UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA IZTAPALAPA
/LA CIUDAD DE MEXICO EN LA REVOLUCION MEXICANA “EL ANO DEL HAMBRE 1915”
- ASESORA: DRA. LUZ MARÍA UHTHOFF LOPEZ --/
ABRIL, 1998 iiiic
A Doña Rosa y Don Gabino, mis padres.
A mis hermanos: Paco, Alejandro y Gabino
A mis hermanas: Sora y Gude
A Rosy y Jorge, mis sobrinos
A Emiliano, con especial cariño
A Gerson, con todo mi amor y gratitud
A mis amigas: Isaura, Luisa, Lucía, Vale ....
A Gustavo, por su amistad y su apoyo
A la Dra. Silvia Gómez Tagle, con admiración y cariño.
A la Dra. Luz María Uhthoff, mi gratitud y respeto.
Y a todos aquellos -oprimidos y no oprimidos- que luchan cada día por la libertad y la justicia ...
I N D I C E
INTRODUCCION ...................................................................................... 2
La Ciudad de México. ., Su composicion territorial ............................................................................ 18
La lucha de los Ejércitos. Alvaro Obregón y Pablo González en la Ciudad de México ............................................................................... 38
Los problemas que vive la Ciudad. Escasez de artículos de primera necesidad. La Tifo, un mal que aqueja a la Ciudad. Los comerciantes españoles .......................................................................... 56
Movimientos Sociales. La huelga de Tranviarios ............................................................................. 92
Consideraciones finales .............................................................................. 1 O8
Bibliografía ................................................................................................ 1 12
“... la guerra es la guerra y no tiene compasión; nosotros so pretexto de que hacemos falta
a nuestra familia estamos aquí de ‘pepenches’ y ‘zurrumatos’; la libertad se conquista con la sangre, el valor y
la abnegación de los buenos ciudadanos, y nosotros egoísta y cobardemente rehuímos el cumplimiento de tan ineludibles deberes,
con que jchín ... chese, amigo! jchín ... chese!”.
Francisco Ramírez Plancarte
INTRODUCCION
Ariel Rodríguez Kuri escribió que los acontecimientos de
1914 han sido de los más trascendentes en la historia moderna de
Mexico, y que no han sido estudiados con profundidad y "menos aún
se han obtenido las consecuencias del caso, las implicaciones que
tuvieron la derrota del huertismo, la firma de los Tratados de
Teoloyucan y el diferendo entre las facciones revolucionarias
para la historia particular de la ciudad de Mexico". 1
Quiero partir de esta propuesta que hace Rodriguez Kuri, es
decir, deseo centrar este estudio en los acontecimientos y
consecuencias que se vivieron en la Ciudad de Mexico con esta
guerra entre las facciones revolucionarias, que a decir de
Alejandra Moreno Toscano "en la historia de las clases populares
urbanas, 1915 fue el año del hambre". Esto es así ya que la
crisis que padeció la ciudad de Mexico se debió a múltiples
causas; era un problema político porque tanto fuerzas
constitucionalistas como convencionistas se disputaban la Ciudad
para decidir la revolución; eran problemas económicos reflejados
en la escasez, carestía, desorden monetario, etc. Asimismo, era
un problema social reflejado en la miseria y el hambre que
'Rodriguez Kuri, Ariel. "El año cero: el Ayuntamiento de México y las facciones revolucionarias (Agosto 1914-agosto 1915), en: Illades, Carlos y Rodriguez Kuri, Ariel (Coords.). Ciudad de México. Instituciones, actores sociales y conflicto político, 1774-1931. 1996, pp. 191-220.
3 provocaron saqueos, asaltos, huelgas y manifestaciones. Esta
crisis fue aprovechada por algunos -acaparadores, vinculados con
la antigua clase de comerciantes-. Además, se puede decir que los
vaivenes de la contienda política explican también por qué se
alternaba la escasez de los bienes en la ciudad. Es decir, cuando
los convencionistas controlaban México, era usual que hubiera
verduras, frutas de tierra caliente, maíz de Toluca, pero no
carbón. Pero cuando los constitucionalistas controlaban la Ciudad
ocurría casi todo lo contrario.
Buena parte del desabasto de la capital debe ser explicado
no sólo en términos de la falta absoluta de granos, carne, leche,
etc. en las zonas productoras, sino también por la imposibilidad
material de transportar los alimentos a la ciudad, en virtud del
requisamiento general de locomotoras, furgones y bestias de tiro
y carga de las facciones contendientes.
La Ciudad de Mexico quedó sin gobierno por lo que se carecía
de un control político, militar y administrativo para resolver el
problema de abasto a la población, no existía esta articulación
pero hay intentos y quisiera exponer las medidas que se tomaron y
cómo funcionaban.
La situación de la Ciudad de México, en 1915 se describe de
la siguiente manera:
“Dadas las condiciones económicas porque atraviesan los habitantes de la Ciudad de México, en cuyas calles y avenidas se encuentran un sinnúmero de limosneros, ancianos, mujeres y niños, solicitando un socorro para subvenir a sus necesidades, el Gobierno del Distrito Federal, que esta grandemente preocupado por la situación de estos infelices, se propone, por cuenta del mismo gobierno, crear asilos para recoger a l o s niños desheredados y
4
establecer comedores públicos en número suficiente para satisfacer las necesidades de los proletarios.
Los asilos y comedores públicos a que antes nos referimos, serán en número tal y repartidos por todos los barrios de la Ciudad, que puedan satisfacer el deseo que se propone el gobierno del Distrito, cual es el de aliviar el hambre de los necesitados.
La apertura de dichos establecimientos benéficos, se efectuará en breve, pues por orden del C. Gobernador general Cesar López de Lara, se 2 están buscando ya los locales apropiados para los referidos establecimientos".
La medida que se menciona para contrarrestar este problema
es una de tantas que se pensaron para dar solución a la situación
en la que vivía la capital de la República.
Los factores principales que explican la problemática del
abastecimiento son l o s siguientes:
1.- En el Distrito Federal se ubica el principal mercado
interno; ya que éste no produce lo necesario para el consumo de
sus habitantes, y, por lo tanto, el tráfico con otras zonas es de
todo punto indispensable.
2.- Durante el tiempo en que se logró establecer
comunicación con regiones, en donde se podían obtener los
artículos expresados, éstos no se habían logrado embarcar a la
metrópoli, por la deficiencia del transporte.
3.- La disminución en la producción de cultivos que, siempre
han sido denominadas como graneros de la República.
4 . - La exportación de algunos artículos que en ese tiempo
eran incapaces de ser remitidos al exterior y que después
cimentan un negocio productivo por el alto tipo del cambio.
'E1 Mexicano, 12 de agosto de 1915, p . 1.
5 5.- La influencia natural de los elementos que se apuntan,
ha sido la disminución en las existencias y la ineludible alza en
los precios de la mercancía de la capital. Las existencias en el
mercado eran insignificantes para lo que requería una populosa
metrópoli como la nuestra, y para comprobarlo, es suficiente ver
el siguiente ejemplo:
LISTA DE EXISTENCIAS PRESENTADAS
Azúcar, 30,941 bultos; chile, 395 bultos; café, 1,141 sacos; sal, 245,650 kilos; garbanzo, 14,200 kilos; arvejón, 2,420 kilos; frijol, 181 sacos; piloncillo, 667 bultos; manteca, 1,016 bultos; arroz, 319 bultos; haba, 1,520 kilos; harina, 2 0 bultos; y azúcar moscabado 40 sacos.
6.- La elevación en los precios es el cumplimiento de una
ley económica ineludible y esta regida por factores que ya
apuntamos, o sea, la falta de material rodante, dificultad de
comunicaciones con centros productores y alza también de precios
en ellos. A los anteriores debe agregarse la escasez de
producción nacional, así como, y dado el caso de que se traiga la
mercancía, los peligros que ésta corre en el trayecto y muy
principalmente injustificados que se le imponen en su curso y que
la superioridad no ignora.
Por ello, la problemática principal que me planteo es que
para darse cuenta de la importancia de las causas que ocasionó
tal situación, se parte del hecho de que el abastecimiento de la
población de la Ciudad de Mexico contaba con más de 350,000
habitantes, y que dependía básicamente de ese abastecimiento que
faltó por los motivos ya mencionados, cada uno de por sí
6 suficiente para causar serio perjuicio a la comunidad, por lo que
el impacto ha dado al problema que examinamos la importancia que
lo distingue. Es decir, con el análisis que se haga de las
respuestas que dieron los ejércitos en lucha -tanto
convencionistas como constitucionalistas-, centrándonos
principalmente en los constitucionalistas, a la situación de
crisis que se vivía podremos llegar a responder nuestro
planteamiento.
Una de las razones por las cuales escogí desarrollar el
trabajo en la Ciudad de Mexico es porque este espacio se ha
caracterizado por ser siempre la sede de los poderes federales.
Si vemos un poco de la historia de la Ciudad de Mexico nos
encontramos con datos muy interesantes.
En la capital no hubo luchas como en Guanajuato, Chihuahua o
Morelos, aquí sólo era una concentración de poderes, desde aquí
se podía, o se puede, manejar al resto del país. Por todo esto es
necesario decir que el consumo de alimentos en la Ciudad de
Mexico siempre ha sido un tema de vital importancia y un asunto
de preocupación y atención de las diversas formas de gobierno y
administración de la Ciudad de Mexico.
Expuestas algunas causas que provocaron la crisis de 1915,
los remedios se redujeron a lo siguiente: "En primer termino la
aplicación por la superioridad de todo el material rodante y de
tracción de que se disponga en los ferrocarriles a la conducción
de artículos de primera necesidad, dando especial preferencia al
7 maíz. El maíz es, entre nuestras clases proletarias, el alimento
por excelencia: desempeña el mismo papel que el arroz en la China
y el trigo en Europa; la escasez y carestía conducen al hambre.
Al precio que hoy tiene, ni decuplicando el salario de los
jornaleros podrían estos dominar la terrible situación en que se
encuentran. Si este cereal llegase a ser adquirido a razón de
veinte a cincuenta centavos el cuartillo, sin ningún tropiezo, el
3 problema habría llegado a su solución". En segundo termino, se
llama la atención sobre la vigilancia escrupulosa que se debe
ejercer para que la mercancía, en su trayecto, no reporte más
gastos ni recargos que los ordinarios de fletes o maniobras,
eliminando cualquier otro, sea cual fuere el nombre que se le dé
o la persona que pretenda imponerlo. De esta forma se creía que
el abastecimiento y la consecuente baja de precios sería un hecho
y la mejoría de la situación general aflictiva por la que se
atravesaba.
Durante la Revolución Mexicana, la Ciudad de Mexico se
encontró con un gran problema, pues la situación de guerra que
vivió en la capital asociada a la especulación desatada por los
comerciantes había llevado a que se cerraran la mayor parte de
los negocios, se redujeran las fuentes de empleo y se produjeran
la escasez y el encarecimiento de alimentos. A la inestabilidad
económica se agregó la inestabilidad financiera. Iniciada durante
el huertismo, la crisis financiera provocada por la crisis
3 E l Mexicano, 21 de septiembre de 1915, p. 1 y 2.
8 bancaria del porfirismo, la guerra civil y la proliferación de
los billetes emitidos por los diferentes bandos - que no eran
aceptados por los antagonistas- generó la especulación con la
moneda, la incertidumbre en el valor de la misma y su precaria
circulación: En resumen una crisis sin precedentes en la Ciudad
de Mexico.
Para el desarrollo del presente trabajo me planteo dos
objetivos específicos; por un lado, explicar la importancia de la
Ciudad de México como sede de l o s poderes federales y por lo
tanto las repercusiones que tuvieron en l o s años de guerra:
escasez de alimentos, hambres, epidemias, huelgas, etc; por el
otro, analizar las soluciones que se intentaron dar a estas
problemáticas y destacar el papel del Ejercito Constitucionalista
en esta época.
El contexto en que se desarrolla este trabajo es de 1913,
pues a partir de los acontecimientos conocidos como la Decena
Trágica, y enfatizando sobre todo en el año de 1915, pues es
cuando las fuerzas constitucionalistas logra tomar la Ciudad
definitivamente. Si bien es cierto que los capitalinos estaban
más preocupados por sobrevivir que por defender su Ciudad nadie
se imaginaba que el interés de los constitucionalistas en esos
momentos era asegurar la retaguardia militar y no el bienestar de
la Ciudad de Mexico, en la que no pensaban involucrarse por el
momento; así, tenemos que la entrada triunfal de los
constitucionalistas a la Ciudad de Mexico se hizo sobre cadáveres
9 yacientes y vivientes que llevaban muchos días descomponiéndose o
hurgaban en los basureros y lugares donde pudieran conseguir que
comer.
Al darse cuenta los constitucionalistas de lo que estaba
pasando en la Ciudad la fueron dejando de considerar como punto
militar estratégico. Ya desde 1914 se comienzan a tomar medidas
para evitar estos problemas que ocurrían en la capital, pero
además, algo que es muy importante es que se conjugaron otros
elementos más para que en la Ciudad ocurrieran esa serie de
problemas, la misma ubicación del Distrito Federal, su relación
con otros estados de la República, las comunicaciones existentes,
ya sean las férreas o por carretera, son elementos que nos
permiten afirmar que el Distrito Federal se comportó durante la
revolución Constitucionalista como una entidad sin configuración
política, dependiente por necesidad de los vaivenes militares y
sin perspectivas de sobrevivencia propias. La ciudad no "optó por
ver el incendio desde las ventanas", como describe Ilán Semo, ni 4
tampoco esperó pasiva el fin de la "guerra". La prueba está en
todo lo que se quiere describir en este trabajo. En el hambre,
las medidas que se tomaron para contrarrestarla, las huelgas,
epidemias, que invadieron a esta Ciudad y que afectó a los más
desprotegidos; la gente buscaba y luchaba por conseguir pan, o
algunos otros alimentos que necesitaban.
4Semo, Ilán. "La ciudad tentacular: notas sobre el centralismo en el siglo XX", en: Tovar de Arechederra, Isabel y Mas, Magdalena. Macrópolis mexicana. V o l . 1. 1994, p . 5 8 .
10 La dinámica demográfica del país y particularmente de la
Ciudad de Mexico se vio alterada por dos elementos principales:
el primero se refiere a la creciente mortandad provocada por el
movimiento armado y por las enfermedades que éste desencadenó. El
segundo considera que la revolución produjo importantes
movimientos de población de localidades rurales y urbanas hacia
aquellas Ciudades que ofrecían mayores condiciones de seguridad,
como el caso de la Ciudad de México. La capital de la República
constituyó el principal refugio de los emigrantes de provincia,
ella absorbió el 60.3% del crecimiento de la población urbana de
5 todo el país en la década que se menciona.
La relevancia de este trabajo, además de lo ya expuesto,
radica en que los acontecimientos de la revolución mexicana sí
afectaron la capital del país; no fue una tormenta que
simplemente padecieron las empresas, los grupos y los individuos
de manera aislada; el tema de la crisis de la Ciudad de Mexico de
1913 a 1915 no ha sido tratado con profundidad. Hasta este
momento, de lo que he revisado se ha hablado muy poco. Ramírez
Plancarte6 como testigo de los acontecimientos de la revolución
mexicana plantea de una manera casi exhaustiva este tema, conjuga
todos los elementos presentes para dar su explicación acerca de
este hecho, esto me parece que es muy importante porque, como ya
5Luic Unikel dice que por las enfermedades que se presentaron murieron aproximadamente un millón de personas. Véase Unikel, Luis. El desarrollo urbano. 1978, p. 28. Ramírez Plancarte, Francisco. La Ciudad de México durante la revolución Constitucionalista. 1941. 6
11 se dijo, como testigo de los hechos el autor nos muestra una
realidad muy cruda pero importante para cuestionar varios
elementos. Bertha Ulloa7 dedica algunas paginas a la hambruna de
1915 en la Ciudad de México; me parece que son interesantes los
datos que proporciona pero no hay un análisis más profundo al
respecto. En otro de sus libros habla de la crisis en la Ciudad
de Mexico pero en 1916; estos elementos que ella describe son muy
útiles como continuidad a este trabajo que pretendo desarrollar.
Otro elemento importante es que el estudio de este tema hay
que abordarlo por regiones, y recordar que no todas se
desarrollaban de igual manera, esto hasta ahora no lo he
encontrado y es otro punto más para justificar el estudio que
propongo. Además de que es el período en que la violencia llegó a
su cúspide casi en todas partes del país; la población no pudo
crecer durante esta década y hubo emigraciones a diferentes
regiones pero sobre todo a la Ciudad de México; la producción
agrícola en este período fue la más baja y hubieron pérdidas de
exportación.
Por otro lado, Alicia Hernandez Chávez' hace un análisis del
papel que jugaron los militares en esta situación de escasez,
estos militares, nos dice la autora, tuvieron dos prioridades: la
primera, necesaria, fue consolidar la ocupación militar; la
'Ulloa, Berta. Historia de la Revolución Mexicana. Vols. 4, 5 y 6. 1981. *Hernandez Chavez, Alicia. "Militares y negocios en la revolución mexicana", en: Historia Mexicana. Vol. XXXIV, Núm. 2, 1984.
12 segunda, intervenir en los negocios de la región. Este estudio
que hace Hernandez Chávez es importante para la realización de
este trabajo, aun cuando no habla específicamente del año del
hambre, sí nos proporciona datos de cómo los militares, que de
alguna manera eran un grupo muy importante, intervinieron en el
acaparamiento y, por lo tanto, en el negocio de los principales
alimentos de la población. En específico, para el caso de la
Ciudad de Mexico, tomaremos en cuenta el papel que jugó el
General Pablo González en la administración de la Ciudad de
Mexico en 1915.
Regina Hernandez Franyuti e Hira de Gortari han descrito
parte de este periodo en algunas de sus obras, pero creo que les
hace falta más análisis, sólo nos presentan los hechos con
fuentes primarias, que es un elemento a su favor, creo que
haciendo un análisis más profundo enriquecería el tema. Ilán Semo
habla del tema pero creo que no lo conoce con profundidad. Quien
trata más profundamente el tema es Alejandra Moreno Toscano, pero
hasta ahora no conozco algún trabajo que concentre todos los
elementos que se han ido mencionando en este apartado. Hasta este
momento sólo he encontrado algunas referencias más directas como
las ya mencionadas, pero creo que no ha habido un estudio más
profundo y es tiempo de hacerlo.
Para desarrollar este tema hubo que recurrir a los
siguientes archivos:
13 El Archivo Histórico de la Ciudad de Mexico (AHCM) que es
uno de los principales, pues en él se encuentra la historia de la
Ciudad de México y esto ha sido muy Útil para desarrollar una
parte de este trabajo; además, en este archivo se encuentran
relaciones de productos básicos que se vendían en los años que se
estudian; el material que se utilizó para el desarrollo del
presente es abordado de manera analítica y descriptiva y en
momentos se hacen transcripciones.
Otro archivo que se consultó fue el Archivo General de la
Nación (AGN) , la parte que corresponde a Diario Oficial, pues ahí
se encuentran los periódicos que se citan: El Mexicano, El
Independiente, El Diario, El Imparcial, El Liberal y El
Demócrata. Esto con la idea de ver cómo se manejan las noticias
sobre la crisis del país, pero además, creo que es interesante
recuperar la importancia de los periódicos como fuente primaria,
ya que es otro punto de vista hacia los acontecimientos, y uno de
los aspectos es que es otra fuente primaria a la que poco se ha
recurrido y poder contrastar l o s datos del Archivo Histórico de
la Ciudad de México con estos periódicos y la forma en que se
maneja el asunto. La idea de elegir estos periódicos es que
fueron editados en la capital y hacen alusión a lo que ocurre en
ella y esto podría ayudarnos a desarrollar el trabajo.
Fondo Alfredo Robles Domínguez, ya que fungió como gobernador del
Distrito Federal, por el lado de las fuerzas constitucionalistas.
1 4 Del mismo AGN se consultó la sección que corresponde al
Departamento del Trabajo, esto se hizo para retomar algunos
asuntos como la huelga de tranviarios, que sera descrita en uno
de los capítulos.
Del Archivo Histórico "Genaro Estrada" de la Secretaría de
Relaciones Exteriores (AHSRE), se consultaron algunos documentos
sobre Pablo Gonzalez.
El trabajo consta de cuatro capítulos. Donde se intentan
delinear los aspectos políticos, económicos y sociales que se
vivieron en la Ciudad. En el primero se hace referencia a la
composición territorial de la Ciudad de Mexico, se retoma un poco
de sus transformaciones a partir del siglo XIX y culmina con la
llegada de Carranza a la capital.
El segundo capítulo titulado la lucha de los ejércitos habla
del contexto nacional de 1913 a 1915; este capítulo tiene dos
apartados más, uno hace referencia a las dos ocupaciones de
Alvaro Obregón en la Ciudad de Mexico; el otro, es sobre la
llegada de Pablo Gonzalez a la capital y cómo sienta las bases
para que Carranza entre triunfante, aunque sea un año después, a
la Ciudad de Mexico.
El capítulo tres hace referencia a la problemática de los
artículos de primera necesidad; las medidas para el control de
precios; los comedores públicos, las tarjetas de "compra" y de
"obsequio"; asimismo, se analizan las epidemias como una
repercusión de la crisis en las clases mas desprotegidas; y, por
15 último, la presencia de los comerciantes españoles en esta epoca
de crisis.
El capítulo cuatro retorna la importancia del transporte en
la Ciudad y sobre todo la huelga de los tranviarios en la misma,
como una consecuencia al desorden que imperaba.
Por último, las conclusiones, donde se intenta hacer un
análisis del trabajo que se expone.
I LA CIUDAD DE MEXICO.
SU COMPOSICION TERRITORIAL
Al observar un mapa de la República Mexicana, es fácil
distinguir un punto central en donde se juntan todos l o s caminos
que vienen del norte, sur, este y oeste. A este sitio lo conocemos
por Distrito Federal, la capital de la República Mexicana. Se le
llama central, no porque geográficamente lo sea, sino por ser el
lugar que une a todo el país en lo político, lo económico y lo
cultural.
Larga y grande es la historia de la capital. El estudio de la
misma hace evidente los cambios sufridos por diferentes
modificaciones, esto ttcomo resultado del establecimiento de leyes y
decretos que produjeron varias divisiones territoriales que
afectaron a ciudades, villas, pueblos, haciendas y ranchostt. 1
La conformación del espacio definitivo del Distrito Federal no
fue sino hasta 1898. Si bien es cierto que después de esta fecha se
emitieron diferentes leyes de organización del mismo, éstas
modificaron su estructura jurídico-administrativa pero no alteraron
su división territorial.
Una de las cosas que se intenta exponer aquí es el significado
que tiene el espacio llamado Ciudad de México, ya que por lo
regular se cree que el Distrito Federal y Ciudad de México son lo
mismo. Para este trabajo es necesario decir que no se tomarán como
'Hernández Franyuti, Regina. 18[ Los límites territoriales del Distrito Federal. 1824-18981 , en: Blázquez, Carmen: Contreras,
19 lo mismo Distrito Federal y Ciudad de Mexico, ya que "el Distrito
Federal por las leyes de 28 de julio y 14 de diciembre de 1899,
queda dividido para su régimen gubernativo, en 22 Municipalidades,
comprendidas 21 de ellas dentro de los perímetros jurisdiccionales
de seis Distritos Políticos o Prefecturas, y la Municipalidad de
México como asiento del Gobierno de todo el territorio que aquellos
comprendent1.2 Esto es, que la Municipalidad de México era sinónimo
de Ciudad de Mexico. No fue sino hasta el 19 de diciembre de 1970,
durante el gobierno del licenciado Luis Echeverría Alvarez, que
apareció un decreto en el cual, a partir de esa fecha, la
denominación "Distrito Federal o Ciudad de México" sería indistinta
y la capital quedaría dividida en las 16 Delegaciones Políticas
actuales.
Es necesario subrayar el lugar siempre preponderante de la
Ciudad de México en la nación; desde tiempos remotos ha sido la
capital del país, salvo en épocas de gravedad extrema en que tuvo
que ser abandonada; también es importante su localización, ya sea
dentro de los límites del Distrito Federal o del Departamento de
Mexico, cuando aquél dejó de existir bajo el centralismo. El cambio
de la sede de la capital fue motivo de debate en los congresos
constitucionales de 1824, 1856-1857 y 1916-1917, pero estos
intentos siempre fracasaron.
~ ~ ~ ~ ~ ~
Carlos y Perez Toledo, Sonia (Comps.). Población Y estructura urbana en Mexico, sislos XVIII Y XIX. 1996, p. 321. LArchivo Histórico de la Ciudad de México (AHCM). Carta Política del distrito Federal, 1902. Conteniendo la línea divisoria con los Estados de México y Morelos así como el arreglo interior del territorio conforme al proyecto formado por el C. Secretario de Gobierno Lic. Angel Zimbrón. Ley del 17 de diciembre de 1898 - Decreto 28 de julio de 1899-. Ley del 1 4 de diciembre de 1899.
20 También es importante mencionar que desde la República
triunfante hasta los primeros regímenes revolucionarios, pasando
por el porfirismo, ha habido una tendencia a reforzar el poder
concentrado en el presidente; tal situación agudizó las
posibilidades de conflicto entre la administración del Distrito y
aquél, y condujo a organizar el territorio del Distrito y su
administración política de manera tal que se supedita cada vez mas
al Poder Ejecutivo. La Ciudad de México fue siempre pieza clave
como escenario principal de las luchas por el poder: asediada en
ocasiones por unos, incomunicada por otros, ocupada por ejércitos
extranjeros o revolucionarios, pero siempre conservando su primacía
como punto de referencia para legitimar a cualquier gobierno. Y en
medio de todo estaban sus habitantes y gobernantes, quienes desde
un principio aprendieron a vivir y convivir igual en épocas de paz
que en situaciones de sitio, de escasez de alimentos o con las
permanentes amenazas de inundaciones o epidemias, y a decir de Hira
de Gortari y Regina Hernandez Franyuti Itla ciudad es la expresión
del fortalecimiento político, la imagen del régimen, por lo que se
embellece, se transforma, se limpia, se ilumina, se amplía; como
buena imagen de la prosperidad requiere de una modernización que la
coloque a la altura de las otras ciudades del mundo, se dan en
concesión sus servicios y se establecen los contrastes sociales". 4
En este capítulo se dará un panorama general sobre la
trayectoria y funcionamiento político-administrativo de la Ciudad
3Diario Oficial, 1976. 4Gortari Rabiela, Hira de y Hernandez Franyuti, Regina. La ciudad de Mexico Y el Distrito Federal. Una historia comDartida. 1988, p. 38.
21 de Mexico. El periodo que me interesa destacar es el de los tiempos
de la revolución, porque, como ya se dijo, esta ciudad capital ha
sido escenario de grandes luchas, hambres, epidemias, huelgas,
etc., que fueron mas evidentes en el año de 1915, el año del
hambre.
1.1.- De 1824 a 1900
El decreto del 18 de noviembre de 1824 dispuso gue la Ciudad
de Mexico sería la residencia de los supremos poderes de la
Federación y , a su vez, que la Ciudad se localizaría dentro de un
espacio jurídico-administrativo llamado Distrito Federal, el cual
comprendería "un círculo de dos leguas de radio y cuyo centro era
la plaza de la ciudad de México1f.5 La primera división económico-
administrativa del Distrito Federal se hizo en doce
municipalidades: Mexico, Guadalupe, Tacubaya, Azcapotzalco, Tacuba,
Ixtacalco, Mixcoac, Iztapalapa, Popotla, La Ladrillera, Nativitas y
Mexicalcingo. El gobernador del Distrito Federal encargó al
Ayuntamiento de la Ciudad de Mexico la administración de las doce
municipalidades. El cuerpo del Ayuntamiento de la Ciudad se
componía por el gobernador del Distrito Federal, que era el
presidente nato del Ayuntamiento, 20 regidores, dos síndicos
procuradores, un administrador, un contador y un secretario del
5Pérez Rosales, Laura. 3 La organización de una gran capital: el gobierno de la Ciudad de Mexico entre 1824 y 19283 , en: Tovar de Arechederra, Isabel y Mas, Magdalena (Comps.) . El Corazón de una nación independiente. 1994, p. 86.
22 Ayuntamiento. Entre otras funciones del gobernador del Distrito
Federal estaba la de garantizar la seguridad de los habitantes,
responsabilidad que a su vez delegaba en el Ayuntamiento de la
ciudad de México. Las obligaciones y facultades de los
ayuntamientos consistían, entre las mas importantes, en cuidar de
la limpieza de las calles, mercados y plazas, hospitales, cárceles
y casas de beneficencia; velar por la calidad de los alimentos y
bebidas; cuidar que hubiera cementerios en cada pueblo y ciudad,
recoger del párroco respectivo, cada mes información sobre
nacimientos, defunciones y matrimonios, lo cual debía ser remitido
al ayuntamiento. 7
La Ciudad de Mexico era un centro donde sus habitantes podían
encontrar diversiones variadas como eran teatro, circo, marionetas,
espectáculos musicales entre otros.
Con el decreto del 16 de febrero de 1854 se dio a conocer la
nueva división territorial del país por la cual se creó nuevamente
el Distrito de Mexico, que hasta entonces comprendía el antiguo
territorio del Distrito Federal establecido por la Constitución de
1824, se amplió considerablemente. Los nuevos límites establecidos
por el decreto comprendían: al Norte, hasta el pueblo de San
Cristóbal Ecatepec; al noroeste, hasta Tlalnepantla; al oriente,
hasta el Peñón Viejo y de ahí hasta la medianía de las aguas del
lago de Texcoco; al poniente, hasta Los Remedios, San Bartolo y
'Véase cuadro de gobernadores que ha tenido el Distrito Federal
'Pérez Rosales, Laura. op. cit. 1994, p. 89. esde 1823 hasta 1928.
23 Santa Fe: al sur hasta Tlalpan: al sureste, hasta Xochimilco e
Iztapalapa y al suroeste hasta San Angel y Coyoacán. 8
En esta epoca, la municipalidad de Mexico abarcaba
aproximadamente desde la Lagunilla hasta el Salto del Agua y de San
Lázaro hasta la Alameda. La población de la Ciudad era de
aproximadamente 200,000 habitantes, cuyas ocupaciones más
importantes eran la burocracia civil y la eclesiástica, una
incipiente industria y el comercio. En ella continuaba la
concentración de los poderes públicos y religiosos, así como los
negocios. De ahí que a la ciudad se le reconociera como la plaza
comercial más importante del país, cuyos miembros principales
estaban organizados en una agrupación de comerciantes. 9
En 1861, Juárez dio a conocer una nueva división política del
Distrito Federal, el cual estaría conformado por la municipalidad
de la Ciudad de Mexico y los partidos de Guadalupe Hidalgo,
Xochimilco, Tlalpan y Tacubaya. La autoridad local estaría a cargo
de un gobernador, y en cada partido la autoridad se delegaba en un
prefecto.
En mayo de 1864 llegaron a Veracruz Maximiliano y Carlota.
Dentro de su gobierno imperial, Maximiliano dio a conocer en marzo
de 1865 un decreto que de nueva cuenta dividía el territorio
nacional. En esta ocasión el imperio mexicano estaría dividido en
50 departamentos, entre los cuales estaba el departamento del Valle
de Mexico, cuya capital era la Ciudad de México. Durante este
8Luján Ponce, Noemí. El reqimen jurídico-político del Distrito Federal. 1991, p. 105.
2 4 periodo, el Ayuntamiento de la Ciudad de México recibió apoyo del
emperador para que la capital se urbanizara con el mejoramiento de
sus calles y del alumbrado, la construcción de su mejor avenida, el
Paseo del emperador, ahora de Reforma, etc. También se apoyó en el
aspecto cultural, de seguridad y de salud.
Al ocupar la presidencia Porfirio Díaz, se mantuvieron los
límites establecidos en 1861. Pero mas adelante, cuando el régimen
se consolidó y el desarrollo económico reclamaba espacios políticos
bien delimitados, fue cuando se inició a fondo el ordenamiento
jurídico-político del Distrito Federal. Primero se precisaron sus
límites con el estado de Mexico y el estado de Morelos, según el
decreto del 17 de diciembre de 1898, donde se establecía que los
límites del Distrito Federal con el estado de Morelos eran, al
oriente, La tranca, Xometitla, Nieves, Chila, San Andrés,
Diablotila, Tepozan; al norte, Pantitlán, Los Barcos, Tlatel de los
Barcos, El Tecal, Cerro del Chiquihuite, Cerro de Tlalayote, el
Sombrero y Patera; al poniente, Cerro de Manzanastilla y Piedra de
Amolar, y al sur, los límites con el estado de Morelos eran Cerro
Tuxtepec, Tezoyo y Chichinahuatzin, Quilnitepec, Otayucan, 10 Zohuanquillo, Ocotecatl y Yepac.
Finalmente en marzo de 1903 se dio a conocer la Ley de
organización Política y Municipal del Distrito Federal, según la
cual el territorio de éste se dividía, para su administración, en
trece municipalidades: Mexico, Guadalupe Hidalgo, Azcapotzalco,
Tacuba, Tacubaya, Mixcoac, Cuajimalpa, San Angel, Coyoacán,
érez Rosales, Laura. op. cit. 1994, p. 93. IgHernandez Franyuti, Regina. op. cit. 1996, p. 328.
11 Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta e Iztapalapa.
regimen de administración interno, éste dependería
En cuanto a
directamente
25 su
del
Ejecutivo Federal, el cual delegaría la autoridad en tres
funcionarios: el gobernador del Distrito, el presidente del Consejo
Superior de Salubridad y el director general de Obras Públicas. En
cada cabecera de las municipalidades habría un ayuntamiento formado
de concejales, designados popularmente mediante elección indirecta
cada dos años. El ayuntamiento estaría formado de 21 concejales, el
de Tacubaya de once y el resto de las municipalidades de siete.
Cabe señalar que el modelo de desarrollo económico seguido por
el país durante la segunda mitad del siglo XIX, y particularmente
durante el porfiriato, provocó la creciente hegemonía de la Ciudad
de Mexico sobre el conjunto nacional. El descuido de la agricultura
básica en el centro del país y en otras regiones, así como la
concentración de las líneas férreas (véase mapa l), del comercio,
de la educación, de las actividades políticas y de los servicios
asistenciales en el Distrito Federal, generaron un incremento
poblacional en la urbe, la cual llegó a tener, en 1900, 344 271
habitantes aproximadamente, y en 1910, 471 066, ocupando un área de
40 kilómetros cuadrados. 12
llAHCM. Carta Política del Distrito Federal, 1902. 12Florescano, Enrique (Coord.) . Atlas Histórico de México. 1983, p. 146.
26 CUADRO 1
DESDE LA INSTALACION DEL PRIMER GOBIERNO REPUBLICANO EN MEXICO. EL AÑO DE 1923.
HASTA EL 31 DE DICIEMBRE DE 1928. FECHA EN QUE FUE SUPRIMIDO
EL GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL13
GOBERNADORES QUE HA TENIDO EL DISTRITO FEDERAL.
NOMBRES FECHA DE TOMA DE POSESION
General Jose Moran ..................... Melchor MÚzquiz ........................ Manuel Gómez Pedraza ................... General Jose Maria Mendivil ............ Juan Manuel de Elizalde ................ Francisco Molinos del Campo ............ Juan Manuel de Elizalde (2' vez) ....... Ignacio Esteva ......................... Jose María Tornel ...................... Jose Ignacio Esteva (2' vez) ........... Agustín de F . Lebrija .................. Miguel Cervantes ....................... Francisco Fagoaga ...................... Ignacio Martinez ....................... Jose Joaquín de Herrera ................ Ignacio Martinez (2' vez) .............. Jose María Tornel (2' vez) ............. Ramón Rayón ........................... Jose Gómez de la Cortina ............... Manuel Fernandez Madrid ................ Francisco Garcia Conde ................. Luis G . Vieyra ......................... Agustín Vicente Eguía .................. Jose María Icaza ...................... Jose Fernando de Peredo ................ Luis G . Vieyra (2' vez) ................ Miguel Gonzalez Calderón ............... Luis G . Vieyra (3' vez) ................ Jose María Barrera ..................... Luis G . Vieyra (4' vez) ................ Francisco O . de Zarate ................. Luis G . Vieyra (5' vez) ................ Valentín Canalizo ...................... Manuel Rincón .......................... Ignacio inclán ......................... Jose Guadalupe Covarrubias .............
11 de octubre de 1823 9 de enero de 1824 3 de marzo de 1824
25 de noviembre de 1825 26 de agosto de 1826 2 de septiembre de 1826 26 de agosto de 1826 1 de enero de 1828
23 de febrero de 1828 1 de enero de 1828
30 de enero de 1830 20 de febrero de 1830 18 de febrero de 1831 14 de octubre de 1832 9 de enero de 1833 17 de abril de 1833 24 de noviembre de 1833 12 de enero de 1835 13 de octubre de 1835 15 de octubre de 1836 26 de octubre de 1836 9 de marzo de 1837 30 de diciembre de 1837
20 de septiembre de 1838 30 de diciembre de 1838 8 de enero de 1839 11 de enero de 1840 30 de abril de 1840 16 de marzo de 1841 31 de julio de 1841 19 de septiembre de 1841 9 de octubre de 1841
3 de octubre de 1843 3 de diciembre de 1843 7 de diciembre de 1846
10 de marzo de 1843
13Fuente: Puig Casauranc. Jose Manuel . Atlas General del Distrito Federal . Mexico. Centro de Estudios de Historia de México. CONDUMEX. 1992. pp . 49. 50 y 53 .
27 Vicente Romero ......................... 4 de enero de 1847 Juan Jose Baz .......................... 13 de enero de 1847 José Ramón Malo ........................ 17 de febrero de 1847 Ignacio Trigueros ...................... 29 de marzo de 1847 Manuel Reyes Veramendi ................. 8 de septiembre de 1847
Francisco Juarez Iriarte ............... 18 de enero de 1848 Juan M . Flores y Teran ................. 6 de marzo de 1848 Jose Ramón Malo (2' vez) ............... 5 de noviembre de 1848 Pedro Torrín ........................... 14 de mayo de 1849 Miguel Azcarate ........................ 2 de enero de 1850 Antonio Diez Bonilla ................... 21 de octubre de 1854 Juan José Baz (2' vez) ................. 5 de enero de 1856 Agustín Alcerreca ..................... 4 de octubre de 1857 Miguel Azcarate (2' vez) ............... 21 de enero de 1858 RÓmulo Díaz de la Vega ................. 20 de diciembre de 1859 Francisco G . Casanova .................. 29 de febrero de 1860 Justin0 Fernandez ...................... 6 de enero de 1861 Miguel Blanco .......................... 9 de febrero de 1861 Juan Jose Baz (3* vez) ................. 25 de junio de 1861 Anastasio Parrodi ...................... 8 de enero de 1862 Angel Frias ............................ 27 de abril de 1862 José María González de Mendoza ......... 24 de mayo de 1862 Jose S . Aramberri ...................... 20 de septiembre de 1862 Manuel Terreros ........................ 11 de noviembre de 1862 Ponciano Arriaga ....................... 23 de enero de 1863 José Ma . Gonzalez de Mendoza (2' vez) .. 1 de marzo de 1863
(En los últimos días del mes de mayo de 1863. estuvieron transitoriamente encargados del Gobierno del Distrito. el general Juan J . de la Garza y los señores Juan H . Mateos. Joaquín Alcalde y Manuel Romero) .
(El Gobierno Constitucional. en 31 de mayo de 1863. funcionaba en San Luis Potosí) .
El 12 de junio de 1863. ejercía el mando en el Distrito Federal el invasor francés. general Forey. siendo gobernadores:
Miguel María Azcarate .................. Manuel Garcia Aguirre .................. Jose del Villar Bocanegra (Imperio) .... Manuel Campero ......................... Mariano Icaza .......................... Tomas O'Horán .......................... Juan Jose Baz (4* vez) ................. Francisco H . Velez ..................... Francisco Paz .......................... Gabino Bustamante ...................... Alfredo Chavero ........................ Jose María Castro ..................... Tiburcio Montiel ....................... Joaquín A . Perez ....................... Protasio Tagle .........................
12 de junio de 1863. y 30 de junio de 1863 4 de noviembre de 1863 9 de abril de 1866
20 de septiembre de 1866 30 de septiembre de 1866 14 de agosto de 1867 7 de septiembre de 1869 27 de enero de 1871 17 de marzo de 1871 15 de junio de 1871
19 de septiembre de 1871 21 de octubre de 1871
29 de septiembre de 1873 22 de noviembre de 1876
28 Agustín del Río ........................ 30 de noviembre de 1876 Juan Crisóstomo Bonilla ................ 7 de febrero de 1877 General Luis C . Curie1 ................. 16 de febrero de 1877 General Carlos Pacheco ................. 2 de diciembre de 1880 Ramón Fernández ........................ 25 de junio de 1881 Carlos Rivas ........................... 5 de mayo de 1884 General Jose Ceballos .................. 3 de diciembre de 1884 Manuel Domínguez ....................... 19 de abril de 1893 Pedro Rincón Gallardo .................. 17 de julio de 1893 Nicolás Islas y Bustamante ............. 3 de agosto de 1896 Licenciado Rafael Rebollar ............. 8 de agosto de 1896 Guillermo de Landa y Escandón .......... 8 de octubre de 1900 Ramón Corral ........................... 8 de diciembre de 1900 Guillermo de Landa y Escandón (2' vez) . 3 de enero de 1903 General Samuel Garcia Cuellar .......... 3 de mayo de 1911 Alberto Garcia Granados ................ 30 de mayo de 1911 Ignacio Rivero ......................... 3 de agosto de 1912 Federico González Garza ................ 21 de agosto de 1912 General Cepeda y General Yarza ......... 3 de febrero de 1913 General Samuel Garcia Cuellar (2* vez) . 24 de febrero de 1913 Ramón Corona ........................... 28 de febrero de 1914 Alfredo Robles Domínguez ............... 18 de agosto de 1914 General Heriberto Jara ................. 19 de septiembre de 1914 Juan Gutierrez R ....................... 22 de noviembre de 1914 Vicente Navarro ........................ 26 de noviembre de 1914 Manuel Chao ............................ 4 de diciembre de 1914 Vito Alessio Robles .................... 1 de enero de 1915
(El 27 de enero de 1915 quedó el Ayuntamiento de México al frente del Gobierno del Distrito) . Gildardo Magaña ........................ 13 de General Cesar López de Lara ............ 3 de Coronel Gonzalo G . de la Mata (Interino) 3 de General César López de Lara (2a vez) ... 3 de Alfredo Breceda ....................... 22 de Arnulfo González ...................... 28 de
Benito Flores .......................... 26 de Manuel Rueda Magro ..................... 31 de
Alfredo Brecedo (2* vez) ............... 21 de
marzo de 1915 agosto de 1915 abril de 1917 junio de 1917 enero de 1918 agosto de 1918 enero de 1919 febrero de 1919 mayo de 1919
(El día 7 de mayo de 1920 fueron clausuradas todas las oficinas del Gobierno. porque el Ejecutivo evacuó el Distrito Federal. siendo Presidente de la República el señor Venustiano Carranza) . Manuel Gómez Noriega ................... 8 de mayo de 1920 General Celestino Gasca ................ 7 de julio de 1920 Ramón Ross ............................ 25 de octubre de 1923 Abel S . Rodriguez (Interino) ........... 15 de diciembre de 1923 Ramón Ross (2' vez) .................... 11 de febrero de 1924 General Francisco R . Serrano ........... 21 de junio de 1926
29 Licenciado Primo Villa Michel .......... Quedó al frente del
Gobierno , como Secretario General Encargado del Despacho, desde junio de 1927 hasta el 30 de noviembre de 1928.
Licenciado Primo Villa Michel .......... 1 al 31 de diciembre de 1928, con quien terminó el sistema administrativo que rigió al Distrito hasta esa fecha.
1.2. - De 1900 a 1913
En las postrimerías del porfiriato (1900-1910) las
características del crecimiento de la Ciudad fueron las siguientes:
en el suroeste se crearon colonias dirigidas a las clases pudientes
porfiristas. Ellas contaban con una urbanización previa, con
grandes avenidas y todos los servicios, entre las más
representativas tenemos la colonia Roma, la Condesa, la Cuauhtémoc,
etc. En el norte y el oriente se crearon las primeras colonias para
trabajadores que no siempre tuvieron desde sus inicios los
servicios urbanos necesarios. De este tipo de colonias encontramos
la Vallejo, Peralvillo, Rastro, Manuel Romero Rubio, entre otras.
La expansión territorial de la Ciudad fue favorecida por los
adelantos de la época en los sistemas de transporte. Los tranvías
eléctricos, de reciente introducción y controlado por compañías
extranjeras, comunicaban la ciudad con sus alrededores y el mismo
servicio prestaban los automóviles adaptados como camiones y autos
de alquiler, que permitían el rápido traslado de los habitantes de
30 una ciudad que ya no podía recorrerse a pie sin una considerable
inversión de tiempo y esfuerzo.
A esta epoca corresponde la construcción del Hemiciclo a
Juárez, de la Columna de la Independencia y de los monumentos a
Cuauhtémoc y Cristóbal Colón. El régimen porfirista trató de hacer
de la Ciudad de Mexico una ciudad suntuosa que diera cuenta del
progreso supuestamente experimentado por el país. El porfiriato se
identificaba con una arquitectura que expresaba perfectamente su
programa social y económico: la incorporación del país a la noción
de progreso cultural y económico de Europa y Estados Unidos. Al
final del régimen porfiriano se construyó el edificio del Correo
Mayor, el Palacio de Comunicaciones y se iniciaron los edificios de
Bellas Artes y el del Palacio Legislativo, que serían interrumpidos
por el estallido de la revolución.
Durante los acontecimientos que acompañaron la derrota de la
dictadura porfirista y que concluyeron con el triunfo de las
fuerzas revolucionarias, la Ciudad de Mexico fue escenario de
importantes acontecimientos. La efervescencia político electoral
maderista de su dirigente a la presidencia se vivieron en la
capital con una gran intensidad;14 al igual que el golpe de Estado
huertista y los sangrientos acontecimientos conocidos como "La
Decena Trágica". Esto es, que desde la presidencia de Madero, y más
l4Según Soledad Cruz Ródríguez en vísperas del movimiento maderista de noviembre de 1910, el Distrito Federal contaba, según el Censo General de Población, con 720 753 habitantes, la mitad de los cuales se concentraba en la Ciudad de Mexico (471 066 habitantes). Tras la caída de Porfirio Díaz, y durante el gobierno de Francisco I. Madero, la Ciudad de Mexico continuaba con la misma legislación de 1903.
31 con la usurpación huertista, el ayuntamiento de Mexico y el
gobierno del Distrito Federal en general habían quedado en manos de
viejos y nuevos políticos porfiristas.
1.3. - 1914 a 1917
La ciudad de México fue también la plaza que representó
simbólicamente los triunfos sucesivos de las distintas fracciones
revolucionarias. Quedaron en la memoria de quienes lo vivieron, la
entrada de los federales y la reunión de zapatistas y villistas en
la capital.15 El 20 de agosto de 1914 entró Venustiano Carranza a
la Ciudad de Mexico al frente del Ejercito Constitucionalista y
asumió el Poder Ejecutivo. Convocó a generales y gobernadores a una
Convención Nacional, iniciada el primero de octubre sin la
presencia de las representaciones de Francisco Villa y Emiliano
Zapata. La Convención continuó en la ciudad de Aguascalientes,
considerada localidad neutral, y esta vez s í participaron villistas
y zapatistas. El resultado de esta Convención, fue la sustitución
de Carranza como Jefe del Ejecutivo por Eulalio Gutiérrez. Carranza
desconoció a la Convención y se inició una cruenta lucha entre las
facciones revolucionarias. 16
Ante el avance de las fuerzas de Villa, Carranza abandonó la
capital y en diciembre de 1914 decretó que Veracruz fuera la
capital del país y que la Ciudad de México quedara relegada a la de
15Uno de los testigos de estos acontecimientos es Francisco Ramirez Plancarte quien lo describe muy bien en su libro Ciudad de Mexico durante la revolución Constitucionalista. 1941.
l6Veanse mapas 2 y 3, donde se ilustra qué lugares ocuparon las fuerzas convencionistas y las fuerzas constitucionalistas, respectivamente.
32 un nuevo estado que el mismo creó, el del Valle de México.” A
partir de entonces la Ciudad de Mexico fue ocupada por las dos
fuerzas en etapas sucesivas. Villa y Carranza la ocuparon en
diciembre de ese año y Alvaro Obregón en enero del año siguiente
para abandonarla a principios de marzo. En julio y agosto fue
ocupada por Pablo González, otro jefe constitucionalista.
Con la derrota militar de los villistas y la desarticulación
del movimiento zapatista, la facción constitucionalista encabezada
por Carranza se colocó como fuerza triunfante al inicio de los
trabajos del Congreso Constituyente, el lo. de enero de 1916.
Durante las sesiones del constituyente, la Ciudad de México
perdió su carácter de asiento de los poderes federales, ya que
fueron trasladados a la ciudad de Queretaro.
La discusión del Constituyente giró en torno al proyecto
presentado por el Primer Jefe del Ejercito Constitucionalista. Los
aspectos relativos al Distrito Federal se hallaban contenidos en
los artículos 43, 44, 45 y 73 fracciones V y Vi. 18
En su proyecto de Constitución, Venustiano Carranza propuso la
ampliación del territorio del Distrito Federal, afectando el del
Estado de México. A s í , el artículo 44 constitucional estableció que
el Distrito Federal se compondría del territorio que actualmente
tiene y, en el caso de que los poderes federales se trasladaran a
Otro lugar, se erigiría en estado del Valle de Mexico, cuya
extensión sería determinada por el Congreso de la Unión. Ahora
17Ulloa, Berta. Historia de la Revolución Mexicana. La fgcrucijada de 1915. 1981, p. 10. Luján Ponce, Noemí. op. cit. 1991, p. 139.
33 bien, en cuanto a su organización interna, el Distrito Federal se
dividiría en un departamento central y trece delegaciones. El
departamento central se formaría a su vez con las que fueron las
municipalidades de Mexico: Tacuba, Tacubaya y Mixcoac. Las trece
delegaciones serían Guadalupe Hidalgo, Azcapotzalco, Ixtacalco,
General Anaya, Coyoacan, San Angel, Magdalena Contreras,
Cuajimalpa, Tlalpan, Iztapalapa, Xochimilco, Milpa Alta y Tlahuac.
En cuanto a su gobierno interior, la Ley de Organización del
Distrito y Territorios Federales, del 13 de abril de 1917, limit6
la actividad de los ayuntamientos al sujetarlos en lo económico al
Poder Ejecutivo y en lo político y administrativo al control de un
gobernador del Distrito. De hecho, ninguno de los servicios
típicamente municipales quedó completamente al cuidado de los
ayuntamientos. En lo relativo a la administración interior, el
artículo 4 5 de la misma ley del 13 de abril de 1917 consagraba al
municipio libre como la base de la división territorial de la
organización política y administrativa del Distrito Federal. Las
municipalidades estarían a cargo de un ayuntamiento, compuesto de
miembros designados por elección popular directa y renovables cada
año. Al frente de cada ayuntamiento estaría un presidente con
carácter de primera autoridad política local, y a él correspondía
hacer cumplir todas las disposiciones y leyes, así como encargarse
de los establecimientos de detención, festividades cívicas,
diversiones públicas, juegos permitidos, expendios de bebidas y
3 4 alcohólicas, fondas, registro civil e inspección de pesas y
19 medidas.
Este ha sido un panorama general sobre las transformaciones de
la ciudad de México en distintas etapas de su historia. Ahora
quisiera entrar a la cuestión que nos atañe y es ver qué ocurría
con la población en estos años de confrontaciones y qué medidas se
tomaban para contrarrestar la crisis, pasemos al siguiente
capítulo.
"Pérez Rosales, Laura. op. cit. 1994. p . 105-106.
“Desde Aguascalientes hasta este momento, sólo ha reinado la ignominia,
la que aparecerá severamente juzgada por la historia”.
Lic. Soto y Gama
I1 LA LUCHA DE LOS EJERCITOS.
ALVARO OBREGON Y PABLO WNZALEZ EN LA CIUDAD DE MEXICO
2.1 . - EL CONTEXTO
El asesinato de Madero y Pino Suarez efectuado tras los
muros de la Penitenciaría, bajo las órdenes de Victoriano Huerta,
marcan el punto de partida para el desarrollo del presente
trabajo. Huerta se instaló en el Palacio Nacional el 20 de
febrero de 1913 e integró su gabinete con una mayoría felicista,
la cual ingenuamente pretendió primero dirigir a Huerta y después
sustituirlo con Felix Díaz, pero Huerta permaneció en la
presidencia 17 meses y su gobierno fue totalmente dictatorial a
partir de octubre de 1913, fecha en que disolvió el Congreso de
la Unión. Con excepción del gobernador de Coahuila, Venustiano
Carranza, y de la Legislatura de Sonora, l o s poderes
constitucionales de todos los estados reconocieron al régimen que
instaló Victoriano Huerta en febrero de 1913.
La revolución contra Huerta se empezó a dividir antes de que
llegara al triunfo final, tanto por las diferencias y rivalidades
personales de los tres principales jefes, Carranza, Villa y
Zapata, como por distintos enfoques de los problemas nacionales e
internacionales. La necesidad común de derrotar a Huerta había
conservado una unidad precaria entre Villa y Carranza. A la
retirada de Huerta, Carranza empleó el último vestigio de su
40 autoridad sobre Villa para detenerlo al máximo, y asegurar así a
Obregón, que le permanecía fiel, su arribo a la Ciudad de México.
Como un último intento por unir a Villa y a Carranza, tuvo
lugar una Convención de Generales en Aguascalientes, a partir del
mes de octubre de 1914. Poco se logró; tan sólo la elección de un
presidente provisional de Mexico, Eulalio Gutiérrez. Carranza no
reconoció la validez de las decisiones de la Convención y rehusó
entregar el poder; Villa por su parte, se negó a retirarse y
adquirió el control de la Convención y de Gutiérrez, haciendo
suyos a ambos. Así fue como la Convención de Aguascalientes sólo
consiguió confirmar la irreparable división entre l o s seguidores
de Carranza -los constitucionalistas- bajo el mando de Obregón y
los convencionistas de V-illa y de su nuevo aliado, Zapata.
La integración de la Convención Militar de Aguascalientes -
que agrupó a l o s más variados grupos revolucionarios del país- y
el antagonismo que surgió entre los participantes de dicha
Convención con el ejército y jefatura de Carranza, originó una
lucha por el poder que se manifestó dramáticamente en la Ciudad
de México a partir de la caída de Huerta.
Durante trece meses villistas y carrancistas lucharon sin
poder lograr ninguno de ellos una ventaja decisiva. Zapata
resultó un aliado de Villa, aunque tanto él como sus hombres
estaban casi exclusivamente interesados en la victoria en su
propia región.
41 Una grave escisión revolucionaria, en 1915, enfrentó a los
constitucionalistas contra los convencionistas (que incluían a
zapatistas y villistas), y al reanudarse las hostilidades, sus
efectos fueron devastadores en pérdidas de hombres y destrozos
materiales, que trajeron consigo escasez y carestía. Al finalizar
el año, con la desmovilización de los ejércitos, comenzó a
desarrollarse una epidemia de tifoidea que causó gran mortandad,
en tanto que la producción agropecuaria llegó a sus más bajos
niveles. 1
La situación económica del país empeoró por los gastos
ocasionados cuando se reanudó la guerra y por las presiones
financieras y diplomáticas de los Estados Unidos. El comercio
interior fue el más afectado, ya que la guerra acarreó la
destrucción de transportes y vías de comunicación, dejando
aisladas extensas zonas del país; absorbió las actividades de
muchos hombres, provocando la baja de la producción agrícola,
industrial y minera; cierre de fábricas y de comercios que dio
lugar al desempleo, la escasez, la especulación, el mercado negro
y la fuga de capitales.
A través de los ferrocarriles se introducían víveres a la
capital, pero éstos eran muy pocos, porque además de que su
precio se había duplicado empezaban a ser acaparados por los
almacenistas, quienes ya veían en lotananza una perspectiva de
enriquecimiento, 3ues pretextaban audazmente sufrir gran escasez,
'LÓpez Rosado, D i e s p . E l a b a s t o d e p r o d u c t o s alimenticios en l a Ciudad
42 cuando en algunos casos tenían sus bodegas llenas de alimentos.
Lo cierto era que a consecuencia de la ocupación de ferrocarriles
en actividades militares, la distribución de efectos comerciales
en los puntos que el gobierno controlaba se paralizó a tal
extremo, que las fuentes de producción industrial, carentes de
tan indispensable servicio, se vieron obligadas, a fin de poder
subsistir, a reducir la jornada de trabajo e igualmente a rebajar
los salarios.
Estos acontecimientos nos hablan de que después de varios
años de luchas internas, de saqueo por parte de los diversos
grupos en armas y del abandono y destrucción de negocios y
propiedades, la población civil y grandes sectores de la economía
carecían de lo más indispensable para sobrevivir.
A partir del año 1915 surgió un gran Rúmero de casas
comerciales que vendían todo tipo de artículos, sobre todo de
aliment3s. El negocio fue muy lucrativo, pues el país resentía
una apremiante necesidad de bienes de consumo.
Así vemos dos hechos contrastantes, por un lado tenemos que
la revolución de 1910 influyó de manera determinante en el
desarrollo de la superficie urbana de la capital, al convertirse
en reflejo de numerosas familias provincianas que huían de la
violencia desatada en casi todo el país. Por otro, el descenso de
la producción se acentúa más a medida que pasa el tiempo así como
los diversos acontecimientos en la Ciudad de Mexico, por ejemplo
de México. 1980, p - 312.
4 3 la Decena Trágica, la Convención, o la toma del poder político
por parte de Carranza.
En este espacio y periodo que hemos delimitado, la Ciudad de
México 1913-1915, se expresan muchos de l o s cambios ocurridos en
la sociedad mexicana del siglo X I X camino a la conformación de
una estructura de clases más definida. A pesar del progreso
industrial y de la constante migración del campo a las ciudades a
finales del período porfiriano, l o s campesinos siguieron formando
la mayor parte de la población trabajadora del país y, en
consecuencia, también constituyeron la mayor parte de las masas
combatientes de la revolución.
Es necesario hacer una breve descripción de la ocupación de
la Ciudad de México por parte de Alvaro Obregón y después la
ocupación de Pablo Gonzalez, ya que estos dos personajes apoyaron
al Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, además fueron l o s
que abrieron el camino, sobre todo Pablo González, para que
Carranza entrara triunfal a la capital.
2.2.- ALVARO OBREGON EN LA CAPITAL
La entrada de Obregón a la Ciudad de Mexico fue un tanto
planeada, no se quería que estas fuerzas entraran en desorden
para que los habitantes de la Ciudad no fueran molestados. "El
señor General Obregón se ha servido ofrecer además, que castigará
con la mayor energía a cualquier soldado o individuo civil que
allane o maltrate cualquier domicilio, y advertirá al pueblo, en
4 4 su oportunidad, que ningún militar podrá permitirse, sin
autorización expresa del General en Jefe, solicitar ni obtener
nada de lo que sea de la pertenencia de particulares". 2
Las fuerzas de Venustiano Carranza, encabezadas por Alvaro
Obregón, tomaron la capital de la república el 20 de agosto de
1914. La que sería La primera estancia militar de Alvaro Obregón
en la Ciudad de México después de la renuncia de Huerta -todavía
como parte de la unidad revolucionaria- duró tan sólo tres meses,
ya que tuvo que desalojar la plaza el 24 de noviembre de 1914, al
haber decidido la recién constituida Convención de Aguascalientes
ocupar la Ciudad de Mexico. La ocupación convencionista la inició
el ejército zapatista el 24 de noviembre de 1914, finalmente fue
ocupada por el gobierno y el Ejército Convencionista el 6 de
diciembre de 1914.
En su obra Ocho mil kilómetros en campaña, Obregón dice que
desde que se incorporó a la Ciudad de México, había podido notar
una hostilidad determinante marcada hacia el Ejército
Constitucionalista, por parte del clero, del comercio en grande
escala, de la banca, de los industriales acaudalados y de la
mayor parte de los extranjeros, la hostilidad que se venía
revelando en l a oposición que presentaban al cumplimiento de las
disposiciones del cuartel general que estaba a su mando así como
de las comunicadas por acuerdo expreso de la primera jefatura d e l
Ejercito Constitucionalista. E n palabras del mismo Obregón: "esta
'Archivo General de l a Nación ! A G N ) , Fondo Alfredo Robles Domínguez
4 5 hostilidad, sinceramente creo que, en la mayor parte de los
casos, no era hija de sus convicciones y s í de su conveniencia,
porque se les resistía suponer que nuestro ejército, siendo tan
reducido de número y tan limitado de pertrechos también, fuera
capaz de resistir a los ejércitos de Villa y Zapata, que habían
visto desfilar en la misma capital, y que sumaban cinco veces mas
que los elementos nuestros y creían, naturalmente, que nuestro
ejército tocaría muy pronto a su fin, que Villa, el guerrero
invencible, y Angeles, el flamante militar, después de
aniquilarnos, l o s tratarían con más o menos dureza. De ahí que su
principal objeto, al seguir esa actitud hacia nosotros, era el de
ser consecuentes exclusivamente con sus intereses materiales". 3
Dice Obregón que la Ciudad de Mexico se encontraba en un
estado de miseria alarmante; todos l o s artículos de primera
necesidad estaban en manos de los acaparadores, y el pueblo
sufría las consecuencias de ese monopolio inmoral.
Obregón toma medidas tendientes a conjurar el hambre en la
Ciudad de México, o cuando menos atenuar esta situación; así que
nombra una comisión, presidida por l o s señores Ing,. Alberto J.
Pani, Dr. At1,5 y Juan Chávez, quienes venían prestándole gran 4
(ARD), Vol. 9, Exp. E, Folio 25. 8 de agosto de 1914. 'Obreg6n, Alvaro. Ocho mil kilómetros en campaña. 1917, p. 402-404.
'Alberto J. Pan1 (1878-1955). Nació en la ciudad de Aguascalientec. Fue Subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes en 1911. Fungió como Director de los Ferrocarriles Constitucionales en 1914.
5Gerardo Murillo, mejor conocido como Doctor At1 (1875-1964). Originario de Jalisco. En 1914 se incorpora a las fuerzas de
46
ayuda en su gestión, que se llamó "Junta Revolucionaria de
Auxilios al Pueblo". A ésta destinó medio millón de pesos,
cantidad que Carranza le había autorizado a exhibir, para
conjurar las necesidades más imperiosas de las clases pobres, en
la ciudad de Mexico. "Efectivamente, en la estación del
Interoceánico había una gran multitud perteneciente en su mayoría
a la clase humilde, la que formando 'colas', y con paciencia y
resignación franciscanas, esperaba llegar al sitio del reparto,
donde algunos comisionados por la Junta Revolucionaria de
Auxilios al Pueblo que recibiera para tal efecto del General
Obregón la suma de 500, 000. 00, les obsequiaban cantidades de 5,
10, 15 y hasta 20 pesos (según el aspecto de miseria de los
demandantes), en billetes constitucionalistas". 6
Esta situación se hacía un poco más difícil pues l o s ataques
del enemigo sobre las posiciones de las fuerzas
constitucionalistas en l a s inmediaciones de la Ciudad, se hacían
cada vez más vigorosas y la hostilización era constante, cosa que
obligaba a permanecer dentro de la Ciudad, sin poder extender sus
líneas "siquiera a Xochimilco" -dice Obregón-, "donde esta la
planta que surte de agua a la capital y cuyo líquido tanta falta
hacía para todos los servicios".
Recordemos que las fuerzas que mantenían lo que puede
llamarse sitio de la Ciudad de Mexico, eran casi todos los del
~~ ~~
Venustiano Carranza. Organizó batallones de obreros e impulsó la unión con la Casa de?. Obrero Mundial. 'Ramírez Plancarte, Franciscc. op. c i t . 1941, p . 319.
47 llamado Ejercito Libertador del Sur, o zapatistas, reforzadas con
algunas fracciones de la División del Norte, que habían quedado
como escoltas especiales de los jefes de aquella División, que
eran delegados a la Convención, y con las brigadas de Gonzalez
Garza,' Argumedo,' Almazán y otros, pudiendo estimarse su
efectivo total, entre veinte y 25 mil hombres.
A medida que los ataques de los convencionistas se
generalizaban Obregón sentía "que nuestros cartuchos se consumían
en cantidades desproporcionadas con las que nos entraban en
reposición, y que el hambre hincaba sus garras en nuestras clases
pobres, las castas privilegiadas -como las llamaré
sarcásticamente en mi obra, ya que su verdadero nombre debe ser
el de "castas malditas"- que dejé ya señalados, encabezadas por
el clero y hostiles a l a revolución, elevaban los precios,
ocultaban l o s artículos de primera necesidad y hacían circular
versiones de tal manera alarmantes, sobre la aproximación de
Villa con poderosas columnas para capturar la capital y nulificar
'Roque Gonzalez Garza (1885-1962). Nació en Lampazos de Naranjo, Nuevo León. Se rebeló contra el golpe militar de Huerta y se puso a las órdenes de Carranza er. Paredón, Coahuila. Fue Jefe del Ejército del Noroeste. Asistió a la Convención de la Ciudad de México y con ella se trasladó a Aguascalientes, pero ante la escisiór, revolucionaria se adhirió a las filas de Carranza. A mediados de 1915 fue encargado de recuperar la Ciudad de México, entonces en poder de los convencionistas; al reorganizar sus contingentes en al ciudad de Puebla y desarrollar una intensa campaña contra las fuerzas zapatistas logra ganar definitivamente la Ciudad de Mexico. 'Benjamín Argumedo (1876-1916). Primero luchó con las fuerzas constitucionalistas y se dice que con la victoria de estas sobre Huerta, Argumedo inicF5 otra fase de su participación en la lucha revolucionaria. Se neq5 a aceptar los Tratados de Teoloyucan y se levantó contra el gobierno de Carranza, convirtiéndose otra vez en
4 8 con triunfo nuestro papel moneda, que los acaparadores cerraban
sus puertas al pequeño comercio, y empezaban a verse por las
calles, grandes grupos de gentes hambrientos, en cuyos rostros se
hacían patentes las huellas de prolongadas vigilias". 9
En l o s momentos más difíciles del enfrentamiento entre
propietarios y revolucionarios, Alvaro Obregón exigió una
contribución especial para establecer tiendas populares. Los
propietarios se reunieron en el Teatro Hidalgo -eran sólo 400-
para preparar una respuesta política. Enterado, Obregón mandó
rodear el edificio con las tropas de los temibles yaquis, dejó
salir a los extranjeros y remitió a l o s demás a la demarcación de
la policía.
Al verse cercado Obregón por parte de las fuerzas
convencionistas sale de la Ciudad el 2 4 de noviembre de 1914, por
lo que la capital fue ocupada ese mismo día por los
convencionistas. El gobierno Convencionista salió de la ciudad de
Mexico el 26 de enero de 1915 presionado por el Ejercito
Constitucionalista que, por segunda vez, tomó la plaza al mando
de Obregón el 28 de enero de 1915; "con unas cuantas horas de
diferencia, la Ciudad de Mexico fue desalojada por González Garza
y ocupada por las fuerzas de Obregón, que sólo habría de
retenerla 4 0 dias y sin atacar a sus enemigos formalmente". 10
~~
rebelde. No tuvo éxito cuando se le encomendó obstruir las líneas de abastecimiento de Obregón. Obregón, Alvaro. op. cit. 1917. "Ulloa, Berta. Historia de la Revolución Mexicana. La revolución escindida. 1981, p . 103.
9
49 Esta segunda vuelta del general, no fue muy del agrado de los
capitalinos que sufrieron la fobia de los norteños a la Ciudad de
México, a la que catalogaban como la "ciudad maldita". El 10 de
marzo de 1915 Obregón abandonó la Ciudad de Mexico por presión
del Ejercito Zapatista, entrando de nuevo ese día el gobierno de
la convención, que se quedó en la Ciudad hasta julio de 1915.
Podemos ver que Obregón se da cuenta que la Ciudad e Mexico
vive en condiciones humillantes, intenta imponer algunas medidas
pero si notamos parece que le preocupa más en qué posición se
encuentran sus enemigos. Aquí cabría preguntarnos que importancia
le daban las fuerzas constitucionalistas a la capital, sobre todo
Obregón que era el que estaba a l frente de la Ciudad; pues para
él le resultaba difícil conservar su poder en la capital, debido
a los continuos descalabros sufridos por las fuerzas a su mando y
al ambiente de hostilidades que se agitaba en torno suyo: el
clero, la campaña contra el General Villa que ya estaba tomando
algunas posiciones en el norte, etc. A la pregunta que nos
planteamos líneas antes el mismo Obregón nos la responde, a fin
de que las tropas estuvieran listas para abandonar la Ciudad,
Obregón hace algunas declaraciones a corresponsales extranjeros
"no concedo ninguna importancia a la Ciudad de México bajo el
punto de vista militar. No constituye posición estratégica; no es
un centro ferrocarrilero; ni tampoco es lugar donde las tropas
puedan encontrar los elementos de boca y guerra que necesitan. En
cambio, para guardar a Mexico, tiene que distraerse una fuerza
1'
50 numerosa que se necesita en otros puntos, donde puede traer mayor
provecho. Por eso es que para nosotros, tener esta ciudad o no
tenerla, significa igual"." ¿De verdad esto era cierto? ¿Qué ..
pensó Obregón después del triunfo final del Constitucionalismo?
Y o no tengo las respuestas, pero s í me gustaría tratar de
contestarlas en una ocasión posterior.
2 . 2 . - PABLO GONZALEZ EN LA CAPITAL
El 11 de julio de 1915 llegó el General Constitucionalista
Pablo González a la capital. La permanencia de los
constitucionalistas en la Ciudad de Mexico fue de una semana. Un
día antes a la salida de las fuerzas de Pablo González, el 16 de
julio, el comerció cerró y la gente inició el saqueo de las
tiendas que se prolcngó hasta el día siguiente. Los
constitucionalistas no aparecieron para sofocar los motines.
Nadie se imaginaba que el interés de l o s constitucionalistas en
esos momentos era asegdrar la retaguardia militar y no el
bienestar de la Ciudad de Mexico, en la que no pensaban
involucrarse.
La reacción del Departamento de Estado de Washington ante la
entrada de Pablo González a la Ciudad de Mexico no se hizo
esperar: " l a actitud asL?iida por el Seneral González desde que
"Ramírez Plancarte, Francisco. op. c i t . i941. p. 371.
51 ocupó la Ciudad de México, ha causado a este gobierno muy
favorable impresión, y se confía en que nada ocurrirá que lo It aparte de sus buenos propósitos".
En la época de ocupación convencionista (del 18 de julio de
1915 al 2 de agosto de 1915) se tomaron de nuevo una serie de
medidas de apoyo a los inquilinos y a la economía del Distrito
Federal. El movimiento surgido de la Convención de Aguascalientes
empezó a ser derrotado en el plano militar a mediados de 1915,
dándose fin a otra etapa del movimiento armado de la revolución.
A la retirada de los convencionistas, la Ciudad de México fue
ocupada definitivamente por el Ejército Constitucionalista al
mando de Pablo Gonzalez el 2 de agosto de 1915. Para esas fechas
hicieron su entrada a la capital, por última vez, las fuerzas
constitucionalistas al mando del General Pablo Gonzalez. La
entrada triunfal de l o s constitucionalistas a la Ciudad de México
se hizo sobre cadáveres yacientes y vivientes que llevaban muchos
días descomponiéndose o hurgaban come fantasmas los basureros y
las cloacas. A l entrar por Última vez a la capital Pablo
González, tomó posesión como gobernador del Distrito Federal el
13 General César López de Lara.
'?Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (AHSRE), Sección 16, Caja 15, Exp. 14. 17 de julio de 1915. I3César López de Lara (1890-1960). Originario de Matamoros, Tamaulipas. Se unió a la campaña presidencial de Francisco I. Madero en 1910, y en 1913 al movimiento Constitucionalista, al lado del General Lucio Blanco. a los 26 años, ya con grado de general brigadier, fue designado gobernador provisional del Distrito Federal, en octubre de 1916, y con carácter definitivo, del 25 de julio de 1918 al 17 de agosto de 1919.
52 Quizá una de las cosas que le preocupaba al General Pablo
González era la cuestión relativa a la escasez de víveres, y por
ello propone que se estudien las medidas y medios para que la
Ciudad no carezca de víveres, así también estos se puedan
adquirir a precios equitativos al alcance de todos.
En una entrevista que le hacen a Pablo González por parte
del perijdico El Mexicano, le preguntan cuál ha sido el obstáculo
más importante que se le ha presentado en su política de aliviar
la condición de la Ciudad, a lo que responde "no puedo concretar
obstáculss especiales. La situación en general era difícil y hube
de tomarla en conjunto. En un principio el ambiente político no
era del todo favorable para nosotros, pero después se fue
modificaxdo y a la fecha puedo decir, con satisfacción, que he
encontrado general apoyo en mis esfuerzos por aliviar la penosa
situación en que primitivamente encontré a esta Ciudad". i 4
Es cierto que para octubre de 1915 no se habían remediado
los males que aquejaban a la Ciudad, y una de las aspiraciones de
Pablo Gcnzalez era que se mejorara el comercio, así como la
normalizcción económica. El general González reconoce que las
obras de beneficencia "ni producen sus resultados con verdadera
equidad, pues mientras algunos de los necesitados obtienen buenos
provechos, hay otros que nada pueden alcanzar de la caridad
pública".-- En efecto, pero sólo eran medidas como se habían - =
El Mexicano, 10 de octubre de 1915, p . 1 y 2. 1 4
" I b i d .
53 venido haciendo en distintas etapas de este movimiento, y parecía
que a ninguno le quedaba claro, el mismo Pablo González sigue en
la idea de los demás: aprovisionamiento de la ciudad con la mayor
cantidad de mercancías; pero ;cómo si la población capitalina era
muy grande!; proponía González las facilidades para la conducción
de mercancías, reglamentar el servicio ferrocarrilero, etc. Esto
no se lograría hasta que terminara la lucha revolucionaria, lo
que llevó un par de años, si no es que mas.
i
‘‘ ... Pasarán siglos y la humanidad proclamará, por boca de sus sabios, que no hay crímenes y,
por consiguiente, no hay pecado; que sólo hay hambrientos”.
F. Dostoievski
I11 LOS PROBLEMAS QUE VIVE LA CIUDAD:
ESCASEZ DE ARTICULOS DE PRIMERA NECESIDAD;
LOS COMERCIANTES ESPAÑOLES LA TIFO, UN MAL QUE AQUEJA A LA CIUDAD;
En medio de una gran crisis política y financiera, el 15 de
julio de 1914, Victoriano Huerta renuncia a su cargo. I t . . . el General Victoriano Huerta, como un cruel sarcasmo del destino lanzó
al presentar su renuncia a la Presidencia de la República la
siguiente frase hipócrita que antójase histrionesca y bufa si no
estuviera manchada de traición y sangre: ¡Dios los bendiga a
ustedes y a mí también!I1. 1
La integración de la Convención Militar de Aguascalientes -que
agrupó a los más variados grupos revolucionarios del país- y el
antagonismo que surgió entre los participantes de dicha Convención
con el ejército y jefatura de Carranza, originó una lucha por el
poder que se manifestó dramáticamente en la Ciudad de Mexico a
partir de la caída de Huerta.
La Ciudad fue ocuhada por Obregón el 20 de agosto de 1914,
pero la desocupó el 24 de noviembre del mismo año; en diciembre de
1914 la Ciudad es ocupada finalmente por el Ejercito
Convencionista. Durante ese período de ocupación se tomaron una
serie de medidas importantes para la Ciudad de México; entre ellas,
la devolución de sus facultades municipales al Distrito Federal,
con un decreto del presidente de la Convención Eulalio Gutierrez
del 29 de diciembre de 1914.
'Ramírez Plancarte, Francisco. op. cit. 1941. p . 5 5 .
58 Pero no sólo ocurría este hecho relevante, también el
Ayuntamiento de la Ciudad se preocupaba por el alza inmoderada que
un grupo de especuladores realizaban en los artículos de primera
necesidad.
3.1.- PROYECTOS Y MEDIDAS PARA REGULAR LOS PRECIOS DE LOS ARTICULOS DE PRIMERA NECESIDAD POR PARTE DE LOS CONSTITUCIONALISTAS.
Para lograr el descenso de los precios en los artículos de
primera necesidad y defender a la población contra sus
especuladores era preciso la regularización del tráfico comercial,
pero entre tanto éste no se mejorara por la preferencia actual de
los servicios militares, por la recuperación del necesario material
rodante, urgía estudiar los medios para conseguir fijar un precio
razonable de venta. La propuesta era que se formaran cinco
comisiones de los señores concejales para encargarse separadamente
de vigilar y hacer cumplir las disposiciones y medidas indicadas
para conseguir la venta al precio razonable la leche, carne,
carbón, trigo, maíz y semillas diversas. 2
Las medidas eran que, en primer lugar, se tenía que informar
de la existencia de mercancías almacenadas por períodos semanales
de las variaciones que sufriera esa existencia por las
importaciones a esta capital, así como de l o s precios de compra por
los comerciantes al mayor, factores de suma importancia en este
asunto. Por otra parte, se pedirían a las líneas Nacionales por
'AHCM, Comisión de Artículos de Primera Necesidad, V o l . 4, Exp. 523, Folio 1. 1914.
59 conducto de la Secretaría de Comunicaciones que se enviaran
diariamente noticias de las cantidades de artículos de primera
necesidad transportados a esta capital, los nombres de los
consignatarios y noticias semejantes de dos meses anteriores a la
fecha. Con esos datos los comisionados ya podrían formarse idea del
estado general de existencias y costos y junto con l o s comerciantes
al mayor se podrían fijar precios razonables.
Una vez fijados los precios máximos de ventas por mayor y
menor de acuerdo con el Gobierno del Distrito se publicarían estas
tarifas en el Diario Oficial y prensa diaria para conocimiento de
los interesados, enviándose copias a las Demarcaciones de Policía
para el debido conocimiento y haciendo saber a los comerciantes por
decreto y por la prensa, la obligación de fijar en sus
establecimientos los precios máximos de sus artículos conforme a
dichas tarifas, en el concepto de que no hacerlo, se les
castigaría. El que daría cuenta de que se estuviera llevando a cabo
lo acordado sería la policía y se invitaría al público para
denunciar a los infractores de ventas indebidas y falta de fijación
de dichos precios.
Si los comerciantes se comprometían a vender sus mercancías a
precios más bajos para el beneficio de las clases pobres,
principalmente, lo que haría el Gobierno sería llegar a un acuerdo
con la Secretaría de Comunicaciones para el transporte y la
seguridad de dichas mercancías.
A s í también, el Ayuntamiento Constitucional de México daba
autorizaciones para adquirir o comprar mercancías y ser vendidas
entre la gente del barrio, vecinos y familiares, pero quien expedía
60 este salvoconducto pedía la cooperación de autoridades civiles y
militares para su buen desempeño, un ejemplo es el siguiente:
aaLa Comisión de artículos de primera necesidad del H. Ayuntamiento de esta capital, autoriza al señor Benjamín Rodriguez para conducir de la Estación de Colonia a las Bodegas de aaLas fábricas universalesaa situada en la 2/a del 5 de febrero y 4/a de Capuchinas, doscientas ocho latas de manteca y 160 cargas de carbón, para repartirlo entre los empleados de dicha casa; por lo que se suplica tanto a las autoridades civiles como militares se sirvan prfstarle su ayuda para el buen desempeño de esta comisiónaa.
Para agosto de 1915 parecía que las medidas tomadas por la
Comisión de Artículos de Primera Necesidad habían sido muy buenas
ya que para esas fechas se decía que estaban mejorando los precios
de los artículos. En una entrevista que hace el periódico
Mexicano a varios comerciantes es notoria la mejoría en los precios
de dichos artículos, en general, y de seguir cumpliendo con las
medidas tomadas por la Comisión se lograría aliviar en gran parte
la difícil y aflictiva situación de la clase menesterosa, un
ejemplo de ello son los siguientes cuadros:
CUADRO 1 PRECIOS DE COMERCIANTES AL MAYOREO
ANTES DEL PROYECTO DE DICIEMBRE DE 1914 Y DESPUES DE DICHO PROYECTO, 1915
PRECIOS ANTES PRECIOS DESPUES Piloncilio $ 3 . 0 0 kilo $ 2 . 6 0 kilo Arroz 4 . 8 0 y 5.00 4 . 3 0 y 4 . 5 0 Azúcar 3 . 7 5 3 . 5 0 Garbanzo chico 2.00 2.00 Haba 1 . 7 0 1 . 6 0
3AHCM, Comisión de Artículos de Primera Necesidad, Vol. 1, Exp. 523, Folio 117. 1915.
61 CUADRO 2
PRECIOS DE COMERCIANTES AL MENUDEO
PRECIOS Piloncillo $2.80 Kilo Arroz 4.00 y 5.00 Azúcar 4.00 Haba 1.75
Fuente: El Mexicano, 6 de agosto de 1915, p.5.
Los precios de los víveres fueron particularmente altos
durante 1914. Podemos decir que una de las razones fue que las
cosechas habían sido destruidas o confiscadas por los diversos
ejércitos revolucionarios, mientras que las siembras habían
disminuido a consecuencia de las condiciones inciertas y en virtud
del hecho de que muchos de los trabajadores agrícolas fueron
reclutados.
En la Ciudad había almacenes generales del Cuerpo del Ejercito
de Oriente donde se vendían al público mercancías a bajos precios
provocando una competencia que tenía como objetivo que los
comerciantes redujeran el costo de sus mercancías, ya que seguían
vendiendo, de manera despiadada, muy caro todo lo que acaparaban
tres o cuatro meses antes y que, seguramente, adquirían a un valor
diez o quince veces más bajo que el que estaban fijando.
\
En 1915 el Licenciando y Coronel Jose Luis Patiño era el
Preboste General de la Plaza; la tarea principal de la oficina
Prebostal era encargarse de vigilar estrechamente las maniobras del
comercio de artículos de primera necesidad y la fijación de los
precios. A medida que los precios aumentaron, las actividades de
dicho funcionario fueron más y más intensas. Al principio, sus
esfuerzos se encaminaron sobre todo a impedir el establecimiento de
62 precios excesivos para l o s víveres y el carbón. Los comerciantes se
quejaron de que estaban siendo obligados a vender sus mercancías
por debajo del costo y que iban a la ruina. Los mayoristas de la
Ciudad de México, considerando que los precios fijados eran
injustamente bajos, interrumpieron sus compras de provisiones
alimenticias provenientes del campo, con la consecuencia de que
redujeron o eliminaron el ingreso de numerosos agricultores. Ante
la fijación de precios, los vendedores al menudeo ocultaron muchas
de sus mercancías. La gente de la Ciudad, en particular la más
pobre, experimentó muchas dificultades para adquirir alimentos y
carbón. Así, en 1915, se publicó una lista de precios a que se
vendían en l o s almacenes establecidos por el Gobierno y otra que
habían fijado algunos comerciantes de la capital. La diferencia de
precios era notable (véase cuadro 3), y se recomendaba al público
que hiciera sus compras en los almacenes del Gobierno,
informándoles, también, que esos precios se reducirían en el
momento en que el tráfico ferrocarrilero y el mercado capitalino se
proveyera de artículos procedentes del Bajío, principalmente.
CUADRO 3 PRECIOS EN DISTINTOS ALMACENES
CUERPO DE EJERCITO DE ORIENTE
COMERCIO CAPITALINO
Arroz $1.75 kilo Azúcar 1.50 Café crudo 1.50 Manteca 3.00 Harina 1.00 Haba 0.50 Frijol 1.00
63
-------- Fuente: El Mexicano, 13 de agosto de 1915, p. 1
El Preboste General, José Luis Patiño, expidió una circular al
comercio en general, advirtiendo que en un plazo de 24 horas, se
debería fijar en la parte más visible de los establecimientos una
lista de los precios a que venda los artículos de primera
necesidad; teniendo entendido que el o los que desobedecieran dicha
disposición serían castigados con arresto o multas, según el caso.
W n informe de septiembre de 1915 decía que en tanto algunos de los
distribuidores de mercancías observaban los precios fijados por el
preboste, cierto número de comerciantes ocultaban sus existencias y
otros más vendían por debajo del peso. Una veintena de ellos fue
arrestada en un día por cargar precios excesivos o rehusarse a
vender8 .* Se puede decir que estas medidas llevadas a cabo por el preboste só lo con\dujeron a un éxito relativo ya que no se podían
vigilar todos los comercios aún cuando hubo inspectores para ello.
Los comerciantes cometían abusos, adulteraban los artículos
alimenticios, o vendían a precios muy altos. El preboste general
hizo un recorrido, acompañado de cierto número de oficiales, a la
mayor parte de la ciudad, introduciéndose a algunas tiendas de
abarrotes. "Fingiéndose comprador, solicitó algunos artículos,
~ ~~
4Kemerer, Edwin. "Inflación y revolución, la experiencia mexicana de 1912 a 1917", en: Problemas agrícolas e industriales de México. Vol. V, Núm. 3, 1953. p. 187.
6 4 pudiendo sorprender las fraudulentas y delictuosas operaciones a
que antes nos referimos". 5
3.2.- EL CUARTEL EXPERIMENTAL
En 1915 se realiza un proyecto para abastecer de víveres a
esta Ciudad, la idea era hacer una prueba experimental para ver en
la practica sus resultados. Primeramente, el señor Licenciado
Gabriel Robles Dominguez,' ordenó a un competente número de
inspectores, dependendientes de la Junta Revolucionaria de Auxilios
al Pueblo que estaba bajo su dirección, que se procediera a hacer
un padrón detallado que se llamara Ilcuartel experimental". El fin
era que el Gobierno Constitucionalista prestara ayuda a todos los
habitantes de la Ciudad, sin distinción de clases sociales. El
proyecto, por lo que respecta a la distribución de los artículos de
primera necesidad se haría en las cantidades proporcionales del
número de personas de cada familia para la cual el licenciado
Robles Domínguez consultó con varios doctores, a fin de que se
fijara la cantidad dd los nueve o diez artículos que se venderían,
y que fueran suficientes para la alimentación de cada persona. Esta
venta o distribución se haría cada diez días estudiándose la forma
en que se venderían las mercancías en un establecimiento comercial
'El Mexicano, 3 de septiembre de 1915, p. 1 y 2.
Hermano de Alfred0 Robles Domínguez. Abogado de profesión, abrazó la causa antirreeleccionsita. Se afilió al maderismo y fue comisionado para tratar con Emiliano Zapata el asunto del desarme en junio de 1911. Al llegar Madero a la presidencia lo envió de nuevo a Morelos, en esta ocasión como emisario de paz. En mayo de 1911, al término de la lucha contra Díaz, Madero le ofreció infructuosamente la gubernatura del Distrito Federal.
6
65 en cada cuatro manzanas por ejemplo, para todos aquellos que no
pudieran hacer un desembolso para aprovisionarse por diez días.
Para el 13 de septiembre de 1915, se tenía un padrón de la
zona experimental, la zona era la 5a y 12a de las Flores; la y 4a
de Santa Maria de la Ribera de San Cosme y Río de Consulado. El
resultado del empadronamiento era:
"Número de familias que viven en la zona, según empadronamiento preliminar, 1022
Que se descomponen en:
Familias empadronadas: 739 Familias que se negaron a proporcionar los datos para el
padrón, y las que no fueron consideradas por los Jefes de los Cruceros: 283
Las familias empadronadas definitivamente forman un total de 739.
Clasificadas como sigue: Clase A (que pueden pagar precio de plaza), 220. Clase B (que deben pagar precio módico), 493. Clase C (que no pueden pagar), 26
El número de personas que forman las 739 familias empadronadas en definitiva, dan un total de 4,090.
PORCENTAJE
Clase A 29.77% Clase B 66.71% Clase C 3.52% ---------
1 0 0 % ~
Los doctores que se consultaron, recomendaron cinco tipos de
ración, una diaria para cada individuo, la primera ración consistía
en 200 gramos de maíz, 150 de frijol, 100 de harina, 100 de arroz,
en tanto que la segunda ración eran 100 gramos
f r i j o l , 100 de harina y 100 de arroz; la tercera
de maíz, 200 de
ración comprendía
~~
El Mexicano, 13 de septiembre de 1915, p . 1. 7
66 200 gramos de maíz, 150 de frijol, 150 de arroz y 25 de manteca; en
tanto que la cuarta abarcaba 200 gramos de maíz, 200 de frijol, 100
de haba, 25 de manteca, 25 de azúcar, 25 de cafe; la quinta y
Última ración era de 100 gramos de maíz, 100 de frijol, 100 de
haba, 50 de harina, 100 de arroz, 25 de manteca, 25 de azúcar, 25
de café. Según los expertos en la materia, cualquiera de las
raciones, @Iproducen el número de calorías necesarias para el
mantenimiento de la buena salud de un individuo útil".
Las personas encargadas de este asunto emitieron el siguiente
comentario: "Es verdaderamente halagador que en 739 familias sólo
hay 26 que no pueden pagar su alimentación; esto es, sólo 3.52%.
Esto demuestra a lo menos, que en la colonia de Santa María la
Ribera, no obstante estar comprendidas en la zona de las manzanas
que bordean el río del Consulado, habitado por gente muy humilde y
existir en la misma zona varias casas de vecindad que rentan de
$6.50 a $8.00 la vivienda, las condiciones no son aflictivas. Las
tarjetas de consumo serán repartidas dentro de breves díasv1. 8
Otro de los experimentos ' fue el de los vlExpendios
Municipalesvv, donde el señor Presidente del Ayuntamiento, en
acatamiento de las Órdenes recibidas, y siguiendo sus propósitos de
ayudar en lo posible a los habitantes de esta metrópoli, creó unos
expendios de artículos de primera necesidad. Cada Cuartel en que se
encuentra dividida la ciudad -dice Ignacio Enriquez , presidente
*Ibid.
'Ignacio Enríquez, originario de Chihuahua. Participó en la lucha contra l o s Ejércitos Convencionistas. A finales de 1915 Carranza lo envió de gobernador a Chihuahua, puesto que volvió a ocupar pocos años después. Fue presidente municipal de la Ciudad de México;
67 del Ayuntamiento- se dividió en secciones, compuestas, por término
medio, de 25 manzanas cada una, estableciendo en dichas secciones
un expendio de pan, azúcar, maíz, frijol, café y a esos lugares se
les designó con el nombre de "expendios municipales''. 10
3.3.- LAS TARJETAS DE WOMPRAlu Y LAS TARJETAS DE "OBSEQUIO"
Como había gente que no podía adquirir alimentos tan
fácilmente, el Ayuntamiento puso cinco expendios. En ellos, por
medio de tarjetas especiales se podían surtir las familias que
carecían de medios para adquirir sus víveres. Estos expendios
estaban distribuidos convenientemente en la Ciudad, y se
despachaban en cada uno de ellos a 500 familias, calculando por
termino medio, cinco personas por familia, resultando favorecidas
25 mil personas diariamente.
Y para evitar los abusos de algunos especuladores tlsólo podrán
comprar en los diez puestos destinados a abastecer a la clase
media, aquellas personas que posean una tarjeta lad hoc'. Las
tarjetas que ha mandado imprimir el Sr. Presidente del
Ayuntamiento, y que servirán para adquirir hasta el máximum de las
mercancías que se expenden en las casillas municipales, sólo serán
Útiles para los diez primeros días del mes de septiembre próximo, y
para ello, llevan en la parte superior los números del uno al diez,
con el fin de que al hacer la compra, sea perforada la fecha y así
cada familia no pueda comprar más de una vez por día". 11
director de los Establecimientos Fabriles Militares y , en 1918, volvió a ocupar la gubernatura de su estado.
"El Mexicano, 19 de agosto de 1915, p. 1. "El Mexicano, 31 de agosto de 1915, p. 1 y 2 .
68 Se repartieron tarjetas entre aquellas personas de la clase
media que tenían un sueldo que les permitiera comprar diariamente
esas mercancías, esto a través de las comisiones que se formaron
para tal acto.
También había otras tarjetas dedicadas a las personas que
pertenecían a la misma clase media, pero que, debido a las
circunstancias anormales se hallaban en condiciones precarias, e
imposibilitadas para poder comprar sus mercancías, aún a l o s
precios reducidos a que se vendían en l o s expendios municipales.
Para esas familias el señor Presidente del Ayuntamiento, por
instrucciones expresas del C. Primer Jefe del Ejercito
Constitucionalista, expidió las tarjetas llamadas de obsequio, irque
dan derecho a los poseedores de ellas, a ir una vez al día durante
diez días, al expendio que se señale en la citada tarjeta, a
recibir el obsequio acordado, consistente en el
mercancías que se vendan al público en
se repartieron por las comisiones
Presidente del Ayuntamiento y de forma
la fuente consultada.
12 general".
designadas
equitativa;
máximo de las
Estas tarjetas
por el señor
según nos dice
Es decir, las tarjetas de obsequio tenían derecho sólo a un
peso de mercancías diariamente, en tanto que las tarjetas de compra
daban el derecho a adquirir al máximum reglamentado.
3 . 4 . - COMEDORES PUBLICOS
"Ibid.
69 A pesar de que los precios disminuyeron con las medidas
propuestas la vida diaria de los habitantes de la Ciudad llegó a
volverse insoportable, porque además de las pugnas entre villistas
y zapatistas, la escasez de los artículos de primera necesidad y lo
corto de los salarios no cubrían sus necesidades primarias, aun
cuando se notaba una leve mejoría en los precios no podían
adquirirlos y por lo tanto había ocasiones, si no es que la mayoría
de veces, en que se quedaban sin comer.
Es entonces que la Junta de Auxilios Privados se propone el
objetivo de repartir alimentos entre los pobres de la Ciudad. Dicha
Junta estaba presidida por el señor Ignacio Martinez, el reparto
sólo se hizo en una calle de la Ciudad pero la intención era
establecer cocinas en todos los barrios de la capital, con el fin
de socorrer, en cuanto fuera posible, a todas aquellas personas que
no tuvieran qué comer. La Junta recaudaba fondos entre sus mismos
socios y con eso compraban lo necesario para el reparto de la
comida, no se sabe con qué cantidad contaban pero según su
dirigente, el señor Martinez, habría para dar raciones, diariamehte
a mas de 500 personas.
Esto no fue así porque el primer día que se dio de comer, no
alcanzó lo que se había preparado; a pesar de que se puso un
letrero donde se informaba que se repartirían raciones para 500
personas acudieron al llamado cerca de 1000. La Junta de Auxilios
Privados no retrocedió en su acción, al contrario, preparó una
cantidad bastante grande para que alcanzara a repartir a todos los
70 necesitadoc.l3 El reparto del caldo se siguió haciendo con toda
regularidad, e incluso se establecieron algunas otras cocinas en
distintos puntos de la Ciudad, y se llegó a cuatro mil raciones
distribuidas diariamente; para darse abasto y tener un mayor
control en el reparto de caldo lo que se hizo fue repartir cinco
mil boletos entre los menesterosos, con este boleto podían ir a
comer diariamente a distintos lugares de la capital.
Asimismo, el gobierno del Distrito Federal, gobernado por el
General César López de Lara, se proponía crear asilos para recoger
a los niños pobres de la calle y establecer comedores públicos en
número suficiente para satisfacer las necesidades de los
proletarios. 14
Cada vez se fueron abriendo comedores en distintas partes de
la Ciudad, en ellos se ayudaba a cientos de personas, en su mayoría
niños y mujeres, "se les repartía en la comida medio litro de caldo
con toda clase de verduras, una ración de carne de cien gramos, una
cazuela con frijoles y tortillas11.15 Pero no sólo por las tardes se
repartieron alimentos sino que ya por la mañana, a mediodía y por ' la noche, y cada vez que se inauguraban más comedores crecía el
número de beneficiarios.
Para octubre de 1915, cuando ya había sido reconocido el
gobierno de Carranza por parte de Estados Unidos y el Grupo ABC
(Argentina, Brasil y Colombia) se instalaron puestos de socorro en
distintos puntos de la Ciudad. En dichos puestos se les
1 3 E l Mexicano, 4 de agosto de 1915, p. 1 y 2.
1 4 E l Mexicano, 12 de agosto de 1915, p. 1. I 5 E l Mexicano, 24 de agosto de 1915, p . 1.
71 proporcionaba a los indigentes alimentos perfectamente
condimentados y en cantidad suficiente para la necesaria nutrición.
IIEstos establecimientos, en la actualidad, dan de comer a más de
veinte mil personas pues cada uno de los puestos reparte
diariamente dos mil raciones, consistiendo cada uno de medio litro
de caldo de arroz o de haba, un trozo de carne de tamaño regular,
poco más de medio litro de frijoles, todo esto perfectamente
condimentado, y, además, una pieza de pan, de los conocidos por
bolillos verificándose el reparto todos los días sin interrupción
de las 12 a las 14 horastt. 16
En este apartado hemos hablado de estos comedores públicos, de
las tarjetas de obsequio y de compra, de medidas para que no haya
abuso por parte de los comerciantes hacia la población necesitada.
Creo que un punto que hay que resaltar es de cómo entraban todos
esos artículos a la Ciudad si estaba rodeada y resguardada por los
distintos bandos revolucionarios. En la Ciudad no había
confrontaciones pero lo que ocurría era que al estar bloqueada por
esos bandos los alimentos eran escasos y la población no podía
adquirirlos, cuando llegaban estos artículos, o se vendían a
precios exagerados, o eran acaparados por l o s comerciantes, de tal
manera que no se podían adquirir.
Todavía para septiembre de 1915 esto se intentaba regular, y
una de las medidas que se tomaron fue hacer dos contratos para
proveer de pan y masa a la Ciudad, por poner un ejemplo entre
tantos que hubo. El primero de dichos contratos fue otorgado entre
el señor Alberto J. Pani,
pan por la otra, y por el
Director de Beneficencia
72 por una parte, los dueños de fábricas de
señor Miguel Alardin,17 en su carácter de
Pública. Los molineros decían necesitar
siete furgones de harina a la semana así como trigo, y se
comprometían a vender el bolillo a 70 centavos, en el caso de que
bajara la harina y el trigo entonces el bolillo también bajaría de
precio. En tanto, el señor Pani se comprometía a abastecerlos de lo
necesario con tal de que la población tuviera pan; por su parte, el
señor Alardin vigilaría que los molineros cumplieran con lo
estipulado. Este convenio tendría de duración un mes, pudiendo
renovarse así de convenir los contratantes. En caso de que los
molineros no cumplieran con el acuerdo se les multaría con ttcinco
mil pesos la primera fracción, y con suspensión de la franquicia
otorgada por lo Ferrocarriles Constitucionalistas y pena de tres
mil pesos la segunda, destinándose las penas pecuniarias en su
totalidad a la Beneficencia Públicatt. la
El segundo contrato era similar al anterior, pero se contrajo
entre el Director General de l o s Ferrocarriles Constitucionalistas,
el señor Ignacio de la Hidalga, los dueños de molinos de nixtamal y
el señor Director de Beneficencia Pública. En caso de que los
molineros de nixtamal faltaran a su cumplimiento serían castigados
con multa de 500 a dos mil pesos e intervención de sus molinos la
segunda. La diferencia entre este segundo contrato y el anterior
16E1 Mexicano, 9 de octubre de 1915, p . 2. Miguel Alardín. Nació en Nuevo León. Desde el principio se adhirió
al maderismo y después al constitucionalismo. Diputado a la XXVI Legislatura local neolonesa. Enemigo abierto del reyismo. Murió en la Ciudad de México el 31 de octubre de 1915, siendo Director de la Beneficencia Pública del Distrito Federal.
17
73 fue que todavía para el 4 de octubre de 1915 no se había empezado
este convenio pues todavía no se tenía ni siquiera la primera
remesa de l o s cinco furgones de maíz que se habían acordado, éstos
todavía no llegaban y en cuanto así fuera empezaría a correr dicho
contrato. Así, el 5 de octubre de dicho año Ilpor la vía del
Ferrocarril Central y procedentes de las poblaciones de Queretaro,
San Luis de la Paz, San Miguel de Allende, Celaya, Mariscala y
Apasco, llegaron a esta ciudad consignados al Cuartel General, 12
carros con maíz y 9 con frijol. Por el Ferrocarril Mexicano,
también llegaron a esta metrópoli gran cantidad de mercancías
procedentes de las estaciones de dicha linea, consistentes, en: un
carro con fruta, uno con legumbres, uno con tabaco, uno con harina,
uno con mantas, y otro con varias mercancías en pequeñas
cantidadest1. 19
Una nota del primero de octubre de 1915 en El Mexicano dice
gue el público de la Ciudad de México reconoce lljusticieramente l o s
muy grandes esfuerzos hechos por el Gobierno Constitucionalista,
' desde la definitiva ocupación de esta plaza, para solucionar a la
mayor brevedad posible el problema de subsistencia, el de más
interés seguramente de cuantos tuvo a su cuidado consumar el
dominio militar y politico de la antigua capital de la República ... Público y notorio es que debido a las activas gestiones hechas por
el Cuartel General, primero directamente, y a poco por conducto del
Preboste del Distrito Federal, así como por el Presidente del
Ayuntamiento, obedeciendo instrucciones de la Primera Jefatura, se
''E1 Mexicano, 25 de septiembre de 1915, p . 1. "El Mexicano, 5 de octubre de 1915, p. 5.
7 4 ha conseguido en relativo corto tiempo, una mejoría muy notable al
obligar la baja de los precios de los artículos de primera
necesidad, por medio de diversos planes, entre ellos el de la
competencia comercial que se opuso al comercio abusivo, al
establecer expendios municipales, en los que la gente pudiera
proveerse. . . U. El recibimiento de diversos artículos se llevaba a cabo en
pequeñas cantidades, digo pequeñas si nos ponemos a ver cuánta es
la población necesitada, con esas cantidades no se podía abastecer
a toda la población, creo que sólo a una pequeña parte de la gente
se le podía dar lo que iba llegando. Si un día a uno le tocaba
recibir cierta cantidad de alimentos, al otro día le tenía que
tocar a otro, pero nunca al mismo, y esto no aminoraba el hambre ni
las necesidades, sólo la calmaba por unos días y a unos cuantos.
Aún cuando se empezaban a regular las operaciones de compra de
grandes remesas de artículos, también se contaba con la facilidad
del transporte, había una dificultad, pues llegaban cantidades de
maíz, harina, trigo y otros artículos, pero lo que no se tenía era
leche y carbón. Y ese otro elemento también era indispensable para
la población.
\
3.5.- EL DESCONTENTO DE LA POBLACION
La población afectada se manifiesta en su momento. No está de
acuerdo en que uno u otro ejército que ocupe la capital
desestabilice la situación, por lo tanto le envían una carta a
75 Alfred0 Robles Domínguez, que en ese momento fingía como 20
gobernador de la capital, diciéndole, entre otras cosas, lo
siguiente: "...Si el llamado ejército es valiente, noble y sereno,
y pretende tener justicia, que juegue su Última carta lejos de la
capital, en los campos de batalla, ante el divino espectáculo de un
cielo justiciero, retirado de una intervención diplomática y de la
presión que para calmarlo puedan interponer los intereses
extranjeros perjudicados; pero si derrotado y fugitivo quiere hacer
su causa solidaria de la causa de los inocentes, de las mujeres y
de los ancianos, en una palabra de la causa de la Ciudad, merecerá
la execreción de la historia y a través de los siglos le dirá: has
sido un cobarde y un traidor". 21
Pero el descontento por parte de la población capitalina fue
más allá, pues en ese momento todos los elementos negativos se
conjugaron en la capital, además de hambre, carestía y miseria hubo
epidemias a consecuencia de todo lo anterior, ya que a decir de
Ramírez Plancarte la falta de servicios públicos, entre ellos el de
sanidad también 'afectó a la capital.
3 . 6 . - EL TIFO. UNA EPIDEMIA QUE AQUEJA A LA CIUDAD
~ ~~ ~~
"Alfred0 Robles Domínguez (1876-1928). Nacido en la ciudad de Guanajuato. Al sucederse el cuartelazo de febrero de 1913 combatió a Huerta y se unió al constitucionalismo. Fue el representante de Carranza en la Ciudad de México. A mediados de agosto de 1914, ante la ocupación de la Ciudad de México por las fuerzas constitucionalistas, fue nombrado gobernador de la capital. Ahí mostró sus dotes políticas, enfrentando serios problemas, como la falta de garantías individuales, las epidemias y la escasez y el acaparamiento de artículos de primera necesidad.
7 6 La crisis que azotó a la ciudad en 1915 no sólo se tradujo
en hambre, a consecuencia de escasez, sino también en miseria y
como consecuencia trajo más enfemedades y epidemias que también
envolvieron a esta ciudad.
El carácter común de las enfermedades predominantes
bastarían para arrojar alguna luz sobre las causas principales de
la insalubridad de la Ciudad de México. # A s í por ejemplo: la
cifra enorme que expresa la mortalidad ocasionada por las
enfermedades del aparato digestivo -especialmente de la diarrea y
de la enteritis, que pasa de cuatro mil trescientas defunciones.
Podría ser acusadora de la deficiencia y mala calidad de la
alimentación, incluyendo en ésta el agua... Podría decirse, en
términos generales, que la insalubridad de una ciudad depende
principalmente del medio urbano, esto es, el conjunto de las
acciones contaminadoras que los abundantes desechos de la vida y
de la actividad humana ejercen sobre el medio naturall . 22 Antes de pasar a los años que nos corresponden, quisiera dar
un breve panorama de las epidemias y enfermedades que se dieron
en la Ciudad, sobre todo, durante el porfiriato.
Para Moisés González Navarro las condiciones de insalubridad
que se vivían en la Ciudad de México eran extremas, en tanto
basura y falta de drenaje público. Parece que la mayor parte del
presupuesto del Ayuntamiento era destinado a embellecer y no a
limpiar la ciudad; asimismo, el autor dice que la única calle al
AGN, ARD, Protesta de los habitantes de la capital con motivo de la evacuación por las fuerzas armadas. Vol. 9, Exp. E, Folio 32. Agosto de 1914.
21
77 menos limpia era por donde el presidente Diaz transitaba durante la
quinta reeleción del mismo.
Las medidas de salubridad como la vacunación, eran tomadas por
la gente del pueblo como castigo y escondían a sus hijos pero se
persistió, y a fines de 1892 y 1893 un consejo Superior de
Salubridad realizó un estudio donde se encontró que de "303 casas
en 283 había tifo; doce estaban en pésimas condiciones higiénicas,
en cuatro había garrotillo; viruela en tres y escarlatina en
una". 23
En las Estadísticas Sociales del Porfiriato nos presentan los
siguientes datos:
En 1896 las defunciones causadas por tuberculosis y fiebre
amarilla en el Distrito Federal fueron de 187 para la primera, y
cero casos para la segunda; pero en los años de 1893 y 1907 las
defunciones causadas por tifo y viruela en nuestra Ciudad fueron
que para 1893 hubo 3201 casos de muerte por tifo, en tanto que para
la viruela se dieron 767; en 1907, al parecer disminuyen estas
defunciones, ya que de tifo se' presentaron 145 y para viruela 184.
Quizá esto sea por cierta estabilidad que fue dando el regimen de
Díaz y el apoyo que pudo haberle dado al aspecto de salubridad,
pues de los habitantes vacunados contra estas enfermedades, en el
Distrito Federal, se presenta que para 1893 se aplicó la vacuna a
27 232, en tanto que en 1907 sólo se vacunó a 13 311. 24
"Hernández Franyuti, Regina y Gortari, Hira de. op. cit. V o l . 111, 1988, p . 320. 23González Navarro, Moisés. Sociedad y cu l tura en el porfiriato. 1994, pp. 31-32.
78 No tengo datos de los años posteriores a 1907 ni anteriores al
periodo que nos incumbe. El Imparcial presenta una noticia que
podría resumir lo que vendría posteriormente a verse en la ciudad
en 1915:
% El señor presidente se refirió a nuestras lacras sociales, a la indigencia que a merced de las circunstancias se ha desarrollado en la metrópoli; a los tipos haraposos que pululan en la urbe, ostentando su desnudez y de los hambrientos, el señor General Huerta solicitó el concurso de los hombres acaudalados para que de consumo con el gobierno se haga obra de cultura y de misericordia.
El señor presidente quiere también realizar obras de higiene. Para el efecto, trata de establecer muchos balnearios públicos en los que2yatuitamente se proporciones medios de aseo a los necesitados% .
Después de un año que apareció esta noticia los hechos nos
hablan de que los focos infecciosos no se pudieron controlar,
menos aún las condiciones tan precarias en las que vivía la
población; así en septiembre de 1915 la epidemia del tifo seguía
causando estragos, es entonces que el Consejo de Salubridad reune
a un gran número de cuadrillas de individuos, para llevar a cabo
la limpia y la desinfección 'de la Ciudad, y siguiendo los
lineamientos del Código de Salubridad prevaleciente penetraron a
toda clase de establecimientos, como colegios, fábricas, casas de
\
vecindad, hoteles, casas de huéspedes, mesones, etc., con el
objeto de averiguar si dichos establecimientos se hallaban en
perfecto estado de aseo. Se decía que quien no tuviera el cuidado
24Véanse Estadísticas Sociales del Porfiriato, 1877-1910. 1956, pp. 26 27 .
'El Imparcial, 14 de abril de 1914, p. 1 y 3.
79 adecuado, en cuanto a higiene, sería reprendido con una fuerte
multa. 2 6
Pero la Ciudad estaba llena de desempleados y de limosneros
que deambulaban sin rumbo fijo y dormían en las calles. El tifo
hacía cada vez más estragos.
Para diciembre de 1915 el tifo toma proporciones alarmantes:
f ... el tifo prosigue haciendo estragos en las diversas zonas capitalinas y especialmente por determinados barrios, sucediéndose los casos que tienen el peor de los desenlaces, la muerte del paciente ...
Entendemos que dos factores producen la enfermedad: el germen y las condiciones del organismo, no bastando uno sólo para causarlo, es decir, que para que se produzca ha de ocurrir ese germen y las circunstancias individuales propicias, llámense desaseo, debilitamiento, etc., que hacen difícil e imposible la resistencia. ... Su desarrollo y propagación obedece sin duda al estado de miseria y de abandono en que se halla sumida una gran parte de la colectividad en que vivimos. De la mala alimentación y el desaseo de las clases proletarias, fructifica el germen mortífero que asola a la dud#. El hambre y la miseria que ha pasado el pueblo de Mexico. . . f .
Entre agosto de 1915 y abril de 1916 f las autoridades
prohibieron la venta de bebidas alcohólicas, fueron muy
deficientes las condiciones sanitarias, hubo' epidemia de tifo y
muchos casos de beriberi, puesto que la gente vivía apiñada en \
los cuartos sin bañarse ni cambiarse de ropa, lo que sumado al
debilitamiento que les había provocado tanto tiempo de hambre
causó centenares de defunciones. Solamente durante el mes de
agosto de 1915 se registraron más de 200 muertes por inanicióng . 2 8
'%1 Mexicano, 13 de septiembre de 1915, p. 2.
"El Demócrata, 27 de diciembre d 1915, p . 1 y 2. 28Ulloa, Berta. Historia de la Revolución Mexicana. La Constitución de 1917. 1983, p. 2 8 .
80 Con todo esto podemos ver que con la carestía, pobreza,
desnutrición, más suciedad y mugre, todos productos de largos
años de lucha, brotaron epidemias en magnitud no vista durante
generaciones.
A estos males se suma uno más, la problemática del
acaparamiento de productos, que encuentra su f explicaciónf en
los comerciantes españoles, a quienes se les ve como uno de 1 los
culpables% de la situación que se vivía en la Ciudad.
3.7.- LOS COMERCIANTES ESP-OLES
De acuerdo con Carlos Illades f la presencia de los
comerciantes españoles fue importante en la ciudad porque la
relación entre españoles y mexicanos durante la revolución de
1910 fue difícil y provocó múltiples conflictos, tanto en el
plano social, como en el político y diplomático. Los espacios
económicos ocupados por los españoles en el campo y en la ciudad,
su importancia numérica en relación con otras minorías
extranjeras y su distribución en todo el país, situaron a l o s
inmigrantes peninsulares en posiciones donde el roce con los
grupos revolucionarios y la muchedumbre urbana fue constante e
intenso, y donde fue imposible quedar al margen del
conflictof . 29 En 1910 la minoría extranjera más numerosa en nuestro país
era la española, pues representaba el 25% del total de
29111ades, Carlos. "Los propietarios españoles y la Revolución Mexicana", en: Clara E. Lida (Comp.). Una inmigración privilegiada. Comerciantes, empresarios y p rofesionales españoles en México en los siglos XIX y XX. 1994, p . 186.
81 extranjeros que vivían legalmente en México. Este grupo de
españoles se distribuyeron por todo el país, 30 pero un grupo
central se estableció precisamente en la Ciudad de México. Los
espacios económicos privilegiados por los inmigrantes españoles
fueron el comercio, la agricultura y los servicios.
Es así que podemos ver que los comercios, fábricas y
haciendas, constituyeron el escenario privilegiado del conflicto
entre revolucionarios y los españoles.
Una primera causa por la que surgieron estos conflictos fue
que se les relacionaba con el régimen de Porfirio Díaz. El grupo
económicamente más poderoso de la colonia española, en suma, es
el que trataba directamente con Díaz. 31Pero además, cuando
estalla la revolución este grupo de españoles apoya al gobierno
huertista, es por eso que para marzo de 1914 aparece un documento
que dice lo siguiente:
I En cumplimiento de la orden expedida por el Cuartel General de la División del Centro del Ejército Constitucionalista de la República, sobre expulsión de todos los súbditos españoles que se encuentren dentro de la compresión que abarca el dominio ', de la revolución, en virtud de la actitud altamente inconveniente que la colonia española del pais en general ha asumido en nuestra actual contienda civil poniéndose decididamente del lado de los traidores, mal llamados federales, prestándoles todo el apoyo moral de su opinión, el de su dinero y, lo que es más insufrible todavía, el apoyo de su brazo armado, filiándose de manera descarada en las ya famosas 'Defensas Sociales' que en cada ciudad o pueblo de relativa importancia y por iniciativa de la misma colonia se han formado, en el ejército de los traidores a las instituciones. .. Por lo tanto se suplica a todos los Jefes, Oficiales y soldados del Ejército Constitucionalista de la República, no entorpezcan la marcha del súbdito español Miguel B. Uribe, quien va en camino para ausen rse del territorio nacional por la frontera que más le plazcaf . $9 30AGN, ARD, V o l . 9, Exp. G, Folio 1, 7 de abril de 1911. 'lIllades, Carlos. Presencia española en la Revolución Mexicana 1915). 1991, pp. 61-66. 3LAGN, ARD, Vol. 9, Exp. GI Folio 1, 27 de marzo de 1914.
(1910-
8 2
El escenario de escasez y conflicto político en el país,
pero sobre todo en la Ciudad de Mexico benefició a los
especuladores -acaparadores, vinculados con la antigua clase de
comerciantes- y a los hacendados. Estos reaccionan ante la
coyuntura como siempre lo habían hecho. Exigen respeto a la
libertad de comercio, cierran o amenazan con cerrar sus
establecimientos y almacenes, se alían con los cónsules y
embajadores de los países poderosos y ponen en sus negocios las
banderas inglesa, francesa o española para sustraer sus
propiedades del espacio nacional. Hecho todo esto se declaran
81neutrales88 en la contienda y se sientan tranquilamente a esperar
el paso de los acontecimientos. Es decir, ser comerciantes en
momentos de escasez, frecuentemente medrando con ella, y
desempeñar las funciones de hacendados o capataces en momentos de
insurrección agraria, no eran las mejores actividades para una
minoría extranjera en tiempos de revolución. Más aún, cuando
violaban las reglas para la venta de productos. \
En una nota del periódico El Mexicano dice lo siguiente:
$3 Un comerciante español será expulsado del país. Ademas de desobedecer los acuerdos prebostales, injurió a las autoridades. ... Asimismo se envió a la Cárcel General a un comerciante de nacionalidad española, además de habérsele sorprendido en los momentos en que desobedecía la disposición prebostal, se desató en injurias para el ejercito y Gobierno Constitucionalista, cuando se le reconvino por su proceder.
Parece que a este ibero se 33e va a expulsar por considerársele extranjero pernicioso% .
33El Mexicano, 8 de septiembre de 1915, 1.
a3 Pero en esa misma nota, también es notoria el recelo que se
tenía con estos extranjeros:
i ... ojalá esto último (se refiere a su expulsión) se lleve a cabo, pues ya es tiempo de enseñar a los señores extranjeros a respetar las disposiciones que emanan de la autoridad, las que hasta ah038 desacatan muchos de ellos, fiados en quién sabe que fuerosi .
Pero como Illades y Ramirez Plancarte lo mencionan, # la
violencia hacia los españoles tuvo connotaciones ideológicas muy
precisas (se trataba de reprimir a l o s antiguos dominadores, por
tal motivo, las acciones en su contra podrían generar cierto
consenso), fue particularmente cruel, fue indiscriminada en muchos
casos y se acompañó de la agresión simbólica representada por las
palabrasi .3519[ ¡El pueblo se está muriendo de hambre y a estos
desgraciados gachupines que vienen aquí de infelices a hacerse ricos, les importa muy poco8 . 3 6
La faceta más importante del conflicto entre españoles y
mexicanos, y la que más nos incumbe, -simpatizantes o no de la
Revolución- fue el enfrentamiento entre comerciantes y
consumidores. A lo largo de 1915 en la ciudad se sufrió una aguda
escasez de alimentos y de productos de primera necesidad, de la
cual los abarroteros nacionales y extranjeros sacaron partido. La
especulación fue la divisa corriente en el 'año del hambre'. La
341bid. "Ibid, p . 5 9 . 3 6 R a m í r e z P l a n c a r t e , F r a n c i s c o . op. c i t . 1 9 4 1 , p . 3 1 5 .
8 4 inestabilidad política perjudicó directamente el abasto en la
37 ciudad. . . Dada la escasez de alimentos en ese año (1915), las tiendas de
la Ciudad de Mexico intentan ser protegidas por sus dueños poniendo
la bandera de algún país poderoso pero no funciona.
Se había ya identificado a los españoles con tiendas de
abarrotes y especulación por lo cual la violencia contra ellos fue
mas intensa. "Si de entrada había rechazo hacia los españoles,
éstos, en calidad de acaparadores y especuladores, provocaron el
desprecio generalizado ... Cuando la población del Distrito Federal llegó a condiciones cercanas a la hambruna, muchos de los
comerciantes españoles trataron de incrementar sus ganancias,
contraviniendo la orden del Ejercito Constitucionalista de congelar
los precios. Subieron el azúcar de 50 centavos el kilo a 8 pesos,
el kilo de mantequilla que costaba un peso en enero de 1915,
aumentó a 8 pesos en agosto en los abarrotes españoles. Controlaban
la producción del maíz e hicieron que su precio se incrementara.
Mojaban la harina para aumentar su peso1'. 3 8
Los motines en contra de los acaparadores de víveres se
sucedieron con relativa frecuencia y dieron curso a la xenofobia
popular, pero no llegaron a poner en cuestión los fundamentos de la
propiedad privada de la riqueza social. )s[ Otro signo de los tiempos
eran las filas y los tumultos para conseguir comida. Una de las
primeras en padecer, víctima del va-et-vient de ejércitos rivales,
fue la ciudad de México, a principios de 1915. Se saquearon tiendas
Illades, Carlos. op. cit. 1991, p . 75 . 31
85 y mercados: dos cantineros españoles casi mueren linchados; andar
por las calles con una bolsa llena era incitar al robo% . 39 Por ser propietarios de tiendas de abarrotes y comercios de
ultramarinos, los españoles estuvieron en el centro del conflicto
urbano. Pocos eran los extranjeros que competían con los
peninsulares en el ramo, situación que facilitó su identificación
con las prácticas comerciales de carácter monopólico. Tuvo efectos
tan negativos esta asociación entre la figura del español con el
acaparamiento de artículos de primera necesidad, que, hasta el
momento, no ha logrado desaparecer de la memoria popular el recelo
hacia el comerciante español. I Llegaron así los comerciantes
españoles del Distrito Federal a captar el 4 9 % del comercio de
ultramarinos de la ciudad y su área circunvecina% . 40 A pesar de que el gobierno lanza una amenaza para aquellos
comerciantes- tanto mexicanos como extranjeros- para que no suban
los precios de los artículos de primera necesidad ninguno hace caso
a ello. De entre las medidas que se tomaron para aquellos que no
' obedecieron las disposiciones prebostales fueron el cierre de
tiendas para comerciantes mexicanos o la expulsión del país para
los comerciantes extranjeros:
la . . .Si se trata de mexicanos se les cancelarán las licencias respectivas, y en cuanto a los extranjeros serán considerados como perniciosos y se les expulsará del país.
Hemos logrado averiguar, que algunos comerciantes que esperan de un momento a otro la visita de los inspectores, han ocultado los artículos que tienen, conduciéndolos a bodegas que han alquilado con tal fin por el rumbo de Regina y calles adyacentes. Otros, en
3eIbid. p. 76. 39Knight, Alan. La Revolución Mexicana. Vol. 2, 1996, p. 979. 40Pérez Herrero, Pedro. "La inmigración española a México", en: Clara - E. Lida (Coord.) . Tres aspectos de la presencia española en México. 1981, pp. 127-128.
86 cambio, han obedecido la orden del señor coronel y licenciado Patiño, vendiendo en la apariencia, al precio estipulado, aunque defraudando al comprador al tiempo de pesar los efectos, para lo cual recurren a ciertas maniobras que recomendamos a la vigilancia de quien corresponda. ... Con tal motivo ordenó la aprehensión de los infractores, que en número de veinte, fueron enviados a su disposición, confinándolos en los salones de la planta bajo df! Palacio Nacional, entre los aprehendidos figuran 16 espaRolesl8[ .
Un punto que es importante destacar es que aunque en términos
generales, en la Ciudad de México no hubo grandes acontecimientos
armados durante la revolución de 1910, por ser ésta el centro
político del país y tener allí asiento a los poderes de la
federación, la capital se vio envuelta en la lucha y sufrió las
consecuencias del desabastecimiento provocado por la guerra: el
hambre, la escasez, la miseria, su salud. Estas situaciones que
hemos mencionado repercutieron en el comportamiento de la colonia
española y en su relación con las fuerzas revolucionarias y con la
población de la Ciudad.
41El Mexicano, 3 de septiembre de 1915, P - 1 y 2.
“Las masas nunca se levantan por su propio impulso y nunca
lo harán por la sola razón de que están oprimidos”.
George Onvell
IV MOVIMIENTOS SOCIALES.
LA HUELGA DE TRANVIARIOS
Uno de los movimientos que tuvo mayor importancia en el periodo que nos
ocupa fue la huelga de tranviarios en 1914; y toma relevancia porque fue uno de los
primeros sindicatos organizados que se manifiestan por un alza de salarios, así como
mejores prestaciones, pero además por la importancia que tiene el transporte en la
Ciudad de México, por sus grandes extensiones y por el grueso de población que se
tenía que trasladar a sus centros de trabajo.
4.1.- LA IMPORTANCIA DE LOS TRANVÍAS DESDE SU APARICION EN LA CIüDAD
El crecimiento de la Ciudad de Mexico entre los años de 1858 y 1910, que
absorbió municipios, haciendas, ranchos y barrios indígenas, produjo cambios
radicales en el uso del suelo; terrenos de explotación agrícola se vieron convertidos en
fraccionamientos.
Los diferentes medios de transporte que se usaron en la ciudad de Mexico
durante el siglo XIX (carrozas, carruajes particulares, carros de alquiler, caballo,
canoa, bicicleta, etc.) ya no eran suficientes para trasladar a un número mayor de
capitalinos. Una solución la trajo la aparición de los ferrocarriles, ya que no solamente
se solucionó el problema del transporte masivo de la Ciudad sino que también se
empezó a comunicar con mayor eficacia a la capital con las comunidades aledañas.
“Después del ferrocarril nacería la red de tranvías que cubriría a la Ciudad en casi
toda su extensión”.
La historia de los ferrocarriles y tranvías se inició por el mismo impulso,
puesto que originalmente los dos medios de transporte obedecían a los mismos fines.
Además, el hecho de que utilizaran los mismos medios técnicos hizo que los
ferrocarriles y los tranvías se mantuvieran unidos por mucho tiempo hasta que
adoptaron características propias: al ferrocarril le convino utilizar el vapor como
fuerza motriz mientras que el tranvía, a pesar de que se inició con máquinas de vapor,
tuvo que utilizar la mula. Esta diferencia se hizo más notoria con la aparición del
tranvía eléctrico. * Los ferrocarriles y los tranvías fueron determinantes para lograr la distribución
de los productos que eran llevados a las ciudades donde se consumían o a los puertos
donde se exportaba materia prima o productos elaborados.
Una de las grandes ventajas al introducir estos medios de transporte a la
Ciudad fue que daba oportunidad a los habitantes de la capital para que pudieran
trabajar en otros lugares aledaños. Pero además, de acuerdo con Manuel Vidrio, “el
aparente beneficio popular del sistema de transporte colectivo debe insertarse en la
lógica del sistema urbano donde, en última instancia, los beneficiarios de este
progreso son los industriales y empresarios que dispondrán de una oferta mayor y
mejor de mano de obra, debido al ahorro de tiempo en los viajes al lugar del trabajo
proporcionándole una mayor movilidad a los trabajad~res”.~Es evidente, también, una
utilización significativamente importante del servicio de tranvías foráneos los
Vidrio, Manuel. “Sistemas de transporte y expansión urbana: los tranvías”. En: Moreno Toscano, Alejandra (Coord.). Ciudad de México: Ensayo de construcción de una historia. 1978, p. 201.
En México, se autoriza en 1896 el uso del tranvías eléctricos con el llamado trolley system (de cable aéreo).
1
2
domingos. La explicación al respecto sería obvia: “las familias del Distrito utilizaban
masivamente el servicio para dirigirse de la Ciudad de México a los sitios
tradicionales de esparcimiento y religiosidad (Tlalpan, Xochimilco, Coyoacán,
Guadalupe Hidalgo -esto es, la Villa-) o bien para dirigirse de las municipalidades
foráneas a los lugares de recreo en la ciudad: la Alameda, Chapultepec, el Zócalo, los
teatros” .4
La extensión de la red de tranvías jugó un papel muy importante, junto con
otras obras de infraestructura, como calles, drenaje, agua potable, etc., que al ser
“localizadas” elevaban el valor de la tierra de las áreas que servían.
El servicio de tranvías destacaba porque a decir de Regina Hernández Franyuti
y de Hira de Gortari “el sistema en la Ciudad de México es excelente, casi todas las
vías parten de la Plaza Mayor y regresan a ella. En la capital y en las grandes ciudades
la fuerza motriz es la electricidad. Los carros son tan buenos como los que podrían
encontrarse en cualquier
Una de las innovaciones a principios del siglo XX fue la del tranvía eléctrico
pues se ve ya como símbolo de progreso. La novedad en los tranvías destacaba por su
velocidad y tenían el triple de espacio que los de mulitas. Además, los tranvías
capitalinos mejoraban en seguridad y en comodidad, aún si no se llegaba a
condiciones óptimas.
Es necesario decir que la “Compañía de los Tranvías Eléctricos”, fundada en
1898 fue transferida, junto con la concesión y los bienes de la empresa, a otra
compañía inglesa, “The México Electric Transway Co.”, que en 1907, a su vez, fue
absorbida por la “Compañía de Tranvías de México”. Esta compañía, con sede en
Vidrio, Manuel. op. cit. 1978. p. 202. Rodríguez Kuri, Ariel. La experiencia olvidada. El Ayuntamiento de México: Política y 4
gobierno, 1876-1912. 1994. p. 161.
Londres y cuya filial estaba en Toronto, Canadá, se enfrentó a muchos problemas
laborales con los tranviarios, que formaron el 4 de julio de 191 1 un sindicato por cada
uno de los cuatro departamentos en que estaba dividida la compañía: oficinas,
tránsito, talleres y depósito.
4.2.- ORIGEN ECONOMIC0 SOCIAL DE LOS TRABAJADORES
Para el desarrollo de este apartado hay que considerar la migración rural como
factor notable dentro del proceso de urbanización, que propicia el incremento
demográfico y acrecienta la importancia de determinados servicios públicos.
Por otra parte, esta “migración rural incide en el funcionamiento de la
Compañía de Tranvías de México, pues al parecer la mayoría de sus trabajadores no
habían nacido en el Distrito
En los tranviarios, si bien aparentemente una gran parte provenía de la
provincia, el hecho de que trabajaran en un sector moderno y completamente alejado
del campo y de la agricultura tradicional - lo cual no sucedió en zonas industriales
nuevas, cercanas a regiones agrícolas- permite suponer que se trataba de un grupo
social con formas de vida urbanas; esto es, los trabajadores de tranvías no presentarían
las características de muchos grupos de artesanos u obreros industriales que estaban
aún ligados al agro, los que Barry Carr ha denominado ~~campesinos-artesanos~7.7
Podemos decir, entonces que, los tranviarios provenían en gran parte del flujo
rural que se produjo sobre todo en los años de lucha armada; procedían de
poblaciones pequeñas en muchos casos, pero no habían sido anteriormente
agricultores, ni tenían nexos con la vida agrícola; habiendo trabajado en diversos
I
Hemández Franyuti, Regina y De Gortari, Hira. Memorias y encuentros. La ciudad de
Rodríguez. Miguel. Los tranviarios y el anarquismo en México (1920-1925). 1980, p. 76. Cam, Barry. El movimiento obrero y la política en México, 1910-1929. 1987. p. 23.
5
México y el Distrito Federal (1824-1928). 1988, p. 262. 6
7
sectores no poseían una especialización en su oficio, lo cual podría haberles llevado a
una conciencia gremial de índole artesanal más sólida.
4.3.- LAS HUELGAS QUE PRECEDIERON A LA DE 1914
4.3.1.- Organización del sindicato de tranviarios.
En la Compañía de Tranvías de México, una empresa con numeroso personal,
poco dispersa geográficamente, con grandes posibilidades de integración y de lucha
común, se dan los primeros intentos de organización sindical que tienden justamente
a una división de los trabajadores según las actividades específicas que realizaban, a
manera de resabios de la tradición gremial. A pesar de que formaban parte de una sola
empresa, las dificultades se enfrentaban por separado, existiendo dos sindicatos, el de
talleres y el de tráfico, y en los movimientos reivindicativos y políticos que llevaron a
cabo a veces se desencadenaban las acciones por unos antes que por su totalidad.
Dentro de este contexto el Sindicato Mexicano de Electricistas constituía una
excepción pues de hecho tenía la forma de organización de un sindicato industrial.
De ahí el nombre con el que, el 7 de octubre de 1914, se constituye la
Federación de Empleados y Obreros de la Compañía de Tranvías de México,
aglutinando como Federación a los sindicatos de talleres y de tráfico, y ya planteaban
exigencias a la empresa.
La Federación de Empleados y Obreros de la Compañía tuvo un destacado
papel en la Casa del Obrero Mundial, llegando a enviar al frente de los Batallones
Rojos un destacamento militar cuando ésta pactó con el constitucionalismo. En 1915
la encontramos formando parte de la Federación de Sindicatos del Distrito Federal
durante un mes solamente.
Es necesario reiterar que tanto la Compañía de Tranvías como la Compañía de
Luz y Fuerza pertenecían al mismo consorcio extranjero, administrado por la misma
mesa directiva; pero sin embargo, a pesar de esta unión entre unos y otros,*y que sus
luchas reivindicativas fueron paralelas y a veces conjuntas, constituyeron sindicatos
diferentes con organización y estrategia específica en cada caso.
4.3.2.- Los antecedentes a la huelga de 1914
De 250 huelgas registradas por González Navarro en el porfiriato, 75
corresponden a la industria textil, 60 a los ferrocarriles, 35 a la industria tabaquera y
12 a los gremios de mineros, de panaderos y de tranviarios.’La mitad de ellas ocurrió
en el Distrito Federal, siguiéndole en el orden los estados de Veracruz y de Puebla. Es
evidente que se producían movimientos reivindicativos en zonas urbanas y en los
sectores en los que se sostenía el desarrollo industrial: la participación de los
trabajadores de los transporte públicos urbanos es notable.
De acuerdo con González Navarro es que si bien las huelgas fueron numerosas
y a veces muy intensas durante el porfiriato, eran en muchos casos espontáneas y no
eran respaldadas y preparadas por una organización sindical o gremial sólida, también
se puede decir que un profundo descontento daba lugar a acciones aisladas sin mayor
trascendencia política o económica.” Un ejemplo, en el caso de tranviarios, fue en
1903; “un día los motoristas de los tranvías metropolitanos dejan de hacer circular sus
máquinas y escapan al entonces lejano pueblo de San Angel, furiosos porque el jefe
de personal había dado un empellón a uno de ellos; son alcanzados por policías que
Inclusive, parece ser que muchos trabajadores al servicio de la Compañía de Luz y Fuerza a
figuraban en la nómina de los tranvías, y viceversa, en tanto en muchos casos trabajaban en los mismo lugares o efectuaban un trabajo técnico que era usado indistintamente por los servicios de luz y por los tranvías.
González Navarro, Moisés. “El porfiriato: la vida socia!”, en Daniel Cosio Villegas. Historia Moderna de México. 1965, p. 299. ‘ O Ibid.
9
disparando al aire, y los llevan de regreso a los talleres de Indianilla, para que fieran
castigados”. l 1
No se tiene “huella” de organización de tranviarios anterior a 1910, que
luchara por mejoras en sus condiciones laborales, aunque se sabe de algunos
ocurridos al final del porfiriato en este gremio.
En 1889 estalla una huelga motivada por el descontento por el bajo nivel de
los salarios, la arbitrariedad de las separaciones y los malos tratos, huelga que se
resolvió con la intervención policiaca y la detención de los dirigentes.12
La segunda huelga ocurrió en 1898 debido a que los conductores sólo ganaban
10 centavos por hora y se les quitaba de 16 a 25 centavos si no recogían su boleto al
pa~ajero.’~Como se ve, el trabajo era calculado por hora, lo que propiciaba que los
obreros excedieran su capacidad para laborar y ganar más, con el consiguiente
aumento del número de accidentes debidos a la imprudencia y al cansancio; de los
atropellamientos, choques y otros accidentes producidos por los tranvías. l 4 Por otra
parte los trabajadores no tenían protección legal alguna que los resguardara de las
consecuencias y los daños de dichos accidentes.
En 1901 se produjo una tercer huelga, ésta se dio porque no se otorgó aumento
a los obreros y por la severidad del reglamento. Además de lo severo que era este
reglamento, imponía ciertas condiciones de ingreso a la compañía muy dificiles de
cumplir: el pago de una fianza por los posibles desperfectos que podían causar en el
material, así como la compra por parte de los trabajadores del uniforme obligatorio. Si
se suma todo esto era muy elevado el precio que tenía que pagar el trabajador, pues en
Rodríguez, Miguel. op. cit. 1980, p. 138. ’* González Navarro, Moisés. op. cit. 1965, p. 314. l3 Ibid.
Vidrio, Manuel. op. cit. 1978, p. 210. 14
1900 recibían como sueldo de $1.50 a $1.80 diarios, en tanto que los gastos eran
$5.10 la fianza y $21.50 por la ropa.15
Estas disposiciones hicieron que para 1906 estallara una cuarta huelga -12 de
diciembre- dificultada por esquiroles y por la reacción negativa del público capitalino,
y reprimida con la intervención de la policía y la aprehensión de 13 personas. El
descontento volvió a manifestarse a principios de 1907 cuando la empresa cesó a 200
trabajadores que no se presentaban con el uniforme. El gobernador del Distrito
Federal arregló el conflicto: se aumentaron los sueldos, la Compañía ofreció devolver
siempre el dinero de la fianza -frecuentemente retenido- y que las multas entraría a
una caja de ahorro.16 Tal movimiento huelguístico en la Ciudad de México parece
insertarse en la inesperada crisis de 1906-1907 en el mundo laboral mexicano,
considerada como la primera explosión de los obreros mexicanos y el principio del fin
del p~rfiriato. '~
Con la propagación de la agitación revolucionaria se formaron muchísimas
agrupaciones obreras: artesanos, sastres, albañiles, impresores, carpinteros, panaderos,
mineros, ferroviarios, etc. La organización de tranviarios no fue la excepción,
fundándose una Sociedad Mutualista de Empleados de Tranvías de la Ciudad de
México, en 191 1.''
En 191 1 hubo otra huelga de tranviarios, el pliego de peticiones era el aumento
de salarios, así como también que se abolieran definitivamente algunas prácticas
hostiles a los intereses de los trabajadores, como el cobrar a los obreros por cualquier
causa los desperfectos que podía sufrir el material.
Rodríguez, Miguel. op. cit. 1980. p. 139.
Carr, Barry. op. cit. 1987. p. 25. Ibid. p. 45.
I5
l6 González Navarro, Moisés. op. cit. 1965, p. 342. 17
Dicho conflicto parece haber tenido una gran importancia; las actividades
económicas de la Ciudad se vieron dificultadas por la paralización de los transportes,
debiéndose modificar los horarios de trabajo, obstaculizándose el abastecimiento de
legumbres, flores y otros productos.
El movimiento de los tranviarios fue muy importante “por el apoyo de otros
gremios que lo fortificaron y lo difundieron: benevolancia por parte de la prensa,
solidaridad de médicos, de sastres, carpinteros, marmolistas, cocheros e inclusive de
tranviarios traídos de Veracruz por la empresa para romper la huelga, los que
terminaron uniéndose a sus compañeros”. l9
La amplitud de esta huelga, 1911, avivó la vigilancia de cualquier elemento
peligroso entre los trabajadores y las persecución de cualquier intento de reunión y de
organización de los tranviarios.
4.4.- LA HUELGA DE 1914
Con los sucesos de la Decena Trágica, en 1913, se interrumpió totalmente el
servicio de tranvías, por lo cual la Compañía no pagó los salarios correspondientes a
esos días.
A dichos acontecimientos, el 28 de febrero de 1913 aparece una nota en un
periódico capitalino, donde se dice que los empleados de la compañía de tranvías
pensaban declararse en huelga, debido a que no se les habían pagado los días que
estuvieron sin trabajar a consecuencia de los sucesos ocurridos en la Ciudad”.
Rodriguez, Miguel. op. cit. 1980. p. 142. El Independiente. 28 de febrero de 1913, p. 8.
19
20
Esta noticia fue desmentida por dos jefes de línea de tranvías, pues a decir de
ellos “estaban dispuestos a sacrificar hasta sus intereses personales, con tal de que se
estableciera la paz en la República”.21
La coyuntura que en las instituciones de gobierno urbano generó la revolución
constitucionalista pondría sobre la mesa los antiguos problemas de autoridad, control
y relaciones de trabajo. Tal vez los problemas eran los mismos, pero la historia y la
correlación de fuerzas habían cambiado dramáticamente.
Desde fines de agosto de 1914 aparecen quejas de los trabajadores de tranvías
ante el departamento de trabajo, que con la política obrera del grupo constitucionalista
adquiría relieve desconocido hasta entonces. En general hay un descontento entre los
conductores y motoristas por los innumerables atropellos y multas injustas de que son
víctimas de parte de los empleados superiores o jefes de esta Compañía.
Daniel Galindo, Inspector del Departamento de Trabajo, presenta un informe
el 12 de septiembre de 1914 sobre las condiciones en las que trabajaban los
tranviarios. Entrevistó a varios conductores. La descripción que hace es la siguiente:
“Visité un salón donde están los recibidores, los cuales eran diez, noté una gran aglomeración de conductores al entregar sus cuentas, muchos de ellos tuvieron que esperar hasta dos horas. Hay otro departamento que es conocido con el nombre de Biblioteca, en el cual hay UM mesa con diez y seis sillas para uso de los empleados, y otras grandes bancas, ignorando su uso y en el piso un gran número de conductores y motoristas acostados en el suelo sin más colchón que unos periódicos y cubiertos con sus capas; en la parte alta existen treinta cuartos con cama sin ropa, de los cuales solamente dos son ocupados por Chauffers (sic) y pude informarme que los veinte y ocho restantes no son ocupados por ninguno de los conductores o motoristas; aunque las soliciten les son negados; también hay dos mesas de billar a la disposición de los empleados, y un departamento anexo donde se les vende café aguado y leche al precio, de cuatro centavos la taza....; más tarde me invitó el señor Zarza Jefe de noche para visitar el departamento de baño, el que estaba cerrado, hay tres cuartos con una tina en cada uno y dos regaderas, lo que según dicho del señor Zarza, están al servicio de los empleados de día.
Tuve conocimiento de otras quejas relativas a multas, pagos injustos, por diferentes causas, etc.”.22
En el Acta de la Junta General Ordinaria verificada el día 6 de octubre de 1914
siendo precedida por el Señor Domingo N. Quintana y Daniel Galindo, Inspector del
21 Ibid. AGN, Departamento del Trabajo. Vol. 70, Exp. 12, Fojas 12-13. 12 de septiembre de 1914. 22
Departamento de Trabajo, se asientan las quejas de los trabajadores del mal trato que
reciben por parte de J. M. Michaud, que era uno de los jefes de los tranvías; así como
quejas en cuanto a la reducción de salarios.
“En representación del Tailer mecánico el señor Manuel Balcazar manifestó tener 14 años de prestar sus servicios en la CompaÍíía percibiendo un sueldo de 45 centavos por hora con un tiempo corrido de 10 horas diarias, habiéndosele notificado que para la próxima semana sena su sueldo de 35 centavos por hora y nueve horas de traba’o y quitándole el cargo de encargado del departamento del material rodante y quedado como oficial”. d3
Como este ejemplo aparecen varios más donde se nota una generalización de
quejas que giran, como ya se dijo, en malos tratos, disminución de salarios,
destitución de puestos, sin respetarse antigüedad en el trabajo.
Así, el día que estalla la huelga, 8 de octubre de 1914, Eduardo Fuentes, a la
sazón Secretario del Ayuntamiento de México, informó a la corporación municipal
que había estallado la huelga de motoristas de la Compañía de Tranvías de Mexico. El
ayuntamiento acordó, en sesión secreta, acudir ante el oficial mayor de la Secretaría
de Comunicaciones para solicitar que el gobierno constitucionalista procediera a
administrar directamente los tranvías urbanos de la Ciudad de México. Efectivamente
el gobierno federal tomó el control directo del servicio de tranvías en el Distrito
Federal entre el 12 de octubre de 19 14 y el 7 de mayo de 19 1 5.
En el curso de la sesión del 8 de octubre se acordó redactar un documento en el
cual se acusó a la empresa de explotar al público, al comercio y a los trabajadores. Se
afirmó que la empresa era un monopolio lleno de privilegios, y que no había otro
culpable de la huelga que la empresa misma. Se enumeraron las irregularidades en los
contratos y en el comportamiento de la empresa, entre las que destacan las siguientes:
no se fijaron plazos en los contratos para que las líneas pasaran a poder de la nación,
como era costumbre en las concesiones de servicios públicos; prácticamente la
AGN, Departamento del Trabajo. Vol. 70, Exp. 18, Foja 9. 6 de octubre de 1914. 23
empresa no pagaba contribución alguna, ni siquiera la del timbre; bastaba una
ocupación casi simbólica de una calle cualquiera, para que ninguna otra empresa
pudiera vender vías en esa misma calle; la empresa no había cumplido su compromiso
de electrificar todas sus líneas; no había cumplido tampoco su compromiso de reducir
a cinco centavos el precio del pasaje en zonas urbanas.24
Un día después de que estalló a huelga, la sesión del ayuntamiento se celebró ante
la presencia de una comisión de huelguistas, acompañada por dirigentes de la Casa del
Obrero M ~ n d i a l . ~ ~ E l presidente del ayuntamiento y el secretario expresaron sus
simpatías por el movimiento y ofrecieron la mediación del cuerpo municipal en el
conflicto. Los huelguistas comunicaron al ayuntamiento que el sindicato estaba
solicitando un aumento salarial del 100% mientras que la empresa ofrecía apenas el
10%. De entre las demandas del pliego petitorio por parte de los trabajadores estaban:
la empresa se obligaba a tratar con los representantes del sindicato; la empresa se
obligaba a no contratar trabajadores no sindicalizados; se establecería una tarjeta de
identificación para íos sindicalistas, cuya representación sería requisito para laborar;
el sindicato vigilaría las aptitudes de los agremiados para el trabajo; el sindicato y la
empresa discutirían las conductas incorrectas de los empleados, pero no se aplicarían
sanciones hasta que fuesen aprobadas por el sindicato mismo.
Pero algo interesante ocurre, ya que el ayuntamiento tiene una propuesta de
carácter operativo’’ y dice que “los tranvías volviesen a circular, sin que los
trabajadores cobrasen el pasaje al público, hasta lograr una solución a sus demandas”.
Según esta propuesta era para que “el gobierno constitucionalista intervenga
AHCM, Ferrocarriles en general, vol. 1050. Del ayuntamiento al subsecretario de comunicaciones, 8 de octubre de 19 14.
De acuerdo con Barry Carr la entrada al escenario político de la Casa del Obrero Mundial fue un acontecimiento importante en la vida pública del movimiento obrero mexicano, y fue un anuncio de carácter manipulador de las relaciones entre el Estado y los trabajadores, mismo que se desarrollaría en el siguiente decenio y aún más tarde.
24
25
administrando los referidos ferrocarriles urbanos y suburbanos entretanto se
modifique o rescinde el contrato o contratos que amparan los referidos derechos de la
citada compañía".26
El gobierno carrancista, aunque consciente de las injusticias que sufrían el
público consumidor y los trabajadores de la Compañía de Tranvías no querían
imponer medidas drásticas que lo pusieran en dificultades con las empresas del capital
extranjero, al mismo tiempo que ensayaba su apoyo en los grupos obreros; actuó con
prudencia, interviniendo sólo temporalmente la administración de los transportes
urbanos e incautando sus bienes para estudiar la mejor solución al pudiendo
así reanudarse el servicio el 13 de octubre del mismo año:
" ... En los talleres mecánicos, de carpintería, herrería, pintura y demás departamentos están trabajando los obreros casi en su totalidad, aunque no están conformes con la determinación tomada, o sea con el sesgo que se le ha dado al conflicto entre ellos y la Compaiiía de Tranvías de México, S. A....
Han quedado suspendidos en sus empleos el Maestro General de los Talleres Mr. J. M. Michaud y el Superintendente de Tráfico, Señor Guerrero según el dicho de los
Un elemento que estuvo en contra de los trabajadores tranviarios h e el momento
político que se vivía. Recordemos que existía un estado de incertidumbre producido
por las facciones en lucha, que estalló abiertamente en ese momento en la Convención
de Aguascalientes, así como la complejidad del estudio del caso de los tranvías hizo
que se su solución se pospusiera; los trabajadores la esperaron, aceptando las
prórrogas sucesivas que pedía la comisión encargada. Cuando las tberzas de la
Convención ocuparon la Ciudad de México, se reiniciaron las juntas con las
autoridades, pidiendo de nuevo aumento de salarios, reconocimiento del sindicato,
indemnización por accidentes de trabajo, y la renuncia del interventor de la Secretaría
de Hacienda, de nuevo sin mayores resultados:
AHCM, Secretaría del Ayuntamiento Constitucional de México, Vol. 2, Exp. 603, 9 de
El Liberal, 9 de octubre de 19 14, p. 1.
26
octubre de 1914. 27
“ La Federación de Empleados y Obreros de las CompaILías de Tranvías y Luz y Fuerza, se dirige a esa Soberana Convención a fin de poner en su conocimiento que el C. Felicitas Villarreal, Ex Ministro de Hacienda, intervino de hecho en la CompaILía de Tranvías por mediación del señor Don Tomás Rosales, a quien nombró visitador de la misma, con instrucciones de que dicha Cornpafíía no pueda resolver ningún asunto sin su conocimiento.
Debemos advertir a esa Soberana Convención, que todos los Obreros y empleados de Tráfico de la Compañía de Tranvías, se lanzaron a la huelga el día 8 de octubre de 1914, empujados por la miseria de los jornales y el mal trato que siempre ha dado a sus servidores dicha compañía”.29
La ocupación de la capital por parte de convencionistas, villistas y zapatistas no
fue muy larga: el Ejército Constitucionalista volvió a ella en enero de 1915, dictando
inmediatamente una serie de medidas para remediar la catastrófica situación
económica, que ayudara a la gente más necesitada y provocara su adhesión al
constitucionalismo. La culminación de dicha política es indudablemente el Pacto con
la Casa del Obrero Mundial firmado el 17 de febrero de 1915. “Según el documento,
los obreros ayudarían a apresurar el triunfo de Carranza resguardando las poblaciones
tomadas por el ejército constitucionalista e incluso combatirían si fuera necesario.
Además se esforzarían haciendo una efectiva propaganda entre los trabajadores para
ganar adeptos a la causa. A cambio de esto, Carranza se comprometió a continuar
expidiendo leyes que mejoraran la condición de los proletarios y a atender las justas
reclamaciones de los obreros en sus conflictos con los patrone~”.~~Como han señalado
algunos autores, las reacciones no fueron siempre favorables al Pacto y los
representantes sesionaron durante varios días para aceptar sus disposiciones, de las
cuales la formación de los Batallones Rojos, era la más inmediata. Los trabajadores de
la Compañía de Tranvías que constituyeron el Segundo Batallón sesionaban aún el 2
de marzo de 1915. Aunque los Batallones Rojos en general no sufrieron muchas
pérdidas, el de los tranviarios, con escasa preparación militar, fue derrotado por los
zapatistas.
AGN, Departamento del Trabajo, Vol. 70, Exp. 18, Foja 10, 13 de octubre de 1915. 28
29 AGN, Convención Revolucionaria, Vol. 3, Exp. 4, Foja 75. 20 de enero de 1915. 30 Villaseñor, José. “Entre la política y la reivindicación”, en: La clase obrera en la Historia de México. En la Revolución, 1910-1917. Núm. 5, 1988. pp. 332-333.
Militarmente los Batallones Rojos no fueron muy importantes. Pero sí en cambio
llevaron a diversas regiones la doctrina sindicalista y fomentaron la organización de
agrupaciones obreras ligadas desde ya al constitucionalismo: el número de filiales de
la Casa creció muchísimo en todo el país.
A su regreso a la capital, definitivamente tomada por las tropas carrancistas, las
actividades de la Casa del Obrero Mundial tomaron un nuevo impulso gracias al
apoyo oficial de que gozaban; muchas huelgas se resolvieron entonces
favorablemente a los obreros. Los tranviarios reorganizaron y unificaron el sindicato
de su gremio en noviembre de 191 5, en el seno de la Casa, que pasó de 4 O00 a 52 O00
miembros en el espacio de seis meses, con un desbordante entusiasmo y una
confianza ciega en el futuro.
De lo anterior, podemos concluir que las huelgas que estallaron a principios del
presente siglo se debieron en su mayoría a la negativa de los patrones a conceder
aumentos de salarios, malos tratos, etc. Además, es necesario decir, que los obreros
resentían también íos efectos de la guerra; escaseaban y eran inaccesibles por su
precio los artículos de primera necesidad, en tanto que el poder adquisitivo de sus
salarios disminuía por la depreciación del papel moneda.31
Véase con mayor detalle una tabla que se presenta en AGN, Departamento del Trabajo, 31
Vol. 68, Exp. 1 , Fojas 1-4, Julio de 1914.
CONSIDERACIONES FINALES
Como primer punto, es necesario decir que una mirada a la historia de la
Ciudad de México y el Distrito Federal que abarque más de un siglo de
desenvolvimiento económico, nos lleva a observar en primer término que la capital era
el mercado interno más importante del momento, pues la mayor parte de la producción
agrícola y ganadera del Distrito Federal encontraba su mercado natural en la Ciudad de
México y en los principales pueblos y poblaciones de la entidad.
En cuanto al funcionamiento del gobierno del Distrito Federal, se puede
deducir que fue irregular desde la presidencia de Madero hasta 1928, en que cambió la
estructura de gobierno. Esto es, había una inestabilidad política en el país que afectaba
a la Ciudad de manera grave.
La crisis en la Ciudad no se parecía a las que se habían conocido en otras
épocas. Esta crisis era más bien de hegemonía que de economía, ya que el origen de
los problemas era político: se jugaba la ciudad para decidir la revolución, aunque sus
efectos visibles fueran económicos: escasez, carestía, huelgas, epidemias, etc.
Pero además, la Ciudad es la expresión del fortalecimiento político, la imagen
del régimen, por lo que se embellece, se transforma, se limpia, se ilumina, se amplía;
como buena imagen de la prosperidad requiere de una modernización que la coloque a
la altura de las otras ciudades del mundo, se dan en concesión sus servicios y se
establecen los contratos sociales.
Un punto que es importante destacar es que durante estos años de lucha
revolucionaria la Ciudad es, a la vez como un trofeo pero también como una tragedia
para los vencedores; con sus calles, aparadores y edificios va deslumbrando los ojos de
los soldados que desfilan por ella; en tanto que es un problema porque era dificil
resolver la problemática que se vivía.
como ya dijimos, las dificultades que padeció la actividad comercial durante los
años de la revolución fueron las provocadas por la inestabilidad y desasosiego propios
de la guerra. Se presentó el problema del abasto, que se traducía en la carestía de los
productos debido a la especulación y acaparamiento de las mercancías, lo que alteró en
distintas ocasiones los niveles y tipos de consumo de la población, perjudicando la
mayoría de las veces a los sectores socialmente más desprotegidos.
Como podemos ver, en la memoria colectiva, el año de 191 5 se recuerda más
por los efectos de la crisis que por sus causas. La crisis se agudizó durante los años de
1914-1915, cuando se sucedieron en el mando de la ciudad las fuerzas de la
Convención -zapatiStas y villistas- y la facción constitucionalista; fue un periodo en el
que se decretaron impuestos y contribuciones forzosas, así como diversas
disposiciones para obligar a los comerciantes a aceptar, sin descuento, los billetes
emitidos por la facción carrancista. Sin control oficial, el comercio de la Ciudad
manejó como quiso la compraventa, creando así un grupo todopoderoso que se
enfrentó abiertamente a las autoridades convencionistas y carrancistas; escondían los
productos o cerraban los almacenes para no verse obligados a vender y a aceptar los
billetes del carrancismo, o a adoptar los precios acordados por las autoridades. Para
contrarrestar la rebeldía de los comerciantes, las autoridades dispusieron acciones
diversas, como fue exigir donativos obligatorios a los comerciantes y diversos
alimentos para las clases populares, que eran distribuidos en algunas ocasiones por la
Beneficencia Pública. En otras ocasiones las amenazas de los comerciantes fue
contestada con castigos y multas, obligándolos a abrir sus establecimientos para acatar
las disposiciones oficiales. Una de estas medidas llegó también a los comerciantes
españoles, pues se les obligó a algunos almaceneros iberos a barrer calles, como
muestra de su sometimiento a las autoridades constituidas, y cuando desobedecían las
reglas establecidas por el Preboste General llegaban a alcanzar la expulsión hacia su
país.
Quizá cuando entra Pablo González a la ciudad, triunfante, y abre el paso para
que Carranza regrese seguro a la Ciudad se pensó que empezaría la tranquilidad en la
Ciudad, pero esta tranquilidad no va a ser total, pues acabr con miseria, hambre,
epidemias no se resolvería hasta algunos años después.
Los efectos de esta "guerra" fueron diferentes para los distintos sectores de la
población. Los casos de epidemia que se registras para este periodo nos pueden
demostrar que los grupos marginales eran los más afectados pues no contaban con los
recursos ni medios necesarios para contrarrestar esos males. Esto también se vio en
aquellos que podían adquirir ciertos alimentos o uienes acudían a los comedores
públicos para poder satisfacer el hambre.
Las formas de organización concreta del movimiento obrero, en este caso los
tranviarios, se empezaron a ver en estos años: se les vio como agentes de negociación
o reivindicación en el marco de su forma específica, que defienden el status socio
económico de sus agremiados, elemento que está inserto en la lucha de clases.
Quizás las medidas que se tomaron para controlar la especulación, la escasez,
el asunto de la higiene fueron limitadas y poco provechosas; ya que fracasaron
numerosos intentos por fijar precios; las autoridades carecían de voluntad o capacidad
para regular el mercado; por ejemplo, a veces fijaban precios para alimentos
inconseguibles.
En pocas palabras, existía una economía de guerra, en donde la carestía, la
inflación, la especulación y el trueque imperaban.
Creo que los objetivos que me planteé en este trabajo han sido cubiertos; en el
desarrollo de este trabajo me pude dar cuenta que faltaron muchos elementos que
fueron mencionados pero que no se desarrollaron; este es el caso del papel moneda, las
emisiones que se hacen por parte de las diferentes fuerzas que ocupan la ciudad; otro
elemento fue el de los salarios; uno más el papel de las instituciones de Beneficencia;
aún cuando no estaban entre mis objetivos, creo que sí es necesario desarrollarlos,
pero pienso que no es el momento y estoy consciente de que tengo un compromiso por
desarrollar con más especificidad estos puntos.
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