Una Piedra en Mi Zapato

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UNA PIEDRA EN MI ZAPATO Me da mucha pena lo que está pasando porque a veces me dan ganas de irme lejos, donde pueda estar sola, sin mi esposo. Porque me siento humillada, me siento no amada, ni considerada, siento como si la persona que está a mi lado piensa que yo soy otro hombre igual que él, que tiene las mismas fuerzas y hasta a veces pienso que él cree que yo tengo más fuerzas que él para hacer las cosas. Cuando yo me casé no pensé que esto iba a ser así, es tan duro para mí tener que vivir al lado de él. Hay cosas que han sido muy buenas en mi matrimonio, pero todo lo bueno que ha sucedido ha sido por la benevolente mano de Dios, no porque él o yo hayamos hecho algo especial para nuestro hogar. Es tan duro para mí que me humillen sacándome en cara las cosas que me dan, en especial cuando eso que me dan es casi lo mismo que yo también gasto para la casa: Empleada 400,00 sueldo mas beneficios de ley Comida fin de semanas 125,00 Transporte 125,00 (solo combustible y aceite) Artefactos 100,00 Luz 50,00 Cuota de casa 294,00 Total 1094,00 Son casi $1.100,00 lo que me toca gastar mensuales en la casa, y gastos como los de luz, comida fin de semana y transporte, yo no los asumía antes, decidí hacerlo por mi mamá, porque ella ha venido a vivir conmigo y aún así mi esposo me saca en cara la comida que ella come los demás días y dice que no quiere compartir mas la comida. Esto me duele no porque ella no tenga que comer, yo puedo dejar de pagar la luz y la comida los fines de semana y dejar de comprar artefactos o cosas para la casa, y eso daría un total de 275 dólares que podría dárselos a ella para que coma.

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UNA PIEDRA EN MI ZAPATO

Me da mucha pena lo que está pasando porque a veces me dan ganas de irme lejos, donde pueda estar sola, sin mi esposo.

Porque me siento humillada, me siento no amada, ni considerada, siento como si la persona que está a mi lado piensa que yo soy otro hombre igual que él, que tiene las mismas fuerzas y hasta a veces pienso que él cree que yo tengo más fuerzas que él para hacer las cosas.

Cuando yo me casé no pensé que esto iba a ser así, es tan duro para mí tener que vivir al lado de él. Hay cosas que han sido muy buenas en mi matrimonio, pero todo lo bueno que ha sucedido ha sido por la benevolente mano de Dios, no porque él o yo hayamos hecho algo especial para nuestro hogar.

Es tan duro para mí que me humillen sacándome en cara las cosas que me dan, en especial cuando eso que me dan es casi lo mismo que yo también gasto para la casa:

Empleada 400,00 sueldo mas beneficios de leyComida fin de semanas 125,00Transporte 125,00 (solo combustible y aceite)Artefactos 100,00Luz 50,00Cuota de casa 294,00Total 1094,00

Son casi $1.100,00 lo que me toca gastar mensuales en la casa, y gastos como los de luz, comida fin de semana y transporte, yo no los asumía antes, decidí hacerlo por mi mamá, porque ella ha venido a vivir conmigo y aún así mi esposo me saca en cara la comida que ella come los demás días y dice que no quiere compartir mas la comida.

Esto me duele no porque ella no tenga que comer, yo puedo dejar de pagar la luz y la comida los fines de semana y dejar de comprar artefactos o cosas para la casa, y eso daría un total de 275 dólares que podría dárselos a ella para que coma.

Me duele porque no sé el dolor que causará en ella al decirle que su yerno, el pastor de la iglesia donde asiste, le parece que está haciendo demasiado por ella y no quiere que coma más en la casa; esto implicaría que ella se vaya inmediatamente de aquí y ¿cómo quedaría la relación rota entre mi mamá y mi esposo? ¿Qué pensaría mi mamá de él?, suficiente con lo que yo estoy pensando, con lo que yo estoy sintiendo, como para querer amargarle la vida a otra persona.

No quiero hacerlo quedar mal, ni con ella, ni con nadie, pero pienso que mi esposo necesita estar solo y reflexionar bien en lo que está haciendo; a veces me pregunto ¿Será él, consciente de lo que hace? O ¿Estará mal de la cabeza como un día me dijo un psiquiatra? A veces me parece que su manera de ser no es normal, o no es propia de un verdadero cristiano; yo no me estoy aprovechando de él, yo estoy poniendo para la casa más de lo que mi mamá consume y aún así me lo saca en cara, esto es algo que solo una persona que está mal de la cabeza puede actuar como él.

Me pregunto muchas veces ¿Por qué él se ha convertido en una piedra en mi zapato? Que cuando quiero avanzar y disfrutar de lo que Dios me da, viene él con una grosería, o una mezquindad, o un trato áspero y me daña el día.

A pesar de todo sé que debo perdonarlo y amarlo y trato de hacerlo, pero no puedo amarlo con ese amor que una mujer siente por un hombre, cuando el hombre la conquista y se esfuerza por hacerla sentir una mujer amada, él ni si quiera se esfuerza por hacerme sentir una mujer, él piensa que tiene un hombre a su lado, y así me ha tratado por años.

Yo no puedo verlo como lo veía antes; Sí.., hubieron buenos tiempos en nuestro matrimonio, tiempos en los que yo me sentía estimada y considerada, pero eso se acabó, ahora ya no lo hay, y si sigo con él, es porque me comprometí con el Señor para amarlo y estar a su lado toda la vida. Pero me siento más obligada, que con deseos de seguir adelante con él, pero sigo por obediencia.

Y, Si, a veces quisiera levantar el vuelo e irme, bien lejos, pero entonces recuerdo a mis hermanos y todos los consejos que les he dado y recapacito y digo, no voy a darles un mal ejemplo, no voy a marcar una pauta para que los demás matrimonios se desbaraten, voy a luchar por amor a ellos, pero a veces siento que me quedo sin fuerzas,….. pero luego, descanso, oro y Dios llena mi vida nuevamente de esperanzas e ilusiones para seguir adelante. Y pienso, mañana será un día mejor, aunque tenga que seguir caminando con la piedra en mi zapato, creo que algún día esa piedra tendrá que salir, pero yo no la puedo sacar ni la sacaré.

Mi esposo muchas veces se convierte en una piedra en mi zapato, con la que a veces se me hace muy difícil caminar, me hiere, me corta, me hinca mi corazón causando un gran dolor, a veces sangra, pero ……¿quién soy yo para detenerme por una piedra en mi zapato? Jesús, llevó algo más difícil, doloroso y pesado que una piedra en el zapato. Jesús llevó la cruz por los caminos mas polvorientos y encumbrados, fue azotado, burlado, humillado, y fueron muchos los momentos en los que sentía que ya no podía seguir porque sus fuerzas no le daban, pero seguramente Él, clamaba a Dios su Padre y Él lo ayudó para terminar la obra que lo envió a hacer.

Dios me ha enviado a hacer una obra, Dios me ha enviado a servir en el ministerio y Jesús me dio Ejemplo para seguir a pesar de las dificultades, entonces ¿Por qué detenernos en el camino por pequeñas piedrecillas?