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UNIVERSIDAD DEL TURABO
ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES Y COMUNICACIONES
RELACIÓN ENTRE LA INTERACCIÓN TRABAJO-FAMILIA
Y LA SATISFACCIÓN MARITAL
por
Joennie Fernández Arroyo
PROYECTO DOCTORAL
Presentado como requisito para obtener el grado de doctora en psicología con
especialidad en consejería psicológica
Gurabo, Puerto Rico
abril, 2016
UNIVERSIDAD DEL TURABO
CERTIFICACIÓN DE APROBACIÓN DE PROYECTO
El proyecto doctoral de Joennie Fernández Arroyo fue revisado y aprobado por
los miembros del Comité de Proyecto Doctoral. El formulario de Cumplimiento de
Requisitos Académicos Doctorales con las firmas de los miembros del comité se
encuentra depositado en el Registrador y en el Centro de Estudios Graduados e
Investigación de la Universidad del Turabo.
MIEMBROS DEL COMITÉ DE PROYECTO DOCTORAL
Dra. Vidamaris Zayas
Universidad del Turabo Directora del comité de proyecto doctoral
Dra. Katherine R. Gómez Sierra
Universidad del Turabo Lectora
Dr. Víctor M. García Suarez
Universidad del Turabo Lector
©Copyright, 2016
Joennie Fernández Arroyo. Derechos Reservados
iv
RELACIÓN ENTRE LA INTERACCIÓN TRABAJO-FAMILIA
Y LA SATISFACCIÓN MARITAL
por
Joennie Fernández Arroyo
Dra. Vidamaris Zayas
Directora del comité de proyecto doctoral
RESUMEN
Esta investigación estuvo dirigida a conocer la relación entre la interacción
trabajo-familia y la satisfacción marital en parejas heterosexuales en Puerto Rico. La
misma se fundamentó en el Modelo Integrativo de Terapia de Pareja desarrollado por
Snyder y Halford (2012). Este modelo terapéutico para parejas incorpora técnicas
estructurales, conductuales y cognitivas mediante las cuales se busca la reconstrucción
afectiva en la pareja. Por otro lado, Geurts, Taris, Kompier, Dikkers, Van Hooff y
Kinnunen (2005) consideran que el comportamiento de una persona en el hogar puede ser
influenciado por determinadas ideas y situaciones (positivas o negativas) que se han
construido y vivido en el trabajo y viceversa. El diseño utilizado en el desarrollo de este
estudio fue de naturaleza exploratorio y descriptivo (Hernández Sampieri, Fernández
Collado, Baptista Lucio, 1998; Villeneuve Román, 2004). Los datos fueron recopilados
mediante la administración del Inventario de Satisfacción Marital, MSI-R (Snyder,
1999), el Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (Geurts, Taris, Kompier, Dikkers,
Van Hooff, y Kinnunen, 2005) y una hoja de datos demográficos.
De acuerdo con los hallazgos del estudio quedó demostrado que en la interacción
Trabajo-Familia el conflicto ocurre mayormente del trabajo hacia la familia y el
v
enriquecimiento ocurre mayormente de la Familia hacia el Trabajo. Por otro lado, se
evidenció que la interacción entre el trabajo y la familia influye en la satisfacción marital,
aunque no es la única variable que afecta la dinámica de pareja. A su vez, quedó
evidenciada la utilidad del Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y el cuestionario
Interacción Trabajo-Familia (SWING) para medir la ansiedad en la relación de pareja en
aspectos medulares de la satisfacción marital y cómo influye positiva o negativamente la
Interacción entre el Trabajo y la Familia. Entre las recomendaciones que se sugieren se
indica el llevar a cabo más estudios con muestras más representativas de parejas
heterosexuales, homosexuales y lésbicas a nivel de toda la isla de Puerto Rico; así como
la normalización y tipificación de los instrumentos MSI-R y SWING para la población
puertorriqueña.
vi
AGRADECIMIENTOS
Primeramente gracias a Dios por ser mi guía, a Jesús por ser mi modelo,
inspiración, el ejemplo más grande de amor en este mundo y por proveer los medios al
poner en mi camino todas las personas que me han ayudado y apoyado para poder lograr
esta meta. Agradezco a mi hijo, uno de los motores de mi vida y mi tesoro más preciado.
A mi ex esposo, quien en su momento, me apoyó durante este proyecto. A mi padre
quien siempre ha estado muy presente en mi vida, en mi formación ayudándome en todo
y sé que se siente muy orgulloso de mí, porque mis logros son sus logros también.
Agradezco a mi hermano, quien desde la distancia siempre ha estado al pendiente de mi
carrera. A mi hermana, para quien deseo ser el mejor ejemplo. A mi familia
reconstituida, las parejas de mis padres, los padres que me añadió la vida, quienes
también me han apoyado. A toda mi familia, amigos y hermanos en la fe, quienes de una
forma u otra han aportado en este camino. A la Dra. Vidamaris Zayas a quien siempre le
estaré enormemente agradecida por su compromiso, dedicación y guía en estos pasados
años de estudio y a todos los profesores que han contribuido a mi crecimiento académico
y de quienes he aprendido mucho. A todos y todas gracias.
vii
DEDICATORIA
Dedico este trabajo a dos mujeres valientes que han sabido conciliar con éxito y
persistencia sus vidas. Primero a mi madre, luchadora acérrima, quien me ha dado el
ejemplo de no rendirse a pesar de las situaciones de la vida. Ese ser que ha estado
conmigo en todas las etapas y momentos importantes de mi vida y que continúa
estándolo. La persona que me ha dado fuerzas para seguir, cuando he querido abandonar
y también me ha motivado a continuar cuando me observó muy distraída. Por sembrar en
mí los valores, el deseo de superación y de trabajo duro. Por haberme dado su amor
incondicional y compartir conmigo todo lo que tiene. Porque nunca me ha dejado sola y
me ha animado en mis peores momentos. Gracias a mi madre porque en ocasiones has
echado a un lado tus dolores y preocupaciones para darme lo mejor de ti misma.
También dedico este trabajo a mi amiga, compañera, colega e inicialmente mi
directora de tesis, Katherine R. Gómez Sierra. Este hermoso ser humano, no solamente
me guio durante el proceso de disertación doctoral, ella me enseñó todo lo que pudo al
respecto, lo importante que son los procesos en la vida y el enfrentar con valentía cada
reto que surge en nuestra existencia. Ella supo transmitir cualidades como el positivismo,
la resiliencia, la inteligencia emocional, el amor a la vida, las actitudes positivas, el
trabajo de excelencia y el amor al trabajo. Katherine Gómez no solo posee estas
cualidades, sino que procura que todos los que están a su alrededor las desarrolle. Estas
cualidades la hacen ser un modelo a seguir como mujer, madre, amiga, profesional y ser
humano. Definitivamente la enseñanza es tu vocación. Gracias a dos de mis guerreras
favoritas; a ustedes dedico este trabajo.
viii
NOTA ACLARATORIA
La Ley de Derechos Civiles de 1964 autoriza la utilización de términos genéricos para
referirse a personas, igualmente, del género femenino o masculino. En la presentación y
redacción de este documento no se harán distinciones por género para facilitar la
repetición en la lectura. Se utiliza indistintamente el término masculino, entre otros
términos genéricos e impersonales al referirse a hombres o mujeres sin que esto implique
la supremacía de uno en el otro. No obstante, se harán las distinciones por género cuando
sea requerido o necesario.
ix
TABLA DE CONTENIDO
Página
LISTA DE TABLAS ........................................................................................................xi
LISTA DE APÉNDÍECES ...............................................................................................xiii
CAPITULO I: INTRODUCCION ...................................................................................1
Antecedentes .....................................................................................................................1
Planteamiento del problema..............................................................................................5
Marco conceptual ..............................................................................................................5
Justificación.......................................................................................................................10
Revisión de la literatura.....................................................................................................12
Etapa de desarrollo: Ciclo vital familiar y de pareja ............................................12
Roles de género: Cambios en la estructura familiar y laboral ..............................15
Interacción trabajo-familia ....................................................................................21
Satisfacción marital ...............................................................................................29
Pregunta y objetivos de la investigación ...........................................................................36
Definición de términos y variables ...................................................................................38
CAPITULO II: METODO ...............................................................................................41
Introducción ......................................................................................................................41
Diseño de investigación ........................................................................................41
Descripción de la población y selección de la muestra.........................................42
Procedimiento ético para garantizar los derechos de los participantes .................44
Descripción de instrumentos de medición, validez y confiabilidad......................45
Análisis estadísticos ..............................................................................................49
x
CAPITULO III: RESULTADOS......................................................................................50
Introducción ..........................................................................................................50
Descripción sociodemográfica de participantes ....................................................50
Análisis descriptivo por pregunta y objetivos.......................................................54
CAPITULO IV: DISCUSION .........................................................................................71
Introducción ..........................................................................................................71
Perfil sociodemográfico de participantes ..............................................................71
Análisis crítico por pregunta y objetivos del estudio............................................73
Conclusiones .........................................................................................................86
Recomendaciones ..................................................................................................90
Limitaciones ..........................................................................................................91
REFERENCIAS................................................................................................................92
xi
LISTA DE TABLAS
Tabla Página
1 Descripción sociodemográfica de parejas participantes............................................53
2 Medidas de tendencia central de Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R)
y todas sus dimensiones .............................................................................................56
3 Frecuencia y porcientos de las dimensiones del Inventario Satisfacción Marital
(MSI-R).....................................................................................................................57
4 Pruebas no paramétricas de las dimensiones del Inventario de Satisfacción
Marital (MSI-R) por género ......................................................................................59
5 Prueba no paramétrica de las sub-escala del cuestionario Interacción Trabajo
-Familia (SWING), por género .................................................................................60
6 Resultados de la prueba Kruskall-Wallis por edad y las dimensiones del
Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) .............................................................61
7 Resultados de la prueba Kruskall-Wallis por edad y las dimensiones del
Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING) ..........................................63
8 Resultados de la prueba Kruskall-Wallis por tiempo de casados y las dimensiones
del Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) .......................................................64
9 Resultados de la prueba Kruskall-Wallis por tiempo de casados y el Cuestionario
Interacción Trabajo-Familia (SWING).....................................................................66
10 Análisis no paramétrico entre las categorías de ingresos familiares y la
dimensión de Ansiedad Global del Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R).....67
xii
LISTA DE TABLAS
Tabla Página
11 Análisis de las escalas del Cuestionario Interacción
Trabajo- Familia (SWING) .....................................................................................68
12 Frecuencia y por ciento por contestaciones en cada escala del cuestionario
Interacción Trabajo-Familia (SWING) ...................................................................68
xiii
LISTA DE APENDICES
Apéndice Página
A Hoja Informativa…………………...……………………………………………….109
B Hoja de datos Demográficos…………..……………………………………………112
C Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R)…..…………………………………….114
D Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING)……………………………118
E Autorización para utilizar el Cuestionario de Interacción-Trabajo-Familia
(SWING) ………………….……………………………………………………………120
F Autorización para utilizar el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R)…….……121
G Autorización de la Escuela de Ciencia, Matemática y Tecnología
(CIMATEC) ……………………………………………………………………………122
H Autorización de Head Start Región de Humacao…………………………………..123
I Autorización de Fundación para el Hogar Propio…………………………………...124
J Autorización del Colegio Notre Dame a nivel elemental de Caguas………………..125
K Carta de autorización de la Clínica de Servicios Psicológicos……………………..126
L Carta de autorización de la Oficina de la Mujer del
Municipio Autónomo de Caguas………………………………………………….……127
1
CAPÍTULO I
INTRODUCCION
Antecedentes
De acuerdo con la historia de Puerto Rico, los primeros pobladores de la Isla
fueron los indígenas durante 10,000 años aproximadamente (Scarano, 2008). La
sociedad indígena estuvo organizada principalmente en función de la familia matrilineal,
donde la mujer ocupaba un papel importante en la tribu. Estas familias vivían juntas y
eran numerosas. Luego, a partir de la conquista española en 1942, se iniciaron grandes
cambios en la vida social y, de esta forma familiar del taíno. Hasta ese momento la
nación taína se dedicaba a la agricultura y sólo los hombres taínos podían trabajar en ello
(Picó, 2006; Scarano, 2008).
Los conquistadores españoles al tomar control, cambian la estructura social y
familiar existente hacia una de carácter mercantilista y patriarcal. Éstos obligan al taíno
a realizar tareas extenuantes en la búsqueda de oro, toman a las mujeres taínas como
concubinas y se inicia el control de la mujer taína. De igual forma, comienza la
gobernanza de la Isla como Colonia e incluso el archipiélago de Boriken pasa finalmente
a ser llamado Puerto Rico hasta el presente (García-Preto, 2005). Ante la opresión
indígena, las rebeliones, enfermedades y trabajos excesivos, una gran mayoría de
indígenas murieron, lo cual provocó escasez de mano de obra y los colonizadores
españoles comenzaron a traer africanos a la Isla para trabajar (Fernández-Méndez, 1970).
Posterior a los cinco siglos de la ocupación española se produce en Puerto Rico la
invasión de los Estados Unidos en 1898 y, por segunda vez, se trastoca la forma de
trabajo de los habitantes; así como las estructuras económicas, educativas y sociales al
2
instaurar un nuevo régimen de corte capitalista. A estos efectos, se comienza a utilizar el
dólar norteamericano en vez de la moneda nacional y se utiliza el inglés como idioma
oficial en las escuelas (Sanchez-Tarniella, 1976). Entre el 1898 y 1940 fue un periodo
que se caracterizó por una sociedad agrícola y las familias que eran dueñas de sus tierras
trabajaban juntas en la agricultura (Ramírez, 1985). No obstante, los roles de género
estaban bien separados y delimitados. En este aspecto, el destino de la mujer era cuidar
los hijos, preparar los alimentos, mientras el hombre salía a trabajar para proveer el
ingreso económico. La familia de esta época, aproximadamente, se componía de seis a
siete miembros entres los que se incluía la pareja en matrimonio, los hijos y parientes en
muchos casos. Las tareas y la educación de los hijos giraba en torno a la vida campesina
y el ir a la escuela a estudiar no era prioritario (Ramírez, 1985; Scarano, 2008).
A partir del siglo 20 se comenzó a presentar una marcada diferencia en los roles
de la mujer, al comenzar a participar de ciertos contextos en el mundo de la industria y el
hombre, a partir de entonces, comparte, su rol como proveedor aunque mantiene su
posición de autoridad como figura principal en el hogar para decidir los asuntos de la
familia (Buitrago, 1967; Colón-Warren, 2003). Por cuanto, la mujer se mantiene en un
lugar de sumisión y restricción y continúa siendo la encargada principal de los
quehaceres domésticos y la crianza de los hijos, aunque es muy valorada en su rol de
madre y como socializadora (Barceló-Miller, 1997; Burgos, 1987).
Entre el 1940 y 1950 el cambio de una economía agrícola a otra industrial muchas
familias puertorriqueñas se vieron obligadas a vender sus tierras a empresarios
estadounidenses para poder sobrevivir (Inclán, 1980; Ramírez, 1985; Sánchez-Tarniella,
1976). El desempleo tan grande que se suscita, principalmente como resultado de la
3
industrialización y los tipos de trabajos que se establecieron, provocó que se iniciara la
emigración de puertorriqueños para los Estados Unidos; siendo en el 1953 la más grande
emigración de puertorriqueños (Inclán, 1980; Scarano, 2008). De igual forma, muchos
puertorriqueños comienzan a mudarse de zonas rurales a zonas urbanas y costeras en la
Isla en búsqueda de un mejor bienestar económico. Este movimiento poblacional interno
provocó grandes cambios en la estructura familiar al dividir y reducir su tamaño; toda vez
que la familia extendida cambia a una familia nuclear con nuevas relaciones sociales,
familiares y laborales (Ramírez, 1985).
Autores en la literatura como Inclán (1980), Sánchez-Torniella (1976) y Torns
(2005) mencionan que no existe un consenso acerca del tiempo en que se comienza a
presentar el concepto de interacción Trabajo-Familia, conocido como balance de vida y
trabajo, también desde hace poco llamado conciliación de vida. Según estos autores, es
para la década de 1970 y 1980 que en diferentes lugares del mundo se comienza a romper
con el modelo familiar tradicional llamado por los ingleses male breadwinner (hombre
proveedor) y surge el interés en documentar la interacción trabajo-familia; así como los
cambios que provoca. De modo que, la incorporación de la mujer en la fuerza de trabajo
implicó el comienzo de la doble jornada para ésta, dado a que continuó siendo la
responsable de las tareas del hogar y los hijos. No obstante, según han indicado Abril y
Romero (2008) durante los años ’70 y ’80 se implementaron leyes para ayudar a las
parejas donde ambos trabajasen, de forma que tuviesen alternativas para el cuidado de sus
dependientes y a la realización de las tareas domésticas.
Por otra parte, exponen Bernal, Gómez-Arroyo y Morales-Cruz (s.f.), que el
ingreso de la mujer en el mundo del trabajo trajo, a su vez, cambios en los procesos de
4
socialización adquiridos en la escuela y cambios en los modos de crianza, los cuales
generan crisis en las parejas y el que se divorcien. Otro de los cambios en Puerto Rico en
esa época mencionados por Arrocho (1994), fue el surgimiento de organizaciones
feministas, políticas y legislaciones a favor de los derechos de la mujer en la sociedad y
en los espacios laborales. Entre estas leyes se encuentran:
1. Ley Núm. 57 del 30 de mayo de 1973 conocida como la Comisión para el
Mejoramiento de los Derechos de la Mujer;
2. Resolución Núm. 21, del 30 de junio de 1974, en la cual se expresa la política pública
del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en contra del discrimen hacia la mujer y
exhorta a la eliminación del discrimen en todas las esferas del país;
3. Ley Núm.100 del 30 de junio de 1959 que prohíbe el discrimen en el empleo por razón
de sexo, color, raza, edad, origen o condición social, ideales políticos, religión y origen
nacional;
4. Ley Núm. 25 del 12 de noviembre de 1975 derogó la Ley Núm. 73 que establecía
restricciones a trabajo nocturno de las mujeres (12:00 noche a 6:00am);
5. Ley Núm. 99 del 2 de junio de 1976 que faculta a la madre a ejercer la patria potestad
conjuntamente con el marido;
6. Ley Núm. 109 de 2 de junio de 1976 enmienda el Artículo 89 del Código Civil para
disponer que los cónyuges deben protegerse y satisfacer sus necesidades mutuamente;
7. Ley Núm. 111del 2 de junio de 1976 dispone que durante el matrimonio los cónyuges
decidirán por común acuerdo dónde establecer su domicilio y su residencia en la
consecución de los mejores intereses de la familia.
5
Planteamiento del problema
El problema que ha sido estudiado y analizado en esta investigación consistió en
conocer la relación entre la interacción Trabajo-Familia y la satisfacción marital en
parejas heterosexuales en Puerto Rico. La sociedad puertorriqueña, a través de su
historia, ha ido atravesando por múltiples cambios que han alterado y modificado la
relación en la familia y, por consiguiente, las relaciones entre la pareja, los hijos y el
trabajo en que se desempeñen (Fernández-Méndez, 1970; García-Preto, 2005; Ramírez,
1985; Sánchez-Tarniella, 1976; Scarano, 2008).
Los cambios en la relación de las parejas que configuran la familia, plantean
autores como Snayder (1999), Snayder y Halford (2012), Krishnakumar y Buehler (2000)
generan y provocan sentimientos de angustia que trastocan negativamente la relación
entre la pareja, así como entre los miembros de la familia. Según los autores y la
evidencia producto de sus investigaciones, la angustia afecta la salud emocional y física.
En este sentido, repercute en conductas desadaptadas y conflictivas que alteran la calidad
de vida de la pareja en todas sus dimensiones; como pareja, en la familia y en el trabajo.
De aquí la relevancia de analizar, conocer e investigar esta problemática.
Marco conceptual
Este estudio se fundamenta en el Modelo Integrativo de Terapia de Pareja
propuesto por Snyder y Halford (2012) y Snyder, (2008). Los autores plantean que
muchas parejas se enfrentan a diversos factores que les generan angustia y que cuando
una relación de pareja es angustiosa y conflictiva puede ser una fuente de soledad y
sufrimiento. A su vez, mencionan que el indicador más sobresaliente de la angustia en
relaciones de pareja son las tasas de divorcio. Además, consideran que de exponerse al
6
divorcio, las parejas experimentan periodos de agitación significativa a riesgo de
desarrollar trastornos psicológicos como la depresión y la ansiedad (Snyder y Halford,
2012).
De acuerdo con Snyder y Mitchell (2008) la angustia en la relación de pareja está
asociada con la erosión de la interacción positiva y requiere el desarrollo de las destrezas
de comunicación en la pareja en la que se incluyen expresiones emocionales, escuchar de
forma empática, aplicar estrategias para la resolución de conflictos y toma de decisiones.
Según Snyder y Mitchell (2008) las buenas destrezas de comunicación resultan ser
efectivas para que la pareja pueda superar otras situaciones de insatisfacción marital
como por ejemplo: intercambios sexuales, parentalidad, manejo de finanzas, negociación
del manejo del tiempo e interpretación errónea de lo que quiere decir el compañero/a que
contribuyen al desarrollo del afecto negativo y comportamientos que generan angustia en
la relación.
Cabe destacar que Snyder propuso en 1999 este modelo terapéutico para parejas
incorporando técnicas estructurales, conductuales y cognitivas en las primeras
intervenciones en las que se aplican técnicas de insight-oriented o reconstrucción afectiva
para ser utilizadas durante el tratamiento, especialmente cuando los problemas en la
relación de pareja se tornan resistentes a las primeras intervenciones. En la
reconstrucción afectiva las relaciones previas, sus componentes afectivos y las estrategias
para la gratificación emocional y contener la ansiedad, son reconstruidos con este
enfoque para identificar en cada integrante de la pareja los patrones recurrentes
desadaptativos en sus conflictos interpersonales al copiar estilos a través de las
relaciones. De modo que, cada intervención examina la forma en que las estrategias de
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afrontamiento anteriores representan distorsiones o soluciones inapropiadas en la
intimidad emocional y la satisfacción en la relación actual.
De acuerdo con Snyder y Halford (2012) es importante que al utilizar el Modelo
Integrativo, entre otros existentes que se han identificado que funcionan, se realice un
monitoreo. Este monitoreo durante el proceso terapéutico ayuda a detectar situaciones
terapéuticas que no benefician a la pareja y de esta forma realizar ajustes de ser necesario
durante las sesiones terapéuticas. Por su parte, Snyder y Halford (2012) refieren que el
monitoreo implica que los participantes completen un breve cuestionario de auto-informe
de ajuste psicológico antes de cada sesión terapéutica. Los resultados durante el curso de
las terapias son puntuados y comparados y se espera un cambio positivo a medida que
avanzan las terapias. Este procedimiento ayuda a identificar si los participantes se están
beneficiando o no del proceso terapéutico y cuándo es necesario realizar ajustes.
Snyder y Halford (2012) indican que existe una alta prevalencia de angustia en la
relación de pareja co-ocurriendo con un desorden psicológico en alguno de los
integrantes de la pareja. Por cuanto, estos autores sugieren que la terapia de pareja es útil
para trabajar la angustia en la relación, para adaptar las intervenciones en el tratamiento
de desórdenes psicológicos individuales y ayudar a la pareja a enfrentarse a los
problemas de salud. Señalan que es importante detectar estas co-ocurrencias y evaluar la
relación de la pareja porque, de ser necesario, se puede adaptar la terapia a tiempo. En
este aspecto se pueden integrar estrategias de evaluación con pruebas psicométricas
pertinentes; así como planificar la evaluación del tratamiento.
Reiteradamente Snyder (2008) establece que en la satisfacción marital influyen
una gran variedad de dimensiones individuales y de pareja para lo cual es necesario
8
identificar el origen o procedencia de la angustia. Es a estos efectos que, mediante la
aplicación del Modelo Integrativo, las parejas que generan angustia debido a la
disminución en la interacción positiva y aumenta el afecto es negativo, así como de las
creencias y expectativas que tiene cada integrante de lo que es su relación, este modelo
permite el ajuste emocional y cognitivo para afrontar e implementar soluciones efectivas
a la situación que ha desestabilizado la relación. Señala el autor que, de igual manera
algunas personas que generan patrones desadaptativos para lidiar con sus conflictos
interpersonales y copian estilos inadecuados a través de relaciones previas, mediante el
Modelo Integrativo en cuanto a la satisfacción marital se refiere, le permite reconocer y
trabajar las expectativas desadaptativas y ampliar o generar nuevas expectativas. En
otras palabras, esto significa que para trabajar con la angustia en las relaciones de pareja,
el Modelo Integrativo plantea que inicialmente se debe conocer a la pareja e identificar
las necesidades específicas como pareja, así como las conductas desadaptativas de
relacionarse con otros adquiridas previamente.
La interpretación de los patrones en las relaciones de pareja maladaptativas
requiere un enfoque de terapia pluralista. Los acercamientos actuales para desarrollar
una terapia de pareja eficaz, de acuerdo con Snyder y Halford (2012), deben contener los
siguientes componentes: identificar los factores comunes que generan cambios reales en
los diferentes enfoques, integrar diferentes enfoques para abordar necesidades específicas
en las parejas, monitorear el progreso de las parejas durante la terapia y utilizar la
información para modificar la terapia cuando sea necesario. Por consiguiente, el Modelo
Integrativo sugiere una selección sistemática conceptual y coherente. Gurman (2002)
describe este Modelo Integrativo de Terapia de Pareja como uno que focaliza en los
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factores de interacción de pareja intrapsíquicos e interpersonales y define la meta
terapéutica para la pareja en función de la pérdida y ampliación de expectativas y
supuestos de cada individuo y sus requerimientos en el contacto interpersonal como
pareja. El autor concluye al respecto que, esto se logra a través de la interpretación, re-
estructuración cognitiva y la creación de tareas terapéuticas para promover la exposición
de cada conyugue en aquellos aspectos de sí mismos y de su pareja que están bloqueados
desde la conciencia.
En investigaciones realizadas como la de Whisman (2007), con muestras
representativas de la población de los Estados Unidos en el tema, se encontró una
relación moderada tendiente a ser alta en la asociación entre la angustia y los desórdenes
psicológicos en los esposos. A su vez, Forthofer, Markman, Cox, Stanley y Kessler
(1996) también encontraron que, la angustia en la relación de pareja, además de tener una
relación con desórdenes psicológicos, se ha relacionado con efectos adversos en el
rendimiento laboral. Al respecto, indica Schumway, Wampler, Dersch y Arredondo
(2004) que dos tercios de los clientes que buscan ayuda en los Programas de Ayuda al
Empleado evidencian angustia producto de severos problemas familiares. De igual
modo, Waite y Gallagher (2000) han asociado la angustia en la relación de pareja con una
pobre salud física y con el hecho de que la pareja en una relación angustiosa no vive
muchos años unida. Erel y Burman (1995), Krishnakumar y Buehler (2000) también han
evidenciado a cerca de los efectos negativos de la angustia en la relación de pareja, que
no solo afecta a los adultos en la pareja, sino que también se asocia a una negativa
interacción entre padres-hijos.
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En resumen, Snyder, Carvell, Heffer y Mangrum(1995), ha dedicado gran parte
de sus investigaciones al análisis y evaluación de la angustia en la relación de pareja y sus
motivos. Las investigaciones en este tema han demostrado que la angustia en la pareja
está relacionada a una amplia gama de características individuales y de pareja. A la luz
del Modelo Integrativo, distintos investigadores en diferentes momentos, han
recomendado que se deben identificar las interacciones negativas de la familia al trabajo
y del trabajo a la familia que pudieran estar afectando a la satisfacción marital y generar
nuevas formas de interacción enfocadas en el enriquecimiento familia-trabajo y trabajo-
familia, para que redunden en mejor satisfacción marital.
Justificación
La institución más afectada en la sociedad puertorriqueña ha sido la familia. De
acuerdo con las estadísticas del Departamento de Salud de Puerto Rico (2008) la
celebración de matrimonios se ha reducido significativamente. Entre los años 2007 y
2008, se celebró un total de 21,613 y 18,620 matrimonios respectivamente, con una
reducción de 2,993 matrimonios entre ambos años. Durante los años 2009 y 2010 se
registraron 18,405 y 17,786 matrimonios respectivamente, evidenciando una reducción
de 619 matrimonios en estos dos años. Por otra parte, entre los años 2009 y 2010 se
otorgaron en total 14,703 y 13,913 divorcios respectivamente. Las principales causales
de divorcios en el país para los años 2009 y 2010 fueron consentimiento mutuo y
separación por más de dos años. En general, en estos años, por cada 100 matrimonios
celebrados se efectuaron 78 divorcios (Departamento de Salud, 2011; 2012).
La información publicada por el Departamento de Salud de Puerto Rico indica
que para el 2013, de 20,675 matrimonios inscritos, 14,775 se divorciaron. Esta
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estadística es consistente con los años anteriores, lo cual plantea una seria problemática
en la relación de las parejas que contraen matrimonio. Las estadísticas publicadas por el
Departamento de Salud de Puerto Rico en el 2012 indicaron que la edad media para las
primeras nupcias en el año 2010 fue de 25 años para la mujer y de 26 años para el
hombre.
La información obtenida a través del Censo de Población y Vivienda (2010) de la
American Fact Finder, también refiere a que la media de duración de los matrimonios
antes del divorcio fluctúa entre los seis a ocho años de matrimonio. Entre las razones
para que una pareja llegue a un divorcio, de acuerdo con Grennhouse y Beutell (1985), se
encuentran los conflictos interactuantes Trabajo-Familia que generan presiones
incompatibles derivadas simultáneamente de los roles laborales y familiares, toda vez que
la Familia puede interferir en el Trabajo y el Trabajo en la Familia. A su vez, se ha
encontrado evidencia que relaciona el grado de satisfacción marital con el conflicto de rol
(Ugarteburo, Cerrato e Ibarretxe, 2008). Dadas las dificultades que trastocan la relación
de pareja, familias y trabajo, la presente investigación provee información objetiva,
actualizada y pertinente acerca de las relaciones interactuantes entre trabajo-familia y la
satisfacción marital de parejas heterosexuales puertorriqueñas.
Cabe destacar que, la información que se obtenga en esta investigación puede ser
muy útil para psicólogos y profesionales de la salud. Esto en términos de auscultar e
implementar estrategias terapéuticas para que las parejas realicen cambios e iniciativas
que les permitan mejorar su satisfacción marital atendiendo los posibles conflictos entre
trabajo-familia. Por otro lado, la información obtenida puede ser utilizada por
profesionales de la conducta humana que se enfocan en terapias de pareja, para identificar
12
técnicas que ayuden a los matrimonios a lograr una mayor satisfacción marital y
conciliación de vida. También estos resultados podrán ser utilizados como base para
ofrecer adiestramientos, que ayuden a generar iniciativas que aporten a la interacción
trabajo-familia y a la satisfacción marital. De igual forma, podrán ser de utilidad para
generar nuevas investigaciones en el tema.
Revisión de la literatura
Etapa de desarrollo: Ciclo de vida familiar y de pareja. De acuerdo con
Erickson (1963) las personas en edad productiva laboral y edad para tener pareja y
familia fluctúan entre las edades de 25 a 55 años. Estas son etapas donde las personas
comienzan a tener relaciones estrechas para realizar aportaciones laborales, sociales y
familiares. En estas edades las personas están en la etapa adulta temprana llamada
intimidad frente al aislamiento y la etapa del desarrollo de la edad adulta intermedia
denominada generatividad frente a estancamiento. La etapa de intimidad frente al
aislamiento (20 a 40 años de edad) se centra en las relaciones estrechas con los demás.
Las dificultades durante esta etapa incluye el generar sentimientos de soledad y temor a
estas relaciones, mientras que la resolución exitosa de la crisis de esta etapa abre la
posibilidad de formar relaciones íntimas en los planos físicos, intelectuales y
emocionales.
Por otra parte, en la etapa de generatividad frentes a estancamiento (40 a 60 años
de edad), Erickson (1963) expone que la persona tiene la capacidad de aportar a la
familia, comunidad, trabajo, sociedad y contribuye al desarrollo de generaciones más
jóvenes. El éxito en esta etapa hace que la persona se sienta positiva frente a la
continuidad de la vida, mientras que las dificultades hacen que la persona sienta que sus
13
actividades son triviales o se estancaron y que no ha hecho nada por las futuras
generaciones.
Al igual que el individuo atraviesa por etapas de desarrollo, las parejas también
atraviesan por el ciclo vital de pareja. Diaz-Loving y Sánchez Aragón (2002)
identificaron las siguientes fases del Ciclo Vital de Pareja: desconocido, conocido, amigo,
atracción, pasión, romance, compromiso, mantenimiento, conflicto, alejamiento,
desamor, separación, desconocido y olvido. Cada una de estas etapas interactúa entre sí
según sea la edad y madurez de la pareja. Sin embargo, las etapas vinculadas con el
mantenimiento, conflicto, alejamiento y desamor están presentes en todas las categorías,
aunque se evidencian con mayor significancia en la pareja joven adulta (25-55 años). En
particular, en la etapa de mantenimiento se identifica la consolidación del compromiso,
estabilidad, crecimiento de la pareja, formación de la familia, lucha conjunta en el
enfrentamiento de problemas, sustento emocional, amor, confianza, aburrimiento,
felicidad, cumplimiento de responsabilidades, apoyo mutuo y respeto.
En la etapa de conflicto la pareja genera tensiones no manejadas, falta de
entendimiento, crecimiento, problemas, no desean convivir, deseo de solución del
conflicto, búsqueda de ayuda externa, frustración, enojo, tensión, angustia, tristeza,
comunicación inadecuada, peleas, agresividad y discusiones. Luego del conflicto algunas
parejas pueden llegar al alejamiento que trae consigo distanciamiento físico y emocional,
pérdida de interés, incomprensión, fortalecimiento de aspectos negativos, hostigamiento
psicológico, tristeza, depresión, frustración, dolor, hostigamiento físico, indiferencia,
evasión y lágrimas. De igual manera, la pareja puede experimentar desamor en la cual se
identifica con la evaluación negativa de la interacción, falta de amor, de interés, falta de
14
ilusiones, no se quiere convivir, disgusto por interactuar y conocer, tristeza, depresión,
enojo, dolor, soledad, rencor, evasión de la pareja, indiferencia, falta de respeto y
lágrimas. Las emociones, sentimientos y dinámicas que se generan de las etapas a partir
del conflicto, alejamiento y desamor aumentan la probabilidad de entrar en las etapas
para la separación, desconocer y olvidar.
Carter y McGoldrick (1989) propusieron otro Modelo de Ciclo Vital Familiar el
cual consiste en seis etapas: adulto joven libre, casamiento, recién casados, la familia con
hijos pequeños, la familia con adolescentes, familia con hijos adultos (dejar ir a los hijos)
y familia en la vida posterior. En las diferentes etapas del Ciclo Vital Familiar donde
existen los hijos, se crean muchos cambios en la relación de la pareja como familia. En
estas etapas la pareja pasa por diferentes roles. Cuando nace el primer niño se provoca
mucha tensión en la pareja, se genera cansancio, depresión, diferencias y dificultad para
concertar acuerdos. También en esta etapa, se genera la unión en muchas ocasiones
demasiado duradera entre madre e hijo, el padre no sabe cómo manejar el ocupar un lugar
secundario y por lo regular la participación de la familia extendida es excesiva en el
cuidado del bebe; lo cual genera dificultad para que los padres se ajusten al nuevo
escenario (Carter y McGoldrick, 1989; Hensen y Liddle, 1983).
Es evidente que una etapa determinante en el desarrollo de la familia es cuando
los hijos entran a la edad escolar porque representa el desprendimiento del niño del seno
familiar. El niño se unirá a una nueva institución con maestros y compañeros, lo cual
pudiera ser una buena vivencia para el niño con nuevas experiencias de crecimiento, por
el contrario, pudiese considerarse como algo malo por el sentimiento de pérdida o
abandono que podría desarrollar esta separación. En esta etapa se dan frecuentemente
15
ciertos problemas como por ejemplo: algunas familias enfrentan dificultades para
ajustarse a los cambios y consideran responsable a los maestros de la escuela de las
dificultades del niño. Otras familias no se hacen responsables y delegan en los maestros
de la escuela las funciones que le corresponden como padres cumplir. De igual manera,
en esta etapa los costos que implica el ingreso del niño a la escuela altera y afecta el
aspecto financiero, también desestabiliza y genera conflictos en la pareja (Carter y
McGoldrick, 1989).
Otra etapa que altera el ciclo de vida familiar son los hijos adolescentes. Esta es
una etapa crítica para la mayoría de los individuos y las familias dado los cambios físicos
que aparecen y la crisis de identidad que se confronta, entre otros. Para este joven
adolecente los pares pasan a ser en su vida más importantes que sus padres.
Simultáneamente, los padres también están atravesando por la crisis de la edad media;
momento en el cual aparece la incertidumbre de que ya no es joven, hay una evaluación
de todo lo realizado hasta el momento en todos los planos. En esta etapa se da el
desplazamiento de la relación entre padres e hijos para permitir al adolescente moverse
dentro y fuera del sistema familiar. Uno de los mayores problemas de esta etapa es la
dificultad de los padres para poner límites adecuados (Carter y McGoldrick, 1989).
Roles de Género: Cambios en la estructura familiar y laboral. De acuerdo
con Alarcón (2012) las luchas por la equidad de la mujer y los cambios sistemáticos en
los roles de género han sido muchos, no obstante, a pesar de éstas no se puede precisar en
qué medida ha trastocado las relaciones entre hombres y mujeres en los últimos años; en
especial en las relaciones de pareja. Indica el autor, que es dentro del núcleo familiar
donde se comienzan a conocer los roles de género; es en éste núcleo donde se encuentran
16
los orígenes de la opresión femenina al delegar en ella todo lo relacionado a las tareas
domésticas. Al respecto, plantea que en muchas parejas y familias puertorriqueñas existe
la tendencia de que es la mujer quien realiza las tareas del hogar y que el varón este
exento de estas tareas, lo cual puede crear algún tipo de conflicto en la pareja relacionado
con las tareas domésticas.
Figueroa, Mariñan, Martínez, y Norambuena (2012) mencionan que Olavarría y
Céspedes en el 2002 destacaron que el uso del tiempo destinado a la vida familiar y
laboral evidencia las desigualdades sociales, inequidades de género y uno de los
antecedentes del conflicto familia y trabajo; además de generar altos niveles de estrés
emocional en quienes lo viven. En una encuesta realizada por funcionarios de la OIT-
Organización Internacional del Trabajo (2011) acerca del uso del tiempo, en la que
participaron personas de países de América Latina, se demostró que el tiempo total de
trabajo es mayor para las mujeres que para los hombres. También evidenció que son las
mujeres quienes dedican la mayor parte del tiempo al trabajo no remunerado, que los
hombres participan menos en las actividades domésticas y en el cuidado de los hijos. Los
funcionarios en la OIT (2011) indicaron que en todas partes del mundo las mujeres
dedican más horas que los hombres a labores no remuneradas en la prestación de
cuidados a niños y ancianos.
En cuanto al número total de horas que dedican al trabajo remunerado y no
remunerado en la prestación de cuidados, las mujeres suelen tener jornadas laborales más
largas que los hombres (casi una hora más) dedican menos tiempo a la formación
educativa, la sindicación, el ocio e incluso el cuidado de la salud. En Puerto Rico, según
indicó la Procuradora de la Mujer la Sra. Wanda Vázquez en un artículo publicado en el
17
2014, aunque no se han realizado encuestas acerca del uso del tiempo y la distribución
entre el trabajo no remunerado y remunerado con la mujer puertorriqueña, se estima que
existe similitud con América Latina y se cita:
La experiencia nos demuestra que las mujeres trabajan más en actividades
no remuneradas como el cuidado de los hijos y familiares y el
mantenimiento del hogar que al sumarlas se refleja en que las tareas no
remuneradas son mayores, dejándoles menos tiempo de descanso. A lo
anterior le llamamos la pobreza de tiempo donde la inserción de las
mujeres en el campo laboral se hace a costa de una sobrecarga
discriminatoria del trabajo. Lo anterior claramente aumenta la brecha
entre la justicia salarial y la autonomía económica de las mujeres
fomentando el incremento de la feminización de pobreza puertorriqueña
(p. 9).
De acuerdo con Buitrago (1967) y Burgos (1987) la construcción social
puertorriqueña hasta hace varios años estuvo regida por el modelo patriarcal donde el
hombre trabajaba fuera a tiempo completo y era quien aportaba económicamente al
hogar. De otra parte la mujer realizaba las tareas domésticas y era quien cuidaba de los
niños y los ancianos sin recibir remuneración económica de su esposo, o recibiendo el
apoyo económico que el hombre deseara proveerle (Burgos, 1987). Actualmente, las
estadísticas del Censo de Puerto Rico (2010) demuestran que esta estructura no
corresponde a la realidad existente, a los efectos de que el número de familias mono-
parentales ha aumentado significativamente dado a que se realizan más divorcios que
matrimonios. De igual forma, las estadísticas del Departamento de Salud de Puerto Rico
18
(2012) evidencian que son mucho más las mujeres que trabaja fuera del hogar con
remuneración económica que en décadas pasadas.
Funcionarios en el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos de Puerto
Rico (2013) indican que en los últimos 43 años ha ocurrido un crecimiento significativo
en la participación de las mujeres en el proceso de producción de bienes y servicios. En
el 2013, las mujeres representaron el 43% de la fuerza trabajadora en Puerto Rico, lo que
representó un aumento de un 12% en relación al 1970. La transformación de las familias
puertorriqueñas en Puerto Rico ha sido similar a otros países de Latino América, de
acuerdo con un informe realizado en el 2009 por la Organización Internacional del
Trabajo (OIT). En este aspecto, las autoridades en esta organización expusieron según
estadísticas del momento, que las familias monoparentales aumentaron y que eran pocas
las personas que se dedicaban al cuidado de niños y/o ancianos exclusivamente. A su
vez, las transformaciones demográficas entre la población que está envejeciendo y las
nuevas demandas de atención hacen que el mercado laboral no sea el mismo.
El incremento en la fuerza laboral en Puerto Rico desde 1970 hasta el 2013 ha
generado 331,000 empleos; correspondiéndole a las mujeres el 70% de los mismos. No
obstante, para el 2013 la tasa de participación laboral de la mujer fue de un 32% y para el
hombre del 50% (Departamento del Trabajo y Recursos Humanos de Puerto Rico 2013).
Sin embargo, la mujer en Puerto Rico se está educando más que el varón (Consejo de
Educación Superior de Puerto Rico, 2012-2013). Las estadísticas del Consejo de
Educación Superior demuestran que para el año académico 2012-2013 habían
matriculados 101,707 varones y 143,788 mujeres.
19
De acuerdo con funcionarios en la OIT (2009) en Latino América y el Caribe
existe una diferencia en la jornada laboral entre hombres y mujeres. El tiempo que una
persona puede dedicar a su trabajo depende en gran medida del tiempo que dispone para
atender su vida familiar. Dada esta situación, las jornadas laborales remuneradas para las
mujeres son usualmente más cortas que la de los hombres. Los funcionarios de la OIT
(2009) indican que en estos países latinoamericanos sólo el 45% de las mujeres trabaja a
tiempo completo en comparación con el 65% de los hombres con una jornada a tiempo
completo. De este modo que, se presupone que las remuneraciones y jubilaciones en las
mujeres son menores y, además, que las tareas domésticas significan un trabajo no
remunerado que realizan las mujeres por encima de la jornada de trabajo remunerada y
que su tiempo de descanso es menor.
Al analizar las diferencias en el ingreso por trabajo remunerado entre el hombre y
la mujer, en Puerto Rico para el año 1969 se encontró que el ingreso promedio anual para
el hombre era de $2,259 y para la mujer era de $1,321 (Pico, 2006). Según han
transcurrido los años estas cifras han ido acercándose y equilibrándose. Por ejemplo,
para el 1995, el salario semanal mediano para la mujer era de $188.10 y de $189.80 para
el hombre, mientras que en el 2000 las mujeres ganaron $5.20 menos que los hombres
($214.80 y $220.00, respectivamente). En el 2005 las mujeres devengaron un salario
semanal mediano de $233.60 y los hombres de $242.90 (Departamento del Trabajo y
Recursos Humanos, 2013). En el 2010 las mujeres ganaron $3.50 menos que los
hombres ($286.50 y $290.00, respectivamente). En el 2013 las mujeres devengaron un
salario semanal mediano de $287.00 y los hombres de $290.00 (Departamento del
Trabajo y Recursos Humanos, 2013).
20
Estos cambios sociales, familiares y del rol por género han trastocado los
escenarios laborales, especialmente en cuanto a políticas, leyes, legislaciones y formas de
trabajo. Entre estos cambios se destacan políticas, reglamentos y acomodos para madres
lactantes, víctimas de violencia doméstica, periodos de maternidad, licencias escolares,
licencias familiares y el desarrollo de protocolos para atender estos asuntos. Entre éstos
se encuentra, por ejemplo, el cuido de niños, ancianos, contratación de personal para
limpieza y cuidado del hogar principalmente. Cabe destacar que, estas legislaciones y
transformaciones sólo son del disfrute de la mujer asalariada y/o aquellas que cuentan
con cierta estabilidad económica. De igual forma, el disfrute de estas medidas son en
situaciones y casos muy específicos y necesarios como lo es la maternidad (OIT, 2009).
Los cambios y transformaciones socioeconómicas en Puerto Rico en cuanto al
hombre y la mujer se refiere, han sido significativos. Sin embargo, se mantiene la visión
y un patrón en la conducta general de que el varón es la cabeza del hogar en el cual recae
el peso emocional y el rol de proveedor de la familia. Esto se conoce como masculinidad
hegemónica, el cual plantea su dominio en la mujer y hacia otros hombres (Buitrago,
1967; Colón-Warren, 2003). Ramírez (1993), en su libro Dime Capitán mencionan que:
“Las ideologías masculinas son construcciones cognoscitivas y discursivas dominantes en
las sociedades que se estructuran sobre la base de relaciones asimétricas entre los
géneros” (p. 30). De este modo es que a través del tiempo se conserva la imagen de que
la masculinidad hegemónica es un referente de fortaleza, dominio, fuerza, desconexión de
la emotividad y el privilegio social que se les otorga a los hombres de acuerdo con Toro-
Alfonso, Walters-Pacheco y Sánchez-Cardona (2012).
21
Desde la perspectiva de Toro-Alfonso et al. (2012) la carga emocional que se
otorga al varón como proveedor y eje central de la familia no sólo tiene un efecto en la
mujer, sino que también lo tiene en el hombre porque aquellos que no cumplen o no
asumen este modelo dominante de ser hombre, se les clasifica de incompletos y su
masculinidad queda subordinada. Por cuanto, al igual que la mujer, el hombre ha tenido
que sobrepasar barreras sociales para luchar por la equidad; como el varón que no desea
ajustarse a las normas sociales establecidas. La sociedad exige que cada hombre haga
todos los esfuerzos posibles para cumplir con el rol que se le impone a la masculinidad
hegemónica bajo pena de estigmatización y exclusión social. Transgredir la norma social
tiene serias consecuencias sociales y emocionales para los hombres.
En un estudio realizado por González-Domínguez (2009), en el que participaron
hombres puertorriqueños, encontró que todos ellos identificaron entre las auto-
conceptuaciones, su rol de padre como el más importante, luego el rol de esposo y
finalmente como empleado. Indicó la investigadora al respecto, que para los hombres
encuestados el trabajo fue identificado como algo importante pero no central y que el
sentimiento hacia la familia aparece como el punto central. Los resultados de este
estudio evidencian y son cónsonos con autores como Burgos (1987), Muñoz-Vázquez y
Fernández (1988) en términos de que se constata que el rol del varón ha cambiado,
porque en el pasado el trabajo era para el hombre la parte central de su identidad al estar
ligado a su carácter y rol de proveedor.
Interacción trabajo-familia. Greenhaus y Beutell (1985) han planteado que el
conflicto que existe entre la familia y el trabajo es debido a que las responsabilidades y
roles de uno interfieren en los roles del otro. Por su parte, ha señalado Domínguez (2007)
22
que muchos de los conflictos y riesgos se deben a la persistencia por comportamientos de
género, el cual le atribuye a la mujer el cuido y mantenimiento hogar y los hijos, por
consiguiente, el desigual reparto de responsabilidades familiares y domésticas.
De a acuerdo con Gracia, González y Peiró (1996) entre los conflictos que genera
la interacción trabajo-familia se encuentran los relacionados con el ambiente laboral y los
relacionados al ambiente familiar. En el contexto laboral existe una serie de presiones
tales como: el horario de trabajo, las demandas del rol, el estatus dentro de la
organización y las exigencias o riesgos que conlleva el desempeño de las funciones y
tareas. Por otro lado, las fuentes del conflicto que surgen en la familia están relacionadas
al proceso de evolución natural del ciclo familiar, como el nacimiento de un hijo, las
tareas domésticas y la etapa de adolescencia de los hijos. Sin embargo, mencionan
Rodríguez-Muñoz y Nouvilas-Pallejá (2007) que existe otro tipo de conflicto
bidireccional, el cual refiere al conflicto inter-rol que surge entre la familia y el trabajo
que afecta ambos ambientes.
Geurts, Taris, Kompier, Dikkers, Van Hooff y Kinnunen (2005) definieron el
concepto de interacción trabajo-familia como un proceso en que el comportamiento de un
trabajador en el hogar puede ser influenciado por determinadas ideas y situaciones
(positivas o negativas) que se han construido y vivido en el trabajo y viceversa. Autores
como Aguirre y Martínez (2006) indican que aunque la relación trabajo-familia se ha
estudiado desde una óptica negativa, no se puede dar por sentado este principio porque
existen otros estudios que evidencian que esta relación pude ser positiva. Sin embargo,
desde una óptica negativa, Greenhaus y Beutell (1985); De Luis-Carnicer, Martínez-
Sánchez, Pérez-Pérez y Vela-Jiménez (2004) plantean tres componentes de este conflicto
23
en la relación trabajo-familia. El primer componente está relacionado con el tiempo en el
cual una persona al dedicar demasiado tiempo a uno de sus roles limita el tiempo que
necesita para el otro y genera exigencias que afectan negativamente el bienestar de la
persona al querer cumplir con todas las exigencias. El segundo componente se relaciona
con las presiones que genera cada rol y provoca tensiones que no le permiten el
cumplimiento del otro rol. El tercer y último componente está relacionado al
comportamiento, el cual apela a que en ocasiones el comportamiento necesario para uno
de los roles no es compatible con el otro rol. En un estudio en el tema de estrés
organizacional realizado por Kahn, Wolfe, Quinn, Snoek, y Rosenthal (1964) en
Michigan, USA se encontró que cuando un rol se sobrepone a otro se obtienen efectos
negativos que afectan el bienestar de las personas.
Frone, Rusell y Cooper (1992) plantean que las consecuencias del conflicto
trabajo-familia conlleva sufrimiento, insatisfacción y pobre desempeño. De igual forma,
Rodríguez (2009) indica que el tiempo dedicado a la familia, la inversión de esfuerzos y
energías en el trabajo hacen que disminuya la capacidad o energía de la persona dada la
interferencia que puede existir al momento de responder o ejercer las actividades
laborales o familiares. Frone, Rusell y Cooper (1992) también consideran que el
conflicto trabajo-familia tiene consecuencias negativas en la salud y que las afecciones
son distintas dependiendo la dirección del conflicto
Por otro parte, desde una perspectiva positiva, la interacción trabajo-familia se
refiere a las conductas y eventos que ocurren en la vida laboral de las personas que
inciden positivamente en su vida familiar. Además, la interacción positiva familia-
trabajo se refiere a las conductas y eventos que ocurren en la vida familiar de los
24
trabajadores que inciden positivamente en su vida laboral (Geurts et al., 2005). Lu, Siu y
Wang (2011) indican que los recursos personales (destrezas y habilidades) que se generan
en la vida familiar pueden generar otros recursos en la vida laboral. A este fenómeno,
Greenhause y Powel (2006) le llaman enriquecimiento trabajo-familia y definen el
enriquecimiento trabajo-familia como el grado en el que las experiencias vividas en un
rol contribuyen a mejorar la calidad de vida en otros roles. De acuerdo con los autores
para que ocurra el enriquecimiento, los beneficios y recursos ganados en un rol deben ser
transferidos al otro y ser aplicados exitosamente. Según mencionan, en la ruta familia-
trabajo, trabajo-familia para este enriquecimiento existe un moderador clave que
identifican como role salience producto de la importancia que le asignan los individuos a
cada rol o al rol que le asignan mayor relevancia.
El término role salience es un determinante en el enriquecimiento porque
mientras más valor los individuos otorguen a sus roles laborales-familiares y se
preocupen por su rendimiento en cada esfera, es más probable que transfieran los
recursos ganados de un rol al otro (Greenhaus y Powell, 2006). Los términos positive
spilover, mejora (enhancement), enriquecimiento y facilitación se han utilizado
indistintamente para describir cómo la interacción trabajo-familia se benefician
mutuamente. No obstante, el término enriquecimiento es el único que hasta el momento
cuenta con publicaciones, modelos teóricos e instrumentos de medición validados
(Carlson, Kacmar, Wayne y Grzywacz, 2006; Greenhaus y Powell, 2006; Grywacz y
Marks, 2000). Biedma-Ferrer y Medina-Garrido (2014) concurren también en que existe
una relación positiva y significativa entre la interacción trabajo-familia y la satisfacción,
motivación y desempeño laboral.
25
En el estudio presentado por Geurts et al. (2005) encontraron que el trabajo
interfiere con más frecuencia en la familia que la familia en el trabajo y que la
interferencia positiva es más frecuente de la familia hacia el trabajo. En estudios
realizados en Puerto Rico por González-Domínguez (2009) demostraron que la familia
influye positivamente en su trabajo. En el 2007, Moreno-Velázquez, González-
Domínguez, Massanet-Rosario y Quintana-Rondón, llevaron a cabo un estudio en el cual
participó una muestra de hombres-gerentes puertorriqueños y evidenciaron que éstos no
percibían una relación de conflicto entre la familia y el trabajo. Los resultados del
estudio realizado en Puerto Rico por Gómez-Siera (2011) en el tema, indicó que el
conflicto trabajo-familia ocurre con mayor frecuencia que el conflicto familia-trabajo y
que el enriquecimiento familia-trabajo ocurre con mayor frecuencia que el
enriquecimiento del trabajo-familia.
Candela (2008), Carrasco (2001) y Díaz (2008) señalan que ante la dinámica que
ocurre en la interacción trabajo-familia y sus implicaciones, todo apunta a la importancia
de generar alternativas para manejar el tiempo de forma efectiva con el fin de alcanzar
una mejor conciliación de vida. No obstante, mencionan que para poder alcanzar esta
conciliación, el individuo tiene que realizar esfuerzos extraordinarios para estar a la altura
de todas las exigencias. Ante el reto de conciliar la vida laboral-familiar y la
identificación de las necesidades que enfrenta el individuo hoy día, los individuos así
como los dirigentes y patronos en las organizaciones han comenzado a desarrollar
medidas para la conciliación entre la vida familiar y laboral a los fines de mejorar la
productividad en la empresa y la equidad entre género (Capelli, 2000, OIT, 2009).
26
En función de conciliar la vida laboral-familiar, se han desarrollado políticas
organizacionales, protocolos y leyes como lo es la Ley Núm. 212 del año 1999, conocida
como la Ley para garantizar la igualdad de Oportunidades en el Empleo por Género.
Esta ley plantea que las agencias e instrumentalidades públicas tienen que desarrollar e
implantar Planes de Acción Afirmativas para garantizar que no se discrimine contra
ningún empleado o aspirante a empleado por razones de su género. De igual, forma la
Sección 1 del Artículo II de la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, al
igual que otras leyes locales y federales prohíben el discrimen por género (Anderson,
Coffey y Byerly, 2002; López y Acereda, 2007).
Otras legislaciones incluyen la Ley Núm. 427 del 16 de diciembre de 2000
enmendada por Ley Núm. 239 de 2006 que establece la reglamentación para el periodo de
Lactancia o de extracción de Leche Materna con el propósito de otorgar una hora o dos
periodos de media hora dentro de cada jornada de trabajo a madres trabajadoras que
laboren a tiempo completo para lactar o extraerse la leche materna por un periodo de
doce meses a partir del reingreso a sus funciones. A su vez, se estableció la Ley Núm.
155 de 2002 para ordenar a los Secretarios, Directores, Presidentes y Administradores
públicos del Estado Libre Asociado de Puerto Rico a designar espacios para la lactancia
en las áreas de trabajo.
Entre las leyes más recientes, que atiende los asuntos de igualdad de género es la
Ley Núm. 230 del 19 de diciembre de 2014, a fines de promover una política pública
uniforme de igual paga por igual trabajo sin discriminación por género. Esta ley busca
erradicar las diferencias en retribución y opciones de trabajo para la mujer en
27
comparación con el hombre y que la mujer esté mejor representada en las esferas donde
se toman decisiones, como en los cargos directivo.
Los miembros del Comité de Organizaciones Psicológicamente Saludables
adscrito a la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR, 2014) el cual surge a partir
del Psychologically Healthy Workplace Program de la Asociación de Psicología
Americana (APA) se menciona que entre los beneficios para los empleados y empleadas
está el aumento en la satisfacción laboral, en la moral, mejora la salud física y mental de
los empleados/as, aumenta la motivación y mejora las destrezas para manejo del estrés.
El propósito establecido para los miembros de este Comité es educar a los patronos,
dirigentes y funcionarios en las organizaciones acerca de la relación entre el bienestar de
los empleados y el desempeño organizacional.
Cabe mencionar que en una Organización Psicológicamente Saludable se
encuentra el balance de vida y trabajo al reconocer que los empleados tienen
responsabilidades y una vida diferente fuera del trabajo. En estas compañías
organizacionales se promueve el balance de vida y trabajo mediante el desarrollo de
programas y políticas para ayudar a los trabajadores a manejar de forma más efectiva las
demandas del trabajo y la familia en sus múltiples facetas. Algunos ejemplos para el buen
funcionamiento trabajo-familia incluyen acuerdos de horario flexible, trabajo desde la
casa, ayuda en el cuido de niños, de ancianos y proveer orientaciones para el manejo de
las finanzas personales, entre otros (APPR, 2014).
Cuevas-Torres (2009) como resultado de su investigación con empresas de Puerto
Rico, encontró que existe un efecto positivo al implementar iniciativas conciliadores
respecto a balancear la vida entre el trabajo y la familia. Entre los efectos positivos se
28
observó que hubo mayor retención del empleado, reducciones en la utilización del plan
médico, en el ausentismo, en solicitudes de licencias por enfermedad e incapacidad, en
los costos administrativos, accidentes, en inventarios, mejoró la calidad de productos,
cumplimiento con las inspecciones, acreditaciones, imagen organizacional, aumentó la
productividad, el desempeño del empleado, crecimiento de la empresa (ingresos) y las
solicitudes de empleo. A su vez, la investigadora demostró que existía mayor
satisfacción, compromiso, mejoró la motivación intrínseca, el prestigio y orgullo del
empleado, el pertenecer a los 20 mejores patronos, la calidad del servicio, los
reconocimientos por la prácticas organizacionales y el ambiente/clima de trabajo.
Frone, Russell y Cooper (1992) y Stewart y Barling (1996) añaden que la
inexistencia de iniciativas que promuevan la conciliación laboral y personal generan
consecuencias negativas tales como comportamientos sociales disfuncionales y otros
asociados al consumo de alcohol. A nivel social existen otras implicaciones negativas
como resultado de una pobre conciliación entre el trabajo-familia cuando existen
dificultades para que la mujer se inserte al mundo laboral, menos oportunidades de
ascensos, particularmente para la mujer, limitaciones para recibir aumentos de salario
(ingreso) y el confrontar dificultades para proveer atención adecuada a los niños, adultos
y enfermos. De igual forma, cuando se priva al varón de participar activamente de la
crianza de sus hijos disminuye los lazos afectivos, el desarrollo integral infantil y se
promueven roles masculinos pobres o ausentes (OIT, 2009).
Ugarteburu, Cerrato e Ibarretxe (2008) indican que los efectos negativos de la
conciliación trabajo-familia pueden ser categorizados en cuatro grupos: 1) efectos
negativos en la salud (física y psíquica), 2) en la satisfacción, 3) rendimiento y el grado
29
de implicación laboral (burnout, productividad laboral e intención de cambio de puesto
de trabajo) y, 4) familiar (ansiedad, rendimiento en el rol materno-parental, satisfacción
marital e intenciones de divorcio). No obstante, García (2012) plantea que a pesar de que
es importante que los empleadores tomen en consideración el tema de la conciliación,
también cada individuo es responsable de trabajar en este asunto. Menciona el autor que
entre los ajustes o estrategias que realizan las personas hoy día, conscientes o no, se
encuentran: retrasar la maternidad, tener menos hijos, requerir la ayuda de familiares,
reducir la jornada laboral y el desarrollo profesional.
Otras iniciativas que han generado las personas para conciliar sus vidas son los
servicios de cuido de niños en horarios extracurriculares y utilizar hogares para el cuido
de ancianos. A su vez, algunas familias se han distribuido las tareas del hogar con la
finalidad de aliviar la carga de uno de los integrantes, principalmente de la mujer. De
igual manera, otras familias recurren a nuevas tecnologías o aparatos electrónicos para
agilizar las tareas de su hogar, maximizar su tiempo y establecer prioridades según sean
las actividades o reducirlas (Vera-Martínez y Martín-Chaparro, 2009).
Satisfacción marital. El estudio de la satisfacción marital es importante y
mencionan Erhabor y Ndlovu (2013) que según ha indicado Arriaga para el 2011 las
relaciones matrimoniales satisfactorias contribuyen a una mejor calidad de vida. Indican
los autores que existe evidencia que asocia la satisfacción marital con el bienestar
psicológico, manejo del estrés y la salud física, entre otras. Snyder et al. (2012) asevera
que la relación de pareja tiene profundos efectos en su bienestar psicológico y físico. Sin
embargo, aunque existe evidencia de los beneficios del matrimonio, en Puerto Rico entre
los años 1997 al 2009 los matrimonios disminuyeron en un 26% y los divorcios
30
aumentaron en un 80% durante el mismo tiempo (Departamento de Salud de Puerto Rico,
2011).
Expone Domínguez (2007) que la satisfacción marital en parejas heterosexuales
está relacionada con la percepción de cada individuo, con los costos y beneficios de
mantener esa relación en vez de a terminar con ella. Bernal, Gómez-Arroyo y Morales-
Cruz (s.f.) sugieren que la familia ha cambiado de una organización con múltiples
conexiones entre sus miembros a una organización social cuya única función es la de
mantener vínculos afectivos. Los autores plantean que el amor es lo único que mantiene
la relación y que cuando ya no existe la relación se disuelve y finaliza.
En términos de cómo la pareja percibe su relación, de acuerdo con Murray,
Holmes y Griffin (2004) en ocasiones los conyugues la perciben como una estable
cuando realmente no lo es en su totalidad. Así mismo, Snyder, Tanke y Berscheid (2004)
indica que la estabilidad también está dada por la percepción o la opinión que tiene la
pareja de su relación. En otras palabras, cuando uno de los integrantes de la pareja
percibe que su compañero/a de vida es bueno/a y agradable, la tendencia es hacia tener
mayor satisfacción conyugal. Li y Fung (2011) plantean que la teoría de la meta
dinámica sostiene que la satisfacción marital consiste en una evaluación subjetiva acerca
de la calidad del matrimonio y que las personas persiguen múltiples metas con su
matrimonio.
Lucas, Wendorf, Imamogule, Shen, Parkhill y Weisfel (2006) explican que
distintos grupos poblacionales y en distintos momentos del ciclo de vida describieron la
satisfacción en la relación de pareja desde diferentes puntos de vista según se cita:
31
….compartir la misma concepción del mundo, entender que el matrimonio
es para toda la vida, confianza mutua, respeto mutuo, amor y capacidad
para expresarlo, comunicación asertiva, llevarse bien con la familia de
origen del cónyuge, amigos y círculo social, capacidad para resolver las
crisis que se dan en la vida conyugal, preocupación del uno por el otro,
dejarse espacio y tiempo para estar y divertirse juntos.
Domínguez (2007) también presenta otras descripciones que se asocian con la
satisfacción marital las cuales aluden a procesos de transición de parentalidad, valores
espirituales y personalidad, dinámica de pareja (roles, sentimientos, deseos, emociones e
interacción), auto-percepción, apoyo externo, factores económicos, tiempo de casados,
aspectos de salud física y psicológica. Acevedo y Aron (2009) han definido la
satisfacción marital como la división de tareas en el hogar, la cual puede aportar a que
ellos compartan creencias homogéneas o similares, el amor, la confianza y la lealtad y en
el que le otorgan al amor el primer lugar. Acevedo, Giraldo y Tovar (2009) y Gottman y
Silver (2006) indican que las parejas que funcionan bien y se describen como felices,
demuestran habilidades para la comunicación, resolución de problemas y estrategias
adecuadas para manejar los conflictos.
Snyder y Stukas (1999) indican que los nuevos parámetros para la satisfacción
marital están influenciados y responden a la situación social en la que se encuentra la
pareja. Según Harris, Glenn, Rappleyea, Díaz-Loving y Hawkins et al. (2008) las
creencias, normas y valores se convierten en parámetros que auxilian la evaluación de la
relación con la finalidad de tomar la decisión de mantener o terminar la relación de
pareja. A su vez, mencionan autores como Armenta-Hurtarte, Sánchez-Aragon y Díaz-
32
Loving (2012) que estos parámetros de evaluación consideran también aspectos como:
características deseables de la pareja, conductas que se deben tener en la relación,
actividades que debe realizar la pareja, características del lugar donde habitan, ingresos y
gastos económicos, conducta de su pareja y el trabajo que realizan, entre otros. De
acuerdo con estos autores y Hernández, Alberti, Núñez y Samaniego (2011), la variedad
de alternativas en la satisfacción marital está asociada a las diferencias culturales,
sociales y socio-demográficas, a la presencia o ausencia de hijos, tiempo de la relación,
problemas económicos, valores, roles y percepción de lo que es una pareja.
Desde la perspectiva presentada por Parra (2007), existe diversidad de situaciones
que pueden generar conflictos conyugales. No obstante, algunas de las fuentes de
conflicto en la pareja se refieren a la suposición de lo que debe ocurrir en la vida
matrimonial o expectativas que se tengan del matrimonio, antecedentes que se convierten
en derechos y se juzga a la pareja por acciones pasadas. De acuerdo con el autor, entre
las situaciones que genera conflicto en la pareja están las interacciones del matrimonio en
otras actividades que han sido parte de sus vidas, el manejo de los niños, de las leyes y
con otros miembros de la familia.
Por otra parte, Díaz-Morales, Quiroga-Estévez, Escribano-Barrerno y Delgado
Prieto (2009) consideran que los matrimonios enfrentan grandes conflictos que guardan
relación con los roles de género. De igual forma, se entiende que las estructuras
patriarcales generan grandes conflictos en el interior de la familia y, por consiguiente,
entre la pareja a los efectos de que se suscitan conflictos ocasionales por la división del
trabajo, separación de contextos sociales, la desigualdad en la toma de decisiones y
33
privilegios, así como el sentido de propiedad de la pareja (Muñoz-Vázquez y Fernández,
1988).
Algunos autores como Díaz-Morales et al. (2009) sugieren que el divorcio
aparece como una resistencia a los patrones de subordinación de las mujeres a la
desigualdad en los roles de género establecidos. Indican que en los matrimonios jóvenes
la sensación de equidad en la contribución de cada cónyuge predice matrimonios
satisfechos. Mediante el estudio presentado por Moreno-Fernández y Rodríguez-
Vega,Carrasco-Galán y Sánchez-Hernández (2009) se demostró que en las relaciones
donde se produce un nivel mayor de intimidad y mejor distribución de tareas se
encuentran menores niveles de insatisfacción en la mujer relacionados con la distribución
de tareas y la toma de decisiones; así como una mejor convivencia y más equidad en la
relación. Badr y Acitelli (2008) también consideran que existe literatura que indica que
los comportamientos de participación en la relación (cómo compartir las tareas del hogar)
están asociados a la satisfacción y calidad marital. De igual forma, Domínguez (2007)
considera que la satisfacción en la división de las tareas del hogar están positivamente
relacionadas con la intimidad y están negativamente relacionadas con el conflicto en
parejas jóvenes y de la tercera edad.
Domínguez (2007) indica que los esposos que experimentan un aumento en la
tensión al ejercer su rol marital durante los tres primeros años de matrimonio de casados
han demostrado que la satisfacción marital se afecta más en comparación con los esposos
cuya tensión al ejercer este rol es estable en el tiempo. No obstante, se encontró que el
aumento de la tensión de rol en las esposas no afectó su satisfacción marital. También
34
este autor, evidenció que el aumento de la tensión en el rol de los maridos podría ser
beneficiosa para la satisfacción marital de las esposas.
Picó (2006) a través de sus estudios al comparar hombres y mujeres casados
encontraron que las mujeres están en desventaja debido a problemas de compaginación
de roles frente a los hombres, por lo cual, sienten menor satisfacción en su matrimonio.
Moreno, Rodríguez, Carrasco y Sánchez (2009) demostraron, a través de su
investigación, que las mujeres que trabajan fuera de la casa actúan en la relación de forma
más asertiva, menos sumisa y pasivo-agresiva. Además, las mujeres que cuentan con la
colaboración del conyugue y la forma en que se distribuyen las tareas del hogar es
balanceada, se perciben en una posición de mayor equidad en la relación. En este
aspecto, según Helms, Walls, Crouter y McHale (2010) las mujeres sin empleo se ven en
una situación de desventaja o inequidad negativa. Añaden que las parejas en las que la
esposa colabora en los ingresos familiares están más satisfechas en sus matrimonios y
consideran las tareas domésticas se distribuyen más equitativas que aquellas parejas
donde la mujer no colabora económicamente.
Ugarteburu, Cerrato e Ibarretxe (2008) han señalado que el conflicto entre el
trabajo y la pareja tiene un mayor efecto en el nivel de satisfacción laboral y marital. En
términos generales, explican al respecto que el conflicto de rol influye negativamente en
el nivel de satisfacción marital en mujeres y en hombres en relación al número de horas
que una pareja pasa junta y el nivel de satisfacción marital (el tiempo que una pareja pasa
junta está determinada en gran medida por las horas que trabajan). Hyde, Essex, Clark y
Klein (2001) comprobaron que existe dos situaciones que aumentan la insatisfacción
marital: cuando las mujeres trabajan muchas horas y están satisfechas con su situación
35
laboral y cuando las mujeres trabajan menos horas y no están satisfechas con su situación
laboral. Van-Steenbergen, Kluwer y Karney (2011) ha identificado que la satisfacción en
el trabajo también modera los efectos de las cargas del matrimonio; de igual forma ha
encontrado que estar empleado y tener un buen matrimonio está asociado a una mayor
satisfacción en la vida.
Armenta-Hurtarte, Sánchez-Aragon y Díaz-Loving (2012) realizaron un estudio
donde identificaron de qué manera el contexto afecta la satisfacción en la pareja. En este
estudio se evidenció que la categoría contextual en el ámbito económico-laboral fue la
que los participantes relacionaron con la satisfacción marital en mayor proporción. A
estos efectos, el ámbito económico-laboral delimita el tipo de actividades que pueden
llevar a cabo la pareja en la relación (ir al cine, viajar, estar en casa). De igual forma, la
situación económica-laboral puede ser un elemento de conflicto dentro de la relación.
Los investigadores concluyeron que el posible conflicto económico-laboral en la relación
se debe a dos aspectos: el primero de ellos al estrés que ocasionan las actividades
laborales y el segundo es el tiempo dedicado al trabajo, sea por el exceso de trabajo o por
falta de recursos económicos para los gastos cotidianos de la pareja.
Armenta-Huarte et al. (2012) establecieron que la diferencia entre género
proporciona en el hombre la tendencia a otorgar mayor importancia al ámbito laboral en
comparación con las mujeres, mientras que las mujeres le otorgaron mayor importancia a
la categoría relacionada con los hijos. Al respecto, MacLean y Peters (1995) ya habían
indicado que los hombres con altos ingresos disfrutan más del matrimonio que los
hombres que ganan menos, por lo que la seguridad financiera es un factor importante
para que los hombres disfruten más de sus relaciones conyugales. Moreno, Rodríguez,
36
Carrasco y Sánchez (2009) analizaron la asociación entre el nivel académico y la relación
de pareja. Encontraron que las mujeres con estudios secundarios o superiores consideran
que sus relaciones son más equitativas que las mujeres con estudios primarios; quienes se
perciben en una situación de mayor desventaja.
Por otra parte, Figueroa, Salgado, Martínez, y Norambuena (2012) refieren que,
según Sernam para el 2010 recomendó el desarrollar nuevas formas de interacción entre
las parejas para promover un sistema de corresponsabilidad y un nuevo modo de
cooperación y compromiso entre mujeres y hombres. Esta nueva forma de interacción
busca que se logre un equilibrio al repartir las responsabilidades de la vida laboral y la
vida privada, de modo que la carga de las tareas del hogar no se traduzcan en desventajas
para las mujeres y que el desarrollo laboral no sea incompatible con la vida familiar entre
la mujer y el hombres. En este aspecto plantean estos, que la corresponsabilidad busca la
cooperación de ambos integrantes de la pareja en todas las responsabilidades, un cambio
cultural y social, en especial, en la distribución de tareas domésticas.
Pregunta y objetivos de investigación
El método científico establece para el desarrollo de toda investigación cinco pasos
fundamentales; de los cuales los primeros dos refieren al planteamiento del problema y la
formulación de la pregunta de investigación. Ambos requisitos dirigen el proceso en el
análisis que sistemáticamente se lleva a cabo en la búsqueda de respuestas y soluciones
prácticas y objetivas (Villenevue-Román, 2004). En este estudio ser formula la siguiente
pregunta investigativa seguido de los objetivos a lograr.
37
Pregunta:
¿Cómo influye la interacción trabajo-familia en la satisfacción marital en parejas
heterosexuales puertorriqueñas con más de cinco años de casados y que se encuentran
entre veinticinco a 25 a 55 años de edad según los resultados del Cuestionario de
Interacción Trabajo-Familia (SWING) y el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R)?
Objetivos:
1. Identificar la media de la escala de Ansiedad Global (GDS) del Inventario de
Satisfacción Marital (MSI-R).
2. Analizar las dimensiones del Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) e
identificar en las que mayor angustia evidencien los participantes.
3. Analizar si existe alguna diferencia significativa entre hombres y mujeres en
cuanto a las dimensiones que mide el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R)
y el Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING).
4. Interpretar si existe alguna diferencia significativa por edades y años de casados
en el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y el Cuestionario de Interacción
Trabajo-Familia (SWING).
5. Analizar la relación entre el nivel de ingreso de los participantes y la ansiedad en
la relación de pareja de acuerdo con el Inventario de Satisfacción Marital
(MSI-R).
6. Describir el tipo de relación y dirección en términos del promedio en las cuatro
dimensiones de la interacción trabajo-familia según el Cuestionario de
Interacción Trabajo-Familia (SWING).
38
Definición de términos y variables
Las definiciones correspondientes a los términos aplicados en este estudio se
definen conceptualmente en esta sección. De igual forma se definen conceptualmente y
operativamente las variables objeto de análisis (Villeneuve-Román, 2004). En primer
lugar se presentan los términos, seguido de las variables.
Términos:
1. Parejas heterosexuales. Personas que se unen a otra, las cuales están inclinadas
sexualmente hacia individuos del sexo contrario (Diccionario manual de la
lengua española Vox, 2007).
2. Matrimonio. El diccionario de la Diccionario manual de la lengua española Vox
(2007) define el matrimonio como una unión de hombre y mujer, concertada
mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una
comunidad de vida e intereses. En determinadas legislaciones, esta unión puede
ser entre personas del mismo sexo.
3. Divorcio. Dicho de un juez competente: disolver o separar, por sentencia, el
matrimonio, con cese efectivo de la convivencia conyugal (Diccionario manual
de la lengua española Vox, 2007).
4. Rol. De acuerdo con el Diccionario del manual de la lengua española Vox ,
(2007) el rol es el papel o función que alguien o algo desempeña.
5. Terapia. Se define por el tratamiento de una enfermedad o de cualquier
disfunción; en el aspecto emocional destinado a solucionar problemas
psicológicos (Diccionario manual de la lengua española Vox , 2007).
39
Variables:
1. Satisfacción marital. Snyder (1999) define la satisfacción marital como una
construcción que incluye 13 dimensiones por las que atraviesa la pareja. En este
estudio la satisfacción marital se mide a través del Inventario de Satisfacción
Marital (MSI-R) desarrollado por Snyder (1999). El MSI-R incluye 13 escalas
que evalúan dimensiones específicas de la relación de pareja. Las puntuaciones
que revele la realización del Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) mide el
funcionamiento de una relación para identificar la intensidad de la angustia en
distintas áreas en la interacción en la pareja.
2. Interacción trabajo-familia. Geurts, Taris, Kompier, Dikkers,Van Hooff y
Kinnunen (2005) definen la interacción trabajo-familia como un proceso en el que
el comportamiento de un trabajador en un dominio (por ejemplo, en casa) es
influido por determinadas ideas y situaciones (positivas o negativas) que se han
construido y vivido en el otro dominio (por ejemplo, en el trabajo). En este
estudio la interacción trabajo-familia se mide con el Cuestionario Interacción
Trabajo-Familia (SWING) desarrollado por desarrollado por Geurts et al. (2005)
y adaptado al español por Moreno-Jimenez, Sanz-Vergel, Rodríguez-Muñoz y
Geurts (2009). El instrumento consta de 22 reactivos que se contestan con una
Escala Likert para indicar 0 como nunca, 1 a veces, 2 a menudo y 3 siempre.
3. Datos sociodemográficos. De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española
Plus (2001) consiste en el estudio del tamaño, composición y distribución de la
población humana a escala local, regional, nacional o mundial. En este estudio,
los datos sociodemográficos permiten la descripción y composición de la muestra
40
de participantes. Estas características se obtienen mediante 15 preguntas en
relación al género, preparación académica, profesión, lugar de empleo, jornada
laboral, años en el empleo, hijos en el matrimonio o en matrimonios previos,
ingresos económicos, horas que comparte en pareja, creencia espiritual, aspectos
que valora la persona para sentirse satisfecho en su relación de pareja, quien se
ocupa de la tareas del hogar y una pregunta cerrada para indicar si la interacción
trabajo-familia le afecta en su relación marital.
41
CAPITULO II
METODO
Introducción
Desde la perspectiva científica, las investigaciones requieren establecer el método
a través del cual se llevará a cabo el estudio. Por cuanto, corresponde exponer de forma
estructurada este proceso. A estos efectos, consecutivamente se incluyen la descripción
del diseño de investigación, la selección de la población y la muestra. Luego
procedimientos éticos, descripción de instrumentos de investigación, indicadores de
validez y confiabilidad, procedimientos para recopilar los datos y los análisis estadísticos
en la búsqueda de respuestas objetivas al problemas, preguntas y objetivos establecidos.
En este estudio el problema investigado consistió en conocer la relación entre la
interacción trabajo-familia y la satisfacción marital en parejas heterosexuales en Puerto
Rico. La pregunta formulada es la siguiente: ¿Cómo influye la interacción trabajo-
familia en la satisfacción marital en parejas heterosexuales puertorriqueñas con más de
cinco años de casados y que se encuentran entre 25 a 55 años de edad según los
resultados del Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING) y el Inventario de
Satisfacción Marital (MSI-R)? De acuerdo con la respuesta al problema y a la pregunta
se cumple con cada uno de los seis objetivos establecidos.
Diseño de investigación
La presente investigación es de tipo exploratorio\descriptivo. Los estudios
exploratorios se realizan cuando el problema de investigación ha sido poco estudiado o
no han sido abordado anteriormente. Estos estudios son útiles para familiarizarse con
fenómenos relativamente desconocidos. En cuanto a combinar el diseño exploratorio con
42
el descriptivo provee la ventaja de ser más específico y preciso en las características y
condiciones del fenómeno que se observa y se analiza. Por consiguiente, se evitan los
vicios o bias en la investigación. Cabe señalar que este diseño de investigación no
requiere de identificar variables independientes y dependientes según lo requieren los
diseños de naturaleza experimental (Hernández Sampieri, Fernández-Collado y Baptista-
Lucio, 1998; Villeneuve-Román, 2004).
Descripción de la población y selección de la muestra
La muestra seleccionada mediante la técnica no probabilística fue por
disponibilidad (Hernández Sampieri, Fernández-Collado y Baptista-Lucio, 1998;
Villeneuve-Román, 2004). De esta manera participaron 30 parejas para un total de 60
personas en el estudio. Estas parejas al momento de administrar los instrumentos
estuvieron disponibles y aceptaron ser parte del estudio de forma libre y voluntaria. Los
criterios de inclusión y exclusión fueron:
Inclusión:
1. Personas de 25 a 55 años de edad.
2. Individuos casados/con pareja.
3. Padres de niños entre 0 a 17 años de edad.
4. Personas heterosexuales.
5. Participantes de nacionalidad puertorriqueña.
6. Personas que residen en el área metropolitana y pueblos limítrofes.
7. Nivel académico mínimo de cuarto año.
8. Estar Empleados.
9. Los individuos deben saber leer y escribir.
43
Exclusión:
1. Mujeres embarazadas, niños, jovenes, pacientes de salud mental.
2. Confinados en libertad condicional.
3. Individuos con analfabetismo, con capacidad disminuida, limitados física o
mentalmente (o que padezcan serios problemas de salud mental).
4. Personas solteras/sin parejas.
5. Personas menores de 25 años y mayores de 56 años.
Estas parejas fueron padres que sus hijos asisten a centros pre-escolares, escuelas
y colegios del área metropolitana y pueblos limítrofes que voluntariamente desearon
participar en la investigación. Se obtuvo autorización escrita del personal a cargo de cada
centro, escuela o colegio, para realizar la investigación (Ver Apéndices G, H, I y J). Los
participantes recibieron orientaciones en las reuniones de padres acerca de la
investigación y detalles de la misma. Se coordinó con el personal designado en cada
centro un taller psicoeducativo relacionado al tema de investigación y administración de
los cuestionarios para los padres (parejas) que voluntariamente decidieron participar.
El proceso inicial incluyó la distribución de la promoción del taller mediante
hojas sueltas en diferentes áreas de los centros, escuelas o colegios para dar a conocer la
fecha, hora y lugar del mismo. El personal a cargo apoyó la distribución de las hojas
entre los padres. Luego de ofrecer el taller se administraron los cuestionarios a varias
parejas a la misma vez. Antes del inicio del taller se les explicó a los participantes el
propósito y finalidad del taller, así como de la investigación y se entregó la hoja
informativa. Una vez finalizado el taller se solicitó a los participantes (parejas) que
contesten los cuestionarios de forma voluntaria.
44
Procedimiento ético para garantizar los derechos de los participantes
De acuerdos con los estándares de la ética que rige la investigación en el campo
de la psicología, es importante garantizar la protección de los participantes del estudio de
cualquier daño físico o psicológico que pueda surgir durante el proceso. En este aspecto,
la investigación se rige por los principios éticos presentes en la profesión de la psicología
en Puerto Rico y las leyes y reglamentos vigentes requeridos en las instituciones donde se
realiza la investigación.
Antes del inicio del proceso se les entregó a ambos integrantes o pareja la Hoja
Informativa (Ver Apéndice A) que incluyó propósitos, objetivos e instrucciones, las
cuales fueron explicadas, se contestaron preguntas y se clarificaron dudas. También se
les reiteró que su participación era libre y voluntaria por lo cual los participantes podrían
retirarse de la investigación si así lo desearan. A su vez, se les garantizó la
confidencialidad y el anonimato de su participación.
Los instrumentos fueron identificados con un número para mantener la identidad
del participante en el anonimato, de esta forma no es posible identificar a las personas. A
su vez, se le informó a los participantes que la información recopilada en el estudio podrá
ser presentada y publicada en foros académicos y profesionales en Puerto Rico como en
el exterior, al igual que pudiera ser compartida con los autores del mismo,
salvaguardando la identidad de los participantes. De igual forma, se les indicó a los
participantes que los cuestionarios serán guardados bajo la responsabilidad y en las
facilidades físicas de la investigadora en un archivo bajo llave por espacio de cinco años,
donde al cabo de éstos los instrumentos serán destruidos utilizando una trituradora de
papel, en presencia de un testigo y tomando acta del evento.
45
El proceso de administración y recopilación de datos mediante el Inventario de
Satisfacción Marital-Revisado (MSI-R) tomó un tiempo aproximadamente de 20 a 30
minutos en completarlo y el Cuestionario Interacción Trabajo-Familia (SWING) tomó
aproximadamente 10 minutos en completarlo. Los datos sociodemográficos de cada
integrante (pareja) tomaron alrededor de 5 minutos. Con la autorización de las
autoridades educativas (Ver Apéndices G, H, I y J), la administración de los instrumentos
se realizó en las facilidades de cada centro, en un salón con la privacidad apropiada, libre
de interrupciones, ruidos, con buena iluminación y mesas o pupitres cómodos para
contestar los cuestionarios. Los inventarios fueron contestados de manera individual por
cada integrante de la pareja.
En caso de sufrir alguna alteración emocional como resultado de su participación
en esta investigación, los participantes tuvieron a su disposición, el ser atendidos en la
Clínica de Servicios Psicológicos de la Universidad del Turabo (Ver Apéndice K). De
igual manera, se tomó en consideración el recomendar a la persona comunicarse con la
Oficina de la Mujer del Municipio Autónomo de Caguas, de existir algún indicador de
agresión hacia la pareja o violencia doméstica (Ver Apéndice L).
Descripción de instrumentos de medición, validez y confiabilidad
Los instrumentos administrados en la recopilación de los datos incluyeron el
Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y el Cuestionario de Interacción Trabajo-
Familia (SWING) y un demográfico para obtener información descriptiva relacionada con
la edad, género, preparación académica, tiempo de casados, entre otras (Ver Apéndice B).
El Inventario MSI-R es una prueba psicológica desarrollada por Douglas K.
Snyder en 1981; traducida y validada en español. Este instrumento es uno auto-
46
administrable que mide de forma separada por cada integrante la relación de pareja, la
naturaleza y alcance de su angustia en la relación. Esta prueba se compone de 150
reactivos que se contestan con cierto o falso y evalúa 13 dimensiones: inconsistencia,
convencionalismos, ansiedad global, comunicación afectiva, comunicación para
resolución de problemas, agresión, tiempo juntos, desacuerdos en las finanzas,
satisfacción sexual, orientación de roles, antecedentes familiares de ansiedad,
insatisfacción con los hijos y conflicto en relación con la crianza de los hijos. La prueba
se utiliza para evaluar parejas sin rango de edad, su aplicación es individual y el tiempo
de administración es de aproximadamente entre 20 a 30 minutos (Snyder, 1981; Ver
Apéndice C y Apéndice F). Snyder (1981; 2008) estableció los rangos interpretativos del
Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) para medir las trece dimensiones o escalas de
la siguiente forma:
1. Inconsistencia (INC) menos de 55=bajo, 55 a 65=moderado y 65 o más=alto.
2. Convencionalismos (CNV) menos de 45=bajo, 45 a 55=moderado y 55 o
más=alto.
3. Ansiedad Global (GDS) menos de 50=bajo, 50 a 60=moderado y 60 o más=alto.
4. Comunicación Afectiva (AFC) menos de 50=bajo, 50 a 60=moderado y 60 o
más=alto.
5. Comunicación para la solución de problemas (PSC) menos de 50=bajo, 50 a
60=moderado y 60 o más=alto.
6. Agresión (AGG) menos de 50=bajo, 50 a 60=moderado y 60 o más=alto.
7. Tiempo juntos (TTO) menos de 50=bajo, 50 a 60=moderado y 60 o más=alto.
47
8. Desacuerdo en las finanzas (FIN) menos de 50=bajo, 50 a 60=moderado y 60 o
más=alto.
9. Insatisfacción sexual (SEX) menos de 50=bajo, 50 a 60=moderado y 60 o
más=alto.
10. Orientación de roles (ROR) menos de 50=bajo, 50 a 60=moderado y 60 o
más=alto.
11. Antecedentes familiares de ansiedad (FAM) menos de 45=bajo, 45 a
55=moderado y 55 o más=alto.
12. Insatisfacción con los hijos (DSC) menos de 50=bajo, 50 a 60=moderado y 60 o
más=alto.
13. Conflictos por la crianza de los hijos (CCR) menos de 50=bajo, 50 a
60=moderado y 60 o más=alto.
El Inventario de Satisfacción Marital, MSI-R por sus siglas en inglés fue
traducido al español utilizando una muestra de 86 parejas estadounidenses bilingües
mexicanos. En general, los hallazgos proporcionaron apoyo preliminar para el uso de
esta traducción del MSI-R con personas cuyo idioma era el español. El coeficiente de
confiabilidad de consistencia interna y estabilidad temporal para las escalas que
constituyen MSI-R en español evidenció un Alfa de Cronbach de .69. Las puntuaciones
en los análisis multivariados de varianza para la escala MSI-R (Negy, C y Snyder, D.
2000).
Estudios previos han apoyado la consistencia interna y la estabilidad temporal de
las escalas del MSI-R, así como su validez convergente y discriminante. A estos efectos,
los coeficientes de consistencia interna para las escalas del MSI-R derivados de la
48
estandarización establecida en los Estados Unidos oscilaron desde .70 hasta .93. El
inventario MSI-R administrado a una muestra de 205 parejas en España obtuvo
coeficientes de estabilidad temporal de .74 y .88. Los resultados de la traducción en
español del MSI-R son comparables con los resultados de la versión en inglés realizada
con muestras de los Estados Unidos. Finalmente, estos hallazgos confirman que los
reactivos del MSI-R destinados a medir constructos específicos del funcionamiento en
una relación de pareja cuando su idioma es el inglés miden consistentemente los
dominios específicos de conflicto, demuestran el mismo nivel de construcción y
coherencia en parejas que su idioma es el español (Cepeda-Benito, Reig-Ferrer y Snyder,
2004).
El Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING) desarrollado por
Geurts et al. (2005) fue adaptado al español por Moreno-Jiménez et al. (2009). Esta
escala consta de 22 ítems, en un formato de respuesta tipo Likert, en el que la persona
señala la frecuencia con la que experimenta cada una de las situaciones propuestas en una
escala de 4 gradaciones (de 0 a 3), en la cual el cero significa nunca, 1 significa a veces, 2
significa a menudo y 3 significa siempre. El modelo teórico final propone la existencia
de cuatro sub-escalas según la dirección de la interacción (trabajo-familia o familia-
trabajo) y según el tipo de relación existente entre ambos dominios (positiva o negativa).
Este instrumento, teóricamente elaborado y con adecuadas propiedades psicométricas ha
sido validado en países europeos como Francia (Moreno-Jiménez, Sanz-Vergel,
Rodríguez-Muñoz y Geurts, 2009; Ver Apéndice D y Apéndice E).
Moreno-Jiménez, Vergel, Rodríguez y Geurts (2009) examinaron las propiedades
psicométricas del Cuestionario SWING mediante un análisis de factores. De este análisis
49
surgen cuatro factores en el que no se correlacionan los componentes de interacción
positiva y negativa resultaron ser los que mejor se ajustan a los datos para medir los
constructos establecidos (GFI= 0,98, AGFI= 0,98, NFI= 0,97, RMR= 0,03). Se mantuvo
la estructura original de la escala que contiene 22 ítems distribuidos en cuatro sub-
escalas: interacción negativa trabajo-familia, interacción negativa familia-trabajo,
interacción positiva trabajo-familia, e interacción positiva familia-trabajo. El análisis de
la confiabilidad de la escala evidenció que esta versión en español posee una buena
consistencia interna, con valores Alfa de Cronbach que se situaron entre .77 y .89. Se
encontraron correlaciones significativas entre el SWING y medidas relativas a aspectos
laborales, familiares, así como de bienestar, lo que proporciona apoyo y establece la
validez convergente. Se concluye que esta versión posee propiedades psicométricas
adecuadas y se sugieren pautas para el uso de la versión en español de este cuestionario
en futuras investigaciones.
Análisis estadístico
El proceso de análisis estadísticos incluyó la estadística descriptiva e inferencial.
De esta forma, en el análisis de los datos sociodemográficos se aplicó la estadística
descriptiva utilizando (f, %, x, DE). A su vez, se utilizaron análisis descriptivos para las
dimensiones del Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y el Cuestionario de
Interacción Trabajo-Familia (SWING). En términos de los análisis inferenciales se
utilizó el coeficiente de correlación Producto-momento de Pearson (r) y el análisis no
paramétrico Kruskal-Wallis (Hernández-Sampieri et al., 1998; Villeneuve-Román, 2004).
50
CAPITULO III
RESULTADOS
Introducción
Este capítulo presenta los hallazgos producto de los análisis estadísticos. En este
aspecto se describen, en primer término, los datos sociodemográficos de los participantes.
Luego se exponen los resultados según la pregunta y los objetivos establecidos en la
búsqueda de respuestas al problema investigado. A estos efectos, el problema refiere a
conocer la relación entre la interacción trabajo-familia y la satisfacción marital en parejas
heterosexuales en Puerto Rico.
Descripción sociodemográfica de participantes
En este estudio participó una muestra de 30 parejas heterosexuales para un total
de 60 personas (30 féminas y 30 varones). En el cómputo de los datos se utilizó la
estadística, descriptiva que incluyó el cálculo de frecuencia (f) y porcientos (%). De
acuerdo con el análisis, el 37% (f =22) de la muestra tenía una preparación académica a
nivel de Bachillerato. Seguido, el 25% (f= 15) indicó Escuela Superior, un 23% (f = 14)
un Grado Asociado/curso técnico, el 12% (f = 7) Maestría y un 3% (f = 2) Doctorado.
El 30% (f = 18) de la muestra, en términos de la edad, tenía entre 25 a 35 años, el
40% (f = 24) de los participantes se encontraban entre las edades de 36 a 44 años de edad
y el 30% (f = 18) tenía entre 45 a 55 años. El 73% (f = 44) indicó trabajar una jornada
laboral completa, el 25% (f=15) una jornada laboral parcial y un 2% (f=1) no contestó.
El 35% (f = 21) de la muestra lleva de 3 a 9 años en su empleo, el 24% (f=14) tenía dos
años o menos en su empleo, otro 24% (f=14) entre 10 y 15 años, un 17% (f=10) 16 años
o más y un 2% (f=1) no contestó. El 93% (f = 56) de la muestra indicó que no tiene más
51
de un empleo y el 7% (f=4) indicó que sí tiene más de un empleo. El 17% (f = 10) del
Ingreso Familiar de los participantes es de menos de $30,000.00, el 38% (f = 23) de los
participantes tiene un ingreso de entre $30,000.00 y menos de $45,000.00, el 37%
(f = 22) de los encuestados indicó que $45,000.00 o más y el 8% (f=5) no contestó. El
67% (f =40) de los participantes refieren que ambos aportan económicamente al hogar, el
17% (f=) señaló a su pareja cómo responsable del aspecto económico y el otro 17%
(f=10) indicó que Él/Ella son quienes manejan las responsabilidades económicas.
El 57% (f = 34) de las parejas tenía dos hijos, el 30% (f = 18) un hijo, el 10%
(f=6) de las parejas refieren tener 3 hijos o más y el 3% (f=2) ningún hijo. El 88%
(f = 53) de los participantes indicó que no tenía hijos de matrimonios previos y el 12%
(f=7) expusieron tener de 1 a 2 hijos de matrimonios previos. Por otro lado, el 12% (f=7)
de las parejas indicaron que las edades de su hijo mayor se encontraba entre uno a cinco
años, el 38% (f = 23) mencionó que su hijo mayor tenía entre 6 a 12 años, el 28%
(f = 17) estaban entre 13 a 17 años de edad y el 22% (f = 13) no contestó. El 30% (f=18)
de los participantes indicó que las edades de sus hijos menores se encontraban entre 0 a 1
año de edad, el 27% (f=16) indicó que entre 1 a 5 años, otro 27% (f=16) tenían entre 13 a
17 años y el 13% (f = 8) se encontraban entre los 6 a12 años.
El 90% (f = 54) indicó que no eran responsables de una persona de edad avanzada
y el 10% (f=6) indicó que sí tenía bajo su responsabilidad una persona de edad avanzada.
El 62% (f = 37) indicó que tenían una Creencia Espiritual Católica, el 25% (f = 15)
indicó como Creencia el Cristianismo, el 8% (f = 5) indicó que no tenía ninguna creencia
espiritual y el 5% (f=3) no contestó.
52
Al analizar la pregunta que refiere a quién se ocupa de las tareas del hogar el 82%
(f = 49) de las parejas indicó que Ambos, el 13% indicó que Él/ Ella es el/la responsable
de las tareas del hogar y el 5% (f=3) indicó que es su pareja es la/el que se ocupa de las
tareas del hogar. En relación con la duración de la relación de pareja actualmente el 43%
(f = 26) de las parejas indicó que tienen de 5 a 10 años juntos, el 30% (f = 18) de 11 a 19
años y el 27% (f = 16) llevan más de 20 años como pareja. Al explorar la cantidad de
horas que las parejas dedican a compartir semanalmente, el 32% (f = 19) indicó que
comparten de 6 a 15 horas, el 30% (f = 18) 16 horas o más, el 27% (f = 16) de 5 horas o
menos y el 12% (f=7) no contestó.
En la pregunta abierta, la cual solicitaba se indicase los aspectos que eran los más
importantes para sentirse satisfecho en su relación de pareja, se encontró que el 27%
(f = 21) indicó que la Comunicación, el 25% (f = 20) el Compartir juntos, el 9% (f = 7) el
Amor/Afecto, otro 9% (f = 7) la Confianza, entre ellos, el 6% (f = 5) expresaron que el
Respeto, 5% (f = 4) el Apoyo, un 4% (f = 3) el Sentirse Escuchado, otro 4% (f=3) indicó
la Unión, el 3% (f = 2) el Tiempo en Familia, otro 3% (f=2) indicó la Religión y la
Comprensión y el 1% (f = 1) en igual proporción cada uno respectivamente indicó
Disfrutar la Sexualidad, Ayuda en tareas de la casa y Sensibilidad.
Entre los datos sociodemográficos más importantes y relevantes al tema de
investigación se evidencia que el 57% (f=34) de los participantes indicaron que la
Interacción entre el Trabajo y su Familia No les afecta su interacción marital y el 37%
(f = 22) de los participantes indicó que Sí les afecta. La Tabla 1 describe los datos
sociodemográficos en específico.
53
Tabla 1
Descripción sociodemográfica de parejas participantes ________________________________________________________________________
(n=60)
Categorías sociodemográficas ƒ %
1. Género Femenino 30 50
Masculino 30 50
2. Preparación Académica Escuela Superior 15 25
Grado Asociado 14 23 Bachillerato 22 37
Maestría 7 12 Doctorado 2 3
3. Edades 25 a 35 años 18 30
36 a 44 años 24 40 45 a 55 años 18 30
4. Jornada Laboral Completa 44 74 Parcial 15 25
No contestó 1 1
5. Años en el Empleo Dos años o menos 14 24 Entre 3 y 9 años 21 35
Entre 10 y 15 años 14 24
16 años o más 10 17
6. Tiene más de un Empleo Sí 4 7 No 56 93
7. Ingreso Familiar $30,000.00 o menos 10 17
$30,000.00 a $45,000.00 23 38
$45,000.00 o más 22 37 No contestó 5 8
8. Quién es el Principal Apoyo Ambos 40 67
Económico del Hogar La pareja 10 17 El/La participante 10 17
9. Número de Hijos Ningún hijo 2 3
1 hijo 18 30
2 hijos 34 57 3 hijos o más 6 10
10. Hijos de Matrimonios Previos No tiene hijos de 53 88
Matrimonios previos 1 ó 2 hijos de matrimonios previos 7 12
11. Edades de los Hijos 1 a 5 años 7 12 Hijo mayor 6 a 12 años 23 38
13 a 17 años 17 28
12. Hijo Menor 0 a 1 año 18 30 1 a 5 años 16 27
6 a 12 años 8 13
13 a 17 años 16 27
54
Tabla 1 continuación ________________________________________________________________________ (n=60)
Categorías sociodemográficas ƒ %
13. Es responsable de una Persona No 54 90
de edad Avanzada Sí 6 10
14. Creencia Espiritual Cristiana 15 25 Católica 37 62
No tiene creencia 5 8 No contestó 3 5
15. Quién se Ocupa de las Tareas El/la participante 8 13 del Hogar Ambos 49 82
La pareja 3 5
16. Duración de la Relación de 5 a 10 años 26 43 Pareja Actual 11 a 19 años 18 30
20 años o más 16 27
17. Cantidad de Horas que Dedica 5 horas o menos 16 27
a Compartir en Pareja a la Semana 6 a 15 horas 19 32 16 horas o más 18 30
No contestó 7 11
18. La interacción entre el Trabajo Sí 22 37 y su Familia le Afecta en su No 34 57
Satisfacción Marital No contestó 4 6
19. Aspectos que son más Comunicación 21 26
Importantes para Sentirse Compartir/Tiempo Juntos 20 25 Satisfechos en su Relación de Amor/Afecto 7 9
Pareja Confianza 7 9 Respeto 5 6
Apoyo 4 5
Sentirse escuchados 3 4 Unión 3 4
Tiempo en Familia 2 2 Religión 2 2
Comprensión 2 2 Ayuda en tareas de la casa 1 1
Sensibilidad 1 1
Disfrutar la Sexualidad 1 1
______________________________________________________________________________________
Análisis descriptivo por la pregunta y objetivos
La pregunta investigativa lee como sigue: ¿Cómo influye la interacción trabajo-
familia en la satisfacción marital en parejas heterosexuales puertorriqueñas con más de
cinco años de casados y que se encuentran entre 25 a 55 años de edad según los
55
resultados del Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING) y el Inventario de
Satisfacción Marital (MSI-R)? A los efectos de responder esta pregunta se establecieron
seis objetivos. Cada uno de los objetivos se describe consecuentemente a continuación.
El primer objetivo de la presente investigación pretende identificar la media de la
escala de Ansiedad Global (GDS) según el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R).
El Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R), consiste en trece dimensiones o escalas:
Inconsistencia (INC), Convencionalismos (CNV), Ansiedad Global (GDS),
Comunicación afectiva (AFC), Comunicación para la solución de problemas (PSC),
Agresión (AGG), Tiempo juntos (TTO), Desacuerdo en las finanzas (FIN), Insatisfacción
sexual (SEX), Orientación de roles (ROR), Antecedentes familiares de ansiedad (FAM),
Insatisfacción con los hijos (DSC) y Conflictos por la crianza de los hijos (CCR).
La media de la escala de Ansiedad Global del Inventario MSI-R, evidenció una
puntuación x de 54.55 con una Desviación Estándar (DE) de 8.47 en la muestra de
participantes. Puntuaciones de más de T50 (según los Rangos de interpretación) significa
puntuaciones moderadas, lo cual indican niveles significativos de conflicto en la relación
de pareja. No obstante, aún conservan suficiente compromiso y satisfacción como para
buscar ayuda (Snyder, 2008). La Tabla 2 describe los datos por cada una de las
dimensiones del MSI-R.
56
Tabla 2
Medidas de tendencia central del Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y todas sus
dimensiones (n=60)
Rangos Interpretativos
Dimensiones MSI-R: Media Mediana Moda DE Mínimo Máximo
Satisfacción Marital ( x ) (Mdn.) (M) (T50 o <T60 o >)
Inconsistencia
(INC)
52.45
55.0
55
9.45
30
70
Convencionalismos (CNV)
50.02 52.5 55 8.33 31 69
Ansiedad Global (GDS)
54.55 54.5 39 8.47 39 70
Comunicación Afectiva
(AFT)
50.83 49.0 38 9.94 36 70
Comunicación para la solución
de Problemas (PSC)
50.68 49.5 42 9.43 34 71
Agresión
(AGG)
49.95 53.0 40 10.57 40 71
Tiempo Juntos
(TTO)
50.88 50.0 50 9.32 36 70
Desacuerdo en las Finanzas (FIN)
51.63 50.5 49 8.32 37 71
Insatisfacción Sexual
(SEX)
49.63 49.0 51 7.96 34 69
Orientación de Roles
(ROR)
57.35 56.5 51 7.41 45 70
Antecedentes Familiares de Ansiedad (FAM)
49.97 49.0 45 9.85 34 70
Insatisfacción con los Hijos/
(DSC)
48.95 50.0 35 9.12 35 70
Conflictos por la crianza de los
Hijos (CCR)
48.03 47.0 41 7.11 40 66
57
El segundo objetivo está dirigido al análisis de las dimensiones del Inventario de
Satisfacción Marital (MSI-R) e identificar en las que mayor angustia evidenciaron los
participantes. En el cómputo de los datos y para dar respuestas a este objetivo se realizó
un análisis descriptivo. Del análisis de los datos se destaca que las dimensiones que
generan mayor angustia en los participantes, tomando como referencias las puntaciones
más altas que se encuentran entre nivel moderado y alto. Estas dimensiones son:
Convencionalismos, Antecedentes Familiares de Ansiedad, Comunicación Afectiva,
Insatisfacción con los Hijos, Inconsistencia, Agresión, Tiempo Juntos y Orientación de
Roles. La Tabla 3 presenta estos resultados en detalle.
Tabla 3
Frecuencia y porcientos de las dimensiones del Inventario de Satisfacción Marital
(MSI-R; n=60)
Dimensiones MSI-R:
Satisfacción Marital
Rangos Interpretativos f %
Inconsistencia (INC)
Convencionalismos
(CNV)
Ansiedad Global
(GDS)
Comunicación Afectiva (AFT)
Comunicación para la solución de Problemas
(PSC)
Agresión
(AGG)
Bajo Moderado
Alto
Bajo
Moderado Alto
Bajo
Moderado Alto
Bajo Moderado
Alto
Bajo Moderado
Alto
Bajo
Moderado Alto
28 28
4
14
30 16
12
36 12
32 16
12
30 20
10
26
25 9
47 47
6
23
50 27
20
60 20
53 27
20
50 33
17
43
42 15
58
Dimensiones MSI-R: Satisfacción Marital
Rangos Interpretativos f %
Tiempo Juntos
(TTO)
Desacuerdo en las
Finanzas (FIN)
Insatisfacción Sexual (SEX)
Orientación de Roles (ROR)
Antecedentes Familiares
de Ansiedad (FAM)
Insatisfacción con los
Hijos (DSC)
Conflictos por la crianza
de los Hijos (CCR)
Bajo
Moderado Alto
Bajo
Moderado Alto
Bajo Moderado
Alto
Bajo Moderado
Alto
Bajo
Moderado Alto
Bajo
Moderado Alto
Bajo Moderado
Alto
27
24 9
30
21 9
31 21
8
9 28
23
16
28 16
23
33 4
37 22
1
45
40 15
50
35 15
52 35
13
15 47
38
27
46 27
38
55 7
61 37
2
El tercer objetivo del estudio constata estadísticamente si existe alguna diferencia
significativa entre hombres y mujeres en cuanto a las dimensiones que mide el Inventario
de Satisfacción Marital (MSI-R) y el cuestionario de Interacción Trabajo-Familia
(SWING). El cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING) incluye cuatro sub-
escalas según la dirección de la interacción (Trabajo-Familia o Familia-Trabajo) y según
el tipo de relación existente entre ambos dominios (positiva o negativa). Las sub-escalas
miden la interacción negativa Trabajo-Familia (INTF), la interacción negativa Familia-
Trabajo (INFT), interacción positiva trabajo-familia (IPTF) y la interacción positiva
Familia-Trabajo (IPFT). Para cumplir con este objetivo se realizó el anális is no
paramétrico U de Mann Withney, cuyos resultados se presentan en las Tabla 4, 5, 6 y 7.
59
El análisis de los datos que se presentan en la Tabla 4 evidencia que no se
encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los géneros (Femenino y
Masculino) según las escalas del MSI-R. No obstante, la escala donde se observaron
puntuaciones con más diferencias entre los géneros fue en la escala de Comunicación
para la Solución de Problemas; siendo las féminas las que obtuvieron las puntuaciones
más altas. Este dato, aunque no es significativo, evidencia que la mujer desarrolla más
ansiedad en relación con la forma en que su conyugue se comunica para solucionar los
problemas. La Tabla 4 ilustra las puntuaciones obtenidas en el análisis.
Tabla 4
Prueba no paramétrica de las dimensiones del Inventario de Satisfacción Marital
(MSI-R) por género (F, M)
Dimensiones
MSI-R
Media ( x )
(F) (M)
Mann-Whitney
U
Wilcoxon W Sig. (2-tailed)
Probabilidad (p≤ .05)
INC 30.37 30.63 446.0 911.0 1.0 NS
CNV 28.27 32.73 383.0 848.0 0.3 NS
GDS 29.88 31.12 431.5 896.5 0.8 NS
AFT 31.97 29.03 406.0 871.0 0.5 NS
PSC 34.40 26.60 333.0 798.0 0.1 NS
AGG 30.82 30.18 440.5 905.5 0.9 NS
TTO 32.65 28.35 385.5 850.5 0.3 NS
FIN 30.10 30.90 438.0 903.0 0.9 NS
SEX 31.05 29.95 433.5 898.5 0.8 NS
ROR 27.98 33.02 374.5 839.5 0.3 NS
FAM 29.28 31.72 413.5 878.5 0.6 NS
DSC 32.57 28.43 388.0 853.0 0.4 NS
CCR 29.30 31.70 414.0 879.0 0.6 NS
NS=No Significativa
60
De acuerdo con los resultados para las escalas del SWING, se encontraron
diferencias estadísticamente significativas entre géneros (F y M) a nivel de p=.01 para la
escala de INFT. Las mujeres obtuvieron una media de x=35.98 y los hombres una
puntuación de x=25.02 en ésta; lo cual evidencia que las féminas identifican una
interacción negativa Familia-Trabajo en un porciento mayor que los hombres. La Tabla 5
a continuación describe los datos obtenidos para esta dimensión.
Tabla 5
Prueba no paramétrica de las sub-escalas del cuestionario Interacción Trabajo-Familia
(SWING) por género (F, M)
Dimensiones SWING
Media ( x )
(F) (M)
Mann-Whitney U
Wilcoxon W
Sig. (2-tailed)
Probabilidad (p≤ .05)
INTF 27.63 33.37 364.000 829.000 .20 NS
INFT 35.98 25.02 285.500 750.500 .01 S
IPTF 30.95 26.98 349.500 755.500 .36 NS
IPFT 31.21 26.71 342.000 748.000 .30 NS
S=Significativa NS=No Significativa
El cuarto objetivo refiere a interpretar si existe alguna diferencia significativa por
edades y años de casados en el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y el
cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING). De modo que, se realizó el
análisis de Kruskall-Wallis a los efectos de conocer si existe o no diferencias según
establecido. Las Tablas 6, 7, 8 y 9 presentan los resultados de este análisis. En primer
lugar, se evidenció que existen diferencias significativas por grupo de edades a un nivel
de p=.01 en la escala de Convencionalismos (CNV). El grupo de participantes con
edades entre 45 a 55 años obtuvieron una media de x=40.53, en la escala de
61
convencionalismos. La escala de Convencionalismos evalúan las tendencias del
individuo a distorsionar la evaluación de su relación en una dirección socialmente
deseable. Este dato sugiere que los participantes de 45 a 55 años niegan el aceptar las
dificultades y comúnmente describen su relación de pareja de forma poco realista. La
Tabla 6 presenta los datos según cada una de las 13 dimensiones del MSI-R.
Tabla 6
Resultados de la prueba Kruskall-Wallis por edad y dimensiones del Inventario de
Satisfacción Marital (MSI-R)
Dimensiones y Categorías de edades (MSI-R)
Media ( x )
Chi-Square (gl=n-2)
Sig. (2-tailed) Probabilidad (p≤ .05)
INC
25 a 35 años
35 a 44 años 45 o más
36.92
28.04 27.36
3.534
.17
CNV
25 a 35 años 35 a 44 años
45 o más
24.50 27.48
40.53
8.820
.01*
GDS
25 a 35 años 35 a 44 años
45 o más
32.06 31.13
28.11
.513
.77
AFT 25 a 35 años
35 a 44 años
45 o más
33.03
32.00
25.97
1.775
.41
PSC 25 a 35 años
35 a 44 años 45 o más
29.78
32.60 28.42
.639
.72
AGG 25 a 35 años
35 a 44 años 45 o más
30.83
30.60 30.03
.021
.98
TTO
25 a 35 años 35 a 44 años
45 o más
31.17 32.23
27.53
.798
.67
62
Dimensiones y Categorías de
edades (MSI-R)
Media
( x )
Chi-Square
(gl=n-2)
Sig. (2-tailed)
Probabilidad (p≤ .05)
FIN 25 a 35 años
35 a 44 años
45 o más
28.19
33.13
29.31
.962
.61
ROR 25 a 35 años
35 a 44 años 45 o más
24.03
35.81 29.89
4.753
.09
FAM
25 a 35 años
35 a 44 años 45 o más
34.83
27.40 30.31
1.885
.39
DSC
25 a 35 años 35 a 44 años
45 o más
38.47 32.15
30.33
.467
.79
CCR
25 a 35 años 35 a 44 años
45 o más
34.33 25.75
33.00
3.071
.21
*Significativa
De acuerdo con el análisis por edad y las escalas del SWING, se encontró que
existe diferencias estadísticamente significativas entre el grupo de edades y la escala
IPFT del SWING a nivel de p=.05. En específico, esta diferencia se evidenció entre el
grupo de 35 a 44 años de edad. A continuación, en la Tabla 7 se describen los resultados
obtenidos.
63
Tabla 7
Resultados de la prueba de Kruskall-Wallis por edad y las dimensiones del Cuestionario
Interacción Trabajo-Familia (SWING)
Dimensiones y Categorías SWING/edades
Media ( x )
Chi-Square (gl=n-2)
Sig. (2-tailed) Probabilidad (p≤ .05)
INTF
25 a 35 años 35 a 44 años
45 o más
INFT 25 a 35 años
35 a 44 años
45 o más
IPTF 25 a 35 años
35 a 44 años 45 o más
IPFT
25 a 35 años
35 a 44 años 45 o más
31.06 33.48
25.97
30.28
34.02
26.03
31.27
26.04 31.06
31.63
22.96 34.86
1.941
2.240
1.331
5.948
.37
.32
.51
.05*
*Significativa
Al analizar los datos para la dimensión de Convencionalismo se evidenciaron
diferencias estadísticamente significativas por tiempo de casados (CNV) en un nivel de
p=.03 y en la dimensión de Insatisfacción con los Hijos (DSC) a nivel p=.02. En la
dimensión de Convencionalismo las parejas con más de 20 años de casados obtuvieron
una puntuación media de x=40.25. Este dato sugiere que las parejas con más de 20 años
de casados tienen una tendencia mayor a distorsionar la evaluación de su relación en una
dirección socialmente deseable. Este dato es cónsono con los resultados obtenidos en las
dimensiones del cuestionario MSI-R.
Por otro, lado en la escala de Insatisfacción con los Hijos (DSC) las parejas con
11 a 19 años de casados obtuvieron una media de x=37.50. Este dato sugiere que las
64
parejas entre 11 a 19 años de casados evidenciaron estar más preocupados por el ajuste
emocional y conductual de sus hijos y el efecto negativo que implican las exigencias de
la crianza de los hijos. La Tabla 8 describe los resultados para las dimensiones del
cuestionario MSI-R.
Tabla 8
Resultados de la prueba de Kruskall-Wallis por tiempo de casados y las dimensiones en
el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R)
Dimensiones y Categorías de MSI-R/edades
Media ( x )
Chi-Square (gl=n-2)
Sig. (2-tailed) Probabilidad (p≤ .05)
INC 5 a10 años
11 a 19 años 20 o más
CNV
5 a10 años
11 a 19 años 20 o más
GDS
5 a10 años 11 a 19 años
20 o más
AFT
5 a10 años 11 a 19 años
20 o más
PSC 5 a10 años
11 a 19 años
20 o más
AGG 5 a10 años
11 a 19 años 20 o más
29.81
32.69 29.16
26.62
27.44 40.25
32.33 29.06
29.16
33.52 29.72
26.47
32.56
29.58
29.81
29.33
32.08 30.63
.426
6.857
.505
1.675
.171
.278
.80
.03*
.77
.43
.91
.87
*Significativa
65
Tabla 8 continuación
Dimensiones y Categorías de
MSI-R/edades
Media
( x )
Chi-Square
(gl=n-2)
Sig. (2-tailed)
Probabilidad (p≤ .05)
TTO
5 a10 años 11 a 19 años
20 o más
FIN 5 a10 años
11 a 19 años 20 o más
SEX 5 a10 años
11 a 19 años 20 o más
ROR
5 a10 años
11 a 19 años 20 o más
FAM
5 a10 años 11 a 19 años
20 o más
DSC
5 a10 años 11 a 19 años
20 o más
CCR 5 a10 años
11 a 19 años
20 o más
30.35 33.78
27.06
30.75
28.72 32.09
26.23
32.08 35.66
32.40
27.33 30.97
30.06 29.75
32.06
23.92 37.50
33.31
33.21
22.92
34.63
1.280
.333
3.112
.920
.179
7.145
5.011
.52
.84
.21
.63
.91
.02*
.82
*Significativa
Del análisis se despende que existen diferencias estadísticamente significativas
por el tiempo de casados según la dimensión de Interacción Negativa del Trabajo a la
Familia a un nivel de p=.002. En la escala INTF las parejas con tiempo de casados entre
11 a 19 años evidenciaron una media de x=41.56. Este dato demuestra que las parejas
entre 11 a 19 años de casados tienen interacciones mayormente negativas del Trabajo a la
66
Familia. La Tabla 9 describe los resultados entre el tiempo de casados de la pareja y la
Interacción Trabajo-Familia.
Tabla 9
Resultados de la prueba de Kruskall-Wallis por tiempo de casados y el Cuestionario
Interacción Trabajo-Familia (SWING)
________________________________________________________________
Dimensiones y Categorías Media Chi-Square Sig. (2-tailed)
SWING/edades ( x ) (gl=n-2) Probabilidad (p≤ .05)
INTF 5 a10 años
11 a 19 años 20 o más
INFT 5 a10 años
11 a 19 años 20 o más
IPTF
5 a10 años
11 a 19 años 20 o más
IPFT
5 a10 años 11 a 19 años
20 o más
28.52
41.56 21.28
29.98
36.33 24.78
28.61
29.14 29.41
25.65 25.28
33.69
12.096
3.888
.024
2.247
.002*
.143
.988
.325
*Significativa
Según el quinto objetivo se analizó la relación entre el nivel de ingreso de los
participantes y la ansiedad en la relación de pareja de acuerdo al Inventario de
Satisfacción Marital (MSI-R). Para este análisis se utilizó la medida estadística Kruskal-
Wallis. De acuerdo con el resultado no se demostró que existen diferencias significativas
entre la escala de Ansiedad Global (GDS) y el nivel de ingreso familiar de los
participantes. No obstante, las parejas con ingresos entre $30,000.00 y menos de
$45,000.00 fueron los que mayor puntuación obtuvieron. Este dato sugiere que las
67
parejas con este nivel de ingresos se sienten más insatisfechos con su relación de pareja
en general.
Por otro lado, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre el
nivel de ingreso familiar y la escala de Conflictos con la Crianza de los Hijos a un nivel
de p=.04. Este dato sugiere que las parejas con ingresos familiares de menos de
$30,000.00, presentan más conflictos respecto a las prácticas de crianza de los hijos. La
Tabla 10 describe las puntuaciones en la categoría de ingresos familiares, la Ansiedad
Global y la dimensión Conflicto con la Crianza de los Hijos.
Tabla 10
Análisis no paramétrico entre las categorías de ingresos familiares y la dimensión de
Ansiedad Global del Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R)
Dimensiones y Categorías
MSI-R/ Ingreso familiar
f Media
( x )
Chi-Square
(gl=n-2)
Sig. (2-tailed)
Probabilidad (p≤ .05)
Ansiedad Global (GDS) $30,000 o menos
$30,000 a $45,000 $45,000 o más
Conflicto Crianza de los Hijos (CCR)
$30,000 o menos $30,000 a $45,000
$45,000 o más
10
23 22
10 23
22
29.20
31.28 24.02
35.40 30.85
21.66
2.39
6.42
.30
.04*
*Significativa
El sexto objetivo analizado describe el tipo de relación y dirección en términos del
promedio de las cuatro dimensiones de la interacción Trabajo-Familia según el
Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING). De acuerdo al resultado se
obtuvo una media x=6.4 (DE 4.10) en la escala INTF, una media de x=2.1 (DE 1.75) en
la escala INFT, una media de x=14.2 (DE 39.16) en la escala IPTF y una media de
x=19.5 (DE 64.80) en la escala de IPFT. Estos datos sugieren que los participantes tienen
68
más conflictos del Trabajo a la familia y mayor enriquecimiento de la Familia al Trabajo.
Las Tablas 11 y 12 describen los datos de este análisis.
Tabla 11
Análisis de las escalas del cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING)
Estadística
Descriptiva
INTF Interacción
negativa Trabajo-
Familia
INFT Interacción
negativa Familia –
Trabajo
IPTF Interacción
positiva Trabajo-
Familia
IPFT Interacción
positiva Familia -
Trabajo
Media 6.4000 2.1000 14.2754 19.5351
Mediana 5.0000 2.0000 10.0000 11.0000
Moda 5.00 1.00 11.00 15.00
DE 4.10539 1.75345 39.16489 64.80933
Tabla 12
Frecuencia y porciento por contestaciones en cada escala del cuestionario de
Interacción Trabajo-Familia (SWING) Dimensiones y Rangos Interpretativos F %
INTF
Nunca
A veces A menudo
Siempre
24
27 7
2
39
45 12
4
INFT Nunca
A veces
A menudo Siempre
31
26
2 0
52
44
4 0
IPTF
Nunca A veces
A menudo Siempre
5 19
17 18
8 32
29 30
IPFT Nunca
A veces A menudo
Siempre
2
13 15
29
4
21 26
48
69
En resumen, todos los objetivos propuestos fueron tabulados y analizados. A
estos efectos, se identificó que la media de la escala de Ansiedad Global del Inventario de
Satisfacción Marital (MSI-R) fue x=54.55. Se analizaron las dimensiones del Inventario
de Satisfacción Marital (MSI-R) y se identificaron las dimensiones en las que los
participantes demostraron mayor angustia. Estas dimensiones fueron: las escalas de
Ansiedad Global (GDS), Convencionalismos (CNV), Antecedentes Familiares de
Ansiedad (FAM), Insatisfacción con los Hijos (DSC), Inconsistencia (INC), Tiempo
Juntos (TTO), Agresión (AGG) y Orientación de Roles (ROR).
De igual forma, se analizó si existe o no alguna diferencia significa tiva entre
hombres y mujeres en las escalas del MSI-R y en las escalas del SWING. En este
aspecto, no se encontró diferencias estadísticamente significativas en las escalas del
MSI-R en relación al género. No obstante, se encontró diferencias estadísticamente
significativas entre género y la escala de Interacción Negativa de la Familia al Trabajo.
A su vez, quedó evidenciado que existe diferencia estadísticamente significativa por
edades y años de casados en las escalas de ambos cuestionarios. Para este objetivo se
identificaron diferencias significativas por grupo de edades en la escala de
Convencionalismos (CNV) del MSI-R y, no se encontraron diferencias significativas por
grupo de edades en el cuestionario SWING.
Se constató que existen diferencias significativas, en cuanto a los grupos por años
de casados en la escala de Convencionalismo del MSI-R y la escala de Insatisfacción con
los Hijos (DSC). En las escalas del cuestionario SWING, se encontró diferencias
significativas para la escala de Interacción Negativa del Trabajo a la Familia y años de
casados. Al analizar la relación entre el nivel de ingreso de los participantes y la
70
ansiedad con la relación de pareja de la escala de Ansiedad Global (GDS) del MSI-R, no
se encontró relación significativa. Finalmente, se describió en términos del promedio la
relación y dirección de las cuatro dimensiones del cuestionario SWING y se demostró
que los participantes tienen más conflictos del Trabajo hacia la Familia y más
enriquecimiento de la Familia al Trabajo.
71
CAPITULO IV
DISCUSION
Introducción
La discusión de los resultados producto de los análisis realizados, se exponen en
función de proveer información actualizada y objetiva que contribuya a conocer la
relación entre la interacción Trabajo-Familia y la satisfacción marital en parejas
heterosexuales en Puerto Rico. Es de esperar que este estudio sea de utilidad para
psicólogos y profesionales de la salud en la aplicación de estrategias terapéuticas que
permitan fortalecer la satisfacción en la relación de pareja; así como ampliar el
conocimiento en la literatura acerca del efecto de las interacciones que se suscitan entre
Trabajo-Familia. En lo que continua se incluye el perfil sociodemográfico de los
participantes y el análisis crítico de la pregunta de investigación y cada objetivo. Por
último, se incluyen las conclusiones y recomendaciones a las que se llegan en este
estudio.
Perfil sociodemográfico de participantes
De acuerdo con los datos recopilados para este estudio, del total de participantes
(n=60) las edades de los participantes fluctuó entre 36 a 44 años de edad en el 40%
(f=24) de la muestra. El 90% (f = 54) indicó que no eran responsables de una persona de
edad avanzada. El 62% (f = 37) indicó que tenían una Creencia Espiritual Católica. En
cuanto a las preguntas relacionadas al aspecto educativo-laboral, se encontró que la
puntuación más alta relacionada a la preparación académica fue el nivel de Bachillerato
en un 37% (f =22) de la muestra. Por otra parte, el 73% (f = 44) indicó trabajar una
72
jornada laboral completa y el 35% (f = 21) de la muestra lleva de 3 a 9 años en su
empleo. El 93% (f = 56) de la muestra indicó que no tiene más de un empleo y el 38%
(f = 23) de las parejas tiene un ingreso entre $30,000.00 a $45,000.00.
Con relación a las preguntas dirigidas a los aspectos familiares y de pareja se
encontró que el 67% (f =40) de los participantes refieren que ambos aportan
económicamente al hogar. El 82% (f = 49) de las parejas indicó que Ambos se ocupan de
las tareas del hogar. Este dato no es consistente con la literatura y revela un cambio hacia
las tareas domésticas, ya que en la mayoría de la literatura encontrada hay una tendencia
a que la mujer realice las tareas del hogar (Alarcón, 2012; OIT, 2011; Vázquez, 2014).
En otra parte, el 57% (f = 34) de las parejas tenía dos hijos y el 88% (f = 53) de los
participantes indicó que no tenía hijos de matrimonios previos. Estos datos son
consistentes con la literatura, que revela que en Puerto Rico la natalidad ha disminuido
(Bezares y Cartagena, 2012) y valida el planteamiento que indica que entre los ajustes
que las personas realizan para conciliar sus roles se encuentra la disminución del número
de hijos (García, 2012). Por otro lado, el 38% (f = 23) de las parejas identificaron como
las edades de su hijo mayor, entre 6 a 12 años y el 30% (f=18) indicó que las edades de
su hijo menor se encontraban entre recién nacidos hasta un año de edad.
A su vez, el 43% (f = 26) de las parejas indicó que tienen de 5 a 10 años juntos
como pareja y el 32% (f = 19) indicó que dedican a compartir semanalmente entre 6 a 15
horas. El 27% (f = 21) de los participantes indicó que la Comunicación era un aspecto
importante para sentirse satisfecho en su relación de pareja y el 25% (f = 20) indicó que
el Compartir juntos. Este dato es consecuente con la literatura que revela múltiples
factores a los cuales se asocia la satisfacción marital, siendo el compartir y la
73
comunicación, de los más importantes para las parejas que conforman este estudio (Lucas
y colaboradores, 2006; Acevedo y colaboradores, 2009; Gottman y Silver, 2006;
Acevedo, Giraldo y Tovar, 2009). Por otra parte, el 57% (f=34) de los participantes
indicaron que la Interacción entre el Trabajo y su Familia No les afecta su satisfacción
marital. Esta estadística revela que si bien la Interacción entre el Trabajo y la Familia
puede afectar la satisfacción marital para algunos, para la mayoría de los encuestados no
es un factor determinante para la satisfacción marital.
Análisis crítico por pregunta y objetivos del estudio
En el análisis crítico y comprensivo de la información, según la pregunta y los
objetivos para este estudio acerca de ¿Cómo influye la interacción trabajo-familia en la
satisfacción marital en parejas heterosexuales puertorriqueñas con más de cinco años de
casados y que se encuentran entre 25 y 55 años de edad según los resultados del
cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING) y el Inventario de Satisfacción
Marital (MSI-R)? El primer objetivo propuesto fue identificar la media de la escala de
ansiedad global según el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R). La escala de
Ansiedad Global (GDS) del MSI-R mide la satisfacción general del individuo respecto a
la relación de pareja y es el mejor indicador del afecto global en la misma. El contenido
de la escala describe aspectos de insatisfacción o infelicidad general en la relación,
comparaciones desfavorables respecto a las relaciones íntimas de otras personas,
expectativas negativas acerca del futuro de la relación y consideraciones de separación o
divorcio (Snyder, 2008).
Los individuos que obtienen puntuaciones bajas (menos de T50) en esta escala,
describen sus relaciones como satisfactorias y ven a sus cónyuges como buenos amigos,
74
pueden describir su relación como una fuente mayor de gratificación y un fuerte
compromiso en la relación. Las puntuaciones moderadas (de T50 a T60) evidencian
niveles significativos de conflicto en la relación e indican lo apropiado en las
intervenciones específicas enfocadas en mejorar la interacción de los cónyuges y en
reducir la ansiedad en la relación. Las personas que obtienen puntuaciones moderadas
pueden describir su relación como “mejor que el promedio” pero también es probable que
informen de fuertes discusiones, dificultades para resolver las diferencias y una larga
historia de conflictos en la relación. A pesar de las dificultades, los individuos en estos
puntajes por lo general experimentan suficiente satisfacción y compromiso en su relación
como para ocuparse de buscar terapia (Snyder, 2008).
En la GDS las puntuaciones altas (de más de T60) evidencian que existe una larga
insatisfacción en la relación y es muy probable que los conflictos sean largos y que se
hayan generalizado a diversas áreas de interacción de la pareja. Es común identificar la
ira en las respuestas de la persona y ver a la pareja como alguien carente de interés y
demasiado crítico. Los individuos que obtienen puntajes altos en esta escala,
sustancialmente describen su decepción en la relación y tienen más probabilidades de
tener preocupaciones o dudas respecto al futuro de la relación.
Al analizar la media de la escala de Ansiedad Global (GDS) en la muestra, se
obtuvo una puntuación de 54.55 (DE 8.47). En investigaciones anteriores, cuando se
comparan parejas que asisten a terapia versus parejas que no están en terapia, se
obtuvieron puntuaciones de 64.9 (DE 6.9) versus 47.4 (DE 7.8; Snyder, 2008). De esta
manera, la media de la muestra obtenida se encuentra en puntuaciones moderadas en la
escala GDS, lo cual quiere decir que por lo general pueden experimentar suficiente
75
satisfacción y compromiso en su relación como para buscar terapia, sin embargo, al
mismo tiempo pueden presentar dificultades para resolver las diferencias (Snyder, 2008).
A parte de la escala de Ansiedad Global, las demás escalas con puntuación media
más alta fueron: las escalas de Comunicación Afectiva con una media de 50.83 (DE
9.94), Comunicación para la Solución de Problemas con una media de 50.68 (DE 9.43),
Tiempo Juntos con una media de 50.88 (DE 9.32), Desacuerdos en las Finanzas con una
media de 51.63 (DE 8.32) y Orientación de Roles con una media de 57.35 (DE 7.41).
Todas estas puntuaciones se encuentran en un rango moderado en cuanto a la ansiedad
según las escalas. Las primeras tres, son consistentes con las respuestas provistas por los
datos demográficos donde se evidencia que los aspectos fundamentales para la
satisfacción marital los son: la comunicación, el afecto y el compartir. En cuanto a
Orientación de Roles se identifica una tendencia hacia unos menos tradicionales.
El segundo objetivo propuesto fue analizar las dimensiones del Inventario de
Satisfacción Marital (MSI-R) e identificar las dimensiones que provocase la mayor
angustia en los participantes. En la escala de Inconsistencia (INC) el 46.7% (f=28) de la
muestra de participantes indicó un nivel moderado acorde con la escala evaluativa
(Snyder, 2008). La escala INC ayuda a identificar los perfiles del MSI-R que se
caracterizan por una respuesta aleatoria. De acuerdo con las respuestas de las parejas
participantes se observaron niveles moderados para esta escala, lo cual puede demostrar
la existencia de sentimientos encontrados en un área específica de la relación. Significa
que la frecuencia con que la puntuación de la escala INC, al ser moderada, puede
interpretarse e identificar indicadores de “mezcla de sentimientos”, una necesidad de
76
buscar fuentes específicas de satisfacción relativa y/o intereses en áreas específicas; así
como el iniciar un proceso de terapia (Snyder, 2008).
En la escala de Convencionalismos (CNV), el 50% (f=30) de los encuestados
evidenció un nivel moderado, lo cual es consistente con la literatura (Snyder, 2008). El
nivel moderado de esta escala describe una distorsión idealista, inusualmente sentimental
y a menudo indican una renuencia a asumir un punto de vista objetivo o crítico de las
dificultades en la relación. Las puntuaciones moderadas en la CNV son bastante
comunes y plantean un nivel de idealización o romanticismo típico de las parejas
satisfechas. El 26% (f=16) de los encuestados demostró un nivel alto en la escala CNV.
Puntuaciones altas en esta escala indican que existen ciertos niveles de actitudes
defensivas y de resistencia para analizar los conflictos en la relación, además de una
distorsión idealista, que pueden dejar a la pareja muy vulnerable y con un cúmulo de
tensiones que aún no ha reconocido. Los datos obtenidos en esta escala se pueden asociar
con las características socioculturales de Puerto Rico descritas en los antecedentes.
En las otras escalas, excluyendo la Escala de Ansiedad Global (GDS), se
obtuvieron porcientos en un rango alto en las siguientes: Antecedentes familiares de
ansiedad (FAM) con un 27 % (f=6) en el rango alto y 47% (f=28) en el rango moderado y
la escala Comunicación afectiva (AFC) con un 20% (f=12) en el rango alto. Las parejas
con puntajes moderados en la escala FAM, indican conflictos extensos en sus familias de
origen y los individuos con puntajes altos describen que hubo desinterés de los padres, de
los hermanos o de ambos hacia ellos. Las relaciones rotas entre los miembros de la
familia extensa también son comunes en individuos con puntuaciones altas. Resulta útil
examinar los patrones que denotan falta de adaptación en la relación de la familia de
77
origen para determinar el grado en que resumen la relación actual del participante
(Snyder, 2008). Este dato resulta relevante para la consejería psicológica porque valida
la importancia de examinar las relaciones de la familia de origen de cada integrante de la
pareja y sus efectos en la relación actual de la pareja.
Los individuos con puntuaciones altas en la escala AFC indican una insatisfacción
mayor respecto a la cantidad de amor y afecto expresado en su relación. Puntuaciones
altas en esta escala pueden indicar que este déficit en el afecto, probablemente aumente
las dificultades de la pareja al resolver la diferencias y puede contribuir a crear una
atmósfera de desapego y falta de confianza. Este dato es consistente con la información
demográfica, dónde los participantes indicaron que la comunicación y el afecto son
aspectos importantes para sentirse satisfechos en su relación de pareja. De esta manera se
puede interpretar que cuando la comunicación afectiva en la relación de pareja es pobre la
ansiedad en la relación de pareja puede ser mayor. A su vez, este dato es consistente con
la literatura al destacar que las demostraciones de afecto son una causa fundamental para
la satisfacción marital (Hernández, Alberti, Nuñez y Samaniego, 2011; Gottman y Silver,
2010; Snyder, 2008).
Las escalas que puntuaron más alto en el rango moderado fueron: Insatisfacción
con los hijos (DSC) con 55% (f=33), Escala de Agresión (AGG) 41.7% (f=25), Escala de
Tiempo Juntos (TTO) con 40% (f=24). Los individuos con puntajes moderados en la
escala DSC describen que existe estrés en la relación con sus hijos. Alguno de sus hijos
puede ser descrito como alguien que demuestra problemas emocionales o de conducta.
La ansiedad en la relación de la pareja puede considerarse como resultado de las
dificultades generadas por la crianza de los hijos. De acuerdo con la literatura, la
78
presencia de hijos, en especial adolescentes, es una de las variables que más es estudiada
para analizar su influencia en la satisfacción marital (Armenta-Huarte, Sánchez-Aragón y
Díaz-Loving, 2012; Snyder, 2008). De igual manera, este dato es consistente con la
literatura que establece las características del ciclo vital familiar (Carter y McGoldrick,
1989).
De acuerdo con Snyder (2008) en las parejas con puntuaciones moderadas en la
escala AGG, existe la probabilidad a desarrollar conductas que conllevan intimidación no
física, los bajos niveles de agresión como los gritos, violencia contra un objeto, amenazas
por parte del cónyuge de golpear o lanzar objetos, sujetar o abofetear a su pareja. En la
escala de TTO puntuaciones moderadas indican la falta de tiempo para compartir
actividades de ocio más que una falta de intereses en común. Las elevaciones moderadas
en esta escala pueden ser resultado de exigencias situacionales del trabajo o de
responsabilidades en la crianza de los hijos. Cuando vienen acompañados por
elevaciones en la escala AFC, los puntajes moderados en la TTO tienen más probabilidad
de evidenciar sentimientos de aislamiento y desinterés por parte del cónyuge.
Cabe mencionar que, el segundo aspecto que fue mencionado por los participantes
en los datos demográficos en cuanto a importancia para sentirse satisfecho en la relación
de pareja fue el tiempo para compartir juntos. Este dato es de relevancia porque
demuestra uno de los enlaces entre la Interacción Trabajo-Familia y Satisfacción Marital
y el tiempo que dispone la pareja una vez manejado todos sus roles para el compartir a
solas. De la misma manera este dato es consistente con la literatura que expone que la
falta de tiempo para compartir en pareja al tener que cumplir con otras responsabilidades,
79
es una causa para la insatisfacción en la pareja (Hernández, Alberti, Núñez y Samaniego,
2011; Snyder, 2008).
En la escala de Orientación de Roles, a diferencia de otras escalas, se considera
que a mayor puntuación se tiene un enfoque menos tradicional en cuanto a los roles y a
menor puntuación se tiene una orientación más tradicional. En esta escala el 47% (f =28)
de la muestra obtuvo puntuaciones en el rango moderado, lo cual demuestra que se tiene
más tolerancia para compartir los roles versus los que son más tradicionales. El 38%
(f=23) de la muestra obtuvo puntuaciones en el rango alto de la escala, lo cual significa
un enfoque menos tradicional en cuanto a roles de género (Snyder, 2008). Esta escala
evidencia preferencias o valores del rol más que las conductas del rol reales. La
congruencia entre sus expectativas y las conductas del rol, ocupan en la satisfacción
marital una posición más importante que el contenido de las actitudes hacia el rol. De
esta manera, aunque los datos obtenidos demostraron un enfoque menos tradicional hacia
los roles por género y que se puede aportar a una relación más satisfactoria, sería
importante evaluar si en efecto las conductas que demuestra ese rol menos tradicional se
llevan a cabo. Estos resultados son relevantes y consistentes con la literatura, puesto que
cuando se identifica una tendencia hacia una mayor apertura en cuanto a los roles de
género y se compara con la media de la escala de Ansiedad Global (GDS), la cual puntuó
en un rango moderado en los participantes, se puede concluir que existe mayor
satisfacción marital cuando hay más equidad en los roles de género (Moreno-Fernández y
Rodríguez-Vega,Carrasco-Galán y Sánchez-Hernández, 2009).
El tercer objetivo en este estudio se dirigió al análisis para conocer si existía
alguna diferencia significativa entre hombres y mujeres en cuanto a las dimensiones que
80
mide el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y el cuestionario de Interacción
Trabajo-Familia (SWING). Se evidenció mediante el análisis no paramétrico U de Mann
Withney que no existen diferencias estadísticamente significativas en cuanto al género
contrario a otros resultados evidenciados en investigaciones previas en las que se indica
que existen diferencias estadísticamente significativas entre género (Hernández, Alberti,
Núñez y Samaniego, 2011; Snyder, 2008). No obstante, se observaron puntuaciones más
altas en las escalas de Convencionalismos, Insatisfacción sexual e Insatisfacción con los
hijos entre los hombres en contraste con las mujeres quienes demostraron puntuaciones
más altas en las escalas de Ansiedad global, Comunicación afectiva, Orientación de roles
(puntos de vistas menos tradicionales en las mujeres que en los hombres) y Conflicto por
la Crianza de los Hijos.
Por otra parte, aunque las diferencias por géneros no fueron estadísticamente
significativas en la presente investigación, se encontró, al igual que en otras
investigaciones, que el hombre puntuó más alto en la escala de Convencionalismo que la
mujer. Este dato significa que el hombre distorsiona más que la mujer la evaluación de
su relación de pareja en una dirección socialmente deseable (Snyder, 2008). A su vez, la
mujer puntuó más alto en la escala de Comunicación Afectiva, lo cual es consistente con
la literatura donde se indica que las mujeres expresan mayor insatisfacción en la relación
con su pareja respecto a la cantidad de afecto y compresión que le expresa su cónyuge
(Snyder, 2008). La escala donde se identificó más diferencias entre géneros fue en la
escala de Comunicación para la Solución de Problemas, siendo las mujeres las que
obtuvieron puntuaciones más altas. Este dato significa que las mujeres generan más
ansiedad por la forma en que sus parejas se comunican para solucionar los problemas.
81
Los resultados del Inventario Interacción Trabajo-Familia demostraron que
existen diferencias estadísticamente significativas entre géneros en la escala de
Interacción Negativa de la Familia al Trabajo a nivel p=.01 (DE 1.75), al ser el género
femenino quien obtuvo puntuaciones altas en esta escala (x= 35.98). En las escalas
restantes no se encontraron diferencias estadísticamente significativas. Este hallazgo es
cónsono con otras investigaciones en las que se administró este instrumento y no se
encontraron diferencias estadísticamente significativas por género en ninguna de las
escalas (Gómez-Sierra, 2011; Grzywacs y Marks, 2000; Anderson, Coffrey y Byerly,
2002; De Luis Carnicer, Martínez Sánchez, Pérez Pérez y Vela Jiménez, 2004). Sin
embargo, en investigaciones respecto a la relación que existe entre el Trabajo y la
Familia, se han enfocado en que el conflicto es un problema que mayormente le ha
tocado resolver a las mujeres. A estos efectos, los resultados de este estudio comprueban
lo que los científicos sociales han señalado a cerca de que las mujeres tradicionalmente
tienen la responsabilidad primaria de atender la familia y el cuidado de la casa, por
consiguiente, los asuntos familiares deberían afectarlas y causar estrés en el trabajo
(López Puig y Acereda, 2007).
El cuarto objetivo establecido en la búsqueda de respuestas objetivas acerca de
analizar e interpretar si existía alguna diferencia significativa por edades y años de
casados en el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y el cuestionario de Interacción
Trabajo-Familia (SWING), únicamente se encontraron diferencias estadísticamente
significativas en la escala de Convencionalismos (CNV) a un nivel de p=.01 siendo el
grupo de 45 años o más el que evidenció puntuaciones altas en esta escala. De acuerdo
con la bibliografía a cerca de la satisfacción en la relación de pareja y respecto al ciclo de
82
vida familiar, en casi todos los casos las diferencias por edad en el grupo son
consecuentes (Snyder, 2008 y Hansen y Liddle, 1983). En otras palabras, las parejas
jóvenes son menos convencionales. En este aspecto los resultados obtenidos en el
presente estudio en las escalas de Ansiedad Global, Agresión y Conflicto en la Crianza de
los Hijos son consistentes con la literatura al demostrar puntuaciones altas entre las
parejas jóvenes al respecto (Snyder, 2008). Al comparar estos datos con investigaciones
anteriores en las que participaron parejas más adultas consistentemente evidenciaban
puntuaciones más altas en las escalas de Insatisfacción con los hijos, Tiempo Juntos e
Insatisfacción Sexual. No obstante, a diferencia de otras investigaciones realizadas por
Snyder (2008), en la escala de Comunicación Afectiva las parejas más jóvenes
obtuvieron puntuaciones más altas.
Por otra parte, se encontró diferencia estadísticamente significativa de p=.05 entre
las escalas del cuestionario de Interacción-Trabajo Familia y la dimensión de grupos de
edades, donde se evidenció que en la escala IPFT el grupo de entre 35 a 44 años obtuvo
una puntuación menor con una media de x=22.96. Este dato evidencia que las personas
entre los 35 a 44 años de edad expresan menor interacción positiva de la Familia al
Trabajo, en comparación con otros grupos de edades. En otros estudios se encontraron
índice de correlación bajo negativo y estadísticamente significativos en las escalas INTF
y INFT (Gómez-Sierra, 2011). Estas investigaciones sugieren que a menor edad mayor
efecto negativo entre ambas esferas. Aunque las diferencias no fueron significativas en la
muestra seleccionada, se identificaron puntuaciones más altas en las escalas de
interacción negativa de la familia al trabajo y del trabajo a la familia entre los
participantes más jóvenes.
83
En la variable años de casados se encontraron diferencias estadísticamente
significativas en las escalas Convencionalismos a nivel p=.03 e Insatisfacción con los
Hijos con una puntuación de p=.02. En la escala de Convencionalismos las parejas con
más de 20 años de casados evidenciaron puntuaciones más altas que las parejas con
menos tiempo de casados. En la escala de Insatisfacción con los Hijos las parejas entre
11 a 19 años de casados evidenciaron puntuaciones más altas. Este dato es consecuente
con el ciclo vital familiar y la literatura, que presupone que para este tiempo de casados,
los hijos deben estar en la etapa de la adolescencia y los adultos en la crisis de la media
edad, por lo cual tienen mayor probabilidad de experimentar en sus relaciones disputas
con sus hijos adolescentes (Armenta-Hurtarte et al., 2012; Snyder, 2008; Carter y
McGoldrick, 1989).
Los resultados obtenidos en las escalas de Convencionalismos e Insatisfacción
con los Hijos son consistentes con los resultados de la Escala de Interacción Negativa del
Trabajo a la Familia al evidenciar diferencias estadísticamente significativas de .002 en
las categorías de años de casados. Las parejas con 11 a 19 años de casados obtuvieron un
puntaje más alto en la escala INTF, lo cual evidenció que las parejas con esta cantidad de
años de casados desarrollan más interacciones negativas del Trabajo a la Familia.
Los resultados del quinto objetivo a cerca de la relación entre el nivel de ingreso
de los participantes y la ansiedad en la relación de pareja de acuerdo con el Inventario de
Satisfacción Marital (MSI-R) evidenciaron que no existe una relación significativa entre
la escala de Ansiedad Global y el ingreso familiar de los participantes. Este hallazgo es
contrario a los resultados obtenidos en otros estudios, donde la categoría económico-
laboral es la que más se relaciona con la satisfacción marital (Armenta-Hurtarte et al.,
84
2012). Por otro lado, se encontró una relación significativa entre la escala de Conflictos
en la Crianza de los Hijos y los ingresos familiares, a nivel de p=.04. Las parejas con
ingresos de menos de $30,000.00 evidenciaron puntuaciones más altas en la escala de
Conflicto en la Crianza de sus Hijos. Este dato significa que las parejas con un ingreso
familiar de menos de $30,000.00 tienen más conflictos respecto a las prácticas de crianza
de los hijos.
El sexto objetivo dirigido a describir el tipo de relación y dirección en términos de
promedio de las cuatro dimensiones de la interacción Trabajo-Familia, según el
cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING), las puntuaciones obtenidas
evidenciaron que las parejas participantes perciben una interacción negativa del Trabajo a
la Familia (x= 6.4; DE 4.10). La media de los participantes que indicaron que perciben
una interacción negativa de la Familia al Trabajo fue de x=2.1 (DE 1.75). La media de
los participantes que indicaron que perciben una interacción positiva del trabajo a la
familia fue de x=14.2 (DE 39.16). La media de los participantes que indicaron que
perciben una interacción positiva de la Familia al Trabajo fue de x=19.5 (DE 64.80).
El 45% de los participantes indicaron que a veces perciben interacción negativa
del trabajo a la familia. El 52% de los participantes indicaron que nunca perciben
interacción negativa de su familia al trabajo. El 32% de los participantes indicaron que a
veces perciben interacción positiva de su trabajo hacia su familia y el 48% de los
participantes indicaron que siempre perciben interacción positiva de su familia hacia su
trabajo. Este resultado es consistente con la literatura que plantea que el conflicto ocurre
mayormente del trabajo hacia la familia. De la misma manera los resultados demostraron
85
que el enriquecimiento es mayor de la familia al trabajo (Gómez-Sierra, 2011, González-
Dominguez, 2009; Geurts et al., 2005; Grzywacs y Marks; 2000; Frone et al., 1992).
Entre otros análisis realizados a los fines de fortalecer las respuestas al problema
objeto de estudio, se examinó la relación entre todas las escalas de ambos cuestionarios.
A estos efectos, se utilizó el índice de correlación Producto momento Pearson. De los
análisis llevados a cabo, se encontró que existe relación (r= .263) y diferencias
estadísticamente significativas (p=.04) entre la escala de Comunicación para la Solución
de Conflictos (PSC) y la escala de Antecedentes Familiares de Ansiedad (FAM), lo cual
significa que a mayor ineficiencia para resolver las diferencias en la relación de pareja,
mayores antecedentes de ansiedad en la familia de origen. En cuanto a la escala de
Comunicación para la Solución de Conflictos (PSC) y escala de Insatisfacción con los
hijos (DSC) se encontró relación (r=3.01) y una diferencia estadística significativa de
p=.02. Estos datos establecen que mientras más ineficiencia para la resolución de
conflictos, aumentan las preocupaciones respecto al ajuste emocional y conductual de los
hijos.
En la escala de Insatisfacción con los Hijos (DSC) y la escala de Agresión (AGG)
se encontró relación (r = .327) y diferencias estadísticamente significativas a nivel de
p=.01. Este dato sugiere que a mayor preocupación de la pareja, respecto al ajuste
emocional y conductual de sus hijos, mayor nivel de agresión en la relación de pareja. La
escala de Agresión (AGG) también se relaciona con otras tres variables. Estas variables
son: Interacción Negativa de la Familia al Trabajo (INFT), Años que lleva en su empleo
actual e Ingreso Familiar. Entre la AGG y la INFT, se encontró una relación de r=.273
86
con una diferencia significativa de p=.02. Este dato evidencia que a mayor agresión
mayor interacción negativa de la familia al trabajo.
Por otro lado la AGG y la variable Años que lleva en el empleo actual, se
encontró una relación inversa de r=-.259, con una diferencia significativa a nivel de
p=.04; lo cual implica que mientras más agresión menos años en el empleo tiene la
persona. En la variable Ingreso Familiar y AGG se encontró una relación inversa
(r=-.320) y estadísticamente significativa (p=.01). Este resultado permite establecer que
a mayor agresión en la relación de pareja menor el ingreso familiar. La escala de
Insatisfacción con los Hijos (DSC) y la variable Ingreso Familiar evidenció una relación
inversa (r=-.290) y una diferencia estadísticamente significativa (p=.032). Este dato
demuestra que a mayor preocupación en la pareja respecto a la crianza de sus hijos y su
ajuste emocional y conductual, menor es el ingreso familiar. De acuerdo con el análisis
para la variable Edad, se encontró relación (r = .264) y diferencias significativas (p=.04)
con la escala de Convencionalismos (CNV); lo cual significa que a mayor distorsión en la
evaluación de la relación de pareja hacia una dirección socialmente deseable, mayor es la
edad.
Conclusiones
Las conclusiones a las cuales se llega en este estudio resultan del análisis
realizado y del consenso investigativo. Las mismas son las siguientes:
1. Los resultados demostraron que en la Interacción Trabajo-Familia el conflicto
ocurre mayormente del trabajo hacia su familia y el enriquecimiento ocurre mayormente
de la familia hacia su trabajo.
87
2. Por primera vez en Puerto Rico se investiga la interacción entre el Trabajo-
Familia, Familia-Trabajo y la satisfacción marital entre una muestra de parejas
puertorriqueñas.
3. Se demostró la utilidad del Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y el
cuestionario Interacción Trabajo-Familia (SWING) para medir la ansiedad en la relación
de pareja en aspectos medulares de la satisfacción marital y cómo influye positiva o
negativamente la interacción entre el trabajo y la familia.
4. La media de la muestra evidenció la presencia de ansiedad moderada en la
relación de pareja, lo cual implica suficiente satisfacción marital como para continuar en
la relación, no obstante, sugiere que existen algunos conflictos y dificultades para
resolver sus diferencias.
5. Se demostró que en relación a la dimensión de Inconsistencia (INC) la muestra
obtenida puede tener una necesidad de identificar fuentes específicas de satisfacción
relativa y/o interés en áreas específicas.
6. Los resultados evidenciaron que en la dimensión de Convencionalismo (CNV) el
50% (f=30) de la muestra, obtuvo un rango moderado, lo cual implica que las parejas
tienen una distorsión idealista, inusualmente sentimental y que a menudo indican
renuencia a enfrentar un punto de vista objetivo y crítico de las dificultades en la relación.
7. De acuerdo con el análisis se encontró que la dimensión de Antecedentes
Familiares de Ansiedad el 47% (f=28) de la muestra puntuó en el rango moderado de la
escala, lo cual sugiere la presencia de extensos conflictos en sus familias de origen.
8. En la relación entre la dimensión Antecedentes Familiares de Ansiedad y la
dimensión para la Comunicación para la Solución de Problemas se encontró a mayor
88
Antecedentes Familiares de Ansiedad, mayor ineficiencia para resolver diferencias y a
menor Antecedentes Familiares de Ansiedad, menor la ineficiencia para resolver
diferencias.
9. La dimensión de Insatisfacción con los Hijos (DSC) evidenció que el 55% (f=33)
de la muestra puntuó en un rango moderado, por consiguiente, implica que existe estrés
en relación a las dinámicas con sus hijos.
10. La ansiedad en la relación de pareja puede considerarse como resultado, de las
dificultades generadas por la crianza de los hijos.
11. La relación entre las dimensión de Insatisfacción con los Hijos (DSC) y las
dimensión Comunicación para la Solución de Conflictos (PSC), evidenció que a mayor
insatisfacción con los hijos, mayor conflicto en la comunicación para resolver problemas
y a menor insatisfacción con los hijos, menor conflicto en la comunicación para resolver
problemas.
12. El rango moderado en la dimensión de Agresión (AGG) evidencia niveles bajos
de agresión, no obstante demuestra que existe la probabilidad de intimidación y agresión
no física.
13. La relación entre la dimensión de Insatisfacción con los hijos (DSC) y la
dimensión de Agresión (AGG) significa que mientras aumenta el estrés relacionado a los
hijos aumenta la agresión en la relación de pareja y mientras disminuye el estrés
relacionado con los hijos disminuye la agresión en la relación de pareja.
14. La relación inversa entre los años que la persona lleva en el empleo y la agresión
significa que a mayor años en el empleo menos agresión en la relación de pareja o
viceversa.
89
15. La relación inversa entre los ingresos de la muestra y la agresión, refiere que a
mayor ingresos menor agresión en la relación de pareja o viceversa.
16. Se demostró que a mayor agresión en la relación de pareja mayor interacción
negativa de la familia hacia el trabajo.
17. De acuerdo con el análisis se encontró que en la dimensión de Tiempo Juntos
(TTO) el 40% (f=24) obtuvo puntuaciones en el rango moderado de la escala, lo cual
implica falta de tiempo para compartir actividades de ocio como pareja.
18. En un 20% (f=12) ubicó en un rango alto la escala de Comunicación Afectiva, lo
cual implica insatisfacción respecto a la cantidad de amor y afecto expresado en su
relación de pareja.
19. El 47% de la muestra de parejas participantes se ubicó en el rango moderado de la
dimensión de Orientación a Roles y el 38% en el rango alto, lo cual implica que en las
parejas participantes su orientación acerca de los roles de género se aleja de los roles
tradicionales.
20. Se demostró que el hombre tiene mayores tendencias a distorsionar la evaluación
de su relación de pareja en una dirección socialmente deseable y que las mujeres
expresan mayor insatisfacción en cuanto a la cantidad de afecto y compresión que le
expresa su cónyuge.
21. Los resultados demostraron que la mujer desarrolla más ansiedad con la forma en
que sus parejas se comunican para solucionar los problemas.
22. La mujer percibe que existen más interacciones negativas de la Familia hacia el
Trabajo.
90
23. Las personas de 45 años o más y parejas de más de 20 años de casados tienen
mayor tendencia a distorsionar la evaluación de su relación de pareja en una dirección
socialmente deseable.
24. Las personas entre las edades de 35 a 44 años perciben menor interacción positiva
de la Familia hacia su Trabajo que en otros grupos de edades.
25. Los resultados demostraron que las parejas entre 11 a 19 años de casados sienten
más insatisfacción y preocupaciones relacionadas al ajuste emocional y conductual de los
hijos y más interacción negativa del Trabajo a la Familia.
26. Las parejas con ingresos familiares de menos de $30,000.00 desarrollan más
conflictos respecto a las prácticas de crianza de los hijos.
Recomendaciones
A la luz de los resultados se ofrecen una serie de recomendaciones para aportar al
desarrollo de actividades que contribuyen a fortalecer la calidad de vida de las personas y
la sociedad puertorriqueña. Cada una de estas recomendaciones se expone a
continuación.
1. Realizar este estudio con una población o muestra más representativa de parejas
heterosexuales a nivel de la isla de Puerto Rico.
2. Llevar a cabo esta investigación con parejas homosexuales y lésbicas.
3. Promover que se investigue en temas relacionados con la satisfacción marital en
la pareja y asuntos relacionados con la Familia y el Trabajo.
4. Normalizar y tipificar el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R) y el
Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING) en la población puertorriqueña.
91
5. Promover la utilización del MSI-R y el SWING entre psicólogos licenciados en
procesos de terapia de pareja, familia y en Programas de Ayuda al Empleado (PAE) en
las organizaciones laborales.
6. Divulgar los resultados de este estudio en foros educativos, universitarios y en
organizaciones/empresas del mundo del trabajo.
Limitaciones
Entre las limitaciones que se confrontan al realizar una investigación, en este
estudio la mayor limitación resultó ser el número de parejas participantes. Por
consiguiente, la muestra no es representativa de la población de parejas puertorriqueñas.
De modo que los resultados no pueden ser generalizados a la población total. Sin
embargo, a pesar de esta limitación estos resultados ofrecen información, por primera
vez, relevante a la relación Familia-Trabajo, Trabajo-Familia y su influencia en la
satisfacción marital.
92
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109
APÉNDICE A
Hoja Informativa
Sistema Universitario Ana G. Méndez
Universidad del Turabo
Escuela de Ciencias Sociales y Comunicaciones
Departamento de Psicología
Información para participar en un estudio/investigación
Joennie Fernández-Arroyo, estudiante doctoral de Consejería Psicológica y su mentora la Dra. Vidamaris Zayas-Velázquez, les invitan a formar parte de la investigación:
RELACION ENTRE LA INTERACCION TRABAJO-FAMILIA Y LA
SATISFACCION MARITAL EN UNA MUESTRA DE PAREJAS
HETEROSEXUALES EN PUERTO RICO.
Descripción del estudio/investigación y tu participación en el mismo Se realiza dicha investigación, ya que el conflicto entre el trabajo y la familia genera
presiones incompatibles que provienen de los roles laborales y familiares, de lo cual se puede interpretar que la familia puede interferir en el trabajo y el trabajo en la familia.
En esta misma línea, una de las instituciones más afectadas en nuestra sociedad es el matrimonio y todos los estresores de los roles que tiene el ser humano, puede generar insatisfacción y conflictos de pareja.
Su participación en este en esta investigación consistirá en completar dos cuestionarios y
una hoja de datos demográficos. Para el proceso de la recopilación de datos se administrarán dos inventarios a cada persona encuestada, el Inventario de Satisfacció n Marital-Revisado (MSI-R) que toma aproximadamente de 20 a 30 minutos en
completarlo. Dicho cuestionario es auto-administrable y se contesta con Cierto o Falso. El Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING) toma aproximadamente 10
minutos en completarlo, es un cuestionario auto-administrable que se constesta utilizando una escala liket del 0 al 3 donde 0=nunca, 1=a veces, 2=a menudo y 3=siempre. Adicionalmente completará una hoja de datos demográficos que tomará alrededor de 3
minutos en realizarlo. En total no tardará más de 45 minutos en completar todos los instrumentos.
110
Riesgos e Incomodidad
Existe algún riesgo o incomodidad que puede resultar de participar en esta investigación. Estos riesgos pueden ser: incomodidad por lo privado de algunas preguntas, así como
alteración emocional o angustia por exponerse a algunos de los reactivos que pueda traer pensamientos o emociones negativas. En caso de sufrir alguna alteración emocional como resultado de su participación en esta investigación, los/las participantes serán
referidos/as a la Clínica de Servicios Psicológicos de la Universidad del Turabo. De igual manera si se identifica algún indicador de agresión en la relación de pareja o
violencia doméstica, los/las participantes serán referidos/as a la Oficina de la Mujer del Municipio Autónomo de Caguas.
Posibles Beneficios
La información que se obtenga en esta investigación, puede ser muy útil para que las parejas realicen cambios e iniciativas que les permitan mejorar su satisfacción marital, así como desarrollar medidas para conciliar sus vidas. Por otro lado, la información obtenida
también puede ser utilizada por profesionales de la conducta humana, enfocados en terapias de pareja, para identificar técnicas que ayuden a los matrimonios a lograr una
mayor satisfacción marital y conciliación de vida. También la investigación puede ser utilizada como base de adiestramientos, que ayuden a generar iniciativas que aporten a la interacción trabajo-familia y a la satisfacción marital. Así como lo anterior, la
información que revele el presente estudio, puede aportar a futuras investigaciones y a generar nuevos temas de investigación relacionados a la consejería psicológica.
Incentivos
Se ofrecerá un taller libre de costo para los participantes con información valiosa, que puede aportar a su conciliación de vida y a desarrollar destrezas para mejorar su
satisfacción marital. No se ofrecerán incentivos económicos por la participación en el estudio.
Protección de la Privacidad y Confidencialidad
Toda información relacionada a su identidad será manejada de manera privada y confidencial y será protegida en todo momento. No se solicitará en ningún momento su nombre. Bajo ninguna circunstancia se compartirá información del participante con
terceros. Los datos recopilados se guardarán en un lugar privado, seguro y bajo llave. Los cuestionarios serán almacenados en las facilidades físicas (casa) de la investigadora en un
archivo, por un periodo de cinco (5) años. Los mismos estarán bajo la tutela de la investigadora principal, Joennie Fernández Arroyo. Los cuestionarios serán identificados con un número sin poner nombres en ninguna de sus partes, para garantizar la
confidencialidad y el anonimato del participante. Luego de las cinco (5) años serán triturados en una trituradora de papel y desechados, en presencia de un testigo y tomando
acta del evento.
111
Decisión sobre su participación en este estudio
Su participación en este estudio es totalmente voluntaria. Usted tiene todo el derecho de decidir participar o no de esta investigación. Si usted decide participar en este estudio
tiene el derecho de retirarse en cualquier momento sin penalidad alguna. Información contacto
Si usted tiene alguna duda o inquietud correspondiente a este estudio de investigación o si
surge alguna situación durante el periodo de estudio, por favor contacte a Joennie Fernández-Arroyo, a [email protected] o al (787) 469-1686. Si usted tiene preguntas sobre sus derechos como sujeto de investigación por favor comuníquese con la
Oficina de Cumplimiento en la Investigación del SUAGM al 787-751-3120 o [email protected].
Una copia de esta carta informativa le será entregada.
112
APÉNDICE B
Hoja de datos demográficos
Relación entre la Interacción Trabajo-Familia y la Satisfacción Marital en una
Muestra de Parejas Heterosexuales en Puerto Rico
Género Sexual: _____________ Femenino _____________Masculino
Núm. Pareja_________________
Por favor lea cuidadosamente cada premisa. Marque con una X la respuesta que
aplique en las premisas que tengan alternativas de ser seleccionadas. En el resto de
las preguntas conteste en palabras o números según sea el caso.
1. Preparación académica: ____Escuela Superior ____Curso Técnico ____Grado
Asociado ____Bachillerato ____Maestría ____Doctorado
2. Profesión:________________________ y puesto__________________________
3. Jornada laboral: ____Completa o ____ Parcial.
4. Años que lleva en su empleo actual:_____________.
5. Tiene más de un empleo: ____sí o ____no. Si contestó que sí indique las horas que
labora en dicho lugar:_________________.
6. Si tiene hijos de matrimonios previos, indique la cantidad y las
edades:_________
7. Es el responsable del cuidado de una persona de edad avanzada: ____si o ____no he indique qué relación guarda con usted:_____________________
8. Indique quien es el principal soporte económico de su hogar: ____ yo, _____mi pareja o ____ambos aportamos equitativamente a los gastos del hogar.
9. Escriba la cantidad de horas semanales que dedica a compartir en pareja:_____________.
10. Indique el ingreso anual aproximado de su familia (sumando su ingreso, con el de
su pareja o algún otro ingreso que genere su familia):__________________________
11. Tiene alguna creencia espiritual __si o __no. Si contestó sí indique su creencia:
113
12. Que aspecto es para usted más importante para sentirse satisfecho en su relación
de pareja:__________________________________________________________
13. Quien se ocupa de las tareas del hogar:________________________________
14. Entiende que la interacción entre su trabajo y su familia le afecta en su
satisfacción marital: ___sí o ___no.
114
APÉNDICE C
Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R)
115
116
117
118
APÉNDICE D
Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING)
Núm. Pareja:_______________________ Fecha:___________________________
A continuación encontrará una serie de situaciones acerca de cómo se relacionan los
ámbitos laboral y personal. Por favor, indique con qué frecuencia ha experimentado cada una de las siguientes situaciones durante los últimos seis meses. Marque con una cruz la casilla que mejor describa su opinión según la siguiente escala de respuesta:
Interacción negativa trabajo-familia
0 1 2 3
Nunca A veces A
menudo
Siempre
01. Estás irritable en casa porque tu trabajo es muy
agotador.
02. Te resulta complicado atender a tus obligaciones domésticas porque estás
constantemente pensando en tu trabajo.
03. Tienes que cancelar planes con tu pareja/familia/amigos debido a compromisos
laborales.
04. Tu horario de trabajo hace que resulte complicado para ti atender a tus obligaciones domésticas.
05. No tienes energía suficiente para realizar
actividades de ocio con tu pareja/familia/amigos debido a tu trabajo.
06. Tienes que trabajar tanto que no tienes tiempo
para tus hobbies.
07. Tus obligaciones laborales hacen que te resulte complicado relajarte en casa.
08. Tu trabajo te quita tiempo que te hubiera
gustado pasar con tu pareja/familia/amigos.
Interacción negativa familia-trabajo
09. La situación en casa te hace estar tan irritable que descargas tu frustración en tus compañeros de
trabajo.
10. Te resulta difícil concentrarte en tu trabajo porque estás preocupado por asuntos domésticos.
11. Los problemas con tu pareja/familia/amigos
afectan a tu rendimiento laboral.
12. Los problemas que tienes con tu pareja/familia/
amigos hacen que no tengas ganas de trabajar.
Interacción positiva trabajo-familia
119
13. Después de un día o una semana de trabajo agradable, te sientes de mejor humor para realizar actividades con tu pareja/familia/amigos.
14. Desempeñas mejor tus obligaciones domésticas gracias a habilidades que has aprendido en tu trabajo.
15. Cumples debidamente con tus
responsabilidades en casa porque en tu trabajo has adquirido la capacidad de comprometerte con las
cosas.
16. El tener que organizar tu tiempo en el trabajo ha hecho que aprendas a organizar mejor tú tiempo en casa.
17. Eres capaz de interactuar mejor con tu pareja/familia/amigos gracias a las habilidades que has aprendido en el trabajo.
Interacción positiva familia-trabajo
0 1 2 3
Nunca A veces A
menudo
Siempre
18. Después de pasar un fin de semana divertido con tu pareja/familia/amigos, tu trabajo te resulta
más agradable.
19. Te tomas las responsabilidades laborales muy seriamente porque en casa debes hacer lo mismo.
20. Cumples debidamente con tus
responsabilidades laborales porque en casa has adquirido la capacidad de comprometerte con las cosas.
21. El tener que organizar tu tiempo en casa ha
hecho que aprendas a organizar mejor tu tiempo en el trabajo.
22. Tienes más autoconfianza en el trabajo porque
tu vida en casa está bien organizada.
120
APÉNDICE E
Autorización para utilizar el Cuestionario de Interacción Trabajo-Familia (SWING)
121
APÉNDICE F
Autorización para utilizar el Inventario de Satisfacción Marital (MSI-R)
122
APÉNDICE G
Autorización de la Escuela de Ciencias, Matemática y Tecnología (CIMATEC)
123
APÉNDICE H
Autorización de Head Start región de Humacao
124
APÉNDICE I
Autorización de Fundación para el Hogar Propio de Caguas
125
APÉNDICE J
Autorización del Colegio Notre Dame Elemental de Caguas
126
APÉNDICE K
Carta de autorización de la Clínica de Servicios Psicológicos de la Universidad del
Turabo
127
APÉNDICE L
Carta de autorización de la Oficina de la Mujer del Municipio Autónomo de Caguas