Vida Cotidiana en Tenerife a Raiz de La

7212019 Vida Cotidiana en Tenerife a Raiz de La

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NEUS PUIG I AMAT

MONTSE VIADER I CROUS

(Eds)

Actes del IV Seminari drsquoEstudis Medievals drsquoHostalric

(20-21 de novembre de 2014 Hostalric)

La vida quotidiana a lrsquoEdat Mitjana





AJUNTAMENT DrsquoHOSTALRIC

Hostalric2015



La vida quotidianaa lrsquoEdat Mitjana



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copy Els autors 2015copy Drsquoaquesta edicioacute Ajuntament drsquoHostalric 2015

ISBN 978-84-406-1803-8Dipogravesit legal Gi-1453-2015

Maquetacioacute i impressioacute Induacutestria Gragravefica Montserrat sa



IacuteNDEX

PRESENTACIOacute 5

PROgraveLEG 7

PONEgraveNCIES Jordi Bolograves i Imma Sagravenchez-BoiraLa casa i els seus objectes Una aproximacioacute feta a partir de les fonts escrites i de les fonts iconogragravefiques 13

Carles Vela AulesaLlarga vida a tot El mercat de vell a Barcelona a la baixa edat mitjana 33

Rosa Alcoy Pedroacutes Vida quotidiana i art reflexions temes i liacutenies de recerca iconogragravefica (segles 983160983145983158-983160983158) 55

Teresa Vinyoles Vidal

Histograveries drsquoamors i desamors 74

COMUNICACIONSAlejandro Martiacutenez GiraltNeacuteixer i creacuteixer en una famiacutelia noble medieval els joves Cabrera 87

Aina Palarea MarimonEls nivells de vida a la Catalunya baixmedieval proposta drsquoestudi a partir dels inventaris

post-mortem de la notaria drsquoAmer (1388-1408) 98

Novella Dalmau V Blanco-Lapaz Agrave Santildea Seguiacute MProduccioacute ramadera i dieta al castell de Montsoriu entre els segles XII i XV 113

Gemma Font Josep Maria Llorens Joaquim Mateu Sandra Pujadas Jordi TuraLa vida quotidiana al castell de Montsoriu a la Baixa Edat Mitjana 125

Pau Turoacuten IzquierdoSant Esteve de Caulegraves evolucioacute del massiacutes de lrsquoArdenya-Cadiretes des de lrsquoegravepoca romana fins a lrsquoedat mitjana(Resultats preliminars) 134

Joan Molla Calliacutes i Esther Loaisa DalmauConstruccioacute i alimentacioacute pagesa a la parrogravequia de Sant Martiacute de Calonge 143

Mogravenica Maspoch Oller Vida quotidiana en la decoracioacute dels embigats de lrsquoarquitectura domegravestica medieval catalana 153

Alba Barceloacute PlanaImatges de la quotidianitat a les haggadot catalanes ilmiddotluminades lrsquoAgravepat Pasqual 166

Maria Laura PalumboEl mueble y los objetos cotidianos en la pintura catalana del primer Goacutetico Internacional 176

Elvis Mallorquiacute GarciaBallestes en mans de pagesos La participacioacute a lrsquoexegravercit de la poblacioacute rural del bisbat de Girona 1200-1350 181

Viacutector Muntildeoz Goacutemez Vida material y sociabilidad de casa entre los grupos aristocraacuteticos de la castilla bajomedievalUna aproximacioacuten a partir de la documentacioacuten testamentaria (fin s 983160983145983158-princ s 983160983158) 197

Roberto J Gonzaacutelez Zalacain

Vida cotidiana en Tenerife a raiacutez de la conquista Fusiones innovaciones restricciones 209



211

VIDA COTIDIANA EN TENERIFE A RAIacuteZ DE LA CON983121UISTA FUSIONES

INNOVACIONES RESTRICCIONES1


UNED-CA Tenerife

Introduccioacuten

La conquista de las islas Canarias al final de la Edad Media y la posterior colonizacioacuten euro-

pea del territorio implicoacute la imposicioacuten de una nueva realidad material y cultural a un territorio

ocupado y explotado bajo la loacutegica de la sociedad aborigen El intereacutes del estudio de la vida co-

tidiana despueacutes de la conquista radica en que permite analizar los tres vectores que inciden en la

conformacioacuten de la realidad material de la nueva sociedad el sustrato cultural de las poblaciones

preexistentes la nueva sociedad con su correspondiente realidad material que aportan los con-

quistadores y las limitaciones impuestas por una realidad muy constrentildeida en lo que se refiere a

las materias primas

A raiacutez de la finalizacioacuten de su conquista por parte de la Corona de Castilla en el antildeo 1496 se

inicioacute en la isla de Tenerife un intenso proceso colonizador con influencia radical en los aacutembitos

social econoacutemico e institucional destinado a cambiar las estructuras productivas aboriacutegenes e

implantar un modelo de explotacioacuten netamente europeo en la isla tal y como ya habiacutea aconteci-

do en las restantes islas del archipieacutelago2

Este proceso colonizador generoacute un nuevo orden social y econoacutemico del que para la parte

que nos interesa relacionada con la vida cotidiana merece nuestra atencioacuten la conformacioacuten delos grupos humanos que poblaron la isla portadores todos de haacutebitos culturales e identitarios

propios que influyeron en la conformacioacuten de la realidad cotidiana de la nueva sociedad Por un

lado hemos de contar con los intervinientes en las campantildeas beacutelicas Y maacutes allaacute de las gentes de

la guerra el espectro de origen es muy variado ya que ademaacutes de repobladores del aacuterea andaluza

se produce la llegada de gentes de otros territorios de la corona de Castilla y un importantiacutesimo

grupo de pobladores portugueses A ellos ha de antildeadirse a su vez personas originarias de otros

reinos europeos cuya presencia es relevante desde un punto de vista no tanto cuantitativo como

cualitativo3

Ademaacutes de todos estos componentes humanos procedentes del entorno europeo la caracte-

rizacioacuten de la nueva sociedad quedariacutea sumamente incompleta si no tuvieacuteramos en cuenta la

pervivencia de la poblacioacuten aborigen Eacutesta se explica a partir de dos variables De una parte los

aboriacutegenes de la isla de Tenerife los conocidos como ldquoguanchesrdquo y de la otra los pobladores aboriacute-

genes de las islas incorporadas previamente al aacutembito de la corona y que en mayor o menor grado

participaron tanto en el proceso de conquista como en la posterior repoblacioacuten

El proceso de aculturacioacuten e integracioacuten en la nueva sociedad vivido por los aboriacutegenes que

permanecieron en la isla y se insertaron en la nueva sociedad ha merecido la atencioacuten constante

VIDA COTIDIANA EN TENERIFE A RAIacuteZ DE LA CON983121UISTA



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ROBERTO J GONZAacuteLEZ ZALACAIN

de la historiografiacutea que ha abordado su estudio desde diversas perspectivas La maacutes reciente a

cargo de Sergio Baucells4 realiza un exhaustivo anaacutelisis de las dos formaciones sociales y sus claves

estructurales de funcionamiento planteando como conclusioacuten fundamental que la integracioacuten

de los aboriacutegenes en la nueva sociedad se hizo desde un patroacuten de clase pero con una importanteincidencia de los patrones culturales elemento que centra nuestra atencioacuten en estos momentos

Todo lo expuesto hasta el momento muestra la compleja realidad socioeconoacutemica sobre la que

se asentoacute la nueva sociedad tinerfentildea Un cuerpo social formado por un heterogeacuteneo conjunto de

personas venidas de muy distintos lugares y que manejaban unas claves relacionales e identitarias

muy variadas5 lo que influyoacute de manera determinante en la vida cotidiana de la nueva sociedad

Para conocer esta influencia vamos a ir recorriendo los distintos aacutembitos de la realidad material

en la que se movioacute esta sociedad peculiar en el contexto bajomedieval occidental y que se fue

gestando a partir de las influencias de estos grupos sociales y muy condicionada por la realidad

geograacutefica y material de unas islas muy alejadas del continente europeo y en las que no era faacutecil

obtener muchas de las materias baacutesicas para el desarrollo de la vida diaria en el continente

Las condiciones materiales de la vida cotidiana en Tenerife el hogar

Para comenzar a analizar esta realidad conviene arrancar en la estructura del propio hogar en el

que pasaban sus diacuteas los habitantes de la isla antes de entrar en eacutel y comenzar a husmear en su inte-

rior6 Esta estructura estaba muy condicionada por la amplitud mayor o menor de los solares repar-

tidos con el objeto de construir casas muy holgada en los terrenos dados en la capital de la isla San

Cristoacutebal de La Laguna pero menos homogeacuteneo en el resto de la isla7 Auacuten manteniendo siemprela ortogonalidad en sus formas no parece existir ninguna relacioacuten entre las magnitudes de unos y

otros que pudiera llevar a pensar en alguna poliacutetica concreta del primer concejo tinerfentildeo en cuanto

al tamantildeo de la vivienda rural Por todo ello la primera caracteriacutestica que destaca es la inexistencia

de un patroacuten comuacuten ni siquiera aproximado que pudieacuteramos tomar como dimensiones ldquotipordquo de

la vivienda construida durante esta fase final de la Edad Media

Esta planta cuadrada o rectangular de los solares repartidos se mantiene a la hora de construir las

viviendas de tal forma que el periacutemetro de las casas construidas en Tenerife siempre presenta una de

estas dos formas En este sentido es interesante recordar que la praacutectica comuacuten de los propietariosera ocupar todo el solar aunque soacutelo fuera construyendo una tapia en su periacutemetro lo que ha lle-

vado a Alejandro Larraz a deducir que si bien solares y viviendas comparten la planta rectangular

el menor tamantildeo de estas uacuteltimas con respecto a los primeros nos indica que en muy raras ocasio-

nes ocupaba todo el espacio potencial sino que la norma era construir soacutelo una parte de eacuteste Este

hecho estaacute en consonancia con la reproduccioacuten en Tenerife de los modelos tipoloacutegicos bajomedie-

vales maacutes corrientes en especial con la casa-habitacioacuten andaluza tipo de vivienda caracterizada por

un espacio vallado al aire libre en el que se realizaban algunas funciones domeacutesticas8

De esta forma vemos reproducidas tanto la tipologiacutea de las viviendas como las costumbres del



213

haacutebitat Diferenciando tipologiacuteas lo primero que hay que sentildealar es que predominan las vivi-

endas de una o dos plantas en las que la existencia de patio interior es la excepcioacuten a diferencia

de lo que ocurre en la construccioacuten andaluza Los contratos de construccioacuten de viviendas de la

isla confirman en liacuteneas generales la escasez de huecos estrictamente de iluminacioacuten pero sobretodo ponen de manifiesto una fuerte desigualdad en cuanto al nuacutemero o a la morfologiacutea de las

ventanas seguacuten fueran las viviendas de tal forma que a mejores caracteriacutesticas constructivas de

eacutestas correspondiacutea mayor cantidad y calidad de aqueacutellas

La naturaleza de los pavimentos utilizados dependiacutea fundamentalmente de su ubicacioacuten ya

fuera eacutesta en planta baja o alta En el primer caso los materiales podiacutean ser muy variados desde

la simple tierra apisonada hasta los enlosados de piedra En las plantas altas soacutelo conocemos pa-

vimentos a base de tablazoacuten construidos sobre una estructura muy simple tambieacuten de madera

que serviacutea al mismo tiempo de techo a la planta baja Son en definitiva unas viviendas con escasa

concesioacuten al lujo muy adecuadas a ese medio socioeconoacutemico en que se construyen tan cons-

trentildeido por una disponibilidad de recursos muy limitada

Junto a la existencia de una segunda planta el elemento que resultaba maacutes determinante en

la configuracioacuten de la vivienda tanto en el medio urbano como en el rural es la presencia o no

del corral Eacuteste consistiacutea en un espacio descubierto comuacutenmente situado en el lado opuesto a la

entrada principal de la vivienda y bordeado por tapias que lo uniacutean a la casa propiamente dicha

Dependiendo de su tamantildeo las funciones del corral podiacutean ser muacuteltiples aunque la maacutes fre-

cuente era la huerta domeacutestica yo criadero de aves u otros animales El modelo de vivienda de-

finido por el binomio casa-corral fue sin duda el tipo de vivienda maacutes corriente en Tenerifedurante el periacuteodo de estudio tanto en el medio urbano como en menor medida en el rural

Todas estas referencias son de tipos de casas de construccioacuten miacutenimamente compleja Hubo

otras opciones de cobijarse bajo un techo especialmente antes del desarrollo de las infraestruc-

turas productivas imprescindibles para sustentar un proceso de reproduccioacuten de la tipologiacutea de

vivienda peninsular Hasta entonces el tipo principal de viviendas era el conocido por la docu-

mentacioacuten como casas pajizas modelos de vivienda muy precarios con una clara intencioacuten de

provisionalidad que se seguiriacutean utilizando posteriormente aunque ya por las personas con me-

nos recursos econoacutemicos En un momento posterior sobre todo a partir de las primeras arribadasde repobladores que no habiacutean participado en la conquista inmersos ya en la primera deacutecada del

siglo XVIII9 es cuando los procesos de edificacioacuten y urbanizacioacuten incipientes se aceleran dando

lugar a los primeros ejemplos de edificaciones relativamente complejas que encontramos en la

documentacioacuten

Para analizar este proceso de fusioacuten que da tiacutetulo a la intervencioacuten resulta de gran intereacutes el

estudio de otras foacutermulas de habitacioacuten utilizadas por la poblacioacuten prehispaacutenica En este sentido

fue habitual el uso de cuevas y chozas como vivienda principalmente en los antildeos inmediatamen-

te posteriores a la conquista Lo lento de la repoblacioacuten y de la adaptacioacuten a las estructuras socio-




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econoacutemicas castellanas no permitiacutea otra solucioacuten Tanto las cuevas como las chozas y las cabantildeas

representaban los momentos previos a la introduccioacuten de las teacutecnicas y los modelos constructivos

europeos en Tenerife en los que en el medio rural coexisten las tradiciones constructivas de aboriacute-

genes y repobladores producieacutendose fenoacutemenos de reutilizacioacuten y adaptacioacuten a las nuevas nece-sidades de haacutebitat que merece la pena estudiar Ademaacutes la vivienda en cuevas no era desconocida

en ciertas zonas de Castilla por lo que la adaptacioacuten de todos los pobladores a este tipo de lugar

de habitacioacuten fue bastante asequible Este haacutebitat en cuevas fue explotado con cierta continui-

dad en el tiempo por la poblacioacuten aborigen tanto por razones socioeconoacutemicas como culturales

Como en tantas otras cuestiones el tipo de vivienda estaba en estrecha relacioacuten con las posi-

bilidades econoacutemicas de la familia que la habitaba Asiacute las viviendas maacutes sencillas disponiacutean de

una distribucioacuten interior sumamente simple diferenciaacutendose los espacios funcionales mediante

sencillas separaciones algo maacutes elaboradas en las casas de una sola planta que se articulaban en

torno a una sala principal utilizada para la mayor parte de actividades cotidianas y que a su vez

serviacutea de nexo de unioacuten de las distintas habitaciones de la casa Y cuanto mayor era la categoriacutea

de la casa mayor especializacioacuten encontramos en la distribucioacuten de esos espacios En la casa me-

dieval de maacutes de una planta existiacutea una clara diferenciacioacuten socio-funcional de tal forma que en

la planta baja se ubicaban las instalaciones y dependencias baacutesicas de la vivienda mientras que la

planta alta cumpliacutea exclusivamente un papel residencial Este esquema se reproduce en Tenerife

durante la eacutepoca de nuestro estudio soacutelo en parte La razoacuten fundamental radica en el poco desar-

rollo espacial de las plantas altas que ponen de relieve las fuentes Seguacuten se desprende de la docu-

mentacioacuten consultada para las casas maacutes comunes parece que si bien las habitaciones ubicadas enla planta alta siempre teniacutean una funcioacuten residencial fundamentalmente como dormitorio en la

planta baja se combinaban las instalaciones almacenes etc de la vivienda y otras dependencias de

usos especiacuteficos como las ventas o los escritorios junto con otras habitaciones de marcado caraacutec-

ter residencial Entre ellas la maacutes importante es la sala que actuaba como espacio fundamental

en el que desarrollar la vida cotidiana y como aacuterea noble de la vivienda

Los elementos materiales del hogar

Una vez vistas las claves constructivas del espacio en el que se desarrollaba la vida diaria vamosa pasar a continuacioacuten a conocer los elementos materiales y funcionales que se utilizaron en estas

casas Al igual que ocurriacutea en otras zonas de Castilla el mobiliario que se utilizaba en esta etapa

se caracterizaba fundamentalmente por su escasez sobriedad y sentido estrictamente funcional

La fuente principal que podemos utilizar para realizar un estudio de estas caracteriacutesticas son los

testamentos inventarios de bienes y cartas dotales y en todos se aprecia que el mobiliario domeacutes-

tico estaacute constituido por los tipos maacutes imprescindibles camas cajas alguna mesa y bancos o sillas

son los muebles tiacutepicos que maacutes habitualmente se mencionan

Comenzando con los lugares de habitacioacuten cabe sentildealar que el lecho y sus componentes tex-




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tiles son elementos que entran regularmente en la composicioacuten de las dotes de las mujeres asiacute

como es casi el uacutenico mueble que a traveacutes de los testamentos se lega a un hospital o a un servidor

lo que nos lleva a pensar que se trataba de un elemento imprescindible para la vida cotidiana Los

textos no especifican el nuacutemero de personas que podiacutean ocupar una cama aunque si tenemos encuenta que la costumbre de dormir solos reflejada en la proliferacioacuten de camas individuales no

comienza a generalizarse hasta principios del siglo XVI hemos de suponer que en la mayoriacutea de

ocasiones dormiacutean en esas camas al menos el matrimonio con varios de sus hijos dado que por

otra parte muy pocas veces hacen referencia a las cunas para los nintildeos o lo que en otros lugares

de la Corona de Castilla se denominan camas de moccedilos

La propia configuracioacuten de las viviendas medievales hizo que los muebles nunca ocuparan

un gran espacio en ellas aunque precisamente por su escaso nuacutemero una de las caracteriacutesticas

principales del mobiliario de la eacutepoca era su polifuncionalidad De ellos destacan en primer lugar

las cajas cofres arcas y arcones que fueron muebles muy comunes y sin lugar a dudas los maacutes

praacutecticos para el transporte de mercanciacuteas y para su depoacutesito en lugares fijos En nuestros ambi-

entes domeacutesticos canarios10 independientemente de su contexto social las cajas son el elemento

mueble que aparece con mayor frecuencia en los inventarios mientras que las arcas y los cofres

figuran casi exclusivamente en las relaciones de bienes de las familias privilegiadas Hay que tener

en cuenta que a falta de los armarios que apenas se mencionan en los documentos manejados

cajas y cofres se usaban para guardar vestidos ropa de cama menaje y tambieacuten como depoacutesito de

escrituras joyas y dinero aunque no por ello haya que descartar que en la propia construccioacuten de

la vivienda se tuviera esto en cuenta y se hiciesen unas oquedades en las paredes con el objeto deservir de lugar de almacenamiento de muacuteltiples objetos como por ejemplo la vajilla de cocina de

composicioacuten fraacutegil y uso cotidiano aunque ciertamente este extremo no estaacute confirmado

Dentro de esa polifuncionalidad antes aludida las cajas cumpliacutean en la mayor parte de los

hogares la funcioacuten de mesa por lo que cuando aparecen expresamente mencionadas en la do-

cumentacioacuten aluden indirectamente a una situacioacuten social favorecida Por lo general todas las

mesas se citan junto a los elementos de asiento De entre eacutestos los maacutes comunes son los bancos

maacutexime si tenemos en cuenta las veces que aparecen asociados a las mesas y como soporte de las

piezas textiles que configuran el lecho Estos artiacuteculos como vemos marcados por la simplicidaden la mayor parte de los hogares se conjugaban con distintos complementos textiles igualmente

esenciales tanto para obtener cierto grado de comodidad (colchones almohadas mantas etc)

como para servir de elemento de distincioacuten social (pantildeos de pared paramentos ) Para iluminar

el conjunto de la casa se disponiacutea de candeleros candiles y alguacuten que otro candelabro convirtien-

do al hogar en el uacutenico lugar iluminado de toda la poblacioacuten cuando caiacutea la noche

Entremos ya en la cocina pero antes de describir la alimentacioacuten de las personas de la eacutepoca

debemos hacer mencioacuten a los distintos uacutetiles dedicados a la elaboracioacuten alimentaria que ademaacutes

en buena medida son los que pueblan las cartas de dote maacutes detalladas como elemento indis-




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cutible de aportacioacuten de la esposa al nuevo hogar que tendraacute en la cocina uno de los lugares

ldquofemeninosrdquo principales Distinguiremos entre uacutetiles relacionados con la preparacioacuten y coccioacuten

de los alimentos los destinados a la conservacioacuten de los mismos las piezas del servicio y la vajilla

propiamente dicha y por uacuteltimo los objetos para la iluminacioacuten del hogar La primera idea quese presenta clara es la de que el utillaje domeacutestico utilizado por estas gentes de fines del siglo XV y

principios del XVI era realmente escaso hasta el punto de que en ocasiones no contaban siqui-

era con los que hoy consideramos imprescindibles caso de los cubiertos y los recipientes indivi-

duales para la bebida Es muy posible ademaacutes que las diferentes piezas que constituyen el ajuar

domeacutestico se usaran indistintamente para una u otra de las funciones que hemos distinguido Un

elemento que se echa en falta en los inventarios relacionado con la coccioacuten de los alimentos es

el tipo de hogar o fuego utilizado para eacutesta y otras funciones como la de calentar la vivienda Sin

embargo no faltan referencias sobre los denominados ldquoTreodesrdquo o ldquoTreacutebedesrdquo utensilios de hier-

ro con patas donde se ponen al fuego las ollas y cazuelas para cocinar11 Lo que siacute es maacutes habitual

es la mencioacuten a la presencia de hornos en los hogares cuya funcioacuten seriacutea la de elaborar el pan y otra

serie de alimentos para la familia

Son tambieacuten abundantes los utensilios destinados a la coccioacuten y asado calderas cazuelas sar-

tenes asadores y menos frecuentes las parrillas Las ollas hechas de barro hemos de decir que no

aparecen en las cartas dotales y rara vez en los testamentos aunque cuando es asiacute se contabilizan

maacutes de una por inventario lo que probablemente nos indique que su uso estaacute muy extendido

pero su escaso valor hace que no se las considere un bien susceptible de ser sentildealado en muchas

relaciones de bienes Los utensilios destinados a la conservacioacuten de alimentos son mucho maacutes variados y estaacuten fabricados con materiales diversos Como depoacutesitos de liacutequidos se empleaban

las tallas y bernegales caacutentaros y calderetas barriles botijas alcuzas -para el aceite- mientras que

en los costales zamarrones zurrones taleguillas se guardaban harinas especias y otros soacutelidos

Las piezas que componen la vajilla son las maacutes elementales y destacan sobremanera por la

escasez de referencias documentales alusivas a estos utensilios Aunque algunos inventarios son

muy ricos en este sentido lo habitual es que las referencias se limiten a unos cuantos platos o

escudillas y algunas jarras independientemente de la realidad socioeconoacutemica familiar De todos

ellos los platos y escudillas son las piezas que maacutes se repiten y eso que conviene mencionar la posibilidad de que muchas familias sobre todo las menos favorecidas utilizaran como recipiente

uacutenico la olla o cazuela en la que cociacutean los alimentos sirvieacutendose directamente de ellos siguiendo

costumbres culinarias bastante arraigadas en el occidente medieval12

La alimentacioacuten

Todos estos uacutetiles que se acaban de mencionar iban destinados a la preparacioacuten de una dieta

alimentaria bastante variada aunque muy determinada por las posibilidades econoacutemicas de cada

grupo familiar El alimento fundamental de la eacutepoca se componiacutea baacutesicamente de cereales Es el




217

pan que menciona la documentacioacuten de la eacutepoca que en realidad se refiere a todas esas elabo-

raciones que tienen como base fundamental alguacuten tipo de cereal o la combinacioacuten de varios de

ellos13 En Tenerife aunque las cifras de produccioacuten son muy complicadas de obtener el cereal

maacutes cultivado y por ende suponemos que el maacutes consumido fue el trigo aunque con una impor-tante aportacioacuten de la cebada seguida ya muy de lejos por otro tipo de cereales como el centeno

Este predominio del trigo tiene su explicacioacuten al menos en parte en una cuestioacuten cultural ya

que para la sociedad de la eacutepoca la cebada era un alimento mucho peor considerado que el trigo

En un acta del concejo tinerfentildeo se muestra claramente este hecho cuando se califica a la cebada

como alimento de naturales [entieacutendase aboriacutegenes] y esclavos14 Por todo lo dicho se entiende

que en los acuerdos del concejo se aprecie a lo largo de toda esta etapa una preocupacioacuten por ga-

rantizar el cereal necesario para el sustento de la poblacioacuten aunque esto choque en determinadas

ocasiones con los intereses de los grandes productores que orientan buena parte de sus cosechas

al mercado exterior que ofrece muchos mayores beneficios que el interno

El otro alimento que completaba la base alimentaria elemental de la poblacioacuten era el vino

con propiedades nutritivas que se antildeadiacutean a las de los cereales Al ser considerado producto de

primera necesidad desde los momentos posteriores a la conquista se potencioacute esta explotacioacuten

obligando a todos los agricultores de Tenerife a plantar vintildeas a pesar de lo cual no se cubriacutea la

demanda interna y en un principio hubo de recurrirse a la importacioacuten de vino para cubrir las

necesidades de la poblacioacuten En funcioacuten de la economiacutea familiar esta dieta de cereales y vino

podiacutea ser completada en la realidad cotidiana con una serie de alimentos muy variada La car-

ne constituiacutea otro de los soportes alimenticios baacutesicos Esto explica que desde inmediatamentedespueacutes de la conquista se introduzca ganado bovino en la isla cuya carne se encontraba entre

las maacutes consumidas en Europa en aquellas fechas y que el concejo muestre un intereacutes especial

desde el primer acuerdo capitular en garantizar el pasto de estos animales con un claro intereacutes

alimentario principalmente en el caso de las vacas uacutenico animal del que se permitiacutea el sacrificio

de hembras

Ademaacutes de este ganado mayor el menor igualmente tuvo una incidencia clara en la elabo-

racioacuten de la dieta maacutexime si tenemos en cuenta que muchas de estas especies (ovejas cabras y

cerdos) eran conocidas desde eacutepoca prehispaacutenica Del ganado cabriacuteo y ovino ademaacutes de la car-ne se consumiacutean derivados laacutecteos fundamentalmente leche y queso antildeadieacutendosele al caso de

las ovejas el intereacutes en la explotacioacuten por la obtencioacuten de lana Del porcino el aprovechamiento

principal ademaacutes del consumo de carne y producciones alimentarias derivadas de este animal

(tocinos y longanizas) veniacutea marcado por la utilizacioacuten de su grasa fundamental en la cocina ya

que el aceite no era cultivado en Canarias y su obtencioacuten dependiacutea totalmente de la importacioacuten

La importancia del consumo de carne en esos momentos quedoacute reflejada en algunos conflic-

tos desatados en torno a la venta ambulante de alimentos acaecidos en las primeras deacutecadas del

siglo XVI permitieacutendose la venta de toda una serie de productos en las casas incluso en horario




218

nocturno Sin embargo se especificaba claramente que quedaba exenta de esa autorizacioacuten la

posibilidad de venta de cualquier tipo de carne

Fue platycado en rasoacuten de la hordenanccedila de que no se puedan vender futa ni otros mantenimien-

tos moderaacutendola mandaron que de aquiacute adelante vendan por las calles puacuteblicas d esta ccedilibdad futa seca e hortaliza e todas las otras cosas de mantenimiento de comer e de bever con tal que no se puedan

estar estantes a lo vender en las calles saluo traello a vender por las calles puacuteblicas eccedilebto el pan por-

que eacuteste se a de vender en las placcedilas puacuteblicas e en siendo de noche puedan vender en sus casas eccedilebto el

pan carne pescado e caccedila que se vendan en las plazas puacuteblicas y no por las calles ni en sus casas e la

miel vino azeyte e leche las puedan vender donde quisieren sin embargo de la dicha hordenanccedila 15

Esta exclusioacuten tiene una doble explicacioacuten la conservacioacuten de estos productos debiacutea hacerse

en condiciones oacuteptimas por el riesgo para la salud que podriacutea ocasionar un consumo en mal

estado el otro motivo fundamental era que el Cabildo ingresaba una renta por la explotacioacuten de

las carniceriacuteas por lo que no podiacutea permitir la ruptura del monopolio Los preceptos religiosos

obligaban a que en Cuaresma durante todos los viernes del antildeo y en otras fiestas que en conjun-

to podiacutean alcanzar la cifra de 150 diacuteas al antildeo16 el consumo de pescado fuera obligatorio para toda

la sociedad ademaacutes de que fuera de esas fechas tambieacuten era ampliamente consumido entre otros

motivos porque habiacutea constituido un aporte fundamental a la dieta de la poblacioacuten aborigen

La variedad de especies capturadas y consumidas fue muy amplia desde el bonito a la sardina

pasando por toda una gama de productos maacutes o menos apreciados y valorados y por lo tanto al

alcance uacutenicamente de determinados sectores sociales

Otra parte fundamental del consumo cotidiano lo constituiacutea la produccioacuten hortofrutiacutecolaLas legumbres aparecen ampliamente documentadas en muchos de los contratos de arrendami-

ento o aparceriacutea de la eacutepoca aunque en ninguacuten caso se detallen las especies cultivadas Siacute dispo-

nemos de referencias a especies de frutas y hortalizas lo que nos permite conocer el consumo de

variedades tales como melones naranjas limones manzanas albaricoques peras cerezas o higos

entre otras frutas y lechugas cebollas melones calabazas berenjenas pepinos o coles entre otra

amplia variedad de hortalizas

Para completar la diversidad de productos que conformaban la dieta baacutesica en las islas hay que

antildeadir los productos elaborados fundamentalmente dulces basados en la combinacioacuten de frutas y azuacutecares (confites y confituras principalmente) con una escasa presencia en estos primeros

antildeos pero que aun asiacute estaacute atestiguada y que suponemos que debiacutea de constituir otro elemento

gastronoacutemico de distincioacuten social no apto para todas las economiacuteas familiares

Esta es precisamente la idea principal con la que queremos concluir este espacio dedicado a

la alimentacioacuten de la eacutepoca Hemos visto coacutemo las posibilidades de configurar una dieta variada

eran amplias ya que buena parte de los productos que se consumiacutean en el aacutembito europeo occi-

dental por esas fechas estaacuten presentes en Canarias en esos momentos Por tanto lo que primaraacute

en cada familia a la hora de elaborar su dieta seraacute maacutes su disponibilidad econoacutemica para adquirir




219

esos productos que cuestiones de mero gusto culinario Por tanto como ocurriacutea a su vez con la

casa y el mobiliario la dieta es tanto un elemento imprescindible de la vida cotidiana como un

marcador de distincioacuten social en funcioacuten de los productos consumidos en cada caso

Conclusiones

A traveacutes de las paacuteginas precedentes hemos realizado una breve aproximacioacuten a algunos de los

aspectos fundamentales de la vida cotidiana tinerfentildea en el traacutensito de la Edad Media a la Mo-

derna 983121uedan otros muchos fuera de la explicacioacuten por falta de espacio Asiacute se podiacutea hablar de

otros elementos materiales de la realidad cotidiana como el vestido o los medios de transporte

o de cuestiones maacutes intangibles como pueden ser las derivadas de la sociabilidad o de las fiestas

Aun asiacute los que hemos ido viendo maacutes vinculados a los aspectos de la materialidad cotidiana

nos han permitido mostrar desde ese plano material el interesante proceso de muacuteltiples interac-

ciones que se generoacute en la isla de Tenerife al calor de su conquista y posterior colonizacioacuten por

parte en buena medida de poblaciones llegadas del continente

Fueron estas gentes las que se trasladaron a la isla con todo un bagaje cultural que se impuso

sobre el preexistente tal y como lo demuestra el uso especiacutefico de determinadas tipologiacuteas de ho-

gares y los uacutetiles con los que los poblaron Sin embargo en este proceso de traslacioacuten de su mundo

a un entorno nuevo se produjeron interesantes aportaciones derivadas de las praacutecticas culturales

divergentes de algunos de los grupos poblacionales y todo ello se vio fuertemente limitado por

la carencia en la isla de muchas de las materias primas que se encontraban en abundancia en el

continente Todo ello hizo que la realidad cotidiana de las primeras deacutecadas del siglo XVI enTenerife estuviera marcada por la precariedad que se fue abandonando a medida que avanzaba

el siglo y que las estructuras sociales econoacutemicas poliacuteticas y tambieacuten materiales se asentaban y

consolidaban




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NOTAS1 El presente texto forma parte de los trabajos del proyecto ldquoPaisajes sensoriales sonidos y silencios de la EdadMediardquo radicado en el GIEM de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Subsidio HUM 39613 Coacutedigo deIncentivos 15F456)2 Aznar Vallejo Eduardo (2009) La integracioacuten de las islas Canarias en la Corona de Castilla (1478-1526) Aspectos

administrativos sociales y econoacutemicos Santa Cruz de Tenerife Ediciones Idea (3ordf edicioacuten)3 Gonzaacutelez Zalacain Roberto J (2005) Familia y sociedad en Tenerie a raiacutez de la conquista San Cristoacutebal de LaLaguna Instituto de Estudios Canarios p 30-374 Baucells Mesa S (2014) Aculturacioacuten y etnicidad El proceso de contacto entre guanches y europeos (siglos XIV-XVI)San Cristoacutebal de La Laguna Instituto de Estudios Canarios5 Gonzaacutelez Zalacain Roberto J (2006) ldquoIdentidad y sociedad a fines de la Edad Media el ejemplo de Teneriferdquo Revista de Historia Canaria 188p 91-1026 Tal y como nos propone que hagamos Raffaella Sarti en su modeacutelico estudio sobre la vida cotidiana en el mundomoderno Sarti Raffaella (2003) Vida en amilia Casa comida y vestido en la Europa moderna Barcelona CriacuteticaEncontraraacute tambieacuten el lector numerosos ejemplos documentales de todo lo mencionado en estas paacuteginas en Gonzaacute-lez Zalacain Roberto J (2005) Familia y sociedad en Tenerie a raiacutez de la conquista op cit 7 Para comprender la implantacioacuten del sistema constructivo castellano en la isla veacutease el magniacutefico trabajo de Larraz

Mora Alejandro (2008) A vista de oficiales y a su contento tipologiacutea y sistemas constructivos de la vivienda en La Laguna y Tenerie a raiacutez de la conquista (1497-1526) San Cristoacutebal de La Laguna Instituto de Estudios CanariosBuena parte de las aportaciones de este apartado proceden de esta obra8 Ronquillo Rubio Manuela (1990) ldquoEl secuestro inquisitorial como fuente de conocimiento de la vida cotidianardquoen IX Coloquio de Historia Canario-Americana tomo II Cabildo Insular de Gran Canaria Las Palmas de GranCanaria p 96-999 Sarti Raffaella (2003) Vida en amilia op cit p 158-16210 Ronquillo Rubio Manuela (1992) ldquoEl ajuar de la casa urbana en las Islas Canarias a fines de la Edad MediardquoVegueta 0 p 37-4211 Gonzaacutelez Marrero Mariacutea del Cristo (1993) La vida cotidiana en Tenerie a raiacutez de la conquista Vestido menaje y ajuar Memoria de Licenciatura ineacutedita Universidad de La Laguna p 11012 Aznar Vallejo Eduardo (1999) Vivir en la Edad Media Madrid Arco Libros p 7513 Rodriacuteguez Molina Joseacute (1993) ldquoLa alimentacioacuten en el antiguo Reino de Jaeacuten Siglos XV-XVIrdquo Boletiacuten de Estu-dios Giennenses 148 p 35-112 La cita se encuentra en la p 4014 Serra Raacutefols Eliacuteas y Rosa Olivera Leopoldo de la ed y estudio (1970) Acuerdos del Cabildo de Tenerie 1048694ol IV(1518-1525) San Cristoacutebal de La Laguna Instituto de Estudios Canarios nordm 34315 Rosa Olivera Leopoldo de la y Marrero Rodriacuteguez Manuela (1986) Acuerdos del Cabildo de Tenerie 1048694ol V(1525-1533) San Cristoacutebal de La Laguna Instituto de Estudios Canarios nordm 44 16 Para conocer mejor todos estos aspectos es recomendable la consulta de los trabajos de la doctora Mariana PZapatero (2009) ldquoLa carne en la Espantildea bajomedieval usos a partir de las normas eclesiaacutesticas y meacutedicasrdquo Iacobusrevista de estudios jacobeos y medievales 25-26 pp 133-152 (2006) ldquoAbastecimiento de carne problemaacutetica durantela Baja Edad Media hispaacutenicardquo Meridies Revista de Historia Medieval 8 p 37-46 (2010) ldquoAlimentacioacuten y abaste-cimiento de alimentos en la Baja Edad Mediardquo en Cuestiones de historia medieval coord por Gerardo RodriacuteguezSilvia ArrontildeadaCecilia Bahr Mariana Zapatero Vol 2 p 259-280




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Hostalric2015












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las materias primas














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Vida Cotidiana en Tenerife a Raiz de La

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