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UNIVERSIDAD SANTO TOMÁSDEPARTAMENTO DE HUMANIDADES Y FORMACIÓN INTEGRAL
PLAN: General de Desarrollo 2012
EJE: Comunidad Universitaria
PROGRAMA: Formación de la Comunidad Universitaria
ESTRATEGIA: Promoción de la Formación Integral desde lo Académico
META 2013: Construcción e Implementación del programa de
Promoción de la Formación Integral en la USTA
COLOMBIA, desde lo académico
INDICADOR DE META:
Documento programa de Promoción de la Formación
Integral en la USTA COLOMBIA, desde lo académico
SUMARIO
INTRODUCCIÓN1. JUSTIFICACION2. DIAGNOSTICO3. MARCO DE REFERENCIA4. ESTRATEGIA PARA LA PROMOCIÓN DE LA FORMACIÓN INTEGRAL
DESDE LO ACADÉMICOINTRODUCCIÓN
El plan de desarrollo 2012 – 2015 la USTA expone claramente la
intencionalidad educativa centrada en el estudiante en el sentido de reunir
esfuerzos o conformar sinergias en torno a la promoción y conducción hacia el
estado perfecto o el estado de madurez de quienes son los actores y gestores de
1
su propia formación: los estudiantes. El plan responde, entonces, al Proyecto
Educativo Institucional y a las Políticas curriculares – para el caso de esta
estrategia – en torno a la promoción de la formación integral desde lo académico.
Es de este modo, que la estrategia denominada: “Promoción de la Formación
Integral desde lo Académico” busca esencialmente enrutar los esfuerzos
curriculares, de investigación y de proyección desde la academia en el
Departamento de Humanidades y Formación Integral de tal modo, que toda
acción, actividad o intencionalidad educativa tenga como punto de llegada lograr
materializar la máxima tomasina de la promoción y conducción del estudiante
hacia el estado de perfección o el estado de madurez.
1. JUSTIFICACION
Desde la perspectiva histórica tomista, la educación ha sido el motor
principal de la formación integral de la persona. El estudiante no es simplemente
un agente en construcción sino que es un sujeto creativo con espíritu crítico, que a
partir de su diálogo con el mundo le corresponde edificar aquel conocimiento en
pro de la consecución de una verdad científica y humanista.
Sin embargo, se debe tener en cuenta dos aspectos o dos momentos de lo
que ha significado la promoción de la formación integral desde lo académico. A
saber:
A. El legado humanista cristiano de la USTA
B. El componente humanístico del siglo XXI en la USTA
Para el desarrollo de cada uno de los apartados es necesario no
desconocer los documentos oficiales e institucionales para su definición y
naturaleza vista a través de los principios orientadores del Departamento de
Humanidades y Formación integral.
2
Por otro lado, se encuentra en el plan general desarrollo 2012 - 2015 los
principios que serán los pilares o ejes que se deben observar para la
consolidación de la responsabilidad desde lo académico de la USTA de frente a la
formación integral de sus estudiantes. Uno de los principios se enfoca hacia la
construcción de la persona humana que se complementa con los dos aspecto o
momentos a seguir mencionados anteriormente.
El principal agente responsable del proceso de formación integral es el
mismo estudiante (Plan general 2012 p.10)
Por tal razón, el eje central de la educación será el estudiante que junto a
sus compañeros y docentes será un sujeto en potencia hacia el campo del
conocimiento y nuevas tecnologías.
A. EL LEGADO HUMANISTA CRISTIANO DE LA USTA
Universidad es un vocablo propio de la Edad Media que proviene del latín
universitas que significa, entre otras cosas, unidad de personas congregadas; es
en el siglo XII donde se puede evidenciar una educación en pro de la construcción
del saber, pues el conocimiento progresa en la interlocución con los demás, en
otras palabras, la educación desde la antigüedad siempre será un diálogo
constante.
La Universidad es un espacio donde la enseñanza y el aprendizaje van de
la mano con el estudiante y el maestro. El camino a seguir será el diálogo,
entendido como la comunicación que sostendrá todo educando con sus maestros
y compañeros en pro de la consecución de un trabajo donde se articule la
3
creatividad, la reflexión y la postura crítica. En el Plan de desarrollo 2012-2015, se
encuentra:
Como institución autónoma, y en conformidad con los principios y leyes de la
educación superior colombiana, tiene una comprensión filosófica propia del
quehacer educativo, que le permite expresar su identidad a través de su
Proyecto Educativo Institucional. Tiene plena facultad para darse y modificar
sus estatutos y reglamentos, designar sus autoridades académicas y
administrativas, crear, organizar y desarrollar sus unidades y programas
académicos, definir y organizar sus labores formativas, científicas, culturales y
de extensión, otorgar títulos, establecer sus propios criterios y mecanismos de
selección de los profesores y estudiantes y aplicar sus recursos para el
cumplimiento de su misión institucional y de su función social.(Plan general
2012.P. 10).
Ahora bien, el sentido de la formación integral en la USTA siempre ha
buscado aquella participación de maestros y estudiantes en el ejercicio educativo
que procure el ascenso hacia el estado de perfección o estado de madurez; no se
puede desligar, entonces, que la universidad es heredera de esta tradición
escolástica y obviamente tomista, pero si cabe resaltar cómo por medio de una
aproximación, la Lectio y la Disputatio perviven y confluyen en las aulas de nuestra
alma mater.
Ahora bien, entender la promoción de la formación integral desde lo
académico no parte de los albores del siglo XX sino que se debe adentrar en la
historia de la Universidad Santo Tomás con el fin de comprender cómo desde sus
inicios se propende hacia una formación integral entendida ésta como la
conducción y promoción hacia el estado de perfección o estado de madurez de
quienes intervienen en el proceso educativo como agentes de su propio
crecimiento y desarrollo: los estudiantes.
B. EL COMPONENTE DEL SIGLO XXI EN LA USTA
4
La visión de la universidad en el siglo XXI se enfoca a través de
diferentes aspectos como el de investigación, proyección y ejecución de propuesta
innovadoras que buscan vincularse con centros universitarios y comunidades
científicas para buscar entre la reflexión y el campo de acción, soluciones a
problemáticas y tópicos que se presentan en la sociedad y en el país. Por lo tanto,
se evidencia que el:
(…) propósito de la Universidad Santo Tomás brindar servicios de calidad y
articular en su plan de estudios institucionales diversas disciplinas científicas,
técnicas, tecnológicas y humanísticas, por exigencia intrínseca de su finalidad
universalista, orientada hacia el hombre y a la humanización de la vida y para
responder a las necesidades más apremiantes de su entorno social, regional,
nacional e internacional.
No obstante, se debe hacer énfasis en el papel de la formación integral
desde lo académico en este nuevo siglo, que propende desde un ámbito
abarcador en la reflexión del papel de las humanidades, pues en la tradición
humanista tomista el estudiante no deja nunca su camino de construcción y
perfeccionamiento a la luz de sus profesionalismo y postura crítica en torno a su
realidad y contexto.
De ahí que la responsabilidad de la USTA en el siglo XXI por la formación
integral propenda por la generación de propuestas y acciones que conforman un
diálogo interdisciplinar desde los ámbitos filosófico y científico, pues lo que se
pretende es que cada estudiante y egresado del claustro universitario, siga
cultivando por medio de los valores institucionales la búsqueda de la verdad.
2. DIAGNOSTICO
1. LA FORMACIÓN INTEGRAL AL INTERIOR DE LOS DOCUMENTOS INSTITUCIONALES
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A partir de lo contemplado en el PEI (2003, 23), la USTA define la formación
integral a partir del concepto de educación planteado por Tomás de Aquino,
siendo la “promoción” (promotio) su componente esencial. Al enfocar la educación
a la promoción, busca enfatizar el acompañamiento activo del educando en el
descubrimiento de las preocupaciones y saberes propios de su tiempo, lo cual
implica una elevación gradual hasta el “estado perfecto del hombre”, es decir:
[…] hasta alcanzar una capacidad estimativa autónoma y
responsabilidad habitual en el uso de la libertad, guiada por la
“prudencia” o aptitud para la acción valiosa, de cara a los distintos
desafíos situacionales. De esa manera, el saber científico y el
saber hacer profesional no quedan emancipados de la conciencia
moral. Promover es elevar hasta la armoniosa integración de
ciencia y conciencia.
En la definición tomista de educación, se relieva el “estado perfecto de
hombre en cuanto hombre”, es decir, en cuanto ser racional, capaz de auto-
dirigir la propia vida e intervenir como agente de convivencia. Lograr esa
madurez racional y esa capacidad auto-directiva -que la definición
denomina también “estado de virtud”- es, en otras palabras, alcanzar la
“formación integral”; ésta enmarca y permea la formación profesional,
potencia el poder unificador de la inteligencia, la razón y la voluntad, (USTA
2003, 23-24)
Esta formación integral, se reconoce como objetivo primordial de toda
formación superior. Así lo denota Ministerio de Educación en la Ley 30 de 1992, al
definir la educación superior como:
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[…] un proceso permanente que posibilita el desarrollo de las
potencialidades del ser humano de una manera integral […] y tiene por
objeto el pleno desarrollo de los alumnos y su formación académica o
profesional (Artículo 1)
Formación, que desde la pedagogía tomista (USTA 2003, 26), se
comprende como culminación del proceso “conducción-promoción”, donde el
alumno, por su propio desarrollo, se transforme en estudiante, es decir, que se
vincule de manera autónoma en el protagonista de su propio proceso de
aprendizaje.
Ahora, sin perder de vista estos referentes, la Universidad Santo Tomás propone
en su Modelo Pedagógico una
[…] articulación orgánica de saberes universales para lograr una
visión general del mundo y del hombre, así como de sus
relaciones con toda realidad y con las distintas maneras de
interpretarla […] y de responder a las necesidades del entorno
(2010, 8),
…evidenciando lo propuesto por el Ministerio de Educación, al adjudicar a la
educación superior el deber de…
Profundizar en la formación integral de los colombianos dentro de
las modalidades y calidades de la Educación Superior,
capacitándolos para cumplir las funciones profesionales,
investigativas y de servicio social que requiere el país. (Artículo 6).
De esta manera, la USTA,
7
se fundamenta y expresa la identidad misma de la Universidad, en
su condición de Universidad de estudios generales, en su
inspiración en el humanismo cristiano de Santo Tomás de Aquino,
así como en los demás rasgos que la definen y caracterizan como
institución de educación superior de carácter privado, y en la
forma de articular todos los procesos de docencia, investigación,
proyección social y evaluación, que se articulan y se centran en la
persona humana del estudiante en interacción dialogante con el
docente, en su experiencia de aprendizaje y formación integral,
como primer responsable y artífice del quehacer académico y
formativo. (USTA 2010, 9-10)
La USTA considera además, que en los momentos críticos de la
nueva época que vivimos, la educación superior cumple un papel
iluminador y directivo con relación al sentido de pertenencia y de
enriquecimiento de la vida espiritual y material de las diversas
regiones y comunidades, para contribuir en el desarrollo social y
cultural del país. En esta perspectiva, la formación en las nuevas
competencias, no sólo se mira como exigencia de la dinámica
productiva y comercial, sino como elemento básico para
desarrollar y profundizar los espacios de la vida democrática.
(USTA 2010, 18)
Esta ineludible intencionalidad (teleológica) radica en que el
hombre es educable, en cuanto portador de potencias que se
pueden encaminar a un máximo desarrollo, a la realización de su
proyecto como ser humano, como persona, en una perspectiva
integral (USTA 2010, 26)
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2. LA FORMACIÓN INTEGRAL AL INTERIOR DE LOS PROGRAMAS ACADÉMICOS (USTA-BOGOTÁ)
La formación integral es un lenguaje que está asumido por la totalidad de la
Comunidad Educativa de la Universidad Santo Tomás, que, sin embargo, aún
debe consolidarse tanto al interior de las prácticas que se desarrollan en cada uno
de los programas, como en la articulación de las funciones sustantivas de la
universidad.
Para llegar a evidenciar esta inquietud, se mostrarán algunos ejemplos
encontrados en la documentación abordada en la presente investigación,
comenzando por el análisis de los perfiles profesionales, donde se considera se
debe ver reflejada la integración de la formación integral como producto de un
proceso de formación llevado a cabo durante varios años al interior de la USTA;
en un segundo momento, se analizará la percepción de la formación integral al
interior de los programas, específicamente desde las cátedras institucionales, a
partir de las consultas realizadas por las Unidades Académicas; en un tercer
momento, se revisará cómo se integra la formación integral al momento de
establecer sinergias entre las funciones sustantivas y, finalmente, se realizarán
algunas observaciones que se consideran pertinentes al momento de definir
políticas institucionales que fomenten las dinámicas de formación integral al
interior de la Universidad Santo Tomás.
3. LA FORMACIÓN INTEGRAL DESDE LOS PERFILES PROFESIONALES
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Para identificar la formación integral desde lo académico se considera
pertinente revisar si ésta se contempla dentro de los horizontes de la promoción
de la formación profesional, debido a que es a partir de ellos, donde se concreta la
discusión entre el componente humanístico y el científico, entre lo personal y lo
profesional, entre lo institucional y lo global.
Así mismo, tener como referencia el perfil profesional se considera de suma
importancia para la visualización por parte de los aspirantes que desean
vincularse al proceso de formación, en cuanto al diseño y evaluación curriculares,
como a conocer el grado de ajuste con lo que predomina como demanda del
mercado laboral. (Hawes & Corvalán, 2005).
Cuando se trata de procesos de vinculación de estudiantes,
[…] la lectura del perfil profesional de una carrera debería dar a
una persona […] una imagen lo más aproximada posible a la
realidad respecto de cuáles son las actuaciones profesionales de
un egresado de la carrera.
Por otra parte, un perfil bien construido indica a los
desarrolladores del currículum las claves para este mismo
proceso, proporcionando así las claves para determinar la
consistencia y validez de los currícula, selección y secuenciación
de contenidos y respecto de métodos de enseñanza y de
evaluación más recomendables.
Así mismo, un perfil bien diseñado y certificado por la universidad
y sus acreditadores, proporciona información valiosa al mercado
laboral, particularmente cuando se trata de empleadores de los
servicios de estos profesionales, los que pueden ser
empresariales, institucionales, organizacionales o individuos que
requieren sus servicios. (Hawes & Corvalán, 2005, 14)
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En este sentido, al analizar la formación integral a partir de lo que
dictaminan los perfiles profesionales de los diferentes programas de la USTA, se
puede observar que existe una gran coherencia entre lo propuesto en el PEI y lo
que se espera de un egresado de la Universidad Santo Tomás, después de confiar
su proceso de formación profesional a esta Alma Máter. En este ejercicio, se
destacan algunos perfiles profesionales que muestran una profunda sincronía con
el concepto de Formación Integral propuesto en los documentos institucionales,
como se puede encontrar en el programa de la Facultad de Economía:
El economista Tomasino debe tener la capacidad para
desempeñarse en los sectores público y privado. Para lo cual
debe desenvolverse en el campo del análisis económico, la
formulación de políticas tendientes a resolver diferentes
problemáticas nacionales, regionales y locales; manejar aspectos
referentes la óptima asignación de recursos - humanos,
materiales y/o financieros -; estar capacitado para analizar,
proponer alternativas y tomar decisiones. Debe ser poseedor del
más amplio bagaje de teoría económica, y con capacidad para
abordar la enseñanza y la investigación académica – práctica en
el marco de la visión humanista cristiana de Santo Tomás.
El programa de la Facultad de Negocios Internacionales también es un
claro ejemplo de integración entre lo planteado en los documentos institucionales y
lo proyectado como perfil del egresado:
El profesional en Negocios Internacionales Tomasino, es una
persona líder, con espíritu empresarial, con visión integral del
mundo y un actor generador de cambios con sentido humano.
Haciendo de éste, un negociador con criterios éticos y
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reconocimiento de las normatividades nacionales e
internacionales vigentes.
Estará en capacidad de planear, diseñar, desarrollar e
implementar programas y proyectos competitivos, con el fin de
potencializar los procesos de internacionalización, desde criterios
financieros bajo un reconocimiento de la diversidad cultural; así
como de los fenómenos geopolíticos, económicos, sociales y
tecnológicos, que transforman el mundo. Teniendo como
herramienta fundamental el análisis de variables para la toma de
decisiones, estructurada bajo principios investigativos.
Los anteriores perfiles profesionales manifiestan, de una forma clara, cómo
se puede resaltar la opción por la construcción de un ser autónomo, del cual se
espera, más que sólo un saber profesional, la apropiación de una realidad a la luz
de un constructo moral, dando respuesta a las necesidades de los contextos
sociales, desde una convicción humanista cristiana tomista.
Así como se destacan algunos perfiles profesionales, es necesario
considerar algunos de los perfiles donde se percibe un cierto acercamiento formal
al concepto básico de la Formación Integral, asumiéndose éste de manera literal,
de tal manera que, no entra en diálogo con lo que se espera al final del proceso
formativo. A manera de ejemplo podemos encontrar el del programa de Cultura
Física, Deporte y Recreación, donde si se omitiera “con formación integral
humanística” no se perdería la redacción del perfil profesional:
El perfil del egresado en Cultura Física, Deporte y Recreación,
será un profesional con formación integral humanística,
capacitado para diseñar, implementar, evaluar y administrar
programas orientados a la prevención de la enfermedad y
promoción de la salud en grupos poblacionales, a través de la
actividad física, el deporte y la recreación, con el conocimiento de
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los beneficios derivados de la experiencia corporal consciente y la
acción motriz que contribuyan a la adquisición de hábitos de vida
saludable.
Se considera pertinente revisar la redacción del perfil, debido a que no se
evidencia –con una claridad similar a los casos anteriores- la importancia de lo que
implica la formación integral propuesto por la USTA dentro de la formación
profesional. De igual manera se sugiere la revisión del perfil profesional del
Programa de Diseño Gráfico, donde la compresión de integralidad omite la visión
propuesta por los documentos institucionales:
El diseñador gráfico egresado de la USTA se desempeñará en
diversos sectores en los que podrá intervenir en procesos de
innovación y en la solución de problemáticas, haciendo uso de los
fundamentos teóricos y conceptuales, así como, las habilidades y
las actitudes adquiridas durante su formación.
En términos generales, el diseñador gráfico tiene una gran
variedad de formas de desempeño y también es amplio el sector
donde puede trabajar, pues se puede decir que en todas las
organizaciones se requiere de diseñadores gráficos profesionales
que participen en procesos de innovación, diferenciación,
posicionamiento y solución de problemas de comunicación. Sin
embargo, para precisar mejor el perfil ocupacional del diseñador
tomasino se tomará como referencia la organización de las
funciones corporativas del diseño propuesta por el profesor de la
University of Design and Art en Helsinki, Peter McGrory […]
4. LAS CÁTEDRAS INSTITUCIONALES COMO PARTE FUNDAMENTAL DE LA FORMACIÓN INTEGRAL
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Como menciona la Misión de la Universidad Santo Tomás en el Estatuto
Orgánico, La Universidad inspirada en el pensamiento humanista de Tomás de
Aquino pretende promover la formación integral mediante procesos de enseñanza-
aprendizaje, investigación y proyección social para que respondan de manera
ética, creativa y crítica a los desafíos que les presenta su realidad.
Así, la USTA integra todas las dimensiones del estudiante a fin de orientar su
carácter de persona:
La apuesta humanística de la USTA se constituye en una actitud
crítica de las estructuras de la cotidianidad donde nos hacemos a
nosotros mismos y recreamos el mundo de la cultura. Tal es el
papel de la formación humanística en la Universidad como
referencia necesaria de interdisciplinariedad de los distintos
saberes. Sólo así es posible que toda ciencia lleve por sí misma
hacia el hombre como a su término de perfección y que la
persona humana sea el principio estructural que permite
concretar, interpretar y prolongar el comprender, el obrar, el hacer
y el comunicar. (Política Curricular, 35)
Esta interdisciplinariedad y fomento de la formación de la persona humana
se concreta en las cátedras institucionales que, en su estructura, articulan los
diferentes elementos curriculares, a partir de la concepción de Universidad de
Estudio General y del humanismo cristiano de Tomás de Aquino, por los cuales se
busca una visión de totalidad en diálogo permanente con los saberes particulares;
dichos postulados enfatizan la reflexión filosófico-teológica y la búsqueda de la
verdad (facientes veritatem) y se acentúan en el diseño curricular.
Al analizar el papel que desempeñan las cátedras institucionales al interior
de los programas ofrecidos por la USTA en cuanto a la formación integral, se
puede observar que algunos destacan claramente la integración que debe existir
entre las cátedras y los contenidos propios de cada pregrado para alcanzar un
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perfil profesional integral y de carácter humanista. Así se evidencia en el programa
de Ingeniería Ambiental:
La fuerte formación humanista de nuestros ingenieros
ambientales les facilita la integración con su entorno tanto natural
como social, poseerá sólidas bases para analizar y proponer
políticas ambientales públicas y privadas que sean coherentes
con los compromisos de la conservación del ambiente y los
principios de la responsabilidad social, comprender de una
manera más profunda los fenómenos antropológicos y
sociopolíticos que inciden irreversiblemente sobre el equilibrio
naturaleza-sociedad para establecer opciones de mejora de la
calidad ambiental coadyuvada por procesos participativos que
involucren no sólo la aplicación del saber técnico y científico sino
la apropiación de valores ambientales por parte de la comunidad,
propiciando la consolidación de una cultura que balancee
apropiadamente lo humano (antropocentrista) y lo natural
(ecocentrista).
También se notó que algunos programas no conciben la formación
humanista como un proyecto conjunto, sino que se contempla como objetivo
exclusivo de las Cátedras Institucionales, dejando de lado la integración y la
vivencia de los principios rectores de la filosofía institucional. Como ejemplo, se
observa el planteamiento de la Facultad de Negocios Internacionales:
El perfil del Negociador Internacional de la Universidad Santo
Tomás, conforme a la filosofía de la Universidad Santo Tomás,
plasmada en la misión y visión institucional, que se hace visible y
práctico en el Proyecto Educativo Institucional se ha caracterizado
por qué:
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Tiene claro que a través del saber, se llega a poder hacer, para
finalmente llegar al ser (fomento de actitudes y valores). Esto que
se evidencia en un proceso de formación integral, del que es el
estudiante el principal protagonista. Formación integral, que en
términos del Proyecto Educativo Institucional se traduce en la
definición tomista de educación, se da relevancia al “estado
perfecto de hombre en cuanto hombre”, es decir, en cuanto ser
racional, capaz de auto-dirigir la propia vida e intervenir como
agente de convivencia. Lograr esa madurez racional y esa
capacidad auto-directiva -que la definición denomina también
“estado de virtud”- es, en otras palabras, alcanzar la “formación
integral”; ésta enmarca y permea la formación profesional,
potencia el poder unificador de la inteligencia, la razón y la
voluntad, y fusiona vida vegetativa, vida sensitiva, vigor físico,
sensibilidad, gusto estético, vida emocional, intuición, estimativa,
fe, vida espiritual, vida social, vida comunitaria. Todos los aspectos anteriormente enunciados forman parte de la temática propia de las áreas o asignaturas institucionales que aplican para todos los estudiantes sin importar la facultad, se
propende por hacer valer los valores, principios y ética de los
profesionales Tomasinos logrando transversalmente un impacto
favorable para los estudiantes de la facultad de negocios
internacionales.
De esta manera, al igual que en algunos programas, se presenta confusión
entre las Cátedras Institucionales y las Cátedras Opcionales, tratándolas
indistintamente sin tener en cuenta el aporte particular de cada una a la formación
del estudiante. Tal es el caso del programa de Ingeniería Electrónica que, al
indagar por el aporte de las cátedras de formación institucional en el desarrollo del
perfil profesional, brindan una explicación respecto a las Cátedras Opcionales:
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Las Cátedras Opcionales pertenecientes al Componente Flexible,
se definen en su núcleo problémico y en su objeto de estudio a
partir de las Líneas Medulares de Investigación (PROIN, 2005), con
la finalidad de darle contenido al enunciado de dicho propósito. […]
En el mismo sentido, en el caso de la Facultad de Diseño Gráfico, se notó
que se hace alusión a las Cátedras Institucionales, dentro del componente flexible.
En los planteamientos que la Facultad realiza, se omiten referencias directas de
los aportes de las cátedras institucionales a la formación del profesional en Diseño
Gráfico de la USTA, ignorando los objetivos de formación integral.
Al respecto, la Facultad de Teología ubica la importancia de las cátedras
institucionales en el fomento del sentido de pertenencia hacia la institución y
delega su responsabilidad de la formación integral a las mismas, así:
Las Cátedras de formación institucional son un aporte valioso en
el proceso de formación integral, pues desarrollan en el estudiante
sentido de pertenencia con la Universidad y potencializan algunos
aspectos de la persona que no son trabajados directamente en las
asignaturas del núcleo específico de la carrera en Teología. Para
el programa de Teología, las Cátedras son las encargadas de
incentivar en los estudiantes, sentido de pertenencia por la
institución, restringiendo su carácter formador e integrador al perfil
del profesional tomasino.
Por otra parte, se resalta que, a pesar de que se ha trabajado en torno a la
construcción de un proceso apropiado para el desarrollo de las cátedras
institucionales, -Política Curricular para Programas Académicos, Numeral 4.1.3
sobre la Formación Institucional -, este aspecto ha sido omitido con frecuencia,
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permitiendo la matrícula de varias cátedras institucionales dentro del mismo
periodo académico, sin autorización previa por parte del Departamento de
Humanidades y Formación Integral, lo cual dificulta el óptimo seguimiento
propuesto a nivel institucional.
En este punto se considera pertinente fomentar un acercamiento mucho
más profundo y enriquecedor entre los programas y el Departamento de
Humanidades para optimizar los procesos que giran en torno a la Formación
Integral, debido a que las imprecisiones conceptuales impiden la comprensión de
la Misión Institucional propuesta en el PEI y su consecuente articulación con lo
propuesto en cada uno de los programas. Esta incomprensión por parte de los
programas permite concebir que la Formación Integral es sólo un proceso que se
lleva a cabo con la inclusión de las cátedras institucionales dentro del currículo,
impidiendo la posibilidad de establecer sinergias al interior de los mismos
programas que fomenten la Formación Integral desde lo académico.
De la misma manera, se sugiere revisar los lineamientos trasversales de las
cátedras institucionales para que fortalezcan sistemáticamente las competencias
básicas requeridas para la comprensión disciplinar y, posteriormente, para la
comprensión de nuevos contextos que permitan dar respuesta a las necesidades
sociales.
5. LA FORMACIÓN INTEGRAL Y LAS FUNCIONES SUSTANTIVAS UNIVERSITARIAS
Los documentos institucionales insisten en la comprensión de las Funciones
Sustantivas de la Universidad como garantes de la Formación Integral. Por ello, el
promover la creación de espacios que permitan la interacción entre las mismas, se
considera como una clara evidencia para concebir la posibilidad de consolidar
procesos cada vez más integrales. En este sentido, al revisar las matrices
construidas para el presente estudio, se destacó la profundidad y la claridad con la
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que la Facultad de Cultura Física describió los lineamientos pedagógicos y los
lineamientos didácticos que orientan las actividades académicas de docencia,
investigación y proyección social en el Programa, debido a que refleja cómo se
logran entretejer los objetivos propios de la carrera con los planteados por la
USTA desde su identidad humanista.
Por este motivo, este trabajo se presenta a continuación:
ENFOQUE PEDAGÓGICO DEL PROGRAMA DE CULTURA FÍSICA
Los lineamientos del modelo educativo pedagógico de la Universidad Santo
Tomás, el Proyecto Educativo Institucional y las Políticas Curriculares, orientan y
definen los procesos sobre los cuales se organizan y desarrollan las acciones
educativas en el programa de Cultura Física, Deporte y Recreación. Reafirmando
en primera instancia, la concepción de educación de Santo Tomás de Aquino
como un proceso perfectivo, multidimensional y humanizador. En este sentido, el
Modelo Pedagógico Institucional (2008) señala que:
“La educación, debe asumir y partir de la complejidad de la
persona humana en su estructura corpórea, racional, práxica y
trascendente, como una totalidad ascensional orientada a la
consecución de su plenitud” (pág. 28). Además, “en la perspectiva
de Tomás de Aquino, el rol y la función del maestro no puede ser
autoritaria ni la actividad del alumno puede concebirse como un
activismo protagónico en solitario, sino que juntos entran en un
proceso obligado de diálogo e interacción con respecto al
aprendizaje y la adquisición del saber”. (pág.31).
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Desde esta perspectiva, y siguiendo los lineamientos del Modelo
Pedagógico Institucional, el enfoque pedagógico del programa, se fundamenta en
los siguientes elementos básicos:
UN ENFOQUE PEDAGÓGICO BASADO EN LA INTERESTRUCTURACIÓN COMO UNA RELACIÓN PEDAGÓGICA PROFESOR-ESTUDIANTE-SABERES-COMPETENCIAS
De acuerdo a los planteamientos de Louis Not (1994), prevalecen en la
pedagogía los modelos heteroestructurantes y autoestructurantes; los primeros
consideran al estudiante como un objeto, centran las acciones educativas en los
contenidos y el conocimiento se adquiere a través de acciones sistemáticas
ejercidas desde el exterior, es decir, se impone la heteronomía. Mientras tanto, los
modelos autoestructurantes, tratan al estudiante como un sujeto y centran en él
todas las acciones, aquí el conocimiento se construye a partir del descubrimiento o
en la vinculación de los intereses y necesidades de los estudiantes, éste se
fundamenta en la autonomía.
Cada uno de los modelos anteriores demuestran una serie de valores y
debilidades que deben ser consideradas; los métodos tradicionales o coactivos
adquieren valor en la importancia que se atribuye a los contenidos, los cuales dan
forma a la acción del sujeto sobre los conocimientos pero se privilegia la
intervención que se ejerce desde el exterior, es decir, el conocimiento es
transmitido, igualmente no le otorga la suficiente relevancia a lo que el estudiante
organiza por sí mismo. La autoestructuración, por el contrario, considera los
intereses, necesidades y la actividad espontánea del estudiante, lo cual se
constituye en una auténtica génesis para la formación de conocimiento, sin
embargo, “esta misma espontaneidad es causa de debilidad, pues el estudiante
debe abstraer las estructuras que la humanidad ha tardado años en sacar a la luz”
(Not, 1994, pág. 461).
20
Cada uno de los aspectos referidos anteriormente, sugiere la propuesta de un
enfoque pedagógico que garantice una síntesis dialéctica y dialógica que
complemente los vacíos de los enfoques anteriormente mencionados, es decir, de
Interestructuración, que reconozca:
• El papel activo del estudiante como sujeto que accede al conocimiento y se
constituye en agente potencial de transformación, de este modo, el
estudiante no es pasivo en el proceso de aprendizaje sino que construye y
es causa eficiente de su propio conocimiento.
• El papel del conocimiento existente y su posibilidad de ser reconstruido por
la acción estructurante de la cultura.
• El papel de la institución educativa y del educador como parte integral del
proceso, en su papel de investigador y promotor de desarrollo de cada una
de las dimensiones humanas.
Al mismo tiempo, como señala el Modelo Pedagógico Institucional:
“esta dinámica dialógica debe ser problémica, en torno a asuntos
discutibles entre enfoques dispares, que a través de este método
puede el maestro ofrecer al alumno ayudas para alcanzar la
ciencia, para que el entendimiento capte y pueda ver las
conexiones de los principios en las conclusiones. Por ello la
relación profesor-estudiante es dialógica y ninguno de los polos
subsume al otro, Se trata al mismo tiempo, de producción de
conocimientos no derivados de prácticas puramente repetitivas,
21
sino producto de una permanente actividad investigadora que
impide la fosilización de los saberes”.
EL PROCESO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE
Es el proceso que promueve la investigación y la adquisición de
conocimientos que puedan ser aplicados en diferentes contextos. Como señala el
Proyecto Educativo Institucional (2004),
(…) la docencia es concebida como acción y proceso interactivos
entre sujetos de una relación horizontal cooperativa. Aprendizaje
activo y enseñanza significativa estimuladora, por lo tanto impulsa
tanto la investigación como la proyección social.
En este orden de ideas, se asume la formación profesional como un
proceso vinculado a la realidad social con unos medios y estrategias concretas,
que permiten diferentes formas de actuación como la extensión de cátedra y el
desarrollo de habilidades investigativas, posibilitando la aproximación a los
aprendizajes en ambientes de indagación, interacción e intercambio con el
contexto.
Se plantea entonces una construcción de conocimiento en forma
colaborativa, dinámica, activa y progresiva, a través de diferentes experiencias
que son mediadas por un docente que se caracteriza por su actitud investigativa e
innovadora en la búsqueda de nuevas posibilidades didácticas y su capacidad
para atender las necesidades de conocimiento en el profesional que se está
formando en relación con el contexto social, lo cual, se orienta desde una
22
formación en competencias, enfatizando en la investigación y los conocimientos
necesarios para desenvolverse en situaciones de contextos socioculturales y
disciplinares específicos.
OPCIÓN POR LA PEDAGOGÍA PROBLÉMICA Y LA METODOLOGÍA PROBLEMATIZADORA
En la actualidad los profesionales se deben preparar para afrontar los
continuos cambios producidos en los diferentes aspectos del entorno laboral,
como el crecimiento de la información y las nuevas tecnologías, esto implica
también, demandas cambiantes en la práctica profesional y los conocimientos en
la Cultura Física, el Deporte y la Recreación, los cuales están en constante
transformación. Por tanto es necesario plantear soluciones a los nuevos
problemas, lo cual implica para los programas educativos, el uso de enfoques
innovadores y la formación en habilidades para solucionar problemas complejos.
En este sentido, Ortiz (2009) señala que no es posible concebir un proceso
de formación en la actualidad sin que se estimule la creatividad, la participación
activa, el aprendizaje autónomo y el enfoque curricular por competencias. Es
necesario entonces un aprendizaje significativo, problémico y desarrollador. Es así
como: La educación problémica es vista como una opción institucional que abarca
todos los niveles del modelo pedagógico inclusive en el campo de la investigación
(Modelo Pedagógico, 2008).
Sin embargo, esta perspectiva no excluye otras formas de enseñanza y
aprendizaje que estén de acuerdo con las necesidades e intereses de los
estudiantes y el contexto, pues la metodología problémica se constituye en una
alternativa que invita a la reflexión y permite el desarrollo de prácticas educativas
fundamentadas en la solución de problemas, el trabajo colaborativo y la formación
23
de competencias como un espacio de acción pedagógica y didáctica con
proyección académica y sociocultural.
Según Barrows (1996, citado por Santillán 2006) la opción problémica es
una propuesta pedagógica fundamentada en el principio de usar problemas como
punto de partida para la adquisición e integración de los nuevos conocimientos.
Se trata de una metodología centrada en el aprendizaje, en la investigación y en la
reflexión, la cual plantea como propósito entender la realidad no como una verdad
establecida, sino como una serie de cuestionamientos que permitan comprenderla
mejor, considerando que actualmente las disciplinas requieren de los
estudiantes, habilidades que no solamente les permitan el análisis y la asimilación
de conceptos y teorías, también son fundamentales la aplicación práctica y el
razonamiento derivado de la búsqueda de respuestas y soluciones a problemas
específicos.
LA CONSTRUCCIÓN METODOLÓGICA
Un elemento fundamental en las prácticas educativas y en los procesos de
formación, es la ruta a seguir en la construcción metodológica, Jaramillo & Gaitán
(2008) señalan este aspecto ha sido omitido en los análisis contemporáneos o ha
sido reemplazado por términos tales como estrategia, mediación, tareas, técnicas
de enseñanza o estilos docentes y carece de desarrollos en el nivel de la
educación superior. Sin embargo, la construcción metodológica adquiere sentido
cuando reconoce al docente como sujeto que asume la responsabilidad de
elaborar una propuesta fundamentada y apropiada de formación, articulando las
intenciones educativas con los problemas, contenidos, actividades, recursos, las
interacciones entre los sujetos y la sistematización de la didáctica misma. En este
sentido, se propone la siguiente ruta para la construcción metodológica en las
prácticas educativas y los procesos de formación:
24
RUTA PARA LA CONSTRUCCIÓN METODOLÓGICA
La planificación previsión según Jaramillo y Gaitán (2008), corresponde al
primer momento que alude a todas aquellas acciones previas a la estructuración
de las actividades que el docente realiza antes de ejecutar su práctica de
enseñanza. La planificación es una actividad mediadora entre el pensamiento y la
acción.
Las técnicas y estrategias didácticas se pueden definir como
procedimientos o guías de acción fundamentadas, sistemáticas, organizadas y
orientadas a la obtención de objetivos claramente establecidos que favorecen los
procesos de enseñanza y aprendizaje en los estudiantes. Sin embargo, es
importante señalar que las técnicas didácticas se pueden asumir como estrategia,
al igual que algunas estrategias pueden ser utilizadas como técnicas, dependiendo
de la intención del programa educativo.
La Universidad Santo Tomás asume como estrategia la pedagogía
problémica, la cual puede incluir diferentes técnicas didácticas, como el ABP
(Aprendizaje basado en problemas), que puede ser asumido como técnica en una
estrategia problémica o bien como estrategia si es adoptado a lo largo del
proceso formativo. Entre las técnicas didácticas que se pueden abordar desde la
pedagogía problémica están: La guía didáctica, el taller, el estudio de caso, la
investigación, el método de proyectos, el seminario, entre otros.
Los recursos didácticos, se asumen como las “herramientas” que facilitan la
acción educativa, Spiegel (2006) señala que los recursos didácticos adquieren
valor cuando permiten reconocer las diferentes características de los estudiantes,
diversificar y multiplicar las tareas, brindan oportunidades para confrontar los
errores, tomar decisiones y ofrecen informaciones actualizadas y organizadas, por
25
lo tanto es fundamental analizar y elegir con criterio cada uno de los recursos
didácticos para su mejor aprovechamiento.
La actuación se establece siempre en un contexto de interacción,
comprende las acciones o actividades específicas que facilitan la ejecución de las
técnicas y estrategias didácticas, estas acciones deben ser flexibles y posibilitar el
ajuste de la técnica didáctica a las características del grupo y al escenario de
actuación donde tiene lugar el proceso educativo.
La reflexión y evaluación implica asumir una postura crítica frente a las
experiencias y acciones realizadas, de tal manera que le permitan
transformaciones tendientes a mejorar la planificación de la clase y las nuevas
prácticas educativas.
EVALUACIÓN
La evaluación es uno de los aspectos más complejos; más aún, cuando se
requiere pensar en una evaluación basada en competencias, lo cual implica
asumir cambios y compromisos en las concepciones mismas de la evaluación y
sus orientaciones.
Tobón (et al. 2006) refieren que:
“la evaluación con base en competencias se orienta a evaluar las
competencias en los estudiantes teniendo como referencia el
proceso de desempeño de estos ante actividades y problemas del
contexto profesional, social, disciplinar e investigativo, teniendo
como referencia evidencias e indicadores, buscando determinar el
grado de desarrollo de tales competencias en sus tres
dimensiones (afectivo-motivacional, cognoscitiva y actuacional),
26
para brindar retroalimentación en torno a fortalezas y los aspectos
a mejorar. (Pág. 133).
Esto conduce a plantear el enfoque pedagógico, partiendo de preguntas
problematizadoras, que den origen a una serie de competencias generales y
específicas del programa que orientan el ejercicio de las actividades evaluativas
en cada espacio académico, las cuales tienen un fin formativo, independiente del
contexto donde se lleven a cabo y que implica definir con precisión las
competencias a evaluar con sus respectivas dimensiones e indicadores de
desempeño.
Es así, como en los diferentes espacios académicos, la evaluación de los
aprendizajes está muy lejos de la apropiación y replicación de los datos y de la
información, asumiendo los elementos que caracterizan la evaluación basada en
competencias en la pedagogía problematizadora y que se señalan a continuación:
• La evaluación en competencias debe ser un proceso dinámico y
multidimensional, es decir, una evaluación permanente que aborda las
diferentes dimensiones del ser humano e incluye los diferentes agentes
educativos (estudiante, docente e institución educativa).
• Se atribuye importancia tanto a los procesos como los resultados, en
este modelo, la evaluación se constituye también en estrategia pedagógica
y oportunidad de aprendizaje.
• Ofrece resultados de retroalimentación tanto cuantitativa como cualitativa.
En este sentido, los resultados cuantitativos de la evaluación debe tener
criterios claros y definidos.
• “Toda valoración de los aprendizajes se hace sobre la base de criterios
discutidos colectivamente, argumentados y consensuados, a partir de los
cuales se definen niveles de logro y de desarrollo de las competencias”
como plantea Tobón (2006, pág. 139). Permite identificar y reconocer las
27
potencialidades individuales, las inteligencias múltiples y las zonas de
desarrollo próximo de cada estudiante.
• La evaluación se debe constituir en un referente importante para la toma de
decisiones que posibiliten mejorar los niveles de competencia.
• La intención de la evaluación se orienta en apoyar la formación profesional
del estudiante, por lo tanto, no se pretende diferenciarlos o clasificarlos en
competentes y no competentes.
• La evaluación se debe pensar en función del contexto profesional, social,
disciplinar e investigativo, propio de la Cultura Física, es decir, las acciones
de evaluación deben tener pertinencia profesional.
• La evaluación de competencias se basa esencialmente en el desempeño
permanente del estudiante, más que en actividades enfocadas a los
contenidos.
• Es importante considerar en el ejercicio de evaluación cada una de sus
dimensiones: La autoevaluación, heteroevaluación y coevaluación.
• La evaluación basada en competencias debe considerar también el trabajo
autónomo individual del estudiante y el trabajo en equipo
(colaborativo/cooperativo).
Por su parte, la Facultad de Comunicación enfatiza en el valor del
aprendizaje, concentrando el método pedagógico de la problematización […] a
través de su currículo, apropiando una metodología modular, la cual busca una
comprensión transdisciplinaria de los contextos:
Una innovación curricular centrada en el aprendizaje, con una
metodología específicamente diseñada para integrar en una
estructura modular la diversidad de ciencias necesaria en una
comprensión transdisciplinaria de la fenomenología de la
violencia.
28
La metodología modular, como proceso formativo de evaluación, aunque
sobresale en gran medida por la articulación de varias cátedras, no se vincula de
manera clara a las dinámicas transversales propias de la Investigación y de la
Proyección Social.
Ahora, en el caso de los otros programas, los lineamientos que permiten la
articulación entre las Funciones Sustantivas de la Universidad no trascienden de lo
propuesto en los Documentos Institucionales, manifestando un gran trabajo a
futuro, donde se definan los matices propios de cada disciplina en la comprensión
de la Formación Integral, como una tarea de todos aquellos que hacemos parte de
la Comunidad Tomasina.
ALGUNAS CLARIDADES QUE HAN SALIDO EN EL TRANSCURSO DE LA INVESTIGACIÓN
• Permanencia de los docentes que garanticen la compresión de los
procesos.
• Lo importante es cubrir los huecos curriculares, entorpeciendo la
comprensión de los procesos.
• Revisión de procesos desde prácticas profesionales, egresados y
estudiantes.
• En Posgrado se pierde el componente tomista y no se evidencia
claramente el contacto con proyección social.
• Se recomienda repotenciar la Formación integral, desarrollando procesos
que fortalezcan las competencias básicas para la comprensión disciplinar
que se lleva a cabo en cada uno de los programas.
• Identificar y utilizar canales de comunicación que permitan optimizar el flujo
claro y oportuno de la información, para la comprensión de las metas y de
los procesos para dar respuesta a las necesidades de la sociedad:
29
Sistema de información. Una de las principales deficiencias de la Educación
Superior chilena es su opacidad y falta de transparencia. Es por esto que resulta
fundamental avanzar en este camino proporcionando información oportuna,
comparable y validada. En un sistema que es diverso y complejo corresponde al
Estado proveer esa información para que los jóvenes, en particular, y la sociedad,
en general, puedan tomar decisiones en forma libre de entre las opciones que se
les presentan (Armanet, 2005, 8)
30
3.
4. MARCO DE REFERENCIA
En toda la revisión documental que se ha realizado, se destaca la
coherencia institucional en los documentos, en síntesis, se trata de privilegiar la
formación humanística sobre la científica técnica, dada su brevedad en el tiempo,
y la teológica porque puede en algunos casos conducir a la intolerancia , así pues,
el enfoque principal de la formación humanística es articular todos los recursos de
la universidad para formar en el aprender a aprender a resolver problemas a
investigar , proyectar soluciones , desarrollar liderazgo comunicarse y compartir ,
producir y asimilar innovaciones, colaborar y asumir responsabilidades (PEI USTA
2010 página 100).
Esta claridad es evidente en todos los documentos institucionales, sin
embargo, nos asalta la pregunta: ¿Son las humanidades las responsables de la
formación integral?, la respuesta que hemos hallado es que no. Pues la formación
integral hace parte de un conjunto de bienes tanto materiales como inmateriales
que la universidad provee a partir de su orientación misional y que constituyen la
impronta de identidad institucional en pro de una formación de lo humano en su
totalidad dimensional. Ahora bien, surgen varias notas esenciales que deberán
plantearse para ser pensadas en conjunto por todos los miembros de la
comunidad universitaria para poder llegar a una idea compleja y rica que nos
lleven a dilucidar a qué nos referimos con formación integral en la Usta.
Algunas de estas notas esenciales son: ¿cómo contribuyen las diferentes
instancias de la universidad a la construcción de esa formación integral?, ¿cómo
comprendemos la formación integral? , ¿esa “integralidad” cómo se reconoce en la
comunidad universitaria y finalmente ¿cuáles son los retos que nos impone esa
comprensión de integralidad?.
En ese sentido, nos encontramos con varias realidades; la primera como
ya se dijo es lo que está escrito en los documentos institucionales, la segunda lo
31
que cada integrante de la comunidad universitaria piensa “lo qué es” y la tercera
lo que el receptor del todo que constituye la universidad percibe de nosotros, esto
es, la interacción con el medio.
Así pues las cosas es necesario hacer un alto en el camino y buscar un
elemento que permita articular lo que se dice, con lo que se hace, con lo que se
percibe de nuestro quehacer cotidiano; en ese sentido, nos encaminamos a
presentar una serie de planteamientos que nos conduzcan en un último término a
esclarecer que lo que hacemos, lo hacemos de esa manera porque somos así y
coincide con lo que los demás ven sobre nosotros. Es importante anotar aquí que
si bien el Departamento de humanidades y formación integral es el ente
institucional que lidera desde lo académico estos procesos, es en contra partida
toda la comunidad universitaria quien nos brinda los insumos para nuestra
conceptualización y nuestra actividad misional del Departamento.
Sobre lo primero que debemos llamar la atención es que en la revisión que
se ha hecho de la concepción del término “formación integral “ de otras
universidades, nos hemos encontrado en que todas apuntan a lo mismo:
desarrollar en la comunidad universitaria equilibrada y armónicamente las
diversas dimensiones humanas para que su estadía en la universidad sea no sólo
de carácter de adquisición de conocimientos , habilidades y competencias, sino
que además permita enriquecer un proyecto de vida que se verá reflejado de
mayor manera en la vida cotidiana fuera de la universidad, en cada una de las
dimensiones de lo propiamente humano. Las diferencias radican en que algunas
centran su atención en que pretenden formar profesionales, ciudadanos, etc., de
bien.
En nuestro caso la opción de la universidad es clara: se evidencia en la
misión de la universidad, la cual se enmarca en la tradición pedagogía dominicana
– tomista. Ahora bien, La educación para Santo Domingo: "Contemplari et
contemplata aliis tradere" y a partir de allí Santo Tomás nos lo expresa en los
siguientes términos "Traductio et promotio prolis, usque ad perfectum statum
32
hominis, inquantum homo est, qui est virtutis status.": Conducción y promoción de
los hijos hasta el estado perfecto del hombre en cuanto hombre, que es el estado
de la virtud (intelectual y moral). Esto nos avoca necesariamente a la comprensión
del ser humano como un todo integral, como una persona, es decir , como un ser
humano plenamente realizado en una vida digna que no es otra cosa más que una
vida feliz, una buena vida, un bien-estar.
Esta claridad en los documentos institucionales y su adecuada articulación
con todas las instancias de la universidad nos conducen a buscar una
comprensión en la vida cotidiana de cómo se da esa apuesta identitaria en cada
aspecto de la vida universitaria.
En esa medida, para una adecuada articulación de esa apuesta es
necesario indagar en cómo cada una de las instancias de la vida de la comunidad
académica contribuyen a ese ideal misional institucional, por ello comprendemos
que para el desarrollo de la estrategia promoción de la formación integral desde lo
académico es pertinente esclarecer cómo los valores institucionales, y los principios institucionales se articulan para responder coherentemente a las
exigencias que el medio externo impone a la universidad, es decir, a formar
buenos profesionales que a su vez sean buenas personas. Y es esta claridad la
que no debe dejarse nunca de lado: la supremacía de la persona humana, como
núcleo sobre el cual descansa toda la filosofía, identidad, principios, valores y
cultura universitaria. Esta apuesta por lo humano se patentiza en el informe de los
pares evaluadores de la acreditación institucional la cual afirma “la universidad
desde las diferentes instancias, orienta todas sus actividades para hacer posible
los postulados del PEI” (en el factor 1, característica 3 , gradación de la calidad:
cumple plenamente).
A esta altura comprendemos que para desarrollar nuestra estrategia es
necesario proponer un programa que articule un conjunto de estrategias para
alcanzar la realización del eje Comunidad Universitaria que propone el Plan
33
General de Desarrollo 2011-2015, por lo tanto el Departamento de Humanidades
fiel a sus principios traduce esa exigencia del liderazgo de la promoción de la
formación integral desde lo académico en tres exigencias básicas:
Formación en la ciencia: Apertura a la investigación en la pluralidad de
métodos y saberes, de la diversidad de lenguajes y formas culturales, exigencia de
rigor y sistematicidad en búsqueda siempre de la verdad (Facientes veritatem)
dentro de la autonomía relativa y el espíritu de diálogo, comunicación, disputa y
consenso de toda la comunidad universitaria.
Formación de la conciencia: Reconocimiento y apertura al mundo de los
valores y la eticidad de las profesiones, maduración y formación en la autenticidad
libertad y autonomía, sentido de la responsabilidad y la gestación de la persona
abierta a la comunidad, a la sociedad política y a los retos y compromisos con la
situación del país.
Formación para la presencia: El saber en cuanto saber especializado y al
mismo tiempo crítico, que no elude los compromisos y las responsabilidades
socio-históricas y que sabe estar a la altura de los nuevos cambios radicales del
mundo moderno y posmoderno, pero especialmente en proyección permanente,
en un país que exige un proceso total de reconstrucción de sus estructuras, de sus
valores básicos y de sus proyectos esenciales de justicia social, democratización
y respeto a los derechos fundamentales de la persona.
Sin embargo, la universidad concibe dentro de sus objetivos institucionales
cuatro dimensiones de la acción en sus objetivos institucionales que son
comprender (visión racional estructurada), obrar (acción conforme a valores
éticos), hacer (acción transformadora y productora) y comunicar (interacción a
través de los diferentes lenguajes), cuatro hábitos operativos o competencias para
responder a las diversas situaciones y que implican, entre otros dinamismos,
memoria histórica y de las experiencias adquiridas, claridad de fines y de medios,
34
pronta atención a las coyunturas, investigación progresiva, habilidad previsiva,
examen de las circunstancias y precaución en las complejidades. (Plan General de
Desarrollo Página 10) En esta medida, la comunidad universitaria se puede
comprender no sólo la relación que hay entre docente alumno, sino que toda la universidad desde sus especificidades particulares, contribuye a la constitución
de la comunidad universitaria.
Así pues las cosas podemos hablar de distintos niveles y distintas maneras
de contribuir a la formación integral y por extensión a la constitución de una
identidad institucional. En efecto, desde las instalaciones, los recursos técnicos y
tecnológicos, el personal de servicios generales, pasando por profesores,
administrativos y directivos de alguna manera están formando una comunidad
universitaria, una manera de ser, obrar, hacer y comunicar la clase de universidad
que somos, por lo tanto consideramos que debemos hacer participes a todos los
miembros de la comunidad universitaria en la elucidación de la que hablábamos
más arriba. Por lo tanto, el programa que queremos presentar se enmarca no sólo
dentro del Plan de Desarrollo, la propuesta USTA Colombia, la impronta
dominicana, sino también en la historia de la universidad con sus 433 años de
fundada y sus próximos 50 años de restaurada. Así que nuestro objetivo es poder
aportar elementos para hablar del patrimonio universitario como categoría que
recoge todo el peso de la historia de la universidad, su actualidad, su proyección
en el tiempo y su incidencia en la sociedad; de igual modo consideráramos que
una de las formas de identificar, promocionar y valorar nuestro patrimonio son las
subcategorias de identidad y cultura, pues es a través de ellas que se puede
evidenciar lo puramente tomasino.
El reto a la manera de decir de Bauman es cómo plantear la unidad en (¿a
pesar de?) la diferencia y de cómo preservar la diferencia en (¿a pesar de?) la
unidad porque el asunto de la identidad conlleva en sí una contradicción
fundamental, que se da en la relación en que se preserva la individualidad pero se
procura en la membresía colectiva que debe solventar las inseguridades de la no
35
pertenencia a un lugar, el asunto es que hay muchas identidades, muchas
realidades a las cuales responder, hoy los viejos valores que propendían por
abrazar una idea rectora y acorde a ella diseñar el proyecto de vida como un todo
coherente, son re-evaluadas y en algunos casos desdeñadas.
De otra parte la cultura se puede entender de tantas maneras como
investigadores aborden el problema, pero según este mismo autor, la cultura
tambien tiene el poder de que las cosas sean estáticas y aspira a trascender el
impacto de la actualidad y la novedad, por lo tanto todo lo que permanece en el
tiempo es cultural y se procura mantener una serie de símbolos, ritos, costumbres,
ideas, experiencias, y formas de representación que definen una comunidad.
Con esta breve presentación de las dos categorías que pretendemos
desarrollar nos encontramos con otras dos notas esenciales que reorientan las
categorías señaladas: institución universitaria y tomasino. En efecto, si vamos a
hablar de identidad y cultura, lo vamos a referir al ámbito universitario y más aún a
la identidad y la cultura tomasina. Es decir, nos interesa que la actualidad que se
da en la comunidad universitaria como institución pueda ser vivida desde la
tradición y la apuesta misional que es lo que nos configura como tomasinos. En
ese sentido la contradicción individualidad/ colectividad se diluye en la medida que
como tomasinos afrontamos la novedad de los tiempos con la tradición que
heredamos de la impronta dominicana y la misma historia de la universidad, esto
es, humanismo cristiano tomista.
En esa medida es necesario reconocer que la universidad hace muchas
cosas, impacta e incide en muchos ámbitos, pero tiene una manera “especial” de
hacerlo y aún a pesar de posturas contrarias en su vida cotidiana se sigue
manteniendo de una amanera peculiar, que es lo que le ha dado su estatus ante el
sector externo; ser el primer claustro universitario del país no puede quedarse en
un slogan que lleva a pensar en ser la primera entendida como mejor o como la
primera como la más antigua, sino que esas dos comprensiones deben anclarse
36
en un eje que las una, y este es el Patrimonio tomasino. Se trata de saber lo que
se ha mantenido en 433 años de historia y explicitar en cada una de las acciones
de la vida cotidiana universitaria las notas esenciales que nos despiertan sentido
de pertenencia y de orgullo, razón por la cual las mantenemos en el tiempo pero
actualizándolas creativamente en la dinámica universitaria a partir de los valores y
los principios institucionales. A continuación presentamos el marco general del
programa.
37
5.
6. ESTRATEGIA PARA LA PROMOCIÓN DE LA FORMACIÓN INTEGRAL DESDE LO ACADÉMICO
ESTRATEGIA
Nombre de la estrategia: Promoción de la formación integral desde lo académico
Nombre del Programa: Nuestro Patrimonio institucional: Identidad y cultura tomasina
Fases de la estrategia:
Primera fase: IDENTIFICACIÓN DE PARTICIPANTES EN LAS SEDES Y SECCIONALES
Propósito:Se pretende en esta primera fase determinar las unidades académicas,
administrativas y demás órganos o instancias que desde su campo de acción,
funciones, tareas y compromiso institucional puedan coadyuvar en aras del
fortalecimiento de la promoción de la formación integral. Ahora bien, la plataforma
u horizonte es desde lo académico, que no se reduce exclusivamente al desarrollo
curricular, sino que se transversaliza en todas aquellas acciones que redunden en
la promoción y conducción hacia el estado de perfección o madurez de la
comunidad, especialmente, de los estudiantes. Con esta primera fase entonces,
se busca crear los vínculos, nodos o articulaciones académico-administrativas que
propendan la promoción de la formación integral.
Campo de acción, funciones, tareas y compromiso institucional de:
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1. Unidades Académicas Institucionales
2. Departamentos Administrativos
3. Divisiones De Facultad
4. Departamentos, Institutos, Oficinas Coordinaciones y Departamentos
Académicos
5. Representaciones estudiantiles
6. Otros actores
Segunda Fase: DISEÑO DE INSTRUMENTOS PARA RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN QUE PERMITA LA CONCEPTUALIZACIÓN DE NUESTRO PATRIMONIO INSTITUCIONAL
Propósito:Se proyecta en esta fase hacer un levantamiento de información sobre la
identidad, la cultura y el patrimonio de la USTA en su hacer cotidiano. La
importancia de esta acción radica en valoración y reconocimiento de las prácticas
que se dan en la misma Comunidad Universitaria, esto es, indagar cuál es el
entendido colectivo acerca de lo que nos-une, de los valores identitarios
vinculantes que actúan como principios orientadores de las acciones al interior de
la Universidad, ello conforma todo un sentido de nuestras prácticas y por ende
asigna significado a la acción educativa y académica de la Institución, es decir,
una cultura institucional. Los rasgos identitarios y el sentido y significado
generados por la cultura institucional conforman el patrimonio institucional de la
USTA. Estos tres elementos serán los ejes articuladores de toda propuesta que
propenda por la promoción de la formación integral, puesto que dicha formación
no se reduce a discursos, sino en esencia a un ambiente, a un clima que genere
acciones intencionadas pero recurrentes en aras de la promoción y conducción
hacia aquel estado de perfección y madurez del que ha insistido y se insistirá con
frecuencia.
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Acciones para realizar en esta fase:
1. Construcción de instrumento que permita conocer los conceptos que
manejan los participantes de identidad, cultura y patrimonio en su hacer
cotidiano
2. Construcción de instrumento que permita conocer las prácticas
Tercera Fase: APLICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS Y SISTEMATIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN
Propósito:Se procura, después del diseño de los instrumentos de la fase inmediatamente
anterior, aplicarlos en las diferentes unidades académicas, administrativas y
demás órganos o instancias, con el fin de determinar que se entiende y
comprende acerca de los rasgos identitarios, el sentido y significado generados
por la cultura institucional y por ende que conforman el patrimonio institucional de
la USTA.
Acciones para realizar en esta fase:
1. Fijar cronogramas, diseñar el modelo estadístico de aplicación (aleatorio,
muestra representativa, etc.)
2. Fijar cronogramas de aplicación
3. Crear observatorio de identidad, cultura y patrimonio institucional.
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Cuarta Fase: REVISIÓN DE RESULTADOS Y APLICACIÓN DE PLAN DE MEJORAMIENTO
Propósito:Se encamina la cuarta fase en la explicitación de los derroteros, itinerarios o ejes
fundamentales de la formación integral basados en los rasgos identitarios, el
sentido y significado generados por la cultura institucional y por ende del
patrimonio institucional. A la vez, del diseño de un plan de mejoramiento que
incluya el fortalecimiento de la identidad, la cultura y el patrimonio institucionales
desde los cuales se propenda por la formación integral y en ésta, las acciones
concretas que promuevan y conduzcan hacia el estado de perfección o de
madurez, especialmente de los estudiantes, centro de la misión y visión
institucionales.
Acciones para realizar en esta fase:
1. Fijas fechas de corte para revisión y ajustes
2. Fijar integrantes y responsabilidades
3. Fijar comunicaciones para integrar USTA Colombia
4. Elaboración documento parcial de conclusiones
a. Definiciones conceptuales
b. Metas a mediano y largo plazo
c. Indicadores de gestión
d. Diseño de aplicación del programa en Usta Colombia
e. Diseño de seguimiento y continuo mejoramiento del programa
Quinta Fase: ENTREGA DE DOCUMENTO
Propósito:
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La quinta fase es la documentación del proceso realizado. Se pretende, entonces,
hacer una gran consolidación de la información recibida, con el fin de que actúe
como insumo fundamental que nutra la política para la promoción de la formación
integral desde lo académico desde los referentes de identidad, cultura y patrimonio
institucionales de USTA-Colombia.
Acciones para realizar en esta fase:
1. Generar un proceso de evaluación de la estrategia diseñada a partir de la
participación de pares de evaluación
2. Gestionar y generar los procedimientos relacionados con los ajustes y
observaciones sobre la estrategia para la promoción de la formación integral.
3. Hacer entrega oficial a las instancias respectivas
Sexta Fase: APLICACIÓN Y SEGUIMIENTO CONSTANTE PARA LA PROYECCIÓN NACIONAL E INTERNACIONAL.
Propósito:La quinta fase potencia, nutre o alimenta permanentemente la estrategia para la
promoción de la formación integral, con tal sentido de proyección que pueda
implementarse más allá de las fronteras del territorio colombiano.
Acciones para realizar en esta fase:
1. Fijar cronogramas de seguimiento
2. Fijar responsables
3. Fijar metas
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4. Fijar acciones
5. Fijar evidencias
6. Fijar entrega de resultados verificables
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