Universidad Austral de Chile. Facultad de Filosofía y Humanidades. Instituto de Estudios Antropológicos
Escuela de Antropología.
Estudio de casos sobre las experiencias y significaciones de mujeres
mapuche y campesinas en la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura, comuna de Panguipulli Región de los Ríos1.
Profesora Patrocinante:
Debbie Guerra Maldonado Instituto de Estudios Antropológicos
Profesores Informantes:
Magdalena Navarro Pacheco Instituto de Estudios Antropológicos
Christian Henríquez Zúñiga
Centro de Estudios Ambientales - UACh
Tesis para optar al título de: el grado de Licenciada en Antropología - Bachiller en Humanidades y Ciencias Sociales.
Gabriela Patricia Catalán Verdugo
VALDIVIA – CHILE
2014
1Tesis enmarcada en el Proyecto INNOVA CORFO 13 PDTR-23946. Programa de Transferencia Tecnológica, Turismo de Intereses Especiales y Desarrollo de Base Local en el Destino Siete Lagos.
1
AGRADECIMIENTOS
A mi familia, por su amor e incondicional apoyo en todo este largo proceso.
A María Huechante por ser mi cable a tierra.
A las hermanas de camino por la magia y las danzas.
A las profesoras Debbie Guerra y Magdalena Navarro, por su guía y consejo.
A Christian Henríquez por brindar oportunidad y abrir puertas.
A mis compañeras y compañeros del Centro de Estudios Ambientales, por las buenas
salidas a terreno y su apoyo en mi proceso de tesis.
Y principalmente, a las mujeres de la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura
2
INDICE
Páginas
Introducción 5
Capítulo I
1. - Antecedentes
1.1.- Antecedentes generales 9
1.2.- Características biofísicas 10
1.3.- Antecedentes socioeconómicos y productivos 11
1.4.- Antecedentes socioculturales 12
1.5.- Antecedentes sobre la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura. 16
Capítulo II
2.- Marco Teórico
2.1.- Antropología del Turismo 19
2.2.- Turismo y Perspectiva de Género 24
2.3.- Turismo de Base Comunitaria 27
2.4.- Significaciones 30
2.5.- Construcción de Identidad de la(s) Mujer(es) Mapuche y Campesinas 31
2.5.1.- Identidad 32
2.5.2.- Identidad y Roles de Género 32
2.5.3.- Identidad Femenina: Posición y Experiencia 35
2.5.4.- Identidad Étnica 37
2.5.5.- Identidad de la Mujer(es) Mapuche 38
2.5.6.- Identidad Territorial 41
2.6.- Espacio Asociativo 43
Capítulo III
3.- Metodología
3.1.- Tipo de investigación 46
3.2.- Método cualitativo a utilizar 46
3.3.- Delimitación espacio temporal 48
3.4.- Población objetivo 49
3
3.5.- Técnicas de trabajo de campo 49
3.6.- Instrumentos para la recolección de datos 52
3.7.- Análisis de la información 53
3.8.- Criterios éticos y de rigor 55
Capítulo IV
4.- Resultados 56
4.1.- Hitos importantes y significaciones generales 57
4.2.- Significaciones a nivel de experiencia individual 65
4.2.1.- Empoderamiento, autonomía y realización personal 65
4.2.2.- Dinamización de los Roles de Género 68
4.2.3.- El viaje, el regreso y el arraigo 70
4.3.- Significaciones a nivel organizacional 73
4.3.1.- Proceso de recuperación de confianzas 73
4.3.2.- Espacio de encuentro y trabajo para mujeres mapuche y campesinas 75
4.3.3.- Espacio de Crianza y apoyo mutuo 77
4.3.4.- Espacio de Trawün: asociatividad organizacional 80
4.4.- Significaciones a nivel territorial 82
4.4.1.- Espacio de Trawün: asociatividad territorial 83
4.4.2.- Proceso de revitalización territorial 86
4.4.3.- Turismo Comunitario: herramienta para el Desarrollo Local y Territorial Rural 88
5.- Conclusiones 95
6.- Bibliografía 98
7.- Anexos 104
7.1.- Cuadro de síntesis de la estrategia metodológica 104
7.2- Entrevista en profundidad a informantes claves 105
7.3.- Listado de socias/o de la Asociación de Agricultores y Artesanos de Pocur 106
7.4.- Cuadro de síntesis antecedentes informantes 107
7.5.- Matriz de análisis de datos 108
7.6.- Carta Gantt de actividades realizadas durante la investigación 109
4
Índice de Figuras
Mapa 1: Localización territorial de Pocura. Elaborado por R. Novoa Melson. 9
Mapa 2: Límites de Pocura. Elaborado por R. Novoa Melson. 10
Cuadro 1. Antecedentes demográficos. Fuente: Censo de Población y Vivienda 2002. Versión Redatam. Elaboración propia. 10
Gráfico 1: Rubros económicos de la localidad de Pocura. Fuente Censo 2002 REDATAM. Elaboración propia. 11
Cuadro 2. Comunidades mapuche en la localidad de Pocura. Fuente: Diagnostico Mapuche Comunal. Elaborado por F. Hassen 13
Mapa 3: Límites territoriales de las comunidades ancestral Juan Chañapi y Ramón Chincolef. Fuente: Biblioteca del Observatorio Cuidadano, 2011. 14
Fotografía 1: Dinámica grupal con socias de la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura. 52
Cuadro 3. Sistematización de aspectos positivos y negativos de la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura. Elaboración propia 63
Fotografía 2. Taller de Productos Turísticos realizado por Francisco Rivera el 21 de junio de 2014. 73
Figura 1. Mapa de actores que inciden en la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura. Elaboración propia. 82
Fotografía 3: Taller de Productos Turístico realizado por Francisco Rivera realizado el 12 de julio del 2014. 83
Fotografía 4: Seminario Mapuche de Salud Intercultural, Soberanía Alimentaria y Territorio de Pocura realizado el 28 de julio de 2014. 91
5
Introducción
Esta tesis presenta lo que ha sido un año y medio de investigación, que me permitió
conocer desde cerca la experiencia de un grupo de mujeres mapuche y campesinas que
pertenece a la Feria Gastronómica y Artesanal de la localidad de Pocura, iniciativa turística
de comercialización de productos locales organizada por la Asociación de Agricultores y
Artesanos de Pocura, ubicada en la Comuna de Panguipulli de la Región de Los Ríos,
siendo este el tema central del presente estudio de casos. En donde lo visto, escuchado y
observado durante este tiempo se presentará en las siguientes páginas.
Para guiar la investigación se planteó como objetivo general analizar las significaciones de
mujeres mapuche y campesinas en base a su experiencia en la Feria Gastronómica y
Artesanal de Pocura.
Por lo que fue necesario, plantear como pasos a seguir los siguientes objetivos específicos;
(i) identificar las significaciones a nivel individual, de mujeres mapuche y campesinas
sobre la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura; (ii) identificar las significaciones a
nivel organizacional, de mujeres mapuche y campesinas sobre la Feria Gastronómica y
Artesanal de Pocura; (iii) identificar las significaciones a nivel territorial de mujeres
mapuche y campesinas sobre la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura y; (iv) describir
las significaciones identificadas a nivel individual, organizacional y territorial, de mujeres
mapuche y campesinas sobre la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura.
En términos metodológicos esta investigación corresponde a una de tipo cualitativa, basada
en el método de estudio de casos, considerando tres niveles de análisis: individual,
organizacional y territorial, como se menciona en el párrafo anterior. Los cuales fueron
identificados una vez aplicadas diez entrevistas semiestructuras a informantes claves y tras
la realización de un taller grupal, en el cual se reconocieron aspectos positivos y negativos
significantes de su experiencia como participantes – socias/os y colaboradoras – de la
Asociación de Agricultores/as y Artesanos/as de Pocura. Resultados que fueron
posteriormente analizados en una matriz de datos, a través de la transcripción de las
entrevistas – entregadas recientemente a cada una/o de las entrevistadas/o como parte de los
6
criterios éticos y de rigor – y clasificación de la información recopilada en base a los
niveles de análisis ya mencionados.
La investigación de tesis como tal, se inicia en abril del 2014, pero mi interés se despierta
un 24 de junio de 2013, cuando fui invitada a la celebración de Wetripantu en el contexto
de mi práctica profesional en el proyecto NODO de Turismo Comunitario y Economía
Solidaria en la Zona de Amortiguación del Parque Nacional Villarrica y la Reserva
Nacional Mocho Choshuenco del Centro de Estudios Ambientales - UACh y Bosque
Modelo Panguipulli.
En el transcurso del trabajo investigativo se reconocieron aspectos que caracterizan a la
Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura como un espacio turístico – potencial al turismo
de base comunitaria –, organizado inicialmente por las comunidades de la localidad, para la
comercialización de productos locales, en donde trabajan principalmente mujeres que se
identifican como mapuche y campesinas, convirtiéndose en un espacio de re-encuentro para
ellas. Quienes tienen como historia en común, el haber migrado cuando niñas a otras
ciudades y regresar una vez adultas a la localidad de origen, antecedente relacionado a su
construcción identitaria y a su vinculación con las comunidades mapuche ancestrales y
funcionales del territorio, quienes tienen una activa participación en los quehaceres de la
organización. En este contexto la Feria se define como un espacio asociativo y de trawün,
donde confluyen y median diversos actores del territorio –familias, comunidades mapuche,
organizaciones locales e instituciones públicas–, que han ido nutriendo las experiencias y
significaciones de quienes son parte de la organización, producto de diversos procesos que
han tenido a la Feria de Pocura como escenario, destacándose la revitalización y re-
articulación organizacional de las comunidades mapuches del territorio. Lo que será
detallado en profundidad en las siguientes páginas.
Es así que las interrogantes de la investigación estuvieron dirigidas a comprender de qué
manera este grupo de mujeres mapuche y campesinas significan su experiencia sobre Feria
Gastronómica y Artesanal de Pocura, y cómo esta iniciativa ha influenciado a nivel
individual, organizacional y territorial2.
2 Este último en relación a la localidad de Pocura considerando a sus comunidades mapuche.
7
Por otro lado, el enfoque teórico se enmarca en la antropología del turismo (Dos Santos,
2005; López, 2007; Salazar, 2006; Pereiro, 2012) desde la perspectiva de género (Lamas,
1995; Moreno y Díaz, 2013), planteando también lo que se comprende por turismo de base
comunitaria (Pilquiman y Henríquez, 2013). Así como se plantean el tema de los roles e
identidad de género femenina (Lamas, 1996; Montecino, 2005), étnica (Buxó, 1991;
Giddens, 1997; Di Giminiani, 2012) y territorial (Gimenez, 1996; Castoriadis, 2005; Ther
Ríos, 2012) para hacer referencia a la construcción identitaria de mujeres mapuche y
campesinas. Se considera, además el término asociatividad (Moldavan y Dzembrowsky,
2009) para plantear lo que se entiende por espacio asociativo (Aguirre y Pinto, 2006;
Chaguaceda, 2008), relacionándolos al desarrollo local y territorial rural (Tallera y Sanz
(2010).
Es importante mencionar también, que esta tesis se enmarca en dos proyectos de
investigación e intervención. El primero, es el proyecto INNOVA CORFO PDTR3 que
interviene en la temática de urismo de Intereses Especiales (TIE) desde la perspectiva del
Turismo de Base Comunitaria, en un territorio con una alta población mapuche, en donde el
turismo como actividad económica es llevado principalmente por mujeres. El segundo, es el
proyecto DID de “Evaluación del Impacto de la Asociatividad e Implementación de Buenas
Prácticas Productivas sobre el estado de conservación de fragmentos de bosque en la Zona
de Amortiguación del Parque Nacional Villarrica y la Reserva Nacional Mocho
Choshuenco4”.
En el caso específico de Pocura, la Feria Gastronómica y Artesanal ha tenido diversos
significados para las mujeres que en ella participan, experiencias que nos hace ver lo que
una iniciativa turística puede desencadenar en un determinado territorio, organización y
personas. Nos hace enfrentarnos a cómo el turismo puede ser un factor desencadenante de
diversos procesos socioculturales, económicos y político-territoriales, lo cuales deben ser
considerados a la hora de intervenir en la temática y proponer lineamientos en torno a las
3 Proyecto INNOVA CORFO 13 PDTR-23946 de Transferencia tecnológica, Turismo de Intereses Especiales y Desarrollo de Base Local en el Destino Siete Lagos. 2014 – 2015. Ejecutado por el CEAM-UACh. 4 Proyecto de la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Universidad Austral de Chile. 2014 – 2015. Ejecutado por las investigadoras A. Pino, R. Novoa, P. Moreira y G. Catalán del CEAM-UACh.
8
políticas sobre turismo, muchas de las cuales son pensadas desde la lejanía no sólo
geográfica, sino también política, sociocultural y económica de las bases locales.
De igual manera, al preguntarse por las significaciones, el interés de la investigación está
centrado en las experiencias y en el sentido que se les dan a las mismas, como parte de un
proceso de significación constructivo y dinámico de un grupo de mujeres que participan
activamente en el quehacer organizacional y territorial de la localidad que habitan. Donde
el turismo y proyectos, como el PDTR y NODO de Turismo Comunitario, intervenciones
de equipos académicos y técnicos, organizaciones locales, instituciones públicas y privaras,
son reconocidos como factores constructivos y dinamizadores del quehacer social dentro de
localidades rurales como Pocura, la cual se encuentra fuertemente influenciada por la
actividad turística, siendo esta una de las principales fuentes de ingresos económicos.
Es por esta razón, que una aproximación interdisciplinaria, con un enfoque etnográfico y
holístico, se hacen una herramienta necesaria para la comprensión de las realidades locales,
muchas veces ignorada, develando también actores invisibilizados que cumplen roles de
suma importancia para el desarrollo local y territorial.
Investigación que en definitiva nos hace plantar interrogantes de mayor profundidad.
¿Cuáles son los alcances reales de las actividades turísticas? ¿Qué aspectos debemos tomar
en consideración a la hora de buscar el desarrollo del turismo de base comunitaria? ¿Cuáles
son los alcances que tiene la perspectiva de género a la hora de trabajar en turismo? ¿Qué
luces nos da, un estudio como este, en torno a la gestión y el desarrollo de la actividad
turística de base comunitaria que favorezca la calidad de vida de las comunidades locales?
Finalmente ¿Cuáles son los desafíos del turismo de base comunitaria en territorios
fuertemente intervenidos por organismos públicos y privados que ven el desarrollo desde
una racionalidad instrumental y paternalista?
9
CAPÍTULO I
1.- ANTECEDENTES
1.1- Antecedentes generales
La localidad de Pocura se ubica en la ribera noreste del Lago Calafquén, pertenece a
la Comuna de Panguipulli, Región de Ríos.
Mapa 1: Localización territorial de Pocura. Elaborado por R. Novoa Melson.
Como se observa en el mapa, la localidad se encuentra próxima al Parque Villarrica, núcleo
de conservación de importante interés turístico, siendo el volcán uno de los ejes centrales
para la configuración del territorio, tanto geográfica como culturalmente. Punto del cual
nacen, los ríos, esteros y menocos5 que alimentan las tierras de Pocura, llegando la mayoría
de estos al Lago Calafquén. También se observan los límites políticos de la localidad,
colindando por el sur con la localidad de Traitraico y por el norte con la región de la
Araucanía.
5 Términos que corresponde al mapuzungun serán escritos en cursiva para destacarlos a lo largo del texto
10
Mapa 2: Límites de Pocura. Elaborado por R. Novoa Melson.
Pocura tiene una población de 1.134 habitantes según el censo del 2002, contando con una
alta población mapuche (cuadro 1.), existiendo en el territorio dos comunidades ancestrales
y cinco comunidades indígenas de carácter funcional6.
Cuadro 1. Antecedentes demográficos Localidad Pocura
Total Población
Total Población Mapuche
Total hombres
Total mujeres
1.134 66,4% 51,9% 48% Fuente: Censo de Población y Vivienda 2002. Versión Redatam. Elaboración propia.
1.2.- Características Biofísicas7
La localidad de Pocura, distritalmente corresponde a Coñaripe, sector precordillerano
de la comuna de Panguipulli, en donde es posible apreciar formaciones precordilleranas en
el piedemonte andino, cortadas profundamente por la acción glaciar y posteriormente
ocupadas por lagos, que se formaron al cerrarse los valles glaciares con depósitos
6 Catastro CONADI de Comunidades Comuna de Panguipulli. 7 Fuente: Avance de Informe de Caracterización Sociocultural Territorial. Proyecto NODO de Turismo Comunitario en la zona de amortiguación del Parque Nacional Villarrica y la Reserva Nacional Mocho Choshuenco CORFO-CEAM UACh. Elaborado por F. Hassen
11
morrénicos terminales o laterales. Por otra parte la intensa actividad volcánica del sector
viene a complejizar aún más la geomorfología de la zona.
La presencia del volcán (pillán) Villarrica ha incidido en la dinámica de los asentamientos
humanos y provocan modificaciones importantes en el paisaje, teniendo una importancia
tanto biofísica como cultural. Destacándose las erupciones volcánicas en los años 1964,
1971 y 1984, sucesos que han producido una series de transformaciones sobre el territorio y
las maneras que este ha sido habitado. De las cuales, la acontecida el 29 de diciembre de
1971, afecta directamente a la localidad de Pocura, producto de uno de los lahares de
aproximadamente diez metros de espesor y doscientos de ancho que bajó hacia el lago
Calafquén, arrasando con todo a su paso, haciendo desaparecer parte importante de la
localidad y modificando biofísicamente gran parte del territorio.
1.3.- Antecedentes socioeconómicos y productivos
En relación a las actividades económicas-productivas, estas se concentran
principalmente en el rubro silvoagropecuario y turístico. La ganadería y la agricultura en la
zona están destinadas a la comercialización local y a la economía familiar, correspondientes
al 33% de las actividades económicas productivas según el Censo 200. Las fuentes de
empleo en la zona de igual o menor participación, son construcción con un 13%, ventas y
servicios con un 10%.
Gráfico 1: Rubros económicos de la localidad de Pocura. Fuente Censo 2002 REDATAM.
Elaboración propia.
Laboralmente, se reconoce que en la localidad un 38% de los trabajadores son asalariados,
de los cuales sólo un 8% corresponde a mujeres, quienes se dedican principalmente a
41%
3%
33%
13%
10%
Ignorado
Educación
Silvoagropecuario
Construcción
12
labores en el ámbito doméstico. De igual manera, un 43% de la población es considerada
trabajadores por cuenta propia, de los que también un 8% corresponde a mujeres8.
En relación al turismo, Pocura es una localidad que se ha convertido en un balneario de
paso entre los diversos lugares y atractivos turísticos de la zona, como es el volcán
Villarrica, el Lago Calafquén y las termas en Coñaripe. Cuenta con una amplia oferta
cabañas, alojamientos, camping y casas de segunda residencia. Además, se realiza hace
ocho años una Feria Gastronómica y Artesanal en las riberas del lago, gestionada
principalmente por mujeres mapuches y campesinas. En donde se ofrece gastronomía
campesina, artesanía en lana y madera, cosmetología natural y plantas medicinales y
ornamentales. Algunas de las socias de Asociación de Agricultores y Artesanos, ofrecen
guiados a senderos, cascadas y riachuelos de la localidad. También disponen de servicios
de alojamiento y cabañas. De igual manera, se dedican a la confección de productos
forestales no madereros, como son artesanías en madera, teñido de lana y repostería con
plantas, raíces y frutos recolectados del bosque, y productos cosmetológicos naturales en
base a avellanas y diferentes hierbas9.
1.4.- Antecedentes socioculturales10
La localidad de Pocura, cuyo nombre original es Epu Huanlen Kurra o Epukura: dos
piedras, se compone por dos comunidades ancestrales (cuadro 2), la comunidad Juan
Chañapi, con un total de 1649,610 hectáreas otorgadas por Titulo de Merced, y la
comunidad Ramón Chincolef, con un total de 1191,572 hectáreas otorgadas por Titulo de
Merced. Ambas comunidades han logrado establecer y respetar sus límites territoriales,
mediante la localización de hitos naturales, como por ejemplo los esteros Ñilfe y
Komenahue. Además ambas comunidades colindas con el Volcán Villarrica y el Parque
Nacional del mismo nombre por el Noreste y con el Lago Calafquen por el Suroeste. Por su
parte, la comunidad Juan Chañapi colinda por el Este con la localidad de Traitraico y el
cerro Milimil, - como se menciona en la siguiente cita - mientras que la comunidad Ramón
8 Ídem. 9 Información citada del II Informe de avance del proyecto 13 PDTR – 23946 de Transferencia Tecnológica, Turismo de Intereses Especiales (TIE) y Desarrollo con Base Local en el Destino Sietelagos. 10 Fuente: Avance de Informe de Caracterización Sociocultural Territorial 2014. Proyecto NODO de Turismo. Elaborado por el antropólogo Felipe Hasen.
13
Chincolef colinda por el norte con el flujo lávico o muro de lava del sector Challupen
(mapa 3), siendo este un límite político administrativo entre la región de Los Ríos y la
región de la Araucanía.
Cuadro 2. Comunidades mapuche en la localidad de Pocura
Unidades Distritales
Localidades Comunidades Mapuches Ancestrales Comunidades Mapuches
Funcionales Comunidad Superficie de Títulos de Merced
Coñaripe Pucura
Ramón Chincolef
1191,572
Manuel Marifilo
Lluncura
Nepu
Emilio
Epuñanco
Clemente Cheuquepan
Juan Chañapi
1649,610
Fuente: Diagnostico Mapuche Comunal. Elaborado por F. Hassen
“Antes las separaba, por ejemplo la comunidad Juan Chañape empezaba del
cerro de Mili hasta aquí, el río Claro los separaba para arriba hasta el volcán
y abajo en el plano los separa el río Ñilfe, de ahí venían la otra comunidad que
era la comunidad Chincolef, de ahí hacia arriba todo para allá” (P.L, 4/4/14).
Mapa 3: Límites territoriales de las comunidades ancestral Juan Chañapi y Ramón Chincolef. Fuente: Biblioteca del Observatorio Cuidadano, 2011.
14
A lo largo de los años, se han ido conformando una serie de comunidades jurídicas y/o
funcionales, que en el caso de Pocura llegan a un número de cinco: Manuel Marifilo,
Lluncura, Nepu, Emilio Epuñanco y Clemente Cheuquepan.
En el territorio se encuentra el sitio arqueológico Marifilo, ubicado a unos 1.400 mtrs de la
costa, que corresponde a un alero en donde se han encontraron cerámicas, restos óseos de
fauna y material lítico. Con una data entre los años 520 d.C. y 1410 d.C., siendo uno de los
sitios más tempranos hasta ahora conocidos en la zona centro sur después de Monte Verde
(Gallego, 2011).
“El sitio Marifilo está dentro de la comunidad Chincolef aquí al ladito del
Rucañanco están como todos los cerros unidos, según ese cerro, el alero
Marifilo se supone que pasaba un camino antes. Decía mi abuelita que pasaba
como debajo del cerro escondido y unía al cerro Rucañanco, decían que había
una familia ahí importante y ellos escondieron los tesoros cuando llegaron los
winkas y los escondieron en un laurel y dentro del cerro del Rucañanco. Mi
abuela dio el dato, fueron y sacaron, eso fue hace como unos treinta años
atrás, sacaron ese tesoro de ahí, lo encontraron, lo encontró un señor Marifilo,
el dueño de ese cerro Malalcura” (P.L, 4/4/14).
De igual manera, el territorio se compone por una serie de espacios e hitos naturales de
gran significación cultural; cursos de agua como ríos, lagos y esteros, cerros como el
Rucañanco, Malancura y el Mili, asociados a la mitología de Kai Kai y Treng Treng, que
cuenta la historia del momento en que la serpiente Kai Kai provocó enormes lluvias y
tormentas, diluvio que inundaría toda la tierra, momento en el cual los mapuche abrían
subido a la cima de los grandes cerros auxiliados por la serpiente Treng Treng, comenzando
una feroz batalla entre ambos seres, tal como nos relata la presidenta de la Asociación de
Agricultores y Artesanos de Pocura.
“Mira, cerros, el que yo no conozco es el Malancura que está en la
comunidad Juan Chañapi… creo que tiene una sola entrada y dicen que fue
como el arca de los mapuches cuando fue el diluvio, tiene historias muy lindas
15
ese cerro. Cuando fue el diluvio creo que ese cerro se erguía para que los
mapuches se salvaran” (M.E.P, 31/3/14).
En relación a espacios ceremoniales en Pocura se reconocen en la actualidad lugares de
juego de Palín, cementerios y pampa de Nguillatuwe. Este último, perteneciente a la
comunidad Juan Chañapi, ha intentado mantenerse resguardado de la intervención de
personas ajenas al territorio, cuya ubicación en el espacio no es nunca azarosa, al estar
vinculada a la sacralidad y ancestralidad de determinados lugares, lo que no fue respetado
por la misma comunidad hace aproximadamente unos setenta años, impidiéndoles realizar
la ceremonia por el traslado de la pampa sin el debido permiso, tal como se nos relata en la
siguiente cita.
“No, si estaba ahí mismo, entonces creo que la gente quiso sacar el campo
sagrado de donde estaba. Creo que abajo hay cantaritos, cosas que dejaron
puesto ahí. Y habían sacado eso lo querían correr a otro lado igual como
estaba pero a otro lado más privado, porque el mapuche es muy celoso en eso,
para que el turismo no se dieran cuenta de eso, para que no estén mirándonos
lo que hacemos mejor nos fondeamos y lo hacemos en otra parte, dijeron. Pero
no le consultaron al creador, entonces fueron e hicieron eso y creo que pasó la
grande, no pudieron hacer el nguillatun, porque llovía pero torrencialmente,
no se pudo. Eso era cuando mi mamá era chica, más o menos yo creo,
entonces no pudieron. Tuvieron que devolver acá donde estaba” (M.E.P,
31/3/14).
Además, la pampa del Ngillatuwe se asocia, tal como sucede en otros territorios, a cuerpos
de agua o a hitos geográficos relacionados a cerros. Como menciona P.L.H, socia de la
Feria de Pocura.
“Hay, el campo de nguillatun, está arriba del estero “El Claro” que le dicen
Coicoico, como le llaman en mapuche, acá el estero y arriba el cerro
Rucañanco. Ahí se hace la ceremonia… en ese lugar van a entregar algunas
ofrendas y van a hacer rogativas ´nguillatucar`, una vez al año” (P.L, 4/4/14).
16
La ceremonia de Nguillatuwe se realiza todos los años, siendo organizado cada año por
una familia distinta, con un significado asociado a las necesidades del momento, como por
ejemplo, pedir por un ser querido fallecido, pedir por las siembras, por la salud, etc. La
ceremonia dura entre dos y tres días, procediendo a sacrificar a un vacuno, generalmente
donado por la familia convocante de cada año, el cual es quemado y entregado como
ofrenda.
“Todos los años acá en Pucura, todavía se hacen nguillatun y se sacrifica un
animal. Un vacuno, animales colorados siempre, no puede ser cualquier
animal, porque es una tradición contra todos los males, entonces se supone
que se quema todo lo malo, rojo que representa el fuego” (P.L, 4/4/14).
De esta manera, en la localidad de Pocura es posible reconocer importantes elementos
socioculturales como características de un territorio reconocido por sus propios habitantes
como mapuche.
1.5.- Antecedentes sobre la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura.
A orillas del Lago Calafquén se emplaza la Feria Gastronómica y Artesanal de
Pocura, que funciona hace siete años gracias al trabajo colaborativo de las/os integrantes de
la Asociación de Artesanos y Agricultores de Pucura, conformado por 12 socias,
principalmente por mujeres de origen mapuche, de edades entre los 25 a 67 años. De las
cuales sólo cinco no han completado la enseñanza básica, sin que esto sea una limitante
para participar activamente y dirigir la organización. Así también hay socias que han
completado tanto los estudios técnicos como superiores, quienes suelen cumplir con roles
de gestión pública11.
Quienes cada verano comercializan diversos productos, tales como artesanía en lana y
madera, gastronomía típica campesina, cosmetología natural, plantas ornamentales y
medicinales. Siendo una organización de carácter funcional, cuya finalidad es articular
diversas familias mapuches de la localidad de Pucura en la búsqueda de nuevas estrategias
de desarrollo económico que permitan mejorar su calidad de vida.
11 Ver Anexo cuadro de identificación de socio/as de la Asociación de Agricultores y Artesanos de Pocura.
17
Desde el año 2011, en un acuerdo con el Ministerios de Bienes Nacionales, se les entrega
en comodato una superficie de terreno a orillas de la playa, en donde el año 2008 por
decisión de las comunidades ancestrales y funcionales de la localidad se construyen puestos
para comenzar a dar forma a un espacio dirigido a la comercialización de productos locales.
Inicios que estuvieron marcados por las precarias condiciones en las que trabajaban,
careciendo de luz y agua por aproximadamente tres años. Así con mucho trabajo y esfuerzo
han dado vida a la Feria de Pocura, que año a año ha logrado una mayor valoración por
parte de los visitantes y habitantes de la zona, principalmente por las comunidades
mapuches y sus autoridades políticas ancestrales.
Durante el año 2013, se organizaron actividades que tenían la finalidad de potenciar el
trabajo mucho más allá de la temporada de verano. Tales como la celebración de
Wetripantu, siendo la primera vez en que la feria se organiza en torno al año nuevo
mapuche, como una instancia importante para el refuerzo de su identidad cultural y el
rescate de tradiciones, que producto de procesos de transculturización se han ido perdiendo.
También, se han embarcado en la idea de realzar aquellos elementos tradicionales de su
territorio a través de la primera Fonda del Digüeñe, recuperando conocimientos propios de
la zona. Reconociendo en la Feria de Pucura un espacio de encuentro no sólo para las y los
participantes de la Asociación, sino también para las y los habitantes de la localidad, que
aprovechan instancias como la celebración del Wetripantu para reconocerse como
mapuches, recordar prácticas y costumbres ancestrales. A lo que se suma, al ser también
una iniciativa dirigida al turismo, la posibilidad de dar a conocer a las y los visitantes la
realidad de familias mapuche y campesinas del sur de Chile
Por otro lado, en la localidad se está desencadenando actualmente un proceso de
recuperación territorial y articulación organizacional de las comunidades mapuches
ancestrales y funcionales presentes en el territorio y la conformación de una mesa
coordinadora. Destacando que el terreno en el que se emplaza la Feria de Pocura es un
territorio en recuperación, perteneciente por titulo de merced a la comunidad ancestral Juan
Chañapi. En donde se generaron una serie de conflictos con el club deportivo La Joya, la
municipalidad de Panguipulli y Bienes Nacionales. Situación que en definitiva generó el
reconocimiento de la Feria como un espacio de las propias comunidades mapuche.
18
De esta manera, la Asociación de Agricultores y Artesanos de Pocura se caracteriza por
presentar elementos de cooperación, solidaridad, producción y comercialización de
productos locales entre otros, realizando actualmente actividades que son potenciales para
iniciar una oferta de turismo de base comunitaria, a la mano de un organización que tiene
como objetivos; la comercialización de productos locales, rescatar su identidad (lengua,
tradiciones, prácticas, cosmovisión etc.) y ser un espacio de encuentro para la localidad y
sus habitantes. Aspirando a ser un espacio de encuentro también para las futuras
generaciones, posibilitando una fuente de trabajo evitando que se vean en la obligación de
dejar su localidad. Destacándose además, la oportunidad que tienen las mujeres
participantes de la Feria Gastronómica y Artesanal, de generar ingresos propios y ser
consideradas como legitimas representantes de las comunidades mapuches y su territorio.
19
CAPÍTULO II
2.- MARCO TEÓRICO
2.1.- Antropología del Turismo
El turismo, tradicionalmente ha sido entendido como el desplazamiento momentáneo
que realizan las personas y comprende las acciones que efectúan durante sus viajes y
estancia fuera de su entorno habitual (Barrio, 2009).
Hoy en día la Organización Mundial de Turismo (en adelante OMT) ha ampliado la
definición reconociendo al turismo como un fenómeno social, cultural y económico
relacionado con el movimiento de las personas a lugares que se encuentran fuera de su
lugar de residencia habitual por motivos personales o de negocios/profesionales. Estas
personas se denominan visitantes (que pueden ser turistas o excursionistas; residentes o no
residentes) y el turismo tiene que ver con sus actividades, de las cuales algunas implican
un gasto turístico12.
Es así que el turismo es más que el mero desplazamiento ocioso de un componente
importante de población, ya que trasciende a las naciones que lo originan, a las que lo
reciben y a su propio proceso de desarrollo, implicando territorios, economías, identidades
y culturas, acortando distancias y haciendo que el mundo se vuelva cada vez más pequeño.
Caracterizado a su vez, por provocar los mayores desplazamientos poblacionales de la
historia, afecta a todos y cada uno de los componentes de aquellas culturas y sociedad que
se ven tocadas por su organización, gestión y desarrollo.
El turismo hay que comprenderlo como un fenómeno social complejo que actualmente
abarca el mundo entero porque, a raíz del proceso de internacionalización de las economías
y de la cultura, así como de la mejoría de los medios de comunicación y transporte, por ello
son muy poco los lugares que no reciben turistas. Abarcando todos los estratos y grupos
sociales porque el fenómeno turístico alcanza indirectamente también a los que no lo
practican, como parte de su efecto multiplicador (Barreto 2007:11).
12 Definición extraída de web: http://media.unwto.org/es/content/entender-el-turismo-glosario-basico.
20
Para Guerrero Arias (2010), el turismo es un proceso múltiple, en el cual las relaciones
sociales tienen un papel protagónico, es decir, sujetos sociales en acción y reacción,
sensibilidades actuando, intereses económicos en pugna, enfoques ideológicos en
confrontación, toma de posiciones éticas y políticas. Por ser un fenómeno social producido
por diversas relaciones sociales y culturales en lucha, el turismo es también un escenario de
conflictos en el que se expresan inevitablemente, la cuestión de poder.
La antropología no ha sido indiferente al turismo, planteándolo como un fenómeno de
transformación social y cultural. Para los primeros antropólogos estudiosos del turismo éste
no generaba más que realidades artificiales, como lo menciona Daniel J. Boorstin (1961)
que considera que era “un mundo manufacturado, trivial e inauténtico” (López 2007).
Percepción muy diferente a la actual, donde el enfoque antropológico abarca los procesos
concretos de cambio cultural hasta las dimensiones simbólicas de la experiencia turística.
Tal como ha indicado Noel Salazar (2006), la antropología del turismo se ha centrado en
responder a cuestiones relacionadas con la dinámica e impactos del contacto intercultural
entre turistas y nativos, la representación de la cultura en los escenarios turísticos, los
estereotipos étnicos construidos y manipulados por el turismo, el cambio de los valores
culturales una vez mercantilizados y las relaciones de poder en el contexto del turismo
internacional.
Una de las primeras investigadoras en reflexionar sobre los efectos del turismo fue la
antropóloga Valene L. Smith (1977), cuyos trabajos fueron un conjunto de textos críticos
sobre los efectos negativos del turismo y, especialmente, del turismo étnico sobre las
comunidades receptoras. En la misma década, Enmanuel De Kadt (1979) afirmaba que “el
turismo es una plaga para los países en vías de desarrollo”. El conjunto de trabajos
editados por De Kadt estuvieron centrado en la sustitución de las actividades primarias por
el turismo, la creciente dependencia del mismo por parte de las comunidades receptoras, la
acentuación de las divisiones sociales entre quien se benefician y no de la actividad
turística, la especulación del suelo, la inflación, la expropiación territorial de zonas
indígenas y la especulación inmobiliaria, entre otros aspectos críticos (Pereiro, 2012:2).
21
Así, el interés de antropólogos/as por el turismo surgió en función de comunidades que,
por su posición subordinada, serían más susceptibles a la degradación social y cultural por
la presencia de valores y prácticas exógenas modernizadoras portadas principalmente por el
turismo y los turistas. Siendo la problemática central de los ensayos teóricos y relatos
etnográficos reunidos y editados por Smith en 1977 bajo el título “Anfitriones e Invitados –
La Antropología del Turismo” con el objetivo de establecer "la diferencia entre los papeles
de la modernización y del turismo respectivamente dentro del proceso de transformación
cultural" (Dos Santos, 2005).
Como observamos, tradicionalmente los/as antropólogos/as han estudiado los efectos del
turismo y los turistas sobre las comunidades receptoras. Ello ha dibujado un panorama
crítico sobre el turismo, pero también ha incidido, tal vez demasiado, sobre tres aspectos: a)
el turismo como el más importante motor de cambios sociales y culturales –a veces el
único–; b) las comunidades receptoras pasivas que no participan activamente en el
desarrollo turístico; c) el turismo como una fuerza externa que actúa desde fuera e impacta
sobre los receptores, pero menos sobre los turistas (Pereiro, 2012).
Hoy en día, la perspectiva antropológica sabe que el turismo no es el único motor de los
cambios, y ni siquiera el más importante en muchos casos. Además, el turismo no se
desarrolla siempre desde fuera hacia dentro, sino que la realidad empírica etnografiada
suele demostrar más bien lo contrario, es decir, la relación entre lo local y lo global y la
participación activa de los grupos étnicos y las localidades en el desarrollo turístico
(Pereiro, 2012: 156).
Frente al modelo de aculturación y el modelo de impactos causa-efecto y exterior-interior,
Margarita Barreto (2007) propone la adopción de nuevos modelos como la reflexividad, el
dialogismo, el cosmopolitismo, el hibridismo cultural y el modelo de los límites aceptables
de cambio. El antropólogo Noel Salazar (2006: 21) también converge hacia esa perspectiva
declarando que:
“… no debemos olvidar que el turismo es sólo uno de los varios flujos globales con
influencia para afectar de manera importante las actitudes y valores de las personas en
22
todas las sociedades. Otros incluyen los medios de masas globalizados, la educación y
la urbanización”.
La misma desproporcionada atención presentada a los impactos negativos experimentados
por parte de los lugareños, criticada por Salazar y Barreto (año) , refleja en parte cierto
sesgo etnocéntrico en la investigación, también es un reconocimiento implícito de que
existe un desequilibrio en las relaciones de poder. Esta tendencia, sin embargo, puede
cambiar en la medida en se deje de asumir que el turismo se impone indefectiblemente en
personas pasivas e impotentes. Algunos autores, como Cohen (1988) y Silverman (2000),
ya han descrito la manera como el turismo internacional puede llegar a ser un vehículo
empoderador de autorrepresentación, y cómo las personas pueden elegir deliberadamente el
reinventarse en el tiempo, modificando la forma como son vistas y percibidas por diferentes
grupos de turistas (Salazar, 2006).
De esta manera, es importante no ver a los lugareños, anfitriones o receptores del turismo
como simples como sujetos pasivos. Las personas que habitan destinos turísticos pueden, y
a menudo lo hacen, conscientemente tratar de ajustarse a las expectativas de aquéllos sobre
lo que es auténtico, aun cuando los resultados parezcan artificiosos o impostados. La
influyente investigación de MacCannell (1973) sobre la escenificación de la autenticidad
ante los turistas por parte de sus anfitriones, aun restringiendo algunos aspectos de su
cultura, fue una de las primeras que expuso argumentos a favor de la agencia de la gente
local. Ellos pueden ser agentes activos al determinar qué quieren preservar, inventando
deliberadamente tradiciones o artesanías tradicionales para los turistas, y aun así
completamente sabedores de lo que es real o escenificado, auténtico o espurio. La cultura
en este contexto es objeto de manipulación consciente dentro de un contexto social,
económico y político más amplio (Salazar, 2006).
Christina Joseph y Anandam Kavoori (2001) estudiaron discursos locales de resistencia al
turismo. El punto crucial de su argumento es que la relación entre el turismo y la cultura es
complejo y lleno de matices en cuanto está mediado aun si ello enfrenta una resistencia
retórica (véase también Salazar, 2006). Otro trabajo reciente se ha centrado además en la
complejidad de la mediación local del turismo (Teo y Yeoh 1997), examinando las
percepciones del anfitrión (King, et al. 1993) y los posibles beneficios para los locales
23
(Wilson 1997). Según Kalsom Kayat (2002), la combinación de las teorías de intercambio
social y poder es muy útil para entender las actitudes de los pobladores locales en lo que
respecta al impacto del turismo. En esta perspectiva, el poder es la capacidad de aquellos de
controlar los recursos requeridos para el desarrollo del turismo –mano de obra, capital,
cultura y recursos naturales– y para asegurar retribuciones personales por el hecho de
albergar el turismo en su comunidad (Brennan y Allen 2001). Por ello, el poder influye en
la buena disposición de la gente local y en su capacidad de intercambio.
No obstante, Douglas Pearce (1995:26) sostenía que, aun cuando las comunidades del
destino tuvieran control de su desarrollo, “el control local no es necesariamente lo „bueno‟
que muchos autores insinúan, en especial donde tal control está en manos de políticas
desarrollistas”. En otras palabras, también juega un papel la noción de equidad. Hasan
Dogan (1989), por ejemplo, sostenía que el turismo internacional ha agravado las
desigualdades en el ámbito local. Este autor hacía énfasis en la necesidad de diferenciar
entre varios grupos de población –en especial los que están en mejor posición, que obtienen
más del turismo, y los pobres, cuya cultura y estilo de vida se asemejan menos a las de los
turistas y que soportan obtener menores beneficios del turismo–. Además, los intereses de
una comunidad local no necesariamente coincidirán con los de otras. Tampoco es probable
que los intereses de la comunidad local sean los mismos para todos sus miembros (Hall
1994 en Salazar, 2006).
Según Maureen Reed (1997), las relaciones de poder pueden alterar gravemente el
resultado de los esfuerzos de cooperación o incluso impedir la acción cooperativa en el
ámbito local. Las relaciones locales de poder dentro de la comunidad pueden estar tan
divididas como las que incluyen a los competidores en un escenario más amplio, como los
gobiernos nacionales, las ONG y las instituciones supranacionales. El surgimiento de elites
locales es tan susceptible de producir desigualdades dentro de la comunidad, como estos
otros participantes de producir disparidades de beneficios en un plano distinto. La palabra
“local” –y de manera similar, la palabra “comunidad”– distrae de la “intensa complejidad
de la micropolítica en la cual todos los lados están ineludiblemente imbricados y por la cual
han sido moldeados” (Salazar 2006).
24
Es así, que los siguientes estudios y etnografías comenzaron a dar énfasis en las nuevas
prácticas y nuevos significados que podía generar el turismo, posicionando al turista como
agente de una experiencia cultural y no sólo como factor de degradación para culturas
receptoras.
Por lo tanto, la antropología aporta a la visibilización de la cultura receptora como agentes
activos dentro del fenómeno turístico, superándose la definición esencialista del turista y
del concepto utilitarista del turismo. Ya que la noción que plantea, que una cultura nativa se
deshace ante la asimilación de la cultura del turista, más poderosa en su “esencia”,
subestima tanto las estrategias de resistencia y negociación accionadas por la población
local (Dos Santos 2005).
Como señala el antropólogo español Agustín Santana (2006) “el turismo puede llevar a ser
un fenómeno de revitalización, de surgimientos de identidades colectivas, de recuperación
de tradiciones. Porque lo que hace el visitante es mostrar al nativo la importancia de su
propio mundo” (López 2007).
2.2.- Turismo desde la perspectiva de género
Para los intereses de la investigación, es importante incluir la perspectiva género
dentro de la discusión y análisis del turismo.
La perspectiva de género para Marta Lamas (1995), implica reconocer que una cosa es la
diferencia sexual y otra cosa son las atribuciones, ideas, representaciones y prescripciones
sociales que se construyen tomando como referencia a esa diferencia sexual.
También, la perspectiva de género analiza y busca comprender aquellas atribuciones, ideas
y prescripciones sociales enmarcadas en el sistema sexo-género. Este último definido como
un conjunto de normas, valores y representaciones que una sociedad construye a partir de la
diferencia sexual fisiológica y que da sentido a determinadas relaciones y prácticas sociales
(Oyarzún, 2006).
En relación a la actividad turística, el enfoque de género analiza cómo mujeres y hombres
contribuyen, experimentan y se ven afectados o beneficiados, de forma individual y/o
colectiva, por el desarrollo del turismo. Incluso en los modelos de desarrollo turístico más
25
asociados con las comunidades, la sostenibilidad y la ética, no son neutras en términos de
género (Moreno, 2013).
El turismo es una actividad con una importante participación femenina. Según el Informe
mundial sobre las mujeres en el turismo de la OMT y ONU Mujeres (2010), el acceso a un
trabajo fuera del hogar y a una actividad complementaria, permite a la mujer contribuir de
forma directa al mantenimiento de su familia, reforzar su independencia y autoestima y su
posición social, económica y también política, en comunidades en las que tradicionalmente
quedaban relegada a un papel subordinado. En este sentido, dicha perspectiva es una
herramienta que permite avanzar hacia la igualdad de género. La cual remite a la idea de
que los seres humanos, tanto mujeres como hombres, deben ser libres de desarrollar sus
capacidades personales y tomar decisiones sin tener como barrera para ello, las limitaciones
establecidas por los estereotipos, los roles o los prejuicios impuestos por las relaciones de
género.
El turismo, por un lado, ofrece una oportunidad significativa para el empoderamiento de las
mujeres a través del empleo formal, informal y las capacitaciones en el rubro turístico, lo
que significa – que tanto mujeres como hombres – puedan asumir, adquirir destrezas,
aumentar la confianza en sí mismos, resolver problemas y desarrollar su independencia
principalmente económica (OMT- ONU Mujeres, 2010).
Por otro lado, desde un enfoque discrepante, la posición que las mujeres tienen en la
actividad turística en la práctica puede ser más desfavorable de lo que se imagina. Ya que
hay una serie de estereotipos y roles de género pre-escritos socialmente que mantienen
cierto tipo de relaciones desiguales, pues las mujeres son percibidas como particularmente
adecuadas para ocupar ciertas posiciones en el turismo y ciertos empleos, muchas veces
relacionados con el trabajo doméstico (Díaz, 2013). A lo que se suma el hecho de que,
según el Programa de Ética y Responsabilidad Social de la OMT, en la mayoría de las
regiones del mundo, la mano de obra del turismo está integrada en su mayor parte por
mujeres, concentrándose en los empleos de menor remuneración de la actividad turística y
realizando trabajos que no son remunerado, por ejemplo en negocios turísticos familiares13.
13Citados de la web: http://ethics.unwto.org/es/content/genero-y-turismo.
26
Es así, que una perspectiva de género, al considerar que mujeres y hombres son diferentes
sin que estas generen desigualdades y violencias, constituye una nueva forma de hacer y de
pensar el turismo, constituyéndose como un herramienta esencial para su gestión y
desarrollo, pues constituye una estrategia que consigue que las preocupaciones y las
experiencias – de hombre y mujeres– sean parte integral del diseño, la implementación, el
control y la evaluación de todas las políticas y los programas en todos los ámbitos políticos,
económicos y sociales de tal modo que se perpetúe la igualdad y la no violencia (OMT-
ONU Mujeres, 2010)
Desde la Antropología del Turismo también se ha planteado críticas en base la perspectiva
de género. Como es el caso de los estudios del turismo que han pasado por alto el rol de la
ideología sexual en el mantenimiento y la reproducción de estos sistemas y estructuras.
Para responder a esta situación, en los noventa llegó a los estudios sobre el turismo una ola
de crítica feminista y un llamado a prestar mayor atención a las desigualdades de género.
Como parte del proceso que supone la incorporación del análisis de género en la
investigación dominante sobre el turismo, la revista Annals of Tourism Research en 1996
dedicó una edición especial al turismo y al género, lo cual promovió la realización del I
Congreso sobre Género y Desarrollo Turístico en el mismo año. Todo ello estimuló el
pensamiento sobre el turismo como relaciones de género entre individuos, grupos,
categorías sociales, tipos de turismo y naciones en países desarrollados y en vías de
desarrollo (Salazar, 2006).
Los investigadores Vivian Kinnaird y Derek Hall (1996) plantearon un marco teórico de las
relaciones de género para analizar procesos de desarrollo turístico y las actividades
relacionadas. Sostuvieron que: (1) las relaciones de género configuran y a la vez son
configuradas por las prácticas de todas las sociedades y (2) las relaciones de poder que
rodean los procesos de desarrollo turístico representan una prolongación de las políticas de
relaciones de género. Ellos concluyeron que un análisis de la actividad relacionada con el
turismo puede mejorarse centrándose en las dinámicas de las relaciones de género. Dicha
investigación saca a la luz que hombres y mujeres se involucran de manera distinta en la
construcción y el consumo del turismo. En tal sentido, podemos pensar en turistas,
27
comunidades de destino, mercadeo turístico y objetos turísticos influenciados tanto por el
género, como por las actividades y los paisajes (Salazar, 2006).
Con la adopción y adaptación de las críticas feministas, Cara Aitchison (2001) criticó el
turismo en su asociación con lo exótico y lo erótico, como mediador del poder simbólico y
material en la “otrerización” del género (y la cultura), como parte del proceso del turismo y
el consumo global, donde continuamente se ponen a prueba y se cuestionan aspectos de
poder y representación. Por lo que, a menos que comprendamos según Salazar (2006) las
complejidades de género en el turismo, y las relaciones de poder que involucra, no
lograremos reconocer el apuntalamiento y la construcción de las nuevas relaciones de poder
que están surgiendo de los procesos turísticos. De los valores y actividades del operador
turístico transnacional a las experiencias diferenciales de los individuos que participan bien
como turistas o como proveedores locales de servicios, todas las partes del turismo están
influenciadas por nuestra comprensión colectiva de la construcción social de género.
De esta manera, la propuesta en torno a las relaciones de género en la actividad turística
debe enmarcarse en el marco de un turismo responsable en toda su amplitud. Por lo que el
enfoque de género se convierte en un herramienta para la erradicación de las desigualdades
y violencias dentro la actividad turística, proponiendo un análisis crítico de roles y
estereotipos de género que profundizan dichas desigualdades. Constituyéndose además
como una estrategia para lograr que las preocupaciones y las experiencias de hombres y
mujeres sean parte integral del diseño, implementación, control y evaluación de todas las
políticas y programas en todos los ámbitos culturales, económicos y sociales del turismo.
2.3.- Turismo comunitario o de base comunitaria
“Nuestra concepción del desarrollo del turismo se sustenta en los valores de
solidaridad, cooperación, respeto a la vida, conservación y aprovechamiento
sostenible de los ecosistemas y de la diversidad biológica que éstos albergan. En
consecuencia, estamos en contra de todo desarrollo turístico en nuestros
territorios que cause perjuicio a nuestros pueblos, su cultura y el medio
ambiente.”
(Declaración de Turismo Comunitario Rural de San José de Costa Rica)
28
Continuando con lo planteado en los apartados anteriores, es importante poner en tela
de juicio el quehacer del turismo de masas, ya que los espacios turísticos globales y locales
son influenciados y organizados desde una racionalidad instrumental individualistas y
cortoplacista instaurada en el contexto de un modelo económico hegemónico representado
por una sociedad de consumo donde las relaciones sociales son cosificadas. Turismo
conocido internacionalmente como de sol y playa, cuyas críticas - como se menciona en el
Segundo Informe de Avance del proyecto PDT-TIE- han dado paso a nuevas formas de
vivenciar, comprender y practicar el turismo. Surgiendo así, la denominación de turismo
comunitario o de base comunitaria.
Las críticas al modelo hegemónico del turismo convencional, en especial en Latinoamérica,
ofrece la posibilidad de repensar las tendencias de su desarrollo, planificación y gestión en
las distintas geografías y realidades encontradas, rescatando valores, identidades y voces
subalternas. Pensando el turismo desde una perspectiva crítica e innovadora, lo que requiere
escapar de la racionalidad instrumental y disciplinaria con la cual se investiga, fomenta e
interviene este delicado sector (Pilquiman y Henríquez, 2013). Esto cobra aún mayor
importancia cuando se trabaja en territorios habitados por comunidades rurales y de pueblos
originarios.
Hoy en día, parafraseando a Marisela Pilquiman y a Christian Henríquez (2013) se hace
necesario repensar nuevos modelos y metodologías de intervención del turismo que
incorporen el respeto, la pertinencia y las dinámicas de las identidades territoriales. Estas
nuevas maneras de comprender el turismo se distancian de la visión heterodoxa y
hegemónica. Entendiendo la actividad como un fenómeno humano, lo cual nos hace tomar
distancia de la visión utilitarista del turismo de masas.
Latinoamérica viene dando muestras de una otra forma de pensar, planificar y organizar el
turismo desde una perspectiva incluyente, sustentable y sustentada. Incluyente por ampliar
la definición de turismo entregada por la OMT centrada principalmente en la demanda
(turista) y plasmada en su definición “turismo: desplazamiento de personas…” para
incorporar también la opinión de la oferta invisible del turismo, esto es, las comunidades
que reciben. Sustentable pues su espíritu es la diversidad ecosistémica y cultural. Y
29
sustentada pues genera trabajo y renta, pero desde una perspectiva solidaria donde sus
valores no generan riqueza y si nobleza, no se compite, se coopera (Pilquimán et al., 2013).
Se trata también de un turismo que posee una doble vertiente de resistencia. Por una parte
está la resistencia a un modelo economicista de ver y hacer turismo, aquel que privatiza
lucros y socializa perjuicios (Sampaio, 2005), y que se manifiesta en grandes hoteles, resort
y paquetes turísticos que no incorporan a las comunidades tradicionales que en esos
territorios habitan, y si son incorporadas, lo son bajo condiciones desiguales de poder. En
otro sentido, el turismo comunitario aparece como una estrategia de comunicación social
que busca la conservación de modos de vida de comunidades tradicionales junto con la
preservación de la naturaleza, esto es, la defensa de territorios habitados por comunidades
frente a hostigamientos y amenazas, por ejemplo, de construcción de centrales
hidroeléctricas, exploración minera, forestal o acuícola (Pilquiman y Henríquez, 2013).
Siendo también, para Sampaio (2005), una estrategia de comunicación social para que
comunidades tradicionales, con desventajas históricas, viabilicen sus respectivos modos de
vida. Entendiendo a las comunidades como grupos sociales que comparten un legado
cultural e histórico, y habitan un territorio compartiendo problemas y sus soluciones
(Houaiss e Villar, 2001 en Pozas-Sáez y Henríquez, 2013).
El turismo comunitario se caracteriza por desarrollarse de manera integrada con las demás
actividades productivas, como la agricultura y la artesanía, por prioriza la generación de
trabajo para moradores locales y fortalece la dinamización de capital local. Asegurando la
participación comunitaria mediante la planificación descentralizada y asociativa (Coriolano
en Pozas-Sáez y Henríquez, 2013).
Además, el turismo comunitario se ha posicionado como una filosofía de acción que toma
distancia de las cadenas de la industria turística marcadamente cartesiana, economicista y
utilitarista, abriéndose a la inter y transdisciplina y a la interculturalidad que, debidamente
ecuacionadas, trae consigo respeto por la alteridad rescatando valores que permiten una
mejor compresión del turismo como fenómeno humano de base local (Pilquiman y
Henríquez, 2013).
30
El turismo comunitario o de base comunitaria también nos permite comprender que la
defensa de territorios no es una causa que compete solamente a los pueblos originarios y de
hecho, sus resultados tampoco lo son. En este sentido es necesario desmontar discursos e
imaginarios colonialistas que ciegan a tales problemáticas y no dejan ver, o apenas se ve
aquello que se es dado ver. Esta mirada se complementa con discusiones actuales en
materia del desarrollo y la sustentabilidad las que se comprenden a partir del buen vivir
(Sumak Kausay) en Latinoamérica o el FIB (Felicidad Interna Bruta) que viene trabajando
el país de Bután en oriente (Pilquiman et al., 2013).
De esta manera, partiendo de la base de que el turismo, en la medida en que se haga de él
una actividad socialmente solidaria, ambientalmente responsable, culturalmente
enriquecedora y económicamente viable, puede contribuir a mejorar las condiciones de vida
y de trabajo de las comunidades y sus miembros. Donde el turismo comunitario se presenta
como una estrategia de sobrevivencia y comunicación social, de conservación de modos de
vida y preservación de la bio-diversidad, organizada asociativamente en un territorio.
2.4.- Significaciones
Para los fines del estudio, se analizaran las significaciones o interpretaciones que
las/os sujetos hacen de ellos mismos y de los otros, de sus tradiciones, de su contexto
histórico social, es decir, como ellas/os se definen en relación a su historia, a su vinculación
o arraigo a un determinado territorio, el cual está demarcado por diversos símbolos que
condicionan la manera en que se relacionan con otros y con su medio14.
Considerando que la significación es el modo en que creamos y damos sentido a aquellos
que nos rodea. Las prácticas culturales y relaciones sociales producen nuevos significados o
resignifican sus componentes simbólicos a partir de una constante dialéctica con los
procesos sociales. En esta dialéctica intervienen desde sutiles transformaciones intrínsecas
implementadas por los actores que llevan a cabo las prácticas, hasta las maneras en que los
distintos sectores de la sociedad las observa y, en su caso, las apropia. Las diferentes
lecturas que cada tipo de actor social realiza de una misma práctica, asociadas a la
14 Definición propia extraída de Ponencia Mujeres en la Actividad Turística: Impactos y deconstrucción del turismo, presentada en Jornada de Investigaciones de Estudiantes de Antropología JIEA, Bariloche – Argentina 2013.
31
capacidad de incidencia, determinan la índole y el alcance de las transformaciones, así
como las consecuencias, desarrollando así el proceso de significación (Picún, 2013).
Hilando más fino, al hablar de significación, hacemos referencia al término cultura, como
un sistema de representaciones simbólicas, que son las que permiten tejer las tramas de
sentido, los significados y las significaciones de la acción social (Guerrero, 2010).
Clifford Geertz haciendo alusión a Weber, nos dice que “el ser humano está inserto en
tramas de significación que él mismo ha tejido y que el análisis de la cultura ha de ser por
lo tanto una ciencia interpretativa en búsqueda de significaciones” (Geertz, 2003[1987]:20).
De igual manera, Canclini asevera que el mundo de las significaciones constituye cultura.
“Que la cultura abarca el conjunto de los procesos sociales de significación o, de modo más
complejo, la cultura abarca el conjunto de procesos sociales de producción, circulación y
consumo de las significaciones de la vida social” (Canclini, 2004: 34).
La cultura, como menciona Geertz, es una red de signos que permite a los individuos que la
comparten atribuir sentido, tanto a las prácticas como a las producciones sociales que en
ellas se realizan. Es por eso, que afirma - siguiendo la idea de Canclini-, que “la cultura es
un contexto social de producción e interpretación de significados y que, como tal, hay
tantas culturas como sociedades” (Geertz, 2003[1987]).
2.5.- Construcción de identidad de la(s) mujer(es) mapuche y campesinas
Al hablar sobre la construcción de identidad de las mujeres mapuche y campesinas
participes de la Asociación de Agricultores y Artesanas de Pocura, es importante considerar
que en la identidad, en este caso, se presentan tres ejes estrechamente relacionados:
identidad género, territorial y étnica. Esta última determinada por la cultura mapuche, ya
que la posición que ocupan las mujeres al interior del ordenamiento social mapuche
responde a las particularidades culturales que definen a esta etnia15 pues: “las etnias son
también organizaciones sociales y culturales que conforman modos de vida particulares
para las mujeres y hombres. En este sentido, las etnias son modificadores que dan una
especificidad a la condición de las mujeres” (Lagarde, 1992).
15
Término usado exclusivamente para la definición de identidad “étnica”.
32
2.5.1.- Identidad
Antes que de comenzar a definir lo que entenderemos por las variantes étnicas y de
género de la identidad de este grupo de mujeres, es importante plantear primero la
definición del concepto identidad. Entendido como el sentido de pertenencia a una
colectividad, a un sector social, a un grupo específico de referencia, sentido que según
García de la Huerta (2010), remite a la noción lógica de lo idéntico, aludiendo a la
constitución del “yo” como unidad psíquica del sujeto. Incluyendo la cuestión de las
identidades colectivas en relación a la búsqueda de reconocimiento, con la auto-
comprensión y la auto-legitimación. Abarcando varias aspecto como: i) sentido de
pertenencia a un grupo social con el cual se compartes rasgos culturales, como costumbres,
valores y creencias; ii) puede trascender las fronteras – como es el caso de los migrantes-
pero su origen se encuentra frecuentemente vinculado a un territorio; iii) no es concepto
fijo, sino que se recrea individual y colectivamente y se alimenta continuamente de la
influencia exterior, no tratándose de una elemento estático sino sujeto a permanentes
cambios; iv) como propone Alberto Melucci (1994) la identidad es un elemento central
para el surgimiento de la acción social, lo que implica la definición de un “nosotros”, o sea,
es en la propia construcción identitaria que se van definiendo los alcances, objetivos,
medios y estrategias de la acción social (González-Varas, 2000 en Ranaboldo, 2007).
2.5.2.- Identidad y Roles de Género
Para iniciar la discusión es importante definir en primera instancia lo que se entenderá
por género. Definido por Marta Lamas (1996) como una categoría analítica de
simbolización de la diferencia sexual, que determina que las características sociales
consideradas masculinas o femeninas no se originan naturalmente a partir del sexo sino que
son construidas culturalmente. Esta categoría alude a las relaciones y prácticas sociales
entre hombres y mujeres, constituyendo una construcción sociocultural de la feminidad y
masculinidad.
Es así, que cada cultura tiene un sistema de género que circunscribe el ser y deber ser de
una persona a un conjunto de ideas, creencias, valores que modelan el comportamiento
esperado por la sociedad de acuerdo a su lógica de género. La sociedad enseña los roles,
33
actividades, comportamientos, actitudes correspondientes a cada género, los cuales son
apropiados por hombres y mujeres, determinando la manera en que cada uno/a se relaciona
con los/as demás. El sistema social impone normas y comportamientos que van
constituyendo la identidad de género y los roles de género (Barrientos, 2011).
La identidad de género, por un lado, según como lo propone el psicólogo Robert Stoller en
el 23º Congreso Psicoanalítico Internacional de Estocolmo en 1968, se define como un
sistema complejo de creencias acerca de uno mismo, un sentido de la masculinidad o
feminidad que no está determinada por el sexo biológico, sino por haber vivido desde el
nacimiento las experiencias, ritos y costumbres atribuidos a una lógica de género.
(Barrientos, 2011)
Para Montecino (2005), la identidad de género restituye un doble movimiento: el de lo
particular y el de lo universal, y en ese sentido la constitución del sí mismo estará
atravesada por la unicidad y la multiplicidad. Así, la persona tomará los materiales de su
identidad desde la cultura a la que pertenece; pero también de su clase, de su familia, de los
modelos femeninos y masculinos en que ha sido socializado. Por tanto, su conformación
como sujeto será una experiencia que conjugará un cruce constante de variables. Así por
ejemplo, se es mujer en una sociedad determinada, pera simultáneamente se puede ser
joven (categoría de edad), indígena (categoría étnica), pobre (categoría de clase). Como la
identidad es una experiencia, la simultaneidad parece ser la clave para no reducir la
identidad de género a una única imagen, sino que es preciso entender en ser mujeres y
hombres desde múltiples significaciones. Considerando así, a la identidad de género como
un espacio de símbolos, de relaciones, de interacción entre sujetos, que está teñido por la
historia y por su transmisión generacional.
En donde cada cultura construye las formas y modelos de ser masculino y femenino, en
donde la identidad étnica se interrelaciona con la identidad de género, conformadas por una
cosmovisión particular, determinadas creencias, rituales y formas de vida junto a un
contexto espacio temporal específico, en definitiva todo un ethos cultural que configura las
identidades de género de un grupo étnico particular (Araya, 2004).
34
Por otro lado, el roles de género, constituyen la conducta esperada y expectativas
construidas culturalmente, asignadas a los individuos de sexo masculino y femenino en una
sociedad dada. Los roles de género se entienden como la participación diferencial de
hombre y mujeres en las instituciones sociales, económicas, políticas y religiosas (Ortner y
Whitehead, en Santibáñez, 2000:35).
Según John Money (1955), la noción de rol de género busca describir el conjunto de
conductas atribuidas a hombres y mujeres. A lo que agrega, que la identidad de género es la
experiencia privada del rol de género y éste a su vez es la expresión pública de la identidad
de género (Barrientos, 2011).
Los roles de género tienen directa relación con la división sexual del trabajo, ya que al estar
moldeados por la sociedad, designan las actividades que les corresponde desempeñar a
hombres y mujeres debido a su sexo, asignando ciertas labores como femeninas y
masculinas.
Debido a lo cual, Carolina Moser (1991), en sus análisis de división sexual de trabajo y
roles de género reconoce que las mujeres rurales – esto en relación al caso estudiado en esta
investigación- cumplen con un triple rol; reproductivo, productivo y de gestión. Que serán
definidos en base a lo propuesto por la antropóloga Pamela Barrientos (2011) de la
siguiente manera:
- Los roles reproductivos, se definen como aquellos papeles que principalmente mujeres
desempeñan en la esfera privada, al interior de la familia estos integran al accionar de
las mujeres como madres, velando por la crianza, cuidado y educación de los/as
hijos/as. El trabajo reproductivo, en nuestra cultura se liga netamente a un deber de las
mujeres, que es poco valorado pese a su relevancia en la reproducción social. Esta
actividad considerada doméstica corresponde al ámbito privado, al interior de la
familia, y que al no generar ingresos tangibles no se considera como trabajo sino como
una obligación por lo que no se tiende a valorar como tal.
- Los roles productivos aluden a los papeles o roles referentes a las actividades
productivas las cuales son las que aportan a la obtención de ingresos monetarios al
grupo familiar. No obstante, considero como roles productivos, las actividades
35
desempeñadas por mujeres y hombres referentes al trabajo formal e informal, ya sea
fuera de la unidad doméstica o dentro de ella, se incluye el trabajo asalariado y el
trabajo para el autoconsumo. Se integran las actividades de horticultura, crianza de
animales, el trabajo artesanal, las actividades de recolección y el comercio. Puesto que
las economías campesinas mezclan actividades agrícolas, ganaderas, hortícolas,
artesanales, de recolección, pesca además del trabajo asalariado. El trabajo productivo
es una actividad valorada social y económicamente.
- Y los roles de gestión se refiere a los papeles vinculados a la comunidad netamente
dentro de la esfera pública, tales como, la participación social, la toma de decisiones y
el empoderamiento. Este es un área a la cual hombres y mujeres dedican tiempo y
trabajo voluntario no remunerado, esta actividad es de gran valor al tener como
finalidad el bien común y la resolución de los problemas a nivel de la comunidad.
2.5.3.- Identidad de Género Femenina: Posición y Experiencia
Para Marcela Lagarde (1990:1) la Identidad Femenina es “un conjunto de características
sociales, corporales y subjetivas que caracterizan de manera real y simbólica la vida vivida
por las mujeres”. La autora enfatiza en la importancia de los contenidos genéricos, ya que
“son hitos primarios en la conformación de los sujetos y de su identidad. Sobre ellos se
organizan y con ellos se conjugan otros elementos de la identidad, como los derivados de la
pertenencia real y subjetiva a la clase, al mundo urbano y rural, a una comunidad étnica,
nacional, lingüística, religiosa o política”.
Por su lado, Florinda Riquer (1992) sitúa el concepto de identidad en la frontera entre la
conciencia individual (psicológica) que de ella tienen las mujeres y el campo de la
interacción social. La cual puede ser conceptualizada y visualizada no a partir de los
atributos adjudicados a la feminidad o de actividades que realizan las mujeres, sino de la
posición particular que tienen en determinados contextos de interacción a lo largo de su
ciclo de vida. Al ser así, puede suponerse que ésta no es siempre la misma a lo largo del
ciclo vital, ni en diferentes niveles de las relaciones sociales. Reconociendo que el proceso
de construcción de identidad es siempre dinámico y nunca termina de concretarse.
36
Esto quiere decir que el hecho biológico de nacer con cuerpo femenino y el aprendizaje del
rol de género, no bastan para adquirir una identidad. Subrayando que ese lugar no
necesariamente es fijo e inamovible y que en la medida en que la mujer cambia de posición
puede ocupar lugares muy distintos al de la subordinación. En esta propuesta, entonces, la
subordinación más que una condición se concibe como una posición que tiene la mujer en
determinado momento de su ciclo vital, pero no necesariamente la única (Riquer, 1992).
En suma “la mujer”, en esta perspectiva y con base en las indicaciones de Alcoff (1989), es
un concepto relacional identificable dentro de determinados contextos de interacción,
donde la posición en que se encuentra, sería el sitio para reconstruir los posibles
significados de “feminidad”. De ahí que para dar cuenta de la mujer en esta propuesta, sea
necesario indagar acerca de las posiciones que han ocupado en diferentes contextos de
interacción a lo largo de su ciclo de vida. A la vez se requiere averiguar quiénes han sido
los “otros” actores que han intervenido en las interacción y sus posiciones, y qué “material”
se comunicó entre ellos (Riquer, 1992).
El definir de este modo a “la mujer”, nos lleva a que el término identidad cobre contenido
dentro de los objetos de investigación que Bertaux (1980) denomina “socio-simbólicas”. Es
decir, aquellos en cuya definición se privilegia la comprensión de las representaciones que
existen a nivel colectivo sobre determinados fenómeno y que son sostenidas por los actores
individuales, los cuales se refieren a los ámbitos de la acción e interacción social (Riquer,
1992).
Al respecto se sostiene, que es en este ámbito en el que surge la manera subjetiva en que se
representa –en este caso- la identidad de género. La subjetividad en relación con este tema
– como afirma Lauretis- no está determinada por la biología ni por la intencionalidad de los
actores, sino por la experiencia. Concepto a partir del cual se puede articular las
representaciones colectivas, con la manera en que estas representaciones son vividas e
interpretadas por sujetos individuales a la luz de las vivencias acumuladas, decantadas y
convertidas en representaciones sociales. Lauretis (1984), hace uso del término experiencia
en el sentido de proceso por el cual se construye la subjetividad de todos los seres sociales.
Ya que a través de ese proceso uno se coloca a sí mismo o se ve colocado en la realidad
social, y con ello percibe y aprehende como algo subjetivo (referido a uno mismo u
37
originado en él) esas relaciones – materiales e interpersonales – que son hecho sociales, y
en una perspectiva más amplia, históricas. El proceso es continuo. Para cada persona, por
tanto, la subjetividad es una construcción sin término, no es un punto de partida o de
llegada fija desde donde uno interactúa con el mundo. Por el contrario, es el efecto de esa
interacción a lo que Lauretis llama experiencia; y así se produce, no mediante ideas o
valores externos, causas materiales, sino con el compromiso personal, subjetivo en las
actividades, discursos e instituciones que dotan de importancia (valor, significado, y afecto)
a los acontecimientos del mundo.
Es por lo tanto, que la identidad – de género femenina - es una experiencia, porque está
lejos de ser una “conciencia”, en el sentido de ser una estructura del logos, y se cree que
esto es, sobre todo, pertinente a los sujetos latinoamericanos, puesto que en este caso la
identidad tomará sus materiales de una cultura que está más cerca del rito, de una cultura
que es una síntesis de varias otras y que se reproduce, mayoritariamente, por tradición oral
(Montecino, 1995).
2.5.4.- Identidad étnica
Para Giddens (1992: 130) la identidad étnica se entiende como la construcción social
y cultural que los sujetos elaboran y manipulan en función de diversos contextos, que se
vincula al concepto de “etnicidad” entendido como
“[L]las prácticas culturales y perspectivas que distinguen a una comunidad dada de
personas. Los miembros de los grupos étnicos se ven a sí mismos como culturalmente
diferentes de otros agrupamientos en una sociedad, y son percibidos por los demás de
igual manera. Hay diversas características que pueden servir para distinguir a unos
grupos étnicos de otros, pero las más habituales son la lengua, la historia o la
ascendencia (real o imaginada), la religión y las formas de vestirse y adornarse”.
En este sentido, entenderemos por identidad étnica como:
“el resultado de un proceso de identificación y autoidentificación de determinado
grupo étnico, con base en el criterio de los rasgos físicos, culturales y sociales, respecto
38
de las sociedades con los que entran en contacto en tanto miembros pertenecientes a
sociedades diferentes” (Durán, 1986 en Araya, 2004: 34).
A lo anterior, es importante agregar lo que Fredrik Barth (1976) plantea sobre las fronteras
que determinan las identidades étnicas, al proponer que los grupos étnicos pueden y suelen
modificar los rasgos fundamentales de su cultura manteniendo al mismo tiempo sus
fronteras, es decir, sin perder su identidad. Por ejemplo, un grupo étnico puede adoptar
rasgos culturales de otros grupos, como la lengua y la religión, y continuar percibiéndose -y
siendo percibido- como distinto de los mismos. Ya que para este autor, son las fronteras
mismas y la capacidad de mantenerlas en la interacción con otros grupos lo que define su
identidad.
A objeto de acercarnos a comprender cómo se configura la identidad étnica para el pueblo
mapuche, seguiremos en primer lugar la distinción mencionada por Herborn y Eyzaguirre
(1999) citado en Araya (2004), quienes consideran el criterio de pertenencia como
relevante para comprender la constitución identitaria mapuche, el cual refiere a los
elementos que permiten a los individuos adscribir y sentirse parte de un grupo étnico de
origen común.
Tal como lo proponen ambos autores, Piergiorgio Di Giminiani (2012) plantea las nociones
de Tuwün y Küpal, como los referentes de reconocimiento social y pertenencia de todo
sujeto mapuche a un respectivo linaje familiar, que entregan a los individuos un sentido de
pertenencia a un colectivo societal profundamente arraigado en la cultura mapuche
tradicional. Constituyéndose ambos como referentes claves para la construcción de la
identidad étnica para el pueblo mapuche, en directa relación con las nociones de territorio,
aspecto que será tratado más adelante.
2.5.5.- Identidad étnica femenina: Mujer(es) Mapuche
El significado de “la mujer” o lo “femenino” para la cultura mapuche está relacionado
con el arquetipo Zomo o Domo, que significa “el instrumento o medio por el cual se accede
al “más”, a lo mayor”, “lugar donde hay excedente”, “donde hay más”, “el tiempo que
canaliza la abundancia o un tipo de calidad mejor”, un “ser mayor”. Lingüísticamente do
procede del verbo doin, “exceder”, “haber más”, “ser mayor”; y del adverbio doi “más”.
39
El sufijo mo, por su parte, es una preposición que se traduce “a causa de”, “donde hay”,
“por causa de”, “por”, “para”, “el lugar por donde”, “el instrumento que canaliza” o
“tiempo por medio del cual”. (Mora, 2006:20).
Para Sonia Montecino (1995:14) la categoría de lo femenino en el imaginario mapuche es
ambigua, pero es posible percibir a lo femenino relacionado con lo sobrenatural, con la
manipulación de las buenas que escapan al control “humano” propiamente tal; lo femenino
está hermanado con energías que tienen la posibilidad simultánea de dar vida y dar muerte.
Hay en lo femenino un “poder”, potestad temida y respetada.
Al estudiar la identidad étnica femenina o como se menciona en esta investigación, la
identidad de la(s) mujer(es) mapuche, es posible diferenciar dos modelos identitarios
presentados por M. Jesús Buxó (1991). Al respecto, la autora distingue entre el modelo
cristal y el espejo:
1) Modelo Cristal: “...el que se configura con respecto a su modelo cultural nativo. Su
identidad se construye en transparencia con el grupo, es rígida y por ello más frágil y
delicada, porque resulta de una respuesta emocional y directa con la internalización
parental” (Buxó, 1991: 34).
2) Modelo Espejo: “Se construye de acuerdo a la reflexión consiente y definición propia
sobre las disponibilidades culturales del entorno. Se representan como una entidad
individuada que se afirma como mujer, madre, vendedora, lavandera, etc. Su identidad
es producto del juicio discursivo, tienen conciencia que las ayuda a discriminar entre lo
que son y no son, y lo que quieren llegar a ser” (Buxó, 199: 35)
Como hemos visto hasta ahora, la conformación de la identidad es un proceso complejo, y
por ello Buxó, constata que entre estos dos tipos identitarios radican diferencias en las
formas de autoreferencia (lo que piensan de sí mismas) y las formas de identificación (lo
que piensan del entorno cultural). Aquellas mujeres representadas por el modelo cristal de
identidad son incapaces de generar discursos para reflexionar sobre sus creencias y
actitudes, mientras aquellas mujeres representadas por el modelo espejo, logran razonar
sobre sus creencias y actitudes gozando de una capacidad de reflexión crítica sobre sí
mismas y el medio cultural que las rodea. Este cambio cognitivo identifica a las primeras
40
mujeres con la perspectiva identitaria relacional pues la única forma de representarse a sí
mismas es a través de su familia y la comunidad, su identidad se constituye en
transparencia con el grupo, se “es” porque se pertenece sin tener una conciencia clara de las
diferencias. En tanto, el segundo modelo hace referencia a una perspectiva individuada de
identidad cuyas características se configuran en la reflexión y la definición propias
(incorporando sus experiencias en torno al género, a los roles, a la etnia, la clase, etc.),
capaces del juicio discursivo que logra soslayar la autoridad tradicional y buscar
innovaciones en la definición de la identidad (Araya, 2004).
En tanto, Laura Luna (2001), señala que el proceso de conformación identitaria de las
mujeres mapuche no debe entenderse aisladamente desde la dinámica de la “ruralidad” o
desde la experiencia ”urbana”, sino más bien, a partir de un constante interflujo entre
campo-ciudad. Es necesario entonces cuestionar la imagen estereotipada de la mujer
mapuche campesina para reconocerla en la dinámica “ida y venida” entre el mundo rural y
el urbano pues actualmente este flujo es parte de su realidad cotidiana. El regreso a la
comunidad, lugar no ajeno a las dinámicas de la modernidad producto de este “ir y venir”,
se produce en un contexto en el cual se privilegia por parte de dichas mujeres nuevas
formas de relacionarse y de articular los roles, promoviendo cambios a favor del desarrollo
familiar y comunitario, son los llamado “efectos de retorno” (Araya, 2004).
Así, se explica de alguna u otra manera en la actualidad el acontecer de la mujer mapuche,
pues los cambios sociopolíticos locales y globales configuran un nuevo contexto de
interacción que posibilita el desarrollo tanto de la conciencia étnica como la de género. A
su vez, los procesos migratorios transforman el espacio de la comunidad rural y hace que
las mujeres en el plano rural, no dejen de estar constantemente influenciada por las
dinámicas de la modernidad, ya sea mediante el acceso a bienes materiales como la luz
eléctrica o el mejoramiento de la vialidad, tanto como a bienes sociales que se intentan
impartir desde programas de desarrollo elaborados por agentes externos que frecuentemente
se orientan por políticas paternalista (Araya, 2004).
Es necesario entonces, comprender a la mujer mapuche como una intermediaria entre la
“tradición” y la “modernidad” del mundo urbano, explorando las formas en que ella podría
ser promotora de un cambio en su cultura, “acompañándola” a lo largo de un proceso de
41
apropiación más que “abandonándola” a los inevitables mecanismos de enajenación e
imposición que derivan del contacto con la sociedad occidental.
2.5.6.- Identidad Territorial
Como vimos en los apartados anteriores, la construcción identitaria, en este caso de
mujeres mapuche y campesinas, se plantea también en relación con el territorio en el que
habitan. Por lo que para comprender la noción de Identidad Territorial, es importante
delimitar lo que entenderemos por territorio.
Para Álvaro Bello (2010) el territorio no es una realidad ajena a la historia y a las prácticas
de los sujetos, sino que se trata de una realidad creada a partir de la apropiación y
representación que las personas hacen del espacio. Otros autores, como Nelson Vergara
(2012) plantean al territorio como espacio apropiado, hecho propio, un espacio de identidad
y de historia, cuya consistencia fundamental es ser un sistema de significaciones y como tal
un sistema de interpretación. El mismo autor, según Castoriadis (2005), propone que el
territorio es una realidad histórico-social, que emerge creativamente desde la subjetividad
de la experiencia colectiva, experiencia en que sociedades y comunidades se reconocen en
una relación que podemos llamar condición de territorialidad, que les permite representarse
unos respecto de otros y de sí mismas, es decir identificarse y diferenciarse a la vez.
También es importante agregar, como plantea Gilberto Giménez (1996), que el territorio
está lejos de ser un espacio "virgen", indiferenciado, armónico y "neutral" que solo sirve de
escenario para la acción social o de "contenedor" de la vida social y cultural. Sino que se
trata de un espacio valorizado sea instrumentalmente o culturalmente. Cuya parte inherente
de la configuración de territorio, es el dinamismo y conflicto.
En este sentido, la aproximación a los territorios se fundamenta en las concepciones y
valoraciones que hacen de ellos sus propios habitantes, pero también los territorios son el
resultado de la construcción de conocimientos. Por lo que podemos decir, según Claval
(2002), que "en cierta manera el espacio se asemeja a un texto, puesto que está cargado de
mensajes que le confieren un sentido y significado. Quienes lo modelan, intentan plasmar
en su realidad sus perspectivas, sus sueños y esperanzas" (Ther Ríos, 2012).
42
Es así, que la identidad territorial es entendida como el reconocimiento colectivo implícito
y explícito de una trama de significados y sentidos propios de un tejido social especifico
(Benedetto, 2006 en Ranaboldo, 2007), adquiridos por la mediación de la condición de
habitantes de un lugar en una unidad espacial condicionada por recursos particulares y
factores ambientales, políticos, económicos, sociales, etc. Involucrando, las formas de
valorar, pensar, organizar y apropiarse del entorno, que conforman una “ordenación cultural
del territorio” cuyas tramas de referencia están limitadas geográficamente. Construidas en
el tiempo y espacio habitado y son el resultado de una temporalidad concebida
históricamente (Moraga, 2009).
El en caso específico del pueblo mapuche, como lo menciona Di Giminiani (2012), la
identidad colectiva y étnica están vinculadas intrínsecamente al territorio habitado histórica
y cosmológicamente, donde la relación con la tierra es una condición necesaria para la
autodeterminación cultural. Relevando que para el pueblo mapuche el lugar de origen y la
tierra ancestral son más que meras construcciones retoricas y que sus significancias
desvelan los alcances de una teoría local centrada en la relación entre el individuo y su
entorno físico.
Como se menciona anteriormente, el sujeto mapuche recibe la influencia de dos elementos
fundamentales, el tuwün y el küpal. El primero se refiere al lugar de origen del individuo y
su descendencia. Vocablo traducido aproximadamente al español como “provenir” y “lugar
de origen”, refiriéndose a la ubicación geográfica que ha sido ocupada diacrónicamente por
el patrilinaje del sujeto, abarcando todo aquellos segmentos de tierra asociados con la vida
de los antepasados. El segundo elemento, el küpal traducido como descendencia, es
entendido como la influencia combinada del matrilinaje y el patrilinaje. El küpal es “el
resultado de la influencia, sustantiva y espiritual, que cada niño o niña recibe de sus padres
y que a la vez éstos han recibido de sus padres. Como tal, los mapuches lo comprenden
como un componente dado de la persona, fijo, inmutable y permanente desde el momento
de la concepción (Course, 2010 en Di Giminiani, 2012).
De esta manera, la influencia del küpal y del tuwün parece presuponer, parafraseando a
Astuti (1995:1), una forma de identidad, en la cual la esencia es heredada del pasado y, más
específicamente, de la relación entre antepasados y su lugar de origen. En teoría, la
43
influencia conjunta de la descendencia y del lugar de origen presupone una reiteración
esencializada del pasado ancestral en el presente (Di Giminiani, 2012).
2.6.- Espacio Asociativo
La asociatividad es entendida como una “multiplicidad de tipos de organizaciones
sociales conformados por sujetos que fundados en diferentes tipos de acuerdos deciden
unirse de manera permanente y voluntaria para compartir sus esfuerzos y conocimientos en
la consecución de un objetivo común” (Moldavan y Dzembrowsky, 2009). Siendo también
un mecanismo de cooperación, vinculado a la gestión, la disponibilidad de recursos, el
trabajo en red, la negociación con distintos actores territoriales, inter-institucionales o
sectoriales y al empoderamiento comunitario.
Estos acuerdo, como mencionan ambos autores, son el resultado de la interacción social
que los sujetos ponen en práctica en el día a día, estando mediados por una diversidad de
códigos compartidos en un determinado espacio-tiempo común, generando la identificación
de un “nosotros” colectivo que es por ellos y ellas recreado.
Además, la asociatividad se presenta como una construcción continua a través del cual los
sujetos interactúan generando diferentes tramas de sentido que los sitúan en un ámbito
caracterizado por la horizontalidad, el compromiso y el involucramiento de sus miembros.
Teniendo como principales características, la solidaridad recíproca, la cooperación y la
autogestión (Moldavan y Dzembrowsky, 2009).
De esta manera, el “espacio asociativo” se entiende como las formas –relativamente–
autónomas de agrupamiento y acción colectivos, ajenas a la institucionalidad política y
económica, que canalizan la actividad voluntaria de los ciudadanos en distintas esferas de
interés particular, caracterizadas por lógicas de reciprocidad, solidaridad, cohesión social,
interacción simétrica y defensa de identidades comunes (Chaguaceda, 2008).
Para Aguirre y Pinto (2006), los espacios asociativos tienen como características, la
satisfacción de objetivos comunes, cooperación (todos ganan o pierden), apertura, diálogo y
confianza mutua. Las cuales suponen un mayor involucramiento y compromiso por parte de
los miembros, lo que permite a la organización el contar con el despliegue de las energías
44
requeridas para sus operaciones; compromiso que en su origen pudiera revestir aspectos
instrumentales, de sociabilidad, como de expresividad simbólica, según sea el sentido o los
fines de la asociación.
En este sentido, la asociatividad puede ser incorporada como una potencialidad, un recurso
de acción organizativa que se plasma en las actividades y objetivos comunes de un
colectivo, con mayor o menor grado de formalización (estructura, roles, etc.) y en los cuales
existe una voluntad manifiesta de asociarse para realizar una actividad, que la mera
individualidad no podría desarrollar (Aguirre y Pinto, 2006).
La asociatividad y los espacios asociativos están directamente relacionados a la noción de
desarrollo local, entendiendo a este como
“un proceso endógeno registrado en unidades territoriales capaces de promover el
dinamismo económico y la mejoría en la calidad de vida de la población… El
desarrollo local dentro de la globalización es una resultante directa de la capacidad
de los actores y de la sociedad local para estructurarse y movilizarse en base a sus
potencialidades, y en su matriz cultural, para definir, explorar sus prioridades y
especialidades en la búsqueda de competitividad en una contexto de rápidas y
profundas transformaciones” (Boisier 2005 en Varisco, 2008:34).
El proceso de desarrollo local no necesariamente entendido en unidireccional relación con
el crecimiento económico, es propuesto por Max-Neff (1994) en términos de mejorar la
calidad de vida de las personas, cuyos pilares son la satisfacción de las necesidades
humanas fundamentales, la generación de niveles crecientes de autodependencia y la
articulación orgánica de los seres humanos con la naturaleza. Siendo comprendido también,
por Uranga, Fontdevila y Román (2006), como el crecimiento armónico y equilibrado y en
un marco de ejercicio efectivo de derechos para todos los actores participantes de una
comunidad o de un determinado territorio.
De igual manera, la valoración de lo local y a partir de la participación de las propias
comunidades y organizaciones como actores principales, el “desarrollo local” y el
“desarrollo territorial rural” parecen ser los nuevos paradigmas sobre los cuales se busca
impulsar el desarrollo productivo y el mejoramiento de las economías locales y las
45
organizaciones comunitarias. Así, el desarrollo territorial remite al territorio y al espacio
local a través de la activa participación de diversos actores, como escenarios para el
desarrollo, como parte de un proceso integral que conjuga variables económicas, políticas,
ambientales, sociales, institucionales y culturales, para contribuir al desarrollo de estas
comunidades, su economía, su vida política y su organización social. Prevaleciendo cuatro
ideas principales; i) el desarrollo puede (o debe) pensarse desde lo local y vinculando a un
conjunto de actores, y no como un proceso gestado por un lógica institucional y
centralizada; ii) el desarrollo no sólo implica el aumento de la producción o el crecimiento
económico, sino el impacto social; iii) el desarrollo local es aquel capaz de generar
actividades productivas o económicas que contribuyan a mejorar principalmente las
condiciones de vida de los pobladores ubicados en el territorio, municipio o localidad y iv)
la noción que refuerza a la articulación participativa e inclusiva como facilitadora o
contexto desde donde se construye cualquier iniciativa de desarrollo (Tapella y Sanz,
2010).
Lo anterior se suma a la necesidad de re-pensar nuestro modelo actual de desarrollo, ya que
no basta con proponer acciones que fortalezcan y promuevan la calidad de vida de las
sociedades locales, sin antes de-construir la manera en que estos son planificados y
aplicados. Por lo que, el desarrollo local y territorio rural deben ir de la mano de la
deconstrucción de la verticalidad de las relaciones de poder en la participación, acción y
toma decisiones en los procesos de desarrollo que inciden en la vida de las/os sujetos
locales. Perspectivas críticas y prácticas que debe promover la decolonialidad del
poder/saber/ser, a través de la revitalización de espacios y elementos identitarios y
culturales, en conjunto con la autodeterminación y gobernanza local de los territorios.
46
CAPÍTULO III
3.- METODOLOGÍA
3.1.- Tipo de Investigación
El presente estudio se basa en la metodología cualitativa y hace uso del estudio de
caso como método de investigación, el cual a través de la perspectiva etnográfica en el
trabajo de campo, busca comprender y analizar las significaciones de mujeres mapuche y
campesinas sobre la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura, a nivel individual,
organizacional y territorial.
Para Vasilachis (2006), la investigación cualitativa es interpretativa, inductiva y
multimetódica. Esta emplea métodos de análisis y de explicación flexible y sensible al
contexto social en el que los datos son producidos. Se centra en la práctica real, situada, y
se basa en un proceso interactivo en el que intervienen el/a investigador/a y los/as
participantes. Además, centra su atención, en la forma en la que el mundo es comprendido,
experimentado, producido por el contexto y por los procesos desde la perspectiva de los
propios sujetos, por sus sentidos, por sus significaciones, por su experiencia, por sus
conocimientos y por sus relatos.
De igual manera, Mason (1996) entiende que la investigación cualitativa está: a) fundada en
una posición filosófica que es ampliamente interpretativa en el sentido de que se interesa en
las formas en las que el mundo social es interpretado, comprendido, experimentado y
producido, b) basada en métodos de generación de datos flexibles y sensibles al contexto
social en el que se producen, y c) sostenida por métodos de análisis y explicación que
abarcan la comprensión de la complejidad, el detalle y el contexto (Vasilachis, 2006).
3.2.- Método
Se hizo uso del Estudio de Casos como método de investigación cualitativa, siendo eñ
más adecuados para los fines de la investigación, ya que permitió hacer un profundo
análisis del caso estudiado y que esperan ser replicables para el estudio de otras realidades
sociales.
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El estudio de casos es definido por Stake (1991) como el estudio de la particularidad y de la
complejidad de un caso singular, para llegar a comprender su actividad en circunstancias
concretas. El mismo autor, agrega que los estudios de casos tiene como característica
básica, el abordar de forma intensiva una unidad, ésta puede referirse a una persona, una
familia, un grupo, una organización o una institución, ya sea de manera simple o compleja.
Siendo un método de investigación que implica un proceso de indagación caracterizado por
el examen sistemático y en profundidad de casos de entidades sociales
Según Pérez Serrano (1994) el método de estudio de casos se caracteriza por ser,
particularista y descriptivo considerando el contexto y las variables que definen la
situación. Además el autor, reconoce su carácter inductivo, ya que se basa en este
razonamiento para generar hipótesis, descubrir relaciones y conceptos a partir del sistema
minucioso donde tiene lugar el caso. Los observaciones detalladas permiten estudiar
múltiples y variados aspectos, examinarlos en relación con los otros y al tiempo verlos
dentro de sus respectivos contextos (Barrio del Castillo, 2009).
Este método fue aplicado en el trabajo de campo a través de una perspectiva etnográfica16.
Definida por Clifford (1991) como un fenómeno interdisciplinario emergente que permite
acercarnos a las diversas dimensiones de la acción humana, que abarca una infinidad de
campos que van desde las descripciones y análisis históricos, las críticas culturales, los
estudios sobre la función de la cultura en la vida cotidiana. Cuyo principal aporte según
Guerrero (2002) es el entender la realidad, los procesos y fenómenos sociales desde la
perspectiva de las lógicas y racionalidad de los propios actores sociales.
Perspectiva que propone, según Guerrero (2002), dar importancia a la espacialidad,
temporalidad y significado de los hechos sociales. Categorías que han sido incluidas en el
análisis de los resultados de la investigación, lo cuales no pueden ser analizadas en forma
aislada, ya que se encuentran interrelacionadas dialécticamente en la realidad. Por lo tanto,
ningún fenómeno, proceso o hecho de la realidad, deja de estar atravesado por el espacio, el
16 En la disciplina antropológica, la etnografía denota bastante más que una herramienta de recolección de datos y no es equivalente a la observación participante que la sociología integra como técnica.
Tampoco suele
identificarse como método; se insiste más bien en que es un enfoque o una perspectiva. Algo que se empalma con método y con teoría, pero que no agota los problemas de uno ni de otro (Rockwell, 1986).
48
tiempo y el sentido; no existe nada que no se dé en un espacio concreto, que no tenga una
historia y que no tenga significados y significaciones, es decir, que se haga por y para algo.
Aspectos esenciales para la realización de esta investigación, ya que busca llegar a analiza
la trama de significaciones que un grupo de mujeres mapuches y campesinas han
construido, a nivel individual, organizacional y territorial, sobre su experiencia trabajando
en una Feria Gastronómica y Artesanal, en la cual interactúan dialécticamente diversos
actores.
3.3.- Delimitación espacio temporal
La investigación, tal como se menciona en la introducción, se inicia en junio del año
2013, cuando en el contexto de mi práctica profesional tuve la oportunidad de participar en
la celebración de Wetripantu realizada en la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura y
organizada por la Asociación de Agricultores y Artesanos de la localidad de Pocura, al
noreste de la Comuna de Panguipulli. Es ahí cuando surge mi interés por conocer la
experiencia de la organización y de las mujeres que en ella participan y trabajan.
Focalizando mi práctica en la experiencia de ésta iniciativa turística de comercialización de
productos locales, incluyendo otras iniciativas participes del proyecto NODO.
Lo que ha sido un año y medio de trabajo, estuvo caracterizado por la posibilidad de ser
participe de las actividades y quehaceres cotidianos de la Feria de Pocura, lo que me
permitió una relación cercana con la mayoría de las integrantes de la organización,
facilitando así mi trabajo en terreno, a través del cual pude conocer la manera en que ellas
significan su experiencia en la organización.
Trabajo investigativo, que contó con una serie de etapas, tales como la elaboración de
propuesta de investiga, participación en actividades de proyecto NODO y PDT-TIE,
participación en actividades organizadas por la Asociación, revisión de documentos y
bibliografía para el marco teórico, diseño y aplicación de instrumentos de recopilación de
información primaria, transcripción de entrevistas y actividades, sistematización de
información y entrega de informes de avance a coordinadores de proyecto PDT-TIE.17
17 Ver Carta Gantt de Actividades en los Anexos.
49
3.4.- Población objetivo
Cuando se dio inicio a la investigación, al momento de delimitar el estudio, plantear
las preguntas y objetivos, fue necesario también definir con quienes se trabajaría y a
quienes sería necesario recurrir para la aplicación de instrumentos de recopilación de datos,
determinando como población objetivo a mujeres socias-participantes de la Asociación de
Agricultores y Artesanos de Pocura, cuya organización cuenta actualmente con 12 socias/o.
Para lo cual, se plantearon criterios para la selección de las/os informantes, los cuales
fueron:
- Que sean mujeres y hombres que vivan actualmente en la localidad de Pocura.
- Que sean mayores de 18 años.
- Que pertenezcan o estén relacionados con la Asociación de Agricultores y Artesanos
de Pocura, y tengan un rol activo en la organización
- Que tengan una antigüedad mayor a un año en la Agrupación o estén vinculadas de
algunas u otra manera a la organización.
- Que hayan estado en los inicios de la Feria de Pocura.
Es así, que del total de las/os socias/os se eligieron a ocho informantes mujeres y un
informante hombre para ser entrevistadas/o. Considerando también a tres mujeres que
colaboran y están vinculadas con la Feria Gastronómica y Artesanal.
Por otro lado, para la realización de la actividad grupal de identificación de aspectos
positivos y negativos sobre su experiencia en la organización y la Feria de Pocura se
invitaron a todos las/os socias/os y quienes han participado de los diversos talleres
realizados por el proyecto PDTR y NODO.
3.5.- Técnicas de trabajo de campo
En el ir y venir de la experiencia investigativa las observaciones hechas en los
primeros meses de vinculación con las mujeres participantes de la Asociación de
Agricultores y Artesanos y la Feria Gastronómica y Artesanal en la que ellas trabajan,
fueron de mucha importancia para despertar mi interés en conocer sus experiencias y en
50
presentar como investigación las significaciones que devienen y han devenido de dichas
vivencias.
A lo largo del año y medio de investigación, - incluyendo lo realizado durante la práctica
profesional, en el proyecto NODO de Turismo Comunitario y Economía Solidaria en la
Zona de Amortiguación del Parque Nacional Villarrica y la Reserva Nacional Mocho
Choshuenco-, se hizo uso de técnicas de trabajo de campo que permitieron definir los
objetivos y aspectos principales del estudio de casos, siendo de base esto, la observación
simple o directa y la observación participante, definidas teóricamente de la siguiente
manera:
- Observación simple o directa, es entendida como aquel primer acercamiento previo a la
interacción con la realidad social que se estudia. Como dice Kottak (1994), los
etnógrafos tienen que prestar atención a ciertos detalles de la vida cotidiana, eventos
estacionales y a sucesos inusuales. Tienen que observar el comportamiento individual y
colectivo en situaciones diversas y registrar lo que ven tan como lo ven (Guerrero,
2010).
- Observación Participante, se refiere a la interacción con el espacio y los sujetos que
son parte de la realidad social que se estudia. Hace referencia a la introducción del
investigadora en la comunidad, lo que permite la recopilación directa de información
en el mismo escenario en el que se desenvuelve la vida real, se construyen los procesos
y los hechos socioculturales; por lo tanto se sustenta en la interacción social que se
establece entre el investigador y una comunidad en el escenario de ésta, a fin de
obtener en forma sistemática datos, en cooperación con los interlocutores comunitarios.
Se recurrió a ambas técnicas durante mi participación en las actividades, reuniones y
talleres realizados por la Asociación y los proyectos PDT-TIE y NODO, en los cuales pude
trabajar interdisciplinariamente18 con profesiones de turismo, agronomía, derecho,
18 El término interdisciplinariedad surge por primera vez en 1937 y se le atribuyen al sociólogo Louis Wirtz. Según Tamayo (2004) la interdisciplinariedad es definida como un conjunto de disciplinas conexas entre sí y con relaciones definidas, a fin de que sus actividades no se produzcan en forma aislada. También es un proceso dinámico que busca proyectarse con base en la integración de varias disciplinas, para la búsqueda de soluciones a problemas de investigación, por lo cual, excluye la verticalidad de las investigaciones como proceso investigativo. Citado desde la web: https://es.scribd.com/doc/12231744/Concepto-de-Interdisciplina.
51
periodismo y recursos naturales. Destacando actividades como las celebraciones de
Wetripantu, la fiestas de los digüeñes, mapeos participativos, talleres de productos
turísticos, sobre fondo rotatorio y autocertificación etc., a través de las cuales pude
reconocer, siempre desde mi mirada, diversos aspectos que definen y caracterizan a la Feria
de Pocura, los cuales serán tratados ampliamente en el siguiente capítulo.
También, fue necesario recurrir a otra técnicas para recopilar información, por lo que se
aplicaron entrevistas semiestructuradas a diez informantes claves, considerando a mujeres y
a un hombre vinculado a la Asociación como socias/o y colaboradores, realizadas en un
tiempo aproximado de tres meses. A las que se suma, la dinámica grupal que consistió en la
identificación y análisis en conjunto de aspectos positivos y negativos – con sus respectivas
soluciones - sobre su experiencia en relación a Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura.
Ambas técnicas consistieron en lo siguiente:
- Entrevista semiestructurada: Fueron aplicadas con la finalidad conocer las vivencias
personales y colectivas que están relacionadas a su participación en la Feria de Pocura.
A través de una serie de preguntas estipuladas de antemano, las cuales guiaran la
conversación, centrándose en la resolución de las interrogantes de investigación.
Registrando todo lo mencionado a través de la grabación en audio de la entrevista,
siempre con la autorización correspondiente. Entrevistas que fueron realizadas en los
domicilios de las informantes, acordando previamente el día y hora, demorando entre 1
o 3 horas, dependiendo de la profundidad de la conversación. Para Guerrero (2010), la
entrevista semiestructurada es una construcción dialogal entre dos sujetos sociales
diferentes, técnica que hace posible que el investigador aprenda a escuchar el decir,
pensar y sentir del otro. Es por eso, que la entrevista debe verse como un acto de
alteridad y de encuentro dialogal.
- Dinámicas Grupales: Se realizó el lunes 28 de julio en la casa de una de las socias de la
Asociación, partiendo a eso de las 16 hrs, instancia en la cual participaron 10 socias de
la organización. Separando a las asistentes en dos grupos, quienes tuvieron la tarea de
conversar e identificar los aspectos tanto positivos y negativos de la Feria de Pocura,
con sus respectivas soluciones. Lo que fue presentado por ellas mismas a través del uso
de tarjetas que fueron posteriormente pegadas en dos cartulinas, haciendo así visible lo
52
que cada una planteaba, pasando posteriormente a la sistematización y a la discusión de
lo reconocido por cada grupo, tal como se muestra en las siguientes fotografías.
Fotografía 1: Dinámica grupal con socias de la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura.
En las dinámicas grupales es de mucha importancia promover la participación
transversal de todos las/los asistentes, evitando manipular las preguntas y respuestas
que puedan darse en cada instancia, y la exclusión, ya sea por género, edad o
educación. Para lo cual, es importante dejar en claro el propósito de la actividad y en la
realización de ésta, hacer preguntas que promuevan la discusión y la reflexión del
grupo. Además se recomienda hacer uso de técnicas de visualización, que puedan hacer
visibles las ideas expresadas por los/las participantes por medio de representaciones
gráficas, que de igual manera puedan facilitar la sistematización de datos e información
registrada, como son matrices, mapas y diagramas temporales (Geilfus, 2009).
3.6.- Instrumentos para la recolección de información
En relación a lo anterior, se hizo uso de instrumentos para recolección de
información, herramientas que fueron muy útiles para la aplicación, transcripción y
sistematización de las técnicas de trabajo de campo. Por lo que durante la investigación se
recurrió a:
- Ficha de entrevista semiestructurada19 aplicadas a diez informantes claves.
- Uso de cuaderno de campo para tomar nota de las observaciones durante el trabajo en
terreno.
19 Incluida en los ANEXOS.
53
- Papelógrafos y tarjetas con de frases y palabras claves, utilizados en la actividad grupal
para la identificación, sistematización y exposición de aspectos positivos y negativos
sobre la Feria de Pocura.
- Uso de grabadora (con la autorización pertinente), para el registro en audio de las
entrevistas y actividades grupales.
- Registro Fotográfico20 (con la autorización pertinente), para la presentación en
imágenes de las diversas actividades desarrolladas en la investigación.
- Uso de software para la transcripción de las entrevistas.
- Uso de matriz de análisis de datos.
3.7.- Análisis de la información
Una vez aplicadas las diez entrevistas semiestructuradas y realizada la dinámica
grupal, fue necesario analizar la información recopilada y transcrita a través de una matriz
de análisis de datos21, para lo cual se determinaron previamente tres niveles de análisis, lo
cuales fueron reconocidos a lo largo del trabajo de campo. Siendo estos:
- Nivel individual: Consistente en las significaciones de orden individual, que se
reconocen tanto por las/os informantes como por la investigadora, desde la experiencia
individual/vital en relación a la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura
- Nivel organizacional: Consistente en las significaciones de orden organizacional, que
se reconocer por las/os informantes como por la investigadora, desde la experiencia
organizacional, en donde la relación entre las socias/os y colaboradores es un aspecto
primordial.
- Nivel territorial: Consistente en las significaciones de orden territorial, reconocidas por
las/los informantes como por la investigadora, desde la relación entre la Feria
Gastronómica y Artesanal con la localidad, en espacial su vinculación con las
comunidades mapuche ancestrales y funcionales.
20 Ídem. 21 Ídem.
54
Al momento de analizar la información a través de la matriz, previa transcripción y revisión
de las entrevistas, fueron seleccionadas las citas más importantes para la investigación, a
través de su clasificación en las siguientes temáticas: historia de la feria, empoderamiento
de la mujer, identidad con el territorio, espacio de asociativo/trawün, relación con las
comunidades mapuche, conflicto internos y con terceros, el viaje y el retorno al territorio y
espacio de crianza. Información que fue operacionalizada a través de los conceptos teóricos
planteados en la investigación y las tres categorías de análisis ya mencionadas.
Además, fue importante incluir las nociones de espacialidad, temporalidad y significado, ya
que las experiencias de las mujeres que participan de la Feria Gastronómica y Artesanal,
están posicionadas en un espacio y tiempo determinado, considerando también que la
manera en la que han sido significadas es en base a la manera en que ellas dan sentido a lo
acontecido individual, organizacional y territorialmente en los siete años de vinculación con
la Asociación y la Feria de Pocura. Para Guerrero (2002), estas categorías no pueden
comprenderse de forma aislada, ya que se encuentran integradas dialécticamente en la
realidad y constituyen un sistema en forma interrelacionada. Cada una fue utilizada de la
siguiente manera:
- Espacialidad: Delimitó el espacio geográfico y cultural en el cual se desenvuelve la
investigación, siendo este la localidad de Pocura, específicamente el lugar en el que se
emplaza la Feria Gastronómica y Artesanal y su interacción con el territorio en general
y quienes habitan en él.
- Temporalidad: Desde un análisis diacrónico, se pudo reconocer la periodización
histórica que las mujeres de la Asociación hacen de la Feria de Pocura, considerando
sus inicios, cambios en el tiempo, dinámicas sociales y conflictos desencadenados en el
espacio físico de la feria. Y desde un análisis sincrónico se reconocieron las
significaciones relación a su participación, acciones y sentires.
- Significado: Esta categoría estuvo directamente vincula a las inquietudes de esta
investigación, que se focaliza en comprender la manera en que un grupo de mujeres
mapuches y campesinas han significado y significan una feria gastronómica y artesanal
55
en la cual trabajan. Que permitirá vislumbrar el proceso de significación que se ha
dado en torno a la Feria de Pocura.
De esta manera, la información recopilada a través de las técnicas de trabajo de campo fue
analizada para dar forma a los resultados que serán presentados a continuación
3.7.- Criterios éticos y de rigor
Por último, como en toda investigación también fue importante considerar criterios de
rigor, tales como la validez y la confiabilidad. El primero alcanzado a través de la
triangulación de los objetivos, unidad de estudio, técnicas de recopilación de datos e
información registrada, con el fin de realizar un análisis acorde a los indagado en terreno,
verificando que los resultados correspondan a los que las/os informantes reconocer y
plantean a lo largo de la investigación, sin manipular o falsear datos o información
proporcionada por ellos. Es por eso que en los resultados que se presentan, cada una de los
planteamientos es respaldado citas textuales extraídas de las entrevistas semiestructuradas
y dinámicas grupales, identificando el nombre (iniciales) del/las entrevistado/as y la fecha
de realización de la entrevista. El segundo alcanzado a través del registro acucioso de la
recolección de información a través de la grabación y toma de apuntes en el momentos de
su realización, comprometiéndose con la devolución de la transcripción de las entrevistas y
dinámicas grupales para ser revisadas por las/el entrevistadas/o. Las que ya fueron
entregadas, ya que a través de la confianza se establecen las relaciones entre quien investiga
y con quienes se trabaja, facilitando información mucha veces personal que debe ser
también respetada por el/a investigador/a
En relación a los criterios éticos fue importante considerar la confidencialidad y anonimato
de el/las informante/s, usando sólo las iniciales de sus nombres. También el uso de
consentimiento informado para análisis de la información entregada por los informantes,
incluyendo las grabaciones en audio y/o video y fotografías de las actividades realizadas.
A lo que se suma la “vuelta de mano”, devolución de transcripciones de entrevistas e
información registrada a lo largo del trabajo en terreno, que será concretado una vez
presentado el informe final de tesis y el registro fotográfico de las actividades a las socias
de la Asociación de Agricultores y Artesanos de Pocura.
56
CAPITULO IV
RESULTADOS
Es aquí, en donde diversidad de voces confluirán para ir relatando lo que se ha vivido,
observado, registrado y aprendido a lo largo de aproximadamente un año y medio de
investigación. Tiempo en el cual se realizaron múltiples visitas a terreno, tanto de manera
individual, como acompañada por compañeros/as de proyecto, teniendo la oportunidad de
trabajar desde la interdisciplina con profesionales de diversas áreas; turismo, agronomía,
periodismo y recursos naturales, realizando actividades, apoyando en talleres y aplicando
instrumentos de recopilación de datos primarios. Lo que me permitió conocer desde cerca
la experiencia de un grupo de mujeres mapuche y campesinas que participan de la
Asociación de Agricultores y Artesanos, y trabajan en la Feria Gastronómica y Artesanal de
la localidad de Pocura.
Es así, que mi historia con ellas comienza en junio del año 2013, cuando fui invitada en
conjunto con mi compañera de práctica a la celebración de Wetripantu realizada en la Feria
de Pocura, a orillas del Lago Calafquén. Instancia dirigida a la localidad y a las
comunidades, en donde pude desarrollar las primeras observaciones, teniendo como misión
en ese entonces la construcción de fichas de recopilación de información primaria y
descripción sociocultural de las iniciativas involucradas en el proyecto NODO de Turismo
Comunitario y Economía Solidaria en la Zona de Amortiguación del Parque Nacional
Villarrica y la Reserva Nacional Mocho Choshuenco.
Es en ese momento en el que surge mi interés por investigar dicha organización, para
conocer la experiencia de ese grupo de mujeres, que con mucho esfuerzo y constancia dan
vida año a año a la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura. Espacio que tiene múltiples
significados que abarcan dimensiones individuales, organizacionales y territoriales,
reconociéndolas desde la vivencia misma como base para la identificación de las
significaciones, al ser ellas quienes le dan sentido a lo que hacen. Son ellas quienes
interpretan a partir de vivencias individuales y colectivas, son quienes significan, creando y
dando sentido a aquello que les rodea, re-significando la visión que tienen de sí mismas y
de los demás, siendo protagonistas del acontecer en el territorio que habitan.
57
Los resultados que aquí se presentan, se han construido en base al trabajo en terreno,
aplicación de entrevistas semiestructuradas y dinámicas grupales. Estos son presentados en
relación a tres niveles de análisis del proceso de significación – individual, organizacional y
territorial – de mujeres mapuche y campesinas sobre la Feria Gastronómica y Artesanal de
Pocura. Niveles que permiten dar cierto orden lógico al relato etnográfico, ya que al surgir
de la propia experiencia se encuentran completamente interrelacionadas en la espacialidad,
temporalidad y significado.
4.1.- Hitos importantes y significaciones generales
La Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura, es una iniciativa de carácter turístico,
que surge hace siete años, en primera instancia por la necesidad de las comunidades
ancestrales y funcionales de la localidad, de comercializar productos locales tanto
artesanales como agrícolas de la zona. Necesidad que en ese momento se veía resuelta al
tener puestos para la venta en la Feria Costumbrista de Coñaripe, donde al paso de tiempo
fueron perdiendo espacio quedando relegadas a puestos cada vez más estrechos, situación
que lleva a algunas de las socias/os a organizarse con el fin de encontrar un espacio propio.
“Nosotras empezamos trabajando en Coñaripe, estuvimos como tres o cuatro
años trabajando en Coñaripe… Entonces allá se nos fue achicando el espacio,
fue llegando mucha gente y vimos que nosotros estábamos muy estrechos y que
había que buscar otro recurso. De ahí surgió la inquietud de formar acá la
feria en Pocura” (C.B, 22/12/13).
De esta manera, la Feria de Pocura se conforma en el año 2008, instalándose en el lugar en
el que se emplaza actualmente, a orillas del Lago Calafquén y colindante a la cancha del
Club Deportivo “La Joya”, ambos terreno perteneciente por título de merced a la
comunidad ancestral Juan Chañapi. Donde los inicios estuvieron centrados en la limpieza y
construcción de los puestos, como nos relata la actual presidenta de la Asociación de
Agricultores y Artesanos de Pocura.
“Ahí no había nada, había pura mora, estaba sucio y empezamos de cero. En
ese entonces había que pagar esto, había que pagar esto otro, en ese tiempo mi
hermano me ayudo para limpiar y para parar la construcción. Yo iba a
58
trabajar y así terminé de pagar todo lo que era la parte de la cañería, después
la puesta de la luz… y yo dije bueno, hasta donde me alcance la plata podré
seguir aquí y resulta que después, el mismo año que empezamos ahí yo ya
recuperé la plata al menos que había invertido, yo encuentro que la recuperé,
porque igual llegó gente, poca pero llegó” (M.E.P, 31/3/14).
Lugar que para ellas/os se ha convertido en un espacio de trabajo, donde cada verano
comercializan gastronomía, artesanía, plantas ornamentales y medicinales, ganancias con
las cuales pueden sobrellevar el largo invierno, recursos importantes para las familias de la
localidad.
“…si imagínese que llegamos cuando esto estaba lleno de murras, de cosas
acá. Y no venía nadie, se veían unas carpitas que se instalaban por aquí
clandestinamente, pero nunca pensó la gente que nosotras aquí íbamos a sacar
nuestro sustento para el invierno. Por eso es importante la feria”
(M.E.P,22/11/13).
Un factor importante en la constitución de la Feria de Pocura, fue el haber sido gestionada
por las propias comunidades de la localidad, reconociendo desde sus inicios un fuerte
vínculo con ellas, que se ha visto fortalecida en los últimos dos años por diversas
situaciones que han hecho que la comunidad Juan Chañapi tenga un rol protagónico en los
quehacer de la Feria y la Asociación.
“Primero el lugar corresponde a la Comunidad Juan Chañapi y este lugar con
la coordinación de la comunidad Ramón Chincolef, Epuñanco, Nepu, Marifilo,
se juntaron para poner gente a trabajar acá en la temporada de verano,
vender sus productos que se producían durante el año y servicios
gastronómicos. Y ha estado hace 7 años acá y fue a raíz de eso, de la
necesidad de generar ingresos en la época estival y así empezó la feria” (M.L,
10/1/14).
La constitución de la Feria Gastronómica y Artesanal, nos habla de la importancia de
organizarse para quienes ven en la comercialización posibilidades de generar ingresos,
siendo también una exigencia por parte del municipio y otras instituciones públicas a la
59
hora permitir la venta de diversos productos. Es por esto, que respondiendo a esa necesidad
compartida por muchos vecinos/as de la localidad, mapuche y no mapuche, el año 2008 se
toma la decisión de conformar la Asociación de Agricultores y Artesanos de Pocura como
una organización con personalidad jurídica otorgada por municipalidad de Panguipulli.
“Pasa que la municipalidad para poder dar los permisos municipales y para
poder trabajar hay que estar formalizados en agrupaciones de la
municipalidad… porque si no, no podríamos sacar los documentos y
tendríamos obstáculos. Entonces para los proyectos y todas esas cosas hay que
estar organizado por la municipalidad” (C.B,23/11/13).
Así, entre adversidades y mucho esfuerzo, la Feria de Pocura fue tomando forma y vida
cada verano a lo largo de sus ya siete años de existencia. Tiempo en el que también la
organización ha ido cambiando, a través de la conformación de nuevas directivas y el
recambio de las socias/os, quienes han visto en la Feria una posibilidad de generar ingresos
económicos.
“Empezó la feria, si yo por eso me fui quedando igual. Yo, cuando me
invitaron a participar dije ya, una oportunidad que a lo mejor va a resultar,
que a lo mejor no voy a tener plata para pagar la luz, que para mí pagar la luz
allá abajo era un tema, yo decía a lo mejor no vamos a ser capaz” (M.E.P,
31/3/14).
En el transcurso de la historia de la Feria Gastronómica y Artesanal han acontecido
diversos hitos que han marcado y transformado las dinámicas internas y el quehacer de la
organización. Proceso que no ha estado ausente de conflictos, los cuales han sido un factor
de restructuración y revitalización tanto de las relaciones al interior de la Asociación como
de su vinculación con las comunidades y el territorio. Destacando lo acontecido en año
2011, posterior a la entrega del comodato de Bienes Nacionales, cuando afloran conflictos
internos que casi producen el quiebre de la Asociación, para lo que fue necesario refundar
la organización eligiendo nueva directiva, conformada en su totalidad por mujeres, y
generar instancias para darle solución a las diferencias y rencillas entre las/os socios.
60
“Eso fue como en noviembre del año 2011 más o menos. No había socios, no
había interés, estaban todos peleados con todos. Entonces nos invitó a una
reunión para conversar, de hecho llegó gente y varios llegaron a renunciar,
iba a morir la feria y no querían nada, entonces era la última reunión el último
intento que se iba a hacer y no había directiva y estaban en una situación en la
que la directiva estaba acéfala y no habían podido reconstituirse porque la
gente no asistía. Entonces empezamos a conversar, estuvimos harto rato y
nosotros le dijimos que había forma de resolverlo, de que había que constituir
una nueva directiva en ese momento. Conversamos harto, finalmente ese
mismo día logramos resolver el tema de la elección de una nueva directiva,
hicimos un acta, refundamos la organización” (S.M, 24/7/14).
Los meses posteriores y el trabajo realizado durante la época estival del 2012, estuvieron
centrados en reconstruir las relaciones y la confianza al interior de la organización,
generando instancias de conversación y reflexión en que se “parlamentaba” sobre ellos/as
mismas, sobre sus experiencias, sueños y proyecciones futuras, sobre cómo querían que
fuese su feria y la visión que en conjunto construirían pensando en las futuras actividades.
Para lo que acordó adelantar la inauguración ese verano, teniendo como protagonistas a las
comunidades mapuche de la localidad, como parte de las acciones para restablecer las
confianzas y buenas relaciones a nivel territorial.
“El verano de ese año la cosa estaba complicada pero a partir de eso
empezamos a desarrollar conversaciones continuamente toda las semana, para
lograr resolver los conflictos internos y reconstruir las confianzas… Ese
proceso, yo creo que fue bastante enriquecedor para todos y durante el verano
aprovechamos esos dos meses para todos los día conversar, todos los días nos
dimos la tarea de conversar y planificar, todos los días tomar mate y conversar
para planificar lo que íbamos a hacer durante el año. Entonces conocernos
también y empezamos a conversar a conversar y en ese conversar empezaron a
aparecer sueños, ideas, a imaginar lo que podría darse en el futuro, yo creo
que eso fue lo más interesante” (S.M, 24/7/14).
Posterior al proceso de revitalización de la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura, se
61
pasa por una etapa de reafirmación de confianzas interna, para lo que durante el año 2013
se comenzaron a desarrollar actividades más allá de la comercialización en temporada
estival, a lo que se suma la celebración del Wetripantu, actividad no turística dirigida a la
comunidad en la cual fueron invitadas las autoridades ancestrales de la localidad, y la
Fonda de los Digüeñes en el contexto de las fiestas patrias, instancia que tuvo por objetivo
generar ingresos para el invierno.
En agosto de ese mismo año, la Municipalidad de Panguipulli en acuerdo con la
Asociación, manda a desarmar los puesto de la Feria tras prometer a la organización la
remodelación y arreglo de los mismos, promesa que no se cumple dejando a las socias/os
sin su lugar de trabajo. Producto de esta acción y de una serie de conflictos entre la
Asociación y el Club Deportivo “La Joya” por el uso y los límites de los espacios ocupados
por cada organización, situación que se caracterizaba por los malos tratos y amenazas hacia
las socias.
“Nos dijeron que teníamos que desarmar porque no estaban bien los niveles
unos con otros, porque la idea era reparar te acuerdas, iban a estudiar la
forma de reparar cuando nos dicen tenemos que desarmar y estaba la Paty no
más a cargo, entonces yapo yo también apoyé, si hay que desarmar, hay que
desarmar no más, pero nunca pensamos que era para sacarnos, no nos
imaginamos eso nosotros” (M.L, 3/8/14).
Conflicto que se exacerba con la destrucción de la cocina construida para la Fonda de los
Digüeñes por parte de los socios del Club Deportivo supuestamente por mandato del
municipio. Situación en la que también se ve involucrado Bienes Nacionales al entregar al
mismo club un comodato que modifica las dimensiones del terreno usado por la
Asociación, no respetando el comodato entregado el año 2011.
“Aquí Bienes Nacionales, como lo habíamos conversado antes, entrego un
comodato el año 2011 que corresponde a 0,29 hectáreas, eso en metro
cuadrados equivale a 2900 metros cuadrados. Estaba todo bien, nos había
dicho donde estaban los puntos y todo ok. Resulta que el otro día, el seremi
nuevamente nos llamó, conversamos con él y él nos dijo que el club deportivo
62
tenía otro comodato que era del 2013, de mediado de año del 2013. Y resulta
que en ese momento, cuando vino el bienes nacionales, el seremi nos dijo:
miren nosotros, porque lo legal aquí es que se respeten los 2900 metros
cuadrados que están en el comodato anterior, entonces él nos dijo: vamos a
medir de allá hacia acá, ni un problema. Nosotros venimos y no fue así, ese
acuerdo no se cumplió y que paso, que a nosotros se nos redujo y se nos dijo
que la marea alta, que la marea baja, que no se puede medir de allá para acá
y eso nosotros sabemos que no es así y lo que nosotros queremos solicitar acá
es que se nos respete el comodato anterior, el del 2011” (M.L, 26/12/13).
A raíz de este conflicto, el día 26 de noviembre del 2013 se realiza una reunión en la que
participan todas las personas, organizaciones e instituciones involucradas, incluyendo a
las/los representantes de las comunidades ancestrales y funcionales de la localidad. En
donde se destaca el hecho de que ambos terrenos pertenecen por titulo de merced a la
Comunidad Juan Chañapi y que lo que se debía determinar en esa instancia pasaba por
respetar el territorio ancestral de la comunidad. Para lo que se acordó restituir el comodato
entregado a la Asociación, iniciando las conversaciones para el traspaso de ambos lotes de
terreno a manos de la comunidad. Resolución que aún no se lleva a efecto, pero que incide
en que las comunidades adquieran un rol protagónico en los quehaceres y desarrollo de la
Asociación, de la Feria y del territorio en general, revitalizándose así su rol político.
Aspectos que serán analizados en profundidad en las siguientes páginas.
“…mira el proceso pasa porque en un momento nos dimos cuenta de que para
afianzar que eso permanentemente esté en disposición para la gente de las
comunidades y la gente de la feria, se tiene que resolver ese nudo que hay
entre la feria y el club deportivo y que le dé estabilidad emocional sobre todo a
la gente, porque esa situación de siempre estar acechados por los intentos de
que echen la feria genera intranquilidad, una angustia permanente en las
lamgnes de la Feria. Entonces empezamos a ver que ese terreno es parte del
título de merced de la comunidad Juan Chañapi, entonces a partir de la
reunión que se hizo con bienes nacionales el año pasado, se firmó un protocolo
de acuerdo para buscar el mecanismos para resolver definitivamente esa
63
situación a través del traspaso de ese terreno hacia la comunidad Juan
Chañapi” (S.M, 24/7/14).
Por otro lado, ya en relación a las significaciones, la Feria Gastronómica y Artesanal de
Pocura ha sido definida de amplias maneras por sus participantes, desde enfoques diversos
y en relación a temáticas también diversas, siendo reconocidas en la dinámica grupal donde
se plantearon como aspectos positivos y negativos las siguientes enunciados, resumidos en
el siguiente cuadro.
Aspectos Positivos: Aspectos negativos que se pueden mejorar
- Espacio de encuentro
- Reencuentro y capacitación, nos han
dado herramientas y aprendizajes para
atención de turista
- La feria le da un sentido entretenido a
la comunidad. Eventos y a los que
trabajamos en turismo es muy positivo
- Ampliación de locales
- Atractivos cercanos a la playa
- Recreación deportivo cerca de la
carretera
- Fuente laboral
- Ingreso familiar
- Lazo de amistad, punto de encuentro
con familia y amistades
- Crecimiento personal de las dirigentes
- Realización personal como mujeres
- Concursos en donde participan familias
y vecinos
- Capacidad de madures de la
organización
- Influencia en el territorio a organizarse.
- Solución = Gestión
- La mala construcción de los baños
- La llegada de gitanos al lugar
- La cantidad de basura que dejan en el
lugar
- Conflicto por el espacio
- Cuando llueve la falta del techo
- La falta de un puente peatonal que una
la feria con la playa
- Nos gustaría la publicidad de letreros en
camping, negocios, calles o garitas
- Falta de publicidad, pasa calles,
banderines. Mayor atractivo
- Problemas de la feria, punto negativo:
mejorar la estructura de la feria, el mal
estado del baño y arreglo de red de agua
- Como solucionar todos esos problemas
es bajar recursos a base de proyectos y
beneficios grupales
- Problema negativo es mejorar
convivencia grupal
- Solución: es participar y conversar los
64
Mujeres que se motivan a organizarse
- Factor de unión de las comunidades
- Independencia laboral
- Apoyo de INDAP PDTI proyectos de
circuitos cortos
problemas y compartir y escucharnos
unos a otros
- Es que no se ponga publicidad engañosa
para así asegurar credibilidad con sus
visitantes
Cuadro 3. Sistematización de aspectos positivos y negativos de la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura. Elaboración propia
En base a la identificación de los mencionados aspectos, reconocidos de manera colectiva,
es posible destacar elementos importantes para el análisis de las significaciones a nivel
individual, organizacional y territorial, como es el hecho de que se caracterice a la feria
como: “un espacio de encuentro,…en donde se hacen capacitaciones por las cuales se
adquieren herramientas y aprendizajes para la atención al turista”, considerándola
tanto… una fuente laboral para las familias, como “… un centro de recreación para la
comunidad, donde se hacen eventos y los que trabajan participan de este aspecto
recreacional”, donde se reconocen “… lazos de amistad, siendo un espacio de encuentro
para las familias y las amistades”. Reconociendo también… “un crecimiento personal de
las dirigentes, quienes han crecido y adquirido herramientas para llevar la feria
adelante”. A lo que suma la “capacidad de madurez de la organización, porque ya no es
un organización que funciona todo el año, hay una influencia en el territorio, ustedes han
influenciado que las mujeres se organicen y han sido un ejemplo para el territorio”.
Identificando estos primeros aspectos, daremos paso a la descripción y análisis de las
significaciones de la experiencia individual, organizacional y territorial, reconocidas en el
trascurso de la investigación.
65
4.2.- Significaciones a nivel de experiencia individual
A nivel de las experiencias individuales se reconocen diversos aspectos que van
caracterizando lo que para ellas ha significado la Feria Gastronómica y Artesanal de
Pocura. Entendiendo que aquellas vivencias personales también se ven trastocadas por la
experiencia colectiva, ya sea en el espacio familiar, vecinal, organizacional, comunitario y
territorial. Siendo estás un factor influyente en la construcción de sentido y significación
propia.
Los amplios significados en relación a lo que han vivenciado en estos siete años de
organización y considerando también vivencias anteriores, tiene que ver con la imagen que
tienen de sí mismas y cómo esa visión del “yo” ha ido cambiando, en donde la identidad, en
este caso femenina, étnica y territorial, van dando luces sobre los roles de género que en
esta iniciativa se ven implicados.
Quienes participan de la Feria de Pocura como se menciona en los antecedentes son
principalmente mujeres de entre 25 a 70 años, que se definen a sí mismas como mapuche,
campesinas y dueñas de casa. La visión que tienen de sí mismas, como mujeres en la
ruralidad constantemente se ve definida por roles de género establecidos a ese contexto, en
donde el rol reproductivo es aquel que reconocen ellas mismas y sus pares.
4.2.1.- Empoderamiento, autonomía y realización personal
En zonas rurales como Pocura, el turismo juega un papel importante e influyente,
siendo un rubro con una alta participación femenina. En una localidad donde un 38% de
los/as trabajadores/as son asalariados/as, de los cuales sólo un 8% corresponde a mujeres,
dedicándose principalmente a labores en el ámbito doméstico. Donde también un 37% de
los hombres se dedica al rubro silvoagropecuario y al de construcción22. Por lo que la
actividad turística es considerada una posibilidad de trabajo para mujeres que se encuentran
en un situación de dependencia económica y de baja escolaridad, siendo la Feria
Gastronómica y Artesanal un espacio para la generación de ingresos propios, factor que
influye en su disponibilidad y control de recursos, por lo tanto en su autonomía.
22 Datos Censo 2002-Redatam.
66
De las experiencias retratadas, es posible determinar que la Feria de Pocura ha significado
un espacio de trabajo para las mujeres de la localidad, a través de la cual han adquirido
herramientas que les permiten desarrollar y gestionar la iniciativa. El trabajo con actores
diversos, como son las propias socias/os, colaboradores, gestores públicos, vecinos/as y
autoridades ancestrales, etc., han sido un factor de desarrollo y crecimiento personal.
“No somos la típica dueñas de casa que están en la casa sino que están
preparándose, preguntando: oye, que otra cosas tengo que hacer, si hay otro
proyecto ahí puedo trabajar e irse emprendiendo. En eso estamos preocupadas
nosotras las mujeres” (P.L, 28/7/14).
La adquisición de habilidades y el descubrimiento de capacidades propias en mujeres de
localidades rurales, es un factor importante de destacar, ya que incide en la apreciación que
ellas tienen de sí mismas, aumentando su autoestima y confianza. Lo que se ve reflejado en
la experiencia de la actual presidenta de la Asociación de Agricultores y Artesanos, cuya
labor ha sido un incentivo para su crecimiento personal y la adquisición de habilidades
discursivas, vital para cumplir con su rol de dirigenta. Aspecto que también es observado
por quienes trabajan junto a ella.
“Si pues de todas maneras, ella anda mucho más feliz, mucho más contenta, si
ha habido mucho cambio, porque igual después de la muerte de su mamá ella
estuvo muy deprimida. Ahora la veo súper bien, y se siente muy importante,
querida, entonces eso es bueno, eso le hace muy bien a ella. La autoestima le
subió totalmente. Ella dio un discurso en la fiesta de los digüeñes frente a
autoridades, lo hizo súper bien, yo quedé impresionada porque a uno igual le
cuesta hacer esas cosas. Mis niños decían que tiene buen ´hablamiento`”
(A.M, 24/07/14).
Así, el empoderamiento23– un término no del todo reconocido por las propias socias de la
Feria – sí resume y demuestra cómo ellas se significan a sí mismas, ampliando sus
23 Definido por Jo Rowland (1997) como la habilidad para tomar decisiones en cuestiones que afectan la vida de una persona, en base a tres nociones: lo personal, el desarrollar el sentido del yo y la confianza. También Naila Kabeer (1999) menciona que el empoderamiento es el proceso por el cual aquellos a las/os que se les ha negado la posibilidad de tomar elecciones la adquieren. En otras palabras, el empoderamiento se refiere a un aumento de la capacidad de los individuos para tomar decisiones estratégicas en un contexto donde previamente esa
67
capacidades y otorgando realce a su quehacer. Lo que se ve reflejado en la posibilidad de
tener un trabajo remunera que les proporciona los recursos económicos necesarios para
mantenerse a ellas mismas y a sus familias, otorgándoles independencia económica a
mujeres que en muchos casos dependen económicamente de su conyugues o parejas.
También se refleja en la capacidad de tomar decisiones sobre los ingresos que adquieren y
mejorar la valoración hacia sí mismas, ampliando las posibilidades de acción que antes
habían sido limitadas.
“Como que igual se abrió como, porque acá todas somos dueñas de casa,
entonces como la dueña de casa está solo en la casa, haciendo sus cosas pero
aquí la organización no solamente nos ha servido para trabajar sino para
crecer como mujer, como persona, para realizarse como persona y muchas de
nosotras nos hemos realizado como persona, hemos ido creciendo igual”
(D.C, 28/7/14).
Además, el crecimiento personal que se menciona en la cita anterior, igual destaca las
posibilidades que las socias de la Feria han tenido para ampliar sus conocimientos y
adquirir habilidades más allá de las organizativas, superando dificultades para hablar en
público, adquiriendo mayor seguridad y confianza de sí mismas, reconociendo en ellas
capacidades que antes nunca habían podido demostrar, que a su vez son reconocidas y
valoradas por sus mismos pares.
“En los aspectos positivos hay hartas cosas que hemos avanzado, desde que
yo conocí el grupo hace como dos años más o menos, había poco manejo de
cómo enfrentar las situaciones, que había un grupo que en el fondo estaba por
un lado cohesionado, a mí me gustaba harto, pero había hartas herramientas
que las mujeres no tenían para poder defenderse, ahora hay más conocimiento
y eso ha potenciado a hartas mujeres, yo las veo como potenciadas, ya no
necesitan tanto de alguien que las ayude a plantearse ante las autoridades
porque eso ya lo saben hacer y eso es súper importante” (M.L, 3/8/14).
posibilidad no existía. De igual manera, Gita Sen (1998) lo define como el cambio en las relaciones de poder, como un proceso que debe modificar tanto la autopercepción de las personas como el control sobre sus vidas y sobre sus recursos materiales (Senso, 2009).
68
4.2.2.- Dinamización y re-significación de los Roles de Género
De lo observado en el trabajo de campo se reconoce que la Feria de Pocura es un
espacio en donde se manifiesta – en relación a labores y quehaceres de las mujeres – un
tripe rol: reproductivo, productivo y de gestión. En relación al hecho de que muchos
autores han criticado el trabajo femenino en la actividad turística al considerarlo como una
extensión del espacio doméstico, por limitar el actuar de las mujeres meramente al rol
reproductivo (Díaz, 2013). Aspecto que en esta ocasión se plantea también en torno a la
transformación y superación de la visión estereotipada de los roles de género.
La identificación de este triple rol, está vinculado a la re-significación de aquellas
conductas esperadas y expectativas construidas culturalmente asignadas en este caso a
mujeres mapuche y campesinas en una localidad rural. En donde las actividades públicas y
políticas se ven contrapuestas a nociones estereotipadas de lo que una mujer debe ser y
hacer.
La re-significación de los roles de género es parte de la dinamización de los mismos. Los
que se entrelazan unos a otros, manifestándose en torno a una actividad común para
muchas mujeres de la localidad de Pocura, ampliando así las posibilidades de acción,
otorgando realce a actividades antes invisibilizadas.
Así, al manifestarse este triple rol en la Feria de Pocura es considerado un espacio en
donde, por un lado se extienden actividades que son propias del ámbito doméstico,
convirtiendo el cocinar, tejer y “huertiar”24 en posibles productos dirigidos a la
comercialización. Por otro, estos son dispuestos a la venta como gastronomía y artesanía
en una feria que tiene como fin la generación de ingresos económicos en base a la venta de
diversos productos gastronómicos y artesanales a las/los turistas que visitan su iniciativa,
remunerando así el trabajo reproductivo. A lo que se suma, las labores desempeñadas en la
organización que están dirigidas a la gestión y desarrollo de la misma, trabajo público que
ha adquirido un carácter político, por el rol como gestoras y dirigentas de una iniciativa
que va más allá de comercialización, que está fuertemente vinculada a las comunidades
mapuche, a las autoridades ancestrales y al territorio en general.
24 Termino coloquial relacionado al trabajo en la huerta.
69
Estos roles se plasman en un contexto determinado, en donde aquellas mujeres que tienen
un rol de gestión político-público se les refuerza el rol reproductivo, en un intento de
supeditar dicho rol “tradicional” del género femenino en contraposición a acciones que
estén fuera del ámbito doméstico, a través de acusaciones que las obliguen a ejercer en
exclusividad dicho rol, como fue el caso de dos socias con una importante participación en
la organización, gestión con instituciones y difusión de conocimientos locales, acusadas de
abandono del hogar por parte de la dirección del colegio en el que sus hijos/as estudian, lo
que coarto durante algún tiempo su trabajo de gestión.
A lo que se suma, el hecho de la poca presencia de hombres en los quehaceres de la Feria,
teniendo que cumplir con labores definidas culturalmente como masculinas, que son
realizadas por mujeres de igual o mejor manera, como por ejemplo la construcción de los
puestos de la feria, instalación de radier25, entre otros. Mencionando esto sin la intención de
ensalzar labores que comúnmente son realizadas por mujeres, en este caso de zonas
rurales, sino des-estereotipar actividades y prácticas que pueden ser realizadas de igual
manera por ambos géneros, sin que la diferencia sexual sea un impedimento para ello.
“De repente nosotras nos damos cuenta, nos reímos de repente, de que si
somos mujeres, de repente tenemos que pedirle ayuda a las demás mujeres que
tienen marido, al papá o al hermano por un tema de fuerza no más, pero
generalmente no está en el discurso pero sabemos que todos nos identifican
como el grupo de las mujeres y prácticamente están inexistentes los hombres
porque se ve mucho el trabajo de las mujeres acá, todos los días las chiquillas
vienen a trabajar, y esa cuestión del desarme y de sacar los clavos, de
desmalezar y emparejar ha sido labor de las mujeres. No sé si estará en el
discurso, pero en la práctica está ahí” (M.L, 10/1/14).
Además, es importante mencionar que la dinamización de los roles de géneros en la Feria
Gastronómica y Artesanal también está supeditada a los aprendizajes y adquisición de
herramientas de las socias, permitiéndoles desarrollar y potenciar su organización, a través
de la valoración de su propias capacidades, y de su ser y hacer como mujeres mapuche.
Por ejemplo, los mismos conflictos con el Club Deportivo “La Joya”, el municipio de 25 Superficie de cemento sobre la cual se construye.
70
Panguipulli y Bienes Nacionales, que fueron mencionados en los apartados anteriores, las
hace adquirir un rol político territorial al ser consideradas legitimas representantes de las
comunidades mapuche ancestrales y funcionales de la localidad, realzando su rol de
gestión y su importancia política como mujeres mapuche.
“El sujeto que viene a captar información o fuentes en la comunidad va
generalmente al Lonko o va donde el dirigente hombre, como si no hubieran
voces femeninas, pero las hay y siempre las ha habido. Entonces eso es
importante, y eso se ha traspasado al rol que ha ido tomando en todas las
reuniones, yo lo he visto a través de las reuniones de la coordinación
territorial y uno ve que la Bea de Coñaripe es influyente, la misma Marcela es
influyente, la Elsa es influyente, la Paty es influyente y la Isabel Caripan va y
habla de la biodiversidad y todos las escuchan porque saben que es ella la que
tiene que hablar, entonces han ido ganando espacios y por otro lado los
hombres mapuches hemos ido aprendiendo a respetar que el conocimiento es
transversal, no es una cosa que este sujeto a un tema de género”(S.M,
24/7/14).
4.2.3.- El viaje, el regreso y el arraigo
De muy similar manera, la Feria ha significado un espacio de aprendizaje y una razón
para quedarse en el territorio, para mujeres que tienen en común procesos migratorios de
muy jóvenes a centro urbanos como Santiago o Concepción, producto tanto de las
erupciones del volcán Villarrica el año 1971 y 1984, como por razones familiares y la
búsqueda de una fuente laboral, entre otro motivos. Fenómeno que marca al mundo rural y
la vida de muchas mujeres, quienes luego de haber formado familia y haber criado a sus
hijos/as, regresan a sus lugares de origen. Reconociéndolas en la dinámica de “ida y
venida” entre el mundo rural y urbano (Luna, 2001 en Araya, 2004), lo que genera un
distanciamiento con el contexto rural sin perder del todo el arraigo con sus comunidades y
territorio. Para quienes, la actividad turística ha significado la posibilidad de encontrar una
fuente laborar, al llegar al espacio rural del que se han mantenido distanciadas por bastante
tiempo, permitiéndoles, además de tener una fuente de ingresos, reincorporarse a la vida en
el campo, restablecer su vinculo con sus familias y comunidades a las que pertenecen,
71
reencontrándose con su propia historial y reconociéndose como mujeres mapuche y
campesinas.
“Yo estuve más de 20 años fuera pero ahora veo las cosas de otra forma, con
más valor. Porque ahora digo que donde yo estoy es un lugar donde no todos
pueden estar. Y he ido conociendo la gente así y me cuenta su historia, como
era antes, quien era la persona importante de antes y esa era mi familia”
(M.E.P, 22/11/13).
El regreso al lugar emigrado en juventud, genera en ellas una serie de procesos, tanto de
distanciamiento como de arraigo con el territorio, comprendiendo a éste no sólo como la
geografía o el entorno natural, sino como espacio apropiado, una realidad histórico – social
un espacio de identidad (Vergara, 2012). En donde se establecen sentidos de pertenencia
con la historia individual y colectiva, vivencias que van dando forma a las relaciones con
quienes habitan y comparten una localidad, y los elementos naturales que conforman los
territorios, los que son rememorados en este ir y venir entre el mundo urbano y rural.
“Uno ve, por lo menos a mí me tocó estar en Santiago, yo veía lo verde y al
tiro lo imaginaba aquí a Pocura, las aguas el lago… y después nosotros
estábamos allá (Santiago) y veníamos al lago y era lo máximo, uno lo aprende
a disfrutar el árbol, el sacar el fruto de nuestras manos, porque allá todo se
compra, pero aquí lo bueno es tomarlo y sacar la verdura” (M.E.P, 28/7/14).
Dicha relación con el territorio también incide en su construcción de identidad como
mujeres mapuche y campesinas, en donde el lugar de origen (tuwün) y el pasado ancestral-
familiar (küpal), se convierten en elementos constitutivos de su sentido de pertenencia a
una familia, a una comunidad y territorio. Identidad que se va construyendo en base a la
posicionalidad (Alcoff, 1989) que ocupan en un determinado momento de su vida y a su
experiencia (Lauretis, 1984), que determinan la manera en que cada vivencia es sentida e
interpretada por ellas.
Experiencias, en este caso sobre una Feria Gastronómica y Artesanal, que son significadas
en base a la posición que ocupan en un determinado momentos y lugar, a un acontecer
concreto, en donde se interactúa con otros, en un proceso dinámico de relaciones que van
72
marcando la manera en que ellas se ven a sí mismas y son vistas por los demás. Por lo que
su construcción de identidad como mujeres mapuche y campesinas está influenciadas por
su relación y sentido de pertenencia a un colectivo, ya sea por ejemplo a la Asociación, a
las comunidades ,que ellas mismas representan por su trabajo organizativo, o al territorio de
origen, al cual regresan una vez adultas. Esto reconocido por Buxó (1991) como un modelo
identitario cristal, en donde la propia identidad es transparentada a en base a la pertenencia
a un determinado colectivo.
73
4.3.- Significaciones a nivel organizacional
Como se ha mencionado en los apartados anteriores, la Feria Gastronómica y
Artesanal de Pocura se conforma el año 2008, convirtiéndose en un espacio de trabajo para
hombres y mujeres de la localidad a través de la necesidad de organizarse para dar solución
a la comercialización de productos agrícolas y forestales no maderables de la zona, como
lana para artesanía y frutos del bosque.
En el transcurso de sus siete años de historia han ocurrido diversos procesos, de los cuales
haremos referencia principalmente, a la recuperación de las confianzas al interior de la
organización. Además, se considera lo que ha significado para este grupo de mujeres
pertenecer a la Asociación de Agricultores y Artesanos y trabajar en la Feria de Pocura,
reconociendo en él un espacio de encuentro, trabajo, recreación y desarrollo para mujeres
mapuche y campesinas, como se ilustra en la fotografía 1. Un espacio en donde los roles
reproductivo, productivo y de gestión se interrelacionan, viéndose apoyadas al ser también
un espacio de crianza y a la vez, un espacio asociativo/espacio de trawün.
Fotografía 2. Taller de Productos Turísticos realizado por Francisco Rivera el 21 de junio de 2014.
4.3.1.- Proceso de recuperación de confianzas
En el ir y venir de los siete años de existencia de la Feria de Pocura, se han ido
trasformando las relaciones al interior de la Asociación, producto de conflictos entre los/as
socios/as y otro actores, como el Club Deportivo y el municipio de Panguipulli. Vicisitudes
74
que han sido un factor dinamizador de la relaciones. Destacando lo sucedido a finales de
2011 y principios de 2012, tiempo en el que se hizo vital el reconstruir la relaciones de
confianza al interior de la organización, al encontrarse fragmentada y en riesgo de no
continuar, debido a los problemas y a la ausencia de directiva, por lo que fue imperioso
designar a nuevas socias en los cargos de presidenta, secretaria y tesorera, mujeres que
asumieron la difícil tarea de dirigir en esas condiciones a la organización.
Al decidir continuar con la Feria de Pocura en ese entonces, se da inicio a un proceso
colectivo para la reconstrucciones de las relaciones y la confianza entre las socias/os,
siendo necesaria la generación de instancias de conversación y reflexión en que se
“parlamentaba” sobre ellos/as mismas, sobre sus experiencias, sueños y proyecciones,
sobre el cómo querían que fuese su feria y cuál sería la visión que en conjunto construirían
pensando en el trabajo a futuro.
“Ese proceso, yo creo que fue bastante enriquecedor para todos y durante el
verano aprovechamos esos dos meses para todos los día conversar, todos los
días nos dimos la tarea de conversar y planificar, todos los días tomar mate y
conversar para planificar lo que íbamos a hacer durante el año. Entonces
conocernos también y empezamos a conversar a conversar y en ese conversar
empezaron a aparecer sueños, ideas, a imaginar lo que podría darse en el
futuro, yo creo que eso fue lo más interesante” (S.M, 24/7/14).
Proceso que abarca casi todo el año 2012, y que fue moldeando la manera en que ellas/os
sienten y viven su feria, al convertirse en un espacio en donde se restablecieron las
relaciones de amistad, compañerismo y solidaridad, -obviamente con sus altos y bajos
como suele ocurrir en todo colectivo, en donde las diferencias y conflictos nunca están
ausentes-. Pasando así de ser una iniciativa en la que se veían las caras únicamente en
época estival a ser una organización en la que se daban otro tipo de dinámicas; la
conversación, el compartir colectivamente más que estar cada uno en sus puestos
vendiendo, criar y cuidarse en conjunto, confiar en el otro/a, visitarse, hacerse amigos/as,
compañeros/as, conocerse y re-encontrarse.
“Yo creo que se ha ido construyendo una relación bien familiar, ha ido
75
creciendo esa relación de confianza después que hubo mucha desconfianza.
Ha ido como avanzando esa relación en que un momento cuando empezó a
reconstruirse esto, había una relación solamente vinculada en el trabajo del
verano, se veían ahí y después se volvían a ver cuando empezaba la feria en
diciembre. Todo se remitía a eso pero ahora uno ve que la gente se relaciona
más por cualquier cosa, para conversar, tomar mate, hacer visita. Se
intercambian cosas, participan en las actividades también, porque llegan
señoras que no son socias que van porque tienen actividad turística y quieren
también aprender de lo que se está compartiendo en la feria” (S.M, 24/7/14).
4.3.2.- Espacio de re-encuentro y trabajo para mujeres mapuche y campesinas
Producto del restablecimiento de las relaciones de confianza y el esfuerzo por generar
instancias para el compartir y reflexionar, la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura
comenzó a ser significada como un espacio de re-encuentro para mujeres mapuches y
campesinas, que trabajan mutuamente en la comercialización de sus productos locales,
colaborando con el desarrollo y gestión de la Feria. Considerándolo un espacio que fomenta
la asociatividad, - tanto a nivel organizacional como territorial-.En donde pueden participar
las familias, principalmente los hijos/as de las socias.
“Yo creo que la importancia que tiene, es que el espacio es más que un
centro de comercialización de productos, es un espacio donde se desarrolla
la organización, donde se juntan las familias de la comunidad, donde se
venden los productos, y donde también la gente que viene de afuera nos
visualiza como habitantes de Pocura.” (M.L, 23/11/13).
Además, como se narra en la primera parte de este capítulo, quienes son parte actualmente
de la Feria tienen como historia en común el haber migrado muy jóvenes del territorio a
centro urbanos. Mujeres que de niñas se conocían, que fueron compañeras de colegio,
familiares, ya de adultas se re-encuentran, restableciendo aquellos lazos de amistad y afecto
que en un pasado compartieron, que hoy en día se reviven gracias al trabajo y
compañerismo al pertenecer a la Asociación de Agricultores y Artesanos.
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“Claro, si porque con la Domi nosotros nos conocíamos de chicas, nos vimos
un par de veces y ahora último hemos compartido más, conocer su casa ella la
mía, cosa que no sucedía tampoco antes. Pero esto claro, la feria ha ido
haciendo un vínculo tanto familiar como de amistad” (A.M, 24/7/14).
“Con la María Elsa terminamos de estudiar en 5º o 6º, ella iba saliendo
cuando yo entre a la escuela y de ahí no nos vimos hasta que nos vimos en la
feria. Tuvimos como un reencuentro ahí con muchas mujeres, casi con la
mayoría” (D.C, 28/5/14).
Reconocido también como un espacio de trabajo independiente, en el cual cada una puede
administrar sus tiempos dependiendo de los quehaceres que deban realizar. Para quienes
las distancias y la falta de buenos accesos les hace difícil encontrar otra fuente de trabajo,
siendo en este caso la Feria el núcleo de comercialización, en el que pueden vender los
productos que son hechos en sus propios hogares en base al aprovechamiento de productos
forestales no maderables, tales como frutos del bosque, lana, plantas medicinales, etc. Lo
que proporciona facilidades para generar ingresos en torno a elementos propios de la zona,
que tienen al alcance de la mano.
“Otra cosa positiva es que somos nosotros mismo los patrones, ya no
estamos esclavizados somos independientes, porque cuando uno trabaja así
trabaja apatronado, hay que cumplir los horarios, en cambio acá.” (M.E.P,
28/714).
La independencia y flexibilidad laboral incide que cada una pueda decidir sobre la manera
en que organizan su tiempo y actividades, siendo un trabajo que proporciona ingresos que
también son administrados por ellas mismas, lo que les permite ser autónomas
económicamente y también realizar otras actividades, como participación en talleres y
capacitaciones que las hace aumentar sus propias habilidades.
“Claro, nos acomodamos a nuestros horarios, a nuestra vida, nos
programamos en el fondo.” (D.C, 28/7/14).
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Por otro lado, la Asociación de Agricultores y Artesanos organiza desde el año pasado una
Fonda de los Digüeñes, evento que se realiza en contexto de fiestas patrias, que tiene como
objetivo generar ingresos durante el invierno y poner en valor elementos propios del
territorio, como es el digüeñe (cyttaria espinosae), un hongo comestible que crece en
abundancia en los robles, pellín o hualles (nothofagus obliqua) de las zonas
precordilleranas del centro y sur del país. Instancia que reúne a las socias/os en torno al
desarrollo de actividades, como bingos en los cuales participa turistas y las/los vecinas/os
de la localidad, acompañado de la comercialización de diversas preparaciones
gastronómicas. Evento que no han estado ausentes de problemas y de faltas de
organización, pero que a pesar de las adversidades ha logrado ser una iniciativa beneficiosa
para quienes trabajan en ellas.
De igual manera, pero con una finalidad diferente, la Asociación organiza la celebración
del Wetripantu, instancia dirigida a los socios/as de la organización, familia, vecinos/as y
autoridades ancestrales y amistades, que a pesar de no contar con la ritualización que
caracteriza el año nuevo mapuche, si es una ocasión en la cual ellas/os se reconocen a sí
mismos como pertenecientes a su pueblo y a las comunidades ancestrales y funcionales del
territorio. A través de la cual, se generan instancias de encuentro, reflexión y de compartir
que incentivan el fortalecimiento de la identidad étnica y territorial.
“El día 24 de Junio en la madrugada, la tierra toma otro giro (...) El sol
empieza a nacer en otra parte, entonces los amaneceres son distintos”. (S.M,
24/6/13).
“En este día comienza todo a renacer. Significa nuevo período para el
mapuche donde todo vuelve a brotar de nuevo” (P.L, 24/6/13).
4.3.3.- Espacio de crianza y apoyo mutuo
Lo anterior se suma a lo colectivo del trabajo en la Feria, permitiéndoles a mujeres
con hijos/as pequeños/as, compartir roles de crianza, ya que ellos/as fuera del espacio
escolar ven en la feria un espacio de recreación, al estar a orilla de playa y ser un amplio
lugar para jugar, siendo la feria un elemento vital para su crecimiento y desarrollo.
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“Yo por lo menos, tengo un hijo y él se entretiene harto aquí, me ayuda en el
local, y también se distrae en la playa con sus compañeros. Sipo los niños
comparten harto, ellos juegan, se echan de menos. Tienen harto espacio como
para recrearse, entonces no se aburren y nosotras así trabajamos más
tranquilas con ellos, con ellos cerca por lo menos a mí me ayudan, trabajo con
mi marido también yo, estamos como en familia aquí. Además compartimos ya
que nos conocemos hartos años ya.” (B.E, 23/11/13).
El ambiente familiar que proporciona influye en que el trabajo en el rubro turístico, que
involucra destinar gran parte del día a la comercialización y a la atención de los turistas.
Ese, muchas veces extenuante trabajo se vea de cierta manera disminuido al no tener la
constante preocupación del cuidado de los menores, ya que su cuidado es de manera
colectiva, estando bajo los resguardos de las otras compañeras de feria, familiares que
acompañan durante el verano a las socias y por los mismos niños/as, quienes al pasar gran
parte de la temporada estival juntos y en un ambiente recreativo forman fuertes lazos de
amistad y de autocuidado.
“El trabajo con los hijos, yo creo que eso es algo súper importante para uno
que es mamá, yo prefiero aunque gane menos acá pero que mis hijos estén
bien, y se cuidan unos a otros, además que disfrutan. La Paty está ahí que
también tiene a sus hijos, la Dominga también. Entonces se comparte la
crianza porque son dos meses los que ellos conviven ahí. Y también es la época
en la que no están en el colegio, no están en la casa jugando al computador
todo el día, entonces las vacaciones son otras” (M.L, 3/8/14).
Aspecto categorizado como parte del rol reproductivo, que en este caso, puede
desempeñarse sin desmedro de su participación en roles productivos y de gestión,
apoyándose unas a otras, facilitando el poder trabajar en la feria en el transcurso del
verano. Acciones que también potencian los lazos de amistad y confianza entre las socias,
relaciones que se manifiestan en su quehacer diario, extendiéndose también a su cotidiano,
cuando se ayudan unas a otras en la comercialización, por ejemplo de plantas, facilitándole
el traslado y venta de las mismas o “el pasarse el dato” entre quienes trabajan en la feria e
iniciativas turísticas de quienes colaboran con la organización.
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“Si, de repente colocaba plantas donde la Marcela abajo, inclusive tengo una
carga grade de nativos y ella lo vende en cualquier rato. Entonces de repente
paso y me dice: Domi te tengo unas lucas de las plantas, vino alguien de
Temuco o de la familia de ella, de las otras amistades que tiene, y me dice: te
vendí plantas” (D.C, 28/5/14).
“Eso es lo que hacen ellas, cuando está Marcela la Elsa me llaman: tienes
cabañas disponibles… Si, si hay. Si hay bien y sino bien. Igual, yo también les
paso el dato, si quieren almorzar, porque yo no hago almuerzo, yo les paso el
dato que vaya para allá o comprar huevos, verduras frescas, esas cosas”
(A.M, 24/7/14).
Espacios de re-encuentro para mujeres en el que se reconocen lazos afectivos de apoyo
mutuo en diversas ocasiones y circunstancias. Reflejado en los sentimientos de acogida
que manifiestan las socias, quienes a pesar de los conflictos que suelen generarse en el ir y
venir del día a día, acompañan y alientan a sus compañeras a seguir trabajando, lo que
fomenta las buenas relaciones y la conformación de lazos afectivos entre ellas. Lo que se
ve manifestado, por ejemplo, en el respaldo a la presidenta de la Asociación de
Agricultores y Artesanos por conflicto durante el año 2013 con el Club Deportivo “La
Joya”, el Municipio de Panguipulli y Bienes Nacionales.
“Con grande esfuerzo y perseverancia de nuestra lamgnen aquí, quizás a
veces anda muy triste ella y ella se duele cuando no está el apoyo de los
socio en esta parte que debe ser el cien por ciento el apoyo cuando una
lamgnen va liderando el grupo… Entonces yo le decía a mi hermana, a mi
lamgnen, que tenga ánimo, que tenga fuerza, que yo en lo que pueda voy a
colaborar” (J.M, 23/11/13).
Lo mencionado, influye en que haya sentimientos de pertenencia y de arraigo con la Feria,
porque es más que un espacio de comercialización, al convertirse en un espacio en donde
ellas ven la posibilidad que en otras ocasiones ha estado restringida. El sentir que tienen un
espacio propio en el cual trabajar, que no necesitan arrendar ni buscar cada año. Una
iniciativa que con esfuerzo han levantado y que ahora, a través de un proyecto Bosque
80
Modelo Panguipulli e INDAP para la mejora de infraestructura de ferias costumbristas, han
podido dar forma a la feria que anhelaban.
“Me integré a esta feria para sentirme acogida, para tener un lugar donde
poder trabajar y que todos trabajemos… antes andábamos allegados a otras
ferias y ahora estamos luchando codo a codo para hacer un baño, para
construir la red de drenaje, pero con orgullo, con ansias de tener algo estable
donde podamos reunirnos” (C.B, 23/11/14).
Los sentimientos de acogida, la confianza, el sentido de pertenencia y la solidaridad, están
presentes en el trabajo colaborativo. Siendo factores que han incentivado su
empoderamiento, al sentirse pertenecientes a un grupo que con esfuerzo ha logrado llevar
con éxito la feria año a año, siendo reconocidas por sus propios vecinos y autoridades
comunales, como actores claves para el desarrollo del turismo en la zona. También, el
disponer de recursos para el hogar, adquirir y difundir sus propios conocimientos, las ha
motivado a seguir trabajando por su feria, reconociéndola como un espacio clave de
desarrollo y crecimiento personal.
“La feria es más que un tema de comercializar productos, sino que aquí se
reúnen amigas, familia, uno puede trabajar con los hijos. Es bien interesante
el proceso que hay aquí en la feria. Una de las cosas que me gustan de ésta
espacio es eso, no digamos que son locales comerciales en los que uno viene y
trabaja sólo, sino que hay un tema de ayuda mutua. Siempre lo que ha habido
aquí ha sido trabajo personal, de la gente, entonces eso tiene otro valor, todo
bien autogestionado y ahora recién este año se han conseguido cosas, que no
han sido muchas, pero han hecho su aporte, pero nunca hemos perdido el
horizonte con respecto a la autogestión” (M.L, 23/11/13).
4.3.4.- Espacio de Trawun: Asociatividad organizacional
Sumado a todo lo anterior, la Feria de Pocura también es entendida como un espacio
asociativo, en donde quienes participan de la organización se reúnen en pos de la
comercialización de productos agrícolas y artesanales como objetivo común e inicial. Pero
que con el paso del tiempo ha ido adquiriendo otras características que las hacen ser más
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que un núcleo económico local. Siendo definido por las propias socias como Espacio de
Trawün, un punto de encuentro para ellas mismas, en donde se reconocen unas a otras
como compañeras de una iniciativa en la que a través del trabajo mancomunado les permite
generar ingresos económicos indispensables para ellas y sus familias.
Fin común, que las hace reunirse y conocerse. Re-encontrarse con amistades de infancia,
con sus vecinas o familiares, con quienes se comparte un territorio en común, para pasar a
entablar lazos afectivos, convertirse en amigas y compañeras. Apoyarse en los momentos
difíciles y aprender en conjunto, adquiriendo herramientas vitales para el desarrollo
personal de cada una. Colaborar en el trabajo de la otra, ayudándola a comercializar sus
productos, cuidando a sus hijos/as de forma colectiva. Creciendo como colectivo,
sintiéndose parte de él y construyendo sentido de pertenencia, elemento que revitaliza
identidades, con sus congéneres, sus raíces, su historia y su territorio.
Siendo así, un espacio vital para la construcción de identidades, de género, étnica y
territorial. Pasando a ser mujeres, que al ser parte de la Asociación de Agricultores y
Artesanos y de la Feria de Gastronómica y Artesanal de Pocura, comienzan a ser
reconocidas y valoras por las comunidades en las que pertenecen, adquiriendo y
potenciando su rol como gestoras políticas en el territorio.
“Mi experiencia ha sido súper buena, estoy súper contenta por el tema de que
me ha ayudado en muchas cosas, entre eso como llevar un grupo, como
conocer más a la gente a nuestros propios vecinos a la gente que está
trabajando con nosotros. Conocer sus ideales, compartir todo lo que vive un
vivo. Muchas veces achaques, muchas veces problemas. De hecho nosotros
mismo hemos tenido problemas en la feria pero todos nos hemos ayudado unos
con otros y ahí estamos. Nos hemos apoyado y ahí estamos luchando, porque
el buen luchador no tiene que parar. Entonces yo voy con harta gana, cuando
yo estoy ahí yo siempre les digo a las chiquillas que yo estoy enraizada ahí y
espero en Dios seguir trabajando muchos años más ahí, porque igual tengo a
mis niños que también les gusta” (D.C, 28/5/14).
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4.3.- Significaciones a nivel territorial
Alrededor y al interior de la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura, co-influyen
diversos actores, tales como las mujeres socias y socios de la Asociación de Agricultores y
Artesanos de Pocura, familias y vecinos/as de la localidad, las comunidades mapuche
ancestrales y funcionales, organizaciones locales, instituciones públicas, como la
Municipalidad de Panguipulli, Bienes Nacionales, INDAP, FOSIS y SERNATUR etc., y
universidades, destacando la participación del proyecto NODO y PDT-TIE del CEAM –
UACh. Lo cual se ve representado en la figura 1.
Figura 1. Mapa de actores que inciden en la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura. Elaboración propia.
Estos diversos actores que se encuentran en este espacio físico, social y político, interactúan
y dinamizan las relaciones al interior y alrededor de la Feria de Pocura. Siendo participes de
diversos procesos y del acontecer cotidiano, que han hecho que quienes participan de la
organización, dentro de todo, signifiquen su experiencia también territorialmente.
Reconociendo unA vinculación directa entre la Asociación, las comunidades mapuches
ancestrales/funcionales y el territorio, en donde la actividad turística potencial de base
comunitaria juega un importante rol. Lo que se irá narrando en las siguientes páginas.
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4.4.1.- Espacio de Trawün: Asociatividad territorial
Fotografía 3: Taller de Productos Turístico realizado por Francisco Rivera realizado el 12 de julio del 2014.
Cuando hacemos referencia a la asociatividad en relación al caso específico que se ha
investigado, se le comprende como una práctica vinculada directamente a la forma en la
que los sujetos se relacionan e interactúan con el territorio y con quienes habitan en él.
Considerando en este caso los espacios asociativos como Espacios de Trawün, término
apropiado por las mujeres mapuche y campesinas participantes de la Asociación de
Agricultores de Pocura para definir a la Ferias Gastronómica y Artesanal como un punto de
encuentro y partida, no sólo en relación a las actividades turísticas de la localidad, sino en
donde ellas mismas y diversos actores se encuentran para trabajar colectiva y
colaborativamente en pos la comercialización de productos locales. Para quienes la
asociatividad es una herramienta para el trabajo mancomunado dirigido a todos los aspectos
que involucra la gestión y el desarrollo de la Feria de Pocura. También, como un espacio en
el cual ellas se comprometen a rescatar su historia e identidad local, - a través de
actividades de guiado y senderos realizados por socias de la organización en contexto de
proyecto PDT-TIE- y a la generación de espacios que posibiliten a las futuras generaciones
tener una fuente laboral, promoviendo así el desarrollo local y territorial rural.
“El trawün es punto de encuentro y de partida. De aquí nos comprometemos a
rescatar, conservar, divulgar y enseñar a las nuevas generaciones, la
importancia de cuidar lo que se nos dio para vivir… Al dar a conocer esta
localidad queremos empañarnos en rescatar la historia desde lo más antiguo a
84
lo más actual y conservar aquellas características formas de vida que nuestros
antepasados nos legaron, o sea, sus aspectos culturales (formas de vivir) ya
sea, la agricultura, entorno familiar y social, etc.” (M.H, 7/8/14)
Así, la asociatividad como práctica va más allá del ámbito productivo, ya que promueve el
trabajo organizacional en territorios donde están directamente vinculadas a las
comunidades. Por lo que la asociatividad debe ir más allá de la organización en sí misma,
debe ser un elemento para que también las comunidades y otras organizaciones territoriales
aúnen fuerzas en pos de su objetivo en común, la generación de fuente de empleo para que
las generaciones más jóvenes no se vean obligadas a irse de las localidades, impulsando y
fortaleciendo las economías locales y promoviendo el resguardo de prácticas organizativas
tradicionales y uniendo a un colectivo conformando y realzando identidades colectivas,
donde las mujeres mapuche construyen su identidad en base a experiencias
organizacionales que las hacen re-significar lo que es ser mujer mapuche y campesina.
Además, la Feria Gastronómica y Artesanal como espacios asociativos/ espacio de trawün,
propicia el re-encuentro no sólo de quienes participan de la iniciativa y sus familias, sino
que para la localidad en su conjunto. Donde se construye sentido de pertenencia tanto a una
organización como al territorio, comenzando a ser significada por las/os habitantes de
Pocura como espacio comunitario de recreación y esparcimiento. En una localidad donde
casi el único lugar de libre acceso a la playa del Lago Calafquén es la Feria de Pocura,
convirtiéndose así “es un espacio de encuentro para las familias y las amistades…y…un
centro de recreación para la comunidad, donde se hacen eventos y los que trabajan
participan de este aspecto recreacional…se hacen concursos donde participan familias y
vecinos”.
La reapropiación de espacios comunitario es de suma importancia si se quiere conservar el
derecho al acceso y al uso de lugares de recreación, como es en este caso la playa al Lago
Calafquén, en localidades que han sido prácticamente invadidas por casas de segunda
residencia y centro vacacionales, que han prohibido el libre acceso a las y los propios
lugareños. Lo que vienen ocurriendo desde los procesos de mensura y división de tierra,
con la construcción de la carretera que une Coñaripe y Licanray en los años 80. A lo que se
suma las expropiaciones de orillas de lago acontecidas durante la dictadura militar y los
85
arriendos a noventainueve años como compras irregulares e ilegales de grandes hectáreas
de terreno, fragmentando el territorio de los Lof y actualmente comunidades como
reducciones impuestas por el Estado. Lo que ha ido relegando a las y los habitantes a zonas
más aisladas y reduciendo notablemente aquellos espacios de encuentro y esparcimiento,
manteniéndose hoy en día la pampa de Nguillatún de la Comunidad Juan Chañapi.
Todo esto influye en que la Feria sea significada como un espacio de re-encuentro para
todo el territorio, potenciando los sentimientos de pertenencia a la localidad habitada y
facilitando que vecinos/as puedan re-encontrarse, conocerse y compartir, en un ambiente
familiar y comunitario.
“Cuando tú te encuentras en una zona que está rodeada de tremendas casas y
de gente ajena a la comunidad, entonces si tú te encuentras con tu vecina con
tu familiar, con tu hermana, con tu prima y pasas para allá para el lago y
después te pasas a tomar unos mates a comer unas sopaipillas, te vas a sentir
distinto, no vas a sentir que eso es ajeno a ti” (S.M, 24/7/14).
En relación a lo mismo, el hecho de que el terreno en el que se emplaza la Feria de Pocura
sea casi el único acceso libre a la orillas de lago – a excepción de la costanera de la
localidad que en veranos se ve repleta de turistas – lo hace un lugar apetecible
económicamente. Surgiendo intereses por vender o arrendar dicho espacio, esto percibido
por las socias y socios de la Asociación tras el actuar del Club Deportivo “La Joya” y la
Municipalidad de Panguipulli, durante los conflictos acontecidos en el transcurso del año
2013.
“Lo que pasa, es que en realidad esa demanda de la cancha es un tema más
personal de algunas personas, en realidad la idea de ellos es arrendar el
terreno o venderlo. Un interés de comercializar el espacio, de hecho…O sea es
el único espacio que no tiene casas y con acceso directo a la playa. Entonces es
un espacio sumamente apetecido, entonces yo creo que hay intereses
económicos evidentemente” (S.M, 24/7/14).
Conflicto que determinó, en acuerdo con las comunidades ancestrales y funcionales de
Pocura, - en especial la comunidad Juan Chañapi a quien pertenece ese terreno por Titulo
86
de Merced- , el desarrollar un modelo de aprovechamiento para la comercialización, uso
deportivo y patrimonial del recinto, en donde por ejemplo se proyecta habilitar una cancha
de Palín. Re-apropiando comunitariamente el terreno por parte de las comunidades y
habitantes de la localidad.
“La idea es en todo el proceso, desarrollar un modelo de aprovechamiento
para la comercialización y uso deportivo y patrimonial del recinto. Y ahora
está la idea de la Filomena de colocar una cancha de palín, de juegos
deportivos mapuches, de generar espacios para colocar otros locales hacia el
lado sur del terreno de la feria, porque ese terreno las 1, 2 hectáreas llega casi
a la playa de Pocura por la orilla” (S.M, 24/7/14).
4.4.2.- Proceso de revitalización territorial
Por el mismo conflicto, que ha sido mencionado a lo largo de este capítulo de
resultados, que tuvo como protagonistas al Club Deportivo, al municipio de Panguipulli y a
Bienes Nacionales, producto de la adjudicación de un comodato que no respetaba lo
entregado a la Asociación de Agricultores y Artesanos el 2011. Sumado a la supuesta
promesa de arreglo de los antiguos puestos de la Feria, quedando esto en nada y a la
posterior destrucción de lo que las socias habían construido para realizar la Fonda de los
Digüeñes en septiembre del año 2013. Fue necesario realizar una reunión en noviembre
con todos los actores involucrados, donde se acuerda finalmente la restitución del
comodato a la Asociación y el futuro traspaso de los dos lotes de terreno a la comunidad
Juan Chañapi.
Es en este contexto de conflicto en el que las comunidades de la localidad empiezan a
tomar un rol protagónico en la defensa de la Feria de Pocura. Acompañado del proceso de
restablecimiento de las buenas relaciones, que se comienza a desencadenar desde inicios
del 2012, realzando el histórico vinculo que la organización ha tenido con las
comunidades, recordando que en sus orígenes parte como una iniciativa propuesta y
organizada por las mismas.
“Mira este espacio es un espacio que fue una conquista de las comunidades, en
principio de la comunidad Juan Chañapi que reivindicaron ese espacio porque
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ese espacio es de la comunidad Juan Chañapi y se plantearon ese proyecto de
comercialización de productos, como los puntos de que el mundo occidental, el
turismo, la sociedad chilena, los extranjeros, vieran cómo es y cómo se vive en
la comunidad y qué productos poder comercializar. Eso por un lado. Eso
después quedo estancado no sé qué pasó, y resulta que después lo tomaron las
mujeres de la feria, pero también en la misma dinámica porque resulta que eso
fue un acuerdo que paso por todas las comunidades, cada comunidad coloco a
su gente ahí y eso es lo yo creo que es la Feria en el fondo, un punto de
comercialización en la que casi todas son mujeres de las comunidades
aledañas al lago y al volcán sienten que no son ajenas al territorio” (M.L,
3/8/14).
Es así, como la Feria de Pocura comienza a ser reconocida como un espacio físico, social
político-territorial de las propias comunidades, siendo estas las que comienzan a guiar el
desarrollo y gestión de la organización. Sin por ello relegar a quienes han estado desde
hace años participando, como directiva, socias/os y colaboradoras/es, sino que dando luces
y direccionando sus objetivos y aspiraciones hacia una visión de desarrollo local y
territorial rural. Comenzando así un proceso de re-articulación y revitalización territorial de
las comunidades ancestrales y funcionales de la localidad.
“Una de las cosas de las que nos hemos dado cuenta, que todo lo malo a
nosotros nos sucedió repercutió en algo bueno para las comunidades,
porque las comunidades tomaron fuerza, se levantaron se organizaron y se
unieron. Hoy día llamamos a resolución sanitaria y hoy se está hablando de
las comunidades, de un hospital para acá y yo me he sorprendido con el
levantamiento de las comunidades. Porque las comunidades nos dejaron
estar ahí…Entonces nos damos cuenta que se abrió eso, como un nicho, y
las comunidades sabían que tenían el poder, pero les costaba cómo
reaccionar y tuvimos que sufrir nosotros para que reaccionaran. Después lo
malo fue algo positivo” (M.E.P, 28/7/14).
Situación conflictiva que desencadenó en un fortalecimiento organizacional y territorial de
la localidad, pasando a ser una Feria Gastronómica y Artesanal Mapuche, aspecto que va
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más allá de los productos que se comercialicen y la procedencia de los mismo, ya que no es
un espacio ajeno al territorio, sino un espacio de re-encuentro territorial, asociativo y de
trawun.
Estas características que se destacan hoy en día, están relacionadas a los orígenes mismos
de la Feria, ya que como se ha mencionado, la Asociación y la Feria surgen de una
decisión tomada por las propias comunidades, considerando también a las autoridades
políticas y ancestrales, quienes vieron en la feria como una posibilidad para mejorar la
calidad de vida de sus habitantes. Aspecto que incentiva un proceso de pertenencia y
arraigo de las mujeres mapuche y campesinas participantes de la organización, como
representantes legítimas de las comunidades, siendo para ellas un factor de
empoderamiento personal y organizacional.
“Eso ha ido generando que estas 4, 8, 10 personas que eran los primeros
ahora tengan un circulo de relaciones mucho más amplia, porque en un
momento la gente de la feria se veían como personas aisladas del resto de la
comunidad y los mismos miembros de la feria no se sentían parte de la
comunidad, pese a que la feria fue una idea de la comunidad... estuvo la Juan
Chañapi, la Ramón Chincolef, todas las comunidades del sector fueron las que
diseñaron la feria y ellas decidieron que ahí iba a haber una feria, y fueron
estas personas, estos dirigentes de estas comunidades que dijeron: sabe,
nosotros vamos a colocar dos, ustedes dos, ustedes dos y ustedes dos, una cosa
así para que todas las comunidades tengan la posibilidad de que su gente esté
ahí” (S.M, 24/7/14).
4.4.3.- Turismo de base comunitaria: Herramienta para el desarrollo local y
territorial rural
Como se propone en los proyectos NODO y PDT-TIE del Centro de Estudios
Ambientales, la Feria Gastronómica y Artesanal de Pocura es una iniciativa de
comercialización de productos locales dirigida al turismo de base comunitaria, proceso que
se ha ido potenciando hace aproximadamente dos años como una herramienta para el
desarrollo local y territorial rural.
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El turismo de base comunitaria, como se planteó en el marco teórico, parte de la necesidad
de incorporar el respeto, la pertinencia y las dinámicas de las identidades territoriales en su
discusión y acción. Partiendo de la idea de que el turismo, en la medida en que se haga de
él una actividad socialmente solidaria, ambientalmente responsable, culturalmente
enriquecedora y económicamente viable, puede contribuir a mejorar las condiciones de vida
y de trabajo de las comunidades locales y sus miembros. Donde el turismo comunitario se
presenta como una estrategia de sobrevivencia y comunicación social, de conservación de
modos de vida y preservación de la bio-diversidad, organizada asociativamente en un
territorio, desarrollándose de manera integrada con las demás actividades productivas,
como la agricultura y la artesanía, priorizando la generación de trabajo para moradores
locales y fortaleciendo la dinamización del capital local, asegurando la participación
comunitaria mediante la planificación descentralizada y asociativa (Coriolano en Pozas-
Saez y Henríquez, 2013).
De igual modo, como menciona Tallera y Sanz (2010), el desarrollo local y territorial rural
considera al territorio y al espacio local como escenarios para el desarrollo, el cual debe ser
pensado desde lo loca, vinculando y haciendo participes a un conjunto de actores locales,
enfatizando su impacto social por sobre el aumento de producción o el crecimiento
económico. Que además propicia la generación de actividades económicas-productivas que
contribuyen a mejorar principalmente la calidad de vida de los habitantes de los territorios
rurales. Desde una visión crítica del modelo actual de desarrollo, que actúa bajo una
racionalidad instrumental y paternalista, de-construyendo la verticalidad de las relaciones
de poder para así promover una real inclusión, participación y acción de las sociedades
locales.
Así, la Feria de Pocura al ser una iniciativa potencial de turismo de base comunitaria, ha
pasado a ser una fuente de empleo para que las/os habitantes de la localidad, en especial las
generaciones más jóvenes, no se vean obligados a dejar la localidad, impulsando y
fortaleciendo la economía local y promoviendo el resguardo de prácticas organizativas
tradicionales, así como realzando identidades colectivas e individuales, donde las socias
construyen su identidad en base a experiencias organizacionales que las hacen re-significar
90
lo que para ellas es ser mujeres mapuche y campesina, pasando a ser representantes
legitimas de las comunidades, visibilizando su voz, acción y participación.
“Y yo creo que eso ha permitido que a las mujeres del sector se les mire con
otros ojos, porque uno ve que las mismas mujeres van ganando espacios, en
términos que su opinión también vale, que tienen buenas ideas y pueden hacer
cosas no necesariamente tienen que depender de lo que le diga el hombre o
que hay una ley de hombres inmortales que deciden por todos, no es así, no
debiera ser así tampoco y generalmente esa forma es más ajena al territorio
que algo local, porque no siempre los mapuches somos de una sociedad
machista por siempre, siempre han habido mujeres que han tenido un rol
protagónico y en los últimos años eso se ha ido escondiendo pero no es así”
(M.L, 3/8/14).
Además, se ha convertido en un espacio asociativo y de trawün articulador del proceso de
revitalización de las comunidades mapuches ancestrales y funcionales, incidiendo
políticamente en el territorio. Promoviendo y colaborando en actividades que congregan a
toda la localidad en temáticas como, la salud intercultural, defensa del agua y prácticas
tradicionales en áreas silvestres protegidas. Pasando a ser un espacio dinámico de
relaciones humanas donde se re-encuentran personas que se involucran en el quehacer de
las comunidades y actúan colectivamente en la discusión y reflexión de problemáticas
locales.
“La feria ha empezado a tener una incidencia política en el territorio,
evidentemente dejo de ser una feria solamente costumbrista del verano, ya no
es solamente un espacio de venta, sino que un espacio dinámico de relaciones
humanas donde se empiezan a encontrar personas que se involucran en el
quehacer de la comunidades y actúan colectivamente y eso es lo bueno en la
feria hoy día, que ellas actúan colectivamente, se involucran colectivamente en
los temas. Ya no es sólo que la Elsa se involucre, sino que el grupo de la
Asociación de la feria dice ya nosotros vamos a participar de esto” (S.M,
24/7/14).
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Ejemplo de esto es el Seminario Mapuche de Salud Intercultural, Soberanía Alimentaria y
Territorio, organizado por la Asociación de Agricultores y Artesanos, las comunidades
ancestrales y funcionales, la Mesa Coordinadora de Comunidades de la localidad - en la
que participan socias/os de la asociación- y la Seremia del Ministerio de Salud, el sábado
19 de julio del año pasado, al que fueron invitados autoridades políticas espirituales
tradicionales; los Lonkos de la Comunidad Juan Chañapi y Traitraico y Machis y
Lawentuchefe de Nueva Imperial y Puerto Saavedra, entre otros. El objetivo de ese
Seminario fue reunir al territorio en torno a la planificación y realización de un centro de
salud intercultural mapuche en la localidad. Siendo una actividad fue autogestionada, en la
cual las socias de la Feria de Pocura tuvieron un rol fundamental.
Fotografía 4: Seminario Mapuche de Salud Intercultural, Soberanía Alimentaria y Territorio de Pocura
realizado el 28 de julio de 2014.
“Eso es bueno para la gente de acá, la gente que fue de público al Seminario,
ver a su vecino, ver al peñi a la lamngien de la comunidad, igual es bueno
porque los hace inspirarse y darse cuenta de que hay posibilidad de decir algo,
de dar un mensaje claro y que potencia el trabajo territorial. Por ejemplo
estaba Pedro Antimilla hablando, era gente de acá que siempre los han visto y
ese es el mensaje, que hay una rearticulación desde la comunidad y no desde
la municipalidad o desde el PDTI o de un proyecto, porque aquí para reticular
el proceso no se ha echado mano a un proyecto. Y eso es un tema importante,
acá la gente se autogestiona, se generó la forma de financiar lo que había de
financiar, y eso es un tema súper valioso. Que los mismo peñis hayan llevado
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las papas, que este otro haya llevado esto otro, y esa situación es una buena
señal para todos, sobre todo para la misma gente de la comunidad, que dicen
nosotros somos capaces, empoderamiento al final y en eso hemos ido
avanzando” (S.M, 24/7/14).
Todo lo anterior, sumado al proceso de turismo comunitario como herramienta de
desarrollo local y territorial rural, va en contraposición al actuar que el Estado y su
institucionalidad ha tenido en territorios rurales y mapuche, al incluir en su discurso y
accionar una noción individualista y paternalista del acontecer dentro de las comunidades,
fragmentando procesos de articulación territorial. Situación que es cuestionada a través del
actual proceso de re-articulación organizacional de las comunidades bajo una misma visión
de desarrollo territorial.
“Aquí en un momento hubo una articulación bastante fuerte, eso fue hace
como 8 años, y hubo un proceso de movilización constante desde el año 1992
hasta como el 2004 y 2006 frente a diferentes cosas. Y después llegó el
programa Orígenes y generó una división al interior de las comunidades,
problemas y peleas. Eso fue aprovechado por las instituciones para
deslegitimar y desarticular a los dirigentes, y empezaron a validar a dirigentes
funcionales a sus intereses. Y esa situación hoy en día se está confrontando,
confrontando con que los dirigentes se empiezan a juntarse de nuevo, a
conversar a articularse a trabajar en comunidad, a conversar unos con otros,
a visitarse. Y eso ha permitido que hoy día tengamos un proceso reinstalada de
contraparte del Estado por parte de las comunidades del territorio” (S.M,
24/7/14).
De esta manera, es posible plantear al turismo de base comunitaria como un turismo de
resistencia que promueve el desarrollo local y territorial rural, que genera las posibilidades
de trabajo para que mujeres y jóvenes no tengan la necesidad de migrar a grandes ciudades,
en donde suelen trabajar muchas veces en malas condiciones labores, quedándose así en
los territorios, potenciando las actividades económicas y productivas locales.
“Yo creo que tiene característica de un turismo de resistencia al modelo,
93
porque aquí llegan todos los día gente a comprar terreno y resulta que
nosotros aquí el hecho de vender una tortilla, de vender un plato de comida,
también es una resistencia para no irse a la ciudad porque aquí mira, nosotros
cuando termina la temporada de verano, la gente que no trabaja en el verano
se queda con esa cuestión chuta ya empiezo a buscar trabajo en Santiago, me
voy de nana puertas adentro” (M.L, 3/8/14).
Asimismo, evita que se abandonen las localidades rurales, que son altamente codiciadas
por personas ajenas al territorio, que buscan por ejemplo hacer negocios e instalar sus
casas de veraneo, principalmente a orillas de lago. A lo que se suma, los intereses de
empresas forestales e hidroeléctricas por usufructuar con los recursos naturales de los
territorios, ejemplificándose con los que ocurre en otras localidades, como Lago Neltume,
donde la amenaza de proyectos hidroeléctricos sobre sitios de significación cultural-
canchas de nguillatún, cementerios y humedales- ha conducido a integrantes de las
comunidades aledañas a resistir a esa amenaza utilizando diversas estrategias, como es la
actividad de bajada de kayak por el río Cua-cua, instancia en la que se busca difundir su
problemática social, política y ambiental, realzando el valor cultural de determinados
lugares, además otorgándoles importancia turística como valor intrínseco, destacando su
belleza natural y promoviéndolos como atractivos turísticos.
Así mismo, en Pocura la Feria de Gastronómica y Artesanal a orillas del Lago Calafquén,
se ha convertido en uno de los pocos accesos que los lugareños tienen a la playas, estando
gran parte de la orilla de lago privatizadas producto de la venta de terrenos para la
construcción de segundas residencias, despojando a los habitantes de las localidades a
sitios cada vez más reducidos de esparcimiento. Además, en relación a la celebración del
wetripantu, año nuevo mapuche, podemos decir, a pesar de que no cuenta con las prácticas
rituales que caracterizan dicha instancia26, permite que los habitantes de Pocura se
reconozcan como mapuches, dignifiquen su identidad y resguarden su patrimonio, ya sea
tanto a un nivel de significaciones individuales como también, parte de su lucha por la
defensa del territorio y la cultura ancestral.
Esta iniciativa potencial de turismo de base comunitario se ha convertido en núcleo de 26 Por ejemplo en el río antes de aclarar o amanecer, la ceremonia y el purrun alrededor de rehüe, entre otras.
94
comercialización local, que aparte de ser una fuente de trabajo mujeres y futuras
generaciones, evitando que se migren a las ciudades, a través del aprovechamiento y
control de los recursos que existen en el propio territorio, realzan las raíces locales y lo que
en los territorios tradicionalmente se produce, considerando la vida mapuche como
elemento que debe resguardarse y potenciarse.
“Se quiere generar cierto control de los recursos del territorio a través de la
visión del turismo como proceso de generar resistencia en el territorio, en las
personas, resistencia en el término de que tú no te vayas, porque uno de los
grandes problemas que tenemos los mapuches es la migración y cómo
logramos resistir en el territorio es parando nodos económicos internos que
permitan que la juventud se quede y la retroalimentación de la unidad
económica que es la familia. Y eso es lo que está pasando aquí en la feria”
(S.M, 24/7/14).
A esto, hay que agregar lo que ya hemos mencionado sobre el proceso de fortalecimiento
de las organizaciones territoriales y prácticas organizativas tradiciones, pasando de una
relación de comunidades aisladas, a la noción de territorio mucho más amplios que las
comunidades en sí mismas. Incentivando el empoderamiento territorial y organizacional,
haciendo participes a las autoridades ancestrales políticas y espirituales, sumando todos/as
quienes son parte de la localidad, haciendo que las voces sabias canten su mapuzungun.
“Donde si hay problemas en Traitraico o donde sea, van los de acá y los van a
apoyar. Se apoyan territorialmente, no son comunidades aisladas. Entonces
empezaron hablando de comunidades ahora han avanzado hacia la idea de
territorio, como un territorio mucho más amplio que la comunidad. Y eso ha
generado que las aspiraciones a nivel territorial de incidencia sean mayores.
No están dispuesto a que las decisiones del territorio las tomen instituciones
ajenas al territorio o personas ajenas al territorio…Y hay gente en el territorio
que empiezan a ser interlocutores, ellos están expresando lo que tienen que
decir, ya no es el especialista de afuera, el técnico que tiene la verdad, sino
que es la misma gente de la comunidad que empieza a decir las cosas” (S.M,
24/7/14).
95
5.- CONCLUSIONES
Lo que he intentado relatar en estas páginas, han sido las experiencias y sentires de
mujeres que tienen en común el ser partícipes de la Feria Gastronómica y Artesanal de
Pocura, iniciativa que va más allá de ser un núcleo para la comercialización de productos
locales, porque con el paso del tiempo y a razón de los acontecimientos y vicisitudes de sus
siete años de existencia, han ido ampliando sus significaciones.
Pasando a ser un espacio trabajo, de empoderamiento, re-significación de roles de género y
re-encuentro para mujeres que en esta “ida y venida” entre el mundo rural y urbano,
regresan a la localidad de la cual emigraron en juventud, lo que incide en su construcción
de identidad como mujeres mapuche y campesinas, donde el lugar de origen (tuwün) y el
pasado ancestral familiar (küpal), re-encontrándose con sus raíces y su historia.
Convirtiéndose también, en un espacio asociativo y de trawün para la organización y el
territorio, vinculando a las/los habitantes con sus comunidades y a estas con su territorio,
ampliando los límites de la localidad. Haciendo que la identidad territorial se fortalezca,
entendiéndola como el reconocimiento colectivo – implícito y explicito- de los actores de
una sociedad local, involucrando las formas de valorar, pensar, organizar y apropiarse de su
entorno, como parte del proceso de revitalización y re-articulación de las comunidades
mapuche producto de su despertar y fortalecimiento tras los conflictos acontecidos durante
al año pasado con otros actores que median en la Feria de Pocura, como son el Club
Deportivo, la municipalidad de Panguipulli y Bienes Nacionales. Proceso que tuvo un
alcance aún mayor, al promover el empoderamiento territorial y haciendo que las voces
sabias hagan cantar su mapuzungun.
A lo que se suma, la influencia del turismo de base comunitaria, definido en este caso,
como una herramienta que hace protagonistas a las comunidades locales, buscando
fortalecer sus tradiciones no con el afán de exponerlas al sujeto turista, sino revitalizar
aquellos conocimientos, prácticas y significados como parte de las defensas de sus modos
de vida, proponiendo un desarrollo que se contraponga a la racionalidad instrumental y
paternalista que ve a las sociedades locales como entes pasivos. No en un afán de plantear
al turismo como la panacea que viene a salvar a las localidades rurales de las garras del
capitalismo, ya que inclusive también ha sido un factor de pérdida de identidad o de
96
exotización de las comunidades locales. Por lo que es muy importante que el turismo, en
este caso de base comunitaria, sea una estrategia real de sobrevivencia y comunicación
social, de conservación de modos de vida y defensa del territorio.
Es por eso, que se ha considerado al turismo de base comunitaria como una herramienta
para el desarrollo local y territorial rural, porque hace visibles y participes a todas/os las/los
actores de las comunidades locales, incorporando el respeto, la pertinencia y las dinámicas
de las identidades territorial en su discusión y acción. Siempre en la medida que se haga de
él una actividad social, ambiental y culturalmente responsable. Permitiendo además, el
ampliar y re-significar los roles de género atribuidos a las mujeres, especialmente en
contextos rurales, desnaturalizando nociones estereotipadas de los que deber hacer y ser
una mujer. Siendo la Feria de Pocura una iniciativa en donde se presentan el triple rol de
género – reproductivo, productivo y de gestión-, como un espacio de crianza comunitaria,
en la que las/los hijas/os de las socias pueden crecer y desarrollarse en un ambiente familiar
y seguro, facilitando así el trabajo en la feria, posibilitando también su accionar en labores
productivas y de gestión. Este último vinculado a sus quehaceres como dirigentas de una
organización que ha ido adquiriendo un fuerte rol político para las comunidades y el
territorio.
Así, la investigación estaba dirigida a analizar sus significaciones, -entendiéndolas como la
manera en que ellas interpretan y dan sentido a su trabajo en la Feria de Pocura en base a la
posicionalidad de su experiencia personal y colectiva-, estos a nivel individual,
organizacional y territorial, para de esa manera comprender cómo una actividad de carácter
económico – turística, incide en sus vidas, en la visión que tienen de sus mismas, en su
historia y en la manera en que ellas mismas construyen sus identidades de género
femenina, étnica y territorial. Aspectos que son importantes de considerar a la hora de
trabajar e investigar sobre turismo, porque es en la visibilización de sus actores y los
procesos que se desencadenan, lo que pueden dar luces a su más pertinente desarrollo y
gestión.
También es importante mencionar que lo que se ha relatado en estas páginas pretende ser lo
más cercano a la realidad posible, dejando en claro - quizás en un intento de poner el parche
antes de la herida- que me he basado en las experiencias y sentires de con quienes trabajé,
97
sin obviar mi propia interpretación de lo que se me ha expresado y mostrado. Es a través de
lo que mis ojos observaron y lo que mis oídos escucharon, que fui escribiendo lo que aquí
se presenta, en un intento de ser lo más objetiva posible, sin olvidar mi propio sentir
respecto a lo que he investigado.
Tal como se ha dicho, mi interés surge en el transcurso de mi práctica profesional, cuando
participé de la celebración de wetripantu. En ese momento, sentí que lo que estaba
observando y sintiendo merecía ser investigado, no por un afán academicista o por suponer
que este estudio de caso marcaría algún hito en la antropología, sino que simplemente me
sentí atraída por ellas, por sus historias, por sus esfuerzos, por sus experiencias y el cariño
que me demostraron desde un principio. Quizás también en un intento por ir descubriendo
lo que me depara el largo camino profesional, repensando mis intereses y habilidades.
Sumado al hecho, de que tuve la suerte de realizar mi investigación en el contexto de dos
proyectos del Centro de Estudios Ambientales, lo que facilitó mi trabajo en terreno,
teniendo a disposición los medios y recursos para realizarlo sin ningún inconveniente.
Conociendo y compartiendo con profesionales de diversas áreas, gracias a quienes fui
nutriendo mi trabajo, aprovechando de vivir la interdisciplinar en su máxima expresión,
aprendiendo de ellos/as. Factor de mucha importancia, ya que nuestro trabajo como
antropólogas y antropólogos se potencia al trabajar y aprender de otras disciplinas.
Volviendo al tema que nos convoca, el haber conocido y compartido con las mujeres con
las que trabajé en todo este proceso de tesis, fue nutrirme de sus experiencias, de su historia
y de sus conocimientos. Fue valorar el esfuerzo que cada una pone en lo que hace. Fue
también, valorar sus sueños y aspiraciones, sueños que son compartidos por otras mujeres.
Y evidenciar lo importante que es, el que sean valoradas por sus familias, vecinos y
comunidades, ya que a través de la puesta en valor su ser y hacer, se reconocen a sí mismas
como mujeres mapuche y campesinas.
Finalmente, dejar en claro que como toda investigación, esta también tiene sus limitaciones.
De este modo, lo que aquí se ha presentado está sujeto a múltiples replanteamientos desde
otras miradas. Sin dejar de valorar lo que en este relato se propone, como parte de todo un
intenso proceso de aprendizaje.
98
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104
7.- Anexos
7.1.- Cuadro de síntesis de la estrategia metodológica
Ficha descripción técnicas de investigación Metodología Cualitativo Método Estudio de Casos Perspectiva Etnográfica Enfoque Holístico Lugar Localidad de Pocura, Comuna de Panguipulli. Región de los
Ríos. Periodo 1 año Fuente de Información Datos Primarios Información registrada en el trabajo de campo, a través de las
siguientes técnicas de investigación Técnicas de investigación
Observación simple
Observación participante Entrevistas semi-estructuradas Taller Grupal Soporte y Registro Notas en cuaderno de campo Grabaciones y Transcripciones Fotografías Papelográfos y cartulinas Software transcriptor Matriz de análisis de datos Datos Secundarios Fichas de caracterización de beneficiarios del proyecto, Ficha de caracterización de Iniciativa Turística Informe Sociocultural Proyecto NODO. Autor: Felipe Hasen Segundo Informe de Avance del proyecto PDT-TIE Informe Talleres de Productos Turísticos. Autor: Francisco
Rivera Revisión Bibliográfica.
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7.2- Entrevista en profundidad a informantes claves
Guía de Entrevista Destinatario: Fecha: Tema Subtemas Preguntas 1. Antecedentes Biográficos
Nombre Edad Lugar de nacimiento y residencia.
¿Cuál es su nombre completo? ¿Qué edad tiene usted? ¿Qué actividad realiza usted? ¿Dónde nació? ¿Lugar de residencia?
2. Vinculación con la localidad de Pocura
- Pertenencia a comunidades mapuche - Tiempo de residencia en la localidad - Viajes o migración
¿Pertenece a alguna comunidad mapuche? ¿A cuál? ¿Hace cuánto que vive en Pocura? ¿Ha vivido en otros lugares? ¿Cuándo? ¿Qué edad tenía? ¿Su familia de dónde es?
3. Vinculación con la Asociación de Agricultores y Artesanos de Pocura/ Feria Gastronómica y Artesanal
Tiempo de vinculación con la feria Rol al interior de la feria Experiencia en la feria
¿Hace cuanto está a la Feria? ¿Qué cargo tiene/ ha tenido en la Asociación? ¿Qué actividad realiza en la feria? ¿Quiénes participan en la feria? ¿Hombres/mujeres/de qué edades? ¿Quiénes han participado en la directiva de la Asociación? ¿Ha participado en las actividades organizadas por la Asociación? ¿Cuáles? ¿Qué es para Ud. la feria de Pocura? ¿Cómo ha sido su experiencia en la feria? ¿Cómo se ha sentido Ud. al participar de la feria de Pocura? ¿Cuáles son los aspectos positivos y negativos que Ud. identifica sobre la feria de Pocura? ¿Qué le gustaría mejorar de la asociación y de la feria?
4. Relación con los/as socios/as de la Asociación.
Relación entre las socias Ellas y sus familias Redes de apoyo y amistad Instancias para compartir
¿Conoce a las otras socias de la Asociación? ¿Conoce a las familias de las otras socias? ¿Ha ido a la casa de las otras socias? ¿Cuál? ¿Cómo es su relación con ellas? ¿En qué instancias comparten? ¿Participa en otras actividades con ellas? ¿Acude a ellas cuando tiene algún problema?
5. Relación entre la feria/asociación y otros actores locales
Relación entre Feria de Pocura y comunidades mapuches Relación entre Feria de Pocura y club deportivo/junta de vecinos. Relación entre la Feria de Pocura y municipalidad de Panguipulli/Alcalde/Concejales/Diputados Relación entre la Feria de Pocura y Instituciones Gubernamentales
¿Cómo es la relación entre la feria de pocura y las comunidades mapuche? ¿Cómo es la relación entre la feria de Pocura y la junta de vecinos/club deportivo? ¿Cómo es la relación entre la feria de Pocura y la municipalidad de Panguipulli/ y personeros comunales? ¿Cómo es la relación entre la Feria de Pocura y bienes nacionales/CONADI/INDAP-PRODESAL, etc? ¿Se han generado conflictos entre la feria y eso actores? ¿Con quienes? ¿Cuándo? y ¿Por qué motivos?
106
7.3.- Listado de socias/o de la Asociación de Agricultores y Artesanos de Pocura.
Nº
Nombre (iniciales)
Sexo Edad Lugar de residencia
Escolaridad27 Vinculación a la Asociación y a Feria de Pocura
1
M. E. P F 50 Pocura B.I Presidenta desde 2011 y socia desde la conformación Asociación.
2
D.C F 47 Pocura alto B.I Secretaria desde el 2011 al 2014 y socia desde los inicios de la asociación
3
P.L F 35 Pocura alto TPC Tesorera desde el 2011 al 2014 y socia desde el inicio de la Asociación
4
C.B F 67 Pocura (limite con Traitraico)
B.I
Ex presidenta de la Asociación y socia desde el inicio. Actualmente no participa por razones de salud
5 S.M M 44 Pocura E.S.C Socio desde el 2011, colabora en la gestión pública de la Asociación
6 M.L F 40 Pocura E.S.C Socia desde el 2011, colabora en la gestión pública de la Asociación
7 J. M F 45 Pocura B.I Socia desde el 2013 y tesorera desde inicios del 2015
8 I.A F 27 Pocura alto M.C Socia desde el 2012 y secretaria desde inicios del 2015
9 B.E F 36 Pocura alto T.P.C Socia desde fines del 2013 10 V.P F 47 Pocura B.I Socia desde el 2014 11 M.H F 38 Pocura M.C Socia desde el 2014
27 BI: Básica Incompleta, BC: Básica Completa, MI: Media Incompleta, MC: Media Completa, TPI: Técnico Profesional Incompleta, Técnico Profesional Completa, ESI: Educación Superior Incompleta, ESC: Educación Superior Completa.
107
7.4.- Cuadro de síntesis antecedentes informantes
Nº
Nombre (iniciales)
Sexo Edad Lugar de residencia
Vinculación a la Asociación y a Feria de Pocura
Fecha de entrevista
1
M. E. P F 49 Pocura Presidenta desde 2011 y socia desde la conformación Asociación.
31 de Marzo
2 J. M F 44 Pocura Socia desde el 2013 04 de Abril 3
D.C F 46 Pocura Alto Secretaria desde el 2011 y socia desde los inicios de la asociación
28 de Mayo
4
C.B F 66 Pocura (Limite con Traitraico)
Ex presidenta de la Asociación y socia desde el inicio. Actualmente no participa por razones de salud
11 de Julio
5
P.L F 34 Pocura Alto Tesorera desde el 2011 y socia desde el inicio de la Asociación
11 de Julio
6 G.L F 43 Pocura Alto Colaboradora 11 de Julio 7 A.M F 50 Lluncura Colaboradora 24 de Julio 8 S.M M 44 Pocura Socio desde el 2011,
colabora en la gestión pública de la Asociación
24 de Julio
9 M.L F 39 Pocura Socia desde el 2011, colabora en la gestión pública de la Asociación
03 de Agosto
10 O.H F 71 Pocura Alto Colaboradora 03 de Agosto
108
7.5.- Matriz de análisis de datos
Niveles de Análisis Marco Conceptual
Individual
Organizacional
Territorial
Identidad femenina Roles de género
Empoderamiento de la mujer. Control de recursos, autonomía económica. Adquisición de herramientas y capacidades. Crecimiento personal y valoración de sí mismas Re-significación de roles de género.
Espacio de crianza y apoyo mutuo. Solidaridad y compañerismo Independencia y flexibilidad laboral Trabajo organización
Mujeres que se re-encuentran con su historia y su territorio de origen. Retorno y arraigo con el lugar de origen. Reinserción a la vida en el mundo rural y en las comunidades
Identidad étnica y territorial
El viaje y el retorno al territorio. Sentido de pertenencia. Fortalecimiento de la identidad con historia, pueblo al que pertenecen, comunidades y territorio
Vinculada desde el origen con las comunidades, el cual fue recordado producto de los conflictos que promovieron la participación y defensa de las comunidades.
Relación con las comunidades y el territorio. No es ajena al territorio Feria como espacio en donde las comunidades mapuche ancestrales y funcionales están representadas Conflictos que potencian el rol y buenas relaciones con las comunidades Feria emplazada en un espacio en recuperación de la comunidad Juan Chañapi
Asociatividad
Les permite a mujeres mapuche y campesinas trabajar en pos del fortalecimiento de la organización liderada por ellas
Espacio de Trawün Espacio de encuentro para mujeres que fomentan la organización en el territorio. Espacio de empoderamiento colectivo y organizacional
Encuentro y co-influencia de diversos actores. Rearticulación organizacional de las comunidades en el territorio
Turismo de base comunitaria y desarrollo local y territorial rural
Se fortalece el rol de gestión político público como representantes legitimas de las comunidades.
La organización es un espacio de encuentro para el fortalecimiento de la identidad y el patrimonio en la localidad
Reapropiación de espacios recreacionales y comunitario Espacio físico, social, político y territorial. Posibilidad de trabajo para las generaciones más jóvenes.
109
7.6.- Carta Gantt de actividades realizadas durante la investigación
Actividades E F M A M J J A S O N D Sistematización de información recopilada durante práctica profesional
X X
Elaboración de propuesta de investigación
X X
Participación en actividades de proyectos NODO y PDT-TIE
X X X X X X X X X
Participación en actividades organizadas por la Asociación de Agricultores y Artesanos
X X X X
Recopilación de datos secundarios, revisión de documentos y bibliografía para el marco teórico
X X X
Diseño de instrumentos de recopilación de datos primarios
X
Entrega de primer informe de avance a coordinadores de proyecto PDT-TIE
X
Aplicación de entrevistas semiestructuradas
X X X
Realización de actividad grupal X Trascripción de entrevistas y actividades X X X Entrega de segundo informe de avance a coordinadores de proyecto PDT-TIE
X
Sistematización de información X X X Elaboración de marco teórico X X Redacción de borrador de tesis X X
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