Conferencia del Maestro

OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV Nº 40, del 4 de Marzo, 1939

UNAS PALABRAS SOBRE LOS MAESTROS

OM-12 VERSIÓN ESPAÑOLA

Centre OMRAAM Institut Solve et Coagula

Reus

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Fraternidad Blanca Universal

OMRAAM MIKHAËL AÏVANHOV CONFERENCIA Nº 40, MARZO 4 DE 1939

ADVERTENCIA

Este resumen ha sido elaborado a partir de notas tomadas en taquigrafía, su contenido no ha sido revisado por el autor, por lo cual es posible que

subsistan algunos errores en la trascripción. UNAS PALABRAS SOBRE LOS MAESTROS

Lectura “Entonces Jesús habló a la multitud y a sus discípulos diciendo: “Los escribas y los fariseos están sentados en la silla de Moisés. Id y estad atentos a todo lo que os digan pero no actuéis según sus obras, porque ellos predican pero no aplican. Ellos atan pesados fardos y los colocan sobre los hombros de los humanos, pero ellos mismos no quieren mover ni un dedo. Todos sus actos los hacen para ser vistos por los demás. En efecto, ellos portan enormes filacterias y sus flecos son interminables. En las fiestas ellos buscan estar en primer lugar y en las sinagogas, les agrada sentarse en primera fila; les complace ser saludados en las plazas públicas y que alguno les llame maestros. En cuanto a vosotros, no os hagáis llamar maestros, pues sólo uno es vuestro Maestro y entre vosotros todos sois hermanos. Y no deis a nadie sobre la Tierra el nombre de Padre, puesto que sólo el Padre celestial es vuestro Padre, y que nadie os llame nunca jefes, pues sólo teneis un Jefe y es Cristo”. (Mateo, 23, 1) A menudo me han formulado preguntas como esta: “¿Porqué es necesario tener Maestros? Se puede evolucionar por sí sólo y no es preciso tenerlos. Se puede proyectar el pensamiento hacia Dios y esto es suficiente para avanzar directamente.”

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Tengo que deciros algo en relación con este tema, puesto que voy constatando cada vez más que se trata de una cuestión que no ha estado bien explicada y que no está clara en vuestras mentes. Resulta muy difícil explicar esto a personas con puntos de vista diferentes, ya que cada uno tiene una filosofía especial y extraordinaria, la cual le lleva por muchas razones a no querer tener lo que se llama “un Maestro”. Cada uno pretende evolucionar por sí solo, aprender en forma aislada y por separado los grandes misterios de la naturaleza... Pero ¿Acaso esto es posible? Y si lo es, ¿No habrá peligro en ello? En general, ¿Cómo podríamos enfocar esta cuestión? En el Evangelio de san Mateo Cristo nos dice: “Vosotros no debéis haceros llamar “Maestro”, y añade “Porque sólo uno es vuestro Maestro”. * * * Se trata de un tema complejo: Aquí en Francia y por doquier hay muchas personas que quieren avanzar, recorrer el camino de la evolución muy rápidamente; ellas necesitan tener una directriz, un guía y, puesto que ni estos ni los Maestros se encuentran fácilmente, estas personas empiezan a practicar ejercicios o a utilizar métodos que para la gran mayoría son muy peligrosos y traen consecuencias dañinas. De este modo, se dedican a hacer respiraciones tal y como lo enseñan algunos ocultistas Hindúes; hacen concentraciones con el fin de desdoblarse y usan oras prácticas ocultas que van a acarrearles enfermedades y desequilibrios de toda índole, hasta el punto de llegar a la anormalidad o incluso a la locura, comportándose de una forma extraña con los hombres y mujeres. Sobre este asunto, existen muchas filosofías y opiniones diferentes. Esta tarde, voy a intentar aclarar un poco todo esto. Os pido paciencia y sobre todo un estado de consciencia benévolo, porque lo que os voy a decir no es algo ignorado o escondido... vosotros podréis hallarlo en ciertas obras y mejor explicado de lo que yo puedo deciros aquí. Se puede disponer de conocimientos pero esto no basta. Siempre deseamos cosas nuevas que no se encuentran en ninguna parte. Sin embargo, hay cosas parecidas al pan y al alimento. Hoy habéis comido en tres ocasiones y pensáis que, si no hubiera sido así, careceríais de fuerzas, de capacidades... Así ocurre a diario: el alimento cotidiano nos da energías y asegura la prolongación de la vida. Intentáis modificar la

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respiración, pero si se deja de respirar, se muere. Así, la respiración también es algo repetido y constante. Hay entre los conocimientos algunos que son como el alimento, como el aire, como el calor: hay que absorberlos cada día. Hasta ahora, he hablado sobre cosas nuevas. Hoy hablaré sobre cosas ya conocidas, pues quiero establecer un vínculo entre ellas y que vosotros las podáis captar como algo viviente. Estas cosas antiguas, al ser expresadas con distintas palabras, os traerán nuevas sensaciones. Analicemos detenidamente la cuestión de los Maestros Lo primero que debemos indagar es si ellos existen y donde se encuentran... cómo llegar a descubrirlos, a reconocerlos. Son cosas que cada uno se pregunta. En varios libros se menciona que hay Maestros en la India que viven ocultos en los bosques o en lo alto de las montañas pero, antes de verles, se suele tener una idea totalmente errónea respecto a su apariencia externa, por lo cual quienes viajan a la India no les descubren ni reconocen, ya que incluso si se llega a encontrarles en lo externo ellos no van a manifestarse. A menudo, se muestran como cualquier otra persona corriente y a veces es necesario vivir cerca de ellos durante un tiempo suficientemente largo para observar su comportamiento hasta que finalmente, si así lo desean, llegará el día en que se manifiesten de manera espontánea (ellos pueden hacer esto de repente y de una forma extraordinaria, para impactar la imaginación), pero por lo general no lo hacen sino que prefieren mostrarse con un aspecto normal y corriente. Incluso al examinarles no encontraríais en ellos nada distinto de los demás, su rostro se parece a todos los rostros... aunque a veces, hay en algunos casos signos que permiten a las almas sensibles reconocerles. Sin embargo, uno puede encontrarles y no percatarse de que son Maestros. Empecemos por preguntarnos “¿Porqué debemos tener un Maestro?” y luego “¿Qué cualidades posee un Maestro y cómo entrar en contacto con él?” Y, finalmente, ¿Qué significado hay en la afirmación “Sólo hay un Maestro “ ? Suponed que viene alguien a hablaros de los Maestros, sin haber visto jamás a ninguno. Os podrá proporcionar muchos datos que quizá van a satisfacer vuestra exigencia científica o filosófica, pero esto no equivale a conocer un Maestro. Por el contrario, aquel que ha vivido al lado de un Maestro, que ha podido observar detenidamente su forma de vivir, de trabajar, de comportarse, conoce algo totalmente distinto.

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Soy un testigo y os hablaré como tal. No esperéis que os deslumbre con relatos increíbles pero, si consideráis que mi testimonio es sincero, tanto mejor para vosotros y tanto mejor para mí. ¿Por qué es necesario tener un Maestro? Supongamos que vosotros queréis aprender música y queréis hacerlo de forma autónoma. Teneis un violín y un día intentáis hacerlo sonar. Después de algunos días pensáis: “Es algo fatigante... ya tengo tiempo para aprender, continuaré mañana o pasado mañana”. Como el hombre es perezoso por naturaleza, pasarán numerosos días sin que practiquéis, hasta que os acordéis de la música y volváis a hacerlo durante dos o tres días. Entonces, lo dejareis de nuevo. De esta forma, nunca lograreis aprender a tocarlo (salvo raras excepciones, por supuesto, pero no he venido a hablar de ellas). Ahora suponed que teneis un profesor que viene dos o tres veces a la semana. Esto os obliga a preparar la lección ya que os avergonzaríais al no hacer nada delante de él y siempre teneis que estar listos. Gracias a él, domináis vuestra pereza y algún día llegáis a ser un virtuoso. Pero ello no será porque gocéis de un talento excepcional, sino porque otro os ha obligado a serlo. Lo mismo sucede en el ámbito espiritual: Debido al Maestro y gracias a él, cada uno podrá ir desarrollando en sí mismo todas las cualidades, todas las virtudes. Se pondrá interés en demostrarle que uno es inteligente, bondadoso, dulce, amable... Por su parte, los Maestros os aconsejan, os guían, os ayudan a ir cada vez más veloces por el camino de la Evolución ; con ello se cumple la tarea esencial de cada ser humano : Aumentar el brillo de la chispa inmortal que hay dentro de cada individuo, cuyo valor es inapreciable. Cuando no se tiene un Maestro, se leerá, se meditará, puede ser que se practique un ayuno de pocos días, pero no habrá una continuidad. Unos años después, se recordarán estos esfuerzos y se intentará empezar de nuevo, pero se caerá nuevamente en la inacción, en los errores y los vicios. No se comprenderá la belleza que hay en el mundo, en las almas. Sin un Maestro no hay nada a hacer. Con un Maestro todo se hace posible. Se le observa, se le contempla y se desea estar cada vez mas cerca de él, obtener las mismas facultades que él posee y las mismas cualidades.

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Tener un Maestro es algo que no tiene precio, es algo magnífico. Entonces la vida adquiere un sentido profundo, todo parece ir mejor : Uno siente que su salud mejora, se siente lúcido e inspirado y a veces sin saber porqué, uno se siente totalmente colmado de alegría, uno percibe todos los astros y todos los soles dentro de sí mismo, uno se fusiona con todo el Universo. Sin un verdadero Maestro, se vive en la pobreza, en la incertidumbre, hundidos en la oscuridad, la duda, el odio, la cólera, el fracaso... Pienso que la mayor dicha que puede darnos el destino es permitirnos a cada uno encontrar a nuestro Maestro, puesto que cada uno tiene el suyo y la mayor felicidad radica en encontrarle. Yo nunca dudo de la necesidad de tener un Maestro. La he constatado con mis propios ojos. Antes de encontrar al Maestro de la Fraternidad Blanca Universal en Bulgaria, había empezado a estudiar la ciencia oculta y ya desde mi infancia he realizado experiencias muy importantes y peligrosas... Felizmente, encontré al Maestro ya que ahora estoy seguro de que sin él, hubiera podido caer dentro de la acción de la Logia negra de una forma inconciente puesto que cada hombre que despierta al camino de la espiritualidad se encuentra vigilado y buscado a la vez por la Logia blanca y por la Logia negra. La primera trabaja para atraer al que avanza para desarrollar sus fuerzas, a fin de hacerle un conductor y un servidor de Dios, mientras la segunda hará todo lo que pueda para convertirlo en un esclavo, en víctima miserable. En general, esto ocurre de forma inconciente. Cada discípulo está expuesto a graves peligros si no presta atención al camino o al Maestro que ha elegido. Si no se quiere elegir un Maestro tal como el que ahora os voy a describir, hay un 99 por ciento de riesgo de que la Logia negra intente seduciros con ofrecimientos extraordinarios de dinero, fama, riquezas, mujeres, placeres diversos y poderes sobre los demás. Es muy fácil resbalar en esas pendientes y los grandes Maestros no pueden rescatar a aquellos que han elegido ir por allí. Cada ser que evoluciona está sometido a vigilancia. Ahora bien, en Europa hay muchas personas que se interesan por las ciencias ocultas, por la práctica de los diferentes yogas, por la hechicería... y todo esto conlleva grandes riesgos. He visto en mi entorno personas que practicaban de esta forma distintas cosas, sin conocer sus consecuencias. Ahora no pueden saberlo, pero ya las verán más tarde. Pero si ellos tuvieran un Maestro que pudiese advertirles diciéndoles: “Si tú haces

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aquello, estarás perturbando las funciones de tales o cuales órganos. Detente! Al hacerlo estás moviendo poderes desconocidos para ti y que un día te destruirán. Evita todo esto ya que tu equilibrio ha sido perturbado ya de tal forma que caerás en los abismos y en los vicios”. Así, ¿Qué se debe hacer? Antes de empezar a andar por este camino tan difícil y a la vez tan glorioso, es preciso purificarse, porque luego se van a tener que afrontar muchos peligros, así se podrá evitarlos. Es necesario purificarse de la siguiente forma:

1. Por el alimento, por los sentimientos, por los pensamientos puros y las acciones justas y honestas (Lo cual permitirá evitar riesgos indescriptibles)

2. Se debe orar cada día para que los seres y entidades superiores cuiden de nosotros y nos protejan día y noche.

3. Hay que estar listo para sacrificarse por la gloria de Dios, mostrar una bondad y una humildad inmensas pues sin ellas será imposible adquirir las grandes riquezas espirituales.

Esto es lo que yo aprendí con el Maestro. He visto y he conocido personas que se han destruido a sí mismas por las falsas prácticas, mientras que otras han muerto. Antes de haberse unido con los poderes celestiales, antes de estar habituados a rezar cada día con sinceridad, ¿A donde se quiere ir? ¿Qué se intenta pedir? Sin saberlo, el individuo estará destruyéndose a sí mismo. Cada yoga, cada desdoblamiento que se practique sin humildad, sin bondad, sin pureza, va a acarrear consecuencias muy graves. Esto es algo que hay que entender de una vez y para siempre.

* * * Cómo atraer a los grandes Maestros, y ¿ellos existen? Si, ellos habitan en el mundo por doquier, viajan por todas partes, y se encuentran en cualquier lugar. Ahora bien, su sede está ubicada en tres lugares importantes y notables, pero de esto no voy a hablaros hoy.

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Un día se les conocerá y los científicos privilegiados comprenderán que hay un estado de equidad que se encuentra en la esfera espiritual de la Tierra. Allí viven los Maestros, allí van evolucionando cada vez más, allí habitan y estudian desde hace milenios. Ellos poseen todos los conocimientos desde la creación del mundo... Un día los mostrarán a los hombres, aún no ha llegado la hora. Ellos se limitan a enviar ondas, energías a cada minuto y sólo los discípulos y las almas preparadas las reciben con el corazón abierto. En este mismo momento en que os hablo, ellos nos están enviando luces y espléndidos rayos, que no pueden captarse si uno es incrédulo, embustero, siempre dudoso y escéptico, si se vive la existencia de un modo artificial; entonces las ondas no podrán penetrar en nosotros y no es posible ver aquello que se oculta en ellas. Pero existen métodos para aprender a captarlas y a sacar provecho de ellas. Son los grandes Maestros los que supervisan y dirigen el destino de la humanidad. Ellos son algunos de nuestros hermanos que han terminado su evolución antes que nosotros; son mas antiguos que nosotros, han desarrollado en ellos las cualidades divinas y es por eso que pueden ayudarnos, puesto que ya conocen el camino, conocen todas las estaciones y construcciones humanas hasta el fondo de nuestra existencia. Ellos conocen también todas las influencias celestes y sublunares que existen, todos los hombres, todos los grados de la escala viviente, todos los espíritus superiores e inferiores. Pueden sernos de gran utilidad y esto es algo que sólo depende de nosotros... ¡Cuantos seres viven ignorando esta bendición, bien sea solos o con falsos maestros! ¿Cómo distinguir los auténticos Maestros de los falsos maestros? Se les podrá reconocer a través de signos, tal y como me ha explicado mi Maestro:

1. Los primeros, los Maestros de la Fraternidad Blanca, se reconocen en que ellos nunca engañan, no hay asomo de mentira en su alma.

2. Ellos no limitan a los hombres sino que les dan total libertad. Ellos dirigen y aconsejan, pero os dejan del todo libres para escoger vosotros mismos el camino y las condiciones. Se limitan a supervisar. Ellos sencillamente dicen: “Si usted quiere hacer aquello, va a obtener tal o cual consecuencia. En caso de obrar de otra manera, habrá tales o cuales resultados. Vosotros sois seres razonables, haced lo que queráis.” Ellos son desinteresados.

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Estos Maestros aportan luz sobre todas las cuestiones de la existencia. Ellos prodigan la vida en abundancia. Son humildes pues saben que tan sólo son canales conductores del mundo invisible, que cumplen la voluntad de Dios pero sin ser ellos la causa de todo. Se les puede distinguir por sus frutos: ellos prestan atención a cada criatura, a cada insecto, a cada planta. Se ocupan de cada ser con el fin de ayudarle en su evolución y consideran la vida de cada uno de ellos como la cosa más sagrada. Ellos no rechazan la vida sino que participan en la de todo el mundo. Toman sobre sí los sufrimientos de los demás para llevarlos a su lugar. Ellos nunca se quejan, todo lo soportan con paciencia y resignación. Estos Maestros nunca dejan la humanidad para ocuparse exclusivamente de su propia evolución. Son seres de sacrificio, están por encima de todo, nada hay por encima de esto. Se puede pensar o reflexionar eternamente en ello sin encontrar una virtud más grande, mas sublime, mas profunda que la del sacrificio. Los grandes Maestros manifiestan esta virtud y se les puede reconocer por ella. Ellos poseen todavía otras muchas cualidades, pero sólo quiero indicaros aquí las más profundas, las que son más evidentes. Ellos tienen una cualidad extraordinaria: no cambian ante las dificultades, el sufrimiento o la muerte misma. Ellos son absolutamente estables, sólidos, inmutables. Lo he visto con mis propios ojos. Durante los veinticuatro años que pasé al lado del Maestro, pude comprobar su estabilidad frente a pruebas inimaginables, He visto a tantos falsos maestros y falsos iniciados cambiar una y mil veces, les he visto desaparecer o cambiar su filosofía, sus hábitos, su orientación... pero el Maestro siempre fue el mismo, inmutable. Hasta tal punto él era estable y constante, que por más incrédulo, materialista o ateo que fuera un individuo, se veía obligado a creer y a someterse ante un espíritu tan poderoso. La estabilidad es una cualidad enorme. Cuantas veces los seres se muestran fluctuantes ante pequeños sufrimientos. Un día, ellos se dan cuenta de que deben ser amables y trabajar por un ideal superior, pero al día siguiente piensan que esto ya no vale la pena, que los que persiguen tal ideal son tontos, que ser bueno es algo propio de idiotas... Más adelante, ellos ven una película magnífica o un cuadro maravilloso y piensan que no deben permanecer ya mas en el terreno donde están, que deberían hacer algo para enriquecerse espiritualmente, de modo que ellos recomienzan el camino, pero bien pronto recaen en las decepciones... tal es su historia cotidiana y trágica.

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Esta forma de vivir proviene de tres cosas que eternamente van a impedir evolucionar a los seres, y entrar de nuevo en la mansión divina de la cual provienen! Sin embargo, es allí donde todos debemos retornar para encontrar la paz que allí reina, las riquezas que nos esperan y a nuestro Padre celestial que también nos espera. Somos siempre hijos e hijas pródigos. * ¿Porqué seguimos siempre hundidos en la inestabilidad? Porque damos demasiada importancia a tres cosas y nos basamos en ellas. Estas tres cosas son: la pereza, el orgullo y el egoísmo. Es debido a ellos que permanecemos frenados. Si vosotros supieseis la razón por la que muchos no quieren tener un Maestro! Sencillamente porque no quieren verse obligados a trabajar, a ser humildes, a manifestar el amor. Ellos prefieren continuar viviendo en las tinieblas! ¿Por qué se prefiere permanecer en un estado de soledad y separación? Porque se piensa que de esta forma se podrá evolucionar mas. Pero así nunca se avanza. Sólo se podrá hacerlo en un sentido intelectual: Puede ser que se llegue a entender algo, pero las cualidades del alma y del corazón que son absolutamente necesarias, sólo van a desarrollase con los vínculos y relaciones fraternales. Esto sólo puede ocurrir en el seno de la Fraternidad. En la soledad espiritual pueden desarrollarse el intelecto y la voluntad, pero no se puede conocer nada de lo que está oculto en el alma de los demás. Se vive de una forma orgullosa, egoísta y perezosa... Así nunca se llegará a comprender nada. Por el contrario, al estar entre amigos evolucionados, uno se ve obligado a manifestar el Amor, la atención, el sacrificio. Surge entonces la necesidad de trabajar sobre uno mismo, entonces todo irá mucho mejor. ¿Porqué buscar siempre la soledad? En -------------------------------------- * Ver la Parábola del hijo pródigo en: Lucas, XV, 11-32. General, esto ocurre porque se vive en el orgullo, el egoísmo y la pereza. Es verdad que hay seres que necesitan la soledad, con el objeto de llevar a cabo un trabajo importante, una tarea de índole espiritual, pero en estos casos se trata de una soledad radiante, vivificante. * * *

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Desde la creación del mundo hasta nuestros días, ¿Ha habido Maestros y discípulos? Sí. El Universo está constituido según las leyes de la jerarquía. Desde las cosas más pequeñas hasta Dios se extiende una gigantesca escala de seres evolucionados en distintos grados. Nada hay que esté por fuera de esta evolución. Por eso, si no se quiere tener un Maestro para trabajar sobre uno mismo, para aprender a ser humilde y desarrollar las cualidades indispensables, otros Maestros nos esperan, no se podrá evitar. Si se rechaza a los Maestros de la Fraternidad Blanca, vendrán otros a apoderarse de nosotros. La gente se equivoca cuando cree que es posible evitar tener un Maestro. Todos nosotros tenemos un Maestro. Incluso los ladrones, los hombres viciosos y pecadores tienen maestros en el mundo invisible. Pero ¿Cuales son estos Maestros? Son los que les enseñan a ejecutar grandes crímenes. Si no queremos tener a los verdaderos Maestros, entonces los de la magia negra nos esperan ya que debemos transitar por toda la cadena de la jerarquía, y esta tiene dos caminos. Tanto peor para nosotros si son los falsos Maestros quienes nos guían: ellos van a despojarnos del todo, borrando todo aquello que había sido inscrito en nuestras almas desde la creación del mundo... Ellos van a limitarnos y a coaccionarnos y así comprenderemos la diferencia que hay entre estos y los de la Fraternidad Blanca... así sabremos distinguirlos de ahora en adelante:

1. Los Maestros de la Fraternidad negra son hijos de la falsedad y mueven al engaño

2. Ellos apagan todas las lámparas. Todas las luces, todas las velas. 3. Ellos enfrían el corazón y lo tornan orgulloso, rígido. cerrado. 4. Ellos van limitando gradualmente la voluntad al decir: Vosotros sólo

debéis creer en nosotros y permanecer sumisos ante nosotros. Ellos imponen aún otras condiciones. De cualquier forma, no debéis temer, ya que los Maestros de la Fraternidad Blanca vigilan y protegen a aquellos que les siguen. Ellos tienen mucho poder para ayudarles y disponen de luces deslumbrantes para aquellos que desean cumplir su voluntad. He conocido algunos que durante toda su vida se han dedicado a conocer a todos estos falsos Maestros y su origen: Donde viven, cómo se manifiestan, cómo se llaman, cuales son sus poderes, etc, etc...

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Pero os aconsejo que no hagáis lo mismo, ya que vais a atraer también malas influencias que algún día van a manifestarse en vuestra vida bajo la forma de distintas dificultades. Ni siquiera hay que pensar en esos Maestros. Basta con pensar en los hermanos, hermanas y Maestros de la Fraternidad Blanca, ya que nuestro trabajo no consiste en ocuparnos de quienes intentan robar, engañar, despojar y destruir. Nuestra tarea es decir la verdad y es ella quien se ocupará de hacer justicia allí donde sea necesario. * * * Para que veáis las muchas cosas que pueden hacer los Maestros y lo que ellos saben, voy a leeros unas páginas de nuestro Maestro, que serán sin duda de interés para vosotros. Estoy seguro de que no llegáis siquiera a sospechar lo que pueden hacer los grandes Maestros... Después de la lectura de estas líneas os diré cuantas categorías de Maestros existen y cuales son los seres que existen por encima de ellos. “Es muy importante para los hombres saber reconocer a sus verdaderos Maestros. Con el fin de proteger a sus seguidores de los engaños de falsos Maestros, Jesucristo ha indicado la forma de distinguirlos: juzgarles de acuerdo con sus actos. “Por sus acciones”, dijo Él, reconoceréis a mis servidores y aquellos que siguen mis huellas”. “En consecuencia, desde que un Maestro espiritual que sirve de guía, lleva a cabo acciones cristianas, es decir, desde que él aplica las enseñanzas de Cristo, él vive con Jesucristo, él va a ser parte de la Fraternidad Blanca, él ha venido a sacrificarse por el pueblo en medio del cual se ha encarnado”. “Los santos y los profetas han estado entre estos Maestros, pero sólo Jesucristo es el jefe de la Fraternidad Blanca Universal”. “Un rasgo característico en la conducta de los falsos Maestros es el orgullo y el egoísmo. Se trata de personas de una evolución avanzada que se han convertido, de forma consciente o inconsciente, en instrumentos de las fuerzas negras, causando así graves perjuicios a los pueblos y a las sociedades”.

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“Entre estos falsos Maestros se cuentan en buen número eminentes fundadores de escuelas filosóficas, fundadores de órdenes religiosas y escritores del ocultismo. Todos estos Maestros impostores que conocen y dominan ciertas leyes ocultas, sólo pueden mostrar una esquina del velo que guarda los secretos del Universo. Ellos no pueden pasar de ahí, dado que ellos mismos no son más que viajeros en este largo camino.” “El auténtico Maestro, totalmente libre en el sentido estricto de la palabra, ha accedido a ese nivel ideal de Maestro de un modo sorprendente, no como ciertos adeptos que enseguida se hacen famosos por no querer aceptar esta vida de sufrimiento, de aniquilación de los deseos y de los sentimientos.” “EL verdadero Maestro no huye del mundo, sino que vive en medio de sus tentaciones, aceptando con reconocimiento todas las pruebas y sufrimientos que le son enviados por el Cielo. El espiritualiza todos sus deseos gracias a esa alquimia psíquica que trasmuta los elementos materiales, naturales y perecederos en elementos espirituales, divinos y perfectos”. “Sólo es libre aquel que puede escapar de las leyes del tiempo, aquel que no puede ser sometido por las leyes de la justicia, por las leyes implacables de causa y efecto, por las relaciones entre uno y otro ser”. “Un hombre así, es libre y gobierna su destino. El lo puede todo y su autoridad es grande sobre sí mismo y sobre todos aquellos a quienes ha sido llamado a guiar”. “Antes de llegar a ser tal, el hombre libre ha sabido triunfar sobre todos los adversarios que ha venido encontrando a través de sus diferentes vidas. Ha soportado estoicamente todas las tiranías, ha perdonado todas las injusticias y ha hecho todos los sacrificios. Él ha olvidado todas estas duras pruebas”. “Sólo después de haber pasado por estas pruebas, él ha recibido el bautismo del Espíritu y ha ocupado su lugar en el banquete, en la mesa divina de los bienaventurados”. “El verdadero Maestro es precisamente uno de estos hombres libres ; él posee derechos ilimitados y desciende a la tierra para cumplir allí una misión ; ignorado por el mundo, él se encarna ; únicamente va a revelar su espíritu esencial cuando el momento es propicio y lo hará a los espíritus razonables que habitan sobre nuestro planeta”.

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“Por lo general, la presencia de los Maestros precede al hundimiento y nacimiento de un mundo. El Maestro pasa desapercibido entre los hombres, como el más desconocido e insignificante de ellos. En él, todo es sorprendente ya que su ser no mantiene una sola molécula que haya sido prestada al Universo. Sólo él puede afirmar con exactitud: “Yo no soy nada”. “Él es en verdad el amo de su cuerpo y tiene derecho a imponerle mil privaciones o tareas. Puede tomar posesión de él o abandonarlo, nacer y morir cuando a él le conviene. Puede trasladarse instantáneamente de un lugar a otro muy alejado. Posee el don de la ubicuidad (estar a la vez en dos lugares)”. “Estas apariciones simultáneas en diversos lugares se parecen a aquellas que nos transmiten las Santas Escrituras: A veces persisten por varios días y no son fluiditas. En cada punto donde ellas se producen hay un cuerpo físico del Maestro”. “Parecidas apariciones simultáneas han sido constatadas recientemente en Francia, Inglaterra y América”. “El cuerpo del Maestro está constituido por una materia purificada, espiritualizada, aunque un biólogo sería incapaz de encontrar nada de especial en ella., con excepción quizás de algunas funciones concretas de los órganos del vientre y de ciertas peculiaridades anatómicas que distinguen su organismo del de los hombres ordinarios. Estas singularidades no son más que indicios de las aptitudes extraordinarias que le confiere el Espíritu divino que le anima. Los cuerpos ordinarios reciben la vida del espíritu astral, pero el Espíritu-Santo transmite a todo aquel a quien ha tocado, una vida sobrenatural”. “El hombre libre no tiene necesidad de alimento ni de sueño. Si él come o duerme es simplemente para dar a los alimentos una virtud nueva o para mejorar el mundo de los sueños. Todas las acciones que él lleva a cabo en el mundo terrenal, sin excepción, están hechas para cultivar, para sanar, para luchar”. “El Mensajero celestial a través del cual se manifiesta el Espíritu Santo, es un Maestro en el amplio sentido de la palabra. Aunque las lecciones que él da son fecundas y vivientes, no obstante permanecen bajo el misterio y sólo son privilegio de un número muy escaso de seres predestinados para esta alta cultura. En la esfera de la cual Él ha descendido, todas las manifestaciones de la vida son expresiones de la actividad del Maestro”.

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“Él controla la organización de los movimientos geológicos; canaliza ciertas influencias interplanetarias y se ocupa de las plantas, introduciendo en ellas nuevas cualidades de su espíritu, mejorando ciertos estados en las que son venenosas. Él se interesa también por la predestinación de los animales, utilizando sus aptitudes para desarrollar en el fondo de su espíritu una percepción mas delicada”. “Él limita el crecimiento de las razas degeneradas y se ocupa igualmente de aquellas que han desaparecido. Dirige y supervisa varias jerarquías de seres invisibles. Él regula los fuegos subterráneos y las corrientes atmosféricas. Gobierna también los intercambios entre los planetas. Prepara con varios siglos de avance las grandes modificaciones de la biología general”. “Muy rara vez él manda pero cuando lo hace, todo le obedece: el mar se calma ante su gesto, el viento deja de soplar, la lluvia cae o estalla la tempestad. Puesto que él es inmortal, todo lo que toca es vivificado. Si él va al bosque y endereza un viejo y caduco tronco de árbol, este se verá reanimado, entrará en convalecencia y sacará nuevos brotes”. “El Maestro no es un juez. Él sólo viene para ayudar y corregir. Él busca los medios apropiados para dar nuevas posibilidades a los perezosos, a los desobedientes e indolentes a fin de que, bajo estas nuevas circunstancias ellos tengan ocasión de compensar su situación”. “Con un sólo gesto, él tiene el poder de parar los cataclismos. Puede adormecer a los monstruos marinos y a los que viven bajo las montañas, a fin de dar a una ciudad la posibilidad de arrepentirse y cambiar. Con todo, por desgracia sus esfuerzos suelen ser estériles, ya que una vez que los humanos han tomado la vía resbaladiza, les cuesta mucho volver a la razón y dar marcha atrás”. “Los enfermos obedecen también a la voz del Maestro, quien les cura como lo hacia Jesucristo. El Maestro consuela a los desesperados, releva a los que han caído y presta su ayuda a los audaces. Hace que avancen quienes son emprendedores y fuertes, a los que no les fatiga el trabajo. Él controla las caídas de los hombres así como su elevación, puesto que está es su mano modificar los clichés de su destino y estos le obedecen a voluntad. Cuando él mira a un ser, le ve en su esencia, con sus pecados y virtudes, con su pasado, presente y porvenir. Todo está ante su mirada. De un sólo golpe de vista, él acelera o retarda los acontecimientos, la ruina, la

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riqueza, las sentencias, los matrimonios, los nacimientos, los crímenes... Todo lo ve y todo lo regula según su criterio”. “Las distintas ramas de la industria práctica y teórica, igual que las de las artes, no tienen secretos para él. El puede limitarlas, restringirlas o promover su extensión. Él las modifica o las manda a otro planeta según lo que crea más conveniente. Él juzga los mejores descubrimientos, utilizando aquellos seres cuyos cerebros están mejor dispuestos para vibrar en armonía con las nuevas vibraciones de las ideas y descubrimientos aun ignorados, a fin de convertir a estos seres en portadores y trasmisores hacia la humanidad”. “Es él quien interrumpe los descubrimientos prematuros y coopera para el descenso a la Tierra de nuevos conceptos en el ámbito de la sabiduría. Es así como se perfecciona la filosofía”. “En el terreno intelectual, el Maestro repara las injusticias y villanías cometidas por el autor de las tinieblas”. “Todo lo que acabamos de exponer constituye un alimento sustancial, que no sabría ser aceptado, digerido ni asimilado por quienes colocan a su razón en el pináculo y que han erigido un altar a la ciencia”. “Nada es definitivo en el mundo de las formas. Una hierba curativa del siglo XV hoy ya no tiene las mismas cualidades. ¿Quien podría convencernos de que, en los tiempos del César, la fórmula que explicaba la ley de gravitación era la misma que hoy en día? La distancia más corta entre dos puntos es la línea recta sólo para la geometría Euclidiana; Dos y dos hacen cuatro sólo para la aritmética de las cantidades...” “El hombre libre vigila sobre los razas, los pueblos y la civilización. A veces interviene en la acción de los hombres políticos. En caso de necesidad, el Espíritu sabe abrirle las puertas mejor guardadas y los palacios más inabordables. La historia anecdótica que puede ser considerada como la verdadera historia nos ha proporcionado muchos ejemplos. A veces se trata de hombres que semejaban ser simples mortales y a pesar de ello han llegado a estar al lado de los emperadores para recordarles los deberes olvidados o con el fin de prepararles para importantes empresas”. “Los humanos nos creemos libres; en realidad somos esclavos de nuestros deseos, de nuestras pasiones y pecados. Sólo puede ser libre

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aquel que gobierna su vida con la ayuda de la justicia y la virtud. Sólo es libre aquel que no se encuentra sometido al pecado”. “El Maestro posee la Verdad absoluta, ella ínter penetra su ser. Cristo dijo: “La Verdad os hará libres”. Es por esto que el hombre libre tiene el derecho a gobernarse a sí mismo y de gobernar a los demás. Su mirada obliga a cada ser a mostrar su corazón desnudo delante de él. Su fuerza impone respeto a todos y le confiere una autoridad que le sitúa en una elevada posición que él debe conservar. Puede conocer instantáneamente todo lo que él ve, todo lo que ocurre en otros planetas, si así lo desea. Le basta con mirar a una hierba para saber su fuerza y sus cualidades. Una piedra que se incorpora a la construcción de un edificio, ante una simple pregunta interna formulada por él, le comunicará el nombre del taller donde la prepararon y el de aquel que la ha colocado donde está ahora”. “En el cuerpo invisible de cada ser está inscrita una particularidad que le caracteriza, pero esta sólo podrá ser percibida por aquellos que ya tienen los ojos abiertos, y ellos no van a revelar el secreto sino a quienes ya estén elevados espiritualmente. El hombre libre oye este secreto directamente de la boca del Padre. Sin embargo, él no adopta jamás una actitud de Maestro ante los otros. No le interesa realizar prodigios ni curación alguna. Nunca se permite tomar una iniciativa cualquiera en la vida corriente, sin que el permiso le haya sido previamente otorgado”. “Su libertad, que abarca la totalidad de los resultados espirituales de sus trabajos anteriores, la ha entregado en manos de su Dios como el mayor de los homenajes, y no puede obedecer a otra voluntad que a la Suya”. “Un Maestro así siempre permanece modesto, ignorado para el mundo”. “No obstante, en algunas ocasiones los hombres que componen el estrecho círculo donde él se mueve, descubren algunas de sus aptitudes sin llegar a entenderlo. El Maestro sólo deja entrever reflejos de ellas, sus aspectos más exteriores. Él guarda celosamente el secreto de sus verdaderas cualidades y de su auténtica identidad”. “Cuanto más grande el hombre, más necesita de silencio. Cuanto mas fuerte sea, más le va a exigir mutismo la Fraternidad. De cualquier forma, se trata de un silencio que no se impone siempre. La grandeza, la soledad y el silencio son característicos de los corazones excepcionales. Para los simples mortales, la Verdad absoluta es intraducible, la Belleza superior permanece invisible. Sólo hay uno que puede decir “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, puesto que posee estas cualidades. Pero también las poseen aquellos que son los amigos y los servidores de la Palabra (el

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Verbo); Mediante una transmisión instantánea, ellos están unidos al Cristo por la Ley del Amor, mientras que los demás, bien sean filósofos, artistas o santos, aunque sean elegidos fallecen a causa de los esfuerzos que han hecho para entrever la Verdad, el rostro del Padre, la belleza de la forma de Dios y la bondad de Sus manos”. “Al estar gratificado por los dones y fuerzas sobrenaturales, el Maestro nunca cesa de obrar. Como su cuerpo es puro, no necesita reposo y su vida se sustenta por el cumplimiento de la Voluntad. Es por ello que él conoce una beatitud que no puede compararse a ningún tipo de felicidad de otros paraísos terrenales”. “El Maestro vive en un ámbito sorprendente donde nada puede oponerse nunca a la luz, pues allí las fuerzas que la dispensan no paran de aumentar constantemente, donde los seres se elevan sin interrupción y se perfeccionan sin límite”. “Estas tres palabras: · “La Vida eterna”, están cargadas de significado. Ellas se refieren a una Vida en progreso incesante, donde la inteligencia y la fuerza no encuentran obstáculo alguno, donde todos piensan únicamente en ayudarse unos a otros, en crecer espiritualmente, en apoyarse entre sí y en sentirse felices. Ellas designan una Vida donde el comienzo y el fin tienen una misma sustancia: el Amor. Una Vida en la que los seres se dirigen todos juntos en un movimiento perpetuo, con la seguridad de que ellos se mueven dentro de una atmósfera más y más vivificante”. “Tal es el alma del hombre libre que preserva en lo profundo de su corazón el sentimiento puro del Cielo, que existe por fuera del tiempo, del espacio y de las circunstancias exteriores, irradiando sus luces hasta más allá de los límites de la Creación”. “Las leyes naturales no se imponen a su ser ni a lo que brota de su ardiente corazón. Ninguno de sus actos queda inscrito en el Libro del destino ni en la contabilidad universal: ellos son sólo caridad y generosidad. La justicia no tiene que intervenir en modo alguno en sus trabajos, ya que estos nunca van a perjudicar a nadie”. “El hombre divino se comporta de tal suerte que, al aliviar a un ser de su carga, no está cargando a nadie con ella. Por el contrario, muy a menudo él mismo acepta llevar su peso”. “En fin, el Maestro tiene el poder de escribir en el Libro de la Vida, pudiendo modificar la suerte individual o colectiva. Alguna vez ejerce

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también aquel maravilloso poder que ha mencionado el Cristo: “A aquel que no tiene, incluso lo poco que tiene le será quitado”, aludiendo a los talentos de los que se ha hecho un mal uso. Dios le ha concedido a algunos aptitudes especiales y una inteligencia avanzada, pero ellos pueden usar sus facultades únicamente para oprimir a su prójimo e incluso a sus padres. Ellos se vanaglorian de sus aptitudes como si las debieran sólo a ellos mismos, pero llega el día en que el Cielo, a través de uno de sus Mensajeros privará a estos hombres de los dones que sólo han servido a su orgullo. Entonces, tales dones serán transmitidos a los modestos obreros, quienes van a fecundarlos para bien de todos en el seno de la luz, otorgando su reconocimiento al Cielo junto con la gloria de su acción”. “Cuando uno de estos Maestros desciende en un determinado pueblo, sólo entra en contacto con una parte ínfima de la población. Entre quienes le rodean, hay quienes no ven nada de extraordinario en él, y esto ocurre porque se hallan retrasados desde el punto de vista espiritual. El sentido de percepción de lo Divino aún está dormido en ellos”. “Hay otros que empiezan a notar en él ciertas cosas pero, al seguir siendo esclavos de sus pasiones, ellos rechazan la vida pura del Maestro por el contraste que pone en evidencia su propio estado, y comienzan a tenerle odio”. “Otros intuyen que hay en él algo misterioso, pero es más fuerte su pereza, de modo que prefieren seguir dormidos antes que despertar y abrir los ojos”. “Otros en fin, al percibir la luz de su verdadero ser, le ven como a un mago, un hechicero, un hipnotizador o un adepto, de acuerdo con las ciencias que ellos hayan estudiado y según su propio carácter. Sólo habrá una pequeña minoría que ve y capta en él algo extraordinario, algo que mueve en ellos el deseo de aprender, de entrar en la senda del Maestro mediante el ejercicio de las virtudes. Ellos sin embargo sólo habrán llegado a percibir en él una porción muy pequeña de su verdadero ser. Son estos discípulos quienes luego se convertirán en sus heraldos”. “Los mas culpables de todos no son los indiferentes, los ignorantes o los adversarios sino mas bien los perezosos que, al negarse a trabajar, cometen el mas grande de los pecados. Pero la paciencia del Maestro no tiene límites. La eternidad está delante de él. Sabe que, merced a su plegaria, el Padre aceptará prolongar el tiempo fijado para la Creación, a fin de que sus hijos pródigos tengan nuevas posibilidades de rehacerse”.

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“El Maestro desciende incluso a los Infiernos sin conmoverse por los sufrimientos que él tendrá que soportar, a fin de encontrar la oveja perdida. Él prefiere asumir la encarnación antes que abandonar a la más pequeña de sus criaturas”. “Así, es preciso que aprovechemos esta ayuda que nos es dada y que nos situemos en nuestro propio camino. La totalidad de nuestros hermanos debe ser salvada. Evitemos pues dar lugar a una falta de prosperidad espiritual para ninguno de ellos”. “Cuando finalmente aparece un Maestro, se eleva como un Sol en el corazón de su discípulo. Todas las nubes se despejan y una nueva luz brilla sobre él y en él. Es entonces cuando olvida todas las amarguras, las penas y temores. Su pobre y debilitado corazón se levanta ahora hacia los radiantes paisajes donde el suave resplandor de la eternidad impregna su gloria. Nada oscurece la naturaleza, todo está acorde para comunicar con una devoción mágica y un amor maravilloso”. “”Ningún discípulo puede entrar en el Reino divino mientras que no haya encontrado -y por segunda vez-, a aquel que aquí abajo en la Tierra le permite saborear el néctar primordial de la Divinidad. De las manos divinas de este gran Maestro manará el agua viviente del bautismo del espíritu sobre el discípulo, lavando también en él las grandes manchas del pecado. Él arrancará su corazón de la región de los renacimientos pasajeros, para ir a plantarlo en el terreno de la Palabra, y presentará este corazón purificado ante el mismo Verbo, Jesús-Cristo, para que de él reciba la corona de los elegidos. El Cristo no ha cesado de proteger este corazón, -durante cada juicio- , de perdonarle y reclamar indulgencia para él, por parte del Juez justo”. “No hay palabra que pueda expresar el éxtasis vivificante que experimenta el discípulo al estar sumergido en aquel estado psíquico. Nuestra música tampoco podría transmitir la delectación de aquella unión inefable a través de su melodía. Quizá únicamente el silencio puede ser capaz de festejar este Misterio, ya que él protege las manifestaciones de aquel que en nosotros es intraducible y sabe revelar a nuestros corazones lo que las palabras ocultan”. “En medio del silencio sólo se enciende el deseo inextinguible del Cielo”. “El signo mas fiel que manifiesta para el discípulo la presencia de su verdadero Maestro, es un presentimiento interno mas fuerte que todas las

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dudas de su mente. El discípulo comprueba que todo es sorprendente en este mensajero celestial, tanto en su personalidad como en sus actos”. “En apariencia, el Maestro no es diferente a los demás hombres, pero con su Enseñanza él se manifiesta como un Hijo de Dios, puesto que él trasmite y cuenta lo que él mismo ha experimentado, aquello que él sabe y que, por esta razón, es categórico”. “La divinidad de Jesús-Cristo, su resurrección, su caridad, el Universo invisible... no son para él simples creencias o cosas que se nos plantean a modo de consejos, como lo vemos nosotros. Para él, se trata de hechos positivos que ha tenido oportunidad de confirmar. Para él, el Amor fraterno está por encima de todas las iniciaciones y pruebas voluntarias”. “Él se declara mensajero del Cielo puesto que, como el buen Pastor, él siempre entra por la puerta. No hay nada extraordinario en la forma como actúa. No exige a sus discípulos juramentos ni promesas, nada que pueda preconizar una negación de las costumbres, del decoro o de las leyes. Él no exige nada prematuramente ni violentamente, con fanatismo. No busca aprobación ni publicidad y jamás cometería una infracción contra el orden público”. “Él ve y sabe que nada puede resistir a su voluntad. Él espera en el silencio que la vida se desenvuelva naturalmente; la posibilidad de actuar con circunspección ha sido hecha para él. Frente a nuestra impaciencia y a nuestra prisa ciega, esto constituye una gran lección de sabiduría llevada a la práctica”. “El Maestro no camina por delante de nosotros, él nos acompaña. Su inaccesible superioridad se rebaja hasta nuestro nivel porque él siente amor por nosotros. Por eso él marcha a nuestro nivel. Él le habla a cada uno en su lenguaje y especialmente a través de sus acciones. A menudo les dice “Amad a vuestro prójimo” y, para dar ejemplo, él mismo distribuye todo lo que tiene. Él dice “Trabajad”, puesto que él mismo trabaja sin fatiga, sin interrupción. Él dice “Soportad los sufrimientos”, porque él mismo soporta sin rebelarse todos los dolores del alma y del cuerpo. Por lo demás, él no se defiende de los ataques de sus adversarios haciendo como ellos; su forma de responder es a través de beneficios materiales, o bien prolongando la vida de los hijos que le atacan. Así, el contesta al mal con el bien”.

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“El Maestro conoce perfectamente a todos los que buscan la Verdad movidos por una sed interior. Él les ha estado observando desde hace tiempo, pero también observa a quienes aún mantienen sus ojos cerrados”. “Pero al fin llegará para cada uno el bendito día en el que volverá a encontrarse físicamente con su Maestro, un día único e inolvidable entre millares de días. El momento en que estos dos seres se reencuentran, en el instante en que ellos intercambian una primera mirada precisa por medio de la cual comprenden que ellos ya se conocían uno al otro, a través de sus virtudes respectivas - el reconocimiento y la misericordia -, en aquel momento todo el Universo se silencia y desde el fondo del abismo hasta el trono de Dios todos los seres retienen por un instante su aliento, porque una oveja perdida ha sido reencontrada y salvada”. “¿Podríamos nosotros adelantar ese minuto inscrito en el Libro del destino? Sí, podemos hacerlo. A partir de la venida de Cristo, la Bondad completa la Justicia. El Cielo cambia su sentencia cuando realizamos el más pequeño esfuerzo para volver a la razón”. “Unas pocas palabras resumen la ley y la vida entera: “Amaos los unos a los otros”. Así, estaréis acelerando la hora de este reencuentro divino”. “Amaos unos a otros y adelantareis al mismo tiempo la hora de este reencuentro para vuestros hermanos”. “Amaos unos a otros y aliviareis al menos en parte la tarea de aquel hombre ignorado que vuela ya hace siglos desde el fondo del Espacio hasta nuestro corazón para curarnos, para animarnos y hacernos renacer espiritualmente”. “Bienaventurados los Pueblos que son honrados por tales Mensajeros celestes”.

* * * Nosotros no sabemos aún lo que representa un Maestro, ni tampoco las categorías de Maestros que puede haber. Existen siete categorías:

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1. La primera contiene los Maestros del Amor Ellos aceptan, transportan y manifiestan el Amor divino, prefiriendo Este a cualquier otra virtud. De todas las virtudes el Amor es para Ellos la más grande, por encima de todas las demás. 2. La segunda categoría manifiesta la Sabiduría. Ellos expanden la Luz, mejoran las ciencias, la filosofía, las artes. 3. La tercera categoría incluye a los Maestros de la verdad. Ellos trabajan para fortalecer, salvar y liberar las almas. 4. La cuarta categoría es la de los Maestros de la Justicia. Ellos trabajan para mejorarla, a fin de que cada uno reciba lo que Merece tener en este mundo. 5. La quinta categoría contiene los Maestros de la Virtud.

Ellos trabajan y manifiestan ante todo la Bondad y la Pureza a los Ojos de los hombres.

6. La sexta categoría es la de los Maestros de la Belleza. Ellos se ocupan de la belleza espiritual en las formas, los Sentimientos y los pensamientos. 7. La séptima categoría no nos ha sido revelada por el Maestro. Sólo Nos fue transmitido el nombre. Tiene también otros nombres, pero el Maestro no los reveló para evitar que sean profanados. Para conocer el grado de los Maestros hay que saber ante todo que, por encima de ellos están los seres que vivieron anteriormente a nuestra humanidad, y estos son miles y miles. Estos seres son tan poderosos y evolucionados que gobiernan el Universo y se ocupan de grandes cosas. Ellos son los Hermanos mayores. Son hijos de los hombres, pero ha culminado su evolución en las mejores condiciones. Nadie, a excepción de los grandes Maestros sabe lo que ellos representan. La Tradición y el Maestro por igual nos revelan que ellos están agrupados en nueve especies: 1. Los primeros se llaman los Serafines. Están por sobre todos los

Demás y son los hermanos del Amor absoluto. 2. Los segundos son los Querubines. Los hermanos de la Armonía

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Eterna. En todo el Universo, su trabajo es el de preparar y llevar la Armonía a todos los ámbitos.

3. Los terceros son los Tronos. Ellos se ocupan de la fuerza y la Voluntad en todos los seres y en todos los planos. Son los Hermanos Mayores del Querer. 4. En cuarto lugar están las Dominaciones. Aquí se ubican las Hermandades de la Inteligencia y de la Alegría.

5.En quinto lugar están los Principados. Ellos se ocupan del tiempo, del estado y de la medida de cada cosa. Son los virtuosos de cada construcción. Sus capacidades sirven para producir el tiempo y la medida de cada proceso. 6. Los sextos son los Arcángeles, que se ocupan del fuego primordial

y del calor en todos los ámbitos. 7. Los séptimos son los Ángeles, los Hermanos portadores de la vida y de la vegetación. Ellos se ocupan de organizar la vida (en cuanto a su cantidad y calidad) de cada organismo en las plantas de todo tipo. 8.El octavo lugar corresponde a las Potencias. Son los Hermanos que se ocupan de cada forma y de cada arte, en la Tierra y en diferentes planetas, soles y sistemas. 9. El noveno lugar lo ocupan las almas humanas mas avanzadas, que trabajan con las virtudes y constituyen en cierto modo un canal de unión con los seres absolutamente superiores que ya están más allá de nuestra evolución (puesto que han concluido la suya) y con los que habitan sobre la Tierra. Nosotros creemos que anteriormente a nuestra humanidad no ha habido otras. La vida es algo totalmente grandioso y la historia nada sabe de su pasado. Ella nos muestra los hechos cambiados, trasformados, que no contienen nada. Estos hermanos son las grandes almas humanas evolucionadas que constituyen el vínculo con los Grandes Maestros en la Tierra (Polo Norte, Tibet, Agarra, Rila....) y con otros seres que están más allá de nuestra evolución. Las grandes Almas son como canales en esta amplia escala viviente y también son Maestros.

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ARBOL DE LA VIDA (Cuadro de los 10 Séphirot) Ain Soph Aur 1 Kether Serafines Amor Absoluto 3 2 Binah Hochmah Tronos Querubines Fuerza Armonía Voluntad universal 5 4 Geburah Hesed Potencias Dominaciones Formas, arte Inteligencia Gozo 6 Tipharet Virtudes 7 Arte 8 Hod Netzah Arcángeles Principados Fuego, calor Tiempo. 9 Eternidad Yesod Ángeles Vida Vegetación 10 Malkuth Almas Glorificadas

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¿Porqué nosotros mismos no debemos llamarnos Maestros? La razón es muy sencilla: Después de lo que os he dicho (y no se trata de una fantasía o imaginación sino de algo real que existe y que todo el mundo podrá verificar un día), cabe la pregunta: ¿Acaso yo soy un Maestro? A lo que habremos de responder obligatoriamente: “No”. Entonces, ¿Podemos exigir a los demás que nos traten como si fuésemos un gran Maestro? Si lo miramos bien habrá que admitir: “Yo ni siquiera soy todavía un discípulo, mucho menos voy a ser un Maestro”. En la próxima conferencia os hablaré sobre lo que es un discípulo. Ser un discípulo significa participar en la tarea sublime de los grandes Maestros. Y esto implica de hecho ser un pequeño Maestro. Ser un discípulo es algo muy importante y muchos de los que se creen grandes Maestros en realidad no llegan aun a ser discípulos. Más adelante os comentaré cómo aprecia el Maestro a sus discípulos. Es algo muy diferente a lo que se piensa cuando uno cree ser ya no sólo un Maestro sino un Ángel! Ahora bien, no pongo en duda que existen ángeles encarnados que pueden estar incluso aquí, en esta sala, pero ellos no lo dirán jamás. Algunos de ellos vienen a la Tierra encargados de una misión, de una gran tarea.

* * * ¿Sabéis lo que pasará el día del reencuentro con el propio Maestro?

Se tendrá la certeza del reconocimiento mutuo y se experimentarán sensaciones y sentimientos indescriptibles. Desde el fondo mismo de la vida y hasta el Trono de Dios, todos los seres retendrán su aliento y callarán de felicidad para festejar y manifestar de este modo la gran alegría de saber que un alma se ha salvado. Todos callarán porque se trata de un acontecimiento tan grande y luminoso como el de este reencuentro. En aquel instante sublime el silencio reinará por doquier. “En cuanto a vosotros, no os hagáis llamar Maestros, pues uno sólo es vuestro Maestro y entre vosotros todos sois hermanos”. ¿Qué significan estas palabras? ¿Acaso todo lo que os he dicho no es cierto? No. Ante todo Jesús dice: “Sólo Uno es vuestro Maestro” y no está diciendo: “No hay Maestro”. Un único Maestro: Cristo, la cabeza de esta augusta Fraternidad Blanca Universal. Ahora bien, para todos los Maestros “Cristo” significa “Ser colectivo”, es decir, que Cristo representa un Ser superior, sublime, la cima de todas las consciencias superiores. Él es la cabeza y al mismo tiempo un Ser colectivo que en principio se encuentra en

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todas las almas y en todos los espíritus suficientemente evolucionados como para poderse manifestar. Cristo puede manifestarse, como lo ha venido haciendo a través de todos los grandes Maestros de la antigüedad: Buda, Hermes Trismegisto, Zoroastro, Moisés, Rama, Khrisna, Pitágoras, Orfeo y muchos otros. Y esta manifestación era Cristo, “Aquel que era antes de la creación del mundo”. * Cristo es el Espíritu del Amor divino y de la Fraternidad Blanca Universal. ¿Qué sabéis vosotros acerca de los santos, de los genios y los hombres de talento? Un Maestro no nace cada día ni cada año, sino que nace cada dos mil años. Ya os he comentado que cada siglo nace un santo, cada año un genio, cada mes un hombre de talento, cada día un hombre corriente, cada hora un tonto y cada minuto van naciendo aquellos que son como las bestias. Un Maestro nace solamente cada dos mil años. Cada uno de ellos viene a la Tierra con una misión y es un ser colectivo. ¿Sabéis cuántas almas participan en esta manifestación a través de un Maestro? Hay miles de consciencias que se unen para ello. Un Maestro es toda una colectividad. En cada genio coinciden también varias almas. Imaginad que un genio se dedicara a cometer crímenes. En tal caso, loa seres que conviven en él le abandonarán, le dejarán solo. Cada talento, cada capacidad constituyen un ser vivo e invisible que se manifiesta a través del hombre. Cada crimen expulsa a estos seres. Cuando este hombre vuelva a encarnar y solicite a una colectividad que se una a él, ellos rehusarán hacerlo. Entonces él se dará cuenta de que ha sido perezoso, egoísta y orgulloso... tendrá que venir sólo y se convertirá en un ser débil, tonto, estúpido, cruel. Esto que os digo es verdad. Cuando se mira solamente la apariencia de las cosas, se ve un individuo sólo, no una colectividad. Este es un tema de gran interés. Es preciso estudiar largo tiempo para poder captar la verdad de lo que os he explicado. Cada capacidad es un ser y cada esfuerzo es un medio de atraer a otros. Aquel que no quiera creerlo podrá verificarlo pero de forma negativa. Al cometer injusticias y crímenes él se verá cada vez más aislado, dolido, abandonado. Llorará de dolor al verse tan solo. Los genios son almas colectivas. Los santos una colectividad mayor aún y los Maestros les superan a ambos. * Melchisedeck

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Ser un Maestro significa poder atraer a miles y miles de consciencias luminosas para que se manifiesten a través suyo. Por esto no hay que llamarse Maestros, sino hermanos, ya es suficiente con esto. Si alguno pretende llamarse Maestro sin serlo, lo perderá todo, puesto que el mundo invisible irá retirando sucesivamente las buenas condiciones. Hasta que un día se preguntará irónicamente: “¿Y ahora, cómo te sientes?” Y responderá: “Me siento débil y agotado, quisiera suicidarme... soy presa de todo aquello que es malo”. La humildad lo es todo. No hay que buscar aparentar frente a los demás intentando demostrar que se sabe o se puede. Aquel que quiere tener muchas riquezas, amor, amistad, debe mostrarse como alguien muy pequeño. Mientras más humilde sea, las fuerzas elevadas que descienden vendrán a él, puesto que representa ser como un jardín repleto de frutos y árboles fecundos. Será mucho mejor así. No penséis que los grandes Maestros son tontos. Ellos entienden perfectamente la humildad desde el punto de vista psicológico, biológico, geográfico, etc. El orgullo es destructivo, junto con la pereza y los placeres -estos dos últimos suelen ir juntos- son los placeres los que inducen a no hacer nada. Pero los grandes Maestros dicen que ellos lo pueden todo: Ellos tienen remedios contra el orgullo y contra los diferentes vicios, pero contra la pereza nada pueden hacer... Por esto ellos consideran la pereza como el mayor de los vicios, como la madre de todos los demás. Muy a menudo la gente dice “Oh, mi amada pereza, yo no podría vivir sin ti”. Es como si se le acariciase y consintiera... Caricia, pereza, ¿no son acaso una misma cosa? Sólo que ella es una madre que da a luz hijos monstruosos, desmesurados. Uno de ellos es el hambre. No he descubierto remedio para la pereza... sólo existe uno: el hambre. Por suerte hay algo en nosotros que clama pidiendo pan! Agua! Hay que comer y de ahí que haya que levantarse y ponerse en marcha para procurarse el alimento o preparar una comida cualquiera. El hambre es la mejor amiga de la humanidad, en cuanto es ella la que impulsa a los seres a dejar de lado la pereza. Observemos los animales: Cuando ellos no sienten hambre permanecen relajados y duermen. Todos los sufrimientos tienen por objeto librarnos de la pereza. Mientras no llegan, no hay nada a hacer, pero en cuanto se presentan uno se plantea de inmediato: hay que hacer algo para

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combatirlos. Pero también hay quien dice siempre: “Después de mi, el diluvio”. No me atrevo a seguir hablando sobre la pereza porque como a todo el mundo le agrada, no vaya a ser que venga a instalarse aquí a sus anchas en aquellos hermanos y hermanas que por ahora son muy activos.

* * *

No hay más que un Maestro, y es Cristo el Maestro. No obstante todos aquellos que son canales eficaces del principio del Amor y del sacrificio se pueden llamar también así, en cuanto que son dignos de manifestar a Cristo en su plenitud. Pero los que aún no pueden hacerlo de una manera perfecta sólo pueden llamarse discípulos o algo semejante, nunca deben denominarse Maestros. Hay muchos que ponen en sus tarjetas de visita: Director de esto, Presidente de aquello, Miembro de tal o cual Sociedad... sin que esto sea verdad, pues saben que sin estos títulos no se les recibiría. Ellos se llaman a sí mismos profesores, sanadores, magnetizadores, etc., aunque no lo sean en realidad lo hacen imprimir en sus tarjetas. Gracias a estas falsas referencias se les recibe por doquier y todos parecen estar satisfechos, tanto los estafados como los estafadores. Es algo que ocurre con frecuencia en Europa, como si fuera totalmente normal... sin embargo, sólo son mentiras y tales procedimientos no ayudan a la evolución espiritual. De hecho, si se es “alguien”, llegará el día en que esto se hará patente y se entenderá. Los demás repararán los errores de juicio que hayan podido tener con vosotros y os valorarán el doble o el triple a fin de compensar sus fallos. Por el contrario, si se llega a saber que sois el director de una empresa inexistente, saldrá a la luz vuestro engaño y se os olvidará, lo cual es muy triste. Por desgracia, los humanos van demasiado rápido hoy en día, todo lo quieren inmediatamente. Por lo mismo, hoy la gente se casa precipitadamente y luego se separa con la misma rapidez, ya que tales uniones no pueden durar mucho tiempo. Es algo que no sucedía antaño, cuando el amor y la amistad eran mucho más estables, más constantes. Hay un sólo Maestro y es el de la Fraternidad Blanca Universal, Cristo, que se manifiesta a través de todas las almas puras, de todos los

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espíritus libres, de las inteligencias iluminadas y de los corazones que están llenos de amor. Es necesario que cada día tengamos a Cristo, al único Maestro, como Maestro, a fin de entrar en la escuela de perfección y de insistir en el cumplimiento de esta labor que a todos incumbe, para entrar en la mansión de nuestro Padre Celestial. Entonces la vida se nos revelará con aspectos indescriptibles. ¿Cómo poder realizar esto? Debemos desear sinceramente entrar en contacto con los maestros. Cuando pensamos en ellos, nuestro pensamiento va hacia ellos. Por esto es preciso enviar un pensamiento profundo con plena sinceridad hacia los Grandes Maestros pidiéndoles su ayuda, una luz, una orientación. Acaso pensareis “¿Y para que enviar este llamado hacia los Maestros? Primero habría que rezar directamente a Dios”. Es justo, teneis razón. Sin embargo, esto tiene una explicación: ¿Creéis que si nos dirigimos directamente a Él nos responderá y descenderá Él mismo hacia nosotros? No, esto no va a ocurrir. Ningún Maestro ha dicho nunca que esto sea posible. Vosotros habéis podido leer en los Libros sagrados que es Dios mismo quien nos guía, nos protege y se ocupa de nosotros... Sí, pero Él se manifiesta a través de sus canales conductores. ¿Estuvo Moisés acaso directamente con Dios en la montaña? No, se trata de un texto que ha sido modificado por los hombres ignorantes. Lo que la Kábala nos dice es que un Gran Ser estuvo con Moisés y que este Ser representaba a Dios. Nadie ha visto a Dios... Él es inconcebible, inconmensurable, insondable, está más allá de todo lo que se pueda pensar o imaginar. Nunca se le podría hablar directamente, para eso existe toda una Jerarquía de Elementos superiores entre Él y nosotros. Es verdad que nosotros podemos enviar nuestra plegaria directamente a Dios, pero esta tendrá que pasar por una jerarquía ascendente antes de llegar a Él. Su respuesta llegará igualmente, luego de haber descendido por los mismos grados. Todo nos llegará a través de otros Seres, que hacen de canales conductores. ¿Acaso recibimos la correspondencia directamente? No, pues hay el correo que la transporta y que incluso a veces demora su curso normal... y tenemos que ir a buscarla. De forma semejante, hay regalos que están retenidos en el mundo invisible. Y ¿Por qué no nos llegan? Porque los guardan igual que en Correos para que vayamos nosotros a buscarlos. Tal vez no estábamos o no atendimos a la puerta

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cuando vinieron a traerlos... estábamos ocupados en otras cosas y por esto ahora es preciso ir a buscarlos. Cuando uno se entrega a las diversiones está ausente de la casa, si vienen los Ángeles no le encontrarán y seguro que no van a ir a buscarle a los lugares de placer. Entonces ellos partirán llevando consigo los regalos que nos traían y tendremos que ir a buscarlos nosotros mismos. Es lo mismo que ocurre con las cosas terrenales. Si alguien nunca está en casa cuando vienen los empleados del gas, corre el riesgo de que terminen cortándole el suministro. ¿Pensáis que esto no es serio? Sin embargo, qué gran verdad se oculta detrás de este ejemplo! Todo lo que ocurre en el mundo invisible está revelado en el mundo físico, tal como sucede en la comparación que os acabo de dar. Me diréis que los Ángeles son poco amables y que les faltó clarividencia para saber cuando debían venir... En realidad, a nosotros sí que nos hace falta clarividencia. Ellos han escogido el momento justo para hacernos reflexionar, para corregirnos y educarnos. Ya podéis alegraros pues comprobareis que os digo la verdad. Aún hay otra cosa muy importante: Los Grandes Maestros, que viven en un estado de equidad están protegidos. Nadie puede verles ni llegar hasta ellos, sea cual fuere la fuerza utilizada para esto. Estos Grandes Maestros son más poderosos que cualquiera. Ellos podrían destruir el mundo entero con una sola palabra y reducirlo a cenizas. Incluso si todos los ejércitos de la humanidad, provistos de todas las armas hubieran descubierto su retiro e intentaran derribar las barreras entre ellos y los Maestros, ellos podrían fácilmente dormirlos a todos y enviarles por los aires como si fueran plumas... Cada día, estos Maestros nos envían ondas, las envían a todos los seres y estas ondas son un regalo. Si queréis saber cuantos pensamientos y sentimientos son enviados de esta forma, practicad lo que sigue: Esta no che o a la mañana, permaneced en una gran serenidad, en la paz y el silencio profundos y decidle sinceramente a los Maestros que de ahora en adelante seréis un discípulo. Pedidles que os dirijan y afirmad que estáis dispuestos a obedecer sus designios. Entonces podréis comprobar que aquello que habíais anhelado durante tantos años lo encontrareis en vuestra alma. Era algo que ya existía pero que vosotros aún no habíais visto. En cierto modo, podréis descubrir cosas milagrosas. Si sois físicos, descubriréis secretos dentro de la Física; lo mismo si sois químicos,

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astrónomos, psicólogos... hallareis algo relevante dentro de vuestra ciencia. Se os mostrará aquello que no percibíais antes. El músico oirá melodías, el pintor visualizará imágenes nuevas, el filósofo tendrá novedosas ideas, etc. He aquí algo que yo sé. Al actuar así, en uno o dos años ya no se os reconocerá: Sobrepasareis a los demás, cambiareis de elementos. Todos os dirán que “estáis rejuvenecidos, transformados, iluminados”. ¿Y cómo ha sido esto? Por la sinceridad, por el Amor, por la humildad y por una poderosa voluntad. Si uno se obstina en ser orgulloso, solitario, en permanecer apartado para descubrir los grandes misterios, necesitará miles de años para empezar a constatar alguna cosa que probablemente ya ha sido comprobada muchas veces por otros... Supongamos por ejemplo un químico que intenta empezar desde el principio sin tener ningún Maestro, ningún libro. ¿Cuantos siglos necesitaría para llegar a descubrir lo que ya ha sido descubierto? Cuando se pretende aprender algo, sea lo que fuere, se debe comenzar por el contrario a estudiar la herencia recibida de los ancestros, para poder proseguir más allá en la misma dirección. Por lo mismo, en el ámbito espiritual debemos recoger también esta herencia que nos han legado los Grandes Maestros, a fin de continuar en el mismo sentido que Ellos, para poder transmitir a nuestro turno una herencia más abundante aún. * * *

En Occidente los hombres parecen estar habituados a enseñar cosas en Apariencia muy profundas, sorprendentes y útiles, pero que suelen estar muy alejadas de la verdad. Sin embargo, no sólo es posible avanzar mediante cosas complejas, sino también a través de otras que son más sencillas pero que deben ser llevadas a la práctica para poder comprobar su eficacia. En la naturaleza, todo está muy bien dispuesto. Tomemos por ejemplo el organismo humano: Por una parte hay una cabeza, por otra unos órganos y unas células, todos ellos estrechamente vinculados con la primera. Aquellas células que no quieren participar en el trabajo común, que no quieren obedecer ni sacrificarse, se separan y se convierten en el foco de todo tipo de enfermedades, uno de los principales azotes del género humano.

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Observad las familias, las sociedades y naciones que carecen de una cabeza, un Maestro, un Dios, un ideal que ellos deberían amar... Ved cómo son débiles y dispersas interiormente, con lo cual las fuerzas negativas se van a apoderar de ellas y a disgregarlas fácilmente. A falta de un buen pastor, el rebaño de ovejas estará a merced de los lobos que podrán acabar con ellas sin dificultad. No dejo de estar asombrado ante la pregunta que muchos me hacen: “¿Porqué debe haber un Maestro? Se puede pasar muy bien sin él”. Pero es la vida misma la que se encargará de responderla y demostrarles si es posible seguir viviendo armoniosamente sin la luz, sin el amor y sin la protección de un verdadero Maestro. Llegará un día en que todo el mundo comprenderá el valor de una Filosofía divina, de un gran ideal, de un Gran Maestro con un carácter sólido y poderoso. Entonces se le otorgará toda la importancia que merece.

* * * Yo deseo sinceramente, con todo mi corazón, que cada uno de vosotros Reencuentre a su Maestro. Pienso que este deseo es el que debe estar por sobre todos los demás. Aquel que llegue a verlo cumplido, por sí mismo comprenderá muchas cosas. Con el Maestro todo es fácil, incluso si se sufre o si se atraviesan grandes dificultades. Es algo magnífico. Aumenta la comprensión y el agradecimiento, se evoluciona con rapidez, uno se hace más noble, más delicado, más atento, más razonable y más fuerte. Los Grandes Maestros no nos atraen hacia ellos sólo para que estemos a su lado. Ellos nos dirán: “Ahora, hijos míos, poneos en marcha y avanzad más y más hasta la cima”. Son los falsos maestros los que intentarán reteneros a su lado, imitando con ello a los pastores que retienen a sus rebaños con el objeto de esquilar toda su lana y ordeñarles. Los hombres deben liberarse sucesivamente de todos los lazos que les retienen en los grados inferiores de la evolución, a fin de ir hacia los Maestros divinos que les guiarán y orientarán sus almas hacia la verdad.

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“ Jerusalén, tú que matas a tus profetas y lapidas a quienes te son enviados, cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina que reúne a sus polluelos bajo sus alas y tú no lo has querido! Hé aquí que tu casa quedará desierta pues, te digo que en adelante no me verás más hasta que digas: “¡Bendito sea Aquel que viene en nombre del Señor!” (Para meditación) Omraam Mikhaël Aïvanhov Conferencia del 4 de Marzo de 1939 Dada en el salón del Club de Francia, 240 Bis, Boulevard St-Germain, Paris

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