Un Presidente Para Chile

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  • 7/26/2019 Un Presidente Para Chile

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    Un presidente para Chile

    Las pruebas de alternativas mltiples se usan en Chile hasta para la admisin

    universitaria, y la consulta ciudadana que se est realizando como parte del

    proceso constituyente perfectamente podra haberse limitado a ese formato, tan

    fcil de administrar en Internet !ero se ha ido mucho ms le"os# son un toquedi$no de la anti$ua %tenas, en particular, los encuentros locales que puede

    armar cualquier $rupo de vecinos, y cuyas conclusiones deben ser tomadas en

    cuenta en el proceso posterior &n teora, al$una propuesta revolucionaria nacida

    en un livin$ o un $imnasio podra irse abriendo camino hasta quedar incorporada

    en la constitucin del pas ' bien, esos mismos encuentros podran perpetuarse

    y convertirse en una democracia de base, una fuente permanente de leyes o de

    (scalizacin del poder

    &l desenlace ms probable, sin embar$o, es que la constitucin termine

    redactada como una carta de las )aciones Unidas, llena de derechos y de

    len$ua"e abstracto, una instantnea de las ideas de ri$or del a*o +-. /ay

    ideas peores, pero a seme"ante documento le faltara un in$rediente clave, que

    es la $randeza, esa cualidad que ha convertido la constitucin de &stados

    Unidos, por e"emplo, en un foco de entusiasmo y de lealtad 0 el mismo

    ofuscamiento, propio del traba"o de los comit1s, podra impedir cualquier cambio

    mayor en la estructura del estado &scuch1 en la radio al abo$ado

    constitucionalista 2os1 3rancisco 4arca decir, en base a los resultados de la

    consulta hasta ahora, que las opiniones al respecto estn muy divididas pero que

    en Chile hay un presidencialismo 5muy fuerte6 y 5muy cultural6 &so a pesar de

    que ya se vio en 7rasil qu1 puede pasar con un presidente despresti$iado pero

    inamovible, y en &stados Unidos cun incompatible puede lle$ar a ser el carcter

    de un "efe de $obierno con el de un "efe de estado

    !ero los chilenos tal vez slo se creen presidencialistas, siendo en realidad

    monarquistas &n ese caso quedaran conformes, no con un monarca 8las

    condiciones no se dan para eso todava8 sino con un presidente que tuviera

    poderes ms bien simblicos, de"ando el campo libre para que el poder real se

    e"erciera en un sistema parlamentario 9ientras ms bullente sea una

    democracia, y ms propensa a arrebatos de entusiasmo 8como esa asemblea

    ateniense que conden a muerte a ocho almirantes por una supuesta

    ne$li$encia y lue$o, arrepentida, conden a muerte a quienes haban promovidoel casti$o8, ms necesaria se hace una ($ura de ese tipo, o"al severa, austera,

    reaccionaria, capaz de medir a sus compatriotas contra el modelo imposible pero

    hermoso de un pasado que nunca e:isti !ienso, por e"emplo, en el poeta

    %rmando Uribe;