UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO
FACULTAD DE HUMANIDADES ESCUELA DE EDUCACIÓN
PROGRAMA DE PROFESIONALIZACION
EN EDUCACIÓN
ESPECIALIDAD: FILOSOFÍA Y
TEOLOGÍA
CHICLAYO 2014
SÍLABO
ANÁLISIS DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL
I.I.I.I. DDDDATATATATOOOOSSSS GENERALESGENERALESGENERALESGENERALES
a.a.a.a. DenominaciDenominaciDenominaciDenominacióóóón de la Asignatura n de la Asignatura n de la Asignatura n de la Asignatura :::: Análisis de la Filosofía Medieval
b.b.b.b. Plan dPlan dPlan dPlan de Estudios :e Estudios :e Estudios :e Estudios : 2006 – I
c.c.c.c. Ciclo de EstudiosCiclo de EstudiosCiclo de EstudiosCiclo de Estudios :::: VII
d.d.d.d. Año de EstudiosAño de EstudiosAño de EstudiosAño de Estudios :::: 2014
e.e.e.e. Ciclo académicoCiclo académicoCiclo académicoCiclo académico :::: 2014 -II
f.f.f.f. CréditosCréditosCréditosCréditos :::: 04
g.g.g.g. Duración Duración Duración Duración
1.1.1.1. InicioInicioInicioInicio : : : : 9 de agosto de 2014
2.2.2.2. TérminoTérminoTérminoTérmino :::: 16 de agosto de 2014
h.h.h.h. Docente responsable/coordinadorDocente responsable/coordinadorDocente responsable/coordinadorDocente responsable/coordinador : : : : Dr. Armando Mera Rodas
i.i.i.i. Ambientes académicosAmbientes académicosAmbientes académicosAmbientes académicos
II. II. II. II. JUSTIFICACIONJUSTIFICACIONJUSTIFICACIONJUSTIFICACION....
La presente asignatura, que está centrada en el quehacer filosófico de los pensadores
medievales, busca aproximar a los estudiantes a la incesante actividad filosófica
desplegada, en la búsqueda de la verdad y en la búsqueda de la unidad entre fe y
cultura, muy bien abordado por los filósofos de la tradición medieval. Se trata que los
futuros profesores de filosofía y teología, a través de la lectura de los aportes, los
encantos y desencantos de los filósofos medievales, se motiven y, a imitación de
estos, busquen la verdad, la hagan suya, la defiendan y la difundan con criterio
argumentativo y, al mismo tiempo, les quede claro que el camino racional que
conduce a ella es filosofando.
Para alcanzar mayor significatividad en el curso, y para descubrir si pueden o no estos
filósofos dar inteligibilidad a nuestros problemas, lo abordaremos en estrecha
relación con los principales problemas que anidan el pensamiento actual: la relación
entre fe y razón, el problema de Dios, el hombre, etc.
En suma descubriremos que en la actualidad los aportes de la filosofía media siguen
alimentando nuestras reflexiones.
III.III.III.III. COMPETENCIAS GENERALESCOMPETENCIAS GENERALESCOMPETENCIAS GENERALESCOMPETENCIAS GENERALES • Reconocen y valoran el aporte filosófico de los pensadores más prominentes de la
historia filosófica medieval y su repercusión en el pensamiento actual en temas
como: la ciencia, la política, la ética, el hombre y la metafísica, asumiendo e
incorporando en su vida las verdades alcanzadas en la investigación filosófica.
• Descubren y enjuician los diversos problemas en el campo de la ética, la política,
la ciencia, Dios y el hombre que anidan en el mundo medieval, identificando la
forma cómo los filósofos plantearon las soluciones.
• Adquieren el arte del filosofar en el quehacer permanente, estimulando el
desarrollo de su pensamiento crítico-reflexivo para la investigación de la verdad y
en concordancia con la revelación.
• Descubren que la fe y la razón constituyen las dos alas con los que el espíritu
humano se eleva a la contemplación de la verdad.
IV.IV.IV.IV. COMPETENCIAS ESPECÍFICASCOMPETENCIAS ESPECÍFICASCOMPETENCIAS ESPECÍFICASCOMPETENCIAS ESPECÍFICAS
• Descubren las razones del conflicto en el encuentro entre la fe y la razón, emitiendo juicios críticos respecto a los argumentos de los cristianos y de los filósofos.
• Analizar las contribuciones de San Agustín en la primera gran síntesis entere la filosofía y la teología, resaltando qué aspectos hicieron posible dicho encuentro.
• Descubrir el rol de la filosofía en el pensamiento filosófico de Boecio, emitiendo valoración positiva.
• Comprender las tesis centrales del problema de los universales, proponiendo la mejor solución al mismo.
• Enjuiciar el argumento ontológico de San Anselmo en torno a la existencia de Dios, mostrando sus aciertos y desaciertos.
• Valorar las contribuciones del pensamiento filosófico de Juan Escoto Eriúgena.
• Descubrir los aportes a la filosofía y la teología de los prominentes filósofos de esta época.
• Descubrir los vínculos entre la filosofía y teología.
• Valorar los aportes en torno a la segunda gran unidad de síntesis en el pensamiento filosófico – teológicos de Santo Tomás de Aquino.
• Criticar las tesis filosóficas de los pensadores de la baja escolática que llevó a la crisis filosófica de la filosofía medieval
V.V.V.V. CONTENIDO TEMÁTICO CONTENIDO TEMÁTICO CONTENIDO TEMÁTICO CONTENIDO TEMÁTICO (POR UNIDADES)(POR UNIDADES)(POR UNIDADES)(POR UNIDADES)
UNIDADES CONTENIDOS
I UNIDAD
Los Comienzos de la filosofía medieval: Apologética y Patrística
1. El encuentro de la filosofía y el cristianismo: 2. Los apologistas, pioneros del encuentro entre fe y razón. 3. San Agustín de Hipona y la gran síntesis de pensamiento
filosófico – teológico. 4. El pensamiento filosófico de Severino Boecio.
II UNIDAD
Escolástica Primitiva
5. La contribución filosófica de San Anselmo de Canterbury. 6. Los aportes del pensamiento filosófico de Juan Escoto
Eriúgena.
III UNIDAD
Escolástica plena.
7. La filosofía Árabe. 8. La filosofía Judía. 9. El pensamiento filosófico - teológico de Santo Tomás de
Aquino.
IV UNIDAD
Crisis de la escolástica. 14. La escuela franciscana: sus representantes y sus aportes
filosóficos.
VI.VI.VI.VI. PROPUESTA DE TEMAS DE INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIAPROPUESTA DE TEMAS DE INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIAPROPUESTA DE TEMAS DE INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIAPROPUESTA DE TEMAS DE INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIA
• El papel de la virtud natural en el pensamiento filosófico medieval
• La filosofía y su papel central frente a la teología en los filósofos medievales.
• La existencia de Dios en el pensamiento filosófico medieval
• Visión del hombre en el pensamiento filosófico medieval
• La ciencia en el pensamiento filosófico medieval
• La educación en el pensamiento filosófico medieval
• La acción humana el pensamiento filosófico medieval
• La ciencia política en el pensamiento filosófico medieval
• La metafísica y su rol fundamentador en el pensamiento filosófico medieval.
• El problema de los trascendentales
• La felicidad en el pensamiento filosófico medieval
• El paradigma científico del medioevo.
• Valor de la tradición en el pensamiento filosófico medieval.
• Las relaciones entre fe y razón en el pensamiento medieval.
• Recensión de una obra filosófica de los medievales.
• Los universales.
VII.VII.VII.VII. ESTRATEGIAS Y MÉTODOS PARA LA ENSEÑANZA Y APRENDIZAJEESTRATEGIAS Y MÉTODOS PARA LA ENSEÑANZA Y APRENDIZAJEESTRATEGIAS Y MÉTODOS PARA LA ENSEÑANZA Y APRENDIZAJEESTRATEGIAS Y MÉTODOS PARA LA ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE
La metodología será variada, pero siempre basada en la Investigación:
• El seminario tendrá dos partes: una presencial para los encuentros de discusión
universitaria y la otra para el trabajo investigativo del estudiante.
• Los métodos de enseñanza serán la interrogación didáctica filosófica, el análisis
de textos y los enfoques conceptuales; en tanto los de aprendizaje serán: el
método EFGHI en biblioteca y fuera de ella, y la triple E, para los encuentros
de discusión universitaria.
VIII.VIII.VIII.VIII. ESTRATEGIAS, MÉTODOS Y NORMAS DE EVALUACIÓNESTRATEGIAS, MÉTODOS Y NORMAS DE EVALUACIÓNESTRATEGIAS, MÉTODOS Y NORMAS DE EVALUACIÓNESTRATEGIAS, MÉTODOS Y NORMAS DE EVALUACIÓN
La evaluación será permanente e integral, abarca conocimientos, habilidades y
actitudes. Para tal efecto, se tendrá en cuenta los siguientes criterios:
• Conocimientos: 2 pruebas escritas (evaluación objetiva)
• Actitudes: participación en clase, asignaciones y exposiciones cortas,
puntualidad - Prestancia personal – Respeto a los demás, (evaluación subjetiva)
• Habilidades: Estudio independiente - fichaje – presentación de trabajo de
investigación final.
• La nota aprobatoria será de 14. La misma que será resultado de promediar los
tres rubros evaluados con el mismo peso académico.
IX.IX.IX.IX. BIBLIOGRAFÍABIBLIOGRAFÍABIBLIOGRAFÍABIBLIOGRAFÍA
Bibliografía básica.
Copleston, F. (1990). Historia de la filosofía. Barcelona: Ariel
Fraile, G. (1978). Historia de la filosofía. Madrid: BAC.
Gilson, E. (1982). La filosofía en la Edad Media. Madrid: Gredos.
Saranyana, J. (2004). Historia de la filosofía medieval. Pamplona: Eunsa.
Soto, G. (2007). Filosofía Medieval. Bogotá Colombia.
Bibliografía complementaria
Cruz, J. (1998). Intelecto y Razón. Las coordenadas del pensamiento clásico.
Pamplona: Eunsa.
Falgueras, I. (2000). De la razón a la fe por la senda de Agustín de Hipona. Pamplona:
Eunsa.
Gilson, E. (1999). El espíritu de la filosofía medieval. Madrid: Rialp.
Gilson, E. (2000). El Tomismo. Pamplona: Eunsa.
San Anselmo (2002). Proslogion. Pamplona: Eunsa.
Mera. A. (2014) Apuntes de Filosofía Medieval.
Diccionarios:
• Brugger, Walter: Diccionario filosófico
• Mora, Ferrater :Diccionario de filosofía
Obras filosóficas:
• San Agustín: La ciudad de Dios y las confesiones
• Boecio: la Consolación de la Filosofía
• Santo Tomás: la Suma teológica.
Internet:
• www.vatican.va; www.iglesia.org; www.catholic.net; www.aciprensa.com;
www.zenit.org/spanish; www.corazones.org; www.conoze.com; www.arvo.net;
www.canalsocial.net; www.fluvium.org
APUNTES DE FILOSOFÍA MEDIEVAL
Dr. Armando Mera Rodas.
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ESQUEMA DE LA FILOSOFIA ESCOLÁSTICA
Después de unos cuantos siglos (V – VIII) en “blanco” (en los que la cultura grecolatina fue guardada en los monasterios) renace una nueva época en la cultura medieval: la escolástica. SIGLOS IX - XV
PRIMITIVA ESCOLÁSTICA (IX –XI)
• El problema de los universales • Escoto • Eriúgena • San Anselmo
MADUREZ (XII)
• San Bernardo • Abelardo • Esc. Traductores • Ffia. islámica
SIGLO DE ORO (XII)
• San Alberto • Santo Tomás: Se abandona la tradición platónica y se incorpora el Aristotelismo:
Averroes, Santo Tomás.
DECADENCIA (XIII - XIV)
• Filosofía del Franciscanismo: S. Buenaventura y Duns Escoto • Revalorización del conocimiento científico de la realidad: la observación y la
experimentación empírica. La naturaleza es estudiada desde la ciencia física, geometría y matemática: Roberto Groseteste, Roger Bacon, Alberto Magno.
• Revalorización del mundo temporal respecto del mundo divino. Fe y razón se separan y son consideradas disciplinas autónomas
• Guillermo de Ockhan
PROBLEMAS DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL
1. Síntesis entre la Fe y la Razón. • El encuentro de la filosofía platónica con el cristianismo • El encuentro de la filosofía aristotélica con el cristianismo.
2. El problema de los universales. 3. El problema de Dios.
1
I Primera parte:
Apologética y Patrística
1. EL ENCUENTRO ENTRE LA FE Y LA RAZON
1.1. Contexto histórico filosófico en el momento de la irrupción de la fe cristiana
El contexto filosófico la constituyó la filosofía helenístico –romana, caacterizada por:
� Una continua reducción de los horizontes, rechazo de las cuestiones metafísicas. Se
interesan de la “actitud del hombre frente a la vida”. Se trata de una filosofía
materialista, atea, terrenal.
� Proclama un hedonismo, un fatalismo cosmológico que admiten con pesimismo sin
demasiado análisis.
� Los escépticos defienden que la razón es incapaz de conocer la esencia de las cosas y en
consecuencia, no existe un saber seguro. No existe verdad alguna. Si esta actitud se
aplica al ámbito práctico, la única manera de llegar a la felicidad y a la tranquilidad o
paz interior es absteniéndose de juzgar o emitir juicios de valor, realizar una epojé
(abstención de juicio), no adherirse a ninguna opinión ni adoptar decisiones, porque
nunca se puede estar seguro de nada.
� Los filósofos romanos, se maravillaron con esta forma de pensamiento ético
materialista ya que les permitía muy bien justificar el tipo de vida que llevaban. (Cf.
Iñaqui Yarza: )
� Para el filósofo romano Séneca la filosofía no será ni siquiera una ética teórica y
rigurosa, sino solo una “consolación del hombre” (Gambra Rafael: historia sencilla de
filosofía. Pág.. 101),
1.2. El encuentro entre fe y razón suscitó un conflicto.
¿Por qué el encuentro entre el cristianismo y la filosofía suscitó un conflicto?
Primero: se trató de un choque de dos planos epistemológicos distintos pero
complementarios…
La filosofía es un saber que se dirige a la inteligencia y le dice qué son las cosas;
2
El cristianismo se dirige al hombre para aliviarle de su miseria, mostrándole cuál es la
causa de ésta y ofreciéndole el remedio. Se dirige al hombre y le habla de su destino para
que lo realce. ..
Segundo: el conflicto se dio porque, el encuentro con el Evangelio o con la VERDAD,
ofrecía una respuesta tan satisfactoria a la cuestión, hasta entonces no resuelta sobre el
sentido de la vida, que el seguimiento de los filósofos les parecía como algo lejano y, en
ciertos aspectos, superado, debido a la decadencia por la que atravesaba la filosofía.
Tercero: el cristianismo había anunciado desde sus inicios la igualdad de todos los
hombres ante Dios.
Por otro lado, quedaba completamente superado el carácter elitista de la búsqueda que tenía
entre los antiguos filósofos, ya que siendo el acceso a la verdad un bien que permite llegar a
Dios, todos deben poder recorrer este camino. Aunque se tratara ya no de la verdad parcial,
mostrada a la inteligencia sino de la verdad total mostrada al corazón humano.
Cuarto: el helenismo era una filosofía atea y materialista, opuesta al cristianismo.
Quinto: Los filósofos consideraban a los cristianos como una religión de esclavos,
desterrados, de rudos que nada tenían que ofrecer a la gente pensante.
Séxto: debido a la identificación que hicieron unos del cristianismo con la filosofía, al
desprecio que hicieron otros de la filosofía que promovieron su erradicación por
considerarla sabiduría pagana y al rechazo que hicieron otros del cristianismo por
desconocer su naturaleza. Así por ejemplo: injusta e infundada es la crítica del filósofo
griego Celso, en el siglo II, acusa a los cristianos de ser gente « iletrada y ruda ».
Orígenes, teólogo y padre de la iglesia griega, en su obra Contra Celso, ve en la Filosofía
un auxilio propedéutico para la fe, o una herramienta para defenderla, asumiendo la
Filosofía de Platón para explicar y defender la fe contra los ataques de los pensadores de su
tiempo.
Por su parte Tertuliano afirmaba, que en el evangelio está todo lo que quiere el Cristiano,
el cual no tiene porque andar buscando algo fuera de su fe propia. Para Tertuliano la
filosofía es una fuente de errores y de herejías y, por tanto, no hay ninguna posibilidad de
unión entre fe y filosofía.
San Pablo, frente a los Gnósticos, pone en guardia a los Colosenses: « Mirad que nadie os
esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según
los elementos del mundo y no según Cristo » (Col 2, 8).
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Según hechos de los Apóstoles (17,18) narra la discusión que san Pablo tuvo en Atenas con
« algunos filósofos epicúreos y estoicos ». Esto significa que el anuncio cristiano tuvo que
confrontarse desde el inicio con las corrientes filosóficas de la época.
El cristianismo anuncia un monoteismo frente al politeísmo griego.
La noción de tiempo circular frente a la noción lineal.
La noción de persona para los griegos, es exluyente, ahora todos son personas.
En conclusión, el encuentro del cristianismo con la filosofía no fue pues inmediato ni fácil.
La práctica de la filosofía y la asistencia a sus escuelas eran para los primeros cristianos
más un inconveniente que una ayuda. Para ellos, la primera y más urgente tarea era el
anuncio de Cristo resucitado mediante un encuentro personal capaz de llevar al interlocutor
a la conversión del corazón y a la petición del Bautismo. Sin embargo, esto no quiere decir
que ignorasen el deber de profundizar la comprensión de la fe y sus motivaciones. Todo lo
contrario. Resulta injusta e infundada la crítica de Celso, que acusa a los cristianos de ser
gente « iletrada y ruda ». La explicación de su desinterés inicial hay que buscarla en otra
parte. En realidad, el encuentro con el Evangelio ofrecía una respuesta tan satisfactoria a la
cuestión, hasta entonces no resulta, sobre el sentido de la vida, que el seguimiento de los
filósofos les parecía como algo lejano y, en ciertos aspectos, superado.
Por otro lado, el cristianismo había anunciado desde sus inicios la igualdad de todos los
hombres ante Dios. La primera consecuencia de esta concepción se aplicaba al tema de la
verdad. Quedaba completamente superado el carácter elitista que su búsqueda tenía entre
los antiguos, ya que siendo el acceso a la verdad un bien que permite llegar a Dios, todos
deben poder recorrer este camino.
Por su puesto que se trataba de dos verdades distintas una mostrado a la inteligencia: la
filosofía y otra mostrada al corazón humano para su aceptación. Se trataba sin duda del
problema de dos planos epistemológicos del conocimiento.
Fue tarea de los padres de la filosofía mostrar el vínculo entre la razón y la religión.
Dirigiendo la mirada hacia los principios universales, no se contentaron con los mitos
antiguos, sino que quisieron dar fundamento racional a su creencia en la divinidad. Se inició
así un camino que, abandonando las tradiciones antiguas particulares, se abría a un proceso
más conforme a las exigencias de la razón universal. El objetivo que dicho proceso buscaba
era la conciencia crítica de aquello en lo que se creía. El concepto de la divinidad fue el
primero que se benefició de este camino. Las supersticiones fueron reconocidas como tales
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y la religión se purificó, al menos en parte, mediante el análisis racional. Sobre esta base los
Padres de la Iglesia comenzaron un diálogo fecundo con los filósofos antiguos, abriendo el
camino al anuncio y a la comprensión del Dios de Jesucristo.
También se enfrentaron a la Gnosis La filosofía, en cuanto sabiduría práctica y escuela de
vida, podía ser confundida fácilmente con un conocimiento de tipo superior, esotérico,
reservado a unos pocos perfectos. En este tipo de especulaciones esotéricas piensa sin duda
san Pablo cuando pone en guardia a los Colosenses: « Mirad que nadie os esclavice
mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los
elementos del mundo y no según Cristo » (Col 2, 8).
2. PIONEROS DEL ENCUENTRO POSITIVO DE LA FE Y LA RAZON
2.1. LA APOLOGÉTIA SIGLOS II – III.
La apologética fue uno de los acontecimientos más saltantes de la historia de la filosofía en la
edad media y del cristianismo en esa era, ya que en esta etapa grandes filósofos helénicos se
toparon con la fe cristiana y se convirtieron a ella y en su momento la defendieron con grandes
argumentos, de los ataques de sus adversarios como los judíos, los romanos, y hasta de los
propios gnósticos.
Durante esta época estos apologetas no solo defendieron la fe cristiana de los ataques y
persecuciones por parte del imperio romano sino que estos apologetas arriesgaban su vidas para
enviar sus obras apologéticas al propio emperador para que decrete la anhelada ley de libertad
religiosa, ya que para esa época los cristianos vivían en carne propia las persecuciones y los
ataques de las filosofías profanas.
La apologética o apologistas: Llamados así porque sus obras principales son apologías de la
religión cristiana. Una apología era un alegato jurídico; y estas obras son, en efecto, alegatos
para obtener de los emperadores romanos el reconocimiento del derecho legal que los
cristianos tenían a existir en un imperio oficialmente pagano. Se encuentran en ellas
exposiciones parciales de la fe cristiana y algunos intentos de justificarla ante la filosofía
griega.
Las 2 apologías mas antiguas que datan del año 125 son la de Quadrato y la de Arístides. La
primera no ha sido encontrada, en tanto se conserva la de Arístides que contiene algunas tesis
de manifiesta inspiración filosófica.
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Sin embargo, los más importantes apologistas son San Justino, Taciano, Atenágoras, Hermias
y Tertuliano, orígenes y clemente de Alejandría, entre otros. Veamos brevemente alguno
de ellos.
a. SAN JUSTINO MÁRTIR
El Primero de los filósofos cristianos (según Tertuliano). Nació en Flavia Neápolis hacia 100-
110. Frecuenta escuelas de filósofos de tendencia estoica, peripatética y pitagórica. Se hace
cristiano en la madurez. La verdad cristiana será para él la filosofía primordial, por ello aún
después de su conversión seguirá llevando el manto de filósofo.
Durante su segunda visita a Roma, en la que funda una escuela, fue condenado a muerte y
ejecutado alrededor del 165 junto con algunos de sus discípulos.
Obras
Entre sus obras destacan *Dos Apologías, la primera dirigida al emperador Adriano (150) y otra
a su sucesor Anio Vero -Marco Aurelio (161). *Diálogo con el judío Trifón (160) permite ver
su evolución personal desde la filosofía griega al cristianismo.
Pensamiento filosófico
Para Justino “la filosofía era lo que nos conduce hacia Dios y nos une a él”
Primeramente asistió a las explicaciones de los estoicos pero estos ignoraban a Dios y le dijeron
que o era necesario. Luego se dirigió a los peripatéticos los cuales le pidieron salario para que
sus relaciones sean fructíferas. Quiso entonces instruirse con un pitagórico pero le exigieron
aprender música, astronomía, geometría y él no quería quemar tiempo. Mejor éxito le esperaba
con los discípulos de Platón. Allí se instruyó verdaderamente en lo que deseaba aprender.
Dice Justino: “La inteligencia de las cosas incorporeas me cautivaba en el más alto grado;
la contemplación de las ideas daba alas a mi espíritu, tanto que, al poco tiempo creía
haberme hecho un sabio; llegué a ser tan tonto como para esperar que iba a ver a Dios
inmediatamente, ya que tal es el fin de la filosofía de Platón”
Lo que Justino buscaba en la filosofía era una religión natural. Por ello cambió más tarde al
platonismo por una religión. Esto ocurrió después del diálogo con el viejo Trifón, donde al ser
cuestionado sobre Dios y el alma y al responder en base a Platón sobre Dios y la trasmigración
de las almas, el anciano le hizo ver las incoherencias del pensamiento y por el contrario, Trifón
le justifica en base a las sagradas escrituras y Justino de inmediato muestra su deseo de recurrir
a las fuentes.
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“súbitamente se encendió un fuego en mi alma, quedé herido de amor por los profetas y
aquellos hombres amigos de Cristo, y, meditando conmigo mismo en todas estas palabras,
descubrí que toda esta filosofía era la única segura y provechosa”
Justino se comprometió a definir la naturaleza de la revelación cristiana y su lugar en la historia
de la humanidad. En su primera apología declara “hemos aprendido que el verbo ilumina a todo
hombre que viene a este mundo.
Fe y razón
Un pionero del encuentro positivo entre fe y razón fue san Justino, quien, conservando después
de la conversión una gran estima por la filosofía griega, afirmaba con fuerza y claridad que en
el cristianismo había encontrado « la única filosofía segura y provechosa ».
b. TERTULIANO
Vida y Obra
Quinto Séptimo Florente Tertullianus, castellanizado como Tertuliano (155-230) fue un líder de
la Iglesia y un gran escritor durante la segunda parte del siglo segundo y primera parte del
tercero. Nació, vivió y murió en Cartago, en el actual T únez.
Fue un académico que recibió una excelente educación. Escribió por lo menos tres libros en
griego, de los cuales él mismo cita; pero ninguno se ha conservado. Su especialidad fueron las
leyes
Su conversión al cristianismo aconteció alrededor del 197-198 . Tal evento debe haber sido
decisivo en su vida, transformando su personalidad; él mismo dijo que el no podría imaginar
una verdadera vida cristiana sin tal cambio radical, un radical acto de conversión.
En la Iglesia de Cartago, fue ordenado presbítero, aunque se casó, y este hecho está bien
confirmado por sus dos libros dedicados a su esposa. A la mitad de su vida, hacia el año 207, se
separa de la Iglesia Católica, siendo llevado a la secta de Montano. Pero los montanistas no
fueron los suficientemente rigurosos para Tertuliano, quién rompió con ellos para fundar su
propia secta.
Tertuliano continuó su lucha contra la herejía, especialmente con el Gnosticismo; y por las
obras doctrinales producidas llegó a ser maestro de Cipriano de Cartago, el predecesor de
Agustín, y el fundador de la teología latina.
Sus primeras obras (de su etapa "católica", antes de hacerse Montanista) son escritos
generalmente apologéticos contra los paganos y las diversas herejías y cismas de la época. En
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estas obras se nota su educación como abogado por la retórica que usa en sus argumentos, a
veces mordaz y otras veces directamente tomada del derecho romano.
Así, para tertuliano, el depósito de la fe descansa exclusivamente en la iglesia universal, que ha
recibido sus enseñanzas de los apóstoles, por lo que los herejes y cismáticos ni siquiera tienen
derecho "legal" de usar el nombre de cristianos y las Escrituras, ni la Iglesia se debe tomar la
molestia siquiera de discutir con los mismos
Cristologia
No considera al Hijo coeterno con el Padre. El Hijo de Dios no siempre existió, solo a partir de
ser engendrado por el Padre. Esto lo demuestra diciendo:
"Nosotros afirmamos, por lo tanto, que el nombre de Dios siempre existió con Él mismo,
pero no eternamente el de Señor. Porque la condición de uno no es la misma que la del
otro. Dios es la designación de la sustancia misma, esto es: de la Divinidad; pero el Señor,
no lo es de la sustancia, sino del poder . Yo sostengo que la sustancia existió siempre con
su propio nombre, el cual es Dios; el título Señor fue después añadido, como indicación de
algo acrecentado. "(Adversus Hermogenem III)
Tertuliano al igual que Hipólito de Roma, escribieron contra el Modalismo, doctrina que
profesaban Noeto, Práxeas y Sabelio. Estos tres afirmaban que el Padre y el Hijo y el Espíritu
Santo, eran la misma persona.
Visión de la Filosofía
Tertuliano rechazaría a los filósofos paganos. Él lo manifiesta en estas palabras:
Todas las herejías en último término tienen su origen en la filosofía. De ella proceden una
infinidad de errores: la tríada humana de Valentín; el Dios de Marción, que procedía del
estoicismo. Hay quien dice que el alma es mortal y ésta es doctrina de Epicuro.[...]Es el
miserable Aristóteles el que les ha instruido en la dialéctica, que es el arte de construir y
destruir, de convicciones mudables, de conjeturas firmes, de argumentos duros, artífice de
disputas, enojosa hasta a sí misma, siempre dispuesta a reexaminarlo todo, porque jamás admite
que algo esté suficientemente examinado.[...]Quédese para Atenas esta sabiduría humana
manipuladora y adulteradora de la verdad, por donde anda la múltiple diversidad de sectas
contradictorias entre sí con sus diversas herejías.
Pero, ¿qué tiene que ver Atenas con Jerusalén? ¿Qué relación hay entre la Academia y la
Iglesia? ¿Qué tienen que ver los herejes y los cristianos? Nuestra escuela es la del pórtico de
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Salomón, que enseñó que había que buscar al Señor con simplicidad de corazón. Allá ellos los
que han salido con un cristianismo estoico, platónico o dialéctico
Hubiese sido tertuliano de Cartago un santo del siglo III para la Iglesia Católico-Romana,
conocido como azote de los herejes y defensor de la ortodoxia, si no hubiese abrazado, el año
207 d.C. el Montanismo (a los que llamamos "Los pentecostales del siglo II")
c. ORÍGENES
Nació probablemente en Alejandría en el año 185, Padres cristianos. Murió en el 254 a
consecuencia de la tortura que sufrió en la persecución de Decio. Funda una escuela filosófica
e implanta una biblioteca en Cesárea de Palestina.
Fue ordenado sacerdote en Palestina y el obispo Alejandro de Jerusalén. Considera la filosofía
como sierva de la Sagrada Escritura.
Obras
De Principilis (Tratado de los Principios; es decir, las doctrinas principales o fundamentales del
cristianismo).
Preocupación principal: Hacer que la doctrina de la escritura y de la tradición eclesiástica
pudiera llegar a ser comprensible y aceptable a los hombres de su tiempo
Contra Celso: Escrita hacia el año 246. Defensa sobre la doctrina debido a los ataques de Celso
y censurando la forma de vivir de alguno cristianos
Aportes
Dios es en sí y en su esencia incognoscible para la mente humana. Se da a conocer a los que
quiere por la creación, y de manera muy particular por medio de su hijo.
El hombre por si solo no puede llegar al conocimiento de Dios.
Orígenes es, pues, un cristiano se dirige primero a cristianos, pero desea, si es posible, persuadir
también a los infieles. Un texto del contra celsum, permite ver como, en el pensamiento de
orígenes, esta distinción tenia por fundamento la enseñanza de san pablo: ”la sabiduría divina
que es distinta de la fe, es el primero de los llamados carismas de dios, después viene el
segundo llamado conocimiento (gnosis) por los que sabes exactamente estas cosas, y el tercero
–puesto que es necesario que hasta los mas simples se salven, si son todo lo piadosos de que
son capaces – es la fe.
Por eso ha dicho san Pablo: a unos será dada por el espíritu la palabra de sabiduría, a otros la de
conocimiento, a otros, por fin, la fe en mismo espíritu”. Así, pues, todos los cristianos creen las
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mismas cosas, pero no de igual manera. El hombre se compone de un cuerpo, un alma y un
espíritu.
Por eso ha dicho san Pablo: a unos será dada por el espíritu la palabra de sabiduría, a otros la de
conocimiento, a otros, por fin, la fe en mismo espíritu”. Así, pues, todos los cristianos creen las
mismas cosas, pero no de igual manera. El hombre se compone de un cuerpo, un alma y un
espíritu.
El problema del origen del alma le resulta misterioso. Como san Agustín, estima que la
enseñanza de la iglesia nos deja en libertad para elegir entre las dos hipótesis de su transmisión
por los padres o de su introducción desde fuera. La inmaterialidad del alma humana se
manifiesta claramente por el hecho de que es capaz de conocimiento intelectual, cuyo objeto,
es de suyo, inmaterial. Para lograr la liberación hacia la cual debe tender, el alma ha de elevarse
primero, gracias a la dialéctica, del conocimiento de las cosas sensibles al de las verdades
intelectuales y morales.
Algunos espíritus se contentan con esto, pero eso no es sino ver la luz del sol, no es ver esta
misma luz. Solo aquellas cuyas almas son iluminadas por una virtud divina y calentada por sus
rayos pueden verla.
d. CLEMENTE DE ALEJADRIA
Nacido hacia 150 y muerto en 215. Clemente se convirtió tempranamente al cristianismo.
Sus obras más importantes son: el Discurso de exhortación a los griegos (195), el pedagogo y
los Stromata (escritos variedades). Clemente exhorta en los Stromata a los paganos a abandonar
el culto a los ídolos para volverse al verdadero Dios. Manifiesta a continuación lo absurdo de
los mitos y lo ridículo de sus cultos.
El Pedagogo, pregunta ¿Quién es el verbo, para poner limites al pecado del hombre, ha
asumido las funciones de un pedagogo?
Un pedagogo mejora el alma enseñando a bien vivir. ¿De quién es pedagogo el verbo? De todos
los hombres, sin distinción.
Clemente protesta enérgicamente contra la tesis gnóstica de un conocimiento salvador
reservado a una aristocracia de la salvación. Incluso el simple neófito ha sido ya iluminado,
puesto que ha aceptado la fe, no hay término medio entre la luz y las tinieblas.
Ciertamente, unos cristianos sabrán más y mejor que los otros, pero no por ello serán más
cristianos que los demás.
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El verdadero saber consiste en conocerse a si mismo, conociéndose a si mismo se conoce a
Dios, que nos ha hecho, conociéndole, uno se descubre cada vez mas semejante a él y, entonces
es suficientemente hermoso como para prescindir de adornos.
El cristianismo es rico, es, incluso el único rico, porque posee los tesoros del alma, que no
pueden serle arrebatados. El cristianismo nunca carece de nada, porque su frugalidad es tal que
con poca cosa se tiene bastante.
Clemente mostrara asimismo que todo rico puede salvarse con tal que las riquezas no se hagan
dueñas de su alma, sino que sean un instrumento del que use para el bien.
El principal objeto de los strómata es hacer ver que la filosofía es de suyo cosa buena, porque
ha sido querida por dios, no se puede admitir que la filosofía, obra divina, sea algo malo y
condenable para dios.
La razón griega ha tenido incluso sus profetas, que fueron los filósofos. Sin duda, Dios no
hablo directamente a los filósofos, no les transmitió una revelación especial, como hacía con los
profetas, pero los guiaba indirectamente mediante la razón, que es también una luz divina.
En realidad toda la historia del conocimiento humano se parece al curso de los ríos –la ley judía
y la filosofía griega-, en cuya confluencia brota el cristianismo, como una fuente nueva,
arrastrando en sus cursos aguas que, desde más arriba, vienen a engrosarlo. Hay dos antiguos
testamentos y uno nuevo. La ley para los judíos, la filosofía para los griegos, la ley, la filosofía
y la fe para los cristianos. La fe en Jesucristo no ha eliminado, pues, a la filosofía. Antes de la
venida del señor, la filosofía era necesaria a los griego para su justificación, les sigue siendo útil
para prepararle en la fe y, cuando la han alcanzado, para profundizar en ella y defenderla. La
sabiduría es, pues, la señora de la filosofía, del mismo modo que la filosofía lo es de la ciencia
que las preceden.
Y concluye clemente: “así, pues, digo que la filosofía consiste en la búsqueda de la verdad y en
el estudio de la naturaleza. Ahora bien de la verdad ha dicho el señor: “yo soy la verdad”. Y yo
añado que esa ciencia – que precede a la paz que se encuentra, por fin, en la ciencia de Cristo –
ejercita el pensamiento, despierta la inteligencia y aguza el espíritu para instruirse en la
verdadera filosofía, que los fieles poseen gracias a la verdadera verdad.”
Si la fe y la filosofía fuesen datos heterogéneos, sin raíz común, seria imposible asociarlas. Pero
no sucede así. Cada hombre tiene una facultad cognoscitiva (fronesis) por la que se distingue de
los animales. En cuanto esta facultad puede conocer por sus solas fuerzas los principios
primeros e indemostrables, es pensamiento (noesis); en cuanto razona a partir de tales
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principios para desarrollar dialécticamente sus contenidos, es saber o ciencia (gnosis,
episteme); si se aplica a los problemas de la practica y de la acción, deviene arte(thecne),
cuando, por fin, se abre a la piedad, cree en el verbo y nos dirige en la practica de sus
mandamientos, sin dejar por eso de ser ella misma, la unidad del pensamiento en sus funciones
de crecer, dirigir la acción y buscar el saber asegura, pues, la unidad de la sabiduría, que
engloba toda estas actividades.
La obra de clemente se presenta como una profundización y enriquecimiento del pensamiento
de Justino. Una sola filosofía verdadera, cuya fuente es “la filosofía según los hebreos”, o
“filosofía según Moisés”, en la cual se han inspirado los griegos, y que nosotros, por nuestra
parte, volvernos a encontrar simultáneamente en si misma y en los griegos. Ciertamente la
doctrina de Jesucristo basta para salvarnos, pero la filosofía puede servir de ayuda para llevar a
los hombres a dicha doctrina y para profundizar en su sentido, una vez que la hemos abrazado.
E. LOS GNOSTICOS
¿QUÉ ES EL GNOSTICISMO?
En el siglo II, saber si Dios existe y qué se puede afirmar razonablemente de él es decir, tener
un conocimiento filosófico de Dios, no se considera ya suficiente; ahora se desea una gnosis,
una experiencia unificante y divinizadora que permita llegar a él en un contacto personal y
unirse realmente a Él.
Esta inquietud religiosa, que parece haber tenido sus orígenes orientales y anteriores al
cristianismo encontraba aceptación en ciertas filosofías griegas de por sí orientadas hacia la
religión. El gnosticismo es el conjunto de los sincretismos de este género que, al encontrarse
con la nueva fe cristiana intentarlo asismilarla.
GNOSTICISMO posición que sostiene " que la mente humana puede conocer todo lo referente
al mundo, a uno o a Dios . . . " El conocimiento absoluto de todo y todas las cosas. Su
contrapuesto es el agnosticismo.
Gnosis” significa conocimiento; gnóstico es por tanto quien adquiere un conocimiento especial
y vive según él. El término “gnosis” no tiene por tanto sentido peyorativo. Algunos Santos
Padres como Clemente de Alejandría y San Ireneo hablan de la gnosis en el sentido del
conocimiento de Jesucristo obtenido por la fe: “la verdadera gnosis -escribe san Ireneo- es la
doctrina de los apóstoles” (Hech. 4, 33).
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El término “gnóstico” adquirió sentido peyorativo cuando fue aplicado por los mismos Padres a
ciertos herejes que tuvieron notable relieve entre los siglos II y IV.
El primero en designarlos así fue San Ireneo que ve su origen en la herejía de Simón el
samaritano (Hch 8,9-24), y dice que sus seguidores se propagaron por Alejandría, Asia Menor y
Roma dando lugar a “una multitud de gnósticos que emergen del suelo como si de hongos se
tratara” . De ellos, continua diciendo San Ireneo, derivan los valentinianos que son a los que él
combate directamente. Explica tal abundancia y diversidad de sectas diciendo que “la mayoría
de sus autores –en realidad, todos- quieren ser maestros; se van de la secta que abrazaron y
urden una enseñanza a partir de otra doctrina, y luego a partir de ésta surge todavía otra, mas
todos insisten en ser originales y en haber hallado por sí mismos las doctrinas que de hecho se
limitaron a compaginar”.
FORMAS DE GNOSTICISMO
De esas informaciones de Ireneo y de las de otros Padres que también tuvieron que combatir a
aquellos herejes (especialmente San Hipólito de Roma y San Epifanio de Salamina), se deduce
que fue tal la cantidad de grupúsculos (simonianos, nicolaítas, ofitas, naasenos, setianos,
peratas, asilidianos, carpocratianos, valentinianos, marcosianos) y maestros (Simón, Cerinto,
Basílides, Carpócrates, Cerdón, Valentín, Tolomeo, Teodoto, Heracleón, Bardesanes…), que
cayeron bajo la designación de “gnósticos”, y que sólo de manera muy genérica se les puede
agrupar bajo un calificativo. De las obras heréticas “gnósticas” descubiertas en 1945 en Nag
Hammadi (alto Egipto), en torno a unas cuarenta, se saca una impresión parecida; cada obra
contiene su propia orientación doctrinal herética.
DOCTRINA DE LOS GNOSTICOS
� Dentro de esa diversidad descrita los mejor conocidos son los gnósticos valentinianos, y
también los que más influencia ejercieron. Actuaban dentro de la Iglesia como “una
fiera agazapada”, dice San Ireneo. Tenían las mismas Sagradas Escrituras que la Iglesia,
pero las interpretaban en sentido contrario.
� El Dios verdadero, según ellos, no era el Creador del Antiguo Testamento; distinguían
diversos Cristos entre los seres del mundo celeste (eones); estimaban que la salvación se
obtiene por el conocimiento de uno mismo como chispa divina encerrada en la materia;
que la redención de Cristo consiste en despertarnos a ese conocimiento; y que sólo los
hombres espirituales (pneumatikoí) están destinados a la salvación.
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� El carácter elitista de la secta y el desprecio del mundo creado configuraban, entre otros
rasgos, la mentalidad de aquellos herejes, máximos representativos de los “gnósticos”.
� La doctrina gnóstica propugna la salvación por medio de un conocimiento que es
posible pero solo asequible a algunos iluminados. Estos iluminados ascenderían a
esferas espirituales altas por medio de sus conocimientos secretos, (aunque fueran unos
delincuentes puesto que la moral no es considerada). Así, dejan de lado la necesidad del
sacrificio de Cristo y toda la enseñanza respecto a los sacrificios expiatorios que nos
dejó el llamado Antiguo Testamento.
� Ellos gustan mezclar diversas religiones o doctrinas, por lo que es fácil notar su
“esencia doctrinal” en la corriente de la llamada “nueva era”.
� Ellos creen en un dios superior, que hizo todo lo espiritual (y bueno) y en otro u otros
inferiores. Enseñan que un dios inferior fue el que creó la “impura” materia o el
universo material que tanto menosprecian. De allí que exalten lo espiritual a tal punto
que consideran el cuerpo nuestro impuro. Esto los lleva luego a no poder admitir que un
Dios tan santo pueda haberse encarnado. Así, terminan diciendo que Jesús no se
encarnó sino que tomó nada más un cuerpo o velo, como quien se disfraza, y que
después fue “liberado” de ese cuerpo.
� Los gnósticos dicen que por encima del Dios creador hay otro superior. Luego de esa
blasfemia añaden las siguientes. Dicen que este Dios, en el cual creemos, es malo. Por
tanto, también hablan mal de Dios. Al bendito Creador le llaman como nosotros al
diablo. Y a sus ángeles ellos llaman demonios. Y también su creación. Por eso,
consideran mala la materia, y también malo al tiempo, y, como Dios creó al hombre,
dicen que su cuerpo y su alma son malos también. Según ellos, el espíritu sufre
encerrado en esta condición material. Y sufre en modo extremo.
� Como vimos, el fundamento clave del gnosticismo es que la salvación se obtiene a
través de un conocimiento secreto dado a los iluminados. Por ello, los evangelios
gnósticos no dan ninguna importancia a la muerte y a la resurrección de Jesús. Ellos
separan al Jesús humano del Cristo Divino, y los consideran como dos seres distintos.
Así, fue simplemente el Jesús humano el que sufrió y murió, o tal vez Simón de Cirene
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REPRESENTANTES GNOSTICOS DE INTERES PARA NUESTRO ESTUDIO
� Marción – Basílides – Valentín.
CARACTERÍSTICAS DE LA DOCTRINA DE MARCIÓN
� Marción de Sinope: Luego de ser excomulgado por su obispo, fue a Roma a enseñar su
doctrina.
� En el año 144 funda la comunidad Marción, que intenta venderla como cristianismo.
� En el ámbito religioso muestra su principal repudio al judaísmo. El A.T y N.T no le
parecen complementarios sino antitéticos.
� El A.T es la revelación de un Dios ordenador del universo (demiurgo), Para formar el
mundo este Dios ha utilizado una materia que no había creado, y que es por otra parte
principio del mal.
� El problema de Marción es un auténtico problema cristiano: el de la relación entre la
antigua ley y la nueva.
DOCTRINA DE BASÍLIDES
� La gnosis de Basílides es una cosmogonía exuberante donde pululan los seres
iluminados por su imaginación.
� Oriundo de Siria, empezó a enseñar en el año 130 en Alejandría.
� En su concepción del universo considera que en la cúspide y en el origen de todo se
encuentra un Dios ingenerado, incomprensible e innombrable, que se le puede
considerar como un Dios No ser. Estando por encima del ser este Dios tiene sin
embargo con qué producirlo ya que contiene en sí como un granero las semillas de
donde nacerán todos los seres. (panspermia)
� Al principio de la historia del mundo Dios saca de estas semillas tres filiaciones:
� La primera brota de él y vuelve en seguida fijarse junto a él, como un rayo reflejado
hacia su fuente.
� La segunda, mas pesada pertenecería entre las demás semillas si un espíritu santo no le
diese alas, gracias a las cuales se separa de dichas semillas y se une a Dios.
� La tercera mas pesada todavía, queda adherida a la panspermia, hasta el tiempo en que
la purificación de que ha menester le compita elevarse hacia su `principio.
� Del seno de la panspermia Dios produce un nuevo ser, el gran arkhon, inferior a las
filiaciones precedentes pero muy hermosos y poderoso que llegará a ser el principio de
todo el un¡verso que media entre la esfera aislante del stereoma y la esfera de la luna.
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DOCTRINA DE VALENTÍN
� Entre de entre los gnósticos uno de los más filósofos. Enseño en Alejandría hasta el año
135 y luego lo hizo en Roma hasta el 160.
� En el origen de todas las cosas colocaba una unidad no engendrada, inmortal,
incomprensible. Llamémosla el padre o el abismo. A ese principio masculino hay que
añadirle otro de naturaleza femenina: sigé (silencio).
� Abismo no gustaba de la soledad porque era amor y el amor no es tal sino tiene a nadie
a quien amar. De su unión con Sigé nacieron la inteligencia (Nous) y la verdad
(aletheia)
� Abismo, Silencio, Inteligencia y Verdad forman la primera tétrada, raíz de todo cuanto
existe.
� Inteligencia y verdad engendraron al Verbo (Logos) y a la vida, los cuales por su parte
engendraron al hombre y a la iglesia.
2.2. LA PATRÍSTICA
La patrística es uno de los momentos claves de la filosofía medieval, porque es aquí donde se
va a llevar a cabo la unión entre la Filosofía y la Teología, es decir entre la Fe y la Razón, y es
aquí donde aparecen las distintas escuelas filosóficas tanto la griega como la latina.
a. SAN AGUSTÍN
Vida y Obra
� Nació el 13 de Noviembre del año 354 en Tagaste. A los 370 marcha a Cartago, aquí se
dedica ardientemente al estudio de retórica.
� San Agustín dirigió durante nueve años su propia escuela de gramática y retórica en
Tagaste y Cartago. Por entonces cayó Agustín en el maniqueísmo y lo profesó hasta os
28 años. "Buscaba yo por el orgullo lo que sólo podía encontrar por la humildad.
Henchido de vanidad, abandoné el nido, creyéndome capaz de volar y sólo conseguí
caer por tierra”.
� La lectura del “Hortensius” de Cicerón le desvió de la retórica a la filosofía. Después de
una discusión con Fausto, el jefe de los maniqueos, Agustín empezó a desilusionarse de
la secta. El año 383, partió furtivamente a Roma y luego a Milán. Allí Conoce a San
Ambrosio. San Agustín asiste asiduamente a sus sermones. “el hijo de tantas lágrimas
no podía perderse" (San Ambrosio) No le hables a tu hijo de Dios, háblale a Dios de tu
hijo, le recomendaba a su madre.
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� Los sermones de San Ambrosio y la lectura de la Biblia le habían convencido de que la
verdad estaba en la Iglesia. "Deseaba y ansiaba la liberación; sin embargo, seguía atado
al suelo, no por cadenas exteriores, sino por los hierros de mi propia voluntad”.
� Agustín dijo a Alipio, "¿Qué estamos haciendo? Los ignorantes arrebatan el Reino de
los Cielos y nosotros, con toda nuestra ciencia, nos quedamos atrás cobardemente,
revolcándonos en el pecado. Tenemos vergüenza de seguir el camino por el que los
ignorantes nos han precedido, cuando por el contrario, deberíamos avergonzarnos de no
avanzar por él". "¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar siempre airado? ¡Olvida mis
antiguos pecados!" Y se repetía con gran aflicción: "¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo?
¿Hasta mañana? ¿Por qué no hoy? ¿Por qué no voy a poner fin a mis iniquidades en este
momento?"
� La víspera de la Pascua del año 387, San Agustín recibió el bautismo, junto con Alipio y
su querido hijo Adeodato, quien tenía entonces quince años y murió poco después.
� Agustín resolvió retornar a África y fue a embarcarse en Ostia. Fue ordenado el año 391
por el obispo de Hipona, Valerio, quien le tomó por asistente. El año 395, San Agustín
fue consagrado obispo coadjutor de Valerio.
� En la primera época de su predicación, Agustín se dedicó a combatir el maniqueísmo y
los comienzos del donatismo y consiguió extirpar la costumbre de efectuar festejos en
las capillas de los mártires.
� En el año 395 el santo le sucede a Valerio en la sede de Hipona.
� "San Agustín adoptó con fervor y contribuyó a regularizar la forma de vida común que
la primitiva Iglesia había aprobado como instituida por los Apóstoles“.
� Durante los treinta y cinco años de su episcopado, San Agustín tuvo que defender la fe
católica contra muchas herejías: Donatismo y el Pelagianismo.
� "Quien ama a Cristo no puede tener miedo de encontrarse con El. Hermanos míos, si
decimos que amamos a Cristo y tenemos miedo de encontrarnos con El, deberíamos
cubrirnos de vergüenza“.
� El 28 de agosto de 430, exhaló apaciblemente el último suspiro, a los setenta y dos años
de edad, de los cuales había pasado casi cuarenta consagrado al servicio de Dios.
Obras
Año Obras
386 Contra Academicos (Contra los académicos, contra el
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escepticismo)
386 De ordine (Sobre el orden)
386 De beata vita (Sobre la vida feliz)
386-387 Soliloquia (Soliloquios)
387 De inmortalitate animae (Sobre la inmortalidad del alma)
387-388 De animae quantitate (Sobre la cantidad del alma)
388-389
De Genesi contra Manichaeos (Sobre el Génesis, contra los
maniqueos)
387 De inmortalitate animae (Sobre la inmortalidad del alma)
387-388 De animae quantitate (Sobre la cantidad del alma)
388-389
De Genesi contra Manichaeos (Sobre el Génesis, contra los
maniqueos)
388-395 De libero arbitrio (Sobre el libre albedrío)
396-397 De doctrina christiana (Sobre la doctrina cristiana)
397-401 Confessiones (Confesiones)
399-401 De Trinitate (Sobre la Trinidad)
401-414 De Genesi ad litteram (Sobre el Génesis a la letra)
412 De spiritu et littera (Sobre el espíritu y la letra)
413 De natura et gratia (Sobre la naturaleza y la gracia)
413-426 De civitate Dei (Sobre la ciudad de Dios o La ciudad de Dios)
426-427 Retractationes (Retractaciones)
Las confesiones (autobiografía)
� Esta obra la comenzó después de la muerte de San Ambrosio el 4 de abril del 397 y la
terminó en el año 400.
� Son trece libros en los que nos narra su vida, su formación, su evolución interior, nos
habla de la psicología, de la filosofía, de su concepto de Dios y de su visión del mundo.
Esta obra también es un reconocimiento de la grandeza y bondad de Dios.
� Libros 1-9 que contienen la confesión de los errores de Agustín hasta su conversión;
terminan con la muerte de su madre Mónica en Ostia. Y los libros 10-13 en los que
alaba a Dios y a su creación.
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La Ciudad de Dios (apologética)
� Fue escrita desde el 413 al 426. Está dividida en dos partes: en la primera combate al
paganismo (l. 1-10) En la segunda defiende la doctrina cristiana (l. 11-22). La tesis
central de la obra es la providencia divina, que guía la humanidad, dividida en dos
ciudades, nacidas de dos amores, el amor de sí y el amor de Dios. En ella afronta el
problema de los orígenes de la historia, de la presencia del mal, de la lucha entre el bien
y el mal, de la victoria del bien y de su eterno destino. Fue una obra muy leída y ejerció
una gran influencia en los siglos siguientes.
La Trinidad (dogmático)
� Desde el 399 al 412 escribió doce libros. En el año 420 añadió los otros tres que faltaban
y revisó toda la obra.
� Está dividida en cinco grandes partes: Teología Bíblica De La Trinidad (I-IV). Teología
especulativa y defensa del dogma (V-VII). Introducción al conocimiento místico de
Dios (VIII). Búsqueda de la imagen de la trinidad en el hombre (IX-XIV). Compendio
y complemento del tratado (XV).
� En ella desarrolla la doctrina de las relaciones: Las Tres Personas Divinas son el Ser
mismo, eterno, inmutable, consustancial, pero se distinguen por sus relaciones; la
explicación psicológica; la doctrina sobre las propiedades personales del Espíritu Santo,
que procede como amor; la vida de la gracia; y sobre como el hombre siendo imagen de
Dios es imagen de la Trinidad.
Frases célebres de San Agustín
� Si precisas una mano, recuerda que Yo tengo dos.
� La medida del amor es amar sin medida.
� El que no tiene celos no está enamorado.
� Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo
que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.
� Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama
� Conócete, acéptate, supérate.
� Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano
de verdad.
� Las lágrimas son la sangre del alma.
� Cuanto mejor es el bueno, tanto más molesto es para el malo.
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� Da lo que tienes para que merezcas recibir lo que te falta.
CONCEPCIÓN ANTROPOLÓGICA EN SAN AGUSTÍN
� Cuando habla como simple cristiano tiene mucho cuidado en recordar que el hombre es
unidad de cuerpo y alma. Cuando filosofa vuelve a caer en la definición platónica. En
esta línea defiende la trascendencia jerárquica del alma sobre el cuerpo. El hombre es un
alma que se sirve de un cuerpo.
� Presente toda entera al cuerpo todo entero el alma sin embargo, sólo le está unida por la
acción que sobre él ejerce continuamente para vivificarlo. Atenta en cuanto en él
acontece, nada le pasa por alto. Si algún objeto exterior hiere nuestros sentidos, éstos
sufren su acción; pero como el alma es superior, ella mima no sufre acción alguna.
El Alma Humana
� Puramente espiritual y simple el alma se halla unida al cuerpo por una inclinación
natural que la impulsa a vivificarlo, gobernarlo y velar por él. Gracias a ella, la materia
se convierte en un cuerpo viviente y organizado. Resulta muy difícil saber cual es su
origen ¿A creado Dios desde el principio los gérmenes espirituales de las almas, o una
sustancia espiritual de la cual serian formadas después las almas futuras, o confirió su
gérmenes a los ángeles en espera de volverlos a tomar para unirlos a los cuerpos? Lo
ignoramos.
� El alma fue creada por Dios para regir su cuerpo; pero he aquí que, al contrario es
regida por él. Orientada desde ese momento hacia la materia se contenta con lo sensible
y, puesto que saca de si mismas las sensaciones y las imágenes, se agota a producirlas.
� Según dice San Agustín, aporta algo de su propia sustancia para formarlas. Extenuada
por semejante pérdida de sustancia y revestida de una costa de imágenes sensibles, él
alma deja muy pronto d reconocerse, termina no creyendo más que en la única realidad
de la materia y tomándose así misma por un cuerpo. Es esto- y no el cuerpo- lo que
constituye la tumba del alma, y este es también el mal de que tiene que liberarse.
� En el estado de caída en que se encuentra, el alma no puede salvarse por sus propias
fuerzas. El hombre a podido caer espontáneamente, es decir por su libre albedrio; pero
su libre albedrio no le basta para levantarse. Es que ahora no se trata solamente de
querer, hace falta además poder. El alma es incapaz de levantarse sin la gracia de la
redención.
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¿Cómo esta el alma en el cuerpo?
� El alma, por el contrario, no está sólo presente en toda la masa del cuerpo que anima,
sino que también está presente al mismo tiempo toda entera en cada una de sus partes
más pequeñas. En efecto, ella siente toda entera la impresión que recibe una parte del
cuerpo, y, sin embargo, no la siente en el cuerpo
� todo entero. Así cuando el pie sufre, el ojo mira, la lengua habla y las manos se allegan.
Ahora bien, esto no sucedería si lo que del alma hay, no estuviese en aquellas partes
� Dios es una realidad a la vez íntima al pensamiento y trascendente al pensamiento. Su
presencia es atestiguada por cada juicio verdadero ya el científico, el estético o moral.
Per su naturaleza se nos escapa. Mientras entendemos aún no se trata de Dios porque él
es inefable y nosotros decimos más fácilmente lo que no es, que lo que es.
� Ser verdaderamente es ser siempre de la misma manera. ahora bien, Dios es el único
que siempre es el mismo, es pues el SER, porque es la inmutabilidad.
EL PENSAMIENTO GNOSEOLÓGICO AGUSTINIANO
Lo que acontece en el conocimiento es lo siguiente:
� Gracias a la vigilancia que ejerce, al alma no le pasa inadvertida esta modificación de su
cuerpo, sino al contrario, por su propia actividad, con maravillosa rapidez saca de su
propia sustancia una imagen semejante al objeto: una sensación.
� Las sensaciones son acciones que el alma ejerce, no pasiones que sufre.
� Entre las sensaciones, unas nos informan simplemente sobre el estado y las necesidades
de nuestro cuerpo, oras sobre los objetos que le rodean. El carácter distintivo de estos
objetos es su inestabilidad. Como duran en el tiempo, aparecen y desaparecen, se borran
y se remplazan unos a otros sin que sean posibles captarlos. Cuando estamos a punto de
decir de ellos que son, ya han desaparecido. Esa falta de estabilidad, que refleja una
verdadera falta de ser, los excluye de todo conocimiento propiamente dicho.
� Conocer es aprender por el pensamiento, un objeto que no cambia y cuya misma
estabilidad permite retenerlo bajo la mirada del espíritu. De hecho el alma encuentra en
sí misma conocimientos que versan sobre objetos de éste tipo. Así ocurre siempre que
aprendemos una verdad. Porque una verdad es lago completamente distinto de la
constatación empírica de un hecho. Es el descubrimiento de una regla por el
pensamiento que se somete a ella.
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� Si veo que dos más dos es cuatro o que “hay que hacer el bien y evitar el mal” aprendo
unas realidades no sensibles y puramente inteligibles y necesarias e inmutables y
eternas. Son realidades verdades las que tiene ser. Es verdadero lo que realmente existe.
¿Cómo son posibles los conocimientos verdaderos en nuestra alma?
� Si el conocimiento humano no es sensible según Agustín debido a que lo sensible, es
contingente, mudable y pasajero. O dicho de otro modo; ningún objeto sensible es
necesario, inmutable y eterno. ¿cómo es posible el conocimiento de la verdad?
� No son los objetos los que nos enseñan la verdad. Tampoco es el sujeto que conoce.
� La necesidad con que se impone a verdad a la razón no es otra cosa que el signo de su
trascendencia respecto de ella. La verdad está en la razón, por encima de la razón
� Por tanto en el hombre hay algo que lo trasciende. Puesto que ello es la verdad, ese algo
es una realidad puramente inteligible, necesaria, inmutable y eterna: DIOS.
� Dios es el sol inteligible a cuya luz la razón ve la verdad (iluminación). El maestro
interior, que responde desde dentro a la razón que le pregunta: de lo exterior a lo
interior, de lo interior a lo superior.
DOCTRINA SOBRE DIOS EN SAN AGUTIN
¿Quién es dios?
� Ser creador libre y personal, un Yahwéh, no un Baal.
� La existencia de Dios es aceptada por la fe, pero puede y debe ser «demostrada» por la
razón: gracias a los primeros principios y nociones, impresos por Dios en esa razón; ella
es imagen de Dios. De ese modo, descubrir a Dios dentro de sí es “recordarle”.
� El Dios de San Agustín se ofrece como una realidad a la vez íntima al pensamiento y
transcendente al pensamiento. Su presencia es atestiguada por cada juicio verdadero ya
sea estético, científico, o moral. Pero su naturaleza se nos escapa.
� Mientras entendemos, aún no se trata de Dios, porque Él es infalible, y nosotros
decimos más fácilmnte lo que no es que lo que es
� En la explicación de la trinidad concibe la naturaleza divina antes que las res personas.
“una sola naturaleza divina subsistiendo en tres personas”.
� Siendo la inmutabilidad, Dios es la plenitud del ser; es por tanto, el bien absoluto e
inmutable.
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Atributos de Dios: unidad, bondad, sabiduría, Autoexistente, eterno e inmutable,
ininito e incomprensible.
Es su propia perfección, es simple, su sabiduría, conocimiento, bondad y poder son su
propia esencia. Interior a todas las cosas (todas están en Él). Exterior (Él está por
encima de todas las cosas.)
SAN AGUSTÍN DE HIPONA: SUS PREGUNTAS Y RESPUESTAS
� Problema: ¿cómo conciliar la eternidad de Dios con la finitud temporal del mundo?
� Si Dios es eterno ¿no sería lógico que también el mundo lo fuese? De otro modo ¿qué
hacía Dios antes de crear el mundo? ¿es factible pensar un Dios ocioso e inactivo? «Yo
afirmo que tú, oh nuestro Dios, eres el creador de toda criatura y si por el nombre de
cielo y por el nombre de tierra, se entiende toda criatura; yo me atrevo a afirmar que,
antes de crear el cielo y la tierra, Dios no hacía nada. De hecho si hubiese hecho algo,
habría creado el mundo.
� ¿Cómo podían transcurrir siglos de siglos si tú que eres el autor de todos los siglos no
los habías creado todavía? ¿Podían acaso existir tiempos no creados por ti? ¿y cómo
podían transcurrir los tiempos si nunca habían existido? Siendo tu el creador de todos
los tiempos, de existir un tiempo anterior a la creación del cielo y de la tierra ¿Cómo
podemos afirmar que permanecías inactivo?
� Respuestas: relacionar las nociones de Dios y de tiempo lleva a contradicciones
insolubles.
� Tiempo y creación coinciden, son pues la misma cosa «tú creaste el tiempo y el tiempo
no podía transcurrir antes de que tu lo crearas. Dios vive en una dimensión distinta: la
eternidad.
� Tú has creado todos los tiempos y tú eres anterior a todos los tiempos y nunca existió un
tiempo sin tiempo.
¿QUÉ ES EL TIEMPO?
� Quizá sería mejor decir que los tiempos son el presente del pasado, el presente del
presente, y el presente del futuro. Y, esos tiempos están en el alma y no los veo en
ninguna otra parte. El presente del pasado es la memoria, el presente del presente es la
intuición, el presente del es la espera.
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� La respuesta de Agustín es clara: Dios eterno está fuera del tiempo. Al crear el mundo,
creó también el tiempo; sin su creación el tiempo nunca habría existido.
LA CREACIÓN
� Fue San Agustín quien proporcionó al pensamiento cristiano la primera definición
filosóficamente correcta del concepto de creación.
� Dos son las cuestiones que se sitúan en el centro de la reflexión teológica
1. ¿la creación debe ser entendida desde la nada o bien, como supusieron los antiguos
filósofos, es necesario aceptar el principio lógico, de que nada sale de la nada y admitir
así que Dios se limitó a dar forma a una materia preexistente?
2. Si Dios creó el mundo por medio de un acto libre ¿cómo pudo permitir la existencia del
mal?
3. Dios creó el ser de la nada. Crear es sacar el ser del no ser. Para ello se sirvió de su
poder o su sola palabra.
SI DIOS ES BUENO ¿QUIÉN HA CREADO EL MAL?
� Problema: ¿Qué es el mal? Si Dios ha creado el mundo ¿también ha creado el mal? Si
Dios existe y es bueno ¿cuál es el origen del mal? ¿de donde y por donde ha penetrado
aquí dentro? ¿cuáles son sus raíces? ¿cuál su semilla? ¿de donde proviene el mal si Dios
que es bueno ha creado tadas estas cosas buenas? ¿De dónde viene pues el mal? ¿quizás
venga de su propio origen porque en la materia existía el mal y al darle Dios orden y
forma, no mutó algunas de sus partes en bien? Y esto por qué? ¿Acaso el omnipotente
se vio incapaz de convertir esa materia y transformarla por completo, de modo que no
quedase ni rastro del mal? ¿por qué no usó toda su omnipotencia para eliminarlo
totalmente?
� La solución agustiniana de este tormentoso dilema reviste una gran simplicidad: el mal
no existe en sí mismo, sino que es ausencia o limitación del bien. El mal es un puro no
ser del mismo modo que la oscuridad no posee una realidad sustancial, sino, que existe
solo en vía negativa como ausencia de luz.
� La única forma de mal existente en la totalidad del universo es la maldad humana. Es
decir, en el alejarse de la voluntad humana de la ley de Dios. El hombre para salvarse
necesita de la ayuda de Dios.
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¿DE DÓNDE NACE LA TENDENCIA AL MAL EN EL HOMBRE?
� Problema: donde nace la tendencia humana a hacer el mal? ¿por qué se realizan
acciones malvadas sin utilidad ni objetivo?
� La tendencia al pecado es innata y carente de motivo. Casi siempre se hace el mal por el
mero hecho de hacerlo, sin más objeto que el placer de la trasgresión. Dicho de otro
modo por su misma naturaleza el hombre se siente atraído por el mal y solo la ayuda de
Dios puede salvar el alma de la perdición. En el origen del pecado subyace un instinto
deautodestrucción.
� “yo quise robar y robé y lo hice, no por necesidad, sino por el mero fastidio de lo bueno
y por exceso de maldad”
� “qué fue, pues, miserable de mí, lo que en ti amé, hurto mío. Delito mío nocturno, en el
décimosexto año de mi vida”
� El hurto transgrede tanto la ley divina como la humana.
TIEMPO CÍCLICO /LINEAL
� Concepto de lo cíclico: (cultura greco romano) Así como las estaciones son siempre las
mismas, nada sucede en el mundo que no haya sucedido en otras ocasiones
� Concepto lineal y progresiva: el tiempo tuvo un inicio (con la creación del mundo) y su
desarrollo es la historia: es decir, un desarrollo rectilíneo de hechos irreversibles e
irrepetibles
¿Qué es el tiempo? Por naturaleza, el tiempo es desgaste, decadencia. Por gracia, el
tiempo es progreso y ascensión.
FE Y RAZÓN EN SAN AGUSTÍN
� Todo el itinerario intelectual y espiritual de san Agustín constituye un modelo válido
también hoy en la relación entre fe y razón, tema no sólo para hombres creyentes, sino
para todo hombre que busca la verdad, tema central para el equilibrio y el destino de
todo ser humano. (Benedicto XVI).
� Lleva a cabo el proceso de cristianización del platonismo y el neoplatonismo.
� El objetivo de San Agustín es la compresión de la VERDAD que es única.
� «Solamente hay una verdad y al hombre le interesa alcanzarla y esclarecerla por todos
los medios…Para alcanzar dicha verdad el hombre recurre a la fuerza de la fe y al
esfuerzo de la razón».
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� No se ocupa tanto de marcar las fronteras entre la razón y la fe cuanto de recalcar que
las dos tienen como misión el esclarecimiento de la verdad única.
� “La razón sin la fe, dice San Agustín, no es apta para hacernos alcanzar la Verdad,
fundamento último de toda verdad”. pero, al mismo tiempo, mantiene que hay que
comprender lo que se cree”.
¿Cómo colaboran la fe y la razón? según san agustín
� En principio la razón ayuda al hombre a alcanzar la fe: el asentimiento de las verdades
de la fe debe ir precedido por algún trabajo de la razón y, aunque gran parte de las
verdades de la fe no son demostrables, se puede demostrar que es legítimo creerlas.
� Después, la fe orienta e ilumina a la razón: la auténtica Sabiduría no la proporciona al
hombre la filosofía -entendida como actividad racional centrada en el análisis de lo real-
, sino la actividad racional volcada sobre los contenidos de la fe.
� Finalmente, la razón contribuye, a su vez, al esclarecimiento de los contenidos de la fe:
una vez aceptada la fe, la razón le permite al creyente, siempre dentro de unos límites,
profundizar en lo que la fe dice.
� La filosofía es para San Agustín una técnica racional que ayuda al creyente a
profundizar en su fe, permitiéndole alcanzar así la Sabiduría. Un instrumento de trabajo
incapaz de encontrar la verdad sin la ayuda de la fe. La razón necesita la iluminación de
la fe
� Consiguió hacer la primera gran síntesis del pensamiento filosófico y teológico en la
que confluían las corrientes del pensamiento griego y latino. La síntesis llevada a cabo
por san Agustín sería durante siglos la forma más elevada de especulación filosófica y
teológica que el Occidente haya conocido.
b. ANICIO MANLIO TORCUATO SEVERINO BOECIO (ROMA 470 - 525)
� Estudió en Roma y después en Atenas. Fue allegado al Rey Godo Teodorico, luego
fue acusado de conspiración, fue confiscado sus bienes y fue encarcelado. Escribió la
Consolación de la Filosofía tratando de buscar en la sabiduría un remedio a su
adversidad. Finalmente fue ejecutado en Pavía
� La Obra de Boecio es multiforme, y ni uno solo de sus aspectos ha dejado de influir
en la edad media; pero en ningún ámbito fue tan extensa su autoridad como en el de la
lógica. Vino a hacer el profesor de lógica en la edad media hasta el momento en que,
26
en el S.XII fue traducido al latín y comentado directamente el Órganon. (Hasta aquí
solo se conocía la lógica, la metodología y un resumen de la ontología).
� Se le debe un comentario a la Introducción (Isagoge) de Porfirio, una traducción y
comentarios de categorías de Aristóteles, una traducción y dos comentarios del De
Interpretatiane. Las traducciones de los primeros analíticos, argumentos sofistas y
tópicos de Aristóteles. Luego una serie de Tratados de Lógica, introducción a los
Silogismos categóricos, los silogismos hipotéticos, un comentario de los tópicos, etc.
� Boecio fue quien suscitó la cuestión de los Universales que llena todo aquel periodo
siguiente, y quien enseñó a los medievales los géneros filosóficos de la interpretación
y el comentario que llegaron a ser característicos.
� Él mismo se había asignado el papel de intermediario entre la filosofía Griega y el
mundo latino. Su primera intención era traducir todos los Tratados de Aristóteles, y
todos los diálogos de Platón y demostrar con comentarios la concordancia
fundamental entre las dos doctrinas. Mucho le faltó para llevar a cabo tan gigantesco
proyecto. Pero le debemos mucho. También la obra lógica de Boecio a de ser, por lo
demás, objeto de un descubrimiento progresivo
PROYECTO FILOSÓFICO DE BOECIO
� Ha dejado una definición de ciencia junto a una clasificación de las ciencias que la
están subordinadas. La filosofía es el amor a la sabiduría, por tal expresión no debe
entenderse simplemente la habilidad practica, ni siquiera el conocimiento especulativo
abstracto, sino una realidad. La sabiduría es aquel pensamiento vivo, causa de todas
las cosas, que subsiste en sí mismo y solo necesita de sí mismo para subsistir.
� La filosofía o amor a la sabiduría puede por tanto ser considerada como la búsqueda
de la Sabiduría, la búsqueda de Dios o el Amor a Dios
DIVISIÓN DE LA FILOSOFÍA
� La filosofía se divide en dos especies: teórica o especulativa y activa o practica. La
filosfía especulativa se subdivide a su vez en tantas ciencias cuantas son las clases de
seres que hay que estudiar.
� Tres clases de seres son objetos de conocimiento verdadero: Los intelectibles, los
inteligibles y los naturales. Por el término intelectible entiende los seres que existen
o deberían existir fuera de la materia. Tales son Dios y los Ángeles, y las almas
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separadas de su cuerpo. Los inteligibles son seres concebibles por el pensamiento
puro, pero caídos en cuerpo: las almas en su estado presente. La ciencia de lo
intelectible es la teología, de lo inteligible es la antropología y los cuerpos naturales
cuya ciencia es la física.
� Igual que la filosofía teórica se divide según los objetos que hay que conocer; la
filosofía práctica se divide según los actos que hay que realizar. Comprende tres
partes: la que enseña a conducirse a si mimo mediante la adquisición de las virtudes,
la que consiste en hacer reinar en el estado esas mismas virtudes de prudencia, justicia
, fortaleza y templanza y por último aquella que percibe la administración de la
sociedad doméstica
LA LÓGICA
� ¿es una ciencia o un arte? ¿Hay que considerarla como una parte de la filosofía o
como un instrumento al servicio de la filosofía? Las dos tesis les parecen conciliables
a Boecio: En cuando arte de discernir lo falso y lo verosímil de lo verdadero tiene su
objeto propio y por consiguiente puede entrar en la filosofía como parte de ella. Pero
como resulta útil a todas las demás partes de la filosofía que se sepa realizar el
indicado discernimiento, todas usan de la lógica como de un instrumento, de igual
modo que la mano es parte del cuerpo y a la vez auxiliar de todo él.
LOS UNIVERSALES - PROBLEMA
� O bien el espíritu los descubre en sus seres incorpóreos, en cuyo caso los encuentra ya
abstraídos, o bien los encuentra en los seres corporales, en cuyo caso extrae de los
cuerpos lo que estos contienen de incorpóreo para considerarlo separadamente como
una forma pura o muda. Pues esto es lo que hacemos cuando extraemos de los
individuos concretos dados en la experiencia las normas abstractas de hombre y
animal.
� Boecio ha transmitido a la edad media mucho más que un simple planteamiento del
problema de los universales, la solución que proporciona era ciertamente la de
Aristóteles, pero no la propuso sin reservas.
� Platón pensaba que géneros, especies y otros universales no solo son conocidos con
independencia de los cuerpos, sino que existen y subsisten fuera de ellos. En tanto
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Aristóteles pensaba que los incorpóreos y los universales son objeto de conocimiento
pero que solamente subsisten en las cosas sensibles. Nos hemos limitado a seguir la
opinión de Aristóteles, no porque nos inclinemos preferentemente a ella, sino porque
este libro ha sido escrito en vista de las categorías, cuyo autor es Aristóteles. Boecio
se limita a decirnos que el espíritu toma lo inteligible de lo sensible pero nada nos
enseña sobre la naturaleza y la condición de esta misteriosa operación.
NOCIÓN DE PERSONA
� El cristianismo, a diferencia del pasado, rechazó cualquier posible discriminación de la
persona “Ya que no hay diferencia entre judío y griego, ni entre esclavo, libre ni entre
varón y mujer, porque todos nosotros sois uno solo en Cristo Jesús” (Gálatas 13, 26 –
28).
� Su influencia en la elaboración del concepto de persona tuvo lugar en el contexto de las
discusiones cristológicas, trinitarias de los primeros siglos.
� Este proceso largo tuvo como pasos esenciales los concilios de Necea (325),
Constantinopla (381), Éfeso (431), Calcedonia (451) y concluyó con la formulación
mediante categorías filosófica – teológica de los dos principales misterios del
cristianismo, cristo y la trinidad, en los siguientes términos. Dios es simultáneamente
una realidad trinitaria y unitaria (tres personas distintas, una sola naturaleza: La divina)
Surgía, así, por primera vez en la historia, el concepto filosófico – teológico de persona.
Dicho concepto permitía descubrir las realidades más elevadas que existían.
� La persona fue concebida también como una realidad sustancial, por la consistencia de
su ser; entre tanto, la noción de naturaleza, se tomó directamente de la cultura griega y
se empleó en este contexto para significar lo común o general
� La reflexión patrística nos dejó, tres nociones fundamentales: una original, la persona, y
dos, tomada de los griego: sustancia y naturaleza. La persona es lo singular, propio y
subsistente por sí mismo (la persona como sustancia) y la naturaleza es lo común.
� La conclusión de este itinerario se puede colocar emblemáticamente a Boecio (480 –
524). Este pensador cristiano aplicó estas nociones del hombre y acuñó su famosísima
definición de persona que sería asumida por la escolástica.
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� “Persona est natura rationalis individua substantia” “Persona es la sustancia
individual de naturaleza racional”. Esta brillante definición pone de relieve aspectos
esenciales del ser humano como:
o La sustancialidad: la persona subsiste y permanece, tiene la densidad óntica de
las sustancias.
o La individualidad: la persona es una realidad única, distinta e irrepetible.
o La naturaleza racional: las personas son una clase específica, de sustancias que
tienen inteligencia y, por ello, son capaces de comprender el mundo y poseen
espiritualidad.
� Conclusión: profundidad ontológica, precisión lógica y exactitud de sus contenidos,
son notas distintivas de esta definición.
� La escolástica recogió y aceptó la definición boecciana, pero no la desarrolló, sino que,
más bien se centró en el concepto de sustancia. La persona es valorada y mucho, pero
no se emplea como un concepto filosófico original que determina e influye en los demás
elementos de la antropología, sino que se entiende como un tipo especial de sustancia:
la más perfecta dentro del mundo si se trata de los hombres y la sustancia perfecta en
absoluto si se trata de Dios
DIOS EN EL PÉNSAMIENTO DE BOECIO
Para Boecio, la Ciencia más alta no es ya lo de lo inteligible, objeto de la razón, sino la de lo
intelectible – objeto del pensamiento puro, y el intelectible por excelencia es Dios.
Este objeto, del que tenemos un conocimiento innato, nos lo representa como el soberano Bien,
es decir, según la definición misma que recogerá San Anselmo – un ser mayor que el cual no
se puede pensar otro. Para demostrar su existencia Boecio se apoya en el principio de que lo
imperfecto no puede ser sino la disminución de lo perfecto; la existencia de lo imperfecto en un
orden cualquiera presupone, pues, la de lo perfecto. Ahora bien, la existencias de seres
imperfectos es evidente, no se puede por tanto, dudar de la de un ser perfecto, es decir, un bien
fuente y principio de los demás bienes.
LA FELICIDAD
Por ser perfecto, Dios es el bien y la facilidad. Boecio define la felicidad como el estado de
perfección que consiste en poseer todos los bienes Dios es, pues feliz, o más aún, es la felicidad
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misma. De aquí deduce que los hombres no puede llegar ser felices más que participando de
Dios y haciéndose ellos mismos por así decirlo, dioses, ya que la felicidad del hombre no será
para él sino una participación de la felicidad de Dios, causa primera del universo, este Dios
escapa a las determinaciones de nuestro pensamiento, Siendo perfecto, es por sí todo lo que es.
Por consiguiente, Dios es absolutamente uno. El Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu
Santo es Dios.
ORIGEN DEL ALMA
Del estado y condición de las almas humanas que, después de haber estado todas con las
primeras sustancias inteligibles (los ángeles), sin embargo, al contacto con los cuerpos han
degenerado de los intelectibles a los inteligibles de forma que ya no son objetos del
entendimiento ni capaces de hacer uso de él, pero encuentran de nuevo la felicidad en la pureza
de la inteligencia cada vez que se aplican a los inteligibles.
� Si las almas han estado todas con los ángeles, han debido pre existir a los cuerpos.
LIBERTAD Y PROVIDENCIA
¿Cómo conciliar la libertad humana con la providencia que todo lo regula de antemano y ni
siquiera deja sitio al azar?
Cuanto mejor se use la razón, más libre se es. Dios y las sustancias intelectibles superiores
gozan de un conocimiento tan perfecto que su juicio es infalible; consiguientemente su libertad
es perfecta, En cuando al hombre, su alma es tanto más libre cuanto más se rige por el
pensamiento divino; lo es menos cuando se desvía de dicho pensamiento hacia el conocimiento
de las cosas sensibles, y menos aún cuando se deja dominar por las pasiones del cuerpo al que
anima. Querer lo que el cuerpo desea es el último grado de esclavitud, querer lo que Dios
quiere, amar lo que el ama es la más sublime libertad.
� La voluntad no es tal y, por tanto no es libre, sino gracias a que el hombre está dotado
de una razón capaz de conocer y de elegir.
FICHA RESUMEN DE LA OBRA “LA CONSOLACIÓN” DE BOECIO
Boecio empieza el libro hablando de su felicidad anterior y analizando la enfermedad moral que
está sufriendo en estos momentos.
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En este primer poema Boecio hace referencia a muchas cosas como son la poesía, el dolor, la
tristeza y sobre todo la inestabilidad y la estabilidad.
Empieza, como ya he comentado, añorando su felicidad pasada y quejándose de su desgracia
actual.
En el poema Boecio utiliza símbolos que describen su opresión, su desgracia, como son las
cadenas y la tierra que es la materia de la que el alma debe liberarse.
Según Boecio la filosofía es el alimento de todos los hombres, es lo que nos protege de todo. La
cura para la enfermedad de Boecio es el “conócete a ti mismo” haciendo referencia (como
ocurre en gran parte del poema) a la filosofía platónica. El olvido aparece cuando el espíritu
entra en contacto con el alma.
Hay siempre en el poema una tensión entre luz y oscuridad, diálogo y silencio, permanencia y
olvido; y cuando la filosofía entra en Boecio desaparece esa oscuridad y vibra la luminosidad,
la divinidad de la luz como el dios Apolo que es identificado con el propio sol, el cual tiene dos
funciones simbólicas en la consolatio: fuerza subordinada al sol y el que ordena al mundo.
Boecio comienza un diálogo con la filosofía, a la cual le pregunta que si le ha abandonado. La
filosofía es la capacidad para alumbrar el pensamiento, esto se ve en la relación que hace
Boecio entre los ojos y el sol.
Sigue comentando esa lucha a lo largo de la historia entra la sabiduría, la filosofía y la
ignorancia. Todo filósofo debe luchar contra la ignorancia y reírse de todos los ignorantes que
intentan apoderarse de cosa que no tiene valor alguno y no reconocen la importancia,
satisfacción y consolación de la filosofía. El sabio es elogiado por la filosofía ya que éste
desprecia todos los peligros del mundo.
Dice Boecio que quien no se deja guiar por la sabiduría caerá en los peligros del destino, la
fortuna y los tiranos, ya que la filosofía es nuestro ángel protector. Boecio se encuentra en este
peligro y empieza un dialogo con la filosofía a la cual le pregunta que porque ha caído en
semejante desgracia si él nunca se apartó de su lado, al contrario del ignorante que no sabe
apreciar el valor real de las cosas. Boecio en este diálogo con la filosofía le reprocha a esta su
desgracia actual, ya que él nunca se separó de ella y siguió todos sus pasos. Boecio se dedica a
comentar todas las cosas que ha hecho bajo la influencia de la filosofía para que ella se lo tenga
en cuenta. Se queja de la garantía de seguridad que no ha obtenido al haber luchado por los
demás y por el amor a la justicia.
32
Boecio continúa en esta línea e introduce el delito que se le impuso, y se queja de nuevo por esa
acusación injusta sólo por haber querido salvar al senado, por querer la libertad de Roma,
Boecio está furioso, decepcionado por esta acusación. No entiende porque lo han querido
destruir de esa forma si el no ha hecho mal alguno, si sólo trató de defender a las personas más
honestas y al Senado, e incluso se pregunta que porque los senadores se han portado de igual
manera con él. Ni siquiera lo han dejado hablar ni defenderse, ha sido totalmente humillado,
Boecio se siente totalmente solo e incomprendido.
Y habla con la filosofía y le pregunta de nuevo que porque se le han imputado esos delitos,
cuando él, gracias a la aportación de ella se alejó de todos los bienes y de hacer el mal a nadie.
Le agradece a la filosofía esto y guiarlo hacia la posición más elevada: hacerle semejante a
Dios, esto es el objetivo de todo hombre (aquí vemos también como Boecio sigue la línea
platónica), y se consigue con la rectitud de éste. Y aquí se identifica Boecio con esa rectitud,
con sus buenas acciones.
Boecio está indignado, él es inocente y se lo comenta a la filosofía ya que ha sido instruido por
ella pero aun así sigue siendo acusado, debería recaer la misma acusación sobre ti, le comenta
Boecio a su institutriz la filosofía. Él sufre por haber hecho el bien y le pide a ella (la filosofía)
que sufra el mismo castigo. Boecio está furioso con la filosofía; ¿es así como me lo pagas? le
pregunta.
Boecio contrapone la armonía de las alturas que están sometidas a la divinidad con el desorden
y la libertad del mundo terrestre, excepto en esta línea ya que hace una plegaria a Dios para que
haga valer su justicia sobre la tierra.
En este primer libro se produce el diagnóstico de Boecio y es ya en el segundo donde comienza
realmente a Consolatio. Boecio está gritando su dolor y es cuando la filosofía comprende su
desgracia y su exilio, y le comenta que aunque esté lejos de su patria no debes sentirte
expulsado por ella, porque no se rige por el mandato de la mayoría, sino que hay un solo rey,
que se alegra con la afluencia de los ciudadanos, no con su destierro. Empieza aquí la filosofía
a consolar a Boecio, intenta explicarle que si él no se siente exiliado mentalmente no lo estará,
no importa que no esté en su biblioteca, si permanecen sus ideas y las enseñanzas que ella le ha
aportado no estará exiliado. Ella le dice que sólo el que se siente exiliado lo estará.
La filosofía empieza a resumirle a Boecio todo lo que ha hecho, sus quejas a los delatores, al
senado, de haberse sentido dolido por haberla visto ( a la filosofía) involucrada en todas esas
acusaciones, y por último su lamento enfurecido por no haber recibido recompensa equiparable
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a sus servicios. Pero ella le dice a Boecio que en su estado actual el cual está mezclado de
fuertes y diferentes emociones le llevarán a direcciones contrarias, así que ella le propone un
tratamiento más suave para que se ablanden todas esas emociones.
La filosofía trata ahora de examinar por medio de breves preguntas el estado mental de Boecio
para saber que remedio le conviene, ella quiere examinar con exactitud la gran enfermedad de
Boecio y establecer un diagnóstico sobre su estado anímico. La enfermedad es grave pero no
incurable porque él sabe que el mundo está regido por Dios, con lo cual posee una esperanza de
curación que la filosofía debe llevar a cabo.
La primera pregunta que le hace la filosofía es que si él cree que los actos del mundo son
puramente accidentales o si están guiados por una fuerza racional. A lo cual responde Boecio
que si hay una fuerza racional que es Dios como creador de todo.
Entonces la filosofía concluye que si teniendo esos sanos pensamientos no sabe como puede
estar enfermo, así que continua haciéndole un examen más profundo y le formula una segunda
pregunta: ¿ eres capaz de decirme con que medios dirige Dios el mundo?.
Boecio no entiende la pregunta, y así descubre la filosofía que dentro de él se ha infiltrado un
gran vacío, y éste es a consecuencia de sus emociones.
La filosofía le pregunta ahora que si recuerda cual es la finalidad de las cosas, y él le responde
que lo sabía pero que lo ha olvidado a causa de tanto dolor. La filosofía no entiende que si sabe
el principio de las cosas, que es Dios, ignore el destino de éstas.
Así que le formula la pregunta que si recuerda que es hombre, Boecio le contesta que claro que
lo es y ella le pide que le explique que es el hombre, él le dice que si se lo pregunta para saber
si es un animal racional y mortal si que lo es. Y ella vuelve a interrogarle: ¿estás seguro de que
no eres ninguna otra cosa? Y él dice: sí.
Así que la filosofía ha averiguado otra causa de su enfermedad, la principal, que él ha dejado de
saber qué es lo que el mismo era. Ella le dice que ha encontrado el origen de su mal y el medio
para devolverle la salud, así que le dice: lamentas ser desterrado y despojado de tus bienes
porque te ha turbado el olvido de ti mismo.
La filosofía trata de calmar a Boecio diciéndole que aún la naturaleza no lo ha abandonado, y
que cree que lo más importante para su salvación es saber como está regido el mundo, ya que
cree que está sometido a la razón divina y no a los accidentes del azar. Y ella le dice que a
partir de saber esta pequeña diferencia logrará poco a poco su salvación.
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El conflicto de las pasiones se enfrenta entre sí como los elementos de la naturaleza, y él debe
dejarlas de lado para conocer la verdad, y cuando reinan estas pasiones el espíritu está atado y
ciego.
Es en este segundo capítulo donde aparece la verdadera consolación de la filosofía.
La filosofía ya ha entendido el mal de Boecio, el anhelo por su pasada fortuna.
Comienza la primera parte de este segundo capítulo comentando la filosofía la desdicha de
Boecio a causa de la inestabilidad y peligrosidad de la Fortuna, los daños que ha producido esta
en la vida de Boecio.
La filosofía trata de explicarle como es la Fortuna, y que no le pida cuentas a ésta porque ella es
así, es falsa y arbitraria y si él se ha dejado guiar y confiar en ella que atenga a las
consecuencias. La Fortuna es igual con todos los hombres, cambia como el día y la noche,
como el verano y el invierno, no ha cambiado su relación contigo, se burla contigo como con
todos con su falsa felicidad, tiene un doble rostro.
La sabiduría es la que cura tu desdicha a causa de la Fortuna, la que nunca te abandonará, y
hace que no sean temibles las amenazas de la Fortuna. Si confiaras en la filosofía que es un
terreno seguro no temerías la alternancia entre cosas buenas y cosas malas, ella te compensaría
al contrario de la Fortuna que te da una felicidad engañosa.
La Filosofía le repite a Boecio que ha caído en las manos de la Fortuna y por eso se encuentra
en tal estado de angustia. Boecio lamenta el cambio de sus circunstancias personales ya que
permanece aun bajo en hechizo de la Fortuna, y con la intervención de la Filosofía el hechizo
de la fortuna desaparece.
La filosofía decide ponerse a discutir con Boecio utilizando las palabras de la Fortuna así él
juzgará si sus reivindicaciones son justas.
Boecio se encuentra en estos momentos antes una situación decisiva, está en lucha bajo la
fortuna y la filosofía.
Así comienza la filosofía a hablar como si fuera la Fortuna misma y le dice que el destino de un
hombre puede verse modificado en un día o en una hora; ella le dice que no le ha quitado
bienes algunos, porque los bienes pertenecen a ella, solo se los dejó prestado durante un tiempo
para que disfrutara de ellos, pero que no reivindique el derecho de ellos pues no le pertenecen.
La Fortuna le dice que disfrutó de los bienes cuando llegaron y que no se queje si luego se
marcharon, porque ella es inestable y cambiante y si se ha dejado guiar por ella que se atenga a
las consecuencias.
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La Fortuna se justifica diciendo que ella está en el derecho de cambiar como el día y la noche,
ella no entiende porque tiene que permaneces encadenada a una constancia, quiere girar en
círculos a su antojo. Y le dice a Boecio que si ha seguido las reglas de su juego no considere
injusta ya que nadie le obligó a dejarse guiar por ella, él lo decidió por sí solo. Ella le dice que
todos los seres humanos son guiados por ella, así que no pretendas vivir bajo tus propias leyes.
Ahora interviene la Filosofía de nuevo y le pide a Boecio que justifique sus quejas ante la
Fortuna. Él considera que sus palabras( las de la filosofía) son buenas ya que están llenas de
retórica y música pero en cambio para las personas que sufren como él es más prefunda su
desgracia. Él intenta decirle a la Filosofía que sus palabras son excelentes pero que aun no le
han consolado, la filosofía cree que ya ha llegado el momento para los remedios más fuertes y
se dedica a recordarle su etapa política, el consulado de sus hijos para que se de cuenta de que
él es un hombre feliz.
Ella le dice que estas palabras no constituyen aun el remedio para su enfermedad pero que
sirven para calmar el dolor y que más tarde penetrará más profundamente en él hasta llegar a la
cura total de su enfermedad.
Trata ahora la filosofía, como ya he comentado, de recordarle a Boecio la buena situación
familiar y política en la que ha estado, y le dice que por muy grande que sea su dolor actual no
podrá olvidar su felicidad anterior: sus hijos, su puesto político, su mujer, su familia, etc... Le
dice que no le pida cuentas a la Fortuna ya que han sido más sus alegrías que sus penas y que se
considere feliz ya que la fortuna lo ha tratado mejor que a cualquier hombre. Y le comenta que
no tiene motivos para considerarse desgraciado porque lo que ahora cree que son penas también
están destinadas a desaparecer aunque se desvanecieran esos acontecimientos que entonces
parecían felices.
La filosofía le repite de nuevo que no puede hacerle ningún reproche a la fortuna pues esta
cambia como el día y la noche, como la propia naturaleza.
Boecio se da cuenta de que lo que le está diciendo la Filosofía es verdad, que aunque no esté en
la cumbre de la felicidad no puede considerarse desdichado, el destino de muchos hombres
muestra que no disfrutaron de una felicidad plena porque esta no se puede alcanzar con los
bienes terrenales; pero lo que más le atormenta cuando hace memoria es haber sido feliz.
Entonces vuelve a entrar en diálogo la filosofía, la cual le dice que si se queja de esa felicidad
ligada al azar podrá examinar con ella la cantidad de bienes que disfruta.
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Así que la filosofía le menciona sus bienes actuales, y le dice que no hay mayor bien que el
estar vivo y gozar de buena salud, de tener un amigo que es Símaco que sufre por tu desdicha,
de tener una esposa que está viva y conserva sólo para ti su vida y que además tienes unos hijos
cónsules; que sería feliz si fuera capaz de reconocer sus bienes y lo más importante poseer la
vida.
Boecio se consuela y dice que mientras ellos sigan a salvo él permanecerá a flote pero continúa
quejándose de lo que le ha sido arrebatado de su dignidad.
Pero aquí culmina el primer éxito logrado por el tratamiento de la filosofía, al margen de que la
felicidad y la desgracia son relativas, la propia desgracia de Boecio parece pequeña en
comparación con lo que aun posee. El próximo consuelo que imparte la filosofía es el de que
ningún hombre puede ser totalmente feliz.
Todo hombre tiene un lado en la vida que le satisface y otro que no le es dichoso. También hay
aspectos de la vida de un hombre que desde fuera, vistos por otros, por los que lo desconocen
resultan deseables y para el que los conoce no lo son. Los que están más favorecidos por la
Fortuna son los más exigentes, ya que si no consiguen lo que quieren se frustran al no estar
acostumbrados a tal adversidad.
La filosofía le hace ver a Boecio que su desgracia es pequeña en comparación con otros
hombres. Ella se queja de que los hombres busquen en el exterior la felicidad, ya que ésta debe
encontrarse en el interior mismo de un hombre, la clave de la suprema felicidad es ser dueño de
sí mismo y este será un bien que jamás perderá uno y que la fortuna no podrá quitarle; no hay
bien más preciado que ser uno mismo. La felicidad no puede consistir en bienes guiados por el
azar. La Fortuna es inestable y no puede aspirar a la realización de la libertad ya que la felicidad
al ser el bien supremo de la naturaleza y al estar regida por la razón no puede sernos arrebatada
porque si lo fuera ya no sería superior. Y aunque la Fortuna pueda aportarnos felicidad sumirá
al hombre en la desgracia cuando muera, ya que a los hombres se les debe mostrar el camino de
la felicidad segura.
La Filosofía ya ha comenzado a emplear remedios más fuertes para la curación de Boecio, así
que ahora trata de demostrarle la falta de valor de los bienes terrenales. Antes había mostrado la
inestabilidad de la Fortuna y ahora nos muestra el poder en varia de sus manifestaciones
externas, como son el dinero, las piedras preciosas, la belleza de la Naturaleza; todo estos son
ornamentos ajenos al hombre y le arrebatan su verdadera dignidad y lo sitúan en un nivel
inferior al de los animales.
37
El dinero obtiene valor cuando por su acto de generosidad deja de ser poseído y pasa a ser de
otro, pero el dinero es una riqueza miserable, ya que no se convierten en propiedad de nadie sin
el empobrecimiento de los demás. Solo alcanzan su valor éstas riquezas cuando son usadas
rectamente.
Las piedras preciosas y la belleza de la naturaleza podremos disfrutar al contemplarlas pero
nunca nos pertenecerán, son ajenas a nosotros mismos. La Fortuna nunca nos dará lo que la
naturaleza ha hecho ajeno a nosotros.
La filosofía le hace ver a Boecio que nada de lo que cuenta en sus propios bienes le pertenece y
le pregunta que porque sabiendo esto le tiene ese anhelo a la fortuna, y esto se debe a que
pretende aislar la necesidad con la abundancia, ya que el hombre mientras más tiene más quiere
pero en cambio, quienes miden su abundancia con arreglo a las necesidades de la Naturaleza
necesitan lo mínimo.
La filosofía sigue instruyendo a Boecio para que se aleje de los bienes ajenos a él. Ella no
entiende que un ser racional solo crea que puede brillar poseyendo bienes que le son ajenos a él.
Y hace una diferencia entre los otros seres vivientes y los hombres, ya que aquellos se
contentan con lo que tienen y éstos siendo unos seres semejantes a Dios por su actividad
espiritual tratan de adornar con objetos menos importantes su naturaleza que es superior, y de
esta manera ofenden a Dios. Dios quiso que el hombre fuese superior a todas las criaturas del
mundo y es así como se lo pagáis pregunta la filosofía y añade que está cometiendo un error si
cree que puede adornarse con la belleza de adornos ajenos. Es así como el hombre rompe el
orden de la naturaleza y se sitúa por debajo de los animales cuando no se conoce a sí mismo. Lo
que es verdaderamente bueno solo produce bien y por el contrario la riqueza no confiere a su
poseedor ningún valor sino que además puede perjudicarle.
El hombre debe contentarse con lo que le da la Naturaleza, y es con esta frase como la Filosofía
comienza a hablar de la edad de oro de todos los pueblos, de ese estado de inocencia por los
que todos pasan, en el que no había guerras ya que el hombre se contentaba con lo preciso para
subsistir y no quería ni necesitaba riquezas. Ella comenta ese deseo de regreso a la Edad de
Oro.
Comienza ahora la filosofía con la crítica de los honores y el poder que tampoco son bienes
propios porque si fueran realmente bienes los hombres se harían buenos, al contrario de lo que
ocurre. Y si estos cargos produjeran un bien intrínseco jamás serían ejercidos por malvados.
38
El hombre no debe ejercer autoridad sobre otra cosa que no sea su cuerpo. Concluye así la
filosofía diciendo que todo lo que afecta a la fortuna carece de valor intrínseco, que no hay nada
en ella apetecible, ya que no se asocia siempre a las personas honradas ni hace honrados a
aquellos con los que se asocia. Los bienes externos carecen de valor ya que no pueden hacer
bueno al hombre perverso.
Boecio entra en diálogo diciendo que el nunca fue movido por la ambición de los bienes del
mundo que él solo quiso participar en las tareas políticas para que su capacidad no cayera en el
silencio.
Así que la filosofía le refuta esto y le comenta a Boecio los límites de la fama. Frente a los
bienes anteriores, los materiales, el deseo de fama y reconocimiento siempre representan un
ideal para los espíritus más sobresalientes pero no superiores.
La filosofía le dice a Boecio que no pretenda ampliar sus límites, ya que el mundo es una zona
minúscula e insignificante en el universo. La fama de los hombres no está limitada sólo por el
espacio sino también por las creencias de los distintos pueblos. Si se compara la duración de la
fama con la ilimitada eternidad resultará aquella totalmente inexistente. Son criticables los
hombres que buscan su recompensa en los halagos de los demás. La filosofía atribuye el
silencio al filósofo verdadero.
La filosofía se pregunta que para que quieren los hombres la fama si la muerte arrastra todo con
ella, pero contrapone esta idea a la de que si por el contrario el espíritu ya consciente de sí
mismo y liberado de su prisión terrena gana libremente el cielo despreciará las preocupaciones
terrenas y querrá verse libre de ellas. Esta sería la idea platónica de cuerpo como prisión del
alma.
La filosofía resume todo el poema culminando con la idea de que la muerte es igual para todos,
que alcanza tanto a poderosos como a humildes, afecta a todos por igual. Y una vez muertos
permanecerán ignorados y ni siquiera la fama os librará del olvido.
La filosofía le dice que Boecio que no llore por sus bienes perdidos, porque gracias a haber
perdido estos ha descubierto los verdaderos valores que son sus amigos. Aunque uno no pueda
luchar con la Fortuna puede apartarse de ella. La buena Fortuna es perjudicial para los hombres
mientras la mala les es beneficiosa porque mediante ésta se es capaz de reconocer los
verdaderos valores y los amigos. El conocimiento hace a los hombres libres y conduce hasta
Dios.
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II
Segunda parte: La escolástica
1. LA PRIMITIVA ESCOLÁSTICA
Juan Escoto Erígena Nacido en Irlanda en el año 810, llegó a Francia entre el 840 y el 847, hombre muy querido y
apreciado por sus contemporáneos. Juan Escoto vivió en la corte brillante y culta de Carlos el
Calvo. Dos obispos, Párdulo de Laon e Hincmaro de Reims, lo invitaron a refutar los errores de
Gotttshalk, que sostenía que hay una predestinación divina tanto a la perdición eterna como a la
salvación. Escribió entonces el De Praedestinatione (851), para establecer que no estamos
predestinados por Dios al pecado, se vio atacado por los mismos que le habían pedido que
escribiese; finalmente, su doctrina fue condenada por los concilios de Valence y de Langres, en
855 y 859.
Se destaca en él como algo importante su nueva traducción, del griego al latín, del Corpus
aereopagiticum. A esta traducción añadió la de los Ambigua de Máximo el Confesor y la del
De hominis opificio de Gregorio Niseno. Parece ser que después del año 860, el Papa Nicolás I
experimentó alguna inquietud acerca de la ortodoxia de Juan Escoto Erígena.
Escribió el De divisione naturae, su obra principal y después un comentario muy importante, a
la Jerarquía celestial de Dionisio, otro comentario, del que solo nos quedan fragmentos, al
Evangelio de San Juan y una Homilía sobre el Prólogo del mismo Evangelio.
La doctrina de Erígena ha sido objeto de las más divergentes interpretaciones. J. Gorres, por
ejemplo, acusa a Erígena de haber confundido religión y filosofía. Hauréau lo considera como
“muy librepensador”. De hecho, el sentido de la doctrina de Erígena deriva de su concepción de
las relaciones entre la fe y la razón. Para comprenderlo es esencial comprender los sucesivos
estados del hombre con respecto la verdad.
No hay una única respuesta al problema del conocimiento, sino una serie de respuestas, cada
una de las cuales vale para uno de esos estados, y solo para él. Considerada en sí misma, la
naturaleza humana siente un deseo innato de conocer la verdad. Entre el pecado original y la
venida de Cristo, la razón quedó oscurecida por las consecuencias de su falta. Y no estando aún
aclarada por la revelación completa que será el evangelio no pude sino construir laboriosamente
40
una física, a fin de comprender por lo menos la naturaleza y establecer la existencia del creador
que es su causa.
A partir de este, la razón entra en un segundo estadio. Ya no está sola y, puesto que la verdad
revelada le viene de una fuente absolutamente cierta, su sabiduría consistirá en aceptar aquella
verdad tal como Dios se la revela. Así pues, en adelante la fe ha de preceder al ejercicio de la
razón, pero esto no quiere decir que la razón deba desaparecer; antes al contrario, Dios quiere
que la fe engendre en nosotros un doble esfuerzo: El de hacerla realidad en nuestros actos por la
vida activa y el de explorarla racionalmente por la vida contemplativa.
Un tercer estadio reemplazará más tarde al segundo cuando veamos la verdad misma, la fe se
eclipsará ante la visión. Pero el hecho, que se impone actualmente a todo pensamiento humano,
es que nuestra razón es una razón enseñada por una revelación.
Fe y razón
Ante todo, puesto que Dios ha hablado, es imposible para la razón de un cristiano no tenerlo en
cuenta. La fe es para él, en adelante, condición de la inteligencia. Es la fe la primera y, según el
modo que le es propio, ella alcanza el objeto de la inteligencia antes que la inteligencia misma.
Pedro y Juan corren hacia la tumba; pedro es el símbolo de la fe, Juan el de la inteligencia y la
tumba es la Escritura. Ambos corren, ambos entran, pero Pedro quien pasa primero. Que
nuestra fe haga lo mismo, que pase antes y, puesto que la revelación divina se expresa en la
Escritura, hagamos que el esfuerzo de nuestra razón vaya precedido por un acto en virtual del
cual aceptemos como verdadero lo que la Escritura enseña. Para comprender la verdad es
necesario creerla antes.
Toda búsqueda de la verdad debe tener su punto de partida en las Sagradas Escrituras, pero es
necesario ver adónde le conduce su especulación.
En primer lugar, si la fe es verdaderamente un punto de partida, lo es porque parte de ella, pero
también porque partimos verdaderamente de ella. Dios no ha dado la fe al hombre para que se
detengan en ella; muy al contrario, “no es otra cosa que una especie de principio a partir del
cual comienza a desarrollarse, en una criatura racional, el conocimiento de su Creador”. Es,
pues, Dios mismo quien manda ir más lejos.
El centro de perspectiva más seguro para descubrirlo es el que Erígena mismo ha definido
tantas veces: la verdadera filosofía prolonga el esfuerzo de la fe para alcanzar su objetivo.
Aunque es un conocimiento distinto de la fe, tiene el mismo contenido y por eso, en cierta
manera, se confunden.
41
Para representarse exactamente el estado de espíritu de Erígena es necesario concebir su obra
como una exégesis filosófica de la Sagrada Escritura. El premio que espera de sus esfuerzos es
la pura y perfecta compresión de la Biblia; como Orígenes, no se conoce ni desea ningún otro
gozo. Es el fin de su felicidad. Buscar a Dios en la palabra que nos ha dejado y encontrarlo en
ella, o mejor, ascender hacia Él por los peldaños infinitos de la contemplación en las escrituras,
es la meta suprema en este mundo, pues nada hay por encima de ese paso, sino la visión de la
luz divina misma en la otra vida. En tanto que está separado de Dios por su cuerpo, el intelecto
humano no puede hacer otra cosa que buscarlo, encontrarlo para buscarlo después más alto aún
y ascender peldaño a peldaño trascendiéndose. En este sentido hay que interpretar los célebres
textos de Erígena sobre la primacía de la razón. Ante la autoridad de la Escritura, la razón no
puede hacer otra cosa que inclinarse: Dios habla; aceptamos por la fe lo qe dice y su palabra es
indiscutible. La autoridad contra la que Erígena se alza no es la de Dios, sino la de los hombres,
es decir, la interpretación de la palabra Dios, que es infalible, por razones humanas, que no lo
son. La fuente de esta autoridad es, en último término, la razón, y por eso es completamente
discutible. Lo que Dios dice es cierto, compréndalo o no la razón; lo que un hombre dice no lo
es si la razón no lo aprueba.
Cosmología
La noción de naturaleza incluye, todo lo que existe. Consideraremos, ante todo, la división de la
naturaleza en cuanto está incluye al ser. La naturaleza examinada en su conjunto ofrece
primordialmente al pensamiento las cuatro distinciones que siguen: 1°, la naturaleza que crea y
no es crea; 2°, la naturaleza que es creada y crea; 3° la naturaleza que es creada y no crea, 4°, la
naturaleza que no crea ni es creada. En realidad, los miembros de esta división se reducen a
dos. El segundo y el tercero son creados; el primero y el cuarto, increados. Nos hallamos, pues,
ante dos divisiones solamente: el Creador y la criatura. En efecto, la naturaleza que crea y no es
creada es Dios considerado como principio de las cosas; la naturaleza que no es creada ni crea
es el mismo Dios, considerado como habiendo cesado de crear y entrado en su estado de
reposo.
Por otra parte la segunda división corresponde a las ideas arquetípicas, creadoras de las cosas,
pero creadas también ellas por Dios, y la tercera comprende las cosas mismas creadas por las
Ideas. En resumen, Dios es concebido como creador en la primera división y como fin en la
cuarta, mientras que las criaturas se hallan todas comprendidas entre este principio y este fin.
San Anselmo
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En San Anselmo de Cantorbery encontramos al primer gran filósofo que la Edad Media
produjo, después de Juan Escoto Erígena. Nacido en Aosta en el año 1033. En 1093 fue
nombrado arzobispo de Cantorbery, y lo siguió siendo hasta su muerte (1109), a pesar de las
dificultades que le suscitó este cargo, y la lucha encarnizada que hubo de sostener para defender
las prerrogativas del poder espiritual contra el poder temporal. Sus escritos más importantes,
desde el punto de vista filosófico, son el Monologium, el Proslogium (Coloquio), el De veritate,
ha dejado otros numerosos tratados teológicos y cartas sumamente instructivas para el
conocimiento de sus ideas filosóficas.
El monologium fue escrito a petición de algunos monjes de Bec, que querían un modelo de
meditación sobre la existencia y la esencia de dios en el que todo estuviera probado por la razón
y en donde la nada absolutamente estuviese fundado en la autoridad de la escritura.
Fe y razón
Los hombres disponen de dos fuentes de conocimiento. La fe y la razón. San Anselmo afirma
que es necesario ante todo afianzarse con seguridad en la fe. La fe es para el hombre, el dato del
que debe partir. El hecho que debe comprender y la realidad que su razón puede interpretar le
son suministrados por la revelación; no se comprende para creer, sino que, por el contrario, se
cree para entender. La inteligencia, presupone la fe. Sin embargo, para aquel que primeramente
se ha instalado con firmeza en la fe, no hay inconveniente alguno en esforzarse por comprender
racionalmente lo que cree. Oponer, contra este uso legítimo de la razón, el argumento de que
los apóstoles y los santos padres han dicho ya todo lo necesario, es olvidar que la verdad es
demasiado basta y profunda para que los mortales puedan alguna vez abarcarla; que los dias del
hombre son contados, que los santos padres no han podido decir todo lo que hubieran dicho de
haber vivido más tiempo, y que Dios no ha cesado ni cesará jamás de iluminar a su Iglesia; es
olvidar, sobre todo,que entre la fe y la visión beatífica a la que aspiramos todos, hay aquí abajo
una etapa intermedia, que es la inteligencia de la fe. Comprender su fe es aproximarse a la
visión misma de Dios. El orden a observar en la búsqueda de la verdad es, pues, esforzarse por
comprender lo que se cree. No pasar antes por la fe es presunción: no apelar en seguida a la
razón, es negligencia.
Es necesario creer para comprender, pero ¿puede llegar a ser inteligible todo lo que se cree? La
fe que busca la inteligencia, ¿está segura de encontrarla?, Anselmo tuvo una confianza ilimitada
en el poder interpretativo de la razón. No confunde fe y razón, puesto que el ejercicio de la
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razón presupone la fe; pero todo sucede como si siempre se pudiese llegar a comprender, si no
lo que se cree, al menos la necesidad de creerlo.
Existencia de Dios
La parte más fecunda y más fuerte de la obra de San Anselmo consiste en sus demostraciones
de la existencia de Dios. Inspirada en San Agustín, superan sin embargo a las pruebas
Agustinianas, por la solidez y el rigor de su construcción dialéctica.
Argumento ontológico de la existencia de Dios:
Argumento a priori
Esta prueba parte de la idea de Dios que no es suministrada por la fe y termina, conforme al
método de San Anselmo, en la inteligencia de este dato de fe.
Premisa 1. Creemos que Dios existe y que es un ser de tal naturaleza que no se puede concebir
otro más grande. La cuestión es saber si existe o no una naturaleza semejante, porque “el
insensato ha dicho en su corazón: No hay Dios”.
Premisa 2. Ahora bien cuando decimos ante el insensato: un ser tal que no se puede concebir
otro mayor, comprende lo que decimos, y lo que comprende existe en su inteligencia, aunque
no perciba su existencia. Porque una cosa puede existir en una inteligencia sin que esta
inteligencia sepa que la cosa existe: Cuando un pintor se imagina la obra que hará, la tiene en
su inteligencia, pero no conoce su existencia, puesto que aún no está hecha; cuando, por el
contrario, ha ejecutado su cuadro, tiene la obra en su inteligencia y conoce su existencia, puesto
que ya la ha realizado.
Premisa 3. Se puede, por tanto, convencer al insensato mismo de que, por lo menos en su
espíritu, existe un ser tal que no puede concebirse otro más grande, porque, si oye enunciar esta
fórmula, la comprende y todo lo que se comprende existe en la inteligencia.
Premisa 4. Pero este ser, que es tal que no se puede concebir otro más grande, no puede existir
solo en la inteligencia. En efecto, existir en la realidad es más que existir solamente en la
inteligencia.
Conclusión
Por consiguiente, si afirmamos que aquello mayor que lo cual no se puede concebir nada existe
solo en la inteligencia, estamos diciendo que aquello mayor que lo cual no se puede concebir
nada es aquello mayor que lo cual se puede concebir algo, y esto es contradictorio. Así, pues,
el ser mayor que el cual no se puede concebir otro existe indudablemente, no solo en la
inteligencia sino también en la realidad.
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Los principios sobre los que descansa esta argumentación son los siguientes: 1°, una noción de
Dios suministrada por la fe; 2°, existir en el pensamiento ya es existir verdaderamente; 3°, la
existencia de la noción de Dios en el pensamiento exige, lógicamente, la afirmación de que
Dios existe en la realidad. Por consiguiente, también aquí se parte de un hecho, pero de un
hecho pero de un hecho que pertenece a un orden especial: el de la fe.
Existe en el pensamiento una cierta idea de Dios: he aquí el hecho; luego, esta existencia que es
real, exige lógicamente que Dios exista también en la realidad: he aquí la prueba.
Crítica. Gaunillón objetaba que no era legítimo apoyarse sobre la existencia en el pensamiento
para afirmar la existencia fuera del pensamiento. En efecto, existir como objeto de pensamiento
no es gozar de una verdadera existencia; es, simplemente, ser concebido. Porque se puede
concebir una cantidad de objetos irreales o incluso imposibles, que, aunque estén en el
pensamiento, no tienen ciertamente, ninguna existencia fuera del pensamiento. No son más que
visiones del entendimiento que los concibe, pero en manera alguna son realidades.
Atributos Divinos.
Una vez demostrada la existencia de Dios, se pueden deducir fácilmente los principales
atributos divinos, es el ser por excelencia, es decir, la plenitud de la realidad, o realidad plena.
En Dios, único ser que existe por sí, se identifican la esencia y la existencia; su naturaleza
existe, lo mismo que la luz brilla.
Dios existe, y que es, indivisiblemente, vivo, sabio, poderoso y todopoderoso, verdadero, justo,
feliz, eterno. Todas estas perfecciones se reúnen en Dios sin alterar su perfecta simplicidad.
Puesto que existe por sí, y su esencia se identifica con su existencia, no tiene principio ni fin;
está en todos los lugares y en todos los tiempos; es inmutable y su esencia permanece idéntica a
sí misma, sin recibir ningún accidente.
Cosmología
El universo viene a ser sin ninguna manera preexístente, presente ya en su pensamiento, las
criaturas han surgido en él por efecto de su palabra o de su Verbo; Dios las habló y ellos fueron.
Así pues todo lo que es la esencia de Dios ha sido creado por Dios y, de la misma manera que
ha conferido a todas las cosas el ser que posee, las sostiene y la conserva para permitirles
preservar en el ser. Es decir, Dios está presente en todas partes, sosteniéndolo todo con su
poder; y alí donde Él no está, no hay nada.
Antropología.
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Entre las criaturas, el hombre es una de aquella en que se encuentra impresa con más claridad la
imagen de Dios. Cuando el hombre se examina descubre, efectivamente, en su alma los
vestigios de la Trinidad. El alma humana es la única de las criaturas que se acuerda de sí
misma, se comprende a sí misma y se ama a sí misma; y por esta memoria, esta inteligencia y
este amor, constituye una inefable Trinidad.
Resumen: Anselmo de Canterbury
• Gran filósofo de la Edad Media.
• Nació en el año de 1033 en Aosta y murió en el año de 1109.
• En 1903 fue nombrado Obispo de Canterbury, se mantuvo firme contra el poder actual.
Obras: el Monologium, Proslogium, De Veritate y numerosos tratados teológicos y unas
cartas instructivas. El Monologium: fue un modelo de meditación sobre la existencia y la
esencia de Dios en el que todo estuviera probado por la razón y en donde nada estuviese
fundado en la Escritura.
1. El hombre tiene dos fuentes de conocimiento: la fe y la razón.
• Afirma contra los Dialécticos que, es necesario afianzarse con seguridad en la fe, la fe es para el hombre el dato del que debe partir. La razón depende de la fe y de allí debe partir la inteligencia.
• La fe nos da la materia prima del objeto sobre la cual reflexionar, ese objeto es la Revelación.
• No se comprende para creer, sino se cree para comprender.
• La inteligencia presupone la fe, sin embargo para aquel que primeramente se ha instalado
con firmeza en la fe, no hay inconveniente alguno en esforzarse por comprender
racionalmente lo que creen.
1º ���� CREE ���� COMPRENDE (FE) (RAZÓN)
Hombre
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Orden a Observar:
• Esforzarse por comprender lo que se cree. No pasar antes por la fe es presunción. No apelar enseguida a la razón es negligencia. Debemos ser sabios: el que cree profundiza lo que cree para que la fe no sea ciega.
• Anselmo tuvo una confianza ilimitada en el poder interpretativo de la Razón.
2. Argumento Ontológico Apriorista.
• Va del plano lógico (razón) al ontológico.
• Método: parte de la idea de Dios, suministrada por la fe y termina en la inteligencia.
Premisa 1 • Creemos que Dios existe y que es un ser de tal naturaleza que no se puede pensar otro
más grande. La cuestión esta en saber si realmente existe un ser así o no existe y si es
así porque el insensato ha dicho en su corazón que no existe.
Premisa 2
• Ahora bien, cuando le decimos al insensato; un ser tal que no puede concebirse otro
mayor; el insensato comprende lo que decimos y lo que comprende existe en su interior
(inteligencia), aunque no perciba su existencia.
Premisa 3
• Por lo menos en la inteligencia del insensato, existe esta idea de Dios: ¿tiene o no la
idea? El insensato dice, sí.
Premisa 4
• Pero este ser (Dios) de cuya naturaleza no se puede concebir otra más grande, no puede
existir sólo en la inteligencia: Paso del plano lógico al ontológico; porque existir en la
realidad es mayor o más que existir solamente en la inteligencia.
Conclusión: Dios existe necesariamente no sólo en la inteligencia sino también en la
realidad, porque si no existe en la realidad no podrías entender la existencia de Dios.
• Los principios sobre los que descansa los argumentos de sus pruebas son:
1º Una noción de Dios suministrada por la fe.
2º Existir en el pensamiento ya es existir verdaderamente.
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3º La existencia de la noción de Dios en el pensamiento exige lógicamente la afirmación de
que Dios existe en la realidad.
ATRIBUTOS DE DIOS
1. Es el ser por excelencia.
2. Es la plenitud de la realidad.
3. Único ser que existe por sí.
4. En él se identifica su esencia y su existencia.
5. Dios es indivisiblemente, es vivo, sabio, poderoso, verdadero, justo, feliz, eterno. Todos se reúnen en Dios sin alterar su simplicidad.
6. Dios no tiene principio ni fin.
7. Es inmutable.
Está en todos los lugares y en todos los tiempos sin quedar encadenado en algún lugar del
tiempo.
Cosmología
• Las criaturas han surgido de él por efecto de su palabra, la creación no preexiste a la
presencia de Dios. Dios habló y las cosas se hicieron. Todo lo que no es Dios ha sido
creado por Dios, de la misma manera que les ha conferido a las cosas el ser que posee,
las conserva y los sostiene para permitirles perseverar en el ser. Dios esta presente en
todas partes sosteniéndolo todo con su poder y allí donde él no esta no hay nada.
El Hombre
• En el hombre se encuentra impresa la imagen de Dios, con más claridad cuando el
hombre se examina, descubre en su alma los vestigios de la Trinidad (facultades del
hombre).
• El alma humana es la única que se acuerda a sí misma (memoria), se comprende a sí
misma (inteligencia) y se ama a sí misma. Por la memoria, por esta inteligencia y este
amor constituye una inefable Trinidad y por eso es imagen de Dios.
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2. LA ALTA ESCOLÁTICA O LA MADUREZ (XII)
LA FILOSOFÍA EN EL SIGLO XII LA ESCUELA DE CHARTRES: Durante toda la primera mitad del siglo xii, el centro intelectual de mayor vida se encuentra en
las escuelas de Chartres.
El primer nombre importante en el ámbito de la filosofía es el de Bernardo de Chartres. Muerto
entre 1124 y 1130. No conocemos directamente el pensamiento de este maestro, sino a través
de Juan de Salisbury, que, en su Metalogicom, que nos ha dejado algunos informes sobre la
doctrina y las enseñanzas de Bernardo. Este era considerado como un profesor notable, más
deseoso de cultivar la inteligencia y formar el gusto de sus alumnos que de abrumarlos con una
erudición inútil; creía que el contacto frecuente con los grandes escritores de la antigüedad
clásica resultaba indispensable. “Somos como enanos sentados sobre la espalda de gigantes.
Vemos, pues, más cosas que los antiguos y más alejadas, pero no por la penetración de nuestra
vista o por nuestra mayor talla, sino porque nos levantan con su altura gigantesca”.
En su Metalogicon, Juan de Salisbury presenta a Bernardo de Chartres como gramático. El
granmaticus había sido, desde tiempos de Quintiliano, el profesor de literatura latina clásica,
encargado de cultivar el gusto de sus alumnos y de formar no solamente su estilo, sino también
su conciencia moral.
Juan de Salisbury, que lo designa primero como “la fuente más espléndida de las letras en los
tiempos modernos”, lo presenta después como “el más perfecto platónico de nuestro siglo. El
platonismo de Bernardo procedía de muchas fuentes, distintas de los escritos de Platón. Se
inspiró en Séneca para su definición de la idea; llamaba real a “lo que es”, con Boecio; daba a
la materia el nombre de Yle, como hacían en aquella época los lectores del comentario de
Calcidio al Timeo de Platón, por últimos, Bernardo cristianizaba a Platón igual que había hecho
San Agustín enseñando la creación de la materia e identificando las Ideas con el pensamiento
divino.
Gilberto de la Porrée (1076-1154)
Discípulo de Bernardo de Chartres, sucedió a su maestro como canciller de las escuelas de
Chartres, enseñó en parís en 1141 y murió siendo obispo de Poitiers. Era también un notable
profesor que, con Thierry de Chartres, Guillermo de Conches y Abelardo luchó mucho en favor
de los estudios desinteresados, contra el partido llamado de los Cornificienses (aligeramiento de
los programas).
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A estos partidarios de los estudios modernos, como diríamos hoy, recomendaba el maestro
Gilberto que se entrase directamente en el comercio: “Tenía la costumbre, cuando los veía
correr a los estudios, de aconsejarles el oficio de panadero. Decía que en su país éste era el
único oficio que admitía a todos los que no tenían otro oficio ni otro trabajo. Es muy fácil de
desempeñar, es auxiliar de todos los demás y conviene principalmente a quienes buscan menos
la instrucción que el lucro.”
Gilberto es, junto con Abelardo, el más poderoso espíritu especulativo del siglo XII; si
Abelardo le sobrepasaen el campo espíritude la lógica, Gilberto aventaja a Abelardo como
metafísico. Las más importantes tesis metafísicas de Gilberto están expuestas en sus
comentarios a Boecio, sobre todo en el comentario al De Trinitate
Thierry de Chartres.
Sucedió a Gilberto, hermano menor de Bernardo y que fue, a su vez, una de las personalidades
más características de su ambiente y de su tiempo. Idénticos síndromes chartrianos se
encuentran en la doctrina de Guillermo de Conches (1080-1145),
Juan de Salisbury
La aparición más singular quizas y las más típica manifestación de esta cultura tan refinada, de
esta especulación tan libre que tendía a desarrollarse y a profundizar en su propio beneficio, es
Juan de Salisbury (desde 1110 hasta 1180). Las obras de este inglés instruido en Francia y que
murió siendo obispo de Chartres, no desmerecen de la época del Renacimiento. En realidad,
podemos sacar conocimientos ciertos de tres fuentes diferentes: los sentidos, la razón y la fe.
Quien no tiene un mínimo de confianza en sus sentidos es inferior a los animales; quien no
cree, en modo alguno, en su razón y duda de todo, llega a no saber siquiera si duda, quien niega
su asentimiento al conocimiento oscuro pero cierto de la fe niega el fundamento y el punto de
partida de toda sabiduría. Así, pues, no hay nada más ridículo que permanecer incierto de todo
y no obstante, pretender ser filósofo.
Los filósofos han querido medir el mundo y someter el cielo a sus leyes; pero tenían demasiada
confianza en las fuerzas de su razón, por eso caían en el momento en que se elevaban y cuando
se creían sabios comenzaban a desvariar. Así como los hombres que iban a levantar contra Dios
la torre de Babel, cayeron en la confusión de lenguas, igualmente los filósofos que emprendían
contra Dios esta especie de teomaquia que es la filosofía cayeron en la confusión de sistemas.
El tipodel problema insoluble, para Juan de Salisbury, es el de los universales, los filósofos se
han apropiado este difíciltema y lo han discutido ampliamente. En la actualidad contamos, por
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lo menos, con cinco soluciones al problema, tan viejo que el mundo mismo ha envejecido
esforzándose por resolverlo, en el cual se ha perdido más tiempo del que emplearon los Césares
en conquistar el dominio del mundo y en el cual se ha gastado más dinero del que tuvo Creso.
Según unos los universales solo existen en lo sensible y singular; otros conciben las formas
como separadas, a modo de entes matemáticos; unos lo hacen ya palabras, ya nombres; otros,
por fin, identifican los universales con los conceptos.
Juan de Salisbury sabe que lo que interesa al hombre es llegar hasta el fin, y que la
investigación filosófica noe es un juego desinteresado. Si el verdadero Dios es la verdadera
sabiduría humana, entonces el amor de Dios es la verdadera filosofía. Por eso, no es filósofo
completo el que se contenta con un conocimiento teórico, sino el que vive la doctrina al mismo
tiempo que la enseña; seguir los verdaderos preceptos que se enseñan es filosofar de verdad.
Pedro Abelardo (1079-1142).
Es una de las personalidades más nobles de este siglo XII, tan rico en espíritus cultivados y en
caracteres fuertemente templados.
Este filósofo apasionado, este espíritu agitado, orgulloso y combativo, este luchador cuya
carrera fue interrumpida bruscamente por un episodio pasional, es posiblemente, más grande
por el atractivo de su personalidad que por la originalidad de sus especulaciones filosóficas.
Ver con él al fundador de la filosofía medieval es olvidar los fecundos esfuerzos de Juan Escoto
Erígena y sobre todo, de San Anselmo.
La obra de Abelardo es doble: teológica y filosófica.
LAS FILOSOFÍAS ORIENTALES Es un hecho de considerable importancia para la historia de la filosofía medieval en Occidente
que su evolución se haya retrasado aproximadamente un siglo respecto de la evolución de las
filosofías árabes y judías correspondientes. Algunas de ellas han influido directamente en las
grandes doctrinas occidentales durante el siglo XIII, resulta indispensable que señalemos, al
menos, cuáles fueron los momentos decisivos de su historia.
Filosofía Árabe
En el año 529 d.c, el emperador Justiniano decretaba la clausura de las escuelas filosóficas de
Atenas. Por lo tanto, podía pensarse que Occidente se cerraba definitivamente a la influencia de
la especulación helénica; pero el pensamiento griego había pero el pensamiento griego había
comenzado, mucho antes de esa fecha, a ganar terreno en Oriente: ya había iniciado el
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movimiento de retorno que debía traer al occidente del siglo XIII el pensamiento de Aristóteles
y del nuevo Platonismo a través de los filósofos sirios, árabes y judíos.
El primer nombre célebre de la filosofía musulmana es el de Alkindi, el segundo gran hombre
de la filosofía árabe es Alfarabí (950). Unas de sus obras más significativas es su concordancia
entre platón y Aristóteles.
Por el contrario la obra de Avicena merece que le dediquemos mayor atención. En realidad, es
uno de los grandes nombres de la filosofía. Avicena, en la metafísica de Aristóteles encontró un
obstáculo que durante mucho tiempo le pareció infranqueable. La releyó cuarenta veces y llegó
a saberla de memoria sin lograr comprenderla. Pero habiendo comprado por casualidad un
tratado de Alfarabí sobre el sentido de la metafísica aristotélica, cayeron las escamas de sus
ojos, y se sintió tan feliz por haber comprendido, que al día siguiente distribuyó a los pobres
abundantes limosnas para agradecer a Dios el prodigio.
Obras que tratan de las materias más diversas, y murió en 1037, a los cincuenta y ocho años de
edad. Su autoridad fue considerable durante el siglo XIII y se puede clasificar inmediatamente a
un filósofo de la Edad Media Occidental, desde el momento en que se sabe quién es, para él, el
más grande filósofo moderno, si Avicena o Averroes. En verdad, el pensamiento personal de
Avicena parecer haber sido más complejo de lo que creyeron los occidentales, compuso una
filosofía oriental, especie de música especulativa que se expresa aún en algunos de sus poemas
y que no fue conocida por la Edad Media cristiana. Una de las obras que ejerció influencia
decisiva sobre el pensamiento occidental es “la curación”, especie de Suma o enciclopedia
filosófica, en dieciocho volúmenes, que contiene su interpretación de la filosofía de Aristóteles.
Las partes de la obra de Avicena traducidas al latín que ejercieron más profunda influencia en
la edad media son la lógica, la Filosofía de la Naturaleza, la Psicología y la metafísica.
Lógica.
La lógica de Avicena reposa, como la de Aristóteles, sobre la distinción fundamental entre le
objeto primero del entendimiento, que es el individuo concreto y su objeto segundo, que es
nuestro conocimiento de la realidad. El universal es una segunda intención, pero Avicena lo
concibe de manera distinta que Aristóteles.
Cosmología
El universo aviceniano está compuesto de esencias o naturalezas, que son el objeto propio del
conocimiento metafísico. Considerada en sí misma, la esencia contiene todo lo que contiene su
definición, y nada más. Cada individuo es singular con pleno derecho, la ciencia versa sobre los
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individuos. Toda idea general es universal con todo derecho; la lógica se ocupa de los
universales.
Antropología
El alma humana no está ligada al cuerpo tan estrechamente como puede hacer creer la
definición aristotélica de alma. Es verdad que el alma es la forma del cuerpo organizado, pero
su esencia no consiste en eso; se trata solo de una de sus funciones y no de la más elevada. Por
ejemplo, señalo a alguien que pasa y pregunto que es, me contestan: un obrero. Es posible que
el que pasa ante mí no es un obrero, sino un hombre que ejerce la función de obrero. De manera
semejante, el alma es, de suyo, una sustancia espiritual, una de cuyas funciones es animar a un
cuerpo organizado. La clasificación aviceniana de las facultades del alma en cinco sentidos
externo, cinco sentidos internos, facultades motrices y facultades intelectuales, será recordad
durante mucho tiempo, bien para aceptarla, bien para criticarla.
Gnoseología
A través de Avicena, efectivamente, la Edad Media trabó conocimientos con la doctrina de la
unidad de la Inteligencia agente, fuente de los conocimientos intelectuales de todo el género
humano. Admitía en casa alma un entendimiento que le es propio: la aptitud para recibir formas
intangibles despojadas de toda materia, es decir, abstraídas. En su primer grado, el
entendimiento se encuentra absolutamente desnudo y vacío, como un niño que puede aprender
a escribir, pero que ni siquiera saben que son letras, tinta ni pluma. En el segundo grado, este
intelecto está ya provisto de sensaciones y de imágenes, como un niño que ha comenzado a
trazar palotes y sabe servirse de una pluma: el entendimiento ya no está absolutamente en
potencia, sino que casi en acto, en el sentido de que puede conocer. En el tercer grado se vuelve
hacia la Inteligencia agente separada para recibir de ella las formas inteligibles
correspondientes a sus imágenes sensibles: entonces se encuentra en acto, gracias al inteligible
que recibe a fuerza de repetir este esfuerzo alcanza una cierta facilidad, que no es otra cosa que
el conocimiento adquirido.
Metafísica.
Entre los objetos inteligibles que el metafísico considera, hay uno que goza de un privilegio
notable, pensemos en lo que pensemos lo concebimos primeramente como algo que es. Ser
hombre no es ser caballo, ni ser árbol; pero en los tres casos es ser un ser. Ser y cosa son pues,
lo que primeramente cae bajo la mirada del entendimiento. Sin embargo, la noción de ser no es
absolutamente simple. Se desdobla inmediatamente en ser necesario y ser posible
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Se llama posible a un ser que puede existir pero que jamás existirá si no es producido por una
causa. El posible se desdobla, en aquello que solo es puro posible y aquello que, siendo posible
por esencia, viene a ser necesario de hecho, porque su causa existe y lo produce
necesariamente. Por el contrario, lo necesario es lo que no tiene causa y, en virtud de su propia
esencia, no puede no existir. Lo posible requiere una causa para existir, si no hubiera más que
posibles no existiría nada. Consiguientemente, si existen los posibles es que existe también un
necesario, causa de la existencia de aquellos. Ahora bien, existen posibles; luego existe un
necesario, causa de la existencia de los posibles, que es Dios.
Se advierte que la división del ser en necesario y posible desempeña en Avicena, el mismo
papel que la división de lo Uno y lo múltiple en Plotino y en Erígena, de lo Inmutable y lo
mudable en San Agustín, del ipsum ese y los seres en Santo Tomás de Aquino. Por ahí pasa el
corte ontológico que separa a Dios del universo, puesto que nada puede hacer que el necesario
se convierta en posible, ni al revés.
Averroes
El mayor nombre de la filosofía árabe, junto con Avicena, es Averroes, cuya influencia se
propagó, en múltiples direcciones a lo largo de toda la Edad Media, en la época del
Renacimiento y hasta en el mismo umbral de los tiempos modernos. Nació en Córdova el año
1126; estudió teología, jurisprudencia, medicina, matemáticas y filosofía durante varios años
ejerció las funciones de juez y compuso un número considerable de escritos personales sobre
medicina, astronomía y filosofía. Algunos de sus comentarios a Aristóteles, que le valieron
durante la Edad Media el título de “comentador” por excelencia.
Averroes murió en 1198, a la edad de setenta y dos años. Uno de los esfuerzos más originales
intentados por Averroes fue el que hizo para determinar con precisión las relaciones entre la
filosofía y la religión.
El pensamiento rector de Averroes es que cada espíritu tiene el derecho y el deber de
comprender y de interpretar el Corán de la manera más perfecta que le sea capaz. El que pueda
comprender el sentido filosófico del texto sagrado debe interpretarlo filosóficamente porque es
el sentido más alto, el verdadero sentido de la Revelación y cada vez que parezca surgir
cualquier conflicto entre el texto religioso y las conclusiones demostrativas debe establecerse su
acuerdo interpretando filosóficamente el texto religioso. De este principio derivan
inmediatamente dos consecuencias. La primera es que un espíritu nunca debe tratar de elevarse
por encima del grado de interpretación de que es capaz, la segunda, que jamás se deben
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divulgar, entre las clases inferiores de espíritus, las interpretaciones reservadas a las clases
superiores.
Conviene, pues, restablecer en todo su vigor la distinción de los tres órdenes de interpretación y
de enseñanza: en la cima, la filosofía, que confiere la ciencia y la verdad absoluta; debajo, la
teología, dominio de interpretación dialéctica y de la verosimilitud; y en el extremo inferior de
la escala, la religión y la fe, que se deben reservar cuidadosamente para aquellos a quienes
resultan necesarias.
¿Qué hacer cuando, sobre un punto concreto, la filosofía enseña una cosa y la fe otra? Si nos
atenemos al esquema precedente, la respuesta seria sencilla: dejemos al filósofo hablar como
filósofo y al simple fiel hablar como creyente. Esta fórmula y otras parecidas, han hecho que
sus adversarios le atribuyeran la doctrina llamada de “la doble verdad”, según dicha doctrina,
dos conclusiones contradictorias podrían ser simultáneamente verdaderas: una para la razón y la
filosofía, la otra para la fe y la religión.
En lógica, Averroes no ha desempeñado otro papel que el de un penetrante y fiel intérprete de
auténtico aristotelismo. En antropología y en metafísica ha puesto en circulación un
aristotelismo de tipo definido que había de competir con el de Avicena durante los siglos XIII y
XIV. La metafísica es la ciencia del ser en cuanto ser y de las propiedades que, como tal, le
pertenecen. Hay que entender por el término “ser” la sustancia misma que es. Toda sustancia es
un ser, todo ser es una, ya una sustancia ya un accidente que participa de ser de la sustancia.
El universal no es otra cosa que lo que puede ser predicado de varios individuos. Por eso, él
mismo no puede ser un individuo, lo cual no significa que el conocimiento que tenemos del
universal carezca de objeto. Los individuos no son simples. La forma es el acto o esencia de lo
que es; la materia es la potencia actualizada y determinada por la forma; la sustancia individual
es el compuesto de ambas. Lo que el pensamiento alcanza, al concebir el universal, es la forma
y la expresa en la definición. El hombre de la cosa designa toda la cosa, pero es la forma la que
primordialmente merece dicho nombre. Así, pues, Dios es causa de que exista la inteligencia
motora de la esfera más alta. Compuesta de forma y un elemento determinado, toda sustancia es
compuesta de acto y de potencia. Por acto es; por la potencia puede llegar a ser. Cambiar de
cualidad, de cantidad o de lugar es pasar de la potencia al acto, es estar en movimiento.
Filosofía Judía Los filósofos árabes fueron los maestros de los filósofos judíos. Este fenómeno se explica, no
solamente por el contacto íntimo y prolongado de las civilizaciones judía y árabe, sino también
–y tal vez sobre todo- por su estrecho parentesco de raza y por la semejanza de su carácter. El
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primer nombre de la filosofía judía es el de Isaac Israeli (865-955), otro es Saacía Ben Josef de
Fayum (892-942) y un tercero Salomón Ibn Gadirol (1021-1058).
Moisés Maimónides
La filosofía jurídica alcanza su punto culminante, a partir del sigo XII, en la obra de Moisés
Maimónides. Moisés, nacido el 30 de marzo de 1135, en Córdoba, y muerto el 13 de diciembre
de 1204, debe sobre todo su celebridad a su “Guía de los indecisos”. Este libro no es un tratado
de metafísica pura, sino una verdadera suma de teología escolástica judía. La obra se dirigía, en
efecto, a los espíritus ya instruidos en la filosofía y en las ciencias, pero inciertos y vacilantes
todavía en cuanto a la manera de conciliar las conclusiones científicas y filosóficas con el
sentido literal de la Escritura. De ahí su título de Guía de los indecisos, o de los perplejos, y no
de los descarriados, como se ha traducido a veces. Su inspiración, es a la vez neoplatónica y
aristotélica. Si Maimónedes no hubiera enseñado una doctrina del alma fuertemente
influenciada por la de Averroes, y que lo condujo a una especialísima concepción de la
inmortalidad, podríamos decir que sus filosofías concuerdan en todos los puntos
verdaderamente importantes.
Fe y razón
En efecto, según el doctor judío, la ciencia de la Ley y la filosofía son conocimientos de
naturaleza distinta, pero que deben necesariamente conciliarse: el objeto propio de la filosofía
es la confirmación racional de la Ley. Así, la especulación filosófica demostrará que las
pruebas aristotélicas en favor de la eternidad del mundo no son concluyentes; que, además, la
creación del mundo no es imposible desde el punto de vista de la razón y que, por consiguiente,
a falta de una prueba decisiva en un sentido o en otro, es conveniente aceptar la doctrina
mosaica de la creación en el tiempo. Admite que las Inteligencias puras están exentas de toda
materia, y que existe una materia de los cuerpos celestes diferente de la materia de los cuerpos
terrestres. Compuesto de un cuerpo y un alma, que es forma del cuerpo, el hombre está dotado
de cinco facultades; nutritiva, sensitiva, imaginativa, apetitiva e intelectiva.
Maimónides prueba la existencia de Dios por la necesidad de admitir un primer motor para dar
cuenta de la existencia del movimiento, por la existencia de un ser necesario y por la existencia
de una causa primera. Así, pues, la existencia de Dios se encuentra establecida, tanto si el
mundo ha sido creado exnihilo en el tiempo, como si ha existido desde toda la eternidad. Es
exactamente la actitud que adoptará Santo Tomás frente al mismo problema.
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Maimónedes niega absolutamente al hombre el derecho de afirmar de Dios atributos que no
sean negativos. Sabemos de dios que existe, no sabemos lo que es, y el único recurso que nos
queda, si queremos hablar de Él, es acumular los atributos negativos que, negando de Dios toda
imperfección, nos darán a conocer, por lo menos, lo que Él no es. Subyace a esta doctrina la
preocupación eminentemente judaica de eliminar cuanto pudiera parecer un ataque, aun
aparente, a la rigurosa y total unidad de Dios. Si la esencia de Dios se nos escapa, los efectos de
su acción en el mundo están por el contrario manifiestos a los ojos de todos.
Maimónedes compartía con los teólogos cristianos la fe en el Antiguo Testamento; por eso tuvo
que resolver antes que éstos el problema de poner dicha fe de acuerdo con la filosofía de
Aristóteles; los teólogos cristianos se aprovecharon de la experiencia de Maimónedes. Lo que
muchos de ellos, retendrán de él es, desde luego, el hecho de que, en muchos puntos, la sola
filosofía es incapaz de alcanzar las verdades contenidas en la revelación. Santo Tomás admitirá
esa tesis para la creación del mundo en el tiempo, Duns Escoto y numerosos sucesores del siglo
XIV la admitirán hasta para el monoteísmo
A. SAN ALBERTO MAGNO
VIDA Y OBRAS
� Nació en Lauingen, Alemania, en 1206.
� Ingresó en la orden de los predicadores a los 16 años.
� 1240 fue enviado a París para graduarse en Teología, donde tuvo por discípulo a Tomás
de Aquino.
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� Murió el 15 de Noviembre de 1280
OBRAS MÁS IMPORTANTES
� Summa de creaturis
� Comentarios a las Sentencias, a los nombres divinos y a la Ética a Nicómaco.
� De unitate intellectus, contra los averroístas.
I. Filosofía Racional (Lógica):-
� Sobre la Isagoge de Porfirio.
� De los seis principios (Gilberto Porretano)
� Comentarios a las obras de Boecio.
� Comentarios a las obras lógicas de Aristóteles.
II. Filosofía real:
A. Física: Comentarios a las obras físicas de Aristóteles y
obras propias.
B. Matemática: comenta obras de los griegos.
C. Metafísica: obras propias.
III. Filosofía moral: Comenta las Ética aristotélicas, y la Política.
Elabora la Summa de Bono.
IV. Exégesis bíblica: comenta numerosos libros de la Escritura.
V. Teología:
• Comentarios al Pseudo- Dionisio.
• Summa de creaturis
• Summa Theologiae.
En vida fue: Teólogo, Exegeta, Filósofo, Matemático, Fisiólogo, Gobernante, Predicador,
Polemista, Santo. Transformó muchas doctrinas aristotélicas, neoplatónicas y musulmanas
MÉRITO DE SAN ALBERTO
Consideró que la filosofía aristotélica tenía mucho valor para el dogma cristiano
La ciencia y filosofía greco-árabe tenía mucha riqueza para los teólogos cristianos
Aceptó la filosofía de Platón y Aristóteles: “considerando el alma en sí, consentimos con
Platón; considerándola como forma de la animación que da al cuerpo, consentimos con
Aristóteles”
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DETERMINÓ: El conocimiento concreto de la realidad, adquirido en el inmediato encuentro
con las cosas, es el indispensable punto de partida de todo conocimiento natural”
FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA son dos campos con diferentes objetos, fines y métodos. La
filosoía trabaja en el orden natural, la teología aborda el orden sobrenatural.
4 principios de la teología:
1. Dios es la verdad suprema y la causa de toda verdad
2. Ésta primera verdad no puede engañarse ni engañarnos
3. Se debe creer en todo lo que dicen aquellos por los cuales Dios prueba que Es.
4. La escritura es verdadera, puesto que Dios nos la a entregado de esta manera.
División de la filosofía.
• Rationalis: Es la lógica, trata del ente de razón.
• Realis: Física (Ente móvil) Matemática ( Quadrivium: Aritmética.Geometría.
Astronomía. Música.) Metafísica ( Filosofía primera, teología, ciencia primera. Es una
ciencia divina porque considera el ente en sí mismo)
• Moralis: trata de lo que se debe hacer
Existencia y naturaleza de Dios
Sólo a Dios compete ser, y no puede no ser, y no puede no pensarse no siendo
Dios es absolutamente simple: Verdad suprema y fuente de toda verdad Omnisciente y
Omnipotente
Creó el mundo sin intermediarios Movido sólo por su bondad Llama a las criaturas a participar
de Él Dios es causa eficiente, ejemplar y final de todas las cosas
D. SANTO TOMÁS
Nació en Roccasecca (1225 -1274). Discípulo de Alberto Magno. Autor de la Suma Teológica
y Suma contra Gentiles.
El s. XIII es el siglo de oro de la Escolástica, de las grandes catedrales góticas, de las
SUMMAS o síntesis teológico-filosóficas, de las universidades. Se temía que el aristotelismo
desviara a los fieles de su credo; ya el averroísmo latino constituía una grave herejía.
La intuición salvadora brotó en la mente de un joven estudiante de la U. de París: Santo Tomás
de Aquino. Lejos de constituir un peligro para la fe, el aristotelismo constituirá un profundo y
coherente cuerpo de doctrina que resolverá la pugna entre razón y fe.
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Hijo de los condes de Aquino; una noble familia de Italia central. Sólo vivió 49 años y dejó una
obra gigantesca: su Summa theológica es una síntesis del saber teológico y filosófico.
• Hubo de superar muchas dificultades; familiares (querían que fuera militar); El ingreso
a la orden de los Dominicos (quería que ingresara a la abadía de Montecasino),
dificultades para conseguir los materiales auténticos sobre los que trabajar; la oposición
a Aristóteles…Todas fueron superadas por una voluntad de hierro.
• En París conoció a S. Alberto Magno, el más famoso maestro de los dominicos. San
Alberto había sido el primero en comprender la importancia de Aristóteles.
• Escribió comentarios para facilitar la lectura a sus hermanos. Santo Tomás se dio cuenta
que los textos eran espúreos (plagados de interpolaciones de comentaristas) y encargó a
otro dominico, perfecto conocedor del griego –Guillermo Moerbeka- marchar a Oriente,
con los cruzados, con el objeto de obtener y traducir de sus fuentes originales las obras
aristotélicas.
• La concepción tomista coincide en sus líneas generales con la aristotélica.
• Los seres tienen diversas potencias cognoscitivas.
• EL ANIMAL sólo capta las cosas concretas con su conocimiento sensitivo.
• EL HOMBRE posee el entendimiento agente o facultad intelectiva que le permite
conoce los universales.
• Además existe el LUMEN GLORIAE de los bienaventurados que conocen a Dios por
esencia.
• Es Dios quien eleva la naturaleza para tal conocimiento.
• Tales verdades –los misterios- son supraracionales; objeto de la teología.
• Entre fe y razón no existe, no hay, contrariedad.
• A la existencia de Dios –que no es inasequible ni evidente- puede llegarse
racionalmente por demostración.
• De su esencia sólo podemos alcanzar un conocimiento analógico e impropio;
atribuyéndole en grado eminente las perfecciones que encontramos en las cosas.
• A Dios llegamos ascendiendo desde los efectos a las causas, de lo contingente a lo
necesario.
• Por cinco vías puede llegarse a este conocimiento de la existencia de Dios:
• Las cuatro primeras tienen un fondo común; nos limitaremos a explicar una.
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• Coincide con Aristóteles en que los únicos seres que existen son las sustancias
compuesto de materia y forma.
• En el conocimiento intelectual se ilumina la forma, que es el universal de las cosas, y se
engendra en el sujeto la idea o concepto (realismo moderado: el universal es un
concepto y existe sólo en la mente, pero con fundamento in re –en la cosa).
� Tomando la cuestión en toda su extensión, el universal tiene una triple realidad: ante
rem (antes de las cosas), en la mente divina (idea agustiniana); in rem (en la cosa) como
la forma misma; y post rem (después de la cosa) en la mente del cognoscente que la
abstrae de las cosas mismas.
� El hombre es sustancia formada de materia y forma; al alma hace el papel de la forma y
el cuerpo de materia.
� Pero cuerpo y alma no son simplemente materia y forma; también son substancias
(incompletas)
� El alma puede supervivir a la muerte, aunque en un estado antinatural que restaurará la
resurrección del cuerpo, condición necesaria para una perfecta bienaventuranza.
� La facultad diferencial, superior y característica del hombre es la razón.
� La racionalidad determina la libertad o libre albedrío.
� El hombre puede salvarse o condenarse en función de sus elecciones.
� La bienaventuranza es una elevación a un orden superior a la contemplación de Dios.
� El pensamiento tomista puede considerarse una prolongación de la concepción griego al
que unió en perfecta síntesis los elementos más valiosos del pensamiento cristiano,
procedentes sobre todo del agustinismo.
� El tomismo ha pasado a la historia como la sistematización más completa, original y
sólida de la filosofía cristiana.
FE Y RAZON EN SANTO TOMÁS.
Un puesto singular en este largo camino corresponde a santo Tomás, no sólo por el contenido
de su doctrina, sino también por la relación dialogal que supo establecer con el pensamiento
árabe y hebreo de su tiempo. En una época en la que los pensadores cristianos descubrieron los
tesoros de la filosofía antigua, y más concretamente aristotélica, tuvo el gran mérito de destacar
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la armonía que existe entre la razón y la fe. Argumentaba que la luz de la razón y la luz de la fe
proceden ambas de Dios; por tanto, no pueden contradecirse entre sí.
� Santo Tomás mantiene que la filosofía y la teología son dos ciencias distintas con
objetos, métodos y criterios diferentes, y que cada una en su propio campo es autónoma
y autosuficiente.
� La filosofía y la teología, cada una por sí sola, pueden llegar a la verdad en los temas de
los que se ocupan. El filósofo, aceptando exclusivamente lo que puede demostrar
mediante la razón; el teólogo, basándose en la autoridad de Dios, en la revelación y
argumentando a partir de ella
� Una vez realizada esta delimitación de dominios, Santo Tomás trata de concordar la
razón y la fe.
� Y así, afirmará que cuando el objeto de la filosofía y de la teología coinciden, es decir,
cuando se ocupan de los mismos temas -cosa que ocurre con cierta frecuencia-
necesariamente tiene que existir armonía entre lo que descubre el filósofo y lo que
afirma el teólogo.
� El motivo que da Santo Tomás para explicar esta necesaria coincidencia es que es el
mismo Dios el que ha creado al hombre como ser racional y el autor de la revelación,
por lo que no puede existir una contradicción entre lo que Dios revela y lo que el
hombre conoce con la razón que Dios le ha dado
� La distinción y, al mismo tiempo, la necesaria armonía que existe, entre la razón y la fe,
le permiten establecer entre ambas unas relaciones de complementación y ayuda mutua
Veamos como:
� El conocimiento racional acerca de Dios, del hombre y del universo tiene, pues, unos
límites dentro de los cuales la razón puede moverse con mayor o menor acierto.
� La fe cristiana, sin embargo, proporciona noticias, más allá de estos límites, acerca de la
naturaleza de Dios y acerca del destino del hombre. Estas noticias reveladas al hombre
resultan concebidas como algo gratuitamente añadido a la razón humana, algo que no
viene a suprimir a ésta sino a perfeccionarla
� Esta distinción no debe, sin embargo, interpretarse como si entre los contenidos de la
razón y los contenidos de la fe no existiera elemento alguno en común: existen
contenidos de la razón que no lo son en absoluto de la fe, y existen contenidos de la
fe que no lo son en absoluto de la razón, pero también existen verdades que
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pertenecen a ambos ámbitos. Por lo que se refiere a sus contenidos, fe y razón
delimitan dos conjuntos con una zona de intersección.
FE Y RAZÓN EN SANTO TOMÁS
RAZÓNFE
VERDADES COMUNES
El mundo es creado
El alma es inmortal
Existencia de Dios.
Verdades
del mundo
natural
Artículos de la fe,
dogmas.
� El discurso racional puede llegar al establecimiento de ambas afirmaciones, y ambas
afirmaciones son establecidas también por la fe cristiana.
¿Qué sentido tiene la existencia de tales contenidos comunes a ambas?
� Es conveniente que ciertas verdades asequibles a la razón sean también impuestas por la
autoridad de la fe, ya que muchos hombres carecen de tiempo y de preparación
filosófica y de no ser por la fe, no les sería posible acceder al conocimiento de las
mismas.
� Es conveniente también, dada la posibilidad de error que amenaza constantemente a la
razón humana.
� Además, la existencia de verdades comunes a la razón y a la fe pone de manifiesto que
la distinción entre éstas es una distinción entre dos fuentes de conocimiento
� Conclusión: La razón y la fe constituyen, pues, dos fuentes de conocimiento distintas
que a menudo informan acerca de parcelas distintas de la verdad y a veces informan de
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los mismos contenidos. Como fuentes de información ambas son autónomas e
independientes
La Razón presta ayuda a la Fe
� La razón puede prestar y presta una inestimable ayuda a la fe.
� En primer lugar, sus procedimientos de ordenación científica.
� En segundo lugar, le brinda sus armas dialécticas …
� Finalmente, cuantos datos científicos o aportaciones de la filosofía puedan ser útiles
para el esclarecimiento de los artículos de la fe
La Fe presta ayuda a la Razón
� La fe sirve a la razón de norma o criterio extrínseco: así, en caso de que la razón
llegara a conclusiones incompatibles con la fe, tales conclusiones serán necesariamente
falsas y el filósofo habrá de revisar sus razonamientos, sus premisas y su consistencia
lógica. CONCLUSIÓN: LA AUTONOMÍA DADA A LA RAZÓN ES LIMITADA
PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS
LA EXISTENCIA DE DIOS EN SANTO TOMÁS DE AQUINO
Existen caminos o vías que nos conducen a la afirmación de la existencia de Dios, y por
ende a la exclusión de las afirmaciones del ateísmo, agnosticismo, positivismo y secularismo.
Son las llamadas cinco vías de Santo Tomás de Aquino. Todos los caminos toman como punto
de partida algún hecho o característica del mundo en que existimos. Se trata de pruebas o
argumentos metafísicos y no argumentos científico-positivos. Una demostración metafísica,
puede partir de la experiencia pero no quedarse en ella. La inteligencia humana tiene el poder
de sobrepasar lo sensible, puede acceder a las verdades más altas y separadas de lo sensible.
Santo Tomás descubre en el mundo las siguientes características:
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Tiene
No es
Tiene es
Santo Tomás aprovecha estas cinco características y a partir de ello plantea las cinco
vías de acceso a la existencia de Dios a saber:
1º. Primer motor inmóvil.
2º. Causa eficiente incausada.
3º. La generación y la corrupción.
4º. Los grados de perfección.
5º. El orden del universo.
Aquí expondremos dos caminos tomando como punto de partida dos de las
características del mundo, pues los cinco caminos tienen algo en común: todos siguen el mismo
discurso o razonamiento. Al final del texto considero los pasos que hay que seguir en el análisis
de cada uno.
A) EL CARÁCTER CONTINGENTE DE LOS SERES DEL MUNDO: Un camino seguro para
MUNDO
Contingente, no Necesario Es en sí, tiene
Una causa
Un orden y Finalidad
Más o menos Perfecto
Movimiento
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Llegar racionalmente a Dios.
Contingente es el ser que puede existir y también no existir, que puede ser y también dejar
de ser, porque no tiene en sí mismo sino en otro ser distinto la razón y explicación
última de su existencia. El ser contingente no es plenitud - de-ser, sino sólo algo-de-ser.
Necesario es el ser que existe forzosa y necesariamente porque tiene en sí mismo la razón y
la explicación de su exixtencia y es a la vez razón y explicación última y definitiva de
todos los demás seres. El necesario no es algo- de -ser sino plenitud-de-ser.
Pasos en el RAZONAMIENTO
1. Los seres del mundo son Contigentes.
Indudablemente que los seres del mundo son contingentes, de contínuo aparecen ante
nuestros ojos nuevas realiidades que antes no existían y desaparecen luego de dar lugar a
otras realidades distintas. Esto es una certeza de experiencia pues así lo certifican todos los
órdenes de existencia.
Ejemplos:
* En los seres vivos: insectos que viven unos días y vegetales que
perduran por siglos, pero que al fin y al cabo se extinguen.
* En los seres inertes: cuerpos que se dividen o combinan dando lugar a otros, o
que debido a reacciones químicas, cambian de naturaleza. En el mundo molecular,
los átomos se desintegran y las partículas elementales se transforman unas en
otras.
* En los seres humanos: Este ser privilegiado, inteligente y libre y las grandes
culturas que le construye, no escapan a este proceso irremediablemente de
existencia y no existencia.
Conclusión
Todos los seres del mundo son temporales, transitorios, pueden ser o dejar de ser. No son
plenitud-de-ser sino algo-de-ser. No son ellos mismos la fuente y fundamento de su propia
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existencia y de la actividad que desarrollan sino que la han recibido de otros seres anteriores y
estos de otros, de otros.
Este primer paso implica un punto de partida y la aplicación de la causalidad.
Segundo Paso: Los seres contingentes presuponen el ser necesario.
Seres contingentes (seres por otros) sumados al infinito a seres contingentes (seres por otros)
dan siempre seres contingentes (seres por otros).
Algo-de-ser +
Algo-de-ser
Algo-de-ser
Da siempre: Algo- de-ser o
Mucho-de-ser. Pero jamás plenitud o infinitud de ser.
Tercer Paso: Existe un ser necesario: Dios
Para hallar una explicación primera y suficiente de los seres del mundo, es forzoso
admitir en el origen de todos ellos, alguien que no haya recibido el ser de otro, sino que lo tenga
por sí mismo y desde siempre, es decir que sea plenitud-de-ser y no solamente algo-de-ser.
Por tanto, o existe en el origen de todo un ser por sí(necesario) o la serie de seres por
otro(contingentes) se engancha en el vacío o en la nada; lo cual sería absurdo como un tren con
innumerables vagones en movimiento sin locomotora.
Este ser necesario que existe y de quien se origina todos los seres contingentes lo
llamamos Dios. Así que Dios existe.
Conclusiones
1. En este segundo y tercer paso se implican: imposibilidad de proceder al infinito en una
serie de causas y un témino final expresado en la necesidad de la existencia de Dios.
2. Con todo lo anotado y demostrado, afirmamos que la materia no es eterna. Esta es en
todas sus partes temporal. No permanece en un presente inalterable e imperecedero, sino
que pasa de un antes a un después.
3. Aún en el caso, meramente supuesto o hipotético, que la materia fuera desde siempre,
necesitaría haber sido creada, desde siempre por Dios.
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4. Contra en Panteísmo decimos que: indudablemente Dios origina y sostiene la actividad
y el desarrollo del universo desde dentro del universo mismo pero sin identificarse con
él ya que, es contradictorio, que un ser sea, a la vez, contingente y necesario.
5. Los atributos de Dios y del mundo, son incompatibles:
DIOS MUNDO
Es eterno Es temporal
Es necesario Es contingente
Es inmutable Es mudable
Es infinito Es finito
Es increado Es creado
B.- EL ORDEN Y LA FINALIDAD DEL UNIVERSO: Otro camino para llegar racionalmente a
Dios.
El orden y finalidad que se constatan en el mundo, presuponen una suprema inteligencia
ordenadora. Este camino también se llama Teleológico (telos = fin; logos = razonamiento)
porque se razona sobre el fin.
Orden: es la disposición adecuada de diversos elementos para conseguir un fin. El orden
se relaciona con el fin y está marcado o determinado por éste.
Fin : es aquello por lo que sucede o se realiza alguna cosa. Por su propia naturaleza
Presupone un ser inteligente, porque solo éste puede perseguir un objeto y elegir los
medios conducentes al logro del mismo.
Primer Paso : El universo revela orden y finalidad.
El universo tanto en su conjunto como en sus partes, revelan un orden y una finalidad
manifiestos: Ejm. Desde las partículas elementales hasta los inconmensurables cuerpos
estelares regidos por leyes sapientísimas. En los seres vivos se comprueba una convergencia
admirable de las causas independientes que actúan de modo constante en las diversas fases
de su desarrollo; constitución y transmisión hereditaria. El cuerpo humano que dispone de
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una estructura perfectísima, donde cada parte, tomado por separado, cumple una función
vital.
Segundo Paso: El orden y la finalidad presuponen una inteligencia ordenadora.
Es bueno preguntarse sobre la causa que originó el ordenamiento y finalidad que
revela, tanto en su conjunto como en sus partes, el mundo en que existimos.
¿Fue el azar o la casualidad?
El azar o la casualidad no pueden ser ya que es anómalo, eventual, raro, anárquico,
inconstante, incierto.
El orden del mundo por el contrario es armónico, universal, constante, regular, a
menudo complicadísimo.
Conclusiones:
1. El orden que se registran en la naturaleza y en el universo no puede ser explicado
simplemente por el azar por más que éste haya actuado en las diversas fases de la
formación, constitución o transformación hereditaria de los seres del mundo.
2. Afirmar que el universo y su compleja ordenación surgió del acaso sería
incomparablemente más absurdo que suponer que de gruesas toneladas de plomo, tinta y
papel se originaron por azar, sin que actuara una inteligencia pensante, todos los libros e
impresos forjados por la cultura del hombre.
Tercer Paso: Existe una suprema inteligencia ordenadora: Dios
El azar no puede explicar la arquitectura del universo. Es necesario admitir la presencia
de leyes sapientísimas de ordenación y finalidad fijadas por un ser espiritual superior ya que
solo el espíritu es capaz de inteligencia y por lo mismo, de guiar inteligentemente a todos los
seres conforme a un plan establecido.
Ahora bien este ser espiritual, inteligente, ordenador del mundo es Dios.
Conclusiones:
1. Dios es completamente “otro”. En nuestro mundo no encontramos ningún modelo de ser
que se aproxima a Dios, tal como es en sí.
2. Dios es único, infinito, incomprensible e inefable, trascendente, absoluto, eterno,
infinitamente viviente y activo, inmutable, espíritu purísimo, simplicísimo, inmenso,
omnipotente, omnisciente, omnipresente, santísimo, infinitamente bueno, creador, señor
del universo, providente.
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Los otros caminos, siguiendo las características del mundo, según la propuesta de Santo Tomás,
se pueden estudiar siguiendo el procedimiento que presento a continuación.
(1) (2) (3) (4)
Elementos Integrantes de las Vías Expuestas por Santo Tomás: ESTRUCTURA
Punto De Partida
Aplicación de la Causalidad al punto de partida (muy importante)
Imposibilidad de Proceder al infinito en la serie de las cosas
Término Final: Necesidad de la existencia de Dios
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(1)
(
2)
(3)
(4)
Las criaturas se mueven:
Todo lo que se mueve Primer motor inmóvil.
Es movido por otro.
Las criaturas obran:
Toda causa subordinada
es causada por otra, o mejor Causa eficiente incausada.
es imposible que algo sea causa La serie de las causas
eficiente de sí misma. no puede ser infinita,
es decir no es posible
Las criaturas no son El ser contingente es causada que toda causa sea Necesario no por otro.
necesarias por sí mismas por un ser necesario. causada ya que sería lo
mismo afirmar que es
posible un efecto sin
Las criaturas son Toda perfección gradual es causa alguna.
más perfectas: participativa y por tanto Ser por esencia.
(Grados de perfección o causada.
participación del ser).
Las criaturas está La ordenación a un fin Primera inteligencia
finalizadas: es causado. ordenadora.
Experiencia del orden
del universo
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Se ha expuesto hasta aquí la cuestión de si se puede conocerse a Dios a la luz de la
capacidad que tiene el hombre para razonar y los argumentos han sido contundentes a favor
de la tesis. Sin embargo, debo manifestar que el tema no queda clausurado, porque
definitivamente falta desarrollar la otra gran vía de acceso a este conocimiento de la santísima
trinidad por el camino de la Revelación, a la cual le brinda su asentimiento la Fe. Pues no
olvidemos que Juan Pable II, ha ratificado muy bien estos dos recursos: la Fe y la Razón, las
que nos llevan al conocimiento de la misma verdad, aunque por caminos distintos. Su
afirmación categórica de que la razón y la fe constituyen dos alas del espíritu que se eleva a
contemplar la verdad, nos insinúa integrar estos caminos. Este otro camino de acceso a Dios
será tarea de una próxima publicación, la cual ye estoy trabajándola con mis estudiantes. En
consecuencia, espero no se mal entienda esta primera publicación, con un planteamiento
racionalista, por el énfasis que estoy poniendo en la Capacidad humana; ya que al hacerlo lo
hago con el único propósito de mostrarles que en el punto de conversación donde ellos se
tienen que desempeñar es posible iniciar y argumentar estas cuestiones fundamentales
empezando por la capacidad que tiene el hombre de conocer, para después acceder a la otra
vía o camino. Por ahora concentrémonos en las inquietudes y hallazgos de los universitarios
respecto a preguntas sustantivas.
1er paso: Todas las vías tienen un punto de partida empírico, algo que se descubre
observando la Naturaleza. En un sentido material, este punto de partida es siempre el
mismo: el ente sensible, compuesto de potencia y acto, objeto propio del entendimiento
humano. Desde el punto de vista formal, el punto de partida de cada una de las vía es
distinto: cada una toma al ser finito bajo una modalidad específicamente diversa (así,
por ejemplo, la primera vía no toma al ente en cuanto ente sino al ente en cuanto móvil).
Tomás parte de un dato conocido empíricamente porque considera que sólo de una
existencia real dada puede deducirse una existencia no dada empíricamente. Éste es el
motivo por el cual rechaza el argumento ontológico anselmiano, que "salta" de la idea
de Dios a la afirmación de su existencia.
2do paso: Aplicación del Principio de Causalidad con el fin de buscar la causa que dé
razón de la existencia del efecto observado empíricamente. La causalidad le permite a
Tomás, partiendo de la experiencia, remontarse más allá de la experiencia. Sin la
aplicación de este principio las cinco vías se tornarían intransitables. Este segundo paso
es, por lo tanto, el paso del efecto a la causa.
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3er paso: Si la causa a la que se ha accedido en el segundo paso no tiene en sí la razón
de su existencia, deberemos remontarnos entonces a su causa. Este tercer paso es, por
tanto, el paso de la causa a la serie de causas. Tomás no considera imposible una serie
infinita de causas subordinadas accidentalmente en el pasado (como las piezas de
dominó que caen al ser golpeada cada una por la inmediata anterior), pero sí considera
imposible un proceso al infinito en la serie de causas esencial y actualmente
subordinadas en el ser y en el obrar.
El plano en el que se mueve la reflexión, y por tanto el plano en el que se aplica aquí el
Principio de Causalidad, es el metafísico y no el físico (Tomás afirma, como filósofo,
que no hay modo de dirimir la discusión respecto de si el universo tuvo o no un
comienzo, bien podría ser eterno ―en cuanto teólogo, y basado en los relatos de las
Sagradas Escrituras, sostiene que es mejor afirmar lo primero―).
4to paso: Cada una de las vías concluye afirmando la existencia de la Causa Primera del
efecto tomado como punto de partida. Esta afirmación constituye la premisa mayor de
un silogismo cuya conclusión es que "Dios existe". La premisa menor es el significado
del nombre "Dios" (y no su esencia). Por ejemplo, tomando como premisa mayor el
punto de llegada de la primera vía, se puede construir el siguiente silogismo:
• Existe un Primer Motor (premisa mayor)
• El Primer Motor es lo que llamamos Dios (premisa menor)
• Dios existe (conclusión)
• 5to La quinta vía pasa directamente del segundo al cuarto paso. Al respecto,
Gilson dice que tal vez lo hace “en gracia a la brevedad, y más probablemente
porque, puesto que el punto de partida de la demostración es la presencia de
regularidad, orden e intencionalidad en los seres irracionales en general, la
necesidad de poner últimamente una providencia para todo el mundo es una
evidencia inmediata”.
PENSAMIENTO ANTROPOLOGICO EN SANTO TOMAS
Situado en los confines de dos mundos: el espiritual y el sensible Cuerpo
material: Coincide materiales y pertenece al mundo sensible Alma espiritual:
Se distinguen de ellos, por su alma que es una forma de categoría superior, por
lo que pertenece al mundo del espíritu
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I. ORIGEN DEL ALMA Entidad contingente. Pero sempiterna
Tiene que haber tenido su origen de una causa anterior a ella
EL ALMA No procede por:
A. NO POR EMANACIÓN
1. Viene a ser como una especie de derivación.
2. Da origen a un nuevo ser si alterar ni disminuir su fuente.
3. El ama no puede proceder de la esencia de Dios, porque es simple, Acto Puro e
indivisible.
4. El ser divino no puede dividirse ni multiplicarse para dar origen a nuevos seres.
B. NO POR GENERACIÓN DE LOS PADRES
1. La generación supone la existencia de un sujeto preexistente.
2. Se realiza en virtud de una transmutación de formas que suceden sobre un mismo
sujeto.
3. El alma no puede provenir por generación porque ello supondría que preexistía en
la potencia de la materia, lo cual en un absurdo.
C. NO PROCEDE DEL SEMEN DE LOS PADRES
1. El alma espiritual e inteligente excede por completo todo género de causa
material.
D. NO PROCEDE POR TRANSFORMACIÓN O EVOLUCIÓN DE OTRAS
FORMAS INFERIORES.
1. Por ejemplo la forma vegetativa en sensitiva, y esta en intelectiva.
2. Porque lo inferior no puede producir lo superior.
E. EL ALMA PROCEDE POR CREACIÓN
1. Solo el alma humana es creada por Dios en cada caso particular .
2. La creación es una producción total de la sustancia de una cosa, sacándola de la
nada sin ningún sujeto preexistente.
3. Solamente preexiste la causa eficiente (Dios)
II. SUSTANCIALIDAD DEL ALMA
1. El alma humana es una sustancia incompleta.
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2. Una entidad que subsiste o que puede subsistir por sí misma y permanece
inmutable a través del fluir de los fenómenos que se suceden en el compuesto
humano.
3. El ama se distingue de las demás formas inferiores en que tiene ser por sí
misma.
4. El alma es una sustancia perfecta en el orden de la sustancialidad, pero no una
sustancia completa en el orden específico, porque esta está destinada a unirse
como forma a un cuerpo para constituir un único individuo, ya que es más digno
y superior que el alma, en cuanto que es más completo que ella.
III. EL ALMA, FORMA SUSTANCIAL ÚNICA DEL CUERPO.
Rechaza enérgicamente el pluralismo de formas, procedentes de fuentes neoplatónicas
En el hombre hay solamente un alma, la cual es formalmente intelectiva y virtualmente
vegetativa y sensitiva
Un ser dotado de muchas formas sustanciales No puede ser sustancialmente uno sino un
conglomerado de elementos unidos accidentalmente
LA INMORTALIDAD DEL ALMA COMO SEMPITERNIDAD
La inmortalidad del alma es una propiedad natural a ella.
� Incorruptibilidad.
� Inmaterialidad
� Intemporalidad
� Inmutabilidad.
3. LA BAJA ESCOLÁSTICA
EL FRANCISCANISMO
La orden de San Francisco fue fundada por el santo a principios del s. XIII, por la
misma época que la de Santo Domingo. El franciscanismo es un impulso de amor hacia
todo lo creado, que representa la obra de Dios, y canta en su ser las perfecciones del
Creador.
El espíritu que difundió el Santo de Asis fue la humildad y la caridad fraterna.
Respondiendo a este espíritu, en un principio la orden se mantuvo alejada de las
actividades intelectuales. Pero en 1231 uno de los más famosos maestros de París –
Alejandro de Hales- solicitó el ingreso a la orden. Con él se inicia una gran corriente de
pensamiento filosófico que reanudará la filosofía teocentrista y afectiva del agustinismo.
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Dos grandes figuras se señalan en la filosofía franciscana: San Buenaventura y Duns
Escoto.
El sistema de San Buenaventura no constituye en modo alguno una réplica u oposición
al tomismo, sino una síntesis filosófica realizada sobre elementos distintos en aquel
mismo siglo de madurez cultural. El de Duns Escoto será una acerba crítica al tomismo.
A. ALEJANDRO DE HALES (1170-80/1245)
Nació en Hales. Estudió en París. Primer profesor franciscano en la facultad de teología.
Profesor de S. Buenaventura y Tomás de Aquino.
Obras: Comentarios a las Sentencias y Suma Teológica, Dividida en 4 partes: 1. Dios,
2. Criaturas, 3.Cristo y las virtudes 4. Sacramentos y novísimos.
Puede considerarse como un conjunto de ideas predominantes en la escuela franciscana.
Utiliza las obras de Aristóteles, algo de Avicena y un poco de Averroes. Por su
orientación se inclina hacia San Agustín, San Anselmo, seudo Dionisio y Ricardo de
San Víctor
TEOLOGÍA CIENCIA
No es ciencia, sino sapiencia
Objeto. Dios
Fin. Conocer la Verdad y sobre todo el Amor Proviene de la Revelación divina
Se queda en lo empírico, no trasciendeObjeto. Aspecto parcial
de la realidadFin. Conocer la verdad de esa realidad parcialProviene de una
investigación humana
Causa suprema Causa segunda
Causa de las causasPuede aceptarse y utilizarse
reconociendo su insuficiencia e inferioridad ante la doctrina revelada
Puente
76
• Nadie puede ignorar la existencia de Dios.
• Es difícil penetrar en el conocimiento de la naturaleza divina.
Conocimiento
analógico
• Conoc. Habitual que tienetodo hombre.(natural)
• Conoc. Actual que esconoc. en acto, pleno,realizado. Es la verdaderanoción de Dios. (revelada)
Parte de las criaturas que son efectos suyos • Atributos
• Ideas ejemplares. Dios conoce en sí mismo las esencias de todas las cosas.
Esencia divina
Su pensamiento: Se sintetiza en estos aspectos:
� Hylemorfismo universal: todos los seres distintos de Dios (incluso los espíritus)
están compuestos de materia y forma.
� Reducción de las causas a las cuatro aristotélicas: material, formal, eficiente y
final. Dios es causa eficiente de todo pero siguiendo el modelo de sus ideas
(ejemplarismo).
� Admite en el hombre un doble entendimiento, el pasivo y el agente, este último
no general
sino individual, concluye que cada alma humana es verdaderamente espiritual e
inmortal.
� Sostiene que la doctrina de la iluminación es necesaria para llegar a los
conocimientos más elevados.
� Prueba la existencia de Dios con argumentos de los autores anteriores: La
causalidad (San Juan Damasceno), las verdades eternas (San Agustín), la
contingencia de los seres (Los victorinos), Argumento ontológico (San
Anselmo).
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B. JUAN FIDANZA (SAN BUENAVENTURA) La vida de San Buenaventura es paralela a la de Santo Tomás: Nació dos años antes
(1221). Se doctoró el mismo día. Y murió el mismo año. Su principal obra es “Itinerario
de la mente hacia Dios”. El itinerario racional hacia el bien del alma consta de tres fases
consecutivas: La primera descubre el alma las huellas o vestigios de Dios en la
naturaleza.
El universo clama a Dios y canta su bondad cuando es contemplado por el alma
henchida de amor. En la segunda fase el alma se vuelve sobre sí misma y contempla en
ella algo que es más que vestigio divino: la propia imagen de Dios reflejada en la
unidad y espiritualidad del alma, y la trinidad de sus personas en la triplicidad de las
facultades anímicas (memoria, entendimiento y voluntad).
Elevada y purificada el alma con esta previa visión de Dios, se abre para ella la vía
mística en la que el alma es penetrada por Dios en el éxtasis místico. Las facultades
contribuyen a la entrega mística del alma a Dios.
. C. JUAN DUNS ESCOTO (1270 -138)
Vivió medio siglo más tarde. Representa una abierta controversia con el intelectualismo
aristotélico. No puede soportar la idea de que los seres se individúan por la materia, ni
que el alma sea meramente la forma del compuesto humano, ni que los seres
inmateriales (los ángeles) no sean individuos.
Escoto sostiene que los seres sustanciales, individuales, poseen una superposición de
formas, que van de los más general que esos seres son hasta su misma individualidad.
Un hombre posee las formas: ser, ser corpóreo, viviente, animal, racional y la que le da
individualidad.
Escoto da prelación a la voluntad respecto del entendimiento; dice que es la primera
entre las facultades del hombre pues decide por sí misma y construye la vida moral.
Frente a Santo Tomás que afirmó que el pecado original había de afectar a todos los
hijos de Eva, Escoto defiende la Inmaculada Concepción de María, que en su tiempo no
había sido definida por la Iglesia y era cuestión disputable.
Escoto sostenía la posibilidad de una preservación divina, valiéndose de su célebre
razonamiento: Dios pudo, quiso, luego lo hizo. Por eso es conocido como el apóstol de
la Inmaculada Concepción. La síntesis de Duns Escoto, menos sólida y coherente que la
de Santo Tomás es más humana y más individualista. Representa una llamada a los
datos existenciales, primarios, inexplicables de esta realidad en que estamos envueltos.
78
Sin embargo, en ella se anuncia el germen del nominalismo escéptico que se producirá
en el s. XIV como síntoma de la decadencia y disolución de la Escolástica.
D. GUILLERMO DE OCKHAN (1300 – 1350)
El CRITICISMO, que se inicia con Escoto, y la lucha de las escuelas squebrajaron el
espíritu constructivo y la fe. En el s. XIV un ambiente crítico y escéptico constituirá la
decadencia y la disolución de la Escolástica.
Guillermo de Occam, un franciscano, iniciará esta tendencia. Su pensamiento representa
la reacción empirista y escéptica a la época metafísica previa. Comienza por exagerar el
individualismo de Escoto: si sólo existen los individuos, ellos son el único objeto
posible del conocimiento (NO los universales o esencias).
Cuando conocemos –afirma- poseemos el conocimiento concreto de lo individual, de
Juan, por ejemplo. Pero cuando a Juan lo vemos de lejos tenemos un conocimiento
confuso en que no podemos distinguirlo de otros seres parecidos, y a este conocimiento
confuso le ponemos un nombre. Si Juan se acercase más podríamos decir -por ejemplo-
que Juan es un militar.
Otro concepto confuso pero más cercano. Con esta doctrina, restaura el nominalismo
rosceliano y se coloca a dos pasos del escepticismo. Las formas inteligibles, la materia
individualizadora y demás conceptos metafísicos son entidades inútiles e imaginarias.
“No expliques por lo más lo que puedes explicar por lo menos” así puede sintetizarse
su Economía del Pensamiento.
No sólo la metafísica es imposible y falsa; también lo es el conocimiento de Dios por la
razón o teología racional. De Dios sólo podemos adquirir cierta probabilidad de que
exista, lo demás sólo puede conocerse por la fe. Las vías tomistas no concluyen pues
siempre podría ser posible una serie infinitas de causas, y, aunque se llegase a la
primera causa, nada nos dice que eso sea lo que llamamos Dios.
Como todo escepticismo, el nominalismo del s. XIV logra mil argumentos para
impugnar cuantas construcciones metafísicas se habían propuesto dar una explicación
racional del universo. Esta labor demoledora colocó al hombre en la época pre-
socrática; sobre un mundo fragmentado y contradictorio.
Así, este crítico y demoledor nominalismo occamista abre la puerta a una nueva edad
del pensamiento: la modernidad.
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PREGUNTAS DE ANÁLISIS DE LECTURA I UNIDAD
1. Explique en qué consistió el conflicto que suscitó el primer encuentro entre la filosofía y el cristianismo.
2. Qué valoración presentan San Justino y Tertuliano respecto a la Filosofía. 3. ¿Qué papel atribuye Clemente de Alejandría a la filosofía en su relación con el
cristianismo? 4. ¿Qué aportes a la Antropología nos presenta el pensamiento filosófico de san
Gregorio de Nisa? 5. ¿Qué relación establece entre la filosofía y el cristianismo Gregorio Nacianceno? 6. ¿Qué aportes a la cosmología nos presenta el pensamiento filosófico de
Orígenes? 7. ¿Por qué es importante estudiar el gnosticismo en la filosofía medieval? 8. ¿Cómo se relacionan filosofía y cristianismo en San Agustín.? 9. Explique la teoría gnoseológica de san Agustín. 10. Explique el método o camino de san agustín para descubrir a Dios 11. ¿Qué es para Boecio la filosofía y cómo lo clasifica? 12. ¿cuáles son los dos objetivos del proyecto filosófico de Boecio? 13. Establezca diferencias respecto a la fe y la razón en Eriúgena y San Anselmo 14. Cómo se relacionan fe y razón en Eriúgena? 15. En qué consiste el problema de los universales y qué escuelas acometieron una
explicación. Cual de ellas le parece la más consistente? ¿ por qué? 16. Cómo se relacionan fe y razón según san Anselmo? 17. Como demuestra San Anselmo la existencia de Dios y qué crítica se le puede
hacer a su argumento ontológico? P.230 -231 libro azul 18. Explique la racionalidad filosófica presupuesta en las religiones monoteístas? 19. Por qué, en la historia de la filosofía occidental, dedicamos un apartado a la
filosofía Árabe y Judía. Cuáles serían sus principales aportes a la filosofía occidental?
20. Cuáles son los elementos comunes que intervienen en las vías de la demostración de la existencia de Dios según santo Tomás.
21. ¿Podemos conocer racionalmente la existencia de Dios?¿qué de él y cómo? 22. ¿Cómo se relacionan fe y razón en Santo Tomás? 23. En qué principio metafísico se fundamenta las vías de la demostración de Dios
de Santo Tomás de Aquino. 24. Qué aspectos del pensamiento filosófico de Aristóteles tuvo que corregir Santo
Tomás de Aquino? 25. Cuáles son los niveles de acceso de la razón para conocer a Dios, según San
Buenaventura 26. Defina los siguientes términos: nominalismo, universales, trascendentales, 27. Qué críticas plantea Duns Escoto a Aristóteles y Santo Tomás. 28. Qué hitos ha seguido la historia de las relaciones entre fe y razón en la filosofía
medieval. 29. Qué giros ha seguido la razón humana medieval en su afán de conocer la
existencia de Dios. 30. Por qué se le llama baja edad media a un periodo de la filosofía medieval?
31. Completa la frase con una palabra y/o palabras que faltan.
81
� La concepción del tiempo es…………………. para la cultura greco romana y………………… y………………………….. para San Agustín.
� Para Bocio tres clases de seres son objetos de conocimiento verdadero: Los…………….., los…………………….. y los…………………………….
� “La razón sin la fe, dice…………………….. no es apta para hacernos alcanzar la Verdad, fundamento último de toda verdad”. pero, al mismo tiempo, mantiene que hay que comprender lo que se cree”.
� La sensación es para Agustín………………………………………………... � Para Ockham, las formas inteligibles, la materia individualizadora y demás
conceptos metafísicos son …………………………………………..
32. Coloque en el paréntesis de cada afirmación el nombre del autor al que pertenece cada afirmación.
� “ súbitamente se encendió un fuego en mi alma, quedé herido de amor por los profetas y aquellos hombres amigos de Cristo, y, meditando conmigo mismo en todas estas palabras, descubrí que toda esta filosofía era la única segura y provechosa” ( )
� “El depósito de la fe descansa exclusivamente en la iglesia universal, que ha recibido sus enseñanzas de los apóstoles, por lo que los herejes y cismáticos ni siquiera tienen derecho "legal" de usar el nombre de cristianos y las Escrituras, ni la Iglesia se debe tomar la molestia siquiera de discutir con los mismos” ( )
� El cristianismo es rico, es, incluso el único rico, porque posee los tesoros del alma, que no pueden serle arrebatados. El cristianismo nunca carece de nada, porque su frugalidad es tal que con poca cosa se tiene bastante
� ( ) � “Somos como enanos sentados sobre los hombros de gigantes. Vemos más cosas y
las profundas pero no por nuestro mérito, sino porque nos llevan en sus Hombros”( )
� La verdad está en la razón, por encima de la razón. ( ) 33. Responda las siguientes preguntas:
� Explique la triple realidad del universal según Santo Tomás. � ¿Puede considerarse al pensamiento tomista como una prolongación de la
concepción griega? Argumente su respuesta. � Cuál es la verdad respecto a la procedencia del alma humana según Santo Tomás. � Explique el itinerario de la mente hacia Dios según San Buenaventura. � Explique la concepción metafísica de Duns Escoto.
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