8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
1/10
G
1'
E edx
3
EXE
r 9 J
I ;be
H;
üt>
r;P80
8o¡3t
§*
g,II
s.9 c
o>
8EüEa
>
É
t
Ed
¡ü
_tü*
6,'
't
rl
I
u
OE
3
?E:
ü>b
b
CL
8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
2/10
8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
3/10
como el
religioso
occ¡dental, le colocan
en el
centro del
Universo.
Las
palabras
de
Wheeler,
*iqué
valor
tiene un
Univer-
so sin
la
conciencia
de
que
existe?",
nos
comunican la necesidad
de
un
ser inte-
ligente
que
justifique
este
Universo,
La
cosmogonía
cristiana
muestra
a Dios
creando
el
mundo
para que
sea
habita-
do
por
su
creación
más
perfecta,
.hecha
a su
imagen
(carne)
y
semejanza
(alma)", surgida
del
hálito
del
Creador
como sinónimo de vida. Es
este
alma,
definida
por.la
Enciclopedia
Católica
como
la
"fuente
de
la
actividad
pensan-
te"
la
que
reúne las
características
de lo
que
hoy llamamos mente,
esa sustancia
escurridiza
que
"constituye
el
material
del
que
están hechos nuestros sueños"
y
que
necesita
para
animarse de
esa
aportación de la divinidad,
de ese
soplo,
de
esa
palabra
mágica
que
despierta
la
inteligencia
como
el
símbolo
cabalÍstico
animaba
al
Gólem.
Proyecto
cósmico
Un cierto sentido
religioso
contiene
la
tesis
de
que
tanto el
hombre
como
la
in-
teligencia forman
parte
de
un
gran
pro-
yecto
cósmico
que
escapa a
nuestra
comprensión,
del
mismo modo
que
una
célula del cerebro actúa
con sus
mensa-
jes
químicos
e
impulsos
eléctricos sin
te-
ner
conciencia
de
que
forma
parte
de
un
pensamiento
más vasto.
El
adalid
de
esta
grandiosa perspectiva para
la
hu-
manidad fue
el
paleontólogo
iesuita
Thei-
lard
de
Chardin,
y
se ha
visto
potencia-
da
por
teorías
científicas
como
la
del
"principio
antrópico,
que
asegura
que
el
Universo está
pensado
para
ser
habita-
do
y
tanto
las leyes
de
la
física como
las
condiciones iniciales
están dispuestas
de tal
forma
que quede
asegurada la
aparición
de organismos
vivos.
Queda
asíabierto
elcamino
para
la
aparición
de
una
humanidad
compuesta
por
indivi-
duos conscientes
tocados
por
ese
don,
casi divino,
de
la
inteligencia,
puesto
que
un Universo
que
no
admite observadores
conscientes
carece
de sentido. Aunque
surgida
de
la
biologia,
esta
teorí¡a
ha
al-
canzado sus
seguidores
más
apasiona-
dos entre
los físicos
y
cosmólogos como
Paul Davies
y
Stephen
Hawking.
No
está lelos esta
propuesta
de
la
concepción
holística del
Universo,
en
que
todo está
conectado con todo
y
for-
ma
parte
de una conciencia
cósmica,
que
desde
siempre
han
predicado
las fi-
losof[as orientales,
es decir,
que
todo
está
vivo
y
consciente en un
Cosmos
in-
finito.
"El
espíritu es
la
última
sublimación
de
la materia
y
la materia, la
cristaliza-
ción
del
espíritu",
reza
el Ku-Te,
un cu-
rioso
libro
tibetano. Sócrates
afirmaba
QU€
«poSeemos
inteligencia
y
esta
pose-
sión tiene
que
estar contenida
en
la
cau-
sa
que
creó
el
mundo".
Talvez
ni cientÍficos ni teólogos
estén
en
lo
cierto
y
el
origen
de
la inteligencia
sea
muy distinto
a
lo
que
unos
y
otros
nos
han
contado.
En
desacuerdo
con
las
hipótesis
darwinistas,
hay
quien
susten-
ta
qúe
el hombre fue
.ayudado»
ert
su
evolución
por
extrahumanos
que
nos
fa-
cilitaron
el
primer paso
evolutivo,
Se
in-
sinúa
que
la
inteligencia
ni
siquiera
es
originaria
de este
planeta,
sino
que
llegó
aquí, icomo
caída
delcielol,
procedente
de otros
mundos.
Pudo
tener su
origen
en
un
planeta
desaparecido,
como
rela-
ta
la leyenda
de
Faetón,
un mundo ago-
nizante
que
obligó a
una avanzada
civi-
lización
al exilio terrestre,
donde
una
vez
aposentada
se
vería
diezmada
por
los
cataclismos
de
la
aún
inestable Tierra
que
redujeron
a aquellos
seres
inteligen-
tes a condiciones
neandertalienses
o
austrolopitecinas.
El hombre
ha
podido
sufrir
adelantos
y
retrocesos,
tanto técnicos como
socia-
les,
pero
la racionalidad
y
la reflexión
la
alcanzó
hace
mucho
más
tiempo
delque
estamos dispuestos
a
aceptar.
Además,
esta
transformación
no
se
produjo
sino
en
algún
tiempo no
recogido
en la
me-
moria
humana. No
somos la
primera
hu-
manidad. Todos
los hallazgos lÍticos
que
tratan
de
demostrar
el
proceso
de
con-
versión
del Homa
erectus
en Homo
fa-
ber
o
habilis
señalan
que
en determina-
da
época
alguien o algo
utilizó
esos
ins-
trumentos. Pero
no
sirven
para
demos-
Louls
Lekey
(abajo
t la Equlerda)
con
Rtymond
Darl
dos
llustres
paleontólogos
ante
sus
hallazgos.
Scgún clcrtas
teor[as,
la
palabra
y
la
comunlcaclón
lueron
laclorcs
detonantec
que
orlginaron
la
lntellgercla.
a/
tÑo
cEno
8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
4/10
¿I¡f,
INTETIGENCIA
E§ HIIA
DE
SU
TIEIVIPO?
a
Los años
cincuenta
muca¡on el inicio
de
la
Ean
expansión tecnológica. Curiosamente,
a Io largo de
esa
década
se dejó senti¡
un
Ean
interés
por
la
teorÍa de
la fabricación
y
utilización inteligente
de her¡amientas
como
motor
de
la evolución
humana
y
la
inusitada
expansión
intelectual
gue generó.
La célebre
ftase
de
Kenneth Oakley, «las henamientas
hicieron
al hombre»,
ganó
la
categorfa de
t&
pico para
desc¡ibir
los
orígenes
de Ia
inteli-
gencia
humana.
¡
Sin
duda
hay
algo
más
que
una coinci-
dencia en
el
hecho de
que
Ia teorfa
gue
añr-'
ma
que
los seres
humanos
son
aEesivos
por
natualeza
y gue
su
estado natual
es
la
guena,
surgiera en la
tensa
alnósfera
gene
rada
por
Ia
guena
frÍa
y
la
polÍüca
de blogues
llevada
a
su culminación
en
Ia década de los
sesenta. Surge Ia hipótesis de
la
caza
y
Ia no
ción del hombre
cazador,
presentada
por
el
arEopólogo Sherwood V[ashburn, como expli-
cación de la
¡adical
evolución
humana.
o
No es de
exüañu
que
a Ia
«hipótesis
machista»
del
hombre cazador sucediera la
de
Ia recolección
con
una unidad
social cen
trada
en
la hembra.
Tampoco
lo
es
que
fuera
auspiciada
por
la antropóloga Sally Slocum
y
desarrollada
por
sus colegas Adrienne Zihl-
man
y
Nancy Tanner,
justo
en la época
en
que
se
afi¡maba el
movimiento
feminista
más
ra-
dical.
¡
El
fin
de
siglo contempla cómo
«toda
una
bate¡fa
de
ciencias
apunta
a
las
cuestiones
abiertas sob¡e
los
orfgenes
del
ser
humano»:
geologda,
paieoecologÍa,
primatologÍa,
biolo
gÍa
molecular, neurofisiologla
y
muchas
otas
disciplinas
cientÍficas.
En este
cuácter
multi-
üsciplinar
existe
hoy en dÍa una tendencia
qresiente,
tal
vez
reflejo
del
pragmatismo
so
cial,
que
rehúye
«reflexionar
sobre Io impon-
de¡able,
para
contestar a
preguntas
especÍfi
c¿lri,
con respuestas especlficas»
como forma
verdade¡amente cientÍfica de abordar los
pro
blemas.
trar
que
esos
seres no fueran descen-
dientes
de una raza
superior caída
en
desgracia,
de otras humanidades
casi
exterminadas
por
cataclismos,
ni
que
fueran
seres
extraterrestres reducidos
a
la
supervivencia.
El
hombre
y
con él
la
in-
teligencia han
sufrido
avances
y
retroce-
sos,
pero
es
preciso
recordar
QUe
«0s
más fácil
retroceder
a
la
condición de
si-
mios
que
avanzár hacia la
condición
de
dioses".
En
la
actualidad,
los
estudios
cientÍfi-
cos
acerca
de la
evolución del
cerebro,
del
proceso
de encefalizacón,
siguen
dos
frentes.
Por
un
lado
se
investigan
las
posibles
correlaciones
entre eltama-
ño
del
cuerpo
y
el
cerebro
y, por
otro,
las
características
de
las
impresiones
cere-
brales
contenidas
en
los
cerebros
fósiles
de
las
especies
estud¡adas.
El
alemán Heinz
Stephan
y
su equipo
del
lnstituto
Max Planck
para
la
lnvesti-
gación
Cerebral,
en
Frankfurt,
han
reali-
zado
una
meticulosa
tarea
comparativa
del tamaño y peso de
las
diferentes
par-
tes
cerebrales
de
muchas
especies ac-
Las
más etrevidas
hipótesis
sugieren
que
el hombre
fue
dotado
de
inteligencia
por
seres
ertrabrrestres,
como
recrea
esta ilustración de
Peter
Goodlellow.
tuales con sus
respectivos
pesos
corpo-
rales.
Su detallado
estudio
ha
permitido
desterrar una idea
que
impresionó
du-
rante mucho
tiempo a
los
teóricos
de
la
evolución: ese rápido crecimiento
del
ta-
maño
cerebral se ajusta a
la
sencilla
re-
gla
de
quq
a
mayor
cuerpo corresponde
mayor
cerdbro
y,
así, una
gran parte
del
aumento
del
cerebro
se
debe
simple-
mente al mayor
desarrollo
corporal
expe-
rimentado en la
línea
evolutiva
humana.
üEra
inteligente
el
Australopithecus?
Produjo
aún
mayor
sorpresa la
teoría
de
Ralph
Holloway,
de la
Universidad
de
Columbia,
Nueva
York,
que
desde
princi-
pios
de
los años
setenta
penetró
en
la
or
ganrzación
cerebral
de
los homínidos
pri-
mitivos
con
sus
trabajos
pioneros
de aná-
lisis
de
las huellas
que
dejaron los
cere-
bros
alojados
en los
cráneos fósiles
ex-
cavados.
Aunque
con
pocos
detalles,
és-
tos
guardan
una oscura
impronta
de
los
cerebros
que
un
diia
albergaron; suficien-
te
para
determinar
si
los homínidos
fósi-
les
poseían
cerebro humano,
antropo-
morfo,
o algo
intermedio
(ver
recuadro).
,fflo
czno/z
8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
5/10
El
sorprendente
descubrimiento
efec-
tuado
por
Holloway
reside
en
que
la
or-
ganización
de
los
cerebros homínidos
primitivos
presenta
una
estructura
carac-
terísticamente
humana.
Es
difícileludir
su
conclusión
de
que
"la
forma
básica
del
cerebro humano
aparece
ya
con toda
claridad
en los
homínidos
de hace
al
me-
nos
dos millones
de
años...
El Australo-
pithecusy
algún
otro
primate
africano
de
entre
tres
y
un millón
de
años
tendrían
cerebros
con
una organización
esencial-
mente
humana".
Por
consiguiente,
si
el
rasgo
que
nos
confiere
peculiaridad,
el
desanollo
del
cerebro
y
con
el de
la in-
teligencia,
ya
estaba fijado hace
tres
mi-
llones
de años, hay
que
buscar
los
he-
chos
claves
de
la
emergencia
de
la
línea
evolutiva
que
conduce
hasta
el
Homo
sapiens
sapiens;
es
decir, hasta
noso-
tros,
Es
así
como
a veces
las
ideas
más
para
infiltrarse,
como confirmando
la fra-
se del
jesuita
Teilhard de
Chardin
de
que
se
deljesuita
Teilhard de
Chardin de
que
"en
la
escala
de
lo
cósmico,
sólo lo fan-
tástico
tiene
probabilidades
de ser
ver-
dadero,,
¿Qué
decir
si
no
de la
propuesta
de
que
nuestros
antepasados
pasaron
una
parte
significativa
de
su historia
evolutiva
como
animales
acuátieos
o semiacuáti-
Período
de
tiempo
Medio
millén de
años.
Tipos
de homínidos
Volumen
del
cerebro
(cm1
Alrededor
de cuatro millones
{omínldos
alricanos
de Hadar
(Etio-
4QO
de
años.
pí4
y
La¡toli
(fanzania).
Tres millones de años.
Dos
millones de
años.
Aushropirecrn*
t
*i',i§ii.
33
Especies
inte¡medias¡
Homo
habllis
6St -7S0
(el
Homo
más.primitivo).
Un
millón
y
medio
de
años.
Formas
más
prlmiüvas
de
Homo
Boo-qn
erectus.
Poblaciones
más
tardías
de
Homo
erectus.
De
cien
mil
años
a
lreinla
y
Homo
sapiens neanderthalis.
cinco
mil.
Desde hace
cien mil años. Homo
saplens sapiens.
*
Nq
se dlspone
de
ningún
cráneo
intacto,
pero
los restos
de
neandertales
revelan
ac-
tiv¡dades
de
una
criatura
muy inteligente,
ingeniosa
y
esplrlt¡almente elevada. La
ca.
pagi+d
cerebral
mayor_con
respecb
al Homo sapieñs
sápiens
es
probable que
fuera
debidaalanecosidaddecontfolafunm8yofvoldmencorporal.
cos
que
moraban
en
las
aguas
de
ma-
res y
lagos
poco
profundos
y
que
bucea-
ban
en
busca
de
alimento? La
idea
sur-
gió
hacia
1960
y
se debe
al zoólogo
sir
Alister
Hardy,
pero
fue
divulgada
veinte
años más
tarde
por
Elaine
Morgan
en
su
libro The
Aquatic
Ape
("ll
mono
acuáti-
co,).
Como
argumentos
se
presentan
la
probada
e
inaudita
facultad
del
hombre
para
bucear
eficientemente
en
compara-
ción con
cualquier
otro mamífero
tenes-
tre, la
falta
de
pelo
en nuestros
cuerpos
y
la
distribución
de
grasa
bajo
la
piel,
que
recuerda
más
la
grasa
de
los
delfines
que
la
de
los
primates.
Pero
lo
que
aquí más
nos
interesa
es
la
sugerencia
lanzada
recientemente por
el británico
Michael
Crawford,
del Labo-
ratorio
Nuffield
de Medicina
Comparada,
de
que
el
tamaño
del
cerebro
humano
evolucionó
en
respuesta
a
una
dieta de
pescado,
.alimento
que
contiene
las
gra-
sas
poliinsaturadas
que proporcionan
la
materia
prima
para
la
construcción
de
t.'t00
t.500*
1.360.1.4m
Los
paleontólogos
Louis
y
f,ichard
Lakey,
padre
e
hijo,
durante
unas
excavaciones
en
Etiopía
tratando
de
encontrar
el
eslabón
perdtdo
que
con*ta
al
simio
con
el
hombre.
Abajo,
el
uáneo
de
Petralona,
de
dlfícil
clasificación
entre
los
prlmeros
humanos.
U
@
d
=
O
i
U
o
o
8
/
AITO
CERO
8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
6/10
¿soMos
HIIos
DEI
HIETO?
ñ
I no hubiera sido
por
los
cam-
,, \
Dros arnDlemales ietacronaoos
\\
P
con
ei cirma,
rociaua
senamos
antopomorfos
viviendo
en
los
á¡boles». Bien
puede sintetizarse
asf la
hipótesis, desarrolla-
da
por
J.
y
M. Gribbin,
que
relaciona
este
chamente
Ia
inteligencia
humana
con las
gla-
ciaciones
sufridas
por
nuestro
planeta
duran-
te
los
cinco ütimos
millones
de
años.
Hoy sabemos
que
desde
hace
dos
millones
de
años,
la Tiena ha
soportado
una docena
de
glaciaciones,
intemmpidas
por
otsos tan-
tos
perfodos
interglaciues.
En el corazón de
Africa,
Ias sucesiones
de
invasión
y
retirada
de los hielos
septentrionales se corespon-
den
con
épocas
de
segufa
e
intervalos
más
húmedos.
Serfa
este ¡eite¡ado
pendular
cü-
máüco
el
acelerado¡ del desanollo de
la
lf-
nea humura, aI hace¡
que
un antopomorfo
ergruido
e inteügente, ingenioso
y
sumamen-
te
adaptable,
ascendiera
con éúto
la
diflcil
cuesta
de un
mundo
en
ca¡nbio.
Un
mundo
en
el
gue
habfa
gue
sobrevivir
o
morir,
un
seve
ro mundo en
el
que
sólo
los más astutos
pre
valecfan.
En estos
ciclos
repeüdos
de
edad
glaciar
o desertización/perfodo interglaciar
o
inter-
valos himedos,
numerosos
individuos
desa-
parecen
en cada una de las etapas
glaciares
o de
sequla;
algrunas
especies se
transfor-
m͡n,
pero
sólo sobreviven los representantes
más
inteligentes
y
adaptables
de
los
antopo
morfos. Estos
tansmiti¡án
sus
genes
de éri-
to
a
sus descendientes,
que prosperan
y
se
extienden
duante
Ios
interglaciares
o
perlo
dos de
humedad.
Este
patón
de conducta
se
perpetúa y
asf,
en
la sigruiente
glaciación
o
desertización,
úricamente los
más capacita-
dos
para
afrontar
con éxito
las
duras
y
cam-
biantes condiciones climáücas,
perseveruán
en
la
llnea
evoluüva.
«Asf
nuestos
antepasa-
dos
sobrevivieron
y
nosotros estamos
hoy
aguf,
debido
a
las
pautas
poco
conientes
de
ca¡nbios climáticos a
que
se vieron someti-
dos»,
gue
acabaron tansformando
a
una
sriatu¡a
antropomorfa
en
Homo
sapiens
en
menos de
tres millones
de
años.
Un
«esfuer-
zo supremo
instutáneo»
en
el
á:nbito de los
ca¡nbios evolutivos.
los
grandes
cerebros".
Pero,
aquién de
nuestros
antecesores
pudo
ser este an-
tropomorfo acuático? Existen
pruebgs
de
que
el
gran
valle
de fractura
de
Africa
oriental, al
que
se
identifica
con la cuna
dela humanidad,
estuvo
inundado
has-
ta su desecación
hace
unos seis
o
siete
millones
y
medio
de
años. Según
esta
datación
geológica,
los
austrolopitecinos
bien
pudieron
ser
los
primeros
antropo-
morfos
desnudos,
asícomo
los
primeros
en
poseer
ese
cerebro de
Holloway
"con
una
organización
esencialmente huma-
na,
puesto
que
fueron
ellos
quienes
se
vieron fozados
a
abandonar
el
agua
y
dirigirse
a
las llanuras
de
Africa
oriental,
cuando
comenzó
a
desecarse
la
región",
óConstituye
un
recuerdo
ancestral de
este
remoto
origen acuático el
mito
su-
merio
de
Oannés, el ser anfibio
que
ac-
tuó de
dios
civilizador? Y
qué
decir de
la
tajante
aseveración
de
Anaximandro
de
Mileto
sobre
que
"las
criaturas
vivientes
surgieron
del
l'riquido
elemento
cuando
éste fue evaporado por
el
Sol.
Al
princi-
pio,
el
hombre
fue
como
todo
otro
ani-
mal,
o sea uñ
peZ».
Más
de dos
mil
años
separan
óla
misma
teoría?
No
parece que
un
simple cambio
en
R*onstruc¡tón
flcücla de
cómo
pudleron
ser
llslca
y
soclalmente los
prlmeroshomo
erectus
con
obletode
completar
su
estudlo
paleontológlco.
los
mecanismos de
locomoción, elandar
erguido
y
bípedo,
pueda
haber
provoca-
do
el tipo de cambios originar¡os de esta
especial organización cerebral.
Actual-
mente, incluso
se disocia
de
la fabrica-
ción de
herramientas de
piedra,
que
no
se inició
hasta varios millones
de años
después de brotar el
linaje homínido. El
surgimiento
y
primer
desarrollo de la
in-
teligenci{
parece
más
bien estar
relacio-
nado con la
complejidad
del
comporta-
miento
y
las
relaciones
sociales incipien-
tes
entre sus miembros.
Altruismo
dietético
El
paso
de
la
manutención individual
a compartir
la
comida
con
los demás en
una
morada
constituyó una alteración
profunda
del estilo de
vida
en
los
homí-
nidos.
Glynn
lsaac, arqueólogo
de
la
Uni-
versidad de
Harvard,
construyó un
mo-
delo explicativo
de este hecho
que gozó
de amplia
popularidad
durante
la déca-
da
pasada:
la hipótesis del
alimento
compartido.
Propone
que
el
hecho
revo-
lucionario de compartir
los
alimentos
en-
tre
los
homínidos
primitivos,
cosa
que
nunca
se
había
producido
entre
los
an-
tropomorfos,
introduio conceptos
tales
>
0
5ó
E
f
É
Árlo cERo/g
8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
7/10
como
la
división
del trabajo
y
una
fuerte
interdependencia
social
y
económica,
generadas
por
una intensa
presión
se-
lectiva
en favor
de la
capacidad
intelec-
tual
y
comunicadora.
Sin embargo,
cla
complejidad
social
desarrolla
la
inteligencia
o es la
posesión
de ésta la
que
lleva
a
una
mayor
com-
plejidad
social?
Esta
pescadilla
que
se
muerde
la
cola
(denominada
cientÍfica-
rnente
proceso de
retroalimentación
po-
sitiva), maneiada
por
lsaac,
establece
que
la necesidad.de
hacer
frente
a
pau-
tas de
subsistencia
más
exigentes
y
a
estructuras
e
interacciones
sociales
cada vez más
desarrolladas
e
imprede-
cibles,
constituye
la
principal
presión
se-
lectiva
en favor
de
un
mayor
desanollo
de
la
inteligencia,
que
a
su
vez
seleccio-
na
y
potencia
aquellas
cualidades
que
hagan
más
efectiva
la relación
social.
Esta
acción retroalimentadora
origina un
cerebro flexible
y
ágil
que
fomenta,
por
un
lado,
nuevas
y
más
complejas
estruc-
turas
sociales
y,
por otro,
un
órgano
cada
vez
más
"humano",
debido
al
constante
perfeccionamiento
que
estas
prácticas
llevan
emparejado.
Hablar
hizo
al
hombre
Aparte
del comportamiento
que
nos
hace
civilizados,
existen
dos
rasgos
ca-
racterísticos y
dispares
del
Homo
sa-
pr'ens
que
marcan
la
diferencia
evolutiva
respecto
de los
demás
mamíferos.
Uno
es de
orden físico:
el
hombre
presenta
un nacimiento quizá prematuro, un largo
período
de desarrollo
y
una longevidad
sorprendente,
todo
ello unido
a
una rara
habilidad
para
aprender
que
se
prolon-
ga
hasta
una
edad muy
avanzada. El
otro
es
un
instrumento
de naturaleza
casi
impalpable:
sólo
el
ser humano
posee
un
lenguaje
hablado,
que
es razonable
su-
poner
jugó
un
papel
fundamental
en
el
contexto
evolutivo
de la
especie
y
en el
desarrollo
de
la
inteligencia.
Pero
si
la
cuestión
de
cuándo
surgió
el lenguaje
es
prácticamente
imposible
de aclarar,
el cómoy
el
porqué
son aún
más impenetrables.
Tanto
R.
Holloway
como
G.
lsaac,
que
han
analizado
el
pro-
greso
de
fabricación
de
útiles
de
piedra
en los
últimos dos millones
y
medio
de
años, vinculan
el
lenguaje
hablado
con
la
fabricación
de herramientas,
debido
a
que
"los
procesos
cognitivos
que
subya-
cen
a
ambos son muy
similares",
Esta misma
analogía
entre habla
y
ela-
boración
de utensilios
ha
sido sugerida
por
Gordon
Hewes,
antropólogo
de
la
Universidad de Colorado, para
derivar
el
nacimiento
del lenguaje
de
los
movi-
mientos
de
la
boca
y
la lengua
asocia-
dos, de
manera
inconsciente,
a
las
ta-
reas
artesanales
que
implican
una
espe-
cial destreza manual. Tan
ingeniosa
hi-
pótesis
ha
sido contestada
por
Alexan-
der Marshack,
quien
aduce
que,
aunque
fabricar
utensilios
complejos
exige
una
gran
capacidad intelectual,
no requiere
necesariamente
la
elaboración
de
un
len-
guaje
articulado. En
cambio,
.el
simbo-
lismo
y
las imágenes
artísticas
desarro-
lladas
desde hace
treinta mil
años
seña-
lan
con
certeza la
capacidad
de
lengua-
je
desarrollado,
incluso
la
capacldad
para
construir
ideas
abstractas
comple-
jas".
Aunque
ninguna
de
estas
especu-
laciones
prueba
nada
sobre
el
origen
del
lenguaje,
no
cabe duda
de
que
ofrecen
sugerencias
fascinantes.
La ventaja
del uno
por
c¡ento
Las modernas
técnicas de
biología
molecular
que
permiten
comparar
direc-
tamente
dos
moléculas
de
ADN
de
es-
pecies
diferentes,
parecen
mostrar
im-
placablemente
que
sólo
existe
un
uno
por
ciento
de
diferencia
entre el material
genético
de
un ser
humano
y
el
de
un
chimpancé.
Desde
el
punto
de
vista
de
la
sociobiología,
es
probable
que
ese
uno por ciento de
ventaja
que
tenemos
sobre los
antropomorfos
sea
lo
que
nos
convierte
en seres humanos,
Tal. vez,
como
sostienen
John
y
Mary
Gribbin,
las
diferencias
fundamentales
que
privile-
gian
a nuestra
especie residan
en nues-
tros
genes
que
controlan
el
desarrollo,
directamente
conectado
con
la
evolución
cerebral.
La
conducta
de numerosas
especies
animales
está
determinada
genética-
mente,
lo
que
hace
que
durante
su
de-
sarrollo,
corto
por
lo
general,
tengan
es-
casa
necesidad
de
aprender
comporta-
miento alguno. Poco después de su
na-
cimiento,
sus actitudes
son
ya
semejan-
tes
a
las
de
sus congéneres
adultos.
Pero
otros animales
soportan largos
pe-
ríodos de
aprendizaje
hasta
llegar
a
la
edad adulta, lo
que
supone distintos
gra-
dos de atención hacia
las
crías
hasta
que puedan
valerse
por
sí
mismas.
Cránco
de
niño
australopitecino
hailúo
por
Baymond
Dañ
en
1924.
Beio
átas
líncas,
rcconstrucción
clentlllca de uno
de
los
primeros
seres
humanos
intellgentes,
hace
casi dos
millones
de
años.
:
t0
/
rÑo
cERo
8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
8/10
DEI DUODÉCIMO
PI,ANETA
I
se
considera
posible que
Ia
aparición
de la
vida
en
la
Tiena
pueda
tener un
origen
extatenestre,
y
basta reco¡dar
la
hipótesis
de
la
panespermia
sugerida
a
principios
de siglo
por
el
qufmico
sueco
S. A.
Ar¡henius
(ver
Ario Cero,
núm.
I l),
¿por
qué
no considerar
que
el
Homo sapr'ens fue,
cuando
menos,
instruido
por
seres
proceden-
tes
del
espacio exterio¡?
Los
mitos de
los
«dioses
civilüadores»
(Ostis,
Agni,
Quetzalcóatl,
Viracocha,
Oan-
nés)
se
encuenüan en todas
las antigtas
cul-
tuas,
y
esta
prevalencia
ha llevado a
nums.
rosos investigadores
a
postular
un
contacto,
en tiempos
prehistóricos,
con civilüaciones
extaterestes avanzadas causantes
de
acele
ra¡ la
evolución de
la
raza humana.
A
fundamentar esta teorfa ha dedicado lar-
gos años
Zechuia
Sitchin
(ver
A¡io
Ce¡0,
núm,
l7), un erudito
en lenguas
muertas,
me
diante
la reinterpretación de
testimonios
es-
critos
procedentes
de
las
culturas
sumeria,
babilónica,
caldea,
egipcia
y
hebrea. La
cél+
bre
cosmogonla
sume¡ia
contenida
en
la
Epe
peya
de
la
Crcación ofrece, a su
parecer,
una
vlvida descripción de
cómo
fue
acelerada
Ia
evolución
del Homo e¡ecfus
por
los
,{¡u¡¡a-
kl,
procedentes
deI
incógrnito
duodécimo
pla-
neta, más allá de Plutón. Y de cómo estos sc
¡es,
identificados
con los
lVe.ñlim hebreos
(Aguellos
que
Habían
Descendido),
insuilaron
el conocimiento
a
los
homÍrudos
primitivos
media¡te técnicas
de
ingenierÍa
genética,
ta-
les como
Ia
reimplartación
y Ia
fertilización in
vito.
Mientras
que
los
animales
que
nacen
con
un alto
grado
de
madurez biológica
poseen
ya
la
mayor
parte
de
sus
con-
ductas
previamente
determinadas,
los
inmaduros
desarrollan
una
innata capa-
cidad
para
aprender,
puesto que
de
ello
depende
su
supervivencia,
Todas
las es-
pecies
que
tienen
una infancia larga,
un
prolongado
período
de inmadurez,
con-
siguen
desarrollar
conductas más
flexi-
bles, bien porque son más
inteligentes,
bien
porque
poseen
una
mayor
capaci-
dad
de
adaptación
a
situaciones
nuevas
y
cambiantes.
La
especie humana no
sólo tiene
el más largo
período
de
inma-
durez,
sino
que
éste viene
ya
precedido
por
un nacimiento
sumamente
especial.
El nacimiento
plantea graves proble-
mas
físicos
a
las
madres
de la
especie
humana.
Si
las
criaturas
permaneciesen
en
su
seno
el tiempo necesario
para
completar
su
desanollo
-unas
tres
se-
manas
más-,
el
parto
seria
imposible.
Los
cambios
evolutivos
que
han forzado
a
las crías humanas
a
este "nacimiento
prematuro"
son consecuencia
directa de
las
modificaciones
que
han
conducido
a
un inusual
aumento
del tamaño
cerebral.
Por
eso,
al
nacer,
nuestro
cerebro
sólo
alcanza
una
cuarta
parte
de su
volumen
definitivo,
albergado
en
un cráneo blan-
do
formado
por
huesos aún
no
fundidos
para
que
pueda
seguir creciendo.
Así,
mientras
que
los
cerebros de
nuestros
«primos
carnales,, chimpancés
y gorilas,
alcanzan
el
70
por
ciento
de
su
peso
fi-
nal,
en el ser
humano
esa misma
propor-
ción
se
alcanza
en
el
doble de
tiempo,
dos
años.
En
nuestro
gran
cerebro reside,
sin
duda, una de
las
claves
que
nos
sepa-
ran
y
diferencian
de
los demás antropo-
morfos
y
no es imposible
que
esta
neo-
fenia,
este
retraso
en
el
desarrollo, cons-
tituya
la
explicación
.de
cómo
nuestra
especie ha llegado
a convertirse en
el
mono desnudo
de
gran
cerebro".
Hacia
una
inteligencia
global
El
hecho
de
que
ese
gran
cerebro no
siga expansionándose,
tras un
millón
de
años
de crecimiento explosivo,
parece
sugerir
que
la historia
de
la
evolución
hu-
mana ha llegado a
su
fin.
Pero, ¿esto
in-
dica
que
la
evolución de la inteligencia
también ha tocado fondo?
Nada más
lejos
de
la rea'rdad.
Asípa-
rece
desprenderse
de
lo
escuchado el
pasado
mes
de
marzo
en
Art
Futura,
el
festival
de
arte
y
nuevas
tecnologías ce-
lebrado en
Barcelona
(ver
Año
Cero,
núm.25), donde
se habló
de
una nueva
inteligente
planetaria,
una
mente
global,
mente superior o
mente
cósmica,
surgi-
da de
la interconexión
de
millones
de
re-
des
informáticas
y
miles
de
millones
de
cerebros
Claro
que,
obviamente,
esto es
ya otra
historia
Q
IO§
DEMIURGOS
El
tr?bejo
sobrc la
piedn
ügnlficó
el
comlenzo dc
E
en
¡ntellgente
peru el
ser humano,
.,r5
r:.:iit.i
;
r''"
1'1
.,.¡.:Ii,l
¡¡lo ctno/
u
8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
9/10
SECRETO
Ar'IocEno
Dlnc,to: Eroique de
Vicente. D¡-
nctq
.druto:
Salvador Hernáez.
n.drct¡oru
rcf.:
josé
León Cano
(Secciones),
Vicente
F. de Bobadi.
üa
(Edición).
¡.drsdóE
Yolanda
Bejarano.
SGctülr d.
ncd.c
clóu
Inés
Cerezo.
DüEtor
d.
trLr Tito
Cilazo.
Dlrcior
d.
F.
bllcldrd:
José
Luis
Calvo, hblld-
drd
M¡d¡l¿
Montse
Cumia.
fot6
gr.fil;
Eiligue Balili, Cillos
Bu-
l]ejos,
Oscd Buriel, Daniel Font,
Paco
Higuera, Kim
Pedrós.
Dl¡q.
lut
* F¡ancisco
L, Frontán,
Raúl
Mdtfn,
furgel
Navas,
J,
M, Ponce.
Gol¡lo¡rdcu:
A.lejandro Agosti-
nelli,
Rafaei Alilcótr, Miguel Blan-
co,
Manuel Carballal, Gabriel
Cürión, Raiael
Casiles,
José
Ca-
talán, Michel
Coquet, Sebastián
D'Arbó,
Hilary
Evans,
Miguel
G.
fuacü, Angeles
G, Estalayo,
Jesús
Gdcfa,
Francisco Gavilán,
Mary-
sol
González Sterling,
Miguel
Gua-
1lu,
Josep
Guijero, Abelardo Her'
nández,
Isabela Herranz, Guüer-
mo
Herrera,
Thamara
Hormae'
chea,
A¡tonio
Huneeus,
Stanley
K¡ippne¡, Ralael Lavilla, Francisco
López-SeiYile; Luis Maggi,
José
A¡tonio
Mayo, A¡tonio Medruo,
Piotr Melnikov, Vicente
Moros,
C¡i§1il
Page, Rmos Pe¡e¡a,
Luis
Racionero,
A¡toruo Ribera,
Cme
lo fuos, Ariel Rosales,
Jaüer
RuE,
Alelildro Saq]§ár Miguel Seg"¿
Jane¡
SieEa,
Ldis
vileske
E€¿
fof@E
ddóG
Ie¡coe.
S &
C¡ Su
Ronuadc
26
2fo37 \{-t
d¡d.
Foaa¡c{¡.fa¡
D:na
C
Ál'
:oso
Oónez, 42. 4'
p:ilta
2803? Madnd. ¡¡¡rlEcr tuvade
ieyra, Cuesta de
Se
Vicente,28.
Madrid.
frd&dó8,
D¡bUddrd
y
nnlp
ciou:
C/
Miguel Yuste,
26, 28037
Madrid.
Tel
(91)
3045542. Fill
(9t)
327
2402.
ilN4E?rC^.
ÉilI3E?rc/\
Edltr
América
lbérica.
Praüo'
i.:
Germán
Sánchez
Ruipérez.
Prúldllt
E Btlw:
GustaYo
González
Lewis.
CoÉr.rc
¡rd§
ndo:
Jaüer
Maflas
Rueda.
Dl¡c
tor Gan¡ta:
Culos
González
Ga-
lán.
Dlretm
Eütcld:
Sandra
dei
Rfo
de
Ortúzd.
Dlrctq ú.
dl¡t¡l¡nclór
Alfonso
Estahich.
Dlr.ctc
d.
MüLotbt:
AlJonso
Acebal.
Dt.ciorr
Produccló :
Guadalupe
GisbeIt,
Rosa
Milfa
Miltfnez
(Ayudante).
Dl¡Etd
d.
¡rslp
8/20/2019 Extraterrestres - El Misterioso Origen de La Inteligencia R-007 Nº026 - Año Cero - Vicufo2
10/10
:NA.ffc
t 09{H2,fic
325
Phs¡, Cana¡ias'íil
Ptas,
J7
lirulffiilll[ilililiiüii
ffiiliniill
il
Top Related