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Emancipadas y emancipadoras(Re) Construyendo un imaginario visual sobre las mujeres de la independencia del PerúKaren Bernedo Morales*
Gran parte del imaginario de nación y de las figuras cla-
ves con las que vinculamos nuestra independencia ha sido
forjado en relación a las representaciones visuales y ar-
tefactos culturales de circulación popular, tales como las
ilustraciones de láminas y textos escolares, los monumen-
tos, timbres postales, billetes y monedas.
Pocas son las heroínas de la independencia cuyos sacrifi-
cios, contribuciones y protagonismos han sido plasmados
en ese repertorio cultural tan fundamental para el ima-
ginario de nación que forma parte de nuestro sentido co-
mún. Esto a pesar de información clave, archivos y docu-
mentos que forman parte del acervo histórico de nuestro
país, poco revisado e interpretado en clave de género.
Las primeras figuras femeninas popularizadas en las re-
presentaciones de la independencia son personajes abs-
tractos, sin rostro ni nombre propio. Es así que, en los
especiales periodísticos, artículos, monumentos y conme-
moraciones del centenario de nuestra independencia, las
representaciones visuales de la mujer, encarnan valores
morales y patrióticos tales como la justicia y la libertad o
la “madre patria”.
No es hasta el año 1929 que la pintora Consuelo Cisneros
elabora el primer óleo inspirado en una heroína de la inde-
pendencia. Se trata del cuadro Fusilamiento de María Para-do de Bellido, heroína ayacuchana condenada a muerte en
1822 por órdenes del General Carratalá al negarse a dela-
tar a sus compatriotas. Esta pintura pionera tuvo gran im-
pacto en las representaciones posteriores sobre la heroína,
inspirando décadas después el retrato que popularizaría la
pintora Etna Velarde.
Tanto el retrato de Cisneros como la serie de heroínas, re-
tratadas muchos años después por la maestra Etna Velarde,
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son de suma importancia pues fueron el referente para las
pocas imágenes que circularon popularmente ilustrando
textos, artículos y especiales periodísticos. Por otro lado,
las tendencias en muchas de las ilustraciones posteriores
fue la de acriollar a las mujeres indígenas, blanquearlas y
despojarlas de los rasgos étnicos de sus lugares de origen.
Tal es el caso de Micaela Bastidas, cuya representación
más popular presenta una mujer blanqueada de cuello
exageradamente largo, a pesar de que la única descripción
que existe de ella, plasmada en un testimonio recogido en
el juicio posterior a la rebelión de Túpac Amaru, afirma
que se trataría de una mujer “zamba”.
Existen sin embargo muchas otras heroínas cuyos apor-
tes, hazañas y sacrificios permanecen en el anonimato, sus
representaciones son escasas y poco conocidas a pesar de
existir documentación y archivos que respaldan la tras-
cendencia de sus historias. Tal es el caso de las mujeres
que participaron de la rebelión de Túpac Amaru, como la
Cacica de Acos, Tomasa Tito Condemayta, Cecilia Escale-
ra Túpac Amaru y Marcela Castro, así como los martirios
sufridos por la descendencia de sus familias a lo que se
conoció como La caravana de la muerte, una caminata a pie
desde Cusco hasta Lima en la que perecieron de hambre,
sed y cansancio 75 mujeres y 17 niños.
En 1822 el General Don José de San Martín otorgó la con-
decoración de la Orden del Sol en grado de caballero a más
de un centenar de mujeres, entre seglares y religiosas, por
sus contribuciones a la gesta independentista. La lista de
damas patriotas condecoradas denominadas “caballere-
sas” asciende a 193.
Este reconocimiento fue otorgado a las patriotas que reali-
zaron labores como espionaje, abastecimiento de recursos,
a otras que proporcionaron sus hogares para las reunio-
nes de conspiración arriesgando sus vidas y donando gran
parte de su patrimonio económico a la causa. Muchas de
ellas murieron en la pobreza, desprotegidas por la nueva
república y sumidas hasta el día de hoy en el más profun-
do abandono histórico. Entre los casos más destacados es-
tán Manuela Sáenz y Rosa Campusano. No solo murieron
en la pobreza, muchos de sus biógrafos las han retratado
de manera injusta y mezquina centrándose solo en sus re-
laciones sentimentales con Bolívar y San Martín.
La exposición colectiva Emancipadas y emancipadoras, las mujeres de la independencia del Perú presentada en marzo de
este año en el Centro Cultural de España, tuvo el ánimo de
poner los relatos invisibles de las protagonistas de nuestra
historia en escena. Interpretarlas desde el presente y desde
la voz y diversidad de artistas y estéticas contemporáneas
para intentar imaginarlas e insertarlas en nuestra memo-
ria desde un diálogo estético, cultural e histórico.
La textura visual de las emancipadas y emancipadoras fue
reconstruida a partir de la reivindicación de sus hazañas
y sus sacrificios, considerando en el proceso creativo in-
vestigaciones, cartas, documentos, pinturas y dibujos que
han dado cuenta de qué tipo de actividades y contribucio-
nes hicieron: trabajos de inteligencia, estrategia, logística,
participación armada en las sublevaciones, enfermería,
recaudación de fondos, reclutadoras de rebeldes, provee-
doras de alimentos, entre otros. Labores que les costaron a
muchas de estas patriotas la muerte y el exilio.
Emancipadas y emancipadoras fue también un intento de
dar una vuelta de tuerca al imaginario visual construido
alrededor de las mujeres de la independencia, la mayoría
figuras visibles representadas como una extensión del
protagonismo de los hombres, en las escenas de sus fusila-
mientos o torturas, y en el caso de sus retratos despojadas
de sus rasgos étnicos, en especial en el caso de las mujeres
indígenas.
En nuestro país, ninguna heroína ha logrado tener un día
dedicado a la conmemoración nacional de su legado, ni
las más reconocidas en el imaginario popular como son
Micaela Bastidas y María Parado de Bellido, y mucho me-
nos heroínas como Ana de Tarma, Ventura Ccalamaqui,
las Heroínas Toledo, Paula Huamán, Eufrasia Ramos o Brí-
gida Silva de Ochoa.
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* Artista, curadora, investigadora y militante en temas de memoria y violencia.
Es interesante notar, sin embargo, cómo estas valerosas
mujeres han configurado imaginarios locales de heroici-
dad; es así que en pueblos y comunidades se escenifican
año tras año las batallas en las que ellas son protagonistas,
se construyen modestos monumentos, colegios nacionales
que llevan sus nombres y se promueven pequeñas publica-
ciones locales dedicadas a rescatarlas del olvido.
Son los monumentos, representaciones visuales, láminas
escolares, programas de televisión, especiales periodís-
ticos, publicaciones, exposiciones y el gran abanico de
producciones populares y culturales los que en gran parte
construyen nuestro imaginario de nación. Toca empezar a
rescatar desde la cultura a las cacicas, campesinas, plebe-
yas y guerreras de nuestra historia, todas ellas heroínas y
mártires.
Es tiempo de empezar a imaginarlas en la dimensión más
amplia del significado histórico y simbólico que encarnan,
desde hace dos siglos y hoy: ser mujeres y ser rebeldes.
Ficha técnica:Emancipadas y emancipadoras las mujeres de la independencia del Perú
Curaduría: Karen Bernedo Morales
Artistas participantes: Qarla Quispe, Susana Torres, Lici Ramirez, María María Acha-Kuts-
cher, Kelly Cuyubamba, Venuca Evanán, Pilar Pedraza, Gabriela Flores, Alexandra Torres,
Liliana Ávalos, Nancy Viza, Kely Alfaro, Carolina Estrada y Eliana Otta.
"Las heroínas Toledo" - Liliana Avalos.
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"La pampa de la quinua" collage Kely Alfaro- Las Malcriadxs
"Las Patriotas II" - Karen Bernedo- Pilar Pedraza- impresión fotográfica sobre tela.
50
"Indómita libertadora"- Lici Ramírez .
Tabla de Sarhua, textil - Venuca Evanán.
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