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HEINRICH
BACKER
PSlOOANALI IS
DEL ESPIRITU 99
des recuerdan tal vez, de su epoca escolar,
e1
experimentQ
de las figuras sonoras de Chladni;
en
el,
10
que les
c b r i n u m e r i ~ mas
simples,
es
decir, de 1a mayor
unidad en l,a
de
decir
en
terminos abstractos
es
llevado a la mas
c l r ~
variedad.
La
diat6nica esta constituida, como ustedes
y
bella demostracion visual.
Una
lamina
de
metal quilsabran,
por
los sonidos armonlcos del tono,
que
-como
pronto hubimos
de saber-
estaba afinada a algun recibieron este nombre
por
ser los
que
mas
armonizan con
tonG musical, fue cubierta desordenadamente con
l i m d n ~ e l
tono cuyas subvibraciones forman. La remci6n numeri
ras de hierro. Tocando
la
la.mina
COl: un
arco, sonaba
e;
ca entre
e1 t 11
y
sus sonidos armonicos
os
Ia
de 1 a 2-
tone
y
al
mismo tiempo empezaban a moverse las
l i m d u ~ a 3 a 4 a 5,
etc. Son, pues,
las
relaciones entre estes
r\lS
de hierro, Ol'dellllndose y fermando
-seglin
el tono-inUmeros simples y enteros las
que se
expresan
en
l?s
tones
los mas
diversos
y
bonitos ornamentos simetricos. : de
1a o ~ c l
diat6nica
y que
fundamentan
1a
vivencla
de 10
Esta unidad en la multiplicidad representa 1a esen·, bello. (Quisiera aun senalar ai margen
que 01
mundo de
cia
del
tono, el que
a
su
vez es clcmento basieo de
la 1a
musica
;t:iene
en
este punto
un
parangon
en
131 mundo
vivencia
de 10
bello
en 01
acustico, ontra
aSI en
uua
de
la' materia:
una
de
las
leyes de 1a quimica dice
que
significativa relacion con de 10 bello
mismo: los
atomos se combinan siempre
en
relaciones de numeros
Aguel principio matematico
que queda
sometido
el
simples y enteros.)
grito
y por
el que se transforma
0
"sublima" en tono; Veamos ahora las forrnas musicales.
La
"Gestalt" mas
demuestra
ser
al mismo tiempo
un
principio afectivo
y p e q U e f i ~ e u.'l
sistema musical
(0
de
una
"melodia")
5e
espiritual que
-organizando
Ia multiplicidad y uniend
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iEINRIcn MCKEE
I
Resmniend?: .Or; todos, estos mecanismos musicilles tene.l
~ 1 ~ S ,
COhl0 prmClP:o . c ~ m u n la va;iaci6n on Ia repetici6n, Ia I
u m a a ~ on Ia muitipholclad. EI pSlcoaml.lisis los canace como I
~ l e c a D l ~ m o s del "pl'oceso primario", es decir, del pensar
l1;COnSclente, y los conoce especialmente de las fantasias
dmrnas Y onlricas, de Ia actividad oreadom de los poe
tas,
etc.
,En Ia
musica
obran los
mismos mecanismos
sobr'"
~ n a t e n a l matemati
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no
Ia puedo (!vitar.
Dabo,
pues, aho:m de irlell en $fntests
10 bqu,e ya he .expuesto detalladamente en los m611ciOll6dos
tra alOS
antenore.s.
La analizada
de
Ia que les
quiera
haMar no era ro1isica
:e P r o f e s i ~ n : Ingrid ;'lsi Ia ,he llama
do-
era estudlan
ilida
0
tiroedicma,
y
habta
acudido
al
anaIisis por motivos
c cos. Pero Bli amor y Sli talento par
Is.
musica eran
g r a n d d ~ '
{
de
ahi
que la
musica
y
su
a.etividad
musical
- e ~ t u la a canto-
fueren
frecuentemente
tema
de sus
SCSlones
analiticas.
El p:imer
acceso
a
Ia comprensi6n
de
los
significados
mco}lsclentes de su ractividad musical fue ofrecido par
un
suerlO
en el
que
Ingrid
era
perseguida
por un
gnomo
guien'
~ a c a n d o sus pechos amenazaha con vaciarla de. todas 5115
lerijaS
y
~ n t e n i d ? s vitales.
En ;maxima
angustia de
dlcrtelimpleza
I n g r ~ d . a
eantar el
sueno,
y esto
Ia salva
e pe gro.
La
actlvldad muslC'al aparece,
a q u i ~
pues,
f.omo d.efensa frente a una angustia
de
persecuci6n
una
angustIa paranoide". '
Se presenta el
problema aeOTca
de
la
relaci6n
que
tiene
10
u ~ o
con 10 otro, 0 sea
de
d6nde adquiere
la
mu.sica la pro
plCdad
de
defender contra
un
peligro que amenaza
al
yo.
P . a ~ ~ -adararlo debemos, primeramente, dirigir nuestra
a t ~ n ~ l O n
a las angustias
de
persecuci6n. Tienen un origen
dulfplc:
~ : 1
l!n
plano
r e l a t i v a J ? ~ n t e
superficial, provienen
e .
os.,
senomlentos
de
culpabili,dad inconscientes, son
la
e : p I , ~ s l o n del t e m ~ r a1
c a ~ t i g o
a a la venganza ("retalia
~ o u :
Esto X:lOstro
t ~ m i e n el
analisis
del
sueiio de Ingrid.
El
. dla anterIor
habla estado
muy
preocupada
par un
p o s ~ b l e embarazo, puesto que su menstruaci6n no
hab'a
vemdo ya hacia tiempo. EI ~ n a m o reprcsentaba al mjo,
;n
p a r ~ e desead.o,
en parte
temldo.
Elpensamiento
latente
del
sueno
e ~ a
:51 yo tenga un hijO, este se' aprovec1l'ara de mi,
me
vaClara
de Ia
misma manera. que yo he vaciado a
mi
madre.
Peto
las angustias
de
persecuci6n tienen
aUn
ur.. od e
mas p r ~ £ u ~ . . Toda frustracion libidinosa prolongad!
en
~ t I . o s
termlllOS
- toda
actuaci6n del instinto de muer
te,
ongIna a n ~ s t i a s p e r s ~ ~ t o r i a s . El'
hambr .
que "roe" y
~ u e amenaza devoramos,
puede
servir de ejemplo No<
C J . e f e n d e m o ~ de Ia autofagia (que
puede ser c O l l s i d ~ r a d a
en aspecto, como expresion del instinto de
muerte)'
comlendo
It
otros objetos. '
Tanto en
Ius f a n t a ~ i a s
de
petrsecud6n originada8
por
el
107
PSICOANALISIS DEL
ESPllUTIJ
temor
al
castigo ala ve.ugania, como en las q,;e se
nan
por
Ia
&ustradan, 5e trata,
en
esencia, de
uua
proyec
cion de un impulso agresivo dirigido contra.
e1
yo. En 81
primer
caso,
0
sea
en 81
caso
de la
agresion
0 de un
sadis
mo que jJor sentimientos
de
Qulpa son vualtos contra
e1
yo,
hablamos 'de Ia proyecci6n del "masoquismo secundario"
(e1
g n o m ~ , por ejemplo, que persigue a Ingrid, es su
pro pia
parte
vaciadora
que
se vuelve contra ella
misma
en
cuanta
ella
se
convierte
en
madre;
es
decir,
que
l
sadismo
se
dirige contra
e1
yo, se convierte
en
"masoquis
mo secundario").
En
el segundo case, sea, cuando las
fantasias persecutorias se originan en 1a frustraci6n, pode
mas
hablar
de la proyecci6n del "masoquismo primario"
o del "instinto de muerte". que actUa sobre nuestm orga
nismo
mientl'as no
es dete'nido mediante la
satisfacci6n
de nuestras necesidndes
de
vida. (Ingrid,
pur
ejemplo,
ve
un
perseguidor
en toda
persona que
1a
atraiga intensa
mente,
dada la
posibilidad de ser
Jrustrada; la
vivencia
de
frustracion liene una Intima re1aci6n con. e1 "instinto de
muerte",
can c1 manto de
agresi6n dirigida cont1'a
e1
yo.)
Ahora deberiamos
ver
que relacion tlene toda esto con
la actividad musical,
pero
les n·engo que pedir aim un pOGO
de
paciencia, pues antes debo
comunlcarles
algo
mas
del
material
que·
eriste
entre
10 que acabamos de ver
(las
an
gustias
de
persecuci6n) con algo visto
en la
Prirnera Parte.
Pues
ya
nos hemos encontrado
can
el factor "peligro".
Esto sucedi6 euando habffibamos
de los mecanismos de
defensa frente
a
los instintos peligrosos, y
el
instinto peB
groso por excelencia es,
evidentemente,
e1
instinto de muer
teo Hemos sefialado que los mecanismos de defensa 58
convierten en mecanismos de cread6n y hemos obtenido,
ademas,
Ia impresion de que e1
organisrno
musical multi
celular (tal como el organismo biol6gico) esta bajo
un
impulso de
evitar
Ie.
nmerte. Ingrid, a su vez, canta
para
evitar
la
rnuerte, y hemos visto que este peligro proviene,
en Ultima instancia, del· instinto
de
muerte. La musica
representa, pues, bajo
ambos puntas de/vista, Ia
vida en
contra
de
la muerte,
la
defensa de
la
vida contra el peli
gro
de la
destrucci6n.
Un
dia
Ingrid
trae a
Ia
sesi6u
un
dibujo hechopor ella,
Cl.lYO an;ilisis eontribuye a responder a aquella
pregunta
sobre la relaci6n entr€ su actividad musical y sus angustias
inconscientes, especialmente
paranoide,.
El
dibujo repre
senta a
un joven
flautista que conjura con
Sll
mu.sica
ados
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110 ' , , CH =m 1-
transfonnacl6n· en nuest 1 I
PSICOANAuSlS
DEL EspiRITU
,
grito en e1 c a ~ t o
De
es:.o°
d C ~ o
es a transfonnaci6n del' .
sigu1endo
e1
m a t ~ r i ~ de I ~ d e m o s tratar a continuacion, ent,e contra e1 amado porque la deja; ella misma 10 mata
'
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5
HEINlUCH l!ACKER
lacionesde
Ingrid con
e1
objoco idealizado: estaha entre
gada a 1:1 por enamoramiento 0 estaba identificad'a con 61.
Estas cuatro situacionos, 0 sea e1 sometimiento y' la
identificacion con cada,una de las dos
imagenes, se
expre
saban
tambien
en
01 plano acustico y musical.
Los
feno
menos acusticos
y
musicales aparecen
en
parte como
per3e
guidores
y
en
parte
como objetos
ideales,
e Ingrid, en
cuanto estii idelltificada
CO.\1
elIos,
se conviel'te en llersegui
dora 0 bien
en
un sujeto ideal. Los opuestos mencionados
se expl'esan, por ejemplo, eu
1a oposiciou de r lidos malos
y buenos, grit.:> y canto, 1'espil'acion mala y buena, voz
mala y buena,
mltSica
baja y noble. Ingrid los experimenta
pasivamente 0
los realiza
activamente,
y
correspondiel1te
mente estan dadas una u otra de las cuatro situaci0l1es
mencionadas.
Veaffioslas desde
un
poco mas cerea.
Un
gran l1Umero
de ruidos ang11stia ulUcho a Ingrid. Duerme,
par
10 tanto,
frecuentemente, can los oidos tapados. Me pide que Ia
atienda en un cuarto en
01
que no penetren
los
ruidos de
las habitaciones contiguas, pues estos Inidos Ie reeuerdan
que tonga nmjer e hijos y Ie provocan celos. Un sueno
muestra que e,tos ruidos malos, perseguidores, represen
tan, cn Ultima instancia, la vida sexual
de
sus padres.
En
otro
!.lUefio
los midas son Ia expresi6n de Sil prapia vida
sexual,
y asi
Ingrid siente convcrtirsc en perseguJciora
y
destructora de sus propios hijos
(futUTOS),
que oyen estos
ruidoso
Pero los rnidos no solamente eran perseguidores. A veces
Ingrid escapaba a las situaciones
angustio$
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siendo
la
muska, (l 1te toda,
unidad
en a multipHoidad,
impllca la union
I
Ia "armonizaci6n" (Eros) de 10 des
unido y disperso
que
os
de
Tanatos, e implica
la
supera
cion de la soledad, del aislamiento y de In repetici6n (Ta
natos), uniendo
b
uno" con 10 multiple y vanado
que
os de Eros.
La
unidad, si
va nnida
a
la multiplicidad
( riqueza ),
os considerada como valor suprenio con respecto
a Ia
forma de
una
obm musical. De la misma manera
suelen
S or considerados como valores supremos con respecto ai
G'Ontcnido
0
espil'itu de
una
obra musical
"su
nobleza",
"su belleza" 0 "01 fern
or" contenido en
ella.
En todos estos
conceptos prcdomina lluevam.sntc Eros, agu! como oposi
ci6n y
transformaci6n del instinto ind6:m.ito, que es
10
noble,
como oposici6n y transformaci6n de
10
angustiante y feo,
que
es 10
bel1o, y
como oposicion
y
tnmsfonnaci6n dei
odin, que
es e1 amor.
Senoras
y SE 10res:
hemos llegado
aI
final. ·Mirando 10
OXPU€to, Jas ccmfieso que
me p:reocnpa
un tanto ver
ouan
poco hemos hecho
para
adarar e1 enigma de
Ia
musica
y
del
musico,
e6mo estamos apenas en los primeros comien
zos y etlan lCjos estamos
aun de
comprender
la
esencla
de
10
que
es una fuga
de Bat: h, un
cuarteto
de
Beethoven
0
una
sinfonl"-
de
Brahms. Pero
me
consuela
-no me
cabo
otro
remedio-
con unas patabras
-muy
queridas tambien
par Froud- dol sabia poeta aleman Rueckert, quien dice:
o que no
5e
puede alca.nzar volando
debe t1 atarse de consaguir j'sngueando.
. ,. .
..
. ... ,. ............ ... ....
as Escl'iWra8 dicen
qU{]
no eli pcclldo I cngU(J(Jt .
Y creo que,
aunque
rengueando, l,emos dado
un
peque
no paso adelanto. '
Conferencia proTlunciada
en
agosto de
1957,
en,
Ia
ASOOIACI6N
PSlOOANALInCA
AnGEN'I'iNA
NOTAS DE INTliODUCCION
A LA ANTROPOLOG!A
PSICOP..NALITICA 1
i
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etapas anteriores de nuestra propia cultura. Losantr6polo
gos describieron can cl'eciente exactitud e imparcialidad las
eostumbres de los pueblos, sus creencias, ritos e institu
ciones; las clasificaron, trataron de reconstruil' su origen y
desarrollo, se cmpei iaron en( aclarar su fullci6n social y su
influencia
mutua
y se esforzaron tanlbien en comprender
sus motivaciones. Pero especialmente en este ultimo y esen
cial punta,
en
la comprensi6n de las causaa de todos estos
fenomenos, faltaba
a
la investigaci6nantropo16gica
e1
ins
. rumento imprescindible: una psicologkJ que pennitiera
penetrar en las profundidades
del
hombre. Mientras se deS'-
conoda el inconsciente y todo 10 que .implica, era imposi
ble
comprender alga
m,\.s
que los aspectos 8uperficiales de
ia
psicologia humana pasada Y pl'esente. Y esto Ia comprell
si6n superficial --era el resultado, en
los
mejol'es casas; en
otros, l'esultaba simple incomprension, confusi6n 0 error.
E1 psicoan
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HEINRICH
:BACKER,
iris a
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130
HEINRICH RACK:.ER
el mismo destino, refleja
can
mueha fidelidad Ia ;'Uee-
si6n temporal
de
las vivencias
del nino
6.
.
Al mismo tiempo aparece este mito como relato defor
mado de la
historia de In humanidad,
tal
como Freud Ia
via
en
Totem Tabu: a1 principio
el
padre
de
Ia proto
horda era todopoderoso, luego los hijos se rebeIan contra
€l
y
Bnalmente dividen los derechos entre
51.
Tambien nos encontramos con algunas deformaciones
de
las fantasias ineonscientes, frecuentes en suenos noctur
nos y diurnos, como, par ejemplo,
la
·afirmad6n de que·
era la madre la que exhort6 a los hijos a rebelarse contra
el padre, En reaUdad,
la
madre es e1 objeto deseado
par
e1
que
surge
Ia
lueha; han de ser los sentimientos de
culpa
del hi)o los
que
inducen a este a sefialar a Ia
ma
dre
como In autorn del crimen, como si dljese: "no soy
yo quien deseaba
matar
a
mi padre,
sino que es ella la
que me
ha impu1sado a haeedo". Tambien el hee110 de
que fuera el hijo menor solamente e1 que luchara contra
el padre os una .deformaeion. Freud, refiriendose
al
mito
del
hero€ 7,
destaca
que
seguramente
eran
muehos los
her
manos que se rebelaron juntos contra
el
todopoderoso pa
dre primitivo. Pero 1uego, cuando
no
se pemlitio a nadie
tamar e1
lugar del
padre
y los derechos
de
los hermanos
se igualaron, debe de
haber
naeido, en uno u otro
de
ellos, 1a fantasia de que 61 solo vence heroicamente al
padre
y
se
pone
en su lugar. Con esto nacio
01
mite del
heroe
y, a1
mismo tiempo, Ia poesia epica.
A
traves
de
otras versiones del mismo
mite
cosmol6
gico,
puc
den verse tambleD otras deformaciones que sufre
01 deseo original ( "edfpico" ) y su representaci6n, Por
ejemplo, Rhea, la hermana
de
Cronos eon Ia cual se casa,
aparece en
otra
versi6n como Ia misma\persona que
Cea.
es dedr, la madre de Cranos. Tales deformaciones por las
cuales las relaeiones farnHiareS' mas prohibidas son susti
tuidas par otras menos prohibidas, son muy frecuentes
tanto en los mitos como en los suenos.
En estos
casos Ia
deformaci6n toea al objeto, en otros,
a la
actuaci6n, sus
tituyendo,
por
ejemplo, la castraci6n por Ia paralizaci6n 0
la ceguera. (Veas'e
el
mito
de Edipo.)
Las uoformaciones que se encuentran en e1
mito'cos
6
Tambien
1" idea de que
e1
padre
(Urana)
nac16
de
la
madro.
(Gaia) refleja una teor;a
infantil
sobre
el orlgen del padre.
7 Freud, Psicologia de
las
masas 11
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BACKER
prension son las etapas
t e n i p r a n a ~
de
la
evolucian del
lenguaje' Ycuyo sentido es i n e o n S ~ l e ~ t e . la com-
En los suenos 10 que ayuda pnnclpalmente a 1
5
prcnsi6n,
SOll
"asociaciones lib
1
" del
: ~ ~ n t ; : a ~ o ~
fa
caSO del mito hay algo que sup e, c 1
at
las di
falta de tales asociaciones: son,
pnmfr
tit y en
. sabre un mlto sue.en
eXlS
, ,
fcrentes
verslOnoS qld hl
t ' icos que en ciertos casos
segundo lugar, los atos ill
e ~ ~ a s
versiones que teniamos
existcn. Par elemplo, las . v . cio hleieron
p
~ ~ : : P J : t ~ l ~ l ~ ~ o s d a ~ o s c
hist6rieos para apoyar la in:erpre
tacian que hace, al resPdecto.
vn
licaei6n dillamica con
'Qucda
todavH1
por ar.
una
:.'" E 1
e1 yo
1
.,
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suen,
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f
~ ~ b : j ~ o n d e
la
elaboracl6n Quiriea pana libe
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b
roviene del ella (de una
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,de
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aClOn que (p o r
t
del
dia unte
exigencia instintiva) 0 del ('0 u
d
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d
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EINRICH BACKER
de nuevo con el "historiador"/Freud
-tomada
esta palabra
en
Sll
mas amplio
sentido-,
can
empiricas, en Ia filosofill y en Ia literatura, uno u otro
-como
Schopenhaucr
y Nictzsche- ya
habian intuido
algo de 10 que luego fue conocimiento cientffice y objetivo
del p s i c o a n a l i ~ i s , pera se trataba mas bien de penetracio
nes aisladas en las profundidades psicol6gicas. Ademas,
Freud supo muy poce de estos fil6sofos; creo que no
q u ~
ria saber mucho de ellos,
tan
importante Ie era descubrir
al hombre por
S1
mismo.
PSICOANALISIS DEk ESPIruTU
Varias censideradones psicoanalitieas se sugieren aquf
en primer termino referentes a Ia relacion de Freud con
padre.
S ~ b e m o s
hoy algo mas sabre ella, gracias a Ia corres
pondencIa de Freud con FUess y gracias a Ia biografia de
E Jones
I
Sin embargo, aun estas nociones solo permiten
algunas conjeturas. Freud descubre la ambivalencia del
varon bacia su padre
POt
medio de su autoanalisis, atra
vesando Ia capa consciente de BU mente
en
Ia que habia
casi s?lo
~ d m i r a c i 6 , n
y amor hacia su progenitor. Creo
que
BU afan slempre vivo de conocer y crcar por S1 mismo es
una ~ x p r e s j p n de su deseo .de ser padre 6l mismoy de su
necesldad de conflrmarse
SICmpre
de nuevo
BU
paternidad.
El
a r ~ m e n t o , par
ejemplo, que Freud dio
para
explioar
par que
no habia tomado, conocimiento de
los
fil6sofos
antes x;nencionados, ni de otros pensadores afines, que 1e
p r e c ~ d l e r o n
una
u otra de sus ideas, ccinsistia en que
quena e8tar 8m preconceptos frente al obieto de SU obser
vacion. No se puede negar cierta objetividad a este argu
mento, pero se impone tambien Ia sensaci6n de que no
era este
el
unico motivo. Querer estar sin precenceptos eg
en u.n aspecto, un
sano,
proposito cientffico, pero en
c u a n t ~
se plensa que tal proposito e s realmente alcanzable 0 hasta
aleanzad
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HEINRICH BACKER
un don, un talento mas
,
entre sus diversos talentos, pero
uno especialmeqte dest'fl0ado. Una de sus expresiones
mas encantadoras Ia encontramos en aquellas partes de sus
cscritos en que haee hablar a1 lector 0 a1 oyente, por
ejemplo, hacienda objeciones a
Freud
con respecto -a
10
que este acaba de afilmar. Ustedes recuerdan estas partes
tan
frecuentes en las Conferencias de inttOducci6n al s -
coaruilisis 0
en
e1 A1J4lisis
profano,
siendo eate ultimo libra
casi enteramente
un
dialogo entre
Freud
y
un
imaginario
opositor. Esta cmpatia con e1 pensar de otro
es
ya una
consecuencia de
una
disposicion al pensar diaiectico, es
decir, al pensal' en teais Y antitesis, al antagonismo interno,
a In dualidad intelectuaI,
0
sea a In duda.
Esta Iucha interna intelectual Ie famiHariza con las
mas diversas posicioncs intelcetuales de manera similar a
como las propias luehas afectivas c instintivas Ie abrierol1
e1 acceso a las profundidades psioologicas de los demas.
Cuando Freud haec una afirmacion, se haec presente, con
notable frecuencia, una antftcsis que, segun el caw, expre
sa como propia
dllda 0 I ll
proyecta en e1 lector u oyente.
De
uhf, pues, Ia cmpatia intelectual que Ie conHore, al
mismo tiempo, una universalidad, una lk'lbilidad y una
facilidad intelectual extraordinarias. Es esta tambien
una
de sus capacidades que unidas a sus dones artisticos
o n ~
vierten In lectura de
sus
0 bras en una fiesta espiritual.
Pero Ia dnda aparece en
Freud
aun en otra forma, mas
profunda, pero tambien mas grave.
No
solo como talento,
juego y arte, sino tambien como carga, agobio, necesidad,
1\,le refiero a cierta compuLsir5n a la duda, y puedo para
ella apoyarme
un
tanto en Freud mi8mo, quien opinaba
quc en caso de huber desarrollado el una plena neurosis,
esta hubiera sido
unaoourosis
obsesiva, enfermedad
en
la
que, como ustedes saben, Ia duda desempefia
un
papel
central. Esta compulsion a
1a
duda se expresa en varios
aspectos: en Ia forma mas love, en BU esceptieismo, y en su
forma mas extrema, on
10
que algunos de sus crfticos
adversos han Unmado
5U
pesimismo . Frente a esta critica.
E. Jones senala can razon las muchas exprosiones del
o p t i ~
mismo de Freud,
y
acepta
01
tennino pesimismo
s610
on
cuanto este significa estar libre de iIusiones,
os
decir, como
realismo. ew es evidente que no era esto
10
que uquellos
c r l t i c o ~
querian decir, y creo, sin embargo, que elIos han
sefialado algo que realmcnte existla en Freud,
s610
que
ha
sido muy moderado pbr otros componentes caracterologi-
l SICOANAuSIS DEL Esrirm:u
cos, de naturaleza distinta y masoptimista. Mas
Run:
gra
cias a las fuerzas creadoras' de Freud, se convirti6 esta
carga, este pesimismo, en un estimulo (a9l: como una regis
tencia fisica pucdo convertirse en un estimulo para nuestra
musculatura), que lIego alin a ser
un
factor que codeter
minaba
la direccion
que tomaba Ia investigacion de Freud.
Pues pienso que era necesaria una considerable dosis de
escepticismo y
de
desconfianza con respectG a todD 10 que
suele designarse como
10
superior dentro
de
la naturaleza
humana, para descubrir el inconsciente, en especial su par
t instintiva. Pero
est fl
desconfianza es al mismo tiempo
una desconfianza en
10
superior en general, por
10
que no
es casual que
Freud
haya tornado repetidas veccs por
objeto de suscstudios las ideas sobre Dios y las religiones,
es dccir, las creencias con respecto a algo superior al hom
bre. A est-a desconfianza y a este pesimismo debemos, pues,
las comprensiones mas profundas sabre los origenes de las
religiones
y
de la religiosidad infantil, en la historia colec
tiva e individual del hombre.
Era
escopticismo vuelto
fructifero, y Freud era, como dijo sabre 51 mismo
un
pesimista alegre . ' '
Sin
embargo,en
ciertos aspectos tenia algo de Ia
£,alta
de fe que es caracteristica del pesimista propiamente dicho.
Oigan ustedes -para citar
un
solo ejemplo entre varios- las
palnbras siguientes de su libro Moises y la
religion mono-
tetsta, can las que
Freud se
reHere a la cuestion de Ia
naturaleza
de
10
superior : Quizas, dice, ei hom
bre proclama como
superior
10 que es
mas dificil de logmr,
y su orgullo por ella no seria sino el nardsismo exaltado
par
Ia conciencia de haber superado una dificultad . Ve
mas, pues, como Freud, gracias a su gran escepticismo
obticne una nueva comprension psico16gica: el
n r c i s i s m ~
(satisfecho par
1a
superaciou de una dificu1tnd) determina
nuestras
valorizacio1Jes
Pero al mismo tionmo sentimos
0 sicnto yo, por 10 monos- una cierta u s ~ n c i a do fe
una
falta de esperauza
en
Ia existencia de Dalores
objet;
vas,
que
implica una cierta desesperanza. Mas aun, acop
tando en todo alcance 10 que Freud dice, sus palabras
representan algo como
un
suicidio espiritual. Pues S no
hay valores objetivos, si
10
superior os solo
10
que es mas
diHdl y nuestro afEm por ello no es mas que producto de
nuestro narcisismo, entonccs tedas las obIas de
In
cultura
de
1a cienda, del arte,
y
entre eUas
tambien
I ll obra
Freud, carecerian
de
valor objetivo.
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GLOSAS PSICOANALtTICAS A UNA PELICULA:
. LA VENTANA INDISCRETA
Puecle observal'se con frecuencia
que
aun
personas
que
albergan buenos sentimientos
y
c o m p r ~ n s i n para
e1
p'sico-
amUisis se molestan cuanda
e1
anahsta a
el
estudlante
del analisis toman
POl
objeto de
su
consideraci6n psico16-
gica fen6menos que no son de orden patol6gico. EI .amable
lector
ya habra
o b s e ~ v a d o
pOl e i e ~ p l o
a Ia
s a l i ~ a del
teatro
0
del cine
0 aun dentro-
al Joven
0
no
tan
Joven)
entusiasta del analisis abalanzarse avidamente sobre su
nueva presa,
Ia
obm recien vista, disecarla
can
su bisturi
psicoanalitico mientras uno u otro
de
los presentes se
deHende frente
ai
victimario, protestando contra
tal
defor-
macion profesional
0
apartandose horrorizado. Se.
u i e ~ e
salvar al arte, sustrayendol0 a
Ia fda
raz6n
que
despoju
Ia
vivencia
de 10
bello
de
su
perfume y su
brillo. Pero sera
mejor no decidirse
tan
r a p i d a m e n t ~
ni en
pro'
ni c;n
c o ~ ~ a .
Dependera
tambien
de
como, cuando
y can que
espmtu
se
hacc
tal analisis. Pues
podda
ser
que
este mostrase co·
nexiones y significados ocultos al ojo comun .y que de e s ~
mancra aun proporcione
~ I n a
vivencia de
umdad,
es declr,
una vivencia esencialmente artistica, que sin ella no puede
obtenerse. Pasa
can
esto
10
mismo
que
con Ia vivencia
artistica en
su
relaci6n particular con otros conoeimientos
pertinentcs.
El
que sabe algo,
~ o r
ejempI?,. de Ia compo-
sid6n
musical,
e1 que ha
aprendido a perClbu el desarrollo
de
las melodl:as y armonias las conexiones entre las partes
BU
relacion
can Ia
totalidad de
la
o.bra, tiene
una
vhren-
cia artistic a incomparablemente mas
mtensa que
el oyente
profano (suponiendo
que
sus demas condiciones sem;
i g u ~ -
les).
La
razon y el cODocimiento
abren
vias a In
VlvenCla
PSICOA.
DEL 147'< ALISIS ESPIRITU
que sin ell05 estan cerrndas, proporcionan ai sentir el acce-
s a percepciones
que
sin el
an
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HEINlUCJ:I BACKER
mismos -del nino, y reune sus diverS' ls expresiones bajo
e
t6rmino de "escena primaria". Nuestro Jotografo se en
cuentra, pues, en un estado psicosemaI, en e1 que est.a
"fijado" a
In
eseena primaria. El que una tendenCla a Illl
rar (de "voyeur") desempene un papel imporro.nte en su
estruetura psieo16giea,
10
muestra claramente ya su elec
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fi
HEINRICH BACKER
il
en
la
curlosidad y excitaci6n de nuestro "voyeur" porque
en nosotros (los que ya par la misma escoptofilia fuimos
al cine) siguen vivas las fantasIas tempranas de I:l. escena
primaria, su canicter sadomasoquista, su duraci6n etema,
las fanmsias de la separaci6n de los padres que, celosa
y
envidiosamente, hemos deseado, Ia de
la
reuni6n de los
,padres en tcmura y -sl es
posible-
sin placer sexual
y
sin sadomasoquismo), las fantasias de castigo y de "reta
liaci6n"
(e1
ser violado as como hemos viola do) ,
la
de la
victoria final sabre el padre sidico que debe ser al mismo
tiempo una victoria final sobre el
yo
sadico), pero tambien
Ia de la victoria sobre la madre, cuyo Iugar sexual habia
osdeseado ocupar, etc. La que nos satisface muy espe
cialmentc os aquel coraje de nuestro MIoe para
la
lucha
con
l
padre y la victoria sabre el, aunque haya tenido
que pagar cierto predo par eIIa.Es jus :amente esm lucha
la que convierte tanto a Jeff como a nosoi:ros en pequenos
"heroes" y os este coraje
e1
que es necesario para 81; r
hombre y -comoes sabido- para casarse.
Comprendemos tambiEm (thora por que
la
peHcula ter.
mina como termina y no de otra manera.
S610
asi, con
esta victoria sobre el padre nuestro heroe es verdadera
mente
un
heIoe y 8610 asi 10 somos tambien nosotros,
los
que nos hemos identificado con 81 en
e1
curso de la pell-'
cula. De ahi que nos satisfaga tambien que las sospechas
del fot6gl'afo 'correspondan a
una
realidad y que no sean
pura fantasia. Cada uno tiene su parte de neurosis y desea
ser normal, y cste deseo es sutisfecho con este final de la
pelicula. Si las sospechas del fot6grafo hubieran sido s610
fantasias, 6ste no 11abria sido un heroe que descubre un
crimen, que vence a Sll padre), sino un hombre ridiculo.
Hubieramos salida insatisfechos del cine, con la sensaci6n
de que a las diversas derrotas de
la
vida so nos ha agre
gado una mas. Supongo que los autores han elegido este
final aunque sabian que Jeff habra sllcumbido a fantaSIas
neurOticas. Pero tambien sablan que s610 este final puede
cnmplir con aquella fund6n del cine que
Ie
procura
In
mayor parte de sus aficionados: la funci6n de
la
satisfac
ci6n
de
deseos.
I
I
\I
I
j
\
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