Había una vez…
Un perrito llamado Rex, era muy
educado y se portaba muy bien,
pero era maltratado por sus
dueños a veces no le daban de
comer, o lo dejaban encerrado
todo el día…, El se lamentaba
mucho y no entendía el porque
lo maltrataban…
Un día, en la noche su dueño, era un hombre solitario y muy ocupado entro disgustado a la casa y estaba disgustado ya que un negocio muy importante no le funciono, pero de pronto el perrito fue a saludarle contento pero el dueño rápidamente lo golpeo y la dijo que no era el tiempo para juegos.
El perrito muy triste se fue a llorar a su casita en el patio y se puso a llorar, para el pobre perrito la vida no tenia sentido, no podía ni salir a jugar con los demás perros para consolar su tristeza… sentía que no servía para nada y en cualquier momento se quería escapar.
Un día algo extraño paso… El dueño olvido cerrar las puertas de la casa y el perrito pensó que era su momento para poder escapar y buscar su propia felicidad… lastimosamente fue golpeado por un carro que era conducido por su propio dueño al salir de la casa…
El perro a los 2 días siguientes despertó y enfrente de el estaba
esa persona que lo había atropellado, su dueño. El perro se
asusto pero pensó que era raro que su dueño estuviera juntó él,
no le hacia malos gestos, no lo regañaba, pero no le tomo
importancia ya que estaba muy enfermo. Aunque el dueño lo
mimaba y a el eso le gusto mucho…
De pronto un nuevo
mundo al perrito le sonrió,
ya que lo apreciaban, lo
querían, lo cuidaban
como nunca antes, pero
eso día en día estaba
cambiando, su dueño
cada día regresaba a su
actitud mala y pesada.
El tiempo paso y el dueño regreso a ser el mismo de antes, y el perro se desilusiono totalmente, y ahora pensó seriamente lo que iba a hacer, un día el dueño trabajo toda una noche entera en un reporte de inversiones, el perro esa noche tenia un dolor muy raro en la cabeza, pero su dueño no le presto atención así que el perro le mordió el dedo ya que el dolor era insoportable.
Lastimosamente su dueño no entendió y lo golpeo
dejándolo casi muerto, lo golpeo muy fuerte y el pobre
perrito no dejaba de aullar, hasta que su dueño reacciono
y pensó que lo que estaba haciendo era un error, pero el
perrito quedo muy lastimado.
Lamentablemente después de eso la salud del perrito empeoraba día con día, y su dueño desesperado porque no encontraba como hacer para que su perro fuera el mismo de antes, pero su salud empeoraba cada ves más…
Paso lo inevitable, el perrito murió a causa de la
manera de ser de su dueño, el hombre se puso de
rodillas y empezó a llorar porque su perro, su
compañía por varios años se había ido y el había
sido el culpable… lo malo que empezó a valorarlo ya
cuando era muy tarde.
REFLEXIÓN:
• Tenemos que valorar a las personas que están cerca de
nosotros, en este caso se represento como un perro pero
en la vida lo hacemos con personas y no nos importa si
rompemos sus sentimientos.
• También en el mundo hay mucho maltrato animal ya que
son seres que no pueden comunicarse tan fácilmente y
no tienen tanto razonamiento como el de los seres
humanos.