Y si le pido un libro para hacer brujería ¿qué

5
María Paula Lozano Gómez [email protected] Bibliotecas públicas Y si le pido un libro para hacer brujería ¿qué? Cuando tomé la decisión de comenzar a estudiar ciencia de la información como segunda carrera, una verdad me fue revelada; todos los seres humanos tenemos una necesidad de información o al menos comenzamos a reconocer que la tenemos cuando nos motivamos a hacer una búsqueda de conocimientos específicos. Esta “realidad” me llevó a cuestionarme acerca del acceso a la información desde diferentes fuentes o recursos, a cualquier tipo de información, a pesar de no ser una mujer hambrienta por lo que muchos llamaría conocimiento general, siempre he tenido presente una frase que mi abuela repetía una y otra vez, “de todo hay que saber al menos un poco”. Este semestre tengo la oportunidad de tomar una clase en la que me fue asignada una tarea que muchos considerarían vergonzosa o innecesaria, sin embargo para mí responde a mi curiosidad. Debía acercarme a una biblioteca pública para hacer uso del servicio de referencia e información, preguntando por material “sensible”. Existían diferentes posibilidades, desde pornografía, hasta brujería, en mi caso, decidí optar por el que , a mi parecer, era menos vergonzoso, la brujería.

Transcript of Y si le pido un libro para hacer brujería ¿qué

Page 1: Y si le pido un libro para hacer brujería ¿qué

María Paula Lozano Gó[email protected]

Bibliotecas públicas

Y si le pido un libro para hacer brujería ¿qué?

Cuando tomé la decisión de comenzar a estudiar ciencia de la información como

segunda carrera, una verdad me fue revelada; todos los seres humanos tenemos una

necesidad de información o al menos comenzamos a reconocer que la tenemos

cuando nos motivamos a hacer una búsqueda de conocimientos específicos. Esta

“realidad” me llevó a cuestionarme acerca del acceso a la información desde diferentes

fuentes o recursos, a cualquier tipo de información, a pesar de no ser una mujer

hambrienta por lo que muchos llamaría conocimiento general, siempre he tenido

presente una frase que mi abuela repetía una y otra vez, “de todo hay que saber al

menos un poco”.

Este semestre tengo la oportunidad de tomar una clase en la que me fue

asignada una tarea que muchos considerarían vergonzosa o innecesaria, sin embargo

para mí responde a mi curiosidad. Debía acercarme a una biblioteca pública para hacer

uso del servicio de referencia e información, preguntando por material “sensible”.

Existían diferentes posibilidades, desde pornografía, hasta brujería, en mi caso, decidí

optar por el que , a mi parecer, era menos vergonzoso, la brujería.

De camino a la biblioteca, en mi cabeza tintineaba la frase de mi abuela, pero

justo antes de preguntar tuve que detenerme a revisar el verdadero objetivo de mi visita

y en mi mente recordé lo que UNESCO, 1994 definía como biblioteca pública “centro

de información que facilita a los usuarios TODO tipo de datos y conocimiento”(p.1). Así,

logré entrar llena de confianza, la curiosidad era fuerte, pero me dispuse a reclamar lo

que por “derecho” me pertenecía, datos y conocimiento. Mientras esperaba a que el

bibliotecario se desocupara, reformulé la pregunta 10 veces en mi cabeza , tenía que

decir ‘¿Disculpe, ustedes tienen libros acerca de brujería?’. Finalmente lo que dije, justo

después de que me preguntó ‘¿qué necesitas?’, fue ‘un libro de brujería, pero no sé si

Page 2: Y si le pido un libro para hacer brujería ¿qué

María Paula Lozano Gó[email protected]

Bibliotecas públicas

tengas’ pero su reacción fue la obvia, ‘sí, ¿alguno en especial?’¡Por supuesto que

tenían!, mi pregunta no fue la correcta, tuve que aclarar mi punto de nuevo,

Reformulé mi pregunta o más bien mi petición, 'quiero libros que me digan cómo

hacer brujería', la reacción del bibliotecario no fue inmediata, pero sí hubo una

reacción. Primera señal, no existió contacto visual durante 2 minutos que parecieron

10, segunda, no hubo respuesta, el silencio era una composición de incomodidad y

ansiedad. Seguía buscando en el catálogo de consulta, después de unos segundos

aclaré una tercera vez que no quería un libro de historia, quería aprender a hacer

brujería. Me ofreció un libro sobre brujería y satanismo en el rock, entonces insistí y

'¿ninguno sobre cómo hacer brujería? Respuesta: " No, aparentemente no hay". Uno,

dos, tres: No hay contacto visual, "aparentemente", no se hizo una sugerencia aledaña,

conclusión: debo buscar en el catálogo por mi cuenta.

Después de un par de fotos y una miradas ansiosas me levanté y salí de la sala

de colección general. De regreso a casa consideraba las posibilidades al buscar

(reconfirmar) la (existencia) información que necesitaba en el catálogo. Y ¿que tal si

mintió? Y ¿si no fui lo suficientemente específica? Y ¿si ese tipo de material no es lo

que se considera de acceso comunitario? (UNESCO,1994). No quería decepcionarme

de mí ni sentirme decepcionada por el bibliotecario, lo consulté con mi almohada.

En la mañana del sábado ingresé al catálogo online de Biblored y al escribir

‘brujería’ las búsquedas arrojaron 199 título, muchos títulos para una búsqueda rápida.

Búsqueda avanzada; título: brujería, frase exacta: sí, operadores booleanos: tal vez…

Una búsqueda rápida en el tesauro de la UNESCO, entonces escribo ‘brujería’, término

general: magia, úsese para: hechicería. De vuelta al catálogo escribo: ‘(brujería OR

Magia OR hechicería) AND (ocultismo) AND hechizos’, arrojó 2 resultados y el segundo

era justo lo que buscaba ‘Gran enciclopedia de la magia : de las "paras" a las ciencias

ocultas’.

Page 3: Y si le pido un libro para hacer brujería ¿qué

María Paula Lozano Gó[email protected]

Bibliotecas públicas

No puedo casarme con la idea de que el bibliotecario no quise darme el libro por

mi propio bien o el bibliotecario no quiso porque tiene algún tipo de repudio hacia las

artes oscuras, solo puedo decir que no cumplió con varias de sus funciones, entre las

cuales encuentro que nunca promovió la búsqueda de información por parte del usuario

(Rodriguez, 2013) No encontró ninguna forma de redirigir mi búsqueda hacía algún

interés similar o relacionado, ni su servicio fue pertinente u oportuno para responder a

mi necesidad. (Moreno, López, Roda, Ariza & Vargas, 2010). No pude sentirme más

decepcionada, sólo pude pensar en una cosa este país es de doble moral, tenemos

libros de violencia, llenos de amarillismo literario y nos consideramos impuros por

hablar de un tema tan común como la brujería.

Referencias

Moreno P., López, M., Roda, A., Ariza, R. & Vargas, J. (2010). Ley de bibliotecas

públicas. Recuperado de

http://www.bibliotecanacional.gov.co/recursos_user/documentos_bnc/ley-de-

bibliotecas.pdf

Rodriguez, G., (2013) La biblioteca pública que queremos. Recuperado de

http://www.bibliotecanacional.gov.co/caja-herramientas/sites/default/files/recursos/La

%20biblioteca%20publica%20que%20queremos.pdf

UNESCO. (1994). Manifiesto de la UNIESCO sobre la biblioteca pública.

Recuperado de http://unesdoc.unesco.org/images/0011/001121/112122so.pdf

Page 4: Y si le pido un libro para hacer brujería ¿qué

María Paula Lozano Gó[email protected]

Bibliotecas públicas