UNIDAD DIDÁCTICA 5 - EL ROMANTICISMO 1.- INTRODUCCIÓN . El Romanticismo es una de las épocas más brillantes de la historia de la música. Delimitamos su cronología aproximada entre los años 1810 y 1890. La música romántica es fruto de la nueva sociedad surgida de la Revolución Francesa, que exalta la libertad del hombre por encima de todas las cosas. El compositor ya no está atado a un mecenas y es admirado y reconocido como “genio” creador por el público.

Sus temas preferidos serán: • La vida y la muerte. • La noche, la luz de la luna y los sueños. • La naturaleza y las estaciones; tempestades, ríos, lagos y bosques. • Los mitos, las leyendas y los cuentos de hadas. • El misterio, la magia y lo sobrenatural. • Las tierras lejanas, lo exótico y el pasado remoto (especialmente

‘lo medieval’). • La felicidad y el dolor del amor, especialmente del amor joven.

La balsa de la medusa de Théodore Géricault

Mujer y hombre contemplando la luna de Caspar David Friedrich

La pesadilla de Johann Heinrich Füssli

El árbol solitario de Caspar David Friedrich

El mar de hielo de Caspar David Friedrich

Pity (Compasión) de William Blake

La carga de los mamelucos de Francisco de Goya

La muerte de Sardanápalo de Eugène Delacroix

Ofelia de John Everett Millais

La música adquiere una gran libertad formal y expresiva donde la melodía es el elemento más importante. El movimiento y la pulsación son más flexibles (‘tempo rubato’) y los efectos

dinámicos constantes. Habrá una rica producción de pequeñas obras para voz (lieder), para piano (pequeñas piezas), y al mismo tiempo grandes obras como la ópera y la música sinfónica. Surgen como formas nuevas las piezas breves de piano, el lied, la música programática y el drama musical.

La orquesta experimenta un gran crecimiento multiplicando el número de componentes (alrededor de cien), y en los instrumentos solistas se potencia el virtuosismo.

Entre los compositores románticos más importantes destacamos a Ludwig van Beethoven, Franz Schubert, Félix Mendelssohn, Robert Schumann, Fréderic Chopin, Franz Liszt, Johannes Brahms, Anton Bruckner y Gustav Mahler.

Schubert Mendelssohn Schumann Chopin

Liszt Brahms Bruckner Mahler

2-. GRANDES FORMAS INSTRUMENTALES: SINFONÍA, CONCIERTO Y MÚSICA PRO GRAMÁTICA . La música instrumental, como lenguaje indeterminado y libre, es considerada el vehículo perfecto para la expresión romántica. Durante el Romanticismo continúan cultivándose las formas instrumentales clásicas (sonata, trío, cuarteto, etc.). Tanto en las sinfonías como en los conciertos solistas (cuyos protagonistas preferidos serán el piano y el violín) los compositores se van liberando de los esquemas formales clásicos y explotando con gran efectividad la riqueza tímbrica de los instrumentos.

La búsqueda de músicas más libres y abiertas, y en definitiva más adecuadas para la expresión romántica, dará lugar al desarrollo de la música programática, con el nacimiento de la sinfonía programática y el poema sinfónico, cuyos contenidos y estructuras formales se desarrollan en torno a la descripción de un programa o argumento, generalmente de carácter literario. A veces los compositores sólo se inspiran en el ambiente o los sentimientos que aparecen en el texto literario. Otras veces, su música intenta describir fielmente todos los episodios y detalles del argumento. Destacan ejemplos como La sinfonía fantástica de Héctor Berlioz, Los Preludios de Liszt, El aprendiz de brujo de Paul Dukas, etc.

3-. LAS PEQUEÑAS FORMAS ROMÁNTICAS: EL LIED Y EL PIANO . Las pequeñas formas son otra faceta de la expresión romántica. Es una música de salón, compuesta para el disfrute en veladas musicales íntimas.

El Lied-. Denominación alemana que significa en general canción, es una forma breve escrita para voz y piano (a veces para orquesta), muy expresiva, sobre un texto poético de los autores principales del momento. Tres tipos básicos: estrófico (AAA...), bipartito (:A::B:), tripartito (ABA). Compositores destacados: Franz Schubert (La bella molinera), Robert Schumann (Amor de poeta) y Johannes Brahms. En época más tardía también cultivarán esta forma compositores como Hugo Wolf y Gustav Mahler.

El piano-. Es el instrumento preferido del Romanticismo. Además, en esta época los grandes fabricantes perfeccionan el instrumento mejorando el sistema de palancas para hacer más sensible el teclado al toque del intérprete y añaden el pedal de resonancia que permite liberar y mantener el sonido. Es el instrumento con mayor difusión doméstica en la época. Aparecen piezas muy variadas que reflejan sentimientos intimistas (nocturnos, baladas,

preludios), imaginación y fantasía (rapsodia, impromptu) o recurren a temas y danzas populares (valses, polonesas, mazurkas, etc.). Entre los compositores más destacados se encuentran Fréderic Chopin, Franz Schubert, Robert Schumann y Franz Liszt.

4-. LA ÓPERA ROMÁNTICA . Durante el Romanticismo la ópera experimenta una gran evolución que lleva a este género a su cumbre más alta y lo convierte en el espectáculo preferido de la burguesía acomodada. Se construyen grandes teatros por toda Europa y los cantantes se convierten en verdaderos divos gracias al lucimiento vocal de sus arias.

En Italia surgen las principales escuelas y destacan compositores como Gioachino Rossini (El Barbero de Sevilla), Giuseppe Verdi (Rigoletto, Il Trovatore, La Traviata, Aida) y Giacomo Puccini (La Bohème, Tosca y Madama Butterfly).

Verdi Tosca de Puccini

En Francia destacan compositores como Georges Bizet, cuya ópera Carmen de carácter realista, y ambientada en Sevilla, utiliza danzas y temas populares.

Bizet Carmen de Bizet

En Alemania destaca Richard Wagner que aporta una gran reforma del género:

(a) Concibe la ópera como la “obra de arte total” en la que se aglutinan todos los elementos (poesía, música, escenarios, acción) de forma inseparable.

(b) Su idea es crear un “drama musical” continuo para el que emplea diversas técnicas como el “leitmotiv” (motivo musical que representa personajes, situaciones, etc.), la “melodía infinita” (sin un fraseo regular que marque cadencias claras) y un tratamiento protagonista de la orquesta con grandes efectos colorísticos y dinámicos.

(c) Escribe sus propios libretos inspirados en los personajes de las mitologías nórdica y germánica.

Entre sus obras destacan Tannhäuser, la tetralogía de El anillo de los Nibelungos y Tristán e Isolda.

Wagner Sigfrido de Wagner

5-. LOS NACIONALISMOS . Los Nacionalismos surgen a mediados del siglo XIX como un componente más del movimiento romántico que busca acentuar la individualidad y autonomía musical y cultural de los distintos países, empleando el folklore (melodías, ritmos, instrumentos, escalas) y los temas (cuentos, leyendas, tradiciones) de cada lugar.

En Rusia destacan Modest Mussorgsky (Una noche en el Monte Pelado) y Nikolai Rimsky-Korsakov (Scheherezade).

En los países escandinavos destaca la obra del noruego Edvard Grieg con la suite de Peer Gynt y el finlandés Jan Sibelius con su poema sinfónico Finlandia.

En Checoslovaquia el nacionalismo está representado por Bedrich Smetana con el ciclo de poemas sinfónicos Mi Patria y Antonin Dvorak con su Sinfonía N.º 9 “Del Nuevo Mundo”.

6.- LA DANZA Y EL BALLET .

En el siglo XIX se popularizan diversas danzas en las cortes y en los salones de baile. Una de las que más éxito tuvo fue el vals, que empezó a imponerse hacia 1800. El vals provenía de una danza popular austroalemana llamada Ländler, y su nombre alemán (Walzer) quiere decir ‘girar’. Es una danza de ritmo ternario que revolucionó las salas de baile y

tuvo su época dorada durante la mitad del siglo XIX. Su fama y atracción ha continuado hasta nuestros días.

Los grandes impulsores del vals vienés fueron los miembros de la familia Strauss (Johann padre, Johann hijo y su hermano Joseph) que destacaron como directores de orquesta y compositores de valses, polcas, csárdas, marchas y otros bailes de salón.

El ballet es una obra sinfónica con argumento destinada a ser representada por bailarines. La tradición del llamado ballet clásico, representado con zapatillas de punta, con un conjunto de posiciones y movimientos establecidos, y con grandes coreografías, se inicia durante el Romanticismo.

Destaca una primera etapa en Francia con obras como La sílfide (1832) o Giselle (1841), desplazándose posteriormente el centro principal hacia Rusia con las famosas compañías de los teatros Bolshoi y San Petersburgo (Marinsky) que servirán de referencia al ballet mundial. Uno de los compositores más destacados fue Piotr Ílich Tchaikovsky , famoso por sus ballets El cascanueces, La bella durmiente y El lago de los cisnes,

Giselle de Adolphe Adam

El lago de los cisnes de Piotr Illich Tchaikovsky