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Casa abierta d t m p o
UNUVERSIDAD AUTÓNOMA .
METROPOLITANA IZTAPALAPA
DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
JUSTIFICACIONISMO Y EPISTEMOLOGíA (UNA RELACIÓN NO NECESARIA AL CONOCIMIENTO
C I E NTíFICO)
TESIS QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRO EN FlLOSOFíA DE LA CIENCIA
PRESENTA: ING. ENRIQUE IPACH ECO REY NOSO -
MÉXICO, D. F.
ASESOR DE TESIS: DR. JAVIER SÁNCHEZ POZOS
DICIEMBRE DE 1994
íNDlCE RESUMEN
0.0 Antecedentes ............................................................. 0.1 Lo que la Filosofía no Es ............................................ 0.2 Todos Somos Filósofos ...............................................
I .O Antecedentes ............................................................. 1 . 1 Breve Digresión Epistemológica
Capítulo O Introducción
Capítulo 1 Justificacionismo y Epistlemología
..................................... 1 . 1 . 1 Una Objeció’n Escéptica .................................... 1 . 1 . 2 La Respuesta Dogmática ................................... 1.1.3 La “Impertinencia” del Escepticismo .....................
1.2 Racionalismo Crítico .................................................... 1.2.1 Popper Positivista Lógico ................................... 1.2.2 Popper Fals. acionista Ingenuo ............................. I . 2.3 Un Popper Hermeneutizado ...............................
1.3 El “Historietismo” de Thomas S . Kuhn .............................
2.0 Antecedentes ............................................................. 2.1 La Tradición y las Ciencias Naturales .............................
2.1 . 1 Las Hipótesis ................................................. 2.1.2. Iban Oscuros Bajo la Solitaria Noche ..................
2.2 La Racionalidad de la Ciencia en Max Weber .................... Capítulo 3 Roberto Boyle, Inductivismo y la Tercera Fase del RC
3.0 Antecedentes ............................................................. 3.1 El lnductivismo de Roberto Boyle ....................................
3.1 . 1 El Ambiente ................................................... 3.1.2 La Metodología .............................................. 3.1.3 lnductivista Por Auto-Declaración ......................
3.2 lnductivismo e Inducción ............................................... Capitulo 4 La Racionalidad del Método
4.0 Antecedentes .............................................................. 4.1 El Problema De La Racionalidad ...................................
4.1.1 El Problema del Esencialismo, Comprensión Intuitiva ...........................................................................
4.1.2 Inconsistencia Lógica de la Neutralidad Valorativa 4.2 El Objeto de la Ciencia ................................................
4.2.1 La Actividald Científica ..................................... 4.2.2. La Explicaciión y el Objeto de la Ciencia ............... 4.2.3 La Actividad Científica .......................................
4.3. Teorías, Esencias y Conceptos ..................................... 4.3.1 Tipos Idealeis, Esencias y Conceptos ................... 4.3.2 Teorías-Conjeturas ..........................................
Conclusiones ................................................................... Bibliografía ......................................................................
Capítulo 2 La Tradición Racional
I
1 5
14
23 27 35 37 41 48 50 53 54 56
66 70 71 76 77
82 82 83 87 91 94
100 103
107 111 113 114 116 120 125 125 129 132 134
Se resuelve un problema básico para el conocimiento humano, su posibilidad y desarrollo. El problema de la justificación como requisito esencial en todo conocimiento que se considere tal, en oposición a la simple opinión.
Se muestra la innecesaria e insuficiente distinción “filosófica” tradicional entre conocimiento y opinión.
Se procedió apelando a la arlgumentación como método para dar razones construyendo la racionalidad, así, desde la introducción se da un conjunto de razones que hagan posible el contexto de subsistencia mínima a estas aportaciones, se desecha o poi- lo menos se resta importancia a una filosofía validadora o fundamentadora de conocimiento.
Se revela la mecánica o procedimiento, basada en discretas y aparentemente inofensivas tradiciones de recepción crítica de las creencias y argumentos de los otros.
Con base en estos desarrollos se hace un análisis de la tradición, necesaria, en el desarrollo de eso que ahora se conoce como ciencia, en particular se observa de cerca el penoso viajie por la subsistencia de la tecnología y ciencia químicas. Se atiende a dos momentos muy importantes para su desarrollo, el segundo es explícitamente el dle la constitución de reglas y tradiciones típicas de lo que se ha llamado el rnétodo inductivo, la concreción de las reglas sugeridas por Bacon, en reseñias de experimentos por Roberto Boyle, en la constitución de la Royal Society.
Se mostraron los desbarres producto del justificacionismo, entendido como condición validadora del conocimiento, en propuestas metodológicas de trabajo para las ciencias sociales y las humanidades en general.
<C La conciencia de mi ignorancia ..., en lugar de poner fin a mis conjeturas es, al contrario, la verdadera causa que las provoca.>> I. Kant.
I NTRIO D U cc ió N 0.0 ANTECEDENTES
La conjetura, creencia o hipótesis que guía esta propuesta es la de la
irrelevancia, por innecesario e insuficiente, del justificacionismo’ para la
epistemología, es decir, para las teorías que intenten explicar el desarrollo del
conocimiento científico.
O sea, para explicar el desarrollo del conocimiento, no es ni necesario, ni
suficiente el justificacionismo.
Para mostrar la pertinencia de nuestra conjetura tomamos en consideración
las aportaciones del racionalismo crítico a la discusión epistemológica, entendida
ésta como la teoría del desarrollo del conocimiento, o, el estudio y análisis de las
teorías que han dado cuenta del desarrollo del conocimiento científico.
Tomamos en consideración el racionalismo crítico desde Karl R. Popper y
David W. Miller, fundamentalmente. En la bibliografía y referencias se encontrará la
relación completa de los apologistas, revisionistas y críticos a esta no popular
postura epistemológica y filosófica, abordados en este trabajo.
Dado que, respecto de este problema, no se cuenta con una audiencia
general, consenso dirían otros, se toma en cuenta la opinión de Perelman (1970)
‘ Entendiendo este justificacionismo, preliininarmente, como el solicitar o dar razones que justifiquen las conjeturas, creencias o hipótesis del científico o humano, en general, para que éste pueda aseverar que posee conocimiento alguno. De esta posición nos ocuparemos más adelante, al trabajar la distinción filosófica tradicional que se da entre conocimiento y opinión, en el capítulo 1.
2
sobre la imposibilidad de definir in abstracto a la argumentación racional, método o
forma de trabajo que se asume para el presente, ya que esta argumentación racional
demanda de una audiencia universal que, al no contar con ella ab initio, se debe de
construir vía la misma argumentaciC>n2.
O sea, se procederá construyendo esta audiencia universal mediante el uso,
principalmente, de una de las estructuras argumentales sugeridas, también, por
Perelman (1 958, 1 970)3, la de disociación de ideas, los llamados “pares filosóficos”.
Es importante que nuestro posible lector tome en cuenta lo anterior, porque
para eliminar los conflictos, contradicciones e incompatibilidades se procedió a
mostrar las verdades aparentes y hechos inconsistentes con propuestas muy
conocidas, y hasta respetadas, de la epistemología y de algunos de sus ejemplos en
la historia de la ciencia.
Es decir, además de la arguimentación se dan ejemplos de falsas creencias o
verdades aparentes en la historia del pensamiento científico. Véanse, por ejemplo,
las reconceptualizaciones de la tradición, en el capítulo que habla del paso de la
alquimia a la química (capítulo 2), y del método inductivo común cuando se habla del
inductivismo autodeclarativo de Roberto Boyle, en el capítulo 3, en ese sentido debe
leerse, también, el capítulo 4 sobre ‘Weber y su propuesta metodológica.
* Lo único que se solicita o presupone! en los receptores posibles de este discurso, usando terminología de Perelman, es una disposición buena para aceptar argumentos y razones. Puede ser que consecuencia de la argumentacitin se modifiquen los estados de cosas existentes respecto del problema, objetivos y soluciones contenidos en el presente trabajo, fin o propósito de todo discurso, [Cfr. Perelman, 1970, 1 O]. Intentamos que los lectores consoliden su opinión sobre el RC o que se sumen a ésta. No negamos que estamos tratando de convencer o persuadir.
Son dos obras de muy diversa extensión pero de relevancia similar, la de 1958 la escribió en coautoria con la profesora Olbrechts - Tyteca, allí aparece su teoría de la argumentación, es el “Tratado de la Argumentación - (La Nueva Retórica)”, en la de 1970, en el capítulo uno presenta un resumen, aplicaciones y discusión de las implicaciones de su idea de 1958, estamos hablando de su “The New Rhetoric and the Humanities - Essays on Rhetoric and its Applications”, traducción al inglés de 1979.
3
A continuación haremos un resumen breve de lo tratado en cada uno de
los capítulos del presente trabajo, para después dibujar un contexto general u
horizonte de subsistencia de este mismo trabajo, éstos, (horizonte o contexto),
deberán ser considerados las justificaciones de por qué se trabajó este problema y
no otro, y de por que se trabajo de esta forma y no de otra.
Capítulo 1, “Justificacionisnio y Epistemología, (Una relación clásica pero
inútil)”, en este capítulo se dibuja, en primer lugar, el conjunto de los problemas
filosóficos resueltos por el racionalismo crítico RC, considerado como un sistema
filosófico desarrollado vía el debate y la discusión crítica, los antecedentes, no
numerados y no enunciados, de este capítulo.
Esta contextualización del RC, resolvedor de problemas, nos conduce a
encontrar su diferencia con otras filosofías de la ciencia. De inicio y de forma
evidente se encuentra ésta en su propuesta metodológica, consideramos que esta
misma diferencia surge, ab OVO, del denotado particular que para el término
conocimiento presupone el RC.
Para dar continuidad a la mcistración de la relación no justificacionismo con la
epistemología, en segundo lugar, se comparan los diversos denotados del término
conocimiento desde su origen, la sección 1 .I “Breve Digresión Epistemológica”, de
este capítulo, para esto se somete a análisis crítico la distinción filosófica clásica
entre conocimiento y opinión.
Se concluye, en tercer lugar de los movimientos argumentales de este
capítulo, con la discusión de la coherencia y continuidad en la propuesta del RC.
Como ya se mencionó se argumentará tratando de mostrar que el pensamiento
tradicionalmente aceptado, por la filosofía de la ciencia contemporánea, es
incompatible con la realidad científica, de allí que se discutan las aparentes
bondades de otras posiciones filosóficas, para con el conocimiento científico y su
desarrollo ( sección 1.3 “El Historietismo de Kuhn”), contra los aparentes
4
inconvenientes del racionalismo crítico para el desarrollo del conocimiento (sección
1.2 “Racionalismo Crítico). O sea, estamos argumentando, como sugiere Perelman
(1 958, 1970), todavía4.
En el capítulo 2: “La Tradición Racional”, continuamos argumentando, i. e.,
dando razones para mostrar las ventajas de tomar en consideración la propuesta del
RC, (la del no justificacionismo en lla teoría del conocimiento), en este apartado las
de recuperar la noción de tradición implícita al no justificacionismo del RC.
Estamos contraponiendo, nuevamente, apariencia y realidad sometiendo a
análisis la constitución de la química, como ciencia, desde la alquimia (sección 2.1),
y, por otro lado la “racionalidad” de la elección de la carrera científica descrita por
Weber(secciÓn 2.2), otra tradición que al no contar con su componente crítico
pervive en diversas latitudes hasta E!I día de hoy, (por lo menos.)
Haciendo uso de los elementos críticos ya desarrollados (introducción y capítulos 1 y
2), en el Capítulo 3 analizamos, con base en aspectos bien conocidos de la historia
de la ciencia, la propuesta metodol6gica imposible del método inductivo. Éste estaba
implantándose en la incipiente comunidad científica, pero, ab initio, no podía
sostenerse, imposibilitaba la investigación que pretendía impulsar. En el capítulo 4,
se someten a crítica diversos enunciados métodológicos encontrados en la
propuesta de Max Weber, estos dlenotan, también, la necesidad de este autor de
contar con justificaciones a las creencias - conjeturas de los investigadores de lo
social.
El posible lector debe estar seguro cle que uno de los propósitos del trabajo presente es persuadirlo de las bondades de dejar SLI mudo justificacionista y la necesidad de la estabilidad emocional que le proporciona su sana creencia de creer en la existencia de un método científico, y, en consecuencia, la de algo llamado el estudio comparativo de los métodos de la ciencia, es decir, la metodología, tan real como la sociedad de poetas extraterrestres de esta universidad. O sea, aceptamos y pedimos se reconozc:a que << . . . todo discurso se convierte automáticamente en literatura, cuando termina de mostrar sus efectos persuasivos,...>>, [Perelman, 1970, 61, es decir ésta no es una pieza literaria.
5
0.1 LO QUE LA FlLOSOFíA NO ES.
El presente trabajo no será un estudio etnográfico o sociológico de la extraña
comunidad que estudia filosofía de la ciencia, -en un país que podría clasificarse
como de tecnología simple-, cuyos miembros, en acuerdo con la tipología del
antropólogo Lévi-Straws, manejar) hasta hoy un tipo de pensamiento más mítico
que científico. Esto dado que dicha comunidad, la de los “nuevos” filósofos de la
ciencia, aún no se encuentra dentro de ese proceso autogenerativo de a partir de
sus propias hipótesis y teorías crear sus propios medios de análisis y trabajo y sus
propios resultados, y más bien <<...elabora [a lo más] conjuntos estructurados, no
directamente con otros conjuntos estructurados [de ideas, explicaciones, teorías,
etc., etc.], sino, utilizando residuos y restos de acontecimientos [de teorías] ..., testimonios fósiles de la historia ... de una sociedad.>>, [L-S, 1963, 3 en continuo
cambio y desarrollo, la sociedad científica.
Tampoco se pretende hacer pasar una “investigación hemero-bibliográfica”
sobre algún “tema” de aparente interés histórico, (socialmente determinado como;
relaciones de producción con sistemas numéricos, la relación química-alquimia con
las diferentes formas de gobierno o dominación, pre-post-modernismo y racionalidad,
etc.,etc.), como relevante para la comprensión del pasado y devenir de la filosofía de
la ciencia.
No se hará una defensa, que buena falta hace, de la tradicionaP actividad
científica (por lo menos no directa ni explícitamente), defensa en contra de esa
nociva actividad reconstructora de todo tipo de teorías, a la Jurguen Habermas, para
dar sustento a otras “teorías” (sólo por citar a una de las más conocidas facetas del
relativismo actualmente en boga). Estas últimas “teorías” de un tipo muy especial ya
que si no son infalsables, dado su origen y aplicación, es punto menos que imposible
el someterlas a prueba puesto que éstas son el resultado de “reconstrucciones
Tradicional como se propone en el capitulo 2 y de forma similar a la idea de Popper en “Hacia una Teoría Racional de la Tradición”, conferencia de 1948, publicada en 1949 y compilada en “Conjeturas y Refutaciones” de 1963. Véase Popper (1 963.)
6
racionales”, (nótese que el adjetivo calificativo indica que sin lugar a dudas son
racionales y allí es donde termina su racionalidad, con el término teórico empleado.)
Más bien, siguiendo las recomendaciones del profesor Mario Bunge, respecto
a la actitud que se debe asumir hacia lo que se conoce como “La Nueva Sociología
de la Ciencia”, y las llamadas de atención señaladas por el Dr. Sergio Pérez, éstas
últimas en relación a las pretensiclnes de la filosofía como supuesta autoridad que
juzga y valida, se plantea lo siguiente:
a) No se debe ignorar a la filosofía, o se reinventará una mala filosofía. [Bunge,
1992, 731.
b) La filosofía no es garante de ninguna ciencia.
c) La filosofía no es un juez capaz de emitir juicios conclusivos respecto de ninguna actividad, incluida la científica. [Pérez, 1991, 711
Premisas que nos conducen en primer lugar a presentar, con esta
introducción, ciertas consideraciones metodológicas acerca de esta antigua
actividad, la filosofía, Para a partir de ellas y considerándolas como unas guías
negativas, postas o señales elaborar ya, en el propio desarrollo del presente trabajo,
un análisis y crítica no convencional de lo que ahora se conoce como “La Nueva
Filosofía de la Ciencia”.
En segundo lugar y partiendo de las mismas bases se replantearán las
propuestas que de la lógica, metodología, epistemología y metafísica de la actividad
científica hace la muy antigua y tradicionalista propuesta del racionalismo crítico. Es obvio que si al recientemente fallecido filosofador científico o científico filosofador,
que no filósofo de la ciencia, Sir Karl R. Popper (de acuerdo con las consideraciones
que de su obra hacia el Premio Nobel Sir Herman Bondi), le tomaron 62 años de
continuos y energuménicos debates el presentar y defender la mentada propuesta,
el presente trabajo no tiene otra intención que la de, mediante ejemplos,
desenmascarar algunos de los nocivos y perniciosos basamentos tanto de La Nueva
-\
Filosofía de la Ciencia como de su hija
7
utativa La Nueva Sociología de la Ciencia, y,
en ese viaje mostrar la relaci6n inútil entre epistemología y justificación,
justificacionismo.
Podemos decir que la presente sección es, en cierto sentido, una apología por
la filosofía, es decir, una disculpa por ocuparnos de hacer un uso crítico de la razón,
del filosofar sobre problemas aparentemente abstractos e insustanciales, -lo cual se
hará en el cuerpo de este mismo1 trabajo-, como los siguientes; ¿Se desarrolla el
conocimiento científico?, ¿Si es así de que forma lo hace?, ¿Por qué es nociva para
el desarrollo del conocimiento la propuesta de la “nueva filosofía de la ciencia”?,
¿Cuál es la novedad de la “nueva filosofia de la ciencia”?
El problema de la aparente y total contradicción entre las recomendaciones de
Mario Bunge y Sergio Pérez, tiene su origen en diversos tipos de errores
metodológicos cometidos por algunos filósofos profesionales, consecuencia del
desarrollo de diversas actitudes hacia el conocimiento y su desarrollo.
Es importante puntualizar, ulna primera observacíón, que el conocimiento de
la naturaleza y sus problemas es uno, que el estudio de disciplinas es más propio de
cuarteles que de instituciones con orientación u objetivos culturales, y que una
organización en divisiones, jefaturas, departamentos y áreas habla más de logística
militar que de la descripción de un ambiente académico.
Aceptando, sólo tentativamente, que una organización de tipo castrense es
administrativamente conveniente, pero considerando al mismo tiempo que la razón
de ser de una república del saber es plantear y resolver problemas o situaciones
problemáticas mediante explicaciones fructíferas y conjeturalmente verdaderas,
entonces ¿Qué es lo que hace diferente a sus teorías, hipótesis, mitos y leyendas,
de los que sostienen otros tipos de comunidades?
a
Como ya lo dijo Lévi-Straws, que distingue al pensamiento mítico del
científico es una actitud o enfoque hac las estructuras que el mismo pensamiento
crea. Los científicos llaman teorías, hi,)ótesis, conjeturas a sus modernos mitos y
leyendas. Las teorías se distinguen de los mitos en que pueden criticarse y
modificarse a la luz de las críticas.
De lo anterior surge la siguiente segunda observación, si la ciencia para su
desarrollo, y desde el mismísimo momento de su instauración, fabrica sus propios
medios de desarrollo para llegar a sus resultados, apoyándose en sus propias
estructuras, -que se generan a partir de sus mismas hipótesis y teorías-, entonces
¿Cuáles son esos medios de desarrollo? Aquí, aunque no explícitamente, el
antropólogo Lévi-Strauss habla de un método, que se conjetura en el presente
trabajo es el del enfoque crítico, la crítica. Es decir, los mitos no se desarrollan la,
ciencia sí; se desarrolla siguiendo un método o tradición, la tradición crítica.
Crítica que, en cualquier repijblica del saber, solicita, por un lado, terminar con
el excesivo respeto al experto, al especialista. Y , por otro lado, con aquella fe ciega
en la precisión y la certeza apodktica de las demostraciones, sólo asequible, a lo
más, en las matemáticas. En la comprensión de la naturaleza y la solución de
situaciones problemáticas, originadas por el choque entre un conjunto de
expectativas y otro conjunto pero de explicaciones hijas de unas teorías, no se
puede buscar más precisión que la que la situación problemática demande.
Las recomendaciones b) y c), del Dr. Sergio Pérez Cortes que hablan de una
filosofía no garante de la legitimidad, verdad o bondad de ninguna ciencia, (ni de ella
misma), y que la filosofía no es, y rio debe ser considerada, un juez capaz de emitir
juicios conclusivos sobre alguna actividad se encaminan en esta dirección. Si las
llevamos al extremo en el cual, tal vez, sean inaceptables para quien las propuso, b)
y c), entonces se pueden considerar como la correcta negación de la existencia de
una filosofía fundamentacionalista, de una filosofía que, con base en buenas
razones, valide un conocimiento ciei-to de las cosas, una filosofía autoritaria.
9
Lo anterior, siguiendo ahora la recomendación a) del profesor Mario Bunge6,
considerando lo que ya dijo Karit en relación a las disciplinas que pueden ser
aprendidas, entre las que no se ericontrará <<...jamás la filosofía [con la que], no se
puede hacer más que aprender a filosofar ... es decir, ejercitar el talento de la
razón ..., siempre con la reserva del derecho que tiene la [ misma ] razón de buscar
estos principios ... en sus fuentes y ci confirmarlos o rechazarlos.>>, [Kant, 1787,3621.
La falta de una disciplina normativa no conduce de ninguna manera al
relativismo puesto que, lo que comparte una comunidad, con pensamiento no mítico,
es un método o enfoque critico del que, siguiendo con a), ya dijo Kant << El método
crítico no satisface por si mismo, ... las cuestiones de la razón, pero la prepara a
resolverlas, excitando su celo y mostrándole los medios sólidos de asegurarlo en su
posesión legítima.>>, [Kant, 1787, 3351.
Así, la respuesta anterior al problema planteado en esta segunda observación
de; ¿Cuáles son los medios empleados por el pensamiento científico para su desarrollo? , no nos conduce ni al siibjetivismo, ni al relativismo.
Es conveniente recordar que la respuesta kantiana en el ámbito metodológico,
a la pregunta del párrafo anterior, hiubiera sido subjetivista, de haber considerado el
problema, tomando en cuenta las acertadas posturas metodológicas planteadas por
Kant, ya descritas, y que Kant consideraba, correctamente, a la verdad como
correspondencia con los hechos. La respuesta kantiana sólo desplazaba el problema
a otro orden o nivel, no lograba eliminar al sujeto cognoscente, únicamente lo
colocaba en el nivel de lo social en acuerdo con su correcta teoría de la verdad
objetiva, o como correspondencia con los hechos, aseveraba que <<...la verdad
descansa sobre el acuerdo con el objeto ... la causa de la concordancia
descansa ... sobre un principio común, quiero decir el objeto, con lo cual, ... todos los
La de no ignorar a la filosofía, incluso a 1.a epistemología no justificacionista, o correr el riesgo de 6
reinventar una mala filosofía, tal vez una justificacionista o fundamentacionalista autoritaria.
10
sujetos se pondrán de acuerdo ... para probar la verdad del juicio>>, [Kant, 1787,
3551, el sujeto de conocimiento personal se "elimina" invocando a un acuerdo
intersubjetivo de un sujeto social, equivocada respuesta.
En tercer lugar, y en relación con el excesivo uso de los juicios negativos
empleados y por emplearse en esta sección, apelaremos a la apología de las
proposiciones negativas presentada por Kant, en el capítulo primero de su
disciplina de la razón pura la que se encuentra en la segunda parte de su Crítica a la
que llamó Doctrina Trascendental del Método, empleando también la palabra
disciplina en su sentido correctivo, negativo, y no en el escolástico o positivo de
instrucción. Uso correctivo en el que <<las proposiciones negativas no tienen otra
función que impedir el error ...[ donde] ... una instrucción negativa que no sirve más que
para preservarnos de errores tiene aún mayor importancia que la instrucción
positiva.>>, [Kant, 1787, 3131. Apelando al igual que Kant y Hempel al principio de
adecuación empírica o relevancia explicativa, en el caso particular de Kant; Si las
proposiciones negativas cuya funcidn es prevenirnos de las proposiciones falsas no
pueden conducir a error alguno (falsación), entonces son vacías e inútiles, (aunque
sean juicios negativos). Un ejemplo; sin los seres humanos no habría guerra, o el
muy conocido de Kant; <<Alejandro no hubiera podido hacer conquistas sin
ejército.>>, [kant, 1787, 3131.
Así, siguiendo las recomendaciones de Popper cuasi literalmente en su crítica
de los que a sí mismos se consideran una rara elite de razonadores, los filósofos
profesionales7, [Popper, 1975?, 17:3-871, se someten a consideración una serie de
juicios negativos sobre lo que se considera que la filosofía no es, planteando la
utilidad negativa de una filosofía de la razón pura, argumentando al igual que Kant
que; << [A] ... la razón le es necesaria una disciplina que detenga su tendencia [a ir]
' La verdad es que con esta nota estamos tropicalizando las observaciones de Popper, él habla de los países que no son de tecnología simple, ¡.e., no México. Aquí sí se piensan una élite, pero no son razonadores en el sentido de la iteoría de la argumentación de Perelman (1970), que presupone no la exclusividad o propiedad de la razón, sino la de dar razones.
12
De lo anterior se desprende que; Un concepto, término o nombre, enunciado o
argumento no puede ser considerado como con o sin sentido, pero si verdaderos o
falsos los estados, descripciones, y explicaciones que con ellos se expresen.
Además respecto de los términos o nombres por el momento nos conviene
recordar que de estos podemos aseverar que tienen denotado Único, finito, infinito o
que no lo tienen, de lo cual no se sigue ni necesaria, ni contingentemente, que
dichos términos tengan o carezcan de sentido.
En cuanto a las proposiciones o enunciados se puede aseverar de ellos que;
o son verdaderos o falsos pero no ambas cosas a la vez, la cual es una
característica Iógico-semántica que los identifica como tales. (La anterior restricción
es común a todos los cálculos lógicos empleados para probar la validez de las leyes
de inferencia lógica, únicamente cuando de lógica clásica bivalente se está
ha blando).
También es conveniente por el momento aclarar, antes que salte algún
afilosofado ex-cientifico o algún filósofo enfermo de matematosis, por qué nos
atrevemos a sugerir que se puede predicar verdad o falsedad de las teorías
científicas.
acuerdo con Popper, puede considerarse un vehículo de la verdad, en los lugares donde hay la tradición de describir estados de cosas verdaderos, esta tradición conserva el lenguaje, su aprendizaje. La Última subfunción es típicamente humana. Las dos primeras se comparten con otros seres vivos. Y la primera subfunción buleriana no presupone la necesidad de receptor del acto comunicativo. Popper, sorprendiendo a su mentor, propone otra subfunción exclusivamente humana, la subfunción argumentativa o explicativa considerada como la presentación y comparación de argumentos o explicaciones a problemas dados. Ésta, solicita de otra tradición que ataque la pseudo argumentación y la propaganda, que promueva la tradición crítica, la tradición racional, la expresión libre y el pensamiento claro. Con esta subfuncjón encontramos nuevamente una coincidencia con la teoría de la argumentación de Perelman (1970), dar razones y no detentar la razón, entre otras cuyo análisis consumiría tiempo al lector y nos desviaría del problema de esta investigación.
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Lo anterior dado que; si las teorías científicas tienen la forma de argumentos
lógicos, (entonces) de dichas teorías se podría predicar corrección o incorrección
(es una “O” excluyente, out, y no una vel), para en otro momento metodológico
predicar de ellas validez o invalide.z, pero aparentemente de ellas nunca se debería
predicar su verdad o falsedad, característica lógico semántica exclusiva de las
proposiciones y nunca de los argumentos.
A simple vista parece que nuestras teorías científicas en su función
explicativa, (cumplen varias funciones, de lo cual se hablará más adelante), son
enormemente diferentes a los hechos simples, descritos mediante enunciados o
proposiciones. Dicha distinción es sólo aparente porque incluso el más simple y
aparentemente “factual” enunciado, está realmente impregnado de teoría, ¿Por qué
tendría que aceptar un tojolabal chiapaneco o un doctor en química que “la nieve es
blanca” es un enunciado de hechos (factual) simple, como verdadero o falso? El que
exista la nieve no es sólo un hecho para el tojolabal, así como tampoco es un hecho
simple para un doctor en química el predicar que los cristales de H-OH, (la nieve),
sean blancos, también son teorías. Por Io tanto quien niegue que se pueda predicar
verdad de las teorías científicas estará introduciendo una línea, un criterio de
demarcación entre los enunciados de hechos simples y los enunciados de
hechos “sofisticados” a los que llamamos teorías, (en su función explicativa).
Las distinciones son artificiales y excelentes, ...p ara los lenguajes artificiales.
5. La filosofía no es un medio para hacerse más listo. Por lo tanto, el rey filósofo
no es más apto que el rey carpintero, en cuanto a plantear claramente los
problemas y proponer soluciones adecuadas a ellos.
6. La filosofía no es ningún tipo de terapia intelectual, para enseñar a los filósofos
la salida de sus frascos (cubículos) de cristal de sus institutos de investigación.
(Léase la sección 309 de las investigaciones filosóficas de Wittgenstein).
14
7. La filosofía no es una discipliria que nos indique como expresar las cosas más
precisa o exactamenteg, precisión y exactitud son función del problema con el que se
trate. Es decir la precisión dependerá de lo que se considere una respuesta
adecuada a un problema dado.
8. La filosofía no cambia con las diferentes modas o situaciones sociales, como
tampoco lo hace la ciencia, el pensamiento científico.
Del anterior conjunto de consideraciones y observaciones, se desprende en
primer lugar, que las recomendaciones de Bunge y Pérez no son contradictorias
pero si complementarias, y en segundo lugar que si es factible, incluso
recomendable, el criticar a las diversas facetas, épocas o enfoques planteados en el
desarrollo de la filosofía de la ciencia, tomando en cuenta que dichas críticas ni
fundamentan a la teoría estudiada (recordando las propuestas b) y c)” del Dr. Sergio
Pérez), ni nos proporcionan los materiales para adelantar otra teoría. Ejercicio que se
realizará a lo largo del presente trabajo.
0.2 TODOS SOMOS FILÓSOFOS. Sí, lo que se está negando es la existencia de una elite intelectual o filosófica
(toda la sección 0.1 y específicamente el punto 5), es claro que existen los filósofos
académicos o profesionales, pero como ya se señalo en la primera observación del
apartado anterior esto es así por conveniencias más bien administrativas, tal vez
injustificadas con respecto a esta particular actividad, que a propiedades intrínsecas
y necesarias para el propio desarrollo del conocimiento. Es biólogos, físicos, matemáticos y químicos requieren de
obvio que mientras los
materiales, equipo e
Lo que sí se debería tener en mente es que la cuarta subfunción, puede perderse fácilmente en los ambientes, académicos o no, donde
la adelantada por Popper, no exista o se promueva la
tradición que evite la ambivalencia, la pseudo argumentación y la propaganda, [Cfr. Popper, 1963,
’ O Para no abusar de la memoria del posible lector, éstas se refieren la filosofía no garante de ninguna ciencia, y que la filosofía no debe, o no se le debe dar el papel de juez estableciendo normas y criterios respecto de alguna actividad científica, o la propia filosofía.
156-1 731
15
instalaciones especiales, la separación de los tratados de ética, lógica y metafísica,
y, quienes sobre ellos quieran trabajar, no tiene tanto sentido como el separar
algunos isótopos radioactivos en los contenedores de plomo más adecuados, sólo
por dar un ejemplo.
Es importante considerar además que la mayoría de los problemas filosóficos
con los que todos tratamos pueden ser asumidos por cualquier humano en una
forma no consciente como prejuicios filosóficos, esto si es que a los prejuicios
también se les pueden aplicar estrictos criterios de demarcación, (administrativos o
no.) Todos, mujeres y hombres, tienen en cierta medida prejuicios filosóficos, la
mayoría de los cuales forman parte de y son asimilados con las tradiciones y
ambientes intelectuales en los que se desenvuelven los individuos.
Las teorías-prejuicios lo son cuando se sostienen inconscientemente, lo son
cuando se sostienen sin someterse al examen crítico y estas pueden tener una gran
importancia para el actuar tanto de individuos como de comunidades “científicas”.
Dichas teorías-prejuicios, mitos, son importantes porque pueden considerarse el
punto de partida de las actividades racionales, la ciencia, la filosofía, la tecnología,
etc., las cuales mediante un proceso crítico llegan a un sentido común enriquecido,
potenciado, un sentido común con origen y sustento en la crítica.
Analizaremos, a modo de ejemplo, dos prejuicios, uno que surge del sentido
común, se expresa en forma de máxima filosófica para terminar, después, como una
herramienta eficaz usada para socavar o diluir la amalgama del género humano, la
racional idad.
Ejemplo de prejuicio o teoría sostenido no sólo por los no filósofos sino incluso
por una amplia categoría de filósofos, o con más precisión sociólogos de la ciencia
con pretendido respaldo filosófico justificacionista (véase O. 1 ), es el del socioanálisis
descalificador de cualquier conjetura o teoría adversa o contraria a la corriente de
16
moda, la aceptada por la comunidad más fuerte de los anormales “científicos
normales”.
El otro prejuicio es un presupuesto o argumento metodológico adoptado
conscientemente por la antropología social, el cual aparentemente es usado para
objetivar, y en esa medida hacer científicos, a los productos del análisis que de los
grupos humanos esta actividad realiza.
Podemos considerar a ambos como prejuicios filosóficos que determinan el
comportamiento práctico de muchos individuos, estos prejuicios son como teorías de
bajo nivel, y las llamamos así porque toda ciencia y filosofía deben partir de algo,
generalmente de las dudosas y perniciosas perspectivas del acrítico sentido común.
Si los prejuicios teorías de bajo nivel no se someten constantemente al
examen crítico, entonces se está tratando con prejuicios-mito y ciertamente no con
conocimiento científico. Defecto del que adolecen los dos mitos trabajados en esta
sección de la introducción.
El primer prejuicio, tal vez el más filosófico de ambos, establece que las
opiniones de cualquier persona siempre estarán determinados por sus propios
intereses, podemos considerar que esta doctrina es una degeneración de la doctrina
de Hume que dice que la razón es y debe ser esclava de las pasiones, textualmente;
<< La razón es y sólo debe ser esclava de las pasiones y jamás debe pretender
ningún otro oficio que servirlas y obedecerlas.>> [Hume, 1739-40, 41 51.
Esta doctrina se encuentra en la base del purificador socioanálisis
practicado tanto por los nuevos filósofos como sociólogos de la ciencia, porque
siempre que alguien exprese algún punto de vista, conjetura o hipótesis que sea o
más interesante o explicador que el sostenido por los científicos normales
imperantes en un determinado tiempo, lo único que se tiene que preguntar es;
¿Cuáles son los intereses que te llevan a sostener esa posición?, ¿Cuáles son tus
17
motivos para presentar esa posición?, ¿Con quién o contra quién estás
argumentando?.
Es obvio que dichas preguntas implican un autoritarismo fundado en el poder
que da el pertenecer a la corriente en boga, a la comunidad reinante, porque éstas
emanan de la doctrina filosófica expuesta y sólo son aplicables a aquellos cuyas
opiniones o conjeturas difieran de las nuestras, (los cuestionadotes). Si este prejuicio
o doctrina filosófica se lo aplicaran a si mismos los nuevos filósofos o sociólogos de
la ciencia, entonces el resultado sería una modestia y sano escepticismo con
respecto a los poderes de la razón, y, las mismas preguntas anteriores quedarían,
reformuladas como sigue; ¿Qué interés tengo al preguntar por los intereses del
otro?, ¿Cuál es el motivo para preguntar por los motivos del otro?
Como se puede ver las primeras preguntas cumplen la anticientífica
función de evitarnos el trabajo de escuchar las opiniones opuestas o tan sólo
diferentes a las nuestras, el trabajo de considerar con seriedad las opiniones del otro,
de formularlas estaríamos descalificando genéticamente, ab OVO, las creencias,
conjeturas y teorías diferentes a las nuestras, prejuzgándolas como no objetivas.
Así en lugar de preguntarnos y analizar el estado de verdad de las propuestas
de los otros, en lugar de preguntarnos; ¿Cuál es la verdad que con respecto al
problema X me proporcionan las opiniones conjeturas o teorías de los otros?, en
lugar de intentar dar respuesta esta pregunta interesante para el desarrollo del
conocimiento, planteamos unas preguntas sobre los estados subjetivos de quien
plantea ideas nuevas para resolver un problema. Puede verse que el prejuicio
descrito nos conduce a una disolución del elemento amalgamador del género
humano, la racionalidad, el ejercicio crítico de la razón.
Haciendo un uso adecuado, perverso si lo que distingue al género humano es
la razón, de las primeras preguntas se puede descalificar y desechar toda diferencia
18
puesto que ésta se puede explicar y justificar la divergencia en función de los
intereses del otro.
Los prejuicios no sólo se asumen o adoptan inconscientemente, también se
puede hacer de ellos explícitas reglas metodológicas que supuestamente nos
conduzcan a un determinado objetivo deseable, como ha sucedido en diversas
corrientes de la antropología social.
Así, en lo que sigue, se verá a las diversas teorías antropológicas no en un
orden cronológico, ni como representantes de diversas escuelas, esto porque se
pensará que las pretensiones del antropólogo son más de ser considerado como un
científico que como artista, donde si se puede hablar de diferentes escuelas y
tendencias, válidas y recomendables en un mismo tiempo. Un ejemplo; En la ciencia
de la química no se podría hablar ya correctamente de diversas comunidades de
químicos, siguiendo diferentes corrientes teóricas o escuelas, por decir algo, los
químicos del flogisto, los químicos paracelsianos, los químicos del calórico, los
químicos de la transmutación de los elementos, et caetera.
Así, sólo se criticará un aspecto pseudocientífico del método, gracias a el cual
y sin lugar a dudas la antropología social es considerada la ciencia social teorética
general, desplazando de su privilegiado lugar a la sociología, -aunque no lo
considere así J. Habermas y toda la nueva sociología de la ciencia.
La antropología social se tia convertido en la ciencia social general y, es
tiempo ya de que la sociología se resigne a ser una rama o elemento dentro de la
antropología social. Es decir, a ser la antropología social de una forma muy
específica de sociedad cuya función sea estudiar y explicar los mitos, tótems y
tabúes de los nativos blancos centroeuropeos y de los E.U.A.. El que se pretenda
que la sociología continúe siendo la ciencia social de lo general, sería como
pretender que la física teórica, a partir del estudio de péndulos y resortes derivase
tanto teorías cosmológicas, como de partículas subatómicas.
19
Lo que se critica de la antropología social es el origen del supuesto carácter
objetivo de algunas de sus teorías. La pretensión metodológica de que la objetividad
se consigue sólo mediante el choque con otra cultura, aprendiendo otra lengua con
estructuras diferentes. Idea que ha generado esa extraña criatura que podríamos
llamar el antropólogo social marciano, el cual una vez liberado de la prisión de su
lenguaje,-de la que según él no puede liberarse mediante la crítica, porque esta
crítica tendría que elaborarse en el mismo lenguaje-, se inserta en una comunidad en
la que, ahora si, después de su estudio, puede elaborar hipótesis y teorías que la
expliquen y describan.
Es evidente que las anteriores consideraciones metodológicas son las de una
ciencia netamente inductivista, es decir, se siguen al pie de la letra dos indicaciones
baconianas; Primero, liberarse de 10s idola, esto es, tener una mente abierta y libre
de prejuicios. (Que el antropólogo interpreta como liberarse del lenguaje). Y segundo
acercarse y leer en el libro abierto de la naturaleza. (El estudio etnográfico.)
(Aquí debemos hacer también una apología mínima de Francis Bacon, (Lord
Canciller y Barón de Verulamio), puesto que su propuesta metodológica con
respecto a los ídolos (idola), no era tan ingenua como la aplicada por los
antropólogos contemporáneos. Bacon consideraba que los ídolos y falsas nociones
impedían el acceso de la verdad a la mente humana, y que incluso una vez
eliminados estos ídolos los hombres se deberían defender constantemente de
ellos para que no incomodaran el desarrollo del conocimiento, Bacon hablaba de la
reinstauración de la ciencia, mientras Bacon propone una lucha constante y dinámica
contra cuatro tipos de ídolos, algunos antropólogos presentan una regla
metodológica estática contra el tercer tipo; los ídolos del foro (el lenguaje), en un
caso extremo, también, contra los del segundo tipo; los ídolos de la caverna (las
escuelas y los libros), como el caso de Pascal Boyer a continuación.)
20
AI proceder de la manera descrita se olvida el antropólogo que hay otras
formas de estar intelectualmente encarcelado, que al liberarse de la prisión de un
lenguaje no lo torna automáticamente en un ser objetivo. No considera que también
encarcelen los diversos supuestos o teorías, o puntos de vista acríticamente
tomados, tanto de un lenguaje cle partida, como en el recién adquirido como
propuesta metodológica. Podemos recordar aquí la descripción de Leví-Straus sobre
cómo los nativos que estudiaba Smith Bowen intentaron enseñarle su lengua. La
enseñanza de toda lengua está cargada de supuestos, teorías y puntos de vista, es
decir, se sale de una prisión para entrar en otra, tal vez, más segura, [L-SI 1962, 221.
Un buen cuestionamiento a la supuesta objetividad, lograda mediante la
Ii beración del lenguaje, es la mal interpretación antropológica del pensamiento
causal, donde desde una serie de concepciones supuestos y teorías de la
causalidad ancladas en el lenguaje origen, se pretende encajonar otra serie de
"genuinas" interpretaciones de los procesos o, más correctamente situaciones
causales presentes en diversos procesos sociales estudiados. Véase, por ejemplo, el
trabajo de Pascal Boyer, relacionado con el "original" pensamiento causal en
diferentes etnias examinado a través de diferentes tipos y categorías "invenciones
de Cambridge". Este antropólogo de Cambridge, Pascal Boyer, cree haber resuelto
el problema de la malinterpretación antropológica del pensamiento causal
planteando las siguientes consideraciones:
i) Que hasta el momento los antropólogos, erróneamente, al plantear sus
modelos antropológicos de pensamiento causal, sólo han considerado
procesos deductivos. Donde, << ... se ve al conocimiento cultural como un
reservorio de esquemas, códigos y modelos de los que puede deducirse la
interpretación de situaciones singulares.>> [Boyer, 1992,2081.
ii) Que se deben retomar los esquemas de procesos inductivos, pues son en
los que se basan realmerite las explicaciones de los contextos estudiados
por los antropólogos. Boyer propone que << Las explicaciones se ... basan
21
en la abducción, esto es, consisten en adelantar hipótesis que darían
cuenta de los datos observados, si son verdaderas.>> [Boyer, 1992,
2081, (énfasis agregado.)
Se ve que Boyer, aún después de evaluar los ya objetivos modelos
antropológicos del pensamiento causal, sigue encarcelado en sus "categorías y tipos
de Cambridge". Cree que el esquema inferencial de explicación, del conocimiento
considerado como episteme, es el Único esquema deductivo de explicación, es
decir, no considera el esquema inferencial de explicación del conocimiento como
doxa, [Pacheco, 1992, 151, lo que lo conduce a plantear la necesidad de considerar
el "novedoso" sistema inductivo (de explicación, (originalmente planteado, pero en
forma correcta, por el químico C.S. Pierce a fines del siglo pasado), llamado
abducción por C.S. Pierce.
No se percata este arqueólogo meta-objetivo, por ignorar las
recomendaciones de Bunge y Pérez, que su original propuesta, no conduce más que
al pantano del clásico problema de la inconmensurabilidad kuhnniana. Porque los
datos observados son producto de una teoríal, por lo tanto, los datos que produjera
la nueva teoría2 serían inconmensuirables con los de la teoría que les dio origen, con
su misma base empírica.
Como puede verse hay una serie de problemas básicos que podrían, por lo
menos, comprenderse de una forrna diversa, si no es que incluso o resolverse, o
desecharse siguiendo las multicitadas recomendaciones de Bunge y Pérez' para
hacer un análisis del Racionalismo Crítico y de la "Nueva Filosofía de la Ciencia".
Estamos hablando de las premisas básicas empleadas para dibujar un contexto general u horizonte de subsistencia de este mismo trabajo, cuando se presenta una apología por la filosofía de la ciencia, después de los resúmenes de los capítulos. Estas recomendaciones esbozan de forma general la posibilidad de una epistemología, en consecuencia una filosofía, no justificacionista, estas son lasde:
a) No se debe ignorar a la filosofía, o se reinventará una mala filosofía. [Bunge, 1992, 731. b) La filosofía no es garante de ninguna ciencia.
11
22
En resumen, baste por el momento de justificaciones o pretextos, para,
haciendo un uso critico de la razbn, mostrar las ventajas y consecuencias de dos
prejuicios, mitos, hipótesis, o teorías sobre el desarrollo del conocimiento, el
Racionalismo Crítico, y La “Nueva” Filosofía de la Ciencia, cuando a estos se les
despoja del justificacionismo implícito en la distinción filosófica tradicional
que se da entre conocimiento y opinión.
c) La filosofía no es un juez capaz de emitir juicios conclusivos respecto de ninguna actividad, incluida la científica. [Pérez, 1991, 711.
23
CAPíTULO I JUSTIFICACIONISMO Y EPlSTEMOLOGíA
(UNA RELACIÓN CLÁSICA, PERO INUTIL)
1.0 ANTECEDENTES Una vez que se acepta, tentativamente, que toda teoría prejuicio sólo dejará
de serlo en la medida en que éste pueda ser sometido a prueba, y sea fructífero
hacerlo, (parte de lo desarrollado en nuestra introducción.) Procederemos a
desbancar la antigua y respetable, pero inútil, distinción filosófica tradicional que
se da entre conocimiento y opinión.
Si hemos logrado llegar a acuerdos mínimos sobre nuestra solución a ésta
problemática, entonces, el lector, vislumbrará que cualquier posición
fundamentacionalista al conocimiento es innecesaria e inútil, ya sea ésta el propio
fundamentacionalismo, coherentismo o cualquier posible combinación de ellas.
Así, con base en lo desarrollado en éste capítulo 1 y el próximo capítulo 2,
se procederá a presentar una defensa aparentemente contradictoria de la
tradición, desde el RC. Para dar pie posteriormente, en el capítulo 3, a una
revaloración al método inductivo clásico.
Si consideramos a la filosofia de Popper no como una que de un solo golpe
presenta un cuerpo teórico aplicable al universo en su totalidad , ni como una de
aquellas que toman un problema a la vez para al final producir una colección de
problemas inconexos que no proporcionan una visión general de su objeto de
estudio, entonces el sistema filosófico creado por Popper es el resultado de atacar
múltiples problemas, uno a la vez, dejando que el tiempo y la discusión crítica
24
desarrollasen nuevos problemas, conexiones y ramificaciones entre las principales
ideas de los diferentes campos traitados‘.
Popper se ocupó en su trabajo dentro del campo de los problemas de la
filosofía de la ciencia de lo siguiente; el método de desarrollo de toda discusión
racional, el método de las ciencias naturales y de la filosofía, de la libertad
humana, y de los problemas de la interpretación de las ciencias físicas. Popper en
uno de sus Últimos trabajos hacía un recuento personal de los problemas por él
mismo abordados y en algunos casos resueltos, en su “Contra las Grandes
Palabras, (Una Carta No Originalmente Escrita Para Ser Publicada)” [Popper,
1993, 82-95], entre otros:
- El problema de la demarcación, la distinción ciencia/ no ciencia,
racionalismo / irracionalismo*. Contra la falsa disyuntiva (excluyente) inductivismo
o irracionalidad sustentada explícitamente entre otros por Reichenbach y Russel, - implícitamente se puede encontrar en Hume.
- El problema de la inducción, el cual considera haber resuelto
completamente, en todas sus presentaciones que incluyen propensiones,
universales y esencias, el problema de la definición (la imposibilidad de definir un
postulado y la naturaleza no esencial de todas las definiciones).
Es un hecho que la obra de Karl Popper consiste de una serie de ensayos y conferencias que, usando terminología prestada de los analistas del texto, no presentan una coherencia entre las macroproposiciones de sus partes. Es decir no hay una coherencia de la Tópica, o espacial o temporal entre los capítulos o entre algunos de los capítulos y el título de los textos en cuestión. Es pertinente reconocer que dos libros, de rnuy diversa extensión pues uno parece un folleto y el otro es demasiado extenso, son los Únicos clue presentan esa coherencia, ellos son “La miseria del historicismo” y una secuela de éste, (una nota a pie de página del mismo), “La Sociedad Abierta y sus Enemigos”. Alguien podría recordarrios a la “Lógica de la Investigación Científica” como una obra no compuesta de partes inconexas, respuesta: ni el mismo Popper la consideraba una obra suya sino de uno de sus tios Walter Schiff, quien redujo la obra de Popper a la mitad de su extensión original, el autor putativo, Popper, comentó sobre esto << No creo que, habiendo intentado tanto ser claro y explícito hubiera podido hacerlo por mi mismo.>> [Popper, 1972, 67.1 (véase Shilpp, 1972, 67.)
Popper distingue de entre los diferlentes racionalicmos atendiendo a su coherencia, no autocontradicción, propone un racionalicmo no comprensivo y coherente, un racionalismo con base en la fe en el diálogo, es decir, basado en valores o en un solo valor; respeto a la diversidad, a la vida (académica, y por supuesto física), del interlocutor. Propone incluso la creación de mecanismos y órganos especiales que salvaguarden la crítica dentro de las instituciones académicas. (Véase el Capitulo 24 de la “Sociedad Abierta y sus Enemigos”, [Popper, 1945.1)
25
La pretensión popperiana de resolver problemas filosóficos suena chocante,
incluso para algunos de sus seguidores, como puede verse en John Ziman cuando
dice que <<Es sorprendente que [Popper] afirme ... que ha “resuelto una serie
completa de problemas filosóficcis realmente fundamentales”.>>, [Ziman, 1992,
4251. Un ejemplo, con respecto a la pretensión popperiana de solución al problema
de la inducción los filósofos tradicionales han elaborado montañas de objeciones,
las cuales son clasificadas en nueve categorías de acuerdo a la tipología
propuesta por el profesor Mille?, a las cuales él mismo da respuesta [Miller, 1994,
15-49].
- El problema del realismo, (contra el positivismo a la Ernest Mach), esto
con sus propuestas metodológicas para las ciencias naturales y las humanidades.
- El problema de la objetividad, su acceso a ella.
- El estatus de la teoría de la selección natural, crítica a la teoría de Darwin
y su propuesta, el lenguaje humano y su desarrollo, el lenguaje de los mensajes
políticos, y de los medios masivos de comunicación (trabajo póstumo).
- lndeterminismo y seleccióln natural, su teoría de los mundos 1, 2 y 3 su
independencia y apertura causal.
El profesor Miller aborda y analiza las objeciones a la solución al problema de la inducción porque, el mismo falsacionismo es acusad0 de adoptar un principio inductivo dentro de su explicación del desarrollo del conocimiento, o sea, se acusa al faisacionisrno de aplicar el mismo método que pretende haber rechazado. Habría que tomar en cuenta que, además, en caso de que el falsacionismo no resolviera el problema de la inducción, para presentar su modelo de desarrollo del conocimiento, no tendría que resolverlo, dada su propuesta, conjetura o teoría del conocimiento. Es decir las intenciones del profesor Miller y del mismo Popper al presentar su solución al problema de la inducción son meramente didácticas y una aportación al conocimiento del desarrollo del conocimiento científico. ¿Por qué se afirma esta conjetura? El falsacionismo no se encuentra ante la falsa disyuntiva o racionalidad del conocimiento con base en la inducción o la locura, disyunción problemática para Russell y Hume. Más adelante se dibujará este problema en Hume.
26
- El problema mente-cuerpo, trabajos realizados conjuntamente con el
neurofisiólogo John C. Eccles.
Así podemos entonces considerar que la principal y más notable diferencia
entre la propuesta del racionalismo crítico4 y las otras posturas de la filosofía de la
ciencia contemporánea es una diferencia en el campo de la metodología, -tanto en
la adoptada para su propio desarrollo como en la propiamente propuesta-, más
que epistemológica, (esto sin dejar de tomar en cuenta que en plano
epistemológico), son de tal magnitud las divergencias que el simple concepto de
conocimiento tiene para el racionalismo crítico un denotado completamente
diferente del tradicionalmente aceptado. Por esta Última razón iniciaremos la
presente sección con una breve digresión sobre el problema fundamental de la
filosofía, el de una teoría del conocimiento o epistemología, “1 .I Breve Digresión
Epistemológica”, esto dado que a lo largo del trabajo se podrá observar el intento
de reconocer la propuesta popperiana como la de un escepticismo racionalista, un
racionalismo no justificacionista, el cual también pedirá un análisis y
replanteamiento de la tradicional iidea de la racionalidad, (que se abordará en la
siguiente sección.)
En el siguiente apartado de la presente sección se discutirá el carácter,
coherencia y continuidad de la propuesta de Popper, es decir se intentará
exorcizar al racionalismo crítico de algunos de sus más importantes y comunes
fantasmas popperianos; el Poppeir falsacionista ingenuo, el Popper positivista, el
Popper hermeneutizado, (1.2 “¿Racionalismo Crítico?”.)
Por racionalismo crítico entenderemos’ aproximadamente la posición del Dr. Popper como la expresa en su autobiografía intelectual, es decir, se postulan tres niveles de aplicación del término racionalismo, (se aplican a diferentes otijetos en diversas circunstancias), más o menos en un tercer nivel de aplicación generalizado se podría decir del racionalismo crítico lo siguiente; que esta posición implica el no dejarse guiar ciegamente por una idea o tradición, (ni siquiera por la misma tradición racional, (hay varias de ellas[Popper, 1963, 156 - 173)), la propuesta de que la actitud crítica aplique o extienda su uso en la ciencia y en toda actividad humana tanto como sea posible, con el fin -también criticable-, de desarrollar nuestro conocimiento del mundo.
27
Para terminar, en tercer lugar, se presentarán algunos hechos históricos
curiosos que de ser considerados nos llevarían a cuestionar la seriedad o por lo
menos la honestidad intelectual de algunos de los “nuevos” filósofos de la ciencia,
se hablará de las citas fuera de contexto que el historiador T.S. Kuhn hace de
Planck, del origen de su revolucionaria “Estructura de las Revoluciones Científicas”
y algunas de sus consecuencias, (“I .3 El Historietismo de Kuhn.”.)
I .I BREVE DIGRESI~N EPISTEMOL~GICA. Dado que una de las principales características del racionalismo crítico5,
(En este caso del racionalismo consistente), es su antijustificacionismo6 y este
tiene su origen en el escepticismo como postura adoptada hacia una distinción
filosófica tradicional, la que se da entre el conocimiento genuino y la simple
creencia u opinión, entonces deblemos confrontar el antiguo problema filosófico7
del conocimiento8; su posibilidad, alcance y certidumbre. Dicho problema puede
plantearse con las tres clásicas y básicas preguntas de la epistemología
tradicional:
¿Podemos conocer o saber?, si es así,
¿Qué tipo de cosas u objetos podemos conocer? y
¿Cómo podemos llegar a saber que sabemos o conocemos algo?
Existen diversas maneras de clasificarlo, la más común y aceptada es de racionalismo como opuesto a empirismo, lo que se quiere mostrar con la anterior dicotomía es más bien la oposición entre intelectualismo y empirismo. Hay racionalismos comprensivos o extremos, así como racionalismo “irracional” o consistente, de ese se estará hablando en este ensayo, un Racionalismo moderado, no comprensivo, no-contradictorio, no paradójico.
Pudiera haberse usado el término “no -- justificacionismo”, nos pareció más apropiado el nombre antijustificacionismo porque implica una crítica constante en contra de cualquier tipo de justificacionismo que pudiera aparecer entre el justificacionismo y no - justificacionismo. ’ Desde el enfoque de este racionalismo consistente es natural hablar de problemas filosóficos y soluciones verdaderas a ellos, aunque esta no es la posición generalmente aceptada. * Estamos hablando de intentar resolver un problema básico para la comprensión y formulación de otros problemas importantes para las ciencias, la educación y el aprendizaje, por ejemplo, el problema del aprendizaje, ‘Cuántas formas hay de aprender y cuáles son estas?, y el de la enseñanza, ‘Cuántas formas hay de enseñar y cuáles son estas?. No abordaremos en este trabajo clasificación alguna de los diversos tipos de conocimiento.
28
La respuesta a la pregunta uno es obvia, saber es poder y la respuesta
afirmativa sobre la posibilidad del conocimiento es lo que diferencia al humano del
animal.
La respuesta a la pregunta sobre el alcance de la posibilidad del
conocimiento es tan amplia como los propios intereses del humano’.
De los intentos por responder a la pregunta tres es donde surge la
tradicional distinción filosófica entre episteme (conocimiento) y doxa’’ (opinión). El
conocimiento genuino es creencia verdadera justificada, es decir, se deben dar
tres condiciones para que un enunciado de la forma:
“A sabe que P” ,sea correcto’’.
Las tres condiciones requeridas son:
(I) A cree que P,
(I I) P es verdadero,
(Ill) A puede justificar su creencia de que P.
Donde; A es una persona, y P es una proposición.
Los límites del alcance del conocimiento no son conocidos y están en continuo movimiento, mientras el conocimiento científico, o el enfoque científico del conocimiento, continúe haciendo uso dinámico de sus dos vertientes, el aspecto práctico y el aspecto teórico de la ciencia, sus fronteras no se conocerán. lo Otra distinción interesante y relevante para la comprensión del / los problemas que estamos tratando de resolver es la que se daba entre episteme y techne, conocimiento y técnica, en acuerdo con lo que diversos historiadores de la ciencia expresan, era más apreciada en al antigüedad “el arte”, la techne, como conocimiento “científico” que la episteme. l1 Se puede predicar con toda propiedad, en este caso, que el enunciado “A sabe que P” es correcto, y no sólo que sea verdadero o falso, lo que parecería más apropiado al hablar de una proposición, es decir estamos mencionando una característica lógico metodológica de una proposición, a la cual sería mejor evaluarla o caracterizarla lógico semánticamente. (Hacemos esto antes de que nos salte algún(a) afilosofado(da). Decimos que con toda propiedad se puede hablar de la corrección de la proposición mencionada porque ésta es la conclusión del argumento que se presenta líneas abajo, y, predicar corrección de un argumento es válido.
29
La primera condición es una condición necesaria’* pero no suficiente,
porque aunque ésta se dé de hecho no se puede hablar de conocimiento, es decir
sepuedendardoscasos:
-Uno, se asevera algo que no se cree, se dice una mentira, algo que el
emisor no cree, Vgr., “En esta aula hay un espía de gobernación”, aunque llegase
a darse el caso de que realmente hubiera un espía, es decir, que la afirmación de
P fuera verdadera no se puede hablar de conocimiento puesto que no se creía13 y
por lo tanto no se sabía.
-Dos, un emisor puede genuinamente creer que hay un espía, pero si de
hecho no se da el caso no se puede aseverar que el emisor lo supiera.
Respecto de nuestra segunda condición también se afirma que es una
condición necesaria pero no suficiente, puesto que para que una creencia sea
considerada conocimiento lo que ES creído debe ser verdadero.
l2 Esto es obvio desde el mismo planteamiento de la tradicional distinción filosófica que se está analizando, pero es relevante indicar que de la misma comprensión lingüística y metodológica, (Ética, estética, epistemológica ... etc., etc., filosófica en general), de las condiciones de necesidad esto es así. Todo criterio de necesidad, por más rebuscado o acabado que se nos presente, no nos permite determinar cuando sí tiene lugar el hecho formulado en la condición de necesidad. El Dr. Javier S. P. lo ha expresado claramente << ... el cumplimiento de (una) condición de necesidad no implica que necesariamente tenga lugar el hecho: puede ser que todavía haya más condiciones de necesidad que cumplir y al no cumplirse alguna de ellas sea imposible que tenga lugar el hecho.>> [Sánchez, 1990, 321. O sea, todo criterio de necesidad sólo nos permite determinar cuándo no tiene lugar el hecho para el que se formuló esa condición de necesidad. l3 Aquí es importante señalar una coincidencia parcial entre el racionalismo consistente (o crítico) y la tradicional distinción filosófica expresada en el análisis desarrollado en esta sección, para ninguna de las dos posiciones el sujeto “‘A sabe, la diferencia importante es que si el sujeto sabe que miente al adelantar su aseveración, entonces tiene una creencia firme y sabe algo, es decir, sabe que “no hay un espía de gobernación” a pesar de su aseveración falsa, en contrario. Por lo tanto el sujeto “A, a pesar de mentir, e s un sujeto capaz de aprender algo. Los mentiroso, los falsos son sujetos de aprendizaje, tienen inteligencia y son sujetos de juicio, pervierten el uso del lenguaje, por lo menos en su tercer función, según Karl Büler, la de transmisión de significados y descripciones verdaderas. Otra diferencia importante entre ambas posiciones, análisis de la distinción filosófica tradicional y racionalismo consistente, es que el racionalismo no comprensivo jamás buscará justificaciones a las creencias, esto se desarrollará más adelante.
30
Si se asevera que se sabe que P y P resulta ser falsal4, entonces se
pensaba que se sabia P pero realmente esto no era así, es decir, no se pueden
saber cosas falsas.
Puede darse el caso que nuestra creencia verdadera sólo sea un golpe de
suerte, por lo que para que alguien sepa realmente algo es necesario que también
sea capaz de dar razones de su creencia o justificarla, mostrar que es verdadera o
probarla, esta es la tercera condición nece~aria’~, “A puede justificar su creencia
de que P”, (Y el punto que distinguirá al racionalismo crítico como no
justificacionista).
De esta última condición surgen la mayoría de los problemas específicos de
la teoría del conocimiento, por considerar de momento el más evidente hay una
gran diferencia entre dar razones para una creencia y el establecerla o probarla.
Es decir habrá grados de justificación, pero para la epistemología tradicional el
único conocimiento genuino o cierto consiste en creencias que puedan ser
probadas o establecidas, el Único conocimiento aceptado es aquel del que se dan
razones concluyentes que lo establecen o prueban, o sea no existe un
conocimiento incierto.
Dado que nuestras tres ccmdiciones’6 son necesarias y conjuntamente
s~ficientes’~ para la caracterización tradicional del conocimiento las principales
objeciones a ésta caerán en dos grupos:
l4 Es momento de reconocer que se está haciendo uso de la lógica más débil, la lógica clásica bivalente, es decir, el mínimo aparato filosófico, el David de los argumentos y la lógica más débil contra el Goliat de la verborrea paralizante. Esta lógica mínima sólo cuenta con dos valores de verdad, los que asigna a las aseveraciones de cualquier tipo sean estas afirmaciones o negaciones, éstas solamente tendrán dos posibles valores de verdad: Falso o Verdadero, pero no ambos a la vez, (en este caso estamos haciendo uso de la “ o excluyente o “out”). l5 Es evidente que las tres premisas, a las que hemos estado llamando condiciones, de la conclusión del argumento en que se basa la distinción filosófica tradicional son necesarias pero individualmente insuficientes, expresándolo con la propiedad de un lógico eminente <<El incumplimiento de toda condición de necesidad conlleva necesariamente a la ausencia del hecho, para el cual es necesaria, mas su cumplimiento no hace que tenga lugar el hecho.>>, [Sánchez, 1990, 181. l6 Conviene recordar que estamos hablando de las tres condiciones para dar respuesta a la pregunta ¿Cómo podemos llegar a saber que sabemos o conocemos algo?, ha adelantado la
31
- La de aquellos que argumentan que las anteriores tres condiciones no
son suficientes para caracterizar el conocimiento, Q
- La de aquellos que sostienen que las tres condiciones no son
necesarias. (“O” no excluyente).
AI primer grupo pertenecen los ejemplos del tipo Gettier donde se da el
caso de una persona que tiene luna creencia verdadera justificada, pero no se
puede aseverar que sepa la proposición correspondiente. Los ejemplos del tipo
Gettier se pueden construir con la siguiente receta‘*:
(1) Se presenta a un A quien cree justificadamente que P, A tiene un fuerte
soporte inductivo para creerlo o desconoce algún aspecto sutil de su creencia.
(2) A deduce de P la forma enunciativa R usando alguna ley de inferencia
lógica simple. Por ejemplo (P V Q)=R.
(3) A también cree que R, la cual es verdadera y consecuencia lógica de P.
(4) Se supone que P es falso, la inducción suele fallar o se presenta la
sutileza, y por casualidad se da Q.
~~ ~
filosofía, (epistemología), con su distinción entre conocimiento y opinión. Véanse los primeros parágrafos de esta sección y notas. l7 O por lo menos así lo piensan o pensaban los filósofos tradicionales. Una condición de suficiencia se expresa mediante su criterio de suficiencia, éste permite determinar cuándo sí tiene lugar el hecho expresado mediante la condición de suficiencia, o sea, cuando se cumple la condición de Suficiente. Cualquier criterio de suficiencia no nos permite determinar cuándo no tiene lugar el hecho, ya que el incumplimiento de una condición de suficiencia no implica que no se de el echo mismo. Es decir, puede darse el caso de que haya otras, condiciones de suficiencia que al darse o presentarse determinen que el hecho tenga lugar. <<El cumplimiento de toda condición de suficiencia conlleva necesariamente al hecho, para el cual es suficiente, más su incumplimiento no IC) imposibilita.>>, [Sánchez, 1990, 181.
No es probable que todos los contraejemplos del tipo Gettier sean “Inventados o Fabricados”, Creo que estos contraejemplos se pueden encontrar “realmente” en las crónicas de la ciencia, es decir, se han dado casos reales en los cuales se creía que ciertas conjeturas o teorías explicaban un fenómeno determinado, cuando en realidad sólo lo hacían por accidente. Por ejemplo, las teorías del calórico servían para conocer aproximadamente la cantidad de calor desprendido al taladrar cañones, lo explicaban por accidente. De ese ejemplo sí se podrían fabricar ejemplos del tipo Gettier usando la receta que proponemos aquí.
32
(5) para concluir se pregunta ¿Sabe A que R?, intuitivamente no; aunque A
cree R, R es verdadero (se da Q) y A justificadamente cree en R, ya que lo dedujo
de P la cual “justificadamente” cree.
Se ve claramente que se dan las tres condiciones pero no se puede hablar
propiamente de un conocimiento, ,iSe requiere de más condiciones?, obviamente.
Las objeciones del segundo grupo son; la caracterización del conocimiento
como creencia verdadera justificada no es necesaria puesto que hay otros tipos de
conocimiento que no se ajustan a ella, (resulta más comprensible expresar el
fracaso de esa distinción filosófica tradicional entre conocimiento y opinión
recurriendo a la reformulación metodológica de expresión de la forma lógica de las
condiciones de necesidad, o sea, se dan diversos tipos de conocimiento y no se
dan, una a una o en conjunto, las condiciones que se creían nece~arias)’~. Es
decir, se dan ciertos tipos de conocimiento y no se dan las condiciones
establecidas en la caracterización del conocimiento. Se pueden considerar, entre
otros, los siguientes tres tipos de conocimiento:
- El conocimiento de cosas u objetos, Vgr. identificar “El Olor de la
Guayaba”20 o como los campesinos de “Luvina” de Rulfo saber que el denotado de
“la madre del gobierno” es vacío2’, [Rulfo, 1953, 1001.
l9 El Dr. Javier Sánchez Pozos indica la ventaja de transformar la condición de necesidad adelantada por su contrapuesta, A es necesario para B :: (B A) por su contrapuesta equivalente (’A s 1B); en palabras, Que A es necesario para B es lo mismo que; Si no se da A, entonces no se da B, Si -A, entonces -B. Para nuestra ARGUMENTACION de la negación de (-A, entonces -B), No se dan las condiciones necesarias y se da el conocimiento. (-A & B). ’ O García Márquez señala la posibilidad, aprendida de Graham Green, de <<reducir todo el enigma del trópico a la fragancia de una guayaba podrida.>>, [García, 1982, 321, cuando hablando de su problema para descifrar el trópico menciona el método de Green, en la sección de “El Oficio” de su libro de conversaciones con Plinio Apuleyo Mendoza, “El Olor de la Guayaba”. ’’ Aquí estamos haciendo alusión a la “Teoría Fregeana del Nombre” del Dr. Javier Sánchez Pozos, el denotado de un nombre es un conjunto finito, infinito o vacío, esto en función de cuál sea el connotado de ese nombre o concepto , hay connotados universalmente aceptados que no requieren de definición particular. En el caso de los campesinos de Luvina, Juan Rulfo no está haciendo uso de un término teórico específico, (creo), el mismo que usan nuestros alumnos,
33
- Saber hacer cosas, Vgr. jugar ajedrez, bailar Rap, andar en bicicleta,
diferenciar argumentos correctos de los incorrectos sin haber tomado jamás una
clase de lógica, etc., etc..
- El conocimiento de enunciados o proposiciones.
Se puede observar que las propuestas de caracterización del conocimiento
como creencia verdadera justificada son sólo aplicables al tercer tipo de
conocimiento, el conocimiento proposicional, -el cual presupone obviamente la
existencia de un lenguaje22.
La respuesta al segundo tipo de objeción es la de que el conocimiento
proposicionai es el básico y fundamental y todo otro tipo de conocimiento es
reducible a éste. Existe una amplia batería de contraejemplos estándar a esta
respuesta, se puede citar el caso de personas que saben como hacer
determinadas cosas pero que no pueden enunciar el conocimiento proposicional
involucrado en sus actividades, no pueden expresar lingüí~ticamente~~ su proceder
y nunca han sido conscientes de que sus actos involucrasen proposición alguna.
Además hay otros tipos de conocimiento para los cuales tampoco es
necesaria la multicitada distinción filosófica, por ejemplo; el conocimiento animal,
el místico , el conocimiento estético, el conocimiento moral, el conocimiento
científico (el cual es adicionalmente impersonal), etc., etc..
~~
escuchas o colegas para preguntar por la madre del profesor, director, coordinador, gestor o conferenciante o individuo que crea que tiene algún “poder” dentro del aula o escuela, poder que lo hace inmune a la crítica. 22 ‘Qué implicaría esto? Otro acto de violencia de los “filósofos”, sus seguidores o fieles y los aficionados a la verborrea y seducción de la palabrería, los niños no conocen y no pueden saber, el conocimiento sería relativo a las palabras y formas de construir las proposiciones (relativo a culturas y colectividades), es decir, el fin del conocimiento científico y racionalidad humana. ‘Deberíamos detenernos a intentar resolver este problema antes de avocarnos a vender interpretaciones o mitos particulares? 23 En la tónica de este trabajo es fácil inferir que por expresar lingüísticamente queremos decir el tipo de expresión lingüística específic:a de las proposiciones, es decir, aseveraciones y proposiciones. Cuándo se interroga a esas personas sobre su conocimiento especial estas lo describen con imperativos o el hand waving, u, otros procedimientos.
34
Podemos, adicionalmente, objetar a la caracterización justificacionista del
conocimiento que además de no ser ni necesaria, ni suficiente es redundante.
Porque si tomamos el tercer requisito, la justificación, en una forma fuerte, nuestra
segunda condición sería redundante o ¿Se podrían justificar cosas falsas y
presentarlas como conocimiento genuino, verdadero?
Se puede observar claramente que la muy apreciada distinción filosófica
entre conocimiento (episterne) y la mera opinión (úoxa), es una distinción inútil
desde su mismísima formulación, y esto al enfrentarla solamente con un simple
sentido común. Pero, puesto que los hay, iniciaremos un breve debate con un
grupo de filósofos que dan una interpretación fuerte al tercer requisito de la
caracterización tradicional del conocimiento, la justificación, para dentro de este
debate esbozar la estrategia general tanto del (el justificacionista),
como del escéptico.
El grupo de filósofos de la interpretación fuerte establece que dar una
justificación es dar razones conclusivas para cualquier creencia que aspira a ser
considerada conocimiento, razones que la establezcan o la prueben , si no se dan
razones conclusivas para una creencia verdadera, no hay conocimiento. Para los
filósofos que sólo aceptan el conocimiento absolutamente justificado, los
epistemólogos, el problema del conocimiento es el problema de la certeza, así las
primeras tres preguntas del presente apartado se presentan de la siguiente forma;
¿Sabemos algo con certeza?, ¿Se puede establecer con certeza la verdad de
cualquiera de nuestras creencias?
De acuerdo con la respuesta que se de a las preguntas anteriores,
afirmativa o negativa, surgen dos grupos de filósofos; dogmáticos los primeros
(respuesta afirmativa), escépticos los segundos (Resp. negativa).
24 El término dogmático es comúnmente aceptado dentro de este debate por las condiciones del conocimiento dentro de la tradicional distinción entre conocimiento y opinión. Estamos seguros de que deben existir dogmáticos no argumentadores, desde el poder, aunque también estamos seguros de que el dogmático, incluso el argumentador, cree detentar un poder con necesidad de demostrarse o no, el poder del conocimiento cierto.
35
I .I .I UNA OBJECIÓN ESCÉPTICA. El argumento general del escéptico contra la respuesta dogmática es; el
escéptico negará que se puedan tener creencias verdaderas justificada^^^, es
decir, no negará que se tengan creencias, tampoco negará que algunas de ellas
pudieran ser verdaderas, (incluso universalmente durante algún tiempo), lo que no
aceptará es que nuestras creencias verdaderas (o no) puedan ser definitivamente
probadas.
El escéptico para desarrollar su argumento seguirá una estrategia muy
sencilla con dos vertientes, esta estrategia es tan antigua como la filosofía y
recibe el nombre de argumento26 del regreso infinito, (puesto que este consiste en
propuestas de acción hacia la pretensión justificacionista del dogmático preferimos
llamarla estrategia del regreso infinito).
La primer rama de esta estrategia es la que se aplica a las pruebas, o
razones que presente cualquier dogmático como justificaciones a sus creencias y
consiste en:
-Siempre que el dogmático presente alguna de sus creencias como
conocimento también presentará su justificación para que esta creencia
considerada conocimiento. Generalmente las justificaciones o son pruebas, o
razones para creer.
sea
son
25 Por lo general los razonamientos del escéptico son, además de incornodos para las “buenas conciencias”, lógicamente impecables. En este caso el escéptico está negando la conjunción y la tercera condición de la distinción filosófica tradicional multicitada, (es decir la justificación, de allí el término no - justificacionismo o antijustificacionismo), y no cada una en lo particular, de hacerlo estaría mostrándose autoritario.
Se ha pospuesto una definición de este término técnico, pero a pesar de que el escéptico para su estrategia usa argumentos preferimos distinguir “estrategia” de “argumento”, se asumirá la noción corriente de argumento, es decir, conjunto finito de premisas seguidas por una conclusión, la conclusión es consecuencia lógica de las premisas. Es conveniente imaginarnos o representarnos a un argumento como iun condicional en el cuál el antecedente lo forman la conjunción de las premisas, y el consecuente la conclusión del mismo argumento. Un argumento atiende a dos funciones fundamentales el de transmisión de la verdad, de las premisas a su conclusión, y su más nueva función señalada por Popper, la función de retransmisión de la falsedad. Esta Última noción de retransmisión de la falsedad es de suma importancia hablando de
36
-Toda razón o prueba pres’entada al escéptico para justificar una creencia
no es más que otra creencia a la cual también se le pedirá su certificado de
aceptación, su justificación.
-Puesto que a toda justificación que se presente se le pedirá su justificación,
la justificación de las justificaciones siempre nos conducirá a un regreso infinito.
-Dado que es imposible proporcionar una serie infinita de justificaciones
para cualquier creencia, nuestro conocimiento debe descansar en algunos
supuestos no justificados.
-Y si el conocimiento se fundamenta en supuestos no justificados u
opiniones, entonces éste no es más que mera opinión y no conocimiento.
El escéptico empleará esta estrategia para mostrar la “absurda” posición de
que nunca nadie puede aseverar que justificadamente cree en algo, a menos
que mienta.
La segunda rama de esta estrategia del regreso infinito se aplica a los
conceptos con los que se construyen los enunciados proposicionales que
constituyen nuestras creencias.
En este caso el escéptico cuestionará el significado de los conceptos de
cualquier creencia presentada por el dogmático, al tratar de definir cualquier
concepto el dogmático presentará nuevas proposiciones con más conceptos, -y
como era de esperarse-, de los cuales también se pedirá su significado o
definición, lo cual conduce irrevocablemente al segundo regreso infinito, -en este
caso al de las definiciones-, y a la aún más absurda conclusión de que el
dogmático nunca sabe realmente en que cree27.
la metodología de la ciencia. Dada la intención del presente trabajo y la extensión que la discusión de este problema implica, se pospone para mejores ocasiones su discusión. ’’ Esta estrategia es tan antigua, tan exitoca y tan reconocida que se ha llegado a confundir la posición del escéptico con la filosofía en general, nada más erróneo. El Professor D.W. Miller nos comentó que los estudiantes no graduados de filosofía solían usar para asistir a las clases de algunos maestros unas camisetas que por un lado decían; How do you know that?, y por el otro se podía leer; What‘s the meaning of . . . . ? I Ningún docente dogmático daría respuesta a esas preguntas.
37
Frente al ataque escéptico el dogmático no se quedará cruzado de brazos y
dará respuesta definitiva a la pregunta de; ¿Cómo detener el regreso infinito?
1 .I .2 LA RESPUESTA DOGMÁTICA. El argumento general de la respuesta dogmática consiste en cuestionar, a
su vez, el argumento escéptico de que toda creencia se debe justificar invocando
a otra creencia. Es decir, según el dogmático, ciertas creencias no requieren
justificación en términos de otras creencias porque su verdad puede aprehenderse
inmediata o directamente, allí terrnina el regreso infinito. El mismo argumento se
aplicará respecto de la definición de los conceptos constituyentes del conocimiento
proposicional del dogmático.
El argumento dogmático tiene también dos ramas; la primera, para detener
el regreso infinito de las justificaciones se invoca a una distinción entre dos tipos
de conocimiento:
1 ) El conocimiento inmediato de proposiciones básicas, primeros principios
o axiomas que no requieren de ulterior justificación.
2) El conocimiento mediato o derivado de proposiciones, las cuales
adquieren su justificación de las proposiciones básicas, primeros principios o
axiomas.
La segunda concerniente al regreso infinito de las definiciones se invoca a
una distinción entre dos tipos de palabras, términos o conceptos.
*I ) Conceptos primitivos cuyo significado no requiere explicación porque
"2) Conceptos definidos o derivados cuyo sentido puede ser explicado o
son i n med i a ta men te a p re hen d id os;.
definido en función de conceptos primitivos.
38
La respuesta dogmática presupone una teoría del conocimiento inmediato y
una lógica reproductiva (muchas veces de errores), más que creativa (o
eliminativa de errores.)
Una de las objeciones automáticas del escéptico es ¿Por qué aceptar la
teoría del conocimiento inmediato (cualquiera que esta sea)?, ¿por qué no aplicar
a la simple creencia de existencia de esta teoría la estrategia escéptica?, hacerlo
implicaría terminar con la discusión filosófica, jamás podría justificarse dicha
creencia.
Aprovechando la tolerancia1 escéptica el epistemólogo dogmático sale del
campo filosófico al refugio de la psicología para proponer las etapas de desarrollo
de la inteligencia en el niño, la importancia de la “jerga” en el desarrollo del
conocimiento, etc., etc., cuando se le cuestionen los quid facti de su teoría
psicológica hará el camino de regreso, los justificará filosóficamente. Como
psicólogo usará su autoridad filosófica, -los quid juris a su alcance-, como
filósofo justificará su dogmatismo en curiosas teorías psicológicas.
Sobre este abuso ya se ha expresado el profesor Agassi en el prologo de la
obra de los psicólogo-epistemólogos justificacionistas Berkson y Wettersten,
porque tanto en la literatura psicológica como filosófica se encuentra
<C.. .desafortunadamente que una acepta algunos supuestos bajo la autoridad de
la otra y viceversa. Y lo que es peor, muchas veces es el mismo supuesto el que
comparten la una de la otra, basándose en la autoridad de la otra.>>, [Agassi,
1983, XI.
La pregunta que surge, ignorando las Últimas objeciones, entonces es;
¿Cuál es la fuente de nuestro conocimiento inmediato? De acuerdo con la
respuesta o la experiencia, los sentidos, o la razón se presentan dos escuelas
Empirismo y Racionalismo las que producen cuatro alternativas que generan la
mar de confusiones para todos los filósofos justificacionistas.
39
El escepticismo siempre tendrá ventaja sobre el dogmatismo, incluso este
escepticismo justificacionista, -y lo es puesto que pide razones y definiciones al
dogmático-, éste será un espantoso adversario para la filosofía autoritaria,
despreciado y usado bajo exótic<as denominaciones tanto por empiristas como
racionalistas. Por citar a uno de cada corriente Hume y Kant despertado de su
sueño dogmático por Hume.
El escepticismo total presenta varios problemas, el de mayor importancia su
inconsistencia lógica, a esta situación se dan diversas respuestas desde los inicios
de la filosofía en Grecia. Las dos actitudes escépticas resultantes, eliminan las
inconsistencias obvias quedando una inconsistencia oculta para una de ellas, el
I lamado escepticismo académico .
Antes de presentar los escepticismos de Hume y Kant, replantearemos a
modo de breve resumen la propuesta del escepticismo “justificacionista” que niega
la existencia del conocimiento verdadero justificado pidiendo justificaciones al
dogmático. Petición, además, lógicamente aceptable.
En caso de que algún afillosofado malintencionadamente malinterprete el
argumento del escéptico “justificacionista” éste lo presentaría, adoptando la
matematosis como respuesta, de la siguiente manera:
- No se niega la existencia die creencias, no se adoptan o rechazan posturas
mentalistas o materialistas, o sea si x es una creencia se acepta
“metafísicamente” que existe x.
3X
- No se niega que algunas de nuestras creencias pudieran tener la propiedad
P, ser verdaderas;
40
P: ser verdadero.
- Se acepta “metafísicamente” que;
3x P(x)
En este caso la aceptación metafísica lo es doble puesto que de acuerdo
con Tarski no podemos contar con una definición general o absoluta de verdad
(véase, [Tarski, 1944, 16-infra]), el cual de existir nos conduciría a las autoritarias
filosofías del criterio contra las cuales ya se ha hablado en los antecedentes,
siguiendo a Kant, Popper, Bunge y Pérez. (En particular véase el Addenda (1961)
al volumen 2 de “La Sociedad Abierta y sus Enemigos’’ en; Popper, 1945).
Sobre la mera posibilidad de la existencia de un criterio de verdad ya Tarski
dijo que <<...no conocemos, y es muy improbable que los encontremos, [a unos]
criterios de verdad que nos permitan mostrar que ningún enunciado de una teoría
empírica es falso.>>, [Tarski, 1944, 66-supra]. - Lo que no se aceptará es que nuestras creencias pudieran ser justificadas,
no es cierto o no se da el caso de que existan las creencias verdaderas y
justificadas a la vez;
Que se leería todas las creencias no son justificadas, para refutar la anterior
aseveración se tendría que mostrar una creencia justificada, es lo único que el
escéptico “justificacionista” pide al dogmático.
41
La argumentación del escéptico tiene su “lógica” puesto que para negar las
condiciones 1 y 2, de la distinción tradicional entre conocimiento y opinión, de una
forma exhaustiva deberíamos de seguir una estrategia como la de Cálicles
respecto de la existencia de los objetos, revivida por el profesor Miller en su contra
las buenas razones [Miller, 1994, 51-74], es decir; en primer lugar negar la
existencia de las creencias (y en :su momento el de la verdad), en segundo lugar
aceptando su dudosa existencia mostrar que ésta sería inútil para el problema en
cuestión, para en último lugar aunque estas creencias fueran útiles mostrar que no
serían relevantes para caracterizar al conocimiento, no serian necesarias.
Adicionalmente dado que al formular sus objeciones al dogmático, el
escéptico debe en primer lugar enunciarlas, éste de hecho tiene creencias y
asigna así sea temporalmente un valor de verdad a ellas, entonces como negarle
al dogmático estos “derechos”, (ai creer en las creencias y que algunas de ellas
pudieran ser verdaderas), hacerlo implicaría un autoritarismo repugnante a
cualquier tipo de escepticismo.
1 .I .3 LA “IMPERTINENCIA” DEL David Hume, como la mayoría de los justificacionistas, expresa un
abierto rechazo al escepticismo, denomina a los escépticos “enemigos de la
religión” y “criaturas absurdas”. Hume proporciona recetas para librarnos del
incomodo escepticismo pirroniano, pero lo más interesante es que asumiendo un
escepticismo moderado o actitud recomendable de la filosofía académica, Hume
termina por negar que <<...nuestros razonamientos acerca de cuestiones de
hechos ... estén fundados en el razonamiento o en proceso alguno del
entendimiento.>> [Hume, 1748, 331, es decir, niega que la razón desempeñe algún
papel en el proceso de conocimiento. Hume termina de escéptico irracionalista.
28 Uno de las tesis centrales del presente trabajo son mostrar bondades y relevancia de RC considerado como una teoría del desarrollo del conocimiento científico no justificacionista, una posición escéptica no justificionista, no pide y no ofrece justificaciones a las creencias, conjeturas, hipótesis o teorías.
Oir acusar a Hume de irracionalista no es muy común, aunque como
consuelo se puede presentar, a manera de “soporte inductivo”, el hecho de que
así ha sido considerado, por lo menos en otra ocasión, por Alan Musgrave (1993)
quien hace un análisis del “Tratado de la Naturaleza Humana” de Hume para llegar
a la mentada conclusión. Musgrave no recomienda emplear “La Investigación
Sobre el Conocimiento Humano” del mismo Hume puesto que “La Investigación ...”
es una versión atemperada de un libro atemperado “El Tratado...”, del cual Hume
escribió a su amigo Henry Home <<Estoy ahora castrando mi trabajo, es decir,
cortando sus partes nobles, es decir, modificándolo para que ofenda tan poco
como sea posible.>>,[ en Musgravle, 1993, 1451.
Sostener que el justificacionismo al ser enfrentado con la duda moderada
de la filosofía académica condulce al irracionalismo, empleando para ello un
trabajo atemperado de Hume ( W Tratado...”) tiene su mérito, pero si se puede
mostrar que Hume sigue sosteniendo su postura irracionalista en su trabajo
doblemente atemperado, su trabajo más cauto, (entonces) difícilmente se podrá
objetar que las consecuencias del justificacionismo o son el autoritarismo, o el
irracionalismo , (“o” no excluyente). De mostrar la aseveración anterior nos
ocuparemos en el siguiente capítulo, por el momento haremos responder a Hume
y Kant la siguiente pregunta; ¿Es el Escepticismo el responsable del
irracional ismo?
Antes de dar respuesta debemos considerar el porqué Hume como
empirista se tuvo que ocupar (del escepticismo, qué objeciones escépticas
incomodan al empirismo de Hume y en consecuencia a Kant.
Lo primero que debemos respondernos es sí el escepticismo es una
postura lógicamente consistente, esto dado que si un escéptico total, o cabo a
Aún se considera peligroso o no conveniente al escepticismo, no sólo Hume y Russell advierten en contra del escéptico, Putnam justifica €31 escepticismo “extremo de Popper << ... sólo por su extrema tendencia a considerar a la teoría como un fin en sí mismo.>>, [Putnam, 1969, 2231.
43
rabo2’, establece que nada puede ser conocido porque ninguna creencia puede
ser realmente justificada o probada, cae en una contradicción, una inconsistencia
obvia. Contradictorio puesto que el escéptico estaría afirmando saber que nada se
puede saber, o demostrando que nada se puede demostrar, (véase el apartado
1 .I .I UNA OBJECIÓN ESCÉPTICA, el escéptico entraría en contradicción con
cualquiera de las dos ramas de su estrategia).
El escepticismo para evitar esta inconsistencia obvia presenta dos
respuestas:
I. Respuesta del escepticismo académico:
Nada se puede saber excepto el hecho de que nada se puede saber.
Nada se puede probar excepto el hecho de que nada se puede probar.
- -
I. Respuesta del escepticisimo pirrónico.
- Nada se puede saber incluso este mismo hecho.
- Nada se puede probar incluso el hecho de que nada se puede
probar
Ambas respuestas nos presentan a un escepticismo consistente, el
escepticismo académico puede desarrollar una inconsistencia oculta al
cuestionársele que; si algo se puede saber, porqué no saber también otras cosas
(incluso más sencillas), y si algio más se puede saber, (siguiendo el mismo
_ _ _ ~
29 Por Eufonía desecharemos este término, podría usarse mejor el de escéptico de pies a cabeza, nos parece más adecuado el que emplea Popper en su análisis de los racionalismos, creemos que a este tipo de escepticismo se le aplicaría, casi en el mismo sentido propuesto por Popper para el racionalismo contradictorio o paradójico, el adjetivo de comprensivo, es decir hablar de un escepticismo comprensivo o paradójico. No sabemos de otros autores que hayan reparado en el hecho de que se podría usar este mismo procedimiento, tanto en análisis como solución, al problema de la inconsistencia escéptica. La propuesta se encuentra en el capítulo 24 de “La Sociedad Abierta y sus Enemigos”, Oracwlar Philosophy and the Revolt Against Reason, [Popper, 1945, 224-2581 La diferencia fundamental estaría en que el racionalismo no comprensivo o consistente solicita tener fe en la razbn, como elemento amalgamador, que da unidad a la humanidad, mientras que el escepticismo no comprensivo o consistente sería uno no justificacionista que no pediría algo a cualquier otra posición. O sea no le interesarían ni ofrecería justificaciones.
44
método, procedimiento heurística o lo que sea con que adquirió su primer
conocimiento), entonces el escéptico académico miente, su aseveración es falsa y
no se pueden saber cosas falsas.
En cuanto al escepticismo pirrónico, si éste no puede demostrar la correción
de su posición, e incluso no sabe si tiene una posición que defender, por qué
ocuparnos de él.
La respuesta pirrónica a esta objeción es por lo menos impecable,
sostendría que mientras el dogmático cree que sus argumentos pueden establecer
cosas, del mismo modo el pirronismo muestra que nada se puede establecer. Es
decir, si aceptamos los procedimientos del dogmático, lo cual tiene que aceptar a
fortiori el dogmático, entonces el escepticismo es una posición tan válida como la
dogmática, y esto usando los propios estándares y métodos del dogmatismo.
En este punto del debate también surge una inconsistencia oculta para el
pirronismo puesto que al tratar de demostrar o que nada se puede saber, o que
nada se puede demostrar maneja un procedimiento, que aunque no propio debe
saber emplear. La respuesta pirrónica a esta Última objeción la presentó Sexto
Empírico, y lo hace mediante la metáfora de la escalera, es decir , se usa el
método que siga el dogmático, para ascender a otro nivel de entendimiento, una
vez en ese nivel la escalera es inútil y se le puede “patear”; los argumentos
empleados para demostrar la inexistencia de las pruebas una vez que han
cumplido su tarea no establecen nada y se deben desechar.
¿La respuesta empirista para detener el regreso infinito de las
demostraciones y definiciones, la teoría del conocimiento inmediato, detuvo las
objeciones escépticas definitivamente? No. El escéptico objetará que las
observaciones y los enunciados observacionales no nos proporcionan una base
segura para el conocimiento. El escéptico no disputará sobre si los sentidos nos
dicen la apariencia de las cosas, lo que éstas parecen ser, lo que cuestionará es si
45
los sentidos nos dicen lo que las cosas realmente son. O sea, surge y se plantea
el problema de distinguir entre apariencia y realidad.
El conflicto con el empirista es que éste sostiene que usando nuestros
sentidos podemos, inmediatamente, saber la verdad de los enunciados
observacionales o el significado de los conceptos, y que dichos enunciados y
conceptos nos dicen como son realmente las cosas que observamos, no lo que
éstas aparentan ser. Esto últinio mientras el escéptico muestra cómo las
apariencias se contradicen una con otra para preguntar; ¿en que apariencia se
debe confiar?, entre otras estrategias el escéptico muestra que; un mismo sentido
puede dar información confusa, dos sentidos pueden dar información
contradictoria, los sentidos no dicen como es realmente el mundo ni como cambia,
cómo distinguir entre una alucinación, un sueño o una ilusión y la realidad.
La respuesta de Hume a las objeciones a la teoría del conocimiento
inmediato es descartarlas ya que según él <<...son insuficientes para demostrar
que no se debe depender implícitamente de los meros sentidos, sino que hemos
de corregir su evidencia con la razón ..., para hacer de dichos sentidos, ..., los
criterios adecuados de verdad y falsedad.>>, [Hume, 1748, 1521, es decir, los
sentidos por sí mismos sí nos proporcionan los criterios adecuados para distinguir
la verdad. Hume reconoce que existen otras objeciones escépticas de no fácil
solución y acusa a los escépticosl de intentar destruir la razón con argumentos y
razonamientos, destruir a la razón usando la razón. La respuesta hummeana a
nuestra pregunta es el escepticismo sí conduce al irracionalismo.
De las consideraciones presentadas hasta el momento, respecto al
escepticismo “justificacionista” y al dogmatismo, se puede ver que Hume se
equivoca. Ya se ha establecido eri este mismo apartado que la Única intención del
escéptico es mostrar como usando los mismos recursos del dogmatismo su
posición es tan válida como la del dogmático, mostrar la inexistencia de un
conocimiento absolutamente cierto, justificado o probado, un conocimiento
46
episterne, esto haciendo un uso crítico de la razón un uso creativo y no
re productivo.
Sorprende a Hume el uso que el escepticismo hace de la lógica incluso
cuando este escepticismo objeta al razonamiento abstracto, pues según él << ... lo que hace la cuestión aún más extraordinaria es que estas opiniones (escépticas),
aparentemente absurdas, están apoyadas por una cadena de razonamientos, la
más clara y la más natural, y no podemos admitir las premisas sin admitir las
conclusiones.>>, [Hume, 1748, II 571, (de paso puede advertirse una estrecha
concepción del uso de la lógica). Hume ve desde su perspectiva justificacionista
que ante las objeciones escépticas <<...la razón ..., está tan desconcertada y
cegada, que apenas puede pronunciarse con certeza y seguridad sobre cualquier
objeto.>>, [Hume, 1748, 1581, a las impecables, según Hume, objeciones a los
razonamientos abstractos Hume las descalifica con un cumplido al decir que
<<...nada puede ser más escéptico ni más lleno de duda y vacilación, que el
escepticismo mismo...>>, [Hume, ‘1 748, 1591.
Para las objeciones que conciernen a las cuestiones de “hecho y existencia”
Hume nos proporciona dos tipos de recetas, según estas objeciones escépticas
sean o populares o filosóficas.
Hume sugiere para las objeciones populares una terapia ocupacional y
aislamiento cuando asegura que <<El gran subversor del pirronismo o de los
principios excesivos del escepticismo, es la acción, la ocupación y los quehaceres
de la vida común.>>, lo anterior puesto que dichas objeciones sólo <<...pueden
prosperar y triunfar en las escuelas donde, desde luego, es difícil si no imposible
refutarlos. Pero tan pronto abandonan la sombra ..., se desvanecen como el humo
y dejan al escéptico más decidido en la misma condición que los demás
mortales.>>, [Hume, 1748, 159 y 1601.
47
Para con las objeciones filosóficas que el escéptico hace de los
razonamientos sobre cuestiones de hecho Hume muestra más cautela, tomando
en cuenta los problemas que presenta la justificación de cualquier cuestión de
hecho y su origen, o sea, la relaciim de causa efecto. Problemas que el autor de la
“Investigación Sobre ...” ya había abordado en las secciones 4 y 7 de dicha obra,
así Hume augura un claro éxito al pirrónico <<...mientras insista ... en que toda
nuestra evidencia en favor de cualquier cuestión de hecho, ... se deriva totalmente
de la relación causa efecto>>, [IHume, 1748, 1601. Éxito, según Hume, en el
intento escéptico de destruir la razón, cuando quien realmente intenta destruir la
razón es el justificacionista al no poder justificar sus creencias elimina o intenta
eliminar la incomoda e impertinentle duda constante, el ejercicio crítico de la razón,
proponiendo recetas para desconcertar y descalificar al crítico, al cual <<Sólo
tenemos que preguntar ... cuáles son sus intenciones y qué se propone con todas
sus investigaciones sutiles.>>, [Hume, 1748, 1601, (énfasis agregado), es decir,
Hume quien ataca al dogmatisrrio recomendando “una especie moderada de
escepticismo o filosofía académica” aplica un prejuicio filosófico para terminar con
la diversidad de opiniones, recomienda aplicarle el socioanálisis al escéptico,
(véase el apartado 0.2 de los antecedentes).
Kant ve el remanente dogmático en el Hume “escéptico” lo cual lo conduce
al error de “no considerar sistemáticamente todas las síntesis a priori del
entendimiento”. Para Kant el escepticismo no representa peligro alguno, =...el
escéptico es el vigilante que conduce al razonador dogmático a una zona crítica
del entendimiento y de la razón misma.>>, [Kant, 1787, 3331, esto porque él cree
haber resuelto el problema que condujo a Hume al irracionalismo.
Kant asegura estar un paso adelante en sus investigaciones. El primer paso
en las investigaciones de la razón pura es dogmático, el segundo de examinar y
someter posteriormente a la critica los hechos de la de la razón, es escéptico, y lo
llama censura. Pero hay un tercer paso en el cual se someten << ... a examen no
sólo los hechos de la razón, sino la razón misma ...[p ara descubrir] la facultad que
48
posee la [razón] de llegar a los conocimientos puros a priori.>>, [Kant, 1787, 3321,
a este paso llamó Kant; la crítica.
Siguiendo este procedimiento Kant presenta su doctrina del principio
universal a priori el que válidamente nos permitiría obtener conocimiento de la
evidencia empírica, es decir, pasar de los conceptos a las leyes mediante la
experiencia, establece que a priori se sabe que alguna cosa precede a los
cambios, (usa el ejemplo de la cera que se funde). Obviamente el problema ahora
es formular de manera convincente ese principio universal a priori de modo que
sobreviva al antijustificacionismo escéptico, la misma segunda etapa de su
método. Así aunque Kant no acusa al escepticismo de crímenes no cometidos,
como lo hace Hume, el escepticismo no da tregua a Kant por más que este lo consideró <<...una pausa en la que puede pensar [la razón humana] sobre el
camino dogmático a fin de escoger en adelante su ruta con mayor seguridad.>>,
[Kant, 1787, 3321.
1.2 RACIONALISMO CRíTICO. ¿Ayudará o servirá de algo el hacer una defensa o apología de las tesis de
Popper?, ¿Será útil una defensa, en contra de las leyendas y fantasmas creados
por las aristofánicas caricaturas que de las propuestas metodológicas popperianas
hacen nuestros muy de moda “nuevos” filósofos de la ciencia?
Debemos ser “optimistas” y en consecuencia responder a las preguntas
anteriores con un rotundo; No, no serviría de algo. Optimismo resultante de las
siguientes observaciones:
- La primera una recomendación del mismo agraviado, Popper, en relación a
los neodialécticos, no debatir con ellos porque no tienen estándares de
discusión, discutir con estos es ir a seguirlos, espada en mano, para
hundirse en el pantano en clue actualmente se solazan.
La segunda, del padre de la “nueva”fi1osofía de la ciencia quien recomienda
que para hacer más evidente el progreso de una comunidad de científicos
-
49
normales, -los “nuevos” fil6sofos de la ciencia quienes se consideran a sí
mismos un avance, la vanguardia, la moda, lo in de la filosofía de la ciencia-
, es necesario aunque no suficiente <<...la ausencia, ... de escuelas
competidoras que ... cuestiones ...p ropósitos y normas>>, [Kuhn, 1962, 2521,
(énfasis agregado).
Así, y de acuerdo con Kuhn, si el fin de la crítica es o ser eliminada, o
ignorada para que se haga evidente el avance de la “nueva” filosofía de la ciencia
(en este caso), entonces ¿De que serviría hacer una defensa del racionalismo
crítico en un ambiente o de intolerancia o, por lo menos olímpico desinterés que
requiere para su florecimiento la “nueva” filosofía de la ciencia?
¿Sirvió de algo la apología que de si mismo hizo Sócrates?, -(pensando
que eso a lo que llamamos Sócrates realmente existió y que Platón sólo reseñó lo
que observó durante el juicio de su escéptico mentor, es decir, que el más
socrático de los diálogos de Platón es la apología, (como ya ha sido considerado
por Copleston, 1962, en su cronología de las obras de Platón y Por Popper en el
addenda al volumen 1 de su “Sociedad Abierta...”, 1945, sobre el problema
socrático es de particular interés la1 nota 56 al capitulo 10 págs. 306-313))-, NO, de
acuerdo con lo que reporta Platóni y lo que recomienda Hume, la duda escéptica
es incomoda al dogmatismo autoritario, debe ser eliminada.
¿Habrá alguno de los “nuevos” filósofos de la ciencia tomado en cuenta las
aclaraciones, la apología que de sí mismo hizo Popper en la tercera parte de su
“The Philosophy of Karl Popper”, por lo menos las páginas 961 a 987?, NO, puesto
que el científico “normal” <<...trabaja sólo para una audiencia de colegas que
comparten sus propios valores y sus creencias ... [y por lo tanto] no necesita
ocuparse de lo que pueda pensar otro grupo o escuela>>, [Kuhn, 1962,2531.
50
1.2.1 POPPER POSITIVISTA LÓGIC03’. La leyenda de Popper es1:ablece lo siguiente; Popper fue un positivista
lógico y tal vez también miembro del Círculo de Viena.
Dos, Popper de acuerdo con, o siguiendo al Círculo de Viena estaba a favor
de la necesidad de un criterio de sentido o significado, para excluir a la metafísica
de la ciencia por carecer de sentido.
Tres, no hay diferencia alguna entre el criterio de sentido y el de
demarcación, ambos tienen relaciíin con el mismo problema.
Cuatro, la tarea de Popper Iue rescatar el criterio de significado, puesto que
éste había sido objetado por “alguien”, proponiendo un nuevo criterio de
significado, es decir la falsabilidad.
La respuesta a esta acusación a Popper, ser un positivista, se encuentra
diseminada a lo largo y ancho de su obra, pero se puede encontrar la respuesta
concreta en las págs 963-65 de Popper, 1972 (RtmC3‘).
30 Una de las posibles causas o pretextos para adelantar este fantasma o caricatura es el hecho de que “La Lógica de la Investigación Cientifica” se publicó a invitación de Herbert Feigl, quién sugirió a Popper que sus ideas, eran importantes, casi revolucionarias y que deberían ser publicadas. El enunciado específico donde se señala clue Popper no era miembro del Círculo es citado por el mismo Popper en la nota 106 de su autobiografía intelectual, [Schilpp, 1972.1 Si se toman en cuenta los comentarios del autor putativo de “La Lógica ...” sobre el origen de esa obra, entonces será fácil mostrarle a los aficionados a las caricaturas y fantasmas en la filosofía de la ciencia sus insensateces. 31 Se encuentra en la segunda sección de la obra general dedicada a Popper en “The Library of Living Philosophers” editada por Paul Arthur Schilpp con fecha de 1972. En estos compendios analíticos sobre la obra de filósofos vivos se presentan cuatro secciones una con una serie de análisis o críticas sobre la obra del filósofo en cuestión, escritos por notables opositores a las teorías o propuestas del mismo filósofo analizado, la segunda sección con la replica a las exposiciones o críticas a su obra, de parte del invitado a formar parte de la “The Library...”, la tercera con la autobiografía intelectual del invitado, y la cuarta con la bibliografía completa de la obra del mismo invitado. El orden en que se presentan estas secciones en la “Libra ry...” es el mismo, se inicia con la autobiografía, después con los ensayos críticos y descriptivos, más adelante con “The Philosopher Replies” y se concluye en cuarto lugar con la bibliografía. Los títulos de las secciones son los mismos indeperidientemente del autor, aunque cada uno agrega subtitulo a la sección tres, (creo que estos reflejan la personalidad del autor), por ejemplo Rudo1 Carnal subtituló a su parte tres; “Replica y Exposición Sistemática”, mientras Popper la llamó; “Respuesta
51
En el capítulo 6 de su “En búsqueda de un Mundo Mejor”, de septiembre de
1993, elabora una respuesta a modo de contraataque, de la cual podrían surgir
una serie de interesantes investigaciones. Positivismo termino acuñado por Comte
para denotar una postura epistemológica puede ser aplicado perfectamente a
Hegel, un positivismo moral y jurídico, el positivismo de Ernest Mach y
posteriormente B. Russell derivado del sensacionalismo de Berkeley, ¡.e. nada
existe más que las sensaciones que combinado con el positivismo de Comte sería;
todo el conocimento consiste de descripciones de hechos y no de explicaciones o
hipótesis. Posición enfáticamente expresada por Mach en su debate con Planck a
quien reclamaba que <<...si la creencia en la existencia de los átomos es tan
crucial, entonces renuncio al pensamiento físico. Ya no seré más un físico
profesional, y regreso mi reputación científica. En pocas palabras, gracias a la
comunidad de creyentes, pero la libertad de pensamiento es primero.>>, [en
Blackmore, 1989, 5241. El positivismo lógico del Círculo de Viena una combinación
del sensacionalismo de Mach, la filosofía matemático logicista de Russell y el
misticismo anti m e taf is i co de W i ttg e n ste i n .
Popper se define así inismo, respecto al positivismo, como; un
antiinductivista, un antisensacionalista, un defensor de la primacia de lo teórico y
lo hipotético, un realista, caracterís’ticas todas contrarias al positivismo.
El segundo punto también es falso, Popper antes de la publicación de su
“Lógica del Descubrimiento Científico” (para ser exactos en el año de 1932,
cuando paseaba con Carnap y Feigl en el tirol), ya había atacado el criterio de
significado que sostenían los rniembros del círculo por ser “dogmático e
insostenible”, por ser “demasiado amplio y demasiado estrecho” como para
<<...excluir inintencionalmente las teorías de la ciencia, e incluir tan significativa
como intencionalmente algunos típicos enunciados existenciales de la
metafísica>>, [Popper, 1972, 963:) Por supuesto que dicha crítica continuó a lo
largo del trabajo de Popper, por ejemplo en su contribución para el volumen que
a mis Críticos”, (“Reply to my Critics”, lo que explica las iniciales que dieron origen a esta
52
se dedicó a Carnap en la “Library of Living Philosophers” le presenta a éste la
posibilidad de construir una oración bien formada o significativa dentro de un
lenguaje fisicalista similar al de “Testability and Meaning’132, la famosa aserción
archimetafísica; “Existe un espíritu omnipotente, omnipresente y omnisciente”.
Aún más, sobre las pretensiones de Carnap de construir un lenguaje
universal de la ciencia que excluyera a la metafísica por carecer de sentido
Popper, siguiendo a Tarski, le asegura a Carnap que <<Una ciencia unificada en
un lenguaje unificado carece realmente de sentido, lamento decirlo; y se puede
demostrar que es así, ya que Tarski ha probado que no puede existir ningún
lenguaje consistente de esta especie. Su lógica está fuera de él. ¿Y por qué no lo
estaría también su metafísica.>>, [en Schilpp, 1963, 2011, en otras palabras cómo
demostrar el sin sentido de la metafísica dentro de un lenguaje de la ciencia
unificada, si ni siquiera la lógica, la semántica de dicho lenguaje está contenida en
él. Popper le insiste a Carnap sobre lo equivocado de su tesis, la tesis de Carnap,
de construir un lenguaje universal de la ciencia, le recuerda que dicha tesis fue
refutada antes de ser publicada y , además, por otro miembro del círculo de Viena,
Godel quien << ... demostró que im lenguaje unificado no sería suficientemente
universal siquiera para los propósitos de la teoría elemental de los números;
aunque pudiéramos construir un lenguaje en el cual todas las aserciones de esta
teoría pudieran ser expresadas, tal lenguaje no bastaría para formalizar todas las
pruebas de aquellas aseveraciones que pueden ser probadas (en algún otro
lenguaje). Hubiera sido mejor ... descartar esta doctrina ... Pero a pesar de todo ..., la
doctrina ha sobrevivido.. . Y aún se continua con la llamada “Enciclopedia
Internacional de la Ciencia Unificada”, que se fundó sobre el cimiento de esta
doctrina a pesar de mi oposición...:>>, [Schilpp, 1963, 2001, tan no se descartó que
Kuhn vino a culminar dicho trabajo, la parte práctica, sí existe dicho lenguaje
aclaración (RtmC).) 32 Véase en el Volumen dedicado a Rudolf Carnap dentro de la “Library of Living Philosophers” la intervención de Popper; “The Demarcation Between Science and Metaphysics”, páginas 186 - 226. En Schilpp (1963).
53
pero es inconmensurable con el de las teorías predecesoras o sucesoras, la
verdad no juega ningún papel en la elección entre teorías. (Véase 1.3).
El criterio de sentido tiene por objeto eliminar a la metafísica de la ciencia,
Popper sólo desea diferenciar los enunciados científicos de los que no lo son, no
para eliminarlos, sino para estar seguro de las pretensiones de cientificidad que se
abrogan ciertas doctrinas. Son diferentes Problemas.
En último lugar, quién objettj al criterio del sentido fue el mismísirno Popper.
1.2.2 POPPER FALSACIONISTA INGENUO.
Si tomamos en consideración lo hasta ahora expuesto, sobre las
recomendaciones del padre de la nueva filosofía de la ciencia para hacer evidente
el progreso de una comunidad de científicos normales, deberíamos ya haber
abandonado este trabajo y seguir la nueva moda, marchar sincrónicamente al
ritmo del paradigma reinante en un momento dado. Por otro lado “La Tradición
Científica o Racional’’ establece que no se puede aceptar nada acríticamente, sin
someterlo a la crítica, -incluso este mismo principio-, por lo tanto criticaremos la
pretensión kuhnniana de calificlar al falsacionismo de Popper de ingenuo
procediendo de una manera débil, ¡.e., no lo haremos lógicamente,
metodológicamente o epistemológicamente; presentaremos la “fuerte y
contundente” acusación de Kuhn para a esta Última sustituirle el predicado y
contemplar su fortaleza.
Kuhn dice de Popper; <<Sir Karl no es, por supuesto, un falsacionista
ingenuo. Sabe todo lo que se ha dicho y lo ha enfatizado desde el principio de su
carrera ... Aunque él no es un falsacionista ingenuo, Sir Karl puede ser, sugiero,
legítimamente tratado como tal.>> [Kuhn, 1974, 8081, en [Schilpp, 19741.
Sustituyendo el predicado ‘ser un falsacionista ingenuo’ por cualquier otro
que nos ayude a ver la “fuerza” del argumento kuhnniano:
54
P: Ser falsacionista ingenuo.
P’: Ser el violador de la colonia Pensil.
Sir Karl no es, ..., el violador’ de la Pensil. ...[p ero] Aunque no sea el violador
de la Pensil, Sir Karl puede ser, ..., legítimamente tratado como tal.
1.2.3 UN POPPER HERMENEUTIZADO. El antijustificacionismo del racionalismo crítico es difícil de aceptar incluso
por muchos de los seguidores de esta propuesta metodológica, entre los casos
más notables; Larry Laudan y Robert Nola.
Para el racionalista crítico las teorías, hipótesis o conjeturas carecen en
absoluto de fundamento, además de que tampoco se debe de creer o tener fe en
ellas. Aportar fundamentos o jiistificaciones puede ser importante para las
creencias, pero no para las conjeturas que el científico emplea para explicar
problemas, predecir eventos o presentar aplicaciones técnicas33.
La función que desempeñan para el científico las pretendidas
“justificaciones” son las de <<...dar algunas razones para proponer una hipótesis y
para someterla a discusión crítica. Pero estas no son razones justificativas sino
que tienen, más bien, la naturaleza de las explicaciones de por qué se ofrece una
teoría en vez de otra.>>, [Popper, 1983, 621, nos proporciona el científico razones
para desechar su propuesta, o sea, si la teoría empírica, conjetura o hipótesis que
propone es verdadera, ésta debe iresolver cierto tipo de problemas, de no hacerlo
su propuesta será rechazada. El científico nos “justifica” sus propuestas
proporcionando las armas para mostrar la falsedad de ellas mismas, el conjunto
de falsadores potenciales implícitos en sus conjeturas, por ello en acuerdo con
33 Estas son tres de las funciones básicas de la ciencia, en sus dos aspectos, también básicos, el aspecto teórico y el aspecto práctico de una y la misma actividad.
55
MilleP4 el racionalismo crítico puede ser correctamente llamado racionalismo
destructivo. Un racionalismo no justificacionista o fundamentacionalista.
Laudan y Nola no aceptan que el conocimiento científico carezca de las
firmes bases del conocimiento cierto. En el caso particular de Laudan, ante el
fracaso de Popper en su proyecto de proporcionar un instrumento que permitiera
medir la aproximación a la verdad de diferentes teorías competidoras, este
propone abandonar el concepto de verdad y de explicación, centrales a la
propuesta popperiana, y siguiendo a la caracterización del desarrollo científico
esquematizada por Popper asigna un rol central a la actividad resolvedora de
problemas de la actividad científica para medir el desarrollo científico.
Para Laudan hay dos tipos de problemas, empíricos y conceptuales. Los
problemas empíricos pueden estar resueltos, no resueltos y anómalos, y la
bondad de una teoría dada se determina <<...por su efectividad para resolver
problemas, la cual se mide por el número de problemas resueltos sobre los anómalos.>>, [Sarkar, 1981, 631. Para clasificar los problemas de acuerdo con la
propuestas de Laudan se debe acudir a la historia, ¿a qué historia?, se introduce
la distinción entre una historia descriptiva y la historia normativa o de acuerdo con
ciertas propuestas filosóficas, ¿puede darse una historia de la ciencia realmente
descriptiva? Aquí se presenta el círculo hermenéutico de la interpretación para
Larry Laudan quien rechazando las propuestas de evaluación de la aproximación a
la verdad de Popper, lo cual este mismo ya había hecho [Popper, 1983, 401, y
tomando la caracterización de la ciencia, como una actividad resolvedora de
problemas, intenta fundamentar su propuesta.
~~ ~~ ~
34 El Profesor Miller ha desarrollado esta posición a lo largo de varios años, el término “Deductivismo Destructivo” es resultado, creo, de su debate con Berkson. Pienso, también, que esta postura pudiera ser ampliada y usar el término destructivo para hacer referencia a un racionalismo en el que quede de manifiesto definitivamente la imposibilidad de buscarle bases o justificaciones lógicas a la postura racional, obviamente nunca, desde las posturas de Miller, Popper o la que estoy presentando con este trabajo se ha igualado racionalidad a logicidad.
56
1.3 EL HISTORIETISM035 DE THOMAS S. KUHN. Considerando lo expuesto en el inicio de 1.2, esta sección será una breve
descripción del origen de la revolucionaria “Estructura de las Revoluciones
Científicas”, segundo libro en la producción de uno de los famosos exalumnos de
Karl Popper; T.S. Kuhn. Usaremos para ello, desgraciadamente in extenso, dos
cartas de Rudolf Carnap a Kuhn, las cuales aparecen en Reisch, 1991. Y por otro
lado veremos el mal uso que hace el “historiador” Kuhn de un pasaje de la
Autobiografía Científica de Max Planck, de la cual deriva las implicaciones
relativistas y autoritarias de su propuesta.
Dichas cartas fueron escritas cuando Rudolf Carnap y Charles W. Morris
eran editores asociados de la serie de “Los Fundamentos de la Unidad de la
Ciencia”. “Los Fundamentos.. .” estaba concebida como una colección de dos
volúmenes cuyo objetivo sería introducir a la “Enciclopedia Internacional de la
Ciencia Unificada”.
El objetivo de “Los Fundarnentos ...” sería << promulgar la visión, más o
menos unificada por el método y fundamentación epistemológica, que de las
ciencias tenía el empirismo lógico>>, [Reisch, 1991, 266.1. Ese papel era el que
asignaban Carnap y Morris al trabajo de Kuhn.
La monografía de Kuhn fue la última publicación de la serie introductoria, - “Los Fundamentos”-, a “La Enciclopedia ...” la cual, por cierto, jamás se publicó.
“La Estructura ...” fue el número 2 del volumen 2 de los “Fundamentos...”, los volúmenes 3 al 9, de “La Enciclopedia” propiamente dicha nunca aparecieron. ¿Es
el trabajo de Kuhn el némesis o la cúspide del positivismo lógico?
Es importante recalcar que el libro de “La Estructura...”, fue encargado
como una monografía a ser incluida en los “Fundamentos..” a Kuhn. Esto lo reitera
35 El término es correcto y no un error tipográfico, se quiere decir con el lo equivalente a cuentismo, novelismo o algo relacionado con las historietas o “comics”, usando el anglicismo apropiado, es decir se está calificando el trabajo “histórico” de Kuhn de poco serio. Lo cual se muestra en este apartado, con base en los diversos docurnentos y estudios conocidos sobre este problema.
57
Reisch en las páginas 225 y 226. Y que las cartas de Carnap a Kuhn son en su
papel de editor (y “vocero oficial” del Círculo de Viena, de acuerdo a John
Passmore, 1957), no cartas o comiinicados personales.
En la primera carta, del 12 de abril de 1960, Carnap aprueba que Kuhn
escriba una monografía para “La Enciclopedia...”, rhonor” que el mismísimo Kuhn
había solicitado al otro coeditor, C.’iN. Morris. La carta completa dice así:
Estimado Profesor Kuhn
Muchas gracias por enviarme sus manuscritos. Los he leído con gran
interés, y básicamente estoy fuertemente a favor de que usted escriba
una monografía para la Enciclopedia, como usted señaló en su carta del
13 de febrero a Morris. Espero que usted tenga oportunidad de escribir
su primer borrador este verano.
Creo que la monografía planeada será una valiosa contribución a la
Enciclopedia. Yo mismo estoy muy interesado en los problemas con los
que usted intenta tratar, aunque mi conocimiento de la historia de la
ciencia es más bien fragmentario. Entre muchas otras cosas me gusta
su énfasis en los nuevos esquemas conceptuales que son propuestos
en las revoluciones de la ciencia, y, en sus bases, la presentación de
nuevas preguntas, no solamente respuestas a viejos problemas.
Regreso sus manuscritos como materiales educativos y enviaré una
copia de esta carta a Morris.
Sincera men te suyo.
Firma, Rudolf Carnap. .....( 12 de abril 1960)
58
La segunda carta es más explícita en cuanto a las coincidencias del vocero
oficial del positivismo lógico para con el revolucionario historiador Kuhn:
Estimado profesor Khun:
Simultáneamente le estoy regresando su manuscrito “La Estructura de
las Revoluciones Científicas”. Estoy feliz de que ahora esté en su forma
final y de que la editorial de la Universidad de Chicago haya encontrado
la forma de publicarla completa. Estoy especialmente gratificado por el
hecho de que podamos incorporar este trabajo en la Enciclopedia.
Estoy convencido de que sus ideas serán muy estimulantes para todos
aquellos interesados en la naturaleza de las teorías científicas y
especialmente en las causas y formas de su cambio. Encuentro muy
iluminante el paralelo que usted traza con la revolución darwiniana: Tal
como Darwin abandonó su temprana idea de que la evolución estaba
dirigida hacia un fin predeterminado, el hombre como organismo
perfecto, y la vio como un proceso de mejora por selección natural,
usted enfatiza que el desarrollo de las teorías no está dirigido hacia la
teoría verdadera perfecta, sino que es un proceso de mejora de un
instrumento. Antes de leer su manuscrito no lo hubiera puesto en esas
mismas palabras. Pero sus formulaciones y aclaraciones con ejemplos
y también su analogía con la teoría de Darwin me ayudaron a ver más
claro lo que yo ya tenía en mente.
A partir de septiembre estaré por un año en el Stanford Centre espero
que tengamos una oportunidad para reunirnos y hablar sobre
problemas de interés común.
Con mis mejores deseos, suyo ......( 28 de abril 1962)
59
(Se ha respetado la puntuación, e incluso las expresiones idiomáticas se
han traducido lo más literalmente posible, con el fin de evitar suspicacias respecto
de la interpretación del contenido.)
La importancia de la Última carta es que en ella se establece claramente el
papel que desempeñó Kuhn dentro del programa del positivismo lógico, dice
Carnap a Kuhn de su “Estructura de las ...” << ... sus formulaciones y aclaraciones
con ejemplos ... me ayudaron a ver más claro lo que [yo] ya tenía en mente.>>.
Aún más Carnap enfatiza << En mi propio trabajo sobre lógica inductiva, ..., he
llegado a una idea similar a la suya ... antes de leer su manuscrito no lo hubiera
puesto en esas mismas palabras.>>, [Carnap, 1962, caja 1 folder 41.
¿Por qué son lo mismo la:; propuestas de Kuhn y el positivismo lógico?,
¿Por qué son tan similares las perspectivas de Carnap y Kuhn?
Los “nuevos” filósofos de la ciencia piensan que la novedad de la propuesta
kuhnniana radica en la provocativa tesis de la inconmensurabilidad entre las
diferentes teorías competidoras, la comparación entre ellas no se puede realizar
independientemente de los paradigmas que cada una presupone, por lo tanto no
es posible la comparación en tanto los paradigmas sean diferentes.
De acuerdo con Kuhn las teorías no son sólo proposiciones acerca de la
naturaleza, sino esquemas conceptuales creados y empleados para concebir a los
fenómenos naturales y a la naturaleza.
En acuerdo con Kuhn la ciencia se desarrolla siguiendo una serie de
etapas; en la etapa preparadigrnática, prehistórica o no científica coexisten
diversas escuelas que compiten por el dominio de la investigación. Se puede
distinguir esta etapa porque no se da un acuerdo en la caracterización de los
objetos de estudio entre las diversas escuelas, tampoco hay acuerdo en cuanto a
qué problemas se deben resolver, su importancia, ni en cuanto a los
60
procedimientos y métodos para resolverlos. Si hay diversidad, no hay ciencia
(según Kuhn).
En la siguiente etapa surge y se acepta un paradigma dominante, es la
etapa histórica o científica, nace la ciencia. Según Kuhn la ausencia de opiniones
encontradas marca el nacimiento de la ciencia, ¿cómo o por qué desaparecieron
las opiniones de los otros?, eso n’o es de interés, lo importante es contar con un
paradigma dominante.
La tercera etapa, de la ciencia normal, es básicamente de una actividad
resolvedora de acertijos o enigmas, actividad que hace más preciso y articulado el
paradigma dominante extendiendo su campo de aplicación, es decir, la función de
esta etapa es fijar absolutamerite al paradigma mediante confirmaciones y
justificaciones. Puesto que todos los científicos normales trabajan en la misma
dirección y acumulando resultados el sentido y la medida del progreso es
“evidente”.
Kuhn establece que para formar parte de una comunidad de científicos
“normales” se debe aceptar una serie de compromisos, un conjunto de
presupuestos básicos como son los métodos de trabajo, los criterios de evaluación
y las generalizaciones a emplear (paradigma 2) para resolver los problemas
estándar usando un modelo o ejemplo (paradigma I), el cual también se debe
aceptar. Paradigma 2, los compromisos, es lo que presupone obligatoriamente la
comunidad que trabaja mecánicamente un paradigma 1, para acumular evidencias
de su bondad o justificaciones.
Dado que cada paradigma involucra un diferente esquema conceptual
constituido por los ejemplares de 1 1 0 que se debe explicar, las formas aceptadas de
explicación, el “sentido y significado” de las palabras, la comparación entre
paradigmas es imposible.
61
Kuhn, para fundamentar sus interpretaciones históricas, proporciona
equivocados alegatos psicológicos ya evidenciados por Jerry Fodor y reproducidos
por Reisch 1991. Lo interesante es que concediendo a Kuhn la verdad de sus
mentiras psicológicas, las propuestas de Carnap y Ku hn son extraordinariamente
similares respecto de su visión de las revoluciones científicas.
Para Carnap, al igual que para Kuhn, el cambio científico se presentaba de
dos formas <<...un cambio en el lenguaje, y un simple cambio en o en adición a
los valores de verdad adscritos a un enunciado indeterminado ... Un cambio del
primer tipo constituye una alteracibn radical, a veces una revolución, y este ocurre
sólo en ciertos puntos históricamente decisivos en el desarrollo de la ciencia ... Un
cambio de este tipo constituye estrictamente hablando, una transición de un
lenguaje Ln a un nuevo lenguaje L-n+l>>, [Carnap, [1935]-1963, 9211, [en Reisch,
1991, 2701, lenguajes inconmensurables uno respecto del otro lo que hace
imposible la comparación externa o interparadigmática. Así, de acuerdo a la
perspectiva que Carnap tenía del cambio científico, y empleando la terminología
kuhnniana la ciencia normal para Carnap sería <<...la actividad científica dentro de
un marco teórico, esto es, dentro de un lenguaje científico. Allí el lenguaje
permanece estable y la actividad científica consiste en asignar valores de verdad a
enunciados teoréticos. [y] Por otro lado la ciencia revolucionaria para Carnap
ocurriría cuando la misma bondad y valor de dicho lenguaje es cuestionada.>>
[Reisch, 1991, 2751.
La coincidencia de Kuhn con el vocero oficial del positivismo iógico es
notable, siguiendo con la descripción mediante etapas que se hace de la
propuesta kuhnniana se tiene que; dentro del propio desarrollo de la ciencia
normal, su especialización, articulación y el extender su campo de aplicación
genera problemas, enigmas o anomalías los que no se pueden resolver, a veces,
con el paradigma 2 (las herramientas propias del paradigma). Surge entonces la
pregunta ¿qué es lo que no funciona, paradigma 2 o paradigma I?; cuando se
cuestiona paradigma 1 se entra en la etapa de crisis, es decir, si el paradigma
dominante es incapaz de resolver las anomalías, se está en la etapa de crisis.
62
Crisis que se resuelve sólo mediante una revolución porque la bondad y el valor de
paradigma 1, entendido como modelo o ejemplo a seguir, no resuelve las
anomalías.
Si se cuenta con paradigma alternativo que tenga más éxito que el anterior,
(entonces) se da una revolución, se forma una nueva comunidad de
investigadores que lo tomarán como modelo o ejemplo a seguir (su nuevo
paradigma 1 ), compartiendo una nueva serie de compromisos o presupuestos
básicos (paradigma 2) para asignar valores de verdad al recién criado conjunto de
enunciados teoréticos gozando de la estabilidad de su también nuevo lenguaje
inconmensurable con el del anterior paradigma o de sus competidores.
Esta incursión por el pantano de la polisemia kuhnniana, -hay quienes han
encontrado que Kuhn usa el término paradigma en más de 19 acepciones-, nos
permite respondernos porque Carnap es tan alabador en sus cartas a Kuhn, el
trabajo de Kuhn <<...constituye la parte práctica de la filosofía de la ciencia de
Carnap>>, [Reisch, 1991, 2741.
Lo primero que pondrán en duda los nuevos filósofos de la ciencia será el
tono que emplea Carnap en sus cartas, -la primera aceptando la solicitud de Kuhn
para participar en “La Enciclopedia . . . ’ I y la segunda informándole de la publicación
junto con sus comentarios-, aceptémoslo, es decir, dudemos de la sinceridad de
Carnap y entendamos los comentarios favorables como un impulso editorial, pero
de acuerdo a lo que Reisch reporta Carnap escribió en la copia al carbón que
envió a su compañero coeditor, Morris, lo siguiente; <<Estimado Charles, he aquí
mi aprobación de los manuscritos de Kuhn, los cuales son realmente un fino
trabajo.>> [Reisch, 1991 , 2671.
Es evidente que el trabajo ofrecido por Kuhn, aceptado y encomendado
posteriormente al mismísimo Kuhri, satisfizo ampliamente a la persona en cuyos
hombros descansaba el programa del empirismo lógico, Rudolf Carnap. Un
63
Carnap en su papel de editor de la obra cumbre del Círculo de Viena y epiciclos
asociados; “La Enciclopedia de la Ciencia Unificada”.
Tomando en consideración los hechos históricos anteriores, una vez más
se podría preguntar a los “nuevos” filósofos de la ciencia; ¿Cuál es el aporte o
avance que con respecto al positivismo lógico presenta Kuhn para que se le
considere el padre de la “nueva filosofía de la ciencia”, si históricamente hablando
Kuhn escribió por mandato y a satisfacción del Círculo de Viena?, ¿Es la “nueva
filosofía de la ciencia” la continuación del fenomenalismo, antirrealismo e
instrumentalismo de Berkeley-Mach que 30 años antes representará el círculo de
Viena?, ¿Podrán más los miles de “argumentos” filosóficos, tesis doctorales y el
volumen vocal de los revolucionarios “nuevos” filósofos de la ciencia que un
humilde y simple hecho histórico?
El relativismo de Kuhn no es una propiedad que se predique Únicamente
desde la prejuiciada perspectiva del racionalismo crítico, así era vista la doctrina
kuhnniana por su mismo promotor‘ Carnap cuando le dice <<...usted enfatiza que
el desarrollo de las teorías no está dirigido hacia la teoría verdadera perfecta, sino
que es un proceso de mejora de un instrumento.>> [Carnap, 1962, caja 1 folder41.
La verdad no juega un papel regulador en el desarrollo de las teorías éstas son
sólo instrumentos, aparentemente Kuhn deriva este relativismo del principio de
Planck al no encontrar cómo explicar la forma en que se da la transición entre
paradigmas, entre inconmensurables la cual <<...no puede llevarse a cabo paso a
paso, forzada por la lógica y la experiencia neutral.>> [Kuhn, 1962, 233-341. Esta
kuhnniana justificación de surelativismo ha sido refutada por John T. Blackmore,
mostrando también un simple hecho histórico.
Cuando Kuhn se pregunta <<...¿cómo llegan los científicos a hacer esta
transposición?>>, [Kuhn, 1962, 2341, el cambio de paradigma, forma o Gestalt, su
respuesta es que con mucha frecuencia no lo hacen, proporciona una serie de
“ejemplos” y citando un pasaje de la autobiografía científica de Planck muestra
64
que la elección entre las verdades de la ciencia no es racional; <<Una nueva
verdad científica no triunfa por rnedio del convencimiento de sus oponentes,
haciéndoles ver la luz, sino más bien porque dichos oponentes llegan a morir, y
crece una nueva generación que se familiariza con ella>>, [en Kuhn, 1962, 234-
351, es decir, la verdad y las bondades de un nuevo paradigma son propiedades
inmanentes al paradigma en cuestión y esta percepción gestáltica o se da, o no se
da, (“o” excluyente, out). (Aquí es donde las objeciones de Jerry fodor tienen lugar,
establece, tomando las ilusiones visuales del tipo Muller-Lyer, que sin lugar a
dudas a veces la forma en la que las cosas se ven es efectada por lo que se cree
de ellas y a veces no.)
Blackmore en su breve artículo, le recuerda a Kuhn y asociados una serie
de contraejemplos históricos al “principio” de Planck, del cual el mismo Planck es
la excepción más notable. Planck se opuso durante más de 20 años a la constante
de Boltzman, y la interpretación estadística de la segunda ley de la termodinámica
desde su disertación doctoral de 1879, hechos que tuvo que aceptar junto con su
teoría cuántica de 1900.
Otros ejemplos de científicos que no tuvieron que morir o <<dejar ipso facto
de ser científicos.>>, [Kuhn, 1962, 2461, fueron Hermann Helmholtz, Wilhem
Ostwald, Werner Heisenberg, científicos que fueron convencidos por las
evidencias, la razón y la verdad trascendente (además de inmanente) de las
teorías científicas a las que se oponían.
En acuerdo con Blackmore, -y lo que se infiere de la obra kuhnniana y los
comentarios del ’feliz, gratificado y convencido’ Carnap-, Kuhn no distingue, (como
sí lo hizo Planck), entre; por un lado <<...la doctrina física de la relatividad y la
supuesta relatividad de la verdad, y por el otro entre la certeza relativa y la verdad
relativa. ...[p uesto que tanto Planck como Einstein] rechazaron completamente la
noción de que la verdad es relativa o un mero asunto de coherencia o utilidad
pragmática. [para ellos] La verdad no sería simplemente una característica interna
de paradigmas inconmensurables ...[ más bien sería] una correspondencia
65
trascendente con una realidad la cual existe independientemente de nuestra
percepción o comprensión.>>, [Blackmore, 1978, 3481. La conclusión anterior es
resultado de dos largas citas de Einstein en su correspondencia con Schlick,
donde éste se califica de metafísico ante las muy positivistas opiniones de Schlick,
y de la autobiografía de Planck quien allí denostó, (en la correspondencia
mencionada), contra quienes infieren de la teoría de la relatividad que todo es
re1 at ivo.
Simples hechos históricos hicieron que Feyerabend abandonara su posición
de que Mach evaluaba positivarnente la teoría de la relatividad de Einstein
[Blackmore, 1989,537-381, y posteriormente su anarquismo metodológico (véase
Feyerabend, 1991, pags. 73-74, 97, 11 1 y 130). ¿Abandonará Kuhn sus posturas
relativistas e irracionalistas para con el cambio y desarrollo de la ciencia?; NO, su
propia propuesta no lo permite y ksta pervivirá y florecerá en aquellos lugares en
donde la ausencia de la tradición científica, la tradición crítica, la discusión racional
no estén presentes, en aquellos lugares donde los “científicos”, sigan una máxima
de Benito Musolini como “justificada” propuesta de acción; tutti gli uomini uniti
come un facio.
66
Sabemos lo que conjeturamos, aprendemos lo que refutamos.
D. W. Miller
CAPíTULO 2 LA TRADICIÓN RACIONAL
2.0 ANTECEDENTES
Ya aceptamos que nuestras creencias, conjeturas, hipótesis y teorías no
pasan de ser perjuicios de diverso tipo, si no son sometidos a la crítica
inetersubjetiva, (la introducción y el Capítulo I), que no fundamenta ni valida, (las
recomendaciones de Bunge (1992) y Pérez (1991) en la introducción’.)
Pero no podemos olvidar el papel de la tradición incluso para preservar las
dos subfunciones típicamente humanas del lenguaje, (el punto 4, y nota, de “0.1
LO QUE LA FlLOSOFíA NO ES”, en los Antecedentes), una de las razones de
ser de este Capítulo 2.
Haciendo uso de este procedimiento, poco común, lo que denominamos la
subfunción argumentativa del lenguaje, en su modalidad crítica, procedimos en el
Capítulo 1 a desbancar una distinción filosófica antigua y apreciada. La tradición
debe ser rescatada o reconceptualizada, a ello nos abocaremos con el presente,
para después revalorar una tradición racional convertida ya en prejuicio no crítico,
el método inductivo en el Capítulo 3.
’ AI inicio de nuestra introducción, la de evitar una filosofía como supuesta autoridad que juzga y valida:
1. No se debe ignorar a la filosofía, o se reinventará una mala filosofía. [Bunge, 1992,731. 2. La filosofía no es garante de ninguna ciencia. 3. La filosofía no es un juez capaz de emitir juicios conclusivos respecto de ninguna actividad,
incluida la científica. [Pérez, 1991, 711
66
67
El racionalista crítico adopta una actitud o enfoque2 diferente que el simple
racionalista para con las tradiciones, estas no son estructuras o complejos de
creencias que deben ser eliminadas, más bien son el alimento o punto de partida
tanto para las conjeturas o hipótesis, como soportes o guías para su ulterior
desarrollo.
La posición del racionalismo crítico es opuesta a la del racionalista a
ultranza, puesto que esta Última es de entrada lógicamente inconsistente cuando
establece que se debe juzgar todo independientemente de cualquier tradición,
postura que se basa, ella misma, en una tradición.
Por supuesto que hay varios tipos de tradiciones, algunas muy localizadas
incluso geográficamente, de gran valor y no fácilmente exportables, una vez que
dichas tradiciones se pierden es difícil que se vuelvan a dar, estamos hablando de
la tradición musical, la tradición democrática, la tradición del lenguaje veraz3, la
tradición científica, por ejemplo. Es decir, la tradición de la crítica racional
sistemática, la tradición científica no es ni la Única, ni la más importante.
Ante la tradición se pueden adoptar dos actitudes, enfocarla de dos formas;
la primera es adoptarlas y aceptarlas sin crítica, acríticamente, incluso sin ser
consciente de ellas, las podemos encontrar como tabúes, mitos, paradigmas
dominantes, rutinas a seguir por científicos “normales”, prejuicios y máximas
filosóficas incluso. (Véase 0.2 en la introducción4.)
Ya se ha mencionado la observación de W. W. Batiey I l l y la aceptación del término enfoque críti-
Véase la nota sobre la función argumentativa del lenguaje, página 11 de la introducción y nota. Allí se analizan dos prejuicios o mitos que o pasan inadvertidos o, de he hecho, son asumidos acríticamente
como unas máximas o principios metodológicos para el análisis crítico de las conjeturas o teorías del otro, o sea, máximas filosóficas. En la sección, “O. 1 Lo que la Filosofía no Es”, del presente trabajo, en el punto 5 se dice << La filosofía no es un medio para hacerse más listo. Por lo tanto, el rey filósofo no es más apto que el rey carpintero, en cuanto a plantear claramente los problemas y proponer soluciones adecuadas a ellos.», aseveraciones que se trabajan en sección 0.2 “Todos Somos Filósofos”,mostrando dos prejuicios comunes no sólo entre las mayorías de los nuevos filósofos de la ciencia, seguidores de Kuhn o no, sino entre muchos científicos sociales.
co, en lugar de actitud crítica, véase capí.tulo 1.
67
68
La segunda es el enfoque o actitud crítica5 para con las tradiciones, el cual
implica un mayor esfuerzo de parte de quien la desarrolle y la existencia de una
infraestructura del grupo en el que esta tradición se de.
Dicho enfoque implica, por lo menos, primero, el conocer y comprender las
diversas tradiciones antes de criticarlas, comprender cuál es su función y su
significación. En segundo lugar el aceptar que es imposible el liberarse
completamente de los lazos de toda tradición, (la inconsistencia del racionalista a
ultranza). Y en tercer lugar que la liberación de cualquier tradición implica el
cambio de una tradición por otra. Por Último, adoptar una decisión, el científico se
libera de los tabúes de una tradición reflexionando sobre ellos para adoptarlos
críticamente, tal vez comprometiéndose con ellos, o rechazándolos.
Ahora la pregunta es ¿cómo decide el científico entre la aceptación crítica
de un mito, tabú, hipótesis, teoría o conjetura y su rechazo? Lo hace evaluando
aspectos metodológicos de los tabúes, etc., etc., su capacidad de ser sometidos a
prueba, su contenido informativo, su posibilidad o consistencia, etc.. Los
racionalistas se “definirían así mismos como; <<...esas personas que están
dispuestas a poner en tela de juicio y criticar cualquier cosa, inclusive, ..., su
propia tradición ... [pondrán] signos de interrogación a todo, ... No se someterán
ciegamente a ninguna tradición.=, [Popper, 1963, 1591, su tradición es una
tradición de segundo orden, no justificacionista, que evalúa las tradiciones de
primer orden; los mitos, tabúes, conjeturas, etc.
¿De que razón y racionalidad habla el racionalista crítico para llegar a
afirmar que, por ejemplo, la “revolucionaria” propuesta de Ku hn es irracionalista?
Las considera en un sentido amplio que comprende no sólo la actividad
propiamente intelectual, sino también “la observación y la experimentación”, al
Karl Popper prefería el término enfoque crítico, cambió su original denominación de actitud crítica a suge- rencia de su ex alumno W. W. Bartley 111. El nombre nuevo le pareció un poco más objetivo. Otro de los nombres compuestos básicos en las propuestas popperianas que fue cambiado a sugerencia de Bartley fue el de la denominación de los Primer, Segundo y Tercer “Mundos” por Mundos 1,2 y 3.
68
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método crítico. La razón no se posee o se encuentra en algún órgano o aparato,
ni como una facultad o innata, o susceptible de ser desarrollada en diversos
estadios marcados por el tiempo, alimentación, clase social o la fortuna de ser
sometido a los cuestionarios de algún psicólogo piagetiano, et caefera.
O sea, y esto debe ser tomado en cuenta por el lector posible de estas
propuestas, la razón no es de relevancia para el desarrollo del conocimiento y la
racionalidad, lo relevante es dar razones y que éstas puedan ser sometidas al
ejercicio crítico.
La razón se considera como resultado de un proceso interpersonal, no
colectivo, ni colectivamente determinado, cuyo desarrollo se da en la sociedad
pero los responsables son individuos concretos, aunque la mayoría de las veces
anónimos; los maestros, entrenadores, comunicadores, escritores, árbitros de
revistas, etc. Y así la racionalidad -...es una actitud o enfoque en que predomina
la disposición a escuchar los argumentos críticos [de todos los otros] y a aprender
de la experiencia.>>, [Popper, 1945, 3921, de los anteriores dos considerandos se
desprende que autoritarismo y racionalidad son irreconciliables puesto que la
razón es producto de la argumentación con los otros y nadie puede pretender
poseer o haber desarrollado una facultad sin el concurso constante y continuo de
los otros sujetos de argumentación.
Considerando que Kuhn rio es claro sobre cómo se impone el nuevo
paradigma, sólo habla de la muerte de los científicos viejos o de que estos al
<<...seguir oponiendo resistencia ..., deja[n] ipso facto de ser científico[s].>>,
[Kuhn, 1962, 2461, tampoco es claro sobre la forma de elegir al paradigma
dominante en las etapas de ciencia no ordinaria. Y lo que sí establece
enfáticamente es que el progreso de una comunidad científica se percibirá con
mayor facilidad ante la ausencia de escuelas competidoras. Podemos entonces
concluir que si alguien sugiere “eliminar” a otro, a otra escuela o escuelas con el
justificable fin de hacer evidente el desarrollo de un paradigma dominante, nos
69
70
está pidiendo eliminar a un sujeto o sujetos de razón, eliminar la argumentación y
con ello terminar con el sustento de la razón, la racionalidad.
A continuación presentamos a la tradición racional, su papel dentro de las
ciencias naturales, y posteriormente la visión que de esta misma tienen las
ciencias sociales, mejor dicho, la visión que el famoso metodólogo de las ciencias
sociales Max Weber tenía de la racionalidad de la actividad científica, cuando en
un acto de propaganda Max Weber dibuja "lo racional" que es dedicarse a la
actividad científica, la ciencia.
2.1 LA TRADICIÓN Y LAS CIENCIAS NATURALES Generalmente se piensa que la Química y su Tecnología carecen de la
respetable antigüedad científica de la astronomía, la física y la biología, o sea, que
la química y su sustento tecnológico la Ingeniería Química son una ciencia sin
historia. Algunos han pretendido que la alquimia fue la base de la moderna técnica
y Ciencia química, se sostendrá que ambos puntos de vista son equivocados.
Porque, en primer lugar puede existir una Ciencia meramente observacional
y que "ajuste" la realidad observada a modelos geométricos y matemáticos
"aproximadamente" correctos, (la Astronomía), Aristado de Salmos, Eudóxo,
Eráclides de Ponto, etc., o, podría existir una ciencia cuya función sea sólo
clasificar y dar nombre a las diferentes formas de vida observadas.
En el caso de la astronomía, ésta no era considerada una auténtica Ciencia
sino una techne y la verdadera Ciencia de los cielos en el sentido de episteme era
la cosmología cuyos fundamentos se encontraban en el De Caelo de Aristóteles.
Y cómo pueden tener una "respetable antigüedad" ciencias como la
astronomía y la física, si basaban sus explicaciones en conceptos y programas
metafísicos de una Ciencia y tecnología de la materia y sus cambios (La
Química), Ciencia que no existió de acuerdo con muchos científicos e
historiadores de la ciencia convencionales.
70
71
2.1.1 LAS HIP~TESIS Se presentará una visión de la alquimia como continuadora de "El Arte" de
la transformación de la materia y como motor de la revolución científica del siglo
XVI. Así, los alquimistas y la alquimia serán un puente que conservó y transmitió la
tradición experimental conceptual y evaluativa, características inherentes a toda
Ciencia, de "el Arte", nombre dado en la antigüedad a la actual tecnología química.
Es necesario aclarar por el momento lo que se entiende por tradiciones de la
antigua tecnología y ciencia química, mediante los siguientes ejemplos:
Uno: Que el uso de los símbolos para denotar elementos, sustancias,
materiales y aparatos era práctica común mucho antes de que se generalizara el
uso de los números (tradición conc,eptual).
Dos: Que no se puede pretender obtener vino y vidrio de color, actividades
ya dominadas en la antigüedad, y obtener vinagre y vidrio transparente (tradición
eval uativa) .
Tres: Que no se puede teñir en diferentes tonos un genero sin variar la
acidez de las tinas de lavado o teñido (tradición experimental).
A. EL PRINCIPIO La tecnología química que subyace o antecede a la ciencia química se basa
en la transformación o el cambio de la materia para beneficio del hombre mediante
man ípu lacíones físicas , qu ím ¡cas y/o fisicoq u ím icas.
El fuego fue el agente que enseñó al hombre a dar una dirección al cambio,
el hombre había observado un sin número de cambios en la naturaleza pero
no podía usarlos en su beneficio. El fuego también aceleraba los cambios lo
que proporcionaba un cierto dominio sobre el tiempo al técnico antiguo.
71
72
Probablemente los primeros metales hayan sido encontrados y
empleados por el hombre debido a su diferente apariencia en relación con todo
otro objeto de su entorno, los metales al igual que los cristales naturales brillan o
reflejan la luz. Estos metales pueden haberse encontrado en la naturaleza en
forma de pepitas o vetas (cobre y oro) y posteriormente obtenerse por accidente
al formar el hogar para el fuego, con piedras que contenían minerales de bajo
punto de fusión como el cobre y plomo.
Lo que hizo diferente a los metales de los otros objetos empleados por el
hombre era su maleabilidad, los metales al golpearse no se quiebran o
astillan, cosa que ocurría con los cristales, concha, madera, hueso, etc. Esta
maleabilidad los hizo más útiles como herramientas que como objetos de
ornato, papel que deben haber desempeñado en un principio. Es natural que el
hombre haya aprendido a manejar los metales y las arcillas por el largo y difícil
método de ensayo y error, o sea, por experimentación, una experimentación que
siempre ha estado involucrada en el descubrimiento y mejora de las artes
tecnológicas.
En resumen el descubrimiento del fuego permitió al hombre primitivo
efectuar reacciones químicas en forma extensiva, -bueno, transformaciones de
materia que ahora llamaríamos reacciones químicas-, el desarrollo cultural de
cualquier grupo de hombres desde la antigüedad se mide por la cantidad y
calidad de los objetos producidos, en aquel entonces los de cerámica y metal
empleados por cada grupo, o sea, por el desarrollo alcanzado en sus técnicas
de transformación de la materia. No se puede saber si el hombre antiguo
pensaba que desarrollaba una operación química o no al fundir metales y
fabricar utensilios, pero no por ello se deben de descalificar esas actividades
tratándolas de no científicas.
72
73
B. LA TRADICI~N B.l LA TRADICIÓN HISTQRICA
AI hablar de tradición dentro de la alquimia se hace en dos sentidos. El
primero, (el otro en B.2, más adelante), al ser la alquimia una actividad que
miraba el pasado con un enorme respeto, un respeto que profesaban los antiguos
por los aún más antiguos, de un rnundo que se pensaba estaba degenerando de
un estado de bondad y sabiduría ai otro de impiedad y locura. De ahí su necesidad
de conservar y desarrollar una sabiduría cuyo objetivo era el obtener y explicar la
perfección de todas las cosas, en especial de los metales, no sólo con el fin de
obtener oro sino de perfeccionar todo dentro de su propia naturaleza, y su empeño
por descifrar y comprender los libros de los antiguos de quienes ellos pensaban
obtener todos los secretos para lograr su objetivo.
Haciendo uso de este primer sentido de la tradición dentro de la alquimia ya
no nos parecerá extraño que los alquimistas hayan adoptado comúnmente
seudónimos de hombres más famosos y antiguos que los suyos propios al escribir
sus tratados, nombres de personajes mitológicos, de filósofos o grandes
personajes como; Isis, Hermes, Moisés, Leucipo, Demócrito, Cleopatra, Cheops,
etc.
De no tomar en consideración el anterior sentido de la tradición se podría
caer en el error de considerar a los alquimistas como una extraña mezcla de
sabios, magos o brujos, y hechiceros. Error grave puesto que los alquimistas se
esforzaban por realizar su trabajo mediante experimentación y empleando las
leyes de la naturaleza por ellos conocidas, y n.unca por medio de procedimientos
mágicos, hechizos, invocaciones o encantamientos como lo muestran, por
ejemplo, los cientos de recetas para la preparación (o falsificación) de oro, plata, el
asem , cristales, piedras preciosas, y colorantes de el Papirus Ebers de 600 a. de
C. y posteriormente los papiros de Leyden y Estocolmo de 300 a. de C.
73
74
Algunos historiadores sostienen equivocadamente que aunque los autores
de las recetas antes mencionadas utilizaran cantidades y números, representaran
aparatos y esquemas de procesos de elaboración, supieran calcular las
cantidades necesarias de sus “reactivos” (los limitantes tomando en consideración
las eficiencias de las reacciones) y dirigir los procesos físico-químicos de la
fundición, aleación, teñido, etc., no se podría saber si aquellos artesanos
fundidores, herreros y maestros oifebres practicaban una operación química, una
técnica o una ciencia. Otros sostienen que ; al carecer de los conceptos y términos
propios de la técnica y ciencia química se carecía de ésta, o sea, por no disponer
de un concepto de aleación la obtención de la mejor aleación de bronce (al 2% de
estaño ) era sólo un accidente.
B.2 LA TRADICIÓN RACIONAL. El otro sentido de la tradición es propio de toda tecnología y ciencia
química, esta tradición es anterior a la alquimia y tiene tres componentes
principales: El conceptual, evaluativo y, experimental.
La tradición conceptual se encuentra claramente en las recetas para la
elaboración de diferentes objetos y ésta consiste de los diferentes signos y
símbolos empleados por los fabricantes, así como el uso de palabras especiales
para designar sus aparatos.
Los símbolos de los metales se derivaban de los símbolos dados a los
planetas a los cuales también se les asociaba un color (el del metal o alguno de
sus minerales).
VGR:
ORO PLOMO,
PLATA H I ERRO,
COBRE ESTAÑO,
MERCURIO (O SEGÚN HERMES),
74
75
Este mismo sistema podía extenderse a las aleaciones y aplicarse en la
descripción de los procesos de fabricación o falsificación.
Se puede seguir la evolución del concepto de horno de fundición desde los
sumerios donde se le denomina Udun, que pasa a los babilonios como ufunu y,
para los Árabes es el fannur, con el prefijo árabe Al se convierte al latín medieval
en alfhanor, el horno de fundición común empleado por los alquimistas.
Sobre la tradición evaluativa ya se mencionó un ejemplo muy claro y
común en I . EL PRINCIPIO. En sus reales orígenes la alquimia no pudo nacer del
deseo de falsificar oro, puesto que la prueba del oro era conocida varios siglos
antes de que la alquimia surgiera, se valoraban muy bien los procesos para
obtener objetos con apariencia de oro. Varias recetas del papiro de Leyden así lo
establecen, por ejemplo;
87.- Para aumentar el peso del oro, fúndase éste con una cuarta parte de cadmia.
Así resultará más pesado y más duro.
Una de las pruebas para el oro era su peso, un objeto ligero y brillante no
podía ser oro.
En otra parte del papiro de Leyden se señala lo que es otro ejemplo de este
aspecto evaluativo propio de la técnica químico-metalúrgica que antecedió a la
alquimia y no como comúnmente se pretende, que la alquimia desarrolló y
transmitió equipos, conceptos, técnicas y métodos a la química:
<<Para dar a los objetos de cobre la apariencia de oro, de tal manera que ni al
tacto ni frotándolos en la piedra de toque se descubran...>>
El aspecto experimental de este segundo sentido de la tradición heredada a la
alquimia, por la tecnología química de la antigüedad, es fácilmente mostrable. En
primer lugar se requiere de algo más que muchos felices accidentes para
75
76
encontrar: Las cantidades exactas en que deben combinarse diferentes metales
para producir sus aleaciones; El metal y la cantidad requerida para colorear un
vidrio y que este siga transparente, el tiempo necesario para fermentar el mosto a
vino y no a vinagre, la acidez de una mezcla para obtener un tono de un color
sobre una determinada tela, etc. Además de la experimentación requerida para
mejorar las herramientas y aparatos necesarios en la producción de sus
satisfactores.
2.1.2. IBAN OSCUROS BAJO LA SOLITARIA NOCHE‘. El nacimiento formal de la alquimia puede situarse dentro del llamado
periodo helenístico de 300-60 años a. de C., en lo que se considera el más grande
periodo de la ciencia Griega, el periodo de Euclides, Arquímedes, Hero, Apolonio y
muchos otros. Teniendo como centro cultural más importante la ciudad de
Alejandría y con los Ptolomeos como mecenas de todo tipo de conocimiento.
Un buen número de corrientes de pensamiento y filosofías se unirían para
formar nuevas filosofías y religiones. De esta gran mezcla surgió la alquimia. Se
pueden señalar tres movimientos distintos cuya unión produjo finalmente la
alquimia; la filosofía griega, la tecnología egipcia y el misticismo oriental.
Mientras tanto en occidente el triunfo del cristianismo tornó sospechosas
a la filosofía y ciencia griegas y, en su proceso de consolidación atrajo hacia
sí a la mayoría de los hombres talentosos de la época, para servirle en
actividades ya sea misioneras, doctrinarias, organizativas o meramente
contemplativas. Durante la edad media ya no interesó tanto el conocimiento
objetivo y científico de los fenómenos naturales y su utilización, sino más bien la
promoción e instauración de los objetivos de una iglesia universal.
Se toma prestado un fragmento de frase del verso de Virgilio el de “Iban oscuros bajo la solitaria noche por la sombra”, lbanf oscuri sola sub node per umbra, ese pasaje dibuja de forma realic- ta el tránsito de las ciencias, el pensamiento científico, en una parte de la historia humana, aún vigente en los países descritos al inicio de la primera sección de la introducción, en particular en las que se llaman as¡ mismas Ciencias Sociales, la situación parecería más deprimente que al
76
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Así la preservación de un conocimiento práctico, experimental, objetivo y
parcialmente racional corrió a cargo únicamente de la alquimia en el oriente,
aunque muchas veces cargado de un enorme misticismo.
Así, desde la perspectiva de la Ingeniería Química, la historia de la
química es la historia de la cultura porque el desarrollo de la humanidad se
mide de acuerdo al dominio que el hombre ejerce sobre la materia. Los
alquimistas conservaron y desarrollaron las tradiciones tecnológicas de las
civilizaciones orientales y de una ciencia y filosofía griega que era racional y
crítica.
2.2 LA RACIONALIDAD DE LA CIENCIA EN
MAX WEBER Max Weber analiza la racionalidad de la carrera científica dentro de la
universidad alemana dividiendo a los factores que influyen en la vida académica,
la academia, en externos e internos.
Los factores o condicionantes externos son entre otros; la forma de ingreso,
las condiciones de trabajo y la promoción de los individuos que se dedican o
piensen dedicarse a la actividad científica dentro de los centros de investigación,
las universidades.
Las condiciones internas, íntimas o personales que debe reunir o padecer el
científico las denominaremos; pasión por la investigación, inspiración, y una dosis
de resignación.
El ingreso a las academias es amañado porque, en acuerdo con Io
expresado por Weber, aunque el mecanismo de este ingreso sea claro y
descrita por Virgilio en las Humanidades, en particular, su nueva filosofía de la ciencia con su mez- cla de Historicismo, Historietismo kunniano y los “métodos hermenéuticos”.
77
78
preestablecido, es decir, se den las siguientes etapas; contar con la aceptación del
titular de investigación, se presente un trabajo de investigación original y se
acrediten los exámenes del caso, el titular preferirá a sus propios discípulos.
En cuanto a las condiciones en que se desempeña el trabajo, se esperará
que los ingresos del joven científico no satisfagan sus necesidades, aunque esto
es compensado, en el caso de la universidad alemana, por la libertad de trabajar
sobre aspectos de su propio interés. Recomienda Weber que quien tenga interés
en el trabajo científico cuente con sus propios recursos y medios para subsistir, así
vista la universidad no será una promotora de la diversidad de la que vive la
investigación. Una alternativa es el trabajo de asistente, pero dadas las funciones
que éste debe desarrollar, preparar las clases complementarias o asociadas a los profesores y calificar, no tendrá la libertad de dedicarse a la investigación en su
juventud. Los jóvenes docentes no deben esperar que el tiempo mejore su
situación económica o se les habilite como profesores, que se les promueva con
base en algún criterio “racional”.
Así llegamos a la promoción donde el azar es la norma. En acuerdo con
Weber ninguna otra carrera o actividad en el mundo es tan incierta como la del
“Privatdozent”, el arranque a la vida científica, simplemente no existen criterios de
selección para la habilitación de los nuevos docentes o profesores. En esta
actividad no se evalúan los méritos, o se hace indirectamente y de modo no
confiable, la “racionalidad” de la elección no depende Únicamente de las
debilidades humanas de los responsables de ella sino, según Weber, también de
ciertas leyes de una voluntad colectiva, el ingreso no está justificado, pero aún así,
las cosas funcionan.
Sin importar como se elija al nuevo profesor, bien sea recurriendo a las
instancias de la burocracia oficial, o bien por la influencia de algún caudillo o
revolucionario de la academia Weber tiene claro que <<Lo que es seguro es que
78
79
son sólo los mediocres acomodaticios o los arribistas los que tienen
posibilidades de ser nombrados>>, [Weber, 1919, 1871, (énfasis agregado.)
El propio desarrollo científico exige ciertas cualidades internas, íntimas o
personales al científico como son la pasión por un determinado tema, para
encontrarse siempre a la vanguardia en sus propuestas, esta actitud es resultado
de la alta especialización.
En segundo lugar una cierta inspiración, común al aficionado y al
especialista, lo que marcará la diferencia entre ambos será el dominio del
método, el especialista sí realizará su ocurrencia, el aficionado no.
En último lugar la resignación puesto que el trabajo científico a diferencia
del arte es efímero.
Ante este cuadro de aspectos irracionales y subjetivos del trabajo científico
la pregunta obligada para Weber es ¿cuál es el sentido, objetivo o tarea de la
ciencia para el científico individual'?, en el plano individual o ínterno se busca una
racionalización intelectualista, una promesa de que se pueden llegar a descubrir la
inexistencia de poderes ocultos, un proceso de desmagificación de acuerdo con el
cual <<...todo puede ser dominado mediante el cálculo y la previsión>>, [Weber,
1919, 2001. Pero ¿cuál es el sentido de la ciencia para la humanidad, qué aporta a
ésta?, Tres son las contribuciones de la ciencia (seguimos con Max Weber), de
ellas desprenderá Weber un principio metodológico a seguir y exigir al científico
individual, la neutralidad valorativa.
La primera aportación es instrumental <<...proporciona conocimientos
sobre la técnica ..., para dominar la vida, tanto las cosas externas como la propia
conducta de los hombres.>>, la segunda tiene el mismo carácter, aunque
desafortunadamente Weber no aclara si se aplica sólo a la primera aportación,
para obtenerla y someterla a prueba, o a cualquier otro proceso, o sea, la ciencia
79
80
<c. ..proporciona métodos para pensar, instrumentos y disciplina para hacerlo.>>.
De la tercera surge el compromiso ético y regla metodológica, la claridad, hacer
explícito <<...que frente al problema de valor de que se trate cabe adoptar tales o
tales posturas prácticas.>> ,[Weber, 191 9, 221 -221.
En acuerdo con este metodólogo alemán, cuándo alguien preguntará si
vale la pena adoptar la ciencia como vocación, (entonces) se le debería hablar
con claridad y establecer que dicha elección exige un juicio de valor y de ésta no
se puede decir nada en el papel de profesor, de científico.
Si Weber hubiera conocido los modernos esquemas de Kuhn, hubiera
encontrado en él respuestas menos pesimistas y contradictorias respecto a la
elección de la carrera científica como vocación. Hubiera bastado con recomendar
que, para no sacrificar inútilmente la vida y la fortuna personal, el joven científico
aceptara ciegamente una serie de compromisos, los métodos, los estándares de
evaluación de los problemas y las respuestas a ellos, las generalizaciones (¡.e., el
sentido y el significado de los símbolos y conceptos), que comparte la comunidad
de científicos normales a la que deseara ingresar, para usando el modelo o
ejemplo de dicha comunidad acumulara respuestas a los problemas aceptados y
en esa medida fuera promovido y habilitado. Así, con las condiciones internas de
la vida académica Weber, hubiera podido eliminar su subjetiva propuesta que
habla de pasión, inspiración, resignación para sustituirlas por el aplicar rutinas a
los problemas aceptados7.
’ Ante este panorama es pertinente la pregunta ‘Hay elección de todos modos?, desde la posición del racionalista crítico la respuesta es sí, con un enfoque realista pesimista se podría decir que se tiene la libertad de elegir entre la muerte académica o la esclavitud intelectual en aquellos lugares en dónde no se desarrolla y aprecia la tradición racional, como se le ha descrito aquí y en las notas al inicio del capítulo 1, las de la relación racionalidad - argumentación. Aquí estaríamos hablando de una consecuencia practica de utilidad para los evaluadores de las instituciones educativas donde se producen las investigaciones científicas, de no encontrarse di- versidad y las instituciones que la defiendan, podemos asegurar que allí no se desarrolla conoci- miento, y que más bien se acumula conocimiento, capital curricular y relaciones personales la Kuhn. Frente a esta disyuntiva actual, que se da entre la esclavitud de la razón y la libertad del pensa- miento necesaria para el desarrollo del pensamiento científico, se da también la disyuntiva entre las posiciones epistemológicas, lógicas y metodológicas de los “Revolucionarios” de los paradig-
80
81
Puede verse que mientras para una de las ciencias naturales, incluso
cuando su práctica fue perseguida, el papel de la tradición y de la tradición
racional fue básico, para las ciencias sociales, en acuerdo con Weber, estas no
son consideradas.
En la etapa de persecución de la tecnología y ciencia química sólo se
emplearon dos de las tres fases del racionalismo crítico, el método crítico, la
tradición racional, y quedo pendiente la del racionalismo crítico ante la ausencia de
las instituciones que salvaguardaran y promovieran la crítica. De esta propuesta
del racionalismo crítico se hablará en el Capitulo cuatro.
mas y la tradicional posición del Racionalicmo Critico, apreciando y promoviendo la diferencia y la creatividad.
81
8 2
CAPíTULO 3 ROBERTO BOYLE, INDUCTIVISMO Y LA TERCERA FASE
DEL RACIONALISMO CRíTlCO
3.0 ANTECEDENTES
Hemos dado cuerpo a una propuesta de análisis histórico del desarrollo del cono-
cimiento científico, partiendo de caracterizar y aceptar lo evidente, toda creencia que
no cuente en su propio núcleo, ab initio, con las características que le permitan ser
sometido a la crítica es, sensu stricto, en acuerdo con nuestra propuesta, un prejuicio
no científico, los Antecedentes del presente trabajo.
No podemos apelar a procedimiento alguno para validar nuestras creencias o conje-
turas cualesquiera que sea su origen, no existe la disciplina académica que nos per-
mita proporcionar ,el estatus académico de conocimiento - episteme a nuestras,
creencias, conjeturas, hipótesis o teorías, nuestro Capítulo 1.
A pesar de lo anterior, las propuestas lógico - metodológicas del RC, permiten expli-
car, no justificar o fundamentar, la racionalidad del cambio científico con base en una
tradición resignificada y que al mismo tiempo resuelve el problema de la aparente
inconsistencia, que apela al justificacionismo, de la racionalidad, Capítulo 2.
En este capítulo y el siguiente mostramos como las aparentes bondades de dos
perspectivas metodológicas muy apreciadas, (una de aplicación universal teórica-
mente hablando y la otra en las cieiicias sociales), son en realidad lastres pesados a
cualquier proceso de investigación científica.
3.1 EL INDUCTIVISMO DE ROBERTO BOYLE Tomando como ejemplo los trabajos de Roberto Boyle sobre la variación de la
densidad del aire con la presión se mostrará que, en contra de sus propias declara-
ciones e inconscientemente, Boyle y sus ayudantes hicieron uso de una metodología
83
diferente a la predicada por Francis Bacon y establecida formalmente por Boyle, - en
los estatutos de fundación de la Royal Society (R.S.)
Evidentemente Boyle no ha sido el único en afirmar que la verdad de sus teorías
derivaba o se fundaba en ciertos enunciados observacionales, y que llegaba a los
principios generales que describían funcionalmente la experiencia mediante induc-
ción a partir de datos particulares, porque, también lssac Newton, aunque nunca
describió los enunciados observacionales que supuestamente empleó, afirmaba que,
de la experiencia, mediante inducción se llegaba a los principios funcionales descrip-
tivos de la naturaleza. (Se dice, no ha sido, porque aún hoy en día existen revistas y
reportes de investigación cuyo forrnato de presentación es claramente inductivista;
equipo y material, experimentos, resultados y conclusiones). Podemos considerar
que el caso más importante para nuestro análisis de la errónea actitud inductivista es
el de Boyle, dada la influencia que directa o indirectamente ejerció sobre Hooke,
Newton, Locke y todos los inductivistas posteriores a él.
3.1 .I EL AMBIENTE
En el programa de Bacon se pueden distinguir principalmente dos ramas.
La primera es la del desarrollo d'e la Magia Natural, que suministró un conjunto de
ideas o "programa metafísico" que orientó a los investigadores científicos en la Ingla-
terra del siglo XVII. La diferencia entre los supuestos metafísicos de los magos natu-
rales baconianos y los de los alquimistas, a quienes criticaba Bacon su metodología,
es que Bacon abogaba por una investigación sistemática y exhaustiva en vez de
amontonar datos sin un aparente propósito.
La otra rama consistía en la elaboración de Historias Naturales, ésta se desarrolló
más dinámicamente que su predecesora, la magia natural. Se pensaba que la histo-
ria natural era la forma de ciencia que llevaría al desarrollo económico y eliminaría la
pobreza. Este programa práctico de elaborar historias de comercio relacionado con
varias ramas de las artes mecánicas y de la agricultura, en donde por primera vez se
8 4
introduce el uso de cuestionarios para recabar información, puede ser considerado
un importante escalón en la evolución de la actividad científica. Estas actividades
prácticas inspiraron y motivaron el entusiasmo científico de Roberto Boyle, entre
otros, quienes transmitieron dicho enfoque práctico a la R.S. en sus primeros tiem-
pos.
En los orígenes de la R.S. numerosos comités se dedicaban a la elaboración de
las historias naturales baconianas de comercio, no se pensaba que el aspecto utilita-
rio de la ciencia fuera menos prestigioso que el trabajo experimental sin relación prác-
tica, si bien ambas actividades compartían la misma metodología.
El estudio de la ‘ley’ de Boyle es importante para la metodología e historia de la
ciencia por varias razones, entre otras porque:
i) Con la publicación de esta ley se establecieron los estándares o tradiciones de
la investigación científica de una forma explícita.
ii) Muestra la inconsistencia de la metodología baconiana en el proceso de investi-
gación que culminó en la ’ley’ de Boyle.
La importancia de tomar en cuenta el establecimiento de las tradiciones o están-
dares de investigación, por parte de Boyle, radica en que considerándolas se pueden
explicar los aspectos de su metodología que son invisibles y contrarios a los explíci-
tamente señalados por él mismo. Aspectos conservados y heredados por y de la ai-
quimia en su largo viaje por la oscura edad media.
Entre otros las principales tradiciones o estándares que Boyle predicó y estableció
con su mentada ley se encuentran los siguientes:
1. Publicación rápida en forma de ensayo.
2. Una detallada publicación en estilo inductivo.
8 5
3. Señalar claramente los reconocimientos a las personas relacionadas con el
trabajo.
La publicación rápida, era el resultado del estilo inductivo de investigar, porque
si se procedía cuidadosamente haciendo observaciones y tomando notas, la presen-
tación de resultados debería ser casi automática.
Esta presentación rápida de resultados involucró, en su tiempo, la creación del
ensayo científico y de las publicaciones periódicas, Boyle había escrito su propuesta
diez años antes de la creación de la R.S., lo publicó en sus "Proemial Essays", y sus
sugerencias fueron incorporadas en las reglas de la R.S. a propuesta de su presiden-
te Lord Brouncker secundado por Boyle. (Nota para Kuhn y estructuralistas a la Mou-
lines, los libros de texto y publicaciones científicas no han existido por siempre, o sea,
¿el pensamiento científico sólo se da después de la publicación de la ley de Boyle?,
¿anteriormente todo era barbarie, pensamiento no científico?)
Este aspecto se puede emplear para resolver el problema de la acreditación de los
descubrimientos, pudiendo aplicarse al caso del propio Boyle.
La introducción del estilo inductivo para relatar los experimentos científicos se
puede interpretar como el resultado del Último y decisivo enfrentamiento con la tradi-
ción aristotélica de investigación.
Los experimentos de tipo baconiano tenían que ser detallada, minuciosa y clara-
mente expuestos con el fin de que pudieran ser reproducidos por cualquier experi-
mentador y no se dudara de la posibilidad de su realización. Los experimentos se
efectuaban, no con el fin de predecir o refutar determinadas hipótesis o teorías, y
tampoco para ejemplificar alguna ley, sino, como en el caso de las historias naturales,
constituían exploraciones de una naturaleza cuyo comportamiento era impredecible,
es decir, su objetivo era descubrir la verdad o veracidad de la naturaleza, veracitas
naturae, mediante la experimentación. En cambio, para los aristotélicos, eran recur-
8 6
sos secundarios empleados para ejemplificar o explicar los teoremas de una teoría o
concepción filosófica determinada.
Los baconianos, como Boyle, no aceptarían las escasas y maltrechas teorías ark-
totélicas conociendo ya lo que Galileo había hecho con ellas. Bacon predicaba la
obligación del científico de abstenerse de la influencia perniciosa y corruptora que las
teorías de la época podrían tener sobre el intelecto puro, por lo que el experimentador
debe atenerse estrictamente a los hechos.
La descripción anterior de las recomendaciones de Bacon es una visión blanda o
contemporánea de las reglas bacoiiianas, ya que originalmente se prohibía, incluso,
el dejarse llevar por las primeras anticipaciones (prejuicios, conjeturas) del experi-
mentador (anticipatio mentis), o sea, no sólo se aconsejaba no considerar las erró-
neas teorías existentes, sino, que tampoco estaba permitido guiarse por las propias
conjeturas.
El original y estricto estilo propuesto por Bacon y oficializado por Boyle exige la
presentación clara de los experimentos en orden cronológico, prohibe el empleo de
hipótesis, las cuales podrían expresarse brevemente, sólo al final de los reportes.
De los problemas e inconvenientes de este estilo inductivista da cuenta ya Rober-
to Hooke, cuando en la dedicatoria a la R.S., en las primeras páginas de su "Micro-
grafía" de 1665 confiesa sinceramente sus "faltas"; << He ... añadido.. algunas de mis
propias conjeturas. Y por Io tanto ... debo pedir perdón. Las reglas que han prescrito ...
realmente son las mejores ...p articularmente la del evitar dogmatizar ... y el sujetarse
a cualquier hipótesis no establecida y confirmada suficientemente por los ex-
perimentos ... .Y aunque deseo que sean entendidas sólo como conjeturas e investi-
gaciones (las cuales no desaprueba su método) ... debo declarar que no fue hecho
bajo su dirección.>>(énfasis agregado), [En Agassi, 1977, 1961.
8 7
Es claro que para desarrollar cualquier experimento se requiere de una teoría,
conjetura, o hipótesis que experimentar y prohibir su uso y coartar su creación con-
duce a enredadas y confusas formas de justificar el proceder experimental, los expe-
rimentos serían guiados por ilegales conjeturas o investigaciones.
La tercer costumbre-tradición', impuesta por Boyle con su ley de los gases
ideales, y oficializada, por la R.S. fue inventada y propuesta por Bacon en contra de
las costumbres de aquellos días.
Los autores medievales y del renacimiento hacían elegantes reconocimientos y
dedicatorias a las autoridades filosóficas antiguas o a sus patronos y mecenas. Ba-
con presentó la novedosa sugerencia de acreditar a las personas sus descubrimien-
tos como señal de gratitud y premio para la posteridad, las invenciones mecánicas
deberían ser tan acreditadas o reconocidas como las ideas filosóficas, Bacon iba más
lejos sugiriendo que debería haber un medio público e institucional de acreditación y
reconocimiento. Antes de Boyle dicha costumbre no existía.
Interesante tarea sería elaborar una lista de las invenciones o teorías medievales
acreditadas, o caso contrario de los conflictos de acreditación de los descubrimientos,
VGR; El telescopio; Las manchas solares; Instrumentos médicos; Alambiques alqui-
mistas, etc., etc.
3.1.2 LA METODOLOGíA Dado que lo que se intenta mostrar es que, aunque Boyle declarara seguir el mé-
todo baconiano, inconscientemente actuaba como un "racionalista crítico" -nombre
dado a los vulgares científicos por la jerga filosófica usada hoy día-, se dará una bre-
ve descripción de la metodología de las ciencias empíricas propuesta por Karl Po-
pper.
' La de <<Señalar claramente los reconocimientos a las personas relacionadas con el trabajo.>>, el número 3 en esta sección 3.1 .I.
8 8
De la metodología mencionada sólo se indican dos de los tres niveles en que ésta
se aplica, puesto que no nos interesa justificar la propia metodología.
Primeramente se aclararán algunos mal entendidos derivados de las compasivas
y bien intencionadas lecturas de Popper - populares entre los filósofos de la ciencia.
La primer broma de Popper se encuentra en el titulo del primer libro en que habla
de la filosofía de la ciencia y del método de las ciencias y otras actividades raciona-
les, (nos referimos a "La Lógica de la Investigación Científica"), porque de lo que no
trata el libro es de una lógica o procedimiento para hacer descubrimientos científicos,
actividad que rechaza el autor y de existir una lógica de los descubrimientos sería
objeto de estudio de la psicología empírica y no de la filosofía. Posteriormente en su
prefacio intenta aterrizar a los filósofos y a la filosofía-actividad, señalando que su
objetivo también es resolver problemas, que la filosofía no tiene un método particular
o peculiar, para después señalar que hay un método que puede ser llamado el único
método de la filosofía. ¿Contradictorio? No, porque sí hay un método peculiar pero no
exclusivo de la filosofía, es el método de toda discusión racional, y consiste en esta-
blecer claramente nuestros problemas y examinar las varias soluciones propuestas a
ellos críticamente.
Ya sea que dicho libro contenga o no un método para la filosofía, establece que se
analizará el método de las ciencias empíricas las que son caracterizadas por sus re-
glas metodológicas. La empresa científica se define como una serie de reglas o nor-
mas que indican como se debe tratar a los enunciados, conjuntos de enunciados,
sueños, filosofías, mitos, leyendas, etc. ,etc.
Popper introduce una divisih en ordenes o niveles para diferenciar entre los
antiguos mitos y los mitos que ahora llamamos ciencia, en el capítulo 2 de la LSD y
en le 5 de C&R, señalando que los Últimos van acompañados por una tradición de
segundo orden, la actitud critica o argumentativa.
8 9
La tradición de segundo orden se manifiesta cuando Boyle crítica de Pascal, por
ejemplo, que proponga experimentos que no pueden ser sometidos a prueba, que no
podían ser realizados en aquellos años, no se acepta la ausencia del método crítico,
la experimentación viable, primera fase del racionalismo crítico, (Recuérdese al hom-
bre abismal pascaliano sosteniendo un tubo de vidrio de 20 pies en el muslo derecho,
se preguntaba entonces Boyle ¿Cómo mantener un hombre 20 pies bajo el agua jun-
to con los observadores y cómo obtener un tubo de vidrio de 20 pies de largo?).
Otro ejemplo de la tradición de segundo orden es que Boyle perfeccionó y trabajó
en su hipótesis de la compresión del aire, debido a las críticas que recibiera del jesui-
ta aristotélico Franciscus Linus, de la réplica a las críticas de Linus surge lo que se
conoce como la ley de Boyle.
Dentro de las tradiciones de primer orden están incluidos los mitos y leyendas re-
lacionados con una gran cantidad de asuntos, Vgr. acerca de los sueños, del movi-
miento de los cuerpos, del origen de la vida. Hay una larga serie de mitos y leyendas
sobre la interpretación de los suefíos como las de Hornero, Aristóteles, La Biblia,
Freud, Jung, Fromm, Etc. Acerca del movimiento de los cuerpos se podrían citar a
Aristóteles, Kepler, Galileo, Newton, Einstein, Etc.
Aún queda la pregunta ¿Qué es lo que hace que las tradiciones de primer orden
sean científicas? Parece que no es algo intrínseco a los mitos y leyendas, porque
éstos, aparte de exhibir ciertas propiedades lógico-epistemológicas como verificabili-
dad, falsabilidad, etc., deben estar acompañados (intencionalmente o no) por una
tradición de segundo orden; De tal forma que, si las teorías-mitos-leyendas están
acompañadas de la discusión crítica son científicas, solas no lo son.
Muestra de actividad no científica independientemente, de que se satisfagan cier-
tos requisitos lógico epistemológicos, es Freud y su 'Teoría' psicoanalítica cuando
dice a Jung <<Mi querido Jung, prométame que nunca abandonará la teoría sexual.
9 0
Esta es entre todas las otras la más esencial. Tome en cuenta que debemos hacer
un dogma de ella, un baluarte inquebrantable...>>*
Contrástese, por ejemplo, con el valor que daba Boyle a sus conclusiones-teorías,
que nunca deberían ser tomadas como acabadas sino pensadas como <<las mejo-
res que tenemos, pero mejorablesr>. Propósito de mejora que él mismo concretó al
pasar de la expresión cualitativa de los experimentos I y XVII, a la respuesta cuantita-
tiva que presentó publicada dos arios después al aristotélico Linus en su segunda
edición a “New Experiments Physico-Mechanical Touching the Air.. . I ’ .
Entonces lo que hace científico a un determinado mito, leyenda o teoría es el mé-
todo crítico que las acompaña y es aplicado a éstas, por la persona o comunidad que
las sostiene, y no solamente las propiedades Iógico-epistemológicas que posean.
Si se mal entiende la descripción anterior de la metodología de las ciencias empí-
ricas se le podría acusar de relativista, porque si un miembro de la tradición crítica de
segundo orden presenta un enunciado-teoría-leyenda, entonces éste sería científico,
y si el mismo enunciado fuera presentado por alguien que no perteneciera a la tradi-
ción crítica de segundo orden, entonces el enunciado sería no científico. Esto haría
depender tontamente la cientificidad de las teorías de los individuos, grupos sociales
y membresías a tradiciones críticas. Por ello se debe aclarar de qué tipo de objetos
se puede predicar cientificidad:
i) La actitud o enfoque, de una persona o comunidad, hacia las creencias, mi-
tos, leyendas, teorías, conjeturas, etc., que sostenga.
ii) Enunciados, conjuntos de enunciados, mitos, leyendas, teorías, etc.
iii) Métodos.
se tomó del “Freud Contra sí Mismo” de Hans Steiner de 1977, aparece en compilación homenaje al cuadragésimo aniversario de la muerte de Sigmun Freud que apareció publicada por el CONACYT en 1980.
91
(Sólo nos ocupamos en este ensayo de los dos primeros).
Se puede predicar de una persona o comunidad que tiene una actitud científica si tiene y aplica intencionalmente o no una actitud crítica de segundo orden a sus teo-
rías de primer nivel, si la aplica sistemáticamente. Y se puede decir de una teoría que
es científica si y sólo si satisface algunas propiedades lógico epistemológicas especi-
ficadas por alguna teoría del método. De la gente y sus actitudes se requerirá la acti-
tud crítica que consiste en una apertura hacia ésta, la aptitud para ser criticado y la
ansiedad por criticar nuestros propios resultados, conjeturas y teorías. Y de los enun-
ciados, conjuntos de enunciados, etc., etc., se requerirá la aplicación del método críti-
co o enfoque crítico, o sea el usar pruebas siempre que sea posible, preferentemente
pruebas prácticas en la búsqueda de dificultades y contradicciones en los problemas
y soluciones propuestas.
3.1.3 INDUCTIVISTA POR AUTO-DECLARACION Sin hacer consideraciones sobre si la metodología propuesta es descriptiva3,
prescriptiva, o sólo realiza análisis de conceptos y estructuras, pero considerando
que ofrece un amplio rango de herramientas para analizar teorías científicas y orde-
nar datos históricos, existe la posibilidad de que en la historia de la ciencia se
encuentren datos o ejemplos que verifiquen o refuten una metodología particular, en
este caso la del RC.
Como ya se menciono, Boyle consideraba que sus teorías eran mejorables, mejo-
rables mediante la aplicación de un método crítico. El motor de la mejora en las hipó-
tesis de Boyle fue la crítica que a su obra realizara el jesuita Franciscus Linus, quien
se oponía a la hipótesis de la presión atmosférica de Torricelli-Boyle, proponiendo la
existencia de un cordón de mercurio rarificado, el funiculum, que sostendría la co-
lumna mercurial.
Estamos hablando de una descripción anterior al RC.
92
Boyle partió de las hipótesis cualitativas de sus experimentos I y XVII, para refutar
las críticas que Linus le había hecho, apareciendo su respuesta en forma de relación
cuantitativa en 1662 en su "Defence of the Doctrine Touching the Spring and Weight
of the Air ... Against the Objetion of Franciscus Linus." Boyle y Linus creían en la elas-
ticidad del aire, pero Linus negaba enfáticamente que el aire fuera tan elástico como
Boyle suponía. Lo Importante es que Linus establecía un problema común, el gra-
do de elasticidad del aire, lo que motivó a Boyle a mostrar que su Hipótesis describía
los hechos que Linus objetaba. Boyle reconoce explícitamente que fueron las objecio-
nes de Linus las que lo condujeron a la búsqueda de una Hipótesis cuantitativa, por-
que no bastaban los experimentos de subir y bajar de tas montañas con los tubos de
Torricelli, experimentos que para Boyle realizaron sus colaboradores, Mr.J.Ball y
Mr.R.Townley, o el experimento del balón ~emi-inflado~, ya que las variaciones en la
altura de la columna de mercurio o volumen del balón bien podrían atribuirse a la
temperatura más que a la presión. Boyle consideraba que las diferencias podrían
atribuirse a que el aire de las montañas era más frío.
Sobre el uso de las hipótesis -prohibidas por el método baconiano- dan cuenta las
descripciones que para la realización de sus experimentos hace Boyle.
1. En el experimento en el tubo en J se tenía que dejar pasar aire al extremo corto
hasta que se obtuviera un equilibrio entre las dos piernas - lo que significaría que es-
tarían sometidas a igual presión.
2. Boyle, desde el experimento 1, presuponía que la relación volumen presión de-
bería ser proporcional, él empleaba las palabras variación monótona, hecho que al
realizar los experimentos para replicar a Linus lo llevó a exclamar, << Observando no
sin deleite y satisfacción que el mercurio en esta parte más larga del tubo se halla-
ba 29 pulgadas [es decir una atmósfera] más alto que en la otra ... así ... el mismo aire
puesto en un grado de densidad unas dos veces mayor que el que presentaba antes,
Semi Inflado al nivel del mar, inflado en la montaña.
93
adquiere un resorte dos veces más fuerte que antes.>>, [Boyle, 1662, 741, (énfasis
agregado.)
Lo importante de esta nota, aparte del deleite y satisfacción que le produjo a Boyle
el confirmar su anti-inductivista anticipación a los hechos, es que nos muestra que
directamente de los hechos no obtuvo totalmente su famosa relación, ya que inme-
diatamente después refiere Boyle que no pudo seguir ensayando debido a la ruptura
accidental del tubo, [Boyle, 1662, 751, reanudando posteriormente sus experimentos
para construir su tabla, de la que mediante inducción obtendría la relación que ya lo
había deleitado y satisfecho anteriormente.
3. Confirma su tradición, de la acreditación o reconocimiento, y la actitud crítica
inherente a su pensamiento científico al dirigir sus resultados a su oponente,
<<...nuestro adversario puede ver aquí con claridad que el resorte de aire que a él se
le antoja tan ligero, puede ser capaz de resistir no sólo el peso de 29 pulgadas sino
en ocasiones de más de 100 pulgadas de mercurio>>, [Boyle, 1662, 801, y dejar
abierta la puerta a futuras críticas cuando señala <<..,no me aventuraré a determinar
si la teoría expuesta regirá o no universal y exactamente, sea en la condensación o
rarefacción del aire.>>, [Boyle, 1662, 791
4. Aquí será de utilidad el uso de la tercera tradición inductivista que enseñó Bacon
y estableció Boyle, la del reconocimiento. Porque Boyle no sólo empleaba las hipóte-
sis propias sino que además experimentaba con las que otros le comentaban. (Aquí
la escolástica discusión si la ley de Boyle es de Boyle, Townley, Hooke, Powers, etc.)
Boyle usó la hipótesis e hizo mejoras a un ingenioso aparato de Richard Townley,
que le permitía conocer tanto la densidad como la presión del aire enrarecido, Io que
no se había logrado mediante el LISO de la bomba de vacío. Boyle reconoce explí-
citamente el uso que hace de las conjeturas de otra persona antes de describir sus
experimentos y resultados sobre la dilatación del aire al decir, <<..,reconoceré de
buena gana que aún no había transformado en una hipótesis cierta estos ensayos
94
míos relativos a la medida de la expansión del aire, cuando ese ingenioso caballero el
Sr. Richard Townley, tuvo a bien informarme que ... intento aportar lo que yo había
omitido en cuanto a someter a estimación exacta de qué manera el aire dilatado por
sí mismo pierde su fuerza elástica según la medida de la dilatación.>>, [Boyle, 1662,
811
La hipótesis de Boyle había sido verificada para presiones arriba de una atmósfera
y faltaba por verificar la hipótesis de Townley. (Boyle señalaba que se trataba de dos
hipótesis acerca de fenómenos diferentes, considerando el modelo de materia que
manejaba Boyle -las partículas como resortes- y que en aquella época no se presen-
taba la ley de Hooke -tensión igual a compresión, nombres diferentes para un mismo
fenómeno- por lo que Boyle y Townley en realidad trataban asuntos diferentes).
El estudio de las tradiciones impuestas por Roberto Boyle en la publicación de su
'Ley' de los Gases nos sirvió en este caso para realizar un análisis comparativo entre
la metodología oficialmente adoptada por los inductivistas baconianos y la realmente
practicada. Estudios de este tipo son de utilidad para probar la fortaleza de cualquier
metodología propuesta -incluso en sus aspectos más generales-, sin vernos en la
necesidad de elaborar caricaturas para someter a prueba nuestras propuestas meto-
dológ ¡cas .
3.2 INDUCTIVISMO E INDUCCIÓN Hume reconoció que nuestro conocimiento va más allá de la evidencia de los
sentidos, y constituye creencias sobre cosas que no se han experimentado. El pro-
blema ahora es averiguar si dichas creencias son razonables y si pueden justificarse.
Justificar las creencias con base en las experiencias pasadas es razonar inductiva-
mente.
El término razonamiento inductivo comprende varios tipos de argumentos, los
más conocidos; la inferencia singular predictiva de una serie de enunciados observa-
cionales que describen un fenómeno repetitivo se infiere un enunciado particular del
95
mismo tipo de fenómeno, Vgr. un cierto yogurt nos ha alimentado los últimos 55 do-
mingos, por lo tanto podemos inferir que, en particular, dicho yogurt no alimentará el
próximo fin de semana.
Está también la generalización inductiva, Vgr. el mencionado yogurt nos ha
alimentado un número suficientemente grande de veces, por lo tanto ese yogurt nos
alimentará siempre. Hablando con propiedad estos son los únicos dos tipos de razo-
namiento inductivo, aunque este término denota por lo menos otros tres tipos de ra-
zonamiento; la inducción demostrativa, por ejemplo;
-Todos los relojes Longines tienen el mismo tipo de cristal.
-Este Longines tiene cristal de zafiro.
-Por lo tanto, todos los Longines tienen cristal de zafiro.
La inducción eliminativa de Bacon, por ejemplo:
-0 bien la mala administración pública provocó la devaluación o el subcomandante
Marcos lo hizo.
-El subcomandante no provoco la devaluación.
-Por lo tanto, la mala administración pública provocó la devaluación.
Tanto la inducción demostrativa como la eliminativa son evidentemente argu-
men tos deduct ¡vos .
Existe también la llamada inducción matemática, la cual en acuerdo con So-
minskii, de inducción sólo tiene el nombre. Sobre la que presentamos una breve di-
gresión.
Sominskii correctamente señala el carácter metodológico de la inducción ma-
temática, la cual se usa como herramienta para eliminar conjeturas defectuosas o
poco afortunadas. Una herramienta para someter a prueba. [Sominskii, 19 , 51,
96
porque de acuerdo con este autor “incluso” en las matemáticas el método inductivo
conduce a conclusiones tanto verdaderas como falsas, no es un método fiable para
adquirir conocimientos, para descubrir conjeturas, [Sominskii, 19 , 91.
No es aplicable para descubrir generalizaciones matemáticas, conjeturas, da-
do que el número de casos, incluso dentro de los números naturales, es infinito y por
lo tanto podría suceder que una proposición-conjetura fuese verdadera en muchos
casos, pero no lo fuera en general, por ejemplo el trinomio de Euler para los números
primos que se cumple para 40 casos, y nada más. (X?2 + X + 41 = número primo,
para X=< O, 39 >).
los pasos que propone para usar el método de la inducción matemática:
Para corroborar nuestras apreciaciones de la propuesta de Sominskii veamos
- Contar con un problema, una situación problemática de interés, no disponer
de una fó rm~la .~
Establecer una hipótesis; conjeturar; adivinar una solución, esta etapa creativa
dependerá de la << ... habilidad para conjeturar>> a partir de la situación pro-
blemática dada, ¡.e.:
-
i) Ciertos datos,
ii) La ausencia de fórmulas.
(Véase Sominskii, 19 , 22-infra y 23-supra.)
De todo lo anterior podemos ver que las únicas inferencias realmente inducti-
vas son; la inferencia singular predictiva y la generalización inductiva.
La primera objeción a esos dos tipos de razonamiento inductivo es pedirle a
quien los use o los sostenga el que formule dicho principio de inducción, el que le
permita pasar de una serie finita de eventos a una predicción particular, la inferencia
singular predictiva, o una generalización universal, la generalización inductiva.
En lo que se conoce como ciencias naturales y las matemáticas siempre se preferirá e uso de la fórmula sobre la regla de dedo o la analogía.
Sin importar como sea formulado dicho principio, el escéptico justificacionista
pedirá la justificación de dicho principio (véase la breve digresión epistemológica en
capítulo 1 de este trabajo), ¿cómo justificar el principio de inducción?, existen tres
caminos; apelar a la lógica, recurrir a la experiencia o retirarse a la probabilidad.
Desde Hume, por lo menos, ha quedado claro que la inducción no es deduc-
ción. No se da el caso de que si las premisas de una inferencia inductiva son verda-
deras, la conclusión deba ser verdadera. Es posible que la conclusión de un
argumento inductivo sea falsa y con todas sus premisas verdaderas sin que esto su-
ponga una contradicción. Ejemplos clásicos son los de los dos más famosos inducti-
vistas, Russell y su pavo inductivista, y Hume y su trigo para hacer pan. El principio
de inducción no se puede justificar apelando a la lógica.
Si se intenta justificar el principio de inducción apelando a la experiencia adu-
ciendo que éste ha funcionado en un gran numero de ocasiones y en diversas condi-
ciones se cae en el regreso infinito o argumentación circular. Se emplea el mismo tipo
de argumento que el que se pretende justificar.
La retirada a la probabilidad, en vez de predicar la verdad de las inferencias
inductivas, se habla de la certeza probable de las inferencias inductivas. Pero cual-
quier evidencia observacional constará de número finito de enunciados observaciona-
les, mientras que un enunciado universal hace afirmaciones sobre un número infinito
de ellos, de todos. Por lo tanto, la probabilidad de cualquier enunciado universal que
afirme algo sobre el mundo es cero, sea cual sea la evidencia observacional.
Respecto a la relación entre inductivismo y bayesianismo como posiciones
asumidas conjuntamente se pueden dar tres alternativas, o sea, no es necesario sos-
tener que la investigación científica se desarrolla inductívamente para ser bayesiano,
se podría ser falsacionista o kuhnniano. También se puede ser inductivista y no ba-
yesiano, es decir, aceptar que los científicos deben hacer un gran número de obser-
98
vaciones para obtener de ellos generalizaciones y predicciones mediante la aplica-
ción de algún principio de inducción y no aceptar o interesar el cálculo de las probabi-
lidades de las generalizaciones o predicciones obtenidas. La tercer posición es
aceptar tanto inductivismo como bayesianismo.
El inductivismo es una propuesta de cómo se deben de conducir las investiga-
ciones científicas para que se de el conocimiento.
El bayesianismo es una propuesta de cómo evaluar las generalizaciones y
predicciones científicas, dada la evidencia que las soporta. Para esta posición sí se
debe tomar muy en cuenta el justificacionismo o confirmacionismo.
No es posible justificar la inducción ni lógica, ni empíricamente, ni retirandose
a la probabilidad, pero ¿qué importancia tiene esto? Aparentemente de no contar con
un firme principio de inducción se cae irremediablemente en el irracionalismo, esto
considerando el siguiente argumento hummeano:
(1 ) Razonamos y debemos razonar inductivamente.
(2) Razonar inductivamente es invalido.
(3) Razonar inválidamente es irracional.
Por Io tanto, somos y debemos ser irracionales.
Para que no se de la conclusión por lo menos una de las premisas debe ser
falsa.
La inducción no es necesaria para el conocimiento, no desempeña ningún
papel en el desarrollo del conocimiento. Popper da este tipo de respuesta desde su
primer libro, “Los Dos Problemas Fundamentales de la Epistemología’’ donde niega
que incluso los animales requieran de la inducción para aprende?.
Para una discusión más amplia véase 1.1.3 LA “IMPERTINENCIA DEL ESCEPTICISMO, En este mismo trabajo.
99
Negar que razonar inductivamente sea invalido, y se dan dos alternativas; for-
talecer las premisas inductivas haciéndolas mas precisas y limitadas, o tan generales
que cualquier cosa se siga de ellas, o fortalecer la conclusión.
Negar la premisa tres, es decir, no es irracional razonar inválidamente, como
diría Putnam en su ataque de homenaje a Popper “la inducción no es ded~cción”~.
’ En su contribución al libro uno de “The Philosophy of Karl Popper”, un artículo con el titulo de “The “Corroboration” of Theories”, Hilary Putnam asevera que <c.. . la inducción es circular. ¡Por supuesto que lo es! La inducción no tiene justificación deductiva; La inducción no es deducción.>> [Putnam, 1969, 2391
100
Debemos conquistar la verdad mediante conjeturas, o no la conquistaremos de ningún modo. Charles S. Pierce. -
CAPITULO 4 LA RACIONALIDAD DEL MÉTODO
4.0 ANTECEDENTES
El presente estudio considera problemas que son fundamentales en el
entendimiento o comprensión de la filosofía de la ciencia contemporánea. Se tratan
dos problemas que se piensan alejados e inconexos, el de la racionalidad y la
metodología de las ciencias naturales, auxiliados por el estudio que de la primera
hace Max Weber.
Se debe señalar que en algún momento, contrariamente a la propuesta del
presente trabajo y al proceder real de las ciencias naturales se tendrá que aclarar y
establecer el significado de algunos términos o conceptos, dado que la situación
problemática, la confusión imperante respecto de ellos, así Io requiere.
A. UNA LECTURA PREJUICIADA, (NO INGENUA) Se considera importante aclarar que no se seguirán las recomendaciones
que Francis Bacon proponía como un patrón para la adquisición de conocimiento, a
saber: Que el sujeto cognocente debía acercarse a leer con una mente abierta y libre
de prejuicios en el libro abierto de la naturaleza, sin dejarse llevar por las primeras
anticipaciones de su mente. Tomando en cuenta que: Cuando Bacon hablaba de
interpretación Io hacia en un sentido legal distinto del moderno, donde interpretar
significaba leer y exponer la ley al profano tal como es exactamente. No como
algunos historistas (Diltey) que mal traduciendo y tomando metafóricamente el dictum
Baconiano del inferpretatio naturae como objetivo de las ciencias sociales (la
101
interpretación en el sentido no Baconiano) lo igualan erróneamente al anficipatio
mentis de Bacon.'
Y que más bien se seguirán las recomendaciones de I.Kant, M.Weber y
K.R.Popper con respecto de la forma de adquirir nuestro conocimiento del mundo,
incluidas las teorías que lo describen desde las metafísicas hasta las científicas,
porque:
- Como propuso Kant el sujeto cognocente no es un pasivo receptor de datos
sensoriales y,<<aunque todo nuestro conocimiento comience con la experiencia, no
por eso procede todo el de la experiencia>>*, Kant, (1 787), así el sujeto cognocente
impone determinados mecanismos y leyes a sus percepciones para llegar al
conocimiento, o sea, si bien todo conocimiento surge de la experiencia en realidad la
naturaleza no es un libro abierto, incluidas las teorías que lo explican o tratan de..,
como las de Weber, y se le debe obligar a contestar a la razón de acuerdo con
ciertos principios y leyes anteriores a la experiencia, incluidas lecturas o discusiones,
por lo que no todo nuestro conocimiento procederá de la experiencia.
- Y como refiere Max Weber, no existe una ciencia << sin supuestos previos>>, ya
que <<Todo trabajo científico tiene como presupuesto la validez de la lógica y de la
[una] metodología>>, [Weber, 1917, 2081 . De lo que se sigue que incluso para el
análisis de la racionalidad en Weber, y siguiendo al propio Weber, estaremos
'contaminados' por la lógica y una metodología, las que serán nuestros
presupuestos.
Haciendo uso de los supuestos básicos que Weber recomienda (Lógica y
Metodología), señalaremos los errores metodológicos en los que Weber incurre,
' Véanse las notas 39 y 41 del capítulo 8 en Popper,l972. El significado original de interpretar se ha perdido, << en la época de Bacon habría significado que el juez tiene el deber de leer la ley tal como es, así como de exponerla y aplicarla de la única manera correcta, interpretatio juris (o legis)>>. [Popper,l964] Véase el apartado del capítulo 2.
Véase la introducción a la segunda edición en Kant,(1787), parágrafo 1. "De la distinción del conocimiento puro y del empírico.
102
esperando que estos supuestos no sean rechazados prima facie porque: <<Ninguna
ciencia carece por entero de supuestos previos y ninguna puede demostrar su[s]
propio[s] valor[es] a quienes rechazan estos supuestos, ...>>, [Weber, 191 7, 2261,
(énfasis agregado.)
- Y en acuerdo con Popper la ciencia y la investigación científica empiezan con
problemas, problemas que son problemáticos dentro de una teoría o conocimiento
conjetural previo, por lo que es imposible comenzar cualquier investigación con una
mente completamente libre de prejuicios porque <<El conocimiento no puede partir
de la nada, de una tabula rasa, ni tampoco de la observación. El avance del
conocimiento consiste ..., en la modificación del conocimiento anterior. ..., la
significación del descubrimiento ... depende de su capacidad de modificar nuestras
teorías anteriores.>>, [Popper, 1963,521.
B. UN ANÁLISIS 'LIBRE DE VALORES' También es momento de aclarar que, en este trabajo, no se presentará a la
racionalidad como un valor o un juicio de valo?, usando terminología Weberiana, de
la actividad científica o producto de ésta, tampoco como un concepto o 'tipo ideal'
creado para comprender-explicar los cambios de comportamiento en los diferentes
estadios históricos de la humanidad. En cambio, se pretende mostrar que la
racionalidad es una actitud o forma de actuar, ésta se puede encontrar en diferentes
Caeríamos en la trampa justificacionista que este trabajo está tratando de desenmascarar, evitar, aislar y resolver. Es decir dar razones que justifiquen la adopción de la posición racional como si se tratara de un objeto o hecho, o sea, evaluándola con los criterios de la distinción filosófica tradicional entre conocimiento y opinión, (que: A sabe que P, P es verdadero, A puede justificar que P.) La forma sana de evitar entrar en ese pantano y, también, resolver ese problema - trampa es no considerar a la racionalidad como un objeto, eso no la haría más o menos objetiva, sino como un proceso o método que, (con base en principios básicos de cualquier modelo comunicativo y tradiciones que lo acompañan), eso sí, como cualquier propuesta racional debe ser juzgado, sometido al escrutinio crítico, no con base en su origen, sino por las consecuencias de su adopción, sus implicaciones y las implicaciones de su posible rechazo. Como ya se dijo al inicio del presente trabajo, no es conveniente confundir razón con racionalidad, ésta sostenida con argumentos, la argumentación, la comunicación que presupone la existencia de tradiciones, en ciertas comunidades, sostenidas críticamente. Parecería que se está desplazando el problema de la consistencia de la racionalidad autocontenida, o comprensiva, al de la tradición autocontenida, comprensiva o coherente, no es así, sólo se solicita aceptar que la comunicación en su subnivel argumentativo y descriptivo presupone la existencia de tradiciones, esto es fácilmente mostrable.
103
objetos a diferentes niveles de análisis de toda actividad humana que pretenda
progresar. Así salvaremos los grandes abismos éticos, proponiendo que en el campo
de la ética también se puede aprehender, por lo que no será necesaria la
construcción o adopción de tipos "ideales" de actuar ético, (con arreglo a fines, con
arreglo a valores), inamovibles e incompatibles entre si.
La anterior segunda aclaración se considero dada la recomendación que hace
Max Weber en distinguir del actuar del científico (actividad científico-cultural), el valor
o los valores que pudieran desprenderse de dicha actividad para orientar el
comportamiento del hombre en una comunidad, donde siguiendo a Sócrates y
Jenófanes lo mejor que podemos hacer es buscar la verdad objetiva con humildad y
honestidad intelectual, las que jamás nos darán prerrogativas para imponer nuestra
verdad a los otros aunque la disfrazásemos de valores que orientasen nuestro actuar
en el mundo.
Toda teoría racional sea científica o filosófica es racional en la medida en que trata de resolver ciertos problemas. K.R.Popper
4.1 EL PROBLEMA DE LA RACIONALIDAD. AI hablar sobre la racionalidad nos enfrentamos a uno de los problemas más
complejos e interesantes de la comprensión humana. Complejo porque:
i)
ii)
Es supuesto que todos los humanos son seres racionales.
AI presentar y defender alguna hipótesis sobre la racionalidad se pretende
que esta es correcta y verdadera (de otra forma no valdría la pena
presentarla.)
Dado ii) y puesto que i ) , quienes no se ajusten a la propuesta de racionalidad
imperante en un tiempo pueden ser peligrosa y ligeramente calificados de no
racionales o irracionales.
iii)
104
- Interesante por los graciosos despistes a los que puede conducirnos el
abordar este problema, al no hablar acerca de <<la constatación de los
hechos, la determinación de contenidos lógicos o matemáticos o de la
estructura interna de los fenómenos culturales>> [Weber, 19221, podría
parecer que se habla sobre cual debe ser el comportamiento del hombre en la
comunidad, convirtiéndonos inmediatamente en demagogos, profetas o caudi-
llos, en pos de una racionalidad universal global inalcanzada, pero deseada.
Como ejemplos no creados a modo, y para resaltar la importancia de un
estudio serio y racional de la racionalidad, que no se argumenta contra una
caricatura, molinos de viento, tigres de papel o gigantes con pies de barro se refieren
los siguientes despistes:
confusión al igualar racionalidad con logicidad, atribuyéndose ésta únicamente
a las ciencias formales-naturales, estableciendo que el positivismo lógico y el
racionalismo crítico señalan que la racionalidad está implícita e
invariablemente asociada a todo genuino pensamiento científico en los
diferentes períodos de su desarrollo. (un racionalismo transhistórico
demasiado estrecho).
Los ataques a esta caricatura de racionalidad desde Toulmin hasta
Feyerabend, pasando por Kuhn, filósofos que, o la relativizan o la rechazan
como un instrumento de desarrollo del conocimiento científico (caso de
Fe~erabend).~
El temor miedo-moda a la racionalidad, como si la característica o actuar
racional fuese un pecado, cuando se quiere salvar a la sociología
"comprensiva" del prejuicio racionalista, aclarando Weber incluso que la
sociología "comprensiva" será racionalista sólo como recurso metódico que no
Para una soberbia descripción de estas erróneas concepciones se puede consultar Tianji, (1985), de donde o la racionalidad es tiene la forma de un argumento lógico transhistórico o bien es relativa a una élite-comunidad-científica en un tiempo dado e incomunicable entre cualquieras dos de ellas.
105
implique <<la creencia de un predominio en la vida de lo racional>>,veber,
1922,7].
Para no proceder cual filósofos formados prima facie5, lo que nos
preguntamos es: ¿Cómo pudo un hombre tan inteligente como Max Weber devaluar
o menospreciar tanto a la racionalidad, como componente importante de todo actuar
humano? Debemos buscar la situación problemática o problema que él trato de
resolver, el conocimiento tácito o de fondo dentro del cual el problema era problemáti-
co y, posteriormente considerar críticamente las hipótesis o soluciones tentativas
propuestas. (Se reconoce que el problema de la racionalidad en Weber puede ser
analizado desde la perspectiva que nos ofrecen otras metodologías de la ciencia; La
Kuhniana con su inconmesurabilidad entre teorías-paradigmas, la de Lakatos con sus
programas de investigación o la de Feyerabend con su 'Todo vale'. etc., etc.).6
La situación problemática de fondo podría entenderse como una reacción
contra la industrialización deshurnanizadora (así era vista por algunos círculos
intelectuales en Alemania), basada en el pragmatism0 y empirismo que se
desarrollaba y desarrollaba a Inglaterra desde el siglo XVII.
Las naciones del continente habían tratando de copiar el éxito inglés en el
campo de la producción industrial, la solución para revitalizar las artes e industrias se
vio en la revisión de los programas educativos y técnicas de aprendizaje. Incluso en
Con sinceridad podemos aseverar que resulta verdaderamente extraño decir que Popper defiende concepciones de Wittgenstein, esto es así respecto de la valoración que el segundo autor hacia de la filosofía, que ésta era un conjunto de balbuceos sin sentido. Popper explica bajo que circunstancias esto puede llegar a ser así, su primer tesis habla de la posibilidad de que toda filosofía y toda escuela filosófica degeneren y sus problemas auténticos degeneren, también, en pseudoproblemas, esto consecuencia del aislamiento filosófico, es decir, de la idea equivocada de que se puede filosofar sin tener necesidad de hacerlo, sin haber sido obligado a filosofar por problemas que se encuentran fuera de la filosofía. En su segunda tesis es dónde Popper enuncia el método prima facie para formar a nuestros filósofos profesionales, método generalizado y empleado no exclusivamente en la filosofía, [Cfr. Popper, 1963, 100 y 1011, esto tiene una relación relevante con las ideas expresadas en la introducción a este trabajo, por Mario Bunge y el Dr. Sergio Péres, en resumen, no ignorar a la filosofía, pero no darle tanta importancia, a la vez, véase la introducción de este trabajo]
Véanse los atinados comentarios acerca del uso de las metodologías de la ciencia para el estudio de la historia de los problemas en la ciencia en; Freundlich,(l980), y Sharkar,(l981).
106
1896 el gobierno prusiano envió al 'espía cultural' Herman Muthesius a Inglaterra
para copiar el modelo que sustentaba el éxito inglés, lo mismo hizo Francia con
respecto de las artes mecánicas.
Mientras en Inglaterra se rechazaba el uso de la maquinaria y tecnología en la
fabricación de muebles y otros bienes, en Alemania se establecieron los talleres y la
enseñanza de tecnología y procedimientos en todas las escuelas de artes y artesa-
nías -dadas las recomendaciones de su espía cultural. Alemania recibió con los
brazos abiertos la producción industrial de muebles, utensilios metálicos y diversos
artículos para el hogar.
Esta "salvaje" introducción de la producción racionalista y barata de todo tipo
de bienes condujo al liderato industrial europeo a Alemania, pero, ¿ por qué debería
esta actitud racionalista introducirse incluso en las ciencias de la ~ul tura?.~
Se describen a continuación los problemas que presenta el análisis de la
racionalidad en Weber.
En primer lugar su Esencialismo-Comprensión intuitiva, características del
historicismo antinaturalista, en acuerdo con el análisis metodológico realizado por
Popper.
En segundo lugar se señala la inconsistencia lógica de la neutralidad
valorativa.
Para una descripción del ambiente de la época y del afortunado reencuentro del enfoque tecnológico con la mayoría de las actividades culturales -incluso el arte y la pedagogía-, Véase Droste, (1990).
107
4.1 .I EL PROBLEMA DEL ESENCIALISMO, COMPRENSIÓN
INTU ITlVA
4.1 .I .I ESENCIALISMO
Se predica de la sociología comprensiva de Max Weber, que es esencialista
no como consecuencia de nuestro prejuiciado análisis de su metodología, sino
porque así lo establece el mismo Weber, y así lo reconstruyen y aceptan sus
'comentadores', quienes aún no ven los inconvenientes metodológicos en dicha
sociología.
La anterior aseveración se tiene su origen en la visión que de la ciencia y su
origen tenía Max Weber, cuando considera que fueron dos los instrumentos que
anclaron o atrajeron la ciencia a la realidad, uno en la época griega con Platón el
ecdescu brimiento de uno de los mayores instrumentos del conocimiento científico,
del concepto>>, weber, 1917, 2021, (énfasis agregado.) Sólo nos ocuparemos en
este apartado del anterior primer instrumento clave de la ciencia, según Weber. Se
nota la importancia que para Weber tiene el concepto, las definiciones, véanse en
'Economía y Sociedad'; las primeras 20 páginas; las 16 entradas en Racionalismo,
43 en Economía y 1 13 entradas correspondientes a Estado en su índice analítico.
Este esencialismo metodológico deriva de Platón y más claramente de
Aristóteles, quien creía que existían dos tipos de conocimiento o ciencia, el
conocimiento demostrativo y el intuitivo.
El conocimiento demostrativo consistía de enunciados que pueden
demostrarse (las conclusiones), y dado que toda prueba deriva de ciertas premisas,
si se exige que las premisas sean comprobadas, entonces la cuestión de la verdad
de las premisas se trasladaría un paso más atrás y así sucesivamente hasta el
infinito. Por lo cual Aristóteles estableció que se debía suponer la existencia de
ciertas premisas indudablemente ciertas, que no necesitaran ninguna prueba, ¡.e., las
premisas básicas.
108
Siguiendo con Aristóteles, si se aceptara la validez de los métodos mediante
los que derivamos las conclusiones de nuestro conjunto inicial de premisas, es decir
la lógica, entonces la totalidad de nuestro conocimiento científico descansaría en
dichas premisas básicas. Conocimiento al que accederíamos contando con una
enciclopédica lista de conceptos, definiciones, premisas. Según Aristóteles una
premisa básica es un enunciado que describe la esencia de una cosa, una
definición.
Pero ¿cómo captamos esa esencia de las cosas? Aristóteles siguiendo a
Plantón creía que era mediante la captación intuitiva de la esencia de las cosas.
Platón enseñaba que se podían captar las ideas con la ayuda de una intuición
intelectual infalible la cual dependía Únicamente del intelecto, excluyendo cualquier
relación con la experiencia.
Para Max Weber las premisas básicas se obtienen mediante <<la evidencia
de la comprensión [que] puede ser de carácter racional o de carácter endopático ... En
el dominio de la acción es racionalmente evidente, ante todo, lo que de su
'conexión de sentido' se comprende intelectualmente de un modo diáfano y
exhaustivo>>, weber, 1922, 61, (énfasis agregado.)
Por otro lado, también J.Habermas encuentra y describe claramente la actitud
esencialista, desde otra perspectiva, en la reconstrucción que hace del incompleto
proyecto de Max Weber. Habermas refiere que Weber -... se planteó el problema
del surgimiento y evolución de las sociedades modernas desde un punto de vista
enteramente ahistoricista, [el punto de vista] de la racionalización.>>*. Habermas
* Con el fin de no caer en discusiones meramente escolásticas acerca del real y original significado de historicismo, haremos uso, sólo en esta sección, del equivocado manejo que de este término hace Habermas. Hay una breve aunque necesaria digresión 'histórica' del origen y uso del término Historicismo que se debe consultar, [Véase Donogan, 1972,905-9241, se dice necesaria dado que la filosofía racionalista de K.R.Popper no ha gozado de suficiente popularidad entre los "científicoc'kociales formados prima facie, y se corre el riesgo de que por mayoría de votos o mayor volumen vocal (opinión de Lakatos de los científicos sociales) se legalice el equivocado uso del término en disputa. Lo que por otro lado no representa ningún problema para el racionalismo crítico. (Donogan presenta un estudio lingüístico del origen del término, queda demostrado en su artículo que el padre
109
declara además que Weber ante el temor de convertirse en un relativista opta por
una posición universalista.
El cambio tenía que hacerse depender de una lógica interna de las ideas, de
lo que no cambia, de las esencias, y no de los mecanismos evolutivos de los
sistemas sociales;<<. . . tenían que explicarse en términos estructuralistas y no en
virtud de leyes de la evolución s~cial>>~,[Habermas, 1981, 21 O].
Volviendo a Weber, este nos presenta una importante regla de su
esencialismo metodológico, a saber, <<Para que ... se exprese algo unívoco la
sociología debe formar, por su parte, tipos puros (ideales) de esas estructuras, que
muestren en sí la unidad más consecuente de una adecuación de sentido lo más
plena posible...>>, aunque reconoce que no será frecuente encontrar en la realidad
éstas esencias, insiste en la importancia que tiene para su sociología la construcción
y uso de conceptos-tipo, para <<. . . encontrar reglas generales de acaecer>>, o por si
<<... pueden prestar algún servicio para la imputación causal histórica de los
fenómenos culturalmente importantes>>.
Toda vez que se ha mostrado fehacientemente el esencialismo metodológico
en la sociología de Weber, pasamos a señalar algunos inconvenientes con respecto
al problema del racionalismo.
1. Conduce a la falsa creencia de que el objeto de la ciencia es encontrar
explicaciones últimas, los tipos ideales. Lo que sería el fin de la ciencia, del método
racional, la actitud racional y el racionalismo crítico.
2. El surgimiento y justificación de un intelectualismo autoritario, porque poseyendo
una buena cantidad de tipos ideales o premisas básicas Aristotélicas y el uso de la
lógica se tendría que aceptar la existencia de una verdad Última. Esto ya lo sabia
del término “historicismo” es Karl R. Popper, es decir, el uso ligero del mismo concepto de parte de otros importantes científicos sociales es por lo menos erróneo.)
Habermas, (1981), pag.210.
110
Weber cuando hablaba acerca de la importancia del descubrimiento del concepto
<<como un instrumento ..., merced al cual puede colocarse a cualquier persona en el
torno de la lógica y no permitirle escapar de el a menos que confiese, o bien que no
sabe nada, o bien que esta y no otra alguna es la verdad eterna->>, weber,
191 7, 2031, (énfasis agregado.)
3. Uno más de los inconvenientes del esencialismo metodológico Aristotélico-
Weberiano es el del escolasticismo. Aristóteles sabía ya que intentar probar todos los
enunciados conduciría a una regresión infinita, por eso la introducción de sus
esencias o definiciones básicas. Pero lo que no consideran ni Aristóteles, ni Weber es
que el intento de definir el significado de todos los términos, conduce igualmente a
una regresión infinita de las definiciones de los términos contenidos en las propias
definiciones, (Esto ya lo trabajamos de forma amplia cuando se mostraron tanto
las estrategias escéptica y dogmática, véase capítulo I de este mismo ensayo.)
La huera actividad de definir el significado de todos nuestros términos y no ocuparnos
de los hechos y teorías conducen a la mera confusión verbal, y la falsa creencia de
que es mucho lo que depende del significado, que se opera con significados.
4.1 .I .2 LA COMPRENSIÓN INTUITIVA
El problema con esta actitud metodológica de Max Weber no es la propia
actitud, como sucede con el esencialismo, sino su pretensión de que la comprensión
intuitiva es de uso exclusivo de la sociología y el uso o aplicación que de la misma
hace Weber.
Porque en realidad a la ciencia, y a todo actuar racional, no le importa como
se llegue a plantear las teorías, hipótesis o soluciones tentativas a las diferentes
situaciones problemáticas, bien podría llegarse a ellas mediante intuición, revelación,
conjuros, pases mágicos, etc. Lo que interesa es como pueden someterse a prueba
por todo el mundo las intuiciones o conjeturas, como se les quisiera llamar, que
inventamos y presentamos con la intensión de explicar el mundo.
111
Esto quiere decir que el método de la comprensión intuitiva se puede
considerar una ¡legitima herramienta, (como muchas otras), para arribar a nuestras
hipótesis-conjeturas, no hay método para descubrir conocimiento científico, pero se le
podría considerar uno, entre otros, para verificarlas o explicar algún fenómeno
haciendo uso de ellas.
4.1.2 INCONSISTENCIA LÓGICA DE LA NEUTRALIDAD
VALORATIVA No nos detendremos en el análisis escolástico de lo que real y esencialmente
quiso decir Max Weber con neutralidad valorativa de la actividad científica, de si
limitaba dicha actividad sólo a la crítica técnica de los problemas prácticos o si la
dotaba de una perspectiva ética".
Por el contrario sólo mostraremos que es lógicamente inconsistente el solicitar
de cualquier actividad, incluso la científica, que esta se realice sin partir de algún
supuesto previo, o sea, sin una demostración previa.
En primer lugar, si consideramos la anterior exigencia de la neutralidad
valorativa como un axioma o valor del proceso científico, es insostenible puesto que
corresponde a otra formulación de la paradoja del mentiroso, supongamos que se
iniciara cualquier investigación asumiendo como verdadero el siguiente argumento:
Todos los principios adoptados sin un argumento previo son
inadmisibles. (Evidentemente ese mismo principio seria inadmisible).
~ ~ ~~
' O Para ese efecto pueden consultarse todas las notas al capítulo 2 de Roth & Schlushter, (1979), donde se da una extensa bibliografia básica sobre el tema.
Otro curioso ejemplo de inconsistencia lógica ,que afortunadamente no se aplica a Weber dado que el es un esencialista metodológico-historicista y no un simple historista (usando términología de Popper), es el principio básico del historismo: "Ningún juicio es absolutamente verdadero y todos se refieren inevitablemente al habitat social (o
histórico) de quienes los formularon." Si este fuera cierto sólo aplicaría al habitat social o histórico de quien le dio origen, a menos
que autoritariamente lo imponga una comunidad. Véanse notas 7 y 8, y texto del cap. 24 en Popper, (1 945).
112
Por otro lado, si consideramos a la libertad valorativa como una actitud
metodológica que nos exige asumir conscientemente los valores o perspectivas
desde los cuales se realiza en determinado análisis sociológico, entonces esto nos
conduciría a un relativismo dónde cualquier interpretación sería válida, dado un
marco o aparato categorial, o, a pretender alcanzar la objetividad de nuestros
análisis mediante procedimientos metafísicos, una socioterapia que libere al científico
social mediante el reconocimiento de sus complejos de valores, de su ideología social
(Hegeliana: Espíritu Nacional, Marxiana: Conjunto de ideologías totales función de
una clase, estrato o hábitat dentro de una misma nación).
Del relativismo ya se mostró brevemente su inconsistencia, (si alguien asevera
que todo es relativo, su aseveración es relativa), además, aunque no haya forma de
refutarlo, el relativismo no puede ser sostenido por ningún argumento, porque todos
caen en la autocontradicción: Si nada puede ser verdadero, entonces el mismo
enunciado que lo sostiene no puede ser verdadero. En general para esta sección
véanse las notas al capítulo 24 de Popper (1 945.)
De la socioterapia se puede decir que es lógicamente inconsistente por su
pretensión de liberarse de los complejos de valores mediante el análisis, ¿No será
esta pretensión también el producto de una ideología social (un complejo de valores),
el producto de una clase, estrato, nación o cultura particular, para conformar a la
única élite capaz de poseer la "objetividad" del análisis sociológico científico?
El simple deseo del científico social por tener una mente más objetiva, ya sea
mediante la adopción consciente de un aparato categorial, ya mediante la
comprensión, análisis y eliminación, en su caso, de sus insensateces ideológicas, no
basta para alcanzar la objetividad científica, ya que esta objetividad radica en otro
plano en otro nivel, el nivel del método científico. (Véase 2.3).
113
Quiero decir, pues, algo que me suena a
pragmatismo. Aquí me enredo en una especie de
Concepción del mundo.
L. Wittgenstein.
4.2 EL OBJETO DE LA CIENCIA Se hará una breve descripción de la actividad científica, -como actividad
humana que tiene por principal objetivo el desarrollo del conocimiento, tanto teórico
como práctico-, con el objeto de mostrar que las erróneas posturas metodológicas
formuladas por Max Weber son producto de de su equivocada concepción de lo que
la ciencia hace.
Es necesario aceptar que la metodología de Weber es el producto de su
concepción de lo que son las 'ciencias sociales', y que una comunidad dada de
científicos sociales puede fijar con toda razón los fines y objetivos de su actividad con
absoluta libertad, pero en el momento que una comunidad pretende que sus
actividades sean consideradas científicas (es decir, que se desarrollan, que no son
un conjunto de principios o dogmas) éstas serán juzgadas usando diversos criterios
en las diversas fases de su desarrollo.
El problema surge cuando de la actividad que desarrollan los 'científicos
sociales' se pretende derivar un método para su actuar científico, partiendo del
carácter y objetivo de su actividad así como de su visión o comparación con el
método de las ciencias empíricas llegar a una determinada actitud metodológica, o
sea si;
A: Es el carácter de la ciencia en cuestión.
B: Es el objetivo de la ciencia en cuestión.
(A&B) : Son determinados por una comunidad científica en un tiempo, por lo tanto
son correctos y válidos.
C: Visión que del método de las ciencias naturales tenga un metodólogo.
114
Lo que se mostrará es que la visión que tenía Max Weber de lo que son las
ciencias naturales y su método es equivocado, por lo que C será falsa y la conjunción
((A&B) & C) también lo será. Y pretender derivar o tomar cualquier actitud
metodológica de las anteriores premisas es incorrecto -llámense estas historismo,
historicismo, relativismo, comprensión intuitiva, materialismo histórico o, sus
opuestas, dado que de la falsedad del antecedente, premisas del condicional
asociado a todo argumento, se puede seguir cualquier cosa, (Dun's Escoto).
Se dice que Weber crea una errónea metodología partiendo de su visión del
método de las ciencias naturales porque mal interpreta:
- - -
La forma y función lógica de las teorías.
Los métodos y objetivos de la experimentación.
La función lógica que desempeña la observación y el experimento en la ciencia.
A continuación se describe brevemente a la actividad científica, lo que nos
permite salvar los anteriores malentendidos y los problemas que enfrenta la
metodología Weberiana. Resueltos desde un racionalismo no justificacionista,
propuesta de este ensayo.
4.2.1 LA ACTIVIDAD ClENTlFlCA No se pretende dar una definición o "noción" de la ciencia o de lo que es
científico, puesto que hay diferentes objetos de los que se puede predicar su
cientificidad, por ejemplo: de la gente y sus actitudes; de los conjuntos de
enunciados, teorías mitos y leyendas; de los métodos. Lo que se pretende es
presentar un enfoque de la ciencia que nos permita terminar con los dogmas y
fantasmas creados por tantos metodólogos que, desde la perspectiva de las ciencias
sociales y su validación, jamás han considerado el importante papel que desempeña
115
el enfoque tecnológico o práctico para el sano desarrollo del conocimiento científico,
como motor o estimulo y como freno.'*
Debemos considerar como ya acertadamente señalaba Kant que, <<El ceder
a todos los caprichos de la curiosidad y permitir que nuestra pasión por la
investigación no quede refrenada sino por los limites de nuestra capacidad,
demuestra una mente entusiasta y anhelosa, no indigna de la erudición. Pero es la
sabiduría la que tiene el mérito de seleccionar, de entre los innumerables problemas
que se presentan, aquellos cuya solución es importante para la humanidad.>>.13
La Ciencia es una actividad productora de conocimiento, su producto, el
llamado conocimiento científico. Pero, ¿Qué características tiene este conocimiento
que lo hace diferente de todo otro tipo de conocimiento?
El estudio científico de la ciencia, emprendido por algunos filósofos de la
ciencia, nos señala cuatro características directamente asociadas con esta actividad:
- - - Su forma de desarrollo. -
La naturaleza y el tipo de sus explicaciones.
La naturaleza de sus procedimientos de validación.
El estado de verdad de sus teoría~. '~
La más importante de estas características, desde la perspectiva de las
Ciencias Naturales, es la naturaleza de la explicación científica puesto que de su
desarrollo se siguen las otras tres.
l2 Es probable que Weber por las razones que ya se señalarón en 1 intentara defender a la ciencia <<pura>> de quienes pretendían que la investigación científica sólo era justificable si representaba ser una buena inversión. l3 Kant, I "Sueiios de un Visionario", parte II, Cap.111, Werke,ed. E. Cassier, Vol. II, Pág. 385.(Tomado de Popper, ( I 945)). l4 Véase Kourany, 1987.
116
4.2.2. LA EXPLICACIÓN Y EL OBJETO DE LA CIENCIA
Se presenta a la ciencia sustentada en una teoría del conocimiento que la
considera como el producto de la actitud critica hacia el propio conocimiento, donde
lo más importante, y que es el punto a discutir en esta sección, será el objeto o fin
que persigue la ciencia como actividad humana.
<<Se considera que la ciencia desempeña dos funciones propias de su misión,
que es el desarrollo del conocimiento, la una teórica, la explicación, y la otra práctica,
la predicción y la aplicación técnica. Se debe considerar que ambas funciones son en
cierta medida dos aspectos distintos de una y la misma actividad, La Ciencia.>>,
[Popper, 1972, 31 41, (énfasis agregado.)
Estos dos aspectos de la actividad científica no son considerados ni por los
positivistas lógicos del Círculo de Viena, ni por los Historicistas Kuhnnianos, ni por
aquellos que pretenden establecer un meta criterio de demarcación, caso de Max
Weber quien pretende establecer una rígida división entre ciencia pura y aplicada.
Weber expresamente señala, argumenta y defiende la demarcación entre las
ciencias puras y aplicadas en perjuicio de las segundas. Weber podría fácilmente ser
considerado un precursor de Kuhn cuando dice que a los << técnicos suele venirles
ya dado de antemano lo principal; que es el fin.>> esto es, los técnicos desarrollan
actividades rutinarias o normales aplicando ciegamente un conjunto de reglas
(medios) para un fin dado. Es decir Max Weber no entiende o no puede ver que su
pretensión de existencia o imposición de unos fines Últimos es utópica y contraria al
desarrollo del conocimiento, lo que Ciencia y Técnica hacen es implementar fines
inmediatos y en esta tarea hay una fuerte interacción entre el descubrimiento de
nuevos medios y la adopción de nuevos fines inmediatos a alcanzar. Weber tiene una
concepción estática y cerrada de la ciencia fundamentada en el conocimiento-
episterne aristotélico, lo que es la cuna de sus erradas propuestas metodológicas.
117
De paso, podemos encontrar otra característica del esencialismo weberiano
(ya discutido), cuando en la presentación de su meta-criterio de demarcación señala
que en cuanto a los fines, a los científicos <<no se nos da(n) cuando se trata de
problemas verdaderamente <<últimos>>.>>, [Weber, 191 7, 2221, donde los problemas últimos sólo existen para la concepción esencialista de la ciencia.
4.2.2.1 EL ASPECTO TEÓRICO DE (UNA Y LA MISMA ACTIVIDAD)
LA CIENCIA 4.2.2.1 .I EL MODELO DE EXPLICACIÓN DE LA CONCEPCIÓN HEREDADA
En acuerdo a la concepción heredada o Law-Covering Model las explicaciones
científicas son argumentos, inferencias lógicas. Estos argumentos estarán
compuestos de:
(1) Una conclusión, llamada el explicanúum que describe el fenómeno (evento,
hecho, ley) a ser explicado, y
(2) Un conjunto de premisas llamadas explicans, que describen los hechos y leyes
necesarios para el explicanúum.
(Este es el modelo de explicación empleado por Weber, como claramente
indica Habermas.)
Es importante remarcar que para la Concepción heredada el propósito de toda
explicación científica será proveer fuertes razones para creer el explicandum,
fuertes razones para creer que el fenómeno descrito en el explicanúum era esperado.
Para cumplir con el anterior propósito, la concepción heredada estableció dos
condiciones que debería de satisfacer toda explicación científica:
118
(1) Que exista una relación lógica de validez entre los explicans y el explicandum de
la explicación, tal que si el explicans es verdadero, el explicandum debe ser
verdadero.
(2) El explicans sea verdadero.
La importancia de la anterior condición (2) fue señalada por C.G.Hempel y
P.Oppenheim como la condición de adecuación empírica (R4) dentro de su modelo,
además añaden que el explicans debe estar altamente confirmado por toda
evidencia relevante di~ponible.’~
4.2.2.1.2. LA EXPLICACIÓN DE LAS CIENCIAS NATURALES.
Aunque para Karl Popper, quien más claramente describe el proceder de las
ciencias naturales, la explicación también es un argumento lógico, la diferencia con la
concepción de explicación de la concepción heredada es en los requisitos que debe
de satisfacer las partes de este argumento.
Con respecto del explicandum debemos saber que es verdadero o suponer
que lo es, puesto que no tendría sentido pedir explicaciones de, por ejemplo, porqué
los platillos voladores sólo aparecen en zonas rurales o por qué estos tienen forma
cuadrada. O sea, se debe dar por hecho que el explicandum es verdadero, ya que no
tiene interés dar una explicación sobre algo que resulte ser totalmente imaginario.16
Y generalmente no se conocerá el explicans que constituye el objeto de la
investigación. << Por tanto, la explicación científica, en la medida en que constituya
un descubrimiento será la explicación de lo conocido mediante lo desconocido
>>, [Popper, 1972, 1801, (énfasis agregado.) En segundo lugar, y lo más importante,
el explicans ha de ser Verdadero, aunque generalmente no lo sepamos, y dado que
l5 Vease Hempel, 1948 -particularmente sus condiciones de adecuación empírica. Una copia de este articulo, con algunas modificaciones de 1964, se puede encontrar en Kourany, 1987. l6 Aquí la importancia de la distinción porque a veces se tiende a intentar explicar o reconstruir los informes de Weber o cualquier otro pensador, como si fueran verdaderos, cuando lo mejor que puede hacer la filosofía de la ciencia y 1% científicos es criticarlos como teorías, como sistemas de ideas, desde el nivel metodológico.
119
no conoceremos su valor de verdad, se debe de contar con elementos de juicio
independientes a su favor, es decir, el explicans debe de ser contrastable
independientemente y será más satisfactorio en la medida en que sean más
rigurosas las contrastaciones independientes a las que haya sido sometido, y de las
que haya salido indemne.
Como puede observarse claramente para Popper el objetivo de la explicación
no será el proporcionar fuertes bases para creer que el explicandum se dará,
puesto que éste, de echo, tiene que ser verdadero, conocido, lo que no es, ni lo será
ninguna teoría (por decir algo, las teorías de Einstein, Boyle, Newton, Weber, Kepler,
Bohr, Marx, etc.,etc..), puesto que éstas sólo son conocimiento conjetural. Tampoco
es necesario que estemos seguros de la verdad absoluta del explicans, Io que se
exigirá de las leyes universales es que éstas posean un contenido rico que les
permita ser contrastadas en todo tiempo y lugar, de modo que se pueda interpretar al
explicandum como un caso particular de un efecto reproducible, o sea, el explicans
será un explicans abierto.
4.2.2.2 EL ASPECTO PRACTICO DE (UNA Y LA MISMA ACTIVIDAD) LA CIENCIA
La tarea de la ciencia no se limita a buscar explicaciones teóricas puras,
también tiene aspectos prácticos, las aplicaciones técnicas y las predicciones, y
ambas emplean el mismo esquema lógico empleado para analizar la explicación.
(1) La derivación de predicciones, como ya se menciono en 4.3.2.1.2, cuando se
buscan explicaciones se debe tener la certeza de que el explicandum es conocido o
aparece dado, y la tarea por realizar es encontrar el explicans conveniente - generalmente desconocido. En el caso de la derivación de predicciones se procede a
la inversa, la teoría aparece dada y se le supone conocida junto con una serie de
condiciones iniciales especificas. Lo que deberá encontrarse son las consecuencias
lógicas del explicans, conclusiones aún no conocidas mediante la observación.
12 o
(2) La Aplicación Técnica. En este caso el proceder del tecnólogo también se
puede analizar mediante el esquema lógico de la explicación. Lo conocido o dado
son una serie de requisitos prácticos o especificaciones iniciales que describen la
situación esperada o a ser satisfecha (especificaciones = explicandum). También se
consideran dadas un conjunto de teorías físicas relevantes aplicables al caso
(incluyendo algunas reglas prácticas o de dedo). La tarea a realizar es encontrar una
serie de condiciones iniciales o bases de diseño a realizar técnicamente de tal modo
que de ellas junto con la teoría, se deduzcan las especificaciones de un proyecto
dado.
4.2.3 LA ACTIVIDAD ClENTíFlCA Para elaborar una correcta distinción entre los diferentes niveles de la
actividad científica y en esa medida aclarar lo que se entiende por objetividad y
racionalidad, es necesario primero hacer otra distinción de los tipos de objetos de los
cuales se puede predicar cientificidad, partiendo de esta distinción y sus conexiones
se muestran sin ambigüedades los diferentes niveles de análisis de la ciencia.
Se puede predicar cientificidad o carácter científico de tres diferentes
conjuntos de objetos, a saber:
- La gente y sus actitudes
- Los enunciados, conjuntos de enunciados, mitos, teorías, leyendas, etc., etc..
- Los métodos.
De los enunciados, mitos, hipótesis, leyendas, se puede decir que son
científicos si exhiben ciertas propiedades lógico epistemológicas especificadas por
alguna teoría del método, una metodología. (El análisis está en otro nivel, las
propiedades se buscan en el primer nivel).
De la gente y sus actitudes se puede predicar su cientificidad o actitud
científica si estos aplican intencionalmente o no, conscientemente o no alguna teoría
121
del método, una metodología. De lo que se puede inferir que las teorías del método
se encuentran en un nivel diferente del de su objeto de estudio.
Puede darse le caso de que un científico o comunidad se declaren
inductivistas o Kuhnnianos y en realidad estén actuando científicamente bajo otros
supuestos metodológicos sin saberlo. Es el caso de Newton, por ejemplo, quien
declaro obtener sus leyes mediante inducción a partir de observaciones, nunca dijo
de cuales, y de ningunas se podrían obtener sus leyes, o el caso de Roberto Boyle y
su "ley" de los Gases "ideales" donde el uso por primera vez las reglas de el método
inductivo de investigación, que anteriormente a propuesta suya había establecido la
real sociedad, actuando inconscientemente de muy diferente forma. Véase lo
desarrollado en el capítulo 3 en este mismo trabajo, por ejemplo.
Lo interesante es que al existir diferentes teorías del método, lo que hará
científica a una metodología será la validez de dicha metodología desde una crítica
interna o, lo que de ella se opine desde un tercer nivel análisis donde se estudiará y
se discernirá, en base a las bondades e inconvenientes de todas las metodologías en
un tiempo dado cual de ellas es la correcta.
Se propone que en el nivel Ill se estarán evaluando constructos teóricos, no
ideas sino sistemas de ideas, por lo que la crítica y evaluación se deberá realizar en
acuerdo con determinados valores o convenciones, los cuales también son sujetos
de crítica y revisión, y no mediante intuiciones.
Porque, si bien las intuiciones son bienvenidas y aceptadas en la presentación
de cualquier hipótesis, conjetura, teoría, mito, leyenda, no se puede pretender que las
intuiciones sirvan para verificar corroborar o contrastar el supuesto carácter científico
de una teoría, de un sistema de ideas, los sistemas de ideas se critican con base en
las consecuencias a las que nos conduce su adopción.
122
El racionalismo crítico exige una absoluta libertad e independencia entre las
actividades desarrolladas en cada nivel de análisis, esto es, cada una tiene un
conjunto de objetivos propios inherentes a su actividad.
En el nivel I, dado que la misión u objetivo de la ciencia es el desarrollo del
conocimiento tanto teórico como práctico (como ya se indicó en 2 en este capítulo),
ésta exige de sus mitos y teorías ciertas características lógico epistemológicas, y, un
método crítico que es adoptado internamente consciente o inconscientemente por el
científico .
En el nivel II, las metodologías tienen por objeto de estudio a las teorías-mitos-
leyendas científicas del nivel I, pero son lógicamente independientes de las teorías
empíricas. Y la elección entre teorías del nivel I no depende en ningún modo de las
propias teorías del nivel I. Las metodologías pueden entenderse como el par
ordenado de objetivos-reglas (M= <O,R>), -son conjuntos de objetivos y conjuntos de
reglas más que objetivos-reglas. Los objetivos de las metodologías no son los
mismos que los de una teoría empírica.
Mientras la teoría trata de resolver problemas en un campo de aplicación
siguiendo su propia dinámica y método interno, las metodologías tienen sus propias
metas, como el de que sus teorías sean falsables, teorías con un alto grado de poder
explicativo, teorías con un amplio campo de aplicaciones, etc. Y, con base en esos
objetivos, se elaboran o proponen una serie de reglas que deben de satisfacer las
teorías empíricas del nivel I, cuando éstas tengan que ser evaluadas.
Con respecto del nivel Ill hay tres posibilidades:
i) Que no existan teorías meta-metodológicas, en este caso no habría forma
de decidir entre las diferentes metodologías del nivel II, con lo que se llegaría
a un relativismo o pluralismo con respecto a las teorías del método.
123
ii) Hay dos o más teorías del meta-metodológicas en el nivel 111, entonces el
relativismo se asienta en el nivel Ill y no en el II por lo que surgiría la
necesidad de un nivel IV para elegir entre las meta-metodologías. (Y así
hasta el infinito).
Existe una sola meta-metodología en el nivel Ill, la que nos permite decidir
entre las diferentes metodologías rivales del nivel II.
iii)
Lo que se sugiere es que existe una sola meta-metodología pero no
sustentada en el intuicionismo metodológico, sino en un convencionalismo
metodológico sustentado en una fuerte idea de lo que es la racionalidad. Donde se
asignan diferentes características al actuar racional también en niveles que
corresponden a los de la actividad científica y donde por convención se establecen
una serie de reglas (medios) para lograr el desarrollo del conocimiento científico (fin).
Muy importante señalar que no se está hablando de fines Últimos, estos son utopías,
sino de fines inmediatos que se implementan y corrigen continuamente.
Porque el desarrollo de la ciencia permite encontrar posibles nuevos fines de
los cuales elegir, variando consecuentemente nuestras reglas (medios).
124
LA ACTIVIDAD CIENTíFICA.
NIVEL 111
NIVEL II
Metodolog ías.
tradiciones criticas de
segundo orden, es decir
teorías del método científico,
metodolog ías.
NIVEL I
Secuencia histórica de
desarrollos particulares de la
ciencia.
Teorías objetivas de la meta-metodología.
-Convencionalismo metodológico basado en
un conjunto de valores, para el desarrollo del
conocimiento científico.
- ¿Intuicionismo Meta-metodológico?
El organon de Aristóteles, Descartes, Bacon,
Boyle, Métodos Bayesianos, Falsacionismo
ingenuo, racionalismo critico, Lakatos
(MSRP), etc., etc..
Conjuntos de enunciados, mitos, leyendas ...
Interpretación de los sueños: Hornero, La
Biblia, Aristóteles, Freud, Jung, etc., etc..
El movimiento de los cuerpos: Aristóteles,
Kepler, Galileo, Newton, Laplace, Einstein,
etc., etc..
En la tabla anterior se indican los diferentes niveles en los que se divide, dada
su aplicación, las racionalidades parciales. Entendiéndose que la racionalidad global
125
o racionalismo critico sería la conjunción de las tres y se encontraría en el nivel Ill
(meta-metodológico), lo que nos permitiría elegir entre las diferentes metodologías de
la ciencia, en función de su capacidad para promover el desarrollo del conocimiento
científico sin caer en relativismos o absolutismos, puesto que reconoce la variabilidad
tanto de los fines (objetivos), como de los medios (reglas) en base al acuerdo
intersubjetivo de una comunidad científica.
One should never try to be more precise than the problem situation demands. K.R. Popper.
4.3. TEORíAS, ESENCIAS Y CONCEPTOS Una vez que se han mostrado las inconsistencias metodológicas del Max
Weber más convencido de sus propuestas mejor trabajadas, en la presente sección
se analizarán las tempranas propuestas weberianas presentadas en 1904 en la
revista "Archiv Fur Sozialwissenschaft und Sozialpolitik". En la Última parte de esta
sección se presentará brevemente algunas ideas acerca de la relación teorías-
conceptos como son entendidas por las ciencias naturales.
4.3.1 TIPOS IDEALES, ESENCIAS Y CONCEPTOS Ya en el año de 1904 encontramos en Weber la insistencia en la implantación
de su meta-criterio de demarcación que separara a la ciencia de la acción, la ciencia
de la técnica, que distinguiera "el conocimiento del ente del deber ser". Este exceso
Weberiano debe entenderse más como el intento de descalificar la pretensión de
ciertos conjuntos de acciones de ser científicos (el socialismo científico), que como su
separación ciencia-acción, donde el <<verdadero significado de la pretendida avalo-
ratividad Weberiana sería más un problema político [ de la política 3 que un problema
científico>>, [Rabotnikof, 1989, 861. Claro que ese rescate de Weber, ya no es
Weber. Otro exceso weberiano es la concepción o estatus que otorga a la ciencia
empírica cuando indica que ésta enseña lo que alguien puede hacer, más bien las
126
ciencias indican, y siempre lo han hecho, lo que no se puede hacer, dejando abiertas
las infinitas posibilidades para la libre creatividad.
Parecería que en 1904 Weber tendría una concepción más flexible o menos
confusa de su metodología porque reconocía como utópica la pretensión de
establecer un principio para la ciencia social práctica y consolidarlo científicamente
como verdadero, reconociendo que la motivación para el desarrollo de problemas
científicos se da en las cuestiones prácticas, aunque se equivoca al ligar los
problemas con "una orientación determinada de la voluntad de seres vivientes" y no
con el propio desarrollo del conocimiento.
Weber sabía del problema del esencialismo, de los <<conceptos
fundamentales>>, de las premisas y del continuo cambio de los conceptos, debería
haber considerado a los disposicionales y la primer y segunda opción de la
experimentación de Grossettestee y R. Bacon. Parece que no considero los avances
obtenidos al final de la edad media, cuando se dio la una importante batalla metodo-
lógica entre nominalistas y esencialistas aristotélicos, y tampoco considero la última y
decisiva derrota del esencialismo por F. Bacon, aunque éste Último sustituyo el
erróneo método aristotélico por otro igualmente inconsistente, un método funda-
mentacionalista.
Pero de lo que no podía en su época saber Max Weber era de las herramien-
tas lógicas que ahora se pueden emplear para descalificar sus en algún momento
originales alternativas (la semántica de Carnap, las lógicas intuicionistas, las lógicas
mínimas, la posibilidad de las seminegaciones dentro de la lógica clásica, etc., etc..),
razón por la que si se debe de hacer una lectura caritativa de sus propuestas reto-
rnándolas como un ejemplo de lo que no se debe de hacer en las ciencias sociales.
Weber reconocía que la objetividad estaba influida por los intereses del científico, por
la importancia subjetiva que se le asignaba al evento en cuestión, así al hablar en
nombre de la revista ya citada, aclara que es la interpretación económica la que
podría salvar a ese subjetivismo pero sin caer en los excesos de los "diletantes" o
127
vulgares "profanos" creyentes en la concepción materialista de la historia, para quie-
nes, según Weber, la explicación de la necesidad causal de un fenómeno no
quedaba satisfecha mientras no se mostrara la intervención de causas económicas,
ejemplificando con la excesiva pretensión de dar <<una explicación de la Madonna
de la Capilla Sixtina a partir de las bases socio-económicas de la vida cultural en los
tiempos de su
(Un ejemplo real, que Weber no pudo ver, es el del segundo congreso
internacional de Historia de la Ciencia y la Tecnología celebrado en Londres en 1931 ,
donde Boris Hessen, director del instituto de física de la URSS, presentó un extenso
estudio sobre: "Las Raíces Socio-económicas de la Mecánica de Newton.")
Por momentos Weber parece manejar una conveniente y acertada noción de
la ciencia y las teorías que la conforman así como de sus objetivos y carácter. Suena
incluso excesivamente Popperiano cuando afirma que el Único rol de las <<leyes>>
es de conocimiento hipotético y asigna el papel de muy útil casi indispensable a la
claridad conceptual, aunque dos páginas después pierde el terreno ganado,
consecuencia de la idea de explicación por el empleada cuando afirma que <<Lo
único que conseguiría el intento de un conocimiento de la realidad desprovisto de
premisas [ciertas o verdaderas] sería un caos de <<juicios existenciales>> acerca de
innumerables percepciones particulares.>>, [Weber, 1904,1391, (énfasis agregado),
cuando precisamente lo contrario es lo que caracteriza y da pie a la intersubjetividad
del aspecto social del método científico, el aspecto público y conjetural de las
premisas, que facilitan y desarrollan el método crítico y la actitud crítica de la
comunidad científica, (véase 2.3). Obviamente no todas estas faltas son atribuibles a
Weber, éstas son consecuencia del aparato teórico-conceptual aristotélico por el
empleado.
l7 Véase Weber, (1904), pág. 139.
128
Otra irregularidad de la metodología Weberiana consecuencia de las
anteriores observaciones y su esquema nomológico deductivo de explicación es su
creencia de que las leyes de las ciencias naturales son tanto más valiosas e
importantes cuanto generales son, todo lo contrario ya que cualquier teoría es más
explicadora, más valiosa cuanto más restringida es. Posteriormente afirma que
<<Para el conocimiento de los fenómenos históricos ..., las leyes generales son
regularmente las más faltas de valor por ser las más vacías de contenido.>>, [Weber,
1904, 1591, indubitablemente en ese momento Weber pensaba que las leyes debían
tener el carácter de tautologías lógicas que nos proporcionaran certeza y veracidad,
las leyes tenían que ser verdades analíticas. Claro que ahora sabemos como
Jenófanes-Sócrates y Quine-Putnam, que no hay nada más extraño y alejado de la
ciencia que las verdades analíticas.
Con respecto de la generalidad de las leyes el siguiente ejemplo:
1.
2.
Si llueve o, hay sol o, no estás cansado o, tienes dinero, entonces puedes ir
de compras.(Casi siempre alguien estaría de compras).
Si no llueve & hay sol & no estás cansado & tienes dinero, entonces puedes ir
de compras.(Sólo que se den las cuatro condiciones se iría de compras).
Para la nulidad de contenido informativo las siguientes dos relaciones
causales:
1. Si llueve o no llueve, entonces aumenta la presión atmosférica. (llueve o no
llueve es una tautología de contenido informativo nulo, siempre aumentaría la
presión).
2. Si llueve & en el
entonces aumenta
1)-
laboratorio no hay un regulador de humedad ambiental,
la presión atmosférica. (Mayor contenido empírico que en
129
Weber sabe de sus errores y sus consecuencias pero nada puede hacer por
no contar con las herramientas adecuadas y por ignorar los avances que en
metodología habían logrado las ciencias naturales a pesar de sus equivocaciones,
con Galileo, Bacon, Kepler, Boyle, Hooke, Newton, Torricelli, Pascal, etc,.etc..
4.3.2 TEORIAS-CON J ETURAS Como ya se estableció anteriormente, el principal problema de Max Weber es
la concepción que éste usa usa de la actividad científica, una noción estática o
mecanicista, ello lo conduce a interesarse en exceso por los elementos cognitivos
básicos que, según él, constituyen la ciencia, los conceptos. Esos enunciados fueron
posteriormente llamados enunciados protocolares identificándoseles con los
componentes últimos del mundo empírico, hay aún más incertidumbre en Weber en
cuanto a cómo llegarían a ser aceptados esos conceptos o enunciados protocolares,
si serían justificados mediante inducción (dado en esquema de explicación y la idea
que de la ciencia tenía Weber), o establecidos metodológicamente -sin señalar clara
y explícitamente la metodología propuesta.
Si el estudio estático-mecanicista no proporciona una correcta metodología,
¿Cómo debe analizarse la ciencia?, Se conjetura que es más por el estudio de su
desarrollo y evolución (desarrollo y evolución de sus problemas y teorías conjeturas),
que por el estudio de su estructura.
La concepción evolutiva y dinámica de la ciencia enfatiza la importancia de los
procedimientos o forma de adquirir los conocimientos, no hay un lugar privilegiado
para el conocimiento absoluto, no hay lugar para algún conjunto de enunciados o
conceptos que pretendan ser conocimiento indubitable o de los datos sensoriales
como base de nuestra certeza.
La objetividad del conocimiento en las ciencias naturales, en contraste con las pretensiones de Aristóteles-Weber y los positivistas lógicos, se encuentra en el papel
que juegan las teorías para su desarrollo. Las teorías nunca son completamente
130
justificables o verificables, pero si deben ser testables (sometidas a prueba) y la
objetividad científica radica en el hecho de que los enunciados, teorías o hipótesis
científicas pueden ser sometidos a prueba intersubjetivamente.
La objetividad no descansa en un acuerdo o consenso intersubjetivo respecto
de los hechos u objetos, sino de la capacidad de toda conjetura de ser sometida a
prueba, es un aspecto del método científico, su aspecto público. La consecuencia
lógica inmediata de lo antedicho es que en ciencia no puede haber enunciados
últimos, los cuales no puedan ser testados y que no puedan en principio ser
refutados falseando alguna de las conclusiones que de ellos se deriven.
La concepción dinámica evolutiva de la ciencia excluye la absolutez del
conocimiento'8, ningún conocimiento objetivo puede ser absoluto porque el
conocimiento objetivo debe ser testable, testable significa refutable y refutable
significa no absoluto.
Tradicionalmente la certeza del conocimiento objetivo se garantizaba
mediante la aplicación de algún método infalible, o mediante el descubrimiento de la
naturaleza última de los componentes de una explicación, para la concepción evolu-
tiva no hay certidumbre, la certeza no existe y así ningún componente último de
ningún tipo debe ser aceptado, incluso el método debe ser continuamente evaluado y
corregido.
Dado que el objetivo de la ciencia es buscar teorías que describan las
propiedades estructurales del mundo, teorías que se aproximen cada vez más a la
verdad, teorías con un amplio poder explicativo y capacidad para resolver problemas.
Y que los conceptos pueden tener una gran capacidad descriptiva y sugestiva que
pueden influir en el desarrollo de una teoría, es importante enfatizar nuevamente que
Conocimiento como episterne, según la antigua e irrelevante distinción filosófica tradicional entre conocimiento y opinión, distinción sobre la que, in extenso, hemos elaborado la propuesta del capítulo uno. Y en general el presente trabajo, la innecesaria e insuficiente, e incluso perniciosa distinción entre conocimiento y opinión
131
para el científico y para la ciencia no es el sistema conceptual sino la teoría, testable
intersubjetivamente, la que importa. Es decir, no importa la teoría verdadera o
justificada o fundamentada.
El poder de una teoría radica en su verdad o posible aproximación a la verdad,
más que en el significado de las palabras con las que está formulada ésta. El
aumento en la precisión o exactitud de nuestros conceptos sólo tendrá valor como un
medio para aumentar la testabilidad y criticabilidad de nuestras teorías.
132
CONCLUSIONES
Se mostró la irrelevancia de la distinción filosófica tradicional entre
conocimiento y opinión, episteme y doxa, en eso no termina la propuesta del racionalismo crítico para con la filosofía de la ciencia, la filosofía, las
humanidades y la investigación de lo social. Este desbancamiento tiene por lo
menos dos consecuencias interesantes, y tal vez importantes para el desarrollo del conocimiento entre otros aspectos humanos, ninguna autoridad podrá justificarse y sostenerse apelando al conocimiento entendido con la distinción
filosófica tradicional.
Y segundo, lo relevante realmente para el desarrollo del conocimiento científico es la facilidad y la rapidez con la que, se presenten o no las condiciones y las instituciones defensoras de la crítica y la diversidad, se adelantan las creencias, conjeturas, hipótesis y teorías.
Se encontraron similitudes entre la teoría de la argumentación, con la
propuesta de Chaim Perelman, y algunos principios básicos del RC. La ausencia de la razón y las ventajas de la construcción de la racionalidad vía el diálogo que reconoce la necesidad del otro en la construcción y desarrollo del conocimiento, es decir, de la racionalidad.
Caso contrario la opinión de los justificacionistas seguidores de Kuhn, los debe haber de diverso tipo y esta aseveración no debe ser considerada una generalización que podría, justamente, ser calificada de irresponsable, con base en lo trabajado aquí esta debería, más bien, ser considerada una queja a la falta de crítica y acción de los seguidores de Kuhn, cuando este menciona la forma en que puede hacerse notable el avance de los seguidores de un paradigma en boga en un momento dado.
Esperaría, como buen racionalista, ver la refutación a la creencia generalizada de que los seguidores de Kuhn buscarán, haciendo honores al dictum kunniano, eliminar a los diferentes, ya sea que, siguiendo con la
133
terminología kunniana estos pertenezcan a un paradigma competidor o que no siéndolo se tenga le necesidad de eliminarlos para hacer evidente el desarrollo del paradigma propio. Justificaciones a su actuar encontraran infinitas, si lo que se buscan son jutificaciones. Esta conjetura podrá corroborarse, lo cual carece de todo interés, si se les ve dentro de los circuitos de la promoción académica del estado ganar un beneficio tras otro, ignorando o destruyendo las propuestas de la diversidad y creatividad inherentes al no justificionismo, única vía, (permítaseme ser enfático), para propiciar un desarrollo científico serio, con respeto a la diversidad, incluso fomento de ella.
Se presentaron críticas a diversas propuestas metodológicas, desde aquella, también antigua, del método inductivo de Francis Bacon, hasta las de Max Weber. Se mostró en ellas su justificacionismo y la imposibilidad del trabajo ateniéndose a sus propuestas. (el capítulo 3.)
BlBLlOGRAFíA Y REFERENCIAS
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