FACULTAD DE HUMANIDADES
Carrera de Psicología
INTELIGENCIA EMOCIONAL EN ESTUDIANTES DE PSICOLOGÍA DE UNIVERSIDADES PÚBLICAS Y
PRIVADAS DE LIMA METROPOLITANA
Trabajo de Investigación para optar el Grado Académico de
Bachiller en Psicología
VIVIAN PAMELA HIDALGO ÑAHUI
ESCARLE JOMEINE QUISPE LIVIAS
Asesor:
Dr. Edwin Salustio Salas Blas
Lima - Perú
2019
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Resumen
El objetivo de esta investigación fue describir la inteligencia emocional (IE) en
estudiantes de psicología de universidades públicas y privadas de Lima
Metropolitana. Se utilizó un estudio trasversal de tipo comparativo, considerando
como variables de agrupación: el sexo, el tipo de gestión universitaria y el nivel de
ciclo académico. Participaron 138 estudiantes (34 varones), 80 de una universidad
pública y 58 de dos universidades privadas cuyas edades oscilaban entre los 18 a
24 años. Para el estudio se usó la versión adaptada para estudiantes peruanos del
Inventario Breve de Inteligencia Emocional para Mayores (EQ-I-M20) por
Domínguez-Lara, Merino-Soto y Gutiérrez-Torres en 2017; el cual evalúa cinco
dimensiones: intrapersonal, interpersonal, manejo del estrés, adaptabilidad y estado
de ánimo. Los resultados obtenidos revelaron que existen diferencias significativas
con relación a la dimensión manejo del estrés según la variable sexo, puntuando
alto para las mujeres, quienes manifiestan mayores estrategias de afrontamiento al
estrés, así mismo el tipo de gestión universitaria pública presenta diferencias
significativas con relación a la dimensión manejo del estrés, esto relacionado a las
diversas exigencias de la propia casa de estudios debido a que desde los ciclos
intermedios cuenta con diversas especialidades cada una con diversas exigencias.
Palabras clave: inteligencia emocional, universitarios, psicología.
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Abstract
The objective of this research was to describe emotional intelligence (IE) in
psychology students from public and private universities in Metropolitan Lima. A
cross-sectional study of comparative type was used, considering as grouping
variables: sex, type of university management and the level of academic cycle. 138
students (34 boys) participated, 80 from a public university and 58 from two private
universities whose ages ranged from 18 to 24 years. For the study, the version
adapted for Peruvian students of the Brief Inventory of Emotional Intelligence for
Seniors (EQ-I-M20) by Domínguez-Lara, Merino-Soto and Gutiérrez-Torres in
2017 was used; which evaluates five dimensions: intrapersonal, interpersonal, stress
management, adaptability and mood. The results obtained revealed that there are
significant differences in relation to the stress management dimension according to
the sex variable, scoring high for women, who manifest greater stress coping
strategies, and the type of public university management presents significant
differences in relation to the stress management dimension, this related to the
different demands of the house of studies itself because since the intermediate
cycles it has different specialties each with different requirements.
Keywords: emotional intelligence, university students, psychology.
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TABLA DE CONTENIDO
Portada
Resumen
Abstract
Tabla de contenido
Resumen ............................................................................................................................. 2
Introducción ........................................................................................................................ 1
Marco Teórico ............................................................ ¡Error! Marcador no definido.
Inteligencia emocional .............................................................................................. 3
Marco Referencial .......................................................... ¡Error! Marcador no definido.
Antecedentes .............................................................................................................. 6
Objetivos .................................................................................................................. 10
Método ............................................................................................................................. 10
Instrumento de investigación ..................................................................................... 12
Coordinaciones Previas .......................................................................................... 12
Aspectos éticos ......................................................................................................... 13
Instrucciones ............................................................................................................ 13
Resultados ........................................................................................................................ 15
Discusión .......................................................................................................................... 17
Referencias....................................................................................................................... 22
1
Introducción
Durante la última década se ha incrementado la cifra de jóvenes que acceden a
una educación superior, la BBC informó que en el año 2017 en América Latina y el
Caribe existen alrededor de 20 millones de universitarios, debido a la reducción de
costos en educación, incremento de universidades e institutos y la inversión del
gobierno en educación; sin embargo, de esta cantidad solo la mitad de la población
termina graduándose, el informe indica que se debe a la baja calidad educativa,
plazos largos para graduarse y a la poca diversidad de carreras (BBC, 2017).
Es importante recordar que durante la etapa universitaria se crean condiciones
adversas y factores de riesgo psicosociales como el estrés, considerado como un
factor grave generador de diversas patologías (Caldera & Pulido, 2007). El diario La
República publicó una noticia manifestando que el 80% de peruanos sufre de estrés,
siendo las mujeres las más afectadas, y es en la región Lima y Callao donde se
presenta más casos de estrés que en los sectores rurales (Alemán, 2018).
Águila, Calcines, Monteagudo de la Guardia y Nieves (2015), manifiestan que
cuando una persona se encuentra en etapa de aprendizaje en escuelas, institutos y
universidades experimenta gran tensión. A este se le denomina estrés académico,
frente a ello, los estudiantes deberían dominar las exigencias a través de recursos
físicos y psicológicos que demanda su ambiente académico.
Durante las últimas décadas, las competencias emocionales se han logrado
proponer como un recurso de suma importancia para amortiguar los impactos
generados y, a su vez, promover la mejora en su calidad de vida. Páez y Castaño
(2015) refieren que el déficit en habilidades sociales y emocionales afecta a los
estudiantes; en la misma magnitud; tanto dentro y fuera de las aulas. Esta
consecuencia se presenta en cuatro áreas: rendimiento académico, equilibrio
emocional, calidad en las relaciones interpersonales y el surgimiento de conductas
desadaptativas.
2
Cazalla y Molero en 2014 definen la inteligencia emocional como la capacidad
que posee el ser humano para comprender sus emociones lo cual contribuye a
prevenir los efectos de los riesgos psicosociales presentados en diferentes situaciones
de la vida diaria. Por lo que una mayor dedicación, calidad del aprendizaje e
incremento del bienestar psicológico en los estudiantes, estaría relacionado al
desarrollo de sus habilidades emocionales las cuales actuarían como un factor
amortiguador de los estresores académicos.
Por lo anterior, se planea la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo se
caracteriza la inteligencia emocional de los estudiantes de psicología de
universidades públicas y privadas de Lima Metropolitana?
El presente proyecto de investigación brindará información útil y actualizada
a la comunidad científica acerca de las características inteligencia emocional y sus
implicancias en estudiantes universitarios.
Sobre este proyecto de investigación recae una importancia social para el
desarrollo de estrategias de intervención que fortalezcan los factores protectores de la
población estudiantil y reduzcan los riesgos psicosociales que afecten el desempeño
de estos. Sobre este punto Muñoz (1999) señala que el estrés académico no se
soluciona simplemente proporcionando al estudiante herramientas o recursos
emocionales que le permitan afrontar mejor dicho estrés. Más bien, se requieren
enfoques globales que hagan posible la detección y modificación de los estresores
por parte de las organizaciones educativas y de los sistemas de enseñanzas actuales.
Pues son los estudiantes de psicología quienes brindarán servicios para mejorar el
estado biopsicosocial de la población, sin embargo, se percibe que durante la
universidad estos se ven expuestos a situaciones estresantes como: semanas de
exámenes parciales y finales, presentación de trabajos, y más aún los estudiantes de
los últimos ciclos quienes realizan prácticas de internado.
Debido a esta situación es imperante que los estudiantes de psicología tengan
un mayor conocimiento y comprensión de sus emociones ya que al hacerlo les
permitirá afrontar situaciones de mayor estrés y a su vez reducir costos de
3
tratamiento de salud física, mental y biológica. Asimismo, se busca un mayor interés
por parte de directivos, docentes, psicólogos y alumnos; por lo tanto, servirá de base
para tener un panorama actual de esta situación. Pues son los profesionales quienes
deberán enriquecer las capacidades de los estudiantes y en todos los entornos en los
que se desarrolle el ser humano.
Inteligencia emocional
Fue Howard Gardner quien a partir de la teoría de las inteligencias múltiples
ofrece una visión más amplia y, a la vez contradictoria a la única definición sobre
inteligencia que se conocía: capacidad para solucionar problemas. En esta teoría en
1983 se hace referencia a dos tipos de inteligencia: intrapersonal e interpersonal,
conceptos iniciales para la formación del constructo de inteligencia emocional. El
término inteligencia emocional fue definido formalmente por Mayer y Salovey en el
año 1990 según Burguillos en el 2014, quienes lo definen como el conocimiento,
regulación y expresión de emociones propias adecuadamente, así mismo promover la
capacidad de reconocer emociones en otros, guiando el pensamiento y la conducta
hacia una mejor relación con los otros (Matalinares et al., 2005).
Para Bar-on (2006) la inteligencia emocional se compone de competencias,
habilidades y aptitudes que facilitan la comprensión y expresión de las propias
emociones, componentes que a su vez permiten comprender las emociones de los
demás y permite expresarse y relacionarse con ellos, esta comprensión emocional
proporciona un mecanismo para afrontar las demandas presentes diariamente en
diversos contextos. Así mismo, lo reafirman Domínguez-Lara, Merino-Soto y
Gutiérrez-Torres en 2017, quienes consideran la inteligencia emocional como un
constructo vital para la comprensión y descripción de la adaptación de los seres
humanos en las diversas etapas evolutivas de su ser social.
A partir de la concepción de inteligencia emocional de Bar-on se desprenden
cinco dimensiones: intrapersonal, interpersonal, manejo del estrés, adaptabilidad y
humor. La dimensión intrapersonal se relaciona con la conciencia de habilidades y
competencias como el autoconocimiento, autoconciencia emocional, asertividad,
4
independencia y autoactualización que permiten ser conscientes de nuestros estados
emocionales para una manifestación adecuada. La dimensión interpersonal considera
el desarrollo de habilidades como la empatía y responsabilidad social, las cuales
permiten reconocer emociones en los otros a través de sus expresiones faciales y
corporales, las que en determinados contextos tienen un significado emocional, así
mismo esta dimensión nos hace ser consciente de la manera en la que nos
presentamos e impactamos en los otros para luego obtener relaciones interpersonales
satisfactorias. El manejo del estrés se relaciona con habilidades y estrategias
reguladoras como la resistencia y tolerancia al estrés, control de impulsos y conducta
evitativa que reducen la intensidad o frecuencia de los estados emocionales en
diversas circunstancias. La dimensión adaptabilidad comprende habilidades
emocionales como el manejo del cambio, el conocimiento de la realidad, la
flexibilidad y resolución de problemas que cumplen un rol de adaptación social. La
dimensión humor se relaciona con competencias como motivación en la vida, el
optimismo, felicidad aquellas que ayudarán a la persona a alcanzar la capacidad
emocional adecuada para percibirse así misma como desea hacerlo, aceptando sus
experiencias como únicas; lo que constituirán en ella un balance moral emocional
(Ugarriza & Pajares, 2005).
Actualmente el constructo de Inteligencia Emocional (IE) es uno de mayor
relación a gran número de contextos y variables conductuales y afectivas; por ello,
cabe resaltar que su desarrollo, en el ser humano, en ambientes específicos como la
universidad produce una experiencia emocional valiosa para muchos jóvenes; la cual
está compuesta por diversos significados que se le otorgan al momento de vivirlos a
través del desempeño de diversos roles a favor del género, edad y ambiente que le
sean otorgados; estas variables de agrupación afectan de manera directa en su
adaptación emocional y académica generando un impacto en la sociedad (Ugarriza &
Pajares, 2005).
La IE abarca un conjunto de competencias emocionales, personales y sociales
que influyen en la habilidad general para adaptarse de manera activa a las presiones y
demandas. Por tanto, la IE y las competencias cognitivas son consideradas como la
más relacionadas al éxito y ambiente educativo, en el que se tienen que sobrellevar
5
muchos acontecimientos que originan estrés, ansiedad y diversas reacciones en
relación al sexo, edad, tipo de universidad, ciclo, carrera, grupos de trabajo, etc.;
como por ejemplo una calificación desaprobatoria o lejos de sus expectativas; traerán
consecuencias negativas como el desbalance emocional, variaciones en la motivación
del estudiante, y en algunos casos, el abandono del curso, ciclo o carrera
(Domínguez-Lara, 2018). Para el diseño de estrategias preventivas es necesario
avaluar otras variables individuales como el sexo tipo de gestión universitaria y el
ciclo de estudio que expliquen parte del éxito o desajuste académico (Delgado,
Martínez, Ramón & Escortell, 2019).
Las estrategias de ajuste deseables son adquiridas en el desarrollo evolutivo a
través de modelos emocionales desde una edad muy temprana y es percibido de
diferente manera tanto en varones como en mujeres. Este modelo de conocimiento
ayuda a manejar y manifestar sus habilidades, cognitivas, emocionales y sociales
cuando el estudiante se percibe enfrentado a situaciones demandantes o conflictivas
durante los años que dura la carrera universitaria, las cuales finalmente, según su
dominio, harán que se sienta orgulloso de sus logros o culpable o molesto por el
fracaso académico (Ugarriza & Pajares, 2005). En Lima existe un sistema de
educación superior universitaria de dos tipos de gestión: pública y privada. Estos dos
tipos de gestiones avalan el ingreso de los estudiantes a diversas carreras a través de
una evaluación estandarizada de conocimientos básicos sobre materias en ciencias,
ninguna de estas considera primordial una evaluación inicial de competencias o
habilidades individuales que permita considerar las fortalezas virtudes o amenazas de
estos. Esta práctica común desencadena una serie de consecuencias desde los
primeros ciclos de estudios, muchos de ellos sufren de intolerancia al estrés y
burnout académico, debido al ritmo de estudio que cambia radicalmente,
produciendo desmotivación; además de desinterés, ya que mucho de ellos no se ha
realizado una evaluación vocacional, lo que ralentiza la adquisición de
conocimientos de su formación profesional (Rodríguez, 2018).
Ya que ese tipo de situaciones afecta de manera directa al estudiante es que es
relevante la descripción y explicación de la IE en el proceso de adaptación social de
la persona (Domínguez-Lara et al., 2017), esto comprobado por muchos estudios que
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exploran las competencias, recursos y otras variables del estudiante necesarias para
el desarrollo de las relaciones sociales y por ende su bienestar emocional.
Antecedentes
Pulido-Martos, Augusto-Landa y López-Zafra en 2015 analizaron la influencia
de la inteligencia emocional percibida sobre los estresores ocupacionales y el
bienestar psicológico. Se usó un estudio descriptivo, transversal y basado en
autoinformes, con un total de 127 estudiantes de Enfermería. Usaron la Escala de
Estado de Ánimo, Escala de Bienestar Psicológico de Ryff y el Cuestionario
KEZKAK. Se resultados demostraron que la atención emocional en los periodos de
prácticas clínicas es el factor principal del estrés ocupacional; la claridad emocional
y la regulación son factores principales del bienestar psicológico. En conclusión, la
atención y regulación emocional explican con precisión los factores principales de
estrés (cercanía con el sufrimiento, implicación emocional y sobrecarga laboral)
durante el periodo de prácticas.
Páez y Castaño en el 2015 investigaron la relación entre inteligencia emocional
y rendimiento académico. Se usó un estudio analítico de corte transversal, con una
muestra final de 263 estudiantes de la Universidad de Manizales de los programas de
economía, derecho, medicina y psicología. Se utilizó el Cuestionario de Bar-On. Los
resultados indicaron que en cuanto al cociente de inteligencia emocional no hay
diferencias significativas según sexo, contrario de lo que sucede para cada carrera
54,28 en psicología y 36,58 en derecho; puntuando más alto para los estudiantes de
economía (62,9) y medicina (55,69); se halló la correlación entre los puntajes de IE y
notas actuales en estudiantes de medicina y psicología, lo que representaría una
dependencia entre el coeficiente de inteligencia emocional y rendimiento académico.
Rodríguez del Ávila, Amayo y Argota en 2011 estudiaron la relación entre la
inteligencia emocional y ansiedad en 167 universitarios. Utilizaron un diseño
descriptivo correlacional. Usaron como instrumentos la Escala de estado de ánimo -
24 y el IDARE. Los resultados indicaron que existe una relación directa entre la
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percepción emocional y ansiedad-estado y ansiedad-rasgo y; una relación inversa
entre la regulación emocional ansiedad-estado y ansiedad-rasgo.
Reyes y Carrasco en 2014 presentaron una investigación que determinó los
niveles de inteligencia emocional en 195 universitarios de 16 a 30 años de la facultad
de enfermería de la Universidad Nacional del Centro del Perú. Se realizó mediante
un estudio descriptivo. Como instrumento se usó el Inventario Emocional de Bar-On
y el Inventario de coeficiente emocional (ICE). Los resultaros mostraron que el
componente intrapersonal se presenta una adecuada capacidad emocional del 83%,
seguida de la dimensión interpersonal con 55%, y estado de ánimo con un 54%, los
de nivel promedio fueron las dimensiones de adaptabilidad 53% (mujeres 54%) y
manejo del estrés con un 42% en varones con 39% y en mujeres con 44%.
Del Rosal, Dávila, Sánchez y Bermejo en 2016 investigaron sobre la
inteligencia emocional en estudiantes universitarios. Usaron el diseño transversal no
experimental. El cuestionario que usaron fue la Escala de estado de ánimo -24, una
versión reducida y adaptada al castellano por Fernández-Berrocal, Extremera y
Ramos (2004). La muestra estaba conformada por 358 alumnos de primer curso de
grado, donde el 59.5% eran mujeres y el 40,5% varones. Los resultados evidencian
que no existen diferencias estadísticamente significativas en el nivel de reparación
emocional según el sexo y el grado en el que se encuentran matriculados los
estudiantes.
Barraza y González en 2016 estudiaron la relación entre autopercepción de
inteligencias múltiples e inteligencia emocional y el rendimiento académico logrado
por 252 universitarios de diversas carreras de la Universidad Santo Tomás-La
Serena. Se realizó un estudio correlacional en el que se aplicó la versión adaptada del
Rasgo Meta- Escala de estado de ánimo-24 para autopercepción de inteligencia
emocional y la escala MIDAS-Teens de Shearer para autopercepción de inteligencias
múltiples. Se revelaron correlaciones débiles entre rendimiento académico y
autopercepción de las inteligencias, no se evidencian correlaciones con las otras
dimensiones de la inteligencia emocional y de las inteligencias múltiples.
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Caballero, Suárez y Bruges en 2015 realizaron un estudio sobre las
características de inteligencia emocional en universitarios con y sin ideación suicida
(IS). De tipo descriptivo comparativo con un diseño trasversal, con una muestra de
22 sujetos con IS y 22 sujetos sin IS. Como instrumentos se utilizaron la Escala de
estado de ánimo y el Inventario de ideación suicida de Beck. Los resultados indican
diferencias significativas entre el componente de atención, claridad y reparación
emocional. Por ello, se concluye que los universitarios con ideas suicidas reportan
dificultades para atender, comprender y regular sus emociones, contrario a lo que
ocurre con quienes no presentan ideas de autolesión.
Martínez-Monteagudo, Gonzálvez, Vicente, Sanmartín y Delgado en 2018
estudiaron la relación entre el grado de inteligencia emocional y el autoconcepto en
146 estudiantes entre los 18 y 34 años de la universidad de Alicante. Se utilizaron la
Escala de estado de ánimo-24 para evaluar inteligencia emocional y el Cuestionario
de Autoconcepto. Los resultados mostraron que la inteligencia emocional está
fuertemente relacionada a las características que definen el autoconcepto, lo que
favorecere la adaptación. Las implicaciones prácticas de los resultados son
discutidas.
Figueroa y Funes (2018) estudiaron la relación entre la inteligencia emocional,
empatía y rendimiento académico en universitarios. Usaron el diseño descriptivo
correlacional. Utilizaron el Inventario de Inteligencia Emocional de Bar-on (ICE),
Índice de reactividad Interpersonal de Davis (IRI) y Cuestionario de Rendimiento
Académico. La muestra estuvo conformada por 100 estudiantes que cursaban los
últimos años. Los resultados indican que en relación con la inteligencia emocional y
rendimiento académico la única escala que se relaciona significativamente con la
nota promedio fue la intrapersonal; respecto a la empatía y rendimiento académico,
la investigación arrojó que la nota promedio es levemente superior en aquellos
estudiantes que presentan más desarrollada la empatía cognitiva que la afectiva
asimismo todas las relaciones encontradas fueron bajas.
Palomino (2015) estudió la correlación entre la inteligencia emocional y
rendimiento académico. Usó diseño descriptivo correlacional. El instrumento usado
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fue el Inventario Cociente Emocional. La muestra fue de 278 estudiantes
pertenecientes a la facultad de Educación. Los resultados muestran que existe
relación significativa entre inteligencia emocional y rendimiento académico.
Cañero, Mónaco y Montoya en 2019 estudiaron la relación entre inteligencia
emocional, empatía y bienestar subjetivo. Se evaluaron a 122 universitarios entre 18
y 32 años, con un tipo y diseño transversal correlacional. Como instrumentos se
usaron la Escala de estado de ánimo-24 (TMMS-24), Escala de empatía básica
(BES), Escala de satisfacción con la vida (SWLS) y Escala de experiencias positivas
y negativas (SPANE). Los resultados muestran una correlación de las habilidades
emocionales sobre el bienestar subjetivo. La empatía cognitiva, la atención y la
claridad explican la satisfacción con la vida. La edad y la reparación emocional se
relacionan con los afectos positivos. El sexo, empatía cognitiva, claridad, atención y
reparación emocional explican la varianza de los afectos negativos.
Delgado, Martínez, Ramón y Escortell analizaron la relación de autoeficacia
académica e inteligencia emocional en 573 estudiantes de una universidad pública
española. Los instrumentos usados fueron la Escala de Autoeficacia Percibida
Específica de Situaciones Académicas (EAPESA) y la Escala de estado de ánimo-24
(TMMS-24). Se concluyó la relación significativa de ambas variables en cuanto al
alto rendimiento de los estudiantes, ya que los estudiantes con bajo rendimiento son
quienes presentan puntuaciones menores en las variables trabajadas.
Barradas, Guzmán, Gutiérrez, Pérez y Figueroa en 2019 investigaron el nivel
de inteligencia emocional esencial en universitarios, de tipo descriptiva-exploratoria.
La muestra esta compuesta por 604 alumnos de la facultad de psicología de la
universidad veracruzana. Se usó la prueba de Coeficiente Emocional (CE) de Robert
K. Cooper y Ayman Sawaf. Los resultados obtenidos en las dimensiones del
instrumento muestran un nivel por debajo de la media. Las dimensiones son:
conocimiento emocional (13.1%), competencias de CE factor-creatividad (10,1%),
valores de CE y creencias factor compasión (10,7%).
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Broc en 2019 analizó la inteligencia emocional y rendimiento académico en
alumnos de educación secundaria obligatoria (ESO). Se realizó a través de un diseño
correlacional ex post facto. La muestra estuvo compuesta por 345 alumnos en un
colegio en Zaragoza. Se utilizó el Inventario de Cociente Emocional de Bar-On para
jóvenes (EQ-i:YV) adaptado en España por investigadores de la universidad de
Murcia. Los resultados muestran que solo las dimensiones interpersonal y manejo del
estrés han obtenido correlaciones positivas.
Objetivos
Objetivo general
Determinar la inteligencia emocional en estudiantes de psicología de una
universidad pública y privada de Lima metropolitana.
Objetivos específicos
Describir la inteligencia emocional en estudiantes de psicología de Lima,
teniendo en cuenta el tipo de gestión universitaria.
Describir la inteligencia emocional en estudiantes de psicología, teniendo en
cuenta el sexo y el nivel de los estudios (primeros ciclos, ciclos intermedios y ciclos
finales).
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Método
Tipo y diseño de la investigación
El tipo de investigación es no experimental, ya que no se manipularon las
variables de estudio, solo se observaron y midieron. Es decir, en estos estudios no se
produce variaciones intencionales de las variables independientes para ver su efecto
sobre otras variables. Solo se observa fenómenos tal como se dan en su contexto
natural, para luego analizarlos (Hernández, Fernández & Baptista, 2014).
El diseño de la investigación es descriptivo, ya que únicamente pretende medir
y recoger información de manera independiente o conjunta sobre el constructo al que
se refiere (Hernández et al., 2014).
Participantes
El tipo de muestreo es no probabilístico porque la elección de los elementos no
depende la probabilidad, sino de criterios relacionados con los propósitos del
investigador (Hernández et al., 2014). Además, el tipo de muestreo no probabilístico
es por selección intencionada o de conveniencia porque se busca una muestra cuyas
características sean similares a las de la población objetivo (Casal & Mateu, 2003).
La muestra estuvo conformada por 138 estudiantes de la carrera de psicología
de universidades de la ciudad de Lima, de una universidad pública y de dos
universidades privadas, entre 18 y 24 años, 104 mujeres y 34 varones. Los criterios
de inclusión fueron la determinación de la edad la cual oscilaba entre 18 y 24 años,
que hayan sido estudiantes que hayan aceptado ser voluntarios y estudiantes de
psicología de universidades que se encuentren en Lima. Los criterios de exclusión
que se determinaron fuero los siguientes: estudiantes que hayan desaprobado algún
curso general o de especialidad y//o estudiantes que pertenezcan al programa de
intercambio cultural o traslados externos.
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Instrumento de investigación
Inventario Breve de Inteligencia Emocional para Mayores (EQ-I-M20). Fue
utilizada la versión adaptada a universitarios peruanos de Domínguez-Lara et al
2017. Consta de 20 ítems con cuatro alternativas de respuesta, “nunca me ha pasado,
a veces me pasa, casi siempre me pasa y siempre me pasa”. Evalúa cinco
dimensiones de la Inteligencia Emocional: intrapersonal, interpersonal, manejo del
estrés, adaptabilidad, y estado de ánimo cada una con cuatro ítems. El cálculo del
coeficiente de alfa es aceptable en cada factor: Intrapersonal α=0.800, Interpersonal
α=0.688, Manejo del estrés α=0.842, Adaptabilidad α=0.716 y Ánimo general
α=0.785. El significado de las puntuaciones se expresa de manera directa en todas las
dimensiones.
Procedimientos
Coordinaciones previas
Se realizaron las coordinaciones respectivas con las autoridades de la
universidad (rector, decana y profesores de la carrera de psicología de las diversas
universidades) con el fin de brindar información detallada del proyecto, aclarar los
términos de la participación estudiantil; solicitando su colaboración y permiso para
hacerlo.
La recolección de datos de acuerdo con el objeto de estudio se llevó a cabo de
manera directa con el fin de asegurar la confiabilidad del registro de datos. Esto se
obtuvo a través de la técnica de cuestionario cerrado por medio de la administración
de del instrumento.
Cabe mencionar, que la elección de esta técnica se da por acceso económico, la
existencia de menos riesgo de distorsión de las respuestas pues son anónimos.
Además, se evita el sesgo por parte del entrevistador y facilita la toma de decisiones
y cálculos estadísticos. Durante un periodo de 2 semanas, los cuestionarios fueron
entregados a los estudiantes de psicología abordados grupalmente en las aulas de una
universidad pública y dos universidades privadas de Lima. Se les informó acerca del
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objetivo general del estudio y se les solicitó que rellenen los cuestionarios,
garantizándoles la confidencialidad de la información y el uso exclusivo para fines
de investigación.
Aspectos éticos
Se mencionó y entregó el consentimiento informado a los participantes, en el
cual se indicaron los nombres de los responsables de la evaluación y el objetivo del
estudio, además se expresó la participación voluntaria de los estudiantes mediante el
siguiente texto antes de la ficha sociodemográfica: “Este estudio es conducido por
Vivian Hidalgo Ñahui y Jomeine Quispe Livias, estudiantes de la Carrera de
Psicología de la Universidad San Ignacio de Loyola y tiene como objetivo describir
inteligencia emocional en estudiantes de psicología de Lima Metropolitana” “He
leído y conozco el objetivo del presente proyecto de investigación. Deseo participar”
el participante deberá marcar sí o no para continuar la prueba.
Instrucciones
Se administró el Inventario Breve de Inteligencia Emocional para Mayores
(EQ-I-M20) de inteligencia emocional en estudiantes de acuerdo con las
instrucciones descritas por los autores correspondientes. El instrumento se aplicó de
manera colectiva.
Procesamiento de datos
Una vez recabados los datos necesarios, se pasó a procesarlos. Se tomaron en
cuenta los datos respondidos y marcados adecuadamente, los instrumentos que hayan
sido respondido con errores, doble marca, ítems en blanco o en el que se hayan
omitido firmar el consentimiento informado no serán considerados para el análisis
del proyecto. Para realizar los cálculos estadísticos se realizó la base datos en el
programa de Statistical Package for the Social Sciencies (SPSS) versión 22.
Plan de análisis
En primera instancia se realizó el análisis de la normalidad de los datos, lo que
permitió conocer qué tipo de pruebas usar durante los análisis descriptivos. Luego se
analizó la media central y la media de dispersión (desviación estándar) para cada
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variable de agrupación (Rosas & Zúñiga, 2013). Así mismo se establecieron los
estadísticos de comparación de acuerdo con el tipo de pruebas utilizadas. Se trabajó
con pruebas no paramétricas para el análisis de datos de tipo comparativo y
descriptivo. Los criterios de interpretación derivan del estadístico usado, en el que se
determinan la valoración de la significancia. Si los valores son menores a 0.05 se
evidencian las diferencias significativas entre la muestra y si es valor de significancia
es mayor a 0.05, se asume que no existen diferencias significativas dentro de la
muestra. Una vez obtenidos estos resultados se procedió a interpretar los datos
obtenidos
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Resultados
Análisis psicométrico
En la tabla 1 se aprecia el análisis de confiabilidad del instrumento que mide
inteligencia emocional, la cual tiene un índice de excelente confiabilidad de 0,836;
así como sus dimensiones que reflejan un índice muy confiable de acuerdo con
Herrera (1998).
Tabla 1
Análisis de confiabilidad del instrumento y de sus dimensiones
En la tabla 2 se aprecia un nivel de significancia de 0.000 obtenido a través del
análisis de normalidad de la muestra través de sus dimensiones y se obtuvo un nivel
de significancia de 0.005 por lo tanto los datos presentan una distribución no normal,
por ello se usarán pruebas no paramétricas para el análisis de los datos (Berlanga &
Rubio, 2012).
Tabla 2
Análisis de normalidad de la muestra: Prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov para una muestra
Dimensiones Estadístico de prueba Nivel de significancia
Inteligencia emocional 0.094 0.005
Inteligencia intrapersonal 0.201 0.000
Inteligencia interpersonal 0.186 0.000
Manejo del estrés 0.170 0.000
Adaptabilidad 0.160 0.000
Estado de ánimo 0.120 0.000
Variables y dimensiones Alfa de Cronbach
Inteligencia emocional
Inteligencia intrapersonal
Inteligencia interpersonal
Manejo del estrés
Adaptabilidad
Estado de ánimo
0.836
0.899
0.761
0.824
0.755
0.903
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Análisis de los objetivos
En las siguientes tablas se muestran una comparación de los puntajes directos
de las dimensiones del inventario breve de inteligencia emocional respecto a las
variables de agrupación: gestión universitaria, sexo y nivel de estudios; además de
mostrar la media, desviación estándar y nivel de significancia. Los siguientes análisis
se realizaron con la prueba no paramétrica U de Mann Whitney.
En la tabla 3 se aprecian los niveles de significancia mayores a 0.05 por lo que
se asume que no existen diferencias significativas entre el tipo de gestión
universitaria privada y pública respecto a las dimensiones del instrumento, excepto
en la dimensión manejo del estrés, en la que se puede apreciar un nivel de
significancia menor a 0.05.
Tabla 3
Análisis comparativo de la variable de agrupación: gestión universitaria
Dimensiones Privada Pública z p
M DE M DE
Intrapersonal 10.275 2.769 10.069 2.931 -0.244 0.807
Interpersonal 11.988 1.761 12.052 2.289 -0.033 0.974
Manejo del estrés 7.313 2.292 8.379 2.330 -2.672 0.008
Adaptabilidad 8.275 1.558 8.310 1.624 -0.159 0.874
Estado de ánimo 11.650 2.964 11.569 2.649 -0.462 0.644
En la tabla 4 se aprecian los niveles de significancia mayores a 0.05 por lo que
se asume que no existen diferencias significativas entre mujeres y varones respecto a
las dimensiones del instrumento, excepto en la dimensión manejo del estrés, en el
que se aprecia un nivel de significancia menor a 0.05.
17
Tabla 4
Análisis comparativo de la variable de agrupación: sexo
Dimensiones Mujeres Varones z p
M DE M DE
Intrapersonal 9.913 2.596 11.029 3.352 -1.697 0.090
Interpersonal 11.942 2.037 12.235 1.859 -0.647 0.0518
Manejo del estrés 8.115 2.239 6.676 2.421 -3.193 0.001
Adaptabilidad 8.221 1.467 8.500 1.895 -0.853 0.394
Estado de ánimo 11.529 2.828 11.882 2.847 -0.743 0.457
En la tabla 5 se aprecian los niveles de significancia mayores a 0.05 por lo que
se asume que no existen diferencias significativas en cuanto a los niveles de estudio
en respecto a las dimensiones del instrumento.
Tabla 5
Análisis comparativo de la variable de agrupación: nivel de estudios
Dimensiones Primeros ciclos Ciclos intermedios Ciclos finales
z p M DE M DE M DE
Intra-personal 11.23 2.35 10,17 2.73 9.91 3.08 -1.71 0.086
Inter-personal 12.46 2.02 11.75 1.76 12.3 2.29 -0.11 0.906
Manejo del
estrés 7.462 2.75 7. 84 2.28 7.70 2.41 -0.43 0.66
Adaptabilidad 7.923 1.18 8.29 1.46 8.38 1.85 -1.01 0.309
Estado de
ánimo 11.00 3.10 11.85 2.72 11.3 2.93 -0.26 0.79
En la tabla 6 se muestran los puntajes directos obtenidos en cada dimensión por
los estudiantes de psicología de una universidad pública y dos privadas. Se aprecia
un puntaje mayor en la dimensión interpersonal y un puntaje menor en el manejo del
estrés.
18
Tabla 6
Análisis de las dimensiones de la variable inteligencia emocional
Dimensiones M DE
Intrapersonal 10.188 2.829
Interpersonal 12.014 1.992
Manejo del estrés 7,761 2.360
Adaptabilidad 8.290 1.580
Estado de ánimo 11,616 2.826
19
Discusión
Si bien es cierto, las competencias intelectuales son aquellas variables que se
toman muy en cuenta y las que más se potencian y refuerzan al momento de la
elección de una carrera o universidad; por otro lado, las competencias emocionales
son pasadas a un segundo plano e incluso desvalorizadas. Sin embargo, el hecho de
potenciar la inteligencia cognitiva solo explica el 50% del éxito educativo (Delgado,
et al., 2019).
En este estudio se pretendió rememorar la importancia de la evaluación y
abordaje de la inteligencia emocional en respuesta a una sociedad actual
desafortunada, que últimamente está recurriendo a la búsqueda de una solución a
muchas necesidades con gran impacto negativo como: problemas de conducta,
ansiedad, depresión, trastornos alimenticios, etc., todo esto generado por una
ignorancia emocional, que lo opuesto que se generaría al desarrollar la competencias
de inteligencia emocional es contribuir con el bienestar personal y social dando aval
de buenas relaciones intrapersonales e interpersonales (Cano, 2013).
Los resultados obtenidos nos muestran que no existen diferencias significativas
en cuanto a las dimensiones y variables de agrupación. Se presenta una excepción en
cuanto a los niveles de significancia en el sexo y tipo de gestión universitaria
(pública o privada) respecto a la dimensión de manejo del estrés. Contrario al trabajo
de Reyes y Carrasco en 2014 quienes hallaron puntaje promedio en la dimensión
manejo del estrés y una leve diferencia en cuanto al sexo: varones con 39% y en
mujeres con 44%, por otro lado, Del Rosal, Dávila, Sánchez y Bermejo en 2016
evidenciaron que no existen diferencias según el sexo, así como Páez y Castaño en el
2015. Mientras tanto, Broc en un estudio reciente en 2019 halló que solo las
dimensiones interpersonal y manejo del estrés obtuvieron una correlación positiva en
ambos sexos.
Basándonos en estos datos podríamos afirmar que las mujeres de este estudio
tienen una mayor capacidad de afrontamiento emocional ante el estrés, ya que
utilizan recursos como búsqueda de apoyo social, la expresión afectiva en el que
incluye, pareja, amigos y familia y los valores y creencias; todos estos recursos
20
reducen la percepción de una situación amenazante (Cabanach, Fariña, Freire,
González & Ferrada, 2013). Por otro lado, los varones suelen usar menos estrategias
de afrontamiento al estrés, usan métodos de corte cognitivo y actitudinal al
enfrentarse directamente al problema o ignorándolo realizando actividades alternas,
lo que a su vez se relaciona con la manera en la que han percibido modelos
emocionales relacionados a una cultura machista (Segura & Pérez, 2016).
En cuanto al tipo de gestión universitaria se percibe una diferencia significativa
en relación a la dimensión manejo del estrés siendo la universidad pública quien
requiere de un mayor manejo de la ansiedad y el estrés, pues los requerimientos
solicitados por las diversas universidades podría influir sobre el bienestar emocional
y físico del estudiante al experimentar mayor agotamiento académico (Caballero,
Abello & Palacio, 2007), el nivel de mayor demanda de estrés puede obedecer a las
características propias de la universidad pública sobre la privada además de
relacionarse a las diversas especialidades que presenta la carrera de psicología en
aquella universidad (Belén, 2015).
Limitaciones
El tamaño de la muestra puede ampliarse para futuros trabajos, y buscar una
muestra más homogénea en cuanto a sexo, se puede hacer extensiva la problemática
a otros contextos (como en periodo de prácticas pre-profesionales y profesionales),
otras carreras y oficios de preocupación actual.
Conclusión
Debido a que este estudio presenta un objetivo de tipo descriptivo se concluyó
en base a la muestra manipulada (universitarios de la carrera de psicología) y en
puntajes directos, en este estudio no existen diferencias significativas en cuanto a la
variable niveles de estudio (primeros ciclos, ciclos intermedios y ciclos finales);
excepto en las variables de agrupación de gestión universitaria y sexo respecto a la
dimensión del manejo del estrés en la que se aprecia una diferencia significativa a
21
favor de las mujeres quienes manifestarían un mayor control en cuanto al manejo del
estrés, y mayor en el tipo de gestión universitaria: privada; al constructo de
inteligencia emocional en alguna de sus dimensiones.
Implicancias
La teoría antes mencionada y los resultados obtenidos sirven de reflexión para
las instituciones, organismos, rectores, coordinadores, docentes, estudiantes y padres
de familia, además de otros recursos humanos; para la creación de estrategias
preventivas como por ejemplo: evaluaciones iniciales de inteligencia emocional
como requisito para obtener una vacante en las diversas instituciones públicas o
privadas en Lima metropolitana, creación de talleres o programas estudiantiles para
el desarrollo de habilidades socioemocionales, creación de cursos o capacitaciones
que sirvan como estrategias para fomentar el desarrollo de competencias que
refuercen y potencien las aptitudes adquiridas en todos los ciclos de la carrera y para
hacer del ambiente académico una experiencia exitosa.
Recomendaciones
Se recomienda trabajar con otras variables cognitivas y psicológicas para
obtener nuevos y mejores resultados en relación con su influencia hacia otro tipo de
ambientes; a su vez se hace hincapié en hacer uso del instrumento de evaluación de
inteligencia emocional utilizado en este trabajo para resultados más certeros a la
realidad nacional, este podría usarse en población estudiantil, docentes y personal
administrativo. Se recomienda además realizar trabajos de tipo transversal para
obtener mejores datos en cuanto a la instauración de competencias socioemocionales
desde la infancia y su desarrollo durante la adolescencia.
22
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