Visión Geopolítica de America Latina

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  • Visin Geopoltica de Amrica Latina: El caso de Argentina, Brasil y Chile1

    Cecilia Quintana Binimelis2 Profesora Titular hasta el ao 2005

    Academia Superior de Estudios Policiales Polica de Investigaciones de Chile

    I. Introduccin

    En los inicios de un nuevo siglo continan las profundas transformaciones desencadenadas

    tras el desplome del socialismo real europeo que culmin con el mundo bipolar. De esta

    manera, se ha configurado una aparente unilateralidad caracterizada por la hegemona del

    sistema capitalista el que se ha visto fortalecido por el alto desarrollo tecnolgico, la

    informacin, las comunicaciones y los transportes.

    En este nuevo milenio, la posbilateralidad se ha traducido tambin en crisis y en cambios en

    el predominio poltico y econmico mundial, dando paso a la construccin de espacios

    transnacionales y la planetarizacin de patrones de desigualdad econmica-social3, tcnica e

    1 Este informe surge a raz del inters generado por la Geopoltica en la ctedra Anlisis, Prospectiva y Toma de Decisiones (2004), en la perspectiva de la influencia que esta disciplina podra ejercer en los futuros conflictos por el control de los recursos estratgicos. 2 Cecilia Quintana es Licenciada en Geografa y Gegrafo, Pontificia Universidad Catlica y Diplomada en Inteligencia Estratgica, Universidad de Chile. 3 Segn Bind (2000), en el Informe provisional del equipo especial sobre la Unesco en el siglo XXI, la distribucin de las riquezas en el plano mundial presenta una continuidad: de los 10 pases ms ricos del mundo en 1897; en 1997 recoge, salvo una excepcin, los mismos pases; la Inversin Extranjera Directa de las Sociedades Transnacionales se concentr en un 63% en 1997 (frente 61% en 1988) en los pases de la trada (Japn, Amrica del Norte y Europa Occidental); la pobreza retrocedi en los ltimos 50 aos ms que durante los 5 siglos anteriores; ms de 3 mil millones de individuos, es decir, ms de la mitad de la humanidad, tratan de sobrevivir en la pobreza con menos de 2 dlares al da.

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    informacional4, de peligros ambientales5 y de aparicin de nuevas amenazas6 que se

    inscriben en diversas escalas.

    En este nuevo escenario internacional, el proceso de mundializacin7 no slo est facilitando

    una mayor integracin e interconexin entre los estados y localidades, una nueva divisin

    internacional del trabajo, sino que las decisiones y actividades que ocurren en una parte del

    globo tienen consecuencias significativas en lugares muy distantes, de ah que el territorio, y

    sobre todo, aquellos dotados con recursos estratgicos (agua, petrleo, gas, minerales),

    vuelva a ser mirado desde la tradicional Geopoltica.

    Asimismo, el desplome de posiciones ideolgicas y polticas de tradicin secular han

    provocado polmicas, cuestionamientos y confusiones que han permitido el surgimiento de

    propuestas nacionalistas xenofbicas con base tnica, racista o religiosa-fundamentalista.

    As tambin han nacido movimientos nuevos de carcter econmico, cultural, ambiental o

    poltico social que buscan expresar sus reivindicaciones de justicia y equidad, como los

    relacionados con las minoras sexuales, tnicas, campesinos, mujeres, entre los ms

    importantes, los que no necesariamente son interpretados por los grupos polticos actuales8.

    En este sentido, los hechos ocurridos en Argentina y, particularmente, en Bolivia son los

    ejemplos ms emblemticos de cmo los movimientos sociales y polticos terminan

    derribando sucesivos gobiernos, los que frente a las crisis rearticulan discursos en torno a la

    geopoltica.

    4 De acuerdo a Bind, 2.000 millones de habitantes an estn privados de electricidad; el 80% de la poblacin mundial todava no tiene acceso a los medios de telecomunicacin de base; slo el 2,4% mundial tiene acceso a Internet (26,3% en Estados Unidos, 6,9% en los dems pases de la OCDE, 0,1% en frica Subsahariana, 0,04% en el sur de Asia). Todas estas desigualdades han derivado en un techno-apartheid. 5 Los principales problemas ambientales son: calentamiento del clima mundial, producto de la emisin de gases de efecto invernadero y que ha significado un aumento de temperatura; la distribucin desigual del agua, casi un 25% de la humanidad no tiene acceso y ms de la mitad de la humanidad carece de instalaciones de saneamiento adecuadas; reduccin de la capa de ozono; aumento de la desertificacin; contaminacin qumica; y el riesgo de la biodiversidad. 6 Las nuevas amenazas se relacionan con una dimensin transnacional de fenmenos vinculados al crimen organizado, narcotrfico y la corrupcin asociada a stos: terrorismo, migracin y degradacin del medio ambiente; y los conflictos tnico-nacionales y religiosos (Bermdez, 2001:118-119). 7 Los conceptos de Globalizacin y Mundializacin han sido utilizados indistintamente como sinnimos, sin embargo, presentan diferencias. La globalizacin se circunscribe en forma restrictiva a la relacin interdependiente que se produce en el mbito econmico y financiero. El origen conceptual proviene de las escuelas norteamericanas. En cambio, la mundializacin constituye un concepto ms amplio que el de Globalizacin, porque adems de considerar el mbito econmico-financiero, incorpora aspectos sociales, polticos, culturales e ideolgicos. Su origen conceptual proviene de las escuelas francesas. 8 Graciela Uribe, Geografa Poltica. Verdades y falacias de fin de milenio. Mxico, 1996, p. 31.

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    Si bien se reconocen avances significativos en torno a la integracin y cooperacin entre los

    estados y sus fuerzas armadas en Amrica Latina y que se distancia de las concepciones

    que acentuaban la rivalidad y los conflictos sustentados en una geopoltica expansionista y

    de disputa territorial, la presencia de estructuras democrticas frgiles y poco participativas,

    con problemas econmicos-sociales pueden hacer surgir viejas aspiraciones

    confrontacionistas como salidas falsas a dramticos problemas internos9, como fue lo

    ocurrido en Argentina (1982) y en Bolivia (2004-05). De hecho, la geopoltica ha sido

    determinante en la poltica exterior boliviana, por su permanente aspiracin martima que

    incluso ha logrado sensibilizar a varios pases de la regin.

    Pero en definitiva, qu es la geopoltica?, qu hay tras estos discursos geopolticos?,

    dnde surge?, y cmo han encontrado espacio entre los actores polticos, sociales,

    intelectuales y, especialmente, militares?. Nicholas Spykman10, atribuy tres significados

    diferentes de manera generalizada: a) asocindola primeramente a la escuela histrico-

    filosfica del III Reich cuando buscaba legitimar la edificacin de un estado colocando la

    fuerza al servicio de su expansin11; b) la geopoltica como sinnimo de geografa poltica; y

    c) el estudio y la planificacin de una poltica de seguridad que no puede considerarse

    independientemente de las caractersticas de la zona en la que se manifiestan las tensiones.

    Paradjicamente en la medida que se utiliza ms el concepto de geopoltica, ms impreciso

    se torna. En el estudio Competencia Internacional por la posesin de bases exteriores,

    Robert Harkavy establece una lista con las diferentes interpretaciones de la geopoltica que

    se encuentra en el lenguaje poltico corriente. Para unos la geopoltica ser una muletilla, un

    poco anticuada, que evoca el tradicional equilibrio de las potencias de la diplomacia clsica.

    Para otros permitir poner el acento en el espacio territorial y en el medio fsico en detrimento

    de la ideologa. Amplificar la nocin de potencia y de inters nacional, justificar las

    apropiaciones del espacio y de los recursos, implicar una diplomacia brutal, eventualmente 9 Roberto Gonzlez, El pensamiento geopoltico latinoamericano en los 90 [en lnea]. Disponible en: . 10 Nicholas Spykman, fue profesor de ciencias polticas, jefe de la escuela geopoltica americana. Rechaz los trabajos de Karl Haushofer y su equipo, indicando que su anlisis se circunscriba en una Geografa de la Paz. Se dedic a la reflexin de una geopoltica que permitiera borrar las heridas de la II Guerra Mundial. Indic una estrategia para que los Estados Unidos terminara con las hostilidades y desrdenes en el mundo. En otras palabras, justific la intervencin norteamericana en el nuevo escenario. 11 En esta perspectiva es interesante mencionar a Albert Demangeon que escribi una definicin de Geopoltica en 1932 a partir de los trabajos de la escuela alemana de Karl Haushofer: La geopoltica alemana ha renunciado a su espritu cientfico (originario) y se ha situado a la vanguardia de la propaganda nacionalista alemana. No es ms que una labor educativa para preparar al pueblo alemn a dar el salto al orden europeo. Es un instrumento de guerra (Gallois, 1992:40).

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    una guerra total. Dictar a los gobernantes una conducta diplomtica o militar contraria a los

    ideales universales anunciados, cuando no materializados en los hechos: respeto de los

    derechos humanos, desarrollo econmico en beneficio de todos, control de armamentos,

    combate pacfico para lograr un nuevo orden mundial... Por ltimo, en el sentido ms amplio,

    la geopoltica no sera ms que sinnimo de la poltica de poder practicada en el mbito de

    las relaciones internacionales. En la perspectiva de Hobbes12 sera la forma para designar

    una situacin permanente: los conflictos endmicos entre pueblos, el motor de sus luchas, su

    finalidad, sus salidas13.

    Por tanto, la ambigedad conceptual, intencional o no, generada en el transcurso de estas

    dcadas, ha ido alejando a la Geopoltica del concepto original por el que fue creado. En

    este sentido, Rudolf Kjellen, autor de este neologismo, cuando emple por primera vez este

    trmino en el ensayo Las Grandes Potencias, publicado en 1905, lo hizo bsicamente para

    continuar desarrollando las concepciones ratzelianas respecto a la relacin estado-poder

    elaboradas a fines del siglo XIX. Once aos ms tarde, reafirm las bases de esa nueva

    disciplina en su libro El estado como forma de Vida, editado en 1916, en Suecia14. Sus

    trabajos, que ejercieron gran influencia en Alemana, apuntaban a ser un medio que

    permitiera llamar la atencin de los polticos sobre las caractersticas geogrficas en la

    concepcin del Estado y del arte de gobernarlo. De ah que definiera la geopoltica como la

    ciencia que estudia el Estado como organismo geogrfico, pero tambin consider el estado

    como un ser viviente que creca, se desarrollaba y mora, y cuyo principal atributo era el

    poder15.

    El presente documento constituye un anlisis de los inicios histricos, geogrficos y

    filosficos de la Geopoltica en Europa, especialmente, alemana y de la influencia que sta

    ejerci en los pases del cono sur, especialmente en Argentina, Brasil y Chile.

    12 Thomas Hobbes (1588-1679), filsofo ingls, describi al hombre como un ser movido (en estado natural) por el deseo y el temor; por lo que para vivir en sociedad, el ser humano tiene que renunciar a sus derechos, en provecho de un soberano absoluto que hace reinar el orden: el Estado. As teoriz sobre el Estado, apoyndose en la doctrina de los derechos naturales y en la dependencia con las leyes de la naturaleza. Estas teoras esbozaran algunos elementos centrales de lo que sera posteriormente la Geopoltica. 13 Citado por Pierre Gallois, Geopoltica. Los caminos del Poder. Madrid, 1992, p. 44. 14 Jos William Vesentini, Novas Geopolticas. Sao Paulo, 2003, p. 15. 15 Rudolf Kjellen, Autarqua. En: Augusto Rattenbach (Compilacin), Antologa Geopoltica. Buenos Aires, 1985, p. 53.

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    II. Configuracin del Pensamiento Geopoltico 1. Prusianismo

    El anlisis de estudio que comprende la Geopoltica es antiguo, ya que siempre han existido

    diversas visiones respecto a la relacin que se produce entre espacio, poder, recursos y la

    injerencia que tienen los Estados sobre estos elementos. Efectivamente, fue una forma de

    conocimiento geopoltico lo desarrollado desde la Antigedad por soberanos como Daro I de

    Persia y Alejandro Magno de Macedonia, y que les permiti estructurar sus grandes imperios;

    como tambin lo realizado por el Inca Tupac Yupanqui, cuando viaj hasta la Polinesia con

    20.0000 guerreros en balsas para buscar nuevos dominios16, entre tantos otros ejemplos.

    En esta perspectiva, el saber geopoltico comprende una tentativa de anlisis cientfico sobre

    la importancia de los Estados en caras de su extensin, de su poblacin y de su posicin

    geogrfica, integradas con ideologas que procuran estimular y provocar la realizacin de

    objetivos de expansin territorial y dominacin de Estados vecinos17.

    No obstante, el pensamiento geopoltico que se desarroll durante los aos 20 dentro del

    mbito geogrfico, tuvo estrecha relacin con los conflictos polticos entre las potencias

    imperialistas que, desde el siglo XIX, luchaban por asegurar la hegemona en toda la

    extensin del mundo, respaldadas en sus respectivos estados por el espritu nacionalista18.

    Ciertamente, el componente esencial del Estado-nacin fue visto como el control de un

    determinado territorio cuya propiedad era demandaba por motivos que iban desde la

    tradicin, la identidad racial, cultural, la religin o la lengua19.

    Estas tendencias, por lo dems, fueron robustecidas por el liberalismo. Las revoluciones

    americana y francesa abrieron una nueva era, en la que los estados nacionales se basaron

    en soberanas territoriales claramente delimitadas y ejercidas por los gobiernos en nombre

    de la nacin. Sin lugar a duda que las disputas territoriales, caracterstica fundamental de las

    guerras entre naciones durante la mayor parte del siglo XIX, tendran como objetivo unir

    16 Hugo Ramrez, Introduccin a la Geopoltica. En: Revista Geopoltica Hacia una Doctrina Nacional. Ao VI, N 19. Buenos Aires, 1980, p. 14. 17 Manuel Correia de Andrade, Geopoltica do Brasil. So Paulo, 2001, p. 7. 18 Hacia fines del siglo XVIII, la nocin de soberana nacional sobre un territorio bien delimitado haba llegado a un lugar prominente, no slo en la prctica poltica, sino tambin en la teora y en la jurisprudencia. 19 Genaro Arriagada, El pensamiento poltico de los militares. Santiago, 1986, p. 111.

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    espacios para constituir un estado-nacin o para desgajar de viejos estados nuevas

    naciones-estado20.

    En el caso de Alemania, los procesos histricos en relacin con estos elementos fueron ms

    acentuados que en otros pases. De partida Prusia, -surgida como producto de la unificacin

    del ducado del mismo nombre y del principado de Brandenburgo (siglo XVII)-, se transform

    en la siguiente centuria en un poderoso Estado militar que habra de asumir una posicin

    hegemnica respecto al conjunto de la fragmentada Alemania. Federico Guillermo I (1713-

    1740), llamado el Rey Soldado, transformara a Prusia en una verdadera guarnicin, llegando

    a gastar un tercio del producto nacional en el equipamiento militar, al tiempo que el 3% de la

    poblacin serva en las filas. El nuevo Estado termin caracterizndose por un desmedido

    culto a la guerra y transformndose en un Estado militarista21.

    De igual forma, Alemania experiment un desarrollo histrico diferente al resto de Europa,

    destacndose por el fuerte peso de los seores feudales en contraposicin a los sectores

    burgueses ligados a la manufactura y al comercio. Pese a este retraso histrico en relacin

    con el desarrollo del capitalismo, los sectores de la clase dirigente prusiana mostraron una

    gran fortaleza desarrollando una importante industria para-estatal de pertrechos blicos y una

    industria agrcola cerealera con capacidad de exportacin, base econmica de la clase feudal

    de los junker, fraccin de la sociedad que mantena el dominio del aparato gubernamental22.

    Al finalizar el siglo XVIII el estado militar prusiano lleg a tener una gran influencia entre los

    estados alemanes, al tiempo que destacaba por sus conquistas territoriales y su

    extraordinario poder militar. Sin embargo, los cambios producidos en Europa,

    especficamente por las revoluciones que experimentaron Francia e Inglaterra, tambin

    repercutieron en Alemania. Dcadas ms tarde, la invasin napolenica reducira a menos

    de cien estados la fragmentada geografa poltica alemana. De esta manera, el Estado

    prusiano comenz a atravesar diversas fases, siendo la ms relevante, la relacionada con los

    sucesos revolucionarios de 1848-49, en que se transform en el principal gua de las

    aspiraciones democrticas y burguesas. Junto con esto, a partir de 1862, sent las bases

    para la concentracin territorial que culmin con la unificacin alemana en 1871. En el 20 dem. 21 Patricio Quiroga y Carlos Maldonado, El Prusianismo en las Fuerzas Armadas Chilenas. Santiago, 1988, pp. 17-18. 22 Ibid., p. 18.

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis 6

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    desarrollo de esta unificacin, Prusia ya se haba impuesto militarmente (a travs de

    sucesivas guerras) frente a Austria y Dinamarca, logrando el control poltico-militar en el rea

    alemana23, donde sera el canciller Otto von Bismarck el lder indiscutido.

    En 1866 el gobierno de Bismarck present un proyecto para iniciar la empresa de

    modernizacin del aparato militar: aument el contingente enrolado en un 10%, es decir,

    41.0000 soldados pasaron a reforzar el Ejrcito existente. Finalmente, Alemania qued en

    condiciones de movilizar la fuerza de

    3.500.000 hombres en armas en caso de

    un conflicto. Los militares gobernaban el

    pas, la industria destinaba los recursos

    necesarios, al tiempo que una ideologa

    de guerra cimentaba las conciencias de

    los soldados y se inculcaba en la

    poblacin una disciplina ciega ante el

    poder central24.

    Tras la unificacin de la Confederacin de Alemania del Norte (unin de los estados

    alemanes independientes situados al norte del ro Main) y de los cuatro estados germnicos

    del sur, Baviera, Baden, Hesse y Wrttemberg en 1871, se configur el II Imperio (Reich)

    Alemn. Esta nueva condicin imperial vino a fortalecer el desarrollo de Alemania que, entre

    el periodo 1871-1890, se transformara en una poderosa nacin industrializada que la hara

    aspirar a un rol de primer orden en el mbito internacional. As fue como se gener una

    acelerada industrializacin del pas, la prusianizacin total de Alemania y la implementacin

    de una poltica colonialista.

    Indudablemente, las ltimas dcadas del siglo XIX fueron de expansin colonial e

    imperialista, puesto que Europa creca a expensas de sus colonias. Las grandes potencias

    se haban repartido Asia y frica, y particularmente Francia, Inglaterra, Rusia y el imperio

    Austro Hngaro presenciaban con desconfianza el ascenso vertiginoso de Alemania. An

    ms, la formacin de bloques o alianzas entre las distintas potencias cre un ambiente de

    23 Ibid., p. 19. 24 Ibid., p. 21.

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    inseguridad en Europa que inevitablemente culmin con la guerra. Pronto comenz la

    carrera armamentista y las construcciones navales en gran escala: era la paz armada. Sin

    embargo, la crisis estall en 1914 tras el atentado en Sarajevo y se prolong hasta 1917

    cuando en Europa comenzaron las presiones por dar trmino a la guerra. Luego los

    conflictos entre los estados se trasladaran al interior de cada uno de ellos, tal como sucedi

    con los alemanes, que se sublevaron en contra del imperio por negarse a entablar

    conversaciones en pro de la paz e hicieron que el emperador Guillermo II abdicara para

    evitar un proceso similar al ocurrido en Rusia. De esta forma, Alemania pas a tener un

    nuevo rgimen poltico con la constitucin de la Repblica de Weimar.

    Producto del Tratado de Versalles (1919), Alemania debi aceptar las condiciones impuestas

    por los aliados: fuertes sanciones econmicas, prdidas de territorio y autonoma en sectores

    estratgicos25. Los acuerdos adoptados en Pars slo conduciran a una nueva y peor

    conflagracin. De hecho, en la poblacin alemana recrudeci la cuestin nacional, cuyo

    sentimiento se fortaleci producto de las prdidas territoriales.

    Asimismo, a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, la base conceptual del pensamiento

    geogrfico se fue desplazando de la teologa de la naturaleza, -es decir, de una visin

    mediatizada por el misticismo religioso premoderno y la teora cientfica moderna26, en donde

    se apuntaba a la bsqueda de las leyes de la naturaleza-, a una clara tendencia a la biologa

    evolucionista. Esto signific incorporar a la Geografa la concepcin de unidad de la vida

    orgnica, donde las sociedades eran organismos sociales que se diversificaban y

    especializaban bajo la influencia del ambiente externo y de sus propias estructuras internas.

    Por tanto, cada organismo vivo necesitaba un territorio, lebensraum o espacio vital, para

    obtener sus medios de subsistencia. Pero, adems, el crecimiento de la poblacin llevaba a

    incrementar las exigencias de estos medios, lo que obligaba a los estados a ampliar sus

    territorios para la poblacin excedente. La era industrial ampli el campo del comercio de la

    industria alemana en pleno desarrollo, buscando diversas salidas que las potencias rivales le

    25 Alemania tuvo que suprimir el servicio militar obligatorio; reducir su Ejrcito a 100.000 hombres; desmilitarizar todos los territorios situados en el margen oriental y occidental del ro Rin en una franja de 50 kms. de ancho; dejar de importar, exportar y producir material de guerra; y limitar sus fuerzas navales a 36 buques de superficie (no se le permiti mantener submarinos) y el personal naval a 15.000 hombres, quedndole prohibida la aviacin militar. Debi pagar cuantiosas indemnizaciones y perdi aproximadamente 71.000 kms.2 de su territorio, algo ms de un 13% de sus dominios europeos. 26 Richard Peet, Modern Geographical Thought. Oxford, 1998, p. 8.

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    negaban. Esto orient, finalmente, a que la clase dirigente centrara sus miradas hacia los

    territorios menos poblados y menos organizados.

    2. El Estado, la Geografa Poltica y la superioridad de las razas

    Como rama individualizada del tronco comn geogrfico, la Geografa Poltica (antecedente

    de la Geopoltica) naci en Alemania, debido a que, segn Vicens Vives (1981), los filsofos

    alemanes impusieron la corriente idealista en Europa a partir de Inmanuel Kant27; por tanto,

    existi un desarrollo excepcional de los mtodos de trabajos cientfico en las universidades

    de aquel pas desde los inicios del siglo XIX y, especialmente, en el oscuro, ntimo y

    desbordante deseo que presidi la vida del pas, desde la coyuntura romntica, de dar

    plenitud soberana a un Estado unitario nacional inspirado en la exagerada grandeza del

    Imperio medieval germnico28.

    En la construccin de esta nueva disciplina y del Estado que se requera forjar, diversas

    mentalidades influiran en este proceso. La creacin de una cosmovisin coherente a las

    ideas que fluan, comenz con Sentencias (1757) de Kant en la que por primera vez se

    emple en el campo de las ciencias el concepto de Geografa Poltica. Este mismo autor,

    posteriormente, en su obra Ideas de una historia general desde el punto de vista universal

    lleg a la conclusin de que la Historia no era obra de los hombres, sino de la naturaleza. Es

    decir, las leyes universales de la naturaleza determinaban todas las acciones humanas; por

    tanto, la Geografa no deba ocuparse nicamente de la descripcin de la naturaleza, sino

    que deba ser ampliada a los aspectos etnogrficos y polticos29. Esto permitir a Kant

    preparar la idea de una estrecha relacin entre naturaleza y humanidad, en donde la

    influencia de la primera sobre la segunda sera determinante; y donde legitimaba el concepto

    de Estado-Nacin-organismo al aplicar el biomorfismo a los fenmenos polticos y sociales30.

    Esta perspectiva fue la que continu Alexander von Humboldt, quien aparte de ser

    considerado el padre de la Geografa Moderna, realiz importantes aportes respecto a la

    27 Inmanuel Kant (1724-1804), filsofo alemn, dej de manifiesto las pretensiones a la verdad de la metafsica tradicional, pero conserv la va del saber racional y del conocimiento cientfico, evitando cualquier abandono al escepticismo y poniendo el valor absoluto en la ley moral. En este sentido, Kant estaba persuadido de que no poda haber una moral sin cierta creencia en Dios o en la inmortalidad, lo que oblig a presuponer la existencia necesaria de Dios. 28 Jaime Vicens Vives, Tratado General de Geopoltica. El Factor Geogrfico y el Proceso Histrico. Barcelona, 1981, p. 40. 29 Jorge Atencio, Qu es la geopoltica. Buenos Aires, 1979, p. 88. 30 Pierre Gallois, op. cit., p. 227.

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    Geografa de los Estados, destacndose el Ensayo poltico sobre el reino de la Nueva

    Espaa, donde analiz los hechos geogrficos y su relacin con la vida humana y la poltica

    de los Estados.

    Posteriormente, el filsofo Juan G. Herder, muy sensible al cambio cultural que se iniciaba en

    Europa, captur el creciente nacionalismo y romanticismo que se generaba y desarroll un

    nuevo conjunto de reflexiones en Ideas de la filosofa de la Historia, donde entreg nuevas

    orientaciones al estudio geogrfico-poltico por considerar la nacin un ser orgnico, como

    una planta de la naturaleza. Para Herder, tierra y humanidad constituan una unidad

    inseparable, no slo porque la primera era la morada de la segunda, sino por sta era un

    organismo biolgico dependiente de la tierra. Su filosofa poltica se impregn plenamente

    de un determinismo histrico31. En otras palabras, para este autor la naturaleza estaba de

    tal modo dispuesta, que cada etapa desarrollaba, dentro de un circuito especfico de formas

    superiores de vida, una cadena selectiva: la humanidad no era sino un todo diferenciado,

    encontrndose dividida en razas, entre las que sobresala la blanca. De este racismo an

    ingenuo se desprenderan las teoras acerca de la existencia de las razas superiores32. De

    alguna forma Herder haba imaginado que la nacin alemana sera el lugar modelo que

    unira al pueblo alemn con la razn universal, elementos que ms tarde seran recogidos

    por la Geopoltica alemana.

    Durante este periodo, el centro de reflexin estuvo ubicado en el proceso de evolucin de la

    especie humana. En suma, la filosofa clsica alemana puso en el centro del debate las

    potencialidades de las fuerzas de la naturaleza y, fundamentalmente, una marcada

    orientacin anti-individualista frente al Estado, o ms bien, la adoracin e idolatra al Estado

    prusiano. Todos estos elementos lograron cohesionar a las emergentes elites de una

    Alemania que sala de la fragmentacin de sus estados territoriales vigentes por casi un

    milenio. Las nuevas ideas fuerzas pretendan revivir en funcin de una gran Alemania33.

    31 Jorge Atencio, op. cit., p. 89. 32 Patricio Quiroga y Carlos Maldonado, op. cit., p. 22. 33 Ibid., p. 23.

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    A la configuracin de esta nueva visin de mundo se incorpor la de Karl Ritter34, cuya obra

    fue lo ms inmediato a las ideas geopolticas. Aunque logr sistematizar el pensamiento de

    Humboldt, segn Vicens Vives, su obra jams posey el impulso creador que tendra ms

    tarde Friedrich Ratzel. Empero, sus enseanzas universitarias le permitieron conformar una

    generacin de discpulos en que iba pesando la teora positivista del milieu formulada por el

    francs Lamarck35, -y elevada a dogma filosfico por Comte36-, as como la teora

    evolucionista de Darwin37, el culto al Estado por parte de Hegel38 y el nacionalismo

    romntico de Fichte39. En este aspecto Ritter, ms que Humboldt, suministr a los futuros

    geopolticos alemanes los primeros fundamentos de la disciplina.

    La obra maestra de Ritter fue los casi veinte volmenes de Geografa Comparada40. All

    realiz la ambiciosa tarea de describir y explicar la geografa mundial aportando una nueva

    concepcin: el globo no ser solamente un ente inorgnico, sino que deber ser analizado y

    comprendido como un organismo (vivo). Por sus caractersticas geogrficas y su clima, una

    34 Karl Ritter (1779-1859), sistematiz el pensamiento de Humboldt, por tanto, sus ideas coincidieron respecto a la influencia que sobre la vida de las plantas, de los animales y hasta del hombre, ejercen los factores geogrficos; pero tambin extendi esta influencia a las condiciones histricas (Atencio, 1979:92-93). 35 Jean-Baptiste de Monet, caballero de Lamarck (1744-1829), naturalista francs, enunci por primera vez una teora de la evolucin de las especies (transformismo), basada en el carcter hereditario de las adaptaciones morfolgicas al medio ambiente. 36 Augusto Comte (1798-1857), filsofo francs, sent las bases del positivismo en que uno de sus principales aportes fue el mtodo experimental. Para Comte, las fuentes de las variaciones sociales eran la raza, el clima (factores naturales) y la accin poltica (factor humano). 37 Charles Darwin (1809-1882), naturalista ingls, elabor la teora sobre la evolucin de las especies. De hecho, en su obra El origen de las especies afirmaba que si bien el aislamiento tiene importancia para la produccin de nuevas especies, el tamao de la zona es, en su conjunto, todava ms importante para la produccin de especies de larga vida, capaces de extenderse ampliamente (citado por Atencio, 1979:97). Posteriormente, cuando algunos geopolticos aceptaron la teora que consideraba al Estado como un ente biolgico, se apoyaron en las observaciones de este naturalista en relacin con el valor del espacio como fuerza poltica. En consecuencia, la vida de los Estados estara determinada por su espacio. 38 Friedrich Hegel (1770-1831), filsofo idealista alemn, estableci una frmula esencial para el concepto de Historia, que consista en un proceso de evolucin constante y que alcanzaba la libertad absoluta mediante un sistema estatal (prusianismo). Justific que el sujeto de la Historia era el pueblo organizado en Estado, en que los principios de la moral individual no regan y se sacrificaban en beneficio de ste. Los pangermanistas recogieron de Hegel su definicin de Estado, su concepcin de derecho de las naciones y el elogio implcito a Prusia, manifestacin organizada del espritu germnico: La razn y la realidad manda a considerar al Estado como un todo orgnico formado por una colectividad unida para la defensa en comn del conjunto de sus bienes. A partir del momento en que se une, tambin los individuos que forman esta colectividad deben constituir y mantener el poder del Estado. Este a su vez asegura la defensa y el bienestar de sus ciudadanos... El Estado eleva al individuo, puesto que la disciplina que impone para integrarlo en l, le libra de sus contingencias y de sus preocupaciones menores (Gallois, 1992:186-187). 39 Johan Gottlieb Fichte (1762-1814), fue discpulo de Kant y autor de Discursos a la nacin alemana. Aunque no admiti que el medio fsico pudiera determinar los caracteres nacionales, s al menos contribuy en algunos de sus rasgos especficos. Entendi que el hombre es un constante creador, por ende, el alemn tiene carcter, no sufre las leyes de la naturaleza ni el peso de la historia, ni acepta estar influido por el exterior. As fue como Fichte ilustr la tesis de la superioridad germnica justificando el orgullo nacional alemn y dando esperanza a un pueblo abatido por la derrota. Fue el lejano y bien involuntario promotor del pangermanismo, de sus desviaciones raciales y del delirio homicida del nacional-socialismo (Gallois, 1992:183). 40 El ttulo original fue: Los conocimientos actuales en relacin a la naturaleza y a la historia de los hombres o conjunto y comparacin de dichos conocimientos como bases seguras para el estudio y enseanza de las ciencias fsicas o histricas, posteriormente se abrevi en Geografa Comparada.

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    misma regin interviene diferentemente sobre el comportamiento de los pueblos y de los

    Estados, a medida que ellos avanzan en la Historia41. De esta manera, la Geografa se

    transformaba en la ciencia del globo viviente, globo en que los continentes son sus rganos

    primarios y que acta de modo similar a los seres biolgicos42. Con estos conceptos se

    anticip a las ideas organicistas que despus profundizara Ratzel.

    La confluencia de estas corrientes de pensamiento abri espacios para las concepciones de

    Friedrich Ratzel, quien en sus obras Antropogeografa y Geografa Poltica lleg a concluir

    que en la historia de la evolucin de la sociedad humana existan dos elementos

    permanentes: el hombre y el suelo, y que ambos elementos podan ser objeto de

    investigacin cientfica por el importante mecanismo de su interaccin. Estas ideas tuvieron

    un eco en la orgullosa Alemania, producto de la victoria en Sedn y de la diplomacia de

    Bismarck, pero tambin en toda Europa, gracias al desarrollo vertiginoso del imperialismo

    econmico y poltico y al entusiasmo por el positivismo en las ciencias naturales43.

    En este contexto, Friedrich Ratzel public Leyes del crecimiento territorial (1896) y

    Geografa Poltica (1897) donde formul la importancia de la integracin territorial germana

    y la peligrosa debilidad que enfrentaba una nacin fragmentada incapaz de alcanzar el

    espacio vital requerido para su desarrollo44, ya que durante la primera mitad del siglo XIX los

    alemanes, al buscar su espacio poltico, consideraban la frontera como una divisin

    frecuentemente arbitraria y siempre temporal. Es por esto que Ratzel defini la frontera

    como una banda de terreno ms o menos larga e imprecisa, pues no vea en la naturaleza la

    representacin cartogrfica de las fronteras los mapas no son ms que una abstraccin, la

    zona fronteriza es la realidad45 y expuso sus siete leyes sobre la expansin de los Estados,

    tambin denominadas leyes de los espacios crecientes.

    Para Ratzel el espacio no era un mero vehculo de las fuerzas polticas, sino en s mismo una

    fuerza poltica de primera importancia. Cada una de las leyes apunt en esta lnea de

    anlisis, en donde la 4, 5 y 6 ley formaron la esencia de lo que sera la Geopoltica en las

    dcadas posteriores y hasta el da de hoy. Respecto a la 4 ley, la frontera es un rgano 41 Pierre Gallois, op. cit., pp. 231-232. 42 Jorge Atencio, op. cit., p. 93. 43 Jaime Vicens Vives, op. cit., p. 43-44. 44 Graciela Uribe, op. cit., p. 91. 45 Pierre Gallois, op. cit., p. 80.

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis 12

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    situado en la periferia del Estado (considerado como un organismo). Por su emplazamiento

    materializa el crecimiento, la fuerza y los intercambios territoriales del Estado. La 5 ley

    seal que procediendo a su extensin en el espacio, el Estado se esfuerza por absorber

    las regiones importantes para sus planes: el litoral, las cuencas fluviales, las llanuras y ms

    generalmente los territorios ms ricos; en tanto, la 6 ley indic que el primer impulso que

    lleva al Estado a la extensin de su territorio viene de afuera, atrado por una civilizacin

    inferior a la suya46.

    Esta concepcin de expansionismo territorial fue lo que hizo interpretar el nacimiento de la

    geografa moderna como un servicio a los intereses del imperialismo en sus diversos

    aspectos, incluyendo la adquisicin de territorios, la explotacin econmica, el militarismo y la

    practica de la dominacin de clase y de raza47.

    El pensamiento de Ratzel, sera seguido por Rudolf Kjellen, autor del neologismo. Para

    Kjellen la esencia del Estado como organismo se compona de elementos jurdicos y

    elementos de fuerza; como toda vida social existente sobre la tierra consista no slo en la

    moralidad, sino tambin en deseos orgnicos... los Estados, tal como podemos seguir su

    curso en la historia y tal como nos movemos entre ellos en el mundo de las realidades, son

    seres materiales-racionales, exactamente igual que los seres humanos48. Por tanto, un

    sistema de gobierno para conseguir un Estado pleno de vitalidad asimilado a un organismo

    vivo, segn la tesis de Ratzel -, deba poner en prctica cinco polticas complementarias y

    convergentes: la Ekonopolitk, la Demopolitik, la Sociopolitik, la Kratopolitik y, para conducir al

    xito su expansin natural, la Geopolitik49. Eran cinco elementos de la misma fuerza, cinco

    dedos de la misma mano, trabajando juntos en la paz y luchando juntos en la guerra50.

    En medio de estas corrientes de pensamiento surgiran tambin con fuerza las concepciones

    racistas, siendo uno de sus principales exponentes Houston Stewart Chamberlain, autor de

    La Gnesis del siglo XIX (1898), un texto que argumentaba que, tras la fragmentacin

    poltica y territorial, era preciso destruir el dogma de la igualdad de los hombres instaurado

    por el catolicismo y demostrar que no hay igualdad ni entre los hombres ni entre las razas. 46 Citado por Pierre Gallois, op. cit. p. 238-239. 47 Richard Peet, op. cit., p. 9. 48 Federico Marull, Geopoltica. En: Revista Terra Australis, N 21. Santiago, 1971, p. 32. 49 Pierre Gallois, op. cit. p. 35. 50 Genaro Arriagada, op. cit., p. 122.

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    Por la pureza de la raza, el germano era superior, pero el judo tambin perteneca a una

    raza pura, por tanto, sera el nico que en el terreno racial podra dirigirse contra el ario; de

    ah que estas dos razas seran inconciliables, inasimilables. Chamberlain dedic casi

    doscientas pginas del Tomo I de la Gnesis al estudio de la cuestin juda y a los peligros

    que presentaban para los germanos el judaismo. Se esforz en demostrar que la

    superioridad de una raza no dependa nicamente de su pureza, sino que un pueblo poda

    seleccionar su raza. Los alemanes, al no haber padecido tanto como las otras poblaciones

    europeas el caos tnico meridional, igual que los nrdicos que los rodeaban, seran ms

    aptos para la purificacin51.

    3. La Geopoltica de Karl Haushofer

    Tras el trmino de la I Guerra Mundial y la firma del Tratado de Versalles, en que Alemania

    qued profundamente afectada por las duras condiciones impuestas por los pases aliados,

    dio lugar a la aparicin de grupos nacionalistas y a la reactivacin del pensamiento

    geogrfico poltico desarrollado a fines del siglo XIX y los principios filosficos del Estado

    como organismo vivo. En este clima intelectual de la Repblica de Weimar, los argumentos

    del General Karl Haushofer52 sobre la inevitabilidad de la expansin territorial alemana a

    expensas de la guerra y el fundamento de polticas racistas, encontraron una gran acogida

    en el gobierno de Adolfo Hitler53. Haushofer difundi sus ideas a travs de Zeischrift fr

    Geopolitik (Revista de Geopoltica)54, publicada en Alemania entre 1924-1944, y que en

    Amrica del Sur ciertos pensadores, especialmente militares, reprodujeron o adaptaron a las

    realidades locales55. Incluso Everardo Backheuser, oficial brasileo educado en Alemania y

    51 Pierre Gallois, op. cit. p. 196-197. 52 El General Haushofer (1869-1946) despus de su participacin en la I Guerra Mundial, se transform en profesor de Geografa Poltica e Historia Militar en la Universidad de Mnich. Su concepcin geopoltica estuvo fuertemente influenciada por concepciones socialdarwinianas (determinismo) y el pensamiento de Ratzel (Ncleo Vital). 53 Graciela Uribe, Geografa y Sociedad. Exploraciones en Compromisos y Propuestas Actuales. Mxico, 1998, p. 37. 54 Esta revista cont con la colaboracin de varios intelectuales: militares, gegrafos, cientistas polticos, historiadores y economistas, siendo algunos renombrados profesores universitarios. Pas de un tiraje inicial de mil ejemplares por mes, en 1924, a ms de cinco mil en los aos 30 y cerca de un cuarto de sus lectores fueron suscriptores del exterior. A partir de 1931, cuando la lnea editorial hizo eco de la ideologa nacional-socialista, algunos de los colaboradores originales se negaron a seguir participando. Esta revista abord temas como el espacio vital para la nacin alemana, especialmente en Europa Central, un nuevo orden europeo o mundial de ideas, la superioridad de la raza aria o su destino, etc. (Vesentini, 2003:20-21). 55 Segn Barbosa da Silva (2003), el Museo Paulista de la Universidad de Sao Paulo cont con la mayor parte de las publicaciones Zeischrift fr Geopolitik que llegaron al pas; sin embargo hasta la fecha no se ha encontrado ningn nmero de la dcada de 1940; aunque advierte el hecho de que pudieran existir colecciones completas, sin estar debidamente catalogados, en otras bibliotecas brasileras. Tras la guerra, este material represent un vnculo explcito con el nazismo. En

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis 14

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    uno de los principales exponentes de la geopoltica en su pas, public el artculo

    Conglomerado Poltico Brasileo en 192656.

    Haushofer fue el primero en esbozar una concepcin geopoltica global ideal, producto de la

    posicin de su pas (cercana al corazn de Eurasia, el heartland de Mackinder57), igualmente

    abog por una alianza con Rusia (de tradicin poltica y militar prusiano) y con las potencias

    del extremo oriente, China y, particularmente, Japn. De hecho, Haushofer les augur un

    gran porvenir y decisivo por su localizacin en el Ocano Pacfico, postulado que, adems,

    ejercera una gran influencia en el pensamiento geopoltico de Argentina, Brasil y Chile. A

    partir de esta visin global, Haushofer dividi el mundo en cuatro bloques o zonas

    continentales: una zona de influencia alemana, que abarcara Europa (menos Rusia), frica y

    Oriente Medio; una zona de influencia norteamericana (continente americano); una zona de

    influencia rusa (Rusia ms el sur de Asia, o sea una salida para el ocano Indico; y una zona

    de influencia japonesa (extremo oriente, sudeste asitico y Oceana)58.

    Si bien es cierto que el general Karl Haushofer fue presentado como la eminencia gris de

    Hitler o el jefe del espionaje mundial nazi, por parte de la prensa anglosajona, en realidad l

    fue parte de un exaltado clima nacionalista (1918 a 1933) por recuperar la potencialidad

    alemana en Europa y otorg a la geopoltica la finalidad mstica de cimentar en cada alemn

    el amor al suelo y a la patria. Este amor evitara en el futuro que cayera presa de un

    cosmopolitismo moral o poltico corruptor y hara de Alemania un cuerpo capaz de resistir los

    ms fieros embates y no de aquella Alemania vendida, deshecha, ebria de derrotismo,

    miserablemente arruinada en el espritu que l haba encontrado al regresar en 1918. En

    definitiva: un ideal conservador, posiblemente reaccionario y aristocrtico, pero no dispuesto

    a preparar el camino a la agresin hitleriana en Europa, ni tampoco a legitimar las Chile no se encuentran catalogadas dichas publicaciones tanto en las bibliotecas de la Universidad de Chile como de la Pontificia Universidad Catlica de Chile, las instituciones ms antiguas del pas. 56 Citado por Genaro Arriagada, op. cit., p. 158. 57 Halford Mackinder (1861-1947), gegrafo ingls, se apoy en las leyes de gravitacin newtonianas y seal al Imperio Britnico, ya en crisis frente a los poderes mundiales emergentes, las alianzas que deban construir para no perder totalmente sus posiciones hegemnicas. A travs de la teora del heartland (tierra-corazn o corazn continental), indic que las reas terrestres del planeta conforman en sus dos terceras partes una verdadera isla mundial (frica y Eurasia: un solo continente), que est rodeada por cinco ocanos y que componen un slo ocano mundial y rodeado de numerosas islas prximas, creciente interior marginal, tales como Gran Bretaa, Indonesia, Filipinas, Formosa y Japn. Ms all del gran ocano estaran situadas las islas exteriores, creciente insular exterior, representadas por Amrica, Australia y Antrtica. Para Mackinder quien domine el este europeo domina el heartland; quien domine el heartland domina la isla mundial y quien domine la isla mundial, domina el mundo (Marull, 1971:34-35). De este modo, condens su visin geopoltica del mundo, la que ejerci gran influencia en la geopoltica alemana. No obstante, no visualiz la importancia que adquirira Estados Unidos en dcadas posteriores. 58 Jos William Vesentini, op. cit., p. 21.

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    equivocaciones de la poltica nacional e internacional del III Reich59, como por ejemplo, la

    invasin a Rusia. Esto signific para l que en los ltimos aos del gobierno de Hitler fuera

    perseguido y encarcelado60. Finalmente, Haushofer acab suicidndose con su esposa en

    1946.

    No obstante, la propagacin del pensamiento geopoltico con intromisiones indebidas, como

    indicara Backheuser61, haban logrado influir considerablemente ms all de las fronteras

    alemanas. Es por esto que, en cierta forma, la geopoltica, segn Uribe (1998), termin

    constituyndose en el discurso ideolgico del Tercer Reich y con sus desvaros

    pseudocientficos y sus trgicos resultados blicos, que signific tambin un golpe casi

    mortal para la Geografa Poltica. Lamentablemente, los postulados geopolticos fueron

    recogidos por los grupos dominantes de los sectores militares y/o militaristas y, hasta el da

    de hoy podemos observar como se utilizan, en versiones bastante anlogas a las originales,

    para analizar los complejos problemas poltico-estratgicos contemporneos62.

    III. Amrica Latina 1. Orgenes Histricos

    Amrica Latina presenta una complejidad geopoltica que data desde los tiempos de las

    grandes conquistas territoriales. Segn Haushofer, la carencia de dominio del espacio fue

    una de las desafortunadas herencias que los estados sudamericanos recibieron de la madre

    patria63; a esto se sumaron las imprecisas delimitaciones entre las numerosas

    gobernaciones, audiencias, capitanas y virreinatos a travs de los cuales se administraban

    las colonias espaolas.

    En las races de las disputas territoriales estaba el antagonismo que separaba a Espaa de

    Portugal, las potencias imperiales litigantes en Amrica del Sur. Posteriormente al Tratado

    59 Jaime Vicens Vives, op. cit., p. 50. 60 Karl Haushofer estaba casado con una juda y su hijo fue asesinado por la Gestapo por haber participado, junto con algunos militares e intelectuales, en el atentado contra Hitler. 61 Citado por Genaro Arriagada, op. cit., p. 159. 62 Uribe, op.cit., Geografa y Sociedad. Exploraciones en Compromisos y Propuestas Actuales, p. 37. 63 Karl Haushofer, Poder y Espacio. En: Augusto Rattenbach (Compilacin), op. cit., p. 88.

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis 16

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    de Tordesillas (1494), que determin la extensin de los territorios divididos, ambas naciones

    se embarcaron en campaas de descubrimiento y ocupacin de territorios no explorados que

    no estaban adecuadamente reconocidos y que tampoco aparecan en los mapas. As,

    importantes territorios constituyeron fuentes de conflictos, especialmente en la zona de

    Misiones y en el estuario del Ro de la Plata, en que ocurrieron frecuentes encuentros

    armados entre espaoles y portugueses durante la poca colonial64.

    Asimismo, las autoridades imperiales recomendaron la ocupacin de ciertos pasajes (como

    el estrecho de Magallanes y el mar Drake) - por parte de guarniciones y colonizadores

    espaoles - con la finalidad de frustrar las crecientes tentativas de los corsarios ingleses,

    franceses y holandeses en incursionar y desbaratar las rutas comerciales coloniales. Esta

    importancia geoestratgica en el extremo sur de Amrica surgi nuevamente con Argentina y

    Chile cuando nacieron como naciones independientes.

    En efecto, el inters de ambos pases por el control del estrecho de Magallanes, el canal de

    Beagle y el cabo de Hornos y, particularmente, el anhelo de extender los dominios sobre el

    cuadrante sudamericano de la Antrtica por razones geopolticas, tuvo sus orgenes en la

    colonia y en la herencia de lmites territoriales vagamente definidos. Esta situacin fue lo que

    ocurri con los lmites coloniales de los virreinatos del Per y del Ro de la Plata y del Reino

    de Chile, que impulsaron disputas territoriales y limtrofes que han dificultado las relaciones

    entre Bolivia y Chile, Argentina y Chile y Bolivia y Paraguay desde el siglo XIX65.

    Tras la independencia, los conflictos no slo prevalecieron sino que se agudizaron con la

    Guerra de las Provincias Unidas del Ro de la Plata contra Brasil (1825-1828); Guerra entre

    Chile y la Confederacin Per-Boliviana (1836-1848); Guerra no declarada entre Argentina y

    Brasil por el Uruguay (1843-1852), Guerra de la Triple Alianza que signific el aniquilamiento

    de Paraguay por todos su vecinos (1865-1870) y que tuvo como resultado un genocidio casi

    completo66; Guerra del Pacfico, Chile contra Per y Bolivia (1879-1883); y la Guerra del

    Caucho o del Acre, 1900-1903, (Brasil contra Bolivia). Producto de esto se produjeron

    transferencias masivas de territorio. Brasil continu su expansin hasta comienzos de 1900 64 Csar Caviedes, Aparicin y desarrollo de doctrinas geopolticas en los pases del Cono Sur. En: Phillip Kelly y Jack Child, Geopoltica del Cono Sur y la Antrtida. Buenos Aires, 1990, pp. 13-14. 65 Ibid., p. 15. 66 Esta guerra signific que de una poblacin superior al milln trescientos mil habitantes antes de la guerra, no quedaran ms de doscientos mil. Esta situacin deriv en la autorizacin de la poligamia para repoblar el pas.

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    y gan territorio a costa de la mayor parte de sus vecinos. Argentina a expensas de Bolivia,

    Chile y Paraguay. Chile forz el desmembramiento de la Federacin Bolivia-Per y ms

    tarde, en la Guerra del Pacfico, se apoder de territorios de ambos pases67.

    Segn Coutau-Bgarie (1988), no habra debido existir al sur del Caribe ms que dos

    ribereos americanos del Atlntico: la Argentina, heredera del antiguo Virreinato del ro de la

    Plata, y el Brasil, continuidad del Imperio portugus. Los particularismos locales y la

    diplomacia britnica decidieron otra cosa. Fiel a su mxima tradicional divide and rule, la

    Gran Bretaa favoreci el nacimiento del Uruguay, menos como estado tapn entre dos

    potencias naturalmente antagonistas que como medio de quitar a la Argentina el control de

    las dos riberas del Plata, y evitar que slo dos pases se dividieran la costa americana del

    Atlntico Sur. De la misma manera, el Reino Unido ha alentado la expansin de Chile hacia

    el Sur a fin de impedir el dominio argentino de la ruta de Hornos, que tena entonces un

    carcter vital para el poder martimo.

    En trminos generales, el expansionismo fue considerado como la expresin de virilidad de

    las jvenes naciones. Evidentemente, la clase dirigente no cuestion la moralidad de las

    ganancias territoriales por medio de la fuerza y a expensas de pases menos agresivos, ni

    tampoco las potencias europeas o norteamericanas hicieron alguna crtica, puesto que

    tambin estaban en prcticas similares68.

    En la medida en que se consolidaban las nuevas naciones, comenzaron a adquirir un peso

    internacional Argentina y Brasil en el Atlntico sudoccidental y en la Cuenca del Plata, y Chile

    en el Pacfico sudoriental. Esto fue lo que justific la existencia de establecimientos militares

    que legitimaron el uso de la fuerza en los conflictos internacionales por medio de campaas

    militares y presiones diplomticas. As fue que al trmino del siglo XIX se desarroll una

    creciente carrera armamentista en los pases del ABC69 (Argentina, Brasil, Chile) que llev al

    borde de la guerra a Argentina con Brasil (1899) y una desconfianza mutua entre los tres. 67 Howard Pittman, Armona o discordia: El efecto de la democratizacin sobre geopoltica y conflicto en el Cono Sur. En: Phillip Kelly y Jack Child, Geopoltica del Cono Sur y la Antrtida. Buenos Aires, 1990, p. 32. 68 Csar Caviedes, op. cit., p. 17-18. 69 La frmula tringulo ABC fue desarrollada por Nicholas Spykman, quien haba visualizado claramente el choque entre estas potencias. En posicin central, Argentina enfrentaba a Brasil, al que supona con ambiciones hegemnicas; y por el otro a Chile, que deseaba acceder al Atlntico, pero con una posicin defensiva. En la poca de Spykman, ABC no era solamente el resultado de un orden alfabtico, sino tambin una jerarqua de poder (Coutau-Bgarie, 1988:126).

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    2. Desarrollo de la Geopoltica en la Regin

    En Latinoamrica la geopoltica fue cultivada activamente desde los aos 30 en crculos

    militares, siendo Brasil pionero por la participacin de Everardo Backheuser en Zeischrift fr

    Geopolitik y por haber traducido en 1925 un ensayo titulado La Poltica y la Geopoltica

    segn Kjellen70. Este hecho incidi en que la Escuela Geopoltica Brasilea sea hasta hoy

    la ms significativa e influyente de la regin y que sirviera de modelo para otros pases

    permitiendo una fuerte reactivacin del pensamiento geopoltico, especialmente en Argentina

    y Chile.

    Esta preponderancia de la escuela de Brasil en la regin se ha generado en funcin de su

    creatividad, originalidad y naturaleza prolfica de sus escritores y consejeros nacionales, a los

    que se han incorporado, en las ltimas dcadas, acadmicos universitarios vinculados

    especficamente a las ciencias geogrficas71. Muchos autores argumentan que Portugal (y

    despus Brasil) fue instintivamente geopoltica cuando Brasil era colonia y, posteriormente,

    imperio y que los analistas y escritores geopolticos del siglo XX slo introdujeron las

    palabras que sus predecesores haban hecho subconscientemente.

    Fue indudable que tras la II Guerra Mundial la geopoltica entr en una crisis hasta la dcada

    del 70 en que vivi una especie de ostracismo, puesto que los vencedores la identificaban

    con los vencidos (nazismo alemn o fascismo italiano o la poltica expansionista de Japn

    antes de la guerra)72 y no recomendable de estudiar en el mbito acadmico. Sin embargo,

    ciertas escuelas geopolticas vinculadas ms bien a las fuerzas armadas - como las de

    Brasil, Chile y Argentina - continuaron produciendo y reproduciendo muchos de sus

    postulados que sirvieron de base para las polticas territoriales de sus estados. Ciertamente

    la presencia militar en el pensamiento geopoltico sudamericano ha sido fundamental, ya que

    algunos han podido incidir directa o indirectamente en las polticas de gobierno. Entre los

    militares argentinos se podra incluir a Segundo Storni, Juan Domingo Pern, Justo Briano,

    Fernando Milia, Jorge Atencio, Osiris Villegas y Alberto Casellas. Entre los brasileos a

    Mario Travassos, Lisyas Rodrgues, Ribeiro da Graca, Everardo Backheuser, Manoel

    70 Genaro Arriagada, op. cit., p. 158. 71 Entre los gegrafos figuran Wanderley Messias da Costa, Jos William Vesentini, Andr Martin, Demtrio Magnoli, Manoel Correia de Andrade y Bertha Koiffman Becker (Evangelista, 2000:4). 72 Jos William Vesentini, op.cit., p. 25.

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    Teixeira, Carlos de Meira Mattos, Golbery do Couto e Silva y, especialmente, la notable

    funcin que ha ejercido la Escuela Superior de Guerra en la produccin y fomento del

    pensamiento geopoltico, hasta tal punto que ha sido una ctedra frecuente en las

    universidades del pas y en la escuela diplomtica, al igual que en Argentina. En tanto en

    Chile, encontramos a Ramn Caas Montalva, Augusto Pinochet73 y Julio Von Chrismar.

    Segn Arriagada (1986), los geopolticos del cono sur aceptaron las concepciones

    organicistas del Estado, es decir el Estado como un organismo vivo en que Ratzel, Kjellen y

    Haushofer fueron los principales influyentes tericos en las nuevas concepciones que se

    elaboraban; empero, no aceptaron del mismo modo la concepcin explcita de la necesidad

    de guerra para nuevas conquistas territoriales. A rasgos generales, la situacin de la regin

    se habra restringido a problemas limtrofes especficos, lejos de considerar el crecimiento de

    los Estados en trminos de la expansin de las fronteras, como argumentaba la geopoltica

    alemana.

    Comparativamente la geopoltica sudamericana no lleg a los extremos de la confrontacin

    europea y desde fines del S. XIX hasta mediados del S. XX se desarrollaron nicamente

    cuatro guerras de importancia: Guerra del Pacfico, Guerra del Caucho o del Acre, Guerra del

    Chaco, 1932-1935 (Bolivia contra Paraguay) y Guerra de la Cordillera del Cndor, 1941

    (Ecuador contra Per). An ms, entre los aos 1945 y 1975 no se registraron conflictos

    blicos de magnitud74.

    Si bien hubo una menor dimensin de los conflictos, la influencia de la geopoltica alemana

    persisti, ya que segn el coronel Marcos Lpez, ex Profesor de la Academia de Guerra del

    Ejrcito, en su ponencia El pensamiento Geopoltico en Latinoamrica, las

    imprecisiones fronterizas, los extensos espacios vacos e inexplorados y los nimos

    revanchistas de recuperacin territorial eran, adems, los clsicos problemas geopolticos de

    la conformacin de Estados vivientes. Por tanto, en este escenario la geopoltica era

    prcticamente la nica disciplina intelectual que, sustentada en una base terica, haca

    posible el estudio de las interacciones entre los Estados... An ms, los geopolitlogos

    sudamericanos no se sintieron aludidos por la moderna Inquisicin que surgi despus de la 73 Marcos Lpez, El Pensamiento Geopoltico en Latinoamrica. Santiago, 199?, p. 13-15. 74 Tras el conflicto entre Per y Ecuador en 1941, se han desarrollado una serie de confrontaciones de menor importancia en 1981, 1983 y 1995. En tanto Chile y Argentina estuvieron al borde de la guerra en 1978.

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis 20

  • Visin Geopoltica de Amrica Latina: El caso de Argentina, Brasil y Chile

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    II Guerra Mundial y continuaron sus estudios. Por qu haban de abandonar la geopoltica

    si haca ms tres dcadas que la desarrollaban en forma totalmente independiente de los

    intelectuales alemanes? Por lo dems, aunque Latinoamrica termin por declarar la guerra

    o romper relaciones con el Eje, esa fue una decisin que cost bastante y en algunos pases

    -especialmente Chile y Argentina- hubo amplios sectores que miraban con simpata, al

    menos con comprensin, lo que se entenda como la causa reivindicatoria del pueblo

    alemn. Esa era, entonces, otra razn para hacer caso omiso a los dictados anglosajones.

    A lo descrito se agreg la crisis econmica mundial producto de la II Guerra Mundial en que

    fueron profundamente afectados los pases latinoamericanos. Esta situacin oblig a reducir

    los gastos y a postergar las demandas territoriales-fronterizas y sus estrategias. Este hecho

    cambiara substantivamente la relacin de fuerzas de la regin. A comienzos del siglo XX la

    gran potencia econmica, poltica y militar de Amrica del Sur era Argentina en contraste con

    Brasil que era un pas inmenso pero dbil75. Producto de la manifiesta simpata por los

    alemanes, Argentina rehus la cooperacin de Estados Unidos al contrario de la actitud

    adoptada por la clase poltica brasilea.

    Esta decisin signific que Argentina tuvo que enfrentar una grave crisis econmica. Como

    consecuencia de la ruptura del comercio con Alemania, el trfico se redujo en dos tercios

    entre 1939 y 1942. Faltas de medios, sus fuerzas armadas no pudieron mantener su

    potencial, mientras que Brasil se beneficiaba con la ley de prstamo y arriendo (con 361

    millones de dlares, que constitua las tres cuartas partes de la ayuda acordada para

    Amrica Latina durante la guerra) y una corriente de intercambio y de inversiones que

    aceler su desarrollo76. Treinta aos despus de la guerra, Brasil se transformaba en la

    principal potencia del cono sur y con ello, cambiaba el mapa geopoltico de la regin.

    A partir de entonces las pretensiones geopolticas ocenicas de Argentina y Chile fueron ms

    dbiles que las doctrinas geopolticas de Brasil: stas enfatizaron el uso geoestratgico del

    espacio continental sudamericano. De este modo, Brasil perseguir una poltica de

    75 Estados Unidos ofreci en 1937 a Brasil siete viejos destructores en signo de buena armona. Ante las protestas argentinas la oferta fue retirada. En esos aos el gobierno argentino entenda que poda y deba tratar con los Estados Unidos de igual a igual. Todava en 1942, Nicholas Spykman poda escribir los argentinos estn determinados a hacer de su pas el ms importante del continente austral como lo son los Estados Unidos en el Hemisferio occidental (Coutau-Bgarie, 1988:122). 76 Herv Coutau-Bgarie, Geoestrategia del Atlntico Sur. Buenos Aires, 1988, p. 123.

    21

  • Visin Geopoltica de Amrica Latina: El caso de Argentina, Brasil y Chile

    proyeccin continental, en tanto Chile y Argentina competirn por el dominio del extremo sur

    del continente y por el control de los pasajes biocenicos77.

    A rasgos generales, ha prevalecido una teora geopoltica contempornea en el Cono Sur,

    basada en el registro histrico, en las aspiraciones y en los objetivos nacionales. Estos

    argumentos han sido utilizados tanto para las disputas continentales existentes como

    tambin para la extensin de las reas extra-costeras78. La influencia de la geopoltica sobre

    las relaciones internacionales en Sudamrica fue producto de la elaboracin de una teora

    geopoltica propia, pero sustentada en corrientes europeas que se han aplicado, directa o

    indirectamente a los planes, polticas y acciones de gobierno, particularmente en los pases

    del ABC y Bolivia, y en un grado menor en Uruguay y Per. Sin embargo, cabe hacer notar

    que las desavenencias territoriales o martimas de las ltimas dcadas han obedecido ms

    bien a meros pretextos frente a crisis internas de gobernabilidad que por reales intereses

    geopolticos.

    En contraposicin a esta lnea de pensamiento - y por las particularidades geogrficas de los

    pases de la regin- se gener una concepcin geopoltica de expansin y ocupacin del

    espacio interno. La presencia de espacios vacos, la falta de integracin fsica, los

    problemas de seguridad nacional, el escaso aprovechamiento de los recursos naturales y las

    significativas diferencias entre los estados o regiones de cada pas, obligaron a (re) disear

    polticas de poblacin y poblamiento orientadas a la creacin de nuevas ciudades o

    provincias, como en el caso de Brasil y Argentina, y a reestructurar poltica y

    administrativamente el territorio a travs de la regionalizacin como en el caso de Chile. En

    estos tres pases, la geopoltica constituy el fundamento terico de la expansin fsica del

    espacio interno y la que permitira dotar de seguridad y desarrollo. Pero tambin ejercera un

    control en las reas fronterizas y contrarrestara la eventual proliferacin de grupos

    subversivos que asumiran la condicin de enemigos internos79.

    77 Csar Caviedes, op. cit., p. 22. 78 Howard Pittman, op. cit., p. 33. 79 Tras el trmino de la II Guerra Mundial, la geopoltica norteamericana se sustentar a travs de la Doctrina de Seguridad Nacional y que tendr gran incidencia en Amrica Latina, particularmente despus del triunfo de la Revolucin Cubana. A travs de esta doctrina, los pases de la regin fueron partcipes de la confrontacin Este-Oeste y en la que se defini como enemigo interno aquellos que propiciaban ideas pro-soviticas.

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis 22

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    Por tanto, la relacin entre geopoltica y conflicto que se ha presentado en Amrica del Sur

    se ha extendido, porque los estados interesados disputan recursos, territorios e influencias.

    En sntesis, se han podido visualizar cuatro tipos bsicos de conflictos: a) disputas

    territoriales y limtrofes ya histricas; b) disputas sobre espacios vacos (reas subpobladas y

    subdesarrolladas dentro de un pas determinado), que pudieran quedar vulnerables ante la

    inmigracin e inversin extranjera80; c) los reclamos nacionales por las islas extra-costeras,

    la Antrtica, y el propio mar81; y d) la disputa por los recursos hdricos continentales.

    Indudablemente que los cuatro conflictos mencionados tienen gran relevancia para la regin,

    pero el que est generando mayor preocupacin, porque forma parte de una problemtica

    mundial, es aquel relacionado con los recursos hdricos. Durante el siglo XXI, la demanda

    mundial de agua crecer ms rpidamente que la poblacin en la mayora de las regiones,

    contrariamente a la tendencia que se observ durante la segunda mitad del siglo XX. Se

    prev que las futuras crisis del agua - denominada oro azul- podran generar guerras durante

    el siglo XXI. Efectivamente hoy la falta de agua amenaza a 26 pases, a los que podran

    sumarse otros 6 en 2010, y su demanda aument considerablemente en estos ltimos 20

    aos por la excesiva urbanizacin: la poblacin urbana mundial est incrementndose a un

    ritmo dos a tres veces superior que el de la poblacin rural82.

    A escala mundial, Amrica del Sur representa la segunda reserva de agua mundial con 36,9,

    metros3/ao/persona83. As, la regin sudamericana est siendo considerada de gran inters

    por parte de las empresas trasnacionales y las grandes potencias, ya que posee los ros

    Amazonas, Orinoco, Sao Francisco, Paran, Paraguay y Magdalena, que transportan ms

    del 30% de agua superficial continental del mundo84, y por contar con una de las mayores

    reservas de agua dulce subterrneas del mundo: el Sistema de Acufero Guaran. Este

    sistema - que podra abastecer por siglos a 360 millones de personas - presenta una

    superficie de 1.195.700 Km.3: un 70% corresponde a Brasil, un 19% a Argentina, un 6% a

    80 El ejemplo que mejor describe esta situacin fue lo que aconteci con Douglas Tompkins y el Parque Pumaln al sur de Chile. 81 Howard Pittman, op. cit., p. 33. 82 Jrme Bind, Informe Provisional del Equipo Especial sobre la UNESCO en el Siglo XXI [en lnea]. Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura. Disponible en: . 83 Las mayores reservas de agua se encuentran en: Oceana (53,7 metros3/ao/persona), Amrica del Sur (36,9), Amrica del Norte (16,8) y Europa Occidental (1,7) (Novaes, 2002:X). 84 Jmisson Mattos, Situacin de los recursos naturales en Amrica Latina. Recursos de Agua Dulce [en lnea]. Lista de Discusin Geogrfica Brasilera. Disponible en: http://groups.yahoo.com/group/ listageografia/messages.

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    Paraguay y un 5% a Uruguay. De esta manera, los beneficios econmicos y la creciente

    competencia por los recursos naturales estratgicos para garantizar la sobrevivencia

    humana, podran incidir en la reactivacin de nuevos conflictos sustentados en argumentos

    de la geopoltica alemana.

    IV. Argentina 1. Albores Geopolticos

    En Argentina los disensos entre Buenos Aires y las restantes provincias que otro tiempo

    haban sido partes integrantes del Virreinato del Ro de la Plata culminaron con la separacin

    de Uruguay, la independencia de Paraguay, la prdida de las Malvinas y una ocupacin

    anticipada de Chile en el estrecho de Magallanes; pero tambin llevaron al pas a sucesivos

    periodos de anarqua y dictadura que perduraron hasta la cada de Juan Manuel de Rosas en

    1852.

    Slo despus de la Guerra de la Triple Alianza en contra del Paraguay (1865-1870)85 la

    situacin se revirti: el territorio de Misiones retorn a la soberana de Buenos Aires y se

    anex un amplio sector del Chaco Austral. Libre de tensiones en la cuenca superior del

    Plata, Argentina tuvo menores compromisos militares y orient sus estrategias hacia la

    Pampa para posesionarse de las tierras de los indgenas mediante las campaas del

    desierto. Esto permiti restablecer sus reclamos sobre la Patagonia oriental forzando a Chile

    a aceptar las negociaciones de los territorios chilenos y comenzar su prolongada campaa

    por la recuperacin de las islas Malvinas (o Falkland)86, que desde 1833 se encontraban bajo

    la jurisprudencia de Gran Bretaa.

    85 Esta guerra signific el enfrentamiento de Paraguay con las fuerzas de la Triple Alianza, formada por Argentina, Brasil y Uruguay. La guerra civil uruguaya entre el Partido Blanco y el Partido Colorado fue el detonante. Brasil invadi Uruguay en apoyo de los colorados, mientras que los blancos lo obtuvieron de Paraguay. Argentina se hizo partcipe al no permitir el trnsito de las tropas paraguayas por su territorio. Como consecuencia, Paraguay le declar la guerra el 18 de marzo de 1865, mientras que Brasil, Argentina y Uruguay firmaron el 1 de mayo un tratado contra Paraguay. El Ejrcito paraguayo fue definitivamente derrotado en 1870, sufriendo su pas los mayores efectos: su poblacin se vio reducida a menos de una cuarta parte. 86 Csar Caviedes, op. cit., p. 17.

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis 24

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    Al igual que en la mayora de los pases latinoamericanos, los albores de una concepcin

    geopoltica se generaron paralelamente con la organizacin interna y delimitacin fronteriza

    de los nuevos estados. En efecto, en los postulados del General Jos de San Martn no slo

    se visualiz un accionar militar sino tambin amplios conocimientos geogrficos y un sentido

    prctico de su utilizacin, tal como qued demostrado en las campaas que culminaron con

    la independencia de Chile y Per. Tambin se apreci en los proyectos de grandeza virreinal

    del dictador Juan Manuel Rosas, especialmente en su intento de ocupar Montevideo, como

    tambin en los estudios de Juan Bautista Alberdi, quien tras la cada de Rosas (de quien

    fuera opositor) redact las Bases y puntos de partida para la organizacin poltica de la

    Repblica Argentina (1852), que inspir la constitucin de 185387. En ese documento

    tambin se abordaron temas sobre la defensa del libre comercio, la libre navegacin de los

    ros, la exaltacin de la industria como base del progreso y se insisti en la necesidad de la

    inmigracin (gobernar es poblar) de origen nrdico88. Declarada la Guerra de la Triple

    Alianza Alberdi escribi varios folletos contra el imperio brasileo que aparecieron reunidos

    bajo el ttulo El Imperio del Brasil ante las democracias de Amrica, a pesar de que junto a

    Argentina participaba de esta alianza. La rivalidad histrica por alcanzar la hegemona

    sudamericana por parte de ambos pases sera motivo de crticas al interior de diversos

    crculos intelectuales y polticos.

    Segn Pittman (1986), la escuela geopoltica argentina se desarroll en el marco de

    restaurar, por un lado, lo que haba sido el virreinato de la Plata y, por otro, una fuerte

    percepcin de que el pas haba sido perjudicado por el colonialismo britnico y

    estadounidense, por los afanes hegemnicos de Brasil (tras la II Guerra) y por la amenaza de

    Chile89. Respecto a Brasil se denunci su expansionismo por la existencia de un destino

    manifiesto tendiente a ampliar sus fronteras hacia el oeste, en busca del Pacfico, y hacia el

    sur en busca del Ro de La Plata y de un paisaje y clima ms meridional fro.

    87 Esta nueva constitucin permiti la creacin de la Confederacin Argentina con la aceptacin de todas las provincias - a excepcin de Buenos Aires que lo hizo en 1859 . Esta confederacin termin sus funciones con las elecciones de 1862, que dio origen a un nuevo gobierno nacional, verdaderamente formal y con Buenos Aires como capital provisoria. 88 Alberdi a mediados de 1840 haba escrito el ensayo Acerca de la accin de la Europa en Amrica donde desarroll sus primeras ideas sobre la necesidad de una poltica inmigratoria pensando en las razas europeas ms avanzadas, debido a sus deslices ideolgicos (propios de la poca) sobre el concepto de ineptitud racial aplicado a la poblacin indgena. 89 Citado por Marcos Lpez, op. cit., p. 6.

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    Entre los aos `30 y `40 fue evidente que los pensadores geopolticos argentinos fueran

    seguidores muy cercanos a las ideas de Karl Haushofer y sus discpulos, debido al proceso

    de prusianizacin iniciado por el ejrcito argentino en 1898 que signific la presencia de

    profesores alemanes, instruccin en idioma alemn (desde 1905), prestacin de servicios de

    oficiales argentinos en el ejrcito alemn y estudios de perfeccionamiento en Alemania90.

    Este proceso de prusianizacin pas a ser decisivo en el cuerpo de oficiales de varias

    generaciones, entre ellos la de Pern, no slo por la influencia de las corrientes geopolticas

    alemanas, sino tambin por las ideas nacional socialistas que se propagaban en la Repblica

    de Weimar. De esta forma, los oficiales argentinos promovieron ideas nacionalistas en que

    rechazaban tener cooperacin con otras naciones, promovan el militarismo e imperialismo y

    se oponan a todas las libertades cuando ellas interferan los propsitos del Estado. As, se

    favoreca un estado autoritario con un sistema econmico nacionalista y proteccionista, en la

    que tambin se consideraba el expansionismo91.

    Expresin de estas ideas fue el texto del coronel Juan Julio Cernadas, Estrategia Nacional y

    Poltica de Estado (1938), en que comparta la visin organicista del estado como el

    cuerpo poltico de la nacin, verdadero organismo viviente y, por lo tanto, sometido a las

    leyes que rigen el desenvolvimiento y perfeccin de lo humano, en lo biolgico y lo moral

    Los pueblos a travs de sus estados se encuentran en constante lucha por conquistar un

    mejoramiento y poder cada vez mayor; lo que hoy como ayer, se lo hace generalmente en

    detrimento de los ms dbiles o menos prevenidos; es decir, de los menos aptos para

    defenderse. El estado como organismo moral y viviente, su detencin es expresin de

    muerte. En esta misma lnea de pensamiento se sum el libro de Jorge Jasn y Luis

    Perlinger (1948) en que resaltaron las ideas de la Kjellen y Haushofer, especialmente en

    relacin a sus teoras sobre el espacio y la poltica de poder92.

    La derrota de Alemania no afect mayormente el pensamiento geopoltico argentino en la

    perspectiva de Haushofer, aunque s produjo por parte de algunos autores la necesidad de

    90 Flix Luna, De Pern a Lanusse, 1943-1973. Citado por Genaro Arriagada, op. cit., p. 140. 91 Marvin Goldwert, Democracy, Militarism and Nationalism in Argentina, 1930-1966. Citado por Genaro Arriagada, op. cit., p. 141. 92 Citado por Genaro Arriagada, op. cit., p. 141-143.

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis 26

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    no dejarse influir absolutamente por doctrinas forneas que, si bien podan ser justificadas en

    otras partes del mundo, no eran del todo valederas para el pas.

    Empero, la llegada de Juan Domingo Pern al gobierno (1946-1955) signific la introduccin

    de ciertas doctrinas nacionalsocialistas que se plasmaron a travs de una concepcin de

    Estado en trminos de dominio y poder, con un carcter altamente centralizado y organizado

    con fines expansivos y de naturaleza totalitaria93. El favoritismo de Pern hacia el Ejrcito

    desencaden la revancha de los marinos en 1955 y su rol decisivo en el levantamiento que

    culmin con la cada de Pern y en la importancia que adquirira la geopoltica martima.

    A rasgos generales, la formulacin de un pensamiento geopoltico formal netamente

    argentino fue muy posterior al de Brasil, ya que los primeros textos fueron principalmente

    traducciones de autores alemanes. No obstante, a partir de los aos 50 y 60 comenzaron a

    desarrollarse una serie de trabajos en que se destacaran la falta de consenso por parte de

    sus autores en cuanto a ser un pas continental o martimo. En efecto, estas posiciones

    contrapuestas derivarn en una produccin fecunda y variada, principalmente al interior de

    las fuerzas armadas donde estarn sus mximos representantes.

    2. Vocacin Martima: La influencia del Almirante Segundo Storni

    A partir de los aos 50 los cambios institucionales fueron favorables a la Armada lo que hizo

    incrementar la toma de conciencia del valor del espacio martimo y de sus recursos

    pesqueros. Pero, tambin, tras el fortalecimiento de Brasil, Argentina qued bloqueada por

    el Norte lo que oblig a centrar sus miradas hacia el Atlntico, debido a la importancia

    estratgica que adquirira en el contexto de la Guerra Fra. As fue que sus geopolticos

    desarrollaron la concepcin de Argentina como pas bicontinental (Amrica y Antrtica) y

    biocenica (Atlntico y Pacfico) que tomara mayor impulso en los aos 70 con el rgimen

    militar al esbozar una vasta maniobra en el tringulo Ro de la Plata-Malvinas-Beagle que los

    argentinos llamaran Mar Argentino (denominacin que no ha sido reconocida

    internacionalmente) con un doble objetivo: controlar la ruta del Cabo de Hornos y consolidar

    93 Carlos Fayt, Naturaleza del Peronismo. Citado por Genaro Arriagada, op. cit., p. 144.

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  • Visin Geopoltica de Amrica Latina: El caso de Argentina, Brasil y Chile

    su reivindicacin sobre la Antrtica94. De este modo, entraran en conflicto con Chile y con

    Inglaterra.

    Entre los principales exponentes de lo que sera el pensamiento geopoltico martimo se

    encontrara el almirante Segundo R. Storni, quien supo encarar tanto el sentido nacional del

    desarrollo martimo, como el sentido tecnolgico de la industria naval argentina en tiempos

    en que Argentina ejerca su primaca en la regin. Para Storni, la posicin geogrfica de

    Argentina corresponda a la de un pas martimo por sobre el continental, ya que presentaba

    todas las caractersticas de insularidad: alejada del centro de la civilizacin (hemisferio norte)

    y rodeada por pases de los cuales tena poco que recibir, por tanto, Argentina deba esperar

    todo del mar. No obstante, esta postura no impidi que tambin favoreciera polticas de

    integracin en el Cono Sur, sin dejar de establecer la necesidad de un poder naval

    independiente.

    En lineamientos generales, para Storni, la poltica naval era, ante todo, una accin de

    gobierno; pero es indispensable para que tenga nervio y continuidad, que sus objetivos

    arraiguen en la nacin entera, que sean una idea clara, un convencimiento de las clases

    dirigentes y una aspiracin constante de todo el pueblo argentino. En 1916 pronunci dos

    conferencias, la primera sobre 'Intereses argentinos en el mar', que luego tom forma de libro

    y la segunda se refiri a aspectos polticos y estratgicos que, posteriormente, las

    desarrollara en su Manual de Geoestrategia. A estas obras se sumaran los Trabajos

    hidrogrficos y lmite argentino en el Canal de Beagle (1905), Balstica y explosivos para la

    marina de guerra (1908), Proyecto del rgimen del mar territorial (1911) y El mar territorial

    (1926)95.

    Junto a Storni, se incorporaran dcadas ms tarde los trabajos de Jorge Atencio, Fernando

    Milia y Gustavo Cirigliano96 que revitalizaran nuevamente la vocacin martima, pero que

    sera ms bien en respuesta a la accin de Brasil que haba incorporado a sus programas

    geopolticos el inters por convertirse en potencia del Atlntico Sur. En efecto, Pern en su

    94 Herv Coutau-Bgarie, op. cit., p. 145. 95 Emilio Corbire, Una conciencia martima nacional: Segundo R. Storni [en lnea]. En: Argenpress. Info. Perfiles. Disponible en: . 96 Csar Caviedes, op. cit., p. 25.

    Autor: Cecilia Quintana Binimelis 28

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    Autor: Cecilia Quintana Binimelis

    retorno al poder en 1973 trat de esbozar una alianza con los pases hispnicos en contra de

    la hegemona brasilea, pero su muerte impidi materializar esta tentativa.

    En este contexto de mayor relevancia martima, Argentina estableci en 1966 un lmite de

    200 millas nuticas como parte de su mar territorial en que la soberana de la Nacin

    Argentina se extendera del mismo modo al lecho ocenico y al subsuelo de las zonas

    submarinas adyacentes hasta una profundidad de 200 metros o ms all de estos lmites

    hasta donde la profundidad de las aguas permitiesen. Producto de esta definicin, Villegas

    (1982) indicara despus que las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur

    corresponderan a la continuacin, tanto de la plataforma continental como del territorio

    nacional sumergido, y la llave para el control del estrecho de Magallanes, el canal de Beagle

    y el pasaje Drake. De esta forma, la nacin que controla estos pasajes puede ejercer el

    trfico martimo entre el Atlntico y el Pacfico y tambin entre los continentes y la Antrtica.

    Esta justificacin geomorfolgica ha hecho que algunos analistas geopolticos chilenos se

    opongan a la devolucin de las Malvinas a Argentina97.

    3. La revitalizacin de la Geopoltica Argentina: se ampla el debate

    En medio de estos postulados martimos surgira uno de los ms importantes autores

    argentinos: Jorge Atencio, quien volver a reivindicar la geopoltica (aunque distante de la

    alemana), pero en torno a resaltar los factores histricos y geogrficos que dan forma a

    Argentina, puesto que stos no justificaran sobrepasar las fronteras ms que para dar

    libertad a otros pueblos o para sostenerla, sin pretender nunca conquistas territoriales. No

    obstante, agregara que, debemos seguir una poltica destinada a valorizar nuestro

    patrimonio espacial y a conservar intangible la soberana sobre nuestra jurisdiccin terrestre,

    martima y rea, preconizando, como nicas ambiciones espaciales, el reconocimiento de

    nuestros derechos a la posesin de las Malvinas y la delimitacin definitiva del sector

    antrtico argentino98.

    Mientras Atencio formulaba una concepcin anti-expansionista hacia el continente, surgan

    otras visiones, como la de Osiris Villegas, uno de los ms prolficos escritores militares

    97 Citado por Howard Pittman, op. cit., p. 33. 98 Jorge Atencio, op. cit., p. 165.

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    argentinos, que formulara, por una parte, una concepcin geopoltica interna basada en las

    doctrinas de seguridad nacional, y por otra, una concepcin organicista del estado

    impregnada incluso en las propias relaciones internacionales, ya que haba que entender que

    la lucha de las sociedades humanas por la supervivencia sera indefinida y peridicamente

    implacable y que el xito ha sido siempre de los ms fuertes. En esta lucha por sobrevivir,

    existiran cuatro elementos fundamentales: un proyecto n