DE CRISTBAL COLN
A FIDEL CASTRO
El Caribe frontera imperial
Juan Bosch
Juan Bosch, 1970.
Por la presente edicin: SARPE, 1985.
Pedro Teixeira, 8. 28020 Madrid.
Depsito legal: M. 32.309-1985.
ISBN: 84-7291-912-9 (tomo 40. )
ISBN: 84-7291-736-6 (obra completa).
Impreso en Espaa-Printed n Spain.
Imprime: Grficas Futura, Sdad. Coop. Ltda.
Villafranca del Bierzo, 21-23.
Pol. Ind. Cobo Calleja. Fuenlabrada (Madrid).
En portada: Fidel Castro en una alocucin pblica.
Indice
Unas palabras del autor
Captulo I: Una frontera de cinco siglos
Captulo II: El escenario de la frontera
Captulo III: Indios y espaoles en los primeros aos de la frontera imperial
Captulo IV: La conquista del Caribe entre 1508 y 1526
Captulo V: La conquista entre 1526 y 1584
Captulo VI: Sublevaciones de indios, africanos y espaoles en el siglo XVI
Captulo VII: Las guerras de Espaa en el siglo XVI
Captulo VIII: Contrabandistas, bucaneros y filibusteros
Captulo IX: El siglo de la desmembracin
Captulo X: El tiempo del espanto
Captulo XI: intermedio europeo
Captulo XII: El Caribe hasta la paz de Utrecht
Captulo XIII: Las guerras en el Caribe hasta la paz de Pars (1763)
Captulo XIV: La revolucin norteamericana y sus resultados en el Caribe
Captulo XV: La revolucin francesa y su proyeccin en el Caribe
Captulo XVI: El tiempo de la libertad
Captulo XVII: Nacimiento de la repblica de Hait
Captulo XVIII: En los umbrales de la gran conmocin
Captulo XIX: La guerra social venezolana
Captulo XX: La independencia de los territorios espaoles
Captulo XXI: 1821-1851. Los aos de reajuste
Captulo XXII: Los aos de los episodios increbles (1855-1861)
Captulo XXIII: Las luchas por la independencia de Cuba (1868-1898)
Captulo XXIV: El siglo del imperio norteamericano
Captulo XXV: Los aos de las balas y de los dlares
Captulo XXVI: Fidel Castro o la nueva etapa histrica del Caribe
EL CARIBE, FRONTERA IMPERIAL
Juan Bosch
Aparte de su actividad poltica, Juan Bosch ha sido conferenciante y profesor
invitado en numerosas universidades europeas y americanas. Pero el ex presidente
de la Repblica Dominicana aparece tambin, y por derecho propio, en todas las
antologas de la literatura americana como uno de sus ms grandes narradores. Su
libro Cuentos escritos en el exilio es un exponente extraordinario duro,
punzante, agresivo y de una armona increble de la perfeccin de un estilo.
El historiador ha sido traducido a numerosas lenguas por sus biografas la de
David, el rey de Israel, es una obra clsica en lengua inglesa o por sus ensayos,
varias veces editados en diversos pases. Entre sus obras historiogrficas destacan,
adems del gran xito literario de El Pentagonismo, sustituto del imperialismo
(publicado en 1968), De Cristbal Coln a Fidel Castro (El Caribe, frontera
imperial) y dos ensayos titulados Ecumenismo y mundo joven e Iglesia, sectas y
nuevos cultos. De Cristbal Coln a Fidel Castro Caribe, frontera imperial .En
esta obra, toda la experiencia del poltico, del narrador, del hombre libre, del
viajero, del gran exiliado, coinciden para expresar y retratar, en una especie de
historia vivida y contemplada, la dramtica, impresionante y fascinante biografa
de un mundo: Amrica. La Amrica De Cristbal Coln a Fidel Castro. El poltico,
el socilogo, el economista, el estadista y, por encima de todo, el hombre que ama
a su tierra se vierte, se desparrama con infinito amor sobre los problemas, sobre la
vida que le rodea y los comenta, los estudia y nos deja constancia de todo su afn.
Pero Juan Bosch, que ha sido protagonista de la historia, que ha visto de cerca
las cosas, aade un subttulo definitorio de su libro: El Caribe, frontera imperial.
No creemos que exista nadie, ahora, que pueda explicar mejor que Juan Bosch esa
enorme crisis, esa enorme lucha por la libertad.
La Editorial Sarpe se siente orgullosa de publicar este documento de tan
excepcional testigo.
EL CARIBE, DESDE COLN HASTA NUESTROS DAS
Los Antecedentes
El objetivo esencial de la poca de los grandes descubrimientos geogrficos, el
final de la Baja Edad Media y los comienzos de la poca Moderna, consisti en
llegar a la India. Los pueblos de la Pennsula Ibrica, Espaa y Portugal, se
colocaron resueltamente a la cabeza del movimiento, sintetizando las siguientes
experiencias: la tradicin mediterrnea de la cartografa mallorquina y las
exploraciones de portugueses, andaluces y castellanos por el Atlntico. Portugal se
lanz a la empresa de la India por la ruta del Este periplo africano, coronado en
1486 por Bartolomeu Das, descubridor del cabo de Buena Esperanza; llegada de la
flota de Vasco de Gama a la India en 1498-. Espaa Coln lo hizo por la
ruta del Oeste, lo que en definitiva implic el hallazgo del continente americano y
del ocano Pacfico, elementos que se interponen entre el Atlntico y la costa
asitica.
Quiso realmente Coln llegar a la india, a Asia, por Occidente, basndose en
los conocimientos de la poca, que consideraban ms corto el camino de la
navegacin siempre hacia el Oeste? En ello consistira el error cientfico de Coln,
esplndidamente compensado por el descubrimiento de Amrica. Este
acontecimiento, desarrollado bajo la tutela de los Reyes Catlicos, tena su
precedente en la actividad marinera de la costa suroccidental de la Pennsula
Ibrica, desde Lisboa hasta Cdiz. Dicho territorio conoci, desde fines del siglo
XIV, una infatigable actividad, ligada, sin duda, a su propia posicin geogrfica y a
la posibilidad de que las expediciones que de ellas partieran encontraran el soplo
favorable de los vientos alisios. Hitos de esa expansin martima, en la que
Portugal desempe un papel rector destacando el rey Enrique el Navegante y la
escuela de Sagres fueron el descubrimiento de las islas atlnticas (Canarias,
Madeira, Azores) y los progresos por la costa occidental de frica. El tratado de
Alcaoba de 1479 sancion la supremaca de Portugal, reservndole prcticamente
frica, si bien se reconoca a Castilla el dominio de Canarias y una puerta en el
litoral sahariano, limitada al norte por el reino de Fez y al sur por el cabo Bojador.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que la exportacin de lanas a los
Pases Bajos y la bsqueda de mercados en las costas africanas o las Canarias
proporcionaron al Reino de Castilla una madurez marinera capaz de responder a la
empresa que se avecinaba. La carabela, por ejemplo, navo tpicamente ocenico,
ligero y slido a un tiempo, especialmente apto para travesas largas y difciles, era
un elemento imprescindible para la aventura descubridora. Por todo ello, si desde
el siglo XI el pas mejor situado de Europa para la comunicacin martima con
Amrica es la Gran Bretaa, en los siglos XV y siguientes, en que la navegacin
estaba supeditada drsticamente al rgimen de vientos (la ruta de los alisios), ese
pas, con gran diferencia respecto a los dems, era el Reino de Castilla.
El ao 1492 es una de las fechas clave de la historia de Espaa. En l se
culmina la Reconquista, se logra, al menos tericamente, la unidad religiosa con la
expulsin de los judos y la evangelizacin de los moriscos; escribe Nebrija la
primera gramtica espaola que siempre fue la lengua compaera del Imperio,
dir el propio Nebrija y se descubre un Nuevo Mundo. Dentro del reinado de los
Reyes Catlicos, el ao 1492 es el hito que separa la fase de poltica interior de la
de poltica exterior.
El descubrimiento de Amrica y la ulterior penetracin en aquel continente
constituyen una de las aportaciones ms sustanciales si no la ms de Espaa a
la historia del mundo. Este ao es el que seala el inicio de la fabulosa aventura.
Pero todo aquel conjunto de hechos, desde los viajes iniciales al control de un
espacio de millones de metros cuadrados, distante miles de millas de toda tierra
civilizada, no hubiera sido posible sin la conjuncin de una serie de factores, ya
esbozados. Sin embargo, tambin hay que tener en cuenta lo que significa la
organizacin del Estado "moderno, dotado ya de medios y poderes, por primera
vez en la historia de Espaa, para una empresa de tal envergadura. Amrica fue
descubierta, por azar providencial, en el justo momento en que su conquista,
colonizacin y evangelizacin comenzaban a ser tcnicamente posibles.
La propuesta hecha por Coln a los Reyes Catlicos (afirmaba que navegando
por el oeste se poda hallar un camino ms corto para llegar a las tierras de las
especias) logr finalmente una acogida favorable. Las Capitulaciones de Santa Fe,
firmadas en abril de 1492, estipulaban las condiciones en que iba a basarse el
marino genovs para realizar la empresa de las Indias. El 3 de agosto del mismo
ao partan tres carabelas con un grupo de intrpidos marinos, en su mayora
andaluces. El 12 de octubre, despus de un viaje muy rpido, debido a la
utilizacin de los vientos favorables (alisios), la expedicin toc tierra. Pero, en
vez de llegar a las Indias, como esperaba Coln, se haba puesto pie en un nuevo
mundo, hasta entonces desconocido.
Las grandes expectativas abiertas con motivo de la empresa colombina
quedaron defraudadas de momento, pues no se encontr el oro ni las otras riquezas
que se supona haba en Indias. De todas formas, la gesta tuvo consecuencias
trascendentales para el futuro. El marino genovs muri creyendo que haba
llegado a las Indias, sin sospechar, por tanto, que se trataba de un mundo nuevo.
Los Reyes Catlicos se preocuparon en seguida por obtener las garantas legales
sobre las tierras descubiertas en las Indias. Ello plante, de nuevo, el problema
de las relaciones hispano-portuguesas. La bula Inter Caetera, del papa Alejandro
VI, otorg a los espaoles la posesin de las tierras situadas a cien leguas al oeste
de las Azores o de Cabo Verde (1493). El subsiguiente Tratado de Tordesillas (7
de junio de 1494) ratific la divisin del mundo en dos hemisferios: el oriental,
portugus, y el occidental, espaol. La lnea de demarcacin entre ambos qued
fijada en el meridiano que se hallaba 370 leguas al oeste de las islas Cabo Verde.
El espacio al oeste de dicha lnea se reservaba para Castilla, la cual consigui as
ttulos que legitimaron su dominio sobre las tierras recin descubiertas. Asimismo,
en 1503 se cre la Casa de Contratacin, con sede en Sevilla, cuya finalidad era
centralizar todo el comercio que se realizase con el Nuevo Mundo.
Aparte del viaje del Descubrimiento, Coln realiz otros tres, en el transcurso
de los cuales ampli sus descubrimientos en el mbito antillano Pequeas
Antillas, Jamaica, Puerto Rico, costa oriental de Centroamrica y persisti en su
idea primera de que haba llegado realmente a las Indias. Sin embargo, la evidencia
de que se trataba de tierras bien distintas de las de Asia oriental se impuso a sus
contemporneos. De un lado, el viaje de Vasco de Gama a la India en 1498, y de
otro, los llamados viajes menores de los espaoles por el Caribe y las costas
septentrionales de Amrica del Sur Ojeda, Bastidas, Nicuesa, Vespuccio
acabaron por desvanecer toda duda. El reconocimiento claro del error de Coln se
difundi ya a partir de 1507, en que el cosmgrafo alemn Martin Waldseemller
se refiri, en su Cosmographiae In-troductio, a una quarta pars del mundo, a la que
dio el hombre de Amrica en homenaje al florentino Amerigo Vespuccio. En 1513,
Vasco Nez de Balboa atravesaba el istmo de Panam y descubra el mar del Sur
(ms tarde llamado ocano Pacfico). Inmediatamente comenz la bsqueda de un
paso que comunicara el Atlntico con el Pacfico por el sur de Amrica.
Magallanes lo conseguira en 1520, al descubrir el estrecho de su nombre, cuando
reinaba ya en Espaa Carlos I.
Los Hechos
La Corona inicio rpidamente la colonizacin del Nuevo Mundo, la expedicin
de Nicols de Ovando (1502) marc el comienzo de la poblacin de las Antillas, el
origen del imperio espaol en Amrica y la incorporacin del pueblo hispano a la
tarea colonizadora. Los reyes delegaron los asuntos de Amrica en el Consejo de
Indias, y los colonos espaoles en las Antillas recibieron repartimientos de indios
(institucin parecida a la encomienda medieval castellana), explotaron yacimientos
aurferos y ensayaron el cultivo de la caa de azcar. Los primeros resultados
fueron descorazonadores: la dificultad que entraa todo proceso de culturizacin y
los excesos de los encomenderos motivaron una alarmante despoblacin indgena.
Como nica esperanza surgi el descubrimiento de nuevas tierras, pronto
convertido en realidad con la empresa mexicana de Hernn Corts. La prosperidad
no volvera a las Antillas hasta mucho ms tarde, con la difusin de las
plantaciones azucareras. Los excesos de los colonos suscitaron una esplndida
reaccin humanitaria, a cargo de los dominicos, que el hispanista norteamericano
Lewis Hanke ha calificado de lucha espaola por la justicia en la conquista de
Amrica. El domingo antes de Navidad de 1511, el dominico fray Antonio de
Montesinos predic un sermn revolucionario en la isla Espaola. Comentando el
texto bblico Soy una voz que clama en el desierto, Montesinos dio el primer
grito en nombre de la libertad humana en el Nuevo Mundo, cuyo campen, a partir
de 1515, fue otro dominico antiguo encomendero, que haba renunciado a los
indios por escrpulos morales, fray Bartolom de las Casas. El rey reuni una
Junta de telogos y promulg las llamadas Leyes de Burgos (1512), que
constituyeron el primer intento legal de proteger a los indios.
Muerto Fernando el Catlico, el regente de Castilla, cardenal Cisneros, envi a
las Antillas, en calidad de comisarios, a tres frailes Jernimos, cuyo breve mandato
se caracteriz por la moderacin. Con el nuevo monarca, Carlos I, pueden
considerarse terminados los ensayos para dar paso a una entidad poltica y cultural
nueva: las Indias Espaolas, el primer sistema colonial organizado de la poca
moderna.
Entre el descubrimiento colombino y la sumisin de los incas por Pizarro, que
marc el fin de las grandes conquistas, transcurri menos de medio siglo (1492-
1536). La ms extraordinaria epopeya de la historia humana, la conquista de
Amrica, fue realizada en menos de veinte aos (1519, Corts en Mxico; 1536,
Pizarro en Per). Adems, fue obra de un nmero increblemente corto de
espaoles: la expedicin de Corts constaba de 416 hombres, y slo 170 siguieron
a Pizarro en su avance hasta Cajamarca. La enorme capacidad personal de aquellos
conquistadores y sus acompaantes, su superioridad moral y tcnica, hicieron
posible tal milagro. Econmicamente, los gastos de la expedicin recaan sobre los
propios organizadores, o sea, en su casi totalidad, sobre elementos particulares. No
es exagerado afirmar que la conquista de Amrica le sali gratis al Estado espaol.
Por el contrario, los beneficios que aquellas tierras rindieron al Erario merecen
el calificativo de fabulosos. Efectivamente, el tesoro real tena derecho, segn vieja
tradicin, a un 20 por 100 de los metales preciosos que produjeran las minas del
reino. Y, desde 1540 aproximadamente, con el hallazgo de los casi mticos filones
de Zacatecas y Potos, el Nuevo Mundo comenz a manar oro y plata, hasta el
punto de transformar la estructura econmica del mundo civilizado. Doscientos mil
kilos de oro y diecisiete millones de kilos de plata cree el profesor Hamilton que
atravesaron el Atlntico en un siglo; cifras que otro estudioso del tema, Ramn
Carande, estima conveniente duplicar, si queremos estar ms cerca de la verdad.
Aquella riada enorme, al no encontrar en la Pennsula una banca o industria
capaces de absorberla, se desparram Europa adelante, hasta llegar a los ltimos
confines del mundo. Los plateados reales espaoles eran moneda corriente en
Londres, en Amberes, en Lyon y en Gnova, y se comerciaba con ellos en los
mercados de ciudades tan lejanas como El Cairo o Bagdad.
La quinta parte del torrente, al menos en teora, debi revertir sobre el Estado.
Sin aquellos fabulosos aportes no hubiera sido posible el sostenimiento del imperio
durante siglo y medio, ni se hubiesen podido mantener los exorbitantes gastos
militares, administrativos o diplomticos. En el dispositivo general de la
monarqua catlica, el Nuevo Mundo desempeara un papel imprescindible, sirte
quo non. En este sentido, lo que result Amrica, excepto en el breve perodo de la
conquista, fue, ms que una avanzada, un respaldo, como la retaguardia de Espaa.
Con respecto a las consecuencias culturales de la conquista y colonizacin de
Amrica, no debemos olvidar que el siglo XVI signific la mayor mutacin jams
habida del espacio humano; por lo que se refiere a Espaa, produjo la elaboracin
de una nueva frontera concebida como un complejo de relaciones humanas y de
unas coordenadas culturales de entendimiento que se caracteriz por la triple
unidad humana de comunicacin, economa y relacin cultural y que, aunque
resultado de una larga maduracin, se convirti en la ms expresiva manifestacin
de vitalidad humana y creadora de sus protagonistas. En treinta aos los que
transcurren entre el primer viaje colombino y la primera circunnavegacin se
construy la geografa de un Atlntico transversal, basada en el conocimiento de
todas sus estructuras: rutas, vientos, islas, costas. La longitud y anchura del
gigantesco continente fue prcticamente delineada en otros treinta aos,
establecindose de tal modo la base para una estructura de relaciones humanas, de
profunda sntesis antropolgica, esttica, religiosa y cultural. Se trata de una
inmensa experiencia, en la cual se configuraron los sistemas de ideas, se
escribieron las opiniones, inicindose una polmica de implicaciones teolgicas,
ticas y polticas, se fundaron ciudades, se organizaron cabildos, se crearon
gobernaciones, comenzaron la produccin econmica y el estudio hasta los ms
altos niveles universitarios.
Las consecuencias
Hasta mediados del siglo XVI puede hablarse de la Era de los
conquistadores. Es la etapa, en tantas ocasiones mitificada de forma artificiosa, de
realizacin material del sometimiento de las poblaciones americanas en nombre de
una serie de intereses de todo tipo. Amrica se convertira en escenario de
controversia de una amplia serie de ideas, tensiones y proyectos nacidos en una
Europa que se vuelve ya hacia el ocano Atlntico, abandonando las limitaciones
supuestas por la localizacin de su eje econmico en el Mediterrneo.
Los siglos XVI, XVII y XVIII estarn definidos sobre el territorio americano
por el comn elemento de la lentitud y la estabilidad esttica. El historiador francs
Fernand Braudel ha establecido una serie de tipos que la historia de los pueblos
adopta a lo largo de los siglos; en funcin de dicha clasificacin, la evolucin
histrica de Amrica Latina durante estos siglos se concreta perfectamente en su
idea de la historia inmvil. Mientras en la mitad norte del continente el espritu
puritano importado de Europa estableca las bases necesarias para el posterior
desarrollo social y material que se manifestara en el momento de la emancipacin
poltica, la Amrica ordenada segn usos ibricos se estancaba en todos los planos
hasta convertirse de forma creciente en fcil presa de intereses de potencias ajenas
a ella.
El tambin historiador francs, especialista en temas hispnicos, Pierre Chaunu
habla de este prolongado periodo de la historia americana en lneas que alcanzan
grados de expresin insuperables. As, establece la etapa que media entre los aos
centrales del siglo XVI y los primeros del siglo XIX como de una historia
esttica... donde los acontecimientos se desarrollan nicamente con una majestuosa
lentitud, donde los hechos se desarrollan en profundidad, en las estructuras sociales
de un mundo situado en proceso de creacin. Esta idea debe ser tenida en cuenta
de forma permanente ante toda consideracin de la evolucin histrica de la
Amrica de raigambre ibrica.
El inmenso espacio americano habra de servir como mbito de aplicacin
directa, y prcticamente libre de trabas, de los principios dominantes en las
estructuras colonizadoras. El nuevo continente servira como escenario de
representacin de formas de organizacin que en el viejo ya no eran susceptibles
de aplicacin prctica, Amrica se ha dicho en multitud de ocasiones sera la
posibilidad de plasmacin de las exageraciones que en todos los aspectos haba
generado la cultur peninsular. Una colonizacin espaola y portuguesa, ejemplar
en tantos aspectos, sera no obstante elemento de fermento de usos que, en
definitiva, iran dirigidos en contra de los intereses de los pueblos ordenados segn
ellos. Todo triunfalismo referente a esta cuestin, actitud de la que se ha abusado
generosamente durante cinco siglos, debe considerar esta realidad.
La implantacin de las formas de organizacin social y econmica vigentes en
Europa supondra una labor ardua y prolongada. Las mismas dimensiones del
continente americano precisaban ya de por s de una acomodacin de aquellos
principios nacidos bajo pticas espacialmente ms reducidas. Los tres siglos largos
de nominal dominacin europea supondran para Amrica el hecho de la
destruccin de su anterior pasado indgena, para ser sustituido por estructuras
forneas que en sus lugares de origen ya demostraban la nocividad de su
naturaleza.
Espaa y Portugal instalaran en sus territorios americanos de control las
instituciones polticas, econmicas y sociales que definan por entonces a sus
propios ordenamientos internos. Esto hara posible la existencia de dualidades
especialmente marcadas que permitan la coexistencia de universidades de tipo
europeo con estructuras de explotacin del indgena qu, en teora, contradecan
los principios vigentes en las respectivas metrpolis. La obra de Bartolom de las
Casas, denunciando esta situacin, servira para establecer un primer paso en la
concienciacin acerca de estos problemas, a los que los poderes europeos no seran
capaces de dar respuesta adecuada.
Durante estos tres siglos, la presencia ibrica en territorio americano hara
realidad un hecho de especial trascendencia: el fenmeno del mestizaje. La
Amrica espaola y la Amrica portuguesa ofreceran modelos de convivencia que,
contando con todos sus elementos de carcter negativo, serviran para establecer
normas de aplicacin en situaciones similares. La denominada Amrica Latina
sera ordenada en base a postulados de ndole econmico-religiosa que
posibilitaran este encuentro entre elementos de los dos sectores enfrentados.
A principios del siglo XIX, la invasin francesa de los dos pases ibricos que
controlaban los destinos de Amrica en sus sectores meridionales iniciara el
proceso de emancipacin de los mismos. A partir de esos momentos, Espaa y
Portugal debilitados de forma irreversible se limitaran a observar la
progresiva prdida de sus territorios coloniales, a los cuales haban exportado sus
formas de organizacin. Amrica Latina acceda a la independencia contando con
el decisivo elemento negativo de su fraccionamiento, y se entregaba materialmente
a la dominacin real de las potencias que entonces emergan como dominantes en
la escena internacional.
Lo que sera denominado neocolonialismo habra de constituir el esquema de
ordenacin de los territorios americanos emancipados de las decadentes Coronas
espaola y portuguesa de principios del siglo pasado. Los protagonistas del
proceso independentista no podan imaginar que la salida del control ibrico,
tradicional y paternalista, iba a suponer la inclusin de sus pases en la rbita del
ms decidido imperialismo de signo tecnificado. Primero la Gran Bretaa, situada
en el punto lgido de su podero ultramarino, y a continuacin los Estados Unidos,
actuaran con absoluta discrecionalidad sobre los espacios econmicamente ms
interesantes de la Amrica colonizada por las naciones peninsulares.
En una primera etapa, Amrica Latina habra de convertirse en un instrumento
complementario de la economa europea. La masiva emigracin afectada hacia
aquellas latitudes por parte de los continentes laborales excedentes en el Viejo
Continente aliviara el panorama social del mismo. De forma paralela, la Amrica
meridional serva como til centro de produccin de materias primas que los pases
ms desarrollados precisaban para su consumo. La intervencin europea sobre
Amrica Latina cedera ms adelante su lugar a la norteamericana. Los Estados
Unidos, convertidos en primera potencia mundial, comenzaban a actuar de forma
directa sobre sus vecinos iberoamericanos.
La presencia norteamericana en este espacio manifestara una amplia gama de
formas, yendo desde el mantenimiento del control econmico de los pases
integrantes del bloque de tradicin ibrica hasta la intervencin armada en los
casos en los que su influencia pareca hallarse en peligro. La historia
contempornea de Amrica Latina no supone de esta forma ms que una
continuacin de su evolucin durante la etapa colonial. Las formas de dominacin
no son hoy ms sutiles que entonces, ya que a nadie se le oculta la verdadera
realidad de la situacin, pero s han adquirido niveles ms elevados de eficacia.
Durante ms de tres siglos, espaoles y portugueses habran de proceder a
realizar una poltica de colonialismo que, en definitiva, no reportara a las
respectivas metrpolis unos beneficios demasiado significantes. Las colonias
supondran, adems, en muchas ocasiones una pesada carga para las economas
europeas que posean oficialmente su dominio. Concluida la etapa colonial,
Amrica Latina entrara en un proceso impuesto desde el exterior y definido por la
sistemtica explotacin de todos sus recursos humanos y materiales. Este hecho,
mantenido hasta hoy mismo, se alza de esta forma como rasgo determinante de
validez general para todos los pases integrantes del espacio referido.
Amrica Latina se encuentra sumida en una crisis de crecimiento de la que por
el momento se manifiesta incapaz de salir. La permanente inestabilidad poltica,
unida a la desarticulacin de sus sociedades, encuentra su negativo complemento
en un mbito econmico asimismo deficiente desde el punto de vista estructural.
El panorama se presenta, as, bajo rasgos nada optimistas; Amrica Latina
precisar de un largo perodo de tiempo para lograr la verdadera emancipacin de
sus pueblos, que vaya ms all de lo que constituy su proceso tericamente
independiente, el cual solamente sirvi para sustraerla de una dominacin y
entregarla a otra ms eficaz e inhumana.
Fechas clave
1483 Cristbal Coln propone a Portugal alcanzar la India por el Atlntico,
dado el encarecimiento de los productos orientales y la inseguridad de las rutas
terrestres utilizadas hasta entonces para su transporte. El perfeccionamiento de la
cartografa y del transporte martimo (invencin de la brjula, construccin de las
primeras carabelas, as como la idea de la esfericidad de la Tierra, son las
condiciones que permiten, en teora, realizar la empresa con posibilidades de xito.
1485 Al ser rechazado el Plan Por Portugal, Coln llega a Espaa. Establece
relacin con el duque de Medinaceli, con los frailes del monasterio de La Rbida,
en la provincia de Huelva, y con los hermanos Pinzn y Pedro Alonso Nio.
1486 Tras la Primera entrevista con los Reyes Catlicos, celebrada en Alcal de
Henares, Coln logra el apoyo de Luis de Santngel, tesorero de la Santa
Hermandad y contable de la Real Casa; pero la Junta que estudia el proyecto lo
desecha.
1492 Nueva entrevista con los monarcas en Granada; las condiciones
econmicas y las prerrogativas que exige son finalmente aceptadas en las
Capitulaciones de Santa Fe; Coln obtiene los ttulos vitalicios y hereditarios de
virrey, almirante y gobernador, con poderes jurisdiccionales sobre las tierras a
descubrir; se le adjudica el 10 por 100 de las riquezas halladas. El 3 de agosto salen
del puerto de Palos, en Huelva, las carabelas Pinta, Nia y Santa Mara con
unos 100 hombres: el 12 de octubre descubren la isla Guanahan (ms tarde
llamada San Salvador), Cuba y Santo Domingo; en la ltima se funda el fuerte
Navidad, primer establecimiento europeo en el continente americano.
1493 Coln regresa a Espaa. Desembarca en Barcelona y se entrevista con los
reyes en el mes de abril. El 25 de septiembre parten de Cdiz diecisiete nuevas
carabelas, las cuales transportan al Nuevo Mundo 1.500 hombres con instrucciones
para la evangelizacin, comercio y colonizacin de estas tierras. Se funda la
primera ciudad, llamada Isabel en honor de la Reina Catlica, entre las ruinas del
fuerte Navidad, destruido por los indios. Realizan viajes a Cuba que Coln cree
ser la India y a Jamaica; vuelven a Santo Domingo, entonces llamada La
Espaola, donde el gobierno de Coln produce descontento. Se plantea el problema
de la esclavitud indgena.
1495 En el mes de octubre desde la metrpoli se enva a La Espaola un
representante real. Coln entrega el gobierno a su hermano Bartolom y regresa a
Espaa para defenderse de las acusaciones que se le hacen.
1498 El 30 de mayo, Coln realiza su tercer viaje al Nuevo Mundo. Salen de
Sevilla y Sanlcar seis carabelas, que siguen dos rutas: una va hacia La Espaola y
la otra hacia el suroeste. Descubrimiento de Trinidad y de la desembocadura del
Orinoco. En el mes de agosto llegan a distintos puntos del continente, que Coln
sigue creyendo ser las Indias orientales.
1500 El portugus Pedro Alvarez Cabral descubre el Brasil, al tiempo que
Vicente Y. Pinzn llega a su costa nordeste y a las bocas del Amazonas. Juan de la
Cosa traza el primer mapa de las tierras exploradas. Tras su regreso a La Espaola,
Roldan encabeza una sublevacin contra Coln. Bobadilla es enviado a esta isla
por los reyes con plenos poderes, y procesa a Coln, que es enviado a Espaa en
calidad de preso. Esto conlleva la supresin de sus privilegios, salvo los ttulos de
virrey y almirante.
1502 Nicols de Ovando es enviado a La Espaola como gobernador de la isla,
con amplios poderes judiciales. Pacifica la isla. Hernn Corts intenta embarcar en
esta expedicin, pero un accidente sufrido en una aventura galante se lo impide. El
11 de mayo, Cristbal Coln sale con cuatro carabelas, inicindose as su cuarto
viaje. Se le prohbe dirigirse a La Espaola. Llegada a la costa centroamericana
(actuales Honduras y Panam).
1505-1508 En las juntas de Toro y de Burgos, en las que participan, entre otros,
Amerigo Vespuccio y los hermanos Pinzn, se estudia la posibilidad de hallar un
paso a travs del continente que conduzca a las Indias orientales. Igualmente se
crea el puesto de Piloto Mayor, para el que es nombrado el afamado marino
italiano Amerigo Vespuccio.
1513 Viajes menores de exploracin y conquista de Amrica. Mediante
establecimiento de compaas comerciales y el apoyo financiero de la Corona o de
algunos banqueros extranjeros, Alonso de Ojeda, Amerigo Vespuccio, los
hermanos Pinzn, Juan de la Cosa, Alonso Nio y otros marinos recorren las costas
americanas, desde el Brasil hasta las Antillas mayores: Trinidad, Venezuela,
Colombia, Panam, las bocas del Amazonas y el Orinoco. Hernn Corts participa
en la expedicin de Diego Velzquez a Cuba, en la que no ocupa un cargo militar,
limitndose a desempear funciones burocrticas. En Cuba ejerce actividades muy
diversas: es agricultor, ganadero, buscador de oro, negociante, etc. De los relatos
de Amerigo Vespuccio se desprende que las tierras descubiertas forman un nuevo
continente, al que Martin Waldseemller propone, en su obra Cosmographiae
Introductio, que se d el nombre de Amrica. Vasco Nez de Balboa cruza el
istmo de Panam y descubre el ocano Pacfico.
1515 Expediciones de Juan Daz Sols por las costas uruguayas y el ro de la
Plata: se busca un paso entre los ocanos Atlntico y Pacfico. Retroceso de los
conquistadores espaoles ante los indios.
1518 Diego Velzquez confa a Hernn Corts el mando de una expedicin
cuyo objetivo lejano es la conquista del imperio azteca. El conquistador extremeo
parte de la ciudad de Santiago en el mes de noviembre, antes de la fecha prevista,
con 11 barcos y 700 hombres.
1519 Primera circunnavegacin de la Tierra. Femando de Magallanes,
portugus al servicio de Castilla, alcanza por occidente las islas de las Especias.
Uno de sus cinco navos, el Victoria, al mando de Juan Sebastin Elcano,
regresar a Sevilla tras una travesa de 1.124 das. Queda probada, as, la
esfericidad de la Tierra. La expedicin de Hernn Corts se dirige a Yucatn,
donde el conquistador funda la ciudad de Veracruz; desde aqu inicia la
penetracin hacia el interior de Mxico en un viaje de exploracin en el que
tambin se buscan riquezas. En el mes de noviembre llega a la capital azteca,
Tenochtitln, siendo bien recibido por el emperador entonces reinante,
Moctezuma, que se reconoce vasallo del rey de Castilla.
1520-1521 Tras la sublevacin de Tenochtitln, Hernn Corts, nombrado
capitn general, somete todo el imperio azteca y realiza expediciones a Yucatn y
Honduras, que son anexionadas a Nueva Espaa; Carlos V implanta una slida
organizacin administrativa en estos territorios.
1531 Francisco Pizarro comienza la tarea conquistadora del territorio del
imperio inca, que se prolongar hasta 1533. A partir de ese momento proliferar la
creacin de Audiencias en los nuevos territorios, siguiendo a la inicial, creada en
Santo Domingo en 1511; le seguirn Mxico (1529), Panam (1538), Santa Fe y
Guadalajara (1548}, Buenos Aires (1661), etc.
1535 Creacin del virreinato de la Nueva Espaa, que engloba a la totalidad de
la Amrica Central sin Panam, a las Antillas y a la zona costera de la actual
Venezuela. Auge en las tareas de explotacin de plata en Mxico. Esta ordenacin
del territorio americano basado principalmente en sus caractersticas fsicas habr
de constituir uno de los mayores cuidados de la administracin colonial.
1543 Creacin del virreinato de la Nueva Espaa, con capitalidad en Lima, que
ordena a la totalidad de la extensin de Amrica del Sur, excepto la costa
venezolana. Creacin de las Audiencias de Lima y Guatemala. Promulgacin de
las denominadas Leyes Nuevas, destinadas a conseguir la extincin definitiva de
las encomiendas; el fracaso ms sealado seguir a este discreto intento
reformador.
1559 Creacin de las Audiencias de la Plata de los Charcas, y, pocos aos ms
tarde, de las de Quito y Chile.
1560 Finalizacin del proceso de promulgacin de edictos acerca de la
liberacin de los indios esclavizados, que se haba iniciado diez aos antes.
1563 Vasco de Puga escribe su famosa obra de gran influencia poltica, titulada
Provisiones, cdulas e instrucciones para el gobierno de Nueva Espaa.
Creacin de la Audiencia, tribunal especial de apelacin con jurisdiccin para
todos los territorios de Amrica, instrumento unificador de las tareas jurdicas
hasta entonces dispersas en organismos varios.
1601 Reglamento que rige el trabajo efectuado por indgenas bajo control
peninsular. Se prohibe, por el mismo, la existencia de jornaleros situados en
rgimen de esclavitud.
1640 Separacin de las Coronas de Espaa y Portugal, que se haban unido en
1580 en la persona de Felipe II. Creacin del cargo de virrey en Brasil, que reside
en Baha hasta el ao 1763, en que pasa a instalarse en Ro de Janeiro.
1642 El denominado Conselho da India pasa a convertirse en Conselho
Ultramarino, para englobar a la totalidad de las posesiones portuguesas
extraeuropeas.
1701-1707 Abolicin legal de las encomiendas cuyos titulares tengan su
residencia en Espaa, y de todas las encomiendas que cuenten con menos de
cincuenta indios.
1720 Abolicin legal de la totalidad de las encomiendas existentes, con
excepcin de las de Yucatn, que se mantendrn hasta 1787.
1764 Inicio de la creacin de las Intendencias en las circunscripciones
siguientes: Cuba (1764), La Plata (1782), Per (1784), Chile (1786) y Nueva
Espaa (1790). Todo ello dentro
del mismo proceso de ordenacin territorial, en momentos en que ya se
preparan los fermentos de la emancipacin nacional.
1771 Inicio de una dcada sealada por la abundancia e incidencia de los
levantamientos indgenas en contra de las condiciones impuestas por los
colonizadores: revueltas de negros en Colombia, de los indgenas ecuatorianos, de
los nativos de la regin del Orinoco y de otras regiones de Venezuela, sobre todo.
1775 Frustrado ataque portugus lanzado contra Montevideo, dentro de un
clima blico entablado entre las dos respectivas potencias coloniales.
1776 Unificacin de la administracin para las colonias sudamericanas de
Portugal. Creacin del virreinato del Ro de la Plata en Brasil con capitalidad en
Ro de Janeiro.
1780 Revuelta encabezada por Tupac Amaru en Per, que constituy la ms
grave de esta naturaleza observada durante toda la etapa colonial, ya que tuvo
repercusiones en otros mbitos geogrficos y en otros sectores sociales. Dos aos
antes, en 1778, Espaa y Portugal decidieron mediante un tratado de paz poner fin
a sus mutuas rivalidades, que afectaban directamente a sus posesiones coloniales.
1790 En Espaa se produce la disolucin de la Casa de Contratacin, que ya
haba abandonado Sevilla para instalarse en la ciudad de Cdiz.
1800 El movimiento independentista de Amrica Latina surge como
consecuencia de un amplio proceso previo, que arranca de dos supuestos bsicos:
el ciclo de las revoluciones burguesas, iniciado en Inglaterra en el siglo XVII, y del
que constituyen jalones decisivos las revoluciones de la Amrica anglosajona y de
Francia; y la formacin interna de una conciencia criolla emancipadora, frente al
estatismo monrquico metropolitano, de talante claramente autoritario.
1803 -1809 A raz del levantamiento del pueblo espaol contra el invasor
francs, el elemento criollo latinoamericano proclama su adhesin a Fernando VII
y acata la autoridad de la Junta Suprema Central. Sin embargo, aparecen ya
hombres como el caraqueo Francisco de Miranda, que desde Londres desarrolla
actividades anticoloniales, y Simn Bolvar, que tras sendas estancias en Espaa y
Francia regresa a Venezuela, donde inicia actividades anticoloniales clandestinas.
1810 Los representantes americanos en las Cortes de Bayona formulan una
serie de peticiones: igualdad entre americanos y espaoles; libertad de agricultura,
industria y comercio; supresin de monopolios y privilegios; abolicin de la nota
de infamia entre mestizos y mulatos y de la trata de esclavos.
1811 Madura el ideal emancipador en las mentes de los prceres de la
independencia. Surgen tensiones independentistas en Argentina, Uruguay, Mxico
y Ecuador. Tras la disolucin de la Junta Suprema Central se organizan juntas
americanas, que a su vez organizan ejrcitos e inician, con carcter de soberana,
relaciones con Gran Bretaa y Estados Unidos. As, en Mxico el cura Manuel
Hidalgo lanza el Grito de Dolores, con el que se inicia la insurreccin de
Quertaro. Tambin estallan sublevaciones en Venezuela, Colombia y Argentina.
1812 En general, triunfan los movimientos revolucionarios latinoamericanos,
convocndose varios congresos, a los que sigue la promulgacin de constituciones
liberales, la proclamacin de la independencia y la adopcin del rgimen
republicano.
1813 Apoyado Por el ejrcito y la aristocracia, el virrey mexicano aplasta la
rebelin en dicho pas. Hidalgo es fusilado. No obstante, el movimiento
independentista se prolonga bajo la direccin del cura Morelos. Bolvar se subleva
en Venezuela y proclama la independencia de este pas. El Ayuntamiento de
Caracas le confiere el ttulo de Libertador.
1815 La metrpoli empieza a restaurar el rgimen colonial, salvo en
determinadas ciudades de Mxico, Venezuela y Argentina.
1817 venezolano Manuel Palacio Fajardo justifica las teoras emancipatorias:
tirana de las altas autoridades; injusta administracin de justicia; monopolio
econmico; aislamiento de las colonias; desdn mantenido por la metrpoli hacia
los criollos y su apartamiento de los cargos de administracin y gobierno.
1819 En Venezuela, Bolvar es elegido presidente de la Repblica en el
Congreso de Angostura. Dicho Congreso aprueba la Ley Fundamental de la
Repblica de Colombia, que comprende la unin de Venezuela, Nueva Granada y
Quito. La Gran Colombia, independiente de la antigua metrpoli, seguir unida
hasta 1830, en que las disensiones entre los sucesores de Bolvar provocan su
disgregacin. En Argentina, con la ayuda de patriotas chilenos (O'Higgins), San
Martn cruza los Andes y, tras las victorias de Chacabuco y Maip, consigue la
independencia de Chile. El Congreso se traslada a Buenos Aires, donde redacta
una Constitucin unitaria, centralista y autoritaria.
1820 A consecuencia de la revolucin liberal de Riego en Espaa, se consolida
el movimiento emancipador. Tras la entrevista en Guayaquil de San Martn y
Bolvar, este ltimo prosigue la campaa para la emancipacin.
1821 Proclamacin de la independencia de Mxico, tras la cual se desata el
proceso emancipador en Centroamrica. Mxico se declara Repblica Federal y
abole la esclavitud.
1826 Congreso de Panam: fracasa el proyecto de Bolvar de una unin
sudamericana. Mxico interviene, junto al resto de las naciones interesadas, en
dicho Congreso. Proclamacin de independencia de la Repblica autnoma de
Uruguay.
1846 Guerra entre Mxico y Estados Unidos a causa de la anexin de Texas a la
Unin: Taylor se apodera de Matamoros, Monterrey y Saltillos. Tras la ocupacin
de Nuevo Mxico por las tropas de Kearney, la escuadra del Pacfico se apodera de
los puertos de California.
1848 Tratado de Guadalupe-Hidalgo: Mxico cede a Estados Unidos Nuevo
Mxico, Arizona, California y parte de Colorado (casi el 50 por 100 del territorio
mexicano emancipado). Proclamacin de la independencia de la Repblica
Dominicana.
1898 Guerra hispano-norteamericana: la nota norteamericana bombardea San
Juan de Puerto Rico. Tratado de Pars: Espaa renuncia a su soberana sobre Cuba,
Puerto Rico y Filipinas, perdiendo as sus ltimas colonias de ultramar.
1914-1918 La evolucin de los diferentes Estados de Am rica Latina se ve
perturbada por profundos cambios sociales, econmicos y polticos: la estructura
social se transforma debido al incremento de la poblacin, las migraciones
internas, la explotacin de nuevas tierras y las consecuencias de la urbanizacin e
industrializacin.
1919-1928 La estructura econmica latinoamericana del perodo se caracteriza
por el mercantilismo de la poca colonial y sus tradicionales monocultivos, la falta
de capital para la industrializacin, la escasez de mano de obra especializada y el
atraso de la agricultura, unido a unas deficientes reformas agrarias. Con respecto a
las estructuras polticas, las causas que provocan la crisis de la democracia son las
enormes diferencias econmicas entre las clases sociales, la formacin de partidos
revolucionarios y democrticos, la intervencin militar en los Estados Unidos y la
democracia presidencial (siguiendo las directrices polticas de los Estados Unidos)
que favorece la instauracin de dictaduras.
1929 barios congresos y conferencias panamericanos propugnan la unidad
poltica latinoamericana: en el VII Congreso de La Habana se crea un tribunal de
arbitraje obligatorio para todos los Estados americanos; en la Conferencia
Interamericana de Buenos Aires se firma un pacto de paz entre 21 Estados
americanos (segn el modelo del Pacto Briand-Kellog).
1934 1940 En la Conferencia de Panam se prohben las acciones de guerra
en una zona neutral de 300 millas marinas en torno al continente, salvo Canad. En
la Conferencia de ministros del Exterior en Ro de Janeiro, ya iniciada la II Guerra
Mundial, se decide la intervencin en la guerra contra las potencias del Eje
(excepto Argentina y Chile). La poltica de intervencin directa de los Estados
Unidos despus de la I Guerra Mundial es abandonada con Roosevelt y sustituida
por la poltica de buena vecindad: el nacionalismo latinoamericano reacciona
contra la penetracin masiva del capital norteamericano. En Mxico, presidencia
de Lzaro Crdenas y poder ininterrumpido del Partido Revolucionario Mexicano,
integrado por comunistas, liberales radicales, la Confederacin de Trabajadores
Mexicanos y la Confederacin Nacional de Campesinos. En Argentina, creacin
del GOU (Grupo de Oficiales Unidos) de Juan Domingo Pern, de signo
heterogneamente fascista, que propugna un refuerzo de las fuerzas policiales, la
disolucin del Congreso, la creacin de organizaciones represivas especiales, la
formacin militar para ambos sexos a partir de los diecisiete aos y una
organizacin econmico-corporativa.
1941 -1948 Amrica Latina depende del mercado mundial, principalmente de
Estados Unidos, lo que origina crisis sociales y poltico-econmicas. Las
principales caractersticas del perodo son: explosin demogrfica, xodo rural,
miseria extrema en los suburbios de las grandes ciudades, inflacin, bajo nivel de
vida, analfabetismo y acusadas diferencias sociales.
1950-1955 Carta de la ODECA (Organizacin de los Estados
Centroamericanos). Junto a las instituciones tradicionales (gobiernos militares,
partidos oligrquicos, dictaduras presidenciales) aparecen dirigentes populares,
organizaciones comunistas y movimientos nacionales de extrema izquierda. En
Cuba, golpe de Estado de Fulgencio Batista. Fidel Castro, abogado en La Habana,
presenta cargos contra l.
1956 Tras el fracasado ataque al cuartel de Moncada, que oblig a los
participantes al exilio en Mxico, se produce el desembarco de Fidel Castro y sus
seguidores desde el Gramma y la penetracin de la guerrilla en Sierra Maestra.
En el resto de Latinoamrica se llevan a cabo tentativas para resolver la crisis por
medio de una integracin militar y poltica (OEA), reformas agrarias y una
incipiente industrializacin (sin embargo, con escasez de trabajadores
especializados y de capital necesario). El capital privado se invierte en valores
efectivos (propiedades), en la especulacin o en el extranjero; el capital extranjero'
reclama una mayor seguridad, pero su control y sus excesivos beneficios
mantienen el subdesarrollo.
1958 El 21 de agosto, dos columnas dirigidas por Camilo Cienfuegos y Ernesto
Che Guevara abandonan Sierra Maestra con direccin a las Villas. Ocupacin de
varias ciudades y victoria revolucionaria en Yaguajay y Santa Clara; comienza la
marcha sobre La Habana. Huida de Batista y su Gobierno.
1959 Banco Interamericano de Desarrollo. Liberacin de La Habana y Santiago
de Cuba por Fidel Castro y su grupo. Tras el triunfo de la revolucin cubana, los
Estados Unidos intervienen directamente contra la expansin de los movimientos
democrticos nacionales y sus intentos de liberarse de la dependencia econmica
norteamericana. Radicalizacin popular.
1960-1961 Declaracin de La Habana. Los Estados Unidos rompen sus
relaciones con Cuba. Desembarco y derrota de tropas mercenarias en la baha de
Cochinos. Se crea el Mercado Comn Sudamericano o LAFTA (Asociacin
Latinoamericana de Libre Cambio). El presidente norteamericano John F. Kennedy
anuncia la creacin de la organizacin denominada Alianza para el Progreso.
1962 Segunda Declaracin de La Habana. En el mes de octubre, crisis del
Caribe y boicot econmico de varias naciones a Cuba. Bloqueo de la isla por la
marina de guerra yanqui.
1966 Conferencia Tricontinental de La Habana contra el imperialismo, con
asistencia de representantes de gobiernos y organizaciones de 82 pases.
UNAS PALABRAS DEL AUTOR
Al gran pblico no le gusta leer libros con notas, y ste ha sido escrito para l,
no para eruditos. Eso explica que ni siquiera se hayan sealado las fuentes de
algunas citas, si bien se dice quines fueron sus autores. Aunque al final se ofrece
una bibliografa extractada, hay algunas obras que no tienen por qu aparecer en
ella. Tal es el caso, por ejemplo, de las ms conocidas entre las que se refieren al
Descubrimiento y a la Conquista: Diarios de Viajes de Cristbal Coln, la
Biografa de Coln, escrita por su hijo Fernando; la Brevsima relacin de la
destruccin de las Indias y la Historia general de las Indias, del Padre Las Casas;
Historia General y Natural de las Indias, de Gonzalo Fernndez de Oviedo, y la
Descripcin de las Indias Occidentales, de Antonio de Herrera. Esos son libros
fundamentales para todo el que aspire a conocer en detalle cmo fueron
descubiertos y conquistados los territorios del Caribe.
A la hora de estudiar las rebeliones de los negros es indispensable leer la
Historia de la esclavitud de los indios en el Nuevo Mundo, por Jos Antonio Saco
(dos tomos, Coleccin de Libros Cubanos, Cultural, S. A., La Habana, 1932),
como son tambin indispensables, para el conocimiento de las actividades de los
piratas del siglo XVII, la Histoire des Aventuriers ex Bucaniers, en tres tomos, de
Alexander Olivier Oexmelin, de la que ha hecho recientemente una edicin, copia
exacta de la original, la Librairie Commerciale & Artistique de Pars, y la conocida
obra de C. Haring Los Bucaneros de las Indias Occidentales en el siglo XVII,
segunda edicin, hecha por la Academia Nacional de la Historia, Caracas, impresa
en Brujas en 1939.
El autor recomienda especialmente algunos libros; en primer lugar, la excelente
History of the British West Indies, por sir Alan Burns (George Allen and Unwin
Ltd. Reviewed Second Edition, London, 1965), rica en informacin de fuentes
inobjetables, y French Pioneers in the West Indies, 1624-1664, de Nellis M.
Crouse, edicin de Columbia University Press, New York, 1940. Como resumen
de la revolucin de Hait, sobre la cual hay una bibliografa muy abundante,
conviene leer La Revolucin Haitiana y Santo Domingo, de Emilio Cordero
Michel, Editora Nacional, Santo Domingo, 1968. Para un conocimiento detallado
de las actividades militares de Bolvar, la mayor suma de datos se halla en Crnica
Razonada de las Guerras de Bolvar, tres tomos, por Vicente Lecuna (The Colonial
Press, Inc., Clinton, Mass.). La Campaa del Trnsito, 1856-1857, de Rafael
Oregn Loria (Librera e Imprenta Atenea, San Jos, Costa Rica, 1956), es una
buena gua para conocer las fechoras que llev a cabo en Nicaragua William
Walker, as como lo es The Untold Story of Panam, de Hardin Earl (Athenae
Press, Inc., New York, sin fecha, aunque el prefacio est fechado el 11 de febrero
de 1959), para tener datos veraces sobre la intervencin de Theodore Roosevelt en
Panam.
Hay muchas personas que hicieron posible, con su ayuda, la redaccin de esta
historia del Caribe; entre ellos deben mencionarse el escritor espaol don Enrique
Ruiz Garca, el diplomtico ingls Campbell Stafford, el doctor Claudio Carrn,
Roberto Guzmn, Pablo Mariez y el poeta ngel Lzaro, el escritor haitiano G.
Pierre-Charles y su mujer, Suzy Castor Pierre-Charles. Esta ltima tuvo la bondad
de facilitar al autor una copia de su libro indito sobre la ocupacin militar
norteamericana de Hait; y todos los mencionados enviaron obras de consulta,
desde Londres, desde Madrid, desde Pars, desde Mjico. Merecen una mencin
especial las altas autoridades y los funcionarios de la Biblioteca del Instituto de
Cultura Hispnica, de Madrid, pues durante ao y medio pusieron en manos del
autor, envindolas por correo a Benidorm, todas las obras que les fueron
solicitadas. Sin esa ayuda hubiera sido imposible escribir este libro.
Por ltimo, esta historia del Caribe fue escrita, casi totalmente, en Benidorm,
Espaa, gracias a la hospitalidad que le brind al autor en aquel hermoso lugar,
durante ms de ao y medio, con clsica generosidad espaola, don Enrique
Herrera Marn.
Para todos los mencionados queda aqu constancia de la gratitud dominicana de
J. B.
Pars, junio de 1969.
Captulo I
UNA FRONTERA DE CINCO SIGLOS
El Caribe est entre los lugares de la tierra que han sido destinados por su
posicin geogrfica y su naturaleza privilegiada para ser fronteras de dos o ms
imperios. Ese destino lo ha hecho objeto de la codicia de los poderes ms grandes
de Occidente y teatro de la violencia desatada entre ellos.
Hasta el momento est por hacer un estudio de geografa econmica que
abarque el conjunto de los pases del Caribe. Sin embargo, muchas gentes tienen
una idea ms o menos acertada sobre la regin; conocen por s mismas, de odas o
a travs de lecturas, la variedad de sus climas, la abundancia y la bondad de sus
puertos y sus aguas y la hermosura de sus tierras. Se sabe que, adems de
hermosas, esas tierras son de excelente calidad para la produccin de la caa de
azcar, de maderas, tabaco, cacao, caf, ganados. En los ltimos cincuenta aos la
imagen, de la riqueza del Caribe se multiplic, pues se vio que adems de cacao,
caf, tabaco y caa de azcar, all haba criaderos casi inagotables de petrleo, de
bauxita, de hierro, de nquel, de manganeso y de otros metales valiosos.
Tan pronto se conoci la calidad y la riqueza de esas tierras se despert el
inters de los imperios occidentales por establecerse en ellas. Cada imperio quiso
aduearse de una o ms islas, de alguno o de varios de sus territorios, a fin de
producir all los artculos de la zona tropical que no podan producir en sus
metrpolis o a fin de tener el dominio de sus depsitos de minerales y de las
comunicaciones martimas entre Amrica y Europa.
La historia del Caribe es la historia de las luchas de los imperios contra los
pueblos de la regin para arrebatarles sus ricas tierras; es tambin la historia de las
luchas de los imperios, unos contra otros, para arrebatarse porciones de lo que cada
uno de ellos haba conquistado; y es por ltimo la historia de los pueblos del
Caribe para libertarse de sus amos imperiales.
Si no se estudia la historia del Caribe a partir de este criterio no ser fcil
comprender por qu ese mar americano ha tenido y tiene tanta importancia en el
juego de la poltica mundial; por qu en esa regin no ha habido paz durante siglos
y por qu no va a haberla mientras no desaparezcan las condiciones que han
provocado el desasosiego. En suma, si no vemos su historia como resultado de esas
luchas no ser posible comprender cules son las razones de lo que ha sucedido en
el Caribe desde los das de Coln hasta los de Fidel Castro, ni ser posible prever
lo que va a suceder all en los aos por venir.
La conquista del Caribe por parte de los muchos imperios que han cado sobre
l caus la casi total desaparicin de los indgenas en la regin y la desaparicin
total de ellos en las islas, y caus, desde luego, las naturales sublevaciones de unos
pueblos que se negaban a ser esclavizados y exterminados en sus propias tierras
por extraos que haban llegado de pases lejanos y desconocidos. Esa conquista
caus la llegada a la fuerza y la subsiguiente expansin demogrfica de los negros
africanos, conducidos al Caribe en condicin de esclavos, y caus sus terribles y
justas rebeliones, que produjeron inmensas prdidas de vidas y bienes. Las
actividades de los imperios han provocado guerras civiles y revoluciones que han
trastornado el desenvolvimiento natural de los pases del Caribe, y ese trastorno ha
impedido su desarrollo econmico, social y poltico.
Algunas de las revoluciones del Caribe, como la de Hait y la de Venezuela,
dieron lugar a matanzas que asombran a los estudiosos de tales acontecimientos, y
desataron fuerzas que operaron o se reflejaron en pases lejanos. La violencia con
que han luchado los pueblos del Caribe contra los imperios que los han gobernado
da la medida de la fiereza de su odio a los opresores. Los pueblos del Caribe han
llegado en el pasado, y sin duda estn dispuestos a llegar en el porvenir, a todos los
lmites con tal de verse libres del sometimiento a que los han sujetado y los sujetan
los imperios. Slo si se comprende esto puede uno explicarse que Cuba haya
venido a ser un pas comunista.
Lo que cada pueblo puede dar de s, econmica, poltica, culturalmente, viene
determinado por lo que ha recibido en el pasado, por la calidad de las fuerzas que
lo han conformado e integrado. Las fuerzas que han actuado y estn actuando en el
Caribe han sido demasiado a menudo ciegas, crueles y explotadoras. Nadie puede
esperar que los pueblos formados e integrados por ellas sean modelos de buenas
cualidades.
Los Estados Unidos fueron el ltimo de los imperios que se lanz a la conquista
del Caribe, y a pesar de que sus antecesores les llevaban varios siglos de ventaja en
esa tarea, han actuado con tanta frecuencia y con tanto podero, que poseen total o
parcialmente islas y territorios que fueron espaoles, daneses o colombianos. Hasta
en la Cuba comunista mantienen la base naval y militar de Guantnamo.
Adems de usar todos los mtodos de penetracin y conquista que usaron sus
antecesores en la regin, los Estados Unidos pusieron en prctica algunos que no
se conocan en el Caribe, aunque ya los haban padecido, en el continente del norte,
Espaa en el caso de las Floridas y Mxico en el caso de Texas. En el Caribe nadie
haba aplicado el mtodo de la subversin para desmembrar un pas y establecer
una repblica ttere en lo que haba sido una provincia del pas desmembrado. Eso
hicieron los Estados Unidos con Colombia en el caso de su provincia de Panam.
Lo que da al episodio panameo de la poltica imperial norteamericana en el
Caribe un tono de escndalo sin paralelo en la historia de las relaciones
internacionales es que Panam fue creada repblica mediante una subversin
organizada y dirigida por el presidente de los Estados Unidos en persona, y lo hizo
no ya slo para tener en sus manos una repblica dcil, por dbil, sino para
disponer en provecho de un pas de una parte de esa pequea repblica. Esa parte
la llamada zona del canal fue dada a los Estados Unidos por los panameos en
pago de los servicios prestados por el gobierno de Theodore Roosevelt en la tarea
de desmembrar a Colombia y de impedirle defenderse. En la porcin de territorio
obtenido en forma tan tortuosa construyeron los norteamericanos el canal de
Panam y establecieron la llamada Zona del canal. Esa zona es, a ambos lados y a
todo lo largo del canal, una base militar. Adems, el canal es propiedad de una
compaa comercial, la cual, a su vez, es propiedad del gobierno de los Estados
Unidos. Es difcil concebir un procedimiento ms audaz para violar las normas de
las relaciones internacionales. Arrebatar a un pas una provincia y crear en esa
provincia una repblica para obtener de sta una porcin, que adems la corta por
la mitad, era algo que el mundo no haba visto antes. Su antecedente el caso de
Tejas no lleg a tanto. Los Estados Unidos iniciaron en el Caribe la poltica de la
subversin organizada y dirigida por sus ms altos funcionarios, por sus
representantes diplomticos o sus agentes secretos; y ensayaron tambin la divisin
de pases que se haban integrado en largo tiempo y a costa de muchas penalidades.
El mundo no acert a darse cuenta a tiempo de los peligros que haba para
cualquier pas de la tierra en la prctica de esos nuevos mtodos imperiales, y
sucedi que aos ms tarde la prctica de la subversin se haba extendido a varios
continentes y el procedimiento de dividir naciones se aplicaba en Asia. Donde
durante largos siglos haba sido una China, donde haba habido una Corea y una
Indochina, acab habiendo dos Chinas, dos Coreas, dos Vietnam, cada una en
guerra contra su homnima.
Despus de la guerra mundial de 1914-1918, los lderes ms sensibles a la
opinin pblica lo mismo en Europa que en los Estados Unidos comenzaron a
aceptar la idea de que haba llegado la hora de poner fin al sistema colonial, tan en
auge en el siglo XiX. Se pensaba, con cierta dosis de razn, que la enorme matanza
de la guerra se haba desatado debido principalmente a la competencia entre los
imperios por los territorios coloniales.
Al terminar la segunda guerra la de 1939-1945 comenzaron las de
Indochina y Argelia, lo cual reforz la posicin anticolonialista de pueblos y
gobiernos en todo el mundo. En consecuencia, Francia e Inglaterra, grandes
imperios tradicionales, iniciaron la poltica de la descolonizacin, que alcanz al
Caribe algunos aos despus.
La descolonizacin comenz a ser aplicada en territorios ingleses del Caribe, y
en cierta medida tambin en las islas holandesas y francesas; y lgicamente nadie
poda esperar que despus de iniciada esa etapa, nueva en la historia, volveran a
usarse los ejrcitos para imponer la voluntad imperial en el Caribe.
Pero volvieron a usarse.
Cuando se produjo la revolucin dominicana de 1965, y con ella el desplome
del ejrcito de Trujillo que era una dependencia virtual de las fuerzas armadas
norteamericanas, los Estados Unidos desafiaron la opinin pblica mundial,
olvidaron ms de treinta aos de lo que ellos mismos haban llamado poltica del
Buen Vecino y Alianza para el Progreso, resolvieron violar el pacto mltiple de no
intervencin que haban firmado libremente con todos los pases de Amrica y
desembarcaron en Santo Domingo su infantera de Marina.
Santo Domingo es un pas del Caribe y el Caribe segua siendo en el ao 1965
una frontera imperial, la frontera del imperio americano, Esa circunstancia
justificaba a los ojos del poder interventor y de muchos otros poderes la
intervencin norteamericana en Santo Domingo. Pues una frontera como se
sabe es una lnea que demarca el lmite exterior de un pas, y todo pas tiene
derecho a defenderse si es atacado. Y pues Santo Domingo es parte de la frontera
imperial, a los ojos del imperio y de sus partidarios era lgico y justo que ese
pequeo pas padeciera su sino de tierra fronteriza.
Claro que sera ridculo ponerse a pensar, siquiera, cmo se hubieran
desarrollado los pueblos del Caribe de no haber sido las vctimas de- los imperios
que han operado en ese mar de Amrica. Si Espaa no hubiera descubierto y
conquistado el Caribe, y si no hubiesen intervenido all los ingleses o los franceses
o los portugueses, qu rumbo habran tomado esos pueblos? Pero es el caso que la
historia se hace, no se imagina, y Espaa lleg al Caribe, y con ella los hombres, la
organizacin social, las ideas, los hbitos y los problemas de Occidente. Uno de
esos problemas, el que ms ha afectado la vida del Caribe, fue la lucha entre los
imperios, su debate armado dirigido a la conquista de tierras nuevas y a su
explotacin mediante el uso de esclavos y a travs del mando rgido, en lo poltico
y en lo militar, de los territorios conquistados. Los esclavos podan ser indios,
blancos o (negros. Inglaterra us en las islas de Barlovento esclavos blancos,
irlandeses e ingleses, mantenidos en esclavitud bajo la apariencia de "sirvientes"
(white servants). Estos esclavos blancos se comportaban en horas de crisis igual
que los indios y los negros; se ponan de parte de los que atacaban las islas inglesas
o simplemente peleaban por conquistar su libertad. Por ejemplo, cuando la isla de
Nevis fue atacada por una flota espaola en septiembre de 1629, los llamados
"sirvientes" que formaban parte de la milicia colonial inglesa desertaron y se
pasaron a los espaoles a los gritos de "Libertad, dichosa libertad!"; y en otros
casos se comportaron en igual forma o en franca rebelda.
Decamos que Espaa lleg al Caribe; tras Espaa llegaron Francia, Inglaterra,
Holanda, Dinamarca, Escocia, Suecia, Estados Unidos, y trataron de llegar los
latvios; y fueron llevados negros africanos; y los indios arauacos, los ciguayos, los
siboneyes, los guanatahibes y tantos otros de los que habitaban las grandes Antillas
fueron exterminados; y los caribes pelearon de isla en isla, a partir de Puerto Rico
hacia el sur, con tanto denuedo y tesn que todava en 1797 atacaban a los ingleses
en San Vicente. En el siglo XIX se llevaron a Cuba, como semiesclavos, indios
mayas de Yucatn, chinos de las colonias portuguesas de Asa; a Trinidad y a otras
islas inglesas llegaron miles de chinos y de hindes.
Todo ese amasijo de razas, con sus lenguas y sus hbitos y tradiciones, y las
medidas polticas, a menudo turbias, que hacan falta para mantener el dominio
sobre ese amasijo, tenan necesariamente que producir lo que ha sido y es y lo
que sin duda ser durante algn tiempo el difcil mundo del Caribe: un espejo de
revueltas, inestabilidad y escaso desarrollo general.
Sin embargo, el observador inteligente se fijar en que no todos los pases del
Caribe son ejemplos extremos de inestabilidad, y se preguntar por qu sucede as.
En el Caribe hay pases cuyos grados de turbulencia son distintos. Veamos el caso
de Costa Rica.
A menudo se alega que Costa Rica es ms tranquilo y ms organizado que sus
vecinos de la Amrica Central, que Santo Domingo, Hait, Venezuela o Cuba,
debido a que su poblacin es predominantemente blanca, lo que no sucede en los
pases mencionados. Pero entonces habra que preguntarse por qu los ingleses
tuvieron una revolucin sangrienta en el siglo XVII; por qu los franceses
produjeron la espantosa revolucin de 1789 y las revueltas de 1830 y 1844 y el
alzamiento de la Comuna en 1870; por qu los norteamericanos hicieron la
revolucin contra Inglaterra y la guerra civil del siglo XIX; por qu Alemania ha
iniciado las mayores turbulencias de Europa, esto es, las guerras de 1870, de 1914
y de 1945, y por qu se organiz all el nazismo, con su secuela de millones de
judos horneados hasta la muerte. Todos esos eran y son pases blancos y adems
estn entre los ms civilizados del mundo. (En los Estados Unidos haba negros,
pero no desataron ninguna de las dos revoluciones norteamericanas y ni siquiera
participaron en ellas.) Si la inestabilidad de los pases del Caribe tuviera algo que
ver con la presencia de sangre negra o de otros orgenes en la composicin de sus
pueblos, habra que hacer una pregunta que seguramente ninguno de los imperios
podra contestar. La pregunta es sta: Quin llev a los negros, a los chinos y a los
hindes al Caribe? Los llevaron los imperios. Luego, si se aceptara la tesis de que
las sangres mezcladas producen pueblos incapaces de vivir civilizadamente, los
imperios tendran la responsabilidad por lo que ha estado sucediendo y por lo que
suceder en el Caribe.
El observador inteligente que haya advertido la diferencia que hay entre Costa
Rica y sus vecinos de la regin, observar que a Costa Rica no ha llegado nunca un
ejrcito imperial, ni siquiera el espaol; de manera que por azares de la historia,
aunque el imperialismo en su forma econmica y con sus consecuencias
polticas ha estado operando en Costa Rica desde hace casi un siglo, ese
pequeo pas del Caribe se ha visto libre de los grmenes malsanos que deja tras s
una intervencin militar extranjera. Costa Rica es un pueblo que se form a partir
de un pequeo ncleo de espaoles, establecido en el siglo XVI en un territorio que
se mantuvo aislado largo tiempo, y la formacin del pueblo costarricense no fue
desviada, por lo menos en sus orgenes, por intromisin de poderes militares de los
imperios.
En el extremo opuesto, en cuanto a causas, se halla Puerto Rico. Puerto Rico no
se rebel contra Espaa. En 1898, Puerto Rico pas a poder de los Estados Unidos
sin que su pueblo hiciera ningn esfuerzo ni por seguir siendo espaol ni por
ayudar a la derrota de los espaoles. La isla pas de un imperio a otro como si a su
pueblo le tuviera sin cuidado ese cambio. Sin embargo en Puerto Rico haba
habido conspiraciones contra el poder espaol, aunque no pasaron de ser obra de
grupos muy pequeos; y ha habido luchas contra los Estados Unidos, pero tambin
llevadas a efecto por sectores pequeos y tardamente, cuando ya era imposible
desafiar con probabilidades de xito el podero imperial norteamericano.
Los puertorriqueos lucharon bravamente por Espaa en los das de Drake, de
Cumberland y de Henrico, cuando ingleses y holandeses quisieron arrebatarle la
isla a Espaa. Ahora bien, Espaa convirti a la isla en una fortaleza militar, un
bastin de su imperio que era prcticamente inexpugnable, como puede verlo
cualquier viajero que vaya a Puerto Rico y se detenga frente a los poderosos
fuertes que defendan a San Juan. El puertorriqueo no poda rebelarse porque
viva inmerso en un ambiente de poder militar que lo paralizaba. A su turno, los
norteamericanos hicieron lo mismo. Puerto Rico qued convertido en una
formidable base militar de los Estados Unidos y resulta difcil hacerse siquiera a la
idea de que ese podero puede ser derrotado por los puertorriqueos mediante una
confrontacin armada. Sin embargo, Puerto Rico ha conservado su lengua y sus
hbitos de pueblo diferente al norteamericano; ha mantenido su personalidad
nacional con tanto tesn que el observador slo puede explicrselo como una
respuesta a un reto. Es como si los puertorriqueos se hubieran planteado ante s
mismos el problema de su supervivencia como pueblo y hubieran resuelto que ni
aun todo el poder de Norteamrica, el ms grande que ha conocido la historia
humana, podr hacerles cambiar su naturaleza nacional.
Hay pases del Caribe donde al parecer nunca hubo convulsiones; tal es el caso
de las islas inglesas, como Jamaica, Barbados, Trinidad y tantas ms. Pero cuando
se entra en el estudio de su historia se advierte que las islas inglesas del Caribe
fueron factoras azucareras organizadas sobre el esquema de amos blancos y
esclavos negros, y que en casi todas, s no en todas, hubo sublevaciones de
esclavos, y aun de sirvientes blancos, como hemos dicho ya. Esas sublevaciones
fueron aniquiladas siempre con rigor tpicamente ingls, es decir, sin llegar a los
lmites de la hecatombe pero sin quedarse detrs del lmite del castigo que sirviera
como ejemplo. Por lo demasen muchas de esas islas por no decir en todas
hubo choques, a veces muy repetidos y casi siempre muy violentos, con otros
poderes imperiales. De manera que la historia de esas islas no es tan plcida como
suponen los que no la conocen.
Hubo otras colonias, como las danesas en las Islas Vrgenes o las de Holanda en
Sotavento, que se mantuvieron y se mantienen en un estado de tranquilidad.
Pero debemos observar que la isla ms importante de las primeras y la ms
importante de las segundas Santomas y Curazao, respectivamente fueron
abiertas al comercio como puertos libres casi desde el momento en que los
imperios se establecieron en ellas; y esa condicin de puertos libres les confiri
categora de territorios neutrales, respetados por todos los contendientes. En el caso
de Santomas, vendida junto con el grupo de las Vrgenes a Estados Unidos en
1917, sigui siendo puerto libre bajo Norteamrica, y todava lo es. De todos
modos, conviene recordar que en Curazao hubo por lo menos dos rebeliones de
esclavos, una en 1750 y otra en 1795, y algo parecido sucedi en Santomas, si bien
no fueron realmente serias. Por lo que respecta a las otras islas Vrgenes y a las de
Sotavento, son tan pequeas y su poblacin fue tan escasa en los das lgidos de las
luchas imperiales, que mal podan darse disturbios en ellas. Otro tanto sucede con
varias islas mnimas de Holanda, Francia e Inglaterra en el rea de Barlovento.
Digamos, porque es importante tenerlo en cuenta, que el lanzamiento de una
fuerza militar sobre un pas, grande o pequeo, es siempre la expresin armada de
una crisis. Puede ser que a su vez esa crisis genere otras, pero no estamos en el
caso de estudiar la cadena o las cadenas de acontecimientos desatados en el Caribe
por esta o aquella agresin militar. El que se propusiera hacer la historia de una
frontera imperial tan vasta y tan compleja como es el Caribe con el plan de relatar
uno por uno todos los episodios de tipo econmico, social, poltico y de otra ndole
que han estado envueltos en esa historia de tantos siglos, necesitara dedicar su
vida entera a esa tarea. Para la ambicin del autor es bastante y puede que sea
demasiado para su capacidad ceirse a exponer los momentos crticos, es decir,
aquellos en que se lanz un ataque militar o se realiz la conquista de un territorio
de la regin o aquellos en que se obtuvo un resultado parecido con otros medios
que los militares.
El solo relato de esos momentos culminantes del debate armado de los imperios
en las tierras del Caribe puede parecer a menudo la invencin de un novelista. En
verdad, causa sorpresa recorrer la historia del Caribe en conjunto no un episodio
ahora y otro maana, uno en este pas y otro en aquel, organizada sobre un
esquema lgico. Esa historia sorprende porque ni aun nosotros mismos, los
hombres y las mujeres del Caribe, acertamos a percibirla en toda su dramtica
intensidad debido a que la estudiamos en porciones separadas. Es como si en
medio de una epidemia que ha estado asolando la ciudad, cada uno alcanzar a darse
cuenta nada ms de los enfermos y los muertos que ha habido en su familia.
La aparicin de propsitos, voluntad y planes imperiales en pases de Europa
fue un hecho que obedeci a un conjunto de causas. Pero a un solo conjunto. Que
ese nico fenmeno producido por ese nico conjunto de causas se manifestara por
diversas vas no implica que tuviera varios orgenes. Hubo imperio ingls, imperio
holands, imperio francs, porque Europa es decir, Occidente estaba dividida
en varias naciones y cada una de ellas quiso ejercer en su exclusivo provecho las
facultades que le proporcionaba el fenmeno histrico llamado imperialismo. Pero
como el origen de ese fenmeno era uno solo, sus resultados en el Caribe
obedecan a una misma y sola fuerza histrica. El Caribe fue conquistado y
convertido en un escenario de debates armados de los imperios y por tanto, en
frontera imperial debido a que la historia de Europa produjo de su seno el
imperialismo, y el imperialismo era una corriente histrica, no muchas.
En buena lgica, pues, no debe verse a ningn pas del Caribe aislado de los
dems. Todos surgieron a la vida histrica occidental debido a una misma y sola
causa, y todos han sido arrastrados a lo largo de los siglos por una misma y sola
fuerza, 1 aunque en ciertas tierras esa fuerza hablara ingls y en otras francs y en
otras espaol. Al verlos en conjunto, la verdadera "'dimensin del drama histrico
del Caribe se nos presenta con una estatura agobiante; y al conocer su drama
mediante una exposicin organizada segn las lneas profundas que lo produjeron
esto es, las lneas de las luchas imperiales se comprende con meridiana
claridad por qu en el Caribe se ha derramado tanta sangre y se han aniquilado
pueblos, esfuerzos y esperanzas.
Al entrar en el mbito de Occidente, el Caribe pas a sufrir los resultados de las
luchas europeas, y a su vez esas luchas eran batallas inter-imperiales. Si esas
luchas, reflejadas en el Caribe, "tuvieron en la regin del Caribe consecuencias
diferentes a las que tuvieron en Europa, ello se debi a las condiciones especiales
de sus tierras, que eran apropiadas para la produccin de artculos que no podan
obtenerse en Europa; y tambin se debi al hecho de que, en este o en aquel
momento, tal o cual imperio no poda defender al mismo tiempo su territorio
metropolitano y su territorio colonial. Pero al cabo, sos fueron detalles de poca
importancia en una batalla de gigantes provocada por la aparicin del
imperialismo. El apetito imperial apareci y actu en Europa y rebot en el Caribe,
y los efectos de su accin en el Caribe impidieron la formacin natural y sana de
sociedades que pudieran defenderse, a su turno, de los efectos de nuevas luchas.
De todas maneras, el hecho es que todos los pases del Caribe son hijos de un
mismo acontecimiento histrico, y hay que verlos unidos en su origen y en su
destino.
Curiosamente, el pas que llev Occidente al Caribe o que introdujo el Caribe
en Occidente no era un imperio en el sentido cabal del trmino, puesto que no lo
era ni econmica ni socialmente. Espaa descubri el Caribe y conquist algunas
de sus tierras, pero no pudo conquistarlas todas porque sus fuerzas no le
alcanzaban para tanto, y no pudo defender toda la regin porque Espaa no era un
imperio ni siquiera en el orden militar.
Muchas de las acusaciones que se le han hecho a Espaa debido al
comportamiento de los espaoles en Amrica se han basado en una incomprensin
casi total de la situacin de Espaa en esos aos, y muchos de los elogios que se
han hecho acerca de la conducta del Estado espaol o para hablar con ms
propiedad, de la Corona de Castilla en relacin con los hechos de la Conquista,
se han debido tambin a la misma falta de comprensin. Para aclarar lo que
acabamos de decir hay que establecer ciertos puntos de partida.
En primer lugar, Espaa, tal como la conocemos ahora que es tal como se
conoca desde mediados del siglo XVI no era un reino en 1492; era la suma de
dos reinos: el de Castilla, cuya soberana era Isabel la Catlica, y el de Aragn,
cuyo rey era Fernando V. Los dos reinos estaban unidos en la medida en que lo
estaban sus reyes, pero cada uno tena sus leyes propias, su organizacin social, sus
fondos pblicos, sus cuerpos representativos. Isabel gobernaba en Castilla, no en
Aragn; y Fernando gobernaba en Aragn, no en Castilla. Aragn y Castilla
vendran a tener un rey comn, pero no a ser un Estado unitario, slo cuando las
dos coronas se unieran, lo que vino a ocurrir, en verdad, bajo Carlos I de Espaa y
V de Alemania; y pasara a ser un Estado unitario dos siglos despus, bajo Felipe
V, el primero de los reyes Borbones de Espaa.
Ahora bien, de los dos reinos que haba en Espaa en los das del
Descubrimiento, el que tena poder sobre Amrica y el Caribe era Castilla. Fue
Castilla quien descubri, conquist y organiz el Nuevo Mundo; y ese Nuevo
Mundo fue organizado a imagen y semejanza de su conquistador y organizador. A
tal punto fue Castilla la que llev a cabo esa tarea y la que tena poderes sobre el
Nuevo Mundo, que en los primeros treinta aos que siguieron al Descubrimiento
slo los castellanos podan ir a Amrica; los aragoneses entre los que se hallaban
los catalanes, los valencianos, los murcianos y los vasallos de Fernando V en otras
regiones europeas, como Npoles y las dos Sicilias podan pasar a Amrica si
obtenan dispensas reales, es decir, si se les conceda un privilegio para pasar al
Nuevo Mundo; pues en lo que tocaba a Amrica, un sbdito del reino de Aragn
era igual a un extranjero.
Pues bien, de esos dos reinos que haba en Espaa al final del siglo XV, Castilla
era el ms retrasado en el orden de la evolucin social; yeso tiene-que ser
explicado brevemente.
La sociedad europea, de la que Castilla y Aragn eran parte cuando se produjo
el Descubrimiento, haba perdido sus formas econmicas y sociales al quedar
liquidado el Imperio de Roma, y se reorganiz lenta y trabajosamente dentro de las
formas de lo que hoy llamamos, tal vez de una manera burda, el sistema feudal. De
este sistema iba a surgir un nuevo tipo de sociedad, cuyos centros de autoridad
econmica y social seran las burguesas locales. Pero sucedi que Castilla y
Aragn pero mucho ms Castilla que Aragn atravesaron los siglos feudales
en guerra contra el rabe, lo que dio lugar a un estado casi perpetuo de tensin
militar constante, y con ello se aument y se prolong la importancia del noble que
llevaba sus hombres a la guerra, y eso oblig a los reyes castellanos y aragoneses
pero ms a los primeros que a los segundos a conceder a sus nobles guerreros
privilegios que iban perdiendo los nobles de otros pases europeos.
Desde los tiempos de Alfonso X el Sabio (nacido en 1221 y muerto en 1284), la
nobleza guerrera y latifundista castellana comenz a obtener favores reales en
perjuicio de los productores y los comerciantes de la lana, que fue durante toda la
Baja Edad Media espaola el producto ms importante del comercio de Castilla. Al
finalizar el siglo XV, precisamente cuando se haca el descubrimiento de Amrica,
los Reyes Catlicos se vean en el caso de reconocer esos privilegios que tenan
ms de dos siglos, porque toda la organizacin social de Castilla descansaba en
ellos. La nobleza guerrera y latifundista castellana lleg al final del siglo XV
convertida en el poder superior de la Mesta, que era la organizacin tradicional de
los dueos del ganado lanar del pas; y al tener en sus manos el control de la
Mesta, esa nobleza monopolizaba en sus orgenes la produccin de la lana, con lo
cual impidi que se desarrollara la burguesa lanera, que haba sido el ncleo ms
fuerte de la burguesa castellana. La burguesa lanera haba luchado contra esa
situacin de sometimiento, pero haba sido vencida, y cuando comprendi que no
poda enfrentarse a la nobleza trat de convertirse a su vez en nobleza, ejemplo que
siguieron otros grupos de burguesa ms dbiles que ella. Fue de esos ncleos de
ex burgueses de donde sali la llamada nobleza de segunda o pequea nobleza de
Espaa.
Mientras los latifundios de los nobles guerreros quedaban vinculados al hijo
mayor mediante la institucin del mayorazgo lo que evitaba la particin de las
grandes propiedades y aseguraba la permanencia de la nobleza al frente de ellas,
los restantes hijos de los nobles los llamados segundones tomaban otros
canales de ascenso hacia la preeminencia social: el sacerdocio, la carrera de las
armas, las funciones pblicas. Pero suceda que los que no eran nobles y aspiraban
a entrar en su crculo tomaban tambin esos canales de ascenso. Fue sa la razn
de que Castilla produjera nobles, cardenales, obispos, cannigos, guerreros,
funcionarios, pero muy pocos burgueses. Y resultaba que sin tener una burguesa
que supiera cmo organizar la produccin y la distribucin de bienes de consumo,
que tuviera capitales de inversin y supiera cmo invertirlos de una manera ms
provechosa, era imposible que un pas se convirtiera en un imperio, precisamente
al finalizar el siglo XV y comenzar el XVI, es decir, cuando ya el sistema feudal
haba quedado disuelto en Occidente.
Debido al papel dominante que iba a tener Castilla en Espaa, su situacin de
retraso econmico y social se extendera a gran parte de Aragn, si bien Catalua y
Valencia conservaron ncleos de burguesa urbana, aunque no tan desarrollados
como en otros lugares de Europa. Eso es lo que explica que Espaa apenas tuvo un
Renacimiento, pues el Renacimiento fue la flor y el perfume de la burguesa
italiana, y tal vez ms especficamente de la burguesa de Florencia. Todo el
esfuerzo que se ha hecho, y el que pueda hacerse en el porvenir, por presentar el
descubrimiento y la conquista del Nuevo Mundo como el producto de un
Renacimiento espaol, carecen de base histrica. Coln es un hombre del
Renacimiento italiano, pero la participacin de Espaa en el Descubrimiento no
tiene nada que ver con el Renacimiento; no se debi a la ciencia cosmogrfica
espaola, ni a la organizacin martima de Castilla, ni a la superioridad de sus
navegantes; no se debi a la riqueza del reino de Isabel y ni siquiera a la de los
reinos unidos de Castilla y Aragn. La causa es de otro orden.
Cristbal Coln lleg a Espaa a pedir que se le ayudara a buscar un camino
corto y directo hacia la India no a descubrir un mundo nuevo, cuya existencia no
sospechaban ni l ni nadie debido a que Espaa era el pas lder de Europa; y
Espaa era ese pas lder porque Europa era un continente catlico, y durante ocho
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