Wilbert Johannes - Mitos Yabarana

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Mitos de los indios yarabana / recogidos por Johannes Wilbert Mitos de los indios yarabana (Yarabana) Recogidos por Johannes —211→ Mayowoca y Ochi. Al principio de los tiempos sólo había una pareja de seres humanos (hombre y mujer), que vivían en la soledad más austera en el ámbito del mundo. Estos primeros seres humanos tenían un cuerpo diferente del nuestro, ya que la mitad inferior no existía terminándose en el bajo vientre. Comían con la boca y la eliminación se llevaba a cabo por la tráquea, cerca de la manzana de Adán (De esa materia fecal humana surgieron los tembladores, con todo el peso de una herencia absurda...). Además de estos seres humanos, existían o «eran», pues que no tenían generación, dos hermanos sobrehumanos, con prerrogativas casi divinas: el mayor se llamaba Mayowoca y el menor Ochi. Un día, Mayowoca salió para buscar a su hermano Ochi que se había perdido en una de sus muchas aventuras o «trabajos». Llegó Mayowoca a orillas de un río donde vio al hombre truncado pescando atentamente en la corriente del río. Observándole desde un seguro escondite, vio que el hombre pescaba un hermoso pez caribe que, coleando, fue izado a un lugar seguro de la orilla. Agarró el hombre su maza e intentó destrozar la cabeza del caribe. El pez en realidad no era un caribe sino Ochi, en persona, el hermano menor de Mayowoca que se había metamorfoseado en caribe para robar el anzuelo de oro del hombre. Mayowoca vio en peligro a su hermano y transformándose en un gigantesco zamuro comenzó a revolotear encima de la cabeza del atrevido pescador. Este, al defenderse del molesto pájaro, descuidó su presa y cuando el zamuro dejó caer sus excrementos sobre la maza que el pescador ostentaba, Ochi aprovechó el momento oportuno, y, haciendo una tremendo esfuerzo de ballesta, saltó al río. Inmediatamente Mayowoca se metamorfoseó y tomó la forma de un colibrí y fue a robar el anzuelo de oro al pescador. Mayowoca entró en una cerrada discusión con el hombre para tratar de conseguir la cesta misteriosa que éste tenía, y de donde surgía toda una sinfonía de cantos de ave. Se trataba del pájaro-sol, captado por la fuerza y astucia del hombre. El sol en todo —212→ este tiempo se mantenía fijo y brillante en su perpetuo zenit, sin día ni noche. Mayowoca se acercó al hombre, y tomando un cuerpo como el de los seres humanos de ahora, le preguntó cuál era el precio del pájaro-sol, pues que deseaba comprarlo. Ahora bien, cuando Mayowoca se acercó más al extraño ser humano, éste notó que en el sitio donde los hombres actuales tienen la oreja, llevaba Mayowoca el tan ansiado anzuelo de oro. Por eso el hombre truncado rechazaba todas las ofertas. ¿Qué hacer? Mayowoca se decidió por ofrecerle lo más precioso que tenía a su disposición. Dijo al hombre: «Veo que te falta la mitad del cuerpo. No tienes pies para andar. Para moverte de un sitio a otro, has de rodar por el suelo como un palo cortado. Si me das al pájaro-sol yo haré que tengas un par de pies, para poder andar sin molestia. Así podrás ir luego a todas las partes del mundo». El hombre truncado no pudo resistir a la oferta, porque en realidad le era muy difícil y molesto el desplazarse, rodando como un palo cortado, de una parte a otra. Por esto, aceptó el intercambio, bajo la previa condición de que su mujer obtendría también la mitad inferior del cuerpo. Mayowoca llamó entonces a la mujer del pescador. Les hizo acostarse a la orilla del río, y a fuerza de masajes y de no modelar de cerámica con el mismo cuerpo truncado de los primeros seres humanos, obtuvo las extremidades inferiores de ambos. Inmediatamente, hombre y mujer, brincaban y saltaban sobre sus pies... y comenzaron, cuidadosamente y con precaución, a caminar, a andar... Desde este momento los hombres no sólo pudieron caminar sino que adquirieron la capacidad de reproducirse. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/mitos-de-los-indi... 1 of 4 15/10/13 20:11

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  • Mitos de los indios yarabana / recogidos por Johannes Wilbert

    Mitos de los indios yarabana(Yarabana)

    Recogidos por Johannes

    211 Mayowoca y Ochi.Al principio de los tiempos slo haba una pareja de seres humanos (hombre y mujer), que vivan en la soledad ms austera en el mbito del

    mundo. Estos primeros seres humanos tenan un cuerpo diferente del nuestro, ya que la mitad inferior no exista terminndose en el bajo vientre.Coman con la boca y la eliminacin se llevaba a cabo por la trquea, cerca de la manzana de Adn (De esa materia fecal humana surgieron lostembladores, con todo el peso de una herencia absurda...).

    Adems de estos seres humanos, existan o eran, pues que no tenan generacin, dos hermanos sobrehumanos, con prerrogativas casi divinas:el mayor se llamaba Mayowoca y el menor Ochi. Un da, Mayowoca sali para buscar a su hermano Ochi que se haba perdido en una de sus muchasaventuras o trabajos. Lleg Mayowoca a orillas de un ro donde vio al hombre truncado pescando atentamente en la corriente del ro.Observndole desde un seguro escondite, vio que el hombre pescaba un hermoso pez caribe que, coleando, fue izado a un lugar seguro de la orilla.Agarr el hombre su maza e intent destrozar la cabeza del caribe. El pez en realidad no era un caribe sino Ochi, en persona, el hermano menor deMayowoca que se haba metamorfoseado en caribe para robar el anzuelo de oro del hombre.

    Mayowoca vio en peligro a su hermano y transformndose en un gigantesco zamuro comenz a revolotear encima de la cabeza del atrevidopescador. Este, al defenderse del molesto pjaro, descuid su presa y cuando el zamuro dej caer sus excrementos sobre la maza que el pescadorostentaba, Ochi aprovech el momento oportuno, y, haciendo una tremendo esfuerzo de ballesta, salt al ro.

    Inmediatamente Mayowoca se metamorfose y tom la forma de un colibr y fue a robar el anzuelo de oro al pescador.Mayowoca entr en una cerrada discusin con el hombre para tratar de conseguir la cesta misteriosa que ste tena, y de donde surga toda una

    sinfona de cantos de ave. Se trataba del pjaro-sol, captado por la fuerza y astucia del hombre. El sol en todo 212 este tiempo se mantenafijo y brillante en su perpetuo zenit, sin da ni noche.

    Mayowoca se acerc al hombre, y tomando un cuerpo como el de los seres humanos de ahora, le pregunt cul era el precio del pjaro-sol, puesque deseaba comprarlo. Ahora bien, cuando Mayowoca se acerc ms al extrao ser humano, ste not que en el sitio donde los hombres actualestienen la oreja, llevaba Mayowoca el tan ansiado anzuelo de oro. Por eso el hombre truncado rechazaba todas las ofertas. Qu hacer? Mayowoca sedecidi por ofrecerle lo ms precioso que tena a su disposicin. Dijo al hombre: Veo que te falta la mitad del cuerpo. No tienes pies para andar.Para moverte de un sitio a otro, has de rodar por el suelo como un palo cortado. Si me das al pjaro-sol yo har que tengas un par de pies, para poderandar sin molestia. As podrs ir luego a todas las partes del mundo. El hombre truncado no pudo resistir a la oferta, porque en realidad le era muydifcil y molesto el desplazarse, rodando como un palo cortado, de una parte a otra. Por esto, acept el intercambio, bajo la previa condicin de quesu mujer obtendra tambin la mitad inferior del cuerpo.

    Mayowoca llam entonces a la mujer del pescador. Les hizo acostarse a la orilla del ro, y a fuerza de masajes y de no modelar de cermica conel mismo cuerpo truncado de los primeros seres humanos, obtuvo las extremidades inferiores de ambos.

    Inmediatamente, hombre y mujer, brincaban y saltaban sobre sus pies... y comenzaron, cuidadosamente y con precaucin, a caminar, a andar...Desde este momento los hombres no slo pudieron caminar sino que adquirieron la capacidad de reproducirse.

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  • Mayowoca acompa a los dos hasta la casa donde el hombre guardaba la cesta con pjaro-sol. Prometi al hombre tener suma precaucin conla misteriosa cesta y de tratar bien al pjaro-sol. Y, sobre todo -dijo el hombre- nunca te atrevas a abrir la cesta, porque si la abres, el sol huira ynunca ms podras encontrarlo. S, es muy penoso poseer algo de mucho valor y cuidarlo, y tenerlo consigo, y llevarlo consigo... pero sin nuncapoder ver lo que uno tiene.

    Se despidi Mayowoca de la pareja humana, ya enteriza e ntegra, y fuese, alegre, con la misteriosa cesta, bien equilibrada sobre las abiertaspalmas de sus manos. Escuchaba, extasiado, el canto sublime del pjaro-sol. Iba lentamente, con cuidado, arrobado. De pronto, se encontr con suhermano Ochi, quien apareci a orillas de un ro, lavndose las heridas que haba recibido con la aventura del anzuelo de oro y los primeros golpesde aquella horrible maza. Tan grande quedaba la aventura pasada en la creacin que an hoy da el pez caribe lleva el surco de las rayas negras,detrs de su cabeza: son las heridas restaadas, pero no desaparecidas, de aquella tremenda aventura del principio de los tiempos. 213

    Cuando Ochi vio a su hermano mayor, se levant al instante para acompaarle en el largo camino de la selva virgen. Al atardecer, llegaron a loms intrincado de la selva inmensa. Y all vieron un hermoso rbol, cargadito de frutas. Ambos tenan mucha hambre. Mayowoca pidi a Ochisubiera al rbol para conseguir las frutas tan sabrosas.

    Ochi concibi su plan, porque aquella cesta y aquel canto no eran normales. Subi, s, al rbol, pero arriba ya, comenz a sacudir al tronco de unmodo alarmante. No puedo subir ms -dijo a su hermano-. El viento es muy fuerte. Ven t, pues que eres ms fuerte que yo. Tal vez puedas llegar ala copa del rbol, donde estn esas frutas tan sabrosas....

    Salt a tierra y Mayowoca subi al rbol, no sin antes advertir a Ochi que no abriera de ningn modo la misteriosa cesta. Ochi, sin embargo,vencido por la curiosidad, no hizo caso alguno a la advertencia de su hermano, y tan pronto como ste desapareci entre el follaje del rbol, saltpara abrir la tapa de la cesta. Al instante mismo, el pjaro-sol interrumpi su armonioso canto y escapo volando a los cielos, en un horrible croardesconcertado. Al mismo tiempo aparecieron unos nubarrones, desapareci el sol y la tierra entera qued sumida en una noche negra, negra como elazabache. Cay la lluvia a torrentes... y llovi, llovi doce das sin parar. La tierra entera qued anegada enaguas sucias, fras, negras, infectas...

    Los dos hombres se hundieron: una colina los trag. Ningn pjaro cantaba ya en los rboles y ningn animal ruga ya en la selva y en losmontes. Slo el viento ululaba. Slo la lluvia fustigaba. Y entre las aguas negras y el cielo an ms negro, se oa el eco tremendo de la voz lastimerade Ochi, quien, acurrucado y en cuclillas, lamentaba su accin imprudente, all en la cima de un altsimo cerro, a donde las aguas no llegaban.

    Mayowoca, sin embargo, no poda or a su hermano Ochi. Se haba ido, metamorfoseado de murcilago, all arriba, a lo ms alto de las nubes.La noche haba cubierto sus ojos, y la tormenta sus odos.

    Ochi se hizo una cama de barro para dormir. Y cre, all arriba, en la cima del altsimo cerro, no gran nmero de mamferos, para poder matarsu propia hambre. Los animales de Mayowoca, all en las alturas, ms all de las tormentas, eran los pjaros y los monos.

    Muchos aos despus, Mayowoca mand al pjaro Conoto en busca del sol. Conoto vol inmediatamente hasta el zenit, en donde el sol estabafijo, antes del diluvio universal. Pero, cuando despus de un camino interminable, lleg al zenit, el sol no estaba all. Cansado, se dej llevarplaneando, por un fuerte viento huracanado, y Conoto tembl en todo su cuerpo cuando se percat que inconscientemente haba llegado al extremolmite de la tierra. 214 Pero oh sorpresa!, all estaba el sol: una luz cada vez ms brillante, a medida que se acercaba ms al centro... y al finuna pelota roja de fuego.

    El sol, cansado de estar encerrado en la cesta del hombre, habase fugado desde su puesto-prisin de zenit, hasta los dos extremos lmites delmundo. Entre los dos limites extremos, corra el pjaro-sol, contento de su libertad, pero sin poder ir ms all. As naci el perodo del da y de lanoche. En la noche, cuando los hombres no pueden ver al sol, ste baja por debajo de la tierra allanada, para luego aparecer de nuevo en la maanaen el extremo opuesto.

    El pjaro Conoto agarr al pjaro-sol con una masa algodonada de nube, y, sin quemarse, lo arroj a la tierra. Un mono blanco recibi en susmanos a la bola misteriosa. Deshizo sta, hilacha por hilacha, todo el pelotn de nubes... y con sumo cuidado encerr de nuevo al pjaro-sol en lacesta.

    Subi el sol al zenit, en donde se par por breves momentos. Y en el brillo ms grandioso del da, Mayowoca hall a Ochi en la cima del cerroaltsimo donde se haba refugiado durante el diluvio. Llam a Ochi: Hermano mo, ya apareci el sol nuevamente. Mayowoca plane encima de suhermano y dijo que en el futuro no podran ya vivir juntos. El uno vivira en el Oriente: Ochi; y Mayowoca, al otro extremo del mundo: Occidente. Ydesde ese tiempo, los dos hermanos viven separados, separados y con la tierra inmensa y hostil entre los dos.

    Despus del diluvio, Mayowoca quiso poner orden en la tierra deshecha por la tempestad del diluvio. Y para esto necesitaba muchos aos,porque la tierra era muy inhspita y hostil, a causa de las inmensas hecatombes del diluvio.

    Para la nueva ordenacin creadora de la tierra, Mayowoca no necesitaba ningn esfuerzo, pero s mucho tiempo para transportar sus ideas atravs de las zonas hostiles de la tierra. Todo lo que hoy se encuentra en la tierra fue creado nuevamente por Mayowoca en su caminar por el mbitode la tierra entena. Mayowoca pensaba: Aqu faltan rboles... Y a su paso, detrs de sus huellas, brotaban los rboles. Mayowoca segua pensando:Aqu faltan ros... Y los ros surgan con sus chorros y manantiales primeros, al paso de Mayowoca. Aqu faltan animales.... Y a su paso, surgantodos los animales por la fuerza de su pensamiento y de su querer.

    Pas mucho tiempo, hasta que todos los seres respondieron con su existencia al pensar y querer de Mayowoca. Acababa la nueva creacin,Mayowoca dirigi sus pasos a la montaa donde haban sido tragados los primeros hombres. Abri el cerro en dos mitades y los hombres, yanumerosos, salieron alegres a la luz del sol y todos ellos siguieron a Mayowoca. Enseoles la tierra y el cultivo de todas las artes. 215

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  • En la ltima etapa de un largo caminar con los hombres, Mayowoca celebr con estos una gran fiesta, en la que les ense la fabricacin de labebida alcohlica favorable a la comunicacin con el cielo: el ki. Despus de la fiesta dijo a los hombres que esta fiesta haba de celebrarse para seralegre y en su memoria y recuerdo. Y Mayowoca ascendi a las nubes. Y en el sitio preciso donde se separ de los hombres, se pueden ver an hoyda las huellas de sus plantas: pues que la tierra mojada que recibi la impronta de sus pies, se sec inmediatamente para perenne recuerdo de sumarcha de entre los hombres.

    As fue como fue creado el Tercer Mundo. El Primer Mundo fue destruido por el fuego, porque los hombres de entonces quisieron vivir en unincesto permanente y antinatural. El Segundo Mundo fue destruido con el diluvio, a causa de la imprudencia de Ochi con el pjaro-sol. El TercerMundo va a ser destruido por los espritus malos los mwari, que son los secuaces de un ser, el ms perverso del mundo: Ucara. El Cuarto Mundoser el mundo de Mayowoca, en donde todas las almas de los hombres y los seres todos de la creacin entera vivirn juntos en paz idlica, sin sermolestados por mal alguno.

    Ucara y los MwariLos hombres tuvieron una numerosa descendencia, que se distribuy por la faz entera del mundo. Hubieran podido vivir en paz ms idlica, sin

    preocupacin alguna, a no ser por la existencia del malvado Ucara, el cacique poderoso de la tribu vecina de los Piaroa. El aspecto exterior de Ucaraera de un verdadero demonio. Tena un cuerpo gigantesco, cubierto con pelos, como una danta. Era canbal y mucha gente de las tribus vecinas habaido a parar a las hogueras preparadas para sus orgas de carne humana.

    Pero su fama ms siniestra estribaba en la posesin de una cesta misteriosa donde tena encerrada una gran cantidad de espritus malficos,servidores en sus planes de exterminacin. Estos espritus se llaman Mwari. Con estos horribles genios empez la muerte entre los hombres, contoda la serie de sus preludios aberrantes: enfermedades, heridas, sufrimientos...

    Ucara era el malo por excelencia entre los hombres, porque sin l, los hombres nunca hubieran podido enfermar o morir.Ucara fue uno de los primeros entre los seres de la tierra. Y desde el principio era enemigo declarado de los dos hermanos hroes. Un da

    apareci una posibilidad espantosa para que Ucara pudiera destrozar a Mayowoca: y la utiliz sin ningn reparo y con refinamiento, en la primeraoportunidad, justo cuando Mayowoca haba perdido a su hijo en la selva. Salieron padre e hijo de cacera y de repente el padre perdi de vista a suhijo. Por 216 mucho tiempo el hijo de Mayowoca err en el monte, hasta que encontr a un hombre sentado junto a un enorme fuego,calentndose. El hijo de Mayowoca nunca en su vida haba visto el fuego. Y con sumo gusto acept la invitacin del extranjero para acercarse a lahoguera y calentarse. El hombre extrao era Ucara en persona. Y cuando el hijo de Mayowoca se inclin hacia el fuego, Ucara, empujndole, hzolecaer de bruces en medio de la hoguera gigantesca. Ucara as el cuerpo del muchacho. Al atardecer, Mayowoca tambin hall por casualidad a Ucara,quien le invit a probar un pedazo de carne, que deca ser de venado. Pero Mayowoca se dio perfectamente cuenta de que aquellos restos eran los desu hijo y no acept la oferta. Y en un terrible silencio y en la angustia terrible del padre herido, vio, fingiendo indiferencia, cmo Ucara coma a suhijo.

    Mayowoca decidi matar a Ucara. Para tal fin, hizo un pjaro grande: el guila. Y mandole vengar la muerte de su joven hijo, devorado porUcara. Durante muchsimos aos el guila se entren llevando cosas pesadas a travs de toda la tierra. Al fin pudo llevar los animales ms grandes dela tierra. Lleg entonces la fecha y el da de un ataque directo del guila contra Ucara.

    Vol el guila a casa de Ucara dando vueltas encima de la entrada. Ucara asomose a la puerta para deshacerse del visitante importuno porintermedio de un Mwari. Agarrole el guila con sus bien probadas garras y llevole a la copa de un rbol gigantesco, donde devor todas sus carnes,dejando caer abajo su esqueleto. Un jaguar, al pie del rbol, acab de devorar por completo los restos seos del maldito Ucara.

    La familia de Ucara cay en la ms negra de las melancolas, y un da la hija de Ucara sali, triste, para hablar con Mayowoca e interceder porsu padre, a quien crea prisionero de Mayowoca. Enterneciose Mayowoca ante los ruegos de la piedad filial y accedi a la peticin de la hija. Entraen casa y all vers a tu padre esperndote. Entr la muchacha en casa y gozosa ofreci a su padre una totuma de ki, pero Ucara rechaz la ofertay pidi sangre y carne humanas. Y Ucara continu matando y sacrificando hombres y ms hombres, para sus orgas canibalescas.

    Mayowoca, ante estos desmanes, irritose sobremanera. Transfigur a Ucara en oso hormiguero, y as ya no pudo comer ste carne ni tampocopoda dar rdenes perversas contra los hombres, ya que cada vez que lo intentaba, su boquita de oso hormiguero no poda decir sino: umpf,umpf!.

    Cierto da Ucara-oso fue matado y cortado en pedazos (por Ochi?), y de sus pedazos descuartizados y resucitados surgieron todos los animalescomestibles.

    Los Piaroa son la descendencia de Ucara. Los Yabarana de Mayowoca. 217

    Cmo apareci la lunaUna muchacha fue requerida en plena noche por un joven misterioso. A la maana siguiente, la muchacha quiso conocer a su amante, pero ste

    habase ya fugado. Para la noche siguiente, pint la muchacha sus senos con onoto, esperando que al da siguiente reconocera al joven por lasmanchas rojas de la cara. Pero el joven quitose las manchas de onoto con el aceite de la palma seje, y la muchacha no pudo dar con l. Esta volvi apintar sus senos con una pintura ms fuerte e imborrable: la pintura negra del matapalo.

    Terrible sorpresa! A la maana siguiente vio las manchas negras en la cara de su propio hermano. Por miedo al castigo espantoso que a estoseguira, el incestuoso hermano huy hasta los confines de la tierra, en donde se transform en la Luna.

    Las manchas negras de su cara pueden an hoy da verse en la luna en sus perodos de crecimiento y mengua. Y si esas manchas se hacenrosadas en cada fase, es porque ellas obligan a la mujer en su fase de menstruacin.

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  • Cmo aparecieron las estrellasMayowoca mand un da a su hijo a la pesca, no sin antes indicarle expresamente de pescar slo dos peces. En su ardor de joven, el hijo olvid

    la orden del padre, y pesc una gran cantidad de peces. Pero el espritu dueo de los peces mand, enfurecido, un viento huracanado. Y el joven hijode Mayowoca cay al agua, donde el pez Payare, dueo supremo del agua, lo devor.

    Para salvar a su hijo, Mayowoca puso unos grandes bloques de piedras en el agua, creando con esto los raudales y chorros de los ros, quefacilitaran la pesca. Pesc as al pez Payare: cortole sus entraas y extrajo de ellas a su bien amado hijo. Este no quiso ya vivir en la tierra, yMayowoca le cambi entonces en las estrellas del cielo, para que pudiera ver la tierra y tambin para que los hombres pudieran verle a l... que elhijo amado de Mayowoca no estaba ya entre los hombres.

    Cmo los hombres recibieron el fuego y la lengua o el idiomaLa madre de Mayowoca quiso conocer a los hombres, creados por su hijo y de quienes su hijo le haba hablado largamente en bien.

    Transformose en rana-buey y sali para encontrar a los hombres. Poco tiempo despus de su convivencia con ellos observ que no podan hablar yque no tenan fuego. Por esto, escupi de su boca el fuego y lo mostr a los hombres para que vinieran a calentarse a su lumbre. Y all, cabe a lalumbre, les ense a entenderse por medio de sonidos articulados con sus bocas.

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