Vigilante Junto Al Muerto

7/25/2019 Vigilante Junto Al Muerto

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Librodot Un vigilante junto al muerto Ambrose Bierce

AMBROSE BIERCE

Un vigilante junto al muerto

I

En una habitacin del piso superior de una vivienda desocupada situada en esa partede San Francisco que se conoce con el nombre de North Beach, yaca bajo una sbana el

cadver de un hombre! "a hora estaba pr#ima a las nueve de la noche$ la habitacin,

apenas iluminada por una sola vela! %unque el tiempo era bueno, las dos ventanas

estaban cerradas con las persianas bajadas, contrariando la costumbre de dar mucho aire a

los muertos! El mobiliario se compona tan slo de tres pie&as' un silln, una peque(amesita de lectura sobre la que estaba la vela y una mesa de cocina alar)ada sobre la cual

estaba el cadver del hombre! "os tres muebles, lo mismo que el cadver, parecan habersido llevados recientemente, pues un observador, de haber e#istido al)uno, habra visto

que no tenan polvo, mientras que el resto de la habitacin tena una capa espesa, e

incluso haba telara(as en los n)ulos de las paredes!Bajo la sbana podan per*ilarse los ras)os del cuerpo, incluso los del rostro, pues

tenan esa de*inicin tan innaturalmente ntida que parece pertenecer a los rostros de los

muertos, aunque en realidad es caracterstica slo de aquellos que han sido des)astadospor la en*ermedad! +or el silencio de la habitacin se poda deducir, correctamente, que

no estaba situada en la parte delantera de la casa ni daba a una calle' en realidad slo daba

a un promontorio rocoso, pues la parte trasera del edi*icio se haba asentado en unacolina!

uando el reloj de una i)lesia cercana dio las nueve con una indolencia que pareca

dar a entender tal indi*erencia por el paso del tiempo que uno no poda dejar de

pre)untarse por qu- se tomaba la molestia de dar las horas, se abri la .nica puer ta de lahabitacin y entr por ella un hombre que se diri)i hacia el cadver! %l hacerlo, la puerta

se cerr, dando la apariencia de que lo haca por s sola$ pero se escuch tambi-n un

rechinar metlico, como de una llave que )irara con di*icultad, y el chasquido de uncerrojo al encajarse! /espu-s sonaron unos pasos que se alejaban por el pasillo y el

hombre dio toda la impresin de haber quedado all como un prisionero! %l diri)irse

hacia la mesa, se detuvo un momento para e#aminar el cadver$ pero despu-s, con un

li)ero enco)imiento de hombros, *ue hacia una de las ventanas y levant la persiana! "aoscuridad e#terior era absoluta, pues los cristales estaban cubiertos de polvo, pero al

limpiarlos pudo ver que la ventana estaba *orti*icada con *uertes barras de hierro que la

cru&aban a escasos centmetros del cristal, incrustndose a cada lado en la mampostera!E#amin la otra ventana, encontrando la misma disposicin! No mani*est )ran

curiosidad por el asunto y ni siquiera lle) a levantar el marco de la ventana! Si era un

prisionero, pareca bastante dcil! 0ras haber completado el e#amen de la habitacin, sesent en el silln, sac un libro del bolsillo, acerc la mesita con la vela y empe& a leer!


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Era un hombre joven, de no ms de treinta a(os, de te& oscura, bien a*eitado y

cabellos casta(os! Su rostro era del)ado y la nari& alta, con una *rente ancha y una

*irme&a2 de la barbilla y la mandbula que se dice denota resolucin en los que la tienen!"os ojos, )rises y *irmes, no se movan sino era con un propsito concreto! "a mayor

parte del tiempo los mantena *ijos en el libro, aunque ocasionalmente los apartaba para

diri)irlos hacia el cadver de la mesa, aunque era evidente que no lo haca con esa*ascinacin t-trica que se supone que esas circunstancias podran ejercer incluso sobre

una persona valiente, ni con esa rebelin consciente contra una in*luencia contraria que

podra dominar a un tmido! "o contemplaba como si durante la lectura hubieraencontrado al)o que le recordara la sensacin de su entorno! Evidentemente, este

vi)ilante del muerto estaba desempe(ando su cometido con inteli)encia y compostura, tal

como le corresponda!

0ras llevar leyendo qui&s una media hora, pareci lle)ar al *inal de un captulo ydej tranquilamente el libro! Se levant, al& del suelo la mesita de lectura y la traslad a

una esquina de la habitacin que estaba junto a una de las ventanas, co)i la vela y

re)res *rente a la vaca chimenea delante de la cual haba estado sentado!

3n momento ms tarde *ue hacia el cuerpo de la mesa, levant la sbana y le dio lavuelta desde la cabe&a, dejando al descubierto una masa de cabellos oscuros y un *ino

pa(o que le cubra el rostro y bajo el cual los ras)os se revelaban todava con mayorde*inicin que antes! /ando sombra a los ojos, al interponer su mano libre entre -stos y la

vela, se qued mirando a su compa(ero inmvil con una contemplacin )rave y tranquila!

Satis*echo con la inspeccin, volvi a cubrir el rostro con la sbana y re)res a la silla,co)i al)unas cerillas que haba junto al candelero, las meti en el bolsillo lateral de su

abri)o y se sent! "evant lue)o la vela separndola del candelero y la e#amin

crticamente, como si estuviera calculando cunto tiempo durara! %penas meda cinco

centmetros, por lo que al cabo de una hora se encontrara en la oscuridad! 4olvi aponerla en el candelero y sopl para apa)arla!

II

En la consulta de un m-dico, en 5earny Street haba tres hombres sentados junto a

una mesa, bebiendo ponche y *umando! Era ya bastante tarde, casi la medianoche, ydesde lue)o que el ponche no haba *altado! El ms solemne de los tres era el doctor

6elberson, que era el an*itrin, pues se encontraban en sus habitaciones! 0ena unos

treinta a(os$ los otros eran ms jvenes, aunque todos eran m-dicos!

7El temor supersticioso con que los vivos consideran a los muertos es hereditario eincurable 7deca el doctor 6elberson7! 3no no tiene por qu- aver)on&arse de eso, como

tampoco debera hacerlo por el hecho de heredar, por ejemplo, una incapacidad para las

matemticas o la tendencia a mentir!"os otros dos se echaron a rer!

78No debera un hombre aver)on&arse de ser mentiroso9 7pre)unt el ms joven de

los tres, que en realidad era un estudiante de medicina que todava no se haba )raduado!7:i querido 6arper, yo no he dicho nada semejante! 3na cosa es la tendencia a mentir

y otra el hecho de hacerlo!

78+ero piensa usted que ese sentimiento supersticioso, ese miedo a los muertos, tan

irracional como nos parece, es universal9 7intervino el tercer hombre7! No soy consciente


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de tenerlo!

7%h, pero pese a todo est en su sistema2 7contest 6elberson7! Slo requiere de las

condiciones adecuadas 7lo que Sha;espeare llama la estacin con*ederada27 paramani*estarse de al)una manera muy desa)radable que le abra los ojos! %unque desde

lue)o los m-dicos y los soldados estn ms liberados que los dems de ese miedo!

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insoportable sera mejor contar con al).n medio de alivio o incluso de liberacin! En

cualquier caso, era prudente )uardar una peque(a reserva de lu&, aunque slo *uera para

poder mirar su reloj!Nada ms apa)ar la vela y dejarla en el suelo, a su lado, se arrellan cmodamente en

el silln, se ech hacia atrs y cerr los ojos esperando dormirse! +ero en esto se

decepcion' jams en su vida haba sentido menos sue(o, por lo que al cabo de unosminutos abandon el intento! 8@u- hacer9 No poda pasear a tientas en una oscuridad

absoluta con ries)o de herirse, o de chocar contra la mesa y turbar descort-smente al

muerto! 0odos reconocemos el derecho que tienen al descanso, a salvo de todo lo que seaduro y violento! >arette consi)ui casi hacerse creer a s mismo que eran consideraciones

de este tipo las que le llevaban a no correr el ries)o de la colisin y le permitan

permanecer inmvil en el asiento! :ientras pensaba este tema, crey haber odo un d-bil

sonido que proceda de la mesa!!! no era capa& de e#plicarse de qu- tipo de sonido setrataba! No volvi la cabe&a! 8/e qu- iba a servirle en la oscuridad9 +ero escuch con

)ran atencin' 8por qu- no iba a hacerlo9 ? mientras escuchaba, se *ue sintiendo mareado

hasta el punto de que se a*err a los bra&os del silln en busca de apoyo! +erciba por sus

odos un &umbido e#tra(o$ tena la sensacin de que la cabe&a le iba a estallar$ la ropaque llevaba puesta le constre(a y oprima el pecho! Se pre)unt por el motivo de todo

aquello$ y si seran los sntomas del miedo! "ue)o, tras una lar)a y potente espiracin,tuvo la impresin de que el pecho se le hunda, pero con la )ran inspiracin con la que

rellen sus pulmones a)otados perdi el v-rti)o y se dio cuenta de que haba estado

escuchando con tanta intensidad que haba retenido la respiracin casi hasta el punto deaho)arse! %quella revelacin le result vejatoria$ se levant, empuj el silln con el pie y

camin hasta el centro de la habitacin! +ero no es posible caminar a &ancadas en la

oscuridad$ empe& a avan&ar a tientas, encontr una pared y la si)ui hasta un n)ulo,

)ir, pas junto a las dos ventanas y en la otra esquina entr en violento contacto con lamesita de lectura, derribndola! +rodujo un estr-pito que le hi&o sobresaltarse! Se sinti

molesto!

78mo diablos pude olvidar dnde estaba9 7murmur, y empe& a abrirse camino atientas, a lo lar)o de la tercera pared, hasta la chimenea7! 6e de poner las cosas en su sitio

7a(adi mientras buscaba la vela por el suelo!

0ras recuperarla, la encendi y volvi inmediatamente la mirada hacia la mesa, dondecomo es natural nada haba cambiado! "a mesita de lectura permaneci en el suelo' se

haba olvidado de ponerla en su sitio2! :ir por toda la habitacin dispersando las

sombras ms pro*undas con el movimiento de la vela que llevaba en la mano y,

cru&ndola hasta la puerta, la comprob )irando el pomo y tirando de -l con toda su*uer&a! No cedi y aquello pareci proporcionarle cierta satis*accin$ incluso la ase)ur

con mayor *irme&a mediante un pestillo que antes no haba observado! Ae)res al silln y

mir el reloj, comprobando que eran las nueve y media! Se sorprendi al darse cuenta deque se haba llevado el reloj al odo' no se haba parado! "a vela era ahora visiblemente

ms corta! "a volvi a apa)ar y la coloc en el suelo a su lado, lo mismo que antes!

El se(or >arette no se encontraba tranquilo$ se senta claramente inquieto en eseentorno, e insatis*echo consi)o mismo por ello!

78@u- he de temer9 7pens en vo& alta7! Esto resulta ridculo$ no voy a comportarme

como un est.pido!

+ero el valor no vena por el hecho de que se dijera voy a ser valiente2, ni por


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reconocer que la valenta era lo ms apropiado para la ocasin! uanto ms se condenaba

>arette a s mismo, ms ra&ones se estaba dando para condenarse$ cuanto mayor era el

n.mero de variaciones que haba intentado sobre el .nico tema de que los muertos sonino*ensivos, ms insoportable se volva la discordancia de sus emociones!

78mo9 7)rit en vo& alta por la an)ustia de su espritu7! arette oy tras -l el sonido li)ero y suave de unos

pasos deliberados, re)ulares y cada ve& ms cercanos!

I4

+oco antes del amanecer de la ma(ana si)uiente, el doctor 6elberson y su jovenami)o 6arper avan&aban lentamente en el coup- del doctor por las calles de North Beach!

78Si)ue teniendo la con*ian&a de la juventud en el valor o la imperturbabilidad de suami)o9 7pre)unt el de ms edad7! 8ree que he perdido esta apuesta9

7S- que la ha perdido 7contest el otro con d-bil -n*asis!

7+ues bien, por mi alma que espero que as sea!6aba pronunciado aquello con seriedad, casi solemnemente! /espu-s se produjo un

silencio momentneo!

76arper, no me siento totalmente tranquilo con este asunto 7volvi a hablar el doctor,

que pareca muy serio bajo las luces cambiantes y d-biles que penetraban en el carruajecuando pasaban junto a los *aroles de la calle7! Si su ami)o no me hubiera irritado con la

actitud despreciativa con la que trat mis dudas acerca de su resistencia, una cualidad

puramente *sica, y con la *ra descortesa de su su)erencia de que el cadver *uera el deun m-dico, no habra se)uido con ello! Si sucediera cualquier cosa, estamos arruinados, y

me temo que merecidamente!

78+ero qu- puede suceder9 %unque el asunto hubiera tomado un )iro )rave, lo que notemo en absoluto, :ancher slo tendra que resucitar2 y e#plicar el asunto! on un

sujeto2 aut-ntico de la sala de diseccin, o uno de sus .ltimos pacientes, la cosa podra

ser distinta!

/e modo que el doctor :ancher haba cumplido su promesa' sirvi de cadver2!El doctor 6elberson )uard silencio durante mucho tiempo mientras el coche, a paso

de tortu)a, si)ui desli&ndose por la misma calle que ya haba recorrido en dos o tres

ocasiones! Finalmente, rompi el silencio'7Bien, esperemos que :ancher, si ha tenido que levantarse de entre los muertos, lo

haya hecho discretamente! 3n error en esa direccin podra haber empeorado las cosas,

en lu)ar de mejorarlas!7iertamente, >arette le matara 7contest 6arper7! +ero doctor, son ya las cuatro en

punto 7a(adi mirando su reloj cuando pasaron bajo un *arol de )as!

3n momento despu-s ambos haban bajado del vehculo y se diri)an a paso vivo

hacia la casa que llevaba mucho tiempo desocupada, perteneciente al doctor, en la que


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haban encerrado al se(or >arette de acuerdo con los t-rminos de la loca apuesta! %l

acercarse a ella se encontraron con un hombre que corra!

78+or *avor, saben dnde puedo encontrar un m-dico9 7)rit deteniendorepentinamente su carrera!

78@u- ha sucedido9 7pre)unt 6elberson en un tono que no le comprometa!

74ayan a verlo por s mismos 7contest el hombre reanudando la carrera!Echaron a correr! %l lle)ar a la casa vieron a varias personas que entraban en ella con

prisa y e#citacin! En al)unas de las casas cercanas, a lo lar)o del camino, las ventanas

estaban abiertas y salan por ellas varias cabe&as! 0odas hacan pre)untas, aunque sindiri)rselas unos a otros! %l)unas ventanas que tenan las persianas cerradas estaban ilu7

minadas$ los que habitaban en ellas se estaban vistiendo para bajar! /irectamente en*rente

de la puerta de la casa que buscaban, un *arol arrojaba sobre la escena una lu& amarillenta

e insu*iciente, que pareca decir que poda revelar mucho ms si lo deseaban! 6arper sedetuvo junto a la puerta y puso una mano sobre el bra&o del compa(ero!

70odo est perdido para nosotros, doctor 7dijo presa de una a)itacin e#trema que

contrastaba e#tra(amente con la tranquilidad con la que pronunci esas palabras7! El

jue)o se ha puesto en nuestra contra! No entremos all$ pre*iero no asomar la cabe&a!7Soy m-dico y puede que necesiten uno 7contest con calma el doctor 6elberson!

Subieron las escaleras de la casa y se dispusieron a entrar! "a puerta estaba abierta$ la*arola de la acera de en*rente iluminaba el pasillo! Estaba lleno de hombres! %l)unos

haban subido las escaleras hasta el *inal y, como no se les permita entrar, a)uardaban

mejor suerte! 0odos hablaban y nin)uno escuchaba! /e pronto se produjo una )ranconmocin en el rellano de arriba$ un hombre haba salido de una puerta y trataba de

abrirse paso entre los que se es*or&aban por retenerle! "le) abajo por entre la masa de

hombres ociosos y espantados, apartndolos, aplastndolos contra la pared de un lado o

contra la barandilla de la escalera del otro, a*errndolos por la )ar)anta, )olpendolossalvajemente, lan&ndolos escaleras abajo y caminando sobre los que haban cado! Sus

ropas estaban en desorden y no llevaba sombrero! Su mirada, salvaje e inquieta, contena

al)o ms aterrador todava que su *uer&a aparentemente sobrehumana! Su rostro, a*eitado,careca de color, sus cabellos haban encanecido!

uando la masa de )ente que haba al pie de las escaleras, que dis*rutaban de ms

libertad de espacio, se apart para dejarle pasar, 6arper se adelant!7arette= arette= 7)rit!

El doctor 6elberson co)i a 6arper por el cuello y le hi&o retroceder!

El hombre les mir al rostro sin que pareciera reconocerlos y sali a toda prisa por la

puerta, baj los escalones hasta la calle y se perdi! 3n robusto polica que haba tenidomenos -#ito para bajar las escaleras apareci un momento despu-s e inici la

persecucin, ayudado por los )ritos indicativos de todas las cabe&as que salan por las

ventanas, que ahora eran slo las de mujeres y ni(os!omo la escalera se haba vaciado parcialmente, pues la mayor parte de la )ente se

haba precipitado a la calle para observar la *u)a y la persecucin, el doctor 6elberson

subi al rellano se)uido por 6arper! En una puerta del pasillo superior un o*icial lesimpidi el paso!

7Somos m-dicos 7dijo el doctor, y as pudieron entrar!

"a habitacin estaba llena de hombres, apenas visibles por la oscuridad, amontonados

junto a una mesa! "os reci-n lle)ados se acercaron y miraron por encima de los hombros


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de los que estaban delante! Sobre la mesa, con los miembros in*eriores cubiertos por una

sbana, yaca el cuerpo de un hombre, bien iluminado por el ha& de un ojo de buey que

sostena un polica situado a los pies! "os dems, salvo los que estaban cerca de lacabe&a, y el propio o*icial, se encontraban en la oscuridad!


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/e pronto se detuvo, se levant y se qued blanco de asombro! Se qued mirando

*ijamente al desconocido, con la boca abierta y temblando visiblemente!

7arette como un apostador honesto! 3na

pro*esin muy buena y honorable 7repiti pensativamente, mientras se alejaba condespreocupacin7! ?o si)o siendo lo que *ui! Soy el je*e m-dico del %silo de Bloomin)7

dale$ es mi deber curar al superintendente!

"es ha alterado el nombre, pues 6ell7born si)ni*ica nacido en el in*ierno2, y Sharper *ullero2! N!del 0!C


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