Download - 1231 29111999

Transcript
Page 1: 1231 29111999

Su nuevo trabajo, ‘Dolor de gargan-ta’, ¿a quiénes les va a producirdolor de cabeza?

—Ja, ja. A nadie. Mis canciones causan unefecto benéfico en el organismo.—¿Siempre?—Sí. Unen a las familias, gustan a los padresy a los hijos...—Lo digo por aquello de que, escu-chándole, alguien pueda rasgarse lasvestiduras.—No. En este disco no soy consciente de co-meter ninguna irreverencia extraña. No con-tiene, como en anteriores trabajos, burlas re-ligiosas o políticas. Bueno, digo algo de lospolíticos, pero en versos sueltos. No tienecanciones en contra de ellos.—¿Se trata entonces de su disco más‘light’?—Creo que no. No. Lo que pasa es que ahorame preocupa menos hablar de cosas de lasque ya he hablado en otras ocasiones.—Su manera de hacer música no ha su-frido cambios desde su primer álbumhasta el presente. ¿Es algo inevitable oprovocado?—Creo que es inevitable. No puedo dar sal-tos creativos porque no soy nada dúctil, nosabría hacerlo. Hay cierta experimentación,pero dentro de un campo que está marcadoya. Dentro de ese campo que cultivo sí consi-dero que exploro nuevas vías. Mis letras, po-co a poco, van saliéndose de la rima.—¿Si se unieran todos sus discospodrían conformar uno solo muy largo?—Casi sí. Eso creo. Es la manera de hacer laque ha evolucionado. Yo canto ahora muchomejor que cuando empecé. Y también escri-bo mejor. Lo que pasa es que ahora tengomenos ánimos que antes y me cuesta muchoponerme a escribir.—¿Por una cuestión de descreimiento?—Desde luego soy un descreído, pero no sé aqué se deben esas cosas. Canciones sí hago,todavía me apetece hacerlas. Pero antes sen-tía como una especie de potencia que si medecían: “Hazme una canción de esa maceta”,pues yo la hacía. Ahora pienso: “Uf, ni ha-blar. Qué voy a contar yo de eso”. —Y aun descreído, ¿como creadorcuánta inocencia le queda?—Pues algo de inocencia debe quedar, peroes inconsciente. Yo no la siento. Pero siem-pre se es más inocente de lo que se cree.—¿Tachándole de ‘démodé’ le hacenun favor?—Cuando uno está abocado a hacer el tipode canciones que yo hago –y digo abocadoporque de pronto me salen–, es indiferente loque digan los demás. En cualquier caso, lagente que viene a verme tiene veintitantosaños, y pasa el tiempo y siguen teniendoveintitantos. Son otros, y eso demuestra quesí les interesa mi manera de decir las cosas. —¿Sin la existencia de Joaquín Sabina

52 interviú

entrevista

ESTAREMBEBIDO DENACIONALISMOIDIOTIZA ALA GENTE”

ESTAREMBEBIDO DENACIONALISMOIDIOTIZA ALA GENTE”

““ KraheJavier

KraheJavier

Javier Krahe (Madrid,1944), un apasionado

del lenguaje a quiense suele tachar de

deslenguado yque se siente

profundamentedescreído, acaba

de publicar sunoveno trabajo

discográfico, ‘Dolorde garganta’, en elque se recogen 12

nuevas piezas ahítasde inteligencia e ironía

que, como escribióBaudelaire, harán estarun poco más fuera del

mundo a estecontestatario a

perpetuidad.

JAVIER MENÉNDEZ FLORES

FOTOS: RAMON MOURELLE

53interviú

052-054_KRAHE 25/11/99 20:46 Página 52

Page 2: 1231 29111999

ideologías se han tro-cado en intereses eco-nómicos, ¿qué lugarhay para la gente co-mo usted?—Bien. Se han trocado enintereses económicos deuna forma propagandísti-ca, pero en realidad siem-pre fue así. Si no Quevedono habría escrito ‘Don Di-nero’. Yo no creo queahora a la gente le gustemás el dinero que antes,lo que que pasa es que sepregona el doble. Yo aúntrato de vadear a los estú-pidos con mis canciones.—Hace dos semanas,Enrique Urquijo, can-tante y líder de LosSecretos, apareció

muerto en el portal de una vi-vienda madrileña a conse-cuencia de una sobredosis.¿Estaba ‘cantado’? —No, no creo que estuviera canta-do. Se puede coquetear muchotiempo con las drogas y seguiraños y años ahí. Pudo ser un malmomento, a lo mejor físicamenteno estaba bien..., no sé. Pero nocreo que estuviera cantado. —En 1989 formó parte del par-tido político Grupos Radicalespor Madrid, antiprohibicionis-tas sobre droga. ¿Sigue pen-sando del mismo modo?—Sí, claro. El disparate continúapor completo. Nada que haya me-jorado. La delincuencia sigue es-tando relacionada, en un alto por-centaje, con la prohibición de lasdrogas. Los gobiernos están unta-dos por todo el dinero del tráficode estupefacientes. Las drogas, enlas droguerías.—Utilizando tres títulos de susdiscos, ¿cree que la vida esun ‘corral de cuernos’ en elque los ‘versos de tornillo’ pro-ducen ‘dolor de garganta’?—Que la vida es un corral de cuer-nos, desde luego. Aunque Queve-do lo dice por una persona en con-creto: “Un corral de cuernos tecontempla”. Y los versos de torni-llo, si van con tornillo de ferrete-ría, no pueden producir dolor degarganta. Sólo diversión.

no habría sido posibleel Javier Krahe que co-nocemos, y viceversa?—No. Existiríamos cadauno por su lado. Duranteuna época muy intensa,unos tres años, nos alimen-tamos mucho el uno delotro. Cuando Joaquín y yohablamos, hay un entendi-miento muy grande. Perosi no nos hubiéramos co-nocido, supongo que ha-bríamos sido lo que somosde igual forma. —Ambos llegaron a es-tar en idéntico punto.Sin embargo, Sabina haconseguido alcanzar eléxito: vende miles dediscos y se ha converti-do en una estrella. ¿Hallegado a sentir envidia de él?—No. Yo atribuyo el éxito de Sa-bina a que él, a los 15 años, les pi-dió a sus padres que le regalasenuna guitarra, y a los 16 estaba for-mando un grupo en su pueblo, losBlack Eagles o no sé qué, hacien-do ‘rocanroles’ y cosas de ésas. Yyo, en cambio, me pongo a cantara los 35 años y encima este génerode cosas, dejando atrás los 12 añosque pasé trabajando en una agen-cia de publicidad. Y con un únicoobjetivo: pasármelo tan bien comoyo veía que se lo pasaban los quecantaban en los bares. Sabina, alos 16, pensaba: “Quiero ser comoBob Dylan”. Y eso lleva a sitiosdistintos. Yo creo que los dos he-mos conseguido lo que queríamos.—¿Ha colmado por tanto susaspiraciones como artista oaún tiene ambiciones?—Mis ambiciones como artistaconsisten en ver qué cancionesnuevas se me van a ocurrir.—En este disco, la canción‘Sra. juez’, una instrumentalde apenas diez segundos,concluye con la onomatopeyade un disparo. ¿Qué ha queri-do decir?—Es una revisitación de una anti-gua canción mía, ‘Sr. juez’, unacarta de un suicida que era muylarga. Pensé que si ahora volvieraa escribir una carta de un suicida aun juez, en primer lugar sería una

juez. Y luego pensé que no tendríanada que decirle. Partiendo de eso,comienzo esta nueva canción conun sonido de flauta que es el de laotra, y como no tengo nada quedecirle, me cargo todo. —¿Se podría entender tam-bién como una metáfora de lamuerte del poder judicial?—No, no. Es la referencia a laotra canción, pero ya sin carta.—¿Qué le parece que el juezGarzón haya tratado de impu-tar a Felipe González en la tra-ma de los GAL?—Me hace reflexionar. Porque yono sé cuál es realmente la labor deun juez. Si un juez tiene esas sos-pechas, su obligación es averiguarqué hay detrás de ellas. Pero comosiempre queda que fue el segundoen la lista con él, su colaborador,siempre está la sospecha del ren-cor personal, la lucha psicológi-ca... Pero me parece bien. —¿Eso y la petición de extra-dición de Pinochet le hacencogerle simpatía a ese juez?—No le tengo ninguna simpatía ala profesión de juez. Ahora bien,estoy convencido de que tenemosque regirnos por leyes. Y dentrode las leyes los márgenes de actua-ción son muy diversos. Y si unjuez encuentra la forma de meter aPinochet en el lío en el que está,pues me divierto mucho con ello.Cuando el juez Garzón procesa a

Laureano Oubiña, me parece quehace su trabajo sin más. Y sin em-bargo, no entiendo que una perso-na dedique su vida a combatir lasdrogas, ni como juez ni como na-da. Ahí Garzón se me queda ennada, en un patoso. La prohibiciónde las drogas es un fascismo comoel de Pinochet. Corresponde almismo tipo de pensamiento. —¿Siempre condenó a los GAL?—Sí. Recuerdo que en una emiso-ra, hace ya bastante tiempo, hablémal de Barrionuevo y se enfada-ron mucho conmigo.—¿Y a ETA?—A mí ETA, después de aquellaamnistía, me pareció que no teníaderecho a seguir en el mismo plan.Como si no hubiera cambiado na-da, cuando habían cambiado lassuficientes cosas como para no se-guir pegando tiros en la nuca niponiendo bombas. Yo creo que tie-nen una serie de problemas psico-lógicos graves. Estar embebido denacionalismo idiotiza a la gente.—¿Cómo se definiría política-mente? Dentro de un movi-miento o sistema políticoexistente.—Pues es que no hay ningún par-tido así ahora, los ha habido. Nosé. Algo así como reformistas ra-dicales, o cosas así.—¿Qué periódico lee?—‘El País’ y ‘El Mundo’.—En un mundo en el que las

54 interviú

”Sabina quería ser Bob Dylan; mi objetivo sóloera pasármelo bien cantando en los bares”

“Con mis letras trato de vadear a los estúpidos”

entrevista

KraheJavier

052-054_KRAHE 25/11/99 20:46 Página 54