Acontecimientos

COMO CADA AÑO por esta época parece lógico que demos un repaso aacontecimientos que han ocurrido este año y que merecen nuestra atención, ya seaporque son problemas no resueltos, porque son importantes o porque nos pareceinteresante hablar de éllos.

En esta editorial creemos que es importante hablar de la situación de la disciplina deEnfermería en el ámbito académico, ya que la Convergencia Europea y la creación delEspacio Europeo Superior, debido a la Declaración de Bolonia, afectan tanto al gradocomo al posgrado, y también deberían afectar a las especialidades de Enfermería.

En referencia a la futura titulación de Grado de Enfermería, el Ministerio de Educacióny Ciencia publicó el pasado mes de octubre un documento de propuesta de organizaciónde las enseñanzas universitarias, en el que plantea una estructura homogénea de 240créditos europeos, o sea, de 4 años de duración para todas las carreras. Creemos que estoes una buena noticia a pesar de que la organización de dicha estructura sea diferente a la anterior. Es decir, antes se planteaba lo que se llamaba el 4 + 1, que suponía tres añosde formación académica básica más un año de practicum y proyecto de final de carrera.

El documento de propuesta del Ministerio plantea un modelo de 1 + 3. Esto significa60 créditos europeos comunes a diferentes titulaciones para facilitar el traspaso de losalumnos a otras universidades, más tres años de formación que incluirían también elpracticum y el proyecto de final de carrera. Realmente aunque suponga un cambio,creemos que somos capaces de adaptarnos y buscar la mejor organización de los 4 añosde que disponemos para que salgan unos profesionales enfermeros de excelente calidad y con una formación adaptada a las necesidades de las instituciones sanitarias dondehabrán de ejercer. El problema es que ciertos sectores de gobierno de las universidadesno quieren que la estructura de las carreras sea homogénea. Basándose en criterioseconómicos, quieren que las actuales diplomaturas tengan una duración de 180 créditos,o sea, 3 años y las actuales licenciaturas 240 créditos, o sea, 4 años. Consideramos queesto es lo que no podemos permitir ya que en un futuro supondría la existencia detítulos de grado de primera y de segunda categoría.

Respecto al posgrado, por una parte cabe felicitarse porque hay algunos programas de posgrado oficiales de enfermería (Másters de Bolonia) que han sido aprobados pordiferentes comunidades autónomas y ya han empezado el pasado mes de septiembre.Pero por otra parte, otras comunidades autónomas han puesto dificultades a la hora de aprobar los programas oficiales de posgrado de enfermería. De todas formas es unabuena noticia que ya algunos estén en marcha, ya que dentro de pocos años habremoslogrado tener profesionales enfermeros que habrán cursado másters y doctorados en la propia disciplina enfermera. Esto es importante ya que el doctorado va a serimprescindible para los profesionales enfermeros que quieran dedicarse a la docenciauniversitaria.

Por lo que se refiere a las especialidades de Enfermería, el Ministerio de Sanidad acaba de publicar un proyecto de Real Decreto por el cual se determinan y clasifican las especialidades en Ciencias de la Salud y también se plantean algunos aspectosorganizativos que vamos a tener que analizar con cautela y sobre los cuales tendremosque hacer llegar al Ministerio varias alegaciones. A grandes rasgos, el documento espreocupante ya que, con la orientación que plantea, se prevé una pérdida de control dela formación especializada de enfermería y, por lo tanto, un menoscabo de la orientacióndisciplinar enfermera en la formación de los futuros enfermeros especialistas.

Así pues, el año que dejamos nos deja bastantes temas por resolver. Esperemos queeste próximo tengamos la oportunidad de hacerlo. Seguiremos comentando estos temas.

Queridos lectores de Nursing, no queremos desaprovechar esta ocasión para desearosunas Felices Fiestas y que el 2007 sea un año de bienes para todos.

Margarita Peya GascónsDirectora Nursing edición española

6 Nursing. 2006, Volumen 24, Número 10

■ EDITORIAL