Versos invernales

C NABUART Todos los Derechos Reservados 2013

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2NABUART Enero 2013

Año 3 Número 1

Rosa Lina Diego Güemes Directora de Colaboradores

COLABORADORES

Redacción

Gisela Labrada

Sitio Web

Nabuart

Fotos & Gráficas

Susana Miguel y

Ricardo Miguel

Enero 2013 NABUART 3

Versos

Invernales

Este año, en NABUART, comenzamos la edición de nuestra revista con un número dedicado a la poesía. A esas divinas palabras trenzadas y preñadas de sentimiento que engalanan instantes de nuestras vidas. A esos mágicos versos que cohabitan en nuestras memorias juntos a añejos y atesorados recuerdos. A veces propias, a veces ajenas, pero siempre nuestras.

4NABUART Enero 2013

Versos Invernales

Tu fantasma

Bajo cero

Gisela Labrada 6

Extraña en el viento

Algún día

Rosa Lina Diego Güemes 9

Canciones

Mis viejos amigos

Horas

El color del mango

Jorge Alvarado 12

Mujer…es

Agua entre tus dedos

El camino de tu espalda

Nox

Mercedes Aguilera 24

Actores Nabuart

Adriana Oliveros Carlos Villuendas

Marisela González Servant Ruth Carvajal

En las noches sin magia en esas noches largas me acosa tu fantasma


Versos Invernales

Tu fantasma por

Gisela Labrada

En las noches sin magia

en esas noches largas

me acosa tu fantasma

Se sumerge en mis ojos

me susurra en la espalda

con un roce de fuego

va encendiendo mis lámparas

En las noches sin luna

esas noches tan largas

me asedia tu fantasma

Me cabalga los sueños

me desata los nudos

dibuja de suspiros

mis rincones oscuros

En las noches que faltas

esas llenas de escarcha

en el espacio exacto

donde habitan mis ansias

me rindo a tus deseos

me abrazo a tu fantasma

y juntos asistimos

a la fiesta del alba

7NABUART Enero 2013

Versos Invernales

Bajo cero por

Gisela Labrada

Esa vocación por la aventura helada

de andar averiguando a qué sabe el invierno

me hizo besarte aquella tarde clara

a dos pasos de la duda y el misterio

Luego vino la nieve y el silencio

la soledad soplando en mis recuerdos

la pérdida absoluta de lo eterno

y tú, rotundo

en el sabor de todos los inviernos.

Corro lentamente trenzando el tiempo en el vientre del mundo


Versos Invernales

Extraña en el viento por

Rosa Lina Diego Güemes

Extraña en el viento navego sin rumbo.

Vado montañas. Sueño versos.

Doblego selvas. Recorro besos.

Vuelo sin plumas entregada al desierto.

Un desierto sonoro,

verde como la sangre,

azul como el toro.

Corro lentamente trenzando el tiempo

en el vientre del mundo.

Paro arenas fértiles.

Me escurro entre la carne.

Bebo sangre de vida.

Y muero en días suicidas.

¿Hacia dónde voy?

10NABUART Enero 2013

Versos Invernales

Algún día por

Rosa Lina Diego Güemes

Si algún día creéis que me he vuelto loca,

no sufráis,

porque aún hay aliento en mi boca.

Llorad fuerte,

pero yo ya seré cometa de ilusión

que vuele cual nube etérea.

Seré hija del aire

y amante del viento.

Sol de trigo,

calor de suspiro,

tormenta de fe

o falsa quimera…

Mas para siempre, seré yo.


Versos Invernales

Primera por

Jorge Alvarado

Para que sea fácil su ausencia

me acompañarán sus imposibles,

sus miedos y sinrazones

Para que no duela su voz en mis recuerdos

y que no haya culpas en mi renuncia,

tendré siempre su imagen envuelta

en la memoria de lo poco importante

que fue para usted ese tiempo.

Para pensar que no es más fuerte su presencia

que el deseo de amar sin prevenciones.

Usted se va y me dolerá un tiempo

como duelen los sueños irrealizables

como duelen las llamadas que no llegan,

la sombra de un fantasma que espera.

Un día amanecerá más temprano,

y después de mucho saborear la tristeza

su imagen será parte de mí

como una vieja canción de lamentos

que sólo puede arrancarme una sonrisa


Versos Invernales

Segunda por

Jorge Alvarado

Nunca pude contarte que amo las puestas de sol.

Tampoco te conté del significado de mis travesuras

y mis repentinos silencios,

de las noches en que salían a caminar

mis temores.

Hoy madrugó la tristeza

y me contó que ya era tarde para contar.

Me mostró tu rostro indiferente,

tus pasos lejanos

y una resolución en mi alma

que no conocía.

Me perdiste, te perdí:

ya no podré decirte

lo importante que era estrechar tu mano,

sentir tu cuerpo,

reposar en tu pecho;

ya no podré mostrarte otros colores

más allá de tus ojos,

ni preguntar si te aburren

mis silencios,

si sientes paz con mi presencia,

si te alegran mis fantasías.

Y sin embargo algo queda:

la extraña satisfacción

de no saber nunca

quién era yo en tu realidad,

y el oportuno adiós

que dejará huella en tu alma.


Versos Invernales

Tercera por

Jorge Alvarado

El sol de California parece refugiarse en mi piel.

Camino y juego a ignorar que el brillo del día me conmueve,

que la brisa fresca del mar me duele,

como sueños esfumados,

como cartas que anhelo mientras miro el mar

letra a letra, vocablo a vocablo.

Van pasando las noches y los días

las hojas del calendario desaparecen rápidamente

y las horas de mil relojes juegan la carrera del tiempo.

Imaginando carta alucinógenas,

he empezado a coser una colcha de retazos.

Pedazo a pedazo voy componiendo el día,

voy construyendo la noche que ahora no existe pero que

vendrá.

Yo sigo cosiendo mi cobija de humores y amores

mientras le robo tiempo al mar para mimarlo,

para hacerle la más tonta de las preguntas.

Las olas golpean y yo camino otra vez.

El sol quema y yo camino y las olas vuelven a golpear.

Y yo con mi colcha de recuerdos,

con mis pasos temblorosos, descubro las respuestas fugaces,

las que quiero oír y las que no quiero.

Y el tiempo, y el mar y la brisa y el sol de California…

todos se refugian ahora en mí.


Versos Invernales

Cuarta por

Jorge Alvarado

Quiero escribir un poema que hable de usted

Y mencionar sutilmente que es usted a quien a veces trato de

tú,

y que su nombre se ha vuelto importante en mi vida

afortunado sólo quiero saber de sus nostalgias.

Y quiero encontrar la metáfora que más me acerque a usted,

esa que pueda describir lo dulce de sus palabras,

su plácida compañía, y también su mirada fría.

Que su sonrisa es tan importante como sus lágrimas

que sus manos me queman, su voz me llena,

que cuento y recuento sus cabellos en mi memoria

y no quiero terminar de soñar con usted.

Quiero hablar de usted sin que se sepa que es usted.


Versos Invernales

Quinta por

Jorge Alvarado

Hoy descubrí que falta poco

para que usted me quiera:

me miró, yo sonreí, usted se alejó.

Sospecho que quería preguntarme la hora.


Versos Invernales

Sexta por

Jorge Alvarado

Yo sólo quiero que ames

mi intento de pertenecerte

para llenar de versos tus

canciones

para hacer de la distancia

un efímero silencio entre tú y yo.

Voy a inventar

el espacio perfecto, el tiempo

preciso,

para que acaricies mis días con tu risa

para que tu voz me invite a entonar

una canción.

Y voy a permanecer en el agua

en el horizonte

para que al mirar el mar pienses en tenerme

para que al abrazar tu almohada

quieras quererme.

Yo sólo quiero que ames

mi intento de pertenecerte

el intento de un hombre humilde

que aspira a ser posibilidad

entre tus sueños.


Versos Invernales

Mis viejos amigos por

Jorge Alvarado

Ya no encuentro ese espacio

donde inventábamos respuestas a la vida;

ya no están los adioses furtivos

ni el helado de chocolate

ni las frutas con pastel

que guardé por siempre en un cajón

de mis recuerdos.

Ahora compartimos

una luna soñadora en la distancia

y un eclipse nos conecta

mientras disfrutamos los regaños de la vida,

y la práctica de otras formas de amar.

Esa extraña manera de vivir

nos hizo pedazos la historia;

pero las dudas hoy son certezas

y los imposibles son poemas.


Versos Invernales

Y desde las calles en que ahora caminan,

desde esos nuevos lugares

donde ya no soy posible,

ustedes hacen de los sueños

un deporte que se puede jugar en equipo.

Ustedes le dan la risa a la vida,

ustedes son esa puerta del armario

que yo siempre quiero abrir;

el costal de zapatos viejos que más uso,

la bolsa de recuerdos más preciados.

Ustedes son mi soporte, mi perchero favorito,

y el agua caliente que a veces necesitan mis pies.


Versos Invernales

Horas por

Jorge Alvarado

Han pasado las horas de tu mirada.

Han pasado los besos

y de cada paso a cada esquina

vas caminando en montañas de hielo.

Cada instante sacude uno nuevo

cuando la tarde parece avanzar

hacia lo más profundo de tus recuerdos.

¿Dónde quedaron las flores que expelían hacia el horizonte?

¿Dónde guardaste la traviesa reserva de tus gestos?

¿El tiempo?

Paso a paso poco a poco

te quedas sin sueños.

Y mientras todo juega y todo vibra

renuncias a tus deseos.


Versos Invernales

El color del mango por

Jorge Alvarado

Ya los versos más hermosos se escribieron

y los poemas más dulces se inventaron,

y se dedicaron.

Sólo puedo guardar en mi corazón

tu nombre vestido de sueños

justo al lado donde tengo tus caricias

donde construyo una jaula

con mis manos para que tu amor

no escape entre mis dedos.

Y puedo encerrarte allí y no dejarte ir

porque tengo mil secretos que ofrecerte,

mil nuevas mañanas cada día

para que tu aire sea el mío

y mil oscuras tardes

en las que estar contigo sea estar conmigo.


Versos Invernales

Y puedo decirte

que tengo besos y sueños para darte,

el color de los mangos,

y el sabor de los besos perfumados,

que ya vendrán esas mañanas

y las infinitas tardes para amarte

porque el amor... el amor no se ha inventado.

Yo no puedo inventar más cosas bellas

de las ya inventadas

pero puedo darte mi sonrisa y disfrutar

tu voz y el juego de tus manos,

mientras veo el amor del color rojo de los mangos,

mientras siento el miedo de los enamorados,

y puedo decirte que veo tu alma en mis sueños

real, genuina, escondida entre colores,

enredada en mil nuevas dimensiones.

Porque tengo besos y sueños para darte,

el color de los mangos,

y el sabor de los besos perfumados

ya vendrán esas mañanas

y las infinitas tardes para amarte

porque el amor no se ha inventado.


Versos Invernales

Mujer…es Por

Mercedes Aguilera

Soy Safo, aquella que camina entre nubes

y se mece entre la espuma de mar

al compás de la poesía.

Soy Helena, Dánae e Ío;

pues soy la pasión que se desborda.

Soy aquella que sufre;

soy Medea, soy Freda.

Soy la amante esposa que te espera,

soy Penélope.

Soy la que teje el hilo con sus cabellos

para que puedas encontrar tu camino,

soy Ariadna.

Soy la esclava del destino,

soy Antígona y Elektra,

formando un solo cuerpo.

Soy cautiva de la vida,

soy Tecmesa y la troyana.

Soy la diosa que camina por la tierra,

soy Atena.

Soy el cisne, soy el mar,

soy el amor y la poesía;

soy la que engendra y da

vida, soy Gaia.

Soy todas ellas y ninguna,

soy la que soy;

soy la que puedo ser,

soy la que quiero ser.

Soy libre.

Soy mujer.


Versos Invernales

Agua entre tus dedos por

Mercedes Aguilera

Me parece inevitable,

me resulta irresistible tenerte junto mí.

Eres quien ha logrado que pierda la cabeza,

la conciencia y el pudor.

Eres ese alguien por quien puedo dejarlo todo.

Mi cuerpo se vuelve loco,

se electriza sólo de pensar en ti.

El estar junto a ti…me hace perder la cordura

y me olvido del mundo que me rodea

(y no es que importe mucho en cualquier caso)

de todo aquello que en algún momento consideré importante.

Qué me has dado para perderme

en la locura del amor y el deseo…no lo sé;

qué obtengo de ti…más de lo que alguna vez llegué a desear.

El fragmento intacto de mi ser sólo me permite darme cuenta

de que cuando me tocas me convierto, irremediablemente,

en agua entre tus dedos.


Versos Invernales

El camino de tu espalda por

Mercedes Aguilera

En tu cuerpo encontré el camino al paraíso,

la ruta perfecta que sosiega la espera,

el cansancio y la soledad.

En tu nuca se abre la puerta

que libera mi ansiedad.

En tu columna vertebral está la escalera

que me conduce al infinito,

al deseo de encontrarte,

de besarte…

de prolongar el instante eterno

que me conduce hasta la gloria.

Con cada palpitar mis dedos

se resbalan por tu espalda,

con cada suspiro

me enfrento a la realidad desbordada.

Con cada mordisco me desangro

al liberar el anhelo voraz

que consume mi interior.

Y en la sombra de las cinco de la tarde,

que se refleja en tu cara,

puedo ver las espinas

que se clavan en mi corazón

tan hondamente que el dolor desaparece.


Versos Invernales

Nox por

Mercedes Aguilera

La noche se acerca mientras escucho

los lamentos del día que, minuto a minuto,

se deja morir para dar paso a la oscuridad.

La noche se acerca y el brillo que se asoma en las tinieblas

me regala su ardiente beso, semejante a lava de volcán.

Y mientras navego por la vida me pregunto: ¿acaso serás tú?

Aquél que, sobre el viento

me acompaña en mis paseos nocturnos;

aquel que, con un dulce susurro,

aleja el espectro de mi verdadera identidad;

aquel que, con su abrazo me deja saber que el elixir de la vida

no es más que el dulce sabor de la noche en espera de su amante.

Sí…eres tú.


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