profunda41.

39 Según los datos proporcionados por el citado escultor cordobés Miguel Arjona Navarro, el mismo que restauró la imagen en el año 1978, antes de ser sometida al proceso de restauración, la talla se hallaba cubierta con un velo sobre la cabeza, tocada con una corana de madera dorada. Estos elementos evidentemente corresponden a esas transformaciones que se le han ido efectuando a la imagen durante la Edad Moderna para adaptarla a los gustos de cada momento, con el fin de ataviarla según la moda de cada época.

40 Desconocemos cuando fue mutilada, al serle arrebatado el Niño, que presumiblemente formaba una pieza con la Madre.

41 No conocemos el porqué de esta oquedad, una de las hipótesis sería que pudo haber sido pensada para aligerar el peso a la imagen. Pero por otro lado, existe otra teoría, que es la

Page 12: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

JUAN LUQUE CARRILLO

292

Centrándonos en la imagen que hemos comentado, tenemos que señalar que es una obra cuyas características formales e iconográficas encajan dentro de la imaginería andaluza, y más concretamente cordobesa, de mediados del siglo XIV42. En este sentido se manifiestan los autores del Catálogo Artístico y Monumental de la Provincia de Córdoba, quienes clasifican la escultura como obra del siglo XIV, sin especificar tercio o algún otro dato cronológico43. Por su parte los autores de la Guía Artística de Córdoba y su Provincia, fechan la imagen en el último cuarto del siglo XIV44.

Por otro lado, desde un punto de vista iconográfico, la imagen de Nuestra

Señora de la Sierra de Cabra responde a la tipología iconográfica de Virgen Conductora de su Hijo; muy realista y asequible a toda comprensión, va a mostrar esa actitud rigurosamente frontal, sin apenas expresión en el rostro, con un acusado hieratismo, tal y como hemos destacado, y que aparece oculta por la gala de sus vestidos. No obstante, a pesar de su inexpresividad, ésta será una virgen de gran solemnidad, muy similar en este sentido a la denominada kyriotissa o Panagia Nikopoia, también típica del mundo oriental, que aparece sosteniendo al Niño Jesús en sus manos45.

En su obra de 1668 Historia y Antigüedades de la Nobilísima Ciudad Aegabra

y Villa de Cabra, el Doctor Juan de la Vega Murillo describe la imagen de Nuestra Señora de la Sierra de la siguiente manera:

“Tiene la Santísima Imagen hasta seis palmos en su estatura, el rostro es hermosísimo y por extremo induce una devoción respetuosa y un agrado admirable. Los ojos tiran algo azules, el color muy blanco, perfectísimas las demás facciones y toda un cielo favorable a los que devotamente la invocan”

46.

No menos interesante resulta la descripción hecha por el cronista egabrense de mediados del siglo XVIII Narciso García Montero Pelayo, el cual se refiere a la imagen de Nuestra Señora de la Sierra con las siguientes palabras:

que está siendo más aceptada, sobre todo a raíz de las últimas investigaciones, según la cual este hueco fue empleado para guardar algún tipo de reliquias, costumbre muy generalizada durante la Edad Media. Según esta teoría, nos encontraríamos ante una imagen-relicario, de un gran carácter sagrado, ya que de alguna manera se va a convertir ésta en una pieza sagrada, donde se depositará la reliquia de algún mártir o cualquier otro objeto digno de veneración por parte de los fieles.

42 VARIOS, El arte de la Reconquista cristiana, Sevilla 1990, t. 3, pp. 297-298. 43 VARIOS, Catálogo…, o.c., p. 124. 44 VARIOS, Guía…, o.c., p. 463-64. 45 REAU, L., Iconografía del arte cristiano. Iconografía de la Biblia. Nuevo Testamento,

Barcelona 1996, t. 1, pp. 100-101. 46 VEGA MURILLO Y AGUILAR, Juan de la, o.c., p. 212.

Page 13: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

LA IMPORTANCIA DE LAS ADVOCACIONES MARIANAS DE GLORIA…

293

“La estatura de esta Imagen es algo menos que la natural. Es de rostro aguileño, frente espaciosa y serena, nariz pulida, boca muy pequeña y perfecta, ojos azules, o garzos pintados, que parecen mirar con repente, pero alagueña y con agrado. El color de su rostro es blanco en extremo y algo sonrosado; la barba, pequeña y muy graciosa; las manos pequeñas y del mismo color del rostro y garganta, y todos sus miembros muy proporcionados y conformes entre sí. Su vista infunde un gran respeto y veneración, pues parece que la envuelve un no sé qué de misterio y sagrado que dispone santamente el ánimo e inspira al que la contempla los más elevados y celestiales pensamientos”47.

V. LA IMAGEN ACTUAL: LA UNIÓN DE LA DOCTRINA MARIOLÓGICA CON LAS AURAS POPULARES

Actualmente, la imagen que contemplamos de María de la Sierra no tiene

nada que ver con la escultura medieval, ya que ésta queda oculta bajo las vestiduras que la adornan. Este cambio estético ha introducido unas manos que no corresponde al estilo de la imagen original sino que son posteriores, se trata de piezas talladas en madera y policromadas, que responden a la estética del barroco. El actual Niño que la Virgen sostiene en sus manos no es el original, no corresponde a la misma cronología que la imagen mariana. Se trata de una obra posterior, una talla policromada de estilo barroco, fechada en el siglo XVII, donde se representa al Niño Jesús como Divino Infante, el Niño Redentor que, ataviado con sus mejores galas -ocultándose del mismo modo su talla-, aparece con su mano derecha alzada, en actitud de bendecir, mientras que con la izquierda sostiene el cetro real, en alusión al cargo que desempeña la Virgen como Alcaldesa Perpetua de Cabra.

Desde un punto de vista estilístico, se trata de un niño de elegantes

proporciones, con un rostro mucho más expresivo y cercano que el de la Madre, resulta evidente la evolución estilística entre ambas figuras, y con ese característico cabello rizado y agolpado en bucles que ha conducido al profesor Villar Movellán a atribuirlo a la escuela hispalense de la segunda mitad del XVII48. La mirada del Niño es dulce, dirigida hacia el cielo, con una expresión mística y gran carácter espiritual. Se trata de una talla que se mostrará siempre ataviada con ricas vestimentas que, en la mayoría de los casos, dependiendo del tiempo litúrgico o la festividad a celebrar, va a ir vestido a juego con las indumentarias de la Madre.

47 GARCÍA MONTERO Y PELAYO, N., o.c., p. 54. 48 VARIOS, Guía…, o.c., p. 464.

Page 14: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

JUAN LUQUE CARRILLO

294

Para concluir, en cuanto a la apariencia que adopta la imagen tras ser revestida en la época barroca, nos quedamos con la opinión del profesor egabrense Salvador Guzmán Moral:

“Las formas del vestir que actualmente luce la Virgen de la Sierra fue de uso común para estas imágenes en el último cuarto del siglo XVI. Se trata de un traje de gran dama a la moda española de aquella época. La moda femenina de fines del XVI y principios del XVII consistía en un vestido de líneas sencillas y elegantes, compuesto de basquiña o falda acampanada de amplio vuelo, que a tenor de los gustos de entonces no debía tener ni el más pequeño pliegue o arruga. El busto se cubría con el jubón o corpiño, de cerrado escote y alto cuello, terminado con gorera de finos encajes. Las mangas del jubón se ajustaban al brazo, con puños o vuelillos del mismo encaje. La cabeza que se cubre con una toca y se adorna en torno al rostro con una fina puntilla de encajes, con el paso del tiempo se ensanchará y enriquecerá con oro y orfebrería, creando el rostrillo que ahora conocemos”

49.

Palabras que reflejan muy bien el valor de la imagen y su adecuación a los tiempos.

49 VARIOS, Guía…, o.c., p. 219.

Page 15: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

LA IMPORTANCIA DE LAS ADVOCACIONES MARIANAS DE GLORIA…

295

1. Exterior del Santuario.

Page 16: La importancia de las advocaciones marianas de gloria en ... · La importancia de las advocaciones marianas de gloria en la religiosidad popular andaluza: culto y veneración en Cabra

JUAN LUQUE CARRILLO

296

2. Subida al Santuario, año 2004.

3. Imagen de la Virgen. Talla.