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UNA MIRADA SOCIOECONÓMICA DEL TERRITORIO SELECCIÓN DE TRABAJOS

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UNA MIRADA SOCIOECONÓMICA DEL TERRITORIO

SELECCIÓN DE TRABAJOS

Departamento de Competitividad Regional

Autores:Maritza España, Verónica Miranda, Verónica Schlegel, Michael Gillmore, Pedro Ramírez, Luis Díaz, Javier Díaz

Ministerio de Planificación, MIDEPLANDivisión RegionalDepartamento de Competitividad Regional

Registro de Propiedad Intelectual N° 167.238ISBN 978-956-7463-89-3Primera edición, diciembre 2007

Diseño tapa: Carlos Echavarría

Impresión:Productora Gráfica Andros Ltda..Santa Elena 1955Santiago- Chile

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INDICE►Introducción 5► Aspectos socioeconómicos y ambientales en las regiones, decenio 1990 – 2000 9► Panorama Económico y Social: Las regiones de Chile 1990- 2005 29

ÁMBITO ECONÓMICO► Brechas de capital humano en Chile 37► Perfil del capital humano en el territorio 43►Impacto del desarrollo exportador sobre la actividad económica: Un análisis nacional / regional, 1996-2004 49► Impacto de los nuevos acuerdos comerciales en regiones, aspectosmetodológicos y conclusiones 53► Empalme series de PIB regionales, 1960-2001, base 1996 59► Análisis de la ocupación según censo 1992 y 2002 por regiones ySectores económicos 63► Análisis interregional de las fuentes de cambio en la demanda de empleo 67►Requerimientos de Capital Humano en sectores productivos en el marcode la Protección Social 73

ÁMBITO SOCIAL► Perspectiva territorial del envejecimiento de la población en elmarco del sistema de protección social 79► Diagnóstico de la situación del adulto mayor 83► Caracterización y estratificación de la población nacional y regional a nivellocal 87►Inversión pública en los sectores de agua potable, alcantarillado y electricidad en las comunas pobres 1994-2006 91► Equipamiento del hogar y tecnología 95

ÁMBITO DEMOGRÁFICO►Territorio, migración y conmutación 101

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INTRODUCCIÓNEl Departamento de Competitividad Regional nace en el año 2004 producto de la reestructuración interna de la División de Planificación Regional del Ministerio de Planificación. La base de su propuesta de trabajo se sustenta en los resultados observados a partir del análisis realizado en el documento Aspectos Socioeconómicos y Ambientales de las regiones en el decenio 1990 – 2000.

En sus aspectos centrales el documento concluye y enfatiza en la característica que pocas veces se encuentra presente en el diseño de políticas y que se refiere a la heterogeneidad territorial de nuestro país. Deja de manifiesto la necesidad de repensar la forma en que estamos abordando las políticas públicas en sus diferentes ámbitos y su relación con el proceso de descentralización, eje fundamental y ordenador de la concepción del desarrollo en la actualidad. Resulta imperativo avanzar hacia una concepción descentralizada de la gestión, generando los espacios para que las propuestas de política, concebidas desde la perspectiva nacional, puedan recogerse en el diseño de políticas e instrumentos aplicables a la realidad de cada región, juega en ello un rol importante, las recientes modificaciones realizadas y propuestas para fortalecer a los Gobiernos Regionales.

Por otra parte, el rol económico del Estado, centrado preferentemente en la mantención de los equilibrios macroeconómicos básicos, aparece, en lo sustantivo, como neutral respecto de las regiones. Sin embargo, las políticas macroeconómicas y sectoriales, aún cuando no se lo propongan, afectan de manera diferenciada el territorio nacional; generando oportunidades de crecimiento y diferentes problemas a resolver para cada una de las regiones del país.

Las variables externas a la región, sea que provengan de la economía internacional o de políticas nacionales, afectan sensiblemente a las economías regionales, de manera directa e indirecta, tanto positiva como negativamente. Sin embargo, estas influencias no determinan mecánicamente las posibilidades de crecimiento de la región y, menos aún, su crecimiento efectivo. El crecimiento y desarrollo dependerán en último término, de las capacidades de las diferentes regiones para aprovechar las oportunidades que ofrece el entorno nacional e internacional y la capacidad para reducir o anular los costos o desventajas que los cambios externos les puedan provocar, situación que en la práctica constituye el conjunto de políticas micro que se requiere para mejorar o crear las condiciones de competitividad regional.

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La globalización, que poco a poco ha ido transformando en forma rápida e inexorable las interrelaciones entre agentes económicos y entre personas, vista como una oportunidad representa para nuestro país, la posibilidad de hacer el gran salto hacia el desarrollo. Sin embargo, el peso de elementos estructurales, así como de nuestra cultura isleña que privilegia el temor a lo desconocido y la aversión al cambio, es, a nuestro modo de ver, el gran desafío a superar para alcanzar el objetivo de desarrollo.

Por ello, en su reestructuración, este departamento definió en sus líneas de trabajo privilegiar el diagnóstico regional y local, desde una mirada de brechas y así entregar elementos que faciliten dimensionar el esfuerzo requerido para orientar acciones de política, tanto en el nivel central como de insumo a los Gobiernos Regionales y locales. En esa lógica se enmarca la línea de trabajo de capital humano, tecnología, matrices regionales insumo producto. Por otro lado, también se incorpora la tarea designada a este Ministerio que es la conformación de un Sistema de Protección Social al año 2010, aquí se explota la disponibilidad de bases de información censal, Casen y Encuesta de Protección Social que permiten realizar una mirada a la situación de la población nacional en el territorio desde los requerimientos de competitividad.

La inserción internacional exitosa, requiere de algún grado de equilibrio entre lo económico y social, de modo de asegurar la estabilidad política del sistema. Nuestro país ha sido exitoso en lo referente a la estabilidad macro económica y también en los grandes indicadores sociales, no obstante, persisten notables desigualdades entre territorios y personas, en parte derivados del peso de variables estructurales, que aparecen en forma sistemática en los estudios que aquí se presentan y en parte, ya en el espacio micro económico, potenciadas por la falta de innovación en el quehacer público y privado, lo que ha derivado en serios problemas de gestión en la ejecución de políticas públicas, especialmente las del área social. En particular, porque el aparato del Estado ha sido incapaz de incorporar en forma eficiente la transversalidad de los nuevos temas, mujer, adulto mayor, jóvenes; se ha seguido trabajando con la lógica de compartimentos estancos y defensa de los espacios de poder, haciendo el mejor esfuerzo en incorporar estas temáticas en el quehacer institucional manteniendo prácticas arraigadas por años que no tienen mayor relación con lo que los grupos prioritarios consideran de importancia.

Es entonces en el espacio regional y local donde está la oportunidad de innovar, fortaleciendo la descentralización y gestión en el territorio, apelando a la capacidad de establecer mecanismos de coordinación y espacios de acuerdo que permitan a las regiones asumir en toda su capacidad la implementación de las políticas de acuerdo a su realidad territorial, dejando al nivel central el espacio de evaluación y necesaria mirada de mediano y largo plazo y la disposición de introducir los cambios necesarios en pro de eficiente asignación de recursos y logro de los objetivos de política.

Como conclusión general de los diferentes estudios se identifica a las regiones de La Araucanía y Maule dentro del grupo más afectado, independiente del indicador

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que se utilice. Por el contrario, las regiones de Antofagasta y la Metropolitana de Santiago son las que alcanzan los mayores logros, prácticamente en cualquier indicador que se utilice. Esto mirando y comparando la realidad país, sin embargo, es claro que respecto de aquél grupo al que se aspira a pertenecer, se observa que queda un largo camino por recorrer, cuya extensión puede disminuirse en forma notable si como país nos hacemos cargo de la construcción del Chile del futuro, desde hoy, ya que, los éxitos alcanzados son el resultado del esfuerzo pasado, el futuro se construye día a día y los resultados que se observan representan la oportunidad de realizar cambios para alcanzar en el corto plazo la condición de país desarrollado.

En el libro se presenta un resumen de los principales contenidos de cada estudio y se anexa un CD con la versión completa de los estudios.

En su gran mayoría estos trabajos incorporan la división político administrativa vigente hasta el año 2006 con las trece regiones del país. Sin embargo, en los más recientes se hizo el esfuerzo de adecuar el análisis considerando la creación de las dos nuevas regiones de Los Ríos y Arica – Parinacota.

El departamento está conformado por profesionales de diferentes disciplinas, especializados en planificación regional y políticas públicas. Ellos son:

Maritza España Valdivia, Contador Auditor, Magíster en Gerencia y Políticas PúblicasMichael Gillmore Evers, Economista, Magíster en Economía y Gestión RegionalVerónica Miranda Briño, Economista, Magíster en Gestión de Políticas Públicas y en Gerencia PúblicaPedro Ramírez Hinrichsen, Economista, Post título en Evaluación de Proyectos y en Estudios Políticos y Estratégicos.Verónica Schlegel Goepfert, Arquitecto urbanista, Estudios de Postgrado de Diseño Urbano en Alemania

Igualmente, se incluyen estudios realizados por Luis Díaz y Javier Díaz, ambos economistas que hoy día no forman parte de este equipo.

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ASPECTOS SOCIOECONÓMICOS Y AMBIENTALES EN LAS REGIONES EN EL DECENIO 1990 – 2000

RESUMENLa revisión de los antecedentes expuestos en este estudio logra transmitir con certeza aquella característica que pocas veces se encuentra presente en el diseño de políticas, que se refiere a la heterogeneidad territorial de nuestro país reflejado en los indicadores que se analizan en estos 10 años. Esta heterogeneidad, que conduce normalmente a preguntarse por qué una política que fue tan exitosa en una región no tuvo el mismo resultado en otra, aparentemente de características similares, deja de manifiesto la necesidad de repensar la forma en que estamos diseñando las políticas públicas en sus diferentes ámbitos y su relación con el proceso de descentralización que constituye uno de los ejes fundamentales y ordenadores de la concepción del desarrollo en nuestro país.En este contexto, el nuevo rol económico del Estado, centrado preferentemente en la mantención de los equilibrios macroeconómicos básicos, aparece, en lo sustantivo, como neutral respecto de las regiones. Sin embargo, las políticas macroeconómicas y sectoriales, aún cuando no se lo propongan, afectan de manera diferenciada el territorio nacional; generando oportunidades de crecimiento y diferentes problemas a resolver para cada una de las regiones del país.La conclusión más importante que se deriva de este estudio es que debemos avanzar efectivamente hacia una concepción descentralizada de la gestión, generando los espacios para que las propuestas de política, concebidas desde la perspectiva nacional, puedan recogerse en el diseño de políticas e instrumentos regionales aplicables a la realidad de cada región.

ABSTRACTThe review of facts presented in this study leads to a certitude about a characteristic rarely found in policy design that is the territorial heterogeneity of our country, as reflected in the indicators analyzed for this decade. This heterogeneity, that leads to the question about why a successful policy in one region is a failure in another, apparently similar, stress the need to rethink the way public policies are designed, specially in their relation with the decentralization process, one of the main principles in the development concept in our country.In this context, the new economic role of the state, mainly the keeping of basic macroeconomics equilibrium, seems, in essence, neutral to regions. However, macroeconomics and sector policies, even unwillingly, impacts in different ways the territory, creating opportunities of growth in some regions, and problems in others.The main conclusion from this study is the need to advance towards a decentralized concept of management, generating an environment where public policies incorporate the regional component.

Globalización: ¿Hacia un nuevo contexto de desarrollo regional?Luego de superar los principales problemas remanentes de la grave crisis de 1982-1983, el país comenzó a vivir una paulatina y sostenida reactivación económica, en cuyos tramos iniciales volvió a jugar un papel fundamental el continuo aumento de las exportaciones nacionales.

De esta manera, el crecimiento del ingreso inducido por el auge exportador, se constituyó en el motor de la recuperación económica y de la reactivación del mercado interno, al que la mercantilización de las utilidades y los salarios

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terminaría dando un sostenido dinamismo. La progresiva disminución del desempleo y el persistente incremento del salario real tendrían una fuerte incidencia en el fenómeno descrito. Especialmente, a partir de mediados de la década de los años 80, la ascendente influencia de la demanda interna permite explicar el resurgimiento y auge económico que se empieza a perfilar e imponer, en lo que fueron los procesos de reindustrialización y terciarización de la economía chilena, últimas instancias que caracterizaron a la segunda y tercera fase de las décadas pasadas. En efecto, luego de una etapa en que la desindustrialización fue intensa, en la fase de post crisis comenzó a observarse una fuerte recuperación del crecimiento industrial, sobre bases nuevas y, concomitantemente, un rápido proceso de terciarización, donde los servicios modernos y avanzados mostraron tasas de crecimientos en ascenso.

Posiblemente la dimensión menos explorada, pero no por ello menos radical, en cuanto a la fuerza de los cambios que introduce, es la dimensión geográfica de la globalización. Efectivamente, los cambios en la geografía política que se producen, a diversa escala en el mapa internacional, responden a dos líneas principales que van, desde el surgimiento de alrededor de 20 nuevos países en la década de los noventa hasta la nueva división política al interior de los países, aspecto este último que pugna por surgir por entre los crecientes resquebrajamientos de la rígida y obsoleta división política administrativa, que en no pocos casos, tuvo su origen en los siglos XVII y XVIII.

Como lo señala Müller (1995): “la participación internacional en el stock y en los flujos económicos de un país indica la intensidad de la globalización. Esta participación no se restringe a los procesos productivos y comerciales, financieros y de servicios; se extiende a la producción y la difusión del conocimiento y de tecnologías, a la gestión y a la cultura de un país. La globalización empuja a las poblaciones e individuos, a los países, regiones y localidades a nuevas formas de interdependencia, en las cuales se experimentan formas inéditas de cooperación y de resolución de conflictos”.

Esta globalización competitiva acelera la desestructuración de las organizaciones e instituciones locales y regionales, nacionales y supranacionales, construidas en la postguerra, al mismo tiempo que fuerza el surgimiento de organizaciones e instituciones nuevas o reestructuradas, que no se asemejan a las anteriores y que son producto de la presente ola internacionalizante de las economías nacionales.

De acuerdo con Boisier (1992/1994), surgen dos escenarios nuevos que enmarcan, de ahora en adelante, los esfuerzos de intervención sobre el latente desarrollo regional o local endógeno: un nuevo escenario contextual y un nuevo escenario estratégico para el desarrollo regional. Estos escenarios representan la síntesis de la dialéctica globalidad y territorialidad, entre fuerzas exógenas y endógenas que se cruzan, precisamente, sobre los territorios organizados.

El escenario contextual del desarrollo regional se configura en dos procesos. Por un lado, el proceso de apertura externa, de naturaleza esencialmente económica, resultado directo de la globalización y, en último término, de la

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microelectrónica, y por otro, el proceso de apertura interna, proceso de naturaleza política, expresión concreta de la fuerza de la descentralización, megatendencia de múltiples raíces.

El escenario estratégico del desarrollo regional queda configurado, también por dos procesos. Uno, asociado a las nuevas modalidades de configuración regional (regiones pivotales, regiones asociativas y regiones virtuales) y otro, vinculado a la interpenetración entre lo público y lo privado, traducido ello en la aparición de modelos de gestión regional pública basados en criterios de gestión privados (regiones como cuasi-Estados y regiones como cuasi-empresas).

Es en estos escenarios en donde tiene lugar el “juego” de la globalización, por parte de los territorios organizados (regiones, provincias, comunas, etc.). Para todo gobierno territorial el desafío consiste en ayudar al territorio de su jurisdicción a ocupar nichos que sean simultáneamente modernos, competitivos, equitativos y participativos.

Es difícil imaginar que el gobierno de una región en particular pudiese lograr el grado de modernización compatible con las necesidades de posicionamiento de su propia región, en tanto actúe por sí solo. Por ello, se puede sostener que la necesaria modernización de los gobiernos regionales, hecha con el propósito de facilitar un posicionamiento exitoso de sus propios territorios en el escenario internacional, requiere como condición necesaria, la modernización del Estado, pero considerado este proceso desde un punto de vista territorial y regional.

Desarrollo sustentable: interrogantes y desafíosA partir del informe de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de las Naciones Unidas, titulado “Nuestro Futuro Común”, publicado en 1987 y conocido ampliamente como el Informe Bruntland, y la segunda conferencia mundial de las Naciones Unidas sobre esta materia, realizada en Río de Janeiro en 1992, denominada la Cumbre de la Tierra, comienza a emerger el concepto de desarrollo sustentable – satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la posibilidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas – ha pasado, a ser desde entonces un objetivo obligado de política.

La preocupación por la adecuada utilización de los recursos naturales y la preservación de las condiciones ambientales que soportan la vida y las actividades humanas en el planeta, ha aumentado crecientemente en todo el mundo durante las últimas dos décadas, de forma tal que esta preocupación es hoy en día un tema central en el diseño e implementación de políticas, particularmente en el ámbito económico, tanto en los países desarrollados como en desarrollo.

La década de 1990 ha sido para Chile un período de gran dinamismo y profundas transformaciones en las dimensiones culturales, políticas, económicas, ambientales e internacionales, consecuencia de una etapa de acelerada evolución histórica interna y de una creciente integración en el proceso de globalización contemporánea.

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De acuerdo a la clasificación de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), los problemas ambientales regionales se pueden catalogar en: aire, agua, tierra, fenómenos naturales, flora, fauna, recursos naturales, vivienda y edificación, infraestructura y servicios públicos, estructura interna, equipamiento y valores formales y culturales.

Respecto a la identidad espacial de los problemas ambientales en el norte del país éstos se distribuyen, casi exclusivamente, en la franja litoral entre las regiones I - V y la VIII, excepción hecha de la III región; entre las regiones Metropolitana de Santiago y X, los problemas se distribuyen sobre la Depresión Intermedia; y en las regiones XI y XII, su ubicación corresponde a la Patagonia o al área oriental de la cordillera de los Andes. Consecuentemente, la distribución de los problemas ambientales se relaciona, espacialmente, con los centros poblados y con los patrones de poblamiento regional que están, a su vez, condicionados por la distribución de los recursos naturales y las características de los sistemas territoriales.

En el patrón espacial del Norte de Chile, las ciudades de Arica e Iquique concentran el mayor porcentaje de los problemas ambientales de la I región de Tarapacá, porcentaje que disminuye en Antofagasta debido al surgimiento de problemas localizados en el resto de la red de asentamientos poblados costeros (Tocopilla y Taltal) o en la ciudad de Calama, ubicada en los márgenes del río Loa. La situación problemática costera se asocia a la inadecuada vinculación entre las características naturales de las regiones y la ocupación del espacio en la interfase del sistema continental y marítimo, con una entrega a la atmósfera, hidrósfera y geósfera, de residuos industriales y domésticos sin tratamientos, que se manifiestan en contaminación de aguas, aire y suelos.

La atipicidad de la III región apunta, esencialmente, al control hidrográfico requerido, tanto en la incertidumbre y escasez de las lluvias y, por ende, de la disponibilidad de agua, como a la contaminación de las aguas y del aire, manifestada siguiendo los ciclos aguas -arriba y aguas-abajo de los asentamientos humanos y de las plantas industriales mineras.

La ciudad de Santiago concentra la mayor cantidad de los problemas enumerados a nivel nacional, resaltando la importancia de las cuencas hidrográficas como principio organizador del medio ambiente.

En la VIII región, específicamente Talcahuano, concentra gran parte de los problemas medio ambientales de la región. Es una zona costera que requiere planes especiales para su manejo y, además, de control de la desembocadura de una de las más importantes cuencas fluviales del país.

La alta concentración urbana origina los problemas ambientales en la X región, XI y XII regiones y revelan que, junto con la necesidad de manejar las zonas costeras, esta vez bajo condiciones templadas y frías, es conveniente preservar las condiciones naturales de alto valor escénico y ecológico, que se han ido constituyendo, paulatinamente, en bienes escasos y fuertemente apreciados por el mercado internacional.

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Por lo anterior, la necesidad de coordinar las instituciones para la toma de decisiones respecto a salud ambiental y planificación urbana y regional, se ha transformado en una necesidad de política de Estado, en especial, respecto a la situación y manejo de las ciudades, de sus áreas de expansión y de uso de los suelos.

Por otro lado, la evolución de las exportaciones nacionales durante las últimas dos décadas tiene características bastante definidas, que hacen surgir interrogantes acerca de su sustentabilidad futura. La primera de ellas, está determinada por la alta dependencia de los recursos naturales, tanto por la forma de exportación, de bienes primarios y elaborados, como por el uso intensivo de recursos naturales como agua y suelo. La segunda, por el extraordinario crecimiento de estas exportaciones, fuertemente incentivado por el proceso de apertura comercial de la economía nacional y el consiguiente aprovechamiento de sus ventajas comparativas.

En el ámbito de la explotación sustentable de recursos renovables, el crecimiento de las exportaciones se ha traducido en un intenso grado de explotación de recursos, como por ejemplo, marinos, que ha implicado reducciones considerables de la biomasa de algunas especies y el colapso total de otras; o el sector forestal, donde destaca el intenso proceso de reducción del bosque nativo, debido a la producción de astillas, y su sustitución por especies de rápido crecimiento, con el consiguiente impacto negativo en los ecosistemas naturales de la flora y fauna y alteración hídrica.

En el caso de los suelos, el análisis permite concluir que en la actualidad, el recurso no constituye una limitante para las actividades sectoriales mencionadas. No obstante, desde una perspectiva de largo plazo, se ve como altamente recomendable abordar los problemas de erosión y desertificación, de manera de asegurar la disponibilidad de suelos aptos para el crecimiento futuro de las actividades agrícolas y forestales, particularmente, en la zona norte del país.

Al considerar el recurso agua, es pertinente tener en cuenta que en el corto plazo, este recurso puede ser un factor seriamente limitante para el crecimiento futuro de las actividades silvoagropecuarias y mineras, especialmente, en lo que respecta a la producción de cobre, en la II región de Antofagasta.

Decenio en regiones: avances en el terreno socialDesde la perspectiva política institucional, la región ha presentado al menos dos características, por una parte, una mayor expansión y simultaneidad de gobiernos democráticos, con todas las consecuentes oportunidades y amenazas que de ello se derivan, y por otra, un conjunto de reformas del aparato público orientado a renovar y adecuar estructuras a los nuevos desafíos de la modernización.

Pese a que estos procesos se han desarrollado de manera muy diversa, la tendencia en América Latina es que la reforma y modernización del Estado traen aparejado niveles de exigencia de menos tamaño del Estado, lo cual se ha resuelto con los programas privatizadores de algunos bienes y servicios públicos otrora provistos por el sector público estatal. En este sentido, el Estado ha

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cambiado de función, al pasar de ser agente activo como empresario a un agente activo regulador, es decir, que crea las condiciones necesarias para que nuevos agentes privados involucrados en la provisión de bienes y servicios públicos lo hagan de manera eficiente, evitando los abusos y el incumplimiento de las leyes por parte de los privados cuando corresponda. Esta propuesta, en la práctica, se ha encontrado con numerosas dificultades y sus resultados de más largo plazo están por verse.

Se sostiene que el Estado –en el nuevo contexto- debería cumplir un papel fundamental como constructor de institucionalidad, esto es, como agente diseñador del espacio público en el cual se mueven los agentes económicos privados y el mundo social organizado, y al mismo tiempo debería asumir responsabilidades públicas específicas sobre las cuales dar cuenta (accountability).

Junto a lo anterior, los Estados latinoamericanos inician un proceso de creación de nuevos instrumentos e instituciones públicas para abordar las políticas sociales. Destaca la creación de fondos sociales destinados a financiar programas y proyectos orientados a la superación de la pobreza especialmente.

Modernización y Políticas Sociales en Chile. Durante el período 1973-1989 se produce una fuerte e intencionada retirada del Estado en el campo de la política social que se caracteriza por la drástica reducción del Gasto Social, el aumento de los niveles de pobreza1 y que se expresó, además, en una mayor concentración del ingreso en estratos socioeconómicos altos2. Todo esto junto al desarrollo de políticas sociales selectivas, subsidios directos en el marco de una ideología cuyos ejes fueron: la preservación de los equilibrios macroeconómicos, la vigencia de mercados competitivos, la reducción del tamaño del Estado y la marginación progresiva del mismo en materias económico-sociales (Meller, 1996; Vergara, 1993).

En esta visión neoliberal ortodoxa en la cual las políticas sociales quedaron absolutamente supeditadas a las políticas económicas y cuyo propósito era reducir al máximo el rol del Estado en lo económico, operando bajo el paradigma de que el mercado funcione sin restricciones, se provocó un creciente deterioro de los grupos socioeconómicos medios y bajos y, también profundizó la crítica social al modelo3.

Recién a mediados de los ochenta, luego de una aguda crisis económica recesiva, se optó por una conducción más pragmática que facilitó la recuperación económica con un gran costo social. Es preciso considerar que en ese período la

1 Hacia finales del gobierno militar se reconocían 5,2 millones de pobres, de los cuales alrededor de 1,8

millones eran indigentes.

2 En 1989 el 10% más rico de la población concentraba cerca del 40% del ingreso nacional.

3 Véase Arellano y Cortázar, 1982; Meller, 1984 y Foxley, 1985.

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calidad de vida de las personas se situaba muy por debajo de los niveles alcanzados en las dos décadas anteriores.

En el ámbito social, junto con la reducción del gasto y la privatización de los servicios, se estructuró una nueva institucionalidad social. Todas estas transformaciones estuvieron amparadas en lo que el mismo gobierno denominó “modernizaciones sociales”, que buscaban promover la participación privada en la provisión de servicios sociales y cuyo principio fue la segmentación de la oferta según la capacidad de pago de los usuarios, de manera que hubiera correspondencia entre el poder adquisitivo de las personas y las prestaciones que reciben.

En este marco el Estado centró su acción en aquellas personas cuyos recursos no son suficientes para costear las prestaciones mínimas que requieren, con lo cual se transforma radicalmente las políticas estatales universales que tenían larga data en la historia del país4 hacia las nuevas políticas asistenciales focalizadas. Algunas de las medidas más importantes fueron: la reorganización del antiguo Servicio Nacional de Salud; la reforma del sistema previsional hacia un sistema de capitalización individual; el traspaso de los establecimientos educacionales a las Municipalidades; la entrega de subsidios habitacionales y viviendas sociales, entre otras.

Todas estas acciones sumadas a las medidas macroeconómicas, contribuyeron a crear un modelo dual de bienestar social, que opera bajo la lógica de la segmentación social en donde algunos sectores están protegidos por el sistema de seguridad social (afiliados al sistema privado) y una gran mayoría quedan excluidos pudiendo acceder solamente a los escasos beneficios y/o servicios de la red social y del sistema público en general (Vergara, 1993).

A finales de la década de los ochenta nos encontramos con un Estado residual y meritocrático5, que interviene (de manera selectiva y transitoria) solamente frente a las fallas de mercado, y en donde los beneficios sociales del desarrollo debieran corresponder con los esfuerzos individuales y el aporte a la productividad, es decir, la capacidad de pago, produciendo –e incluso profundizando- las desigualdades sociales y económicas.

La Nueva Institucionalidad Social. Entre las principales reformas a inicios de los noventa desde el punto de vista institucional, está la creación del Ministerio de Planificación y Cooperación (MIDEPLAN) y de los organismos y servicios sociales dependientes. Asimismo, el nuevo rol de los gobiernos regionales, de los municipios y la creación de instancias de coordinación y de participación social,

4 En algunos servicios públicos se incorporan además algunos criterios de rentabilidad privada como la

recuperación de costos,sistemas tarifarios para usuarios y en algunos casos autofinanciamiento de la inversión social (Vergara, 1993).

5 Según la definición de Titmus (1968) en sus Tipologías de Estados de Bienestar.

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son algunos de los cambios que comienzan a operar pese a los obstáculos y lentitud con que se desarrolla el proceso.

Una de las prioridades programáticas del gobierno asigna una importancia crucial a la acción gubernamental con grupos focalizados: pobres urbanos y rurales, mujeres, infancia, juventud y tercera edad, indígenas y discapacitados, constituyen un eje articulador de acciones institucionales. A nivel regional se enfrentan enormes desafíos para la descentralización real, lo que pasa entre otras cosas por: perfeccionar su institucionalidad, sus competencias y capacidades técnicas, aumentar sus niveles de representación democrática y participación, y de la disponibilidad de mayor autonomía en el plano de los recursos financieros para desarrollar su gestión en cada región.

Por otro lado, a medida que se avanza en el proceso de superación de la pobreza, surgen nuevas expresiones de la misma, se generan nuevas expectativas y aspiraciones sociales, y se plantean nuevas demandas al Estado en estas materias. Se requiere de un Estado que sea capaz de recoger y dar respuestas a estas nuevas realidades y se haga cargo de los temas sociales emergentes. Lo cierto es que la pobreza moderna acompañará a nuestro patrón de crecimiento por varios años más.

Es cada vez más evidente la necesidad de mejorar el desempeño de las instituciones públicas. Está pendiente la “modernización hacia adentro”, que implique mejoramientos en la gestión, que pueda recoger las nuevas demandas de institucionalidad pública, y que los cambios propuestos se expresen no sólo en voluntad política, sino también en medios legales, institucionales y financieros que los hagan posibles.

Población y Desarrollo. En el último decenio, los cambios demográficos se insertan en el denominado proceso de “Transición Demográfica”. Este concepto identifica procesos demográficos que se suceden en diferentes escenarios históricos y, explica la dinámica demográfica a la luz de sus interrelaciones con los factores sociales, económicos y culturales insertos en una sociedad.

La evolución que ha tenido la fecundidad en Chile y su gran impacto sobre la composición de la población permite pronosticar, entre otros efectos: disminución de la población en edades jóvenes; aumento de la población en edad avanzada y tendencia a la homogeneización de los volúmenes en grupos menores de 45 años.

Se calcula que a fines de la presente década, por cada 100 menores de 15 años habrá 50 adultos mayores, lo que provocará una explosión de demandas sociales, especialmente en salud y previsión. Más aún, hacia el 2034 la cantidad de adultos mayores igualará a la de los menores de 15 años, por tanto los jóvenes serán reemplazados por los viejos.

A modo de ejemplo, si en 1975 la edad media de la población chilena era de 26 años, en el 2000 ésta se sitúa en los 31. Si en los años 50 la esperanza de vida al nacer era de 55 años, en el 2000 es de 76 años. Asimismo, las defunciones

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disminuyeron desde 13,6 a 5,7 por cada mil habitantes en iguales períodos, debido al descenso del riesgo de muerte.

De esta forma en los próximos 25 años la población de 60 años y más crecerá 129%, situación contraria a la población de entre 0 y 14 años que aumentará apenas en 0,05%, en el mismo período, debido a la caída de la tasa de fecundidad.

Las regiones que presentan una mayor población envejecida son la XII, V y IX, siendo en las primeras donde se detecta un incremento de la participación de este grupo etáreo, del orden de 4 puntos porcentuales entre el Censo de 1970 y lo proyectado al año 2005.

Esto nos lleva a concluir que, Chile junto con acercarse a ser un país económicamente desarrollado, se aproxima a las naciones industrializadas – especialmente las europeas – que se caracterizan por tener una población envejecida.

Esta tendencia al envejecimiento, afectará la demanda de bienes y servicios que requerirá la población en los próximos años. Independientemente de continuar considerando la población como objetivo en la formulación de políticas y programas de acción social (pobreza, salud, vivienda, educación), deberán considerarse las necesidades adicionales que surjan de las distintas etapas del ciclo de vida de las personas, entre las que cabe mencionar: embarazo (en especial en la adolescencia), salud maternoinfantil, educación en todos los tramos de edad, incluyendo aquellos programas para el adulto mayor, inserción y prolongación de su vida activa, lo que implica ver desde ya las incidencias en los sistemas de previsión, pensiones de vejez, problemas de salud y seguridad social, de infraestructura y, en general, adecuación del entorno familiar y social.

Situación Social. En relación a la situación social de la población, a lo largo de la década y de acuerdo a la última encuesta CASEN disponible, el país ha sido capaz de reducir la población en situación de pobreza desde un 38,6% en 1990 a un 20,6% en el año 2000. Asimismo, la población en situación de indigencia ha disminuido desde un 12,9% a un 5,7%. En términos de hogares, el porcentaje de hogares pobres disminuyó desde un 33,3% en 1990 a un 16,6% en el 2000 y el de hogares indigentes se redujo desde un 10,6% a un 4,6% en el mismo período.

En términos absolutos, ello significó que en el 2000 alrededor de 1 millón 885 mil personas superaron su situación de pobreza en el país. Esta cifra incluye 810 mil personas menos en situación de indigencia en relación a 1990. En términos de hogares, en el año 2000 hay cerca de 413 mil 400 hogares menos en situación de pobreza que en 1990 y, dentro de ellos, algo más de 158 mil hogares salieron de su situación de indigencia.

Durante el año 2000, considerando el porcentaje de población regional pobre, la realidad de las regiones varía desde aquellas que tienen, prácticamente uno de cada tres habitantes en condición de pobreza a regiones donde esta relación se reduce a uno de cada nueve habitantes, con un promedio nacional cercano a uno

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por cinco habitantes, en situación de pobreza, es decir alrededor del 20% de la población nacional.

Es importante señalar que la región de Atacama, a pesar de ser una de las regiones que presenta el mayor crecimiento económico en la década, es la que enfrenta la situación socioeconómica más crítica en el ámbito nacional, presentando una tasa de reducción de la pobreza de 1,7% durante el período, mientras que en caso de la indigencia, es la única región que presenta una tasa promedio de crecimiento anual del 0,8%.

La reducción de la vulnerabilidad social y la persistencia en el combate a la pobreza resulta particularmente difícil en un contexto de aguda competencia internacional, que exige disciplina macroeconómica, apertura comercial y flexibilidad laboral. Esto impone un considerable desafío a lo que debiera ser una renovada política social, con el respaldo de una apropiada institucionalidad, pero que a la vez no puede concebirse al margen de una mucho más estrecha vinculación y coordinación con la política económica (CEPAL 2000). En ese marco de convergencia de la política y la política social tras el objetivo de reducir tanto la pobreza como la vulnerabilidad, las acciones vinculadas al mercado del trabajo resultan esenciales. Entre ellas, las políticas orientadas a promover y proteger el empleo y fomentar el crecimiento de la productividad de las micro y pequeñas empresas debieran ocupar un papel central.

A medida que la pobreza se reduce, surge con más fuerza la preocupación por el tema de la pobreza relativa. Existe la percepción de que los frutos del crecimiento y mayor modernidad del país benefician en forma preferente sólo a unos pocos, mientras que la gran mayoría no ve mejorar su situación al ritmo que indican los resultados económicos nacionales. En este contexto, la desigualdad en la distribución del ingreso o pobreza relativa, cobra cada vez mayor importancia en el debate público. Un país que desea, efectivamente, mejorar sus niveles de desarrollo debe ser capaz de acompañar su dinamismo económico con crecientes grados de equidad económica y social.

El hablar de equidad implica, necesariamente, incorporar la dimensión territorial. Uno de los principales elementos de discriminación que enfrentan los habitantes del país está conformado por su localización geográfica. Las enormes disparidades en materia de desarrollo económico y social que experimentan las distintas unidades territoriales, se traduce en un elemento que atenta contra el real acceso a la igualdad de oportunidades de sus habitantes.

Normalmente, los países en desarrollo que experimentan un crecimiento acelerado, como el que vivió Chile, tienden a empeorar la distribución del ingreso. Esto es consecuencia de las fuertes desigualdades iniciales en educación, salud, vinculaciones, experiencias, etc., que permiten a los segmentos más acomodados aprovechar mejor las nuevas oportunidades. Adicionalmente, si el Estado no toma una acción decidida, el mercado puede dejar excluidos del desarrollo a segmentos importantes de la población, como las mujeres jefas de hogar, los jóvenes, los adultos mayores, los habitantes rurales, los pequeños productores y a los pueblos originarios.

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Los gobiernos de la Concertación han aplicado programas en todos los sectores, incluyendo aumentos importantes en las pensiones (especialmente las más bajas), programas de capacitación, aumentos en la equidad de la educación, mayor acceso a la salud pública, legislación laboral que favorece la negociación colectiva y la sindicalización, aumentos en los salarios mínimos, etc..

No obstante, la desigualdad en la distribución del ingreso persiste, afectando en forma diferenciada a las distintas regiones del país; pero, las cifras a nivel nacional no dan cuenta, en forma adecuada, de las realidades que viven en cada región del país. Los ingresos más altos, en el año 1998, correspondían a la Región Metropolitana de Santiago, superando en un 30,2% la cifra promedio nacional.

Durante la década pasada el ingreso monetario del hogar per cápita promedio regional en su evolución muestra, más bien, una divergencia entre las regiones. Es decir, es posible observar que en el período 1990-1998 la tendencia fue hacia una mayor diferencia en los niveles de ingresos regionales, creciendo las brechas entre unas y otras regiones.

En lo referente a la política educacional, en los noventa se establecen principios orientadores que ponen el acento en la calidad de los procesos y resultados del aprendizaje y en la equidad, entendida como provisión de una educación sensible a las diferencias y que discriminan en favor de los grupos más vulnerables.

El mejoramiento de los resultados y procesos de aprendizaje es uno de los ámbitos de la política educacional en el cual se han registrado intervenciones que por su amplitud, cobertura y recursos involucrados, han significado la principal innovación en el período.

En 1990, el sistema educacional chileno mostraba importantes logros en materia de cobertura, reducción del analfabetismo y aumento del nivel de escolaridad de la población. Sin embargo, el sistema presentaba a su vez graves deficiencias reflejadas en una seria desigualdad en la calidad de la educación proporcionada por los distintos tipos de establecimientos y la localización territorial de éstos.

A partir del año citado, los gobiernos concertacionistas han otorgado primera prioridad a la educación, para lograr los objetivos de crecimiento y equidad, considerando que la provisión de una educación de calidad para todos es una necesidad ineludible del proceso de modernización, de crecimiento económico del país y de profundización de la democracia.

En el cumplimiento de esta gran tarea, se han definido como objetivos de la política educacional el mejoramiento de la calidad y la equidad de la educación. Para ello, se desarrolla un conjunto de programas, entre los que destacan el Programa de Mejoramiento de la Calidad en las Escuelas Pobres, y el Programa de Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación para la enseñanza básica y media. Por otro lado, la prioridad otorgada al mejoramiento de la calidad de la educación queda reflejada en un conjunto de indicadores que han evolucionado positivamente, especialmente, en la enseñanza básica.

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El amplio conjunto de reformas y programas orientados a aumentar la calidad y equidad de la educación, así como la deteriorada situación en que se encontraba el sector, requirió un importante aumento del gasto en educación, revirtiendo el descenso observado hasta 1990. Entre 1990 y 1999 el gasto público social en educación se incrementó en un 179,4%, siendo en la región de La Araucanía donde se presentó el mayor incremento, lo cual explicaría los grandes avances logrados en los indicadores antes mencionados.

Al finalizar el período, aún cuando se aprecia que la desigualdad existente en materia de calidad ha comenzado a disminuir, se hace necesario potenciar aún más las políticas y programas que enfatizan la discriminación positiva, incrementando las acciones dirigidas a los establecimientos que atienden a población escolar en mayor riesgo socioeducativo.

El proceso actual de la Reforma Educacional, quedará instalada en toda su magnitud en los próximos tres o cuatro años. La primera promoción normal de “estudiantes de la Reforma” egresará de enseñanza media recién en el año 2008. Todo indica que el cambio será exitoso, en los propósitos y alcances con que fue formulada, pero tiene y tendrá una gran limitación de origen: es una reforma del sistema escolar y no propiamente de la educación, en sentido estricto.

En lo referente al sector Salud, a lo largo de la década pasada los gobiernos concertacionistas han realizado grandes esfuerzos por mejorar la salud y la atención de salud de todos los chilenos. Chile ha experimentado cambios importantes en el período, tanto desde el punto de vista de la estructura de financiamiento y organización de los distintos seguros y de los servicios que prestan, como de la afiliación a los sistemas previsionales existentes, el nivel de las coberturas por atención general a las enfermedades y de programas preventivos específicos. El resultado ha sido una mejoría de la calidad de vida de la población en general y de los más pobres, en particular.

Si hacemos un diagnóstico de la situación actual del sector salud podemos decir, que existe consenso de que la inequidad sigue caracterizando tanto el nivel de la salud como la atención de salud de los chilenos. Continúan existiendo marcadas diferencias en el estado de la salud de la población según sus niveles socio-económicos, su lugar de residencia, su origen étnico y otras variables, como lo evidencian indicadores de mortalidad, morbilidad, discapacidad, bienestar físico, mental y social.

Al analizar la cobertura de los distintos sistemas previsionales se observa que el porcentaje de afiliados al sistema público disminuyó en la década pasada; sin embargo, en términos absolutos, continúa cubriendo a cerca de 9 millones de personas. El 86,2% de las personas del primer quintil pertenecen al sistema público. La afiliación al sistema público deja de ser mayoritaria sólo entre las personas pertenecientes al quinto quintil. La afiliación al sistema público es mayoritaria en todas las regiones del país, destacando las regiones de Coquimbo, Maule, Bío Bío y La Araucanía, en las cuales la adscripción al sistema público supera el 70% de la población regional.

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Durante el período 1990-1999 el crecimiento del gasto público social del sector salud fue del 132,07%, lo que ha producido un aumento y una mejoría en las plantas físicas y equipos de los establecimientos públicos, en las remuneraciones de los trabajadores de la salud y en la atención al paciente. Destacan las regiones de Tarapacá, Atacama y Aysén, donde el incremento fue superior al 180% durante el período. Al ver la evolución de algunos indicadores de salud se desprende la prioridad asignada a este sector. Es así como se observan importantes bajas en la mortalidad infantil y neonatal a nivel nacional y regional.

En épocas pasadas el tema de la desnutrición era una situación grave en el país; hoy, gracias a los distintos programas implementados por el gobierno de la concertación, el porcentaje de población desnutrida sólo alcanza al 0,6% de la población menor de seis años bajo control. En tanto, preocupan los resultados obtenidos en los ítem sobrepeso y obesos, los cuales afectan al 15,2% y 6,7% de la población, respectivamente. Siendo el sobrepeso la preocupación actual de las autoridades del MINSAL y de los expertos en nutrición, así como de aquellos preocupados por las enfermedades cardiovasculares. La obesidad se está transformando en el fenómeno de salud pública que hay que enfrentar en este nuevo milenio y las autoridades del MINSAL deberían anticiparse a las dificultades futuras, para minimizar sus impactos negativos.

Por lo anterior, es posible concluir que, a pesar de los avances logrados en la década de los 90, persisten importantes problemas referidos a la equidad en el acceso de la población a la atención de salud, a las coberturas de las prestaciones, a la insatisfacción mayoritaria de los usuarios del sistema, y a ineficiencias en la gestión administrativa y en el uso y rendimiento de los recursos. En este contexto, y cuando problemas emergentes como el cambio epidemiológico y la transición demográfica que experimenta el país tienden a aumentar la demanda por prestaciones en su mayoría de alto costo.

El país está experimentando un cambio epidemiológico y una transición demográfica, cambiando las principales causas de enfermedad y muerte de la población en Chile hacia aquellas asociadas al envejecimiento, a la mayor urbanización, al deterioro del medio ambiente y a los estilos de vida. Estas enfermedades son típicamente crónicas y de tratamientos de alto costo, por lo que la proyección de estos problemas en el tiempo irá poniendo en evidencia de manera creciente las dificultades del sector para financiarse y brindar cobertura y protección adecuada a la población. Por lo anterior resulta apremiante contar con un sistema de salud preparado para enfrentar estos desafíos, lo que implica que debe ser capaz de aumentar el rendimiento que le da a los recursos y de aumentar la calidad de las prestaciones que otorga. De lo contrario no sólo evidenciaría nuevas disminuciones en el rendimiento y en la satisfacción de los usuarios, sino que incluso correrá el riesgo de perder efectividad en lo estrictamente sanitario.

Por otro lado, los resultados entregados por las encuestas CASEN, así como la información proveniente del MINVU, permiten dimensionar los avances que el país ha experimentado en materia de mejoramiento de las condiciones habitacionales

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de los hogares del país. Sin embargo, dichos logros no implican que los desafíos que la realidad del país impone a futuro sean menores y que la política habitacional deba continuar sin modificaciones para superar, definitivamente, los problemas y carencias que continúan afectando a los hogares chilenos.

Superar el déficit cuantitativo que subsiste en la actualidad implica modificar la gama de soluciones vigentes y la disponibilidad de recursos para implementar las políticas habitacionales. A ello se agrega que es necesario avanzar en los estándares de calidad de tales soluciones, para adecuar mejor las necesidades de los sectores que se desea favorecer, especialmente, en aquellas destinadas a los más pobres.

Por las condiciones imperantes en el país a comienzos de los años noventa, los estándares proyectados consideraron los mínimos posibles para iniciar un proceso gradual de mejoramiento, con la finalidad de responder preferentemente a las situaciones más críticas. En este contexto, la masividad de la política, responde a las dimensiones de los problemas que debe enfrentar ya que no puede soslayar, por mucho tiempo, el problema de la calidad, sin arriesgar que en el mediano plazo se agudicen algunas dificultades, quizás siendo necesario en el largo plazo, la implementación de un Programa de apoyo al mejoramiento de las Viviendas más que de construcción de nuevas.

Las modificaciones a los programas vigentes no son fáciles, sobre todo si se consideran los niveles de ingresos de los hogares más pobres, que entre los postulantes a programas habitacionales del primer quintil no permiten tal mejoramiento de los estándares, particularmente en base a aumentar su aporte al financiamiento de la vivienda por la vía del ahorro y, menos aún, del endeudamiento. De lo contrario, se arriesgaría un retroceso en uno de los logros importantes de la actual política, que ha aumentado la atención de estos sectores.

Es importante señalar, que los actuales estándares de las viviendas están experimentando aumentos en sus costos, por efecto de alzas en el valor del suelo urbano, producto de la expansión en la construcción habitacional. Además, de aumentar la diversidad de soluciones para responder mejor a las necesidades y posibilidades de los sectores a los cuales se orienta, es importante considerar innovaciones tecnológicas en los sistemas productivos que permitan reducir costos y, simultáneamente, mejorar la calidad y, en lo posible, incorporar el incremento en metros cuadrados construidos, de forma de mejorar los problemas de hacinamiento que hoy día aún subsisten.

Sin duda, es importante la disminución del déficit cuantitativo y cualitativo que se han logrado en el transcurso de la década pasada. Efectivamente, la reducción de los hogares hacinados, de los hogares que presentan deficiencias en el indicador de materialidad, el incremento de programas habitacionales así como del gasto público social del sector, constituyen logros significativos, especialmente, si se tienen en cuenta las experiencias históricas en esta materia.

Dichos logros de carácter cuantitativo, sin embargo, no implican que los desafíos que la realidad del país impone a futuro sean menores y que la política

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habitacional deba continuar sin modificaciones para superar, definitivamente, los problemas y carencias que continúan afectando a los hogares en la actualidad.

Es evidente que, si bien se ha logrado una significativa disminución del mencionado déficit, aún persiste una proporción importante de hogares que viven en condiciones que lesionan el normal desarrollo de su vida familiar. El gran desafió que queda es el de eliminar los asentamientos precarios a lo largo del territorio, en particular, los existentes en las regiones Bío Bío, Metropolitana de Santiago y Los Lagos, en las que se aprecia una situación crítica por el alto número de asentamientos que presentan.

Las regiones en el decenio y los desafíos en el plano económicoContexto de transformaciones económicas. En la América Latina de los ochenta, el énfasis estuvo en la liberalización y el cambio en la función y tamaño del Estado, pero a inicios de los noventa se produce un cambio de paradigma conceptual que tiene enormes implicancias desde el punto de vista práctico. Actualmente se habla de la reforma estructural, la cual se ha llevado a cabo prácticamente en todos los países de la región, aunque con distintos grados y matices (BID, 1998). Las nuevas orientaciones, las políticas y programas enfatizan en aquellos aspectos vinculados al crecimiento y en la necesidad de reacomodar nuestras economías a los desafíos de un mundo globalizado y cada vez más exigente en el plano de la competitividad.

Durante este proceso, se fueron generando dos fenómenos importantes de destacar: por una parte, algunos países tuvieron “éxito” en la implementación de su reforma, cuestión que alentó el desarrollo de medidas pragmáticas para mantener fundamentalmente los equilibrios macroeconómicos, y a la vez, se convirtieron en una suerte de modelo respecto del tipo de acciones a desarrollar en otros países cuyos avances fueron más precarios. Por otra parte, la lenta acción de los gobiernos en el plano de las políticas sociales fue generando presiones al sistema, que amenazan permanentemente su estabilidad, de allí que en estos últimos años se planteen con mayor energía las preocupaciones por la equidad, la calidad de vida, la participación social y las condiciones de gobernabilidad para el desarrollo.

Estos dos fenómenos llevaron a que se produjeran entre los países de la región, ciertos consensos sociales y políticas, principalmente en cinco áreas de convergencia:

Ø Un reconocimiento amplio de la necesidad de mantener la estabilidad macroeconómica a través de una serie de medidas cuyo eje fundamental ha sido el control del déficit del sector público.Ø Se reconoce la importancia de la apertura económica y la liberalización de los mercados, así como la necesidad de integración económica regional.Ø El Estado debe ocupar un lugar menos importante como productor de bienes y servicios, cumplir un rol regulador y corrector de fallas del mercado.Ø El Estado debe asegurar la creación o fortalecimiento de las instituciones que conduzcan a procesos de modernización creciente en el plano político-social.

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Ø El Estado debe intervenir activamente en el logro de los objetivos de equidad social y superación de la pobreza a través de políticas y programas específicos, focalizados, sistemáticos, participativos, sustentables e intersectoriales, con eje en la atención de grupos considerados vulnerables y con una importante inversión en capital humano.

Nuestro país no estuvo ajeno a este contexto, los resultados observados en la evolución de las variables sociales analizadas en el capítulo anterior están estrechamente correlacionados con la evolución de importantes indicadores económicos. En particular, la reducción de las tasas de pobreza, tal como lo demostrara Larrañaga6 y reafirmara recientemente Corbo7, tiene asociada el alto crecimiento del Producto Interno Bruto, que en la década alcanzó a una tasa promedio anual superior al 7%, valores que en nuestra historia no se habían mantenido en forma sistemática en tan extenso período de tiempo. Sin duda, corresponde también a la maduración y asentamiento del modelo de libre mercado impulsado a partir de la década anterior y también a la relativa estabilidad que se vivió en la mayoría de los mercados mundiales. Sin embargo, esta tendencia se rompe desde el año 1998 producto de la Crisis Asiática, que generó una fuerte inestabilidad en los mercados internacionales y que repercutió con mayor o menor crudeza en los países dependiendo de cuan desarrollados y sólidos estuvieran sus mercados financieros.

Situación Económica. En el caso chileno, la consolidación del mercado financiero y la experiencia acumulada en el comercio de commodities llevó, por un lado, a que el impacto de la crisis se manifestara con rezago, particularmente en el caso del empleo, de hasta siete meses, y de manera diferenciada según la estructura de comercio internacional (por productos y mercados) de cada región, ya que, por el funcionamiento de dichos mercados en el caso de los embarques de exportación, la mayoría ya tenía comprometida su producción por contratos realizados previos a la crisis. Pero, también dejó en evidencia que el gasto interno, público y privado, venía creciendo a tasas claramente superiores a los valores aconsejados por la prudencia.

Ambos efectos finalmente llevaron a que la autoridad económica tomara las decisiones de ajuste interno, con algún rezago respecto de la oportunidad de la decisión y a exagerar la magnitud del ajuste requerido, finalizando el decenio con una recesión que significó experimentar entre 1998 y 1999 una caída del producto del orden del 1,1% y más aún, en términos de expectativas de la gente, despertar el temor a la dura experiencia de desempleo que significaron las recesiones de 1975 y 1982, ya que en los dos últimos años, sigue siendo la creación de empleos uno de los temas prioritarios.

6 Larrañaga, Osvaldo: “Pobreza, crecimiento y desigualdad: Chile 1987 – 1992”. ILADES. Serie

Investigación. Mayo 1994

7 Corbo, Vittorio: “Crecimiento del PIB explica casi el 80% de la reducción de la pobreza”. El Diario,

Sección ECONOMÍA, Lunes 29 de Mayo del 2000.

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En términos breves, la experiencia de los dos últimos años del decenio dejó en evidencia dos aspectos fundamentales que forman parte de los desafíos del milenio. Si bien el modelo de apertura internacional y libre mercado no está agotado, seguimos siendo un país pequeño que para lograr mantener una tasa de crecimiento alta y estable a lo largo de los años y una inserción internacional exitosa, requiere de cambios fundamentales en su estructura productiva y segundo, las exigencias de la innovación y el cambio en la productividad de la fuerza de trabajo, que permitan, al decir de Sakaiya producir bienes intensivos en valor - conocimiento8.

Con el fin de identificar los elementos que caracterizaron la década en el ámbito económico en regiones y avanzar en los aspectos que constituyen los desafíos del milenio, mediante el uso del método diferencial estructural9 se pretende identificar los factores que incidieron en el crecimiento de las regiones en el período y avanzar en la comprensión de los cambios ocurridos en el decenio y en que medida éstos se traducirán en elementos significativos a la hora de considerar Chile en el siglo XXI.

En todas ellas el patrón de comparación es el país, ello porque la desigualdad existente entre regiones y el marcado peso relativo de la región Metropolitana hace que, a pesar de la globalización, sea este elemento estructural el que da características significativas a todo el fenómeno del crecimiento en el país. En particular, asociado a las economías de aglomeración y de escala que presenta la región Metropolitana respecto del resto del territorio.

De acuerdo al método utilizado, el conjunto de regiones que se vio beneficiada en el decenio debió parte importante de sus resultados al dinamismo sectorial experimentado en construcción, servicios financieros, inversión externa materializada en sectores asociados a la explotación de recursos naturales y exportación de productos naturales con incorporación de mayor valor agregado, resultado positivo que se vio reforzado por una estructura productiva relativamente flexible que les permitió aprovechar y readecuarse más rápido que el resto a las demandas sectoriales .

En cambio, en el conjunto de regiones que mayoritariamente experimentó resultados negativos, se observa un importante predominio de factores estructurales que les impidió aprovechar el dinamismo que la actividad generalizada de estos sectores en la década exigía.

8 Sakaiya, Taichi: “Historia del Futuro, La Sociedad del Conocimiento”. Segunda Edición, Enero 1995

9 En esencia, el método diferencial-estructural consiste en comparar el cambio observado en una variable

ocurrido en un período de tiempo en cada región como a nivel del país en su conjunto. Este cambio se compara con el que se habría producido en la región (o en cada una de las regiones) si la variable en cuestión se hubiese comportado de idéntica manera tanto en la(s) región(es) como en el país. Pág. 74, Técnicas de análisis regional con información limitada. Sergio Boisier. Cuadernos del ILPES, Nº 27.

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De aquí que, como desafío para los años futuros, surja la necesaria revisión de las características estructurales de los aparatos productivos regionales como un elemento necesario a la hora de diseñar políticas en este ámbito. Entre otras razones, porque además las características del crecimiento de estos sectores obedecieron en parte a la cobertura de demandas insatisfechas, como lo fue el caso de la construcción y las demandas habitacionales o la necesaria expansión de los servicios financieros, elementos que no evidencian signos de repetirse en las magnitudes observadas en el decenio.

Por otro lado, la necesaria inversión extranjera o la mantención de los niveles de exportación regionales, que mostraron elementos de concentración sectorial y regional importantes tampoco son esperables de sostener en el mediano y largo plazo, ya sea porque los recursos son no renovables y las políticas de protección del medio ambiente tanto nacionales como de demanda externa a nuestros productos se tornan cada vez más exigentes, como porque el avance de la investigación y el desarrollo tecnológico, ante la certeza de la desaparición de estos insumos, está llevando a profundizar la investigación y desarrollo de sustitutos, inclusive con características mejoradas respecto del bien original.

Cada vez más, las grandes tendencias de la globalización y el desarrollo tecnológico indican que en economías abiertas, la posibilidad de competir y generar riqueza pasa por disponer de fuerza de trabajo con mayor nivel de calificación, producción de bienes intensivos en conocimiento y tecnología y en general sistemas económicos eficientes e integrados que efectivamente permitan aprovechar las ventajas de cada uno de los componentes del sistema.

El proceso de transición demográfica y la acelerada tendencia al envejecimiento de la población no sólo muestra que cada vez habrá mayor peso de población anciana que atender, también muestra que aquellos que se encuentran en la fuerza de trabajo deberán ser más productivos y capaces de generar mayores niveles de riqueza para evitar el empobrecimiento del conjunto de la sociedad.

Conclusiones y desafíosLa revisión de los diferentes indicadores, desde la perspectiva regional, si bien confirma los excelentes resultados antes identificados, también confirma el hecho de que no resulta fácil asociar de manera directa por ejemplo, el impacto del crecimiento económico en una región con los resultados en el ámbito social. Existen rezagos en la aplicación de políticas que tienen una correlación importante con la estructura e historia de cada región, por lo que la interpretación lineal que se puede hacer para el país, no necesariamente es aplicable a cada región en particular. De aquí que haya sido necesario buscar alguna técnica que permitiera agrupar las regiones con base en alguna(s) característica común, que facilite por un lado, el análisis regional y por otra, entregue alguna pista en cuanto decisión de política, ya sea económica o social, que deba aplicarse para atacar algún factor que se considere relevante.

Las únicas variables que responden a comportamientos y tendencias de largo plazo, que dan cuenta de elementos que caracterizan parte de la evolución de países desarrollados son: el envejecimiento de la población, confirmado por la

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evolución del índice de vejez, tanto en el ámbito nacional como regional y la disminución de la población ocupada por el sector agrícola.

Por lo anterior y recordando los objetivos de este trabajo planteados en la introducción, que fueron, la revisión de la evolución de las regiones en el decenio en el ámbito económico, social, ambiental y demográfico; identificar variables que incidieron directamente en los resultados obtenidos por las regiones durante la década, además de la interrelación entre las mismas y el más importante: tratar de determinar en que magnitud y de qué forma las variables analizadas incidían en los desafíos que han de enfrentar las regiones en este nuevo siglo, se hizo evidente la necesidad de utilizar alguna técnica de análisis estadístico, que orientara y sintetizara de alguna manera estos indicadores.

Teniendo en cuenta, que lo que se quiere es captar el máximo de variabilidad con la menor cantidad posible de indicadores, se eligió el Método de Análisis de Componentes Principales10 (Análisis Factorial). Una vez aplicado el método y agrupados los indicadores surgió una segunda inquietud ¿era posible conformar grupos de regiones que compartieran características comunes de acuerdo a la incidencia de estas dimensiones? La respuesta a la pregunta provino de la aplicación del método de Cluster o Conglomerados11.

La aplicación del método permite determinar cuatro conglomerados que agrupan las regiones en características comunes asociadas a las variables analizadas:

Conglomerado 1, conformado por las regiones de Atacama, Bío Bío, Coquimbo, La Araucanía, O’Higgins, Los Lagos y Maule. Es el que agrupa a las regiones más pobres del país, con el ingreso promedio del hogar más bajo, una baja participación en la estructura económica del país y cuya población muestra una clara tendencia al envejecimientoConglomerado 2, conformado por las regiones de Valparaíso y Tarapacá, con un peso relativo moderado de su participación en la estructura económica nacional,

10 El propósito del Análisis Componente Principal es encontrar "espacios de dimensiones más pequeñas"

en los cuales sea posible observar a los individuos de la "mejor manera". Los espacios escogidos tendrán una dimensión, es decir rectas o dos dimensiones (cas o más frecuente), es decir, planos (CHATFIELD y COLLINS, 1980; MORRISON, 1976; PHILIPPEAU, 1990 y PLA, 1986).Estas nuevas variables o componentes principales resumen en pocas dimensiones la mayor parte de la variabilidad de un gran número de variables.El análisis por componentes principales deberá ser aplicado cuando se desee conocer la relación entre los elementos de una población y se sospeche que en dicha relación influye de manera desconocida un conjunto de variables o propiedades de los elementos (PLA, 1986).

11 Una de las técnicas multivariadas más utilizadas es la de Análisis de Conglomerados (Cluster analysis),

el cual trata de conformar grupos de conglomerados (clusters) en base a la similitud que presentan, de manera que, en términos de las variables con que contamos, los individuos dentro de un grupo se parezcan entre sí.El método de Análisis de Conglomerados o Análisis Cluster es una técnica utilizada en determinadas situaciones en las que estamos interesados en un agrupamiento de patrones de entrada. Su objetivo es, por lo tanto, agrupar los datos de partida en varios grupos o subgrupos.

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cuyo rasgo distintivo es el alto porcentaje de población de la tercera edad, característica acompañada de un ingreso promedio relativamente bajo.Conglomerado 3, conformado por las regiones de Aysén y Antofagasta, que si bien es cierto presentan un ingreso promedio alto del hogar y una población joven, no muestran una participación relevante en la estructura económica del país.

Conglomerado 4, conformado por las regiones Magallanes y Región Metropolitana de Santiago, que se caracterizan por presentar el ingreso promedio del hogar más alto, la participación en la estructura económica del país notoriamente más relevante, pero con un alto índice de población envejecida.

Conclusiones generalesLa revisión de los indicadores en el decenio y los métodos utilizados para sintetizarlos evidencian una vez más dos de los aspectos centrales que constituyen un dato en lo que se refiere al análisis regional en nuestro país.

El primero la heterogeneidad regional, condición que justifica plenamente la necesidad de seguir avanzando en el proceso de descentralización y desconcentración en todos los ámbitos del quehacer nacional. Y que se hace extensivo al diseño de políticas públicas que incorporen plenamente esta condición.

El segundo, el peso relativo de la Región Metropolitana de Santiago que por un lado, sesga los resultados nacionales de prácticamente cualquier indicador y por el otro, marca de tal forma la toma de decisiones en todas los ámbitos, cuestión que nos devuelve a la necesidad de fortalecimiento del proceso de descentralización enunciado en el párrafo anterior.

Como resultados para efectos de análisis regional, se ha podido identificar tres variables decisivas para un buen seguimiento regional; en el caso de variables económicas, el producto interno bruto o en su defecto el empleo; si preocupa el tema social, lo relevante es el análisis del ingreso familiar y en una tendencia de más largo plazo, el índice de vejez.

Estos tres indicadores permitieron conformar grupos de regiones con determinadas características de acuerdo a su comportamiento y entregan una visión bastante más precisa de lo que fue la década en las regiones. Refuerzan la percepción de que, a pesar de que todas mejoraron respecto de su situación en 1990, la disparidad entre algunas de ellas y de todas con la Región Metropolitana de Santiago, tendió a acentuarse en la década.

Resultado que remite una vez más a la necesaria discusión acerca del país que queremos, qué estamos dispuestos a hacer para alcanzar el objetivo y en cuanto tiempo esperamos lograrlo.

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PANORAMA ECONÓMICO Y SOCIAL: LAS REGIONES DE CHILE 1990 – 2005

RESUMENLa publicación constituye la materialización de la voluntad de cooperación y complementación de dos instituciones públicas al servicio del país, el Ministerio de Planificación y el Instituto Nacional de Estadísticas. Ambos organismos tienen un convenio de colaboración desde mediados del año 2000, para desarrollar un Sistema de Estadísticas Territoriales que integre de manera coherente la información más requerida para los procesos de toma de decisión en y acerca de las regiones de Chile.Chile requiere de un Estado eficiente, ágil, que de respuestas a las necesidades de desarrollo de todos y cada uno de los sectores de su población, en todos los rincones del país. En este caso, se promueve optimizar los recursos públicos incorporando en una publicación única, lo que antes hacía cada institución por separado, pero además ampliando el espectro de información para cubrir los diversos planos de una realidad compleja.La publicación esta estructurada en una visión país - regiones cuyas principales variables de análisis durante el período 1990-2005 son:→ Ámbito demográfico: estadísticas vitales, indicadores socio demográficos, crecimiento y proyecciones poblacionales con énfasis en el envejecimiento acelerado de la población nacional y regional.→ Ámbito social: gasto social, indicadores educacionales, capital humano, pobreza, ingresos según grupos poblacionales y detección de territorios carenciados (basado en metodología Necesidades Básicas Insatisfechas, NBI)→ Ámbito económico: Índice de Competitividad Regional (ICR), Producto Interno Bruto, empleo, calidad del empleo (en base CASEN), exportaciones, inversión pública y DL 600.

ABSTRACTThis publication is the result of the cooperation of two public institutions, the Ministry of Planning and the National Institute of Statistics. These organisms have a collaboration agreement since the year 2000, to develop a system of territorial statistics that integrates the information required for the decision taking process in or about regions in Chile in a meaningful way.Chile requires an efficient and agile government that answer the development requirements from all sectors of the citizens all over the country. In this case, the purpose is the optimization of public resources, incorporating in a single publication facts and figures that each institution used to do on their own, and moreover, widening the scope of information to cover other aspects of a complex reality.The publication is focused from a country-region point of view, and the main variables analyzed, for the period 1990-2005 are:● Demographics: vital statistics, socio-demographic indicators, population growth and projections with emphasis in the accelerated aging of national and regional populations.● Social: social expenditure, educational indicators, human capital, poverty, income by population group and detection of needy territories (based on the Basic Unfulfilled Needs methodology)● Economics: Regional Competitiveness Index (RCI). Gross domestic Product, employment, employment quality (based on CASEN), exports, public investment and DL 600.

El 2002 se realizó el XVI Censo Nacional de Población y VII de Vivienda, que dentro de sus principales resultados de tendencia corroboró el proceso de

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transición demográfica que experimenta nuestro país, hacia una población más envejecida, mucho más acelerado que el observado en las economías desarrolladas. También se aprecia un incremento sustancial en la esperanza de vida de la población, lo que avizora interesantes desafíos en el plano de la previsión social y demandas de servicios públicos. Igualmente, nuestro país ha sido el único país latinoamericano que en los compromisos del milenio ha logrado reducir las tasas de pobreza e indigencia.

En el ámbito de la inserción internacional y los desafíos impuestos por los acuerdos comerciales firmados, se abrieron nuevos requerimientos posibles de dimensionar gracias a la abundancia de estadísticas de nivel regional y local que las diferentes instituciones se han esforzado en sistematizar estos últimos años.

Es así como, estrechamente relacionado con la competitividad e inserción internacional exitosa, surge la evaluación sobre las características y disponibilidad de capital humano con que cuenta el país, la infraestructura de transporte y telecomunicaciones, el estado de la innovación e investigación y desarrollo; la calidad de la educación y el aprendizaje de los jóvenes en la enseñanza formal, sólo por poner algunos ejemplos.

Las mediciones internacionales dan cuenta del esfuerzo realizado en el quinquenio 2000-2005 al permitir a nuestro país ocupar los primeros lugares, si no el primero, en relación al resto de las economías latinoamericanas, sin embargo, aún muestra una distancia sideral si se le compara con las economías líderes en cada uno de los item, lo que es un aliciente para seguir realizando el mejor esfuerzo en esta línea.

No obstante, estos buenos resultados no se han repartido en forma equitativa entre personas y territorios. La desigualdad en la distribución del ingreso, a pesar del gran esfuerzo realizado en la focalización e incremento de los subsidios monetarios no es suficiente, ello porque el ingreso autónomo de las familias más pobres es relativamente bajo y creció a tasas modestas en todo el período; de aquí que se perciba a la educación como la variable que puede hacer la diferencia en este aspecto.

En síntesis, es efectivo que ha habido avances importantes en el ámbito social, que han contribuido a superar los déficit de períodos anteriores; sin embargo, en términos prospectivos y estratégicos los desafíos que se presentan en el orden de lograr un desarrollo más equitativo social y territorial enfatizan en las políticas orientadas al ámbito productivo, con fuerza de trabajo de mayor calificación y también modernización del aparato productivo, en particular en el sector de la mediana y pequeña empresa.

En este contexto se analiza, desde la perspectiva nacional – regional la evolución de diferentes indicadores en tres dimensiones, a saber, Población y Desarrollo, Panorama Económico y Panorama Social, recogiendo aspectos de la década 1990 – 1999 enfatizando en los cambios del quinquenio 2000 – 2005.

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Población y DesarrolloConsiderando los dos últimos censos, entre 1992 y 2002 la población de Chile creció a una tasa promedio anual de 1,2 personas por cada cien habitantes. Durante el decenio anterior, es decir, entre 1982 y 1992, la tasa promedio anual fue de 1,6, confirmándose el menor crecimiento. En cifras absolutas, el país pasó de 13.348.401 a 15.116.435, lo que representa un aumento de 1.768.034 personas en los últimos 10 años. La disminución del ritmo de crecimiento de la población ubica a Chile, al empezar el siglo XXI, entre los cuatro países de menor crecimiento de América Latina.

Durante la década 1992-2002, la edad media de la población chilena se incrementó en 2,79 años, pasando de 29,32 años a 32,12 años, entre los años extremos del período. Este incremento en la edad media de la población ratifica el envejecimiento paulatino que se ha estado observando en nuestra sociedad.

En cuanto a género, tanto hombres como mujeres incrementaron en alrededor de 2,8 años su edad media, pero manteniéndose la tendencia de mayor longevidad para las mujeres respecto de los hombres. Según datos censales del 2002, las mujeres alcanzaron una edad media de 32,93 años y los hombres de 31,28 años.

Otra manera de observar este proceso de transición demográfica es mediante el Índice de Vejez. Durante 1992 había aproximadamente 22,32 personas mayores de 60 años por cada cien menores de 15. Transcurrido una década, esta relación se ha incrementado en 8,9 puntos porcentuales alcanzando un valor de 31,30 personas mayores de 60 años por cada cien menores de 15.

Reducciones en la fecundidad como en mortalidad son factores que permiten explicar las tendencias del crecimiento y la evolución por estructura de edad. Mientras en 1992, el número medio de hijos por mujer a nivel nacional fue de 2,39, en 2002 fue de 2,26.

Panorama EconómicoEn la década 1990-1999 el producto bruto regionalizado creció a una tasa promedio anual del 5,04% marcado por un primer quinquenio de pujante actividad económica, para a fines de 1998 dar inicio a un período de lento crecimiento como consecuencia de la recesión originada en la crisis asiática de 1998 y los posteriores ajustes de gasto interno del año 1999, lo que tiene como consecuencia una lenta recuperación a partir del año 2000. Este fenómeno se traduce en impactos diferenciados en el crecimiento de las regiones del país.

Si bien la recesión internacional tardó en afectar el dinamismo regional, cuando ya inició su impacto entre fines de 1999 y el 2000, hasta el 2003, último año de cifras disponibles, sólo algunas regiones habían alcanzado a recuperar las tasas de crecimiento de los quinquenios anteriores, lo que demuestra una lenta capacidad de recuperación de las economías regionales. Por tanto, y atendiendo a las últimas cifras globales del crecimiento de la economía alrededor del 6% en 2005, la recuperación tomó alrededor de tres años en promedio para asumir los efectos del impacto 98 – 99.

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Otro elemento interesante de destacar es el comportamiento del producto según ramas de actividad económica. En este aspecto se observa que los sectores electricidad, gas y agua; transporte y comunicaciones; servicios financieros y comercio son los que alcanzaron las mayores tasas de crecimiento en el período 1990 - 1994, todos tienen como característica el ser transversales a todas las regiones y fueron el motor del crecimiento regional entre el período mencionado una vez que se consolidaron las principales decisiones de inversión y la extensión de los servicios financieros a todo el país.

Otro indicador de uso reciente es el Índice de Competitividad Regional ICR, conceptualizado como un indicador global que procura mostrar la capacidad y potencial del sistema económico regional para generar y mantener en forma sostenida un crecimiento del ingreso per cápita de sus habitantes.

El índice es un algoritmo que procura dar cuenta de siete factores considerados estratégicos o clave en la determinación de la competitividad de un territorio, todos ellos con la misma ponderación o importancia en la determinación del indicador. A saber: resultados económicos, estructura empresarial, situación de las personas, dotación de infraestructura, base de recursos naturales, desempeño de su sector gobierno a nivel regional y comunal, y acceso o nivel de innovación, ciencia y tecnología.

En tanto en relación al empleo, en el país, los puestos de trabajo se incrementaron en un 18,2% en el decenio, lo que equivale a la creación de aproximadamente 805.000 plazas de trabajo.

Otro elemento que aporta en forma importante a dimensionar los desafíos que presenta la competitividad para una inserción internacional exitosa dice relación con la calidad de la fuerza de trabajo disponible. Para ello, una primera aproximación la entrega los resultados de los censos de población, que entre sus múltiples preguntas hace referencia a la escolaridad de la población nacional.

En la década aumentó la escolaridad de la población en al menos un año y fracción y la tendencia muestra que las posiciones relativas de las regiones y comunas no se ven alteradas, como tampoco la superioridad en escolaridad que exhibe la población de las áreas urbanas en detrimento de las áreas rurales.

En la década 1990-1999, las exportaciones crecieron a una tasa promedio anual del 6,2%, marcadas por el primer quinquenio de gran actividad, 5,9% de crecimiento promedio anual entre 1990 y 1994, para descender abruptamente a un –0,4% en el quinquenio 1995 – 1995 producto de la crisis asiática.

A partir del quinquenio 2000 la inversión materializada se empieza a diversificar para incorporar con fuerza a los sectores servicios, transporte y almacenamiento y electricidad gas y agua. Los dos primeros, por ser de carácter transversal afectan en forma positiva dinamizando a todas las regiones. No obstante, dado el descenso de la inversión en proyectos mineros se observa que en este quinquenio el crecimiento de la inversión fue menos dinámico, 13,3%, en comparación al período anterior y sus correspondientes subperíodos.

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La inversión pública efectiva en el territorio creció en la década 1990 – 1999 a una tasa promedio anual del 9,34%, concentrándose su máximo crecimiento en el quinquenio 1990 – 1994 con una tasa promedio del 17,47%, ya que en el quinquenio siguiente, producto del ajuste del gasto interno ésta se redujo a un crecimiento del orden del 0,7%.

A partir de 1990 se fortaleció sustancialmente la política social, reorientándola a mejorar la cobertura, calidad y equidad de los servicios sociales básicos y priorizando los programas de inversión social por sobre los asistenciales y, al mismo tiempo, aumentando los recursos destinados a la acción pública social. Así, el Gasto Público Social fluctúa entre $2.802.316 millones y $8.052.848 millones correspondientes a los años 1990 y 2004, respectivamente lo que significa un crecimiento en el período de 187,36%, con crecimiento promedio anual de 7,75%.

Entre 1990 y 2004, aumentó el gasto público en todos los sectores sociales, observándose que gran parte de estos recursos se orientó al sector previsión, manteniendo una participación relativa, en descenso entre 1990 y 2004, para situarse sobre el total del gasto social del orden del 40%, seguido por el sector vivienda con 25,7%, que aumenta su participación entre 1990 y 2004 y educación que sigue igual comportamiento para situarse en un 20,2% en el año 2004. Salud y otros sectores no superan el 10% de participación en esta estructura en cualquiera de los años.

En relación a la evolución en la tasa de pobreza al analizar la Encuesta CASEN, se observa que durante todo el período tanto la indigencia como la pobreza no indigente presentó un descenso sostenido En efecto, en 1990 en el país existían 4.968.302 pobres, de los cuales 1.674.736 vivían en condiciones de indigencia. En términos porcentuales, esto significaba que la población pobre alcanzaba al 38,6% de los habitantes del país y de esos los indigentes correspondían al 13,0% de la población nacional.

Es relevante considerar que los niveles de pobreza e indigencia a nivel nacional esconden diferencias en las regiones y al interior de éstas. En consecuencia, y tomando en cuenta la elevada concentración poblacional del país en determinadas regiones, se hace conveniente desarrollar un análisis desagregado de la incidencia de la pobreza e indigencia por regiones.

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ÁMBITO ECONÓMICO

►Brechas de capital humano en Chile► Perfil del capital humano en el territorio

►Impacto del desarrollo exportador sobre la actividad económica: Un análisis nacional / regional, 1996-2004

► Impacto de los nuevos acuerdos comerciales en regiones, aspectos metodológicos y conclusiones

► Empalme series de PIB regionales, 1960-2001, base 1996► Análisis de la ocupación según censo 1992 y 2002 por regiones y

Sectores económicos► Análisis interregional de las fuentes de cambio en la demanda de empleo

►Requerimientos de Capital Humano en sectores productivos en elmarco de la Protección Social

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BRECHAS DE CAPITAL HUMANO EN CHILE

RESUMENEn este trabajo, se intenta mostrar las brechas de capital humano existentes entre las diversas regiones del país, así como poner en evidencia que existe una diversidad de factores que explican esta situación. Para ello se utilizó un indicador construido en base a ingresos, experiencia y escolaridad que incorpora la valoración que le hace el mercado al capital humano, pudiendo éste dividirse en diversos componentes. Asimismo, esta metodología permite medir y valorizar la experiencia, lo que no permiten otras metodologías de estimación del capital humano como son el gasto o inversión en educación, o el uso de los años de escolaridad. Para el análisis se utilizó las encuestas CASEN 1990 y la última disponible, a la fecha de este documento, es decir la CASEN 2003.

ABSTRACTThis paper intends to show the gaps in human capital extant between the regions, as well as exposing the existence of a variety of factors that explain this situation.To this purpose, an indicator based on income, experience and years of schooling is used. The market valuation of human capital is included, considering its different components. Moreover, this methodology allows the measure and valuation of experience, which is not possible with other methodologies such as the expenditure or the investment in education, or the years of schooling.The analysis uses the National Characterization Socio-Economic Survey (CASEN) of 1990 and 2003.

Existe en la actualidad un amplio consenso de que el capital humano es un generador del desarrollo de los pueblos y, en gran medida, es tan o más importante que otros recursos como el capital físico o los recursos naturales. Es por ello que su análisis puede ayudar a entender el por qué de los diferenciales de desarrollo de los diversos territorios.

En este trabajo, se intenta mostrar las brechas de capital humano existentes entre las regiones del país, así como poner en evidencia que existe una diversidad de factores que podrían explicar esta situación.

Para la realización de este trabajo, existen algunos antecedentes que vale la pena mencionar. En 1997, Mulligan y Sala-i-Martin propusieron en su paper “A Labor-income measure of the value of human capital” una metodología para estimar el capital humano que incorpora las variables de ingreso, educación y experiencia, tema que retomaron en otro escrito en el año 2000. Lo interesante de los aportes que realizaron, es que generaron un indicador que incorpora la valoración que hace el mercado al capital humano, pudiendo éste dividirse en diversos componentes. Asimismo, esta metodología permite medir y valorizar la experiencia, lo que no permiten otras metodologías de estimación del capital humano como son el gasto o inversión en educación, o el uso de los años de escolaridad.

En el año 2002, los economistas españoles Serrano y Pastor, adaptaron dicha metodología para realizar una estimación del capital humano en España.

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En el año 2004, Adela Cerón, Reinhard Friedmann y Andrés González, del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), en un estudio que realizaron para Mideplan, se basaron en dicha metodología para realizar una estimación del capital humano en las distintas regiones de Chile.

Debido a lo interesante que es esta metodología, en este trabajo se profundizará el mencionado estudio, aplicándolo con los datos obtenidos en la CASEN 2003. De esta manera se tratará de determinar las brechas de capital humano existentes en las regiones y de desagregarlas para entender mejor esta realidad.

En este trabajo, primero se verá el capital humano en su manera más tradicional, es decir entendido como escolaridad o años de estudios, para luego abordarlo con la metodología mencionada anteriormente.

Años de EscolaridadTradicionalmente se suele medir el stock del capital humano usando los años de escolaridad de una persona y el nivel da capital humano de un territorio como el promedio de la escolaridad de su población. A continuación se mostrará dicha información para la población total y para la población que trabaja por una remuneración.

Años de Escolaridad por Región. Población mayor de 15 años (en años)

Región 1990 2003 Variación 1990-2003

2003Mayores de 25

añosI 10,0 10,8 7,9% 10,6II 9,8 10,9 11,8% 10,8III 8,9 9,6 8,1% 9,2IV 8,5 9,7 14,4% 9,3V 9,3 10,3 11,0% 10,1VI 8,0 9,1 13,0% 8,6VII 7,5 8,7 16,4% 8,1VIII 8,3 9,5 15,2% 9,1IX 7,8 9,1 16,0% 8,4X 7,8 9,0 15,2% 8,5XI 7,8 9,0 15,3% 8,6XII 8,8 10,2 15,2% 9,9

R.M. 9,9 11,0 11,0% 10,8Total 9,0 10,2 12,5% 9,8

Fuente: Cálculos propios en base a Casen 1990 y 2003. Mideplan.

La diferencia en las tasas de crecimiento de la escolaridad de las regiones del país para los mayores de 15 años, favoreció principalmente a aquellas con menor escolaridad, de manera tal que la brecha entre las regiones con menor escolaridad y aquellas con mayores años de estudio se acortó en el periodo analizado, como se observa en el cuadro. Ello quiere decir que hubo un proceso de convergencia en el lapso analizado.

Capital Humano ProductivoAunque habitualmente se suele usar los años de escolaridad como un indicador que se asimila al capital humano, esta variable es insuficiente.

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Esto se debe a que el capital humano incorpora otras características que no quedan registrados en un diploma:→ No es lo mismo una persona que termina su periodo escolar con un promedio 7,0 que otra con un promedio 4,0.→ No es el mismo el aporte a la producción de una persona que tiene un doctorado en ciencias de la ingeniería, que otra que lo tiene en filosofía.→ No es lo mismo alguien que se graduó en una universidad renombrada en un país desarrollado que otro que lo hizo en una universidad de poco prestigio en un país en vía de desarrollo.→ No es lo mismo, una persona con 12 años de escolaridad sin ninguna experiencia laboral que otra con la misma escolaridad y con 8 años en el mercado laboral.

Estas diferencias como otras - características de salud, familiares, de adaptabilidad, de liderazgo - no pueden ser plenamente detectadas al analizar los años de escolaridad. Es por ello que a continuación se propone trabajar con el concepto de Capital Humano Productivo. Se destacará como ha evolucionado el Capital Humano Productivo, para ver si ha habido cambios significativos o importantes en los últimos años. Para ello se comparará algunos resultados obtenidos en la encuesta CASEN de 1990 con los de la CASEN 2003.

Evolución de Número de Trabajadores por Región Mayores de 15 años

Región1990 2003

Número de Trabajadores % del Total Número de

Trabajadores % del TotalVariación

I 108.409 2,5% 158.680 2,8% 46%

II 127.807 3,0% 179.149 3,1% 40%

III 71.296 1,6% 89.451 1,6% 25%

IV 152.016 3,5% 219.552 3,8% 44%

V 402.682 9,3% 562.016 9,8% 40%

VI 216.245 5,0% 299.697 5,2% 39%

VII 259.896 6,0% 334.667 5,8% 29%

VIII 514.609 11,9% 616.298 10,7% 20%

IX 218.021 5,0% 264.288 4,6% 21%

X 298.000 6,9% 368.878 6,4% 24%

XI 22.951 0,5% 35.171 0,6% 53%

XII 45.349 1,0% 57.466 1,0% 27%

R.M. 1.888.895 43,7% 2.576.522 44,7% 36%

Total 4.326.176 100,0% 5.761.835 100,0% 33%

Fuente: Cálculos propios en base a Casen 1990 y 2003. Mideplan.

Entre 1990 y 2003, el número de trabajadores aumentó en 33%, pasando de 4,3 millones a 5,8 millones impulsado principalmente por el incremento superior a la media en prácticamente todas las regiones desde O’Higgins al norte. En la zona

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sur desde la VII región hasta la XII todas crecieron en porcentaje inferior a la media con excepción de la XI región.

Evolución del Capital Humano Productivo per Cápita, por ZonaLa evolución por zonas urbanas y rurales presenta un diferencial importantísimo. Mientras que la zona urbana aumentó su per cápita de 9,6 a 15, 5 trabajadores equivalentes, es decir un incremento de 61%, en la zona rural, la variable se incrementó de 7,4 a 8,1 trabajadores equivalentes, es decir 9,5%. Como consecuencia de este diferencial de incremento, la brecha entre ambas zonas aumentó de 30% en 1990 a 91% en 2003.

Evolución del Capital Humano Productivo per Cápita, por Zona (Número de Trabajadores Equivalentes)

Zona Capital Humano per Cápita 1990

Capital Humano per Cápita 2003 Variación

Urbano 9,6 15,5 61%

Rural 7,4 8,1 9%

Total 9,3 14,7 58%

Fuente: Cálculos propios en base a Casen 1990 y 2003. Mideplan.

Estructura ProductivaLa estructura productiva también influye en la repartición del capital humano. En efecto, algunos sectores económicos son más intensivos en Capital Humano Productivo que otros. Así el sector Financiero, con 27,9 trabajadores equivalentes es el que más demanda que sus trabajadores tengan altos niveles de capital humano, seguido por el sector minero, con 20,8. Por el contrario, el sector Agricultura, Caza y Silvicultura es el menos exigente, seguido por los Servicios Comunales y Sociales, con 8,5 y 13,6 trabajadores equivalentes, respectivamente.

Al separar el Capital Humano Productivo en sus componentes Educación y Experiencia, constatamos, que el sector Financiero no sólo es el más intensivo en capital humano, sino que es el que más demanda capital humano educación. En tanto, el sector que menos valora la educación y más la experiencia es el sector que a su vez es menos intensivo en capital humano, como es el sector Agrícola.

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Distribución por Tipo y por Actividad Económica del Capital Humano Productivo (Número de Trabajadores Equivalentes, 2003)

RegiónCapital

Humano per Cápita 2003

Capital Humano per

Cápita Educación

Capital Humano per cápita

Experiencia

Capital Humano

Educación / Total

Capital Humano Experiencia /

Total

Act. No Bien Especificadas 30,8 13,6 17,2 44,1% 55,9%

Agric. Caza Silvicultura 8,5 2,8 5,7 32,8% 67,2%

Explotación Minas Y Canteras 20,8 8,6 12,2 41,5% 58,5%

Ind. Manufactureras 14,8 5,8 8,9 39,5% 60,5%

Electricidad Gas Y Agua 16,8 7,7 9,1 46,0% 54,0%

Construcción 15,1 5,8 9,3 38,5% 61,5%

Comercio Mayor/Menor Rest. Hoteles

13,9 5,7 8,2 40,8% 59,2%

Transporte Y Comunicaciones 15,9 6,2 9,7 38,9% 61,1%

Establecimientos Financieros Seguros

27,9 13,1 14,8 47,0% 53,0%

Servicios Comunales Sociales

13,6 6,0 7,6 44,3% 55,7%

Total 14,7 6,1 8,6 41,5% 58,5%

Fuente: Cálculos propios en base a Casen 2003. Mideplan.

MetodologíaMulligan y Sala-i-Martin (1997) trabajan con el supuesto de que toda persona a través de la experiencia y del estudio va adquiriendo capital humano, y que las empresas pagan un salario que retribuye la productividad de cada trabajador. Asimismo, la productividad de cada trabajador depende de la dotación de capital humano de éste, y si la educación recibida y la experiencia adquirida son plenamente utilizables en el mercado, éste lo premiará con una mayor retribución salarial. Es debido a ello que Mulligan y Sala-i-Martin proponen construir un indicador mixto basado en educación, experiencia y salarios.

Para eliminar la incidencia de variables como la evolución de los salarios en el tiempo y el espacio debido a los montos de capital físico y niveles de tecnología, se dividió el salario de cada persona por el salario de un zero skill worker (ZSW), es decir, un trabajador sin educación ni experiencia, que sería la persona menos influida por la educación recibida. Este trabajador hace de numerario, permitiendo realizar comparaciones en término de “numero de trabajadores equivalentes no calificados”.

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ExperienciaDebido a lo anterior, se puede anticipar que el diferencial de capital humano entre las regiones se atenuaría si y sólo si disminuyen las diferenciales en las variables mencionadas, lo que no se vislumbra en el corto plazo, en gran parte debido a que no se percibe un brusco cambio en la estructura productiva de las regiones. Asimismo, surgen interrogantes que futuros estudios podrían aclarar: ¿Las desiguales distribuciones de capital humano se ven influidas por las estructuras productivas o son las estructuras productivas las que se ven afectadas por las brechas de capital humano? ¿O es una retroalimentación de ambas realidades? ¿El diferencial de capital humano per cápita entre hombres y mujeres se está achicando con el tiempo o no se vislumbra una disminución de la brecha?

Es importante también destacar que en todas las regiones el capital humano per cápita de la población que trabaja es mayor que el de la que no trabaja, siendo ello coherente con la teoría.

ConclusionesAl analizar la distribución del capital humano en el territorio, se constata que éste no se distribuye de manera uniforme a nivel regional. Ello se debe más a los niveles de capital humano de cada uno de los trabajadores que a la distribución territorial de estos, ya que ésta última es más igualitaria que los niveles de capital humano de cada una de las regiones.

Esta desigual distribución se explica por diferentes brechas que se destacaron en este trabajo como son la edad, lo niveles de escolaridad, la experiencia, el sexo, el porcentaje de población que vive en zonas urbanas o rurales, y la estructura productiva de los territorios.

En efecto, los niveles de capital humano van aumentando con la edad, hasta llegar a un máximo en el tramo 50-54 años. Sin embargo esta brecha etaria estaría principalmente explicada por el aporte que hace la experiencia al capital humano más que la educación.

Con respecto al género, en este trabajo se observa que en todos los tramos de edad los niveles per cápita de capital humano productivo son mayores en los hombres que en las mujeres, y se incrementa la brecha con los años. Lo mismo sucede con la población que vive en las zonas rurales y urbanas, donde estos últimos claramente acumulan un mayor stock de capital humano con los años, lo que significa un incremento de la brecha a medida que aumenta la edad de los trabajadores.

Por otra parte, a contraste con la escolaridad, en que la brecha ha disminuido entre 1990 y 2003, el capital humano productivo no manifiesta una disminución de diferencial entre el lapso señalado, aunque tampoco se aprecia un aumento. Esta falta de convergencia entre regiones tampoco se da en el Capital Humano Educación ni en el Capital Humano.

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PERFIL DEL CAPITAL HUMANO EN EL TERRITORIO

RESUMENPermite caracterizar con mayor detalle aquellas partes del territorio que requieren modificar las características de su capital humano, en la perspectiva de generar un mayor crecimiento y desarrollo socioeconómico.El trabajo se aborda siempre con la mirada territorial respecto a un análisis territorial intercensal de la fuerza de trabajo, así como las brechas que se generan respecto a la escolaridad obligatoria y niveles socioeconómicos y una metodología sobre la determinación de los niveles socioeconómicos.Considerando que la base de información de este estudio fueron los Censos de Población y Vivienda de los años 1992 y 2002, y que el objetivo de éste es determinar el Perfil del Capital Humano en el Territorio, se ha optado por aproximarse a su medición a través de la variable educacional, específicamente años promedios de escolaridad.

ABSTRACTThe purpose of this work is to identify parts of the Chilean territory that requires modifications in their human capital, with the goal of generating a bigger growth and socioeconomic development.The analysis is from a territorial point of view of the workforce between two censuses, as well as the gaps in compulsory education and socioeconomic levels.Insofar as the data for this study were the population and housing censuses for the years 1992 and 2002, and as the objective is to determine the profile of human capital in the territory, the option of approaching its measure through the schooling variable has been taken, using the average years of schooling.

En Chile, los estudios sobre capital humano son escasos y en muchos de ellos no se hace explícito el concepto tratado. De esta forma encontramos estudios que se centran en establecer una relación entre la acumulación de capital humano y el crecimiento económico de Chile en comparación con otros países, pero sin llegar al planteamiento de modelos econométricos, como aquellos que profundizan los más diversos aspectos de la educación en su ámbito formal.

Este estudio está orientado a comparar el estado del capital humano en Chile respecto del concierto internacional, y por lo tanto la forma empleada para caracterizar el capital humano, deriva en conclusiones que sólo tendrían validez en ese contexto y escala.

La formación de Capital Humano viene a ser un elemento esencial tanto en la renovación del stock de Capital Humano, como en su acumulación. Si se entiende como la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades en el sistema formal de educación o capacitación, debemos considerar a lo menos dos aspectos que se tornan relevantes a la hora de evaluar las características del Capital Humano en formación: la cobertura, y la calidad.

Dado que en la nueva economía el conocimiento se renueva cada vez más velozmente, se hace necesario que las personas “actualicen” o pongan al día sus conocimientos, para que su Capital Humano no se deprecie.

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Desde una perspectiva de las poblaciones, el Capital Humano no sólo se deprecia por efecto de los cambios de paradigmas tecnológicos, o por la generación de nuevos conocimientos, sino también por el sólo hecho del envejecimiento de la población que es una pérdida de Capital Humano. En ese sentido, la cobertura resulta un elemento clave para la renovación del Capital Humano.

Sin embargo, un elemento de gran relevancia lo constituye la calidad de la formación.

Diversos estudios indican que personas con los mismos niveles educacionales, pero con distintas calidades en su educación, terminan por ser valorados en forma distinta.

Este trabajo presenta la situación del capital humano del país a partir del análisis de la escolaridad media de la población y su evolución en la década 1992 –2002, con base en los resultados censales de ambos períodos.

Escolaridad media de la población según sexo y zona. Censo 2002Regiones sexo zona

hombre mujer total urbano ruralTarapacá 10,3 10,0 10,1 10,2 8,9Antofagasta 10,4 10,0 10,2 10,2 9,3Atacama 9,5 9,3 9,4 9,5 8,0Coquimbo 9,2 9,1 9,1 9,6 7,4Valparaíso 9,8 9,6 9,7 9,9 8,1Libertador General Bernardo O'Higgins 8,8 8,8 8,8 9,3 7,6Del Maule 8,4 8,5 8,5 9,2 7,0Del Biobío 9,1 9,0 9,1 9,5 6,9La Araucanía 8,7 8,5 8,6 9,4 6,9Los Lagos 8,7 8,5 8,6 9,2 7,1Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo 8,9 8,8 8,8 9,2 7,5Magallanes y de La Antártica Chilena 10,0 9,6 9,8 9,8 9,3Metropolitana de Santiago 10,2 9,8 10,0 10,0 8,7Chile 9,6 9,4 9,5 9,8 7,4Fuente: Estudio “Perfil del Capital Humano en el territorio”. Censos 1992 y 2002. Mideplan. Abril 2005.

El censo permite identificar dos indicadores, la tasa de analfabetismo y los años medios de escolaridad. Se decidió utilizar este último indicador, en atención a la promulgación el 7 de mayo del 2003, de la Reforma Constitucional que establece la enseñanza media obligatoria y gratuita, entregando al Estado la responsabilidad de garantizar el acceso a este nivel educacional para todos los chilenos hasta los 21 años de edad, y porque ya las exigencias de contratación laboral mostraban como una condición mínima deseable, el disponer de enseñanza media completa para poder optar a los puestos de trabajo.

Considerando que hay dos tiempos, la situación presente permite revisar la fuerza de trabajo con que hoy contamos y que es consecuencia de las decisiones adoptadas años atrás, y el otro tiempo, representado por el futuro, donde las decisiones de intervención pueden ser radicalmente distintas a las que hoy día se observan. En esta primera etapa, se optó por identificar la brecha de escolaridad obligatoria que según censo 2002 separa hoy día a la población activa de este requerimiento, considerando que existen márgenes de acción específica asociados a la caracterización que de ella se realice.

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Fuerza de trabajo y años medios de estudios

Regiones Fuerza de trabajo Años medios de estudios

1992 2002 1992 2002Tarapacá 121.283 167.872 10,15 11,25Antofagasta 136.982 197.251 10,30 11,41Atacama 78.275 96.039 9,25 10,58Coquimbo 162.174 212.726 8,81 10,26Valparaíso 457.902 583.966 9,73 10,87Libertador General Bernardo O'Higgins 240.661 291.412 8,29 9,78Del Maule 283.804 334.641 7,88 9,27Del Biobío 548.492 642.378 9,01 10,36La Araucanía 236.400 286.859 8,40 9,81Los Lagos 314.609 393.442 8,21 9,59Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo 29.874 38.826 8,40 9,69Magallanes y de La Antártica Chilena 54.875 65.277 9,92 10,85Metropolitana de Santiago 1.956.687 2.566.460 10,08 11,16Chile 4.622.018 5.877.149 9,42 10,65Fuente: Estudio “Perfil del Capital Humano en el territorio”. Censos 1992 y 2002. Mideplan. Abril 2005.

Para ello se revisa la situación de escolaridad nacional y regional de toda la población según zona, sexo y tramo de edad, con el fin de identificar los órdenes de magnitud entre los cuales se mueve la brecha. Posteriormente se revisa específicamente la situación de la fuerza de trabajo y su evolución en la década intercensal 1992 – 2002, para finalmente dimensionar las brechas de escolaridad 2002 de la fuerza de trabajo desde las distintas categorías en que ella se pueda agrupar, lo que permite identificar líneas de acción específicas y la magnitud del esfuerzo que se debería realizar dependiendo de la opción(es) elegida(s).

Numerosos estudios demuestran que el capital humano de un individuo no sólo es función de la enseñanza formal recibida, experiencia y tipo de trabajo, sino también de otros factores que aluden al entorno familiar, herencia, lugar de origen, y otros para los cuales hoy en día el desafío es encontrar los indicadores que permitan evaluar su impacto en el desarrollo del capital humano y la búsqueda de un modelo lo bastante poderoso como para incorporar de manera consistente y cuantitativa estas variables explicativas.

Hecho este alcance y dada la disponibilidad de información de carácter comparable y regional, se optó por identificar la brecha regional respecto de la exigencia mínima establecida de 12 años de escolaridad. Vale destacar que, como lo han demostrado los resultados en las pruebas internacionales a que se ha sometido el país en estos últimos años, no hay una relación directa entre años de escolaridad y calidad de la misma. Sin embargo, es una exigencia que se deberá cumplir al momento de incorporarse al mercado del trabajo, considerando que formalmente ya lo es en diferentes actividades.

En cuanto tramo de edad, en el Censo 2002 se observa una diferencia importante entre generaciones. En todas las regiones los más jóvenes presentan años de escolaridad superiores a los adultos, y mayores brechas a medida que se van incrementando los años de edad.

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Brecha de escolaridad de la fuerza de trabajo según tramo de edad quinquenal.

0,0

0,5

1,0

1,5

2,0

2,5

3,0

3,5

4,0

País 2,35 0,96 0,24 0,54 1,12 1,36 1,57 2,17 2,89 3,64 3,77 3,47 3,28 2,31

15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 75-7980 y mas

Para efectos de política cabe hacer la reflexión, si se considera la distribución de la escolaridad de la población por tramos de edad quinquenal, cuán valedero es concentrar el esfuerzo en asegurar los 12 años de escolaridad de toda la fuerza de trabajo o sólo asegurarla en los quinquenios más jóvenes. Pareciera que, en los grupos de mayor edad, valorando la experiencia acumulada en los años de trabajo, resulta aconsejable concentrar el esfuerzo en promover capacidades para el desarrollo de actividades específicas.

Según nivel socio económico, el grupo de población que se ubica en el estrato E, que corresponde al más carenciado según esta metodología, requeriría en promedio incrementar sus años de estudio en 5,52 años para contar con la escolaridad obligatoria de 12 años y el grupo D requeriría aumentar su escolaridad en promedio en 2,63 años para alcanzar los 12 años de enseñanza media completa. En cambio, el grupo ABC1 supera en 3,05 años los 12 años de enseñanza obligatoria y el grupo C2 cuenta con 1,56 años de estudios por sobre la exigencia. Finalmente, el grupo C2 está levemente bajo la brecha en 0,22 años, pero también es el que puede llegar a ser más afectado si se considera que por estar en la media de la población, frecuentemente no es sujeto de políticas específicas, dada la dificultad de categorizarlo y por ende focalizar la acción en ellos.

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Brecha de Escolaridad obligatoria de la población mayor de 15 años según nivel socioeconómicoRegiones E D C3 C2 ABC1Tarapacá 4,84 2,02 -0,03 -1,49 -3,07Antofagasta 4,77 2,29 0,22 -1,49 -3,28Atacama 5,36 2,37 -0,02 -1,78 -3,57Coquimbo 5,46 2,44 -0,02 -1,71 -3,35Valparaíso 5,25 2,58 0,23 -1,52 -3,22O'Higgins 5,78 3,03 0,25 -1,60 -3,32Del Maule 6,08 2,95 0,13 -1,68 -3,28Del Biobío 5,34 2,20 -0,20 -1,93 -3,43La Araucanía 5,68 2,29 -0,18 -1,80 -3,21Los Lagos 5,73 2,67 0,00 -1,71 -3,19Aisén 6,33 3,08 0,11 -1,77 -3,75Magallanes 5,23 2,81 0,27 -1,56 -3,43Metropolitana 5,31 2,74 0,42 -1,45 -2,90Chile 5,52 2,63 0,22 -1,56 -3,05Fuente: Estudio “Perfil del Capital Humano en el territorio”. Censos 1992 y 2002. Mideplan. Abril 2005

Sin embargo, como se puede constatar, en todas las regiones, al año 2002 la media de la población del país no presentaba escolaridad media completa, ni en la desagregación por sexo ni tampoco en la dimensión urbano- rural.

Años medios de escolaridad según zona. Censo 1992 y 2002Regiones 1992 2002

Urbano rural Urbano ruralTarapacá 10,34 7,50 11,38 9,40Antofagasta 10,39 8,50 11,46 10,10Atacama 9,61 6,89 10,85 8,40Coquimbo 9,75 6,56 10,85 7,95Valparaíso 10,05 6,94 11,09 8,49Libertador General Bernardo O'Higgins 9,23 6,56 10,46 8,01Del Maule 9,17 5,92 10,24 7,12Del Biobío 9,83 6,03 10,89 7,33La Araucanía 9,70 6,11 10,74 7,29Los Lagos 9,32 6,35 10,33 7,67Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo 9,29 6,56 10,16 7,87Magallanes y de La Antártica Chilena 10,16 8,37 11,00 9,50Metropolitana de Santiago 10,18 7,47 11,21 9,29Chile 9,97 6,45 11,01 7,87Fuente: Estudio “Perfil del Capital Humano en el territorio”. Censos 1992 y 2002. Mideplan. Abril 2005.

ConclusionesSe confirma el incremento generalizado de la escolaridad media de la población mayor de 15 años en la década intercensal. Sin embargo, cuando la revisión se realiza por regiones y diferentes desagregaciones de la información, aparecen algunas diferencias que no se podrán dejar de considerar al momento de evaluar que significa, en términos de desafíos y bajo ciertas condiciones, imponer el requisito de una escolaridad mínima de 12 años.

El segundo resultado, que llama a una sustancial preocupación dice relación con la magnitud del aumento en la escolaridad observado en la década de referencia. Tenemos así que como resultado nacional, la escolaridad de la población mayor

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de 15 años según censo 1992 alcanzaba a 9,42 años, diez años después ésta se incrementó a 10,65 años según censo 2002. Como resultado, la escolaridad aumentó en 1,23 años en una década.

Hace 10 años la fuerza de trabajo del país contaba en promedio con enseñanza básica completa, hoy día, no alcanza la enseñanza media completa. Resulta entonces válido el esfuerzo de dimensionar que implica la exigencia de 12 años, considerando que como país en 10 años desde un análisis de stock, sólo fuimos capaces de aumentar la escolaridad de la población en tan sólo un año y fracción, de enseñanza.

Iniciemos entonces el esfuerzo de identificar la magnitud del desafío que se afronta desde distintas perspectivas. Considerando que lo relevante es desde hoy en adelante, el punto de referencia se ubicará en la situación censal 2002.

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IMPACTO DEL DESARROLLO EXPORTADOR SOBRE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA: UN ANÁLISIS NACIONAL / REGIONAL PARA EL PERIODO 1996-2004.

RESUMENEn este estudio se busca mejorar el conocimiento del funcionamiento de las economías regionales y cuantificar la contribución del desarrollo exportador al crecimiento económico de las regiones durante el periodo 1996-2004. Para ello se aplican técnicas insumo-producto y se aprovecha la disponibilidad de bases de datos de matrices insumo-producto regionales con base en el año 1996, elaboradas preliminarmente por el INE y completadas por MIDEPLAN de modo que fuera factible de utilizar con fines de aplicación de técnicas insumo-producto. A continuación se intenta abordar una de las dimensiones del funcionamiento de las economías regionales y que dice relación, precisamente, con una de las políticas más exitosas y que lleva ya bastante tiempo implementándose y expandiéndose. Esto es, la de integración a la economía mundial en distintas esferas, facilitando y promoviendo el intercambio comercial de bienes y servicios.

ABSTRACTThis paper deals with the functioning of regional economies and measuring the contribution of the export sector to the regional economic growth for 1996-2004.To this purpose, input-output analysis is applied, with data from the regional input-output matrices for 1996, calculated through a preliminary work of INE, and completed by MIDEPLAN.

Aprovechando, por una parte, una de las tareas del Ministerio de Planificación, que es evaluar y hacer seguimiento al comportamiento económico y social de las regiones y, por otra, que existía la disponibilidad de una base de datos de Matrices Insumo-Producto Regionales elaborada preliminarmente por el Instituto Nacional de Estadísticas con el fin de actualizar las ponderaciones del Índice de Actividad Económica Regional (INACER), que fue completada el año 2005 mediante estimaciones complementarias por MIDEPLAN, se decide desarrollar y aplicar un modelo para aproximar una cuantificación de la contribución del desarrollo exportador al crecimiento de las actividades económicas regionales con base en información y técnicas insumo-producto.

El estudio que se expone a continuación y que busca el objetivo antes señalado abarca el periodo 1996 - 2004 y en su desarrollo se estructura en cuatro capítulos y un anexo metodológico.

El primero, orientado a describir conceptualmente los principales aspectos de la técnicas insumo-producto, muchos de los cuales se utilizan posteriormente en la aplicación, además de señalar algunos aspectos metodológicos relevantes y las fuentes de información del estudio.

El segundo capítulo se orienta a una primera aproximación del funcionamiento de las economías regionales, calculando y analizando algunos multiplicadores y coeficientes claves que se desprenden de las matrices insumo-producto regionales.

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El tercer capítulo está destinado a la cuantificación de la contribución de las exportaciones regionales al crecimiento del PIB en cada una de las regiones durante el período de estudio.

En el capítulo cuatro se presentan las principales conclusiones del estudio.

El anexo metodológico presenta en mayor detalle los componentes, expresiones y otros aspectos de las matrices insumo-producto.

Conocida es la eficacia de la matriz insumo-producto para cuantificar la interacción entre los agentes económicos, los flujos que van de sector a sector, en la generación de producto y su distribución en la demanda final. Las matrices de insumo-producto regionales dan cuenta de los mismos fenómenos, a nivel de la región y su inserción en la economía nacional. En este sentido, son factibles de implementar en las matrices regionales todas aquellas aplicaciones válidas para una matriz nacional, con la ventaja adicional de que éstas son de carácter interregional o multiregional. Se pueden incorporar en el análisis las relaciones interregionales de actividades productivas y de demanda final, a objeto de conocer de mejor manera las características de los procesos económicos que se desenvuelven en el territorio.

Siendo las exportaciones regionales uno de los componentes de la demanda final y por tratarse de un modelo dirigido por el lado de la demanda, que se considera determinada en forma exógena, es posible estimar las interrelaciones y los requerimientos de ajustes en producción en los distintos sectores al interior de la región.

Las matrices insumo-producto regionales disponibles son del tipo matriz regional, es decir, reconocen las interrelaciones de actividades productivas al interior de la región, con el resto del país y con el resto del mundo.

Dentro de las técnicas insumo-producto, el desarrollo del estudio contempla la utilización de los coeficientes técnicos interindustriales, los multiplicadores de impactos totales o de Leontief, los coeficientes de diseminación productiva y los coeficientes de relación valor agregado / valor bruto de la producción.

Los coeficientes técnicos interindustriales permiten la cuantificación de la demanda de insumos de primera vuelta (o primer encadenamiento), es decir, cuantifican los requisitos directos de ajustes en producción de los distintos sectores asociados para permitir la producción exportada.

El Multiplicador de Leontief, que es de requisitos directos e indirectos, permite la cuantificación del total de ajustes en producción que deben realizar los distintos sectores a consecuencia de los encadenamientos hacia atrás de actividades derivados de las distintas fases o etapas del proceso productivo. Ello, con el fin de que pueda ser satisfecha la demanda final por exportaciones.

El coeficiente de diseminación productiva es similar al multiplicador de Leontief, pero descuenta la unidad de demanda final y los autoinsumos. En otras palabras, identifica el efecto irradiación del cambio en la producción de un sector en

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particular con destino a demanda final sobre otras actividades productivas de la región.

Por último, el coeficiente de relación valor agregado / valor bruto de la producción permite transformar los ajustes en producción desde cifras en valor bruto a cifras en valor agregado.

Estas reflejan con mayor precisión la actividad económica que se genera y son, además, comparables con los respectivos PIB regionales.

En una lógica de modelo económico en que el desarrollo exportador es un eje central del crecimiento económico, conocer desde una perspectiva interregional la contribución de las exportaciones de cada una de las regiones al dinamismo de sus actividades constituye un tema relevante.

Las exportaciones contribuyen al crecimiento económico de las regiones, sin embargo, dependiendo del tipo de productos que se exporten, el aporte puede ser mayor o menor. En esta perspectiva, aparecen como más virtuosos aquellos productos o sectores productivos que, por una parte, generan mayor valor agregado y, por otra, presentan mayores encadenamientos productivos al interior de la región. La combinación positiva señalada permite que por similar volumen exportado se genere una mayor actividad económica en la región con los consecuentes efectos sobre el crecimiento del PIB, la generación de empleo y, finalmente el bienestar de los habitantes de la región.

El estudio se orientó a describir e interpretar el funcionamiento de las economías regionales y a cuantificar la contribución de la variación de las exportaciones entre los años 1996-2004 al crecimiento de los PIB regionales en igual período. Lo anterior no significa que a futuro el funcionamiento de las economías regionales en esta línea no puedan modificarse, ya sea por fuerzas propias del mercado o por políticas económicas específicas. Estas últimas, de producirse, deberían, de alguna manera, favorecer relativamente más a aquellas actividades más virtuosas.

Las estructuras económicas regionales son disímiles. Lo anterior se verifica por las diferencias tanto en importancia relativa de los sectores en las distintas regiones, como en la capacidad de generar actividad económica en la región que exhiben cada uno de ellos. Lo señalado se verifica a partir de los multiplicadores de actividades productivas (multiplicador de Leontief), coeficiente de diseminación productiva y coeficiente de relación valor agregado / valor bruto de la producción.

En el caso de los multiplicadores de actividades productivas y efectos de diseminación productiva claramente no sólo varían entre sectores productivos sino también para un mismo sector en distintas regiones. No obstante ello, en términos generales éstos son mayores para actividades vinculadas a la Industria Manufacturera, entre las que destacan “Alimentos, Bebidas y Tabaco” y “Resto de la Industria Manufacturera”, además de “Resto Agropecuario-Silvícola”, y en las regiones del centro-sur del país (de la Región de Valparaíso a la de Los Lagos) “Servicios de Hoteles y Restaurantes”.

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Como contrapartida, los menores efectos multiplicadores se verifican en actividades del tipo Servicios, entre las que se encuentran principalmente “Salud”, “Educación”, “Servicios Financieros y Empresariales”.

De todas maneras, a consecuencia de las significativas diferencias en los multiplicadores que exhibe un mismo sector en distintas regiones es recomendable que, para un análisis más preciso desde la perspectiva regional, se visualicen las regiones individualmente. A modo de ejemplo, el sector “Agrícola” exhibe multiplicadores sustantivamente elevados en las regiones del Bío Bío, Magallanes y de La Araucanía. Lo mismo ocurre con “Frutas” en Magallanes; “Pesca” en Bío Bío y Los Lagos; “Papel e Imprentas” en Bío Bío, el Maule y O’Higgins, y así sucesivamente.

En materia de valor agregado los resultados a nivel sectorial difieren con los presentados anteriormente. La evidencia indica que son aquellas actividades encasilladas dentro del área Servicios y que tenían un menor efecto multiplicador, las que generan mayor valor agregado por unidad producida. Como contrapartida, las actividades de la Industria Manufacturera exhiben, en general, un menor valor agregado.

Desde una perspectiva de desarrollo de las regiones, son relevantes tanto los mercados externos como internos. Si se considera que las actividades industriales y primarias son transables, el desarrollo exportador debiera enfatizar en aquellos productos de los sectores que presentan un mayor efecto multiplicador, induciendo en paralelo una mayor agregación de valor. En el caso de las actividades de Servicios por ser una parte importante de ellas no transables, resultan más relevantes en términos de mercado interno.

Cabe destacar el caso del cobre, principal producto exportado por el país y de gran relevancia en las regiones del norte de Chile y en la región de O’Higgins, presenta, en términos relativos, tanto menores multiplicadores como valor agregado.

En lo relativo a apertura de las economías regionales al resto del mundo, los mayores grados corresponden a las regiones de la minería del cobre, esto es de Tarapacá a Coquimbo y O’Higgins. Los menores grados de apertura los exhiben las regiones Metropolitana de Santiago, de La Araucanía, de Los Lagos y del Maule.

La contribución que han realizado las exportaciones al crecimiento del PIB de las regiones entre los años 1996 y 2004 difiere de manera significativa, lo que sin duda está vinculado a los grados de apertura y a las características específicas en términos de movilización de actividad que muestran los productos exportados. En este sentido, el dinamismo de las exportaciones ha sido fundamental en el crecimiento observado en las regiones de Magallanes (de no ser por las exportaciones se hubiera observado una fuerte caída en el PIB regional), Antofagasta, Tarapacá, Coquimbo y Atacama. En el caso de las regiones Metropolitana de Santiago y de La Araucanía, claramente el estímulo al crecimiento ha provenido por el mercado regional interno y/o por demanda del resto del país.

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IMPACTO DE LOS NUEVOS ACUERDOS COMERCIALES EN REGIONES, ASPECTOS METODOLÓGICOS Y CONCLUSIONESRESUMENEntre los años 2004 y 2005 se realizaron ocho estudios centrados en los efectos de los Tratados de Libre Comercio (TLC) en las regiones del Maule, O’Higgins, Bío-Bío, Araucanía, Los Lagos, Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana de Santiago, destinado al mejoramiento de la eficiencia y gestión de la inversión regionalSe resumen los principales aspectos metodológicos, así como las principales conclusiones expuestas en dichos estudios. Cada estudio cuenta con un anexo donde se presenta la lista de todos los productos específicos analizados en cada Región.Los estudios en general siguen el mismo esquema básico en su análisis, expuesto a continuación, a excepción de la Región Metropolitana, donde el análisis estuvo centrado en el efecto sobre las PYMES, utilizando la matriz de insumo producto regional para determinar grados de encadenamiento.Metodología general→ Diagnóstico de la base exportadora de la región, analizando la producción regional y las exportaciones regionales→ Análisis de los acuerdos comerciales bajo estudio→ Selección de productos a estudiar, con preferencia a productos en exportación no consolidados o con potencial futuro de exportación→Estudio de mercados de productos seleccionados, incluyendo estimación de efectos de rebajas de aranceles, barreras paraarancelarias y potenciales competidores externos.→ Análisis FODA, tanto para productos seleccionados como para la región→ Recomendaciones de políticas y programas.

ABSTRACTIn 2004 and 2005 eight studies were made, focused on the effects of the Free Trade Agreements on Maule, O’Higgins, Bio-Bio, Araucania, Los Lagos, Coquimbo, Valparaiso and Metropolitana regions.The document describes the main methodologies, as well as the results of the studies. In the annex, the specific products analyzed for each region are listed.The studies follow the same basic scheme in their analyses, except for the Metropolitana region, where an input-output analysis was used. Methodology:● Diagnosis of the regional export base, centered in regional production and exports.●Analysis of the Trade Agreements.●Selection of specific products, favoring non traditional exports.●Market research for the selected products, including estimates of tariff reductions, non tariff obstacles and potential foreign competitors.●SWOT analysis for selected items, and for the region.●Suggestions on policy and programmes.

Metodología estudio TLC Región de CoquimboEl estudio realizado en la Región de Coquimbo, si bien en la metodología practica (respecto a los pasos de la investigación) no se diferencia mayormente de los realizados en las otras regiones, si incorpora dos elementos novedosos: en primer lugar, el análisis se realiza por valle (considerando los tres valles en que se centra la actividad agrícola de la región y sus especiales características edafoclimáticas y

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culturas productivas) y, en segundo lugar en la aplicación del enfoque de competitividad sistémica al estudio.

Metodología estudio TLC Región de ValparaísoEn el estudio se procedió en primer lugar a la recopilación de la información secundaria pertinente, que incluyó la revisión completa de los tratados y acuerdos comerciales que Chile ha suscrito, el análisis de la bibliografía regional y nacional (publicaciones, estudios de universidades, análisis realizados por Fundación Chile-ODEPA-SNA, entre otros) e internacional, la recopilación y análisis de información estadística obtenida a partir de bases de datos nacionales e internacionales, etc.

En una etapa complementaria a la recopilación de información secundaria, se realizaron entrevistas a personas claves de la región del sector privado (empresas pequeñas, medianas y grandes), sector público y académico. Para esto se diseñó una pauta de entrevista cuyo fin fue recopilar la información que serviría de insumo en los análisis de las actividades posteriores.

Ambas actividades permitieron recopilar información relevante para la elaboración del diagnostico de la oferta exportadora de la región, la identificación de los impactos de los TLC, las oportunidades generadas y los desafíos.

Del análisis y diagnóstico de la oferta nacional se busca identificar empresas, productos, mercados, volúmenes y precios. Asimismo, a partir del análisis y consolidación de la información secundaria recopilada, se evalúan los impactos a priori en el empleo, la inversión, los volúmenes exportados, entre otros; como también la estructura actual de importaciones de la UE, EEUU y Corea. Finalmente se identifican productos que presenten oportunidades reales de desarrollo, con especial énfasis en aquellos productos emergentes.

Una vez realizado el diagnóstico, se procede a identificar la factibilidad de acuerdos en trámite que estén negociando países competidores de Chile. Este análisis da indicios de los cambios que pueden experimentarse en los escenarios de mediano y largo plazo y de la real ventaja competitiva chilena.

Metodología estudio TLC Región del Libertador Bernardo O’HigginsUna evaluación del potencial de desarrollo de la oferta exportable de la región del Libertador Bernardo O’Higgins supone tener en consideración cuáles serían los probables impactos que generarían los tratados de libre comercio (TLC), recientemente suscritos por Chile, en la expansión de la propia oferta exportable, pero a nivel nacional. Pues, la oferta exportable propiamente regional se ve subsumida en la nacional.

Para establecer este marco nacional de nuevas oportunidades de comercio se parte de estudios anteriores, ya realizados para la DIRECON (Dirección de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores), sobre los impactos que representaría cada acuerdo comercial para el país (Sepúlveda 2002, 2003). Una visión consolidada de los mismos, a su vez, hace posible dimensionar inicialmente el peso que podría tener la contribución de la VI Región en el

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aprovechamiento de esas nuevas oportunidades, tanto vistas globalmente para esos tratados como también para cada tipo de producto.

La aplicación de técnicas econométricas en ese tipo de estudios se ha apoyado en un método preferentemente deductivo, en el sentido que las conclusiones de lo regional se han establecido a partir de lo nacional y no a la inversa. Ahora, el análisis del presente estudio persigue avanzar en la crítica de los resultados de estudios anteriores, buscando por tanto, confrontar, revisar, corregir, enriquecer y ampliar el espectro la detección de nuevas oportunidades de comercio que se le podrían adjudicar a la VI Región, pero, esta vez, haciendo prevalecer un análisis más bien inductivo. Es decir, esto es proyectándose desde la actual oferta exportadora regional, lo mismo que desde las potencialidades y percepciones que se vislumbran dentro de la propia región, hacia las reales oportunidades de apertura que estarían ofreciendo esos nuevos mercados internacionales.

Metodología estudio TLC Región del MauleEl análisis del potencial exportador de la región de Maule, frente al desafío de los tratados de libre comercio supone reconstruir, articular e integrar en una visión regional comprehensiva lo inevitablemente disperso, parcial y atomizado del debate y de las acciones que los múltiples actores regionales emprenden este ámbito. El producto resultante es un documento técnico de base, destinado a una opinión pública directamente interesada en este tema. En él, junto con relevar las nuevas oportunidades exportadoras, que se desprenden de las desgravaciones arancelarias por tipos de producto, se busca ir más allá, mostrando la complejidad y dificultades que supone su aprovechamiento a través del montaje de nuevos negocios exportadores y/o de la profundización del desarrollo de los anteriores. Para ello se pone especial énfasis en las fortalezas y debilidades de la cadena y en los factores de la competencia internacional e interregional que le rodean.

En la primera parte el análisis se concentra en el dimensionamiento de los posibles impactos exportadores en la región, viéndolos en relación al nivel y estructura de la oferta exportadora regional, para discutir como opción o como supuesto el falso dilema de la estrategia exportadora, si apostar a una sustancial mayor diversificación de esa oferta regional o si seguir profundizando la actual estructura básica de especialización productiva de la región. Lo sustancial de esta discusión se liga a un análisis de la escasez relativa, que la región exhibe, en cuanto a sus factores productivos y a las limitaciones estratégicas, que éstos pueden establecer, para un desarrollo exportador regional de mediano y largo plazo.

Para establecer la diferencia específica que separa a la región del Maule de otras regiones, se discute la cuantía y calidad de sus recursos naturales como una forma de establecer cuál es el alcance, limitaciones y posibilidades que ofrecen las ventajas agroclimáticas comparativas de la región. El análisis profundiza acerca de cómo el aprovechamiento de éstas, en definitiva, pasará a depender de la disponibilidad y del desarrollo de capital humano, en especial, de la capacidad de emprendimiento, y de la disponibilidad de capital de riesgo. Pues, una apuesta que maximice el aprovechamiento de esas ventajas comparativas significa hacer posible la emergencia y consolidación de una nueva ‘masa crítica empresarial’ exportadora,

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distinta de la anterior o de la ya existente. Esta discusión es crucial porque atraviesa el análisis de todos y cada uno de los productos exportables, cuando se trata de discutir sus reales posibilidades de expansión.

La segunda parte comienza entregando una visión sinóptica global de lo que comparativamente cada TLC representa para la oferta exportable del país. Este análisis se descompone por tipo de producto, dimensionando y comparando la magnitud de las nuevas oportunidades exportadoras que cada producto específico relevante tendría para el país y para la Región del Maule. El análisis recoge el efecto que estaría generando la preferencia arancelaria, que se obtendría, en el marco de la competencia exportadora chilena frente a terceros competidores. Muy ligado a esa identificación de oportunidades, se ponen de relieve las principales fortalezas y debilidades competitivas y productivas que acompañan a las cadenas agroexportadoras regionales, para que lleguen a reaccionar, doblemente, frente a los estímulos de las desgravaciones de cada macromercado y ante el nuevo patrón de exigencias sobre calidad, inocuidad y trazabilidad que le impone la nueva demanda.

Se termina entregando una visión matricial consolidada del análisis realizado, sobre la base de calificar, aplicando un método hipotético jerarquizante, las nuevas oportunidades regionales de exportación. Esta calificación se termina haciendo en función de la magnitud de las preferencias arancelarias, de la ponderación actual y virtual del producto en la oferta regional y de las fortalezas y debilidades que exhibe actualmente la respectiva cadena productivo-exportadora.

Metodología estudio TLC Región del Bío-BíoCon el objeto de ordenar el análisis del potencial agroexportador de la región del Bío-Bío, se desarrolló una matriz de clasificación de los diferentes rubros y productos regionales la que permite observar en forma clara la calidad de rubro mas o menos promisorio en la región, en cuanto a su característica agroexportadora y orientar la focalización de recursos públicos y privados con el fin de lograr en desarrollo agroexportador lo más equitativo posible y de impacto positivo para la región.

La clasificación de los diferentes productos analizados se realizó con el objetivo de obtener una visión grafica de aquellos más promisorios y/o con los cuales seria posible potenciar el desarrollo agrícola de la región a través de su exportación.

El objetivo de los efectos de los TLC no se logra solamente con índices positivos en variables de mercado, competitividad y capacidades empresariales existentes, sino también es necesario incorporar al análisis variable de base productiva, tales como condiciones agroecológicas, riego etc., posibilidad de acceso e incorporación de la pequeña agricultura y empleo.

Metodología estudio TLC Región de La AraucaníaEl objetivo del estudio es conocer la oferta actual y el potencial exportador del pequeño y mediano productor agropecuario de la región. El estudio se focaliza en determinar a partir de rubros específicos el volumen exportado, divisas, mercados y encadenamientos productivos.

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El estudio realiza un extensivo diagnostico de la actual oferta exportadora que posee la región, identificando empresas, características de los productos, mercados, volúmenes y precios de los rubros seleccionados.

Adicionalmente se analizan las alternativas de incorporar valor agregado a los recursos agropecuarios, y determinar los factores que influyen sobre la factibilidad técnico económica para la creación de nuevas agroindustrias, se incluye un análisis de las principales características de los sectores estudiados bajo la modalidad de análisis FODA.

Como se dijo anteriormente, el estudio tiene como propósito identificar la existencia de potencialidades de exportación en el sector agropecuario de la región de La Araucanía, abiertas por los Acuerdos de Libre Comercio suscritos por Chile con EEUU, la UE y Corea. Esta orientación (exportación a grandes mercados de productos agrícolas, agropecuarios y agroindustriales) no contempla abordar temáticas relacionadas a antecedentes de otros mercados, que no correspondan a los ya explicitados, ni a problemáticas sociales, de infraestructura rural u otros.

El estudio compila información de la situación arancelaria de los trece rubros seleccionados, y los antecedentes respectivos del mercado internacional y de la oferta exportadora del país. Para el caso de la exportación regional, se procedió a revisar todas las partidas, diferenciando la mayoría de las empresas regionales cuyos productos han sido exportados, aunque aparecieran declarados en otras regiones por efecto de domicilio de la empresa o puerto de envío. Además se realizó una caracterización del sector productivo y el modo de interacción de los actores en cada una de las cadenas productivas. Asimismo, se analizan las políticas e iniciativas del sector público, destinadas a fomentar el desarrollo de la agricultura regional, y el efecto que estas han evidenciado.

Con respecto a los acuerdos de libre comercio, su análisis solo contempla la situación arancelaria a la cual se enfrenta Chile al momento de ingresar al mercado, con productos pertenecientes a los rubros en estudio.

El análisis de la oferta exportada nacional se sustenta principalmente en base a los datos del Servicio Nacional de Aduanas, sin embargo se destaca la falta de homogeneidad de los datos de comercio exterior publicados en las bases de datos de dominio publico, lo que dificulta conformar una plataforma de análisis representativa de la realidad exportadora regional.

El análisis de los antecedentes y datos de exportaciones nacionales y regionales se realiza comparando solo los años 2001, 2002 y 2003, ya que a partir del año 2001, con el propósito de hacer mas especifica la información del sistema de exportaciones, se realizó una readecuación de las glosas arancelarias para una amplia gama de productos, lo que dificulta el análisis de los datos en un horizonte más amplio de tiempo. Por ultimo, en cuanto al año 2003, se consideraron en algunos casos solo los datos acumulados hasta el mes de noviembre.

Metodología estudio TLC Región de Los Lagos

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El informe incluye un diagnóstico de la base exportadora de la región, analizando la producción regional, las exportaciones regionales y la expresión territorial de la base exportadora regional.

Se realiza un breve análisis de los tres acuerdos comerciales bajo estudio, esto es, los acuerdos con la UE, EEUU y Corea del Sur. Adicionalmente, en los Anexos, se presenta información más detallada respecto de los contenidos de los acuerdos y de diversos estudios que han evaluado sus impactos, ya sea antes de su entrada en vigencia, así como también, durante el período inicial de vigencia.

En un cuarto acápite, se presenta la síntesis de los resultados del estudio de mercados externos y oportunidades, a raíz de los acuerdos comerciales contraídos, para la lista de productos seleccionados, y que son los siguientes: mitílidos, merluza, productos forestales semiprocesados, papas, carne de vacuno, quesos, berries, flores y los bulbos de flores. Estos productos fueron seleccionados en conjunto con la contraparte del estudio, siguiendo criterios tales como que no pertenezcan a la base de productos de exportación consolidados, como el salmón y la celulosa; y además, seleccionando productos que ya se encuentran dentro de la base exportadora regional o que tengan un potencial de desarrollo futuro como productos de exportación.

El quinto capítulo, presenta el análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA). Dicho análisis fue realizado, tanto para cada uno de los productos seleccionados, como para la región como un todo. Ello ha sido elaborado sobre la base de la información presentada en los capítulos precedentes y mediante la colaboración de la contraparte en la generación de un diagnóstico regional.

Del análisis FODA, se deriva una serie de lineamientos estratégicos que se manifiestan como un "Plan Estratégico". Finalmente, se presentó una propuesta de indicadores de seguimiento dirigida a la evaluación futura del comportamiento regional, en relación con los aspectos que han sido identificados como fundamentales en el presente estudio.

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EMPALME SERIES DE PIB REGIONALES, 1960-2001, BASE 1996

RESUMENEn Julio 2004, el Banco Central de Chile dio a conocer una nueva serie de PIB Regionalizado, la que tiene como año base 1996, e incorpora los años 1996 a 2001. Esta nueva información planteó la necesidad de proceder a realizar un nuevo empalme de las series que existían hasta ahora, con la nueva serie publicada por el Banco Central. Para la realización de este trabajo, se decidió recurrir a las series originales elaboradas por ODEPLAN y el Banco Central de Chile. Éstas están en base 1965, 1977 y 1986.Para la realización del empalme, se utilizaron las series originales elaboradas por la Oficina de Planificación Nacional [ODEPLAN (1978) y (1986)] y el Banco Central [Banco Central de Chile (1987), (1991), (2000) y (2004)]. ODEPLAN efectuó a nivel provincial el cálculo original de la regionalización del PIB en el período 1960- 1970 y luego estimó el de las regiones en base a estos resultados. Para los años siguientes, las estimaciones se realizaron a nivel regional.

ABSTRACTIn July, 2004, the Central Bank of Chile published a new regionally GDP series, with a base year in 1996, including the years 1996-2001. Thus, the need arises to work a new matching with the old series. To this purpose, the original series calculated by Odeplan and Banco Central de Chile were used.

In this work, the original series calculated by Odeplan (1978-1986) and the Central Bank (1987-1991-2000) were used. Odeplan made the original calculations at provincial level for 1960-1970 and from there computed the regional series. The following years the process was made directly at regional level.

MetodologíaEn la elaboración de series de tiempo para el PIB, que sean consistentes en el largo plazo, se distinguen tres métodos de empalme que se pueden clasificar en dos grupos [Correa, V. et al. (2002)]: → Técnicas Estadísticas de Empalme

→ Reproceso Detallado

El procedimiento de Reproceso Detallado consiste en utilizar los métodos, fuentes, clasificaciones y conceptos utilizados en el nuevo año base para el recálculo de los años anteriores a éste, en la elaboración de las cuentas nacionales. La utilización de este método es muy difícil y compleja en Chile, producto de la falta de información necesaria para su aplicación.

Las Técnicas Estadísticas de Empalme, por su parte, se pueden subdividir en dos métodos:

→ Interpolación entre años base: Para la utilización de esta metodología es necesario elaborar las cuentas regionales con el mayor detalle posible para los años base. Los años intermedios se obtienen a través de la interpolación de la mencionada información.

→ Método del Indicador: Cuando la información está disponible sólo en algunos años, los datos se pueden empalmar usando un indicador relacionado. Una de las

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alternativas de esta metodología es el uso del Método de la Tasa de Variación. En este caso se usan las variaciones provenientes de las series antiguas y se aplican a la última serie. Con esta metodología se respeta la trayectoria de crecimiento de cada sector en cada una de las regiones.

1En este trabajo, debido a la información existente de los PIB Regionalizados, se utiliza el Método de la Tasa de Variación recién descrito. Este método también fue utilizado en el trabajo realizado por Claudio Bonacic, de CIEPLAN, para la SUBDERE [Bonacic (1996)], donde empalmó series de PIB Regionales de base 1965 y 1977, con la del año 1986. La adopción del método de variación permite entonces, mantener una consistencia metodológica con la serie histórica del PIB regionalizado hasta ahora disponible.

Uno de los problemas que se presenta al aplicar este método, es que a medida que los años están más alejados del año base, mayores pueden ser las distorsiones y, por lo tanto, menor es la representación del resultado encontrado. Sin embargo, dada la situación de información existente en nuestro país, ninguna de las metodologías aplicables estará exenta de este tipo de errores.

Al comparar el PIB Regionalizado, es decir la suma de los PIB Regionales, con el PIB del país se observa que existe una diferencia. Ella se debe básicamente a dos motivos:

→ Existencia de un PIB no regionalizado que incluye al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y los derechos de aduana, ya que no son atribuibles a ninguna región en particular. Asimismo, Los servicios en el exterior del sector Administración Pública tampoco pueden ser regionalizados.

→ Existencia de diferencias de ajuste, omisiones y discrepancias como consecuencia de la metodología empleada para empalmar las series.

Evolución PIB RegionalizadoDisponemos hoy de una serie de cuarenta y un años de evolución del PIB de cada una de las regiones del país, cuyas cifras son perfectamente comparables, permitiendo relevar algunas características de la evolución de largo plazo de las economías regionales.

Al observar la evolución de las regiones, se constata que ésta ha sido dispar, con cinco regiones que han tenido, durante el período 1960-2001, tasas de crecimiento promedio inferiores al promedio de todas las regiones (3,7%), mientras que las restantes ocho registraron una variación superior. Dentro del segundo grupo, destacan las regiones de Antofagasta (5,2%), de Aysén (4,9%) y de Coquimbo (4,4%). Es importante resaltar que todas las regiones que se ubican al norte de la región de O’Higgins, con excepción de la región de Valparaíso, registraron un crecimiento mayor que el promedio nacional. En ello ha influido de manera importante la producción minera, específicamente la del cobre, lejos la principal fuente de ingresos de la región de Antofagasta.

En cambio, dentro del grupo de menor dinamismo, sobresalen las regiones de Valparaíso (2,6%) y del Bío Bío (3,0%), es decir, dos de las tres principales

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regiones del país, según el tamaño de sus economías; y la región de Magallanes (2,2%). Esta última región se ha visto afectada por una importante declinación de la producción de petróleo, lo que ha afectado de manera relevante su crecimiento.

Al observar la participación de la Región Metropolitana de Santiago en el PIB regionalizado, se constata que ésta aumentó de manera importante en la década de 1960, alcanzando en dicho período un peak de 49,1% en 1966. Desde entonces la participación de la región ha fluctuado constantemente superando sólo en algunas ocasiones en la década de 1990 el máximo mencionado. Esto último contradice la creencia existente en muchos actores del quehacer nacional que la Región Metropolitana estaría acaparando una porción cada vez mayor del PIB del país. En todo caso, es importante destacar que, en general, en épocas de rápido crecimiento de nuestra economía, la Región Metropolitana crece más rápido que el promedio de las regiones, incrementando de esta manera su participación, y que en las épocas de recesión o bajo crecimiento, sucede lo contrario, perdiendo la región participación dentro del PIB Regionalizado.

Participación de la Región Metropolitana de Santiago en el PIB Regionalizado y Crecimiento Promedio de Regiones

ConclusionesDesde 1960 todas las regiones del país han registrado una expansión tanto en su producción anual (PIB) como en sus productos per cápita. Destacan en los dos extremos, el dinamismo de la región de Antofagasta y la relativamente leve expansión de la región de Magallanes.

La participación de la región Metropolitana de Santiago dentro del PIB Total ha fluctuado a través de los años, tendiendo a aumentar cuando el PIB del país se incrementa de manera importante y a disminuir cuando éste disminuye o crece a

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bajas tasas. Esto ha significado que en la actualidad la participación de la Región Metropolitana de Santiago prácticamente no ha variado entre finales de los años 1960 y los últimos años de la serie.

En todas las regiones, casi todos los sectores registraron un incremento en términos absolutos, entre 1960 y 2001. La sola excepción lo constituye el sector Minería en las regiones del Bío-Bío y de Magallanes. Esto último se explica por el agotamiento de las reservas de petróleo (Región de Magallanes) y a una disminución en la producción de carbón (Región del Bío Bío).

Asimismo, se percibe que a través de los años las regiones han ido diversificando su estructura productiva, con muy pocas excepciones, como es el caso de la región de Antofagasta, que ha profundizado su vocación de territorio minero.

A nivel sectorial, se observa un comportamiento dispar. Mientras algunos sectores, como Pesca, Minería, Industria manufacturera, Transporte y telecomunicaciones, Comercio y Otros tienden a concentrarse en el territorio, otros, como Construcción y Electricidad, gas y agua, han tendido a distribuirse de una manera más desagregada territorialmente.

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ANÁLISIS DE LA OCUPACIÓN, SEGÚN CENSO 1992 Y 2002, POR REGIÓN Y SECTORES ECONÓMICOS

RESUMENLa información estadística de la fuerza laboral de este estudio, corresponde a una elaboración propia en base al Censo de Población y Vivienda 1992 y 2002. Estos datos se encuentran regionalizados y desagregados por rama de actividad económica, categoría ocupacional, ocupación y género. Lo que permite obtener una visión del comportamiento de la fuerza laboral en cada una de estas desagregaciones en las trece regiones del país. La información procesada se centra en la fuerza laboral, entendiéndose que esta se compone de los ocupados, cesantes y los que buscan trabajo por primera vez; los ocupados y cesantes por rama de actividad económica, categoría ocupacional y género de manera de entregar a grandes rasgos los cambios ocurridos.

ABSTRACTThe statistical information of the work force in this study comes from the Population and Housing Census 1992-2002. The data is presented by region, by economic activity, occupational category and sex. This allows an overview of the behavior of the work force in each of these categories in the thirteen regions.The information comprises, in first place the work force that is employed, unemployed and first time work searchers by branch of economic activity, occupational category, and sex, giving a rough picture of the changes in time.In order to appreciate the great changes occurred between the last two censusesan analysis about the work force was made, specifying the generation of employment by economic activity branch and occupational category.

La desagregación interregional de las cifras nacionales es importante para establecer en que región del país se registraron los incrementos o decrecimiento de la fuerza de trabajo, insumo esencial y fundamental para orientar, focalizar determinadas acciones del gobierno nacional o regional, o simplemente, orientador de las actuaciones de los sectores empresariales o eruditos en el quehacer de estudios relacionados con el desarrollo territorial.

Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total

1992 2.980.462 1.253.822 4.234.284 222.230 75.710 297.940 53.853 35.941 89.794

2002 3.303.882 1.782.003 5.085.885 464.581 212.134 676.715 59.774 54.775 114.549Fuente: Elaboración propia en base a CD Rom, Censo Población y Vivienda 1992 y 2002. Versión RedAtam

Años

Fuerza Laboral por Género, Censos 1992 y 2002

Ocupación Cesantes Buscan Trabajo por primera vez

Censo 1992-2002

En casi todas las regiones del país aumentó la ocupación entre los dos censos en referencia.

La mujer irrumpe fuertemente en el mercado laboral, con una tasa porcentual de crecimiento de 42,13%, muy superior a la registrada por la ocupación masculina

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que fue de 10,85%. Si se compara dichas tasas porcentuales de crecimiento con el 20,11% registrado para la ocupación total, se aprecia la gran importancia relativa que a obtenido el ingreso de las mujeres en el mercado laboral.

En consecuencia, de los 851.601 nuevos puestos de trabajo creados entre los dos censos, el 62,02% de este total correspondió a la ocupación femenina, lo que en términos absolutos fueron 528.181 mujeres. Esta gran participación se observa también en los incrementos y decrecimientos que obtuvo cada una de las categorías ocupacionales.

En las categorías ocupacionales Trabajador Asalariado, Servicios Domesticos y Trabajador por Cuenta Propia se caracterizaron por un aumento de la población ocupada en cada una de estas tres categorías, de los cuales la participación femenina fue importante, así como en cada región del país. En términos generales, la ocupación femenina en Trabajador Asalariado aumentó en 49,99%, de los cuales su participación en el aumento de 764.733 ocupados fue del 52,77%; Trabajador por Cuenta Propia la ocupación femenina tuvo una participación de 65,87% del total de puestos de trabajo generados en esta categoría; Trabajador Servicio Domestico, la participación femenina representa el 93,66% del total de los 56.018 trabajadores en esta categoría.

Comportamiento de la Ocupación Femenina por Categoría Ocupacional, Censo 1992 y 2002.

Categoría ocupacional

Variación absoluta

Variación absoluta femenina

Participación femenina Variación absoluta

Variación (%)

Femenina

Trabajador asalariado 764.733 403.526 52,77 49,99 Trabajador de servicio doméstico 56.018 52.465 93,66 25,24 Trabajador por cuenta propia 130.432 85.920 65,87 66,18 Empleador, empresario o patrón -70.183 -13.471 19,19 -16,80 Familiar no remunerado -29.399 -259 0,88 -0,90 Total 851.601 528.181 62,02 42,13 Fuente: Elaboración propia en base a CD rom , Censo de Población y Vivienda 1992-2002

Con la caracterización de la Fuerza Ocupada, así como de su ocupación desagregada en ramas de actividad económica, categoría ocupacional y por género, se entregan algunas visiones o conclusiones generales de lo ocurrido durante la década que separan los Censos.

La intención no es dar una respuesta a lo ocurrido pero si dar una visión general, cuyo objetivo es despertar las inquietudes para el desarrollo y profundización de nuevos documentos de estudios que den respuestas a los decrecimientos y crecimientos observados, de manera de dimensionar efectivamente sus causas y efectos.

→ De acuerdo a lo observado, el cambio más significativo es el aumento de la participación femenina en la fuerza de trabajo. Entre los censos 1992 y 2002 la fuerza laboral aumentó en 1.255.131 personas (27,16%), observándose en las mujeres un aumento porcentual de 50,05% (683.439 mujeres) y los hombres con un aumento porcentual de 17,56% (571.692 hombres). Este fuerte impulso

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registrado en la fuerza laboral femenina permitió aumentar su importancia relativa de 29,54% en 1992 a 34,86% en el 2002.→ El aumento de la importancia relativa de la mujer en la ocupación, se debió a que la ocupación femenina aumentó en 42,13% y la ocupación masculina en 10,85%, lo que en cifras absolutas representa un total de 528.181 mujeres contra 323.420 hombres. → Respecto a las personas que buscan trabajo por primera vez, este aumentó en 24.755 personas, de este total el 76,08% correspondió a las mujeres.→ La cesantía aumentó en 378.775 trabajadores, de los cuales las mujeres representaron el 36,02% y los hombres el 63,98%.→ De las nueve ramas de actividad económica, las que registraron disminuciones a nivel nacional en su población ocupada, entre los datos censales, son Agricultura, Caza y Pesca y el Sector Industria Manufacturera, con tasas porcentuales decrecientes de 21,98% (-153.747 trabajadores) y 3,31% (21.145 trabajadores), respectivamente.→ De acuerdo a lo anterior, específicamente en el Sector Agricultura Caza y Pesca, solamente en la región de Atacama se crearon puestos laborales en esta categoría, con un total de 1.665 nuevas plazas, lo que correspondió a 20,51% de crecimiento.→ Respecto a las demás categorías ocupacionales, los cambios más significativos, en términos de disminución de sus importancias relativas, se observaron en las categorías de Empleador, Empresario o Patrón y Familiar no Remunerado. La primera categoría ocupacional, con una disminución de 2,54 puntos porcentuales, pasando de 6,93% en 1992 a 4,39% y, la segunda, bajando de 2,55% en 1992 a 1,55% en el 2002. Interesante es observar que a pesar de los grandes logros en materias sociales y económicas, durante la década, la categoría ocupacional Trabajador Servicios Doméstico aumenta en importancia relativa, levemente de 5,29% en 1992 a 5,50% en el 2002. → Respecto a Trabajador por Cuenta Propia, dos son las regiones que registraron un decrecimiento en esta categoría ocupacional, las Regiones de La Araucanía y Bío Bío, con disminuciones absolutas de 729 (-0,56%) y 1.949 (-1,49%), respectivamente.

El análisis desarrollado solamente permite entregar una visión de cómo se ha ido conformando la población ocupada en el territorio, es decir, visualiza la participación absoluta o relativa de cada una de las subcategorías en que se desagrega la fuerza de trabajo ocupada en regiones, análisis que resulta incompleto en la medida que no se aprecia con objetividad cuales de estas subcategorías presentan mayor o menor grado de concentración geográfica, como también identificar si esta ocurriendo algún patrón de concentración, dispersión espacial o especialización relativa a lo largo del tiempo que separa los dos censos utilizados para dicho estudio. Para ello se utilizó:

El Coeficiente de Localización representa el grado de similitud de la distribución interregional de un determinado sector o subcategoría de la población ocupada respecto a la distribución de un patrón de comparación, normalmente el total nacional del sector o subcategoría de la población ocupada, lo que permite

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identificar los grados de concentración geográfica, donde el rango de concentración se asocia a su ubicación en el rango (0 – 1), donde la mayor concentración relativa se visualiza a partir de los valores más altos dentro de este rango. Es decir, si el valor es igual a cero, el sector o la categoría ocupacional, en cuestión, estará distribuida regionalmente de la misma forma que el conjunto de todos los sectores o subcategorías ocupacionales. Si el valor resultante se aproxima a (1), demostrará que el sector o la categoría ocupacional, en cuestión, presenta un patrón de concentración regional más intenso que el conjunto de todos los sectores.

El Coeficiente de Redistribución relaciona la distribución porcentual de un sector o categoría ocupacional en dos períodos de tiempo (0 – T), con el fin de examinar si esta ocurriendo para el sector o categoría ocupacional, algún patrón de concentración o dispersión espacial a lo largo del tiempo que separa los Censos, oscilando dentro del rango (0 – 1). Si el valor es próximo a (0) no habrá ocurrido un cambio significativo en su patrón espacial de concentración, caso contrario, próximo a (1), ocurrió un cambio significativo en su patrón de concentración.

El Coeficiente de Asociación Geográfica es un método que faculta el análisis de la orientación espacial de los subconjuntos de sectores productivos. Para efecto del trabajo, el sector es la población ocupada y los subfactores corresponden a la desagregación por ramas de actividad económica.

Este coeficiente, en estricto rigor, compara las distribuciones porcentuales de la actividad de los sectores (i) y (k), entre regiones. Los límites para el valor de este coeficiente es (0 – 1). Si el valor se aproxima a (0), entonces el sector (i) estará distribuido regionalmente de la misma forma que el sector (k), mostrando que los patrones de localización de estos sectores se encuentran asociados geográficamente. En sentido contrario, si el valor se aproxima a (1), entonces estos dos sectores no se encuentran asociados geográficamente.

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ANÁLISIS INTERREGIONAL DE LAS FUENTES DE CAMBIO EN LA DEMANDA DE EMPLEO

RESUMENSe muestran los cambios en la demanda por empleo entre los años 1986 y 2003, tanto a nivel sectorial como regional, así como cuales son las fuentes que explicarían estas variaciones. Para ello se dividió el cambio total en cada uno de los sectores y regiones en tres efectos: Escala, Tecnológico y Composición. Para el análisis se utilizó la serie de PIB regionales del Banco Central y de empleo del INE.

ABSTRACTThe variations in employment demand are shown for the years 1986-2003, at national and sector level, as well as the sources that explain these variations. To do this, the total change in each sector and region was separated in three effects: Scale, Technology and Composition. The analysis is based on the regional GDPs and the employment data from INE.

En este trabajo se revisó como el crecimiento en cada una de las regiones ha impactado la distribución del empleo, para ello se analizaron las composiciones sectoriales tanto de los PIB regionales como de los empleos en cada una de las trece regiones, para los años 1986, primer año de la actual serie de empleo del INE y 2003, último año en que existe información respecto a la composición sectorial de los PIB regionales. A partir de una metodología ad-hoc, se estima el impacto sobre la demanda de empleo regional que han implicado los avances tecnológicos, el cambio en la composición de las actividades productivas, y los cambios en la escala de producción.

Se presenta el marco conceptual, que trata de explicar las posibles razones de los cambios en los PIB y empleo. Luego se exponen las metodologías de análisis utilizadas en este documento.

A continuación se examina la evolución del PIB y del Empleo tanto a nivel regional como sectorial, incluyendo las productividades y elasticidades Empleo-PIB.

Por último, se analiza el impacto que han tenido los avances tecnológicos y los cambios en la estructura de las actividades productivas y en los niveles de producción sobre la demanda del empleo en cada uno de los sectores a nivel regional.

Marco ConceptualExisten diversas razones para explicar el dinamismo de algunos sectores en algunas regiones y el menor dinamismo de los mismos sectores en otras regiones. Aunque este trabajo no busca explicar que ha sucedido realmente en las regiones, sino más bien ver los impactos en el empleo que generó la expansión y los cambios en la composición de los PIB sectoriales.

Toda configuración espacial de actividades económicas puede ser vista como el resultado de un proceso producto de dos fuerzas que se oponen: una fuerza

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centrípeta y otra centrifuga. El primer grupo se puede denominar fuerzas de aglomeración, mientras que el segundo fuerzas de dispersión (Fujita y Thisse (1997)). Algunos de los elementos que componen estas fuerzas se mencionan a continuación:

Fuerzas de AglomeraciónEstas fuerzas son elementos existentes en los territorios que incentivan a las actividades productivas a localizarse en dichas lugares.

→ Ventajas Competitivas: en una economía de competencia se llama ventaja competitiva todo elemento que permite a una empresa en un mercado dado, vender productos o servicios que tienen al menos un aspecto que va a incitar al cliente a elegir su producto por sobre el del competidor.

Una ventaja competitiva puede referir a un país, una localidad, una empresa, o incluso una persona con conocimiento y experiencia en su ámbito de actividad. La ventaja competitiva es duradera cuando su dueño está en condiciones conservarla en el tiempo. En este caso, sus competidores van a intentar imitar, o de establecer una nueva ventaja competitiva que potencialmente vuelva caduca la que triunfaba en un momento dado.

Una típica ventaja competitiva de un territorio es la posesión de recursos naturales o condiciones climáticas que permitan el desarrollo de algunas actividades que no pueden hacer otros territorios.

→ Efecto Bola de Nieve: la región más importante en términos de población y/o ingresos ofrece un mercado más relevante; si los costos de transporte entre dos regiones son elevados, las empresas tenderán a localizarse cerca de este mercado final, a pesar de costos laborales a menudo más relevantes. Esto aumenta el número de proveedores que tienen interés en localizarse también en esta región. Al final, la aglomeración alimenta la aglomeración: hay un efecto bola de nieve.

→ Costo de Transporte y Economías de Escala: el desarrollo tecnológico ha traído como consecuencia una disminución en los costos relacionados con el transporte, repercutiendo ello en la localización de las empresas. En efecto, muchas empresas prefieren, dada la nueva estructura de costos de transportes, localizarse en un solo lugar en vez de tener varias plantas y de ahí distribuir a distintos mercados. Esto se debería a que al concentrarse, se originan economías de escala que hacen disminuir el valor unitario del bien producido, en un monto mayor que lo que se incrementa por transportarlo a una mayor distancia. Este feed back incita a la concentración.

→ Clusters: las empresas encuentran ventajas en trabajar cerca de sus proveedores o las compañías de las cuales son proveedores, produciéndose clusters con encadenamientos productivos hacia delante y/o hacia atrás.

→ Compartir Costos: la concentración de empresas les permite compartir una serie de servicios e insumos, por lo que no necesitarían tener o contratar permanentemente estos ítems, disminuyendo de esta manera los costos de producción.

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→ Calzar (Matching): el ubicarse en las cercanías de centros urbanos con actividades productivas, les permitirá a los que buscan trabajo encontrar actividades que se asemejan más a lo que buscan y a las empresas a tener empleados que se ajustan más a sus requerimientos.

Fuerzas CentrífugasPor otra parte existen las fuerzas centrífugas. En efecto, la mayor concentración trae consigo una serie de fenómenos que hace pensar a personas y empresas el mudarse a otras localidades:

→ Congestión: Una ciudad con mucho movimiento trae consigo una mayor congestión, lo que hace aumentar los costos de desplazamiento, tanto en tiempo como en recursos financieros.

→ Valor del suelo: La mayor población hace que el valor del suelo se incremente, por lo que actividades intensivas en uso de suelo buscarán localizarse en lugares donde este es más barato, pudiendo ello significar una migración hacia otra localidad.

→ Contaminación: Una ciudad con una mayor concentración de población y de empresas, generará una mayor cantidad de contaminantes, afectando a todos sus habitantes. Como consecuencia de ello, las normas ambientales suelen endurecerse y con ello aumentan los costos por descontaminar. Esto último impulsará a algunas empresas a buscar nuevas localidades donde las normas ambientales no sean tan estrictas. Asimismo, algunos de los habitantes optarán por migrar en la búsqueda de una mejor calidad de vida.→ Costos Laborales: La acumulación de empresas en una misma región hará aumentar los costos laborales. Por lo tanto, desde el momento en que el diferencial de costos del trabajo entre la región dinámica y las otras regiones sobrepasa el diferencial de costos de transporte, las empresas pueden hacer la elección alternativa de relocalizarse en una región periférica.

A lo anterior hay que agregar otros fenómenos. El avance de la investigación y sus aplicaciones conllevan a cambios productivos en las empresas, los que se reflejan en cambios en la composición de factores productivos, siendo éstas por lo general más intensivas en capital a medida que pasan los años. Asimismo, el incremento de los ingresos de los chilenos ha sido un incentivo para un mayor uso de maquinarias y tecnología.

Estos factores, así como otros determinan la localización tanto de las personas como de las actividades productivas. Qué factores influyen más que otros no es el objetivo de este trabajo. En él solo se quiere dejar constancia de las posibles causas que explicarían los cambios productivos en las regiones del país.

Metodología de AnálisisSe analizan las variaciones del PIB y el empleo en cada una de las regiones, y se muestra que sectores han sido los más dinámicos y cuales los menos dinámicos. A continuación se observa lo que ha sucedido con la productividad, entendida como el producto por trabajador.

Luego se analizan las variaciones de elasticidad Empleo – PIB, que se define como el cambio porcentual del empleo ante el cambio porcentual en el PIB.

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Esta elasticidad busca ver la sensibilidad del empleo ante un cambio en la producción. Así, una elasticidad de uno significa que el empleo varía porcentualmente lo mismo que varía el producto, una elasticidad menor a uno se debe a que el empleo varía menos que el producto y una elasticidad mayor a uno implicará que el empleo aumenta o disminuye más rápido que el producto.

ResumenTodas las regiones registraron variaciones en el empleo total, pero éste se explica por diversas causas. Se trató de cuantificar el diferencial de empleo entre 1986 y 2003, a través de tres efectos: Efecto Escala, Efecto Tecnológico y Efecto Composición.

Así tenemos que el efecto Escala –que incorpora el incremento de la producción- fue positivo en todas las regiones, el efecto Tecnológico, que trata de ver como la productividad hubiese afectado al empleo si el PIB no hubiese cambiado, fue negativo, reflejando ello un incremento en la productividad; el efecto Composición, fue más bien positivo, lo que refleja un cambio en las actividades productivas hacia actividades que son más intensivas en el factor trabajo.

A nivel Sectorial, se observa que el efecto escala fue positivo en todos los sectores, producto del incremento en la actividad sectorial, pero en la mayor parte de los sectores, éste fue contrarestado un gran parte por el efecto Tecnológico como consecuencia de un incremento en la productividad. El efecto composición, tuvo en muchos de los sectores una repercusión menor que los otros efectos, salvo en casos como el de los Servicios Personales-Administración Pública, donde fue gran responsable de la limitación de generación de empleo del sector.

Efectos Escala, Tecnológico y Composición a nivel Regional 1986 2003 Efecto Total Efecto Escala Efecto

Tecnológico Efecto

Composición

I 95.135 151.458 56.323 94.651 -30.953 -7.376

II 108.233 164.900 56.668 113.505 -34.040 -22.798

III 57.938 102.413 44.475 69.578 -27.477 2.374

IV 127.925 198.903 70.978 129.561 -61.840 3.256

V 390.510 516.983 126.473 269.132 -181.283 38.623

RM 1.502.960 2.373.843 870.883 1.439.077 -498.174 -70.021

VI 201.865 278.208 76.342 137.258 -138.854 77.938

VII 253.980 317.793 63.813 185.619 -165.780 43.974

VIII 464.665 647.418 182.753 314.084 -120.313 -11.019

IX 215.395 316.770 101.375 188.010 -90.328 3.693

X 255.840 378.080 122.240 236.469 -131.459 17.229

XI 25.995 39.538 13.543 23.992 -21.694 11.244

XII 50.165 64.035 13.870 20.794 -30.568 23.644

País 3.750.605 5.550.338 1.799.733 3.221.732 -1.532.762 110.762

Fuente: Cálculo propio en base a Banco Central e INE.

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Efectos Escala, Tecnológico y Composición a nivel Sectorial

1986 2003 Efecto Total Efecto Escala Efecto

TecnológicoEfecto

Composición

Agropecuario-silvícola-Pesca 745.088 731.520 -13.568 416.903 -542.758 112.287

Minería 79.395 67.868 -11.528 41.334 -52.398 -464

Industria Manufacturera 504.945 796.173 291.228 461.563 -147.727 -22.608

Electricidad, Gas y Agua 24.798 31.428 6.630 18.132 -10.418 -1.085

Construcción 165.755 429.565 263.810 250.149 385 13.275

Comercio, Restaurantes y

Hoteles638.718 1.052.743 414.025 613.934 -376.205 176.295

Transporte y Comunicaciones 235.350 474.413 239.063 274.836 -205.629 169.855

Servicios Financieros y Empresariales 151.678 443.183 291.505 261.279 -8.184 38.410

Servicios Personales-Administración

Pública1.204.880 1.523.448 318.568 883.602 -189.831 -375.203

País 3.750.605 5.550.338 1.799.733 3.221.732 -1.532.762 110.762

Fuente: Calculo propio en base a Banco Central e INE.

ConclusiónEl país ha registrado un crecimiento en su producción, tanto a nivel total como per cápita, entre 1986 y 2003. Lo mismo ha sucedido con el Empleo. Esta realidad se repite a nivel regional. Sin embargo, a nivel sectorial y sobretodo sectorial-regional, se observa que existe otra realidad. En efecto, mientras a nivel sectorial el PIB aumentó en todos los rubros productivos, los sectores Agrícola y Minero vieron disminuir su número de trabajadores.

Asimismo, en algunas regiones algunos sectores como el Agrícola en la I región y II región y el minero en la VIII Región, registraron una caída en su producción. En el empleo, los sectores que registraron decrecimiento en cada una de las regiones, fueron más numerosos, reflejando ello un incremento en la productividad.

El efecto Escala fue positivo en todas las regiones. Pero este efecto fue contrarrestado en parte por el efecto Tecnológico, que refleja el incremento de la productividad de los trabajadores. El efecto Composición, a nivel regional, en cambio, fue menos relevante, en términos generales, que los otros dos, pero a nivel de algunos de los territorios si fue importante.

A nivel sectorial el efecto Escala también fue positivo en todos los rubros productivos, pero según el sector, en algunos fue contrarestado por los efectos Tecnológico y/o Composición y en otros fue potenciado.

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REQUERIMIENTOS DE CAPITAL HUMANO EN SECTORES PRODUCTIVOS EN EL MARCO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL

RESUMENEn este trabajo se presenta un análisis de la situación de los trabajadores en el ámbito de derechos laborales y calificación de la fuerza de trabajo asalariada partiendo de la hipótesis de que a mayor educación y/o calificación mayor es la capacidad de los trabajadores de ejercer sus derechos. Para el análisis se utilizan indicadores que dan cuenta de la estabilidad laboral y la calificación del empleo.El grueso del estudio se realiza en base a las Encuestas de Caracterización Socio Económica Nacional, CASEN, de 1992, 1996 y 2003. La decisión de utilizar estos años dice relación con la necesidad de verificar estos resultados en términos estructurales, tanto en la dimensión de ramas de actividad económica como en lo territorial, con otras fuentes de igual importancia como son los censos y encuestas de empleo, ambas elaboradas por el INE .En el trabajo se presentan conclusiones generales, territoriales y sectoriales. Si bien, se tiende a corroborar la hipótesis inicial, el análisis de los datos no da cuenta de que esta variable sea la más significativa desde una perspectiva de protección social, en parte debido a aspectos culturales y en parte porque las fuentes de información corresponden a encuestas de hogares que muestran más bien la perspectiva del trabajador, no encontrándose información de esa extensión y confiabilidad proveniente de la empresa y por tanto, evidencian la necesidad de avanzar en esta línea de trabajo para mejorar el diseño y aplicación de políticas públicas en esta área.

ABSTRACTThis work presents an analysis of the position of workers in the scope of labor rights and work force qualifications, starting with the hypothesis that higher education and/or qualification equals higher capabilities of workers to exercise their rights. Indicators of employment stability and qualifications are used in the analysis.The bulk of the study is made using the National Characterization Socio-Economic Survey in (CASEN) 1992, 1996 and 2003. The decision to use these years is related to the verification of the results, in territorial as well as economic activities branches, with other sources such as censuses and employment surveys, both carried out by INE. The study gives general, territorial and sector results. Although the initial hypothesis is more or less corroborated, the analysis of data implies that this variable is the most important from a social protection perspective, due to cultural aspects as well as the fact that the information sources are household surveys, with the worker perspective, without the counterpart information from the employers

La mayor equidad y ampliación de la protección social12 tienen efectos positivos sobre la economía en más de un sentido (Bonilla García y Gruat, 2003). En primer lugar, mayor y mejor acceso a educación y salud implica un mejoramiento del nivel medio de capital humano, lo cual es decisivo para el crecimiento sostenible y la competitividad en un mundo que premia cada vez más la inteligencia y la

12 Las políticas sociales tendrán como objetivo no sólo superar la pobreza, sino también las desigualdades y discriminaciones que están en la base de los riesgos sociales que afectan a familias y personas, como son la pérdida del empleo, el trabajo precario, los bajos ingresos, la enfermedad, la falta de educación, que amenazan a niños, mujeres, adultos mayores o personas con discapacidad. El Sistema de Protección Social es el mecanismo que permite generar condiciones que brinden seguridad a las personas durante toda su vida, garantizándoles derechos sociales que les permitan finalmente reducir los riesgos en empleo, salud, educación y previsión, generando condiciones de mayor igualdad y oportunidades de progreso.(www.mideplan.cl : Sistema de Protección Social/Concepto)

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innovación, así como para mejorar el nivel productivo medio de las economías nacionales; estos elementos permitirían pasar de una competitividad espuria, basada en bajos salarios y explotación excesiva de los recursos naturales, a una competitividad auténtica, basada en la incorporación de valor intelectual agregado (CEPAL, 1990; CEPAL/UNESCO, 1992).

En segundo lugar, mientras mayor es la protección social y mejor la garantía de los derechos sociales, menor es el nivel de conflictos; en otros términos, mayor es la disposición de los actores sociales a negociar acuerdos para resolver conflictos en las pugnas distributivas, en lugar de operar por otras vías que merman la gobernabilidad. En este sentido, una estructura distributiva menos desigual fortalece la estabilidad política y, con ello, alienta mayores inversiones y mejora el financiamiento, tanto en el plano externo como interno.

En tercer lugar, la mayor equidad permite, indirectamente, reducir los altos costos de la pobreza y la desigualdad, en términos de deserción escolar, morbilidad evitable y maternidad no deseada, entre otros. Por último, un sistema de protección social, que ofrezca una cobertura más equitativa contra riesgos y una mayor igualdad de oportunidades en la formación de capital humano, alienta la confianza institucional y la reciprocidad de las relaciones entre los ciudadanos. En este sentido fortalece el capital social, que también es considerado un resorte importante para fomentar círculos virtuosos entre mayor confianza social y mayor dinamismo económico.13

Chile enfrenta el desafío de potenciar el desarrollo social y económico aumentando la productividad y capacidad de innovación de la economía. Los aumentos de productividad y la capacidad para innovar, desarrollando y transfiriendo nuevas tecnologías, se ven fuertemente condicionados por las destrezas y competencias de la fuerza laboral.

A continuación, se presentan los cuadros síntesis con los principales resultados por rama de actividad económica y región.

Distribución de la fuerza de trabajo asalariada por rama de actividad económica según ejercicio de derechos laborales y calificación. Casen 2003

Ramas de Actividad Económica

Sin Contrato

No Cotiza

Sin Seguro Desempleo

Sin Capacitación

Act. No Bien Especificadas 17,6 23,6 83,2 80,0 Agricultura Caza Silvicultura 34,6 50,2 86,8 89,4 Explotación Minas Y Canteras 4,8 10,7 70,8 47,6 Industria Manufacturera 17,4 32,5 81,6 81,3 Electricidad Gas Y Agua 8,6 10,7 73,5 61,7 Construcción 27,0 41,2 80,1 86,1 Comercio Mayor/Menor Rest.Hoteles 21,0 45,2 82,3 83,7 Transporte Y Comunicaciones 25,3 36,9 82,4 78,4 Establecimientos Financieros Seguros 14,6 21,9 78,6 69,5 Servicios Comunales Sociales 24,8 31,6 85,6 72,4 Total 22,2 37,0 82,5 79,2 Fuente: elaboración propia con base en puntos 1.1; 1.2; 1.3 y 2.2

13 La Protección Social De Cara Al Futuro: Acceso, Financiamiento Y Solidaridad. Trigésimo primer

período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Montevideo, Uruguay, 20 al 24 de Marzo de 2006.

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Sin duda la situación más precaria la enfrentan los trabajadores ocupados en el sector agrícola, que presenta las mayores tasas de incumplimiento en los cuatro item considerados superando la media nacional en 11,3 puntos porcentuales de su población ocupada sin contrato, 13,2 puntos porcentuales sin aporte previsional, 4,3 puntos porcentuales de su población contratada sin seguro de desempleo y 10,2 puntos porcentuales entre aquellos que no han recibido algún tipo de capacitación.

Le sigue en importancia el sector construcción, aunque no en los valores tan marcados respecto de la media nacional, ya que supera en 3,2 puntos porcentuales a la media nacional en población sin contrato de trabajo, 4,2 puntos porcentuales para aquellos que no cuentan con aporte previsional y 6,9 puntos porcentuales en el caso de los que no han recibido capacitación y, contrariamente, se encuentra 2,4 puntos bajo la media nacional en cuanto seguro de desempleo.

El sector Servicios comunales sociales y personales sólo excede la media nacional en el caso de los que no cuentan con contrato de trabajo y seguro de desempleo 1,5 y 3,1 puntos porcentuales respectivamente. En cambio se encuentra bajo la media nacional en 5,4 y 6,8 puntos porcentuales respectivamente, entre su población que no está cotizando y que no ha recibido capacitación.

La mejor posición relativa se encuentra entre los trabajadores asalariados del sector minería para todas las variables. Se ubica bajo la media nacional con 18,5 puntos porcentuales en el caso de la población ocupada que no cuenta con contrato de trabajo, 26,3 puntos para aquellos que no cotizan, 11,7 en los que no cuentan con seguro de desempleo y 31,6 puntos para aquellos que no han tenido algún tipo de capacitación.Distribución de la fuerza de trabajo asalariada por regiones según ejercicio de derechos laborales y calificación. Casen 2003

Regiones Sin

Contrato No

Cotiza Sin Seguro Desempleo

Sin Capacitación

I de Tarapacá 24,5 37,3 78,4 89,7 II de Antofagasta 14,0 27,3 71,9 66,4 III de Atacama 16,3 32,6 80,0 72,1 IV de Coquimbo 28,0 42,8 85,9 77,8 V de Valparaíso 25,6 35,4 84,6 79,6 VI Libertador General Bernardo O´Higgins 21,2 31,3 82,0 83,5 VII del Maule 29,3 43,4 82,5 83,7 VIII del BíoBío 24,8 37,6 83,0 78,9 IX de La Araucanía 29,7 48,2 83,3 82,1 X de Los Lagos 22,4 40,9 82,1 80,2 XI Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo 15,6 35,8 83,6 76,0 XII de Magallanes y la Antártica Chilena 15,8 25,3 79,0 78,1 Región Metropolitana de Santiago 19,7 32,4 82,9 79,2 Total País 22,2 35,5 82,5 79,2 Fuente: elaboración propia con base en puntos 1.1; 1.2; 1.3 y 2.2

En este caso, en términos comparativos, son dos las regiones que presentan la situación más precaria en la condición de su fuerza de trabajo asalariada para los indicadores elegidos, Maule y La Araucanía.

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La región de La Araucanía exhibe una brecha respecto de la media nacional de 7,5 puntos porcentuales de la población ocupada que no cuenta con contrato de trabajo, 12,7 puntos porcentuales en el caso de los que no cotizan; 0,8 puntos porcentuales de distancia en la población asalariada sin subsidio de desempleo y 2,9 puntos en lo que se refiere a la población que ha recibido capacitación.

La región del Maule muestra brechas menores en lo referente a población asalariada ocupada sin contrato y sin cotizar, con 7,1 y 7,9 puntos porcentuales respectivamente. Igualando a la media nacional en el caso de la población sin seguro de desempleo y con 4,5 puntos porcentuales de diferencia respecto de la media de capacitación nacional.

En cambio, las mejores posiciones relativas se ubican en dos regiones del norte Antofagasta y Atacama y en el extremo sur en Magallanes, la región Metropolitana sólo se encuentra en una situación más precaria, respecto de la media nacional, sólo en lo referente a población sin seguro de desempleo, donde la brecha es de 0,4 puntos porcentuales.

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ÁMBITO SOCIAL

Perspectiva territorial del envejecimiento de la población en el►marco del sistema de protección social

Diagnóstico de la situación del adulto mayor► Caracterización y estratificación de la población nacional y regional►

a nivel localInversión pública en los sectores de agua potable, alcantarillado►

y electricidad en las comunas pobres 1994-2006 Equipamiento del hogar y tecnología►

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PERSPECTIVA TERRITORIAL DEL ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN EN EL MARCO DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN SOCIAL

RESUMENUn fenómeno demográfico destacable de fines del siglo XX, y que sin mediar factores extraordinarios, se extenderá en este siglo, es el envejecimiento de la población, que es resultado de un descenso sostenido en los niveles de fecundidad y de un aumento en la esperanza de vida. Los países en vías de desarrollo presentan situaciones heterogéneas, aunque todos, en mayor o en menor medida, ya van hacia el envejecimiento.Una de las preocupaciones centrales del Gobierno es la situación de nuestros adultos mayores. Por esta razón se impuso como tarea prioritaria la reforma al sistema de pensiones, en el entendido que el resguardo de los ingresos en los años de vejez es uno de los componentes centrales del sistema de protección social comprometido para el año 2010.El Sistema de Protección Social es el mecanismo que permite generar condiciones que brinden seguridad a las personas durante toda su vida, garantizándoles derechos sociales que les permitan finalmente reducir los riesgos en empleo, salud, educación y previsión, generando condiciones de mayor igualdad y oportunidades de progreso.El objetivo de este trabajo es conducir una descripción comparativa de algunos aspectos de las condiciones de vida de los adultos mayores de las regiones del país y entregar un panorama del proceso de envejecimiento y de la situación socioeconómica de las personas de edad, así como una proyección de la población adulta hacia el año 2020 indicando su impacto en algunos sectores y su resultado en la aplicación de las políticas públicas actuales.

ABSTRACTAn important phenomenon in demography, which started in the late last century, is the aging of the population, as a result of declining levels of fecundity, and an increase in life expectancy.This paper gives a comparative description of some aspects on living conditions of senior citizens in the regions, and shows the aging process and socioeconomic conditions of older people, including a projection of aging population to the year 2020, its impact, and the results in the application of public policies.

El término “envejecimiento” se asocia comúnmente al proceso biológico que experimenta una persona cuando va ganando años. Las personas viven, en promedio, más años. En este proceso colectivo, las personas de edades superiores van ganando “peso” dentro de la población total.

En los últimos años, especialistas en diversas áreas han demostrado paulatinamente que los adultos mayores, lejos de ser una carga para la sociedad, deben ser considerados como una contribución real y valiosa, en la construcción de una sociedad más armónica y humanizada. Sin embargo, aunque existen organismos que poseen una vasta experiencia de trabajo con y para los adultos mayores, sus estrategias y actividades no serán suficientes sin una participación efectiva de los mismos adultos mayores en aras de conseguir la expresión máxima de sus potenciales y contribuir de esa manera al desarrollo de una sociedad más justa y feliz. En otras palabras, los adultos mayores padecen actualmente no sólo el peso de los años sino y lo que es peor, de una "invisibilidad" a los ojos de la sociedad en su conjunto.

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Un alto porcentaje de ellos se encuentra en situación vulnerable, tanto porque todavía se ven obligados a trabajar para subsistir como porque no disponen de acceso a los servicios básicos. Estas restricciones los hacen depender de un entorno familiar que tampoco dispone de suficientes recursos para atender todas las necesidades de sus miembros.

Por ello abordar el envejecimiento de la población a la brevedad, evitará generar una presión económica difícil de mantener de no mediar un cambio en las políticas sociales actuales. Por lo que las políticas gubernamentales orientadas a la Tercera Edad deben estar basadas en un concepto de anticipación que permitan generar un cambio en las tendencias actuales. En lo básico, esto requiere de la capacidad de incrementar los años de vida saludable y productiva, es decir, no se trata de eliminar las políticas asistenciales actualmente en curso, sino de cambiar el énfasis.

Las políticas sociales del gobierno tienen como objetivo no sólo superar la pobreza, sino también las desigualdades y discriminaciones que están en la base de los riesgos sociales que afectan a familias y personas, como son la pérdida del empleo, el trabajo precario, los bajos ingresos, la enfermedad, la falta de educación, que amenazan a niños, mujeres, adultos mayores o personas con discapacidad.

El capítulo I presenta los principales elementos que dan cuenta de la transición demográfica y el envejecimiento de la población.

El capítulo II analiza, con base en encuesta Casen 2003, algunos indicadores que dan cuenta de la situación del adulto mayor considerando educación, cobertura de previsión, ingresos y situación de pobreza.

El capítulo III presenta una propuesta para analizar en términos comparativos en el territorio, la situación del adulto mayor en función del Índice de Bienestar del Adulto Mayor (IBAM), considerando dos de las variables que acentúan la vulnerabilidad de las personas a medida que envejecen.

El capítulo IV muestra una visión comparativa de otros países latinoamericanos en función de algunos índices tradicionales.

Se acompaña de un anexo metodológico que da cuenta de la elaboración del índice de bienestar del adulto mayor, glosario de términos y bibliografía.

Los capítulos anteriores dan origen a un conjunto de conclusiones y recomendaciones desde el ámbito territorial, importantes de tener en cuenta en un país que por un lado se encuentra en un proceso de envejecimiento avanzado y que tiene como ejes importantes de política pública el profundizar la descentralización y la instalación al 2010 de un Sistema de Protección Social basado en derechos.

Es la primera vez en la historia de este país, que un creciente número de personas llega a la ancianidad. El proceso del envejecimiento tiene ya y provocará a futuro un gran impacto en sectores estratégicos de la estructura y tejido social del país. Tomar conciencia de la forma en que envejece la población es aproximarse al conocimiento de las necesidades sociales, económicas, de previsión y de salud que

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Chile deberá afrontar. Para eso, ciertamente se requiere conocer información actual y proyectada que amplíe el conocimiento sobre el envejecimiento, sus repercusiones en la sociedad y las condiciones de vida de sus protagonistas, los adultos mayores.

El proceso de envejecimiento conlleva cambios en la estructura de las causas de muerte; el predominio de las enfermedades infecciosas y parasitarias cede lugar a las patologías crónicas y degenerativas (como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares). Esta modificación del perfil epidemiológico entraña nuevos retos en materia de salud pública, que requiere técnicas de diagnóstico, tratamiento y rehabilitación altamente complejas y costosas; también exige ampliar la cobertura y calidad de los servicios de salud preventiva y de educación para la salud, incluidas medidas conducentes a disminuir la presencia de enfermedades crónicas durante la edad adulta mayor. Otro reto en el ámbito de la salud pública atañe al tratamiento de las discapacidades, pues éstas sufren cambios importantes (en cuanto a su naturaleza y prevalencia) a medida que avanzan las transiciones demográfica y epidemiológica (Kinsella, 1994).

Como las mujeres tienen una esperanza de vida mayor que los hombres, la población adulta mayor tiene un predominio femenino. El hecho de que la mujer tiene una capacidad restringida de acumular ahorros (su participación en el mercado de trabajo es menor, recibe ingresos inferiores a los hombres, se retira antes del mercado laboral), tendrá serias implicancias en las sociedades actuales, en las que persisten fuertes desigualdades socioeconómicas.

El Primer Estudio Nacional de la Discapacidad en Chile, tiene un enorme valor tanto para la estadística de la discapacidad, como para las políticas sociales. El estudio indica que la discapacidad es 4 veces más frecuente en adultos que en niños/as y 14 veces más frecuentes en adultos mayores que en niños/niñas. Ante esto, Chile tiene con urgencia que poner en marcha programas de plena integración social, familiar, escolar y laboral para la población con discapacidad mayoritariamente adulta. Un desafío será replantearse los programas de prevención y detección

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temprana de la discapacidad en la población infantil, pero fundamentalmente en la población adulta y adulto mayor.

Los resultados analizados en función de la Encuesta Casen 2000 y 2003 dan cuenta de un adulto mayor no pobre, cuya principal fuente de ingresos autónomos es aquél proveniente del trabajo y en segundo lugar las jubilaciones. En cuanto escolaridad, los tramos de edad al interior de este grupo, representan la realidad nacional, donde los de mayor edad accedieron a niveles inferiores de escolaridad en relación a los más jóvenes. Las principales deficiencias están asociadas a la salud, aún cuando un porcentaje importante, alrededor del 40%, manifiesta gozar de buena salud como percepción personal.

En el ámbito territorial y dado que las variables analizadas son de tipo estructural, el comportamiento está asociado a la densidad de población de cada región, en especial porque los indicadores de política revisados representan el carácter nacional de su diseño e implementación, lo que no da espacio a que en la región se apliquen políticas locales que faciliten o permitan abordar aspectos específicos de la realidad regional. Esto se traduce en la necesidad de avanzar en el proceso de descentralización, facilitando la entrega de recursos y responsabilizando a la región de su implementación desde su propia realidad y no bajo los criterios del nivel central.

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DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN DEL ADULTO MAYOR EN CHILE

RESUMENEn una perspectiva de sociedad y en los países que presentan una transición demográfica avanzada como es el caso de Chile, será importante tomar en cuenta no sólo el cambio en la estructura por edades -pirámide poblacional - sino más bien, el efecto combinado de éste, con el proceso de transición epidemiológica; con este objetivo, este documento presenta, en primer lugar, un marco general de la situación del adulto mayor, desde las perspectivas demográfica, de pobreza y étnica. A continuación se realiza una caracterización económica y social del adulto mayor en aspectos de salud, educación, vivienda, previsión empleo e ingresos, hogar y participación.Adicionalmente, incluye el Primer Estudio de la Discapacidad, el Catastro Nacional de Personas en situación de Calle y el estudio Impacto del Envejecimiento en el Gasto de Salud: Chile 2002-2010.

ABSTRACTIn countries like Chile, with an advanced demographic transition, it’s important to consider not only the change in the structure by age, but also the combined effect of this process with the process of epidemiological transition. This paper presents, in first place, a general framework of older people conditions from demographic, ethnic and poverty perspectives. Then, a socio-economic characterization in terms of health, education, housing, employment, social security, income, family and participation is presented.Additionally, it includes the First Study on Handicapped, the National Cadastre of Homeless, and the study Impact of Aging in the Health Budget, Chile 2002-2010.

El crecimiento económico, el desarrollo de la ciencia médica y tecnológica, la participación de la mujer en el mercado laboral, el mejoramiento del estado nutricional de la población y su mayor acceso a la atención de salud y a la educación, en el marco de un acelerado proceso de urbanización y de desarrollo de los medios de comunicación, han contribuido a mejorar la salud y prolongar la vida de las personas, generando las condiciones para el descenso de la mortalidad pero también, de la fecundidad.

Regiones 2007 2010 2015 2020Tarapacá 34,0 38,9 49,6 61,2Arica-Parinacota 52,4 62,4 81,0 100,2Antofagasta 34,8 39,4 47,3 57,3III de Atacama 41,8 47,4 58,8 71,3IV de Coquimbo 50,7 58,3 72,3 88,3V de Valparaíso 62,3 70,7 85,1 102,6VI O´Higgins 50,1 58,6 74,6 92,3VII del Maule 51,6 60,0 75,1 92,0VIII del Bío Bío 51,5 59,8 74,2 90,3IX de la Araucanía 50,9 57,9 69,7 83,6XIV de Los Ríos 54,1 63,0 77,9 95,5X de Los Lagos 46,2 52,0 62,1 74,6XI Aisén 36,0 41,1 51,9 64,7XII de Magallanes 53,1 59,8 72,4 88,0Metropolitana 50,7 57,8 69,0 83,7País 50,7 58,0 70,4 85,5

Chile: Índice de envejecimiento demográfico, 2007 - 2020.

Fuente: Elaboración propia con base en proyección de población INE

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Es la conjugación de estas dos variables demográficas; mortalidad y fecundidad y en menor magnitud las migraciones, son las que determinan la existencia de diferentes fases del proceso demográfico que experimenta cada país. Como consecuencia de estas relaciones y cuando el efecto demográfico acumulado está definido por un descenso de la fecundidad y una disminución de la mortalidad en edades avanzadas, el resultado es el fenómeno de envejecimiento de la población.

En una perspectiva de sociedad y en los países que presentan una transición demográfica avanzada como es el caso de Chile, será importante tomar en cuenta no sólo el cambio en la estructura por edades -pirámide poblacional - sino más bien, el efecto combinado de éste, con el proceso de transición epidemiológica. En efecto, existe una estrecha relación entre transición demográfica y epidemiológica; países con transición demográfica avanzada también presentan una transición epidemiológica mas avanzada.

El crecimiento de la población mayor de 60 años y su particular perfil de morbilidad y discapacidad, requerirá reorientar las estrategias del sistema de atención de salud no solo hacia tecnologías médicas más especializadas o un modelo de atención más integral y multidisciplinario, sino que también a mantener y recuperar la funcionalidad fisiológica, la autonomía y la integración social de las personas mayores de 60 años.

hombre mujer total hombre mujer total60 a 65 19,4 22,5 41,9 16,1 19,8 36,066 a 75 16,8 20,3 37,2 17,2 21,3 38,476 y más 8,5 12,4 20,9 10,5 15,1 25,6total 44,7 55,3 100 43,8 56,2 100Fuente: elaboración propia con base en Casen 1990 y 2006

2006tramos de edad

1990

Distribución de la población adulto mayor según sexo y tramos de edad. Casen 1990 y 2006

Además, la relación de este fenómeno demográfico con otras dimensiones de la estructura económica y social –empleo, seguridad social, pobreza etc. - tiene consecuencias financieras, políticas y sociales que en países que viven una transición demográfica avanzada, deben enfrentarse con una planificación económica y social que implique el diseño y desarrollo de políticas públicas que permitan un ajuste gradual y eficiente de estas estructuras a los cambios derivados del proceso de envejecimiento de la población.

Este documento es el producto del trabajo realizado por un conjunto de profesionales del Ministerio de Salud, Servicio Nacional del Adulto Mayor, Fondo Nacional de Salud y el Ministerio de Planificación en calidad de integrantes del Grupo de Trabajo Intersectorial del Adulto Mayor, GTIAM, y constituye una de los recopilaciones y análisis más actualizados en el país en la temática del Adulto Mayor.

La importancia política, social y económica de abordar el envejecimiento de la población en la orientación de no mediar un cambio en las políticas sociales,

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generará una presión económica difícil de mantener. En este sentido, la base de inseguridad económico-social de los adultos mayores provendrá de una aguda carencia de recursos. Por lo que las políticas gubernamentales orientadas a la Tercera Edad deben estar basadas en un concepto de anticipación que permitan generar un cambio en las tendencias actuales. En lo básico, esto requiere de la capacidad de incrementar los años de vida saludable y productiva, es decir, no se trata de eliminar las políticas asistenciales actualmente en curso, sino de cambiar el énfasis.

El envejecimiento poblacional se define como el incremento de la proporción de los mayores de 60 años y más sobre la población total, fenómeno que se produce como resultado de la reducción de la tasa de natalidad y el incremento de las expectativas de vida.

En el caso de Chile, la población mayor de 60 años se incrementó en 411.921 personas entre los censos 1992 y 2002, siendo las tres principales regiones con el mayor aumento de este universo poblacional, en orden decreciente, la Región Metropolitana de Santiago, Bío Bío y Valparaíso, con aumentos de 161.334, 51.979 y 44.427 personas mayores de 60 años, respectivamente.

De acuerdo a estimaciones del INE, el porcentaje de mayores de 60 años respecto a los menores de 15 años, conocido como Índice de Vejez, se incrementó de 30,77% a 40,29%, entre el 1992 y 2002, para el 2010 será de 58,02%, en tanto que en el 2020 llegará a 85,5%. Desde esta perspectiva de cambio demográfico a nivel país, es interesante observar el posible comportamiento a nivel de regiones. Las regiones que superarán este Índice a nivel país serán 8, siendo la Región de Valparaíso la de mayor guarismo con 102,63% en el 2020, seguida por las regiones de Arica-Parinacota (100,21%), Los Ríos (95,55%), O´Higgins (92,27%), Maule (91,95%), Bío Bío (90,30%), Coquimbo (88,26%) y Magallanes con 88,26%.

Conclusiones → Se observan dos grandes grupos etéreos en materia de dependencia y problemas

de salud 60-74, 75 y más años, donde se aprecian efectos significativos de vulnerabilidad.

Se observa que cuando las personas incurren en siniestros de enfermedad grave,→ generalmente migran de pertenecer del sistema privado al sistema público y corresponden a los cuatro quintiles de menores ingresos.

Los grandes ámbitos de preocupación que deben ser abordados en el grupo→ Adulto Mayor son Salud e Ingreso. Salud respecto a los factores que intervienen en una mejor calidad de vida e ingreso respecto a comportamiento de las pensiones, ya que se observa una tendencia a la baja en sus montos.

Respecto a las prevalencia en el ámbito de las enfermedades, en el segmento de→ Adulto Mayor Discapacitado, las mayores participaciones se observan en diagnósticos relativos al Sistema circulatorio y Sistema osteomuscular y tejido conjuntivo. [ENDISC CHILE 2004]

Según el Censo de Población y Vivienda de Abril del 2002, el 12% de los adultos→ mayores conforman hogares unipersonales.

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Respecto a la participación en organizaciones sociales, se observa una→ participación del 30%, considerado bajo desde el punto de vista deseable en materia de fomentar canales de cohesión y participación social. A nivel nacional la población presenta un comportamiento similar (30,0%).

Conforme al nivel educacional de este segmento, se observa que a mayor edad→ menor es la escolaridad. En mujeres la escolaridad se observa levemente superior a la de los hombres. Conforme al sistema de previsión al que pertenece, aquellos vinculados a la AFP presentan mejores niveles de escolaridad que sus pares del INP.

Según proyecciones poblacionales es posible que al año 2020 exista un índice de→ envejecimiento demográfico de 85,5% (por cada 100 niños existirán 85,5 adultos mayores) de los cuales las regiones de Valparaíso, Arica - Parinacota alcanzarán valores sobre 100%.

Los adultos mayores que perciben su estado de salud como regular, malo o muy→ malo pertenecen a los Grupos A y B del sistema de aseguramiento público. Dentro de los adultos mayores, son las mujeres las que en mayor proporción perciben negativamente su salud en relación a los hombres, independiente del quintil de ingreso. Claramente uno de los determinantes de la muy mala, mala o regular percepción del estado de salud es la condición socioeconómica del adulto mayor.

Existen prestaciones de salud en que las necesidades del adulto mayor son→ atendidas de forma importante por el sector privado y donde se efectúan mayores pagos en efectivo como son las consultas de especialidad y las dentales y se muestran antecedentes que nos llevan a sostener que existen carencias en la oferta pública de prestaciones, que reproducen patrones de inequidad en el acceso a las mismas, tal es el caso de las atenciones dentales, consultas de especialidad y rayos X o ecografías.

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CARACTERIZACIÓN Y ESTRATIFICACIÓN DE LA POBLACIÓN NACIONAL Y REGIONAL A NIVEL LOCAL

RESUMENLa publicación proporciona información de caracterización y estratificación de la población por unidades territoriales censales y por grupos prioritarios de interés para la gestión de los servicios e instituciones del ámbito público a nivel nacional y regional.Presenta un análisis relacionado a grupos prioritarios como pueblos originarios, discapacitados, niños y jóvenes, adultos mayores, mujeres, con cifras a nivel regional presentado en mapas.Se presenta una metodología de Determinación de Necesidades Básicas, utilizada en América Latina y el Caribe para desarrollar mapas de pobreza. En este trabajo se busca identificar espacios en el territorio, a nivel de distrito censal, donde las necesidades básicas son deficientes. Para ello se calcularon tres índices de necesidades básicas (NBI) que difieren en la ponderación asignada a cada componente que caracterizan a las persona, la calidad de la vivienda y disponibilidad de servicios básicos. En el estudio se optó por usar el NBI3, que es el índice utilizado en base al cual se ordenan las comunas y distritos censales según grado de carencia.La metodología y base de datos es flexible y permite que el usuario, por ejemplo un municipio, pueda ingresar sus propios datos y obtener resultados de acuerdo a la problemática que se quiera visualizar.

ABSTRACTThis publication gives information on characterization and stratification of the population at census district level, and by priority groups.The analysis considers priority groups such as indigenous people, handicapped, the young, the aged and women, with data at regional level depicted in maps.A methodology of Determination of Basic Needs(NBI) is presented, as used in Latin America and the Caribbean to develop poverty maps. This study intends to identify loci in the territory, at census district level, where coverage of basic needs are deficient. To this end, three basic needs indexes were used that differs on the weight given to the components, housing quality and availability of basic services. The study opted for NBI3. The methodology and data base are flexible, and allows the user, such as a municipality, to input their own data to obtain results in accordance with their particular interest.

Esta publicación forma parte de un proyecto más amplio que pretende avanzar en la incorporación de la variable territorial como elemento esencial de la propuesta, diseño y evaluación de políticas públicas.

El documento está conformado por tres grandes capítulos. El primero denominado Caracterización de la Población que ofrece una visión global actualizada y desagregada por regiones, de la situación de la población nacional.

En el segundo de Estratificación de la Población se describe la metodología de Necesidades Básicas utilizada en el estudio y las principales variantes introducidas en su cálculo.

El tercer capítulo da cuenta de los resultados de la metodología aplicada a las trece regiones del país con sus respectivas comunas y distritos censales.

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En términos agregados el índice NBI sintetiza tres componentes. El NBI1, es un índice de referencia que asigna igual ponderación a los subíndices que lo conforman, en cambio el NBI2 otorga una mayor ponderación (70%) a los subíndices asociados a servicios básicos y vivienda. Finalmente el NBI3, que es el índice utilizado en este estudio y en torno al cual se ordenan las comunas y distritos en atención a que entrega mayor valoración al componente personas (50%), ya que ponderan en mayor porcentaje los requerimientos de calidad de capital humano para enfrentar esta nueva etapa de desarrollo del país.

La metodología utilizada es en base a parámetros creados por el CELADE y el ILPES, que se conoce como Metodología para la determinación de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Los parámetros creados por el CELADE son incorporados para la alimentación del Programa Redatam +G4, de acuerdo a las necesidades y demandas del país.

Para el caso específico se optó por trabajar a nivel de los distritos censales. Hay que tomar en cuenta que si bien es cierto esta no es una categoría administrativa de uso corriente, permite la caracterización de la población en el territorio a un nivel de desagregación mucho más adecuado que a nivel comunal.

Los objetivos específicos con que se desarrolló el estudio, son los siguientes:

Caracterizar la población del país a distintos niveles de desagregación, unidades→ territoriales censales, de acuerdo a ubicación geográfica, hogares, características económicas, de viviendas, servicios, entre otros.

Construir una propuesta de estratificación social que permita caracterizar a los→ territorios según las potencialidades y carencias de su población.

Publicar los resultados de este proyecto en un servidor de mapas para consultar→ en Internet la información de caracterización, estratificación e información geográfica complementaria.

Concepto y definición de “índice de carencia”El “índice de carencia” o de Necesidades Básicas Insatisfechas, (NBI), se define como un método integrado para medir la pobreza a través de cierto número de condiciones básicas que caracterizan a la persona y su entorno familiar (alfabetismo y dependencia simple), y las condiciones de la vivienda donde habita el grupo familiar.

Asimismo, el índice de carencia se apoya en la identificación de necesidades básicas satisfechas e insatisfechas. Esta noción remite a aquellas manifestaciones materiales que evidencian la falta de acceso a ciertos tipos de servicios: vivienda, agua potable, electricidad, educación. Este método requiere de la definición de parámetros que indiquen niveles mínimos de satisfacción, que a la vez expresan una valoración subjetiva de los distintos grados de satisfacción de necesidades consideradas básicas. En consecuencia, tendrían un índice de carencia que indica pobreza aquellas viviendas que no alcanzan a satisfacer una o algunas de sus necesidades básicas.

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Las variables pueden ser múltiples, pero para efectos de este estudio se decidió trabajar con las siguientes 13 variables:

Variables de Tipo General:1. Viviendas por distrito censal2. Población por distrito censal

Variables de Relación con las Personas:1. Edad de las personas, divididas por grupos etéreos2. Proporción de Población Dependencia Simple3. Porcentaje de Analfabetismo

Variables de Vivienda.1. Tenencia de agua potable2. Tenencia de alcantarillado3. Tenencia de cañería4. Tenencia de electricidad5. Características de la pared de la vivienda6. Características del piso de la vivienda7. Características del techo de la vivienda8. Tipo de la vivienda

Se pensó inicialmente en la creación de cuatro índices integrados, sin embargo la discusión siempre arrojaba el hecho de que habían variables asociadas a las personas: dependencia simple y analfabetismo. Variables que tienen relación con servicios: agua potable, alcantarillado, cañería, electricidad. Variables que tienen relación con la estructura de la vivienda: pared, piso, techo, tipo de vivienda. Por ende, las diferentes ponderaciones que se consideren tienen que realizarse sobre la base de existen subconjuntos de variables que refieren a temas que son congruentes entre sí, pero que en términos concretos son distintas. El desarrollo de la discusión arrojó como resultado el hecho de que la construcción de índices se redujo de cuatro a tres. Ello se presenta a continuación.

Índice NBI 1:Es la suma de todos los índices particulares y se dividen por el total de los mismos. En este NBI cada índice temático particular recibe igual ponderación, ya que, cumple la función de servir de comparación, respondiendo a la pregunta de cómo sería una situación de índices “plana”, sin pesos específicos, de tal manera de contrastar con el resto de los índices.

Índice NBI 2: Este índice parte de la ponderación específica de algunos de los índices temáticos particulares. Se consideró dar una mayor ponderación a los índices que tienen relación con las personas. En tal sentido, al índice de dependencia simple se le asignó una ponderación de 10%, al índice de analfabetismo se le asignó una ponderación de 20%. Los índices restantes, que tienen relación con servicios y estructuras, se promedian y tienen en conjunto una ponderación de 70%.

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Índice NBI 3: Este índice es de construcción más compleja e intenta reflejar de forma más precisa ciertas características de la vulnerabilidad social que prevalece hoy día en el país. Así, las variables asociadas a las personas adquieren en este índice una ponderación del 50%, reflejando la creciente importancia asignada al déficit de capital humano. Por otra parte se considera que actualmente, producto de las políticas públicas en viviendas, el tipo de vivienda está bastante correlacionado con las características estructurales de la misma (pared, piso, techo), por lo que se reduce la gravitación de estas variables en la consideración del índice final. Además esta forma de considerar el NBI 3 daba por resultado que a pesar de las diferencias existentes entre el ámbito urbano y rural, las cifras apuntaran más hacia los temas de capital humano y tipo de vivienda, haciendo que las cifras fuesen más comparables. Se da por descontado que en el ámbito rural los temas estructurales de las viviendas aún tienen grados de distancia respecto del ámbito urbano.

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INVERSIÓN PÚBLICA EN LOS SECTORES DE AGUA POTABLE, ALCANTARILLADO Y ELECTRICIDAD EN LAS COMUNAS POBRES 1994- 2006

RESUMENMediante el uso de información proporcionada por el Banco Integrado de Proyectos (B.I.P.), se analiza la inversión de los proyectos, estudios y/o programas que por su naturaleza disminuyen lo que se determinó como carencias mínimas territoriales en la metodología de los Mapas Territoriales de Vunerabilidad.14 El análisis se concentró en una mirada histórica de la inversión pública que contempla el período 1994-2006 en las 90 comunas que se caracterizaron como comunas con NBI Grado de Carencia Crítica (NBI-GCC), identificadas en el estudio de Caracterización y Estratificación de la Población Nacional y Regional a Nivel Local15

Este análisis proporciona la visión de como se ha materializado la inversión pública en las comunas con un alto grado de carencias (NBI), en el período 1994- 2006. El objeto de esta mirada es verificar, entender y comprender las posibles causas en el territorio, las cuales pueden ser: (i) La inexistencia de un proyecto orientado a solucionar dichas carencias; (ii) Proyectos mal formulados lo que impide satisfacer las demandas de las familias afectadas; (iii) Proyectos bien evaluados pero no priorizados por las autoridades regionales; (iv) El costo de solucionar una o mas de una de las carencias mínimas territoriales es de tal magnitud que en el momento de priorizar la cartera de proyectos son excluidos por el monto que involucran.

ABSTRACTUsing the information of the Banco Integrado de Proyectos (BIP), a comprehensive project data bank, this study analyze investment in projects, studies and programmes that improve the territorial deficiencies, within the methodology of the Territorial Maps of Vulnerability. This study analyze public investment between 1994-2000, in the 90 municipalities characterized with NBI “Critical Need Condition”, as identified in the study Characterization and Stratification of National and Regional Population at Local Level.

De acuerdo a la metodología de Mapas Territoriales de Vulnerabilidad se entiende como vulnerabilidad mínima territorial lo siguiente:

► Acceso a Agua Potable: Se entenderá por acceso, que las familias tengan la posibilidad de conectarse a una red de agua potable o bien, con alguna modalidad alternativa que les permita disponer de agua debidamente clorada en su vivienda.

Subsector Agua Potable que incluye toda aquella asignación de recursos tendiente a mejorar la cobertura o calidad de agua potable, abarcando desde la captación hasta la distribución

Acceso a un Sistema de Eliminación de Excretas► : Se entenderá por esto, la posibilidad de conectarse mediante una unión domiciliaria a una red de alcantarillado público (o privado en el caso de alcantarillado rural), o bien cuenten con el sistema de fosa y pozo absorbente.

14 www.mtv-mideplan.cl

15Ver presentación del trabajo anterior

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Subsector Alcantarillado que incluye toda aquella asignación de recursos tendiente a mejorar la cobertura o calidad del alcantarillado de la población.

Acceso a Suministro de Energía Eléctrica► . Por esto se entenderá que todas las familias tengan la posibilidad de conectarse mediante un empalme a una red domiciliaria o bien puedan iluminarse con alguna modalidad alternativa (motores diesel, sistema de energía renovables, etc.)

Subsector Distribución y Conexión Final Usuarios, entendiéndose toda aquella inversión, relacionada con la distribución de energía abarcando hasta los empalmes finales.

El universo de comunas en que se elaboró el análisis para dar una respuesta del por qué persisten las carencias mínimas territoriales, son las que se caracterizaron como comunas con Carencia Crítica, de acuerdo al estudio de Caracterización y Estratificación de la Población Nacional y Regional a Nivel Local.

Análisis General de los Proyectos, Programas y/o Estudios Materializados.De acuerdo al Banco Integrado de Proyectos la información se encuentra desagregada en quince sectores económicos, en los que se materializan todos los proyectos, programas y/o estudios que se financien con recursos fiscales, independiente de su fuente financiera.

Lo que no se ha realizado y este es nuestro objetivo, en este punto en particular, es dar una mirada de la información que se encuentra en el Banco Integrado de Proyectos de los Proyectos, Estudios y/o Programas que no lograron financiamiento. Las causas pueden ser por demandas transformadas en proyectos, estudios y/o programas pero que no se enviaron los documentos para su evaluación técnica económica, o por presentar recomendaciones técnicas con restricciones. Esta mirada puede ser interpretada como la calidad de los proyectos, estudios y/o programas que se ingresaron al BIP, sin desconocer que también pudo ocurrir que proyectos con recomendación técnica favorable no obtuvieron financiamiento, lo que podría entenderse como proyectos, estudios y/o programas que no fueron priorizados por el nivel regional y central.

Durante el período 1994-2006 se financiaron alrededor de 70.830 proyectos, estudios y/o programas, de los cuales 6.249 correspondieron a estudios básicos, 5.627 a programas y los proyectos totalizaron 58.954. Entre lo que se ejecutó y no se ejecutó se concluye que solamente el 22,3% de ellos registraron gasto durante el período observado. En otra perspectiva, del total de los proyectos, estudios y/o programas ingresados en el BIP no lograron materializarse vía ejecución de los mismos alrededor del 77,7%.

Al comparar el número de proyectos, estudios y/o programas que arrojaron gasto en los sectores de energía y agua potable y alcantarillado con lo materializado en el conjunto total de las 90 comunas con grado de carencia crítica, se observa que de los 6.723 proyectos, estudios y/o programas del sector energía, solamente el 40,4% de ellos se materializó en dichas comunas, bajando a un 16% en el sector

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de agua potable y alcantarillado. La importancia promedio observada en estas comunas en estos dos sectores no varía significativamente, siendo de 40,2% la participación promedio en energía y de 16,8% en agua potable y alcantarillado.

Para las noventas comunas con NBI carencia crítica, fueron 14.375 proyectos, estudios y/o programas, de los cuales 4.256 correspondieron al sector de agua potable y alcantarillado y los 10.119 restantes al sector energía. Si profundizamos este análisis mediante los subsectores de agua potable, alcantarillado y conexión final usuarios, este universo disminuyó a 13.575 proyectos, estudios y/o programas.

Con el fin de dar una visión más detallada de lo ocurrido durante el período 1994-2006 de los proyectos, estudios y/o programas materializados en las diversas comunas del país, se realizará una comparación entre las comunas caracterizadas con NBI carencia crítica y las otras comunas del país.

Al abordar los resultados para cada uno de los subsectores trabajados en esta presentación, los resultados son los siguientes:

Cada región y sus comunas poseen un comportamiento diferenciado en el volumen de inversión en este subsector, dada la concentración poblacional, infraestructura pública y privada, así como de la dispersión de las familias y estas con el nivel de infraestructura de sus viviendas. Por lo anterior, no es lineal comparar lo ocurrido en estas dos tipologías de comunas, pero dado el período analizado, se puede inferir en la importancia relativa que posee las comunas con NBI

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RegiónComunas NBI GCC

Otras comunas

Total

I de Tarapacá 26 117 143II de Antofagasta 0 182 182III de Atacama 51 130 181IV de Coquimbo 130 311 441V de Valparaíso 11 247 258VI Libertador General Bernardo O´Higgins 81 550 631VII del Maule 238 404 642VIII del BíoBío 48 207 255IX de La Araucanía 151 300 451X de Los Lagos 135 384 519XI Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo 6 112 118XII Magallanes y la Antártica Chilena 0 73 73Región Metropolitana de Santiago 8 301 309Interregional 0 6 6Total País 885 3.324 4.209

Subsector Agua Potable: Número de proyectos, estudios y/o programas, período 1990-2006

Fuente: El aboración propia según i nformación Banco Integrado de Proyec tos. BIP

RegiónComunas NBI GCC

Otras comunas

Total

I de Tarapacá 4 72 76II de Antofagasta 0 112 112III de Atacama 4 72 76IV de Coquimbo 26 200 226V de Valparaíso 2 208 210VI Libertador General Bernardo O´Higgins 23 130 153VII del Maule 43 151 194VIII del BíoBío 28 232 260IX de La Araucanía 64 194 258X de Los Lagos 17 161 178XI Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo 5 45 50XII Magallanes y la Antártica Chilena 0 130 130Región Metropolitana de Santiago 6 259 265Interregional 0 3 3Total País 222 1.969 2.191

Subsector Alcantarillado: Número de proyectos, estudios y/o programas, período 1990-2006

Fuente: El aboración propia según i nformación Banco Integrado de Proyec tos. BIP

GCC: grado de carencia crítica

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EQUIPAMIENTO DEL HOGAR Y TECNOLOGÍA

RESUMENEl censo 2002, presenta una alternativa de análisis de la situación del hogar desde la perspectiva de disponibilidad de bienes de consumo. El desafío de incorporar exitosamente la tecnología a la vida rutinaria requiere disponer al menos de la infraestructura en el hogar que permita integrar las diferentes opciones de comunicación a la red. Lo que en la práctica fija la línea de base sobre el óptimo al cual se podría aspirar, dada nuestra realidad a la fecha.Por ello, el análisis se deriva del procesamiento de la pregunta Nº 15 del Censo que consulta sobre la disponibilidad de 16 bienes o servicios en el hogar. Para efectos de este informe se consideran cuatro servicios: Conexión TV cable/satélite, Teléfono celular, Computador, Conexión Internet, que se denominarán equipamiento tecnológico o bienes nuevos y se considera el grupo conformado por aquellos hogares que no cuentan con ninguno de los servicios o bienes mencionados anteriormente y que se denomina Hogares sin equipamiento. Igualmente, se utilizan los resultados obtenidos en otro estudio, basado en el Censo, que intenta dimensionar la realidad del territorio desde la perspectiva de carencia de los hogares, utilizando la metodología de necesidades básicas insatisfechas (NBI), pero modificando el indicador para incorporar una medición del capital humano, lo que aporta la dimensión de competitividad que orienta el quehacer de este departamento. El estudio incluye finalmente un análisis territorial por región, contrastando, por comuna, la situación de carencias versus el equipamiento tecnológico, utilizando la técnica de cuadrantes e incorporando mapas de las características comunales en estos aspectos.

ABSTRACTThe 2002 census allows the analysis of household situation from the household goods availability point of view. The analysis is based on the processing of the census question nº15, about the availability of 16 goods or services in the household. From these 16 the study takes 4: cable/satellite TV connection, cell phone, computer, internet connection.The study includes a territorial analysis by region, contrasting, at municipality level, the NBI situation against technological equipment, including maps with local characteristics.

En el país, el total de hogares según censo 2002 alcanzó a 4.141.427, de los cuales el 86,6% (3.587.301) son urbanos y los restantes 13,4% (554.126) rurales.

En términos generales, el mayor acceso a todo tipo de bienes ocurre en los hogares urbanos ya que requieren por un lado, de electricidad para funcionar y por otro, las posibilidades de acceso a compra y eventualmente reparación, ello ocurre con mayor frecuencia en las áreas más densamente pobladas donde se presentan las economías de aglomeración y de escala en la producción de bienes y servicios.

Esta observación se corrobora en el cuadro siguiente donde se presenta el resumen nacional de acceso a equipamiento del hogar por tipo de bien

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Acceso a equipamiento del hogar según área y tipo de bien o servicio (porcentajes)Bien o servicio urbano rural totalConexión T.V. Cable/Satélite 27,0 4,2 23,9Conexión a Internet 11,5 1,8 10,2Teléfono Celular 52,6 41,0 51,0Computador 22,9 5,0 20,5Hogares que disponen de todos los bienes 98,0 2,0 100,0Hogares sin equipamiento 3,4 17,0 5,2Fuente: Censo de Población y Vivienda 2002. Redatam +G4

En el caso de los bienes nuevos, es destacable la diferencia que implica el predominio de la telefonía móvil, ya que en gran parte ha venido a resolver el tema de acceso que afectaba a los usuarios rurales, sin embargo aún tienen un espacio amplio para desarrollarse. Los restantes servicios, como promedio nacional, no superan el 25% de penetración, salvo la televisión por cable en el caso de hogares urbanos donde representa un 27%. Los resultados censales muestran que recién se está abriendo a estas alternativas, por diferentes razones y por tanto, ofrece posibles acciones, dependiendo del estudio en particular que se realice.

Sin embargo, es importante, la penetración que ellos tienen en los hogares. En este caso, la representación sobre el total nacional de los hogares que cuenta con este equipamiento es de 5,88% (243.721 en valores absolutos), percibiéndose una importante diferencia entre hogares urbanos y rurales. En el caso de los hogares urbanos este porcentaje es de 6,66% en cambio, los hogares rurales representan sólo un 0,88%.

Hogares con equipamiento de Bienes Nuevos, según tipo de bien y zonaBien o servicio urbano rural totalConexión T.V. Cable/Satélite 967.127 23.047 990.174Conexión a Internet 411.959 9.990 421.949Teléfono Celular 1.886.524 227.213 2.113.737Computador 823.098 27.955 851.053Hogares que disponen de todoslos bienes

238.787 4.934 243.721

Fuente: Censo de Población y Vivienda 2002. Redatam +G4

Finalmente, cabe hacer notar el 5,2% de hogares (214.578 en valores absolutos) que en el país no cuenta con ninguno de estos bienes y o servicios. En el ámbito rural ellos son un total de 94.085, representando un 17,0% del total de hogares rurales que no tiene acceso a este tipo de bienes, ni a ninguno de los demás mencionados en la pregunta Nº15 del censo 2002. En el área urbana, ellos alcanzan a 3,4% y son en total 120.493 hogares urbanos.

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En síntesis El mayor porcentaje de equipamiento de los hogares se observa en el área→

urbana.

Estos bienes se caracterizan por requerir de servicios básicos, luz eléctrica→ principalmente, cuyo abastecimiento es más rentable en las zonas de mayor densidad de población dadas las economías de aglomeración y de escala que se producen.

El criterio impuesto en cuanto a que los hogares cuenten con todos los bienes→ reduce notablemente el porcentaje de hogares en esta condición versus la revisión para cada equipamiento en forma individual.

Los hogares que cuentan con bienes nuevos o asociados a tecnología, son los→ que tienen los valores más altos de penetración y que a la vez, dan cuenta de las posibilidades de crecimiento en ese ambiente, por el lado de las empresas proveedoras y de las tremendas brechas que hoy existen desde la perspectiva de la política pública.

Es necesario tener en cuenta que estos porcentajes estarán subvalorados al→ menos en un aspecto y es que en el caso de más de un hogar en una vivienda, la probabilidad mayor es que todas las necesidades se suplan con uno solo de estos artefactos. Más aún si existe una alta correlación con el ingreso, tener mas de una conexión TV cable a cada televisor implica crecimiento exponencial del gasto o, puesto de otra forma, para una sola vivienda con más de un hogar no resulta rentable disponer de cada uno de estos bienes para cada hogar, la decisión más sabia es compartir el uso, explicación igualmente válida en el caso de los televisores.

En lo territorial es posible establecer la hipótesis de que existiría una alta correlación entre territorios carenciados según NBI16 y equipamiento de los hogares que en ellos residen

Por tanto, se utilizará la condición más restrictiva de las agrupaciones que es, comparar la situación interregional de los hogares según si dispone simultáneamente de todo el equipamiento considerado en el grupo de bienes nuevos o de tecnología.

16Basado en los resultados del estudio “Caracterización y Estratificación de la Población Nacional y Regional a nivel Local” elaborado por Mideplan. Diciembre 2004.

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NBI y Hogares que cuentan con la totalidad de equipamiento según criterio

RegionesNBI

Asociados a TI17

Nº %Total hogares

Tarapacá 0,039 7.330 6,6 111.873Antofagasta 0,017 11.005 8,9 124.107Atacama 0,049 2.439 3,6 68.684Coquimbo 0,104 4.903 2,9 166.902Valparaíso 0,027 27.79 11,7 440.704Bernardo O'Higgins 0,204 6.948 1,6 214.249Del Maule 0,313 4.886 2,3 252.194Del BioBio 0,180 17.368 6,9 503.018La Araucanía 0,299 6.300 1,3 238.315Los Lagos 0,201 8.742 3,0 295.914Aysén o 0,124 903 3,5 25.693Magallanes 0,013 3.653 8,5 43.216Metropolitana 0,016 141.449 8,5 1.656.558

Nota: se debe recordar que el índice de necesidades básicas insatisfechas NBI varía en un rango entre 0 y 1, se expresa en tres decimales y mientras más cercano a 0, menos carenciado es el territorio.

Se observa que entre NBI y hogares con disponibilidad de bienes nuevos o asociados a Tecnología una correlación negativa entre ambas variables, es decir, a mayor valor de NBI, menor porcentaje de hogares que dispone de equipamiento tecnológico. Este resultado no es extraordinario, ya que, en la elaboración del NBI se optó por utilizar uno que entregara mayor ponderación a las variables asociadas a competitividad, donde en este caso, la calificación de las personas y el acceso a servicios básicos es una condición necesaria para la incorporación de bienes nuevos.

Si se está pensando desde la perspectiva de la competitividad no deja de ser preocupante el resultado, ya que, el hecho de que un porcentaje inferior al 10% en promedio, de todos los hogares del país, cuenten con el equipamiento total aparece como una limitante importante para abordar los desafíos del mediano plazo. Ello porque, implica que en el corto plazo no es posible pensar en incorporar rápidamente las ventajas del uso de las tecnologías de información y también porque el costo del aprendizaje está muy asociado a la edad y nivel de educación de los miembros del hogar.

17 TI: Tecnología de la Información

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ÁMBITO DEMOGRÁFICO

Territorio, migración y conmutación►

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CARACTERIZACIÓN DEL MIGRANTE A NIVEL REGIONAL, CENSOS 1992 y 2002

RESUMENEste trabajo indaga tres aspectos relacionados entre el territorio por un lado y el asentamiento y movilidad de la población por el otro.Primero, una mirada a los asentamientos de población, su composición urbano/ rural así como el tamaño de sus centros poblados. Su influencia en el crecimiento y decrecimiento de su población. Relacionar los aspectos anteriores de las condicionantes urbanas y rurales con las Necesidades Básicas Insatisfechas que puedan presentar comunas de determinadas características y que obligan a la población a trasladarse a comunas con mejor estándar de calidad de vida.18

Segundo indaga sobre las tendencias migratorias. Ello permite conocer los desplazamientos de la población a nivel regional mostrando patrones de asentamiento, tanto de regiones que atraen población, o por lo contrario, regiones que presentan patrones de emigración. Incluye una visión de género y nivel educacional.El tercer aspecto es el proceso de conmutación y como la tendencia de la conmutación, identificada para el censo del año 200219, da luces sobre los movimientos interregionales por motivo de trabajo, lo cual afecta negativamente los procesos migratorios.

ABSTRACTThis paper deals with three phenomena related with the territory, human settlements and population mobility.First, it looks at human settlements, its urban/rural composition, as well as the relative size of these settlements. Its influence on the growth or decline of population. It relates aspects with the unfulfilled basic needs found in certain municipalities, which causes people to move in search of better living conditions.Second, it inquires on migratory tendencies. Thus, population movements at the regional level can be studied, with the patterns of settlement, either attractor regions, or regions with patterns of emigration. An educational and genre perspective is included.The third aspect is the commuter process, and how this phenomenon, identified in the 2002 census, explain interregional movements, work related, decreasing the migratory process.

Territorio y asentamientos, el contexto urbano y ruralEs importante considerar el tema territorial y la dispersión de la población. El crecimiento de las comunas en relación a su composición urbano/rural y como esta variable influye sobre los patrones de asentamiento.

Al analizar el crecimiento comunal y la relación de este con las ciudades que se encuentran en estas comunas podemos concluir que las comunas de mayor dinamismo son aquellas que tienen una población de entre 100.000 y 500.000 habitantes y entre 40.000 y 100.000 habitantes. Estos dos grupos son las que sustentan el dinamismo regional. Por lo tanto son atractivas para el asentamiento

18 Necesidades Básicas Insatisfechas, NBI ir a trabajo correspondiente en este libro19 La conmutación es una pregunta que se incorpora en el censo del 2002, no existiendo en los censos previos.

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de 1/3 de la población del país, (Censo 2002). 46 comunas del país se encuentran en la situación anteriormente descrita.20

Las comunas restantes del país muestran un bajo crecimiento, inferior a dos dígitos. Las comunas de entre 5.000 y 40.000 habitantes son el grupo mas representativo ya que está compuesto por 130 comunas. Ellas presentan bajo crecimiento general del 9,19%, 25 comunas de este grupo pierden población. Un 17,3% de la población del país se encuentra en este grupo.

Las comunas cuyo principal centro urbano es un pueblo o aldea son las mas estancadas, de 93 comunas 38 pierden población y su crecimiento intercensal es del 2,34%. Por lo tanto estas comunas son las más vulnerables a la pérdida de población. Ello indica que las personas que viven en estos centros urbanos básicos son las que buscan trasladarse a centros mayores.

Las 27 comunas del país que son netamente rurales en su conjunto no pierden población, su crecimiento intercensal es del 4,08%. 11 comunas de este grupo pierden población. En cifras absolutas este grupo sólo cuenta con un 0,4% del total de la población del país. Esto desmiente la percepción que se tiene de las comunas rurales de ser las más expuestas a la pérdida de población.

Al tratar de explicar la pérdida de población o estancamiento del crecimiento de las comunas estas se compararon con la cobertura de las Necesidades Básicas Insatisfechas. Se pudo concluir que las comunas menos urbanas tienen mayores Necesidades Básicas Insatisfechas. Probablemente se vincula además a un problema de oferta y calidad de empleos, haciendo que la gente se traslade a vivir a comunas eminentemente urbanas que satisfagan sus necesidades de vivienda, salud y educación, además del tema laboral, que ofrece una mayor diversidad de empleos.

Situación nacional de los procesos de migraciónEl censo del año 2002 muestra una desaceleración del crecimiento demográfico, con una leve disminución de la movilidad residencial, un mayor asentamiento de la población y un freno a la presión migratoria sobre la Región Metropolitana de Santiago. Hay lo que se denomina un ciclo de calma demográfica.

En el censo de 1992 un 81,3% de la población no se había cambiado de comuna, mientras que para el censo del 2002 un 84% seguía viviendo en la misma comuna. Los datos censales permiten asociar la disminución de la movilidad residencial con el aumento en el acceso a la propiedad de la vivienda, estimado en alrededor del 73% en el último censo. Las personas que habitan en vivienda propia pagada disminuyeron su movilidad del 10% al 7% y de quienes residen en viviendas propias que están pagando se reducen de 26% a 21%, mientras que aquellos que arriendan casa aumentan la movilidad de 36% a 38%. La propiedad de la vivienda

20 Censo 2002. Para poder sistematizar la información de las comunas y poder determinar tendencias se agruparon de acuerdo a patrones fijados por el Minvu para la población agrupada en ciudades de sobre 40.000 habitantes. Las subdivisiones de población menores a lo anteriormente mencionado se hicieron en base a criterios del censo en donde se agruparon las comunas con pueblos y aldeas, así como las comunas netamente rurales.

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es considerada generalmente un factor determinante de asentamiento, este puede tener un margen de error ya que la condición de tenencia es consultada después de la migración.

Las grandes áreas metropolitanas de las regiones Metropolitana de Santiago, Valparaíso y Bío Bío concentran el 46% de la población del país. A ello se debe que tanto las tres regiones como sus respectivas áreas metropolitanas concentran en cifras absolutas el mayor movimiento de inmigrantes y emigrantes.

De acuerdo a los resultados censales tenemos las siguientes situaciones:

Regiones que presentaron saldos migratorios netos negativos (expulsaron► población) para el período 1987/1992 y revirtiendo su situación que en el período 1997/2002 presentando saldos positivos (atracción de población) ellas son Antofagasta, Coquimbo, Libertador Bernardo O’Higgins y Los Lagos. 21

Regiones que en período 1987/1992 se presentaban atrayentes para la población► y que en el período 1997/2002 presentan una actitud expulsora son Atacama y Metropolitana de Santiago.

Regiones que en ambos períodos se presentan como expulsoras de población ellas► son Maule, Bío Bío, Araucanía, General Carlos Ibáñez del Campo y Magallanes, siendo en las regiones australes donde además es posible advertir que los emigrantes se incrementan notablemente entre ambos censos (71,1% y 64,4%, respectivamente), las otras tres regiones, donde si bien mantienen su condición de expulsoras, los saldos migratorios netos en el período 1997/2002 son bastante inferiores al resultado del período 1987/1992.

Las regiones de Tarapacá y Valparaíso en ambos períodos se presentan como► atrayentes para la población nacional, destacando la región de Valparaíso donde la inmigración alcanzó a 21.211 personas en el período 1997/2002.

21 Definiciones

► No migrante: es aquel individuo que no se ha cambiado de domicilio durante el período (5 años)

► Migrante: es aquel que se cambió de comuna de residencia entre los períodos comparados (1987/

1992; 1997/ 2002)

►Emigrante: es aquel que está asociado a la comuna de origen

►Inmigrante: aquel que está asociado a la comuna de destino

► Conmutación: son aquellos trabajadores que viven en una comuna y trabajan en otra, ello está dado

por los medios de transporte actuales, las jornadas únicas de trabajo, sistemas de trabajo intensivo y

largos períodos de descanso. Este proceso puede afectar negativamente el proceso de migración de las

personas que en vez de migrar conmutan.

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Saldos Migratorios Netos por Región. Años 1992 y 2002

1992 3.832 -1.767 4.092 -2.198 5.026 -1.082 -17.976 -26.724 -10.355 -11.684 -68 -1.615 60.519

2002 1.081 2.701 -5.919 12.261 21.211 4.382 -1.712 -18.764 -1.854 3.611 -235 -4.534 -12.229

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII RM

Ambos sexos

Migración por sexoAl observar los resultados de los saldos migratorios por sexo en el período 1987/ 1992, las regiones con mayor emigración como Maule, Bío Bío, Araucanía y Los Lagos tienen un predominio femenino, situación que también se da en aquellas regiones con inmigración como son el caso de Valparaíso y la Región Metropolitana de Santiago.

Para el período 1997/ 2002, los resultados regionales distan del análisis anterior, es así que las regiones con mayor emigración son Bío Bío y la Región Metropolitana de Santiago con predominio de emigrantes masculinos. En tanto en las regiones con mayor inmigración como lo son Coquimbo y Valparaíso predominan las mujeres.

Destacan las regiones de Antofagasta, O’Higgins y Los Lagos, con cambios notorios entre los censos con respectos a las migraciones, pasando de regiones con población emigrante en el período 1987/ 1992 a población inmigrante en el período 1997/2002 y ello con un claro predominio masculino, posiblemente motivado por el sector minero en el norte y por la actividad forestal y acuícola del sur. Asimismo, destaca la Región de Coquimbo, con un cambio en el comportamiento en su saldo migratorio pasando de ser una región de emigrantes en el período 198/1992 a una región de inmigrantes en el período 1997/2002, en este último caso con predominio de la población femenina.

El género de la población migrante tiene un comportamiento similar para ambos sexos, habiendo situaciones muy puntuales que debieran profundizarse con la información disponible.

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Migración de la población económicamente activa22

A continuación tenemos las dos situaciones extremas representadas por la Región Metropolitana de Santiago que atrae en torno a 12.000 trabajadores, mientras que la Región del Bío Bío pierde casi 18.000 trabajadores en el período 1997/2002.

ConmutaciónSe entiende por conmutación laboral al hecho que trabajadores vivan en una comuna y trabajen en otra. Este proceso es común en áreas metropolitanas donde existen dentro de una misma ciudad varias comunas, sin embargo conmutación entre comunas distantes es menos común y sólo recientemente se ha vuelto un fenómeno interesante.

En la economía chilena se pueden distinguir conmutaciones, asociadas a la industria frutícola, del vino y del salmón donde una proporción importante de trabajadores conmuta. Sin embargo, hay otro tipo de conmutación basado en turnos de una semana de trabajo por una de descanso u otras de 20 días de trabajo por 10 días de descanso, especialmente utilizados en la minería del norte del país.

El proceso de conmutación puede afectar negativamente el proceso de migración, ya que las personas en vez de migrar entre comunas, pueden conmutar. El proceso de conmutación sólo puede analizarse a partir de la base censal 2002.

Los conmutantes predominan de preferencia entre regiones colindantes extendiéndose el fenómeno más allá si las regiones concentran una gran cantidad de población y por lo tanto presentan mayores oportunidades de trabajo.

22 Elaborado por Patricio Aroca, IDEAR, UCN

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La región de Antofagasta es la región que más trabajadores atrae, sobre 14.000, mientras en el otro extremo tenemos la región de Valparaíso que aporta en torno a 11.000 trabajadores a otras regiones, situación que se explica por su cercanía a la región Metropolitana de Santiago.

Las regiones de Atacama y O’Higgins son las regiones con menos trabajadores conmutantes en el país con 561 y -596 respectivamente, o sea su población económicamente activa no se traslada mayormente. De la población económicamente activa, la región de Antofagasta tiene un 9,7% de población trabajadora que viene de otras regiones, seguida por la región de Aysén con un 5,7%. En el otro extremo tenemos las regiones de Valparaíso y Coquimbo que envían el 2,6% y 2,5% respectivamente de su fuerza laboral a trabajar a otras regiones.

Conmutación y años de estudioEs interesante analizar también la cantidad de años de estudio que presentan los conmutantes en relación a los años de estudio de los trabajadores locales. Existe una brecha en las regiones de Coquimbo, O’Higgins, Los Lagos y Aysén que son regiones que envían trabajadores mas calificados a trabajar a otras regiones.

En la tabla siguiente se presenta en la diagonal principal, la cantidad de trabajadores que laboran en la misma región, mientras que los datos fuera de la diagonal muestran los niveles de conmutación.

Nivel de Conmutación entre regiones en Chile, 2002

Respecto a los porcentajes de conmutación el más bajo lo tiene la Región Metropolitana de Santiago, con solo un 1,68%, esto a pesar de ser la región que recibe el mayor numero de conmutantes. Dado el tamaño de la población trabajadora regional, el peso relativo de estos trabajadores de otras regiones no es tan significativo. De forma similar, la Región Metropolitana de Santiago es la que envía mas conmutantes a otras regiones, 30.301 trabajadores, pero frente a los 34.285 trabajadores que conmutan hacia la región, esta resulta ser importadora neta de conmutantes.

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Los principales destinos de los trabajadores que conmutan desde la Región Metropolitana de Santiago son hacia las regiones vecinas, Valparaíso y del Libertador Bernardo O’Higgins con 7.396 y 5.126 trabajadores respectivamente, aunque también existe una fuerte conmutación hacia la Región del Bío Bío, Antofagasta y Los Lagos.

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