Vekemans, Jorge - Marginalidad y Promocion Popular

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  • MARGINALIDAD Y PROMOCIN POPULAR

    Roger Vekemans, s. j . y Ramn Venegaa C.

    Por sobre cualquier consideracin, el problemavital de Amrica Latina es el problema de la mise-ria. Una miseria que pendra todos los mbitos deJa vida humana, ubicndose en la raz de los otrusproblemas, y que roe al hombre destruyendo lu queen l hay de humano.

    Durante siglos las musas de Amrica Latina hansoportado la pobreza en silencio y con aparente in-diferencia. Ahora, bruscamente, ellas despiertan ysus exigencias exceden el ritmo del desarrollo eco-nmico y social. Crecientes aspiraciones que se vanenfrentando con las escasas disponibilidades, vangenerando una creciente frustracin. La "humanidadsumergida", como la llam Myrdal, ha emergido s-bitamente, pero con ello, lo que era pobreza incons-ciente se ha convertido en consciente miseria, y laexperiencia del hambre va dando lugar al sentimien-to del fracaso. Se implantan as los grmenes de laviolencia.

    Una desigual distribucin de los ingresos agra-va el problema, oponiendo a la poblacin latinoame-ricana en dos grupos claramente delimitados. Am-rica Latina tkne un cinturn urbano a Jo largo desus costas, donde vive un tercio de la poblacin enniveles casi europeos. Al interior, fuera de ese cin-

    urn, la mayor paric del resto subsiste en una situa-cin ms distante de la de los habitantes del cinturnurbano que estos ltimos de un pas desarrollado.

    Por otra parte, la atraccin de las metrpolisse ha hecho sentir, produciendo un acelerado pro-ceso de urbanizacin que no guarda proporcin consu desarrollo industrial. Grandes masas humanashan abandonado el sector rural y se han cslablecidoen los alrededores de las ciudades en poblacionesllamadas "callampas", "runchos", "favclas", "villasmiseria", etc. Cualquiera sea el nombre que ellas re-ciban en los diferentes pases, all estn, como untestimonio de la miseria.

    Cada da, las diferencias entre los habitantes delcinturn urbano y los que lo rodean se acrecientan,distancindose sus niveles de vida del mismo modoen que se distancian los pases subdesarrollados delos pases desarrollados.

    Innumerables son los ndices que podramos ci-tar en apoyo de esta realidad, pero ellos son ya su-ficientemente conocidos y nada nuevo podran aa-dir a la angustiosa situacin que encierra en s mis-mo el hecho fsico y moral de encontrarse en la mi-seria. Bstenos con esta referencia sumaria que noshemos propuesto a modo de introduccin.

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  • La Marginalidad

    La consideracin de la miseria como el proble-ma central de America Latina puede conducir ;ipredaciones parciales, si no se la somete ;i unacaracterizacin ms especfica.

    De all que el lrcnino ms grfico para definirki situacin actual de la mayora Je la poblacin la-tinoamericana, es el de MARGINALIDAD. Desde lue-go, la palabra misma nos hace concebir una separa-cin, una oposicin entre la Sociedad. Global y ungrupo determinado. Literalmente, marginal significa"separado de", "cortado de", lo cual aunque es cier-to est indicando un limite que en el hecho no sealcanza. Sin duda, por paite del grupo marginal, hayuna "pertenencia" respecto de la suciedad global, pe-ro a la relacin le falta su sentido propio de partici-pacin, de manera que, si bien el grupo marginal esparte, se trata de una parle sin vicia, sin vinculacindinmica1. En este sentido se llama marginales a losgrupos sociales que se encuentran fuera de la escalasocial y que se ven afectados por la miseria en suaceptacin ms amplia.

    Rasgos constitutivos de la marginalidad

    En la perspectiva relacional de los marginalesera la Sociedad Global, la marginalidad tiene comocaracterstica propia una falta de participacin queincluye dos aspectos:

    En relacin con la Sociedad Global como sedede beneficios a recursos sociales, hay en los margi-nales una falta de participacin pasiva o receptiva:el grupo marginal no recibe, no participa de los dis-tintos bienes y servicios que constituyen los bene-Ficios sociales: empleo, seguridad social, educacin,vivienda, salud, etc., lo que hace que encontremosentre ellos bajos niveles de vida, bajos niveles edu-cacionales y culturales'.

    Sin embargo, al reducirnos a ese primer aspectode la falta de participacin, se nos escapara lo me-dular de la marginalidad, como tambin su dimen-

    sin etiolgica. De all que en relacin a la SociedadGlubal como red de decisiones sociales, esto es, con-siderando al hombre no slo como receptor de bene-ficios sino como sujeto que contribuye a plasmar laSociedad Global con sus decisiones, percebimos enlos giupos marginales una falla de participacin ac-tiva o contributiva. Este segundo aspecto de la fal-ta de participacin es el que ms propiamente tipi-fica a la murginalidad, diferencindola del resto dlos sectores sociales. Los grupos marginales no con-tribuyen con sus decisiones y responsabilidad a lasolucin de los problemas sociales, an ni siquierade aquellos que les afectan directamente y en queest comprometido su piopio bienestar3.

    Ambos aspectos de la falta de participacin delos grupos marginales activa y pasiva descansan,a su vez, en otro rasgo propio de la marginalidad:su desintegracin interna. Para tener acceso a unasociedad cualquiera que sta sea es preciso queel acceso sea organizado, es decir, que el principiode unidad del grupo social predomine sobre las fuer-zas dispersivas de la multiplicidad de su base. Alobservar a los grupos marginales en una perspectivainterna, vemos que hay en ellos una falta de cohe-sin hasta del ncleo familiar, y una falta de soli-daridad organizada que se refleja en un aislacionis-mo y que explica el porqu de su atomizacin, de sudesintegracin interna *. Todava en la perspectivainterna, la existencia de sub-culturas incoherentes yanacrnicas contribuye aun ms a esta desintegra-cin.

    Pi>r ejemplo, a j>esar de jo marginal que el campesinado puedaser dentro de cada sociedad nacional latinoamericana siguesiendo un campesinado chileno, dominicanu o paraguayo. Perna esa pertenencia le falta su contenido propio, que es actua-lizacin en la participacin.Eiic es el aspeelo mejor investigado y mus conocido de la mnr-ginalidad. Los indicadores estadsticos ms corrientes consta-tan que los grupos marginales participan mnimamente de lasegundad socia]; que constituyen las reservas del desempleoy de la cesanta disfrazada; que presentan las tasas mas bajas"de alfabetizacin, Se vivienda, de atencin medica v sanitaria, ele

    La sola consideracin de la falla de participacin pasiva nosmantendra, inevitablemente, en un continua estadstico, en elcual lio habra en ningn momi-nLo una disiunlinuidad, un pun-to de ruptura. Asi pur ejemplo, posaramos, a travs de gia*dos sucesivos, de un ingreso anual per cpiia norteamericanocercano a los trt-s mil ululares, a uji iti^tesu de rtjventa dlaresen fiolivia.

    Per al lomar en cuenta la segunda Faceta de la falta lcpameipucion, podremus djsnguir u:t umbral dunde terminala sinonimia entre lo marginal y la liase baja. Hay reahnenlcuna ruptura en la escala, l que oblipn a recurrir a un con-cepto que nsisfa en lo no incorporado, en lo marginal. De.illi que haya ms exactitud cuando se habla de grupos margi-nales, y no de sectores postergados, clases bajas u oros simi-lares; conceptos lodos que se quedan como liemos vistoen ia sola captacin de la falta de participacin pasiva.

    Lamentablemente, U tulla de participacin contributiva il;*de difcil estudio, toda ya que nu hay informa don estadsticaal respecto, salvo en mnimo grado. Existen indicadores, poreiemplo, con respecto a toda la purle [urinal Je la democracia,de lal manera que es rclaLivameme Fcil mostrar que en unapoblacin determinada hay una participacin activa electoralalta o baja, Pero san escasos los indicadores que permtalaestudiar otros aspectos de la participacin activa.Las posibilidades de captacin estadstica de este fenmeno sonTambin limitadas. Sabemos, por ejemplo, que las organizacio-nes sindicales chilenas abarcan slo el IZVn de Ja fuerza detrabajo del pas. Esta primera aproximacin nos revela unafalta de organizacin interna en el mundo laboral, la cual serefleja en Ij debilidad de las organizaciones sindicales.

    Esle fenmeno de dcsinlegracin interna de los grupos lupuede ser captado mediante [a mera utilizacin de datos se-cundarios. Es obvio que solo investigaciones en el terreno po-dran aportar las informaciones necesarias.

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  • Emergencia del problema

    Ahora bien, los rasaos constitutivos de Ja mar-gmulidud han sitio definido claramente, pero essu amplitud cuantitativa y cualitativa la que deter-mina la emergencia del problema y nos har post'j-hsr la necesidad de esfuL'iYos inmediatos para superarla.

    Cuantitativamente, la marginalidad afecta a lamayora de la poblacin latinoamericana y, especial-mente, a tres grandes yiupos sociales: pobladores ur-banos, campesinos y subprolelarios. La magnitud nu-mrica del problema se puede representar en cifrascercanas al O^ u del mundu latinoamericano. Fcil-mente podr captarse la emergencia que reviste.

    Cualitativamente, la mavinalidad se caracteri-za, en primer luyar, por su ratiU'alidtii!. F.l hombrey ti grupo marginal estn afectados por esa margi-nalidad en tal medida, que son incapaces de auto-liberacin5. Abandonado a sus propios medios, elhombre marginal es incapaz de auto-realizarse y de.uto-organizarse para asegurar, frente a la sociedadglobal, su participacin a la vez activa y pasiva. Estaradicalidad se refleja en su resignacin, abulia, apa-ta".

    En segundo lugar, y siempre en el aspecto cua-litativo, el fenmeno de la marginalidad se carac-

    ' Quienes lia>an observada con detencin el mitndu marginallatinoamericano, habrn percibido ** incapacidad interna duloa grupos marginales p.ir,i c.imbiar. por si mismos, el deiiinuele nuestro continente. Ny es casualidad i"! Fracaso o lu dcs-\KILUIL de tudas las revolu.iones latinoamericanas. Indepen-dientemente de [9 falta de madurez doctrinaria, ideolgica poltica tf las masas [aunouniyrk-aiiiis, como primera t:

  • recurrir para esta superacin al auxilio de agenciasexternas a tos propios afectados, como veremos enseguida.

    Ahora bien, la Promocin Popular, entendida co-mo "superacin de marginalidad" deber extraer suscaractersticas y funciones principales de] fenmenoque pretende eliminar, y es por esto que el puntode partida para su anlisis es precisamente el diag-nstico de la marginalidad.

    La radiealidad de la marginalidad, por una par-le, postula la necesidad de agencias promotoras ex-lernas, ya que los afectados no son aulu-suficientesni pueden llegar a serlo, por lu menos en el mo-mento inicia] del despegue hacia la incorporacin.Pero la meta de. esta promocin no puede ser, sinembargo, sino la auto-realizacin de los promo-vidos. Cmo conciliar estas dos verdades a pri-mera vista contradictorias? La nica posibilidad desuperar la aprenle antinomia reside en el prin-cipio de la sub.sidiariedad, que debe regir las rela-ciones entre la agencia externa y los propios afee-fados. De no ser as, se incurrira en la cunlradic-cin radical de un paUrnalismo que, en vez deemancipar, sealiza, o peor an, en el caso de lasautoridades pblicas en el autoritarismo estatalque, en vez de levantar, aplasta, enajenando7.

    Toda otra forma de promocin, como por ejem-plo, el asistencialismo estatal forma subdesarro-Ilada de la teora economicisLi neo-liberal del derra-me no es sino una re-edicin farisaica del "opio delpueblo", tan justificadamente denunciado.

    La glubalidad de la margmalidad exige, por otraparte, un enfoque multidisciplinario y super sectorial.Multidisciplinario por cuanlu la marginalidad influ-ye sobre todos los aspectos del vivir humano y delrctuar social. Un enfoque puramente econmico oexclusivame-nle. social, o realizado desde el punto devista de cualquier disciplina con exclusin de las

    Para el marasmo basta que la clase trabajadora tnm con-ciencia de su carcter de clase, para que se desencadene autn-Tniicamente1 un pracesu que va desde e.sa toma de concienciae ihso explotada, pasanJu pur la organizacin LIL proleta-riado, la Jucha de clases y la dictadura de] proletariado, hasl.idesembocar en la lotaluadun de la HiMria, en la sociedadcomunista sin Estado.

    La radiealidad de la margmalidad al cunsiainr que el hom-bre marginal htiniamertcanu es incapaz por si suffi de desen-cadenar dicho proceso histrico, est nefando el primer e;.!a-bfiTi de ta cadena, t s una utopa esperar que el tnundn mar-ginul se organice pfjr si mismo para que *e pludtlzcn la re-volucin, t s prceisu ij intervencin de una agencia externaal grupo marginal, la cual ciertamente deber actuar dentrod e Tos eriLcTLis de s u b s i d i a r i e d a d q u e h e i o s I n d i c a d o L < f.1aiticuin.

    Y ello es una constatacin que resulta de UJI simple diagnos-tico de hecho, sin que medie ningn anriuri ideulgico o me.-laFsico

    otras, conducira a su parcelacin y por lo tanlo nose le estara solucionando.

    Al mismo tiempo, por ser global, la mnrgirtalidadcompromete a la totalidad de la Comunidad Nacio-nal, incluso en su cumbre estatal, inscribindose laPromocin Popular, como punto de vista super-sec-lorial, hasta en el actuar del Gobierno.

    Por ltimo, la emergencia resultante de la am-plitud del fenmeno, reafirma la necesidad de lainsercin de la Promocin Popular en el actuar delGobierno como cumbre de la Comunidad Nacionalen su carcter global; y exige la concesin queslo puede hacerse LI este nivel de prioridades enfavor de los marginales. Estas prioridades debernser prugramticas, en cuanto faciliten la incorpora-cin del marginal al actuar social, e institucionales,en cuanlo l'adliLen su acceso a la sociedad comocuerpo social.

    Funciones de la PromocinHasta aqu un primer ensayo de definicin co-

    rrelativa ile la Promocin Popular en funcin de lascaractersticas de la marginalidad que debe superar.Procedamos ahora a! anfisis funciona! de esta Pro-mecin Popular, que tambin se desprende de lo di-cho anteriormente.

    1.Producir la integracin interna

    Una primera funcin ser producir la integra-cin interna del inundo marginal. liemos visto queuno de los rasgos definitorios de la marginalidad esel hecho de estar internarnt-nte desintegrada, frentea lo cual la nica posibilidad de superacin resideen la organizacin interna de sus solidaridades.

    Las "organizaciones de base" trmino que ha-ce referencia a todos los ciudadanos en la medidaen que stos, por ser sujclos de la vida social, de-ben incorporarse a toda una red de organizacionespropias de la base societaria sern el medio quedeber utilizarse para lograr la integracin, llegan-do a constituirse en la mdula de la Promocin Po-pular.

    Las organizaciones de baw debern estructu-rarse de acuerdo a la doble dimensin caractersti-ca de la Sociedad Global a la cual se pretende in-corporar. En primer lugar, !a dimensin territorial:organizacin y desarrollo de la comunidad desde laclula local, pasando por los crculos concntricos

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  • cada vez ms amplios de lo comunal, lo zonal, lo re-gional, etc., hasta llegar a lo nacional. Y en segundolugar la dimensin funciona!, que en lo econmico,por ejemplo, va desde lo laboral a lo cooperativoy llega nuevamente a lo nacional pasando por todoun haz de federaciones y confederaciones.

    Est dems decir que, por ser la incorporacinsuperacin de marginal i dad, ella impone a la organi-zacin, en su culminacin, un papel de enganche conla Sociedad Global, y requiere, por tanto, que laOrganizacin de Base Gremial constituya tambinla cumbre de la promocin.

    Ahora bien, la Organizacin de Base, an en sucumbre gremial, no escapa a la marginalidad quepretende superar, tanto en sus componentes huma-nos como en su funcionamiento. De ah entoncesque sea necesaria una doble lnea auxiliar, que cons-tituye, precisamente, el canal de insercin de la ac-cin promotora del agente externo.

    Esta doble lnea auxiliar est constituida, en lorelativo a la composicin humana del grupo, por laConcienciacin y ln Capacitacin: educacin funda-menta!, entrenamiento vocacional, formacin de mi-litantes y dirigentes, etc. Y en lo que respecta afuncionamiento de la organizacin, por los Servi-cios: servicios comunitarios, mdicos, de asistenciasocial, de educacin familiar, servicios yerenciales,contables, de asistencia tcnica, de asesora jurdica,etc.

    Ambas lneas auxiliares Capacitacin y Servi-cios debern seguir las lneas que adopte la Orga-nizacin de Base en sus posibles dimensiones territo-rial, funcional y gremial. Por o(ra parte, las Orga-nizaciones Auxiliares en que se plasmarn !as lneasauxiliares, debern relacionarse con las Organiza-ciones de Base siguiendo la orientacin del princi-pio de substdiariedad ya aludido.

    2.Incorporacin de los marginados

    La incorporacin de los marginales a la comu-nidad nacional es tarea que responde a la falta departicipacin tanto activa como pasiva del marginalen la sociedad.

    En este caso, la relacin no es horizontal como

    en la integracin interna, sino vertical en el sentidode una colaboracin o cooperacin entre los margi-nales organizados en protagonistas y la sociedad.Es una labor propia del Ejecutivo, ya que consistirafundamentalmente en asegurar la prioridad progra-mtica frente a la sociedad como actuar social, y laprioridad institucional frente a la sociedad comocuerpo social.

    La funcin de la Promocin Popular es el fo-mento de la participacin, como colaboracin entreos dos trminos de la relacin: marginalidad y so-ciedad.

    3.Integracin de la saciedad global

    La tercera y ltima funcin de la PromocinPopular radicar en una nueva integracin de la So-ciedad Global. A primera vista pareciera que, conlas dos funciones anteriores, la Promocin Popularhubiera agotado la tarca que le os propia. En reali-dad, es esta ltima una labor que le correspondeslo por implicancia, pero que no puede dejar de rea-lizar M pretende la efectiva acogida de los margina-les en la sociedad global8.

    De all que la Promocin Popular debe superarsea si misma en una poltica de integracin que separemover los obstculos que se oponen a la incorpo-racin, y acondicionar la Sociedad Global de mane-ra que quepan orgnicamente en ella los marginalesincorporados. No se tratara ya de una mera exten-sin de servicios hacia los marginales, sino de unaplanificacin conjunta en la que se tome en cuentala necesidad de una reestructuracin social en fun-cin de la marginalidad.

    Por ltimo, es preciso aclarar que no puede ha-ber Incorporacin sin Integracin en ambos niveles.De all que la integracin interna de los marginalesy la integracin de la sociedad global sean dos fun-ciones correlativas.

    Lo veremos clarameriEc con UJI ejemplo: una larca tic la Pro-mocin Popular incorporando a los marginales a la cnmunklaJnacional^ sena la tic asegurar la participacin de lus Lampesinos en los heneficios de La seguridad social. Sin embargo,esta medida resultara fracasada porque los recursos disponi-bles para ta seguridad ^otijl so lorn.irian insuficientes si *ctratara slo de evpandir el sistema con sus deficientes carai:-lerfettcas actuak:,.

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