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XLVIII (1998), NÚM. 1

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BOLETINde la

ASOCIACIÓNESPAN OLA

DEARCHIVEROS

BIBLIOTECARIOSMUSEÓLOGOS y

DOCUMENTALISTAS

XLVIII (1998), NÚM. 1, ENERO-MARZO. MADRID ISSN 02104164

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Directora: JULIA M.' RODRÍGUEZBARREDO

Coordinación: CARMENCA'tETANOMARTÍNDANIEL DE OCAÑALACAL

Comité de Redacción

Archivos: CARMENCAYETANOMARTÍNM.' TERESADíEZ DE LOSRíosJOAQUIM LLANSÓI SANJUAN

Bibliotecas: PILARDOMÍNGUEZSÁNCHEZCECILIAFERNÁNDEZFERNÁNDEZ

Museos; ÁNGELAFRANco MATAANTONIO MONTERO TORRES

Documentación: MANUELAVÁZQUEZVALERO

Dirección Postak Boletín de la ANABAD.e/Recoletos, 528001 Madrid

Editor. Asociación Española de Archiveros, Bibliotecarios,Museólogos y Documentalistas

Precio de suscripción: 13.500 ptas.

Precio número suelto: 3.500 ptas.

Canje: Sólo se mantendrá con las demás asociacionesprofesionales o con aquellas publicaciones que seconsideren de interés para la biblioteca de laANABAD.

Periodicidad: Trimestral.

Realización: Editorial La Muralla, SA

Impresión: Gráficas VARONA (Salamanca)

ISSN 0210-4164. D. Legal: M. 3.171.1958

Boletín de laANABAD tratade ser un órgano deexpresión y un medio deformación profesionalpermanente para todos susasociados, al servicio detodos los archiveros,bibliotecarios, conservadoresde museos ydocumentalistas de España.

Su campo son todos losproblemas teóricos yprácticos que plantea laprofesión de quien sirve a ladifusión de la informacióncientífica de los bienesculturales y toda lainformación que pueda serútil para el ejercicio de lamisma y para que nosconozcan en otras latitudes.

Su responsable es laANABAD, a través delConsejo de Redacción. Cadacolaborador lo es de suspropias ideas.

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SUMARIO

BOLETÍN DE lAANABAD XLVIII (1998), NÚM. 1, ENERO-MARZO. MADRID ISSN 02104164

EDITORIAL .

ARTÍCULOS

7

Archivos:ESTEBAN NAVARRO, Miguel Ángel y GAYMOLÍNS, Pilar: La normaliza-ción de la descripción y la recuperación de información en los archivos: vinoviejo en odres nuevos....................... 9GONZÁLEZ PEDRAZA,josé Ándres: Formas y procedimientos en los expe-dientes de concesiones mineras del archivo de la sociedad Anónima HulleraVasco-Leonesa 27NAVARRO BONILLA, Diego: Los archivos de empresa: aproximación a lanormativa jurídica reguladora de la producción documental en las empre-sas españolas............................................... 49RIVAS SANz, Victoria y LÓPEZ ÁLVAREZ, OIga: Áncora: Directorio dearchivos y recursos archivísticos europeos en INTERNET 77RODRÍGUEZ, David: Crear páginas ltEB. Guía básica para archiveros. 93

Bibliotecas:LACALLE MANGAS, Fernando: Publicaciones electrónicas sobre biblioteco-nomia y documentación en INTERNET........... 117PÉREZ PULIDO, Margarita: Bibliotecas, sociedades y fomento de la Agri-cultura en el siglo XIX.................... 141VALVERDE OGALLAR, Pablo: El servicio de información:La Biblioteca PÚ-blica Escolar.................................. 155

Museos:ÁLVAREZ CAsADO, Isabel: Defensa y destrucción del Patrimonio HistóricoEspañol durante la guerra Española en la Prensa Republicana........ 171BARTOLOMÉ, Amparo y MARTÍN ARREDONDO, Paloma: Aproximacióna la gestión de museos: una comparación entre el Museo Arqueológico Na-cional y el Musée des Antiquités Nationales de Saint Germain-En-Laye......... 187

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II

6 SUMARIO

MORENO CIFUENTES,Mª Antonia y DÁVILABUITRÓN, Carmen: Notassobre la conservación de la pátina en la escultura ibérica. 201MORENO LÓPEZ. Guadalupe: El archivo de Enrique Aguilera y Gamboa,XVII marqués de Cerralbo, en el Museo Cerralbo:propuesta de clasificación 207

Documentación:EXTREMEÑO,Ana y Moscoso, Purificación: El control de calidad enbases de datos de Ciencias Sociales..............................................................................231

RECENSIONESCEBRIAN,Bernardino,j.: Fuentes de consulta para la documentación in-formativa. Madrid: Universidad Europea-CEES, 1997. Serie» Manua-les Universitarios», nQ2, 136.ISBN 84-88881-60-6.....................................................255ESCOLAR, Hipólito: Historia de cinco ciudades y un monasterio. Madrid:Editorial Gredos, 1997. 312 p. 256FERNÁNDEZGÓMEZ,M., OSTOS SALCEDO,P., PARDORODRÍGUEZ,MªL.: El Tumbo de los Reyes Católicos del concejo de Sevilla. W 1478-1494.Madrid: Fundación Ramón Areces,1997, 673 p.......................................................257PEREZRIOJA,José Antonio: Diccionario de Personajes y escenariosde la Literatura Española. Barcelona, Ediciones Península, 1997 260

NECROLÓGICADon Justo Carcía Morales nos ha dejado . 263

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EDITORIAL

BOLETÍN DE LA ANABADXLVIII (1998), NÚM. 1, ENERO-MARZO. MADRID ISSN 0210-4164

Hay que prepararse para grandes cambios.El futuro nos espera y debemosir a su encuentro sin esperar a que nos alcance. En ese futuro tiene un papelprimordial nuestro Boletín. No hay Asociación sea cual sea su carácter que notenga una voz propia. Una voz que ha de manifestarse a través de la letra escri-ta. La ANABAD ha conseguido mantener a lo largo de cuarenta años unapublicación cuatrimestral que ha reflejado puntualmente los cambios, los pro-blemas e inquietudes de los socios y por extensión de la profesión en nuestropaís. Sin embargo es hora de plantearse unas cuantas interrogantes sobre estematerial.

En primer lugar nos preocupa la participación de los socios en las distintassecciones. Tenemos graves deficit de noticias, recensiones, bibliografías. Yengeneral nos faltan opiniones críticas, tanto sobre el contenido de lo publica-do como sobre las «cosas que pasan». Esta falta de interés nos llena de dudas¿ Es nuestro boletín una herramienta obsoleta? ¿ Basta con INTERNET? paramantener las relaciones entre los distintos profesionales? Debe modernizarsesu formato y en que dirección han de llevarse los cambios?

Corresponde a los miembros de la Asociación responder a esas preguntas.Nos gustaría recibir a partir de ahora miles de cartas dándonos ideas, remi-tiéndonos artículos y críticas feroces, ofreciendo una colaboración desintere-sada para completar secciones o crear otras nuevas, en suma todos y cada unode los archiveros, bibliotecarios, arqueólogos y documentalistas que leen nues-tra publicación están invitados a participar.

Hasta ahora el Comite de Redacción ha buscado con muchísimo interés lle-nar huecos en la literatura profesional. Los números monográficos respondena esa política. Aquí también queremos oír la opinión de los colegas. ¿Cualesson las necesidades mas urgentes? ¿ Hay temas que nos faltan por tratar?

Esperamos vuestros trabajos, sin ellos el Boletín perderá riqueza y plurali-dad, y todos perderemos con ello.

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IBERLEX-UE

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(IBERLEXDisposiciones Generalesde la Sección I del BOEy aquellas de caráctergeneral o ámbitonacional publicadas enla Sección 111 desde1968 (con textocompleto desde 1977),así como la legislacióneuropea publicada en laSerie L del DOCEdesde1986 (sólo referencial).

Actualización trimestral

Legislación de las Comunidades Europeaspublicada en el DOCEdesde 1952 hasta laactualidad.

Actualización trimestral

MAP-LEXTERLegislación del Estado sobre las ComunidadesAutónomas y Entes Locales, legislaciónautonómica, conflictos de competencias entre elEstado y las Autónomías y sentencias delTribunal Constitucional que afectan a lasComunidades Autónomas.

Actualización trimestral

JURISPRUDENCIACONSTITUCIONAL

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Resoluciones dictadas por el TribunalConstitucional (Sentencias y Autos) a textocompleto.Incluye los índices de las resoluciones citadas,impugnadas, cuestionadas o en conflictoelaboradas por el Tribunal Constitucional.

Actualización trimestral

EJ~[3g!]~DELMINISTERIO DE LAPRESIDENCIA

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"ARTICULO SArchivos

BOLETÍN DE LA ANABAD XLVIII (1998), NÚM. 1, ENERO-MARZO. MADRID 1SSN 02104164

La normalización de la descripcióny la recuperación

de información en los archivos:vino viejo en odres nuevos*

MIGUEL ÁNGEL ESTEBAN NAVARRO

PILAR GAYMOLÍNS

1. NATURALEZA y FIN DE LA DESCRIPCIÓN ARCHIVÍSTICA

El archivo no se limita a garantizar la conservación material de los docu-mentos generados por una institución o persona, sino que, por el contra-rio, los reúne, conserva y organiza en cuanto que poseen una potencialidadinformativa de interés para la gestión administrativa, la toma de decisiones,la investigación científica y la ~ultura. La insistencia en esta dimensión acti-va del archivo en las últimas décadas ha supuesto que la creación de vehí-culos de información que faciliten el conocimiento y el acceso a sus fondos

• Una versión previa de este texto fue aportada por los autores como material de tra-bajo para la preparación de la XII Mesa de Trabajo de Archivos Municipales celebradadel 13 al 15 de marzo de 1997 en San Cristóbal de la Laguna, dedicada al análisis de laNorma Internacional General de Descripción Archivística.

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10 MIGUEL ÁNGEL ESTEBAN NAVARRO / PILAR GAYMOLÍNS

documentales por los usuarios, sea en la actualidad uno de los principalesobjetivos de todo programa de gestión de archivos. La descripción de losdocumentos aparece, por consiguiente, como la parte culminante del traba-jo archivÍstico, ya que es la actividad que permite que el archivo cumplacon esa razón esencial de su existencia: informar.

La descripción permite el acceso a un archivo mediante la identificaciónde los documentos que contiene, a partir de la extracción y representaciónde datos que permiten su singularización y el conocimiento de sus caracte-rísticas, los cuales se pueden convertir en otros tantos puntos de acceso. Serecogen principalmente cinco tipos de datos o elementos informativos delos documentos: a) los que informan sobre el contexto y las circunstanciasque determinan el origen y la producción de los documentos y la gestiónadministrativa que los ha generado; b) los que informan sobre el contenidode los documentos, con objeto de permitir junto a la organización, con laque se complementa, el pleno control intelectual del archivo; c) los queinforman sobre la forma y el estado del soporte de los documentos y sulugar y modo de instalación, por medio de los cuales se logra la identifica-ción de sus componentes y su localización en el depósito; d) los que infor-man sobre las condiciones de acceso y uso de los documentos; y e) los queinforman sobre la historia del tratamiento archivÍstico de los documentos.De este modo, la descripción de archivos sirve tanto para facilitar el controladministrativo o físico de los fondos de un archivo como para permitir sucontrol intelectual y, por tanto, dar un servicio de información que garanti-ce un acceso efectivo a los documentos.

Asimismo, la descripción archivÍstica, para ser eficaz en su función dehacer accesible la información, se debe planificar respetando, como míni-mo, los tres criterios siguientes. Primero, la descripción debe permitir elacceso a los fondos documentales del archivo no sólo al archivero, sino tam-bién a los usuariosl. Segundo, debe formularse un programa descriptivoque proporcione con prontitud ciertos datos referentes a todos los docu-mentos del archivo por mínimos que sean; posteriormente, se decidirá laprofundidad con que es necesario describir cada agrupación documental y,en consecuencia, el tipo de procedimiento para llevarlo a cab02• Tercero,los instrumentos de descripción no sólo deben facilitar la localización delos documentos, sino también revelar su carácter y contenido; y esto, ade-más, de un modo cada vez más amplio y multiplicando el número de pun-tos de acceso, aprovechando para ello las posibilidades que ofrecen las tec-nologías de la información, ya que no sólo han de responder a las demandasdel usuario más evidente y habitual, sino también hacer frente al aumento

1 SCHELLENBERG,Theodore R. Técnicas descriptivas de archivos. Córdoba (Argentina):Universidad Nacional de Córdoba, 1961, p. 5-16.

2 DUCHEIN,Michel. La evolución de las técnicas de descripción archivística: ¿qué des-cripción para qué archivos? irargi, 1991, nº 4, p. 41-53.

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LA NORMALIZACIÓN DE LA DESCRIPCIÓN 11

de preguntas imprevisibles «provenientes de un público cada vez más inde-terminado y heterogéneo»3, cuyo acceso al archivo se promociona y facilitacon la implantación de programas de difusión y la introducción de la tele-mática. Estos criterios son otros tantos postulados acerca de lo que se entien-de en la actualidad por acceso, cuya revalorización está en el origen de lacreciente atención que dispensan los archivólogos y los archiveros a la des-cripción.

En esta línea, la descripción de archivos ha sido definida por el Conse-jo Internacional de Archivos como «la creación de una representaciónexacta de una unidad de descripción y de las partes que la componen, encaso de haberlas, por el procedimiento de captación, cotejo, análisis y orga-nización de cualquier información que sirva para identificar la documenta-ción de archivo y explicar el contexto que la produjo»4. Es decir, la des-cripción se identifica en el archivo al igual que en otras unidades deinformación con la actividad de representación de los documentos, consis-tente en la extracción de sus elementos más significativos y singularizado-res respecto al resto de los documentos, de acuerdo a una serie de crite-rios. No obstante, a diferencia de lo que sucede en las bibliotecas y loscentros de documentación, la representación no se identifica en los archi-vos exclusivamente con la descripción, efectuándose de modo previo eindependiente a la organización, sino que debido al carácter orgánico ycompuesto de los documentos, está estrechamente vinculada a esta últimaacción, como expondremos más adelante.

3 DELMAS,Bruno. Principios, métodos y propuestas de análisis de los archivos con-temporáneos en Francia. Irargi, 1991, nº 4, p. 82.

4 CONSEJOINTERNACIONALDEARCHIVOS.COMISIÓNAD Hoc DE NORMASDE DES-CRIPCIÓN.ISAD(G): Norma Internacional General de Descripción Archivística: versión final apro-bada por el GIA: Estocolmo, Suecia, 21-23 de enero de 1993. Madrid: Ministerio de Cultura,1995, p. 6.

Esta definición es la culminación de ensayos anteriores realizados por el grupo detrabajo que redactó las normas. Por ejemplo: "Archival description is the process of cap-turating, collating, analyzing and organizing any information that serves to identify, mana-ge, locate and interpret the holdings of archival institutions and explain the contexts andrecords systems from which those holdings were selected" (Report of the Working Groupon Standards for Archival Description. The American archivist. 1989, n. 52, p. 442). Tam-bién: "El propósito de la descripción archivística es identificar y explicar el contexto y elcontenido del material archivístico a fin de promover su accesibilidad. Esto se logramediante la creación de representaciones precisas y apropiadas y organizado éstas deacuerdo a modelos predeterminados" (CONSEJOINTERNACIONALDEARCHIVOS.COMI-SIÓNAD Hoc DENORMASDEDESCRIPCIÓN.Declaración de prinicipios sobre la descripciónarchivística: primera versión revisada: Madrid, España, enero de 1992. Ottawa: Consejo Inter-nacional de Archivos, febrero de 1992).

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2. LA NORMALIZACIÓNINTERNACIONALDE LA DESCRIPCIÓN

En este contexto de promoción del acceso a los archivos y de su acerca-miento a las instituciones a las que sirven, a los investigadores y a los ciuda-danos en general, se debe entender la actual y pujante corriente interna-cional de normalización de la descripción. Porque si sólo es posiblegarantizar un acceso efectivo cuando la documentación está correctamenteconservada, organizada y descrita, lograr este último carácter exige contarcon unos principios y unas reglas universalmente aceptadas que indiquencómo describir, qué datos identificativos se deben extraer y cómo estos sedeben presentar y organizar. Sin olvidar el hecho concurrente y determi-nante de que la progresiva automatización de la gestión de los archivosplantea la necesidad de normalizar los procesos de control de los documen-tos y los elementos de identificación durante el tratamiento documental,con objeto de facilitar esa gestión y permitir la transferencia de informa-ción tanto dentro de una organización entre sus oficinas y el archivo, comodentro y entre los distintos sistemas y redes de archivos. La automatizaciónes el verdadero motor de arrastre porque sin normalizar la organización yla descripción no se puede automatizar un archivo ni se puede conseguirque varios archivos formen parte de un mismo sistema de información acce-sible por medios telerp.áticos.En consecuencia, la normalización internacional de la descripción de

archivos presenta una serie de ventajas5• Primera, facilita la gestión docu-mental de los archivos, aumentando la eficacia y el ahorro de tiempo en eltrabajo. Segunda, permite la integración de diferentes archivos y depósitosen sistemas de información, facilitando, por tanto, la comunicación y elintercambio de datos por vía telemática y la correcta gestión de redes y sis-temas. Tercera, facilita el acceso a la información conservada en los archi-vos, debido a que la existencia de unos instrumentos de descripción idénti-cos en todos los centros hará más fácil y facilitará la comprensión de sunaturaleza y contenido por los usuarios. Cuarta, mejora la formación de losnuevos archiveros, ya que da pautas sobre qué enseñar y garantiza la unifor-midad de los programas de enseñanza. Yquinta, agiliza la cooperación entrelos archiveros y entre éstos y el resto de los gestores de la información.El Consejo Internacional de Archivos es el impulsor y el principal res-

ponsable desde 1988 del proceso de normalización de la descripción archi-vística, que actúa en el presente en cuatro ámbitos, si bien con una fuerzadesigual.1. Normalización del contenido de los elementos de información de la

descripción. Esto exige ftiar los datos a extraer de los documentos, estable-cer las reglas generales y particulares a seguir e indicar el orden y la forma

5 GONZÁLEZGARCÍA,Pedro. La normalización en la descripción de archivos: un movi-miento internacional. En: Actas de las Primeras jornadas sobre metodología para la identifica-ción y valoración de fondos documentales de las Administraciones Públicas. Madrid: Ministeriode Cultura, Dirección General de Bellas Artes y Archivos, 1992, p. 21-37.

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LA NORMALIZACIÓN DE LA DESCRIPCIÓN 13

de exposición. Se cuenta con una norma internacional desde enero de1993, la General [nternational Standard Archival Description [SAD(G), basada enla experiencia de tres reglas nacionales anteriores: la norteamericanaAPPM6, la inglesa MAD27 y la canadiense RAD8. Faltan reglas específicaspara regular la descripción de tipos especiales de documentos y reglas nacio-nales basadas en ISAD(G), aunque tal vez estas últimas no sean necesariasni convenientes. Como la norma ISAD(G) se propone para documentos deconservación permanente ya identificados, seleccionados y organizados, tam-bién falta una nueva regla o una extensión de aquélla, que es lo más ade-cuado, para la descripción de documentos durante sus fases de vida activa ysemiactiva.

2. Normalización de la estructura de datos del formato informático deintercambio de información. Se trata de elaborar una lista de elementos dedescripción utilizables y normas complementarias para efectuar la entradade datos en un ordenador. Se dispone del formato Machine &adable Cata lo-ging: Archival and Manuscripts Control format MARC AMC, diseñado por laSociedad de Archiveros Americanos en 1985, si bien sólo está pensado parapermitir la difusión a través de los catálogos colectivos de las bibliotecasnorteamericanas (OCLC, RLIN ...) de la presencia de fondos documentalesmanuscritos en estos centros y la existencia de sus correspondientes instru-mentos de descripción. También se encuentra en fase de estudio y de expe-rimentación en los Estados Unidos desde septiembre de 1996, una normade codificación de los instrumentos de descripción de archivos denominadaEncoded Archival Description Document Type Definition (EAD DTD) destinada apermitir su conversión en documentos electrónicos en formato SGML (Stan-dard General Markup Language) con objeto de que puedan ser consultados através de la red Internet mediante el uso del protocolo de transferencia dehipertexto (http). Sin embargo, todavía no hay siquiera un grupo de traba-jo específico para proponer un formato MARC para intercambiar y difundirdescripciones basadas en ISAD(G) por medios electrónicos.

3. Normalización de los instrumentos de descripción. Consiste en decidirqué es y para qué sirve cada instrumento y elaborar las reglas precisas parasu realización. Progresivamente hay más consenso entre los archiveros sobreeste particular pero todavía no existen normas ni proyectos en ésta direc-ción. La separación de este ámbito de la normalización de los dos primerosse justifica en el hecho de que la función de descripción es independientede los instrumentos, ya que estos son productos del proceso descriptivo.

6 HENSEN, Steven L. Archives, Personal Papers, and Manuscripts: A Cataloging Manual larArchival Repositories, Historical Societies, and Mansucript Libraries. Chicago: Society of Ameri-can Archivists, 1989 (2" ed.).

7 COOK, Michael y PROCTER, Margaret. Manual 01 Archival Description. Aldershot:Gower, 1989.

B Rules lar Archival Description = Regles pour la description des documents d'archives. Ottawa:Bureau of Canadian Archivists, 1990.

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4. Normalización de los puntos de acceso a la información y la construc-ción de lenguajes de recuperación apropiados a descripciones realizadasconforme ISAD(G). Se cuenta para el primer caso desde 1995 con la Inter-national Standard Archival Authority Record for Corporate Bodies, Persons andFamilies ISAAR(CPF).

Los caracteres generales que debe adoptar la descripción de archivossegún la Declaración de Principios sobre la Descripción Archivística de 1992,que inspira a ISAD(G) ya ISAAR(CPF), son los siguientes9•

1. La descripción archivÍstica normalizada se debe basar en los princi-pios archivÍsticos universalmente aceptados, fundamentalmente el respeto alprincipio de procedencia, del que resulta la regla de descripción en variosniveles.

2. Todo documento organizado puede ser considerado una unidad dedescripción, sin tener en cuenta la forma o soporte de los documentos, sibien la unidad fundamental e inicial de descripción es el fondo. Un fondopuede representarse como un todo en única descripción o puede describir-se como un todo pero juntamente con sus partes en una organización jerár-quica con varios estratos de descripción. En este último caso, la descripciónse efectúa, de acuerdo con el principio de procedencia, de lo general a loparticular respetando la estructura jerárquica, es decir, se describe el fondocomo un conjunto y los niveles superiores de su organización jerárquicaantes que los estratos inferiores.

3. Para lograr que la descripción se disponga y exhiba de lo general a loparticular, se debe establecer un formato jerárquico único para mostrar losdiferentes niveles de organización del fondo y, por tanto, las agrupacionesdocumentales que lo constituyen, los cuales son a su vez niveles de descrip-ción. Estas agrupaciones básicas son el fondo, las secciones, las series y losexpedientes, donde las tres primeras pueden poseer múltiples subdivisio-nes.

4. Cada descripción se divide en una serie de áreas y elementos de des-cripción ordenados, cuyo uso es determinado por las reglas correspondien-tes. Asimismo, es obligatorio informar en todos los niveles de descripciónsobre los elementos que permiten la identificación y la procedencia de laagrupación o documento descrito; es decir, informar sobre los datos quesingularizan los documentos entre sí y los que explican su contexto de pro-ducción.

5. La recuperación de la información se garantiza mediante la inclusiónde puntos de acceso en la descripción. Estos puntos de acceso deben garan-tizar, al menos, la posibilidad de recuperación a través de la procedencia, es

9 CONSEJO INTERNACIONAL DE ARCHIVOS. COMISIÓN AD Roc DE NORMAS DE DES-CRIPCIÓN. Declaración de prinicipios sobre la descripción archivística: primera versión revisada:Madrid, España, enero de 1992. Ottawa: Consejo Internacional de Archivos, febrero de1992. No presentamos un resumen o una transcripción de este documento, sino un aná-lisis de sus puntos fundamentales.

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LA NORMALIZACIÓN DE LA DESCRIPCIÓN 15

decir, a partir de las distintas dependencias u oficinas generadoras de docu-mentos de la institución cuyo fondo se describe o a partir de las funcionesy los actos a los que obedecen la creación de los documentos. Para lograreste objetivo se deben crear puntos de acceso sujetos al control de autorida-des.Sin embargo, aun cuando una descripción sujeta a estas prescripciones

es necesaria en todos los niveles del ciclo vital de los documentos, la normainternacional restringe su aplicación a documentos ya seleccionados y orga-nizados, es decir, de conservación permanente. La normalización se centrade momento en el proceso de descripción formal o definitiva: aquella quetiene lugar cuando los documentos han sido organizados y las unidades oentidades a describir han sido determinadas. Se reserva para un futuro pró-ximo el estudio de normas para los procesos de descripción que se realizanen otros estadios del tratamiento archivÍstico; si bien, como se apuntabamás arriba, domina en la actualidad la opinión de que se puede y es conve-niente utilizar la misma norma para todos los estadios.

3. PRINCIPIO RECTOR DE lA DESCRIPCIÓN:

lA DESCRIPCIÓN EN VARIOS NIVELES RElACIONADOS

3.1. Interrelación de la descripción y la organización

Está comúnmente aceptado que la descripción complementa a la orga-nización, dando a conocer a los usuarios el resultado del tratamiento docu-mental efectuado en un archivo con el fin de permitir la comunicación y larecuperación de la información que conservan sus documentos. Pero orga-nización y descripción no son únicamente dos actividades complementariasrespecto al objetivo del trabajo archivístico: hacer accesibles los documentosy la información que contienen, sino que existe incluso una profunda inte-rrelación entre sus naturalezas debido al carácter orgánico y compuesto delos documentos.La organicidad de los documentos -por la que se entiende la distin-

ción de agrupaciones documentales naturales dentro de un fondo y la fija-ción de las relaciones de dependencia existentes entre ellas- no sólo deter-mina los niveles en los que se estructuran las clases del cuadro declasificación de un fondo, sino que también condiciona las característicasde la descripción de ese fondo, convirtiendo esta actividad en complemen-taria de la primera. Es decir, los rasgos identificativos de un documentoestán determinados por el lugar que éste ocupa en el fondo, en el mismogrado que la clase a la que pertenece, según el cuadro de clasificación y el

JO HEREDIA HERRERA, Antonia. La normalización como punto de partida en la Archi-vÍstica. En: Actas de las PrimerasJornadas sobremetodologíapara la identificación y valoración defondos documentales de las Administraciones Públicas. Madrid: Ministerio de Cultura, Direc-ción General de Bellas Artes y Archivos, 1992, p. 43-49.

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orden en el que se dispone, se encuentra determinada por su origen ymodo de generación. A diferencia de una biblioteca, donde los documen-tos se describen individualmente y sólo en relación a la materia que contie-nen, los documentos de archivo no se pueden tratar aisladamente unos deotros, es decir, unidad por unidad.

Este hecho tiene tres consecuencias.P. Como afirma Antonia Heredia, «difícilmente la descripción puede

entenderse aislada de la organización»; lo cual permite considerar el cua-dro de clasificación como el primero, principal y más singular instrumentode descripción de los archivos, junto con el inventario, en cuanto que «losdocumentos formando series integradas en sus secciones son una represen-tación general de un fondo documental» 10.

2ª. La descripción de los documentos en los archivos debe efectuarse demodo colectivo y en relación a la función, es decir, indicando cual es ellugar que ocupa un documento o conjunto de documentos en el fondo conrespecto a otras agrupaciones documentales, ya que ese lugar determina sucarácter y le da plenas señas de identidadll.

3ª. La interrelación de la descripción de archivos con la organización esde tal calibre que aquélla no sólo parte de ésta, sino que incluso la descrip-ción se realiza durante el proceso de tratamiento documental de un fondo,de modo paralelo y complementario a su clasificación. Así, la organizacióncomienza con la reconstrucción de los expedientes y su agrupación en series-lo cual, junto con el conocimiento de la historia de la institución genera-dora y el análisis de los tipos documentales, permite construir el cuadro declasificación para efectuar la clasificación de las series y la ordenación delos documentosl2- pero ya en ese mismo momento, con el doble fin derecabar datos para la construcción del cuadro de clasificación y poder ir sir-viendo los documentos, se realiza un inventario provisional. Dicho de otromodo, para comenzar la descripción no se necesita que el fondo esté ple-namente clasificado, ordenado e instaladol3; sin embargo, sólo cuando laorganización del fondo se haya completado, se podrá acometer, en unasegunda fase, la descripción definitiva.

Por tanto, la relación que se establece entre la organización y la descrip-ción de archivos adopta la forma de tres principios. Primero, la descripciónprovisional de un archivo es una actividad complementaria y paralela de laorganización en general y de la clasificación en particular, a causa del carác-ter orgánico de los documentos de archivo. Segundo, la descripción defini-

11 GALLEGODOMÍNGUEZ,Oiga y LÓPEZ GÓMEZ, Pedro. Introducción a la Archivística.Vitoria: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 1991, p. 96.

12 ESTEBANNAVARRO,Miguel Angel. Principios, reglas y técnica para la gestión decuadros de clasificación de fondos de archivo. En: Organización del Conocimiento en Sistemasde Información y Documentación: Actas del JI Encuentro de ISKO-España, 1995, noviembre, 16-17, Cetafe. Zaragoza: Imp. Librería General, 1997. En prensa.

13 CRUZMUNDET,José Ramón. Archivos municipales de Euskadi. Vitoria: Instituto Vascode Administración Pública, 1992, p. 111-112.

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LA NORMALIZACiÓN DE LA DESCRIPCiÓN 17

tiva exige la previa organización completa de todo el fondo. Y, tercero, elcarácter que adopta la descripción de un fondo está condicionado por eltipo de clasificación y ordenación que ha sufrido ese fondo.

3.2. La programación de la descripción según niveles jerárquicos

De la constatación del paralelismo entre agrupaciones documentales,niveles del cuadro de clasificación y niveles de descripción se puede dedu-cir que la planificación de un programa de descripción de un archivo serige por un principio de actuación conocido como la descripción según losniveles jerárquicos, basados en las agrupaciones naturales de la documenta-ción. Conforme a este principio, se describe desde la globalidad del archivohacia abajo, descendiendo a través de la estructura de las agrupacionesdocumentales hasta las piezas documentales -en función de las necesida-des de los usuarios y los recursos humanos y materiales disponibles en elarchivo-, ya que la descripción de las agrupaciones documentales inferio-res y de las piezas simples sólo adquiere pleno sentido si se efectúa previa-mente la descripción de las unidades superiores en las que se integran.

Asimismo, este principio condiciona la profundidad de la descripción,estableciendo una relación inversamente proporcional con su objeto, por lacual cuanto mayor sea la agrupación documental elegida como objeto de ladescripción, menos profunda será esa representación del archivo, y cuantomenor sea el grupo documental más detallada será la descripción que serealice. Esta posibilidad de describir adoptando diversos grados de profun-didad permite distinguir la existencia de dos enfoques o perspectivas distin-tas durante el proceso de descripción archivÍstica, cuya formalización másreciente debemos a Michael Cook: la macro descripción y la microdescrip-ciónl4.

La macrodescripción consiste en la adopción de una perspectiva genera-lista, de modo que se prioriza la descripción de las agrupaciones documen-tales superiores frente a las inferiores; lo cual, a su vez, condiciona el tipode información que se recoge, que evidentemente consistirá en los datoscomunes a todos los documentos que componen un mismo conjunto docu-mental, como, por ejemplo, los relacionados con la procedencia, el contex-to de producción y las condiciones de acceso. En cambio, la microdescrip-ción adopta una perspectiva singularizadora, de modo que la descripción secentra en las agrupaciones documentales inferiores e incluso en las unida-des archivÍsticas básicas (compuestas o simples); lo cual, a su vez, tambiéncondiciona el tipo de información que se presenta: las características espe-cíficas que permiten distinguir o singularizar unos documentos de otros,

14 COOK, Michael y PROCTER, Margaret. Manual o/ Archival Description. Aldershot:Gower, 1990, p. 22-24. COOK, Michael. lriformation management and archival data. Londres:Library Association, 1993, p. 93-97.

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como el tipo documental, la forma, el soporte, la data, el contenido, etc.Sin embargo, conviene advertir que estos dos enfoques no guardan necesa-riamente una correspondencia directa con las agrupaciones documentalesque se distinguen durante la organización, ya que hay casos en los que unmismo conjunto documental puede ser susceptible de recibir ambos enfo-ques15•

La presencia de dos perspectivas ha provocado un debate casi tan viejocomo la Archivística sobre el enfoque que se debe emplear con preferen-cia. Tradicionalmente se prefería, e incluso se valoraba como superior, lamicrodescripción. Sin embargo, la adopción de esa perspectiva supone,debido al tiempo que exige su ejercicio, la descripción de pequeños volú-menes de documentación considerados como los más importantes, en detri-mento del descuido e incluso abandono de la descripción del resto de losdocumentos, impidiendo tanto el conocimiento de la estructura documen-tal del archivo como la prestación del servicio de información. En la actua-lidad, triunfa la perspectiva macro, sin renunciar por ello a seguir enfoquesmicro sobre algunas agrupaciones documentales, siempre que su interés loexija, pero únicamente cuando todas las agrupaciones documentales supe-riores hayan sido descritas.

3.3. Las reglas de la descripción en varios niveles relacionados

La práctica de la descripción de archivos siguiendo la jerarquía docu-mental y aceptando la complementariedad de las perspectivas de descrip-ción macro y micro representa uno de los criterios fundamentales del trata-miento documental en los archivos. Este criterio, universalmente aceptado,ha sido formalizado en las últimas décadas por la comunidad profesional einvestigadora como un principio científico operativo de la Archivística. Asu-.miendo este hecho, la Norma Internacional General de Descripción Archi-vística ha adoptado este principio como la regla general de la descripciónarchivística, bajo el nombre de "descripción en varios niveles relacionados"(multilevel description). Por esta regla: «Si el fondo se está describiendo comoun todo, debería representarse en una sola descripción, utilizando los ele-mentos que se muestran, más adelante, en la sección tercera de este docu-mento. Si se requiere la descripción de las partes del fondo, éstas se pue-den describir, también, por separado y utilizando los elementos apropiadosde la sección tercera. La suma total de todas las descripciones así obteni-das, relacionadas jerárquicamente, representa el fondo y aquellas partes que

15 Por ejemplo, un fondo que conserve un único documento es objeto de una macro-descripción cuando se describe el origen y la historia archivÍstica del fondo y es objetode una microdescripción cuando se describe el tipo, el contenido, la forma y el soportede ese único documento conservado (COOK,MichaeI. Information management and archivaldata. Londres: Library Association, 1993, p. 94).

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LA NORMALIZACIÓN DE LA DESCRIPCIÓN 19

fueron descritas. Para los propósitos de estas reglas esta técnica de descrip-ción se denomina descripción en varios niveles»16.

El ejercicio de esta regla, y, por tanto, el uso de la norma de descripciónse realiza de acuerdo con cuatro reglas específicas, denominadas reglas parala descripción en varios niveles (multilevel description rules), siguiendo la ter-minología y los planteamientos expresados por Michael Cook en MAD2,elaborados a partir de los trabajos de Jenkinson y Schellenberg. Estas reglasy sus consecuencias implícitas son las siguientes.

1. La descripción debe ir de lo general a lo específico con objeto deproporcionar información sobre el contexto y la estructura jerárqui-ca del fondo y de sus partes. En consecuencia, la descripción debecomenzar por el fondo y continuar por las agrupaciones documenta-les directamente inferiores, sin descender a lo largo de la estructurajerárquica hasta completar la descripción de los niveles superiores, yaque sólo esto permite comprender y contextualizar el origen y el sen-tido los documentos dependientes de ellos.

2. En cada nivel de descripción se contempla sólo la información perti-nente para ese nivel, describiendo de forma precisa su contexto y sucontenido. Si se ha respetado la primera regla, la descripción de losniveles inferiores no queda incompleta y además se ahorra muchotrabajo.

3. La información que se suministra sobre los distintos niveles o agrupa-ciones documentales en los que opera, se complementa mediante elestablecimiento de enlaces que dejan clara la posición de la unidadde descripción en la jerarquía del fondo. Para ello existe un elemen-to de descripción obligatorio: el 1.4. dedicado a incluir el nivel dedescripción. Evidentemente, el código que recibe la agrupación docu-mental o el documento según el cuadro de clasificación expresa conmayor claridad el lugar que ocupa en la jerarquía; sin embargo,ISAD(G) no presenta ningún elemento de información específicopara incluir este dato pero tampoco impide explícitamente que sepueda utilizar para este fin algunos de los elementos de la norma.En nuestra opinión, se podría utilizar bien el elemento 1.1 (códigode referencia) bien el 1.4 (nivel de descripción) o bien, con prefe-rencia, el 2.1 (nombre del productor).

4. Las descripciones archivísticas no repiten información sobre las uni-dades documentales relacionadas jerárquicamente, reservando lainformación común a varias partes para el nivel superior. Se trata deuna regla que se deduce naturalmente de las anteriores.

16 CONSEJO INTERNACIONAL DE ARCHIVOS. ISAD(G): Norma Internacional General de Des-cripción Archivística. Madrid: Ministerio de Cultura, 1995, p. 8.

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4. LA RECUPERACIÓN DE LA INFORMACIÓN

4.1. Puntos de acceso y control de autoridades

Como resultado de la descripción de un archivo siguiendo la NormaInternacional General de Descripción Archivística surgen unos instrumen-tos de descripción destinados a responder a las demandas de informaciónque efectúen los archiveros y los usuarios. Estos instrumentos de descrip-ción adoptan hoy en día la forma de una base de datos, debido al uso cadavez más frecuente de las tecnologías de la información. La recuperación dela información en un instrumento de descripción automatizado se realizamediante la búsqueda libre en la base de datos o restringida a uno o varioscampos que se corresponden con los diversos elementos de información dela ISAD(G). En el segundo caso, los datos que forman este campo se deno-minan puntos de acceso y su contenido y su forma pueden estar o no nor-malizados. Esta normalización se denomina control de autoridades, cuyoorigen se encuentra en la tradicional técnica de control de vocabulario, quefue rebautizada en la década de los años sesenta con ese nombre.

El control de autoridades es una técnica de normalización de los puntosde acceso a las descripciones documentales a partir de los elementos deinformación más comunes y significativos en los diferentes registros,mediante la construcción de un fichero de autoridades para un centro deinformación o un sistema de información local, regional, nacional o inter-nacional, que contiene los términos autorizados y los no autorizados paraexpresar esos puntos de acceso, las relaciones o vínculos permitidos entreellos y datos descriptivos sobre su carácter. Los puntos de acceso son pala-bras claves o frases extraídas de los asientos de un instrumento de descrip-ción que sirven a los usuarios como puntos de entrada en las búsquedas.Por consiguiente, no se puede presentar un término como punto de accesoa una descripción a menos que exista información relativa a ese término enel fichero de autoridades o se siga un proceso predeterminado para suinclusión como nuevo término en el fichero por su responsable conforme alas reglas de una norma.

La función del control del vocabulario es doble: por una parte, garanti-zar la precisión de las representaciones documentales efectuadas en unmismo sistema de información, y, por ende, la coherencia entre los diversosanalistas; y, por otra parte, garantizar la coherencia entre los procesos detratamiento y de recuperación documental, ofreciendo al recuperador unalista de los términos empleados por el catalogador. Los rasgos de un voca-bulario controlado son la precisión en la elección de los términos y la con-sistencia en la presentación de los mismos. Conseguir precisión exige ade-cuación, exactitud y relevancia en la selección, lo cual se logra,respectivamente, mediante la exhaustividad, la especificidad y la pertinen-cia. Conseguir consistencia exige estabilidad interna en el significado de los

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LA NORMALIZACIÓN DE LA DESCRIPCIÓN 21términos empleados, coherencia en las relaciones entre los términos y pre-sentación léxica homogéneal7•

El control de autoridades en los archivos no es una actividad particularde estos centros, sino que es común a todas las unidades de información.Se trata de una técnica importada en esta década a los archivos, desde lasbibliotecas, debido a su utilidad y sus efectos positivos en la recuperacióndocumental pero adecuándose a la especificidad de la documentación dearchivo. Es, por consiguiente, un fenómeno muy reciente y todavía pocofamiliar a muchos archiveros, resultado natural del movimiento internacio-nal para la normalización de la descripción de documentos de archivo, yaque su desarrollo es producto de las recomendaciones y los trabajos delComisión Ad Hoc de Normas de Descripción del Consejo Internacional deArchivos. El Archivo Nacional de Canadá ha sido el impulsor de los prime-ros trabajos, que han servido de base y de experiencia para redactar en1996 la primera norma internacional: International Standard Archival Autho-rity Record for Corporate Bodies, Persons and Families ISAAR(CPF).

La normalización del control de los puntos de acceso a la informaciónen los archivos persigue en concreto cuatro objetivos: a) asegurar lacreación de descripciones consistentes, apropiadas y completas en su expli-cación; b) facilitar la recuperación e intercambio de información sobredocumentos de archivos; c) permitir compartir información sobre encabe-zamientos de autoridad; y d) hacer posible la integración de descripcionesdesde diferentes depósitos dentro de un sistema de información unifica-daIS. Sus resultados se pueden manifestar de tres modos: en la presentacióndel contenido de los propios elementos descriptivos que son objeto del con-trol de autoridades mediante la corrección de los datos empleados durantela descripción, es decir, no se redactan encabezamientos independientes apartir de la descripción como sucede en la catalogación bibliográfica; enÍndices que acompañan a guías, inventarios y catálogos con descripcionesrealizadas de acuerdo con la ISAD(G); y como ficheros de autoridades.

4.2. Construcción de un fichero de autoridades para fondos de archivos

Es conveniente que un programa de normalización de los puntos deacceso comience por la construcción de un fichero de autoridades para fon-dos de archivo pertenecientes a un mismo sistema, por parte del organismo

I17 ESTEBANNAVARRO,Miguel Angel. Principios, reglas y técnica para la gestión del

vocabulario y la estructura de los lenguajes documentales. En: 'Organización del Conocimien-to en Sistemas de Información y Documentación: Actas del II Encu~ntro de ISKO-España, 1995,noviembre, 16-17, Cetafe. Zaragoza: Imp. Librería General, 1997. En prensa.

18 INTERNATIONALCOUNCIL ON ARCHIVES.AD HOC COMMISSIONON DESCRIPTIVESTANDARDS.ISAAR (CPF): International Standard Archival Autohority Record for CorporateBodies, Persons and Families: final ICA Approved version, Paris, France, 15-20 November 1995.Ottawa: International Council on Archives, 1996.

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responsable del sistema; y solamente una vez realizado este fichero, contro-lar los puntos de acceso a las descripciones de las agrupaciones documenta-les inferiores. Este fichero deberá ser de uso obligatorio en todos los archi-vos que forman parte del sistema pero podrá estar acompañado de ficherosde autoridades locales para controlar las entidades presentes en la docu-mentación de un archivo que no figuren en el fichero general. No obstan-te, también se pueden realizar ficheros locales en espera de contar conficheros generales.Para cualquiera de los dos casos, se sigue esta técnica. En primer lugar,

se deciden las entidades a controlar y se eligen los puntos de acceso a losprincipales elementos de información en los que están presentes para sunormalización. En nuestra opinión, se deberían seleccionar, con preferen-cia y por este orden, los puntos de acceso que indican la procedencia deldocumento, presentes en los elementos 1.2 (título) y 2.1 (nombre del pro-ductor) de una descripción conforme ISAD(G); las funciones del ente pro-ductor, presentes en el elemento 2.2 (historia institucional / biografia); lostipos documentales, presentes en los elementos 1.2 (título) y 3.1 (conteni-do / resumen); y los asuntos, es decir, nombres, lugares y materias citadosen los elementos 2.2 (historia institucional / biografia) y 3.1 (alcance y con-tenido / resumen). Estos puntos de acceso propuestos son, a su vez, por sunaturaleza, también los más sencillos de normalizar.En segundo lugar, se pasa a la creación de registros de autoridad de

acuerdo con una norma. De momento, únicamente se cuenta con unanorma para normalizar la procedencia, la ISAAR(CPF), si bien, también sepuede utilizar para controlar nombres pertenecientes a la categoría de asun-tos. La normalización ha comenzado por aquí porque el nombre del pro-ductor es el modo principal de acceso a los documentos en los archivos.Esta norma cuenta con tres áreas. El área uno o de control de autoridad

se destina a recoger el punto de acceso o encabezamiento autorizado conindicación de los términos no autorizados y a establecer su relación con elresto de los registros del fichero de autoridades. Cuenta con seis elementos:1.1 código de identidad, 1.2 tipo de registro de autoridad de archivo, 1.3entrada de autoridad, 1.4 entrada paralela, 1.5 términos no autorizados y1.6 entrada o entradas de autoridades relacionadas. El área dos o área deinformación se destina a la inclusión para cada registro de una historiaadministrativa completa para las entidades o un apunte biográfico o unahistoria para individuos y miembros de familias. Esta información coincidecon el elemento 2.2 de ISAD(G), por lo que si se construye un fichero deautoridades, ese elemento no se debe completar durante la descripción. Encualquier caso, los elementos del área uno se construyen a partir de losdatos presentes en el área dos. El área tiene tres elementos divididos cadauno de ellos en nueve subelementos de información, que se correspondencon los tres tipos de entidad, de modo que en cada registro sólo se utilizaráel elemento pertinente: 2.1 organizaciones (2.1.1 número legal, 2.1.2 nom-

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LA NORMALIZACIÓN DE LA DESCRIPCIÓN 23bres, 2.1.3 fechas y lugares de existencia, 2.1.4 sede social, 2.1.5 estado legal,2.1.6 fin, funciones y esfera de actividad, 2.1.7 estructura administrativa,2.1.8 relaciones y 2.1.9 otra información significativa), 2.2 personas (2.2.1no se usa, 2.2.2 nombres, 2.2.3 fechas y lugares de existencia, 2.2.4 lugaresy o áreas geográficas de residencia, 2.2.5 nacionalidad, 2.2.6 ocupación yesfera de actividad, 2.2.7 no se usa, 2.2.8 relaciones y 2.2.9 otra informaciónsignificativa) y 2.3 familias (2.3.1 no se usa, 2.3.2 nombres, 2.3.3 fechas ylugares de existencia, 2.3.4 lugares y o áreas geográficas de residencia, 2.3.5nacionalidad, 2.3.6 ocupación y esfera de actividad, 2.3.7 árbol genealógico,2.3.8 relaciones con otras familias, personas u organizaciones y 2.3.9 otrainformación significativa). Finalmente, el área tres o área de notas se usapara incluir información sobre la creación y mantenimiento del registro deautoridad. Cuenta con tres elementos: 3.1 nota del archivero, 3.2 reglas oconvenciones utilizadas y 3.3 fecha. '

A continuación, en tercer lugar, se procede a la informatización delfichero de autoridades. y, por último, en cuarto lugar, se vincula ese fiche-ro con los instrumentos de descripción automatizados. Para ello, se crea enel fichero de autroridades un campo donde se indica el número o númerosde registros de la base de datos (el instrumento de descripción) vinculados.Si el usuario introduce en el módulo de recuperación un término autoriza-do o no autorizado pero que está en el fichero, el-sistema le muestra demodo transparente los registros de la base de datos principal. Si existenrelaciones del tipo véase además, el sistema informa de este hecho. Cuandose accede al registro de la descripción, un algoritmo del programa informá-tico debe permitir que aparezca el área dos del registro de autoridad en elelemento 2.2 (historia institucional / biografia) de la ficha descriptiva. Estaactividad corresponde al programador del sistema automatizado de gestiónde archivos.

4.3. Utilidad del control de autoridades en los archivos

El control de autoridades en los archivos posee, además de la utilidadesexpuestas al analizar su función en cualquier tipo de centro de informa-ción, otros tres usos.

En primer lugar, la normalización de los puntos de acceso permite laintegración de descripciones procedentes de diferentes archivos en unmismo sistema de información y, por tanto, se garantiza con eficacia la difu-sión. Cuando se describe un sistema de centros de información se sueleincidir en la legislación que le afecta, los objetivos que persigue, los recur-sos con que cuenta pero, por darse por supuesto, no se insiste en el requisi-to básico para que exista el sistema: la capacidad de efectuar una represen-tación y una organización documental uniforme de los fondos de todos loscentros de información que lo componen. En el caso de los archivos, con-

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siste en seguir un programa descriptivo idéntico, basado en el respeto delos mismos criterios de organización y descripción, la utilización de unasmismas reglas y la creación de unos instrumentos de recuperación con lasmismas características. Por consiguiente, el control de autoridades es nece-sario para construir un sistema operativo. Además, la presencia de un siste-ma en una red de servicios electrónicos exige un mayor control de autori-dades porque mayor conectividad no supone mayor calidad de informaciónsin más, por el contrario, si ese control no se produce todavía se manifies-tan más las deficiencias del sistema.En segundo lugar, el control de autoridades aumenta la eficacia de los

procesos de recuperación de información. En los archivos el medio funda-mental de búsqueda de información consiste en indagar a través de laestructura jerárquica del fondo mediante el auxilio del cuadro de clasifica-ción. Como complemento a la búsqueda estructural está la consulta de ins-trumentos de descripción auxiliares (Índices) o la interrogación de la basede datos cuando el instrumento de descripción está automatizado. En esteúltimo caso, el sistema de recuperación ideal es la combinación de la bús-queda mediante el auxilio de Índices en unos campos determinados (gra-cias al control de autoridades) y la búsqueda en texto libre en el resto delos campos. Nunca es adecuada la búsqueda en texto libre en toda la basedebido al elevado grado de ruido y de silencio que produce. Es decir, sedebe usar el control de autoridades para facilitar y mejorar la recuperaciónpor la procedencia, los tipos documentales y los asuntos, empleando el textolibre para el resto de los elementos de información, si bien asumiendo eneste último caso riesgos de silencios y ruidos irrelevantes, ya que apenas serealizan búsquedas por esos elementos.

y, en tercer lugar, un fichero de autoridades puede servir de fuente paraconstruir tesauros que guíen la selección de los términos de indizacióndurante la construcción de los Índices, así como para realizar obras de refe-rencias como glosarios y diccionarios.En resumen, el control de autoridades en los archivos no es un lujo, una

actividad de la que se pueda prescindir. Muy al contrario, su presencia esinexcusable para mejorar el servicio de información y, por tanto, un requi-sito imprescindible para crear verdaderos sistemas de archivos.

5. CONCLUSIONES

• 1. El tratamiento de los documentos en los archivos no se efectúa repi-tiendo tareas sucesivas pieza por pieza, sino mediante la profundizaciónsobre conjuntos documentales de mayor a menor jerarquía aplicando diver-sos niveles de descripción, donde cada uno de ellos permite una represen-tación completa del estrato documental sobre el que actúa, sin necesidadde describir el inferior. El tratamiento documental en los archivos consiste

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LA NORMALIZACIÓN DE LA DESCRIPCIÓN 25en presentar el modo en que se relacionan los documentos entre sí confor-me un orden estructural basado en el proceso de generación, a partir de suclasificación y ordenación, junto con la descripción de sus elementos identi-ficativos; la cual combina la presentación según el orden estructural queresulta de esa organización con aproximaciones basadas en el análisis de sucontenido, que se recogen en un resumen y en los Índices auxiliares de losinstrumentos de descripción construidos a partir del resumen tras la extrac-ción y control de términos de indización. Además, a diferencia de lo quesucede en el resto de los centros de información, donde la catalogación yla indización se realiza de modo previo e independiente de la clasificación,la descripción en los archivos está estrechamente vinculada con la clasifica-ción, que le precede y condiciona, ya que las clases generadas se conviertenen los diversos niveles de descripción. Esta práctica y los principios que losustentan son la base de la Norma Internacional G;eneral de DescripciónArchivÍstica, que los integra plenamente en su seno.

• 2. Quizás la novedad de la normativa y la inexistencia de reglas adap-tadas a la especificidad de las diversas familias de documentos y a las pecu-liaridades nacionales, pueden invitar a no seguir la ISAD(G) al pie de laletra en la ficha de entrada de datos que se diseñe para describir un archi-vo. Sin embargo, consideramos que la Norma Internacional General de Des-cripción ArchivÍstica se puede usar en cualquier archivo y para describircualquier documento porque su universalidad emana del carácter generalcon el que se ha concebido y, además, este carácter no está en contradic-ción con los principios científicos que rigen el tratamiento documental enlos archivos.

En cuanto a la creación de instrumentos de descripción, considera-mos que la norma también es válida para realizar ,cualquier tipo de ins-trumento, ya que está diseñada para describir cualquier clase de agrupa-ción documental. No se prevén reglas específicas para cada niveldocumental porque no se considera necesario. Tal vez se podría pensaren la adecuación de diseñar un programa descriptivo que indicara loselementos de la norma que se deberían utilizar para describir los distin-tos niveles documentales, de acuerdo con las convenciones sobre lo quese entiende característico de cada instrumento de descripción. Sin embar-go, creemos que esto no es necesario, ya que la descripción segúnISAD(G) obliga a describir siguiendo la estructura jerárquica del fondo,es decir, no se puede comenzar ni por expedientes ni por unidades docu-mentales simples sin antes describir de modo completo el fondo, sus sec-ciones y sus series; por lo que durante la descripción de los expedientesy las unidades simples, se dejarán numerosos elerrjentos de informaciónen blanco porque se entenderá que asumen los datos incluidos en la uni-dad documental superior, debiendo recogerse únicamente las excepcio-nes. La descripción se convierte, de este modo, en una operación ágil ycoherente.

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• 3. En definitiva, la Norma Internacional General de Descripción Archi-vística y la Norma Internacional de Encabezamientos Archivísticos Autoriza-dos no plantean una transformación revolucionaria de la práctica archivísti-ca, sino un paso más en la tendencia universal emprendida desde hace unsiglo para convertir esta práctica en un método de trabajo basado en unaterminología y un cuerpo de conocimientos aceptados por toda la comuni-dad profesional e investigadora, debido a su coherencia con la naturalezade los documentos y su utilidad para permitir una descripción y una recu-peración que garantice un servicio de información eficaz. Se trata de unavance en la tradición, no de su negación. A diferencia de la parábola,donde la calidez y la vitalidad del vino nuevo pueden romper con su fer-mento las paredes acartonadas de los odres viejos, la normalización de ladescripción y la recuperación archivística no es un "ino nuevo, sinoque únicamente pretende trasegar una práctica útil y añeja a un recipienteque garantice su buen uso y su conservación. Verter el vino viejo en odresnuevos.Evidentemente, esto no significa que no puedan surgir problemas de

aplicación de las normas en casos concretos. A solucionar esos problemas yproponer soluciones para describir los diversos tipos documentales, sedeben dedicar los organismos responsables de los diversos sistemas de archi-vos nacionales y los grupos de trabajo de asociaciones profesionales o dearchiveros que trabajan en un mismo tipo de archivo. Pero las propuestas ylas soluciones siempre deben respetar la estructura de datos de informa-ción y las reglas que proponen ISAD(G) e ISAAR(CPF); es decir, no sedeben proponer alternativas a la norma, sino desarrollar programas de des-cripción a partir de ésta, ya que de lo contrario actuaríamos contra el pro-pio espíritu que ha animado el proceso internacional de normalización dela descripción e impediríamos el logro de sus objetivos y, por tanto, aprove-charnos de sus beneficios. Si existen sugerencias para modificar la estructu-ra y las reglas de la norma, estas se deben enviar al Consejo Internacionalde Archivos pero nunca aplicarlas sin una previa aprobación por este orga-nismo.

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Formas y procedimientosen los expedientes de concesiones mineras

del Archivode la Sociedad AnónimaHullera Vasco Leonesa

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JOSÉ ANDRÉS GONZÁLEZ PEDRAZA

1. INTRODUCCIÓN: SOBRE LOS ARCHIVOS DE EMPRESAS MINERAS

Existe un gran vacío en la bibliografía archivística en lo que se refiere aarchivos de empresas mineras. La realidad es que~no sabemos nada deellos. Sin embargo, la simple consulta de la EstadístiCa Minera y Metalúrgi-ca relaciona cientos de empresas en el momento álgido de la segundamitad del siglo XIX. Pero hoy no sabemos cuál ha sido el destino de losdocumentos de todas aquellas empresas que desaparecieron. Sin embargo,muchos investigadores se han aventurado a hacer una historia de la econo-mía y de la minería en el siglo XIX. Releyendo sus trabajos, alguno de ellosclásicos, no mencionan el haber acudido a archivos de empresas ni el habermanejado fuentes originales de las unidades de producción. La enumera-ción de sus fuentes está repleta de estadísticas oficiales, anuarios, boleti-nes, fuentes impresas y de las Cámaras de Comercio, revistas, memorias,etc!.

1 En relación con este asunto, afirmaba el investigador Pedro Segura en la reuniónsobre archivos de Murcia en 1991: «resulta paradójico que en un momento como elactual, con un renacimiento del poder de sugestión de la teoría shumpeteriana, mitifica-dora de la empresa capitalista y de la figura del empresario, la escasa atención que se le

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Parece que la situación está cambiando desde hace algunos años. Este esel caso de la Sociedad Anónima Hullera Vasco Leonesa, sociedad centena-ria que, en el trascurso de su actividad, había conseguido reunir unos fon-dos extraordinarios sobre el pasado -y el presente- de las cuencas mine-ras de León y Palencia desde mediados del siglo XIX, y que decidióplanificar su organización, inventario y servicio, para crear un Archivo en elpleno sentido de la palabra y ponerlo a disposición de la propia empresa yde los usuarios. Recientemente, el estado de los trabajos nos ha permitidoelaborar un Tríptico-Guía informativo de los fondos, además de integrar losdatos en las Guías de Fuentes del CIDA, y esperamos aportar nuestra expe-riencia en la Sección del Consejo Internacional de Archivos CIA/SBU.

Dentro de estos fondos, los expedientes de concesiones mineras han sidosiempre unos desconocidos para los archiveros, aunque no para los juristas,que han intentado descifrar su naturaleza desde hace años, atraidos por elcarácter especial del derecho minero dentro del derecho administrativo,cuando no elevándolo a la categoría de rama con entidad propia.3 Estos

presta desde la historiografía convencional española. Se echan las campanas al vuelo porel descubrimiento de los documentos de un señorío, de una casa nobiliaria o de unmonasterio, pero nadie parece preocuparse gran cosa por los documentos de todo tipode empresas que acaban perdiéndose irremediablemente, y un archivo de empresa tieneel mismo valor, en la sociedad industrial, que las cuentas de un señorío o de un monas-terio en la feuda¡". «Los archivos de empresa, objeto de investigación" en Actas de las JornadasArchivos e Investigación (Murcia, 13-15 noviembre 1991), Murcia, 1996, p. 151-162. Estaes sólo una de las caras del problema, aunque expresada con valentía. Además, habríaque añadir la identificación que hasta hace poco se hacía entre archivero y archivero deorganismo público, y la indefinición e ignorancia con que la legislación trata a los archi-vos privados.

2 Para más información sobre el Archivo de Hullera Vasco Leonesa, ver José AndrésGonzález Pedraza yJosé Ramón González García «Organización de documentos en archivos deoficina: el ejemplo de la S.A. Hullera Vasco Leonesa" en Actas de las XI Jornadas de ArchivosMunicipales de la Comunidad de Madrid (Aranjuez, 23-24 mayo 1996), p.191-195; JoséAndrés González Pedraza «El Archivo Histórico de Hullera Vasco Leonesa: el concepto y la reali-dad" en Actas del Primer Congreso Internacional sobre la Cultura Leonesa de la Mina(León, septiembre 1996) yJosé Andrés González Pedraza «Organización, defensa y conserva-ción del patrimonio en Hullera Vasco Leonesa" en Actas de la Primera Sesión Científica sobrePatrimonio Minero (Almadén, 21-22 octubre 1996). Hace años, el profesor López deAzcona destacaba en una breve reseña la importancia de los papeles de Almadén delA.H.N., los documentos del Consejo Superior del Ministerio de Industria y la E.T.S. deIngenieros de Minas de Madrid (<<Interesantes y valiosos documentos de historia de la minería ymetalurgia de la segunda mitad del XIX y primera del XX" en Europa Minera, marzo 1983, p.19). Está contribuyendo con gran mérito al conocimiento de archivos de empresas mine-ras el Archivo Histórico del Banco Bilbao Vizcaya a través de su colección Informaciones:Cuadernos de Archivo. En 1994 editaron «Inventarios de fondos documentales: Compañía JoséMac Lennan de Minas y otras sociedades mineras".

3 La polémica, desde antiguo, siempre se ha centrado en determinar cuál es la natu-raleza de la propiedad minera y si el concesionario puede ejercerla en todos sus senti-dos. La discusión venía alimentada por la confusión de las leyes, el contenido del arto

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expedientes definen de quién es la propiedad del terreno, base de la explo-tación, y lo hacen a través de unos procedimientos cambiantes en el tiem-po, normalmente al albur de la inspiración ideológica del gobierno deturno, aunque con una evolución en los conceptos ba~tante lineal a lo largo

Idel siglo XIX.

El expediente de concesión minera tiene carácter de expediente admi-nistrativo iniciado a instancia de un solicitante y tramitado por las Adminis-

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traciones provincial y central. En los archivos de Hull,era queda la constan-cia del ejemplar del expediente que le sirve al concesionario para demostrarsu propiedad pero debería existir otro ejemplar, con otro tipo de documen-tos, que es el que se reserva el Negociado de la Administración y que hoydeberían de aparecer inventariados, si se han conservado, en el Archivocorrespondiente. I

Para las empresas que continúan su actividad, soh un ejemplo de queno existen documentos activos y documentos pasivJs, ni archivos vivos yarchivos muertos, sino sociedades que reciben y producen documentos enel curso de su actividad, pero en distintas etapas de 4s0 y fases de tramita-ción. Estos expedientes, muchos de ellos más que centenarios, aún hoy

I. ,339 del Código Civil, la tradición hispana de reserva última de 'la propiedad en favor dela Corona o el Estado y si los derechos que crea la concesión. minera forman parte delos «derechos reales administrativos», en palabra acuñada por J. González Pérez. En 1948el prof. Martínez Useros (op. cit.) situaba la polémica de una manera preclara: «Si tene-mos en cuenta que e! sistema de la concesión de las minas aparece siempre combinadocon la consagración de! principio de dominio público de! Esta(¡o sobre los yacimientos,todas las controversias hubieran debido quedar solucionadas al.lafirmar que las concesio-nes de minas eran concesiones administrativas, puesto que ot~rgan aprovechamientosespeciales sobre bienes de dominio público. Sin embargo, el afán de aplicar a las relacio-nes jurídico-públicas procedimientos de Derecho Privado cond*jo a embrollar un puntoque en sus bases se hallaba suficientemente claro. Así, preceptos que, sobre todo en elCódigo Civil, dejan entrever que la mina concedida es una pro~iedad particular, implica-ban en el fondo una contradicción con el criterio regaliano t una confusión sobre elalcance de los derechos que por la concesión se otorgan. Otros datos como el otorga-miento de la concesión a perpetuidad o el ser los derechos que dimanan de la concesióninscribibles en el Registro de la Propiedad, respaldaban e! crite~io de que la mina dejabade ser de dominio público para convertirse en plena propiedadl privada». Existe un resu-men de la evolución histórica por e! Dr. D. Antonio del Valle Menéndez en Introducciónal Desarrollo Histórico del DerechoMinero Español. Madrid, 1984. La discusión ya se plantea-ba hace años en José Luís Villar PalasÍ "Naturaleza y regulación de la concesión minera» enRevista de Administración Pública, enero-abril 1950, p. 79-II6; el citado Enrique MartÍ-nez Useros "El intervencionismo estatal y las concesiones de minas" en Revista General deLegislación y Jurisprudencia, junio 1948, p. 634-664; Florentin9 Quevedo Vega. DerechoEspañol de Minas. Madrid, 1964. Más recientemente, Aure!io Guaita. DerechoAdministrati-vo: aguas, montes, minas. Madrid, 1986 y Francisco Sosa Wagner (et al.) Régimen juridico dela mineria. León, 1991. Vuelve a realizar un resumen histórico Ramón Parada. DerechoAdministrativo (t. Hl). Madrid, 1997, donde anuncia la tesis doctoral inédita del profesorFernández Espinar. Génesis y evolución del Derecho Público de Minas en España (1826-1986).

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garantizan derechos en caso de duda y avalan una propiedad ante quien losolicite. Son pues documentos esenciales en el Archivo de una empresa.

Los documentos elegidos para esta exposición forman parte del FondoMinas de Barruelo y Orbó, que reúne los documentos de la actividad enesas cuencas desde mediados del siglo XIX, incluyendo la propia HulleraVasco Leonesa en las últimas décadas. Este Fondo agrupa a empresas conentidad propia que explotaron las minas de aquella zona, en especial Minasde Barruelo, que había nacido en 1922, pero también Collantes Hermanos,Crédito Mobiliario y la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte deEspaña. Destacan en este Fondo las Series de Expedientes Personales, unos10.000, y de Libros de Contabilidad, aproximadamente 400. De entre lasSeries, se han agrupado los expedientes de concesiones de la Sociedad Espe-cial Minera Esperanza de Reinosa, que explotó las minas de la cuenca deOrbó de 1843 a 1909 y que situamos en su contexto en el primer apartado.La razón es disponer de expedientes variados que, en su forma y en elfondo, siguen las normas principales del siglo XIX en materia de minería(1825, 1849, 1859, 1868) con lo que contemplamos de forma privilegiadaestas transformaciones.

Espero poder ofrecer pautas de interpretación, una orientación en lasfuentes y una explicación del porqué nos encontramos con estos tipos docu-mentales y no con otros para aquellos que deseen acercarse al conocimien-to de las claves que encierran estos expedientes. No es otra la labor delarchivero. Quedará para el investigador interpretar el momento histórico ycontribuir a la historia del derecho, la historia administrativa o la historiade la economía del siglo XIX, con las relaciones económicas y de podersubyacentes en esta época de grupos de presión.

2. EL CONTEXTO HISTORICODE LASOCIEDADESPERANZADE REINOSA (1843-1909)

Bajo la denominación Esperanza de Reinosa se constituye en esta villa el30.12.1843 una sociedad para la explotación de las minas situadas en lostérminos de Cillamayor, Porquera de Santullán, Orbó y Aguilar de Campóo,del partido judicial de Cervera del Río Pisuerga, provincia de Palencia. Sesituaban al SE de las explotaciones de Barruelo, donde operaban la Socie-dad Collantes Hermanos, el Crédito Mobiliario (desde 1856) y la Compañíade los Caminos de Hierro del Norte (desde 1877)4. La sociedad fue reorga-

4 Para más datos históricos sobre la minería palentina, ver Román Oriol. La IndustriaMinera en la Provincia de Palencia. Madrid, 1888, memoria premiada en 1887 por la Socie-dad Económica de Amigos del País de Palencia en el certamen científico para premiarideas que potenciaran la zona. Recientemente, Faustino Narganes Quijano. Mineros yminas de antracita en la provincia de Palencia. Palencia, 1997, discurso de entrada del autor

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nizada en 1859 mediante una nueva escritura de constitución fechada enValladolid para adaptarse a las condiciones que exigía la Ley de SociedadesMineras de 6 de julio de ese año. En estas nuevas basbs rectoras se estipula-ba que subsistiría mientras existieran minerales expl~tables o hasta que lamisma sociedad decidiera su disolución. !

Desde este momento comienza un periodo de con'secución de concesio-nes en Valdeolea (Santander) y Orbó (Palencia) hasta principios del sigloXX. A ellas se unían las que eran cedidas por los hednanos José, Gregorio,Facundo, Manuel y Eduardo GarcÍa de los Ríos y Nic~lás Villanueva, que sehabían reunido en la Sociedad José GarcÍa de los RíÓs y Compañía, poste-riormente Ríos Hermanos. En los primeros años de este siglo contaban conlas siguientes concesiones: Abiércoles, Jovita Perazalc~ con su Ampliación yDemasía, Buenaventura, Antonina, Estrella Elena y gemasÍa, José Manuel,San Ygnacio, Valentina y su Ampliación, Dos Herma¡;las, Alta y su Amplia-ción, Dispensa, Manolo, San EIÍas, Recogida Segunda: Retirada, Siglo XX ysu Demasía, Previsión y su Demasía. Durante un tiempo, contaron comoDirector Facultativo a D. Mariano Zuaznavar, ingeniero: que proyectara luegoel tren hullero de La Robla a Valmaseda, y en 1883 obtuvieron la Medallade Oro en la Exposición Nacional de minerías. ~

En los primeros años del siglo, por la preparació~ de los dos primerospisos en las minas del Pozo Rafael (113 m. de profundidad) y Grupo Jovita(78 m.) y a causa de la interrupción de las labores porlla aparición de aguassubterráneas, se vieron obligados a solicitar un crédit~ a la Casa de Comer-cio López Brú, que tenía en Barcelona el segundo Marqués de Comillas,Claudio López Brú6• Como los desembolsos eran coniínuos, se hiceron tra-

Ien la Institución Tello Téllez de Meneses y Nicolás Sánchez Albornoz «De los orígenes delcapital financiero; la Sociedad General del Crédito Mobiliario Español, 11856-1902" en Moneda yCrédito, nº 96, 1966, p. 29-67. F. Narganes sitúa el origen del c~rbón palentino en 1838,con los «trozos de piedra negra y lustrosa" que encontró mientras paseaba el sacerdoteCiriaco del Río. Ello supone cuatro años antes de los primero$ datos que existen en elArchivo de Hullera Vasco Leonesa. I

5 El documento de 8 páginas que se encuentra en la B.N. Sg. 2594-115, del que tene-mos una copia gracias a la amable indicación del Dr. D. Antonio del Valle Menéndez es,con toda probabilidad, la presentación de la sociedad a esta EJiposición. En él centra supolítica comercial en la utilización de la línea ferroviaria de Alat del Rey a Santander, losdepósitos de la Estación del Norte de Valladolid y de la Estación del Paseo Imperial enMadrid. También menciona el canal subterráneo que ideara Zulunavar, concebido como

Iuna obra maestra de la tecnología minera del XIX. Narganes Q.uijano califica a Zuazna-var de «gran emprendedor y no menos idealista por lo que las :envidias y las rencillas leapartaron de aquella fantástica leyenda de Las mil y una noches:de Orbó" (op. cit. p.15).

6 D. Claudio y su padre, primer marqués, fundador de la Compañía Trastatlántica,siempre estuvieron ligados a la minería del carbón en Palencia ~ en Aller (Hullera Espa-ñola). Para más datos, Narganes Quijano (op. cit.) p. 15 e IgnaCio Herrero Garralda. Lapolítica del carbón en España. Madrid, 1944 (reed. 1987), p. ~7 y ss. Herrero Garraldaseñala que la Compañía Trasatlántica acabó con la absurda leyenda de que el combusti-ble español no servía para las calderas de vapor, utilizando en todos los buques de supropiedad, y con éxito, carbón de Aller.

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tos con la Hullera Española para concertar un contrato de explotación enlas minas de Orbó. Los técnicos de esta empresa creyeron convenientemodificar el plan de explotación, acometiendo la preparación hasta unquinto piso para poder llegar a obtener como mínimo 150.000 tn. sin inte-rrumpir las labores y con un precio de costo más reducido. Como esta solu-ción exigía aún más capital para las instalaciones del exterior y las laborespreparatorias, ambas sociedades acordaron extender la oferta de participa-ción para las Minas de Orbó y constituir en agosto de 1909, junto al Crédi-to Mercantil, el Banco de Barcelona, el Banco Hispano Colonial (que enrealidad eran todos el mismo grupo financiero, vinculado al Crédito Mobi-liario), y como particulares el Marqués de Comillas y Manuel Arnús y For-tuny, la Sociedad Carbonera Española. En ese momento quedaba asumidala Sociedad Esperanza de Reinosa, con todas sus deudas, activos y pasivos?

3. Los EXPEDIENTESDE CONCESIONESMINERAS.FORMAy PROCEDIMIENTOS

3.1. «Abiercoles», <<jovitaPerazalce» y la legislación de 1825

La Ley minera de 1825 rompe con la tradición de derecho antiguo quetenía su más claro ejemplo en las Ordenanzas de Felipe 11de 1584 y abrepaso a la regulación de la minería contemporánea8• Inspirada en las influ-yentes ideas de Fausto de Elhuyar, un hombre ilustrado que había bebido,en opinión de Parada, en las fuentes de la legislación napoleónica de 1810,y que pertenecía a esa generación que, nacidos aún en el siglo XVIII, refor-maron la Administración contemporánea, la Ley tiene ya en su articulado

7 Años más tarde, la compra en 1928 de las Minas de Orbó por Minas de Barrueloponía fin a una separación que era tenida por ilógica. Un Informe inédito de 1932 seña-la: «se han de advertir que Orbó y Barruelo forman el conjunto de la cuenca del Ruba-gón, sin que haya nada útil en sus extremos que salga de ambas concesiones: pareceinexplicable porque han estado separadas las dos propiedades mineras, puesto que hubie-ra sido más económica la explotación unificada de la cuenca con un solo plan de con-junto, evitando dobles instalaciones, empleomanía, direcciones, consejos de Administra-ción etc.» y aportaba datos sobre el estado de las explotaciones de la Esperanza deReinosa: «Del estudio de Orbó que hizo nuestro servicio técnico resultaba que se habíadado preponderancia y prestado única atención a las instalaciones exteriores y particular-mente sociales. Pero que el interior estaba completamente desorganizado, con una máqui-na de vapor de más de cincuenta años de servicio, con un castillete colocado a unos 10metros de ella (oo.) se hallaban las minas en periodo delicado, arrancados todos los maci-zos de protección principales de las galerías, hundida la mayoría de éstas y se iba tram-peando con una explotación al NO en el piso más inferior y con los rincones que queda-ban al azaf». Minas de Barruelo. Consideraciones acerca de su marcha técnica y económica de1912 a 1932. (Archivo HVL)

8 V. Gerard Chastagnaret. «La legislation de 1825 et 1-evolution des activités minie-res» en Primer Coloquio de Historia Económica de España (Barcelona, marzo 1972).

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IFORMAS Y PROCEDIMIENTOS EN LOS EXPEDIENTES DE C<DNCESIONARIOS 33

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!

las constantes que se repetirán a lo largo del siglo, c~m las variantes defini-das por cada Gobierno: I

1. la necesidad de la concesión para acceder al dtfrute minero.2. el encauzamiento de la concesión en un procddimiento administrati-

vo. I3. la creación de un órgano estatal (Dirección Gerieral de Minas) y órga-

nos provinciales (Distritos Mineros). I4. la creación de dos impuestos: uno invariable sobre la superficie y otro

variable sobre los beneficios. II

La Ley y las Instrucciones de 1825 abren paso a una sistematización delos procedimientos, consecuencia lógica del establecimiento de unos órga-nos jerárquicos con funciones delimitadas. En el siglo de la codificación,estas normas deben entenderse en el contexto genetal de corte liberal desustitución del derecho antiguo por un derecho nu~vo, concreto, claro ypermanente. Al regular las formas y los procesos, surgen expedientes orde-nados que consagran la vía administrativa para el otbrgamiento de la con-cesión. A pesar de que aún no podemos hablar de un~ exaltación de la pro-piedad burguesa, el procedimiento administrativo fuinero destaca ahoraque la publicidad y el testimonio escrito avalan, ante ¡todos «<erga omnes»)la permanencia y validez de un acto de concesión por parte de la autoridada un sujeto privado. Esta decisión es irrevocable y se ladorna de la más altasolemnidad cuando el escribano da fe pública de la vdracidad de los hechos.

El Il de noviembre de 1909, los nuevos gestores ae la Sociedad Carbo-n~ra Españo~~, al no dispo~e.r del título ~e propiedadlde ~ac.oncesión deno-mmada «AbIercoles», se dIngen al GobIerno de la provmCIa donde se lesinforma que I

«el original del expediente de posesión se encuen¡tra en la Secretaría delGobierno Político de la provincia de Palencia. Dichq expediente fue aproba-do por la Dirección General de Minas en 1 de marz? de 1843, registrado enla Secretaría, en el Libro 30 en la indicada fecha; y en 4 del mismo mes demarzo, se remitió a Palencia».

Antes, en 1860, José GarcÍa de los Ríos, representante de la SociedadEsperanza de Reinosa, se había encontrado con el mi~mo problema y solici-tó se le expidiese un testimonio de ocupación de dbmarcación de perte-nencias verificado en 1849, es decir, seis años despuéJ de la primera ocupa-

Ición. En realidad, en 1849 se procede a una ampliación de demarcacionesdado que la Ley de ese año, de la que luego nos ocu~aremos, permitía que«si a los concesionarios conviniere, se les aumentar:in las dimensiones desus pertenencias a las 300 varas de largo sobre 200 de ancho» (DisposiciónTransitoria 1ª). I

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En 1860 Y 1909 quienes querían ocUpar la concesión «Abiércoles» seencontraron con el mismo problema: no existía título de propiedad, por-que la Ley de 1825, vigente cuando se finaliza el primer expediente, en1843, no disponía que se redactara un título de propiedad. A petición deuna de las partes, el escribano Bartolomé Ovejero tiene que emitir un testi-monio del expediente original, realizando una «copia a la letra» que hacelas veces de testimonio de propiedad, a todos los efectos. Los documentosque encontró el escribano nos sirven para seguirle los pasos al procedi-miento en el expediente y para descubrir que la historia de «Abiércoles»comenzaba en junio de 1842:

1. Memorial dirigido por Francisco María Varona Alpanseque, PedroRuiz y Timoteo Ruiz, naturales y comerciantes de Reinosa, Juan Lan-taran, médico de Arroyo, Hermenegildo Sainz, cura de Cervatos, yCiriaco del Río, cura de Salcedillo, al Jefe Superior Político de la Pro-vincia de Palencia, el 21.6.1842, declarando que:

«en el sitio denominado los Abiercoles (...) han descuvierto una Mina de car-bón de piedra, que tomará en adelante el dicho nombre de Abiercoles y dese-ando obrar con arreglo a los decretos e instrucciones que sigan sobre la mate-ria suplican se sirva admitirles el registro que solicitan proponiéndoseesplotarla y veneficiarla de su cuenta y por compañía».

2. Decretos del Gobierno Político de 6.7.1842 admitiendo el Registro yordenando se tome razón en el Libro de Registro además de «fijarcarteles en los parajes acostumbrados».

3. Notas del mismo 6 de julio de 1842, anunciando publicidad en elBoletín Oficial de la Provincia, en el pueblo de Cillamayor, y otranota entregada a los interesados «recordándole haga la designacióndentro de diez días». En efecto, el arto 6 del R.n. de 4 de julio de1825 para el Gobierno de la Minería establece que «admitido el regis-tro (para mina nueva) o denuncio (para mina abandonada) el inte-resado designará en el plazo de diez días la situación de su pertenen-cia al hilo del criadero».

4. Certificado del Alcalde Constitucional de Cillamayor de 19.7.1842declarando que «el presente anuncio ha estado f~o en el sitio públi-co acostumbrado hasta esta fecha, y de modo que puede haver llega-do a noticia de todos».

5. Memorial de los solicitantes de la propiedad al Jefe Superior Políticode la Provincia de Palencia fechado en Reinosa el 4.10.1842 notifi-cando:

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FORMAS Y PROCEDIMIENTOS EN LOS EXPEDIENTES DE CONCESIONARIOS 35

«que han avilitado ya la lavor de pozo o cañón que previene la Instruccióndel ramo (...) estando para transcurrir los noventa dias designados por la Leypara paracticar las lavores necesarias, deseando asi bien verificadas ya obtenerla propiedad para beneficiarla en toda regla, suplican a V.S. se sirva procedera un reconocimiento a la demarcación de pertenencias y á darles la posesiónformal con arreglo al arto 8º del Real Decreto de 4 de julio de 1825 y demásdel Ramo».

El art. 7 de la norma que los solicitantes mencionan rezaba que «en eltérmino de noventa dias (el interesado) habilitará una labor de pozo ocañón, a lo menos de diez varas castellanas» y el arto 8 al que también sealude ordenaba que 'el Inspector señalará el dia en el que haya de practi-carse el reconocimiento de la labor por uno de los Ingenieros, cuyo acto sehará por ante Escribano y en presencia del mismo inspector o del sugeto aquien comisione; y en seguida se procederá a la demarcación del terreno yfuación de estacas o mojoneras, y se pondrá en posesión formal al interesa-do, dándose cuenta a la Dirección General del Ramo».

6. Auto de adjudicación de 8.10.1842 del Inspector del Distrito en elque, pasados los noventa dias sin contratiempos ni reclamaciones,ordena se proceda

«al reconocimiento de la mina y a la demarcación de la pertenencia, con cita-ción de coolindantes por si los huviese; para lo cual doy comisión en formaal Arquitecto de la Academia Nacional de S. Fernando D. Domingo Abellanóvecino de Reynosa. Oficiese al Alcalde Constitucional de Cillamayor para quevaliéndose de escrivano presencie y autorice el reconocimiento y verificadodé la correspondiente posesión en nombre de S.M.».

El reconocimiento se fija para el dia 16 de octubre en el Boletín Oficialde Minas de la Provincia. El Inspector aporta al citado arquitecto modelosque le sirven para ralizar las demarcaciones y otras diligencias. El resultadodebía remitirse al Gobierno Político, junto con muestras del mineral. Recor-demos que el arto 9 establecía que «el testimonio de las diligencias se entre-gará al interesado, y le servirá de título para el disfrute de la mina».

7. Diligencia de señalamiento y posesión de la mina por el escribano el16.10.1842 en presencia del Alcalde Constitucional de Cillamayor, elcomisionado Arquitecto de la Academia y los solicitantes. En la dili-gencia se hace constar que

«es su calidad de las mejores y mas abundantes de su ciase, como aparece delos ensayos que se han ejecutado al efecto y de la muchissima porción que sedescubre de carbón, sin mas que mover la primera capa de tierra; por cuyarazón deve ser considerada como uno de los mejores criaderos»

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Seguidamente se procede al acto de posesión,

«con cuyo objeto le tomó por la mano dicho S. Alcalde y acompañado de lostestigos le introdujo en ella, haciendo en su vista una pequeña escavación,como en prueva de la real, corporal e velcuasi que le confería, y que tomóquieta y pacíficamente, sin que se interrumpiese en lo mas pequeño el acto».

Estas diligencias, junto con el plano, son enviadas a la Dirección Gene-ral de Minas.

8. Oficio de remisión de 1.3.1843 del Secretario de la Dirección Gene-ral de Minas al Inspector del Distrito de las diligencias de posesiónde la mina «Abiércoles» «hallándolas arregladas a lo prevenido» yordenando que «librando de ellas el correspondiente testimonio alinteresado, las archive». Recuerda el oficio, pues debía ser una normaconstantemente incumplida, que las diligencias deben atenerse a losmodelos que envía la Dirección General y debe siempre incluirse unplano explicativo de la demarcación.

El expediente de la concesión denominada «Jovita Perazalce» compren-de prácticamente los mismos documentos que «Abiércoles», pues el escriba-no, a petición y mandado de Francisco María Varona y del Jefe Político dela Provincia, extiende un certificado en once hojas del sello cuarto de 40ms., copia integral del expediente original que se hallaba en la Secretaríadel Gobierno Político de Palencia.

En este caso, la mina «Perazalce», registrada por los mismos descubrido-res que «Abiércoles» el 8.7.1842, parecía seguir los mismos trámites. Peroen un momento del procedimiento se suscita un contratiempo que nos sirvede ilustración sobre qué órganos entienden sobre lo contencioso en mate-ria de minería.

Cumplidos los plazos de publicidad y a punto de cumplimentarse la pose-sión,

«se presentó al Jefe Superior Político un escrito por D. Gregorio G. de losRíos por sí y a nombre de los demás compañeros que son de la mina tam-bién de carbón denominada La Jovita (...) exponiendo que después de haverempezado a practicar la lavor se personaron los interesados en la Perazalce,con la justicia de aquel pueblo D. Francisco María Varona, D. Juan Lantarony D. Ciriaco del Río haciendo arbitrariamente suspender los travajos comen-zados, tomando ellos posesión para proseguirles de su cuenta, so pretesto deque aquel era el terreno y término que havÍan denunciado (...). Los expo-nentes, descansando en la rectitud de V.S.y persuadidos de que a ningunaotra autoridad compete intervenir ni decidir esta clase de cuestiones, se hanreservado hacer ninguna otra reclamación mas que V.S.del derecho que tanarbitrariamente les han usurpado: porque es bien claro que es una usurpa-ción, cuando dicho Sr.Varona y sus compañeros no hallando sin duda la mina

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que suponían en el término que denunciaron de Perazalce se determinaron aabrir la lavor de pozo solicitado por el que suscrive",

Desde la Inspección de Minas del Gobierno Político se comunica la sus-pensión cautelar del expediente a la Dirección General de Minas y se con-voca a las partes a un acto de avenencia. El resultado no deja de ser sor-prendente:

«después de un pequeño devate sobre si era un mismo terreno y términodonde estan sitas las dos minas registradas pero designadas como en distintosconvinieron en que las dos minas quedasen refundidas en una, denominán-dose de aquí en adelante Jovita Perazalce, y administrándola y beneficiándolapor octavas partes en compañía que se ha de formar las cinco de los que eransocios de la mina Perazalce y tres de los que lo eran igualmente de la minaJovita; así lo acordaron quedando avenidos ...»

La autoridad en materia de minería fue siempre un hecho discutido yaque existía una confusión sobre si pertenecía o no a los tribunales ordina-rios la resolución de los asuntos. La norma de 1825 crea la Dirección Gene-ral de Minas, primero adscrita al Ministerio de Hacienda y luego al deFomento, desgajándola de la existente Junta General de Comercio, Moneday Minas, y parece otorgarle una unidad gubernativa y jurisdicción privativaaunque la primera instancia se reservaba, como hemos visto, a los Inspecto-res de Distrito, en cuya sede debían tratarse los negocios «a estilo de comer-cio, verdad sabida y buena fe guardada» (art. 41). El régimen contencioso-administrativo creado en 1845 terminaría por inclinar la balanza del ladode los que pensaban que sólo la Administración podía juzgar de estostemas9•

Solucionado el contencioso, sigue la concesión el procedimiento nor-mal y es aprobada por la Dirección General de Minas el 2.6.1843. Desta-quemos como, al remitir el expediente de las diligencias al Inspector deldistrito se le ordena «que libre el correspondiente testimonio de ellos alos interesados, añadiendo a él un plano idéntico al original, con copia desus explicaciones y autorizado devidamente». Estos son, pues, los documen-tos que deben aparecer en los expedientes que conserven los archivos delas empresas.

9 Sosa Wagner (op. cit.) nos recuerda como en las «Lecciones» de 1843, PosadaHerrera trataba el tema y afirmaba: «en las cuestiones de minas hay dos clases de nego-cios muy difíciles de conducir: negocios contenciosos que tienden sólo a interpretar eltítulo de la concesión y que versan sobre la validez de ese acto o sobre la mayor o menorlegalidad de él y otros en que suponiendo basada en autoridad de cosa juzgada la conce-sión y demarcación de la mina, se trata solamente de interpretar los contratos celebradoscon talo cual persona: en el primero corresponde a la Administración entender en elasunto; y en el segundo a los Tribunales Ordinarios»,

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3.2. Los reales títulos de propiedad y la legislación de 1849.

«Abiércoles», «Jovita Perazalce», «Buenaventura» y «Antonina» forman laserie A de concesiones, utilizando la misma denominación que aparece enlos expedientes de la Sociedad Esperanza de Reinosa, otorgadas todas segúnla Ley de 1825 y sometidas a ampliaciones y rectificación de demarcacionesya según la norma de 1849.

La administración distinguía una serie B, otorgadas todas ellas entre el30 de abril de 1857 y el 19 de setiembre de 1860. Estas eran: «Estrella deElena», «José Manuel», «San Ygnacio», «Valentina» y «Dos Hermanas».

Junto a los planos de demarcación de rectificaciones y las actas de recti-ficaciones de las coordenadas y situación de las pertenencias, aparecen enestos expedientes por primera vez los Reales Títulos de concesión, fechadosdos de ellos (Estrella de Elena y José Manuel) en Palacio, y los tres restan-tes (San Ygnacio, Valentina y Dos Hermanas) en Mahón. A pesar de quelos Reales Títulos aparecen firmados en 1860, todos ellos se rigen por loestipulado en la Ley minera de 11 de abril de 1849 y el Reglamento que ladesarrolla1o el 31 de julio del mismo año. Esto es así porque las normas de1859 reservaban para los expedientes que tenían pendientes de resoluciónen esa fecha el título de propiedad, el acogerse y finalizar según la normaanterior de 1849.

La aparición de este documento definitivo de la voluntad de quien tienela capacidad de conceder puede interpretarse de dos maneras:

1. de una parte, es la culminación del formalismo del acto administrati-vo normalizado y delega en lo escrito la permanencia de esa volun-tad, más allá del acuerdo verbal y por tiempo ilimitado.

2. por otra parte, es la solución a los problemas que debieron plantearlos expedientes sujetos a la Ley de 1825, cuando la ausencia de títu-los debió provocar la constante visita a la autoridad para el levanta-miento de testimonios.

El arto 5 de la Ley de 11 de abril de 1849 señala como «a los concesio-narios se les expedirá un título de propiedad por el ministro del ramo. Enél se expresarán las condiciones que, a juicio del gobierno, requieran lascircunstancias especiales de la empresa, o la conveniencia pública».

El Reglamento posterior amplía esta explicación y sitúa exactamente laexpedición del título no, como cabría pensarse, para finalizar el expedien-te, sino en un momento posterior a las fases de registro, reconocimiento y

10 La Ley se comenzó a debatir en Cortes en 1848 y pretendía adecuar el estado dela minería a los nuevos descubrimientos de Sierra Almagrera e Hiendelaencina y refor-mar el calamitoso estado de las explotaciones tras la guerra.

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demarcación, cuando el Ministerio da el visto bueno al expediente que leremite el Gobierno Político, y en una fase inmediatamente anterior, como«conditio iuris», a la toma de posesión. Acompañando un modelo al finaldel Reglamento, se dice que «será expedido en nombre de S.M. la Reina yrefrendado por el Ministro de Comercio, Instrucción y Obras Públicas (...)Los derechos de expedición del título serán 60 rs. vn. por cada pertenen-cia, con mas los de papel de ilustres en que se ha de extender».

El Real Título de propiedad presenta una estructura diplomática muydefinida que, en su forma, no varió a lo largo del tiempoll, salvo en losaspectos que más adelante analizaremos:

1. La «intitulatio» inicial resalta el nombre de la soberana: «Doña IsabelSegunda, por la Gracia de Dios y la Constitución de la monarquíaespañola reina de las Españas» acentuando el carácter de la fuentede donde dimana la voluntad de conceder y resaltando el dominiopúblico en última instancia y el carácter reversible de la propiedadminera, a pesar de señalar la «propiedad» del concesionario.

2. El texto, de forma amplia, señala el hecho de la concesión con lascaracterísticas de la mina, los antecedentes y circunstancias y las con-diciones que debe cumplir el concesionario para que no se ponga final disfrute del beneficio minero:

«Por cuanto a la sociedad Esperanza de Reinosa tuve á bien otorgarle laconcesión de la mina de carbón denominada San Ygnacio sita en término deOrbó provincia de Palencia con las condiciones que se expresan, he venidoen resolver con fecha 4 de julio último que se le expida el presente Título depropiedad, conforme a lo prescrito en el artículo 5º de la ley de minería, coninserción de las condiciones siguientes (...)>>

La mina viene delimitada por un indeterminado y ahora limitado núme-ro de pertenencias, es decir, son unidades en que se divide la concesión. Lapertenencia viene definida como un sólido (figura geométrica) de base rec-tangular, con medidas que varían a lo largo del tiempo (600 varas de largopor 300 de ancho según la Ley de 1849) medido horizontalmente desde un

JI Podemos afirmar que el Real Título de Propiedad es una evolución diplomática dela Real Provisión, aunque también podamos entender que es una de las formas que adop-ta la Real Provisión, dependiendo del negocio jurídico de que se trate. Lo cierto es quelas semejanzas son muchas y que la Real Provisión siempre fue una vía solemne para laconcesión de mercedes o el disfrute de regalías. Al igual que en el Real Título, la "intitu-latio» regia aparece precedida por el tratamiento de Don/Doña e inspirada por la graciadivina; elaborada a instancias de una petición previa, figura la expresión "Por quanto»;la data se expresa en la forma "Dado en ...» y la "suscriptio» en la forma "Yo la Reina».Cierto es que no existe ahora, a mediados del XIX, el sello de placa, ni las cláusulaspenalizadoras, que pueden haber evolucionado hacia cláusulas condicionales.

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punto de partida hacia un número indeterminado de estacas en la direc-ción que designe el interesado, y de una profundidad indefinida en direc-ción vertical. Siempre se insistió por la autoridad en la necesidad de demar-car con exactitud las pertenencias, desde la labor legal o trabajo principal,quizá porque las actas de rectificación posteriores solían ser comunes. Lapertenencia es algo indivisible, de manera que en los actos mercantiles ytransmisiones posteriores a la toma de posesión siempre debe aparecercomo una unidad.

Las condiciones impuestas al concesionario actúan como un mecanismode salvaguarda de derechos por aquel que los concede. No se puede sosla-yar que en los títulos de propiedad está subyacente un carácter contractualo bilateral que ya vieron los expertos en derecho minero. El Gobierno apor-ta el terreno y la permisibilidad en el disfrute; el concesionario, a cambio,se compromete a explotar la mina y pagar los impuestos. Pero la aparienciaes engañosa, no existe la igualdad en origen de las partes, ni las condicio-nes han sido pactadas. El derecho del peticionario a disfrutar de la minasólo existe en cuanto ha cumplido las condiciones previas para que su expe-diente de solicitud haya sido aprobado y en cuanto cumple con las condi-ciones posteriores que establece el Título. Pero no tiene ningún derechoantes de redactar el Memorial de solicitud del registro. La facultad de ela-borar un derecho positivo «ex novo» y la elaboración de las condicionessólo son potestad de una de las partes, en este caso el Gobierno.

Si nos detenemos en el estudio de las condiciones, que llegan a ser 14,observamos que, además de la vigilancia del problema de las aguas, siem-pre presente, existe una obsesión por asegurar una actividad constante enla mina y que ésta comience de manera rápida. Son las condiciones queobligan a dar principio a los trabajos en el término de seis meses, a no des-poblar la mina por cuatro meses consecutivos, ni ocho discontínuos a lolargo de un año, y a tener siempre una población trabajadora contínua deal menos 4 trabajadores por pertenencia. Ello puede ser consecuencia deuna experiencia de actos reiterados de abandono de las explotaciones antela ausencia de capital, tecnología o capacidad para seguir, o la frustraciónpor no resultar las expectativas puestas en el criadero descubierto, y tam-bién el deseo de asegurarse el cobro del impuesto por los beneficios conse-guidos (que osciló históricamente). Además de este impuesto variable, exis-tía un canon [tia por pertenencia, a modo de impuesto territoria}12.

12 La Ley minera de 1944 afirmaba que este canon era «la expresión última del domi-nio de la Nación». Con un recargo por pertenencia, las cantidades fueron oscilando a lavez que las medidas legales para las pertenencias hasta que la Ley de Impuestos Minerosde 1900 fijó 4 pesetas por hectárea. En cuanto al impuesto sobre la producción bruta,hasta 1859 se venía satisfaciendo al erario público con el 5% del total, pero la Ley deeste año concedió una exención de 20 años que no llegó a cumplirse porque en 1873volvió a reestablecerse en una cuantía del 1%. La citada Ley de 1900 fijó en el 3% el

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La parte textual finaliza asegurando la concesión «por tiempo ilimitadomientras cumpla con las condiciones precedentes».

3. Las datas tópica y cronológica y la «suscriptio» regia, que refuerza laautoridad del otorgante:

«He mandado despachar el presente Título de propiedad, que va firmadode mi Real mano, sellado con el sello correspondiente, y refrendado por elinfrascrito Ministro de Fomento.- Dado en Palacio a treinta de abril de milochocientos cincuenta y siete.- Yo la Reina.- El Ministro de Fomento, ClaudioMoyano».

Si recordamos, la Ley marcaba que el refrendo debía ser por el Ministrode Comercio pero estas concesiones aparecen firmadas por el Ministro deFomento, ya sea Joaquín Ignacio Meneos, Claudio Moyano o Rafael de Bus-tos. La Ley de abril de 1849 y el Reglamento de julio de ese año son elabo-rados por el Ministerio de Comercio de Bravo Murillo pero este Ministeriodesaparece en 1852 reinstaurándose el de Fomento en ese mismo año ysubsistiendo aún en 1860.

Cerrando el Título por el último folio, aparecen las diligencias confechas distintas en forma de «tomas de razón» del Ministerio de Fomento ydel pago de las tasas al ser retirado el Título por el solicitante.

3.3. La forma de llevar los expedientes en la legislación de 1859.

Diversas Reales Ordenes posteriores a 1849 y aclaraciones del Reglamen-to sirvieron para preparar la creación en 1854 de una comisión que elabo-rara un Código Minero, texto que acabó cristalizando en Ley el 6 de juliode 1859 y un detallado Reglamento el 5 de octubre del mismo año, refor-mado el 25 de febrero de 1863. A los efectos que nos interesan para losexpedientes, no aportan ningún cambio significativo y tanto los títulos depropiedad como los documentos que acompañan son, en esencia, simila-resI3. Sí interesa destacar que por primera vez se presta atención a la formaen que deben llevarse los expedientes. Así, el arto 38 del Reglamento de 6de julio de 1859 dispone que

impuesto sobre el producto bruto (v. Ignacio Herrero Garralda, op. cit, p. 78 Y ss.). Nor-malmente, no solemos encontrar las cartas de pago de los impuestos en los expedientesde concesiones, sino entre las series de pago de impuestos (Utilidades, Contribuciónindustrial, etc.). Las empresas reciben el resguardo o Carta de Pago de haber ingresadoen Tesorería e Intervención de Hacienda la cuantía del impuesto para ese año.

13 En cambio, es una Ley decisiva en cuanto a la creación de otro tipo documentalfundamental en los archivos de empresas mineras, cual es el Libro de Visitas. El arto 67del Reglamento crea por primera vez esta Serie, en la que los ingenieros de distrito debencumplimentar las actas tras sus visitas periódicas para vigilar el estado de la mina. ElLibro debía estar cumplimentado al inicio por el Alcalde o Secretario del Ayuntamiento.

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«los expedientes de minas se formarán con los documentos originales y nuncapor copias más o menos autorizadas. A este fin se acompañarán originales lassolicitudes, peticiones, recursos, decretos, providencias, informes, notificacio-nes y diligencias que con relación a los mismos expedientes tengan lugar, y seseguirá el mayor orden, haciendo clara y correlativa la instrucción. La folia-ción será por hojas rubricándolas el oficial a quien corresponda; y cuidándo-se especialmente de que las diligencias se hagan constar en el orden sucesivoen que tengan efecto, sin que ninguna de fecha posterior se estienda ó con-signe al margen de los escritos, ni con anterioridad á otra que le haya prece-dido. Los claros que forzosamente resultaren en algunos folios, inclusas lassolicitudes, se tacharán convenientemente según ocurran».

3.4. El expediente "Cuatro de Marzo» y la legislación revolucionaria de 1868.

A los seis años de estar en vigor el texto de 1859, nuevas ideas sobre elgobierno de la minería alumbraron la Ley de 4 de marzo de 1868 que modi-ficaba 35 de los 95 artículos de la Ley anterior. El Reglamento que la desa-rrollaba se promulgó el 24 de junio de 1868, sustituyendo al anterior de 25de febrero de 1863. Este Reglamento de 1868 estuvo vigente hasta que fuesustituido por el de 16 de junio de 1905 porque el Decreto de Bases de 29de diciembre de 1868, de corte liberal, nunca tuvo un desarrollo reglamen-tario, ni tan siquiera existió el proyecto de Ley que se anunciaba. Por esodebía actuar el Reglamento de 24 de junio como sustitutivo. Es, pues, unReglamento fundamental porque abarca el periodo más importante de laactividad minera contemporánea14•

El Decreto de 29 de diciembre de 1868, que no se derogó hasta 1939,fruto de la Revolución de setiembre, ha sido una norma enormemente dis-cutida por polémica y radical. Denominada por Parada como «un canto ala iniciativa privada y una condena sin paliativos de la acción del Estado»,era el resultado de una ideología liberal que aborrecía el regalismo y teníaen la propiedad un derecho irrenunciable, quizá de forma tan acusada que,

14 El mantenimiento del Decreto de Bases de 1868 y de un Reglamento que en rea-lidad bebía de la Ley de 1859 debió crear numerosos conflictos. Por eso debió elabo-rarse el Reglamento de 1905, donde en el Preámbulo se quiere «poner término á loscontinuados conflictos que surgen, y á las dificultades casi insuperables que en la prác-tica se ofrecen a la aplicación de las prescripciones vigentes, por la subsistencia de pre-ceptos antagónicos entre sí, y que obedecen á dos distintos criterios, nacidos unos delrégimen restrictivo de la legislación de 1859, y consecuencia los otros del principio libe-ral implantado por el Decreto-Ley de 1868, dándose lugar con ello a las mayores ano-malías é incongruencias y, por ende, á la inseguridad y escasa ftieza de la jurispruden-cia minera, no ciertamente por ignorancia ni por falta de capacidad de aquéllos que laestablecían, sino por la imposibilidad de amalgamar principios antitéticos en su mayorparte».

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para Sosa Wagner, el sector quedó afectado por una «nacionalización bur-guesa» y para Nadal culminaba «la desamortización del subsuelo"15.

Lo cierto es que este «idealismo ingenuo» (Vicens) formaba parte de lapolítica económica llevada a cabo por quienes se instalaron en el Gobiernocon ideas librecambistas, y no era sino un episodio más que vino acompa-ñado del famoso Arancel de Laureano Figuerola y de la Ley de libertad decreación de sociedades mercantiles en 1869. Las ideas eran las propias delliberalismo democrático, pero también la coyuntura presionaba a favor: unasituación presupuestaria desesperada obligaba al Gobierno a vender recur-sos públicos, mientras el capital extranjero y español demandaban una legis-lación menos intervencionista y más flexible para la apertura de minas,cuando no consideraba la concesión minera un mero instrumento paraofrecer dinero al Estado con objeto de financiar la Deuda y obtener a cam-bio un favor político o, en el caso de las compañías ferroviarias, una piezade su estrategia económica para complementar líneas férreas y minas.

El Preámbulo del Decreto estableciendo las bases generales para la nuevalegislación de minas, redactado en un tono vehemente y encendido, afirmala necesidad de dar una solución inmediata al problema minero, condena-do por la obsesión del regalismo y «las absurdas y monstruosas Ordenanzasde Felipe II» y afirma,

«La propiedad en la minería, como en todas las ramas de la industriahumana, es tanto más fecunda cuanto menos cuesta adquirirla y mas firme essu posesión; pero ambas condiciones faltan en España para el propietario deminas, y por faltar, esta fuente de riqueza se estanca y se esteriliza y brotanabusos, obstáculos y complicaciones sin cuento. Larga tramitación en las ofici-nas, investigaciones previas para hacer constar la existencia del mineral, res-tricciones no escasas para la concesión; esto en primer término, y mas tardeun amago constante de despojo: tal es la situación a que está reducida estaimportantísima industria».

Facilidad para conceder y seguridad para explotar eran las claves de lapolítica minera del sexenio. Para conseguir la primera será innecesaria aque-lla labor legal previa «de pozo o cañón» que demostrara la existencia delmineral, pues «si la mina no existe, si el concesionario se equivocó, si mali-ciosamente buscaba un pretexto para ejercitar agios y mlas artes, de sentirserá; pero libre de culpa queda la Administración pública porque nadagarantiza». Para conseguir lo segundo, se establece la concesión a perpetui-dad, como «propiedades firmísimas» sin que puedan ser despojados sus due-

15 Para más información, v. Gabriel Tortella. «La economía española 1830-190()', en His-toria de España (M. Tuñón de Lara dir.) Barcelona, 1990; A. Costas Comesaña. Apogeo delliberalismo en La Gloriosa. La reforma económica del Sexenio Liberal (1868-1874). Madrid, s.XXI y Javier Donezar Díez de Ulzurrun «La minena española en el periodo 1868-1875" enHispania, 131, 1975, p. 585-660.

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ños mientras que paguen las cuotas. Sería esta misma necesidad de pagar elcanon la que impediría el peligro de dejar la mina sin explotar.

Parafraseando la evocadora imagen del pioneer americano que elGobierno quería conseguir, el Decreto provocó una «fiebre minera» quedeja constancia en nuestros Archivos como fiel fotografia de la realidad. Node otra manera podemos interpretar que, de los 38 expedientes de conce-siones mineras que tiene la Sociedad Esperanza de Reinosa en el momentode su liquidación, 28 expedientes han sido finalizados después del Decretode 1868. De manera significativa, son también los que conservamos máscompletos, probablemente porque es el momento en que el concesionarionecesita demostrar con más rotundidad que el terreno es de su propiedad.

El conjunto de estos 28 expedientes, que en la Sociedad Esperanza deReinosa denominaban serie D, comprenden, en esencia, dos tipos docu-mentales:

1. EL PLANO DE DEMARCACIÓN. Puede incluir, si tiene forma de pliego, y asu vuelta, la Explicación del plano de demarcación. En caso contra-rio, puede considerarse un tercer documento, al aparecer separado.Las diligencias y notas de procedimiento también pueden considerar-se, en un análisis archivístico académico, documentos.

2. EL TÍTULO DE PROPIEDAD.

De entre todos he escogido el expediente «Cuatro de Marzo», terre-no situado en término de Cillamayor, tramitado entre 1879 y 1880,por aparecer en él además un certificado del Acta de posesión. Estu-diaremos los pasos seguidos a la luz del Reglamento de 24 de juniode 1868 y el Decreto de Bases de 29 de diciembre de ese año:

1. Plano de demarcación. El arto 15 del Decreto establecía que

"para obtener la propiedad de cuatro o más pertenencias mineras (oo.) se acu-dirá al gobernador por medio de una solicitud, en que se espresen con clari-dad todas las circunstancias de la concesión que se solicita. El gobernador,instruido el oportuno espediente (oo.) y demostrada la existencia de terrenofranco, deberá precisamente en todos los casos, previa la publicidad necesa-ria, disponer que se demarque la concesión».

Hay que destacar que la demarcación se realiza aunque no haya mine-ral descubierto, puesto que se había eliminado la obligación de la laborlegal previa que siempre había existido, y que ahora ha desaparecido tam-bién la limitación de las pertenencias por cada concesión, estableciendoun límite mínimo, es decir, al menos cuatro pertenencias por concesión,cuando antes se establecía un límite máximo. En Cuatro de Marzo existen16 pertenencias.

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Para comprender mejor el proceso debemos retroceder hacia el Regla-mento de 24 de junio. En noviembre de 1879 se procede a la demarcaciónde las pertenencias de «Cuatro de Marzo» por el Ingeniero del DistritoMinero de Valladolid, Marcial Olavarría, pues «las demarcaciones se haránúnicamente por el Ingeniero a quien corresponda, sin asistencia de escriba-no» (art. 50). Al final, y levantada un Acta, «de toda demarcación se levan-tarán por los ingenieros dos planos topográficos, trazados en papel de mar-quilla o tela, y acompañado cada uno de la oportuna explicación. Ambostendrán el margen suficiente para que puedan unirse al expediente» (art.51). Uno de estos planos queda en el expediente del Negociado y la otracopia se devuelve al interesado.

El plano de «Cuatro de Marzo» está confeccionado en papel marquilla,es decir, papel de tina (hilo) de un tamaño superior al normal. Dibujado«con esmero y limpieza, y empleando variedad de tintas para mayor clari-dad» (art. 51) sigue la escala reglamentaria de 1/5.000 y marca las bocas opuntos de partida, siguiendo el rumbo de las pertenencias conforme a labrújula minera y señalando sus límites (concesiones «Al Fin» y <,valentina»).Lleva la conformidad o Vº Bº del Ingeniero Jefe del Distrito y la firma delfacultativo auxiliar.

Firmada por el mismo OlavarrÍa se incluye, en papel normalizado, la«Esplicación del plano de diez y seis pertenencias para la mina de hullanombrada Cuatro de Marzo». Esta explicación delimita con exactitud elrumbo, los sitios de los mojones y el terreno colindante de los visuales dereferencia a puntos fijos y de las líneas de demarcación (entre estaca yestaca) .

2. El título de propiedad. Se expide una vez aprobada la demarcaciónsin contrariedades. Aunque mantiene una estructura diplomática simi-lar al que analizamos antes conforme a la Ley de 1849, constatamoslas siguientes diferencias:

a) desaparece la intitulación regia y ocupa su lugar un escueto «DonBernardo Rodríguez, Gobernador Civil de esta Provincia». A pesarde que el Título, que deja de ser Real Título, se expide en nom-bre de S.M., la supresión de la solemnidad y gravedad que acom-pañan por lo común a un documento emanado de la voluntadregia, convierten el enunciado en algo más prosaico. Debió estarpresente en este cambio la necesidad de agilizar los trámites deconcesión, que se demoraban antes meses y meses en la Corte, alnecesitar la firma regia y el refrendo del Ministerio de Fomento,al igual que el espíritu de las leyes descentralizadoras de 1870.

b) en el texto, se suprimen las características de las pertenencias pararemitir a <<laforma en que se fija en el adjunto plano levantadopor el ingeniero D....».

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e) en las condiciones desaparecen las referencias a comenzar las labo-res en un plazo determinado y a tener la mina siempre con traba-jadores pero se' deja bien clara la condición de satisfacer porhectárea y sus productos los impuestos que establecen las disposi-ciones vigentes. En este sentido, el Decreto de Bases había dejadoclaro que «las concesiones mineras sólo caducarán cuando eldueño deje de satisfacer el importe de un año del canon que lecorresponda» (art. 23). Aún en este caso, puede anular el meca-nismo de reversión declarándose insolvente o pagando en el plazode 15 dias si es perseguido por vía de apremio.

d) antes de la «validatio» por el Gobernador, la parte textual sustitu-ye la expresión «por tiempo ilimitado mientras cumpla con lascondiciones precedentes» por «a perpetuidad, con sujeción a lascondiciones precedentes». Cabría aquí valorar cuál es la diferen-cia entre una concesión por tiempo ilimitado y una concesión «adperpetuum». Esta última parece una expresión más rotunda. Entodo caso, ya existía la voluntad, en el Preámbulo del Decreto deBases, de afirmar la propiedad liberal burguesa minera como una«propiedad firmísima».

3. Certificado del Acta de posesión, extendido por el Secretario delAyuntamiento de Barruelo de Santullán. Previamente a este Acta, exis-te una carta del Gobernador Civil de la Provincia al representante dela Sociedad Esperanza de Reinosa comunicando que ha dado ordenal Alcalde de Barruelo con fecha 3 de febrero de 1880 para que

«tan luego como se presente ante su autoridad el Sr. Director facultativo de laSociedad Esperanza de Reinosa o persona que legalmente le represente yestienda el título de propiedad de la mina de hulla Cuatro de Marzo (...) pro-cederá V. a darle posesión de la citada mina ante Notario público, o en sudefecto por el Secretario de ese Ayuntamiento, remitiendo certificación delacta que al efecto ha de levantarse».

Pues bien, la citada Acta de posesión manifiesta:

«que en el dia diez y siete de marzo de mil ochocientos ochenta el Sr. DonJuan Torres Alcalde Teniente de Barruelo de Santullán, por delegación delque lo es en propiedad acompañado de mí el Secretario del Ayuntamientodel propio pueblo se constituyó en el sitio denominado Rubó del términomunicipal del mismo pueblo y dentro del perímetro demarcado para la minade hulla denominada Cuatro de Marzo. Concurrieron a este acto Don Maria-no Zuaznavar Director facultativo de la Sociedad Esperanza de Reinosa conce-sionario de dicha mina y como testigos Felipe Canseco vecino de Barruelo yDon Juan Arenas vecino de Rucayo en la provincia de León y domiciliadoaccidentalmente en Orbó; y habiendo manifestado el Sr. Teniente Alcalde

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FORMAS Y PROCEDIMIENTOS EN LOS EXPEDIENTES DE CONCESIONARIOS 47

que por orden del Sr. Gobernador de la provincia fecha tres de febrero ulti-mas había sido comisionado para poner en posesión de la expresada mina alcitado Don Mariano Zuaznavar acordó su merced se diese lectura como lohice yo el Secretario del título de propiedad de la propia mina que ha sidoexpedido con fecha ocho de enero de 1880. Acto seguido el Sr. Alcalde tomóde la mano al citado Don Mariano Zuaznavar y mandándole dar como dioalgunos pasos por el terreno y colocarse en el sitio en que existen las lavares,lo cual verificó tambien el interesado, declaró ante todos que le daba y le dioposesión en forma de la referida mina para todos los efectos de la legislacióndel ramo, terminándose el acto sin protesta ni reclamación alguna".

Llama la atención como, en el procedimiento, la propiedad y la pose-sión son dos momentos diferentes, el primero formalizado en el título depropiedad y el segundo en el acta de posesión. Sólo después de cumpli-mentarse la posesión la propiedad puede considerarse firme. Como hemosvisto en el acta anterior, el momento se rodea de un ritual público practica-do sobre el terreno: lectura en público, toma de la mano, comprobaciónempírica. Tiene todo mucho de liturgia y exaltación de la apariencia. Pro-bablemente sean formas heredadas de una tradición inmemorial y proce-dentes de las formas que adoptaban los intercambios y negocios en el Dere-cho Privado, donde la costumbre siempre ha estado presente. Pero siacudimos a las fuentes de nuestro ordenamiento, las instituciones de Dere-cho Romano, encontraremos alguna explicación que nos sirva para inter-pretar los expedientes de concesionesl6. Existieron ya entonces formas comola «mancipatio» o la <<iniure cessio» que son ritos o juicios simulados enlos que intervienen varias personas, entre ellos el magistrado que transmitela propiedad. El objeto era fingir una venta o simular un efecto translativo.Por otra parte, los tratadistas siempre afirmaron que la posesión no era lapropiedad «<separata esse debet possessio a proprietate», sino una manifes-tación externa de la propiedad, que se traducía en una situación de hecho,de disponibilidad inmediata.

16 Ha sido muy útil a este respecto la consulta de César Rascón CarcÍa. Manual deDerechoRomano. León, 1997.

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Los archivos de empresa:aproximación a la normativa jurídica

reguladora de la producción documentalen las empresas españolasl

DIEGO NAVARROBONILLA2

l. INTRODUCCIÓN

La ausencia de directrices y de normas reguladoras de la producción,gestión y conservación documental dentro del ámbito empresarial es latónica dominante en nuestro país. A la falta de políticas de informaciónque permitan disponer de normas y criterios para efectuar un tratamientoracional y homogéneo de los documentos generados, conservados y reuni-dos en el transcurso de sus actividades por las empresas, debe sumarse elvaCÍo de una normativa legal de carácter unitario que de alguna manerapermitiera paliar la disparidad de actuaciones en materia documental que

1 Quiero desde estas líneas agradecer la inestimable ayuda prestada por los doctoresMiguel Ángel Esteban Navarro, de la Universidad de Zaragoza, José Ramón Cruz Mundety Marcos Vaquer Caballería, de la Universidad Carlos III de Madrid, por cuanto que susorientaciones documentales y jurídicas fueron de gran valor para desarrollar el presenteartículo.

2 Departamento de Biblioteconomía y Documentación, Universidad Carlos III(Madrid).

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tienen lugar en el interior de una empresa. Y partimos de la idea de quelas consecuencias negativas de esas ausencias se dejan notar incluso enentidades que llevan a cabo algunas medidas para la correcta conserva-ción y organización de su documentación tanto histórica como corriente,3por cuanto que son muy pocas las empresas que deciden acometer unaadecuada organización y gestión a partir de la creación de un archivopropio, entendido como división estratégica en el seno de la organiza-ción4•

Esta falta de una normativa sistemática y organizada sobre regulacióndocumental en la empresa española constituye una diferencia sustancialcon lo que sucede en la Administración Pública, donde, aunque no secuenta con una normativa específica, sí existe una serie de mandatos yrecomendaciones legales presentes, entre otras disposiciones, en la Ley16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, y la ley30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administracio-nes Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. Sin embargo, aun-que la situación prescriptiva en materia documental es más extensa en elámbito administrativo, la documentación empresarial también está sujeta aciertas prescripciones legales, como pretendemos poner de manifiesto coneste trabajo, si bien de carácter disperso y subsumidas en muchas ocasio-nes dentro de amplias normas jurídicas referidas a regular aspectos empre-sariales genéricos. De hecho, existen referencias a tipos documentales deobligado cumplimiento, deducciones implícitas de la necesidad de organi-zar el fondo documental de la empresa ante inspecciones y consultas gene-ralmente autorizadas, indicación de principios de ordenación, etc. Nuestroobjetivo es, sin ánimos de resultar exhaustivos, sistematizar y analizar desdeuna perspectiva archivística algunos aspectos de esa normativa, atendiendofundamentalmente a los elementos que regulan la producción documen-tal, con la finalidad de ayudar al gestor de la documentación emanada enel seno de la empresa a revisar los preceptos legales que le afectan y con-tribuir a su cumplimiento.

De modo complementario, nos ocuparemos de parcelas de esa normati-va relacionadas con asuntos tales como la implantación de programas degestión de la calidad de la empresa y el acceso a la documentación en elinterior de la organización. En primer lugar porque las empresas necesitanidentificar, valorar, conservar y organizar la documentación que generan oreciben, además de para llevar de forma adecuada la gestión tanto de ladocumentación viva y de uso continuo como de la histórica y, por tanto,facilitar la toma de decisiones y controlar su proceso administrativo, tam-

3 Coia ESCODAMURRIA, «Experiencias y necesidades en torno a los archivos deempresa", Lligall, 8 (1994), pp. 11-18

4 Remei PERPINYAMaREIRA,Muria Rrus VERA,«El sistema documental de l'empresa:el punt de vista de l'arxiu i el centre de documentació", en VJornadas Catalanas de Docu-mentació, Barcelona, CaRDC; SaCADI, 1995, pp. 337-44.

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LOS ARCHIVOS DE EMPRESA: APROXIMACIÓN A LA NORMATIVA 51

bién para cumplir con los requisitos de gestión de la calidad de la empre-sa, tal como se especifica en el conjunto de normas de la familia 180- 90005•Y en segundo lugar, porque aunque la empresa puede actuar con arbitra-riedad en la concesión de permiso para acceder a su documentación -locual resulta evidente cuando se trata de colectivos próximos a su actividadcomo competidores, proveedores, clientes, etc.-, el actual marco de rela-ciones laborales y los controles de la actividad empresarial que deben reali-zar las autoridades fiscales y económicas, los comités de empresa y, en sucaso, los tribunales de justicia han llevado al legislador a f~ar los tipos dedocumentos que son obligatorios en una empresa y qué característicasdeben reunir. Y todo ello con el objeto de garantizar su acceso por partede esas instituciones. Otro punto es el referido a la protección legal implí-cita en el ordenamiento jurídico que en este caso afecta al ámbito empre-sarial. De hecho, la totalidad de disposiciones jurídicas que se analizan enel presente trabajo están caracterizadas por el principio jurídico rector deamparo y defensa de las personas físicas y jurídicas, que en el seno de laempresa pueden ser los acreedores o el conjunto de los accionistas. Esdecir, la correcta observación de la normativa jurídica en materia de ges-tión, conservación y acceso a la documentación empresarial, tiene comoúltimo objetivo no sólo garantizar el correcto funcionamiento de las empre-sas de cara a su control por parte de los poderes públicos, sino tambiénque los derechos de las personas físicas y jurídicas relacionadas con la orga-nización no sean vulnerados. Una última cuestión es la referida a facilitarel acceso a la documentación histórica de la empresa, ya que su promo-ción responde principalmente a motivos de proyección externa de la orga-nización, por cuanto se trata de un medio de subrayar por una parte susolidez económica y su prestigio por otra, adquiridos a lo largo de los añosy reflejados en el conjunto de la documentación conservada a lo largo delos años.

2. ESTADO DE LA CUESTIÓN

Aunque la mayor parte del tratamiento bibliográfico que los archivos deempresa han generado se centra en dar cuenta del análisis de la documen-tación histórica de un número relativamente importante de entidades y fir-mas,6encontramos algunas referencias a la organización y conservación de

5 Esther de FELIPEALCALDE,Matilde MORILLO NAVASYMercedes TOSTÓN OLALLA,"Gestión de la calidad total: ISO 9000: el gestor de archivos como elemento clave», Bildu-ma,9 (1995), pp. 99-130; Manuela MORO CABERO,«El archivo de empresa: un recurso aconsiderar desde la perspectiva TQM (Total Quality Management)>>, Revista General deInformación y Documentación, vol. 7: nº2 (1997), pp. 257-76.

6 No es nuestro propósito extendernos al dar noticia de algunos ejemplos de docu-mentación histórica empresarial. Sin embargo, destacamos las siguientes referencias:

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la documentación viva generada y reunida por la empresa en el desarrollode las actividades que le son propias.7 De especial importancia resultó lacelebración en Madrid en 1982 del Primer Congreso sobre archivos económicosde entidades privadas. En él se incluyeron trabajos como el presentado porAntonio Miguel Bernal para los archivos de Andalucía y Canarias, el deRafael Castejón para Andalucía de nuevo, el de Jordi Nadal para Cataluñao el de Manuel Basas Fernández para el ámbito del País Vasco.8 Esta reu-nión se completaría con el Segundo Congreso sobre archivos económicosde Entidades Privadas, celebrado en Madrid en 1986.9 De igual modo, subra-yamos la reunión mantenida por la sección de archivos de empresa y desindicatos del C.LA. de 1993.10 Finalmente, reseñamos el capítulo dedicadoa los archivos de empresa, incluido en el Manual de Archivística de AntonioÁngel Ruiz Rodríguez del año 1995.11

María LIDÓNPARIS,«Archivo de la Casa Comercial Miguel Esteller, Benicarló», Centro deEstudios del Maestrazgo: Boletín de divulgación cultural, 40 (1992), pp. 45-50; Josep M.T.GRAUPUJOL, «Els fons documental de Balneari Termes Orion de Santa Coloma de Far-ners (1906-1975»>, Quaderns de la Selva, nº 6 (1993), pp. 214-219; Fondo documental de laCompañía del Ferrocarril de la Robla, Bilbao, Archivo Histórico Banco Bilbao Vizcaya, 1993;Joan BOADAS1 RASET(dir.), Inventari deis fons documental de ['empresa Bech de Careda (Agu-llana), Gerona, Ayuntamiento, 1993; Rosa SESERPÉREZ,«La sucursal en Denia de la Coo-operativa Wholesale, S.L. de Manchester, durante el período de entreguerras: inventariodel fondo documental de una empresa de exportación de productos agrícolas», en Home-naje a Pilar Faus ya Amparo Pérez,Valencia, 199?; María Luisa HORCADAMONTERO,«Archi-vo de la Fundación 1º de Mayo», BIWUMA, 9 (1995), pp. 83-98

7 Vid. María Teresa JURADODE BARUCH,«Organització deIs arxius a les empreses»,Lligall, nº 7 (1993), pp. 181-222; Fernando JAÉNGARCÍA,«El secreto es el método: aviso:se organizan archivos centrales empresariales», ALA (Santafé de Bogotá), vol. 17 (1991),pp. 59-65; Shelley HEARDCAsTLE,«El archivo y los intereses de la empresa privada», Lli-gall, 9 (1995), pp. 65-77; José Andrés GONZÁLEZPEDRAZA,«Organización documental enlos archivos de oficina: la experiencia de S.A. Hullera Vasco-Leonesa», en La organizaciónde documentos en los archivos de oficina: Actas de las I 1as jornadas de archivos municipales,Madrid, Comunidad; Ayuntamiento de Aranjuez, 1996, pp. 191-195;

8 Todos los artículos que se citan a continuación se recogieron en las Actas del primerCongresosobre archivos económicosde entidades privadas, Madrid, Archivo Histórico del Bancode España, 1983. Antonio Miguel BERNAL,«Archivos familiares y empresariales en Anda-luCÍa y Canarias», p. 67-74; Rafael CASTFjÓNMONTIJANO,«Los archivos empresariales enAndaluCÍa», pp. 75-84; Jordi MALUQUERDEMOTES,«Archivos de corporaciones económi-cas: el Fomento de Trabajo Nacional», pp. 85-88; Manuel BASASFERNÁNDEZ,«Archivoseconómicos privados en el País Vasco», pp. 93-98; Jordi NADAL,«Archivos industriales enCataluña», pp. 99-102.

9 Fuentes para la historia de la banca y del comercio en España: Actas del Congreso sobrearchivos económicosde entidades privadas (2º, 1986, Madrid), Madrid, Banco de España, 1988.

lO «Reunión de la sección de archivos de empresa y de sindicatos del Consejo Interna-cional de Archivos celebrada en Munich los días 15-16 de abril de 1993», AABADOM: Boletínde la Asociación Asturiana de Bibliotecarios,Archiveros,Documentalistas y Museólogos,nº 4 (1993).

11 Mercedes de la MONEDACORROCHANO,«El archivo de empresa: un concepto inte-grado», en Antonio Ángel RUIZRODRÍGUEZ(ed.), Manual de Archivística, Madrid, Síntesis,1995, pp. 235-61.

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LOS ARCHIVOS DE EMPRESA:APROXIMACIÓN A LA NORMATIVA 53No es nuestro propósito establecer las líneas que remarquen la impor-

tancia incluso de la documentación histórico empresarial. De hecho, se con-figura como un conjunto de fuentes de gran valor para explicar el desarro-llo económico &: un país. No obstante, como señala Pedro Segura Artero:

Nadie parece preocuparse gran cosa por los documentos de todo tipo deempresas que acaban perdiéndose irremediablemente, y un archivo de empre-sa tiene el mismo valor, en la sociedad industrial, que las cuentas de un seño-río o de un monasterio en la feudal. La diferencia es que la mayoría de éstosestán irremediablemente perdidos en tanto que en el de aquellas aún es posi-ble una acción positiva de recuperación.12

El mismo autor nos informa sobre el hecho ya apuntado del escasonúmero de empresas que incorporan un servicio de archivo en su organi-grama. Así, si acudimos a la información suministrada por el Grupo espa-ñol de documentación de la UNESCO, en 1990, sólo 72 empresas de las350.000 registradas (0.02%) contaban al menos con un profesional de lainformación y documentación. De ellas, un 22% correspondía a la empresapública (excluida la banca), 30.5% a empresas industriales, 11% a consulto-rías, 19.5% a laboratorios farmacéuticos y el 17% a la banca.l3 En conjunto,Segura subraya varios aspectos que inciden en la práctica inexistencia for-mal y organizada del archivo en el seno de la empresa:

1) Las empresas, pequeñas y medianas en su gran mayoría, se ven suje-tas a un dinamismo constante que propicia la creación, modificacióny desaparición de las mismas en períodos cortos de tiempo. A ellodebemos sumar los cambios de titularidad, ubicación espacial, etc.Factores en definitiva que favorecen la dispersión y en el peor de loscasos desaparición de la documentación generada. En el desarrollode nuestro trabajo, veremos cómo estas circunstancias de movimien-to, inherentes a la actividad empresarial por otra parte, tienen sureflejo en la documentación y su custodia en los casos de disolución.

2) Las leyes actuales sólo obligan a conservar durante los últimos cincoaños la documentación fundamental, mientras que el resto de docu-mentación con mayor antigüedad queda desprotegida legalmente,salvo lo dispuesto por el artículo 49.4 de la Ley 16/85 de PatrimonioHistórico Español donde señala lo siguiente: «Integran asimismo el

12 Pedro SEGURAARTERO,«Los archivos de empresa: objeto de investigación», enActas de lasJornadas de archivos e investigación, Murcia, Universidad; Ministerio de Cultura,1996, pp. 151-62, en p. 156.

13 A. RoMÁNROMÁN,«Qué puede aportar a la empresa un centro público de infor-mación y documentación», en Primera Conferencia sobre la Documentación en la Empresa: Unapoyo para la toma de decisiones,Madrid, Grupo INI, 1991, pp. 29-34. Citado en P. SEGURAARTERO(1996), p. 157.

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Patrimonio Documental los documentos con una antigüedad supe-rior a cien años generados, conservados o reunidos por cualesquieraotras entidades particulares o personas físicas.» No obstante se esta-blece una posible vía flexible de reducir los 100 años de requisito através de la lectura del punto 5 del citado artículo: «La Administra-ción del Estado podrá declarar constitutivos del Patrimonio Docu-mental aquellos documentos que, sin alcanzar la antigüedad indicadaen los apartados anteriores merezcan dicha consideración.» Comocomprobaremos más adelante, en algunos casos de fusión y desapari-ción de empresas, es la Administración la que, a través del RegistroMercantil, actúa como depositaria de esa documentación, que de otramanera es muy probable que acabase irremisiblemente perdiéndose.

3) El uso de la información empresarial como un recurso estratégico esescaso, lo que propicia que, salvo empresas de gran magnitud, el con-junto de la documentación sea de carácter administrativo, a lo cual,además, tampoco se concede una gran importancia.14

4) La infravaloración de la documentación en papel (masiva en la pro-ducción empresarial) ante la introducción de las tecnologías infor-máticas conduce a la supresión de una gran cantidad de documentosen soporte tradicional. Sin embargo, en nuestra opinión, a tenor delos estudios llevados en varias empresas, el peso de la tradición estodavía visible. De hecho, la implantación de nuevas tecnologías parala gestión documental, no siempre lleva aparejado una eliminaciónde la documentación en soporte tradicional. Es más, se puede afir-mar que el documento en papel sigue siendo hoy en día el vehículoinformativo fundamental en el seno de la empresa. En cualquier caso,el tipo de soporte dominante es un hecho irrelevante a la hora dedecidir la implantación de un programa de gestión documental, peroes evidente que la infravaloración del documento en papel puedeocasionar su destrucción sin seguir unos criterios de expurgo y, portanto, suponer un obstáculo para la creación del archivo de empresa.

Estas cuatro circunstancias, además de dificultar la existencia de políti-cas de información en las empresas españolas, repercuten, indirectamente,en la inexistencia de una única normativa legal que agrupe la práctica docu-mental y archivística de la empresa, así como en la ausencia de estudiossobre la legislación operante. Nuestro trabajo pretende hacer una breveaproximación que sirva de modesta orientación al análisis de esta últimalaguna, mediante la realización de una búsqueda y posterior síntesis de la

14 Alfons CORNELLÁ,Los recursos de información: ventaja competitiva de la empresa, Madrid,McGraw Hill, 1994; -, Información digital para la empresa: una introducción a los servicios deinformación electrónica, Barcelona, Marcombo-Boixareu, 1996.

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LOS ARCHIVOSDE EMPRESA:APROXIMACIÓNA LANORMATIVA 55

normativa legal que existe de modo disperso en nuestro país sobre la pro-ducción documental de las empresas. Para ello, lo hemos dividido partien-do de una perspectiva generalista y no exhaustiva, en varios bloques globa-les que intentan reflejar las tipologías documentales emanadas de lasfunciones específicas de la empresa. Además, se analizarán aquellas disposi-ciones que concreten aspectos de gestión y conservación documental talescomo el derecho de acceso a la documentación empresarial, los plazos deconservación obligatorios, el reflejo de la naturaleza dinámica de la empre-sa en la génesis documental, etc.

3. REGISTRO y CONTROL DE LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS,

CONTABLES, Y DE AUDITORÍA 15

El móvil económico (además de la defensa jurídica hacia los accionistas,socios y acreedores) que anima los objetivos de cualquier organizaciónempresarial vertebra todas las actividades llevadas a cabo en su seno, y comoconsecuencia, la masa documental que trate de regular estas funciones debeser igualmente prioritaria. En este sentido son varias las disposiciones legis-lativas que marcan las pautas de gestión a través de diversos tipos documen-tales. Así, el Real Decreto de 22 de agosto de 1885 (Ministerio de Gracia yJusticia) por el que se publica el Código de Comercio,]6 establece a travésde su artículo 25 la obligación de que:]?

Todo empresario deberá llevar una contabilidad ordenada, adecuada a laactividad de su empresa que permita un seguimiento cronológico de todassus operaciones, así como la elaboración periódica de balances e inventarios.Llevarán necesariamente [...] un libro de inventarios y cuentas anuales y otrodiario. La contabilidad será llevada directamente por los empresarios o porotras personas debidamente autorizadas.

Conviene apuntar que a los tipos documentales especificados, se les debeañadir según establece el articulado, el desglose del llamado libro de cuen-tas anuales]8, donde se incluyen los balances (movimiento de mercancías y

15 Vid en general: Francisco Serrano (dir.), Normativa de contabilidad y auditoria: 1988-1996, Madrid, Información y documentación contable, 1996; Albert TAULETELLO,«Laorganización de los Archivos históricos de empresa: análisis de la función contable», Lli-gal~ 10 (1995), pp. 91-103

16 Gaceta de Madrid, núms, 289 a 328, del 16 de octubre al 24 de noviembre de 1885.17 Este artículo 25 está incluido en el Título III, del libro Primero del Código de

Comercio (<<Delos libros de los empresarios») que comprende los artículos 25 a 49,modificado por la Ley 19/1989, de 25 de julio (BOE nº 178, de 27 de julio de 1989).

lB El artículo 40 del Código de Comercio dispone la obligación que los empresariostiene de someter a auditoría las cuentas anuales de su empresa. Ello supone establecerun riguroso plan de gestión documental con el fin de articular la auditoría de cuentas

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asiento de transacciones), los libros de cuentas de pérdidas y ganancias asícomo la memoria de la empresa.19 La prescripción legal de llevar al díaestos documentos se constata de nuevo en la obligación que existe de pre-sentar los libros al Registro Mercantil para su sellado. La novedad estribaen que aparece un criterio de ordenación cronológico que permita su segui-miento. De igual forma, destacamos el hecho de que la modificación deltexto de 1885 a través de la ley 19/1989 establece la figura del responsablede la documentación contable y que será ejercida bien directamente por elempresario o por persona autorizada.

Los artículos 29 y 30 del citado Código de Comercio los cuales ofrecenuna información de especial interés, ya que se refieren especialmente a laforma de confeccionar y ordenar la documentación empresarial contable.Así:

Todos los libros y documentos contables deben ser llevados, cualquieraque sea el procedimiento utilizado, con claridad, por orden de fechas, sinespacios en blanco, interpolaciones, tachaduras ni raspaduras. (art. 30.1) Losempresarios conservarán los libros, correspondencia, documentación y justifi-cantes concernientes a su negocio, debidamente ordenados durante seis años,a partir del último asiento realizado en los libros, salvo que se establezca pordisposiciones generales o especiales. (art. 30.2) El cese del empresario en elejercicio de sus actividades no le exime del deber a que se refiere el párrafoanterior y si hubiese fallecido recaerá sobre sus herederos. En caso de disolu-ción de sociedades, serán sus liquidadores los obligados a cumplir lo preveni-do en dicho párrafo.

Este articulado nos especifica los requisitos que deben cumplirse a lahora de formar los conjuntos documentales. De hecho, se hace hincapié enaspectos como la claridad en la copia de los asientos, y de nuevo se insisteen la ordenación cronológica teniendo en cuenta que no se podrán utilizarabreviaturas que no se ajusten a la ley.

Con respecto a las disposiciones en materia documental incluidas en laLey de Cooperativas, son esclarecedores los artículos 90 y 91 del capítuloVIII «<De los libros y la contabilidad).IDEl principio de secreto contable se

en la correcta disposición y puesta al día de la documentación empresarial. Junto al librode cuentas anuales, toda sociedad mercantil está obligada a formular (art. 42) el informede gestión, consolidado con el citado libro.

19 Según el artículo 34: «al cierre del ejercicio, el empresario deberá formular lascuentas anuales de su empresa, que comprenderán el balance, la cuenta de pérdidas yganancias y la memoria. Estos documentos forman una unidad.»

ID Ley 3/1987 de 2 de abril, General de Cooperativas (BOE nº84, de 8 de abril de1987). Para los distintos tipos de cooperativas, así como la definición, véanse los artículos1 y 116 de la citada ley: Cooperativas de trabajo asociado, de consumidores y usuarios, deviviendas, agrarias, de explotación comunitaria de la tierra, de servicios, del mar, de trans-portistas, de seguros, sanitarias, de enseñanza, educacionales, de crédito.

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extiende sobre la documentación de carácter contable, económico y finan-ciero como una de las características más notables. Los libros de contabili-dad que toda cooperativa debe tener perfectamente organizados, comoreflejo documental de su actividad diaria, son el Libro de Inventarios yBalances (que se abre con el balance inicial detallado y recogerá anualmen-te el inventario, el balance del ejercicio y la cuenta de pérdidas y ganan-cias); Libro Diario (donde se incluirán todas las operaciones relativas alejercicio económico);21 y Libro de informes de la Censura de Cuentas (reco-ge los informes emitidos por los interventores y por la auditoría externa).Finalmente, para cualquier otra documentación contable, se aplicará lo esti-pulado en el artículo 90.4, es decir, que estarán bajo la custodia, vigilanciay responsabilidad del Consejo Rector que los conservará al menos durante5 años. Finalmente, el Libro de Registro de Aportaciones al capital socialsurge como un tipo documental donde se especifican las aportaciones eco-nómicas a la empresa y los incrementos de los socios al conjunto de la eco-nomía de ésta.

Estos libros deben presentarse al Juzgado de Distrito o de Paz del lugardonde se ubique la Cooperativa. Como es habitual, aparecerá el sello encada uno de los folios. En cuanto a otros documentos tales como el balan-ce, la cuenta de pérdidas y ganancias, la memoria explicativa y la propuestade excedentes y destino de los beneficios, según el artículo 82.2, el ConsejoRector es el responsable de formularlos en el plazo de cuatro meses conta-dos a partir del cierre del ejercicio económico.

La aprobación del texto refundido de la ley de Sociedades An(>nimas através del R.D. Legislativo 1564/1989, establece un procedimiento de cons-titución de una Sociedad Anónima similar al seguido para las SociedadesCooperativas. Para el apartado económico que ahora nos ocupa, en su arti-culo 24 se menciona el boletín de suscripción de acciones, entendido comouno de los documentos en estrecha relación con la circulación de acciones.de la sociedad. En relación con esta tipología documental, debe citarse elartículo 55, que especifica la existencia del libro registro de acciones nomi-nativas, donde se inscriben las transferencias de las acciones con los datosde identificación de los titulares. El acceso a esta documentación está regu-lado en el 55.3 donde aclara que cualquier socio, previa solicitud, puedeexaminar su contenido. El mismo El Real Decreto Legislativo 1564/1989incluye a su vez otro de los tipos fundamentales cuya misión es dejar cons-tancia de actos empresariales de carácter económico: la memoria, que comocuenta anual, su objeto es completar, ampliar y comentar el balance y lacuenta de pérdidas y ganancias. Se introduce una novedad en cuanto a laamplitud de esta memoria. De hecho hay dos modalidades de memoria:

21 A este respecto, el artículo 91.3 establece que la anotación conjunta de los totalesde las operaciones por períodos no superiores al mes, a condición de que su detalle apa-rezca en otros libros, fichas o registros concordantes, aunque no estén legalizados, ten-drá plena validez.

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una que podríamos denominar extensa (cuyos contenidos aparecen especi-ficados en el artículo 200) y otra reducida (recogida en el artículo 201). Enel artículo 202 se menciona el informe de gestión cuyo contenido reflejaen definitiva la evolución de los negocios y la situación de la empresa osociedad.

La documentación contable se puede observar desde otro prisma, comola piedra angular de toda la labor de auditoría que puede llevarse a caboen el seno de una empresa. En este sentido, la norma 1.5.3. de la Circular5/90 de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), de 28 denoviembre de 1990 sobre normas y obligaciones contables especifica cómolos estados reservados y públicos se presentarán a la CNMV en soporte infor-mático. No obstante esta documentación, es de vital importancia el conoci-miento de la norma 2.2 de dicha circular sobre identificación y desarrolloauxiliar de datos contables, ya que implica la obligación de analizar unaserie de tareas de control interno. Así, destacamos:

a) Los registros contables deberán contener el detalle necesario sobrelos activos, pasivos, compromisos, ingresos y gastos; b) se llevarán inventa-rios de las diferentes partidas con independencia de los exigidos en el Códi-go de Comercio; c) a estos efectos, las entidades establecerán sistemas decontrol interno dirigidos a asegurar la fiabilidad de los registros contables;d) con independencia de las cuentas, se detallará la elaboración de estadosinformativos complementarios, junto con la contabilidad analítica que apor-te información para el cálculo de costes y rendimientos, líneas de negocio,.etc. Es decir, indirectamente se está potenciando el valor de la informacióncontable en este caso, dentro de una empresa bien sea para la propia ges-tión o para ser considerada como base sólida para abrir nuevos horizontescompetitivos en el seno de la empresa y también como elemento básicopara garantizar la transparencia del mercado, requisito para una auténticacompetencia. Por su parte, la norma 2.3 establece un conjunto de especifi-caciones acerca de la información sobre riesgos en la empresa. Así, se aludea la conveniencia de las entidades de mantener sistemas de información yseguimiento de las causas de riesgos (empresariales) y deberán disponer deinformación para evaluar riesgos (fluctuaciones, cambios en las tendenciasde mercado, liquidez, etc.). Además, no debemos olvidar que toda estainformación estará igualmente a disposición de la CNMV.

En el caso de la norma 4.1, se nos proporciona una información deespecial relevancia para el establecimiento de tipos y series documentalesen el seno de la entidad financiera y de valores. Así, se afirma que las socie-dades de valores deberán presentar en la CNMV, obrando en su poder nomás tarde del día 20 del mes siguiente a que correspondan, la informacióny documentación siguiente, referida al período que señala el cuadro queubica igualmente otros tipos documentales recogidos en la circular 7/90 dela C.N.M.V. sobre la Contabilidad de Instituciones de inversión colectiva yagrupados en los apartados de: Estados de los fondos y Sociedades de Inver-

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LOS ARCHIVOS DE EMPRESA: APROXIMACIÓN A LA NORMATIVA 59sión (balance reservado, cuenta de pérdidas y ganancias, posición de riesgoy tipo de intereses, inventario de la cartera, informe sobre operaciones decompromiso, etc.),

Finalmente, la Ley 19/1988 de 12 de junio de Auditoría de cuentas esta-blece la labor de auditoría dentro de una empresa que solicita tal servicio.22

Se trata en gran medida de dotar de la máxima transparencia a la informa-ción contable de la empresa. Esta exigencia ha determinado que existan alo largo del tiempo diversas técnicas de revisión mediante las que se pue-den obtener una opinión cualificada sobre el grado de fidelidad con que ladocumentación económico-contable representa la situación real económicapatrimonial y financiera de la empresa. Uno de sus objetivos fundamentaleses a través de técnicas de revisión, la emisión de un informe acerca de lafiabilidad de los documentos contables auditados. La auditoría de cuentasno se limita simplemente a una mera comprobación de los saldos de lasanotaciones contables que deben concordar con los ofrecidos en el balancey en la cuenta de resultados. La auditoría de cuentas es un servicio que sepresta a la empresa revisada y afecta no sólo a ésta sino también a tercerosque establezcan una relación con dicha empresa ya que todos pueden cono-cer la calidad de la información contable a través de estos documentos ysobre los cuales versa la opinión emitida por el auditor de cuentas. Entreéstos, deben citarse tanto los gestores como los accionistas minoritarios yacreedores.

Por tanto, si se pretende llevar a cabo un proceso de auditoría, se esta-blece como requisito fundamental previo la correcta organización y puestaal día de al menos la información contable. En realidad, debería extender-se al conjunto de la documentación producida, generada y conservada enel seno de una organización o empresa. Según se cita en el artículo 2, elinforme de auditoría es un documento mercantil que debe contener almenos los siguientes datos:

a) Identificación de la empresa auditadab) Personas físicas o jurídicas que encargaron el trabajo y a quienes va

destinadoc) Identificación de los documentos objeto de examend) Descripción sistematizada y general de las normas y técnicas de la

auditoría de cuentase) Manifestación explícita de que los datos de la memoria contienen

toda la información necesaria y suficiente para interpretar y com-prender la situación financiera y patrimonial

f) Opinión técnica

22 Ver también: Real Decreto 1636/1990 de 20 de diciembre, por el que se apruebael Reglamento que desarrolla la ley 19/1988 de 12 de julio de auditoría de cuentas. Estereglamento de auditoría de cuentas se centra en dotar de un marco operativo a las dis-posiciones establecidas en la ley anterior.

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Con respecto a dicha información, el artículo 3 establece la obligaciónde que las empresas faciliten toda la información para que la auditoríapueda llevarse a cabo. Sin embargo y de modo final, el artículo 14 nos hablade la empresa auditora, que a su vez está obligada a cumplir ciertos requisi-tos en materia documental. Es decir, además de ser sujeto activo en la con-sulta, revisión de documentación empresarial, la misma auditoría debe con-servar y custodiar durante cinco años a partir de la fecha de la auditoría, ladocumentación referida a cada auditoría de cuentas, incluidos los papelesde trabajo del auditor que constituyan las pruebas y el soporte de las con-clusiones del informe.23

Un caso especial es el referido en el artículo 18.2. AsÍ, en los casos debaja temporal o definitiva en el Registro Oficial de Auditores de cuentas, elInstituto de Contabilidad y auditoría de cuentas adoptará las medidas nece-sarias para la salvaguardia de la documentación de aquellas auditorías queel Instituto de Contabilidad antes mencionado sepa que se encuentranincorporadas en alguna demanda de responsabilidad civil por parte de ter-ceros.

4. CONSTANCIA DOCUMENTAL DE ACTOS Y HECHOS EN EL SENO DE LA EMPRESA

En este apartado recogemos una selección de aquellos tipos documenta-les emanados del normal funcionamiento de la empresa y que ayudan aorganizar administrativamente los acuerdos, juntas, decisiones y reunionesentabladas para dirigir a la organización hacia el cumplimiento de sus obje-tivos. De otra parte, incluimos aquella tipología que incorpora los docu-mentos confeccionados con el objetivo de regir las líneas maestras de todaorganización empresarial y se entienden igualmente como documento dereferencia obligada para solventar cualquier asunto de Índole general queafecte al normal funcionamiento de la empresa.Ya el citado Código de Comercio establece en su artículo 26 la prescrip-

ción siguiente: «Las sociedades mercantiles llevarán también un libro olibros de actas, en las que constarán, al menos, todos los acuerdos tomadospor las juntas generales y especiales y los demás órganos colegiados de lasociedad.» Por su parte, la Ley 3/1987 de 2 de abril, General de Cooperati-vas, hace mención específica a los Estatutos de la Sociedad, entendidoscomo documento esencial por el que la Sociedad adquiere su carácter legal,una vez que ha sido inscrita en el Registro de Sociedades Cooperativas.Estos Estatutos (tal y como especifica el artículo 14), deberán ser incluidosen la Escritura de Constitución, que será el documento presentado al Regis-tro. Entre los contenidos documentales mínimos que la Escritura de Consti-tución de cualquier sociedad debe incorporar se citan (art. 12): la denomi-

2l Vid. Enrique FERNÁNDEZ PEÑA, Diccionario de auditoria, Madrid, Semsa, 1989.

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nación de la sociedad cooperativa, domicilio, ámbito territorial dentro delcual la cooperativa puede desarrollar actividades cooperativizadas con sussocios, normas de disciplina social, tipificación de las faltas y sanciones juntocon el procedimiento sancionador, capital social mínimo, etc. Sin embargo,la tramitación administrativa de esta Escritura de Constitución, obliga a lapresentación de otros documentos tales como la solicitud de inscripción dela Sociedad en el Registro de Cooperativas, una copia autorizada junto contres copias simples de la escritura de constitución y si es una cooperativa deseguros, una copia simple más. Finalmente, los artículos 90 y 91 «<De loslibros y la contabilidad,,) son de gran interés para establecer la tipologíadocumental general de las empresas cooperativas. Entre los tipos adscritos aesta caracterización citamos los libros de Actas de la Asamblea General, delConsejo Rector y en su caso del Comité de Recursos y de las Juntas prepa-ratorias.

Además, debemos tener presente que las cuentas anuales pueden sercomprobadas por medio de una auditoría llevada a cabo con el fin de sabersi hay una concordancia entre los datos que reflejan los libros de cuentas yla marcha real de la empresa. Con respecto a estas cuentas anuales, dire-mos que la sección X: «Depósito y publicidad de las cuentas anuales», en suartículo 218, establece que después de la aprobación de las mismas, sedeben presentar para su depósito en el Registro Mercantil. El artículo 221nos establece un precepto coercitivo por el cual, es necesario el cumpli-miento con la obligación por parte de los administradores de la empresade depositar en el Registro Mercantil los documentos a los que se refiereesta disposición (cuentas anuales, informe de gestión e informe de audito-res). De hecho, el incumplimiento supone una multa a la empresa (socie-dad anónima) por importe de 200.000 a 2 millones de pesetas por cada añode retraso en el cumplimiento de la obligación de depósito en el RegistroMercantil.

En definitiva, esta primera aproximación a la documentación incluidaen los estatutos, nos habla de la necesidad de observar puntualmente loestablecido por la ley en materia de recogida y conservación del documen-to fundacional de una empresa, verdadera fuente de inspiración de las acti-vidades cotidianas de la organización.

5. DOCUMENTACIÓN COMPLEMENTARIA EN FUNCIÓN DEL CARÁCTER DINÁMICO

DE LA EMPRESA (FUSIÓN, ESCISIÓN, DISOLUCIÓN)

Como indicábamos más arriba, el carácter dinámico de la empresa esuno de los factores que más incidencia tiene a la hora de explicar la fre-cuente pérdida de información en la empresa. El carácter dinámico y cam-biante de ésta obliga a tener muy presentes los principios archivísticos en loreferido esencialmente a la labor clasificadora. Ante esta perspectiva, resulta

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ocioso señalar la inconveniencia de un cuadro de clasificación orgánico.Basar la clasificación de la documentación de una empresa en un organi-grama cuya máxima característica no es precisamente su perdurabilidadsino su inconsistencia por las modificaciones que apuntamos ahora (fusión,escisión, etc.), no es un método acertado. En definitiva, no podemos per-der nunca de vista que la documentación es el reflejo documental de laactividad llevada a cabo regularmente en el seno de la entidad. Por ello, uncambio operado en un nivel superior global como sería por ejemplo la divi-sión de la empresa en diversas subempresas pero fuera del control de lamatriz, tiene su reflejo en la producción documental ya que una reestructu-ración implica un cambio (por aumento o disminución) de órganos y fun-ciones que tendrá su repercusión inmediata en el organigrama y, en conse-cuencia, en el cuadro de clasificación del fondo documental.La Ley General de Cooperativas define la fusión de Sociedades Coope-

rativas, como la creación de una nueva o la absorción de una o más' porotra ya existente (art. 94). El proyecto de fusión, nos dice el artículo 96debe ir acompañado de diversa documentación que será aportada por lasempresas que intervengan y estará siempre a disposición de los socios. Deesta manera, hay que tener en cuenta los siguientes tipos documentales:el proyecto de fusión (que incluye la denominación, clase, domicilio delas Cooperativas participantes en la fusión, datos de inscripción en elRegistro), Balance, Cuenta de Pérdidas y Ganancias, Memoria explicativade los tres últimos ejercicios, informes de los interventores, memoria delConsejo Rector sobre la conveniencia y efectos de la fusión, proyecto deestatutos de la nueva sociedad fusionada, los estatutos vigentes de cadauna de las cooperativas fusionadas, y la relación de nombres y apellidosde los miembros del Consejo Rector de las Sociedades Cooperativas.Como podemos comprobar, existe un cúmulo de tipos documentales sobrelos que debe extenderse el celo archivÍstico en materia de organización yposterior conservación. El dinamismo de la organización empresarialdemanda, como hemos señalado en líneas precedentes, que la documen-tación generada y conservada durante los ejercicios económicos sea orga-nizada de tal manera que permita su rápida localización en casos comoéste. De hecho, vemos que existe una prescripción legal de presentar lamemoria de los tres últimos ejercicios económicos dentro del proyecto defusión, lo que obliga a la empresa a conservar todos los datos que debanconsignarse en la dicha memoria y todo ello por un tiempo al menos detres años.También es destacable la figura del liquidador de una sociedad coopera-

tiva, ya que además de realizar funciones de representación exterior de lamisma, y de efectuar el pago de acreedores, socios, etc., es el órgano encar-gado de llevar y custodiar los libros y la correspondencia de la Cooperativay velar por la integridad de su patrimonio (art. 109). Se perfila a través dela lectura de este artículo otro conjunto documental de suma importancia

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dentro de la empresa y que puede dar lugar a una serie documental identi-ficada: la correspondencia. Además, el liquidador es el único encargado develar por esta documentación y aplicar unos criterios de conservación, pró-ximos a la consideración de patrimonio de la empresa. Por tanto, compro-bamos que si bien no existe una regulación específica de la gestión docu-mental, al menos nos encontramos con artículos que de una forma más omenos velada aluden a la creación y custodia de tipos documentales muyconcretos.

En cuanto a la extinción o disolución definitiva de la sociedad coopera-tiva destaca en materia documental lo dispuesto por el artículo 114 dondese establece otro plazo de conservación de documentación archivÍstica desumo interés para nuestro propósito: «Finalizada la liquidación, los liquida-dores, en escritura pública que incorporará la aprobación del balance finalde liquidación y las operaciones de éste, deberán solicitar del Registro deCooperativas la cancelación de los asientos referentes a la Sociedad y depo-sitar en dicha dependencia los libros y documentos relativos a la Cooperati-va que se conservarán durante un período de diez años.»

La disolución de una cooperativa no supone la pérdida irremisible de sudocumentación puesto que el Registro de Cooperativas actúa como depósi-to de la documentación de cada una de las sociedades extinguidas y ellodurante un período de tiempo que permite, siempre que exista voluntadinstitucional de ello, disponer de esa documentación una vez finalizado elplazo de diez años para ser depositada en un centro que aplique criteriosarchivÍsticos a su gestión y conservación.

Por último, el Real Decreto Legislativo 1564/1989, de aprobación deltexto refundido de la ley de Sociedades Anónimas, hace mención a variostipos documentales nacidos igualmente de la estructura dinámica de laempresa. Así, en su artículo 252.1, se entiende por escisión «la extinción deuna sociedad anónima, con división de todo su patrimonio en dos o máspartes, cada una de las cuales se traspasa en bloque a una sociedad de nuevacreación o es absorbida por una sociedad ya existente» y «la segregación deuna o varias partes del patrimonio de una sociedad anónima sin extinguir-se, traspasando en bloque lo segregado a una o varias sociedades de nuevacreación o ya existentes.» Para nuestro interés, destacamos únicamente lodescrito en el artículo 258 a propósito de la obligación de los administrado-res de la sociedad escindida de informar a su junta general sobre cualquiermodificación en el patrimonio de la sociedad acaecida entre la fecha deelaboración del proyecto de escisión y la fecha de reunión de la junta gene-ral. Es decir, sobre el administrador recae una obligación de comunicaciónen los casos de escisión, lo que supone una responsabilidad por parte deeste órgano de la sociedad de atender correctamente a la creación de docu-mentación referida a la modificación de patrimonio, justo en un momentocrítico como es el previo a la escisión de la sociedad.

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6. DOCUMENTACIÓN DE CONTROL DE PLANTILLA Y PERSONAL.

El artículo 101 de la Ley de Cooperativas dentro del capítulo 11,sección1ª (<<Inscripción de empresas y afiliación de trabajadores»), menciona otrode los tipos documentales esenciales en el ámbito de las relaciones entre laempresa y el trabajador: el Libro de Matrícula del personal, que los empre-sarios deberán llevar en orden y al día, donde se inscriben todos los trabaja-dores desde el momento en que inician la prestación de servicios. Seguida-mente, en el punto 2 del mismo artículo se abre la posibilidad a que laempresa, dentro de las propias disposiciones reglamentarias establecidas demodo unilateral, pueda establecer otros medios documentales que sustituyanel citado libro. El objetivo es atender a los derechos que el trabajador tieney hacer frente a la posibilidad de una inspección fiscal o un informe de audi-toría, con lo que ello implica de proceder también a una perfecta organiza-ción de la documentación contable y financiera (libros de cuentas, balances,etc.). En cualquier caso, resulta evidente que conforme avanzamos en el aná-lisis de la documentación producida y recibida por la empresa, las disposi-ciones legales que afectan a la materia documental empresarial encorsetandicha producción. De esta forma, el empresario no sólo debe atender a cum-plir con la confección de tipos documentales más o menos regulados legal-mente, sino que está obligado a la conservación de documentos clave y a lacorrecta organización de sus documentos no sólo por motivos estrictamenteoperativos con el fin de que no se paralice el flujo informativo.

7. DOCUMENTACIÓN COMPLEMENTARIA: INFORMACIÓN EXTERNA E INTERNA.

Además de la documentación regulada en los párrafos anteriores y naci-da de funciones más o menos comunes a las organizaciones empresariales,existe otro grupo de documentos que surgen respondiendo a necesidadestan diversas como la promoción de la propia empresa, informes sobre lamarcha organizativa, etc. El texto refundido de la Ley de Sociedades Anóni-mas establece en su artículo 21 que la empresa debe aportar y depositar enel Registro Mercantil varios documentos antes de realizar cualquier tipo depromoción de su sociedad. Entre éstos, cabe citar la copia completa delprograma de Informe técnico sobre viabilidad de la sociedad, documentosque recojan las características de las acciones a emitir, y folleto informativo.Además, debemos tener presente que las cuentas anuales pueden perfecta-mente ser comprobadas por medio de una auditoria llevada a cabo con elfin de saber si hay una concordancia entre los datos que reflejan los librosde cuentas y la marcha real de la empresa. Con respecto a estas cuentasanuales, la sección X: «Depósito y publicidad de las cuentas anuales», en suartÍCulo 218, indica que después de la aprobación de las mismas, tambiénse deben presentar para su depósito en el Registro Mercantil.

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Un subgrupo de especial interés es el incluido bajo la denominacióngenérica de «documentación» en el artículo 23 de la Ley 31/1995 de 8 denoviembre de Prevención de riesgos laborales.24Resulta de gran especifici-dad acerca de los factores de riesgo en el desarrollo de los trabajos. En supunto 1 se establece lo siguiente: «El empresario deberá elaborar y conser-var a disposición de la autoridad laboral la siguiente documentación relati-va a las obligaciones establecidas en los artículos anteriores.» Un desglosede su contenido nos descubre que los documentos que se deben confeccio-nar y conservar están referidos a las siguientes funciones:

a) Evaluación de riesgos para la seguridad y salud en el trabajo: esto es,identificar aquellas actividades y sectores de la empresa donde el Índi-ce de peligrosidad es mayor. Una vez identificados los puntos conflic-tivos, el plan preventivo debe acompañar a éste y debe intentar esta-blecer las orientaciones pertinentes para prevenir cualquier suceso oaccidente en relación con los puntos identificados. Es decir, el empre-sario debe elaborar un plan de acción preventiva donde se incluyanlas medidas de protección y prevención con el fin de adelantarse a laposibilidad de fallo en el sistema en las zonas calificadas de riesgopara el trabajador en general dentro de la empresa.

b) Tras la prevención, el empresario, en caso de producirse una situa-ción de alarma, atenderá a las medidas curativas y de este modo, esta-blecerá con especificidad los materiales que deban utilizarse parapaliar la situación.

c) Es fundamental un adecuado y periódico seguimiento de los resulta-dos de los controles de las condiciones de trabajo. De igual modo, elcontrol sanitario así como la relación de accidentes de cada uno delos trabajadores, debe reflejarse documentalmente de manera efecti-va a través de los expedientes médicos que irán a parar a los archivosclínicos de la empresa.

d) Las autoridades sanitarias deben conocer por medio del empresarioel conjunto de daños para la salud de los trabajadores de la empresaen caso de que se hubieran producido. Por tanto, el control sanitariosobre las condiciones de trabajo también supone una necesidad docu-mentada a través de informes de daños.

e) Finalmente, las empresas, en caso de cese de su actividad, están obli-gadas a remitir la documentación relativa a todos los aspectos ante-riores a la autoridad laboral. Debemos resaltar por tanto el papel acti-

24 (BOE, de 10 de noviembre de 1995).

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vo y de responsabilidad que los entes administrativos deben jugar enla obligación de recoger toda la documentación empresarial en estecaso en lo referido a la seguridad laboral.

Llegados a este punto, surge la figura del delegado de prevención (art.36) quien deberá ser informado puntualmente por parte del empresario detodos los daños producidos en la salud de los trabajadores, así como de laspersonas u órganos encargados de las actividades de protección y preven-ción en la empresa. Un tipo documental que afecta directamente al delega-do de prevención es el informe que, según el citado artículo 36, debe ela-borar en un plazo de 15 días cuando se trate de adoptar medidas dirigidasa prevenir riesgos inminentes. Finalmente, destacamos la interactuación enmateria informativa llevada a cabo entre los empresarios y los fabricantes yproveedores. El artÍCulo 41 incide sobre la necesidad de que los suministra-dores faciliten información necesaria para que la utilización de la maquina-ria, equipos, materias primas, etc., se produzca sin riesgo para la salud yseguridad de los trabajadores. Además, el empresario también tiene queredactar, aunque no se mencione en esta disposición, diversos informes conrespecto a la calidad de los equipos y maquinaria empleados en los proce-sos siempre que se lleve un proceso de determinación de la calidad en laempresa siguiendo las especificaciones de las normas ISO-9000.Observamos cómo las distintas disposiciones normativas encorsetan de

una manera más o menos efectiva la producción documental dentro de laempresa en aspectos tales como la seguridad en el trab;yo, la documenta-ción fiscal y de carácter económico, etc. Sin embargo, todavía queda porarticular un punto de importancia capital dentro de la actividad del trabaja-dor de la empresa: los servicios médicos de empresa. La Orden de 21 denoviembre de 1959, por la que se aprueba el reglamento de los serviciosmédicos de empresa los define como organizaciones médico laborales quetienen como finalidad propia:25 «la conservación y mejora de la salud de lostrabajadores dentro del ámbito de actividades de una o varias empresas."Además, en cuanto a su organización se dispone que <<losservicios médicosde empresas serán organizados por una sola empresa o por varias.» Conrespecto a la producción documental de estos servicios englobados en elconjunto de los ofrecidos al trabajador dentro de la empresa, subrayamos elartículo 84 titulado: «De la documentación y archivo de los Servicios Médi-cos de Empresa."Según este artÍCulo, es obligación de los servicios médicos la organiza-

ción y conservación de los registros según sus funciones, y en la maneraque proponga la Organización de los Servicios Médicos de Empresa, dispo-niendo de los siguientes ficheros:

25 (Boletín Oficial del Ministerio de Trabajo de 27 de noviembre)

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LOS ARCHIVOS DE EMPRESA: APROXIMACiÓN A LA NORMATIVA

a) De reconocimientos médicosb) De higiene industrialc) De asistencia a enfermosd) De asistencia de accidentadose) De mujeres, menores y disminuidos fisica o psíquicamentef) De información higiénica preventiva de los trabajadores.

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Con respecto a la inspección de este conjunto documental, se especificaun poco más adelante que la Organización de los Servicios Médicos deEmpresa puede en cualquier momento llevar a cabo una inspección de eseconjunto de documentos. En realidad, la información transmitida en esteartÍCulo nos orienta acerca de los diferentes tipos documentales que se pue-den confeccionar en el archivo médico de empresa.

La Orden de 20 de mayo de 1935 sobre obligaciones para todas las indus-trias,26 también, ya que en los artÍCulos 2 y 3 se incluye el «libro de visitas»que el ingeniero jefe deberá llevar a cabo, teniendo en cuenta las siguientesespecificaciones estipuladas por este articulado: deberá ser foliado por elpropietario, autorizado en sus hojas con el sello del ayuntamiento, especifi-cación por parte del alcalde del número de folios de que se compone. En1935 ya encontramos esta disposición que nos acerca a la problemática de laseguridad en el trabajo. El reflejo documental más evidente de todas lasactuaciones encaminadas a dar cuenta de la seguridad en la empresa es elcitado libro de visitas de policía industrial, donde los ingenieros consignarí-an las advertencias sobre seguridad e higiene en las industrias y los mecanis-mos y dispositivos de prevención de accidentes. Estos libros debían existir encada jefatura y debería ser foliado y rubricado por el Jefe en todas sus hojas.

7. DOCUMENTACiÓN SOBRE PATENTES, PROPIEDAD INDUSTRIAL, ETC.

Uno de los aspectos que pueden tener interés para el empresario quedecida llevar a cabo un proceso de patentación es el referido a la documen-tación necesaria para tal fin. La Ley 11/1986, de 20 de marzo de patentes27indica en el artículo 1º «<Para la protección de las inversiones industria-les...») los títulos siguientes de propiedad industrial: patentes de invencióny certificados de protección de modelos de utilidad. El primer punto quedebe contemplarse es el referido a la documentación necesaria para la pre-sentación de la solicitud de patente (art. 21.1): instancia dirigida al Direc-tor de Registro de la Propiedad Industrial, descripción del invento, una ovarias reivindicaciones (definen el objeto para el que se solicita proteccióny han de fundarse en la descripción) un resumen de la invención, los cua-les estarán redactados en castellano (art. 21.4).

26 (Gaceta de Madrid, de 10 de junio) .27 (BOE nº 73, de 26 de marzo de 1986).

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Seguidamente y como continuación de la norma jurídica anterior, el artí-culo 11 del Reglamento para la ejecución de la ley 11/1986 de Patentes,ordena el conjunto de normas generales relativas a la presentación de losdocumentos de la solicitud. En este artículo se establecen diversas obliga-ciones acerca de la presentación de los documentos necesarios para conse-guir la patente sobre una invención. De esta forma se habla de la necesidadde presentar los documentos por triplicado de tal manera que puedan serreproducidos. Además, los documentos de la patente deben figurar en papelflexible, fuerte, blanco, liso, mate y duradero, con un formato muy delimi-tado (A4= 29.7 x 21 cm). Seguido se advierte que cada uno de los docu-mentos de la solicitud de patente (instancia, descripción, reivindicación,dibujos, resumen) deberá comenzar en hoja nueva, con numeración arábi-ga colocada en el centro superior de las hojas.

Anterior en el tiempo y como complemento a lo anteriormente dispues-to, rescatamos el texto de la Real Decreto Ley de 26 de julio de 1929 quese inserta en el Estatuto sobre propiedad industrial, R.O. de 30-IV-1930.28

En él se mencionan los expedientes de propiedad industrial, los cuales sepresentarán por lo general en los Gobiernos Civiles de provincias (art. 19).Sin embargo, es el artículo 100, acerca de la tramitación de patentes, dondese describe la tipología documental necesaria para ser aportada con el finde obtener una patente de invención, de introducción o certificado de adi-ción. Este artículo resalta los siguientes: solicitud al Jefe del registro de lapropiedad industrial, objeto industrial que la motiva, declaración de si elobjetivo de la patente es de invención propia, declaración acerca de si lapetición es sobre una patente de invención, introducción o certificado deadición, firma del interesado, fechas en las que la patente haya sido regis-trada en otros países, autorización reintegrada, declaración por triplicadoque describa el objeto industrial que motiva la patente. Finalmente, el artí-culo citado alude a los precisos requisitos que deben cumplirse con respec-to a la memoria descriptiva y que cumplirá una serie de puntos tales comoestar redactada en castellano, sin abreviaturas ni enmiendas, etc.

9. DERECHO DE ACCESO A LA DOCUMENTACIÓN EMPRESARIAL 2J

La documentación empresarial ha estado siempre revestida de un halode secretismo, seguramente motivado por la vinculación inherente entre los

28 (Gaceta de Madrid, 7-V-I930).29 En este epígrafe intentamos presentar la existencia de diferentes disposiciones que

concretan la consulta de la documentación empresarial. Sin embargo, y retomando ladiferenciación con las administraciones públicas, el acceso a los documentos empresaria-les, dista mucho de la regulación proyectada sobre la documentación pública administra-tiva. Véase a este respecto: Luis Alberto PÓMEDSÁNCHEZ,Derecho de acceso de los ciudada-nos a los archivos y registros administrativos, Madrid, INAP, 1989; Antonio PEDREIRA

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objetivos específicos de la organización empresarial (aumento de benefi-cios, crecimiento de mercado, etc.) y la plasmación documental de los mis-mos en los tipos documentales que se intentan analizar en este trabajo. Así;es obligado aludir a la cautela con la que esa documentación, altamentesensible para el correcto funcionamiento general de la organización, se hadifundido a la sociedad. En este sentido, podemos decir que dentro de lagénesis documental empresarial existe un núcleo que denominaremos«blando», por ser documentación cuya consulta no presupone ningún efec-to contrario contra la propia organización, y un núcleo «duro», integradopor aquellos documentos de cuya consulta indiscriminada se podrían deri-var numerosos perjuicios que lesionarían los objetivos empresariales.

Sin embargo, la legislación empresarial trata en algunos casos de regularel acceso a la documentación emanada de las actividades cotidianas de laempresa, estableciendo cuándo, por quién y qué tipo de documentación seposibilita o por contra se prohibe consultar. En concreto, el artículo 32 delCódigo de Comercio indica que la contabilidad es, en general, de caráctersecreto. Sin embargo, cabe el acceso a la documentación del empresario enlos casos siguientes:

a) Mediante petición de oficio o a instancia de parte en los supuestosde: sucesión universal, suspensión de pagos, quiebra, liquidaciones,expedientes de regulación de empleo y cuando los trabajadores ten-gan derecho a su examen directo.

b) También es posible la consulta de la documentación empresarialcuando existan personas físicas y jurídicas con un legítimo interés oresponsabilidad en el asunto en que procede la exhibición. Ésta,según el arto 33, deberá producirse en el establecimiento del empre-sario y en su presencia, debiendo además adoptar las medidas ade-cuadas para la correcta conservación y custodia de los documentos ylibros que se expongan. En el artÍCulo 26.2 del mismo Código deComercio, se indica el derecho de acceso a otro tipo de documenta-ción como es la contenida en los libros de Actas, de acceso libre paracualquier socio que hubiera asistido a la Junta General.

ANDRADE,"El acceso a los registros y Archivos administrativos», Cuadernos de DerechoJudi-cial, 2 (1994), pp. 101-29; Isabel SECOCAMpos, «Accesibilidad documental: los derechosde los ciudadanos», AABADOM, vol. 5: nº 2 (1994), pp. 27-37; José Manuel CASTELLSARTECHE,«El derecho de acceso a la documentación administrativa en la actualidad»,Bilduma, 8 (1994), pp. 153-76; Manuel ÁLVAREZRICO, Isabel ÁLVAREZRICO, «Derecho deacceso a los archivos y registros administrativos en la Nueva Ley de Régimen Jurídico delas administraciones públicas y del procedimiento administrativo común», Revista de Admi-nistración Pública, 135 (1994), pp. 473-94; Luciano CORDEROSAAVEDRA,"El derecho deacceso a los archivos y registros administrativos y su tutela administrativa y jurisdiccio-nal», La Ley, 4 (1995), pp. 1071-76.

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La Ley General de Cooperativas dedica especial atención a la forma enque la documentación generada en el seno de una cooperativa debe serpuesta en conocimiento de los socios esencialmente, ya que no se contem-pla el acceso a otros interesados. En este sentido, el articulado referido aeste aspecto se vincula especialmente con la idea de transparencia en laactuación de la cooperativa empresarial, que adquiere fundamento en losartículos 35 y 36 de la citada ley. En concreto se establece para el 35.c que:«Los socios tienen derecho a: recibir la información necesaria para el ejer-cicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones.» La generali-dad de este artículo se especifica en el 36 cuyo título «Derecho de informa-ción» da un paso más en lo referido al acceso a la información empresarial:

36.2: Será responsabilidad del Consejo Rector el que cada socio recibauna copia de los Estatutos de la Cooperativa y si existiese, delReglamento de Régimen Interno, y de las modificaciones que sevayan introduciendo en los mismos.

36.3: Todo socio tiene libre acceso a los Libros de Registro de la Coo-perativa, así como al Libro de Actas de la Asamblea General y, silo solicita, el Consejo Rector deberá proporcionarle copia certifi-cada de los acuerdos adoptados en las Asambleas Generales. Asi-mismo, el Consejo Rector deberá proporcionar al socio que lo soli-cite copia certificada de los acuerdos del Consejo que afecten alsocio individual o particularmente.

36.5: Cuando la Asamblea General [...] haya de deliberar y tomar acuer-do sobre las cuentas del ejercicio económico, deberán ser puestosde manifiesto [...] los documentos previstos en el número 2 delartículo 82, así como el informe de los Interventores.

Para el ámbito de las Sociedades Anónimas también se regula el accesoa la información, que incluye a otros interesados además de los socios de laempresa. Su artículo 55.3, establece que: «Cualquier accionista que lo solici-te podrá examinar el libro registro de acciones nominativas», mientras queel artículo 220 amplía la tipología de usuario al regular que: «Cualquierpersona podrá obtener información de todos los documentos depositados.Además, se pueden publicar las cuentas anuales.»

Por su parte, la Ley 46/1984 de 26 de diciembre, reguladora de las Ins-tituciones de Inversión colectiva, también hace mención a la posibilidad deconsulta de una parte de su documentación. Los bancos, cajas de ahorro,cooperativas de crédito, entidades de financiación de seguros, etc., generanuna serie de documentos informativos Aunque no se especifica de formaconcreta la producción documental de esta documentación, el artículo 8.4cita los siguientes: folleto (con los Estatutos, reglamento, etc.), memoriaanual, cuatro informes trimestrales (actualizan el contenido de la memoria

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anual con especial atención al activo de la institución, su financiación, ingre~sos y costes del período). Estos folletos, memorias e informes trimestralesse registrarán en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.3o La consul-ta de estos documentos se dispone que sea totalmente libre para el públicogeneral con el fin de consultar estos documentos. Pero no sólo está la cita-da información a disposición del público en general sino que también lasinstituciones deben facilitar aquella información que se les requiera por laadministración para facilitar su control. En este caso, los documentos espe-cificados se depositarán en el Ministerio de Economía y Hacienda.

Sin duda, una de las disposiciones más específicas acerca de la obliga-ción de permitir el acceso a la información dentro de la empresa es el reco-gido en el título 11de la Ley 8/1980, de 10 de Marzo que regula el Estatutode los trabajadores31 «<De los derechos de representación colectiva y de reu-nión de los trabajadores en la empresa» ), capítulo 1 «<Delderecho de repre-sentación colectiva»), artículo 64.1.1: «Competencias.» También traemos acolación lo especificado en la Ley 2/1991, de 7 de enero, acerca de losderechos de información de los representantes de los trabajadores en mate-ria de contratación.32 Si vamos por partes, veremos que el artículo 64.1.1.hace hincapié sobre los siguientes apartados en relación a las competenciasrelacionadas con el flujo de información del comité de empresa, y que secifran en:

- Recepción de información, facilitada semestralmente sobre la evolu-ción del sector económico de la empresa, sobre la situación de la pro-ducción y ventas, programa de producción y evolución del empleo.

- Conocimiento del balance, la cuenta de resultados, la memoria ytodos los demás documentos que se den a conocer a los socios.

- Emisión de un informe con carácter previo a la toma de una deci-sión por parte del empresario sobre aspectos tales como reestructura-ción de plantilla, reducción de jornadas, planes de formación de per-sonal de la empresa, revisión de los sistemas de organización y controldel trabajo, estudios de tiempos, etc.

00 Vid. Ley 24/1988 de 28 de julio, del Mercado de Valores (BOE Nº181, de 29 dejulio). En su artículo 26 se indica que la emisión de valores estará sujeta al cumplimientode una serie de requisitos. Entre estos, destacamos la existencia y registro de una audito-ría de cuentas de los estados financieros del emisor realizada por un profesional inscritoen el Registro Oficial de Auditores de Cuentas. Posteriormente (art. 27) se establece elalcance y contenido de los estados financieros a auditar. El informe de auditoría, los estadosfinancieros auditados y el informe de gestión revisten la consideración de información públi-ca. Por esta razón, podrá ser consultada en el domicilio social de la entidad emisora. Portanto, comprobamos la existencia de varios tipos documentales más, cuya necesidad deelaboración y posterior organización se deducen del articulado de esta ley.

31 (BOE de 14 de marzo de 1980).32 (BOE de 8 de enero de 1991).

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- Emisión de informe en los casos de dinamismo de situación de laempresa: fusión, absorción, división, etc.

- Conocimiento de los modelos de contrato escrito y toda la documen-tación relativa a la terminación de la relación laboral.

- Conocimiento trimestral de las estadísticas de absentismo, accidentesde trabajo, medio ambiente, etc.

Finalmente y en relación con el ya citado derecho de protección de losderechos de los pequeños accionistas, la Ley de 17 de julio de 1953 sobreRégimen Jurídico de las Sociedades de Responsabilidad Limitada incorporaen su artículo 26, bajo el epígrafe de «Cuentas anuales» una disposiciónreguladora del acceso a este tipo de documentos contables y financieros alestipular que: «cualquier socio tiene derecho a examinar en la época ydurante el plazo que señala la escritura social [...] las cuentas anuales de lasociedad con todos sus antecedentes».33

Tras la observación de los párrafos anteriores podemos establecer lassiguientes precisiones. Parece que el Comité de empresa se erige funcional-mente como un escalón intermedio, de vital importancia para el conjuntode la marcha organizativa de la empresa. Desde una perspectiva puramentede producción y flujo documental, el comité se sitúa a medio camino entreel nivel superior de dirección y los niveles de base operativa. De hecho, alcomité se manda información y del comité emana igualmente información.Este es un aspecto de gran importancia dentro del dinamismo documentalde la empresa que tendrá su lógica consecuencia en el plano archivÍstico.En gran medida, tal y como nos delimita el articulado anterior, el comitéactúa de centro recolector, procesador y difusor de información que seráenviada a la dirección con el fin de alimentar el proceso de toma de deci-siones. AsÍ, la información facilitada semestralmente, sobre la que basarásus informes, puede dividirse en interna y externa.

Sin duda, el Comité de empresa debe controlar la documentación tantoproducida por la propia entidad como la externa. En definitiva, si se quiereoptimizar y rentabilizar el conjunto de la información suministrada a lolargo de las funciones desempeñadas en el seno organizativo, es fundamen-tal estar en sintonía con el exterior, con (tal y como especifica el articula-do) «la evolución general del sector económico al que pertenece la empre-sa.» El profesional de la información responsable de la gestión documentalen una empresa hará por tanto hincapié en la vigilancia y control de la pro-ducción documental emanada y llegada a este órgano intermedio de vitalimportancia dentro del flujo informativo de la empresa.

La Ley 2/1991, de 7 de enero, sobre derechos de información de losrepresentantes de los trabajadores en materia de contratación, incide (a

33 (BOE de 18 de julio de 1953) reformada parcialmente por la Ley 19/1989 de 25de julio "de la Reforma Parcial y adaptación de la Legislación mercantil a las directivasde la CEE en materia de sociedades»,

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otra escala y para un ámbito empresarial restringido) sobre el derecho deacceso a una parte de la información producida por la empresa. En su arti-culado se especifica la obligación del empresario de entregar a los repre-sentantes legales de los trabajadores una copia básica de todos los contratosque deban celebrarse por escrito y en un plazo de tiempo no superior adiez días desde la formalización. Se perfila por tanto una de las series docu-mentales fundamentales en el seno de la empresa (expedientes de contrata-ción) y además se conmina por imperativo legal a su correcta organizaciónante la posibilidad de que cualquier representante legal del trabajador exijasu consulta. No obstante, pesa la obligación de secreto sobre el conjunto dela documentación por parte de los consultores.

Finalmente, el Real Decreto Legislativo 521/1990, de 27 de abril por elque se aprueba el texto articulado de la Ley de Procedimiento Laboral indi-ca en su artÍCulo 77 donde se cita un aspecto a tener en cuenta en lo refe-rido a la consulta documental.34 De hecho, cuando el examen de libros ycuentas o la consulta de cualquier otro documento sea imprescindible parafundamentar una demanda, el demandante puede solicitarlo del órganocompetente. De nuevo, con esta disposición, el legislador hace hincapié deforma indirecta en la responsabilidad del empresario, en última instanciaen el celo y cuidado en la correcta conservación de la documentación nosólo de gestión, sino también de aquella que en caso de extinción, inspec-ción, presentación de un plan de control de la calidad basado esencialmen-te en pruebas documentales que atestigüen el cumplimiento de requisitosen materia de calidad empresarial, etc., sea necesario dar a conocer antelos peticionarios legalmente autorizados.

10. CONCLUSIONES

Como hemos podido comprobar, el contexto legislativo referido a ladocumentación de la empresa existe aunque de manera muy dispersa. A lolargo de diferentes aspectos (ámbito mercantil, laboral, servicios médicos,propiedad industrial, etc.) se especifican puntos relacionados con la pro-ducción, tipología, tramitación, flujos de información, acceso y conserva-ción de documentos en el seno de la empresa en el ejercicio de sus funcio-nes. Es decir, aunque las prescripciones legales en el ámbito de lasadministraciones públicas regulan de una forma más unitaria el aspectodocumental, el archivo de empresa (privada o pública) puede convertirsesiempre que se atiendan los puntos legislativos vistos en el desarrollo deeste trabajo, en uno de los pilares fundamentales de todo el ciclo de infor-mación dentro de la empresa.

Algunos de los puntos que conviene destacar de entre todos los expues-tos pueden ser los referidos a:

34 (ROE de 23 de mayo de 1990).

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1) Posibilidad de recabar la colaboración de los registros públicos comodepositarios de documentación (vid. arto 144 de la Ley General deCooperativas) o como ocurre en el caso de la Ley de Prevención deriesgos laborales, cuando se especifica (art. 23.2) que en el momentode cese de su actividad, las empresas deben remitir la documentacióna la autoridad laboral (?). De hecho, pueden erigirse en custodios deuna documentación que, tal y como ocurre en caso de las fusiones yescisiones de empresas, correría un serio riesgo de perderse.

2) Posibilidad de establecer una tipología documental atendiendo a losámbitos de producción documental en el seno de la empresa. Siobservamos atentamente todas las disposiciones anteriores, compro-baremos que se perfila un tipo de información de gran interés paradeterminar los tipos documentales de la empresa que en el cuadrode clasificación darán lugar a las series. Si a ello unimos que la orga-nización de la empresa nos proporciona directamente las secciones,subsecciones y unidades de subsección, siempre adoptando un crite-rio funcional mejor que orgánico, el paso clasificatorio estará en granmedida perfilado. Así, casi sin proponerlo explícitamente, estamosdesgranando las funciones de la empresa que constituirían las seccio-nes de un hipotético cuadro de clasificación y en consecuencia, elconjunto de tipos documentales que servirían de base a las seriesdocumentales correspondientes. De esta forma y haciendo un análisissomero, cabe establecer las siguientes:

Seguridad e higiene en el trabajo:- Expedientes de identificación de riesgos.- Planes preventivos.- Expedientes de resultados de controles periódicos de condiciones

de trabajo.- Informes de los delegados de prevención.

Servicios médicos de empresa:- Expedientes de reconocimientos médicos- Expedientes de higiene industrial- Expedientes de asistencia a enfermos- Expedientes de asistencia a accidentados- Expedientes de mujeres, menores y disminuidos.- Expedientes de información higiénica y preventiva

Administración:- Informes trimestrales- Informes de gestión dirigidos a la toma de decisiones- Correspondencia

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LOS ARCHIVOS DE EMPRESA: APROXIMACIÓN A LA NORMATIVA

Personal:- Libro matrícula de personal- Contratos

Contabilídad:- Balance- Libros de cuentas de pérdidas y ganancias- Libro de inventarios y cuentas- Informe de auditoría de cuentas

Instrumentos de constancia:- Memoria- Estatutos- Libro diario- Folletos

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3) Existencia de flujos de información entre los diferentes órganos deuna empresa, lo que proporciona un excelente argumento para com-probar una vez más el papel activo del archivo como división operati-va de la organización en la que se inserta.

Así Ycomo colofón, la toma de conciencia sobre la importancia que lalegislación española ofrece a la producción documental, puede articular lagestión documental empresarial cotidiana con el fin de servir de apoyo atoda la organización a través del archivo, entendido a su vez como unidadbásica de control documental de la empresa.

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"Ancora: Directorio de archivosy recursos archivísticos europeos

en Internet

VICTORIA RIvAS SANZ

OLGA LÓPEZ ALVAREZ

INTRODUCCIÓN

"El que va por buen camino encuentra unfinal; el extravío no tiene fin».

Séneca. Epístolas morales a Lucilio.Libro 11,epístola 16, parágrafo 12.

La posibilidad abierta por Internet para acceder a información remota sinlímite espacial o temporal alguno, ha provocado su imposición en. todos losámbitos, tanto privados como institucionales, y, en consecuencia, la presenciacada vez mayor de páginas web de archivos. Por ese motivo, la disponibilidadde un directorio sistematizado de archivos europeos y archivística en:Internet,comentado y bilingüe español/inglés se hacía ya necesario. En primer lugarpara facilitar al profesional o investigador la localización de recursos, al unifi-carse directorios dispersos en la red y seleccionar las direcciones más intere-santes.

Si bien Internet constituye una fuente de información sin precedentes enla historia, nunca ha sido tan difícil localizar y recuperar lo que se está bus-cando, ya que no toda la información contenida en la red es pertinente:

« y aquí está la paradoja: estamos rodeados de más «información potencial» quenunca; pero nunca como ahora ha resultado más difícil decidir cuál es la «buena" infor-mación que nos interesa (nos enfrentamos a un grave problema no sólo de «cantidad deinformación» sino también de «calidad de información»), y tampoco disponemos del tiem-

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po necesario para que esa "información potencial» sedimente en nuestras mentes y se trans-forme en «información»»l

Por ello, y examinados los medios disponibles hasta la fecha en lo que arecursos archivísticos y archivos europeos se refiere, parece útil poner a dis-posición del usuario una herramienta que posibilita una visión global de latotalidad de los mismos en un ámbito -en este caso en el europeo- para surápida localización y valoración cualitativa. Hemos optado en este directoriopor dejar la labor crítica al propio usuario, que, disponiendo de unos pocosdatos significativos puede formarse un juicio, creemos, suficiente para realizaruna elección acertada a sus intereses, con el consiguiente ahorro de tiempo yesfuerzo que esto supone2•

Se ha elaborado, así, un directorio completo, riguroso y sistematizado en lamedida en que la continua transformación de la información depositada en lared lo permiten, ya que la exhaustividad aquí es imposible y que puede serconsultado en las páginas del archivo de la Universidad Carlos III de Madriden la dirección: <http://www.uc3m.es/uc3m/serv/ ARC/ancora>.

Se ha seguido para su organización un criterio geográfico y en cada una delas direcciones se ha especificado el tipo de archivo, o de recurso archivístico,el idioma o idiomas de las páginas, el tema -cuando se trata de un archivoespecializado-, el nivel de descripción de los fondos presentados -distin-guiendo aquí cuatro instrumentos de descripción: guía, inventario, catálogo eíndice3, y finalmente; se han especificado todas aquellas características espe-ciales que presentan los recursos en un comentario anexo.

Finalmente, también interesaba conocer la situación actual de los archivosen Europa. El hecho de contar con presencia en Internet, aunque ésta seamínima, constituye una proyección internacional inmediata: «la confección deuna página Web de cuidado diseño se constituye en la tarjeta de presentación del archi-vo en un ámbito mundiaZ,,4. La cantidad de recursos que un país deposita en la

1 CORNELLÁ,Alfons. "La información es un recurso escaso». Information Worúl enEspañol, vol. 6, nº 5, mayo 1997, pág. 8.

2 Para una evaluación crítica de recursos web ver BRANDT,D.S., "EvaluatingInformation on the Internet». Computers in LilJraries, vol. 16, nº 5, 1996, págs. 44-46; TATE,MYALEXANDER,J. "Teaching Critical Evaluation Skills for World Wide Web Resources».Computers in LilJraries, vol. 16, nº 10, 1996, págs. 49-55; y, concretamente, en lo que a recur-sos web sobre archivos respecta ver: KARsTEN,Uhde. "Archive und Internet» [en línea].Digitale Texte der Archivschule Marburg. Junio 1996, nº 3. <http://www.uni-marburg.de/archivschule/internet.html> [Consulta: 15 noviembre 1997].

3 Un amplio estudio de las posibilidades que ofrece Internet en cuanto a los instrumen-tos de descripción que el archivo puede llegar a poner a disposición del público puede encon-trarse en: MENNE-HARITZ."Online-fiihig Repertorien? Einige Überlegungen zur Interaktivitatvon Archivfindmitteln» [en línea]. Digitale Texte der Archivschule Marburg. Marzo 1996, nº 2.<http://www.uni-marburg.de/archivschule/onfaerep.htrnl> [Consulta: 7 diciembre 1997].

4 MARTÍNVEGA,Consuelo de las Mercedes, "Los recursos de Internet y su aplicación alos archivos». Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, nº 48, septiembre 1997, pág. 20.

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red se ha convertido en un buen indicador del peso que éste tiene en el ámbi-to internacional. Pero esta presencia refleja, además, el estado en que seencuentra el mundo de los archivos en cada nación, pues se trata de un expo-nente inmediato y, en algunos casos, muy llamativo, del cuidado y valor quecada gobierno concede a los mismos5•

METODOLOGÍA

Entre las herramientas que ofrece Internet, Gopher fue el primer instru-mento de acceso a colecciones archivísticas. El Gopher más antiguo, elJohnsHopkins University Archives Gopher Server, describía los fondos de laJohnsHopkins University Library' s Department of Special Collections and Archives.Pero actualmente el World Wide Web se ha impuesto en Internet y, por tanto,es la vía básica a través de la cual encontraremos toda la información relativaal mundo de los archivos.

La metodología adoptada en nuestro caso ha consistido, por tanto, en lanavegación por la World Wide Web. Para la localización de información hansido utilizados fundamentalmente dos instrumentos: los directorios TuristaVirtual6 y Yahoo7 y los buscadores Altavista8 y Lycos9• En un primer momento selanzaron varias búsquedas en estos últimos, utilizando combinaciones de cade-nas de palabras clave y operadores booleanos, conforme al método de CyrilCleverdon1o• El resultado arrojado por estas búsquedas fue después minucio-samente analizado, eliminando el ruido y seleccionando las direcciones perti-nentes para nuestro propósito]], atendiendo exclusivamente a aquella infor-mación contenida en páginas web claramente independientes desde el punto

5 En este sentido denuncia Roberto Cerri la ausencia de una política europea en rela-ción a los archivos históricos, así como la escasa financiación de la Unión Europea para pro-mover la automatización y el establecimiento en Internet de los mismos. CERR!, Roberto.«Risorse archivistiche in rete» [en línea]. Archivi & Computer. 1996, nº 2.<http://www.pi.cnr.it/S.Miniato/rivista/cerri.htm> [Consulta: 27 noviembre 1997].

6 Turista Virtual: <http://www.vtourist.com>.7 Yahoo: <http://www.yahoo.com>.8 Altavista: <http://www.altavista.digital.com>.9 Lycos: <http://lycos.com>.JO «se lanzan oleadas de búsquedas cada vez más exhaustivas, procurando utilizar todos los sinó-

nimos de los términos empleados en el test, hasta que se tiene la razonable seguridad de que se han obte-nido todos los documentos relevantes a esos términos y se conoce, por tanto, R (R=número total dedocumentos relevantes que contiene el sistema, recuperados o no) o una buena aproximacióna R Este es el conocido método de Cyril Cleverdon de las (como mínimo) tres búsquedas de precisióndecrecientli». CODINA,LluÍs. «Cómo funcionan los servicios de búsqueda en Internet: uninforme especial para navegantes y creadores de información (Parte 1y Il), Information Worlden Españo~ vol. 6, nº 5 y 6, mayo yjunio 1997, parte Il, pág. 18.

Il En la realización y evaluación de estas búsquedas fueron de gran ayuda las aportacio-nes de NOTESS,Greg R. «Searching the Web with Alta Vista». Database, vol. 19, nº 3, 1996,págs. 86-88 Y CODINA,LluÍs. «Cómo funcionan ...»

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de vista institucional. Si estas páginas contenían información, en su caso, sobreotros archivos, y esta información había sido elaborada por la misma institu-ción, se ha llamado la atención sobre este hecho en un comentario, evitandoasí la multiplicación inútil de direcciones idénticas.

Además de los archivos propiamente dichos y el resto de direcciones rela-tivas a archivística en general, han sido incluidas aquellas bibliotecas queposeen fondos archivísticos y los archivos que, independientes desde el puntode vista de la gestión, se encuentra fisicamente dentro de una biblioteca y supágina web depende de la página general de la institución. También se hanincluido museos que contienen en unos casos su propio archivo y en otros,fondos documentales relacionados con la temática del museo.

Una vez obtenido un listado completo, se acudió al catálogo Turista Virtualcon el fin de completar el mismo desde el punto de vista geográfico. El resul-tado de estas operaciones fue un listado desorganizado que contenía tantodirecciones de archivos y de recursos en archivística como de directorios yaelaborados. Toda esta información fue sometida a un proceso de estudio,organizando las direcciones de archivos por países y, dentro de estos, confor-me al sistema archivístico del mismo, intentando reproducir dicho sistema delmodo más fiel posible12•

No obstante, y dada la diversidad de los sistemas archivísticos en Europa, seha adoptado un esquema organizativo estándar válido, en lo que a sus líneasesenciales se refiere, para todos los países: archivos de la administración central;archivos de la administración territorial; archivos de la administración local o munici-pales; archivos universitarios (archivos que albergan los fondos generados por launiversidad en cuanto institución); archivos de universidad (archivos gestiona-dos por la universidad, cuyos fondos no son los propios de la universidadcomo institución); archivos eclesiásticosy archivos privados (archivos de empresa,asociaciones y fundaciones, archivos personales, etc.).

Consideramos archivos de la administración central a aquellos cuya gestiónestá centralizada y albergan fondos procedentes de la misma. Mientras que uti-lizamos la denominación de archivos de la administración territorial, con el fin desimplificar la diversidad de unidades territoriales existentes en los países aquí

12 Para llevar a cabo la recónstrucción del sistema archivístico de cada país hemos acu-dido a los siguientes trabajos: COUTURE,C y LAJEUNESSE,M. Législations et politiques archivis-tiques dans le monde. Québec: documentor, 1993. CRUZMUNDET,j.R. Manual de archivística.Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1994; LLANSÓ1 SANJUAN,j. Gestión de docu-mentos, definición y análisis de modelos. Bergara: Irargi, Centro de Patrimonio Documental deEuskadi, 1993; EVANS, F.B. (comp) The history o/ archives administration: a select bibliography.París: UNESCO, 1979; LARsENj.C. (de.) Researcher's Cuide to Archives and Regional HistorySources. Handem, Connecticut: Library professional Publications, 1988. En el caso de Españahemos respetado la clasificación de los archivos españoles adoptada por RODRÍGUEZMATEOS,D. «ARCHIESPA:Directorio de páginas web sobre archivos españoles» [en línea]. Madrid:Universidad Carlos III de Madrid. Junio 1997. <http://www.uc3m.es/uc3m/graljIT/archies-pa/principa.html> [Consulta: 6 octubre 1997].

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tratados, al abarcar todas aquellas unidades administrativas inferiores a la cen-tral y superiores a la local, que en cada país adoptan distintas denominaciones,dependiendo de su organización política. Así en Reino Unido encontramos,por un lado, los archivos de los antiguos reinos de Gales y Escocia, y, por otro,archivos de condados; en Alemania los archivos de los estados federales, enItalia los archivos regionales; en Holanda archivos regionales y provinciales, enSuiza archivos cantonales etc.

Más tarde, se procedió a un análisis comparativo de los directorios de archi-vos europeos, seleccionando e incorporando a nuestro trabajo aquella infor-mación útil y novedosa. De esta manera nuestro directorio integra, en lo quea recursos europeos respecta, todos los directorios conocidos hasta el momen-to13 y los mejora en la medida en que no solamente se ha agregado informa-ción, sino que ésta ha sido -y esta es la novedad fundamental de este traba-jo- en primer lugar, contextualizada desde el punto de vista geográfico y enlo que al sistema archivístico se refiere; y, en un segundo lugar, sometida a unanálisis de contenido exhaustivo.

Este análisis de contenido es el que nos ha permitido realizar un estudioestadístico adicional aplicando las características específicas de cada direcciónweb localizada. Los datos y gráficos que acompañan son el resultado final detodo el proceso, que nos permitió llegar a una valoración de tipo generalsobre la presencia de archivos en la red en diferentes países europeos, asícomo sobre sus características intrínsecas.

RESULTADOS

Aquí es necesario señalar que las especiales características del medio quenos ocupa afectan también al análisis estadístico de los recursos: la dinámicaen que se encuentra inmersa la información depositada en la red, hace detodo punto imposible mantener actualizado un estudio de este tipo. Los datosaquí analizados han sido recogidos durante el periodo de tiempo comprendi-do entre ell de octubre y el 31 de diciembre de 1997.

13 Aquí es obligado referirse a algunos directorios de archivos que pueden encontrarseen Internet, que, hasta la fecha, son los más completos de los que se disponía. Entre losnumerosos encontrados en Estados Unidos, que contienen información sobre Europa, des-taca por su exhaustividad el elaborado por la Universidad de Idaho en Estados Unidos«REpOSITORIESof Primary Sources»[en línea]. Idaho, Estados Unidos: Universidad deIdaho. <http://wwww.uidaho.edu/special-collections/Other.Repositories.html> [Consulta:15 octubre 1997]. Este directorio presenta las direcciones clasificadas únicamente por paí-ses, no desciende hasta el sistema archivístico de cada país, ni ofrece comentario algunosobre los recursos. En el Reino Unido destaca «UKArchival Repositories on the Internet»[en línea]. Liverpool, Reino Unido: Universidad de Liverpool, noviembre 1997.<http://www.Jiv.ac.uk/-spw1/uksites.htm> [Consulta: 15 octubre 1997]; y en Italia:«ARCHIVIItaliani in rete» [en línea]. Pisa, Italia: Archivo histórico comunal de San Miniato.Agosto 1996. <http://www.pi.cnr.it/S.Miniato/itall.html>[Consulta: 22 octubre 1997].

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Se ha obtenido un total de 519 direcciones web correspondientes a 21 paí-ses europeos, de las que 402 son páginas web de archivos y 117 son recursossobre archiVÍstica.

1.-ARCHIVOS

En primer lugar, se ha realizado un análisis de los datos referidos exclusi-vamente a los archivos, dejando a un lado los referentes a recursos sobre archi-VÍstica. El resultado es que el número total de páginas web de archivos enEuropa es de 402 páginas correspondientes a 20 países14•

1.1. Presencia de archivos por países (GRÁFICO 1)

1. Alemania ,....... 812. Austria '" 43. Bélgica 34. Dinamarca. 65. España 326. Estonia................ 27. Finlandia............................................ 148. Francia................................ 79. Holanda....................... 3310. Hungría 211. Irlanda 912. Italia................................................................................................. 2213. Noruega................................................ 914. Polonia...................... 215. Portugal.............................................................................................. 416. Reino Unido....................................................................................... 14917. República de Eslovenia 218. República Checa 119. Suecia. 820. Suiza.................................................................................................... 12

1.2. Uso de idiomas por países

- En Alemania el 90 % de las páginas web se ofrecen únicamente en alemán,mientras que el 7,5 % aparece en alemán e inglés y un 2,5 % en alemán,inglés y francés.

14 De los países localizados, hay que restar Rusia que, aunque ofrece información, nin-guna de sus páginas corresponde a un archivo propiamente dicho.

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GRÁFICO 1NÚMERO DE PÁGINAS WEB DE ARCHIVOS EUROPEOS

83

20 40 60 80 100

NÚMERO DE ARCHIVOS

120 140 160

- En España el 56% de las páginas web se facilitan únicamente en castellano,el 28% sólo en catalán, sólo en inglés el 7%, mientras que el 3% corres-ponde a páginas en castellano, catalán e inglés, otro 3% a páginas en cas-tellano, catalán, inglés y francés y un 3% son páginas en castellano, catalán,vasco, gallego e inglés.

- En Francia el 57,1 % de las páginas web aparecen únicamente en francés,y sólo un 14,3 % en francés, inglés y japonés, 14,3 % en francés, inglés, ale-mán, holandés, un 14,3% en francés, inglés, castellano y alemán.

- En Holanda, el 73 % de las páginas web se ofrecen sólo en holandés, mien-tras que el 21 % aparece en inglés y holandés, el 3 % aparece sólo en inglésy el 3 % restante corresponde a páginas que aparecen en holandés, inglésy alemán.

- En Italia, el 77,4 % de las páginas se muestran únicamente en italiano, un9 % se ofrece sólo en inglés, y únicamente un 13,6 % en italiano e inglés.

- En Irlanda el 100 % de sus páginas aparecen en inglés.

- En el Reino Unido, el 100 % de las páginas web se exponen en inglés exclu-sivamente.

- Países que presentan una presencia de archivos menor en Internet, comoBélgica, Dinamarca, Hungría, Polonia, República de Eslovenia, RepúblicaCheca y Suiza, ofrecen una versión inglesa, bien exclusivamente, bien juntoal idioma autóctono. Mientras que países como Austria, Portugal, Noruega,Finlandia, Suecia y Estonia, aunque presentan alguna página en inglés, el99 % presenta su información exclusivamente en sus respectivas lenguasoficiales.

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1.3. Frecuencia idiomática total en los archivos europeos en Internet 15 (GRÁFICO 11)

1. Alemán: 24,6 %2. Castellano: 5,7 %3. Francés: 3,7 %4. Inglés: 49,5 %5. Italiano: 4,9 %

El resto corresponde a otros idiomas como catalán, danés, esloveno, esto-nio, finlandés, flamenco, noruego, portugués y sueco.

GRÁFICO 2FRECUENCIA IDIOMÁTICA TOTAL EN LAS PÁGINAS WEB DEL LOS ARCHIVOS EUROPEOS

1ITALIANO

2INGLES

3FRANCES

4CASTELLANO

5ALEMAN

1.4. Instituciones responsables de las páginas web de los archivos europeos en Internet

La institución con más presencia en la red es la administración, con un63,1 % de archivos, seguida de la universidad, con un 24,1 %, fundaciones 6,2%, empresas privadas 3,2 %, asociaciones profesionales 2,2 % yel 1,2 % res-tante corresponde a centros de investigación de carácter público o a páginasde investigadores particulares.

15 En el recuento de estos datos es muy importante tener en cuenta el hecho de que enuna misma página web no siempre aparece un sólo idioma sino dos o tres, hasta un máxi-mo de cinco. La suma de porcentajes se elevará por tanto por encima de 100.

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1.5. Representación de ÚJsarchivos europeos en Internet según su tip0ÚJgía (GRÁFIco IlI)

1. Archivos de la Administración Central: .2. Archivos de la Administración Territorial: .3. Archivos de la Administración local o municipales: .4. Archivos universitarios y gestionados por la Universidad: .5. Archivos privados: .6. Archivos eclesiásticos: .7. Archivos militares: .

GRÁFICO 3TIPOLOGÍA DE ARCHIVOS EN EUROPA

11,6 %19,9 %22 %

15,4 %15,4 %

2%0,5 %

25

20

Ul 15w

~Zwuo:o 10...

1 2 3 4 5AACENTRAl AA TERRITORIAL A.MUNICIPAlES A.UNfVERSITARIOS A.PRIVADOS

6 7A.ECLESIASTICOS AMllfTARES

1.6. Temática referida a los fondos de ÚJsarchivos europeos en Internet.

La temática más frecuente (66 %) es administración e historia. El resto, un34 %, corresponde a otros archivos especializados en temas como: agricultu-ra, arte, biografia, ciencia y tecnología, ciencias sociales, cine, comunicacio-nes, deporte, derecho, economía, ejército, empresariales, filosofía, folklore,iglesia, industria, literatura, medicina, política, religión, etc.

1.7. Instrumentos de descripción ofrecidos por ÚJsarchivos europeos en Internetl6

Se han identificado los cuatro instrumentos de descripción tradicionalesen archivos: guías ( 100 %), combinadas con algunos inventarios ( 2,9 %),catálogos ( 1,9 %) e índices ( 5,2 %).

16 Como en el caso de los idiomas, aquí hay que tener en cuenta que en algunos casosse han encontrado dos instrumentos de descripción en la misma página.

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1.8. Presencia de archivos en Españal?

En España encontramos un total de 32 archivos, de los que la responsabi-lidad institucional corresponde en un 41% a universidades, el 25% a la admi-nistración, el 16% a empresas privadas. El 18% restante lo constituyen asocia-ciones profesionales, centros de investigación públicos no universitarios e ins-tituciones extranjeras.

La tipología de archivos en España presenta el siguiente orden: los archi-vos de la administración periférica constituyen el 41% -de estos el 16% sonarchivos municipales y un 25% son archivos de comunidades autónomas-, losarchivos universitarios suponen el 31%, mientras que los archivos eclesiásticosconstituyen el 6%, y los archivos privados el 22%.

En lo relativo a los instrumentos de descripciónl8 en las páginas web dearchivos españoles, encontramos: guías 81%, inventarios 6%, catálogos 3% eíndices 12%.

11.-RECURSOS EN ARCHIVÍSTICA

Finalmente, se ha contabilizado un total de 117 páginas web que corres-ponden a directorios de archivos y recursos archivísticos, escuelas y cursos deespecialización universitarios, proyectos de investigación, asociaciones profe-sionales, artÍCulos de texto completo y empresas dedicadas a la gestión dearchivos.

De estas páginas el 27,3% son directorios de archivos y recursos archivísti-coso Casi todos los países cuentan con un directorio de ámbito nacional.Algunos presentan también directorios de alcance europeo o mundial, peroen ningún caso exhaustivos.

El 6,8 % son escuelas de archivística o universidades que ofrecen especiali-zaciones en archivística, correspondientes a Alemania (Escuela de archivísticade la Universidad de Marburg y la Facultad de Archivística, Biblioteconomía yDocumentación de la Escuela Técnica Superior de Postdam), Irlanda(University College de Dublin) y Reino Unido (Universidad de GalesAberystwyth, Universidad de Gales Bangor, Universidad de Glasgow,Universidad de Liverpool y Escuela de Bibliotecas, Archivos y Estudios deInformación de la Universidad de Londres).

En cuanto a proyectos relacionados con la archivística, hemos encontradoun 11,9 %, centrados en Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. La mayoría

17 Los datos referidos a España han sido extraídos tomando como base el directorio dearchivos españoles, ARCHIESPA -referenciado más arriba-, elaborado por DavidRodríguez Mateos en junio de 1997, cuyos datos han sido actualizados con fecha de diciem-bre de 1997 a efectos del presente estudio estadístico.

18 En España también se han encontrado combinaciones de distintos instrumentos dedescripción en una misma página.

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ÁNCORA: DIRECTORIO DE ARCHIVOS Y RECURSOS ARCHIVÍSTICOS 87son proyectos relacionados con internet yla adaptación de las nuevas tecno-logías de la información a los archivos. Las asociaciones profesionales repre-sentan el 15,3 % del total, en los siguiente países: Alemania, España, Francia,Holanda, Portugal y Reino Unido.

En cuanto a artículos electrónicos, encontramos el 33,3 %, y en lo relativoa revistas electrónicas, sólo se ha localizado una en Italia: Archivi & Computer.Las empresas dedicadas a la gestión de archivos tienen una representación del2,5% en Internet.

CONCLUSIONES

En cuanto a la presencia de archivos europeos en Internet, 20 países handepositado información sobre archivos propiamente dichos, ya que de untotal de 21 países hay que prescindir de Rusia, que sólo ofrece informacióngeneral sobre su sistema archivístico. A la vista de los datos expuesto más arri-ba, podemos dividir Europa en cuatro grandes grupos de países:

1. Países como el Reino Unido, que representa el 37 % con respecto alnúmero total de archivos en Europa, seguido de Alemania, con el 20,1 %.

11. Países que cuentan con una presencia oscilante entre el 5% y el 8%,tales como España, Holanda e Italia.

111. Países que disponen entre un 1% y un 3% de archivos, como es el casode Finlandia, Francia, Irlanda, Noruega, Suecia y Suiza.

IV. Países que, como Austria, Bélgica, Dinamarca, Estonia, Hungría,Polonia, Portugal, República de Eslovenia y República Checa, cuentancon una presencia si bien modesta, en absoluto despreciable.

Finalmente, apuntar que existen muchos países europeos que aún no handepositado ningún tipo de información sobre sus archivos en la red, cuya pre-sencia, aunque fuera mínima, sería deseable.

Estas diferencias en cuanto a la representación de archivos en Internet res-ponden sin duda a múltiples factores. Algunos de estos factores merecen serdestacados aquí. En primer lugar, las diferencias cuantitativas observadasdependerán de la política en materia de archivos adoptada en cada país, asícomo de la disponibilidad de recursos para tal fin. Pero también son produc-to de las características específicas de los diferentes sistemas archivísticos. Así,llama la atención la proliferación en el Reino unido de bibliotecas con fondosde archivo y de archivos gestionados por centros de investigación, principal-mente pertenecientes a universidades, circunstancia que provoca la multipli-cación de páginas web individualizadas en la red. Mientras que la política fuer-temente centralizada en Francia tiene como consecuencia que prácticamentetoda la información relativa a archivos, sea la proporcionada por el Ministeriode Cultura, fenómeno que provoca que el número total de páginas de archi-vos franceses disminuya considerablemente en nuestro estudio.

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En lo relativo al uso de idiomas por países, se observa que en general, todoslos países tienden de forma prioritaria a utilizar sus lenguas oficiales, aunqueesto perjudique la proyección internacional de su información. Esto se agravaa medida que el idioma utilizado se aleja del grupo de los más manejadosmundialmente, hasta llegar a casos en los que, como en las paginas web pre-sentadas por Estonia, Finlandia, Noruega y Suecia, resulta muy difícil accedera la información contenida en las mismas al tratarse de idiomas poco conoci-dosl9• Esta claro que la supremacía del inglés y el alemán que se observa en elgráfico correspondiente a la frecuencia idiomática total en Europa (GRÁFICO11), se debe principalmente a la gran cantidad de direcciones con las quecuentan el Reino Unido yAlemania en la red, en comparación con el resto depaíses. Sin embargo, también es cierto que idiomas como francés, alemán einglés sobrepasan el ámbito de los países en los que son oficiales, al tratarse delos más hablados. Así, hemos encontrado páginas en alemán en Alemania,Austria, Suiza, Holanda y Francia; en francés, en Francia, Suiza, Reino Unido,España y Alemania. Mientras que la lengua inglesa se ha utilizado en la mayo-ría de los países.

El instrumento de descripción de fondos utilizado mayoritariamente es laguía, combinada con el inventario, catálogo e índice. La preferencia de la guíasobre el resto de instrumentos pone de manifiesto el carácter principalmentedivulgativo de las páginas web encontradas. En los casos en que se han encon-trado catálogos, estos no representan la totalidad de los fondos de la institu-ción, sino sólo una parte significativa de los mismos. Se han encontrado variosinstrumentos de descripción en una misma página correspondientes, bien adistintos fondos, bien a partes de un mismo fondo.

En España20 llama la atención el predominio de las universidades a la horade ofrecer información sobre archivos. En cuanto a la tipología, no se haencontrado ningún archivo de la administración central propiamente dicho,pues toda la información relativa a este tipo de archivos es la que se puedeencontrar en la página proporcionada por el Ministerio de Cultura, que ofre-ce unas guías orientativas sobre los mismos.

Es significativa la gran cantidad de archivos privados, es decir, archivos deempresas o personales, encontrados en España, pues de un total de 32, el 22%son privados, mientras que en países como Holanda, con un número de archi-vos similar a España, sólo el 9% son privados, o en los países con mayor pre-sencia, como el Reino Unido (149 archivos), el 21,4% son privados, oAlemania (81 archivos) el 14,8%. En lo relativo a idiomas, los datos muestran

19 Agradecemos desde aquí la ayuda prestada por las embajadas de Estonia, Finlandia,Noruega y Suecia en la supervisión de la información que sobre sus archivos ofrecemos ennuestro directorio.

20 Los archivos y recursos archivísticos españoles han sido analizados por DavidRodríguez Mateos, Consuelo de las Mercedes Martín Vega y Betlem Martínez Raduá, en lostrabajos que aparecen citados en la bibliografia final de este estudio.

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la preponderancia del uso exclusivo de un único idioma en la página web: cas-tellano (59%), catalán (28%) e inglés (6%), mientras que únicamente el 9%aparece en inglés, castellano y otras lenguas de la península.

En cuanto a recursos archivísticos en Europa, estos representan sólo el22,5 % de la totalidad de páginas web contabilizadas. Como se puede observarson Alemania y Reino Unido los países que presentan una mayor riqueza yvariedad en cuanto a recursos archivísticos. Por otro lado, existen en generaluna preocupación por la elaboración de directorios de ámbito nacional, y enalgunos casos también de ámbito europeo y mundial.

Los datos a partir de los cuales se ha elaborado el presente estudio estánconsignados en el directorio publicado y pueden por tanto, ser consultadosen su totalidad.

DISCUSIÓN

No cabe duda de que Internet está cambiando profundamente los modosde comunicación y de trabajo de todos los profesionales de la información.Aunque las consecuencias de este cambio están aún por ver, ya se pueden atis-bar algunas que son susceptibles de reflexión y discusión.

La globalización de las comunicaciones a través de Internet supone un retopara el profesional de los archivos que tendrá que adaptarse a un nuevo pano-rama. Se impondrá una comunicación más dinámica tanto entre los profesio-nales de la archivística, como entre estos y los usuarios. En suma, la conexióna Internet:

«redundará en la apertura del archivo, así como en una mayor transparencia de las tare-as archivísticas. Nunca como ahora ha tenido el archivero la oportunidad de poder des-montar esa identificación del archivo y del trabajo del archivero con aquellas notas de oscu-ridad, misterio, aislamiento y legajopolvoriento que se encuentra aún tan arraigada entrela mayoría de la población,,21

Internet es una herramienta de trabajo que posibilita al archivo la apertu-ra y en definitiva la internacionalización de un servicio que hasta ahora hatenido obligatoriamente un carácter local. Ahora bien, para conseguir queesta internacionalización sea efectiva, es necesario que la información deposi-tada por los archivos en la red cumpla a nuestro juicio dos requisitos básicos:la utilización de los idiomas más extendidos internacionalmente y la normali-zación en la descripción del documento, de forma que desde cualquier partedel mundo sea posible acceder de forma similar a la información, indepen-dientemente de cuál sea el país o institución que la facilita.

La proyección internacional de la información depositada en la reddependerá fundamentalmente del factor idiomático. Si bien es cierto que el

21 KARsTEN, Uhde. «Archive und Internet» ...

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concepto de tiempo y espacio sufre un profundo cambio en la utilización deInternet, también es verdad que de momento el idioma está siendo unabarrera para que los servicios disponibles lo sean de forma efectiva. Una ver-sión en alguna de las lenguas más habladas, pero, especialmente en inglés, escondición indispensable si se quiere que la información sea verdaderamenteinternacional, de lo contrario: «las ventajas de Internet se verán rápidamente rele-gadas a un nuevo provincianismo" 22

La globalización de las comunicaciones posibilitará también la rápida impo-sición de una normalización en archivos de la misma forma que ocurrió en elmundo de las bibliotecas. Esta es fundamental a efectos de la plasmación de losdocumentos en Internet, ya que se trata de la herramienta necesaria para llegara la real y efectiva identificación de los mismos y por tanto, a su recuperaciónremota. Parece que son las normas ISAD (G), actualmente en proceso de expe-rimentación en algunos archivos, las idóneas para conseguir estos objetivos23•

En definitiva, está por ver el potencial de lo que podrá significar en unfuturo Internet en el mundo de los archivos24, tanto en lo relativo a las posi-bilidades que se abren a la hora de ofrecer servicios, como concretamente, enlo que a la búsqueda y recuperación de documentos se refiere. Por ahora, seestá utilizando la red principalmente como medio de difusión y publicidad delos archivos. Sólo este uso es ya crucial, pues una pequeña información, aun-que sea mínima, es un importante punto de referencia para todo aquel queaccede a la red en busca de información. Esperamos que el futuro depare unasucesiva incorporación de estas instituciones a Internet, que sin duda redun-dará en un mejor servicio al usuario.

BIBLIOGRAFÍASOBREARCHIVOSE INTERNET

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22 KARsTEN,Uhde. «Archiveund Internet» ...23 Si bien esta normaliz¡lción está aún sujeta a un proceso de discusión internacional>

discusión que esperamos se vea dinamizada precisamente con el uso de Internet. Ver: ISAD(G): Norma Internacional General de Descripción Arehivístiea: adaptada por la Comisión Ad Roe deNormas de Descripción. Estoeolmo, Suecia, 21-23 de enero de 1993 (Ver.sión final aprobada por el CIA).Madrid: CIA, 1995.

24 Un amplio estudio sobre los efectos de Internet en el ámbito de las bibliotecas y cen-tros de documentación, muy interesante para los profesionales de la información en gene-ral se encuentra en: HERNÁNDEZ>A.yGARCÍAMORENO,A. «Información electrónica e impli-caciones de Internet para los profesionales de bibliotecas y centros de documentación».Revista General de Información y Documentación, vol. 7, nº 1, 1997, págs. 31-46.

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Crear páginas Web.Guía básica para archiveros

DAVID RODRÍGUEZ

l. INTRODUCCIÓN

Este texto es una llamada de atención a los archiveros que trabajan enEspaña sobre las posibilidades del uso de World Wide Web (en adelante,Web) para el trabajo archivístico: qué es Web, qué ventajas puede ofrecer alos archiveros, cómo introducir contenidos accesibles desde este entornopor parte de profesionales no necesariamente informáticos, y cómo ~lgunosarchivos e instituciones archivísticas ya lo han hecho en España.No se trata, pues, de «otro» manual sobre Web, añadido a los numero-

sos que ya existen, tanto en soporte papel como en la propia Internet.Empero, sí se pretende animar a los profesionales de la archivística, demodo muy básico, a diseñar y, por qué no, a crear sus propias páginas Web:como diseñarlas, qué tipos de páginas pueden crearse, qué contenidos pue-den incluirse en la red, cómo dar a conocer esas páginas y cómo mantener-las de manera fácil y eficiente.Todo ello permitirá que la información sea más interactiva y de manejo

más ágil tanto por los propios archiveros como por los usuarios del archi-vo. Por último, se darán algunas referencias para profundizar esta informa-ción. Para diseñar buenas páginas, lo más importante es tener claro qué sepretende contar. El cómo, en realidad, es más una cuestión de sentidocomún.Una nota sobre el origen. En la búsqueda de información para realizar

una primera versión original de este artículo, nos encontramos en la pro-

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94 DAVID RODRÍGUEZ

pia Web con una guía británica sobre creación de páginas Web para archi-veros. Dicho documento, accesible a través de la dirección http://www.hmc.gov.uk/ Pubs/wwwguide.html, es el que citamos al comienzo. En él nosbasamos para elaborar este texto, aunque pareció oportuno no mostraruna mera traducción, sino realizar una adaptación al castellano, aprove-chando las partes que sean útiles y añadiendo referencias, epígrafes ycomentarios más cercanos, así como trastocando el orden de exposiciónde algunos de los mismos, con el fin de adaptar el resultado a la realidadarchivística en España. Debe agradecerse a Simon Wilson y Una O'Sulli-van, coordinadores de la guía británica, su permiso para realizar la presen-te adaptación I.

2. WEB: ¿QuÉ ES ESO?

World Wide Web, o Well equivale, grosso modo, a «telaraña mundial». Es elservicio accesible por Internet de crecimiento más rápido, hasta el punto deque suele confundirse erróneamente a Web con Internet. En Web se encuen-tran páginas, es decir, documentos compuestos por diversos elementos: textos,imágenes, imágenes en movimiento o sonidos (por ejemplo, canciones). Undocumento puede estar dividido en varias páginas Web (del mismo modo que;en un archivo, un expediente suele estar compuesto por varios documentos).

Los elementos de las diferentes páginas incluidas en Web se relacionanunos con otros a través de enlaces de hipertexto: es decir, haciendo un clic enun enlace situado en una página, se accede a otro elemento de esa páginao a otra página, situada en el mismo ordenador o en cualquier ordenadorconectado a Internet (que es un conjunto de redes de ordenadores conec-tados entre sí). Los enlaces3 de hipertexto aparecen en pantalla como untexto, una imagen o una imagen en movimiento. Un ejemplo de hipertextopuede encontrarse en las ayudas de programas informáticos (Word, WordPerfect, Access ... ): al hacer un clic en una palabra del índice de la ayuda,se accede al documento donde se explica esa palabra.

Para acceder a los documentos Web, el ordenador utilizado debe dispo-ner de una conexión a Internet y de un programa que permita leer páginasWeb. Este programa se denomina navegador. Los navegadores más utilizadosson Netscape Navigator e Internet Explorer, aunque no son los únicos4•

¡ En cualquier caso, la responsabilidad última del presente artículo es única y exclu-sivamente la de su autor.

2 También mencionada como WWWo W3, entre otras grafias.3 En realidad, lo que el lector de una página Web ve es un ancla, es decir, la referen-

cia a otra página. El enlace sería la conexión entre la página origen y la página destino.Sin embargo, la mayoría de la bibliografia sobre el tema se refiere a las referencias comoenlaces, por lo que hemos preferido usar este término.

4 Al final del artículo se menciona el modo de acceder a estos navegadores a travésde la propia Web.

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CREAR PÁGINAS WEB. GuÍA BÁSICA PARA ARCHIVEROS 95

Los navegadores permiten controlar el modo en que se ve una páginaWeb (por ejemplo, el tamaño de letra utilizado, los tipos de documento, enel ámbito informático, que pueden ser accesibles o no, etc.). Al elaboraruna página Web, debe tenerse en cuenta que el usuario puede variar estosdetalles en su navegador.Por último, a través de las páginas Web es posible acceder a otrOs servi-

cios en Internet, como el correo electrónico. Ello resulta útil para el traba-jo de referencia del archivo, como se verá a continuación.

3. ¿POR QUÉ CREAR PÁGINAS WEB?

3.1. Ventajas

La principal ventaja para el usuario de Web es que accede a documen-tos que están físicamente muy lejanos en un tiempo relativamente cort05,sin necesidad de saber donde se encuentra el documento de destino al quedirige un enlace. El usuario puede además saber qué páginas ha consultadodurante el curso de su «viaje» por Web: los navegadores incluyen opcionespara recordar a los usuarios cuáles han sido las últimas direcciones a lasque han accedido, así como guardar direcciones útiles para el usuario enotra ocasión. Esta última utilidad se denomina bookmark.Pero ¿qué interés puede tener un archivo en disponer de sus páginas en

Web? Numerosos archivos de todo el mundo han respondido a esta pregun-ta6• Estas son algunas de las posibles ventajas:

• Ofrece información de primera mano sobre el archivo a todo tipo deinteresados geográficamente alejados.

• Concentra el trabajo de divulgación del archivo y de sus fondos y, altiempo, hace accesible esta información en cualquier momento. Losusuarios realizan sus consultas cuando lo desean (al nivel que mar-que el archivo) y los archiveros resuelven esas peticiones en unmomento determinado, por ejemplo, a través del correo electrónico.Además, las consultas se dirigen a la persona adecuada, lo que aho-rra tiempo tanto al usuario como a los archiveros.

• Reduce los costes de divulgación del archivo: la edición a nivel básicode páginas Web no es dificil ni cara. Todo depende del nivel de divul-gación deseado.

• Sirve de referencia a instituciones similares, y viceversa, con lo quefomenta el conocimiento de los proyectos en los que trabajan loscolegas.

5 Por poner un ejemplo, del mismo modo que se puede llamar por teléfono a cual-quier persona que tenga un aparato conectado a una línea telefónica, siempre que laslíneas no estén saturadas. Este nivel de saturación, aunque no total, se da a veces en Weben determinadas franjas horarias del día.

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• Ayuda a reducir costes: varios archivos pueden compartir una cone-xión a Internet y aumentar, al tiempo, su capacidad de acceso alpúblico.

• Preserva fondos del archivo sin impedir su consulta.

3.2. Contenidos ya existentes

Cada archivo decide qué ofrecer a los posibles interesados: informa-ción referencial (datos básicos del archivo), con tacto directo con miem-bros del archivo (por correo electrónico), instrumentos de referencia(catálogos, índices, etc.) o, tal vez, documentos del propio archivo. Seacomo fuere, lo más difícil no suele ser convertir esa información a pági-nas Web, sino decidir qué se ofrece y cómo. Yen el caso de los archivos,en esa tarea deben tener mucho que decir quienes conocen esa informa-ción: los archiveros.En el caso de España, existen algunos ejemplos del tipo de información

mostrada. Damos por supuesto que cada nivel incluye la información indi-cada en el apartado anterior:Mención de la existencia del archivo: se añade algún otro dato algún

dato general, como la fecha del documento más antiguo o algunos de losdocumentos considerados más importantes. Así ocurre con los Ayuntamien-tos de Zaragoza, accesible en la página Web http://www.rci.es/azar/ayto/archi-vol archivo. htm7, o Leganés (Madrid), http://www.leganes. org/ conocer/monu-ment/cm5.htm.Datos básicos del archivo, como dirección postal, teléfono y persona de

contacto (incluyendo o no correo electrónico), como el archivo del Museode Ciencias Naturales de Madrid, accesible en http://www.csic.es/cbic/mmu-seo.htm. Más frecuente es que el archivo ofrezca, además de los datos bási-cos, una reseña histórica e información sobre la consulta en el archivo. Esel caso, por ejemplo, del Archivo Histórico del Banco de España,http://www.bde.es/servicio/historic/historic.htm. o del Arxiu General Administra-tiu e Históric, de la Universidad Autónoma de Barcelona, http://www.bib.uab.es/arxiu /index.htm.Clasificación de los fondos, más o menos precisa. Algunas muestras son

las páginas del Arxiu de Santa Marta, en Mataró (Girona), http://www.iluro.com/catala/ cultura-07.htm, o la página sobre el Archivo Histórico Provincialde Teruel, http://www.encomix.es/-mendivil/ahptini.htm.

6 Un ejemplo puede verse en el reciente artículo que, sobre las páginas Web de archi-vos europeos, Directorio ÁNCORA, ofrecen Victoria Rivas y Oiga López en este mismonúmero del Boletín de la ANABAD.

7 Los corchetes angulares no forman parte de las direcciones Web. Se adopta estaforma de nombrarlos para separar las direcciones del resto del texto.

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Cuadro de descripción documental preciso, sistema y métodos de traba-jo. Entre los archivos de este tipo aparecen el Archivo General de la Uni-versidad Carlos III de Madrid, http://www.uc3m.es/uc3m/serv/ARC/principa.html, el Archivo Central del Rectorado de la Universidad de Zaragoza, enhttp://wzar.unizar.es/uz/arch/, el Arxiu Municipal de Barcelona, http://www.bcn.es/amb, o las páginas sobre el Archivo Municipal de Andújar, http://perso-na!. redestb.es/vmaroto/ ARMA. html.Acceso a documentos y otras informaciones útiles: el Archivo Municipal

de Vila-real, http://www.geocities.com/Paris/5419/. ofrece en cuatro idiomas(catalán, castellano, francés e inglés) información equivalente a la de losotros archivos citados y la obtención de copias completas de documentosen CD-ROM. Asímismo, está preparando el acceso a través de Internet aestas copias. Por último, incluye una serie de direcciones útiles para archi-veros y bibliografía sobre el propio archivo (al igual que algunos de losarchivos arriba citados).

4. ESCRIBIR PÁGINAS WEB

4.1. Cómo escribirlas

Todo lo que se necesita para escribir una página Web es un editor quepermita guardar documentos de texto de tipo ASCII, lo que en algunos pro-cesadores de texto se denomina «sólo texto». Estos documentos se puedencrear de modo muy sencillo:

• Con el Bloc de notas (Notepad), si se trabaja en Windows, o la apli-cación SimpleText, si se trabaja en Macintosh. Puede encontrar estosprogramas en cualquier ordenador Windows o Macintosh.

• Con cualquier procesador de textos, pero teniendo cuidado de guar-darlo como un fichero «Solo texto».

En ambos casos, la única precaución es añadir al nombre de nuestrofichero el texto .htm, en Windows, o .html (en Macintosh o Unix)8.

Otra posibilidad: crear una página Web con un editor de páginas Web. Deésto último hablamos más adelante.

4.2. RTML

Las páginas Web son creadas con el lenguaje HTMU. Este lenguaje es elque indica a los navegadores qué deben mostrar en pantalla y cómo mos-

8 Ese texto es lo que en Windows se conoce como extensión. Todos los ficheros debenllevarla. La extensión nos indica para qué sirve cualquier archivo informático. Por ejemplo,.htm y .html nos indican que ese documento puede ser leído por cualquier navegador.

9 Lenguaje de Marcado de Hipertexto o, en inglés, Hypertext Mark-Up Language.

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trarlo. Todas las instrucciones HTML están colocadas entre etiquetas, y todaetiqueta debe ir entre corchetes angulares « ». Las etiquetas son algo asícomo las indicaciones que existen en las carreteras a la entrada y a la salidade un pueblo: la etiqueta que marca el principio de un comando es igualque la que marca el fin de un comando, pero ésta lleva además una barra(/). Por ejemplo, para indicar que un texto debe ir en negrita, usamos lasetiquetas B y /BIO.

CUADRO1. EJEMPLODECOMPARACIÓNENTREELCÓDIGOHTMLy SURESULTADOENPANTALLA

Texto en HTML

<B>Este texto va en negrita</B> y esto no

Cómo se ve en el navegador

&te texto está en negrita y esto no

Aunque todos los comandos llevan < >, no todos tienen la misma impor-tancia. A continuación hacemos un repaso de los comandos básicos deHTML. Para conocer con más detalle este lenguaje, pueden consultarse losmanuales indicados en la bibliografía.

4.2.1. División básica de un documento HTML

Todo documento HTML debe empezar por la etiqueta <HTML> y ter-minar por la etiqueta <HTML>. El resto del documento irá entre ambas, yse dividirá en dos partes:

• la cabecera, que comienza con <HEAD> y termina con <HEAD>. Aquíse colocarán los elementos que identificarán nuestro documento: eltítulo, los descriptores que explican el tema de nuestro documento,etc. Todos estos datos son optativos, pero es recomendable colocarlospara que los usuarios puedan saber de qué trata nuestra página.

• el cuerpo, que comienza con <BODY> y termina con </BODY>. Aquíes donde irán todos los elementos que componen una página Web, yque serán visualizados por el navegadorY

10 Las etiquetas pueden ir tanto en mayúsculas como en minúsculas. En este artículose muestran todas en mayúsculas, y se recomienda que sea siempre así, para poder distin-guir las etiquetas de los textos o imágenes que introducimos en los documentos.

11 El título de la página, que se coloca en la cabecera, también será visto, pero en labarra superior del navegador, dónde se indica el programa con el se está trabajando. Esabarra es de color azul en Windows, y de color blanco, en Macintosh.

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CREARPÁGINASWEB. GuÍA BÁSICAPARAARCHIVEROS

En resumen, todo documento, en síntesis, debe ser algo como esto:

CUADRO 2. CÓDIGO BÁSICO DE UNA PÁGINA HTML

<HTML><HEAD>[Aquí se ponen el título, los descriptores ... ]</HEAD><BODY>[Aquí se ponen el texto, las imágenes ... ]</BODY></HTML>

4.2.2. Qué podemos introducir en un documento HTML

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En un documento Web podemos escribir cualquier texto, como en unprocesador de textos cualquiera. Ahora bien, si ese texto tiene algunacaracterística especial, el texto debe comenzar y terminar por la etiquetacorrespondiente, como en el ejemplo antes mencionado sobre los textosen negrita.Otro tipo de texto especial es el que hace de enlace con otros documen-

tos Web. Hemos mencionado antes que en un documento Web, se puedenincluir enlaces de hipertexto, es decir, instrucciones para que el navegador,al hacer un clic sobre el enlace, nos presente un documento situado encualquier otro ordenador conectado a Internet. Podemos escribir un textopara que nos indique a dónde vamos. El modo de conseguir todo esto esmuy sencillo: con las etiquetas A HREF al principio y / A, al finaP2. La direc-ción de nuestra página deberá ir entre comillas, y comenzar por <<http://>>13.Por lo tanto, La estructura básica de esta etiqueta serÍa(cambiando el textoen negrita): <A HREF=>>http://dirección de la página»> Texto que hace deenlace </A>. En pantalla veremos el texto del enlace subrayado y, por defec-to, de color azul.

12 Es posible que el lector advierta que la etiqueta A HREF no es exactamente igual a/ A. En realidad, la etiqueta utilizada al principio es A. Esta etiqueta se utiliza para hacerlos enlaces hipertextuales que caracterizan a HTML. Esos enlaces pueden ser a un docu-mento diferente, en otro ordenador situado en Web (o en nuestro propio ordenador), yentonces se añade a la etiqueta HREF, pero también pueden dirigirse a otra parte delmismo documento, y entonces se añade a la etiqueta inicial NAME (véase más informa-ción en alguno de los manuales citados en la bibliografia).

13 Ese comienzo le indica al navegador que lo que sigue es la dirección de una pági-na Web. Los navegadores pueden leer otros tipos de documentos que no son páginasWeb (véase más información en alguno de los manuales citados en la bibliografia).

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CUADRO3. EJEMPLODECOMOESCRIBIRUNENLACEENHTMLy COMOSEVISUALIZAENPANTALLA.

Texto en HTML

<HTML><HEAD><TITLE>Prueba de página </TITLE></HEAD><BODY>Si pincha en el texto subrayado<A HREF=>>http://www.bcn.es/amb>Archivo Municipal de Barcelona</A>,podrá accedrr a la página de ese archivo.</BODY></HTML>

Cómo se ve en el nave ador

Prueba de página

Si pincha en el texto subrayado ArchivoMunicipal de Barcelona, podrá accedrr a lapágina de ese archivo.

En este caso, http://www.bcn.es/amb es la dirección Web del ArchivoMunicipal de Barcelona, aunque es posible utilizar cualquier texto comoenlace.

También pueden crearse enlaces a otra parte del documento en el queestamos. Esto permitiría que el lector de nuestro documento pudiera saltardirectamente a una parte que le interese. Un ejemplo sencillo sería enlazaruna referencia a un capítulo en el índice del libro con el comienzo de esecapítulo.

El proceso es parecido al empleado para colocar un enlace a otro docu-mento. Solo hay que tener en cuenta dos cosas:

• Colocar una etiqueta en la parte del documento a la que queremosque pueda acceder el lector (en nuestro ejemplo, el comienzo delcapítulo). Esta etiqueta es <NAME=«#nombre,,>. El nombre puedeser cualquiera.

• Colocar <A HREF=«nombre»>Nombre del enlace</ A> en la parte deldocumento desde la que queremos acceder (en el ejemplo, la refe-rencia al capítulo en el índice. Así, al hacer dic en el texto que deno-minamos «Nombre del enlace», saltaremos automáticamente a laparte del enlace en la que hemos colocado la etiqueta NAME. Elnombre que damos en ésta última no se ve en pantalla.

Existen otras muchas etiquetas en HTML. La mayoría de ellas puedencombinarse entre sÍ. Algunas de ellas (mostradas por parejas: la etiqueta deapertura y la de cierre) son:

• <H#> y </H#> (# = un número entre r y 6): Define el título de unaparte del documento. HI es el título con un tamaño de letra más

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grande, y H6, el más pequeño. Sirven para dividir de un modo lógi-co los contenidos de una página.

• <UL y </UL>: Definen una lista no numerada. Los elementos de lalista deben llevar, solo al comienzo de cada elemento, una etiquetaLI.

• <OL y </OL>: Igual que la anterior, sólo que los elementos de la listairán numerados14•

• <P> y </P>: Indican el comienzo y el fin de un párrafo. En realidad,la etiqueta de fin de párrafo no es necesaria, ya que al comenzar unnuevo párrafo, HTML introduce automáticamente un salto de línea.

• <BR> Salto de línea. No obstante, tanto la línea anterior como lasiguiente están en el mismo párrafo. La diferencia entre P y BR semuestra mejor en el cuadro 4.

CUADRO 4. MUESTRA DE DIFERENCIA ENTRE P Y BR.

Texto en HTML Cómo se ve en el navegador

<P>ARCHIVO DE INDIAS<BR> ARCHIVO DE INDIASSevilla Sevilla

<P>ARCHIVODE LA CORONA DE ARAGON<BR> ARCHIVO DE LA CORONA DE ARAGONBarcelona Barcelona

• <B> and </B>: Texto en negrita.

• <1>and </1>: Texto en cursiva.

• <HR>: Inserta una línea horizontal en la página.

• <DIV ALIGN=nnn>, siendo nnn una de estas tres posibilidades: LEFT(izquierda), RIGHT (derecha) o CENTER (centro). Esta etiquetasirve para alinear el texto de aquí en adelante a la izquierda, la dere-cha o el centro de la página.

• <lMG SRC=»nombre de la imagen»>: Etiqueta para colocar imágenesen la pantalla. En este caso, hay que indicar en que parte del orde-nador está esa imagen (en qué directorio) y el nombre del ficheroinformático que la contiene. Por ejemplo, si queremos poner en nues-

14 También pueden ir ordenados alfabéticamente, o usar números romanos ... Tododepende del atributo adicional que lleve la lista (véase más información en alguno de losmanuales citados en la bibliografía).

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tra pagma la imagen con el escudo de un archivo, llamado«escudoJpg», que está en el directorio IMÁGENES de nuestra uni-dad C: (el disco duro del ordenador, por lo general), la etiqueta com-pleta sería:

IMG SRC=»c:\imagenes\escudo.jpg»

A continuación se muestra un ejemplo del código de una página senci-lla, aunque con algunas etiquetas combinadas, y el resultado aproximadoque se vería en nuestro navegador:

CUADRO4. EJEMPLODEETIQUETASHTML COMBINADAS

Texto en HTML

<HTML><HEAD><TITLE>Ejemplo de página Web</TITLE></HEAD><BODY><DIV ALIGN=CENTER><III>Archivo de X</HI><BR><lMG SRC=«barras.jpg"><113>Algunos enlaces interesantes</H3><UI.><1I>Archivos universitarios.

<01.><1IxAHREF=<<http://www.uc3m.es/uc3m/ serv / ARC/ principa.htmh»Universidad Carlos ill</ A><U><A HREF= <<http://wzar.unizar.es/uz/arch" Universidad de Zaragoza</ A></01.>

<1I>Archivos municipales<01.><LI><A HREF=.>http://www.bcn.es/amb ••Barcelona></ A></01.>

</UI.><HR></BODY></HTML>

Cómo se ve en el nave ador

Ejemplo de página Web

Archivo de X

unAlgunos enlaces interesantes

• Archivos universitarios1. Univ. Carlos 1lI2. Universidad de Zaragoza

• Archivos municipales1. Andújar.

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El ejemplo es extremadamente básico. En una página Web caben otrosmuchos elementos: dividir la pantalla en partes (lo que se conoce en lajerga de Web como frames), añadir tablas, utilizar como enlaces imágenes ymapas de imágenes, incluir imágenes en movimiento y de vídeo, acceder abases de datos ... En la bibliografía al final del artículo se encuentran másreferencias.

4.2.3. Programas de ayuda para editar páginas Web

Si parece muy complicado crear páginas Web según el método indicado,existen numerosos programas, que denominaremos herramientas, para ayu-dar en esta tarea. En la bibliografía se describe el modo de acceder a algu-nas de ellas, entre las que se incluyen:

• Editores HTML: son programas que introducen automáticamente lasetiquetas necesarias para crear una página Web. Es decir, el autor delas páginas solo tiene que decidir qué tipo de elemento va a añadir,pulsar un botón del editor para colocar las etiquetas y escribir el textocorrespondiente. Algunos editores incluyen un corrector para detec-tar errores en la escritura de una página Web.Existen numerosos editores. Dos de los más famosos son HotMetaL yHot Dog. También los paquetes de programas que incluyen NetscapeNavigator o Internet Explorer incluyen editores de páginas HTML, eincluso algunos procesadores de texto tienen opciones para guardarsus documentos como documentos HTML.

• Programas de validación: si el editor no dispone de una opción paracorregir errores, existen algunos programas que detectan posibleserrores en su página.

• Herramientas para colores e imágenes: existen programas específicos que.ayudan a manejar los posibles colores de las páginas, incluido el texto(casi todo es modificable). También existen programas que ayudan aconfigurar las imágenes de modo adecuado para que sean visibles enWeb. Una posibilidad es crear un mapa de imágenes, es decir, unaimagen dividida en partes, cada una de las cuales es un enlace dife-rente.

El uso de colores e imágenes es uno de los factores que más popular hahecho a Web. Cada autor es libre de usarlos, pero debe recordarse que, siel fin de las páginas Web es informar, la página debe ser legible. Y cuantomás complicada sea una página, más fácil será que muchos usuarios no pue-dan visualizarla correctamente. Más adelante, se ofrecen algunas sugeren-cias sobre el estilo de una página.

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5 COLOCAR UNA PÁGINA EN INTERNET

DAVID RODRÍGUEZ

Una vez escritas la o las páginas Web que queremos presentar, debeencontrarse un ordenador conectado a Internet que sea accesible a travésde Web. Existen dos formas básicas de hacerlo:

• Si el archivo pertenece a una institución que ya está conectada aInternet (por ejemplo, una universidad), el archivo tendrá que poner-se en contacto con los administradores de las páginas Web de la insti-tución (a quienes se conoce en la jerga Web como webmaster) y solici-tarle que le concedan espacio en un ordenador accesible a través deWeb.

• En caso contrario, el archivo puede conseguir su propio acceso aInternet a través de un proveedor de servicios Internet, más conoci-do como un ISP. Este proveedor le ofrecerá espacio en sus ordenado-res a cambio de una cuota, que suele ser mensual. Además, ofreceráal archivo un acceso a Web (es decir, permitirá al archivo navegarpor otras páginas) y correo electrónico, además de otros usos, segúnel proveedor.Existen numerosos ISP en España. No obstante, ha de tenerse cuida-do: muchos de ellos ofrecen ofertas para captar clientes, pero no pue-den dar el servicio que ofrecen y acaban por desaparecer. En algunasdirecciones de Web se ofrecen listados y comparaciones de los ISPexistentes en España.

6. PÁGINAS WEB INTERACTIVAS

Las páginas Web suponen una herramienta de comunicación más ágil ycómoda entre los usuarios y el archivo. Por ejemplo, mediante el empleode correo electrónico, como indicamos al señalar las ventajas de una pági-na Web. En una página, se puede incluir una dirección de correo electróni-co de modo que, haciendo dic sobre la mismal5, se envíe directamente elmensaje.

También son útiles en HTML los formularios. Esta utilidad consiste en uninterfaz que permite demandar al usuario datos concretos (del mismo modoque un formulario sobre papel) que se utilizan, por ejemplo, para que elusuario envíe un correo electrónico o interrogue a una base de datos. Loscontenidos del formulario pueden ser enviados a través de una página Webo del correo electrónico y llegan a la base de datos a través de un progra-

15 Si se dispone en el paquete informático que contiene nuestro navegador de unaaplicación para enviar correo electrónico, lo cual ocurre en paquetes de software estan-dar como los que ofrecen Netscape y Microsoft.

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ma o script CGP6. Por ejemplo, los robots de búsqueda (páginas Web quealmacenan miles de direcciones de páginas y que permiten buscar esasdirecciones en una base de datos) funcionan con estos programas.Los programas CGI son relativamente fáciles de hace:r, e incluso hay

muchos de ellos, ya preparados para tareas concretas, accesibles en la pro-pia Web. Sin embargo, también tienen riesgos. Estos programas pueden serusados por hackers (personas que se dedican a introducirse sin permiso enordenadores conectados a través de redes). Por ello, es recomendable que,en el caso de querer usar programas CGI, se contacte con un especialistaen el tema.Algunos posibles usos de CGI en páginas sobre archivos: demandar refe-

rencias sobre documentos, reservar estancias de investigación en un archi-vo, pedir acreditaciones o, incluso, llegar a solicitar copias de documentosconcretos, como alternativa a la adquisición en el propio archivo.Las páginas Web pueden llevar pequeños programas escritos con otros

lenguajes, como Java o JavaScript. En ambos casos, se persigue conseguirefectos que no son posibles con el mero uso de HTML.

7. FORMAS DE ATRAER ATENCIÓN A UNA PÁGINA WEB

El número de páginas Web puede contarse por millones. Incluso aun-que el número de páginas existentes en España no llega a esas cifras, essuficiente para que una página esté perdida si no se promociona adecuada-mente. A continuación, se señalan algunas posibilidades, y en la bibliografiase añaden referencias más específicas y el modo de acceder a ellas.

7.1. Desde la propia página

En HTML se dispone de una etiqueta, denominada <META>, empleadapara indicar a modo de descriptores algunas características del documento(autor, palabras clave, descripción, lengua ... ). Estas etiquetas son utilizadaspor algunos robots de búsqueda y, por tanto, son muy útiles para recuperaruna página si se utilizan adecuadamente.Otra posible utilidad, tanto en sí misma como en cuanto forma de atrac-

ción de consulta de las páginas de los archivos, es añadir enlaces no pertene-cientes al archivo, pero relacionadas jerárquicamente, por tema, etc. De estemodo, aquellas sirven como enganche de los usuarios (por ejemplo, éstospueden utilizar la página del archivo como trampolín para acceder a otras delas que no recuerdan la dirección). Las páginas de los archivos de Barcelonao Vila-real, por citar algunas, remiten a las de los ayuntamientos respectivos.

16 CGI son las siglas de Interfaz de Pasarela Común (en inglés, Common GatewayInterface) .

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Un elemento de posible interés para los usuarios de una página es unlistado de enlaces interesantes. Sin embargo, debe tenerse cuidado en nocrear un recurso que ya se encuentre en otro lugar: es más útil hacer unenlace a éste. Además, las páginas Web no siempre se mantienen durantemucho tiempo, por lo que una lista de enlaces debe ser actualizada periódi-camente, lo que supone un trabajo extra.

Es útil incluir enlaces a robots de búsqueda o a lugares donde el usuariopuede conseguir una versión actualizada de un navegador. De este modo,nuestra página tendrá un interés añadido.

7.2. Desde páginas ajenas

Conviene hacer pública la existencia de una página en aquellos lugaresdonde exista gente que puede interesarse por el contenido. En el caso delos archiveros en España, existen algunos recursos dentro de Internet rela-cionados:

• La lista de distribución lWETEL. Una lista de distribución es ungrupo de personas relacionadas por compartir un tema de interés.Éstas están conectadas a través de correo electrónico: cuando alguienquiere enviar un mensaje (una pregunta, una sugerencia, un conse-jo ... ), lo envía a la lista y desde aquí se reenvía a todos los demás.

• Los directorios sobre archivos españoles existentes en la Web. Existendos: Archiespa, situado en la Universidad Carlos lB, y L'Arxiu Vir-tual, el directorio de archivos dependiente de la Associació d'Arxi-vers de Catalunya.

Otra alternativa, si se desea profundizar en la edición de documentosWeb, es consultar la lista de correo Web-Es y, especialmente, la página Weben la que se señalan las preguntas más frecuentes realizadas en la lista y susrespuestas.

AsÍmismo, es recomendable incluir la dirección en los citados robots debúsqueda. Muchos de ellos son de inclusión voluntaria, es decir, los interesa-dos en que el robot les señale han de registrarse enviando un correo electró-nico o un formulario (que ofrecen los robots) con los datos de la página.

Existen varias decenas de robots en España. Sería útil incluirse en otrosrobots y directorios que operan a nivel mundial, como Altavista (que inclu-so dispone de una página para búsquedas situada físicamente en Madrid).Pueden encontrarse direcciones de más de 1.500 robots, de todo el mundo,en páginas como la Guía de Motores de Búsqueda, también española.

Por último, ciertas recursos en Web realizan automáticamente el registrode una página en decenas o incluso centenares de buscadores. Dos páginasfamosas de este tipo son Submit l( a nivel mundial, y AutoRegistralo, en cas-

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CREAR PÁGINAS WEB. GUÍA BÁSICA PARA ARCHIVEROS 107

tellano. Normalmente, estos servicios suelen ser de pago, pero disponen deopciones gratuitas, menos potentes.

8. DERECHOS DE AUTOR DE PÁGINAS WEB

Un detalle a tener en cuenta a la hora de introducirse en Web es queuna página puede ser vista por cualquier usuario en cualquier parte delmundo donde exista una conexión. Por tanto, la primera recomendaciónes: no poner en Web nada si no se quiere que sea copiado. Dicho de otromodo: si alguien coloca algo en Web, da por sentado que es de dominiopúblico, y acepta que cualquiera con acceso a la red pued.a hacer un usoprivado de esas páginas.

Ello no significa que se deba renunciar a los derechos de autor, moraleso económicos, inherentes tanto a las páginas Web en sí como a los conteni-dos que contengan. Todos estos documentos, sea cual sea su origen y elsoporte en el que se .encuentren, están protegidos en Esparta por la legisla-ción sobre el tema, que incluye el Código Penal, el Código Civil y la Ley dePropiedad Intelectual. En la propia Web existen páginas de expertos legalesen Internet que recogen la doctrina legal sobre el tema.En cuanto a las bases de datos accesibles a través de Web, también puede

aplicarse sobre ellas la Directiva Europea sobre Protección de Bases de Datosde 1996 y la Ley sobre el Tratamiento Automático de Datos (LORTAD).

9. MANTENIMIENTO DE LAS PÁGINAS WEB

9.1. Algunas ideas

Como casi todo, las páginas Web no terminan con su creación, pero tam-poco debe ser complicado mantenerlas. También ha de procurarse que esaspáginas sean modificables por terceras personas en el futuro, lo que permi-tirá reducir el trabajo.Las páginas Web de que se disponga deben estar dentro del ordenador

en una estructura de directorios simple, teniendo claro qué contiene cadadirectorio (si hay más de uno) y cada página. De este modo, si los ficherosque contienen las páginas deben ser movidos a otra parte, resultará másfácil.Asimismo, los enlaces a otras páginas de los que dispongamos deben ser

chequeados regularmente. Muchas de las páginas Web cambian con fre-cuencia, o desaparecen, en periodos relativamente cortos de tiempo, yencontrarse con enlaces «caducados» enoja bastante al usuario de Web.Existen algunos programas que chequean regularmente las direcciones quese le indiquen e informan en caso de que alguna de ellas haya cambiado odesaparecido.

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108 DAVID RODRÍGUEZ

Una buena idea es disponer de una o varias copias de seguridad detodas las páginas, para evitar posibles problemas si los ficheros «originales»sufren cualquier problema. Es igualmente interesante disponer de herra-mientas que cuenten o realicen estadísticas sobre los accesos a una seriede páginas. En cualquier caso, los contadores, especialmente cuando elusuario de una página puede verlos, son a veces más una herramienta depublicidad que otra cosa. Por ello, si no prevee que sus páginas estén enlas listas de lugares más visitados, un contador en una página puede no seruna buena idea.

Por último, si su lista de agradecimientos empieza a ser larga, seríabueno que la colocase en página aparte. De este modo, tendría un detallepero no obligaría a nadie a ver una extensa lista de nombres ...

9.2. Mantenerse al día

Las tecnologías usadas para el diseño y desarrollo de pagmas Webaumentan muy rápidamente. Si está interesado en la materia, existen pági-nas como La Agenda, un buen listado de direcciones situado en España quetrata sobre todos los aspectos relacionados con Internet. También existennumerosos enlaces sobre el tema en varios de los manuales citados en labibliografía. En cuanto al tema archivÍstico en sÍ, apenas existen páginasque traten el tema en España, en contraste con la ya numerosa producciónexistente en la red especialmente en los Estados Unidos y, en menor medi-da, en el Reino Unido. Son accesibles, en español, una reciente ponenciade Elvira San Millán y, en inglés, el ya citado artículo sobre creación depáginas Web de la Society of Archivists del Reino Unido.

En cualquier caso, debe recordarse que lo más importante de una pági-na Web, si quiere aportar información interesante, debe ser su contenido(sin que eso signifique descuidar el diseño). Si el objetivo no es muy ambi-cioso, una página sencilla puede ser igualmente válida.

10. ALGUNAS IDEAS FELICES

Estas no son reglas escritas, pero si se preocupa por llevarlas a cabo, losusuarios se lo agradecerán.

Qué debe contener cualquier página:• Un enlace a la página principal: de este modo, en cualquier momento,

el usuario puede tener una referencia. Después de un buen rato nave-gando por Web, es fácil perderse, y se agradece cualquier ayuda parasaber por donde se va.

• Incluir el nombre de la institución, del autor de la página, y una direc-ción de contacto y de correo electrónico, si es posible. De hecho,

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CREAR PÁGINAS WEB. GUÍA BÁSICA PARA ARCHIVEROS 109

existe una etiqueta denominada <ADDRESS>, colocada habitualmen-te al final del cuerpo de la página, en la que conviene incluir estosdatos.

• Establecer un estilo o plantilla para todas las páginas que pertenezcan auna misma institución, o a un mismo conjunto (site, en inglés). Deeste modo, se tiene otra referencia de donde se está.

• Incluir la fecha de la última actualización de la página. Así se puedesaber la actualidad de la misma.

Qué deben contener las páginas principales!7:• Ser de carga rápida (tardar poco tiempo en ser leídas por el navega-dor). Solo hay algo que desespere más que una página dificil de car-gar: que nos sea inútil. La página inicial debe ser de fácil carga parapermitir al usuario decidir si le interesa seguir en ese lugar o no.

• No ser demasiado grande. Por el mismo motivo que !laidea anterior:cuanto más grande, más tiempo se tarda en cargar.

• Informar al usuario de la naturaleza exacta del conjunto de páginas. Deeste modo, se sabrá si desea continuar o no.

Las imágenes deben:• Tener una alternativa de carga en modo texto. Una imagen ocupa compa-rativamente mucho más espacio en un fichero y tarda, por tanto,mucho más tiempo en ser cargada. A veces, se puede acelerar la cargade páginas evitando la carga de imágenes (lo cual permiten los nave-gadores). Pero, si por ejemplo existen enlaces que solo tienen unaversión como imagen, el usuario pierde información.

• No ser cargadas automáticamente si su tamaño es demasiado grande. Enestos casos, existe la posibilidad de incluir una versión de la imagenreducida (un thumbnail, en el argot de Web) y dar la posibilidad alusuario de que, voluntariamente, cargue la imagen original.

• Ofrecer información. Es decir, no incluir una imagen sin motivo!8.

El texto debe:• Ser conciso, si es posible. Este es también un criterio discutible. Perola lectura en pantalla no es aún lo bastante cómoda. Si el texto eslargo, tal vez interese ofrecer una versión para ser impresa, por ejem-

17 Por lo general, los sites Web suelen contener más de una página. A la principal sela denomina en inglés homepage. Se ha preferido traducir el término por página principaL

18 Este último criterio puede ser discutido, y de hecho lo es. Ya se ha comentado eneste artículo la necesidad de conjugar información con diseño. El modo de conjugado essubjetivo, pero no lo es que una página con excesivos detalles (por ejemplo, muchas imá-genes y/o muy grandes) puede retardar la carga de la misma.

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plo, en un fichero que no sea HTML (aunque los navegadores inclu-yen una opción en el menú para imprimir las páginas Web).

• Ser de fácil lectura: evitar en lo posible mezclar muchos tipos de letra ytamaños, así como no usar los subrayados (para no confundir estostextos con los enlaces, que van subrayados).

Otros consejos:• Tener claro qué se quiere contar, antes de empezar a diseñar las páginas.

Un especialista en páginas Web puede saber cómo hacerlas técnica-mente. Pero el contenido del documento no tiene por qué ajustarseal soporte usado, sino al revés.

• Pensar en los posibles usuarjos a la hora de crear las páginas. Si los usua-rios no tienen equipos modernos, no tiene sentido crear páginas téc-nicamente complejas.

• Crear enlaces con sentido: los necesarios, no más. Se pretende facilitarla navegación, no confundir al usuario. Asímismo, los enlaces debenser comprensibles de modo concreto, tanto en el nombre como, enlo posible, en la explicación añadida. Un exceso de enlaces sin expli-cación puede resultar suficientemente confuso como para no saber adonde dirigirse.

• Diseñar conjuntos de páginas (sites), no páginas sueltas. De este modo,se asegura la consistencia de todo el bloque y, tal vez, se eliminanpáginas innecesarias.

• Procurar que las imágenes no sean excesivamente grandes. Una misma ima-gen puede ocupar un fichero informático más pequeño sin modificarsu tamaño, utilizando el formato adecuado.

• Añadir enlaces de «página siguiente» y «página anterior» en cada página,para marcar un posible flujo de lectura que ayude al usuario.

• Colocar la mayor información posible en la parte inicial del documento, locual facilita la lectura al usuario19•

l. BIBLIOGRAFÍA

Cómo el resto del artículo, ésta no pretende ser una bibliografia exhaus-tiva, para no abrumar al lector, sino solo una serie de referencias orientati-vas. Si no se indica al contrario, las obras referidas están escritas en caste-llano.

No obstante, en lo posible se ofrecerán direcciones generales, que a suvez remiten a enlaces más específicos, con el fin de que el lector compare yelija por sí mismo.

19 En cualquier caso, si la página es grande, se agradece un Índice al comienzo paraaclarar al usuario donde puede haber contenidos de interés.

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CREAR PÁGINAS WEB. GuÍA BÁSICA PARA ARCHIVEROS

1.1. Accesible en Internet

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1.1.1. Internet básico• BARBERÁN, Manuel:• La Agendahttp://www.areas.net/servicio/agenda/web.htmDirectorio completo sobre todo tipo de enlaces relacionados conInternet, en general, y con Web, en particular. Incluye todo tipode información, desde enlaces para principiantes hasta aquellosque desean crear avanzadas páginas. Entre otros enlaces, incluyeuna relación comparativa de ISP (proveedores de Internet) enEspaña, denominada Dios proveerá. La mayoría de las referenciasestán en castellano.

• Dios Proveeráhttp://www.areas.net/dpConjunto de páginas que incluyen la descripción y el análisis delos proveedores de servicios Internet (ISP) españoles, es decir, delas empresas que dan acceso a Internet en España. Forma partede La Agenda.

1.1.2. Navegadores• Netscape (Página principal): http://home.netscape.com.Permite conseguir el navegador Netscape Navigator.

• Microsoft (Página principal en castellano):http://www.microsoft.com/spain.Permite acceder al navegador Internet Explorer.

1.1.3. Guías y manuales HTML• ARCHIVES AND INTERNET GROUP (SOCIETY OF ARCHI-VISTS): Writing Web Pages. Guidelines for Archivists.http://www.hmc.gov.uk/pubs/wwwguide.htmlLa guía inglesa de la que se ha partido para realizar el presenteartículo. Buena parte de las ideas expuestas están en este texto, aun-que conviene comparar para extraer diferencias y para consultar losnumerosos enlaces sobre archivos y archivística en Gran Bretaña.

• AROCENA, Francisco: WebMaestrohttp://www.wmaestro.com/webmaestro /index.html»Manual pensado para escribir páginas Web sin conocimiento pre-vios, desde páginas sencillas a diseños más elaborados. Incluyereferencias a otros manuales y a diversos recursos para editar ymantener páginas HTML. Interesante.

• CASTILLO, Carlos: Tutorial de HTMLhttp://www.dic.uchile.cl/-manual/index.htmlGuía mantenida en Chile, dividida en cinco niveles: HTML bási-co, intermedio, avanzado, y dos cursos de Java y JavaScript.

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• HINCKLEY, Daniel: Cómo Crear una Página. Webhttp://www.ocea.es/forem/guiahtml.htmGuía básica para crear páginas HTML. Tiene un tono informal yes de muy fácil lectura.

• MARIÑAS, Luis: Manual de HTML http://www.geocities.com/Sili-conValley/2915/manual.htmGuía bien estructurada, con ejemplos para todo lo que explica.Incluye una sección de FAQ (preguntas más frecuentes), a la quese pueden enviar dudas.

• NOGALES, Tomás: HTML 3.2http://porky.uc3m.es/HTML/html32.htmlGuía con explicaciones breves pero concretas, y ejemplos paracada elemento explicado. Hincapié en los aspectos semánticos delHTML. Útil por su sencillez de exposición.

1.1.4. Herramientas WebEn general• LÓPEZ AVELlANEDA, Daniel Aprende a Crear Páginas Web

http://www.iponet.es/-Iubrln/html.htmDirectorio sobrio con numerosas referencias a manuales HTML(accesibles en Web o disponibles en papel), editores HTML, otrasherramientas para crear páginas Web, manuales de Java, gráficos ...

Editores HTML• CRESPO, Francisco: Editores Web

http://ms.ctv.es/SW95 / share32/ edithtml.htmlDirectorio de editores HTML para Windows 95. Esta página formaparte de un site particular sobre herramientas informáticas de todotipo para Windows.

• Hot Doghttp://www.sausage.comUno de los editores Web más populares. Permite crear páginas demodo muy sencillo o muy potente, según se desee. En inglés y depago.

• HotMetalhttp://www.sq.com/products/hotmetal/hotmetal3.htmOtro de los editores más famosos. Es una herramienta WYSIWYG,es decir, permite diseñar las páginas Web tal y como las veremosen pantalla. También está en inglés y es de pago.

1.1.5. Manuales para atraer usuarios a una página Web• APPLE ESPAÑA: 101 ideas para publicar tu Web

http://www.apple.es/curso _internet/welcome.htmlSerie de ideas a tener en cuenta a la hora de crear un site Web.

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Dirigido a páginas comerciales, incluye publicidad sobre los pro-ductos Apple para Internet. Algunas de las ideas pueden ser apro-vechables.

• MEDIAPLANNING: Descubre como atraer más tráfico a tu Web.http://www.mediaplanning.eom/ espanol/ subindex/ promocion/index.htmPáginas que explican métodos para atraer usuarios a un site. Estánelaboradas desde el punto de vista del márketing publicitario. Encualquier caso, incluyen numerosas ideas muy aconsejables.

1.1.6. Registro de una página en un robot• A utoregístralohttp://www.enter.net.mx/xyz/ atajos/ autoregistralo.htmlAplicación para registrar automáticamente una página Web ennumerosos robots de búsqueda (programas que buscan direccio-nes en Web y las almacenan en bases de datos consultables) encastellano. Situada en México.

• Submit lthttp://http:/ /www.submit-it.eomRegistra la página Web en decenas de robots de búsqueda de todoel mundo. Es de pago, aunque la versión básica es gratuita. Eninglés.

• Guía de motores de búsquedahttp://www.prisa.es/busquedas.htmDirectorio de robots de búsqueda españoles y de todo el mundo.Útil para dar una idea de en qué robots buscar o registrar unapágina Web. Ordenado geográficamente (por países) y temática-mente. Es una iniciativa personal de Ricardo Fornás aunque ahoraesté situada en el servidor del Grupo Prisa.

1.1.7. Directorios de archivos españoles• RODRÍGUEZ, David: Archiespa. Directorio de archivos de España.http://www.ue3m.es/ue3m/serv /ARe/ arehiespa/principa.htmlIniciativa personal, aunque con el soporte informático de la Uni-versidad Carlos III de Madrid (de cuyo servidor Web cuelga).Incluye enlaces a archivos, textos sobre archivos, documentos yotros directorios con enlaces a archivos españoles.

• AAC (Associació d'Arxivers de Catalunya): L'Arxiu Virtualhttp://www.bcn.es/aae/eatala/etexted.htmMantenido por Betlem Martínez Radua. Página que incluye, ade-más de direcciones de archivos, otros enlaces a institucionesextranjeras sobre archivos y varias direcciones relacionadas conarchivos. Forma parte del site de la AAC, que depende informáti-camente de las páginas del Ayuntamento de Barcelona.

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• SECRETARIA DE ESTADO DE CULTURA (MIN. DE EDUCA-CIÓN YCULTURA): Censo-Guía de Archivos Españoleshttp://www.mcu.es/pic/spain/CARC.htmlEn realidad, no es un directorio de páginas Web sobre archivos.No obstante, merece mencionarse por ser la primera gran fuentesobre archivos españoles en Web, por volumen de información yporque fue la primera fuente archivística española disponible enWeb. Contiene informaciones generales (localización, fondos, con-diciones de acceso para la consulta), y en muchos casos, de conte-nidos de la mayoría de los archivos españoles y de numerosos ibe-roamericanos, con empleo de descriptores para ubicartemáticamente al archivo. Incluye un interfaz de búsqueda poruna decena de campos

1.1.8. Listas de distribución• IWETEL: lista sobre documentación. Toda la información sobre

Iwetel está disponible en http://www.rediris.es/list/info/iwetel• WEB-ES: lista sobre Web. La página con las preguntas más frecuen-

tes está en http://www.rediris.es/si/web-es/faq/

1.1.9. Propiedad intelectual de páginas Web• RIBAS, Xavier:• «Usos permitidos en Internet en materia de propiedad intelec-

tual»http://www.onnet.es/Ol005006.htmArtÍCulo publicado en el site El Webjurídico. http://www.elwebjuri-dico.es El autor pertenece a un bufete de Barcelona especializadoen derecho informático.20

• «La copia privada en Internet»http://www.onnet.es/Ol005007.htmTambién publicado en El Webjurídico.

• RIBAS & RODRÍGUEZ ABOGADOS: Links http://www.onnet.es/Ol005004.htmLista de direcciones sobre propiedad intelectual ofrecidas por elbufete Ribas & Rodríguez

• LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL (REAL DECRETO LEGIS-LATIVO 1/1996, DE 12 DE ABRIL). http://ccdis.dis.ulpgc.es/ccdüs/legisla/lpi/Texto ofrecido por Alfonso Rodríguez (Universidad de Las Pal-mas).

20 Otros artículos sobre derecho aplicado a Internet pueden obtenerse en «Propie-dad intelectual en Internet», http://www.onnet.es/OI005.htm. del mismo autor.

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CREAR PÁGINAS WEB. GuÍA BÁSICA PARA ARCHIVEROS 115

1.2. Bibliografía impresa• ARCONADA, Pedro: «Sitios Web con estilo».En: Iworld, nº 9, nov. 97, págs. 26-36. También accesible enhttp://www.idg.es/iworld/ 199712/ articulos/websconestilo.htmlRecomendaciones concretas sobre diseño de páginas Web. Granclaridad de ideas.

• BEARMAN, David: «Archivos virtuales». En: 13º Congreso Internacio-nal de Archivos. Pekín (China), 1996.Versión en castellano de esta ponencia en la que, con un tono queaún puede sonar a futurista (al menos, en España), este archiveroexpone algunos de los posibles usos futuros de Internet aplicada alos archivos.

• MARTÍNEZ RADUA, Betlem: «Recursos para archiveros y usuariosde archivos en INTERNET: oferta, estrategias de búsqueda y valo-ración». En: Aldeezkaria. Bilbao: 1996, año 2, nº 4, págs. 7-15.Uno de los primeros artículos sobre Internet y archivística en Espa-ña. Aunque no es actual (en el sentido de que un año puede serun mundo en algunos aspectos de Internet), puede servir comomuestra del potencial archivÍstico de Internet para los no inicia-dos.

• SAN MILLÁN FERNANDEZ, Elvira: «Internet como recurso deinformación para los archivos universitarios». En 6as Jornadas Cata-lanas de Documentación. Barcelona, SOCADI, 1997, págs. 357-371.Breve explicación de qué es Internet y qué debe hacer el archive-ro para aprovecharla, así como mención de recursos de todo elmundo interesantes para archiveros universitarios (en realidad,para todo tipo de archiveros).

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~ARTICULO S

Bibliotecas

BOLETÍN DE LA ANABAD XLVIII (1998), NÚM. 1, ENER()"MARZO. MADRID lSSN 0210-4164

Publicaciones electrónicassobre biblioteconomÍa

y documentación en Internet

FERNANDO LACALLE MANCAS

l. INTRODUCCIÓN

Autopistas de la información

En los últimos tiempos se esta repitiendo mucho el termino autopistasde la información, este concepto (information superhighway) fue acuñadopor el vicepresidente de USA, Al Gore para designar los servicios de la tele-comunicación de la próxima generación basados en tecnología por cablede fibra óptica.

Por autopistas de la información entendemos la transmisión de voz,datos, y vídeo mediante un cable digital de alta velocidad con acceso eco-nómico para el gran público.

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118 FERNANDO LACALLE MANGAS

Los servicios que se benefician de la autopista de la información son elmundo del ocio, el segmento de las compras desde casa, las comunicacio-nes interhumanas, el teletrabajo y la educación.

Internet

Internet es una gigantesca base de datos distribuida en todo el mundoen la que se puede encontrar información y servicios de todo tipo y quepara poder ser accesada requiere de herramientas que permitan buscar rápi-damente la información que uno necesita a través de máquinas utilizadasen cualquier parte.

Internet no es un sistema centralizado, sino una RED DE REDES. Estasredes se conectan mediante líneas telefónicas convencionales, líneas dedatos de alta velocidad, satélites enlaces de microondas o fibra óptica. Sucomplejidad hace que se hable de una nube de enlaces en la que todos losordenadores tienen que hablar un mismo idioma o protocolo, el TCP/IP(Transmission Control Protocolover Internet Protocol).

No existe una definición precisa que pueda englobar a todo lo que com-pone Internet, puede ser definida con relación a sus protocolos comunes,como una correlación física de ruteadores y circuitos, como un conjuntode recursos compartidos y hasta como una actitud acerca de la intercone-xión e intercomunicación.

Internet y bibliotecas

Para que Internet siga creciendo hará falta un sistema muy similar al delos servicios de bibliotecas tradicionales, donde la capacidad y destreza delos bibliotecarios para la clasificación y selección, se debe complementarcon la pericia de los informáticos para automatizar las tareas de indizacióny almacenamiento de información.

Internet y estos nuevos medios de comunicación, darán lugar a la apari-ción de las bibliotecas digitales, que supondrán tres ventajas:

a) La preservación de objetos raros y frágiles sin prohibir el acceso aquienes deseen estudiarlos.

b) Podrán valerse de la red para prestar sus colecciones virtuales a losque no las pueden consultar en persona.

c) Se ahorrará espacio, ya que ocuparán espacios milimétricos de discomagnético en lugar de metros de estantería.

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PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA

Ventajas y Desventajas de Internet

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- Ventajas:Internet y las telecomunicaciones en general constituyen el fenómeno

sociológico y tecnológico de finales de Siglo.En Internet todo el mundo puede ser emisor y receptor de información,

permitiendo que esa información se transmita y se difunda con una tre-menda eficacia.

Con Internet el acceso a la información se ha visto facilitado, hace pocosaños el acceso a sistemas de información en línea estaba muy restringido,pero con Internet se ha posibilitado que prácticamente cualquier personapueda consultarla con un bajo coste. Se puede decir que el mundo de lainformación esta al alcance de mucha gente, convirtiéndose en un fenóme-no de enorme y vertiginosa popularidad.

- Desventajas:La aparición de Internet en los países desarrollados ha abierto nuevos

interrogantes legales, pero las legislaciones de los países no son tan flexi-bles para adaptarse a estos nuevos cambios, así se producen problemas enel tratamiento de los derechos de autor, donde la información se puedecopiar fácilmente siendo idéntica al original, o donde algunos grupos denoticias tratan temas pornográficos, de pedofilia o de bestialismo, y es queel código ético del internauta aún no se ha promulgado porque hay unaserie de problemas, tales como garantizar el secreto de las comunicaciones,asegurar la identificación de emisores y receptores y asegurar la integridadde los mensajes.

En Internet se puede encontrar de todo, pero se puede perder muchotiempo viendo información atractiva que en ese momento no nos puedeinteresar, porque la red contiene millones de registros catalogados sin crite-rios rigurosos y que en muchos casos generan ruido.

También el propio desarrollo de Internet abre un debate moral y jurídi-co sobre la protección de menores a causa de ciertos contenidos de la red,que son transmitidos con mucha facilidad.

Internet ha motivado que los hábitos de vida hayan cambiado radical-mente, ahora se fomenta el individualismo y el aislamiento de las personas.

Internet hace que la sociedad se divida entre áquellos que saben mane-jar los ordenadores y los que no (serán considerados analfabetos informáti-cos), ahondando así las diferencias entre sociedades y dentro de la mismasociedad, entre los individuos que la componen.

Los nuevos medios de comunicación, (entre ellos Internet), están desi-gualmente repartidos, los países desarrollados disponen de Internet enmayor medida que los menos desarrollados, tienen un mayor número de

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120 FERNANDO LACALLE MANGAS

líneas telefónicas y de ordenadores, lo que produce que el acceso a Inter-net aparte de ser no democrático en los países desarrollados (no todas laspersonas tienen los medios o los recursos para conectarse), no es en abso-luto democrático en relación con los países más desfavorecidos del planeta,lo que ahonda aún más las diferencias entre ellos.

2. PRESENTACIÓN

Debido a la propia extensión del tema, este trabajo no pretende ser unestudio exhaustivo de todas las publicaciones electrónicas sobre Biblioteco-nomía y Documentación que hay en Internet, simplemente es una selec-ción de una serie de publicaciones electrónicas elegidas por la calidad de lainformación facilitada, la importancia de la institución o persona responsa-bles, el interés de los documentos y el ámbito geográfico de los mismos(anglosajón e hispano), debido al desconocimiento de otras lenguas.

Este trabajo se realizó entre Diciembre de 1997 y Enero de 1998. Debi-do a que en la red la información cambia constantemente es posible quealgunas direcciones o las propias páginas de las publicaciones hayan varia-do o incluso que hayan aparecido nuevas e interesantes direcciones peroeso es algo inevitable.

3. FORMATOS PARA lA EDICIÓN ELECTRÓNICA

Cada día hay más ediciones electrónicas en general y más publicacioneselectrónicas en particular en Internet. Sin embargo, puede suceder quetodos estos productos de información electrónica que se elaboran quedenaislados del resto por no estar ajustados a normas que faciliten la gestiónhomogénea de productos heterogéneos y de esta forma no crezcan en lamisma proporción las facilidades para que el público en su conjunto acce-da a todos ellos.

Por eso se deben tener unas normas que faciliten el trabajo de todos lossectores implicados en el proceso, como el juego de caracteres ASCII o Uni-code, hasta la llegada de nuevas familias de normas aparecidas en los últi-mos años que facilitan el intercambio de información electrónica de formaabierta, como Sgml, Acrobat, ODA, EDI, PDF o Envoy.

4. PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS

Una publicación electrónica es una publicación periódica que se editade forma electrónica, pudiéndose haber publicado antes de forma impresao no.

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PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA 121

Las publicaciones electrónicas no abundan, cada día aparecen más, peroaún su número es menor que el de las impresas. Esto es debido a que enmuchos casos los editores y distribuidores no se atreven todavía a invertiren su edición, porque hasta la llegada del web estas revistas tenían una pre-sentación textual pobre al ser distribuidas por correo electrónico o telnet yno podían competir con la presentación textual y fotografias a color de lasimpresas.

Pero en general sino se desarrollan tanto, es porque generalmente elordenador condiciona los lugares y los modos de consulta, además de queno todo el mundo tiene acceso hoy en día a un ordenador, y menos genteaún puede acceder a Internet, aunque esto irá cambiando.

Las publicaciones electrónicas pueden ser de dos tipos:

a) Revistas en edición electrónica exclusiva y que en ocasiones puedenimprimirse en papel. Este tipo de revistas están menos desarrolladaspor dos motivos, el primero es que los artículos no suelen ofrecergarantías de calidad al no estar avaladas por la autoridad de un con-sejo editorial, lo que hace que sean consideradas más como contribu-ciones espontáneas que como otra cosa, y además suelen carecer deD.L., Copyright o de los derechos de propiedad intelectual, el segun-do es que los autores no les gusta arriesgarse a publicar sus artículosen este tipo de revistas porque no son conocidas, gozan de menorvisibilidad y carecen de los índices de impacto de las publicacionesimpresas en papel, además consideran que no van a ser consultadasni citadas y que los resultados de su investigación serán desconocidosy por tanto carecerán de valor para su curriculum profesional.

b) Revistas electrónicas de ediciones impresas. Son las más desarrolla-das, porque carecen de los problemas de las anteriores. Consiste enpublicar en la red de modo electrónico las mismas revistas impresasque hay en el mercado. Este tipo de revistas tienen ya un prestigionacional o internacional, alcanzan una mayor difusión por ser cono-cidas y su difusión es más sencilla, lo que permite que muchas sus-cripciones en papel se cambien por otras electrónicas para ahorraespacio, facilitar la consulta, etc.

Ventajas de las publicaciones electrónicas frente a las impresas

Se podría decir que una publicación electrónica tiene las mismas venta-jas que las publicaciones electrónicas, pero sin sus inconvenientes. Estasventajas son:

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1. Para los editores y distribuidores les permitirá reducir el coste delpapel, de la impresión, de la encuadernación, del transporte y delcorreo y así ganar rapidez y seguridad en su distribución.

2. Para los autores les permite un contacto más rápido y directo conotros colegas, la posibilidad de enviar a los editores trabajos porcorreo electrónico o por web disminuyendo el tiempo de envío decorrecciones y de publicación.

3. Para los investigadores o lectores los precios de suscripción teórica-mente serán más baratos al reducirse los costes de la publicación, laforma de suscribirse será más sencilla bastando con enviar los datosde la cuenta bancaria o la tarjeta de crédito por fax o por la mismared. También se puede suscribir uno sólo a una serie de artículos,acordándolo previamente con el servicio de D.S.!. de la misma revis-ta.

4. Una publicación electrónica no pierde la calidad en el texto ni en lasfotografias con relación a las impresas y permite además incorporarsonido y animación en 3D gracias al formato html.

5. Las publicaciones ganan en independencia por carecer de relacióncon la publicidad comercial que influye tanto en la línea editorial.

6. Con esta clase de publicaciones se produce una menor deforestaciónde bosques y una menor contaminación de residuos.

7. En otro orden de cosas, también permiten que todos los problemastanto de almacenamiento en casa de las revistas, como la clasificacióny conservación de las fotocopias de artículos que se adquieren parasu estudio en el ámbito profesional se solucionen, y todo ello sinhablar de las ventajas que en este sentido tendrían para las bibliote-cas.

5. METODOLOGÍA

Para el análisis de cada recurso electrónico (directorio o publicación),se ha optado por evaluarlos de acuerdo a una serie de criterios, siendo losprincipales el contenido de la información que ofrece, la lengua, la facili-dad de manejo, la exhaustividad y el grado de actualización de la informa-ción contenida.

Por ello se han obviado otra serie de criterios para analizar estos recur-sos en red, debido a la propia finalidad y propósitos de este trabajo.

La mayoría de las direcciones que aparecen en este trabajo se han saca-do del libro de José Antonio Merlo y Angela Sorli Rojo, pero hay otra seriede direcciones que han sido buscadas por otros métodos, estas son:

Las direcciones de Correo bibliotecario, LIBRES y Métodos de Informa-ción se encontraron en un directorio de la UE llamado Journals addressing

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PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA 123issues covered by Telematics for Libraries (http://www2.echo.lu/libraries/en/journals.html ).

La dirección de la Revista Española de Documentación Científica seencontró navegando dentro de la página del CINDOC.

La dirección de Cuadernos de Documentación Multimedia se encontróen la dirección de la Universidad Complutense de Madrid y dentro de éstaen la página de la Facultad de BiblioteconomÍa y Documentación.

6. ANÁLISIS DE RECURSOS

En este apartado se va a proceder a analizar los recursos electrónicos enred. En total son 3 directorios y 12 publicaciones electrónicas.

• Directorios

BUBL 'S jOURNALS(http://bubl.ac.uk/journals )

Bulletin Board for Librarians se trata de Un servicio de informaciónnacional para la comunidad universitaria fundado por el JISC Qoint Infor-mation Systems Comitee).

Este directorio creado en 1990 recoge más de 200 títulos de publicacio-nes electrónicas de nuestro ámbito y además la información que ofrece esde acceso gratuito.

El BUBL journals está compuesto por dos secciones, revistas dentro deBUBL y revistas fuera de BUBL. En cada sección las publicaciones se pue-den consultar alfabéticamente realizando una búsqueda de la publicacióndeseada (hay ayuda para hacerlo) o se puede encontrar en el Índice alfabé-tico. También se pueden consultar por materias (Library and informationscience, sería la de BiblioteconomÍa y Documentación), y dentro de ese epí-grafe se subdividiría en otros muchos, como adquisiciones o informaciónelectrónica. Dentro de cada submateria aparece un listado de todas las revis-tas englobadas en ese epígrafe indicando a partir del año que se tienen y sise dispone de resumen o bien de contenido, aunque también permite haceruna búsqueda de la publicación si es alguna en particular.

Cuenta con un enlace a una selección de grandes servicios de publica-ciones electrónicas como el IDEAL de Academic Press, también tiene unaselección de las grandes empresas que editan publicaciones electrónicas yun listado de directorios útiles de publicaciones electrónicas.

Recoge también un listado de todos los proyectos del programa eLib(electronic libraries programme) fundado por el JSIC, así como un enlace

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a UK Higher Education, que ofrece un listado de revistas y periódicos elec-trónicos de interés general producidos por el UK Higher Education Com-munity. Otro apartado es Magazines, que recoge revistas de carácter generalagrupadas por materias y con sucesivas divisiones.

Evaluación

Directorio de gran relevancia en el campo de las publicaciones electró-nicas. La información es muy exhaustiva y amplia, el manejo no es dificil apesar del gran volumen de información que contiene y que además se pre-senta de manera gratuita para los lectores. La actualización es bastante altateniendo en cuenta toda la información de que dispone.

LIBRARY ORJENTED LISTS & ELECTRONIC SERIALS

(http://info.lib.uh.edu/liblists lliblists.htm)

Directorio de publicaciones electrónicas elaborado por la Universidadde Houston.

Convertido en documento html desde Diciembre de 1996 por Ann Thor-ton y Steve Bonario de la Biblioteca de la Universidad de Houston, y com-pilado por Wei Wu de la misma Universidad

Se trata de una compilación de listas de discusión electrónicas, listas dedistribución de publicaciones.

Posee un Índice alfabético de títulos de publicaciones electrónicas,donde entrando en cada una de ellas, indica la dirección que hay que utili-zar para suscribirse a cada una. Aunque sino queda suficientemente claro,ofrece una página de ayuda, en la que se indican los pasos necesarios parasuscribirse. También posee un Índice de materias, lo suficientemente ampliocomo para cubrir todos los campos dentro del mundo de la Bibliotecono-mía.

Permite realizar búsquedas de publicaciones utilizando operadores boo-leanos y da explicaciones de cómo realizar dichas búsquedas. En el listadode listas de discusión, ofrece la posibilidad para que los usuarios incluyanotras listas apropiadas que conozcan y que no se encuentren, con el fin demejorar el directorio. También ofrece otro tipo de listas, como son las aca-démicas y de publicaciones electrónicas en general.

Ofrece una página de adiciones (Junio 1997) y de modificaciones (cam-bios de dirección de publicaciones electrónicas), y un enlace de hipertextoque te conecta a las más recientes modificaciones del directorio.

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PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA

Evaluación

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Directorio muy fácil de manejar, permite la posibilidad de que el usua-rio sea interactivo con el recurso, ayudando en su mejora. La informaciónofrecida es muy completa y permite encontrar cualquier publicación elec-trónica en el ámbito anglosajón, aunque en otros ámbitos deja más quedesear. El grado de actualización es bastante bueno.

NEWJOUR

'. '0. _'_ A... '\ ~.', .,,"_ .

'Ñe~' .JÓ'lI ro'.• Electronic Joumals & Newsletters •

(http://gort.ucsd.edu/newjour)

Directorio de publicaciones periódicas realizado por las Universidadesde Vale, Pennsylvania y la de California at San Diego Libraries.

Permite que los usuarios o lectores de New Jour colaboren de formainteractiva añadiendo el nombre de alguna publicación que conozcan y queno se encuentre en el directorio, incluyendo el mayor número de datosposibles sobre la misma.

Aparece un enlace donde se habla de los objetivos de New Jour, de suarchivo y de otras muchas más cosas que pueden resultar interesantes.

La tabla de contenidos es muy completa, hay 4862 ítems, en ella apare-cen los títulos de las publicaciones electrónicas recogidas por orden alfabé-tico. La temática es general y no sólo del ámbito de Biblioteconomía y Docu-mentación. Para cada título habla de que trata la revista, el idioma y ladirección, así como la fecha en que se incorporó al directorio.

Aparte de todo esto ofrece el formulario para suscribirse. También tieneuna página de búsqueda que está asistida con un enlace de ayuda.

Evaluación

Directorio muy completo por el gran número de publicaciones electró-nicas que recoge, muy exhaustivo porque abarca muchas temáticas. A pesarde ser tan grande, ofrece escasas dificultades para manejarlo aunque estohace que el tiempo de navegación y de búsqueda aumenten considerable-mente. La actualización es inmejorable, ya que se realiza semanalmente.

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• Publicaciones periódicas

BOLETÍN DE ANABAD

FERNANDO LACALLE MANGAS

(http://www.disbumad.es/revistas/ANABAD/INDEX.HTM

Boletín trimestral realizado por la Asociación Española de Archivos,Bibliotecas, Museólogos y Documentalistas (AN.AB.AD.).

Permite conocer todos los datos del boletín, periodicidad, formato, pri-mer año de publicación, editorial, director, precio de suscripción anual,precio de números sueltos e ISSN.

Ofrece los sumarios de la revista, sin poder consultar más allá, es decir,sólo las secciones de la revista (Archivos, Bibliotecas, Documentación, Muse-os, notas, revisiones, etc.), así como los autores que han escrito en ese núme-ro y los artículos que se encuadran en esas secciones. El último númeroque se puede ver es el 2 de Abril:Junio de 1996, y de los números anterio-res sólo el 3 Y4 de 1995 y elIde 1996.

Aparte de información sobre la propia revista ofrece varios enlaces, unode ellos es a un web de revistas de distinta temática en el que la mayoría nopueden ser consultadas por estar la página en construcción, también tieneun sistema de búsqueda por editorial en el que aparecen todos los nom-bres de las publicaciones que realizan, otro enlace es a una página de revis-tas científicas y el otro enlace es a Interbook, en el que se puede encontrarinformación muy diversa (desde buscadores como El caso o un web musicalhasta información sobre oposiciones y empleo).

Evaluación

Es muy sencillo de manejar, debido en gran parte a que la informaciónque contiene es bastante escasa (sólo ofrece sumarios de 4 números), ade-más la actualización de esta página es muy baja (Septiembre de 1996), asíel último número del que se puede ofrece el sumario es de hace casi 2años.

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PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA

CUADERNOS DE DOCUMENTACIÓN MULTIMEDIA

Cuadernos de DocumentaciónMultimedia

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Número 5. Junio de 1996.Números anteriores (en construcción).

Número 3Número 4

(http://www.ucm.es/info /multidoc/multidoc/revista)

Revista elaborada por el Departamento de Biblioteconomía y Documen-tación de la Universidad Complutense de Madrid.

Se trata de una revista de carácter anual y está compuesta principalmen-te de una introducción realizada por el director de la revista y unos artícu-los realizados principalmente por profesorado de la propia universidad.

Dentro de la página web aparece el organigrama de redacción de la revis-ta (director, consejo, vocales, etc.), lo que no aparecen son los criterios quesigue, o los propósitos de la misma.

La revista ofrece como último número para ser consultado el 5 de 1996y de los números anteriores únicamente los números 3 y 4. Dentro de cadanúmero permite conocer el sumario de la publicación además de las res-tricciones legales que suponen los derechos de autor. De cada artículo ofre-ce el título y el autor del mismo. Entrando en cada artículo ofrece íntegra-mente el texto, incluyendo un índice al principio del mismo, lo que facilitasu consulta.

Evaluación

La página no ofrece ninguna dificultad para su manejo, porque se tratade un recurso bastante simple, lo mejor es que ofrece el contenido íntegrode la publicación en formato electrónico, pero está muy poco actualizada(el último número que ofrece es el de 1996, pero tampoco ofrece los dosprimeros números de la revista).

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128

CURRENT AWARENESS ABSTRACTS

FERNANDO LACALLE MANGAS

Iutroductlon

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thll-euwtr'iNft. iM:edto~üc.&et$!o:lI~.e :: :...:._ orlbejoumal~ -..¡;--~.,.;::,\,~'::-e .••.•"

(http://www.aslib.co.uk/ caa/index.html)

Página que recoge resúmenes de artículos de las 300 principales publica-ciones periódicas de Biblioteconomía y Documentación en inglés, realizadapor la ASLIB (The Assocciation for Information Management).

Posee. una clasificación alfabética (cada letra no obedece a la palabra deinicio, sino que es una agrupación propia), de temas realizados por ellosaccediendo a cada tema aparecen los artículos, que cuentan con su propianumeración, así el primer artículo de Diciembre de 1997 es 97-1607, y elúltimo es 97-1782, de esta forma el primer articulo del año empezaría porel año en cuestión y 0001, aunque no se pueden ver el texto completo por-que es necesario estar suscrito previamente.

Únicamente ofrece artículos de los años 95, 96 Y97, permitiendo unacceso para invitados a los del 95 (sólo se pueden ver 5 meses), conociendoautor, título, institución, páginas, revista en que salió, año, mes y un resu-men del mismo.

Permite conocer más detalles de la forma de suscripción mediante direc-ción de correo electrónico.

Ofrece un sistema de búsqueda de artículos mediante palabras simples,varias palabras (usando «0[», «and»).

Evaluación

Es muy sencillo de manejar, la información que tiene es muy completa yademás se circunscribe al ámbito de la Biblioteconomía y Documentación,aunque se limita a las publicaciones de lengua inglesa (que bien es verdadque son las más importantes) y sólo recoge publicaciones desde el año 1995.La actualización es muy buena, ya que recoge artículos de Diciembre de1997.

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(PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA 129

IFLA jOURNAL

Contents

IFLANEWS

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(http://www.nlc-bnc.ca/ifla/v/iflaj/index.htm )

Página web de la International Federation of Library Association andInstitution,

Se compone de sumarios de las revistas desde el año 1993, ofrecido enversión HTML o en versión ASCII.

La página ofrece noticias de la IFLA (tp.iembros, socios, reuniones de laIFLA), otra sección la componen reportajes de encuentros realizados endiferentes lugares del mundo, nuevos sponsors de la revista, una misceláneay un calendario internacional.

Permite la consulta de la tabla de contenidos. Para cada volumen ofreceel sumario de la revista, el autor, el título del artículo y un resumen delmismo pero no aparece la extensión de los artículos.

I

Es posible conocer el equipo editorial de la revista con todos sus miem-bros (nombre, dirección, institución, teléfono, fax y e-mail). También sepuede obtener más información sobre las actividades de la IFLA mediantedirección de correo electrónico, correo postal, teléfono o fax.

Evaluación

Se trata de una página web de una publicación impresa, donde no apa-rece la forma de suscribirse a la revista, por eso es más bien una página deconsulta y de propaganda de la IFLA. El manejo es sencillo y no ofrece difi-cultades, la información es interesante para conocer datos sobre la IFLA,aunque sólo se pueden conocer sumarios de la publicación desde 1993. Laactualización es muy buena, ya que está a Diciembre de 1997.

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INVESTIGACIÓN BIBLIOTECOLÓGICA

FERNANDO LACALLE MANGAS

Investigación Bibliotecológica es una publicación realizada por el grupode bibliotecarios adscritos al Centro Universitario de Investigaciones Biblio-tecológicas de la Universidad de México, de carácter anual. El contenido sededica a informes de investigaciones, avances del mismo, artículos sobreformación académica y actividades docentes que propicien la difusión delconocimiento sobre bibliotecas e información.

Para cada publicación ofrece una tabla de contenidos de la revista, quecontiene el título del artículo, el autor y el contenido (sólo para algunos,porque según sea el número de la publicación ofrece mayor o menor núme-ro de artículos para ser consultados y leídos).

Esta publicación electrónica recoge los números desde 1986 hasta 1995.Dentro de la revista aparece un apartado de libros que han aparecido

nuevos en su biblioteca, otro de reseñas sobre libros publicados, otro denoticias sobre actividades del CUIB, otro de investigaciones y otra biográfi-ca de autores y estudiosos sobre BiblioteconomÍa e Información.

No aparece ninguna información sobre el consejo editorial, ni sobre ladirección de la publicación.

Evaluación

No ofrece mucha información y la que hay tampoco está bien estructu-rada, ya que no todos los artículos están a texto completo (aunque no esnecesario pagar para los que están) y su manejo no es tan sencillo comocabría esperar de un recurso como este, ya que no hay enlaces para ir alcomienzo de la página, ni a otra página. La actualización tampoco es dema-siado buena (el último número que ofrece es el de 1995).

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PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA 131

LIBRAR Y jOURNAL DIGITAL

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(http://www.bookwire.com/ljdigital)

No se trata de una publicación electrónica sino de una compilación dereseñas y criticas de libros, novedades y best-sellers sobre todo, aunque tam-bién incluye eD-ROM, audio, etc.

Tiene una recopilación propia de los mejores libros del año 97. De cadalibro ofrece la portada, editorial, ISBN y un resumen del mismo. Tambiénsi se quiere ofrece más información sobre el autor, la portada o sobre ellibro y tiene una selección de artículos que hablan del libro. Tiene a la vez4 sitios donde comprarlo, indicando el precio, el ahorro, datos de descrip-ción del libro, otros tipos de libros que tratan una temática similar y unaselección de críticas de periódicos.

En otro enlace tiene información sobre más de 1000 compañías con unadescripción de sus productos y servicios y de 1500 productos librarios, asícomo un enlace de búsqueda bien por productos y servicios o por compa-ñías.

Tiene una lista de libros que saldrán al mercado próximamente dividi-dos en ficción y no-ficción y más información si se quiere de editores y suslibros.

Tiene una sección de noticias en la que se recogen noticias relacionadascon el mundo bibliotecario, están muy actualizadas (las hay de Enero de1998) y también las hay de meses anteriores. Aparte de estas noticias tieneuna selección de noticias sobre instituciones y personas (desarrollos, conve-nios, etc.) y además tiene otra sección de noticias de la ALA (conferencias,elecciones, candidatos, etc.).

También tiene un listado de fuentes de información sobre libros que seencuentran en la red, ofrece una serie de consejos sobre algún tema (eneste caso eran las bibliotecas digitales).

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132 FERNANDO lACALLE MANGAS

Por último tiene una selección de publicaciones en CD con autor, pre-cio y un resumen de lo que trata.

Evaluación

Dirección de gran utilidad para los profesionales del ramo, la informa-ción que contiene es abundante y de gran interés, su manejo no es tan difi-cil como sería de suponer en un recurso con tanta información y su actuali-zación es casi inmejorable (recoge noticias de Enero de 1998).

LIBRARY TRENDS

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(http://edfu.lis.uiuc.edu/puboff/ catalog/trends/toc.html)

Revista de la Universidad de Illionois at Urbana-Champaign (GraduateScholl of Library and Information Science), de carácter cuatrimestral dirigi-da por el profesor emérito F. Wilfrid Lancaster.

Revista de carácter monográfico, cada número trata de un único aspectosobre alguna actividad de interés, desde servicios para niños a nuevas tec-nologías.

Ofrece los precios de suscripción, que varían según el tiempo de sus-cripción, si la suscripción es individual o no, si eres estudiante o no o siestás en USA o fuera. También se pueden comprar números sueltos.

El catálogo de contenidos recoge desde el número de otoño de 1997 yofrece una visión de los futuros (aparecen los temas que van a salir en lonúmeros siguientes, y del catálogo de 1997.

Ofrece un sumario de los números pasados (desde 1992) aunque paraver los anteriores a esa fecha se puede consultar la Library Trends Comple-

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PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA 133

te List of Issues, que recoge publicaciones desde 1952, aunque la mayoríasólo están completados a partir de 1972 y desde 1989 están totalmente com-pletos (previo pago). También se informa del resto de publicaciones querealiza el Graduate School of Library, tanto de libros como de revistas oboletines aportando un sumario y un resumen de las publicaciones, siem-pre sobre aspectos de Biblioteconomía, indicando también la forma de pagoo suscripción.

Evaluación

La información que ofrece es mucha y muy exhaustiva aunque le faltanpor completar números. Su actualización es muy buena, pero su manejodeja que desear, la información está mal organizada, los enlaces te condu-cen a otros que se repiten y que ocasionan pérdidas de tiempo.

LIBRES

(http://indigo.lib.lsu.edu/ epubs/libres)

LIBRES (Library and Information Science Research Electronic Journal)es una publicación electrónica dedicada a la investigación sobre la cienciade la información y de las bibliotecas. Se distribuye a través de un servidor,un sitio FrP y tres direcciones WWW para América, Australia y Europa.

Esta publicación ofrece sus volúmenes desde Marzo de 1995 hasta Sep-tiembre de 1997, salvo el número 4 de 1996 que no fue publicado, aunqueen LIBRES Archives se puede acceder directamente a todos los númerosdesde 1992, o bien realizar búsquedas de artículos.

Dentro de cada número hay una tabla de contenidos con las distintassecciones de la revista, como investigación y sectores de aplicación, dondepermite ver el título del artículo, el autor y la institución a la que pertene-ce y además un resumen y el texto íntegro. Otra sección la constituyen losensayos y opiniones, que permiten ver la misma información que en la sec-ción anterior. Otra sección son los artículos, que se ofrecen a texto íntegro.Otra sección son las noticias de otras revistas, en la que recoge los sumariosde otras publicaciones periódicas (ARIADNE, Current Cites, incluso de algu-nas varios números). Otra sección son noticias y anuncios, en el que apare-cen los contenidos de los que consta (anuncios de aparición de nuevaspublicaciones, nuevas versiones, etc.). Y la última sección son conferencias yreuniones, en la que recoge fecha, organizadora, propósitos, idioma, lugarpara más información, etc. de próximas conferencias y reuniones en todoel mundo.

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134 FERNANDO LACALLE MANGAS

Indica cual es el equipo de la revista, el cargo de cada uno y su direc-ción e-mail, en la misma anuncia que LIBRES va a pasar a ser bianual exclu-sivamente (Marzo y Septiembre).

Ofrece enlaces a directorios de publicaciones periódicas, como BUBL oNew Jour.

Evaluación

La información ofrecida es muy interesante y muy detallada, además lostextos se encuentran de manera íntegra y no es necesario estar suscrito.Carece de dificultades de manejo todo se hace de forma muy sencilla. Laactualización de la página es buena, ya que recoge en la misma el últimonúmero de su publicación.

MÉTODOS DE INFORMACIÓN

(http://www.uv.es/ede/mei)

Publicación bimestral realizada por la Associa-ció Valenciana d'Especialistes in Informació(AVEI), dedicada al análisis de la informacióndesde un punto de vista documental.

En la página principal aparece un menú con 9temas (Internet, arte e información, medioambiente e información, documentación europea,l' edició al Pais Valenciá, Internet y Bibliotecaspúblicas, cooperación al desarrollo, archivos admi-nistrativos y ciudad e información). Entrando encualquiera de ellos aparece el número de la publi-cación que trata esos temas.

Sólo ofrece los volúmenes 3, 6, 10, 11, 12, 13,14,15,16,17/18 Y 19 que correspondería a Juliode 1997.

Ofrece un sumario de la publicación en el que aparecen los apartadosde la misma, como son noticias donde aparece el título y el contenido, for-mación permanente donde aparecen los índices de los artículos y los artículosal completo, aunque algunos están escritos en valenciano, centros y serviciosen el que ofrece lo mismo y publicaciones donde no permite entrar.

A partir del número 6 cambia el índice de la revista. Ahora consta deeditorial, que contiene una presentación, el equipo editorial y el sumario dela misma; noticias en línea, que recoge las noticias de AVEI; cursos, visitas,noticias de FESABID y de SOCADI, reuniones de asociaciones de Bibliote-

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PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA 135

conomÍa (como la de EOCONSID'97) y noticias del extranjero (Irlanda,Alemania, Estados Unidos, Iberoamérica); personas, que ofrece artículossobre alguna persona (por ejemplo El mundo según Eco). En portada con-tiene más artículos, luego está internautas, documentos, lugares (un artículosobre el centro de información o biblioteca o similar de cualquier institu-ción) y estantería, que es una selección de obras sobre BiblioteconomÍa yDocumentación donde se informa del autor, editorial, ISBN, extensión, uncomentario de la obra y un resumen.

Evaluación

La mejor publicación electrónica española analizada. La informaciónque ofrece es muy completa y está detallada al máximo, además abarca granparte del campo de la BiblioteconomÍa y Documentación en España, elúnico inconveniente es la aparición de artículos en valenciano, que reduceel número de lectores al no haber una traducción en castellano. Es muysencilla de manejar con multitud de enlaces que no dificultan en absolutola navegación por el recurso. La actualización es otro inconveniente (el últi-mo número que ofrece es el de Julio).

REVISTA ESPAÑOLA DE DOCUMENTACIÓN CIENTÍFICA

(http://www.cindoc.csic.es/webpublic/labeI40.htm )

Publicación trimestral de Documentación,Información científica y BiblioteconomÍa edita-da por el CINDOC del CSIC, con la colabora-ción de la Sociedad Española de Documenta-ción e Información Científica (SEDIC) y de laSocietat Catalana de Documentació i Informa-ció (SOCADI).

Es una revista que lleva 20 años y está consi-derada la primera y la más importante revistade habla española dedicada a temas de infor-mación Documentación y BiblioteconomÍa.

En ella se recogen trabajos originales, noti-cias y experiencias en el campo de la Docu-mentación, así como criticas de libros, una sec-ción bibliográfica con las referencias de los

trabajos publicados en las más importantes revistas mundiales de la materiay una sección de normas en la que aparecen los proyectos de Normas UNEsobre Documentación.

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136 FERNANDO LACALLE MANGAS

Los temas tratados en esta revista han sido: temas generales (políticasde información y Documentación personal, centros, cooperación interna-cional), fuentes documentales, análisis, almacenamiento, recuperación ydifusión de la información y por último, bibliometrÍa y estudios de usua-rios.

Los colaboradores de la revista proceden de la Universidad, del CIN-DOC, de bibliotecas, centros públicos y privados y autores hispanoamerica-nos.

En su página principal indica las normas que deben seguir los autorespara mandar sus trabajos. También indica la composición del consejo edito-rial, así como los precios de suscripción a esta revista.

Ofrece los Índices de los años 95, 96, 97. Accediendo a cualquier año yentrando en cualquiera de ellos, ofrece el sumario de la revista con sus dis-tintas secciones estudios y notas, que es la única que permite ver los artículoscompletos, autores, cartas al director, normas especificando las que trata, noti-cias y experiencias, critica de libros especificando el libro y el que realiza la crí-tica y la sección bibliográfica.

La propia página web indica que la propia revista está contenida en dis-tintas bases de datos bibliográficas como LISA, ISOC, PASCAL e INSPEC.

Evaluación

Es un recurso que se maneja fácilmente, la información que contiene esescasa, ya que sólo proporciona algunos artículos, aunque se pueden con-sultar en otras fuentes como indica la página. La actualización es baja, yaque aparte de sólo ofrecer los tres últimos años, del 97 únicamente los 2primeros números y no los otros 2 restantes.

THE INTERNATIONAL INFORMATION & LIBRARY REVIEW

(http://www.hbuk.co.uk/ap/journals/lr.htm)

Publicación electrónica realizada por la editorial Academic Press, decarácter trimestral.

Se trata más que nada de la página web de esta revista impresa que ofre-ce la posibilidad de ser consultada en edición electrónica, si se esta suscritoa ella. Por eso aparecen las instrucciones que deben seguir los autores parapublicar (entre 4000 y 7000 palabras) y los propósitos de la revista: publicarartículos de alta calidad crítica y analítica y promover un forum para el exa-men de importantes desarrollos en el campo de la información, prestandoespecial atención a las políticas de información, los productos y servicios de

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PUBLICACIONES ELECTRÓNICAS SOBRE BIBLIOTECONOMÍA 137

desarrollo en campos particulares, los programas de organismos internacio-nales como la FID, IFLA, UNESCO y la cooperación internacional.

Thelntematiollíll11~formatioll{1Library Review

La página no permite visualizar ningún artículo sino estás suscrito previa-mente a la publicación (pide login y password), aunque ofrece un acceso ainvitados para realizar búsquedas de artículos por título, autor, resumen ycampos clave de la base de datos Ideal, que contiene sumarios y abstracts deartículos de 184 revistas, a la que se añaden 200 artículos mensualmente.

Evaluación

La información facilitada no es mucha, ya que se recibe mediante sus-cripción, pero es bastante fácil de manejar con enlaces a las distintas seccio-nes y sobre todo permite conectarse a la base de datos Ideal para localizarcualquier artículo publicado en revistas de la Academic Press, lo que es muycómodo y ahorra tiempo.

THE LIBRARY QUARTERLY

(http://www.gslis.ucla.edu/LIS/lq/)

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Publicación electrónica de carácter trimestral realizada por la Universi-dad de Chicago. Creada en 1931, es una de las revistas bibliotecarias conmayor difusión en Estados Unidos.

En la página web aparece un menú para conocer la historia de la revis-ta, sus propósitos, especificaciones para los autores que quieran escribir enla revista y también para los publicadores.

Los números de las publicaciones están en red desde 1992, accediendoa cualquiera de ellos, se conoce su mes de publicación, volumen y númerocorrespondiente, así como los contenidos de la revista, autor, título, páginasdel artículo, dirección de correo electrónico del autor y un resumen delartículo mediante un enlace directo.

Ofrece la posibilidad de realizar búsquedas, tanto simples como combi-nadas a través de un enlace de ayuda de BUBL. Aparte de permitir la posi-bilidad de acceder a BUBL, tiene otra serie de enlaces, a LIS de la UCLA, aGSE&IS (escuela de graduados en estudios de información y educación dela UCLA, etc.).

Aparece una evaluación de la propia revista realizada por Steve Varga,en la que se incluyen gráficos, tablas y enlaces a la página principal.

También se indica la manera para realizar la suscripción a la revista.

Evaluación

Tiene una gran facilidad de manejo con enlaces continuos a seccionesde la propia página, la información facilitada de cada artículo es suficientey buena (aunque no ofrece el artículo completo), pero esa informaciónsólo llega desde el año 1992, algo muy escaso. La actualización de la páginaes baja (Mayo 1997).

7. COMPARATIVA PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA-IMPRESA: CORREO BOBLIOTECARIO.

BOLETÍN INFORMATIVO DE LA SUBDIRECCIONES GENERAL DE COORDINACION BIBLIO-

TECARIA

Esta revista ha sido elegida para realizar la comparativa al azar. Los resul-tados de la comparación que se establecerán no son extrapolables al restode publicaciones electrónicas recogidas en el trabajo o existentes bien en elmercado o en Internet.

Lo que se pretende es comparar lo que ofrece una publicación impresay lo que ofrece una publicación electrónica.

Boletín informativo de carácter mensual de la Subdirección General deCoordinación Bibliotecaria, perteneciente a la Dirección General del Libroy de las Bibliotecas del Ministerio de Educación y Cultura.

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CORREO BIBLIOTECARIO80LIUlN INFORMATNO

DE lA SUBDIRECCIÓN GENERAL DE CO_CIÓN 8I8UOTECARlA

La página de la publicación electrónica ofrece una presentación dondese cuenta cómo nació (Diciembre de 1995), su vocación (práctica y de ser-vicio), las secciones que tiene, de los destinatarios a los que va dirigida, lasaportaciones que pretende en el panorama editorial, los órganos de direc-ción, teléfono, fax y personas de contacto con dirección de correo electró-nico de las mismas, mientras que en la impresa sólo aparecen los órganosde dirección, dirección, teléfono y fax. Toda esta información puede sermuy provechosa para conocer datos sobre esta revista.

En la electrónica, en su página principal ofrece un enlace a la Bibliotecade Castilla y León, donde se pueden consultar el catálogo de la misma, loscatálogos colectivos, las bibliotecas en Castilla y León, etc. , así como unacceso al web de la Biblioteca Pública de Valladolid. La impresa en ningúnmomento tiene nada de esto.

El número en concreto que fue analizado corresponde al de Octubre de1997.Ambas publicaciones ofrecen el sumario completo, aunque el de la ver-

sión electrónica es mucho más completo, ya que además incluye los artícu-los con los que cuenta cada sección yeso le hace mucho más cómodo a lahora de consultar un artículo en cuestión sin necesidad de pasar páginasbuscando.

En la electrónica, dentro de cada sección hay enlaces para pasar al suma-rio o a las secciones anteriores o posteriores, lo que facilita enormementela consulta, mientras que en la impresa es necesario buscar el comienzo decada sección. La impresa lógicamente ofrece el texto completo pero en estecaso la electrónica también lo hace, de la misma manera y con las mismaspalabras que lo hace la impresa.

Aparte de todo esto en la revista impresa lógicamente sólo se puede con-sultar el número del que trata, mientras que en la página web se puedeconsultar el último número (Diciembre de 1997) y el resto de números,desde el número 1 de Diciembre de 1995.

También la electrónica cuenta con un sistema de búsqueda en la revistacon la presencia de un asistente de ayuda si es necesario, que permitemediante la introducción del concepto de búsqueda localizar en qué núme-ro y en qué sección aparece dicho concepto. Además la electrónica permiteser consultada en formato PDF de Adobe y hasta tiene un enlace para poder

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bajarse de la red una copia del programa Acrobat de Adobe (si es que nose tiene para poder ser consultada en este formato).

Conclusiones

Después de haber realizado esta comparativa, en este caso concreto sepuede decir que la publicación electrónica iguala y aporta mucha más infor-mación que la publicación impresa. El único punto que se puede argumen-tar a favor de la publicación impresa es que cuenta con una tradición deSiglos (por su soporte) yen que no todo el mundo tiene un ordenador yun acceso a la red.

8. CONCLUSIONES

A la vista del análisis realizado sobre publicaciones electrónicas en Biblio-teconomÍa y Documentación en Internet se pueden extraer una serie deconclusiones:

l. Las publicaciones electrónicas en general, es un campo muy recientey novedoso, por lo que falta un mayor desarrollo de este tipo derecursos. También tienen el inconveniente de que el beneficio que sepuede obtener de ellas es mucho menor que en otro tipo de recur-sos que pueden resultar más beneficiosos, lo que hace que no intere-se invertir ni tanto tiempo ni tanto dinero en su desarrollo y perfec-cionamiento.

2. Las publicaciones electrónicas sobre BiblioteconomÍa y Documenta-ción en Internet carecen de la calidad, el desarrollo y los recursos deotras muchas publicaciones científicas de la red, debido a que elnúmero de usuarios-lectores de este tipo de publicaciones no es tangrande como puede ser el número de usuarios-lectores de otro tipode publicaciones que traten sobre (Medicina o Biología).

3. Existe una gran distancia entre las publicaciones electrónicas anglosa-jonas (han sido las únicas analizadas) y las escritas en español tantode medios, como de calidad y cantidad, como de exhaustividad onúmero de enlaces. Esto es debido a la misma razón, las publicacio-nes anglosajonas tienen una mayor difusión, tradición y un mayornúmero de profesionales potenciales que pueden estar interesadosen ellas, mientras que en los países de habla hispana este campo esmucho más nuevo y cuenta con un menor número de profesionalesy de medios para desarrollarse.

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Bibliotecas, sociedadesy fomento de la agricultura en el siglo XIX

MARGARITA PÉREZ PULIDO

INTRODUCCIÓN

El papel que desempeñan las Sociedades Económicas de Amigos delPaís en la creación y difusión de la información es apasionante. En primerlugar, por considerar a estas sociedades unidas en una aspiración comúncomo es la necesidad de conocimientos científicos, el afán investigador yla transmisión de resultados prácticos en un momento en que las nuevascorrientes comienzan a romper lo establecido. En segundo lugar, por con-siderar sus bibliotecas necesidad imperiosa, estando siempre presentes ensus normativas para determinar la manera en que se han de crear, mante-ner y utilizar.

Desde 1765 hasta fines del siglo XIX se crean más de un centenar desociedades cuyos estatutos incluyen un programa de actividades a cumplircon la finalidad de conseguir que los pueblos obtengan ventajas en cuantoa su cultura e intereses materiales. Su atención se centra sobre todo en elfomento de la agricultura, pudiendo rechazar la idea de «fracaso agrario»atribuido a esta época al tener en cuenta las realizaciones materiales quellevaron a cabo en el ámbito provincial o regional en materia de difusión yadaptación de nuevos cultivos, elaboración de productos agrarios, intro-ducción de nuevas técnicas y nuevos métodos de enseñanza!.

1 Piqueras Haba, J. Sociedades económicas y fomento de la agricultura en España 1765.1850.Valencia: Con selle ría d'Agricultura i Pesca, 1992

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La intervención de las bibliotecas en el proceso de recopilación y difu-sión de la información queda reflejado de igual modo en los estatutos yreglamentos de estas sociedades. Los estatutos de la Sociedad Matritense,cabecera de todas las demás, confirman la necesidad de crear bibliotecasy archivos donde se conserven y organicen los escritos producidos, losdocumentos que se utilicen para elaborar informes y memorias, ademásde constituir fuente de cualquier consulta. Entre los tipos de documen-tos que podemos encontrar como parte del fondo de estas bibliotecasdestacan tratados generales, estudios monográficos, obras de consultageneral de carácter científico y técnico, publicaciones periódicas y legis-lación.2

Profundizar en el estudio de la Real Sociedad Económica de Amigos delPaís de Badajoz y de su biblioteca nos ayuda a conseguir una visión históri-ca de la época, a discernir una situación parecida en todas las sociedadesde idéntica constitución y a conocer unos proyectos e ideas comunes desa-rrollados según las características físicas e intelectuales de cada región. Apartir de los diferentes instrumentos creados para el uso y recuperación dela información (listas de libros, catálogos impresos) y del fondo documen-tal de su archivo, podemos conocer los métodos de organización de los fon-dos y el grado de disponibilidad de los mismos, las obras que se utilizabanpara redactar informes y memorias, los tratados más importantes de laépoca, los autores más prestigiosos además de las relaciones e intercambiosentre sociedades con fines informativos.

AGRICULTURAy SOCIEDADESECONÓMICAS

Proteger la agricultura fue una de las medidas adoptadas por los ilustra-dos dentro del programa de reformas del gobierno para la mejora econó-mica del país y el bienestar del pueblo en general, basándose especialmen-te en la simple divulgación y aplicación práctica de los conocimientoscientíficos y filosóficos establecidos ya desde siglos anteriores. El modelo seimporta de Europa donde a lo largo del siglo XVII nacen sociedades oagrupaciones científicas y económicas que instituyen academias destinadasa perfeccionar la agricultura, cuyos miembros, señores y caballeros delReino, se reunían periódicamente para organizar conferencias además deproporcionar fertilizantes o promover premios para inventos y nuevos cul-tivos.3 En nuestro país D. Pedro Rodríguez Campomanes propone a las

2 López Yepes,]. Un modelo de información documental: las Sociedades Económicasde Amigos del País. En: López Yepes, ].(comp). Fundamentos de información y documenta-ción. Madrid: Eudema, 1989.

3 Llombart, V. Absolutismo e Ilustración: la génesis de las Sociedades Económicas de Amigosdel País. Valencia: Publicaciones de la R.S.E.A.P., 1979

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BIBLIOTECAS, SOCIEDADESYFOMENTO 143

autoridades locales fundar sociedades para estudiar la riqueza provincialpensando especialmente en la agricultura yen la masa rural que había queformar y educar: «enseñar a los labradores, mujeres e hijos en trabajos yfabricaciones relacionados con la agricultura»4.

La actuación más importante de las recién constituidas sociedades afines del XVIII es la redacción del <<Informesobre la Ley Agraria» de Jove-llanos, publicado en Madrid en 17955, resultado de un encargo del Gobier-no a la Comisión de Agricultura de la Sociedad Matritense acerca de unaposible reforma agraria. El Informe manifiesta que la agricultura se ha aco-modado a la situación política del país influyendo negativamente en suprosperidad, y mantiene que la agricultura se halla siempre en una naturaltendencia a la perfección, las leyes solo la favorecen animando esta ten-dencia y separando los obstáculos que la entorpecen que pueden ser devarios tipos: políticos, derivados de la legislación ( baldíos, cercamientosde tierras, protección de cultivos); morales, en cuanto al modo de instruira propietarios y labradores ( se recomienda la formación y difusión de car-tillas agrícolas); y físicos como la falta de riego, las comunicaciones o elcomercIO.

Con la idea de superar el obstáculo moral del que habla Jovellanos ensu informe, las Sociedades Económicas de Amigos del País - en adelantedenominadas SEAP- se comprometen a la creación de escuelas prácticas deagricultura y a la elaboración de cartillas rústicas, mientras que el Estado,por su parte, establece la enseñanza agrícola obligatoria6• Se propone, pues,la creación de escuelas en cada capital de provincia cuya misión será la deimpartir clases de agricultura, publicar textos y realizar prácticas experi-mentales. Se impone como texto único la Cartilla de Alejandro Oliván,mientras que los centros privados utilizan la de Julián Gonzalez de Soto, almismo tiempo que se recomiendan otras lecturas generales o específicassobre agricultura. Estas cartillas darán pié a la publicación posterior de uncentenar de catecismos, manuales, lecciones, elementos, tratados y confe-rencias7•

A partir de las realizaciones materiales de las SEAPy de sus propias publi-caciones se puede ofrecer una visión de la situación de la agricultura enEspaña durante el siglo XIX. Se aprecia cómo algunas, debido a la deman-da de productos agrarios alimentarios o industriales que se produce en estaépoca, se preocupan por el incremento de la producción de granos, a la

4 Campomanes, Conde de. Discurso sobre el fomento de la industria popular. Madrid:Ministerio de Hacienda, 1795

5 jovellanos, C.M. de. Informe sobre la ley agraria. Madrid: Sancha, 17956 Fernández Clemente, E. La enseñanza de la agricultura en la España del siglo XIX.

Agricultura y Sociedad, n.56, julio-sept 1990.7 Palau recoge más de 150 en el siglo XIX. Ver Palau y Dulcet, A. Manual del Librero

Hispanoamericano. Barcelona: el Autor, 1948-1977.

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vez que introducen nuevos cultivos sustitutivos del trigo, como el maíz o lapatata. Ante la demanda de aceite utilizado como alimento, lubricante ocombustible, se fomenta la oleicultura especulativa y se promueven nuevasplantaciones estableciendo viveros y realizando estudios de mejora y moder-nización de la recolección y molienda, a la vez que se estudia la aClimata-ción de cultivos oleaginosos sustitutivos como el cacahuete8.

El interés especulativo lleva también a la difusión de otros productos nobásicos como el vino y el aguardiente en casos en los que la producciónrebasa con creces las necesidades regionales. La SEAP de Valencia se ocupade temas como la regulación del tiempo de la vendimia para mejorar lacalidad de los vinos o la introducción de nuevas técnicas en los procesos defermentación y cultivo de la vid y en León se reparten entre los viticultoresde la provincia unos folletos explicativos para combatir la plaga del oidiummediante al azufrado de las vides. La SEAP de Sanlúcar crea el <1ardín expe-rimental y de aclimatación de la Paz» en el que desarrollan experienciaspersonajes tan ilustres como Esteban Boutelou, que escribe una Memoriapublicada en 18079, o Simón de Rojas Clemente, que se hace cargo del Jar-dín a partir de esta fecha realizando experimentos según las técnicas delfrancés JA. Chaptal. Su trabajo «Ensayo sobre las variedades de la vidcomún que vegetan en Andalucía» se convertirá en un clásico de la ampe-lografia española1o.

Cultivos industriales como el algodón, lino o cáñamo, aparecen ligadosa la política defendida por Campomanes de constituir una actividad com-plementaria del agricultor, al abastecerse el mismo de materia prima yelaborarlo en su propia casa. Las recomendaciones de Campomanes sonrecogidas por las SEAP estableciendo en sus estatutos comisiones encarga-das del fomento del cultivo de plantas textiles y de industria popular, quehabrían de elaborar memorias, recoger escritos y traducir obras sobre sucultivo.

Se favorece una política de mejoramiento de tierras baldías, bosques ypastizales, colonización de nuevas tierras, desecación de terrenos panta-nosos y desamortización. Ante el agotamiento producido por la intensifi-cación del uso agrícola se buscan soluciones al abonado artificial. Empie-zan a ser conocidos el guano y otros abonos químicos y se convocanpremios para labradores y propietarios que inventen abonos con materiaprima del país. Al mismo tiempo se mejora el abastecimiento de riego

8 Lesen y Moreno, J. Historia de la SociedadEconómica de Amigos del País de Madrid escri-ta con la autorización de la misma y en vista de los datos que existen en su Archivo yBiblioteca.Madrid: Colegio de Sordomudos y Ciegos, 1863.

9 Boutelou, Esteban. Memoria sobre el cultivo de la vid en Sanlucar de Barrameda y Xerezde la Frontera.Madrid: Impr. De Villalpando, 1807.

10 En la biblioteca de la SEAP de Badajoz podemos encontrar un ejemplar en fran-cés: Essai sur les varietés de la vigne. París: L'Imprimerie de Poulet, 1814.

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BIBLIOTECAS,SOCIEDADESYFOMENTO 145

mediante la construcción de canales o elevación de aguas subterráneas y,en general, se incorporan mejoras técnicas en tareas de cultivo ( arados,máquinas sembradoras) y en la elaboración de ciertos productos ( aceitey vino). En 1817 Claudio Boutelou publica su obra «Elementos de agri-cultura" en la que ofrece un compendio de los que a su juicio son losadelantos más importantes en materia de innovaciones técnicas de las últi-mas décadasll.

No podemos dejar de mencionar el tratamiento de enfermedades y pla-gas ( tizón, langosta) o el plantío de arbolado en baldíos y zonas próximasa las ciudades que habrían de convertirse en jardines y alamedas. En rela-ción a la ganadería, las SEAP se inclinan a favorecer las especies autóctonasy la cría y explotación de razas nuevas como así lo refleja la abundancia deestudios y tratados de influencia francesa e inglesa.

LAAGRICULTURACOMOACTMDADENLAREALSOCIEDADECONÓMICADEAMIGOSDELPAÍs DEBADAJOZ

Aunque existe unanimidad ante cultivos nuevos o innovaciones de carác-ter técnico, cada SEAP va a mostrar interés por los cultivos propios de lacomarca o región bajo su jurisdicción, sosteniendo la enseñanza agrícola,elaborando y publicando informes y memorias sobre cuestiones propias queles afectan, estableciendo correspondencia con otras sociedades u organi-zando eventos.

La SEAP de Badajoz no es ajena a toda esta actividad. Los estatutos de1816 proclaman que «el instituto de la Sociedad es fomentar la agricultura,artes y comercio y la instrucción pública por todos los medios posibles qua-les son la formación de cartillas rústicas acomodadas a las inteligencias delos labradores y a las circunstancias del país, extender memorias y otrosescritos oportunos para promover y mejorar la agricultura, la cría de gana-dos ...l2 . Años después insiste en «recomendar y distribuir semillas y plantasútiles a los agricultores y en adquirir el conocimiento de cuantas invencio-nes se hicieren para generar el adelanto de la agricultura y la industria,,13.

Para llevar a cabo este cometido la Sociedad se organiza, al igual que lasdemás, en Secciones y Comisiones, órganos menores de gestión pero muyefectivos a la hora de alcanzar los objetivos propuestos. Se crea, pues, laSección de Agricultura cuya primera iniciativa está relacionada con la ense-ñanza: en 1816 y 1818 respectivamente se crean las cátedras de Llerena yBadajoz adoptando como texto de enseñanza la obra «Lecciones de Agri-

1I Kondo, A.YLa agricultura española del siglo XIX Madrid:MAPA,199012 SociedadEconómica de Amigosdel País de Badajoz.Estatutos, Art.3,1816 (mss)13 Sociedad Económica de Amigosdel País de Badajoz. Reglamento. Tit.I, art.2, 1880

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cultura» de Antonio Sandalio de Arias «atendiendo al mérito que en dichaobra había reconocido la Sociedad Económica Matritense»14. Los resultadosde las cátedras no fueron muy efectivos por lo que en años sucesivos seintentará establecer únicamente granjas para la experimentación y la prácti-ca siguiendo los modelos de enseñanza de Abelal5•

Especial interés merece la celebración de la Exposición Regional Extre-meña en 1892 cuya finalidad principal~ según Merino de Torres consistióen «dar a conocer todos los productos de una región y abrir nuevos merca-dos ... conocer los diversos sistemas que se siguen en las explotaciones ...poderoso estímulo para el perfeccionamiento de los cultivos, para el mejo-ramiento de las razas de ganados»16. Acudieron más de 1000 expositoresdistribuidos en distintas secciones donde se constata un interés en la regiónpor el trigo, los productos forestales dada la gran importancia de varieda-des de maderas y corchos, la ganadería ya que la región exportaba ganadovacuno, lanar, cerda y caballos para el ejército y las industrias rurales, puesExtremadura siempre ha destacado en la elaboración de embutidos, lanas,pimentón, vinos y alcoholes.

De las buenas relaciones con otras SEAP es muestra la intensa corres-pondencia que se mantiene, teniendo como resultado el envío de cuantasmemorias y trabajos se publican sobre cuestiones que afectan a la propiaSociedad y que habrían de resolver la Sección de Agricultura y las comisio-nes que trabaJaban al efecto, como ya hemos mencionado con anterioridad.

Con el fin de librar de la crisis a los agricultores sobre el libre comerciodel grano, ya que los labradores no podían venderlos ni a Andalucía porfalta de comunicaciones, ni a Portugal por falta de libertad para transpor-tarlos allí, la SEAP de Badajoz se pone en contacto con la Sociedad Matri-tense para elevar una petición al Monarcal7. En virtud del informe que ela-bora, éste declara libre el tráfico interior de semillas y granos y laexportación de sobrantes. A la par, en la Sección de Agricultura se recibenmemorias sobre la siembra de cereales18 y nuevos modelos de arado, con lafinalidad de divulgarlos entre los labradores extremeños.

Es importante para la región la correspondencia que mantiene con otrassociedades referida al desarrollo de la viticultura. AsÍ, en 1835 la SEAP de

14 Merino de Torres, A. Apuntes para la historia de la Real Sociedad Económica de Amigosdel País de Badajoz.Badajoz: Tip. La Económica, 1898.

15 Abela y Sainz de Andino, E. Las granjas-escuelas y las granjas-modelo. Gaceta Agríco-la del Ministerio de Fomento, t.l, 2ª época, 1882.

16 Merino de Torres, A. Memoria de la Exposición Regional Extremeña. Badajoz: Tip.LaIndustria, 1893.

17 Archivo SEAP de Badajoz. Fondo Archivo Diputación Provincial. Legajo 2, año1819.

18 La SEAPAragonesa hizo ensayos con variedades de trigo de procedencia extreme-ña habiendo constancia de los buenos resultados obtenidos.

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Barcelona envía una lámina con un nuevo insecto que destruye las viñas.Ésta pasa a la clase de agricultura para ser examinada e indagar si se cono-ce en los viñedos de la región. Por otra parte, se crea una comisión queinforma acerca de dos circulares recibidas relativas a favorecer la produc-ción vitícola nacional y remediar la crisis agrícola. Su análisis parece intere-sante por las opuestas soluciones que se proponen por parte de los partida-rios del proteccionismo y los del libre cambio19.

Se produce un especial interés por la aclimatación de nuevos cultivos yplantas exóticas. En 1834 se nombra socio a José Barrientos por sus estu-dios sobre el arroz presentando la Memoria titulada « sobre la aclimatacióndel arroz de secano». Otros informes y memorias son elaborados desde laSEAP de Badajoz sobre la aclimatación del árbol de cacao y otros, dandopié a un intercambio de documentos con las Sociedades Económicas deSevilla y Málaga20. De igual modo se preocupa de los cultivos industriales.En ese mismo año se pide un informe a la Sección de Agricultura sobre elmejor modo de obtener plantación de moreras y lo más conveniente sobresu aclimatación y el gusano de seda en la provincia, lo que da lugar a unincremento significativo de obras en la biblioteca, reflejado en los catálo-gos, acerca de estos temas.21

Otros estudios son encargados a los socios de la SEAP relacionados conla ampliación de la superficie cultivada, control de plagas o incorporaciónde mejoras técnicas. En 1890 se pide un informe a la Sección de Agricultu-ra por parte del Delegado de Hacienda sobre unos expedientes de ayunta-mientos «en solicitud de escepción de venta los terrenos de aprovechamien-tos comunales de los pueblos mencionados»22. Desde 1838 hasta 1845 unacomisión trabaja en un informe al Jefe político de la provincia acerca delos medios más expeditos que podrían adoptarse para extinguir la ovaciónde la langosta. Como alternativa a las necesidades de aceite no cubiertas porla plantación de olivos se realizan experimentos a partir de la extracción dela grana de la charneca. Se emite un informe sobre esta clase de arbusto,calidad del aceite, ventajas, y se decide realizar el experimento. La SEAPtambién se ocupa de ensayar y propagar nuevos trillos y arados perfecciona-

19 Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz. Memoria de los trabajos efectua-dos durante el año 1894.Badajoz: Tip. La Económica, 1895.

20 Cámara, F. de la. Memoria sobre el cultivo de los chumbos y su empleopara la fabricaciónde alcohol.Málaga: El Avisador Malagueño, 1886.

21 Sirva a modo de ejemplo las interesantes referencias que se encuentran en labiblioteca: Margarit y Lleonart, J. Guía sericicola o... cna del gusano de seda.Barcelona: Impr.De Leopoldo Domenech, 1868. Ruiz de la Escalera, Eusebio. ratado completo sobre el cultivode las moreras para gusanod de seda. Madrid: Libr. Vda. E Hijos de J. Cuesta, 1871. Socie-dad Económica de Amigos del País de Murcia. Informe ... sobre las vicisitudes que han sufri-dO... tanto el gusano de la seda como la morera.Murcia: Est. Tip. De A. Molina, 1871.

22 Archivo SEAP de Badajoz. Sección Agricultura. Año 1890

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dos y se le pide consejo sobre la manera de evitar litigios en las obras decanales de riego.

Lo más representativo en relación a la ganadería es el fomento de lacría caballar, ya que la región tiene fama y tradición desde siempre. Enmayo de 1817 se emite un informe acerca de la cría caballar en la provin-cia de Extremadura a raíz de una carta del marqués de Monsalud dirigida aManuel de Silva sobre la excelencia de la cría de caballos y la necesidad delGobierno de ellos23•

La extracción de corcho constituye otro de los temas de interés para laregión. Así pues se informa sobre la utilidad o perjuicio de permitir laextracción de la corteza de los árboles, manifestándose a favor porque haymucha y se puede utilizar como manufactura y sobre el modo de conciliarla extracción de corcho en ramo que se produce en la provincia sin perju-dicar los intereses de los fabricantes de tapones de Cataluña.

Por último, en 1895 se informa sobre la crisis agrícola que sufre la regióny los medios para mejorarla decidiendose publicar en periódicos locales uninterrogatorio para propietarios y colonos y convocar una reunión paraexponerosu opinión y llevarla ante el Gobierno Central.

LA BIBLIOTECA Y SU FUNCIONAMIENTO

Las SEAP se consideran fuente permanente de información, consecuen-cia inmediata de la formación y enriquecimiento de sus bibliotecas. Estastendrán la misión de conservar los documentos que genere la propia socie-dad ( memorias, discursos, tratados, instrucciones) y de ampliar sus fondospor medio de la correpondencia con otras sociedades y la contribución delos propios socios. Así lo establecen los estatutos de la Sociedad Matritense,determinando la necesidad de recoger los escritos económicos y políticos,de oficios y agricultura, especialmente los publicados y traducidos por auto-res españoles, de utilidad por la resolución de los asuntos propios de laSociedad o simplemente para la lectura y comentario de textos24• En 1819el secretario de esta Sociedad envía una carta a las demás provincias solici-tando, a petición del bibliotecario, envíen ejemplares de todo lo publicadoo impreso en ese lugar nombrando un comisionado encargado de llevarloa cab025.El compromiso de los socios a aumentar los fondos de la bibliotecaqueda muy bien reflejado en la imposición por parte de la SEAP de Bada-

23 Archivo SEAP de Badajoz. Fondo Archivo Diputación Provincial. Legajo 1, año1817.

24 Estatutos de 1775 publicados en Lesen y Moreno, J.25 Archivo SEAP de Badajoz. Fondo Diputación Provincial. Legajo 2, año 1819.

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joz, en su reglamento de 1880, de la entrega de una obra científica y unaobra literaria para adquirir la categoría de soci026•

Otro aspecto importante que favorece el papel de conservación y difu-sión atribuido a las bibliotecas de las sociedades lo constituye el tratamientoy control de sus fondos. Para este control se establece la necesidad de reali-zar inventarios de las obras adquiridas, índices conteniendo algunos datosde interés ( título, autor, fecha, edición, colocación en el estante) o catálo-gos completos de libros ordenados con arreglo a criterios más o menos cla-ros. El bibliotecario ha de cuidarse de la devolución de los libros que utili-zan los socios llevando una anotación clara de cada uno de ellos creandoun registro en donde consten los libros que entrega a los socios y que expre-se la fecha de entrega y devolución. Ha de abrir un registro de obras queleen los socios que concurren a la sala de lectura y establecer un reglamen-to especial de servicio al usuario. Veamos, pues, como la SEAP de Badajozorganiza la actividad de su biblioteca en función de tres procesos: adquisi-ción, tratamiento de los fondos y servicio al usuario, siempre en 'relación ala agricultura, tema que ahora nos ocupa.

Adquisiciones

Cuando en 1871 se decide establecer « un centro de instrucción» EmilioBarredo, socio a quien se le encargó la organización de la biblioteca, reco-rrió las casas de sus amigos buscando libros, promovió una suscripción dedos reales mensuales para comprar más, escribió al Ministerio de Fomento,al de Instrucción Pública y a la Sociedad Matritense en demanda de fondosy realizó una donación personal de 141 títulos. En total la biblioteca conta-ría en sus inicios con 351 volúmenes llegando en el año 1895 a poseer 8.500volúmenes, de los cuales 480 correspondían al área de agricultura y zootec-nia. El incremento de fondo por donación se producía en la biblioteca portres vías: la entrega de ejemplares al adquirir la condición de socio, las bue-nas relaciones con otras SEAP y la protección de las instituciones públicas.La entrega de ejemplares se hacía constar en un acta donde se detallaba elautor y título de la obra, el lugar de edición y la fecha, el tamaño y las ilus-traciones, además de otras aclaraciones.

Por las donaciones se puede comprobar el interés de los socios 'por cier-tos temas. La mayoría consiste en tratados generales o manuales de agricul-tura, así el socio Luís Díaz de la Cruz dona en 1871 unas «Lecciones deAgricultura», Antonio Vara en 1888 un ejemplar de «Elementos de Agricul-tura» de García Meneses o Manuel Grande de Vargas un ejemplar de la

26 Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz . Reglamento. Cap. n,art.28,1880.

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«Nueva cartilla agraria» con la que obtuvo el primer premio en un concursopúblico celebrado en el Ministerio de Fomento. El interés por la viticulturaviene determinado por la magnífica donación de Luís DÍaz de la Cruz de la«Memoria del cultivo de la vid» de Boutelou o el «Traité des vins» ademásde otros manuales como el «Tratado del cultivo de la vid en España» deHidalgo. Se muestra interés por los temas ganaderos referidos a la cría caba-llar donando tratados de ganado y cría del caballo. Otros temas se despren-den de las donaciones de los socios: «Memoria sobre el cultivo del algodón»,«Sericicultura»..de Estevez y Granadilla o «Manual de industrias agrarias».

Por parte de las instituciones públicas se realizan donaciones desde lasbibliotecas populares en virtud de lo dispuesto por la Dirección General deInstrucción Pública, Agricultura e Industria. En 1892 se donan obras de lascuales doce eran de agricultura, publicadas entre los años 1846 y 1890, deautores conocidos y diferentes temas, sobre todo tratados generales y elabo-ración de vinos27• Los gobiernos civiles envían también publicaciones. En1887 el gobernador de la provincia de Barcelona envía dos ejemplares del«Informe sobre la crisis actual de las industrias pecuarias y vitícolas», elgobernador de Valencia envía un ejemplar de «Agricultura Valenciana» y elpropio gobernador de Badajoz el «Plan de enseñanza práctica agrícola»escrito por Vicente Lasala y Palomares.

Los procedimientos de compra son similares a los de cualquier otrabiblioteca. En 1871 la SEAP establece una suscripción de dos reales men-suales para comprar libros, elaborando una lista de suscriptores por nom-bres, calles y estado de pagamiento. La proporción de obras adquiridas porcompra a lo largo del siglo XIX va en aumentode manera que de 28 títulosque se adquieren en 1871 se asciende a 226 en 1894. Sobre la decisión dequé libros deben adquirirse el reglamento de la Sociedad en 1889 estableceque todo socio tiene derecho a proponer a la Junta Directiva la compra delibros resolviendose por orden de antigüedad y según el estado de los fon-dos una vez oído el contador y el bibliotecari028•

La Sociedad recibe propaganda de obras, siendo unas veces el propioautor quien da la noticia y remite anuncios de sus obras solicitando a labiblioteca una respuesta haciendo notar que hace rebaja. Otras veces es unsocio o una persona de prestigio quien recomienda la obra de un determi-nado autor. Se reciben catálogos de libreros como el «Boletín de los librosde ocasión que se venden en la libraría de Francisco Delmo» de Madrid oel «Catálogo mensual de la librería extranjera y nacional de Carlos Bailly-Bailliere» también de Madrid, éste con la particularidad de estar escrito enfrancés29•

27 Archivo S~AP de Badajoz. Donaciones. Col.n.1l79, legajo 22. Copia.28 Sociedad Económica de Amigos del País. Reglamento. Cap. n, arto 23, 1889.29 Archivo SEAP de Badajoz. Correspondencia. Legajos 7 y 8.

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Por su parte la Biblioteca tiene relación con varias librerías, algunas deellas locales de las que aparecen facturas en los archivos de la Sociedad delos años 1870 a 1876 y 1889. La librería que al parecer mantiene una estre-cha relación con la biblioteca por estos años es la de la <<Vda.De Poupart eHijos», libreros de Cámara de Su Majestad, con domicilio en Madrid, Paz,número 6. La correspondencia con ellos será intensa donde además de factu-ras, reclamaciones o estados de cuentas aparecen notas o alusiones de carác-ter personal, como la carta que la Vda. envía al bibliotecario José Remón deMoncada en 1874 lamentando no siga de bibliotecario pero añadiendo queseguirán bien atendidos por su parte, pues recomienda al nuevo biblioteca-rio, Luís DÍaz de la Cruz, como un amigo, o aquella en que la viuda se dis-culpa porque la enfermedad de su yerno le impide gestionar bien el negocioproduciendo retrasos en el envío de los pedidos30• Esta librería se encargatambién de gestionar los pedidos al extranjero. En una carta fechada el 25de marzo de 1875 notifican que esperan una remesa de París con los librosque se han solicitado y más tarde se informa al bibliotecario que los libros deFrancia no han llegado y que los portugueses los envían desde Lisboa31•

Otras cuestiones se desprenden de la correpondencia de la librería. Sepide a la biblioteca de la Sociedad que seleccione libros con un criteriomás económico, o se informa de las diligencias que efectuan para conse-guir obras que en principio escasean o no se han podido adquirir de nin-guna forma; tal es el caso del manual de Echegaray «Zootecnia» del que seinforma está completamente agotado. Podemos conocer también el proce-dimiento de envío consistente en remitir a la biblioteca un talón de ferro-carril para recoger el cajón de libros incluyendo en la factura el precio delpropio cajón , enfardaje, mozo y porte.

Por último, no conocemos el criterio de elección de librería a la horade hacer los pedidos. De éstos no se desprende ninguna predilección porhacer diferencias en la compra de obras generales o especializadas. SÍ, encambio, en el caso de obras extranjeras y de difícil adquisición que, comoya hemos visto, se suelen encargar a la librería Vda. De Poupart e Hijos. Laadquisición de obras francesas y portuguesas ( por proximidad) reflejan lasrelaciones intensas de los socios de la SEAP con el extranjero así como con-firma su estado de conocimientos sobre las corrientes y las nuevas tenden-cias de la época.

Fondo

La primera noticia acerca del tratamiento de los fondos de la bibliotecaaparece en la memoria que prepara el bibliotecario Luís DÍaz de la Cruz en187232• En ella se hace mención a la elaboración de un Índice de carácter

30 Archivo SEAP de Badajoz. Bibliotecario. Correspondencia. Legajo 731 Ibidem32 Archivo SEAP de Badajoz. Memoria del bibliotecario D. Luís Díaz de la Cruz, 1872.

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provisional por orden alfabético de títulos con los siguientes datos: título,autor, fecha y edición, volúmenes, tema, estado, encuadernación, proceden-cia, coste, colación y observaciones.En 1888 se elabora el primer catálogo de la biblioteca por secciones cuyo

trabajo presentó en un acto público el bibliotecario Marino Dávila. La sec-ción de agricultura y veterinaria contiene 358 libros. Los datos que recogecomprenden el número de la obra, número de tomos, autor (apellidos ynombre), título de la obra, localización física (estante, tabla, número) yobservaciones. El catálogo aparece ordenado alfabéticamente por autores yobras anónimas. Estas obras alfabetizan por la letra correspondiente a laprimera palabra del título. Dentro de cada una de ellas no se sigue el ordenalfabético ni criterio alguno, alfabetizando también los artículos. Además,traduce los títulos originales de las obras y castellaniza los apellidos (botellopor Boutelou). No distingue las ediciones de una misma obra. El libro másantiguo que contiene el catálogo está publicado en 177733•El segundo catálogo que se realiza en la biblioteca coincide con las labo-

res de catalogación efectuadas por Teodomiro Yustas, auxiliar de biblioteca,en 1904. Separando libros y folletos aparecen 429 obras sobre agricultura.Ordena alfabéticamente los autores, no siguiendo este orden dentro decada letra. Para los libros que no tienen autor utiliza el término «anónimo»alfabetizando todos en la A. Este catálogo incorpora un gran número deobras en portugués que luego han ido desapareciendo, pues no constan enlos catálogos actuales de la biblioteca. Entre ellas destacan las magníficasobras «O alveitos de algibeira» Lisboa, 1817,0 «Historia é curas do cabalho»de Vicente Coelho, Lisboa, 1802. Igualmente incorpora obras publicadas enBadajoz como un tratado de ganado caballar o mular de 1855, o las «Con-ferencias agrícolas» de Fuertes Acevedo, publicadas en 187934• Existe otrocatálogo posterior de 1908, en el que aparece como nuevo dato el origende la adquisición especificando si la obra es comprada o regalada y el nom-bre el donante. La ordenación sigue el mismo criterio que en los anteriores(alfabético de autores) pero incorpora revistas junto a monografías y folle-tos.En los años 1893 y 1894, en los que aparecen datos más completos35, el

fondo era, para el primer año, de 7.289, monografías y folletos, de los cua-les 454 pertenecían a la Sección de Agricultura, y de 7.965 para el segundoaño, de los que 469 eran de este tema. Se puede apreciar que el incremen-to de obras de un año respecto al otro es apenas insignificante sobre todosi tenemos en cuenta la preferencia que se hace notar para otras seccio-nes36• En la actualidad en el fondo de la biblioteca existen 350 monografíasy folletos, prácticamente la totalidad publicados a lo largo del siglo XIX yconstituyen el 5% del total, lo que nos puede llevar a la consideración deque el interés por las obras de este tema ha ido decreciendo. Debemos

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tener en cuenta, no obstante, que un gran número de obras, que constanen los sucesivos catálogos, ha ido desapareciendo a lo largo de estos añoshaciendo imposible su recuperación y, por tanto, su reincorporación alfond037.

Usuarios

De como la biblioteca atenderá y prestará un buen servicio a sus lecto-res se ocupan los estatutos y reglamento de la SEAP.

El artículo 149 de los estatutos de 1816 establece respecto al oficio debibliotecario: «entregará a las clases y socios baxo recibo los libros que nece-sitan. Cuidará de recoger los libros que existan en poder de los socios cuan-do fallezcan o si se ausentan de la capital. Al final de cada mes presentaráuna razón circunstanciada de libros que tenga entregados a las clases ysocios,,38.El reglamento de 1880 añade que no será permitida la extracciónde libro alguno de la biblioteca39. Nueve años después un nuevo reglamen-to introduce dos novedades respecto al anterior: por una parte la necesidadde llevar un registro en donde consten los libros que se entregan a los sociosde la biblioteca expresando la fecha de entrega y devolución y por otra, elno permitir la extracción de libros excepto a los socios (ya que la bibliotecaera de acceso público), que podrán hacerlo mediante registro y en un plazode 15 días40•

A pesar de la última normativa se venían cometiendo una serie de abu-sos, por lo que la Junta acordó a fin de evitarlos dictar otras disposicionessegún las cuales solamente podría retirarse' un volumen para ser entregadode nuevo en un plazo de 15 días. Se abre, pues, un libro de lectores en elque el bibliotecario anota la fecha (día, mes), el título del libro solicitado,el autor y lector( nombre y apellidos). De los datos obtenidos a partir de1894 y hasta 1900 podemos realizar una serie de consideraciones.A pesar de la necesidad de obras para elaborar informes y memorias o

realizar otro tipo de consultas, el número de libros que se prestan y consul-tan en sala en estos años es relativamente bajo. Por otra parte, hemos de

33 Azcárate, J. Memoria en que se trata del insecto grana o cochinilla. Madrid, 1777.34 Fuertes Acevedo, M. Las conferencias agrÍcolas. Badajoz: Impr. Vda. De Arteaga, 1879.35 De 1816 a 1871 la SEAP de Badajoz pasa por una serie de avatares que pueden

justificar la penuria de documentación. De ahí que nos basemos en datos de los últimosaños del siglo, ante la escasez de los mismos encontrada en el período anterior.

36 La Sección de Lengua y Literatura incrementa sus fondos de un año para otro encasi 200 libros y la Sección de Historia en más de 50 obras.

37 Prácticamente todos los libros relacionados con la cría caballar han desaparecido.38 Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz. Estatutos. 1816. (mss).39 Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz. Reglamento. Art. 44, 1880.40 Sociedad Económica de Amigos del País de Badajoz. Reglamento. Cap. VI, 1889.

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considerar el hecho de que en las donaciones de socio, obligatorias al ingre-sar en la Sociedad, siempre aparece un ejemplar de agricultura lo que nospuede llevar a pensar que las personas interesadas en estos temas podríantener bien provistas sus bibliotecas privadas, usando los fondos de la SEAPpara consultas puntuales no reflejadas por el bibliotecario en el libro deregistro.

Los lectores que aparecen en este libro podemos considerarlos «asiduos»al quedar constancia del uso de la sala de lectura varias veces al mes en elmismo año o repetir su asistencia con frecuencia en años sucesivos, y siem-pre, utilizando las mismas obras41•

Las obras más solicitadas y los temas preferidos por los socios son losque marcan los asuntos de interés para la región. Del total de obras que seutilizan durante estos años la mayoría son tratados generales de agriculturay zootecnia ( cría de caballos y gallinas). Además temas específicos sobreviticultura y enología, olivo, riego e industrias agrarias. Los ejemplares mássolicitados son «cultivos de la vid» de Hidalgo, «cría de gallinas» de Casas yAragó y los tratados generales de agricultura de Botija, Herrera, TorresMuñoz, BIas y Cortés, Tortosa y Lacanda42•

A modo de conclusión podemos decir que las SEAP cumplen sus objeti-vos en materia de difusión, fomento y adaptación de nuevos cultivos y nue-vas técnicas agrícolas aunque la práctica suele estar, muchas veces, en desa-cuerdo con la teoría. La SEAP de Badajoz está unida al sentimiento comúnde progreso y fomento de la agricultura. A escala regional se hallan resulta-dos que van de lo aceptable a las intervenciones decisivas en el futuro de laagricultura y del comercio agrario de la época. La importancia de la biblio-tecas de estas sociedades en el proceso de recopilación y difusión de lainformación refleja el interés manifestado en sus normativas. Las obras detema agrario, como parte del fondo de la biblioteca de la SEAP de Badajoz,aunque no muy numerosas, constituyen un fondo importante y cumplen sufunción al ser utilizadas en aquellos asuntos en los que la Sociedad se vioimplicada a lo largo de todo el siglo XIX.

41 El socio Luís GarcÍa Perera durante los años 1894, 1898, 1899 Y1900 utiliza siem-pre en sala y en préstamo los libros de cría de gallinas de Casas y Aragó. El socio VicenteMartínez, lector desde 1894 a 1900 solamente utiliza el libro «cultivo de la vid» de Hidal-go, o el socio NarcisoVaquero,dos veces al año, solicita en préstamo el libro «fabricaciónde vinos» de Dujardin.

42 Todos estos ejemplares se conservan en la actualidad en la Biblioteca.

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El servicio de información:La biblioteca pública escolar

PEDRO VALVERDE OCALlAR

Decir que uno de los objetivos principales de las bibliotecas, si no elprincipal, es la difusión de la información, es actualmente algo incuestiona-ble. En el caso específico de las bibliotecas públicas y escolares todas lasactividades que realizan: el préstamo, la reprografía, la consulta en sala eincluso las relacionadas con la promoción de la lectura o la formación deusuarios, se encaminan, de un modo u otro, a la difusión de la informa-ción.Sin embargo el cometido de difundir específicamente las posibilidades

de la biblioteca, conduciendo una búsqueda para encontrar cualquier tipode información, es una tarea canalizada específicamente a través de lo quese conoce como el servicio de información.En los centros bibliotecarios donde el usuario no es un investigador

avezado en la búsqueda y evaluación de la información, como es el casode las bibliotecas públicas y escolares, la tarea del servicio de informaciónse ha de plantear de una manera minuciosa, pero sobre todo adaptada ala gran variedad de usuarios que la van a requerir. Por esta razón desdeeste trabajo nos vamos a referir a los puntos básicos que se han de teneren cuenta a la hora de informar en estos dos tipos de bibliotecas y a latipología de información que se puede ofrecer a unos usuarios con unascaracterísticas muy definidas, que tienen ambas en común : los niños y losjóvenes.

Es posible que algunos de los contenidos que vamos a exponer no sue-nen a nuevo a los profesionales de las bibliotecas con experiencia en la pla-

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nificación y la realización de tareas de información de cara al lector, pero aestas alturas no está de más realizar esta recapitulación, como apoyo a estosbibliotecarios y para ofrecer unas pautas a los que se tengan que enfrentarpor primera vez a la creación de un servicio de información, incluyendoejemplos que aunque sencillos, pueden ser útiles para cada caso.

Una biblioteca escolar o la sección infantil y juvenil de una pública,pueden articular la información que proporcionan al lector según, la tipo-logía de ésta y las necesidades de los usuarios. Evidentemente dadas lascircunstancias y los medios con los que contamos en nuestro país en elpanorama de la bibliotecas públicas y sobre todo de las escolares, es nece-sario alejarse de los enunciados ideales en los cuales la biblioteca cuentacon un servicio propio de información y de referencia, con medios mate-riales y humanos adecuados para canalizar los diferentes tipos de informa-ción que se difunden desde el centro. Pero aunque las posibilidades lodificulten en gran parte, debemos tomar como objetivo el convertir a labiblioteca en un centro donde el joven y el niño acudan para obtenercualquier tipo de información, no sólo la relacionada con su formaciónacadémica, sino además, con el resto de materias que sean de su interés,haciendo un especial hincapié en las incluidas en la formación del hábitolector.

La información es la misión más importante de una biblioteca, tantomás ante una persona joven, que se ve desconectada de lo que ha sido elmundo fantástico de la biblioteca infantil y pasa a una biblioteca de adultosque no está pensada para ellos!, por eso, es preciso hacer ver al joven labiblioteca como un lugar no sólo para leer y hacer trabajos, sino un sitiodonde se acude libremente a resolver las cuestiones que nos interesan. Enun plano ideológico resulta muy acertada la definición de J. F. Arrebola: Lainformación es un cauce fundamental para la transmisión del conocimien-to. A través de ella el hombre tiene la posibilidad de ampliar su formación,dotándose de valiosos instrumentos que le permiten crear sus propias opi-niones y conformar su modo de actuación. De esta forma, la informaciónse convierte en un factor para alcanzar la libertad, en términos personales ysociales, lo que implica poner las bases para el progreso y la consecuciónde una sociedad más justa y solidaria2•

Además, el acceso a una información de forma clara y completa posibili-ta al estudiante, la adquisición de una práctica investigadora que le propor-ciona los elementos de juicio necesarios para llevar a cabo la evaluación delos contenidos incluidos en cualquier tipo de cuestiones, según J. M. Mari-

1 Una medida muy acertada, si las posibilidades lo permiten, es la creación de espa-cios específicos para adolescentes dentro de las secciones de adultos en bibliotecas públi-cas. Sobre este tipo de experiencias ver GALlARDO,Tina; ORTIZ, Consuelo y PIZARRO,Carmen. Un espacio para los jóvenes en la biblioteca. En Eduación y biblioteca, nº 53, p.24-25

2 ARREBOlA,J. Federico. Difusión de la información en la biblioteca: el servicio de informa-ción y referencia.En Educación y Biblioteca.nº 50, 1994, p.20

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EL SERVICIO DE INFORMACIÓN: LA BIBLIOTECA PÚBLICA ESCOLAR 157

na, el alumno ha de realizar el acceso a la información como un primerpaso, para posteriormente poder llegar a una comprensión de ésta3•

En cuanto al papel del bibliotecario, las tareas de información son lasque más formación, iniciativa y originalidad requieren por su parte. Pararealizar estos cometidos el bibliotecario debe de tener:

1. Una base adecuada de conocimientos documentales, los cuales le per-mitan manejar las fuentes de información de manera apropiada para dirigiruna búsqueda, y llevar esta a buen fin.

Para 1. de Torres y M. J. Montes: Lo más deseable, en relación con latarea informativa en una biblioteca escolar, es que existiera un bibliotecarioreferencista, es decir, una persona dedicada exclusivamente a esta tarea yespecialmente preparada para ell04• Si bien, esta situación es hoy en díautópica, como reconocen las propias autoras, dado que la inmensa mayoríade los centros educativos de primaria y secundaria carecen de un bibliote-cario escolar profesional.

Dentro de lo posible hay que evitar que personal sin formación docu-mental, que preste sus servicios o colabore eventualmente en la biblioteca,ejerza habitualmente estas tareas; pues a menudo, la buena voluntad no essuficiente para realizar una buena búsqueda de información y el alumnopuede salir no sólo sin haber conseguido lo deseado, sino además con laidea de que la biblioteca no resulta un elemento útil que pueda respondera sus necesidades, con lo cual es un usuario casi perdido para otras ocasio-nes.

2. Un buen conocimiento pedagógico del nivel de información querequiere cada usuario, por su edad y formación académica. Resulta contra-producente ofrecer al niño o adolescente unas fuentes de informacióndemasiado profundas o de una compleja organización interna, las cualesllegan a estorbar la comprensión de las ideas básicas del tema solicitado.

Hay que tener en cuenta que nuestro objetivo es que el alumno llegue aencontrar una información completa, pero de un nivel que le permita efec-tuar una valoración consecuente de ésta.

El bibliotecario ha de ligar plenamente las tareas informativas COI?- las deformación de usuarios en todos los niveles que se desarrollen una y otra:información sobre la biblioteca y los servicios que presta, sobre el uso delos instrumentos de descripción y búsqueda, y sobre la utilización de laspropias fuentes documentales.

También es preciso tener en cuenta, que para proporcionar un buennivel de información, es básica la realización previa de las tareas de señali-zación, creación de instrumentos de utilización de la biblioteca (guías, car-

3 MARINA,J,M. En Conferencia de apertura del Encuentro Nacional sobre Bibliotecas Escola-res, Madrid, 13 a 16 de Marzo de 1997.

4 TORRES RAMÍREZ,Isabel y MONTES MONTES, Mª José. El servicio de referencia en labiblioteca escolar. En Educación y Biblioteca. Nº, 199, p.58

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teles, etc.) y de instrumentos de información (catálogos, boletines, guías delectura, etc.), para que la biblioteca informe por sí misma y no haga sentir-se un extraño a quien entra en ella.

MATERIALES AUXILIARES DE LA INFORMACIÓN

Antes de presentar las primeras actividades dirigidas a dar a conocer labiblioteca y sus posibilidades, es preciso elaborar una serie de materiales,que sirvan para que en el futuro se facilite el dominio del espacio y de losservicios de la biblioteca. Algunos de estos materiales se pueden realizar ala vez que se acometen las tareas de señalización, como son los casos delplano de la biblioteca o las láminas con resúmenes de clasificación de fon-dos. Otros en cambio han de presentar la biblioteca y sus servicios de mane-ra más dinámica, principalmente las guías.

La misión de estos materiales es la de reforzar la asimilación de los con-tenidos que se expliquen en las actividades de formación y servir siemprede apoyo en la resolución de las dudas.

Guía de la biblioteca

Su objetivo es ofrecer una información breve y claramente explicadasobre la biblioteca y sus servicios, la cual sirve como primer contacto, recor-datorio, o para realizar una consulta rápida.

La guía incluye la ubicación de la biblioteca, sus horarios, la tipologíade los fondos, su organización, formas de acceso a la información, descrip-ción de los servicios que presta e incluso es muy útil, un croquis de accesodentro del conjunto del centro o del barrio, y un plano interior.

Existen multitud de posibilidades, desde un folio mecanografiado, unahoja doblada formando un díptico o tríptico, un cuadernillo o formas másoriginales como cómics5, videos, programas de ordenador o cintas de cas-sette.

La guía se puede colocar en la puerta y tablón de la biblioteca, en eltablón general del centro, en cada una de las aulas, ofrecer una guía a cadaalumno al comienzo del curso o a cada lector cuando visite la bibliotecapor primera vez. Desde la biblioteca pública se deben enviar guías, acompa-ñadas de la presentación de la biblioteca a los centros educativos y asocia-ciones infantiles y juveniles de la zona.

5 La Biblioteca Pública de Valencia imprimió una guía en la que los personajes de laserie Tintín presentaban de una forma muy amena la biblioteca y sus servicios.

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Guías de servicios o secciones

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Explica pormenorizadamente el funcionamiento de un servicio en con-creto de los que ofrece la biblioteca.

En ellas se deben incluir el lugar de la biblioteca donde se realice el ser-vicio, horario específico del servicio, instrumentos de búsqueda y dinámicaespecífica del funcionamiento de la sección.

Su difusión es de carácter más interno, por eso se pueden situar en eltablón de la biblioteca, en el tablón general del centro y en la zona del ser-vicio o sección del que se ocupe.

Plano de la biblioteca

Sirve para que los posibles usuarios ubiquen la biblioteca dentro delespacio del centro y para ahorrar tiempo a los lectores a la hora de utilizarinstrumentos de búsqueda y localizar fondos determinados.

El espacio central lo ocupa un plano de la biblioteca donde se señalicenclaramente los espacios de cada servicio y donde se localizan los fondos decada materia. En otro apartado se puede colocar la leyenda explicando lostérminos que se hayan tenido que abreviar o el significado de cada color sise ha optado por identificar con colores las materias. En un lateral se pre-senta un plano general del centro explicando la ubicación en él de la biblio-teca.

El plano ha de estar colocado en un lugar bien visible a la entrada de labiblioteca, si las posibilidades lo permiten sería deseable que el croquis delocalización de la biblioteca estuviese en el tablón general del centro esco-lar.

Carteles explicativos

Siempre resultan útiles carteles explicativos sobre determinados aspec-tos, situados dentro del espacio de la biblioteca: sobre normas de compor-tamiento en la sala de lectura, resúmenes de la CDU y materias cerca delos catálogos, condiciones de préstamo en la mesa de este servicio, progra-ma de actividades de la biblioteca, etc.

La colocación de carteles explicativos es una faceta importante en laseñalización de cualquier biblioteca, siendo además un complementoimprescindible en la formación de usuarios.

Tablón de anuncios entre lectores

Frente al tablón institucional de la biblioteca, se debe de colocar untablón de anuncios particulares, en el cual los lectores puedan realizar sus

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ofertas y demandas de trabajo, compraventa, formación de grupos, etc., esdecir, todo lo que les interese comunicar al resto de los lectores.

Es una excelente manera de dinamizar la información que ofrece labiblioteca dejando la iniciativa a los lectores que con los jóvenes suele dargran resultad06, si bien, hay que hacer cumplir una serie de normas mÍni-mas: duración máxima de los anuncios (un mes suele ser suficiente y evitael colapso del panel), no exposición de anuncios con ciertos contenidos(políticos, religiosos o que puedan herir la sensibilidad de otros lectores),que los anuncios no excedan ciertas medidas y no obstaculizar la visión deotros anuncios con los propios.

TIPOS DE INFORMACIÓN

La información que ofrece la biblioteca, es de carácter variado, tanto enlo referente a sus propias posibilidades, como en la forma de ponerla a dis-posición del lector, por lo que se puede estructurar en diferentes formasque no son en absoluto estancos, que a menudo están interrelacionadas oson complementarias y que se pueden concebir como las diferentes formasen que la biblioteca responde a las necesidades informativas y formativas deniños y jóvenes.

Información bibliográfica

Es una faceta de información básica y también la más clásica en bibliote-conomÍa, entendida como la labor de dirigir al usuario hacia la fuente deinformación por medio del uso de instrumentos de búsqueda (catálogos,bibliografias, guías de lectura, etc.). Ante la demanda de una informaciónsobre un documento por parte de un usuario, el bibliotecario le puede ofre-cer las distintas posibilidades que le dan los diferentes puntos de accesoque tiene la biblioteca y en qué tipo de documentos se puede encontrar.

Este proceso es conocido por todos los bibliotecarios, pero también esfrecuente que ante la demanda de información realizada por un niño oadolescente nuestra respuesta sea la realización de la búsqueda directamen-te por nosotros mismos, con lo que el perjuicio es doble, el niño no apren-de a usar los instrumentos de la biblioteca, convirtiéndose en un usuariopasivo y además creerá que el bibliotecario es un auxiliar para realizar susdeberes.

Por ejemplo, en una biblioteca de centro en Educación Secundaria Obli-gatoria, un alumno desea información sobre Lope de Vega. Lo primero quehay que evaluar es el nivel de la información que requiere, después dirigir-

6 En la Biblioteca Pública de Vallecas, más del 90 % de los anuncios de este panelesta elaborado o dirigido a los jóvenes

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le de forma asistida hacia los instrumentos de búsqueda, donde la puedeencontrar, como autor en el catálogo de autores, en el de materias por bio-grafías y estudios sobre su obra, en el de CDU por los mismos objetivos,pero explicándole las posibilidades que ofrece la organización expansiva deésta, para acceder igualmente a obras y estudios sobre literatura del siglode Oro, literatura española o literatura universaF. Evidentemente este tra-bajo ha implicado cierta pérdida de tiempo que nos hubiéramos evitadollevando al adolescente un manual de historia de la literatura o a un diccio-nario enciclopédico abierto por la página deseada, pero los resultados y laasimilación de contenidos evidentemente la compensan con creces.

Cada vez que se realiza una tarea de información específic.a se puederealizar también una sencilla formación de usuarios explicando brevementela ordenación interna de los catálogos que va a necesitar (el acceso porapellidos en autores, la omisión de artículos en series y títulos, etc.) y laspeculiaridades de cada uno (series, números de serie y subseries, subenca-bezamientos de materia, etc.).

Por último, conviene explicarle que se puede encontrar información enotros tipos de obras y soportes documentales, tales como: enciclopedias,diccionarios enciclopédicos, biografías, monografías de historia de la litera-tura, videos documentales, obras de creación, y también las propiedades delos diferentes tipos de fondos la colección. Si el centro tiene acceso a basesde datos hay que introducir a los alumnos brevemente sus estrategias debúsqueda propias, con explicación de las búsquedas con descriptores y ope-radores booleanos.

Información de referencia

Básicamente es la actividad encaminada a que el usuario encuentre unarespuesta rápida y correcta a una demanda de carácter concreto, por medioprincipalmente de las llamadas obras de referencia: enciclopedias, atlas, dic-cionarios, directorios, anuarios, estadísticas, etc. Para desempeñar esta labor,el bibliotecario ha de conocer su fondo de referencia y las posibilidades decada obra a la hora de proporcionar información.

Una cuestión a tener en cuenta en el servicio de referencia, es la necesi-dad de iniciar a los niños y jóvenes en el manejo de obras de referencia,pues en su gran mayoría no utilizan los elementos auxiliares de estas obras,como índices o glosarios, no aciertan ante los significados de abreviaturas ysignos convencionales (para lo que no resulta de mucha ayuda la falta de

7 Para que de verdad los catálogos sistemáticos de los fondos infantiles y juvenilessean útiles y utilizados, deben de alejarse de notaciones demasiado largas, con un máxi-mo de tres cifras y utilizando solo los auxiliares imprescindibles, además hay que comple-mentar esta medida con estrategias de formación de usuarios dirigidas al uso de estoscatálogos.

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criterios comunes de editores y autores) o lo que es peor, desconocen sumanejo en general; por lo que esta cuestión es básica a la hora de planifi-car los programas de formación de usuarios.

Por ejemplo, ante la petición de información para un trabajo sobre elclima de un lugar geográfico en una época concreta, se puede resolver diri-giendo a obras de referencia, como un diccionario enciclopédico o más cer-teramente a un atlas geográfico, en el cual se pueden encontrar mapas declima (normalmente al comienzo general o al comienzo de cada área geo-gráfica) y climogramas (gráficos de temperaturas y pluviosidad), aprove-chando para explicar al niño o adolescente los instrumentos de búsquedainternos y la organización de la información dentro de estas obras (índicesde lugares que remiten a coordenadas, tablas de signos convencionales derelieves y accidentes geográficos, etc.)

Información general

En la actualidad existe gran flujo de información destinada a la socie-dad en su conjunto y en particular a los jóvenes. No sólo es la informacióngenerada para el ocio o de carácter comercial, todos los sectores de la vidapública informan: Estado, Fundaciones, ONGs, Comunidades Autónomas,Empresas, Ayuntamientos, etc. Cada uno en lo relativo a sus áreas de com-petencia: juventud, cultura, mujer, educación, turismo, etc.

Para difundir este torrente informativo, las distintas entidades han mon-tado centros de documentación e información a menudo asistidos por bue-nos y entusiastas profesionales, que reciben y elaboran la información desus diferentes áreas, pero el problema a que se enfrentan estos centros es ladifusión directa, ya que los niños y los jóvenes, unos por imposibilidadesfísicas de desplazamientos, y otros por el desconocimiento que provoca ale-jamiento voluntario de todo lo que supone el mundo oficial, no suelen acce-der a esta información destinada a ellos.

La biblioteca pública y escolar se encuentra, por el contrario, incapaz derecopilar y procesar toda la información que puede ser de interés para losjóvenes y niños que acuden a ella; pero si que puede servir de puente infor-mativo, está más cerca de los ciudadanos y puede organizar esta informa-ción para disponerla de manera asequible.

Esta actividad se puede realizar con la creación de una Sección de Infor-mación General, útil al lector, sobre todo jóvenes, aunque sin descuidar alos otros usuarios potenciales de la biblioteca. Con carácter general la ideade proporcionar una información puntual y actualizada de carácter generalha sido ya asumida por buen número de bibliotecas escolares y públicas8•

8 La Biblioteca del Distrito de Retiro de Madrid, ha conseguido poner en marcha uncompleto y actualizado Servicio de Información General con carpetas de información

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La sección puede comenzar simplemente con un tablón de anuncios queinforme a los lectores sobre cuestiones particulares de su entorno o quepuedan ser de interés. Para lo cual el primer paso sería averiguar los asun-tos cotidianos que puedan interesar a los jóvenes y sobre los que éstos notengan buenas fuentes de información o éstas no resulten asequibles, estose puede realizar mediante encuestas entre lectores y alumnos, utilizandolos estudios realizados por entidades dedicadas a la juventud o siguiendolas experiencias de otros centros.

En líneas generales estos temas pueden ser: los referentes a los propioscentros educativos (fechas y horas de competiciones deportivas, actividadesextraescolares, etc.), al barrio o localidad (informaciones del ayuntamientoo la junta de distrito, actuaciones musicales, actividades asociaciones cultu-rales, etc.) o los de interés general (exposiciones, programaciones de con-ciertos, cursillos, becas, campamentos de verano, etc.).

Una vez realizado este esquema, lo siguiente sería ponerse en contactocon las personas y entidades que nos pueden proporcionar estas informa-ciones: organismos oficiales, clubes deportivos, organizadores de las activi-dades internas del centro, etc. A su vez, la biblioteca dedica especial aten-ción a recopilar informaciones que vaya recibiendo sobre estos temas porlos canales habituales (prensa, folletos institucionales, etc.).

Si la experiencia tiene éxito y el volumen de información lo requiere, sepuede pasar a organizar la sección con un sistema de cajetines o carpetastemáticas, sin realizar una clasificación demasiado exhaustiva o extensa quedificulte la agilidad de la búsqueda.

En cuanto a la localización de esta sección, ha de situarse en un lugarbien visible (frente a la entrada, si es posible), su señalización ha de serclara siendo preciso realizar la debida promoción entre los usuarios (en loscentros de enseñanza se puede publicitar aula por aula) cuestión ésta, queresulta básica para que la información no pase inadvertida y se logre unnivel aceptable de utilización por los lectores.

Hay que tener siempre presente que el éxito de una sección de informa-ción general depende de la actualidad de esta, así pues requiere uha laborde actualización continua o pronto dejará de ser un foco de interés.

También esta sección puede servir de atractivo para usuarios potencia-les, que pueden ver en ella una fuente de respuestas a cuestiones de interéscotidiano que no se ven satisfechas por ningún otro centro del barrio opoblación.

sobre temas de interés para el ciudadano. La Biblioteca Pública de Vallecas ha preparadouna base de datos asignando varios sencillos descriptores a cada documento para facilitarsu localización dentro de las carpetas temáticas, en un futuro los propios usuarios podránlocalizar lo más reciente de cada materia.

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PROPUESTAS DE MATERIAS PARA JÓVENES

EN UNA SECCIÓN DE INFORMACIÓN GENERAL

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CULTURA Y OCIO (fiestas, peñas, actividades de ocio, charlas ... )ECOLOGÍA (guías ecológicas,días del árbo~prayectosde medio ambiente, fauna wcal ...)EUROPA (información sobre países, el proceso de la Unión ... )EDUCACIÓN (becas, opciones de estudios, cursos ... )DEPORTES (resultados deportivos, convocatorias, maratones )INFORMÁTICA (últimos avances, Internet, direcciones útiles )INSTITUTO (convocatorias y noticias del propio centro)JUVENTUD (ofertas para jóvenes, centros de juventud)LOCAL (todo w referente al pueblo o barrio)MUJERES (programas de igualdad, centros de asesoramiento ... )MÚSICA (conciertos, concursos musicales, programación en emisoras ... )SOLIDARIDAD (ONGs, peticiones y colaboraciones en proyectos solidarios oo.)SALUD (vacunaciones, consejos prácticos, el SIDA, las drogas oo.)TRABAJO (colaboraciones eventuales para estudiantes, trabajo solidario oo.)VIAJES Y TRANSPORTES (tarifas, viajes para jóvenes, albergues, campamentos oo.)

Incluso en los años de Primaria se puede establecer este servicio paralos niños con grandes carteles con la información especifica para ellos talque, la hora del cuento, actividades de fin de semana apropiadas para ellos,cine, teatro, convocatorias en bibliotecas publicas, museos, etc. les ayuden aconectar el entorno de la biblioteca con la vida del niño.

Información para la investigación

Si el principio básico del aprendizaje activo es la búsqueda de informa-ción por parte del propio alumno, que esta información sea completa ycomprensible para permitir que, fruto de su evaluación, se extraigan unosconceptos claros, es necesario realizar una serie de técnicas para posibilitarel uso de las fuentes de información.

Para abordar esta cuestión una modalidad de información, propia de lasbibliotecas escolares, es la que se podría llamar de investigación. La cualconsiste en que a la vez que se informa se ejerza una tarea activa por elalumno, de formación académica en trabajos de investigación. Dicho deotra manera, es formar informando. Esta técnica se halla a mitad de cami-no entre la formación de usuarios y la información propiamente dicha.

El procedimiento consiste en dirigir una búsqueda concreta y a la vez ircreando en el estudiante un procedimiento válido para afrontar cualquiertarea de investigación. Además, esta dinámica debe de ser completada porel bibliotecario con una labor de dar a conocer los principales tipos deobras, en especial, como hemos dicho anteriormente, las de referencia.

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Mediante esta tarea el joven adquirirá la rutina propia de cualquier inves-tigación, que le irá encaminando de lo general a lo particular, a la vez queirá conociendo la tipología de las obras y la metodología de su utilización.

Como un ejemplo de proceso informativo se puede tomar la búsquedade información sobre un tema como por ejemplo: la marea negra.

El primer paso es el de mostrar los distintos tipos de obras presentes enel fondo de la hiblioteca y que los alumnos descarten ellos mismos, deforma razonada, los que no sean de interés para su trabajo. Una vez pre-sentadas hay que incitar al lector a que, para iniciarse en la materia se enca-mine hacia una obra de información de carácter general, tal como una enci-clopedia o un diccionario enciclopédico. Cuando comprueben que es muyposible no encontrar información buscando por las palabras literales, expli-cándoles que han de pensar en términos relacionados (contaminación,mares, barcos, etc.) que les puedan servir de acceso y sobre ellos iniciar labúsqueda.

A continuación, ya con una base de conocimientos sobre el tema investi-gar, se les debe hacer ver que las obras generales ya no pueden aportarlesninguna información nueva y que sería poco práctico quedarse en la zonade generalidades. Por lo tanto deben de buscar dentro del fondo la materiaque concuerde con el tema en cuestión, y dentro de ella a una obra dereferencia ya específica, caso de informes generales o enciclopedias de unadeterminada materia.

Si la información obtenida no es suficiente o el alumno desea profundi-zar en la búsqueda (para lo cual a menudo hay que motivarle, dentro desus posibilidades, dado que una vez que ellos creen que pueden llenar elnúmero suficiente de folios, suelen decir que ya lo tienen todo resuelto),siempre de que vaya asimilando la información que va encontrando. Abrir-le entonces las posibles vías a seguir, o donde buscar más sobre aconteci-mientos concretos o profundizar más en las materias relacionadas, comoseguridad en la navegación, ecología marina, acudiendo a monografías.

Si fuera el caso de búsquedas sobre autores literarios, resulta útil el indi-car que una buena manera de encontrar información sobre ellos, es acu-diendo a obras de creación del propio autor, dado que en ellas se puedenencontrar estudios introductorios, cronologías, estudios sobre la obra encuestión, notas aclaratorias o simplemente una solapilla que de una visióndistinta o reciente de su obra. Este paso servirá también para que el alum-no vaya comenzando a evaluar la calidad de las diferentes ediciones de unaobra.

Por último, si se trata de un personaje vivo, o una materia de actualidadpor cualquier motivo, resulta aconsejable indicarles que recurran a otrostipos de materiales como prensa, informes, dossieres, etc.

La diferencia de esta modalidad de información-formación frente a unainformación bibliográfica, es que aquí la estrategia de búsqueda la realizael alumno, siendo el bibliotecario un mero asesor. A veces los alumnos van

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a seguir una camino equivocado, por ejemplo, en el paso de relacionar alpersonaje con una materia en concreto de forma equivocada; es común yno muy importante, pues llegados a un punto sin salida se les puede indi-car que vuelvan sobre sus pasos hasta encontrar el error.

Si la biblioteca del centro o de barrio no tiene obras que contengan lainformación suficiente, es preciso indicar donde la pueden encontrar, paralo que hay que contar con directorios de entidades y bibliotecas de nuestrapoblación. .

Orientación de la lectura

Es la información entendida como la actividad encaminada a dar a cono-cer y asesorar sobre literatura que pueda resultar de interés; entendiendopor ésta, tanto obras de creación, como de cualquier materia en concreto.Así, es labor del bibliotecario aconsejar que libro es conveniente para deter-minada materia o edad lectora, la idónea para destacar ciertos valores huma-nos o el informar sobre la literatura de determinados géneros destinada adeterminados lectores.

Esta labor no requiere forzosamente ser un experto en todo lo publica-do para lectores infantiles y juveniles, sino tener unos criterios básicos deanálisis de las obras y unas nociones sobre literatura especializada. En loreferente a los contenidos se puede contar con el asesoramiento de los pro-fesores de las diferentes áreas o críticas de personas y revistas de prestigio.

La información sobre la orientación de las lecturas se debe completarcon la elaboración de los materiales propios de las tareas de fomento de lalectura, tales como: guías de lectura, boletines de novedades, bibliografíasde exposiciones, etc. y con actividades como presentaciones de libros o char-las con padres.

Difusión selectiva de la información

Este servicio, clásico en centros de documentación y bibliotecas especia-lizadas, se puede realizar en bibliotecas escolares, esta vez no con destinodirecto a los jóvenes de forma individual, sino dedicado a los docentes ocolectivos muy determinados interesados en materias muy definidas (clubesdeportivos, asociaciones de aire libre, grupos de danza, etc.). Se trata deenviar periódicamente a cada interesado las referencias de lo que la biblio-teca ha recibido recientemente con arreglo a un perfil que el propio inte-resado y el bibliotecario han definido previamente.

Los pasos para la creación de este servicio son:- Ofrecer el servicio y sus posibilidades a los interesados, citarles y crear

un perfil de mutuo acuerdo con los asuntos concretos que les intere-sen,

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- Establecer la periodicidad con la que se va a informar, intentar unifi-car perfiles de diferentes usuarios, lo cual sin deteriorar el servicio loagilizará,

- Realizar la búsqueda en: artículos de prensa, informes, informaciónque llegue de otros centros, redes de información, buscar no sólocontenidos sino también referencias de novedades bibliográficas sobreel tema que aparezcan en revistas, bibliografias y catálogos, etc. Tam-bién en otros cauces de información como las redes de información,como INTERNET que ofrece páginas dedicadas a todas las materiasposibles abriendo posibilidades informativas para los docentes y pro-pios centros educativos9•

- Reunir la información y difundirla en fotocopias u otros soportessegún las posibilidades del centro.

La información destinada a los mas pequeños10

La información para los más pequeños ha de reunir los mismos requisi-tos que para el resto de los usuarios, vayan a la biblioteca en grupo o consus padres, la dinámica de información debe tener un desarrollo siempreasequible a su edad: primero hacerles ver lo que es la biblioteca dondeviven los cuentos, después dar un paseo, enseñándoles el espacio de subiblioteca, sobre todo la zona de prelectores, a continuación presentarleslos libros de forma atractiva, decirles donde están las novedades (la idea deser el primero en leer un libro resulta normalmente muy atractiva para losniños, de ahí la importancia de la sección de novedades en las bibliotecasinfantiles), ofrecerles la posibilidad de leerlos en la sala o llevárselos a casay por último dejarles disfrutar de los librosll.

Muchos de los usuarios más pequeños no saben leer, la lectura la hacena través de la imagen por eso toda la información destinada a ellos ha deser muy visual.

La disposición hacia los más pequeños debe de ser prioritaria en .10 refe-rente a su inmediatez y dedicación, ya que no deben de verse defraudadospor la persona a quien ellos saben que pueden recurrir en la biblioteca,como al educador en el colegio o a los padres en casa.

9 Es muy interesante la página web del Prgrama Nuevas Tecnologías del Ministeriode Educación, en la cual se ofrecen informaciones sobre la enseñanza y se abren forosde debate.

10 Agradecemos a Sara Moreno Valcárcel sus ideas y aportaciones originales con rela-ción a este punto.

11 Esperamos ver pronto publicado el desarrollo y la valoración del programa conprelectores de las Bibliotecas Públicas de Madrid, que lleva desarrollándose con buenosresultados desde 1995, en el cual se han desarrollado contenidos de información sobrelas bibliotecas para los más pequeños a la vez que experiencias de animación a la lectura.

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Los materiales complementarios son aún más importantes con los niñosque con los adultos, como hemos dicho antes, las novedades deben expo-nerse en lugares destacados, pero si esto no es posible, las hojas de noveda-des han de llevar ilustraciones en las cubiertas o el interior de los propioslibros. Lo mismo ocurre con las guías de lectura, además de la reseña hayque incluir una fotografía de la portada de los libros para que los niñospuedan buscarlos en su estante correspondiente.

Una experiencia que se puede realizar es colocar los distintos tipos defondos para pequeños en sistemas de localización más sencillos, simplifica-ciones de la CDU, presentacione"s más a su alcance, mediante representa-ciones gráficas, caso de la margarita que situada en un lugar claro de suespacio les orienta mucho de como encontrar los libros, se colorea en loscolores convenientes y luego se rellena con recortes de las materias queincluye cada color.

A! hablar de la difusión de información un último aspecto que no con-viene olvidar, es que aunque la biblioteca cuente con medios avanzados deinformación tales como opacs, espacios virtuales, etc., un pilar básico a lahora de ofrecer cualquier tipo de información es el contacto humano conel lector juvenil e infantil, el cual ha de ver en el bibliotecario una personaasequible y dispuesta a ayudarle, a pesar de la diferencia de edad que lossepara.

En resumen, la información debe constituir junto con el fomento de lalectura lúdica uno de los dos objetivos principales de las bibliotecas, tantopúblicas como de centro, es nuestro deber convertirla en algo útil y atracti-vo para los jóvenes, para que adquieran el uso de la biblioteca como unhábito normal, y una vez que han abandonado el marco que supone labiblioteca infantil no se despeguen de la biblioteca y de las posibilidadesque ésta les ofrece.

BIBLIOGRAFÍA

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"ARTICULO SMuseos

BOLETÍN DE lA ANABAD XLVIII (1998), NÚM. 1, ENERQ-MARZO. MADRID ISSN 02104164

Defensa y destruccióndel patrimonio histórico españoldurante la guerra civil española

en la prensa republicana

ANA ISABEL ÁLVAREZ CAsADO

El presente artículo pretende abordar la visión proyectada por las actua-ciones realizadas por el gobierno republicano, durante los años de nuestrareciente guerra civil, en la prensa que permaneció alIado de la 11Repúbli-ca, reflejando el impacto de la información sobre la protección de edificios,el éxodo de las obras de arte a lugares de mayor seguridad, la respuesta dela Administración Pública en el establecimiento de medidas protectoras yla actuación de los diferentes organismos estatales creados al efecto, entreotra serie de cuestiones siempre relativas a las vicisitudes conservación-destrucción de Patrimonio en tiempos de guerra. En numerosos casos, loscriterios de protección no coincidentes entre las diferentes instancias ofi-ciales y el mayor o menor grado de eficacia en la recogida de piezas artís-ticas, labores de inventario y establecimiento de depósitos, etc., fueronpuestos de relieve de forma evidente en las páginas consultadas, demos-

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trándose la falta de homogeneidad a la hora de efectuar las actividades deconservación dentro de los grupos humanos dedicados a estos fines porla República.

Durante los años de la guerra civil se percibe de forma muy nítida lahuella de la efervescencia cultural y artística que se había vivido en la Espa-ña de los años 20, receptora de las corrientes de vanguardia en los lengua-jes artísticos empleados, en la organización de eventos expositivos y en lavertebración de Museos y centros culturales. No en vano había tenido lugaren el Madrid de 1934 la Conferencia Internacional de Estudios de Arqui-tectura y Servicios de los Museos de Arte, primer congreso de caráctermonográfico sobre esta moderna temática. Por otra parte, el análisis de lasnoticias recopiladas sobre estos acontecimientos en un conjunto selecciona-do de prensa republicana refleja una clara oposición a las líneas de actua-ción desarrolladas por las autoridades que desde el bando nacional se dedi-caban a estos menesteres.

Las noticias sobre arte más abundantes se han encontrado en el ABCmadrileño, Heraldo de Madrid, Claridad, Las Noticias, Mundo Obrero, El Sol,El Socialista, etc. y difunden los atentados destructores contra el patrimo-nio artístico, condenando a los protagonistas del Alzamiento de su ejecu-ción y colocando en el otro platillo de la balanza el respeto hacia la cultu-ra y el arte demostrado por el pueblo en armas. El maniqueísmo en laexposición de la información es evidente. A la actitud protectora de lamasa popular se une la acción de las Juntas: la Junta de Incautación y Pro-tección del Tesoro Artístico, principalmente y en un primer momento; laJunta General del Tesoro Artístico en Barcelona; la Junta Delegada enMadrid y las existentes en provincias, que en numerosas ocasiones facili-tan notas informativas transmitdas por la prensa sobre su labor de recogi-da, restauración, protección, inventario y catalogación del patrimonio,siendo siempre elogida su actuación como representativa de la misión pre-servativa del Gobierno de la República, aunque los organismos destinadosa la salvaguarda del Patrimonio Histórico no encuentran continuamenteel apoyo requerido de organizaciones políticas y sindicales, e incluso vana provocarse discrepancias en el cumplimiento de las atribuciones de losmismos (críticas de Bernárdez Balbuena, Emiliano M. Aguilera ... ), enfren-tamientos que serán igualmente difundidos por la prensa, conviertiéndoseésta en escenario del debate ante los diversos criterios para la proteccióndel Patrimonio.

La prensa informa sobre las obras de arte salvadas por las Juntas en pro-lijas relaciones de objetos artísticos recuperados y colabora en la luchadesarrollada por el Ministerio de Instrucción Pública sobre la conciencia-ción de la población hacia la conservación del Patrimonio de la Iglesia, elmás afectado por las represalias populares, e, incluso, en ocasiones aplau-de el ansia destructora de las masas cuando éstas arremeten contra los edi-

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£icios eclesiásticos para terminar contra los últimos vestigios del dominiocatólico español.Como ya se ha indicado, la prensa da noticias de los organismos creados

para la protección y defensa del Patrimonio Artístico, como el Consejo Cen-tral de Archivos, Bibliotecas y Tesoro Artístico, creado por Decreto delMinisterio de Instrucción Pública y dependiente de la Dirección General deBellas Artes, el 16 de Febrero de 19371, durante el mandato de Jesús Her-nández al frente del Ministerio. Se crea el Consejo de Bellas Artes y ArtesAplicadas de Cataluña, contando entre sus integrantes aJaime Mercader y a].L. Sert2• Por otra parte, se decreta la suspensión de todos los Patronatosde los Museos en el verano-otoño de 1936 y de la Junta de Museos de Bar-celona, creándose una Comisión General de Museos regida por el Comisa-rio Pedro Corominas y se disuelven las Academias dependientes de Instruc-ción Pública y se crea el Instituto Nacional de Cultura, cuya función será«la de dirigir y orientar, como organismo supremo de la cultura española,todas las actividades culturales, científicas, artísticas y docentes3• Se modificaen Octubre de 1937 el Consejo del Tesoro Artístico, quedando el Consejode Archivos, Bibliotecas y Tesoro Artístico, cOmo instrumento adecuadopara el desarrollo de una política coherente de protección y difusión debienes culturales, presidido por la Dirección General de Bellas Artes. Seforma el Comité de Incautación de la Asociación de Pintores y Escultores,integrado por elementos del Frente Popular, organismo que litigará con laJunta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico por la competenciade sus funciones4• Igualmente, en Cataluña funcionaba la Dirección Gene-ral del Patrimonio Artístico y Científico con Viadiu i Vendrell al frente dela misma en Marzo de 19385•Como nombramiento aceptado entusiásticamente por la prensa destaca

el relativo al comunista José Renau como Director General de Bellas Artesen Septiembre de 19366• En varias manifestaciones Renau señala que acep-tó el cargo porque se trataba de un factor esencial en la elaboración de la

1 «Un Consejo Central de Archivos, Bibliotecas y Tesoro Artístico". ABC, Nº 10534,18 Febrero 1937, p. ll.

2 «Ha sido creado el Consejo de Bellas Artes y Artes Aplicadas». La Batalla, Nº 45, 23Septiembre 1936, p. 2.

3 «Quedan en suspenso todos los Patronatos de los Museos de Arte". Claridad, Nº105,5 Agosto 1936, p. 7.

«Se disuelve la Junta de Museos de Barcelona". El Sol, Nº 5910, 31 Julio 1936, p. 4.«Quedan disueltas todas las Academias dependientes de Instrucción Pública y se crea

el Instituto Nacional de Cultura". El Sol, Nº 5951, 17 Septiembre 1936, p. 3.4 «Asociación de Pintores y Escultores". El Socialista,Nº 8244, 17 Septiembre, 1936, p. 3.5 «El nou Director General del Patrimonio Historie, ArtÍstic i científico de Catalun-

ya". Última Hora, Nº 741, 7 Marzo 1938, p. 3.6 «En Valencia produce gran satisfacción el nombramiento del insigne artista nuestro

camarada Renau para la Dirección de Bellas Artes". Mundo OlTrero,Nº 214, 8 Septiembre1936, p. 2.

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nueva cultura del pueblo, convirtiéndose en uno de los artífices para laidentificación durante la guerra entre Cultura y República?

Sin embargo, los organismos que centran la atención de la prensa parala salvación del Tesoro serán sin lugar a dudas las Juntas. El 23 de Juliode 1936 se crea la Junta del Patrimonio Artístico Nacional, funcionandoal margen del Gobierno y de la Dirección General de Bellas Artes, den-tro del Ministerio Barnes Qulio-Septiembre 1936), luchando en sus atri-buciones con el Comité del Frente Popular, la CNT y la UGT8. Esta luchaiba a ser transformada el 2 de Agosto de este mismo año por Decreto deInstrucción Pública, variando su denominación al llamarse Junta deIncautación y Protección del Patrimonio Artístico, con Carlos Montillacomo Presidente. En Valencia, al lado del Gobierno, la Junta extiende suacción en la Junta Central de Incautación y Protección del Tesoro Artísti-co, creada en Abril de 1937, dependiente del Consejo Central y conTimoteo Pérez Rubio como presidente. En Madrid, la red se amplía conla Junta Delegada de .Defensa y con otras Juntas Delegadas en provincias,ambas presididas por el Consejo Provincial de Cultura. Igualmente exis-tía una serie de Subjuntas que dependían del Consejo Municipal de Cul-tura.

La misión de las Juntas queda definida como "provisional y meramenteejecutiva", dedicándose a «la incautación y conservación, en nombre delEstado, de todas las obras, muebles o inmuebles de interés artístico, históri-co o bibliográfico que en razón de las anormales circunstancias ofrezcan, asu juicio, peligro de ruina, pérdida o deterioro,,9.

La Junta Delegada de Madrid establece su domicilio en el Convento delas Descalzas Reales, junto con la Comisión Gestora del Cuerpo de Archive-ros, Bibliotecarios y Arqueólogos que lo hace en la Biblioteca Nacional,desde donde irradiarán los llamamientos a la colaboración en la recogidade obras de arte a Sindicatos, Organizaciones políticas y particulares, que-dando el Convento como depósito en un primer momento de las obras res-catadas y predestinado a futuro Museo religioso 10.

Destaca el carácter de emergencia de estos nuevos organismos que tie-nen que luchar contra las organizaciones obreras que desarrollaban unalabor autónoma de recogida, protección e inventario de las obras de arte yserá sumamente costoso lograr el deseo de unidad en la centralización delas estructuras y el control de los asuntos relacionados con el Patrimonio,que señalaba un triple objetivo: la recuperación de las obras de arte de las

7 RENAU;José. Arte en peligro 1936-1939. Ayuntamiento de Valencia, 1980.8 ÁLVAREZLOPERA,José. La política de Bienes Culturales del Gobierno Republicano durante

la Guerra Civil Española. Ministerio de Cultura, Madrid, 1982. Pp. 125-127.9 SARTO,Juan de. «Como conserva los Tesoros Artísticos de España la Junta creada

para su custodia». Blanco y Negro, Nº 17 (2365),2 Diciembre 1938.10 RIvA,José de la. «La revolución ha hecho de las Descalzas Reales un Museo de vida

monaca¡". Mundo Gráfico, Nº 1306, 11 Noviembre 1936, pp. 12-13.

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organizaciones obreras, la supresión de iniciativas de otros Ministerios y lacoordinación y centralización de las Juntas del Tesoro Artístico.Por estas razones, la prensa en repetidas ocasiones no cesa de delimitar

y confirmar las atribuciones de las Juntas, de la Dirección General de BellasArtes y del Ministerio de Instrucción Pública (o Hacienda, en su caso),como organismos supremos encargados de la protección del Patrimonio einstan a los diferentes organismos a entregar los objetos artísticos en elMuseo de Arte Moderno de Madridll. La prensa es abundante en la comu-nicación de todos los logros de las Juntas, refiriendo frecuentemente lalabor de las mismas como brazo de ejecución de la política cultural republi-cana. Se citan numerosas cifras de obras salvadas de Goya, El Greco, Salzi-110,Ribera, .... , primero a cargo de las incautaciones de laJunta de Incauta-ción y Protección del Patrimonio Artístico, ayudada por las milicias delFrente Popular. No obstante, esta labor de las Juntas es criticada por Emi-liano M. Aguilera en Octubre de 1936, como Presidente del Comité deIncautación de la Asociación de Pintores y Escultores. Discrepancia que esrecogida por El Socialista y El Sol, entre otros, señalando los aspectos positi-vos y las equivocaciones, siendo a su juicio la más señalada el deseo centra-lizador en la actuación de la misma. Igualmente, la prensa se hará eco dela respuesta del Presidente de la Junta, Carlos Montilla, poniendo de relie-ve el arduo trabajo de su organismo y la poca colaboración por parte deentidades como la representada por Aguilera12•La intensa labor de las Juntas termina prácticamente en Marzo de 1939

cuando se disuelve la Junta Central de Tesoro Artístico en Barcelona, cuyanoticia produce la confusión al entender la opinión pública que había sidoigualmente disuelta la Junta Delegada de Madrid, error que la propia pren-sa pasa a desmentir seguidamente, señalando la dependencia de la últimaJunta del Ministerio de Instrucción Pública y Sanidad13•

Las primeras medidas tomadas por las Juntas, la Dirección General deBellas Artes, y, por consiguiente, por el Ministerio de Instrucción Públicason las referentes a las incautaciones, tanto de edificios particulares y reli-giosos, como de colecciones de arte. El brazo fáctico para la ejecución deestas medidas van a ser los grupos de milicianos y las organizaciones delFrente Popular, que consideraban este tipo de operaciones como uno de

11 "La incautación de obras de arte sólo podrá efectuarla la Junta del Tesoro Artísti-co». El So~ Nº 81, 31 Agosto 1937, p. 2.

12 AGUILERA,Emiliano M. "La revolución y el arte. Aciertos y yerros de la Junta deIncautación y Protección del Tesoro Artístico». El Socialista, Nº 8268, 15 Octubre 1936.

"Réplica a un artículo. Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artísti-co». El Socialista, Nº 8270,17 Octubre 1936, Contraportada

13 «Disposiciones Oficiales. Se disuelve la Junta Central del Tesoro Artístico». El Socia-lista, Nº 9036, 2 Marzo 1939.

"Tesoro Artístico. La Junta de Madrid no ha sido disuelta». El Socialista, Nº 9037, 22Marzo 1939.

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los símbolos más visibles del poder popular, siendo las incautaciones másdirectas de la propia Junta las efectuadas sobre las obras depositadas en elBanco de España!4.

Los grados de incautación variaban: confiscación total, requisa temporal,intervención .... Este tipo de resoluciones es reflejado meticulosamente porla prensa durante los primeros meses de la guerra, cuando es mayor elnúmero de estas medidas, para estimular a la ayuda de la Junta, a la crea-ción de nuevos Museos y a la ampliación de los existentes. Entre las múlti-ples noticias de edificios incautados destacan: el Palacio de Medinaceli deMadrid, utilizado como Hospital de Sangre y a cargo de las Milicias Antifas-cistas!5;el Monasterio de Pedralbes y el Convento de Santa Clara de Catalu-ña, destinados ambos a futuros Museos!6; el Ateneo incauta el Círculo deBellas Artes de Madrid!? ... , y en Agosto de 1936 se firma el Decreto deIncautación de los Archivos Históricos y se nacionaliza el Gran Teatro deLiceo, el Círculo y el Conservatorio en Barcelona!8.

Esta ola de incautaciones se intentó frenar a mediados de Julio de 1936y con este fin se crea el 23 de Septiembre de este año la Caja General deReparaciones, estabilizándose la situación y recuperando el Gobiernomuchas de sus atribuciones, aunque las organizaciones obreras aún conti-nuaban realizando incautaciones!9.

La prensa republicana inicia al comienzo de la guerra una campañade intensa información y concienciación dirigida a la opinión públicasobre las medidas de salvamento adoptadas por el Ministerio de Instruc-ción Pública y los organismos pertinentes sobre el Patrimonio. La labor seexpresa a través de los hallazgos, repentinos o intencionados, de obrasartísticas, la catalogación y el inventario de los mismos, ayudando en latarea numerosos intelectuales, políticos y militares ... Se reconoce la impor-tancia de la confección de un inventario de todas las riquezas artísticasespañolas como el documento más importante en este campo desde elrealizado durante la creación del Museo de Prado y ahora llevado a cabopor artistas, profesionales y críticos de arte desinteresadamente al sermiembros de las Juntas20•

Llama primero la atención el salvamento de la colección de arte del Pala-cio de Liria durante su incendio en Diciembre de 1936 y por obra de los

14 Vid, ÁLVAREZLOPERA,José. Op. Cit.15 «El Palacio de Medinaceli convertido en Hospital de Sangre". Heraldo de Madrid,

Nº 15722, 24 Julio 1936, Contraportada.16 «Incautación del Monasterio de Pedralbes y del Convento de Santa Clara". ABC,

Nº 10353, 4 Agosto 1936-17 Claridad, Nº 92, 22 Julio 1936, p. 1.18 La Vanguardia, Nº 22590, 8 Agosto 1936, p. 4.19 Vid. ÁLVAREZLOPERA, José. Op. Cit.20 "Notas de Arte. El nuevo Tesoro Artístico Nacional y su custodia por los milicia-

nos". ABC, Nº 10350, 31 Julio 1936.

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Milicianos21; el Tesoro de la Catedral de Cuenca es igualmente puesto asalvo en Junio de 1937, debido sobre todo a la iniciativa de Emiliano Barral,como caso atípico donde confluyen el rigor y la entrega de la Junta, usán-dose como depósito el Palacio Arzobispal22; la suerte de las obras pictóricasdel Greco preocupan a la opinión pública y la prensa intercala en sus pági-nas toda suerte de aventuradas salvamentos de las mismas23; la protecciónde los volúmenes de las bibliotecas bombardeadas correspondía a un grupoformado por filósofos, científicos y estudiantes, formado en Agosto de 1937y dedicado a clasificar, restaurar y catalogar libros recuperados como porejemplo la Biblia de Arias Montano, entre otras, enviando más tarde rela-ciones detalladas a la Biblioteca Nacional, Junta de Incautación y Protec-ción del Patrimonio Artístico y la Junta de Compras del propio Grup024.En Mayo de 1938 el Patronato Nacional de Turismo edita el folleto titu-

lado 9 Obras de arte salvadas de cara a su propaganda al exterior, que acom-paña los lanzamientos sucesivos de los folletos de la Junta Central del Teso-ro Artístico desde Julio de 1937 con el fin de contrarrestar la propagandanacional, pero no obstante, la prensa apenas se hace eco de los últimos, yaque su principal canal de difusión va a ser el conjunto de exposiciones y lainformación al exterior.Las publicaciones periódicas van a ser recurrentes en lo que respecta a

las medidas de protección establecidas por la Dirección General de BellasArtes/Ministerio de Instrucción Pública-pueblo en armas. El Director Gene-ral de Bellas Artes, José Renau, en Junio:Julio de 1937, dio una conferenciatitulada «La protección de obras de arte en España», que es recogida ycomentada por la prensa25• Anteriormente, el museógrafo griego M. Fondu-kidis había impulsado a Renau para que impartiera dicha conferencia, enla que se puso de relieve la acción de las Juntas y sobre todo la colabora-ción del pueblo, en unos sistemas de seguridad fundamentalmente improvi-sados26•La ofensiva en la concienciación de la población para la conservación

de todo tipo de arte comienza y continúa siendo intensa durante toda lacontienda en la prensa republicana, poniendo como odioso equivalente la

21 «La colección de arte del Palacio de Liria. Fue salvada por los milicianos de la bar-barie fascista». ABC, N° 10478, 19 Diciembre 1936, p. 5.

22 «El Tesoro de la Catedral de Cuenca ha sido puesto a salvo». ABC, NQ10627, 4Junio 1937, pp. 7 Y 8.

23 PERUCHO,A. «Como los milicianos han salvado tres obras del Greco». El Heraldo deMadrid, N° 15725, 27 Julio 1936, p. 12.

24 «Los reportajes de guerra de Heraldo. El salvamento de las bibliotecas bombardea-das. Valiosos grabados antiguos entre la chatarra». Heraldo de Madrid, NQ16124, 15 Octu-bre 1937, Contraportada.

25 «Una conferencia del Director de Bellas Artes en París». ABC, NQ10677, 31 Julio1937, p. 8.

26 Vid. RENAU,José. Op. Cit.

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destrucción sistemática fascista y ensalzando el caso del pueblo que protegeel arte, «Hay que salvar la cultura, hay que salvar las obras de arte de todonuestro territorio nacional ( ... ) Que ningún valor se pierda, que nada sedestruya»27; «es preferible vivir en la pobreza durante unos años a enajenarnuestro tesoro artÍstico»28;ante la incautación y custodia del Palacio de Liriapor las Milicias, que es considerada ejemplo paradigmático del cuidadoartístico revolucionario leemos «No somos nosotros, la clase obrera y lasmasas populares los enemigos del arte y del progreso; son los señoritos feu-dales, los reaccionarios levantados en armas contra el pueblo laborioso losque no vacilan para mantener sus privilegios e implantar el régimen fascistadel hambre, el crimen y la guerra, en destruir pueblos enteros, inundar desangre y miseria el país. Son ellos, en España como en Alemania, los ene-migos del progreso y la cultura»29.

Los reportajes gráficos y las noticias sobre las medidas tomadas para lasalvaguarda del Tesoro Artístico son legión. La Junta de Incautación en losprimeros momentos de la guerra certifica la buena conservación del Pala-cio de Fernán Núñez, de Liria ... ; las fuentes madrileñas como Cibeles, Nep-tuno y Apolo ven la construcción de parapetos protectores; la Plaza Mayory el Banco de España son protegidos por sacos terreros; 'se vela por la facha-da del Hospicio madrileño; las estatuas más relevantes, entre ellas la ecues-tre de Felipe IV se protege debidamente; el Palacio de Oriente es objeto deuna atenta conservación que sin embargo no puede evitar los numerososdaños que recibió durante la contienda; se hace campaña para la preserva-ción del Museo del Prado; se teme por monumentos y recintos como laGiralda sevillana, la Alhambra granadina, etc ...

Con el objetivo de llegar hasta las zonas más periféricas se requiere lacolaboración de los alcaldes para la protección del Patrimonio, instándolesa la formación a través de grupos de expertos para la salvaguarda de lasobras artísticas. A esta iniciativa se suma el Colegio de Arquitectos que ofre-ce al Gobierno sus servicios para la defensa del Patrimonio, junto con elSindicato de Artistas Pintores y Escultores de Cataluña, que brinda «su ase-soramiento técnico y revolucionario para los monumentos que quedan»30.

Los depósitos fundamentales donde se van a destinar los objetos artísti-cos recogidos serán en principio el Convento de las Descalzas Reales, queal ser bombardeado, laJunta domiciliada en el mismo se trasladará al Museo

27 «Sección Autónoma de Artes Plásticas. Reflexiones.». Ateneo Popular Valenciano,Febrero 1938, p. 3.

28 GALERÓNEGAÑA,E. «La Fábrica Nacional de Tapices». Blanco y Negro, Nº 16 (2364),1 Diciembre 1938.

29 «Una comunicación y un comentario. El pueblo vela por el Tesoro Artístico Nacio-na!». Claridad Nº 107, 7 Agosto 1936, p. e.

30 «El colegio de arquitectos se ofrece al gobierno». El Sol, Nº 5908, 29 Julio 1936, p. 4.«Ofrecimiento del Sindicato de Artistas Pintores y Escultores de Cataluña». La Bata-

lla, Nº 23, 28 Agosto 1936 (?), p. 3.

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Arqueológico de Madrid que conservará depósitos hasta el final de la gue-rra. Otros depósitos de Madrid serán el Museo del Prado, el Museo de laArmería, Palacio de Oriente (Palacio Nacional), la Iglesia de San Franciscoel Grande, la Biblioteca Nacional con sus sótanos y la sala de Carlos III, elMuseo y Hemeroteca Municipal, el Archivo Histórico Nacional para losdocumentos, el Museo Militar, la Iglesia de Santa Bárbara, etc ...31• En pro-vincias variaban sus situaciones: polvorines de la Base Naval de Cartagena ylas cuevas de la Algamera para Alicante; el castillo de Figueras y las Minasde Talco de La Vajol, en Cataluña; el convento de las Bernardas en Alcaláde Henares; el Museo de Bellas Artes, el Arqueológico y la catedral de Ali-cante para la región murciana ...32•Al comienzo de la guerra la prensa refleja la reacción extranjera ante la

posible amenaza de destrucción y pérdida del Tesoro español e informa delproyecto de la Sociedad de Naciones para la salvaguarda de los monumen-tos españoles, admitiendo la necesidad de formación de un Comité NeutralTécnico33• La política de defensa de bienes culturales de la República espa-ñola, según la prensa, respeta las normas dadas a tal efecto por el Buró Inter-nacional de Museos de Ginebra, añadiendo una gran carga de improvisa-ción, que es aceptada por la Oficina Internacional de Museos y recogida enla revista Museum, decidiendo el gobierno de la República al final de la con-tienda poner las obras de arte bajo la custodia de la Sociedad de Naciones34•Para la comprobación de la perfecta protección del Patrimonio, la Junta

Central invita a diferentes y relevantes personalidades extranjeras a la visitade los depósitos de las obras recogidas y el consiguiente de los rumoresenemigos sobre la destrucción y enajenación por parte de la República desu Tesoro Artístico. Así, entre numerosas reseñas, la prensa recoge la visitadel ex Director del Museo Británico, Sir Frederic Kenyon y del Conserva-dor de la Colección Wallace, James G. Mann, en el verano de 1937, comocertificación de la correcta conservación del Tesoro, sobre todo destacándo-se la carta que el primero dirigió a Timoteo Pérez Rubio en agradecimein-to a la invitación y la expresión del cuidado y celo puestos en la vigilanciadel Patrimonio, declaraciones que serán expresadas en la prensa inglesamás conservadora, como es el caso de The Times35•

31 "Una entrevista con el Presidente de laJunta de Defensa del Tesoro Artístico Nacio-nal. Ante el peligro del criminal bombardeo faccioso, ha sido necesario trasladar a lugarseguro las magníficas obras de que es depositaria la Junta». El So~ Nº 6030, 10 Diciembre1936.

32 "La conservación de las obras de arte en Valencia». Claridad, Nº 875, 24 Diciembre1938, p. 3.

33 "La Comisión política de la Sociedad de Naciones trata de poner en práctica la sal-vación de los monumentos españoles». Heraldo de Madrid, Nº 15786, 6 Octubre 1936, p. 1.

34 '1unta Central de Protección del Tesoro Artístico. La referencia de su última reu-nión». Adelante, N° 280, 26 Diciembre 1937, p. 3.

35 "El Tesoro Artístico de España está bien guardado, así lo atestiguan los técnicosingleses». ABC, Nº 10699, 24 Agosto 1937, p. 9.

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Sin embargo, no toda la prensa acoge favorablemente la llegada de estosbritánicos, ya que algunos periódicos les acusan por exceso de «hipersensi-bilidad artística», calificándoles de «Los Santos Tomases de nuestro TesoroArtístico», que visitan España «para comprobar con sus ojos la verdad de lasafirmaciones que les han hecho respecto a la suerte de nuestro Tesoro Artís-tico ( ... ) Es decir, que han venido porque no se fían de nuestra palabra.Necesitan ver y tocar para creer»36.

El Monasterio de El Escorial acoge varias visitas durante el año 1938, laprimera es la efectuada por una misión de intelectuales integrada por variosrepresentantes religiosos y el Presidente del Comité Mundial de Amigos deAyuda a España. La prensa es unánime al reconocer las opiniones de estospersonajes en cuanto a la aceptación en la conservación del Patrimonio acargo a la República. Visita por otra parte claramente propagandística de caraal exterior, al ser organizada por la Alianza de Intelectuales Antifascistas37.

Asimismo, la prensa se convierte en portavoz de los desmentidos de losrumores del enemigo sobre acciones destructoras del gobierno, como porejemplo los difundidos con motivo de la destrucción del Palacio de Liria yel bombardeo del Museo del Prad038, poniéndose como contraste la protec-ción del Patrimonio por parte del pueblo y en Junio de 1937 la Exposiciónde cuadros del Museo del Prado en París, para la confirmación ante elmundo del celo protector de la República39. Intelectuales y artistas extranje-ros se adhieren a la causa española y manifestan su preocupación ante laamenaza de destrucción de su riqueza artística y los periódicos recibenmanifestaciones como la petición dirigida a Chamberlain por más de sete-cientos escritores y artistas mundiales para la dotación de medios de ayudaa la causa española40, entre otras.

Ante los continuos bombardeos aéreos de la aviación nacional sobreMadrid, el implacable invierno y la inseguridad y ausencia de depósitos enla capital de la República, la Junta Delegada de Madrid decidió evacuar lasprincipales obras de arte a Valencia en el otoño de 1937, publicando elfolleto ¿Por qué ha salido de Madrid el TesoroArtístico?, exponiéndose las razo-nes de la evacuación de las obras de arté1• La prensa da información sobre

36 «Los Santos Tomases de nuestro Tesoro Artístico». La Vanguardia, Nº 22907, 13Agosto 1937, p. 1. .

37 «Una misión de intelectuales extranjeros visita los monumentos de El Escorial».Heraldo de Madrid, Nº 16418, 15 Septiembre 1938, p. 3.

38 «Patrañas de los facciosos. Ahora resulta que hemos sido nosotros los que hemosdestruido y bombardeado el Museo del Prado». Adelante, Nº 4, 5 Febrero 1937, p. 1.

39 «Para salvar las joyas artísticas de la barbarie fascista. La Exposición de cuadros delMuseo del Prado. En París constituye una prueba de la preocupación del pueblo de libraresas obras del moderno vandalismo». Heraldo de Madrid, Nº 16012, 10 Junio 1937, p. 4.

40 «En favor de nuestra causa más de 700 escritores y artistas se dirigen a Chamber-lain para que facilite a España los medios defensivos que precisa». El Diluvio, Nº 201, 1Septiembre 1938, p. 1.

41 Vid. ÁLvAREZLOPERA,José. Op. Cito

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estas sucesivas operaciones y es particularmente reseñable un artículo fir-mado por Rafael Alberti en El Mono Azul, titulado «Mi última visita al Museodel Prado», donde nostálgicamente narra la visita junto con María TeresaLeón a los depósitos de este centr042. Con anterioridad se destaca la laborde evacuación del Quinto Regimiento de Milicias Populares en el trasladode los fondos de la Biblioteca Nacional de Madrid43.

Durante el desarrollo de la contienda sobresale la actuación del Comitéde Reforma, Reconstrucción y Saneamiento de Madrid, con Julián Besteiroal frente desde Junio de 1937, contemplando en el verano de este año lafusión de las Brigadas de Socorro contra bombardeos que funcionabandependientes de la Dirección de Arquitectura Municipal y la Comandanciade Obras y Fortificaciones, junto con la activa reorganización en la protec-ción de monumentos desarrollada en el plan de trabajo de defensa de losmonumentos de Madrid, debiéndose a éstos fundamentalmente las fortifica-ciones de las fuentes madrileñas44.

Las actividades de este Comité corren parejas a los postulados y propues-tas de la Arquitectura de estos momentos y dentro del mismo es necesariodestacar como un miembro sobresaliente a GarCÍa Mercadal, que aprove-chando los cambios obligados a los que se ve sometido el Madrid bélico,señala la necesidad de reformar la capital con el fin de «satisfacer las nece-sidades que han de presentarse después de la guerra, de f~ar los elementosbásicos con que cuenta la capital para su desenvolvimiento y de establecerlas condiciones precisas para que este desarrollo de Madrid tenga un trámi-te normal. La obra del Comité hay que medirla, más por los males que haevitado que por las obras vistas realizadas» , centrándose en la confecciónde un plan para la destruida iglesia de San Sebastián en el castigado barriomadrileño de Argüelles, que incluía su reconstrucción y el levantamientoen la misma de una capilla de actores y anejo a ella un pequeño Museo deArquitectura Madrileña, todo ello dentro de un nuevo trazado de la calle45.

En general es esperanzador el conjunto de proyectos para el futuro quese intercala en las páginas de la prensa. A pesar de la destrucción sembra-da: «España levantará sobre las ruinas altivas torres que volverán a ser hos-pitales y escuelas, y universidades y palacios de arte. Maravillas inéditas rea-nudarán la tradición cultural de nuestro pueblo»46. Se afirma la necesidad

42 El Mono Azu~ Nº 18, Mayo 1937, p. 1.43 «Llegan a Valencia varios camiones con obras de arte y libros evacuados de la

Biblioteca Nacional de Madrid". Heraldo de Madrid, Nº 15836, 27 Noviembre 1936, Con-traportada.

44 «Comité de Reforma, Reconstrucción y Saneamiento de Madrid. Se adoptan inte-resantes acuerdos sobre los trabajos. Defensa de monumentos artísticos". Heraldo deMadrid, Nº 16044, 16 Julio 1937, p. 3.

45 CALVO,Maximiliano. «Hombres, ciudades, epopeyas. Historia y escombros". Blancoy Negro, Nº 5 (2353), 15 Junio 1938.

46 PEIDRO,Víctor. «La guerra a través del arte". Avance, Nº 212, 11 Junio 1937, p. 2.

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de reconstruir instituciones como Academias, Universidades, Escuelas:«Cuando la paz vuelva a reinar en España y Madrid recobre la normalidady se dedique a reconstruir los millares de edificios hundidos o destrozadospor los proyectiles de la barbarie, habrá también que derribar y reconstruirmuchas instituciones caducas y dará nuevo ritmo, un ritmo en concordan-cia con el tiempo, a las antiguas Academias, Fábricas fundamentales de lacultura patria»47.

Una de las tareas emprendidas por el Comité de Reforma, Reconstruc-ción y Saneamiento de Madrid fue la publicación del Plan Regional deMadrid, digno de destacarse como propuesta para el futuro y quizá supon-ga un deseo de testimonio ante la Historia de su actitud, de su postura anteel hecho urbano, como prueba última de un trabajo iniciado por este Comi-té en 193748•

Otro de los aspectos positivos durante la contienda continuamente desta-cado en la prensa será la creación de Museos a la par del conflicto bélico. EnAgosto de 1936 se inaugura en la villa «Cau Ferrat» de Santiago Rusiñol enla localidad de Sitges el Museo Maricel, con obras del pintor catalán y cua-dros del Greco comprados por él mism049. A propuesta del Capitán de laMarina Mercante, Fernando Arranz de la CNT y aprobado por Ventura Gas-sol, nace en Septiembre de 1937, instalado en las Atarazanas catalanas, elMuseo Marítimo de Cataluña50• Es particularmente reseñada la nueva estruc-tura de Museos valencianos propuesta por el Director General de Bellas Artes,José Renau y aplaudida por el Presidente de la Junta Delegada del TesoroArtístico Nacional en Valencia, Sánchez Roda, quedando la Casa de Carocomo Casa del Pintor López y Museo Romántico; el Palacio de Dos Aguas,Museo de Arte Barroco, Rococó, Traje Regional y Cerámica y más adelante,el Ayuntamiento valenciano cede en Octubre de 1937 al Consejo Municipalde Valencia el mencionado Palacio para la instalación de un Museo de ArtesDecorativas51; la Iglesia del Milagro, Museo de Azulejería y Retablos; el Jar-dín de Monforte, Museo del Abanico hasta 1850; el Museo de Bellas Artes,desde los primitivos hasta Gaya; el Museo de Arte Moderno, desde Ferrándiza los contemporáneos y el proyecto de creación de un Museo de nueva plan-ta, dedicado íntegramente a las manifestaciones artísticas valencianas, con ladotación de un presupuesto de quince millones de pesetas52•

47 XXX «Los cascotes de la Academia». Blanco y Negro, Nº 2, Mayo 1938.48 AA.VV. «Madrid, urbanismo y gestión municipal 1920-1940». Ayuntamiento de

Madrid, 1984. Pp. 107-11449 «En Sitges se ha inaugurado el Museo Marice!. Honrando a la memoria de Santia-

go Rusiñol». Barcelona Atracción, Agosto 1936, pp. 232-237.50 «El Museo Marítimo de Cataluña. Obra de Alta Cultura, creada entre los dolores

de la guerra». Crónica, Nº 411, 26 Septiembre 1937, pp. 3-5.51 «Otras noticias políticas. Para instalar un Museo de Artes Decorativas». ABC, Nº

10758, 31 Octubre 1937, p. 4.52 «En defensa del arte valenciano. Un proyecto de Museo para instalar nuestro Patri-

monio Artístico y Folklórico». Adelante, Nº 356, 25 Marzo 1938, p. 2.

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El Comisario General de Museos, Pedro Corominas, comunica a la pren-sa la creación de nuevos Museos en Cataluña y la estructuración definitivade los existentes, quedando en Tarragona el Museo de Arte Romano; enReus, el Museo del Mueble; en Gerona, el Museo Medieval y de los payesesde «remen{:a»; en Tortosa, el Museo del Archivo y completando la lista, elMuseo de Vich53.En Noviembre de 1938, el Museo Histórico Militar se frac-ciona en tres Secciones: Madrid, Valencia y Barcelona, regentadas por unaDirección General en Barcelona y una Subdirección para cada una de ellasy todo el conjunto bajo el Ministerio de Defensa que gobernará por inter-medio de la Subsecretaria de Tierra54.Asimismo, las páginas de prensa sirven de estímulo para la formulación

de numerosos proyectos altamente optimistas y filantrópicos, como son losreferentes al uso de numerosos edificios nobles y religiosos destinados a ins-tituciones benéficas y sociales durante la guerra y el destino de los mismospara diferentes utilizaciones de atención personal. Tal es el caso de la Ala-meda de Osuna que es disfrutada como guardería infantil durante la gue-rra y se proyecta para el mismo fin al final de la lucha55; el Palacio de Láza-ro Galdeano es destinado a Hogar de Actor56; el Convento de las MonjasTrinitarias de Madrid se convierte en residencia de milicianos57...

Un capítulo sobradamente destacado en torno al saqueo del PatrimonioHistórico Español es el relativo a las supuestas ventas ilegales de objetosartísticos, como es el caso de la presunta venta en Londres, durante la pri-mavera de 1937, de la celebérrima obra del Greco, «El entierro del Condede Orgaz»58; el financiero Juan March es denunciado por la venta de ex-votos y del tesoro de la zaragozana Virgen del Pilar, en una operación reali-zada en Londres por mediación de un negociante en joyas de Amsterdamen Barcelona y se presume lo similar en lo relativo a las joyas desaparecidasde las Catedrales de Sevilla, Córdoba, Granada, Burgos y León, enviadas aHolanda, Bélgica y Alemania59.

«Notas de Levante. Proyecto para el Museo de Arte Regional Valenciano» La Vanguardia,Nº 23102, 29 Marzo 1938, p. 8.

53 "Actuación de una Comisaría General. El Tesoro Artístico de Cataluña. Proyectode creación de nuevos Müseos, en Tarragona, Reus, Gerona, Tortosa». La Vanguardia, Nº22643,9 Octubre 1936, p. 2.

54 «Disposiciones oficiales. El Museo Histórico Militar quedará fraccionado en tresMuseos de Guerra». El Socialista, Nº 8949, 24 Noviembre 1938.

55 CARABIAS, Josefina. "La Alameda de Osuna va a ser para los niños». Mundo Gráfico,Nº 1299, 23 Septiembre 1936, pp. 8-9.

56 «Gracias a la «salvajada» militarista, los artistas españoles tienen ya el hogar delactor». Heraldo de Madrid, Nº 15723,29 Julio 1936, p. 9.

57 «El antiguo convento de las Monjas Trinitarias es hoy magnífica residencia de mili-cianos». El Sol, Nº 5927, 20 Agosto 1936, p. 2.

58 «jA ése!. «El entierro del Conde de Orgaz». «Ese» es el General Franco que vendelas obras de arte robadas a la nación». ABe, Nº 10592, 25 Abril 1937, p. 10.

59 "El contrabandista March ya se ha cobrado. Tiene en su poder casi todo el Tesorode la Virgen del Pilar». Las Noticias, Nº 13980, 13 Febrero 1937, p. 1.

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Las Galerías Thomas Harris de Londres serán el escenario de una espec-tacular venta de obras de Ribera, Valdés Leal, El Greco, Gaya, Antonio delCastillo, Zurbarán, Murillo, etc., en la primavera de 1937, a cargo de los«nacionales», hecho tremendamente condenado por la prensa como signode traición e ilegalidad por parte del enemigo y de indiferencia y consenti-miento por parte de Inglaterra6o. En Agosto de 1938, de nuevo Londresacoge la venta ilegal de obras españolas extraídas de la península ibéricapor militares enemigos y denunciada por la prensa extranjera (New YorkPost, fundamentalmente), hecho que pasa a ser difundido por las publica-ciones periódicas, como producto del saqueo sistemático de Museos y Cate-drales61.

Los puertos españoles como Bilbao y Gijón servirán para los intentos desalida de bienes patrimoniales al extranjero, con obras de Picasso, Zuloaga,Iturrino, etc ... ,y las operaciones de captura de los mismos es consecuente-mente puesta de relieve por la prensa republicana, acusándose a determi-nadas personalidades, como al Duque de Alba, presunto autor de la ventaal extranjero de unas obras desaparecidas del Palacio de Liria62.

Frecuentemente aparece la noticia de intentos fallidos de salida ilegaldel Tesoro Artístico de España por parte de particulares, valorándose lalabor de rescate del mismo a cargo de efectivos policiales. Incluso se expre-sa la reacción condenatoria de la odiada iglesia con respecto a los saqueoslucrativos del bando nacional en el caso de las joyas del Obispado de Bar-bastro, halladas en la frontera francesa63. En la misma línea, el gobiernoespañol, -y la prensa como su portavoz-, son consecuentes con el valor eco-nómico que supondría la venta de parte del Patrimonio Histórico: «Nopuede darse una cifra global del valor del Tesoro Artístico de España, pueséste es incalculable. Si se vendiesen algunos tapices se podría obtener 2660millones de francos», que podrían ayudar a mantener la guerra contra elenemigo durante diez años, pero «ni que decir tiene que el pueblo sabríaresistirlos también sin desprenderse del Tesoro Artístico de su civilización»64.

60 SALABLANCH,Raimundo. «No es la primera vez que los «nacionales» españolesvenden en pública subasta las joyas picóricas de nuestro arte». Adelante, Nº 73, 27 Abril1937 (?), pp. 1-5.

6l «Traidores y lado res. Ventas de obras de arte robadas a los Museos y Catedrales».El Socialista, NO8857, II Agosto 1938.

62 «Sólo el Gobierno Español es soberano y tiene derecho a salvar el Patrimonio artís-tico a él confiado. Las cajas con obras artísticas que salieron de Gijón y han sido desver-gonzadamente reclamadas por los facciosos serán entregadas al Gobierno legítimo». Cla-ridad, Nº 540, 8 Diciembre 1937, p. 1.

«El ex-Duque de Alba, extranjerismo y cretinismo». Heraldo de Madrid, Nº 15914, 18Febrero 1937, pp. 4-5.

63 «Los curas empiezan a condenar los procedimientos de los facciosos. Las joyas delObispado de Barbastro». ABC, Nº 10527, 10 Febrero 1937, p. 8.

64 FERÁNOEZALoANA.«Reservas de España. Nuestro Tesoro Artístico nos permitiríaresistir diez años de guerra». UmÚTal, Nº 9, 4 Septiembre 1937, pp. 8-9.

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Para terminar hay que señalar que una gran parte de la prensa difundepormenorizadamente los resultados de las acciones bélicas sistemáticas sobreel Patrimonio Histórico inmueble urbano y rural, enviándose al lector unaimagen casi apocalíptica de una España que ve derrumbarse sus monumen-tos históricos más emblemáticos. Se proyecta la visión del invasor extranjerosaqueador de iglesias65y de una aviación enemiga asolando el Museo delPrado, hecho que provoca la desolación de José Bergamín, que en la revistaMadrid contempla como un atentado de gran magnitud a la cultura españo-la e internacional y observa con nostalgia el vacío de sus salas: ,,¡Museo delPrado de Madrid!. Nunca como ahora interrogaste al hombre pasajero, conun lenguaje tan maravilloso, como el del retablo cervantino, porque tehaces más que nunca hoy, el Museo de las Maravillas».66La ermita de San Isidro y los frescos de Gaya se convierten en objetivo

bélico y la prensa se sensibiliza ante los continuos deterioros que sufre laobra, lamentándose ante el estado ruinoso de la misma67. El ataque por laartillería enemiga al Archivo Histórico Nacional es considerado por la pren-sa como una demostración del odio a la cultura por parte del fascismo68 ycomo prueba de la más absoluta crueldad enemiga se resalta el incendiodel Hospital de San Carlos de Madrid, narrado por el Decano de la Facul-tad de Medicina, en el sangriento Noviembre madrileño de 193669.Sin embargo, la propia prensa no oculta las noticias de la destrucción

de buena parte del Patrimonio Histórico a cargo de las fuerzas militares dela República, ya que por encima de la conservación de toda la riqueza seencuentra el deseo de la victoria y de la vida, no eludiéndose la lucha en elmonumento artístico como es el caso de la Catedral de Oviedo, bombarde-ada en Octubre de 19367°; en este mismo mes se ve con buenos ojos elderrumbamiento de la Iglesia del Buen Suceso de Barcelona con fines béli-COS7l; en el verano de 1936, la aviación leal bombardea el Templo del Pilarde Zaragoza72; Claridad se vanagloria de la voladura de la Escuela de Arqui-tectura de la Ciudad Universitaria madirleña en Marzo de 193773; la torre

65 "Los moros que vienen a defender la religión saquean las iglesias». ABC, NQ10366,19 Agosto 1936, p. 12.

66 BERGAMÍN,José."El Museo de las Maravillas». Madrid, NQ2, Mayo 1938, pp. 367-371.67 "Comentario del día. Franco bombardeará San Isidro». Adelante, NQ84, 9 Mayo

1937, p. 3.68 "Odio a la cultura. El Archivo Histórico Nacional objetivo de la artillería fascista».

El Socialista, NQ8552, 25 Agosto 1937, p. 2.69 "El incendio de San Carlos. Relato del Decano de la Facultad». ABC, NQ10456, 26

Noviembre 1936, p. 6.70 «En Oviedo nuestras fuerzas, después de tomar dos cuarteles y otros focos rebel-

des, han comenzado el bombardeo de la catedral». ABC, NQ10415, 15 Octubre 1936.71 ABC, NQ10403, 1 Octubre 1936.72 «Nuestros aviadores bombardean (... ) y el templo del Pilar de Zaragoza». El Sol,

NQ5913, 4 Agosto 1936.73 «Impresión del día. En la Ciudad Universitaria volamos la Escuela de Arquitectu-

ra». Claridad, NQ303, 11 Marzo 1937.

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de la Catedral de Huesca destruida por las fuerzas republicanas en Juniode 1937 se considera una victoria sobre el enemigo que permanecía en la

• 74mIsma ...Finalmente y como dato sorprendente sobresale una noticia ofrecida

como ejemplo moralizante por la prensa, y es ésta la reconstrucción de lallamada «Puerta de España» en Orán, solicitada por el Gobernador Generalde Argelia a la Junta Central del Tesoro Artístico y encargada al grupo dearqueólogos encabezados por Gómez Moreno en Marzo de 1938: «Es alta-mente aleccionador constatar que ahora, precisamente cuando con mássaña y barbarie la aviación ítalo-germana destruye nuestros monumentoscon los bombardeos de ciudades y pueblos, se ayuda desde la España leal ala reconstrucción de un monumento de un país amigo»75.

74 «La torre de la catedral, atalaya que fue de los rebeldes, destruida por nuestraaviación». ABe, Nº 119, 19Junio 1937, p. 3.

75 «( ... )Nos destruyen nuestros monumentos y ayudamos a reconstruir los de fuera».La Vanguardia, Nº 23103, 30 Marzo 1938, p. 5.

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Aproximación a la gestión de museos:Una comparación entre

el Museo Arqueológico Nacionaly el Musée des Antiquités Nationales

de Saint Germain-en-Laye

AMPARO BARTOLOMÉ

PALOMA MARTÍN ARREDONDO

El presente artículo tiene su origen en un trabajo de las autoras realizadodurante el curso 1995-1996 para l'Ecole du Louvre en París. La estancia enaquel centro para realizar estudios de Museología nos permitió aproximarnosal tema de la gestión de museos, el cual nos parece de especial interés, por per-mitir la reflexión sobre los tipos y problemas de funcionamiento de estas ins-tituciones, así como la programación de nuevos objetivos. Al mismo tiempo,consideramos que tiene un cierto interés añadido por tratarse de un estudiocomparativo que implica, no sólo a un museo extranjero, sino a las institucio-nes y normativas jurídicas y administrativas involucradas en su funcionamien-to y que son las equivalentes de las existentes en España. Este breve estudio esuna síntesis de aquel trabajo y va acompañado por una selecta bibliografíasobre el tema.

Varios son los puntos en común que convierten al Musée des AntiquítésNationales (MAN) de St.Germain-en-Laye y al Museo Arqueológico Nacional(MAN) de Madrid en instituciones museales comparables. En primer lugar, setrata en ambos casos de museos nacionales gestionados por el estado y conuna vocación, quizá más marcada en el centro francés, de consagrarse a laarqueología del territorio nacional. Los gabinetes de curiosidades y las colec-

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ciones que desde los siglos XVII y XVIII reunían objetos de distinta naturale-za constituyen el origen de sus colecciones -heterogéneas, sobre todo en elmuseo español-o La aparición de los dos centros en el siglo XIX viene ligada,por una parte, a su función primordial de servir a la investigación sobre elpasado y, por otra, a su emplazamiento en unos edificios clasificados actual-mente como «monumento histórico», con las ventajas e inconvenientes obviosque este hecho puede acarrear.

No obstante, pese a las similitudes anteriormente mencionadas, los dos paí-ses en que se sitúan nuestros museos marcan las diferencias. Tanto en Franciacomo en España, el Estado siempre se ha involucrado en los asuntos de cultu-ra, en general con medidas que podrían considerarse proteccionistas, pero latradición de planificar una política o una intervención cultural globalmente,a nivel estatal, existe en Francia y no tiene aún parangón en nuestro país.

Por otra parte, las instituciones culturales han respondido a ritmos distin-tos ante las nuevas obligaciones impuestas por la cultura de masas y por el cre-cimiento veloz de los procedimientos de difusión a las mismas. Si el tema dela gestión de museos ha adquirido una mayor relevancia, ello se debe en cier-ta medida a que, como toda institución cultural, el número de servicios queaquellos están llamados a ofrecer ha aumentado, incluso en los que no tienenun fin lucrativo y son gestionados por el Estado. Se trata, por tanto, de conse-guir mayor agilidad ante las necesidades de cambio pero, ¿cuáles son losmedios que pueden proporcionar esa rapidez de respuesta ante las nuevasdemandas sociales?

EL ESTATUTO JURÍDICO DE LOS MUSEOS YSU EVOLUCIÓN

Para lograr una mejor gestión y responder a la cada vez mayor especifici-dad de sus funciones y tareas, en los museos se ha dado una evolución de susestatutos jurídicos: pero veremos que es sobre todo en Francia, donde existeuna gran tradición de reglamentación en materia cultural, donde dicha evo-lución ha tenido mayor impulso y ha estado guiada por un conocimiento másprofundo de las necesidades de las instituciones a las que concierne.

Efectivamente, si se observan los esquemas de los diversos estatutos jurídi-cos existentes en los dos países (ver anexos ps.7-8), en seguida se puede apre-ciar la mayor diversidad de los franceses. De hecho, en España sólo existe undocumento referido a los museos, que es el «Reglamento de Museos delEstado y del Sistema Español de Museos», cuyo origen está en el Real Decretode 1987 que siguió a la Ley de Patrimonio de 1985.

La razón de esta diferencia se remonta a las distintas competencias atri-buídas, por un lado a la Direction des Musées de France (DMF) y por otro, asu homóloga española, la Subdirección General de Museos Estatales. La direc-ción francesa se ocupa, de manera muy autónoma, de poner en marcha lapolítica museística general del Estado, tiene servicios de asesoramiento en

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APROXIMACIÓN A LA GESTIÓN DE MUSEOS 189

diversos campos y mantiene incluso un control sobre los museos de las colec-tividades territoriales. A la Subdirección General de Museos del Estado(SGME), por su parte, le corresponde, según el Real Decreto 1887/1996 de 2de agosto, la gestión de los museos de titularidad estatal, y el asesoramientorespecto de aquellos de titularidad estatal dependientes de otros ministerios,salvo que dicha gestión sea objeto de convenio con las ComunidadesAutónomas; aparentemente, sin embargo, la Subdirección no goza de unaestructura que le permita la cercanía necesaria para estudiar en detalle lasnecesidades de cada museo a su cargo.

En el caso de nuestros dos museos, el estatuto u organización jurídica vigen-te se remonta para ambos al año 1993: pero, mientras que en el museo deSt.Germain-en-Laye dicha fecha significa realmente el paso de «service exté-rieur"! a «centre de responsabilité,,2, en el Museo Arqueológico Nacional tansólo se produjo una reorganización3. En efecto, el museo madrileño sufrió dichocambio al mismo tiempo que otros dos museos (el Museo de América y el MuseoNacional de Antropología, creado en ese mismo momento, lo que evidente'mente impidió una real apreciación de las necesidades particulares del museo.

¿Cuáles fueron las causas de la renovación administrativa en los dos muse-os que nos ocupan? Durante los años 80, tanto en la institución francesacomo en la española se pusieron de manifiesto ciertas necesidades. Los nive-les de frecuentación de público de la época fueron altos en ambas yeso moti-vó por su parte un loable interés por los temas de mediación y comunicación.A la realización de varias exposiciones temporales exitosas -e incluso la aper-tura de una nueva sala en St.Germain- siguió en cada museo la elaboraciónde estudios de público, asi como la puesta en marcha de diversos programasde animación pedagógica y cultural.

A finales de la década se frenaron las actividades de los dos museos, peroal mismo tiempo se observaron ciertas necesidades en cada uno, relativas a losservicios ofrecidos al público: sobre todo la ampliación de los horarios deapertura y la mejora del personal de acogida y vigilancia, asi como nuevosequipamientos e instalaciones museográficas.

LA REORGANIZACIÓNDE 1993, ¿DECISIVAPARAAMBOS?

Llegado el año 1993 en el museo francés se había realizado, como pasoprevio y obligatorio al cambio jurídico, un «projet de service»: es decir, un real

1 En 1989 el MAN de StoGermain-en-Laye cambia por vez primera de estatuto para con-vertirse en «servicio exterior nacional», dentro de la política de descentralización empren-dida por e! estado francés.

2 La autonomía de egestión de! MAN aumenta al convertirse en «centro de responsabi-lidad", dentro de las medidas para renovar el servicio público. Consigue tener un presu-puesto global que e! propio museo gestiona según sus necesidades.

3 Tal y como se denomina en el Real Decreto 683 de 1993.

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estudio de las necesidades del museo y de los objetivos que se perseguían conel nuevo estatuto. Se definían en él como lineas prioritarias la prestación demayor atención al publico para conseguir un museo más dinámico, lo queimplicaba la revalorización del papel de la Sociedad de Amigos y, además, eldeseo de obtener un organigrama que permitiera una claridad en el repartode las tareas del personal y, como consecuencia de ello, una mayor motivacióndel mismo.

En el caso de la reestructuración del Museo Arqueológico Nacional tam-bién se buscaba precisar las diversas funciones, pero al no producirse un cam-bio de estatuto que le hiciera ganar mas autonomía y al no ser el propio esta-blecimiento el encargado de la reflexión previa a la reorganización (realizadaa nivel del Ministerio), los cambios producidos en el funcionamiento internodel museo han sido poco notables.

La conversión del MAN de StoGermain-en-Laye en «centre de responsabi-lité» supuso una fuerte especialización de tareas visible en el organigrama,algo que nunca se vió de forma tangible en el museo español (ver organigra-mas en anexos p.9-10). A la mayor responsabilidad individual adquirida porun personal más motivado se añadió la posibilidad de recibir un presupuestoglobal desde el Ministerio, que el museo gestiona obteniendo mayor margende maniobra. Por el contrario, la información que se nos ha suministradorevela que la Subdirección General de Museos del Ministerio de Cultura espa-ñol consta de un presupuesto único para todos los museos estatales, poco des-glosado y, por lo tanto, nada adaptado a las necesidades particulares de cadauno de ellos. De hecho, el MAN de Madrid no tiene autonomía para buscarsefinanciaciones externas duraderas, sino que sólo tiene fuentes concretas deayuda, fundamentalmente en entidades bancarias, para actividades específi-cas: es el caso de exposiciones temporales, o del lanzamiento de publicacionescomo las Guías Didácticas del MAN, que contó con el apoyo de Caja Madrid.

En Francia las fuentes de financiación de los museos nacionales son varia-das (ver anexo p. 11) Yhay que destacar sobre todo el papel de la Réunion desMusées Nationaux (RMN): se trata de una institución dependiente de la DMFencargada de los servicios comerciales de los museos estatales (tiendas, repro-ducciones, fotografias ..) e incluso del personal que participa en ellos, que per-mite que los beneficios de esos servicios reviertan en parte en los propiosmuseos. Este tipo de funcionamiento no existe en centros como el MAN deMadrid, donde la tienda es gestionada por una empresa externa con partici-pación del Estado, Aldeasa, de actividades muy diversificadas y no sólo rela-cionadas con el mundo de la cultura.

EL FUNCIONAMIENTO INTERNO DE LOS DOS MUSEOS

Si a nivel de financiación el museo francés dispone de una mayor libertadde acción que el español, en cuanto al funcionamiento interno de cada cual

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la dependencia de instancias ministeriales en algunos trámites es obligadapara ambos.

Sin embargo, en el caso de los movimientos de las respectivas colecciones(préstamos, depósitos, adquisiciones ...), aun siendo parecidos los procedi-mientos en uno y otro país, en el museo francés existe una mayor agilidad.Hay dos causas para esta situación: por una parte, el hecho de que enSt.Germain-en-Laye conozcan el presupuesto que le ha asignado la DMF paragestionar sus colecciones les permite realizar programaciones -algo que escasi imposible en museos como el de Madrid con el presupuesto global delMinisterio-.

Por otra parte, la política de descentralización francesa que venía desarro-llándose desde finales de los años 80 dió lugar a distintos niveles intermediosque definieron sus relaciones con los museos territoriales. Las «DirectionsRégionales des Mfaires Culturelles» (DRAC), a través de los «ServicesRégionaux de l'Archéologie», regulan por una parte la legislación sobre exca-vaciones arqueológicas y, por otra, el vínculo entre el Musée Archéologiquenationale de St.Germain-en-Laye y los materiales procedentes de esas excava-ciones en las provincias francesas y en los museos territoriales.

En España la formalización de la transferencia de competencias en mate-ria de Arqueología todavía no parece definitiva, lo que periódicamente gene-ra discusiones o polémicas como la que rodeó recientemente a la Dama deElche.

En cuanto a las intervenciones de conservación y restauración sobre lascolecciones de los dos museos, en el caso francés solo el conservador respon-sable de las mismas debe decidir sobre ellas. Por el contrario, según nuestraLey de Patrimonio, en el caso de los museos estatales la autorización delMinisterio es necesaria antes de cualquier intervención de este tipo.

Las actividades cara al público y a otras instituciones culturales vuelven aplantear algunas diferencias entre nuestros museos-ejemplo. En el caso delas exposiciones temporales, si bien ambos se han mostrado siempre diná-micos, en los ultimos años la duración de las mismas en el museo francés hasuperado con creces la de las realizadas en el MAN de Madrid. En cuanto asu colaboración con otras instituciones, en el museo de StoGermain-en-Layeesas relaciones están bien definidas y no son esporádicas como las de suhomólogo español. El mejor ejemplo quizá lo constituya el vínculo de ambosestablecimientos con el Centre National de la Recherche Scientifique(CNRS) y con el CSIC respectivamente. Pero también a nivel de estudiossobre algunos objetos de las colecciones el museo francés mantiene unalinea más constante de participación con el Laboratoire de Recherche desMusées de France (LRMF) o el Service de Restauration de Musées de France(SRMF), que serían las instituciones equivalentes al antiguo Instituto de con-servación y Restauración de Bienes Culturales (ICRBC). Por otra parte, elMAN de St.Germain-en-Laye también está relacionado con centros de ense-ñanza como l'Ecole du Louvre.

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El MAN de Madrid, por el contrario, ha gozado de asociaciones esporádi-cas con el antiguo ICRBC (hoy Instituto de Patrimonio Histórico) y aunque notiene contactos institucionalizados con centros de enseñanza, desde siemprese ha caracterizado por brindar facilidades a universitarios e investigadores através de sus servicios de Biblioteca y Documentación, en los que las inversio-nes han sido cuantiosas en los últimos tiempos.

EL PERSONAL DE LOS MUSEOS

Como venimos indicando, los museos han experimentado en los últimosaños una especialización de sus funciones y, por lo tanto, han generado lanecesidad de personal con perfiles muy concretos. De este hecho deriva eldesarrollo de escuelas de formación específicas en la disciplina de Museologíay asimismo, un deseo por parte de los museos de poder seleccionar indepen-dientemente al personal más cualificado para sus necesidades. De nuevoencontramos a este respecto puntos que marcan diferencias entre nuestrosdos museos.

-Si en Francia existía tradicionalmente la preparación de l'Ecole du Louvrepara los futuros profesionales de museos, desde principios de la década de los90 es l'Ecole Nationale du Patrimoine (ENP), institución dependiente delMinisterio de Cultura francés, quien se encarga de la primera selección de esosfuturos conservadores a través de un concurso-oposición y de su posterior for-mación aplicada durante 18 meses. La formación es idéntica para todos los fun-cionarios -ese es su estatuto una vez aprobado el examen, ya sea para el cuer-po del estado central o para el de las colectividades territoriales-, aunque per-mite el seguimiento de su especialización de entrada en áreas diversas: éstas sonArqueología, Archivos, Bibliotecas, Monumentos Históricos y Museos.

A la existencia de un estatuto jurídico precis04 para el cuerpo de conserva-dores, con sus distintos grados y categorías, hay que sumar la reglamentaciónde las figuras de asistente de conservación, pero también de personal no cien-tífico del museo. En efecto, en Francia hay estatutos particulares para perso-nal técnico de museos -véase restauradores de primera o segunda categoríaS,o agentes de vigilancia, recepción y mantenimient06-, con los que se ha pre-tendido revalorizar e incentivar las tareas de esos personales.

Vemos entonces una preocupación creciente en Francia por dotar de cla-ridad las misiones del personal funcionario, por otra parte muy abundante, enel campo de los museos. La comparación con el caso español sólo es posibleen lo relativo a los cuerpos de conservadores7y de ayudantes de museos, archi-

4 Dado por un Decreto de 16 de mayo de 1990.5 Según Decreto 92-261 del 23 de marzo de 1992.6 Cuyo estatuto data del Decreto de 2 de mayo de 1992.7 Creado por la Ley 7 de 17 de marzo de 1973.

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vos y bibliotecas8: no obstante, las funciones o jerarquías de dichos cuerposestán menos definidas que en los estatutos franceses y, de hecho, el regla-mento para el cuerpo de conservadores cuya creación preveía la Ley de 1973,sigue sin haber visto la luz.

Lógicamente, estas diferencias afectan el modo de selección del personal eincluso la seguridad de su mayor o menor aptitud para las tareas requeridas.El personal funcionario de los museos debe pasar por un concurso-oposiciónen ambos países, pero es evidente que en el caso francés hay mayor seguridadde su posterior cualificación por haber existido una formación específica pre-via. En el caso de los contratos laborales de mayor o menor duración, y queafectan más al museo madrileño, los trámites siempre pasan por el Ministeriode Cultura y parece escasa la capacidad de selección de nuestros dos museos:aunque, insistimos, la separación y la transparencia de los perfiles profesiona-les en Francia supone una clara ventaja en la práctica y un motivo de incenti-vo para el personal.

REFLEXIONES FINALES

Si el artículo aquí presentado no quería recoger de forma exhaustiva losdatos del trabajo realizado para l'Ecole du Louvre, sí pretendía ofrecer unasíntesis de los aspectos que allí se habían tratado. El objetivo era comparar adistintos niveles la gestión de dos museos nacionales de riquísimas coleccionesy, por ende, observar las necesidades que podrían suponer para ellos mejorassustanciales en su funcionamiento.

Creemos haber incidido lo suficiente en el asunto de los estatutos jurídicosde los museos y de su personal, como para augurar que la mayor autonomíade gestión a diversos niveles es la única VÍapara dinamizar las actuales institu-ciones museales de cierta envergadura. Sin ánimo alguno de crítica, sino conla modestia que da una primera aproximación al tema, consideramos que losanálisis y estudios que siguen esta línea podrían, con la profundidad suficien-te, cooperar o contribuír en las planificaciones de objetivos específicos de lasque están carentes algunas instituciones culturales. Sólo a través de esas refle-xiones podrán los grandes museos hacer frente a la creciente demanda socialde un buen servicio público.

Por otra parte, queremos reiterar el interés que para las autoras ha supues-to la comparación del MAN de Madrid con un museo extranjero equivalente.La posibilidad de conocer los resortes de funcionamiento de los museos esta-tales en Francia permite reflexionar sobre las medidas que pudieran adecuar-se también a otros en España. En cualquier caso resulta evidente y notable laenorme tradición de análisis y examen de resultados que existe en el país veci-no. No queda más que esperar que los planes de inversión previstos por el

8 Creado por Real Decreto Ley de 22 de marzo de 1977.

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Ministerio de Educación y Ciencia en varios museos estatales se hagan deacuerdo con las necesidades particulares de cada institución concernida y conánimo de mantener la actual tendencia a las evaluaciones y estudios internos.

Por último, y teniendo en cuenta que este trabajo fue realizado utilizandosobre todo fuentes e información orales, quisiéramos expresar nuestro agra-decimiento a las siguientes personas que nos facilitaron la recopilación dedatos, tanto en la institución francesa como en la española: a D. Juan ZozayaStabel-Hansen -subdirector del MAN de Madrid-, a Dña. Cristine Lorre -conservadora del MAN de StoGermain-en-Laye-, y a Dña. Marina Chinchillay Dña. Ana Álvarez del Ministerio de Educación y Cultura (SubdirecciónGeneral de Museos Estatales), que en su momento tuvieron a bien atendernuestras preguntas.

BIBLIOGRAFÍA

Publicaciones extranjeras

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Paris,1984.«Musées et Collections publiques», nº 195. Association générale des conservateursdes collections publiques en France, Paris, 1992.Musée des Antiquités Nationales de St.Germain-en-Laye. Rapport d'Activité, 1994.Musée des Antiquités Nationales de St.Germain-en-Laye. Dossier de Presse, 1994.

Publicaciones españolas

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CABALLEROZOREDA,L. Función, organización y servicios de un museo: el Museo ArqueológicoNacional. MAN, Madrid, 1982.

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APROXIMACIÓN A LA GESTIÓN DE MUSEOS

MUSEOS NACIONALES EN FRANCIA EN 1995

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ORGANISMOSPÚBLICOS

&ORDENAMIENTO

PRINCIPALDELEGADO

SERVICIOSEXTERIORESNACIONALES

GESTIONDIRECTA

GESTION DRAC

ORGANISMOS CENTROS DE AQUITANIEPÚBLICOS RESPONSABILIDAD PAU

ORDENAMIENTO LES EYSIESSECUNDARIO BOIRGOGNE

MAGNIN

LOUVRE FONTAINEBLEAU HEBERTHENNNER SToGERMAIN CORSEMOREAU CLUNY SEVRES LES MILLELLIRODIN PICASSO BONAPARTE

VERSAILLES GUIMET DELACROIXATP LIMOUSIN

DUBOUCHE

ORDENAMIENTO ORDENAMIENTOS GRAND PALAISPRINCIPAL ECUNDARIO PACADELEGADO ORANGERIE CHAGALLCENTRO DE LEGER

RESPONSABILIDAD PORT-ROYAL PICASSO

PAYSDU LOIREMOUILLERON

ORSAY MALMAISONECOUEN PICARDIEMAAO COMPIEGNE

BLERANCOURTSToRIQUIER

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MUSEOS ESTATALES ESPAÑOLES

Organismos autónomos

Museo Nacional del PradoM.N Centro de Arte Reina Sofia

Museo ThyssenBornemisza

Museo gestionado por unafundación cultural privada,en la que el estado es miembrofundador y cuyo patronazgotiene una representaciónmayoritaria de patronos públicos

Gestión directa (20)

M. Yexcavaciones de AltamiraM. SefardíCasa-Museo del GrecoM.N. de EsculturaM. de AméricaM.N de Artes DecorativasM.N de Ciencia y TecnologíaM.N de AntropologíaM.Arqueológico NacionalM. CerralboM. RománticoM.N de Arqueología MarítimaM.N de Arte RomanoM.N de Cerámica y ArtesSuntuarias

Gestión trasl.adada a las comunidadesautónomas (68)

M. Arqueológico de CórdobaM. Arqueológico de GranadaM. de Bellas Artes de SevillaM. de Artes y CostumbresPopulares de SevillaM. de HuescaM.A de OviedoM. de MallorcaM. de IbizaM. de AlbaceteM. de Santa CruzM. de Ruíz de LunaM. de ÁvilaM. de LeónM. de PalenciaM. de SegoviaM. de ZuloagaM. de ZamoraM. de TarragonaM.BA Valencia ...

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APROXIMACIÓN A LA GESTIÓN DE MUSEOS

MEDIOS FINANCIEROS GLOBALES DEL MUSEO DEANTIGÜEDADES NACIONALES

DE SAINT GERMAIN EN LAYE (SALVO PERSONAL)

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TIPOS DE CRÉDITOS FORMAS DE GESTIÓN IMPORTE

FUNCIONAMIENTO

Cap. 3496 Art 63 CRÉDITOS DMF 2.637.000 FDESCONCENTRADOS

ORGANISMO PÚBLICO RNM CRÉDrroRNMDOTACIÓN DELEGADA 66.256 F

Cap. 3497 CRÉDITOS DMFSERVICIOS TÉCNICOS,

DEPARTAMENTO DE LA MUSEOGRAFÍA

CNRS CRÉDITOS DESCONCENTRADOS 50.000 FPARALA UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

INVERSIONES

Cap. 5691 Art 31 ~ 50 SERVICIO DE RESTAURACIÓN 980.000 FDE LOS MUSEOS DE FRANCIA

Cap. 5691 Art 31 ~ 60 CRÉDITOS DMFSERVICIOS CENTRALES, 333.516 FDEP. MUSEOGRAFÍA

Cap 5691 Art 31 ~ 20 CRÉDITOS GESTIONADOSPORELSNT 4.506.300 F

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ORGANIGRAMA DEL MUSEO DE ANTIGUEDADES DE ST GERMAIN EN LAYE

CONSERVADOR JEFE

CONSERVACIÓN

•.....t.O00

SECCIÓN MEROVINGIACONSERVADOR ADJUNTO

AL DIRECTOR DEL CENTROCONSERVADOR RESPONSABLEDE LA SECCIÓN

DE ARQUEOLOGÍASECRETARlADO GENERAL

CONSERVADOR RESPONSABLE

DE LAS SECCIONESNEOLÍTICO Y E. DE BRONCE

,,1 BIBUOTECA t,'" DOCUMENT~CIÓN .~.'.jy FOTOGRAFIAI

CONSERVADOR RESPONSABLEDE LAS SECCIONES

NEOÚTICO y E. DE BRONCE

ACCIÓN CULTURALYRECEPCiÓN (DMF)

GESTIÓN DE CONFERENCIASY CONFERENCIANTES

RESTAURACIONESYREPRODUCCCIONES

ASISTENTESDE CONSERVADORES

CONSERVADOR JEFERESPONSABLE DE LA

SECCIÓN MEROVINGIA

1ISERVI.CIO.~...~INANCIEROS I,~,~ISECRETARlADOS ~I.JI COMUNICACiÓN 1"~t,.'":",,,,:...<"-::;C::,:._,;,.,"

SERVICIO DE VIGILANCIA ~~OOJ

~O5a:::t'j,'-....

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ADMINISTRACIÓN

ORGANIGRAMA

DIRECCIÓN GENERAL DE BELlAS ARTES Y BIENES CULTURALES

SUBDIRECCIÓN GENERAL DE MUSEOS ESTATALES

MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL - DIRECCIÓN

CONSERVACIÓN E INVESTIGACIÓN

Departamento de PREHISTORIADepartamento de PROTOHISTORIA YCOLONIZACIÓNDepartamento de ANTIGUEDADES CLÁSICASDepart. de ANTIGUEDADES MEDIEVALESDepartamento de ANTIGUEDADES EGIPCIAS YDEL

PRÓXIMO ORIENTEDepartamento de EDADMODERNADepartamento de NUMISMÁTICADOCUMENTACIÓNBIBUOTECAFOTOGRAFÍARESTAURACIÓN

SECRETARIADO

DIFUSIÓN

DIFUSIÓN

Departamento PEDAGÓGICO

~~~

~O,Z>-f;:f.ijO,Zt:Itoj

~ef'JOen

•.....r.Dr.D

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Notas sobre la conservación de la Pátinaen la escultura ibérica

Mª ANTONIA MORENO CIFUENTES

CARMEN DÁVlI.A BUITRÓN

En las últimas décadas, en el mundo de la Conservación y la Restaura-ción, se están llevando a cabo investigaciones por parte de diversos espe-cialistas para determinar la importancia de las pátinas -tanto naturalescomo aplicadas de forma intencionada- en los materiales pétreos. Asícomo desde antiguo se conocen distintos tratamientos superficiales enelementos arquitectónicos y en esculturas de mármol, muy poco se haestudiado hasta el momento en otros tipos de piedra como calizas y are-niscas.Con motivo de la restauración de algunas figuras ibéricas del Departa-

mento de Protohistoria y Colonizaciones del M.A.N., se llevaron a cabounos análisis previos, que nos dieron indicios suficientes para pensar queeste caso se daba también en la escultura antigua.Las posibles aplicaciones de los resultados de estos trabajos pueden ser

de distinta Índole. Las que en este momento nos interesa destacar son lasrelacionadas con el campo de la Conservación y la Restauración, puestoque estas pátinas son las que protegen las esculturas del ataque de losagentes externos.En primer lugar, es importante establecer de forma clara y breve a qué

llamamos pátina, sin entrar en las discusiones teóricas que esto ha genera-do. Consideraremos dos tipos básicos:

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202 Mª ANTONIA MORENO CIFUENTES / CARMEN DÁVILA BUITRÓN

- Pátinas de formación natural: capas superficiales estables que suelencrearse por reacción química bien de los propios componentes de lapiedra, bien con elementos externos o por precipitación de éstossobre su superficie.

- Pátinas intencionadas o artificiales: podemos definirlas como capasde color o acabado, total o parcialmente repartidas, formadas poraglutinantes y pigmentos o como consecuencia de determinadas reac-ciones químicas, que están aplicadas artificial e intencionadamentecon el fin de mejorar el valor estético del objeto y/o protegerlo.

Cuando las capas naturales no son estables y, por tanto, pueden causaralteraciones degradando o enmascarando el objeto, se considerarán sucie-dad y habrá que eliminarlas, al igual que l~s manchas (cera, tinta, grasa ...)o depósitos (arcillas, tierras, polvo, hollín ...).

Por otro lado, tradicionalmente sólo se ha considerado que debían con-servarse las pátinas que se aplicaban de forma intencionada. Nosotras, comorestauradoras, queremos defender también la conservación de las naturales,por su importante labor de protección.

Como ya se ha indicado, recientemente diferentes especialistas en con-servación de piedra han investigado el uso de películas de protección, cono-cidas desde la Antigüedad, en edificios históricos. Estos estudios incluyenen la actualidad la escultura, sobre la que se ha demostrado que también seaplicaban sustancias de diversa composición.

Estos acabados (aceites, ceras, resinas y algunos compuestos químicos),al reaccionar con los componentes de la piedra y de la atmósfera, dabanlugar a una capa superficial compacta que protegía la parte interior, másdelicada. La detección y análisis de los nuevos productos formados (oxala-tos, jabones cálcicos, yesos, etc.) tan sólo se han comenzado a realizarrecientemente.

La pátina es la protetciónde la piedra, la frontera con el exterior y con-tra los agentes corrosivos, por lo tanto es lo primero que se degrada. Enuna piedra que ha estado enterrada o sometida a la intemperie la pátinano suele llegarnos homogénea, ya que se va perdiendo o deteriorando local-mente por el desgaste o ataque que pueda haber sufrido.

¿Por qué ocurre esto? Los factores que alteran la piedra son muy varia-dos y diferentes: los más habituales son las variaciones de humedad, loscambios bruscos de temperatura (con fenómenos de dilatación/contrac-ción) , las acciones del agua (gelifracción, solubilización de alguno de loscomponentes de la piedra o lixiviación, etc.) el ataque biológico, los ata-ques químicos (a causa de los propios componentes del suelo y la contami-nación atmosférica) y por último, uno de los problemas más graves con losque nos solemos encontrar son las alteraciones a causa de los movimientosde sales solubles. Éstas penetran en los poros de la piedra disueltas en aguay, al evaporarse ésta, recristalizan aumentando su tamaño, de modo que

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NOTAS SOBRE LA CONSERVACIÓN DE LA PÁTINA EN LA ESCULTURA IBÉRICA 203

DETALLE DE UN RELIEVE DE OSUNA: PÉRDIDAS LOCALES DE PÁTINA.

rompen SUS estructuras, dando lugar a fisuras y grietas que a su vez facilitanotras alteraciones. Si se producen variaciones periódicas importantes dehumedad, este proceso se repite con sucesivas solubilizaciones y recristaliza-ciones de las sales que irán migrando hacia la superficie hasta encontraralguna barrera; ahí se van depositando hasta alcanzar la suficiente fuerzacomo para romperla; dicha barrera es la pátina, en general más dura queel conjunto de la piedra. Si dejamos que este momento llegue, se puedeperder una gran parte de la superficie, debilitándose el objeto. Naturalmen-te, estos fenómenos no actúan solos sino que se interrelacionan, facilitandounos la acción de los otros.Tradicionalmente se han venido destruyendo las pátinas casi sistemática-

mente, bien por no ser perceptibles a simple vista, bien por no darles impor-tancia al considerarlas de formación natural o, más comúnmente, al pensarque se trataba de suciedad ya que parecía que la piedra quedaba «más lim-pia» si se erosionaba totalmente, dejando al descubierto la superficie inte-rior descarnada y desprotegida. Se utilizaban -y todaVÍa se siguen utilizan-do, incluso en museos- métodos excesivamente agresivos aplicados sincontrol de tiempo y en altas concentraciones que destruyen totalmente estaspátinas. Por otro lado, para volver a fortalecer la superficie pétrea y mejo-rar su aspecto se aplican barnices y consolidantes plásticos que introducenun elemento ajeno en la piedra, evitan su transpiración natural, cambian suaspecto y pueden, por tanto, afectar a su conservación. Estos métodos son

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204 Mª ANTONIA MORENO CIFUENTES / CARMEN DÁVILA BUITRÓN

EFLORESCENCIAS SALINAS DURANTE UN PROCESO DE RESTAURACIÓN.

consecuencia, en parte, de la necesidad de restaurar con rapidez a causa deuna falta de previsión en la planificación de los trabajos (reorganización defomdos museográficos, exposiciones temporales, traslados y préstamos depiezas) y de un concepto mal entendido de efectividad y productividad (elnúmero de piezas tratadas es más importante que su futura conservación).Podemos dividir estas actuaciones en tratamientos físicos agresivos (cho-

rro de arena y de agua a altas presiones, limpiezas mecánicas excesivas);tratamientos químicos enérgicos: ácidos (clorhídrico o nítrico), álcalis, sales(hexametafosfato sódico, algunos bicarbonatos) o decolorantes (básicamen-te compuestos clorados) y otros productos en concentraciones o tiemposdemasiado altos y sin neutralizar en profundidad. Otro problema habitual,sobre todo en los museos, son los tratamientos que no tienen en cuentaposibles restauraciones antiguas, los productos que entonces se aplicaron ylas posibles interacciones o reacciones que pueden producirse con los actua-les.Estos procesos no se manifiestan inmediatamente sino que pueden mani-

festarse al cabo de los años, cuando ya no hay soluciones posibles. Entreotros, pueden ocasionar las siguientes nefastas consecuencias:

- Atacar el carbonato de calcio original, provocando en las piedras cal-cáreas un fuerte ataque superficial y en las areniscas una corrosión

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NOTAS SOBRE LA CONSERVACIÓN DE LA PÁTINA EN LA ESCULTURA IBÉRICA 205

intergranular y falta de cohesión en los granos de calcita o sílice. Estotrae como consecuencia una superficie erosionada incapaz de prote-gerse contra los agentes externos, deleznable, con pérdida de cohe-sión y degradación continua, formación de nuevas costras de degra-dación más duras, como en el caso de los yesos, que luego sedesprenden o se vuelven a limpiar, repitiéndose el proceso hasta elinfinito. Los efectos de corrosión, además, van casi siempre acompa-ñados de manchas amarillentas -especialmente si se actúa sobre pie-dras y mármoles blancos- debidas, entre otros motivos, al ataque ysolubilización del hierro contenido en componentes minerales demuchas rocas.

- Formación de depósitos de residuos químicos, peligrosos porque enel futuro pueden originar otros compuestos que se van desarrollandopor el interior y pueden reaccionar de forma imprevisible e incontro-lada: formación de sales, más abundantes que las naturales, más rápi-das y dañinas, de distintas composiciones.

- Reacciones desconocidas e imprevisibles con productos aplicados enintervenciones antiguas.

Ya hace años que está reconocida la capacidad de protección de la deno-minada pátina estable del bronce y, por tanto la necesidad de conservarla,eliminando sólo los elementos nocivos activos. En el caso de la piedra nisiquiera se ha planteado su existencia. Desde la óptica de la conservaciónes importantísimo detectar y conservar estas películas -tanto las aplicadasde forma intencionada por el artista como las creadas por el paso del tiem-po de forma natural (cuando no afecten a la estabilidad de la obra)- yaque forman parte integrante e indisoluble de la misma. Su eliminación -además de la desaparición de un componente físico- conlleva la pérdidairreversible e irrecuperable de datos arqueológicos e históricos. Debido aesto, además, en muchas ocasiones se crea la necesidad de sustituir la super-ficie eliminada por nuevas pátinas o repintes que sigan protegiendo la pie-dra y le «devuelvan» su estética anterior, lo que da lugar al falseamiento oenmascaramiento de las esculturas. Afortunadamente, estos procesos están,hoy día, casi totalmente obsoletos.No siempre es fácil distinguir si algo es pátina o suciedad, decidir si pro-

tege o es dañino, por tanto a veces tenemos que establecer unos valoresque, junto con los exámenes científicos, nos ayuden a determinar los crite-rios de actuación, es decir, si eliminamos o conservamos esos productos.Hemos considerado fundamentales los siguientes:

- Valor científico: proporciona datos técnicos, arqueológicos, históricosy de la vida e historia del objeto hasta el momento actual en que hade ser intervenido y, por tanto, es ya parte integrante del mismo. Porotro lado, puede contribuir a determinar su autenticidad.

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206 Mª ANTONIA MORENO CIFUENTES / CARMEN DÁVILA BUITRÓN

- Valor funcional: protege la pieza de los agentes externos.- Valor estético: una pátina estable embellece la pieza.

Criterios para eliminarla: que produzca una deformación física o creetensiones; que tenga elementos degradantes activos; que oculte excesivainformación de la pieza, impidiendo o dificultando su lectura.En la actualidad existen muchas más posibilidades de documentación y

análisis previos. Además, se está trabajando en la búsqueda de productos ymétodos alternativos, más fáciles de controlar, procedentes incluso de otroscampos, como el de la medicina y la ingeniería. Podemos citar sistemas delimpieza como los aparatos de ultrasonidos locales, los de rayos láser, aguanebulizada o atomizada, materiales absorbentes, etc., que parecen ser hoypor hoy los más aceptables para tratamientos de limpieza, lo que no impideque puedan utilizarse incorrectamente.Entre los diferentes procesos de restauración a los que debe someterse

una obra es, sin duda, la limpieza el más comprometido, ya que suponeuna agresión directa e irreversible sobre la superficie del objeto. Por estarazón, aunque muchos de los métodos modernos son más suaves que losantiguos, no todos resultan siempre adecuados para todas las piezas, por loque el restaurador deberá realizar un estudio pormenorizado de cada casopara aplicar el método más idóneo, evitando el uso indiscriminado de rece-tas, sustancias y productos para toda la escultura en general.Los criterios que deben seguirse a la hora de aplicar un método y elegir

un productos adecuados se pueden resumir en la máxima de que son muypocas las sustancias químicas que no presenten graves contraindicaciones para lalimpieza de las piedras.Por lo que respecta a la conservación, uno de los objetivos principales

del profesional debe ser determinar -una vez conocida la naturaleza de laspátinas- el tratamiento más adecuado para cada escultura. En caso deduda, lo más recomendable es pensar que podemos hallarnos ante una páti-na y actuar con prudencia, procurando utilizar productos inocuos, evitando-mediante las técnicas de neutralización habituales- dejar residuos deelementos nocivos.Hay que insistir, no obstante, en que cualquier tratamiento de restaura-

ción puede resultar óptimo o desastroso, dependiendo de cómo, cuándo,quién y en qué circunstancias se aplique. Porque, aunque la idea más exten-dida es que la piedra es un material muy duro y resistente, lo cierto es quepuede tratarse de algo enormemente delicado, a veces protegido sólo poruna fina piel cuya pérdida puede constituir un daño irreversible.

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El archivo de Enrique de Aguilera y Gamboa,XVII Marqués de Cerralbo,en el Museo Cerralbo:

Propuesta de clasificación

GUADALUPE MORENO LÓPEZ

l. CUESTIONES PREVIAS

En este artículo se presenta una propuesta de clasificación para los docu-mentos de un archivo personal; en concreto, aquellos que se conservan enel Museo Cerralbo de Madrid y que pertenecieron al fundador del mismo.Puede decirse que el descubrimiento fortuito de un buen número de lega-jos, ocultos en el hueco de una escalera, decidió a la Dirección del Centrol

-ya de por sí sensible ante este tema- a abordar un estudio de la totali-dad de los documentos relacionados con el Marqués de Cerralbo, a deter-minar el grado de organización existente y a iniciar las tareas necesariasque permitieran un acceso fiel y seguro a los documentos. No en vano laexistencia de un fondo de documentos relacionados con el origen mismode la mencionada Institución, debía ser tenida en cuenta como un factorimportante a la hora de responder a bastantes cuestiones sobre el propiocentro y, lo que es más, los papeles podían ser relevantes tanto para su pro-pia historia, como para su devenir futuro.

] Desde aquí quiero agradecer a la Directora del Museo Cerralbo, Pilar de Navas-cués, la confianza, el apoyo y la simpatía con que siempre he contado.

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208 GUADALUPE MORENO LÓPEZ

Comienza la exposición con una breve descripción del contexto históri-co y la figura del Marqués de Cerralbo con un doble objetivo. Por una parte,delimitar la época de la que provienen los documentos, dotarlos de unmarco temporal e histórico preciso en el que cobren su verdadero sentido;y por otro, contar con una pequeña biografia del protagonista principal degran parte de los documentos, no tanto por ser su productor, sino por sersu destino último, su propietario y la persona, en torno de la cual, nueva-mente encontramos la explicación y sentido de su existencia.Estas razones, no hacen sino fortalecerse cuando pensamos que la docu-

mentación a la que nos referimos, abarca el último tercio del siglo pasado ylos veinte primeros años del XX. Una época, sin duda alguna, que puedecaracterizarse por las continuas dificultades políticas que atraviesa nuestropaís, un momento de importantes cambios con personajes como el queahora nos ocupa; un tiempo en el que encontramos esos fuertes rasgos delpasado aferrándose a un presente en el que difícilmente tienen sentido yen el que, por otra parte, se dejan ver las corrientes más novedosas del futu-ro. Precisamente, esto es lo que ocurre con el Marqués de Cerralbo, el quefuera a la par y durante años valedor del ultramontano partido carlista y ade-más uno de los pioneros de la Arqueología en nuestro país; como Schlie-mann español, dice uno de sus biógrafos, era conocido Cerralbo.En el siguiente capítulo se expone, en primer lugar, un análisis detalla-

do del estado real de los documentos al comienzo del trabajo; más adelan-te, los pasos que se siguieron para identificar cada una de las partes en lasque se encontraba dividido el fondo, intentando averiguar lo sucedido conellas a través del tiempo y así ir descubriendo la lógica interna que ha deservir para establecer la clasificación de todo el conjunto.No quisiera cerrar esta presentación del trabajo sin hacer una considera-

ción previa sobre el término archivo personal que he utilizado más arriba. Elconcepto contemporáneo de archivo lleva implícitos los rasgos de conjuntode documentos, independientemente de su fecha, del soporte, o que seanproducidos o recibidos, ya sea por una persona física o moral, por un servi-cio público o privado en el ejercicio de su función y que hayan sido conser-vados, bien para cubrir las necesidades de aquéllos, o por los valores admi-nistrativos, fiscales, ... o informativos que los propios documentos poseen.De entre estos rasgos, el carácter orgánico de los documentos, es en el quese hace, hoy en día, verdadero hincapié. Los documentos se integran en untodo de relaciones complejas, gracias a las cuales, cobran su verdadero sig-nificado y tienen su razón de ser en la defensa del orden según fueron cre-ados2• Un depósito de documentos, tal y como ha sido definido, se aleja deltérmino colección ya que, en la creación del archivo, existe un mecanismonatural de acumulación relacionado con la actividad del que genera o reci-

2 WALNE,Peter (ed). Dictionary o/ Archival Terminology.Dictionnaire de terminologie archi-vistique: English and French with equivalents in Dutch, German, ¡talian, Russian and Spanish,Munich, Saur, 1988, p. 19 Y 22.

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EL ARCHIVO DE ENRIQUE DE AGUILERA YGAMBOA 209

be los documentos; además, comparte la finalidad de servir de testimonio einformación para el propietario o institución que los produce y, andando eltiempo, se transforma en fuente imprescindible para explicarnos el pasado.

Los archivos han sido clasificados atendiendo a su productor3, público oprivado y, dentro de éstas categorías generales, la que ahora nos interesa dacabida a los depósitos generados por empresas, instituciones religiosas, par-tidos políticos, asociaciones, individuos y familias, entre otros. Al llegar aeste nivel de la clasificación hay una tendencia a enunciar los de carácterfamiliar, personal o de individuos con una suerte de relación que aún hoyesta pendiente de ser aclarada. De tal manera que, ni la consulta de las ter-minologías al uso ni recurriendo a algunas de las lecturas posibles, puedeencontrarse una delimitación clara de la cuestión4• Existen, eso sí, una seriede consideraciones en las que los distintos autores coinciden, esto es, cuan-do se refieren a la particularidad del trabajo que cada uno de estos depósi-tos requiere y que, a la larga, se presenta como pieza clave al encarar laorganización y descripción de estos archivos. La importancia del volumende documentos, el interés histórico, el respeto al principio de procedencia,la atención a las clasificaciones previas, las posibles dificultades en la des-cripción, etc. son elementos en los también se observa un alto grado decoincidencia.

Vistas así las cosas, parece que no existen más problemas que los que sederivarían de afrontar cada caso concreto; por ejemplo, las decisiones atomar en el trabajo práctico de la descripción5• Quizás sea ésta una de esas

3 HEREDIAHERRERA,Antonia. Archivística general: teoría y práctica, Sevilla, DiputaciónProvincial, 1987, pp. 69-71.

4 AGUINAGALDE,Francisco de Borja. Los archivos privados familiares. Propuesta deorganización de sus fondos. Hidalguía, Madrid, 1985 (separata). BELLOTO,Heloisa Libe-raHi. Problemática actual de los archivos particulares. Arquivo e Administra¡;ao, Río deJaneiro, 6 (1), 1978, pp. 5-9. GALLEGO,OIga. Manual de archivos familiares, Madrid, Ana-bad, 1993. HUART,Suzzane d'. Les archives privés: un essai de methodologie. La Gauttedes archives, Paris, 110, 1980, pp. 167-176. SILVA,Armando B. Malheiro da. Arquivos defamilia e arquivos pessoais. CongresoNacional de Bibliotecários, Arquivistas e Documentalistas,Braga, 1992, pp. 265-78.

5 A lo que me refiero es que, a menudo, se publican los inventarios con unas intro-ducciones que no recogen las particularidades de sus trabajos, valgan estos ejemplos dereciente publicación: CRUCESBLANCO,Esther (dir.). Inventario del Archivo y Biblioteca deJorge Bonsor, Sevilla, Consejería de Cultura, 1991. FERNÁNDEZI TRAVAL,Josep; BALADAIBOCH, Francesc; MARTÍI MARTÍ,Casimir. Inventari deis fonds: Marquesos de CastelldosriusCastanyer i 'La España industrial" de l'Arxiu Nacional de Catalunya, Barcelona, 1990. Resultacurioso además, que sobre el primer trabajo encontremos publicado cuatro años mástarde un artículo sobre los trabajos de organización del mismo mientras que en el inven-tario apenas se hace alguna alusión al asunto. El artículo en cuestión es: MELEROCAsA-DO, Ana. El fondo Bonsor. Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, 11, junio,1995. Aún y a riesgo de alargar en exceso la nota no quiero dejar de hacer un comenta-rio dado que el material que compone este fondo es muy cercano al que podemos encon-

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ocasiones en que por obvias dejan de declararse las posiciones. Sea comofuere, no parece razonable mirar bajo el mismo prisma realidades que bienpudieran ser diferentes: archivos personales y archivos familiares, ¿son partey todo, respectivamente?, ¿lo son o lo fueron en tiempos pasados?, ¿soncategorías parejas o con cierta relación? De ningún modo vaya dar unarespuesta única y tajante en las líneas que siguen, pero no podía por menosque dejar planteada la duda. Soy consciente de que la respuesta entraña untrabajo de más calado que él que ahora presento pero no quiero dejar deseñalar que ese es también mi interés último. Confío en que, una vez con-cluída la tarea que ahora me ocupa, pueda colaborar con un estudio en elque se tendrán en cuenta los cambios en las estructuras sociales, donde sedará cabida a los factores geográficos, económicos, a la propia evolucióndel documento, en fin, a cualquiera otro elemento al que fuera necesariorecurrir para así poder postular sobre la existencia o no de un archivo per-sonal o su mayor o menor dependencia del archivo de familia. Intentar, alcabo, la definición de archivo personal.

Ahora, doy paso al trabajo realizado en un fondo que podría considerar-se atípico, no en vano su productor es miembro de una familia noble, Gran-de de España por más señas, pero donde su peripecia vital se impone dotan-do a su archivo de una unidad en sí misma, lo que le hace un firmecandidato a formar parte de esa categoría de archivos personales.

2. CONTEXTO HISTÓRICO Y FIGURA DEL MARQuÉs DE CERRALBO

2.1. España entre el último tercio del siglo XIX y el primero del siglo XX

Enrique de Aguilera vivió entre los años 1845 y 1922, su juventud coinci-de con la recién estrenada mayoría de edad de Isabel II y la 1ª República,mientras que su madurez discurre por el período que se ha venido en lla-mar, la Restauración. Numerosos conflictos jalonan esta etapa de la historia

trar en el Museo Cerralbo; Melero expone cómo el fondo, una vez transferido al ArchivoGeneral de Andalucía, fue organizado y descrito atendiendo fundamentalmente a <<noalterar la secuencia y descripción que presentaban los distintos documentos, intentandoevitar con ello la posible destrucción de la clasificación y ordenación que pudiera quedarde la dada por su propietario ...". Más adelante dice que la dificultad de mantener el res-peto al origen se intentó paliar con un índice general del inventario que habría de con-vertirse en verdadera llave maestra para acceder a los documentos, relegando al inventa-rio -que en texto se califica de somero- a un instrumento de control.Ante esteplanteamiento tan solo recordar que es trabajo del archivero, ante un fondo cerradocomo éste, determinar el grado de organización del mismo, respetarlo si existe, repre-sentarlo a través de los documentos de descripción con que dote al fondo y si no es éstala situación poner remedio, clasificar y ordenar, o lo que es lo mismo, organizar los docu-mentos.

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EL ARCHIVO DE ENRIQUE DE AGUILERA Y GAMBOA 211de España, entre ellos, tienen más significación para nuestro personaje, laSegunda y Tercera Guerra Carlista, que prolongan, en lo que a enfrentamien-tos bélicos se refiere, la pugna por la sucesión y aceptación de la monarquíareinante hasta febrero del año 1875. La totalidad del periodo puede enmar-carse entre la posición liberal de la primera regente, asfixiada por sus pro-pios apoyos y el gobierno de Isabel 11, capaz de ganarse a pulso un hastío yun hartazgo que la hicieron insoportable para el pueblo; y qué decir de ladecepcionante revolución; tampoco parecieron suficientes la discreción deAlfonso XII y el gusto por lo secreto de Alfonso XIII. Es evidente que huboquien ocupara ese vacío, la vida política es asumida entonces por el ejército,los generales son los que se erigen en jefes naturales de partidos y es el pro-nunciamiento su práctica más recurrente. No es difícil suponer que en taldinámica de poder, la opción carlista siguiera siendo una mira legitima quepoder enfrentar en las ocasiones que se presentasen, tanto las violentas, quelas hubo, como las más o menos pacíficas contiendas electorales.

Respecto de la situación económica tan sólo apuntar que durante esteperíodo se padece la herencia de deudas del siglo pasado; que los pocosmomentos de resuello se obtienen del recurso a las diferentes desamortiza-ciones del siglo o de los permisos de explotación de las minas. Por otraparte, las reformas de la Hacienda, no pasaron de tibias y la vieja historiase repite, los intereses de la deuda siguen comiéndose los presupuestos. Lasreformas en la propiedad no desmontaron el viejo edificio del Antiguo Régi-men, bien al contrario, patentizaron el fracaso de la revolución burguesaen España y concedieron a la clase noble nuevas posibilidades de rearmeeconómico. Así, la cuestión agraria se pospone, se parchea de nuevo. Tam-bién es conocida la pérdida de la oportunidad industrial del país, se optapor la protección a ultranza y pasar la factura al resto de los sectores: Espa-ña carente de capitales pero con una enorme masa de mano de obra, buenaparte de ella bracera. Se podría hablar también de la historia del ferroca-rril, de la política hidráulica, de la explotación de las minas, el problemacolonial, los regionalismos, ... de la evolución de tantos factores que vandibujando la situación socioeconómica del período que nos ocupa, pero nome parece lugar para extendernos sobre ello.

Como punto final, una llamada de atención sobre la sociedad delmomento, especialmente la clase a la que pertenece nuestro protagonista.Es sabido que la nobleza, y no sólo por sus propios medios, sigue gozandode un peso esencial y un prestigio incontestado por el resto de los grupossociales. A ello, ya se ha comentado, contribuye el que en nuest~o país laburguesía no hiciera mella en sus posiciones, sino que al contrario, alimen-tará el ideal aristocrático con sus prácticas emulatorias. Con este rasgo cerra-mos la consideración final que nos muestra el retraso general que Españapresenta en el desarrollo estructural y social durante este períod06•

6 Existen multitud de libros que se ocupan de la historia de España en este período,yo me limitaré a señalar alguno de ellos. FONTANA,josep. Cambio económico y actitudes polí-

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2.2. El Marqués de Cerralbo, político carlista

Enrique de Aguilera y Gamboa7 nació en Madrid el 8 de julio de 1845,ciudad en la que moriría el 27 de agosto de 1922. Desde la muerte de supadre ostenta el título de Conde de Villalobos, momento en el que recibede su abuelo paterno el Marquesado de Cerralbo, de Almarza y Campo-Fuerte, así como el Condado de Alcudia, de Foncalada y del Sacro RomanoImperio; para aquel entonces había cursado estudios de Segunda Enseñan-za en las Escuelas Pías de San Fernando y universitarios, más tarde, en laUniversidad Central de Madrid donde se matriculó en Filosofía y Letras yDerecho.

La vida del Marqués de Cerralbo discurrió, sin duda, impulsada por unapersonalidad cuando menos inquieta, por las más diferentes ocupaciones,entre las que destacaron su interés por el Arte, la Historia, la Arqueología yla Política. Estos son los campos en los que intentaré encuadrar su figura ysus principales aportaciones. Pero, Cerralbo también se interesó por cues-tiones tan diversas como la poesía, el coleccionismo, la agricultura o la críade caballos. Nos hablan sus biógrafos de su afición por los viajes, cuestiónésta que, desde luego, ha de influir en su interés por el coleccionismo deArte y por la Arqueología y que le llevó a visitar toda Europa y algunos para-jes de Oriente. La faceta de coleccionista de Cerralbo merece un tratamien-

ticas en la España del Siglo XIX, Barcelona, Crítica, 1985; GARCÍADE CORTÁZAR,Fernando;GONZÁLEZVESGA,José Manuel. Breve historia de España, Madrid, Alianza, 1994; JUTGLAR,Antoni. La sociedad española contemporánea, Madrid, Guadiana de Publicaciones, 1973;MARTÍNEZCUADRADO,Miguel. Elecciones y partidos políticos de España (1868-1931), Madrid,Alianza, 1969. SÁNCHEZ-ALBORNOZ,Nicolás (com.). La modernización económica de España,1830-1930, Madrid, Alianza, 1985; TUÑÓN DE LARA, Manuel (dir.). Historia de España:Revolución lmrguesa, oligarquía y constitucionalismo (1834-1923), Tomo VIII, Barcelona, Labor,1986; VlLAR,Pierre. Historia de España, Barcelona, Crítica, 1994.

7 Para los datos biográficos pueden utilizarse los siguientes textos: CABRÉAGUILÓ,Juan. El Marqués de Cerralbo, Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, Tomo XXX,1922 (III trimestre), pp. 1-7. Id. El Marqués de Cerralbo: sus donaciones científicas, subiografia, Ibérica: el Progreso de las Ciencias y de sus Aplicaciones, Año IX, nº 451, 1922 (11de noviembre), pp. 285-287. Id. El Marqués de Cerralbo: sus descubrimientos arqueológi-cos, Ibérica: el Progreso de las Ciencias y de sus Aplicaciones, Año IX, nO 453, 1922 (25 denoviembre), pp. 314-317. Id. El Marqués de Cerralbo, Coleccionismo,Año X, nO 117, 1922(septiembre), pp. 3-6. Id. Museo Cerralbo o Museo del Excelentísimo Sr. Marqués de CerralboD.Enrique de Aguilera y Gamboa,Madrid, 1928. DOÑAMARINA,Conde de. Los Señores de Cerral-bo luego Marqueses de este título, Grandes de España. Noticias genealógicas recopiladas, Madrid,1912. DECHELETTE,Joseph. Les fouilles du Marquis de Cerralbo, Académie des Inscriptionset Belles-Lettres: comptes rendus, 1912 (separata). HERNÁNDEZPACHECO, Eduardo. El Mar-qués de Cerralbo, Boletín de la RealSociedad Española de Historia Natural, XXI, 1922. LAu-RENCÍN,Marqués de. El Excelentísimo Señor Marqués de Cerralbo: discurso necrológico,Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, nO 1, 1922, (separata). JIMÉNEZ SANZ, Carmen.Enrique de Aguilera y Gamboa, Marqués de Cerralbo. Revista de Arqueología, nº 182, junio1996, pp. 52-57. NAVASCUÉSBENLLOCH, Pilar; CONDE DE BEROLDINGENGEYR,Cristina;JIMÉNEZSANZ,Carmen. El Marqués de Cerralbo,Madrid, Ministerio de Cultura, 1996.

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to aparte que aquí no puede dársele, pero no por ello quiero dejar de enu-merar sus valiosas colecciones de pinturas, dibujos y grabados, esculturas,mobiliario, cerámica, tapices, relojes y un largo etcétera; además, logró reu-nir una importante biblioteca de alrededor de 10.000 volúmenes, sobreNumismática, Arte y Arqueología, entre otros temas.

Como decía más arriba, una de las pasiones a las que se entrega el Mar-qués de Cerralbo desde su juventud es la políticas, cuestión que le es cerca-na al nacer en una familia con arraigada tradición carlista -sus tíos José,Tomás y Joaquín lucharon en la primera contienda carlista-, lo que indu-dablemente debió influir en el posicionamiento político de Enrique deAguilera. Así, y antes de que comience su militancia en el Partido Carlista(1869), cuando contaba 23 años fundó en su casa la primera «JuventudCatólica» Academia que creó junto a 7 miembros, de la que dio cuenta ElCorreo Catalán9• El siguiente paso en su carrera política lo constituye lapresentación, en 1871, como candidato para ser elegido Diputado a Cortespor la circunscripción de Ledesma, en Salamanca, cargo que obtiene enpugna con el que fuera Ministro de Hacienda, Pedro de Salaverría,sumán-dose desde entonces a la minoría católico-monárquica del Congreso.

La definitiva vinculación del Marqués de Cerralbo con la causa carlistahay que ubicarla en el período en el que el Partido está bajo el mandatode Cándido Nocedal (1879-1885), momento en el que, sin desempeñar nin-gún cargo, se muestra crítico con la actitud pública del mismo y se duelede la desorganización y la no presentación de candidatos en las citas electo-rales. Entre 1881 y 1883 recibe el mandato de D. Carlos de intentar consti-tuir una Junta de Carlistas leales que pudiera sustituir a la jefatura únicaque encabezaba Nocedal, esta misión no pudo ser lograda por el Marquésque inicia a partir de aquel episodio un retraimiento dentro de su actividadpolítica. Un nuevo motivo de enfrentamiento con el que fuera Jefe del Par-tido en aquellos años, lo constituirá la aceptación por parte de Cerralbo desu condición de Senador por derecho propio al recibir el título de Marquésen 1885. En aquel mismo año muere Nocedal que es sustituido por Francis-co Navarro Villoslada, quien se encarga de hacer frente a la necesidad desacar a la luz las posiciones carlistas, de propagar sus ideales y de volver a labatalla electoral.

A partir de ese momento se hace más notoria la participación de Enri-que de Aguilera y Gamboa en el resurgimiento del Partido Carlista. Sunombramiento, en 1886, como Presidente de laJunta encargada de la cons-trucción del monumento en honor de Zumalacárregui en Cegama (Nava-

8 Para una aproximación a la historia del carlismo y a algunos datos sobre la actua-ción del Marqués de Cerralbo dentro de sus filas pueden consultarse: CLEMENTE,CarIes.Historia Genlffal del Carlismo, Madrid, 1992; OYARZUN,Román. Historia del Carlismo, Madrid,1969; SANZPASTOR,Consuelo, El Marqués de Cerralbo, político carlista. Revista de Archi-vos Bibliotecas y Museos, ler. semestre, 1973, pp. 230-270.

9 El carreo Catalán, nº 4.667 de marzo de 1890.

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rra) y la publicación, a lo largo de 1888, de artículos favorables respecto dela figura del Marqués de Cerralbo en El Correo Catalán -uno de los princi-pales órganos de difusión carlista-; así como, el enfrentamiento conRamón Nocedal, en contra de los deseos de secesión de este último, y laaglutinación en torno a su figura de la oposición que permanece leal a D.Carlos, no son sino los primeros escalones de la ascensión definitiva quehabría de producirse años más tarde. En efecto, cuando recibe la tarea depresidir una Junta con 11 vocales, para organizar los actos conmemorativosdel XIII Centenario de la conversión de Recaredo (1889), se le estaba posi-bilitando el primer ensayo para la que más tarde sería la verdadera ocasióndel relanzamiento propagandístico y organizativo del carlismo. El reflejoinstitucional de esta ascensión se manifiesta en el hecho de que fuera desig-nado Mayordomo Mayor de la Casa de Carlos VII y en la concesión, porparte de aquél, de la Gran Cruz de Carlos 111;sin duda, pasos previos a ocu-par las más altas instancias dentro del partido.En abril de 1890 es designado Delegado del Rey, su principal misión

ahora es preparar la presentación de candidatos a las elecciones del añosiguiente. De este modo cobra sentido el esfuerzo hecho por Cerralbo conmotivo de la celebración del XIII Centenario de la Conversión de Recare-do, esto es, la transformación de esas juntas en cabezas rectoras a nivelregional de los esfuerzos de implantación del partido. Es conocido el empe-ño del Marqués de Cerralbo en la difusión del ideario del carlismo y porello, desde su puesto de alta responsabilidad, se encarga de apoyar el esta-blecimiento de Círculos carlistas -centros de reunión y tertulia política- yJuntas Locales. Completa su labor de Delegado con los viajes propagandísti-cos que realiza por Cataluña, Levante y el País Vasco.Pero, a pesar de los esfuerzos que se despliegan en aquellos primeros

años en los que es Cerralbo responsable del partido, la cosecha electoral nopasa de discreta, y conforme se acerca el fin de siglo, concretamente desde1895, la situación se va crispando más dentro de las filas carlistas. Los levan-tamientos de 1896, la aparición de las Actas de Loredán, la crisis del 98, pro-pician un estado conflictivo que se saldó con la dimisión del Delegado regioen diciembre de 1899. Coincide con su retirada un período de represiónmás firme por parte de los poderes del Estado hacia ésta minoría.Desde aquel año y hasta 1912, en el que Cerralbo volverá de forma públi-

ca a la política, permaneció en un segundo plano, aunque sin perder nuncasu posición de referente dentro de las filas del partido. En estos años seprodujo el relevo de Cerralbo en las figuras de MatÍas Barrio y Mier y Bar-tolomé Feliú, así como la muerte de D. Carlos y la sucesión de su hijo,Jaime, en la opción legitimista. Con este hecho coincide la vuelta de Enri-que de Aguilera a la vida política, contaba ya con 67 años y fue nombradopor D. Jaime presidente de una Junta Central de 28 miembros integradapor jefes regionales y diputados carlistas. Esta etapa procura un relanza-miento de nuevo del partido, se crean comisiones y se intenta una presen-

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EL ARCHIVODE ENRIQUE DE AGUILERAYGAMBOA 215cia mayor en la sociedad del momento; los resultados, como en otras oca-siones, no fueron muy brillantes.

El final de la presencia política de Cerralbo coincide con un nuevorebrote de disidencias internas -hecho que no era nuevo en las filas delcarlismo- y con la crisis mundial; a partir de 1914 las posiciones dentrodel partido oscilan entre los diferentes frentes. Al fin del conflicto quedanya patentes las divergencias entre amplios sectores con respecto a D. Jaimey se produce la importante escisión tradicionalista protagonizada por Váz-quez de Mella (1919). Es el momento de la retirada definitiva del Marquésde Cerralbo del panorama político.

2.3. El Marqués de Cerralbo, historiador y arqueólogo

Si hasta aquí he comentado, con mayor o menor profundidad, los avata-res de la vida política del Marqués de Cerralbo, conviene ahora hacer lomismo con su otra gran faceta vital, esto es, la iniciación en la investigaciónhistórica y, por ende, sus aportaciones a la Arqueología de este país.

Según las notas biográficas1o con que contamos, el interés de Enrique deAguilera por la Arqueología y la Historia comenzó siendo muy pequeño,pero la primera incursión seria del Marqués en la investigación históricapuede datarse en 1892, coincidiendo con el IV Centenario del Descubri-miento de América, cuando pronunció una Conferencia sobre el Virreinatode Méjico en el Ateneo de Madrid. Tres años más tarde, otro hecho noshabla de su preocupación por los temas relacionados con el PatrimonioHistórico Español. Concretamente, se trata de la financiación de la conti-nuación de unas excavaciones, que estaban siendo realizadas por Vives en. Ciempozuelos y que habían agotado una asignación inicial de la Real Aca-demia de la Historia. En 1900, una vez alejado de las cuestiones del parti-do, confirma su interés por la investigación histórica al publicar, en el Bole-tín de la Sociedad Española de Excursiones, un estudio sobre Doña MaríaHenríquez de Toledo, mujer que fue del Duque de Alba.

En realidad, es tras el ingreso en la Real Academia de la Historiall en1908, cuando el Marqués de Cerralbo se dedicó intensamente a las investi-gaciones históricas a través de la Arqueología. De hecho, al año siguiente,lee en sesión extraordinaria su investigación sobre el Alto Jalón, en la quedaba a conocer sus conclusiones sobre los yacimientos hasta entonces exca-

10 Me remito a las notas biográficas apuntadas en la nota nº 6. La aportación deCerralbo a la arqueología hispana es un tema que aún no ha sido resuelto. Se está reali-zando una tesis doctoral en la Universidad Autónoma de Madrid, a cargo de la arqueólo-ga y colaboradora del Museo Cerralbo, Carmen jiménez Sanz, que sin duda desvelarátodos estos extremos.

11 Su discurso de ingreso versó sobre el Arzobispo D. Rodrigo Ximénez de Rada y elMonasterio cisterciense de Santa María de Huerta.

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vados, entre otros, el yacimiento del Paleolítico Inferior de Torralba (Soria),donde postula que aquella fue la estación humana más antigua entre laseuropeas. Se inicia así el período más fructífero de Cerralbo en los terre-nos de la investigación arqueológica que, si bien en principio coincide consu alejamiento de la política, no abandona cuando se incorpora a la JuntaCentral Legitimista a partir de 1912. Desde su Palacio de Santa Mª de Huer-ta, costea, dirige y practica excavaciones en las provincias de Soria, Guada-lajara y Zaragoza, algunas de las cuales serían las primeras en su género: laciudad romana de Arcobriga (Momeal de Ariza, Zaragoza), las necrópolis deAguilar de Anguita, Luzaga (Guadalajara), etc.

Desde su posición de senador, en 1911, participó en la elaboración de laprimera norma con rango legal que afectaba al Patrimonio Histórico12 y,por otra parte, en ese mismo año ganó el Premio Internacional Martorell13con una obra que es, en definitiva, un compendio de gran parte de susinvestigaciones. Sabemos de su exitosa participación en el Congreso Inter-nacional de Antropología y Arqueología Prehistóricas de Ginebra 1912, queresulta decisiva para su consagración en el extranjero. Allí expone industrialítica, huesos, mandíbulas, defensas de elefantes de Torralba; ajuares fune-rarios de Aguilar de Anguita, Luzaga y Arcobriga y presenta sus comunicacio-nes Torralba, le plus ancienne station humaine de l'Europe y Nécropoles Ibériques. Apartir de entonces logró el reconocimiento internacional y estableció con-tacto con numerosos estudiosos extranjeros de la época como Breuil, Capi-tan, Obermaier, Boulé, Cartailhac y, dada la importancia de su trabajo y lafama lograda, fue nombrado miembro de numerosas academias extranjeras.

Otro asunto, realmente de mucho interés y que permanece sin un estu-dio adecuado, es la labor que Cerralbo pudo desarrollar como Presidentede la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, organis-mo dependiente de la Junta de Ampliación de Estudios e InvestigacionesCientíficas; así como el puesto de Vicepresidente de la Junta de Excavacio-nes y Antigüedades, instituciones que tuvieron su origen en estos años14•Además, fue Vicepresidente de la Asociación Española para el progreso delas Ciencias, agrupación que celebraba congresos cada dos años y a los queCerralbo presentó el resultado de investigaciones que desarrolló entre 1915y 1917, año en el que también fue nombrado académico de la Real Acade-mia de Bellas Artes de San Fernando15, aunque parece ser que no llega a

12 Ley de Excavaciones Arqueológicas de 7 de julio de 1911.13 El título de esa voluminosa obra de cinco tomos es Páginas de la Historia Patria

por mis excavaciones arqueológicas. Este texto permanece inédito con la sola excepción dela edición anotada del tomo correpondiente al yacimiento de Arcobriga; BELTRÁNLLO-RIS,Miguel. Arcobriga (Monreal de Ariza, Zaragoza), Zaragoza, Institución Fernando elCatólico, 1987.

14 Al parecer por sendas Reales Ordenes de 28 de mayo de 1912 y 26 del mismo mesde 1913.

15 En 1913 lo había sido de la Real Academia Española.

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EL ARCHNO DE ENRIQUE DE AGUILERA YGAMBOA 217

pronunciar su discurso de ingreso que iba a versar sobre el arte prehistóri-co español.

Finalmente, sólo me resta añadir que el Marqués de Cerralbo continuótrabajando hasta fechas muy cercanas a su muerte, ello a pesar de contarcon una salud un tanto quebradiza, sirva el dato de que entre 1919 y 1921participa en diferentes acontecimientos culturales, nacionales y extranjeros.

3. UN FONDO CON CIERTA DISPERSIÓN Y DESORDEN

El trabajo con los papeles de Cerralbo suponía el establecimiento deuna serie de etapas. En principio lo que procedía era formarse una idea dela trayectoria personal de la figura principal del archivo, esto es, de Enri-que de Aguilera y Gamboa, Marqués de Cerralbo. Para ello recurrí a la lec-tura de las semblanzas realizadas por Juan Cabré y otros escritores de laépoca, así como a distintas monografías que me aportaron datos sobre labiografía del Marqués, tal y como ha quedado reflejado en el apartado ante-rior. Conocer las actividades de la persona es, como veremos más adelante,la pieza clave que ha de proporcionarnos la pauta para la organización delarchivo. Silva, en el artículo antes citado, habla de itinerário de producao parareferirse a los estadios en la vida de la producción o recolección de docu-mentos, verdadero armazón, al cabo, donde se irán insertando aquellos!6.

El paso siguiente, una vez conocido nuestro personaje tanto en su for-mación, títulos de nobleza y matrimonio, como en sus actividades políticase intelectuales y establecida, por tanto, una cronología de su vida, fue haceruna aproximación al azar a los documentos que integran el fondo del quevengo hablando. La cata en los documentos tuvo básicamente dos intencio-nalidades, por una parte averiguar la virtualidad de los instrumentos que des-criben el contenido de legajos y cajas, esto es, tanto del inventario con quese cuenta para los legajos procedentes de la Testamentaría de la Marquesade Villa-Huerta!7, como de las fichas catalográficas que se elaboraron sobreparte de aquellos legajos; además, se trató de discernir la utilidad de la rela-ción de urgencia hecha a los documentos hallados durante unas obras deacondicionamiento del Museo Cerralbo en 1994.

Por otra, era necesario descubrir si el interior de legajos, cajas y paque-tes presentaban una clasificación determinada, que pudiera ser primordialen la organización final del archivo. Como es lógico, cualquiera de los dosextremos era de vital importancia para la clasificación y ordenación poste-rior de la totalidad de los documentos. Antes de continuar este relato, y

16 Vid. nota 3: SILVA,Op. cit., p. 275.17 La Marquesa de Villa-Huerta, Amelia del Valle Serrano, era hija de Inocencia Serra-

no, esposa del Marqués de Cerralbo; a la muerte de éste sigue habitando el palacio de lacalle Ventura Rodríguez.

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aunque pueda haberse deducido ya de lo expuesto, quiero aclarar que enaquel momento el archivo presenta diferentes unidades de instalación a lasque se hará referencia a continuación, lo que hacía necesario determinartambién si, detrás de cada una de ellas, se escondían partes diferenciadasdentro del conjunto, por unos u otros motivos.

El punto de partida me situaba ante un buen número de documentoscon el presentimiento de que reinaba en ellos cierta dispersión y desorden,inclusive en aquellos que, al decir de la antigua directora del Centro, habí-an sido registrados y clasificados. Hoy por hoy, veo difícil el poder responderpor entero a los motivos de la presente situación pero creo que, a pesar deello, podré establecer el origen de algunos hechos y mostrar cómo estánrelacionados, en gran parte de los casos, con decisiones de un pasado leja-no, aunque también responden a otro mucho más cercano.

Comentaba anteriormente que una visión primera, a la que difícilmentepuedo calificar de panorámica, la ofrece la consulta de las diferentes rela-ciones que, de manera parcial, hacen referencia al conjunto de los docu-mentos. Así, el inventario de legajos que corresponde al cumplimiento delo dispuesto por la Marquesa de Villa-Huerta en su testamento, referenciaveintiocho unidades (lámina 1). La información que proporciona es, en oca-siones, muy somera -caso por ejemplo del legajo nº 16 que aparece comoBorradores de publicaciones del Sr. Marqués de Cerralbo-, mientras que en otrasanalizan una a una las carpetas del interior del legajo -como ocurre conlas treinta y cuatro que contiene el legajo nº 24 bajo el tema de Correspon-dencia [con] Señores Obispos-.

Por otra parte, dispuse de un Informe elaborado en 1994 por Carmenjiménez, en el que se hacía mención, entre otras cuestiones, a cinco archi-vadores que se hallaban instalados en un compactus del Museo y al hallaz-go de documentación producido con motivo de las obras que se venían rea-lizando en la casa; allí se relata cómo se hizo una estimación sobre elvolumen documental-unos 4.000 documentos- agrupados en 43 peque-ños paquetes y cómo se aprovechó el traslado para realizar una relación deurgencia. Un examen rápido permitió averiguar que se trataba de docu-mentos sobre política carlista. Además de estos dos grandes bloques -ellegado Villa-Huerta y los documentos carlistas18- se ha añadido un nuevogrupo de documentos que se encontraba guardado en un bargueño delMuseo a los que hay que sumar una serie de, permítaseme la expresión, fle-cos en forma de 3 cajas de cartón que contienen un material muy diverso(recordatorios, kilométricos, talonarios, ...), un legajo titulado: Recuerdos delos viajes del Sr. Marqués y otra carpeta de documentos sin catalogar.

A todo lo anterior hay que sumar sendos grupos que difícilmente pue-den calificarse como integrantes del archivo personal del Marqués -aun-

18 Los archivadores mencionados, que se encontraban en los compactus del depósito,no pertenecen en principio a los documentos referenciados en el legado Villa-Huerta.

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EL ARCHIVO DE ENRIQUE DE AGUILERAYGAMBOA 219

que sí se constate cierta relación- y que, por diversas razones, incluimosen este trabajo. Se trata, por una parte, de la documentación que el Minis-terio de Cultura compró a Margarita Becerril en el año 1994 y por otra, delos documentos donados por el yerno del pintor José Soriano Fort al MuseoCerralbo en 199319•

Veamos todo lo expuesto hasta ahora de una forma más esquemática:

* LEGADO VILLA-HUERTA:- Cajas archivadoras: los documentos de los antiguos legajos 1 al 7, 12

Y 28, referenciados en fichas (total 26 cajas20).- Legajos: 6, 7 (parte), 8/11, 13/28 (parte).

* DOCUMENTOS CARLISTAS:- Paquetes: un total de 43.

* DOCUMENTOS DEL BARGUEÑO- 10 pequeños legajos, 3 cuadernos abecedarios, documentos sueltos,

matrices de talonarios, ...

* FLECOS- Carpeta azul, documentos sueltos, cosido.- Archivadores marrones (8).- Cajas azules (3).- Carpeta de recuerdos.- Documentos comprados.- Documentos de Soriano Fort.

A continuación me ocuparé de exponer el contenido de cada una deestas partes, siendo mi interés hacer hincapié en las posibles divisiones fun-cionales o temáticas que nos ofrecen cada una de ellas para así ir delimi-tando las piezas de lo que hasta ahora tendría más aspecto de puzzle quede conjunto orgánico.

3.1. Descripción de las partes

Los legajos Villa-Huerta

Los resultados del examen de los dos primeros legajos escogidos al azarfueron, sin duda alguna, desiguales. Ya he comentado con anterioridad que

19 El Marqués mantuvo con este pintor una relación de mecenazgo. De hecho, variasde las estancias del palacio cuentan con frescos pintados por aquél.

20 Además de documentos procedentes de la Testamentaría Villa-Huerta se contienenen estos archivadores otra documentación de distinta procedencia a la que haré menciónmás adelante.

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el legajo nº 24, Correspondencia con Señores Obispos, presentaba los documen-tos agrupados por carpetas según la procedencia de las cartas; el segundo(nº 16), sin embargo, contiene las pruebas de un libro y presenta un aspec-to de desorden considerable, y lo que es más, se encuentra en él documen-tación que no se referencia en el inventano. Un ejemplo más sirvió paradeterminar la variedad de asuntos que se contienen en los legajos Villa-Huerta. Así, en el legajo numerado con el 8, se inicia una pequeña serie dedocumentos relacionados con el periódico El Correo Español entre 1893-95,en líneas generales se trata de la gestión administrativa del mismo. Estepanorama se completa, por una parte, con los documentos que se refierena la faceta arqueológica del Marqués, que actualmente se encuentran en loslegajos 15-16 y 18-21; los más interesantes, por contener mayor y mejorinformación, son los correspondientes al 18, 20 Y21. Y, por otra, con unaserie de legajos que se dedican a Correspondencia personal, revistas, perió-dicos y folletos -nacionales y extranjeros-o

Después de revisados la totalidad de los legajos he llegado a una seriede certezas que quiero exponer en unos puntos fundamentales:

- Recordar que los legajos 1/7, 12 Y28, según se desprende de la rela-ción hecha para la testamentaría de la Marquesa, estaban dedicadosa albergar documentación relacionada con la política carlista -cartasdel Carlos VII, de Don Jaime de Barbón, correspondencia del Condede Melgar, juntas regionales, etc.-, así como con los nombramientosdel Marqués de Cerralbo (legajo nº 12) y con asuntos más o menosprivados -pasaportes, facturas de cuadros, menús-21•

- Los legajos 8 al 11 inclusive tienen por objeto la administración delEl Correo Españo~ órgano transmisor del pensamiento carlista.

- Los números 13 y 14 corresponden a material impreso, pero tambiénrelacionado de una u otra forma con la política, hojas de propagan-da electoral, números del Correo Español y de otros periódicos.

- Con el legajo 15 se inicia otro gran grupo en el que podríamos seña-lar a la actividad intelectual como vínculo de unión. Así, las pruebasdel libro sobre Santa María de Huerta y otros artículos, aparecen cer-canos a los legajos de tema arqueológico de los que ya hemos habla-do y que cierran este gran apartado en el legajo 21.

- Los legajos 22, 23 Y24 corresponden a misivas y tarjetas de carácterpersonal en general.

- El número 25 contiene una abundante información sobre los gastosde construcción del actual Museo, borradores de la escritura de com-

21 Como toda explicación del tratamiento especial dado a estos legajos contamos conuna nota manuscrita y firmada en 1984 por la anterior directora del Centro, ConsueloSanz-Pastor, aclarando qué número de legajos fueron registrados y clasificados y la ubicacióndel resto. Por supuesto, nada se dice de los criterios de organización que se iban a aplicar.

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EL ARCHIVO DE ENRIQUE DE AGUILERA Y GAMBOA 221pra y correspondencia del aparejador, Federico Checa, con el Mar-qués.

- Se cierra esta relación, tal y como ocurría en la primera parte decarácter político, con sendos legajos dedicados a folletos, libros ypublicaciones relacionados con la Primera Guerra Mundial.

Después de este recorrido por las diversas agrupaciones, la conclusiónestá más clara: existen tres grandes temas sobre los que, al parecer, se arti-cula el grueso de la documentación perteneciente al archivo del Marquésde Cerralbo. En primer lugar, los documentos que se refieren al partidocarlista y a la vinculación de Enrique de Aguilera como Jefe que fue dedicho partido en dos periodos de su vida. Por otra parte, la documentaciónreferente a su actividad investigadora en el terreno de la Historia y de laArqueología y, por último, los documentos que nos hablan directamente desus relaciones sociales y personales, así como de su formación y nombra-mientos.

Desgraciadamente, el conjunto de los legajos Villa-Huerta no permaneceintacto. Como ya adelantaba anteriormente, entre 1973 y 1984 se organizóuna parte de éstos legajos, en concreto, los pertenecientes al tema carlista.y no sólo eso, sino también los que fueron hallados en sendas ocasiones-1962 y 196422- yesos otros que, por centrarse en la persona del Mar-qués -el nombramiento como miembro de la Real Academia Española,por ejemplo-, debían ser objeto de un trato especial. No es cuestión dehacer polémica sobre los hechos pasados, pero actuaciones como la ante-rior demuestran la falta de consideración ante el concepto de archivo -ensu sentido global y de unidad-, mientras que todaVÍa hay quién se inclinanpor favorecer a determinadas piezas -hago uso conscientemente de esapalabra- como si de objetos se tratase, merecedores o no de formar partede la colección expuesta o de la selección para determinados intereses, con-denados a perder el marco donde cobrar el sentido que pudieran tener.

Para seguir avanzando en la visión de la situación de partida del fondo,me resta hacer algunas puntualizaciones referentes a esos documentos queya han sido tratados de alguna manera. Lo primero que me llamó la aten-ción es que los documentos fueron registrados con un número currens,hecho que me llevó a pensar que si se seguía el registro podrían detectarse,bien la composición de los antiguos legajos, o bien el interés particular quemovió al planificador de aquella tarea. Después de seguir la pista a losnúmeros registro de los documentos puede observarse que:

22 Sanz-Pastor en el artículo citado en la nota nQ 7 relata cómo en 1962, al repararciertas tejas de una pared medianera del Museo se descubrieron unos documentos, entreellos se encontraban las claves utilizadas en los escritos carlistas, que la autora reproduceen su trabajo. También hace alusión a una caja lacrada que se encontró en 1964. Es unalástima que sea tan parca la descripción, ya que no sabemos qué cantidad de documen-tos estaba oculta y sería objeto de la clasificación posterior.

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- La primera caja archivador23 (en lo sucesivo en números romanos)contiene una extraña mezcla de, entre otros, documentos antiguos-Real Cédula de Carlos 111-, libros de poemas del Marqués o unpleito, del que no se comprende muy bien su procedencia; imaginoque es la primera ya que los documentos allí contenidos son los másantiguos.

- En las cajas 11y 111 se advierte la presencia de parte de documentosque fueron del legajo Villa-Huerta número uno, son las cartas de lospretendientes al trono y de sus esposas; en líneas generales, los cienprimeros registros24• A pesar de cierta unidad en los protagonistas seaprecia una falta de orden cronológico o por personas estricto.

- La correspondencia de Melgar ocupa los registros 110 al 482, lo quedebió ser el legajo 2 Villa-Huerta, actualmente en los archivadores IVal XII; la sensación de un respeto al orden, en este caso cronológico,es mayor.

- El análisis de las cajas siguientes -XIII y XIV- da una nítida ideade la pérdida de unidad que se aprecia en el resto. En la XIII, sin irmás lejos, están los números de registro 485 -documentos persona-les, cartas de su cuñado, del administrador-, 509/17 -son docu-mentos antiguos-, 518/21 -cartas de carácter variado-, 630,718/20 -documentos procedentes del Archivo Histórico de Protoco-los de Madrid25-. Esta situación puede constatarse en las cajas res-tantes y se agrava con la inclusión de documentos contemporáneos-de 1974 en la caja XVI- o con la de los documentos relacionadoscon Francisco de Aguilera, al parecer militar con cierto destino en laGuardia Colonial de Guinea, que se han instalado en la caja XXV.

Si en el comentario de los legajos Villa-Huerta se discernía lo que podí-an constituir las líneas de división de las unidades de instalación de losdocumentos con vista a un tratamiento general, la actual situación de estaparte del archivo me parece especialmente delicada. La mezcla de asuntos yfechas es patente a todas luces y las fichas, pretendidamente catalográficas,lo son tan sólo en una parte de los casos. Además, qué solución puede apor-tarnos semejante catálogo en nuestra intención de abarcar el hecho históri-co completo, dentro de la lógica de la sucesión histórica de los aconteci-mientos.

23 Se encuentran instalados en cajas y en carpe tillas con una inscripción mecanográ-fica correspondiente a la catalogación que, por otra parte, es un tanto sui generis.

24 En teoría correspondería un número a un documento suelto, esto es así en los pri-meros registros pero según avanzamos en los ficheros la premisa no se cumple y un solonúmero es referencia de un grupo de cartas, por ejemplo.

25 Se trata, por supuesto, de fotocopias que han recibido, por el hecho de ser copiasdel testamento de la Marquesa de Villa-Huerta y del Marqués de Cerralbo, un trato privi-legiado.

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EL ARCHIVO DE ENRIQUE DE AGUILERA Y GAMBOA

El hallazgo de documentos sobre el Partido Carlista

223

Quiero ahora pasar a comentar lo más relevante de la documentaciónhallada en las obras del palacio. La toma de contacto fue la misma que enel caso anterior, elegí un paquete, el 26, que en la relación figura comoOrganización Carlista. Comunicaciones seguido de una serie de números (nor-malmente de cincuenta en cincuenta). En el interior se encontraban unaserie de cartas respondiendo a lo que debió ser una orden cursada por elJefe del Partido para conocer el número de miembros, la fecha de constitu-ción de la agrupación y el nombre de los cargos locales. El paquete 4 con-tenía un cuaderno en el que figuran bajo el siguiente título: Comunicacionesrecibidas respecto a la constitución de círculos, juntas y todos los cargos de elecciónpopular, anotadas las 698 cartas numeradas -me temí que por orden de lle-gada- que se contienen en los legajos (lámina 2).

Un contenido diferente cabía esperar que contuviera el paquete 22 enel que se relacionaban un buen número de nombres personales y la loca-lidad de cada uno de ellos. En efecto, este otro tipo de legajo al parecerreunía la correspondencia que el Jefe del Partido mantenía con las dife-rentes zonas geográficas, y es así como debió de estar organizado antigua-mente. En el mejor de los casos una carpetilla con el nombre personal yla localidad recoge las diferentes cartas que se recibieron a lo largo deltiempo. La investigación sobre el resto de los documentos proporcionóaún dos contenidos diferentes. El primero de ellos tiene un formato cer-cano al folio, que lo diferencia de los que he comentado hasta ahora, esun impreso normalizado con espacios para cumplimentar con los nom-bres de la localidad y los de los miembros; se trata, en realidad, del Actade Constitución de la Junta Local y su conjunto está ordenado por zonas geo-gráficas. El segundo tipo de legajo se diferencia por la temática, esto es,los documentos sobre elecciones que se agruparon en dos paquetes. Enellos hay correspondencia con los Gobernadores y los candidatos, telegra-mas, estadillos de votos y recortes de prensa. El orden en este caso tam-bién es geográfico.Así expuesto el asunto parece que no existen grandes dificultades para

organizar esta parte del archivo. Pero lo cierto es que los documentos quepueden responder a estas series se hallan muy desordenados; en un' mismopaquete encontramos mezcladas las zonas geográficas y lo mismo ocurrecon la correspondencia con los individuos más significativos dentro del par-tido. Además, las excepciones abundan a lo largo de los 43 paquetes, sirvanalgunos ejemplos para ilustrar lo dicho. Un manuscrito de 27 folios sobreConferencias en el Loredan en un legajo que tiene cartas procedentes de Palen-cia, Bilbao o Cuenca; una enorme cantidad de cartas bajo el epígrafe Corres-pondencia antigua en la que se mezclan temas personales y familiares contemas de carácter político; y por último, el más llamativo de los ejemplos,unos 60 documentos, en su mayoría oficios de Zumalacárregui aJosé Miguel

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Sagastibelza, Comandante del 5º Batallón, correspondientes a los años 1834y 183526•Con el fin de no alargar más lo que no debe pasar de un comentario

general, quiero exponer un cuadro que agruparía en posibles series lostipos de documentos de los que vengo hablando y que, a la vez, puede daruna idea del grado de desorden en que se encontraban:

SERIES PAQUETES

Documentación anterior a la Jefatura 13, 15-16, 28-30

Actas de constitución de Juntas Locales 34-35, 40-41

Correspondencia con Círculos y Juntas27 1-11, 14, 17-18,20-23,2527,31-33,39

Elecciones 13, 19

Comunicaciones 1 401-450

« 7 301-350

« 23 251-300451-5001-50

« 25 500-550

« 26 51-100201-250601-650. 151-200101-150

« 39 351-400

Como es lógico, los comentarios sobre esta parte de la documentaciónno se agotan aquí, existen un buen número de particularidades y maticesque no pueden ser reflejados ahora, el especial peso de las misivas del Mar-qués de Valde-Espina o la cantidad de correspondencia cruzada referente a

26 En los paquetes 9, 16 Y 15 respectivamente.27 No se si ha quedado claro que puede aparecer agrupada por provincia o por per-

sona relevante. Por ejemplo en el paquete número 9 la primera carpe tilla es la corres-pondencia enviada por Fausto Gual Torrella, cabeza visible en Palma de Mallorca, y acontinuación otra carpe tilla bajo el epígrafe Cuenca que contiene misivas de jefes políti-cos locales de Tarancón, Moraleja, Huete, etc.

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EL ARCHIVO DE ENRIQUE DE AGUILERA Y GAMBOA 225la trama política que tuvo como protagonista al Barón de Sangarren, pue-den ser sendos ejemplos de ello.

Antes de pasar a hacer referencia a otros documentos, quiero poner demanifiesto que la organización total del archivo ha de pasar necesariamentepor agrupar los documentos relacionados con la primera jefatura del parti-do por parte del Marqués de Cerralbo con aquellos que tienen el mismotema en los legajos Villa-Huerta. Si en estos últimos se contiene la materia-lización de las líneas políticas emanadas desde lo más alto de la Organiza-ción Carlista, no es menos relevante que los documentos escondidos respondena la realidad de lo que fue la implantación de aquel partido, a través de susdiferentes órganos locales, en nuestro país.

Los documentos del bargueño

Se trata de algo menos de un metro lineal de documentación que seencontraba resguardada en el mueble mencionado y que aporta nuevostemas y algunos documentos relacionados con asuntos ya enunciados. Tra-taré de exponer su contenido en base a tres grandes epígrafes. El primero-éste es el nuevo- se refiere a documentos sobre la administración y patri-moni028, el segundo a los relacionados con el Partido Carlista y el tercero aasun tos de carácter personal.

- Administración y patrimonio: engloba a una serie de pequeños lega-jos con las cuentas del periodo junio 1877junio 1878; Cuentas yjusti-ficantes del Marquesado de Villa-Huerta para 1905 (ler. y 2º trimes-tre); correspondencia con Rodríguez Manzano, administrador delMarqués de Cerralbo (1885 y 1904-5) Ycon Federico Checa, apareja-dor (1885); Cuentas de la administración de ciertas propiedades enSalamanca (1912/19); cuenta corriente en el Banco de España(1894/1907) Ymatrices de talonarios.

- Carlismo: diferentes cuadernos abecedarios con los nombres y direc-ciones del personal del partido (por grado de las agrupaciones, porcargos, etc.); manuscrito de Sobre la manera de aplicar el programa tradi-cionalista para consolidar la monarquía, ... ; un paquete de cartas con eltema común de las elecciones de 1898; telegramas.

- Personal: nombramientos en oposiciones, miembro de asociaciones,felicitaciones. Cartas de Esperanza, hermana del Marqués(1990/1915), de otros familiares y amigos (1899/1900).

28 De manera puntual puede encontrarse este tipo de documentos a lo largo delfondo. En concreto, sólo el legajo 25 Villa-Huerta está dedicado a los gastos efectuadosen patrimonio y administración.

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Cabe hacer el mismo comentario que cuando concluía la exposiciónsobre los documentos ocultos, esto es, nuevas piezas que han de ser inclui-das en el lugar que le corresponda a cada una de ellas. La particular apor-tación de este grupo de documentos es que, a pesar de presentar un volu-men no muy elevado, introducen un aspecto de considerable importancia-aunque sea como aquí de manera muy parcial-, me refiero a los datosque suministran sobre los recursos económicos y la administración de losmismos practicados por el Marqués de Cerralbo. Estos temas hasta ahorano habían aparecido en ninguna otra parte del fondo y hay que lamentarque sea una fracción de lo que debió existir; sin duda, los repartos testa-mentarios distribuyeron parte de los documentos junto con las propieda-des.

Otros documentos

Resta ahora hablar de aquellos retales que mencionaba al comienzo. Sibien, cobran especial relevancia sobre el resto, los 8 archivadores marronesque, como antes apunté, se encontraban instalados en un compactus deldepósito del Museo. El tema que predomina en ellos es la Arqueología pero,como ocurre en buena parte del fondo, los documentos están mezclados ypueden encontrarse tanto cartas, folletos o recortes de prensa, como foto-grafias, dibujos, etc.29 Por otra parte, e instalados en tres cajas de cartón, seencontraba otro grupo de documentos de carácter privado y, en algunoscasos, relacionados con la esposa e hijos del Marqués, me refiero a parte decontabilidades referentes a la casa de Villa-Huerta, a las tarjetas de visita yrecordatorios de fallecimientos, etc. Además, había en las mencionadas cajasalgunos carnets del Marqués de Cerralbo, talonarios de cheques, cuentasde las caballerizas (muy parcial), talonarios de viajes en ferrocarril, etc.Dentro de las dos carpetas que restan por comentar volvemos a apreciar

esta mezcolanza de la que vengo hablando. Da la sensación de que alguienhubiera vaciado algunos cajones o bien recogiera algunos papeles productode encuentros fortuitos a lo largo del tiempo. En fin, tenemos algunas car-tas privadas solicitando favores o ayudas, documentos referentes a Manza-no, un manuscrito titulado Cartas a Ezquerdo, un pasaporte y numerososrecuerdos de viajes del Marqués -en pequeños paquetes envueltos en papelde periódico hay gran cantidad de etiquetas de hoteles, de ferrocarriles ode otros establecimientos-o

29 No acierto a comprender la razón por la que se encontraban segregados de loslegajos que se ocupan de la actividad arqueológica del Marqués. Podría aventurarse algu-na hipótesis, en ese sentido, quizás constituyeran el material de trabajo de otra persona,por ejemplo del primer director del Museo, Juan Cabré, y que el paso del tiempo loscondenara a permanecer aislados hasta este momento en que se ha iniciado su investiga-ción.

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EL ARCHIVO DE ENRIQUE DE AGUILERA Y GAMBOA 227

Por último, dedicaré un breve apunte al contenido de los documentoscomprados por el Estado. Son cuatro carpetas de cartón que contienen lospapeles procedentes de diferentes demandas judiciales a la testamentaríadel Marqués de Cerralbo, cuyo albacea fue Antonio Becerril. En general, ladocumentación abarca el periodo 1926-1931 y cuenta con una relación decontenido manuscrita por la propia vendedora, pero de muy poca utilidad.

El otro pequeño grupo de documentos tiene a la figura del pintor JoséSoriano Fort como protagonista. A través del yerno del pintor se hizo dona-ción en 1993 al Museo Cerralbo de unos cuantos documentos -en su mayo-ría de carácter personal, como una partida de bautismo, certificados de pre-mios, etc.- y fotografias, al parecer por la particular relación de mecenazgoque Enrique de Aguilera tuvo con este personaje.

4. LA PROPUESTA DE CLASIFICACIÓN

Una vez descritas las distintas partes que integran el fondo, llega elmomento decisivo de la organización, esto es, de la clasificación y ordena-ción de la totalidad del conjunto. Ni que decir tiene que es una tarea deli-cada y fruto de un estudio intensivo sobre los documentos. De lo expuestohasta ahora pueden deducirse algunos aspectos que serán fundamentalesen la futura organización del archivo. Decía en la introducción de este tra-bajo que la pretensión última debe ser preservar el carácter orgánico delarchivo, conservar o recuperar, según los casos, aquellos motivos que rela-cionaron a los documentos, aquellas redes que explican los hechos pasadosy así, garantizar luego, el acceso a la información que se contiene en losdocumentos. Es sabido que es ésta la misión, en ocasiones difícil, del archi-vero.

La base del futuro trabajo de organización, y es ésta una cuestión en laque coincido plenamente con los autores consultados, ha de ser el protago-nista del archivo, considerado como una institución productora de docu-mentos -a la par que receptora- que desarrolla una serie de funciones alo largo de su vida y que, como aquélla, realiza tales actividades para asegu-rar su conservación y desarrollo. Así planteado el principio para establecerla clasificación, el paso siguiente conduce a admitir una amplia separaciónentre los documentos que son de carácter personal o patrimonial y los deri-vados de la función o funciones desempeñadas por el individuo a lo largode su vida.

Los primeros, que en ocasiones son difíciles de discernir de .los segun-dos, se plasman en diarios, correspondencia con familiares y amigos, docu-mentos de identificación, títulos académicos, profesionales u honoríficos,cuentas, etc. Mientras que los segundos muestran las distintas etapas profe-sionales del sujeto diferenciadas en el tiempo y en el tipo, por ejemploempresariales o políticas. Dentro de las funciones que establezcamos -en

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el caso que nos ocupa políticas, intelectuales, sociales--, la propia documenta-ción marcará las siguientes divisiones; siguiendo con el archivo Cerralbo,las diferentes intervenciones dentro de la actividad intelectual e investigadoradel Marqués de Cerralbo, podrían ser un claro ejemplo de lo expuesto. Delmismo modo, he señalado las diferentes series que se establecen con losdocumentos referidos a la actividad política de Enrique de Aguilera, estoes, los documentos vinculados con Elecciones o las propias Actas de Constitu-ción deJuntas Locales. En cuanto a la ordenación interna de las series que seestablezcan, ésta ha de variar según su tipo documental y volumen de docu-mentos. Unas veces será recomendable el orden alfabético -de personas olugares-, el numérico o el cronológico. Sólo un estudio exhaustivo delmaterial dictará la inclinación por un sistema u otro.Es sabido que la culminación de los trabajos de clasificación y ordena-

ción, es decir, de la organización propiamente dicha del archivo ha de refle-jarse en un instrumento básico: el cuadro de clasificación, el lugar dondese refleja el trabajo de organización documental y donde se ofrece unavisión panorámica de la totalidad del archivo y de la jerarquía que lo inspi-ra. Sin ánimo de exhaustividad ni, mucho menos, de idea definitiva, quieroapuntar un posible cuadro de clasificación del archivo que, como puedecomprenderse, está basado única y exclusivamente en el examen de losdocumentos. En el cuadro de clasificación pueden distinguirse dos grandesgrupos que responden claramente a la procedencia de los documentos. Ami juicio, es necesario establecer una separación entre los documentos queintegran el archivo personal y los que por diferentes razones o conexiones,más o menos estrechas, se hallan inmersos en la globalidad del Archivo delMuseo, pero que claramente pueden ser entendidos sin la dependencia delresto. Por otra parte, dentro de lo que considero propiamente el archivopersonal del Marqués, pueden apreciarse las grandes divisiones de las quehe venido hablando al comentar las diferentes instalaciones que existían enel archivo y, del mismo modo, sus pautas para la agrupación última. Así,lassiguientes grandes divisiones corresponderán a los documentos estrictamen-te personales, los que tienen que ver con la administración de sus recursoseconómicos y los derivados de las funciones desarrolladas a lo largo de suvida.

CUADRO DE CLASIFICACIÓN DEL ARCHIVODEL MARQUÉS DE CERRALBO

A) ARCHIVO PERSONAL DEL MARQUES DE CERRALBO

1. Documentos personales1.1. Biográfico1.2. Correspondencia particular

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EL ARCHIVO DE ENRIQUE DE AGUILERA Y GAMBOA

2. Patrimonio y Administración de la Casa Cerralbo3. Vinculación con el Partido Carlista

3.1. Documentos antiguos3.2. Jefatura del Partido Carlista

3.2.1. Correspondencia con los pretendientes3.2.2. Actas de Constitución de Juntas Locales3.2.3. Correspondencia con Círculos yJuntas3.2.4. Comunicaciones3.2.5. Elecciones

4. Actividades científicas4.1. Investigaciones históricas4.2. Arqueología

4.2.1. Estudios4.2.2. Intervenciones

B) DOCUMENTOS AJENOS AL ARCHIVO PERSONAL

1. José Soriano Fort2. Antonio Becerril3. Francisco de Aguilera

229

Para concluir, me gustaría volver a incidir en una idea que ha sido yaexpuesta a lo largo de estas páginas. Tan sólo si contamos con una organi-zación lógica que enmarque a la totalidad del archivo podremos disponerde la información que se contiene en los documentos de una manera fiabley propiciando una visión de conjunto; un documento aislado -una carta,.hay miles en este archivo- fuera de su contexto no tiene sentido, nos esmuy poco útil. Del mismo modo, detenernos en una descripción pormeno-rizada de ella no tiene objeto y, aún lo tiene menos, dedicar muchos cuida-dos a una parte de los documentos y olvidar otra, en este caso, es descuidarparte de las facetas vitales de un hombre.

La experiencia nos dice que lo que no se conoce no se valora y, pareceser, que con la figura del Marqués de Cerralbo ha ocurrido esto hasta ahora.Desde luego, la puesta al día de su archivo personal ha de ser un paso defi-nitivo para situar su persona en el lugar histórico que pueda corresponder-le, ya sea por su contribución como Jefe del Partido Carlista, gracias a sufaceta de pionero en la Arqueología de nuestro país. Ha de movernos a elloun interés egoísta, es algo que está ahí y que debe ser utilizado, forma partede nuestro Patrimonio Histórico y es el pasado el que puede hablarnosahora directamente de cómo sucedieron los hechos.

He tratado de mostrar que el Archivo Cerralbo, a la luz de su composi-ción actual, puede pertenecer a la categoria de archivo personal y que,como tal, es susceptible de una organización según las facetas vitales de lapersona. La tarea que queda no es fácil, la dispersión de los documentos, el

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230 GUADALUPE MORENO LÓPEZ

tratamiento parcial al que algunos han sido sometidos y la excepcionalforma de incorporación que han tenido gran parte de ellos, son hechosque no pueden olvidarse pero quizás, con la ayuda de una buena estructu-ra -si la hipótesis que he formulado en la clasificación se va confirman-do- ese camino, a la larga, no resulte tan tortuoso.

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~ARTICULOSDocumentación

BOLETÍN DE LAANABAD XLVIII (1998), NÚM. 1, ENERQ-MARZO. MADRlD 1SSN0210-4164

El control de la calidad en basesde datos de Ciencias Sociales

Ana EXTREMEÑO

Purificación Moscoso'

l. INTRODUCCIÓN

Desde el nacimiento de la industria de la información, el control de lacalidad de las bases de datos documentales ha sido motivo de interés y pre-ocupación. Expertos y teóricos en esta materia han abordado la evaluaciónde estas fuentes electrónicas desde distintas perspectivas.

En un principio solía tratarse de un análisis básicamente cuantitativo,que se limitaba al mero recuento de datos de diversa índole. Así, el núme-

• Facultad de Documentación. Universidad de Alcalá.

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ro de registros, o el de revistas o autores recogidos, por ejemplo, eran lasconstantes que servían para analizar la calidad de una base de datos. El pro-gresivo aumento, tanto de los servicios de información como de las propiasbases de datos, hizo necesario no limitar este proceso de evaluación a unasimple cuantificación. De esta forma, comenzaron a llevarse a cabo estudioscualitativos con la finalidad de analizar si la información recogida se ade-cuaba a las necesidades y demandas de los diferentes tipos de usuarios. Laevaluación de cuestiones de carácter técnico y la de los propios servicioscomerciales empezaron, igualmente, a incluirse en los estudios sobre con-trol de calidad.

Desde principios de la década pasada, la preocupación por el control dela calidad de estas fuentes electrónicas resurge de forma significativa, hechoque se pone de manifiesto a través de las publicaciones dedicadas a estetema. No hay que olvidar, además, que Internet ha desempeñado un papelfundamental, ya que ha favorecido la proliferación de estos recursos asícomo el acceso a la información que proporcionan.

Una gran parte de los estudios realizados hasta la fecha se han centradoen la evaluación de productos concretos. Otra parte, menor pero significati-va, se ha ocupado del análisis de los aspectos que deben tenerse en cuentaa la hora de evaluar bases de datos documentales, así como de establecermetodologías adecuadas a este proceso mediante el uso de distintos indica-dores.

Nuestro trabajo se centra en el control de calidad de las bases de datosen Ciencias Sociales, desde un punto de vista global, si bien hemos dadoprioridad a los aspectos relacionados con su contenido. No hemos hechodistinción entre las bases de datos accesibles en línea y las almacenadas enCD-ROM, por lo que el análisis llevado a cabo es extrapolable a ambos tiposde soporte.

2. LA CALIDAD COMO CONCEPTO Y OBJETO DE ANÁLISIS

En las distintas definiciones donde se aborda el concepto de calidad lasatisfacción del usuario o cliente es una constante. Resolver y satisfacer lasexpectativas de los usuarios es la razón de ser fundamental en el control decalidad de productos o servicios. Así, la norma ISO 8402 la define como «latotalidad de prestaciones y características de un producto o servicio cuyaprincipal misión es satisfacer necesidades reales o ímplicitas».

Todas las series 9000 de ISO se refieren a los sistemas de gestión de lacalidad, que recogen las instrucciones, pautas y técnicas para la organiza-ción y estructuración del proceso, así como el grado de implicación y res-ponsabilidad de los distintos participantes.

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EL CONTROL DE LA CALIDAD EN BASES DE DATOS DE CIENCIAS SOCIALES 233

Llegar a una definición universal del concepto de calidad, o determi-nar medidas absolutas para su gestión no es una tarea fácil, ya que el con-texto de aplicación influye, decisivamente, en las distintas variables queentran en juego. Asimismo, no podemos obviar que en este proceso influ-ye la perspectiva desde la cual se evalúa, así como el punto de vista de quie-nes hacen uso del servicio o del producto, lo que da lugar a un ciertogrado de subjetividad del que es difícil desvincularse. Existen metodologíasque tratan de eludir cualquier resquicio posible de subjetividad, medianteel diseño de tests apriorísticos que permitan medir, de una forma objetiva,la idoneidad de productos y servicios. Sin embargo, como constata Paciosrefiriéndose a los sistemas de gestión de calidad total, «para que esa ade-cuación se dé es necesario contar con las personas que reciben el produc-to o servicio, cuyo criterio estará en función del uso, valor y utilidad queconceda el mismo"!.

El concepto de calidad suele asociarse con Japón, aunque actualmentesus máximos entusiastas se encuentran también en Estados Unidos y, recien-temente, en Europa. La «calidad", como sistema de gestión susceptible deaplicarse en diversos contextos, surge en Estados Unidos, en el sector indus-trial, en la década de los años cuarenta. Sin embargo, es Japón el país quemás contribuyó a su desarrollo al finalizar la 11Guerra Mundial. Desdeentonces, hasta la actualidad, el concepto de calidad ha pasado por unaserie de fases que han determinado distintas formas de entenderla y apli-carla.

Durante los años cincuenta el control de calidad se asociaba a la merainspección de los productos. En los sesenta comenzaron a controlarse losprocesos de puesta en funcionamiento, y en los setenta este control se refie-re, sobre todo, a los sistemas y al procedimiento. En la década de los ochen-ta el tema del control de calidad se convierte en todo un modelo de ges-tión, que se aplica a cada una de las etapas y fases del proceso de generaciónde un producto. Este enfoque da lugar, en los años noventa, a la llamadagestión de calidad total, o, en su acrónimo anglosajón TQM (Total QualityManagement) .

De esta forma, podríamos resumir que durante los años cincuenta lacalidad se considera un lujo, en los sesenta un coste adicional, en lossetenta un instrumento de venta, y en los ochenta un elemento diferen-ciador. En los noventa, el control de calidad es necesario para la supervi-vencia del producto, debido, entre otras razones, a la competitividad delmercado.

1 PACIOS LOZANO, A. R. Sistemas de calidad total en bibliotecas y unidades de infor-mación. Boletín ANABAD, 1995, n 2, p. I07-II6, p. 109.

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3. LAs BASES DE DATOS DOCUMENTALES COMO PRODUCTOS Y SERVICIOS SUSCEPTI-

BLES DE EVALUARSE

El control de calidad, aplicado a la gestión de las bases de datos docu-mentales, no cobra protagonismo hasta la década de los ochenta. Sin embar-go, en un periodo relativamente corto, se ha convertido en una cuestiónprioritaria en todos los sectores implicados en la gestión y producción deinformación. Dos hechos, ampliamente constatados, dan prueba de ello: elaumento de la bibliografía al respect02, y el nacimiento y proliferación delos llamados «grupos de calidad»3.

Las bases de datos documentales son el producto resultante y tangiblede los servicios que ofertan sus distribuidores o proveedores. La calidad delos servicios añadidos al producto va a influir, necesariamente, en la calidadfinal del producto.

La filosofía que subyace al control de su calidad se engloba dentro de lagestión de la calidad de los servicios de información, por lo que implica elconocimiento del mercado, el conocimiento y normalización de los proce-sos de trabajo, la implantación de métodos objetivos de medición y la mejo-ra de la gestión interna de las organizaciones4•

El concepto del control de la calidad está directamente asociado a lasatisfacción de los usuarios. Existe una preocupación creciente en usuarios,productores y distribuidores sobre los servicios ofertados. y, aunque a cadauna de estas partes les mueven motivos diferentes, lo cierto es que las tresconvergen en un mismo fin: acceder o proporcionar información precisa yexhaustiva sobre una materia, así como acceder o proporcionar serviciosque agilicen el acceso a dicha información. En este último sentido, la preo-cupación en España alcanza al nivel institucional, pues como dice expresa-mente el III Plan Nacional de I+D (de aplicación entre 1996 y 1999) en suintroducción:

Los países han de desarrollar políticas educativas, científicas, tecnoló-gicas de comunicaciones, fiscales, etc., que sean coherentes y favorezcanel proceso de innovación y de difusión de tecnología y conocimientos,teniendo en cuenta sus características específicas.

Esta preocupación ha ido generando cada vez mayor número de traba-jos cuya finalidad es analizar el grado de satisfacción/insatisfacción de los

2 BROCKMAN,J. Just another management fad? The implications of TQM for libraryand information services. ASilB Proceedings, 1992, vol. 44, n 7/8, p. 283-288.

3 Entre ellos, dos de los más representativos son SCOUG (Seven Continents OnlineUser Group, antiguo Southern California Online User Group) y el Groupe Qualité desBanques de Donnees de rADBS.

4 GARCÍA-MORALESHUIDOBRO,E. Aportaciones de la gestión de calidad a bibiotecasy servicios de docmentación. Revista Española de Documentación Científica, 1995, vol. 18, nº1, p. 1.

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EL CONTROL DE LA CALIDAD EN BASES DE DATOS DE CIENCIAS SOCIALES 235

consumidores de información5• Muchos de los informes que se han publica-do al respecto arrojan cifras no siempre halagueñas. En un informe del año1989 sobre las bases de datos de uso profesional, la ADBS francesa constatóuna tasa de mortalidad de dichas bases de datos del orden del 16%. Cons-'tató, igualmente, que una gran parte de ellas no alcanzaba un Índice desatisfacción adecuado entre sus usuarios. Por otra parte, una encuesta reali-zada por el IMO (Information Market Observatory) en 1991, mostraba queel 26% de los encuestados había anulado su suscripción. Entre las razonesalegadas destacan: mala calidad del servicio, mejores prestaciones en la com-petencia, baja pertinencia en las búsquedas, cuestiones de Índole presu-puestaria, o uso insuficiente de las mismas. En otro informe realizado poreste mismo organismo en el año 1995, referido a productos y servicios deinformación electrónica, se enfatiza claramente el hecho de que los usua-rios de estos servicios demandan cada vez más la mejora en la calidad deestos productos6•

La razón por la que cada vez es mayor la importancia de los estudiossobre la calidad de la información reside en el incremento exponencial desu consumo. De hecho, esta preocupación no es exclusiva de las bibliotecaso los centros de documentación. El sector económico y comercial implica-do en la producción y distribución de estos servicios se muestra cada vezmás interesado en ello, por claras razones de mercado.

4. LAs BASES DE DATOS DE CIENCIAS SOCIALES

Hemos comentado ya que la gestión de la calidad está Íntimamente rela-cionada con el contexto de actuación. En el caso concreto de las bases dedatos, las materias que éstas abarcan son un factor determinante. Por unaparte, las necesidades y expectativas de sus usuarios varían en función de éstas.Por otra, las características intrínsecas de cada disciplina condicionan el desa-rrollo de las fuentes utilizadas en el acceso y adquisición de conocimiento, asícomo el fondo y la forma de los documentos fruto de la investigación, lo quetambién incide directamente en el tratamiento y la gestión de estas fuentes.

La subjetividad que preside gran parte de los trabajos del ámbito de lasCiencias Sociales está en Íntima relación con su objeto de estudio, que es el

5 DUFLOS, A. La qualité: enquete chez les producteurs de services électroniquesd'information. 3' Forum La qualité des srevices d'in/ormation documentaire. Paris, diciembre1994, n 25.

LESTER,D. E. The impact o/ quality mnagement 01'1 the in/ormation sector: a study o/ case his-tories.EUSIDIC, 1994.

AMSTRONG,C. J.; MEDAWAR,K. Investigation into the quality o/ databases in general use inthe U.K British Library Project, cotober 1994-april 1995.

6 INFORMATIONMarket Observatory (IMO). The quality o/ electronic inJormation productsand services. Luxembourg, September 1995. IMO Working Paper 95/4, p. 1-16.

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236 ANA EXTREMEÑO / PURIFICACIÓN MOSCOSO

hombre mismo en todas sus manifestaciones históricas, políticas, sociales,culturales y económicas. No cabe suponer que ninguna filosofía socialpueda deslindarse de las relaciones que existen entre los problemas, lasvaloraciones, los hábitos o incluso los prejuicios de su época. El erudito enestas materias no puede hacer profesión de imparcialidad más allá de lafidelidad de las fuentes. La variedad posible de enfoques sobre un mismotema dificulta la tarea de recopilación de los datos, y el elevado grado dedispersión de las fuentes dificulta el acceso al documento primario.

Es también una peculiaridad significativa de las Ciencias Sociales la granfragmentación que existe entre ellas, que ha dado lugar a la aparición demuchas disciplinas y subdisciplinas. En ocasiones es difícil delimitar con cla-ridad las diferentes áreas de estudio, puesto que en torno al hombre sur-gen muchas variables. Se trata, además, de disciplinas muy dinámicas, pues-to que al ser el hombre el objeto de estudio, éste se ve sometido a unproceso de cambio y evolución constantes.

Exceptuando la Economía, la investigación en Ciencias Sociales no tieneun nivel alto de obsolescencia y sus estudios mantienen su vigencia durantelargos periodos de tiempo. Esto supone que el volumen de información deinterés se ve sometido a un proceso de acumulación que afecta al trata-miento y recuperación de la misma. Esta situación es la opuesta a la quenos encontramos en la información relativa a la tecnología, o a las CienciasExperimentales y de la Salud, por ejemplo.

El interés que suscitan estudios que exigen un tratamiento extenso,unido a que la vida media de la información en esta área es más larga,hacen de las monografías una fuente de adquisición de conocimiento másvaliosa que en otras disciplinas. Sin embargo, con los artículos de revistas lasituación es la inversa, ya que su utilización es menor con respecto a otrasciencias. Así, mientras que en el campo de las experimentales el primerboletín de resúmenes data de 1830 -el Pharmaceutisches Zentral Blatt-, en1898 ya comienza a editarse el Physic Abstract, en 1907 el Chemical Abstracts oen 1926 el Biological Abstracts., hasta 1952 no aparece el primer boletín deresúmenes en Humanidades (cuyas características, en este sentido, son simi-lares a las de las Ciencias Sociales), el Historical Abstracts, y es en 1965 cuan-do ve la luz el Sociological Abstracts. A este respecto, hay que tener en cuentatambién que las disciplinas del área de las Ciencias Sociales gozan una insti-tucionalización académica posterior. Asimismo, estudios llevados a cabo enel Reino Unido, constatan una proporción de citas a artículos de revistasfrente a monografías muy inferior en las Ciencias Sociales con respecto aotras disciplinas.

Por otra parte, la literatura gris es un vehículo informal de comunica-ción muy importante en las Ciencias Sociales7• Ésta constituye un canal de

7 Artus menciona en su libro que, de acuerdo con una encuesta celebrada en la déca-da de los ochenta en la entonces República Federal Alemana, un 50'1% de los especialis-

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EL CONTROL DE LA CALIDAD EN BASES DE DATOS DE CIENCIAS SOCIALES 237

comunicación de resultados rápido y barato que no exige la sanción oficialfavorable de los considerados expertos. Por último, en lo que se refiere atipos de documentos, cabe señalar que la publicación en obras colectivas esfrecuente en este tipo de ciencias.

La terminología empleada en estas áreas del conocimiento es ambigua,imprecisa, provisional e inestable y carece de la exactitud que rige la deotras ciencias. El significado de los términos cobra acepciones diferentessegún la materia, la época o el contexto en el que se utiliza. Incluso, den-tro de una misma materia, las diferentes escuelas utilizan los vocablos condiferentes matices. El uso del lenguaje cotidiano con significados especialesy específicos también es característico de los trabajos de Ciencias Sociales,así como la variedad de significados según los países y culturas. La inestabi-lidad y la falta de normalización en la terminología plantean graves proble-mas tanto en el desarrollo de tesauros como en la indización de la informa-ciónB•

Otra característica es la falta de consenso respecto a los métodos de reco-gida, análisis e interpretación de los datos, así como respecto a los proble-mas y la forma de tratarlos. Es un hecho común que las Ciencias Socialescuentan con cientos de teorías nunca suficientemente demostradas y nuncasuficientemente rechazadas, lo que plantea un enorme problema a la horade proporcionar información pertinente.

Otra característica de la información en Ciencias Sociales es su escasarentabilidad a corto plazo, que conlleva una perenne falta de recursos parallevar a cabo proyectos de sistematización de la información. Esto repercutede forma directa en el desarrollo de las fuentes, tanto impresas como elec-trónicas. -

En la actualidad, no es dificil demostrar que la información y el conoci-miento de las Ciencias Sociales no superan fácilmente las fronteras sociales,culturales, linguÍsticas, políticas o económicas. Los datos pueden transferir-se a cualquier parte del mundo con una facilidad cada vez mayor. Sinembargo, en este caso, su pertinencia y aplicabilidad no se pueden deslin-dar, en una gran mayoría de casos, del preciso contexto en el que, o parael que, se han llevado a cabo los estudios. Las Ciencias Sociales, desde unpunto de vista general, carecen del carácter universal del que gozan otrasciencias, y esto hace que la información sea poco recogida en otros paísesdistintos al productor de la información.

tas en Ciencias Sociales pertenecientes a Centros de Investigación de este país estimoque este tipo de información constituye la vía más importante para la difusión de losresultados de sus trabajos. ARTUS. M. Graue Literattur als Medium Wissensehaftieher Kommu-nikation, I984.

8 SAHLI, M. S. TerminoÚJgy o/ the Social Seienees: the Term Cognitive Proeesses in' the Thesaurio/ Two Discipline-Based In/ormation Systems. Michigan: UMI, 1981.

Riess, F. W. A New Paradigm /or Social Scienee Terminology. UNESCO, INTERCONCEPTProject, Noviembre 1979, vol. 6, nº 3, p. 150-158.

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Es también necesario, a la hora de estudiar las bases de datos de estasciencias, considerar el problema de la acumulación anárquica de datos,documentos y conocimientos. Muchos científicos sociales siguen una víapersonal en su investigación y ello dificulta enormemente la recopilaciónde información.

En cuanto a la tipología del usuario de información en esta área delconocimiento, cabe señalar que aunque el investigador demande un tipode información muy concreta y especalizada, normalmente sus necesidadesinformativas abarcan un gran número de campos de interés. Por otra parte,Michael Brittain observó que los investigadores y estudiosos de las CienciasSociales, al igual que los de Humanidades, se valían, principalmente, defuentes impresas en sus búsquedas de información9• Esto, sin duda, estárelacionado con el hecho de que las bases de datos de estas disciplinas,salvo en las de Economía, han presentado menos ventajas y más inconve-nientes que en las de ciencia y tecnología. Al utilizarse menos, la rentabili-dad económica es menor, razón por la cual se invierte menos en mejorar-las, y, por tanto, su utilidad es también menor.

Sin embargo, cabe señalar que este panorama se está viendo alteradoúltimamente, puesto que se observan cambios significativos en los usos dela información de los científicos de esta materia. Así, por ejemplo, en elaño 1995, las bases de datos en línea de Ciencias Sociales del Consejo Supe-rior de Investigaciones Científicas se utilizaron dos veces más que las deCiencias Experimentales, Tecnología o Ciencias de la Salud. Y aunque estose debe, entre otras razones, a que los investigadores de estas otras áreas,recurren más a fuentes extranjeras, sí constata el hecho de que cada vezson más los estudiosos de las Ciencias Sociales los que hacen uso de recur-sos electrónicos.

Además, los intentos de los documentalistas y bibliotecarios por clasifi-car los contenidos de las distintas disciplinas y subdisciplinas de las CienciasSociales, así como para normalizar su terminología, están dando frutos inte-resantes. Se cuenta ya con clasificaciones ad hoc y con un amplio repertoriode Tesauros, que sin duda repercuten en una mejora de la calidad de estasbases de datos que, a su vez, implican un mayor uso de las mismas.

5. INDICADORESDE LA CALIDAD

Existen toda una serie de indicadores que sirven para determinar la cali-dad de una base de datos documental. Estos indicadores pueden clasificarseen dos grandes grupos: aquéllos que se refieren a los aspectos formales de

9 BRITIAIN,M. Fronteras culturales de las ciencias sociales en los años noventa: nue-vas políticas de documentación, información y creación de documentos. Revista Interna-cional de Ciencias Sociales,vol. 119, p. 111-120.

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los registros y los que se centran en cuestiones que afectan al contenido.Durante las dos últimas décadas, los trabajos sobre control de calidad debases de datos se han orientado más hacia el primer tipo de indicadores.Sin embargo, el análisis de las cuestiones relacionadas con el contenido esprioritario en este tipo de bases de datos.

Además de estas dos clases de indicadores, el control de calidad de unabase de datos documental tiene que tener en cuenta el software de recupe-ración, la interfaz de usuario, así como los servicios ofertados por los pro-ductores y/o distribuidores.

5.1. Indicadores formales

Los indicadores formales utilizados para evaluar la calidad de una basede datos se refieren, principalmente, a la tasa de errores contenidos en loscampos de los registros.

La detección de errores ha sido objeto de estudio desde hace tres déca-das, durante las cuales se ha analizado el lenguaje con la ayuda de los orde-nadores, lo que ha dado lugar, además, a la aparición de la linguÍstica com-putacional como nueva disciplina. De hecho, existen test de calidad que secentran, exclusivamente en el análisis del Índice de errores.

Los llamados errores pueden ser de diversas clases. ]acsó los clasifica enlos que él denomina errores de omisión y de «comisión» 10. Los primeros serefieren a la ausencia de datos y/o de campos. Los segundos, a incorreccio-nes tipográficas u ortográficas. Existen, además, errores de tipo gramatical ysemántico, que no suelen estimarse debido a su baja repercusión en la recu-peración.

Entre los errores tipográficos pueden definirse seis clases: errores poromisión, inserción, sustitución, permutación, repetición y espacios ,en blan-co. Son muchos los autores que han estudiado su frecuencia de aparición 11,

Ytodos ellos coinciden en afirmar que su orden de aparición es el siguien-

10 ]ACSÓ,P. Searching for skeletons in the database cupboard. Part 1: errorS of ommi-sion. Database, 1993, vol. 16, n 1, p. 67-76.

]ACSÓ,P. Searching for skeletons in the database cupboard. Pan 11:errors of commi-sion. Database, 1993, vol. 16, n 2, p. 77-82.

II Entre otros:O'NEILL, E.T.; VIZINE-GOETZ,D. The impact of spelling errors on databases and inde-

xes. Proceedings ofthe National Online Meeting, New York, 1987, May 9-11, p. 313-320.O'NEILL, E.T.; VIZINE-GOETZ,D. Quality control in online databases. Annual Review of

Information Science and Technology,1988, vol. 23, p. 125-156.PULLOCK,].].; ZAMORA,A. Collection and characterization of spelling errors in scien-

tific and scholarly texto]ournal of the American Societyfor Information Science, 1980, vol. 34, n1, p. 51-58.

ZAMORA,A. Automatic detection and correction of spelling errors in a large databa-se. ] ournal of the American Societyfor Information Science, 1980, vol. 30, nI, p. 51-57.

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te: entre un 30-40% son de omisión, entre un 25-30% de inserción, entreun 15-25% de sustitución, entre un 10-15% de permutación, entre un 20-25% de repetición, y entre un 25-30% son espacios en blanco. Los expertosen esta materia tienden a considerar como aceptable un porcentaje del0,3% del total de las palabras como errores admisibles12•

Para llevar a cabo un análisis que permita determinar el Índice de erro-res se trabaja con los campos textuales de una muestra representativa deregistros. De las distintas metodologías que existen para analizar la tasa deerror, la propuesta de Bourne13 se ha utilizado en muchos de los trabajossobre este tema14•

5.2. Indicadores de contenido

El control de calidad referido al contenido de una base de datos docu-mental se centra en distintos aspectos. Se refiere, por un lado, al análisis dela cobertura temática, cronológica, geográfica y de tipología documental.Se ocupa, igualmente, de la estructura y contenido de los registros biblio-gráficos, así como de la existencia de posibles duplicados. El análisis de laautoría de los trabajos a los que se hace referencia es un aspecto funda-mental que también tiene que tenerse en cuenta, así como el de la indiza-ción de los documentos.

5.2.1. Análisis de la cobertura

El análisis de la cobertura es un proceso complejo, ya que, por un lado,está directamente relacionado con el propósito de la misma. Esto es, con lafinalidad para la que ha sido diseñada, y con el tipo de usuarios a los queestá destinada; factores ambos que van a condicionar la evaluación de losdistintos parámetros. Por otro, porque se trata de un proceso donde la rela-ción existente entre cada una de las variables es lo que va a determinar elanálisis final.

En principio, el tamaño de la base de datos puede servir como un indi-cador aproximativo para estimar la adecuación de su cobertura temática, enfunción del periodo cronológico que abarca. Asimismo, el grado de genera-

12 SPINAK,E. Errores ortográficos en el ingreso en bases de datos. Revista Española deDocumentación Científica, 1995, vol. 18, n 3, p. 307-319.

13 BOURNE,E. C. Frequency and impact of spelling errors in bibliographic databases.Information Processing & Management, 1977, vol. 13, n 1, p. 1-12.

14 Un ejemplo de aplicación de esta metodología es el trabajo llevado a cabo porHERREROSOLANA,V. La calidad total en bases de datos españolas: estudio de la tasa deerror en las bases del CSIC. Revista Española de Documentación Científica, 1997, vol. 20, n 4,p.409-416.

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lidad o especificidad de la materia también va a influir en la perspectiva delanálisis. La cobertura temporal, así como la actualidad de los datos, tienenque estar en consonancia con la temática de la base de datos. En el caso delas Ciencias Sociales, las búsquedas retrospectivas son más importantes queen otras disciplinas. En este punto, cabe hacer una salvedad, y es el caso dela Economía, en la cual la obsolescencia de la información es mayor. Así,por ejemplo, en las Ciencias Políticas el índice de obsolescencia se sitúa entretres y siete años, mientras que en Economía está entre dos y cinco.

A principios de los años sesenta comienza a utilizarse como índice delenvejecimiento de la información científica el concepto de semiperiodo,definido por Burton y Kebbler como el «tiempo durante el cual se ha publi-cado la mitad de la información científica que se utiliza en un momentodado y en determinada especialidad»15. Es un concepto imprescindible paraobtener una medida precisa del envejecimiento de la información. Su deter-minación se basa, igualmente, en el análisis de las referencias bibliográficasdistribuidas por años de procedencia, considerando las publicaciones cita-das en un momento dado como la información activa circulante en elmismo. El semiperiodo, así considerado, coincidirá con el tiempo estimadoque tardará en dejar de utilizarse el 50% de la información publicada enun momento dado.

Los valores del semiperiodo varían considerablemente de unas cienciasa otras. Hay disciplinas científicas que envejecen con mucha rapidez (laFísica o la Ingeniería, por ejemplo), con semiperiodos del orden de tres acinco años. Otras, como las Matemáticas o la Botánica, presentan semipe-riodos más largos, en torno a los diez años. En líneas generales, la informa-ción en Ciencias Sociales tiene un periodo de interés que oscila entre valo-res de tres a siete años. Sin embargo, como explica Álvarez-Ossorio, con elaumento de trabajos sobre envejecimiento de la información científica, sehan comenzado a observar resultados dispares, lo que ha servido para con-cluir que el semiperiodo debe considerarse un concepto relativo y no abso-luto, como se postulaba en un principio16.

En cuanto a la cobertura geográfica de la base de datos, cabe señalarque en el caso de las Ciencias Sociales, ésta suele ceñirse a estudios de ámbi-to más restringido; sus usuarios requieren trabajos de áreas geográficas con-cretas- es obvio que cuestiones políticas o sociológicas, por ejemplo, difíci-les de extrapolar a diferentes países-o Este hecho supone que paísesdistintos al productor de la información muestren un escaso interés porello. Es usual que la universalidad no presida la cobertura geográfica deestas bases de datos, pero, en principio, no tiene porqué ser considerado

15 BURTON, R. E.; KEBBLER, R. W. The half-life of sorne scientific and technical litera-tures. American Documentation, 1960, vol. 11, p. 18-22.

16 PÉREZ ÁLVAREZ-OSSORIO, J. R. Introducción a la Información y Documentación Científi-ca. Madrid: Alharnbra, 1990, p. 17-19.

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un indicador negativo. En el caso de las Ciencias Sociales, son más valiosasque en otras disciplinas las bases de datos nacionales, ya que, de lo contra-rio, es difícil acceder a información de interés para los investigadores deesta materia.

Esto va a condicionar, igualmente, la procedencia geográfica de las revis-tas recogidas en estas bases de datos: una gran parte de ellas suelen estareditadas en el país productor de la información. Existe la idea generalizadade considerar de baja calidad las publicaciones nacionales de los países noanglosajones, dado que muchas de ellas no se incluyen en índices interna-cionales. En el caso de estas ciencias, la publicación en revistas de ámbitonacional es mucho más habitual, por lo que la causa de que no se incluyanen índices internacionales no puede considerarse, a priori, un indicador debaja calidad.

No obstante, para evaluar la calidad de las revistas de las que se nutrenlas bases de datos es habitual recurrir a estos índices. El más utilizado es elJournal Citation Report, editado por el Institute of Scientific Information (lSI)de Filadelfia, que se sirve de técnicas bibliométricas para reflejar la proyec-ción internacional de las publicaciones. Para ello utiliza el número total decitas producidas y el factor de impacto. Hay que tener en cuenta, sin embar-go, que, por un lado, las revistas que publican menor número de artículospero de gran extensión se ven favorecidas por este indicador, y, por otro,que éste presenta variaciones significativas según la disciplina de la que setrate, el tamaño de la Comunidad Científica, los ámbitos y hábitos de cita-ción o el envejecimeinto de la información. En general, las publicacionesde investigaciones básicas y de colectivos muy numerosos son las que pre-sentan mayor factor de impacto.

En lo que respecta a la tipología documental recogida en estas bases dedatos, no pueden utilizarse los mismos parámetros válidos para otras disci-plinas. Como ya hemos comentado, en estas ciencias las monografías y laliteratura gris cobran mayor relevancia. Es importante, pues, que este tipode publicaciones estén recogidas en la base de datos en cuestión. Con elfin de poder evaluar este parámetro es conveniente que los registros con-tengan el campo «tipo de documento», información, además, de gran rele-vancia a la hora de delimitar las búsquedas.

5.2.2. Análisis de los registros

No cabe duda de que la cantidad y el tipo de información que propor-cionan los registros bibliográficos son un claro indicador de la calidad deuna base de datos. La exhaustividad de la información es, en principio, unaspecto deseado. Sin embargo, esta exhaustividad no debe repercutir enuna redundancia de información. La existencia de campos de informaciónrepetitiva o innecesarios inciden negativamente en la evaluación de la cali-

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dad de una base de datos, ya que éstas tienen que atenerse al principio debrevedad que debe regir la presentación de información en forma electró-nIca.

Debe existir, igualmente, un equilibrio entre el número y tipo de cam-pos de los registros, ya que un exceso de campos de información meramen-te descriptiva puede derivar en resultados poco pertinentes en la búsqueda.

Ahora bien, las bases de datos documentales tienen que satisfacer nece-sidades de información de muy diversa índole: desde una simple consultade referencia hasta búsquedas exhaustivas de orientación bibliográfica. Loscampos descriptivos proporcionan información al margen del contenido delos documentos y sirven, principalmente, para delimitar las búsquedas, pararesolver demandas puntuales, así como para llevar a cabo estudios biblio-métricos o estadísticos.

En el caso de las Ciencias Sociales, donde predominan las búsquedastemáticas, los campos que proporcionan información de contenido son másrelevantes, por lo que, además del campo de título, los de valor añadido,tales como el de descriptores, resumen o notas, son los más utilizados. Enla evaluación de la calidad de estas bases de datos, el análisis de estos cam-pos es imprescindible. Así, por ejemplo, los registros deben mostrar el títu-lo completo de los documentos, ya que se trata de un campo de gran valorpara la recuperación de información por lenguaje libre. Los campos devalor añadido proporcionan puntos de acceso fundamentales en la recupe-ración de información. El resumen, además, permite a usuario discernirsobre el hipotético interés del documento. La uniformidd y consistencia ensu tratamiento son también indicadores de la calidad de la base de datos.

5.2.3. Detección de duplicados

La duplicidad de los registros presenta dos formas distintas: registrosidénticos referidos a un mismo documento y registros diferentes referidos aun mismo documento. Los primeros suelen ser escasos, ya que cada regis-tro posee tal número de campos y de información que es difícil que se intro-duzcan más de uno de forma idéntica. Además, son fáciles de detectar porlos sistemas de gestión de bases de datosl7• El segundo caso es el que másveces se presenta y el más difícil de paliar.

La duplicidad de registros aumenta innecesariamente el volumen de labase de datos, y dificulta el acceso a la información, ya que el usuario se veobligado a seleccionar los más idóneos entre un volumen más grande. Uníndice alto de duplicados es un claro indicador negativo, por lo que es fun-damental que su detección se lleve a cabo durante el proceso de alimenta-

17 O'NEILL, E. T.; ROGERS, S.; OSKIN, W. M. Characteristics of duplicate records inOCLCs Online Un ion Catalogue. Library Resources and Technical Services, 1993, vol. 37, n1, p. 60.

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ción de la base de datos mediante técnicas de validación. Su detección aposteriori es complicada y costosa. De hecho, grandes bases de datos deltipo OCLC, han optado por no llevar a cabo esta tarea íntegramente, yaque no les resulta rentable.

En el proceso de detección de duplicados se trabaja, predominantemen-te, con campos numéricos y específicos de cada documento, tales como elISBN o ISSNI8.

5.2.4. Análisis de la autoría

En principio, el prestigio científico, la proyección internacional y laprocedencia institucional de los autores de los documentos a los que serefiere una base de datos es un indicador de la calidad de la misma. Sinembargo, se trata de parámetros difíciles de evaluar, ya que aunque los ins-trumentos que sirven para medirlos se basan en criterios objetivos, existenvariables de muy diversa índole que influyen en los resultados.

Una forma de «cuantificar» el prestigio y la proyección de los autoresconsiste en recurrir a bases de datos de citas. En este caso, el Social CitationIndex, del ISI, que proporciona un índice de autores, con sus correspon-dientes trabajos, bajo cada uno de los cuales aparece el conjunto de artícu-los en los que han sido citados. Se completa con un índice de materias per-mutado y un índice de fuentes donde aparecen los trabajos citan tes,ordenados por autores e instituciones donde se realizaron. En el caso deesta base de datos, sólo se recogen las citas del primer firmante, por lo queel resto se ve perjudicado.

Los análisis de citas de los investigadores o grupos de investigación resul-tan de un interés indudable no sólo para evaluar la calidad de las bases dedatos, sino también, por ejemplo, para planificar la política científica de unpaís. Ahora bien, los recuentos de citas deben interpretarse con cautela.Las razones por las que un autor es más o menos citado no siempre guar-dan una relación directa con la calidad de sus investigaciones.

El trabajo en equipo favorece la proliferación de citas, ya que los cole-gas tienden a citarse entre ellos. En las Ciencias Sociales predomina, frentea otras disciplinas, el trabajo en solitario. Las revistas de ámbito anglosajónson más consultadas por la comunidad científica, por lo que los que publi-can en ellas tienen más probabilidades de ser citados. Hemos hablado yadel carácter local de las investigaciones en Ciencias Sociales, que no favore-ce la publicación en revistas extranjeras. Sabido es, además, que Ciencia,con mayúsculas, y ciencia institucional, muchas veces no siguen caminosparalelos. Quienes no pertenecen a grupos de investigación institucional-

18 TONEY,V. Cleanup and the duplication of an International Bibliographic Databa-se. Information Technology and Libraries, 1992, vol. 11, p. 21-23.

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mente respaldados tienen, también, menos posibilidades de acceder a loscanales regulares de difusión de la información.

Es, por tanto, importante, efectuar este tipo de análisis estrictamentedentro de una misma disciplina, pues las pautas de citación varían sensible-mente. AsÍ, en las bases de datos multidisciplinares que aunque se corres-ponden con una sóla área de la ciencia abarcan diferentes disciplinas, fre-cuentes en las Ciencias Sociales, la muestra debe ser representativa de todasellas.

En cuanto a la productividad de los autores, ésta también varía según ladisciplina en la que trabajen. En las Ciencias Sociales, una categorizaciónaproximada sería la de considerar como «grandes productores» a quieneshan publicado diez o más trabajos, «medianos productores» los que cuen-tan con entre dos y diez, y «pequeños productores» los que tienen una odos publicaciones. Este último grupo es el que suele engrosar la mayoría delas bases de datos en esta área del conocimiento, por lo que la evaluaciónde la calidad ha de centrarse en los dos primeros grupos.

Se debe advertir, también, que la productividad de los científicos notiene por qué, necesariamente, coincidir con la calidad de sus trabajos, sibien hay muchos, como Price19, que sí están de acuerdo entre la correla-ción de ambos parámetros. Quizás, más que de la productividad, habría quehablar del impacto que sus trabajos han producido sobre autores posterio-res, para lo cual es necesario recurrir a estudios bibliométricos de citas, pro-ceso complicado, que consume gran cantidad de tiempo, por lo que nosuele llevarse a cabo en la evaluación de una fuente electrónica.

La procedencia institucional de los autores recogidos en una base dedatos es también un indicador de la calidad de la misma. Por ello, es inte-resante que los registros contengan el campo de lugar de trabajo, muchasveces ausente en las bases de datos de Ciencias Sociales.

Dijimos ya que las obras colectivas constituyen una forma de comunica-ción más frecuente en las ciencias sociales que en otras disciplinas. Cuandoéste es el caso, algunas bases de datos dejan el campo de autor vacío (qui-zás influenciadas por criterios catalográficos), hecho que incide negativa-mente en la recuperación documental cuando se efectúan búsquedas porautor.

5.2.5. Análisis de la indización

Si por indización entendemos la operación que consiste en escoger lostérminos más apropiados para representar el contenido de un documento,la pertinencia e idoneidad de los mismos tienen que considerarse claves enla evaluación de la calidad de una base de datos. Es cierto que las capacida-

19 PRICE, D. J. S. Networks of cientific papers. Science, 1965, TI 149, p. 510-515.

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des de los softwares para recuperar por lenguaje libre han paliado los pro-blemas derivados de indizaciones inapropiadas desde distintos puntos devista, ya que posibilitan el acceso a campos como el de título o resumen.Sin embargo, también es cierto que el campo de materias es una de lasfuentes más valiosas en las búsquedas documentales. La calidad de la indi-zación es, pues, fundamental.

En nuestra opinión, la primera cuestión que debe tenerse en cuenta a lahora de evaluar la calidad de la indización es que la base de datos utilicedescriptores y no encabezamientos de materia. La ineficacia de estos últi-mos en entornos automatizados está sobradamente demostrada. Respecto alos descriptores empleados, hay que analizar si respetan o no las normas deconstrucción de los mismos.

La evaluación de la calidad de la indización exige elegir muestras repre-sentativas, establecer un nivel aceptable de fallos, examinar las muestras ydecidir la aprobación o el rechazo al nivel de calidad aceptable.

El análisis de este parámetro se rige por tres principios fundamentales:consistencia, relevancia y exhaustividad20• El principio de consistencia esta-blece que cada concepto debe expresarse siempre con el mismo descriptore idéntica morfología. La relación entre concepto y descriptor ha de serbiunívoca: a cada concepto un descriptor y a cada descriptor un concepto.El principio de relevancia mide la exactitud con la que un concepto estárepresentado por un término de indización. La exhaustividad está relacio-nada con el número de nociones que caracteriza el contenido íntegro deldocumento y el número de descriptores empleados para describir esos con-ceptos.

El análisis de la consistencia se realiza mediante la elección de grupos oracimos -clusters en su terminología inglesa- de documentos de conteni-do temático similar, para lo cual se recurre a los campos de título y resu-men, nunca a los descriptores, ya que son éstos el objeto de la evaluación.Conviene que la mitad de los racimos abarque temas generales y la otramitad específicos. Una vez seleccionados los racimos, se identifican los des-criptores presentes en más de un registro, con el fin de seleccionar los quese repiten en la mitad o más de los registros de cada racimo. Estos últimosserán los que se atengan al principio de consistencia21•

Para conocer el grado de relevancia de un término se utilizan los llama-dos «valores de discriminación» que se calculan dividiendo el número deregistros que contienen un descriptor determinado entre el total de regis-tros de la base de datos22• Se estima que un valor aceptable de discrimina-

20 WULFFBARREIRO,E. Calidad de la indización en bases de datos de tamaño cuales-quiera. Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, 1993, vol. 9, n 31, p. 41-45.

2] WHITE, H. D.; GRIFITH,B. C. Quality of indexing in online databases. InformationProcessing and Management, 1987, vol. 23, p. 211-214.

22 CHU, C. M.; ALJIFERUQUE,I. Quality of indexing librar y and information sciencedatabases. Online Review, 1989, vol. 13, n 1, p. 11-35.

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ción ronda el 0.05, ya que se corresponde con más del 5% de los documen-tos de cualquier base de datos. Para calcular la relevancia de la indizaciónno es conveniente utilizar descriptores muy específicos que aparecen enpocos registros, ni tampoco los muy generales que se encuentran enmuchos.

Por último, la evaluación de la exhaustividad se calcula obteniendo lamedia del número de descriptores utilizados. Para ello, basta con dividir eltotal de descriptores de la muestra entre el número de registros de ésta. Seconsidera un nivel aceptable de exhaustividad entre ocho y doce descripto-res por documento.

6. SOFTWAREDE RECUPERACIÓNE INTERFAZDE USUARIO

Hemos dicho ya que consideramos una base de datos como un produc-to concreto de la industria de la información, producto que incluye, ade-más de la propia información, la forma en la cual ésta puede ser recupera-da. La evaluación de una base de datos puede ceñirse, únicamente, a lainformación que contiene, sin embargo, la del producto final tiene, necesa-riamente, que incluir el análisis del software de recuperación y el de la inter-faz de usuarios. Del primero dependen las capacidades de búsqueda del sis-tema y de manipulación de los resultados. De la interfaz, la facilidad de usoy comprensión de las instrucciones, menús o formularios que permiten efec-tuar las búsquedas. Desde nuestro punto de vista, la interfaz constituye unaspecto fundamental, ya que la tendencia actual es que los recursos infor-mativos puedan ser utilizados, directamente, por usuarios finales.

6.1. Software de recuperación

En la evaluación del software es útil recurrir a formularios predefinidos.La bibliografía al respecto recoge un gran número de ellos23• Se trata, en

23 Entre otros, caben señalar los siguientes:HARRY,y.; OPPENHEIM,Ch. Evaluations of electronic databases. Part 1: Criteria for

testing CD-ROM products. Online & CD-ROM Review, 1993, vol. 17, n 4, p. 211-222.HARRY,y.; OPPENHEIM,Ch. Evaluations of electronic databases. Part II: Testing CD-

ROM products. Online & CD-ROM Review, 1993, vol. 17, n 6, p. 339-347.SCHWARTZ,C. Evaluating CD-ROM productsÑ Yet another listo CD-ROM Professional,

1993, vol. 4, n 1, p. 87-105.SIEVERTS,E. G.; HOFSTEDE,M. Software for inforrnation storage and retrieval tested,

evaluated and cornpared. Part 1: General introduction. The Electronic LilJrary, 1991, vol. 9,n 3, p. 145-153.

VÁLAs,G. Cornparison of sorne widespread CD-ROM inforrnation retrieval packages.Online & CD-ROM Review, 1994, vol. 18, n 4, p. 211-226.

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general, de relaciones muy similares en el contenido, si bien es posibleencontrar ligeras variaciones en su forma y organización. Los aspectos fun-damentales susceptibles de evaluarse se refieren a las capacidades de bús-queda, a los formatos de salida de datos y a l~ fiabilidad y seguridad del sis-tema.

En' cuanto a lo primero, se espera que los sistemas de recuperación debases de datos documentales hagan posible la manipulación de conjuntosde resultados, así como el uso de operadores booleanos, de adyacencia y deproximidad, y del truncamiento en las estrategias de búsqueda. Se requiere,igualmente, que posibiliten la recuperación por lengu~e libre y controlado,así como el acceso en línea a los índices y la selección directa de sus com-ponentes. El proceso de búsqueda debe permitir guardar y reutilizar tantoestrategias como perfiles de búsqueda concretos.

En lo que respecta a la salida y manipulación de datos, es importanteque el sistema proporcione distintos tipos de formatos, y posibilite al usua-rio definir los suyos propios. Se requiere que permitan importar resultadose históricos de búsqueda, para que puedan ser manipulados posteriormen-te por cualquier procesador de textos. Es imprescindible que el usuariopueda seleccionar referencias en función de diferentes parámetros.

Yen cuanto a la fiabilidad y seguridad del sistema, se concede especialimportancia a cuestiones tales como la aparición de mensajes de error, a lasinterrupciones en las búsquedas y a la facilidad para reconectar el software.

6.2. Interfaz de usuario

El término interfaz hombre-máquina (human-computer interface, en su ter-minología anglosajona) podría definirse como el conjunto formado por laspalabras y los símbolos que se ven en las pantallas del ordenador; el conte-nido y los signos ortográficos de los formatos de presentación, los procedi-mientos o mecanismos utilizados para ejecutar, almacenar y obtener infor-mación; y la estructura de organización de la interfaz como un tod024•

La interfaz especifica la forma en la que el programa y el usuario secomunican, por lo que los objetos de estudio y evaluación de una interfazson: la estructura y forma de los diálogos de transacción, las pantallas a lasque el usuario tiene acceso, la presentación de los resultados de las búsque-das y de los registros bibliográficos, la ayuda en línea y los mensajes que elsistema emite al usuario. La presentación y disposición de todos ellos formaun conjunto que determina la facilidad y amigabilidad del sistema y, por.tanto, las posibilidades apriorísticas de éxito/fracaso que puede esperar elusuario de dicho sistema.

24 DUMAS,J. Designing user interfaces for software. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-hall,1988.

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La consistencia y la claridad son los dos criterios que deben presidir eldiseño de una interfaz de usuario en su globalidad. Debe prestarse especialatención al principio de consistencia, ya que la consistencia es el pilar delos sistemas fáciles de utilizar, y fáciles de memorizar y recordar. Dicho prin-cipio debe presidir todos los aspectos que entran en juego en el diseii.o deuna interfaz de usuario no profesional. La claridad minimiza la necesidadde actuar de los usuarios; la consistencia le ayuda a recordar los pasos quedebe seguir y las instrucciones que debe ejecutar.

Es igualmente preciso que el sistema sólo brinde al usuario la informa-ción necesaria y en la forma en la que ésta puede ser manipulada directa-mente por él.

Las pantallas constituyen la primera consideración que debe tenerse encuenta a la hora de analizar y evaluar una interfaz. Su estructura, organiza-ción y diseño inciden directamente en el proceso de búsqueda de los usua-rios. En principio, la estructura debe reunir todos aquellos aspectos que seconsideran necesarios en un buen diseño visual. Así, debe estar compensa-da, ser regular, simétrica, económica y secuencial. Siguiendo el principio deeconomía y las preferencias de los usuarios se recomienda que sólo se utili-ce el 30% del espacio físico disponible25• Sobre el número máximo de carac-teres por línea las recomendaciones oscilan entre 46 y 60.

Deben seguirse criterios normalizados para la ubicación de la informa-ción, incidiendo en el principio de consistencia. El lugar elegido para cadaelemento debe ser siempre el mismo, con el fin de no despistar al usuario yfacilitarle al máximo su localización. De la misma manera, la distinta tipolo-gía y las diferentes formas de resaltar los términos y opciones deben utili-zarse de forma homogénea y consistente.

Las pantallas que muestran los resultados del proceso de búsqueda sonde dos tipos: las que presentan los distintos índices y las de los registrosbibliográficos. El propósito de las primeras es permitir a los usuarios acce-der a los resultados de sus búsquedas y realizar selecciones rápidas de lostérminos de cada relación. El acceso a los registros bibliográficos debe serposible en formatos breves y completos. Es recomendable que, de algunamanera, el sistema resalte el elemento de los registros que ha dado lugar alresultado correspondiente. Siempre que sea posible, debe limitarse la pre-sentación del registro bibliográfico a una sóla pantalla.

En cuanto a los diálogos de transacción, éstos pueden consistir en unlenguaje de comandos, en menús, en formularios o en gráficos e iconos. Laidoneidad de cada uno de ellos depende del tipo de usuarios. Los inexper-tos suelen preferir los menús y formularios, frente a los expertos, que seinclinan por los comandos. Una combinación de ambos es, quizás, la opciónmás adecuada.

25 GALlTZ,W. Handbook o/ Screen Format Design, 3rd ed. Wellesley, MA: QED nnforma-tion Sciences, 1989.

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En cuanto a los mens;:yes que el usuario recibe del sistema, éstos son dedistintos tipos, y todos ellos inciden directamente en el proceso de búsque-da. Los mensajes de respuesta reclaman al usuario que actúe. Si están biendiseñados reducen la probabilidad de error de los usuarios, ya que minimi-zan la cantidad de información que debe memorizar y le guían en el proce-so de búsqueda. Los mensajes sobre el estado del proceso mantienen alusuario informado sobre el estado de la búsqueda. Son apropiados cuandolos resultados tardan en aparecer, ya que reducen el estado de ansiedadpropio de muchos usuarios, especialmente los inexpertos. Los mensajes deerror alertan al usuario de que el sistema no es capaz de responder a suestrategia. La finalidad de estos mensajes no debe quedarse en advertirledel error, sino en guiarle sobre lo que puede hacer después.

La ayuda en línea es un componente esencial de las interfaces de usua-rio. La ayuda en línea no debe estar concebida como el equivalente electró-nico a un manual impreso. Por el contrario, debe tratarse siempre de unaayuda contextualizada; esto es, responder a las peticiones del usuario segúnel momento preciso de su proceso de búsqueda.

7. SERVICIOS DE VALOR AÑADIDOS AL PRODUCTO

Por último, vamos a comentar someramente qué tipo de servicios pro-porcionados por los distribuidores o proveedores de información añadencalidad a una base de datos documental. De hecho, en muchas ocasiones,éste tipo de servicios llegan a determinar la selección de uno u otro pro-ducto.

En las bases de datos bibliográficas referenciales, es deseable que el dis-tribuidor proporcione un servicio de acceso al documento primario, quedebe aprovechar al máximo las nuevas tecnologías de la información con elfin de agilizar el proceso y abaratar los costes. La posibilidad de obtenertraducciones supone, además, un servicio de gran valor.

El servicio de difusión selectiva de la información ha sido, tradicional-mente, uno de los más valorados, ya que permitía a los usuarios mantener-se actualizados sin necesidad de recurrir periódicamente a intermediarios.Sin embargo, en la actualidad, los usuarios están mucho más familiarizadoscon este tipo de fuentes electrónicas y los softwares, asimismo, han simplifi-cado los procedimientos de búsqueda. Por ello, los usuarios tienden, cadavez con mayor frecuencia, a ser ellos mismos quienes llevan a cabo las con-sultas a las bases de datos de una forma periódica. Por ello, el valor del ser-vicio de difusión selectiva de la información se está devaluando de formaprogresiva, si bien sigue siendo apreciado por determinado tipo de usua-rios.

Se valora también que el distribuidor/proveedor disponga de un servi-cio personalizado de asistencia al usuario, con interlocutores expertos en

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distintas lenguas y materias. La asequibilidad y facilidad para la comunica-ción son fundamentales, por lo que el uso de mensajerías de correo elec-trónico es importante. Las cuestiones de asesoría y asistencia técnicas sonespecialmente valiosas, ya que pueden llegar a convertirse en problemasinfranqueables para profesionales inexpertos en cuestiones informáticas.

Es importante, igualmente, que el distribuidor mantenga al día al usua-rio-cliente sobre las innovaciones o cambios, tanto del sistema de recupera-ción como del contenido de la base de datos.

Se considera fundamental que el usuario reciba, de forma gratuita yperiódica, cursos de iniciación y formación continuada en el uso de hl basede datos. Cuanto mayor sea la cobertura geográfica de estos cursos, másvalor adquieren. No cabe duda que con ofrecerlos no basta, su calidad. es lomás importante. Yen ella hay que valorar la exhaustividad y cobertura dela información que proporcionan, las distintas tipologías de usuarios a losque van dirigidos, los niveles de formación, el propio profesorado o la gra-tuidad completa o parcial, por ejemplo.

Yun punto aparte merece el análisis del manual de usuario así comodel resto de la documentación aportada por el distribuidor o proveedor enrelación a los distintos elementos de la base de datos. Es importante eva-luar su comprensibilidad y exhaustividad, el detalle y cobertura en la des-cripción de la base de datos y su cobertura, los ejemplos que proporciona,la adecuación y comprensibilidad de la terminología, la utilidad de los índi-ces, así como su grado de actualización en función de las modificacionesdel software y la base de datos.

8. REFLEXIÓN FINAL

A lo largo de este trabajo hemos expuesto las principales consideracio-nes que deben tenerse en cuenta a la hora de abordar el control de calidaden una base de datos de ciencias sociales. Como ha quedado patente, setrata de un proceso complejo, ya que, por un lado, son muchos los indica-dores que deben analizarse. Por otro, entran en juego valores en íntimarelación con las características específicas y propias de estas ciencias.

La complejidad de este proceso se acentúa por el hecho de que la adop-ción de criterios de índole meramente cuantitativa y/o extrapolados deotras áreas de conocimiento deriva en una distorsión de los datos. Se trata,además, de valores relativos, nunca absolutos, en cuyo análisis debe tenerseen cuenta que ningún indicador, por sí mismo, puede constituirse en pautaúnica y suficiente.

Con todo, el control de calidad de estos recursos informativos es tareaimprescindible para una sociedad en la que el acceso a información es elpaso previo y necesario para la producción de ciencia y tecnología. Y de lacalidad de las fuentes que la proporcionan dependerá, de modo directo,

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no sólo el desarrollo de la comunidad científica, sino también el de la socie-dad en todo su conjunto.

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RECENSIONES

BOLETÍN DE LA ANABAD XLVIII (1998), NÚM. 1, ENERQ-MARZO. MADRID ISSN 02104164

CEBRIÁN, BERNARDINO J.: Fuentes de consulta para la documentación informativa,Madrid, Universidad Europea-CEES, 1997, Serie «Manuales Universita-rios», n.º 2, 136 p., ISBN 84-88881-60-6.

Este trabajo ofrece la garantía de calidad de un experto. Lo ha realizadouna persona que es doctor en Ciencias de la Informacoón por la Universi-dad de Navarra y docente de Documentación Periodística y Publicitaria» enel CEU San pablo de Valencia; además miembro de ASLIB (The Associa-tion of Information Management) y de AUKML (Association of UK MediaLibrarians) .

El manual de 136 páginas, muchas de ellas en blanco, trata de concen-trar los aspectos más relevantes de las fuentes de información. El título, encambio, parece un poco largo, al menos si se acepta que no hay documen-tación que no sea informativa. No pretendo decir que este aspecto resultedesagradable, puesto que parece que esta es una costumbre bastante fre-cuente en los libros de estudio actuales, moda probablemente inspirada entítulos de los artículos científicos de las ciencias puras y aplicadas que nece-sitan acotar con suma precisión las materias que son objeto de estudio.

El «sumario» contiene, en principio, algunos epígrafes llamativos comoel «énfasis» entre las notas de valoración específica de las enciclopedias,«enciclopedias especializadas y en enciclopedias pequeñas» (p. 53) u «obrasde desarrollo de acontecimientos» (p. 89) como el Keesing's (por cierto, malcitado).

El contenido tiene algunos dichos provechosos para la discusión como:«Por su parte, las fuentes escritas pueden ser actuales y documentales» (p.12). Las obras de consulta están clasificadas en cuatro tipos: documentosprimarios, documentos secundarios, documentos terciarios «<Por ejemplo,las guías de bases de datos») y obras de consulta (pp. 14-15). Contamos convarios tipos de fuentes fácticas, entre ellos las publicaciones oficiales (p.24). El cuerpo central de los diccionarios ofrece dos formatos generalesbásicos y un tercero híbrido: «Tipo diccionario», «No tipo diccionario» y«Tipo mixto». Entre los preliminares de una obra mete en el mismo costal

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256 RECENSIONES

«introducción (o prefacio, o prólogo). No me parece muy afortunada la defini-ción de enciclopedia (p. 47) porque una cosa es la enseñanza en círculodentro del aula o del patio y otra muy diferente la enseñanza cícñica poretapas.

Aparte de estas cuestiones discutibles, en la página 117, sin embargo,aparece un caso práctico para demostrar la utilidad de las obras de referen-cia muy oportuno para ser tenido en cuenta.

La obra, grosso modo, es estupenda como intento de ftiar la base de unafutura reedición, puesto que en el verso de la portada se advierte que es laprimera, aparecida en setiembre. Con dicho pormenor hay que andarsecon algo de cuidado y ser prudente para no adelantar acontecimientos. Elhecho no tiene mucha trascendencia, es un problema de elegancia. Estetipo de datos es aconsejable si se trata de libros que presumiblemente sevan a agotar pronto y van a tener una previsible y próxima reedición o reim-presión) como sucede con el magnífico libro de Miguel Gila Y entonces nacíyo. Memorias para desmemoriados, que tuvo una edición en marzo y otra (reim-presión en abril de 1995. Se presumía que la obra de Gila se agotaría pron-to. No sé todavía si el mismo caso se puede aplicar a la de Bernardino.

El libro me parece a mí que está ideado para la docencia universitaria,sobre todo relacionada con el Periodismo. En este sentido es aprovechable,y además contiene algunas informaciones muy interesantes dignas de quese les preste atención. La dificultad que he advertido en la lectura ha sidoesa falta de un lenguaje científico propio, una clasificación de los conteni-dos escasamente afortunada y algunas expresiones poco lógicas.

ARTURO MARTÍN VEGA

ESCOLAR SOBRINO, HIPÓLITO: Historia de cznco ciudades y un monasterio.Madrid, Editorial Gredos, 1997, 312 pp., 24 x 16 cm.

Nuestro entrañable compañero Hipólito Escolar, exdirector de la Biblio-teca Nacional, bien conocido por sus numerosas publicaciones profesiona-les, entre las que no se pueden olvidad la Historia del Libro ni la Historia delas Bibliotecas -ambas ya reimpresas y ampliadas-, en sus libros más recien-tes (No pudimos escapar, primera parte de sus Memorias y anticipo de lasegunda, ya en prensa, Se hace camino al andar) nos sorprende gratamentecon una nueva faceta de escritor: la de narrador. Un narrador -como loes él mismo en su conversación- fácil y ameno, coloquial, que, en la obraque, aquí y ahora comentamos, pretende nada más pero nada menos quereescribir sus citadas historias del libros y de las bibliotecas en forma narra-tiva y, a veces, dialogada.

Estas cinco ciudades -Atenas, Alejandría, Bizancio, Toledo y Córdoba-y ese monasterio -San Martín de Albelda - son, en efecto, muy adecua-

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RECENSIONES 257dos escenarios, ambientes sumamente propicios para que en ellos el libro ylas bibliotecas puedan ser su protagonista central.Hipólito Escolar sitúa su narración, su historia novelada, en ,esas seis

bien elegidas estampas a lo largo de un par de milenios. En nuestra opi-nión, las más logradas son, quizá, Atenas, Toledo y Córdoba, así como ladel monasterio albaldense.En todas ellas vemos cómo tras del narrador se esconde -y no podía

ser de otro modo- el historiador, el bibliotecario con el laudable propósi-to -que consigue en buena medida- de hacer fácil y atrayente la historiade libro y de las bibliotecas, valiéndose para ello de personajes -unos, rea-les o históricos; otros, de pura ficción- que conversan a la manera socráti-ca en el doble capítulo situado en Atenas, y que lo hacen, asimismo muyacomodados a las épocas y ambientes concretos de los demás.El primero -como decíamos- se desdobla en dos, muy bien ambienta-

dos: Atenas, como el libro de la palabra y como el germen de una sociedadde lectores a la vez que como el nacimiento de centros de enseñanza supe-rior; el tercero nos presenta una Alejandría -la de Ptolomeo Lagos y Pto-lomeo Filadelfo, el museo y la biblioteca- como el triunfo del libro escri-to; el cuarto, Bizancio -con una figura real, Mahomet, y otra de ficción,Genadio-, como dos culturas enfrentadas; en el quinto, la imperial Toledose nos aparece como símbolo de la vertebración de España; en el sexto, laCórdoba del siglo X- con Abd Allah, Abd al-Rahmán, Al-Hakam y Alman-zor- significa la grandeza de al-Andalus; y el séptimo y último capítulo-San Martín de Albelda- supone una evocación de la vida monacal a lavez que una descripción muy precisa de la confección de los libros y de suimportante biblioteca.Un índice final de nombres y materias facilita y enriquece la consulta de

esta nueva obra de Hipólito Escolar, en la que el autor logra interesar acualquier tipo de lector -y lo hace de la manera más amena posible- enel mundo de los libros y de las bibliotecas desde la de Atenas de los siglosV YIV antes de Cristo hasta nuestra alta Edad Media. '

Un libro, en suma, interesante y amenísimo, por el que felicitamos muysinceramente a su autor.

JOSÉ ANTONIO PÉREZ-RIOJA

FERNÁNDEZ GÓMEZ, M., OSTOS SALCEDO, P., PARDO RODRÍGUEZ, Mª L.: ElTumbo de los Reyes Católicos del concejo de Sevilla. VI. 1478 - 1494, Madrid,Fundación Ramón Areces, 1997, 673 p.

La Fundación Ramón Areces de Madrid viene apostando decididamentedesde hace varios años por la difusión del patrimonio documental español,

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258 RECENSIONES

prestando especial atención a la edición de fuentes. Seguramente su pro-yecto más ambicioso y completo es la colección «Monumenta Ecclesiae Tole-tanae Histórica», centrada en la publicación de los fondos documentales ybibliográficos del Archivo y de la Biblioteca de la Catedral de Toledo, y dela que ya han aparecido cuatro títulos.En 1991 esta Fundación editaba la obra de Mª de los Llanos MartÍnez

Carrillo, Los orígenes medievales del Archivo Municipal de Murcia. El Indice docu-mental de 1266-1380/1428. Ahora le ha tocado el turno a Sevilla. Y para ellonada mejor que retomar el viejo proyecto de edición del «Tumbo de losReyes Católicos», ideado por los profesores Juan de Mata Carriazo y RamónCarande. En 1968 habían salido de la imprenta los cuatro primeros tomos,y un quinto lo hará en 1971, con lo que se conseguían publicar los tres pri-meros volúmenes del Tumbo. Pero faltaban los otros tres.Desde la llegada de Marcos Fernández Gómez a la dirección del archivo

municipal de Sevilla muchos proyectos se han relanzado y culminado. Suincreíble capacidad de trabajo y la calidad de sus aportaciones, en campostan variados como la historia medieval, la diplomática o la archivística, noshacen presagiar un futuro más que prometedor. Si nos fijamos sólo en losarchiveros de la Administración Local, Sevilla puede convertirse muy pron-to en la ciudad que capitalice el relanzamiento de la archivÍstica en el ámbi-to castellano, pugnando con el foco madrileño, muy consolidado. Y esto sedeberá únicamente a Marcos Fernández Gómez.El archivero sevillano ha visto publicado en los últimos años varios estu-

dios sobre la historia del Archivo Municipal de Sevilla en los siglos XIX YXX (modélico su trabajo sobre la obra de J. Velázquez y Sánchez), y sobrevaloración y selección de la documentación municipal de esa ciudad. Haabordado el análisis de las actas capitulares sevillanas entre 1434-1555, a lapar que dirigía su microfilmación, el estudio de los sellos de la ciudad deSevilla, la edición de la carta-puebla de 1390 de Alcalá del Río, y última-mente ha visto salir de la imprenta su obra Alcalá de los Gazules en las Orde-nanzas del Marqués de Tarifa (Cádiz, 1997). Podríamos reseñar aquí otros tra-bajos, como su excelente estudio introductorio sobre La embajada japonesade 1614 a la ciudad de Sevilla (Sevilla, 1992), pero no es nuestro objetivo tra-zar una semblanza bibliográfica de este joven archivero. Si lo es el dar cuen-ta de la variedad y profundidad de sus aportaciones, apoyadas en un apara-to crítico inmejorable. Y todo ello en los últimos años.La vinculación de Pilar Ostos Salcedo y María Luisa Pardo con la capi-

tal andaluza se asentó con fuerza seguramente al publicar la obra Docu-mentos y notarios de Sevilla en el siglo XIII (Madrid, 1989). Ambas acaban deeditar ahora el Vocabulario de codicología (Madrid, 1997) como versión espa-ñola revisada y aumentada del Vocabulaire codicologique de D. Muzerelle.Entre ambas fechas María Luisa Pardo ha centrado sus investigaciones enla diplomática señorial en la Corona de Castilla, a través de los fondosdocumentales de Archivo de Medinaceli, y en la documentación de la can-

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RECENSIONES 259

cillería castellana de Juan 1. Pilar Ostos Salcedo ha publicado trabajossobre tipología de la documentación real en la corona de Castilla, en cola-boración con María Josefa Sanz, y sobre documentación señorial en elámbito catalán, además de un estudio sobre la escribanía del cabildo cate-dralicio de Burgos.Como expertas en Diplomática y Paleografía, y con amplios conocimien-

tos en la Baja Edad Media andaluza, realizaron con Marcos FernándezGómez el estudio introductorio y la transcripción del Libro de Privilegios dela ciudad de Sevilla (Sevilla, 1993). Después participaron con otros autoresen la obra Sevilla, ciudad de Privilegios. Escritura y poder a través de PrivilegioRodado (Sevilla, 1995). Y de nuevo, dos años después, los tres conjuntamen-te han abordado la continuación del viejo proyecto de edición del Tumbode los Reyes Católicos.La realización de estos cartularios fue común durante la Baja Edad

Media e inicios de la Edad Moderna en muchas ciudades tanto de la Coro-na de Castilla como de la de Aragón. Sus ventajas eran evidentes. Se facili-taba el manejo de la documentación al estar copiada de forma íntegra y enun mismo tipo de letra (mejor lectura) y se evitaba la consulta de los docu-mentos originales (pérdidas o deterioros), garantizándose su validez jurídi-ca al haber sido trasladados y autenticados por los escribanos copistas. Estoslibros copiadores solían estar fuera del arca de los privilegios con lo que noera necesaria la presencia de los llaveros para poder ser utilizados. A vecesse les protegía ante posibles hurtos sujetándolos con una cadena, como ocu-rría en Jaca o Talavera de la Reina. El color de las cubiertas servía paradesignarlos en muchas localidades, caso de Gerona.El «Tumbo de los Reyes Católicos», redactado en papel por el escribano

Gómez Nieto a principios del siglo XVI, recoge todas las cartas y ordenan-zas enviadas por ellos a Sevilla, y por ende examinadas en su cabildo muni-cipal. En total son unos 2.700 documentos, fechados entre 1474 y 1507, deuna gran variedad temática. La obra que ahora se publica recoge, siguien-do las normas de edición de la Comisión Internacional de Diplomática, dos-cientos veintitrés documentos, datados en su casi totalidad entre 1492 y pri-mera mitad de 1494, correspondientes al volumen IV del «Tumbo», ysiguiendo un orden fundamentalmente cronológico. Entre los documentostranscritos abundan también las pragmáticas cuyo ámbito de aplicaciónabarca a toda la monarquía.Los autores en su introducción analizan las características de esta obra

tanto desde el punto de vista diplomático como temático, permitiendo queel lector se acerque al conocimiento de Sevilla a finales del siglo XV, cuan-do el descubrimiento de América es una realidad, y comprenda en su ver-dadera dimensión la especial relación que tuvieron los forjadores de laEspaña Moderna con la bella, siempre bella y eterna, Sevilla. A ello ayu-dan unos índices muy completos, elaborados en parte por InmaculadaFranco Idígoras.

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260 RECENSIONES

Esta obra no es sólo una recopilación de documentos recibidos por elcabildo municipal sevillano en un período fundamental de su historia. Esun reflejo claro de la vinculación entre una ciudad, que muy pronto se con-vertiría en el nexo entre España y América, y la monarquía española. Eldinamismo y la riqueza de Andalucía al servicio de los ideales políticos, eco-nómicos y religiosos de los Reyes Católicos.En estos últimos años están siendo editados otros cartularios. Acaba de

publicarse por M. Lucas Alvarez, La documentación del tumbo A de la catedralde Santiago de Compostela. Estudio y edición (1997). Era evidente que la publi-cación del «Tumbo de los Reyes Católicos» debía ser finalizada. Ya se hadado el primer paso. La Fundación Ramón Areces ha respondido al retoeditorial con una publicación de gran calidad. Sólo cabe esperar que elequipo redactor y esta Fundación continúen su andadura conjunta, y el olvi-dado proyecto se convierta muy pronto en una realidad. Con Marcos Fer-nández Gómez en él estamos convencidos que así será.

MARIANo GARCÍA RUIPÉREZ

PÉREZ R10JA, JosÉ ANTONIO: Diccionario de personajes y escenarios de la literaturaespañola, Barcelona, Ediciones Península, 1997.

Pérez Rioja ha sido durante los cuarenta años fecundos de su vida profe-sional un bibliotecario sobresaliente, que no ha regateado esfuerzos paraacercar el libro a los posibles lectores y para consolidar en ellos el hábitode la lectura. Cuando no había en su natal Soria bibliotecas municipales,allá por la década de los cincuenta en la que padecíamos hambre materialy espiritual, creó un servicio de bibliotecas ambulantes para la gente de lospueblos, incluso de los más pequeños y atrasados, no continuaran privadosde la posibilidad de la lectura. Después, con tesón, consiguió que el minis-terio instalara con dignidad la biblioteca pública de Soria y finalmente queconstruyera una espléndida casa de la cultura, que Rioja se empeñó en quefuera modélica por la calidad de la colección bibliográfica y por la variedadde servicios ofrecidos a los jóvenes estudiantes y a los adultos sorianos, queen gran número la frecuentaban.Perteneciente a un grupo de regeneradores de nuestros servicios biblio-

tecarios, su presencia ha sido constante y beneficiosa en reuniones y con-gresos profesionales. Llevado por una amplia curiosidad intelectual, ha teni-do, además tiempo para escribir artículos y libros sobre temas culturales,desde una famosa gramática de la lengua española, de la que se han vendi-do miles de ejemplares porque durante muchos años fue la mejor, hasta elDiccionario literario universal, quizá la obra más consultada de mi biblioteca,pasando por el bien trabajado Diccionario de símbolos y mitos y por el medio

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RECENSIONES 261

centenar de libros de biblioteconomía y de un amplio abanico cultural. Sepuede decir de él que escribe mucho y muy bien sobre cosas muy intere-santes.Acabo de sorprenderme gratamente al ver su último libro, que, en prin-

cipio, podía parecer un juego de erudito sobre personajes de la literaturaespañola y los escenarios y ambientes en que se han desenvuelto. Pero,como el autor declara en la excelente introducción, es mucho más que undiccionario de personajes y escenarios. Resulta una valiosa aproximación ala literatura española y una incitación y guía para la lectura.Dos mil quinientos artículos componen el Diccionario, la mayoría, cuatro

quintos, dedicadas a personajes, cuya longitud, en general breve, vienedeterminada por su importancia. Repasándolos uno se complace en la evo-cación de las obras que han protagonizado, en los gratos recuerdos que nosdejaron sus aventuras y termina con el deseo de la relectura. Para los queno han tenido ocasión de leer las obras, es un acicate para decidirse a hacer-lo.La obra no cae en la postura aséptica de la crítica o de los historiadores

de la literatura. Ni, aunque tenga forma de diccionarios, es un catálogoobjetivo de personajes -religiosos y hagiográficos, por un lado, históricos,mitológicos y legendarios por otros, y por último, entes de ficción o crea-ciones literarias, que a veces tienen enorme trascendencia cultural- por-que aquí todos parecen vivos y con una incidencia vital, seductora, gracias ala cálida exposición y a los atrayentes comentarios que nos ofrece Rioja.Los diversos escenarios, sucesos y ambientes evocados muestran la sensibili-dad y cultura literaria del autor, hombre de muchas lecturas.Yo aconsejo la lectura de este librito a todos y su consulta, de manera

especial a los lectores de nuestras bibliotecas, a los que desean iniciarse enla senda de la lectura, desorientados ante la inmensa producción y ofertabibliográficas de nuestros tiempos y que no saben qué libros pueden resul-tarles atrayentes.

H¡PÓLITO ESCOLAR

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"NECROLOGICA

BOLETÍN DE LA ANABADXLVIII (1998), NÚM. 1, ENERO-MARZO. MADRID ISSN 0210-4164

Dón Justo GarcÍaMorales nos ha dejado

El día 29 de marzo, al amanecer, nos dejó Don Justo GarCÍa Morales. Surecuerdo y su labor, incansable y eficaCÍsima en favor de las bibliotecas espa-ñolas, no va a desaparecer con los que hemos tenido la suerte de tratarle yestimarle. Don Justo ha sido el bibliotecario español que, en su momento,en los años difíles de la posguerra y los inmediatamente posteriores, dedicócon éxito todo su esfuerzo en situar a España en el lugar que le correspon-día dentro del ámbito de la biblioteconomÍa internacional, a la vez que,más adelante, lograba un cambio sin precedentes en la estimación social deque hoy goza nuestro Patrimonio Bibliográfico y en su enriquecimiento.

No me detendré a considerar la voluminosa bibliografía de Don Justo,cuya breve descripción puede consultarse en el tomo de honenaje, que lededicó ANABAD con motivo de su jubilación, el 19 de enero de 1984. Subibliografía no es más que el testimonio impreso de su incansable actividaden el campo de la erudición, de la bibliografía y la biblioteconomÍa. DonJusto GarCÍa Morales puso en marcha una serie de proyectos de coopera-ción bibliotecaria, que hubiera sido difícil llevar a buen fin en aquellosaños, sin una dirección competente desde el punto de vista profesional ysin la convicción, que siempre tuvo Don Justo, del respeto y consideraciónque mereCÍa el esfuerzo realizado por los bibliotecarios en su labor al fren-te de los centros que tenían a su cargo. En 1957 se ocupó en la elabora-ción del decreto que regula el Depósito Legal de obras impresas, aseguran-do de este modo la conservación en la Biblioteca Nacional y en otrasbibliotecas españolas de los ejemplares de todas las obras publicadas enEspaña. Con ello, iniciaba el proyecto de publicación de la Bibliografía Espa-ñola, de acuerdo con las directrices internacionales en esta materia. Paraello fue preciso suspender -el presupuesto no daba para todo- otro de

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264 NECROLÓGICA

sus anteriores proyectos de amplio alcance, la edición de la Lista de obrasingresadas en bibliotecas españolas (L.O.LB.E.), que reunía los datos facilitadospor las bibliotecas del Estado, permitiendo al público localizar los materia-les precisos para su investigación o información. También en la década delos años cincuenta, pudo iniciar un proyecto acariciado desde antiguo porlos bibliotecarios españoles, la formación del Catálogo colectivo de obrasimpresas en los siglos XV al XVIII existentes en nuestras bibliotecas. Delcatálogo se publicaron los volúmenes correspondientes a incunables y aimpresos del siglo XVI y hoy, lógicamente bajo otros presupuestos operati-vos, continúa esta labor el proyecto del Catálogo Colectivo del Patrimonio Biblio-gráfico, ordenado por la legislación vigente en materia de Patrimonio Histó-rico e iniciado en el último año en que Don Justo estuvo al frente delCentro del Patrimonio Bibliográfico. Su labor desarrollada en este Centro,creado por Ley, en 1972, con el nombre de Servicio Nacional del TesoroBibliográfico y Documental y conocido por todos como «El Tesoro», notiene precedentes, como he dicho ya, en la historia de la biblioteconomÍaespañola como medio de recuperación de esta rama de nuestro patrimoniohistórico, a través de su inventariado y enriquecimiento progresivo. DonJusto tuvo además el don de adelantarse a las necesidades de información,proyectando y creando, con pocos medios y mucha imaginación, lo que hoyllamaríamos bases de datos, que seguimos utilizando investigadores y elbibliotecarios.Pero aparte de los hechos, que he citado brevemente y sin pretender

más que traer a la memoria algunos de los logros alcanzados por las biblio-tecas españolas, bajo la dirección de Don Justo García Morales -es justo ynecesario no olvidar de la mano de quien hemos obtenido los beneficiosque disfrutamos-, pienso que el gran mérito de Don Justo, que envolviótodos los aspectos de su acción profesional, ha consistido en su profundaformación humanística yen su alta calidad humana, cualidades empleadasa fondo en su diaria labor de información al público y de dirección de pro-fesionales. Conocí a Don Justo en mis años de entrenamiento en la laborque luego ha ocupado gran parte de mi vida, siendo alumna de la Escuelade Archivos y Bibliotecas, que luego se llamó Escuela de Documentalistas.Él era nuestro profesor de bibliografía. Materia ésta, casi desconocida porquienes contábamos con un flamente título de licenciados, nada menos queen filología. Mucho se ha recorrido en este camino y tengo la esperanza deque ahora las cosas hayan cambiado. Don Justo no solo sabia transmitirnosunos conocimientos específicos, sino lo que es más importante, puesto quela investigación bibliográfica se supera día a día: en primer lugar, la con-ciencia del valor de la información bibliográfica para la investigación cientí-fica y para la docencia y el aprendizaje y, en segundo lugar, la curiosidad yel gusto por la búsqueda y el hallazgo de esta información. Recuerdo a DonJusto, por aquel entonces, en su despacho de la Biblioteca, rodeado de innu-merables instrumentos de información (repertorios impresos y ficheros

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NECROLÓGICA 265

bibliográficos: eran los medios con que entonces se contaba) y, sobre todo,de los curiosos muebles que contenían el Indice de la Biblioteca Nacional.Allí informaba Don Justo lo mismo al más eximio especialista que al deso-rientado estudiante, como era mi caso, a todos con la misma dedicación yafabilidad. Desde entonces he considerado a Don Justo como mi maestro.Más tarde me dio motivos para considerarle más aún, si cabe, como tal, yaque he tenido la suerte de seguir en parte sus pasos, en el Servicio de Infor-mación Bibliográfica de la Biblioteca Nacional, primero, y luego en el Cen-tro Nacional del Tesoro Bibliográfico y Documental, convertido hoy enDepartamento de Patrimonio Bibliográfico de la Biblioteca Nacional. Entodo momento he teniendo presentes sus enseñanzas y sus siempre oportu-nos consejos, intercalados -o apuntados- en sus charlas, adobadas conanécdotas contadas con su fino buen humor, charlas que muchos amigoshemos tenido la suerte de poder continuar, hasta el último momento, en sucasa de la calle Blanca de Navarra. Pido disculpas, si este último párrafo hasido demasiado personal, un a modo de escorzo de mis recuerdos, perotengo la seguridad de que éstos serán suscritos y podrán ser ampliados porlos compañeros que le trataron y tuvieron la suerte de trabajar con él y porlos especialistas y libreros, españoles y extranjeros, que en alguna o repeti-das ocasiones se acercaron a su mesa en busca de información y consejo yen busca también de un cambio de impresiones, siempre útil y sugerente.

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