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Discursos creados por Estados Unidos para favorecer su intervencionismo en América Latina El comunismo, el terrorismo y la guerra contra el narcotráfico (I) Ramón César González Ortiz Rebelión Fundamentos iniciales del intervencionismo estadounidense. Aunque nuestros intereses actuales nos obligan a mantenernos dentro de nuestras propias fronteras no podemos evitar dirigir la mirada hacia un futuro lejano en el que nos multiplicaremos más allá de esas fronteras y nos extenderemos por la totalidad del norte del continente, o incluso por el sur, y nos convertiremos en un pueblo que hablara una misma lengua, se regirá por las mismas formas de gobierno y respetará las mismas leyes. Tomas Jefferson. Los Estados Unidos en 1820, atenderán como prioridad de su política exterior, el problema de la tierra y de su ocupación hacia el sur. Partiendo de una necesidad especulativa y financiera, además de ser el resultado de una herencia colonial respecto a la preocupación por la posesión de tierras, ya que, la posesión de la misma significaba el impérium. Hechos a los que se le sumaran el avance comercial de las potencias europeas en Latinoamérica, como Gran Bretaña, y poco después, Alemania y Francia. Quienes operaron en el vacío dejado por la retirada de España e inician así dichas potencias, el período de transición entre "viejo" y "nuevo" imperialismo. Ante lo cual, los Estados Unidos intentarán a partir de la Doctrina Monroe en 1823, reservar a América Latina como su campo de acción. Máxime cuando, desde tiempo atrás, Rusia estaba interesada por la costa noroeste del continente americano.

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Discursos creados por Estados Unidos para favorecer su intervencionismo en América LatinaEl comunismo, el terrorismo y la guerra contra el narcotráfico (I)

Ramón César González OrtizRebelión

 Fundamentos iniciales del intervencionismo estadounidense.

Aunque nuestros intereses actuales nos obligan

a mantenernos dentro de nuestras propias fronteras

no podemos evitar dirigir la mirada hacia un futuro lejano en el que nos multiplicaremos más allá

de esas fronteras y nos extenderemos

por la totalidad del norte del continente,

o incluso por el sur, y nos convertiremos

en un pueblo que hablara una misma lengua,

se regirá por las mismas formas de gobierno

y respetará las mismas leyes.

Tomas Jefferson.

 

Los Estados Unidos en 1820, atenderán como prioridad de su política exterior, el problema de la tierra y de su ocupación hacia el sur. Partiendo de una necesidad especulativa y financiera, además de ser el resultado de una herencia colonial respecto a la preocupación por la posesión de tierras, ya que, la posesión de la misma significaba el impérium.

Hechos a los que se le sumaran el avance comercial de las potencias europeas en Latinoamérica, como Gran Bretaña, y poco después, Alemania y Francia. Quienes operaron en el vacío dejado por la retirada de España e inician así dichas potencias, el período de transición entre "viejo" y "nuevo" imperialismo.

Ante lo cual, los Estados Unidos intentarán a partir de la Doctrina Monroe en 1823, reservar a América Latina como su campo de acción. Máxime cuando, desde tiempo atrás, Rusia estaba interesada por la costa noroeste del continente americano.

En contra parte, distintos países europeos responderían firmando tratados comerciales y de navegación, así como reconocerían a las nacientes naciones americanas. En el caso alemán, desde que Alejandro de Humboldt publicara su Ensayo político sobre Nueva España a principios del siglo XIX, en Alemania era común hablar de la riqueza de México e intentarían obtener grandes ganancias a partir de invertir en los sectores de minería y comercio [1].

Afanes europeos, ante los que Estados Unidos respondería interviniendo en la vida nacional de las recién nacidas naciones de América, mediante la intriga política y demás medios.

Dentro de tal entramado, las acciones del ministro estadounidense Poinsett, en México, tendrían dos momentos: una propiamente política y diplomática, referente a tratados, fronteras, construcción de vías de comunicación entre los dos países y otras caracterizada por el intervencionismo en la vida interna de nuestro país, con la intensión de contrarrestar las posiciones de ingleses y franceses.

Así, aparecerían como instrumentos del intervencionismo político estadounidense en nuestro país, la organización de grupos liberales y la masonería, la división de las fuerzas dentro de las cámaras, así como la intromisión en los asuntos de la sucesión presidencial. Hechos que llevarían finalmente a la expulsión de Poinsett de México, quien sería sustituido por Antonio Butler.

Y Butler, al estar relacionado con el grupo terrateniente estadounidense, emprendería de manera violenta el tema de los límites fronterizos pendientes con nuestro país. Al respecto, el periódico El Sol, señalaría que, el coronel Butler había sido comisionado para negociar con nuestro gobierno la cesión de la Provincia de Texas, mediante una suma de cinco millones de pesos [2]. Y bajo la misma tesitura, Butler propondría que se gestionara en los Estados Unidos un préstamo para México, que tuviera como garantía el territorio.

Además de que, Butler, tal como Poinsett, para lograr sus fines recurriría a toda suerte de artilugios, reclamando peleas de marineros, insultos a la bandera de su país, barcos detenidos, contrabando de mercancías, falsificación de moneda, faltas de respeto a funcionarios y demás.

Y dentro del mismo ideario, para 1840, con la intención de anexionarse Texas, se pondría en marcha la idea del «Destino Manifiesto», que sería mucho más funcional en materia política que el monroísmo. Y que sería formulada por el editor neoyorquino John O' Sullivan, en 1845 [3], indicando en dicho manifiesto que, los Estados Unidos eran el país escogido para ser la Nueva Israel.

Motivos por los que, se le confiaba a los EE.UU, la misión histórica de “salvar” al mundo cristiano, la civilización occidental y la democracia, y en ese mismo año, 1845, el Congreso aceptó a Texas como el vigésimo octavo estado de la Unión.

Y más toda vía, el presidente Polk, acorde con tal lógica, esgrimirá la teoría del Destino Manifiesto para reivindicar las zonas ribereñas del Pacífico, asegurando que los Estados Unidos tenían derecho a todo el territorio, de Oregón hasta la latitud de 54o40' a California, así como a enviar a sus colonos por Panamá.

Situación que estuvo a punto de producir una guerra con Inglaterra, pero que se evitó cuando los norteamericanos se avinieron a negociar la frontera en los 49° de latitud N., ratificada el 15 de julio de 1846. Mientras que respecto a la cuestión de Panamá, se resolvió mediante el Tratado Bidlac con Nueva Granada, el derecho de tránsito por Panamá a los norteamericanos, para ir a California.

Y en cuanto a la anexión de California, se intentó negociarla mediante compra, enviando 10 de noviembre de 1845, Polk, a México al plenipotenciario John Slldell, para ofrecer cinco millones por Nuevo México y «lo que hiciera falta».

Negociación ante la cual nuevamente se niega el gobierno mexicano, y los norteamericanos, por su parte, se dispusieron a conquistarlo por las armas. De manera que, el 13 de enero de 1846, el presidente norteamericano ordenó al general Taylor, cruzar el río Nueces y ocupar la margen izquierda del Río Grande.

Finalmente, para mayo, el Congreso declararía la guerra a México y, tras el conflicto, México reconocería la pérdida definitiva de Texas, Nuevo México y Alta California. Mismos que formarían posteriormente los estados de California, Utah, Nevada, Nuevo México, Arizona, Colorado y Wyoming.

Avasalladora victoria sobre México que daría nuevos bríos a la política del Destino Manifiesto, de forma que, para 1848, los Estados Unidos volverían a ofrecer la compra de Cuba a Madrid e incluso sostendrían conversaciones de alto nivel para anexionarse Irlanda y Sicilia [4] .

Transición del imperio terrestre al imperio marítimo y comercial.

Alzad los ojos para contemplar el futuro

del comercio, e inspirados en la idea de que

sois norteamericanos y tenéis que llevar

la libertad y la justicia y los principios

de la humanidad allá donde vayáis,

salid a vender productos que conviertan

el mundo en un lugar más cómodo y feliz,

y convertid

a la gente a los principios de Norteamérica.

Woodrow Wilson.

Una vez terminada la conquista del oeste y al sur, EE.UU, se convertiría en una potencia industrial y comercial de primer orden, siendo que, la anexión de los territorios mexicanos daría un gran impulso industrial a ese país, dado que, el capitalismo norteamericano encontraría en los territorios que fueron de México, fuentes vastas para su producción.

Dando origen a una producción amplia y sostenida, con capacidad de exportación, primero, de materias primas, y posteriormente de artículos industriales, que en conjunto darían forma al proceso monopolista [5] .

Situación que se vería plenamente después de la guerra de Secesión, cuando se da la reconstrucción radical del Sur, así como después de 1867, cuando lograron otro objetivo fundamental del monroísmo, la compra de Alaska a los rusos, por siete millones doscientos mil dólares.

Con tales bases, durante la presidencia de Andrew Johnson, tras el asesinato de Lincoln, el Secretarlo de Estado Willlam Henry Seward impulsaría el remodelaje de la teoría del Destino Manifiesto, para ajustarla a un expansionismo de tipo económico, que diera salida a la producción industrial del país, con el menor número de agresiones directas.

Así, se intentaron canalizar los capitales hacia los mercados “naturales” (Cuba, México y Santo Domingo), respaldados por la diplomacia y la armada estadounidenses. No obstante que, en Santo Domingo fracasaron las negociaciones para comprar una base naval [6].

Dentro de esa lógica, en 1898, en Washington se convoca a la primera conferencia internacional de los estados americanos. Y durante dicha conferencia, los autoproclamados “americanos”, intentarán imponer un tribunal de arbitraje permanente para solucionar los conflictos regionales, así como proponen a los países de América Latina disminuir sus tarifas exteriores y crear una unión arancelaria que les garantizará a los productos estadounidenses un vasto mercado cautivo.

No obstante, los países más ligados a Europa, particularmente Argentina, opondrán resistencia a tales propuestas, haciendo fracasar dichas tentativas comerciales norteamericanas [7].

Aun así, se continuara desde 1890, con la profundización de los proyectos estadounidenses, al amparo del pensamiento de AlfredT Mahan, oficial de la marina y Rector del Colegio Naval de Guerra, que defendió la tesis según la cual el destino de los Estados Unidos era convertirse en potencia naval para sustituir a Inglaterra

como metrópoli colonial. Y para lo cual era necesario reforzar la marina de guerra, así como conseguir bases navales que actuaran como claves auxiliares.

Para tal efecto, se incrementó la construcción de buques de guerra, lo cual llevaría a que, la marina norteamericana, que era la sexta del mundo en 1890, se convirtiera en la cuarta una década después, así como se buscaron bases navales con verdadero frenesí.

Para ello, Estados Unidos avanzaría bastante en sus ambiciones tras la ocupación de Hawái, zona de la cual el presidente Mckinley había sentenciado «nosotros necesitamos Hawai tanto o mucho más que necesitábamos California; es el Destino Manifiesto».

Política que sería la misma que guiaría el conflicto con España para conseguir enclaves en Cuba y Puerto Rico. Pero presentándose la guerra con Cuba [8], primero como una necesidad moral del pueblo norteamericano por mediar en un conflicto sangriento entre España y su colonia, y luego claramente como una necesidad defensiva de los intereses monroístas norteamericanos [9].

Al respecto, Mckinley, en su famoso discurso del 11 de abril de 1898, señaló que la intervención en Cuba era necesaria, tanto para preservar la paz en la isla, como para defender los intereses norteamericanos, de manera que: «en nombre de la Humanidad, en nombre de la civilización, en defensa de los intereses amenazados de los Estados Unidos, los cuales nos dan el derecho y nos imponen el deber de hablar y de proceder, la guerra debe cesar en Cuba».

Aún más, con Cuba se procedió de igual forma que con México, cuando se le culpo de tozudez porque no reconocía la independencia texana, y, por consiguiente, porque no facilitaba la anexión de Texas a los Estados Unidos. Y de forma similar, se indicó que en la isla existía una mala administración, de funcionarios poco escrupulosos, así como se habló sobre una preocupación respecto al régimen político, hasta llegar al hecho de intentar conmover al mundo respecto al hecho inhumano de la esclavitud [10].

Hechos que llevarían finalmente a que, el 20 de abril, el Congreso aprobará una resolución en la cual declaraba abiertamente que otro de los objetivos de la intervención estadounidense -ya se hablaba de tal- era la independencia de Cuba. Y el mismo día se daría el ultimátum a España, que derivaría en la guerra.

Finalmente, las tropas norteamericanas, sólo se retirarían de la isla a cambio de la aceptación de la Enmienda Platt, misma que preveía en su artículo III que: “El gobierno de Cuba consiente en que Estados Unidos ejerza el derecho de intervenir para preservar la independencia de Cuba, mantener un gobierno capaz de garantizar el respeto de las vidas, de los bienes, de las libertades y de las obligaciones internacionales [11].

Eventos que se repetirían con la llegada de Woodrow Wilson a la presidencia, al invadirse Nicaragua en 1912, Haití en 1915, Santo Domingo en 1916 y República Dominicana de 1916 a 1924, entre otras invasiones. Así como Wilson llevaría a los EE.UU a la Primera Guerra Mundial [12].

Así las cosas, después de la expansión naval, el mayor detonante para la expansión comercial estadounidense sería la llegada de la depresión de 1929. Siendo que esta demostraría que, si bien la industria norteamericana se encontraba aun relativamente aislada del comercio mundial – la agricultura y la ganadería en menor medida -, los depósitos estadounidenses no se encontraban separados de los mercados financieros internacionales.

De suerte que, ante la crisis, los EE.UU responden revocando la Ley Smoot-Hawley [13], rebajan de manera selectiva los aranceles y sitúan al frente de la política exterior a Cordell Hull, ferviente ideólogo del libre comercio [14].

Libre comercio que, desde 1943, a medida que se vislumbraba la victoria, adquiere un tono político más acentuado en los Estados Unidos. Pero que avanzara al igual que en Inglaterra, con la preocupación por la

propagación de movimientos de resistencia en Europa, Francia, Bélgica, Italia, Yugoslavia y Grecia, liderados por distintas corrientes de izquierda.

Y a las que se le sumaran en la primavera de 1944, el despliegue del Ejército Rojo por Europa del Este. Pero siendo éste último movimiento el de mayor preocupación para los EE.UU, puesto que, ante la Unión Soviética no se enfrentaban simplemente a una forma de capitalismo distinta, sino a la negación misma del capitalismo.

Situación de la cual siempre habían estado consientes dirigentes estadounidenses como Wilson, quien intenta acabar con el bolchevismo enviando una expedición para ayudar al Movimiento Blanco en 1919.

De suerte que, para contrarrestar el avance del Ejército Rojo, las ideas de Roosevelt, así como los ataques a Pearl Harbor, gestan una oleada de indignación patriótica que marcaran una ruptura histórica en el ámbito de la política exterior norteamericana.

Debido a que, hasta el momento había existido una tensión en el seno del expansionismo estadounidense, ante la convicción del separatismo hemisférico y la exigencia del intervencionismo redentor. Pero las condiciones ocurridas hasta 1943, permitirán se puedan fundir los dos nacionalismos estadounidenses: el aislacionista y el intervencionista, hasta dar origen en sentido estricto al imperialismo estadounidense [15].

El imperialismo Estadounidense y el discurso de la guerra contra el comunismo.

Con la llegada a la Casa Blanca de F.D. Roosevelt, en 1933, los EE.UU. adoptaran la política de la “buena vecindad”, que tendría como fin neutralizar el “antiamericanismo” y poder contar con aliados seguros en caso de necesidad, en cuanto la guerra estallara en Europa.

A causa de que, hasta antes de las dos guerras mundiales, las naciones de América del Sur, padecían poco la influencia estadounidense. Ya que se mantenían vinculadas a Gran Bretaña respecto a las finanzas y el comercio, y con Francia o Alemania sobre el armamento y los problemas militares. Todo con la intención de diversificar lo suficiente a sus socios exteriores y lejanos, para no ser avasallados.

Y para modificar dicha situación, la Primera Guerra Mundial coadyuvaría a los intereses norteamericanos, puesto que, ésta les permitió aumentar su influencia sobre sus vecinos meridionales, mucho más allá del Canal de Panamá e imponer a las naciones del continente la entrada a la guerra contra las potencias del Eje. Así como desencadenar un verdadero bloqueo económico contra los Estados más recalcitrantes, entre los que se encontraban Argentina.

Dentro de la misma lógica, cabe señalar también que, en nombre de la lucha contra el nazismo, y en nombre de la libertad, Estados Unidos podría fijar unilateralmente los precios de las materias primas, mismas que pago con dólares inconvertibles.

Situación ante la que, pocos países podrán salir a flote, y en el caso de Brasil gobernado por Getúlio Vargas, después de haber coqueteado un tiempo con Alemania, enviaría una fuerza expedicionaria a Italia, que se incorporó a un cuerpo del ejército estadounidense, así como presta sus bases aéreas al ejército aéreo norteamericano, en la porción saliente del nordeste, por lo cual obtendría a cambio un crédito del Eximbank para la creación de la siderurgia brasileña [16] .

Hechos que, ya al finalizar las dos guerras, se enlazaran con las ideas de un desarrollo capitalista a partir de la guerra, emanadas de los círculos políticos estadounidenses, bajo el supuesto de que “La guerra es la salud del Estado [17] y fortalecerán el desarrollo del imperialismo de ese país.

Máxime cuando, después del rápido auge económico ocurrido durante los años treinta, Norteamérica, nuevamente se encontraba en una situación de estancamiento de la que pudo salir gracias a la Segunda Guerra Mundial.

Pero demás, gracias a las dos guerras mundiales, los EE.UU obtiene otros beneficios como la prosperidad del gobierno, un fuerte patriotismo y un relajamiento de la lucha de clases. Puesto que, gracias a la guerra, el gobierno se pudo dotar de mecanismos legales contra los sindicatos que años antes habían prosperado, como la Ley de Espionaje, que firmo Wilson, en junio de 1917.

Y que contenía una cláusula que estipulaba penas de hasta veinte años de cárcel para cualquiera que – cuando Estados Unidos estuviere en guerra – promoviera intencionalmente, o intentase promover, insubordinación, deslealtad, sedición o se negase a cumplir con su deber en las Fuerzas Armadas o navales de los Estados Unidos, o si intencionadamente obstruía el reclutamiento o el servicio de alistamiento de Estados Unidos.

Pero además, la Segunda Guerra Mundial debilitaría aún más a los sindicatos, porque la economía de guerra creó millones de nuevos empleos con mejores salarios, que permitían el acceso a ciertos bienes a grupos de obreros mejor calificados y dividió las luchas por mejores condiciones generales.

Situación que condujo en los Estados Unidos a crear un clima en el cuál se planteó lo que Charles E. Wilson (Presidente de la General Electric Corporatión) denominó como una “economía de guerra permanente” consistente en una alianza continúa entre las corporaciones y el ejército, pero modificando las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial que afectaban a los intereses empresariales.

De acuerdo con Fred Halliday, los intereses afectados eran el traslado sustancial de los recursos hacia la clase trabajadora y las clases desfavorecidas en los países capitalistas avanzados, mediante políticas de salarios y de asistencia social, así como la aceptación de la URSS como una de las dos principales potencias del mundo, a consecuencia de su papel fundamental en la derrota del nazismo, y la sustitución del papel colonial por la independencia, en el Tercer Mundo.

Para tal efecto, en agosto de 1941 Roosevelt y Churchill anunciaron al mundo la Carta Atlántica, que exponía nobles fines para el mundo de la posguerra, asegurando que sus países no buscaban “el engrandecimiento territorial ni de otro tipo” y que respetaban “el derecho de todos los pueblos a elegir la forma de gobierno bajo la que querían vivir”.

Nobles intenciones por las que se alabó la Carta, ya que declaraba el derecho a la autodeterminación de los pueblos, pero secretamente los diplomáticos y los empresarios trabajaban para que al concluir la guerra Estados Unidos fuera la primera potencia económica del mundo. Antes de que finalizara la guerra, la administración ya estaba planeando el esquema del nuevo orden económico internacional, basado en una asociación entre el gobierno y las grandes corporaciones [18].

Respaldados en su absoluta superioridad económica, política y militar, así como en el hecho de que los países capitalistas de Europa Occidental habían terminado la guerra con una economía débil y destruida, los imperialistas norteamericanos, una vez finalizada la contienda, se lanzaron a dominar el mundo.

Empezando a practicar la política de “guerra fría” contra la Unión Soviética y otros países socialistas, así como realizaron esfuerzos para paralizar los movimientos de liberación nacional de las colonias y los países dependientes [19].

Así, la idea rectora para América Latina sería sintetizada por Truman como un hemisferio cerrado en un mundo abierto. Y en nombre de la solidaridad geográfica, se trató de “proteger” al hemisferio del comunismo, para lo cual se crearon dos instrumentos diplomáticos, uno militar y el otro político.

El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca o TIAR, trataría los asuntos militares, firmado en Río en septiembre de 1947. Y la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA), respecto a lo político, firmada en Bogotá en mayo de 1948. De manera, que la OEA, reunida en Caracas en marzo de 1954, votaría una resolución que condenaba al comunismo, considerándolo como una injerencia inadmisible en los asuntos estadounidenses [20].

Mientras que, respecto a Europa, cuando los ingleses, el del 24 de febrero de 1947, al intentar vencer una crisis económica, anunciaban que retiraban su apoyo a un gobierno de derecha entronado en aquel tiempo en Grecia, mismo que luchaba a muerte contra un movimiento de guerrilla. Los Estados Unidos responderían de inmediato con la Doctrina Truman, mediante la que proclamarían un protectorado americano sobre Grecia y Turquía, anunciando que la política de Estados Unidos sería la de apoyar a los pueblos libres que resistían los “atentados” de subyugación de minorías armadas o de presiones exteriores [21].

Situación para la que además coadyuvaría, en 1950, la guerra no declarada de Truman en Corea del norte, puesto que, la guerra de Corea hizo que los liberales respaldaran la guerra y al presidente. Además de que posibilito un tipo de coalición necesaria para sostener una política de intervención en el extranjero y una economía militar en Estados Unidos.

Y, desde entonces, diferentes conflictos como la rebelión de pueblos coloniales que exigían su independencia como indochina contra Francia, la victoria comunista de China en 1949, la bomba atómica que por primera vez hizo estallar la URSS: sería descritos ante la opinión pública de los Estados Unidos como indicios de una conspiración comunista internacional dirigida por la URSS.

Pantalla con la que se llevaron acabó actos donde a todos los escolares de Norteamérica se les hizo participar en simulacros de ataques aéreos en el que las sirenas alertaban de un ataque soviético; los niños tenían que agacharse bajo sus pupitres hasta que no hubiese “peligro” [22].

Así como se comenzó a enseñar a los norteamericanos de cualquier edad que el anticomunismo era heroico, mediante el superhombre de comic, el Capitán América, se decía: “Comunistas, espías, traidores y agentes extranjeros, ¡tened cuidado! El Capitán América, con el apoyo de todos los hombres libres y leales, os está buscando” [23].

Resultando entonces que, mediante la propagación estadounidense de la histeria anticomunista su presupuesto militar absorbía la mitad de su presupuesto nacional y la población lo aceptaba, lográndose que el país se sumergiera en el sueño de Charles E. Wilson de una guerra permanente que “beneficiara a toda la nación”, y que sin embargo mantenía grandes focos de pobreza, pero había la suficiente gente con trabajo y ganando lo bastante para que las cosas se mantuvieran en calma.

Además de que, aprovechando la debilidad e intereses comunes de los países capitalistas, mediante la Doctrina Truman y el Plan Marshall se lograrían echar las bases para futuras “ayudas militares” con la creación de bloques militares (NATO, SEATO, CENTO), firmar acuerdos bilaterales con muchos gobiernos y construir numerosas bases en el territorio de otros Estados capitalista, principalmente en el de aquellos que estaban situados alrededor de los países socialistas y regiones como Latinoamérica [24].

 

Bibliografía

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La Iniciativa Mérida: Estado, militarización y contrainsurgencia en México. Tesis de grado maestría presentada por: Ramón César González Ortiz.

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Contralínea. Año 15, número 509. Del 10 al 16 de octubre de 2016.

El Financiero. Reino Unido quiere a México como su socio. 22-05-2018.

La Jornada. Martes 22 de mayo de 2018

La Jornada. Miércoles 23 de mayo de 2018.

DOCUMENTOS DE TRABAJO IELAT. Nº 38 – Mayo 2012. Entre dominación europea y estadounidense: independencia y comercio exterior de México (siglo XIX). Por: Walther L. Bernecker.

Revista CIDOB d’Afers Internacionals, núm. 91, p. 197-220. La política exterior neoconservadora en Estados Unidos Cambios, continuidades y perspectivas. Por: Mariano Andrés Guida.

Universidad de Alcalá / ACISAL. 1898 EN EL CONTEXTO DEL INTERVENCIONISMO NORTEAMERICANO EN HISPANOAMÉRICA. Por: Carmen Pumar Martínez.

 

Notas

[1] DOCUMENTOS DE TRABAJO IELAT. Nº 38 – Mayo 2012. Entre dominación europea y estadounidense: independencia y comercio exterior de México (siglo XIX). Por: Walther L. Bernecker.

[2] Bosch García Carlos. La base de la política exterior estadounidense. UNAM, 1986. Pp. 12-23.

[3] En ese año escribió «the right of our manifest destiny to overspread and to possess the whole of the continent which Providence has given us for the development of the great experiment in liberty and federated selfgovernment entrusted to us.

[4] Universidad de Alcalá / ACISAL. 1898 EN EL CONTEXTO DEL INTERVENCIONISMO NORTEAMERICANO EN HISPANOAMÉRICA. Por: Carmen Pumar Martínez.

[5] García Cantú Gastón. Las invasiones norteamericanas en México. Era, Sep, primera edición en lecturas mexicanas, 1986. Pp. 117-121.

[6] Universidad de Alcalá / ACISAL. 1898 EN EL CONTEXTO DEL INTERVENCIONISMO NORTEAMERICANO EN HISPANOAMÉRICA. Por: Carmen Pumar Martínez.

[7] Rouquié Alain. América Latina. Introducción al extremo occidente. Siglo Veintiuno, 4a edición, 1997. Pp. 385-386.

[8] Al respecto destaco el Manifiesto de Ostende, también denominado Circular de Ostende, documento escrito en 1854 que describía los motivos por los que Estados Unidos debía comprar Cuba a España, debiendo declarar la guerra al país europeo si este rechazase la venta. La anexión de la isla había sido durante mucho tiempo un objetivo de los esclavistas de Estados Unidos y fue apoyada por una facción en Cuba. A nivel nacional, los líderes estadounidenses estaban satisfechos al ver que la isla era administrada por las débiles manos españolas, siempre que no pasara a una potencia más fuerte, como el Reino Unido o Francia. El Manifiesto de Ostende propuso un cambio en la política exterior, justificando el uso de la fuerza para tomar Cuba en nombre de la seguridad nacional. Se produjo un debate sobre la esclavitud en los Estados Unidos, el Destino manifiesto y la doctrina Monroe, ya que los propietarios de esclavos buscaban un nuevo territorio para la expansión de la esclavitud.

En: Bosch García Carlos. La base de la política exterior estadounidense. UNAM, 1986. Pág. 39.

 

[9] Universidad de Alcalá / ACISAL. 1898 EN EL CONTEXTO DEL INTERVENCIONISMO NORTEAMERICANO EN HISPANOAMÉRICA. Por: Carmen Pumar Martínez.

[10] Bosch García Carlos. La base de la política exterior estadounidense. UNAM, 1986. Pp. 40-41.

[11] Rouquié Alain. América Latina. Introducción al extremo occidente. Siglo Veintiuno, 4a edición, 1997. Pág. 386.

[12] Anderson Perry. Imperium et consilium. La política exterior norteamericana y sus teóricos. Akal, 2014. Pág. 16.

[13] La Tariff Act of 1930 (Ley de Aranceles de 1930, en español), conocida como Ley Hawley-Smoot, fue una ley aprobada en Estados Unidos el 17 de junio de 1930, propuesta por los senadores Reed Smoot y Willis C. Hawley, que elevó unilateralmente los aranceles estadounidenses a los productos importados, para intentar mitigar los efectos de la Gran Depresión iniciada en 1929.

[14] Anderson Perry. Imperium et consilium. La política exterior norteamericana y sus teóricos. Akal, 2014. Pp.18-19.

[15] Anderson Perry. Imperium et consilium. La política exterior norteamericana y sus teóricos. Akal, 2014. Pp. 28-32.

[16] Rouquié Alain. América Latina. Introducción al extremo occidente. Siglo Veintiuno, 4a edición, 1997. Pp. 387-388.

[17] Zinn Howard. “La otra historia de los Estados Unidos.” Siglo veintiuno editores. 1999. Frase de Randolph Bourne citada por Zinn en este texto. Pág. 265

[18] La Iniciativa Mérida: Estado, militarización y contrainsurgencia en México. Tesis de grado maestría presentada por: Ramón César González Ortiz. Pág. 34.

[19] Faramazian R., “Los Estados Unidos: militarismo y economía.” Editorial Progreso 1975, Pp. 21-22

[20] Rouquié Alain. América Latina. Introducción al extremo occidente. Siglo Veintiuno, 4a edición, 1997. Pág. 389.

[21] Baran A. Paul y Sweezy M. Paul. “El capital monopolista. Ensayo sobre el orden económico y social de Estados Unidos.” Siglo Veintiuno Editores. 1982. Pág. 154.

[22] Zinn Howard, op. cit., p. 318 .

[23] Baran A. Paul y Sweezy M. Paul. “El capital monopolista. Ensayo sobre el orden económico y social de Estados Unidos.” Siglo Veintiuno Editores. 1982. Pág. 150 .

[24] Faramazian R., “Los Estados Unidos: militarismo y economía.” Editorial Progreso 1975. Pág. 22 .

Ramón César González Ortiz es Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos por la UNAM.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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El comunismo, el terrorismo y la guerra contra el narcotráfico (II)

Ramón César González OrtizRebelión

Introducción

Como mencionamos en la entrega anterior, tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se consolida como la primera potencia mundial a nivel económico y emprende su imperialismo en forma. Sin embargo, la caída de la Alemania nazi y sus aliados, también elevarían a la categoría de potencia planetaria extremadamente influyente a la URSS, que se convertiría en el enemigo a vencer por los norteamericanos, toda vez que ésta, representaría la negación del capitalismo, desatándose así la guerra fría.

Dentro de tal lucha, el gobierno estadounidense se servirá de la cultura popular y sus iconos (en ocasiones cuidadosamente diseñados para dicho fin) como instrumento de propaganda durante la Segunda Guerra Mundial y después durante la Guerra Fría, como el ya citado cómic del Capitán América.

Siendo así puesto que, el enfrentamiento contra el Bloque Soviético tendrá su principal foco de tensiones en las confrontaciones diplomáticas, por lo que resultará inevitable que el papel propagandístico adquiera especial importancia.

Sin embargo, los Estados Unidos se incorporaron tardíamente al núcleo de países que contaban con un servicio oficial encargado de desarrollar sus relaciones culturales con el exterior [1]. Ello debido a que su gobierno, dominado por las tendencias aislacionistas en la posguerra, había desmantelado completamente el aparato de propaganda de guerra en 1919, y no lo sustituyó por ningún otro organismo oficial.

De manera que, durante el periodo de entreguerras fueron las fundaciones privadas Rockefeller y la Carnegie, así como la corporación universitaria del Institute of International Education, las que protagonizarían la apertura cultural y científica de los Estados Unidos al exterior.

Y cuando se creó en julio de 1938 la Division of Cultural Relations en el Departamento de Estado, a éste sólo se le encargó la tarea de desarrollar los programas de cooperación científica y cultural con América Latina, área de interés prioritario debido a que se sentía la penetración de las actividades nazis.

Resultando entonces que, la gran maquinaria de la persuasión se levantaría en Estados Unidos justo tras la Segunda Guerra Mundial, aprovechando las experiencias de la propaganda de guerra y repitiendo, el patrón de las potencias europeas.

Hasta acelerarse extraordinariamente en 1950, cuando, con la escalada de la tensión, se propagó entre los norteamericanos la impresión de que los Estados Unidos estaban en una posición de debilidad frente a la Unión Soviética [2]. E intentando contrarrestar la propaganda comunista en Europa, aprueban la Smith-Mundt Act, en enero de 1948, misma que otorgaría bases legales para las operaciones de información y propaganda en tiempos de paz [3].

Además de ello, el Departamento de Estado y la U.S. Information Agency (USIA) a finales de los años cincuenta, adoptaran cinco premisas que orientaran la labor gubernamental en la proyección internacional de los Estados Unidos de América: Facts (para suscitar el estudio y conocimiento del país norteamericano); Appreciation (para promover la comprensión de la sociedad y el gobierno estadounidenses); Interest (para fomentar el sentimiento de comunidad de intereses con Washington); Trust (para sembrar la confianza en América); y Harmony (para crear lazos fraternales con el extranjero).

Tornándose como objetivo global de la acción informativa y cultural americanas: difundir la «fe» en Estados Unidos y el «modelo americano» entre ciudadanos y gobiernos foráneos. Pretensiones que estaban ya presente en la acción informativa y cultural desplegada por Washington en el exterior durante las dos guerras mundiales, pero que alcanzaran su máximo esplendor durante la Guerra Fría (1947-1991).

Siendo así porque, hacía los Estados Unidos existían en aquel momento variados prejuicios antiamericanos en buena parte de las regiones «en disputa», singularmente en Europa occidental y Latinoamérica.

Lo cual era debido a tres factores: el profundo descrédito del liberalismo tras la II Guerra Mundial (1939-1945), a la que se había llegado tras una larga época de turbulencias económicas y políticas en el mundo occidental; el prestigio popular de los movimientos comunistas en muchos países debido a su liderazgo en la resistencia antifascista y anti-japonesa; y el reforzado crédito de una victoriosa Unión Soviética.

Así, el gobierno de Estados Unidos a partir de entonces convierte la promoción activa del «modelo americano» en un elemento más de su acción exterior [4].

Formula en la que, los niños y pre-adolescentes serán imbuidos voluntaria e inadvertidamente de la cultura y valores patrióticos, mediante la lectura de cómics como Capitán América (1941). Mientras que los adolescentes y jóvenes adultos, recibirán su parte en las salas de cine, que se convierten hasta la fecha, en una poderosa arma de propaganda política y diseminación de valores y argumentos tradicionales.

Para ello, durante los años 50 se desarrollaran una serie de películas que compartirán un hilo argumental y su desenlace: un enemigo maligno y terriblemente poderoso que amenaza al mundo, con el fin de someter a los habitantes del planeta a una dominación absoluta (o, en no pocos casos, a la aniquilación directa y sin miramientos).

En tal sentido, será particularmente, el cine de terror popular de presupuesto bajo, o ínfimo, conocido como “de serie B o de serie Z”, el que jugará un papel estelar.

Y de ese tipo de cine, serían tres las obras más representativas, pese al tópico y previsible de su argumento, destacando por ofrecer un producto no sólo correcto sino incluso brillante desde el punto de vista de la cinematografía, dirección y actuación: The Thing from Another World ( El enigma de otro mundo, La cosa o El invasor de otro mundo- 1951), It Came from Outer Space (Llegaron de otro mundo-1953) y The War of the Worlds (La Guerra de los mundos-1953) [5].

La lucha contra el comunismo en México

Desde finales del sexenio cardenista, cuando la corriente radical de la élite revolucionaria era relegada a segundo plano y el anticomunismo cada vez más se instala como uno de los pilares de la relación bilateral entre México y Estados Unidos, se verá al gobierno mexicano apoyar con mayor brío la cruzada anticomunista, promovida por Estados Unidos.

De manera que si bien, en México aparece el anticomunismo desde los años veinte, ante las políticas que los gobiernos revolucionarios aplicaron hacia la Iglesia y hacia la educación.

Serán la reforma agraria, así como el activismo obrero y campesino, durante el cardenismo, los factores que atizaran aún más el antagonismo ideológico con empresarios y clases medias, hasta reproducir los enfrentamientos que se vivían en Europa entre fascismo, democracia y comunismo.

Dentro de tal contexto, la influencia bolchevique en México sería también una fuente de preocupación para Estados Unidos, pese a que, el acercamiento entre los gobiernos de los dos países había contribuido a disolver la desconfianza que habían provocado las políticas injerencistas estadounidenses.

De manera que, para poner fin a una de las mayores preocupaciones que se manifestaban en Estados Unidos y en los medios empresariales y católicos mexicanos, Manuel Ávila Camacho, como presidente electo, declaró: “No, los comunistas no colaborarán en mi Gobierno. Los comunistas por sí mismos y por la fuerte corriente nacional contraria a ellos tendrán que irse diluyendo. Las ideas comunistas no han encajado, no pueden encajar en México” [6].

Declaración que sería el preámbulo de la formación de nuevos equilibrios al interior del régimen político, que se harían patentes a partir de que la coalición cardenista fue desplazada –y gradualmente desmantelada–, para ceder el lugar a organizaciones empresariales, a los católicos y, más en general, a las nacientes clases medias que miraban el cardenismo con desconfianza, y hasta con temor.

Pero más aún, la lucha contra el comunismo se fortalecería tras el ingreso de México a la Segunda Guerra Mundial y el consiguiente acercamiento con Estados Unidos, ya que la guerra daría píe a una relación bilateral como no se había dado hasta entonces entre ambos países.

Así, se dejaron atrás los reclamos por la expropiación petrolera y se da la primera visita de un presidente estadounidense en funciones a México, ocurrida el 20 de abril de 1943, cuando Franklin D. Roosevelt realiza una "visita relámpago" a nuestro país.

Visita que sería secundada por la del presidente Truman a México en marzo de 1947, un par de días antes de que éste presentara al Congreso de su país la solicitud de apoyo a Grecia y Turquía, así como su doctrina de defensa de la democracia donde quiera que estuviera amenazada por los comunistas.

Y, a partir de entonces, los gobiernos mexicanos se sumaran con más ahínco al combate anticomunista, toda vez que además coincidirá con la represión que los grupos empresariales en ascenso y el mismo gobierno cada vez más irán implementando contra la clase trabajadora.

Hechos que coincidirán con las necesidades de la Iglesia católica, dado que para ésta, el combate anticomunista representará una gran oportunidad para reintegrarse al régimen político y recuperar el liderazgo social que la Reforma de mediados del siglo le arrebato, liderazgo que no había recuperado ni siquiera durante el Porfiriato [7].

La iglesia católica mexicana contra el comunismo

Por consiguiente, la jerarquía católica mexicana, ayudará mediante Acción Católica, apostolado seglar (que pertenece a la sociedad laica y no al estamento eclesiástico o religioso. Sinónimos: secular) organizado, a desprestigiar y combatir las ideas comunistas. Todo alentado desde que en 1937 se publicará la encíclica Divini redemptoris de Pío XI sobre el comunismo ateo.

Siendo que en dicho documento, el pontífice asevero que el comunismo era intrínsecamente perverso, por lo que, no se podría admitir que colaborasen con él en ningún terreno, aquellos que quisieran salvar la civilización cristiana. 

De ahí, la jerarquía mexicana así como los sectores más conservadores de las clases medias y altas del país, adoptarán la lucha contra el comunismo puesto que era un peligro para sus privilegios.

De manera que, terminando la guerra, la jerarquía católica mexicana ataca de forma sistemática al Partido Comunista Mexicano, así como a sus militantes y a los funcionarios estatales que, a su parecer, simpatizaban con la Unión Soviética o tenían ideas comunistas. Encontrándose en el centro de los ataques eclesiásticos el líder sindical Vicente Lombardo Toledano, los líderes magisteriales Dionisio Encinas, Luis Chávez Orozco, Luis Álvarez Barret y Gaudencio Peraza, entre otros.

Además de que, de forma simultánea, se enarbolará nuevamente el argumento tradicional respecto a la identificación entre catolicismo y mexicanidad, argumentando que la contribución de la Iglesia en la creación de la nacionalidad mexicana era fundamental además de estar esencialmente ligada a la historia nacional. Así, atacar al catolicismo será hecho aparecer por la Iglesia como una traición a la patria [8].

En tal sentido, la Conferencia Episcopal definió su postura por medio de su presidente el cardenal José Garibi Rivera, arzobispo de Guadalajara, quien escribió una "Exhortación de la Asamblea Episcopal al pueblo católico de México", con motivo del inicio de año mariano. Documento en el que afirmará que el país vivía un momento complicado por la creciente presencia del comunismo en la sociedad.

De forma análoga se elaboraron y divulgaron folletos como Comunismo en México, en el que se afirmaba que el comunismo no era algo nebuloso e intangible que apareciera hace mucho tiempo en Rusia. Si no que el comunismo estaba aquí. Viviendo sus agentes en nuestras ciudades, tratando de pervertir a nuestros hijos, a partir de los libros que ellos escribían y obligarían a estudiar a los muchachos en sus escuelas.

Mientras que el sacerdote jesuita David Mayagoitia, que en su opinión, la barbarie soviética había cubierto de sangre y de ruinas a pueblos enteros, tales como Polonia, Hungría y más recientemente Cuba, se había lanzado al asalto de nuestra patria. Publica, en 1951, un folleto titulado ¡Definámonos! o católico o comunista, que para 1961 llegaría a nueve ediciones con un tiraje total de 360 000 ejemplares.

Además de ello, la Gaceta Oficial del Arzobispado de México, en el número de mayo de 1961, publicaría una carta dirigida a todos los sacerdotes, firmada por el padre Pedro Velázquez, director del Secretariado Social Mexicano (SSM). Misiva en la que convoca a una reunión de directores nacionales de obras de inspiración cristiana, en la que se habló sobre el comunismo, y tras dicha reunión se llega a dos conclusiones: la primera, iniciar una campaña de oración por Cuba así como por los países comunistas y la segunda, lanzar por todo el país la afirmación; “¡CRISTIANISMO SÍ, COMUNISMO NO!”.

Acciones a las que se les sumara una actuación primordial por parte de los movimientos laicos católicos, quienes publicaron escritos anticomunistas, y utilizaron los órganos de difusión de sus asociaciones para propagarlos.

Ejemplo de ello sería el Boletín de la Junta Central de la Acción Católica Mexicana (ACM) que publicó un "Mensaje a los cristianos de México", en el que se exhortaba a la familia cristiana a hacer oración para evitar el avance del comunismo además de pedir la realización de acciones concretas. Aseverando de forma tajante: "declaramos que sólo desaparecerá definitivamente el comunismo, cuando los cristianos obremos como tales en la cuestión social" [9].

Postura de la Iglesia católica mexicana en contra del comunismo que también cobraría bríos a partir del macartismo, periodo llamado así porque el senador republicano Joseph McCarthy, perseguirá sin cuartel en los Estados Unidos a los comunistas, reales o supuestos. Tras afirmar tener en su poder una lista de 205 nombres de comunistas infiltrados en el Departamento de Estado que trabajaban ahí con la anuencia del propio Departamento.

Acusaciones que tendrían respaldo popular al ocurrir la guerra de Corea, en la cual el enemigo a vencer sería el comunismo, y exacerbaría la fiebre anticomunista desatada por McCarthy, misma que estaría plagada de calumnias y ataques infundados que disminuirían conforme llegaría el fin de esa guerra, en 1953. Y pese al desprestigio en el que caería el senador republicano, llevándolo a su caída, el anticomunismo estadounidense no terminó, simplemente se cambiaría de táctica.

De tal modo, la Iglesia católica lograría durante los dos primeros años de la década de los sesenta que el anticomunismo tuviera una fuerza y una coherencia que no se había visto antes. Particularmente en la ciudad de México, a partir de organizar concentraciones masivas en repudio al comunismo, en las que los oradores se sucedían de forma ininterrumpida para hablar de los horrores de ese sistema. E inundándose las calles con la leyenda "Cristianismo sí, comunismo no", mediante las parroquias, las ventanas de casas y automóviles.

Expresión de ello sería la concentración realizada el 15 de mayo de 1961, en la Basílica de Guadalupe, que reunió a miembros de muchas organizaciones de laicos católicos, calculándose más de cincuenta mil personas.

Acto organizado por el Secretariado Social Mexicano, que supuestamente tenía como objetivo celebrar el aniversario de las encíclicas Rerum novarum y Quadragesimo anno, pero que se convirtió en el más vigoroso rechazo al comunismo. Afirmando el padre Pedro Velázquez, que el comunismo era el mayor cáncer que la humanidad hubiera sufrido en todos los tiempos, siendo la síntesis de las herejías [10]. 

Pero más aún, dicho periodo sería un momento histórico en el que la Iglesia se aliará a las elites económicas, políticas y sociales para contrarrestar el comunismo internacional.

Ejemplo de dicha alianza sería la creación de la Conferencia de Organizaciones Nacionales (CON), confederación de organismos católicos independiente de la jerarquía, que se formaría a principios de la década de los sesenta, por un grupo de seglares, que serían asesorados por el padre Pedro Velázquez. Y cuyo objetivo principal era formar un frente común católico para evitar la posible implantación del comunismo en México [11].

Así como la alianza establecida con el Partido Acción Nacional, de inspiración cristiana y los sucesivos gobiernos priistas que apoyaran la restauración de la Iglesia.

Y siendo que la Iglesia magnificaría el componente religioso del anticomunismo mexicano, la lucha adquiriría el carácter de cruzada respecto a la defensa religiosa, donde uno de sus símbolos más poderosos sería la virgen de Guadalupe.

Dentro de tal marco, uno de los actos más aberrantes ocurrido sería la Masacre de San Miguel Canoa, ocurrida la noche del 14 de septiembre de 1968 en el pueblo de San Miguel Canoa, junta auxiliar del municipio de Puebla ubicado en las faldas del volcán de la Malinche.

Ahí, fueron linchados cinco trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla que iban de excursión a la Malinche, pero al ser sorprendidos por la noche y la lluvia, tuvieron que quedarse a dormir en el pueblo, en la casa de un habitante que tenía problemas con sus vecinos y con el sacerdote del lugar.

De acuerdo a varias versiones, los habitantes del pueblo, instigados por el sacerdote, acusaron a los jóvenes de ser comunistas y de intentar instalar una bandera rojinegra en la iglesia del lugar en el contexto del Movimiento estudiantil de 1968, a dos semanas de que ocurriera la matanza de Tlatelolco.

Así, los habitantes del pueblo fueron despertados y, armados con machetes, palos y antorchas, se dirigieron a la casa en donde estaban hospedados los jóvenes, asesinado a tres de los cinco, así como al dueño de la casa.

Sin embargo, no hubo detenciones masivas ni se detuvo a los principales instigadores del linchamiento. Mientras que, los pocos que fueron encontrados culpables salieron de la cárcel al no poder demostrarse su participación en los hechos [12]. Evento que sería contado en la película Canoa de Felipe Cazals en 1975.

Impunidad que tendrá su explicación en el hecho de que, el anticomunismo se convirtió en la piedra de toque para la colaboración entre el Estado y la Iglesia en la preservación del statu quo, con base en un cuerpo de valores tradicionales que transmitían la obediencia a la autoridad, el respeto a las jerarquías de una sociedad desigual, machista y paternalista, el conformismo y la resignación.

Además de que, la intensa y amplia campaña emprendida por la Iglesia para denunciar el peligro comunista también sería un catalizador para la reconciliación entre el Estado y las clases medias, que el cardenismo había enajenado. Poniéndose fin así a la vieja hostilidad de los conservadores mexicanos hacia Estados Unidos, el gran vecino protestante [13].

La participación de la prensa en el combate al comunismo

En la lucha contra el comunismo, la prensa también tendría una participación importante, por medio de periódicos como el Fort Worth Star-Telegram, se advertía al público sobre el establecimiento del socialismo en Cuba, como la punta de lanza moscovita para esparcir el comunismo.

Mientras que el periódico Novedades de Nicaragua “encendía” los focos rojos” respecto a un supuesto plan comunista para derribar los gobiernos democráticos en el continente americano. De manera que, de acuerdo con el Novedades, Moscú, dirigía todo un plan comunista a nivel continental para derribar a todos los gobiernos democráticos.

Y para lo cual se presumía que la Unión Soviética había destinado millón y medio de dólares, además de que había estableciendo un premio de cien mil dólares para aquellos grupos que, siguiendo los intereses de Moscú, tuvieran mayor éxito en la creación de zozobras, angustias, perturbaciones del orden, actos de terrorismo, violencia anarquizante y sacrificio de algunas células con el fin de obtener “mártires” [14].

Mientras que, The Washington Post, de igual modo afirmaría que los diplomáticos cubanos eran enviados a todo el hemisferio “con el objetivo de instigar la subversión y la revolución”, y dada su cercanía con Cuba, México era un blanco inmediato del comunismo.

Pero además, siendo que la revolución cubana ganó la simpatía de algunos sectores de la sociedad mexicana, como estudiantes e intelectuales, así como de parte de la izquierda. Ello representaría un gran reto para el gobierno de Adolfo López Mateos, pues en lo interno el descontento de sectores de trabajadores sería terreno fértil para la propagación de ideas reivindicativas.

De suerte que, dada la situación de conflicto que el país vivía, producto de sus propias contradicciones internas y por la influencia de la Revolución cubana, en la prensa extranjera se alertaba sobre el plan de los comunistas de derrocar al presidente López Mateos e incluso, se llegó a afirmar que “los rojos” tenían el plan de sentar en la silla presidencial al general Lázaro Cárdenas con un gabinete de marxistas, entre los que David Alfaro Siqueiros fungiría como ministro de Educación.

Dentro de tal contexto además, la negativa de México a romper relaciones diplomáticas con Cuba y a votar a favor de la expulsión de este país en la OEA, favorecería los rumores de que el comunismo ya se había infiltrado en el gobierno mexicano.

En tal sentido en 1962, el diario peruano La Prensa, aseguraba que México era un país estratégico para los comunistas, porque confiaban en aprovecharse de las diferencias existentes entre los Estados Unidos y México, para acentuar la penetración hacia el corazón de América que ganaron en Cuba.

Así como se aseguraba que en México la Unión Soviética había levantado un centro de propaganda, con más colaboradores y más fondos que en todos los otros países latinoamericanos. E indicaban que en México había en funcionamiento poderosas y bien dotadas agencias subversivas, como las embajadas rusa y cubana [15].

La democracia y la lucha contra el comunismo en América Latina

Este hemisferio es nuestro hogar.

Aquí vivimos. Esta gente [los latinoamericanos]

 

son nuestros vecinos. Si no podemos hacer que funcione

[el modelo estadounidense] aquí donde vivimos, entonces

¿cómo podemos esperar que funcione en cualquier otra parte?

Lyndon Johnson, 1967.

 

De la mano de lo expuesto anteriormente, podremos observar en el siglo XX que, además de lo ideológico, después de 1945, Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría, incurrirá de manera sistemática en el intervencionismo directo, hasta desarrollarlo de manera global.

Abarcando tanto a Europa occidental como a varios países de Asia, África y América Latina. Regiones de las cuales, la última, sufriría entre 1954 y 1967, el injerencismo, primero sobre Guatemala, después sobre Panamá, Cuba, Brasil y la República Dominicana.

Hechos en los que si bien, como hemos tratado de destacar, históricamente Estados Unidos ha recurrido a diferentes instrumentos para intervenir en la política interna de sus vecinos latinoamericanos: desde la manipulación del reconocimiento diplomático, hasta el envío de tropas o buques de guerra para presionar al país con la amenaza de una invasión, así como al bloqueo comercial y al financiamiento clandestino de la oposición.

La característica esencial de los gobiernos latinoamericanos en el siglo XX, será la fabricación de revoluciones y dictaduras, desde lo EE.UU, así como el fomento de golpes militares, a partir de la defensa de la democracia.

No obstante que, en cada discusión a propósito del orden regional se enfatizará el compromiso con el principio de no intervención, pues según los latinoamericanos la condición “sine qua non” del nuevo orden debía ser, la aceptación irrestricta, por parte de Estados Unidos, del principio de no intervención.

De manera que, la defensa y promoción de la democracia, que eran el leitmotiv de la Doctrina Truman, solo resulto ser (y continua resultado ser) una buena cubierta para que los Estados Unidos intervinieran en los asuntos internos de los países en los que se sospechaba habían caído bajo la influencia del comunismo.

Así, Washington intervendría entre 1945 y 1970, en la vida interna de los países latinoamericanos. Para lo cual recurrió a instrumentos diplomáticos tradicionales como el reconocimiento de gobiernos hasta el bloqueo económico, pasando por operaciones encubiertas, campañas de propaganda y financiamiento de partidos políticos afines.

Hechos que a su vez, a diferencia de lo que ocurrió en el bloque socialista, llevarían a que el sistema democrático no se haya impuesto hasta la fecha en América Latina, ni en su modalidad estadounidense, no obstante se realizaran tímidos esfuerzos en esa dirección, que en los primeros años de la posguerra recibieron el apoyo del Departamento de Estado.

Siendo así porque, el combate al comunismo en muchos países de la región, en realidad afianzaron el poder de las oligarquías locales en su lucha contra la clase trabajadora, y en su búsqueda de ganancias, más que democracias lo que han necesitado históricamente han sido gobiernos autoritarios y dictaduras.

En tal sentido, el presidente Eisenhower estaba convencido de que el comunismo ejercía una gran influencia en los países latinoamericanos, por lo que, decidió apoyar a dictadores que eran “predecibles y eficientemente anticomunistas”.

De suerte que, al fortalecer a las oligarquías nacionales, podía esperar la represión de los comunistas, el control del movimiento obrero y la interrupción de relaciones con la Unión Soviética [16]. Tal como ocurriera en Europa, donde Estados Unidos apoyo y fortaleció a la burguesía, ante la amenaza de que ésta perdiera su fisonomía capitalista.

Todo lo cual ha llevado a que, los grupos económicos más poderosos estadounidenses han sido el pivote para aumentar el poder global del bloque capitalista, así como el poder mismo de los Estados Unidos [17].

La contrainsurgencia en América Latina [18]

Uno de los factores que marcara de manera definitiva, y hasta la fecha, la vida de América Latina será la aplicación de la contrainsurgencia.

Política militar represiva que se aplicara contra a la clase trabajadora latinoamericana principalmente, esbozándose desde los Estados Unidos, después de que el presidente Milton Eisenhower, en 1958, realizará una gira por nuestro continente y tras ello, elabora un segundo informe en el cual describe que para él, la verdadera amenaza eran la pobreza y el subdesarrollo.

Además, Milton consideraba que la región estaba “al borde de un gran sobresalto”, resultado de una demanda creciente de revolución social. Revolución que para Eisenhower tenía una de sus causas en la insatisfacción existente en las relaciones con Estados Unidos. Análisis que sería confirmado en enero de 1959, tras el triunfo de la Revolución cubana, que estableció un poderoso reto al orden hemisférico.

Orden que también se vería afectado por la caída del gobierno del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz. Donde participó activamente la administración Eisenhower, causando indignación en toda América Latina, e hiriendo de forma perdurable las relaciones interamericanas [19].

Así como por la conmoción ocurrida en la opinión pública estadounidense y en Washington, tras la violenta acogida que enfrentó el vicepresidente Richard Nixon, en mayo de 1958, en una gira que hizo en América Latina.

En tal contexto, Washington vería el futuro de la región en una disyuntiva entre reforma o revolución. Aceptando la administración Eisenhower que era urgente una nueva política hacia América Latina, donde el principal problema era el bajo nivel de vida de la población. Por lo que, una de las primeras expresiones de cambio sería el anuncio por parte del secretario del Tesoro, Douglas Dillon, sobre la creación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que sería un agente de financiamiento del desarrollo y un impulsor de reformas institucionales.

Sin embargo, quien realmente pondría en marcha la nueva política hacia América Latina sería el presidente Kennedy, después de que el 13 de marzo de 1961 anuncia al Congreso la creación de la Alianza para el Progreso (Alpro), programa de asistencia económica que prometía a América Latina 20,000 millones de dólares en donativos y préstamos para obras de infraestructura, educación, salud, agricultura y desarrollo industrial.

Mientras que los gobiernos receptores de dicha “ayuda”, se verían comprometidos a introducir reformas institucionales que garantizaran que los avances derivados del programa beneficiaran a toda la población. Teniendo por objetivo primordial, evitar otra revolución cubana.

Así, la Alpro sería la fórmula intervencionista más ambiciosa que hasta ese momento hubieran realizado los Estados Unidos e interpretada por el presidente Kennedy, como un amplio esfuerzo de cooperación, sin paralelo en magnitud y nobleza de propósito, para satisfacer las necesidades básicas de los latinoamericanos de vivienda, trabajo, tierra, salud y escuelas [20].

Sin embargo, después de la Alpro, que modifica los equilibrios internos de las sociedades latinoamericanas, en menos de cuatro años, nuevamente se pasará a apoyar a los grupos locales que defendían el statu quo, pero esta vez reforzando la represión obrera mediante la contrainsurgencia.

Para lo cual, la administración de Kennedy modificara permanentemente las relaciones con los militares latinoamericanos, a partir de apoyar la reorientación de las fuerzas armadas hacia la seguridad interna y el combate al llamado enemigo interno.

Aspectos dentro de los cuales cada vez más se recurrirá y perfeccionaran las operaciones encubiertas, mediante criminales, que vinculados con agentes del Estado como militares y demás, darán cuerpo a los llamados grupos de paramilitares, que a su vez darán forma a la llamada época de la Guerra Sucia en América Latina, y que aún pervive en nuestro continente.

En el presente, una muestra de dicho actuar en nuestro país se ha presentado en la región fronteriza, particularmente en Tamaulipas, región de donde han sido desaparecidas en el presente año 23 personas, por policías federales.

Al respecto, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU), Zeid Ra'ad Al Hussein, ha dicho que, las personas desaparecidas habrían sido detenidas por personal uniformado mientras caminaban o manejaban por carreteras, encontrándose en varios casos vehículos al lado del camino, que fueron quemados y baleados.

E informándose que, muchas de las personas agraviadas, habrían sido detenidas arbitrariamente y desaparecidas mientras realizaban su vida cotidiana, además de que al menos cinco de las víctimas han sido menores de edad, tres de ellas de tan solo 14 años [21].

Y dentro de la misma lógica, el 16 de febrero de 2002, un grupo de soldados torturaron sexualmente y violaron a Valentina Rosendo Cantú, mientras se encontraba lavando su ropa en un riachuelo de la comunidad de Barranca Bejuco, municipio de Acatepec, en el corazón de la Montaña en Guerrero.

Así como, el 22 de marzo, tres soldados abusaron sexualmente de Inés Fernández Ortega, en Barranca Tecuani, en Ayutla de los Libres, municipio vecino. Todo mientras los militares se encontraban realizando tareas de erradicación de enervantes.

No obstante, la realidad es que, ambas agresiones forman parte de las agresiones que las comunidades me’phaa y na’savi de la Montaña y la Costa Chica de Guerrero han sufrido a raíz de la militarización de sus territorios desde 1994, y que como hemos indicado es una herencia de la guerra sucia de la década de los años 70 del siglo pasado.

Resultando entonces que, la lista de agresiones castrenses a la población civil ha sido enorme. Tan sólo en 1994 la indígena Teresa de Jesús Catarina y otras cuatro mujeres fueron violadas por militares. Así como en 1998, una brigada médica de la Secretaría de Salud esterilizó con engaños a 30 indígenas de La Fátima, Ojo de Agua, Ocotlán y el Camalote. En tanto que, en 1998, 10 personas fueron masacradas por el Ejército en El Charco.

Todo lo cual se ha enmarcado dentro de la operación Azteca 21, diseñada por el Ejército desde la 35 Zona Militar, misma que designo al 41 batallón de infantería para que supuestamente se enfocara a la erradicación de plantíos de amapola, así como aplicará de la ley federal de armas de fuego y explosivos [22].

Mientras que en países como Honduras, después del golpe de Estado, que en 2009 derrocó al entonces presidente Manuel Zelaya, se generó una violación masiva de derechos humanos.

A partir de que, paulatinamente la represión pasó de ser masiva y generalizada a ser selectiva y dirigida en perjuicio de personas consideradas por el gobierno de facto como desestabilizadoras del régimen golpista.

Así, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), ha considerado que resurgió la desaparición forzada “como una herramienta de control social y político, donde las víctimas se han diversificado”.

Además de que denuncia que el habeas corpus [23] sigue siendo un “instrumento ineficaz para rescatar con vida a la víctima de la desaparición forzada”, y que el “marco jurídico orientado a evitar este crimen, es deficiente”.

Señalando al respecto que, han sido 13 las personas detenidas desaparecidas en forma forzada en los últimos años, en su mayoría defensores de derechos humanos y miembros de la resistencia contra el golpe.

Casos que, en ninguno de los cuales se han juzgado a los responsables materiales e intelectuales. Y a los que se agregan el del joven de 23 años Manuel de Jesús Bautista Salvador, detenido y luego desaparecido en el marco de la crisis post-electoral del año pasado [24].

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El Financiero. Reino Unido quiere a México como su socio. 22-05-2018.

La Jornada. Martes 22 de mayo de 2018

La Jornada. Miércoles 23 de mayo de 2018.

DOCUMENTOS DE TRABAJO IELAT. Nº 38 – Mayo 2012. Entre dominación europea y estadounidense: independencia y comercio exterior de México (siglo XIX). Por: Walther L. Bernecker.

Revista CIDOB d’Afers Internacionals, núm. 91, p. 197-220. La política exterior neoconservadora en Estados Unidos Cambios, continuidades y perspectivas. Por: Mariano Andrés Guida.

Universidad de Alcalá / ACISAL. 1898 EN EL CONTEXTO DEL INTERVENCIONISMO NORTEAMERICANO EN HISPANOAMÉRICA. Por: Carmen Pumar Martínez.

Notas

[1] La administración francesa fue la primera en dotarse de un organismo específico en tiempos de paz para desarrollar esas políticas al crear en 1920 el Service des Oeuvres Françaises à l’Étranger, fruto de la reconversión de la Maison de la Presse, el servicio que había dirigido la propaganda bélica en el exterior desde 1915 10. La división del SOFE en tres grandes secciones, dedicadas, respectivamente, a la política universitaria y escolar, la política artística y literaria, y la de turismo y deportes, ya ponía de manifiesto unas prioridades, unas divisiones administrativas y unos repertorios de acción que han caracterizado la política del Quai d’Orsay durante gran parte del siglo XX.

Alemania también incluyó en el organigrama de la Wilhelmstrasse, desde 1920, una Dirección de la Germanidad en el Extranjero y de Asuntos Culturales, reducida más tarde al nombre de Dirección de Asuntos Culturales (Kulturabteilung), encargada de la política cultu ral, especialmente de la atención a la emigración y del apoyo a las escuelas alemanas en el extranjero 11. El ministerio de Estado español se sumó a esa corriente, impresionado por la enorme actividad que desplegó el SOFE desde sus inicios, y trató de emularlo creando en

1922, a título experimental, una sección de Relaciones Culturales, el embrión de lo que sería a partir de 1926 la Junta de Relaciones Culturales, dotada de presupuesto propio y amplias competencias 12. Italia comenzó a abrir Institutos de Cultura Italiana en el extranjero desde 1926, y en 1938 creó en Roma un Instituto Nacional de Relaciones Culturales con el Extranjero (IRCE). En el Reino Unido no se tomó ninguna iniciativa en materia de propaganda cultural hasta una fecha relativamente tardía, 1934, cuando la amenaza de la Alemania nazi se hizo evidente. Ese año se creó un British Commitee for Relations with other Countries, una comisión que originalmente debía sostenerse con las contribuciones de los particulares y con el apoyo sólo moral de diversos departamentos ministeriales, cuya misión era «hacer más conocido en el extranjero la vida y el pensamiento de los pueblos británicos». Ése fue el antecedente del British Council, constituido definitivamente en 1940, ya comenzada la guerra, para contrarrestar la propaganda alemana. Extraído de: Uso y abuso de las relaciones culturales en la política internacional. Por: Antonio Niño. Universidad Complutense de Madrid. PDF

[2] El gobierno soviético, por su parte, fue maestro y pionero en el arte de utilizar la propaganda como un instrumento normal de su política exterior. La debilidad de los bolcheviques en los primeros momentos de la guerra civil les impulsó a usar intensivamente su influencia sobre la opinión en otros países para paralizar la intervención aliada en su contra. Más tarde crearon la Internacional Comunista como una organización de propaganda internacional permanente y a gran escala. También ellos se dotaron de un organismo encargado específicamente de la propaganda cultural, el VOKS (Sociedad Panunionista para la Amistad y las Relaciones Culturales con los Países Extranjeros) fundado en 1925, y que tan eficaz labor desempeñaría en la movilización de los intelectuales extranjeros contra los pretendidos planes de «intervención imperialista» en la Rusia soviética. Extraído de: Uso y abuso de las relaciones culturales en la política internacional. Por: Antonio Niño. Universidad Complutense de Madrid. PDF

[3] Uso y abuso de las relaciones culturales en la política internacional. Por: Antonio Niño. Universidad Complutense de Madrid. PDF

[4] Niño Antonio y Montero José Antonio (eds.) GUERRA FRÍA Y PROPAGANDA Estados Unidos y su cruzada cultural en Europa y América Latina. Siglo Veintiuno, 2012. PDF Cap. 5.

[5] Espéculo. Revista de estudios literarios . Universidad Complutense de Madrid. El cine de terror norteamericano de los 40 y 50 como instrumento de propaganda anti-comunista. Por: Javier Martín Párraga. http://www.ucm.es/info/especulo/numero46/.html

[6] ESTADOS UNIDOS Y LA CONTENCIÓN DEL COMUNISMO EN AMÉRICA LATINA Y EN MÉXICO. Por: Soledad Loaeza. PDF.

[7] ESTADOS UNIDOS Y LA CONTENCIÓN DEL COMUNISMO EN AMÉRICA LATINA Y EN MÉXICO. Por: Soledad Loaeza. PDF.

[8] ¡Cristianismo sí, comunismo no! Anticomunismo eclesiástico en México. Por: María Martha Pacheco. PDF.

[9] ¡Cristianismo sí, comunismo no! Anticomunismo eclesiástico en México. Por: María Martha Pacheco. PDF.

[10] Por los campesinos hablaría Gumersindo Magaña y por los obreros Antonio Jardón; declarando ambos dirigentes que la mayoría de sus colegas eran católicos y que no les convencía el comunismo por ser una "doctrina del odio", atea y mentirosa.

En representación de los estudiantes hablaría Manuel Ignacio Ulloa; por la ACJM Miguel Ángel Portillo, y por el Movimiento Familiar Cristiano,  el licenciado Roberto Ibáñez, quien afirmó que la tesis del comunismo era herética y bárbara, porque estaba inspirada por Satanás, quien quiere aplastar la verdad fundamental de que el hombre está hecho para conocer, amar y servir a Dios".

Además, dentro la misma campaña participaron personajes como Sergio Méndez Arceo, obispo de Cuernavaca y presidente en ese momento de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, quien afirmaba que los padres debían de participar en las organizaciones de padres de familia para contrarrestar la acción comunista en las escuelas de sus hijos. Así como el obispo Samuel Ruiz, quien advirtió a sus feligreses del peligro comunista.

Destacando también el activismo de los dirigentes de los movimientos católicos laicos, empezando por los líderes de las cuatro ramas de la Acción Católica Mexicana y de todas sus asociaciones filiales.

Otra expresión del mismo anticomunismo sería el conflicto que tuvo lugar en Puebla, cuyo principal campo de acción sería la Universidad Autónoma de Puebla (UAP). Después de que, en abril de 1961 un grupo de estudiantes organizará una manifestación de repudio a la invasión de Bahía de Cochinos.

A partir de ahí, los sectores conservadores de Puebla, entre los que estaban el Frente Universitario Anticomunista (FUA) y parte de la jerarquía católica, calificaran a la UAP como un reducto comunista. Por lo que pedirán la reforma de dicha institución, pidiendo la renuncia de los funcionarios pro comunistas, así como demandaron cambios en la Ley Orgánica de la Universidad.

Eventos que serían la oportunidad ideal para que la Iglesia poblana hiciera una serie de declaraciones y concentraciones masivas apoyadas por el Comité Coordinador Permanente de la Iniciativa Privada, organismo creado a raíz del conflicto con el objetivo de representar a los padres de familia pertenecientes a los sectores bancario, empresarial y comercial de Puebla.

Así, en el conflicto participara de forma muy activa el arzobispo poblano Octaviano Márquez y Toriz, quien publicó el 15 de mayo una pastoral para que fuera leída y explicada por partes en todas las misas que se oficiaran en su arquidiócesis durante los tres domingos siguientes a su recepción. Condenando en dicho documento, de manera enérgica al comunismo, el cual según decía, entre otras cosas, afectaba "todo el orden de nuestra civilización cristiana y mexicana y [los comunistas] lo amenazan de total destrucción". 

El problema de Puebla pudo ser mantenido por el gobierno federal dentro de los límites de la UAP, y hacia octubre de ese mismo año la prensa nacional dejó de informar sobre el asunto.

Extraído de: ¡Cristianismo sí, comunismo no! Anticomunismo eclesiástico en México. Por: María Martha Pacheco. PDF.

[11] La CON agruparía a asociaciones católicas que irían desde la Venerable Orden Tercera de San Francisco hasta el Club Dios y Montaña, pasando por el Movimiento Familiar Cristiano. Así, en el año de 1962 la CON contaría con 46 asociaciones afiliadas y para 1968 ya serían 53.

El documento principal de la CON sería Información básica, y en él se encontraría una visión compartida por muchos católicos, contra las actividades comunistas en México, así como la estrategia anticomunista que se pretendía seguir.

Así, Información básica establecía que el fin último de la CON era la "instauración del orden social cristiano en México" y sus fines inmediatos la "afirmación cristiana para impedir la implantación del Estado comunista en México" y la "transformación de las instituciones". Además de "fortalecer por todos los medios, la Unión de Padres de Familia", principalmente.

Mientras que en lo referente a los medios educativos, aseguraría que los comunistas estaban presentes en las escuelas normales; en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza; en la Universidad Nacional, principalmente en las escuelas de Economía, Ciencias Políticas y Sociales y Filosofía y Letras; en el Instituto Politécnico Nacional; en el Instituto de Antropología e Historia y en posiciones clave de la Secretaría de

Educación Pública, en donde según la CON, el texto único obligatorio le era propicio a los comunistas, puesto que controlan su orientación.

Extraído de: ¡Cristianismo sí, comunismo no! Anticomunismo eclesiástico en México. Por: María Martha Pacheco. PDF.

[12] Daniel Hernández (13 de septiembre de 2013). «A 45 años del linchamiento en Canoa, nunca se hizo justicia».

[13] ESTADOS UNIDOS Y LA CONTENCIÓN DEL COMUNISMO EN AMÉRICA LATINA Y EN MÉXICO Soledad Loaeza. PDF.

Para un observar con más detalle las relaciones entre el empresariado y la iglesia se puede consultar: México arde al calor empresarial, de mi autoría, en Rebelión.

[14] Guerra Fría, propaganda y prensa: Cuba y México ante el fantasma del comunismo internacional, 1960-1962. Por: Gabriel López López. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. PDF.

[15] Guerra Fría, propaganda y prensa: Cuba y México ante el fantasma del comunismo internacional, 1960-1962. Por: Gabriel López López. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. PDF.

[16] ESTADOS UNIDOS Y LA CONTENCIÓN DEL COMUNISMO EN AMÉRICA LATINA Y EN MÉXICO Soledad Loaeza. PDF.

[17] Silva Michelena José A. Política y bloques de poder. Crisis en el sistema mundial. Siglo Veintiuno, decimocuarta edición, 2007. Pág. 57.

[18] Para más datos al respecto se pueden consultar algunos trabajos de nuestra autoría en Rebelión.

[19] La relación de Estados Unidos con la región sufriría intensamente los efectos del trabajo conjunto de John Foster Dulles, y de su hermano, Allen Dulles, en las decisiones de política exterior, uno a la cabeza del Departamento de Estado y el otro como director de la CIA, cuya influencia se acrecentó, y con ella se extendió el recurso a las operaciones encubiertas.

Por ejemplo, en 1953 concluyeron con éxito una operación de desestabilización del gobierno nacionalista de Mossadeg en Irán; después pusieron la mira en Guatemala, donde el presidente Arbenz había emprendido una reforma agraria, entre otras, que afectaba los intereses de la gran corporación estadounidense, United Fruit.

No obstante, el principal argumento en contra de este gobierno era la participación de comunistas como titulares de carteras ministeriales, así como la creencia de que el propio Arbenz y su esposa eran miembros del partido comunista.

La importancia de este episodio estriba en que estableció un patrón de acción para la desestabilización de gobiernos que podían transmitir el contagio comunista en la región; al que habrían de recurrir los sucesores de Eisenhower, John Kennedy, Lyndon Johnson, Richard Nixon y Ronald Reagan.

Los primeros pasos de la operación contra Arbenz estuvieron a cargo del secretario Dulles, quien en la X Reunión de Consulta de la OEA en Caracas, celebrada el 28 de marzo de 1954, presionó a los miembros de la organización para que emitieran una declaración que condenaba al comunismo como una amenaza al hemisferio.

Unas semanas después un oficial del ejército guatemalteco, Carlos Castillo Armas, inició desde Honduras la invasión de su país a la cabeza de grupos paramilitares financiados por la CIA.

En el contexto de la época este golpe fue una advertencia para todos los países latinoamericanos, así como el origen de la tragedia guatemalteca de la segunda mitad del siglo xx.

En mayo de 1958 el vicepresidente Nixon y su esposa realizaron una gira por varios países de América del Sur, la cual, de manera inesperada, concluyó en lo que la prensa estadounidense calificó como una debacle.

Sorpresivamente, en Lima el vicepresidente enfrentó a una multitud rabiosa, formada sobre todo por estudiantes universitarios que lo encararon para reclamarle la explotación de los recursos naturales peruanos; en Caracas una turba embravecida bañó con escupitajos a la pareja Nixon y atacó con furia el coche en el que viajaban, el cual hacían brincar con tal violencia, que el vicepresidente creyó que los iban a matar. A gritos le reprocharon el descuido de Estados Unidos y la complicidad con el dictador Marcos Pérez Jiménez, a quien el presidente Eisenhower acababa de condecorar.

La interpretación de la mayoría de los medios de opinión en Estados Unidos fue que estas demostraciones de hostilidad habían estado inspiradas, si no es que organizadas, por los soviéticos; y, de nuevo, afirmaban que formaba parte de un plan que involucraba a otros países en Europa y en Medio Oriente.

Sin embargo, no dejaron de reconocer que la indignación de los latinoamericanos tenía justas razones: desde el deterioro de los términos de intercambio hasta el apoyo a las dictaduras militares. Extraído de: ESTADOS UNIDOS Y LA CONTENCIÓN DEL COMUNISMO EN AMÉRICA LATINA Y EN MÉXICO. Por: Soledad Loaeza. PDF.

[20] ESTADOS UNIDOS Y LA CONTENCIÓN DEL COMUNISMO EN AMÉRICA LATINA Y EN MÉXICO. Por: Soledad Loaeza. PDF.

[21] El País. Naciones Unidas denuncia la desaparición de 23 personas en Nuevo Laredo a manos de fuerzas federales. 30-05-2018.

[22] La jornada. Valentina Rosendo Cantú: la hora de la justicia. Por: Luis Hernández Navarro. Martes 5 de junio de 2018.

[23] Procedimiento jurídico mediante el cual cualquier ciudadano puede comparecer inmediatamente ante el juez para que este determine sobre la legalidad del arresto.

[24] Rebelión. La desaparición forzada en Honduras. Cofadeh pide nuevo marco normativo y fiscalía especial. Por: Giorgio Trucchi. Rel-UITA. 07-06-2018.

Ramón César González Ortiz es Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos por la UNAM.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Conformación del narcoparamilitarismo en México (III)La CIA y el tráfico de drogas en el mundo. El preámbulo de sus vínculos con los narcotraficantes mexicanos y la conformación del narcoparamilitarismo

Ramón César González OrtizRebelión

Estados Unidos ha invadido distintas partes del mundo, en ocasiones a partir del envió directo de sus fuerzas armadas y en otras a partir de la conformación de ejércitos de apoyo (proxy armies), que han sido financiados por traficantes de droga locales, y que han llegado a constituirse como grupos paramilitares.

Ocurriendo así, a pesar de que, en 1929,  el entonces ministro de relaciones exteriores estadounidense, Henry Stimson, se negaba a respaldar operaciones de espionaje, argumentando que, "los caballeros no leen correos ajenos." Sin embargo, para 1941, el presidente Roosevelt, al prepararse para la Segunda Guerra Mundial, creara la Oficina del Coordinador de Información (COI), como nuevo servicio de inteligencia que estaría bajo el mando del General William "Wild Bill" Donovan.

Y, adicionalmente, en 1942, Roosevelt reestructurará el COI, mediante la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), la cual tendría como prioridad, mejorar las acciones encubiertas, además de que destacaría porque, dentro de sus filas se encontrarían ricos y poderosos de los EE.UU.

E iniciaría la OSS algunas de sus primeras operaciones de espionaje anglo-estadounidense, en 1943, en la Italia fascista, después de que Donovan reclutará a la Iglesia católica en Roma, como centro de espionaje.

Acciones que, al poco tiempo extenderían su campo de acción hacia la desestabilización de movimientos políticos y sociales, así como de gobiernos extranjeros, mediante estrategias de guerra económica y psicológica, asesinatos y la formación de grupos paramilitares.

Particularmente después de que la OSS fuera abolida [1], y los Estados Unidos dieran paso a la creación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) [2], creada en 1947 [3], a partir de que el presidente Truman pide ayuda militar a Grecia, para apoyar a las fuerzas derechistas que combatían a los comunistas rebeldes.

Toda vez que, Truman veía con recelo la instauración de regímenes comunistas sometidos a Moscú en Polonia, Alemania oriental, Hungría, Rumania y Checoslovaquia. Así como la aplicación por parte de Stalin, de una doctrina de soberanía limitada, al colocar en los Estados del este de Europa bajo el control de oligarcas locales, del brutal Ejército Rojo y del KGB, servicios secretos soviéticos.

Y siguiendo el mismo razonamiento Truman, en 1947, mediante la CIA y la creación del National Security Council (NdT) o Consejo de Seguridad Nacional. NSC. Tratará de impedir que la izquierda italiana gane las primeras elecciones nacionales de la postguerra, que debían celebrarse el 16 de abril de 1948. Así como en 1948, recrea un ala de acción encubierta, denominada Oficina de Coordinación Política, la cual estaría dirigida por el abogado Frank Wisner, de Wall Street.

Oficina que, conforme a su carta constitucional confidencial, sus responsabilidades abarcarían la propaganda, la guerra económica, la acción directa preventiva, el sabotaje, el anti-sabotaje, la demolición y procedimientos de evacuación; la subversión contra estados hostiles, incluyendo la ayuda a los grupos de resistencia clandestina, así como el apoyo de elementos anti-comunistas indígenas en los países “amenazados del mundo libre” [4].

La CIA y la mafia en Italia.

La influencia de la CIA en Italia se dará después de que, tras la derrota de las potencias del Eje, el presidente estadounidense Franklin Roosevelt, el primer ministro británico Winston Churchill y el principal dirigente de la URSS Josef Stalin se reunieron en Yalta (Crimea), en febrero de 1945, para discutir el destino de Europa y tomaron la decisión, crucial para Italia, de incluir esa península en la esfera de influencia estadounidense.

Además de que, ocurrirá en el marco de la creciente popularidad e influencia del Partido Comunista Italiano (PCI, secretamente financiado por la URSS) y el poderoso Partido Socialista, que se unieron para conformar el Fronte Democratico Populare (FDP). Hecho que molestaría mucho a Harry Truman [5].

De forma que, Londres y Washington decidieron cambiar de política dejando de aportar su ayuda a los partisanos italianos, en su mayoría comunistas, que gozaban de cierto prestigio entre la población debido a su heroica resistencia contra el fascismo [6].

Así como, la CIA, los servicios secretos militares italianos, el ejército, diversos movimientos terroristas de extrema derecha, que gozaban de todo el apoyo político de la conservadora Democracia Cristiana Italiana (DCI). Se alinearían bajo la operación Gladio, para combatir a los comunistas.

Hasta llegar a convertirse la DCI, al amparo de los Estados Unidos, en una muralla contra el comunismo. En lo cual ayudaría la OPC, departamento de operaciones especiales de la CIA, que –bajo la dirección de Frank Wisner– había montado la red Gladio, e inyectado entonces 10 millones de dólares al partido demócrata-cristiano.

Mientras que, al mismo tiempo comunistas y socialistas serían blanco de campañas de difamación. Mediante, la publicación de panfletos anónimos por parte de la CIA, con calumnias sobre la vida sexual y la vida privada de los candidatos del PCI, en los que se les atribuían contactos con los fascistas y/o con movimientos anticlericales.

Actos en los que destacaría Alcide De Gasperi, a partir de que, gracias a su intervención, como primer ministro y dirigió 8 gobiernos sucesivos entre 1945 y 1953, la vieja burocracia fascista lograría mantenerse y combatir a los comunistas, a partir de su experiencia previa durante el régimen de Hitler [7].

Toda vez que, el primer ministro De Gasperi y el ministro del Interior Mario Scelba supervisaron personalmente la reintegración de funcionarios profundamente comprometidos con el régimen fascista.

Pero además de recurrir a antiguos fascistas, los estadounidenses en Italia también recurrirían a jefes de la mafia, incluso antes del fin de la guerra, a partir de que, el propio jefe de la OSS en Italia, Earl Brennan, medio ante el secretario estadounidense de Justicia para que éste último redujera la pena de 50 años de cárcel que pesaba contra Charles «Lucky» Luciano, en los Estados Unidos.

Hechos que tendrían por objetivo que, a cambio de la libertad de Luciano, éste proporcionaría al ejército estadounidense una lista de los más influyentes mafiosos sicilianos, para que apoyarán el desembarco estadounidense de 1943, en Sicilia. Nexos que a partir de entonces se mantendrían entre la CIA y la mafia, para luchar contra el comunismo en Italia y en Sicilia, así como en otras partes del mundo.

Lucha que en Italia culminaría con la obtención por parte del DCI de un 48% de los sufragios, obteniendo así 307 escaños en el parlamento, mientras que el FDP tuvo que contentarse con el 31% de los votos y 200 escaños.

Además de que, después de lograr apartar al PCI del gobierno, la Italia gobernada por la DCI proestadounidense fue invitada, el 4 de abril de 1949, a incorporarse a la OTAN, que acaba de ser creada, en calidad de miembro fundador.

Así como sólo unos días antes, el 30 de marzo de 1949, Italia se dotaría de su primer servicio de inteligencia militar desde 1945, nacido de la colaboración con la CIA. E integrada al ministerio de Defensa, aquella unidad secreta sería bautizada con la apelación de SIFAR [8] y puesta bajo el mando del general Giovanni Carlo [9].

La CIA y la mafia en Francia.

Hechos que serían replicados en Francia, después de que, el 14 de junio de 1940, París caía en manos de los nazis y el general Charles de Gaulle se refugiará en Londres, declarando por radio a los franceses que él representaba el único gobierno legítimo de Francia.

En tanto que, los simpatizantes de la extrema derecha en el seno del ejército francés y de las élites políticas, partidarios del mariscal Philippe Petain, pactaban con el ocupante nazi e instalaban un gobierno de colaboración en Vichy.

En ese contexto, De Gaulle insistió en proseguir la guerra contra la ocupación alemana. Y para recoger información de inteligencia, garantizar la comunicación con los movimientos locales de resistencia en el interior de Francia, así como organizar operaciones de sabotaje en territorio enemigo, De Gaulle funda en Londres el Buró Central de Inteligencia y Acción (BCRA, siglas en francés) [10].

Acciones que, junto con el desembarco aliado en Normandía, el 6 de junio de 1944, y de la liberación de Francia por los estadounidenses. Llevarían a que De Gaulle lograra entrar triunfalmente en París y se colocara a la cabeza del Estado. Mientras que, el mariscal Petain, que había colaborado con Hitler, fue condenado a muerte, pena que sería más tarde conmutada por cadena perpetua.

Y así, nacería en Francia la IV República (1946-1958), misma que se caracterizaría por su inestabilidad política y militar, así como por las luchas entre los diferentes partidos que se disputaban el poder.

Siendo así porque, el Partido Comunista Francés (PCF) gozaría de gran popularidad, debido al importante papel que había desempeñado en la Resistencia contra el régimen de Vichy. Adquiriendo un inmenso prestigio y una especie de autoridad moral por haber sido la punta de lanza de la Resistencia.

Mientras que, en el bando de la derecha, quienes fueran los colaboradores de Vichy, dentro del ejército, de los círculos industriales y de negocios no soportaban la idea de ver a Francia caer en manos del comunismo, ya fuera a través de un golpe de Estado o de una victoria del PCF en el marco de elecciones democráticas.

Postura de la derecha francesa a la cual se le unían, Estados Unidos y Gran Bretaña, quienes también estaban decididamente en contra del PCF, por estimar que ese partido estaba al servicio de Moscú.

Y de ahí, al igual que en Italia, después de 1945, se desataría una guerra secreta en Francia, contra los miembros del PCF, así como contra los sindicatos de izquierda, que se tuvieron que enfrentar a la CIA y a ciertos elementos de los aparatos político, militar y policial francés.

Llevando a cabo la CIA enormes operaciones de propaganda y terrorismo. Así como recluto pandilleros corsos para minar la voluntad política de los obreros portuarios comunistas, que era la fuerza mayor de la izquierda de ese país.

De manera que la CIA, unida en una violenta campaña anticomunista con el partido RPF de Charles de Gaulle y su rama paramilitar, la SO/RPF, así como con la rama paramilitar del partido socialista francés, la SO/SFIO, reclutaron a las familias criminales Guerini y Francisci, igual que a los pandilleros Jo Renucci y Jo Attia.

Además de que, dicha cooperación llevaría a que en los años siguientes se formaran agencias de inteligencia francesas como la SDECE (integrada por Jo Attia), la SAC (a cargo de Jacques Foccart) y la OAS. Y gracias a estas se constituyera la afamada Conexión Francesa, misma que posiciono a la mafia corsa sobre el tráfico de heroína turca hacía Norteamérica, vía Paraguay y/o Cuba [11].

La CIA y la mafia en España.

En 1953, Francisco Franco lograría consolidar su posición en la escena internacional tras firmar con Washington un pacto que le permitía a Estados Unidos el despliegue de misiles, tropas, aviones y antenas SIGINT (Signals Intelligence) en territorio español.

Además de que, Estados Unidos sacaría a España de su aislamiento internacional convirtiéndola en 1955, a pesar de la oposición de muchos países, comenzando por la Unión Soviética, en miembro de la Organización de Naciones Unidas.

Todo ello con la intención de consolidar una «muralla contra el comunismo» desde España, y para lo cual, además, el secretario de Estado John Foster Dulles, hermano del director de la CIA Allen Dulles, se reuniría con Franco en diciembre de 1957, así como con su hombre de confianza, Carrero Blanco, para cultivar las relaciones entre la dictadura española y la CIA [12].

Hechos que llevarían a que, al igual que los dictadores de Latinoamérica, Franco se convirtiera en un aliado de Washington. Y, siguiendo el comportamiento típico de los oligarcas, Franco se enriquecería, a la vez que garantizaría su control sobre el poder, instaurando una jerarquía basada en los privilegios y la corrupción.

Actos que se darían a partir de que Franco autorizara la obtención de enormes beneficios provenientes de negocios sucios a sus más cercanos colaboradores. Mientras que estos a su vez beneficiaban a sus propios subordinados, y así sucesivamente.

Y bajo esa tesitura, el ejército y los servicios secretos españoles prosperaron fuera de todo control, hasta dedicarse al tráfico de armas y de estupefacientes, así como al terrorismo en la misma escala que al contraterrorismo.

Expresándose los actos terroristas en 1968, cuando Franco también haría frente al movimiento internacional de protesta de los estudiantes. Y el ministro de Educación de España solicitara al jefe de la Tercera Sección de Información del Alto Estado Mayor (SIAEM) [13], el general Marcos, que organizara operaciones secretas contra las universidades.

Y de ahí, el almirante Carrero Blanco, muy cercano a la CIA, crearía en el seno del SIAEM una nueva unidad especial de guerra secreta bautizada como OCN cuyo blanco serían los estudiantes, profesores y el movimiento revolucionario social en su conjunto.

Pero, además, Carrero Blanco, tras varias operaciones exitosas, decidió, en marzo de 1972, convertir la subdivisión OCN del SIAEM en un nuevo servicio secreto que se llamaría Servicio Central de Documentación de la Presidencia del Gobierno (SECED), que estaría bajo el mando de José Ignacio San Martín López, quien ya dirigía la OCN desde 1968 [14] .

La CIA y el tráfico de drogas en Asia.

Los norteamericanos tenían la ambición de convertir a China después de la SGM en una semicolonia o al menos en una de sus zonas de influencia, sin embargo, después de todos los sufrimientos de la Segunda Guerra Mundial, el pueblo norteamericano ya no estaba dispuesto a apoyar una nueva guerra para subyugar a China. Y, más importante aún, los soldados estadounidenses no estaban dispuestos a luchar en esa guerra.

De modo que, los EE. UU, en lugar de recurrir a una invasión directa, recurriría a las intrigas, para lo cual fue enviado del general George C. Marshall a China en 1946. Actuando Marshall con la excusa de encargarse de las negociaciones entre el Ejército de Liberación Popular de China (ELP) y Chiang Kai-shek.

Sin embargo, el objetivo de Marshall sería fortalecer a Chiang mediante el suministro de armas, dinero y equipamiento que le permitieran crear fuerzas nacionalistas y preparar una nueva ofensiva. Maniobras que no engañaron a Mao, quien aceptó participar en las negociaciones, pero continuó preparándose para una reactivación de las hostilidades.

De manera que, entre 1946-1949, los Estados Unidos ayudarían al Kuomintang (KMT, partido burgués chino), que combatía al gobierno comunista chino desde Birmania y Taiwán, con cientos de millones de dólares y el suministró de bombarderos, aviones de combate, armas, tanques, lanzacohetes, rifles automáticos, bombas de gasolina, proyectiles de gas, entre otras armas.

Además de que, s abiendo la CIA que el KMT estaba profundamente involucrado en el tráfico de opio, no lo combate, sino que reorganiza masivamente la industria en el Triángulo de Oro (área entre Tailandia, China y Laos). 

De suerte que, apoyándose la CIA en contrabandistas corsos, logra financiar la guerra contra el comunismo en China. Destacando en tal operación el ruso zarista Mitch Werbell III, los agentes de la CIA E. Howard Hunt y Paul Helliwell, así como el ex -legionario francés Lucien Conein, todos ellos veteranos de la OSS.

Así como la CIA utilizaría también al ejército del Kuomintang, en Birmania, dado que el KMT traficaba droga en la región. Y, cuando dicho ejército le resulto totalmente ineficaz, la CIA desarrolló su propia fuerza en Tailandia (bajo el nombre de PARU) [15].

Acciones que se desarrollarían en China, a partir de que, el Kuomintang había prometido entregar a los estadounidenses, los derechos de soberanía de ese país, lo cual les permitiría a los EE.UU controlar sus derechos de navegación interior, así como obtener privilegios comerciales especiales, y privilegios especiales en sus asuntos internos y externos.

Y que llevarían además a que, mientras se mantuvieron esos acuerdos, las fuerzas norteamericanas fueron culpables de muchas de las atrocidades que se cometieron contra el pueblo chino como: asesinatos, palizas, violaciones y demás actos ocurridos con total impunidad.

Pero, aun así, los norteamericanos fueron incapaces de triunfar en esa guerra civil. Además de que, las armas enviadas por Washington después serían utilizadas por los vietnamitas contra el ejército norteamericano, ya que casi todo el material militar fue capturado por las fuerzas de Mao [16].

Sin embargo, tales resultados, no desanimaron a los estadounidenses, sino que, dichos actos también se replicarían en Laos, de 1957 a 1973. Siendo que, en ese país, para los estadounidenses representaba un problema el Pathet Lao, grupo izquierdista con suficiente apoyo popular para ser miembro de cualquier gobierno de coalición.

De manera que, la CIA realizo aproximadamente un golpe por año intentando anular sus elecciones democráticas e incluso crea un "Armee Clandestine", formada por mercenarios asiáticos como el ejército de los Hmong, cuyo líder era el narcotraficante Vang Pao.

Y para apoyarlo, la CIA transfirió a muchos veteranos de JM/WAVE [17] a Laos, donde estarían incluidos Shackley y Clines. Así como la CIA mato a los competidores de Vang Pao, para que éste tuviera mayor libertad en la siembra y traslado de opio a los EE.UU. Donde sería vendida por Santos “Don Santos” Traficante Jr. y con las ganancias del tráfico poder financiar la guerra .

Pero peor aún, Vang Pao, contando con la anuencia de la CIA realizó una campaña contra “los subversivos comunistas” que en realidad resultaron ser decenas de miles civiles inocentes. Actividades en las que también participarían, Félix Rodríguez, Rafael “Chi-Chi” Quintero y Donald Gregg, siendo este último asesor de seguridad de George Bush y posteriormente embajador en Corea del Sur.

Y por si todo lo anterior hubiera sido poco, a Laos también fueron enviados en la supuesta lucha contra los comunistas, la fuerza aérea estadounidense, comandada por el teniente coronel Richard V. Secord, el Military Assistance Command- Special Operations Group (MACV-SOG), unidad especializada en asesinatos y conflictos no convencionales, que respondía al mando del veterano de la OSS John K. Singlaub. Así como en ese país se implementó la operación “Fénix”, única que ha sido admitida públicamente por la CIA y durante la cual se asesinaron a más de 60,000 civiles [18].

Pero pese a todos esos esfuerzos, tanto los ejércitos clandestinos como el regular enviado por los EE.UU sufriría numerosas derrotas, por lo que los estadounidenses terminarían sus acciones, dejando caer más bombas sobre Laos que todas las bombas estadounidenses lanzadas en la Segunda Guerra Mundial. Lo cual llevaría a que, una cuarta parte de los laosianos se convirtieran en refugiados, así como muchos de ellos llegarían a intentar sobrevivir hasta en cuevas [19].

La CIA y los yakusa de Japón.

Después de la capitulación de Japón, el 14 de agosto de 1945, los principales jefes ultranacionalistas responsables de la militarización de ese país serían arrestados por las autoridades militares estadounidenses del general MacArthur [20].

Pero siendo que, MacArthur, después de ser nombrado comandante supremo de las fuerzas aliadas (SCAP), ideará, conforme a las directivas de Truman, hacer de Japón un bastión del intervencionismo estadounidense en el sudeste asiático. Éste terminara muy pronto con la “limpia”, y al igual que en otras partes del mundo, en el contexto de la guerra fría, mediante la CIA, los EE.UU convertirán a los criminales de guerra, en los principales artífices de la «democracia».

Resultando entonces que, incluso antes de que el presidente Truman tomase la decisión final, la CIA se preparó para combatir a la URSS reclutando a los cuadros del Eje.

De manera que, en Europa, James J. Angleton, a la cabeza de la unidad X-2, recicla fascistas y nazis. Mientras que, en Asia, el general Charles Willoughby (su verdadero nombre, Adolf Tscheppe-Weindenbach) haría lo mismo con los imperialistas nipones en el marco de los servicios de inteligencia del ejército de ocupación, el G-2.

Así, Willoughby logra reclutar al general Seizo Arisue, ex-jefe de la inteligencia del Estado Mayor; a Ryoichi Sasakawa, jefe de una milicia fascista; a Nobusuke Kishi, colaborador cercano del general Tojo y a Yoshio Kodama, quien fuera jefe de una banda yakusa.

Poniendo, Willoughby, especial interés sobre Yoshio Kodama, quien, tras su participación en la guerra adquirió una gran fortuna y esta le permitiría financiar cualquier tipo de actividad. Resultando entonces que Kodama, en vez de ser juzgado, se le propuso un trato: liberarlo si aceptaba cooperar [21].

Y aceptando cooperar, Kodama en 1949, por instigación de la CIA reactiva sus redes mafiosas en Japón para luchar contra los sindicatos de izquierda y, en Manchuria, para montar operaciones de espionaje. Intentando acabar particularmente con los sindicatos en las minas de carbón.

Sin embargo, los rompehuelgas dirigidos por Kodama fracasan ante los decididos mineros. Así como fracasara más tarde en China al intentar enviar a Shanghai un barco-espía, que es interceptado por los chinos.

Teniendo Kodama más suerte en la política, siendo que, en 1954, Kodama prepara la creación del gran partido conservador. Dentro del cual, él mismo sería uno de los miembros del comité de grandes electores que elige a Ichiro Hatayoma, quien se convierte en primer ministro en 1954.

Y más aún, para fines de los años 50, Kodama al retomar contacto con los servicios secretos estadounidenses e iniciar La batalla del Ampo, se le abre la posibilidad de reunir a las diferentes bandas de Tokio en una sola organización anticomunista. De manera que, en 1967, su amigo yakusa, Nobusuje Kishi, después de haber ocupado el puesto de secretario general del PLD, se convierte en primer ministro y comienza a recompensar a sus amigos de siempre.

Así como, el yakusa Ichiro Kono, miembro de la Dieta, fue nombrado ministro de Agricultura y el monopolio de la gestión de las apuestas en las carreras de lanchas con motor fuera de borda fue puesto en manos de Ryoichi Sasakawa. Época en la cual además Kodama participa en la creación de la Liga Anticomunista de los Pueblos de Asia (People’s Anti-Communist League, APACL), que daría lugar a la aparición de la Liga Anticomunista Mundial (World Anti-Communist League, WACL).

Alianza entre Kodama y la CIA que además también rendirá sus frutos en 1960, cuando los pocos movimientos de izquierda que aún existen tratan de oponerse a la ratificación de un nuevo tratado de

seguridad que autorizaría Estados Unidos a instalar armas atómicas en territorio japonés. Siendo que, en ese momento, también se recurre a Kodama para mantener a raya el Consejo del Pueblo Contra la Revisión del Tratado de Seguridad (Ampo).

Además de que, con la intensión de asegurar un digno recibimiento al presidente Eisenhower, en Japón, se contratan yakusas para contener al Ampo. Por lo que, en esa ocasión, Yoshio Kodama organiza la intervención del hampa reuniendo por primera vez a los principales padrinos de Tokio: Kakuji Inagawa, jefe del Kinsui-kai; Yoshimitsu Sekigami, patrón del Kinsui-kai y Kinokuse Ozu.

Teniendo todas estas agrupaciones por misión, combatir, junto a veteranos de la Segunda Guerra Mundial, a los militantes del Ampo. De manera que, Yakusas y ultranacionalistas convierten las manifestaciones en verdaderas batallas.

Actos en los cuales fracasan los yakusas, pero le permiten a Kodama aumentar su control sobre las bandas, así como participar activamente en la fundación de la Zen ai kaigi (Consejo General de Organizaciones Patrióticas), legado directo de la batalla del Ampo. Y le posibilitan intentar reunir, en 1963, a todas las bandas en un grupo político único, el Kanto-kai, que tendría como objetivo oficial la lucha contra el comunismo.

Hechos que, a pesar de la habilidad de Kodama, su proyecto se enfrentará a la hostilidad de Kazuo Taoka, el jefe de la banda de Osaka. Y, la unión planteada por Kodama y dirigida por Kakuiji Inagawa, solo logran reunir finalmente a siete bandas, sin salir de los límites de Tokio.

Además de que, en poco tiempo, los conflictos entre las bandas provocan la ruptura de la alianza, hasta llegar a la disolución del Kanto-kai en 1965. Fracaso que no menguara la considerable influencia de Kodama sobre el hampa japonesa, puesto que, a menudo, junto a su amigo Sasakawa, Kodama servirá como árbitro en las guerras entre bandas [22].

La CIA, la mafia y el tráfico de drogas en América Latina.

En 1959, en Cuba daría inicio una de las operaciones más famosas de la CIA, la guerra secreta contra Cuba. Después de que en ese mismo año fuera derrocado el dictador Fulgencio Batista por la revolución popular encabezada por el guerrillero Fidel Castro.

En dicha operación perpetrada por la CIA, destacaran personajes del crimen organizado como John Roselli, Sam Giancana y Santos “Don Santos” Traficante Jr., puesto que ellos también perdieron sus propiedades en Cuba por la Revolución.

De suerte que, estos personajes conspiran junto con agentes de la CIA y el entonces presidente estadounidense Richard Nixon para asesinar a Fidel Castro por medio de una expedición organizada para invadir Cuba. Poniendo en acción la Operación 40, que realizo asesinatos, secuestros y destrucción de propiedades con la finalidad de desestabilizar el régimen cubano.

E incluyo dicha operación, un sub-grupo llamado ZR-RIFLE, que tenía la misión particular de asesinar a Fidel Castro, Raúl Castro y Ernesto “Che” Guevara. Estando dirigido ZR-RIFLE por E. Howard Hunt y bajo su mando Rafael “Chi-Chi” Quintero, Luis Posada Carriles, Félix Rodríguez y Frank Sturgis. Mismos que además estarían activos décadas después en una gran variedad de actividades en comunión con la CIA, dictadores latinos y el fascismo europeo.

Sin embargo, la operación 40 sería remplazada por una invasión a mayor escala en Playa Girón que igualmente sería un gran fracaso.

No obstante, más adelante la CIA, en unión de grupos de exiliados cubanos realizaría otra operación clandestina contra Cuba que se llamaría Operación Mongoose, que estuvo a cargo de Edward Lasdale, y cuyo cuartel general estuvo en Miami, conocido como JM/WAVE.

Dicha base a su vez estaría dirigida por Theodore Shackley y su asistente Thomas Clines. Quienes para su financiamiento contaron en parte con los recursos brindados por la heroína vendida en los EE.UU por la mafia. Sin embargo, tal operación también sería un fracaso y fue cancelada [23].

El tráfico de drogas y la CIA en Bolivia.

Debido a que las operaciones encubiertas contra Cuba fracasaron, en 1965, la base JM/WAVE fue cerrada y la Operación Mongoose cancelada, sin embargo, frustrados y desesperados, los exiliados cubanos recrudecieron su campaña de terrorismo, de manera que comenzaron a atacar a cualquier individuo, negocio o gobierno que mantuviera relaciones con Cuba.

Así como, en adición a sus ataques, para compensar el abandono de la CIA, los exiliados cubanos dieron forma a sus propias organizaciones, como la Brigada 2506, Alfa-66, Omega-7, FNLC y CORU. Organizaciones que financiarían sus operaciones mediante el narcotráfico y gracias al patrocinio de fascistas europeos y dictadores latinos.

Además de que, Alfa-66, que sería la representante de los exiliados cubanos ante la Liga Mundial Anticomunista, creo una filial sudamericana que llevaría por nombre Confederación Anticomunista Latinoamericana (CAL).

Confederación que también sería un proyecto conjunto con el fascismo internacional y una facción ultrarreaccionaria del vaticano que estaba empeñada en exterminar a los curas y laicos que predicaban la teología de la liberación, por lo que además colaboraba con generales argentinos, CAUSA Internacional (el brazo político de la iglesia de Sun Myung Moon) y los amos del cartel de cocaína boliviano para poner al narcotraficante Luis García Meza en la presidencia de Bolivia en 1980 [24].

Por lo que, en Bolivia durante 1980 logro encumbrarse en el gobierno una auténtica mafia civil-militar, que se fortaleció mediante el flujo ilícito de dólares provenientes de la venta de drogas, y el consecuente amparo de la corrupción que esto conlleva, así como el abuso de poder.

Y todo lo cual, a su vez, sería producto de una larga secuencia de golpes de Estado militares, como el perpetrado por el general Barrientos en 1964 en ese país. Pero particularmente a partir del golpe de Estado civil-militar, encabezado por el entonces coronel Hugo Banzer, para derrocar al presidente de izquierda Juan Torres, ocurrido entre los días del 19 y 21 de agosto de 1971.

Hechos que dejarían, según informes de la Asamblea de Derechos Humanos, cerca de 200 muertos a bala, 65 desaparecidos y más de mil heridos.

Y que contarían con asesoramiento y respaldo internacional, como el brindado por los brasileños, quienes entregaron sumas importantes de dinero a los golpistas, introdujeron armas en escala importante y prepararon toda la frontera para operaciones de mayor envergadura.

En tanto que, el cuartelazo fue meticulosamente preparado desde Buenos Aires (Argentina), por altos funcionarios de la Embajada de Estados Unidos, un grupo de militares “fascistas” (argentinos, brasileños y bolivianos) y destacados militantes del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y la Falange Socialista Boliviana (FSB) [25].

Y lo cual dejaría como resultado, que, a partir del golpe de Banzer, el grupo de oficiales más próximos a éste se vería beneficiado con todo tipo de favores y licencias derivadas de que, a cada uno de ellos se les asignaron puestos en la administración de los asuntos públicos.

Llevando a su vez a que privaran los abusos y la corrupción, por lo que varios jefes y oficiales se vieron envueltos en negocios y tráficos ilícitos, al margen de toda ley con total impunidad.

Así, se tráfico con gasolina, maderas preciosas, autos, armas, drogas, etcétera. Además de que serían el origen de superganancias y fortunas espectaculares. Y donde destacaría el tráfico de la cocaína como el factor fundamental del surgimiento de una mafia militar-civil-narcotraficante.

Aun así, el experimento de Banzer fracaso, al no logra llevar a buen puerto los intereses de la burguesía local e imperialista, quienes, en consecuencia, recurrirán cada vez más al uso de bandas armadas que tendrán un carácter absolutamente irregular e ilegal, y estarán conformadas por elementos organizados militarmente, pero vestidos de civil. Quienes estarían dedicados a las “tareas sucias” de la represión política y del terrorismo de Estado. Generalmente como “policías paralelas”, “grupos parapoliciales” o “paramilitares”.

Actores que al amparo del poder de las fuerzas armadas bolivianas comenzaron a constituirse en los 80. Aunque parte de sus orígenes tuvieron fundamento en los grupos de choque que en los años cincuenta organizo la Falange Socialista Boliviana (FSB), a cargo de Carlos Valverde Barbery, bajo el nombre de “Camisas Blancas”, y que en ese momento tuvieron como fin combatir a las milicias populares del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).

Y, ya durante el sangriento golpe de Estado en Bolivia, en agosto de 1971, harían su aparición los primeros embriones. En La Paz estos grupos fueron francotiradores asesinos, donde destacaron el “Mosca” Monroy y Alberto Álvarez, así como la pandilla llamada los “Marqueses”.

En tanto que en Santa Cruz se experimentó con la aplicación del sistema de “escuadrones de la muerte”, llevados a Bolivia desde Brasil. En estos hechos los dirigentes fueron Widen Razuk Abrene y Oscar Román Vaca, organizando a los escuadrones que entre el 19 de agosto de 1971 y marzo de 1972 asesinaron a 304 personas.

Actos que fueron premiados por Bánzer con cargos públicos: Monroy fue a la Dirección de Aduanas, Álvarez a la Presidencia de la Lotería Nacional, Razuk a la Prefectura del Departamento de Santa Cruz y Román Vaca a la Presidencia del Comité Pro Santa Cruz.

Además de que, con tales individuos y con otros derivados del ejército, la policía y el hampa, el régimen de banzerista organizo su policía política que tendría como nombre Departamento de Orden Político (DOP), que estaría encubierto como dependencia del Ministerio del Interior.

Y a su amparo, durante los siete años que duró la dictadura, distintas bandas semiclandestinas y parapoliciales fueron las encargadas de sembrar el terror entre la población, recurriendo a asaltos nocturnos en los domicilios de quienes eran molestos al régimen, así como a los cada vez más “refinados sistemas de interrogatorio”, la abierta tortura y las “detenciones”, que en realidad eran secuestros políticos.

Así, se hicieron “celebres” torturadores militares como: el coronel Rafael Loayza, jefe de Inteligencia del Ministerio del Interior, el capitán Carlos Mena, jefe de Operaciones del Ministerio del Interior y el posterior sucesor de Loayza, el coronel Jorge Cadima, el Rudy Landívar y el mayor Tito Vargas [26].

Además de otros tantos civiles como: Guido Benavides (inspector de policía, jefe del DOP y luego de la Dirección de Investigación Nacional DIN), Jorge “Coco” Balvián y Daniel “Damy” Cuentas, este último ex militante revolucionario.

Todo lo cual fue posible después de que el general Juan Pereda –ministro del interior desde 1974-, fue derrotado por la oposición, una vez que se echó a andar el proyecto de “legitimación electoral” de la dictadura.

Siendo que, Pereda se levantó en armas contra Banzer y le quitó el gobierno, el 2 de julio, para ser derrocado a su vez el 24 de noviembre, por el comandante del ejército, general Padilla. Mismo que, bajo presión de los Estados Unidos prometió nuevas elecciones para legitimar su dominio en contubernio de la burguesía local e internacional.

Pero, ante la “debacle” y el desmoronamiento del régimen militar, los sectores más lúcidos del ejército se organizaron para sobrevivir y preparar su contraofensiva.

Por lo que, a partir de 1978 comienzan a llegar a Bolivia los primeros mercenarios extranjeros reclutados por el criminal de guerra alemán Klaus Barbie-Altmann (jefe de la policía política nazi GESTAPO en la ciudad francesa de Lyon durante la SGM) mediante el Ministerio del Interior boliviano (DOP-SIE), donde el refugiado nazi era asesor.

Así como hicieron su aparición en la escena boliviana los argentinos Alfredo Mario Mingolla y González Bonorino y Silva, quienes pertenecían a la “Alianza Anticomunista Argentina” (triple A). Contratados por el Ministerio del Interior, actuaron como provocadores durante la campaña electoral de 1978, así como fueron quienes dinamitaron la sede parroquial de Loreto, en Cochabamba, en septiembre del mismo año.

Adicionalmente, en ese mismo mes también llego a Bolivia igual por conducto de Altmann, el terrorista alemán Joachim Fiebelkor (desertor del ejército alemán, mercenario de la Legión Extranjera, vinculado a la “Internacional neonazi”), proveniente de Paraguay.

Y más toda vía, a fines del mismo año, Altmann llevo a Bolivia también desde Paraguay al ex soldado alemán nazi Hans Joachim Stellfeld y al mercenario belga “coronel” Jean Sheramme. Quienes recibieron sueldo y credenciales del Ministerio del Interior boliviano y se pusieron a cargo de la instrucción militar de grupos irregulares.

Grupos que finalmente actuaron durante la derrota del régimen dictatorial del coronel Alberto Natusch, en noviembre de 1979. Y que funcionaron como un ejército de paramilitares “profesionalizados” con el objetivo de conquistar el poder, ya que el ejército regular había sido derrotado, después del proceso democrático-electoral que colocará como presidente interino al abogado Walter Guevara Arce, de suerte que, ante tales hechos los militares tuvieron que retirarse a sus cuarteles después de 15 años en el poder.

Y, en dicho contexto, tan solo un día después del aplastamiento del golpe de Natusch, se preparó el siguiente golpe de Estado que tendría como brazo ejecutor a las fuerzas paramilitares. Proceso dentro del cual, la experiencia argentina sería fundamental, puesto que se hizo un uso extensivo de la represión clandestina, en lo cual eran expertos.

Si bien el capitán Miguel Ángel Benazzi, oficial de Inteligencia, uno de los primeros torturadores de la Escuela de Mecánica de la Armada argentina, ya se encontraba en Bolivia desde 1978 como funcionario de la Agregaduría Naval de la Embajada Argentina. Para 1980 llegan en masa a Bolivia los “pesos completos” expertos en provocación, terrorismo, secuestro, tortura y desaparición.

Como el siniestro capitán Antonio Pernía, quien anteriormente ya había participado en operaciones clandestinas en París y Madrid, así como el capitán Schelling, ex jefe de Inteligencia del aparato represivo montado en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Buenos Aires, quien además se llevó a todo su equipo de torturadores.

Pero el elemento fundamental para la construcción de la fuerza paramilitar golpista sería el Departamento II del Estado Mayor General del Ejército, una vez que a raíz del golpe de Natusch, queda en manos del coronel Luis Arce Gómez. Puesto que, tras el fracaso del golpe, Arce Gómez se atrinchero en el Departamento II, ante la pasividad del gobierno y de los demás jefes militares.

Y sería una de las principales “cualidades” de Luis Arce para desarrollar un nuevo golpe, el hecho de ser narcotraficante. De forma que por medio de Luis Arce y de sus contactos en la mafia del narcotráfico la fuerza paramilitar en formación encuentra no sólo su principal fuente de financiamiento, sino que además representará su principal fuente de crecimiento al incorporar masivamente a los pistoleros a sueldo de los narcotraficantes.

Para tales efectos, fueron los encargados de reclutar traficantes de cocaína, los oficiales Abraham Baptista y el capitán Rudy Landívar vinculados al narcotráfico. Configurándose desde los primeros meses de 1980 la simbiosis entre servicios secretos, el hampa del narcotráfico, militantes falangistas, mercenarios extranjeros, torturadores de la policía política y oficiales del ejército.

Todos bajo el mando invisible de la misión militar argentina. Y quedando la jefatura de tal banda terrorista en manos del coronel Arce, en tanto que la coordinación operativa estuvo a cargo de un equipo de “diplomados”, liderada por el coronel Freddy Quiroga y el capitán Hinojosa, ambos procedentes del SIE.

Grupúsculo que haría su aparición en 1980 secuestrando y asesinando con técnicas desconocidas hasta entonces en Bolivia. Causando una ola de atentados y explosiones, varias de las cuales fueron mortales, recorrieron a ese país meses antes de las elecciones. Todo lo cual ocurría ante la pasividad y complicidad del Ejército, por lo que se pudo llegar así hasta el golpe del 17 de julio. Día en que las operaciones del golpe se encontraron por completo a cargo de los paramilitares.

De manera que tan sólo en hora y media, unas cuantas decenas de individuos vestidos de civil, pero entrenados militarmente y armados con metralletas, recorrieron la ciudad de La Paz al medio día en ambulancias, hasta lograr secuestrar a la presidenta de la República, así como a su gabinete magisterial, también a la dirección político-sindical del país, además de acallar mediante la fuerza a todas las radioemisoras de la ciudad. Y una vez paralizada la capital, los paramilitares entregaron el poder al ejército en la persona de comandante general, Luis García Meza.

Demostrando así los golpistas a sus camaradas, que al utilizar a fuerzas paramilitares se podía actuar de manera “independiente” del resto de las fuerzas armadas, al tener la capacidad de lanzarse a la calle sin necesidad de recurrir a la movilización de regimientos militares cuyos comandantes podrían no estar dispuestos a ensuciarse las manos y el uniforme en tareas gansteriles. Más toda vía, servía como factor demostración para los indecisos o reticentes, al indicarles que también podían correr la misma suerte que tuvieron los políticos a manos de los paramilitares.

Y de ahí, la mayor parte de los comandantes de regimientos no dudaron en participar en la represión, después de cumplidas las primeras acciones, salieron a la calle las patrullas militares. De manera que en los allanamientos actuaron en conjunto militares y paramilitares, donde a los últimos les correspondía la iniciativa mientras que a los primeros les tocaba ser el respaldo de la fuerza [27].

La CIA, tráfico de drogas y el derrocamiento de Salvador Allende en Chile.

En 1973, la CIA derroca y asesina a Salvador Allende, quien fuera el primer líder socialista democráticamente electo en América Latina. Iniciando los problemas para Allende después de que nacionaliza las empresas de propiedad estadounidense en Chile, como ITT (International Telegraph and Telephone), quien ofrece a la CIA un millón de dólares para asestar un golpe (según se dice rechazado) [28].

Así, la CIA logrará reemplazar a Allende con el general Augusto Pinochet, quien torturará y asesinará a miles de sus propios compatriotas en un trato despiadado contra líderes trabajadores y la izquierda política.

Y para lo cual conto con el respaldo de personajes como el notorio terrorista internacional Stefano Delle Chiaie, «Caccola» [29], como lo apodaban. Y quien, en 1975, tras fallecer Francisco Franco, se va de España, comprendiendo que ese país había dejado de ser un lugar seguro, para trasladarse a Chile.

Allí lo reclutó Pinochet, en el marco de la Operación Cóndor, y le ordenó perseguir y matar a los opositores chilenos en todo el continente latinoamericano. Además de que, Caccola, después se fue a Bolivia, donde formó escuadrones de la muerte y desencadenó nuevamente una violencia sin límites [30].

Pero más aún, a partir de la dictadura de Pinochet, en Chile se les brindaría protección a importantes narcotraficantes. Igual que ocurriría con las dictaduras de Bolivia y Perú, por lo que en todos esos países ingresaron importantes cantidades de cocaína y de pasta base [31].

En Chile, por ejemplo, a mediados de los 70, en la frontera de la Región de Tarapacá, se sabía de la existencia de cocaína, pero no había un consumo importante ni existía su control, por el contrario, Chile era un pasadizo para la cocaína que iba camino a Europa y EEUU. Y sería hasta mediados de los 80, cuando el consumo y el tráfico se masificarían.

Llegando la pasta base a Arica e Iquique, ubicadas en el extremo norte de Chile, antes de 1985. Y para finales de los 80 se instaló, hasta extenderse por todo el país a principios de los 90.

Además de que, poblaciones como La Jorge Inostroza, Isluga, Las Dunas, y Laguna Verde, en Iquique; y El Boro, La Pampa y La Negra en Alto Hospicio, han vivido durante décadas bajo el submundo de las bandas de narcos.

Siendo así que, a partir de la dictadura de Pinochet y hasta la fecha, Chile se convirtió en un atractivo mercado, puerto y punto de embarque de drogas. Ingresando más del 70 por ciento de la cocaína y la pasta, por los pasos fronterizos y puertos de las regiones de Arica y Parinacota y de Tarapacá.

Todo a partir de que importantes narcos chilenos lograron establecer conexiones con ex agentes, funcionarios y parentelas de la dictadura.

Hechos evidenciados a partir de que agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) [32] como Gerardo Hüber trabajaron con Michael Townley en la fabricación de armas químicas. Y para lo cual, utilizaron al Complejo Químico del Ejército, en Talagante.

Además de que, Hüber, en 1991, desde la Dirección Logística del Ejército, estaría a cargo de la compra y venta de armas al exterior. Estando Pinochet al mando de dicho tráfico, por el que recibía comisiones a través de compañías offshore y de fachada. Pero, cuando se descubrió el tráfico ilegal de armas chilenas en Budapest, Hüber fue asesinado poco tiempo antes de que atestiguara.

Así como Eugenio Berríos, bioquímico de profesión, e implicado en el caso Letelier [33], trabajó con Hüber y Townley, produciendo la mítica cocaína negra, además del gas sarín. Hasta ser asesinado en Uruguay, en 1995, por miembros de los ejércitos chileno y uruguayo.

Sin embargo, Berríos, hasta antes de su asesinato, a fines de los 70, se integró al Complejo Químico Industrial del Ejército, cuando inicia el negocio de la cocaína y la pasta base en Chile. Además de que, Berríos y ex agentes de la DINA y la CNI, tendría como amigos íntimos a personajes como el empresario Losada, el narcotraficante Carlos Zuluaga –quien representará al cartel de Cali y después al de Medellín en Chile-, y el narcotraficante peruano Máximo Bocanegra, ex agente de inteligencia militar, quien a su vez era amigo de Vladimiro Montecinos.

Por lo que, con total impunidad cargamentos de droga serían despachados desde la Fábrica de Material de Guerra del Ejército (FAMAE) y llevados en vehículos militares al Aeropuerto Pudahuel. Teniendo como

destino principalmente Europa y puntos intermedios, como el Aeropuerto de Port au Prince (Haití) o Islas Canarias.

De manera que, entre Berríos, ex agentes de la DINA, e incluso altos oficiales del régimen militar, se dio forma a una red de tráfico que abastecía a Australia y Europa, principalmente. Así como se dedicaron al lucro ilícito mediante el tráfico de armas, estafas, fraudes, evasión tributaria e incluso, de sustancias químicas prohibidas [34].

Actos dentro de los cuales también se vería involucrado Manuel Contreras, quien fuera director de la DINA, al brindar protección a narcotraficantes, y por lo cual recibiría en pago dinero que iría a para a manos de la DINA y al lobby cubano anticastrista.

Y sería desde la DINA donde se pensaron y articularon las más brutales acciones de represión política, asesinatos, tortura y violación de derechos humanos de las que se tengan memoria.

E intentando Contreras, en 1988, negociar con Estados Unidos una salida a su condena por el asesinato de Orlando Letelier, por medio de la entrega de información. Reveló la participación que, Marco Antonio Pinochet, uno de los hijos del general Pinochet, había tenido en actividades de narcotráfico. Además de asegurar Contreras que, la familia Pinochet se enriqueció mediante el narcotráfico.

Dichos que, cobrarían más fuerza en 1993, cuando el narcotraficante estadounidense Iván Baramdyka diera una entrevista donde entrega detalles de los nexos de Marco Antonio Pinochet, sus redes en el Ejército y el rol de Álvaro Corbalán.

Además de entregar información Baramdyka, sobre el rol que jugó el Ejército, indicando que éste tenía como centro de operaciones el Complejo Químico del Ejército en Talagante, asegurando que uniformados vendían precursores químicos a carteles internacionales para la elaboración de drogas.

Entramado dentro del cual, finalmente Augusto Pinochet se adjudica un gran golpe al narcotráfico, durante los primeros años de la dictadura, con el cual, supuestamente logra barrer con una serie de carteles que operaban en Chile. Sin embargo, lo que realmente hizo fue pelear para posicionarse en el mercado y elimino a su competencia. Así, el dictador se posicionaría como el dueño y señor del tráfico en Chile [35].

Bibliografía.

Roth Jürgen. Mafias de Estado. Cómo cooperan los Estados de Occidente con la mafia del narcotráfico. Salvat, 2001.

Hemerografía.

Ganser Daniel. Los ejércitos secretos de la OTAN. Difundido en internet por Red Voltaire, Basilea, Suiza.

La Militarización del estado mexicano: el caso de las autodefensas de Tepalcatepec, Michoacán 2013 . Tesis que, para obtener el título de Licenciado en Sociología, presento Adrián Velázquez Cabello. FCPyS, UNAM, 2017.

Notas

[1] Las restantes agencias de información estadounidenses cesan en sus operaciones encubiertas y vuelven a la menos riesgosa recolección y análisis de información. Extraído de: Rebelión. Memorial de Atrocidades de la CIA. Por: Steve Kangas. 23-12-2003.

[2] Para la creación de la CIA, sería fundamental la operación PAPERCLIP, ya que mediante Paperclip, los estadounidenses reclutaron a nazis como Reinhard Gehlen, quien fuera el mejor espía de Hitler, y construyen una red de espionaje en la Unión Soviética, mediante la "Organización Gehlen", creada a partir de una banda de espías nazis refugiados.

Mediante Paperclip la comunidad de inteligencia estadounidense introdujo a criminales de guerra nazis, de contrabando a ese país, para utilizar sus conocimientos, contra los soviéticos. En tanto que, otras agencias estadounidenses supuestamente se esmeraban en atrapar a criminales de guerra nazis para arrestarlos (como hoy ocurre con los llamados terroristas y narcotraficantes).

[3] La Organización Gehlen serviría como un puente entre la abolición de la OSS y la creación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). El Presidente Truman firma el Acta de Seguridad Nacional de 1947, creando la Agencia Central de Inteligencia y el Consejo de Seguridad Nacional. La CIA es responsable ante el presidente a través del CSN -no hay vigilancia democrática o del congreso. Su carta constitucional permite a la CIA "realizar cualesquiera funciones y deberes… que el Consejo de Seguridad Nacional de vez en cuando pueda dirigir". Extraído de: Rebelión. Memorial de Atrocidades de la CIA. Por: Steve Kangas. 23-12-2003.

[4] Dentro del grupo de espías se encontraban oficiales de inteligencia de las SchutzStaffel o Escuadras de Protección, mejor conocidas como, SS. Tales como; Alfred Seis, Emil Augsburg, Klaus Barbie, Otto von Bolschwing y el Coronel SS, Otto Skorzeny.

La Organización de Gehlen [4] , sería la única fuente de información que tendrían los EE.UU en la Unión Soviética, durante diez años, después de la SGM. Extraído de: Rebelión. Memorial de Atrocidades de la CIA. Por: Steve Kangas. 23-12-2003.

[5] En un documento altamente secreto del NSC (el Consejo de Seguridad Nacional estadounidense), firmado por el propio Truman el 21 de abril de 1950, el presidente subrayaba que «Italia es la llave de la seguridad americana», Estados Unidos debe por lo tanto «estar dispuesto a utilizar todo su poder político, económico y, de ser necesario, militar» para combatir al PCI [30]. «En caso de que los comunistas lograsen entrar al gobierno de forma democrática o si ese gobierno tuviese que dejar de oponerse firmemente al comunismo dentro y fuera del país, Estados Unidos tiene que prepararse para tomar las medidas necesarias», señalaba Truman e incluso mencionaba explícitamente la posibilidad de una invasión si «parte del territorio italiano cayese bajo el dominio comunista como consecuencia de una insurrección armada». Extraído de: Ganser Daniel. Los ejércitos secretos de la OTAN. Difundido en internet por Red Voltaire, Basilea, Suiza.

[6] «Ese cambio de política fue vivamente desaprobado» por los oficiales de enlace británicos y estadounidenses que habían luchado tras las líneas enemigas junto a los comunistas italianos y «por los propios italianos». Extraído de: Ganser Daniel. Los ejércitos secretos de la OTAN. Difundido en internet por Red Voltaire, Basilea, Suiza.

[7] El príncipe Valerio Borghese, conocido como «el Príncipe Negro», sería uno de los fascistas más notorios reclutados por Estados Unidos. A la cabeza de la Decima MAS (XMAS), una fuerza de élite de 4 000 hombres creada en 1941 y puesta a los órdenes de los nazis, el príncipe había dirigido una campaña de exterminio contra los miembros de la resistencia bajo la República de Saló y se había especializado en la persecución y ejecución de comunistas italianos.

Al final de la guerra fue capturado por los miembros de la resistencia y estaba a punto de ser ahorcado cuando, el 25 de abril de 1945, el almirante Ellery Stone, procónsul estadounidense en la Italia ocupada por los aliados y amigo de la familia Borghese, se puso en contacto con James Angleton, un miembro de la OSS que se convertiría con el tiempo en el más célebre agente de la CIA, y le ordenó que se ocupara de sacarlo de

aquella situación. Gracias a la protección que Estados Unidos le garantizó, Borghese fue finalmente declarado no culpable. Extraído de: Ganser Daniel. Los ejércitos secretos de la OTAN. Difundido en internet por Red Voltaire, Basilea, Suiza.

[8] Desde su creación, el SIFAR estuvo «regulado por un protocolo ultrasecreto impuesto por Estados Unidos que constituye una total renuncia a la soberanía nacional». Según ese protocolo, implantado en coordinación con el programa de la OTAN, las obligaciones del SIFAR para con la dirección de la CIA en Estados Unidos incluían el compartir la información que se recogía y observar un derecho de control en cuanto al reclutamiento del personal, que tenía que contar con la aprobación de CIA. En efecto, el SIFAR no era independiente, sino que se hallaba bajo el control de la CIA. O más bien, como lo describió Paulo Taviani, ministro italiano de Defensa entre 1955 y 1958, los servicios secretos italianos eran dirigidos y financiados «por los tipos de la Via Veneto», o sea la CIA y la embajada de Estados Unidos en Roma. Los senadores italianos también notaron esta hegemonía de la CIA: «El Gladio fue creado como resultado de un acuerdo entre dos servicios secretos. Uno de ellos, muy importante, el estadounidense. El otro, mucho menos importante, el italiano». Extraído de: Ganser Daniel. Los ejércitos secretos de la OTAN. Difundido en internet por Red Voltaire, Basilea, Suiza.

[9] Bajo la I República Italiana, el SIFAR se inmiscuyó en numerosas ocasiones en los asuntos políticos de Italia y su división «Buró R» se encargó de comandar el ejército stay-behind anticomunista conocido como Gladio. Extraído de: Ganser Daniel. Los ejércitos secretos de la OTAN. Difundido en internet por Red Voltaire, Basilea, Suiza.

[10] Los agentes del BCRA saltaban en paracaídas sobre el territorio francés para efectuar allí misiones clandestinas que costaron muchas vidas. Por la naturaleza de sus misiones, de su entrenamiento y su equipamiento, el BCRA –disuelto antes del fin de la guerra– dejaba entrever lo que sería posteriormente el ejército secreto francés, al que pasaron muchos ex miembros del BCRA. Extraído de: Red Voltaire. Los ejércitos secretos de la OTAN (VII). La guerra secreta en Francia. Por: Daniele Ganser.

[11] Ruiz Marrero Carmelo. La CIA y su rol en el mundo contemporáneo. Ediciones en progreso, PDF.

[12] A fines de los años 1950, «las relaciones se habían fortalecido, convirtiendo el aparato de inteligencia de Franco en uno de los mejores aliados de la CIA en Europa». Extraído de: Red Voltaire. Los ejércitos secretos de la OTAN (VII). La guerra secreta en Francia. Por: Daniele Ganser.

[13] El SIAEM, también denominado como Servicio de Información del Alto Estado Mayor, fue un servicio de inteligencia militar que existió en España durante la Dictadura franquista. En 1977 desapareció al integrarse en el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID).

[14] Red Voltaire. Los ejércitos secretos de la OTAN (VII). La guerra secreta en Francia. Por: Daniele Ganser.

[15] Red Voltaire. Entrevista con Peter Dale Scott. Las drogas y la máquina de guerra de Estados Unidos

Por: Maxime Chaix.

[16] La revolución china de 1949 - centromarx.org

https://centromarx.org/index.php/documentos/historia/china/102-la...

[17] Siglas con las cuales se le conocería al cuartel general que estuvo en Miami durante la Operación Mongoose , contra Cuba y que estuvo a cargo de Edward Lasdale.

[18] Ruiz Marrero Carmelo. La CIA y su rol en el mundo contemporáneo. Ediciones en progreso, PDF.

[19] Rebelión. Memorial de Atrocidades de la CIA. Por: Steve Kangas. 23-12-2003.

[20] En un primer tiempo, el general realizo una campaña de limpieza política de la que fueron víctimas los miembros de ciertas sociedades ultranacionalistas, como la Sociedad del Dragón Negro o la Sociedad de la Virtud Militar (Butokukai), al ser considerados responsables de la militarización de Japón. Pero, a partir de 1947, cuando se establece la teoría estratégica del containment, abandona ese proyecto y trata de convertir a sus enemigos, y sus fortunas, en los pilares de la reconstrucción de Japón. Solamente 28 acusados son condenados durante el juicio de Tokio, equivalente japonés del proceso de Nuremberg que, teóricamente, debía sacar definitivamente de la escena política a los ultranacionalistas nipones.

La mayoría de los criminales «clase A» son liberados después de haber pasado apenas dos años de prisión en Sugamo. Ryoichi Sasakawa dirá posteriormente de su estancia en Sugamo que fueron «unas vacaciones ofrecidas por dios». Extraído de: Red Voltaire. Yoshio Kodama, el yakusa de la CIA. P or: Denis Boneau.   22-de enero de 2005.

[21] Kodama, al aceptar el trato y tras ser liberado por el G-2, se convierte en un agente especialmente poderoso. Puesto que él, utilizará su botín de guerra para fundar un poderoso partido de derecha, el Partido Liberal, mismo que se convertirá en el Partido liberal demócrata, organización política que dirigirá Japón durante medio siglo. Extraído de: Red Voltaire. Yoshio Kodama, el yakusa de la CIA. P or: Denis Boneau.   22-de enero de 2005.

[22] Red Voltaire. Yoshio Kodama, el yakusa de la CIA. P or: Denis Boneau.   22-de enero de 2005.

[23] Ruiz Marrero Carmelo. La CIA y su rol en el mundo contemporáneo. Ediciones en progreso, PDF.

[24] Ruiz Marrero Carmelo. La CIA y su rol en el mundo contemporáneo. Ediciones en progreso, PDF.

Golpe en el que además participarían el fugitivo y narcotraficante Klaus Barbie y el terrorista italiano Stephano delle Chiaie.

[25] Rebelión. El 21 de agosto de 1971, las calles de La Paz se tiñeron de sangre. Así el pueblo resistió el golpe de Banzer. Por: Miguel Pinto Parabá. 22-08-2018.

[26] Rebelión. De la experiencia temprana en Bolivia hasta Colombia y México. Narcotráfico y paramilitarismo, contubernio contrainsurgente. 28-05-2016. Por: Ramón César González Ortiz.

[27] Desde entonces, es de vital importancia para la clase obrera y campesina de toda América Latina, comprender que los narcotraficantes pueden actuar dentro del paramilitarismo, como una especie de “ejército paralelo” o guardia pretoriana, al servicio del ejército y fracciones de la burguesía nacional y extranjera. Y que llegan a conformar un verdadero poder dentro del ejército, debido a que los jefes y oficiales vinculados a ellos controlan al mismo tiempo puestos clave dentro del mismo. En Bolivia jefes y oficiales actuaron incluso como logias secretas, tal fue el caso de las llamadas “Águilas Negras”. Además, los narcotraficantes lograron penetrar en todos los entresijos del aparato estatal. Extraído de: Rebelión. De la experiencia temprana en Bolivia hasta Colombia y México. Narcotráfico y paramilitarismo, contubernio contrainsurgente. 28-05-2016. Por: Ramón César González Ortiz.

[28] Rebelión. Memorial de Atrocidades de la CIA. Por: Steve Kangas. 23-12-2003.

[29] Nacido en 1936, Stefano Delle Chiaie, sigue siendo hoy el más conocido de los terroristas miembros de los ejércitos secretos que combatieron el comunismo en Europa y en el mundo durante la guerra fría. Este fascista fue la pesadilla de los movimientos de izquierda del mundo entero, pero particularmente en España, recibía muy buena paga por los servicios que prestaba. «Hacía viajes muy costosos, siempre en avión, incluyendo vuelos transatlánticos. Caccola recibía casi siempre el dinero de los servicios secretos y de la

policía española.» Entre los blancos del fascista se hallaban los terroristas de ETA (Euskadi Ta Askatasuna) que luchaban por la independencia del país vasco.

Pero después de su huida de España prácticamente no volvió más al Viejo Continente, excepto en 1980, cuando la policía italiana sospecha que volvió a su país natal para perpetrar el atentado de la estación de Bolonia. El 27 de marzo de 1987 este intocable mercenario fue finalmente arrestado en Caracas por los servicios secretos venezolanos, a los 51 años.

En sólo pocas horas, agentes de los servicios secretos italianos y de la CIA llegaron a Caracas. Caccola no expresó ningún remordimiento, pero señaló en pocas palabras que muchos gobiernos lo habían protegido durante su guerra contra la izquierda a cambio de que él ejecutara para ellos ciertas misiones: «Hubo atentados. Eso es un hecho. Los servicios secretos enmascararon las pistas. Eso es otro hecho.». Extraído de: Red Voltaire. Los ejércitos secretos de la OTAN (VII). La guerra secreta en Francia. Por: Daniele Ganser.

[30] Ganser Daniel. Los ejércitos secretos de la OTAN. Difundido en internet por Red Voltaire, Basilea, Suiza.

[31] Un caso paradigmático de tal situación lo daría Klaus Barbie -el carnicero de Lyón-, quien huyó a Argentina y después a Bolivia gracias a la ayuda de la Iglesia Católica. Y en La Paz, se dedicó al narcotráfico. Fue el protegido de los dictadores Hugo Banzer y Meza García, quienes respaldaron el narcotráfico. Barbie usaba el nombre de Klaus Altmann e incluso trabajó como torturador en Perú y Bolivia. Eran los años setenta y ochenta, del Plan Cóndor, la transnacional del terror y del tráfico de drogas. Extraído de: Pinochet narcotraficante: La historia de cómo introdujo la pasta base ...

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[32] La Dirección de Inteligencia Nacional, también conocida por su acrónimo DINA, fue la policía secreta del régimen militar de Augusto Pinochet en Chile entre 1973 y 1977. La DINA fue responsable de numerosos casos de infiltración política, y violaciones a los derechos humanos entre los que se cuentan asesinatos, secuestro y tortura de personas.

Fue reemplazada en 1977 por la Central Nacional de Informaciones (CNI)

[33] Marcos Orlando Letelier del Solar, fue un político, economista y embajador chileno, miembro del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, según la información desclasificada por la CIA, fue asesinado por orden de Augusto Pinochet en Washington D.C. por el agente de la CIA al servicio de la DINA chilena, Michael Townley, en 1976.

[34] Pinochet narcotraficante: La historia de cómo introdujo la pasta base ...

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Ramón César González Ortiz es Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos por la UNAM.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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El comunismo, el terrorismo y la guerra contra el narcotráfico (IV)

Ramón César González OrtizRebelión

Introducción

En línea de continuidad con los discursos y los métodos utilizados por el terrorismo paramilitar de Estado, de los que hablamos en la entrega anterior, hemos de recordar la estrategia propagandística que ha desatado Occidente sobre Siria. Siendo que ésta se ha fundamentado en hechos falsos, como indicar que países como los Estados Unidos, han estado apoyando una “revolución popular” y “pacífica” en ese país [1].

De manera que, dentro del espectro de los discursos de Occidente, en 2011, inicia una revolución popular que fue reprimida por el régimen de Bashar Al Assad, hasta el punto de llevar al país a una “guerra civil”. Y ante tal situación, EE.UU., la OTAN, así como las dictaduras del Golfo, se vieron en la “necesidad” de armar, financiar y apoyar a los “rebeldes sirios”, dado que ellos, supuestamente representan al pueblo sirio.

Empero, Occidente ha mentido respecto a los llamados “rebeldes”, ocultando que éstos han sido mercenarios llegados de otros muchos países extranjeros, además de que no se ha referido a sus orígenes extremistas (cuya matriz es Al Qaeda), su ideología wahabí, quiénes los financian, y cómo y porqué llegaron a Siria.

Llegaron arrasando y saqueando las ciudades y pueblos sirios, degollando y ejecutando públicamente a aquellos sirios que no se unieron a ellos, sea cual fuere su religión y su raza. Ocultando además Occidente, que se bombardearon con morteros a la población civil, se utilizaron armas químicas, y que fueron entrenados por la OTAN, así como por sus aliados en Oriente Medio y de que el presidente Bashar Al Assad conto con el apoyo mayoritario de los sirios.

Resultando entonces que, en Daraa y el resto de Siria, esos grupos terroristas takfirís [2] no surgen como una consecuencia de la “inestabilidad” o de la “guerra civil” en Siria, sino que fueron la causa de esa “inestabilidad” en Siria. Siendo introducidos para crear la guerra [3], y no al revés (tal y como parece estar ocurriendo con los narco-paramilitares en nuestro país).

Llegando desde Libia, fueron introducidos por la CIA en el sur de Siria a través de su sede en Jordania (después de cruzar Egipto e Israel), y en el norte a través de Turquía [4], principalmente los miembros del Grupo Combatiente Islámico Libio (LIFG) que más tarde formarían junto a otros yihadistas el Ejército Sirio Libre (los “rebeldes moderados”, según la OTAN).

Y desde Jordania, el príncipe saudita Bandar ben Sultan, introdujo a decenas de grupos terroristas que reclutó previamente en diferentes países de Oriente Medio, norte de África, Asia Central y demás. En tanto que, desde los Emiratos Árabes Unidos (EAU), también se exportaron terroristas.

Para lo cual, desde el año 2010, meses antes de que se iniciaran las famosas “primaveras árabes”, el régimen de Abu Dhabi firmó un contrato con la empresa de seguridad privada estadounidense Xe Services, antes conocida como Blackwater.

Todo con la intención de crear un “ejército secreto” de mercenarios que combatiera, por un lado, las luchas populares que se iniciaran contra las propias dictaduras del Golfo, como ocurrió por ejemplo en Bahrein, y por el otro, para que rompieran con los movimientos populares, intentando asegurar que el poder permaneciera en manos de gobiernos que fueran proclives a los intereses de EE.UU. y de las principales potencias Europas”, como por ejemplo en Egipto y Túnez.

El encargado de la financiación era el jeque Mohamed bin Zayed al Nahyan, y a cargo del entrenamiento de militares estuvieron los EE.UU., Reino Unido, Francia y Alemania.

Pero, no obstante, tales hechos, las conclusiones de Occidente han sido siempre las mismas: el gobierno de Siria, Rusia, Irán, Hezbolá, las milicias iraquís o palestinas, han asesinan a la población civil siria de forma premeditada, masiva, sin compasión, sin motivos racionales, sólo por puro fanatismo político-religioso.

Agregando, además, que dichos países no han luchado contra el terrorismo, sino que, lo han promocionado con su violencia, y en el caso de Rusia, se ha señalado que ha pretendido extender esa violencia por Europa a través de la “invasión de Ucrania”. De suerte que, se les ha identificado como el eje del mal, los populistas, los dictadores, los enemigos de la libertad y la civilización occidental [5].

Ataques paramilitares en América Latina

Sobre la conformación del narcoparamilitarismo, el intervencionismo estadounidense y los discursos creados para ello, también podemos recordar los dos ataques mortales ocurridos en el centro de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Los cuales se darían, después de que, en Israel en 1991, comienza la Conferencia de Paz de Madrid. A partir de que, en Israel, el Partido Laborista tenía claramente mayor popularidad y poder, especialmente cuando el general Yitzhak Rabin ganó las elecciones a primer ministro en junio de 1992.

Y, Rabin parecía estar intentando honestamente llegar a algún acuerdo mutuo con los palestinos, lo que habría requerido la detención y el desmantelamiento de buena parte de los asentamientos ilegales establecidos por la ultra-derecha fundamentalista fanática de sionistas nazis que sostienen que cualquier persona que ceda siquiera un centímetro de "sagrada tierra de Israel", es un traidor.

Así, Rabin y su grupo de trabajo intentaron seguir adelante con el proceso de paz, por lo que, en septiembre de 1993, Rabin estrecho la mano con Yasser Arafat bajo la mirada atenta de Bill Clinton en los jardines de la Casa Blanca. Además de que, Rabin le permitiría a Arafat regresarar a Palestina tras 27 años de exilio, en julio de 1994. Actos que se darían seguidos, de los acuerdos con Siria para lograr la paz definitiva sobre las Alturas del Golán, y también con Jordania.

En tal contexto, los ultra-sionistas de derecha se volvieron locos, lo cual se expresaría a partir de acciones como la ocurrida en febrero de ese año, cuando el judío neoyorquino de nombre Baruch Goldstein, miembro del grupo fanático Kach, irrumpe en una mezquita en Hebrón y abrió fuego con su ametralladora asesinando a más de 40 musulmanes que se encontraban orando en el lugar.

Además de que, pocos días después, el 14 de julio de 1994, en un momento álgido en el desarrollo de esta lucha interna insidiosa entre los sionistas y dentro del propio Estado de Israel, se produce la voladura del edificio de la AMIA.

Siendo que, la AMIA de entonces era pro-partido laborista, por lo que ese atentado parece haber sido un claro «disparo de advertencia» de la extrema derecha nazi-sionista contra Rabin y su gobierno laborista, orientado a detener las negociaciones de «paz por territorio» con los palestinos.

Sin embargo, pareciera que el primer ministro Rabin, que era un tipo duro, no «entendió el mensaje», por lo que, el 4 de noviembre de 1995, 16 meses después del ataque a la AMIA, es asesinado, en las calles de Tel-Aviv, por un tal Ygal Amir, un joven estudiante ultra-derechista miembro del movimiento de colonos fanáticos relacionado con el servicio de seguridad interior Shin Beth, que estaba siendo vigorosamente redimensionado por Rabin.

Y, tras la muerte de Rabin, Shimon Peres quedó como primer ministro durante un tiempo, pero en las siguientes elecciones los laboristas fueron barridos cediendo el poder a la ultra derecha sionista que pudo así instalarlo a Benjamin Netanyahu como primer ministro en 1997. Y, desde entonces, la ultraderecha ha estado en el poder con Ariel Sharon, Ehud Olmert, y hoy una vez más, Netanyahu.

De suerte que, las luchas intestinas entre sionistas, tendrían como uno de sus episodios más sangrientos los bombardeos de la Embajada de Israel y, más tarde, del edificio de la AMIA en la República Argentina, que en aquél momento seguramente era percibida por los sionistas ultra-derechistas como un reducto del laborismo [6].

Suscitándose el primer atentado en marzo 1992, demoliendo completamente la sede de la Embajada de Israel, y matando a 29 personas. El segundo, hizo colapsar de manera similar a la sede de la mutual judía, AMIA en julio de 1994, dejando 86 muertos.

Actos que además ocurren cuando era presidente de Argentina, Carlos Menem, quien estaba estrechamente alineado con las políticas globales de los EEUU, así como con las políticas del Estado de Israel y las organizaciones sionistas globales. Y estando como presidente estadounidense en aquél momento, George HW Bush [7]. 

De manera que, en ambos casos, el gobierno y los medios de difusión inmediatamente presentaron como culpables a supuestos Grupos Terroristas del Fundamentalismo Islámico, e indicaron que éstos utilizaron coches bomba para volar ambos edificios.

Sin embargo, la hipótesis de que el atentado fuera causado por un coche bomba perdió credibilidad cuando el Fiscal de Estado y el Juzgado en el caso, invitaron a inspectores técnicos especializados de la Academia Nacional de Ingeniería de Argentina, para determinar cuáles fueron las causas que hicieron que el edificio de la Embajada colapsara.

Y estos llegaron a la conclusión de que la explosión tuvo lugar en el interior del edificio, y que no fue causada por ningún supuesto coche bomba. Dicho que cobraría fuerza también, a partir de que, un transeúnte pudo filmar desde varias cuadras de distancia la nube en forma de hongo que se elevó en el lugar de la explosión, aspecto considerado por los expertos como un efecto característico que indica una explosión interna [8].

Pero cuando el entonces juez de la Corte Suprema, Adolfo Vázquez, aceptó ese peritaje, fue reprendido públicamente, e incluso insultado por Ram Aviram, entonces embajador de Israel en la Argentina.

Mientras que, en torno a las circunstancias que rodearon al segundo y más mortal ataque contra el edificio de la AMIA, serían diferentes. A partir de que ese edificio, en contraste con la Embajada, albergaba una organización privada argentina - la AMIA - y su organización política hermana, la DAIA.

Además de que, las personas fallecidas serían todas de origen argentino, y la tragedia ocurrió íntegramente bajo jurisdicción argentina. Pero no obstante ello, en el mismo día en que ocurrió la explosión, el presidente Carlos Menem solicitó oficialmente la ayuda del FBI, de la CIA de los Estados Unidos, así como del servicio de inteligencia Mossad y de las fuerzas armadas del Estado de Israel.

De forma que, desde un principio, el caso de la AMIA ha estado plagado de fraudes, mentiras, contradicciones flagrantes, de delitos y corrupción en los máximos sitiales del poder en la Argentina. Por lo que, a largo de más de quince años, el caso AMIA ha pasado por siete tribunales federales.

En tal sentido, en los dos ataques, no se encontraron resto de los supuestos coches-bomba, a excepción de pruebas falsas plantadas por agentes israelíes. Mientras que, en el caso de la AMIA, el Tribunal reclutó al comandante Osvaldo Laborda como perito de la Gendarmería Nacional argentina y dijo oficialmente que no se hallaron los restos del coche-bomba debido a que la explosión enterró sus restos debajo la entrada del ex edificio de la AMIA.

Corrupción y turbios manejes que trascendieron hasta los gobiernos del Matrimonio Kirchner – Néstor y Cristina -, quienes decidieron desechar todo lo realizado en la Causa AMIA y volver a empezar desde foja cero. Dándole así un cheque en blanco a la CIA y al Mossad israelí, quienes fabricaron acusaciones falsas contra Irán [9].

Llegándose al grado de que, los Kirchner acusaron formal y falsamente al ex-presidente iraní Alí Rafsanjani y a siete miembros clave de su gabinete - como Ahmad Vahidi, quien fuera ministro de defensa del presidente Ahmadinejad - de haber financiado y planificado el ataque a la AMIA a través de Hezboláh. No obstante, dichas acusaciones estuvieron basadas exclusivamente en reportes descaradamente falsos proporcionados por la CIA y el Mossad.

Línea dentro de la cual también se ha encontrado el Fiscal del Estado Alberto Nisman, quien se negó a dar la orden de excavar hasta cuatro metros debajo la entrada del ex edificio de la AMIA a fin de determinar, de una vez por todas, si los restos del vehículo existen realmente. Además de que, Nisman se ha dedicado a difundir una versión apasionadamente pro-Israel con un mensaje claramente anti-musulmán respecto del ataque a la AMIA.

Motivos por los que, a fines de 2007, Nisman fue un invitado especial a la Reunión Anual del Congreso Judío Norteamericano, y en marzo de 2009, hizo una exposición sobre el Caso AMIA en la Biblioteca del Holocausto de Nueva York. Así como, para fines del 2008, presentó personalmente un amplio informe sobre el estado del Caso AMIA ante la Corte Suprema de Justicia del Estado de Israel en Tel Aviv [10].

Estados Unidos e Israel ansían el territorio argentino

Desde la década de 1990 –luego de los dos atentados contra entidades judías en Buenos Aires (1992 y 1994), y con más notoriedad a partir de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos. Los territorios pertenecientes a la Triple Frontera del Paraná, así como la Patagonia, tanto en la parte argentina como chilena, se han visto envueltos en discursos que aseguran que la zona se ha vuelto refugio de terroristas islámicos y en un lugar desde donde se financian distintas actividades ilícitas.

Y para lo cual, los medios estadounidenses, incluyendo algunos diarios, canales de televisión, revistas especializadas y sitios web de organismos gubernamentales (en los que se difunden periódicamente documentos oficiales) y ciertos “medios alternativos” (anticapitalistas y antiestadounidenses) principalmente latinoamericanos. Han contribuido en la construcción de una imagen exterior negativa de la llamada Triple Frontera del Paraná (Paraguay, Brasil, Argentina). De manera casi cinematográfica, han indicado que la zona está marcada por la presencia de terroristas islámicos, traficantes de todo tipo de productos y agentes de la CIA.

Sin embargo, tales hechos cobran un sentido más profundo a partir de que, los sionistas tienen interés sobre la Patagonia, desde hace ya muchos años, manteniendo el viejo plan de crear allí un segundo Estado judío [11]. Así como, se pretende conseguir el control de las riquezas naturales del área, particularmente sobre el Acuífero Guaraní, una de las más grandes reservas de agua dulce del planeta ubicada justamente en el subsuelo de la región tri-fronteriza. Y para ello, se ha venido concibiendo Guaraní, desde el Pentágono, como uno de los principales ejes para el establecimiento de una base militar o de inteligencia [12].

Resultando entonces que, a partir del 2001, luego de los atentados en Estados Unidos, la prensa, revistas especializadas y algunas agencias de Gobierno de ese país, empezaron a mostrar la zona como un ejemplo paradigmático de las llamadas “áreas sin ley” o “zonas grises”, como un espacio carente del control del Estado, propicio para el desarrollo de diversas actividades ilícitas, y caracterizado por la presencia de una importante comunidad árabe-musulmana.

Factores que, de acuerdo con el gobierno estadounidense, en su conjunto, han sido favorables para la actuación de células de al-Qaeda y de otros grupos terroristas islámicos como Hezbolá y Hamas. Llegando a ser la Triple Frontera “un área de riesgo global”, comparable, según los EE.UU, a la frontera entre Pakistán y Afganistán y a la triple frontera amazónica entre Colombia, Perú y Brasil.

Sin embargo, hasta antes del 2001, en 1998, la Triple Frontera no era mencionada en el Patterns of Global Terrorism. Tan solo en 1999, en un escueto párrafo, el mismo informe da cuenta de la llamada Triborder Region, señalando que: Los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay consolidaron esfuerzos para contener las actividades ilícitas de individuos vinculados a grupos terroristas islámicos, y siguieron cooperando activamente en los esfuerzos regionales contra el terrorismo. No obstante, se indica en las últimas líneas, “la Triple Frontera sigue siendo el punto focal para extremistas islámicos en Latinoamérica” [13].

Y ya para 2000, el espacio que ocupa la Triple Frontera, en el informe crecerá ligeramente. Observándose en tres párrafos que, la zona continuaba siendo un “punto focal para extremistas islámicos en Latinoamérica”, así como se mencionan los esfuerzos realizados por los tres países por ponerle coto a las actividades criminales de individuos vinculados a grupos terroristas de Oriente Medio. Esfuerzos que, no obstante, se recalca fueron permanentemente obstaculizados por la falta de recursos, por la porosidad fronteriza y la corrupción.

Poniéndose como ejemplo, tres arrestos efectuados por autoridades paraguayas: el de un empresario libanés vinculado financieramente con Hezbolá, acusado de violar leyes de propiedad intelectual; el de un palestino que, según se afirmó, amenazó con bombardear las embajadas de Estados Unidos e Israel en Asunción, y que portaba documentos falsos; y el de un supuesto representante de las FARC sospechoso de estar envuelto en transacciones de drogas por armas entre grupos terroristas paraguayos y colombianos.

Pero, a partir del 2001, a raíz de los atentados del 11-S, el Patterns of Global Terrorism, daría mucha mayor importancia a la zona tri-fronteriza que los informes anteriores, mencionando por primera vez a al-Qaeda, aunque sin confirmar la presencia de esta organización en la región.

Ya que, sus mismas fuentes abiertas, fueron producto de la especulación periodística. Ejemplo de ello sería la sección conclusiva titulada “La Triple Frontera como refugio y base de grupos terroristas islámicos”, donde el autor (Hudson) diría lo siguiente: Varios grupos terroristas islámicos incluyendo a Al-Jihad y Al-Gama’a al-Islamiyya de Egipto, Hamas, Hezbolá y al-Qaeda probablemente están presentes en la triple Frontera.

Hezbolá y al-Qaeda probablemente colaboran (entre ellos) en la región, pero no existen pruebas definitivas al respecto.

Pero lo que si queda cada vez más claro, es que, los EE.UU han extendido hacia el Cono Sur, el Plan Colombia, a partir de la demonización de la zona tri-fronteriza. Creando las condiciones para una futura intervención militar norteamericana en la subregión.

Máxime cuando, la Triple Frontera funciona como llave de acceso político y militar a la región amazónica, área que concentra cerca del 50 % de los bosques tropicales del planeta, una impresionante biodiversidad, con decenas de miles de plantas y millones de animales, y donde se encuentra el río más caudaloso y largo del mundo –el Amazonas–, que junto con sus afluentes contienen aproximadamente la quinta parte del total de agua dulce de la Tierra [14]. 

Así como, vistos en conjunto, tanto el Plan Colombia y el que fuera el Plan Puebla-Panamá, han apuntado al control de todos los grandes ríos y comunicaciones fluviales -sumado a cuantos recursos estratégicos queden a mano- desde el norte de México hasta el extremo sur de Argentina.

Y a nivel global, se puede observar una acelerada “militarización de las grandes fuentes de agua”, presentándose como una fórmula –llevada a cabo por potencias extranjeras– para “proteger” los recursos naturales e hídricos. Donde ayudan los llamados proyectos de conservación, que quedan en manos del Banco Mundial y la Organización de Estados Americanos (OEA), ambos controlados por Estados Unidos [15].

Lógica dentro de la cual, el gobierno de Donald Trump ha dado continuidad a los esfuerzos iniciados por Barack Obama por impulsar un nuevo liderazgo en Sudamérica, que contravenga la construcción subregional realizada desde comienzos de siglo por los llamados gobiernos progresistas, plasmada en organismos como el MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC. Dado que, rechazan las imposiciones del Fondo Monetario.

Lo cual ha llevado a una mayor transformación de Buenos Aires, desde el 10 de diciembre de 2015, que se ha convertido en una de las capitales para el pretendido nuevo liderazgo estadounidense, estando el presidente Macri como vocero local de las directrices de Washington, sobreactuando (al igual que México mediante Luis Videgaray) posturas intervencionistas contra gobiernos constitucionales como el de Venezuela o ignorando violaciones constitucionales como las sucedidas en Brasil con la destitución de Dilma Rousseff o con la candidatura de Lula da Silva.

Y más aún, a partir de la decisión de Trump de entrar en “guerra comercial” con Beijing, se han redefinido las prioridades, e implementando reajustes en la relación con la región. Así, se ha intensificado el despliegue militar de Estados Unidos, hasta transformar a Argentina, en una estación aeroespacial que supuestamente estará destinada a monitorear el lado oscuro de la Luna.

Pero teniendo el objetivo militar real de “neutralizar” a aquellos países que se opongan a los designios estadounidenses, a partir de crear una ciberdefensa o ciberseguridad regional, que le permita, además, ampliar su proyección económica y militar sobre el continente Antártico [16].

Proyección militar estadounidense que también ya cuenta con enclaves en Chile, Colombia, Paraguay, Perú, las Islas Malvinas -usurpadas a la Argentina por Gran Bretaña-, a partir del alojamiento de una base de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y en distintos países de Centroamérica y el Caribe [17].

Notas

[1] Dentro de tal entramado, la CIA en 1949, crea su primera salida de propaganda masiva, Radio Europa Libre. Sin embargo, durante algunas décadas, sus transmisiones serían tan descaradamente falsas que durante un tiempo fue considerado ilegal publicar sus transcripciones en los EE.UU.

Así también, la CIA recluto organizaciones de noticias estadounidenses y de periodistas, los cuales se convertirían en espías y diseminadores de propaganda, mediante la Operación SINSONTE.

Estando a cargo de dicha operación personajes como; Frank Wisner, Allen Dulles, Richard Helms y Philip Graham. Además de que, eventualmente los recursos mediáticos de la CIA incluirán a la ABC, NBC, CBS, Time, Newsweek, Associated Press, United Press International, Reuters, diarios como el Hearst, Scripps- Howard, Copley News Services. Extraído de: Rebelión. Memorial de Atrocidades de la CIA. Por: Steve Kangas. 23-12-2003.

[2] El takfirismo o takfiri es un musulmán que acusa a otro musulmán de apostasía. La acusación en sí se llama takfir, derivado de la palabra kafir, y cuando se describe como "uno que es, o pretende ser un musulmán, se declara impuro", siendo así una corriente herética del Islam que consiste en negar la condición de verdaderos musulmanes a todos aquellos cuyos dogmas o ritos no coincidan plenamente con los propios. Acusar a otros musulmanes de ser takfiris se ha convertido en un insulto sectario, sobre todo desde el estallido de la Guerra Civil de Siria en 2011.

[3] Desde el inicio de estas manifestaciones en Daraa, estos grupos armados bien organizados encabezaron violentas revueltas y dispararon contra la Policía que en muchos casos se encontraba desarmada. Algunos francotiradores dispararon también contra los propios manifestantes y las fuerzas de seguridad, tratando de crear caos, confusión, un incremento de la violencia y provocar el endurecimiento de la respuesta por parte del gobierno. Además, incendiaron las sedes del partido Baas, el Palacio de la Justicia y varios edificios públicos más en esa localidad. Días antes del inicio de estas manifestaciones y revueltas del 17 y 18 de marzo, el gobierno y las fuerzas sirias habían interceptado varios camiones procedentes de Irak cargados con armas, fusiles, granadas y explosivos con destino a Siria a través de Jordania.

Más tarde llegaron los terroristas, en un primer momento también procedentes de Libia donde un mes antes se había iniciado otra guerra de invasión – llamada en occidente “primavera árabe” – organizada por la OTAN para destruir el país y eliminar a Gadafi y su proyecto panafricano.

Con el apoyo de Turquía los terroristas salafistas – patrocinados por la OTAN (incluido Israel, por supuesto) y el Consejo de Cooperación del Golfo – atacaron a las fuerzas sirias y a la población civil que quedó atrapada en medio del fuego cruzado.

Cuando unas semanas más tarde de iniciarse las “pacíficas revueltas” en Jisr al-Shughour (Idlib) el ejército sirio se hizo con el control de esta zona, fue descubierta una fosa común donde aparecieron los cuerpos de al menos 120 policías de esa localidad, muchos de ellos mutilados y degollados. Extraído de: Daraa, el origen censurado de la guerra terrorista contra Siria ...

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[4] La frontera siria con Turquía, Jordania e Irak era un coladero de terroristas y fundamentalistas, no sólo desde el inicio de las “revueltas” sino desde al menos la invasión de Irak en el año 2003. Algunas zonas dentro de Siria, como la propia Daraa, estaban controladas o bajo la fuerte influencia de sectores extremistas sunís que dieron apoyo a “paramilitares y escuadrones de la muerte” que participaron en la invasión y destrucción de Irak dirigidos por EE.UU. y sus aliados.

Desde estas poblaciones o regiones sirias donde existía desde hace años una fuerte presencia y actividad fundamentalista-yihadista, y que son cercanas geográfica y geoestratégicamente a países como Turquía, Jordania, Irak, Israel, Líbano, o Egipto (como Daraa, Idlib, Homs o Deir Ezzor) surgieron “espontáneamente” las revueltas en Siria.

Liderados por los Hermanos Musulmanes de Siria y el grupo Hizb ut-Tahrir (Partido de la Liberación) – ambos apoyados, entre otros países, por Reino Unido donde residen sus dirigentes exiliados – a los que se unieron otros grupos salafistas posteriormente, como Jabhat al-Nusra y Ahrar al-Sham. Tres meses antes del inicio de las revueltas en Daraa los líderes de la Hermandad Musulmana ya habían expresado “su esperanza de una revuelta civil en Siria”, apoyada y organizada desde Washington. El 28 de marzo de 2011 el jefe de esta Hermandad Musulmana siria, Muhammad Riyad Al-Shaqfa, emitió un comunicado señalando el carácter “sectario” e “islamista” de las revueltas y reivindicando su papel protagónico en ellas

Las “revoluciones” y “primaveras árabes” que aparecieron después son el fruto de ese proyecto imperialista occidental largamente estudiado. No eran por lo tanto “revoluciones populares” y “espontáneas” sino un proyecto político-económico bien planificado. para reconfigurar un nuevo Medio Oriente Ampliado ,

proyecto al que se unieron Reino Unido y Francia como actores principales de la tragedia. Su estrategia imperialista se plasmó en los llamados Acuerdos de Lancaster House.

En 2009 y 2010, el entonces presidente de Francia, Nicolás Sarkozy negocia con Estados Unidos y con el Reino Unido el rediseño del «Medio Oriente ampliado». La secretaria de Estado, Hillary Clinton convence a Sarkozy para que reactive el proyecto colonial franco-británico, bajo tutela estadounidense.

En eso consiste la teoría del «liderazgo desde atrás». El 2 de noviembre de 2010 –o sea, antes de la «primavera árabe»–, Francia y el Reino Unido firman una serie de documentos conocidos como los Acuerdos de Lancaster House. La parte pública de esos acuerdos anuncia que Francia y el Reino Unido pondrán en común sus fuerzas de proyección –o sea, sus tropas coloniales–, la parte secreta prevé atacar Libia y Siria el 21 de marzo de 2011. Extraído de: Daraa, el origen censurado de la guerra terrorista contra Siria ...

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[5] Dentro del mismo espectro de imponer el plan geoestratégico de un “Oriente Medio Ampliado” y controlado, así como utilizando la estrategia de tensión, ya señalada. Ocurrieron los atentados contra el semanario gráfico humorístico Charlie Hebdo, en Francia, el 7 de enero de 2015. Acto cometido por dos o tres hombres encapuchados, armados con fusiles de guerra que al grito de “Allahu Akbar” (Dios es grande) acribillaron a las víctimas con una estricta sincronización militar. Además, la inteligencia francesa, de inmediato salió a la caza de “sospechosos”; publicando fotos de dos hermanos franco-argelinos, que terminaron muertos 2 días después. Y que dejaron 12 muertos y una decena de heridos. Extraído de: Red Voltaire. Terrorismo en Francia, para intervenir en Oriente Medio. Por: Stella Calloni.

Todo a partir de que Francia y la Unión Europea reconocieron al Estado Palestino, lo cual disgusto abiertamente al gobierno israelí, así como también le disgusto el hecho de que Palestina ingresara a la Corte Penal Internacional (CPI).

[6] El Consejo de Relaciones Exteriores (CFR – Council on Foreign Relations de EEUU), la Comisión Trilateral, la Conferencia Bilderberg, y Chatham House, el Consejo Judío Mundial, AIPAC, la logia masónica B’nai B’rith, la Organización Mundial Sionista, la ADL, y el Congreso Judío Norteamericano, entre muchas otras. Forman la red de poder que realmente manda y dirige al gobierno argentino. Extraído de: Red Voltaire. Ataques terroristas de 1992 y 1994 en Argentina no fueron de origen islámico. Por: Adrian Salbuchi, James Fetzer.

[7] El ex-presidente Juan Domingo Perón, siempre abogó a favor del Interés Nacional Argentino. Pero, tan pronto como Carlos Menem llegó al poder en 1989, se inclinó ante la presión de George Bush padre y detuvo el acuerdo de cooperación nuclear que Argentina mantenía en materia de tecnología nuclear con la República Islámica de Irán.  

[8] Surgieron fuertes rumores que indicaron que lo que realmente explotó fue un arsenal que al parecer los israelíes almacenaban en el sótano del edificio.

Además de que, en el momento de la explosión, un grupo de funcionarios del gobierno laborista israelí se reunían en la sede para discutir asuntos relacionados con el recientemente iniciado proceso de paz de la Conferencia de Madrid, pero «afortunadamente» abandonaron el edificio minutos antes de la explosión. Lo mismo ocurrió con el Embajador quién, casualmente, también se retiró de las instalaciones minutos antes de la explosión. Extraído de: Red Voltaire. Ataques terroristas de 1992 y 1994 en Argentina no fueron de origen islámico. Por: Adrian Salbuchi, James Fetzer.  

[9] Un año antes que cambiaran de lugar entre ellos, el entonces presidente Néstor Kirchner, su esposa Cristina y el ministro de Relaciones Exteriores (entonces y ahora), Jorge Taiana, participaron de una reunión secreta en el Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York el 21 de septiembre de 2006, junto a ocho de las

más importantes organizaciones prosionistas y pro-Israel, que incluyó al Congreso Judío Norteamericano, la B’nai B’rith, ADL y otros.

Y, un mes después, los Kirchner despacharon al fiscal especial Alberto Nisman a los EE.UU., quien se reunió con agentes de la CIA y del Mossad y, a su regreso, Nisman lanzó una acusación formal contra el ex-gobierno iraní de Ali Rafsanjani. Así como el juez en el caso, Rodolfo Canicoba Corral, inmediatamente avaló y apoyó las acusaciones.

Noticia que fue de primera plana en los diarios e inspiró al rabino Israel Singer, director político del Congreso Judío Mundial, a «felicitar al gobierno argentino», por formalizar «la denuncia contra Irán». Extraído de: Red Voltaire. Ataques terroristas de 1992 y 1994 en Argentina no fueron de origen islámico. Por: Adrian Salbuchi, James Fetzer.

[10] Red Voltaire. Ataques terroristas de 1992 y 1994 en Argentina no fueron de origen islámico. Por: Adrian Salbuchi, James Fetzer.

[11] El fundador del sionismo, el Dr. Theodor Herzl, menciona esto en su libro "Un Estado judío", publicado en 1896, que dio inicio al movimiento sionista. El título de uno de sus capítulos se llama: "¿Palestina o Argentina?". Extraído de: Red Voltaire. Ataques terroristas de 1992 y 1994 en Argentina no fueron de origen islámico. Por: Adrian Salbuchi, James Fetzer.  

[12] Para tal fin, Estados Unidos, en contubernio con el Gobierno de Israel, comenzó a esgrimir un argumento tan falso como los utilizados para la invasión y ocupación de Irak. Desde mitad de los 90, con el respaldo del presidente argentino, Carlos Menem, los servicios de inteligencia argentinos y el entonces ministro del Interior, Carlos Corach, se desplegó una campaña para hacer de la Triple Frontera otro “eje del mal”.

El paso del coordinador de la Oficina Antiterrorista del Departamento de Estado estadounidense, Joseph Cofer Black, por Buenos Aires, dejó en claro que el gobierno de George W. Bush estaba decidido a continuar su estrategia de militarizar la Triple Frontera. Aunque “los argumentos de que el lugar es, o fue, un nido de terroristas islámicos, (…) y refugio de células de al-Qaeda” han caído por su propio poco peso y desmérito. Extraído de: Construcción de la realidad a través de los medios de comunicación: terrorismo islámico, intereses geopolíticos y criminalidad en la Triple Frontera del Paraná. Por: Daniel Bello Arellano. En PDF.

[13] Construcción de la realidad a través de los medios de comunicación: terrorismo islámico, intereses geopolíticos y criminalidad en la Triple Frontera del Paraná. Por: Daniel Bello Arellano. En PDF.  

[14] Construcción de la realidad a través de los medios de comunicación: terrorismo islámico, intereses geopolíticos y criminalidad en la Triple Frontera del Paraná. Por: Daniel Bello Arellano. En PDF.

[15] Construcción de la realidad a través de los medios de comunicación: terrorismo islámico, intereses geopolíticos y criminalidad en la Triple Frontera del Paraná. Por: Daniel Bello Arellano. En PDF.

[16] · Alianza. El 4 y 5 de febrero de 2018 el entonces secretario de Estado de EEUU, RexTillerson, se reunió con el presidente Mauricio Macri y su canciller Jorge Faurie y elogió el "liderazgo" de la Argentina en la región, como “paladín de la democracia" en el continente. Comenzó la planificación del dispositivo de seguridad para la Cumbre del G20, cuya organización el gobierno argentino delegó en los estadounidenses.

· TaskForce I. Dos días después de que el excanciller de Donald Trump expresara la prioridades de su gobierno en materia de “seguridad regional”, el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, anunció la creación de una “Fuerza de Despliegue Rápido” integrada por miembros de las tres armas con el objetivo de prestar “apoyo logístico en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo”, proteger los “ recursos

naturales ” y enfrentar las difusas “nuevas amenazas” que define el Comando Sur, entre las que cabría incluir a “grupos mapuches extremistas” , de acuerdo a la definición oficial.

El anuncio aceleró el sinceramiento de la decisión de permitir la participación de las FFAA en asuntos internos, algo explícitamente prohibido por la ley de Seguridad Interior, que solo la habilita para casos excepcionales como las que conducen a decretar el “estado de sitio”, con concurso parlamentario.

· TaskForce II en Misiones. Con el mismo libreto y 48 horas después la Administración para el Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos, con anuencia de los ministerios de Defensa y Seguridad Interior de la Argentina, se comprometió a instalar otra fuerza de tareas, ahora en la provincia de Misiones y con el objetivo de “combatir el narcotráfico y el terrorismo” en la zona de la Triple Frontera, según dichos de la ministra Patricia Bullrich, una de las más entusiastas de la carrera armamentista del gobierno de Macri y jefa de sus acciones represivas, que condujeron por ejemplo a las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, en el contexto de la persecución del pueblo mapuche.

En el mes de julio, como refuerzo a la maniobra, el Ministerio de Seguridad destacó cuatro lanchas artilladas israelíes Shalgag MKII, junto a asesores de esa nacionalidad, con el fin declarado de patrullar mil kilómetros de aguas de los ríos Paraguay y Paraná, localizados en la “Triple frontera” compartida con Brasil y Paraguay.

· Inteligencia militar secreta. El Ministerio de Defensa permitió la realización en territorio nacional de ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos durante las jornadas del 2 y 3 de mayo de 2018.

La operación consistió en el traslado de un camión cargado de supuestas armas químicas de “destrucción masiva” y analizar posibles acciones coordinadas para “evitar una catástrofe”. El ejercicio en cuestión estuvo destinado en realidad a capacitar a las fuerzas armadas argentinas en acciones de seguridad interior, donde “terrorismo” y “narcotráfico” son instaladas como las nuevas amenazas a conjurar.

· Base estadounidense en Neuquén. El 11 de mayo EEUU retomó la construcción de una base en esa provincia, autorizada en 2012 por el entonces gobernador Jorge Sapag y cuya ejecución se paralizó a consecuencia del escándalo provocado por un intento semejante en Chaco, con duras críticas de la Cancillería argentina y protestas callejeras.

La sede patagónica fue donada por el Comando Sur bajo el paraguas “humanitario”, a pesar de que los propios documentos de ese organismo reconocen que la estructura militar estadounidense “aprovecha las capacidades de respuesta rápida, la colaboración de naciones socias y la cooperación regional dentro de nuestra área de responsabilidad, para apoyar los objetivos de seguridad nacional de los EE.UU., defender los acercamientos sureños de Estados Unidos y promover la seguridad y la estabilidad regional”.

La base se levanta a corta distancia del estratégico Aeropuerto Internacional de Neuquén, sobre la Autovía Norte, que une a través de 20 kilómetros las cuatro principales ciudades de la región lindantes con Vaca Muerta, además de permitir el acceso a otra de las zonas de reservas acuíferas más importantes del país.

Un año antes, el entonces embajador interino de EEUU, Tom Cooney, recorrió el lugar, ratificó la realización de las obras y destacó las inversiones de empresas de su país en Vaca Muerta, entre otras Chevron y Exxon Mobil que cuenta con una concesión de 1275 km² y cuyo CEO entre 2006 y 2016 antes de saltar al equipo de Trump fue el ya mencionado RexTillerson, quien tuvo una compensación por sus servicios de U$ 180 millones.El dispositivo impulsado por el Comando Sur constituiría una herramienta esencial para la protección y vigilancia de esas inversiones.

· Bases en Tierra del Fuego. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich y la gobernadora de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Rosana Bertone, firmaron el 31 de octubre 2017un acuerdo para desarrollar una base de vigilancia de explosiones nucleares en la ciudad de Tolhuin -donde ya funciona una estación de monitoreo enlazada a la red de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los

Ensayos Nucleares (CTBTO)- y un “polo científico” en la ciudad de Ushuaia, destinado a “apoyar tareas que se desarrollan en la Antártida”. La actividad se enmarca en el programa Ice Bridge (Puente de Hielo) de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio que se apoya en el trabajo de un avión P3 Orion, que cuenta con equipamiento de última generación de la marina de su país e incluye detectores de variaciones en el espectro magnético y la gravedad terrestre, cámaras infrarrojas y medidores que permiten determinar el grosor de la capa helada antártica.

Las bases constituyen el punto de partida de un complejo militar destinado a monitorear la conexión de los océanos Atlántico, Pacifico e Indico, los enlaces de los extremos Sur de América y África y las rutas hacia la Antártida, la mayor reserva de agua dulce congelada del mundo y el yacimiento de hidrocarburo de más volumen en el planeta.

El punto de partida del acercamiento “científico” se dio en el marco de la visita del ex presidente Barack Obama en marzo de 2016 a la Argentina, durante la que redefinió la agenda de la relación de su país con los gobiernos suramericanos e impuso acuerdos de cooperación que incluyeron una apertura comercial irrestricta, asistencia en la Triple Frontera, asilo a refugiados sirios, la creación de Centros de Fusión de Inteligencia, cooperación de fuerzas de seguridad en el Comando Sur y en el ámbito nuclear y lucha contra el narcotráfico y terrorismo, un temario que poco después Donald Trump se encargaría de desarrollar y profundizar.

· Entrada de tropas extranjeras. El Poder Ejecutivo giró en 2017 y 2018 al Congreso nacional cerca de medio centenar de pedidos de autorización para que efectivos extranjeros entraran al país o fuerzas argentinas participaran en operativos fuera del país. El año pasado los senadores fueron permeables a la demanda y aprobaron los 23 operativos propuestos, sin dictamen de comisión y sin considerar si se involucraban a las fuerzas armadas en ejercicios destinados a situaciones seguridad interior como lucha contra el terrorismo, narcotráfico, narcoterrorismo o contrabando, que la legislación nacional prohíbe de modo explícito.

El 23 de julio de 2018 la Mesa de Entradas del Senado nacional recibió del PEN el programa para el período correspondiente entre 1° de setiembre de ese año y el 31 de agosto de 2019, en el que se repiten muchas de las propuestas del ejercicio anterior, a un costo estimado en $ 444 millones, calculados con un dólar un 30% por debajo de su valor actual. Entre ellas figuran las maniobras más cuestionadas en el período anterior:

- BOLD ALIGATOR (Coordinación EEUU): basado en escenarios de “respuesta a situaciones de crisis y/o amenaza”, en base a “disuasión, control del mar, de seguridad marítima y de respuesta humanitaria ayuda/desastre”.

- PANAMAX (Convocatoria 4ta Flota del Comando Sur de los EEUU): orientado “evitar que una fuerza terrorista afecte la libre navegación por el Canal de Panamá”.

- UNITAS (Acordado por el Acta de la Maritime Staff Talks entre EEUU y Argentina, Mayport, abril 2017. Dirigido por EEUU): con el propósito de “enfrentar amenazas a la seguridad en el hemisferio como el narcotráfico y el crimen organizado”.

- GRINGO GAUCHO (bilateral con EEUU): a desarrollarse al paso de un portaaeronaves de la Armada estadounidense y sus naves escolta, por las aguas jurisdiccionales argentinas, con la participación de 5.330 marines USA en el Mar Argentino. Sin fecha comunicada, es probable que se realice en simultáneo con la cumbre del G20, ya que Washington pretende completar su blindaje de seguridad de la reunión y desplegar una demostración de su poderío bélico en el Atlántico Sur, ante potencias competidoras como China y Rusia.

- TEAM WORK SOUTH (en Chile con participación de Gran Bretaña y EEUU): orientado al adiestramiento en guerra antisubmarina, guerra de superficie y defensa antiaérea. Extraído de: Rebelión.

Marines desembarcan 07en la Argentina: Las invasiones estadounidenses. Por: Carlos A. Villalba. 07-09-2018.  

[17] Rebelión. Marines desembarcan 07en la Argentina: Las invasiones estadounidenses. Por: Carlos A. Villalba. 07-09-2018.

Ramón César González Ortiz es Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos por la UNAM.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.